BS_1982_02.pdf

Medios

extracted text
DON

?■f

BOSCO

Una página para los niños

i -

EL
APRENDIZ
DE
VENTRILOCUO
Mis queridos amigos Juanito y
Mari:

Hoy no me encuentro con ganas
de bromas. Parece que me levanté
con el pie izquierdo y, para colmo,
por poco se lleva un coche mi pierna
derecha al otro mundo. Y ahora me
viene Juanito con esas: «Estoy
aprendiendo a ser ventrílocuo". Es
lo que nos faltaba, Mari. Y lo más
alarmante son las razones que da.
Primero, dice que quiere imitar a
Don Bosco, como cuando el Santo
hacia juegos y gastaba bromas a la
gente; y luego, el muy tunante
afirma a renglón seguido: «¡Menu­
das juergas voy a armar en clase!»
¿Qué piensas tú. Mari?
Yo creo que este Juanito ha visto
a María Jesús, a doña Rogelia, al
Pato y al León, y se ha dicho. «¡Esta
es la míal». pero ya verás, Mari, que
en vez de salirle la voz del vientre, le
va a salir por las narices. ¡Nosotros
si que nos vamos a reir de lo lindo!
Don Bosco si era un prestidigita­
dor, Claro que le costó lo suyo.
¡Menudos chichones y magulladuras
se llevó el lio para aprender a cami­
nar sobre la cuerda! Y Juanito se
cree que eso de hacer de ventrílo­
cuo es cosa de coser y cantar,
cuando yo sé que nunca ha tomado
una aguja en sus manos y tiene un
oído enfrente del otro... Bueno,
bueno, dejémoslo que él mismo se
convenza por sus fracasos.

Pero lo más simpático es que
Don Bosco todavía sigue gastando
bromas a sus amigos. Continúa
siendo el mismo prestidigitador para
sonreírse y pasar un buen rato con
la gente. Mirad cómo lo cuenta un
profesor de química de la Universi­
dad de Génova:
«El pasado mes de julio, ha­
biendo ido a Pérgine con motivo de
unos negocios, al volver, me di
cuenta de que no tenia en el bolsillo
la cartera. Guardaba en ella docu­
mentos muy importantes y la es­
tampa de Don Bosco. para mi tan
querida. Busqué en casa y fuera de
ella. Hice otra vez el viaje cuidado­
samente, volviendo por las mismas
calles, casas y farmacias visitadas. Y
nada: la cartera no aparecía por nin­
guna parte. Inútil fue también de­
nunciar el caso a los guardias de la
estación de Pérgine...
De regreso a Trento, a mi casa
de Plaza Venecia, 3-1,*, volví a bus­
car la cartera. Todo en vano. Hasta
que Itala, mi hija de 12 años, me
dijo: -«Papá, voy a encender una
vela y a rezar un padrenuestro ante
el cuadro de Don Bosco».

• En aquel mismo instante senti­
mos, lejos de mi y de la criada,
detrás de las espaldas de mi hija que
estaba rezando, un ruido claro de
algo que caía por tierra. La niña fue
la primera en volverse, recogerla y
entregármela, conmovida por la sor­
presa».

Mari, ¿quíéres que le dirijamos
una oración a Don Bosco? ¿Para
qué? Pues para pedirle que Juanito
aprenda a ser ventrílocuo y poder
reirnos un montón con sus ocurren­
cias.
-«No, porque entonces iba a
presumir más que un tonto».
-Vaya, vaya. Parece que te has
vuelto un poco ceiosilla...
-E s que asi nos iban a desapa­
recer las carteras, los bolígrafos, los
relojes y hasta las orejas, como te
descuidaras; y siempre le echaría la
culpa a sus muñecos...
Juanito sonríe a placer para de­
cir:

Yo me quedé pensativo y preo­
cupado. La vieja criada sonreía, ad­
mirando la ingenua devoción de la
pequeña. Cuando ésta se vuelve rá­
pida para decirme estas textuales
palabras:
-«Papá, parece que Don Bosco
me sonríe».

-«Sena la mejor ocasión para
encomendar los casos a Don
Bosco».
Ya veo que los granujas no tie­
nen remedio. Recibid un abrazo muyj
fuerte de vuestro mejor amigo.
PADRE RAFAEL

R evista d e la O bra de D on S osco
Año XCV • N.® 2 • F ebrero 1982
D ire tío r; RAFAEL ALFARO
Conseio de R edacción: Em ilio H er­
nández; Antonio G arcia Vera; Aroentina Sánchez Romo; Javier
Artuch.
Adm inistrador: Ramón G utiérrez.
D irección, R edacción y Adm ón.:
Alcalá. 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID - 28
Depósito Legal: M. 3.044-1958
Im prim e: Instituto Politécnico
Saiesianos-Atocha (M adrid)
(Con censura eclesiástica)

El Boletín Salesiano
se envía gratis
a la Familia Salesiana
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con los donativos
de sus lectores.

EN ESTE NUMERO
R e c u e n to ................
Teresa, viva entre nos­
otros ...................
Actualidad del mensa­
je de Teresa . . .
El Papa desde dentro.
El futuro de la Huma­
nidad se fragua en la
familia ...................
Cuando los hijos se
escapan ................
Luz-Vida, un movimien­
to juvenil en a u g e .
De caras inéditas a
rostros amigos . .
Un australiano en Gua­
temala ...................
Gracias. Don Rodolfo.
Africa en marcha . .
Jesús evangeliza de
n u e v o .......................
N o tic ia s .......................
Libros B S ...................
Nuestra gratitud . . .
Becas para las voca­
ciones salesianas .
Fueron a la casa del
P a d re .......................

1
2
4
8
10
12
16
18
20
21
24
26
28
30
31
31
32

NUESTRA PORTADA
Santa Teresa, inquieta y andanega, todavía sigue hablando y
caminando... Su espíritu tam­
bién lo hizo Don Bosco salesia­
no. sobre todo, a través de San
Francisco de Sales. -Nada te
turbe» era una de las frases
predilectas de nuestro Funda­
dor. quien asimisrrx} constituyó
a la Santa de Avila patrona de
las Hijas de María Auxiliadora.
Razón de sobra para dedicarle
unas páginas en nuestra revis­
ta en el Año Centenario Teresiarx).
Foto; José Luis INena

CENTRO SALESIANO
DE ESTUDIOS ECLESIASTIÍ

IxccuentOB

l

i o t e c a

P.° Delicias, 2 0 - MAD.RIl
Hace un año inaugurábamos el Centenario Salesiano de Es­
paña. Un número extraordinario del Boletín Salesiano se suma­
ba al libro «Don Bosco, cien años en España» y a la película so­
bre nuestra actividad a lo largo de un siglo. Son muchos los actos
celebrados en todo el ámbito de nuestra geografía para conme­
morar y celebrar los cien años de vida salesiana en España. Don
J. A. Rico los resume en carta dirigida a todos los hermanos de
las comunidades salesianas, y reflexiona sobre ellos. He aquí sus
palabras:
«Hemos celebrado nuestro Año Centenario Salesiano Espa­
ñol, con actos en las Casas, en las Inspectorías y a nivel nacional.
La presencia del Rector Mayor ha dejado impresión imborrable
y despertado estímulos para el comienzo del segundo centena­
rio, cuyos frutos recogerán nuestros sucesores.
A nivel nacional se tuvieron encuentros de los Consejos Inspectoriales con el Consejo Superior (Visita de Conjunto), de
Formadores (en Cuenca tres semanas), de Cooperadores (en
Campello), de Antiguos Alumnos en Sevilla, de las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora, en El Plantío, de Devotos de María Auxiliadora
en Salamanca, de jóvenes en el Campobosco 100 de Mohernando. de Escuelas Profesionales en Barcelona-Sarriá, de la Pasto­
ral de la Escuela Salesiana en Barcelona, Valladolid y Sevilla...
Y, a su paso por Barcelona, Madrid y Sevilla, el Rector Ma­
yor se ha dirigido a Directores de todas las Inspectorías, a los
Hermanos y, particularmente, a los Hermanos en las etapas ini­
ciales de la Formación. Don Scrivo, el Vicario General, ha esta­
do presente en el comienzo del Centenario en Sevilla; predicó
ejercicios espirituales a los Directores de Valencia y. últimamen­
te. a los de Córdoba y Sevilla. También han intervenido, en sus
respectivos campos, Don Juan Vecchi, Don Juan Raineri y Don
Bernardo Tohill.
Culmen del Centenario fue la magna peregrinación salesia­
na a Roma y Turín, con unos 5.500 participantes, que regresaron
a España entusiasmados por Don Bosco y por la Obra Sale­
siana...»
Nos parece que la celebración de estas fechas y estos actos
tienen dos conclusiones obvias. La primera es de acción de gra­
cias a Dios por el trabajo realizado. Este ha sido, en realidad, el
sentido de la fiesta de todo un año jubilar. La segunda, es la de
poner todas nuestras energías al servicio de la juventud en este
segundo siglo que nos ha tocado inaugurar.
Para ello, nuestra actitud es la de los humildes servidores
que, como María, saben decir «sí» a lo que nos piden Dios y los
hombres de nuestra ép>oca.
Por eso, el «recuento» de lo
que se ha realizado no es
otra cosa que un suma y si­
gue. Es un volver a empe­
zar, sí, pero con los cien
años de historia, que son ya
irreversibles.

Ejemplo de virtudes, y maestra.
Santa Teresa de Jesús, el día 4 de
octubre del año 1582, el mismo día
que, según el calendario gregoria­
no entonces vigente, fue traslada­
do al día 15, ni muy anciana ni
muy enferma, siempre fervorosa
de espíritu y ardiente en amor a
Dios y a la Iglesia, corrió en busca
del Esposo en Alba, perteneciente
a la diócesis de Salamanca, ha­
biendo recorrido un largo camino,
ilustrado por el don de la gracia,
un verdadero «camino de perfec­
ción. por el que, ejercitándose me­
diante la oración para el ministerio
del amor» se evadió más fácilmen­
te al «castillo del alma» y más pro­
fundamente penetró en él, y me­
diante la experiencia saboreó la
caridad, para unir a todos más es­
trechamente con Dios, e impulsar­
los más ardientemente para que
sintiesen con la Iglesia y se entre­
gasen igualmente a Dios.
HIJA DE LA IGLESIA

Actualidad del
mensaje de Teresa
Carla del Papa al Prcpósilo General de los
Carmelitas Descalzos en el Cuarto Centenario
de la muerte de Santa Teresa.
El mensaje de la Santa de Avila nos interesa a todos en
estas conmemoraciones. Nada mejor que las palabras del
Papa, de las que hemos tomado lo más importante. Tam ­
bién Don Hosco tuvo espíritu teresiano. «Nada te turbe»
solía repetirlo constantemente. También dio como patrono
de las Salesianas a Santa Teresa. Estas páginas de nuestra
revista sean un .sencillo homenaje a la Santa espafiola y uni­
versal.

Santa Teresa, por el hecho de
exclamar a la hora de su muerte
«soy hija de la Iglesia», mostró
claramente el estilo espiritual de
su inteligencia, por el que la con­
templación de Dios en Cristo se
convierte en contemplación aman­
te de su Iglesia; el deseo de consa­
grarse a la Iglesia; la inmolación
de sí misma por Jesús, en el com­
plemento de las cosas que faltan a
su pasión y para utilidad de su
cuerpo, que es la Iglesia.
También el libro del «Camino
de perfección», que se decidió a
escribir fijándose totalmente en
Jesús y en su Iglesia, termina con
la misma exclamación arriba cita­
da, que significa la razón absoluta
de sentir con la Iglesia, de partici­
par de la misma de una forma
viva, y de ayudarla, y es propuesta
pitr Santa Teresa como fruto de la
plenitud de la vida mística.
Así pues, como rodeada por
esta luz eclesial, comparece esta
virgen ilustre, cumplidos cuatro si­
glos exactos desde su muerte. Pa­
blo V!. predecesor nuestro, de
grata memoria, al declararla diKtora de la Iglesia el ano 1970. ma­
nifestó el anuncio de que se propa­
gase el deseo transmitido ptír ella,
«a fin de que la misma cumpliese
con mayor autoridad su misión sa­
ludable en su misma familia reli­
giosa. en la Iglesia errante y en el
mundo», en este espacio de tiempti y en esta inclinación de los es­
píritus a la renovación, consecuen­
cia del Concilio Vaticano II. cum­
plido el cuarto siglo de la muerte

centenario teresiano
de Sama Teresa, excita eficazmen­
te a los espíritus a que se convier­
tan a los bienes supremos, por
cuya causa Santa Teresa consumió
su vida y que el mismo sínodo uni­
versal hizo patentes a los hombres
de nuestro tiempo.
LA IGLESIA. SACRAMENTO
DE SALVACION
Mujer de raro ejemplo, conmo­
vió al siglo, en el que se celebraba
el Concilio Tridentino. con el es­
píritu orientado en sumo grado
hacia la Iglesia, y que se podría
considerar casi carismático. Consi­
deró a la Iglesia como sacramento
de salvación, lo que se realiza en la
Sagrada Liturgia, interpuesta la
misión propia del mediador de la
jerarquía y del sacerdocio, a cuyos
miemoros corresponde ser «luces
de la Iglesia».
Teresa conoce perfectamente el
martirio del cuerpo de Cristo di­
vidido y profanado y entiende ho­
nestamente que el amor de Dios
debe impulsar a trabajar generosa­
mente en favor de la Iglesia.
Estas son sus palabras; «El
amor, en efecto, no consiste en un
gusto espiritual, aunque se funda
en que deseemos agradar a Dios
en todas las cosas con firmeza de
espíritu, y. con el máximo interés
que podamos, procuremos no
ofenderlo y le pidamos con el má­
ximo fervor que siempre se au­
mente el honor y la gloria de su
Hijo unigénito y se amplíen cada
vez más los fines y los límites de la
Iglesia Católica.
Por esta causa, en el libro de su
vida, después del discurso en tor­
no a las cosas que sirven realmente
a la Iglesia, exclama: «Aquellas vi­
das felices, que se sitúan en esta
obra», y mientras se ve afectada
por máxima aflicción y angustia ai
contemplar la división del único
Cuerpo de Cristo, se dilata su es­
píritu cuando intuye nuevos cam­
pos de las obras misionales exis­
tentes en América, y verdadera­
mente vale también contemplar a
Cristo y contemplar a la Iglesia,
que. existiendo en el tiempo, ad­
ministra las cosas de Aquel y ex­
presa el misterio viviendo.

beración o la salvación de una sola
alma quiere que sus hijas, consa­
grándose gustosamente, acepten
las asperezas, a fin de que el señor
"proteja a su Iglesia” y dirijan sus
aspiraciones a esto. En estos tér­
minos se dirige a ellas: “Si no
orientáis las oraciones, deseos,
disciplinas y ayunos a aquel objeti­
vo que dije (es decir, a la Iglesia y
a la sagrada jerarquía) estad segu­
ras y pensad que no hacéis ni cum­
plís el fin para el que os ha congre­
gado el Señor en este lugar”».
Teresa conoció que su vocación
y su oficio era orar en la Iglesia y
con la Iglesia, comunidad orante,
a la que el Espíritu Santo anima
para que con Jesús y en Jesús ado­
re al Padre en espíritu y en ver­
dad. Al meditar en torno al miste­
rio de la Iglesia, que sufría en
aquellos tiempos, comprendió la
ruptura de la unidad, la traición de
muchos cristianos, la corrupción
de las costumbres, considerando
ser como una recusación, despre­
cio. profanación del amor, hasta el
máximo, y la violación de la amis­
tad divina.
Los hombres, al no aceptar la
Iglesia y al no vivir con ella, se­
gún su magisterio, rechazan a
Cristo y a su amor. Esta es la con­
secuencia de estas cosas, por la
que se distingue singularmente la
reforma de los carmelitas, la cual,
sin embargo, no manifiesta ningu­
na lucha o reclamación, sino que
es como amiga de Dios. Todos mis
deseos miraban a esto: dado que el
Señor tiene muchos enemigos,
pero amigos pocos, que estos po­
cos. al menos, fuesen buenos. De­
cidí firmemente ante mí misma
promocionar aquello poquito aue
en mí existía, es decir, según los
consejos evangélicos, con la mavor perfección posible y compro­

MIL VIDAS POR LA
SALVACION DE UN ALMA
La Santa Madre, «preparadísi­
ma para ofrecer mil vidas por la iiFachada del Convento de San José
de Avila, primera furtdación de las
Descalzas. Foto: J. L Mena.

