BS_1936_09.pdf

Medios

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Año L - N. 9

SETIEMBRE 1936

a e^iano

Re

v i s t a

de

l a s

o b r a s

de

d o n

b o s c o

INSCRIBÍOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
I
Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazónsociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
de Jesús?
nados, para aducarlos cristianamente.
¿Q uién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
Juan Sosco, y benignamente aprobada por
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
y caritativos?
Con sólo la limosna de tata peseta, u otra
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
moneda equivalente, se adquiere derecho a
la benevolencia divina, en este mundo y en d
participar de todas las oraciones y buenas
otro, mediante la aplicación de los méritos
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
infinitos del Santo Sacrificio d d altar?
de seis misas, que se celebran todos los días,
¿ Q uién no tiene almas queridas, vivas o di­
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
r^ a lo espiritual?
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Los que se incriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
R e c t o r M a t o r d e l o s S a l e s ia n o s .
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
Cottolengo 32 - T u rín (109) (Italia).
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas pueden enviarse al mistno Rector
Las limosnas recibidas por este conducto
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
Ospizio Sacro Cuore - V ia Marsala, 42.
gloría de Dios y los intereses culturales de la

Normas para los corresponsales de Boletín Salesiano
1 . — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, p u ^ e n interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2. — Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espadadas.
3. — Salvo rarísimas excepdones, la Revista no publica poesías ni trabaos ajenos a la Obra
Salesiana. N o inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4* — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encareddamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una crónica,
y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo otraordinario. Aviven pues su celo nuestros co­
rresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de r^nitim os gracias o necrol<^:ías hemos de as^urarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque ik> recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.

ir
REVISTA DE
LAS O B R A S D E
DON

BOSCO

REDACCION

Y

BOLETIN
SALESIANO
ADMINISTRACION:

VIA

COTTOLENGO.

32

TURIN

Año LI

N ú m oro 9

S E T IE M B R E
(10 9 )

1936

ITALIA

SU M ARIO: H o r a s d e d o lo r . - C ó m o q u e r ía O . B o sco e l tea tro e n s u s c a s a s . • S . J. B o s co , lo s S a ic s ia n o s y la
Prensa. - U n d i f í c i l p r o b le m a . • L a O b r a d e D . B o s c o e n E s p a ñ a y A m é r ic a : A s t u d illo , L a flc s ia d e M . A . • Stroeder, F e s tiv id a d d e S . J. B o s c o • S. A n d r é s . F e s t iv id a d d e M . A . • T u n j a , M . A u x ilia d o r a tr iu n fa . > S. C r is tó b a l
Las C a s a s • L i m a , R a m i ile t e d e fle s ta s . - D e n u e s tra s M is io n e s : C h in a , F ie s ta d e M a r ia A . y b e n d ic ió n d e u n a
prim era p ie d ra - J a p ó n , L a n u e v a E s c u e la P r o fe s io n a l “ D . B o s c o ” d e T o k io . - C r ó n ic a d e G r a c ia s . • N e c r o lo g ía s .

HORAS DE DOLOR
B enem éritos cooperadores.
O s habéis y a inform ado, con la natural consternación, de los horripilantes excesos cometidos
en España por turbas anárquicas y subversivas, que han dg'ado ensangrentada a esa pobre
nación, sembrando en ella la muerte y e l exterm inio, incendiando iglesias e institutos de edu­
cación, asesinando a sacerdotes y religiosos y a ciudadanos honestos, culpables únicamente de
haber amado a D ios y a l prójim o y de haber hecho bien a todos, sin distinción.
Esa fu ria satánica hase abatido también sobre nuestras obras, que, a llí como en todas par­
tes, recogían y educaban a m illares de huérfanos, de niños pobres y abandonados. Todos
nuestros Oratorios, todas nuestras Escuelas Profesionales hallábanse, actualm ente, llenas de
hijos de obreros, de auténticos hijos del pueblo.
Y nada de esto ha valido; con e l alma llena de dolor por las victim as y a sacrificadas, y
temblando por los tremendos peligros a que se hallan aún expuestos, en aquella nación, tantos
hijos nuestros, tengo que comunicaros la muerte de
de ellos, absolutamente comprobada. T e­
memos, además, que todos los Salesianos de la casa de M álaga hayan sucumbido. E l Inspector
de Barcelona fu é encarcelado en Valencia con otros 37 hermanos, y hoy nos dicen de é l que
ha sido también bárbaramente ejecutado.
Los Salesianos e H ijas de M aria A uxiliadora de 35 casas hállanse dispersos y perseguidos
de muerte. D e otras 30 casas no tenemos absolutamente ninguna noticia, siendo de temer hayan
sido incendiadas o saqueadas.
O m ito detalles y pormenores que y a la prensa de todo e l mundo ha dado a conocer, y
pido a l Señor que mientras se im prim e este B oletín , no vengan nuevos hechos a agravar
nuestro tremendo luto.
En nombre de D ios, de A laria A u xiliadora y de San Juan Bosco, pid o vuestras oraciones
en fa v or, no sólo de nuestros Institutos, de los 750 Salesianos y 250 H ija s de M aria A u x ilia ­
dora, de nuestros amadísimos cooperadores, alumnos y ex (üumiujs, perseguidos sólo por su
honestidad de vida y por practicar la religión y ejercitar la caridad cristiana, sino también
de todos los Obispos, Prelados y sacerdotes, de todos los demás religiosos y religiosas, de las
innumerables almas buenas de esa m artirizada nación que, en otros tiempos escribiera gestas
tan gloriosas en la historia d el mundo y de la Iglesia C atólica.
Oremos, oremos mucho, para que sobre la tierra regada con la sangre de tantos mártires
vuelva pronto a lu cir una bella aurora de p a z, con e l triunfo de la f e y de la caridad de Cristo.
T u r in , 10 de agosto de 1936.

P E D R O R I C A L D O N E , Rector M ayor.

209

Cómo quería Don Bosco el teatro en sus casas.
(£ d

ocasión del cincuentenario de nuestras “ Lecturas Dramáticas” ).

{Conclusión).

Excusas que no excusan.
No faltará quien diga que al mal hay que
presentarlo tal como es, si se le quiere ha­
cer aborrecer. A esos podríamos repetirles
lo que replicaba Manzoni a los artistas de la
pluma: «En nosotros hay ya demasiado fuego
de amor latente, para que vengan determinados
escritores a añadir más com bustible». Hasta
el mismo Rousseau observaba justamente
que en ese género de espectáculos que
nosotros deploramos, « cuando el vicio apa­
rece pintado con vivos colores, todo lo
que hay en torno suyo palidece...; lo único
que se toma de la pasión es lo que conduce al
placer, y todo lo que ella tiene de incómodo y
molesto se olvida ». Es muy cierto, y ahí está
la experiencia para advertirnos de que hasta
la admiración del amor honesto, si no se
tiene cuidado, conduce al amor lascivo.
Para hacer aborrecer el mal, mejor que ex­
hibirlo, es ocultarlo, especialmente tratán­
dose de ciertas pasiones terribles .que nadie
ha vencido jamás luchando, sino huyendo...
Esta y no otra es la doctrina de los santos
y la tradición de todas las almas honestas.
Se argüirá que el mal existe, que es una
cosa que se palpa y a cada instante se nos
mete par los ojos. Admitido, y por esto
mismo es incomprensible que haya todavía
necesidad de presentarlo con vivos colores y
vestirlo con ropajes los más deslumbrantes.
El mal existe, pero el hombre virtuoso sabe
apartarse de él y evitar su contacto; tiene buen
cuidado de no jugar con fuego, para no que­
marse las alas que le elex'an desde el barro
hasta las alturas sublimes del candor.
Además, o el público es honesto y no hay
necesidad de instruirle sobre los misterios del
mal, porque estas cosas le repugnan y ofenden,
o está ya pervertido y, si en las flores del
mal hubiera alguna esencia aprovechable, es
incapaz de e.\traerla.
N o se diga tampoco que ciertas cosas
acaban por no hacer impresión. Esta, ante
todo, es una gran mentira, ya que el hábito
vicioso no sólo no quita la malicia sino que
la hace más degradante; es algo así como la
fiebre de los pantanos que no perdona a
210

nadie y aumenta cada vez más su virulencia. La
deplorable costumbre de asistir a determina­
das exhibiciones cinematográficas es una de
las causas que más contribuyen a que el ter­
mómetro de la moralidad se muestre cada día
más bajo, y a que nuestras juventudes vean
perdida la fragancia de la pureza, que consti­
tuye su más rico tesoro y su adorno más pre­
ciado.
No, no son éstas las verdaderas realidades
de la vida, de que tanto se nos habla. Nues­
tra vida, vista, tanto a la luz de la naturaleza
como de la gracia, es algo bastante más digno y
más noble que una cínica exhibición de pesti­
lente barro.
Los que se precian de cristianos, no pueden,
no deben olvidar que Jesús ha dicho Yo soy la
vida. He aquí el verdadero ideal de la vida
humana, penetrada e iluminada por las per­
fecciones del Hijo de Dios.
I
Qué decir luego de esos espíritus anfibios
que, ora se zambullen en el Iodo ora salen a
refocilarse con el sol de la santidad; que ba­
rajan lo sagrado con lo profano y pretenden
que la religión les sirva de capa para tapar sus
mil obscenidades y torpezas ?
La religión no está hecha para servir a nadie
de careta; todos esos hibridismos no son sino
infames profanaciones, engaños e hipocresías
que hacen no pocas víctimas entre las almas in­
cautas. Estas concesiones tan fácil e incons­
cientemente hechas a la curiosidad malsana no
hay duda que producen en nuestros días irre­
parables males.
¿ Para qué está la censura ? — añaden algu­
nos — y si ésta no bastara, ahí está la tijera,
hágase uso de ella para purgar la película.
— Q ué duda cabe, pero la censura, en la
mayor parte de los casos, procura conciliar la
moral con la industria; y en cuanto a la tijera
lo convierte todo en un quid médium entre lo
bueno y lo malo, entre lo lícito y lo ilícito.
Los conflictos entre el criterio industrial y
moral los soluciona la tijera por una especie de
juicio salomónico; un corte certero divide en
dos el producto cinematográfico, y tutti con'
tenti.
No, no se moralizan las películas con la
tijera, no se puede hacer creer que son inno-

\ w
cuos ciertos argumentos equívocos, después
que han sido suprimidas las escenas ofensivas
para el pudor. M ás bien hay que decir que,
no pocas veces, esas amputaciones vienen a
constituir nuevos estímulos de curiosidad mal­
sana.

