BS_1980_04.pdf

Medios

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DON BOSCO

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UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS



CERRADO,

m

i QUE BIEN ESTA!

Queridos amigos Juanito y Mari:

— Pero hoy hace falta mucho di­
nero para poder estudiar.

Os escribo antes de Semana San­
ta, pero ya me adelanto a mandaros
mi felicitación pascual. «jFelIz Pas­
cua Floridal».

—SI Dios quiere que lo sea, ya
me ayudará.

■lYupll», ha gritado Mari saltando
de alegría al oír la palabra «Sema­
na Santa*. «(Otra vez vacaclonesi».
Pero no creas que has sido tú
sola, Mari. Porque el otro día me
contaba tu mamá que Iba con Juanito y, al pasar por delante del co­
legio, le dijo:
— «Mira, mamá, el colegio, iqué
bien está así, cerrado!*.
Y yo, creyéndome toda la vida
que sólo pensabais en estudiar. Los
desengaños que uno se lleva...
Mirad, cuando Juanito Sosco te­
nía unos doce años se vio obligado
a trabajar como vaquerillo en casa
de los Moglla. Al llegar la primave­
ra el «zagalezo* salía, su bastón
al hombro, detrás de las vacas y
las llevaba a) campo. [Qué suertel,
¿eh Juanito? Sí, pero en sus bolsi­
llos también se metía un par de li­
bros. Y mientras las vacas pacían,
él se sentaba a la sombra de un
árbol y se embebía en la lectura
de sus libros.
Luis Moglla lo sorprendió un día
en sus meditaciones:
— ¿Porqué lees tanto?, le dijo.

—Es que yo quiero ser sacerdote.

También sintió mucha simpatía
por él Ana, la niña más pequeña de
casa de los Moglla. En los días pri­
maverales lo acompañaba al prado
y, cuando se cansaba de coger mar­
garitas o de perseguir a las maripo­
sas se acercaba a Juan que no des­
pegaba los ojos del libro para mi­
rarla.
— ¡Deja ya ese libro y vamos a
lugar!

—^Ya te he dicho más de una vez
que quiero ser cura, y tendré que
predicar y confesar.
— Sí, cura..., le decía la chiqui­
lla burlándose.— Tú serás... pues un
vaquero.

— ¡Quién sabe, quién sabe!, le
sonreía Juan.—^Tú te ríes de mí,
pero algún día irás a confesarte
conmigo.
Ana se hizo mayor y se casó en
Morlondo. Pero todos los años iba
tres o cuatro veces a Turín a con­
fesarse con Don Bosco. El Santo la
recibía muy alegre y siempre le re­
cordaba aquellas primaveras en las
que hasta los libros florecían en
sus manos.
Otro día lo sorprendió la señora
Dorotea de rodillas, con un libro
entre las manos, los ojos cerrados
y la cara hacia el cielo. Tuvo que

sacudirle, tan absorto estaba en^su
reflexión. Juan Sosco no perdía el
tiempo. En aquellos años, en la so­
ledad del campo, adquirió el senti­
do de Dios y de la contemplación.
Conversaba consigo mismo y con
Dios en el maravilloso escenario
del campo florido.
Cuando hacía mal tiempo, los chi­
cos de las granjas vecinas se reu­
nían con Juan Sosco en un pajar
de la casa de los Moglia, donde se
divertían de lo lindo. Juan, enton­
ces, les explicaba el catecismo y
les hacía unos juegos tan bonitos
que hasta las personas mayores
se quedaban con la boca abierta
viéndolo cómo hablaba y cómo en­
tretenía a sus amigos.

ir ir. ir

Ya veis que a Juan Bosco le gus­
taban más los libros que a Juanito.
Pero además yo creo que Don Bos­
co es también el santo de los cole­
gios abiertos y no cerrados...
Bueno, ahora con la primavera,
el campo nos abre sus puertas co­
mo la mejor escuela. A llí sí que po­
demos leer el libro de la naturale­
za, que es el libro más hermoso del
mundo. ¿Verdad que sí, Mari?
Recibid un abrazo muy fuerte de
vuestro mejor amigo,
PADRE RAFAEL

¡CR ISTO VIVE!
Revista da la Obra de Don Boaco

Aflo X C lll - N.o 4 ■ Abril

1980

Director; RAFAEL ALFARO
Consejo de Redacción; Emilio Her­
nández; Mari Carmen G arda; An­
tonio Garda Vera; Argentina Sán­
chez Romo; Javier Artuch; Jesús
María Mélida.
Administrador; Miguel Rodríguez R.
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

Eí Boletín Saiesíano
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y amigos.
Y se sostiene
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EN ESTE NUMERO
Cristo vive ....................
Un reto angustioso ...
Tres horas inolvidables
con el Papa ..............
La Pastoral Juvenil cuen­
ta las cincuenta ........
Las Salesianas de Ma­
drid, en la Isla de
Bioko ..........................
Don Silverio traslada la
Torre Eiffel a las coli­
nas de Gualaquiza ...
Un corazón de Madre pa­
ra la Familia Salesiana
de España...................
Confirmación y servicio.
Mamá Renata ...............
En el corazón de Harlem.
Fuga a bordo de un jun­
co ................................
Cartas a dos tin ta s ........
Corea espera al espíritu.
Reyes para ti y para mí.
Noticias ..........................
Nuestra g ra titu d .............
Fueron a la casa del Pa­
dre ..............................

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NUESTRA PORTADA
jFeliz Pascua floridal
Cristo resucitado nos trae
el mensaje y la realidad de
una vida nueva, que nos son­
ríe en los niños y en el des­
pertar de la naturaleza.
Foto.—José Luis Mena

i i

• ¡Qué alegría da la lectura del manifiesto pascual del movi­
miento juvenil «Cristo vive»! Y es un hecho: Cristo vive en el cora­
zón de estos jóvenes que lo siguen y que lo hacen vida de su
vida Quizás nos hemos malacostumbrado a quejamos de «... la juven­
tud de hoy». Sin duda que también ha habido jóvenes que, de hecho,
han prescindido de «... estos viejos de hoy».
Mejor que lamentarse, este movimiento, que ya se extiende por los
cuatro ángulos de nuestra geografía, ha preferido anunciar su grito
de esperanza «¡Cristo vive!» Y ansia comunicarnos a todos el gozo
de su experiencia cristiana, cada pascua, cada domingo, cada día...
• He aquí su manifiesto de este año;
Estimados amigos;
Somos el grupo ¡Cristo vive! cuyos
componentes oscilan entre los 16 y los
25 años aproximadamente. Llevamos
funcionando tres años, pues empeza­
mos a caminar a raíz de la Pascua Ju­
venil celebrada los días 8, 9 y 10 de abril
de 1977. A partir de entonces nuestro
grupo se lanzó a realizar unas activida­
des como servicio a todos los jóvenes.
Tenemos nuestras reuniones semana­
les de:
— oración
— formación-reflexión
— eucaristía
— reunión semanal de organización.
La actividad del grupo más abierta al
exterior es la celebración y difusión de
la Pascua Juvenil, Encuentros que se lle­
van a cabo todos los años para celebrar
la muerte y resurrección de Cristo de un modo cercano a los jóvenes,
que nos haga reflexionar y comprometa nuestras vidas.
La difusión de los encuentros trata de darnos a conocer al mayor
número posible de jóvenes; para ello nos desplazamos a pueblos, co­
legios, parroquias, etc. Nuestros medios de información preferimos
que sean por contacto personal.
Pero también nos ponemos en contacto con el periódico local y las
emisoras de radio, así como carteles anunciadores y hojillas informa­
tivas.
Los temas que tratam os son muy variados, a p q u e el núcleo cen­
tral gira en torno a una actuación concreta del cristianismo en el mun­
do de hoy para tratar de combatir todo tipo de injusticia, que esta
actuación sea fruto de unión profunda a Cristo mediante la oración.
Los días 4, 5 y 6 de abril vamos a tener nuestra cuarta Pascua
Juvenil en el Charco de los hurones.
, .
Nuestro lema de este año es: construye, arnésgate a vivir. En
nuestro Encuentro frente al desaliento, contra los pesimistas y ante
los pasotas unos unimos para construir una Vida Nueva. Porque so­
mos jóvenes, no estamos muertos y somos un pueblo en el que todos
nos necesitamos y nadie es imprescindible, arriésgate.
Ante una juventud pasota. desesperada, sin ilusión, triste, cómoda,
cobarde es aún posible construir un hombre alegre, un hombre con
ilusión, un hombre con esperanza, una sociedad más justa, una socie­
dad auténticamente libre, un pueblo donde se viva de «amor».
Como Cristo resucitó... caminemos en novedad de vida.
• Esta vez la lección nos viene de los jóvenes. Es la otra juventud
de hoy. Gracias, amigos, por vuestro impulso de vida cristiana.
¿Cuándo empezaremos a notar de verdad en nuestra socie­
dad esta primavera pascual de
la vida de Cristo? Claro que
entonces se acabarían el terro­
rismo y el desempleo y los atra­
cos y el lujo de u i k >s pocos... Y,
naturalmente, el Reino de Dios
estaría bastante más cerca. Ca­ T
si al alcance de la mano.
)

(0

3
0

SAIESIANO

El Cardenal Silva Henríquez y el
Rector Mayor.

UN
RETO
ANGUS
TIOSO 4
//

Ei mes pasado nos ofrecía el Rector Mayor un diagnóstico muy claro y pene­
trante acerca de la crisis de vocaciones. Hoy continúa el mismo tema, pero dándo­
nos una orientación positiva de los caminos a seguir. Un asunto de gran interés, di­
ríamos apasionante, para los lectores de la Familia Saiesiana.

UN NUEVO ARRANQUE
El profundo cambio cultural
a aue asistimos nos invita a la
conversión y a un nuevo
arranque. No resulta difícil
descubrir en él las riquezas
propias del misterio de la his­
toria, que lleva viva, dentro
de sí, la presencia de Cristo
su Señor.
En las vicisitudes, prósperas
o adversas, podemos percibir
como un paso del Señor, que
nos despierta, nos corrige, nos
estimula, nos ayuda a crecer
y nos invita a perseverar y a
progresar,
Ningún instituto religioso
podrá hoy permanecer fiel en
estado de inmovilismo; ni tam­
poco en un inmovilismo sin
sentido por el mero afán de
cambiar, que ataca o descui­
da la vitalidad de carisma ini­
cial, El Señor que pasa nos in­

vita a un «equilibrio dinámi­
co», que actúe la fidelidad en
el movimiento con un ritmo de
velocidad adecuado a las exi­
gencias de las situaciones. De
esta manera, el interés por ha­
cer los cambios justos y urgen­
tes entra a formar parte viva
de la misma genuidad religio­
sa.
Pero para descubrir e inter­
pretar el paso del Señor se
necesitaban c a p a c i d a d de
oración, objetividad de análi­
sis, contacto vivo con los orí­
genes, atención a los signos
de los tiempos y a la condi­
ción de los destinatarios... Es
importante saber cultivar este
género de meditación con es­
píritu de solidaridad comuni­
taria, sin actitudes individua­
listas o de autosuficiencia y
sin presiones de grupos ideo­
lógicos.

SINTOMAS POSITIVOS
En unión con otros Superio­
res generales en Villa Cavalletti se han precisado unos
pocos elementos positivos que
iluminan el panorama y abren
una perspectiva seria de per­
severancia y fecundidad:
• La conciencia y consta­
tación de que esta nueva es­
tación de Dios nos está llevan­
do realmente por un camino
de renovación, y no de ago­
nía o sepultura.
• El ejercicio de escrutar
con inteligencia y fe los sig­
nos de los tiempos y de con­
siderar el cambio antropoló­
gico, abriéndonos a la enor­
me aportación de las ciencias
humanas, nos ha encaminado
a una síntesis superior que no
hoce consistir lo fidelidad en
una mera restauración.
• El esfuerzo en profundi-

flo€*tf t f f i e i i f o

tual. Esto nos pide una aten­
ción especial a la reflexión
teológica sobre la vida reli­
giosa y una conciencia reno­
vada de sus valores funda­
mentales, sobre todo de la
profesión perpetuo.
• En segundo lugar, la ca­
lidad de la formación, tanto
inicial como permanente ha
de ir precedida de una selec­
ción cuidadosa de los candi­
datos. El proceso formativo
ha de dirigirse por completo
a «la persona en lo más pro­
fundo de su ser, y no sólo a
su inteligencia y conducta ex­
terior, para ayudarle a perci­
bir y encontrar de nuevo, con
libertad, sus propias motiva­
ciones. (J. Dho).
• La urgencia de recupe­
rar y dar importan'iia a la di­
rección espiritual es un ele­
mento que aparece frecuentí­
simo en los análisis.
• Añádase la importancia
de le comunión fraterna y de
las relaciones humanos dentro
y fuera de la vida consagra­
da. Presenta una urgencia es­
pecial en la comunidad reli­
giosa para favorecer el equi­
librio de la persona y para
estimular la fidelidad, tan di­
fícil en estos momentos.
• Finalmente, la atención
a una higiene psíquica y espi­
ritual: la salud psíquica tiene
necesidad, como la física, de
un conjunto de condiciones
que la conserven y favorez­
can. «Vivir habitualmente con
un estilo en desacuerdo con
los valores vocacionales au­
TAREAS PRIORITARIAS
ténticos no pueden dar otro
He aquí algunos puntos cla­ resultado que debilitarnos pro­
ve hacia los que hemos de di­ gresivamente». (J. Dho).
rigir nuestra acción;
• En primer lugar, un estu­ LOS EJES DE LA FUERZA
dio a fondo del sígn/f/coc/o de
Los tres grandes ejes sobre
la fe y de su patrimonio doc­
trinal, centrado en el misterio los cuales gira el servicio de
pascual de Cristo en el con­ afianzamiento de los hermotexto de la problemática ac­ nos son: La verdad, ilumina­

zar el depósito de la fe ha
despertado a iniciativas im­
portantes para lograr una
formación intelectual perma­
nente.
• La visión conciliar de la
Iglesia como misterio está res­
tituyendo a la Vida religiosa
la primacía de la dimensión
contemplativa.
• La sensibilidad por los
pequeños y los pobres trae
consigo una recuperación de
la fuerza testimonial de los
votos y de la vida de comu­
nión.
• El desafío de tantos cam­
bios nos ha movido a preci­
sar y esclarecer nuestra iden­
tidad vocacional.
• La necesidad de progra­
mar el futuro con mirada in­
teligente nos ha llevado a una
vuelta objetiva y penetrante
hacia el carisma del Funda­
dor.
• La situación de inestabi­
lidad y de búsqueda ha con­
tribuido a revisar, renovar y
reafirmar el valor de las Cons­
tituciones como proyecto evan­
gélico.
• La disminución numérica
de profesos ha estimulado a
procurar y cuid.ar la calidad
en la selección, admisión y for­
mación inicial.
• La crisis, en general, ha
despertado las responsabili­
dades y ha estimulado a estu­
diar las prioridades espiritua­
les y pastorales que han de
cultivarse.

da por lo fe; el futuro, anima­
do por la esperanza; y lo bon­
dad, sostenido e impregnada
por la caridad.
Reflexiona el Rector Mayor
sobre estos ejes. Respecto a
«La verdad iluminado por la
fe’», subraya la importancia
del redescubrimiento de los
valores de la «Profesión Per­
petua», y de la adhesión sin­
cera a la «índole propia» de
la Congreaación.
En lo que atañe al futuro,
animado por lo «esperanza»,
recomiendo don Viganó: la
escucha operativa de la lla­
mada de los jóvenes y la re­
novación de nuestros criterios
apostólicos.
Y en lo referente a la bondad, sostenida e impregnada
por la caridad, releva el Rec­
tor Mayor la prímocfo de la
dimensión contemplativa y el
cuidado intenso de la comuni­
dad fraterna.
«La época en que vivimos
— concluye el Rector Mayor—
pone a prueba la fecundidad
y la fidelidad. ?,Cómo reaccio­
nar? ¿Quién nos dará lo fuer­
za y el valor para afrontar
tantos problemas? El Señor,
dice, es la fuente de la fide­
lidad. María y la Iglesia nos
anuncian el misterio cristiano
de la maternidad fecunda. To­
dos los consagrados han re­
cibido el encargo de llevar
confianza y alegría a sus her­
manos.
Los ejes sobre los que gira
tal m/sferío de animación son
la fe, la esperanza y la cari­
dad. Ellas nos invitan a con­
centrar el servicio de afianzar
y confirmar a los hermanos
en la verdad de nuestra vida
consagrada, en las perspecti­
vas de nuestra misión, y en la
bondad inherente a nuestro
estilo de vida.
EGIDIO VIG ANO
Rector Mayor

«Ha sido una audiencia extraordinaria de
verdad», ha contado el Rector Mayor a ios Salesianos del Curso de Formación Permanente
de Roma. «Hubo un momento en que el Papa
quiso saber de nuestros viajes. Entonces el
Padre Arrupe le dijo que yo había viajado en
elefante, y tuve que contarle toda la aventu­
ra...»
Los Salesianos del Curso han inmortaliza­
do todo esto con el collage que viene repro­
ducido en estas páginas.