í:

meterme a que aquellas pocas
monjas, que aquí están, hicieran
lo mismo.
LA ORACION. UN DIALOGO
FAMILIAR CON DIOS
Así. pues, la oración quería que
fuese seguimiento generoso de
aquel que nos amó en tan gran me­
dida y que no fuese otra cosa uue
un coloquio entre amigos y un aiálogo familiar con Dios en el que
tratamos en secreto y por el que
nos sabemos amados. Es decir,
por la oración, nosotros mismos
nos entregamos a la caridad, que
el Espíritu Santo derrama en nues­
tros corazones, asociándonos co­
mo hermanos y amigos a Jesús,
que clama; Abba, padre.
Teresa tiene el convencimiento
de que en las oraciones, con la
ayuda del Espíritu Santo, reza
toda la Iglesia, de donde resulta
que cualquier contemplación so­
brenatural. en su verdadero nom­
bre. impulsada por la fe y la cari­
dad. tanto en la sagrada liturgia,
como en la escucha y en la alaban­
za de Dios, como en la adoración
silenciosa, con las que el Padre es
glorificado y se inicia la comunión
con Jesucristo, es al mismo tiempo
ayuda prestada a mi dulce Jesús en
la Iglesia, según afirma la santa
virgen y maestra.
Cuando alguno ora, cuando vive
de la oración, cuando en la ora­
ción experimenta a Dios vivo y se
entrega al mismo, entonces siente
la sensación de contemplar a la
Iglesia desde más arriba, en la que
Cristo continua su presencia mis­
teriosa con la ayuda de la gracia.
Esto ptme de relieve que urge una
máxima fidelidad hacia la Esposa
de Cristo. Esto impulsa en el fon­
do del alma a trabajar en favor de

centenario teresiano
nunca se apartan o se alejan de
ella, sino ve con la máxima eviden­
cia que... ene! hondón de su alma,
en el más profundo recogimiento,
que le está presente esta divina
compañía y la siente en sí misma.
Se trata de los dones excelsos de
Dios, los cuales están vigentes y
florecen en íntima familiaridad
con El. operada por la gracia y en
la certeza, llena de fe y amor, de la
presencia del Señor dentro del pe­
queño cielo de nuestra alma. Por
eso, quien en el uso de la vida es
totalmente fiel al amor de Dios,
habitante en El; quien busca su
rostro con fe; quien cumple su vo­
luntad fervientemente en la obras,
sobre todo dándose a los herma­
nos, puede participar de la expe­
riencia de aquél, la cual no niega
Dios a los pequeñuelos en su rei­
no. a quienes el Padre revela los
misterios de su amor.

cia de aquel que es el autor de
aquella unión y en cuyas primeras
partés actúa permanentemente
como amigo, que habla, aunque
sin ruido de palabras, y se entrega
en forma inefable. Santa Teresa,
la Iglesia con todas sus fuerzas. por tanto, considera la vida de
Cuando la oración, actuando más oración como la máxima manifes­
vehemente el amor de Dios, de­ tación de la vida teologal de los
muestra una amistad íntima con fieles que, al creer en el amor divi­
Dios y avanza hacia El para elimi­ no, se despojan de todas las cosas
nar la amistad o la unión del amor, para conseguir totalmente su ple­
mientras que la criatura somete to­ na presencia de amor.
La experiencia de Dios es la co­
talmente su voluntad al amigo di­
vino. entonces la amistad se con­ munión admirable con El, el espí­
ritu plenamente abierto a su labor
vierte en fermento apostólico,
causa de alegría para la Iglesia y juntamente con cierta sabrosa sa­
para los hombres, como voz pode­ biduría. infundida por el Espíritu
rosísima que penetra en el corazón Santo, mientras la mente y el cora­
divino y que redunda en bien de zón se adhieren al Verbo Encarna­
do. dulce Jesús, puerta por la que
todo su pueblo.
se va al Padre y por la que el Padre
concede a algunos un trato fami­
liar: por esta puerta es necesario
IMPORTANCIA DE LA VIDA
entrar, dice Teresa, si queremos
DE ORACION
que se nos revelen ciertos grandes
Estas cosas nos enseña .Santa secretos, por la Suprema Majes­
tad. Así. pues, no busques otro ca­
Teresa con la autoridad que radica
en aquel que señaló el camino, ha- mino. aunque llegases a la cumbre
bicmlo deducido de la práctica de la contemplación: marcharás
vida que no hay amor respecto a por este camino con firmeza y se­
guridad. Este es nuestro Señor, de
Cristo que escape al amor con el
que alguno se consagra a la Igle­ quien y por quien nos llegan todos
sia. ni que existe voluntad obser­ los bienes.
Por esta causa, la Maestra de
vante de hijos en la Iglesia que no
este santo trato se funda siempre
muestre fersientemenic las obras
congruentemente en Cristo, el
realizadas mediante la oración que
Hijo de Dios hecho Hombre, cuya
da la fuerza y solidez. Según la
amistad y compañía iluminan el
misma definición de la oración
pmpucsta por Teresa, según la cual camino de la vida espiritual y con­
aquélla es unión familiar y colo­ ducen hasta la altísima experiencia
quio con Dios, se exige que se al­ del misterio de la Santísima Trini­
dad. cuando la criatura se conven­
cance anteriormente una cierta
presencia viva, es decir, la presen­ ce de que estas santas personas

La transverberación de Santa Tere­
sa. Asi la vio Bernini y nos dejó esta
maravillosa escultura barroca, ve­
nerada en la Iglesia de Santa Mana
de la Victoria de Roma.

DIOS LLAMA DE DIVERSOS
MODOS A LOS QUE
QUIEREN SERVIRLE
Dios no niega a nadie el agua de
la contemplación, según asevera
Santa Teresa. Incluso, lo que es
más, pública y abiertamente nos
llama a plena voz; pero como es
tan bueno, no por ello nos fuerza
en-absoluto. Y lo que es más toda­
vía, llama en verdad de muy diver­
sos modos a los que seguirle quie­
ren. de tal manera que nadie se
vaya en ayunas y no confortado, o
muera de sed.
Según Santa Teresa, la expe­
riencia de Dios está unida con la
fidelidad a la oración. Por esta
causa aconseja con urgencia que
nos apliquemos la contemplación.
Pues Dios, que siempre es fiel,
viendo preparadas las almas, no
desea otra cosa sino llenarlas de
dones. Ciertamente, no quiere in­
ferir a nuestra voluntad ninguna
violencia, pero no se nos da todo a
nosotros antes de darnos a El to­
dos y totalmente.
De esta manera se entiende por
qué la Santa Madre exhorta al
hombre espiritual a insistir en la
oración, aunque expire durante el
camino. Ciertísimamente, dice,
me persuado de que este agua viva
de la contemplación de ninguna
manera ha de faltar a quienes en el
camino no estén adheridos. Es
éste un don egregio que otorga
Dios para que experimentemos su
presencia, la cual es una donación
dilatadora del hombre y que lleva
al grado de amor y salud misma
cuyo sacramento del mundo es la
Iglesia.

>

centenario teresiano
Sala capitular del Convento de San
José de Avila con la imagen de la
Santa Doctora.

LOS QUE LLEVAMOS EL
HABITO ESTAMOS
OBLIGADOS A LA ORACION
Que el tiempo que estamos vi­
viendo es insigne por un cierto
sentido de Iglesia y de oración. Pa­
rece ser un tiempo de gracia aco­
modado. de un modo particular, al
magisterio y a la experiencia de
Teresa. Pues ella, dotada de la
fuerza que procede del curso y
costumbre de la vida, invita a to­
dos a que amen a Cristo y a su

Con los debidos permisos, nuestro
fotógrafo sorprendió a las monjas
de San José de Avila en oración, en
el coro del primer convento teresiano. Foto: J. L. Mena.

Cuerpo Místico para gozar en el
mismo Espíritu que mueve ani­
mándole y vean cuán suave es el
Señor.
Desde el comienzo de nuestro
pontificado hemos puesto constan­
temente este aviso en el primer
discurso en la Capilla Sixtina y
después aconsejamos se conserve
la fidelidad hacia la Iglesia; al mis­
mo tiempo, y con frecuencia, he­
mos aconsejado a sus hijos a per­
manecer en oración, adoración.

escucha de Dios que habla dentro,
contemplación, y en la encíclica,
que comienza con las palabras
«Dives in misericordia», hemos in­
culcado la oración y la invocación
de la bondad divina, como un de­
recho y un deber de la Iglesia.
Esta invitación se dirige primero
a los entregados con un nuevo tí­
tulo al seguimiento de Cristo. Vir­
gen, pxjbre, obediente, y a los cua­
les frecuentemente hemos adverti­
do de su ¡>eculiar unión con la Igle­
sia. puesto que nunca se puede se­
parar la fidelidad hacia Cristo, so­
bre todo en la vida religiosa de la
fidelidad hacia la Iglesia. Exhor­
tándoles a asociarse px>r la oración
a Cristo, aseguramos que la vida
religiosa carece de sentido sin la
plegaría, que se separa de su fuen­

te. que pierde su sustancia y no
consigue su fin prefijado.
La piadosísima Madre vuelve su
ánimo amoroso también hacia los
institutos y congregaciones que si­
guen su espíritu y forma de perfec­
ción en el camino apostólico al que
se entregan y que tan veraz es en
la Iglesia y ciertamente en los di­
versos campos de la caridad y asis­
tencia social; tales, en efecto, que
hacen de cualquier reunión con los
hermanos una invitación para la
comunión con Dios.
Esta exhortación de Santa Tere­
sa parece ser como un estímulo
que las incita a la oración y a la ac­
ción, conservando, sin embargo,
la unidad de vida que exige la fide­
lidad para la contemplación: que.
cuando alguien avanza más en la
oración, tanto es más apropiado
para procurar el consuelo y la sa­
lud de los prójimos, sobre todo de
las almas; y que cuando saca a una
sola alma del estado de pecado pa­
rece haber de dar muchas vidas.
Santa Teresa vive y habla toda­
vía en la Iglesia. Diríjanse con efi­
cacia las mentes movidas por un
nuevo estímulo a los ejemplos y
doctrina de su vida, principalmen­
te durante el año ya comenzado
que se dedica a su memoria.
En fin, impartimos la bendición
apostólica, augurio de dones celes­
tiales, a ti. amado hijo, hermanos
y monjes carmelitas descalzos y a
los demás alumnos de la disciplina
leresiana con ánimo benevolente.
Dado en Roma, junto a San Pe­
dro, el día 14 de! mes de octubre
del año 1981. tercero de nuestro
pontificado.
Juan Pablo, Papa II
(Texto latino recibido por télex:
traducción de ECCLESIA)

d escalzo

JOSÉ
aébekd J

dios sacerdotales, de su labor pas­
toral como sacerdote, como obis­
po. de su aportación al Concilio...
Martín Descalzo posee una plu­
ma ágil, alegre y aguda. Sabe ba­
rrenar en la psicología del perso­
naje y hacerle hablar desde den­
tro, desde las circunstancias en
que vive. Así nos ofrece unas pági­
nas intensas, inolvidables. Uno las
lee sin darse cuenta, pero uno es
distinto después de haberlas leído.
No puede quedarse indiferente.
Los editores han hecho bien al
concederle a este autor los hono­
res del comienzo. El libro se aga­
rra a nuestras manos. Ya no pode­
mos soltarlo hasta la última pági­
na.
Juan Pablo II ha pasado por
múltiples experiencias. Ha vivido
en plenitud. Como Papa podrá ha­
blar por experiencia propia. «Un
día, cuando hable en Brasil a los
obreros, podrá con toda justicia
llamarles “compañeros”: porque
habrá sido el primer Papa de los
tiempos modernos que ha dedica­
do lo mejor de su vida a la maza,
la máquina, la vagoneta y la pala».
UN FASCINANTE LIBRO DE
VIAJES

'dices d®"
e d e b é

El Papa
desde dentro
UN GUIA VIGOROSO
Tenia que salir un libro como
éste. Completo en sus partes, bien
definidas y definitorias. que pre­
sentan la figura de Juan Pablo U en
tres momentos: su figura humana
y sacerdotal, el reportaje de esos
gestos que son sus viajes, y una en­
trevista para hacerle hablar en
persona acerca del contenido de
los problemas que acucian a los
hombres de nuestro tiempo.
El libro está escrito por tres au­
tores. pero cosidos de tal manera
que se completan y complemen­

8

tan. cada uno en su estilo y en su
campo. Tres autores distintos y un
sólo libro verdadero, interesante,
cautivador.
Rompe el fuego José Luis Mar­
tín Descalzo, conocido escritor,
periodista y poeta. Esta primera
parte del ensayo viene titulada
'’Un guia vigoroso». El escritor
traza una larga semblanza del
Papa Juan Pablo. Habla de su
vida, de su infancia, de su voca­
ción, de sus estudios universitarios
en Cracovia, de su resistencia a los
nazis, de su experiencia de obrero,
de su afición al teatro, de sus estu­

Así titula Manuel de Unciti la
segunda parte del libro. Y comien­
za con la narración del atentado
sufrido por el Papa en la fecha ya
inolvidable del 13 de mayo del 81.
¿Había que cortarle las alas?, se
pregunta el escritor. Porque este
Papa ha entendido como pocos su
misión de evangelizador de todos
lo pueblos.
Manuel de Unciti también nos
tiene acostumbrados a sus análisis
y artículos de extraordinario ensa­
yista y periodista, como director
de Pueblos del Tercer Mundo,
como articulista en «Ya», en «Illuminare», en «Vida Nueva»...
Con todos sus sentidos sigue los
pasos de este Papa inquieto y an­
dariego. Cada uno de sus viajes
tiene un sentido secreto que el au­
tor nos descubre en unos títulos
precisos y definitorios. México
será el viaje al nuevo mundo futu­
ro; Polonia, viaje a sus propias
raíces; Irlanda, viaje a un lugar
conflictivo; Estados Unidos, viaje
a la estatua de la Libertad; Africa,
viaje a la hora de la negritud;
Francia, viaje a la secularidad;
Brasil, viaje para confirmación de
los hermanos; Alemania, viaje a la
patria de la Reforma; Filipinas-Ja­
pón, viaje a las fronteras de la fe.
Resulta emocionante y consola­
dor leer ahora, de vuelta, las im-

presionantes muestras de fe y de
esperanza suscitadas en todos los
caminos de este Papa viajero.
Aquí las tenemos en unas páginas
deliciosas. Al terminarlas de leer,
uno queda contagiado con el entu­
siasmo de las gentes y reflexiona
con uno de los obispos brasileños:
«El Santo Padre nos ha dado este
gran estímulo para continuar to­
das las iniciativas pastorales y em­
prender otras nuevas». Juan Pablo
II siempre acaba ganando el cora­
zón de todos y estimulando el co­
raje de vivir y de trabajar.
PAPA WOJTYLA, <OUE
DICES DE...?
Y la tercera parte, la más docu­
mentada. la del contenido, la que
nos interesa a la hora de consultar,
de saber lo que dice, lo que piensa
el Papa, el mensaje y el pensa­
miento del pontífice.
Ramón Alberdi, profesor saleEl Papa visita el Instituto Saiesiano
Eslavo de Roma. Es recibido por
unos obispos eslavos y el director
del centro.

Diálogo de Iglesia y mundo, la
promoción humana y la evangelización, la Iglesia de los pobres, la
«africanización» de la Iglesia, el
ecumenismo. los' problemas de
nuestro tiempo...
Y. finalmente, nos presenta las
cuestiones sobre la vida interna de
la Iglesia, las tensiones de la Igle­
sia. la colcgialídad. la vocación, el
celibato ministerial, la tercera
edad, la oración, la penitencia, el
coraje...

