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Medios

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iMeniido «haiga» os habéis echadol Así, hasta vale la pena ir en
caravana...

Mis queridos amigos Juanito y Mari:
¡Qué pronto se han terminado las vaca­
ciones de Semana Santa! Y ahora, otra vez al
colegio, a los libros y a los madrugones. Con
lo buenas que son las mañanitas de abril para
dormir. Y otra cosa más: la caravana para
volver a la ciudad. Porque parece que todos
nos ponemos de acuerdo para regresar a la
misma hora. No es extraño que tengamos
este terrorismo de la carretera.
Yo casi me atrevería a decir que Juanito le
viene diciendo a su papá: «Mira que eres
tortuga. Pisa el acelerador...» Cuando Mari se
ríe quiere decir que no ando muy equivocado.
Y por eso vienen los accidentes. ¿N o habéis
tenido ninguno? Yo sí que lo tuve una vez,
pero, por dicha, puedo contarlo, aunque
ahora no es el momento. En cambio sí voy a
contaros un accidente que tuvo Don Sosco.
Un día hizo el Santo un viaje a Saluggia a
ver a un párroco amigo suyo que vivía bajo el
terror de unos asesinos que le habían amena­
zado varias veces con eliminarlo de este
mundo. Don So sco subió en un coche en el
que iban otras tres personas. Claro que no se
trataba de un coche como los de ahora, sino
de caballos.
El que guiaba y los otros dos sólo pensa­
ban en mostrarle a Don S o sco la belleza de
los campos en el mes de mayo, y contarle la
historia de los caseríos. Cuando, de pronto,
los cuatro saltaron por el aire. Tres cayeron
en el camino, sólo Don Sosco, que tuvo
tiempo de decir «María Auxiliadora, ayú­
dame», permaneció en el coche, limitándose
su daño a un golpe del mentón en las rodillas.
Afortunadamente, la caída de los otros se
resolvió en unos arañazos aparte del susto. El
coche había chocado contra un mojón que el
cochero no había advertido. Levantáronse de

LA CARAVANA
tierra los tres y todos se acusaban de ser los
causantes de la caída, o por haber distraído al
cochero o por haberse atolondrado en la
contemplación de los caseríos...
Don Bosco pacificó en seguida a los tres:
¿P o r qué andáis acusándoos si los tres sois
inocentes? El caballo no tiene la culpa, pues
llevaba un paso muy moderado; tampoco la
tiene el coche, que está muy bien. Tampoco
tenéis la culpa ni el que conducía ni los que
hablábais, porque cada uno tenía la buena
intención de cumplir bien su papel. Yo creo
más bien que la culpa es del que hincó ese
mojón ahí...
Todos rieron el buen acuerdo de Don
Bosco, a pesar de que la piel les escocía.
Subieron de nuevo al vehículo y terminaron
felizmente su viaje.






Conque, buen camino y buena letra, que
más vale llegar tarde que nunca. Y por eso,
para no darse demasiada prisa en el viaje,
habrá que madrugar un poquito más. Aunque
no por mucho madrugar sale el sol más tem­
prano...
Recibid un abrazo muy fuerte de vuestro
buen amigo,
PAD R E R A FA EL
Si. eso quisiérais vosotros, que los maestros hicieran huelga..

LA S ANTIGUAS A LU M N A S

RaviMa de ia Obra da Don Botco
AAo X C II - N.® 4 - Abril 1979



Director: R A F A E L A LFARO
Consejo de Redacción: Emilio Her­
nández; Mari Carmen G arda; An­
tonio García Vera; Argentina Sán­
chez Romo; Javier Artuch; Jesús
María Mélida.
Administrador: Miguel Rodríguez R.
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá. 164 - Teléfono 2S5 20 00
M A D RID - 28
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Saleslana
Madrid-Atocha

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EN ESTE NUMERO
Las Antiguas Alumnas ...
El documento de Pue­
bla ................................
El Papa nos ha dicho...
Evangelizar a los jóvenes
Don Emilio Corrales, cin­
cuenta años de cura
salesiano .................
El arte de ser joven ...
Para formar educadores
cristianos ................
Mil almas en Tordas ...
El día de mi consagra­
ción a Dios como
V .D .B ....................
Digo a los budistas:
¿Quién está entre bas­
tidores? ................
Noticias ...................
Nuestra gratitud .......
Fueron a la casa del
Padre ....................

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NUESTRA PORTADA
¿Qué espera el Papa de la
Familia Salesiana? «Creo que
espera toido lo que le hemos
prometido, dice el Rector
Mayor en una entrevista de
las páginas interiores: entu­
siasmo espiritual, t r a b a j o
apostólico, fidelidad a la Igle­
sia y al carisma de Don Sos­
co». En la foto, Juan Pablo II
aparece con uno de sus ges­
tos más característicos.
Foto.—José Luis Mena.

¡Feliz Pascua florida!

La Pascua de Resurrección es como un estallido de la vida
cristiana, que se renueva y brota poderosa con la fuerza transfor­
madora de Cristo. La misma naturaleza es realidad y símbolo de
esta pujanza interior que el cristiano siente en el hervor de la san­
gre de su espíritu. Esta energía espiritual de Cristo Resucitado es
asimismo la que nos da el aliento para ser felices e irradiar la feli­
cidad a los que viven a nuestro lado; la que nos compromete, a la
vez, a transformar el mundo, procurando que haya más justicia,
más amor, más entusiasmo.
Con nuestra actitud ante la vida, los cristianos podemos hacer
un mundo maravilloso en el que dé gusto vivir y convivir.
• Precisamente, en estos días de Semana Santa, las Antiguas
Alumnas Salesianas celebran su Congreso Nacional en Sevilla. Un
congreso en el que las tres Inspectorías de las Hijas de María
Auxiliadora de España reúnen a un buen número de mujeres y
jóvenes para renovar su actitud cristiana ante la vida.
El equipo de Andalucía estudia el tema de «la juventud»; el
de Barcelona, «el seglar cristiano»; y el de Madrid, «la ciencia y
la fe». Una triple temática de reflexión en la que se revisarán
los actuales problemas de la juventud de nuestro tiempo; los com­
promisos del seglar cristiano; y todo, a la luz de los conocimientos
científicos iluminados por la fe.
De sobra sabemos la enorme influencia que tiene la mujer en
la familia y en la sociedad. Quizás hoy se ha subrayado el asueto
de lucha en reivindicación de sus derechos y en pro de su libera­
ción total. Sin negar una historia sombría de humillación y discri­
minación, hora es de superar esta dialéctica y es justo poner énfasis
en el dinámico carácter positivo de elevación y delicadeza que la
mujer puede y debe aportar al mundo cristiano. Todos necesitamos
una mayor sensibilidad para captar, incluso, las maravillas
¡a fe
y del amor cristiano, y nadie puede hacerlo como la mujer. Nadie
puede enriquecer y fecundar la vida espiritual del hombre como
la mujer, que está a su lado para darle el frescor de su espíritu
y el calor de su sentimiento.
• Esperamos que estas jornadas de Sevilla traígan a los h ^
gáres de la Familia Salesiana esa claridad de la ciencia iluminada
por la fe, ese nuevo aire de juventud cristiana y femenina, capaz
de afrontar con energía los problemas del mundo actual, y una
renovación de la vida del seglar comprometido cristianamente.
Hace unos meses, los Antiguos alumnos celebraron en Madrid
el Eurobosco, con ia triple te­
mática de «la familia», «la
educación católica» y «la uni­ (D
dad de Europa». Ahora, en es­
ta Pascua del 79, la escena se
complementa con esa vitalidad
y ese aire primaveral que, de
Sevilla, han de traer las Anti­ T3
d)
guas Alumnas Salesianas.

lilHUIIi'ril
SALESIANO

£1 Documento de Puebla
• En la primera parte se des­
cribe la situación actual de A. L.:
cuáles son las «angustias» del pue­
blo, cuáles los rostros concretos
que tiene «la extrema pobreza ge­
neralizada» que caracteriza a A. L.
(campesinos, indígenas, obreros,
marginados urbanos...) Se habla de
una «subversión de valores» en el
aspecto cultural y se analizan las
raíces profundas de estos hechos.
La Iglesia es desafiada por esta
situación. En Medellín se habló
de un «sordo clamor» de millones
pidiendo una liberación. Ahora el
clamor ya no es sordo; «es claro,
creciente, impetuoso y, en ocasio­
nes, amenazante». La realidad eclesial de A. L. y las estructuras de
la evangelización son también ana­
lizadas desde este panorama de lu­
ces y sombras —más sombras que
luces en este apartado, pero som­
bras que son un reto— .
• La reflexión doctrinal abar­
ca, en su primer apartado, tres
grandes temas; Jesucristo, la Igle­
sia, el hombre.
La crlstologfa sigue el esquema
habitual de historia de salvación
que culmina en Jesús. No se per­
cibe ningún aporte original en este
epígrafe.
La ecleslologfa se centra en la
categoría «Pueblo de Dios», com­
plementada con la de «Familia de
Dios». Se insiste en la necesaria
unidad de la Iglesia, unidad que
se anuda fundamentalmente «hacia
arriba» (los obispos tienen un «rol
paternal»). Las Comunidades Eclesiales de Base deben evitar el autoabastecimiento jurídico o doctri­
nal. Se introduce una aclaración
sobre la correcta interpretación de
«Iglesia popular». Los últimos nú­
meros resaltan por extenso la im­
portancia de la figura de María

para evangelizar desde «la cultura
del pueblo».
El hombre: se enuncian las vi­
siones inadecuadas que de él hay
hoy en A. L.: determinista (hechi­
cerías, espiritismo, fatalismo...),
psicologista (sexualismo que fun­
damentan en machismo), economicista (consumismo, materialismo
liberal o marxiste), estatismo (ba­
se de la «seguridad nacional») y
cientismo (tecnocracia). Son cues­
tionadas estas visiones y se ofrece
la visión cristiana, basada en la
libertad, que exige comunión y
participación.
• La reflexión doctrinal abar­
ca la evangelización y sus relacio­
nes con otras realidades. La diná­
mica de la evangelización, como
principio general, debe b u s c a r
«conversión personal y transfor­
mación social» y extenderse a to­
das las gentes.
En un amplio apartado se estu­
dian las relaciones de la evangeli­
zación con la cultura (hay que
aceptar el desafío del actual cam­
bio cultural, la cultura latinoame­
ricana la conserva especialmente
el pueblo pobre, se condena el secularismo...) Relaciones con la re­
ligiosidad popular (descripción con
luces y sombras, insistencia en re­
cuperar los «símbolos y el lengua­
je no verbal del pueblo», deben
purificarse los santuarios de ma­
nipulación y comercialismo, es ur­
gente reinterpretar la religiosidad
popular...)
Se estudian también las relacio­
nes entre evangelización, libera­
ción y promoción humana. La li­
beración cristiana se define conte­
niendo dos elementos inseparables:
«liberación de todas las servidum­
bres del pecado personal y social...

y la liberación para el crecimiento
progresivo en el ser, por la comunión con Dios y con los hombres».
Se acentúa la importancia de la
liberación del ídolo de la riqueza,
pues A. L. se encuentra bajo su
dominio.
Sobre las relaciones con las ideo­
logías y la política: condena de la
violencia de las autoridades y de
la violencia guerrillera. Las ideo­
logías son parciales, ambiguas y
negativas, pero «por su fuerza di­
námica tienen también sentido re­
dentor». La Iglesia se deja inter­
pelar por ellas y, a su vez, las interj>ela, relativiza y critica. Se
analizan tres ideologías; liberalis­
mo capitalista, colectivismo mar­
xiste y seguridad nacional. No se
aborda explícitamente el diálogo
cristiano-marxista, aunque en un
punto se esbozan criterios que pa­
recen referírsele.
• La evangelización en A. L.
debe estar bajo el signo de la co­
munión y la participación.
Descripción de la situación de
la familia en A. L. (No hay alu­
siones expresas de condena a los
métodos artificiales de control de
natalidad; sí una llamada a la pa­
ternidad responsable y a la crea­
ción de centros que enseñen los
métodos naturales).
Sobre las comunidades de base
se dice que son «esperanza de la
Iglesia, cantera de nuevos minis­
terios laicales y expresión del amor
preferente de la Iglesia por el pue­
blo sencillo». «Es de base por es­
tar constituida por pocos miem­
bros, en forma permanente y a
manera de célula de la gran comu­
nidad».
Se habla después de los diver­
sos agentes de comunión y parti-

^

d o c u m e n to

cipación: obispos, religiosos/as,
laicos. Se describe brevemente su
situación actual y las líneas pas­
torales a seguir. En el apartado
de vida consagrada es donde más
se aprecia una línea renovadora y
en búsqueda de mayores compro­
misos. Respecto a la pastoral vocacional, se insiste en que los se­
minarios no desarraiguen a los as­
pirantes de su contexto social.
Los medios de comunión y par­
ticipación son la liturgia, la ora­
ción particular, la piedad popular,
eí testimonio, la catequesis, la edu.
cación y los MCS.
En el apartado de Testimonio,
se recomienda a los agentes de
pastoral «una continua autocríti­
ca»: la revisión constante de la
comunión y participación con los
pobres. Esto pide despojo de los
privilegios, de las ideologías, ma­
yor sencillez de vida, comunica­
ción de bienes, amplia gama de
obras de caridad «cuyo mínimo
exigible es la justicia»...
En Educación se recoge un serio
cuestionamiento —de los religio­
sos— sobre la escuela católica, pe­
ro se reafirma eficazmente su im­
portancia. Se afirma que «la edu­
cación evangelizadora asume y
completa la noción de educación
liberadora» (sobre ésta se estruc­
turaban los textos sobre educación
de Medellín).
En MCS se destaca como «fenó­
meno altamente positivo el rápido
desarrollo de los medios grupales».
La formación en este campo se
juzga prioritaria.
• Puebla vuelve a tom ar «con
renovada esperanza en la fuerza
vivificante del Espíritu la posición
de la Conferencia de Medellín, que
hizo una clara y profética opción
preferencial y solidaria por los
pobres».
En este apartado se dice que es­
pecialmente son pobres las muje­
res de los sectores pobres, «por su
condición doblemente oprimida y
marginada».
4
La opción por los jóvenes tam ­
bién debe considerarse prioritaria.

