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OCTUBRE

1986

DON BOSCO: Una página para los niños
LA GENERALA
Mis queridos Juanito y Mari:
Hasta ahora no os he contado una
de las historias más maravillosas de
don Sosco. La podríamos titular «De
cómo el Santo sacó a trescientos
jóvenes presos en la cárcel de la
Generala... Y de cómo volvieron to­
dos sin escapársele ni uno».
Y Juanito estaba pensando que la
Generala era la mujer del General.
Pero no; ya sabéis que era la cárcel
de menores, una especie de reforma­
torio donde encerraban a los mucha­
chos por lo angelitos que eran. Mu­
chos de ellos tenían hasta delitos de
sangre, No, no eran unos angelitos
aquellos rateros y birloches. Las dia­
bluras de Juanito no son más que
agua bendita al lado de aquellas ha­
zañas.
Don Bosco iba a verlos a menudo y
salía con el corazón encogido al con­
templar tanta miseria en unos chicos
tan jóvenes. Y un día quedó con el di­
rector de la cárcel en darles una tan­
da de ejercicios espirituales. Fueron
un éxito Todos se confesaron con
don Bosco y comulgaron. ¡Aquellos
bandidos...!
Y. como premio a su buena con­
ducta. don Bosco pensó en un día de
campo al aire libre. El director del

V j

centro se lavó las manos; «eso es
cosa del Gobernador». El Goberna­
dor se llevó las manos a la cabeza;
«¡Este hombre está loco, pero de re­
mate!». Mientras tanto, la iniciativa
había llegado a oidos del Ministro
Rattazzi quien, picado de curiosidad,
recibió al Santo.
—Querido don Bosco, no puede
imaginarse lo que me alegra eso del
paseo con los muchachos de la Ge­
nerala, Les hará mucho bien. Daré ór­
denes para que les sigan unos cuan­
tos policías disfrazados, de manera
que nadie se fugue...»,
-Excelencia, sonrió el Santo; sólo le
pido dos condiciones: la de ir yo solo
con los jóvenes; y la de que usted me
prometa no mandar, ni de cerca ni de
lejos, a ningún guardia. Yo seré el
único responsable. Si se me escapa
alguno, yo seré el merecedor de la
cárcel. Enciérreseme a mí.
— ¡De rematej», saltó el ministro.
¡Se le escaparán todos, D. Bosco!
No obstante, el Ministro Rattazzi ac­
cedió. Si se le ocurriera a alguno es­
caparse, pronto volvería a las redes.
Don Bosco, loco de alegría, fue a
escape a comunicar la noticia a sus
muchachos. Los pobres chavales no
acertaban a creérselo. Era más que
imposible. ¿Cómo iban a fiarse de
ellos sus propios enemigos? Pero el
santo les explicó:
-"¡Atentos a lo que voy a deciros!
He empeñado mi palabra y responde­
ré por vosotros. Debéis portaros tan
bien que fio habrá necesidad de po­
licías. Me he comprometido en que
mañana, al volver, no ha de faltar ni
uno. ¿Puedo liarme de vosotros?».
-Si, Don Bosco Sí. Don Bosco.
Otros gritaron:
-Como se escape alguno, lo estru­
jamos como un pollo.
-O le rompemos la crisma a pedra­
das.
-[Basta, amigos! Yo me fío de vo­
sotros y sé que no me daréis ningún
disgusto. La falta de uno caería sobre
todos y especialmente sobre mi. En
seguida me acusarían de imprudente
y de necio que me he dejado enga­
ñar .
Por otra parte, ¿de qué serviría una
fuga? La policía pronto daría cuenta
de la presa que lo pagaría luego con
un castigo mayor... Pero lo más impor­
tante, queridos míos, es que habéis
prometido a Dios no volver a ofenderlo

No. hombre: vosotros rx>sois de
La Ger)erala

Y yo os creo hombres de palabra.
-¡Viva don Bosco!. prorrumpieron
todos los chavales emocionados. ¡Us­
ted es nuestro jefe! ¡Ningún general
como don Bosco! ¡Todos le seremos
leales.
"Serían las del alba» cuando se
abrieron las puertas de la prisión. Y
más de trescientos jóvenes salieron ra­
diantes de júbilo al fresco de la maña­
na. Al frente de ellos iba un cura joven
como enarbolando un nuevo sistema
educativo. Al dejar la ciudad, rompie­
ron filas y el santo subió en la muia que
llevaba las provisiones. Desde arriba
era más fácil dirigir los cantos de la
banda, que crispaba los árboles del
camino.
Llegaron al parque real de Stupiniggi, donde fueron recibidos por el párro­
co y unos amigos. Don Bosco les cele­
bró la Eucaristía y los dejó en libertad
después de un gran desayuno. Los
muchachos corretearon por el campo.
Se hicieron amigos de las flores y de
los pájaros, Y respiraron a sus anchas
el aire fresco de la libertad.
Por la tarde merendaron a gusto y se
pusieron en marcha a Turin. Todos en
fila y perfecto orden se reintegraron en
la Generala, dichosos de haber hecho
feliz a don Bosco y de haber pasado un
día inolvidable.
El ministro, el gobernador, el alcal­
de, el director del centro: todos queda­
ron pasmados. El guardia pasó lista.
No faltaba ni uno. ¿No eran hombres
de palabra?
-(Gracias, don Bosco. por loque ha
hecho con nuestros chicos! Ustedes
pueden lo que nosotros no podemos.
El ministro hablaba con mucha se­
riedad. Tan es asi. que un sobrino suyo
más malo que la quina, en vez de ir a la
generala fue a parar a la casa de don
Bosco. quien hizo de él un buen ciuda­
dano y un buen cristiano.
La fama de don Bosco creció por la
ciudad y por toda Italia. Ya no decían
que estaba loco. Don Bosco era un
santo que quería a los jovenes y que
los entendía como nadie.
A Juanito sólo se le ha ocurrido de­
cir: «Bien podía venir don Bosco a
nuestro colegio y damos un paseo. A
un tipo como él creo que le harían caso
el director y los profes-.
Hombre. Juanito, yo creí que no es­
tabas en la Generala. ¿O si?
Recibid un abrazo muy fuerte de
vuestro mejor amigo.
Padre RAFAEL

f
BOLETIN

SAlfSIANO

REVISTA D€ LA BAMIUASAlfSIANA
Año XCLX - N.® 10 - O c t 1986
D irector.

RAFAEL ALFARO
Consejo d e R edacción:

José Sánchez; Blas Calejero; An­
tonio García Vera; Rafael Moreno
Moreno; Carmen González; Javier
Artuch; Argentina Sánchez Romo.
Adm inistrador:

Ramón Gutiérrez.
D irección, R edacción y A dm ón.:

Alcalá, 164 - Teléfono 255 20 00
28028 MADRID
Depósito Legal: M. 3.044-1958
Im prim e:

Inst. Pc^itécnico Salesianos-Atocha
(C on censura eclesiástica}

El Boletín Salesiano
se envía gratis
a la Familia Satesiana
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con ios donativos
de sus lectores.
EN ESTE NUMERO
Gradas, Salesianas . .
Laura Vicuña, venerable
Las H.M.A. llegaban a
España ......................
750 jóvenes devolvieron
la v is ita ......................
Terminan Magisterio y
marchan a Túnez . .
A n to lo g ía ......................
San José del Valle, 25
años de la coronación
Muchas gracias, don Hi­
lario ............................
De Azevedo, nuevo obis­
po s a le s ia n o ............
Un congreso salesiano
de pastoral para Africa
Samoa. isla del paraíso
N o titía s .........................
Nuestra gratitud . . . . . .
Fuenxi a la casa del Pa­
dre ............................
Becas para las vocadones salesianas . . . .

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NUESTRA PORTADA
Las Hijas de María Auxiliadora
cumpten den años de presen­
cia en España. Hace un siglo
'finieron a BarcelCKia. enviadas
por el misnx) san Juan Bosco.
Aparecen las tres actu^es
'^spectoras españolas con
'3 Superiora General, madre
Wannete Castagrto, ante la
-Tone Gironelia», primera
'urxíacióo en nuestro país,
en octubre de 1886.
Foto.—José U j ís Mena.

editorial

GRACIAS,
SALESIANAS
• Gracias, Salesianas, y enhorabuena por vuestro trabajo de cien
años en el territorio español. El 21 de octubre se cumple el primer si­
glo de vuestra presencia en España. Todos los que somos y nos sen­
timos de la familia de san Juan Bosco nos llenamos de alegría ante
estas conmemoraciones.
Y elevamos nuestra acción de gracias a Dios y a María Auxiliadora
que han querido vuestra presencia activa en esta tierra. Basta recor­
dar la anécdota: «Don Bosco llegó a Barcelona en 1886. Cuando lo
dejaban las visitas y la correspondencia, el Santo se daba sus paseos
por los descampados de Sarriá. En una de sus caminatas se enamoró
de la finca «Torre Gironelia», al lado de la obra de los Salesianos.
«Verdaderamente es ésta», dijo a don Branda, como si la hubiese vis­
to en sueños. Compra esta casa para las Hijas de María Auxiliadora, y
yo haré que vengan pronto.
Don Branda hizo las gestiones. Le pedían primero 250.000 duros,
luego, 250.000 pesetas que después fueron 180.000; más tarde,
170.000; posteriormente 130.(X)0; y al fin, 70.000. Pero, ¿en qué rin­
cón de qué bolsillo buscar esa suma? Sólo quedaba el remedio de
acudir a doña Dorotea.
Corrió presuroso don Branda a contar a doña Dorotea lo ocurrido.
Mientras la venerable le escuchaba, sus ojos se iban llenando de lágri­
mas. —¿Por qué llora?, —le preguntó don Branda— . No se apure. Si
no puede, es señal de que Dios no lo quiere.
—No, no, se apresuró a contestar doña Dorotea. Estoy conmovida
por otra cosa. Ha de saber usted que, por la división del patrimonio
familiar, he dado a mis hijas grandes cantidades, reservándome sólo
la propiedad de 70.000 pesetas, que he depositado en el banco, pen­
sando que, si se perdieran todos mis bienes, con esta reserva podría
vivir modestamente el tiempo que Dios me quiera conceder de vida.
Ahora veo que El me quiere pobre de verdad. Lo seré. Conteste pues
al señor Gironelia que las 70.000 pesetas están a su disposición.
—Pero, señora —dijo conmovido don Branda—, piense bien lo que
hace...
—Nada, estoy decidida. Las 70.000 pesetas son para la Torre.
Y fue don Branda al banco para cerrar el trato...
* Esta hermosa anécdota recordada tantas veces, parece que nos
da una garantía sobrenatural de vuestra actividad pastoral y educativa
de cien años. Vuestra presencia ha sido querida por el amor de la Vir­
gen y por el deseo de dos santos: don Bosco y doña Dorotea. Y por
vuestra entrega incondicional a la juventud española.
Después de cien años contempláis vuestro campo de acción. Ha­
béis sido bendecidas con la fecundidad apostólica. Hoy sois en Espa­
ña más de 1.300, repartidas en tres Inspectorías y con cerca de un
centenar de obras. Ha florecido vuestra labor entre las jóvenes, en
centros juveniles, escuelas, colegios, casas profesionales, escuelas
universitarias, catequesis, acción pastoral y social...
Gracias, Salesianas, por vuestra labor, por vuestra entrega, por
vuestro espíritu de servicio y de amor a la juventud, por vuestra santi­
dad. Gracias por vuestra osadía, por vuestra presencia pastoral en el
mundo femenirto, «difícilisima en estos momentos de cambio cultural,
en los que se está desviando el sentido de promoción de la mujer»,
según expresión del Rector Mayor.
Gracias, y adelante en esta hora de desafío para fraguar la cultura
cristiana en un murxio nuevo. La misma que «lo ha hecho todo» hasta
la fecha, es garantía de futuro para los próximos cien años.

1

nuestros santos

LAURA VICUÑA
VENERABLE
desde el pasado 5 de junio
El 22 de mayo habría cumplido 95 años. En cambio murió a ios 12, 9 meses y 17 días;
era el 22 de enero de 1904.
Pronto se comenzó a hablar de ella en todas partes. El heroico amor filial y la evidente
eficacia de su inmolación alimentaron un proceso imparable. En 1911 apareció la primera
biografía, obra del salesiano Augusto Crestanello.
Con la recogida de informaciones y documentos, sobre todo por parte de las Hijas de
María Auxiliadora argentinas, se comenzó en 1955 el largo camino del reconocimiento de la
heroicidad de las virtudes. Hoy, con la promulgación de un decreto de la Congregación
de las causas de los santos, Laura Vicuña es oficialmente «venerable», y presentada a la
comunidad cristiana como modelo de sacrificio, de oblación y de abnegación.
Fina sensibilidad
de una adolescente
Su historia está cuajada de do­
lor, debido no tanto a las desfavo­
rables condiciones climatológicas
de los Andes patagónicos, en la
frontera de Chile y Argentina,
cuanto a la desesperada búsque­
da de seguridad social. Es una
historia que todavía hoy hace
pensar, porque no es habitual la
conciencia que una niña tiene de
la situación irregular en que vive
su madre ni la oblación de su vida
a cambio de la conversión.
Laura Vicuña, aunque estaba
en el colegio con las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora de Junín de los
Andes, se percataba de que su
madre —exhausta de fuerzas,
tras la huida de Santiago y Temuco, y sola por la muerte del mari­
do — había tenido que aceptar
una convivencia forzosa con Ma­
nuel Mora, adinerado estanciero
del Quilquihué, en el territoiio ar­
gentino de Neuquén. La tensión
interna por tal circunstancia irre-

Laura Vícuna, declarada «venera­
ble» el pasado 5 de junio de 1986.

nuestros santos
(1) El pueblecito de Junín de los An­
des, donde vivió Laura Vicuña,
como un nido en la cordillera andi­
na.
(2) La humilde casita en que murió
la pequeña el 22 de enero de 1904.
Le faltaban dos meses y medio para
cumplir trece años.

guiar se agravó cuando, con pre­
potencia, el «protector» le había
hecho también a ella propuestas
desvergonzadas, con amenazas
al sentirse firmemente rechazado.

El camino de la fe
que madura
Laura estaba haciendo el lento
camino de maduración en la fe. El
contacto con las Hijas de María
Auxiliadora y un selecto grupo de
amigas le era de gran ayuda. Se
daba cuenta de que para superar
o vencer ciertas situaciones de
pecado hacía falta oración, sacri­
ficio, mortificación. «Padre, ofrez­
co mi vida al Señor por la salva­
ción de mi madre», dijo un día al
confesor. Al preguntar éste: —¿Y
si el Señor acepta tu palabra?,
respondió sin vacilar un segundo:
—“ Señor, acepta mi palabra.
Siempre has sido exigente conmi­
go. Estoy dispuesta».
Y lo cumplió. Un mal incurable
comenzó a minar su salud. Fue­
ron inútiles los cuidados y atencio­
nes de las religiosas primero, y de
su madre después. Establecida
en un ranchito con su madre y
obligada a no poder levantarse de
la cama, tuvo una vez más la fuer­
za para oponerse a las propuestas y arrogancia de Manuel Mora.
Incluso, a pesar de la fiebre, dejó
la cama, decidida a volver al cole­
gio, por no dormir bajo el mismo
techo. Fue golpeada sin piedad y
Qoedo desfallecida en tierra, pero
no verxáda.

Víctima de heroico
amor filial
Poco antes de morir dijo a su
madre con un hilito de voz; «Sí,
mama; me muero. Yo misma lo he

pedido a Jesús... Hace casi dos
años le ofrecí mi vida por tu salva­
ción, mamá: por la gracia de tu
vuelta. Mamá, antes de morir, ¿no
terKjré la alegría de verte arrepen­
tida?». Doña Mercedes Pino nun­
ca se habría figurado el secreto
de su hija «¿Así que yo he sido la
causa de tu calvario y afxx'a de tu
muerte? Laura, ahora misnx> te
juro, hija m ía que haré lo que me

pides. Estoy arrepentida. Dios es
testigo de mi promesa...».
Era el anochecer del 22 de ene­
ro de 1904. Laura había venddo.
Y con ella su madre. La heroica
fortaleza de una adolescente, hoy
dedarada «venerable», es una
vez más la señal indeleble de fe
robusta, madura, capaz de afron­
tar las dificultades y no echarse
atrás.

hace cien años

LAS HIJAS DE MARIA
AUXILIADORA
LLEGABAN A ESPAÑA
1886 - octubre 1986

\

Los lectores del Boletín Salesiano saben muy bien que,
en este año, centenario de la visita de san Juan Bosco a
Barcelona, se cumplen también los cien de la llegada de
las Hijas de María Auxiliadora a España. Entraron por
Sarríá-Barcelona, precisamente en el mes de octubre de
1886. Hace un siglo. De este modo, se intensifica, aún
más, el significado salesia­
no del año en curso.
Ambos acontecimientos, el
de la visita de don Bosco y
el del establecimiento del

hace cien años
Instituto de las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora en nuestra
tierra, no son independien­
tes entre sí. Todo Ío contra­
rio. El segundo es uno de
los frutos inmediatos del
primero, la huella más Im­
portante que dejaba el San­
to Fundador en su paso por
Barcelona y España.
Mientras, desde estas pági­
nas, enviamos la más cor­
dial enhorabuena a las Hijas
de María Auxiliadora, de­
searíamos evocar aquí una
historia que ha alumbrado
una vida que ya es centena­
ria y sigue proyectada hacia
el futuro.

