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DON SOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
El autor de! libro... es inútil que os lo pregunte.
Tampoco tenéis derecho a saber quién era Edmundo
de Amicis. Aunque tampoco se pierde nada por sa­
berlo. Pero es que, con el cuento de Marco y de la
tele se nos olvida hasta lo más importante.
Pero, mirad, también Edmundo de Amicis contem­
plaba con mucha frecuencia la estatua de la Virgen
María que, como una estrella, alza su luz sobre la
cúpula de la Basílica de Turín.— «¿La que construyó
Don Bosco?— Sí, la misma.
A sí la veía el autor de oCorazón»: «A la tristeza
de aquél barrio singuiar, corresponde la campiña ve­
cina, liana y silenciosa, particularmente en invierno,
a ia puesta del sol, cuando por encima de las casas,
y de los campos cubiertos de nieve, inmersos ya en
la sombra azulina de la tarde, brilla todavía, al último
rayo de sol, la alta estatua dorada de María Auxilia­
dora en la cima de la cúpula de su iglesia solitaria,
con los brazos abiertos hacia los Alpes».
Si os dáis cuenta, el escritor nos comunica en su
descripción una suave melancolía. La tristeza se vuel­
ve dulce ante la contemplación de la imagen de María
dorada por el último sol del atardecer.
También Don Bosco, el mismo que la había visto
en sueños, describió después la realidad de la estatua
que campea en lo alto de la cúpula: «T/ene casi cua­
tro metros de alta y está coronada por doce esfrellas. Es de cobre dorado. Brilla luminosa desde lejos
cuando la besan los rayos del sol. Parece que habla,
como si quisiera decir: «Aquí estoy yo acogiendo las
plegarias de mis hijos, para llenar de gracias y bendi­
ciones a todos los que me aman».
Bella como el arcoiris, la estatua
de Marfa Auxiliadora se recorta en
el cielo de Turln.

LOS AMIGOS OE MARCO
Queridos amigos Juanito y Mari:
También pasó por aquí nuestro amigo Marco en
busca de su mamá. Pasó y no ha vuelto más. Pasó de
moda. Pasó a la historia. Y sin pena ni gloria. Pero
bien que recuerdo vuestras lagrimitas al ver las peripe­
cias del pobre chiquillo en su peregrinación de los
Apeninos á los Andes. Yo decía para mí: «ay que
ver lo sensible que tienen el corazón estos niños».
Y, a pesar de todos los pesares, ya no os acordáis de
Marco ni pintado.

A Mari seguro que le gusta más la descripción de
Edmundo de Amicis. «Porque es más dulce». A Jua­
nito le gusta más la de Don Bosco. «Porque es más
alegre». Por eso os envío las dos en esta carta del
mes de mayo. Y haced la prueba: en los momentos
difíciles, o cuando estéis solos, o cuando os sintáis
cansados, mirad para arriba e invocad a la Virgen. Os
aseguro que ia veréis, si no la de Turín, que está
muy lejos, sí la del cielo, que está más alta todavía
para que se pueda ver bien desde todas partes.
A mí me da muy buenos resultados.

Claro que, si no os acordáis de Marco, menos os
acordaréis del libro donde está el famoso cuento
«De ios Apeninos a los Andes». Yo sí que recuerdo
este libro precioso, para mí uno de los más bellos
que se han escrito. ¿Sabéis por qué? Estoy casi se­
guro de que Mari lo adivinaría. Dilo fuerte, que no te
equivocas. Sí, porque es uno de los libros en que
aprendí a leer en la escuela de mi pueblo. Y el título
del libro es de lo más entrañable: •Corazón».

¿Y a qué viene el título de esta carta «Los ami­
gos de Marco? Pues muy sencillo. Yo creo que, como
el protagonista del cuento, todos nosotros vamos a lo
largo de la vida en busca de nuestra Madre del cielo.
— Pero un día, sonríe Mari, la encontraremos de
verdad.
Recibid un abrazo muy fuerte de vuestro mejor
amigo.
PADRE RAFAEL

RavItU da ia Obra da Don Boaco
AAo XC Itl • N.o 5 • Mayo 1980
Director: R AFAEL ALFAR O
Consejo de Redacción: Emilio Her­
nández; Mari Carmen G arda; A n­
tonio G arda Vera; Argentina Sán­
chez Romo; Javier Artuch; Jesús
María Méllda.
Administrador: Miguel Rodríguez R.
Dirección, Redacción y Admón.;
Alcalá. 164 - Teléfono 2SS 20 00
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EN ESTE NUMERO
Madre de la paz ...
Teología sobre la mujer
Espiritualidad educadora
María Auxiliadora en ia
Elipa ................
La Iglesia espera mucho
de las familias cristía
ñas ...................
Así empezamos las Vo­
luntarias de Don Bos

co

M a d r e d e la p a i
• Nuestros ojos se dirigen este año a la Virgen María en actitud
de súplica. Sabemos que ella es Madre de la paz. Y nuestras miradas
están cansadas de contemplar la violencia en todo el mundo. ¿Habrá
alguna esperanza para estos hombres que buscan despedazarse los
unos a los otros? Y miramos a la que invocamos con el esperanzador
nombre de Madre de la paz.
Diariamente nos sentimos acorralados por los violentos que de­
sean imponernos su poder homicida. En nuestro país, comenzando
por lo que más duele; en Hispanoamérica: ¡cómo nos ha desgarrado
el alma el asesinato del Arzobispo de San Salvador, Monseñor Ro­
mero!; en Europa, donde el terror cobra sus víctimas en Italia, Ingla­
terra, Alemania, Francia...; en Africa: aún están sin cicatrizar las
muertes de Uganda, Etiopía, Rodesia, Mozambique, el Chad...; en
Asia, donde la muerte anda viva por Irán, Vietnam, Afganistán...
Por eso alzamos los ojos a la Madre de la paz. Y brota de nues­
tros labios la palabra paz, dicha muchas veces como expresión de un
deseo que nos parece inalcanzable.

10
11

Monitoras en los Alpes 12
Mantenga e n c e n d i d a
14
nuestra llama ......
Cartas a dos tintas .. 16
17
|Don Rinaldi, adelante
Oe cómo se «españoll
zaron» los primeros sa
lesianos enviados po
18
Don Bosco ..........
Pare Koko: En el país de
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las termitas aladas
El Africa del futuro será
24
hermosa ...........
Somos una Iglesia de
26
servicio •............
28
Noticias ...............
Libros B S ..............
30
31
Nuestra gratitud......
Fueron a la casa del Pa
d r e ..............; ...
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NUESTRA PORTADA
Imagen de María Auxiliadora,
detalle de un fresco del pin­
tor Vela Zanetti, en el Co­
legio Salesiano de La Robla
(León).
La Virgen de Don Bosco si­
gue la Obra de la Familia
Salesiana. En este mes de
mayo todos recordamos con
carino a la que es Madre
nuestra.
Foto.— José Luis Mena

• Ella es la Madre de todos. Si los violentos pensaran en el do­
lor de las madres, quizás apagarían el fuego de sus armas. «¿Qué se
puede hacer para frenar la ola invasora de esta locura homicida?», se
preguntaba el Papa públicamente en la Plaza de San Pedro. Y se res­
pondía a sí mismo; «El cristiano tiene una respuesta: rezar y amar,
porque el odio ei^endra la muerte y sólo del amor puede venir la
vida».
El Papa subrayaba el hecho de ia violencia juvenil, en esa espan­
tosa realidad de que unos jóvenes maten a otros jóvenes en nombre
de esos mal llamados ideales políticos o sociales. «Contagiados y do­
minados por ideologías aberrantes, unos jóvenes creen que sólo dan­
do ia muerte pueden transformar esta sociedad. Pero es preciso pro­
clamar con fuerza y convicción que un mundo de justicia, de solida­
ridad y de paz no se edifica sobre la sangre y los cadáveres de vícti­
mas cuya única culpa es pensar de otra manera».
Todos somos hermanos, es la afirmación indirecta que hacemos
al invocar a María con el nombre de Madre. Ella, la Madre de todos,
nos está pidiendo más amor fraterno, más humanidad, más respeto
a la vida.
• Y la Familia Salesiana, que tiene en sus manos el «Sistema
de la bondad» para la educación de los jóvenes, dirige también sus
ojos a María Auxiliadora como pidiéndole que nos enseñe a ser paci­
ficadores. Hombres y mujeres de paz, para convencer a la juventud
de que la paz es el mayor don; que sólo mediante la paz se podrá
construir; y que 1a violencia sólo sirve para destruir.
Las piedras nunca han de ser para arrojarlas a los hermanos, sino
para construir el edificio en el
que podamos vivir todos como
en nuestra propia casa.
• Madre de la paz, hoy mi­
ramos a ti con este deseo de
trabajar más por la paz, esó
que nos hace falta en este mun­
do tan querido y tan terrible
que nos ha tocado vivir.

Teología
sobro
la m u je r
La mujer, como dice la Escritura,
es fundamentalmente Eva, es decir, madre
de lodos los vivientes.
Está más orientada
hacia la interioridad de la vida
que hacia la exterioridad del mundo.
Enraíza en el dar y recibir
la vida de otros
y en transportarla, primero en su seno
y después en su corazón
mediante la educación de los hijos.
Con esto se corresponden
las actitudes de donación,
capacidad de entrega y de renuncia.
Cor.o la vida,
la mujer es más espontánea e intuitiva,
y la experimenta
más profundamente que el hombre.
Se dirige más a las personas que a las cosas.
Ve las cosas objetivas a través de los ojos
de una persona amada o amiga.
Por eso es también más fiel y delicada.
Para ella el bien supera a lo verdadero.
Siente e intuye
más de lo que reflexiona intelectualmente:
el corazón ve más lejos
y más profundamente, aunque no raras veces
pueda equivocarse.
Es más sensible al detalle )• a la belleza
que al sistema y a las abstracciones.
Vw modo de vivir su ser humano

es diverso al del hombre.
Si éste se caracteriza por el trabajo,
la mujer se expresa a .sí misma
por el «cuidado».
El cuidado no es preocupación neurótica
ni posesión obsesiva de personas o cosas.
Cuidado, según Buytendijk,
es la capacidad de dar reposo y sosiego.
Cuidado es dedicación.
Cuando trabaja, ella no transforma
en la misma medida que el hombre,
sino que cuida de la persona o de la cosa;
le da siempre un toque
subjetivo y personalizante.
Antes que las finalidades prácticas y utilitarias
ve el sentido secreto de las cosas,
con esa óptica, constituye un elemento crítico
y es también donación de sí en la dedicación.
Quizás nadie mejor que esta abisinia
haya comprendido qué es la mujer,
contrapuesta al hombre:
«¿Cómo puede saber el hombre
qué es una mujer? La vida de la mujer
es muy distinta de la de los hombres.
Dios la hizo asi. El hombre permanece
él mismo desde el tiempo de su bautismo
hasta el de su disolución. Es el mismo antes
y después de haberse encontrado con una mujer.
Sin embargo, el día que la mujer gozó
de su primer amor divide su vida en dos partes.
Desde ese día es otra y asi permanece toda la vida.
En cuanto madre
ya es diferente de la mujer que no era madre.
Durante nueve meses consecutivos lleva
en su cuerpo las consecuencias del amor.
Algo va creciendo. Algo está creciendo
en su cuerpo y jamás desaparecerá de su cuerpo
pues se ha convertido en madre.
Y seguirá siendo madre aun cuando
muera el niño.

d o c u m

aunque le mueran todos los niños,
pues los llevó junto a su corazón.
Después, cuando el niño nazca,
seguirá llevándolo junto a su corazón
y de ese corazón no volverá a desaparecer,
ni aunque el niño haya muerto.
l^ada de eso conoce el hombre; nada de eso sabe.
No experimenta la diferencia
entre el antes y el después del amor.
Sólo la mujer lo sabe,
puede hablar de ello y dar testimonio.
Por eso, mujeres,
no os dejéis seducir por los hombres.
Una mujer puede únicamente una cosa:
puede ser prudente, tener cuidado de si;
puede comportarse decentemente.
Debe ser siempre lo que es su naturaleza.
Debe ser siempre niña-doncella-y-mujer.
Antes de cada amor es niña y doncella.
Después de cada amor es siempre madre.
En eso se conoce si es una buena mujer o no».
Teológicamente la mujer es más sensible
a los misterios de la gracia
que al misterio de la creación;
más al misterio de la redención
y de la bondad humanitaria de Dios
que a su omnipotencia, sabiduría y justicia.
Viviendo con autenticidad sus valores femeninos,
la mujer cumple con su vocación.
De ese modo representa a Dios en el mundo
y completa y enriquece
lo que el hombre revela de Dios.

e n t a

mansiwsB
m am i
ROMA, 20-25 enero 1980: Se ha celebrado en el «Salesianum» de Boma la 7.5 sema­
na de espiritualidad salesiana. Tema: «R1 Sistema Preventivo vivido como camino de san­
tidad».
El siervo de Dios Felipe Binaldi definió la presencia salesiana entre los jóvenes co­
mo «espíritu que construye, ilumina y santifica». Precisamente GSñ, original santidad de
Don Bosco es la que se h a propuesto como «camino de santidad» en unas reflexiones que
tal vez vayan a figurar entre las más originales y mejor ^ tu d ia d a s hasta ahora en esta
serie de estudios anuales.
No pretendemos dar todo. Ni lo podríamos lograr con una antología de textos o con
unas «miniactas». La semana sólo se podía fotografiar en el conjunto de sus trabajos
—que un día aparecerán en forma de «actas»— y en la cálida atmósfera, de la reimión...
Los materiales que van aquí no son más que crónica y. Dios lo quiera, estimulo de la curio­
sidad para acudir a los originales.
Otra cita con el Sistema Pre­
ventivo. Es una urgencia que sus­
citan no sólo varias determinacio­
nes y documentos salesianos. Son
los signos de los tiempos, los jó­
venes mismos, quienes proponen la
actualidad y, por consiguiente, el
desempolvamiento y d e f i n i ción
exacta de esas dos palabras, que
se dan por sabidas. Pero..., ¿se las
conoce de veras? Al presentar los
trabajos de la Semana, el Conseje­
ro General para la Pastoral Juve­

nil, don Juan Vecchí, ponía una
premisa importante; «Hay un ne­
xo —decía— entre la inspiración
que crea determinadas actitudes
profundas en la persona, y el mé­
todo pedagógico y pastoral que
guía la modalidad de acción y el
estilo de presencia. Este nexo
—proseguía— es tan inquebranta­
ble y la cohesión entre los dos ele­
mentos tan compacta, que no se
puede explicar ni vivir el uno sin
el otro. Con otras palabras; No se

comprende el Sistema Preventivo
sin un educador santo. Y no es
que se quiera hablar ya de salida
de una «santidad de altar». Se tra­
ta de una santidad verdadera, ani­
madora y constructiva, liberadora
y que enriquezca a las personas.
Por lo demás, el concepto no es
nuevo; está ya en el Capítulo Ge­
neral salesiano 21.°. Según él, el
«Sistema de Don Bosco tiende ca­
da vez más a identificarse con el
espíritu salesiano; es simultánea-

e m n v iv e n e ia s

mente pedagogía, pastoral y espi­
ritualidad». Es un elemento común
a todas las ramas de la Familia
Salesiana, pues participan de la
misma vocación. O sea, se trata,
si no entendimos mal, de una €santidad de acción», que no se reali­
za materialmente en el hecho de
educar, sino en el clima y espíri­
tu «educativo» común a toda la
Familia Salesiana.