Se describe su situación actual en
A. L. y se dan normas pastorales.
A los constructores de la socie­
dad pluralista se dirige la Iglesia
latinoamericana, como lo hizo en
su clausura el Vaticano II. Los
destinatarios de estos mensajes
son: políticos, científicos, respon­
sables de los MCS, artistas, juris­
tas, obreros, campesinos, econo­
mistas, militares y funcionarios.
La acción por la persona que

asilo, de amnistías, del apoyo a
emigrantes y refugiados, etc.
• En el apartado final -—opcio­
nes pastorales— no se concretan
apenas éstas. Ya han ido apare­
ciendo a lo largo del Documento.
Se habla, a cambio, de una Iglesia
comunitaria, servidora y misione­
ra, de la necesidad de la planifi­
cación pastoral, del ideal de «hom­
bre nuevo», para term inar con
una enumeración de «signos de

P u e W a

'7 9

"RDfSGÍUE TLVE HAA\BRE Y ME
WM p fem ie DE c o m er ..."

/ Y A B ^^F B Z A ^A O S/

rI
(De «Vida Nueva»)

debe llevarse a cabo en la socie­
dad nacional debe partir de una
situación injusta «donde han fra­
casado las amplias esperanzas del
desarrollo». Se destaca a nivel in­
ternacional lo amenazado que está
«el ideal de la integración lati­
noamericana». Se ofrece una tabla
de derechos de la persona a nivel
nacional y, en el plano internacio­
nal, Se sugiere un estatuto que re­
gule las actividades de las trans­
nacionales. Hay referencias a la
urgencia en la autolimitación de
los armamentos, de un nuevo or­
den de cooperación más justo, de
la revitalizacíón del derecho de

esperanza y alegría» que existen
hoy en A. L.: comunidades de ba­
se, movimientos y renovada con­
ciencia de los laicos, acción de loe
religiosos entre los pobres, nuevos
ministerios, colegialidad episcopal,
presencia más sencilla de los obis­
pos, sed de Dios, conciencia cre­
ciente de la dignidad de] hombre.
En ningún momento, el Docu­
mento aborda el tema explícito de
la teología de la liberación, por
más que en muchos de sus apar­
tados estén integrados y asumidos
ya elementos básicos de la teología
latinoamericana.

E l Papa
nos
h a dicho.mm
£1 Sanio Patíro roolba en audiencia
especial a i Rector M a yo r y su Gonsejo
El pasado diciembre, el Papa recibió a don Egidio Viganó
y a los Superiores del Consejo General de los Salesianos en
audiencia especial. Un acontecimiento de gran interés para
toda la Familia de Don Bosco. Con motivo de esta visita he­
mos sometido al Rector Mayor a un acoso de preguntas...

Pregunta.— ¿Cuál ha sido el
motivo de esta audiencia especial?

les para asistir a la Conferencia
de Puebla.

Pregunta.— ¿Cómo es el Papa
visto de cerca?

Pregunta.— ¿Cómo se desarro­
lló la audiencia?

Don Viganó.— A su lado me
he sentido como en casa, con ple­
na libertad. En contacto con mi
Pastor, me he dado cuenta de
que es un hombre bueno, atento,
inteligente, primer responsable
de la santidad y de la actividad
apostólica de nuestra Familia.

Don Viganó.— El motivo no
ha sido otro que el de una exi­
gencia espontánea del espíritu de
Don Bosco. Sencillamente hemos
querido expresar al nuevo Papa
la adhesión más sincera de la
Congregación y de toda la Fami­
lia Salesiana al Sucesor de Pedro
y guía de la Iglesia. Sentíamos la
necesidad de exponerle nuestros
planes y compromisos, y de ofre­
cerle nuestro corazón al Vicario
de Cristo.

Don Viganó.— Duró una me­
dia hora. Y tuvo dos tiempos. En
primer lugar hubo un diálogo
personal del Rector Mayor, luego
un encuentro de todo el Consejo
General, en el que el Santo Pa­
dre saludó a todos sus miembros
con los que mantuvo una conver­
sación muy simpática y en la que
se hicieron intercambios informa­
tivos.

El pretexto fue el nombra­
miento del Rector Mayor recibi­
do del Papa Pablo VI como uno
de los cuatro Superiores Genera­

Desde el primer momento to­
do se desenvolvió en un estilo
muy familiar, lleno de sencillez,
confianza v cordialidad.

El Papa es un polaco de cora­
zón universal, testigo vivo y atra­
yente de la catolicidad del mensa­
je de Cristo. Tiene una vitalidad
pictórica, una agradable voz va­
ronil y una intuición de artista.
Con un italiano claro y caracte­
rístico, hace galas de una firme
capacidad intelectual, de una vas­
ta cultura y de una visión aguda

T

3.000 religiosas de congregacio­
nes fundadas por Salesianos; de­
cenas de miles de Cooperadores,
Antiguos Alumnos y Antiguas
Alumnas, organizados y compro­
metidos cristianamente con la
Iglesia Católica, guiada por el Su­
cesor de Pedro. No es exagerado
hablar de unos 100.000 miem­
bros activos de la Familia Salesiana.
— ¡Qué hermoso!, exclamó el
Papa. Posteriormente, y conver­
sando con todo el Consejo, el
Santo Padre di j o admirado:
—«¡Pero entonces sois más po­
derosos que el Opus Dei, que
son 70.000!»
— Santidad, le dije, nosotros
no somos poderosos, sino humil­
des y activos trabajadores.

y mundial de los más graves pro­
blemas humano-pastorales.
Al entrar a su estudio me sen­
tía algo nervioso, pero apenas le
besé el anillo y me senté frente
a él tras su amable invitación, me
parecía estar en casa sin cohibi­
ción y sin formulismos de ningu­
na clase.

compromisos actuales (relan2amiento mariano, educación cris­
tiana...), los grandes problemas
de nuestra Congregación, del
proyecto de una mayor presencia
en Africa, la responsabilidad salesiana en América Latina, nues­
tras esperanzas de Asia, nuestros
testimonios y dificultades en paí­
ses de régimen totalitario...

Don Viganó.— ¡Algo por lo
menos!

El Papa admiró la capacidad
carismática de Don Bosco, cuya
obra se ha multiplicado en todas
partes y en menos de cien años:
es el fenómeno salesiano del que
tantas veces habló Pablo VI.

Después de saludamos y de oír
sus frases de aliento, mi conver­
sación versó sobre la Familia Salesiana. Le comuniqué nuestros

En la actualidad, le dije, so­
mos 18.000 Salesianos; 18.000
Hijas de María Auxiliadora; 770
Voluntarias de Don Bostx); unas

P r^ u n ta .— ¿Puede decirnos en
publico lo que trataron en pri­
vado?

— No, no, cortó el Pontífice.
Para hacer el bien es necesario el
«poder». Ya lo decía Santo To­
más (aludía a la audiencia ante­
rior que tuvo con los Superiores
Dominicos).
Pregunta.— ¿De qué trataron
luego con los miembros del Con­
sejo?
Don Viganó.— Conforme los
saludaba personalmente, el Papa
se refería con agudeza a algunos
aspectos de lo que habíamos ha­
blado antes o subrayaba sonrien­
te algo relativo a la persona o al
trabajo de los mismos. Graciosa­
mente nos hizo reír con sus bue­
nos golpes de humor. También
estaban con nosotros el Procura­
dor General ante la Santa Sede
y el Delegado del Rector Mayor
para Polonia.
Hablamos de todo un poco: de
las once nacionalidades de los

Consejeros, de las relaciones ar­
gentino-chilenas, del «boom» vocacional de la India, de la for­
mación, de nuestra Universidad,
de las dificultades en Oriente
Medio, de las Inspectorías de
Europa Central... y hasta de la
economía. Luego, nos hicimos
muchas fotografías...
Don Agustín Dziedziel, delega­
do de Polonia, que puso tres so­
noros besos en las mejillas del
Papa, le enseño el telegrama, re­
cibido el día anterior, de la muer­
te de don Adán Cieslar, expro­
vincial de Polonia, el cual había
sido director espiritual del Papa
en sus años juveniles. El Santo
Padre se recogió unos momentos
y ordenó luego a su secretario que
enviase inmediatamente a Craco­
via su personal condolencia.
Pregunta.— ¿Hablaron de los
países socialistas?
Don Viganó.— El Papa expre­
só vivamente y con la mayor cla­
ridad que la Iglesia es universal

por naturaleza, que ha nacido pa­
ra crecer en todos los pueblos,
que tiene su propia dinámica y
que se desarrolla de acuerdo con
las circunstancias socioculturales
y políticas de cada país. Por eso
su preocupación ha de ser la de
desarrollarse en todas partes, a
pesar de las dificultades, aun a
costa del heroísmo de sus hijos
y del martirio. ¡La fuerza del
amor nadie puede pararla!
Pregunta.— ¿Y de los países
occidentales?
Don Viganó.— El Papa mostró
su preocupación por el retroceso
que se nota en las principales na­
ciones europeas en lo que con­
cierne a las grandes persepectivas
históricas de la humanidad. Euro­
pa aparece un poco encerrada en
sí misma y preocupada exclusiva­
mente de su bienestar. Se mues­
tra algo cansada y desilusionada.
La secularización es el muelle de
su grandeza. Las Iglesias de Euro­
pa echan de menos su vitalidad.

Haría falta reconquistar la garra
cultural de la fe, y lanzar una
gran cantidad de personas apos­
tólicas a las enormes tareas misio­
neras de la Iglesia Universal.
Pregunta.— ¿Y de América La­
tina?
Don Viganó.— Hablamos lar­
gamente de Puebla y de la situa­
ción actual de América Latina. El
Papa mira a las Iglesias latino-americanas como una plataforma
de esperanza. Confía en que sal­
ga de Puebla un gran compromi­
so de evangelización renovada pa­
ra todos aquellos pueblos, desde
México hasta la Tierra de Fuego.
Y espera también que Puebla re­
percuta en todo el mundo.
Pregunta.— ¿Y de las misio­
nes?

El Papa Juan Pablo con el Rector
Mayor y los miembros del Consejo
Superior de la Congregación Sale-

El Papa Juan Pablo y don Viganó.

Don Viganó.— Apenas infor­
mado de nuestro proyecto sobre
Africa se alegró inmensamente.
Me dijo que, una semana antes, lo
había visitado el Cardenal Jacinto
Thiandoum, del Senegal, y le ha­
bía informado acerca del momen­
to actual de los pueblos africa­
nos, co vistas a un futuro des­
arrollo sociocultural.
— «¡Es la hora de Africa!»,
—exclamó— «Hay que llenarla
de obreros evangélicos, de sacer­
dotes, religiosos y misioneros se­
glares para abrir el horizonte
cristiano a esa inmensa e impor­
tante esperanza continental».
Con la mente en este proble­
ma, el Papa se dirigió sonriendo
a los Consejeros conforme iban
entrando:
— «En la próxima visita deseo
ver entre vosotros más rostros
negros y amarillos». No terminó

de decir estas palabras cuando
pasó a besarle el anillo don To­
más Panakezham, con el que se
entretuvo afablemente hablando
de la India, de Kerala y de las
posibilidades misioneras de Asia.
Pregunta.— ¿Y de la pastoral
juvenil?
Don Viganó.— Al oír la pre­
sentación de nuestros servicios de
Pastoral Juvenil y al ver la ro­
busta figura del Consejero encar­
gado, el Papa levantó gozoso las
manos y las dejó caer sobre los
hombros de D. Vecchi: — «¡Aquí
está toda la pastoral salesiana!
¡Bien! — dijo— . Hacen falta unas
buenas espaldas para una labor
tan importante y compleja...»
Pregunta.— ¿Y de la Familia
Salesiana?
Don Viganó.— Inmediatamen­
te, después del Consejero para la
Pastord Juvenil, llegó don Raineri: — «He aquí, Santidad, el
Consejero para la Familia Sale­
siana...»

— Pero, ¿cómo? — exclamó
sonriendo el Papa— , ¡una Fami­
lia tan grande y un animador tan
delgado!
—Eh, sí, Santo Padre, es que
se trata de una grandeza e inten­
sidad «espiritual».
Pregunta.—
espera el Pa­
pa de los Salesianos y de la Fa­
milia Salesiana?
Don Viganó.— Creo que espe­
ra todo lo que le hemos prome­
tido: entusiasmo espiritual, tra­
bajo apostólico, fidelidad a la
Iglesia y al carisma de Don Bosco.
Al concluir la audiencia, nos
acompañó hasta la puerta de su
estudio y nos saludó de nuevo,
uno a uno. Y habiéndome que­
dado el último, pude decirle co­
mo expresión de nuestra visita:
¡Santo Padre, Don Bosco y sus
discípulos siempre estarán con
Pedro!

