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BOLETIN
SALESIANO

fr-.

L í iS VERSIGLiA Y CALIXTO CIRÁIAMO
nuevos Reatos Satesianos

D o s Rosas de Sangre
Queridos amigos Juanito y Mari;
Os envío mi saludo más cordial en
el último mes del curso. Ya sé que
Juanito estará llorando a lágrima
viva porque se le term ina el tiempo
de ir al colé. Y Mari, tan resignada
como siempre a aceptar las vacacio­
nes, pero segura de aprovecharlas
porque «tengo tantos libros que leer,
tantos dibujos que hacer, tantas car­
tas que escribir...».
Estoy asom brado de vuestra apli­
cación. Recuerdo otras veces en que
os hacíais victim as. Todo os parecía
mal. Ahora no; ahora parece que el
mundo está bien hecho, y vosotros
sois sus mejores piezas. «¡Menuda

pieza, el Juanito éste!», se le ha ocu­
rrido pensar a Mari. Bueno, no em ­
pieces tú, Mari, que vas a renovar en
Juanito su vocación de m ártir.
A propósito de m ártir, ya sabéis de
sobra que el pasado 15 de mayo bea­
tificaron a los dos primeros m ártires
salesianos; Monseñor Luis Versiglia
y el Padre Calixto Caravario. Claro
que sabéis quiénes eran; pero escu­
chad.
Luis Versiglia era de pequeño un
chico muy listo y muy bueno. Le
gustaba estudiar bastante más que a
Juanito. Le chiflaban los caballos y
decía que iba a ser veterinario. Pero
la gente, que lo veía ayudar a misa
tan devoto, empezó a decir;
-HtLuisito va a ser un cura estu­
pendo».
Eso le daba a Luis mucha rabia.
Pero un día de 1885 lo llevaron a
Turín a estudiar al mismo colegio
donde estaba Don Bosco. Allí se en­
contraron varios santos. De verdad.
Contemos; San Juan Bosco, el chico
Luis Orione, beatificado hace un p ar
de años; el beato Miguel Rúa, suce­
sor de Don Bosco; Luis Versiglia...
¡Ya veis, una escuela de santos!
Con motivo de la fiesta onomástica
de Don Bosco, el 24 de junio de 1887,
Luis fue el elegido para leerle una
felicitación al Santo. El chaval lo
hizo con voz clara y entonada. Leía
casi como Mari. Y se sentía orgulloso
y feliz de ser el escogido de su curso
para dirigirle la palabra a Don
Bosco.
T erm inada su lectura, fue co­
rriendo a saludar al Santo, curioso
de saber si le había gustado. Don
Bosco le chocó la mano con cariño y
lo felicitó por lo bien que lo había
hecho:
-«Ven luego a verme al despacho
-le sonrió-; tengo que decirte una
cosa...»
Pero Luis no pudo cum plir su de­
seo de hablar con el Padre. Toda la
vida se quedó con esa espina de sa­
ber qué quería decirle Don Bosco. A
lo.mejor. a lo mejor... el Santo iba a
profetizarle su martirio...
El caso es que Luis asistió en 1888
a la cerem onia de la imposición de
crucifijos a los misioneros en la ba­
sílica de María Auxiliadora.
-«Quedé profundamente im presio­
nado ante la com postura de un joven
salesiano que estaba en el centro de
los que iban a m archar a las misio­
nes». confesó más tarde a uno de sus
amigos.
Y aquel mismo día determ inó ha­
cerse salesiano. sacerdote y misio­
nero. No sé sí, algún día. le pasará a

Juanito algo semejante... El tiempo
fue cumpliendo todos los sueños de
Luis. Fue a China. Entregó sus ener­
gías trabajando como un gran após­
tol. Fue obispo. Y el 25 de febrero de
1930 dio su sangre de m ártir por
am or al Señor y por defender a tres
chicas cristianas que viajaban con él.
-¿Y el beato Calixto Caravario?
Tenéis razón de preguntar por él.
Calixto era un niño muy bueno y
muy tím ido. Digamos que lo contra­
río de Juanito. Pero el Señor lo hizo
valiente. Desde pequeño quería ser
sacerdote salesiano y misionero. En
1924 fue destinado a China.
-«Voy a China, donde moriré m ár­
tir», dijo un día a sus amigos de
Timor. Y así fue. En 1930 acompa­
ñaba a Monseñor Versiglia en el
viaje en que am bos misioneros fue­
ron asesinados por unos piratas chi­
nos.
Pero hoy nos llenamos de alegría
porque ambos salesianos han sido
elevados a los altares por el Papa
Juan Pablo II. Dos rosas de sangre de
la Familia de San Juan Bosco. El
pasado 15 de mayo los visteis en la
Gloria de Bemini.
Ahora ya podéis invocar a los nue­
vos beatos y pedirles que os hagan
valientes y generosos como ellos.
¿Vale?
Recibid un gran abrazo de vuestro
mejor amigo,
PADRE RAFAEL

DON BOSCO
UNA PAGINA PARA
LOS NIÑOS

Revísta de la Obra de Don Bosco
Año XCVi - N.° 6 - Jun io 1963
Director: RAFAEL ALFARO
Consejo de Redacción; Aureliano
Laguna: Blas Calejero: Antonio
García Vera: Rafael Moreno Mo­
reno; Laura Iglesias; Javier Artuch; Argentina Sánchez Romo.
Administrador; Ramón Gutiérrez.
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID - 28
Depósito Legal; M. 3.044-1958
Imprime; Instituto Politécnico
Salesianos-Atocha (Madrid)
(Con censura eclesiástica)

El Boletín Salesiano
se envía gratis
a la Familia Salesiana
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con los donativos
de sus lectores.
EN ESTE NUMERO
Testigos de la fe . . . .
Pasión y m artrio . . . .
Don Bosco exhorta al
m a rtirio ................
3
-N o quiero hacerme cu­
ra» ............................
«Seré cura y ya ve­
rás...» .........................
La obra misionera de
Luis V e rsig lia ............
Textos de los nuevos
b e a to s ................
10
Encuentros juveniles de
P a scu a ..............
12
Encuentro pascual de la
Juventud «Cristo vi­
ve» ............................
El
«Salesianos - Ato­
cha» .........................
D. Renato Ziggíotti . . .
Los dubs «Domingo Savio» en U S A ....
20
Los primeros Cooperado­
res Salesianos en Bar­
celona ......................
Manuel Albizuri, un aven­
turero de Dios . . . .
N o tic ia s.................
28
Nuestra gra titu d.........
Becas para las vocacio­
nes saledanas . . . .
Fueron a la casa del Pa­
dre ............................

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NUESTRA PORTADA
Los mártires, los primeros ser­
vidores. El Beato Luis Versiglia, aun siendo obispo, hacía
de peluquero a sus hermanos
salesianos. En la foto lo vemos
cortando el pelo al misionero
Padre Carlos Braga, gran ami­
go del m ártir Calixto ¿aravario.
Este cuadro ha sido enviado a
nuestra redacción desde HcingKong.

B ; DL I o T

c A

T estigos ^de tat fé
• Todos cuantos pertenecemos a la Familia Salesiana esta­
mos de enhorabuena: desde el l^ de mayo de este Año Santo
contamos con otros dos nuevos «beatos salesianos». los márti­
res Luis Versiglia y Calixto Caravario. Fue en 1930 cuando die­
ron testimonio de su fe y de su amor a Cristo y al prójimo.
Buenos pastores, no dudaron en dar su vida por sus ovejas.
Hoy lo ha reconocido la Iglesia, y el Papa Juan Pablo II los ha
elevado a la gloria de los altares. «Verdaderamente es maravi­
llosa esta Iglesia Católica que da a la sociedad hombres seme­
jantes. víctimas del deber, prontos a dar la vida por sus hijos
espirituales», dijo el jefe de los mandarines chinos, al enterarse
del martirio de los dos salesianos. Nosotros así lo sentimos. Es­
tos hombres son el gozo y el orgullo de nuestra familia.
• «La causa de beatificación de Monseñor Versiglia podría
introducirse., aun prescindiendo del martirio», escribía el siervo
de Dios Don Felipe Rinaldi. «Un día. en el Paraíso, bendecire­
mos todas las penas soportadas por amor a Jesús», decía en
una carta a su hermana el Padre Calixto Caravario. Por todo
ello, creemos que el martirio de estos dos héroes es una corona
añadida a su santidad. La labor de la gracia de Dios maduró a
estas dos almas gemelas que fueron entregando su vida diaria­
mente. Cada día fueron testigos de una fe que, al fin, sellaron
con su sangre. Creemos que su ejemplo es una lección admira­
ble para todos los miembros de la Familia Salesiana. Los vene­
ramos con gozo. Pero su vida y su martirio nos comprometen a
una entrega cada vez más y mejor por los destinatarios de
nuestra misión.
El Rector Mayor nos lo dice con su acostumbrada maestría:
«La disponibilidad filial, vivida en la pasión, nos ayuda a com­
prender que la caridad tiende siempre, como a su vértice, al
don total de sí para participar en el misterio de Cristo».
• Don Bosco, con su lenguaje realista, también animaba a
sus hijos al martirio. Todos podemos ser mártires. Todos pode­
mos ser testigos de la fe en medio de nuestro mundo. ¡Ouc be­
llas sus palabras!: «¿Hasta dónde seguir a Cristo?... Hasta la
muerte, y, si es necesario, hasta la misma muerte de cruz...
Es lo que hace en nuestra Sociedad quien consume sus fuer­
zas en el ministerio sagrado, en la enseñanza o en cualquier
otro ejercicio sacerdotal, hasta llegar incluso a una muerte vio­
lenta... Seguro que, después de padecer o morir por Jesucristo
en la tierra, pueda ir a gozar con El en el cielo».
• La beatificación de éstos dos protomártires salesianos ha
de infundir optimismo en nuestra labor. Por muy difíciles que
sean las circunstancias. Por muy larga que sea la carrera de
obstáculos que encontremos en el desarrollo de nuestra misión.
Por grandes que sean las pruebas. Siempre hallaremos la oca­
sión para ser testigos de la fe.
«¡Gracias, Señor!, excla-^ 2 _
ma el Rector Mayor: En es- , 2 " *
te Año Santo nos ofreces
un acontecimiento tan rico q
de signifícado para celebrar ^
y ahondar en el valor eclesial y misionero de la voca- ^ 5
ción salesiana».
^

documento

P a sió n y m a r tir io
en el espíritu apostólico de Don Bosco

¿Fue también «mártir» Don
Bosco?... Los sufrimientos
diarios y constantes del San­
to —materiales y m o ra le snos inclinan a decir que sí.
El Rector Mayor de los Salesianos don Egidio Viganó
ve un martirio profundo en
la «pasión». Esta se sitúa
por encima de los límites
humanos. En ella se consu­
ma la síntesis de contempla­
ción y acción.

Siempre abiertos
a la «pasión»
Se ha hablado mucho so­
bre la «acción» y la «con­
templación», falseando qui­
zá el verdadero significado
cristiano de ambas. La pa­
sión, m editada en Cristo,
nos ayuda a sopesar m ejor
las cosas.
La disponibilidad filial.
Bcaltxs Luis Versijtlia > CaliMo Caravario. Desde su triunfo nos invitan a se­
guir sus huellas.

vivida en la pasión, nos
ayuda a com prender que la
caridad —corazón propul­
sor de la forma de vida
apostólica y de la forma de
vida contemplativa— tiene
siempre, como a su vértice,
al don total de sí para parti­
cipar en el misterio de Cris­
to. A sí podemos decir que
la plenitud de amor está
por encima de las formas de
vida activa o contem plati­
va, pues en una y otra se
tiende al don de sí por el
Reino de Cristo y de Dios.
Por eso, si el fundamento
del compromiso apostólico
es propiam ente la disponi­
bilidad filial aj Padre, quie­
re decir que toda espiritua­
lidad de la acción incluye
en sí una apertura constan­
te a la pasión, como para
afirmar que la «acción ab­
soluta» es sólo la del Padre.

Acción de Dios
en el interior del hombre
«Para un cristiano —dice
Urs von Balthasar— acción
y contemplación no se pue­
den separar adecuadam en­
te una de otra. En efecto, la
disponibilidad (al Padre)
atenta, receptiva y abierta
es el fundam ento de toda
acción. Esta debe tender a
trascenderse a sí misma,
para pasar a un tipo de acti­
vidad más profunda, la cual
— bajo forma de «pa­
sión»— es la acción misma
de Dios dentro del hombre,
lanzado más allá de sus pro­
pios límites.
La vida cristiana, pues,
está siempre más allá de
esos dos aspectos —con­
templación y acción— . Es­
tos, precisamente, no se
completan
mutuamente

documento

desde fuera, sino que se
com penetran interiorm en­
te. Quien considere la Igle­
sia sólo desde el punto de
vista sociológico, no puede
captar dicha com penetra­
ción» (cfr. «Au déla de Vacíion el de ¡a contemplation?», en «Vie consacrée»;
marzo-abril de 1973, 4).

DON BOSCO EXHORTABA
AL MARTIRIO
«Seguirlo, si es preciso, hasta la muerte de cruz»

El mártir cristiano
muere por una Persona
El m ártir cristiano no
puede ser reducido simple­
mente a la estatura de hé­
roe. No dem uestra sólo
personalidad, grandeza de
ánimo o altruism o... El
mártir cristiano es humilde
y está lleno de am or; no
odia, sino que, aunque
muere, perdona; no busca
gloria ni fama: no preten­
de dar lecciones de valor
—quizá ni siquiera es va­
liente— ; no proclama ideo­
logías. ni se erige en m onu­
mento; no es un Sócrates ni
un soldado conocido o des­
conocido...
Con razón se ha escrito
que el m ártir cristiano «no
muere por una idea —por
muy elevada que sea— . ni
por la dignidad del hombre,
ni por la libertad, ni por so­
lidaridad con los oprimidos
(todo ello puede darse y de­
sempeñar un papel...). El
muere por U no que murió
antes que él»... Su fe, su es­
peranza y su caridad lo lle­
van a dar testimonio — has­
ta el derram am iento de su
sangre— de que para El
«vivir es Cristo» y de que el
bautismo lo hace sentirse
«crucificado con El».
EGIDIO VIGANO

Quien viene buscando
una vida cómoda y fácil,
no entra con buen fin en
nuestra Sociedad. N oso­
tros ponem os com o ci­
miento la Palabra del
Salvador,
que
dice:
Quien quiera ser discí­
pulo m ío ,v ay a a vender
lo que tiene en el mun­
do, déselo a los pobres y
sígame.
Pero..., ¿a dónde ir, a
dónde seguirlo, si no tie­
ne ni un palm o de tierra
en donde reclinar su ca­
beza cansada?... Quien
quiera ser discípulo mío
—dice el Salvador—, que

me siga con la oración,
con la penitencia y, so­
bre todo, que renuncie a
sí mismo, tome la cruz
de las tribulaciones dia­
rias, y que me siga...
Pero, ¿hasta dónde se­
guirlo?... Hasta la muer­
te y, si hace falta, hasta la
misma muerte de cruz...
Es lo que hace en
nuestra Sociedad quien
consume sus fuerzas en el
ministerio sagrado, en la
enseñanza o en cualquier
otro ejercicio sacerdotal,
hasta llegar incluso a una
muerte
violenta
—cárcel, destierro, hie­
rro, agua o fuego— hasta
que, después de padecer
o morir con Jesucristo en
la tierra, pueda ir a gozar
con El en el cielo.
Este me parece el sig­
nificado de ¡as palabras
que dice San Pablo a to­
dos los cristianos: El que
quiera gozar con Cristo,
debe padecer con Cristo.
Queridos hijos, (...)
que Dios os bendiga
abundantemente,
que
bendiga vuestro trabajo,
y que la gracia del Señor
santifique vuestras accio­
nes y os ayude a perseve­
rar en el bien.
A fm o . en Cristo Jesús.
SAC. JU A N BOSCO

santidad salesiana
Un mártir que se niega a ser cura
y otro que se muere por serlo

«NO QÜERO HACERME CURA»
Dos masas distintas para un mismo pan
La vocación sacerdotal del beato Luis Versiglia es una amable jugada de la
Providencia. Le bastó la imagen de un misionero, apenas entrevista en el m o­
mento de la despedida, para ganarlo para los secretos designios que le esta­
ban preparados.
precisamente a eso es a lo que
Así lo recuerda
siempre se niega Luis.
un compañero de colegio
i.

V

«Eramos unos 600 estudian­
tes de ciudades y aldeas diver­
sas, próximas y lejanas, pero
unidos en el cariño a Don Hos­
co y por los lazos de la religión
y de la amistad.
Luis era una de las figu­
ras que fuera de los ordi­
nario. De buena estatura, es­
pigado, con nervios y múscu­
los de acero, tenía un aspecto
señorial que se imponía de un
modo natural a sus compañe­
ros, sin perder su amabilidad
ni alegría. Tomaba parte en el
juego y se esforzaba por ga­
nar, aunque sin preocuparse
demasiado. Sus recreos eran
muy alegres y animados; pero,
concluido el juego, corría al
lado del profesor para escu­
char algo útil e interesante».
Así recuerda el obispo salesiano Federico Manuel a su
compañero Luis Versiglia en
los años de Valdocco. «Era fá­
cil, añade, entrever su inteli­
gencia aguda y su voluntad de
hierro, sobre todo en clase.
Siempre figuraba entre los pri­
meros del curso, pues era re­
flexivo y tenaz. Sobresalía en
la oración. En la capilla era un
áng^el».
En vista de ello, bien pode­
mos decir que tenía buen paño
para una excelente vocación
sacerdotal y religiosa... Pero

Beato Luis Versiglia.