EN NOMBRE DE TODOS
LOS RELIGIOSOS DEL MUNDO
Pero aquellas tres cortísimas horas de diá­
logo con el Papa son inolvidables por otros
motivos: por los temas tratados y. sobre to­
do, porque el inolvidable es este Juan Pablo II,
nuestro actual Pontífice.
La audiencia había sido reservada por el
mismo Santo Padre a un grupo de Superiores

/

Tres h o r a s
in o lv id a b le s
Gon e l Papa
Generales de Congregaciones religiosas. Son
en la actualidad unos 300.000 los religiosos
que hay en el mundo, pertenecientes a distin­
tas congregaciones religiosas. Las monjas son
más, cerca de 1.300.000.
Unos 220 superiores generales forman la
Unión de Superiores Generales, representa­
dos por un consejo directivo de diez miem­
bros, que se reúnen periódicamente para es­
tudiar problemas comunes. El Padre Arrupe,
General de los Jesuítas, es el presidente de
dicho consejo. Don Egidio Viganó es uno de
los diez.
Y en la reunión del pasado noviembre tu­
vieron con el Papa una audiencia muy breve.
Juan Pablo II les dirigió un hermoso discur­
so. pero les expresó su deseo de tener con
ellos la posibilidad de celebrar otro encuen­
tro para dialogar más a fondo. Luego vino el
viaje de Turquía, y la reunión fue aplazán­
dose.
Los Superiores Generales prepararon un
dossier con los principales problemas sobre
los que conversar con el Santo Padre. A su
regreso de Turquía, los Superiores pidieron
nueva audiencia, a lo que el mismo Papa les
respondió: «Vengan el miércoles por la tar­
de».
Y el miércoles 5 de diciembre, hacia las
seis de la tarde, los diez Superiores Mayores
entraron en los salones privados del Santo
Padre que. a las seis en punto se presentaba
El P. Arrupe dijo al Papa que don Viganó había viajado
en elefante, y el Rector Mayor tuvo que contar «us
aventuras en la India...

con vi v e n d a s
Este simpático «coliage» ha inmortalizado el episodio
de don Viganó y sus elefantes...

diciendo: «Aquí estoy cumpliendo mi pala­
bra». Y los invitó a sentarse alrededor de una
mesa.
En seguida todos sacaron sus apuntes, pa­
peles y bolígrafos. Lo mismo hizo el Papa que
empezó, sin más. a hacerles su lista de pregun­
tas. Los Superiores respondían y tomaban no­
tas...
En primer lugar, quiso el Papa recibir en
directo diversas informaciones. Luego les di­
jo: «Ahora os toca a vosotros. Hablad uno a
uno. por turno». Los diez se habían puesto de
acuerdo. Cada uno llevaba un tema a tratar
durante cinco o seis minutos. El Santo Padre
los seguía con gran interés y aténción, escu­
chándolos y haciendo sus correspondientes
comentarios.
El tema de Don Viganó era «Novedad de la
presencia de la vida religiosa en la nueva cul­
tura». Tema muy complejo, pero al que el
Papa no hacía ninguna observación. Siguieron
su turno otros Superiores, con temas no me­
nos complejos e importantes: «Las tensiones
que la nueva cultura ha traído a la vida reli­
giosa». «La integración de la comunidad reli­
giosa en las Iglesias locales», «Los problemas
de los religiosos en las Misiones, motivados
por e! cambio de pastoral misionera según el
Vaticano II». etc.

Fue entonces cuando el Padre Arrupe dijo
que yo había viajado en elefante. Ahí es cuan­
do charlamos un poco de los muchos viajes
que como superiores generales tenemos que
hacer. Y tratamos acerca de la situación de
los religiosos en tantas partes del mundo. Son
muchos los países que atraviesan situaciones
muy difíciles.
El Papa terminó dándonos su bendición. Las
tres horas inolvidables habían concluido. Pe­
ro acabó invitándonos a otro «round» para
cualquier otra ocasión.
INVITADOS A SU MESA
¿Qué impresión da este Papa visto de cer­
Concluida la rueda de las intervenciones, el
ca? «Visto de cerca, respondió Don Viganó.
Papa nos hizo tres preguntas muy bellas y di­
Juan Pablo II da la impresión de una enorme
fíciles. Y. en un segundo turno todavía más
carga de humanidad, hecha a base de humil­
espontáneo, todos juntos buscamos una res­
dad, de capacidad de escucha, de aguda intui­
puesta a los problemas planteados. Esto duró
ción, de sencillez y de bondad, de interés y
cerca de dos horas.
entrega pastoral: cualidades que le han per­
Y poco antes de las ocho el Papa mismo
mitido ese tota) equilibrio entre su rica per­
se adelantó a decirnos: «No hemos acabado
sonalidad y las exigencias de su ministerio
aún, pero es hora de cenar. Os Invito a la
eclesial.
cena».
Al Papa le gustan asimismo ios contactos
Dejamos allí nuestras carteras y pasamos
directos
con la gente y el afrontar personal­
a su capilla en donde lo acompañamos duran­
te una breve oración. Luego nos hizo pasar al mente los problemas. Su talla de atleta es sig­
comedor. Fue una cena sencilla con el condi­ no de su valor. Así a uno le nace espontánea
mento de una conversación interesante y sim­ la exclamación: «Es el Papa preciso para el
momento preciso».
pática.

T
^4»

r-Í^L Ib

PASTORAL JUVENIL

CINCUENTA ENCUENTROS
EN QUINCE AÑOS
No es frecuente que un equipo de trabajo pastoral se mantenga fiel a un
ritmo de encuentro trim estral durante quince años. La Comisión
Nacional de Pastoral Juvenil acaba de celebrar su Reunión
Cineuentenaria en Barcelona. Nos parece oportuno
destacar este Encuentro y hacer una somera
reseña de los servicios de la misma
en este período.
50 REUNION DE LA
COMISION NACIONAL DE P. 3.
Del 4 al 6 de febrero se reunía
en Barcelona la Comisión Nacio­
nal Salesiana de Pastoral Juvenil.
«Martí Codolar», tan vinculado en
sus orígenes a la presencia de Don
Bosco en Barcelona, acogió el tra­
bajo de reflexión y programación
de los Delegados de Pastoral Ju­
venil en las ocho Inspectorías de
la Conferencia Ibérica (España y
Portugal),
Don Juan Vecchi, Consejero Ge­
neral para la Pastoral Juvenil y
don José Antonio Rico, Regional
pura la Ibérica, enviaren sendas
adhesiones con valiosas sugerencias
para el trabajo de la Comisión, y
el Dicasterio General para la P. J..
se hacía presente en la persona de
Jesús Mairal.
A la Sesión de Clausura de los
trabajos asistiría también don Al­
fredo Roca, Provincial de la Ins­
pectoría de Barcelona, y varios re­
presentantes de la Comisión Inspectorial y del Instituto de Pasto­
ral Juvenil de Barcelona.
Quienes sostuvieron el trabajo y
la responsabilidad de la Comisión
en etapas anteriores, como don Antonio Mélida y varios Delegados
de P. J. en las diversas Inspecto­
rías, excusaron su asistencia.

DELEGACIONES Y CENTRO
DE PASTORAL JUVENIL,
UN SERVICIO A LA MISION
Las Delegaciones de Pastoral Ju­
venil, tanto a nivel inspectorial co­
mo nacional, fueron creadas como
un órgano al servicio de la «mi­
sión prioritaria» que los Salesianos
tienen confiada por la Iglesia: la
Pastoral Juvenil.
Hablar de Pastoral Juvenil es to­
car un punto clave y esencial para
un Salesiano. Los Hijos de Don
Bosco somos, en lenguaje de las
Constituciones, «signos y portado­
res del amor de Dios a los jóvenes,
especialmente los más pobres».
El XIX Capítulo General (1965)
concibió y puso en marcha las De­
legaciones y Centros de Pastoral
Juvenil, a todo nivel. Sus fines:
— conocer mejor la situación
concreta y las urgencias de la ju­
ventud.
— suscitar y orientar una más
eficaz labor educativa de los Sa­
lesianos y de otros educadores.
— coordinar estudios y expe­
riencias educativas en favor de los
jóvenes.
El Delegado Inspectorial de Pas­
toral Juvenil —y a su nivel el De­
legado Nacional y Central— adqui-

rían un puesto destacado de influ­
jo, estímulo y responsabilidad.
De entonces (1966) parte la crea­
ción de las Delegaciones Inspectoriales y Nacional de P. J., y de la
Comisión Nacional, como organis­
mo colegiado de todos los Dele­
gados.
El XX Capítulo General (1972)
invitaría a la creación de centros
y servicios de Pastoral Juvenil a
nivel inspectorial, nacional o re­
gional, con Salesianos preparados
y dedicados plenamente a esta ta­
rea.
El Capítulo XXI (1978) subraya­
ría los aspectos de animación en
las inspectorías, destacando la fun
ción pastoral y no sólo animadora
de los Consejos y su obligación
de fijar los roles y servicios pas­
torales en la Inspectoría.
ALGUNOS SERVICIOS
EN QUINCE ANOS
La Comisión Nacional, como ór­
gano de animación, acompañó la
transformación de las antiguas com­
pañías en los grupos formativos en
los colegios, suministrando cente­
nas de miles de encuestas y servi­
cios a la Campaña anual.
Distribuyó subsidios y publl-

<*o n r {

caciones para retiros y ejercicios
de los jóvenes y adolescentes.
Lanzó ediciones de Agendas Ju­
veniles de curso y de verano, y
mantiene el servicio de la Agenda
Pastoral para educadores y el li­
bro de Oración — «Hilo Directo»—
para adolescentes y jóvenes.
En colaboración con EDEBE pu­
blicó el «Plan Cíclico de Forma­
ción Juvenil» con las fichas «Hom­
bres en Construcción», para las di­
versas etapas evolutivas de los chi­
cos.
Sostiene interesantes colecciones
de servicios y experiencias pasto­
rales: «Documentación y Servicio»,
«Pastoral Juvenil», etc... y la co­
lección «Ala y Viento» de libros
formativos para adolescentes.
Durante estos años ha sostenido
la revista TECNICA DE APOSTO­
LADO. hoy MISION JOVEN, de
prestigio entre los agentes de pas­
toral juvenil.
Y ha promovido diversas inicia­
tivas en el mundo de los jóvenes
tales como Encuentros de Juven­
tud, los Festivales de la Canción
Blanca, el Concurso Mariano para
el Centenario de la Basílica de Tun'n, etc.
REFLEXION Y PROMOCION
DE ENCUENTROS
Como órgano de reflexión ha
convocado multitud de encuentros
a distintos niveles —local, regioArriba y abajo, dos aspectos de la
reunión de los pastoraiistas salesianos en Barcelona, donde han ce­
lebrado su encuentro número SO.

nal, nacional— . Temas de refle­
xión en distintas ocasiones han si­
do, los Centros Juveniles, las activi­
dades pastorales en los colegios, la
Participación y la Comunidad Edu­
cativa, el Departamento de Educa­
ción en la Fe, el Plan de Ejercicios
y Convivencias; el Ideario de un
Centro Educativo y el Proyecto
Pastoral Educativo Salesiano; la fi­
gura del Tutor y Cursos para Ani­
madores de Tiempo Libre; el Com­
promiso Socio-político y cursos pa­
ra Jóvenes Animadores de Grupos;
la Pascua Juvenil y la Creatividad
en la Eucaristía con Jóvenes; Catecumenado Juvenil y Asociacionismo, Catequesis y Categorías Mora­
les de los Jóvenes: Orientación Vocacional y Lectura de la Biblia en
Grupo, Jornadas sobre Parroquias,
etc...
Entre los encuentros de reflexión
de alcance nacional destacan las
Jornadas Nacionales de Pastoral
Juvenil que en su reciente tercera
edición en cuatro sedes diferentes,
llegaron a más de 800 miembros
de la Familia Salesiana el verano
pasado...
En diversas ocasiones ha refle­
xionado conjuntamente con la Con­
ferencia Ibérica de Inspectores y
fruto de esta reflexión han sido
algunos Documentos tales como:
«La Comunidad Educativa », «El
Centro Juvenil Salesiano», «Refle­
xiones Operativas para la Pastoral
Juvenil en los próximos años», et­
cétera...
Otro estudio promovido por la
Comisión fue la «Encuesta a la Ju­
ventud Salesiana» de 1970, valiosa
aportación sociológica al estudio de
la condición juvenil, sobre una po­
blación superior a los ocho mil jó­

ti c»l a jv

venes de Centros educativos salesianos.
Y como servicio a la Iglesia es­
pañola varios miembros de la Co­
misión han prestado colaboración
a organismos eclesiales o religio­
sos de alcance nacional o diocesa­
no, y se han dado curso.s y servi­
do publicaciones a educadores de
la fe o agentes de pastoral juvenil
en diversas instituciones...
Los campos de reflexión de la
Comisión se centran hoy en una
Pastoral Juvenil en línea Catecumenal —Plan Cíclico de Conviven­
cias Juveniles, Grupos, Movimien­
tos y Comunidades Juveniles, etcé­
tera...— y en la problemática que
afecta a la enseñanza religiosa es­
colar.
El nuevo vigor que van toman­
do los Movimientos y Grupos Ju­
veniles Amigos de Domingo Savio
—ADS— , Grupos de Fe, Movimien­
to «Luz y Vida», «Cristo Vive»,
Catecumenado Juvenil, etc... y la
promoción de Pascuas con los jó­
venes. ese soplo de Espíritu en me­
dio de un mundo secular, «Testi­
monio de una Iglesia Joven» e ini­
ciativa asociada a los salesianos
—como recientemente apuntaba
una publicación pastoral—, y de
las que muchos salesianos son ani­
madores; la problemática de la
evangelización de los jóvenes en
un mundo secularizado y en la
nueva situación democrática y
pluralista de la Escuela españo­
la, son un reto planteado a la crea­
tividad y la iniciativa de la Pasto­
ral Juvenil hoy entre nosotros.
Por todo eso, la reunión cincuentenaria es un aliciente nuevo para
«seguir caminando»...
A. S. R.

ü l
Senegai
M0OS salesianom
de üeón ya trabajan
en la nación
africana

KILOMETRO CERO
Ahí está en la foto don Aureliano Laguna en lo que uno piensa
que es el kilómetro cero de la Obra
Salesiana en el Senegal (aunque
se ve, es el cien). El padre ins­
pector de León ha ido a la pa­
tria de Senghor a abrir las nuevas
fronteras de su Inspectoría. Pero
es que, detrás de él, ya han ido
los dos primeros salesianos: don
Felipe García y don Manuel Cam e­
lo. Han ido de percusores, a abrir
camino. De dos en dos. como nos
dice el Evangelio, y con el cruci­
fijo que les ha impuesto el Rector
Mayor.
Así empieza esta página senci­
llamente grande y hermosa de la
Inspectoría «astur-galaico-castellano-leonesa». Y don Aureliano me
manda un breve artículo con la sú­
plica: «Te rogarla, si lo conside­
ráis necesario, lo publiquéis en el
Boletín Salesiano. Nos servirla pa­
ra que algunos otros se sintieran
atraidos por la vocación misione­
ra salesiana».
Naturalmente, don Aureliano in­
vita, nos invita a los miembros de
la Familia Salesiana, a sentirnos
misioneros con su Inspectoría, tal
vez a sugerirnos algo más impor­
tante. para proseguir esta marcha
por el Africa verde, y negra y lle­
na de esperanza. Ese kilómetro ce­
ro es significativo.
Don Aureliano Laguna, don Felipe
García y don Manuel Garnelo.
acompañados de ios tres primeros
senegaleses que han venido a León
a prepararse para la formación
técnica.

