BS_1984_05.pdf

Medios

extracted text
w >•

^

r

'a J

'

i

M A Y O 1984

,7
/J
/

^

.

" V i-

f

3 V ií

' ' i f '■

el libro
't íí’i^n «María
i i v\\ Auxiliadora
'^
en España»
í

),v



_

^ ^ I^ B O L E T IN

'

% A lE S IA IIO
REVISTA DE LA FAMILIA SALESIANA

DON

BOSCO

Mis queridos amigos Juanito y
Mari:
¡Cómo 06 agredezco vuestras car­
tas! Os confieso que he disfrutado de
lo lindo viendo esas fotografías. En­
tre otras, me enviaba Juanito ésta que
publicamos en la revista, y en la que
venía escrito al dorso; “ Mari ai espejo”

UNA PAGINA-PARA LOS NIÑOS

Y más, con lo que le gusta a Ju a ­
nito hacer muecas,burlas y contorsio­
nes. Yo creo que nos íbamos a reír el
océano y la mar, ¿no te parece? Ade­
más, nos iba a contar muchas cosas,
porque el chico no es mudo, como le
pasaba al niño que curó Don Bosco
en Marsella. ¿No sabéis la historia?
Escuchad:

MARI AL ESPEJO

¡No seas tonta, Mari, y no te pongas
tan seria, que esa imagen no es tuya!
Esa cara no puede ser de otro, sino de
Juanito. El sí que es un ganso, y sin
remedio.
Pero además, si no me equivoco,
ese pájaro que aparece es de la televi­
sión, nada de Mari al espejo. La televi­
sión que, por lo visto, no se cansa de
aburrirnos, y ha de hacer el ganso. Y
si fuera sólo eso; pero es que hay que
ver las malas ideas que tiene. Yo he
pensado lo bonita que sería una sesión
de títeres hecha porjuanito. Creo que
nos íbamos a divertir mucho más que
con esas gansadas que nos está ofre­
ciendo la caja boba.

En 1880 hizo el santo un viaje a
Francia. Necesitaba dinero para sus
chicos, y , por si lo tuviera de sobra, el
Papa le había encargado la construc­
ción de la basílica del Sagrado Cora­
zón de Jesús en Roma. Ya había esta­
do en París y alrora visitaba Marsella.
Los marselleses no eran muy genero­
sos que digamos: “ Mucho ruido, pero
pocas limosnas” . Fue Don Bosco quien
tuvo que decir a la Virgen: “ Ea, vamos.
¡Comencemos!” . Y se puso a hacer
milagros.
Un día se le presentó una señora
quejándose amargamente:
- Mire, Don Bosco, mi marido es
un descreído. No quiere ver nada ni

con Dios ni con la I^esia.
- Además nuestro hijo es mudo de
nacimiento.
Don Bosco la consoló, prometién­
dole rezar por la conversión del espo­
so y por la curación del niño,y añadió:
- .Ah, pero no se olvide usted de re­
zar también a María Auxiliadora.
Vuelta a casa, le faltó tiempo para
decirle al marido:
- He estado hablando con Don Bos­
co.
• ¡Y a m í qué me importa! Los cu­
ras deberían estar todos trabajando
en el campo o en las minas: no sé qué
falta nos hacen. Y a tí ¿qué se te ha
perdido con ellos?
Llegó la hora de la comida, y otra
vez surgió la conversación:
- He encomendado a Don Bosco la
curación de nuestro hijo.
- A buen médico has ido - sonrió
el señor.
En ese preciso momento, el niño
empezó a gritar:
- ¡Papá! ¡Papá!
Era la primera vez que oían su voz.
£1 padre, sacudido por un huracán
de ternura,no podía creerlo. Se levan­
tó de la mesa y fue a ver a Don Bosco
y a decirle que no, que él despreciaba
a los curas...
• oh - respondió el santo -, si no
me quiere como cura, míreme como
un amigo.
El buen hombre,que tenía el cora­
zón en un puño, se rindió y rompió a
llorar.
Sí, fueron muy generosos con Don
Bosco. Además del bolsillo, abrieron
el alma y le dieron un buen lavado has­
ta dejarla como un espejo. Vosotros
bien sabéis cuáles son los ojos que se
miran en esos semblantes plateados
del alma. Yo sólo puedo deciros que
casi todas las tardes repito las palabras
de un poema bellísimo que dice:
“ Y limpia en lo más hondo
del corazón del hombre
tu imagen empañada por la culpa” .
Recibid un fuerte abrazo de vues­
tro mejor amigo.

PADRE RAFAEL

BOLETIN

SALESIANO

editorial

REVISTA K LA FWv«JASAlfSlANA
Año XCVII • N.” S - Mayo 1984
D irector
RAFAEL ALFARO

í

Consejo de Redacción:
Aureliano Laguna: Blas Calejero:
Antonio García Vera; Rafael Moreno
>Moreno; Laura Iglesias; Javier Artuch; Argentina Sánchez Romo.
Administrador:
Ramón Gutiérrez.
Dirección. Redacción y Admón.:
Alcalá, 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID-28
Depósito Legal; M. 3.044-1956
Imprime:
Inst. Politécnico Salesíanos-Atocha
(Con censura eclesiástica)

El Boletín Salesíano
se envía gratis
a la Familia Salesiana
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con los donativos
de sus lectores.
EN ESTE NUMERO
¡Enhorabuena, don Egid i o ! ............................
Don Viganó, reelegido
Rector M ayo r............
Consejo General de los
s a le s ia n o s ................
En manos de María Auxi­
liadora ......................
Los jóvenes de hoy, ¿son
c ristia n o s? ................
Monseñor Javierre, un
pastor de la Curia . .
María Auxiliadora en Es­
paña .........................
Adiós, madre Rosetta
Angola; Caminata maña­
na en L u e n a ............
Guinea Ecuatorial y la
Inspectoría de Madrid
Senegal: Centro Don
Bosco de Formación
Profesional...............
N o ticias................
Nuestra gratitud............
Fueron a la casa del Pa­
dre ...............................
Becas para las vocacio­
nes saiesianas . . . .

1
2
3
4
8
12
16
18
20
24

27
28
30
31
32

NUESTRA PORTADA
Estatua de María Auxiliadora
del colegio “ san Juan Bosco>
de Barcek>na-Horta, obra de
los escultores PuigdollersIbáñez. En este mes de mayo
honramos a nuestra Madre, la
invocamos y ptedimos su p>rotección.
Foto.—J. J. Remón y J. L.

Mena.

¡Enhorabuena,
don Egidio!
• Nuestro primer saludo en este Boletín de mayo es para
el Rector Mayor. Le enviamos nuestra felicitación más cordial
y sincera por su reelección como Superior General de la Con­
gregación Salesiana. Toda la Familia de don Bosco en Espa­
ña expresa su gozo y hace votos para que este nuevo sexenio
que se abre tras este XXII Capítulo General sea fecundo en
obras en favor de los jóvenes y de los pueblos más necesita­
dos. Don Egidio Viganó es un motivo de esperanza para toda
la Familia Salesiana. Así nos lo han hecho ver los Capitulares
al elegirlo por mayoría absoluta en la primera votación. Pero,
después de expresar nuestro gozo, nuestro deber es el de en­
comendarle al Señor y el de apoyar sus iniciativas y consig­
nas. ¡Adelante, don Egidio! Somos muchos y no nos falta en­
tusiasmo.
• En este mes de mayo subrayamos el aspecto mariano
del 7.° Sucesor de don Bosco. «Mi primera circular de 1978,
afirma el Rector Mayor, creó un clima mariano en casi todas
las Inspectorías. Nos hemos movido por cuatro grandes pau­
tas, a la luz de las orientaciones condenares:
— formación doctrinal sobre la función de María en la his­
toria de la salvación y sobre el fundamento teológico de la de­
voción salesiana a María Auxiliadora;
— culto y piedad marianos, según el Vaticano II y las di­
rectrices de la Maríalis Cultas, con el espíritu pedagógico y
popular de don Bosco;
— grandes horizontes de compromiso eclesial, como res­
puesta práctica a las necesidades de cada situación local;
— preocupación por las vocaciones, como tradicional ma­
nifestación de fecundidad apostólica de nuestra devoción mariana.
• Pero nuestro gozo se vio colmado en el solemne acto
del pasado 14 de enero en que el Rector Mayor y todos los
Capitulares ponían a toda la Congregación Salesiana en ma­
nos de María:
«María Auxiliadora, Madre de la Iglesia, los salesianos de
don Bosco, personal y comunitariamente, hoy nos encomen­
damos a tu bondad e intercesión...
Con gozo te proclamamos «Madre y Guía» de nuestra
Congregación.
• Como vemos, don Egidio es un hombre que suscita es­
peranza. Nos fíamos de una persona que no toma las riendas
de la Congregación confíando en sus fuerzas. Lo hace en
rTombre de don Bosco, en nombre de María Auxiliadora, en
nombre del Señor. ¡Don Egidio, cuente con nosotros!

1
i

V,, ■ .ffr .

. r

DON VIGANÓ
REELEGIDO
RECTOR MAYOR
DE LOS SALESIANOS
Llevaba seis años com o Superior
G eneral. Fue elegido por primera
vez en el C apítulo General ante­
rior, el 15 de diciem bre de 1977.
Tiene 64 años. Es italiano de naci­
m iento y chileno de nacionalidad.
Es el séptim o Sucesor de san
Juan Bosco.

Don Egidio Viganó fue reelegido como rec­
tor mayor de los Salesianos el miércoles 28
de marzo en Roma, donde se está desarro­
llando el XXII Capítulo General. Durante
otros seis años será el superior y guía de una
congregación que cuenta actualmente con
unos 18.000 miembros esparcidos por todo el
mundo. Es un hombre abierto al diálogo, se­
reno y optimista, con una gran confianza en
Dios y en sus colaboradores. Durante el pe­
ríodo que termina ha profundizado en el cre­
cimiento interior de toda la Familia Salesiana
con unas circulares de honda reflexión teoló­
gica. Y ha contribuido al desarrollo de los Sa­
lesianos en el continente africano de acuerdo
con el «Proyecto Africa», consigna de lanza­
miento en el Capítulo XXL
UN TEOLOGO POSCONCILIAR
Don Egidio Viganó nació el 26 de julio de
1920 en Sondrio, pequeña ciudad del norte
de Italia, a 60 kilómetros de la frontera suiza,
al pie de los Alpes. A los doce años ingresó
en el Colegio Salesiano de Chiarí, donde sin­
tió la llamada de don Bosco que lo invitaba a
una vida de nesgo y de aventuras. Hizo el no­
viciado en Montódine, donde profesó como
salesiano en 1936. Después de cursar sus

estudios de Filosofía, fue enviado a Chile el
1939 como profesor de Latín y Griego. Con­
taba entonces 19 años.
Estudió la Teología en la Universidad de
Santiago de Chile, recibiendo la ordenación
sacerdotal el 31 de mayo de 1947. Obtuvo la
Licenciatura en Teología y el Doctorado me­
diante una profunda tesis sobre el Cuerpo
Místico, que le mereció el nombramiento
como profesor de Teología Dogmática en la
misma Facultad de Santiago, y en el Estu­
diantado Teológico de La Cisterna. Veinte
años de enseñanza que recordarán con sim­
patía sus numerosos alumnos.
Desde 1962 a 1968 desempeñó el cargo
de director del Teologado en Lo Cañas {La
Florida). Fueron años de intensa actividad
teológica durante el Concilio Vaticano II. Don
Egidio pasó largas temporadas en la Ciudad
Eterna, llamado como perito conciliar del
Episcopado chileno. Poco tiempo después
tomó parte muy activa como experto en Teo­
logía en la Conferencia Episcopal Latinoame­
ricana de Medellín, 1968.
De 1968 a 1971 ocupó el cargo de Inspec­
tor Provincial de Chile. Como tal, participó en
el Capítulo General Especial de los Salesia­
nos (CGE XX), en el que fue elegido Conseje­
ro General para la Formación. Este nuevo
cargo le obligó a residir en Roma, dejando

comunicación

¿

con nostalgia la tierra y las gentes de Chile,
con las que todavía se siente identificado. No
en vano pasó allí treinta años de vida salesiana.
A sus dotes de inteligencia, apertura y bon­
dad, une su gran experiencia eclesial. En
efecto, ha estado presente en los aconteci­
mientos eclesiales más importantes de los últimos años: Concilio Vaticano II, Conferen­
cias de Medellín y Puebla, los Sínodos de
Obispos en Roma y, como Rector Mayor era
el Presidente de la Unión de Superiores Ma­
yores de Religiosos, sucesor del padre Arro­
pe en dicho cargo.
Octavo de una familia de diez hermanos, y
de la que tres son salesianos; Egidio, Angel y
Francisco, su madre lo llama «El Americano»

y añadía: «Ese es un teólogo, pero ante su
madre todavía tiene muchas cosas que
aprender». La madre, que murió a los 92
años, dejaba a sus tres hijos salesianos este
testamento: «Sed como niños ante Dios».
Dos frases suyas lo definen como hombre
de gran fe y esperanza: «Bs e/ Señor el que
guía la historia, no nosotros. Por consiguien­
te, no hemos de tener miedo». Y, con motivo
del Centenario Salesiano en España, dijo:
«Hay más futuro que pasado: cien años de
historia y siglos de porvenir». Buen salesiano,
es hombre simpático, de gran agudeza en
sus improvisaciones. Habla el español como
su propia lengua.
Oficina de Información Salesíana en España
(O.I.S.E.)

MENSAJE
Un abrazo cordial de todos vosotros, queridísim os hermanos,
también en nombre de los capitulares, entregados
con afán a concluir bien sus tareas.
'
Dirijo asimismo mi saiudo a ia numerosa Famiiia Salesiana,
en especial a las beneméritas Hijas de María Auxiliadora
con ias que aún compartimos el dolor del luto,
y mientras elevamos ya nuestra oración por el buen éxito
de su póximo Capítulo General.
Estoy con vosotros para empezar de nuevo:
Caminaremos juntos. Ya nos conocemos.
Iniciamos el intercambio de nuestros ideales
a la luz de la santidad tan original de don Bosco,
en el año cincuentenario de su canonización.
El nuevo sexenio tendrá la impronta de un mayor interés
por la figura y la misión histórica de nuestro Fundador
con ia mirada puesta en las celebraciones centenarias de su muerte.
El clima de las comunidades se verá pronto enriquecido
con el texto renovado de las Constituciones Salesianas;
ellas nos ayudarán a que fructifique con mayor Incidencia
el rico patrimonio de ios orígenes.
Don Bosco ha hecho historia con su santidad:
— ha demostrado que la santidad no es una evasión,
sino más bien una forma más exigente de intervención en la vida del pueblo.
— Se ha comprometido con la Iglesia y por la Iglesia
a la solución de los grandes problemas que obstaculizaban su misión.
— Se ha entregado a los jóvenes y se ha integrado en ellos
suscitando en sus personas esos valores evangélicos
que han hecho posible una civilización del amor.
Pues bien: Os invito a surtiros abundantemente en el manantial de Valdocco.
También nosotros haremos historia bien provistos con la valentía y el realismo eclesial de don Bosco.
¡Adelante!
A todos mis más cordiales felicitaciones Pascuales.
Don Egidio VIGANO

EN MANOS
de María Auxiliadora

«Nos alegra m uchísim o el hecho de que en esta ce­
lebración estén con nosotros algunos herm anos
nuestros m iem bros del colegio episcopal: m onseñor
Antonio Javierre, m onseñor Rosalio Castillo Lara,
m onseñor Alfonso Stickier y m onseñor Mateo Kochuparam pil. Representan a setenta y cuatro salesianos — entre cardenales, obispos, etc.— , que nos
recuerdan de un m odo vivo que la salesiana es una
vocación pastoral. A sí nos sentim os m ás unidos to­
dos los m iem bros de la Congregación en este acto
tan im portante de nuestra devoción m ariana.

ií 5

Toman parte en el acto de entrega a María cuatro obispos salesianos. En la
foto distinguim os a monseñor A. Javierre, monseñor Castillo y monseñor
Stickier.

En m anos de María
Los textos litúrgicos que he­
mos escuchado centran la re­
flexión de nuestra fe en la figu­
ra de María.
San Pablo nos recuerda su
función de solidaridad me­
diante su maternidad de Cris­
to. A María le debemos el que
Cristo sea uno de los nues­
tros, solidario con nosotros:
Asumió todo lo que es huma­
no; se hizo incluso pecado,
porque es hijo de mujer.
San Juan nos ha recordado
la presencia activa de María
en el acontecimiento central
de la salvación —en el Calva­
rio— y el profundo, misterioso
y tierno testamento de Cristo
antes de entregar su espíritu
al Padre: Dada como madre a
Juan. Y Juan la acoge en su
casa. Nos recuerda la mater­
nidad universal de María, que
es toda una tradición de igle­
sia y de vocación salesiana,
que confía en María como
Madre que nos lleva a Cristo y
nos acompaña en la construc­
ción de la fe.
Pues bien, estas reflexiones
ofrecidas por los textos de
nuestra fe nos hacen pensar
que es hermoso que nos ha­
yamos juntado de todo el

ROMA: El Rector Mayor y Capitulares hacen ante la imagen de María Auxiliadora el acto de entrega. Era el 14 de
enero de 1984, en el comienzo del XXII Capítulo General.

-S

mundo, de todos ios pueblos,
representando a todas las ins­
pectorías y a todas las comu­
nidades para hacer un gesto
de fe, para referirnos al cora­
zón de don Bosco y para decir
a la Madre de Dios que noso­
tros — en cuanto Congrega­
ción, comunidades locales y
personas— nos ponemos
completamente en sus ma­
nos.
Nos preguntamos: ¿Por
qué lo hacemos? ¿Qué valor
tiene este gesto? ¿Es quizá
un poco de sentimentalismo?
¿Es restauración de mentali­
dades y formas superadas?
— Nuestro gesto tiene un fun­
damento de fe, motivaciones
de atracción y estímulo de es­
peranza.