CAMINO DE SANTIDAD
Se había declarado ya al comien­
zo que no se iba a presentar el
enésimo análisis del Sistema Pre­
ventivo, sino un estudio de los va­
lores que pueden constituir un «ca­
mino de santidad» tanto en la ac­
ción educativa como en la vida de
cada día que se inspire en ellos.
El tema del Sistema Preventivo
como espiritualidad se le ofreció
a la Familia Salesiana en tres re­
laciones que sucesivamente traza­
ron la original experiencia de gra­
cia en Don Bosco (J. Aubry), la
praxis educativo-pastoral como lu­
gar habitual del encuentro salesiano con Dios (R. Tonelli) y como
ascesis e itinerario de santidad (M.
Secco). Siguieron otras dos rela­
ciones (A. Martinelli y J. Colomer)
enfocadas a los educandos.
«La santidad original de Don
Bosco en su vivir para y con los
jóvenes» es el título en que José
Aubry sintetiza no sólo su rela­
ción, sino sobre todo el análisis
auténtico de la realiclad salesiana.
Por Un razonamiento que aquí de­
bemos sobrentender, llega a la
siguiente constatación: «La con­
ciencia viva —por parte de Don
Bosco— de ser el delegado de Dios
Padre, de Jesús Pastor y de María
Madre y Pastora, y la voluntad
decidida de expresar fielmente y
de encamar concretamente su
amor salvífíco a los jóvenes, fue
el medio inmediato y típico de su
santidad, porque su presencia en­
tre los jóvenes era una presencia
mediadora, "sacramental”, transpa­

rente, una presencia "religiosa”
en el sentido pleno de la palabra,
que suponía la unión con Dios, con
Jesús y con María sentida al lado,
y la expresaba y la hacía ir cada
vez a más. De esta presencia salió
el Sistema Preventivo, que puede
definirse, en su realidad más pro­
funda, la santidad vivida por Don
Bosco entre sus jóvenes».

SANTIDAD
ENTRE LOS JOVENES
A nadie se le escapan los múl­
tiples análisis sobre Don Bosco

(desde el sueño de los nueve años
hasta la conciencia de ser «instru­
mento» en las manos de Dios y de
María...) que supone esta densa
conclusión de Aubry. Evidente­
mente, el relator no vino a decir­
nos que sólo Don Bosco se hizo
santo educando. Más bien determi­
nó, en su estilo caracterfetíco y
original de ser educador, el ele­
mentó de su santidad, teniendo
siempre en cuenta que en la Fami­
lia Salesiar» hay variedad de par­
ticipación en la incumbencia edu­
cativa. Aquí llega y sigue adelan­
te la relación de R. Martinelli: «La
praxis educativo-pastoral del salesiano hoy —precisa él— es su lu­
gar de encuentro con Dios». Para

encontrar a Dios se precisan cier­
tas «mediaciones». Tonelli habla
de «mediaciones rituales» y «me­
diaciones técnicas», igualmente
importantes para la existencia cris­
tiana tanto, que no se pueden to­
mar una y dejar la otra. Por los
pasillos y encuentros informales
pareció que se hablaba de la ne­
cesidad de inserir acaso entre lo
ritual (litúrgico) y lo técnico algu­
na referencia de tipo humanístico,
como la «mediación cultural», tam­
bién ella sendero que lleva a Dios
y ciertamente no ajena a Don Bos­
co. Pero es obvio que Tonelli no

R O M A >S8lesianumN: El Consejero
Genera! don Juan Vecchí inaugura
en el «Saleaianum» la «Semana de
Espiritualidad» sobre «Ei Sistema
Preventivo vivido como camino de
santidad». Se ha presentado ei S is­
tema de Don Bosco como «peda­
gogía pastoral y espiritualidad que
asocia en una experiencia única a
educadores y destinatarios».

la excluye, pues coloca al educa­
dor de hoy «necesariamente en un
punto del todo "continuo” com­
prendido entre dos polos extremos»
a partir del más urgente.

CONTEBfPLATIVO
EN LA ACCION
Aquí se inserta un paso muy es-

R O M A (Universidad Pontificia Salesiana]: Se ha celebrado el Con­
greso sobre el Anuncio de Cristo
a los jóvenes» en Roma, del 2 al S
de enero y en la Universidad Salesiana. Entre los relatores estaba
el Cardenal Miguel Pellegrino que
tuvo la conferencia: «La figura de
Cristo en las actas de los mártires
y en la literatura martirial». Fue se­
guido con gran atención.

timulante de Tonellí sobre la fide­
lidad dinámica a Don Bosco. «Este
es un contemplativo en la acción.
A diferencia del místico contem­
plativo, intelectivo o afectivo, que
se pierde en Dios presente en lo
íntimo de su alma, donde experi­
menta su acción, Don Bosco, mís­
tico activo, conecta con Dios y lo
experimenta no sólo en los mo­
mentos de oración explícita, sino
en el ejercicio mismo de su acción
apostólica, caritativa y "humani­
zante”: lo toca y lo siente mien­
tras participa y colabora en la ac­
tuación de su designio salvífico
(Broccardo). La raíz y la manifes­
tación de este hecho las determi­
nan —precisa Tonelli— tres acti­
tudes espirituales comunes en Don
Bosco: la animación espiritual del
trabajo (trabajar con fe, esperanza
y caridad); la conciencia de co­
laborar con Dios en su proyecto
salvífico (... "sacerdote siempre y
doquier"); la profunda confianza en
la responsabilidad de las causas
segundas, que se traduce en mara­
villosa unidad de vida, donde los
dos momentos —divino y huma­
no— aparecen íntimamente com­
penetrados y solidarios entre sí».

MUCHACHOS EN ASCESIS
Precisamente por las premisas
avanzadas, la «santidad en la ac­

ción» presenta unas características
propias. Madre Michelina Secco
las explica muy coherente e indis­
cutiblemente a partir de la reali­
dad y propuesta bosquianas. En
este punto aflora un itinerario de
ascesís: oblatividad, disponibilidad
y competencia educativa. Esta úl­
tima etapa merece un «top» de
subrayado y atención. «El manda­
to de dedicarse a adquirir la obe­
diencia —observa la relatora—
parece que no constituye un pro­
blema para Juanito, al menos apa­
rentemente. Pero el de la "ciencia”
lo hace saltar en seguida y pre­
gunta cómo y dónde hacerlo. La
respuesta del "hombre venerando”
no se hace esperar y resulta sor­
prendente. El, personalmente, asu­
me la función de "orientador”. Es
persona que manda y da seguridad.
”Yo te daré la maestra". El "có­
mo” y el "dónde” no parece que
sea problema. Lo que cuenta es el
"quién", la persona designada para
transmitir la ciencia. La maestra
de Juanito será una persona pre­
cisa, perfectamente individuada e
individuable, bajo cuya "discipli­
na" Juan adquirirá la ciencia y
podrá incluso alcanzar la sabidu­
ría».
La alusión a la «disciplina» co­
mo camino a la santidad requiere
hablar otra vez (la relatora no lo

esquivará) de la «mediación»: ¿Có­
mo comportarse con los mucha­
chos —observa Secco, teniendo
aún a la vista el sueño de Don
Bosco a los nueve años— está en
el centro de todo esto. En su torno
giran los demás personajes. Juan
es atraído por la presencia y modo
de ser de los muchachos. Cuando
va a intervenir para modificar ese
modo de ser (están blasfemando),
lo detiene el "hombre venerando”,
que le enseña unas maneras mejo­
res. Mientras, los niños reaccionan
y dan un primer paso de "conver­
sión”...»

SANTU>AD
JUVENIL TIPICA
Que no engañe la aparente sim­
plicidad de estas glosas. Su con­
sistencia es extraordinaria. Ahí es­
tá la fuente del comportamiento
educativo de Don Bosco que res­
petará, más, «liberará» totalmente
la personalidad de sus muchachos
y colaboradores, pidiéndoles sólo
pocas «certezas», y muy evangéli­
cas, y lanzándolos después a una
coherente, dinámica y libre acción
educativa. Por eso con Don Bosco
surgieron muchachos animadores,
muchachos fundadores, muchachos
santos..., muchachos, en una pala­
bra, «normales» y nada más, pero
capaces de saltar de la normalidad
a la excepción. La santidad de un
auténtico formador de santos y
grandes «personalidades» se nota
también en esta delicadeza apren­
dida del Evangelio (el «Maestro»,
la «Maestra»), donde el proyecto
educativo revela abiertamente su
dimensión de alta «espiritualidad».



eofftrlrenelas
La relación de A. Martinelli
afrontó precisamente la consisten­
cia de este tema, tan delicado y
urgente, tan simple y típico, estu­
diando la santidad juvenil en las
biografías escritas por Don Bosco.
De esos documentos se deduce que
Don Bosco asegura que esta san­
tidad es transmisible. Una santi­
dad simplicísima y a la vez muy
exigente, porque abarca toda la vi­
da. Por ello Martinelli hace ver,
más allá del objetivo y del estilo,
los lugares en que se manifiesta:
el patio y la alegría, el deber y la
perfección..., para llegar no sólo a
las dimensiones «sacramentales»
de la pedagogía bosquiana, sino
también a los grandes horizontes
teologales (vida interior, fervor
apostólico...) hacia los que guió a
los muchachos del Oratorio turinés esa pedagogía.

realidad exigente fórmula: "honra­
do ciudadano y perfecto cristia­
no”»). Finalmente, una propuesta
llevada a cabo dinámica y gradual­
mente, camino en compañía, espi­
ritualidad que, dada la negativa
juvenil a cualquier complicación,
sea «cotidiana», fácil, sencilla y
popular, a pesar de que el «joven
popular» pueda no coincidir con
el «adulto popular», pues se trata
de gustos y generaciones diversas.

No es todo. Pero, al alejarse la
interesante semana, esas son sus­
tancialmente las ideas que flotan
en la memoria. Para abundar algo
más habria que recordar los enri­
quecimientos, subrayados y cone­
xiones con la realidad social y
existencial sugeridos ix>r Milanesl,
J. Rivera, Vázquez, Scarpa y Borgogno..., por los grupos y por las

Afirmados los contenidos, Colo­
mer analiza «el estilo salesiano de
presentar a los jóvenes la propues­

RO M A (Universidad Pontificia Salesiana): Cerca de 1.200 personas,
entre sacerdotes, educadores, reli­
giosos y religiosas, laicos y jóve­
nes participaron durante cuatro
días al Congreso «Anuncio de Cris­
to a los jóvenes». El Congreso ha
lanzado una propuesta moderna de
anuncio.

ta de santidad»; «razón, amor». Y
dos condiciones fundamentales: «El
apostolado y la oración». La espe­
cificación es interesante, pues exis­
te siempre y en todas partes el
peligro de que al faltar un apos­
tolado auténtico, el grupo se cie­
rre en un gueto de pequeñas com­
placencias; mientras que «la pro­
puesta salesiana es creíble sólo si
se presenta como una esjMritualidad redentora»; otro peligro, el de
alejarse del «Maestro-Maestra», o
sea, del alma del apostolado, que
para Don Bosco fue la ininterrum­
pida unión con Dioe.

intervenciones libres de los semanistas, que en un «sistema estelar»
de preguntas y respuestas hicieron
más variada y concreta, más cáli­
da e inmediata la atmósfera de los
trabajos. De tantas aportaciones
se dedujo un denominador común
que no puede quedar oculto; AI
formar animadores válidos, lc« hi­
jos de Don Bosco no piensan sólo
en el Sistema Preventivo como
«espiritualidad educadora»; lo en­
tienden siempre como un privile­
gio de los humildes, un servicio
a los marginados y un anuncio de
la «buena noticia» a los más po­
bres.
MARCO BONGIOANNl

ESTILO
DE UNA PROPUESTA

CONTENIDOS
SIGNIFICATIVOS
Y no sólo a los muchachos. Se
trata de un camino que Don Bos­
co propuso a sus mismo salesianos,
con un respeto constante a la per­
sonalidad de cada uno. De este
«Sistema Preventivo como pro­
puesta actual e itinerario de san­
tidad para los jóvenes» presenta
José Colomer en una de las rela­
ciones clave algunos contenidos
significativos. Primero, «una expe­
riencia de fe por una relación di­
recta con Dios». Segundo, «una
propuesta personal capaz de asu­
mir la vida y las aspiraciones ju­
veniles» (de eihí el profundo res­
peto por el punto de partida, la
calma, la esp>era, la consideración
de la diversidad personal...) Ter­
cero, una «propuesta unitaria y de
contenidos ricos, que salve al jo­
ven de cualquier banalidad e indi­
ferentismo y de las consiguientes
desilusiones y pesimismo, fijándo­
se como meta la promoción total
del hombre —individuo y grupo—,
proponiendo a Cristo como salva­
dor único y definitivo (aquí aflora
la aparentemente sencilla pero en

«La Elipa» es un populoso
barrio de Madrid donde no
hay salesianos, pero donde se
celebra con gran estusiasmo
la fiesta de María Auxiliado­
ra. Un dinámico grupo de se­
ñoras amigas de la Obra de
Don Bosco trabaja por la di­
fusión de la devoción a la
Virgen. Florece y crece la Archicofradía. Hay una inva­
sión de capillas para la visi­
ta domiciliaria. Se celebran
los 24 de mes en la parro­
quia. Se realizan obras socia­
les y de beneficencia. Alma
de todo este movimiento mariano es María Rocaberti, que
había trabajado durante mu­
chos años en la Asociación de
Granada...

M a ría A u xiliad o ra et
Recibo la visita de un grupo de
archicofrades del madrileño barrio
de «La Elipa». Els una delicia oír
hablar de María Auxiliadora a es­

tas mujeres con una formidable ex­
periencia mariana. No hay salesia­
nos en esta pobladísima zona de
Madrid, pero la Virgen sí que ha

llegado a adueñarse de los corazo­
nes. Lo veo por el entusiasmo que
se palpa en ellas. Empiezan a con­
tar cosas de María Auxiliadora y
no paran. Y uno tiene que frenar­
las para poner un poco de orden
en el tumulto de ideas.
Han venido a hablarme de sus
actividades María Rocaberti, presi­
denta, con otras amigas suyas de
la junta: Balbi Checa, María Apa­
ricio. Angeles Santamaría y Se­
gunda Castellanos. Entre todos
mantenemos una conversación, que
ahora ofrecemos a nuestros lecto­
res:
—Hemos fundado la Archícofradía en el barrio. Actualmente so­
mos unos 300 socios. Claro que,
aunque no haya salesianos, esta­
mos entroncados con los del Cole­
gio «Santo Domingo Savio» de San
Blas.
—Antes venían del Colegio y nos
reunían. Ahora lo hace el párroco
de nuestro barrio, en la Iglesia Pa­
rroquial de Santas Perpetua y Fe-

M A D R iD (La Elipa): El párroco pro­
nuncia la homilía sobre María Auxi­
liadora. Arriba, impone la medalla
a una nueva archieofrade.

a c c ió n salesiana
iicídad, don Salvador Ganuza, o el
coadjutor, don Miguel Angel Murieta. No son salesianos, pero tie­
nen un gran espíritu mariano, que
se les nota cuando hablan de la
Virgen.
—Todos los 24 de mes nos reu­
nimos y celebramos la Eucaristía
en la parroquia. Y siempre hay im­
posición de medallas a nuevas so­
das, porque la asociación crece
constantemente.
—En la iglesia tenemos una her­
mosa imagen de la Virgen de ¡Don
Bosco, que nos ragalaron los Sa
lesianos del barrio de San Blas
El párroco nos acoge como si fue
ra salesiano y dice la homilía so
bre María Auxiliadora. Estos sacer
dotes son verdaderamente fabulo
sos y les sale del corazón todo lo
que se refiere al espíritu salesia­
no. A ellos se Ies debe, en gran
medida, la devoción que hay en el
barrio.
—^Tenemos también mudias ca­
pillas domiciliarías. Basta ios en­

—Lo más hermoso es que se dan
casos de verdaderas conversiones.
«I>esde que recibo la visita domi­
ciliaria, me confesó un señor, mi
vida ha cambiado por completo.
Hace tiempo que no frecuentaba
ni la iglesia ni los sacramentos.
Y ahora cumplo. Lo creo como
una gracia extraordinaria de Ma­
ría Auxiliadora».
—Otro caso es el de una señora
que, al ver la imagen de la Virgen,
se recordó de una tía suya que,
momentos antes de morir, le dijo:
«Dad estas 1.000 pesetas a María
Auxiliadora». Como no sabía de
qué Virgen se trataba, no pudo
cumplir el legado de su tía hasta
que vino a conocer a la Virgen
bajo la advocación de Auxiliadora
en nuestro barrio. Ahora es una
de Jas que colaboran con mayor
asiduidad.
—Una cosa estupenda de este
movimiento es que no se queda
sólo en cosas de devoción y de ca-

EUpa
fermos reciben en el hospital la
visita de María Auxiliadora. Ahora,
por ejemplo, está en la clínica Ra­
món y Cajal. Por cierto que las
monjas se quieren quedar con ella
porque los enfermos acuden a la
Virgen que los visita, con gran con­
fianza.
—^¿Se la dejaréis en visita per­
petua?, les pregunto. Y ellas ríen:
—Claro que sí. Los enfermos
son los más necesitados del auxi­
lio de la Virgen.
—El 24 de mayo celebramos con
gran entusiasmo nuestra fiesta de
María Auxiliadora. Nos reunimos
todas las celadoras de las capillas
y la Junta General. Convocamos
a todos los socios. Rodeamos de
flores la imagen de la Virgen y
hacemos fiesta en el barrio.
—^Y como colocamos la estatua
de la Virgen en el lugar más visi­
ble de la parroquia, lo primero
que hace la gente que entra en la
iglesia es acudir a María Auxilia­
dora, que ya es muy popular en
todo el barrio.