«Estarían de maravilla», comen­
taba el padre Branda —que era
también el encargado de la nueva
fundación— , al tiempo que solici­
taba de los superiores de Turín su
parecer al respecto (Carta de don
Juan Cagliero desde Málaga, 2511-1883).
Pero el proyecto resultó invia­
ble, porque, a pesar de algunos
destellos de esperanza, la misma
permanencia y actuación de los
Salesianos en aquel lugar se vol­
vieron problemáticas. Por desgra­
cia, esta vez falló la colaboración
entre la curia diocesana y los reli­
giosos. Para el mes de julio, el su­
perior, amargado, había desistido
en el intento. «Barcelona —se
preguntaba— ¿no podría ser el
lugar a donde Dios nos llama?»

De Málaga,
a Sarriá-Barcelona
Los Salesianos quedaron estableddos en España en febrero de
1881. Les dio la primera acogida
la pequeña ciudad de Utrera, a
unos cuarenta kilómetros al sur­
este de Sevilla. Eran todos italia­
nos y tenían, como superior inme­
diato, a don Juan Branda.
Inmediatamente, comenzaron a
recibir peticiones de nueva funda­
ción. La primera que aceptaron
fue la de una institución benéfica
—Asilo de San Bartolomé para
pobres niños huérfanos— que,
desde 1871, regentaba el Obispa­
do de Málaga. Después de reunir
el personal necesario y de hacer
los preparativos al caso, los Sale­
sianos se presentaron allí el 1 de
febrero de 1883. Don Juan Cagliero, a quien el Fundador le ha­
bía constituido promotor de las
primeras fundaciones salesianas
de España, había puesto grandes
esperanzas en la nueva casa,
porque, a su juido, era «la más
parecida al Oratorio de Valdocco*. en Turín (Italia), donde radi­
caba la Casa Madre de los Sale­
sianos (Carta a don Bosco des­
de Utrera. 17-111-1881).
En la euforia de las primeras
semanas, mientras se proyecta­
ban las lírreas de futuro, surgió
espontánea la idea de llamar a las
Hijas de María Auxiliadora, a fin
de que se hicieran cargo de la co­
cina y ropería, y organizaran además urias ciases para las niñas.
Para ello, se pensaba preparar
una casita en el recinto del asilo.

Santa María Mazzarallo.

(Carta al padre Cagliero desde
Málaga. 31-VII-18d3). Los Sale­
sianos ^andonaron, por el mo­
mento, la capital malagueña a co­
mienzos del mes de septiembre.
Entonces comenzaron a mirar
con mayor insistencia hada Bar­
celona. Por la oferta que le hacía
dona Dorotea Chopítea, viuda de
Sema, esperaban encontrar allí
una casa verdaderamente salesiana, «no a la malagueña», como
matizaba el padre Ernesto Oberti
(Carta a don Juan Cagliero desde
Utrera, 9-XII-1883). La tuvieron a
partir de febrero de 1884.

La iniciativa
de doña Dorotea
Es conocida la solicitud con que
la sñuda de Serra seguía a la inci­
piente obra de los Talleres Sale­

sianos de Sarriá, población ésta
próxima a la de Barcelona. Quería
verla con una capacidad cada vez
mayor para acoger a los mucha­
chos en una fotmadón profesional
completa.
En ésta su constante preocupa­
ción por el crecimiento de la obra,
no tardó en descubrir la importan­
cia que tendría la colaboración de
las Hijas de María Auxiliadora. La
casa de Sarriá era un internado
—como el que en Turín regentaba
don Bosco, o como el que en Má­
laga habían intentado formar los
Salesianos— , donde hace falta
una gran conjunción de fuerzas.
Al inicio del primer curso com­
pleto (1884-1885), la señora pare­
cía tomar la iniciativa de traer
también a las Salesianas a Sarriá.
Le escribía, en efecto, al mencio­
nado don Juan Cagliero: «Con el
reverendo padre Branda, hemos
visto la gran necesidad que [los
Salesianos] tienen de las Herma­
nas Auxiliadoras, para que les
atiendan en el lavado y arreglo de
su ropa y de los niños (...); con
una escuela de párvulos que pon­
gan al principio no serían gravo­
sas a los Padres y sí de mucha
utilidad» (Carta desde Sarriá, 5-X1884).
Esta es la primera vez, que se­
pamos, que doña Dorotea mani­
fiesta su pensamiento sobre el
particular. Lo debía de tener más
o menos maduro, porque, según
el director de los Salesianos —el
citado Juan Branda, que desde
Utrera se había trasladado a Sa­
rriá— , había buscado ya una casa
«no lejos de la nuestra» y prome­
tía adelantar todo lo necesario
«para gastos de viaje y equipo»
de las Hermanas. Y tan decidida
la veía que, por su parte, pedía a
los superiores instrucciones con­
cretas, al objeto de recabar del
Obispo de Barcelona la autoriza­
ción pertinente al establecimiento
del Instituto en la diócesis (Carta a
Juan Cagliero, ya convertido en
obispo, desde Sarriá, 5-X-1884).
Indudablemente, doña Dorotea
había tomado en serio la iniciati­
va: «Ruego a usted —instaba a
monseñor Cagliero— que ix) olvi­
de este asunto que tanto interesa
y que creo será de buen resulta­
do» (Carta desde Sarriá, 5-X1884).
Pero con toda probatMiidad. las
graves dificultad^ en que, a con­
tinuación, se vio envuelta la co­
munidad de los Salesiarx>s — difi­
cultades, en gran parte, de orden
interno— impidieron al director y a
doña Dorotea impulsar hada ade­
lante la inidatíva. Como hasta en-

hace cien años
tonces, la viuda de Serra asumió
el coste de la limpieza y arreglo de
la ropa...

Un proyecto integral
La visita de san Juan Bosco a
Sarriá y a Barcelona, en la prima­
vera de 1886, brindó a la señora
una ocasión propicia para afrontar
de viva voz el problema del esta­
blecimiento de las Salesianas en
Barcelona. A don Bosco no le hizo
falta mucho esfuerzo para perca­
tarse de la seriedad del proyecto
de doña Dorotea. Tanto él como
don Juan Branda, lo mismo cuan­
do hablaban en privado que en
público sobre el asunto, se com­
placían en presentarlo como una
iniciativa prácticamente exclusiva
de la señora de Serra. Recono­
cían que esto era así, al menos
en buena parte, y que. cara al ex­
terior, era una garantía de éxito.
Una vez que don Bosco regresó
a Italia (mayo de 1886), doña Do­
rotea intentó proseguir en su pro­
pósito. Acudió al vicario general,
padre Miguel Rúa, en carta fecha­
da el 14 de julio. Este le contestó
Los jóvenes del «Campobosco 86»
reflexionan ante la Torre Gironella,
primera casa de las Salesianas en
España.

a vuelta de correo, dándole a en­
tender que, en Turín, la cosa esta­
ba zanjada; tan pronto como en
Sarriá estuviera preparado el sitio
adecuado, las Hermanas se tras­
ladarían en seguida. Advertía,
además, que no convenía colo­
car, como único objetivo de la pre­
sencia de las Salesianas, el de
atender a los servicios domésti­
cos del internado de los Talleres,
sino también el de desarrollar la
misión propia del Instituto, atendien­
do, por ejemplo, a las muchachas
«por medio de un recreo domini­
cal, una escuela o sala de labo­
res» (Carta desde Turín, 21-Vil1886).
Esta puntualización que el vica­
rio de don Bosco formulaba en
nombre del Director General del
Instituto de las Hijas de María Au­
xiliadora, don Juan Bonetti, esta­
ba, sin duda, provocada por algu­
na expresión o enfoque menos fe­
liz de doña Dorotea. Pero, por otra
parte, ésta nunca había perdido
de vista el proyecto integral del
Instituto.

Las razones
de fondo
En su esfuerzo por traerlo a Sa­
rriá, a doña Dorotea le movían
unas razones de fondo.

Primera, la importancia que
concedía a la educación de los jó­
venes trabajadores. «Estoy con­
vencida — explicaba un día al di­
rector de los Salesianos— de que
sí no se piensa en reformar la ju­
ventud obrera, nada podemos es­
perar de esta sociedad» (J. NONELL, Vida ejemplar de la exce­
lentísima señora doña Dorotea de
Chopitea, viuda de Serra, 338).
Segunda, la necesidad que
sentía de promover la formación
de la juventud femenina. Según
su biógrafo, doña Dorotea veía
que faltaba por llenar «un vacío»,
porque «no estaban menos nece­
sitadas que los hijos, las hijas de
los pobres obreros» (Ibid., 215).
Tercera, el deseo que tenía de
ver la obra salesiana en Barcelo­
na implantada «en su totalidad»,
de suerte que las Salesianas pu­
dieran hacer con las niñas lo que
los Salesianos ejercían ya con los
ñiños (Ibid., 217).
Si se quitan de la señora de Se­
rra ésa su capacidad de penetrar
en profundidad las aspiraciones y
necesidades de la sociedad que
le tocó vivir y su amor entrañable
a don Bosco y a lo salesiano, no
se entiende nada de la ingente la­
bor que, por espacio de treinta
años (1860-1891), llevó a término
en el campo de la beneficencia
social.

hace cien años
La voluntad
del Fundador
Junto a la iniciativa de doña Dorotea y aun por encima de ella, la
voluntad decidida del Fundador.
Hay que consignarlo en seguida:
si nace un siglo, las Salesianas
vinieron a establecerse en Sarriá,
fue porque, ante todo, así lo dis­
puso don Bosco. Las quiso en Sa­
rriá y, además, cerca de la casa
de los Talleres Salesíanos. A
partir del mes de mayo de 1886,
don Juan Branda y doña Dorotea
actúan como ejecutores de un
proyecto que ya es de don Bosco,
al que creen inspirado por la San­
tísima Virgen.
Según una narración hecha por
el propio Branda a las Superíoras
del Consejo Generalicio en Nizza
Monferrato, el 20 de marzo de
1918, don Bosco le habría señala­
do, el 3 de mayo de 1886, la casa
o torre que debía adquirir con
destino a la primera comunidad
de las Hijas de María Auxiliadora
(La casa llamada «de Gironella»).
Pero otra relación, firmada tam­
bién por el padre Branda, el 24 de
mayo de 1887, cuando tenía los
hechos mucho más cercanos, no
habla de la casa, sino del «cam­
po» que debía comprar, para le­
vantar allí una «casa-convento»
para las Hermanas, «cuya funda­
ción —precisa— me encareció
muy mucho nuestro padre don
Bosco». Dicho terreno, pertene­
ciente a la antigua heredad cono­
cida por «Casa Barral» y situado
en la zona donde el actual Institu­
to Politécnico Salesiano tiene el
patío inferior y los pabellones de
mecánica, carpintería y automoción, ya lo había adquirido para
los Salesianos don Luis Martí-Codolar en el mes de mayo. Y esto,
por deseo de don Bosco.
Por algún tiempo. Branda había
pensado construir aquí una casa
para alojar a las Hermanas. Pero
k>s Cooperadores se le opusieron,
hadérxJole ver que. así, impedía
el desarrollo ulterior de ios Talle­
res en un futuro que se preveía
no lejarK). «¿Qué hacer?» —se
preguntaba el director—. «Andar
ofra vez a don Bosco —se de­
cía— para que trate el asunto con
la Virgen Auxiliadora». El Funda­
dor. por su parte, «nos alentó de
la misma manera que antes. A(xidkJ, nos escribió, a nuestra buena
Madre CetestiaJ». (Ver la relación
conpteta que. con fecha 26 de
mayo y arreglada estilísticamen­
te, apareció en el Botetín Safesiano. junio de 1887, 69-70).

Esto no excluye que ya se hu­
biera consultado antes al excelen­
tísimo señor don Miguel Clavé y
España, propietario a la sazón de
la casa que, según la referida de­
claración prestada por Branda en
marzo de 1918, era la señalada
por don Bosco para las Salesia­
nas. Ppdría ser que, cuando el se­
ñor Clavé se mostró totalmente
contrario a vender su torre, se
pensara en edificar una casa para
las Hermanas dentro de la propie­
dad de los Talleres, como se aca­
ba de explicar. La torre de don
Miguel Clavé era una de las que
había en la heredad denominada
«de Gironella».
Así estaban las cosas — como
se ve, muy en el aire aún— cuan­
do llegó el 23 de agosto, día que

Madre Catalina ' Daghero, Primera
sucesora de madre Mazzarello, quien
envió a España las cuatro primeras
salesianas.

don Juan Branda había fijado
para partir hacia Turín. Cansado
de tanto ajetreo, sólo había pedi­
do una celda retirada para poder
hacer una buena tanda de Ejerci­
cios Espirituales. «Los necesito
imperiosamente», manifestaba a
su amigo Julio Barberís (Carta
desde Sarriá, 19-VIII-1886).

Una empresa
imposible
El padre Branda fue a efKX>ntrar
a don Bosco en San Benigno Canavese, en las cercanías de Turín. Quería sondear su ánimo.
Pero el Fundador le a t ^ pronto,
didéndoie cómo, el día F^mero
de septiembre, había tratado con

la Superiora General del Instituto,
sobre la fundación de las Hijas de
María Auxiliadora en Sarriá y que
todo había quedado arreglado.
Sók) hacía falta que él se presen­
tara en Nizza Monferrato para dar
unas lecciones de castellano a las
Hermanas destinadas a España...
El director de Sarriá le expuso las
dificultades que, a su juicio, hacía
imposible una empresa semejan­
te. Don Bosco se mantuvo finne.
Branda se dispuso a obedecer sin
más. Una vez que hubo visitado a
los familiares y realizado diversas
gestiones en busca de voluntarios
que quisieran int^rarse en la co­
munidad de Sarria, se marchó a
Nizza Monferrato. Comenzaba
entonces el mes de octubre.
Dos eran los problemas que te
preocupaban mayormente: la falta
de un local donde alojar a las Her­
manas y la negativa del Obispo de
Barcelona a autorizar la entrada
de nuevas congregaciones feme­
ninas en su diócesis, a la que
creía ya saturada.
Durante las dos primeras sema­
nas de octubre, se dedicó a la re­
solución de ambos problemas. En
cuanto al primero, dejó todo en
manos de doña Dorotea. En cuan­
to al segundo, le sonrió la buena
suerte. Porque, unos días antes,
le había escrito el Secretario de
Cámara del Obispo de Barcelona
rogándole que tuviera a bien
aceptar en los Talleres un niño
huérfano que recomendaba una
hermana del Prelado. En la carta
de contestación, Branda le decía
al final: «Apenas me encuentre en
los Talleres, trataremos del asun­
to y confío poder satisfacer sus
caritativos deseos». Antes, le ha­
bía hecho ver que, para mediados
de mes, necesitaba la autoriza­
ción del Obispo para trasladar a
las Hermanas a Sarriá (Carta des­
de Nizza Monferrato, 7-X-1886).
El secretario entendió a la pri­
mera el sentido del juego que se
planteaba. A vuelta de correo, le
significaba a Branda lo siguiente:
«He dado cuenta a S.E.I., el Obis­
po, mi señor, de la atenta carta de
usted (...) y, enterado de su conte­
nido, me manda decir a usted que
con mucho gusto recibirá en su
diócesis a las Hermanas de María
Auxiliadora, pudier>do venir siem­
pre que gusten». Por lo demás, le
daba las gracias de parte de la
hermana del OtMspo, la cual con­
sideraba a su recorriendado -ad­
mitido en los Talleres» (Carta
desde Barcelona, 12-X-1886).
T e n i^d o en cuenta que, aun­
que parezca extraño, el servicio
de Correos entre España e Italia

T

hace cien años
no era entonces menos rápido
que ahora, se puede calcular que
la misiva estaba en manos de
Branda hacía el día 16 o el 17 de
octubre. Lo cierto es que, el 18, lu­
nes, las Salesianas se ponían en
marcha, camino de la Ciudad
Condal.

El viaje a Barcelona
Las destinadas a formar la co­
munidad de Sarriá eran cuatro:
sor Clara Giustiniani (directora),
sor Luisa Giulano, sor Lucía Mar­
tínez y sor Cecilia Masserano (no­
vicia). Les acompañaban en el
viaje la superiora general, sor Ca­
talina Dagnero, y la secretaria ge­
neral del instituto, sor Elisa Roncallo.
Las seis salieron de Nizza Monferrato el 18 de octubre. Después
de saludar a don Bosco en Turín y

recibir su bendición, llegaban por
la tarde a Alassio (ya en la costa
lígure). Allí las encontraba don
Juan Branda ai día siguiente, 19.
y, sin pérdida de tiempo, partieron
para Marsella, donde pernocta­
ron. El miércoles, 20, salieron en
dirección a la frontera española.
El jueves, 21, ya estaban en Narbona. Muy de mañanita asistieron
a Misa y continuaron el viaje. Al
mediodía, entraban en la Estación
de Francia de la capital catalana.