Conclusión.
Después de las consideraciones expuestas,
ya no hay necesidad de responder a la cuestión
de si el cine responde o no a las ideas pedagó­
gicas de San Juan Bosco.
Seguimos creyendo que nuestro teatro, o sea
el teatro que el Santo dió a sus casas salesianas,
tiene muchas y no pequeñas ventajas sobre el
cinematógrafo. Puede hacerse servir de estí­
mulo y de premio; es un recurso intelectual y
artístico Utilísimo, dado que los alumnos desarro­
llan en el teatro actividades de un notable valor
formativo en las que ponen algo de sí propios,
y esto no ocurre en las proyecciones cinemato­
gráficas, durante las cuales, la oscuridad que
invade la sala de espectáculos no es raro que
llegue también a nublar el espíritu de los
espectadores.
Adviértase, además, que las representacio­
nes escénicas pueden ser vigiladas y censuradas
con facilidad extrema y con la más absoluta ga­
rantía moral, en tanto que las películas oponen
a ello dificultades casi insuperables. ¿ Quién
no conoce las alarmas y sobresaltos producidos
por ciertos « films » que las empresas alquilan
a veces, recomiendándolos como absolutamente
inofensivos ?
Los encargados de las exhibiciones cinema­
tográficas, en los varios Institutos, saben por
demás cuántas y cuán ingratas preocupacio­
nes les produce este espectáculo; cuántas ho­
ras perdidas en las pruebas, cuántas sorpresas
al girar películas que ellos tenían por impe­
cables.
Hemos admitido, al comenzar este trabajo,
que hay « films » inofensivos de simple carác­
ter instructivo o documental, pero hemos de
añadir ahora que, aparte de que son bastante

pocos, su propia naturaleza les coloca también
en un plano muy inferior al de nuestro teatro,
desde el punto de vista educativo.
L o que al hombre le da calidad moral no
es lo que sabe sino lo que practica; Don Bosco
no sólo cultivaba la inteligencia de los niños
sino que fortificaba su voluntad y enriquecía
su corazón.
En resumen, dirán algunos, que lo que se
quiere es que se suprima el cine. No tanto, y
sería un esfuerzo por demás inútil.
El cinematógrafo, lo mismo que el teatro,
no es por naturaleza malo, y ello hace
que, cuando se desvía sea susceptible de ser
mejorado. Mejorémosle, pues. Favorezcamos
todas las iniciativas encaminadas a este fin
nobilísimo, y nosotros estamos convencidos
de que, si todas y cada una de las asociaciones y
entidades católicas se unieran en un esfuerzo
común para obtenerlo, el éxito más lisonjero
coronaría su hermoso gesto. Pero mientras los
buenos propósitos, que gracias a Dios existen,
no lleguen a la realización grandiosa y defini­
tiva del <f film 1) católico educativo, habrá que
proceder con toda clase de cautelas en el em­
pleo de esta diversión.
Decía muy acertadamente Mons. Ridolfi que
demasiado cine engendra pasión y hace daño.
Darlo todos los días de fiesta — continúa —
es una exageración, y no vale decir que, su­
primiéndole, los niños dejan de acudir al Ora­
torio. Esto sólo demostría, si fuera cierto, que
el Oratorio no tiene la dirección que necesita.
Ya hace tiempo que se viene hablando de
crisis del cinematógrafo. El público está can­
sado; los sentidos han llegado al embotamiento
y es cosa que produce náuseas ver siempre las
mismas vacías e insípidas inmoralidades.
¿ Por qué no se aprovecha este general sen­
timiento de desgano para llevar de nuevo a
los niños al ambiente sereno y educativo del
teatro infantil y de las simpáticas academias ?
Cierto que esto aumentará, y no poco, el tra­
bajo de los educadores, pero de él se verán
espléndidamente recompensados con opimos
y abundantes frutos-

Sres Cooperadores, consultad ei

t e so r o

e s p ir it u a l

.

Propagad la O B R A P IA D E L S G D O C O R A Z Ó N . V éase la cubierta de nuestro ‘ Boletín .

2 II

San Juan Bosco, los Salesianos y la Prensa.
{Contimiación).
Desde 1863, Don Bosco había conseguido
sacudir la tutela de sus editores. Era su más
ardiente deseo, acariciado durante más de
veinte años, poder tener imprenta propia, y
aquel deseo logró al fin verlo realizado en 1861,
pero ¡qué pobre y rudimentario el primer taller
saiesianol; dos viejas máquinas de ruedas y una
prensa arcaica, adquiridas de ocasión; un co­
modín y algunas cajas construidas a toda prisa
por los carpinteritos de su Oratorio; a falta de
motor, las máquinas tenían que ser accionadas
a brazo por los alumnos.
Cuando éstos se lamentaban de que la insta­
lación fuese tan primitiva, el Santo les contes­
taba: Ya veréis, ya veréis. Esto es sólo para
empesar. Pronto tendremos dos, tres, diez imprentas.
A esta predicción, meses más tarde, seguía
otra: Ahora tenemos una imprenta; después ten­
dremos una ffran imprenta; más más tarde, muchas
imprentas.
Y su ambición no se detuvo aquí. A fin de
asegurar la independencia y el buen éxito de
sus iniciativas editoriales, pensó como hemos
tlicho, en suprimir los intermediarios entre el
autor y el lector. Con aquella decisión ejecu­
tiva que le era propia, adquirió una fábrica de
papel para el suministro de sus máquinas,
montó talleres de encuademación, y organizó
librerías. El progresivo ensanchamiento de toda
esta inmensa red de apostolado de prensa hizo
surgir en todas partes casas editoriales, que,
andando el tiempo, habían de ser focos pode­
rosísimos de difusión.
Gracias a tan atrevidas realizaciones, las
obras de San Juan Bosco disponen hoy de un
formidable arsenal de propaganda puesto al
scr\-icio de la fe, de la moral, de todas las ideas
nobles que dan valor a la vida.
h'sta arma San Juan Bosco no la quiso sólo
para ser esgrimida en el estrecho recinto de su
Oratorio. Preocupado continuamente de la efi­
cacia y vitalidad de la prensa católica, tanto en
su patria como fuera de ella, lo mismo en su
épw a que en los venideros tiempos, dedicóse
desde entonces a preparar en sus Escuelas Pro­
fesionales legiones de t'ajistas e impresores, de
linotipistas y encuadem.idores v libreros, en
’l-urín y en Marsella, en Munich y en Buenos
•Aires, en Lieja y en Barcelona, en Varsovia y
en Londres, en París y San Francisco de Cali­

212

fornia, a fin de que se consagraran a la difusión
de la verdad, a la lucha contra la prensa co­
rruptora e irreligiosa.
Utilizando el espléndido material que le su­
ministraban sus religiosos laicos, libreros, en­
cuadernadores, compositores, compaginadores,
dibujantes, técnicos, convirtióles en educadores
de nuevas generaciones destinadas a infundir, a
torrentes, sangre rica en las artes del libro, a
ennoblecerlas y santificarlas.
Si la benemérita Institución monástica de
San Benito dió al mundo, en la edad media,
pléyades de monjes copistas y miniaturistas que
salvaron los tesoros de la civilización antigua,
la Obra de Don Bosco ha dado a la sociedad
de nuestros días un originalísimo monje mo­
derno, el coadjutor salesiano, que aparente­
mente en nada se distingue del artesano culto
de nuestras ciudades, y es jefe de talleres, y
dedica su vida entera a la formación de ejércitos
de adolescentes que, noble y decididamente, se
adscriben al sublime apostolado de la prensa
católica.
El obrero que el Santo ha querido dar a las
artes del libro es un obrero totalitario, como
hoy se dice, que va, directamente y sin agenas
intervenciones, del cerebro del escritor al ce­
rebro del lector; que domina y asegura todas
las etapas de la producción, que maneja la
pluma y redacta el manuscrito original, que
educa y dirige el brazo del artesano, que im­
prime, encuaderna, empaqueta, y expide el
manuscrito ya convertido en libro.

Ese libro cristiano, o simplemente honrado,
ese libro ameno, esas colecciones científicas o
recreatri\'as, esos manuales escolares henchidos
de savia religiosa, esos periódicos sembradores
de buenas ideas eran la constante preocupación
del Santo. Siempre y en todo momento pen­
saba en ellos, porque sobre el horizonte se erguía
cada vez más amenazante la carátula horrible
de la prensa impía, neutra, inmoral.
Por esto, tanto en la Regla que dió a sus hijos
los religiosos, como en el Reglamento que re­
dactó para sus Cooperadores, puso un precepto
que señala como objetivo común y formal la
difusión de la buena prensa.

L a s o b ra s d e la B a s ílic a . • C ó m o h a h a b id o q u e a s e g u r a r lo s c im ie n t o s d e lo s p ila re s
q u e h a n d e lle v a r la n u e v a c ú p u la .

He aquí sus imperativos categóricos:
Procurarán los socios difundir entre el pueblo
las buenas lecturas; se opondrán, por medio de la
palabra y de sus escritos, a la impiedad y a la
herejía que de todo se valen para insinuarse
entre los rudos e ignorantes.
A los cooperadores les repite la misma con­
signa:
Harán los cooperadores todo lo posible para
oponer la buena prensa a la prensa irreligiosa,
mediante la difusión de buenos libros, de hojas
volantes y de todo género de impresos, en el seno
de las familias.
Dóciles a estos santos preceptos e íntima­
mente unidas las dos familias salesianas, reco­
gieron en 1888 de las manos exangües del Fun­
dador esa radiante antorcha del apostolado del
libro que él había siempre agitado, y sus propa­
gandas quedaron por siempre aseguradas.
{Continuara).

2 13
Á fe

V isca g e n e ra l d e l I n s iitu t o '* ConC i R e b a u d cn g o

UN DIFICIL PR O B LE M A
La fo rmación de c oadj ut or es mi si oner os
Recientemente, en una autorizadísima re­
vista belga, Le Bulletin des Missions, apareció
un substancioso y orientador estudio sobre
este tema de la formación de coadjutores mi­
sioneros, y en él el sacerdote Vanderyst se
lamentaba de que no haya todavía en Europa
Instituciones católicas expresamente organi­
zadas para esta tan delicada v dificilísima labor.

Ignoraba, por lo visto, el culto y benemérito
sacerdote, las magníficas y generosas realiza­
ciones de nuestros Superiores Mayores, Don
Felipe Rinaldi y Don Pedro Ricaldone, y, en
vista de ello, el Rvdo. P. Candela, Director
Gral de nuestras Escuelas Profesionales, ha
creído pertinente enviar a la susodicha revista
una detallada información de lo que, en este

A lu m n o » y p ro feso res d e l m is m o {o s titu io .