I

i

*1

EVANGELIZAR
A
LOS
JOVENES
GiMGO PREGUNTAS AL GONSEJERG GENERAL
PARA LA PASTGRAL JUVENIL

Don Juan E. Vecchi habla de los proyectos de evangelización de la juventud del mundo salesiano. Un tema que nos in­
teresa y que nos apasiona a todos cuantos pertenecemos a la
Familia Salesiana.
1.
Los Salesianos son los acción, y por donde nos mo­
«evangelizadores de los ¡óve- vemos.
nes». ¿Q ué onenfacion vo a
La lectura del documento
tomar la Pastoral Juvenil des­ capitular sobre la evangelizapués del Capítulo 21?
ción de los jóvenes ha desper­
tado en todas partes una infi­
R. La Iglesia está viviendo nidad de iniciativas para pro­
un «tiempo de evangeliza- fundizar el Sistema Preventi­
ción». Los Salesianos han de vo. He aquí pues la primera
vivirlo entre los jóvenes. Por orientación pastoral: «Anun­
eso, nuestra «praxis» pastoral ciar y testimoniar el Evangelio
ha de ser el Sistema Preventi­ con esa presencia que la Con­
vo, como propio de nuestro gregación ha heredado de su
carisma. Su Sistema Preventi­ Fundador».
vo octualizado, naturalmente.
Ello nos exige el conoci­
miento de los jóvenes de hoy
y estar al día en las orienta­
ciones pastorales de la Iglesia
para saber nuestra linea de
8

Y esa ha sido también la
orientación que nos ha mar­
cado el Santo Padre: «Mante­
ner el carácter propio de la
pedagogía salesiana y más
sabiendo que las necesidades
sociales y eclesiales de los

tiempos modernos piden el ti­
po de apostolado de los Hi­
jos de San Juan Bosco...» Asi­
mismo, el Rector M ayor lo ha
expresado con gran claridad
en su Carta sobre el Sistema
de la bondad.
2.
Usted acaba de hablar
de «los jóvenes de hoy» y del
Sistema de Don Bosco. ¿Q ué
esfuerzos han hecho los Sale­
sianos para ponerse al día en
su misión educadora?
R. Creo que la Congrega­
ción se ha lanzado al cumpli­
miento de su misión educado­
ra en estos tres aspectos: Re­
flexión, organización y pre­
sencia. Ha habido sus más y
sus menos, pero se ha traba-

Jó v o A eo

Aquí entramos en el tercer
jado y se ha evolucionado de '
acuerdo con las necesidades aspecto. Es imposible hacer un
recuento de las actividades e
juveniles.
intercambios, de los encuen­
Como «observadores» de la !
tros celebrados. Había que re­
situación juvenil, han surgido
correr una a una, las inspecto­
los Centros de Pastoral, a ni- |
rías de la Congregación. Pero
vel inspectorial y a nivel na- '
se da en casi todas ellas este
cional. Dichos centros han ela­
fenómeno del nacimiento de
borado estudios y han publi- ;
verdaderas comunidades pas­
cado revistas y subsidios.
¡
torales orientadas a los jóve­
Por otra parte, la Congre- ¡ nes, en las que se hace una
gación tiene un «observato- • planificación en común, que
rio» privilegiado para el estu- , luego también se revisa co­
dio de la problemática juvenil j munitariamente.
en la Facultad de Ciencias de
la Educación en la Universidad Salesiana de Roma. Dicha Facultad ejerce su influen­
cia en la formación del perso­
nal y en la ayuda y asistencia
a los diversos centros de pas­
toral.
Hay un gran número de ins­
pectorías que se han distinguido por su dedicación a la Postoral Juvenil, creando equipos
de animación y otros servicios.

i
Existe además el Dicasterio
! de la Pastoral Juvenil. Es una
i especie de Ministerio del Con­
sejo Superior. A nivel mundial,
es un «observatorio» de los
: movimientos juveniles, y esta
en conexión con los organis­
mos de la Iglesia que se inte­
resan en la evangelizacíón de
(os jóvenes.
;
| Por todo ello, creo que los
Salesianos se han ocupado y
¡ preocupado por la evangeli-

zación de los jóvenes. En la
actualidad, poscapitular, la
Congregación pide a los Sa­
lesianos «una dedicación ma­
yor a los problemas juveniles
en los próximos seis años co­
mo objetivo prioritario de su
renovación y de su actividad».
Es posible que en algunas
partes no se dé esta sensibilidod. Pero defectos los encontramos en cualquier sitio.
3.
Existen los jóvenes mar’
ginados^ principalmente en las
grandes barriadas de fas ciu­
dades industriales. ¿Q u é ha­
cen los Salesianos por llevar
la enseñanza a estas zonas
pobres? ¿Se han preocupado
de su liberación integral?
R. Con las presencias salesianas en los ambientes popu­
lares en los que se da la ex­
trema pobreza. Se trata de
presencias evangelizadoros y
también de promoción huma­
na, social y cultural, con los

medios de que disponen los
anunciadores del Evangelio. Y
en casi todas partes nuestras
presencias son una respuesta
a las necesidades de la zona.
Además, en todo el mundo
salesiano hay escuelas de gran
prestigio por su seriedad, por
su calidad profesional y por
su capacidad educativa. Di­
chas escuelas han contribui­
do notablemente al desarrollo
cultural de los diversos países
y han estado siempre abiertas
a la gente del mundo. De su
seno han salido ciudadanos y
cristianos comprometidos, no
pocos de ellos son miembros
de la llamada clase dirigente.
Por todo ello sentimos a me­
nudo orgullo y estímulo.
También, ¿y por qué no?,
muchas inspectorías se han
planteado la cuestión de si
ciertos colegios son necesarios
en la zona en que están, o si
son verdaderamente escuelas
que preparan a la vida de

hoy, o si están en función de
las clases más necesitadas...
Pero, respondiendo más di­
rectamente a la pregunta. El
Capítulo 21 impulsa o unas
nuevos presencias salesianas
en las zonas marginadas y po­
pulares, al mismo tiempo que
pide una revisión de las obras
para ponerlas al día de acuer­
do con las necesidades del lu­
gar y del tiempo.
4.
En tiempos de Don Sos­
co existía el problema de los
jóvenes encarcelados, de los
alcoholizados precoces y de
los dedicados al juego. Hoy
habría que añadir el de los
drogadictos y delincuentes.
¿Cuál es lo misión del salesia­
no de hoy, la de atender los
casos clínicos o la intervención
preventiva?
R. Don Bosco se empeñó
con osadía y eficacia en su
apostolado en las cárceles de
menores de Turín. N o obstan­
te, su atención especial fue lo
de «prevenir» más bien que la
de curar.
También hay Saíesianos que
dedican su actividad a casos
difíciles y dolorosos. Con to­
do, nuestro fin principal es el
de ayudar a los jóvenes y
educarlos de manera que no
busquen después el refugio de
esos paraísos falsos. Hemos
de enseñarles a saber luchar
por sí mismos y a comprome­
terlos en mejorar el mundo.
El salesiano debe convivir con los
jóvenes para conocerlos.

10

Don Juan Vecchi con Antonio Sán­
chez Romo, delegado nacional de
Pastoral Juvenil, y con Angel Larrañaga, también del Centro Nacional
de P. J., en su reciente visita a Ma­
drid.

Pero también es necesario
decir que los jóvenes son los
primeros en advertir la mani­
pulación de la sociedad de
consumo en que viven. Tienen
unas antenas hipersensibles y
están casi biológicamente pre­
venidos contra la manipula­
ción. Ello no quiere decir que
no necesiten orientación. La
formación requiere un trabajo
lento y constante.
La espiritualidad cristiana
tiene hoy más sentido que
nunca paro los jóvenes pues
da su debido puesto a la li­
bertad personal, a la concien­
cia y otros valores de la per­
sona. La espiritualidad da
fuerza para hacer frente a la
manipulación y para hacer
posible una convivencia huma­
na.
buscando siempre una autén­
tica jerarquía de valores.
Frente a una masa juvenil
en la que crece el desempleo
y la violencia, creo que es más
urgente una acción preventiva
que el remiendo de los casos
clínicos. N o obstante, también
hay salesianos que se dedican
a actividades más difíciles y
urgentes en circunstancias es­
peciales. Estos hermanos sa­
ben que tienen el apoyo de
toda la Congregación.

cas, principalmente marxistas,
sobre todo en un mundo de
creciente secu/orismo. ¿Q ué ti­
po de espiritualidad se les
puede proponer hoy? ¿Q ué
significan para ellos lo santi­
dad y los sacramentos? Hago
un diagnóstico de los jóvenes
y de los Salesianos Educododores...

R. Esa contaminación secu­
larizante y marxiste no se da
igualmente en todas partes.
Eso sí, abunda más en las zo­
nas subdesarroHadas, como
5.
Hoy día ios jóvenes son consecuencia de la miseria en
victimas de ideologías políti­ contraste con el confort.

Unir evangelio y cultura,
sacramentos y compromisos
temporales supone un reto a
los educadores cristianos que
han de vivir ellos mismos an­
tes de proponerlo como cami­
no a seguir.
La Santidad significa toda­
vía mucho para los jóvenes
cuando se les presenta en mo­
delos cercanos a su experien­
cia y comprensión. Sin duda
que rechazarán un tipo abs­
tracto de santidad. En cambio
les harán impacto los verda­
deros testimonios como la ca­
ridad vivida hasta el heroís­
mo.
n

DOH EMILIO CORRALES
CINCUENTA
AÑOS
DE CURA
SALESIANO

Soñaba do pequeño con
ser torero. P ara sus aventu­
ras por los ruedos de las pla­
zas populares había adquiri­
do una moña postiza... Pero
un día se cortó la coleta para
ser sacerdote, hijo de Don
Bosco.

t. A I IE S '

(’•: • A'

S [

ORO

¿Quién no conoce a don
Emilio Corrales? Un salesíano
que ha sido inspector duran­
te dieciocho años es una fi­
gura señera en la España Salesiana. Por eso. la celebra­
ción de sus bodas de oro
sacerdotales ha tenido una
resonancia nacional. La Co­
munidad Educativa del Cole­
gio de Renfe de Villagarcía
preparó un homenaje al salesiano que. a su s setenta y
ocho abriles floridos, aún es­
té en activo dando clases a
los Jóvenes del centro. Con lo
que demuestra que el salesiano celebra con júbilo sus
fechas jubilares, pero que no
se jubila.
Acudieron a la llamada don
José Antonio Rico, del Con­
sejo Superior; los Inspecto­

12

Los jóvenes felicitan a don Emilio

res provinciales de Bilbao.
León y Madrid: varios com­
pañeros de curso, como don
Filiberto Peris, don Aniceto
Sanz y don Mariano Valle. Pa­
ra unirse a su gozo sacerdo­
tal llegaron también muchos
otros salesianos que fueron
alumnos suyos en los años
que fue director del Colegio
de Salamanca y que allí se
decidieron también a ser sa­
cerdotes salesianos; don José
Antonio Rico, don Blas Calejero, don José Sanz. don Ma­
riano Sanz. don Adolfo Gon­
zález. don Angel Gómez San­
tamaría. don Luís García Guitián, don Félix Muñoz, don
Jesús Pablos... Fueron tam­

en un emocionante besamanos.

bién muchas salesianas. so­
bre todo de los colegios cer­
canos de Galicia.
Centro de la celebración
fue la Eucaristía en la iglesia
del Colegio. Don Emilio salía
al altar acompañado de los
Padrinos Eclesiásticos; don
José Antonio Rico y don
Aureliano Laguna, Inspector
de León; y de los Padrinos
de mano: don Leopoldo Maestu y Señora.
Don José Antonio Rico ha­
bló en la homilía de tres fa­
cetas muy peculiares de don
Emilio; el caballero, el salesiano y el sacerdote. El ca­
ballero, cuya norma fue siem­
pre el respeto a la persona

p rim e r pleno

EL ARTE DE SER JOVEN
GDnfieso que entonces sentí nostalgia de la misa tii*
dentina. Lo confieso ahora con rubor y casi avergon­
zado, por temor a las consecuencias que de ello pudiera
derivarse. Pero juro también que nadie se dio cuenta
entonces de mis desviaciones y añoranzas litúrgicas.
Estábamos todos apiñados, ansiosamente atentos a
los más mínimos detalles. Fuera, el viento frío crispa­
ba, a intervalos, el agua de la ría, y un sol de prima­
vera adelantada se posaba medrosamente en los pasti­
zales, salpicados de granito.
Con voz aparentemente firme, pero en la que se tras­
lucía una emoción apenas contenida, comenzaba don
Emilio la misa de sus bodas de oro sacerdotales.
Desde aquel lejano febrero salmantino, hasta este re­
manso galleo eran muchos los años —50 exactamen­
te— transcurridos, prietos de trabajo, responsabilidades
y fatigas. No fueron años fáciles los dieciodio que don
Emilio pasó en Salamanca —seis como consejero y dcxo
como director del colegio—. El turbión de la República
y la guerra se hizo también sentir —y a veces, profunda
y dolorosamente— en “la apacibilidad de Salamanca”.
Pero don Emilio supo siempre templar y mandar.
Le ha quedado connatural el quiebro limpio de aquellos
años de Talavera, cuando quería ser torero y se pasea­
ba, ufano y ensoñador, con la coleta de trapo que su
madre le había hecho. Un torero un poco extraño, por­
que jugaba también a decir misas...
Mi madre me ha contado muchas veces, cómo, por
los años de la República, veía pasar cerca de casa, todas
las tardes, puntualmente, a un hombre pulcramente
atildado, con sombrero y bastón de fina contera. Su
porte elegante y también su puntualidad no dejaron de
llamarle la atención. Y, cuando, entre sorprendida y
curiosa, comentaba el hecho con sus amigas, una de
ellas le dijo: “Pero, mujer, si es don Emilio, el director
de los salesianos”...
Don Emilio ha tenido de siempre un aire distinguido,
como de estar de vuelta de todo. Nada parece cogerle
de sorpresa, como si ya hubiera previsto todo y todo
lo hubiera exF>erimentado y repetido, una y otra vez,
minuciosamente para consumar la perfección: en pala­
bras, actitudes o en su atuendo: desde sus céleres
buenas noihes en la galería del colegio de Salamanca,
o aquel airoso garbo de su manteo, hasta los largos
años de cargos y respcmsabilidades, o el clerygman y
el jersey de cuello alto del Vaticano segundo...
Ha sabido darse siempre a todo ilusionadamente, y
a todos, con corazón, aunque, a veces, se le quedase