Nuestro gesto
se basa en la fe
Ante todo, un fundamento
de fe: ¿Por qué creemos en
María? El fundamento de esta
fe, manifestada en nuestro
«acto de abandono» es la cer-

OFRECIMIENTO A MARIA
«María Auxiliadora, Madre de la Iglesia,
los salesianos de don Bosco,
personal y comunitariamente,
nos encomendamos hoy a tu bondad e intercesión.
Te encomendamos
el rico tesoro de nuestras Constituciones,
el compromiso de fidelidad
y unidad en la Congregación,
la santificación de sus miembros,
el trabajo de todos,
animado por una actitud de cuito en espíritu y vida,
la fecundidad vocaclonal,
la ardua responsabilidad de la formación,
la audacia y generosidad misionera,
la animación de la familia saleslana
y, sobre todo, el ministerio diligente
de predilección por la Juventud.
Con gozo te proclamamos
«Madre y Guía» de nuestra Congregación.
Acoge, te rogamos, este filial «acto de entrega»
y haz que participemos cada vez más
en el testamento de tu Jesús en el calvario.
Por El, con El y en El nos proponemos vivir
y trabajar incansablemente
en la construcción del Reino del Padre.
María Auxiliadora de los Cristianos,
ruega por nosotros. Amén».

salesianos
teza que tenemos de la Asun­
ción de María: Un aspecto del
misterio de la salvación. María
está entre las primicias... En el
género humano hay dos resu­
citados: Jesús y María. Por
eso se han convertido en el
nuevo Adán y en la nueva Eva
que construyen la nueva hu­
manidad. ¡María no es un re­
cuerdo del pasado! María está
viva con Cristo e intercede
con El ante el Padre e influye
en la historia. Con Cristo
construye su cuerpo que es la

vos de esta atracción, para
que confiemos tanto en Ella?
Consideremos un poco el
rezo del ángelus que hace­
mos a diario. Lo primero que
vemos en María que nos atrae
es el poder del Espíritu Santo:
El ángel del Señor anunció a
María, y concibió por obra del
Espíritu Santo. En la historia
hay una fuente de energía, un
manantial de creatividad que
no depende de la evolución,
no depende de la ciencia y del
poder, no depende de latécni-

También nosotros seguimos creyendo en ios jóvenes. Hay muchos signos
de esperanza.

Nuestro gesto
tiene m otivaciones
de atracción
¿Qué es lo que nos atrae en
María? ¿Cuáles son los moti-

ca, no es posible calcularla
con las estadísticas ni con las
previsiones de los sociólogos
o de los futurólogos. Es sor­
presa, creatividad, imprevista
iniciativa de Dios. Sí hay una
persona y un hecho que nos
recuerden con absoluta clari­
dad este poder del Espíritu
Santo, es la anunciación a
María: Cambió la historia y
con mano segura, a pesar de
tantos dolores, la lleva a la vic­
toria final.
Otro aspecto nos atrae en

María: El carácter concreto de
su santidad. En Ella no con­
templamos sólo privilegios
—por ej., concepción, llena de
gracia— que sin duda tiene;
sino que..., se manifiestan en
la vida concreta: He aquí la
esclava del Señor; hágase en
m í según tu palabra. En María
vemos que la santidad no es
simplemente una cualidad de
belleza; es compromiso de
vida, es proyecto concreto de
la propia libertad manifestado
en decisiones personales de
vivir y llevar a cabo los planes
de Dios sobre nosotros.
Hay además otro aspecto
de atracción en María, muy
estimulante: Es el hecho de
que su maternidad hace conti­
nuamente presente a Cristo
en la historia: Y la Palabra se
hizo carne, y acampó entre
nosotros. Cristo está en la his­
toria, nacido de mujer. El
Cuerpo de Cristo dura por los
siglos; no sólo hasta la Pas­
cua, sino también después,
por la Eucaristía, que lo cons­
truye místicamente en la his­
toria.
El testamento del Calvario y
la Asunción nos dicen que la
maternidad de Maria se pro­
longa en el tiempo. Así pues,
cuánta atracción hacia Ella,
hacia su función de salvación,
hacia su maternidad...
Nuestro gesto
tiene estím ulos
de esperanza
Además de motivos de
atracción hay también estímu­
los de esperanza.
Nosotros llamamos a María
«Madre de la Iglesia» y «Auxi­
liadora». La esperanza se
basa en la seguridad que te­
nemos en una ayuda de lo
alto. En María vemos la solici­
tud materna de ayudar al Pue­
blo de Dios en el cumplimiento
de su misión histórica; de ayu-

salesianos
dar al Papa, a los obispos y a
los fieles; de ayudar a los reli­
giosos; a los seglares, a los
padres, a los jóvenes, a todos;
de ayudar a don Bosco, a no­
sotros, a la familia salesiana.
Nuestra esperanza cuenta
con esta ayuda. ¿Por qué ne­
cesitamos la ayuda de María?
¿Cuál es el compromiso histó­
rico, el ideal que soñamos los
salesianos? Queridos herma­
nos: Nuestro gran ideal es
construir el Reino de Cristo
entre los jóvenes: evangelizar
a los jóvenes. El «da mihi áni­
mas, cétera tolle» para noso­
tros significa: Ayúdame a
evangelizar a la juventud; y lo
demás..., ¡paciencia!
No es fácil. Es un trabajo in­
menso. Pero es nuestra voca­
ción, es nuestra pasión, como
lo fue de don Bosco hasta el
término de sus fuerzas. Pues
bien, María se nos presenta
como la que ayudó a nacer
esta misión. Repetía don Bos­
co: «Todo lo ha hecho Ella».
Los famosos sueños de nues­
tro Fundador, sus actividades
y el inicio de sus principales
obras tienen siempre un as­
pecto mañano. María es la
maestra y la guía de nuestra
vocación; es la inspiradora de
nuestras iniciativas. Nacimos
un ocho de diciembre.
Por todo eso Ella nos es es­
tímulo de esperanza. Lo com­
probamos no sólo al mirar a
don Bosco y nuestros oríge­
nes; también lo vemos al mirar
la expresión más representati­
va de la Iglesia: la figura del
santo padre —el papa Juan
Pablo II— que es verdadera­
mente un devoto de María
ejemplar. «Totus tuus». Ple­
namente encomendado a
Ella, para ser también uno de
los grandes líderes de los jó­
venes de todo el mundo, un
centro de gran interés para la
juventud, cuya conciencia e
ideales inspira y nutre para
realizar el propio futuro me­

diante la construcción de una
historia mejor.
En nom bre propio
y de los dem ás
Por tales motivos —que no
son puro sentimentalismo,
sino profundamente reales y
expresión de vigor de fe cris­
tiana— nosotros vamos a ha­
cer el «acto de abandono» de
toda la Congregación en ma­
nos de María Auxiliadora, Ma­
dre de la Iglesia.
Como he dicho antes, he­

Exhortación final
Este gran gesto de confian­
za significa adquirir más con­
ciencia del testamento de Je­
sús en el Calvario, una acep­
tación de aquel testamento y
un sentirlo y vivirlo para noso­
tros.
Que nos recuerde también
el sentido de filiación respecto
de María; un sentido que
siempre fue intenso y real
desde los orígenes de nuestra
vocación.

Otra perspectiva de los Capitulares en el acto de entrega a María.

mos venido aquí de todo el
mundo con una representa­
ción. Sentimos que con noso­
tros están presentes los satesianos de los cinco continen­
tes y de las numerosas comu­
nidades de cada inspectoría:
Representamos a la misma
congregación. Más aún, debe­
mos sentimos en comunión
con los hermanos y hermanas
de todos los grupos de la fami­
lia salesiana, que hoy mismo
o en estos días hacen con no­
sotros el mismo «acto de
abarKlono».

De ese modo, al comenzar
un capítulo de impoilancia
histórica y al tener que seguir
afrontando tiempos difíciles
para el crecimiento de la Igle­
sia, de nuestro Instituto y fami­
lia, podremos tener el mismo
aliento, la misma magnanimi­
dad y el mismo entusiasmo
que tuvo don Bosco, puesto
en manos de María para fun­
damos.
Dispongámonos, pues, a
hacer este solemne acto de
nuestra filial y realista devo­
ción mañana.

T
Jovenes

LOS JOVENES DE HOY

GENERALIDADES
Según las estadísticas del
«Edis», que cita el IF, los no cre­
yentes y ateos, en la población
española son el 7,3%, porcentaje
menor que el de otras naciones
europeas (aunque se constata un
lento aumento del especticismo y
agonosticismo, pero no del ateís­
mo). Los indiferentes y dudosos
alcanzan el 11,5%; los católicos
no practicantes, el 21,8%; los
poco practicantes, 23,5%; los ca­
tólicos practicantes, 32,5%; los
creyentes de otras religiones, el
0,8%: y no contestan, 1,4%.
Subraya el informe que la casi
totalidad de los españoles se de­
claran católicos, aunque después,
en su vida práctica, no vivan de
acuerdo con sus creencias. Y
aduce como ejemplos que:
— El 95% de la población es­
pañola ha recibido el bautismo.
Debiendo incluirse en el 5% res­
tante a los niños cuyo bautismo se
retrasa, aunque se celebre poste­
riormente.
— El 96,2% de los matrimo­
nios celebrados en 1981 fueron
por la Iglesia (el informe constata,
no obstante, en estos últimos
años un leve aumento de los ni­
ños que no reciben el bautismo y
de los matrimonios civiles entre
católicos).
— La asistencia dominical ha
descendido, siendo más acusada
esta baja entre los jóvenes y en
las ciudades... La media de Ma­
drid, sin embargo, con un 23,3%
de asistencia dominical, es una de
las más altas de las ciudades eu­
ropeas.
Como cifras comparativas, el IF
recuerda que en la segunda en­
cuesta nacional de la juventud
(1967), el 77% de los jóvenes de­
claraban ir a misa todos o casi to­
dos los domingos; y que la media
de los católicos españoles que
cumplía el precepto dominical, en
1972. era de un 35%.
— Aumento del rechazo (o la
aceptación tan sólo en parte) de la
mediación eclesiai (magisterio,
prescripciones litúrgicas, etc.), de
las orientaciones y disposiciones
de la Iglesia. Actitudes originadas,
según dicho informe, por el plura­
lismo de la sociedad, que se refle­
ja igualmente en la Iglesia.
Es precisamente, en esta falta
de unidad, visible en fieles y jerar­
quía, donde reside uno de los
orandes fallos de la Iglesia en la
Éspaña de hoy. «La Iglesia católi­
ca pesa más en la sociedad por­
que está algo más abierta a los

8

f.SON CRISTIANOS?

6

La juventud, de espaldas a la Iglesia.
Hacia una sociedad laica.
Recientemente, se ha publicado el IV INFORME FOESSA,
con el título: «Informe sociológico sobre el cambio social
en España 1975-1983».
La Fundación Foessa se constituyó en 1965 y, desde en­
tonces, con variable regularidad, ha publicado investiga­
ciones y estudios diversos, que le han ganado justa fama
de solvencia y fiabilidad.
Este nuevo informe sociológico de Foessa consta de dos
volúmenes y es, precisamente, en el segundo, donde se
encuentra el tema que me sugiere estas reflexiones para
el Boletín Salesiano.
Creo, sinceramente, que merece la pena leerse todo este
informe, porque ofrece una perspectiva general y objetiva
del hecho religioso, que no se puede desconocer. Pero su
comentario excede la finalidad y propósito de este artícu­
lo.
Quiero, en él, limitarme básicamente a las generalidades
que preceden al estudio y al capítulo III de la primera par­
te: «La Iglesia Católica en la España de hoy, sujeto de ac­
tividad social», cuyo autor, Andrés Tornos, jesuíta y profe­
sor de la universidad de Comillas, pertenece al «Instituto
Fe y Secularidad», y con quien colabora José María Díaz.

jovenes
problemas, lenguaje y demandas
de ella; pero también pesa me­
nos, porque no está consolidada a
nivel social la significación de bas­
tantes de sus actuales comporta­
mientos y porque es una Iglesia
poco unificada» (IF 557).

LA JUVENTUD, HOY
Como salesianos nos interesa,
de modo particular, la opinión del
IF., sobre la juventud española. Y
la impresión que uno saca, tras la
lectura de sus páginas, no es po­
sitiva.
«En lo que aparece como espe­
cífico de la subcultura juvenil, la
Iglesia parece ver seriamente me­
noscabada su capacidad de pro­
ducir —o transmitir— significantes
orientadores del comportamiento
de los jóvenes» (IF 619). ...«otro
aspecto sobresaliente, por produ­
cirse dentro de una cultura, que
viene denominándose tradicional­
mente cristiana es, precisamente
la ausencia de referencias cristia­
nas» (ídem).
«La impresión final que produce
el discurso juvenil, en lo que atañe
a la religión es que dentro de él, la
institución eclesiástica se ha "profanizado” , en el sentido de que no
transmite significantes “sacros” ,
esto es, jerarquizadores últimos
de los valores que organizan las
conductas juveniles». «Hay y son
constatadles áreas juveniles mu­
cho más cercanas a las institucio­
nes eclesiásticas, pero difícilmen­
te se las puede considerar como
parte integrante de lo específico
de la subcultural juvenil»... «El
efecto de mayor relevancia reli­
giosa que tiene el pluralismo en la
sociedad española..., es esta si­
tuación de “emancipación de lo
sacro” , en la subcultura juvenil,
respecto a las instituciones reli­
giosas» (IF 619-620).
Tras la lectura de estos párra­
fos es posible una reacción pesi­
mista: ¿Es éste el resultado de
nuestros esfuerzos? No olvide­
mos que ésta es una valoración
general de una juventud, que, en
su máxima parte, está fuera de
toda influencia religiosa, escolar,
parroquial e incluso familiar. Es en
la familia, sobre todo, donde se
agudiza el efecto multiplicador de
estos agentes externos, que origi­
nan y favorecen ios cambios de
una sociedad que se desbrida de
toda coerción y traba, como lo re­
conoce el mismo informe;
«La desaparición práctica de lo
religioso ex}^ícito e institucionaiizado en el discurso de la subcuttura

juvenil no es, pues, un fenómeno
“caído como un aerolito” , sino
que tiene sus raíces en la modifi­
cación paulatina y observable de
los procesos de socialización reli­
giosa en la familia... La socializa­
ción en la familia es un reflejo de
más amplios procesos sociales, a
los que, a su vez, sirve de multipli­
cador» (IF 623).
Monseñor Caries afirmaba re­
cientemente en el colegio Zurbarán que «desintegrar la familia es
la mejor forma de desestoicturar
la sociedad» (Ya 28.” .84).
Pensemos tan sólo en la enor­
me influencia de los medios de

que se toma a chacota la religión,
con fondo de música gregoriana.
Es una muestra más del mal gus­
to chabacano con que se lesio­
nan, con lamentable frecuencia,
los más íntimos sentimientos reli­
giosos de un pueblo. Y estos plan­
teamientos —digámoslo— anti­
rreligiosos, permitidos o progra­
mados desde las más altas ins­
tancias, van calando irrefragable­
mente en las mentes y actitudes
de los espectadores. Especial­
mente, de los más jóvenes.
Al hablar de los colegios religio­
sos, indica el informe (548-49):
«Los colegios de la Iglesia man­

Es inadmisible el derrotismo, ei dar por perdido el combate antes de plan­
tearlo.

comunicación, arteramente dirigi­
dos muchos de ellos hoy, por inte­
reses de índoles diversas, a de­
belar todo valor, no ya espiritual o
moral, sino sencillamente familiar,
cultural o de orden. Y, con fre­
cuencia, la utilización de estos
medios está al alcance de jóvenes
y niños. Ei botón de la tele o la te­
cla del vídeo, la compra de prensa
pornográfica, de ciertos «có­
mics», la permisividad oficial ante
ciertas películas, etc., burla fácil­
mente la mejor buena voluntad de
muchos padres.
Sería ingenuo creer que es el
azar ei que saca a suerte ciertos
programas y seriales, en los me­
dios de comunicación estatales,
hoy. La ^>oca de la informática y
de (a sociología, en la que esta­
mos inmersos, no deja nada al
azar. Y lo contrario es mentir des­
caradamente. Hoy mismo, rajan­
do escribo estas líneas (5 de mar­
zo) ia televisión ha transmitido un
reportaje de los carnavales de Las
Palmas de Gran Canaria, en el

tienen hoy el ideario religioso.
Como tales centros, no son sólo
instituciones que imparten una
cultura católica, sino también una
formación cristiana y eclesial; son,
por tanto, centros catecumenaies,
aunque se respete la libertad de
conciencia de padres y alumnos,
en los casos singulares, en que
los no católicos sean admitidos a
los centros».
Son estos colegios uno de los
diques más poderosos que se
oponen a esa socialización de la
familia, a que antes aludíamos.
No es. pues, de extrañar los ata­
ques que contra éstas y parecidas
instituciones, planean, fomentan y
dirigen cuantos, desde ei poder
buscan la subversión interesada
de ciertos valores. En España, y
fuera de ella.
Y es curioso observar esa de­
nominación de «centros catecumenales», dada a los colegios re­
ligiosos. La enseñanza ha de ser
para nosotros —y ahora más que
nunca— tan sólo un medio: medio

que se ha de procurar, eso sí, sea
de la máxima eficacia; rigurosa y
científicamente puesto ai día; lo
más perfecto posible; planificado
con inteligencia y oportunidad
para el logro óptimo de resultados
(porque como señala igualmente
el informe, «En el campo de la cul­
tura, se halla el gran reto iglesiasociedad y constituye la gran
fuente de contrastes con algunas
orientaciones políticas» (pg. 548);
pero medio, al fin. Lo que real­
mente queremos —y el ideario de
los centros ha de destacarlo con
honrada gallardía— es la forma­
ción cristiana de nuestros alum­
nos. Porque, como afirmaba Juan
Pablo II, en Granada, a los educa­
dores cristianos, es obligación
nuestra «potenciar la educación
en la fe, impartiendo una forma­
ción religiosa a fondo, estable­
ciendo la órganica concatenación
entre la catequesis infantil, juvenil
y de adultos, y acompañando y
promoviendo el crecimiento en la
fe, durante toda la vida. Porque
«una minoría de edad» cristiana y
eclesial no puede soportar las em­
bestidas de una sociedad creciente'mente secularizada». Y tras se­
ñalar que «los padres deben ser
los primeros catequistas de sus
hijos», continúa, «por su parte, los
maestros y educadores católicos
pueden tener, en el campo religio­
so, un papel de primera importan­
cia. En ellos confían tantos pa­
dres y conÑa la Iglesia, para lo­
grar esa formación integral de la
niñez y juventud, de los que, en
definitiva, depende que el mundo
futuro esté más cerca o más lejos
de Jesucristo». (El laico católico,
testigo de la fe, 81).
Estas palabras del Papa han de

ser una razón más, si alguna fue­
ra todavía necesaria, para ese es­
fuerzo serio e ilusionado a fin de
que nuestros centros sean lo que
hoy requiere imperiosamente la
Iglesia. Que en la sola diócesis de
Madrid, existan de diez a doce mil
catequistas y se hayan fundado
varios centenares de escuelas de
catequesis (IF 547), puede ser un
detalle significativo de los nuevos
caminos que hoy nos abre el Es­
píritu.