214

ramo del apostolado, lleva hecho la Sociedad
Salesiana, información que, subrayada con los
más efusivos elogios, publica la misma revista
en su t. X III, n. 3 y que nosotros reproducimos,
para que los datos que en ella se aducen sirvan
de consuelo a nuestros Cooperadores, de cuyas
limosnas viven estos hermosos viveros de voca­
ciones, donde legiones de religiosos no sacer­
dotes se adiestran en una forma singularísima
de apostolado, que aún no ha tenido tiempo de
llegar a su plena fructificación, pero que ya se
anuncia con cosechas de un valor inapreciable.
Nuestra Sociedad Salesiana no es una so­
ciedad específicamente misionera.
Su objeto primario y fundamental es la edu­
cación de la juventud, especialmente pobre y
abandonada, y la de las clases medias. Con los
ojos y el corazón puestos en este ideal creó
Don Bosco sus Oratorios Festivos, sus Obras
Postescolares, sus Internados, sus Escuelas pri­
marias y secundarias, sus Institutos Profesio­
nales y Agrícolas, etc.
Desde 1875, el Santo Fundador, en cuya
alma ardía potente la llama del apostolado,
había ya sembrado los gérmenes de todas esas
obras en las regiones de la América del Sur
que la Divina Providencia abriera al celo em­
prendedor de sus hijos, y fué aquélla la pri­
mera etapa inicial del apostolado misionero
salesiano.
Pequeño grano de mostaza al principio, al­
canza hoy las majestuosas proporciones de un
árbol gigantesco. 1.056 misioneros hacen actual­
mente el holocausto de sus vidas en 30 países
de misión, de los cuales, 14 han sido confiados
a la Sociedad Salesiana con jurisdicción pro­
pia, constituyendo un imperio espiritual de
2.807.294 kilómetros cuadrados y de 23.422.000
de habitantes.
En la vasta inmensidad de esas tierras des­
heredadas, los Salesianos no han descuidado
ninguna de las formas tradicionales del aposto­

lado misionero, y ello no les ha impedido que,
en virtud del mandato recibido de su Santo
Fundador, dediquen además lo mejor de sus
actividades a los niños de sus Oratorios, de
sus Círculos, Internados, Escuelas, Talleres,
Orfanatos y Escuelas Profesionales y Agrícolas,
extendidas hoy profusamente en sectores muy
extensos de sus campos de apostolado.
Fijándonos únicamente en estas dos últimas
formas de la actividad salesiana, de 177 Insti­
tutos de este género pertenecientes a la So­
ciedad, 81 radican fuera de Europa, y de ellos,
unos veinte en tierras de misión. Sí a cada uno
de estos Institutos le asignamos por término
medio cinco Secciones diversas de aprendizaje,
resulta que, en países extraeuropeos, hay fun­
cionando 455 Escuelas profesionales, de las
cuales un centenar corresponden a las misiones.
Con estos datos, salta en seguida a la vista
la importancia capitalísima que ha de tener
el reclutamiento de maestros coadjutores para
el sostenimiento un tan crecido número de Es­
cuelas profesionales y agrícolas de ultramar.
D e aquí que la creación de Centros adecuados
para su entrenamiento se impusiera en el
acto, como una exigencia apremiante, a los
Superiores Mayores de la Sociedad. Y como
quiera que el crecimiento de las Misiones
Salesianas data de los primeros años de la
postguerra, o sea de 1921 v 1922, fué entonces

'■ S6
T r a b a jo d e e x a m e n .
D iv is o r u n iv e rs a l p a r a fre s a d o ra u n iv e rs a l.

D iv e rs o s tr a b a jo s p re s e n ta d o s este a ñ o p o r lo s a tu m n o s d e 30

t

4° C u rs o

21

P a tio s y g a le r ía s d e] I n s titu lo " C o o t i R e b a u d e n g o '

cuando la cuestión de estas vocaciones empezó
a preocupar seriamente y a adquirir volumen.
En 1925, un número discreto de aprendices
artesanos dirigíase ya a Foglizzo, en las inme­
diaciones de Turín, para incorporarse a otros
aspirantes misioneros que allí se preparaban.
Era el primer paso. L a falta de una casa ad hoc
donde aquellos aprendices coadjutores pudieran
especializar su formación, obligaba a cerrar
los ojos sobre el inconveniente de semejante
amalgama y a esperar que la Divina Provi­
dencia nos diera resuelto el problema.
Así ocurrió, en efecto. En 1929, precisamente
en el año de la Beatificación de Don Bosco,
Dios encauzó hacia la Obra salesiana la gene­
rosidad de un bienhechor insigne, y pudo colo­
carse la primera piedra de un vasto y magní­
fico edificio que, en pocos meses, estuvo en
amdiciones de recibir a aquellos 70 aspirantes
que incómodamente habíanse alojado en Fo­
glizzo.
AI mismo tiempo, abríase !a grande Escuela
Agrícola de Cumiana, próxima también a
Turín, cuyos orígenes databan de 1927. Esta
Escuela debía ofrecer a los misioneros salesianos
coadjutores el bagaje de conocimientos técnicos
y prácticos indispensables para poder regir,
con la debida competencia, nuestras Granjas
agrícolas de las Misiones.
\ no siendo aún bastantes para las exigencias

216

de nuestro apostolado las dos categorías apun­
tadas de maestros de taller y de técnicos de la
agricultura, hubo que pensar en una tercera
brigada de misioneros coadjutores, destinada
a ser, tal vez, con el tiempo, la más importante;
de coadjutores que, sabiendo hacer un poco de
todo, vengan a ser, en tierras de misión, el
brazo derecho de los sacerdotes.
A esta nueva categoría la denominamos nos­
otros de los «Catequistas», y hoy también ellos
tienen ya su casa adecuada.
Nuestros aspirantes coadjutores misioneros
hállanse pues organizados en tres categorías:
los Maestros de taller, los Profesionales de la
agricultura, y los Catequistas, y coiripletan,
respectivamente, su formación en esos tres
Institutos: Escuelas Profesionales « Conti Re­
baudengo», Escuela Agrícola de Cumiana y
Casa para Catequistas misioneros de Murialdo-Becchi.
Hechas algunas consideraciones generales,
pasaremos ahora a exponer brevemente cuál
es la formación intelectual, profesional, reli­
giosa y misionera que estos jóvenes reciben en
sus respectivas casas, y cuáles los resultados
obtenidos hasta el presente.
C o n sid era cio n es gen erales. — A todos
estos jóvenes aspirantes, sean de la .cate­
goría que fueren, se les exigen para el in­
greso los siguientes requisitos:

1) Que tengan los 13 años cumplidos y no
pasen de 30.
2) Que presenten una declaración firmada
por los padres o tutores, haciendo constar en
ella que dejan al alumno completamente libre
de ir, llegado el caso, a la Misión a que le desti­
nen sus Superiores.
3) Perfecto estado de saíud y ausencia de
defectos físicos.
4) Certificados de buena conducta.
No se les exige pensión, comprometiéndose
cada uno a dar lo que buenamente puede para
su manutención, y encargándose de ordinario
las familias de proveerles de ropas y del entre­
tenimiento y repuesto de las mismas.
P eriod os d e p ru eb as. —
Son tres:
i) E l AspirantadOy con una duración de tres
a cinco años, según la categoría. D e esta
prueba depende el que el coadjutor salga
habilitado o no como obrero. 2) E l Noviciado,
que, para las tres categorías, dura un año y
se practica en otra casa especial. 3) E l Trienio
de perfeccionamiento, que sigue a la prueba
anterior y que los jóvenes ya profesos hacen
volviendo al Instituto de donde habían sa­
lido. Con estos se constituye un grupo aparte
especialmente confiado a la paternal solicitud
del Director.
Superadas felizmente estas tres pruebas, el
salesiano coadjutor es destinado a la Misión que
en lo sucesivo haya de ser campo de su aposto­
lado, siendo admitido a la conmovedora cere­
monia llamada la despedida, que. anualmente.
L a s S e c c io n e s d e m e ­
cá n ic a y c a r p in te r ía
co n stru y en a h o ra esto s
a v io n e s, b a jo la d ir e c ­
c ió n d e u n o d e lo s m ás
re p u ta d o s i n g e n i e r o s
de I ta lia . E i q u e a p a ­
rece en s e g u n d o tér­
m in o h a v o la d o y a so­
b re la s c u m b r e s a l p i­
nas se g ú n p u e d e v erse
e n e l g ra b a d o d e a r r i­
ba. T o d o , d e s d e e l
m á s p e q u e ñ o to m illo
h asta lo s ó rg a n o s m á s
d e lic a d o s d e s u ro b u sto
m o to r, h a s id o co n s
tru id o p o r n u e s t r o s
a lu m n o s a t i r a n t e s a
m isio n e ro s.

el primer domingo de octubre, celebrase con
extraordinaria solemnidad en la Basílica de
M aría Auxiliadora de Turín. En esta ceremonia
recibe su crucifijo de misionero, la noble y
excelsa librea que con tanto ardor había él
anhelado.
Hacemos observar que, aunque la mayor
parte de estos jóvenes son reclutados en Italia,
estas Escuelas de preparación misionera tienen
carácter internacional y en ellas se reciben
aspirantes de todas partes.
(Continuará).

LA OBRA DE D O N B O SC O EN
ESPAÑA V AMÉRICA
Relaciones enviadas al Recfor Mayor.

A R G E N T IN A - ST R O ED E R
L a s H ija s d o M a r ía .

Jó ven es Que c o n s titu y e n la C o m p a ñ ía
d e San L u is G on zaga.

ESPAÑA - Astudillo. — La
María Auxiliadora.

fiesta

de

F ué el homenaje cumbre, compendio de todos
los que, día tras día, tributó ¿I fervoroso vecindario
astudillano a la Reina del cielo.
Las comuniones se sucedieron desde las primeras
horas de la mañana y sería imposible determinar
su número.
En trono rosa sobre fondo azul, destacaba la
amable fiRun» de María Auxiliadora. T odo lo tuvo
la VirRcn: en el altar, trono de luces y al v’aho oloroso
de azucenas y alhelíes con profusión; en el coro,
armonías, y en el templo en general muchas y fervo­
rosas plegarias.
En la Misa de diez, el público llenó completa­
mente las amplías naves.
Ocupó la sagrada cátedra el señor director don
Esteban Ruiz, quien con palabra encendida y fo­
gosa emocionó a los presentes e inflamó los corazones
en amor a María.
Después de la M isa, las Celadoras de M ana A uxi­
liadora ofrecieron un « limch * de honor.
Imponente, grandiosa y entusiasta fué la mani­
festación popular de la tarde.
Depués de rezar de\TJtamente el Rosario y hacer
el qcrcicio del mes, se organizó la procesión. Fué
un N'erdadero plebiscito popular.
.Abría paso la Cruz, y a continuación niños del

2lS

oratorio festivo, aspirantes misioneros, Antiguos
Alumnos presididos por el banderín de la Asocia­
ción, haciendo cortejo a la estatua de San Juan
Bosco, Caballeros de María Auxiliadora, y detrás
las 400 damas de la Archicofradía. Por último, el
coro de niños de primera Comunión y clero, prece­
diendo a la imagen de María Auxiliadora, a la que
seguían los ministros sagrados.
L a procesión recorrió todo el pueblo, y después
de dos horas, entró de nuevo en la iglesia la A-enerada
imagen entre las aclamaciones de todos.

ARGENTINA - Stroeder. —
de San Juan Bosco.

Festividad

Es el Santo Patrono de esta población y Colonia
aneja, y ello explica el singular ferA’or y entusiasmo
con que aquí se celebra su fiesta.
Precedido de un devoto triduo muy concurrido,
amaneció el domingo 26 de abril con un tiempo
apacible, siendo saludado con estruendo de bombas
y repique de campanas y con todo el Colegio emban­
derado.
250 fueron las comuniones que se distribuyeron
en la misa de 8, número extraordinariamente elevado,
si se tiene en cuenta el clima religioso de estas
pampas, habiendo sido recibidas con piadoso y
ejemplar continente y acompañadas con armoniosos
cánticos al órgano.

La misa de lo , que cantó el Rvdo. P. Mazzoglio,
tuvo aún mayor concurso de fieles, predominando
los hombres, algunos de los cuales hicieron leguas
y más leguas de camino para poder bañarse en este
gozo espiritual de la fiesta. Durante la solemnidad,
se dió a besar la reliquia de San Juan Sosco. El
altar, los cantores, todo mereció los más sinceros
plácemes de los fieles.
A eso de medio día, bajo los parrales del Colegio,
se obsequió a todos los niños, 75, con un asado de
cordero y diversas golosinas que eran saludadas
por los pequeños anfitriones con burras atronadores.
Terminada la comida, se obtuvo un grupo fotográfico.
Y no podía faltar la clásica velada salesiana, que
tuvo lugar a las 17 en punto, en el salón de actos.
Poesías, músicas, cantos, un chispeante monólogo,
la comedia « Felices Pascuas * y un oportunísimo
discurso del Sr. Director hicieron las delicias de la
numerosísima concurrencia, que, por su gusto,
jam ás se habría alejado de nuestro local.