de los demás unos pocos
años antes del Concilio Va­
ticano II. El salesiano, con su
amor a todo lo juvenil, con
su devoción a María Auxilia­
dora y su sentido de la ale­
gría. Y el sacerdote, entrega­
do siempre a los Jóvenes, a
sus tareas pastorales. La ho­

un poco rezagado en las altas seriedades que entonces
imponían oficios y circunstancias.
Es un poco aventurado, y no siempre fácil juzgar
k historia de nuestro colegio “Helmántico” por aque­
llos años y más con criterios y módulos actuales.
Pero si es cierto que Salamanca "marcó” a don Emi­
lio, no lo es menos que don Emilio “marcó” al colegio
de Salamanca.
Nos han repetido con frecuencia, y espero que todavía
sea, en esto, válida nuestra vieja y obsoleta teología,
que las vocaciones son un premio de Dios; como un
visto bueno de que las cosas afines con su voluntad.
Deduzco entonces que el colegio “Helmántico”, por
aquellos años, debía tener buena credibilidad en las
arcanas contabilidades celestiales, a juzgar por las nu­
merosas vocaciones sacerdotales, que de él salían, año
tras año.
Ahora, aquí, en Villagarcía, estábamos doce o trece
sacerdotes salesianos, antiguos alumnos de aquellos años
de don Emilio, concelebrando con él en la misa de sus
bodas de oro sacerdotales. Pero casi distraídamente
surgían nombres y caras de otros muchos amigos curas
de entonces, algunos de los cuales han dejado el sacer­
docio. La buena memoria de don Emilio evoca los nom­
bres de unos treinta y tantos sacerdotes, cuarenta, tal
vez, durante sus doce años de director. Como estadísti­
ca, no está mal.
Se le veía gozoso, a don Emilio, en esta mañana.
Atrás —irrepetible— quedaba la larga historia de esos
50 años, de alegría y entregas, de responsabilidades y
tristezas. Los muchachos y las guitarras gritaban acom­
pasándose uno de esos cánticos litúrgicos-rockeros. Los
curas concelebrantes nos desplegábamos estratégicamente
por los más recónditos rincones del presbiterio y luga­
res aledaños, cuando don Emilio, hierático, como en
aquellos lejanos años de Salamanca, se acercaba al altar
para comenzar la misa. Yo lo veía joven, sorprendente­
mente joven, mintiendo a la edad y con agilidad envi­
diable. Hacía años que no nos encontrábamos. Y, al
contemplarlo ahora^ de nuevo, en medio de sus amigos
y antiguos alumnos —algunos de ellos aparentemente—
más viejos que él, no pude por menos de preguntarme
a mí mismo: “Pero, <fqué demonios hará este hombre
para conservarse siempre tan joven"?
Fue entonces precisamente, y lo confieso con rubor,
cuando se me alás incoercible, desde el fondo del alma,
la nostalgia de la misa tridentina: “Me acercaré al altar
de Dios*, al Dios que alegra mi juventud"...
JESUS PABLOS MENDEZ

milía de don José Antonio fue
el canto ai hombre realizado
en su ideal, a una vida vista
en plenitud, como una fiesta
jubilar, como una boda jubi­
losa, una boda de oro con su
cosecha muy dorada en las
manos.

«Yo soy un viejo en acti­
vo». confesó don Emilio en la
sobremesa del ágape que se
le ofreció después de la
Eucaristía. En activo, y rodea­
do del cariño de todos los jó­
venes del Colegio de VÜIagar13

cía, a los que está entregado
con el fervor de sus primeros
años de magisterio. Estos jó­
venes saben quién es don
Emilio, y por él darían cual­
quier cosa.

Pero en la sobremesa tam­
bién ocuparon su sitio los re­
cuerdos. El Colegio de Sala­
manca le dedicó una placa
en la que le recordaban con
agradecimiento los doce años

que estuvo como director.
Doce años difíciles, sí los
hay, pues a don Emilio le ca­
yeron los años de la Repúbli­
ca y de la Guerra Civil.
Pero fueron años fecundos
pues salieron del colegio
unos treinta y tantos sacer­
dotes, no sólo para la Con­
gregación Salesiana, sino pa­
ra otros Institutos religiosos
y para el clero secular. Y don
Emilio recordaba con gusto
que fue un verdadero émulo
de Don Bosco en el cultivo
de las vocaciones sacerdota­
les y en el gran monumento
que dedicó a María Auxilia­
dora.
¿Un gran monumento? sí,
Don José Antonio Rico y don Aureliano Laguna acompañan a don Emi­
lio como padrinos en su Misa ju­

bilar.

p rim e r plano
Don Emilio recibe la placa conme­
morativa que le ofrece el Colegio
de Salamanca.

»

como Don Bosco, construyó
en la ciudad salmantina la
hermosa iglesia gótica, y que
se bendijo por la década de
los cuarenta.
Y. naturalmente, recordó la
fecha de su ordenación sacer­
dotal. el 24 de febrero de
1929, en una ceremonia reco­
gida. Ordenación que recibió
de manos de monseñor Frutos
Valiente.
Más tarde, dieciocho años
de Inspector provincial. Seis
años en la Inspectoría Célti­
ca. formada entonces por las
actuales de Bilbao, León y
Madrid. En 1954 se hizo la di­
visión de Inspectorías, y don
Emilio pasó , a la Inspectoría
de Zamora. Y. como el que
prueba repite, allí estuvo do­
ce años de provincial, que ya
es hacer méritos...
Lo que quizás no habría so­
ñado don Emilio es la paz ca­
si bucólica de Víllagarcía de
Arosa, donde, además de los
recuerdos de su vida, puede
contemplar uno de los paisa­
jes más bellos de España. La
serenidad de la famosa Ría le
brinda placidez y hermosura
para Ir recordando, recordan­
do...
EL MUCHACHO
QUERIA SER TORERO.

I.

Recordando, recordando...
Don Emilio ha sonreído a sus
años de chaval. Y ha visto
ante sus ojos de setenta y
ocho años a un chiquillo que
Salesianos y alumnos en la velada.

por las calles de su Taiavera
natal soñaba en ser torero.
Ya se sabe. Taiavera asocia
su nombre al de Josellto. Es
tierra de toreros y de feria
ganadera. Y don Emilio ha
contado su secreto. El se iba
con las pandillas y tenía su
capote casi de verdad y se
dejaba el pelo largo y, ya que
no se lo permitían, se adqui­
rió una moña postiza para po­
nérsela en sus exhibiciones
por las plazas populares de
la comarca. Porque su ambi­
ción era ser un gran matador.
Pero también tenía la ilu­
sión de ser cura. |Vaya, Se­
ñor, qué alternativa! También
solía echarse a la espalda el
mandilón de su madre y. en
un altar, ensayaba a decir de
mentirijillas la misa que lue­
go iba a decir de verdad...
Y aquel chaval que quería
ser torero y cura a la vez, en­
tró en el Colegio Salesíano
de Taiavera. Y después, ya
se sabe: se cortó la coleta de
torero para ser cura salesiano de verdad. Y ahí están
esos cincuenta años, densos
y repletos...

Ahora don Emilio, en sus
bodas de oro sacerdotales,
tiene una pena que también
ha confesado; los Salesianos
se fueron de Taiavera. ¿Vol­
verán los Salesianos a su
pueblo algún día? Porque Ta­
iavera... Y quién sabe si los
Salesianos de Madrid, cual­
quier día le dan ese alegrón
que don Emilio sueña ahora
desde su mirador de Viliagarcía...
jOUE BUENA FAENAI
El público saiesiano que
asistió a la celebración de
sus bodas de oro sacerdota­
les ha aplaudido las buenas
faenas saleslanas de don Emi­
lio. Y estamos seguros de
que habrá pedido para él ore­
jas y rabo y vuelta al ruedo
y le habrá proporcionado mu­
chos aplausos. Por su maes­
tría. por su buen hacer, por
su elegancia.
Y a don Emilio aún le que­
dan varios sombreros.
R. A.

PARA FORMAR
EDUOADORES
CRISTIANOS
MMDRiDs gMMUaURAGiOM D E LA
ESCUELA URIVERSITARIA ”D. BOSCO
DE FORMAGtOM DEL PRGFESDRADG
DE EDUGACiGM GENERAL BASiCA,
EL RASADG 31 D E ENERG.

Presidió la Eucaristía el Cardenal Tarancón, Arzobispo de Madrid.
El Rector de la Universidad Complutense, don Angel Vian Ortuño,
abrió la sesión académica^ en la que don Sergio Bábade, Decano
de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la misma
Universidad, dio la lección inaugural sobre el tem a «Persona y
Cultura».
LA E S C I'E IA
DON BOSCO
Había que inaugurar el edifi­
cio nuevo de la Escuela Don Bosco. La Escuela Universitaria del

Profesorado, que alza sus aulas
a pocos metros de la madrileña
Dehesa de la Villa, junto a la
misma Ciudad Universitaria. Y
había que celebrar el último Real
Decreto del 14 de abril de 1978,

i

por el que se transformaba defi­
nitivamente en Escuela Universi­
taria, adscrita a la Universidad
Complutense... Y ninguna fecha
mejor que el 31 de enero, fiesta
de San Juan Bosco y titular de
la misma.
— ¿Vendrás a la inauguración?
La directora, Sor María Gallego,
me envió puntualísima la invita­
ción. No podía faltar el Boletín
Salesiano, fotógrafo incluido. Y,
camino de la Escuela, fui leyen­
do el historial de esta obra tan
importante, pues se trata nada
menos que de la formación de los
educadores cristianos.
El Cardenal Tarancón, acompañado
de don José Antonio Rico, los ins­
pectores de Bilbao, Madrid y León,
y otros saleslanos.

U!

»;.

^

convivenciQs

f,

Ei Rector de la Universidad Com*
plutense y don José Antonio Rico,
en amena conversación con la Ma*
dre' Auxilia Corallo, del Consejo
General de las Hijas da María Auxi­
liadora.

j

versitarias dcl Profesorado, con
carácter experimental.
Hasta que, finalmente, por el
Real Decreto del 14 de abril de
1978, la Escuela «Don Hosco» se
transformaba definitiva y oficial­
mente en Escuela Universitaria,
adscrita a la Universidad Com­
plutense.
Desde que se inician los estu­
dios del Plan Universitario, la Es­
cuela ha expedido 130 títulos. Y
en la actualidad cuenta con 402
alumnos y 33 profesores, de los
cuales, 10 son seglares; 12 salesianos, y 11 Hijas de María Auxi­
liadora».
«Esta Escuela, promovida por
aiatro provincias salesianas: (Salesianos de Madrid y León, y Sa­
lesianas de Madrid y Barcelona),
es el resultado de la fusión de la
Escuela Normal masculina «San
José» de Guadalajara y de la Es­
cuela Normal femenina «San Juan
Hosco» de Madrid. Ambas inicia­
ron sus actividades en 1959 y
funcionaron con regularidad has­
ta el curso 1971-72, habiéndose
formado en sus aulas 779 maes­
tros.
En 1973 aparece el Decreto
del 17 de agosto que regula la
transformación de las Escuelas
Normales en Escuelas Universi­
tarias. Es el momento de la fu­
sión de las Escuelas Normales
«San José» y «San Juan Hosco».
Puestos de acuerdo Salesianos e
Hijas de María Auxiliadora, se
solicita la transformación en Es-

cuela Universitaria mixta de For­
mación del Profesorado de E.G.B.
«Don Hosco».
Por orden ministerial del 27
de junio de 1974, se autoriza a
impartir las enseñanzas del plan
de estudios de las Escuelas Uni-

La mañana del 31 de enero
era fría, pero espléndida. El nue­
vo edificio abrió todas sus puer­
tas para recibir a los invitados,
{personalidades eclesiásticas y aca-

•■air
1

.

t i » ',

f - '

\

J
En la foto aparecen el Rector de la
Universidad, don José Antonio Ri­
co, Sor Pilar Andrés, inspectora de
Madrid, y Sor María G aile^, Direc­
tora de la Escuela Universitaria
«Don Bo$co>.

FIESTA INAUGUU \L

i



"

Mesa presidencial en la sesión académica del acto
inaugural de la Escuela Don Bosco, en la que don
Sergio Rábade, Decano de Filosofía y Ciencias de
la Educación, pronuncia la lección inaugural.

démicas que iban llegando. Cita­
mos algunas: el Cardenal Tarancón, Arzobispo de Madrid, y el
Vicario de Zona, Monseñor Larrabe; El Rector de la Universi­
dad Complutense, don Angel
Vían Ortuño; don Sergio Rába­
de. don Pascual Martínez Freire
y don Enrique Otón, catedráticos
de la Universidad. Les acompa­
ñaban también doña Mercedes
Unamuno, Delegada del Rector
para las Escuelas Universitarias,
varios directores de otras Escue­
las de Madrid y otras personali­
dades.
La Familia Salesiana estaba re­
presentada por don José Antonio
Rico, del Consejo Superior; Ma­
dre Auxilia Corallo, también del
Consejo General de las Salesianas; los Inspectores de León, Ma­
drid y Bilbao, varios directores y

directoras de los colegios de Ma­
drid y muchos Salesianos y Her­
manas.
También estaba presente don
Ignacio de Oriol, familia muy re­
lacionada con esta obra, y los ar­
quitectos e ingenieros que cons­
truyeron la Escuela, así como
Profesores, Antiguos Alumnos,
Alumnos y muchos otros simpa­
tizantes.