El Santo Padre examina con interés
aigunas obras editadas por el cen­
tro saiesiano eslavo de Roma,
acompañado por el rector Mons. Do­
mingo Hrusovsky.

siano de Historia de la iglesia en el
Centro de estudios de Marti-Codolar de Barcelona, nos ofrece
unas páginas densas de contenido
y de fácil lectura. En estilo perio­
dístico hace una entrevista imagi­
naria a Juan Pablo II. En realidad
nos presenta un interesantísimo
cuestionario de preguntas que el
mismo autor contesta a través de
documentos de! Papa. Por ello
adivinamos e! trabajo ímprobo de
estudio y de síntesis. La agudeza

del profesor ha sabido resumir en
breves páginas los puntos más im­
portantes tratados por el Santo Pa­
dre en sus encíclicas, discursos y
mensajes.
En primer lugar, nos hace ver
las cuestiones que están en la ca­
lle. las que más interesan al pue­
blo. Nos habla de la libertad, de
las libertades, de las desigualdades
sociales, de los derechos humanos,
de la emancipación de la mujer, de
la familia, del divorcio, del aborto,
de la guerra, de la paz. del desar­
me, de la no violencia, del trabajo,
de la educación, del Tercer Mun­
do. de la juventud...
Luego nos presenta las cuestio­
nes de la Iglesia ante el mundo.

«Sin duda, dicen los editores,
Juan Pablo II se ha alzado como
expresión y símbolo del retorno a
los valores del espíritu en un mo­
mento en que el mundo se empie­
za a dar cuenta de que está derro­
chando su herencia espiritual».
El libro que comentamos pone
en nuestras manos un testigo^ un
testimonio emocionante. La vida y
la palabra de un hombre «a lodo
dar», expresión del delirio de los
católicos mejicanos.
Rafael ALFARO
J. I. M artín D escaí»). .M <le U n o ti. K . A l­
b erd i: Papa W a /ly la , . q u f d u n d e .. . ? Edacnrnes Don Bosco (Eaeoe}. B atce io na. IW I.
Págk. 256.

la «famüiaris consortio»

-1

/.N

EL MATRIMONIO. SIGNO
DE LA ALIANZA DIOSHOMBRE
La segunda parte presenta
«El designio de Dios sobre el
matrimonio y la familia». La
Iglesia, siguiendo las enseñan­
zas de Cristo, vuelve al «prin­
cipio». Y este principio está
marcado por el gesto de Dios
Amor que crea al hombre a su
imagen: lo llama a la vida por
amor y al mismo tiempo lo lla­
ma al amor y a la comunión.
La comunión hombre-mujer
en el matrimonio es símbolo
de la alianza de amor entre
Dios y los hombres, alianza
que encuentra su relación defi­
nitiva en Jesucristo. El revela
la verdad original del matri­
monio sobre todo en el sacrifi­
cio de amor que hace de sí
mismo en la cruz por la Iglesia
su esposa y perpetuado en el
sacramento de la Eucaristía: el
matrimonio de los bautizados
es una representación real de
tal amor.
En el matrimonio y en la fa­
milia se constituye un conjun­
to de relaciones interpersona­
les (relación conyugal, pater­
nidad-maternidad . filiación.
fraternidad), mediante las cua­
les toda persona humana que­
da introducida en la «familia
humana» de la sociedad y en la
«familia de Dios», que es la
Iglesia. Así el matrimonio y la
10

Exhortación de Juan Pablo II, «Familiaris
consortio»

“El futuro
de la Humanidad
se fragua
en la familia”
La parte primera, «Luces y sombras de la familia en la
actualidad», es una descripción rápida de la situación de la
familia en el mundo actual, caracterizada por un conjunto
de valores y contravalores por aspectos positivos y por as­
pectos negativos o problemáticos. La Iglesia, para cumplir
en este momento su misión evangelizadora, siente la ur­
gencia de conocer a fondo tal situación. La nueva cultura
familiar es abordada y leída por la Iglesia a la luz del
Evangelio.

la «familiaris consortio»

tamilia cristiana edifican la
Iglesia, ya que mediante la re­
generación del bautismo y la
educación en la fe. los hijos
son introducidos también en la
comunidad eclesial.

rrollo en que se encuentre».
La Iglesia proclama esto a los
Gobiernos y a las autoridades
públicas; repite esto a cada
una de las parejas proponien­
do de nuevo con claridad la
doctrina y la norma siempre
antigua y siempre nueva,
como han sido recientemente
expresadas, con espíritu profético, por el concilio Vatica­
no II y la encíclica «Humanae
Vitae» de Pablo VI.
La Iglesia conoce las múlti­
ples y graves dificultades que
muchas parejas encuentran
hoy en la cuestión de la regula­
ción responsable de la fecundi­
dad; pero por esto mismo sien­
te todavía más fuerte su amor
por la «verdad completa» del
hombre y la mujer y su recí­
proca donación conyugal.
LA EDUCACION DE LOS
HIJOS, TAREA PATERNA

Sobre la educación de los hi­
jos, el documento repite con
fuerza el derecho-deber de los
padres como esencial, original
y primario, insustituible e ina­
La tercera parte trata de la lienable, cuyo contenido es la
■Misión de la familia critiana». educación en los valores esen­
La familia está llamada a «ser» ciales de la vida humana (entre
lo que es. comunidad de amor los cuales está la educación se­
y de vida, mediante el cumpli­ xual «clara y delicada»).
miento de cuatro cometidos
Sin delegar a otros, y de
generales:
acuerdo con la ley de la subsidiariedad. la tarca educativa
1} Formación de una comu­ de los padres puede y debe va­
nidad de personas: «Su primer lerse cíe las otras fuerzas edu­
cometido es el de vivir fiel­ cativas. tanto civiles como
mente la realidad de la comu­ eclesiales.
nión con el empeño constante
3) Participación en cl desa­
de desarrollar una auténtica
comunidad de personas», de­ rrollo de la sociedad. La fami­
jándose guiar por el principio lia. en cuanto «célula primera
y vital de la sociedad», no sólo
interior del amor.
2)
Servicio a la vida en su debe ser defendida y promovi­
doble momento de la transmi­ da en sus derechos y en el
sión de la vida y de la obra cumplimiento de sus deberes
por parte de la sociedad y del
educativa.
Estado, sino que debe asumir
En el contexto actual de la también responsablemente su
anti-life mentality (mentalidad incumbencia para el desarrollo
contra la vida), la Iglesia «está de la sociedad.
en favor de la vida», y de nue­
4) Participación en la vida y
vo declara a todos «su volun­
tad de promover con todo me­ misión de la Iglesia. La familia
dio y defender contra toda in­ cristiana, como «Iglesia do­
sidia la vida humana en cual­ méstica», tiene su lugar y su
quier condición o fase de desa­ función en la comunidad cris­

CUATRO COMETIDOS
DE LA FAMILIA
CRISTIANA

tiana, llamada como está por
el sacramento a condividir la
misión de salvación propia do
la Iglesia. La participación do
la familia es comunitaria (por
parte de todos sus miembros),
y se realiza a través de los va­
lores característicos de la fami­
lia. como son el amor y la vida.
«LA IGLESIA NO JUZGA
NI CONDENA»
La cuarta parte examina
«La pastoral familiar» conside­
rando tiempos, estructuras,
agentes y situaciones difíciles.
• Tiempos: Acompañando
a la familia en su camino,
la Iglesia está comprome­
tida en la preparación al
matrimonio y en la litur­
gia.
• Estructuras: En el ámbito
de la comunidad eclesial y
en particular de la parro­
quia, que es cl centro
operativo de la pastoral,
«hay que reconocer el
puesto singular que, en
este campo, corresponde
a los esposos y a las fami­
lias en virtud de la gracia
recibida en el sacramen­
to».
• Agentes: Además de la fa­
milia. el documento re­
cuerda la acción específi­
ca de los obispos y sacer­
dotes. religiosos y religio­
sas. laicos especializados,
destinatarios y agentes de
la comunicación social.
• Situaciones difíciles (por
ejemplo,
matrimonios
mixtos, matrimonios a
prueba, uniones libres de
hecho, católicos unidos
con mero matrimonio ci­
vil, separados y divorcia­
dos no casados de nuevo,
divorciados casados de
nuevo y los privados de
familia). La Iglesia, mien­
tras se abstiene de juzgar
y sobre todo condenar a
las personas, no se cansa
de proponerles la «ver­
dad».
11

Que sí.
Que los que se escapan son
millares. Abran los periódicos,
escuchen la radio de cualquier
día. Pregunten a instituciones
como el Teléfono de la Espe­
ranza. Lean: «Quisiera locali­
zar a mi hijo X. de quince
años. Falta de casa desde hace
un mes». «Desearía encontrar
a mi hija, desaparecida hace
unos me.ses. Se llama X v tiene
catorce años. Llevaba una fal­
da escocesa y jersey rosa»...
La alarma y la angustia cun­
de hoy y, como reguero de
pólvora, convulsionada a infi­
nidad de hogares, por desgra­
cia, de todos los estamentos so­
ciales. Y lo mas preocupante
es lo que. luego, conocemos
de los finales: unos que se dro­
gan y terminan en deshechos
humanos o a lo mejor —aun­
que no todos— en delincuen­
tes. Claro que. por lo general,
no eran esas sus intenciones.
Otros vuelven, acosados por la
necesidad. Otros no: más tris­
te aún es el caso de quienes no
son buscados por nadie y. frus­
trados. retornan cuando no
tienen va donde ir.
!. CARTAS
BOCA ARRIBA
Que aquí se corre el peligro
de querer justificarse cogiendo
el «rábano por las hojas».
Absurdo el culpabilizar pri­
mordialmente al niño.
• No padres, no tenéis ra­
zón.
Todos hemos escuchado a
padres, como sacando punta a
estas miserias de su hijo: «si le
está bien empleado, así sabrá
lo que es la vida y lo que sus
padres se sacrificaron por él».
«A cualquier cosa llaman reircsión». «Lo que busca es el
ibertinaje».
Pero poco dicen que la fuga
no ocurrió de repente, que el
hijo tuvo que escoger entre
dos imágenes: la familia o la
panda. ¿Se marchan o les he­

f

12

Cuando los hijos
se escapan...
cha el ambiente? Un número
considerable de los jóvenes es­
capados de sus casas admiten
haber sido maltratados en sus
hogares —física o emocional­
mente— y haber intentado por
primera vez huir de una situa­
ción intolerable. Antes de la
adolescencia no habían tenido
más alternativa que la de so­
meterse... Y así, un día, sin
razonar tal vez ni calcular la
huida, se fueron a la desespe­
rada. Iban en busca de una
emancipación que es un hecho
natural, paso obligado: en la
familia, se les impedía y cual­
quier intento hacia ella era
considerado como algo delicti­

vo... Es más: en muchos casos,
mejor que de huida tendría­
mos que hablar de deseo de
encuentro con la vida.
• Ni suele ser correcto el
modo como concluyen muchas
de estas peripecias...
El correcional. la Guardia
Civil, la bronca previsible, el
dramatismo con aquello de
que «qué desgracia», el recha­
zo. la marginación suelen estar
al término de todo el proceso.
Pero de poco servirá el hacer­
les volver o el reducirles por la
fuerza si antes no se han re­
suelto los problemas que moti-

jovenes
varón la fuga. Esta se repetirá
de nuevo y ahora, sin dejar,
posiblemente, el menor rastro:
a la conquista de unos dere­
chos propios y rechazando de
plano la vida familiar.
Y lo de las cifras, otro pro­
blema de relativa importancia.
• Claro que se aventuran
algunos números: ¿millares?,
¿decenas de millares? Estadís­
ticas recientes publicadas en al­
gún diario nacional daban por
cierto el que oscilaban entre
20.000 y 30.000 los menores de
dieciocho años que, anual­
mente. abandonaban la casa
sin decir adiós. De ellos, antes
eran chicos el 80 por 100. aho­
ra. en la desbandada, figuran
un 50 por 100 de chicas. Se
realizaría ello, gota a gota, en
los días laborables. A cientos
en los fines de semana y vaca­
ciones estivales: unos 10.000
en los meses de estío: «tienes
un sitio donde ir y, en caso de
apuro, puedes dormir al aire
libre».
Según datos de la policía, en
1978 fueron apresados o con­
tabilizados 2.242 menores de
dieciocho años fugados. Pero
como los padres no denuncia­
ban siempre, ni la fuga es un
delito, se cree que sólo el 5 por
1(X) de los fugados pasan a ser
detenidos.
En consecuencia, cualquiera
de las cifras antes dicha resulta
poco representativa y menos si
se acepta la imposibilidad de
hacer balance de tantos otros
casos de real y dolorosa ruptu­
ra. aunque ésta, por diferentes
razones, no se haya consuma­
do.
Hay cosas muy preocupantes
• Antes de nada, el doble
hecho que hoy se constata: pri­
mero y como antes se sugería,
que también a «ellas» les llegó
esta fiebre. Y, segundo, que se
trata de un fenómeno masivo
que va en aumento y que con­
tinuará si las cosas no cambian
mucho y pronto.
• Y con ellos, una doble ta­
rea: el dar con las causas que
empujaban a estos adolescen­

tes: ellos bien saben porqué
huyen, aunque no acierten con
el camino. Y arbitrar, luego,
remedios que no parecen
anunciar demasiado fáciles.
¿Lo intentamos nosotros?
II. MAS QUE HACERSE...
LES HACEMOS
/. En las familias desestahilizadas, ellos son frutos in­
maduros
Ahí está, con síntomas ya
de «hacer agua» el que fuera
hasta ahora el tipo dfe familia
moderna, la llamada «familia
nuclear»: crisis de la pareja,
multiplicidad de modelos fa­
miliares. huida del matrimo­
nio. matrimonios irregulares,
comunas.
Pero lo que no ofrece duda
es el hecho de que hogares
como éstos, en crisis, no son el
mejor caldo de cultivo donde
el hijo en cuentre sosiego.
Desconcertado éste y mientras
el contencioso se sustancie por
los adultos, no será raro si sim­
patiza con la delincuencia, la
agresividad. la degradación
psicológica... Esta ansiedad e
inseguridad refuerza su vincu­
lación con los amigos, con la
panda: La HUIDA.
2. Una familia que les echa
La lista de causas familiares
podría ser interminanle

— Padres autoritarios con
secuela de chantajes que ejer­
cen sobre los hijos sin remil­
gos.
— Padres narcisistas que.
lejos de todo realismo, no
aceptan el fracaso escolar, la
incompetencia o debilidades
en el niño: quieren mirarse en
su obra, el hijo, más perfecto
que ellos.
— Crisis, también por los
fallos de la madre en su papel
tan influyente con los hijos y
especialmente en los casos en
que falta el padre por alcohóli­
co, emigrante, fallecido... En­
tonces resta «ptKo padre y mu­
cha madre» que, al no estar
preparada y tener que hacer
ios dos papeles, no adopta nin­
guno, pasando de un extremo
de rigor a una gran debilidad.
— Hogares conflictivos don­
de los malos modales, los
gritos, las imposiciones resul­
tan ser la moneda corriente
entre los esposos.
— Se añade a esto la agudi­
zada lucha generacional que
bloquea cualquier comunica­
ción: esta situación conlleva el
que sólo se observen, se es­
píen y descubran exclusiva­
mente lo negativo, ignorando
tantas otras cosas positivas en
el hijo.
— Suelen, también, olvidar
algunos padres que deberían
ceder en parte, para no per­
derlo todo. Se exige, con fre­
cuencia, un cambio de golpe.