HACIA
UNA SOCIEDAD LAICA
Aun el observador más superfi­
cial se da cuenta de que, hoy, en
España, las cosas, la gente, las
situaciones no son ya las mismas.
Todo ha evolucionado; todo está
cambiando. Y sólo el futuro podrá
evaluar el resultado.
«Se siente en el ambiente/España es diferente», podíamos co­
rear también, en vena popular.
La Iglesia, impulsada por el
Concilio Vaticano II se adelantó,
en nuestra patria, al cambio. Es
una Iglesia distinta la que convive
con nosotros. Una Iglesia renova­
da, en una sociedad cambiante.
Esto ha supuesto un planteamien­
to nuevo en las interrelacíones y
problemas suscitados, que aún
ocasiona lamentaciones nostágicas, adhesiones exultantes y nu­
merosas deserciones.
Una Iglesia que voluntariamen­
te se cercena de todo triunfalismo;
se desunce de toda connivencia
política; se vuelve a sus raíces, y
se proclama reiterativamente en­

Hoy se proponen nuevos ídolos a la juventud. Lo hemos visto en las más
recientes manifestaciones masivas de la música rock.

viada a los pobres y oprimidos, en
una sociedad todavía tradicional­
mente católica, pero que vota mayoritariamente una constitución
laica; que se abre a permisivida­
des culturales, sociológicas y mo­
rales, inimaginables, hace apenas
unos años, y se vuelca clamoro­
samente por una legislación so­
cialista, por primera vez en su his­
toria, no deja de ser una situación
suficientemente importante y exci­
tante como para no situarla en la
platina del análisis sociológico.
Así lo hace el IF (609), que se
pregunta; «¿O quizá España está
comenzando a dejar de ser católi­
ca, en sus formas de vida urbana?
Esto, unido a la tendencia hacia
una cultura predominante urbana
de las sociedades modernas, im­
plicaría sencillamente que las for­
mas de vida española empiezan a
dejar de estar orientadas por ca­
denas de significantes católicxjs.
¿O, tal vez, se está produciendo
ahora una reconstrucción del
campo religioso católico, frente a
formas de la modernidad, religio­
samente disolventes?»
El autor confiesa no estar en
condiciones, desde el punto de
vista de la sociología de la religión
de responder todavía a esas pre­
guntas. Pero afirma posteriormen­
te; «Adelantamos aquí una pro­
puesta interpretativa, en su nivel
más genérico: en la sociedad es­
pañola. los procesos de moderni­
zación no significan una desapa­
rición de lo religioso, sino una
serie de modificaciones cualitati­
vas de las formas tradicionales de
manifestación de lo religioso.
(Contradecimos, pues, la interpre­
tación de la secularización como
simple declive de lo religioso)».
Lo que subraya también es que
«los procesos de modernización
suponen no una marginalízación
de lo religioso, sino una disolución
entre lo religioso y «lo-procedente-de-la-intitución-religiosa»
(IF
613). Característica común que
vemos en muchas de esas «mani­
festaciones».
Consecuencia de esta evolu­
ción de la sociedad moderna, re­
salta igualmente el autor, es el
acotamiento progresivo de la reli­
gión, del hecho religioso, en zo­
nas concretas, desconectadas,
frecuentemente, con la misma so­
ciedad. Frente a la antigua con­
cepción de una sociedad, cohe­
sionada y moldeada por la reli­
gión, «ciertas interpretaciones so­
ciológicas gbbales del tema de la
secularización (privatización de lo
religioso, declive de la religión,
descorrexión entre la sociedad y

jovenes
lo sacro) tienen como trasfondo
común el coincidir en la no rele­
vancia social de lo religioso. En
una sociedad moderna, lo religio­
so {ya se considere éste como
identificado con la Iglesia, o bien
se distinga de ella) sería empuja­
do enexorablemente hacia zonas
marginadas, no estructurales de
la sociedad” (IF 627).
E insiste más adelante; «La se­
paración, en el modelo occidental
de sociedad, al que se ha sumado
España en su Constitución de
1978, de la Iglesia y el Estado...,
la «secularización de los saberes
y de las conciencias» pueden
conducimos a pensar que, en las
sociedades occidentales —y. en
esto, España no sería diferente—
lo religioso va careciendo progre­
sivamente de relevancia social; se
privatiza y, a lo sumo, se convierte
en un hecho marginal, periférico»
(IF 627).
No desconoce el autor ni pasa
por alto lo que hoy se llama «el re­
surgimiento de lo religioso», he­
cho constatadle aún en las socie­
dades más desarrolladas, pero si­
gue juzgando que «a pesar de es­
tos índices de interés por lo reli­
gioso, parece plausible la hipóte­
sis de que en las sociedades occi­
dentales —y éste sería el caso
español— . lo religioso tiende a re­
ducirse a dimensiones individua­
les y comunitarias» (627).
La conclusión, pues, de que va­
mos hacia una sociedad laica se
impone, en línea lógica, y así lo
afirma el autor, matizando los
conceptos; «...la instituclonalización de la sociedad española
está siguiendo un modelo laico,
es decir, no anti-religioso, sino
simplemente a-religioso. Mode­
lo que está siendo apoyado tam­
bién por parte de la F^blación ca­
tólica» (y recuerda que la ley de
divorcio fue promovida por un mi­
nistro de confesionalidad católica)
y que «el proyecto de despenalización de ciertos supuestos de
aborto (que repite el caso ante­
rior) parecen ser indicadores sin­
tomáticos de esta dirección»
(627). Por lo que concluye el au­
tor; «Nuestra hipótesis, en el mo­
mento actual, sería que los proce­
sos de modernización, en Espa­
ña, se orientan en el sentido de
una institucionalización progresi­
vamente laica de la sociedad» (IF
628).
La diferencia, en teoría, entre
laico y antirreligioso es ciara. Lo
que pasa es que nuestra expe^
rienda histórica como pueblo está
ya escamada ante ciertas sutilida­
des cor>ceptuales que pueden fá­

cilmente borrarse, en la práctica,
por sectarismos imperantes, afán
de revancha u otros fines inconfe­
sables. Nuestra misma actualidad
ofrece, hoy. ejemplos múltiples, si
a ella se mira con serena objetivi­
dad, limpia de Interes y partidis­
mos.
¿Qué hacer entonces? ¿He­
mos de presenciar impasibles el
hostigamiento sectario y sin traba,
que, desde los más diversos sec­
tores, se auspician hoy o se pue­
den alentar mañana? ¿Se ha de
silenciar el ataque sistemático
contra los sentimientos religiosos,
promovidos desde los medios es­
tatales de comunicación social?
«La Iglesia parece hacerse
consciente de esta nueva función,
subraya el IF (631) según puede
juzgarse por algunas de las decla­
raciones de sus representantes
en temas de grave conflictividad
con el Estado no confesional. Las
críticas al Gobierno pueden ser
contundentes y se invita a los ca­
tólicos a que «expresen su desa­
cuerdo» (es decir, a la moviliza­
ción), frente a un determinado
proyecto de ley. (Declaración de
la Comisión Permanente del Epis­
copado: «La vida y el aborto»,
6.2.83). Pero se señalan como
cauces exclusivos de esa movili­
zación «los recursos legales que
autoriza la Constitución»; se reco­
mienda que la protesta se haga
«con el respeto que imponen el
espíritu cívico y la ley del evange­
lio» y se ruega a los gobernantes
y legisladores que ponderen en
conciencia la trascendencia de
sus decisiones y ello para no in­
troducir, «en nuestra sociedad un
principio de descomposición mo­
ral» (IF 631).
La injusticia y la corrupción se
dan también en las democracias,
de acuerdo, pero existe, asimis­
mo, la libertad de denunciarlas y
exponer a la vergüenza pública la
mentira y la manipulación de los
demagogos. Es la suciedad y la
gloria de las democracias autenti­
cas.
Lo que es inadmisible es el de­
rrotismo; el dar ya por perdido el
combate, aun antes de platearlo.
Lo del «pueblo unido, jamás será
vencido», tiene validez ín t^ ra ,
igualmente en este caso. Dejémo­
nos de guerrillas, de inútiles aco­
sos y, desde la unidad plena, todo
el pueblo de Dios defer>damos.
con inteligencia y denuedo, los
derechos que dimanan de ser
hornees y de ser católicos. Lo
que hoy puede parecer utopía, el
tiempo k) irá forjarxk) en realidad
sólida.

CONCLUSIONES
Al resumir el padre Martínez
Cortés su estudio «Religión, cultu­
ra, sociedad», señala que «Los
procesos de modernización de la
sociedad española causan des­
plazamientos en la posición social
de lo religioso que afectan a la
Iglesia católica, tanto en la esfera
privada como en la pública.
En la esfera privada se produce
una disociación entre las institu­
ciones religiosas, como transmi­
soras de significantes sacros y lo
sacro mismo... Tal disociación es
observable en la cultura juvenil...
En lo que atañe a la esfera públi­
ca, la sociedad española parece
orientarse hacia una institución
laica, es decir, según códigos no
religiosos, lo que originan friccio­
nes con la Jerarquía católica. Ta­
les fricciones, sin embargo, se en­
cuadran en los límites de lo que
hemos denominado función infrapoiítica de lo religioso. La Iglesia
católica, que parece consciente
de esta función, no ha encontrado
todavía un lenguaje unánime en
todas sus instancias y que sea el
adecuado para ejercerla.
...Desde las p^u eñ a s investi­
gaciones cualitativas, que hemos
realizado aparece, pues, la emer­
gencia de un cambio. No ha sido
nuestra tarea verificar su exten­
sión y su difusión actual en el teji­
do de la sociedad española. Tam­
poco es nuestra tarea el valorarlo.
Sociológicamente, lo que parece
surgir no entra ni en una perspec­
tiva «ap>ocal(ptica» (hundimiento
de la cultura tradicional), ni en una
perspectiva «integrada» («en rea­
lidad, no pasa nada»). Aparece
simplemente, ni más ni menos,
como la emergencia de un cam­
bio» (IF 633).
Y para que este cambio no sub­
vierta valores inalienables, hemos
de optar, creo yo;
— «Por una adhesión más
electiva y personal a la iglesia»
(IF547).
— Por la continua profundización de nuestra fe, según una
adecuada y continua catequesís.
— Por la unidad de criterios en
lo fundamental, sin fisuras ni bánderías, en fieles y jerarquía.
— Lo que hará surgir una Igle­
sia unida, ap^tólícamente agresi­
va, y enérgica defensora de los
derechos de la persona humana
para responder así a los nuevos
retos, que plantea hoy la sodedad
laica.
JESUS PABLOS MENDEZ
11

Monseñor Javierre
Quizá esta anécdota, conta­
da por él mismo, defina en
profundidad a monseñor Anto­
nio Javierre, arzobispo secre­
tario de la SCEC desde hace
ya bastantes años.
La dignidad de arzobispo y
el despacho en la Curia vati­
cana no han podido con el es­
tilo y carisma salesiano que
bebió desde su infancia en
Huesca.
Monseñor Javierre ha esta­
do en la Ciudad Condal con
ocasión de! centenario de la
obra salesíana de BarcelonaSarriá. Allí pudimos hablar
con él extensamente.
— ¿Cómo ha vivido estos
días de conmemoración cen­
tenaria, monseñor?
—Con intensidad y gozo; en
familia. Yo pertenezoD desde
el principio a esta zona salesiana, a esta provincia, que ha
sido mi cuna. La celebración
ha sido muy íntima y cariñosa:

12

UN PASTOR
en la Curia
«Yo siem pre he tenido interés por no perder el con­
tacto con ios jóvenes. En una de ias audiencias que
tuve con Pablo VI, cuando ya había sido nom brado
Secretario de ia Sagrada Congregación para ia Edu­
cación Catóiica, quise consultarle sobre este asun­
to.
— Santidad^ le dije, hay algo que no sé si hago bien

y quisiera someterlo a su consideración.
— A ver, qué es eso que no hace bien.

— Yo procuro seguir reuniéndome con jóvenes uni­
versitarios. No sé si, como Secretario de la Congre­
gación, debería hacerlo o no.
Pablo VI no respondió nada; se levantó y se dirigió
a uno de los ventanales de la sala; lo abrió y con­
tem pló el exterior.
—¡Le tengo envidia!, dijo casi gritando, con voz ententórea, algo nada frecuente en él.
Este hecho m e reafirm ó en esa característica tan salesiana de presencia entre ios jóvenes».

entrevista
ha respondido a lo que se pre­
tendía: volver a las tuestes y
darnos cuenta de que, gracias
a Dios, don Bosco continúa
presente y, a pesar de todas
nuestras deficiencias, conti­
núa contento.
Don Antonio Javierre nació
en Siétamo (Huesca) y fue
alumno, en su infancia, dei co­
legio salesiano de aquella ciu­
dad.
— Dice usted que ésta fue
su cuna. Cuéntenos, ¿cómo
nació su vocación?
—Yo creo que la vocación
la tienen los padres y florece
en los hijos. En la mayor parte
de los casos el clima familiar,
el ejemplo de honradez huma­

na y cristiana, es determinan­
te. Allá en Huesca, de chaval,
era bastante trasto pero estu­
dioso. Fui a recoger un premio
que me dieron y el director, en
presencia de mi madre, me
preguntó si yo quería ser sale­
siano. Me molestó muchísi­
mo: me parece bien y necesa­
rio que se interpele directa­
mente, pero con discreción no
en presencia de otros. Res­
pondí un no como una casa,
molesto. Además me prometí
no volver al colegio. Al año si­
guiente iba con los Hermanos
de las Escuelas Cristianas.
Pero la pregunta no me de­
jaba dormir. Los Hermanos,
con discreción, me respetaron

y encaminaron a un director
espiritual, el cual me orientó,
excluyendo para mí la vida
matrimonial, el clero secular y
los jesuítas, ¡y me envió a los
salesianos! Me resistí, era
para mí como una patada en
la espinilla. Pero finalmente
me rendí, profesó como sale­
siano, me ordené sacerdote, y
aquí estoy.
—Alguna época a destacar
en la vida salesiana?
— El aspirantado en Astudillo, donde don Tomás Baraut
fue un padre con todos noso­
tros. El noviciado con don Lu­
cas Pelaz, que se estrenó
inesperadamente con noso­
tros como padre mestro. En la

¿QUE ES UNA SAGRADA CONGREGACION?
El Papa se ha de preocupar de todos los
asuntos referentes a la fe cristiana. Esto lo
hace a través, en parte, de las Sagradas Con­
gregaciones, que son una especie de Ministe­
rios. La SCEC sería el equivalente ai Ministe­
rio de Educación.
Cada Congregación está formada por un de­
terminado número de cardenales y, por deci­
sión del Concilio, por algunos obispos de
todo el mundo, siete en el caso de la SCEC.
Presididos por el Cardenal-Prefecto y con la
asistencia del Secretario, la Congregación se
reúne en sesión plenaria una vez al año por lo
menos.
Hay también reuniones ordinarias a las que
asisten los cardenales que residen en Roma y
el Secretario; en estas reuniones se tratan las
cuestiones de gobierno ordinario y las urgen­
tes.
Pero los que trabajan cada día en una Con­
gregación son el Cardenal-Prefecto, el Secre­
tario y el Subsecretario. Luego está el perso­
nal distribuido, en el caso de la SCEC, en cua­
tro departamentos: Seminarios, Universida­
des, Escuelas Católicas y Vocaciones. En
cada departamento hay un jefe de sección y
sus oficíales, que estudian los asuntos diver­
sos agrupados temática o geográficamente y
preparan documentos. Hay también personal
administrativo (mecanógrafos, encargados
del registro, bibliotecario, etc.) y auxiliar.
La labor de la SCEC es de promoción, de
<<estar al servido de». Responder a las consul­

tas, dar orientaciones, sugerir iniciativas, re­
copilar y comunicar experiencias, etc. El tra­
bajo más fatigoso es el epistolar; son cente­
nares las cartas que llegan y a las que hay que
contestar.
Cada viernes, la SCEC tiene un congreso o
reunión de todos los jefes de sección y oficia­
les para poner en común el estado de los di­
versos temas: la fundación de una facultad o
universidad, la revisión de unos determinados
programas, la redacción de un determinado
documento, etc.
En el campo de los seminarios, el documen­
to más importante emanado de la SCEC es la
Ratio Fundamentalis o directorio de la forma­
ción de los aspirantes al sacerdocio. Respec­
to a las escuelas han aparecido recientemente
uno sobre educación sexual y otro titulado «El
laico católico y su testimonio cristiano en la
escuela». La «Sapientia Christiana» es el do­
cumento más actual sobre las Universidades;
fue preparado por Pablo VI, que murió antes
de su promulgación; lo mismo le pasó a Juan
Pablo I, y, finalmente, lo ha publicado Juan
Pablo II, que participó como obispo en su ela­
boración. Ha sido enorme también el trabajo
realizado en el campo de las vocaciones, ani­
mando la redacción de directorios diocesanos
sobre este tema; en la actualidad se tienen re­
cogidos más de 800 y, a partir de ellos, se ha
preparado un documento con las líneas fuer­
za que es lo rr>ejor que hay sobre vocaciones.