Así lo recuerda su madre
«Sí —dice su madre—, Luis
era muy piadoso, le gustaba la
iglesia, había aprendido muy
pronto a ayudar a misa... Era
vivaracho e inteligente, incli­
nado sobre todo a la aritméti­
ca.
»La gente lo veía tan devoto
y estudioso, que a pesar de su
vivacidad no dejaba de decirle
que sería cura. Pero él se reve­
laba enérgicamente y hasta,
por una temporada, dejó de
servir en la iglesia para cortar
los comentarios...
»Un buen sacerdote —sigue
su madre— que le daba clase
de matemáticas y ciencias en
Pavía, le propuso que se fuera
con él, prometiéndole que lo
acompañaría hasta la Univer­
sidad. Luis se inclinaba a la ve­
terinaria, pues era un apasio­
nado de los caballos. A menu­
do montaba un animal difícil
que un coronel tenía en una
cuadra próxima a casa... Luis,
oliéndose que el buen sacer­
dote lo quisiera encaminar por
los estudios eclesiásticos, se
negó a seguirlo...».

A Valdocco;
pero con una condición
En cambio no se opuso a ir
al Oratorio turinés de Don
Bosco... Una Providencia se­
cretamente va guiando el des­
tino del hombre elegido.

santidad salesiana
OLIVA GESSI (Pavía): Casa nata) del
Beato Luis Versiglia.

ver a Don Bosco y que éste le
dijera lo que le había sugeri­
do.

En el camino de Damasco
Luis entró por cl camino de
Damasco casi sin darse cuenta.
Participaba un día en la cere­
monia de despedida a un gru­
po de misioneros. Es una cere­
monia sencilla y emocionante
que se repite todos los años.
«Le impresionó profunda­
mente —dirá más tarde su
compañero Manuel Manassero— el porte recogido y mo«Aceptó de muy buena gana
—dice su madre— porque se
le dijo que allá no se hacían
curas y que podría frecuentar
la famosa escuela de veterina­
ria de Turín.
Pareció que al principio no
se adaptaba, y escribió varias
cartas a sus padres para decir­
les que quería dejar la casa sa­
lesiana. Tras mucho insistir, el
padre fue a verlo; pero cuando
llegó a Valdocco, Luis había
cambiado de opinión: Quería
continuar sus estudios en el
Oratorio.
Ai volver a casa para las va­
caciones de verano, el cochero
que iba a buscarlo a la estación
le tomaba el pelo con el consa­
bido estribillo: “Tú serás
cura". A Luis le daba tanta ra­
bia. que una vez se bajó del
coche y siguió el camino a
pie...».

Rodeado de santos
Que de muchacho no le ape­
tece lo más mínimo ser sacer­
dote, lo confirma el mismo
Luis a su amigo y hermano
Carlos Braga. Añade incluso
que había rechazado una invi­
tación para entrar en el semi­
nario de Pavía.
A Valdocco llega el 17 de
septiembre de 1885. Allí estu­
dia los tres primeros cursos del
bachillerato elemental, hasta
el 16 de agosto de 1888.

Uno de sus compañeros es
el beato Luis Orione. Por dos
años respira la presencia de
San Juan Bosco. El beato Mi­
guel Rúa está al lado del Fun­
dador y dirige la Congregación
y el Oratorio en calidad de «vi­
cario». ¡Valdocco era entonces
un semillero de santos!...
La madre de Luis recuerda
este detalle interesante: «Con
motivo de la fiesta onomástica
de Don Bosco —24 de junio
de 1887— Luis fue el elegido
para leerle una felicitación.
Terminada la lectura, fue a sa­
ludar al Santo. «Ven luego a
verme —le dice Don Bosco—;
tengo que decirte una cosa...».
Pero una circunstancia impre­
vista impidió que Luis fuera a

MACAO: El Beato Luis Versiglia ense­
ñaba el catecismo a las familias chinas.

desto de un joven salcsiano
que estaba en el centro del
presbiterio, entre los que iban
a marchar.
Allí, silenciosamente, saltó
la chispa de ia vocación... En
adelante deja de fantasear con
armas y caballos, deja a un
lado —son palabras suyas—
todos sus planes anteriores y
decide hacerse salesiano con la
esfteranza de ir él también a
las misiones, preferiblemente
a Africa... Pero lo espera Chi­
na, donde a la vez vestiría las
insignias de obispo y la gloria
del mártir.
BRIAN MOORE

5

santidad salesiana

«SERE CURA Y YA VERAS...»
Al revés que Luis Versigüa, Calixto Caravario apunta al sacerdocio desde pequeñín. A uno que se mofaba de su m anía, le responde tajante: Seré cura y
verás lo que hago.
Presentam os en resum en su aventura vocacional.

De los labios de sus padres
Hay una página de Niño Salvaneschi que merece ser recor­
dada. La escribió como repor­
tero de un diario cinco años
después del martirio de Calix­
to.
Pensé —escribe— que lo
mejor sería ver a su madre, a
quien, como se ve por su dia­
rio y por sus cartas, amaba con
ternura. Todos la llaman
«mamá Rosa» en la casa don­
de vive el matrimonio Caravario —calle Bidone, 17; Turín—. Ella misma viene a
abrirme cortés, sonriente y
con fe en el porvenir. Le han
dicho que espere y rece; ella
espera y reza. Le han dicho
que no llore, pues su hijo ha
muerto por Aquél que prome­
tió la resurrección; y mamá
Rosa no llora. Cuando habla
de él. se hace la fuerte. Sus
ojos se enternecen; la voz se
vuelve ronca y se debilita;
pero sigue contando... Pocos
gestos, conversación clara y
sencilla. Es transparente: se ve
hasta el fondo de su alma, que
canta en este aniversario para
ella tan triste y doloroso.
— El 25 de febrero hace cin­
co años, ¿no, Pedro?
—Exacto. ¿Cómo olvidar
esa fecha?...
El marido, un fuerte y cor­
pulento anciano de poblada
narba blanca, se acerca despa­
cio. Ha sido carretero toda su
vida. Ahora, después de mu­
chos años de andar por las ca­
lles. está jubilado.
— No puedo decir nada malo
de él: ni un disgusto, ni un re­
proche... ¿verdad, Pedro?
—Cuando podíamos comer
juntos, disfrutaba lo indeci­
ble... ¿verdad, Rosa?
Beato Calixto Caravarío.

—Ya de niño en Cuorgné era f
dócil, cariñoso, educado y ca­
ritativo. Se divertía celebrando
en un altarcito. Se hacía los or­
namentos con papel de periódi­
co... ¿te acuerdas, Pedro?
—Yo andaba por la calle (el
viejo alza los hombros y abre
los brazos); pero estaba seguro
que Calixto se había portado
bien.
—Toma sus cartas, Pedro.
Lee la que recibimos doce
días después de su muerte...
¡Qué bonitas todas, qué cari­
ñosas!...
La pobre habitación donde
estos ancianos viven de recuer­
dos parece vibrar con su respi­
ración. Un silencio. Se diría
que dentro vive algo. Se tiene
miedo de decir una palabra
que rompa el hilo de los re­
cuerdos. Quizá sólo la madre
podría hacerlo.
— Quiso hacerse salesiano.
Lo recibió el P. Carlos Braga.
Marchó a China cuando toda­
vía era .seminarista. No tenía
miedo a un camino tan largo...
Era el hijo más querido, el
último en llegar. Con gusto lo
habíamos dado al Señor. Há­
gase .su .santa voluntad. Noso­
tros no hacemos más que espe­
rar la muerte para volverlo a
ver... ¿verdad, Pedro?
El viejo responde con una
pequeña tos. Desde el patio
grita una voz de mamá. Los ni­
ños cantan al sol. La vida si­
gue...
Raíces de una vocación
En esta página de familia se
encierra toda una historia de
pobreza, sacrificios, bondad,
donación, vocación, misión...
y de participación amorosa.
¡La vocación de un muchacho
que se hace salesiano y llega al

santidad salesiana
martirio —sufrido a los 26
años— vista por sus padres
que lo sobreviven y grabada en
sus recuerdos!... Calixto, cari­
ñoso en casa; Calixto, que jue­
ga a ser cura; Calixto, que lle­
ga al Oratorio; Calixto que
pide ser misionero; Calixto
que muere para que siga la
vida...
En 1913. con diez años, es
ya un pequeño animador en el
oratorio turinés de San José.
Sante Garelli —que más tarde
será su guía y padre— lo sor­
prende atareado cuando llega
como director.
Un domingo —cuenta su ca­
tequista Eusebio Battezzati—
me fijé en él durante ¡a eleva­
ción. Tenía la cabeza erguida.
CUORGNE: Vista d d pueblo natal del
Beato Calixto Caravarlo.
Expedición misionera de 1924, en la que
viqja en mártir Calixto Caravario hacia
China; es el tercero por la izquierda de
la primera fila que va de pie.

una nota media de ocho sobre
diez» (Guido Bosio).

Salesíano
con vocación misionera

los ojos clavados en la Sagrada
Hostia y sus labios musitaban
una oración. Como tenia con­
fianza con él, en un momento
de intimidad me permití pre­
guntarle: »¿Qué decías esta
mañana durante la elevación?»
Trató de esquivar la respuesta.
Luego me confesó candorosa­
mente: «Pedía la gracia de po­
der imitar a San Luis en la pu­
reza y ser sacerdote».

Comienza a estudiar
para cura
Al revés que Luis Versiglia.
Calixto asiente a la llamada
desde sus primeros años: «Me

haré cura». Lo prueba la obsti­
nación de sus hechos... Pero
para estudiar hace falta dine­
ro, y en casa de Calixto no lo
hay. Aunque las pensiones
eran muy reducidas en la casa
madre de Valdocco, era difícil
juntar lo necesario. De ello,
sin embargo, se preocupa don
Sante Garelli. que en el mu­
chacho intuye una promesa se­
gura, y le busca bienhechores.
En octubre de 1914 Calixto
puede comenzar su primer
curso en la casa fundada por
Don Bosco. «Su conducta es
siempre óptima. Los resulta­
dos escolares lo sitúan siempre
entre los primeros de la clase,
como indican las calificaciones
finales de cada curso, que dan

El año 1918 es novicio. El 19
de septiembre de 1919 hace los
votos religiosos y pasa a estu­
diar al liceo de Valsálicc.
Abril de 1922. Monseñor
Versiglia llega a Turín para el
XII Capítulo General Salc.siano. El seminarista Calixto Ca­
ravario pide ir con él a las mi­
siones de China. Pero los su­
periores no atienden por el
momento su deseo. «Lo veré
en China», promete el joven
estudiante al Obispo. Cumpli­
rá su promesa en 1924, cuando
puede acompañar a su querido
P. Garelli y a un puñado de sa*
lesianos que parten para el Ex­
tremo Oriente.
•Mi madre llora... Señor,
dame fuerzas», Anota en su
diario el día de la marcha, 7 de
octubre de 1924.
Así emprende la ascensión
hacia el martirio, que consu­
mará seis años después.
MAR-BON

santidad salesiana

Fecundidad apostólica
de dos almas
que obedecen a Dios

LA OBRA
MISIONERA
DE LUIS
VERSIGLIA
En el mártir alienta pujante
el espíritu del apóstol...
Una rápida excursión
por el trabajo misionero
de los nuevos beatos
Luis Versiglia y Calixto Caravario.
Primeros pasos
de un apóstol joven
Graduado en filosofía por la
Universidad Gregoriana de Roma
(9 de julio de 1893). Sacerdote a
los 22 años y casi inmediatamente
director y maestro de novicios en
Genzano (cerca de Roma). Jefe de
la primera expedición misionera
salesiana a China (1906). Director
y padre de huérfanos en Macao.
Apóstol de los leprosos y de los
contagiados de peste bubónica.
Director espiritual solicitado y
uerido por la comunidad católica
e la pequeña colonia portuguesa.
Habla cinco lenguas...

a

Expulsado de Macan
El 30 de noviembre de 1920 la
revolución portuguesa lo expulsa
de Macao con toda la comunidad
salesiana.
Desde la cercana Hong-Kong.
Luis Versiglia organiza un centro
misionero salesiano entre Cantón
y Macao. en la región de Heungshan (hoy Sun Yat-sen). Sus pri­
meras residencias estarán en
Heung Chow y Ngan Hang y de­
penderán del benévolo O bis^i de

8

Macao mons. Azevedo y Castro.
Es un momento de gran impulso
evangelizador, «a pesar del estado
de semianarquía producido por la
caída del imperio y agravado por
el endémico bandolerismo de la
zona» (Rassiga).
En 1912, con las fundaciones de
Sheung Tchao y Shei Ki. las resi­
dencias de la región son ya cuatro.

Regreso a Macao
El Obispo de Macao. mientras
tanto, piensa de nuevo en el orfa­
nato. Apenas las leyes de 1912
permiten el regreso de los religio­
sos, llama a los salesianos para que
vuelvan a su casa de origen.
Orfanato y misiones caminan
ahora de la mano, en mutua cola­
boración para anunciar el Evange­
lio a los pobres y para asistirlos en
sus necesidades. Luis es el alma de
una actividad que no conoce el
descanso. Busca y acoge a los mu­
chachos más necesitados. Pone en
marcha una escuela profesional.
Frena la venta de niñas —vieja
plaga local—. Se hace arquitecto y
constructor para disponer de loca­
les más idóneos. Se hace promotor
de vocaciones indígenas... Intensi­
fica la oTación y el sacrificio perso­

nal. Su espiritualidad se trasvasa a
quienes buscan su dirección espiri­
tual...
Proyecta, por fin, una misión en
China más amplia y «totalmente
salesiana». Para ello, en el difícil
años de guerra 1916, se embarca
rumbo a Italia. En Turín lo apoya
el nuevo Cardenal salesiano, Juan
Cagliero, que por la exposición de
Luis comprende el mandato que le
había dado Don Bosco: «Atiende
también nuestras misiones de
Asia». Como miembro de «Propa­
ganda Pide», el Cardenal asegura
un apoyo que será decisivo. Luis
presenta y defiende sus planes en
Roma y, optimista, se embarca
rumbo a Macao. adonde llega, tras
cuatro meses de navegación, el 25
de enero de 1917,

En el corazón
del Celeste Imperio
El «Plan Versiglia» es comparti­
do plenamente por los padres de
las Misiones Extranjeras de París,
que desean dividir su amplio vica­
riato de Kwangtung.
A finales de 1917 se desgaja la
parte norte del vicariato de Can­
tón y se la encomienda a la Con­
gregación Salesiana con carácter
autónomo. El mismo vicario

santidad salesiana
MACAO: El Bealo Luis Versiglia con la
banda de música de sus huiTfunos.

M^je apostólico por el Kuatip-'l'tiii}’ de
China.

mons. de Ciuébriant comunica al
1‘. Vorsiglia la disposicitSn de la
Sania Sede. Henos, pues —comenla Luis— cu ¡a ouroru de una
época í¡ue quizá va a ser muy imparíanle para nuestra Congrega­
ción en China.
No puede acudir personalmente
a la nueva misión; pero en febrero
de 1918 envía a los dos primeros
salesianos: PP. Olive y Guarona.
Dos expediciones posteriores
(1918 y 1919) dan a la nueva mi­
sión el personal necesario. En
1920 la misión salesiana de Shiu
Chow es una realidad autónoma.
Pero desde el comienzo la peste
del bandolerismo y las acciones
bélicas entorpecen el trabajo de
los nuevos misioneros...

En un ambiente difícil
El frente norte-sur que divide a
las facciones enemigas que se dis­
putan el dominio de China divide
también en dos la nueva circuns­
cripción misionera. Las facciones
enemigas no son compactas. No
pasan de un aglomerado de gene­
rales pendencieros y de bandidos
desmandados y politizados, a pe­
sar de los intentos unificadores del
partido «Kuomintang» y del Go­
bierno Central de Pekín.
Una situación tan precaria da
cabida a todo tipo de arbitrarieda­
des, y de explotación y crimen, se­
gún el fluctuar de las diversas olea­
das de ocupación e infiltración en­
tre ambos frentes. En tales condi­
ciones tiene lugar el estableci­
miento de los salesianos en
Kuangtung bajo la dirección de
Luis Versiglia.

Vicario y Obispo
La Santa Sede da a Shiu Chow
el rango de vicariato apostólico y
nombra a Luis —que se resiste—
vicario de la nueva circunscrip­
ción. Recibe la consagración epis­
copal en Camón el 9 de enero de
1921.
Será un obisp» que sabe dormir

en el suelo, se flagela y lleva cili­
cio... «El verdadero obispo misio­
nero —dirá el futuro cardenal Cel­
so Constantini—; Sencillo, valien­
te. movido por el fervor apostólico
que nace de una piedad profunda
y que sólo busca la gloria de Dios y
ía extensión de su Reino. Es padre
y hermano, más que hombre de
mando. Por eso lo quieren y obe­
decen misioneros y fieles; no exige
lo que él hace o está dispuesto a
hacer».