M a d r i d (La Ellpa): La Archicofradía de María Auxiliadora celebra
con fervor la fiesta de la Virgen
en el popular barrio madrileño.

ÉÉ

pillitas. Llevamos a cabo obras so­
ciales en la medida de nuestras po­
sibilidades. Hemos fundado becas
y ayudamos a chicos impedidos.
—Y palpamos cómo se cumplen
las palabras de Don Bosco: «Pro­
pagad la devoción a María Auxi­
liadora y veréis lo que son mila­
gros». •

La conversación fluye sin nece­
sidad de hacer preguntas. Hay una
idea obsesiva: «María Auxiliadora
en nuestro barrio de la Elipa». Y
las cinco señoras hablan de su ad­
hesión a todo lo salesiano. «Todos
mis hijos, dice una, son antiguos
alumnos». «Yo voy adonde está
María Auxiliadora. Parece que, con
sólo ver su imagen, acude una con
mayor confianza en la oración».
María Rocaberti habla de su tra­
bajo realizado en Granada y del
entusiasmo que puso en la Ciudad
de los Cármenes. Babia de sale­
sianos como don Angel Mateos,
don Manfredini, don Miguel Ara­
gón. «Todo ello es lo que me ha
movido a fundarla aquí en nuestra
parroquia».
^
Aquí queden estas páginas como
testimonio del entusiasmo de un
barrio popular. De lo que es ca­
paz de hacer en honor de la Vir­
gen un grupo de personas alenta­
das por el espíritu de Don Bosco.
Ellas han sabido poner en marcha
un movimiento mariano y popular.
Esta es la breve historia, her­
mosa y simpática, de cómo la de­
voción a María Auxiliadora está
echando hondas raíces en un ba­
rrio de Madrid, al que todavía no
han llegado los Salesianos. Me
equivoco, porque todas estas mu­
jeres tienen un corazón salesiano,
y que late muy fuerte cuando sien­
te el nombre de María Auxiliadora.
RAFAEL ALFARO

LA IG LESIA ESPERA
MUCHO DE LAS
F A M IL IA S C R IS T IA N A S

Animación litúrgica, colabora­
ción en la Parroquia, etc.

El Cardenal prestó vivo inte­
rés a la información y luego, en
tono familiar, se dirigió a la Fa­
milia Salesiana allí reunida. Se
congratuló con los Cooperadores
El Cardenal Jubany pasa una tarde con la Fami­ por sus actividades que calificó
de «importantes y bien orienta­
lia Salesiana de Barcelona.
das» y les agradeció la ayuda tan
eficaz en servicio de la Diócesis.
El Cardenal Arzobispo de Bar­ Superior de la Región Ibérica,
«La Iglesia — Ies dijo— espe­
celona celebró un largo encuen­ don José Antonio Rico.
ra mucho de las familias cristia­
tro con los Cooperadores SalesiaDespués de las palabras de
nos del Centro de Rocafort el bienvenida que le dirigió el De­ nas, de su espíritu de servicio,
pasado 19 de enero. Meses atrás legado local, el Delegado Inspec­ responsabilidad y compromiso
había expresado su deseo de vi­ toría!, don Carlos Zamora, le hi­ apostólico. Es necesario — conti­
sitarlos y de asistir a alguna de zo una breve presentación acerca nuó— que los esposos den testi­
sus reuniones. Finalmente su de­ de la identidad del Cooperador monio de autenticidad como los
seo se hizo realidad. Llegó a las Salesiano. Los mismos Coopera­ primeros educadores de la fe,
17,30 y se entretuvo amablemen­ dores informaron al Arzobispo oponiendo a la opinión pública,
te con todos. Habían acudido sobre las diversas actividades que que tiende a aminorar los valo­
res de la familia, la realidad de
también representantes de otros llevan a cabo en la Diócesis: Cen­
un amor fiel y gozoso». Dirigió,
centros de la Inspectoría y varios tro Juvenil, Catequesis a adoles­
además, una invitación a los que
miembros de la Familia Salesia­ centes y adultos. Ayuda al Ter­
se sentían llamados al diaconado
na; Salesianos, Hijas de María cer Mundo, Acción Social, Ado­
permanente, y estimuló a todos
Auxiliadora y grupos de matri­ ración Perpetua en el Tibidabo,
a testimoniar públicamente sus
monios que colaboran en el Cen­ Hogares Don Bosco, Asociación
ideas en materia de fe y costum­
tro. Estaba además presente el de Padres, Escuela de Padres,
bres a través de los medios de
comunicación social. Estos temas
reciben con frecuencia un trato
superficial en la prensa, radio y
televisión, sin que los cristianos
hagan oír su voz. Finalmente res­
pondió a algunas preguntas de
los presentes.
El encuentro terminó con la
celebración eucarística presidida
por el mismo Cardenal. Después
hubo un pequeño guateque en el
que el ilustre huésped conversó
con los asistentes y con los ni­
ños de muchos de ellos. Como re­
cuerdo, se le hizo el obsequio de
la nueva biografía de Don Bosco
escrita por Teresio Bosco.
Eran las diez de la noche cuan
do se despidió de los participan­
tes del encuentro, todos felices de
haber pasado varias horas en es­
píritu de familia junto al más alto
El Ractor Mayor, torprandldo en su despacho charlando con un sa­
representante de la Iglesia local.
lesiano joven. Don Viganó ofrece la Imagen de la «familiaridad»
constructiva, característica de las casas saleslanas.

CARLOS ZAMORA

10

familia salesiana

así em pezam o s

LAS VO LU N TA R IA S
DE DON ROSCO
Para todos un saludo cariñoso,
al mismo tiempo que deseo expo­
neros brevemente cómo dimos las
Voluntarias- los primeros pasos no
desprovistos de dificultades y sacrificios.
Durante los Ejercicios Espiritua­
les para los Directores Salesianos
celebrados en Salamanca en la úl­
tima quincena de julio de 1962,
don Luís Ricceri habló a éstos y a
los Inspectores en el sentido de
que los Superiores Mayores creían
llegado el momento de iniciar en
España la fundación de las Volun­
tarías de Don Sosco.
Don Rosendo González inició el
grupo de Zamora el 24 de septiem­
bre con 6 jóvenes y en líneas ge­
nerales les explicó quiénes eran las
Voluntarias.
Casi simultáneamente, el 8 de
diciembre, fiesta de la Inmaculada
Concepción, don Juan Castaño reú­
ne cinco jóvenes, comentando las
bases fundamentales de los Cons­
tituciones y se puntualizó que se
reunirían cada quince días en la
salita de un colegio de las Hijas
de María Auxiliadora, para impo­
nerse y llegar a formar grupos or­
ganizados.
Nuevas vocaciones van incorpo­
rándose y así liegó la fecha de los
primeros Ejercicios Espirituales en
Salamanca, en el mes de agosto.
Desde entonces, los dos grupos de
Zamora y Madrid prosiguen sus
actividades de apostolado y forma­
ción lo que lleva a que en los E. E.
del año 1965 siete aspirantes del
grupo de Madrid y cinco del gru­
po de Zamora hicieran la primera
consagración.
En esta misma fecha surge el
grupo de Barcelona con dos aspi­
rantes.
Siguiendo las crónicas nos en­
contramos que el día 11 de sep
tiernbre de 1966 hace su primera
visita a las Voluntarias don L. Flo­
ra, lo que viene a dar el respaldo
al grupo de Madrid. Nos trae salu­
dos y los buenos deseos del Rector
Mayor, de don E. Maggio, de don
J. Frontini y de Velia, detalle que

nos anima a seguir en nuestra vi­
da en el Instituto.
Se da una estructura al Institu­
to formando los primeros Consejos
Locales. El Asistente de Madrid re­
cordó, con la emoción propia del
acto, los deberes que a partir de
este momento suponía para cada
una de las Voluntarias de Don
Sosco.
No podemos dejar en el olvido
la peregrinación efectuada a Lour­
des en el año 1967. Fue eí primer
contacto con los distintos grupos
europeos. Tuvimos la satisfacción
de que la Hermana Mayor nos
acompañara a hacer los E. E. en
Burgos viniendo a confirmar la
importancia que los grupos espa­
ñoles iban cobrando ya en el Con­
sejo Central.
Hacia Navidad de 1968 sopían en
Vigo las primeras inquietudes en
el corazón de cuatro jóvenes; un
poco más tarde dan con decisión
sus nombres y se pone en marcha
un grupo alegre y decidido, quizás
animadas por el ejemplo de San­
tiago Apóstol.
Las Voluntarias gallegas, en su
afán de apostolado vocacional, ex­
tienden su influjo hacia Orense,
donde surge un subgrupo de tres.
En el año 1971, con motivo de
la aprobación del Instituto, salen
en peregrinación las V. D. S. de
España, para asistir a la audiencia
de Su Santidad el Papa Pablo VI
del día 8 de agosto.
La actividad continúa normal­
mente y en el año 1972 en los E. E.
llega el gozoso acontecimiento de
la Consagración Perpetua de las
tres primeras Voluntarias de Zamo­
ra. Otras consagraciones definiti­
vas se van sucediendo.
Casi todos los años hemos reci­
bido la visita de algún miembro
del Consejo Central, que nos han
acompañado en ¡os E. E. y que con
su presencia nos han dado firme­
za en nuestra vocación.
En los momentos actuales, el
número de Voluntarias es el si­
guiente:

Consagración perpetua . . .
Consagración temporal . . . .
A spirantes...................... ...

27
17
6

TOTAL .
Más 5 candidatos.

50

Sus actividades laborales son:
fábricas, familia, Casas de Ejerci­
cios. laboratorios farmacéuticos,
modistas, oficinas, industria, en­
fermeras sanitarias y en distintas
ramas de la enseñanza.
Todas procuramos vivir y exten­
der el mensaje de Cristo por los
distintos puntos de España. Nues­
tro Instituto, como puede verse, se
ha proyectado hasta ahora por el
centro: Barcelona, Madrid, Orense,
Vigo y Zamora.
En el sur de España, donde no
teníamos la suerte de formar gru­
pos, se ha promovido una candidata en Córdoba y no dudamos que
germinará la semilla vertida por
esta joven que será el inicio de
nuestra expansión por esa zona.
Grande es la labor realizada por
las V. D. S. en sus tareas apostóli­
cas: Catcquesis, Legión de María.
Cáritas parroquiales, enfermos. Recuperaáón de Alcohólicos, Misio­
nes...

11

M O N IT O R A S e n lo s A LP E S
Cuatro alumnas de la Escuela Universitaria del Profesorado «Don Bosco»
de Madrid cuentan sus experiencias de monitores en los Alpes
franceses. Los Antiguos Alumnos Salesianos del país vecino
han creado varias residencias veraniegas en Samoéns y Forgeassoud,
adonde van con sus familias a veranear o a pasar unos días;

NUESTRO VIAJE
La idea surgió en la Escuela de
Magisterio Don Bosco, ante la car­
ta recibida por nuestro profesor
Jaime Lunate, de unos antiguos
alumnos salesianos franceses, en
la cual pedían para encargarse de
los niños de un albergue situado
en SamoSns.
Cuatro alumnas de Filología
Francesa decidimos ir a vivir esta
experiencia. Después de varias se­
manas de preparación y continuas
reuniones, nos pusimos por fin en
camino el pasado 28 de junio. Car­
gadas de maletas, bultos y guita­
rras en la estación de Chamartfn,
nos acompañó hasta Barcelona
nuestro profesor. 'Dos días de viaje
con sus correspondientes cambios
de trenes. Pero, al fin, llegamos a
Cluses, ciudad muy activa, con muc^a industria y grandes edifícios,
situada en la falda de los Alpes,
y a 17 kilómetros de Samoéns.
Aquí vinieron a recogemos en dos
codies el director del albergue y
un ayudante que también trabaja
en él. Atravesamos el verdor de
una tierra fértil y rodeada de mon­

12

tañas y, en un cuarto de hora, lle­
gamos a Samoéns, pequeño pueblo
pintoresco circundado de altas
montañas. Sus casas parecían real­
mente escapadas de un cuento.
Lo primero que llamó nuestra
atención fue el ambiente sereno y
limpio y la cantidad de flores que
colgaban de los balcones y ador­
naban las calles. La plaza era el
centro de la actividad y, como en
todos los pueblos, en el centro se
hallaban la iglesia, el mercado, el
ayuntamiento y la estafeta de co­
rreos. También había pequeñas
tiendas de csouvenirs» con moti­
vos de la montaña.
Todos los habitantes de Samoéns
viven del turismo y de la estación
para esquiadores. Y durante todo
el año, motivo por el que se co­
noce.

NUESTRO ALBERGUE
A las afueras de Samoéns y en
pleno bosque se encontraba nues­
tro albergue. Era una mansión fa­
miliar para vacaciones. Se llama
los «Becchi», en honor al lugar de
nacimiento de San Juan Bosco.

Una gran casa de madera, todavía
sin terminar jardines e instalacio­
nes. Junto a la mansión, un torren­
te que se alimenta de la nieve
de las altas montañas.
Pasamos al recibidor. Annie nos
llevó a nuestras habitaciones. Re­
corrimos un largo pasillo que co­
municaba con los cuartos de las
familias y con otra ala del edificio.
Nuestra habitación era doble, en
una había dos camas y una litera
y, en la otra, dos camas, con un
aseo común. Admiramos nuestro
cuarto desde el que veíamos el
bosque de pinos subiendo y bajan­
do la montaña. Después fuimos al
pueblo y alrededores.
Poco a poco íbamos conociendo
nuestra mansión. Estaba formada
por dos edificios comunicados por
un largo pasillo con acceso al ex­
terior. Cada edificio consta de cin­
co plantas destinadas a los vera­
neantes. El sótano servía para sa­
la de juego y de proyecciones.

NUESTRO TRABAJO
Nuestra vida de monitores se
desarrolla a lo largo de la semana.

aeeltfn miesiana
SAMOfiNS (Francia): Viata parcial
del complejo residencial que los
Antiguos Alumnos franceses han
levantado en los Alpes.

El sábado era nuestro día libre,
que lo aprovechábamos para hacer
excursiones y conocer las ciudades
de los alrededores.
£1 trabajo empezaba a las ocho
de la mañana. Bajábamos al come­
dor a desayunar. A las nueve nos
reuníamos en la recepción con los
niños. Cada una de nosotras tenía
un grupo de chicos distintos. Es
decir, éramos unas 12 monitoras,
entre francesas y españolas, que
nos repartíamos en cuatro grupos
de niños. Los más pequeños se
quedaban en la guardería, con una
señora especializada, y con todas
las comodidades necesarias para
darles de comer, dejarles dormir,
etc. , hasta la hora en que iban a
recogerlos sus padres.
Después estaban los grupos de
chicos de cinco-seis años, de sieteocho y de nueve-once años; por
fin, el grupo de los doce-catorce
años. Todos ellos estaban al cargo
de las monitoras. Pero además es­
taba el grupo de los adolescentes,
de quince a dieciocho años, llevado
por un monitor. Cada grupo osci­
laba en un número de 20 a 30 chi­
cos y chicas.
Una vez formados los grupos,
se planificaba la mañana hasta la
hora de comer con actividades de
clase o paseo, marchas, etc. La co­
mida era a las 12,30 en un come­
d í «autoservicio», donde conti­
nuábamos nuestra labor de monitoras. Las mesas estaban dispues­
tas de tal forma que cada monitora comía con su grupo. Los padres
comían en sala aparte. A la una se
organizaban los juegos y marchas
de la tarde. Nuestra labor termi­

naba a las cinco, para empezar
de nuevo a las siete. A las 8,30,
cada niño se reunía con su familia
y empezaba la noche para ellos.
Las noches eran deliciosas pues
se hacían continuas fiestas al aire,
con cantos, fuegos de campamento
y danzas. Los jueves se proyectaba
una película. En todas estas acti­
vidades participaban monitores,

ción y funcionamiento de los «Becchi». Sobre todo, tenemos que dar
las gracias por la acogida tan ma­
ravillosa de que fuimos objeto.
Nuestra participación en todas las
actividades era total. Nos llevamos
tres guitarras y todas sabíamos
tocarla. En todas las veladas nos
pedían que tocáramos canciones
francesas y españolas.