13

entrevista
filosofía, la figura de don Juan
Alberto. Pero, sobre todo, el
trienio en Mataró, con don
José Pintado, don Rafael Cerdá, don Mariano, don Ama­
deo, don Juan Fargas... Allí
fue donde entendí en serio la
vida salesiana y espiritual. Al­
gunos alumnos eran mayores
que yo... Entré en una clase
de dar griego y lo primero
que hice fue mirar dónde esta­
ban las ventanas por si tenía
que escapar por ellas.
— ¿De qué fue profesor en
Mataró?
— Mira, la única materia que
había preparado era la reli­
gión, y fue la única que no di
en el bachillerato; las demás
las di todos. Estaba molesto

ños venían en derredor como
rposcas, pero buscaban una
respuesta de tipo espiritual.
Allí palpé la necesidad impe­
riosa de una vida espiritual y
del estudio de la teología.
La estudié en Salamanca, y
tuve como compañero a don
Luis Chiandotto. El, italiano,
se quedó en Salamanca, y a
mí, español, me enviaron a
Italia, a dar clases de teología.
Me costó aceptar el no volver
con los chicos, pero valoré el
efecto reduplicativo de educar
a educadores.
El P.A.S., hoy Universidad
Pontificia Salesiana, fue el
centro de irradiación del saber
y el saber educar de don Javierre. Decano de la Facultad
de Teología, Rector Magnífico

BARCELONA: Don Antonio Javierre saluda a don Lucas Pelaz, que fue su
padre maestro en el noviciado.

por ello, pero comprendí
cómo funcionaba la cosa; la
clase de religión se reservaba
para los profesores de mayor
prestigio y a la mejor hora.
— Y después del trienio, la
teología...
—Sí, durante el tercer año
me daba cuenta de que ios ni­
14

y, finalmente. Secretario de la
Sagrada Congregación para
la Educación Católica.
— ¿Cómo es su vida normal
en su trabajo de la Congrega­
ción?
—Nuestra Congregación se
abre antes de las ocho; a las
ocho y media empezamos a

trabajar hasta la una y media;
por la tarde, de cinco a ocho.
Sin vacaciones, porque los
períodos vacacionales de Eu­
ropa no coinciden con los de
otros países; hacemos turnos
para que siempre este servida
la Congregación.
Como secretario estoy obli­
gado a vivir en la misma resi­
dencia donde está el lugar de
trabajo, es decir, en el Vatica­
no.
— ¿Por qué?
—El motivo es que debe­
mos estar siempre a disposi­
ción de todo el mundo, y a ve­
ces llaman de países lejanos
donde los horarios son distin­
tos al nuestro. Y lo que para
ellos es una hora cómoda,
para nosotros pueden ser las
dos de la madrugada.
— ¿Se siente pastor en me­
dio de su trabajo de oficina?
—Al principio cuesta hacer­
se algún razonamiento teoló­
gico para darse cuenta de que
uno no está en vanguardia. Mi
vocación era ser misionero, y
estar detrás de unos papeles
cuesta. Pero en definitiva uno
piensa que lo que importa
para realizar una pastoral au­
téntica es elevar el nivel de
gracia de nuestra iglesia; y
eso en cualquier trabajo es
posible. Se trata de trabajar
con amor. Así es como santa
Teresita de Lisieux puede ser
patrona de las misiones.
Además de este razona­
miento teológico, hay otra rea­
lidad. Para uno que tiene vo­
cación de educador, estar en
la SCEC es tener la posibili­
dad de influir en la orientación
de miles de educadores y
quién sabe por cuántos años.
Esto me exige estar en con­
tacto con los jóvenes para co­
nocer su realidad en cada mo­
mento, puesto que es muy
cambiante. A veces nos llegan
radiografías de los jóvenes
desde determinados países

Monseñor Javierre presidió la Eu­
caristía de la fiesta de don Bosco a
la que acudieron miembros de toda
la Familia Salesiana.

que son perfectas, pero de
hace 20 años.
La delicadeza, la circuns­
pección, et hablar ordenado,
precioso y sereno caracteri­
zan a monseñor Javierre. Las
palabras fluyen tranquilas y
certeras a lo largo de la entre­
vista. Ahora estamos en su
tema, explicando las cosas a
fondo, sin prisas, dejada ya
atrás una ligera y diplomática
reticencia a entrevistas perio­
dísticas.
— Desde su observatorio
privilegiado, ¿cómo sé ve al
Papa, qué imagen da a sus
colaboradores inmediatos?
— Extraordinaria: no se
sabe cómo tantas cualidades
pueden estar acumuladas en
la misma persona. En la
UNESCO pronunció quizá el
mejor de sus discursos, muy
suyo, muy de su estilo perso­
nal; fue unánime la aceptación
cordial que cosechó entre una
mayoría de personas no cató­
licas. Curiosamente —y el
mismo Papa se quejaba de
ello— es quizá también de los
discursos que menos eco han
encontrado en ios medios de
comunicación social.
Juan Pablo II quiere ser, por
encima de todo, pastor. Por
eso va a las cárceles, a las pa­
rroquias, a todos los países
del mundo.
Desde el punto de vista
ecuménico, no se le puede
pedir más; desde la perspecti­
va social, están todos atóni­
tos: no deja dormir ni a unos ni
a otros, habla con libertad y
profundidad. El que no quiera
ver todas estas realidades
está ciego o miope o tiene
prejuicios. Que vayan a pre­
guntar a organismos como
Justicia y Paz, la UNESCO, el
Consejo Mundial de las Igle­

sias, etc., y verán qué piensan
sobre Juan Pablo II.
— Usted es un experto en
ecumenismo.
— Bueno, en un campo ai
que sigo asomándome... des­
de que me remitieron. Procuro
seguirlo, y desde luego dentro
de la SCEC, lo tenemos muy
presente.

Monseñor Javierre se dirige
a pronunciar ia conferencia titulada
«don Bosco, padre y maestro».

El tiempo ha pasado volan­
do; los 15 ó 20 minutos de
conversación solicitados se
han convertido en casi dos ho­
ras, y el avión no espera.
Adiós, don Javierre, siga sien­
do pastor. Y muchas gracias.
15

UN LIBRO
MARAVILLOSO
Acaba de llegar a mis manos
uno de los regalos más bellos que
he recibido este año: el libro Ma­
ría Auxiliadora en España. Me
parece una maravilla desde la pri­
mera hasta la última página. Lo
abro y leo la dedicatoria: «A toda
la Familia Salesiana, a las Asocia­
ciones de María Auxiliadora, a to­
dos cuantos sienten amor a la Vir­
gen de don Bosco, piden su pro­
tección y colaboran con ella en la
misión salesiana». No tengo pa­
ciencia para entretenerme en leer
más. Tengo prisa en mirar, en ad­
mirar. Paso ligero las páginas y
voy a ver lo que el fotógrafo ha
elegido de Montilla, el pueblo don­
de empecé a querer a María Auxi­
liadora como a algo propio y don­
de pasaría los años de mi juven­
tud salesiana. Ahí está la Señora,
Reina coronada, y con el mismo
semblante y la mirada maternal
de entonces. Encuentro reproduc­
ciones a todo color de las imáge­
nes más bellas de la Virgen Auxi­
liadora de la iconografía españo­
la. Contemplo estatuas, altares,
santuarios. Recorro la geografía
de esta tierra mariana. «Geogra­
fía es amor», había dicho don
José García Nieto en uno de sus
libros que hablaban de España.
Aquí la geografía se transforma
en un verdadero canto de amor a
María. Toda esta tierra aparece
como un inmenso monumento
mariano. Desde el día venturoso
en que la Virgen vino con los pri­
meros salesianos —don Branda
traía una preciosa estatuilla—
hasta la reciente talla de la Auxi­
liadora de Villamuriei, toda la his­
toria salesiana ha sido el desarro­
llo de la obra que ha querido la
Virgen en esta tierra suya.

LO QUE SE HA
PRETENDIDO HACER
En 1961 publicaba la Central
Catequística Salesiana el libro del
Centenario «Don Bosco, cien
años en España», en el que se in­
cluía un artículo titulado «María
Auxiliadora en España». Aquellas
páginas, dicen los editores, sa­
bían a poco. La Virgen merecía,
necesitaba un libro aparte en el
que se viera con mayor amplitud
la realidad de su presencia; la ver­
dad y la convicción de que la obra
de don Bosco es una empresa de
antor y de fe que tiene su origen
en el corazón materno de María.

16

• Un libro para la Familia Salesiana española.
• Centenares de fotografías a todo color de imágenes y
templos de la Virgen de don Bosco dan fe de la presencia
mariana en la historia de los salesianos en esta tierra
nuestra.
Y aquí están estas páginas, estas
fotografías, este muestrario de
templos y estatuas.
Por una parte, el libro es una
especie de himno de gratitud a
i
María. Al dirigir una mirada retros
pectiva a la historia salesiana es­
pañola no queda otro medio que
r ^ t i r la frase de don Bosco:
«Todo lo ha hecho Ella». La obra
salesiana ha crecido a la sombra
de María Auxiliadora a lo largo y a
lo ancho de la geografía ibérica,
multiplicándose y dividiéndose en
las siete Inspectorías actuales de
los Salesianos y las tres de las Hi­
jas de María Auxiliadora. ¿Cómo,
de dónde ha surgido este mila­
gro? Basta tener unos gramos de
fe para damos cuenta de la reali­
dad de este prodigio. Con razón
decía don Bosco: «Propagad la
devoción a María Auxiliadora y
veréis lo que son milagros». Así,

este libro representa una acción
de gracias, un reconocimiento al
protagonismo de María a lo largo
del primer siglo de vida salesiana
española.
Por otra parte, estas páginas
vienen a demostrar el cariño de
toda la Familia de don Bosco a
María Auxiliadora. Si la Virgen
vienen a nuestro lado, también
nosotros vamos con Ella. No tra­
bajamos en nombre propio o por
libre. Nos sentimos enviados de la
Virgen y nos unimos para llevar a
cabo su misión en medio de los jó­
venes.

CONTENIDOS
DEL LIBRO
Los autores están convencidos
de que una imagen vale por mil
palabras. Si es así, estas páginas

se nos ofrecen rebosantes de
imágenes. El lenguaje es más iconico que discursivc. El problema
ha consistido en expresar casi te­
legráficamente una serie de acon­
tecimientos para encuadrarlos en
un determinado número de folios.
Fundamentalmente hallamos
un artículo de contenido teológico
sobre el sentido de María, Madre
de la Iglesia y Auxiliadora del Pue­
blo de Dios. La firma es del salesiano Antonio Calero, director de
los teólogos salesianos de Anda­
lucía, cuya profundidad teológica
es muy conocida en el mundo salesiano de España. Le siguen
otros dos artículos breves, pero
imprescindibles: «Alma de la edu­
cación salesiana», y «María Auxi­
liadora, una devoción popular».
Inmediatamente se ofrece una ex­
posición sintética de la historia de
María en la obra de don Bosco en
España para entrar en concreto
en cada una de las siete Inspecto­
rías de los Salesianos: Barcelona,
Bilbao, Córdoba, León, Madrid,
Sevilla y Valencia. Hay un capítu­
lo a toda la obra mariana de las
Hijas de María Auxiliadora. Cierra
el libro con gracia y maestría la
palabra justa y sabrosa de don
Antonio Javierre, el arzobispo salesiano del Secretariado para la
Educación Católica.
No podían faltar las palabras de
estímulo del Rector Mayor, don
Egídío Víganó, llenas de afecto a
la Familia Salesiana de España.
Un libro corto para leer y largo
para mirar y contemplar; para
comprobar esa presencia amoro­
sa de María Auxiliadora en nues­
tra tierra y para convencernos de
que continúa a nuestro lado para
llevar a cabo lo mucho que nos
queda por hacer en años venide­
ros.

UNA OBRA
DE MUCHOS
Son muchos los que han inter­
venido en la realización de esta
obra. Aparte de la planificación y
coordinación del libro, detrás de
cada página hay muchos salesia­
nos y salesíanas que no se citan,
pero que se han preocupado de
buscar el detalle o de redactar al­
guna página de los diversos cen­
tros de las Inspectorías. Después
se han tenido que hacer cortes
obligados hasta dejar un estilo
casi impersonal, sobre todo en la
historia de las casas. Un libro de
arrxM', como debía de ser éste,
tendría que abarcar muchas pági­

nas. ¿Cómo acortar los vocablos
en la lengua del amante? Recuer­
do las veces que nos decía un an­
tiguo salesiano: «De María nunquam satis». De María podíamos
llenar veinte tomos. Pero tampoco
era necesario. El silencio es un
modo de elocuencia de la abun­
dancia del corazón.
Pero sí conviene subrayar la la­
bor del fotógrafo y confeccionador
de la obra: José Luis Mena. Soy
testigo de su escrupulosa dedica­
ción y de sus intuiciones artísticas
para presentar con tanta belleza
gráfica estas páginas. Creo que
verá recompensado con creces
su esfuerzo y su trabajo.
¿Y la labor de la imprenta sale­
siana de Pamplona? Jacinto Colo­
mé ha querido ofrecer a la Familia
de don Bosco en España una
obra maestra de artes gráficas.
¡Cuánta pulcritud y limpieza de
imágenes! Y uno piensa en las
p a le ra s de don Bosco: «En esto
de la imprenta don Bosco quiere ir
a la vanguardia del progreso». Y
claro que aquí tendría dos razo­
nes de gozo: el contenido mariano
y la presentación.
¿Y los desünatarios? ¿A quié­
nes va dirigido este libro? Y uno
piensa en la amplitud de la Fami­
lia Salesiana española. ¿Cuántos

somos? y sin embargo, un libro
como éste nos hace pensar en
una locura editorial. A la hora de
la verdad pensamos si no será
una aventura el lanzar una obra
de esta categoría. ¿Sabrá res­
ponder la Familia Salesiana a ha­
cer práctico un libro de esta clase
y a difundirlo adecuadamente?
Quizás la misma pregunta podría
tomarse como ofensa. Son tantas
las Asociaciones de Maria Auxi­
liadora, tantos padres de alumnos
en nuestros colegios, tantos anti­
guos alumnos y exalumnas...
Y luego, a la hora de hacer re­
galos, ¿quién no se acuerda de
María Auxiliadora? ¡Qué obse­
quio más bello!

¡Bienvenido el Libro de María
Auxiliadora en España! Como
agua de mayo viene en este mes
mariano. La Virgen de don Bosco,
que se nos aparece en estas pági­
nas, entrará por los ojos y se
adueñará del corazón. Allí es don­
de podremos hacer efectivas las
palabras del Papa Juan Pablo,
hechas también lema nuestro:
«Totus tuus». Todo de María.
RAFAEL ALFARO

PARA TODA LA FAMILIA
He aquí un libro intuitivo y sugerente.
Pero ha resultado enormemente dífícii
resumir en breves páginas una historia tan larga de amor...
Conscientes de esta imposibilidad manifiesta,
expresamos ai final de nuestro trabajo
nuestra intención siempre malograda,
por muchas páginas que hubiéramos podido rellenar.
Se trataba de dos cosas esenciales:
por una parte, acercamos a adivinar
la incalculable ayuda de la Madre de Dios
en favor de sus hijos de esta tierra;
y, por otra, manifestar el movimiento de gratitud
de los españoles a la Virgen de don Bosco.
¿Quién es capaz de acertar en ambas direcciones del amor?
Aquí queda el gesto.
Tal vez los condicionamientos han sido más poderosos
que nuestros mismos deseos. Mas aquí queda el libro.
Unas páginas para hacemos sentir la nostalgia
de lo inalcanzable desde nuesb'O ser sin pavirr>ento.
Pero, por encima de nuestras mínimas fuerzas,
rK>s consuma la fe, que nos hace sentir
el brillo de unos ojos matemos sobre nuestra vida.