Santidad y eficacia
Dirá el Siervo de Dios Felipe
Rinaidi. que lo conoce muy bien:
La causa de beatificación de mons.
Versiglia se podría introducir aun
prescindiendo del martirio.
Es una santidad de acción y de
empresas, que ocultan la profundi­
dad constante y victimal. donde el
cilicio y el dolor son un «martirio
q^ue preludia la inmolación final».
En 9 años los cristianos se tripli­
can. La modesta residencia de
Shiu Chow se convierte en un cen­
tro misionero modelo, donde el
mismo Obispo trabaja de arquitec­
to y albañil. Donde antes había 5
misioneros, surgen ahora 15 pues­
tos principales y 40 secundarios.
Se inaugura un orfanato en Hosai
(1921) con iglesia pública. En Shiu
Chow nace el colegio «Don Hos­
co» con escuelas profesionales.

complementarias y de formación
del profesorado y con una iglesia
«procatedral» dedicada al Sagrado
Corazón (1924). Para las mucha,chas abre el colegio «María Auxi­
liadora» con clases elementales,
complementarias y de formación
de profesorado (1926). Hay que
añadir una casa de reposo para an­
cianos, un dispensario, un jardín
de infancia (1925). el hogar del mi­
sionero —que hace a la vez de pa­
lacio episcopal— (1927), una es­
cuela de catequistas (1929) y en
Hosai un seminario para vocacio­
nes locales (193(1).

Misionero, hermano y amigo
A estas estructuras materiales
Luis sabe darles una inteligente
organización y vida misionera, im­
planta una firme tradición de celo
a{K)stólico. de fraternidad y vida
familiar entre los misioneros.
Dada la gravedad de la situa­
ción. procura que en cada residen­
cia haya por lo menos dos misione­
ros, a quienes visita en largos y
agotadores viajes. Cuando es pre­
ciso. acude a socorrerlos como una
madre: hace de enfermero, de pe­
luquero y de todo.
¿Qué le falta para emular a los
apóstoles de la primera Iglesia?...
Sólo la aureola del martirio... El
Señor se la regala el 25 de febrero
de 1930.

santidad salesiana
El Padre Caravario cun un sobrino suyo salesiano en Macao.

%

^

fc*•

gracia tan extraordinaria... Mañana subiré al
altar para celebrar la Primera Misa, precisa­
mente el día de Pentecostés. ¡El Señor bajará
por primera vez a mis manos!...
Ahora tu Calixto ya no es tuyo; debe ser
completamente del Señor, consagrado en
cuerpo y alma a su servicio. Espero que me
conceda esta gracia. Tú ahora ya no tienes que
pensar más que en rezar para que sea un sa­
cerdote santo, dé muy buen ejemplo a cuantos
me vean, totalmente dedicado a la causa del
Señor.
¿Será largo o breve el tiempo de mi sacer­
docio?... No lo sé. Lo que importa es que
haga el bien y que cuando me presente al Se­
ñor pueda decirle que con su ayuda he hecho
fructificar las gracias que él me ha ido dan­
do...
Te agradezco de todo corazón cuanto has
hecho por mí: los sacrificios sufridos, las ora­
ciones hechas...
Con todo mi corazón te doy mi bendición
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíri­
tu Santo.
Tu siempre afmo. hijo
CALIXTO

TEXTOS DE LOS NUEVOS BEATOS
Cartas a sus familiares y amigos
Aun prescindiendo del martirio cruento, la
santidad de los nuevos l>eatos salesianos Luis
Versiglia y Calixto Caravario resplandece a lo
largo de toda su vida. Así lo afírman quienes
los conocieron personalmente. Así lo manifies­
tan sus escritos. Pre.sentamos algunos —toma­
dos al azar. En ellos aparece luminosa una es­
piritualidad sencilla pero profunda.

Padre Caravario, a su madre,
el día de la ordenación
Shiu Chow. 18 de mayo de 1929
Queridísima mamá:
Hoy te escribo con el corazón rebosante de
alegría. ¡Esta mañana he sido ordenado de sa­
cerdote por nuestro Obispo salesiano! ¡Tu Ca­
lixto es sacerdote para siempre!... Da gracias
conmigo al Señor de todo corazón por esta

10

AL RECTOR MAYOR
DON PABLO ALBERA
12 de octubre de 1919
...Queridísimo padre:
l'stcd ha sido tan bueno conmigo que se ha
acordado de mí de un modo especial. Me ha en­
viado un cáliz. ¡El cáliz que es el símbolo del sa­
cerdocio!... Ojalá me .sirva de aliciente para emu­
lar el celo .sacerdotal del buen padre que me lo re­
gala.
Cuando nuestro Don Bosco tuvo el sueño de
('bina, vio dos cálices llenos con el sudor y sangre
de sus hijos... Quiera el Señor que yo pueda pa­
gar a mis superiores y a la Sociedad Salesiana el
cáliz que me han regalado: pero Heno, si no de mi
sangre, si por Ío menos de mí sudor...
L. VERSIGLIA

santidad salesiana

PENSAMIENTOS
Shiu Chow I2-II-20
El misionero que no está unido a Dios es un ca­
nal que se separa de su manantial.
— El misionero que reza mucho hará también
mucho.
— Amar mucho a las almas; este amor os en­
señará todos los recursos para hacerles bien.
— Aspirar siempre y en lodo a lo mejor; pero
contentarse siempre con lo que llega.
— Sin María Auxiliadora tos sale.sianos no so­
mos nada.
l., V E R S U ÍU A

Padre Caravario, a su madre,
doce días antes de morir

Shiu Chow. i3 de febrero de 1930
Queridísima madre:
Hace unos días dejé mi residencia de Lin
Chow. Vine aquí, al centro de nuestra misión.
Fueron cuatro días de viaje. Vinimos dos: yo
y un valiente mozo chino. Durante los tres
días de barca no sucedió nada grave. Sólo en
el último tramo subieron a la barca unos ban­
didos armados de fusil y pistola. Pero fueron
muy amables con nosotros. Se contentaron
con estar algunas horas en nuestra barca; lue­
go. se marcharon.
Como ves el Señor fue verdaderamente
bueno con nosotros.
Nada más llegar, recibí los bonitos regalos
que me has mandado: los libros y los dulces.
Fue para mí una gratísima sorpresa: Me emo­
cionó tu delicadeza. Y como sé cuánto sacrifi­
cio te cuestan, casi se me saltaron las lágrimas.
Luego, di gracias a Dios y le pedí que se digne
recompensarte por el buen corazón y por las
delicadezas que tienes conmigo, que a decir
verdad no me merezco tanto.
Dentro de unos días marcho de aquí. Con
nuestro Obispo y algún joven que haya termi­
nado sus estudios regresaré a Lin Chow. Será
una buena semana de barca. El camino está
plagado de ladrones; pero estamos seguros de
que el Señor nos ayudará. También ante gente
como ésa el corazón permanece en paz y tran­
quilo, porque sabe que siempre está en las
manos de Dios. Ciertamente China es una tie­
rra nada fácil.
Sé valiente, mamá. «Nada te turbe, nada te
espante». Asiste todos los días a Misa, haz la
santa Comunión. Cuando Jesús esté en tu co­
razón. después de adorarlo y darle gradas.
El Padre Caravario vestido con el kimono chino.

cuéntale con confianza todas tus penas y todos
tus disgustos; dile que piense El en ayudarte.
Nuestra familia está consagrada al Sagrado
Corazón: si confiamos en EL estamos seguros
de que nos ayudará y nos dará fuerza para lle­
var nuestras cruces y para hacer un poco de
bien a nuestra alma. Nuestra vida pasará; con­
cluirán lodos nuestros dolores; en el Paraíso
seremos felices. «Nada te turbe», mi buena
madre. Si llevas la cruz, en compañía de Jesús,
será mucho menos pesada y más agradable.
Ahora me encomiemio a ti. Me has manda­
do unos regalos muy bonitos. Yo. conociendo
la delicadeza de tu coraz.tin. los aprecio mu­
cho. Pero el mejor que puedes hacerme es re­
zar y hacer rezar mucho por mí. Stílo la ayuda
continua del Señor nos puede ayudar y soste­
ner en la vida de sacerdotes y misioneros.
Reza, reza mucho por mí. para que sea un sa­
cerdote santo, dedicado únicamente a mi alma
y a las almas de los demás. Sé que hasta ahora
has rezado siempre para que pudiera llegar a
sacerdote. Ahora que lo soy, reza para que
sea un sacerdote santo. Hay muchas dificulta­
des: A veces nos toca vivir solos mucho tiem­
po: el mundo pagano es hostil. Debemos ser
guía de nuestros cristianos. Para eso se necesi­
ta una asistencia especial del Sagrado Cora­
zón...
Te recuerdo todos los días en la Santa Misa
juntamente con papá. Andrés y Vica. Pido al
Corazón dulcísimo de Jesús las bendiciones
más selectas para ti y para toda la familia, y
me profeso tu siempre afmo. hijo
CAl.IXTO

A

ENCUENTROS
JUVENILES
DE PASCUA
Coordinados por las distintas Delegacio­
nes Inspectoriales de Pastoral Juvenil, se
han celebrado durante la Semana Santa
los Encuentros Juveniles de Pascua. Luis
Fernández nos habla de los habidos en la
Inspectoría de Santo Domingo Savio: Cór­
doba, Málaga, Granada, Villanueva del
Arzobispo (Jaén), Pozoblanco (Córdoba),
Antequera (Málaga), Guadix (Granada),
Mantilla (Córdoba) y Cerro Muriano
(Córdoba), acogieron a más de un millar
de jóvenes.

CRECIMIENTO
EN CANTIDAD
Y CALIDAD
No, no ha sido un fogonazo de
entusiasmo pasajero el fenómeno
de los ENCUENTROS JUVENI­
LES DE PASCUA. Iniciados en
la década de los setenta, al contac­
to con la llama de TAIZE, siguen
vivos y se afirman como una de las
realidades más sólidas de la Pasto­
ral Juvenil en la Iglesia postconci­
liar española.
Y no sólo no decaen, sino que se
acrecientan en cantidad y en cali­
dad. «¡Estos muchachos son for­
midables!», me decía uno de los
participantes en la PASCUA DE
ANTEQUERA. Y es verdad. Es­
tos chicos son formidables por su
capacidad de entregar y servicio,
por su seriedad y profundidad a la
hora de los encuentros de oración
y reflexión, por su sentido de
amistad y convivencia y por su en­
trañable amor a Cristo y a su Igle­
sia. expresando en unas celebra­
ciones radiantes de los misterios

12

de la fe y en la asunción de unos
compromisos de militancia cristia­
na.
Y junto con la calidad, crece el
número de los encuentros. Aque­
lla única PASCUA JUVENIL de
Sanlúcar la Mayor (Sevilla) a prin­
cipios de los setenta, es hoy una
multiplicación de Encuentros en
toda la geografía española. Son 22
los Encuentros Juveniles de Pas­
cua celebrados en el Sur y Centro
de la geografía salesiana. Supongo
que en el resto de la periferia ha­
brá sucedido otro tanto. Los de la
Inspectoría de Córdoba hemos es­
trenado este año los Encuentros
de Montilla-ciudad. Córdoba-ciu­
dad. Málaga-ciudad y Guadix
(Granada).
Hay una clave sencilla que ex­
plica este fenómeno de crecimien­
to: la juventud está sedienta de es­
piritualidad. la Iglesia lo sabe e in­
tenta ser fiel a los jóvenes y a su
Señor.
Por otro lado, la Pascua Juvenil
no es más que un momento fuerte
de todo un proceso de maduración

en la fe y el compromiso cristiano,
a través de la vida de los Grupos, a
lo largo de todo el año.

¡RESUCITO!
EL NOS LLAMA A VIVIR,
¿TE ATREVES?
Desafiante, juvenil, atrevido el
lema de la PASCUA-83 en esta
Inspectoría de Andalucía Orien­
tal: «¡Resucitó! El nos llama a vi­
vir. ¿te atreves?» Las paredes de
nuestros pueblos y ciudades pro­
clamaban a los cuatro vientos la
Buena Nueva: Cristo ha Resucita­
do y nos llama a vivir la VIDA de
los hombres nuevos según el
Evangelio.
Una hora de reflexión personal,
una hora de trabajo en grupos y
una hora de puesta en común...
¡Estos jóvenes no se andan por las
ramas y trabajan duro!:
¿Qué significa verdaderamente
vivir? ¿Qué es lo que da verdade­
ramente gusto y sentido a la vida?
«Yo he venido para que tengáis

jovenes
vida y la tengáis en abundancia».
¿Cuál es esa vida en abundancia
de que habla jesús? Estoy dispues­
to a dar la cara por Cristo, a ser
testio de la VIDA a la que El me
llama? ¿Cómo hacer para que
nuestra respuesta a Cristo sea
siempre un sí y no se quede en un
entusiasmo pasajero?
Si a los encuentros de reflexión
añadís los momentos de oración al
alba y al mediodía; sí situáis al
atardecer o en la madrugada los
Oficios del Triduo Sacro, celebra­
dos con algunos elementos de
creatividad y entusiasmo juvenil;
si introducís algunas otras activi­
dades de fiesta y tiempo libre, y si
lo enmarcáis todo en una atmósfe­
ra joven de convivencia gozosa y
fraterna, podríais haceros una
idea de lo que es vivir un Encuen­
tro Juvenil de Pascua.
Todas estas actividades de con­
templación. irán esbozando las lí­
neas op>erativas de lucha, cristali­
zadas en el

MANIFIESTO
DE ANTEQUERA-83
DENUNCIAMOS AL HOM­
BRE VIEJO: Centrado en su pro­
pio egoísmo, que lleva una vida
monótona y gris y no hace nunca
nada constructivo ante la proble­
mática de su mundo; preocupado
solamente por el dinero, el consu­
mo, el placer, el poder y el tener.
Un hombre viejo que margina a
sus hermanos, los pisotea y mani­
pula: un hombre viejo que no sabe
dialogar y sí imponer sus criterios
por la fuerza y la violencia. Un
hombre viejo que no sabe qué es
p>erdonar, y vive lejos de la fe, la
esperanza y el amor. Denuncia­
mos al hombre viejo que todos lle­
vamos dentro.
QUEREMOS SER HOMBRES
NUEVOS: Con convicciones pro­
pias y personalidad sólida, sin mie­
do al qué dirán, pacientes, libres,
sin complejos y con espíritu de su­
peración, abiertos, sin creerse po­
seedores exclusivos de la verdad,
que saben escuchar, que aceptan a
Cekbracíóa del Domingo de Pascua en
Cerro Moriaoo (Córdoba».
Las familias se
unido a la alegría de
los jóvenes.

los demás como son y saben per­
donar. Que trabajan con afán p>or
conseguir un nuevo orden de vida,
defensores de aquéllos que son
víctimas de las injusticias; altruis­
tas, solidarios, que creen en la re­
volución del amor y la paz y no en
las armas y la violencia, que de­
fienden el respeto a la vida y a la
naturaleza. Portadores y seguido­
res del Mensaje de Jesús de Nazaret y comprometidos, como El, en
acciones concretas de liberación.

NOS
COMPROMETEMOS:
A nivel personal: A vivir en cris­
tiano dando la cara por Cristo, a
orar más y dejar oír la voz de Dios
que habla en el silencio. A «prin­
gamos» y no escurrir el bulto:
siendo responsables y constantes,
teniendo actitudes de servicio,
compartiendo lo mejor de noso­
tros mismos, participando siempre
en empresas de solidaridad y ayu­
da. A vivir la vida con alegría.
A nivel grupal: A transformar
nuestros grupos en auténticas co­
munidades cristianas y no una
mera suma de individuos. A parti­
cipar, a hacer oír nuestra voz jo­
ven, necesaria en la sociedad, tras­
mitiendo nuestro entusiasmo juve­
nil. A solidarizamos con los mar­
ginados, los enfermos, los necesi­
tados: colaborando con todas las
asociaciones que se preocupan por
los demás.
A nivel familiar: A ser solidarios
con los problemas de la familia, a
una obediencia consciente y res­
ponsable a nuestros mayores, te­
niendo con nuestros padres unas

k^

mm



relaciones de comprensión y co­
municación y estando siempre dis­
puesto a ceder antes que romper la
unidad, y a crear un clima de uni­
dad, alegría y confianza en la fa­
milia.
A nivel pandilla: A estar siem­
pre unidos y no marginar a nadie,
ofreciendo siempre apoyo al que
lo necesita, dispuestos a compren­
der. compartir y ayudar. A dar
testimonio de nuestra fe y hacer
conocer nuestros grupos cristianos
sin avergonzarnos.
A nivel escuela: A rendir y ser
responsables. A estar abiertos a
los problemas de los demás: ayu­
dando al que va mal, compren­
diendo a los profesores y compa­
ñeros, colaborando en la unión y
buena marcha de la clase. A dar
testimonio de nuestra fe en un am­
biente con frecuencia hostil.
A nivel parroquial: A integrar­
nos plenamente en la Iglesia local,
colaborando con el párroco en la
pastoral parroquial de conjunto.
A ser animadores de un núcleo jo­
ven en la parroquia y a ser «jóve­
nes evangelizadores de los jóve­
nes». A tomamos en serio nuestra
Parroquia.
Y, sobre todo, nos comprome­
temos a proclamar con todas nues­
tras fuerzas que la vida merece la
pena vivirse, porque ¡Cristo Vive!

mKm

UNA NUEVA REALIDAD:
LA «PASCUA URBANA)»
Los jóvenes crecen, sus grupos
van perdiendo el carácter de Co­
munidades Provisionales para de­
sembocar en la Comunidad Esta-

jovenes
ble parroquial, los más jóvenes
empujan desde abajo y hay que
dejarles sitio, el momento de ser
agentes de pastoral juvenil ha lle­
gado, las Comunidades Parroquia­
les reclaman sabia nueva y ele­
mentos de renovaei()n,,. Surge
una nueva realidad: la PASCUA
URBANA.
Aquellos jóvenes que han vivi­
do durante varias primaveras la
experiencia gozosa de los Encuen­
tros Juveniles de Pascua, se reuni­
rán en sus ciudades de origen cada
día del Triduo Sacro por la maña­
na y estudiarán en común los te­
mas de la Pascua Juvenil, celebra­
rán sus encuentros de oración,
partieparán en los ágapes frater­
nos compartiendo la misma mesa,
prepararán las celebraciones litúr­
gicas y, al atardecer de cada Día
Santo, serán los animadores de las

res: «El ver a los chavales conten­
tos y satisfechos por esta experien­
cia pascual nos hace a nosotros es­
tar contentos junto a ellos. Los jó­
venes que participaron estuvieron
de un «fabuloso subido». Son los
jóvenes los que nos hacen «resuci­
tar en nuestra vocación saicsiana».
Pero dejemos hablar a los mis­
mos chicos:
«Mi Semana Santa la he pasado
en Antequera, celebrando la Pas­
cua con 150 jóvenes de diversos lu­
gares. He de decir que ha sido la
mejor Semana Santa de mi vida.
Hubo un clima de «saber estar»
que yo no había visto hasta ahora.
En las celebraciones: reflexión,
emoción, alegría, profundidad...
En la velada: apoteosis de alboro­
to, que terminó con la mayoría de
la gente afónica.
A nivel personal, he de decir

celebraciones litúrgicas en sus pa­
rroquias de origen.
Los Encuentros Juveniles de
Pascua comienzan a ser agentes de
renovación parroquial. Su término
no es una narcisismo estéril, sino
un apertura constructiva a la Igle.sia local.