En las convivencias veraniegas se crea un clima de alegría y familiaridad.

padres e hijos, y casi siempre las
organizaba el director.
Esto sería, en líneas generales,
un día normal. Porque otros días
entre semana se organizaban ex­
cursiones a picos importantes del
lugar alpino y acampadas en refu­
gios. Se preparaban con antelación
para poder llevar un guía a la alta
montaña.

DIAS INOLVIDABLES
Nuestra impresión no puede ser
más favorable sobre la oi^aniza-

SAMOENS: Otro detalle de esa «fiesta diaria» que son las vacaciones.

Estuvimc» un mes. Todos sen­
tíamos la tristeza de tener, que des­
pedimos. Le habíamos tomado ca­
riño a todo el mundo. Convivir
con personas es algo maravilloso y
más, a sabiendas de que has par­
ticipado un poco para hacer feli­
ces a esas familias unidas, padres
e hijos. Toda la «población de los
Becchi» salió a despedirnos. Hubo
lágrimas, muchas de ellas furtivas.
No se nos olvidará nunca esta ex­
periencia.

» ♦ «
Esta ha sido la que nos parece
una de las primeras ei^eriencias
europeas a nivel salesiano. Des­
pués, en el mes de agosto fueron
otras tres estudiantes de la misma
Facultad Salesiana. Solé, Montse
y Tere. Su recuerdo es también
imborrable. La experiencia nació
en el «Eurobosco» de Madrid en
1978. Nos parece una magnífica
colaboración. De la convivencia
nace el afecto. Y se comprueba
la realidad de que todos los pue­
blos de Europa podemos acercar­
nos y vivir en un inolvidable am­
biente de fraternidad.
AMALIA, MAITE,
MERCEDES Y YOLANDA

13

En la homilía pronunciada
por Juan Pablo II el 31 de
enero de 1980 en la Capilla
Sixtina ante la asamblea de
los obispos de Holanda hay
un pasaje cuyo sugerente sig­
nificado de «diálogo» y de
«respuesta» peligra no ser
comprendido, si no se conoce
el contexto en que surgió y
formuló: el pasaje dirigido a
los jóvenes.

"Mantenga encendid&i
Lo contamos. Pero para pro­
ceder ordenadamente conviene
recordar que, además de los car­
denales y obispos «sinodales»,
participaron en los trabajos, co­
mo se sabe, dos religiosos: El pa­
dre P. van den Piesen, prior be­
nedictino, y el sacerdote Adrián
Van Luyn, superior de la inspec­
toría salesiana de Holanda.
El nombramiento de este últi­
mo se hizo en diciembre. Pues
era, y es aún, presidente de la
Conferencia de los superiores ma­
yores holandeses. El fue intér­
prete — y en cierto modo también
protagonista— de un episodio
que apreció mucho el Papa, y al
cual hizo alusión precisamente
en la homilía final.
Recojo palabras textuales de
este padre Van Luyn. «Un grupo
de jóvenes de La Haya me había
invitado el domingo 6 de enero
a una vigilia de oración por el
Sínodo. Con los jóvenes estaba

14

su animador, algún adulto y dos
salesianos con trabajo pastoral
entre los jóvenes. Me habían in­
vitado — dijeron-^ porque yo era
el miembro más joven del Síno­
do, y también porque conocía a
varios de aquellos jóvenes...».
Fue una noche de oración y
meditación en torno a un cirio
encendido. Los jóvenes habían
escrito en él con palabras pola­
cas, refiriéndose a Cristo: «Tú
eres la luz del mundo». Era el te­
ma de su reunión y meditación.
Rezamos por el Sínodo hasta al­
tas horas de la noche. Después
charlamos de cosas como éstas:
qué es un Sínodo, por qué este
Sínodo, qué pueden esperar de
él los jóvenes... Finalmente deci­
dieron escribir un breve resumen
de la conversación, haciéndolo
en forma de carta para hacerla
llegar al Papa junto con el ci­
rio...».
En el documento-compendio,

dirigido «A su Santidad Juan Pa­
blo IT» se lee:
«En vísperas del Sínodo holan­
dés particular, nosotros, grupo
de jóvenes, nos hemos reunido
junto con algunos adultos en tor­
no a la luz del cirio, en La Haya.
Estaba con nosotros el padre Van
Luyn, miembro del Sínodo, al
que hemos dado el cirio para que
lo lleve a Vuestra Santidad.
Después de un descanso de la
celebración y reflexión hemos
charlado entre nosotros. Quere­
mos hacerle partícipe de algunas
ideas de ese diálogo, con la es­
peranza de que se oigan en su
coloquio con nuestros obispos.
Nosotros habríamos querido que
se escuchara nuestra actitud de
fe respecto a la Iglesia; por ello
deseamos exponerle aquí algunas
ideas.
1. Deseamos ardientemente
que en la Iglesia se cree un espa­
cio donde puedan convivir diver-

jó v e n e s

Papa habló a los jóvenes de Ho­
landa. No comprendería la con­
sistencia concreta de sus pala­
bras, sintonizadas con un diálogo,
quien las viera sólo como una
exhortación a una categoría par­
ticular de creyentes. En la base
hay un episodio. A él se refirió
el Papa, y sus palabras se expli­
can como un diálogo entre padre
e hijos.
«Con una confianza especialísima —dijo el Papa— quiero di­
rigirme a la juventud de la Igle­
sia de los Países Bajos. Durante
la preparación del Sínodo un
grupo de jóvenes de La Haya se
reunió en torno a este cirio, sím­
bolo de la luz que es Cristo, y
luego me lo hizo llegar como sig­
no de su interés y unión con el
Sínodo. Queridísimos jóvenes,
que la luz de Cristo pueda ilumi­
nar vuestro camino de cristianos
y vuestras aspiraciones. ¡Sin du­
da que eñas encuentran su sitio
íl en la Iglesia! Estad seguros de
que vuestra generosidad y vues­
tro sentido de autenticidad ayu­
muy sensible, como todos saben, darán a la comunidad entera a
hacer las opciones necesarias, y
de los problemas actuales.
Por algún día el cirio estuvo a hacer propias las consecuencias
en el despacho personal de Juan que la fe en Jesucristo y la per­
Pablo II. El último del Sínodo, tenencia a la Iglesia compor­
31 de enero de 1980 (fiesta de tan...».
Los detalles «inéditos» del
San Juan Bosco), campeaba en la
Capilla Sixtina, a la derecha del Papa Wojtyla, los matices de su
altar donde iban a concelebrar la comportamiento por encima de
Misa con el Papa todos los pa­ ceremonias y ritos, de burocra­
dres sinodales. Estaba apagado, cias y esquemas oficiales, son
pero decía a todos en polaco: siempre índices de una Iglesia
«Tú eres la luz del mundo». Co­ que inserta (encarna) lo divino
menzó la celebración. No sin sor­ en el «hombre». Los jóvenes ho­
presa de los presentes y movi­ landeses, como todos los jóvenes
miento de fotógrafos, besado e del mundo, sentirán más que
incensado el altar, el Papa se di­ ningún otro cristiano a este típi­
rigió personalmente hacia el ci­ co «papa del hombre, que al pro­
rio de los jóvenes y lo encendió. fundo sentido de su misión sabe
Así la Misa se celebró a la luz unir, con inmenso amor, una fi­
y calor de aqueUa lucecita que un na sensibilidad de los signos de
grupo de muchachos holandeses los tiempos y de los problemas
había ofrecido al Papa pidiéndo­ — tan personales y a veces «in­
le: «Por favor, no apague nues­ novadores— que agitan a los es­
píritus de hoy.
tra ñama».
MARCO BONGIOANNI
En la homüía, naturalmente, el
iros obispos, sus hermanos, que,
cuando regresen a casa, vengan a
nuestro encuentro. Estamos se­
guros de que, a pesar de las di­
ficultades, la Iglesia de Jesús de
Nazaret seguir creciendo.
No apague la llama de la luz
que nosotros le enviamos como
oferta. Reciba un saludo de to­
dos nosotros».
Ningún salesiano acertaría a
decir que no a los jóvenes. «Lle­
varé este cirio y estas reflexio­
nes vuestras al Papa — prometió
el padre Van Luyn— y le diré
que, si lo escrito en polaco no
está bien, que lo corrija, porque
nosotros sabemos que podemos
equivocarnos. Diré también al
Papa que no apague vuestra ña­
ma...».
Así es como cirio y carta ñegaron a Roma y fueron entrega­
dos al Papa Wojtyla, acogedor

nuestra Ñama
sos grupos y opiniones, y en que
también la mujer tenga un pues­
to en las mismas condiciones que
el hombre.
2. Dénos a nosotros los jó­
venes la posibilidad de trabajar
activamente por la Iglesia de Je­
sucristo de Nazaret.
-V No nos relegue a las ori­
llas de la Iglesia. Santo Padre,
escúchenos.
4. Sabemos lo que significa
trabajar por nuestra, fe, y cuáles
son, muchas veces, sus duras con­
secuencias.
5. Queremos caminar juntos
en nuestra fe, y sernos apoyo
unos a otros.
6. Estamos dispuestos a co­
laborar con una Iglesia «huma­
na». Ya lo venimos haciendo, y
deseamos, para bien de esta Co­
munidad, someter a discusión
nuestras peticiones.
Le pedimos que diga a nues-

15

C A R TA S
A
DOS
T IN T A S
ROSARIO:
El Inspector solicita
ayuda múltiple
... «Quería hablar con usted y ex*
ponerle la necesidad de personal
que nos afecta grandemente, como
consecuencia de un período difícil
y providencialmente superado. En
estos momentos comienza a notar­
se un prometedor crecimiento voca*
clonal que está distante, evidente­
mente, de solucionar ei problema
que nos aqueja. Por eso, para su­
perar ese vacío recurro a usted y
a sus hermanos españoles que
quieran ayudarnos, al menos por un
período de cinco o seis años. Nues­
tras necesidades son múltiples:
confesores, agentes de pastoral ju­
venil, formación, algún coadjutor
para Imprenta, Litografía, Electróni­
ca... Si tiene la posibilidad de en­
contrar algún hermano que pueda
venir en nuestra ayuda, le quedaría
sumamente agradecido».
Con la mayor estima en Don
Sosco:
Alejandro Buccollnl,
Inspector

RECIPE:
Ramiro Ludeña nos cuenta
noticias y pide aigún saiesiano
sobrante
. . «Quiero comunicarle que para
mí la Navidad me proporcionó un
presente grande por demás: fui
nombrado Director de esta casa, al
mismo tiempo que Párroco de las
20.000 almas que viene a tener la
parroquia...
SI tiene algún saiesiano que es­
té sobrando, mándelo para aquí,
pues somos sólo cuatro padres
— dos jóvenes y dos viejos— y dos
Coadjutores para los siguientes tra­
bajos:
— Parroquia, con más de 20.000
almas.
— Qratorio diario, con más de
500 muchachos.
— Escuelas Profesionales, con
más de 1.500 alumnos.

16

PUERTO DESEADO (Argentina): Jóvenes danzantes tehuelches de
la escuela salesiana. Los Indios patagónicos defienden y expresan
sus tradiciones culturales. «Su baile se desarrolla delante de la
tienda, al redoble del tambor». Hoy se han modernizado. Sus gru­
pos pueden competir con los más famosos del mundo.

— Casa para «el menor abando­
nado» (que no tiene padre ni
madre).
— Casa para hijos de madres
que trabajan y nos dejan al
niño todo el día.
— Dos capellanías.
Recuerdos, de modo especial, a
todos mis compañeros».

bien. En la Normal de Ponce hay
otros tres. Basilio va a dar clase
allí también. Lo de Cuautlancingo
no prospera: no hay equipo. Basilio
es una base sólida en el Economa­
to. Sabe apañarse y ha dado a la
casa una buena base económica.
Así, el Director puede hacer de Director...»

|
«
|

Ramiro Ludeña

ZAIRE:
A VER SI ALGUIEN SE AN IM A
Un afectuoso saludo aprovechan­
do la visita de nuestro Provincial.
Como muchos otros, tenemos las
esperanzas puestas en España. Ya
conoce lo de Bata y Benín, pero no
obstante... Con ios dos que han
venido este año, los españoles va­
mos haciendo ambiente por aqui. A
ver si alguien se anima. Saludos a
todos.
Domingo de la Hera

MEJICO:
El Inspector de Nuestra
Señora de Guadalupe nos
habla de los hermanos de
nuestra Inspectoría
... «Gracias, una vez más, por las
ayudas de José Luis y Basilio. Los
dos están muy bien y bajo mi per­
sonal cuidado (lo bueno hay que
cuidarlo). Basilio sigue en Villa Es­
tela prestando un servicio excelen­
te. Allí tenemos un grupo de aspi­
rantes de Secundaria (15). Van

PARAGUAY:
«OBISPO Y COCINERO...»
... Como usted sabe, vivo de una
pensión mensual que me pasa el
gobierno paraguayo y de una ayu­
da anual que me llega de «Propa­
ganda Pide». De todo, y de alguna
otra cosilla que me mandan supe­
riores y amigos caritativos, a ios
pobres va lo más posible. En casa
soy el cocinero, el que hace la lim­
pieza, lava la ropa, va al mercado,
conduce y hace de mecánico, y...
hasta llevo bastante bien mis
ochenta y dos años. Con un poqui­
to de presunción me tengo por un
obispo genial, ¿no cree?
Gracias por todo. El Señor me
ayuda.
Angel Muzzolón,
(Asunción)
Obispo dimisionario
Fuerte Olimpo

LATITUD X:
«SI EL CRONISTA SE PASA...»
... Estoy estupendamente: no me
falta el trabajo, no tengo tiempo

»

in fo rm a c ió n in to m a e io n a l
para aburrirme. Puedo decir que
estoy contento. Lástima que no me
sea posible mandaros de aquí no­
ticias que os ayudarían mucho en
vuestra labor. Es muy peligroso de­
cir cómo andan por aquí las cosas.
No se puede ni hablar ni escribir;
si no, te mandan fuera. Y mentiras
no me atrevo a contarlas. Por eso
en mis cartas no digo ni fu ni fa.
¿Entiendes ahora? Incluso cuan­
do, como en esta ocasión, se puede
tener la casi seguridad de que la
carta va a llegar sin censuras, no
nos atrevemos a decir la verdad.
Porque luego, por esas tierras, ¡se
airea todo a los cuatro vientos sin
ninguna cautela! Los «servicios de
inteligencia» de ios países donde
se muere (también de hambre) es­
tán bien organizados, y siempre se
enteran... Y nos toca pagarla... Por
eso, ayudadnos siempre, aunque
no podamos enviaros noticias más
«interesantes»... O s baste saber
que aquí tenemos casi 200 huérfa­
nos de guerra, a los que tenemos
que vestir, lavar y dar de comer.
Esta es noticia importante, ¿no?
(Carta firmada)

BOLIVIA:
«HAY QUE DESCUBRIR
AL HOMBRE...»
Dos años seguidos he prestado
un servicio sacerdotal, por tres
días, en una mina de estaño, la M i­
na San José, a seis horas de jeep
de La Paz. en los Andes... Me han
conmovido aquellos pobres mine­
ros: su triste y santo trabajo, el
clima duro, la total carencia del
más mínimo confort, la rara pre­
sencia del sacerdote entre ellos
— apenas una vez al año— , la bo­
rrachera, la religiosidad popular
mezclada con supersticiones muy
arraigadas, tanto que algunos sacer­
dotes les niegan los sacramentos
en sus fiestas pseudorreligiosas...
Habría que dedicar toda la vida a
esa pobre gente... El trabajo sacer­
dotal en la meseta es muy difícil,
de pioneros...
A tres horas de San José visité
las ruinas incas de Iskanwaya, anti­
quísimas y no menos interesantes
que las peruarias de Machu Picchu.
La historia de Solivia es algo grarrde... Pero antes hay que descubrir
al hombre, hijo de Dios...
Franco Palazzo,
(La Paz)