17

primer plano
mensión de fe, dijo monseñor
Castillo en la homilía de una de
las celebraciones eucarísticas.
Esta muerte no afecta sólo a las
Hijas de María Auxiliadora; afecta
a todo el mundo salesiano. Pare­
ce como si el Señor quisiera sacu­
dirnos profundamente a través de
este “fracaso” humano, y sacar­
nos de una perspectiva demasia­
do humana para llevarnos a una
perspectiva de fe... Se ve que el
Instituto tiene más necesidad de
santidad que de medios huma­
nos... Tenemos que sentir alegría
por el testimonio que nos ha dado
la Madre, por la serenidad con
que ha aceptado la muerte».
Madre Rosetta Márchese había
nacido en Aosta en 1922 en el
seno de una familia profundamen­
te cristiana. Todavía vive la mamá
octogenaria quien le escribió ape­
nas fue elegida Superiora: «No sé
qué tendrás que hacer de nuevo...
He entendido que tendrás que
viajar. Querida Rosetta, yo te pido

En 1959 fue destinada a Sicilia
como directora de Caltagirone,
cerca de Siracusa. «Yo soy el
Etna revestido con las nieves del
Monte Blanco», dijo la Madre alu­
diendo a su nacimiento cerca de
los Alpes. En realidad era una de­
finición de su personalidad: tem­
peramento ardiente y equilibrado.
Su calor humano la hace entrar in­
mediatamente en comunicación.
Su aspecto señorial la convierte
en un ser superior, pero sin dis­
tancias. Su autoridad moral atrae
y eleva.
Después de unos años de di­
rectora, en nombrada Inspectora
Provincial de Roma (1965-1971).
Continuidad y profundidad en la
relación personal será la línea ca­
racterística de su gobierno: un go­
bierno fundado en la dirección es­
piritual de las personas más que
en el logro de metas operativas.
En Roma representa a la Madre
General en la Unión Internacional
de Superiores Generales (UISG)

ADIOS. MADRE ROSEHA
<<Su muerte no afecta sólo
a las Hijas de María Auxilia­
dora, afecta a todo el mun­
do salesiano» (monseñor
Castillo). «Ha sabido amar
con ese amor que cambia
al mundo... Ante una tumba
que se abre, palpamos la
experiencia de la resurrec­
ción; ante una edad que de­
clina, sentimos la necesi­
dad de volver con más em­
puje nuestra mirada a los
jóvenes, al futuro, para en­
tregarnos con más plenitud
a ellos» (Rector Mayor).
La Madre General de las Salesianas entregó su alma al Señor
el pasado 8 de marzo, en Roma, a
los 62 años de edad, rodeada del
cariño de todas las Hermanas del
Instituto de Hijas de María Auxilia­
dora. Después de su elección
como Superiora de 1981. en que
expresó su «fíat» y su deseo de
trabajar y de entr^arse por com­
pleto en su servicio de Madre Ge­
neral, sintió la enfermedad miste­
riosa que nos la ha arrebatado en
poco tiempo. «Tenemos que mirar
este acontecimiento en una di18

que en tus viajes no olvides nunca
tus oraciones de la mañana y de
la noche...»
De pequeña, entró en el Orato­
rio de las Salesianas de Aosta.
«Era de temperamento vivo, gra­
cioso, llena de iniciativas, enamo­
rada de la Virgen y de todo lo sa­
lesiano», escribe una de sus com­
pañeras. Tiene una hermana tam­
bién hija de María Auxiliadora, sor
Ana, directora de una de las ca­
sas de Vercelli. Con 17 años hizo
el noviciado, profesando en 1941.
En 1943 comenzó sus estudios de
Filosofía y Letras en la Universi­
dad Católica de Milán, licencián­
dose en 1947. La famosa escrito­
ra y profesora de Literatura María
Sticco la estimaba muchísimo no
sólo como estudiante, sino por su
personalidad: a ella acudían las
estudiantes por su bondad y ca­
pacidad de relaciones humanas.
En seguida fue destinada a la
Casa «Madre Mazzarello» de Turín como responsable de las jú­
nioras, que eran numerosísimas.
Allí sufrió una enfermedad en la
vista y hubo de perder uno de los
ojos. «Le bastaría uno para ver a
toda la Congregación», dijo don
Jorge Serié cuando la inspectora
le consultó antes de proceder a la
extirpación. Eran palabras proféticas.

y en la Unión de Superiores Ma­
yores Italianas (USMI). Fue cono­
cida y admirada por todos. En las
audiencias con el Papa Pablo VI,
vibrando al unísono con la vida de
la Iglesia, su mente abierta y su
corazón ardiente se hicieron
siempre más universales.
De Roma pasó como directora
a Lecco, cerca del lago homóni­
mo, lugar de belleza extraordina­
ria. De allí pasó a ser InspectoraProvincial de la Inspectoría Lom­
barda, con sede en Milán. Como
tal, participa en el XVI Capítulo
General, donde confiesa: «Mi vo­
cación es la de maestra de novi­
cias». Allí fue elegida Consejera
General Visitadora. Fue enviada a
visitar las dos Inspectorías france­
sas, pues hablaba perfectamente
el francés y un poco el español y
portugués. Posteriormente visitó
las Inspectorías belgas, y se dedi­
có al estudio del alemán para visi­
tar las Inspectorías de Austria y
Alemania. En su misión con las
hermanas de Europa fue sentida
siempre como directora de almas.

VERDADERO
MAGISTERIO ESPIRITUAL
Madre Rosetta ha sido Superio­
ra General dos años, cuatro me­
ses y unos días. Su alegría y su

serenidad sabían infundir aliento
espiritual tanto o más que su mis­
ma palabra, siempn} llena de hu­
manidad y de fe. Pero ha sido su
enfermedad una verdadera cáte­
dra de espiritualidad cristiana y
salesiana. He aquí algunas frases
que definen su obsesión por la
santidad de las Hermanas:
• «Pido a la Virgen que expre­
se por mí su «Fiat» y también el
«Magníficat». Todo lo he recibido
del Instituto y ahora es el instituto
el que se me entrega a sí mismo
como don» (24 octubre 1981).
• «Nunca me pasó por la men­
te ni me quedó grabada en el co­
razón —sobre todo en los mo­
mentos de mayor sufrimiento— ,
otra intención que no fuera ésta:
"la santidad de la Congregación y,
por consiguiente, la salvación de
las almas juveniles"» (3 septiem­
bre 1982).
• «Estamos viviendo un único
«reclamo» a la santidad. Si todas
sabemos renovarnos interiormen­
te, acercando en humilde medita­
ción las Constituciones renova­
das, el Instituto verá una nueva
primavera fecunda en frutos de
santidad» (24 diciembre 1982).
• «Durante las largas horas de
hospital ya se ha hecho en mí una
costumbre el recorrer todo nues­
tro querido mundo... Cada una de
vosotras estáis presentes en mi
pobre alma. Todo cuanto la Madre
vive en estas jornadas se hace
ofrecimiento a fin de que cada hija
responda plenamente al plan divi­
no y la Congregación entera lle­
gue a hacerse disponibilidad a la
Palabra del Señor» (2 diciembre
1983).
El día antes de su muerte escri­
bió una carta a las Maestras de
Novicias del Instituto, reunidas en
Roma. La carta está encabezada
con la frase paulina: «La esperan­
za no defrauda» (Rm 5,5). Al lado,
el dibujo de un barco sobre las
aguas, dirigiéndose mar adentro.
La carta dice así:
«Queridísimas hermanas: De­
seo mandaros un saludo antes de
vuestra visita a los lugares salesianos, Momés en particular. Mu­
chas ya los conocéis. No obstan­
te, procajrad todas ir con un cora­
zón nuevo para captar la esencia
de nuestra vocación salesiana y
saberla trasmitir. Os deseo que
nuestra querida madre Mazzarelio
os hable en lo profundo del alma y
os enseñe a comprender su radi­
cal serx^íllez nutrida de Dios. Eso
es k) esencial que habéis de tras­
mitir a vuestras novicias de hoy.
Os sigo con toda mi oración, mi
pobre ofrecimiento y el sacrificio

de no poder estar con vosotras.
Sea siempre bendita la santa Vo­
luntad de Dios. Vosotras alcan­
zadme fe, confianza, abandono
completo para mi santificación y la
santa vitalidad del instituto».
«He comprendido que Dios no
quiere mi salud», dijo a madre Pi­
lar Letón. Había comprendido que
debía entregar su vida. También
se lo confió a Ana, su hermana:
«Ve a la Eucaristía y ponme en el
altar».
El día 8 de marzo sor Ana le
dijo: «Hemos llamado a la Virgen
y va a venir pronto. Ya verás
cómo no se va a hacer esperar.
No te va a dejar sufrir mucho, vie­
ne en seguida». En efecto, serían
las seis menos cuarto de la tarde,
cuando expiró.
Rodeada de flores: violetas de
sus «hijas del Auxillum», brotes
de almendro en flor de todos los
jóvenes del mundo, rosas y clave­
les blancos, allí estaba a su lado
todo el mundo salesiano. El Rec­
tor Mayor vino a verla el mismo
día en que murió. El día 9 llegó el
Vicario del Papa, cardenal Polletti.
La celebración del funeral fue en
el Templo de don Bosco en Cinecittá el 10 de marzo. Presidió la
Eucaristía el Rector Mayor y el
Consejo Generalicio. El Templo
e s t^ a abarrotado. En el presbite­

Madre Rosetta conversa con el
Santo Padre.

rio estaban los Salesíanos Capitu­
lares, los de la Casa Generalicia y
los de la Universidad Salesiana.
«El Rector Mayor presentó en
su homilía a la Madre como la
"Hija de María Auxiliadora que ha
sabido amar con ese amor que
cambia el mundo. Una vida entre­
gada plenamente a los jóvenes, al
Instituto”. Acabó diciendo: "Ante
una tumba que se abre, palpamos
la experiencia de la resurrección;
ante una edad que declina, senti­
mos la necesidad de volver con
más empuje nuestra mirada a los
jóvenes, al futuro, para entregar­
nos con más plenitud a ellos” ».
Palabras semejantes pronunció
la madre Vicaria, sor Pilar Letón:
«Ahora, volveremos a empezar
de nuevo».
La madre Teresa de Calcuta
había mandado una carta a la Ma­
dre en la que le decía: «Ofrezca
su sufrimiento por los sacerdo­
tes». Ella le contestó: «Está ofre­
cido todo, primero por mi Instituto,
después por los sacerdotes».
Este ofrecimiento es el que nos
hace confiar en que su sacrificio
ha de ser nueva vitalidad para
bien de toda la juventud del mun­
do salesiano.
R. M. E.

MUJER DE FE FUERTE
Conocí a madre Rosetta Márchese durante los meses del Ca­
pítulo General (septiembre 81 - febrero 82). Volvimos a encon­
tramos un año después en Roma, cuando la enfermedad iba ya
minando su cuerpo.
La he experimentado como la mujer valiente en afrontar las
situaciones reales del Instituto en el período Capitular y en
nuestro momento histórico. Alegre, abierta, cariñosa, muy cer­
cana a la gente, con gran capacidad de relación personal, de co­
nectar con las hermanas y con los jóvenes.
Con su actitud sencilla y abierta invitaba a la comunicación
persortal y animaba a caminar con optimismo y confianza. Mu­
jer de fe ^ erte y de convicciones profundas. Muchas esperan­
zas teníamos puestas en ella y ella nos ha dado la gran lección:
se ha enfrentado con el dolor y la muerte dando la vida por la
santidad de cada una de nosotras. ¡Gracias madre Rosetta!
M. ROSA OLIVELLA .

19

Pasada la Semana Santa,
nuestros esfuerzos, —los de
1
los jóvenes de Luena—, se con­
centran en la «Caminata Maria­
na». Está marcada para el 22 de
mayo. Su centro, es, María Auxi­
liadora. El santo y seña: «María
Auxiliadora lle^a a Luena. Recibá­
mosla con cariño».
Presentimos que es un acto de
coraje. De casi atrevimiento. Es
pretender entrar en una ciudad
ocupada. Y más aún: es querer vi­
vir en igualdad de condiciones.
Nuestro deseo es querer mostrar,
que también nosotros estamos
aquí. Que vivimos. Que queremos
ser, —de acuerdo a la Constitu­
ción— : con libertad, con respeto.
Sin ofender y sin provocar. Sólo,
queremos ser nosotros mismos,
totalmente. Cristianamente...
Y así, iniciamos, alegremente,
los preparativos.
Confeccionamos el distinti­
vo: María Auxiliadora, en
2
blanco y negro. Una banda le cru­
za el pecho. Sobre ella, se lee:
María Auxiliadora —Luena—.
Hacemos dos mil. Con un grupo
de chicos, pronto los tenemos ter­
minados. La artista, es la herma­
na Laura. (Teresiana).
Otro grupo de jóvenes, se mue­
ve en el área de ios cantos. Virgi­
nio, Angélica, y los jóvenes músi­
cos, escogen ietras y músicas.
Para la Caminata, prefieren los
cantos a María, del padre Zezinho, — primicia en Moxico— . Y
el canto: «Auxiliadora, oh Virgen
bella»... Para la misa, colocan
cantos locales, a María y al Espí­
ritu Santo. La Caminata, se reali­
zará el día de Pentecostés. A los
que me observan la coincidencia,
respondo; No pasa nada. María y
el Espíritu Santo, siempre se lle­
varon bien. Y... quizás, sea un
buen indicio para Luena.
Así, un mes antes, los jóvenes
en sus reuniones, —los niños en
sus aulas de Catequesis— , ini­
cian los ensayos. Por los aires de
Moxico, se expande el Auxiliado­
ra, oh Virgen bella... y los cantos
maríanos del padre ¿ezinho. El
entusiasmo es contagioso. Gru­
pos de niños y jóvenes, hacen ho­
rarios especiales para ensayar.
Virginio López, — grabador y motordto eléctrico en manos— . está
en todas partes...

ANGOLA:
CAMINATA
MARIANA
EN LUENA
Traemos a nuestras páginas este ejemplo de los jóvenes
angoleses que, con entusiasmo y con fe, han acompaña­
do a María Auxiliadora por sus pueblos en una marcha ju­
venil y popular. Tomamos este artículo del Boletín Salesiano uruguayo.

i

A inicios de mayo invadimos
con propaganda san Pedro y
3
san Pablo. Los barrios y las al­
deas, María Auxiliadora, entra en
todas las capillitas. Hilario se

20

i

María Auxiliadora es acompañada en ei dolor de m ultitud por el pueblo angoleño.

muestra muy activo ai respecto.
En nuestra Parroquia, María Auxi­
liadora penetra en todas las casas
de familias cristianas. En las pa­
rroquias vecinas, los jóvenes son
«los misioneros de María Auxilia­
dora». Reparten imágenes y pro­
gramas, a toda la gente, en las mi­
sas dominicales. Nuestro jeep, y
el de las Teresíanas, está empa­
pelado, por los cuatro costados...
Toda la ciudad de Luena, sat3e de
la Caminata... Así hacemos reali­
dad nuestro primer santo y seña:
María Auxiliadora llega a Lue­
na... Con María Auxiliadora, va­
mos hasta san Pedro y san Pa­
blo.

los arrima, asiste a la reunión. Se
les prohíbe hacer proselitismo reli­
gioso, fuera de los lugares de cul­
to. A su regreso Hilario me dice:
— Presiento que habrá dificulta­
des para la Caminata...
— ¿Por qué? ¿Hubo prohibi­
ción? —fe pregunto.
—No. Pero, por los contornos,
se vislumbra algo...
—Si no hubo, —le respondo—,
continuamos con los preparativos.
Y proseguimos. Cinco días,
previos al evento, del Comisariado solicitan el programa de la Ca­
minata. Allí voy. se lo entrego...
Regreso. Continuamos los prepa­
rativos... Algo puede acontecer.
Mas..., por ahora, no cejamos...

Delimitado el itinerario de
la Caminata, —cercano a los
El sábado 21 de mayo, Vir­
4
ginio y Angélica, adornan el
mil metros— , lanzamos los deta­
5
lles del acontecimiento. «22 de jeep. El cuadro de María Auxilia­
mayo: Con María Auxiliadora
vamos hasta san Pedro y san
Pablo. — Inicia a las 7 horas, en
las cercanías del cementerio
v i^ o —».
Quince días ante de la fecha,
surgen los primeros nubarrones
en el horizonte. Comienzan a pre­
verse dificultades... Son deteni­
dos y puestos en prisión, varios
pastores. Ei motivo: hacer proselitismo, fuera de los lugares de cul­
to... Pocos días antes, otro pastor,
es encarcelado. Iba cantando,
con su gente, hasta su capilla...
Se rumorea, que la llegada inmi­
nente de varios misioneros católi­
cos a Moxico, ha agitado al Parti­
do...
El Comisariado hace una reu­
nión con los pastores. Hilario, que

ra, no son permitidas manifesta­
ciones públicas, en particular Pro­
cesiones, a pesar de revestirse de
carácter puramente religioso.
2. Incumbe todavía al Camara­
da Comisario Provincial Adjunto,
comunicar que, cualquier acto
que la comunidad Eclesiástica
pretenda realizar, deberá ser
efectuado en los respectivos loca­
les de culto.
3. Bajo la orientación del Parti­
do, está solamente autorizados a
practicar actividades de ámbito
público, los Organismos Juveniles
del
Partido,
concretamente
JMPLA, JP, OPA, OMA, UNTA,
sindicatos, etc.
4. Se comunica que en caso de
cualquier duda sobre el asunto,
deberán dirigirse a este Comisa­
riado Provincial para efectos de
debido esclarecimiento.

dora, —la estatua aún no ha llega­
do— , iluminada con doce estrelliMe acerco a Virginio y An­
gélica. Leen la carta. Nos mi­
tas, está primorosamente coloca­
do en su frente. María Auxiliadora
ramos..., y decidimos: haremos
guiará la marcha... Salette, —otra
una miní-Caminata. La realizare­
teresiana—, con un grupo de jó­
mos en tomo de la iglesia, —que
es nuestro predio. María Auxilia­
venes, engalana el altar. Desde
dora. tendrá su Caminata... Conti­
él, María Auxiliadora, será para
todos, madre y maestra. Así cum­
nuamos los preparativos. Yo, me
plimos el tercer «slogan»: «María
voy al obispado. Le presento la
Auxiliadora mora en san Pedro
carta al Obispo. La lee. Planifica­
y san Pablo»...
mos juntos algunas preguntas. Y,
parto para el Comisariado Provin­
Mas, a las 11 horas y 10 minu­
cial. Lle^o. Solícito hablar con el
tos, llega un joven. Me entrega
Comisano Adjunto. Está en una
una carta. La leo. Es el Comisariareunión. Espero. A los pocos mi­
do Provincial. Dice:
1.
Para los detMdos efectos y nutos sale. Le saludo. No lo había
cofxxamientos de vuestra Revevisto antes. Me pregunta:
rer>da, se comunica por incum— ¿El señor, espera?
—Al Comisario Adjunto. Es por
ber>da del Camarada Comisario
Provincial Adjunto, que, por aho­
una carta.