CORDOBA: l'na nue>a realidad: «la
Pascua urbana»: «Ha llegado la hora de
pasar de las comunidades provisionales
a las comunidades estables de las parro­
quias. I..O S encuentros juveniles de Pas­
cua no terminan en un narcisismo esté­
ril».

EL PRISMA
DE LOS JOVENES
¿Cómo enjuician los jóvenes la
experiencia de los Encuentros Ju­
veniles de Pascua? El clamor es
unánimemente positivo. Así me
escribían dos jóvenes salesianos
que participaron como animado-

que esta Pascua ha sido un gran
apoyo para mi fe. que no estaba en
su mejor momento. Desde el prin­
cipio viví con profundidad todos
los actos, desde la presentación a
los Oficios.
Llegada la Eucaristía del Sába­
do por la noche, me sentí emocio­
nado de alegría junto a mis amigos
y amigas, pues nuestra fe tenía
sentido. Jesús resucitó gloriosa-

mente, y sigue estando entre noso­
tros; y el que diga que nosotros,
los jóvenes, no tenemos fe en nada
religioso, que vaya a una de las
Pascuas Juveniles y nos oiga gri­
tar: ¡CRISTO VIVE!»
(Antonio Barquero Zafra,
16 años)
«Hay veces en que lo que uno
siente no se puede escribir fácil­
mente con palabras. Este caso se
me presenta ahora mismo al inten­
tar exponer mis vivencias en la
Pascua de Cerro Muriatu».
Nunca me había encontrado con
tanta gente maravillosa, desde mis
compañeros de grupo de trabajo
(el mejor grupo con que me he en­
contrado en mi vida) hasta los sa­
cerdotes, pasando por la gente de
preparación que sacrificó mucho
tiempo para bien común. Desde
aquí quisiera darles las gracias por
lo bien que lo hicieron.
Lo que más me llenó fue la gen­
te que había allí. Gente dispuesta
a trabajar, a servir en los más mí­
nimos detalles, y lo más curioso de
todo, a reflexionar. Y que no di­
gan que a los jóvenes no les gusta
sentarse a la sombra de un pino a
pensar sobre su situación religiosa,
sobre sus problemas, sus vivencias
y compromisos, porque el compro­
miso fue el plato fuerte de la Pas­
cua.
Y luego, ya en domingo, reuni­
dos todos en la Plaza del Cristo de
los Faroles, unidos a la gente de la
Pascua Urbana para leer nuestros
respectivos manifiestos.
En resumen, nunca me había
sentido tan lleno de Cristo como
ahora, y conmigo toda la gente de
Cerro Muriano. Ahora estamos
comprometidos a hacer VIDA
aquí todo cuanto expusimos allí
arriba. ¿Os parece poco?»
(Antonio M. E)stévez García,
17 años)
Esta es la realidad de los En­
cuentros Juveniles de Pascua. Os
comunicamos estas cosas para que
estéis bien informados y para que.
al saberlas vuestro gozo sea gran­
de en el Señor Jesús, que sigue
vivo y está aquí alentando nues­
tras vidas.
LUIS FERNANDEZ CONDE

14

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T
ENCUENTRO
PASCUAL
DELA
JUVENTUD
«CRISTO VIVE»
No esperes milagros... ¡Abre camino!
Como en años anteriores, el viernes santo, sá­
bado santo y domingo de resurrección han te­
nido lugar en diversos puntos de Andalucía
Occidental y Extremadura los Encuentros Pas­
cuales que se desarrollan bajo el lema de Cristo
Vive y que convoca el Centro Inspectorial de
Pastoral Juvenil que tienen ios Salesíanos en
Sevilla.

En este séptimo año hemos seguido una vez
más la diferenciación de Adolescentes y Jóve­
nes. La evaluación hecha insiste en separar es­
tos niveles con metodología y contenidos dife­
renciados. Los jóvenes, de 17 años en adelan­
te han dado una participación de unos 700 con
una media de 18 a 19 años en los diversos si­
tios de celebración.
Durante los meses de febrero y marzo ha te­
nido lugar una intensa campaña de difusión a
través de posters anunciadores, pegadas calle­
jeras, presentación a diversos grupos de chi­
cos y chicas, en prensa y radio y sobre todo en
grupos que se han preparado con temas rela­
cionados con el contenido de este año: No es­
peres milagros... ¡Abre camino!
En Constantina para Sevilla y Huelva;
Charco de los Hurones para Jerez y Cádiz; Algeciras para el Campo de Gibraltar y Guadajira-La Orden para Extremadura se han vivido
en estos días un ftierte Encuentro donde los
jóvenes han comunicado sus inquietudes, ex­
periencias y celebrado la muerte y Resurrec­
ción de Cristo. Convivencia, reflexión, ora­
ción. celebraciones, fiesta y una alegre cama­
radería han sido los elementos claves de tal

acontecimiento. A destacar las celebraciones,
hora de oración y la camaradería y seriedad
de estos jóvenes que tienen necesidad de co­
municarse y compartir su fe y compromiso. El
lema de este año. votado en reuniones genera­
les los días 7 y 8 de enero en Sanlúcar la Ma­
yor, ponía al descubierto el desencanto actual
ante soluciones milagreras y que lleva a reac­
cionar y comprometerse cada uno seriamente
en el lugar y realidad donde vive.
Como citas próximas que todos se compro­
metieron a asumir y difundir están la Fiesta de
la Luz los días 14 y 15 de mayo en cada Zona y
los Cursillos o Campamento de Verano los
días del 23 al 30 de julio en San José del Valle
(Cádiz) para toda esta zona de Andalucía y
Extremadura.
Unos días maravillosos, comentaban algu­
nos. Una experiencia fuerte, decían otros. Un
parón necesario en la propia vida y la oportu­
nidad de reflexionar y evaluar un caminar en
cristiano. Así se expresaban unos y otros jóve­
nes. Una y otra vez la manifestación de que
existe una juventud con ganas de trabajar,
comprometerse. Que busca en Cristo un senti­
do para sus vidas y siente la necesidad de ser
testigos de este Cristo Vivo y Resucitado que
les convoca. Ante tal realidad una reflexión
también para los adultos ante esta juventud
que pide algo más que consumismo, placer y
droga. Que nos reclama y exige un orden nue­
vo y sociedad distinta donde realmente la base
sea el amor. Un amor no de palabras, sino en
la vida, como es el de Cristo, que vive y está
presente entre nosotros.

Un equipo de voleibol en la División de Honor

EL «SALESIANOS-ATOCHA»
Entrevista a Agustín Pacheco

Agustín Pacheco es el salesiano que lleva adelante y con tesón el equipo Salesiano-Atocha. Nos citamos en el colegio de la Ronda de Atocha. Apenas nos vemos, me da la
noticia: «Nos ha tocado la semifinal con el Real Madrid». Y añade con coraje: «Vamos
a hacer la hombrada de eliminarlo». Todas las semanas nos da una enorme alegría oír
en la Tele los resultados del Salesianos-Atocha y comprobarlos luego en los diarios. La
alegría es doble cuando constatamos que se trata de un equipo que gana, que va a la
cabeza que juega con garra y con maestría. Pero Agustín empieza la conversación por
lo que ya es una obsesión de todos: «la economía». «¿Has encontrado o conoces alguna
empre.sa que nos patrocine? Es que así no podremos seguir. Vamos a tener que arrojar
la toalla...»

UN EQUIPO vSIMPATlCO
—Todo el mundo ha oído
hablar de «tu» equipo. Pero
hoy queremos que nos lo cuen­
tes tú mismo...
—Empiezo por dos anécdo­
tas. Hace quince días venía­
mos de Toulouse, donde ha­
bíamos jugado uno de nues­
tros partidos internacionales
con Francia. En el vecino país
se nos averió el autobús. Ya
estábamos en la fixmtera cuan­
do los gendarmes franceses
querían precintarnos el vehí­
culo. Al ver la Guardica Civil
la placa «Salesianos-Atocha».
16

nos dijeron: «pasad el autobús a
España mientras nosotros ha­
blamos con los franceses». Y
pasamos la frontera empuján­
dolo. Una vez en nuestra tie­
rra. ya no podían hacer nada
los gendarmes...
Otra vez. en La Junquera
nos tocó una fila interminable.
Nuestros jóvenes se ponían
nerviosos ante el apremio del
tiempo. Y de nuevo la Guar­
dia Civil, al ver la pancarta
«Salesianos-Atocha». nos dio
paso inmediato.
—¿Influencias de la peque­
ña pantalla?

—Eso creo. Semana tras se­
mana, en la tarde de los do­
mingos, llegan a todos los rin­
cones de nuestro país, con el
nombre «Salesianos-Atocha».
las hazañas de nuestro equipo,
entre los primeros de la liga
nacional de voleibol. Hoy es
un nombre importante en el
deporte español.
—Un poco de historia pue­
de ayudamos a comprender.
¿Cuál es su origen?
—¿Su origen? Es difícil fi­
jarlo. ¿Veinte años tal vez? El
voleibol de Atocha coincide,
en sus orígenes, con la apari-

jovenes
ción de este deporte en Espa­ partes. Es un equipo simpáti­
ña. Campeonatos laborales, co.
primero; escolares, después,
para entrar finalmente en la
órbita federativa en 1967. Des­ UN DEPORTE DIFICIL
de entonces, siempre ha llega­
—¿Entrenan mucho los ju­
do algún equipo del Centro a
las finales nacionales de juveni­ gadores?
—Todo esto no surge de la
les, cadetes, infantiles..., para
alcanzar definitivamente la nada. El Voleibol es un depor­
te difícil, muy técnico, que no
máxima categoría.
—Creo que tenéis buena co­ se aprende simplemente con
secha de triunfos. Háblanos de dar golpes. Precisa un aprendi­
zaje largo y pesado.
vuestro palmares.
—¿Tendréis buenos entre­
Agustín piensa unos mo­
mentos. Se levanta y, sin más. nadores...
—La entrega de varios saleme hace un par de fotocopias
de dos folios con todos los sianos y algunos técnicos con­
triunfos del equipo, o de los tratados han hecho realidad
equipos. He aquí algo del his­ estos equipos. Ellos supone
muchos años de esfuerzos, de
torial:
• Tres veces campeón de buenos y malos ratos, de pro­
España Cadete. Una vez sub­ blemas sin fin.
—Algunas ayudas económi­
campeón. (Solamente se han
celebrado cuatro campeona­ cas...
—Has hecho la pregunta
tos).
• Seis veces campeón na­ clave. Esa que parece se está
cional juvenil y siete más sub­ desclavando... Sí, hemos teni­
do el apoyo de algunas firmas
campeón.
• Dos veces, segundo en comerciales, diversas en estos
Segunda División Nacional. años; el apoyo de un club, el
(Se ha participado dos veces). Atlético de Madrid, y el de al­
En la presente temporada, es­ gunos particulares. Entre to­
peramos quedar campeones.
• En la Primera División
Nacional, dos veces tercer
puesto; y tres, el cuarto.
• Tres veces finalista de la
Copa del Rey.
• Finalista de la Copa de
Europa Confederación, en la
anterior temporada.
• Dos veces tercer puesto
en el Campeonato del Mundo
Juvenil; y otra vez, cuarto
puesto, entre 16 naciones par­
ticipantes.
• Placa de honor de la Fe­
deración Española, por pro­
moción deportiva...
Agustín habla con modestia
de «nuestro equipo». Sabe que
hay mucha competencia entre
equipos «monstruos», que dis­
ponen de buena base económi­
ca. Pero también sabe que
nuestra riqueza es el esfuerzo
y el buen trabajo de nuestros
jóvenes. Por eso es un equipo
que ha caído bien en todas
£1 «SalesiaiKB-.Atocha» ileva por todas
parles la deporthidad del ástema de
Don Bosco.

dos han permitido el montaje
económico que, desde hace
varios años, se realiza total­
mente al margen de la finan­
ciación del propio Centro.
—¿Participan algunos otros
colegios salesianos de Madrid?
—l.a cosa empezó en Ato­
cha. Ahora, desde hace cuatro
años, .son dos los colegios:
Atocha y Estrecho. Unimos
nuestros esfuerzos en «autode­
fensa» propia. La vertiente pu­
blicitaria atrae medios para cu­
brir gastos.
—Tengo entendido que
también entran las Salesianas...
—Desde el año pasado en­
tra en la órbita del Club Volei­
bol Salesianos Atocha un equi­
po femenino bajo la supervi­
sión y organización de las Salesianas de Villaamil, cubriendo
la entidad la legalización de
actividades.
—¿Qué se busca con todo
ello?
—No creo necesario repetir
aquí las ideas salesianas sobre
el deporte y tiempo libre. Lo
que sí te digo es que, con esta
actividad, ponemos en movi-

jovenes
miento a más de 300 jóvenes
en las canchas deportivas. Ya
es un buen grupo de Jóvenes el
que se mueve a nuestro lado.
¡Vale la pena, ¿no?!
—Es lo importante.
—Los otros, los primeros
equipos de Primera y Segunda
División Nacional son un esca*
parate de atracción para todos
los demás. Son el espejo del
club y causa inmediata de re­
caudación de medios económi­
cos.
—Y de gastos, ¿no es fácil?
¿Habéis tenido muchas dificul­
tades?
—Muchas, por no decir to­
das. Los gastos son enormes.
El presupuesto anual ronda
por los siete millones de pese­
tas. Durante las temporadas
ue hemos pasado, la publiciad del primer equipo y las
subvenciones deportivas cu­
brían la mayor parte del presu-

a

puesto. La situación en la pre­
sente temporada se ha compli­
cado por las circunstancias que
atraviesa el país. Los empresa­
rios no se fían y no invierten
en publicidad.
—Sí, ya te he oído por radio
que habéis pensado en una re­
tirada...
—Llegamos a pensar en re­
tirarnos en la Federación por
carencia de medios. Una bue­
na campaña de seis emisoras,
en el mismo día, dio resultado.
La misma TVE se comprome­
tió en transmitir un encuentro,
el celebrado el 26 de febrero
con gran éxito. En los resulta­
dos de este partido, así lo es­
peramos, está la clave del futu­
ro.
—¿Tenéis pabellón de gim­
nasio propio o lo alquiláis?
—Esta era una de las dificul­
tades más serias que teníamos.
La falta de pabellón nos obli­
gaba a unos alquileres carísi­
mos y sin gran disponibilidad.
—Hablas en términos de so­
lución efectiva...
—Sí, por dicha, parece que
la cosa va a quedar pronto re­
suelta. Esta a punto de comen­
zar la obra de un pabellón de­
portivo en los terrenos del Co­
legio «San Miguel Arcángel»,
del Paseo de Extremadura,
con el 50% a cargo de una sub-

Bucn golpe para el adversario.

También el Salesiano es «algo más que
un equipo»...

vención directa al Club de Voleibol. Esperamos que esto sea
el origen de una consolidación
de la actividad y nos permita
seguir llevando el nombre de
Salesianos por toda la geogra­
fía nacional.