— Roger, »i realmente querías castigar a tus
EN CASA en lugar de HUI

res, ¡DEBISTE QUEDARTE
DE ELLAI

13

jovenes
¡Alto ahí, amigos] ¿Adónde vais vo­
sotros si sois unos crios?

repentino, sin contrapresta­
ción alguna por parte de los
padres...
— Y más grave y humillan­
te, cuando al hijo parado se le
infunde sentimientos de frus­
tración. de inutilidad o se le
echa en cara que, como parási­
to, come a costa de los de­
más...
3. Lo de la loriura en la fami­
lia, un caso aparte
En este aíw, dos niíws mori­
rán cada semana a manos de
sus padres (Informe NSPCC).
— «Las instituciones espa­
ñolas dedicadas a la infancia
no han elaborado, por ahora,
cuadros estadísticos con por­
centajes de niños maltratados
o muertos por sus propios pa­
dres. Pero los especialistas en
el tema, calculan que el núme­
ro de menores tratados en clí­
nicas y hospitales con trauma­
tismos diversos, suman al año
unos 5.(KM)».
— Entre los chicos que pa­
saron por esta casa en los últi­
mos años (1971-78), un índice
del 30 por 100 habían sido gra­
vemente torturados físicamen­
14

te. Torturas del tipo de un mu­
chacho (once años) que pasa
seis meses encerrado en una
habitación oscura, comiendo y
ensuciando en la misma cama.
Otro niño (once años), tres
meses atado a un árbol. Tam­
bién, punciones con una tijera,
asfixia con una goma de buta­
no atada al cuello... hasta per­
der el conocimiento, etc.
— En un sondeo realizado
en el hospital materno-infantil
de la Seguridad Social de San­
ta Cruz de Tenerife, se ha po­
dido comprobar que el 2.24
por UK) de los niños ingresados
en un año han sido torturados
por personas mayores, sus pa­
dres, en la mayoría de los ca­
sos.
Resulta explicable, en todos
estos casos, el que el adoles­
cente prefiera cualquier otra
dcpenoencia a la mmiliar y
que la huida venga a ser para
él una liberación.
4. Es una sociedad que recoge
¡o que siembra
Diríamos que estos adoles­
centes fugados suelen ser,
también, hechura del sistema

dominante. El niño no hace
sino asumir la normativa vi­
gente, que no es otra que la
competitividad, el éxito a cual­
quier precio, la fuerza, la astu­
cia. Con la agravante de que la
ley protegerá al poderoso —se
le condecora y exculpa—
mientras que él tendrá que de­
fenderse con su poca habilidad
y escasas mañas.
Primero se les fabrica. Bien,
asfixiándoles en ambientes de­
pauperados o privándoles de
afectos humanos o condenán­
dolos al analfabetismo y fraca­
sos escolares: hasta se les
arrincona en la misma escuela
por considerarles difíciles,
agresivos, nerviosos y se les
hace así niños inadaptados, in­
seguros, infelices, a pesar de
sus aparentes gestos de «dure­
za».
Luego se envía a la policía
para atajar el daño, pero sin
cuestionar las causas que les
empujarán de nuevo a la hui­
da, en una especie de proceso
kafkiano.
III. EL AMARGO PRECIO
DE LA LIBERTAD
Aunque muchos de ellos en­
tiendan la huida como signo de
madurez y el permanecer en
casa, un síntoma de infantilis­
mo y de comerse la «sopa
boba» de los viejos. Pero, en
cualquier caso, el precio de la
autonomía se paga en sinsabo­
res.
• La misma precipitación
pudo ser un serio hándicap. Lo
pensaron y lo hicieron sin más
cálculo. Luego les sagraron los
pies en busca de inexistentes
trabajos. Hasta que el hambre
les reduce y desandan el cami­
no de la desilusión.
• Otros muchos, la mayo­
ría. cuentan y no acaban. La
sociedad les aisla y les persi­
gue: tuvieron que huir y huir
para no ser atrapados. Y para
subsistir, acudieron a las más

jovenes
peregrinas estratagemas. De­
bieron agarrarse a todo: fregar
suelos, hacer y vender chuche­
rías, cuidar niños, repartir en­
cuestas. O tuvieron que aceptar
convivencias en donde la su­
ciedad. la promiscuidad, la
guerra de sexos, el chuleo de
falsos «pogres»... envenenan,
dividen y encienden incomuni­
caciones hasta patológicas: y
es que poco más les une que la
necesidad de juntarse para ha­
cer economías en el arriendo.
• Si es que no van a dar en
las garras de adultos sin escrú­
pulos que les explotan: proxe­
netas, chulos, profesionales
del chantaje. Terminan así en­
grosando las listas de la policía
o de los Tribunales de Meno­
res.
• También la ley les persi­
gue.
Por lo pronto, se les mete en
el mismo saco de los delin­
cuentes. Y esto sí que subleva
al fugado: para el adolescente
son cosas bien distintas la marginalidad y la delincuencia. No
así oara nuestra legislación,
que trata con idéntico rasero a
cualquier conducta irregular.
La ley, por otra parte, se en­
saña contra el menor, le roba
su libertad, suele estimagtizarle de por vida y le margina. Se
diría que da ía impresión de
proteger a la sociedad contra
este muchacho difícil o inadap­
tado a través de la retención o
el aislamiento. Con dichos
planteamientos de fondo llega­
remos poco lejos.
Y lodo esto, en la más abso­
luta indefensión.
Esto agrava cualquier otra
situación.
Desvalidos por su misma
edad dura y conflictiva. Con
muchedumbre de impondera­
bles que. consciente o incons­
cientemente. dificultan el rom­
per de su personalidad. Solos
frente a cambios bruscos en
sus esquemas mentales y en el
proceso de integrar nuevas po­
tencialidades que les sugestio­
nan y cuando van a abrirse a la
autonomía, más difícil aún si
luchan frente a una autoridad
despótica...

IV. ¿QUE HACER?
Aquí está el reto. Es una lla­
mada a la creatividad, a la
marginación. Y, también, a la
fe en las personas y a la gene­
rosidad.
1. ¿Que hay que educar a ¡os
padres?
Evidentemente. Y no sólo a
nivel de soluciones teóricas.
Principalmente en la línea de
actitudes de acogida, de incon­
fundible esperanza, de auto­
crítica noble. Que sean capa­
ces de «sorprender» al huido
con inesperados gestos: los de
cargar con las propias culpas,
si es que existieron; sin abru­
mar al hijo en intemperantes
reproches, trasvase sádico,
muchas veces, de la propia so­
ledad y amargura. Padres que
sean capaces de brindar al hijo
nuevos y optimistas cambios
de progresiva autonomía y li­
bertad y de asegurarle que la
puertas las tiene siempre
abiertas. Padres con fe en la
persona y en la tarea en que se
empeñan.
2. Como consejo muy encare­
cido se me ocurre decirles:
Si quieren que no lo haga,
que ayuden a su hijo a fugarse.
Claro que a otra fuga distinta
de la de la huida o la protesta.
Fuga. digo, hacia la conquista,
el descubrimiento y el camino
de afirmación personal, prepa­
rándole para la emancipación
e independencia, que es su
meta.
O de otra forma: a través de
graduales experiencias de «sa­
lidas» fuera de la protección
del ambiente familiar:
— Contra la fuga-huida (a
los trece años), abrirles a una
pronta integración social: jar­
dín de infancia, amigos, cole­
gio, evitando su apego y de­
pendencia excesiva a los pa­
dres.
— Contra la fuga-protesta
(trece-diecisiete años), que el

En esto suelen desembocar tantas
fugas: en la droga y...

hijo se inserte en grupos jóve­
nes autónomos, en movimien­
tos juveniles. Sólo terminará
siendo un enfermo psíquico.
— Contra la fuga-emanci­
pación (dieckx:ho-veinte años),
que se abra a mundos distin­
tos, de los del grupo, que culti­
ve cuanto le diferencia e iden­
tifica y que aporte su esfuerzo
personal.
3. Y en el fondo, fondo,
el radical remedio:
Otra sociedad diferente a la
nuestra, que no esté basada en
el lucro y triunfo de los menos,
en el consumo por el consumo,
en el desarroliismo sin alma.
Que deje de ser una estructura
claramente delictiva aue fabri­
ca «delincuentes» y «huidos».
Concluyendo: seamos capa­
ces de devolver al adolescente
aquello que le hemos quitado:
la confianza en sí, la de los
otros, la seguridad de una fa­
milia donde vivir y madurar
sin traumas.
José MARTIN HERNANDEZ
15

jovenes
Antonio Rodríguez Tallón es un salesiano lanzado a la
pastoral juvenil de la Inspectoría de Córdoba con un dina­
mismo ejemplar. Y se ha rodeado de un buen equipo de salesianos jóvenes que trabajan con ilusión en el Movimiento
Juvenil «Luz-Vida». Llevan trabajando en él seis años. El
Movimiento cobra ímpetu. Ya se han cosechado los prime­
ros frutos. Y continúan en una labor, fecunda a largo pla­
zo. de acuerdo con la maduración de las generaciones juve­
niles...

¿POR OUE EL PROCESO
LUZ-VIDA ES UN
MOVIMIENTO?
«Afirmamos que es un Mo­
vimiento Juvenil, escribe An­
tonio. porque es una oferta
gradual por la que el chico va
tomando conciencia, teórica y
vitalmente, de su ser cristiano,
de su capacidad de influencia
en la transformación del mun­
do. y de la necesidad de ocu­
par el puesto que Dios le brin­
da en la Iglesia».
«Afirmamos que es un Mo­
vimiento porque los jóvenes
toman conciencia y se movili­
zan en esa dirección: hacia el
descubrimiento y la ocupación
de mi puesto en la Iglesia, para
la transformación de mi entor­
no».
Antonio habla con ilusión y
esperanza de un trabajo que
lleva en marcha varios años:
«A sus más de seis años de

funcionamiento, el Luz-Vida
debería estar en una fase de
semiadultez como asociación
juvenil. Porque, sin duda, es
un movimiento juvenil que tie­
ne como características poner
un especial acento en la orien­
tación vocacional. A lo largo
del proceso de formación, se
van descubriendo chicos con
una especial apertura al mun­
do salesiano, a los que se les
ofrecen distintos servicios para
su maduración: encuentros,
seguimiento personal... Y se
les dirige, normalmente, a la
Residencia de Orientación
Vocacional de Montilla.
Ahora bien, para que el Mo­
vimiento Luz-Vida alcance la
madurez, tiene que consoli­
darse como Movimiento Juve­
nil ya q^ue no se trata de ver si
sus objetivos de orientación
vocacional los llegan a alcan­
zar algunos de los chicos.
Tampoco se trata de ver si

Luz-Vida. J
«sale alguna vocación», sino
de ver si la oferta presentada a
los jóvenes tiene de hecho
consistencia y es válida para
alcanzar los objetivos propues­
tos.
LOS CAMPAMENTOS DE
VERANO
Antonio nos presenta las
convivencias llevadas a cabo
durante el verano por los mu­
chachos y jóvenes del Movi­
miento. Las vacaciones vera­
niegas son el tiempo fuerte en
que los chicos se reúnen y con­
viven para reflexionar, para
orar juntos, para vivir y fraMovimiento Luz, la alegría de convi­
vir al calor de la amistad bajo la d a lidad de las estrellas...

16

jovenes
co; y uno junto al pantano de
los Bermejales, en las proximi­
dades de alhama de Granada.
En total, 143 jóvenes que han
reflexionado sobre la vida del
grupo y sobre su linea formativa. Han celebrado la fe y han
convivido intensamente en el
espíritu de alegría.
Tuvieron especial relieve las
jornadas dedicadas a las rela­
ciones interpersonales, a la
oración y a la vocación. Hubo
animadores salesianos y segla­
res. cooperadores y matrimo­
nios.
DURANTE EL CURSO
«El Movimiento Luz-Vida,
escribe Antonio, no se reduce
a un campamento de verano.
Es todo un proceso formativo
uue abarca también la época
del curso». Para ello hay una
programación de temas, y los
grupos funcionan en todos los
colegios salesianos.
Todos los centros educati­
vos de la Inspectoría de Cór­
doba están en pie de pastoral
juvenil a lo largo del año esco­
lar. Trabajo en el que conti­
núan de una manera más di-

Jn Movimiento Juvenil en auge
guar amistades al contacto de
la naturaleza.
El Movimiento Luz está in­
tegrado por los chicos de la se­
gunda etapa de Básica de los
colegios de Andalucía occi­
dental y Canarias. Tres grupos
de muchachos de 6.“, 7." y 8.°
cursos han vivido su campaña,
de doce días cada grupo, del 1
de julio al 9 de agosto. En to­
tal. 236 chicos.
Los objetivos del campa­
mento eran: los de Octavo:
«Crecer en comunidad, con es­
píritu de servicio, seriedad en
el trabajo y profundización en
una vivencia cristiana». Los de
Séptimo: «Crecer en el amor,
conociendo y viviendo el men­
saje de Cristo, y fomentando
el conocimiento, la amistad y
la alegría comunitaria». Los
de Sexto: «Crecer según Cris­

to, en medio del grupo y del
mundo». Claro que estos obje­
tivos están especificados más
concretamente en un amplio
programa.
«Eran chicos muy exigen­
tes». dicen los animadores
que. al final, hicieron la eva­
luación. En total, fueron ani­
madores de los grup>os unos 24
salesianos, varios matrimonios
y jóvenes del Movimiento
Vida.
El Movimiento Luz de Ca­
narias celebró su acampada en
Santa María de Guía con un
total de 27 chicx>s de La Orotava V de las Palmas.
Los jóvenes del Movimiento
Vida hicieron tres campamen­
tos. dos de Santa María de
Trassierra, en un monte de la
Sierra de Córdoba, bautizado
con el nombre de Campobos-

recta durante las vacaciones.
«Lograr una verdadera efica­
cia de los grupos en el ambien­
te en que viven es algo necesa­
rio para mantener vivo el es­
píritu. Por otra parte, la ac­
ción apostólica de los grupos
entre sus compañeros es tarea
indispensable para un movi­
miento juvenil...»
Asi. con orden y con sabidu­
ría. los salesianos de la Inspec­
toría de Córdoba trabajan,
siembran. Se mueven con es­
píritu de creatividad. No se
cansan. Esperan. Algunos fru­
tos ya se ven colorear. Y sa­
ben. al fin y al cabo, que «el
camino, el camino es lo que
importa».