COLOM BIA (Santander) - San Andrés. —
Festividad de María Auxiliadora.
(De una carta del cooperador salesiono Sr. Pinzón).
Pláceme participaros que el 24 de mayo se ce­
lebraron conjuntamente la fiesta anual de María A u ­
xiliadora y de San Juan Bosco, precedidas de vís­
peras solemnes, que fueron amenizadas con nutri­
dísimos cohetes y recámaras.
El 24, a las 7 de manaña, la Misa de Comunión
general, en honor de San Juan Bosco, siendo pane­
girista el R. P. H elé Rodríguez, devotísimo del Santo
y elocuente orador.
A las 9 de la manaña. M isa solemne (diaconada),
en honor de María Auxiliadora. El panegírico estuvo
a cargo del digno señor Vicario D r. José Trinidad
Landizábal, Cura de la parroquia. A la i p. m.
sesión solemne de Cooperadores Salesianos y co­
frades de María Auxiliadora, presidida por el ve­
nerable señor Vicario D r. Landizábal, quien, con
celo de apóstol, encareció a la multitud de oyentes
la devoción a la Virgen Auxiliadora y a San Juan
Bosco,' y la propagación de tan bellas devociones,
como excelentes medios de sah-ar las almas y la
religión, ahora amenazada. En seguida se distri­
buyeron numerosas novenas e imágenes de María
Auxiliadora y de San Juan Bosco.
Com o broche de oro de la fiesta hizo se la procesión
con las bellísimas imágenes de María Auxiliadora
y de San Juan Bosco, acto que resultó una verdadera
apoteosis, por la extraordinaria concurrencia, y los
continuos cánticos sagrados y Salves a la Virgen
Reina de Colombia.

COLOM BIA • Tunja. — María Auxilia­
dora triunfa. • Su fiesta en la Parro­
quia de Las Nieves.
El 24 de abril del pasado año de 1935, esta casa
tu\'D la honra de recibir una visita prí\'ada del
Exemo. señor González, Arzobispo Coadjutor de

I

1ií

Bogotá. A l ver él la pompa y el entusiasmo con que
se festejaba a la Sma. Virgen, dijo estas animadoras
palabras: « Tam bién aquí triunfa María Auxiliadora *.
Si estas palabras han tenido su razón de ser en
muchas ocasiones, hoy, día 24 de ma>'0 de
tienen perfecto cumplimiento. Hoy ha triunfado
María Auxiliadora en la ciudad de Tunja, donde hay
tántos corazones que la anuin y tántos fieles que se
complacen en ensalzarla y alabarla. Desde muy
temprano, la iglesia parroquial estaba colmada de
fieles; las comuniones fueron numerosísimas en las
cuatro misas que precedieron a la mayor.
El reloj marcaba las nueve y las campanas de la
parroquia daban los últimos toques, cuando el
Exemo. Señor Obispo penetraba en el recinto de la
iglesia, para asistir de semipontifical a la misa so­
lemne, celebrada por el lim o. Señor Dr. Rodolfo
Escobar, canónigo de la catedral y Vicario General
de la diócesis.
El R. P. Alvarez, lazarista, nos dirigió la palabra
en este acto solemnísimo, tratando con maestría un
tema de actualidad.
El coro, preparado por el R. P. Avelino Baracaldo,
y compuesto por varios colegios de señoritas y
de socias de la Archicofradía, ejecutó magistral­
mente una misa de Bottazzo. Pero el número, que más
llamó la atención fué la procesión en honor de María
Auxiliadora. Se puede decir que a ella asitió toda
la ciudad.
A llí estaban el colegio de José Joaquín O rtiz, el
Liceo Boj'acá, el seminario Menor y cerrando este
grupo el cuerpo de ♦ Caballeros de María A uxi­
liadora » con sus insignias y bandera.
A continuación venía la imagen de nuestro padre
V fundador. San Juan Bosco. Desfilaban tras

E s p a ñ a (M e n o rc a ) C iu d a d e la .
c e le b r a d o s u Beata a n u a l.

E x a lu m n o s q u e h an

el paso de D . Bosco las escuelas de Santa Bárbara,
con sus dignas Directoras; los colegios de niñas
de Santa Teresita, el Mercantil, el Victoria, el Depar­
tamental, el de Santa Cetdlia, y los de Nuestra
Señora del Rosario y la Presentación, con sus es­
tandartes. Venían a continuación las asociaciones
religiosas de señoras, en^-iadas muy gentilmente
por k » Reverendísimos PP. Franciscanos y Domi­
nicanos. L os párrocos y rectores de las iglesias
públicas de la ciudad, nos enviaron también la
cn iz alta y los ciriales de sus iglesias para distri-

219

£1

Excmo

Rebaudeoj

exim io d
qu e lleva

p

$t. Conde
Rondador
Instituto
nombre.

L

Jif.SÚa
L i m a . • F e s te ja n d o ia lle g a d a d e l R v d o . P . S e rié .

huirlos a lo largo de la procesión, de modo que
aquellas insignias fueron dividiendo en grupos el
desfile religioso e imponiendo respeto a través
de plazas y calles. Después de este cortejo
de honor y dignidad en que figuraban damas y
caballeros de lo más granado de la ciudad, venía
el estandarte del batallón «B olívar» llevado por
tres nobles y m uy apuestos militares de la oñeialidad. Luego desfílaba el seminario M ayor de la
Diócesis y a continuación se destacaba hermosa y
dulce la Imagen de María Auxiliadora Presidía
aquel desfile de amor hacia María, el Ilustre
y Rvmo. Canónigo Sr. Dr. Rafael Amaya, decidido
admirador de las obras salesianas. Cerraban la larga
y nutridísima fila de la procesión la banda de guerra
y un grupo de la guardia tle Honor de Bogotá, que
accidentalmente se hallaba en la ciudad. U n pú­
blico innumerable lo Invadía todo. llc%-ado por el
amor y la devoción hacia la Madre Auxiliadora.
Uno de los números más simpáticos del gran
desfile religioso fué ia presentación del Colegio
Salcslnno. Iba a la caberj» de la procesión, en fila
de a tres en fondo, con su uniforme de gran parada,
con su pabellón tricolor y banda de cornetas a la
cabeza, arrel>atando las miradas de todos.
A las tres y media de la tarde llegaba la procesión
al parque de Pinzón. A llí se había organizado y allí
iba u disolverse. Llegadas las intágenes, el Preste de
la procesión entonó la salve final, que fué cantada
por un nutrido coro, a grande orquesta. Terminada
la sabe, la procesión se disolvió con todo orden,
las tres bandas prorrumpieron en músicas marciales
y las sagradlas imágenes fueron lle\'adas nue\-amentc a la iglesia.
las seis y media de la tarde hubo en la parroquia
exposición del Santísimo, rosario. Hora Santa,
222

Sermón por el R. P. Carmelo Castorina y bendición
solemne impartida por el Sr. D on Ignacio Vargas
Torres.

Así terminó aquel día grande y bello en los fastos
de la Comunidad Salesiana.

MEJICO (Chiapas) - San Cristóbal Las
Casas.
(Carta de N . N ., Presidente de la Asociación de
María A).
Revmo. Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana.
Todavía embargados por las dulces alegrías que
gozamos en los dichosos días de la fiesta de nuestra
queridísima Madre A laría Auxiliadora, escribimos
esta carta a V . R. para comunicarle que, a pesar de
las tristes circunstancias que prevalecen en esta
nuestra pobre Patria, algo se pudo hacer para ce­
lebrar la fiesta del 24 de M ayo de este año. Bien
sabe V . R. que en México hace ya tiempo que no
tenemos libertad para el ejercicio de nuestra Re­
ligión, pero especialmente este nuestro Estado de
Chiapas ha tenido que soportar una persecución
extremosa y cruel: tres años hace ya que no ejerce
ningún Sacerdote en toda la Diócesis, dos años que
están cerrados al culto todos nuestros templos, y
hace un poco más de un año fueron expulsados del
Estado, nuestro virtuoso Prelado y todos nuestros
Sacerdotes, a pesar de que ninguno ejercía ya su
ministerio. Gracias a 1a abnegación que siempre han
demostrado, algunos de ellos se quedaron con
nosotros sigilosamente escondidos, otros de los
expulsados han \-uelto a esta tierra con grandes peli­
gros, y todos dispuestos a trabajar por el bien de
nuestras almas. Por fortuna ya nuestras autoridades
civiles han calmado un poco en su ardor de persC-

cucióny en estos últimos meses hemos tenido un poco
de calma, gracias a la cual pudimos celebrar el No\enario dedicado a nuestra querida Madre Auxilia­
dora, en una humilde casa de una de nuestras .más
piadosas Celadoras.
Con la precaución debida se celebraron las Misas
del novenario, m uy de mañana; el Sto. Rosario lo
rezábamos dos veces al día, y después de cada
ejercicio se rezaba la novena especial a nuestra M adre;
la víspera tuvimos Velación Nocturna con el Smo.
Sacramento expuesto y con sus Horas San^s corres­
pondientes, terminando con la santa Misa so­
lemne y comunión de unas trescientas personas.
Durante el día 24 estuvo la Reina queri­
dísima muy visitada de sus devotos, que en esta
ciudad los cuenta por millares, todos ansiosos de
tributar a nuestra querida Auxiliadora sus obsequios
de afecto y cariño profundo, ya que hacía tanto
tiempo que no era posible hacerlo. El entusiasmo
y la devoción fueron extraordinarios, pero mucho
más se desbordó en la solemne Consagración de
nuestros niños, que tuvo lugar a las once de la ma­
ñana y que, a pesar del peligro que existe, innumera­
bles acudieron con sus ofrendas florales en sus
manecitas, para consagrarse a la Reina Auxilia­
dora y pedirle por la paz y libertad de nuestra
Iglesia en nuestra Patria chica. Por la noche, tuvimos
ejerdcio m uy solemne con exposición, sermón y
solemnísima Procesión de Altares, con asistencia
de innumerables fíeles, todos resueltos a soportar
las consecuencias, en caso de que algo aconteciera,
con ral de tributar a nuestra Reina queridísima
nuestros cultos en ese día tan grande para todos los
hijos de María Auxiliadora.
Term ino pidiendo a V. R. nos tenga en cuenta, y

a los pies de nuestra querida Auxiliadora, se acuerde
de tantos corazones que en estas lejanas tierras la
aman con singular ternura.