6

21

Africa
—Soy yo. Espere. —Entra. Re­
gresa con otro hombre. Me dice:
— Este camarada lo atenderá.
—Señor Comisario, —repli­
co— . desearía hablar con usted
personalmente. Me gustaría tener
la palabra oficial. Temo que acon­
tezca lo mismo de los otros días.
Me dijeron que regresara tranqui­
lo, y hoy, sobre la hora, me man­
dan esta carta.
—Mire..., yo debo ir a una reu­
nión de Partido. Regresaré dentro
de más o menos, una hora.
—Prefiero esperarlo, entonces.
Esperaré aquí.
Y ahí quedo. Una hora.., dos
horas. Pasa Hilario. Pasa Hum­
berto. Salen algunos empleados.
Me preguntan:
— ¿A quién espera?
—Al señor Comisario Adjunto,
respondo.
Todos quieren estar con la Virgen.

A las 15,15 cierran. Salgo. Me
siento en el jeep. Los funcionarios
se retiran. Minutos después, yo
también parto. Llego a san Pedro
y san Pablo. Comunico mi ges­
tión... Como algo. Y regreso al
Comisariado. Un jeep está esta­
cionado a sus puertas. Arranca en
eso. Nos cruzamos. El Comisario
me hace señas, que pase por el
Comisariado. Viro y me aproximo.
Subimos. En su despacho, obser­
vo al Comisario Adjunto: bajo.
Gordito. De expresión dura. Auto­
ritaria. Tomo asiento, iniciamos el
diálogo. Le presento la carta, y le
solicito ampliación de motivos,
para tal decisión. La lee. Luego
me dice: está claro. Razones de
seguridad... En mi larga espera,
yo había confeccionado cinco
preguntas para hacerle, intento
nuevamente hablar. Me detiene.
Se exalta. Grita: usted debe obe­
decer. No tiene que hacer pregun­
tas. Ya le expliqué. Obedezca. In­

■j,

—A estas horas. Vaya a comer,
y regrese luego.
—^ o , —replico. Éso no. Dirán
que en mi ausencia pasó el señor
Comisario, esperaré...
Casi a las tres horas, asoma un
funcionario conocido.
—¿Qué hace aquí, Padre?
—me dice.
—Espero al señor Comisario
Adjunto.
—Mas él ya no vendrá. Son las
15 horas y es sábado...
—Mira. —le respondo— : lo es­
peraré. El dijo que vendría. Si tie­
ne palabra, la cumplirá... Cuando
ustedes cierren el Comisariado.
entonces me iré yo también.

tentó nuevamente hablar... Se
exaspera. Me vocifera: usted, no
respeta la autoridad. Falta al res­
pecto a la autoridad. Veo que la
cosa se complica. Me digo: calma
y firmeza... Trato de contestar. Me
interrumpe...
Luego me dice:
—Usted, quiere que yo me so­
meta a usted. Que le diga que
puede hacer la procesión. ¿No es
verdad que espera eso?
—Señor Comisario, esa sería la
mejor noticia que me podría dar.
Pero estoy cierto que no me la
dará.
—Usted se debe someter. Us­
ted debe obedecer. Aquí ahora

mandamos los negros. Voy a ha­
cer un informe sobre usted. Sobre
su desacato e insubordinación.
—Con toda libertad, lo puede
hacer señor Comisario. Yo no en­
tré de contrabando a Angola. En­
tré autorizado. Y no falté en nada
contra la autoridad. Así que pue­
de hacer su informe...
Me quita la carta. Me dice: que
el Obispo venga a mi casa a bus­
carla. Le respondo: cualquier día
el Obispo se va a interesar por
esta carta. Ustedes la mandaron.
Ustedes me la quitaron. Ustedes
deben tener interés en que se co­
nozca. Y ahora ustedes muestran
que son contradictorios...
Salimos. Entra en su coche. En­
ciende el motor. Yo me recuesto
sobre la ventanilla abierta. Le
digo: ¡señor Comisario!, ¿me deja
la carta o se la lleva? Pienso, que
quedará mal el Comisariado y us­
ted si se va con ella. Mostrarán
que se contradicen mucho.
— ¿Por qué usted se insubordi­
na..., y ahora me pide la carta?
— Señor Comisario, yo no me
rebelé. Yo di fe en la palabra del
Comisario, y dije: Si tiene palabra
vendrá. ¿Es cierto o no?
— Sí, es cierto. Me lo contó el
funcionario.
— Entonces... ¿Dónde está el
desacato? Además, cuando hago
un error, yo sé pedir disculpas.
— Yo no disculpo nada.
—Claro, porque nada hice que
merezca ser perdonado... Me
descarga una lección sobre
marxismo-leninismo, bien sabida
de memoria. —Al final, me de­
vuelve la carta. Y me dice:
— ¿Me puedo retirar ya?
— Señor Comisario, —respon­
do— usted es la autoridad. Usted
manda. Engrana, acelera y par­
te..., yo hago otro tanto. Paso por
el obispado, cuento al Obispo mí
aventura..., y regreso a san Pedro
y san Pablo. Dejo constancia
aquí, que he tenido varios en­
cuentros con autoridades del par­
tido. Y he sido siempre bien aten­
dido. Con respeto, con considera­
ción, con un diálogo siempre
abierto.
MARIA AUXILIADORA
MORA EN SAN PEDRO
Y SAN PABLO
El domingo 22 de mayo, al
amanecer, hay tiroteos por
7
todos los barrios. En las entradas
principales de la ciudad, el ejército
hace leva de jóvenes. (KuataKuata). A las 6,30 horas, ya estoy
en el lugar de donde debía salir la

Caminata. Estoy solo. Poco des­
pués, un cachorro policial, pasa
junto a mí. Me hace fiesta... Re­
cuerdo de don Camilo y su proce­
sión. La gente que llega, la re-en­
vío a san Pedro y san Pablo. El
hermano Humberto, acarrea a las
Hermanas de las diversas comu­
nidades. En oleadas, más perso­
nas, van camino a nuestra parro­
quia.
Pasa el Obispo, con Humber­
to... Regreso a san Pedro y san
Pablo. A las 7,15 minutos, inicia­
mos la mini-CamInata Mariana.
El predio está repleto de gente.
Nuestro jeep, con María Auxilia­
dora al frente, expande cánticos
marianos. Los jóvenes reparten
distintivos. Leemos Jn 19:25-27.
Digo unas palabras: «Jesús, en­
trega a Juan, —el más joven de
los Apóstoles— , a María como
Madre. Y entrega a María, a Juan
como hijo. En el siglo pasado, a
otro Juan, —Juan Bosco— , Jesús
entrega a María: como madre y
maestra... Y, hoy, son los jóvenes
de Luena, que reciben a María,
como madre y maestra. Es a no­
sotros que Jesús hoy nos la entre­
ga. Y hoy, somos nosotros, que la
acompañamos, la traemos hasta
esta nuestra y su casa. Y ella está
con nosotros. Y queda en su
casa, de san Pedro y san Pablo.
Ahí, en su altar, queda nuestra
madre y maestra... Acompañé­
mosla en su venida. Démosle la
bienvenida, con cariño de hijos...»
El canto. Auxiliadora, oh virgen
bella, abre la marcha. El contor­

no, está repleto de gente. Tus hi­
jos de Luena, están felices. Ra­
diantes. Terminadas las dos vuel­
tas, nos colocamos frente al des­
pacho parroquial. Un joven lee
Apocalipsis 12,1 3a, 7-12,17:
«Apareció en el cielo una gran­
de señal: una mujer vestida de
sol»... Hilario habla. Da a conocer
a María, auxilio de los cristianos.
Nuestro auxilio. Ella, es en la Con­
gregación Salesiana, la madre y
maestra... Imparte la bendición de
María Auxiliadora...
Entramos en la Iglesia. Es una
invasión. Pronto queda chica. La
gente ya se aglomera en las puer­
tas. Muchos, quedan afuera...
Como en la era de los Apóstoles.
—también en Luena, un día de
Pentecostés— . en estos inicios
salesianos, María está presente...
El Obispo, en su alocución dice:
«La Iglesia continúa viviendo Pen­
tecostés. María Santísima conti­
núa presente en este nuevo Pen­
tecostés de la Iglesia... El Espíritu
Santo..., desciende sobre los
Apóstoles, los transforma total­
mente, y los consagra para la mi­
sión que Jesús les confiara. Más,
todo se realiza, con la presencia y
asistencia de María... María San­
tísima continúa siendo madre de
Cristo y de la Iglesia. Solamente,
María, puede hacer de los Após­
toles de Jesús, cinte y después de
Pentecostés, un solo corazón y
una sola alma. (Hech 1,14y4,32).
No podemos recibir plenamente a
la Virgen como Madre, si rw so­
mos dóciles a su palatxa, que nos

La juventud, también de parte de
María Auxiliadora.

muestra a Jesús como Maestro
de la Verdad, que debe ser oída:
Haced lo que El os diga... Escu­
char y vivir la Palabra, es el secre­
to de la devoción a la Virgen...»
La misa es vibrante. Sentida.
Vivida. Los cantos estremecen el
corazón. María Auxiliadora, está
entre los suyos: sus nuevos hijos,
angolanos. Ya todos saben que
está aquí: Ya lo saben, las aldeas,
los barrios, la ciudad..., y hasta el
Partido. María Auxiliadora entró
hasta en el Comisartado. No entró
por la puerta ancha de la ciudad.
Entró (X>r la puerta de los corazo­
nes..., como acostumbran hacerlo
las madres y maestras. Ella, des­
de su casa de san Pedro y san
Pablo, nos enseñará a amar a Je­
sús. A oír su voz. A vivir con Cris­
to. A anunciar a Cristo. Ella, nos
enseñará a ser hermanos, herma­
nos de Cristo en la tierra, conti­
nuadores de su misión...
En la tarde, rezo a María... Au­
xiliadora, madre mía y madre de
estos tus nuevos hijos angolanos:
Sé bienvenida... Gracias por
tu presencia materna. Ahwa,
—como en el Pentecostés de los
Apóstoles— , en este Pentecostés
salesiano de Luena, inicia tu mi­
sión de madre y maestra. Muchos
corazones ya están prontos. Mu­
chos te andan buscando... María
Auxiliadora, comienza ya. Ha lle­
gado tu hora...
MILAN ZEDNICEK, S.D.B.

23

Africa

El padre Rico nos ofrece en
estas páginas sus impre­
siones sobre la labor de los
Salesíanos e Hijas de María
Auxiliadora en esa entraña­
ble nación africana. En
otros números hemos pu­
blicado sus experiencias de
las visitas realizadas a Benín, Costa de Marfil, Malí,
Senegal y Togo, donde los
salesianos españoles han
echado a andar el «Proyec­
to Africa». Desde nuestra
retaguardia seguimos con
amor a una obra comenza­
da con tantas esperanzas
de parte de toda la Familia
Salesiana.

GUINEA ECUATORIAL
Y LA INSPECTORIA DE MADRID
No es el caso de volver a re­
cordar
tiempos
pasados,
cuando presidía Maclas la
República Guineana; Años di­
fíciles, cárcel, castigos, mul­
tas....
Han vuelto tiempos mejo­
res, gracias a Dios. Y el futuro
no está en nuestras manos,
sino que lo dejamos en las de
Dios.
El hecho es que se ha vuel­
to a Guinea y se ha multiplica­
do la presencia salesiana allí:
la RERE ha respondido a unas
necesidades de la Iglesia y del
pueblo guiñéanos; porque to­
dos los españoles sentimos
que en Guinea tenemos mu­
chos deberes (de cultura, de
evangelización. de desarrollo)
24

y menos derechos que exigir:
Guinea es algo muy querido
de España.
Los grandes evangelizadores de Guinea han sido los
Claretianos, desde hace un si­
glo: supieron trabajar bien,
evangelizando y promoviendo
culturalmente y asistencialmente aquel pueblo. Cada
quince kilómetros levantaron
capilla, residencia misionera,
escuela y centro asistencia!;
prepararon muy buenos «ca­
tequistas» y cuidaron las vo­
caciones con varios semina­
rios. El precio fue muy caro:
muchos de ellos murieron por
las fiebres y el clima: «El ce­
menterio de la Congrega­
ción», llamaban a esta zona.
El fruto es que hoy se puede

decir que el 90% de la pobla­
ción es católica, aunque no
falten, en algunos, mezclas de
animismo y fetichismo, pro­
pias de la transición del paga­
nismo al cristianismo (noso­
tros no podemos olvidar que
llevamos ya veinte siglos de
cristianismo, . mientras que
ellos sólo tienen cien años de
evangelización: queda mucho
por haber).
BATA: A la vuelta, en 1980,
dejamos ya el Colegio Enrique
Nvo, que había sido de los
Hermanos de La Salle y que
ellos volvieron a tomar. Enton­
ces aceptamos el Colegio
«Africa Piloto», o)n 1.500
alumnos de básica; y allí se
estableció la residencia de los

Africa
Salesianos. Casa pobre y su­
cia, carente de comodidades.
Desde allí se atiende a dicha
escuela o colegio, al politécni­
co (donde llevamos ta jefatura
de estudios, gracias a nues­
tros coadjutores), al instituto
de enseñanza media (clases y
actividades pastorales), al
oratorio festivo, a varios pobladitos y a la catequesis.
La labor es preciosa, digna
de una Congregación misio­
nera.
A todo ello hay que añadir
nuestra colaboración en la

tos de los poblados del interior
(o, en su día, para aspirantes
a salesianos), con la residen­
cia de los Salesianos. Alema­
nia está dando el dinero; don
Anselmo pone su inteligencia
y experiencia para hacerlo
bien y al menor costo posible.
Yo pude ver, en el mes de ju­
lio, ya levantada la serrería y
el pabellón de 60 metros para
carpintería y mecánica, más
otro pabellón para aulas y ser­
vicios: haciendo ángulo recto,
sigue otro pabellón de 60 me­
tros para centro juvenil, que

buena aportación salesiana
de Madrid. Es, sin duda, el
mejor camino para una verda­
dera renovación religiosa y
pastoral.
MALABO, la capital de Gui­
nea, situada en la isla de Bioco (antiguo Fernando Poo),
tiene también (y esto es nue­
vo) la presencia salesiana.
La diócesis cuenta con 4
sacerdotes nativos, 6 claretianos, 5 salesianos y pocos
más. Entre los Hermanos hay
que contar a 2 coadjutores sa­
lesianos. Las Hijas de María

Madre mía, los chiquillos que hay por todas partes en espera de cariño y de Evangelio.

pastoral diocesana, con cursi­
llos de cristiandad y con el en­
cargo de administrador gene­
ral que ha recaído sobre don
Anselmo Pérez.
La Inspectoría ha visto que
era conveniente tener algo
«propio» en Guinea; y pensó
que io mejor era una obra múl­
tiple; Escuela profesional pro­
pia (y adaptada a las necesi­
dades de aquellas gentes;
carpintería y mecánica), cen­
tro juvenil completo y posible
internado para 60 muchachi-

tendría dos plantas: yo vi la ci­
mentación hecha a base de
cemento, piedra y hierro.
Todo ello nos va haciendo
conocer de la gente, cada vez
con mayor claridad de quié­
nes somos y a qué nos dedi­
camos. Y Dios nos ha regala­
do ya dos primeras vocacio­
nes, que han ido a hacer su
noviciado al Zaire, pues no es
conveniente sacarlos de Afri­
ca en los años de su forma­
ción.
Bata está recibiendo una

Auxiliadora son, por lo menos,
diez.
El hecho de no haber habi­
do Obispo desde 1976 a 1980
se ha traducido en un abando­
no de la acción pastoral, que
ha funcionado por inercia, sin
planificación sería. Hay ahí un
trabajo de coordinación y de
estudio para realizar.
Los Salesianos formamos
dos comunidades; una vive en
el centro piloto y otra en el se­
minario menor de Banapá,
junto a la ciudad.
25

Africa
La casita del centro piloto
es semejante a la de Bata,
pero está pintadita y limpia;
carece de comodidades. Des­
de allí se atiende al mismo
centro piloto, al Instituto Na­
cional de Enseñanza Media, a
la escuela normal de Magiste­
rio (para 70 maestros) y a la
acción pastoral del Hospital y
de tres poblados al norte de la
isla. Se trabaja en la catequesis, conjuntamente los S.D.B.,
y las H.M.A., preparando pla­
nes, textos de religión, y cui­
dando las etapas de la prime­
ra Comunión y de la Confirma­
ción.
El señor Obispo nos pidió
aceptar el seminario menor.
No era intención del Consejo
Superior aceptar ningún semi­
nario en Africa, dada la caren­
cia de conocimientos que te­
nemos todos del alma africa­
na y de la evolución del joven
para estar en condiciones de
saber formarlo y de garantizar
el futuro de un sacerdote afri­
cano. Sin embargo, puesto
que sólo se trataba de semi­
nario menor y se nos ponía
como condición para aceptar
una parroquia (es decir, una
obra «de Iglesia») e! Consejo
toleró. Hay tres Hermanos en
dicho seminario: los alumnos,
en el curso anterior, han sido
también tres; esperan que
este nuevo curso haya unos
quince. A tales hermanos hay
que pedirles prudencia, saga­
cidad, ejemplaridad, unión en­
tre ellos, celo apostólico, gran
piedad y mucho sacrificio: los
que lleguen a ser sacerdotes
guiñéanos tendrán que vivir
en pobladitos pobres, necesi­
tarán mucha oración y sacrifi­
cios grandes para vivir bien su
celibato, etc.; y todo ello se
fragua en estos años más ju­
veniles. Han de ganarse la
confianza de (os alumnos para
estar en condiciones de diri­
girlos en profundidad.
El resto de la obra salesiana
en Malabo es precioso: jEstá
en manos salesianas, de
S.D.B., y de H.M.A., la formaSi, buen comienzo en una obra de
gran futuro.