UNA OBRA DE AMOR
A LA JUVENTUD
Los actos comenzaron a las on­
ce de la mañana con la Eucaristía
presidida por el Cardenal Tarancón y concelebrada por gran nú­
mero de salesianos y otros sacer­
dotes. El Auditorium estaba aba­
rrotado. Los alumnos de la Es­
cuela, que habían preparado la li­

turgia, cantaron con arte y entu­
siasmo.
La homilía del Cardenal Arzo­
bispo de Madrid versó acerca de
San Juan Bosco y su obra educa­
tiva. «La suya ha sido una obra
de amor a la juventud, dijo; amor
humano y divino, indispensable
para lograr la hermosa tarea de
la educación. Para ello hace falta
entregarse a los otros siempre
con amor e ilusión, ganando así
los corazones de los jóvenes para
grabar en ellos la imagen de
Dios»...

UNA LECCION
MAGISTRAL
Después de la solemne Euca­
ristía, se inició a las doce el acto
académico con la presencia del
Señor Cardenal, de los Superio­
res de Salesianos y Salesianas y
del Rector de la Universidad
Complutense, don Angel Vian
Ortuño.
Don Angel Vían Ortufk), Rector de
la Universidad Complutense, en el
discurso de inauguración de la Es­
cuela.

convi vMieiQo

arrollar su trabajo de educadores
con bondad y dedicación.
Terminó deseando muchos éxi­
tos para la Escuela.

UN UOKAZON
ETERNAMENTE JOVEN

Don Antonio Escaja, profesor
y secretario de la Escuela, hizo
una breve historia de la misma
y presentó a las personalidades
que presidian el acto.
A continuación, tuvo lugar la
disertación de don Sergio Rábade, Decano de la Facultad de Fi­
losofía y Ciencias de la Educa­
ción de la Universidad Complu­
tense. Fue la suya una verdadera
lección magistríil, en la que di­
sertó sobre el tema «Persona y
Cultura». Puso de manifiesto las
distintas corrientes que se han
ido sucediendo en torno a la per­
sona humana, llegando a la clara
conclusión de que el hombre es
un ser libre y trascendente, espí­
ritu y libertad. El hombre ha de
crear su cultura y contar al mis­
mo tiempo con la técnica, pero
dominándola, porque el hombre
es el centro del universo. El hom­
bre tiene que hacerse conforme
hace su propia historia. Y nece­
sita alimentarse de auténticos va­
lores en esta crisis que hoy sufre.
El hombre de hoy necesita una
riqueza interior, esa interioridad
que lo capacite para inventar una
criatura nueva, im hombre que

sea señor de la técnica y que lle­
gue a ser persona siendo dueño
de su libertad.
El Rector de la Universidad
Complutense habló a renglón se­
guido. Comenzó con unas pala­
bras cariñosas y familiares en las
que manifestó su condición de
Antiguo Alumno Salesiano, del
Colegio de Carabanchel Alto de
Madrid. Recordó sus años juve­
niles y la influencia que en él
ejercieron salesianos como don
Marcelino Olaechea y don Ale­
jandro Battaini para los que ex­
presó emocionadas palabras de
agradecimiento.
Se dirigió luego a los profeso­
res y directores de la Escuela, in­
vitándoles a estar a la altura de
los tiempos y a llegar a la cota
marcada por Don Bosco, ofre­
ciendo su ayuda incondicional co­
mo Rector de la Universidad.
También tuvo para los alum­
nos palabras de afecto, animán­
doles a una reflexión sobre la
profesión de maestro, una de las
opciones más altas y dignas que
se pu«ien elegir, estimulándoles
a acompañar en su formación la
ciencia y la conciencia, y a des­

Los alumnos de la Escuela rea­
lizaron una representación escé­
nica salpicada de alegría y, al
mismo tiempo, de profundidad.
Dibujaron la figura del maestro,
verdadero «guía de niños», hom­
bre de corazón eternamente jo­
ven. Todo, con un lenguaje rítmi­
co y musical. Así supieron comu­
nicar a los asistentes su ilusión y
su esperanza.
Todas las personalidades y de­
más invitados, acompañados por
profesores y alumnos, hicieron
una visita a las dependencias de
la Escuela, concluyendo con un
vino español, donde todos juntos
gozaron de la cordialidad salesiana.
La fiesta de Don Bosco de
1979 pasó, pero su recuerdo per­
manece. Y la Escuela sigue su
curso. Y los Salesianos y Salesianas tienen la seguridad de que se
trata de una obra muy importan­
te, que sobresale entre todas las
que se realizan en la España salesiana, por su trascendencia. Sa­
ben que la formación de un maes­
tro equivale a multiplicar su ra­
dio de acción. Y más en un tiem­
po que no se distingue por la
abundancia de vocaciones religio­
sas. Por eso, estamos convenci­
dos de la trascendencia de una
obra como ésta: Porque vale la
pena formar educadores cristia­
nos.
M. C. G.
19

MIL ALM AS EM TORDAS
En el «Elenco General de la Sociedad de San Francisco de Sales», la
Inspectoría húngara de Rakospalota, bajo el patronazgo de San Esteban,
apenas llena dos páginas cortas: se elencan 20 obras hoy inexistentes, y
90 nombres de hermanos. Estos pocos salesianos no permanecen inactivos.
He aquí una pequeña «curiosidad» sobre el trabajo pastoral de uno de
ellos: la aventura de «Zoli Bacsi».
Mil almas de Tordas, pueblecillo de ios alrededores de
Budapest, tienen un párroco
de los párrocos y religiosos
salesiano. Poco se oye hablar
de Hungría. Pero uno, que se
llama Zoltan Mihaly Csupor,
ha sido noticia gracias a la
televisión húngara.
«Don Zoli» tiene una fina
sensibilidad de artista, que

desde hace una treintena de
años se manifiesta muy va­
riada, desde la pintura hasta
los «hobby». Mil almas no
dan tanto que hacer. Puede
uno dedicarse a alguna otra
cosa, cuando la inteligencia
cuenta con una buena dosis
de fantasía y de creatividad.
«Don Zoli» ha encontrado un
«medio de comunicación so-

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca "Sen Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas.
Baoa "Bibiana". Nueva entrega; 5.000. Total: 35.000 pesetas.

INSPECTORIA DE BILBAO
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"Mam á Margarita”. L. Cañada. N. e.: 250. Total: 53.500 pesetas.
"0. Rufino Encinas". Familia Santl. N. e.: 500. Total: 31.500 pesetas.
"D. José Puertas". Familia Santl. N. e.; 500. Total: 21.700 pesetas.
“Sr. Justi". Familia Senil. N. a.: 500. Total: 25.500 pesetas.
"0. Tomás Alonso". Familia Santl. N. e.: 500. Total: 43.500 pesetas.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca “Pío Campero Qayón". Montllla. Nueva entrega: 20.000. Total: 85.000 pts.
Beca "Virgen del Pino". Las Palmas. Nueva entrega: 5.000. Total: 41.800 pesetas.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"Don Fila". VIgo. Nueva entrega; 7.000 pesetas.
"San Antonio". VIgo. Nueva entrega: 7.000 pesetas.
"Don Rúa". VIgo. Nueva entrega: 12.000 pesetas.
"Don José Saburido". Oreme. Nueva entrega; 4.000' pesetas.
'Carm en Oliveros". Nueva entrega: 10.000 pesetas.
"San José". VIgo. Nueva entrega: 1 .5 X pesetas.
"Don Miguel Salgado". Nueva entrega: 1.000 pesetas.

INSPECTORIA DE M ADRID
Beca ‘ Familia Franela". N. e.: 1.000. Total: 90.000 pesetas.
Beca -M. A. i." N. e.; 1.000. Total; 118.000 pesetas.
Beca "Venezolana". N. e.: 18.280. Total: 45.787 pesetas.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca
Beca
Beca
Beca

"M an a Auxiliadora". Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. Total: 119.000 pesetas.
"Don Rafael Romero". N. e.; 10.000. Total: 102.000 pesetas
"Santiago Apóstol". N. e.; 50.000. Total; 295.000 pesetas.
"Marta Auxiliadora". Morón de la Frontera. Primera entrega; 15.000 pesetas.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca "Juan Manual*. Dofía Carmen Gómez. Alcoy. N. e.: 50.000. T.: 100.000 pts
Beca "Miguel Oliva". Dofla Pilar Cudós. Alicante. N. e.: 10.000. Total: 100.000 pts.
Beca "Dofla Paz". Dofla Paz Patino, Valencia. Entrega única 100.000 pesetas.

20

ciai»; el museo parroquial de
Tordas.
Sí, sí, «museo» ¿...? En re­
sumidas cuentas, que él te­
nía que decir algo más de lo
que le permiten sus homilías,
algo «encarnado» en la cultu­
ra y en la vida diaria. Y lo ha
dicho.
Poco a poco, en treinta años
de estudios, búsquedas, in­
tercambios culturales, y so­
bre todo de «diálogo» con la
gente, ha ido llenando el re­
ducido espacio de su casa
parroquial y de la torre del
campanario, con los más in­
sospechados objetos, inclu­
so antiguos: objetos capaces
de llamar la atención. Ha pre­
parado una galería de histo­
ria nacional, un sector geológíco-cíentífico, una descrip­
ción de las religiones, un
«stand» de liturgia cristiana,
una exposición de manuscri­
tos, impresos, muebles y una
colección de llamativos obje­
tos domésticos populares...
Hay Incluso un auténtico ob­
servatorio meteorológico. Y
sobre todo descuella una do­
cumentación hlstórico-científíca de otro benemérito sacer­
dote: el jesuíta padre Sajnovics, que vivió en Tordas el

fam ilia sQle 0ÍQoo
t

1

Un libro sobre la Virgen

¡COMPROMETIDOS!
M A R I A \ IOS CRISTIANOS

RAFAEL C ASASN O V AS: «¡Com­
prometidos!» María y tos Cris­
tianos». Delegación Nacional de
Cooperadores Salesianos. Ma­
drid, 1979. 320 páginas. 12 por
19,50 cms. Precio: 400 pts. Pedi­
dos: CCS, C/. Alcalá, 164 . Madrid-28.
Rafael Casasnovas es un salesiano, doctor en Mariología. En
el presente volumen realiza un
estudio profundo sobre María
Auxiliadora. Empieza buscando
la razón de nuestra devoción a
la Virgen para terminar con un
compromiso de renovación. En

Siglo XVII. Un modo como
otro cualquiera para ocupar
espacios culturales y poner­
se en comunicación con el
mundo.
Primeramente no pasaba de
un «diálogo» con los lugare­
ños, con los amigos, con los
aficionados al mismo «hobby». Pero después, a medida
que las noticias iban corrien­
do. comenzaron a acudir cu­
riosos, turistas, estudiantes,
profesores, agentes cultura­
les... «Don Zoll» se convirtió

el capítulo segundo se detiene
en el estudio de la figura de Ma­
ría en la historia de la salvación
a la luz del Vaticano II. En ei
tercero: presenta la devoción
mariana como realización de la
Iglesia y dei cristiano en estos
aspectos importantes: como en­
trega a Dios, como compromiso,
como encuentro con Dios, el cul­
to litúrgico realiza plenamente la
devoción a María. En el capítulo
cuarto aparece específicamente
la figura de María Auxiliadora en
la historia de la Familia Salesiana. Se estudia la opción mariana
de Don Sosco que empieza con
la inmaculada y termina con la
Auxiliadora.
Después de estudiar los pre­
supuestos doctrinales de la de­
voción a María Auxiliadora, con­
templa las relaciones existentes
entre este título y la maternidad
de María sobre la Iglesia, para
terminar en la necesidad de una
reactualización de nuestra devo­
ción en el ámbito de los tiem­
pos nuevos y de la nueva litur­
gia, y en una reflexión acerca
de la devoción a María Auxilia­
dora y ei hombre contemporá­
neo. Por fin, el último capítulo
se centra en María que. compro­
metiéndose y comprometiendo.

en un polo de atracción. En­
cerrado, sí. en su sacristía;
pero una sacristía muy visi­
tada... Lo más encantador es
ver allá colegios enteros, tro­
peles de muchachos que van
al museo como se acude al
oratorio... Porque no hay que
olvidar que el único título de
«don Zolí» es el de «párro­
co»... Sin duda los técnicos
de la televisión húngara lo
habían olvidado cuando le pi­
dieron que apareciera en la
pequeña pantalla como un

salva a la Familia Saleslana de
Don Sosco. Se estudia pues et
compromiso eclesial de Maria
Auxiliadora y de la Familia Salesiena, relacionando este compro­
miso con la misión y el carisma
salesiano.
Un libro que estudia a fondo
nuestra relación con la Virgen
Maria, en su título de Auxiliado­
ra de los Cristianos. Quizás ha­
bría que decir de él que se tra­
ta más bien de un libro esque­
mático y didáctico que de un li­
bro de lectura. Un libro serio y
adusto. Casasnovas cumple su
cometido de ofrecernos un librofichero en el que el lenguaje
queda coagulado en el frío de
una computadora, con sus divi­
siones y subdivisiones escola­
res. Sin embargo, es un libro
útil para el estudio de la teolo­
gía mariana, sobre todo, para
nuestra reflexión en ei mes de
mayo.
El libro lleva una presentación
del Rector Mayor, don Egidio Viganó, quien nos estimula a un
relanzamiento mariano y hace
votos para que «la lectura del
presente libro sirva para com­
prender y comunicar mejor la ri­
queza y la actualidad de María,
Auxilio de la Humanidad y Ma­
dre de la Iglesia».