La entrada en Sarriá
Les esperaba un grupo de Coo­
peradores, con doña Dorotea al
frente. Las madres Daghero y
Roncallo, con don Juan Branda,
subieron al Landeau de la señora
y las Hermanas se acomodaron
en otros carruajes. Todos se diri­
gieron a los Talleres de Sarriá.
El recibimiento fue solemne.

entre aplausos y la música de la
banda. Los invitados pasaron al
comedor. Gracias a la esplendi­
dez de la señora de Serra, «se
tuvo un banquete de bodas», se­
gún recordaba, cuarenta años
más tarde, el padre Branda. (Re­
lación fechada el 29 de junio de
1926). En medio de la alegría ge­
neral, una nube de tristeza y per­
plejidad cae sobre dona Dorotea y
don Juan Branda: no había sitio
para hospedar a las Hermanas,
porque, el día anterior, 20, se ha­
bía declarado el tifus en la casa
que un pariente de doña Dorotea
prestaba al efecto. «La Providen­
cia nos puso a prueba», comenta­
ba el director (Ibíd.).
La señora hubo de maniobrar
accionando todos los resortes de
su capacidad de improvisación.
Se acabó de comer. Se despidie­
ron los amigos y bienhechores.
Doña Dorotea y el superior invita­
ron entonces a las Hermanas a
dar un paseo por la huerta y el vi­
ñedo de la casa de los Talleres.
Luego, entraron en la capilla para
hacer, como de costumbre, la vi­
sita al Santísimo Sacramento.
Aun no la habían terminado,
cuando entró doña María Jesús,
la hija mayor de doña Dorotea.
«Mamá — le dijo— , todo está a
punto. ¡Que vengan!» (Ibid.).
Se fueron a la torre de verano
que, allí mismo, al otro lado de la
carretera de Sarriá a Barcelona,
poseía un yerno de doña Doro­
tea, don Narciso Pascual de Bofarull. Este la cedía, por un mes. a
las Hermanas. Can Pascual fue
la morada, provisional, de la pri­
mera comunidad de las Hijas de
María Auxiliadora en nuestro
país. En ella quedaron alojadas la
tarde del jueves 21 de octubre de
1886. Estaba situada en la actual
Plaza Aríós y desapareció entre
los años 1940 y 1941.
A las pocas horas, una criada
de la casa Serra traía a las Her­
manas lo necesario para cenar.
Cenaron solas, sin ruidos, en la
intimidad. Al día siguiente, de
mano de doña Dorotea, comenza­
ron a dar los primeros pasos por
aquella tierra que les había toca­
do en suerte...
RAMON ALBERDI

ZARAGOZA; Madre Marínella Castagno, actual sucesora de madre
Muzarello, vino este año a España
y estuvo con las aspirantes de Zara­
goza.

8

jóvenes

750 JO VENES
DEVO LVIERO N LA VISITA
A DON BOSCO
Catorce autocares: de Sevilla, de Córdoba, de Madrid,
de Valencia, de León, de Bilbao y de Barcelona; y más de
750 jóvenes mayores de 17 años emprendieron su peregri­
nación a los lugares salesianos. Primero, los de la Ciudad
Condal; luego, los de Turín. Sólo con un objetivo princi­
pal: devolver la visita que san Juan Bosco hizo a nuestro
pueblo hace cien años, y celebrar el centenario de la veni­
da de las primeras Hijas de María Auxiliadora a España.
Para comunicar estas vivencias me he puesto al habla
con Alvaro Ginel, director de «Proyecto Catequista» y uno
de los animadores del Campobosco. «La realidad y sólo la
realidad — nos dice— supera todos los triunfalísmos de
palabras y adjetivos». Pero vayamos por orden.
«iVAMOS, DON BOSCO!»
—Ante todo, ¿qué es eso del
Campobosco?
—El Campobosco nació en
1981, animado por la Delegación
N a c ío ^ Salesiana de Pastoral
Ju'iíerMl. Fue una iniciativa para
í^etebrar el centenario de la llega­
da de los Salesianos a España.

Se reunieron jóvenes de todas las
Inspectorías en la acampada de
Moherr^ando para estudiar y asi­
milar la espiritualidad de don Bos­
co. La exp^rienda pareció intere­
sante y, desde esa fecha, se han
ido cel^xando Campdx>scos a
nívd riadonal e inspectcxial, sien­
do éste del 86 el tercero a nivel
nacional.

— Y queríais beber la espiritua­
lidad de don Bosco en sus fuentes
de origen.
— Naturalmente. Hemos ido a
ver y a meditar la figura de don
Bosco en los mismos lugares que
le vieron nacer y realizar la funda­
ción de la Familia Salesiana. Re­
cuerdo las palabras que nos dijo
don Basilio al salir; «Adiós, que
os vaya bien y enamoréis a los
jóvenes
con
“ tante
belte
cose” ».
— Y los jóvenes han vuelto ena­
morados.
—Todos nos hemos contagia­
do. Desde que salimos de nues­
tras Inspectorías nos daba la im­
presión de que el mismo don Bos­
co venía con nosotros. Imagínate
que el «lema» repetido obsesiva­
mente era el «Vamos, don Bos­
co», cantado y rezado y reflexio­
nado.
— ¿No os daba miedo de esta
«aventura»?
— Ya lo creo que sí. Pero, des­
de un principio, la pusimos en ma-

De Barcelona a Turín: en Martí-Codolar tuvimos una concelebración
eucarística, presidida por el Inspec­
tor de Barcelona.

nos de Dios. Inolvidable una con­
versación con los organizadores.
Valentín, el Delegado Nacional de
Pastoral Juvenil, lo confesó: «Es
una verdadera aventura. Vamos a
ponerla en manos de Dios y a
confiar. Todo va para mejor». Y
así fue. Al final, uno de los chófe­
res que desconfiaba de los jóve­
nes, mostró su entusiasmo; «Fir­
maba con vosotros para todo el
verano». Y. efectivamente, la or­
ganización otorgó a los jóvenes la
medalla de honor por su compor­
tamiento ejemplar.

EN BARCELONA
Alvaro habla de Barcelona
como del punto de partida. «Allí

nos citamos todos para salir en
plena sintonía».
— Recogisteis las primeras im­
presiones, ¿no?
—Aunque todo iba bien planifi­
cado, los animadores charlamos
con los jóvenes. Todos iban con
una ilusión fuera de serie. «Yo no
sé lo que espero del Campobosco, pero sé que es algo grande.
Guardo la esperanza de que el
encuentro con los lugares salesianos sea para mí una experiencia
inolvidable», confesaba uno de
los muchachos. «Esto es algo así
como lo de un enamorado: vamos
a ver los lugares de la persona
que queremos», decía otro.
—¿Qué hicisteis en Barcelona?
—El día 20 lo dedicamos a re­
correr los lugares que don Bosco
visitó en Barcelona: Can Prats, La
Merced, la Iglesia de Belén, el Tibidabo. Fue una jomada inicial
presidida por una idea de fondo;
el sueño misionero de don Bosco,
en el que se ve el pon/enir de la
Congregación. Ramón Alberdi
nos dio la perspectiva histórica, y
don Carlos Zamora, el Inspector,
nos lanzó al descubrimiento de
don Bosco en la concelebración
eucarística de Martí-Codolar.
—Buen comienzo.
—Más. El mismo don Carlos
Zamora añadió dos ideas imporI BECCHI: Casita donde vivió don
Bosco: aquí pensamos en los oríge­
nes de todo lo salesiano.

tantes: «Sois gente con vida, con
ilusión; por eso, en las fuentes salesianas encontraréis ilusión y
vida. En el Campobosco sólo se
necesita una cosa: entender la
gracia de Dios en don Bosco y
enamorarse de él».
—Sabemos que el Campobos­
co ha comprometido a los mucha­
chos en el estudio, en el trabajo,
en las privaciones. Dinos algo de
eso.
— Por ejemplo, Jordi, un chaval
burgalés, que hizo el recorrido
Burgos-Barcelona en bicicleta,
pasando las noches en los par­
ques de ciudades y pueblos. Mari
Mar, una chica de Alcalá, que re­
nunció a ir de turismo a Italia y a lo
grande, para venir con los del
Campobosco. Por otra parte, han
hecho esfuerzos de voluntad y
económicos para poder sumarse
a la aventura.
— Entonces, se vivía el entu­
siasmo juvenil.
— Imagínate que al salir del tú­
nel de Fréjus y encontrarnos en
tierra italiana hubo un aplauso infi­
nito (creo que duró casi cuatro mi­
nutos, contados por mi reloj). To­
dos coreamos y machacamos la
frase: «Don Bosco, colega, lo tuyo
sí que pega». Fue un martilleo
que duró muchos kilómetros.
—Y junto al entusiasmo la se­
riedad.
— Uno de los jóvenes me confe­
só: «Nunca me sentiré bien en el
Campobosco, porque me hace re­
flexionar mucho. Me planteo co­
sas, me salgo de lo que vivo. Aun­
que cante, siempre pienso en lo
serio de la vida».

EL IMPACTO
DE «1 BECCHI» Y DE CHIERl
El día 22 de julio, dice Alvaro,
fue el día fuerte, después de las
catorce horas de autocar del día
anterior, y sin paradas turísticas.
— La Casita de don Bosco im­
presionaría a los jóvenes.
—Los jóvenes se maravillaron.
Pasaron por grupos y meditaron
el sueño de los nueve años en el
mismo prado del sueño. Era una
experiencia sobrecogedora. Cada
Inspectoría dejó un árbol planta­
do: ártx)l que representa vida y
que es futuro en la medida que
prende y se ahor>dan las raíces.
Allí tuvimos la celebración peni-

jovenes
tendal. Fue un momento de en­
cuentro con la gracia y los sacer­
dotes presentes fueron testigos
de las interrogaciones vocacionales de los jóvenes. Podemos decir
que don Bosco habló a muchos
jóvenes desde su pueblo natal, y
los interpeló con una profundidad
no común.
—Creo que la imagen de Cristo
resucitado del Templo a don Bos­
co cautivó a los muchachos.
— Es impresionante. Todos lo
comentaban. Allí celebramos
también la Eucaristía, presidida
por don José Antonio Rico. En I
Becchi descubrimos que don Bos­
co no deja indiferentes a los jóve­
nes y que su carisma tiene fuerza
para atraer. Y de I Becchi nos vini­
mos con un bello recuerdo: don
Scotti, el rector del Templo, nos re­
galó un saquito de aquella tierra
como símbolo de nuestro encuen­
tro con don Bosco en los lugares
de su infancia.
— Sigue.
—El día 23 lo dedicamos a
Chieri, el lugar de la juventud de
Juan Bosco. Vimos también los
entornos de la ciudad, la granja de
los Moglia donde nos recibieron
con cariño y con paciencia, ya que
los 70 grupos del Campobosco
pasaron por la habitación donde
murió el Santo.
— Más cosas.
—El Café Planta, lugar donde le
tocó dormir al joven Juan Bosco
fue muy significativo. No se imagi­
naban cómo un chico de su edad
hubiera tenido que pasar una ju­
ventud tan dura. Una cosa era
leer y otra ver el agujero en que
dormía. Alguien exclamó cuando
se le explicaba la vida: «Se me ha
atragantado este helado». Tam­
bién nos impresionó el altar de la
Virgen de las Tres Gracias, donde
Juan Bosco decidió su vocación.
—Y una anécdota.
—Sí. «Lo que más me ha im­
presionado de i Becchi, cuenta un
chico, es la anécdota que oí: que
don Bosco debía tener una sotana
más fuerte para que se colgaran
de él». Así se lo dijo san José Be­
nito Cottolengo. ¡Y qué sotana
debe tener, porque yo también me
siento colgado de él...»
Otras manifestaciones juveni­
les: «Al ver y vivir esto, se acre­
cienta la figura de don Bosco».
«La lectura impresiona, pero aquí
lo vives y sientes algo especial».

EN EL CORAZON
DE LA OBRA
SALESIANA
—Claro que el centro de la pe­
regrinación era Turín-Valdocco.
Aquí dejo a Alvaro que se de­
sahogue. Mejor no cortarlo con
preguntas obvias. No es necesa­
rio decírselo y empieza a hablar.
— En Valdocco nos esperaba el
Rector Mayor para compartir con
nosotros el día. Esto impresionó a
los jóvenes, que comentaron:

«Este sí que es como don Bos­
co». Don Egidio se mostró cerca­
no, simpático, optimista, alegre de
estar al lado de los jóvenes. Resu­
mo sus palabras de acogida: «To­
mad conciencia de dónde esta­
mos: Un lugar-escuela de santi­
dad juvenil. Aquí se aprende a ser
amigo de Dios en el cumplimiento
de los deberes diarios. La santi­
dad para un joven de hoy no es
Estos son nuestros chóferes y auto­
cares, ante el Templo a don Bosco
en su casita natal.

i
«1^

r

i

Qué bien se estaba en Mondonio,
junto a la casa de santo Domingo
Savio.

municó lo que ha de ser el año 88
para la Familia Salesiana.
— Pero ¿esto qué es?, ¿qué ha­
béis hecho los españoles? ¡Esto
es un ensayo de lo que debe ha­
cerse en el 88!, decían los Sale­
sianos de Turín.

EN TURIN
Y EN MORNESE

otra cosa que “ la presencia de
Dios en nosotros". Una presencia
que se manifiesta en actitudes,
maneras de pensar y actuar: fe,
esperanza y caridad; la esperan­
za, sobre todo, para la juventud.
La esperanza se manifiesta, so­
bre tcKlo, en el entusiasmo por
una vocación: la vida vista como
vocación, es decir “hacer el bien”
y “ no pasarlo bien". O sea, saber
emplear para los demás todo lo
que se tiene».
— La entrada en la Basílica fue
sobrecogedora. Los jóvenes rom­
pieron toda programación y ellos
mismos se presentaron a la Vir­
gen y a don Bosco. De pronto em­
pezaron todos a cantar a la Virgen
y, al terminar, dieron un aplauso
que duró casi cinco minutos, con
gritos impresionantes de «Viva
María Auxiliadora» y «Viva don
Bosco». El Rector de la Basílica
comentó: «Esta espontaneidad
nace del amor; esto es maravillo­
so». Y les dirigió un saludo: «Salesianos y Salesianas os damos la
bienvenida. Nada será igual que
antes, ni para la Basílica ni para
Junto al pozo de Momese, primera
casa de las Salesianas. entonamos
unas canciones.

vosotros. Iréis más enfervo­
rizados después de haber es­
tado en esta Iglesia, Madre
de la Congregación Salesiana. Basta guardar silencio para
descubrir su secreto. Aquí se
sienten las voces de don Bosco y
de los chicos que cantaban y re­
zaban. La Virgen os quiere y mu­
cho...»
— Podrían hablar también las
32 páginas que los jóvenes deja­
ron escritas en el libro de la Basíli­
ca; y los altares de don Bosco, de
Domingo Savio y de madre Mazzarello, siempre repletos de jóve­
nes sumidos en profunda oración.
—También podrían hablar la
capilla de San Francisco de Sa­
les, y la capilla Pinardi, y las habi­
taciones de don Bosco.
—Los salesianos de Valdocco
también se deshacían en alaban­
zas. Los jóvenes españoles les
habían cautivado: sabían rezar y
bailar y hacer silencio y estar en la
procesión de antorchas de las
doce a las dos de la madrugada
rezando y cantando el rosario.
—En la Basílica dejamos nues­
tro óbolo; cada Insp^toría llevó
una estautita de la Virgen. Inolvi­
dables las «buenas noches» del
Rector Mayor, en las que nos co­

Después de pasar el día 24 en
Valdocco, a ver otros lugares de
Turín ¿no es cierto?
— El día siguiente fue más va­
riado. La anécdota más simpática
es la que tuvo lugar en la sacristía
de la Iglesia de San Francisco de
Asís. Para recordar el encuentro
de don Bosco con Bartolomé Garellí nos salió a todos los grupos
un espontáneo silbido de lo más
espantoso y estridente. ¿Sabes
silbar?, le preguntó el Santo a Garelli. El chaval sonrió. Ahora que si
nos lo llega a preguntar a noso­
tros, la respuesta habría sido ful­
minante. En honor al ongen de la
Obra Salesiana silbamos todos el
«Salve, don Bosco santo». Fue
harto simpático. Claro que, des­
pués, hicimos cuatro minutos de
absoluto silencio y de meditación.
Sería para compensar la santa
gamberrada.
—^También veríais el altar del
Santo Angel, donde celebró don
Bosco su primera misa.
— ¿Cómo no? Y los diversos si­
tios de la odisea del Oratorio y de­
más centros salesianos.
— El día 26, a Momese, a la
Una de las cosas que más nos im­
presionaron fue el gigantesco Cris­
to resucitado que preside el Templo
de san Juan Bosco alzado sobre el
lugar en que nació el Santo.