PERU - Lima. — RamUlete de fiestas.
El * Triduo para Hombres » predicado en nuestro
Santuario de M . A . por el Inspector Salesiann, como
preparación a la Comunión Pascual, ha tenido pleno
éxito. Bien se puede afirmar sin exageración que
los numerosos hombres que asistieron al Triduo con
edificante espíritu de fe comulgaron casi en su
totalidad, el Jueves Santo.
Asimismo el «Triduo en honor de San Juan
Bosco » resultó solemnísimo.
L o predicó M ons. Francisco Solano Muente,
O . F . M ., obispo electo de Ayacucho, y el M . R. P.
Luis M . Capitán S. J. pronunció el panegírico el
día de la fiesta.
Tam bién el mes de María Auxiliadora se celebró
con viva piedad.
El día de la festividad celebró la Misa de Comunión
General el Exmo. Sr. Arzobispo de Lim a, Monseñor
Pedro Pascual Farfán, quien el 21 de M ayo ha­
bía ordenado en el Santuario a cinco noveles Sa­
cerdotes, y pontificó durante la misa solemne el
Exemo. Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Gaetano
Cícognani, quien, por la tarde, después de la con­
curridísima procesión, impartió la bendición con
el Smo. Sacramento.
Al día siguiente, 25 de M ayo, llegaba a Lim a el
Rvdmo. P. Jorge Serié como representante del
Rector M ayor, siendo recibido por Salesianos,
Alumnos y Ex Alumnos como verdarero regalo de
la Virgen.

L i m a . - £1 E x e m o y R v m o S r . A r z o b is p o e n tre lo s n o v e le s s a c e rd o té e 7 s u s p a d rin o s.

223

DE N U E S T R A S

t it

- A T
r f

MISIONES

L¡nCbov.VT>^p,' r^35.XíL2.5,
ií-

t¿t P. K ir s c h n e r. a u to r d e esta re la c iA n , e n m e d io d e s u s m a e s tr o s y ca tc Q u is ta s d e L i n C h o w

CHINA (Kwang Tung)-L¡n Chow.
Fiesta de M aría A. y bendición de una
prim era piedra.
La fiesta de María Auxiliadora, celestial
Patrona de esta Residencia de Lin Chow y
Vicariato Apostólico de Shiu Chow, es el
centro de todas las manifestaciones religiosas
del afio, y los misioneros de esta región tenemos
especial empeño en celebrarla con la mayor
solemnidad posible.
Sirvieron de preparación a ella un fer\-oroso
triduo y unos ejercicios espirituales para los
jóvenes de la Acción Católica, que predicó
S. Kxcia. Rvma Mons. Canazei. Animó a todos
paternalmente a intensificar su propria santi­
ficación y a desplegar en medio de los elementos
paganos el mayor celo posible, para que las
alnutó acogidas en el redi! de Cristo vayan
siempre en aumento.
Bautismos - Certamen Catequístico - Reunión
de las juventudes de la Acaón Católica. —
Fueron los tres acontecimientos realmente
consoladores de la víspera de la fiesta.
2 24

Bautizar, es, y será siempre, la ocupación
favorita del misionero, y esta vez fueron 22
los catecúmenos que recibieron el agua rege­
neradora.
Sentíamos el corazón extremecido de gozo
viendo el entusiasmo casi infantil con que
estos nuevos cristianos celebraban, al siguiente
día, en fraternal comunidad de afectos con los
demás, la fiesta de la Madre común.
Es digno de mencionarse el interesante
Certamen Catequístico, en el que demostraron
estos chinitos un ímpetu y seriedad realmente
confortadores. Disputáronse los gallardetes
de campeón^ los vencedores de las pruebas
eliminatorias celebradas en las varias cristian­
dades de la región. En este certamen también
tomaron parte el grupo de paganitos que forman
la < Asociación de Amigos de Domingo Savio
L a lucha tuvo momentos de gran ani­
mación. L a Escuela de niños y niñas de
Lin Chow se llevó, cada una, un gallardete.
L os otros dos fueron adjudicados respecti­
vamente a los pequeños cristianos de K ’i
T ’am y a nuestros paganitos de T ung Pi.

Apenas hubo terminado el Certamen, pro­
cedióse a la Reunión General de Represen­
tantes de las diversas Asociaciones Juveniles
de Acción Católica. Ocupó la presidencia el
Excmo Sr. Vicario Apostólico, y Pedro Wong,
ex alumno de nuestro Colegio «D on Bosco »
de Shiu Chow, leyó una muy interesante
ponencia sobre el tema o El Catecismo y los
jóvenes de la Acción Católica».
A l discutirse dicha ponencia, hízose resaltar
la falta, por muchos lamentada, de una edición
popular de los Santos Evangelios, especial­
mente útil para los jóvenes de mediana cultura
que desean completar su formación cate­
quística. Dijo Monseñor que esta deficiencia
será en breve subsanada, ya que, en conferencia
que tuvieron los Excmos Vicarios Apostólicos
de Kwang Tung, se tomó el acuerdo de pu­
blicar, lo más pronto posible, el Evangelio de
San Lucas, en un tomito popular de fácil
adquisición, el primero de ima serie que
comprenderá todo el Libro Santo. D e edi­
tarlo se ha encargado nuestra Escuela ti­
pográfica de Hong Kong.
Monseñor puso fin a la discusión invitando a
todos a hacer del estudio del catecismo un deber
sagrado, y recordando a los padres de familia
que deben ser ellos los primeros maestros y
catequistas de sus hijos.
L a reunión fué sellada con entusiastas
vivas a Don Bosco, el Santo de las juventudes;
a Pío X I, el Papa de las Misiones, y a Mons.
Canazei, que, a trueque de los mayores sacri­
ficios, procura estar siempre en medio de sus
hijos, yendo a buscarles aun en las regiones
más difíciles y apartadas del Vicariato.
E L G R A N D IA . — Llegada la hora del
Oficio solemne, cuando los 30 monaguillos
que constituyen el clero infantil entraban en
la iglesia cortejando a su Excelencia, el sa­
grado recinto se veía lleno hasta lo inverosí­
mil, haciendo aún más patente la necesidad
de otro templo más capaz, de otro nuevo y
más hermoso santuario dedicado a María
Auxiliadora. L a decisión de empezarlo inme­
diatamente estaba ya tomada en firme, a pesar
de los difíciles momentos que atravesamos,
y Monseñor exhortó a todos los cristianos
que había dentro y fuera de la iglesia a que
pidieran muy fervorosamente a la Virgen de
Don Bosco su pronta y feliz terminación.
El mismo Sr. Vicario Apostólico hizo,
infra nassam, el panegírico de nuestra excelsa
Patrona y distribuyó la su ra d a Comunión,
pudiendo decirse literalmente que fué general.

B E N D IC IO N D E L A P R IM E R A P IE D R A
D E L N U E V O S A N T U A R IO . — A eso de
las diez, Mons. Canazei, acompañado de
todas las Autoridades locales, y recibido a los
acordes de la banda de música, ocupaba su
asiento en el estrado, ante el cual, habíase co­
locado lista y preparada, la primera piedra.
Cantado un clamoroso himno a San Juan
Bosco, el que estas líneas escribe dijo algunas
palabras haciendo resaltar la significación e
importancia del momento, que, para nuestra
Misión, puede ser calificado de histórico, y en
seguida, S. Excelencia, bendiciendo la primera
piedra del nuevo santuario de María, realizaba
el gran sueño por todos largamente acariciado.
Con la piedra bajaron a los cimientos, un
acta de la ceremonia extendida en artístico
pergamino, monedas, y algunas medallas de
San Juan Bosco y SS. Pío X I.
Apenas depositado en su sitio el tubo de
cristal que contenía el pergamino, muchos
de los presentes acercáronse para echar su
puñadito de mortero, impacientes de ver surgir
cuanto antes el anhelado santuario, y en aquel
preciso momento, el cielo, que desde que
empezara la ceremonia se había ido cubriendo
de nubes, rompió a llover de un modo torren­
cial, pero ¡cosa admirable! cesó instantánea­
mente cuando el que leía el acta pronunciaba
estas palabras: Sancta Parens Virgo, succurre
precantibus abs Te, y un hermoso rayo de sol.
colándose por el desgarrón de una nube,
inundaba de gloria toda la escena.
Este hecho, que no deja de ser significativo,
lo comentaron los presentes con exclamaciones
de júbilo y con gritos como estos: o Es la
sonrisa de la Virgen, es la lluvia de gracias
que aquí derramará M aría».
L a fiesta terminó con un canto en honor
de la Auxiliadora y una brillante demostra­
ción gimnástica de la Escuela Católica de
Lin Chow.
Por la noche, tuvimos una representación
teatral que atrajo a varios centenares de especta­
dores, en gran número paganos, que nunca
habían puesto los pies en la Misión.
Que nuestra buena M adre Auxiliadora haga
amanecer pronto el día de la inauguración de
este nuevo palacio a Ella consagrado y que
devotos suyos de todas las naciones y de todas
las lenguas nos ayuden generosamente a
terminarlo.
lÁn Choto, I dejum o de 1936.
A n t o n io C . K

P bro.

ir s c h n e r

Misionero Salesiano.
--

225

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T». r
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BIT m
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N u e s tr a s E s c u e la s P ro fe s io n a le s d e T o k io .

JAPON
L a nueva Escuela Profesional “ Don
Sosco ” de Tokio.
Hoy es un hecho. Hacíase sentir, angustiosa
y apremiante, la necesidad de tener alguna
publicación que uniera a todos los cristianos
de la localidad y de llevar la palabra de vida
a los muchos de fuera que aún no conocía­
mos, y he aquí que aparece la pequeña hoja
mensual « Don Bosco », con el carácter de ór­
gano de la Obra Salesiana en el Japón.
A pesar de la absoluta escasez de medios,
queríamos que la luz del Evangelio iluminase
también, y cuanto antes, a los pobres paganos,
y nos dimos con furia a publicar folletos; pri­
mero, siempre que se nos ofrecía ocasión pro­
picia, después periódicamente, cada quince días,
y no tardó en ver la luz un pequeño diario
exclusivo para ellos, «El granito de m ostaza»».
Finalmente ,cuando, gracias a una generosa
donación de nuestro hermano el Rvdo Don
'Foruquist, se pudieron comprar algunos terre­
nos en Oita, el suspirado aunque modesto
establecimiento tipográfico pudo ser un hecho
y el corazón se nos dilató de alegría.
Aquella primera Escuelita Profesional del
Japón no estuvo ociosa. De ella salieron inme­
diatamente las '-Lecturas Católicas», una tradución popular japonesa del > Evangelio unifi­
cado » de nuestro Don Anzini; inicióse una
Colección de Lecturas amenas para la juventud,
y se hicieron otras publicaciones de diversa
índole que, poco a poc6, han hecho conocer
fuera de los ámbitos de nuestra misión la di­
minuta escuela tipográfica « Don B o sco ».
Y he aquí que ahora, al cumplirse el primer