*

*

Así es. El Club Voleibol Salesíanos ha escrito su nombre
en los más apartados rincones
de España. La machacona in­
sistencia con que, domingo
tras domingo, lo repite la tele­
visión, es un hecho. Y espera­
mos que lo sea por muchos
años...
Y, como quien no quiere la
cosa, con la mayor sencillez
del mundo, ahí tenemos a los
Salesianos de Atocha, que han
fundado una verdadera escue­
la de voleibol nacional, fre­
cuentada por más de 300 cha­
vales, y los que vengan. Y con
el voleibol viene todo lo de­
más. es decir, la formación in­
tegral del hombre. Una escue­
la completa. ¡Enhorabuena,
Agustín! Y. como tú dices,
¡por muchos años!
RAFAEL ALFARO

DON RENATO ZIGGIOTTI

Murió el que fue Quinto Sucesor de Don Bosco
Estaba en prensa este número
del Boletín Salesiano cuando nos
llegó la noticia de la muerte del
Rector Mayor emérito, don Rena­
to Ziggiotti. Fue a la casa del Pa­
dre el pasado 19 de abril de 1983. a
la edad de 90 años en la casa salesiana de Albaré (Verona). Espera­
mos dedicarle más espacio en
nuestra revista a esta figura gigan­
te de la Congregación Salesiana.
Quinto Sucesor de Don Bosco. fue
elegido Rector Mayor en 1952. su­
cediendo en el cargo a don Pedro
Ricaldone. Fue Superior de los Salesianos durante trece años (195265).

EL MISIONERO
QUE SE QUEDO
EN CASA
Don Renato estuvo a punto de
ser misionero. Hizo su petición
por primera vez en 1917. durante
la guerra, y la renovó al acabar las
hostilidades. Efectivamente, fue
puesto por tres veces en la lista de
los expedicionarios: en 1921, de­
bía haber partido para el Educa­
dor; en 1923. para Kimberley
(Australia); en 1924, para el Ja­
pón. Pero, por un motivo o por
otro, siempre tuvo que quedarse
en casa.
Fue joven director en Pordenone. Y sucesivamente nombrado
Provincial de las Inspectorías Salesianas Central y de Sicilia. En 1937
fue nombrado del Consejo Supe­
rior como Consejero Escolástico.
Trabajó con don Pedro Ricaldone
en la organización de los estudios
filosóficos y teológicos de los Salesianos. Extraordinaria fue su labor
humanitaria en la Segunda Guerra
Mundial.
Desaparecido don Pedro Berruti como Prefecto General, fue
nombrado su sucesor en 1950. Y
posteriormente, en 1952. fue ele­
gido Rector Mayor.

El hombre que no había ido a
las misiones realizó viajes por todo
el mundo salesiano. «Haré lodo lo

Don Renato Ziggiotti, como Don Bosco, le gustaba pasar buenos rato.s con sus ami­
gos los jóvenes.

posible para visitar las casas y las
inspectorías más lejanas», fue su
propósito. Y el Padre se lanzó a
llevar su palabra y su aliento por
todas parles. En 1954 emprendió
un viaje que duró siete meses. Vi­
sitó Europa y Asia.
En 1956 un nuevo periplo visitó
una parte de América, adonde
volvió en 1957 y en 1960. Uno de
sus últimos recuerdos del conti­
nente americano fue la inaugura­
ción del Colegio Don Bosco en la
capital futurista de Brasilia.
Estos viajes cimentaron la uni­
dad salesiana en tomo al sucesor
de San Juan Bosco y suscitaron a
su paso grandes simpatías. La aco­
gida que tuvo en todas partes fue
entusiasta y delirante.
El misionero que tuvo que que­
darse en casa suplió en breve tiem­
po los caminos que había soñado
recorrer...

LABOR
DE ORGANIZACION
Don Renato continuó la obra
organizadora de su antecesor don
Pedro Ricaldone. Alentó la espiri­
tualidad juvenil de las «Compa­
ñías» o «Congregaciones de los co­
legios», parte vital del Sistema
Preventivo. Se realizó la canoniza­
ción de Domingo Savio en 1954.

Se consagró la Basílica a Don Bos­
co en Roma. Se trasladó a Roma
el Pontificio Ateneo Salesiano. Y
tomó parte como Rector Mayor en
las primeras sesiones del Concilio
Vaticano II.
Bajo su período del Rector Ma­
yor, la Congregación Salesiana co­
noció. entre 1952 y 1965, un incre­
mento muy fuerte, que le permitió
sup>erar la cifra de ios 22.(KK) salesianos. Su optimismo y su impulso
dieron frutos abundantes. Como
hombre de Dios, se esforzó en
promover la espiritualidad de los
Salesianos, con la palabra y con
los escritos.
Rector emérito, vivió varios
años junto a la Casa Natal de Don
Bosco en I Bccchi, dedicado a la
construcción del gran templo al
Santo. Sus últimos días los pasó en
el noviciado salesiano de Albaré
(Verona), dando ejemplo de pie­
dad y humildad.
«Trabajad. ¡Trabajad unidos!
La nuestra debe ser una Familia
en la que todas las fuerzas estén
unidas». Fueron sus palabras de
testamento.
Un día confesó un secreto: «To­
das las mañanas enviaba una ben­
dición de María Auxiliadora a
toda la Familia Salesiana del mun­
do». Querido don Renato, conti­
núe enviándola todas las mañanas
desde ei Cielo. A toda la Familia
Salesiana. ¡Gracias!.

19

internacional

Un movimiento juvenil
para todas
las edades
y categorías

New
Haverstraw
(Nueva
York).—Sigue ¡a buena racha de
los clubes de Domingo Savio. Son
grupos juveniles con una organi­
zación excelente para todas las
edades y categorías de la sociedad
yanqui. Nacidos para un ambiente
estudiantil, hoy llegan a los mayo­
res, y no excluye a los mismos cír­
culos universitarios. Más aún, se
están haciendo populares: ya an-'
dan por las manzanas de casas y
por los barrios, pues se proponen
ser alma de las comunidades cris­
tianas. Sin pretenderlo, están con­
virtiéndose en lo que Don Bosco
entendía por «cooperación».

N’

\

LOS CLUBS «DOMINGO SAVIO» EN USA
Así se entra en el club
La ceremonia de afiliación
es rápida. Un himno coral a!
muchacho santo, patrono del
club: Domingo Savio. Des­
pués los candidatos rezan jun­
tos la oración siguiente:
«Santo Domingo Savio, que
viviste en la tierra poco tiempo
pero agradando a Dios por tu
fervor en la oración y por tu
alegría, asísteme para que, si­
guiendo tu ejemplo, pueda evi­
tar el pecado y ser durante toda
mi vida activo y leal amigo de
Jesús y de María. Que yo pue­
da ir contigo al cielo para siem­
pre. Amén».
A continuación el sacerdote
bendice y distribuye las insig20

nias y los carnets. Los nuevos
socios, otra vez juntos, pro­
nuncian su compromiso:
«Será mi deber principal dar
testimonio de Cristo. Lo haré
de palabra y con el ejemplo, la
oración y la pureza de mente y
de corazón, como santo Do­
mingo Savio».
Siguen unas palabras de feli­
citación y buenos deseos. Las
pronuncia un líder del grupo.
Finalmente, antes de mar­
char se entona un canto a la
Virgen María.

Ideario espiritual del club
La vida de la asociación nor­
teamericana es muy rica y di­

námica, acaso más que en nin­
gún otro país del mundo.
Se publica un periodiquín
en el que se difunde un ex­
traordinario programa de re­
flexión y de ideas prácticas.
El club exhorta a la respon­
sabilidad, estimula a cultivar
una amistad abierta a todos,
prepara líderes, exigen igual­
dad de carácter y acompaña a
cada uno en su desarrollo per­
sonal... En una palabra, fo­
menta una espiritualidad con­
creta. Los responsables atribu­
yen mucha importancia a estos
programas, que les sirven para
llevar a cabo un proceso gra­
dual de evangelización en la
sociedad actual.

internacional
Sección escolar del club
Los clubes «Domingo Savio» —por intuición de su fun­
dador Miguel Frazette, sdb—
nacieron para la escuela, hacia
1950 en el área de Paterson
(Nueva Yersey).
Hoy disponen de una Ofici­
na Nacional en West Haverstraw (Nueva York). Su acción
llega a millones de muchachos
en su jornada escolar. Domin­
go era estudiante... Con este
denominador común, el club
se propone ofrecer una buena
guía cristiana a la base de la
población escolar, pues desea
orientarla hacia Cristo y enri­
quecerla con la vida sacramen­
tal. Nada extraño, pues, que,
con una pauta así a lo largo de
treinta años, se hayan desarro­
llado vocaciones para el sacer­
docio y para la vida religiosa.
El «grupo escuela» —el verda­
dero club Domingo Savio— da
un sentido preciso a la vida del
estudiante y alienta su camino
global. La programación de su
desarrollo —subsidios «paso a
paso»-— son un servicio estu­
pendo para alcanzar el objeti­
vo espiritual y escolar.

Sección familiar
y social del club
Hoy la organización ha
abierto su ámbito de acción.
Llega a todo el que se sienta
joven: estudiantes, trabajado­
res. empleados, etc. No ha
sido difícil adaptar la «progra­
mación espiritual» a las más
diversas situaciones existenciales y profesionales, formales e
informales...
Domingo pertenecía a una
familia numerosa. Sus padres
influyeron mucho en la típica
sociedad que era su misma fa­
milia. Los clubes Domingo Sa­
bio han recogido el mensaje y
la sugerencia. Los grupos de

casa o grupos de manzana son
para los socios un interesante
campo de acción y creatividad.
Los matrimonios jóvenes —
o aunque no lo sean tanto—
que entran en el club, se reú­
nen una vez por semana o
mes. Lo hacen en casa de algu­
nos de ellos, de un modo infor­
mal y familiar; es decir, asisten
los crios, los muchachos y los
amigos estudiantes de la zona.
Mediante unos subsidios —te­
mas de estudio y compromi­
so— programan y realizan su
crecimiento juntos, en diálo­
go, comprensión y unidad es­
piritual. Con ello se logra enri­
quecimiento personal y mejo­
ra la convivencia en el barrio,
en las relaciones sociales y en

la misma comunidad parro­
quial y eclesial.

Marcha
hacia la cooperación
Los clubes Domingo Savio
han alcanzado una dimensión
adulta. En sí agrupan a líderes
de grupos y movimientos, a
profesionales, educadores y
empresarios...
Ya no se trata de clubes de
escolares... El movimiento
tiende a encarnar lo que Don
Bosco soñó al fundar la asocia­
ción de los cooperadores salesianos.
BRIAN MOORE

LO MISMO; PERO EN AUSTRALIA
... más el club de las 12 estrellas
Oakieigh (Melbourne).— Una asociación semejante de
Australia recuerda la yanqui de ¡os clubes Domingo Savio.
Ni está menos organizada ni se le queda atrás en movi­
miento.
TARDE, PERO BIEN
En Australia, los clubes Domingo Savio llevan también treinta
años. Los salesianos allá no encontraron su camino hasta 1950. La
estabilidad lograda entonces, reforzada por la presencia nueva de
las Hijas de María Auxiliadora — 1954—, permitió, con la ayuda
también de los cooperadores salesianos, la fundación de los clubes
Domingo Savio.
EL CLUB DE LAS 12 ESTRELLAS
Una rama curiosa y eficiente es el club de las 12 estrellas —para
chicas y señoritas—. En campo femenino hace lo que los clubes Do­
mingo Savio. Los llevan ios cooperadores con las Hijas de María
Auxiliadora. Son semejantes sus métodos y contenidos. El nombre
se debe a las doce estrellas de la corona que describe el Apocalip­
sis...
CON UN CENTRO COLONIAL
Los cooperadores compraron en pleno campo un edificio colo­
nial. Trasformado, sirve para colonias, retiros, jomadas de estu­
dio... Funciona todo el año. Es como el pulso que indica la vitalidad
de la asociación. Abierto también a escuelas y grupos juveniles no
salesianos. el centro no pierde ritmo gracias a ios cooperadores jó­
venes.

21

0^ !

LOS PRIMEROS
COOPERADORES SALESIANOS
EN BARCELONA
San Juan Hosco estaba persuadido de que la misión peculiar que él había recibido del cielo tenía
que ser también para otros muchos. Por ello, fundó lo que llamamos la gran Familia Salesiana, en
la que tienen su sitio no sólo los religiosos y las religiosas, sino también los eclesiásticos y los segla­
res. En consecuencia, él se sintió como jefe o responsable de todo un movimiento de creciente am­
plitud que se había ido formando a su alrededor. Y como tal quería aparecer en público, cuando,
por ejemplo, debía presentarse ante las autoridades de la Iglesia o del Estado.
Cada uno de los grupos que componen la Familia Salesiana —Salesíanos, Hijas de María Auxilia­
dora, Cooperadores, Asociaciones de Antiguos Alumnos, etc.— tiene su propia historia. Pero, en
general, no se trata de historias independientes, sino que. según los tiempos y lugares, la vida de
un grupo se apoya y se complementa en la de los otros. Y es que las raíces son siempre comunes, y
cada rama proyecta su existencia sobre un mismo contexto social y cultural. Queremos decir con
esto que, concretamente, la historia de los Cooperadores Salesianos no puede entenderse sin la de
los salesianos; ni la de éstos, sin la de aquéllos.
Hn el numero eorrespomlienle
al mes de abril, el Boletín Sule.siano explicaba cómo, a principios de
abril de 188.Í. llegaban a Barcelo­
na dos s;»lesianos delegados {Mir
Oon Boseo para ver si era viable la
oferta que hacía Doña Dorotea
Chopitea de Serra. Don Juan Cagliero y su compañero Don Pablo
Albera se hospedaron durante
unos días en casa de la señora
(Gran Vía, o calle de las Corles
Catalanas. 27b). De allí surgió el
primer núcleo de los CrH^pcradores Salesianos de Barcelona.

7*)

La primera célula
La iniciativa estuvo en manos
del futuro obispo y cardenal Cagliero. Para él era imprescindible
preparar cuanto antes una familia
que diera vida a la proyectada ins­
titución y la mantuviera después
en los años venideros. Por fortu­
na. poseía para ello una gran capa­
cidad de suscitar la amistad verda­
dera. Actuó, pues, en Barcelona
de la misma forma que en Utrera v
Sevilla tres años antes, es decir, en
1880. Durante las horas de intimi­

dad en la casa-palacio de la calle
Cortes, tuvo ocasión de informar a
la familia Sorra en los ideales que
alentaba la Congregación de Don
Bosco. Madre e hijas —^Jesusita.
Isabel, María Dolores. Luisa y
Mariana— y el yerno. Don Narci­
so Pascual de Bofarull. quedaron
conquistados para la causa salesia­
na. Lo demuestran suficientemen­
te las cartas que Doña Dorotea di­
rige al Padre Cagliero en las sema­
nas siguientes.
Voy a hacer a Vd. una confian­
za —escribía texiualmenie Dorotea

hace cien años
Don Branda se explica porque
creía intuir en aquel momento el
cumplimiento de una profecía que
le había hecho el fundador, antes
de que él partiera de Turín camino
de España. «Tenemos.muchas pe­
a Cagliero a mediados de abril de ticiones para abrir Casas en Espa­
¡883—, y es que de que me parece ña —escribía a la señora en la car­
conveniente, para la gloria de ta a que nos hemos referido— ;
Dios, el que manden Vds. a mi yer­ pero mi Superior General. Don
no Don Isidoro Pons, un nombra­ Bosco, me dijo que pronto me lla­
miento de Cooperador de tos sale­ marían de Barcelona y que allí
sianos. Y. al mismo tiempo, el Bo­ tendríamos que levantar una de
letín que haya en francés, que sea las mejores casas de beneficencia.
más extenso y que explique bien los ¿Será Vd. —se atrevía a insi­
provechos de la Obra. Es bueno y nuar— la escogida por Dios para
católico, pero no es de los que fre­ levantar esa obra? Le daría la en­
cuentan más los sacramentos. Está horabuena...»
en posesión de una buena fortuna.
Bastó esta intuición para que el
Si Don Bosco rogase por él. tal vez director de Utrera —la primera
se obtendría la gracia de una per­ fundación salesiana en España
fecta conversión y de un buen Coo­ (1881)— remitiera a Doña Doro­
perador para la Obra Salesiana».
tea el nombramiento de Coopera­
Como se ve, a igual que en dora. Y su intención era enviárse­
Utrera y Sevilla, también en Bar­ lo también a otras personas que
celona la primera célula de los con ella iban a colaborar en la mis­
Cooperados demostraba tener un ma empresa, es decir, en la im­
dinamismo notable. Señal inequí­ plantación de la institución salesia­
voca de que el mensaje salesiano na en la capital de Cataluña. Así.
calada en profundidad. El grupo pues, cuando en abril del año si­
de Barcelona quedó, en los ini­ guiente (1883), Don Cagliero en­
cios. fundamentalmente adscrito a tró en contacto con Doña Doro­
tea. en la Casa Serra se tenía algún
la persona de Cagliero.
conocimiento al menos de lo que
era y tenía que ser la cooperación
Los salesianos
salesiana.
tenían prisa

H istó rica fo to g ra fía de D on Bosco en
B arcelona, rodeado de Salesianos, de
C ooperadores, jóvenes y am igos; sin
duda, una de las más bellas del S anto.