En la Basílica de María Auxiliadora
de Turín recordamos tanta historia
saiesiana y rezamos con fervor.

cuna de las Hijas de María Auxi­
liadora.
—Allí celebramos los cien años
de las Salesianas en España. Nos
acompañó don Vecchi. En la ven­
tana de la Valponasca fuimos invi­
tados a abrir ventanas y a descu­
brir nuevos horizontes de salesíanidad y espiritualidad juvenil.
En este momento, Alvaro me
entrega el cuaderno «Guía de
ruta». Lo abro y me encuentro con
las páginas de los mensajes del
Rector Mayor y de la Madre Ge­
neral. «Llegad cantando, con ale­
gría, con corazón en fiesta. Don
Bosco espera la simpatía cristia­
na de vuestra sonrisa. ¡Que todo
el mundo se dé cuenta que devol­
véis la visita a un gran Amigo!»,
les dice don Egidio a los jóvenes
españoles.
Y madre Marinella: «A los cien
años de la venida de las H.M.A. a
España, estáis aquí para descu­
brir el secreto de aquellos corazo­
nes que sintieron como don Bos­
co el atractivo de la juventud del
mundo entero... Es Jesucristo el
que ha cambiado las viñas de
aquellas colinas por el vasto cam­
po del mundo, el que ha multipli­
cado a centenares los colegios
para una incalculable juventud,
i Es para vosotros la herencia!
Sed generosos con don Bosco,
como María, y la juventud espa­
ñola sentirá la fuerza arrolladora
de vuestros corazones misione­
ros».
— ¿Tristeza a la vuelta?
—Todo lo contrario. Nos queda
un recuerdo inolvidable, una vi­
vencia profunda que, en opinión
de todos, dejará honda huella.
—Y una gratísima impresión en
todas partes.
—Ya k) he dicho: por la organi­
zación, perfecta en todos sus de­
talles. En este sentido, hay que fe­
licita a la Inspectoría de Barcelo­
na. Por la profurxlidad de los con­
tenidos, por la alegría conjugada
con el recogimiento.

ALGUNAS LECCIONES
Alvaro habla d e^acio . Cuando
quiere subrayar algo importante,
reitera las p^abras y adquiere un
aspecto serio. Aíxxa quiere reca­
pitular esta experier>da pastoral y
sacar unas condusk>r>es.
—La primera es que don Bosco
atrae a los jóvenes. Pero, al mis­
mo tiempo comparan su espíritu

con el de sus Salesianos. No está
mal este sentido crítico de la vi­
sión juvenil.
—La segunda es que los jóve­
nes del Campobosco tienen pro­
fundidad, saten hacer oración y
silencio: saben meditar. Los que
lo hemos vivido venimos admira­
dos de la calidad de estos jóve­
nes. No nos extrañemos de que
en Italia se esté poniendo esta ex­
periencia del Campobosco como
algo a imitar, algo que ha hecho
hablar y que ha sorprendido a to­
dos.
—La tercera es que nos han
acompañado tres Superiores del
Consejo General. El Rector Ma­
yor, don Vecchi y don José Anto­
nio han sido testigos de lo que
han realizado los jóvenes. Pero su
presef>da ha dado altura e impor­
tancia a esta per^rinación. la pri­
mera en la historia con estas ca­
racterísticas.
—El entusiasnx) de los jóvenes
por don Bosco ha contagiado a
los mismos Salesianos, y es la
cuarta condusión. Ur>o decía:
«Yo estuve antes por estos mis­
mos lugares y pasé como las go­
londrinas. No me decían nada.
Pero estos jóvenes me han tum­
bado. Me han hecho \nbrar de
nuevo por don Bosco. y eso que
soy un témpano».
—Rrialmente. hay que dar un
aplauso espedal a la Ddegación

Nacional de Pastoral Juvenil por
atreverse a organizar un encuen­
tro de tales dimensiones: por la
imaginación para entusiasmar a
los jóvenes por don Bosco y por la
maravillosa organización en todos
sus detalles.

Pregunto a Alvaro si tenía la pe­
regrinación algún matiz vocacional. Y me responde:
— Directamente no. Pero no se
puede ir a las fuentes sin que se
plantee a muchos la pregunta vocacional: El resto ya no cae en
nuestras manos, sirK) que es cosa
de la gracia y de la libertad perso­
nal.
Y me cuenta otra anécdota pre­
ciosa:
— UrK) de los jóvenes se acercó
a mí para decirme: «Don Bosco
me da miedo; me puede pedir
algo. Enfrentarse a la verdad es
duro y difícil». Y rompió a llorar.
—Sí. Alvaro amigo, hasta la fe­
cha estamos más que seguros de
que María Auxiliadora y don Bos­
co han sido los grandes medios
por los que Dios ha realizado la
salvación de nuestros jóvenes.
¡Enhorabuena por todo! ¡Y que se
repita la experiencia!
RAFAEL ALFARO

13

1-16 t

f

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tafKiA

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4

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y f.

j
Pilar y Angeles, en pie de
vuelo a Túnez, en el aero­
puerto de Barajas.

TERMINAN EL MAGISTERIO
Y MARCHAN A TUNEZ
LA ESCUELA UNIVERSITARIA «DON BOSCO» EN EL CENTENARIO
DE LA VENIDA DE DON BOSCO A ESPAÑA, EN EL PROYECTO
AFRICA
26 de agosto de 1986. La
Escuela Universitaria Don
Bosco de Madrid vivió con
gozo profundo un aconteci­
miento que se sitúa dentro del
Centenario de la venida de
don Bosco a España y del
Proyecto Africa: despide en
Barajas a dos Antiguas Alumnas: M.“ Pilar Torrero con la
especialidad de Filología fran­
cesa y el curso de adaptación
en la Universidad Compluten­
se de Madrid, y a M.* Angeles
Baena, recién terminada la
especialidad de Preescolar. El
hecho responde a la invitación
lanzada por la Superíora Ge­
neral de las Hijas de María
Auxiliadora, madre Marinella,
14

en su visita a España; pidió
fuerzas jóvenes, dos maes­
tras para colaborar en la últi­
ma fundación abierta en Tú­
nez: Menzel Bourguiba. Esta
Escuela acoge 420 alumnos,
distribuidos en maternales,
elemental y profesional. La or­
ganización de Preescolar así
como la enseñanza del fran­
cés a los niveles superiores es
la tarea recomendada a María
Angeles y María Pilar. Y algo
muy importante se espera de
ellas: actuar y orientar en la
pedagogía del Sistema Pre­
ventivo de don Bosco. Ellas
dos son las pioneras en esta
aportación. Sus respectivas
familias han apoyado y alenta­

do. Los padres Blancos, Aure­
lio y Donaire han facilitado
cordial y desinteresadamente.
Nuestra felicitación y agrade­
cimiento a todos.
La Escuela cuenta con la
generosidad de los jóvenes y
espera su respuesta para se­
guir esta tarea en otras nacio­
nes. Promocíonar al hombre
con el carisma de don Bosco:
«la bondad hecha sistema».
Este es el objetivo del Volun­
tariado Salesiano.
Para información:
Escuela Universitaria
«DON BOSCO»
María Auxiliadora, 9
28040 MADRID

voluntariado

QUE VALIENTES!
Me siento inmensamente feliz
al tener la oportunidad de hablar
de dos personas tan extraordina­
rias como son Angeles y Pilar.
Con su carrera de Magisterio
recién terminada, no han mostra­
do su auténtica vocación de edu­
cadoras al tomar la decisión de
irse durante un año aTúnez como
maestras, cooperadoras, etc... en
un ambiente de formación huma­
na y cristiana pero totalmente
desconocido para ellas debido a
la diferencia de costumbres,
ideas, etc. Sin embargo, ellas, do­
tadas de un gran espíritu de iucha
y de una gran voluntad, han deci­
dido que su verdadera misión y la­
bor como maestras salesianas y
seguidoras de don Bosco, era
ayudar a crecer y madurar a esos
niños, colaborar en la construc­
ción de un mundo más solidario,
más justo, lleno de paz, etc.
Todos sabemos que el camino
a recorrer será duro en sus ini­
cios, pero no hay duda de que les
reportará una gran experiencia en
todos los ámbitos: humano, profe­
sional, etc...

María del Pilar Torrero

Es de admirar el compromiso
que han tomado estas dos jóve­
nes. Se han entregado por com­
pleto a un país donde verdadera­
mente hacía falta su presencia, su
colaboración, su esfuerzo y sacri­
ficio.
Han tenido que dejar durante
un año su familia, sus amigos, sus
costumbres, su patria, etc., sin
embargo, ellas no dudaron un
solo instante en darse enteramen­
te a esta situación.
Es de destacar también lo calu­
roso y entrañable que fue la des­
pedida en el Aeropuerto de Bara­
jas. En sus rostros, se podía apre­
ciar la ilusión, el entusiasmo, etc.,
que brotaba de su interior.
También fue vital y decisiva la
presencia del padre Donaire, un
hombre maravilloso, que con su
gran sentido del humor, su sonri­
sa y sus ganas de vivir, fue un
gran apoyo para Angeles y Pilar
en los tristes momentos de la des­
pedida de sus familiares y ami­
gos.
La Escuela Don Bosco se enor­
gullece al tener dos antiguas

UN SALUDO
A los Antiguos Alumnos, alum­
nos, cooperadores, a todos los jó ­
venes nuestro recuerdo en el mo­
mento de salir para Túnez para
colaborar con la Familia Salesiana en hacer realidad la «Civiliza­
ción del Amor«.
Agradecidos a nuestros familia­
res, a la Escuela Don Bosco con­
fiamos en vuestra ayuda, en la
ayuda de todos.
ANGELES y PILAR

alumnas profundamente entrega­
das a su verdadera vocación de
educadoras. Suerte y ánimo. To­
dos os apoyamos.
Una compañera y amiga,
ROSA MARIA MARTINEZ,
Especialidad Preescolar

María Angeles Baena, que también tiene un hermano
salesiano.

■~r ^

15

m

antología

DOMUND’86
19 de Octubre

Los Misioneros, ^
constructores V
dePAZ. k

16

antología



El Misionero, sembrador de paz

El misionero educador para la paz
La imagen de la siembra, de tan arraigado sabor bíblico, se puede aplicar a la acción de los misioneros,
constructores de la paz. En efecto, la paz es una realidad humana que nace del encuentro de lo que Dios
nos da con la acción de los hombres, sostenida por la gracia divina. El quehacer del misionero como trans­
misor del don de D¡os y educador de los hombres en la fe de Jesucristo es compleja y prolongada como la
del agricultor.
Siembra paz el misionero cuando, como Pablo y Apolo en Corínto, evangeliza, planta la Iglesia y cuida
de la formación de los fieles con la conciencia de ser cooperador en la obra de Dios: «Yo (Pablo) planté,
Apolo regó; pero quien dio el crecimiento fue Dios... porque nosotros sólo somos cooperadores de Dios y
vosotros sois labranda de Dios» (1 Cor 3,6-9). En el desempeño de su misión de educador ha de inculcar
en el corazón de los fieles y en la vida de sus pueblos aquellas actitudes que llevan a la paz, es decir a «la
convivencia... ordenada, fructífera y propia de la dignidad de la persona humana». Juan XXIII las compren­
dió maraviilosamente en cuatro palabras: verdad, justicia, amor y libertad.
Las cuatro columnas de ia paz
La verdad inmediata conduce a la paz cuando de tal modo es cultivada que, dejando de lado toda men­
tira y engaño, la conversación entre los hombres es del todo sincera y basada en la verdad. La justicia
aporta el reconocimiento de los derechos recíprocos y de las correspondientes obligaciones, básico para
una paz justa. Todo ello ha de ser vivificado por el amor, de tal modo que cada uno sienta como propia la
necesidad ajena y guste de dar participación amplia de sus bienes. Desde la verdad, la justicia y el amor
«la convivencia entre los hombres tiene que realizarse en la libertad, es decir, en el modo que conviene a la
dignidad de seres llevados, por su misma naturaleza racional, a asumir la responsabilidad de las propias
acciones» (P. in T. 17). ¿Acaso puede enseñarse «el camino nuevo» (Hbr 19,20) prescindiendo de estos cua­
tro grandes pilares del edificio de la paz?
La vida espiritual y la paz
También los objetivos más espirituales de la actividad misionera miran a la paz y la fomentan eficaz­
mente. La contemplación de Dios y la constatación de la grandeza de don salvífico lleva al gozo interior con
su expansión exterior, a ia amabilidad y mesura en el trato con el prójimo, a la oración con acción de gra­
cias. y ai descubrimiento y degustación de «la paz de Dios que sobrepuja todo entendimiento y guarda el
corazón y los pensamientos en Cristo Jesús» (Fil 4,7). Lleva a ser a fondo y siempre «hombre nuevo», que
equivale a hombre de paz. Conviene no olvidar que no hay humanidad nueva, humanidad en paz, si no hay
antes hombres nuevos con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio, capaces de compro­
meterse en la vida y ambientes de sus pueblos (Cfr. EN 18). Estos son los hombres que con sencillez y
perseverancia van sembrando la paz en el mundo entero.



Objetivos del Domund 86

Podemos sintetizar nuestros objetivos del Domund de este año en cuatro puntos:
1. Sensibilizar a todo el pueblo cristiano sobre el compromiso evangélico de construir la paz, con espe­
cial atención a las Iglesias jóvenes que sufren la realidad o la amenaza de la guerra. Así vivir espiritualmen­
te este aspecto de la comunión eclesiai, en virtud de la cual nuestras Iglesias están profundamente vincula­
das con las de los territorios de misión.
2. Comprometemos a trabajar aquí por la paz con nuestra palabra y testimonio, con la construcción de
comunidades recorKíiliadas y con el fomento de la contempladón evangélica que lleva al compromiso mísbrwro pacificador.
3- Crecer en la estima y solicitud por toda la labor que la Igleda realiza donde la evangelización está en
su fase inicial y colaborar con mayor generosidad con los misioneros y las Iglesias jóvenes que anuncian,
testifican, siembran y sirven la paz.
4. Dar a conocer las situaciones conflictivas que se dan hoy en el Tercer Mundo donde mayor es la
pobreza y la injusticia, y por consiguiente más falta hay de verdadera paz. Ayudar a superar estas situacio­
nes con el anuncio y la práctica de la liberación integral evangélica.

17

íX

r.
*

fjQ

^

T j. >-

*i ,

SAN JOSE DEL VALLE

25 AÑOS
DE LA CORONACION DE SU PATRONA MARIA AUXILIADORA
Los vallenses distantes de su poblado recibieron una tarjeta-estampa de esta hermosa
imagen para que pudieran sentirse unidos a tan importante efemérides.
Nadie ha quedado fuera de este círculo festivo: pequeños y ancianos, profesores y
alumnos, músicos y artistas, caballistas y oradores, religiosos y pirotécnicos...
La Comisión de este año ha trabajado con tanto entusiasmo como aquella de 1961...
Todas las «fuerzas vivas» del Valle han arrimado su entusiasmo por la Señora.
Las buenas
ocurrencias...
No había conocido un caso de
logorrea como el de un salesiano
de nuestra inspectoría sevillana
que lleva toda su vida en la misma
casa. Silencio su nombre. El logo*
rreico se dispara desde las tem­
pranas horas mañaneras y no
cesa de hablar hasta que el sueño
k) vence. Produce risa, lástima,
pasmo, melancolía. Al menos a
mí...
Pero la de Jesús González
Luis, director y párroco de San
José del Valle (Cádiz), no es la lo­
gorrea que padece el que anda
como venático y barrenado... Je-

18

sus habla y habla, allegro con
brío, porque siempre tiene mu­
chas cosas que contarme. Sola­
mente a esta clase de sujetos les
asiste el derecho de tenemos
pendientes de sus doradas histo­
rias. (En su fábrica no existe el
lock-out, el cierre patronal...)
Hemos coíncidi(to en las Bodas
de Plata de un compañero que
deseaba celebrar la fidelidad ma­
trimonial de estos lustros ante la
imagen de María Auxiliadora del
santuario de la Santísima Trinidad
de Sevilla, abiertas todas las bo­
cas del precioso órgano que está
clamando, clamando, por una
puesta al día «en profundidad»,
como dicen ahora...