226

decenio de nuestra llegada, y gracias a la ayuda
divina, a la generosidad de nuestros bienhecho­
res y a la tenaz propaganda de nuestro Don
Don Margiaría, la fundación que tanto anhe­
lábamos empieza a dar consoladores frutos.
Sólo Dios conoce las dificultades y pruebas
que hemos tenido que superar, las incesantes
demandas de socorro, las penosas peregrina­
ciones del citado P. Margiaría por toda la
América del Norte, a fin de interesar la gene­
rosidad de nuestros buenos hermanos de
aquella República.
La obra dista mucho de ser completa y aún
habrá que superar muchas y difíciles pruebas
antes de ver realizado totalmente nuestro ideal,
crevendo que no nos faltará la ayuda de nues­
tros buenos cooperadores.
LA P R E N S A E N E L J A P O N . — Es
verdaderamente admirable, y bien puede de­
cirse que supera a la de muchas grandes na­
ciones europeas y americanas.
La sed de instrucción del pueblo japonés y
su lucha tenaz y continua por adquirirla es
uno de los espectáculos que a los extrangeros
más nos deja estupefactos. Todos los días
abren aquí sus puertas a un público el más
heterogéneo 4.609 bibliotecas, por las que des­
filan cada año veintiséis millones de lectores.
La gran prensa está servida por 1.200 diarios,
con veinte millones de suscritores; el Ashai,
que es el más imp>ortante de todos, tira dos
millones de ejemplares y es propietario de 36
rotativas, teniendo a su ser\ncio las más per­
fectas instalaciones de radio, palomas mensaje­
ras, aeroplanos, etc. Las otras publicaciones
mensuales y semanales llegan a 6.300. Sólo
de la L^niversidad salen 51 diarios y 92 re­

distas con espléndidas ilustraciones. En Tokio
ven la luz 194 diarios y 1194 publicaciones
periódicas; en Osaka 86 y 508 respectiva­
mente y en Oita, que es donde tenemos nues­
tra misión y cuenta sólo con 70.000 habi­
tantes, 28 y 43.
Esto por lo que respecta a la prensa periódica,
pero ¿ quién sería capaz de calcular el volumen
de las publicaciones dedicadas a la enseñanza
y demás obras de cultura? Harían falta para
ello^ cantidades astronómicas.
Esta nación, en todos los campos, pero espe­
cialmente en este de la prensa y vulgariza­
ción cultural, ha sabido asimilarse lo mejor y
más perfecto, y hoy no tiene nada que envidiar
a los países de más alto potencial técnico y cien­
tífico.
Es claro que con lo bueno ha entrado tam­
bién lo malo, y que abundan las publicaciones
nocivas importadas del extrangero, las cuales
vienen influyendo de un modo nefasto en la
formación de las nuevas generaciones, pese-al
celo y vigilancia de las Autoridades, que, en
este año pasado, decretaron la suspensión de
443 publicaciones comunistas y 64 inmorales.
Mas, desgraciadamente, son muchas todavía
las que logran burlar la censura gubernativa.
En este prodigioso país, tiene pues la prensa
católica que enfrentarse con un enemigo terri­
ble y formidablemente organizado. No se

desanima por ello, ni vive cruzada de brazos.
Además de su Semanario Católico, lanza a la
calle continuas y numerosas publicaciones
encaminadas a ilustrar las inteligencias de estos
infieles y dar a conocer entre ellos el amor y
la verdad de Nuestro Señor Jesucristo. Hase
formado una Comisión «Pro Prensa», que, por
cierto, ha elegido como Patrono a San Juan
Bosco, en la que militan destacados elementos
de todas las provincias del Imperio. L a U ni­
versidad Católica de Tokio tiene establecido
un cureo especial para la formación de buenos
escritores, y todo marcharía como sobre ruedas,
si los medios financieros fuesen tan poderosos
como la voluntad que hay de emplearlos en
este magnífico apostolado.
Nosotros no olvidamos que, sobre todo en
el campo de la prensa católica, San Juan Bosco
« quería ir a la vanguardia del progreso » que
se desvivía por sus tipografías y librerías, y
haremos todo lo posible por que esta tierna
fundación, que cuenta ahora poco más de ui)
año de vida, llegue a reflejar lo más perfec­
tamente posible las enseñanzas paternas.
■ Para ello necesitaremos las oraciones y la
ayuda material de todos nuestros amigos.
Mons. ViCENTP. ClM.^TTl
Prefecto ApostClico de M iyazahi.

T o k io . - L o s a lu m n o s c o m p o s ito r e s a n te s o s c a ja s .

227

Crónica de Gracias
conseguidos por mediación de María Auxi­
liadora, de San Juan 3osco y de nuesfros
Siervos de D/o<¡
E SP A Ñ A - Barcelona. — Tomamos este relato de
los diarios « E l Correo Catalán % y * Diario de
Barcelona *.
Eran las nueve de la noche del
de Julio. Las
llamas del voraz elemento se percibían desde todas
las partes de nuestra ciudad. Las estaciones emi­
soras de Radio anunciaban el siniestro y sus peligros.
I^ s vecinos de la barriada afectada, siguiendo
órdenes de los bomberos, hubieron de recoger de
sus respectivos hogares los efectos de mayor interés,
y determinarse a abandonar sus viviendas, pasto
seguro del fuego, a juzgar por las apariencias y
pronósticos.
La desolación cundía en los semblantes. Las
mujeres lloraban. Los hombres se afanaban en la
labor del desvalijamiento y todo parecía sucumbir
al imperio del incendio.
Y o mismo y otros vecinos como yo, nos quedamos
para retirar de las galerías cortinas y esteres. Las
llamas, que alcanzaban la altura de los terrados en
los edifício's de seis pisos, tendían siempre a atacar
a los inmuebles números 94 y 92, en uno de los cua­
les vive el abajo firmante, y eso no hubiera podido
ser evitado de no cambiar el viento, que ya metía
las llamas en los almacenes de maderas que lintinn con dichos inmuebles...
Estábamos perdidos.
Entre los gritos de los bomberos que intimaban se
retirase la gente de sus casas, oímos la voz suplicante
de dos mujeres, una madre y su hija, que erguidas
ante una columna de fuego amenazador, pedían a
San Juan Bosco que alejase el peligro... Y sabemos
como simultáneamente una de ellas lanzó a las
llamas dos mcdallitas que días antes habíanle sido
regaladas por un Religioso Salesiano.
Acto continuo, el viento cambió de dirección,
contrariamente e todo lo esperado... Los bomberos
que segundos antes nos ordenaban huir, exclamaron
extrañados y llenos de una visible admiración:
«Ivstamos salxTidos. El peligro ha desaparecido.
Gracias a Dios ha venido un aire que nos ayuda.
N o se N’ayan ya *.
^ o no dudo que en este terrible trance nos ha
salvado la protección de San Juan Bosco y de María
Auxiliadora, invocada también por alguno de nos­
otros en el apuro.
iGntcias, pues, a tan excelsos Protectores'
Por los vecinos del barrio siniestrado.
Pedro D elagb.
E SP A Ñ A Barcelona, junio de 1936.— Doy rendidas
gracias a Nuestra Madre Santísima, María Auxilia­
dora, por el gran fa%-or que me ha concedido de^x>lviéndole la salud a mi esposa, que estuvo seriamente
enfemw.
Incluyo una limosna para las Obras Salesianas.
íosfe M. E lias N adal.

22 ^

E S P A Ñ A (Córdoba) Pozoblanco. — Hallábase
mi hija Juana García, postrada en cama con una
parálisis que no le permitía mover su cuerpo aun
para lo mas necesario. En el mes de Julio del 1934
fué a Córdoba, a fin de que la reconociera algún
especialista, pero volvió con la convicción de que
no había remedio, como se lo habían afirmado ya
los médicos del pueblo. M i hija contaba 42 años y
necesitaba trabajar para poder ganar lo necesario
para la vida. Sus hermanas y yo hacíamos lo que
podíamos por ella. A l vernos en tanta necesidad,
acudimos a la que es el Auxilio de los Cristianos y
depositamos en ella toda nuestra confianza. DuAnte
su hermoso mes, no dejamos de hacerle presente
nuestra necesidad, pero sobre todo, en el día de su
novena, todas las tardes iba a pedir a la celestial
Madre me consiguiera la salud para mi hija. En
mi corazón había renacido una esperanza tan firme
que me parecía que la Santísima Virgen quería
concederme el milagro que pedíamos. Y o no le
pedia más que, siquiera se pudiese valer por sí
misma para lo más necesario. Pero esta Madre de
bondad me ha otorgado más de lo que le pedía.
El día 24 salgo de la Iglesia con la convicción de que
mi hija se'curaría; y en efecto, cuando llego a casa,
mi hija se había levantado de la cama donde la colo­
cábamos todos los días, y de donde no podía moverse
sí no se la mo\da. Y o no sé lo que pasó por mí;
llena de alegría dimos gracias a la Santísima Virgen
por tan señalado favor. El día 26 en que salió la pro­
cesión de María Auxiliadora, mi hija salió por sus
pies a colocar en su hermoso paso unas velas como
ofrenda de gratitud. Hemos mandado celebrar una
Misa en acción de gracias, y para que de todos sea
conocida la bondad de María deseo que se publique
en el Boletín Salesiano. H oy mi hija se halla traba­
jando con buena salud, recobrada por la poderosa
mediación de María Auxiliadora ¡Gracias, Madre
A na M árquez .
m ía'
E SP A Ñ A (Córdoba) Pozoblanco. — Encontrán­
dome con un fuerte ataque de ictericia con fiebres
altas, me encomendé a San Juan Bosco, prome­
tiéndole una limosna para las Misiones y publicarlo
en el Boletín Salesiano. Hoy completamente restable­
cida cumplo mi promesa haciendo pública mi gratidud.
T^ o f i h D ueñas .
E S P A Ñ A (Pontevedra) Vigo, julio de 1936. —
M il y mil gracias a María Auxiliadora y a San Juan
Bosco por varios favores recibidos, devolviendo la
salud a mi esposo después de una dificilísima opera­
ción, librando a mi hijo y a otras personas de la
familia de los atentados con que les amenazaban en
%’arias huelgas, arreglando \’arios asuntos difíciles,
curando un ojo a un sobrinito, que se daba por
seguro lo perdiera, y viniendo en nuestro auxilio
siempre que acudimos a Ellos.
Agradecida a tantas bondades, cumplo lo ofrecido
y lo hago público para gloria de la Sma. Virgen
de San Juan Bosco.
M aría T eres.a Bolib .ar.

ir

A R G E N T IN A Buenos Aires, junio 17 de 1936.
— El día 13 de enero del año pasado, mientras me
hallaba sobre un techo en construcción, tuve la des­
gracia de caer, arrastrando dos chapas del m^mo,
una de las cuales golpeó tan fuertemente mi brazo
derecho que sólo una ayuda divina hizo no m e que­
brara el hueso. N o obstante cortó completamente
el músculo haciendo una herida de 9 centímetros
en la parte posterior del brazo. A los 3 días, una
alarmante infección, que podía ser de fatales conse­
cuencias para el hueso, me llevó, como ya en otras
ocasiones, a recurrir a María Auxiliadora. Desapa­
recida la infección, después de 45 días podía mover
casi libremente el brazo, sin perjuicio del músculo,
donde no he vuelto a sentir dolores.
El día 21 de junio del mismo año, nueva fatalidad;
en im descuido una máquina me tomó entre sus
dientes el dedo índice de la mano izquierda, arran­
cándome la extremidad del dedo y astillando una
parte del hueso. En peligro de perder la primera
falange, recurrí nuevamente a mi buena Madre, y
luego de dos meses pude reanudar mis trabajos,
apenas deformado el dedo.
Pero tocaba a su fin el curso y no me hallaba en'
condiciones de poder conluir mi programa de estu­
dios; volví a Ella, como lo había hecho el año an­
terior, encontrándome en las mismas condiciones,
y desde entonces, como nunca comenzaron a notarse
mis adelantos, y con extrañeza de todos, la Virgen
me allanó todas las difícultades. En una palabra,
gracias a María Auxiliadora, me encuentro ahora
en inmejorables condiciones, y cumplo la promesa
de hacer público mi agradecimiento por estos cuatro
favores, entre los muchos recibidos de nuestra
buena celestial Madre.
C ristóbal S. C incolani .