26

ción de los futuros maestros!
Las H.M.A., lo han comprendi­
do bien y conservan sus titula­
ciones en dicha escuela.
Ya en mi primer artículo cité
el grupo de austríacos llega­
dos a Bata para trabajar mes y
medio, generosa y gratuita­
mente, hasta llevando el dine­
ro de sus ahorros. Era su ve­
raneo..., de profesores aus­
tríacos. ¡Qué lección! Pero en
Malabo me hicieron conocer a
un matrimonio mejicano, ma­
yor ya, que han sido millona­
rios y que han querido ir a vivir
en una chabola de madera,
entre la gente más pobre. Su
testimonio cristiano es formi­
dable. Y..., se confiesan más
felices ahora que cuando dis­
ponían de millones. Son ejem­
plos que Dios nos ofrece y a
través de ellos nos grita..., a
quienes hemos hecho voto de

pobreza y profesión de dona­
ción por los demás.
En esta isla hay dos comu­
nidades de H.M.A.: En Malabo
mismo y en Bátete. En Malabo
llevan un colegio menor de ni­
ñas, además de su labor do­
cente y educativa en la escue­
la de Magisterio y de varias la­
bores pastorales. Y en Bátete,
pueblecito del interior, pobre y
pequeño, están entre la gente
humilde en una casa que fue
colegio y donde ofrecen
aprendizaje de todo y servi­
cios asistenciales. Sus rostros
no dejan duda de su felicidad.
Pido a don Bosco, patrono
de la Inspectoría de Madrid,
haga ver a todos los herma­
nos la importancia de estas
obras y les dé valor para ofre­
cerse.
JOSE ANTONIO RICO

Senegal
CENTRO DON BOSCO
DE FORMACION PROFESIONAL
EN SOR
Recogemos de! diario «Le soleii» de Se­
negal, viernes 17 de febrero de este año,
el presente articulo sobre la formación
profesional del Centro don Bosco, funda­
do en Sor por ios Salesianos de la Ins­
pectoría de León. Se trata de unos cur­
sos de formación acelerada para jóvenes
del mundo rural. Se les prepara y se les
acompaña en su trabajo, realizando así
una preciosa labor humana en favor de
ios pueblos y de los jóvenes más necesi­
tados.
Unos treinta chicos provenientes de las poblaciones de Ndiaw-Doune, Nakhana, Lampsar,
Sanar, Dakar-Bango, Savoigne y Rao frecuentan unos cursos de formación en mecánica y car­
pintería en el Centro don Bosco de Sor, diócesis de Saint Louis, fundado por monseñor Prosper Dodds.
La enseñanza técnica impartida por unos salesianos españoles de la Congregación de san
Juan Bosco, bajo la dirección de monseñor Sagna, obispo de Saint Louis, tiende a la promo­
ción de los jóvenes del mundo rural, especialmente en las zonas en las que se han planificado
los proyectos del desarrollo agrícola y de horticultura.
El Centro don Bosco de enseñanza práctica posee unos talleres bien equipados de máqui­
nas y herramientas muy sofisticadas. Unos veinte jóvenes —diez de primero y diez de segundo
y último curso— siguen unos cursos de carpintería; otros diez han comenzado el primer curso
de mecánica general y motores. El programa de formación comprende asimismo otros cursos
de tecnología, dibujo industrial, francés, cálculo y relaciones humanas.
Después de dos años de formación, cuando los jóvenes obreros han adquirido los suficien­
tes conocimientos técnicos para la práctica del oficio, éstos vuelven a sus poblaciones de ori­
gen, donde podrán integrarse más provechosamente en los círculos de producción. No obstan­
te, el centro los seguirá en su trabajo para ayudarles a poner en marcha, a consolidar su expe­
riencia y a darles confianza en sí mismos.
La capacidad máxima del Centro don Bosco es de 40 alumnos, 20 de carpintería y 20 de
mecánica. Esencialmente se pretende la formación de obreros especializados para el medio ru­
ral, capaces de hacer muebles, puertas, ventanas y armazones: capaces de reparar y mante­
ner instrumentos, aparatos y máquinas agrícolas.
Este proyecto servirá, sin duda, para frenar e! éxodo del campo y, en definitiva, para la pro­
moción del mundo rural, ofreciendo a las poblaciones la posibilidad de ganarse digna y honra­
damente su vida, mejorando sus condiciones de existencia.
De todos modos, este proyecto en el que tanto entusiasmo ponen sus promotores, ha sido
muy bien acogido entre las gentes interesadas, las cuales prestan sus aportaciones para el re­
surgir de los jóvenes rurales. Gracias a esta voluntad común, expresada por unos y otros, la
primera promoción de obreros especializados en carpintería saldrá del centro a fines de este
año escolar, para integrarse en sus pueblos de origen.
Es de desear que se multipliquen proyectos como éste en toda la región, para el bien de
unas poblaciones que tanto lo necesitan.
MAHOMED NDAO
27

ALCOY:
ORDENACION SACERDOTAL
Cuando nos encontramos con alguien que siente la llamada
de Dios, hemos de ayudarle porque se trata de una empresa gran­
de donde media el amor desinteresado: ése que tanto buscamos
los jóvenes y pocas veces econtramos; cuando alguien se topa
con él podemos llamarle afortunado: ha encontrado la verdadera
vía de realización.
Esto mismo le ha ocurrido a Juan Bosco, nuevo sacerdote saiesiano, que se lanzó a la aventura hace años hasta llegar al sa­
cerdocio. Yo fui testigo de su primera celebración litúrgica; nun­
ca antes había vivido un momento Igual. ¿Os imagináis cómo la
parroquia entera de san Antonio Abad estrenó al Joven sacerdote,
con gran entusiasmo y alegría?
Adultos, jóver>es y niños nos vestímos de fiesta, nos pusimos
coloreadas pañoletas y le ofrecimos nuestras canciones. No es
para menos: estábamos de enhorabuena. Al final, le abrazamos y
le besamos las manos porque comenzaba a ser nuestro; antes ya
lo era: todos conocemos su total entrega y trabajo continuado
con los grupos parroquiales, pero desde este momento Dios nos
lo entregaba sabiendo lo necesitados que estamos de gente
como él.
Gracias, Juan Bosco, porque frente a tanto escepticismo y
desconcierto a que estamos expuestos los jóvenes, tú nos has
enseñado el verdadero camino.
Bravo tío, mereces mi aplauso y admiración.
MARGARITA GARCIA ESTEBAN

HOMENAJE
A OCTOGENARIOS
Madrid-Elipa: Soy una archicofrade de M.* Auxiliadora y como
tal me gusta honrar a nuestra Ma­
dre, los días «24» suelo asistir a
su conmemoración mensual.
El pasado 24 de febrero, por
causas familiares estuve en Ma­
drid y asistí en el banio de la Elipa
al Rosario y santa Misa que en
honor de nuestra madre Auxilia­
dora se celebraba.
Con la iglesia llena de personas
de distintas edades, transcurría la
Eucaristía y demás actos rebo­
sando el fervor de los asistentes,
pero, de esto no voy a hablar, no
es novedad er>contramos así mu­
chos casos alrededor de Ella.
ALCOY: En la foto superior y en
ésta, dos momentos de la ordena­
ción sacerdotal del salesiano don
Juan Bosco Sar>cho.

!
\

Lo que sí quiero mencionar es
que dicha Archicofradía hacía un
homenaje a los mayores de ocheta años que tenían la medalla im­
puesta. Se puede imaginar la
emoción del acto cuando a ios ho­
menajeados se les imponía una
banda y manos juveniles les ob­
sequiaban con unos claveles a la
vez que en forma de verso les
agredecían el ejemplo que nos
habían dado a los demás. En sus
rostros se reflejaban fervor, ilu­
sión,... e incluso en sus ojos aso­
maban lágrimas de agradecimien­
to.
No sé si tendrá información di­
rectamente de las organizadoras,
pero por si acaso no se ha entera­
do, me atrevo a ponerle estas lí­
neas y si le parece oportuno publi­
que la noticia en el Boletín Sale­
siano para que nos sirva de ejem­
plo a muchos centros.
M." DE LOS ANGELES CHECA

MADRID:
LA FAMILIA SALESIANA
CELEBRA EL JUBILEO
El pasado 9 de marzo, la Fami­
lia Salesiana de Madríd se reunió
en la iglesia de María Auxiliadora
de Atocha junto al arzobispo mon­
señor Angel Suquía para celebrar
el jubileo del Año Santo de la Re­
dención. Eran las ocho de la tarde
cuando comenzó la Eucaristía.
Más de cincuenta sacerdotes con­
celebraban con el prelado y unas
1.500 personas participaban en el
encuentro salesiano.
Don José Sánchez, inspector
provincial en funciones, presentó
al señor Arzobispo el acto: «Aquí
está la Familia Salesiana para ce­
lebrar el Año Santo de la Reden­
ción. Por primera vez nos reuni­
mos con el Pastor de la diócesis y
nos ponemos a su disposición».
El señor Arzobispo, en la homilía,
se refirió al cincuenta aniversario
de la canonización de don Bosco
y al centenario de la carta de
Roma, en la que se habla del
amor y de la bondad. El hombre
nuevo, dijo con san Agustín, can­
tará el cántico nuevo del amor.
«El hombre nuevo no se deja lle­
var por el rencor ni por el odio,
sino que es movido por el Amor».
Tuvo también un recuerdo cariño­
so por la madre general de las Salesianas, madre Rosetta Márche­
se, fallecida el día anterior. El acto
concluyó ron la bendición pontifi­
cal del señor Arzobispo, que fue
saludado y despedido ron simpa­
tía por todos.

é

noticias

SEVILLA:
JORNADAS
DE LA FAMILIA
SALESIANA
La Familia Salesiana de la Ins­
pectoría de Sevilla celebró dos
jomadas de encuentros en Sanlúcar la Mayor los días 25 y 26 del
pasado mes de febrero. En primer
lugar se desarrolló una jornada de
reflexión, en la que se trataron es­
tos tres temas: «La intervención
educativa desde la perspectiva de
la bondad", por María del Carmen
Canales, H.M.A., directora del co­
legio de Cádiz; «El espíritu de fa­
milia, un estilo de relación educa­
tiva», por Emilio Alberich, S.D.B.,
profesor de la Universidad Sale­
siana de Roma; y «El ambiente
salesiano de creatividad, alegría y
espontaneidad, protagonista, pro­
tagonista en la educación de don
Bosco», por Maribel Franco Ligenfert, cooperadora salesiana.
Posteriormente se presentaron
varias experiencias de ambiente
salesiano en los ámbitos de la pa­
rroquia, el centro juvenil y la es­
cuela. Al atardecer presidieron la
Eucaristía varios salesianos que
celebraban sus Bodas de Plata
Sacerdotales.
El día 26 se celebró la fiesta de
la familia salesiana. Por gmpos se
estudiaron estos temas: «Revitalización de la familia salesiana»,
«Elementos fundamentales en su
construcción», «Signos positivos
que se observan». «Dificultades»,
«Aportaciones enriquecedoras».
Siguió la Asamblea General en la
que se expusieron las aportacio­
nes hechas en los grupos, aclara­
ciones y sugerencias para el año
1984. Al final de la mañana tuvo
lugar la concelebración eucarística, presidida por el obispo de Ba­
dajoz, monseñor Antonio Monte­
ro. Un grupo de Cooperadores
Salesiarros hicieron la promesa,
como conclusión, se hizo el Acto
de Entrega a María Auxiliadora.
Hubo una comida fraterna con
una chispeante sobremesa y una
despedida ante el altéir de la Vir­
gen. Coordinador de estas joma­
das ha sido Frarx:isco Alegría, de­
lg a d o regional de Pastoral Juve­
nil de Sevilla; y moderadores, Au­
relio Rodríguez y Alfonso Francia.

Puertollano:
ASOCIACION DE MARIA AUXILIADORA
Esta Asociación de María Auxiliadora está haciendo un gran
esfuerzo por incrementar su actividad social. Además de cola­
borar en las distintas Campañas que a lo largo del año organi­
zan otras Asociaciones, miembros de su Junta Directiva y Ce­
ladoras visitan y ayudan a familias que se hallan en especiales
circunstancias. Con dicha firtalidad social ha cobrado nueva
vida el Ropero de esta Asociación. En él trabaja un buen nú­
mero de señoras para confeccionar Ío que más necesitan al­
gunas familias. Asimismo, fruto de este trabajo ha sido tam­
bién el poder realizar varios envíos de ropa a Guinea Ecuato­
rial.

ENCUENTRO
¿Qué es para ti madre Rosetta?
Cuando el 17 de septiembre de 1981 llegué a Roma para
tomar parte en el Capítulo General XVII apenas la conocía.
Para mí madre Rosetta es encuentro.
Creo desde mí pobreza poder decir que tuve la suerte de
encontrarme con ella, en profundidad. Nadie se acercaba a
ella de otro modo. Sin querer te sentías impulsada a caminar
a su lado. A buscar con ella. Muchas veces navegando con­
tra corriente. La verdad era su meta. La cercanía y la oferta
de su amistad un modo típico suyo de encarnar la espiritua­
lidad del Sistema Preventivo.
Cuando fuimos a Momese poco antes de su elección
como Madre General, tuvo un «encuentro» con madre Mazzarello que transformó su vida e iluminó su camino en los
meses duros de su enfermedad y oferta por el Instituto. Su
«encuentro» con Cristo en la Cruz ha sido edificante.
Gracias madre Rosetta.
Sigo buscando luz en nuestro encuentro.
MARIA PILAR ANDRES

29

Alicante: Dando gracias a Ma­
ría Auxiliadora por los muchos fa­
vores que le tengo pedidos y me
ha concedido, entrego la limosna
prometida. Una Archicofrade que
ama a su Madre. R. A.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido.
F. Arroyo.
La Coruña: Agradecido a Ma­
ría Auxiliadora y a san Juan Bosco por favores recibidos, y con la
esperanza de que me sigan prote­
giendo, entrego un donativo para
las obras saíesíanas, deseando
que se publique en el Boletín Salesiano. Ramón Buján.
Astudillo: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor obtenido
por su intercesión. Envío una li­
mosna y deseo se publique en el
Boletín Salesiano, como lo pro­
metí. A. G.
Jerez de la Frontera (Cádiz):
Por un favor recibido de María Au­
xiliadora, da gracias, envía dona­
tivo y desea se publique en el
Boletín Salesiano. Purificación
Cano.
Orense: Da gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido y
envía una limosna, deseando se
publique en el Boletín Salesiano
su gratitud a tan buena Madre.
María del Carmen.
Morón (Sevilla): Damos gra­
cias mi esposa y yo a María Auxi­
liadora y al mismo tiempo quere­
mos difundir la devoción hacia
Ella por interceder tan favorable­
mente siempre que se lo hemos
pedido. M. R. y M.
Vlgo: Mi hijo se hallaba sin tra­
bajo y comencé una novena a
nuestra celestial Madre Auxiliado­
ra, antes de terminarla, le llama­
ron para hacer ia prueba y hoy
con gran alegría tiene ya un pues­
to de trabajo. Doy gracias a nues­
tra Madre (rár tal favor y envío una
limosna para las Obras Saiesianas. R. F.
Madrid: Por alcanzar una gra­
cia muy señalada de María Auxi­
liadora, y esperando obtener otras
de tan bondadosa madre, envia­
mos una limosna para las obras
salesianas. E. A. y A. L
Madrid: Envió un donativo en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por un favor recibido. A. A.

30

Madrid:
Hacemos
público
nuestro agradecimiento a María
Auxiliadora por un favor recibido y
enviamos una limosna. Familia
Reyero.
Sevilla: En acción de gracias a
Santo Domingo Savio por un favor
recibido, envío una pequeña li­
mosna, suplicándole siga prote­
giéndonos a mis hijos y a mí. Ro­
sar Pruneda Bagué.
Ponferrada (León): Envío un
donativo en acción de gracias a
María Auxiliadora por favores re­
cibidos y hago público mi agrade­
cimiento en el Boletín Salesiano.
M. D. A. P.

Las Palmas; De todo corazón
doy gracias a la Venerable Doro­
tea de Chopitea por una gracia
que me ha alcanzado. Después
de necesitarla tanto y encomen­
dársela muchas veces, ya casi sin
esperanza, nos la ha obtenido
providencialmente y con abun­
dancia. Nieves Velázquez.
Orense: Queremos manifestar
públicamente nuestra gratitud a
María Auxiliadora por varios favo­
res obtenidos por su intercesión, y
animamos a todos a que acudan
confiados a tan buena madre.
Cumplimos nuestra promesa de
enviar una lismona para las Misio­
nes Salesianas y publicarlo en el
Boletín Salesiano. José Estévez
Salgado y Obdulia Penin.
Linares: Hago público mi agra­
decimiento a la venerable Dorotea
de Chopitea por el favor de aca­
bar felizmente mi carrera. Muy
agradecido envío un donativo
para su causa de beatificación y
cumplo mi promesa de publicarlo
en el Boletín Salesiano. Juan
Acuña Castillo.
La Coruña: Envío una lismosna por vanos favores recibidos y

haberse resuelto favorablemente
un problema de unos amigos. Doy
gracias por todo a María Auxilia­
dora. Manuel Pérez.
La Coruña: Doy gracias a Ma­
ría Auxiliadora por la curación de
una amiga mía y envío una limos­
na para la publicación en el Bole­
tín Salesiano. M. P.
Madrid: Envío un donativo en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por el feliz resultado de una
operación quirúrgica muy delica­
da en el corazón a un amigo mío.
Cel Vinter.
Vigo: Envío una limosna en ac­
ción de gracias a María Auxiliado­
ra, deseando se publique en el
Boletín Salesiano. N. N.
Valdecolmenas
de Abajo
(Cuenca): Envío un donativo en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por un favor recibido. Juan
Montero Parrilla.
Avilés-Llaranes: En acción de
gracias a María Auxiliadora por
favores recibidos envío un donati­
vo. Agripina Martínez L.