R. A.
M

T

jovenes
Stf cumple ya el aniversario.
C’uando hace poco más de un año
c! padre Lorenzo Stocco se lanza­
ba en sus primeros encuentros con
los limpiabotas, vendedores am­
bulantes de las plazas de Caracas y
muchachos de los cerros, nadie so­
ñaba una realidad tan promete­
dora, Ni siquiera el padre Stocco
—visionario utópico del futurti—
se imaginaba el camino que ya se
ha trazado.
Entiuices. la Casa Don Bosco
era simplemente una realidad en
proNccto: hoy. lo es ya en camino.
Entonces, los muchachos que
conocieron al padre Stocco lo mi­
raban de reojo, recelosos, siempre
con la sospecha de que pudiera ser
un embaucador de turno; hov. no.
Hoy. en la naturalidad más espon­
tanea de un niño maduro, lo tratan
como a un amigo, como a un her­
mano mayor. Y no sólo a él. sino a
cualquiera de los Jóvenes salcsianos que comparten su \ ida en la
Casa Don Bosco.
Entonces, los muchachos de las
plazas y de los cerros de Caracas
eran malcriados, pequeños vaga­
bundos. danzantes, caras descono­
cidas. inéditas y desgastadas: hoy.
no. Hoy. y aun cuando se los en­
cuentra en las mismas plazas, con
los mismos bártulos y cachivaches,
o en ios mismos ranchos destarta­
lados. son muchachos con nom­
bres familiares, caras sonrientes,
proyectos originales de futuro:
hoy son rostros amigos. Y es que
más allá de las cáscara y del modo
de su mirada, más allá de las apa­
riencias toscas y de las piltrafas de
miseria, bullen y afloran personas
humanas de sentimientos profun­
dos y delicadeza de niños.
ENCUENTRO DE VIEJOS
AMIGOS
Así mismo me sucedió el otro
día. Inesperadamente, detrás de
un lujoso carro automóvil apare­
ció Edgar, el rechoncho y simpáti­
co Edgar, con sus sonrojadas meji­
llas. su sonrisa amplia y su andar
de buey cansino. A su lado, un
amigo suyo que rayaba en los doce
años. Con el gozo con que dos vie­
jos amigos se encuentran después
de mucho tiempo me grita:
—¿Cómo está, padre Julián?
Frente a aquella sonrisa amplia
y contagiosa no cabía más que otra
en la misma tonalidad: y mientras
él me tendía el saludo, resptmdí:
—jHola. Edgar! ¿Qué es de tu
vida? Me alegra verle por aquí.
En aquel momento, todas mis
preiKupacioncs y problemas se

D e caras inéditas
a rostros amigos
'Desde Venezuela”
desvanecieron y esfumaron como
se escurre el agua entre las grietas
de la tierra reseca.
—Y ¿qué estás haciendo? —le
pregunté.
—¡Lavando automóviles! Vivo

por aquí cerca, y aprovecho para
ganarme algo y para ocupar el
tiempo.
Y hablaba con parsimonia y el
aplomo de un profesor
)fes experto en
su asignatura. Y así. lavando co-

jovenes
ches y limpiando vidrios aprendía
las durezas y mañas de la vida. Y
esto con la misma seriedad con la
que en la Casa Don Bosco organi­
za y dirige el fútbol y el béisbol en
las horas del deporte.
—¡Ah. Padre!—prosiguió—. Le
presento a José, un amigo mío.
Y lo hacía con una desenvoltura
y elegancia que hasta un diplomá­
tico envidiaría, y al mismo tiempo
con una cordialidad y sinceridad
tales, que hasta la gente que pasa­
ba se quedaba observándonos cu­
riosa.
—El me ayuda en el trabajo
—prosiguió— , y juntos comparti­
mos las ganancias...
Bien lo creo; juntos compartían
las ganancias, los helados, los pe­
rros calientes, las tristezas —que
ahora ya no lo son más—. la histo­
ria de sus vidas. Un año de Edgar
en la Casa Don Bosco no le había
hecho olvidar su mundo, ni lo ha­
bía separado de los suyos y de su
ambiente. Más bien le había ayu­
dado a descubrir en él toda una
carga de amistad y fraternidad so­
lidarias. Antes no lo sabía: el am­
biente opresor se lo impedía.
Ahora había desenmarañado, en
lo profundo de su ser, una bondad
que ni los otros, ni las riquezas, ni
el poder económico podían arre­
batarle.
QUERIAN LIMPIAR LA
CASA
Pero el episodio de Edgar no es
el único, ni un hecho aislado. Es
una realidad, es una tónica que
con el estilo de Don Bosco —el ca­
riño. el diálogo, la oración— se
puede ir encontrando en los mu­
chachos que nuestra sociedad con­
sidera marginados, pobres, vaga­
bundos...
No hace más de tres días, a la
caída de una tarde soleada de Los
Teques. repicaba en casa el teléfo­
no con el mismo estridor monóto­
no de siempre.
—¡Aló!... ¿Sí?...
De la otra parte me llegaban un
murmullo y una algarabía como de
loros y cotorras que anuncian tor­
menta. Eran unas voces infantiles
con acento familiar y conocido.
«¡Habla, di algo!», se imponía la
voz de otro. «¡Déjame a mí!»,
apuntaba una voz más decidida...
Finalmente (no todos los días y
por cualquier capricho, como los
hijos de otros, ellos podían telefo­
near; quizá no tanto por la falta de
teléfono, cuanto por no tener per•vona amiga a quien llamar), el más
decidido preguntó:

—¿Está el padre Stocco? Yo soy
Jairo...
Había roto el miedo de lo nove­
doso, y ahora se afianzaba con se­
guridad.
—No, el padre Stocco no está
en casa. ¡Hola, Jairo, ¿cómo es­
tás? ¿Que es lo que pasa?!
—Padre, no pasa nada malo...
Es que como se acerca la fecha en
la que el padre Stocco nos dijo que
fuéramos a limpiar la Casa Don
Bosco, antes que empezara el cur­
so...
—¡Pero, chico, todavía es de­
masiado pronto!... Además, ahora
están haciendo un sótano, y hay de
por medio otros trabajos, y toda­
vía no se puede limpiar. Hay que
esperar... ¿okay?
—Está bien. Padre. Pero aquí
están otros que quieren saludarlo.
Y fueron pasando, uno tras
otro, Pedro. Giovanni. Juan Car­
los. Chúo... Y todos ellos con la
misma preocupación: ¡limpiar la
casa antes del comienzo del año
escolar! Y después, como un grito
lejano casi apagado, se oyó la voz
de Jairo:
—¡Apúrense, que se acaban las
monedas!...
Fue el toque de alarma para que
escuchara:
—¡Chao. Padre!
Si los empleados de la empresa
escucharan muchas telefonadas
como ésta, nunca las líneas deja­
rían de funcionar, y las posibilida­
des de telefonear estarían al alcan­
ce de todos...
Quizás hasta el padre Stocco se
había olvidado de la invitación
que les había hecho en el momen­
to de la despedida; pero no lo ha­
bían olvidado este grupito de mu­
chachos. ni aquel otro que el mis­
mo día telefoneó para saber cuán­
do había que regresar a la Casa
Don Bosco para limpiarla.

ABRAZO POR DOCE MIL
BOLIVARES
Es un hecho irreversible: la
Casa Don Bosco está siendo la
casa propia de los que estaban sin
casa, porque hoy ya es su casa. La
Casa Don Bosco es ya una reali­
dad que van creando ios que aquí
viven; la van inventando los tres
salesianos que a tiempo completo
comparten su vida; los jóvenes sa­
lesianos estudiantes de filosofía,
que recortan su descanso para dar
la presencia de su juventud y sim­
patía; los jóvenes y menos jóvenes
cooperadores y amigos; los cola­
boradores. tc^os aquellos que

contribuyen con lo que pueden y
como pueden. La Casa Don Bosco
se va haciendo posible gracias a la
ayuda esporádica del Ministerio
de Educación, de algunos otros
amigos que quisieran crear una
Fundación Casa Don Bosco,
A modo de ejemplo, en el mo­
mento más crucial, cuando la eco­
nomía anunciaba rojos relámpacos de alarma, se asomó por estos
fugares el padre Peña, director de
la Escuela Agronómica de Valen­
cia. quien con tono de cordialidad
y sencillez me dice:
—¡Vénte a la graduación! Que­
remos entregarte dos becas com­
pletas para la Casa Don Bosco. Es
el fruto de la renuncia que los salcsianos de allí se han impuesto, y la
colaboración que los muchachos
que se gradúan quieren ofrecerte.
¡Nunca me salió un abrazo tan
sincero, y nunca me habían pareci­
do tan preciosos doce mil bolíva­
res!... A las tres becas que nos ha­
bían brindado durante el año.
ahora añadían estas dos.

HACIA LA AUTOGESTION
La Casa Don Bosco, día a día.
con el despertar de nuevas posibi­
lidades e ilusiones jóvenes, va en­
grandeciendo sus proyectos. Ya
no serán 45 muchachos de final de
curso, sino 70 los que comienzan
su segundo año. Pero no es en nú­
mero y en edificio como crece y se
proyecta. El proyecto más gran­
dioso y esperanzador es ese estilo
de familia en el que se vive, y don­
de son los mismos muchachos de
hoy los que se autogestionan y autorrcsponsabilizan.
La Casa Don Bosco es una reali­
dad que se afianza siempre más,
como praxis cotidiana que se ancla
entre (a denuncia de una sociedad
degenerada y deshumanizada, y el
anuncio de una sociedad más justa
y fraterna, menos egoísta y más li­
bre para todos, en la que florezca
todo el hombre y todos los hom­
bres.
La comunidad del Domingo Savio agradece cordialmcntc el apor­
te y el entusiasmo que se le ha
brindado, y. al mismo tiempo, tes­
timonia que en el camino de aper­
tura a lo originariamente salesiano
y en la evangelización del necesita­
do ha sido ella misma la evangeli­
zada y la repristinada.
¡Así son las aventuras locas de
los hombres que son obra de Dios!
Julián RODRIGUEZ

19

firmas
-Xrt

Í

[C

HACE UNOS MESES
Oue volví a mi territorio mi­
sionero. tras una visita a mi
patria. Nunca he tenido tan
claro que éste es el estilo don­
de debo estar y rendir. Aquí
realizo mi vida y mi vocación.
Los tres meses que he pasado
en Australia me han fortaleci­
do. Además de un descanso
con mi familia, no me ha fal­
tado oportunidad para visitar
los diversos centros salesianos.
He vuelto con el legítimo or­
gullo de pertenecer a la estirpe
australiana de nuestra Congre­
gación. El trabajo, el estilo de
vida y el espíritu comunitario
que es tan evidente en todas
las comunidades, me han he­
cho comprender que la Inspec­
toría de Australia tiene un es­
píritu peculiar, con mucho que
decir a otros: sana ausencia de
formalismo, actitud serena
práctica y concreta, confianza
y responsabilidad en los formandos y espíritu de trabajo,
por nombrar sólo algunas de
las características que recuer­
do y, sobre todo, un genuino
interés por las misiones y por
el tercer mundo, mucho más
de lo que podía esperarme.
Sólo siento no poder bilocarme y estar a la vez en Australia
y en Guatemala...
Durante mi viaje de regreso
tuve que pasar algunos días en
Samoa. donde vi a los PP.
Proietti y Sebastián. En com­
paración con Guatemala y
Ccntroamérica, Samoa es un
paraíso, aunque quien vive en
ella no lo crea así. Cuánta paz.
Oué atmósfera tan serena...
Desde Samoa. sin más. llegué
a México, con su población de
millones y millones... Estuve
en una parroquia donde dos
sacerdotes, y no tan jóvenes,
hacen lo imposible para atender
a unas 50.000 almas. En Pue­
bla vi al P. Lebano. Está ya al
20

3

>J

r

\

Un australiano
en Guatemala
«Entusiasma verse entre tanto bien de Dios». A sí nos
escribe el joven sacerdote salesiano Anthoni de Groot, un
australiano que ejerce su ministerio al servicio de los cam­
pesinos e indios de Guatemala. Su carta «misionera», en el
cuadro de los dramáticos acontecimientos que se dan en la
noble nación guatemalteca, es de gran densidad pastoral y
de una serenidad cristiana sorprendente y optimista.
final de sus estudios de medici­
na; pero también tiene que
atender muchos asuntos pasto­
rales. Con él pasé la fiesta de
la Virgen de Guadalupe y le
acompañé por algunas comu­
nidades y parroquias donde
trabaja.

Al volver a Raxruhá des­
pués de cuatro meses, aprecio
mejor las muchas cualidades y
los valores de vida y costum­
bre de los kekchíes y de otros
grupos indígenas. Me gustaría
que todos vosotros pudierais
venir a ver con vuestros pro-

firmas
píos ojos el milagro de fe y de
evangelización que se está hacienao aquí.
DIGASE LO
QUE SE DIGA
De los tiempos pasados, de
los errores cometidos y de los
defectos de la Iglesia en sus
evangelizadores y en toda la
comunidad cristiana, el hecho
es que el Espíritu Santo apare­
ce vivísimo en este pueblo,
hoy y aquí. Estoy más que dis­
puesto a consumir aquí todo el
resto de mis... días, o muchos
años todavía. Hasta demasiado
hermoso me parece para ser
verdad.
En Raxruhá somos tres: dos
sacerdotes y un coadjutor.
Atendemos unas setenta comu­
nidades cristianas, con un total
de 25.000 personas, agrupadas
en ocho centros parroquiales,
que nosotros procuramos visi­
tar lo más posible. La activi­
dad religiosa en las aldeas está
encomendada a los catequis­
tas. El sacerdote las visita dos
o tres veces al año. Estamos
poniendo en marcha los minis­
terios de los laicos, en la dióce­
sis, hasta el diaconado. Aun­
que reine aquí una verdadera
penuria de sacerdotes, nuestra
respuesta al problema no es
hacer venir el mayor número
posible de sacerdotes extranje­
ros. La verdad es que alguno
más sería útil e indispensable.
Pero el futuro de esta Iglesia
está en sus propias manos.
Nuestra labor consiste en lle­
varlo hacia ese futuro propio,
en formarlo y estimularlo para
ello.
Hace poco tuvimos la reu­
nión anual de sacerdotes, reli­
giosas y catequistas de toda la
diócesis para planificar nues­
tro trabajo pastoral. Todos re­
conocimos lo urgente, útil e in­
dispensable que resulta la par­
ticipación activa de los laicos
en todos los sectores de la pas­
toral. con auténticas responsa­
bilidades. ¡Demasiado tiempo
hemos dedicado a trabajar
para el pueblo, en vez de tra­
bajar con él!... Aunque puedo
ser mal interpretado, he de de-

Gracias, Don Rodolfo
El que los religiosos de España podamos ejercer el dere­
cho a impartir enseñanza y por lo tanto la Familia Saiesiana
pueda conmemorar los cien anos de la venida de los saleslanos a España, se debe, en parte, at discurso que pronunció
la tarde del 13 de junio de 1911 en el Congreso de Diputados
el salesiano colombiano Rodolfo Fierro, escritor y pedago­
go, que trabajó en nuestra Patria la mayor parte de su vida.
El 13 de junio hará 70 años que don Rodolfo Fierro expuso
de modo natural lo que se hace en nuestros colegios. Antes
que él intervinieron el Padre Astray, el famoso historiador jesuita. Habló sus 20 minutos; y le respondió el señor Dorado,
diputado demócrata. Naturalmente lo pulverizó, ya que el sa­
bio religioso no podía replicar. Era un indicio de lo que nos
iba a pasar a todos los religiosos. Siguió el inminente escri­
tor carmelita, reverendo Francisco González Rojas, en nom­
bre de las Asociaciones Católicas. Lo pulverizó don Justo
Borras. En pos de ellos subió el Padre Calasanz Rabasa, es­
colapio conocidísimo por su elocuencia y buen decir. El en­
cargado de pulverizarlo fue un protestante, metodista, don
Agustín Arenas. Por fin, le llega el turno a don Rodolfo. Sen­
tíase extrañamente tranquilo. Tribunal, amigos, enemigos,
curiosos, periodistas le parecían en ese instante alumnos de
una clase esperando una lección de historia. La acogida de
la masa fue más bien hostil:
—¡Qué tío flacucho! ¡Que le den garbanzos!...
—¡Silencio, señores!, decía el Presidente.
Empezó a hablar cuando le dejaron. Las palabras fluían
con abundancia y naturalidad; nada de polémica, nada de
ponderación, nada de retórica. Narraba, solamente narraba;
exponía lo que hacemos en nuestros colegios. Reloj sobre la
mesa, cuando terminaron los 20 minutos, hizo ademán de
bajar de la tribuna.
Con asombro de todos, el Presidente le preguntó:
—¿Pero ha terminado Su Señoría?
—No, señor Presidente; pero han pasado los 20 minutos.
Alba miró rápidamente a su vecino, y dijo:
—Continúe, Su Señoría. El asunto interesa.
Nuevo asombro, porque Alba se preciaba de Izquierdista a
ultranza. Pero nadie protestó; nadie se movió. Y don Rodolfo
habló por espacio de una hora de lo que en ese momento se
le ocurría; sobre todo hechos, anécdotas, casos recién ocu­
rridos en el mismo Sarriá de donde él procedía y en otros co­
legios. Al terminar se halló en brazos de la gente. Lo besa­
ban, le estrechaban las manos; sentíase claramente que el
Espíritu Santo habitaba en la sala del Congreso. Las ora­
ciones de los niños y de tantas almas buenas revertían allí.
La Bendición de Mana Auxiliadora dada por don Pablo Albera en Sarriá, surtía su efecto.
Nadie replicó. Nadie se presentó a pulverizarlo. La sesión se
acabó. Y se retiró por sí sola la Ley del Candado. Alguien,
don Rodolfo dice que cree que fue Marín Lázaro, dijo en voz
perceptible a todos: «Don sosco ha salvado la Enseñanza
Religiosa en España».
Al volver a la casa de Atocha, ésta estaba llena de perio­
distas y fotógrafos. Todos se felicitaban, porque el triunfo
era de todos. Alguien aseguró que Lerroux había besado a
don Rodolfo. Con absoluta seguridad él no lo supo. Sí es
cierto que una señora se adelantó para pasarle por el rostro
un pañuelo de seda perfumado.
- ^ e r o ¿qué hace usted señora?
—Le quito el beso de Lerroux.
Déjelo usted, que es el beso del pueblo.
J. MATA