/D . R IM A LD h A D E L A N T E !
El 15 de enero pasado el Car­
denal A n a s t a s i o Ballesteros
constituyó en Turín el Tribunal
para el Proceso Apostólico so­
bre la heroicidad de virtudes
del Siervo de Dios Felipe Rinaldi. Inmediatamente comenzaron
las declaraciones de los testi­
gos.
El Proceso Apostólico supone
un avance importante en la Cau­
sa de Beatificación de don Fe­
lipe Rinaldi. Entre 1947 y 1953
se desarrolló en Turín el Proce­
so Diocesano. Examinado éste
por la Sagrada Congregación de
los Santos, abrió ias puertas a
la Introducción de la causa en
la misma Sagrada Congregación
para las Causas de tos Santos.
Aunque se haga en Turín tam­
bién, ya no se hace por auto­
ridad y según las indicaciones
de la Santa Sede.
Se presentarán algo más de
20 testigos, entre Salesianos,
Hijas de María Auxiliadora y lai­
cos que conocieron al Siervo de
Dios cuando se ocupaba Inten­
samente de los oratorios mascu­
linos y femeninos' de Valdocco.
Completarán no poco y con in­
formaciones valiosas los muchos
testimonios dados ya en el pri­
mer Proceso por quienes cono­
cieron más tiempo y más de
cerca ai Siervo de Dios.
Así, entre los dos procesos,
se tendrán numerosos e impor­
tantes elementos de juicio que.
discutidos de nuevo por la Sa­
grada Congregación para las
Causas de los Santos, podrán
llevar, si Dios quiere, a la de­
claración de la heroicidad de
virtudes del Siervo de Dios y al
reconocimiento del título de
«Venerable».
Entre los testigos estará tam­
bién Sor Carla De Neni, Superiora General de las Misioneras

de la Pasión, de Mondoví, que
obtuvo aquella famosa curación
que todos deseamos ver apro­
bada por la Santa Sede como
milagro hecho por intercesión
de don Felipe. La religiosa no
conoció al Siervo de Dios; pero
puede dar valiosos testimonios,
porque la Fundadora de su Con­
gregación y antigua Superlora
General fue dirigida por don Fe­
lipe Rinaldi durante veinticinco
años, conserva gran veneración
hacia él y de él habla todos los
días a sus Hermanas. Fue ella

Don Felipa Rinaldi, tercer suce­
sor de San Juan Botco.
quien le aconsejó pidiera por
intercesión de don Felipe la
gracia de la curación cuando
Sor Caria De NenI, en un bom­
bardeo aéreo, salió con la man­
díbula inferior triturada. Para
ese supuesto milagro ya se hi­
zo el Proceso Ordinario en la
diócesis de Mondoví ei año
1947. Ahora, mientras en Turín
se hace el Proceso Apostólico
para ias virtudes, en Mondoví
se celebrará otro Proceso Apos­
tólico para el presunto milagro
a favor de Sor Carta.
LUIS FIORA

17

De com o s e *^ospañoUxaron^^
lo s p r im e r o s S a le s ia n o s e n v ia d o s
p o r Don B asco
El Vaticano II en el decreto «Ad gentes» exige que cuantos van ahora a ejer­
cer el apostolado a países extranjeros a su nacionalidad,
" aprendan las lenguas aulóclonas hasta el punto de poderlas usar con soltura y elegancia, y lo­
grar por este medio una penetración más fácil en las mentes y en los corazones de los hombres... Además,
quien tenga que ir a evangelizar a un país extranjero, conozca y aprecie debidamente su patrimonio cultural,
sus costumbres y su lengua”

Pero en 1881 todos los que
integraron la primera Comunidad
Salesiana de Utrera eran italia­
nos que ni sabían hablar el cas­
tellano ni conocían suficiente­
mente la cultura hispánica.
He hallado dos cuadernillos de
Crónica en el Archivo Inspectortal de Sevilla (AISe) escritos
por don Francisco Atzeni. He
aquí lo que dice cuando empieza
a hablar del personal de la nue­
va Fundación;
“ ...E s claro que viniendo a traba­
jar, se debiera haber escogido un per­
sonal que hablara ya la lengua caste­
llana.
Pero ¿dónde encontrarlo, si en el
Oratorio de San Francisco de Sales
lie Turín no había nada más que uno
que supiese el español, y éste era el
Catequista General o Director Espiri­
tual de la Congregación?
En efecto, don Juan Cagliero era el
único que hablaba y escribía el cas­
tellano, pues hacía poco tiempo que
había regresado de América”. (/4/5e,
Crónica I, pp. 4-^).

Don Juan Cagliero, que más
tarde fue Obispo y Cardenal de
la S, I. R., había ido a la Argen­
tina para llevar la Primera Expe­
dición Misionera enviada a aque­
llas tierras por San Juan Bosco
en 1875. Permaneció casi dos
años en las márgenes del Plata.
Hasta que en 1877 tuvo que re­
gresar a Italia para tomar parte
en el Primer Capítulo General de
la Congregación, celebrado en
Lanzo.
18

Pero poco antes de volver a
Europa, después de quince me­
ses de permanencia en la Argen­
tina, escribió una carta revelado­
ra en la que él mismo se confiesa
deficitario en lo relativo a la nue­
va lengua. La dirige a Don Bos­
co y se expresa con las siguien­
tes palabras:

a punto de volver a Italia aver­
gonzado.
Don Ernesto Oberti apenas
pronunciaba palabra hasta que
no se fue habituando al nuevo
idioma. Y todos los demás se ha­
llaban más o menos acompleja­
dos. Don Atzeni sigue anotando
en su Crónica:

"Buenos Aires 5 y 6 de marzo de
1977.
... Hablando francamente entre nos­
otros, aquí se necesita un tipo que
domine bien el español para hablarlo
y para predicarlo; y no lo encuentro
entre nosotros...
Por lo tanto, busquemos el modo
práctico de solucionar la dificultad del
idioma que ha visto que es respetable
y seria. Porque hasta mi propia auda­
cia oratoria se ruboriza, teme y se
achica cuando tengo que predicar en
castellano...
Después de algunos años ya no se­
rá así; es decir, después de haber es­
tudiado esta lengua y haberla practi­
cado durante cuatro años al menos”.

“AI no tener otro, fue preciso re­
signarse a aceptar el personal de la pri­
mera Comunidad tal cual era. Vini­
mos a España a aprender aquí la len­
gua. Después de hablarla, pudimos em­
pezar a enseñarla a los niños”...

Así pues, era Cagliero el úni­
co que hablaba y escribía menos
mal el castellano entre todos los
salesianos de Europa en 1881.
Los demás miembros de la pri­
mitiva Comunidad de Utrera
«apenas abren la boca, apestan a
extranjeros» — dijo Cagliero mis­
mo.
La fonética y el vocabulario
italianizantes los descubrían in­
mediatamente como gringos in­
adaptados. El clérigo Francisco
Atzeni cogió tal pánico a los mu­
chachos y gentes que se reían de
su manera de hablar que estuvo

No hubo otro remedio que es­
perar a que aquellos primeros sa­
lesianos efectuaran su nueva aculturación «in situ», adaptándose
a las costumbres y al idioma es­
pañol. Tuvieron que «hispanizar­
se» para poder empezar su tra­
bajo. Y esto les costó Dios y
ayuda
La lista de los seis primeros.
Sigue escribiendo don Atzeni:
“ Italianos, pues, fueron todos cuan­
tos formaron el personal de la Casa
de Utrera, la primera fundada en Es­
paña, correspondiéndole por eso el tí­
tulo de Madre y Maestra de todas las
demás Casas que se han fundado en
territorio español e incluso portugués.
Sus nombres son los siguientes:
Don Juan Branda, director; don Er­
nesto Oberti, prefecto; don Carlos Pa­
ne, catequista; don Francisco Atzeni,
clérigo: El Sr. Miguel Branda, coadju­
tor; El Sr. José Coitre, familiar que
no era salesiano”.

Don Branda pasó desde Utre­
ra a ser el primer director de las

haeiu las elen añas
Escuelas de Artes y Oficios de
Sarria en Barcelona.
Don Ernesto Oberti fue el pri­
mer director de la Casa de Ato­
cha en Madrid, y el primer Ins­
pector de la Céltica o Inspectoría
Central Española. Don Francisco
Atzeni se cuenta entre los fun­
dadores de la Trinidad de Sevi­
lla, y fue director de Ecija, Ciudadela y otras Casas de la pri­
mera hora.
Cómo Don Sosco profetizó al
padre Branda su destino.
En el Archivo de la Casa de
Utrera he hallado una narra­
ción transcrita por don Emilio
Nogués en la que se profetiza el
destino de don Juan Branda en
España.
El salesiano coadjutor don Jo­
sé Recaséns, cuyo taller de car­
pintería era cátedra de arte y de
apostolado a la vez, consultó en

cierta ocasión acerca de ciertas
inexactitudes históricas que se
iban difundiendo. Recaséns ha­
bía sido alumno del Colegio de
Sarria cuando tuvo lugar la fa­
mosa bilocación de Don Bosco y
cuando el mismo Santo en perso­
na visitó en 1886 aquella Casa.
Don Branda, respondió de su
puño y letra con las siguientes
palabras:
“Mi querido don José Recaséns:
En tu estimada carta del 18 de octu­
bre de 1920 me pides noticias preci­
sas sobre las primeras fundaciones de
nuestra Congregación en España.
Por lo leído y por lo que yo he
oído, corren muchos errores y equi­
vocaciones... Aquí van los puntos
esenciales:
... 2.”) Recuerdo que el día 15 de
octubre de 1880, después de comer,
Don Bosco me propuso ir a fundar
las primeras Casas de la Congregación
en España.
En aquel momento yo me quedé
perplejo.

Le pedí por lavor que me diera
tiempo para hacer una novena a la
Santísima Virgen a fin de conocer me­
jor la voluntad de Dios acerca de
asunto tan serio. Pero a la mañana si­
guiente, después de haberlo pensado
mejor, me llegué a Don Bosco y le
dije que la novena estaba ya hecha y
que, desde luego, podía disponer de
mí como gustase.
Don Bosco dijo simplemente:
—Muy bien. Lo tendremos en cuen­
ta.
Pero al día siguiente, 17 de octu­
bre, reunió su Consejo, al que quiso
que asistiera también yo. Y allí me
dijo estas palabras:
—Tú, don Branda, irás primero a
fundar ¡a Casa de Utrera {Sevilla). Pe­
ro no te quedarás allí muchos años.
Porque una noble dama de Barcelona
nos llamará para fundar allí una Casa.
Y aquella será una gran fundación,
Tú irás entonces a hacerte cargo de
ella.
Y la profecía se cumplió en 188384.
Hubo algunas dificultades que ven­
cer para proveer de personal y para
comprar la finca. Pero al final salimos
adelante”.

Esto se lee en el texto de la
respuesta. A pie de página hay
una nota manuscrita que añade:
“Hay que advertir que la Señora
Doña Dorotea de Chopitea, Viuda de
Serra, me escribió a Utrera’ en agosto
de 1882 proponiéndome la Fundación
de Sarriá. Yo le contesté que no tenía
personal suficiente para aceptarla; que
acudiera directamente a Don Bosco a
Turín, ya que con él era con quien
se debería tratar el asunto. Y así lo
hizo".

Don Juan Branda estuvo en
Utrera desde 1881 al 1883. En
aquel período de tiempo iba y
venía a Málaga donde empezó a
atender a los huérfanos del Asilo
de San Bartolomé, que más tar­
de vendría a ser en actual Cole­
gio de Artes y Oficios malaci­
tano.
Angel Martín González, SDB.

SEVILLA: Aunque el patio de la
Santísima Trinidad ha sido remoza­
do, la torre es la misma y ha visto
crecer la obra salesiana andaiuza
en una historia que está a punto
de cumplir los cien anos.

19

‘‘PARE KOKO“
TURIN 11.2.1980: A la« cuatro de la madrugada ha expirado en la casa madre salesiana de Turín don Luis Coceo. Gran misionero entre las glorias de nuestro siglo, se ha
extinguido como un patriarca, rodeado del cariño de hermanos y amigos, irradiando el eco
mundial de su trabajo incansable. Cultura y Religión, Antropología y Fe, Ciencia e Iglesia,
—antes y después del Concilio— inspiraron su acción misionera.

Integrado treinta años en
la vida y costumbres de los
indios Yanomani del Alto
Orinoco (Venezuela), Luis
Coceo logró documentar, en
un libro muy estimado («Parima») y en algunos filmes,
sus mejores observaciones y
experiencias. Tal vez esté di­
cho todo ahí; pero no algo
que él mismo me dejó entre­

ver en una conversación po­
cas semanas antes de «vo­
lar».
Le estaba presentando al­
gunas preguntas p ara una
entrevista. Prefirió quedarse
con mis notas: Pensaré y es­
cribiré algo, dijo p o r q u e
cuando se charla es una co­
sa; pero cuando se publica y
más si se tra ta de esta ma­

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS

teria, conviene ser muy cau­
tos y portarse como personas
serias...
Sólo pude grabar alguna
cosilla. Mis apuntes para la
entrevista me los devolvió
pronto quien los halló en su
mesa con alguna que otra
anotación. Sin embargo aque-

e n e l ¡n

INSPECTORIA DE BARCELONA
Baca "San Marcoe". Primera entrega: 100.000 pesetas
Beca "Bibiana Soclas", Total: S2.000 pesetas.

INSPECTORIA DE* BILBAO
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

Mamá Margarita . L. Caflada. Pamplona. N. e.: 250. Total: 56.750 pesetas
D, José María Taibo". N. e.: 15.000. Total: 75.000 pesetas
"Sr. M a gín '. N. e.; 10,000. Total: 23.750 pesetas
"Mam á Margarita". N. e.: 25.000. Total: 80.500 pesetas
“María Auxiliadora". Oeusto. N. e.; 15.000. Total: 25.000 pesetas
"María Auxiliadora". Baracaldo. Primera entrega: 5.000 pesetas
“Misionera”. N. e.; 50.000. Total: 100.000 peselaa
"Seminarlo". N. e.; 50.000. Total: 100.000 pesetas

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca completa “José de Juan", Las Palmas. 280.000 pía
Beca "D. José Doblado". Málaga. N. «.: 12.000. Total: 68.000 pis.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

García". Cooperadores Corulla Calvo Sotelo. N. e.: 10.000 otas
D. Rúa . VIgo María Auxiliadora. N. «.: 12.000 pesetas.
"San Antonio". VIgo María Auxiliadora. N. e.: 5.000 pesetas
'Am alla V ." VIgo María Auxiliadora. N. e.: 5.000 pesetas
“D. Fila". VIgo María Auxiliadora. N. «.: 2.000 pesetas
"D. Augusto Czarlorysky. Orense. N. e.: 50.000 pesetas.

INSPECTORIA DE M A D R ID
Beca “Familia Francia". N. e.: 1.000. Total: 103.000 pesetas
Beca "M .A . L." N. a.: 1.000. Total: 131.000 pesetas.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca “María Auxiliadora". Arch. Cádii. N. «.: 1.000. Total: 128.000 pesetas.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca “p. Manuel Pérei". Parroquia S. Antonio Abad (Valencia). N. a.; 20.865 ptas
Baca Juan Manuel . Col. Don Sosco. Alicante. Nueva entrega: 4,200 pesetas.