UN AVANCE
EN LA NUEVA FRONTERA
AFRICA
La Inspectoría Salesiana de
León, erigida en 1954, celebra este
curso sus bodas de plata.
El acontecimiento merece la pe­
na y la Inspectoría se ha propues­
to una serie de iniciativas, signos
y gestos, que abarcan un amplio
espectro.
Podemos leer en la circular que
el Inspector escribió a los salesia­
nos con esta ocasión: jornada de
fidelidad, considerable aportación
a la solidaridad, propaganda sale­
siana centrada en los escritos pe­
dagógicos de Don Bosco, en las
biografías de sus jóvenes y la difu­
sión de una vida de Don Bosco.
Pero el compromiso de mayor
envergadura, es sin duda ninguna,
el inicio de una misión en Africa.
El Rector Mayor en una carta
dirigida a la Inspectoría con esta

ocasión. Ies recuerda; «El ideal mi­
sionero que desde siempre ha he­
cho vibrar no pocos corazones ge­
nerosos en vuestra Inspectoría y
que hoy, unido al mandato capitu­
lar de Africa, está abriendo hori­
zontes hacia el Senegal, os dará
espacio concreto para los destina­
tarios privilegiados de vuestra mi­
sión y hará reaparecer como en ho­
ras «oratorianas» de los orígenes,
una mística de la vocación salesia­
na».
La Inspectoría, que en el cin­
cuentenario de las Misiones Salesianas, se unió a las iniciativas de
los Seminarios Misioneros, con la
nueva fundación de Astudillo (Fa­
lencia) (1925), se ha encontrado
abierta a la «nueva frontera Afri­
ca».
El proceso ha sido muy sencillo:
— Exposición al Consejero Re­
gional, don José A. Rico, del acuer­
do del Capítulo Inspectorial Espe­
cial: «La Inspectoría colabora di-

Don Aureliano Laguna, el P. inspec­
tor de León, ha sido el primero en
inaugurar personalmente la obra
salesíana en el Senegal. Ahí está
en el kilómetro cien de algo que
ya ha comenzado a andar...

rectamente con personal y medios
económicos en una misión en Afri­
ca».
— Presentación por parte del
mismo de algunas de las naciones
africanas que habían pedido la pre­
sencia de los salesianos y que ya
habían sido visitadas por miembros
del Consejo Superior.
— Elección del Senegal, como
la más apropiada a las posibilida­
des de la Inspectoría.
Los restantes pasos se suceden
con tal rapidez, que parece un sue­
ño.
En el mes de junio visita el Se­
negal el Inspector, don Aureliano
Laguna, para tomar contacto con
la realidad senegalesa y con otra
visita de dos Consejeros Inspectoriales, en el mes de noviembre, se
ultiman los detalles.
Y desde el 25 de enero de 1980,
día de la conversión de San Pablo,
dos salesianos —Felipe García y
Manuel Garnelo— se encuentran
en el Senegal.
Desde ese momento un campo
nuevo de acción misionera salesiana: Prefectura Apostólica de TAMBACOUNDA en el Senegal.
La Inspectoría les ha dado una
cordial despedida, en las Casas de
Formación y en aquellas que han
ejercido durante años su aposto­
lado.
El Rector Mayor, en una senci­
lla ceremonia, les ha impuesto el
crucifijo y el señor Obispo de León,
lo ha hecho también con el Coad.
Manuel Garnelo, en solemne cere­
monia, en la Colegiata de San Isi­
doro.
Son los primeros enviados a pre­
parar el camino, ya que en el mes
de septiembre les seguirán otros
seis salesianos de esta Inspectoría.
Se trabajará en dos presencias
distintas y distantes: La de Tambacounda, con parroquia, centro
juvenil, incipientes escuelas profe­

sionales y un pequeño internado,
para pasar, cuando la fase de pre­
paración esté ultimada, a un terri­
torio de misión propiamente dicho.
Y la de Saint-Louis, con parro­
quia, escuelas profesionales y Cen­
tro Juvenil.
El futuro Se vislumbra promete­
dor. Como recuerdo constante, des­
de el mes de noviembre de 1979,
residen en la Casa Inspectorial,
tres jóvenes senegaleses, que se
preparan en las Escuelas Salesianas
de León, para ser valiosos auxilia­
res de los salesianos en las Escue­
las de Formación Profesional en el
Senegal.

REALIZADORES DE
UN SUEÑO DE DON SOSCO
Lo que a lo mejor no sabían del
todo los salesianos de León es que
estaban realizando lo que Don Bosco había visto en sueños. Entra el
Senegal en las visiones africanas
del santo. La providencia le había
proyectado toda una panorámica
de Africa Central. Su biógrafo don
Lemoyne se lo oyó narrar en per­
sona: «Partí de Santiago de Chile
—decía— y vi (...) el Senegal, Ceilán. Hongkong...» (MB 17.646).
Hoy, a 95 años de distancia, los
Salesianos están dando cumpli-

miento al sueño del Fundador. Ha
movido a los Salesianos la invita­
ción del Cardenal Thiadoum, arzo­
bispo de Dakar, preocupado por
los jóvenes senegaleses y por su
preparación técnica. También han
sido llamados por el Obispo de
Thiés, Monseñor F. Dione y por e'
Prefecto Apostólico de Tambacounda, ambos han hecho sus propues­
tas de centros misioneros y de es­
cuelas profesionales. Asimismo ha
mostrado sumo interés en la pre­
sencia salesiana el Presidente L.
Senghor, católico y creador del tér­
mino «negritud».

El Rector Mayor impone el crucifijo
misionero a don Felipe García y a
don Manuel Garnelo, los dos prime­
ros enviados de la Inspectoría leo­
nesa al Senegal. Después irán otros
y otros...

En una obra nueva como la pre­
sente hay mucha ilusión y gran en­
tusiasmo. Se abre un nuevo hori­
zonte a la Inspectoría que, al cum­
plir los veinticinco años de su fun­
dación, se siente con bríos juveni­
les para esta hermosa empresa mi­
sionera.
RAUL

1

LAS SALESIAMAS OE MADRID
EN LA ISLA DE BIDKO
Como muchos de nuestros lectores quedarán sorprendidos por este titulo vamos a satisfa­
cer su curiosidad.
Desde hace algunas meses en Diarios y Revistas se leen estos o parecidos epígrafes: «Afri­
ca un Continente de Esperanza», «El Continente africano se abre a la acción de la Iglesia», «Afri­
ca llama a nuestras puertas». Y podía seguir la lista si no bastara a nuestro intento.
LAS HIJAS DE MARIA AUXIUADORA HAN PUESTO SUS TIENDAS EN FERNANDO POO
o mejor en MALABO.
Antes de adentrarnos en los motivos de su marcha queremos facilitaros algunas noticias so­
bre el «suelo» que las alberga.
GUINEA ECUATORIAL
Los antiguos territorios españoles
del Golfo de Guinea —Fernando Poo,
Annobún, Coriseo, Río Muni y los
dos Elobey— declarados provincias
autónomas en 1964, accedieron a la
plena soberanía en octubre de 1968,
constituyendo una república denomi­
nada Guinea Ecuatorial con capital
en Santa Isabel de Fernando Poo. El
país tiene una extensión de 28.050
kilómetros cuadrados y una población
de 246.000 habitantes, en 1960. Com­
prende una parte continental Río Mu­
ni y otra insular integrada por Fer­
nando Poo y las islas menores.
Administrativamente está dividida
en dos provincias; la peninsular, con
capital en Rata y la insular poblada
por bubis con lengua bantú.
El clima es típicamente ecuatorial
con temperaturas medias de 28 a 30“
y precipitaciones superiores a los 3.000
mm.
En Fernando Poo —que es lo que
puede ser de utilidad para nuestro
noticiario— la agricultura de planta­
ción constituye la principal riqueza
lie la isla y ha comenzado a desarro­
llarse una incipiente ganadería bovi­
na y caballar para consumo de leche
y carne aprovechando las condiciones
topográficas. La isla no es más que
un cono volcánico que emerge del
ocóano y alcanza 3.007 metros de al­
titud.
UNA LLAMADA
Son muchos los aldabonazos que re­
cibimos del mundo que nos nxlea.
pero no siempre las escuchamos.
El pueblo guincano ansia la pre­
sencia do la Iglesia y de España y lo
hace presente, unas veces por un gru­
po de mujeres comprometidas en la
Campaña del Hambre, otras a través
10

de la petición del Gobierno, y la más,
por el Ministro de Asuntos Exteriores
a la Federación Española de Religio­
sos de Enseñanza, quien lo comunica
a todos los Institutos docentes. Esto
último parece urgir la conciencia de
nuestro Consejo Provincial, que, con
el “visto bueno” del Consejo General,
pone en ascuas a más de 30 que se
ofrecen generosamente, llevadas única­
mente por el “Da mihi animas” del
Padre. Ya Don Rosco soñó con Africa.
En aquel lejano 1883 le decía al Car­
denal M. Carlos Lavigerie: “Eminen­
cia, yo estoy en sus manos para lle­
var 3 cabo en Africa cuanto la Divina
Providencia me pida. Tengo la segu­
ridad... de que si nosotros podemos
hacer algo en Africa, toda la Familia
Salesiana estará conmigo a su dispo­
sición”. Y luego en 1886 dirigiéndose
a los Delegados en el Cairo añade:
“Os digo con sinceridad que esta mi­
sión es uno de mis planes, uno de
mis sueños. Si fuera joven tomaría a
Rúa conmigo y le diría: '¡Ven .conmi­
go, vamos al Cabo de Buena Espe­
ranza a Nigeria a Khartum al Congo...
o a Suaki como quiere Monseñor Sogaro’! Para esto se podría fundar un
noviciado en el Mar Rojo".
A los tres años de su muerte, ya
hubo Salesianos en Argelia y hoy, es­
tán en muchos puntos de Africa. La
presencia de las Hijas de María Auxi­
liadora tampoco es nueva, si nos re­
ferimos a todo el Continente, pero
sí lo es en Guinea. La novedad está
en que las cuatro agraciadas —Sor
María Pilar Alvarez, oor Sofía Coro­
nado, Sor Basilisa Sánchez y Sor An­
tonia Vila— son un brote nuevo de
ese árbol, que hundiendo sus raíces
en Castilla, Galicia y Vascongadas,
alarga sus ramas para abrazar con ellas
a otro pueblo ansioso de cultura, co­
mo lo está de Dios. Esta es la impre­
sión que han recibido nuestra Inspec­

tora y Vicaria en su reciente visita a
Guinea Ecuatorial.
Y que la respuesta se ha dado a la
Iglesia, lo prueba el informe siguiente:
En Malabo se trabajará en la Es­
cuela Superior de Magisterio “M. L.
King”. Además del trabajo de propia
iniciativa. Allí van las Salesianas Hijas
de María Auxiliadora.
En Bala: cubrimos totalmente
las necesidades del Instituto, de la
Escuela Universitaria de Profesorado
de E. G. B. y parte de la Escuela In­
dustrial de Maestría, más el trabajo
de propia iniciativa. Quedan en Bata;
Salesianos, La Salle, Asociación Mi­
sionera Seglar, Agustinas Misioneras y
Santo Angel.
A Niefang: van las Misioneras
Concepcionistas, a trabajar en el Ins­
tituto y en su propio Centro, con
Colegio e Internado.
Ebehiyin: trabajo en el Instituto
y otros Centros. Van las RR. de Jesús-María y la Asociación Misionera
Seglar.
En Mikomeseng: para el traba­
jo en el Instituto y otros Centros van
las Religiosas Doroteas.
Mongomo: para trabajar en el
Instituto y otros Centros, van los
Escolapios, las Escolapias y la Aso­
ciación Misionera Seglar,
LA DESPEDIDA
Nuestras Hermanas —con vistas a
futuros apostolados, además de su en­
comienda en la Escuela Superior de
Magisterio— ocuparán como residen­
cia el Colegio Internado E. Waiso Ipola, que se traduce “ ¡Levántate mu­
jer"! Ya el nombre habla muy alto
de lo que la Virgen puede hacer —en
la persona de sus Hijas— por esas
mujeres africanas. Este colegio lleva

l

n ^ i^ ió n

^

ocho años cerrado. Pertenecía a la
Sección Femenina y tiene cabida para
unas 100 niñas.
Por si os interesara relacionaros con
esas cuatro “pioneras” de la Inspec­
toría de Santa Teresa —en tierras de
Guinea— vaya su dirección: Misión
Sor Eusebia Palomino - Colegio Inter­
nado E. Waiso Ipola - Malabo (Gui­
nea Ecuatorial).
El pasado 1 de enero de 1980, fes­
tividad de María la Madre de Dios,
fue el escogido para dar el ¡adiós!
oficialmente, a nuestras misioneras.
Acudieron a la invitación Hermanas
de todas las casas de Madrid y algu­
nas de Salamanca y Burgos, a las que
se unieron muchos Salesianos, Coope­
radores, Antiguas Alumnas, parientes
y amigos de las festejadas, tantos que
¡a Iglesia del Colegio de Villaamil
estaba completamente llena. Todo giró
alrededor de la Eucaristía —a las 7
de la tarde— oficiada por unos 12
sacerdotes y presidida por el Padre
Inspector de Madrid. Lo rodeaban al­
gunos de los que días después parti­
rían para Bata, a la que ya habían
regado antes con sudores y hasta casi
con su sangre...
Se habló de muchas cosas invocan­
do la asistencia del Paráclito poniendo
de relieve las necesidades apremiantes
de aquel pueblo, de que era una verConfidencia.

dadera dicha poder entregarse en fa­
vor de los más necesitados cumplien­
do con ello el deber de todo cristiano
en la obra evangelizadora. Y en el
ofertorio entregó Madre Inspectora,
como regalo de Madre General, los
crucifijos, que fueron recibidos por
las Misioneras con una petición, ora­
ción compuestas por ellas mismas y
que quiero transcribir:
“Llena de gratitud hacia Dios y ha­
cia vosotros, hermanos, ofrezco mi ser,
mi vida, mis obras y deseos, alegrías
y esperanzas con los temores y... todo
lo pongo en tus divinas manos de
Padre... Haz de mí tu voluntad. Haz­
me útil en favor de mis hermanos de
acá y de allá”.
“He recibido la cruz con el cora­
zón lleno de amor y humildad ante
el don gratuito de esta elección divina.
Dame lo que me pides y pídeme lo
que quieras. Por todo y siempre
¡Gracias! ”.
“Me abandono en tus manos para
poder responder plenamente a tu lla­
mada. Confío en Ti, Señor, y en vues­
tras oraciones, hermanos. Acompañad­
me en mi misión. Ayudadme a dar
cuanto Dios puso en mí”.
“Señor, heme aquí, para hacer Tu
Voluntad. Recíbeme como soy y haz­
me como Tú deseas... ¡Qué jamás sea
obstáculo, para que los hombres te
vean! Dame tu luz, hazme transpa­
rente para que en raí te vean a T i”.

s n ̀ * H ̀ ti9 a

t i abra/o de paz fue más entraña­
ble que nunca, como sentidos los tele­
gramas de esta y otras Inspectorías, que
eran otras tamas arengas: “ ¡Con vos­
otras siempre!” “Unidas en la oración.
¡Animo! Estamos con vosotras”.
Con la despedida de muchos parien­
tes y amigos en el aeropuerto de Ba­
rajas el día 2 a las doce de la mKhc,
•Biouajis orad ‘IGU13 oiund souiBjJpuod
riamos la inter\'cnción de la Virgen
en ese mar de “idas y venidas", Por­
que no se puede ocultar que como
obra de Dios, todo esto ha tenido sus
dificultades, pero cuando arreciaban,
la Madre Auxiliadora velaba o por sí
misma o mediando la intervención de
esa salmantina muerta en olor de san­
tidad que se llamó Sor Eusebia Palo­
mino y de la que todo el mundo se
hace lenguas.
Bastaba invexar a la Madre o a su
Hija predilecta, para que se arreglaran
pasajes, se firmaran visados, o se
abrieran las puertas que parecían más
cerradas.
También nosotras —como tiempos
atrás Don Bosco— podemos exclamar:
¡La Virgen lo ha hecho todo! Ella ha
partido para Guinea, en la persona
de sus salesianas, y allí prepara la tie­
rra que ha de albergar la “semilla”,
para recoger fruto abundante como es­
peramos.
Inspectoría “Santa Teresa” MADRID

DON SILVERIO
TRASLADA
LA TORRE EtFFEL
A LAS c o l í n a s
DE GUALAQUIZA
Monseñor José F. Pintado, Vicario Apos­
tólico, inaugura una «nueva Torre Eiffel»
donde campea la imagen de María Auxi­
liadora.