21

firmas
Conste que éste no es el P. Antonio,
sino el P. Guzmán, también misione­
ro en Carché. Pero esas simpáticas
índiecitas sí son Ketchíes de pura
cepa.

los derechos humanos más ele­
mentales. La aparente calma
de antes está dando ahora
paso a una oleada de violencia
que no conoce precedentes.
Sólo Dios sabe dónde vamos a
parar. En cuanto a nosotros,
nuestra suerte será la misma
de la gente en todos los senti­
dos. Debemos estar, y de he­
cho lo estamos, sujetos a la
misma inseguridad y a las mis­
mas incomprensiones, incógni­
ta y manipulaciones... Des­
Grupo de indiecitos de la misión salesiana.

cir que la escasez de misione­
ros extranjeros puede ser has­
ta una ventaja no pequeña, si
quienes trabajamos en la zona
sabemos organizar el pueblo
en una verdadera Iglesia lo­
cal...
Desalienta un poco —y me
parece que supone un débil es­
píritu misionero— comprobar
qué pocos misioneros dan la
importancia que se merece la
lengua local... Sin embargo, la
lengua es lo primero para po­
der trabajar eficazmente entre
la gente, para comprenderla,
para captar su modo de pensar
y su estilo de vida... Conocer
la lengua de un pueblo requie­
re estudio y esfuerzo, pero es
la única manera para nacerse
del lugar, uno más de la comu­
nidad, en cuanto le es posible
a un extranjero.
HACE UNAS
TRES SEMANAS
En la diócesis vecina, fue
torturado y muerto otro sacer­
dote: el séptimo asesinado en
Guatemala durante los últimos
años. Se llamaba Juan Alonso,
misionero del Sagrado Cora­
zón. Había trabajado algunos
años en la provincia de El Qui­
che. desde hacía algún tiempo
estaba fuera. Nada más vol­
ver. fue asesinado.
22

A finales de enero visité al­
o n a s aldeas del norte de El
Quiche, zona de Ixcán. Algu­
nas donde celebré la Misa las
había visitado por última vez
un misionero del Sagrado Co­
razón, José M.* Gran, también
él asesinado el último año. Raxruhá es la parroquia más pró­
xima al pueblo de aquella
zona. Si todo sale según mis
cálculos, iré a visitar otras al­
deas del mismo territorio den­
tro de algunas semanas...
Guatemala está atravesando
un momento muy difícil. Es la
consecuencia del desprecio de

pués de todo, estamos llama­
dos a vivir el Evangelio sin
miedo, con generosidad, con
corazón abierto, a sabiendas
de las posibles consecuencias.
Nuestra vida debe ser cohe­
rente con las decisiones toma­
das. decisiones que llevan ine­
xorablemente por el camino
de la cruz, tras las huellas de
Cristo. Para cuantos vivimos
aquí, estos tiempos no tienen
nada de normales... Dios nos
da el valor para hacer lo que
creemos justo y estar de parte
de la verdad, defender a los in­
defensos y amar a todos sin

firmas
buscarnos a nosotros mismos
en nada... Puede resultar có­
modo escudarse en leyes y cos­
tumbres, apelar al sentido co­
mún, a la prudencia demasia­
do humana, ponerse en el lado
más seguro, engañar a la gente
que ha puesto su fe y su espe­
ranza en Dios gracias a noso­
tros... Pero es una seguridad
estéril, no va con nosotros. Sin
embargo, nosotros mismos de­
bemos estar atentos para de­
senmascarar siempre al ruin,
pecador y débil que se agazapa
en nosotros...
MI ASOMBRO ES
INIMAGINABLE
Por la gracia- de Dios que
encuentro en este pueblo in­
dígena, los kekchíes, esos
campesinos: riqueza, profun­
didad, bondad, apertura y
prontitud para dejarse llevar
por los senderos del bien. En­
tusiasma encontrarse en medio
de tan maravillosa floración, y
es para mí una fuente inagota­
ble de alegría, sobre todo des­
pués de mi regreso. Nunca me
haré al milagro, a la novedad
que hay en todo esto: una pre­
sencia muy activa del Señor
con su mente y su corazón
creativo... A pesar de las mu­
chas privaciones, dificultades y
desengaños, tienen para mí un
sentido muy lleno las palabras
del salmista: «Has puesto en
mi corazón más alegría <^ue si
abundara en trigo y en vino...
Me ha tocado un lote hermo­
so, me encanta mi heredad...»
Pero estas bendiciones van
acompañadas de un dolor que
te roe, con un sufrimiento
constante en la mente y en el
corazón, pues sabes que mu­
chos pobres e inocentes, sin
ayuda, son explotados nacio­
nal e internacionalmente....
que no son pocos los muertos
por causa del Evangelio y de
sus hermanos. Hay aquí un he­
roísmo escondido y silencio­
so... del que pocos se dan
cuenta... Los kekchíes pueden
estar atrasados —no por su
culpa— en el aspecto material;
pero quizá están en la van­
guardia de la fe, de la cercanía

Esta indiecita se llama Ana María. Es huérfana y tuberculosa, pero un cielo
de criatura. No hace falta decirlo.

a Dios y de la verdadera her­
mandad. Nosotros tenemos
mucho que ofrecer a estas gen­
tes; pero también ellas pueden
enriquecernos mucho a noso­
tros.
«Lo que merece la pena de
ser hecho, debe ser hecho,
aunque sea pobremente», dice
Chesterton, si mal no recuer­

do. Esta idea es la que me ha
movido a comunicaros las co­
sas de mi trabajo y vida en
Guatemala, con la esperanza
de contribuir así a mantener
vivo el espíritu misionero, in­
grediente esencial en una fe
católica sana.
Dios os bendiga, y rezad por
mí.

Anthony DE GROOT, sdb
23

Chicas africanas del Senegal, en es­
pera de ese futuro que está liban do .
Foto: J. L. Mena.

Africa en marcha
Leopoldo Senghor
habla de “su” Africa
«Siempre me ha parecido muy difícil caminar hacia
nuevos frentes africanos de evangelización, sin que previa­
mente los pioneros de tan importante empresa estudien la
situación cultural (histórica y antropológica, social y reli­
giosa...) en que se encuentra concretamente el continente
africano».
A sí dice A. Garnier. sdh, en su libro «Africa nuova
frontiera per Don Hosco».
La entrevista, que reproducimos parcialmente, del esta­
dista y poeta Léopold Sedar Senghor con Philippe Decraene para el peródico francés «Le Monde» tiene su sitio en
una reflexión sobre el Afdca concreta que acoge nuevas
presencias de los hijos de Don Basco.
— Usted es católico. ¿Cree
que el destino de la Iglesia ro­
mana .se juega en Africa?
— En parle, sí. Roma, pues
q^ue usted me habla de la Igle­
sia «romana», había torcido el
cristianismo, al darle un sello
24

jurídico latino. Fue el africano
y bereber San Agustín el que
devolvió al cristianismo su es­
piritualidad, que es. ante todo,
un impulso del corazón, me­
jor. del alma: el amor. Hoy,
cuando asisto a la Misa en

Francia, debo hacerme un vio­
lento esfuerzo para recogerme
y rezar, es decir, entrar en reli­
gión, en el sentido etimológico
del término: tan incolora es la
melodía de los cantos, la tra­
ducción de la Biblia es prosai­
ca y vacía, los textos sagrados
de las imágenes simbólicas y
de todo lo que debía ser melo­
día y ritmo. Vaya usted a Misa
en Africa. Se sumergirá en
cantos polifónicos, apoyados
por el ritmo vivo del tantán.
La Misa. allí, ha vuelto a ser
una fiesta, una alegría, una ce­
lebración, una comunión con
Dios...
— En Africa negra hay un
avance del Islam. ¿Cederá a la
tentación del fanatismo musul­
mán?
— Por ahora en Africa no
hay fanatismo musulmán. En
el Africa negra —hablo sobre
todo de ésta— hay Jefes de Es­
tado cristianos en naciones con
mayoría musulmana, y Jefes
de Estado musulmanes en na­
ciones con mayoría cristiana.
Es verdad que de cuando en
cuando se dan algunas explo­
siones... Pero ni siquiera en el
Africa bereber las oleadas de
integrismo han turbado aun las
mentes. El despertar del Islam
se corresponde con el desper­
tar cristiano. El Presidente ar­
gelino Chadii Benjeddid re­
cordaba hace algunas semanas
a sus integristas que el Islam
«prohíbe el fanatismo».
En realidad, el despertar is­
lámico, que tanto asusta a Eu­
ropa es. como el despertar
cristiano que lo acompaña, una
reacción del Africa profunda a
las desviaciones materialistas
de Occidente. Muchas veces
comenzamos las reuniones de
nuestro partido rezando jun­
tos, musulmanes y cristianos.
Marx escribió en su época que
el ateísmo no era necesario en
su sistema.
— Usted ha renunciado vo­
luntariamente al poder. ¿Lo ha

áfrica
hecho porque cree en un peli­
gro de apocalipsis sucesoria?
¿Aconsejaría lo mismo a algu­
nos líderes africanos?
— Al dimitir de mi cargo de
presidente de la República de
Senegal el 31 de diciembre de
1890, no quise dar lecciones a
nadie. Sencillamente, quise es­
tar en el contexto senegalés.
En el Africa negra, Senegal es
un caso aparte. Ya en 1802 te­
níamos un representante en el
Parlamento francés. Luego,
siempre ha habido dos o tres
partidos en la nación. Mi suce­
sor, el Presidente Abdú Diuf,
que es un hombre de concien­
cia, competente y trabajador,
ha dado un paso adelante aí
organizar un «multipartidismo» sin limitaciones. Lo dije
en mi mensaje a la nación: Me
he retirado (a medias) porque
había entrado en la política ca­
sualmente. Después de llevar
a Senegal a su independencia
en 1960, me parecía que mi
misión estaba concluida. Por
otro lado, a ios 74 años, la pru­
dencia aconseja a ceder el
paso a otro más joven, que in­
tuye mejor los cambios que
hay que hacer.
— Usted ha promovido la
Federación de Mati y la Uni­
dad Africana. ¿Qué dice de los
obstáculos que ha encontrado
el panafricanismo?
— Es verdad que todavía
estamos muy lejos de haber
coseguido la unidad africana.
Pero eso no quiere decir que
no estemos en el buen camino.
El año pasado presidí la Con­
ferencia extraordinaria de los
Jefes de Estado o de Gobierno
de la OUA en Lagos. En ella
votamos el «plan Lagos», un
plan de desarrollo económico,
pensado para el año dos mil.
Propone una primera etapa de
diez años para crear «comuni­
dades regionales». La creación
de la Comunidad Económica
de Africa Occidental, hace al­
gunos años, es un hecho que
anima. Reúne a 16 Estados y
150.000.000 de habitantes, es

decir, un tercio de Africa. Es­
toy persuadido de que hacia el
año dos mil la unidad africana
en el campo económico será
una realidad. Gracias a Dios,
se mantendrá la diversidad po­
lítica y cultural, es decir, la de­
mocracia continental.
— ¿Cual prevé que será la
evolución de Africa durante
este decenio?
— Durante este decenio se

deberían crear comunidades
económicas en el Norte, en el
Este y en el Centro de Africa,
en espera de que llegue la aus­
tral.
— ¿Y en el mundo?
— Usted sabe que, por
temperamento, soy un opti­
mista. A la larga... se llegará
al diálogo entre los continen­
tes y las civilizaciones, (cami­
no) de la «civilización univer­
sal», como diría Teilhard de
Chardin.
Phitippe DECHA ENE

La India salesiana se ha lanzado con furia a una expansión milagrosa. Estos son los novicios del sur (Madrás y Bangalur). En lo que era un pais de misión hace años, son ahora más de 1.300 salesianos. Como nos descuidemos ven­
drán de la India a evangelizar España.

Jesús evangeliza de nuevo...
No hace mucho que se ha promulgado en la India una «ley anticonversión». Disposiciones
como ésta crean serias dificultades a los misioneros, a los cristianos y ala gente del pueblo.
Y lo que sucede siempre: el miedo se sobrepone a los deseos del ciudadano, el cual no pue­
de obrar libremente.
Ofrecemos a nuestros lectores un hecho singular, tal cual ha sido retransmitido por Radio
Vaticano a finales del pasado año. Una narración que creemos de sumo interés para todos.

SE IMPIDE LA EVANGELIZACION
Las comunidades cristianas que viven en el
territorio de Arunachal Pradcsh, al nordeste
de la India, se quejan incesantemente mani­
festando sus zozobras y preocupaciones ante
la grave situación a que les ha llevado la triste­
mente célebre «Ley sobre la libertad religio­
sa». Dicha ley prohíbe a todos los nativos las
conversiones a la fuerza. Pero, de hecho impi­
de toda obra de evangelización y toda iniciati­
va o actividad de obras de caridad.
Los cristianos de dicha región, según noti­
cias de la agencia NC News Service, no sólo
son discriminados por una ley que los gobier26

nos locales están exigiendo con todo rigor,
sino que están sintiendo una verdadera perse­
cución. En efecto, ellos mismos expresan que
dicha ley ha puesto en manos de los sectores
anticristianos una licencia legal para perse­
guirlos a ellos.
Para confirmar esta noticia, los mismos gruos de cristianos señalan las extorsiones y vioPencias
e
físicas de que han sido objeto: han
arrasado sus casas, han destruido gran canti­
dad de iglesias, han prohibido la construcción
de templos nuevos que no sean de religiones
indígenas, han prohimdo a todos los sacerdo­
tes visitar a sus fieles en los días de fiesta, y
han suprimido las ayudas estatales a las orga-

la india
nizadones juveniles y culturales que sean cris­
tianas.
Esto motivó que el pasado año, en el terri­
torio de Arunacnal Pradesh se organizara una
semana de oración por los cristianos vejados y
perseguidos. Aun más, una delegación de cris­
tianos junto con la representación de un comi­
té para la libertad religiosa, han celebrado re­
cientemente un encuentro con miembros del
gobierno central, entre los que se hallaba la
Primer Ministro, señora Indira Gandhi.
Los arzobispos de Bombay y Calcuta expre­
saron sus esperanzas de que estas iniciativas
lleven a resultados positivos.

UN HECHO SINGULAR Y MISTERIOSO
«Un día, escribe el misionero salesiano
P. Job Kallarackal, se me acercó un joven:
—¿Dónde podría encontrar al Padre Job?
Quisiera hablar con él.
—¿Es que lo conoce usted?
—No, pero el señor Ly me ha dado su direc­
ción...
El señor Ly es el secretario general de los
protestantes de la Iglesia Bautista de la re­
gión. Me sorprende el caso e insisto:
—¿Por qué y para qué desea hablar con el
padre Job?
No le digo que el padre Job soy yo mismo.
Son muchos los CID (policías secretos muy
abundantes en Arunachal) que me han «hon­
rado» con sus visitas de cortesía...
Mas él precisa:
—Deseo solicitar un puesto para un herma­
no mío en el colegio...
No es lo que yo me temía.
—Yo soy el padre Job, le respondo.
El muchacho se siente aturdido:
—¡Vaya, me lo imaginaba más viejo!
Pero se le ve feliz de haber dado conmigo,
aunque mi edad le haya frustrado su imagina­
ción. Examino los motivos y condiciones del
candidato, y le digo que sí, que me interesa la
admisión de su hermano.
—Ahora que aquí, sólo se suele admitir a
los cristianos, le digo; o, al menos, a los que
desean serlo.
—Eso no es problema, señor Padre, me res­
ponde abiertamente. Yo mismo quiero hacer­
me cristiano y deseo que toda mi familia tam­
bién lo sea.
Clavo en él mis ojos llenos de asombro y le
digo:
^
—No se imagina usted la gran alegría que
me da saber esto. ¿Pero cómo se le ha ocurri­
do venir a mí?
Entonces el joven empieza a abrirse:
—«Era el 8 de enero de 1974. Yo estudiaba
entonces en la High School de C. cuando caí

enfermo. La cosa se agravó y estuve a las
puertas de la muerte. No hallaba médico que
me atendiera. Creo que se trataba del cólera.
No, no estaba dormido, estoy bien seguro. Me
encontraba despierto, muy despierto. De bue­
nas a primeras. Jesús apareció delante de mí.
En pie allí lo tenía ante mis ojos. «¿Por que
no te haces cristiano?», me dijo. Yo le contes­
té que sí, que me haría cristiano, pero después
de sacar el título. Y el señor Jesús desapare­
ció.
Desde aquel día empece a ser mejor. Una
semana después, estando ya convaleciente,
me encontraba en cama cuando otra vez vi al
señor Jesús. Me dirigió la misma pregunta. Y
de nuevo mi respuesta: «Sí, en cuanto termine
los exámenes...»
Hoy he acabado las pruebas de escrito y es­
pero los resultados. Me he presentado al pas­
tor Ly para pedirle ayuda y consejo en este
asunto. Me ha dicho que no tiene tiempo y me
ha dado su dirección».
Al despedirnos, le doy una estampa dcl Sa­
grado Corazón. A penas la ve, exclama:
—«Es exactamente el mismo Jesús, el que
yo vi: su mano la tenía así...»