20

lia conversación seguirá sien­
do para mí un testimonio di­
fícil de olvidar.
Todo cambia en este mun­
do —me decía el P. Coceo
acariciando su barba y mi­
rándome con los ojos vivara­
chos y enormes de aquella
cara ya afilada—, y yo vivo
sobre todo de recuerdos. De­
bo decir que yo me quise ha­
cer indio con los 'indios. Po­
día decir 'nosotros los yano­
mani’ sin causarles extrañeza, porque ellos veían normal
aquella convivencia mía... No
era nada fácil para mis her­
manos y para los blancos lle­
garse hasta mí en la misión...
Ahora, después de tanto

roeaeloff»e«
1
El {Mdro Coceo, otro do los gran­
des misioneros salesianos en la
región dei Alto Orinoco en Vene­
zuela. Cargado de años y de méri­
tos, murió en Turín el pasado 11 de
febrero.

obra, sus ilustraciones extra­
ordinariamente ricas, la can­
tidad de informaciones etno­
gráficas que le ha permitido
reunir su prolongada perma­
nencia entre los Yanomani.
Un verdadero tesoro científi­
co que usted pone en manos
de los etnólogos, un libro
comparable a la obra que hi­
zo otro miembro de su Or­
den, el padre César Albisetti
(de cuya amistad me honro)
con su «Enciclopedia Bororo». Una vez más los Salesia­
nos atestiguan el espíritu
científico que los anima y el
respeto con que saben tra ta r
las culturas donde ejercen su
ministerio. Su libro tiene su

/s dB la s te r m lla s a la d a s
tiempo, creo que a lo mejor
hay otros métodos, no sé;
aunque yo no he sido ni sería
capaz de usarlos. Pero mi
mayor deseo es que los Ya­
nomani encuentren quien los
ame como yo o más, que sean
salvados con el amor cristia­
no que espera pacientemen­
te, no improvisa nada y se
fía totalmente de nuestro Pa­
dre que está en los cielos.
Nuestro Padre va siempre
despacio, sin las excesivas
prisas humanas. Aunque hay
que contar con ellas...
Son las últimas palabras
que yo pude recoger de labios
del P. Coceo. Palabras cris­
tianas, llenas de esperanza,

fe y amor, y a la vez pala­
bras «científicas», que ningún
eminente estudioso podrá re­
plicar para descrédito del
«pequeño» misionero. Y ya
que la ocasión se me pone a
tiro, me voy a releer un mo­
mento los conocidos juicios
sobre el P. Coceo de estudio­
sos como Claude Lévi-Strauss
y Jaeques Lizot (7 de febre­
ro de 1974).
Claude Lévi-Strauss, de la
Academia F r a n c ia . «Esti­
mado padre: Jaeques Lizot,
al volver de Caracas, me ha
entregado su libro. Desde
aquel mismo instante no me
he cansado de adm irar la

puesto al lado de los grandes
textos de la etnografía sud­
americana: será un libro clá­
sico en nuestros estudios.
Personalmente le agradezco
que me haya dado la posibi­
lidad de conocerlo y usarlo.
Claude Lévi-Strauss».
Tan fina sensibilidad cien­
tífica puede haber provocado
en alguno la tentación de re­
bajar un poco la sensibilidad
evangélica del P. Coceo. Pero
es el mismo Vaticano II
—aplicad por él ’ante litteram ’— quien lo defiende: «Si
por autonomía de la realidad
terrena se quiere decir que
las cosas creadas y la misma
21

sociedad gozan las propias le­
yes y valores, que el hombre
ha de descubrir, emplear y
ordenar poco a poco, es abso­
lutamente legítima esta exi­
gencia de autonomía. No es
sólo que la reclamen impe­
riosamente los hombres de
nuestro tiempo. Es que ade­
más responde a la voluntad
del Creador (...). Por ello, la
investigación metódica en to-

por su aguda —aunque no lo
aparentara— inteligencia. No
es cierto, por ejemplo, que
«no bautizara» ningún indio,
por un principio científico
apriorístico. También éste
fue un asunto (breve pero
denso) tocado en nuestra úl­
tima conversación y graba­
ción. Insistía él: Yo he bauti­
zado a muchísima gente,
hombres, mujeres y niños.

Ei gran misionero estaba muy iden­
tificado con los «guaicas», partici­
paba en sus fiestas y costumbres
folklóricas.

Los bautizaba en punto de
muerte, sobre todo si en vi­
da me habían dado algún in­
dicio de comprensión y fe de
nuestras verdades cristia­
nas... Cuántos niños mori­
bundos o huérfanos ingresa­
dos definitivamente en nues­
tra misión... E stas cosas las
he dicho y las he escrito; pe­
ro no siempre se han com­
prendido.

dos los campos del saber, si
está realizada de una forma
auténticamente científica y
conforme a las normas mora­
les, nunca será en realidad
contraria a la fe, porque las
realidades profanas y las de
la fe tienen su origen en un
mismo Dios» (GS 36). El pa­
dre Coceo no lo ignoraba; al
contrario, seguía ya estos
principios f ú n d a m e ntales.
Por su sensibilidad innata y
22

Las he escrito. En mi en­
sayo «Gentes sin cemente­
rio» se leen dos narraciones.
Una se refiere a Aruma, mu­
je r «Liguanoteri» cubierta de

llagas y con malaria. Iba con
frecuencia a visitarla, la ayu­
daba. Un día oí llanto en el
«sabono» ( = c a s a ) ; acudí,
pero no me dejaba entrar el
marido. Comprendí que la
mujer había muerto. «¿Por
qué me mandas fuera —dije
al marido— sabiendo como
sabes que la quería bien?
¿Crees que yo no sé llorar y
cantar como vosotros?» Me
dejó entrar. «No se trataba
de llorar —escribí más ta r­
de—, porque la pobrecita,
con la muerte, había recibido
la liberación. Pocos días an­
tes la había preguntado si
quería a Jesucristo y a su
Madre, que había visto mu­
chas veces en los crucifijos y
cuadros de nuestra casa. Al­
go sabía. Había respondido
que sí y yo la había bautiza­
do. Unas gotas en la frente...
Hice señas a todos para que
se callaran y entoné, con mi
desafinada voz, el canto 'La
paz de los santos’. No hacía
una comedia: la oración me
brotaba del alma en aquellas
exequias cristianas pedían a
Jesús los frutos de su Sangre
redentora...».
Otro hecho tiene como su­
jeto a un pequeñín de 18 me­
ses, hüo de Curagua, jefe
«Votocaioteri». El P. Coceo
se detiene curioso en los de­
talles de la ceremonia fúne­
bre; pero anota satisfecho:
«Menos mal que yo lo había
bautizado apenas diez días
antes, al verlo ya casi redu­
cido a piel y hueso». Ei pa-

roeoelotteiK
dre Coceo se sentía muy or­
gulloso de estos y parecidos
pormenores; no los ocultaba,
precisando únicamente que él
no se habría atrevido a ad­
ministrar el bautismo a gen­
te que seguía un sistema cul­
tural tan diverso del cristia­
no, cuando aún estaban per­
fectamente sanos. Prefería
dar testimonio y convencer
«con la paciencia del amor
que espera», seguro de que
las metas humanas las seña­
la el Dios verdadero. «No se
puede —me dijo abiertamen­
te en una ocasión— preten­
der derribar de un golpe es­
tas culturas de la selva cam­
biándolas de arriba abajo con
bautismos, cuando se sabe
que después todos se compor­
tarán igual que antes». El
construía la liberación reden­
tora del hombre y con méto­
do ; rechazaba la m áscara ex­
terior del cristiano improvi­
sado. Así procuraba ser mi­
sionera su sensibilidad cultu­
ral.
Don Luis, —le pregunté
de golpe— la necesidad yanomani de sobrevivir como
gente culturalmente autóno­
ma, ¿no la anularán el tiem­
po y la llegada de otros mo­
delos de vida? A sus ojos se
asomó una certeza entriste­
cida. Revolvió en su desorde­
nada mesa de trabajo y em­
pezó a comentarme un apun­
te preciso. «No. No debería
suceder si nuestra sociedad,
que hostiga a los yanomami
por doquier, toma en serio

sus derechos y les ofrece una
respuesta. Ya es mucho que
este pueblo, convencido de
ser hijo de la Luna, haya sal­
vado su propia cultura y len­
gua hasta el momento en que
los blancos se han posado en
esa misma Luna. Ahora, pa­
ra que se desarrollen cultu­
ralmente y sean económica­
mente autónomos, p r e c i s a
que a su esfuerzo se sume el

nuestro. Este esfuerzo nues­
tro no se puede limitar a con­
servar fríamente intacta la
sociedad yanomami como se
conserva un museo, sino que
debe consentir que esta so­
ciedad se prepare para el fu­
turo, y respetar plenamente
su dignidad, con las ayudas
necesarias para afrontar lo
más rápidamente posible las
situaciones nuevas, con los
reculaos, en fin, que la mis­
ma religión cristiana puede
ofrecer para su liberación,
sin reatardar la urgente cita
con el tiempo*. «Pare Koko»,

antropólogo y científico, so­
ciólogo y constructor, misio­
nero y sacerdote, y apóstol
de una Iglesia plenamente
conciliar, pensaba así.
Creo que el núcleo de su
personalidad está en su intui­
ción de que la Gracia actúa
en todas partes. Sus indios
yanomamis lo sienten hoy
más cerca. «Vengo del país de
las almas», parece decirles

Uno de los momentos mayores de
la vida del gran misionero: cuando
hizo la visita at Papa Pablo VI con
dos indios «guaicas». Con motivo
de dicha visita, pasó por nuestra
redacción de Madrid.

con uno de los más hermosos
mitos que él mismo recogió.
«Las term itas aladas me han
llamado y las he seguido. E s­
tad tranquilos y no lloréis.
Las almas viven aún todas;
no os lamentéis inútilmente:
son inmortales y tienen abier­
tos sus ojos».
MARCO BONGIOANNI
23

G a b á n y aIff*ede<iot*es

EL A FR IC A D EL FU TU R O
SERA H ER M O SA
Ahora el objetivo está dirigido a Gabóii y naciones vecinas (Camerún, R. P. del Con­
go). Como para Senegal y otras naciones africanas, es imprescindible corregir xm poco
nuestro engreído concepto «occidentalista» de una Africa «primitiva». E sta Africa tiene
una cultura importante, ciudades, problemas económicos y sociales, y vitalidad no distinta
del resto del mundo, a pesar de su tipismo (o sea, original y válida) en las expresiones. En
esta dinámica —una vez más— encontramos una activa presencia salesiana, aunque, por vo­
cación, se encuentre ordinariamente en áreas menos rosadas, más populares y tal vez más
míseras como son los suburbios y aldeas.
En el Gabón del doctor Schweitzer (Lambarené), bastante ri­
co en recursos naturales y mine­
ros, los Salesianos trabajan desde
1964 (desde 1971 las Hijas de
María Auxiliadora): son una
veintena, repartidos entre Libreville, Part Gentil, Foumagou y
Sindara. Dependen de la provin­
cia de París, y la mayoría son
franceses. Trabajan muy activa y
responsablemente en la vida cul­
tural y social; entre otras cosas,
llevan, a nivel nacional y dentro
de la Iglesia local, los medios de
comunicación social. Se trata,
pues, de una presencia viva y
avanzada.
Unida a ellos está una avan­
zadilla de la R. P. del Congo, con
dos centros, uno en la capital y
otro en Pointe Noire. Aunque
agrícola, el Congo es uno de los
estados mejor escolarizados de
Africa (50 por 100) de estudian­
tes V una universidad de más de
2.500 inscritos. El fenómeno del
urbanismo, sobre todo en los jó­
venes, que son mayoría, y ya no
se resignan a vivir en las aldeas
de la selva, es uno de los moti­
vos más urgentes de la presencia
salesiana. Menos de diez hijos de
Don Bosco, repartidos (aunque
sea con otros religiosos) en una
nación con más de un tercio de
habitantes que reza el credo ca­
tólico. pero que por varias razo­
nes internas no ha llegado toda­

24

vía a una verdadera paz social y
religiosa, no son más que una go­
ta de agua perdida. Trabajan co­
mo los apóstoles antiguos: polvo
en los pies e inseguridad material
cada día. ¡Son admirables!
Transmito una voz salesiana
del vecino Gabón. No respira pe­
simismo, sino amor y esperanza
por esta Africa que no todos
comprenden.
P. Raym Mayer, SdB: «Al la­
do del Africa campestre habrá
que considerar poco a poco y ca­
da vez más al Africa ciudadana;
al lado del Africa de los sende­
ros, la de las carreteras; al lado
del Africa folklorista, la trabaja­
dora... No vivimos en el país del
«dolce far niente»; sus agotado­
ras jornadas comienzan a las cin­
co de la mañana y terminan a las
diez de la noche. El Africa del
«tantán» es ya una Africa moder­
na. Garantizado: el Africa del
2000 será hermosa. ¿Por qué,
pues, la prensa va un siglo de­
trás? No digo que aquí todo sea
idílico; la injusticia y la opresión
están presentes como en Europa
o en otros lugares. Quiero sólo
decir que hay mucho que hacer
para colmar los retrasos tecnoló­
gicos. Son éstos, y no las acos­
tumbradas imágenes de desnudez,
los que caracterizan el Africa de
hov...».
El año nasado, en Libreville,
se dedicó una semana para estu­

diar un proyecto de reestructura­
ción y desarrollo. La presidió el
Consejero don R. Vanséveren.


como un '«ímbolo.
cáliz
ia prrtrnnnln de Cris
Postrados en torno al saoerde
los fieles. No hay rasgos profan
sólo un profundo sentido del m!5'
torio y una enorme soledad'que se
hace comunión. Este cristianismo
de ' Africd- - puede . presentarse
^ d o 4lB h o y r n m o un t e s t i m o a b r

■ -G^jgiosidBft idenfffi-del hombre f

fftilslomes y tercer m t B n d a
P. Vanséveren: «Para asegu­
rar la sólida formación de los salesianos jóvenes y postulantes
africanos se determinó mandar­
los, al menos por un trienio a
Zaire. Se optó por una articu­
lación más ágil de la comunidad
de Libreville. Se vio que, tras un
período de sondeo, ha llegado la
hora de consolidar la fundación
de Camerún. Se dio parecer fa­
vorable al desarrollo salesiano en
Costa de Marfil. Se decidió ofre­
cer a los misioneros la posibili­
dad de ponerse al día sistemáti­
camente en Europa o en la mis­
ma Africa. Y finalmente, se pro­
yectó la institución de una «de­
legación» unida a la inspectoría

de París, o una «delegación» de­
pendiente del Rector Mayor, o
una «visitaduría»...; o sea, co­
menzar una situación jurídica

autónoma de aquellas comunida­
des, un paso adelante hacia una
nueva provincia salesiana en
Africa. (ANS).

JuvBntud no favorooida
P. E. Croymans: «Cuando llegamos aquí en enero de 1954, las
estadísticas hablaban de cerca de cuatro millones de habitantes pa­
ra Ruanda-Burundi juntos: o sea. unos dos millones para Ruanda
sola. Hoy alcanza sola los cinco millones. Por lo menos tres no
llegan a los veintiséis años. ¿Cuántos de éstos no han terminado
la enseñanza primarla? Sólo cierta «juventud favorecida» ha podido
acceder a la enseñanza superior: unos 75.000. Asi que casi tres mi­
llones de ruandeses forman hoy en la «juventud no favorecida» que
no ha frecuentado o no ha terminado, sin culpa ninguna, los prime­
ros años de escuela... jCuántos de estos jóvenes nos los encon­
tramos por colinas y suburbios, o en las cárceles! Un problema, si:
ahí está, todos debemos unirnos para afrontarlo...»

\

■-U
• í.v

í

^‘SO M O S UNA IG LESIA DESERVICIOS^
«En las revistas europeas —ha dicho últimamente el padre Alberto Sabbe—,
leo a veces informaciones de iniciativas y festejos concernientes a los Salesiunos. E ntre nosotros, en Zaire, eso seria imposible. Las circunstancias son muy
distintas: la prensa local silencia nuestro trabajo. La filosofía oficial del Estado,
evidentemente, no compagina con la nuestra».
El P. Sabbe es el superior de
la única provincia autónoma del
Africa salesiana. En las otras na­
ciones trabajan hermanos de va­
riada «importación» y dependen­
cia. En el sur de Zaire, en cam­
bio, con la agregación de Ruan­
da y Burundi, funciona una ver­
dadera y propia circunscripción,
con su treintena de fundaciones
y casi 150 religiosos. No es fácil
trazar la historia de las últimas
vicisitudes de aquel territorio:
seísmos y reajustes políticos y
económicos se han sucedido con
relativa frecuencia, sembrando la
inquietud incluso en el resultado
del trabajo religioso, social, edu­
cativo y promocional... Pero los
Salesianos han recibido también
el aliento de significativos reco­
nocimientos explícitos, muy elo­
26

giosos y estimulantes, desde Kibali, capital de Ruanda.
El Presidente de la República
de Ruanda ípor su Ministro de

Educación): «Tenemos sumo in­
terés en asegurarnos que nos da­
mos perfecta cuenta de la aporta­
ción y del papel que desempe-

J ó v e n e s B u ru n d i
«Nuestra única arma es la verdad; nuestro único objetivo, ei
amor a todos los burundis, por encima de todos los prejuicios ét­
nicos. Para nada sirve atacarse unos a otros diciendo: "nosotros
tenemos razón, vosotros estáis equivocados”. Todos somos respon­
sables del virus que enveneria nuestra patria los últimos años. Nos
negamos a adherirnos a las tesis aventureras de ciertos movimien­
tos extremistas hutu y tutsi. Hacemos un llamamiento a todos los
que creen en la unidad de los burundis, tal como brota de la pro­
funda vocación de nuestra tierra».
Los Salesianos no hace mucho que están trabajando cerca de
la capital (Bujumbura). en Ngozi con un colegio, un centro juvenil
y una parroquia. Tal vez ios aguarda, de cara a ios jóvenes, un pa­
pel importante en el futuro. Tanto más que (además del vinculo co­
munitario) les unen a sus hermanos de la vecina Ruanda problemas
muy parecidos.

misiones y tet*eer mundo
£n Africa hay pobreza, pero hay una
enorme riqueza interior, cultural y
social... y un inmenso potencial de
valores que ofrecer al mundo civi­
lizado...