COMO NACIO LA IDEA
El Padre Silverio Equfsoain es
un misionero español, naturalizado
ya en las selvas ecuatoriales suhars.
1,0 saludé en Roma y había cam­
biado hasta el color de la piel... Es
un caso de aculturación y de vi­
vencia indígena. Bien poco se pa­
rece al Equfsoain que conocí en
Carabanchel Alto allá por los años
50. cuado ambos éramos estudian­
tes en Madrid...
Pues me escribe el Padre Silve­
rio mandándome una larga Cróni­
ca Misionera. De ella entresacó las
siguientes noticias:
«Hay en Gualaquiza una calle
denominada ’24 de Mayo’. El nom­

bre se lo dio el pueblo, que tiene
a María Auxiliadora por Patrono
0 /tcia{ desde el lejano mayo de
1895.
Hace dos años se formó un Co­
mité para organizar las Fiestas Pa­
tronales. En 1978 eí fervor mariano llevó al pueblo a proyectar la
erección de una Capilla en honor
de María Auxiliadora sobre el mon­
te que domina toda la ciudad. La
idea fue comunicada a todo el batrio... Se sometió a diálogo clarifi­
cador. La conclusión fue: 'Hare­
mos una nueva Torre Eiffel sobre
una de las colinas próximas, y co­
locaremos encima la imagen de
María Auxiliadora, como pararra­
yos y égida de toda la población.

y no será una pequeña Capilla si­
no un Monumento grandioso y dig­
no de nuestra Celestial Patrona».
Toda la gente del pueblo se hizo
corresponsable de aquel compromi­
so comunal.
COMPROMISO CUMPUDO
Desde el 24 de mayo de 1979
María Auxiliadora preside desde
su Torre Eiffel la vida y e) devenir
de ios gualaquicenses.
El nuevo trono se lo ha construi­
do todo el pueblo con su propio
trabajo y sus donativos.
£1 párroco salesiano hizo el di­
seño. De acuerdo con los feligre­
ses, escogió el lugar apropiado, un
poco distante del casco urbano y
sin vía de acceso, pero muy ade­
cuado para un Santuario. Se esco­
gió un teso en línea recta con la
prolongación de la calle «24 de
mayo», a fin de que el Santuario
estuviera en la prolongación futu­
ra de aquella vía. El Concejo Can­
tonal apoyó el proyecto. La gen,te
empezó a ofrecerse para el traba­
jo y la colecta de limosnas. Un
tractor abrió un amplio camino
hasta el monte. Llegaron los pri­
meros materiales en volquetes.
Los vecinos mismos abrieron los
cimientos entre sudores, sacrifi­
cios, alegría, emoción y fervor maMonseñor Pintado bendijo solemne­
mente el monumento, con la asis­
tencia de todo el pueblo.

i

a e e ló t t sa lesia n a
Al fondo, surtidor que a las nubes
casi alcanza, se eleva la imagen
de María Auxiliadora sobre la Mi­
sión de Gualaquiza.

riano. Las señoritas y señoras re­
cogían óbolos, organizaban rifas,
bazares y «bingos».
Y el Monumento surgió como un
armonioso conjunto arquitectónico,
a semejanza de la Torre Eiffel. Es
la ofrenda del amor y del sacrifi­
cio de Gualaquiza en honor de su
Patrona María Auxiliadora: Com­
promiso cumplido.
El día de la entronización de la
imagen fue una fiesta entrañable­
mente popular, presidida por el
Vicario Apostólico salesiano Mon­
señor José F. Pintado.
ROMERIA DE TODO UN PUEBLO
Fue una tarde luminosa y clara,
al llegar el crepúsculo vespertino.
Una luna espléndida iluminaba la
grandiosa escena.
La colosal estatua de María Auxi­
liadora salió de la parroquia a
hombros de los hijos del pueblo.
Todos a una, como la Fuenteovejuna clásica. Mezclados colonos y
shuars, indios y blancos. Grandes
y pequeños la acompañaron pro­
cesionalmente llevando en las ma­
nos antorchas encendidas, cantan­
do y rezando ininterrumpidamente.
A la vera del camino se habían en­
cendido grandes luminarias alimen­
tadas con goma de llantas viejas,
que eran como hitos señalativos
del citer» a seguir hasta la gran
explanada que se abre ante la nue­
va Torre Eiffel.
Parecía que un río humano ha­
bía afluido en aquel anochecer ro­
mántico hasta la Gruta-Monumen­
to. Las gentes llevaban antorchas
o velas encendidas en sus manos.
Una generadora termoeléctrica im­
plantada allí ocasionalmente dio
luz a los focos que clarificaron la
escena:
Monseñor José Félix Pintado cal­
deó los ánimos glosando las pala­
bras: fEl Señor hizo en mí mara­
villas. Gloria al Señor». Se conce­
lebró una Eucaristía en tom o a un
altar monumental donde había si­
do puesta la Virgen de Don Bosco.
La misa coparticipada fue de co­
munión general. Muchísimos hom­
Vista de Gualaquiza «del monte en
la ladera...»

bres y mujeres se confesaron aquel
día para recibir dignamente el
Cuerpo de Cristo en su corazón.
La fiesta civil se unió a la fiesta
religiosa. Llenaron los espacios sal­
vas de cohetes mientras varias ban­
das de música lanzaban a los aires
sus vibrantes marchas formando
corte de honor a la Santísima Vir­
gen.
Se pusieron al servicio de esta
romería popular todos los medios
de transporte encontrados en las
cercanías. No acababa nunca la ca­
ravana de los que iban llegando de
un lugar y de otro.
Finalmente entre cantos de ale­
gría y hosannas, bajo una red de
cintas polícromas que desde el pe­
destal de María Auxiliadora se ra­
mificaban sobre todos los asisten­
tes, Monseñor Pintado dio comien­
zo a la ceremonia de la entroniza­
ción de la Santísima Virgen sobre
la torreta.
NOS PONEMOS
BAJO TU AMPARO
Se hizo un silencio profundo. No
se oía ni respirar. Sólo rasgaban
los aires el chirriar de las poleas
que subían hasta la nueva Eiffel
la imagen de la Virgen María.
Cuando la Señora puso su plan­
ta sobre el trono que le había si­
do preparado en lo alto, el pueblo
rompió en un delirio de ¡Vivas! y
aplausos.
Luego calló. Y por los altavoces
emplazados en el monumento se
oyó la voz del Prelado, en repre­
sentación de toda Gualaquiza:

«;Ba;o tu amparo nos acogemos,
Santo Madre de Dios!...
No dejes de escuchar las súplicas
que te dirigimos...
Derrama sobre nosotros
Sé siempre la Auxiliadora
y la Madre Celestial de este pueblo
que se cobija bajo tu amparo*.
Los jóvenes han prometido trans­
mitir a las generaciones venideras
esta devoción a María Auxiliadora
que han aprendido de sus padres.
Allí estaban todos los niños y ni­
ñas que habían hecho aquel día
su primera comunión. Y allí pro­
metían ser aguerridos soldados de
Cristo durante toda su vida cuan­
tos en aquella fecha memorable
recibieron de manos del Prelado
el sacramento de la Confirmación
o Crisma. Allí estaban los padres,
las madres, los hijos... ¡Todo el
pueblo! Todo el pueblo vibrando
en torno al monumento que en la
colina y en el corazón de cada ha­
bitante de Gualaquiza ha levanta­
do la gente de aquel lugar del
Oriente Ecuatoriano a María Auxi­
liadora. Todo el pueblo presidido
por su Prelado y su párroco.
El ambiente entre los jóvenes
había sido preparado con Certáme­
nes Literarios, Concursos de Di­
bujo en las Escuelas, juegos depor­
tivos y una magna feria popular
con sus bazares repletos de bara­
tijas y sus caballitos del Tío Vivo,
sus sirenas y sus altavoces, sus
músicas, columpios, tiro al blanco,
bebidas y comidas, y confraterni­
dad cristiana.
Querido Padre Silverio: ¡Los Salesianos de Gualaquiza sois formi­
dables!
Angel MARTIN GONZALEZ, SDB

UN CORAZON
DE MADRE
PARA LA
FAMILIA SALESIANA
DE ESPAÑA
Doña Dorotea de Chopitea.

EL PROXIMO DIA 3 DE
ARRIE, van a cumplirse 89 años,
de su partida a la casa del Padre.
Sus extraordinarias virtudes, que
la constituyen modelo de madre?
de familia y en singular COOPE­
RADORA en la fundación de la
Obra Salesiana en nuestra patria,
merecen un particular recuerdo
de toda la Familia, que se dispo­
ne a celebrar, con alegría y gra
titud al Señor, su primer Cente­
nario de vida.
Junto al cardenal, Juan Cagliero, primer salesiano, que pisó
nuestro suelo; junto a don Juan
Branda, el primer Director; jun­
to al primer Inspector de España
y Portugal, don Felipe Rinaldi;
junto al primer salesiano español,
don Manuel Hermida; no puede
faltar en el recuerdo especial, la
figura entrañable de esta mujer
extraordinaria, a quien Don Hos­
co proclamó; «Mamá de los Salesianos de España» y así la co­

nocieron sus primeros hijos, agra­
decidos a la gran Cooperadora.
Don Juan Branda, don Felipe
Rinaldi, don José Calasanz, don
Manuel Hermida, don Antonio
Aime y el Padre Viñas son ex­
cepcionales testigos de sus bon­
dades.
NACIO LA SIERVA DE
DIOS el .5 de junio de 1816 en
Santiago de Chile, la nación que
extiende sus fronteras de norte
a sur de la América española.
Su padre, Pedro Nicolás de
Chopitea y su madre Isabel ViIlota, esclarecidos por su piedad
y honradez, dieron a Dios y a la
patria 18 hijos, a los que trans­
mitieron una profunda forma­
ción cristiana.
Al producirse la independencia
de las naciones americanas, toda
la familia se trasladó a Barcelo­
na, cuando Dorotea contaba sólo
dos años. Allí vivió y desplegó

su multiforme riqueza espiritual
durante 75 años de vida fecun­
da. Allí falleció, en olor de san­
tidad, el 3 de abril de 1891.
Joven piadosa y ejemplar, es­
posa fiel y modelo de madres,
educó cristianamente a sus hijas
en íntima colaboración con su es­
poso, don José María Serra du­
rante 50 años de matrimonio.
Al perder a su esposo y colo­
cadas sus hijas, su corazón infla­
mado de amor de Dios se des­
bordó en obras de caridad en fa­
vor de los pobres de Cristo.
Sus predilectos, fueron siem­
pre, a lo largo de su vida, los en­
fermos, los ancianos, los niños y
jóvenes en peligro.
Su caridad y entrega no tenía
límites. Fundó colegios, guarde­
rías, hospitales, refugios y talle­
res para necesitados. Pasan de
treinta las instalaciones por ella
fundadas o notablemente ayuda­
das en su desarrollo.
COMO A SAN JUAN BOSCÜ, Dios le dio un corazón am­
plio de madre, sensibilísimo de
los pobres y de los jóvenes obre­
ros, necesitados de cariño y de
formación para ganarse honesta­
mente la vida.
En cuanto tuvo noticia de la
existencia de la Obra Salesiana
por la fundación de la Casa de
Utrera en 1881 se sintió íntima­
mente identificada con el pensaColegio Salesiano de Sarríá, vista
parcial de un patio interior.

h a v ia

miento y el espíritu del santo turinés. Llena de alegría determinó
poner su fortuna y su corazón a
disposición de Don Bosco y de
sus hijos, viviendo ella modesta­
mente.
No era la vanidad el impulso
de sus obras de caridad. Era el
espíritu de Dios, que le movía a
remediar las necesidades del pró­
jimo, buscando humildemente, la
colaboración de familiares y ami­
gos.
Pensaba, como San Juan Bos­
co, que el pedir a los ricos en fa­
vor de los pobres, es favorecer al
pobre y al rico.
Ilusionada con poseer en Bar­
celona una Escuela Profesional
Salesiana, no paró, con ruegos e
insistencias, hasta conseguir la
fundación de los Talleres de Sarriá. Dio todos los pasos necesa­
rios, consiguió los permisos, ad­
quirió los terrenos y construyó
las humildes instalaciones. Era
una alma impaciente, como la de
Don Bosco, y San Francisco Ja­
vier, para las obras de Dios.
Instalados los salesianos en la
casita de Sarria, se consideró obli­
gada como a su familia predilec­
ta, dedicándoles con delicadeza y
generosidad, en aquellos prime­
ros y difíciles tiempos, toda suer­
te de atenciones y ayudándoles a
resolver toda clase de de proble­
mas.
EL CORAZON SENSIBILI­
SIMO DE SAN JUAN BOSCO,
respondiendo a una cariñosa in­
vitación de sus hijos de Barcelo­
na, decidió en abril de 1886 visi­
tar España y bendecir sus obras
antes de morir. Le movió sin du­
da el deseo de encontrarse con
sus hijos muy queridos y le mo­
vió también el deseo de conocer
personalmente a doña Dorotea, a
quien, en sus sueños, había ya
BARCELONA: Vista parcial de la
fachada de la obra salesiana.

adivinado como la gran Coope­
radora.
En aquel mes de bendición, el
Santo Fundador tuvo con la Siet
va de Dios singulares atenciones
y muestras de gratitud que aca­
baron de convencer a doña Do­
rotea de la santidad de Don Bos­
co y de la necesidad de su obra
providencial.
Todo le parecía poco por rea­
lizar los deseos de sus salesianos.
Junto a la Escuela Profesional de
Sarria, Don Bosco quería una fin­
ca para las Hijas de María Auxi­
liadora. El santo la veía en sue­
ños y se la describía al Director
instándole a aue la comprara pa­
ra las Hermanas. Quería unir las
dos familias en estrecha colabo­
ración a favor de la juventud es­
pañola. Parecía tener mucha pri­
sa. La Providencia le dio la so­
lución por medio de doña Doro­
tea, que destinó, en un gesto de
caridad heroica, todos sus aho­
rros a la adquisición de dichos
terrenos. Y se abrió la casa de
Santa Dorotea, en honor de la
Fundadora.
De estas dos casas salieron los
primeros salesianos y salesianas
a sembrar su semilla de bien a lo
largo y a lo ancho de la geogra­
fía patria.
La Sierva de Dios costeó tam­
bién, como homenaje a Don Bos­
co, la primitiva capilla del Tem­
plo Nacional al Sagrado Corazón

lo«

fiott añas

de Jesús del Tlbidabo. Adquirió
además y costeó las obras de la
primera escuela popular, con cla­
ses diurnas y nocturnas, en la ca­
lle de Rocafort junto al conflicti­
vo Paralelo barcelonés.
Realmente, Don Bosco tenía
razón v sabía lo que se decía, al
proclamar a doña Dorotea: «Aíd-

má de los salesianos de España».

Al conmemorar el primer cen­
tenario de la venida de los Hijos
de Don Bosco, la figura prócer
de esa gran dama de la caridad,
corazón maternal, que alumbró
con ilusionada expectación el na­
cimiento de la gran Familia, de
alentar los afanes apostólicos de
esa pléyade de cooperadores,
bienhechores
amigos que, co­
mo doña Dorotea, han hecho po­
sible, con su generosidad, el na­
cimiento y desarrollo de innume­
rables obras salesianas que hoy
contemplamos admirados.
Quiera el Señor glorificar,
cuanto antes a la fiel Sierva de
Dios, camino de los altares. Será
un deber de gratitud de toda la
Familia Salesiana, acelerar el mo­
mento de su Beatificación, dando
a conocer su biografía y sus vir­
tudes y pidiendo sobre nosotros
y nuestras obras su valiosa inter­
cesión ante Dios.
PABLO BARAUT

infow *m aeión I ttte m a e lo n a l

‘^COMFIRMACIOM^^ Y SERVICIO
Grupos de adolescentes viven la Confirmación con su Obispo, como animadores en­
tre sus compañeros. Una míÜtancia cristiana ai servicio de los
demás. Vacaciones bajo el lema de la fraternidad y de la convivencia amistosa. Parcipación de las familias. Una comunidad eclesial
entera apiñada en torno a su pastor.
Punta Arenas: Hace años
que en la diócesis chilena de
Punta Arenas se viene pro­
moviendo una interesante ac­
tividad en favor de los niños
en general, y de la situación
modesta en particular.
Consiste esta iniciativa en
organizar centros de vacacio­
nes durante el período estivo
en los lugares más poblados
de la provincia de Magalla­
nes; Punta Arenas, Puerto Na­
tales y Puerto Porvenir.
Más de 4.000 niños son

acogidos en estos centros pa­
rroquiales; número que es
muy significativo, por la es­
casa densidad en esas latitu­
des.
Este año se le ha dado una
relevancia especial, por cele­
brarse el Año Internacional
del Niño. Previamente a la
realización misma de los Cen­
tros de Vacaciones se ha pro­
gramado un curso- seminario
para la capacitación y perfec­
cionamiento de los monitores
o jefes de grupo con temas

adecuados como: Psicología,
Asistencia Social. Primeros
Auxilios, Técnicas Especiales
de labores manuales, Dinámi­
ca de Grupos. Enseñanza de
cantos, juegos, danzas, etc.
Ordinariamente el grupo de
jóvenes monitores está inte­
grado por adolescentes que
han recibido o van a recibir la
Confirmación.
Los niños que participan
en estos Centros de Vacacio­
nes se sienten fuertemente
atraídos a integrarse por la
gran fraternidad y amistad
abierta que reinan, y por el
atractivo programa formativo‘
recreativo que llena el día y
hace agradable el horario de
convivencia.
Hay momentos fuertes, co­
mo el Día de la Inauguración,
de las Farándulas, el Festival
de la Canción, las jornadas de
paseo, los actos religiosos
generales y el día de la clau­
sura.
Lo importante es que esta
actividad no sólo interesa a
ios niños, sino también a sus
padres, que participan en la
organización general y por
turno prestan servicios impor­
tantes, sobre todo en la preEn Chile, como en todo el hemisfe­
rio Sur. está terminando el verano.
También se acaban las vacaciones
escolares. Sólo en la diócesis de
Punta Arenas, en el Estrecho de
Magallanes, se ha atendido a unos
4.000 muchachos con la ayuda de
jóvenes animadores: adolescentes
que viven su confirmación «militan­
do» junto a su Obispo en favor de
sus compañeros más pequeños.

paración de las comidas. No
sólo. En realidad toda la po­
blación sigue con atención es­
ta interesante y dinámica ac­
tividad. pues la siente muy
suya al colaborar con dinero,
víveres o especies, y particu­
larmente por la compaña de
apoyo que le prestan los Me­
dios de Comunicación Social.
A pesar de lo que supone
ofrecer la oportunidad de una
recreación atractiva y sana a
los niños de sectores bastan­
te marginados, acaso su va­
lor más preciado sea el espí­
ritu comunitario con que se
realiza. La parte directiva y
motivadora la llevan conjun­
tamente el Clero diocesano,
los Salesianos, las Hijas de
María Auxiliadora, las Hijas
de la Caridad y las Hermanas
Misioneras Franciscanas (no
existen otras comunidades re­
ligiosas). El señor Obispo dio­
cesano, el salesiano Monse­
ñor Tomás González Morales,
es el centro de unión de esta
actividad y testimonio eclesial.
Cabe destacar también que
el peso de la conducción
diaria de los distintos grupos
que componen cada Centro
de Vacaciones está a cargo
de unos quinientos monitores,
adolescentes que, con un sen­
tido de servicio solidario, se
comprometen a atender a sus
compañeros más pequeños,
lo que contribuye no poco a
su formación para la respon­
sabilidad y la fraternidad uni­
versal. Estos jóvenes ponen
a disposición de sus semejan­
tes cuanto poseen de valores
personales: tiempo, habilida­
des. conocimientos, simpatía
y cariño, todo ello como una
expresión actual y concreta
del Sacramento de la Confir­
mación.