Mientras llegan los felices cón­
yuges con su esplendorosa plebe,
Jesús me cuenta unas anéojotas
increíbles, como ésas que encon­
tramos en los tomazos de las Me­
morias Biográficas de Don Bosco.
en las que nos asombra la su­
puesta intervención de la Auxilia­
dora. No caben en estas breves
notas p>ara el Boletín pero algún
día y en algún sitio tendré que pu­
blicarlas.
Enseguida les digo que el mes
de mayo p)a^do fue como una
gran explosión festiva de San
José del Valle p>ara celebrar los 25
años de su Virgen Coronada, Patrona del px)blado. ¿Qué se creen
que se le ocurrió a nuestro párro-

actividades
Banderas y faralaes, palmas y vivas,
plegarías y gozo común para la Pa­
traña que cumple 25 años de su Co­
ronación...

o

co? Mandar una tarjeta-estampa
de esta hermosa imagen a esos
valienses repartidos por docenas
de rincones del mapa español y a
otros que tratando de apañar un
companage más reconfortable
emigraron bajo cielos más extra­
ños. ¡Qué buena ocurrencia!
¡Cómo habrá soiprendido a estas
plantas, desarraigadas por la ne­
cesidad, recibir el fresco rocío del
lejano cielo del Valle!... Porque la
celebración maríana de San José
del Valle, que ha copado las prin­
cipales fechas del mes de mayo,
ha estado llena de buenas ocu­
rrencias...

Aquel 22 de octubre
de 1961
El curso 1961-62 contaba San
José del Valle con 51 novicios
(¡¡en el anterior habían llegado a
81!!), más 121 estudiantes de filo­
sofía y 17 salesianos en la mesa
presidencial...
Ya se figuran la alegría que re­
corrió el poblado cuando el res­
cripto pontificio, que firmaba el
cardenal Cayetano Cicognani,
anunciaba el oficial patronazgo de
la Auxiliadora.
El obispo de Cádiz-Ceuta, don
Tomás Gutiérrez Diez y el alcalde
de Jerez, don Tomás García Pi­
queras y señora —tan queridos
de los salesianos— protagoniza­
ron la ceremonia. Autocares y au­
tomóviles de Arcos, Jerez, Puerto
Real, Cádiz. Campano, Algeciras.
Marbella, Sevilla... engrosaron el
número de amigos de la Familia
Salesiana que se unieron al ponti­
fical. a la Coronación, al estruen­
do de la cohetería...
Al cabo de 25 años, aquí ha tra­
bajado todo mico para recordarlo
como merece: el Ayuntamiento lo­
cal, Salesi^Kts e Hijas de Marta
Auxiliadora. Asociación de Padres
de Alumnos, Antiguos Alumrx>s
SalesiarKjs, Centro Juvenil, Cole­
gio Público «Ernesto Olivares»,
Hermandad de Cristo del Amor,
Adoración Nocturna, Grupo de
Catequistas. Grupo Scout, Aso­
ciación de Vecinos, Asociación de
María Mixiliadora, todos capita­
Es imposible frertar esta alegría ju­
venil que berte su expresión más esporrtánea en esas «sevillartas» a la
Virgen.

neados por el gran motor entu­
siasta de las «movidas» vallenses, Paco Pineda. Las cosas
como son. Y ya queda dicho,
como es deseo expreso del párro­
co...

Del papel
a los hechos...
El cartel anunciactor y el pulcro
folleto editado con motivo de esta
fecha irrepetible han sido un ex­
ponente de la actividad desplega­
da en tomo a Ella...
—Puedo asegurarte que la Co­
misión que ha trabajado en este
mayo de 1986 no ha desmerecido
de aquella otra que los hermanos
párrocos, don Jesús y don Joa­
quín Ruiz íriarte, animaron en
1961...

Don Tomás Gutiérrez Diez, obispo
de Cádiz y Ceuta, preside la ceremo­
nia junto a don Tomás García Figueras, alcalde de Jerez, el 22 de octu­
bre de 1961.

Nadie ha escapado de este mariano círculo festivo que se ha ido
estrechando durante siete días no
consecutivos del mes mariano:
los pequeños y los ancianos, los
profesores y los alumnos, los mú­
sicos y los artistas, los caballistas
y los cantantes y los oradores y
los pirotécnicos...
—La mejor convivencia ha sido
el clima de estas fiestas. Comen­
zamos con el homenaje a los más
viejos del lugar, esas personas
que han tocado con propia mano
el progreso de este poblado, se­
guimos con una fiesta especial-

Monseñor Dorado Soto, obispo de
Cádiz, en las confirmaciones del pa­
sado mes de mayo.

mente escolar donde hubo paella
para todos (padres, hijos, profeso­
res. religiosos...) juegos diverti­
dos. diapositivas «históricas»,
conferencia, teatro. Eucaristía...
Los salesianos recibieron esta
parroquia en 1925 y hasta 1954
no abandonaron sus cuidados.
Diez años después se vuelve a
las andadas, hasta la fecha. Des­
de 1981 se afana por quí todo lo
que puede Jesús González... De­
jémosle explayarse...
— Este año hemos estrenado
pregóní don Emilio Rivelott fue el
orador, un jerezano ilustre que
rayó a gran altura. La nota musi­
cal la puso con una maestría insu­
perable el Orfeón Portuense que
dirige en cuerpo y alma el jesuíta
Diego Casares. Y asómbrate: no
solamente se han llenado locales
hasta los topes en los distintos ac­
tos que se han ido oruan/zando.
También se llenaron dos autoca­
res con participantes a la XIX

Asamblea General de María Auxi­
liadora en Mérída. De San José
del Valle a Mérída contabiliza kiló­
metros...
Un amigo de la Familia Salesiana conoce lo que es una novena
de María Auxiliadora por estos
pagos andaluces... En el Valle no
han faltado ni primeras comunio­
nes ni la presencia episcopal en
las confirmaciones ni el anuncio
callejero la víspera del 24 con
bandas musicales y banderas,
muchas banderas, cincuenta gi­
gantes y cabezudos y complacida
chiquillería. El lenguaje de la fies­
ta se entiende en chino, en japo­
nés y en cumanagoto...
—El día 24 de este año coinci­
dió con un sábado. No hay algo
tan hermoso como un pueblo en
fiestas. Aquí todo se sumaba al
regocijo general: la feria de la Patrona, los vallenses llegados de
fuera, la explosión juvenil de cada
plaza o cruce de calles con chicas

bailando «sevillanas», las palmas
de la gente, los vivas a la Virgen,
los pañuelos, la plegaría del con­
junto rodero, los fuegos artificia­
les que esta vez llegaron expresa­
mente de Motril... Al atardecer de
este mayo primaveral y luminoso,
nuestra Patrona ha recibido pro­
cesionalmente un homenaje que
dudo si volveré a conocer en otro
24 de mi vida salesiana...
¡Cuánto movimiento estimulan­
te alrededor de la fecha del 24 de
mayo!... Concursos escolares, ex­
posición de fotografías, adornos
de ventanas y balcones, rosarios
al amanecer, y hasta las voces de
los seglares muchachos de la
«Tuna Universitaria Nevalo» de
Córdoba...
— Pero sobre toda la gran ver­
bena. Fue el último día, 31 de
mayo, sin que fuera obstáculo
para que el día anterior el Valle hi­
ciera acto de presencia nada me­
nos que en el III Congreso Nacio­
nal de María Auxiliadora celebra­
do en Barcelona. Carrozas, caba­
llistas, lucimiento de faralaes y
mantillas, castañuelas y guitarras:
todo un colorista y excepcional
acompañamiento para la imagen
de la Patrona vállense acaparan­
do desde su carroza ataviada con
gusto y sabor únicos las miradas y
las plegarías de todos... Este ano
la Eucaristía, allá arriba, al pie del
monte de la Cruz, fue celebrada
contando con la sabiduría flamen­
ca de «El Perro de Paterna» y de
su hijo al tiempo que le eran ofre­
cidos a la Señora los pequeñines
nacidos en este año. La noche vá­
llense termina con baile, música,
conjuntos, fuegos, y el «bar esme­
rado» que los Padres de Familia
han dotado de excelentes sorpre­
sas para aliviar la sed y entretener
la gazuza...
Pues pongamos punto final.
Porque las fotografías bien mere­
cen su espacio privilegiado aun­
que. como ocurre con írecuerrcia.
nos asalte la duda a la hora de
elegidas.
Ea, Jesús, ahí llevas ese men­
saje mariano de «tu pueblo» de
San José del Valle para que todo
el mundo k) sepa, hombre...
JUAN MANUEL ESPINOSA

primer plano

MUCHAS GRACIAS,
DON HILARIO
El pasado 1 de agosto se nos fue al
ciek) don Hilario Santos. Provincial de
la Inspectoría S^esiana de San Fran­
cisco Javier, con sede en Bilbao. Tenía
44 años y había sido nombrado Ins­
pector el F>asado curso. Una enferme­
dad implacable, descutMerta en mayo,
lerm irxi con su vida en pocos meses.
Una vida breve, pero intensa, que ha
hecho realidad las palabras de la Sabi­
duría: «Maduró en pocos años, cum­
plió mucho tiempo».
Marcado desde niño con ^ sello salasiano, errtró a los nueve años en el
Colegio María Au»líadora de Sala­
manca donde sintió también la llamada
para hacerse saiesiarx). Profesó en
Mohemando en 1958 y recibió la orde■lación sacerdotal en Salamanca en
1968. Estrerw su sacerdocio en Bilhao-Oeusk>, donde también realizó los

estudios universitarios obteniendo ^ tí­
tulo de Licenciado en Cierx^ias Quími­
cas. Trabajó durante cuatro años en el
Centro de Estudios de Rentería-Alza,
donde supo ganarse a los jóver>es en
una situación verdaderamente difícil
por los momentos políticamente con­
flictivos de entonces.
Postenormente pasó seis años en el
semiriario salesiano de Umieta, desempeñarKk)
cargos de Coordina­
dor de Estudios, Vicario y Director. En
1983 fue des&nado a Pam plor^ en
unas drcunstarxáas muy delicadas
para el Colegio, al haberse suprimido
el convenio que había con la Diputa­
ción F o i^ . Dos años breves porque en
1985, después de consultar a los Salesiarxrs de la Inspectoria, el Rector Ma­
yor lo nombra Inspector Pixmncial de
dibao.

Preparaba con ilusión las bodas de
plata de la Inspectoría para el 24 de
mayo pasado, pero el día 20 del mis­
mo mes tiene que someterse con ur­
gencia a una grave operación, de la
que ya no se recupera. V fallece el 1 de
agosto.
Don Hilario es un salesiano de una
pieza; hombre de Dios entregado sin
reservas al servicio de los jóvenes y de
los hermarros. Todo lo realiza con sen­
cillez y transparencia, con profunda se­
renidad. Infunde alegría y confianza. A
su lado se trabaja a gusto, se está con­
tento. «Bueno; bien dotado; activo;
de gran valor; será capaz de hacer
m ucho bien», dicen las fichas de su
época de estudiante de Teología.
Con responsabilidad y amor pastoral
se entrega al cumplimiento de sus dife­
rentes cargos, sin pedir ni rehusar nin­
guno de los que se le ofrecieron, a pe­
sar de las dificultades que implicaban.
Y ios ejercía con la mayor sencillez y
con espíritu de servicio. Por eso se
granjeó la simpatía y el aprecio de to­
dos.
Pero la cátedra desde la que ha en­
señado la profundidad de su alma ha
sido el sufrimiento. En dos meses y
medio sufrió hasta cinco operaciones
seguidas sin quejarse. « J ^ á s dijo un
“ ay” . Todo su cuerpo era una llaga, lle­
no de drenajes y tubos y, cuando se le
preguntaba en las visitas cómo se en­
contraba. siempre respondía “ bien",
“ mejor"».
Una hennana salesiana que le visi­
taba frecuentemente dice de él; «Le he
visto sufrir en paz». La víspera de las
ordenaciones de los sacerdotes de su
Inspectoría les escribió una postal y
manifestaba sus rasgos de aceptación
y abandono preciosos. Tenia muy asu­
mida y aceptada su enfermedad. Sin
embargo, las dos últimas noches fue­
ron de verdadera prueba: «Se me par­
te la espalda, siento dolor, debilidad,
miedo; el silencio de Dios me produce
tristeza», decía en medio de una asfi­
xia total. El salesiano que le asistía en
el momento de su muerte acaba así su
carta-relato de la enfermedad: «Gra­
cias. don Hilario, porque nos has ense­
ñado cómo tiene que comportarse un
enfermo santo: sin quejarse de nada,
sin pedir nada, sin rechazar nada».
Uno de los doctores que le asistió, el
doctor Prieto, después de haber visto
morir a tantos enfermos, decía: «Hoy
he recibido la mayor impresión de mi
vida».

Gracias, Hilario, por tu vida saíesiarra y por tu muerte aceptada y ofrecida.
Con ertorme generosidad aceptaste
los cargos que puso la obedíertcia en
tus manos. Con esa misma generosi­
dad aceptaste la pasión, la cruz y la
muerte. Ahora esperamos la fecundi­
dad del grano de trigo que muere para
dar mucho fruto. Tu existencia adquie­
re ahora un sentido plerx). Creemos
que al lado de don Bosco podrás cetebrar con mayor dicha las bodas de pla­
ta de tu In^iectoría y continuar sirvierv
do a los Hermanos con la misma senci­
llez a le g re ^ esp^anzadora. Muchas
gracias, don Hilario.

21

las que sobresalen los yanomami y los tucanos,
son sencillas y pobres, pero muy acogedoras y con
hondo sentido de comunidad. Su apertura a la
amistad y a la fe favorece la acogida entusiasta y
generosa del Evangelio. Puede esperarse mucho
más, si logramos los medios para ponernos en co­
municación con ellos.

Escasean los sacerdotes y religiosos
Uno de los problemas más graves de la diócesis
de San Gabriel de Cachoeira es la falta de clero. En
la actualidad el cuidado pastoral de los nueve cen­
tros misioneros y de ios cientos de pequeñas agru­
paciones, que entre sí distan decenas y decenas
de kilómetros, está confiado a diecisiete sacerdotes
(sólo uno es diocesano; los demás son salesianos),
ayudados por unas cuarenta Hijas de María Auxi­
liadora.
«Por eso —dice monseñor de Azevedo— debe­
mos trabajar en el desarrollo de la Iglesia local y del
clero autónomo. Gracias a Dios, las perspectivas
son buenas: tenemos un grupito de aspirantes al
sacerdocio: algunos son indios».

Otro problema: explotación del indio

^

•. r’_



DE AZEVEDO

La falta de clero y religiosos no es el único pro­
blema. Hay más situaciones que requieren decisio­
nes valientes.
«La avaricia de los poderosos y de los aventure­
ros es tan grande, que a toda costa quieren adue­
ñarse de las tierras de los indios y aprovecharse de
su trabajo. Son ya muchas las compañías mineras
multinacionales que pretenden tener el monopolio
en este campo; su peder ya ha cosechado víctimas
inocentes. La Iglesia no ha vacilado en ponerse al
lado de los indios y favorece la creación de asocia­
ciones que reivindiquen los derechos de los po­
bres».