ñáis los Salesianos en el desarro­
llo de nuestra Nación. Nos espe­
ramos aún otras iniciativas, como
ha sucedido siempre en tiempos
pasados, a favor de nuestra ju­
ventud, especialmente la que, no
habiendo podido conseguir una
formación normal, se encuentra
expuesta al peligro de estancarse
en su desarrollo (...). Vuestros
antiguos alumnos, doquiera estén
situados, son la espina dorsal de
la actividad socio-económica, cul­
tural, política y administrativa de
nuestra Nación, y dejan muy alto
el nombre de Don Bosco...».
En el mismo Zaire, a falta de
reconocimientos «oficiales, la si­
tuación no se mira con pesimis­
mo.
P. Sabbe; «Tenemos tantos
amigos africanos que nos ayudan
y defienden... Más, las circuns­
tancias nos ayudan a ser 'peque­
ños’ en medio del pueblo. Nos
sentimos menos atados a los
'grandes’, a quienes no se pre­
ocupan de los intereses de los pe­
queños. Nos hemos hecho así una
'iglesia de servicio’, abierta a los
que buscan quien defienda sus
derechos, su libertad (incluida la
interior), una iglesia abierta a
cuantos aspiran a la salvación que
promete el Evangelio...».
Acaso ilustre mejor estas pala­
bras la situación económica de
Zaire que sus mismas derivacio­
nes sociopolíticas. Zaire, particu­
larmente en el sur de Katanga,
donde están los Salesianos, es ri­
co por sus minas. Pero se lo ha
definido «una caja fuerte apenas
abierta», en la que muchos in­
tentan meter la mano. Se ha ha­
blado de «escándalo geológico».
Pues sólo en Katanga OrientalLualaba se han identificado 150

yacimientos de cobre, cobalto,
zinc, uranio, etc., que en sus dos
tercios no han comenzado aún a
ser explotados. El problema,
pues, no es tanto asegurar la con­
tinuación de las actuales explota­
ciones, cuanto comenzar otras...
Así, aunque parezca mentira,
los zaireses, víctimas de la pobre­
za aun siendo potencialmente
muy ricos, miran a su alrededor
en busca de amigos que, sin una

vamente, desde su llegada en
1911, los Salesianos instalaran,
en Lubumbashi y otros lugares,
colegios clásicos y técnicos muy
bien cuidados, que figuran entre
los mejores de la Nación, y que
siguen a sus antiguos alumnos en
su perfeccionamiento y coloca­
ción, terminados los años cole­
giales. El carácter vivo (y un
poco contestatario) de la mi­
sión cristiana está precisamente

exploración económica absurda,
les ayuden técnica, organizativa
y socialmente a salir de la situa­
ción actual y logran una verda­
dera autonomía. Ha caído sobre
ellos un aluvión de ingleses, bel­
gas, italianos, yanquis, franceses,
y hasta japoneses...; pero nos
preguntamos hasta dónde respon­
den tantas intervenciones econó­
micas y financieras a la necesi­
dad de una auténtica «libera­
ción» del hombre zairés. Es éste
quien debe construirse y crecer.
Comenzando por los jóvenes. Es
significativo que. muy preventi-

«[Venid a Africa!» Es una invita­
ción de estos chicos del Alto Volta: Nuestra pobreza material tiene
infinitas reservas para enriquecer
tu espíritu...»

ahí; y ahí sobre todo — o sea,
en un auténtico anuncio evangé­
lico que devuelva a la persona
humana su dignidad integral y la
globalidad de sus derechos, ma­
teriales y espirituales— donde se
justifica, a pesar de las dificulta­
des, la presencia misionera salesiana. ANS.
27

A SSA M (INDIA):
CERRADAS LAS ESCUELAS
CATOLICAS
Dibrugarh: Escribe ei obispo dio­

cesano Mons. Roberto Kerketta,
SdB.: -Nuestros colegios católicos
se ven atacados en todas partes,
especialmente en mi diócesis. Fue
I n v a d i d o el "Don Bosco High
School", destruidas sus instalacio­
nes y dañado el edificio. El direc­
tor. saleslano, se vio copado en su
mismo despacho y amenazado.
Gracias a Dios las personas no
recibieron ningún daño físico. En
cambio en otros lugares hubo
muertos. En Dibrugarh, aunque con
menor virulencia, corrió parecida
suerte la escuela de las Hermanas
de Don Bosco. En estos momentos
están cerrados todos los colegios
católicos, y no sabemos cuándo po­
dremos abrir. La situación es muy
tensa. Pedimos oraciones por nos­
otros y por nuestra misión-. La co­
municación de Mons. Kerketta da
por conocidas las causas de la dra­
mática situación que se ha produ­
cido en el estado Indio de Assam:
aquí la notable inmigración bengalí,
las diversas ideologías, el arraiga­

D e S e w illa a T e ix é
Particípación salesíana en la peregrinación europea
Los días 7-9 del pasado marzo tuvo lugar el comienzo de la pe­
regrinación europea de jóvenes del Este y del Oeste de Europa. El
punto de partida fue Sevilla. Allí acudimos cerca de 2.000 jóvenes
andaluces de los cuatro costados de Andalucía. Hizo la convocato­
ria el hermano Roger Schuitz, prior del monasterio ecuménico de
Taizé. Objetivo de nuestra peregrinación es el de crear espacios
de comunión y reconciliación a la luz de Cristo Resucitado. Esta
realidad la hemos palpado ya en nuestros encuentros anteriores de
París, Taizó, Barcelona y ahora Sevilla. Además de otros jóvenes
de los Salesianos de la Inspectoría sevillana, hemos participlado los
componentes del «Grupo Cordobés del Concilio de los Jóvenes».
En Sevilla pasamos del centenar. Eramos jóvenes de Córdoba, Prie­
go, Pozoblanco, Montiila, Palma del Río...
Tras la fiesta de Pascua, la peregrinación europea del Concillo
de los Jóvenes seguirá su ruta por tierras de Bélgica, Alemania
Oriental, Hungría y pueblos del Norte. Todos lucharemos para hacer
realidad el Reino de Jesús de Nazaret.
L. F. C.

do sentido tribal, la destacada auto­
nomía y diferencia cultural, la radicallzaclón d e l «dividisionismoen las instituciones públicas e in­
cluso escolares han producido si­
tuaciones como la que decimos.

Los misioneros — anunciadores de
fraternidad y libertad evangélicas—
ilegan a rebajarlas un poco pagan­
do las más de las veces en sus
propias personas. Dios ayude a la
india a superar, con su proverbial
sabiduría y cultura, las actuales
crisis de su pobreza presente.

NICARAGUA:
LABOR DE LA IGLESIA
EN LA RECONSTRUCCION

PAKKRED-NONTHBURI (Tailandia): Estos músicos son muchachos
ciegos. Hace un año escaso los Salesianos abrieron en Tailandia
un segundo Instituto para invidentes. Aquí están en tiempo de re­
creo en una escuela de educación personal. Los educadores estu­
dian su índole, capacidades y recursos para integrarse como per­
sonas en un trabajo útil.

28

Managua: La Iglesia nicaragüen­
se desempeña el papel profético
de «conciencia crítica de la socie­
dad-. Denuncia el mal, acompaña
al pueblo en sus momentos tris­
tes y alegres, pronuncia palabras
ele y de estímulo. A sí lo
de consuelo
indicó el arzobispo Mons. Miguel
Brabo, saleslano, durante una visi­
ta a San Francisco invitado por ei
arzobispo Mons. John Ouin presi­
dente de la Conferencia Episcopal
de Estados Unidos. Comentando la.
situación social y política de Nica­
ragua desde la época de Somoza
a la actual Junta de Gobierno es­
tablecida por el frente sandinista,
el arzobispo de Managua afirmó
que «los obispos deben predicar la
no violencia, tal como lo entendían
Martín Luther King y Ghandi; eso
— añadió— comporta una conver­
sión personal, que debe proyectar­
se sobre la sociedad». El prelado
citó después explícitamente los
escritos de Santo Tomás de Aqui­
no. para quien el recurso a las ar-

n oticia s
mas es lícito sólo como remedio
último frente a una tiranía prolon­
gada, cuando se han agotado ios
otros medios y cuando no lleva a
una situación peor que la preceden­
te. Mons. Obando Bravo puso el
acento sobre el papel de la iglesia
local en la reconstrucción del País,
con los programas de alfabetización
y la promoción de los derechos hu­
manos.

VATICANO;_______________
AL SINODO DE LOS OBISPOS

TAILANDIA:
ESPECTACULO
HORRIPILANTE
Surat Thani: A cerca de 40 kiló­
metros de la frontera oeste de Tai­
landia he podido visitar el campo
de prófugos camboyanos de Sa
Keo. Es un campo situado en tie­
rras de la Misión Chanthabun. En
la diócesis de Surat Thani, en Songkhla, se encuentra también un cam­
po de vietnamitas huidos en barca:
son los «Boat-men», como se los

bierto con hojas para defenderlos
algo del sol tropical.
Todos los demás prófugos viven
hacinados en un enorme campa­
mento. Muchas familias viven to­
dos juntos bajo un trozo de hule
de pocos metros cuadrados. La
prensa y la televisión han dado a
conocer todo esto. Aseguro que la
realidad es mucho más cruda: par­
ticularmente lo que se esconde en
los corazones es mucho más es­
pantoso...
Un solo hecho. Encontró un hom­
bre de unos cuarenta años, Nai

Vaticano: El Santo Padre ha rati­
ficado la elección, hecha por la
Unión de Superiores Generales, de
ios 10 representantes de los ins­
titutos Religiosos masculinos en el
próximo Sínodo de ios Obispos,
programado para otoño, con el te­
ma: «Función de la familia cristia­
na en el mundo contemporáneo».
Son: P. Arrupe, jesuita; P. Vicent
de Cousnongle, dominico; P. Egidio
Viganó, salesiano; P. Joseph Pfab,
redentorista; P. Eugene Cuskelly,
misionero del Sagrado Corazón; P.
Falco Thuis, carmelita: P. Gabriel
Ferrari, Javeriano; P. Boyie, pasionista; P. Joseph, de la Sociedad de
las Misiones Africanas; y P. Stephen Tutas, marianista.
También se nombraron dos susti­
tutos; el P. Piergiordano Cabra, de
la Congregación de la Sagrada Fa­
milia de Nazaret. y el P. C. Vendrame, Camilo.

SAMOA:__________________
UN RETO ACEPTADO
Apia: Con el Card. Pío Taofinu'u,
y en su misma casa, vive actual­
mente el salesiano Sebastián Chacko, mientras estudia la lengua y
las «estrategias» pastorales de la
misión. Proviene de Australia (Melbourne), y ha escrito a sus herma­
nos religiosos: «Había oído decir
tantas cosas de Samoa... Esta es
una gente sencilla y temerosa de
Dios. Los habitantes no son más
altos que yo; pero son más guapos
y gallardos... Con sólo catorce le­
tras en su alfabeto y palabra de
dos sílabas hablan que da gusto...
Estoy comenzando los trabajos des­
de la casa del Cardenal. Se espe­
ra mucho de nosotros. Este "reto”
— sobre todo después de hablar
con el Card. Taofinu'u y el Superior
P. Corneil. que me han dado alien­
to— me parece aceptable. A sí que
comenzaremos. Os escribiré para
cuando las cosas ya estén en mar­
cha».

ESCRITOS DE DON BOSCO: La comunidad saiesiana del Vaticano
ha regalado al Papa Juan Pablo la edición completa de las Obras
de Don Bosco, reproducidas en edición anastática. La cita con ei
Papa tuvo lugar la mañana del pasado 31 de enero, fiesta de Don
Bosco. La foto recoge uno de los instantes más significativos, cuan­
do el Papa dijo: «Me gustan estas oportunidades de iqirender de
ios santos», y mientras se entretenía afablemente con los saleslanos de la Tipografía Vaticana y de la Administración de L'Osservatora Romano».

llama. Han venido de aiiá más de
20.000. Ahora sólo quedan 3.800;
los demás han sido acogidos por
terceros países.
En Sa Keo el espectáculo es ho­
rripilante. Entre otros, se han jun­
tado unos 600 muchachos huérfa­
nos, en los huesos y con rostros
inexpresivos que no han conocido
más que hambre y miedo... Al cui­
dado de 8 religiosas catóiicas, que
día y noche les hacen de madre,
han comenzado apenas ahora a
sonreír alguna que otra vez... En
una semana hemos podido cons­
truir un cobertizo de madera cu­

Hieng, de origen chino. Ha visto
a 27 de sus seres queridos, entre
elios su mujer y tres hijos, ahoga­
dos con bolsas de plástico, o tras­
pasados con dos golpes de bayo­
neta, uno en el pecho, otro en la
espalda, o golpeados en la nuca
con un bastón o una azada por los
Khmer Rojos. Estos Khmer, esca­
pados bajo la presión de los cam­
boyanos aliados de los vietnamitas,
se han refugiado ahora en el mis­
mo campamento, aunque en zonas
separadas...
PEDRO C A R R E n O .
Obispo ds Surat Thani

29

tibwas bs

KAFUl. ALFAHO

tro de todos y cada uno de los
llamados adultos». A. S. R.
ALVARO GINEL: En las raí­
ces. Ed. Oriens, Madrid, 1980.
144 págs. 0 15 X 20.50 0 .