M A M A REN ATA
Diez años ha estado cosiendo y remendando ia ropa de
los niños kekchíes. Ahora regresa a su patria a abrazar
a sus nietecitos.
He vivido este tiempo, —de 1970 a 1979— , casi sin darme cuen­
ta. Ahora recojo los recuerdos de estos años de mi vida.
Desde niña, — lo recuerdo claramente— . soñaba con que alguno
de mis nueve hermanos fuera sacerdote para que enseñara el cate­
cismo a los niños. En cambio, a mí me tocó esta suerte cuando la
mano de Dios me condujo inesperadamente por ese carpino.
Con gozo, sin vacilaciones, hice el qran salto desde Italia a Gua­
temala. Dejé mi mundo y encontré otro, en el cual compartí traba­
jos, alegrías y esperanzas. Cinco años vividos en el barrio capitalino
de la zona 3. en el cual pude conocer muchos sufrimientos; y co­
mencé en este barrio a enseñar el catecismo a muchos niños y
adultos; y además daba ciases en varias escuelas de la misma
zona.
Desde hace cuatro años y medio me encuentro en Campur (Carchá, Alta Verapaz), en donde se va desarrollando una intensa acti­
vidad caritativa en favor de ios kekchíes. Entre otras actividades
de las Hermanas, en esta zona de Campur funciona un Centro Nutricional que acoge a los enfermos de cualquier edad, para que
puedan restablecerse.
Y ahora regreso a mi tierra; pero si hay el gozo de volver a
encontrar a mi familia, a ios nietecitos amados, hay también la pena
en dejar Campur.
En el recuerdo veo a todos los niños a quienes puede regalar un
poco de mi vida; reconozco sus caritas, recuerdo sus nombres co­
mo si los tuviera escritos uno por uno en mi mente. Oigo sus vocecitas, sus miradas inocentes: Carlota, Pedrito...; tos abrazos y
ios besitos que me daban, los cantos y oraciones que hacíamos
juntos.
¡Cómo podré olvidar esas cosas hermosas!; cuántas veces íba­
mos a cortar flores para llevárselas a Jesucristo.
Ahora digo adiós a Campur, a toda su gente que me ha dado
tantos ejemplos de fe, que entendió mi cariño, perdonándome por
no poder hablar en kekchí. En cambio he dado mi servicio con amor
verdadero.
Gracias a la Congregación que me aceptó como colaboradora:
gracias a todos los padres salesianos y hermanas que trabajan en
esta zona, por t o ^ la ayuda que me han brindado. Tuve la oportu­
nidad de ver de cerca y apreciar el espíritu misionero que los ani­
ma en esta gran actividad y entrega total.
Guardaré esté recuerdo junto a la oración. Volver a mi casa me
hace pensar en el encuentro que un día tendré con el Padre; el
gozo de saber cómo su bondad perdonará mí poquedad: El sabe
que los dones recibidos los compartí siempre con gozo y con todos.
RENATA CREMONINI

SERGIO TRONCOSO
17

jffo A í *

P a r r o e /u ia S a l e s i a n a

EN EL CORAZON DE HARLEM
También los negros de Esta­
dos Unidos han llamado a los SaIcsianos. La llamada de Africa
adquiere un eco muy significati­
vo en la tierra del norte de Amé­
rica. Fue a fines del pasado año
cuando los Salesianos se hicieron
cargo de una parroquia entre los
negros y portorriqueños de Harlem, el famoso barrio negro de
Nueva York.
El Arzobispo, Cardenal Terence Cooke los llamó con insisten­
cia a trabajar en aquel distrito
candente de Manhattan, cerca del
Central Park. Y les aguarda un
trabajo duro, pero interesante,
entre una juventud difícil y mar­
ginada.
Es la segunda parroquia con­
fiada a los hijos de Don Bosco
en la gran metrópoli. La prime­
ra, fundada en 1898, ha cumplidt) mas de ochenta años y una
hermosa misión de atender prin­
cipalmente a los emigrantes ita­
lianos.
El pasado año, durante la vi­
sita que realizó el Rector Mavor

N

V

a los Salesianos de Estados Uni­
dos, el Cardenal Cooke le tendió
el lazo invitándolo a mandar a sus
religiosos a Harlem. El Cardenal,
acompañado de sus tres obispos
auxiliares, fue a hacerle una visi­
ta. Don Viganó quiso conocer
personalmente el barrio. Después
de visitarlo, exclamó: «Sí, es ne­
cesario intervenir. Aquí hay que
enviar unos cuantos hombres ex­
pertos».
Días más tarde, el Cardenal
Cooke podía comunicar a su cle­
ro y a su diócesis; «Deseo anun­
ciaros que los Salesianos de Don
Bosco han aceptado encargarse
de la Parroquia de Santo Tomás
Apóstol, en la 118.“ Calle. Des­
arrollarán allí no sólo su método
de apostolado juvenil, sino sus es­
cuelas profesionales para la for­
mación técnica de los jóvenes en
las distintas ramas».
Y el pasado octubre fue el Pa­
pa el visitante del barrio negro.
De camino al Yankee Stadium,
quiso también acercase personal­
mente a los barrios más pobres,

South Bronx y, naturalmente,
Harlem. Era de noche cuando el
Santo Padre hablaba, y el Car­
denal Cooke tuvo que alumbrar
sus cuartillas con una linterna de
bolsillo.
«Estoy entre vosotros — dijo
el Papa Juan Pablo a los negros
y portorriqueños de Harlem,
mientras los 80.000 espectadores
del Yankee Stadium se resigna­
ban a esperarlo— porque conoz­
co las difíciles condiciones de
vuestra existencia, y el dolor que
atormenta vuestras vidas. He ve­
nido a expresaros mi deseo de
que no se apague la llama de la
esperanza, de la última esperan­
za. Hermanos y hermanas, no
cedáis a la desesperación, traba­
jad juntos y haced lo posible pa­
ra defender vuestra dignidad».
Y les prometió: «Nosotros os
ayudaremos».
Poco tiempo después, llegaban
a la Parroquia de Santo Tomás
los tres primeros salesianos, más
los que seguirán. Acudió muchí­
sima gente a recibirlos y a la to­
ma de posesión del párroco, pa­
dre A. D ’Angelo. J'm to a la pa­
rroquia ya está en marcha el Cen­
tro Juvenil. Y pronto llegará la
escuela profesional y las demás
obras proyectadas...
Se están cumpliendo las pala­
bras del Papa: «Nosotros os ayu­
daremos...»

NUEVA YORK: El Párroco Salesíano
don Antonio D'Angelo con el Obis­
po auxiliar Mons. Teodoro E. Me
Carrik y unos jóvenes del barrio
negro de la ciudad.

In fo r ttia e íim it if e r n a e lo n o f

FUGA A BORDO DE UN JUNCO
Los salesianos de «Salesian House of Studies» de Shaukiwan, en Hong-Kong, han recogido,
entre los prófugos vietnamitas llegados a la ciudad, el testimonio de una muchacha no católica, de
24 años, llamada Phuong Quang, que después de la odisea vivida se ha presentado a pedir el bau­
tismo. El ejemplo y la fe de sus compañeros de viaje, católicos, y su comportamiento ejemplar en
el peligro, así como la bondad engendrada por la bondad, habían evangelizado su espíritu.
Además de un testimonio de fe, éste es un documento de situaciones humanas que muchí­
simos vietnam itas han vivido y no han podido contar.
Hong-Kong, 12 de agosto: «De­
jamos el Vietnam el 31 de marzo
de 1979. Pensaba en papá y en
mamá con una nostalgia nunca
sentida, y lloré durante todo el día.
El 2 de abril nuestra pequeña em­
barcación, arrastrada por un tem­
poral a la bahía de Bac Bo, fue a
estrellarse contra los escollos y se
abrieron dos grandes vías de agua,
que penetró medio sumergiéndola.
Todos, en aquellos instantes reza­
mos a la Virgen y fuimos bendeci­
dos. El viento cesó al momento, y
en un mar sereno como el aceite
pudimos reparar las averías y li­
brar al junco del agua.
La mañana siguiente pudimos
poner de nuevo en marcha el mo­
tor. Pero estábamos calados y can­
sados. El mapa era poco más que
un rebujo. El timón, torcido, no
conservaba el rumbo, y al desco­
nocer una dirección precisa nos
abandonamos al destino. Por mi
parte estaba totalm ente hundida.
Pensaba en mis padres, en mi
hermana, en mis hermanitos, y
aunque no era cristiana pedí a la
Virgen que nos llevara a tierra
firme.
Después del temporal no queda­
ban víveres en el junco. Faltaba
también el agua; quedaban sólo
dos litros y la guardábamos para
los niños: nosotros éramos 38: 9
niños, 9 mujeres, 20 hombres... Du­
rante siete días debimos aguantar
el hambre y la sed; hasta que, gra­
cias al cielo, el 10 de abril encon­
tramos un barco chino. Nos pro­
porcionaron 7 litros de agua. Por
compasión a los niños sacaron de
sus recipientes el agua de reserva,
sintiendo lástima de nosotros. Si
hubiéramos tenido más recipientes,
nos habrían dado más agua, pero
la noche del temporal nos había
obligado a arrojar al mar todo pa­
ra aligerar el junco.
La tarde de aquel día los mis­
mos pescadores chinos nos lleva­
ron a sus jefes. Estos bajaron a
controlar el junco y las personas,
después nos permitieron desembar­
car. Estábamos en la isla de Hainam. Había gente buena en aquella

isla y nos hicieron comer y beber
hasta saciarnos proporcionándonos
medios y ayudas para reparar el
junco. Pero nosotros nos encontrá­
bamos en un estado lamentable,
incapaces de mantenernos de pie y
de trabajar.
El pueblo de Hainam fue muy

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las autoridades y la gente del lu­
gar nos dan todo lo que necesita­
mos, incluso esteras, y hacen cola
para vernos: «Nosotros luchamos
contra Vietnam, no contra los her­
manos», nos dicen.
Allí nos quedamos diez días. Una
anciana de Cantón se mostró tan

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'

11

VIETNAM: Así era el aspirantado salesíano de Dalat, hoy vacío, pero espe­
rando otros tiempos mejores.

bueno con nosotros: nos dieron me­
dicinas, pan, leche, azúcar, patatas
dulces, etc. Pero cuatro días des­
pués debimos marchar por orden
de los políticos. Los pescadores
nos dieron 200 litros de nafta, 2
cestas de pan, 20 litros de agua...
Nosotros debimos levar anclas y
hacernos a la mar. a pesar de que
aquel día se esperaba un peligro­
so tifón.
La noche del 14 el junco se es­
trelló de nuevo contra un escollo.
Se rompió la proa; todos nos debi­
mos poner a echar fuera el agua,
sobreponiéndonos al viento y a la
noche gracias a una lámpara antiviento que nos dieron en Hainam.
El 17 estamos de nuevo sin alimen­
to y sin agua. Hambre, sed, frío...
Á mediodía la fuerza del tifón su­
be al número 8. El junco está a
punto de hundirse.
Nos salvan (pienso que también
esto fue una gracia) los pescadores
de Kwang Tung, la provincia china
cuya capital es Cantón. Nos saca­
ron a la playa. Con gran bondad

servicial que decidí darle mi reloj
«Seiko» como recuerdo.
El 27 dejamos Kwang Tung, y
proseguimos hacia Hong-Kong. El
temporal nos persiguió de nuevo
el 30 de abril; pero pudimos res­
guardarnos en otra zona de Kwang
Tung. No había gente, sólo había
soldados. Nos dieron asilo sólo por
aquella noche y no nos dieron de
comer. Para obtener de ellos un
poco de arroz y quitar el hambre
a nuestra gente les vendí un ani­
llo con una piedra preciosa que
me era muy querido porque era el
último recuerdo de mi madre...
La mañana del I de mayo reem­
prendimos el viaje, y la noche del
2 llegamos a Hong-Kong.
Aquella noche me pareció mara­
villosa, la más hermosa de mi vi­
da, miraba el cíelo cuajado de es­
trellas libres, daba gracias a la
Virgen por habernos salvado, de­
jaba correr todas las lágrimas que
otras muchas veces había reprimi­
do para dar ánimos a los otros...»
PHUONG QUANG

19

PROFUGO ENTRE PROFUGOS
Un exalumno salesiano, semina­
rista de Vietnam, hoy refugiado en
Tailandia, escribe a don Bernardo
Tohill, Consejero Generai para las
Misiones salesianas.
(...) Me presento: soy el semina­
rista T. B. Ding Xuan Thai. Fui as­
pirante en el «Don Bosco» de Tuc
Duc, en Vietnam. De 1975 a 1979
cursé la filosofía en el seminario
mayor de San José, de Salgón. El
día 1 de abril de 1979, acabados los
estudios filosóficos, escapé de Viet­
nam. El 7 del mismo mes llegué
a Tailandia, superadas repetidas
agresiones y robos de los piratas.
(...) He redactado un informe, y
tengo algunas noticias sobre los salesianos y aspirantes prófugos de
Vietnam (...) Yo vivo en el Campo
de prófugos de Cathabury, una isla
a 400 kilómetros de Sonkhia. Aquí
hago un poquito de apostolado con
un padre vietnamita, gracias al in­
terés mostrado por la Nunciatura
Apostólica de Bangkok, Tailandia. A
los refugiados Ies damos clase de
catecismo, les enseñamos trabajos
manuales, costura y punto, inglés
y francés...

CARTAS A DOS
TINTAS
Mi vida de refugiado se ve muy
aliviada por las atenciones del satesiano Miguel Praphon, al que me
presentaron A. Majcen (Taiwan) y
G. Luvisotto (Italia). Gracias a eso
estoy mejor que los del Campo de
Songkhia. Le escribo para que us­
ted se dé cuenta de cómo trabajan
los salesianos en un campo de pró
fugos. Me siento muy agradecido
por la ayuda de Miguel P.
Le adjunto una carta del aspiran­
te salesiano Vu Cong Doanh, que
está en el Campo de Songkhia en
espera de ser trasladado y atendi­
do. Por cierto que su caso es un
milagro de María Auxiliadora, como
él mismo explica. A usted, querido
padre, mi agradecimiento, y la sú­
plica de que rece por todos los
vietnamitas que se hallan en el
mar, a bordo de alguna barca.
J. B. Ding Xuan Th.

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Baca "San Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas
Seca "Bibiana Sodas". Total: 52.000 pesetas.

INSPECTORIA DE BILBAO
Beca
Boca
Baca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"Mamé Margarita". L. Caflada. Pamplona. N. e.: 250 Total: 56.500 pesetas
"O. José María Talbo". N. e.; 15.000. Total: 75.000 pesetas
"Sr. Magín". N. e.; 10.000. Total: 23.750 pesetas
"Mamé Margarita". N. e.: 25.000. Total: 80.500 pesetas
"María Auxiliadora". Deusto. N. e.: 15.000. Total: 25.000 pesetas
"María Auxiliadora". Baracaldo. Primera entrega: 5.000 pesetas
"Misionera". N. e.: 50.000. Total: 100.000 pesetas.
"Seminario". N. e.: 50.000. Total: 100.000 pesetas

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca completa "José de Juan". Las Palmas. 260.000 pis.
Boca "D. José Doblado". Málaga. N. e.: 12.000. Total: 66.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Boca
Beca
Beca
Beca

D. Felipe García", Cooperadores Corufta Calvo Soteio, N. e.: 10.000 pías
’D. R úa'. Vlgo María Auxiliadora. N. o,: 12.000 pesetas.
"San Antonio". Vigo María Auxilladota. N. e.: 5.000 pesetas
"Amnlla V.' Vlgo María Auxiliadora. N, e,; 5.000 oeselas
"D, Fila". Vigo Marta Auxiliadora N.
2.000 pesetas.
"O. Augusto Czarlorysky Orense. N. e.: 50.000 pesetas.

INSPECTORIA DE MADRID
Beca "Familia Francia” , N. e.: 1.000, Total; 102,000 pesetas
Beca "M. A, L ,' N, e 1 000. Total: 130.000 pesetas.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Bees "María Auxiliadora"

Arch. Cédiz. N. a.: 1.000. Total: 127.000 pesetas.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca
Beca

20

O. Manuel Pérez". Parroquia San Antonio Abad «Valencia) P. e.: 72.935 pts.
Juan Manual". Col. Don Bosco. Alicante. Nueva entrega: 4.200 pesetas.