Ahora acariciamos muchos proyectos de
trabajo en Aruchanal Pradesh. Pero son po­
cos los resultados. De vez en cuando pasa algo
más allá de nuestra limitada esperanza. Mu­
chas veces son las que he intentado hallar al­
gún punto de apoyo en esta tribu, en la que
hay ya una sólida comunidad bautista, afe­
rrándome en vano a la primera oportunidad
favorable que se me presentase... Y el Señor
se presenta con medios inesperados, mucho
mejores que los nuestros.
Hoy por hoy. el líder cultural de esta misma
tribu, antes perseguidor de la Iglesia, es un
gran predicador de la fe;.. «A Aquel que tiene
en todo potestad de hacer mucho más de lo
que podemos pedir y pensar, según el poder
que ya opera en nosotros, a El sea la gloria en
la Iglesia y en Cristo Jesús, de generación en
generación y por siempre, Amén».
Job KALLARACKAL
Misionero Salesiano

«¿Jesús misionero?»... Ni el autor ni no­
sotros pretendemos saltamos los umbrales de la pre­
gunta. La narración de este episodio está tan lejos
de la facilona milagrería como del más burdo racio­
nalismo. Los caminos de Dios son infinitos. Donde
los hombres y las leyes se oponen al Evangelio, pue­
de el Señor muy bien burlarse de todo y de todos
para llegar a donde El quiere y por los medios que le
parecen...

27

noticias
mano como se dijo en los discursos
del acto.
Los Instructores del Politécnico
Salesiano son los que llevarían
adelante el programa. La Comuni­
dad de Arequipa apoya esta labor
que es esencial por la naturaleza
de esa casa que siempre fue para
los jóvenes obreros.

NAVIDAD
SIN AGUA

Ri)eka (Yugoslavia); Los seminaristas salesíanos han renunciado a sus
vacaciones para dedicar todas sus energías como albañiles para restaurar su propia casa. Claro que también hacen de electricistas y fontane­
ros, que todo se conjuga con la vocación salesiana...

ECUADOR:
I ENCUENTRO
MISIONES
SALESIANAS
Se celebró en el Centro San Pa­
tricio de Cumbayá, cerca de Qui­
to, el «I Encuentro Latinoameri­
cano de Misioneros Salesianos»
que operan entre grupos indíge­
nas. Asistieron al mismo represen­
tantes de diez países, entre los que
se encontraban cuatro obispos sa­
lesianos: Monseñor Braulio Sán­
chez, de Mixes (México); A. Obe­
lar, del Chaco (Paragay); E. Ceccarelli, de Ayacucho (Venezuela);
y T. Arroyo, de Méndez (Ecua­
dor).
Después de una información so­
bre la situación y actividad misio­
nera de los Salesianos en América
Latina, se presentaron diversas
ponencias sobre los problemas mi­
sioneros y pastorales en el conti­
nente.

eclesial. El Sr. Arzobispo, Mons.
Fernando Vargas de S. vivió con
emoción este acto que ha mostra­
do a toda Arequipa no sólo que los
hijos de Don Rosco siguen presen­
tes ^n el mundo del trabajo, for­
mando desde la juventud a los fu­
turos ciudadanos cristianos, sino
que la Iglesia cuenta con fuerzas
positivas que se unen y se dan la

Kerema, Papuasia (ANS): Una
prolongada sequía ha hecho difícil
la vida en Nueva Guinea. Los jó­
venes han convocado una huelga
contra la administración pública
para protestar por la falta de agua
con las consiguientes dificultades
para cocinar. Las escuelas medias
de Kerema. Malaua e Ihu han de­
bido cerrar por no saber ya cómo
atender a los muchachos. Un vio­
lento aguacero no hizo más que
agravar la situación. Se ha debido
mandar a casa a los muchachos
por estar los salesianos en las últi­
mas por falta de alimentos y de di­
nero... Así, en soledad y en po­
breza extrema, los salesianos han
pasado sus primeras navidades en
Papuasia: «La pobreza experimen­
tada —comenta Valeriano— nos
ha acercado mucho más a la reali­
dad de Cristo y a su nacimiento en
pobreza». El misionero vive tam­
bién esas... «alegrías».

SIGNO ECLESIAL
DE UNIDAD
Areauipa (.\SP): El día 3 de ju­
nio se llevó a cabo la inauguración
V bendición del nuevo Taller de
Mecánica en el local de la Recole­
ta. Fue un acto de-alto significado

28

Madrás (India): «María, signo y mediadora del amor de Dios» ha sido la
temática de un Congreso Mariano celebrado en la Casa Inspectorial de
los Salesianos, y de una exposición mariana. María «Inmaculada» y «Au­
xiliadora», en los momentos fuertes de la historia de la Humanidad y del
Pueblo de Dios.

noticias
MADAGASCAR:
POR AHORA,
DOS MISIONES
Ambauja: Los SDB del sur de
Italia (Ñapóles) se han instalado
en el Norte de la isla Malgache.
Los sacerdotes G. Lemma y A.
Gianfelice, llegados en febrero a
Tananarive. se encontraron en el
arzobispado con toda la Conferen­
cia Episcopal. Se hicieron cargo de
su misión y ya han comenzado su
trabajo apostólico.
Tulear: También los salesianos
de Sicilia se han hecho cargo de
una misión en Madagascar. en la
zona sur. De momento han ido
cuatro, para comenzar la tarea. La
invitación les llegó del mismo Rec­
tor Mayor. La aceptó el Capítulo
Inspeciorial de Catania. Después
de una vida y de un cambio de im­
presiones con los obispos malga­
ches. el Inspector A. Morlupi indi­
có tres razones de interés salesiano: La masa juvenil (50 por 100 de
los habitantes), su pobreza mate­
rial y espiritual junto con su fideli­
dad y disponibilidad a los valores
más auténticos. Al centro juvenil y
profesional en proyecto (con es­
cuela para catequistas) se le añadi­
rá. probablemente en 1982, otra
comunidad para los 40.000 católi­
cos (sobre 400.000 habitantes) del
vasto territorio.

a preguntarse sobre su modo de vi­
vir y creer en Dios. «Hoy —dice el
P. Trisolini— tengo una docena
que estudia el catecismo. Pero me
han hecho falta dos años para des­
puntase esta autora de fe. Gracias
a Dios, hemos puesto en marcha
un catecumenado del que espera­
mos mucho».

viva». En consecuencia se ha pen­
sado organizar todos los meses del
año una serie de «encuentros» de
diverso carácter: folklore y dojx'írte. música y espectáculo, liturgia y
sacramentos... Fiestas conjuntas
llenas de vida, capaces de unir a
las personas, para conseguir una
autentica comunidad parroquial.
(P. Jcan-Paul Lebel).

CANADA:

CRECEN
l.AS VOCACIONES
SALESIANAS

COMUNIDAD
PARROQUIAL
MAS AUTENTICA
MonirCíil (Si. Clciiri’): Durante
1981 la comunidad parroquial de
Santa Clara está llevando a cabo
un programa de encuentros comu­
nitarios parroquiales con el fin de
favorecer la unión entre los cristia­
nos de la feligresía, «distanciados»

La india es la nación que tiene
más novicios Salesianos. aunque
también otras naciones trabajan el
aspecto vocacional. En 1981 las
cinco Inspectorías de la India con­
taban con 108 novicios. En Polo­
nia la respuesta de los jóvenes a
Don Bosco era de 59 novicios. En
España hay 53, y 42 en Brasil.
Después viene Italia con 33 novi-

COREA:
CATECUMENADO
JUVENIL OBRERO
Seúl: Se ha invitado a un cursillo
de formación religiosa a 25 mucha­
chos del arroyo, de entre los po­
bres más marginados del cinturón
de la capital coreana. Lo ha hecho
elsalesiano Giovanni Trisolini. Se
trata de un cursillo para jóvenes
obreros cristianos. Sólo fueron se­
leccionados por su abandono; al­
guno había sido recogido casual­
mente de la calle; otros, nunca vis­
tos en ningún colegio, provenían o
de la cárcel o de familias deshe­
chas. El primer día del cursillo no
les dijo demasiado: se quedaron
tan fríos... Pero cuando vieron a
jóvenes obreros, muchachos y mu­
chachas, hablar seriamente de su
propia vida y reflexionar juntos
sobre sus situaciones personales a
la luz del Evangelio, entonces
también aquellos muchachos del
arroyo comenzaron a preguntar y

Roma: El instituto Salesiano de San Cirilo y San Metodio, para eslavos
seminaristas en Roma, han recibido ia visita del Papa el pasado mes de
noviembre. El Santo Padre ceiebró con ellos la Eucaristía y los acompa­
ñó en la mesa charlando con ellos como uno más de la comunidad.

por la heterogeneidad de su proce­
dencia. «Una comunidad —se dice
en la invitación— no es sólo una
reunión de individuos en un mis­
mo lugar; es un encuentro de per­
sonas que pretenden llevar juntos
un proyecto común, animadas por
un mismo espíritu. No siempre se
inspiran nuestras asambleas en
este criterio fundamental, ni si­
quiera las eucarísticas. ¿Por qué?
Es un hecho que la mayoría de los
participantes son extraños para su
vecino. Hace falta hablarse... Es
el modo de lograr una comunidad

cios, Argentina con 27, y Filipinas
con 22. Inmediatamente sigue Mé­
xico con 21, Alemania con 18, Yu­
goslavia con 13, y Estados Unidos
y América Central con II novicios
cada una. Y luego las demás na­
ciones. El total, ios novicios Salcsianos en el mundo son este año
513. No son pocos, aunque antaño
eran muchos más. Si el porvenir
de una Congregación depende,
por lo menos en parte, de los jóve­
nes que engrosan sus filas, el futu­
ro de la Congregación Saiesíana
parece asegurado.

29

libros B. S.

ALFONSO FRANCIA: Tras
las huellas. Colección «Pala­
bra joven». Ed. Central Ca­
tequística Salesiana (CCS).
Tras el éxito editorial del
primer volumen de este curso
de Formación Juvenil en tres
años, aparece ahora el libro
segundo «Tras las huellas».
Para guía de los lectores de
este catequeta salesiano, da­
mos aquí el título de las dieci­
séis lecciones de que consta
este segundo tomo: 1. Fe es
confiar amando./ 2. Cristo,
amigo que no falla./ 3. Quien
de verdad espera es esperan­
za./ 4. El ideal es meta y mo­
tor./ 5. Libres y libertadores./

Como podemos observar, se
trata de una serie de temas
para estudio y reflexión, sobre
todo para la utilización del ca­
tequista en los diversos grupos
de catequesis. La fe no es sólo
cuestión de aprendizaje, sino,
sobre todo, de vida. A. Fran­
cia nos lleva a través de sus es­
quemas a la práctica de la vida
cristiana; ilustrada, sí, pero
comprometida. Las lecciones
han sido preparadas con un
equipo juvenil. De esta mane­
ra comprobamos que han naci­
do de la experiencia catequís­
tica, sabiamente guiada por el
catequeta.
Ya están publicados los dos
primeros volúmenes: «En bus­
ca de unas huellas» (Libro
1. "); «Tras las huellas» (Libro
2. °). Esperamos que salga
pronto «Dejando huellas» (Li­
bro 3.®). Con ellos, los jóvenes
tendrán una hermosa guía de
formación religiosa y humana;
y los catequistas, un excelente
método didáctico, con indica­
ción de medios audiovisuales,
cantos y lecturas para dinamizar la enseñanza y la reflexión
del grupo.
La Biblia en cómics: Colección
«Héroes Bíblicos» (Coedi­
ción Ediciones Don Bosco y
Verbo Divino).

Queremos destacar la edi­
ción —desigual, por lo que
más adelante diremos— de
una serie de historias bíblicas
fundamentales en forma de có­
mics. La espléndida idea me­
rece ser destacada porque una
cosa así, ya intentada hace
años en ediciones americanas
pero con escasa repercusión en
el mundo español, hacía falta
6. Creadores en el trabajo./ 7. y uno se pregunta por qué has­
Escucha quien vive abierto./ 8. ta ahora los editores no se ha­
El dolor madura, no pudre./ 9. bían lanzado a la aventura.
Felices sois, felices haréis.../ ¿Es una lectura para niños?
10. El amor nos engrandece./. Desde luego, pero no sólo
11. La familia, el mayor rega­ iara niños. Ya hemos pasado
a época en que los adultos
lo./ 12. Sirve el que más ama./
13. Ora quien ama y espera./ leían los cómics a escondidas.
14. La Iglesia se sirve en co­ Esta colección resulta sabrosa
munidad./ 15. Si amamos, nos iara todos y es una forma de
reconciliamos./ 16. Lo socio- eer con gusto textos que mu­
poUtico. preocupación del cre­ chas veces permanecen lejanos
por nuestro «miedo a lo neyente.

f

gro», que es como en mi tierra
llamaban a la pereza de leer.
Como se «ve» una historia de
aventuras se «ven» estos cua­
dernos que van siguiendo paso
a paso y de forma literal —
adaptada, naturalmente— las
historias de la Biblia y sus hé­
roes no sólo a lo divino, sino
auténticos héroes militares o
políticos del pueblo de Israel.
Abarca también el Nuevo Tes­
tamento —Hechos de los
Apóstoles incluidos—, excep­
to las cartas y el Apocalipsis.
Lo mismo que no se incluyen
los Salmos, etc. Es decir, se
trata de ofrecer todo aquello
que en la Biblia es susceptible
de ser «contado» en dibujos
narrativos. De ahí su título —
«Héroes bíblicos»—, que for­
ma un auténtico friso de perso­
najes y aventuras apasionan­
tes.
Al principio decíamos que
la colección es desigual y ello
le viene de la variedad de di­
bujantes que han tomado par­
te en la tarea. No todos con las
calidades exigibles. ya que en
algunos cuadernillos el dibujo
resulta un tanto «antiguo» y no
siempre funciona el bicolor
con la debida maestría.
La «pega» fundamental es­
taría en que el tono general no
termina de entrar de lleno en
la imagen que hoy tiene el có­
mic, con toaos sus riesgos y experimentalismos, pero tam­
bién con todos sus hallazgos y
bellezas. Resulta un poco gris
de consecución. Esto, por po­
ner pegas críticas que no em­
pañan el empeño general, óp­
timo y de resultados suficien­
tes. He aquí un camino apenas
explorado. Este puede ser un
principio de mayores intentos
porque tenemos una historia y
unos personajes que están pi­
diendo a gritos este tratamien­
to digno, asequible y gozoso.
Por todo ello queremos llamar
la atención de los lectores so­
bre esta obra, que de ninguna
manera, debería pasar inad­
vertida.

f

30

B. M. HERNANDO
en «Vida Nueva»

nuestra gratitud
Toro (Zamora): Doy gracias a
María Auxiliadora por un favor
recibido y envío un donativo, de­
seando se publique en el Boletín
Salesiano. T. D.