RAFAEL ALFARO: Cables y
pájaros. Ed. Central Catequísti­
ca Salesiana, Madrid, 1979. 70
págs. 0 15 X 19 0 .
Libro compuesto de 20 poe­
mas audiovisuales con sus corres­
pondientes comentarios. Los con­
tenidos abordan el tema de la
naturaleza, la infancia como re­
cuerdo y el acercamiento al hom­
bre. Libro muy útil para lecturas
escolares, para ser leído a solas
o en grupos por todos cuantos
tienen viva la sensibilidad poéti­
ca. He aquí lo que dice Leopol­
do de Luis, reciente Premio Na­
cional de Literatura, en carta di­
rigida a su autor: «Verdadera­
mente, es con «el corazón de
puntillas» como se leen estos
poemas. Lectura encantadora, que
rescata para la poesía su primiti­
va pureza, su sencillez de niña
del mundo, de primera palabra
virgen. Si todos los poemas son
deliciosos, hay uno particular­
mente conmovedor, y es la «Na­
na para el sueño de mi madre».
He dado tu libro a mi nieta, que
tiene ocho años y que lo va le­
yendo con gusto y sorprendentes
preguntas que procuro contestar­
le lo mejor posible. Estoy de
acuerdo contigo que no hay poe­
sía especial para niños, sino poe­
sía. Como ésta tuya. Una Poesía
con mayúscula, que penetrará en
la sensibilidad de todos los ni­
ños: los que por edad lo son con
ese nombre, y los que van den­
30

Nos encontramos ante un li­
bro testimonial en el que el autor
nos cuenta vivencias personales.
Un libro que nos sorprende por^
que sus páginas nos parecerían
también de nuestra propia vida.
En él contemplamos al otro, ve­
mos la necesidad de comunicar­
nos, aprendemos a escuchar con
sensibilidad y ternura la verdad
de los niños y sentimos la cerca­
nía de Dios que camina a nues­
tro lado, que es promesa, pala­
bra y alianza. Alvaro Ginel se
nos «revela» y nos desovilla el
hilo de su vida. Con su sinceri­
dad y hondura nos manifiesta sus
miedos, sus dudas, sus interro­
gantes, su fe, su esperanza. Es
pues un libro para leer despacio,
a ritmo lento, al mismo tiempo
que abrimos los ojos y el corazón
a las cosas, a la vida, a los hom­
bres, a Dios.
E. A.
LUIS VIVAR: Mensajero de
Dios. San Juan Bosco. Ed. Cen­
tral Catequística Salesiana, Ma­
drid, 1979. 588 págs. 0 13.50
X 20.50 0 .
El salesiano Luis Vivar nos
presenta la figura de Don Bosco
como hombre enviado por Dios
a los jóvenes y al pueblo. El hom­
bre, el apóstol, el fundador y el
santo son las cuatro partes en
que está dividida esta hermosa
biografía de San Juan Bosco. Una
biografía totalmente española,
presentada en un estilo ágil y po­
pular. Está llamada a difundir en
los ambientes populares la extra­
ordinaria figura del Fundador de
los Salcsianos. Actualmente está
teniendo un gran éxito y una to­
tal aceptación por parte del pú­
blico. ¿Es la atracción natural

que ejerce el santo de los jóve­
nes? ¿Es el estilo popular en que
se presenta? Ambas cosas se en­
tremezclan con fuerza para ofre­
cer esa misteriosa sugestión del
santo en el ánimo de los lectores.
E. H.
ALFONSO FRANCIA: Ma­
ría, mujer hoy. Ed. Centro Na­
cional Salesiano de Pastoral Ju­
venil. Madrid, 1979. 184 pági­
nas. 0 17.50 X 24.50 0 .
Contiene este cuaderrio una co­
lección de 15 catequesis sobre los
valores evangélicos de la mujer
en el mundo de hoy. Utilísimas
reflexiones con abundante mate­
rial para charlas y reuniones cris­
tianas. Las actitudes de María se
proyectan en la mujer actual. Al­
fonso Francia, director del Cen­
tro de Estudios Catequéticos de
Sevilla nos ofrece un precioso
servicio para profundizar en la
verdadera devoción mariana du­
rante el mes de mayo.
E. H.
SECUNDINO M O V I L L A :
Catecumenado juvenil de confir­
mación: I. Orientaciones pasto­
rales. II. Temas para reflexión y
diálogo. Ed. Centro Nacional Sa­
lesiano de Pastoral Juvenil. Ma­
drid, 1980. 172-180 páginas.
0 17.50 X 24.50 0 .
Se presenta en estos cuader­
nos la vida cristiana como una
respuesta actual desde la realidad
de los jóvenes y la realidad misma del catecumenado. El segun­
do cuaderno desarrolla de una
manera más teórica los temas catecumenales con el fin de refle­
xionar y profundizar en ellos. En
su conjunto, nos ofrecen un ma­
terial estupendo para preparar
la Pascua de Pentecostés entre
los jóvenes — también adultos—
y apreciar, mediante la celebra­
ción y el diálogo, la vida del Es­
píritu en nosotros.
A. S. R.

j,

ffiuesf«*a g r a t i t u d

Bustíllo del Páramo (León): Doy
gracias a María Auxiliadora por un
favor recibido, al mismo tiempo que
envío una limosna para las Obras
Salesianas. Belarmina Honrado.
Madrid: Por un favor recibido de
Don Bosco en la curación de una
nieta, envío una limosna. A. Jaque.
N. N.: Pasé grandes apuros por
un asunto muy delicado. Acudí con­
fiadamente a María Auxiliadora, y
recibí su protección de una mane­
ra palpable. Envío un donativo para
las Obras Salesianas y deseo se
publique en el Boletín Salesiano,
como lo prometí. Una devota de
María.
Alcoy: Envío un donativo en ac­
ción de gracias por el feliz naci­
miento de una nieta. M. Gisbert.
La Coruña: Por favores recibidos
de María Auxiliadora, envío un do­
nativo en muestra de agradecimien­
to. F. L.
La Coruña: María Auxiliadora, te
agradezco las gracias concedidas y
envío un donativo para las Obras
Salesianas. M.* del Carmen Díaz B.
Valencia: Hallándose una nieta
mía enferma, la encomendé a Ma­
ría Auxiliadora. Hoy se encuentra
perfectamente, por lo que le doy
las gracias y envío una limosna.
Paca Arroyo.
Madrid: Siento la protección de
la Virgen a veces en pequeñas co­
sas que nos revelan cómo es su
auxilio en los momentos importan­
tes de nuestra vida. Una persona
enferma tenía que hacer un viaje
precisamente en una circunstancia
de su empeoramiento. La encomen­
dé a María Auxiliadora y, a pesar
de lo largo e incómodo del viaje,
no sufrió nada, sino más bien sin­
tió un bienestar especial. Gracias.
Madre, por todo. Justi Salomé.
Santiago de Compostela: Ante
un asunto muy importante de un
hijo mío acudí con fe a María Auxi­
liadora por intercesión de San Juan
Bosco. Habiendo sido escuchada,
cumplo la promesa de publicar la
gracia y mando una limosna para
las Obras de Don Bosco. María
Camps Elias de Paz.

Zaragoza: Damos gracias a María
Auxiliadora por la protección reci­
bida durante mi operación quirúr­
gica. Habiéndome encomendado a
ella, hoy me siento completamente
restablecida. Enviamos una limos­
na y deseamos se publique en el
Boletín Salesiano. Encarnación Ro­
meo.
Elche: Mi esposa sufrió un de­
rrame interno a causa de un emba­
razo utópico. Trasladada con urgen­
cia a la Residencia Sanitaria, fue
intervenida pues su estado era muy
grave. En espera angustiosa la en­
comendé a María Auxiliadora y
hoy, gracias a Dios, y a la interce­
sión de la Virgen, se encuentra
satisfactoriamente. Envío un dona­
tivo y hago público mi agradeci­
miento en el Boletín Salesiano. Jo­
sé María Peral Castaño.
Valencia: En agradecimiento por
un favor recibido de María Auxilia­
dora y por mediación de San Juan
Bosco y de doña Dorotea, envío
una limosna. Una valenciana.
Salamanca: Envío un donativo
para el culto de María Auxiliadora
por un gran favor recibido de tan
augusta Madre, y en espera de que
me conceda otros dos muy espe­
ciales. Gracias, Madre mía. Elvira
Fernández.
Madrid: Hago público mi agrade­
cimiento a María Auxiliadora, pues
en dos casos muy graves de enfer­
medad en mi familia, escuchó nues­
tras súplicas y salieron del peligro.
También ayudó a que mi hijo solu­
cionara unos problemas de trabajo.
Envío un donativo. E. N. de B.
Saucillo de Gáidar (Las Palmas
de Gran Canaria): Nacido mi hijo
dos meses antes de lo previsto,
se encontró bastante mal: primero
se recuperó un poco y fue dado
de alta, pero después de estar en
casa unos 15 días sufrió una recaí­
da y tuvo que ser internado urgen­
temente en ios servicios de cuida­
dos intensivos durante tres largos
días, en los que los médicos no
nos daban esperanzas. Luego estu­
vo casi dos meses internado en la
clínica, pues también surgió el pro­

blema de una pierna pues ni los
mismos médicos que le atendían
no sabían muy bien de lo que se
trataba. Entonces acudí con gran
fervor a María Auxiliadora pidién­
dole de todo corazón que el niño
no tuviese nada grave en la pierna
y que mejorase en su estado ge­
neral para tenerlo pronto en casa.
Hoy ya tiene quince meses y es
un niño precioso y sano. Por todo
esto doy mis más sinceras gracias
a esa Madre que todo lo puede y
deseandó se publique en el Bole­
tín Salesiano, envío un donativo
para las Obras de María Auxilia­
dora. Angélica Ramos.
La Coruña: Envío un donativo en
agradecimiento a María Auxiliadora
por un favor recibido deseando se
publique en el Boletín Salesiano.
Pilar G. S.
Carabanchel Alto (Madrid): Ex­
preso mi gratitud a María Auxilia­
dora por haber atendido mis ora­
ciones para que mi esposo saliera
bien de una operación quirúrgica.
Por ello hago público mí agradeci­
miento en ese Boletín, enviando al
propio tiempo una limosna para las
Obras Salesianas. Angeles Sanz.
Oviedo-Masaveu: Expresada con
suma sencillez y honda fe hallamos,
en la iglesia, esta simple nota:
«Auxiliadora, te mando una limos­
na para que con tu ayuda y la de
Dios, me sanes esta hija. Publicar
en el Boletín Salesiano». F. Geda.
Madrid: Muy agradecida a María
Auxiliadora por favores recibidos,
envío una limosna y deseo se pu­
blique en el Boletín Salesiano. Lau­
ra Marco.
La Coruña: Por una gracia conse­
guida de María Auxiliadora, envío
una limosna. C. M.
La Coruña: Por un favor consegui­
do por María Auxiliadora, envío una
limosna en agradecimiento. Pilar
Fernández.
Alcoy: Encontrándonos en una
situación económica angustiosa, y
habiéndosenos cerrado todas las
salidas posibles, recurrimos con fe
a la Virgen Auxiliadora haciendo
una novena y prometiendo publicar
la gracia y dar una limosna si salía­
mos del trance. Fuimos escucha­
dos y hoy, con gusto cumplimos lo
prometido pidiéndole nos siga ayu­
dando. Francisco Carbonell y Fami­
lia.
Valencia: Envío un donativo en
agradecimiento a María Auxiliadora
por favores recibidos. O. M.

31

FUERON

A

LA

CASA

DEL

de ellos sacerdote salesiano, y de
miembros de la Familia Salesiana
llegados de diversas casas de An­
dalucía, así como de numerosos
amigos, presidió el funeral el Obis­
po Auxiliar de Sevilla, monseñor
Antonio Montero.
El Calendario de María Auxilia­
dora, al que dedicaba siempre tan­
tos cuidados en su detallada pre­
paración, cuelga en nuestras casas
como un recuerdo de su vida.

Reverendo don Francisco Rodrí­
guez Regalado t en Sevilla el 14
de Julio de 1979 a los cincuenta y
ocho años de edad, veintidós de
sacerdocio y treinta y siete de vida
salesiana. Había nacido en Cerezal
de Peñahorcada (Salamanca). Des­
de su niñez vivió el ideal de su
vocación sacerdotal y salesiana.
Hizo el aspirantado en Montllla, el
Noviciado en San José del Valle y
la Teología en Madrid, recibiendo
la ordenación sacerdotal en 1951.
Ejerció su trabajo salesiano en las
casas de Campano, Utrera y San
José del Valle. Los últimos años
de su vida los dedicó a la Librería
de María Auxiliadora de Sevilla.
La vida de este salesiano fue una
entrega total a Dios y al servicio
de los hombres. Ajeno a las mani­
festaciones públicas, era asiduo en
el trabajo, en la dedicación a sus
ocupaciones diarias y al confesio­
nario. Su oficina era un lugar para
su servicio sacerdotal en donde
aclaraba dudas y daba consejos e
Iluminaba sobre libros formativos a
quienes acudían a él.
Dedicó sus cuidados a los Anti­
guos Alumnos, quienes le corres­
pondieron con gran afecto, como (o
demostraron a lo largo de su en­
fermedad y a la hora de su muerte.
Persona consecuente con la forma­
ción recibida, fue de una fidelidad
a toda prueba a los compromisos
reliaiosos. Su marcha por la vida
no fue fécil, pues sufrió dolores y
enfermedades desde los años ju­
veniles. pero hoy tenemos la espe­
ranza de que reza por todos junto
a Don Sosco en el Cielo.
Su muerte sorprendió a todos
por lo rápido del desenlace, cuando
comenzaba a recuperarse. Sin du­
da que entraba en su estilo de vi­
da; el pasar por al tierra sin mu­
cho ruido. Al día siguiente, con la
presencia de sus hermanos, uno

32

Don Alfredo Roda Durán t el 2
de marzo de 1980. Había nacido en
Pallejá (Barcelona) el 24 de junio
de 1901. Era padre de cuatro anti­
guos alumnos saleslanos, uno de
ellos salesiano y actualmente Ins­
pector de Barcelona.
Se sintió siempre muy unido a
los saleslanos, relacionándose so­
bre todo con las casas de forma­
ción de Sant Viceng deis Horts,
GIrona, Sentmenat y Martí-Codolar,
y con las Escuelas Profesionales
de Sarriá. Conoció y trató personal­
mente a muchos saleslanos y si­
guió siempre con interés la marcha
de la Congregación.
Características principales de su
vida fueron el espíritu de trabajo,
un gran aprecio por su familia, la
bondad y amabilidad para con to­
dos y un profundo espíritu cristia­
no. No ambicionó dinero ni poder,
sino servir a los demás con todo
lo que era y tenía, evitando escru­
pulosamente todo lo que pudiera
mínimamente ofender a los demás.
En los últimos años de su vida
hubo de sufrir las consecuencias
de una trombosis de la que nunca
se recuperó y que constituían para
él un motivo de purificación. Falle­
ció asistido por su hijo salesiano e
invocando a María Auxiliadora. Pi­
damos para él la paz del Señor.
Doña María Millana Tebar t en el
Hospital de Santiago de ia ciudad
de Cuenca el día 6 de septiembre
de 1979, atendida por las Hijas de
la Caridad, adonde se había retira­
do hacía poco más de un año. Te­
nía noventa y cuatro años.
Natural de Minglanllla (Cuenca)
fue Maestra toda su vida, juntamen­
te con una hermana. Ejerciendo en
un pueblo de Orense conoció a los
Saleslanos y desde casi su juven­
tud se inscribió en la Pía Unión de
Cooperadores y fue siempre admi­
radora y devota de San Juan Bosco
y María Auxiliadora, cuyas estam­
pas besaba con emoción, tenía
siempre a la vista para rezarles y
encomendarles las obras salesianas.
Cuando le llegó el retiro, fue a
pasar loa últimos años a su pue­

PADRE
blo natal, junto con su hermana.
Ambas tenían sus delicias en ayu­
dar a niños y niñas que necesita­
ban complementar las explicaciones
recibidas en el colegio. Sacerdotes
y religiosos, también saleslanos,
recuerdan el cariño y el celo de
sus cuidados.
Los últimos años los pasó sola.
Había perdido casi por completo ia
vísta y el oído, por lo que con di­
ficultad lograba ponerse en comu­
nicación. Esta soledad supo apro­
vecharla muy bien: leía algo (siem­
pre tenía el Boletín Salesiano a
mano] a distintas horas del día en
un devocionario de letra grande.
De este modo no dejaba sin santi­
ficar los momentos principales del
día. Disfrutaba rezando. No dejaba
el rosario ni sus estampas. Decía
que rezaba mucho por el Director
y los Salesianos de >su colegio».
Suyo consideraba al de Cuenca
desde que lo conoció. Se le hacían
muy cortos los ratos que pasaba
con algún salesiano cuando la vi­
sitaba, aunque pasaran casi en si­
lencio por la dificultad de la sorde­
ra. Siempre tuvo lucidez envidiable
de mente.
Murió pobre. Todo lo había em­
pleado en becas, limosnas y deco­
ro de su parroquia. Tenía obsesión
por asegurarse misas para cuando
falleciera. Tenía bastantes gregoria­
nas encargadas y pagadas. ¡Dios ia
tendrá en su gloria! Encomendé­
mosla ai Señor.
Don Santos Gil Romero t el 27
de enero y a la edad de ochenta y
siete años rodeado del cariño de
su esposa e hijos, en BOYA, pueblecito de Zamora.
Una aguda arterioesclerosis, agra­
vada por la edad y el frío invernal,
troncharon su robusta fibra, desgas­
tada por mil calladas y diarias en­
tregas.
Hombre siempre de profunda y
sencilla fe, sufría con admirable pa­
ciencia los dolores que le atribu­
laron, sobre todo, ef último mes de
vida y recibió con edificación en
varias ocasiones los auxilios espi­
rituales.
Luchó duramente para sacar ade­
lante en difíciles momentos su nu­
merosa familia. Aun en esos casos
siempre tuvo presentes a los de­
más, siendo generoso con ellos, lo
que le granjeó la amistad de todos.
De temperamento naturalmente
alegre, tenía siempre en sus labios
una palabra optimista y una salida
graciosa.
Generoso con Dios. le entregó
dos hijos a su servicio; Sor Aurea,
sierva de María y Fauatino, salesia­
no.

I

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