QUIERO SEGUIR
MI VOCACION MISIONERA
El aspirante salesiano de diecio­
cho años Vu Cong Doanh, junto con
otro aspirante, Ding Trong Hiep,
escribe a un compañero de semi­
nario la siguiente carta que nos ha
venido con la anterior.
(...) Recibí la carta que me es­
cribiste desde el Campo de Prófu­
gos de Chathabury, Tailandia. Gra­
cias. Te conozco muy bien; te re­
cuerdo por haberte visto cuando
estábamos en el «Don Bosco» de
Thu Duc, Vietnam. Formabas parte
del club cinematográfico salesiano
(...) Mi huida de Vietnam ha sido
la más espantosa e inhumana de
cuantos ahora nos encontramos en
este campo. Huimos de Camau el
28 de mayo de 1979. Once veces
abordaron nuestra barca los piratas
tailandeses. La sexta el asalto fue
de una crueldad brutal. Nuestra
barca de apenas 11 metros, con un
solo motor acogía a 30 personas:
22 mujeres y 8 hombres. Los pira­
tas nos echaron al mar a todos los
hombres, y a las mujeres las vio­
lentaron. A nuestro jefe de barca,
un antiguo capitán de la marina re­
publicana vietnamita, lo mataron en
seguida. Yo, con el rosario en la
mano, me encomendé a la Virgen.
No sabia nadar. Un golpe de ola
fuerte me arrastró junto a una bar­
ca. Subí a ella con un amigo; pero
éste fue agredido inmediatamente.
Un pirata lo golpeó tan bárbara­
mente, que yo quedé totalmente
empapado por su sangre. Le macha­
có la cabeza, tanto que los ojos
saltaron de sus cuencas, y yo lo
vi muerto. También a mi me apaleó:
no sé cómo pude quedar con vida.
Los piratas robaron el motor y es­
caparon. Perdimos el control de la
barca. Cuatro de nuestros hombres
habían muerto. Diez días estuvimos
a la deriva, la muerte siempre a la
vista, sin motor, sin víveres ni
agua, y presa de dos borrascas.
Avistamos un barco mercante, el
«Weser Smoker»; insistentemente
pedimos socorro. En vano. Nos de­
jaron abandonados con un compor­
tamiento salvaje. AI Campo de Son-

in fo rm a ció n in te r n a d a n a i
gkia, en Tailandia, llegamos el día
6 de junio de 1979 yo y mi amigo
Donh Trong Hiep (...) El 15 de agos­
to de 1979 Mons. Pedro Carretto
vino a vernos y nos dijo la Misa.
Nos comunicó algunas noticias (...)
Por favor, ayúdame como se te ocu­
rra; no necesito mucho, pero qui­
siera encontrar el modo de seguir
mi vocación sáiesiana. Todos los
domingos viene un padre salesiano
a decirnos la Misa y nos da aiientos (...) En nuestro campo somos
dos los aspirantes salesianos; Ding
y yo. Escríbenos, por favor: eso nos
hace felices. Adiós.
Vu Gong Doanh
ARGENTINA
POR LOS CAMINOS
DE LOS PIONEROS
Don Carlos Melis, inspector de
la «Adriática», tiene algunos misio­
neros en la Argentina patagónica.
Va a visitarlos. Pero antes escribe:
(...) Qué alegría al pensar que
voy a pisar caminos abiertos por
Cagliero, Fagnano, Milanesio, por
el protomártir de las misiones salesianas Baccino, Lasagna. Costamagna, Vespignani... Por donde pa­
saron esos jóvenes entusiastas de­
jaron huellas indelebles de promo­
ción y evangelización... Voy a ver
a nuestros misioneros, y su dura
realidad cotidiana... Más que ver
cosas deseo asegurar a nuestros
hermanos de lejos, salesianos y
destinatarios, nuestra cercanía es­
piritual... y la oración por su apos­
tolado. Don Bosco repetía: «Para las
misiones hacen falta muchas ayu­
das y oraciones, mucho trabajo y
tiempo. El tiempo es de Dios; el
trabajo, de los misioneros; pero la
oración y la ayuda son deber de
todos»...
Carlos Melis
TIMOR
Y UNOS PANTALONES PARA MI
(...) Gracias por vuestra ayuda
a nuestros talieres. La Providencia
llegó a tiempo... La última guerra
dejó a esta gente en la miseria.
No tienen ni con qué ganarse el
pan. Durante mis visitas misione­
ras, todos me piden pan y ropa.
Nuestro P. Martins vino andrajoso
del campo donde estuvo internado
tres años. Por las tiendas no se
ven pantalones; tuve que darle los
míos, y apañarme... Menos mal que
llegó un paquete de Barcelona...

MAKALLE (Etiopía): Junto a la primera escuela profesional del país
surge también la escuela agrícola salesiana. En ella se estudian y
realizan planes de educación agrícola básica, riego y horticultura.
En ella se ayuda especialmente a los refugiados y a las familias
pobres de las cercanías.
¡Había también unos pantalones
para mí! ¡Una bendición de Dios!
Un abrazo muy fuerte...
A. Nácher
PERU
PEDID AL SEÑOR
QUE HAGA FRUCTIFERO
MI TRABAJO...
Aquí me han acogido como un
hermano entre hermanos, acoplado
inmediatamente en el apostolado
comunitario... Así no he sentido
nostalgia de lo que se quedó
atrás... Entre otras cosas, la Co­
munidad atiende un oratorio diario
de 200 muchachos muy sencillos,
cuya única diversión es reunirse y
practicar el deporte... Su religiosi­
dad es la tradicional. Pero comien­
zan a descubrir formas nuevas.
Quiero estar a su lado como buen
amigo... Mi situación me lleva a
una oración diaria intensa. En esos
momentos os recuerdo: pasan por
mi mente vuestros nombres y vues­
tras ilusiones. Pedid vosotros al
Señor que haga fructífero mi tra­
bajo. y que mis deseos no sean
tetra muerta en un pliego abando­
nado...
Saludos a todos...
Jesús Ojanguren

COLOMBIA
NO ME ATREVERIA A HABLAR
DEL SEÑOR
SI NO IMITARA SU ESTILO
He recibido los cuatro cajones
de medicinas (180 kilos cada uno).
¡Una auténtica providencia! Se ha­
bía declarado una epidemia entre
la gente más pobre y desnutrida.
Una gripe que llaman... «dengue».
El médico, un joven que ha termi­
nado sus estudios en Europa gra­
cias a una beca, me decía: «Gra­
cias. padre. Las recetas solas no
habrían servido para nada». Hemos
administrado las medicinas con es­
crúpulo. Creo que ninguna familia
ha dejado de beneficiarse de ellas...
Le digo que no me atrevería a ha­
blar del Señor si no imitara su es­
tilo de «hacer y enseñar». He po­
dido trabar amistad con muchos
que antes permanecían indiferentes
y alejados...
Franco Loddo P.
HAITI
A MIS 98 AÑOS REPITO.
Muchísimas gracias desde esta
casa de formación para salesianos
indígenas... A mis noventa y ocho
años repito mi cariño a la Congre­
gación...
Fierre Gín>bert

21

Oorea
a/ espíritu
Una simple experiencia vivida en
Corea me da pie a exponer el clima
espiritual y las posibilidades cristia­
nas de aquella tierra. Protagonistas,
los jóvenes, que son mayoría y la es­
peranza de la población.

Pasados algunos años, me
gustaría tener noticias de
«Kim» y «Pak», nombres que
doy convencionalmente a dos
jóvenes coreanos de Kwangju. Topé con ellos por casua­
lidad. y convivimos tan poco,
que ni sus nombres anoté. Pe­
ro ahora mismo los reconoce­
ría entre mil. Con Jesús Molero, un gran misionero espa­
ñol y director de la «Salesian
High School» de la ciudad,
subía por un paseo del par­
que donde surge la universi­
dad de Kwangju. El lugar bu­
llía de estudiantes, a pesar de
la hora avanzada.
— Vienen a clase al ano­
checer —explica Molero—,
porque de día trabajan. Co­
rea tiene una densa pobla­
ción universitaria: pero casi
todos los estudiantes proce­
den de niveles obreros. No
tienen reparo en m ostrar los
callos de sus manos. Obsér­
valos bien. Tienen la señoría
y la finura naturales de estas
gentes orientales, sin embar­
go el ojo experto descubre
que no son en absoluto «hi­
jos de papá». Las manos, el
andar, la misma cara... Por
aquí las guerras fueron crue­
les, han segado varias veces
la población, que ahora se re­
hace con las familias más nu­
22

merosas —creo— del mun­
do. En cada hogar crecen de
cinco a ocho o más herma­
nos. Como los hermosos bos­
ques coreanos, que asolaron
los cañones y ahora se repue­
blan de juventud. Un pueblo
de jóvenes: de día, obreros;
por la noche, estudiantes. El
objetivo para la mayoría es
la universidad: no son ambi­
ciosos, pero tienen una deci­
dida voluntad de afirmación
y cultura, como por instinto
de defensa personal y social...
De esto hablábamos, y de
cosas parecidas. «Kim» y
«Pak» aparecieron en el otro
extremo del paseo, en la pe­
numbra de la noche y de los
árboles... ¡Las hermosas co­
niferas, los hermosos aler­
ces, las sorprendentes enci­
nas de la región! Bajaban la
colina que nosotros subía­
mos. Caminaban lentos, co­
mo nosotros, las carteras ba­
jo el brazo, en amigable con­
versación... Ni nos fijamos en
ellos: eran dos de tantos...
Molero me hablaba de ciertos
«descubrimientos» suyos en
aquel pueblo estudiante.
Va.s a la universidad, y
¿qué te encuentras? Pinta­
das en las paredes, como en
todos los sitios. Pero no obs­
tante la política, que aquí, fí­

jate, está tan viva como en
cualquier parte o más; no
obstante la liberación sexual
en una cultura que no es
cristiana y no tiene ninguna
otra cosa en que creer, las
«pintadas coreanas» no son
ni políticas ni sexuales. Son
«humanas», ¿sabes?, profun­
damente humanas: Qué es el
hombre que se cree saber to­
do, y sigue siendo un miste­
rio para sí mismo... Cosas del
estilo. Ya lo verás tú mismo.
Parecen tratados de filosofía,
y no son más que simples
pintadas murales, dibujadas
ahí por muchachos que des­
pués de trab ajar duro todo el
día vienen a estudiar en vez
de irse a dormir.
«Kim» y «Pak» pasan a
nuestro lado. Se detienen. Nos
miran entre curiosos y des­
confiados. Antes de que nos
diéramos cuenta ya nos ha­
bían tachado de «occidenta­
les». Molero, que habla bien
el coreano, los saluda en su
lengua... Intercambiamos una
sonrisa... Parecía que todo
había terminado con aquel
instante de extrañeza que por
una vez había cambiado las
tornas y los blancos hacía­
mos de «amarillos» (o «ne­
gros»), a quienes en occiden­
te nos volvemos para mirar...
Pero no había concluido. En

m is ió n ff U - r v f f m u n d o

Don Jesús Molero siente ia feiici*
dad de sus muchachos.

seguida nos oímos llamar.
Nos volvimos...
— ¿Yankees? (Intuimos su
vacilación: nos estaban to­
mando por americanos). «Oh
no —balbuceé yo en mi mal
inglés—, we are europeans...
S o m o s europeos; Spanish
(señalé a Molero) and Italian
(dije por mí). Europeos, ¿no?
Do you understand?...
Sonrieron. Continuaron en
coreano con Molero, que, buen
intérprete, iba traduciendo
mis intervenciones. Estaban
muy contentos de que fuéra­
mos europeos, porque tenían
mucho interés por ciertas fi­
losofías europeas, a pesar de
que «Kim» estudiaba arqui­
tectura y «Pak» ingeniería.
Pero les resultaba difícil en­
contrar en Corea buenos li­
bros de filosofía europea. Y
mucho menos, comentarios y
explicaciones. «Pak» había
dado con un libro del que ha­
blaría gustoso con nosotros,
si no fuera indiscreto por su
parte entretenernos a aque­
llas horas por unos paseos
escasamente alumbrados...
Molero y yo nos miramos.
Nuestra perplejidad se hizo
interés: y nuestro interés,
sonrisa. Estábamos allí para
escuchar a «Pak» y a «Kim»,
si querían decirnos de qué se
trataba. Yo ya me disponía
a tragarm e cualquier párra­
fo de Kant, o Hegel..., o más
probablemente de Marx o
Marcuse... —«Oigamos d e
qué se tra ta —susurré en ita­
liano a Molero— ; pero que
no sea muy largo». «Pak» es­
taba hurgando en su cartera.
Sacó un cuaderno elegante,
bien escrito —en caracteres

coreanos— y muy bien con­
servado. Lo acarició con mi­
mo como si fuera un tesoro.

los daba como inscritos en un
club de «investigación filosó­
fica y cultural» en dicha es­
cuela. Me gustaría saber, aho­
ra que sin duda uno será ya
ingeniero y el otro arquitec­
to, qué huella ha dejado en
sus vidas el cuaderno de
apuntes «filosóficos» que mo­
tivó tan inolvidable diálogo...

— Este no es el libro, dijo.
Pero aquí tengo copiadas al­
gunas páginas de él: las que
he encontrado más difíciles
de comprender. ¿Querríais,
por favor, explicarme... este
trozo, por ejemplo? Y comen­
Pero mi curiosidad es lo de
zó a leer.
menos. Aquella fue para mí
«Pak» iba despacio, dete­ una fotografía de Corea, la
niéndose en cada frase, para instantánea de una situación
permitir a Molero traducir­ humana, interior, mucho más
me el texto «difícil de com­ profunda que los hechos po­
prender». Decía así: «Bien­ líticos, económicos, sociales y
aventurados los pobres de es­ —en cuanto «hechos»— in­
píritu, porque de ellos es el cluso religiosos que están
Reino de los Cielos... Bien­ dándose mientras tanto en la
aventurados los que lloran, hermosa península. El cole­
porque, ellos serán consola­ gio salesiano de Kwangju, y
dos...» Y así sucesivamente .• el otro igualmente «enorme»
todas las bienaventuranzas, de las FMA, con sus miles de
una tras otra, según el texto alumnos y alumnas, sólo res­
evangélico de Mateo, hasta la ponden en pequeña parte a
que dice: «Bienaventurados una Corea que tiene hambre
seréis cuando os injurien, os
persigan...», paso que tanto
«Pak» como «Kim» juzgaban
uno de los más difíciles.
Quedamos pasmados. Mien­
tras Molero iniciaba una con­
versación, tomé el cuaderno.
La escritura era densa en ca­
da página. — «Este no es un
pasaje —susurré a Molero— ,
el muchacho ha copiado todo
San Mateo». Molero echó un
vistazo y confirmó. Y siguió
hablando con los dos estu­
diantes. El paseo se prolon­
gó hasta muy avanzada la
noche sin interrum pir el te­
ma de aquella «difícil filoso­
fía» occidental. Se invitó a los
dos estudiantes a unas char­
las amistosas en la «Salesian High School». La última
noticia que tuve de ellos me
Don Jesús Molero acompaña a es­
tos cuatro coreanos recién bautiza­
dos.

Corea

y s e d ( «Bienaventurados
—leía el joven Pak— los que
tienen hambre y sed de jus­
ticia...»), una Corea que pa­
ciente y humildemente espe­
ra su hora... Tampoco pue­
den responder las tres o cua­
tro fundaciones, aunque muy
valientes y punteras, que
aquellos salesianos de van-

P O SD A T A : R E Y E S P A R A T L .. Y P A R A M I

24

Kwangju: (...) Dentro de unos días se ordenará
de diácono un novicio mío de hace nueve años. Es
el tercer cura que tendremos en Corea, y el primer
saleslano que se ordenará de sacerdote entre los
pocos que han salido hasta ahora de esta escuela...
El año que viene tendremos otro, y dentro de dos
años serán dos más...

Aquí tengo mi regalo... para ti: le puse tu nom­
bre a un universitario que acabo de bautizar. Es un
muchacho magnifico, que me ayuda mucho en la
escuela nocturna de niños pobres con mucha res­
ponsabilidad... Si tú te empeñas en rezar por él,
tal vez dentro de tres años lo tengamos con nos­
otros.

El regalo de Reyes lo acabo de recibir. Apenas
llegado de Seúl me lo encontré en la portería. Te
aseguro que no he recibido uno tan precioso en
toda mi vida... Bueno, en Corea no se hacen rega­
los de Reyes... Por eso el mío tiene hoy mucho
más valor: no lo esperaba... Y sobre todo por el
regalo en sí, pues se trata de algo que uno no tiene
derecho a esperar, aunque lo desee mucho: (Una
vocación para la Cor>gregaciónl. Es un muchacho
que conozco desde hace tres años. Ha venido va­
rias veces por casa y ha hecho tos Ejercicios con
nosotros algunas veces. Hoy cuando llegué de Seúl
me saludó en la portería diciendo: —«Quiero hablar
contigo de algo importante». Y a bocajarro me dice:
—«Padre, ya tengo el escrito para pedir el permiso
de hacer el examen de ingreso en el Seminario».
—«Muy bien... ¿Vas a la diócesis o...?» —«No. ven­
go con vosotros».