Béjar: Encomendé a María Au­
xiliadora un problema que se me
presentaba, haciendo la novena
recomendada por San Juan Bosco.
Como siempre que recurro a Ella,
me concedió la gracia que le pedí,
y cumpliendo mi promesa publico
el favor recibido y envío una li­
mosna. F. M. M.
Las Palmas: Doy infinitas gra­
cias a María Auxiliadora por un
favor recibido y envío una limos­
na. deseando se publique en el Bo­
letín Salesiano. Antonia Díaz RiFontanales (Las Palmas): Doy
gracias a María Auxiliadora por
varios favores recibidos, envío una
limosna para los necesitados y le
pido me siga protegiendo. Juana
Díaz Alemán.
México D.F.: Doy gracias a Ma­
ría Auxiliadora por un favor muy
esf>ecial que me ha concedido.
María Doiores de Peñaloza.

Cruz de Piedra (Las Palmas):
Como lo prometí, hago público mi
agradecimiento a María Auxilia­
dora por la recuperación de un so­
brino mío. Los médicos le decían
ue tenía que operarse de úlcera
e estómago. Lo invité a hacer la
novena de María Auxiliadora.
«Verás cómo le curas y no tendrás
que operarte», le dije. Después de
hacerle las pruebas, le indicó el
doctor: «Has quedado bien con
el tratamiento y no necesitas ope­
ración». Doy gracias a Dios y a
María Auxiliadora. Pido siga pro­
tegiéndonos y envío una limosna,
deseando suscribirme a la revista
salesiana. Antonio Jiménez Díaz.
Terrassa (Barcelona): Habiendo
recibido varias gracias de nuestra
Madre María Auxiliadora, de Je­
sús y de San Juan Bosco. y pidién­
doles me sigan protegiendo, cum­
plo mi promesa de mandarles un
pequeño donativo y publicarlo en
el boletín Salesiano para que to­
dos se animen a recurrir a ellos.
Angel Rubio.

3

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
IN S P E C TO flIA DE BARCELO NA
Beca ‘ San M arcos*. Prim era entrega: 100.000 pesetas.
Beca ‘ Bibiana S o d a s*. N. e .; 7.000. T d a l: 59.000 pesetas.
IN S reC T O R IA DE B ILB A O
Beca ‘ Mamé M argarita*. L. C afiada. Pam plona. N. e. 250. T o ta l; 56.500 pesetas.
Beca ‘ Mamá M argarita*. N. e .: 4.000. T otal B4.500 pesetas.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca 'J o s é de Juan*. Las Palm as. Total: 303.000 pesetas.
Beca ‘ D . José D oblado*. M álaga. Total; 100.000 pesetas.
Beca ‘ D . B osco*. La O rotava. N. e .; 100.000. Total: 260.000 pesetas.
Beca *P ío C am pero*. O rense. Prim era entrega: 100.000 pesetas.
Beca *N tra. Sra. del Pino*. Telde. Prim era entrega: 10.000 pesetas.
Beca *Frartcisco Portero C astellano*. M ontilla. Prim era entrega: 10.000 p w « te «
INSPECTORIA DE LEON
Beca *D . Q ila*. Vigo. M aría A uxtliadora. N. e .: 5.000. T o ta l: 88.000 pesetas.
Beca *San ^ o n io ’ . Vigo. M aría A uxiliadora. N. e .; 6.000. Total: 127.000 pesetas.
Beca *0 . M iguel S algado*. Vigo. M aría AuxHiadora. N . e .: 1.200. T o ta l; 8.000 pesetas.
Beca *S enegal*. D iversas en&egas; 57.100 pesetas.
Beca ‘ M aría ^ixtH a do ra *. Vigo. Arch ico trad ia . N . e .: 5.000. T o ta l; 15.000 pesetas.
Beca *D . Joeó PirTtado*. Fundación. 20.000 pesetas.
INSPECTORIA DE M ADRID
Beca *F a m iia F ra n cia '. N . e .: 1.000. Total; 123.000 pesetas.
Beca *M . L A .*. N. e .: 1.000. Total: 151.000 pesetas.
Beca ‘ Agustín y M .* V ictoria*-M .* AuxiBadora. N. e .: 5.000. T o ta l: 80.000 pesetas.
Baca 'F id e lid a d *. N. e .; 10.000. T o ta l; 180.000 pesetas.
Beca 'A fchicotra d ía M .* A uxiliadora de Atocha». N. e .: 5.000. Total: 297.000 pesetas.
M S f^C TO FU A DE SEVILLA
Beca ‘ M ártires S aiesiarxis*. N. e .: 14.000. T o ta l: 300.000 pesetas.
Beca ‘ San José y San A rttonio*. N . e .; 5.000. T otal 51.000 pesetas.
M SPECTORIA DE VALENCIA
Beca ‘ San P a trie » '. N ovelda. N . e .; 5.000. T o ta l; 65.000 pesetas.
Beca *San B ernardo*. VBena. N. e .: 10.000. T o ta l: 132.000 pesetas.

Villaumbrates (Patencia): En ac­
ción de gracias a María Auxiliadla
ra y a San Juan Bosco por favores
recibidos en varias iKasiones. en­
viamos una limosna, pidiéndoles
nos sigan protegiendo y deseando
se publique en el Boletín Salesia­
no. Familia Moro Benito.
Valí de Uxó: Pedí a María Auxi­
liadora que mi nieto llegase a ob­
tener acceso directo de profesor
de EGB. Hoy envío una limosna
de agradecimiento por la gracia re­
cibida. Ramona Ambou.
Sanlúcar la Mayor (Se\'i¡ia):
Muy agradecida a María Auxilia­
dora por un favor recibido en este
último verano, envío una limosna.
J. G. de E. y M.
Puebla de la Calzada: Mis hijos
no eran capaces de encontrar un
empleo, me encomendé a María
Auxiliadora para que nos ayudase
y hoy, están ya tranajando. En ac­
ción de gracias, entrego un donati­
vo. Una devota.
Zamora: Expreso mi agradeci­
miento público a María Auxiliado­
ra por haberme restablecido des­
pués de sufrir un accidente en el
que tuve rotura de vértebra. Cum­
plo mi promesa de enviar un dona­
tivo para el Tercer Mundo y para
su culto. Wenceslada García. Coo­
peradora Salesiana.
San Vicente del Palacio (Valladolid): En acción de gracias por un
favor recibido, envío una limosna
deseando se publique en el B. S.
¡sidra Vara.
Medina del Campo: Hago públi­
co mi agradecimiento a Maua Au­
xiliadora por un favor recibido y
envío una limosna. Juana Vegas.
Oviedo: He sentido la necesidad
de acudir a María Auxiliadora
para que me ayudara en una situa­
ción en que me hallaba. Creo que
siempre nos escucha la Virgen.
Agradecida, publico este favor y
envío una limosna para las obras
de María Auxiliadora. Gracias.
Agripina Sánchez.
Llanares (Avilés): Agradecida a
María Auxiliadora pior los muchos
favores recibidos, envío un donati­
vo para el desarrollo de las obras
saiesianas. Etelvina Pérez.

31

fueron a la casa del padre
tes al lado del Sr. Inspector de
Barcelona, del Director del Cole­
gio de Badalona y del Director del
Colegio de Tremp, Mosén Barbal,
sobrino de Don José Barbal. Des­
pués de la homilía, hablaron un
alumno, un profesor y un antiguo
alumno. Sus restos mortales des­
cansan al lado de tantos hermanos
suyos del Colegio de Sarriá.

Sr. D. José Barbal Elfo.
Salesiano Coadjutor ■í’ en Barce­
lona el 3 de junio de 1980 a los 73
años de edad y S4 de vida salesiana. Había nacido en Montardit de
Dalt (Lérida). A la temprana edad
de 19 años entregaba su juventud
a Don Bosco haciéndose salesia­
no. Sarria configuró su personali­
dad salesiana. «Era un hombre de
una pieza, tenaz y luchador, inase­
quible al desaliento, exigente y vo­
luntarioso. Con todo, sabía endul­
zar su fuerte temperamento con el
sentido del humor, de la disponibi­
lidad y del servicio infatigable a los
jóvenes y a la Comunidad».
De 19¿6 a 1928 hizo dos años de
formación en Italia. Y de 1928 ai
1932 trabajó en Córdoba (Argen­
tina). Era un salesiano de grandes
valores humanos. Hombre de
amistades profundas, sinceras y
fieles, eran consecuencia de su ca­
lidad humana excepcional. «La
formación humana, como base im­
prescindible para la formación téc­
nica y profesional, era su preocu­
pación constante, pues creía en el
nombre y en sus posibilidades,
pero en un hombre íntegramente
formado, técnica y espintualmente».
Era un salesiano infatigable, en­
tregado a tiempo pleno y total­
mente a la educación de los jóve­
nes de las Escuelas Profesionales.
De intensa espiritualidad, su vida
estaba cimentada en Dios. Rezaba
con sencillez y vivía profundamen­
te la Eucaristía y la devoción a la
Virgen.
«No es posible trazar en unas
breves líneas la semblanza de este
salesiano cjcmplarísimo que con­
vivió con nosotros, escribe un
compañero... Podemos destacar
tres rasgos: la piedad sencilla, el
espíritu de trabajo y el afecto a
todo lo salesiano».
El funeral fue una emotiva ma­
nifestación de duelo y de afecto.
El Santuario de María Auxiliado­
ra de Sarriá estaba repleto. Conce­
lebraron más de cuarenta sacerdo­

32

Rvdo. D. Angel Caballero López
t en Granada el 9 de agosto de
1980 a los 78 años de edad, fiO de
sacerdocio y 61 de vida salesiana.
Había nacido en Málaga y, a los 16
años se hizo salesiano profesando
en San José del Valle. Estudió dos
años de Teología en Turín y reci­
bió la ordenación sacerdotal en
Sevilla en 1930. Después de unos
años de ministerio en Andalucía,
en 1935 cumplió uno de sus sue­
ños: el ser misionero. Y fue envia­
do a las Misiones de la Patagonia y

la Tierra de Fuego. Fue secretario
de Mons. Arturo Jara, Vicario
AjxJstólico de Magallanes; y de
Mosn. Amadeo Rojas, Adminis­
trador Apostólico de aquella re­
gión. Trabajó posteriormente en
Bahía Blanca y en Río Gallegos.
En 1945 regresó de nuevo a Espa­
ña. Nuevos campos de trabajo en
Consolación de Utrera, en Carmona. Las Palmas. Ronda. Posadas.
Pedro Abad. Ubeda y Granada,
donde se entregó con su bondad y
alegría a los jóvenes y hermanos.
He aquí algunos rasgos de su
personalidad de salesiano: Hom­
bre de gran originalidad, tenía sa­
lidas para todo. De fácil palabra,
entablaba conversación con toda
clase de personas, hacía amistades
con todos por su simpatía y buen
humor. De mirada limpia y picara,
de cultura vasta y profunda, sabía
salir al paso de toda conversación
sobre cualquier tema. Su amor a
Don Bosco era apasionante, como
el fue un confesor asiduo, sabio y
prudente. Su devoción a María

Auxiliadora era proverbial, habla­
ba siempre de ella. Ya tenía pre­
paradas las estampas recuerdo de
sus bodas de oro sacerdotales. El
Señor quiso que las celebrara en el
cielo. Descanse en paz el buen salesianó y el infatigable sacerdote.
Dña. María de la Paz Cortés
Góngora, Vda. de Valpuesta.
El día 8 de junio y a la avanzada
edad de 90 años marchaba a la
Casa del Padre, con gran serenidad, esta mujer ejemplar.
Nació en Ecija (Sevilla) y su
viua se distinguió por su pruden­
cia, bondad, amabilidad, delicade­
za. rectitud... Se puede afirmar
que era la bondad andando o la
bondad personificada.
La base fundamental de su pro­
funda orientación espiritual la ex­
teriorizó, con espontánea sinceri­
dad, cuando al quedarse viuda, en
menos de 48 horas, con 11 hijos, el
mayor con 18 años y la menor con
9 meses, expresó: «Dios lo ha que­
rido». y con su «Dios lo ha queri­
do» caminó sus 48 años de viuda,
aplicando este gran principio a to­
dos los acontecimientos de su
vida. Se puede decir que este fue
el «leiv motiv» de su existencia. Su
confianza en Dios y en su Provi­
dencia era admirable. Nunca le pi­
dió explicaciones a Dios. Todos
los acontecimientos, buenos y me­
nos buenos, los asumía desde su
confianza en la Providencia. De
ahí le vino la permanente y cons­
tante paz y serenidad con que vi­
vió. Una paz y serenidad que
transmitía a cuantos se acercaban
a ella.
En cierta ocasión, cuando uno
de sus hijos le manifestó que todo
10 arreglaba con su «Dios lo quie­
re». le dijo también con gran es­
pontaneidad: «¿Y sabes una cosa?
Que me va muy bien».
Su hijo D. Luis, salesiano, en la
homilía que pronunció en el fune­
ral. aplicó a su madre el texto
evangélico: «Venid, benditos de
mi Padre, a poseer el reino preparado para vosotros desde la crea­
ción oel mundo porque tuve ham­
bre y me disteis de comer...» (Mt.
25,31-46) manifestando que esta
mujer dió de comer, vistió, los vi­
sitó con solicitud amorosa cuando
estaban en la cárcel ^el capricho,
de la testarudez, de la terquedad,
del egoísmo... a sus 11 hijos, sa­
cándolos a todos adelante.
Era una gran devota de M.* Au­
xiliadora a la que continuamente
invocaba y encomendaba —como
ella decía a sus 11 hijos. 39 nietos
y 22 bisnietos.

'


*

|

C EN TR A L
CATEQ U ISTICA
S A LES IA N A

HILO
DIRECTO-2
LIBRO DE ORACION,
NO SOLO DE ORACIONES,
PARA
PREADOLESCENTES
Y ADOLESCENTES

LIBRERIA
• CONSAGRACION Y MISION, HOY/1, de J. Aubry. Espiri­
tualidad religiosa (Colección Espiritualidad). En prepara­
ción el tomo II.
• MEMORIAS BIOGRAFIAS DE SAN JUAN BOSCO, tomo II.
• DON BOSCO CON NOSOTROS, de Marcelle Pellissier.
Dibujos de José Luis Cortés. Biografía de San Juan Bosco
para los niños, pero que gusta también a los mayores.
FORMACION JUVENIL EN TRES AÑOS,
de Alfonso Francia (nueva colección Palabra Jo­
ven, para BUP, FP y movimientos juveniles);
1. EN BUSCA DE UNAS HUELLAS, libro primero.
2. TRAS LAS HUELLAS, libro segundo.
3. DEJANDO HUELLAS, libro tercero.

FILIVIIIMAS Y
DIAPOSITIVAS
DDIM BOSCO
Colección PARABOLAS DEL SIGLO XX:
• BEELINDO, de Luis Pérez (Los jóvenes «pasotas»).
• EL PAIS CUADRADO, de Francesc Bofill (El pluralismo).
Colección PROBLEMAS DEL HOMBRE:
• PROBLEMAS DEL HOMBRE/8: Encuentro y comunica­
ción.
• EDUCACION SEXUAL ESCOLAR/1,
con diapositivas. Para el ciclo inicial de EGB,
según el nuevo programa del Ministerio de
Educación.
De próxima aparición:
los hechos de los apostóles, de Roberto Rosseliini.
Pedidos a:

CENTRAL CATEQUÍSTICA SALESIANA
Teléfono: 255 20 00/Alcalá, 164/MADRID-28

Esquemas de oraciones,
según tiempos litúrgicos.
La Celebración eucarístic a e x p lic a d a b re v e ­
mente.
María en la oración del
cristiano.
La oración de los hom ­
bres de todos los tiempos.
La oración de nuestros ra­
tos de silencio...

Un libro que puede en trar
en el presupuesto ordinario
del colegio, como m aterial
com plem entario, para edu­
car en la oración a los chi­
cos y a las chicas de hoy.
D e s c u e n to s e s p e c ia le s
para pedidos en cantidad.

-

o

-

PEDIDOS:
Central Catequística
Salesiana
Alcalá, 164, —MADRID-28
Teléfono: 255 20 00

1

^

.K \t-

^ í


/

D iA PO Sirr