Nuevo obispo salesiano
Pero le anima
el ejemplo de su padre
Es el 133.° obispo salesiano de la historia;
el 73.° de los que viven. Se llama Wálter
Iván de Azevedo. Nació en Sao Paulo (Bra­
sil) el año 1926. El nombramiento, hecho
público el pasado 21 de mayo, lo encontró
trabajando en la preparación del directorio
misionero, obra de la dirección general de
los salesianos.
Tribus pobres, pero abiertas a la fe
Me aleara haber sido destinado a la diócesis de
san Gabnel de Cachoeira —dice el nuevo obispo
coadjutor—, pues así podré seguir viviendo con los
indios.
—Como es obvio no me van a faltar problemas.
Basta pensar en la extensión del territorio; 300.000
kilómetros cuadrados, y una población de 40.000
habitantes, de los que casi el 90% son católicos.
Las muchas tribus indígenas de la zona, entre

22

Tampoco faltan problemas relacionados con la
escuela rural. La necesitamos para fomentar el de­
sarrollo cultural. Otros tienen que ver con la necesi­
dad de crear una liturgia viva, que sea capaz de
aprovechar los valores más significativos de la cul­
tura local.
Pero monseñor de Azevedo no se desanima. Lo
sostiene el ejemplo de su padre, de quien habla
con entusiasmo.
«A pesar de sus ochenta y ocho años — dice— .
sigue escribiendo y trasmitiendo a diario un progra­
ma radiofónico en Sao Paulo. Para él es “la hora
del pensamiento cristiano’'; para la gente es la
“hora del Ave María", por el uso frecuente del nom­
bre de la Virgen, y porque siempre termina con el
rezo del ángelus. ¡Y pensar que la transmisión lle­
va... cuarenta y ocho años ininterrumpidos y con un
dinamismo soiprendente!».
Tal coherencia y fidelidad es para el hijo obispo
un compromiso y estimulo a encarar el futuro con la
misma constancia y fidelidad.
ANS

internacional

YUGOSLAVIA:
ENSEÑANZA RELIGIOSA
Un 60% de la juventud católica estudia la Religión
En una encuesta rápida sobre la enseñanza de la Religión en algunas naciones de Euro­
pa y en Estados Unidos de América, Radio Vaticano entrevistó al salesiano Wálter Dermota, director del Centro Catequístico Salesiano de Liubliana.
He aquí el texto de la conversación, radiada en el diario hablado italiano del pasado 31
de mayo.
Caminando ya hacía el final de
nuestra sintética encuesta sobre
la enseñanza de la Religión, va­
mos a otro país del Este europeo:
Yugoslavia, estado nacido en
1918, y con régimen comunista
desde 1945. Al contrario de lo que
sucede en Polonia, Yugoslavia no
forma parte de la alianza militar
del Pacto de Varsovia, sino que
es una de las naciones fundado­
ras del grupo de los no alineados,
que comprende, sobre todo, na­
ciones del Tercer Mundo. Asoma­
da al Adriático, tiene mayores po­
sibilidades que Polonia de poner­
se en contacto con el mundo occi­
dental.
En Yugoslavia los ortodoxos
son el 48% de la población, los
católicos el 36% y los musulma­
nes el 8%. Los demás son miem­
bros de diversas confesiones cris­
tianas, y hebreos o ateos. La ma­
yoría de los católicos son de len­
gua croata; siguen el esloveno, albanés, húngaro, italiano, eslovaco
y búlgaro. Para la catcquesis hay
que preparar textos en todas esas
lenguas. De realidad tan compleja
nos habla ahora Wálter Dermota,
director de la Central Catequística
Salesiana de Liubiiana.
— Padre Dermota, ¿en qué con­

diciones se desarrolla la enseñan­
za de la Religión Yugoslava?
—No obstante la diversidad de
condiciones históricas, culturales
y religiosas, antes de la segunda
guerra mundial el Estado y la Igle­
sia iban de acuerdo. Había dos
horas semanales de enseñanza
obligatoria de Religión en toda la
enseñanza elemental y media;
era facultativa en las escuelas
profesionales. El nuevo Estado
socialista yugoslavo, después de
la segunda guerra mundial, siguió
la misma línea hasta 1952, cuan­
do se efectuó la separación del
Estado y la iglesia. Entonces
hubo que trasladar la enseñanza
de la Religión de la escuela públi­
ca a las parroquias o a otros luga­
res. A pesar del ateísmo oficial del
Estado socialista, la enseñanza
de la Religión está reconocida en
la Constitución, y puede realizar­
se libremente en todo el territorio
yugoslavo.
No puede hablarse de intromi­
sión del Estado en lo que se refie­
re al profesorado de religión, los
medios empleados y el lugar de la
enseñanza, fuera de algún caso
particular.
Alrededor del 60% de la juven­
tud católica frecuenta la enseñan­

za religiosa. En las grandes ciuda­
des está por el 10%; en el campo
se liega al 95%. Es importante el
hecho de que a la enseñanza reli­
giosa asiste la m ^ o rla de la ju­
ventud católica. En cambio su
participación en la liturgia domini­
cal es mucho más baja.
— ¿Cuáles son las característi­
cas principales de tal enseñanza?
— Las características principa­
les de la enseñanza de la religión
en Yugoslavia son:
1 En todas las lenguas de los
grupos étnicos de Yugoslavia se
dispone de libros de texto. En al­
gún caso de altísimo valor meto­
dológico.
2 ° En lodos los centros de las
diversas r^io n e s lingüísticas
—Zagreb, Liübliana, Sarajevo, Rijeka— se están organizando insti­
tutos, escuelas, cursos de especialízación para enseñanza reli­
giosa. Entre ellos merecen lugar
especial la escuela catequística
de verano e invierno de Zagreb y
la semana de perfeccionamiento
para catequistas, de Liubliana.
3.
® Todos los centros catequís­
ticos disponen de personal prepa­
rado en instituciones de Roma, de
Bruselas o de Munich.
4.
® Gran disponibilidad de ios
seglares para participar activa­
mente en la enseñanza de la Reli­
gión, si hubiera un mínimum de
base económica. La Iglesia yu­
goslava es pobre; no puede per­
mitirse iniciativas que supongan
graves cargas económicas.
5.
® Probablemente se podrían
alcanzar, en el terreno de la evangelización y de la enseñanza reli­
giosa en las escuelas, resultados
mucho mayores si fuera posible
disponer de suficientes medios
económicos.
ANS
El padre salesiano yugoslavo Mirko
Zerjav aprovecha sus excelentes
dotes de prestidigitador para sus
servicios catequéticos.

23

ÜBREVILLE (Gabón): Templo de
San Miguel de N’Kembo, cuyas co­
lumnas son esculturas con escenas
bíblicas.

W\

MSI
ISJ

UN CONGRESO SALESIANO
DE PASTORAL PARA AFRICA
LIBREVILLE: Ahora que tengo un poco de respiro... miro en la car­
peta y me digo, puedo hacer un breve resumen del «Congreso
Salesiano de Pastoral en Gabón» y creo que sin más... allá va.

La iniciativa es muy interesante
y, además, no voy a llevar la con­
traria a los superiores que la han
lanzado y que tan bien ha resulta­
do.
Representando a Benín y quizá
para que fuera más fácil el identifi­
carnos fuimos Jesús Perrero y Je­
sús Argerich. Así ya sabían que
los Jesuses eran del Benín.
Salimos de Cotonou el sábado
17 de mayo a las 23 un poco pa­
sadas. Los hermanos de Coto­
nou, nos sirvieron de taxistas,
etc... Y, después de una hora de
vuelo, llegábamos a Libreville
(Gabón). Allí cuando aún estába­
mos en las formalidades aduane­
ras se nos presenta un hermano,
Henri, quien nos agiliza la entra­
da. Allí mismo vemos a los dos re­
presentantes del Senegal —ve­
nían en el mismo vuelo— . Y des­
pués de los saludos y tal, a nues­
tra residertcia —estamos reparti­
dos en dos o tres sitios—. pues
esperan unos 50 salesianos y sa-

24

lesianas de todo el Africa francó­
fona, incluidos Mozambique y An­
gola y nuestra Guinea Ecuatorial.
El domingo a celebrar la euca­
ristía en una comunidad de mon­
jas de clausura — Clarisas— . Hay
allí entre ellas una argentina y el
resto son nativas. Una misa y una
liturgia muy participada..., anima­
da por ellas con cantos y algunas
danzas sencillas. Es la persona
toda entera quien participa en la
eucaristía, también el cuerpo, cla­
ro está. Acabada, vamos al locu­
torio y allí nos presentamos, las
saludamos... y quedamos en venir
otro día con más refuerzos para
hacer una exhibición del folklore
español. La tarde algunos la eiprovechan para pegarse un baño en
las cálidas aguas ecuatoriales.
Otros aprovechamos para ver la
iglesia de San Míchel. Con un her­
moso pórtico, donde tallado en la
madera que cubren las columnas,
está representada toda o una
buena parte de la Biblia.

Y mientras tanto los participan­
tes van llegando... Nos hemos jun­
tado una O.N.U. salesiana; Ga­
bón, Camerún, Madagascar, Zaire, Togo, Guinea Ecuatorial, Se­
negal, Congo, Togo, Malí, Costa
de Marfil, Angola, Mozambique.
Ruanda, Italia.
El ritmo de trabajo,... ordinario:
Conferencia, trabajo por equipos,
puesta en común.
Los temas:
I. «La juventud en Africa (Zaire)». Presentado por una salesia­
na africana del Zaire. Realidad
bastante cercana a la juventud de
nuestro Benín.
II. «Pastoral de la juventud en
la Iglesia Africana». Presentado
por el delegado de Pastoral del
Zaire. Un salesiano italiano que
lleva más de 20 años en el Zaire.
III. «Modelo práctico de pasto­
ral salesiana». Este ha sido Fran­
cia quien rx)s k) ha presentado.
Sacerdote francés, que lleva ade-

lante una experiencia muy intere­
sante aquí en Africa «Foyer
Abraham». Un centro de acogida
en donde los jóvenes del barrio —
en las afueras— pueden aprender
y hacer casi todo. Un oficio, o pre­
parar unas oposiciones o unos
exámenes o una velada, unos
equipos de fútbol, un lugar para
poder dormir — esperando encon­
trar algo definitivo— , o para co­
mer, una biblioteca... posibilida­
des artesanales... etc.
IV. «Y es don Juan Vecchi
quien nos presentó». Los criterios
de una pastoral salesiana.
V. El provincial del Zaire don
Jean Dingenen, nos presentó
«Los criterios de discernimiento
de las vocaciones». Siendo don
Van Looy quien nos dio una orien­
tación sobre las futuras estructu­
ras formativas en Africa.
Estas conferencias o charlas,
iban seguidas de un trabajo de es­
clarecimiento del tema. Para des­
pués pasar a las cuestiones o pre­
guntas trabajadas en grupos. Es
ahí donde pienso yo, más y mejor
podíamos cada uno de nosotros
expresar y presentar nuestras vi­
vencias, realizaciones, dificulta­
des. etc... La puesta en común
nos abría al abanico de realida­
des salesianas en Africa.
Los intervalos o recreos, nos
permitían seguir abriendo los ojos
a esta realidad tan impresionante,
así como a conocer un poco más
en profundidad la realidad de paí­
ses, lejanos en el espacio, pero
cercanos en la vida. Las activida­
des de nuestros hermanos de An­
gola y de Mozambique con las di­
ficultades del momento político.
¿Y vosotros qué hacéis allí?
Ideas, métodos, compromisos,
manera de llevarlas a cabo. etc.
Y el momento del comedor
—termómetro de nuestro espíritu
de familia, con el consiguiente
rato de fregar los platos— , unos
días, los calvos, otros los que tie­
nen gafas, otros ios gruesos,
otros los delgados, y siempre con
la alegría en el cuerpo.
Por la noche después de la
cena... las diversas naciones, nos
Irrterior de la mism a catedral de la
c a p ^ de Costa de M arñi: vidriera
que representa la lle u d a de los p ri­
m eros evangelízadores.

han ido presentando algo de las
realidades que ellos viven,... sus
inquietudes, actividades,... su tra­
bajo,... su medio y sus gentes,...
Momentos fuertes todos los
días la celebración eucarística...
preparada y animada por un joven
sacerdote camerunés —le ordenó
el año pasado el Papa— y se lla­
ma Gregoire. Cada día hemos
oído una voz y una invitación en el
momento de la homilía, salvo el
día de monseñor de Libreviile que
nos falló el micrófono. El día 24
fue el día que el señor Inspector
de París escogió para hacemos
entrega de las constituciones en
Francés —dicen lo mismo que las
nuestras— .
Hemos tenido presente en la
sesión a monseñor Mve Basile,
obispo gabonés y entre otras per­
sonalidades don Juan Vecchi, don
Luc Van Looy, don Dominique
Britschu (Delegado de Centro Eu­
ropa y del Africa francófona); el
Inspector del Zaire, el de París y
la Inspectora de París.

Vista aérea de ta Catedral de Abidján. A ia derecha, casa episcopal y
víacrucis. A la izquierda, Centro So­
cio-C ultural.

Después de una semana de se­
sión, llegan las despedidas y para
otros el deseo de visitar algo ese
inmenso país. Las comunicacio­
nes son sobre todo aéreas... así
que nos quedamos con las ganas
de ir ai mismo ecuador para ver si
en un lado de ia línea sale el agua
hacia arriba o hacia abajo. No
obstante hacemos la visita a las
monjas Clarisas... Vemos una
enorme serrería..., visitamos una
misión metida un poco en la selva
—a unos 65 kilómetros de la capi­
tal— .,. Y después de agradecer
lodo lo hecho por nosotros duran­
te nuestra estancia en Libreviile,
al aeropuerto y a casa. Allí nos
esperaban Juan Carlos y Manolo.
Saludos... y hasta otra.
COMUNIDADES DEL BENÍN

misiones salesianas

SAMOA
ISLA DEL PARAISO
Carta de una Hija de María Auxiliadora

V

\
> v

Los jóvenes de Samos, nos dice sor McPake son muy alegres y acogedo­
res.

jSamoa. isla del paraíso!,
rezan las guías turísticas.
Llegamos a medianoche.
Llovía torrencialmente: una
verdadera inundación, acom­
pañada de viento tortísimo.
Sin embargo, las religiosas
habían organizado un recibi­
miento apoteósico: Hermanas,
salesianas, otros sacerdotes,
profesores, padres de alumnas y mucha juventud. Recibi­
miento afectuosísimo, lleno
de calor salesiano: ¡Algo inol­
vidable!
A pesar de todo, pronto
descubrimos que la isla es
verdaderamente antecámara

26

del paraíso. Su belleza es in­
descriptible. Mientras escribo,
me encuentro en una terraza
que da al océano Pacífico: sol
esplendoroso; agua que pare­
ce plata. La surcan pequeñas
embarcaciones de pesca. No
muy lejos, la playa con palme­
ras que, altas y gráciles, se
cimbrean sobre un fondo de
cielo azul...

Catequesis
y vocaciones
Después de llegar a Apia,
ciudad de Upolu —la isla más

importante de las nueve que
forman Samoa occidental— ,
vamos a Moa Moa —quiere
decir gallina—, la primera fun­
dación de las Hijas de María
Auxiliadora. Aquí tres herma­
nas de la comunidad se en­
cargan de la enseñanza en el
colegio teológico (que prepara
seminaristas, catequistas y
otros): cursillos de promoción
para las mujeres de los cate­
quistas, dispensario para el
colegio y la aldea de los cate­
quistas. Una monja da clase
también en las religiosas maristas.
Es interesante observar que
para ser catequista, un hom­
bre debe llevar de casado por
lo menos dos años, y dar
prueba de vida ejemplar.
Mientras asiste al cursillo, vive
con su familia en la aldea que
forma parte de la misión. Los
seminaristas viven en otra
zona. Los salesianos tienen
su casa encima de la escuela.
Las monjas, un poco más le­
jos.
La casa de las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora hace de aspirantado. Actualmente sólo hay
una aspirante; pero en algu­
nas épocas y en los fines de
semana vienen algunas jóve­
nes a vivir con las monjas,
compartiendo la jornada y es­
tudiando su vocación. Cuando
han terminado la preparación,
van a Australia, donde conti­
núan su proceso de forma­
ción. Buena respuesta están
encontrando las jomadas vocacionales, que todos los me­
ses agrupan a un gran núme-

misiones salesianas
ro de muchachas para refle­
xionar y profundizar.
Otra característica de Moa
Moa: el perro Action. Es un
perro superdotado que hasta
sabe cantar con las monjas.
Cuando se ejecuta un canto
que le gusta, lo acompaña con
su voz...
Hacer fiesta
para compartir

i.

La segunda fundación de
las Hijas de María Auxiliadora
en Samoa occidental se en­
cuentra en Leauva’a. Se trata
de una comunidad que está al
servicio de la parroquia. Es un
conjunto bien organizado:
iglesia, escuela básica, casa
de sacerdote y casa de las re­
ligiosas. Es una misión flore­
ciente. Poco a poco se está
organizando un centro juvenil
con visitas en equipo a las al­
deas próximas, para contra­
rrestar la influencia de los
mormones.
La visita a las hermanas le
permitió al cardenal Pío Taofinu’u organizar una «fia fia»,
es decir, una fiesta grande,
que únicamente se celebra
con visitas ilustres. Lo cual de­
muestra la estima que el car­
denal siente por nuestras Her­
manas. La fiesta comenzó a
las tres de la tarde y terminó a
las diez de la noche. AI princi­
pio una serie de diálogos des­
tacan la acogida y la amistad,
recordando la historia de Sa­
moa y sus raíces culturales.
En un momento determinado
se hizo la ceremonia del
«kava». La hija de un «matai»
Gefe) preparó una bebida es­
pecial, que fue presentada a
tos huéspedes, comenzando
por el más importante. Beber
de la misma copa significa,
con extrema evidencia, la uni­
dad de todos los presentes.
Siguió el ofrecimiento de re­
galos: alfombras finísimas —

de hojas de «pandanus»— ,
un tejido llamado «tapa» he­
cho de corteza y pintado a
mano, canastillos con abun­
dantes frutos tropicales y un
bellísimo «kava t^wl».
Fue presentado un cerdo
asado, signo de gran honor.
Se trata de una ceremonia
muy sentida, signo de amistad
y comunión. Siguiendo sus
costumbres, lo partieron y dis­
tribuyeron, sirviendo los tro­
zos mejores a las personas

los grupos juveniles que iba
formando en su actividad
apostólica. Cuando fue consa­
grado de Obispo, llamó a los
religiosos, a fin de que se ocu­
paran de la juventud. La deci­
sión recayó en los salesianos.
Después recordó que las
monjas están en Samoa occi­
dental para colaborar en la
pastoral de la Iglesia con su
carisma peculiar.
Ultima anotación. Como en
todo el mundo, también en

Con nuestro sistema saieslano hemos de preparar a la juventud para opciof>e8 maduras.

más distinguidas, por ejemplo,
los sacerdotes. Lo último, la
cabeza, es para quien ha tro­
ceado el animal.
Agradecimiento
del Cardenal
En un momento de la cere­
monia tomó la palabra el Car­
denal. Contó que, cuando era
sacerdote joven, sentía admi­
ración grande por san Juan
Bosco y por su Obra en favor
de la juventud, hasta tal punto,
que daba su nombre a todos

Samoa occidental hay gran
apertura a los valores y vicios
de otras culturas. Por tanto, a
la vez que nuestras Hermanas
se adaptan a la cultura samoana, el sistema preventivo
debe preparar la juventud
para opciones maduras, tanto
en los valores de la propia cul­
tura, como en los valores de
otras culturas, que se presen­
tan con fuerza en los medios
de comunicación social y, so­
bre todo, por el turismo, que
cada vez se desarrolla más.
Sor G. MCPAKE
27

noticias
Otros voluntarios, procedentes
del mismo centro salesiano de
Boliflower, poco distante de Los
Angeles, han ido ya a diversas es­
taciones misioneras, a fin de cola­
borar con los salesianos en su la­
bor de evangelización y de pro­
moción humana.