Mi «vice» de la escuela nocturna el día de la in­
maculada me trajo otro regalo; su decisión de ve­
nir con nosotros en marzo, al empezar el nuevo
curso. Mientras tanto todos los domingos se va a
Misa con su «sucesor» en el cargo de la escuela,
y con él asiste al Catecismo, porque recibirá el
Bautismo (el sucesor, claro) en la próxima Pascua.
Este ano, además del «regalo» de Reyes, teñe
mos otros cuatro, que darán exámenes como aspi­
rantes —en el seminario o en una universidad— .
De ellos, tres han salido de esta Comunidad...
Jesús Molero
*

Corea del Sur:
• Cinco comunidades salesianas: cuatro en
Seúl y una en Kwangju.
• Veintitrés salesianos: 13 sacerdotes, 7 coad­
jutores, 3 clérigos.

m isió n y te r c e r m un do
Foto de archivo: Este grupo de
nuevos cristianos es de 1965.

guardia regentan en Seúl y
alrededores: el «Don Bosco
Youth Center» junto a la
«Casa M. Mazzarelio para
obreras», «Shin Kil Dong»;
las parroquias —siempre tan
atestadas— de Shintorim
Dong y de Kuro Dong; una
leprosería y un internado; es­
cuela para los hijos de los le­
prosos, que son tan sanos...
Para todo eso los Salesianos de Corea no son ni trein­
ta. Acaso han dado más vo­
caciones a las diócesis que las
que se han reservado para sí.
Las FMA son en total unas
cincuenta, incluidas las que
se están formando. ¿Que se
puede hacer con ese puñado
tan exiguo en una Nación cu­
ya capital tiene casi nueve
millones de habitantes? Un
Estos niños de Seúl ya parece que
empiezan a abrir los ojos... y la
sonrisa.

día pregunté a un estudiante
con quince hermanos qué uso
se hacía —si se hacía— en
Corea de la píldora y anti­
conceptivos... « L a píldora
—respondió— tomadla vos­
otros los occidentales: sois
vosotros quienes tenéis que
desaparecer; los pobres tie­
nen pleno derecho a crecer y
a tomarse la ración de mun­
do que les corresponde.
Los «Youth Centers» fun­
dados en Corea por la Fami­
lia Salesiana son empresas
fantásticas, tanto por sus
instalaciones técnicas como,
sobre todo, por los métodos
de dirección y por la sensibi­
lidad hacia la muchedumbre
de obreros estudiantes, ex­
hampones, hijos del pueblo,
que desde el principio vieron
cuántos sacrificios y amor su­
ponía aquella fundación. El
«Don Bosco Youth Centers»
surgió de los bancales de un
arrozal en quiebra. Bandas

de maleantes recorrían la zo­
na: eran los muchachos más
pobres, y los más poderosos:
no era posible echarlos de
allí. Los Salesianos entabla­
ron conversaciones de paz
por sus muchachos del «Savio Club» que hay en el ora­
torio de Shintorim Dong. El
Club presentó un mínimo de
condiciones: cese de la vio­
lencia, respeto a los peque­
ños y dejar en paz a las mu­
chachas de las fábricas... Hu­
bo acuerdo; y los maleantes
fueron primero oratorianos,
luego alumnos, después téc­
nicos especializados, y mu­
chos de ellos graduados uni­
versitarios...
El P. Rinaldo Facchinelli,
uno de los «veteranos» de es­
tas empresas, me narró la
historia de Tok Sung Hi, co­
nocido por «pequeña águila
salvaje».
—Menudo, de cabello hir­
suto, valiente, orgulloso de
bandearse sólo en la vida. Di­
ce que no cree ni en Dios ni

:s-

25

%
SEUL: El salesiano coadjutor, Agus­
tín Kim, en su clase de materias
técnicas a los jóvenes obreros del
Centro Don Bosco.

Corea
espera
al
espíritu
en el diablo. Ignora dónde es­
tá su madre. Sabe dónde an­
da su padre, pero jura que ni
quiere verlo. En el fondo de
su corazón —precisa Facchinelli— siente una necesidad
inmensa de cariño. Lo tuvi­
mos con nosotros cuatro
años. Luego encontró traba­
jo y sigue tan altivo. Sigue
viniendo a clase por la noche
y con su inveterada altivez
se ja c ta : —«Sigo arreglán­
domelas yo solo: pero no ol­
vidaré nunca a Don Bosco».
... No es más que un episodio
de tantos.
El
últim o voló al (‘ielo
sor M irta Mondiii, de Kwang-

ju. Debo un testimonio a es­
ta hermana. Fue ella quien
me introdujo en el pueblole{)rosería de Hyonewon, ca­
mino de los montes Naju.
Un niño leproso la descu­
brió a lo lejos: y se colgó do
Uno de los cuatro colegios salesianos de Seúl.

26

la cuerda de la campana pa­
ra anunciarla a todas las co­
linas. Sólo la soltó cuando
sor Mirta, abrazándolo y es­
trechándolo contra su pecho,
le impidió seguir. Recorrimos
los arrozales. Estrechó sus
muñones, abrazó a aquellos
amigos, abrió aquellos ros­
tros a la sonrisa. Ellos sa­
bían muy bien cómo los que-

ría. De ella ya habló la pren­
sa y no vamos a repetir. Pe­
ro un episodio sí que merece
unas líneas. ¡Tan elocuente
es! El invierno pasado un
grupo de mocetones, que
creían no ser vistos, subieron
silenciosos la colina donde es­
tá la tumba de sor Mirta. ¡Es
increíble la ternura de los co­
reanos por sus muertos, los

T
wnifiión tf

t n t f t H lo

I
lugares que saben escoger
para el túmulo! Los mozos
rodearon la tumba cubierta
de cándida nieve. Uno de ellos
ordenó el «saludo a la direc­
tora». todos saludaron con el
máximo respeto. Después se
quitaron los guantes, y con
sus manos quitaron la nieve
del túmulo. Cada uno sacó
del bolsillo un puñado de ca­
ramelos y los puso encima
con el ruego: «Son para ti,
sor Mirta: acéptalos». Dicha
una breve oración, dejaron la
colina. Eran universitarios,
antiguos alumnos no cristia­
nos de sor Mirta en las cla­
ses elementales. Devolvían a
la «directora» un poco del
amor recibido.
Es la hora cristiana de Co­
rea, nación sembrada de al­
deas, cada una con su cam­
panario casi como en Euro­
pa: aquel campanario «espe­
ra». Decenas, centenares de
sonrientes caras menudas se
asoman todos los días a las
puertas de la misión. ; Ape­
nas se quita el cerrojo, se le.s
cuelan dentro aquellos ange­
litos de Dios!
En Corea la espera del E s­
píritu es tanta, que en poco
tiempo sería una fervorosa
nación cristiana. Pero la ho­
ra está en los designios de
Dios. No quiero dar con ello
un juicio categórico sobre Co­
rea, Dios me libre. No puede
hacerlo quien ha pasado allí
tan poco tiempo, entreabrien­
do apenas las puertas de una
cultura antigua muy comple­
ja y de ralees tenacísimas.
Pero estoy reviviendo una im­
presión personal: y no se ha
dicho que las impresiones es­
tén lejos de la realidad. Y me­
nos aún si personalmente se
ha probado un poco, aunque
sea en una parte muy redu­
cida.

Caminaba con Santiago Co­
mino, hermano y coterráneo,
por un barrio periférico de lo
más pobre de Seúl. Oímos
unos prolongados aullidos de
perros: —«No te asustes
—advirtió tranquilo Comi­
no— : aquí m atan los perros
para comerlos; dicen que su
carne es exquisita». Segui­
mos en silencio. De pronto
oigo un rumor cerca. Me vuel­
vo. Una turba de muchachos,
entre los ocho y dieciséis
años, nos seguía. Al ver que

busim»... Aquellos mucha­
chos se quedaron cortados.
Nos rodearon afectuosos y
dolidos... Uno me tomó de la
mano, y así continuamos sin
hablar pero entendiéndonos
con las miradas y sonrisas.
—«Pero, ¿qué diablos les has
dicho?» —pregunté en italia­
no. —«Que tú no eres un oc­
cidental, sino un ’Simbusini’»...
Tanto poder tiene, en aque­
lla tierra, la palabra «Espiri-

En la parroquia salesiana de Seúl, el P. Molero distribuye ropa de cama.
Eran los años difíciles de la posguerra coreana.

los mirábamos comenzaron a
gritar slogans. El rostro, los
gestos, la actitud eran ame­
nazadores y airados: no pro­
metían nada bueno. —«Pero,
¿por dónde me estás llevan­
do?» —pregunté a Comino.
—«No te alarmes, dijo, aho­
ra verás...». Se volvió, fue al
encuentro de la turba; y en
coreano les dijo algo que te r­
minaba con la palabra «Sim-

tu». En un segundo me vi cir­
cundado de jóvenes amigos
que me acompañaban con
simpatía por entre las casas
más pobres de Seúl, la ciudad
de casi nueve millones de ha­
bitantes... Inmediatamente y
allí mismo habría podido tal
vez iniciar yo —ojalá lo hu­
biera querido Dios— mi «mi­
sión»...
MARCO BO N G IO A N N I
27

T
to a los misioneros difuntos que
trabajaron en Tasmania. El conocido
historiador eclesiástico P. W. Southerwod PP. había logrado recoger
informaciones y fotografías, y las
expuso en el atrio de la nueva igle­
sia. Entre ellos figuran también al­
gunos salesianos: J. O’Day. B. Paplin. P. Zolin. V. Colé. J. Neale, M.
Curran, J. Rutkowski. Las comuni­
dades salesianas de A u s t r a l i a
(Oakieigh) regalaron una estatua de
María Auxiliadora en mármol de
Carrara esculpida en Italia. Como
se sabe. María Auxiliadora es la
Patrona de Australia. La estatua ha
sido colocada delante de la nueva
iglesia, frente al mar. A la vista
de los muchachos y muchachas de
la parroquia de Kingston que fre­
cuentan el «Oomínic College», Glenorchy, llevado en colaboración por
Salesianos y Religiosas Dominicas.

CHIPRE
«DON BOSCO» EN ARABE
ABRAZO DE JUAN PABLO il: El Papa abraza y felicita al salesiano
Cardenal Silva por su reciente Premio de la «Fundación Kreískí». Tambión recibió este premio el Arzobispo de Managua, Mons. Miguel Oban­
do, también salesiano, ambos como defensores de los derechos hu­
manos. Anteriormente, la Universidad de Vale había concedido al Car­
denal el doctorado «honoris causa». Asimismo, el Secretario de la
O. N. U., Kurt Waldheim, lo había premiado por lo mismo. «La Iglesia,
ha declarado el Arzobispo de Santiago, no hace política: el Señor de­
fiende a los pobres y humildes, la Iglesia debe hacer lo mismo que su
Señor».

ETIOPIA
PROMOCION HUMANA
Makallé: Inaugurada hace casi un
año en el centro de Tigray, la es­
cuela técnico-profesional para cua­
lificar y especializar a los obreros
en la construcción y en la mecá­
nica está hoy en una fase de des­
arrollo prometedor. Actualmente
se está proyectando una sección
de Economía Doméstica para las
muchachas de la región. La escuela
nació por la intervención y apoyo
del obispo de Adigrat, Mons. S.
Workú, salesiano. y bajo la direc­
ción de una comunidad saleslana
que animan el P. Edgardo Espíritu
(filipino). César Bullo (director téc­
nico] y otros religiosos y colabo­
radores. En sólo un año se han
puesto en marcha planes agrícolas
(métodos básicos de cultivo y cria,
horticultura familiar, etc.), planes
de riego (construcción de pozos y
acequias), planes de edificación

28

(casas para familias pobres), pro­
gramas para el tiempo libre (insta­
laciones deportivas, organización de
«olimpíadas» —en la última partici­
paron unos 300 jóvenes, etc.), be­
cas de estudio para cubrir los gas­
tos escolares de quien, demostran­
do capacidad intelectual buena, no
tiene medios para sufragar los es­
tudios. «Estas y otras muchas acti­
vidades son nuestro trabajo y preo­
cupación diaria», escribe el P. Es­
píritu. que añade: »la$ necesidades
y apremios son muchísimos, pero
tas posibilidades y medios son es­
casos para responder a las deman­
das populares y juveniles».

TASMANIA
UNA IGLESIA. UNA ESTATUA
Kingston: El Arzobispo Young DD
ha bendecido y abierto al culto una
iglesia dedicada a San Luis. La nue­
va iglesia es también un monumen­

Belén: Wahid Wanís es un joven
periodista copto. Ha divulgado el
nombre, la figura de Don Bosco y
su peculiar servicio a la Iglesia por
todo el Oriente Medio, incluso por
donde no han estado nunca los sa­
lesianos. Wahid Wanís pudo obser­
var personalmente el Centro Juve­
nil salesiano de El Cairo. Después
escribió por propia iniciativa un ex­
tenso articulo en lengua árabe ti­
tulado «Juan Bosco», y lo publicó
en la revísta mensual «Huwa Wa
Hiya» («El y Ella», oct. 1979). La
simpática revista a color para públi­
co juvenil se edita en Chipre y está
difundida por unos 20 Países ára­
bes.
V. Pozzo

LA INDIA
ESCUELA Y TRABAJO
Obhia (Nueva Deli): El gobierno
de Nueva Deli ha reconocido, en el
«Don Bosco Technical Institute». un
curso especial de adiestramiento
profesional. Está destinado a 140
jóvenes aprendices de las clases
más pobres de la zona. La misma
suerte ha tenido un plan trienal de
cualificación preparado por dicha
escuela. Hasta ahora ios Salesianos
organizaban cursos «privados» bie­
nales. para jóvenes que no podían
frecuentar los regulares del Esta­
do. A los alumnos se les dará un
diploma especial y se facilitará su

r
n o ticia s
ingreso en empresas y lugares de
trabajo. Los exalumnos del «Don
Sosco Technical Institute-, por su
parte, han iniciado cursos noctur­
nos de ajuste y torno con unos 30
jóvenes del lugar, que, por estar
sin trabajo, se pasaban todo el día
ociosos, o. a lo más, iban a pescar
por casi nada... Los Salesianos
mantienen a 80 alumnos internos.
El año pasado lograron diploma y
colocación en industrias mecánicas
locales 29 muchachos.

deado del cariño de sus hermanos
religiosos, invitados a ir a la em­
bajada. El P. Kasperczak atiende en
Perú apostolados sociales y cate­
quísticos a nivel nacional, se ocu­
pa de emigrados —especialmente
connacionales— . anima organizacio­
nes de Cooperadores, y está pun­
tual a la cita en muchos programas
de radio y televisión. Su figura es
muy apreciada y querida, incluso
entre los jóvenes.

nio de un gran santo en su servi­
cio a la Iglesia, a los jóvenes y al
pueblo, y muestra a la vez la ex­
celente cualificación alcanzada hoy
por las escuelas tipográficas, y, en
particular, por la editora china «Vox
Arnica Press».
La misma casa viene publicando,
desde hace años, tres revistas ju­
veniles: dos q u i n c e n a l e s (con
40.000 copias en total) y una men­
sual (con 4.000 coplas).

THAILANDIA________________
EL MINISTRO EN LA
BIBLIOTECA DE SU COLEGIO
Ban Pong: Desde hace años los
jóvenes y la comunidad de «Sarasit> venían suspirando por una bi­
blioteca moderna. Ahora el deseo
se ha hecho realidad. En ello ha
colaborado el superior regional de
los Salesianos. Tomás Panakezham.
La adaptación de los viejos locales
se hizo en pocos meses. Se ha lo­
grado una amplia sala de 22 por 12
metros, con otras anejas para con­
sulta. proyecciones audiovisuales y
reuniones. El Ministro de Educación
Dr. Suthi Singthaneha, exalumno del
centro -Sarasit» desde 1945. presi­
dió la inauguración. Asistió también
al comienzo de los juegos deporti­
vos anuales y a una cordial reunión
con sus «viejos compañeros de co­
legio» en los locales de la nueva
biblioteca.
G. B. Colombini

PERU_______________________
POLONIA CONDECORA
A UN SACERDOTE
Lima: En la embajada polaca ha
sido galardonado «con diploma y
medalla al mérito» el sacerdote salesiano de sesenta años P. José
Kasperczak, que reside en Perú
desde hace cincuenta... El embaja­
dor de Polonia, al entregarle los
distintivos, quiso destacar el buen
trabajo con que el P. Kasperczak
ha honrado a su patria en el ex­
tranjero. entre casi un millón de
compatriotas emigrados. Es la 425.*
vez que Polonia concede esta dis­
tinción a uno de sus hijos. El P.
Kasperczak recordó que también su
padre había recibido la condecora­
ción de la «Orden del Resurgimien­
to de Polonia», establecida el año
1921. El sacerdote salesíano. con
esta ocasión de los cincuenta años
de su estancia en Perú, se vio ro­

ECUMENiSMO ETIOPE: Encuentro «ecuménico» en Makalle (Etiopia).
El Obispo salesíano de Adigrat. Mons. Workú, acompañado del director
de la comunidad saleslana, don Edgardo Espíritu, firma un documento
con el arzobispo copto Abuna Yohannes. Las relaciones de las iglesias
etíopes entre sí y con las religiones no cristianas se viven en el espí­
ritu del Concilio Vaticano II. «Creemos, ha dicho Mons. Workú, que
entre las congregaciones religiosas que mejor responden a las aspira­
ciones de los jóvenes etíopes y de los jóvenes africanos en general
está la de Don Bosco».

CHINA

«CRECE» AFRICA CENTRAL

«VOX AMIGA PRESS»:
25 AÑOS JOVENES

Butare (Ruanda): Muchos jóve­
nes. novicios y estudiantes salesia­
nos de Burundi, Ruanda y Zaire,
han pronunciado sus votos religio­
sos los primeros días de septiem­
bre. Dos de ellos se han entregado
a la Congregación para toda su vi­
da: son Juan Bosco Kosta y Vidal
Minaní. del curso de teología.
Nos s e n t i m o s espirítualmente
cercanos a estos consagrados, y a
todos los jóvenes generosos del
mundo que se consagran a Dios.