«científico laico», o sea, sin
distintivos eclesiásticos. ¿Por
qué? — dijo él— . Yo soy el
párroco de Tordas. Trabajo
como tal, y como tal debo
aparecer... Después de du­
darlo un poco, le hicieron ca­
so. Los programas oficiales
anunciaron el filme «Zoli bacsi» (Tío Zoli) así: «Zoltan Mihaly Csupor, párroco de Tor­
das, además de sus activida­
des sacerdotales, se ocupa
de otras cosas poco comu­
nes. Su trabajo es un ejemplo
21

de cómo se puede ser acti­
vos y útiles».
«No cabe duda — escribió
el diario Pest megyei Hirlap
(5.12.78)— e l presentador
Carlos Kovalik y el director
de Teodor Radevski nos han
presentado a un hombre ex­
cepcional». «Zoli bacsi» vale
mucho como científico y co­
mo coleccionista. En la tran­
quilidad campestre ha sabido
asimilar la historia local y ha
adquirido profundas nociones
de lingüistica «magiar-fine­
sa», hasta el punto de que las
sociedades académicas d e
varias naciones lo han inclui­
do entre sus miembros. Mien­
tras la cámara, con el ojo cu­
rioso del fotógrafo Péter Dubovitz, recorre aquellos loca­
les abarrotados desde los pa­
vimentos hasta los techos,
nos damos cuenta de que la
casa parroquial es una meta
deseada: allá estuvo Dirac,
matemático de fama mundial:
y un ministro sueco. Por ella
han pasado celebridades hún­

México: Precioso documento gráfi­
co en el que vemos a una sateslana y a una voluntaria de Don Bosco rodeadas de chicas mixes pre­
parando la liturgia eucaristica. Con­
vivir y celebrar ta vida formando
comunidad cristiana sin distinción
de razas. Todos somos hermanos y
nos une la misma fe. La Iglesia pre­
dica el Evangelio no sólo con las
palabras sino con los hechos. Re­
ligiosos y seglares cristianos que
conviven con los pobres para asu­
mir con ellos sus anhelos de libe­
ración y evangelización.

22

garas y mundiales... ¿Por
qué? Nos lo ha explicado el
mismo «Zoli bacsi»: con la
«historia» del pueblecillo él
quiere servir a su comunidad:
con las «colecciones preten­
de estimular a otros que se
hagan eficaces y beneméri­
tos. Estos dos objetivos los
ha conseguido maravillosa­
mente».
Resultó un telefilme estu­
pendo, de media hora larga.
Todos saben que ios estu­
dios de cine y de televisión
de Budapest tienen un perso­
nal selecto: en esta ocasión
lo demostraron... «Tío Zoli»
gustó muchísimo..., y llovie­
ron las peticiones de que se
repitiera... Y hubo que in­
cluirlo de nuevo en la progra­
mación.
Los elogios llegaron tan al­
to, que sorprendieron al po­
bre «Tío Zoli», que de repen­
te se vio entre los «famo­
sos»...
— El cardenal Lazzlo Lekai:
Mí más calurosa felicitación...

— Un profesor de Vac: He
disfrutado durante la transmi­
sión: me ha gustado la varie­
dad de intereses tan amplia.
Me alegraría que el mismo
Papa Juan Pablo II se entera­
ra de esta actividad...
— El Párroco J. Onodi, de
Mucsi: Admirable. Mientras
otros malgastan su tiempo li­
bre, éste sabe ofrecer algo
serio...
— El Canciller del Obispa­
do: No se trata únicamente
de una labor científica: es un
modo de llevar a cabo la mi­
sión evangelizadora de la
Iglesia.
— Una viejecita: ¡Menos
mal que por fin queda bien un
cura!... Me siento muy feliz...
— El electrónico B. F.: Me
he sentido orgulloso durante
la transmisión; me alegro de
ser, por la gracia de Dios,
miembro de una Iglesia que
cuenta con animadores espi­
rituales como éste...
— P. N.. publicista de la
Radio húngara: En mi opinión

fomilio soleslono

es el documental más logra­
do del año.
— I. N., profesor: ...todos
mis alumnos, sentados, no
apartaban su s ojos de la pan­
talla...
— La doctora A. K.: Gra­
cias; mi fe se ha robustecido.
— A. O. de Nyergesujfalu:
Escribo en nombre de mu­
chos: toda la nación se ha
conmovido; hemos mirado la
televisión con la curiosidad
que los niños ponen al escu­
char una fábula; todo ha sido
de fábula...
— T. S. Bratislava (Che­
coslovaquia): Quién iba a
pensar que detrás de aquel
título se escondía un mate­
rial tan rico...
— L. B.. Ingeniero: He com­
probado que existe una rea­
lidad superior...
¿Quién podrá librar ahora
a «Tío Zoli» de la turba de vi­
sitantes? *F i g u r a r se — di­
ce— , llegan aquí, sonríen:
¿Sabe que vi su filme? Des­
pués se sientan y me tienen
ocupado todo el santo día; ¡y
se molestan si quiero aten­
der a otras cosas...!»
A sí se expresa «Zoli bacsi»; pero en el fondo se sien­
te muy satisfecho de poder
«comunicar» algo y de «servir
al prójimo» como le es posi­
ble al genial párroco de un
pueblecilío próximo a Buda­
pest — ¡mil almas más los
huéspedes!— . donde se ha
puesto en marcha e! menos
imaginable de ios «medios de
comunicación social».
M A RCO S BONGIOANNI

EL OIA DE MI OOHSAORACION
A DIOS COMO V. O. B.
Era estupendo salir de vacaciones un mes. Podía con toda tranquili­
dad organizarme para los Ejercicios Espirituales, preparar, libros... Inclu­
yendo aquel vestido nuevo, que no tenía nada de especial a los ojos de
nadie, pero ese era mi gran secreto: sería para lucirlo el día de mi con­
sagración perpetua ai Señor.
Y sin previo aviso llegó la enfermedad. No podía viajar, ni asistir a
ejercicios, ni hacer mis votos, ni convivir con mis hermanos que con
gran alegría veía todos los años. Y sí quedarme en casa, sufriendo desa­
nimada, guardar de nuevo mis libros, las ilusiones rotas y la moral por
el suelo.
Quise encontrar entonces justificación a todo: "¿Por qué?’ Y entre
lamentaciones, creo que gané a Jeremías, pensé en mi secularidad. Si esta­
ba en el mundo tenía que ser igual en todo a los demás. Jesús lo fu^
Luego si el último cristiano podía haber enfermado, ¿por qué no yo? Y
si Dios así lo dispusiera?
Entonces surgió la idea: ¿Por qué no hacer mi consagración en el Co­
legio, aquí en La Coruña? Lo consultamos a la Responsable del grupo, a
nuestro asistente Local y Regional y dieron su aprobación, Y quedó por
acuerdo mutuo la fecha.
Tendrá que prepararse todo, dijeron, como si fuera mi propia casa.
Sería allí la comida y podrían venir las Hermanas que quisieran. Escribí
al Padre Inspector y con gran alegría me comunicó su asistencia. No quie­
ro deciros lo pequeña que me sentí al ver tanta preocupación para que
todo estuviera bonito en la capilla. Incluso se negaban a que yo me pre­
ocupara pero no había otra Voluntaria. Además no era para mí sóla: ven(Irán las Hermanas de Vigo, y Orense, aparte que no era otra cosa que
dar honor a nuestro Instituto de V.D. B.
Llegó el esperado día, espléndido de luz y sol. ¿Que cómo me sentía?
No sabría decirlo. Eso sí, no me cambiaría por nadie en el mundo. Llegan
el grupo de Vigo con su Asistente. De sorpresa dos Hermanas de Zamora,
de Orense, y los Asistentes junto con el Inspector.
La capilla estaba preciosa. Es muy sencilla. Nos pusimos en círculo
alrededor del altar-mesa, el sagrario enfrente. Una imagen de María Auxi­
liadora a la derecha. En una mesa, en diez conchas de vicira, otras tantas
velas encendidas con las velas del altar sobriamente adornadas con flores
hacían alusión a la luz. En otra mesa una jarra de vino y pan, muchas flo­
res, posters alusivos a nuestra secularidad, apostolado y trabajo.
Empezó la Misa; los cantos de maravilla. Presidía el Padre Inspector
y concelebrantes. La homilía fue compartida. La Inició el celebrante: ha­
bló de don Rinaldi, de nuestro Instituto y expresó su satisfacción de asis­
tir por vez primera a uno de nuestros actos, Un Asistente, en nombre de
nuestro Instituto dio las gracias al Director del Colegio por el acogimien­
to en su casa. Yo poco hablé, quién lo diría, sólo dar gracias a todos y de
todo corazón. Decir “gracias" Dios mío, por aquella enfermedad tan moportuna: sólo era un medio de su sabiduría infinita para vivir así este día.
En las ofrendas ofrecimos la luz, el pan y el vino. La oración de los
fieles también fue espontánea. Recuerdo de una manera especial una ora­
ción: Las V. D. B. en su secularidad tienen aquí los elementos para su
vida: la luz que indica el camino, que es Cristo; el pan que da fuerza para
el camino y la ludia de la vida y el vino que proporciona alegría.
Finalizó la ceremonia: felidtadones, lágrimas. Y la comida comjwrtida
con todos los salesianos. El comedor, como la capilla, estaba con flores.
Vamos, que no tenía por que añorarse aquellas tandas de ejercicios ^ r
mí recordadas... Se leyeron en la sobremesa cartas y telegramas de Bar­
celona, Madrid, Zamora, etc. Todo resultó muy bien. Sólo falmfca la prcsenda de todas y todos de nuestro Instituto. Pero allí est^ais;
estas líneas (juiero agradecer vuestro recuerdo y oradones. ¡Qué grande
es pertenecer a nuestro Instituto!
Desde ese día tengo d corazón lleno de nombres. Os pido me ayu­
déis a perseverar, a dar gradas a Dios y a decir: “Alegraos conmigo; el
Señor hizo en mí maravillas".

V.
23

i

50 años en Tailandia, pri­
mero como director de obras
salesianas, y después como
párroco, animador de grupos
de compromiso social, organi­
zador de reuniones intercon­
fesionales de jóvenes, autor
de inspirados libros sobre la
fe, conferenciante en los mo­
nasterios budistas y en las
universidades, dirigente de
organizaciones dispares inclu­
so no católicas, condecorado
varias veces por las autorida­
des de la Nación: Don Ulliana, en la «tierra de ios li­
bres», da testimonio de la fe
cristiana con un estilo muy
personal.

Digo a los budistas! ¿Qu^
Pregunta.—Desde hace 50 años
como misionero... ¿qué dice don
Ulliana a los budistas?
Respuesta.—A mis hermanos bu­
distas tes digo que quién está en­
tre bastidores. En serio, es el título
de un libro que he publicado con
un éxito aceptable: «¿Quién está
entre bastidores?»
Ellos se quedan en la naturaleza.
Entonces les pregunto yo: ¿Quién
está detrás de la naturaleza que la
permite desarrollarse y transfor­
marse? Les pongo algunos ejem­
plos. Veis que un rosal crece, y en
un momento dado echa una rosa.
¿Es inteligente el rosal? No —me
dicen—. ¿Entonces, qué?... Cuando
pulso el interruptor de la luz. se
enciende la lámpara. ¿Es inteligen­
te la lámpara para comprender mí
intención? —No. —El interruptor,
¿es inteligente? —Tampoco. —En­
tonces. ¿quién es el inteligente?
—El que ha hecho la instalación...
Sigo: La naturaleza no es más que
una instalación montada por un
Ser inteligente que está entre bas­
tidores.

24

¿Puede una compañía de actores
actuar en el escenario si entre bas­
tidores no hay un director? No. En­
tonces concluyo: Entre bastidores
está Dios.
Pregunta.—Don Ulliana, usted ha
dicho que es párroco de 2.000 ca­
tólicos y de 30.000 budistas. ¿Es
una broma?
Respuesta.—Ni hablar. Desde que
entré en la parroquia de Ban Pong
tomé cariño a los budistas, como
a hijos, y así los trato. En pocos
años me he ganado su corazón. Pri­
mero me llamaban «sacerdote»,
ahora me llaman «padre». Algunos
tenían prejuicios contra el cristia­
nismo: ahora acuden a la iglesia
católica..., me confiesan que nunca
se les había pasado por la cabeza
que algún día irían a rezar a la
iglesia de la misión.
Estos budistas me invitan a sus
fiestas, me invitan a hablar. En las
bodas hablo de la santidad del ma­
trimonio, en los funerales hablo de
la vida eterna; así voy sembrando
muchas verdades cristianas. Tam­

bién los budistas acuden a nuestras
celebraciones, y en un número muy
considerable. Cuando llegó a nos­
otros la visita de la Virgen de Fátima, unos 10.000 estuvieron en la
procesión con sus antorchas en­
cendidas, y con verdadero entusias­
mo. Este acontecimiento produjo
en la población un gran cambio.
Los budistas me consideran un po­
co budista porque participo en sus
ritos, y yo a mi vez los considero
un poco cristianos porque han
aprendido ya mucho acerca del
cristianismo.
Pregunta.—Un 70 por 100, según
usted ha dicho alguna vez. Si no
me equivoco, usted piensa que los
budistas son cristianos en un 70
por 100, y que los cristianos son
budistas en un 70 por 100. ¿Tam­
bién esto es una broma?
Respuesta.—No, no. Yo veo en
el budismo una religión de prepa­
ración para el cristianismo, como
lo fue el judaismo. La moral bu­
dista no tiene nada de pecaminoso.
Incluso a veces es más detallada