Badalona: Envío un donativo
en acción de gracias a María Au­
xiliadora por su protección y a
santo Domingo Savio por el feliz
alumbramiento de mi hijo en un di­
fícil parto, después de haberme
encomendado a ellos. Hago públi­
co mi agradecimiento en el Bole­
tín Salesiano, como lo tenía pro­
metido. Eugenia Andrés Perrero.
Terrassa: Doy gracias a María
Auxiliadora y al Corazón de Jesús
y envío una limosna por favores
recibidos. A. R. H.
Víllanueva de San Juan (Sevi­
lla): Hago público en el Boletín
Salesiano mi agradecimiento a
María Auxiliadora por un favor re­
cibido. A. Campos.
Barcelona: Doy infinitas gra­
cias a María Auxiliadora, a san
Juan Bosco, a santo Domingo Sa­
vio y a la venerable Dorotea de
Chopitea por muchos favores re­
cibidos y en especial por uno muy
grande. Ruego a María Auxiliado­
ra nos c o n ch a su protección en
unos momentos muy difíciles para
mí casa. Envío una lismosna pro­
metida para el Tercer Mundo.
Montserrat Grau García.

fueron a la casa del Padre
El padre Gonzalo explicaba a los
niños la exposición misionera que
llevó por todos los caminos de Es>
paña.

«y

Padre Ezequías Gonzalo.
t en Asunción (Paraguay) el 10
de septiembre de 1983 a los 57
años de edad.
Todos conocíamos al padre
Gonzalo, pues llevó su Exposición
Misionera ambulante por los ca­
minos de España y abrió sus
puertas en casi todos los colegios
de Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora. Corazón incansable,
deseaba evangelizar con prisa y
sin pausa. Su cuerpo estaba des­
trozado y sus oídos taponados
por la sordera, pero su espíritu
siempre estaba pronto y no cono­
cía la fatiga. Aun así, quiso regre­
sar ai Paraguay de sus sueños,
donde había sembrado ilusión y
trabajo los primeros años de su
sacerdocio. Buen misionero, an­
helaba dejar sus huesos en la
vanguardia apostólica, siempre
fiel a la llamada de Dios. Había
nacido el padre Gonzalo en Víllaprovedo (Palencía) el 2 de febrero
de 1926. Respondiendo genero­
samente a la vocación salesiana,
dio su vida a don Bosco haciéndo­
se salesiano en la Inspectoría de
Barcelona. Recibió la ordenación
sacerdotal en el Congreso Eucarístíco Internacional de Barcelona
de 1952, en el estadio de Montjuich. En 1954 recibió el crucifijo
misionero en el Tibidabo y salió
rumbo al Paraguay. Fue destina­
do al aspírantado salesiano de
Ypacaraí como coordinador de
estudios. El clima tropical desgas­
tó su salud en breve tiempo. Re­
gresó a España en los años se­
tenta y desarrolló su actividad mi­
sionera en el Secretariado de Mi­
siones Salesianas de Madrid.
¡Cuánto tesón en el desarrollo de
sus exposiciones misioneras! No

se cansaba de dar conferencias,
de proyectar diapositivas y organi­
zar rifas. Así prendía la llama mi­
sionera en los corazones juveni­
les. En sus liturgias sabía comuni­
car su entusiasmo misionero. Y
los muchachos lo seguían con
atención, con interés, con oracio­
nes y sonrisas y ayudas materia­
les. Su labor agotadora le ocasio­
nó una repentirla enfermedad que
lo llevó al borde de la tumba. Curó
milagrosamente, y otra vez a su
actividad. Lleno de inquietud mi­
sionera, no se resignaba a que­
darse en España, y de nuevo par­
tió al Paraguay, su salud deterio­
rada, pero rebosante de alegría y
optimismo. Se encarga de la edi­
ción del Boletín Salesiano para­
guayo. En este trabajo pone en
juego su cultivada inteligencia y
su estilo elegante, que tanto pres­
tigio habían dado a la Editorial
don Bosco que él mismo había
fundado. Su espíritu creativo lo
impulsa a imaginarias actividades
que rompen las barreras de sus
posibilidades físicas. De la ora­
ción y la meditación saca fuerza
para aceptar su penosa realidad.
Sufre. Sabe entregarse a los de­
más. Y, finalmente, recibe la defi­
nitiva llamada de Dios para entrar
en la vida eterna. El padre Gonza­
lo tenía una generosidad sin lími­
tes, un alma abierta y sensible a
todos los problemas, a todos los
hombres. Cuantos lo conocieron
fueron testigos de su bondad. No
es extraño que se ganase el cora­
zón de pequeños y grandes. Su
muerte ha sido la del apóstol, en
olor de santidad. En su tumba
siempre hay flores frescas y acu­
den muchos a rezar. El padre
Gonzalo no quiere estar en el Pa­

raíso con los brazos cruzados: y
desea seguir trabajando como mi­
sionero en su querida tierra para­
guaya.

Justa Freítas Nüñez.
t en Orense el 22 de febrero de
1984. Había nacido en un hogar
cristiano y de ambiente muy salesiano, de familia numerosa. Justa
era un alma de exquisita espiritua­
lidad, siempre testigo del amor de
Dios a Quien, desde su juventud
consagró su vida con voto, vivién­
dola con fidelidad y con espíritu
evangélico y apostólico. Poseía el
sentido de Dios. La confesión fre­
cuente y la Eucaristía diaria mar­
caban el ritmo de su espíritu. Dios
Padre y Cristo Redentor eran su
objetivo y su meta. El «sólo Dios
basta» parecía ser su permanen­
te y actualizada convicción. Nun­
ca perdía el tiempo en conversa­
ciones inútiles. Su hogar familiar
vivía el amor fraterno. Centro de
su interés era la familia salesiana
y sus empeños apostólicos; la
vida de sus distintos grupos; Coo­
peradores, Voluntarias de don
Bosco, Archícofradía de María
Auxiliadora, otros movimientos de
apostolado, catequesís parroquia­
les, campañas benéfíco-socíales.
De ias 32 capíllítas domiciliarías
de María Auxiliadora, la número 1
lleva su nombre. Su última pre­
sencia entre la familia salesiana
tuvo lugar en la Catedral de Oren­
se el 14 de enero en que se cele­
bró el Acto de Abandono en las
manos de María Auxiliadora. En
el campo profesional, ¡qué gran
maestra!, ¡qué excelente compa­
ñera!, ¡qué ejemplar alumna! Ski

31

fueron a la casa del Padre
BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca «San Marcos-. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -Bibiana Socias-. N. e.: 8.000. Total: 82.000 pesetas.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca -María Auxiliadora-. Santander. N. e.: 10.000. Total: 81.000 pesetas.
Beca -María Auxiliadora-. Deusto. N. e.: 20.000. Total: 70.000 pesetas.
Beca -Rufino Encinas-. Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 53.000 pesetas.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca -P ió Campero». Orense. N. e.: 50.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca Rosita Hernández». Córdoba. Total: 680.000 pesetas.
Beca Familia Salesiana de Pozoblanco-. N. e.: 90.000. Total 242.000 pesetas.
Beca Joaquín Zayas». N. e.: 15.000. Total: 65.000 pesetas.
Beca José de Juan-. Las Palmas. N. e.: 10.000. Total: 323.000 pesetas.
Beca Maria Auxiliadora». El Sauzal. Total: 40.000 pesetas.
Beca D. Bosco-. La Orotava. N. e.: 100.000. Total: 460.000 pesetas.
Beca N. N.- Córdoba. N. e.: 50.000. Total: 550.000 pesetas.
Beca López González». Ronda. Primera entrega: 250.000 pesetas.
Beca «Asociación de María Auxiliadora-. Anlequera N.e.: 46.800. Total: 104.800 pesetas.
Beca «F. C.» Córdoba. Primera entrega: 60.000 pesetas.
Beca -Teresa de LiSieux». Puerto dé la Cruz. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -Asociación de María Auxiliadora». Primera entrega: 50.000 pesetas.
INSPECTORIA DE LEON
Beca -Africa Salesiana-. V.O.B. Zamora. N. e.: 20.000. Total: 60.000 pesetas.
Beca -D. Rúa-. Vigo. María Auxiliadora. N. e.: 12.000. Total: 188.CÍ00 pesetas.
Beca -O. Fila». Vigo. Maria Auxiliadora. N. e.: 1.000. Total: 114.000 pesetas.
Beca -José Pintado». Vim . N. e.: 20.000. Total: 172.000 ptas.
Beca «Bodas de Oro D. Cipriano». Vigo. N. e.: 40.000. Total: 183.000 pesetas.
Beca «D. Valentín Grasso». Astudilto. N. e.: 5.000. Total: 36.000 pesetas.
Beca «D. Felipe García». CoruAa. Calvo Sotelo. N. e.: 30.000. Total: 155.000 pesetas.
Beca -Sacerdotal- Vigo. Maria Auxiliadora. N. e.: 15.000. Total: 265.000 pesetas.
Beca -Sacerdotal». Vigo. Primera entrega: 230.000 pesetas.
Nueva Beca -Sacerdotal». Vigo. Primera entrega: 150.000 pesetas.
Beca -Gon-Viz-. Vigo. N. e.: 65.000. Total: 335.000 pesetas.
Beca «Familia Salesiana». Vigo. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -Maria Auxiliadora». Cánido (Vigo). N. e.: 50.000. Total: 100.000 pesetas.
Beca -0 . Valentín». Astudillo. N.e.: 2.000. Total: 38.000 pesetas.
Beca -San Antonio». Vigo C.R. N. e.; 6.000. Total: 151.000 pesetas.
Beca -Felipe García». Cooperadores. Coruña. N. e.: 40.000. Total: 195.000 pesetas.
Beca -José Pintado». Vigo. N. e.: 20.000. Total: 192.000 pesetas.
Beca «Africa Salesiana». Voluntarias. Zamora. N. e.; 20.000. Total: 95.000 pesetas.
Beca -Bodas sacerdotales». D. Cipriano. Vigo. N. e.: 15.000. Total: 198.000 pesetas.
Beca -Senegal». Nuevas entregas: Cooperadores Coruña. N. e: 100.000 pesetas. Za­
mora. N. e.: 15.000 pesetas. Astudillo. N. e.: 5.500 pesetas. Palencia. N. e.: 30.000 pe­
setas. Pozo D. Manuel R. N. e.: 59.000 pesetas.
Beca «Augusto Czartorisky». Orense. A.B. N. e.: 15.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca «Aroticofradia de Vigo». N. e.: 10.000. Total: 24.000 pesetas.
Beca «San Antonio». N. e.: 10.000. Total: 145.000 pesetas.
Beca «Centenario». Calvo Sotelo». N. e.: 70.000. Total: 150.000 pesetas.
Beca «Tamba». Calvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca -San Luis». Calvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca -Pablo-Sacerdotal». Vigo. N. e.: 10.000. Total: 70.000 pesetas.
INSPECTORIA DE MADRID
Beca -Familia Francia». N. e.: 1.000. Total: 150.000 pesetas.
Beca -M. A. L - . N. e.: 1.000. Total: 178.000 pesetas.
Beca -Mercedes Cruzado». N. e.: 3.000. Total: 210.000 pesetas.
Beca «Fidelidad». N. e.: 10.000. Total: 450.000 pesetas.
Beca -Arcbicofradla Maria Auxiliadora». Atocha. N. e.: 6.000. Total: 315.000 pesetas.
Beca -D. Adolfo Pérez Unbelarrea». N. e.: 400.000. Total: 800.000 pesetas.
Beca -C. L. A. • CC. Extremadura». N. e.: 15.000. Total: 430.000 pesetas.
Beca -Familia A S. M.». Pnmera entrega: 100.000 pesetas.
INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca -San José y San Antomo». N. e.: 10.000. Total: 61.000 pesetas.
Beca -Nuestra Señora del Valle». N. e.: 5.000. Total: 20.000 pesetas.
Beca «Juan Pablo II» N. e.: 7.000. Total: 212.000 pesetas.
Beca -O. Santiago Sánchez». Sevilla. N. e.: 200.000. Total: 335.000 pesetas.
Beca «Misiones rogo». N. e.: S.OOO. Total: 280.500 pesetas.
Beca «O. Claudio Sánchez-. Utrera. N. e.: 123.000. Total: 223.000 pesetas.
Beca -D. Rafael Flores» Mérida. Prtmera entrega: 120.CÍ00 pesetas.
Beca »0 Jesús Goruález Herrrández». Alcalá, lim e ra entrega: 40.500 pesetas.
Beca -San Pedro». Sevilla. Pnmera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -Ramón Izquierdo». Badajoz. Primera e n t r ^ : 50.000 pesetas
Beca «Maestro Oalmau». SeviNa. Pnmera entrega: 28.050 pesetas.
Beca -Tnradad». Sevilla. Pnmera entrega: 200.000 pesetas
Beca -San Juan Bosco». Jerez. Pnmera entrega: 69.000 pesetas.
Beca «San lsKk>ro» Sevilla. Prirrrera entrega: 25.000 pesetas
Beca «Virgen del Rocío». Huetva. Primera entrega: 17.600 pesetas
Beca »0 Juan Torres». Jerez. Pnmera entrega: 50.000 pesetas.
Beca «San Juan Bosco». Sevrila. Pnmera entrega: 50.000 pesetas.
Beca -Ntra Sra de las Mercedes». Sevilla. Primera entrega: 100.000 pesetas.
INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca «San Patnao». Novetda. N. e.: 10.000 Total: 95.000 pesetas.
Beca «San Juan de Ribera» Alcoy N. e : 50.000. Total: 150.000 pesetas.
Beca »Maria Auxihadora». Abcante. N. e. 240.000. Tot^ 600.000 pesetas.
Beca »Encam«c«ón Pahño». Valencia N. e.: 100.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca -San Bernardo». Vilena N e.: 10.000. Total: 162.000 pesetas.

32

entrega generosa, testimoniada
por compañeros y alumnos hace
pensar en su rica personalidad
pedagógico-educatíva de acuerdo
con el sistema de don Bosco. Aun
los alumnos díscolos comproba­
ron su bondad. Gozó del cariño y
respeto de sus alumnos, quienes
acudían a ella en horas extraes­
colares. Poseía el privilegio de sa­
ber escuchar y ser amiga de to­
dos. Desde su humildad sabía
atender con interés y responder
con naturalidad y gratitud. Estaba
totalmente entregada al servicio
de los demás. Su funeral fue una
magna concentración de amigos,
convocados por su espíritu vivo
en tomo a sus restos mortales,
unidos para celebrar la Eucaristía,
que fue el sol de su vida. Evoca­
ron su sencillez los niños de su
clase. Concelebraron unos diez
sacerdotes, cinco de ellos salesianos. Creemos que Justita está
con el Señor junto a María Auxilia­
dora, intercediendo por todos.

ATENCION
Si usted recibe
dos boletines
o está su dirección
equivocada,
le rogamos recorte
la etiqueta del envío
y nos la mande
para hacer el cambio.
Muchas gracias.
El Boletín Salesiana

PA RA E L M ES DE MAYO
LIBROS MARIANOS
* Con ella. Basilio BUSTILLO (para el mes de mayo).
* María en la vida cristiana. H.M. PASQUALE.
* María, hoy. José ALD AZABAL y varios.
* María, mujer de hoy. Alfonso FRANCIA.
INOVEDAD!
* La Virgen de los tiempos difíciles. Varios.
* María Auxiliadora en España.

FILMINAS Y DIAPOSITIVAS DON BOSCO
* Si María viviera hoy (45 cuadros) En filmina o en diapositivas.
* Mar ía, don de Dios a los hombres (45 cuadros). En filmina o en diapositivas.
* Los Misterios Gozosos (60 cuadros). En filmina o en diapositivas.
* Los Misterios Dolorosos (60 cuadros). En filmina o en diapositivas.
* Los Misterios Gloriosos (60 cuadros). En filmina o en diapositivas.
* La Inmaculada Primera parte (39 cuadros).
* La Inmaculada Segunda parte (41 cuadros).
* La Inmaculada Tercera parte (41 cuadros).
* La Asunción (44cuadros).
ESTAMPAS. TARJETAS. OLEOGRAFIAS. IMAGENES. MEDALLAS, etc.

c / Alcalá. 164 • MADRID-28 • Teléf. 2552000

Ud. recibe el Boletín Salesiano gratuitamente.
NOSOTROS suplicamos su aportación económica.
UD. puede mandar la cantidad que desee
por giro postal: Boletín Salesiano
C/ Alcalá, 164

PEDIM OS
SU

Madrid — 28
p or transferencia: B oletín Salesiano

Banco Popular Español Ag. 9
C/ Doctor Esquerdo, 1—3

AYUDA

Madrid —28

El libro tan solicitado por las
Asociaciones de María
Auxiliadora (A.M.A.)

Después de
«DON BOSCO
CIEN AÑOS
EN ESPAÑA»,
acaba de
aparecer
el libro
de MARIA
AUXILIADORA,
con las mismas
caracteristicas
de calidad
y presentación

CENTRAL
CATEQUISTICA
SALESIANA
Alcalá. 164-M AD R ID - 28