A R G E N T IN A (Pampa) Quenin-Quenín. — Una
sequía espantosa sembraba de miseria estas regiones.
Con unos buenos feligreses preparé el programa
para celebrar solemnemente el Tránsito de María
Santísima a los cielos. Comenzamos un Triduo con
todo f''rvor, pidiendo a Dios la lluvia oportuna, y
poniendo por intercesor al nuevo Santo, Don Bosco,
a quien rezamos públicamente haciendo promesa de
publicar la gracia concedida en el Boletín Salesiano.
Con admiración de todos los pueblos vecinos, que
ansiosos esperaban el resultado, a] segundo día del
Triduo comenzó a llover, regalando a estos campe­
sinos llenos de fe una abundantísima cosecha.
Un sacerdote salesiano.
C O L O M B L A (Valle) Cali, junio de 1936. — La
Señora María Luisa G . de Lézam a agradece a San
Juan Bosco el milagro obrado recientemente en su
pequeña hija Alarina, de 3 años de edad, que fué
atacada gravemente en una pierna, por una en­
fermedad llamada osteosarcoma, siendo cada vez más
inútiles ios tratamientos médicos que se le apli­
caban para obtener su curación. Los Dres. Granizo
e Iglesias, médicos notables residentes en Cali,
trataron a la nina con verdadero interés hasta que
diagnosticaron que era necesario, para salvarle la
Vida a la enfermita, amputarle la pierna, operación

que debería practicarse sin demora. Inmediatamente
la Señora madre de la niña empezó la novena a San
Juan Bosco, rogándole le concediera el milagro de
salvarle la pierna a su hga, y, cuando llegó el momento
de hacer la operación a la enferma, los citados ciru­
janos, al practicarle el último examen, declararon,
sorprendidos, que
no había necesidad de llevar
a cabo la operación, pues que la niña se hallaba
fuera de peligro. Días mas tarde, volvieron los m é­
dicos a visitar a la enferma comTileciente y a cada
momento manifestaban su sorpresa de ver tan por­
tentosa curación.
Tam bién considera la Señora de Lézama como
un milagro palpable de San Juan Bosco el hecho
de que, posteriormente, su esposo fué afectado de
una fuerte pulmonía, consiguiendo la curación com­
pleta por mediación del Santo y sin necesidad de
echar mano ni de tratamientos médicos, ni del uso
de ninguna clase de drogas.
L u is B on illa Pbro.
C O L O M B I A (Valle) Cali, junio de 1936. — Desde
niña vem'a sufriendo un dolor de cabeza, contra el
cual habían sido inútiles médicos y medicinas. A
pesar de mi edad, que pasa de los 50 años, ofrecí a
Don Bosco una pequeña propiedad para su Obra
en esta ciudad, pidiéndole me alhnara de ese prolon­
gado tormento. Entregué la propiedad, que fué
invertida para el fin indicado, y desde entonces no
he ■ vuelto a sentir la dolencia, compañera de toda mi
vida pasada. Tam bién sufría de asma desde hacía
un año; recurrí a María Auxiliadora, por medio de
San Juan Bosco, y pronto desparareció la enfermedad.
P etronila de C uevas.
C O L O M B I A (Valle) San Vicente, mayo 24 de
1936. — M i hogar se hallaba muy triste. Gravemente
postrados mi esposa y dos hijos, en el colmo de mi
angustia, puse toda la fe en María Auxiliadora y en
su apóstol Don Bosco. Pronto vino el remedio y ful
consolado. Todos recuperaron la salud y siguen hoy
perfectamente bien.
Agradecido de todo corazón a mis celestiales Pro­
tectores, que tan eficazmente me escucharon, envío
una limosna para las Obras Salesianas.
T eoekjro L ópez .
CUB.A Camagüey, 7 de mayo de 1936. — Acome­
tido mi hermano de fuertes dolores a causa de un
ataque apendicular, y perdidas todas las esperanzas
en la ciencia médica, al hacérsele la operación, lo
puse en manos de María Auxiliadora y de nuestro
padre San Juan Bosco pidiéndoles fer\-orosamente
me lo salvaran, y prometiendo publicar la gracia y
enríar una limosna para las Misiones.
A los dos días, después de una gravedad inmensa,
empezó su mejoría, que siguió hasta su completo
restablecimiento.
Cumplo hoy mi promesa, dando gracias a María
Auxiliadora y a D on Bosco y en\iando la limosna.
C onchita G onzález C .
C U B A Guanabacoa, junio 30 de 1936, — Devota
ferviente d d milagroso Santo, Don Bosco, imploré
su protección para conseguir éxito en un asunto muy

229

delicado y de mucha importancia que afectaba a la
persona de un familiar muy querido. Prometí, si
mis deseos eran satisfechos, hacer pública mi gra­
titud.
Atendida mi petición y obtenido el mayor de los
éxitos, cumplo hoy gustosa mi promesa.
IIOItTENCIA E i .IGIO DE FUENTES.

E S T A D O S U N ID O S (Texas) San Antonio, abril
de 1936. — Norma Garza, parvulita de 3 años,
subía la escalera de nuestra nueva residencia, para
alcanzar, alegre y retozona, a una Hermana. De re­
pente se oyó un fuerte golpe; había caído por la
abertura lateral del descanso, que está a una altura

guntarle cómo seguía, mostraba algunos rasguños
y la estampita-reliquia del Santo, y decía: «Yo me
caí, pero Don Bosco me salvó ».
Agradecida, hago este relato que yo considero
verdadero milagro, y envío una oferta para el altar
de nuestro querido Padre y Fundador San Juan
Bosco.
Sor D olores T ijerina
M E JIC O (Michoacán) Morelia, junio de 1936. —
D oy gracias a San Juan Bosco por haber obtenido,
mediante su intervención, la salud, no solamente del
cuerpo, que se hallaba en inminente peligro, sino
también la del alma de mi querido hermano. Tam-

/\rR cntina. C ó rd o b a . • M a s d e 10.000 p e rs o n a s e n to rn o d e S a n Ju an B o sco

de tres metros. La Hermana, al verla en tierra in­
móvil y sin vida, pidió a María Auxiliadora la .sal\-ara‘
por intercesión de San Juan Biwco. Nonnita fué
atendida de urgencia mientras llegaba el doctor:
sus ojitos torcidas y su cuerpecito inmóvil hadan
prc.sagiar una desgracia que habría podido tener
pan» nosotras tristísimas consecuencias.
Cuando el Doctor llegó y pudo examinarla dete­
nidamente. declaró que la nii'^ita no tenia lesiones
en ningún miembro, pero ordenó la pu.sieran en
ci\ma durante dos sentanas. Fué Ifamada su matná y
conducida a su casa, mientras continuaban oraciones
y promesas implorando el auxilio de la Virgen y
de su predilecto Sier\x> D. Bosco. .AI tercer día se
vistió 1.a parvulita y, como si nada hubiera pasado,
comenzó a correr y saltar por la habitadón. A l pre-

230

bién le doy por la curación de mi hijita, que hacia
meses estaba padeciendo una penosa enfermedad.
El contacto de la reliquia del Santo y el rezo de su
Novena han hecho el prodigio.
G uad.alupe A lvarez

del

C astillo

de

T ena .

M E JIC O (Nue\'o León) ^fonteTrey. — Encon­
trábase mi padre gravísimo, a consecuencia de le­
siones internas ocasionadas accidentalmente por
arma de fuego. Varios médicos en junta declararon
el caso perdido, por haber interesado la bala los
principales órganos y roto los grandes vasos.
En tan angustiosa situación, lo encomendé a la
protección de mi celestial Madre Maria-Auxiliadora,
prometiendo, sí lo salvaba de la muerte, publicar
la gracia en el Boietin Salesiano. Pronto pudimos ver

e! efecto de nuestras oraciones, pues con grande
asombro de los facultati%'OS, m i padre, que agoni­
zaba, tomó de la muerte a la vida.
¡Bendita seas mil veces. M adre m ía! T e corres­
pondo con una ofrenda en favor de las Obras de tu
predilecto Santo, D on Bosco.
C armen G xjerra L ozano .
M E JIC O (Nuevo León) Monterrey. — Agrade­
cida a María Auxiliadora y a San Juan Bosco por
haber conseguido la salud de mi hijo Carlos, después
de haberles invocado con ansia maternal y llena de
fe, cumplo la promesa de manifestar públicamente mi
gratitud y dar una limosna para las Obras Salesianas.
IRE.NE L ozano de S uarbz
Cooperadora.
M E JIC O Monterrey, 24 junio de 1936. — Nos
nació una niña, que dedicamos amorosamente a
San Juan Bosco, dándole el nombre de Juana. Como
primera gracia. Dios nos la alivió de ima hinchazón
en los ojos. Luego, en la Lotería Nacional nos saca­
mos m il pesos. Rendimos gracias al grande Santo,
Don Bosco, y al mismo tiempo le suplicamos que
continúe siempre obteniendo gracias temporales y
sobre todo espirituales a nuestra familia.
S alvador y M ireya S olorzano .
M E J IC O 5. Luis Potosí, S. L . P., febrero de 193..
— Refugio M . de la G . de Rodríguez da infinitas
gracias a San Juan Bosco y a la Venerable Sierva
de Dios Sor María Mazzarello por dos insignes fa­
vores qüe le obtuvieron el mismo día que se los
pidió: el primero fué porque, peligrando la paz de
dos hogares, ésta quedó restablecida en cuanto les in­
voqué; el segundo por la rápida curación de un
mal de garganta que ella misma tenía.
M E JIC O Zacatecas, marzo 29 de 1936. —
En años pasados estuve al frente de la Tesorería
Municipal de esta Capital del Estado de Zacatecas,
y a principios del presente fui removido del cargo a
causa de mi filiación católica. Com o en esta clase
de Oficinas quedan muchos asuntos pendientes, ya
fuera de servicio, se me reclamaba una suma aproxi­
mada de doscientos pesos, por una operación de la
que yo nada recordaba. Todas las veces que se me
citaba a la Inspección, yo me excusaba por no saber
qué cuentas rendir en tal sentido.
Grandemente apenado, invoqué a la Sma. Virgen
Auxiliadora con un T ridu o, y , ¡oh maravilla!... a la
madrugada del tercer día y último, me vino como
en revelación el recuerdo y detalle de cómo había
sido ejecutada aquella operación, representándose a
mi memoria hasta la fecha en que se había hecho
por orden expresa de mi Jefe.
N o me cansaré de dar gracias a las bondades de la
Virgen de San Juan Bosco y M adre nuestra celestial.
L orenzo E nciso .
N IC A R A G U A Capital, 13 mayo de 1936. —
\ íctima de un agudo ataque de parálisis, llegué a
estar al borde mismo del sepulcro, habiendo sido
desahuciada de los médicos y esperando sólo de la
Providencia D ivina mi restablecimiento.
Devota ferviente de María Auxiliadora y de San
Juan Bosco, a ellos m e encomendé con toda mi alma.