De la historia que estamos pre­
sentando se desprende también la
prisa que tenían los salesianos
para lanzar la idea de la coopera­
ción y formar en seguida un círcu­
lo de personas adictas, en las cua­
les y con las cuales pudiera im­
plantarse la obra de Don Bosco.
Hemos visto la intervención de
Don Juan Cagliero. Pero hay que
decir que ya se le había adelanta­
do el director de la casa salesiana
de Utrera. Efectivamente, en la
carta que. desde Málaga, dirigió
Don Juan Bautista Branda a Doña
Dorotea, con fecha del 4 de octu­
bre de 1882, había una postdata
que decía así: «Me tomo la liber­
tad de enviarle el Diploma de
Cooperadora nuestra. Y si las per­
sonas que le van a ayudar a levan­
tar la obra quisieran aceptar tam­
bién este título, mándeme Vd. los
nombres, que con gusto se los en­
viaré desde Utrera».
Esta decisión, tan temprana, de

ros Cooperadores utreranos y se­
villanos, se procuraban mantener
encendida la llama de la amistad y
de la cooperación salesiana.
En el mes de noviembre llegó a
Barcelona el mencionado Don
Juan Bautista Branda. Venía a
preparar todas las cosas, a fin de
poder abrir cuanto antes la nueva
fundación. Se hospedó en casa de
Dorotea. Allí no pudo menos que
comprobar el buen recuerdo que
se conservaba del Padre Cagliero:
«Le quieren mucho a Vd. —se lo
decía claramente—. Tanto la fa­
milia de Doña Dorotea como la
del Sr. Pascual, mayores, chicos y
chiquillos le dan recuerdos, de­
seándole verle a Vd. por aquí al­
gún día». En este ambiente, no le
fue difícil a Branda ampliar consi­
derablemente la lista de los amigos
de la obra salesiana.
Se constituyó así, en definitiva,
el primer cuadro de los Cooperá­
is .

Don Bosco, admirado y amado
Una vez terminada la gestión,
Cagliero y su compañero se volvie­
ron a Turín. Pero, aunque lejos de
España, aquél no echó en olvido a
los amigos barceloneses, los cuales
supieron corresponderle también:
«Toda mi familia saluda a Vd. con
afecto —le escribía Dorotea a me­
diados de junio, hace ahora exac­
tamente un siglo— . Narciso me
encarga le dé las gracias por el her­
moso cartel que Vd. le mandó. Y
yo muy particularmente se las doy
por todos los cuadernos de música
que tuvo Vd. la bondad de remitir­
me». No es fácil adivinar a qué
«cartel» se hace referencia aquí.
En cuanto a las piezas de música,
se puede p)ensar que gustarían, y
mucho, dado el estilo, melódico y
popular, tan habitual en las com­
posiciones del autor. Con estos
medios tan sencillos, que Cagliero
ya había empleado con los prime­

dores de Barcelona, antes de que
los salesianos se establecieran en
el vecino pueblo de Sarriá. Estas
personas no conocían directamen­
te a Don Bosco, pero se sentían
unidas a él en espíritu a través de
las figuras de Cagliero, Albera y
Branda. Lo admiraban y lo ama­
ban. Se encomendaban una y otra
vez a sus oraciones, porque lo condieraban oemo un hombre de Dios.
Y brotó espontáneamente en ellas
el vehemente deseo de tenerlo un
día cerca de sí...
RAMON ALBERDI

23

misiones

MANUEL ALBIZURI

UN
AVENTURERO
DE DIOS
Una de las mayores figuras misioneras que he descubierto en mis viajes por la India es
la del Padre Manuel Albízuri. Dejó en mí un recuerdo imborrable. Tuve la dicha de
conocerlo, primero en el hospital «Nazareth», adonde había ido para hacerse una revi­
sión médica; y luego, en Sonapahar, su último campo de apostolado, puesto de vanguar­
dia en las misiones salesíanas del Nodeste de la India. Allí estaba desarrollando una acti­
vidad maravillosa, absurdamente cortada por un trágico accidente de carretera.
EL CAZADOR DE ELEFANTES
El Padre Albizuri era un «vasco pura san­
gre», robusto y corpulento: un hombre hecho
para la acción. Nacido en Azcoitia el 23 de
septiembre de 1925 en el seno de una familia
de obreros, profundamente cristiana, ingresó
en el aspirantado de la Inspectoría de Barce­
lona. Profesó en 1942. Terminados sus estu­
dios de Teología en Madrid, donde recibió la
ordenación sacerdotal el 28 de junio de 1953.
pidió ir a las misiones de la India.
Su primer camptí de apostolado fue el de las
casas de formación de Kotagiri y Yercaud, al
sur del país. Dormía sobre el desnudo suelo
«para acostumbrarse —decía— a la vida dura
ue le esperaba». Y un día cumplió su esperao y ansiado sueño: ser misionero itinerante
entre las tribus del Himalaya, al nordeste de la
India. Es una región que ha sido definida
como la «misión milagro» p<.^r la rápida expan­
sión del cristianismo en aquellos poblados.
Marbisu, Jowai. Nongsloin y Senapahar han
sido los centros de su intenso apostolado.
Nombres que acaso no digan nada a uno que
desconozca aquellos lugares de vanguardia en
los últimos confines de la Iglesia. Puesto de
trabajo que sólo al que los visita le hacen sen­
tir las terribles privaciones y sacrificios a que
está sometido el que tiene que vivir y habi-

a

24

tuarse en dicha región; dificultades indecibles
que sólo con pensarlas desaniman al más tem­
plado. Solamente una persona de la talla y el
valor del Padre Albizuri era capaz de afrontar
una vida de asperezas y peligros como la que
llevaba, sumido en el mayor aislamiento, pri­
vado de todas las comodidades a que estamos
acostumbrados, amenazado continuamente
por una selva inhóspita y compartiéndolo todo
con hombres primitivos anclados en la prehis­
toria. para elevar su nivel de vida y arrojar en
ellos la semilla de la fe que libera y salva.
Era el Padre Albizuri un aventurero nato,
un luchador sin miedo y con tesón, profunda­
mente enamorado de su vocación misionera,
siempre alentado y sostenido por una fe in­
quebrantable y un optimismo sin fisuras que
lo empujaban a atreverse a lodo, al encuentro
del hombre y sus problemas, en el que siem­
pre contemplaba el resplandor del rostro de
Dios. De ahí que las tribus de los Lingam, de
los Maran, de los Nongtrais lo consideraran su
padre y su apóstol.
Su persona desbordaba vitalidad y entusias­
mo, y comunicada una incontenible confianza
a cuantos se le acercaban. Su valentía rayaba
con la temeridad. No conocía el miedo ni ha­
bía obstáculo alguno cuando se trataba de ha­
cer el bien.

misiones
Era e! cazador más famoso en todo el nor­
deste de la India. Caso rarísimo, obtuvo del
Gobierno el permiso para abatir tigres, ele­
fantes, búfalos y leopardos, siempre que los
bichos constituyeran un peligro para la pobla­
ción. Cazador que con su fusil y su infalible
puntería logró salvar tantos pueblos y tantas
vidas humanas. Y con el otro objetivo, más
atinado aún, de abrirle el camino a Cristo, el
único y verdadero salvador y libertador.
UN MISIONERO EN LA JUNGLA
Recuerdo una entrevista mantenida con él.
Pude abordarlo un día. Regresaba de un viaje
de diez horas en «jeep». Había recorrido sen­
deros inviables a través de valles y colinas has­
ta llegar a la mismísima línea de la selva vir­
gen donde, majestuosa e incontaminada, se
enseñorea la naturaleza poblada de exuberan­
te vegetación tropical, ese reino inviolado de
las fieras desde los mismos orígenes de la
creación.
El Padre Albi, como lo llamaban los ami­
gos, era un hombre que se ponía al momento
a tus órdenes, como un viejo amigo de siem­
pre. Su carga de humanidad, su entusiasmo
juvenil, su espíritu de adaptación a las situa­
ciones más difíciles e imprevisibles, y sobre
todo, su inalterable serenidad, tenían el poder
de contagiar a cualquiera que se le acercase.
La conversación brotó espontánea:
—Padre, ¿cómo se siente en este lugar tan
apartado del mundo?
—¡Maravillosamente! No me cambiaría por
nada ni por nadie. Aquí soy rey, maestro, mé­
dico, padre y pastor de una grey que es lo que
más quiero de este mundo y a la que he dedi­
cado los mejores años de mi vida.
—¿No siente alguna vez nostalgia de los
países civilizados y, sobre todo, de su hermosa
tierra de España?
—Las pocas veces que he ido a ver a mis pa­
rientes y amigos sólo he sentido nostalgia de
estas inmensas selvas, de estos lugares que na­
die había pisado hasta la fecha y, sobre todo,
de estos mis queridos «salvajes», como les de­
cís vosotros, pero que podrían enseñar mu­
chas cosas a los hombres del así llamado mun­
do del progreso y del bienestar.
—¿Y cómo se las arregla para vivir tan solo,
privado de toda comodidad?
—^Nunca estoy solo: mire usted esa caterva
de chiquillos. Los he recogido de varios pobla­
dos. En cuanto a las comicidades, no sé quién
seré más libre, yo que vivo en esta choza de
bambú o vosotros que habitáis en grandes pa­
lacios. Uno tiene también que liberarse de la
esclavitud del bienestar que nos crea a cada
El Padre .^Ibizorí parece que quiere comunicanios su ale­
gría de ser misionero.

momento nuevas necesidades. Antes de reco­
ger a estos chavales, viví completamente solo
durante tres años, arrullado por el murmullo
del viento y el rugido de las fieras que venían
de vez en cuando a hacerme compañía.
—Ahí veo que están surgiendo dos hermo­
sas construcciones...
—Una va a ser el internado para los niños.
La de más arriba, el de las niñas. Lo mejor
para ayudar a estas gentes que viven en situa­
ción de pobreza y de ignorancia absolutas, es
recoger en estos modestos pero grandes edifi­
cios a un par de centenares de chicos y chicas.
Los tengo tres o cuatro años. Les doy comida,
casa y vestido. Les enseno a leer y escribir y a
cultivar la tierra, y les doy unas cuantas nocio­
nes útiles para elevar un poco el nivel de vida
de estas poblaciones. Como conocen perfecta­
mente los usos y costumbres de las diversas
tribus, estos chicos lograrán formar nuevas co-

es5a

munidades jóvenes, plenamente autónomas
desde los puntos de vista social y religioso.
—¿Cómo se las apaña para mantenerlos y
para llevar adelante estas obras?
—Con la ayuda de la Providencia y de los
bienhechores. También invito a estos chicos a
trabajar conmigo en la explotación de todas
las posibilidades que ofrecen el terreno y la
naturaleza de estos climas. Tierra no nos falta.
Basta con robarle un trozo a la selva. Quita­
mos árboles, lianas, arbustos y zarzas. Las ce­
nizas la aprovechamos como estiércol. Luego
ponemos plátanos, papayas, mandioca, pata­
tas y hortaliza. Abajo, en el llano, tenemos un
arrozal. En la estación de las lluvias planta­
mos el arroz con la esperanza de cosecharlo si
es que nos lo respetan los elefantes y jaba­
líes...
—Y el lago de más abajo, ¿para que sirve?
—Es nuestra reserva de pesca. Aquí nos so­
bra el agua, aun en la estación seca. Pensé
aprovechar la hondonada natural profundi­
zándola un poco para la cría de peces y para
que los chavales de diviertan. De esta manera
logro dar dos veces a la semana un alimento
sano y sustancioso al mismo tiempo que me
ahorro unas pesetas. Luego, cuando veo que
escasean los víveres, salgo con mi escopetllla
al hombro, pego cuatro zancadas por la selva
y la Providencia siempre me pone a cuatro pa­
sos cualquier bicho para variar el menú: caen
26

Dos misioneros de la India en el patio del Colegio de Sarria:
Padre Manuel Albizuri (con clergyman) y Padre J. Armiñana.

ciervos, antílopes, monos, osos, jabalíes...
Todo es bueno para los dientes...
—Ya es conocida en toda esta región su
fama de cazador de tigres y elefantes. Aún
más, si no me equivoco, creo que es uno de los
pocos que tienen licencia permanente de caza.
¿Ha matado muchas fieras?
—Unas pocas. Pero sólo para defender a los
nativos. Una vez que el tigre ha gustado carne
humana o un elefante ha sido apartado de su
rebaño o enfurece, ambos se tornan peligro­
sísimos: hay que abatirlos como sea antes de
que ocasionen nuevas víctimas o causen daños
incalculables. Me suelen llamar de poblados
muy lejanos. Los más expertos me acompa­
ñan en la batida que, a veces, dura varios días.
Cazado el animalucho, todos se hacen amigos
míos. Bien puedo afirmar que es mi escopeta
la que abre el camino al mensaje de Cristo.
—¿Ha peligrado su vida alguna vez?
—La caza de estos animales es siempre peli­
grosa. Pero, en lugar de narrarle una aventura
de caza, le voy a contar cómo estos indígenas
me han salvado la vida por dos veces.
Tuve un ataque de tifus y otro de viruelas.
Aquí no había posibilidad de curarme. Tam­
poco teníamos medios de transporte. ¿Qué
hacer? Pues tuvieron el valor de llevarme a
cuestas a una distancia de más de cien kilóme­
tros y a través de la selva. Así me llevaron a
Shillong, único sitio donde podían salvarme la
vida.
Ya puede usted imaginarse lo que quiere
decir una marcha a través de la selva, sin ras­
tro de caminos, cortando sin cesar enmaraña­
das redes de lianas, arbustos y zarzales, ante
el amenazador peligro de las fieras y con mis
90 hilos de peso «bruto» sobre sus espaldas...
Tres días, tres, de caminata encima de ellos.
De poblado en poblado los hombres se releva­
ban sustituyendo a los que no podían más. De
noche, sólo unas horas de descanso. Y. al ver­
me tiritar de fiebre, se quitaban su ropa para
cubrirme con ternura. Y ellos se defendían del
frío nocturno alrededor de una fogata... ¡Si no
hubiera sido por ellos, ya estaría dos veces
muerto! ¡Son cosas que uno no puede olvidar!
—Entonces ha experimentado enormes sa­
tisfacciones en su trabajo.
—Ya lo creo. Su bondad, su defecto, su
agradecimiento por todo lo que hago por ellos
es algo inefable. Y, sobre todo, esa fe profun­
da que tienen y que ya no se da en nuestros
países de antiguas tradiciones cristianas. Son
cosas que me pagan con creces los pocos o
muchos sacrificios que trae consigo la vida.
Al acabar nuestra charla, me pidió que me
quedase con él unos días:
—Iremos juntos a la selva, visitaremos algu-

misiones
no de esos pueblos anclados en tiempos de la
prehistoria. Le garantizo una experiencia inol­
vidable: comprenderá por qué me siento feliz
en vivir aquí, aislado del consorcio de la civili­
zación.
No pude acceder a una invitación tan sugerente, pero le prometí mi visita al volver de
nuevo a la India, encantado de pasar una se­
mana a su lado. Por desgracia, pocos días an­
tes de mi regreso al inmenso país, el querido
Padre Albi se había adelantado en volar a la
casa del Padre a recibir el premio de una vida
de sacrificio y de heroica entrega.

EL SACRIFICIO SUPREMO
La muerte lo sorprendió en el camino de re­
greso, a sólo diez kilómetros de Sonapahar, el
centro que levantó en sus últimos años de ago­
biante trabajo. Era el 28 de septiembre de
1982. Había ido a Shillong, capital del norte,
al retiro mensual. Muy de mañana y con ei
«jeep» cargado de utensilios para la bendición
de la iglesia recién construida emprendió el
viaje de vuelta. Hizo un alto a mitad de cami­
no, en Nongstoin. una de sus fundaciones an­
teriores.
Celebró la Eucaristía a las hermanas del
instituto local la mañana del 30 de septiembre.
Y después de realizar varias compras en el
mercado, reemprendió el viaje. Lo acompa­
ñaban Pritty. la catequista, y Sovidol, uno de
los chicos internos que había llevado consigo.
Casi previendo lo que le iba a suceder, al subir
al vehículo, le entregó al muchacho la escope­
ta y la bolsa del dinero:
—Tómalos y guárdalos bien, que tú eres un
chico valiente.
Hizo 32 kilómetros por un camino escarpa­
do, entre barrancos y precipicios. En una de
las bajadas se le apagó el motor. Para colmo
de desgracias se le rompieron los frenos. El
Padre Albizuri intentó desesperadamente ha­
cerse con los mandos del vehículo, impidien­
do que se saliese de ruta; pero al punto com­
prendió que no había nada que hacer...
—¡Rezad!, les dijo a sus acompañantes.
En una curva y en un intento de salvación,
echó el vehículo a la derecha, chocándolo
contra el talud. El impacto fue tremendo. El
coche arremetió fulminado contra el muro. La
muerte del misionero fue instantánea por los
golpes recibidos en la cabeza y en el pecho.
Pero su sacrificio salvó la vida de sus dos
acompañantes.
Los jóvenes quedaron desconcertados. Fiel
a la consigna recibida, y después de compro­
bar que Pretty la catequista se había salvado,
el muchacho recogió la bolsa y la escopeta y
echó a correr los diez kilómetros que lo sepa­
raban de la residencia.
Llegó a la casa de las monjas y aún tuvo

fuerzas para entregar a Sor Josefina la escope­
ta y la bolsa del dinero:
—¡El Padre Albi ha muerto! —dijo sollo­
zando—. Y cayó desvanecido.
Los restos del Padre Albizuri fueron lleva­
dos a Shillong y enterrados en el cementerio
católico de la ciudad. El Obispo salesiano
Mons. Humberto D'Rosario presidió la Euca­
ristía acompañado de otros cinco obispos y
más de ochenta sacerdotes. La inmensa cate­
dral de María Auxiliadora se sintió pequeña,
incapaz de contener la inmensa y desbordante
multitud que acudió de todas partes a darle el
último saludo. Muchos lloraban inconsolable­
mente:
—¡Ha muerto nuestro Padre! —decían—.
¡Hemos perdido a nuestro más grande bienhe­
chor!
Con el Padre Albizuri ha desaparecido, sin
duda, uno de los misioneros más grandes que
Dios ha dado a la Congregación Salesiana y a
la Iglesia.
Ojalá desde el cielo pueda empujar a otros
jóvenes generosos con un corazón de fuego
misionero que. a su ejemplo, entreguen como
él su propia vida para la difusión del reino de
Cristo.
ANTONIO ALESSI

r

noticias

CUATRO NUEVOS SACERDOTES
I^EON.—Los jóvenes salesianos Miguel Bártulo, Manuel José Fer­
nández, Manuel Ordóñez y Vidal Rodríguez recibieron la ordenación
sacerdotal de menos a Mons. Fernando ^bastión Aguilar el pasado 19
de marzo. La solemne ceremonia fue una espléndida fiesta juvenil, ce­
lebrada en el Pabellón de Deportes del Colegio de Huérfanos de Ferro­
viarias de León, rebosante de público. Juanto al Obispo de la diócesis
conceiebraron el Provincial de León y unos sesenta sacerdotes. «Ser
sacerdote, dijo el prelado, es entregarse como Cristo en favor del pue­
blo para darle a conocer el amor del Padre».