misiones y le rc e r mundo

Respuesta.—En sí mismo el bu­
dismo no es una religión. Lo ha
dicho el mismo Rey. No se opone
al cristianismo. Tampoco el cristianismo es incompatible con la con­
cepción budista de la vida. Buda
fue un inspirado y un maestro, y
se le puede aceptar como tal. Diré
más: Se puede hacer la hipótesis
de que un budista se haga cristiano
y viceversa, sin que ninguno de
los dos tenga que renunciar a su
origen. Más: Los principios de la
moral budista son también nues­
tros: respeto a la vida, a la perso­
na, tolerancia recíproca. Es ya un
punto común.
Por otra parte, para nosotros es­
tá Dios por encima de todo, como
Ser supremo; para ellos la ley —el
«Dharma»— es la fuerza que pro­
duce cada cosa; se trata, pues, de
una forma de trascendencia. Y el
principio de la felicidad suprema
del Nirvana como premio de la fi­

en los matrimonios budistas y uti­
lizar el agua lustral bendecida por
los bonzos (no se trata de un acto
religioso, sino de una tradición de
valor augural). También pueden
participar en los funerales budis­
tas de personas con las que tengan
alguna relación. Y es también cos­
tumbre nuestra invitar a los mon­
jes y autoridades budistas a tomar
parte en nuestras ceremonias reli­
giosas.
El Gobierno organiza todos los
años una «semana de las religio­
nes», con 3 días más destacados
en los que intervienen las tres re­
ligiones principales; budismo, isla­
mismo y cristianismo. Cada uno
presenta su aportación al bien co­
mún. No se trata de propaganda,
sino de suprimir cualquier enemis­
tad eventual o incomprensiones.
Otra iniciativa simpática es el
«día de la madre». La lanzamos los
católicos, la han acogido todos. La

i^n está entre bastideres7
y exigente que la cristiana. Sólo
le falta una finalidad superior, una
referencia explícita a Dios. La fi­
nalidad de la moral budista es re­
dimirse de la esclavitud de la ma­
teria: pero ya un sentido espiritual
que le abre el camino hacia la mo­
ral cristiana. Naturalmente, al no
conocer a Cristo no esperan de él
la fuerza espiritual necesaria, y
sólo se apoyan en la fuerza de su
propia voluntad.
Esta expresión, el 70 por 100, la
usé hace dos años en una confe­
rencia dada en Chantaburi. cerca
de Camboya. Dije: «Yo me siento
budista al menos al 70 por 100; y
a vosotros yo os considero cristia­
nos al 70 al 100». Llovieron los
aplausos...
Pregunta.—¿Así pues, hay una
pM>sibílídad de entendimiento entre
cristianismo y budismo?
Los bonzos rodean afectuosamente
al salesiano que sabe hablarles de
Dios.

delidad a la ley es, desde siempre,
un principio teológico.
Pregunta.—¿En qué momentos
dialoga usted, como cristiano, con
los budistas?
Respuesta.—Ahora a los católi­
cos les está permitido tom ar parte

primera festejada es la madre de
familia, que da la vida a los hijos;
pero también se tiene presentes a
las madres en sentido espiritual,
como educadoras. También se fes*
teja a la reina, como madre de la
nación. Nosotros, los católicos, he­
mos propuesto —y lo hemos visto

Digo a
ios budistas:
¿Quión ostá
antro
bastidores?
aceptado— a la Virgen como ma­
dre del universo. En nuestra parro­
quia se han introducido estas ini­
ciativas. Cuando hablé al Alcalde,
me dijo en seguida: «Comencemos
desde este mismo año»; ahora ya
es una tradición consolidada.
Pregunta.— El diálogo entre cató­
licos y budistas, se da también en
el terreno social.

Respuesta.—Naturalmente. Tene­
mos problemas comunes. Por ejem­
plo, en nuestra parroquia ha sur­
gido una organización de abnega­
das señoras con un compromiso de
actividad caritativa; se llaman
«apoyo de la familia». Mensual­
mente examinan las peticiones de
ayuda, y ven la manera de aten­
derlas. Se cuidan también de las
madres de los pueblecilios vecinos
y les enseñan las cosas más prác­
ticas. No descuidan la educación
moral. El 90 por 100 de ellas son
budistas. Increíble, ¿no?...
Los budistas acogen con entu­
siasmo nuestras iniciativas. Hemos
abierto una escuela en una zona
abandonada; nos han ayudado los
budistas y las autoridades del lu­
gar. El día de la inauguración las
vestiduras de color azafrán —de

26

los bonzos— y las blancas —de
los sacerdotes católicos— se entre­
mezclaban... Pocos meses después,
al poner la primera piedra de otra
escuela nueva, el sacerdote cató­
lico estaba con los budistas para
esparcir granos de trigo en la tie­
rra como señal de prosperidad.
Pregunta.—Usted ha abierto el
diálogo con los budistas. ¿Son fre­
cuentes los contactos? ¿Le llaman
para conferencias? ¿Qué les dice?
Respuesta.—Los monjes budistas
—más de 200 mil en Tailandia—
están muy preocupados ahora por
su seguridad nacional. El budismo,
el islamismo y el cristianismo,
juntos, pueden hacer que los valo­
res espirituales refuercen la unidad
nacional. Han vivido de cerca el
drama de Vietnam. El comunismo
aprovechó el enfrentamiento entre
católicos y budistas. No se debe
repetir el error. En mis conferen­
cias subrayo que todos somos her­
manos y que todos juntos pode­
mos ayudar a la Nación. Serán los
valores morales vividos por el pue­
blo y la religión quienes salven,
no las riquezas ni las armas...
Pregunta.—¿Usted es optimista
respecto al porvenir de Tailandia?

Respuesta.—Hay motivos. En pri.
mer lugar el profundo amor de la
libertad («TTiai» significa «libre»).
Están orgullosos de no haber esta­
do nunca sometidos. Su sentido de
libertad se basa en la persona; el
comunismo sofoca la libertad del
individuo. Además la monarquía
tiene raíces hondas en el pueblo.
Por otro lado es muy fuerte el sen­
tido de familia: amor de los pa­
dres a los hijos, sentido de respeto
y de obediencia a la autoridad.
Sin duda que el comunismo está
atacando, pero el pueblo reacciona
a sus acometidas.
Pregunta.—Volviendo a sus 2.000
fieles, no le parecen poquitos? ¿Son
difíciles las conversiones?
Respuesta.—La palabra conver­
sión no es ya adecuada. A nadie
le gusta comenzar desde el princi­
pio. Pienso que por esta causa las
conversiones han sido escasas.
Aquí, después del Concilio, no se
habla de «renuncia al budismo».
Invitamos a que se informen me­
jor sobre el problema religioso,
subrayando que el budismo podría
enriquecer a un cristiano, del mis­
mo modo que el cristianismo po­
dría enriquecer a un budista. De
hecho vemos que ahora muchos
budistas estudian el cristianismo.

m isiones y te rce r m undo

Pregunta.—Entonces, ¿será posi­
ble el paso del budismo al cristia­
nismo sin una verdadera renuncia
al budismo, algo asi como si el
cristianismo pudiera asimilar el bu­
dismo?
Respuesta.—Del aspecto moral
ya he hablado. En cuanto al siste­
ma teológico, los budistas dicen
que no tienen Dios; creo que no es
exasta la afirmación suya. Hablan
de una trinidad: Buda, Ley (Dhama), y su Iglesia. Hablando sobre
todo con personas preparadas, les
digo que me den el orden de im­
portancia de esos tres.
Al principio quedan confusos,
pues nunca se han planteado el
problema. Después algunos respon­
den: Buda, porque viene el prime­
ro, después la Ley y en último lu­
gar la Iglesia. Entonces les planteo
otra pregunta: ¿Quién existía an­
tes, Buda o la Ley? La Ley —con­
testan. Insisto: Si Buda es superior
a la Ley, ¿por qué la venera’ y la
cumple?
El padre Ulliana y el padre Raimur>do García estudian con los bonzos
y autoridades civiles de Thailandia
la posibilidad de colaborar juntos
en una escuela elemental.

La palabra «Ley» con que tradu­
cimos su «Dhama» dice poco. «Dha.
ma» significa mucho más: es el po­
der que rige todo el universo. En
la práctica ellos atribuyen a «Dha­
ma» todos los atributos que nos­
otros referimos a Dios; es eterno,
puro, justo, infalible y garantía de
salvación, pues el que practica el
«Dhama» se salva. Algunos monjes
budistas que han estudiado el Evan­
gelio de San Juan han afirmado
que el «Dhama» es el Logos, el
Verbo de Dios, la Palabra de Dios,
tratando de unir así budismo y
cristianismo. En la práctica no les
gusta que se les diga que son ateos.
Y en realidad no lo son, porque
creen en una espiritualidad. Vea,
pues, que también por el lado teo­
lógico, al menos tienen alguna idea
de Dios, y pueden ser cristianos.
El problema de Cristo, de los Sa­
cramentos y de la Iglesia es dis­
tinto, mucho más serio: implica la
ayuda de la gracia, es un salto que
no se da a solas.
Pregunta.—Don Ulliana, usted ha
dicho que el cristianismo podría
aprender algo del budismo. ¿De
qué se trata, exactamente?
Respuesta.—El budismo, con sus
25 siglos de historia, representa
una riqueza moral para la humani­
dad y para la cristiandad, no me­
nos que la cultura griega santifica­
da por el cristianismo. Creo que
no puede no contener verdades vá­
lidas para nosotros. Nos toca a nos­
otros descubrirlas.

Personalmente creo que los cris­
tianos pueden aprender del budis­
mo el control que el espíritu debe
tener sobre la materia. Su medita­
ción religiosa insiste precisamente
en esto: aprender a controlar los
sentimientos, los deseos, las aspi­
raciones de origen material. Es la
idea en la base de su monaquismo.
Sus más de 2C0 mil monjes para
algunos son gente que se hacen
mantener por el pueblo. Pero con
su vida ascética están indicando
al pueblo los altos principios de
espiritualidad.
Estos monjes salen por la maña­
na a hacer su colecta; después po­
nen todo en común, en una olla
común, y comen sin saborear la
comida, porque todos los gustos
están mezclados. Buda dijo: «De­
béis comer para vivir, no para sa­
borear la comida». La gente ve a
estos monjes muy despegados de
los bienes materiales, dispuestos
incluso a morir de hambre si nadie
los mantiene; y aprecia su mensaje
espiritual.
Además lo viven. Cuando vemos
a funcionarios y autoridades del
estado, antes de cualquier ceremo­
nia pública, recogerse en oración
con todos los presentes, ni siquiera
nosotros podemos quedar insensi­
bles frente al mensaje del pensa­
miento budista.
Ahora digo yo: Si Platón y Aris­
tóteles ayudaron a comprender me­
jor el pensamiento cristiano, ¿no
podrá hacer lo mismo la filosofía
oriental? Necesariamente el cristia.
nismo ha de detenerse ante estas
realidades; difícilmente el occiden­
te puede entenderlas con sus pro­
pias categorías culturales. Muchas
de sus cosas nos ayudarían y nos
harían mejores.

iL

Argentina (Bahía Blanca): Hace
veinte años que funciona en esta
capital el Instituto Superior para
el Profesorado «Juan XXIII». El di­
rector del Centro entrega el título
a esta joven profesora.
han repartido a los indios unas 400
hectáreas de terreno de cultivo, y
donde han instalado una escuela y
un dispensario médico. Más hacia
el Chaco surge la población «Puer­
to Casado», entre fértiles cultivos.
Don Bosco vio en sueños cómo en­
tre los ríos surgían poco a poco
numerosas ciudades. El sueño tam­
bién se está cumpliendo.

BRASIL
PREM IADO EL
«OBISPO DE LOS POBRES»

CON PREFERENCIA
A LOS POBRES
Recífe (Brasil).— La Inspectoría
del Nordeste Brasileño ha decidido
reestructurar la Fundación Salesiana de los «Bongos», dedicándola
exclusivamente a la periferia de la
ciudad, para trabajar exclusivamen­
te el servicio de los más pobres.
La perspectiva es de desarrollar
una gran actividad en la promoción
humana de los jóvenes y para el
perfeccionamiento de los trabajado­
res. Será una gota de agua en el
mar. Pero por algo hay que empe­
zar.

Guiratinga (Mato Grosso).— Agra­
dable sorpresa y unánime aplauso
ha causado en la población del
Oeste brasileño la entrega del pre­
mio «Vicenza» al Obispo diocesano
monseñor Camilo Faresin, que des­
de hace veinticinco años gobierna
esta diócesis del Mato Grosso:
106.000 kilómetros cuadrados con
habitantes mixtos, brasileños, in­
migrantes italianos, indios bororos
y xavantes. Monseñor Faresin ha
sido premiado por haber comunica­
do «la fraternidad del hombre ha­
cia el hombre, más allá de toda

barrera de raza, de nación, de cre­
do político y de pertenencia social,
Inclinándose siempre hacia los po­
bres para alargarles una mano
fraterna según las enseñanzas de
Cristo». La ceremonia en Vicenza
fue presidida por B. Garzia Presi­
dente de la Provincia y del Obispo
diocesano A. Onisto.
Monseñor Faresin es oriundo de
Breganze y ha nacido de familia
campesina.