y, una noche, soñé que el Santo se me aparecía con
una corona radiante de luz diciendo que le rezara
cinco novenas y me curaría.
A sí lo hice inmediatamente y, a medida que iban
transcurriendo, iba mejorando mi estado de tal mtu
ñera que hoy, abandonado el carrito en que me lleva­
ban y hasta las muletas que luego me ayudaban a
andar, me siento con los miembros restituidos a su
movimiento natural.
Con el alma henchida de gozo, cumplo el sagrado
deber de publicar esta milagrosa curación y expresar
mi agradecimiento de toda mi vida a María Auxilia­
dora y a su glorioso siervo S. J. Bosco.
E lida M aría L eiva .
U R U G U A Y Montevideo, mayo de 1936. — En­
contrándome en muy grav’e estado de salud y de­
biéndome someter a una peligrosísima operación,
recurrí a María Auxiliadora por intercesión de su
fiel Siervo San Juan Bosco, prometiendo publicar
la gracia, si salía con salud de dicha operación nece­
saria y decisñ’a.
M is bondadosos Protectores han hecho que el
resultado de la operación fuera felicísimo, y hoy,
en perfecta salud, cumplo agradecida mi promesa.
Apenas mis medios de subsistencia me lo permitan,
contribuiré con una limosna para el Santuario de
T urín.
G umercinda E. de G i l .
U R U G U A Y Paysandú, 24 de mayo de 1936. —
M i hjjita, de diez y seis meses de edad, se enfermó tan
gravemente, que nos hacía temer por su vida, acre­
centado nuestro temor porque en análoga dolencia
el Señor nos había llevado al Cielo a otra hijita de
igual edad. L a convicción de perderla me dominaba,
al mismo tiempo que una fe ciega pie alentó a acudir
al auxilio divino, interponiendo la intercesión de
María Auxiliadora. Una imagen de nuestra querida
celestial M adre que tenía en mi devocionario la
puse sobre el pechito de mí adorada hija, aún bajo
terribles convulsiones; invoqué con ardor maternal
la ayuda de la Sma. Virgen, y ¡oh, milagro! al punto
cesan los movimientos convulsivos. Entonces yo,
al verla tranquila, me animé a tomarla en brazos,
presa de intensa emoción, al constatar que estaba
curada. £1 médico que la asistía y que aquel día la
había visitado dos veces, constató con sorpresa el
rápido mejoramiento de la enfermita y la vuelta
normal de su temperatura.
Hoy, 24 de mayo, al celebrar la fiesta de María
Auxiliadora, sea ésta nuestra mejor oradón, nuestro
mejor canto de acción de gracias a Ella, en cuyo
honor yo y mi esposo mandamos celebrar tres Misas.
L uisa E. H iriart

de

M o lin o lo .

V E N E Z U E L A Maracaibo, mayo de 1936. —
Quiero dar público testimonio de mi más sincero
agradecimiento a la dulcísima celestíal Auxiliadora por
varios y predosos favores con que me ha confortado
cada vez que m e encomendé a ella, y en prenda de
mi gratitud envío una oferta para la ampliación de su
Basílica de T urín .
D elia de y . R amírez .

231

D a n ta m b ié n g ra c ia s a M a ría A u x ilia d o ra y a
San Juan B o sco p o r fa v o re s re cib id o s;
E S P A Ñ A (Córdoba) Pozoblanco. — Una coopera­
dora.
E SP A Ñ A (Coruña) Santiago. — Mercedes García
de Cornelias.
E SP A Ñ A (Sevilla) Ecija. — Una devota.
A R G E N T IN A (Córdoba) Deán Funes. — Ignacia
de Parias — Eva y Nélida Quinteros Olmo — Celes­
tina Núñez.
C O L O M B IA (Santander) Bucaramanga. — Delia
Valdivieso de Restrepo.
C O L O M B IA (Santander) Girón. — Telesforo
Ruíz — Pedro A . Domínguez — Josefa Lipes —
Carmelita R. de Lizarazo — Samuel Serrano —
Pedro Benito Rodríguez — Jesús Valdivieso — M a­
riana Prada — Julieta Reyes de Aranda — Mercedes
Silva •— Evaristo Prada — Dolores Valdivieso —
José Antonio Serrano.
C O L O M B IA (Santander) Florida. — Antonio
María Gutiérrez.
C O L O M B IA (Santander) Los Santos. — Ana
Mercedes Vda de Pedraza.
C O L O M B IA (Valle) Cali. — Amelia G . de Pa­
noso — N . N . — T . L . de Hernández — María
Caldas de Guzm án — Pobreza de Perdomo — Flora
de Velázquez — Hemtelinda Domínguez — Ernes­
tina Saldarriaga de López — D. S.
C O L O M B IA (Valle) E l Carmen. — Fidelina Ra­
mírez v. de A.
C O L O M B IA (Valle) Yutnbo. — Victoria de Zúñiga.
E S T A D O S U N ID O S (California) Los Angeles.
— Elpidia Díaz — Ascensión Cano — Guadalupe
C . Murieta.
E S T A D O S U N ID O S (California) Poniona. —
María Zúñiga.
M E JIC O (Jalisco) Guadalajara, — Jesús Vidrio O.
— Esperanza González — Josefina F. de Estrada
— M . D. G . — L . G . II.
M E JIC O (Nuevo León) Lampazos. — Rosa Garza
Santos.
M E JIC O (Nuevo León) Linares. — Orclin M . de
G . Rodríguez.
M E JIC O (Nuevo Li'ón) ^lonterrey. — Jesús Za­
mora — Esperanza N . de C . - María del Consuelo
Ríos Backman — Antonia Guajardo — Subas Sán­
chez — Trinidad G . de l ’erán — María del Refugio
Rodríguez — Dos Ex alumnas de las Hijas de María
Auxiliadora — Una DeTOta — B. M . L.
M E JIC O (N ucax) León) Sabinas Hidalgo. — María
del Refugio Garza.
M E JIC O Tacubaya. — José del Rio.
M E JIC O (Zacatecas) San José del Comttillo. —
Dolores A h ’arez de Barboza, Celadora Saicsíana.
V E N E Z U E L A (Yaracuz) Albarical. — Arístides
Martínez Ojeda, cooperador salesiano.
P o r in t e r c e s i ó n
D io s .

de

n u e stro s

S ie r v o s

de

CO LO M B I.A (Valle) Cali, ma\x> de 1936. — El
Venerable Domirjgo S a n o sigue haciendo milagros.
Hallándome con un fuerte dolor, le in\*oqué con

232

mucha fe y le prometí publicar el favor, si me curaba.
A l momento m e escuchó. Para la gloria de Dios en
sus Santos, cumplo mi promesa de publicarlo en el
Boletín Salesiano.
M ercedes V. R.
E S P A Ñ A (Córdoba) Pozoblanco. — Hacía dos
años próximamente que mi hija Carmen sufría en
una pierna las consecuencias de una herida que, de
resultas de una operación que tuvo que soportar,
no se le cicatrizaba, a pesar de los cuidados que se
le prodigaban. En vista de la inutilidad de las mediciñas, acudimos al Siervo de Dios Domingo Savio,
a fin de que, con María Auxiliadora, obtuviesen la
curación completa, prometiéndole hacer pública la
gracia si me la concedía. Hoy tengo la satisfacción de
%'er a mi hija completamente curada, deseando se
publique esta gracia en el Boletín Salesiano, para
avivar la confianza en el poder del Siervo de Dios.
T eófila D ueñas.
M E JIC O (Nuevo León) Monterrey. Hacía 20 años
que unas úlceras rebeldes venían atormentándome
en una pierna imposibilitándome para el trabajo.
Acerté a acudir con gran fe y confianza a la Sierva
de Dios Dña. Dorotea de Chopitea, invocando su
ayuda por medio de un triduo. A l término de mi
rezo, vi con sorpresa que las úlceras habían cicatri­
zado, y hasta hoy, no obstante haber transcurrido
ocho meses, no ha habido novedad y sigo perfecta­
mente bien. Doy gracias a mi Protectora por este y
otro señalado favor conseguido, y doy una pequeña
limosna para los gastos de su Beatificación.
M aría D elgado .
Da también gracias a la Sierva de Dios, Dolores
García Valdés, de Tangamandapio (Méjico).

N EC R O L O G ÍA S
S A L E S I A N O S D IF U N T O S .
Tomás Barate, sacerdote — de Roccaforte (Italia)
t en Lim a, el 15 de marzo de 1936.
yuan Belloni, sacerdote — de Sorgo d ’Oneglia
(Italia) t en Jerusalén, el 5 de mayo de 1936.
Juan Bocea, coadjutor — de M ondoví (Italia) t eo
Lima, el 28 de enero de 1936.
Miguel Córdoba, sacerdote — de Frías (Perú) f en
Barranca (idem). el 24 de febrero de 1936.
Ladislao Milharcic, clérigo — de Cruscevic (Italia)
t en Barranca (Perú), el 24 de febrero de 1936.
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S .
CO LO M B I.A (Santander) Girón. — Alaría Prada
de Mantilla — Benito Salinas.
IS L A S F IL IP IN .\ S (Bulacán) Meyeauaydn. —
Rvdo. P. Juan Tongeo.
V E N E Z U E L A f^'aracuz) Yaritagua. — Laurearía
F. de Rodríguez — Josefa G . de Flores — Yocasta
Aguilera de Calistrí — Rita Ramírez.

C oa apesAaeJóm 3 t Jm mmioridmd e c Je a ié a if^ — Oirecior-re^MMMbtei U. G U I D O FAVLNl
Eaiabtcciaieeto Tip, ^ I* Sociedad Editora lalerM cioM i • Taria. Coreo
MargAer/fa.

w
TESORO

E S P IR IT U A L

Relación de las Indulgencias Plenarias
que ios Cooperadores Salesianos pue­
den ganar, en el transcurso del año.
I . — Urui vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M . Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y exalumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, e l que uno elija.
3 - £/ dia en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buerui Muerte.
4 - £/ día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 ~ E l dia en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
b - E l dia en que por primera vez se consagra
uno a l Sgdo. Corazón de Jesús.
Cada vez que practique los Santos Ejercicios
Espirituales, de ocho días.
% - A la hora de la muerte, con tal que, confe­
sado y comulgado o por lo menos arrepentido de
sus pecados, invoque, con los labios o con e l corazón,
el nombre sacratísimo de Jesús.

EN C A D A U N A
D E LAS SIGUIENTES FIESTAS:

i) M O V IB L E S :
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión'
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sirux Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgo Corazón de M aría (día siguiente
del anterior).
2) F IJ A S :
EN E R O

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

18
23
25
29

-

Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
M ARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anuticiación de la Sma Virgen.
M AYO

3 - Invetición de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de M aría Auxiliadora.
J U N IO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
J U L IO

1 - Preciosa Sangre de N tro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carinen.
A G O ST O

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SE TIE M B R E

8
12
14
15
29

-

Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de M aría.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San M iguel Arcángel.
OCTUBRE

y - L a Virgen del Rosario.
II - Maternidad de M aría.
16 - Pureza de M aría.
N O V IE M B R E

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
D IC IE M B R E

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, s ^ ú n la intención del Romano Pon­
tífice-

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a propósito para interesar y poner en juego las facultades
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mente grabadas las verdades de la Revelación, y corro­
borada su voluntad con la luz que de ellas dimana.
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cuestionario con que se completa cada capitulo, y hasta
la bella cubierta en colores hacen de este libro un texto
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sublimes doctrinas con que el mismo Dios dignase aleccio­
nar a las familias que desean ver florecer la paz en sus
hogares y quieren que los hijos constituyan su gozo y
su corona.
Nos quejamos a diario de la juventud de nuestros dias
y sería harto más justo quejarnos del absoluto desorien­
tamiento y dejación de muchísimos padres, hoy tan
alejados de las nobles figuras patriarcales que, de mano
maestra, aparecen dibujadas en este libro. Propagarlo
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