ETIOPIA:
«CSAC»,
UNA SIGLA
QUE HABLA
DE SOLIDARIDAD
Makalé.—La comunidad salesiana ha presentado un nuevo in­
forme del Comité Católico de Ac­
ción Social.
El balance, auc incluye tcxlas las
iniciativas realizadas en el año.
pretende ser «agradecimiento a
quien ha hecho sacrificios y esfuer­
zos para ayudar, y tributo a la ge­
nerosidad y caridad que ha movi­
do a muchas personas a ayudar sin
ostentación».
«Nos une —dicen los salesianos
de Makalé— la llamada universal
de Cristo a darlo a conocer y a
transformar su mundo en una sede
más humana, lugar de justicia, de
amor y de paz».
El «gracias» de la comunidad se
pixiptíne llegar a todos sus bienhe­
chores. sobre todo a cuantos han
echado «el óbolo de la viuda».
Inspirado en el Concilio, el
CSAC trabaja desde 1979 en el te­
rritorio de Makalé bajo el patro­
nato y ayuda del obispo de Adigrat. el salesiano Mons. Sebastián

28

Workú. En él confluyen diversos
organismos y personas.
Por ahora se pretende eliminar
la desnutrición, la pobreza y la ig­
norancia.
En colaboración con las autori­
dades locales y estatales de Etio­
pía, la Iglesia cumple su labor de
salvar al nombre. Por eso el CSAC
se dedica, sobre todo, a los más
necesitados, sin distinción de raza
o credo.
Las realizaciones que aparecen
en el informe van del campt) del
espíritu al de la materia, pues todo
contribuye a salvar al hombre en
su plenitud... Más que un trámite
burocrático, lo que hace es dar a
conocer la solidaridad y el amor
concreto.

EL SALVADOR:
ESPECIALISTAS
POR LA ESCUELA
«PEDRO
RICALDONE»
San Salvador.—La escuela téc­
nica salesiana «Pedro Ricaldone»,
una de las once fundaciones que
los hijos de Don Bosco —siete los

salesianos y cuatro las Hijas de
María Auxiliadora— tienen en
esta nación de Centroamérica. ha
llegado a sus bodas de plata.
Pero no es tanto la celebración
del fausto aniversario cuanto su
balance pedagógico y social, cultu­
ral y pastoral, lo que más llama la
atención.
También lo hace con fuerza su
creciente intervención en el mun­
do de los jóvenes y del trabajo. Su
acción es constructiva en un am­
biente donde el «privilegio de la
violencia» parece relegar con fre­
cuencia a segundo orden la con­
creta opción dombosquiana del
«buen cristiano» y del «ciudadano
cabal».
El «Diario de Hoy» escribe el 19
de septiembre de 1982: «Mirándo­
lo superficialmente puede parecer
que la escuela está reservada a
cierta clase social...
La verdad, sin embargo, es que
los salesianos que la dirigen se ad­
hieren fuertemente a las raíces de
su Fundador, Don Bosco, y de su
cuarto sucesor, don Pedro Rical­
done, dos hombres que han pro­
movido la juventud pobre a los
mismos derechos e instrumentos a
que acceden las clases más afortu­
nadas».
En efecto —añade el diario—
«la escuela ha incidido profunda­
mente en la conciencia social de
nuestro pueblo. Lo demuestran
los hechos... Los salesianos han
dado una buena formación técni­
co-profesional a una infinidad de
muchachos escasos de medios
pero con aspiraciones elevadas y
muy emprendedores.
Tanto que, a pesar de sus tres­
cientos seis puestos, la escuela ya
no es capaz de atender todas las
solicitudes que le llegan de quie­
nes aspiran a obtener el diploma
industrial». En El Salvador sólo
hay otra escueta similar: el institu­
to «Santa Cecilia» de Santa Tecla.

ISRAEL:
«DESPUES DE ALÁ...,
SIMON SRUGU
Belijemal.—A 30 kilómetros de
Jerusalén reposan los restos mor­
tales del Siervo de Dios Simón
Srugi, salesiano laico —o «coadju­
tor»— , que murió el año 1943 a los
67 de edad.
Sus restos fueron exhumados el
10 de diciembre último, como acto
del proceso de beatificación que se
está llevando a cabo.
El hecho desp>ertó interés en la

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noticias

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cele d'un p rtM pour t i iaunesss en difAcuM
cele des Ffanais pour une acbon
de ju s te et de so n e rlé .

testimonio de amor «ecuménico».
Muchos musulmanes repetían:
«Después de Alá, Srugi...».

MISIONEROS
SALESIANOS
ESPAÑOLES
Todo cristiano es un enviado a
evangelizar. La Familia Salesiana
de España ha tomado en serio este
mandato del Señor. Son muchos
los salesianos e Hijas de María
Auxiliadora que han dejado su pa­
tria para ir a tierras lejanas como
obreros apostólicos. He aquí la es­
tadística por inspectorías;

Ilyacentans Don Basco en Frunce
LOS CIEN ANOS DEL VIAJE
DE DON BOSCO A FRANCIA
Los salesianos franceses están conmemorando el centenario dei viaje
de Don Bosco a Francia. El Santo y Francia se hablaron con el corazón
en la mano. «Fue un viaje al cruce de dos generosidades: la de un
sacerdote hacia la juventud necesitada y la de los franceses para una
obra de justicia y solidaridad». El santo recorrió las principales ciuda­
des en olor de multitudes presentando sus obras y realizando prodi­
gios. Un verdadero «tour de France» de casi cuatro meses. Salió de Turín el 31 de enero de 1883 y regresó el 26 de mayo.
patria de Jesús, del que Simón
—natural de Nazaret— era paisa­
no.
La última sesión del proceso
apostólico, iniciado el 6 de mayo
de 1981, tuvo lugar en la residen­
cia de Betijemal —la «Casa Gamaniel»— donde fue enterrado el
protomártir San Esteban...
Muchos quisieron asistir el 10 de
diciembre de 1982 a! reconoci­
miento de sus restos mortales. El
patriarca de Jesusalén, Mons. Beltritti, señaló la fecha.
No faltó a la cita mons. Luñi
Laham, arzobispo titular de Tarso
y vicario patriarcal de los griegos
católicos melquitas de Jerusalén,
pues el Siervo de Dios nació, fue
bautizado y copñrmado en ese
rito; por eso, en cierto sentido le
pertenece. También el Guardián
de Tierra Santa participó en el de­
sarrollo de la fundón.
Como es obvio, no faltaron los
parientes del Siervo de Dios: Shukrallah Srugi, sacerdote melquita,
y Samuel Abu-Al-Asal.
Se repetía el dicho: «¿De Naza­
ret puede salir algo bueno?»...
Ahí está el humilde salesíano que
tanto bien sembró e hizo con su

SALESIANOS
Inspectoría de Barcelona
Inspectoría de Bilbao .
Inspectoría de Córdoba
Inspectoría de León . .
Inspectoría de Madrid
Inspectoría de Sevilla .
Inspectoría de Valencia
O t r o s ..........................
T O T A L ..........

69
28
15
63
94
23
25
26
343

HUAS
DE MARIA AUXILIADORA
Inspectoría de Barcelona .
Inspectoría de Madrid . .
Inspectoría de Sevilla . . .
TOTAL

23
51
22

....................... ~ 9 6

SEIS SACERDOTES Y UN DIACONO
MADRID.—Monseñor J. M. Estepa cooTirió la ordenación sacer­
dotal a seis jóvenes salesianos en la iglesia de María Auxiliadora de
Madrid-Atocha el pasado 9 de abril. Los nuevos sacerdotes son: Luis
Alberto Guijarro, Teófilo Oreja, Antonio Pindado, Juan Manuel Ro­
dríguez, Mariano Sáez y Manuel Aparicio. Asimbmo recibió la orden
del diaconado el salesíano Rafael Ballesteros. Concelebraron con el
obispo el P. Inspector de Madrid y cerca de un centenar de sacerdotes.
La i^esia estaba abarrotada de jóvenes y de miembros de la Familia
Sale^ana, gozosos ante una ceremonia vocacional solemne y festiva.

29

nuestra gratitud
Salamanca: Agradecida mi fa­
milia a María Auxiliadora por fa­
vores recibidos y en espera de otro
muy importante, enviamos un do­
nativo. P. G. C.
León: Doy gracias a María Au­
xiliadora por el buen éxito de una
operación y envío una limosna,
deseando se publique en el Bole­
tín Salesiano. Benito Valdeón A n­
drés.
Porlugaicte: Por un favor recibi­
do de María Auxilidora envío una
limosna y deseo se publique en el
Boletín Salesiano. Gerardo Pérez
Crespo.

A
Sevilla: Por favores recibidos de
María Auxiliadora, envío el dona­
tivo prometido, con el deseo de
hacer público mi agradecimiento
en el Boletín Salesiano. y pidiendo

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca "San Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca "Bibiana Soclas". N. e.: 8.000. Total: 74.000 pesetas.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca «María Auxiliadora*. Santander. N. e.: 10.000. Total: 81.000 pesetas.
Beca "M aría Auxiliadora". Deusto. N. e.: 20.000. Total: 70.000 pesetas.
Beca "Rufino Encinas". Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 53.000 pesetas.
Beca "Luis TorreAo". Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 40.000 pesetas.
Beca "Misionera". N. e.; 50.000. Total: 250.000 pesetas.
Beca "Seminario". N. e.: 50.000. Total: 250.000 pesetas.
Beca "Luis Montserrat". Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 20.000 pesetas.
Beca "María Auxiliadora". Baracaldo. N. e.: 10.000. Total: 27.000 pesetas.
Beca "N. S. de Cantonad". N. e.: 14.000. Total: 14.000 pesetas.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca “ Pío Campero". Orense. N. e.: 50.000. Total: 150.000 pesetas.
Beca "Rosita Hernández". Córdoba. N. e.: 60.000.Total: 180.000 pesetas.
Beca "Familia Saleslana de Pozoblanco". Primera entrega: 60.000 pesetas.
Beca "Joaquín Zayas". Primera entrega: 50.000 pesetas.
Beca “José de Juan". Las Palmas. Primera entrega: 313.000 pesetas.
Baca ‘ Maria Auxiliadora". El Sauzal. Primera entrega: 25.000 pesetas.
Baca *D. Bosco". La orotava. N. e.: 100.000. Total: 360.000 pesetas.
INSPECTORIA DE LEON
Beca «Africa Salesiana". V.D.B. Zamora. N. e.: 20.000. Total: 40.000 pesetas.
Beca «D. Rúa». VIgo. María Auxiliadora. N. e.: 12.000. Total: 188.000 pesetas.
Beca «D. Fila». Vigo. María Auxiliadora. N. e.: 5.000. Total: 112.000 pesetas.
Beca «José Pintado». Vigo. N. e.: 5.000. Total: 152.000 pías.
Beca "Bodas de Oro D .. Cipriano». Vigo. N. e.: 50.000. Total: 108.000 pesetas.
Beca "O. Valentín Qrasso». Astudillo. N. e.: 1.000. Total: 31.000 pesetas.
Beca «D. Felipe Garcia. CoruAa. Calvo Sotelo. N. e.: 15.000. Total: 105.000 pesetas.
Beca «Villa de la Robla». Para Senegal. N. e.: 50.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca «Sacerdotal» Vigo. Maria Auxiliadora. N. e.: 50.000. Total: 2 ^ .0 0 0 pesetas.
Beca "Sacerdotal». V ^ . Maria Auxiliadora. N. e.:5.000. Total: 205.000 pesetas.
Beca "Gon*Viz». Vigo. N. e.; 10.000. Total: 214.000 pesetas.
Beca «Familia Saleslana». Vigo. N. e.: 100.000. Total: 2 ^ .0 0 0 pesetas
Nueva Beca «Sacerdotal». Vigo. Maria Auxiliadora. Total: 150.000 pesetas.
Beca «Sagrado Corazón».
Cánido (Vigo). Primera entrega: 50.000 pesetas.
Beca «Maria Auxiliadora». Cwrido (Vigo). Primera entrega: 50.000 pesetas.
Beca "Bodas de Oro Sacerdotales D. Manuel Rodríguez». l .100.000 pesetas
Beca «Senegal». Cooperadores Saieetanos. N. e.: 200.000 oesetas.
Allariz. N. e.: 249.000 pesetas.
Astudillo. N. e.: 5.700 pesetas.
CamtMdos N. e : 11.000 pesetas.
Diversos. N. a.: 4.400 pesetas.
Beca «Sacerdotal Pablo» Vigo. N. e.: 5.000. Total: 11.000 pesetas.
Baca ■Augusto Czarlorisky». Oreroe. A.B. N. e.: 10.000. Total: 185.000 pesetas.
INSPECTORIA DE MADRID
Beca "Familia Francia'. N. e.: 1.000. Total: 138.000 pesetas.
Beca *M. A. L *. N. e.: 1.000. Total: 166.000 pesetas.
Beca "Mercadea Cruzado". N. e.: 3.000. Total: 198.000 pesetas.
Baca ’ FktaMad" N e.: 10.000. Total: 330.000 pesetas.
Boca 'S ara Fartza’ - Abierta el 12-07-82. TolN: 40.000 pesetas.
Beca "San Juan Bosco" da Perpetuo y Daría: 1.* aportación 100.000 pesetas.
Beca «C. L. A. - CC. Extremadura». N. e.: 15.000. Total 70.000 paaatas
Boca «Salas CoacMutor de partee.» N e.: 100.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca -Galeaianos 6. Bosco». Joaquín y Encama. Primera entrega: 200.000 pesetas.
INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca 'M Artiraa Salestanos". N. a.: 14.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca "San José y San Antono'. N e . 5.000. Total 51.000 pesetas.
Beca • M isaras» Pranera endega. 116.000 pesetas.
Beca «A tar Patato II». Pnmara entrega: 50 000 pesetas.
Beca «D. Santiago Sánchez». Pnmefa enaega: 25.000 pesetas.
Beca -D CtoudD Gánchez • Bodas de On>>. Primera entrega: 100.000 pesetas.
INSPECTORU DE VALENCU
Boca "Sen Patnoo". t toveWn N e. 10 000. Total: 85.000 pesetas.
Beca "San Juan de Ataera*. AJeoy N. e ; 15.000. Total: 75.000 pesetas.
Beca -M arta Auxttadota-. AAcanl» N e : 60.000. Total: 240.000 pesetas.