ITALIA:
PRIMER ENCUENTRO
DE SACERDOTES
«AMIGOS DE
DON BOSCO»

LA CUESTA (Tenerife): Oratorio salesiano llevado con mucho entusias­
mo por los antiguos alumnos y Salesianos. Los chicos del movimiento
Luz-Vida echan una mano muy valiosa. Gradas al Oratorio, la obra safesiana es muy conocida por las gentes de la ciudad y del barrio.

CIUDAD
DEL VATICANO:
COMIDA CON
JUAN PABLO II
El 20 de mayo de 1986 el Papa
recibió al rector de la Universidad
Salesiana — Roberto Giannatelli— . al vicerrector — Mario Midali— . y a ios cinco decanos de la
Facultad: Guillermo Malizia, Angel
Amato. Mario Montani, Pedro Jor­
ge Marcuzzi y Blas Amata. Des­
pués los invitó a comer con él.
La comida transcurrió en at­
mósfera de familiaridad, alegría y
comunicación sincera. Juan Pablo
II tuvo palabras de estima y alien­
to para la obra que realiza la Uni­
versidad Salesiana y toda la Con­
gregación de san Juan Bosco en
el Mundo.

zarse en el colegio Long Beach
City y en la universidad estatal de
California, María se ofreció para
trabajar en el programa misionero
que prevé asistencia médica, cur­
sillos de alfabetización y educa­
ción, asistencia familiar, coopera­
tivas, servicios de medicina pre­
ventiva, obras de desarrollo y asesoramiento.

Cisón di Valmarino: La inspec­
toría salesiana de San Marcos, en
colaboración con la de Conegliano Véneto de las Hijas de María
Auxiliadora, han patrocinado, con
miras a 1988, un encuentro con
párrocos amigos de las diócesis
de Treviso y Vittorio Véneto.
A los participantes — alrededor
de setenta, incluidos algunos se­
glares de la familia salesiana y va­
rias Hijas de María Auxiliadora—
se les dio una carpeta con la carta
de don Bosco de 1884 y el agui­
naldo de 1896, comentado por el
Rector Mayor.
La primera intervención estuvo
a cargo del obispo de Vittorio Vé­
neto, monseñor Eugenio Ravignani, quien presentó el tema de los

r

BOLIVIA:
OTRA VOLUNTARIA
SEGLAR LLEGABA
DE ESTADOS UNIDOS
Montero: Con la entrega del
crucifijo y la despedida de amigos
y familiares Coilen María Halligan
salió para la misión boliviana de
Santa Cruz de la Sierra, como vo­
luntaria seglar.
Después de sacar diploma de
fisioterapista en la escuela supe­
rior de Lakewood y tras espedaii-

28

SEVILLA: El excelentisimo señor alcalde de Sevilla, doctor Iklanuel del
Valle Arévalo, recibe el cuadro de María Auxiliadora que ocuparé en el
Ayuntamiento de la ciudad un lu « r destacado, al serle conoadída la me­
dalla de oro de Sevilla a los SalesÍar>os.

noticias
carísmas en la Iglesia al servicio
de la comunión. Subrayó el genio
pastoral de don Sosco como carisma vivo y actual.
La s ^ u n d a ponencia fue de
Juan nilppín, delegado de pasto­
ral juvenil. Versó sobre el papel y
el protagonismo de los jóvenes en
la Iglesia. Tomó como punto de
referencia la fiesta de los jóvenes
en el palacio de deportes de Villorba, ai que había asistido el
Rector Mayor.
La última intervención estuvo
encomendada a Luis Zuppini, que
habló de las principales propues­
tas de los salesianos y de las Hi­
jas de María Auxiliadora de la re­
gión véneta ante el centenario de
la muerte de don Sosco.
El encuentro resultó promete­
dor. La respuesta de los párrocos
y demás amigos invitados superó
lo que se esperaba. Se delinearon
algunas formas de colaboración
pastoral, tanto en el campo de la
pastoral juvenil como en la catequesis de adultos.

ETIOPIA:
DE LA TRAGEDIA
A LA ESPERANZA
Makalé: «La gente de Etiopia y
especialmente la población de
Makalé y las Misioneras de la Ca­
ridad, agradecen profundamente
al Gobierno italiano el maravilloso
amor y el cuidado que la Italian
Medical Team ha prestado a
nuestro pueblo por medio del Mi­
nisterio de Asuntos Exteriores. MI
gratitud a cada uno de sus miem­
bros. a quienes he visto servir a
esta pobre gente, y mi oración por
cada uno de ellos».
Tal es el texto de una carta es­
crita por Teresa de Calcuta a los
médicos italianos que se han pro­
digado en la asister>cia sanitaria a
las víctimas de la sequía de Tigrai, montando un hospital en el
distrito de Qhuia.
La consecuencia de una visita
que la madre hizo a Makalé para
ver con sus ojos la gravedad de la
situación ha sido el envío de cua­
tro religiosas, para que atiendan
un pequeño alojamiento al que lle­
gan madres y niños necesitados.
Actualmente las Misioneras de
la Caridad, junto a otro grupo de
religiosas, ayudan ai salesiano
C é ^ Bullo, que d e s ^ hace diez
años lleva adelante intensa activi­
dad asistencia] en todo Tigrai.

MARIA AUXILIADORA EN UNA PLAZA DE TRIANA
Triana ha querido erigirle por suscripción popular un monumento a Ma­
ría Auxiliadora en una de las plazas más entrañables del Barrio, conme­
morando los 50 años de la presencia de ios salesianos. Ella se ha queda­
do ahí como una vecina más.
Un grupo de trianeros entusiasmados por los Antiguos Alumnos de Co­
mercio hicieron que la idea fuera realidad. La imagen de María Auxiliado­
ra, en bronce, original del catedrático de Bellas Artes don Jesús Gavira,
lleva en su corazón el homenaje de todas las Hermandades de Triana. Un
cofre depositado dentro de la imagen lleva las medallas que depositaron
los Hermanos Mayores de San Gonzalo, La Estrella, La Esperanza de
Triana, La Cigarrera, El Rocío, la Capillita del Carmen y el Consejo de Co­
fradías.
El señor Alcalde y la Corporación en pleno estuvieron en la inaugura­
ción. El excelentísimo señor don Manuel del Valle Arévalo en dicho acto
recordó que «Sevilla se caracteriza por sus plazas y porque muchas de
ellas están d e d ic^a s al recuerdo religioso». Asimismo, «pidió que el
monumento sirva para recordar el cariño de los Trianeros a su Barrio, a
los Salesianos y a María Auxiliadora» «de modo que permanezcan fieles
al espíritu de Triana».
La Virgen Auxiliadora se ha quedado entre nosotros y como dijo un Her­
mano Mayor «quien sabe que alguna noche baje de su pedestal para visi­
tar la casa de alguna familia que tenga penas, enfermos o sufrimientos».
MANUEL CABALLERO GALLEGO.

ANTIGUOS ALUMNOS
SALESIANOS:
JOSE CASTELLI
SIGUE DE PRESIDENTE
CONFEDERAL
Roma: José Castelli — 46 años,
suizo, doctor en ciencias econó­
micas por la Universidad Católica
de Friburgo— . dirige una escuela
profesional de secretariado en Lu­
gano (Suiza). Acaba de ser reele­
gido Presidente de la Confedera­
ción MurKJial de Antiguos Alum­
nos.
El anurwo k) dio don Egidio Viganó. Rector Mayor de la Congre­
gación Saiesiana, a ios miembros
de la Presidenda Confederal, reu­
nida en Roma el 14 de junio.
José Castelli es antiguo alumno
de Maroggia (cantón tkárx) de Sui­
za). Durante diez años presidió la
sección kxal de antiguos alum­
nos. Después dirigió durante seis

la federación nacional suiza. Des­
de 1980 desempeñaba el cargo
de presidente de la Confedera­
ción mundial, que agrupa a cien­
tos de miles de asociados que
en todo el mundo, se reconocen
en torno a san Juan Bosco y a las
enseñanzas recibidas de los sale­
sianos.
Durante el sexenio anterior,
José Castelli asistió a manifesta­
ciones significativas de los anti­
guos alumnos salesianos de todo
el mundo. Entre ellas sobresalen
dos reuniones europeas de anti­
guos alumnos jóvenes, dos con­
gresos en América y otro en la In­
dia.
Como indica el estatuto de la
Asociación, se ha preocupado de
los problemas de la educación, y
ha aumentado por doquier activi­
dades de voluntariado, centros de
reeducación, escuelas diurnas y
nocturnas, estudios y proyectos
para afrontar y resolver el grave
prot^ema de la desocupación ju­
venil.

29

nuestra gratitud
Valverde del Camino: Hago
público mi agradecimiento a Ma­
ría Auxiliadora y a la venerable
Dorotea de Chopitea por dos gra­
cias obtenidas. Una antigua alumna.
Salamartca: Envío una limosna
para ei Tercer Mundo en agrade­
cimiento a María Auxiliadora y el
siervo de Dios don Julián Rodrí­
guez por un favor que le pedí con
fe y en seguida alcancé la solu­
ción. Angelita Sánchez.
Salamanca: Por favores recibi­
dos de María Auxiliadora y del

BARCELONA: Cuadro de Borrel (de­
talle) en las habitaciones ocupadas
por Don Bosco. El Santo bendice y
cura a una enferma. Detrás apare­
cen el beato Miguel Rúa y la venera­
ble Dorotea de Chopitea.

siervo de Dios don Julián Rodrí­
guez. doy gracias públicamente y
envió un donativo para los pobres
del Tercer Mundo. 8. Rodríguez
Sánchez.
Salamanca: Muy agradecida a
María Auxiliadora V a la interce­
sión del siervo de Dios don Julián
Rodríguez por varios favores reci­
bidos, enviamos una limosna. Ca­
ridad Acosta y Avelina Acosta.
Salamanca: Con fe pedí a Ma­
ría Auxiliadora y at siervo de Dios
don Julián Rodríguez ayuda para
la solución de un problema difícil.
Hoy hago público mi agradeci­
miento por el favor recibido, y en­
vío una limosna para el Tercer
Mundo. A. T. T.

30

Badalona: Agradecida a la Vir­
gen María Auxiliadora por favores
recibidos, envío la limosna pro­
metida para las Obras Salesianas
y deseo que se publique en el Bo­
letín Salesiano. M.^A. A.
Barruecopardo (Salamanca):
Me encomendé a María Auxilia­
dora para dos asuntos de mucha
importancia, y me los concedió.
Muy agradecida a tan buena Ma­
dre, envío una limosna. 8. F. M.
Valdecolmenas de Abajo
(Cuenca): Por varios favores reci­
bidos de María Auxiliadora, man­
dan un donativo para las Obras
Salesianas y ruegan se publique
en el Boletín Salesiano. Juan Mo­
reno y Lucía Vihuelas.
Sabadell: Doy gracias a María
Auxiliadora por unos favores reci­
bidos, de los cuales estoy muy
agradecido. Mando un donativo y
deseo que se publique en el Bole­
tín Salesiano. Familia Sáez Do­
mínguez.
Cíudadela: Doy una limosna a
la Obra Salesiana por una gracia
recibida de la Santísima Virgen,
María Auxiliadora, con el deseo
de que se publique en el Boletín
Salesiano. J. S.
VIgo: Te doy gracias, María
Auxiliadora, por una gracia conce­
dida durante tu Novena. El asunto
era muy difícil de resolver y, me­
diante tu intercesión, se resolvió
en muy poco tiempo. Para que
otros devotos sigan confiando en
Ti, quiero que se publique la gra­
cia y envío una limosna. P. Ibáñez.
Vigo: Doy gracias a María Au­
xiliadora por su constante interce­
sión y por su maternal auxilio en
momentos de prueba, especial­
mente por la fortaleza que me da
para sobrellevar la cruz que me
ha dado el Señor. M. Collazo.
Vigo: Debiendo someterme a
una operación delicada, me puse
en menos de María Auxiliadora
con toda confianza. He salido tan
satisfecha que no puedo menos
de manifestar mi agradecimiento
públicamente a Mana Auxiliadora
animando a todos a recurrir a tan
buena Madre. Envío una limosna.
N. M. F.
Madrid: Fui operado de dos
hernias. A los ocho días apareció
una tromboflebitis. Encomendé el
caso a María Auxiliadora mientras
seguía ei tratamiento médico que
duraría de tres a cuatro meses,
pero a los dos. fui dado de alta.
Doy gracias a la Virgen y ofrezco
mi donativo por el favor recibido.
Ezequiel Robles.
León: En acción de gracias a
María Auxiliadora por los favores

recibidos, envío una limosna.
Cándida.
Palafruguell: Envío un donati­
vo en acción de gracias a María
Auxiliadora por haber recibido un
favor después de hacer la nove­
na. Luisa Corredor.
Madrid: Agradezco a María Au­
xiliadora su protección y los favo­
res recibidos y envió un donativo.
Señora de Paredes.
Galápagos (Guadalajara): Da­
mos gracias a María Auxiliadora y
enviamos una limosna. Unos
amantes de María Auxiliadora.
Moral de Calatrava (Ciudad
Real): Enviamos una limosna de
agradecimiento a María Auxilia­
dora por favores recibidos. Juana
Valencia y Dioni Ramírez.
Sabadell: Deseo publicar en el
Boletín Salesiano mi acción de
gracias a María Auxiliadora por
favores recibidos. María Dolores.
Llaranes-Avilés: Enfermó una
hija mía con unas fiebres muy al­
tas mañana y noche. Los médicos
no sabían su procedencia. Le hi­
cieron dos análisis. Sin diagnósti­
co seguro le pusieron un régimen
medicinal que la debilitaron y tras­
tornaron su sistema nervioso.
Ante esta situación en la que estu­
vo más de dos meses, hicimos
una novena a María Auxiiiadora
prometiendo publicar la gracia en
ei Boletín Salesiano y enviar una
limosna si curaba. Fuimos escu­
chadas, pues la fiebre le bajó y
pudo hacer vida normal. Muchos
otros favores debo agradecerle y
no sé qué sería sin su ayuda.
Cumplimos lo prometido enviando
una limosna para Vyasarpadi. Sa­
bina Anieta.
Tossa (Girona): Doy gracias a
María Auxiliadora y a san Juan
Bosco por favores recibidos. En­
vío un donativo para las Obras
Salesianas y deseo se publique
en nuestra Revista. M. A.
Dan gracias
por favores señalados
y envían un donativo:
Celestino Sánchez Rodríguez,
de Madrid; J. R. R., de Madrid;
(Dtilia Liveña, de Llaranes-Avilés;
G. A. Herrero, de Madrid; una
suscríptora, de Huesca; NN, de
Burgos; la familia Vázquez, de
Madrid; Joaquín Granero, de Ma­
drid; y Vicente García, Paz Mar­
tín, M. V., J. G-, María Oller; E.
Conde, M. F., Paz Martín, Familia
García Hernández, M. O., A. G.
F.. L. V., Ana María Plaza, L. M..
Paz Martín, Juana Bermejo y Ma­
ría Jesús Magdalena, todos ellos
de Salamanca.

fueron a la casa del Padre

!