Hong Kpng: Las bodas de plata
de tía «Vox Arnica Press», la edi­
tora católica más importante a las
puertas de China, han visto, entre
sus festejos, la edición china del
volumen ilustrado a todo color «Don
Bosco». de Leonard von Matt. El
elegante volumen, traducido ex pro­
feso para la ocasión por el P. Mar­
tín Ho, S. D. B.. ofrece el testimo-

29

T

Madrid: Llevaba unos cuatro años
sin trabajo, me encomendé a San
Juan Bosco y. precisamente en la
víspera de su fiesta encontré uno.
Le agradezco este favor y otros re­
cibidos. Entrego un donativo para
la Congregación Salesiana. Amparo.

Salamanca: Mi gratitud para
Nuestro Señor y María Auxiliadora
por el feliz parto de mí hija que se
presentaba con peligros y dificul­
tades. Envío una limosna por el fa­
vor recibido. Josefa Gómez.

Salamanca; Agradezco a María
Auxiliadora los favores recibidos,
en especial el que sanara un so­
brino mío de una enfermedad en
un ojo y que recuperase la vista.
Envío una limosna implorando de
nuevo la protección de María. Una
suscriptora.

Ubeda: Hailándose una hija mía
afectada de una peritonitis aguda,
de cuya curación dudaba mucho el
médico que la asistía, me enco­
mendé con gran confianza a Marta
Auxiliadora. Y quiero darle las
gracias públicamente, porque hoy
mi hija se encuentra totalmente
restablecida. Rosario Martínez.

Arévalo: Por dos favores recibi­
dos de María Auxiliadora, enviamos
una limosna de agradecimiento y
lo publicamos en el Boletín Saleslano. Familia Benítez.

Toro: Por varios favores recibidos
de María Auxiliadora, envío un do­
nativo de acción de gracias y pido
siga protegiéndonos. H. de la Igle­
sia.

Madrid: Doy gracias a María
Auxiiiadora por el feliz resuitado de
una operación en los ojos a que
fue sometido mi padre. Encomien­
do también a una hermana mía para
que se alivie en las molestias que
padece. Envío un donativo y deseo
se publique en ei Boietín Salesiano.
A. Costa.

Alcalá de Guadaira: Enviamos un
donativo para las obras salesianas
en agradecimiento por una gracia
de María Auxiliadora concedida a
sus devotos, y lo publicamos en
nuestra revista salesiana. P. L. y
M. G.

Tardaguila (Salamanca): Doy gra­
cias a María Auxiliadora por un
gran favor recibido y envió un do­
nativo. María Teresa Hernández.

Huesca: Por una gracia muy sin­
gular obtenida de la bondad mater­
nal de la Virgen Auxiliadora, entre­
go una limosna y animo a todos a
acudir ai auxilio de tan buena Ma­
dre. S. C.

Santa Coloma de Farnós-Castanyet (Gerona): Envío un donativo en
acción de gracias para las misiones
o lo que sea más urgente y pidien­
do ia protección de María Auxilia­
dora en un asunto muy apurado,
si es para gloria de Dios o, sí no.
pidiéndole nos dé valentía para so­
brellevar las consecuencias. Joaquín
Tabemer i Rovira.

Salamanca: Habiendo caído gra­
vemente enfermo mi marido, me
encomendé con todo fervor y con­
fianza a María Auxiliadora y a ia
intercesión poderosa de San Juan
Bosco. de quien somos muy devo­
tos. Sentimos palpablemente su
ayuda pues pronto vino la curación.
Hacemos pública nuestra gratitud.
Díoní Rodríguez.



Huesca: Doy gracias a María
Auxiliadora por diversos favores
recibidos y entrego una limosna
para ia obra salesiana de Huesca.
C. F.
Huesca: Estando muy necesitada
de ayuda, que no podía obtener por
parte de los hombres, acudí confia­
damente a María Auxiiiadora y se
solucionó el asunto de manera muy
favorable. Por lo que, muy agrade­
cida, entrego una limosna. C. O.,
una ferviente devota oscense.
Salamanca: Doy gracias a María
Auxiliadora por haberme atendido y
favorecido en mis peticiones, y ani­
mo a cuantos se vean en apuros a
acudir con entura confianza a nues­
tra buena Madre María Auxiliado­
ra. Hago a la vez público mi agra­
decimiento y envío una limosna pa­
ra las Misiones Salesianas. A. Díaz.
Salamanca: Por un favor recibi­
do de María Auxiliadora e invocan­
do también al Sagrado Corazón de
Jesús, una hermana mía salió bien
de una operación. Por lo que hago
público mi agradecimiento. A. Gon­
zález.
Zamora:
envío una
dora. Sigo
un asunto
que en el

Por favores recibidos,
limosna a María Auxilia­
pidiendo su ayuda para
familiar. Deseo se publi­
Boletín Salesiano. N. N.

Villardondiego (Zamora): Una vez
más escuchó mi súplica María
Auxiliadora. Se trataba de una so­
brina a ia que tenían que operar
para extraerle un riñón enfermo.
Yo angustiada, pues es muy joven
y tiene dos niños pequeños, llamé
en nuestro auxilio a María Auxilia­
dora y su ayuda no se hizo espe­

n«c>ff#v«a f f w a t í i M d

rar pues la operación salió con éxi­
to y mi sobrina ya se encuentra al
frente de su casa y cuidando de
sus hijos. Como lo ofrecí, envío
una limosna y deseo se publique
en el Boletín Salesiano. Teresa Ber­
mejo.
Vitoria: Doy gracias a nuestra
Madre María Auxiliadora y a San
Juan Bosco por un favor recibido
y envío una limosna para las Mi­
siones Salesianas. Satur Balbas.
Palafrugell: En prueba de agrade­
cimiento a María Auxiliadora, envío
una limosna por los favores recibi­
dos. Pilar Maruny.
Saniúcar la Mayor: Muy agrade­
cida a Santo Domingo Savio por fa­
vores recibidos, envío una limosna
y deseo se publique en el Boletín
Salesiano. P. M.

Salamanca: Con toda confianza
acudí a María Auxiliadora y al sier­
vo de Dios don Julián Rodríguez
y muy pronto se solucionó el pro­
blema que me preocupaba. Agrade­
cida. envío una limosna. Teresa
García.
Salamanca: Estando muy preocu­
pada por los hijos que tenía enfer­
mos. me acordé de don Julián Ro­
dríguez. que ya me había escucha­
do favorablemente en otras ocasio­
nes. Ofrecí un donativo para María
Auxiliadora. Agradecida, envío la
limosna. Josefa Sánchez.
La Nuda (Alicante): Estando gra­
vemente enfermo supliqué a María
Auxiliadora por intercesión de la
Sierva de Dios doña Dorotea de
Chopitea la gracia de la curación.
Habiendo sido ampliamente escu­

chado envío una limosna para las
obras Salesianas y para la causa
de beatificación de la Sierva de
Dios. Unos devotos de María Auxi­
liadora.
Oviedo: Cuando Ana María Fer­
nández se encontraba ante un in­
minente parto, después de una de­
tenida revisión médica se descu­
brió una intensa diabetes complica­
da con otros síntomas, con grave
peligro para la madre y para la cria­
tura. Dos empleadas de la Funda­
ción Masaveu encomendaron el ca­
so i ” Santo Domingo Savio. ofre­
cieron una misa en honor del San­
to y se elevaron intensas preces.
Como el caso se agravaba, hubo
que hacer una operación cesárea.
Gracias a Dios, todo resultó bien y
nació un hermoso bebé para alegría

de sus padres. Toda la familia da
gracias a Dios y envía un donativo
para las obras salesianas. Ramona
Fernández, Ana y Josefina Alvarez.
Allariz: Porque con fe a ti te
pedía María Auxiliadora un favor
ya conseguido te envío esta limos­
na. Hago otra petición a San Juan
Bosco que esperamos alcanzar por
su intercesión. Carmina Pintado
Saborido.
Orense: San Juan Bosco. sigue
protegiendo a mi hijo J. Luis, y
ayúdale a. situarse en la vida, con­
siguiendo el puesto de trabajo que
más le convenga. Una madre que
puso toda su confianza en Tí.
Orense: Da gracias a María Auxi­
liadora, y lo publica en el Boletín
Salesiano. en agradecimiento por

varias gracias recibidas, y envía un
donativo para las Misiones Salesia­
nas. María Teresa Vázquez.
DAN GRACIAS
A MARIA AUXILIADORA
Y A SAN JUAN BOSCO
POR FAVORES RECIBIDOS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
J. Rodríguez, de Salamanca: Faus­
tino Gracia, de Barcelona; V. G. V..
de NN.: Lucía Prieto, de Zamora;
Pilar Velasco, de Madrid: S. D. B.,
de Salamanca; B. U.. de Salamanca;
Irene Carbajo. de Salamanca; Anto­
nia Gil González, de Guía; M. G. G.,
de Salamanca; Carmen García, de
Elche; Abrahán Marcos, de Sala­
manca; Un antiguo alumno de Astudillo residente en Valladolid;
Anunciación de Rey. de Cádiz; Ro­

sa Rocha Valderas, de Vigo; L. P.
C.. de Salamanca: J. B. de Salaman­
ca; Felicitas Crespo, de Carvajar
de Valderaduey (León); Carmen Lo­
renzo. de Villagarcía; Paz Martín,
de Salamanca: Amparo Torrero, de
Víllafranca de Córdoba; C. de C..
una devota de Avila; Francisca Bal­
seras. de Alamillo (Ciudad Real);
I. L.. de Mataré; Arturo Francisco
Vila Company. de Alcoy; A. E.. de
Salamanca; María Martínez Hita, de
Granada; Fermi Pedrero de Balas,
de Campillo de Llerena (Badajoz);
C. B. D.. de Madrid; Luisa Eiroa de
Ocaña, de Madrid: L. M. S., de Sa­
lamanca; J. R.. de Palafrugell; E. G.,
de Segovía; Una devota de Telde
(Gran Canaria); María G. B.. de Ma­
drid: Una devota, de Zamora; Una
familia devota, de Calera: y T. M.
M.. de Alicante.

31

FUERON

A

LA

CASA

DEL

nes. Así esperamos que 'ahora ha­
brá sido invitado al banquete de su
Señor.

Don Alfonso Martínez Maldonado t en Madrid el 15 de diciembre
de 1979, cuando se disponía a via­
jar en el Metro de regreso al Co­
legio Salesiano de Estrecho. Había
nacido en el pueblo manchego de
Manzanares en 1922, A sus treinta
y dos años de edad entró en ei Co­
legio de Huérfanos de Ferroviarios
de Madrid como postulante y en
calidad de enfermero. Hizo su pro­
fesión como hijo de Don Bosco en
Mohernando en agosto de 1956.
Trabajó en Salamanca y en Zuazo
de Cuartango como cocinero de los
aspirantes. Siempre entre pucheros,
salsas y condimentos pasó sucesi­
vamente por las cocinas de Burgos,
Deusto, Guadalajara, Aspirantado
de Coadjutores, Colegio de San
Fernando, Carabanchel y Estrecho,
en donde maduró en sus últimos
días para la eternidad.
Era don Alfonso de carácter ale­
gre. Gustaba de la música y can­
taba con voz potente y afinada. Con
frecuencia se le vela en la capilla
a deshora, en coloquio personal con
el Señor, Cultivador de la amistad,
tenia muchos y grandes amigos. Se
sentía feliz cuando lo visitaban y se
mostraba especialmente cariñoso y
afable cuando se trataba de jóve­
nes, Endulzó tantas reuniones ju­
veniles con pasteles y tartas sali­
das de sus manos... En este cam­
po de la repostería era don Alfon­
so un auténtico experto. La cocina
dejaba entonces de ser lugar de
trabajo para convertirse en taller
de artista.
Los funerales se celebraron en
la Iglesia del Colegio de Estrecho
presididos por el Padre Inspector.
Asistieron muchos salesianos y salesianas de las casas de Madrid.
Sus restos fueron llevados a Ciudad
Real para ser inhumados junto a
su madre, según deseos de sus fa­
miliares y del propio don Alfonso.
«A Dios se le encuentra también
entre los pucheros*, decía la Santa
de Avila. Este salesiano también lo
ha sabido encontrar en el trabajo
de la cocina como expresión de ser­
vicio a sus hermanos y a los jóve­

Doña María Jesús Cantarero t el
8 de diciembre de 1979 a los seten­
ta y seis años de edad en Jerez de
la Frontera.
Nació y vivió casi toda su vida
en Ecija, de temperamento cordial
y ajeno a toda discordia, se dio sin
reserva a la cristiana educación de
sus 9 hijos, hasta el último momen­
to de su existencia; padecía una
artrosis deformante con grandes
dolores y su ansia de vivir y de
ponerse buena era porque no que­
ría faltarle a sus dos hijos sacer­
dotes y a otro que aún vivía con
ella. Su muerte fue rápida. Devotí­
sima de María Auxiliadora y aman­
te de la Obra Salesiana, en los
años difíciles de <la quema de con­
ventos» no tuvieron inconveniente
ninguno, su esposo y elia, de tras­
ladar su vivienda, a ruegos del Di­
rector de los Salesianos de Ecija,
a otra casa que lindaba con la parte
trasera del Colegio Salesiano del
Carmen para custodiar y vigilar
aquella parte del edificio que no
tenía protección.
Su frase, constantemente repeti­
da era «Aquí estamos para lo que
Dios quiera». No le negó al Señor
la única hija, para entregarla al Ins­
tituto de H .M .A., así como dos
fervorosos y apostólicos hijos al
Sacerdocio: en el entierro, cuya
Misa de corpore insepulto presidió
el Sr. Obispo don Rafael Bellido
Caro, en la homilía resaltó, varias
veces, su doble maternidad, por
haber engendrado 9 hijos al mundo
y de éstos, 3, para, de una manera
especial entregarlos a Dios, en el
Sacerdocio y en la vida religiosa.
Su entierro fue una manifestación
profunda de la estima que disfruta­
ba, numerosos Sacerdotes, entre
ellos Salesianos de las dos Casas
de Jerez concelebraron con el Sr.
Obispo, estuvieron presentes repre­
sentaciones de casi todas las Co­
munidades Religiosas existentes
en Jerez y numerosa representa­
ción de Hijas de María Auxiliadora
llegadas de las Casas más próxi­
mas. incluso de Sevilla.
Por morir en una fiesta tan entra­
ñable. su funeral se celebró el día
13 en la Iglesia Colegial de Jerez,
lo presidió su hijo don Fernando,
estando la parte musical a cargo
de su otro hijo Sacerdote don José.
Organista de la Colegial, asistieron
numerosos Sacerdotes. Religiosos.
Religiosas, familiares y niñas del
Colegio San Juan Bosco y AA. AA.
de nuestros Colegios de Jerez.
El Abad de la Colegial don José

PADRE
Luis Repeto Bete, tuvo la homilía,
centrándola toda, en el vacío inmen­
so que dejaba en todos, pero de
una manera especial en sus hijos
Sacerdotes.

Doña María Acevedo Gil, viuda de
Olmo t en Ronda (Málaga), el pa­
sado día 7 de julio de 1979.
Doña María era una virtuosa se­
ñora que, a su vida cristiana de
esposa y madre, añadió en los úl­
timos años la prueba del dolor de
una prolongada enfermedad, sobre­
llevada con ejemplar espíritu al la­
do de sus abnegados hijos.
Era muy devota de María Auxi­
liadora, a cuya Archicofradía, a la
que había dado un fuerte impulso
el Salesiano don Francisco de la
Hoz, pertenecía. Con la palabra y
el ejemplo procuraba propagar su
devoción la señora viuda de Olmo.
Todos los días 24 acudía al San­
tuario, haciendo el Ejercicio del
mes con auténtica confianza y re­
cibiendo al Señor en la Eucaristía.
Esperaba con ansia todos los
años el Mes de Mayo para asistir
a la Solemne Novena con que Ron­
da honra a la Auxiliadora. Ultima­
mente. debido a su delicado estado
de salud, la hacía en casa, acom­
pañada de sus hijos. El Párroco,
don Antonio Gamboa, la visitaba
con frecuencia, animándola a llevar
con resignación su enfermedad y
llevándola el mejor obsequio, la Co­
munión. También recibió en dos
ocasiones el Sacramento de la Un­
ción en los Enfermos, en momen­
tos críticos de su larga enfermedad.
Recibió también la bendición de
María Auxiliadora en distintas oca­
siones, impartidas por Padres Sa­
lesianos de la Casa Don Bosco de
Ronda.
La vida de nuestra hermana fue
sencilla y cristiana; un auténtico
modelo para todos los que la co­
nocían. Su muerte fue muy sentida
en el círculo de conocidos y ami­
gos. pues era persona querida y
respetada. Su entierro y misa de
córpore in sepulto fueron manifes­
taciones expresivas de condolen­
cia.

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reuniones de grupo,
catecumenado,
conferencias,
encuentros y mesas redondas...
homilías participadas...

Son álbumes que contienen:
varios montajes (diapositivas
y cassette).
texto de los montajes,
sugerencias y notas
exegétícas.

Títulos publicados]

«SOMOS COMUNIDAD
«NUESTRA MISION
«LA FIESTA CRISTIANA

(Adviento y Navidad):

10 montajes.
1
7 montajes.

(Tiempo pascual):

10 montajes.

(Cuaresmo y Semana Santa):

2

NOVEDAD

«CELEBRACIONES PENITENCIALES

(Todo el año cristiano)

I

I
4 montajes.