30

no nos falte su auxilio. Carmen
Suárez.
N. N.: Hago público mi agrade­
cimiento a María Auxiliadora por
el favor recibido de haber podido
curar de un fuerte ataque de artri­
tis. Empecé la novena recomenda­
da por San Juan Bosco. En la se­
gunda comencé a mejorar. Hoy,
dos meses después del ataque, me
encuentro mejorada y puedo va­
lerme por mí misma y caminar.
Envío un donativo para las Misio­
nes Salesianas y para el Tercer
Mundo. C. D.
N. N.: Envío una limosna a Ma­
ría Auxiliadora, suplicándole me
ayude en mis necesidades y en mis
estudios. Miguel Angel González.
Zamora: Agradecida por favo­
res recibidos, envío una limosna
rogando sea publicada en el Bole­
tín Salesiano. Una devota de Ma­
ria Auxiliadora y San Juan Bosco.
Bengófar (Alicante): Doy gra­
cias a María Axiliadora por favo­
res recibidos, y envío una limosna.
M. R. S.
Valencia: En agradecimiento
por un favor recibido por media­
ción de la Sierva de Dios Doña
Dorotea de Chopitea y de San Juan
Bosco. envío un donativo. Una va­
lenciana.
Puertollano: Envío un donativo
de acción de gracias a María Auxi­
liadora por un favor recibido. A m ­
paro Rodríguez Mora.
Las Palmas: Doy gracias a Ma­
ría Auxiliadora por un señalado
favor recibido. Envío un donativo
para las Misiones Salesianas. Ma­
rta Melián Rodríguez Rodríguez.
Cardona: Envío un donativo en
acción de gracias a María Auxilia­
dora y a San Juan Bosco por favo­
res recibidos y para continuar con
su protección. Montserrat Sala.
Salamanca: Envío una limosna
de agradecimiento a María Auxi­
liadora por un favor recibido y pi­
diéndole ayuda para otro caso di­
fícil. M. S. J.
Sevilla: Hago público mi agra­
decimiento a María Auxiliadora
por la ayuda recibida en un caso
de necesidad. /. F. S.
N. N.: Doy gracias a María Au­
xiliadora por un favor recibido.

nuestra gratitud
Envío una limosna pidiéndole nos
conceda dos gracias que necesita­
mos. L. R., Antigua Alumno y
Cooperadora Salesiana.
Talayera de la Reina: Envío un
donativo para las Misiones Salesianas en agradecimiento a María
Auxiliadora y a Don Hosco por fa­
vores recibidos y para continuar
con su protección. Pilar Cantos
Navarro.
Morón (Sevilla): Doy gracias a
María Auxiliadora por haber re­
suelto un difícil asunto de familia.
También mi gratitud por haber cu­
rado de una larga enfermedad.
Una devota.
Pamplona: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido
y envío un donativo. Epifanía Izcue.
N. N.: Gracias, Madre Auxilia­
dora. Había salido de casa de mi
marido enfermo, regresando poco
después con una copiosa hemorra­
gia intestinal, que se repitió por
tres veces, perdiendo después el
conocimiento. No se le apreciaba
la respiración ni el pulso. Al mis­
mo tiempo se le agarrotaron las
manos y los ojos se le volvían ha­
cia arriba. Nunca había practicado
yo un masaje cardiáco. Con gran
confianza invoqué a María Auxi­
liadora y, al presionar el tórax, te­
nía la impresión de que alguien di­
rigía mis manos. A los pocos mi­
nutos. los puños se fueron relajan­
do y los O JO S recuperaron su posi­
ción normal. Poco más tarde llega­
ron los médicos avisados por uno
de mis hijos, sin arredrarse por lo
dramático de la situación, no obs­
tante su corta edad. Estoy conven­
cida de que María Auxiliadora ha
intervenido en este hecho, por lo
que quedo profundamente agrade­
cida. María Pilar.
Barcelona: Doy gracias a María
Auxiliadora por su protección so­
bre mi hija. Con su ayuda ha teni­
do un parto feliz que los médicos
veían difícil. Envío un donativo y
hago público mi agradecimiento.
Montserrat Grau García.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por haber curado de
la vista y envío un donativo para
una vocación salesiana de sacerdo­
te. Agustín González Alvarez.
Patafrugell: En acción de gra­
cias a María Auxiliadora y pidién­
dole su protección, envío un dona­
tivo. Luisa Corredor.
N. N.: Doy gracias a Doña Doro­
tea de Cbopitea por un favor reci­
bido y envío un donativo. Catalina
Castro.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor obtenido

y envío un donativo pidiendo su
ayuda. A. H. G.
Puebla de la Calzada (Badajoz):
En un parto sufrió una hija mía
tres grandes hemorragias que pu­
sieron su vida en peligro. Invoqué
a María Auxiliadora poniendo en
Ella toda mi confianza. Después
de la operación se encuentra total­
mente restablecida. Asimismo,
una tía mía estuvo prácticamente
en trance de muerte. En uno de
esos momentos que parecía se aca­
baba su vida, invoqué el nombre
de María Auxiliadora en su oído y
ella lo repitió con gran fe y devo­
ción. Aunque la enfermedad que
padece es grave, se encuentra bas­
tante restablecida. Por todo doy
gracias a María Auxiliadora y en­
trego una limosna a nuestro Cole­
gio Salesiano. Una devota.
Madrid: Gracias, Madre Auxi­
liadora y San Juan Hosco, por ha­
bernos escuchado en unos mo­

N. N.: Doy gracias a María Au­
xiliadora, a San Antonio y a la
Sierva de Dios Dorotea de Chopitea por un favor recibido, y envío
una limosna. M. S.
Morón (Sevilla): Puse en manos
de María Auxiliadora un asunto
difícil y se ha solucionado. Agra­
decida, ruego se publique en el
Boletín Salesiano. Una devota.
Avilés: Una vez más agradezco a
María Auxiliadora el que mi hija
haya dado a luz con toda normali­
dad, a pesar de los inconvenientes
que se le presentaron, En todos
mis apuros acudo a nuestra Madre
y ahora hemos sido bendecidas
con un hermoso niño. Cumplo mi
promesa de publicarlo en el Bole­
tín Salesiano y envío un donativo
para los jxibres de Vyasarpadi. Sa­
bina Arrieta.
N. N.: Agradezco a María Auxi­
liadora el éxito en una operación a
mi hijo y el buen resultado de los
exámenes de mi hija. A. M.

mentos de angustia. Enviamos un
donativo. Pilar y José María.
Barcelona: En agradecimiento a
María Auxiliadora cumplo mi pro­
mesa de enviar una ayuda para las
Misiones Salesianas. L. C.
Palencia: Expreso mi gratitud a
María Auxiliadora a quien invo­
qué antes una operació que debían
hacerme: la operación no se hizo
porque no había nada de impor­
tancia. Agradecida, envío una li­
mosna para las obras salesianas.
Concha Pérez.
Alcalá de Guadaíra (Sevilla):
Envío un donativo en acción de
gracias a María Auidliadora por
un favor recibido. A . Suárez.
Ubeda: Hace tiempo deseo pu­
blicar un favor alcanzado por la in­
tercesión del Venerable Augusto
Kzartorisky. Padecía unos trastor­
nos de tipo tensional. Tras enco­
mendarme al venerable, me reali­
zaron toda clase de pruebas médi­
cas, siendo todas negativas y nada
preocupantes. Hago público mi
agradecimiento en el Holetín Sale­
siano, y envío una limosna. Un
Cooperador Salesiano.
Vigo: Doy gracias a María Auxi­
liadora y envío una limosna por un
favor recibido. Vda. de Alonso.

N. N.: Doy gracias a María Au­
xiliadora por su protección en
unos exámenes y le suplico me siga
ayudando. T. Carozo.
Sestao: Por un favor recibido de
María Auxiliadora, enviamos un
donativo de agradecimiento. Una
familia devota.
La Coruña: Ofrecemos un do­
nativo en acción de gracias a Ma­
ría Auxiliadora y para las obras sa­
lesianas. Hermanas Mosquera.
Badalona: Agradecidos a María
Auxiliadora por favores recibidos,
enviamos una limosna para las
obras de Don Hosco. Una familia
de Badalona.
N. N.: Como pequeña muestra
de mi agradecimiento a María Au­
xiliadora por un favor recibido,
envío una limosna para las obras
salesianas. José Benito.
Medina del Campo: Muy agra­
decida a María Auxiliadora por un
favor recibido, cumplo mi prome­
sa de enviar un donativo para las
obras salesianas, y de publicarlo
en el Boletín Salesiano. María Te­
resa Alvarez.
Madrid: Envío este donativo
por un favor recibido, y hago pú­
blico mi agradecimiento a María
Auxiliadora. P. Alba.

31

fueron a la casa del padre

María Fernández Cerezo.
t en Pozoblanco el 2 de enero
de 1983 a los 51 años de edad. Cre­
cida en una ciudad de ambiente salesiano, se distinguió por una total
disposición de sí misma, de sus
cualidades naturales y espirituales
en servicio de los demás. Su agra­
dable voz sostuvo durante mucho
tiempo la coral de su parroquia y
de la Peña Marcos Redondo. Su la­
bor de catequista conquistó la sim­
patía de niños y jóvenes. Trabajó
desinteresadamente en la anima­
ción de la Asociación de María
Auxiliadora. Todos sus hermnanos son antiguos alumnos y uno de
ellos es salesiano.
Evangelina Jalda Cancelas.
t el 14 de diciembre de 1982 en
el pintoresco y marinero pueblo de
Moaña. Su vida fue ejemplar, pro­
fundamente piadosa, de misa y co­
munión diaria, con una entrañable
devoción a la Santísima Virgen
María. Esta piedad se traducía en
lo que fue su característica pecu­
liar: la caridad y generosidad para
con los pobres y necesitados. Per­
tenecía al grupo de Cooperadores
Salcsianos que, desde hace años,
desarrolla su actividad en el pue­
blo. y leía asiduamente el Boletín
Salesiano.
Rvdo. D. Casimiro Palalaviriu.s.
t en Madrid el 17 de enero de
1983 a los 70 años de edad, 48 de
salesiano y .38 de sacerdote. Había
nacido en Snrgine (Lituania) en
1912. Hombre de dimensión inter­
nacional. estudió los primeros cur­
sos en Italia, donde se hizo salesia­
no; en Estoril (Portugal) cursó los
años de Filos<.>fía. trabajando du­
rante su juventud en Lisbt>a. La
Teología la estudia en Madrid,
donde recibe la ordenación sacer­
dotal de 1945. Dedica sus prime­
ros años de sacerdocio a las casas
de Estrecho. Béjar y San Benito
de Salamanca. En 19'50 es destina­
do al colegio de Att>cha. donde

32

despliega su vida y su apostolado
hasta su muerte. Encargado por
los Superiores para emitir por ra­
dio programas religiosos y cultura­
les para hacer llegar un mensaje
de fe y ánimo a los católicos de Li­
tuania, trabajó en Radio Nacional
durante treinta años, de 1953 al
83. Profesional de la palabra catequética, recibió la medalla conme­
morativa de los 25 años de servi­
cio. Hombre de profunda fe y total
entrega al Señor, abandonó su tie­
rra y su familia para darse con ge­
nerosidad a los demás. Lejos de su
patria y de los suyos, pidió se le
concediera el sacerdocio con estas
palabras; «El llévate lo demás
(coetera tolle) me va muy bien en
estos momentos actuales, porque
francamente paréceme que el Se­
ñor me ha privado de todo lo más
querido y grato de este mundo,
como es la patria, la familia y la
misma actividad sacerdotal y salesiana entre mis compatriotas. Por
eso no me queda otra cosa en este

mundo sino pedir con insistencia y
mucha fe al Señor: “Da mihi áni
mas”, desde que me has quitado lo
demás...» Pero Don Casimiro no
se sintió extranjero en España.
Aquí supo conquistar el cariño de
hermanos, alumnos y compañeros
de trabajo. Aquí nos dejó sus
ejemplos de sacerdote profunda­
mente consagrado a Dios; de sale­
siano fiel amigo de Don Bosco y
de los jóvenes. Y aquí ha dejado
sus restos mortales.

Félix Sáiz Arroyo.
En la paz de Dios se durmió el
día 27 de diciembre último a los 84
años de edad en Cambrils (Tarra­
gona).
Su lema había sido pasar por
este mundo sin dar molestias a los
demás. Aun la víspera de su muer­
te decía a uno de sus hijos: .«La
muerte no me preocupa, y no me
importa morir; lo que no quisiera
es quedarme inútil y daros trabajo
a los demás».
Había nacido en Valdecolmenas
de Abajo, provincia de Cuenca.

Fue un honrado trabajador y se
hizo querer de todos. Tuvo que lu­
char duro para sacar adelante una
familia de cinco hijos. Cuando el
mayor tenía dieciséis años decidió
hacerse salesiano. Hubiera hecho
falta la ayuda de éste en la casa,
pero lo único que dijo fue: «Si
Dios te llama y crees que esa es tu
vocación, síguela; yo nunca me
opondré. Nosotros ya nos apaña­
remos y Dios proveerá».
En el año 1947, buscando el ma­
yor bien de sus hijos, emigró a Ca­
taluña. Desde el principio él y los
suyos fueron bien recibidos. Tam­
bién aquí se hizo querer y respetar
de todos. Poco después otro de sus
hijos quiso entrar en el Seminario.
No sobraban medios en la casa,
pero Dios ayudará. Y ese hijo
también hoy es sacerdote en la
diócesis de Tarragona. Los veinte
últimos años los pasó con este hijo
ya sacerdote. Para él ha sido su
mayor orgullo tener dos hijos sa­
cerdotes. Dios, a la hora de su re­
pentina muerte, habrá tenido en
cuenta esta generosidad. Su pie­
dad era notoria. Por nada del
mundo dejaba él su misa y comu­
nión, aunque tuviera que levantar­
se bien temprano.
Su muerte ha sido sentida por
muchos como lo han demostrado
los numerosos fíeles que asistieron
a sus funerales, tanto en Cambrils
como en Castellvell.

Manuel García Medina.
t en Baracaldo (Vizcaya), el día
11 de abril de 1983, a los 76 años
de edad y confortado con los auxi­
lios espirituales. Unos de sus cua­
tro hijos, es don Joaquín García
García, salesiano coadjutor, ac­
tual ecónomo provincial de la Ins­
pectoría Salesiana San Juan Bosco
de Madrid. Dotado de gran cari­
dad para con todos, en cuanto sa­
bía que alguien necesitaba ayuda,
hacía todo lo que estaba de su ma­
no por ayudarle. El Señor quiso
purificarlo con el dolor, y estuvo
postrado en cama durante los diez
últimos meses de su vida, disimu­
lando lo que podía sus dolores pa­
ra no preocupar a los suyos. En­
tregó su alma al Padre, asistido en
sus últimos momentos por Sor Mi­
sericordia, Sierva de María, y p>or
su hijo salesiano.

LIBROS NUEVOS
• Dieron su vida: Monseñor Luis Versiglia y el Padre C alixto Caravario.
Un nuevo folleto de la colección -HUELLAS- en el que Enzo Blanco traza la semblanza de
los dos m ártires salesianos recientem ente beatificados por Ju an Pablo II.
• Don Bosco, te recordamos, de Pedro Brocardo.
Testimonios casi todos inéditos sobre Don Bosco. Rezuman un amor y una veneración sin
igual por el S anto y tienen todo el sabor de los inicios de la obra salesiana.
• Ejercicios esp iritu ales con Don Bosco.
Recoge este libro una serie de interesantes charlas sobre la espiritualidad salesiana del
conocido e.scritor Teresio Bosco.
• C atcquesis y p rax is eclesial, de Emilio Alberich.
Este volumen inicia la colección -ESTUDIOS CATEQUFTICOS- preparada por los profeso­
res del Instituto de C atequética de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.
Catequistas: ¿hacer o hacerse? José María Maideu.
Es el prim er tomo que se publica de la nueva colección •CATEQUISTAS EN FORMACION-. reseñada m ás abajo.
• Parroquia nueva: com unidad de amigos. Nicolás De Martin!.
Bajo el lema de -C am biar la Parroquia para cam biar la Iglesia y la sociedad-, esta obra
presenta un proyecto de nueva parroquia donde el pueblo viene a ser protagonista, junto a
la Jerarquía y desde la com unidad parroquial, de su propia historia de salvación y de la
transform ación del mundo.
Del PROYECTO DE PASTORAL JUVENIL EN LINEA CATECUMENAL;





En camino (Preadolescentes/li.
En cambio <Preadolescentes/2).
Con quién estoy (Adolescentes^), prim er tomo.
Con quién estoy (Adolescenles/2), segimdo tomo.

N u ev a c o le c c ió n c a te q u é tic a

CATEQUISTAS EN FORMACION
- Una colección dinám ica, que lance a la creatividad y no a) espontaneismo. que favorezca el pensar-hacer y el hacer-pensar, y no el
hacer por hacer.
- Una colección pedagógica que surge de un convencimiento; en el
grupo de catequesis el hacer y el decir son siem pre significativos.
Todo puede tener valor.
- Una colección teórica y práctica a la vez. que quiere p o ten ciar/o ya
experim entado por los grupos reflexionando sobre las teorías en
que se apoya la praxis.
- Prim eros títulos:
1. Iglesia en catequesis. Alvaro Ginel. José María Maideu y José
Sorando.
2. C atequistas: ¿hacer o hacerse? José M ana Maideu.
3. C ateq u istas p ara cateq u istas. José M aría Maideu.
4. A nim adores para una catequesis de sígnifícación. Alvaro Gínel y José Sorando.
5. Escuelas de cateq u istas en España. Alfonso Francia.

ENTRAL CATEQUISTICA SALESIANATel.2552000/ Alcalá, 164/MADRID-28

DE LA COLECCION «DOCUMENTACION Y SERVICIO >»

n.° 10.

A C T IV ID A D E S A L A IR E L IB R E , Autores varios. (2.® edición). U n a a m p lia
re c o p ila c ió n d e m a te r ia le s y a c tiv id a d e s p a ra e l c a m p o y la m o n ta ñ a o
p a ra io s ra to s d e tie m p o líb re .

33.

P R O G R A M A N D O UN C A M P A M E N T O , Miguel Burgui. P re m io e n e l C o n ­
c u rs o «El C a m p a m e n to id e a l» , d e la C a ja d e A h o rro s d e V a le n c ia .

n.° 36.

X A T IV A -8 1 , E X P E R IE N C IA DE UN C A M P A M E N T O C R E A T IV O , Miguel
Burgui. T é c n ic a s , m a te r ia le s y re a liz a c ió n p rá c tic a d e u n a c o lo n ia im a g i­
n a tiv a .

Pedidos a:
CENTRAL CATEQUISTICA S A L E S IA N A -c/ Alcalá, 164 • MADRID-28 • Teléf. 2552000