X,

Sor Julia Parra León.
t en Barcelona, el 3 de julio de
1986.
Nació en Carrizosa (Ciudad
Real), e! 18 de febrero de 1940.
Profesó en el Instituto de las Hijas
de María Auxiliadora en Barcelona-Horta el 6 de agosto de 1958.
Los 28 anos de vida religiosa
los vivió en las comunidades de
Valencia, Zaragoza-colegio, Tossa de Mar, Alicante, Sabadell, Zaragoza-Casablanca y Alella.
Durante el primer año de profe­
sión atendió la [wrteria de la casa.
Todos los demás anos los dedicó
totalmente a las niñas, como asis­
tente de internas y maestra de
párvulos. Hacia 1980, debido a su
enfermedad, tuvo que reducir su
acción. En 1982 quedó totalmente
inactiva.
En sor Julia destacaban la bon­
dad y la afabilidad. Era cariñosa
con sus familiares, con los niños,
con las personas que la trataban.
Poseía gran capacidad de sinto­
nía y de acogida, y una sensibili­
dad especial para percibir el sufri­
miento ajeno.
Pronto empezó a experimentar
las limitaciones de su salud.
Aceptó esto con paciencia y sere­
nidad, deseando realizar con
gozo la voluntad de Dios y ofrecer
su situación de enferma por todas
las intenciones y por la misión de
tas hermanas y de la inspectoría.
Ha sido precisamente en la enfermedad donde se ha agigantado
la figura espiritual y moral de sor
Julia. Ella misma nos confiaba
que la enfermedad había sido el
medio para experimentar más cla­
ramente el amor al Padre, para
apreciar el don de la vocación,
para fortalecer su voluntad en el
seguimiento de Cristo y para per­
severar en fidelidad y pertenencia
al Instituto.
En el Hospital del Sagrado Co­
rdón, de Barcetona, donde falle­
ció, sor Julia fue un buen testimo­
nio para ios médicos, enfermeras
y enfermas. Cuarxlo el equipo
n>édtco que la aterxJía decidió
opfarta, por intentarlo todo, ella
dijo con serenidad al cirujano: «Ya

sé que mi enfermedad no tiene re­
medio, opere tranquilo. Yo estoy
contenta de que pueda hacer ex­
periencia en mí y que esto le sin/a
para salvar a otros enfermos». No
se quejaba a pesar de su continuo
ahogo y sonreía a todos. La im­
presión que de ella recibió el doc­
tor y su equipo no pudo ser mejor.
La hemos visto sufrir mucho.
Con su sufrimiento nos ha dado
grandes lecciones de fe y de amor
a Jesucristo. Su esperanza ha re­
forzado la nuestra y nos ha ani­
mado a vivir el Evangelio. Sintien­
do cercano el desenlace, nos re­
comendaba: «Vivid el espíritu de
las Bienaventuranzas».

D. Euseblo Martínez Amor.
t en Falencia el 17 de febrero de
1986. Hombre muy unido a la Fa­
milia Salesiana con cuyo espíritu
conectó enseguida y en cuyo am­
biente se sentía siempre muy a
gusto. Padre de seis hijos, trató
siempre de educarlos en el sacrifi­
cio y en la honradez, guiado por el
Evangelio. Tres de ellos han se­
guido una vocación de especial
consagración al Señor; María As­
censión, religiosa Filipense. Emi­
lio, sacerdote, y Eusebio, salesiano sacerdote. Se sintió siempre
feliz en el ambiente salesiano; lo
saben bien las casas salesianas
de Astudillo, Víllamuriel, Valladolid, y, sobre todo, el Centro Sale­
siano de Falencia adonde acudía
con verdadera ilusión y donde era
esperado con verdadero espíritu
de familia.
La Eucaristía del funeral en la
Iglesia de su pueblo. San Cebrián
de Campos, fue un canto de glo­
ria, esperanza y fe fírme en la re­
surrección. Presidió el señor
Obispo de Falencia acompañado
por más de sesenta sacerdotes.
La grarxle y magnífica Iglesia pa­
rroquial no fue capaz de contener
a todos los que querían participar
dentro.
Eusebk) Martínez se fue calla­
damente y en el ejercicto respon­
sable de su trabajo. Y a nosotros
nos queda la luz de su ejemplo:

ejemplo que es fuerte porque ha
sido vida, y la vida siempre tiene
expresiones de cosecha abun­
dante cuando, como el grano, cae
en tierra y muere.

Sor Lorenza Hdez. Blanco.
Nació con el siglo en Rollán
(Salamanca), recibiendo en su
.Bautismo el nombre del patrono
del pueblo, al que imitó en el amor
ardiente al Creador del santo de la
parrilla, estimulada por sus pa­
dres, el matrimonio Cuica y Ama­
deo de una piedad tradicional cris­
tiana y tan generoso con Dios que
hasta le hizo entrega de lo más
preciado para ellos, sus tres hijas,
a través de la Congregación Sale­
siana.
En aquel hogar salmantino se
amaba desde siempre la pobreza,
la castidad y la obediencia a tra­
vés de una piedad sencilla pero
sentida.
Lorenza compartió con su her­
mana Antonia y con Eusebia Pa­
lomino su aspirantado en Sala­
manca, su noviciado en Barcelo­
na y sus ansias de santidad en lo
que las tres rivalizaban ya de jovencitas. Sor Lorenza dejó hue­
llas de su santidad en la bondad y
humildad, consciente de que «no
hay virtud más eminente que el
hacer sencillamente lo que tene­
mos que hacer»: dan fe de ello (as
casas de Madrid, Torrente, Sala­
manca, Alella, Arcos y últimamen­
te Jerez y Rota donde por muchos
años hizo bueno el dicho del Fun­
dador: «un buen portero en una
casa salesiana es un tesoro».
Los seis últimos años de su
vida estuvo inválida en su silla de
ruedas dando sobradas pruebas
de paciencia, fortaleza y alegría
salesiana en la piedad y unión con
Dios a través de la devoción a Ma­
ría Auxiliadora y al santo rosario.
La circunstancia de su vida le hizo
ser el centro de convergencia co­
munitario llevando con agrado las
bromas de las Hermanas que h£m
sentido el vacío de su presencia
física, que no de su espíritu fuer­
te, alegre y simpático.
JUAN BOSCO SARDÓN

31

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS

INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca “San Mafcos». P. e-; 100.000 pías.
Beca -Bibiana Soclas-. N. e,: 10.000. Total: 102.000 ptas.
Beca «Sima. Trinidad y Sda. FamiHa-. N. e.: 10.000. Total; 135.000 ptas.
Beca “Doria Dorotea de Chopllea>. P. e.; 100.000 ptas.
Beca -Don Felipe Rinaidi». N. e.; 13.000. Total; 104.000 ptas.
Beca “M.* Auxiliadora». Familia Torres. N. e.: 10.000. Total: 30.000 ptas.
Beca “Angel Franchetto». P. e.: 100.000 ptas.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca “M.* Auxiliadora». Santander. N. e.; 30.000. Total; 111.000 ptas.
Beca “María Auxiliadora». Deusto. N. e .:20.000.Total:90.0 00 ptas.
Beca “Rufino Encinas». Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total; 58.000 ptas.
Beca «Luis Torrefto». Vda do Mauricio. N. e.: 5.000. Total; 45.000 ptas.
Beca “Misionera». N. e; 50.000. Total: 300.000 ptas.
Beca “Seminarlo». N. e.; 50.000. Total: 300.000 ptas.
Beca “Luis Monserral». Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 25.000 ptas.
Beca “M.* Auxiliadora». BaracaWo. N. e.: 20.000. Total: 47.000 ptas.
Beca “Ntra. Sra. de Cantonad». N. e.: 106.600. Total; 120.600 ptas.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca -Familia SaJesana». Antequera N. e.: 2.000. Total: 251.800 ptes.
Beca -Asociación M.* Auxil.». Tenerife. N. e.; 20.000. Tctel; 50.000 p*as.
Beca «Misionera H. T.». Granada. N. e.; 116.206. Total: 158.126 ptas.
Beca “Don Bosco». La Orotava. N. e.: 50.000. Total; 610.000 ptas.
Beca “José de Juan». Las Palmas. N. e.; 25.000. Total: 353.000 ptas.
Beca “M.* Auxiliadora». El Sauzal. N. e.; 15.000. Total: 55.000 ptas.
Beca -Parroquia Santa Catalina». Las Palmas. N. e.: 35.000. Total;
257.400 ptas.
Beca “Pío Campero». Orense. P. entrega; 300.000 ptas.
Beca “D. Serafín G.* Hdez.». Córdoba. N. e.; 100.000. Total: 300.000 ptas.
Beca “Teresa de Lissieux». Puerto de la Cruz. N. e.: 100.000. Total:
300.000 ptas.
Beca -Misionera A. M.* A.». Dep. Insp. Córdoba. N. e.: 25.000.
Total: 50.000 ptas.
Beca “Coadjutor Maestro Saturnino». Tenerife. La Cuesta. P. e.:
75.000 pías.
Beca “Togo. Asoc. M.* Auxil.-. Málaga. N. e.: 245.000. Total:
475.000 ptas.
Beca “F.C.». Córdoba. P. e.: 100.000 pías.
Beca «D. Luis Mdez. Casado». P. e.: 700.000.
Beca “Familia Salesiana». La Orotava N.e.: 50.000. Total: 410.000 ptas.
Beca “Rosa Revuelto». Córdoba. P. e.: 760.000 ptas.
Beca “Santuario M.* Auxiliadora» Montilla. N. e.: 200.000. Total:
250.000 pías.
Beca “Misionefa Margante M .*-. Córdoba. P. e.: 40.000 ptas.
INSPECTORIA DE LEON
Beca “O. Fila». N. e.; 1.000. Total: 180.000 ptas.
Beca «Sacerdotal». Vigo. N. e.: 10.000. Total: 458.000 ptas.
Beca «Gon-Viz». N. e.: 60.000. Total; 960.000 ptas.
Beca «D. Valentín». AstudiHo. N. e.: 7.500. Total: 74.500 ptas.
Beca “San Antonio». Vigo. N. e.: 6.000. Total: 175.000 ptas.
Beca “D. José Pinlado». Vigo. N. e.; 75.000. Total: 510.000 ptas.
Beca «Sacerdotal». Orense. N. e.: 52.000. Total: 363.000 pías.
Beca «Bodas de oro de D. Cipnarx)». Vigo. N. e.; 32.000. Total:
486.000 ptas.
Beca “Senegal vma de AstudMo». N. e.: 3.500. Total; 349.600 ptas.
Beca “Bodas da Oro D. Agustín». N. e.: 100.000. Total; 500.000 pías.
Baca “Centerwo». Calvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total; 450.000 ptas.
Beca -Tarrea». Calvo Solelo. N. e.; 100.000. Total: 600.000 ptas.
Beca “San Luts». Ctévo Sotelo. N. e.; 100.000. Total: 600.000 ptas.
Beca «Senegal». N. e.: Vigo Parroquia: 80.000. Beca «Sacerdotal».
Vigo. N e.: 5.000. Total; 250.000 ptas.
Beca «Pablo - Sacerdotal». N. e.: 5.000. Total; 151.000 ptas.
Beca «Sacerdote». Otense. N. e.: 52.000. Total; 285.000 pías.

32

Vigo Parroquia: 18.000. Allaríz: 20.000. Santiago de Compostela:
100.000. Dionisio García: 50.000. VIgo María Auxiliadora: 51.000.
Centro Don Bosco: 12.000. Cooperadores Calvo Sotelo: 120.000.
Calvo Sotelo: 50.000. Vigo Parroquia: 50.000 ptas.
Beca “D. Rúa». Vigo. N. e.; 17.000. Total; 229.000 ptas.
Beca «Sacerdotal». Vigo. N. e.: 20.000. Total; 270.CÍ00 ptas.
INSPECTORIA DE MADRID
Beca “ Familia Francia». N. e.; 2.000. Total: 179.000 ptas.
Beca “ M. A. L » . N. e.: 2.000. Total: 216.000 ptas.
Beca «Fidelidad». N. e.: 20.000. Total: 740.000 ptas.
Beca “Mercedes Cruzado». N. e.: 3.000. Total: 242.000 ptas.
Beca “Archicofradfa M.* Auxiliadora». Atocha. N. e.: 25.000. Total:
400.000 ptas.
Beca “Ana J. Pineda». P. e.; 100.000 ptas.
Beca «Torre y Vivanco» P. e.: 100.000 ptas.
Beca «Cooperadores P.® Extremadura». N. e.; 20.000. Total:
630.000 ptas.
Beca “Catacumbas S. Calixto». P. e.: 100.000 ptas.
Beca “25 años». Vocaciones Guinea. P. e.; 80.000 ptas.
Beca «M.® Auxiliadora». Salamanca. P. e.; 1.000.000 ptas.
Beca «Hermanos Pineda Herráiz». P. e.: 100.000 ptas.
Beca -Familia A.S.M.». N. e.; 100.000. Total: 300.000 ptas.
Beca Sacerdotal «M.* Auxiliadora». P. e.; 300.000 ptas.
Beca Sacerdotal «T. Isidoro-Saja». P. e.: 300.000 ptas.
Beca -C . L. A.». P.° Extremadura. N. e.: 15.000. Total: 135.000ptas.
Beca «Carmen Sánchez - María Auxiliadora». P. e.; 100.000 ptas.
Beca «Parroquias. Feo. de Sales» N. e.: 100.000. Total: 200.000ptas.
Beca «Dña. M.* López Sancho». N. e.: 186.554. Total: 236.306 ptas.
INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca «D. Santiago Sánchez». Sevilla. N. e.; 30.000. Total: 411.200 ptas.
Beca «Misiones Togo». Sevilla. N. e.: 64.300. Total; 393.000 ptas.
Beca «D. Claudo Sánchez». Utrera. N. e.; 120.000. Total: 768.000 ptas.
Beca «D. Ralael Flores». Méhda. N. e.; 25.000. Total; 220.000 ptas.
Beca «San Pedro». SeviHa-Triana. N .e.; 115.000.Total:315.000ptas.
Beca «Ramón Izquierdo». Badajoz. N. e.: 128.000. Total: 313.000 ptas.
Beca 'Maestro Dalmau». Sevilla. N. e.: 11.000. Total: 97.915 ptas.
Beca «San Juan Bosco». Jerez. N. e.; 26.800. Total: 97.800 ptas.
Beca «San Isidoro». Sevilla. N. e.; 2.000. Total; 49.000 ptas.
Beca «Juan Pablo It». Swlúcar. N. e.: 7.500. Total: 117.000 pías.
Beca «Ntra. Sra. de las Merced». Sevilla. N. e.: 250.000. Total;
550.000 ptas.
Beca «D. José Sánchez Martin», Bodas de Oro Sacerdotales. En­
tregas: Dria. Carmen Sánchez. 300.000: D. Máximo Maíllo, 5.000;
D. Alfonso Maíllo, 50.000: D. Antonio Maíllo. 50.000. Total:
405.000 ptas.
Beca «O. Manuel María Martin». Algedras. N. e.: 20.000. Total:
95.000 ptas.
Beca «D. José Monserral». Cádiz. N. e.: 320.000. Total; 625.000 pías.
Beca «Marqueses de Bertemati». Campano. P. e.; 27.000 ptas.
Beca «D. Fermín Moipeceres». Canrwna. N. e.: 33.575. Total;
58.575 ptas.
Beca «6. Miguel Gónrez». Puerto Real. P. e.: 4.500 ptas.
Beca «Asooacáones M.* Auxiadora». N. e : 139.000. Total; 345.000 ptas.
Beca -San Juan». AldeadávHa. N. e.: 50.000. Total; 225.000 ptas.
Beca -Marquesa de Sales». Morón. N. e.: 30.000. Total: 85.000 pías.
INSPECTORIA DE VALENOA
Beca «San Patrkao». Novekfa. N. e.: 5.000. Total: 110.000 ptas.
Beca -Sw r Juan de Ribera». Alcoy. N. e.; 50.000. Total; 150.000 ptas.
Beca «M.* Aisdiadora». Alicante. N. e.: 240.000. Total; 600.000 ptas
Beca «Encamación Psiirio*. Vsienaa N. e.: KXl.000. ToQt 300.000 pías.
Beca «San Bernardo». Villena. N. e.: 15.000. Total: 187.000
Beca «Jesús Olmos». N. e.; 133.814. Total: 300.000 ptas.
Beca “ Ferr\ando Perrándiz». P. e.: 100.000 ptas.
Beca “Vocación S.D.B. Malí». P. e.: 200.000 ptas.

I

l!


1

1—
Dimensiones fundamentales del hombre
2—
Visión del hombre según la Palabra de Dios
3 —Colaboradores de Dios en la salvación de los hombres
4.—Marco sociocultural en que nos movemos
5 —La condición juvenil actual
6.—Perfil psicológico del adolescente-joven actual

2

CULTURA Y EDUCACION

3

NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA

4

EL SEGLAR EN LA IGLESIA

5

(6 temas)

(9 temas)

(4 temas) (En preparación)

EL SEGLAR EN LA OBRA
Y EN LA FAM ILIA SALESIANA
(8 temas) (En preparación)

«

iRITIMEUl;
T^ono 25520Q0/Alcati 164/28028 MAOnO

i

PROYECTO

CATEQUISTA
LA REVISTA DEL CATEQUISTA DE BASE

■ Proyecto CATEQUISTA ofrece puntos de reflexión biblico-teológicos. ■ Cuida
la dimensión práctica del saber-hacer. ■ Presenta materiales ronCTetos. ■ Quiere
ser el manual que mensualmente reciban las Escuelas de catequistas. ■ Aparece el
día 15 de cada mes, de octubre a mayo. b32 páginas 17x24 cms., 16 páginas er
color.

EDITORIAL

Suscripción para el curso 1986/87; 1.050 ptas
(España y Portugal’

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