ARGENTINA
UN CU RIO SO
M A P A DE BARRIO
Córdoba.— En la periferia de la
ciudad se ha extendido mucho en
estos últimos años el «Barrio Don
Bosco», un sector popular nacido en
terrenos puestos a disposición de
los habitantes de aquella zona por
los salesianos. Cuando se debieron
trazar los planos el padre Osvaldo
Zaninet propuso a la administración
de la ciudad la idea de dedicar las
calles a los nombres de los sale­
sianos más insignes y beneméritos
de la Argentina. A este fin elabo­
ró una ficha sobre cada uno de
ellos, redactada en colaboración
con el padre Elidoro Mucilli, his­
toriador. El resultado fue que una
ordenanza municipal dedicaba las
calles del «barrio» a ios salesianos
Juan Cagliero, José Fagnano, Do­
mingo Milanesio, José Vespignani,

A LA ORILLA DE LOS RIOS
Asunción (Paraguay).— F u e r t e
Olimpo es una población paraguaya
en la que confluyen tres países
suramericanos; Paraguay. Bolivia y
Brasil. Los Salesianos, con ayuda
de grupos católicos franceses, han
construido un centro para alojar a
hijos de colonos y naúvos. Es úni­
co acceso a Fuerte Olimpo es por
el rio Paraguay. También, más ha­
cia el llano, se encuentra el Puer­
to María Auxiliadora, entre los in­
dios «Moros», en donde los misio­
neros. con la ayuda de Misereor,

28

Rédics (Hungría): El Salesiarto don Lajos Farkas rodeado de sus
monaguillos, que son sus feligreses predilectos...

npliclao
Carlos Conci. Alberto M. De Agostini, Juan B. Cherra, Angel Buodo,
Luis Pedemonte, Esteban Pagliere,
Mario Migone, Santiago Costamagna, Aquiles Pedrolini, Pablo Ardizzone, Nicolás Esandi, Evasio Carro­
ñe. Un mapa de Cardenales. Obis­
pos, Sacerdotes, Coadjutores. To­
dos estos pioneros sólo habían op­
tado a un nombre escrito en el cie­
lo...

POR LA M U S IC A A LA FE
Japón.— Takako-San se presentó
a la directora del Colegio de Salesianas de Tokio. Deseaba recibir
clases de música y una educación
occidental. La directora accedió.
Pero puso a la profesora salesiana
que no «tocara» temas de religión.
Terminados los cursos, la japonesa
hizo un viaje de estudios a Roma
donde tuvo una audiencia especial
con el Papa Pablo VI. De vuelta al
Japón, recibió el bautismo y, pos­
teriormente, se hizo salesiana. Aho­
ra, dicen que hasta toca músicas
celestiales...

A YU D A
A LO S M IN U SV A LID O S
Beliflower (California].— Unos 70
estudiantes de quince a diecisiete
años se han ofrecido voluntariamen­
te a ayudar a sus compañeros mi­
nusválidos. para llevarlos a la cla­
se, a la piscina, al recreo, etc. Este
servicio lo ha organizado el salesiano padre Esteban B. Whelan. Los
mismos jóvenes han creado la ini­
ciativa de un banco de sangre que
han bautizado con el nombre de
•Don Bosco», y que recoge unos
60 litros al año.

POLONIA
M U SEO QUE EVANGELIZA
Y AGRUPA
Czerwinsk.— En el noviciado salesiano se ha montado un museo
misionero. Se exponen más de 2.000
•hallazgos* y «documentos* prove­
nientes de distintos territorios en
vías de evangelización. Sólo los mi­
sioneros salesianos polacos sobre­
pasan el centenar: están dispersos
por todo el mundo. Ellos y otros
colaboradores aumentan cada año
ia colección, que. en Polonia, se
ha convertido en un centro de in­
terés, incluso desde el simple pun­
to de vista cultural: Unos 25.000
visitantes anuales pasan por él.
Además de constituir un testimo­
nio palpable de la actividad mísio-

Voltana (Italia): El Salesiano don Vicente Randi, misionero en China,
al lado de su madre «Emma». La madre era comunista, y el hijo sa­
lesiano. Ya anciana, fue a un hospicio, donde no tuvo más remedio
que ir a misa. Al fin, antes de su muerte, hizo la comunión y recibió
los sacramentos. Su hijo confiaba en la promesa de Don Bosco:
«Los padres de ios salesianos, todos se salvarán».
ñera de la Iglesia, es un lugar de
encuentro y de promoción para los
jóvenes más abiertos a este típico
género de interés.

INDIA
APORTES EN FECHA
«VEINTICUATRO»
Vyasarpadí (Madrás).— «Me en­
contraba de paso en Holanda, en
casa de mis familiares. Les contaba
que cada 24 del mes, la Virgen
Auxiliadora me manda un estimu­
lante regalo para mis leprosos, tan­
to que en India me suelen pedir
el día después la habitual informa­
ción: — ¿Padre, cuánto ha recibido
ayer?
En la India creen, pero en la Ho­
landa del 78...
M is parientes sonreían escépti­
cos. — "Es fácil — dice un chico con
aire de desafío— hoy es 23, por lo
tanto el tío recibirá mañana alguna
cosa. Los presentes ríen. Respon­
do: — ¿Por qué no?, yo creo que
mis leprosos se lo merecen”.
La conversación pasa a otro pun­
to y no se piensa más. Al día si­
guiente dije la misa de la Virgen.
Después, la horas corrieron rápida­
mente. Nadie pensaba en el desafío
del día anterior. A las cinco de la
tarde sonó el timbre: me dijeron

que una señora deseaba verme a
solas. La escuché. Me habló de
una venta que acababa de realizar
y que se sentía obligada a desti­
nar una parte de su ganancia a los
pobres. Era un sobre consistente.
Agradecí a ia benefactora y me
apresuré a mostrar el sobre a mis
parientes de "poca fe". Quedaron
estupefactos. Revisando el correo,
encontré dos cartas de Alemania
con dos buenos aportes. Estaban
fechadas 24 de noviembre y 24 de
diciembre. Gracias a la Virgen».
Escribe esta carta el padre Fran­
cisco Schiooz, misionero entre los
pobres y los leprosos en MadrásVyasarpadi (India).

ITALIA
EXALU M N AS
ENTRENADORAS
Várese.— Una prestación intere­
sante y buscada en los oratorios
de las HM A es la de entrenadora.
La exalumna no se reduce a co­
laborar en las competiciones de­
portivas; es también una presencia
salesiana entre las niñas. «Hacerse
ayudar de los jóvenes para los jó­
venes» es una idea genial de Don
Bosco que las antiguas alumnas
ponen en práctica en muchas Unio­
nes y situaciones.

29

Burriana (Castellón): Habiéndome
encomendado a nuestra Madre Ma­
ría Auxiliadora en una reciente in­
tervención quirúrgica, de la que he
quedado bien, y por no haber te­
nido ninguna complicación poste­
rior, doy gracias, envío un donati­
vo y deseo se publique en el Bo­
letín Salesiano. Angeles Cerezo Felis.
Burriana: Envío un donativo de
agradecimiento a María Auxiliado­
ra por favores recibidos y deseo se
publique en el Boletín Salesiano.
Asunción Granell.
San José del Valle (Cádiz); Soy
un antiguo alumno salesiano. Se
encontraba enferma mi madre y en
un sanatorio de Jerez iba a ser
operada de la vesícula. Pedí con
toda fe a María Auxiliadora que to­
do saliera bien. Y asi fue.- Hoy, lle­
no de agradecimiento envío esta
nota para que se haga pública
en el Boletín Salesiano. José María
Fernández P. R.
Monzón (Huesca): Envío un do­
nativo en acción de gracias por fa­
vores recibidos de María Auxilia­
dora y deseo que su mano protec­
tora llegue a muchos más. Crisanta
García.

Fontanales (Gran Canaria): Envío
una limosna de agradecimiento a
María Auxiliadora por favores reci­
bidos. Una devota.
La Coruña: Habiendo recibido una
gracia especial de Mana Auxilia­
dora. hago público mi agradeci­
miento y envío un donativo para
sus obras. Una Archicofrade.
Vigo: Por varias gracias recibi­
das de María Auxiliadora y San
Juan Bosco, envío una limosna para
las Obras Salesianas y deseo se
publique en el Boletín. V. Linares.
Salamanca: Hago público mi agra­
decimiento a María Auxiliadora por
favores recibidos y envío un do­
nativo. Leocadia S. G.

30

Santa Marina • Tapia de Casariego
(Asturias): Muy agradecida por fa­
vores recibidos de María Auxilia­
dora lo expreso públicamente en el
Boletín y envío una limosna. Amalia
Marseda.

Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora, San Juan Bosco y San­
to Domingo Savio por haber apro­
bado mi hijo los exámenes, y envío
un donativo para las vocaciones salesíanas. Charo.
Valencia: Por haber resuelto un
problema muy difícil y para que
María Auxiliadora nos siga prote­
giendo, envío un donativo para el
Tercer Mundo. M. R. S.
Avilés - Llaranes: Como un gran
deber contraído, hace pública su
gratitud a María Auxiliadora por su
continua protección sobre todas
sus intenciones particulares y so­
bre toda su familia. Esta protección
se manifiesta a través de múltiples
situaciones solucionadas con feliz
resultado. Más que un hecho mila­
groso hace constar la cercanía per­
manente de la protección de tan
buena Madre como un milagro inin­
terrumpido de su presencia. Por
todo ello anima a todos a confiar
sin medida en tan valiosa y fiel
Protectora y se declara su fervien­
te devota. Etelvina Pérez.
Madrid: Familia Lamela da gra­
cias a María Auxiliadora por favo­
res recibidos y entrega un donativo
para las Obras Salesianas.
Madrid: Habiendo tenido mi ma­
rido que sufrir una grave interven­
ción quirúrgica, me encomendé a
Maria Auxiliadora por la intercesión
de su Siervo el padre Rinaldi. Ha­
biendo sido escuchada y agrade­
ciendo el favor recibido, cumplo lo
prometido entregando una limosna
y rogando se publique en el Bole­
tín. Señora de Martínez. Coopera­
dora.
Barcelona: Habiendo sufrido una
herida de corte en el codo con mo­
tivo de la rotura de un cristal, pa­
só bastante tiempo sin que se lle­
gara a cicatrizar, a pesar de que no
había síntomas de infección seria.
Después de encomendarme a
Don Bosco y prometer que si es­
taba curado en el día de su fiesta,
lo publicaría en el Boletín, me so­
metí a un tratamiento médico que
fue eficaz consiguiendo estar cu­
rado en la fecha esperada. Agra­
decido. publico la gracia. P. C.

Avilés • Llaranes: En agradeci­
miento a María Auxiliadora por un
favor recibido envío una limosna
para las misiones salesianas. A. F.
M.
Jerez de la Frontera: Aunque han
sido muchas las gracias recibidas
de María Auxiliadora, publico mi
gratitud por las últimas concedi­
das a mis familiares, que con toda
confianza le pedía:
• Devolver la salud a un her­
mano gravemente enfermo.
• Solución favorable a un gran
y difícil problema.
• Aprobar un examen, cuando
al fallar la memoria, no retenía lo
que estudiaba.
Animo a todos los que se vean
en apuros; pidan a María Auxilia­
dora su valiosa intercesión. Una
Hija de María Auxiliadora.

A
Vigo: Temiendo quedar inútil de
una mano para mi trabajo de tor­
nero por un accidente de tráfico,
acudía a María Auxiliadora. Ella me
ha concedido, con asombro de los
médicos, la curación. Deseo se pu­
blique en el Boletín y entrego una
limosna para las obras Salesianas.
José Antonio Figueira de Dios.
Allaríz: Doy gracias a María
Auxiliadora por una favor recibido
por su intercesión y le pido me
siga protegiendo. Agradeceré pu­
bliquen esta gracia en el Boletín
Salesiano. C. E.
Vigo: Por favores recibidos de
nuestra Madre María Auxiliadora.
Envío una limosna para las obras
Salesianas. N. N.
Astudillo: Por varios favores re­
cibidos, con promesa de publicar
la gracia, envío agradecida una li­
mosna para las obras salesianas.
exhortando a todos a que confíen
en María Auxiliadora. Una archicofrade.

FUERON

A

LA

CASA

DEL

y muy dócil a los mandatos de los
Superiores.
De ecónoma se caracterizó por
su entrega y generosidad. En los
tiempos difíciles de la postguerra
su bondad se hacía mano extendi­
da, en busca de pan para Herma­
nas y Novicias no ahorrando para
ello ningún sacrificio y escondiendo
con su gracejo valenciano y su
constante buen humor.

Sor Amparo Domenech t el 30
de noviembre de 1978 en la casa
de Santa Teresa de Madrid. Había
nacido en Valencia en 1903. Hizo
su profesión como Hija de María
Auxiliadora en 1932. Fue directora
durante dieciocho años. Y trabajó
principalmente en Madrid y Zamora.
Sor Amparo nació en Valencia,
de una familia muy buena y salesiana, su madre era muy amable
y caritativa con todos. Su casa,
frente al colegio Salesiano de Va­
lencia. estaba siempre abierta a la
Familia salesiana y especialmente
en los difíciles tiempos de la gue­
rra.
Sor Amparo empezó a ir al co-.
legio de las Salesianas desde muy
pequeña, hasta los dieciséis años
y luego, como Antigua Alumna si­
guió siendo muy adicta al Colegio.
Quería mucho a las Hermanas y
siempre hablaba bien de todas.
Fue catequista y muchos domin­
gos daba clase a las niñas del Co­
legio.
Su conducta fue ejemplar, piado­
sa, de comunión diaria y por las
tardes no dejaba nunca de hacer
su visita a Jesús Sacramentado y a
María Auxiliadora.
Desde muy joven sintió la llama­
da del Señor, y le fue siempre fiel.
Sus únicos amores eran Jesús y
María y sus conversaciones en
siempre de cosas del colegio y
siempre muy amenas. Todas las
compañeras la apreciaban y querían
muchísimo por su caridad, conv
prensión y buen trato.
Cuando entró en el Noviciado fue
una novicia muy deseosa de buscar la perfección en cuanto hacía

Estuvo seis años de Directora
en la Casa de Madrid Ventilla (hoy
Plaza de Castilla) que era la casa
de todos, en el barrio, especialmen­
te de los más pobres, a los que
atendía con una caridad exquisita.
Pasó doce años de Directora en
las casas de Zamora y Santander.
Alta, para atender a los Salesianos,
que todos la recuerdan con inmen­
so cariño por su dedicación. Algu­
nos son testigos de lo que esta
etapa supuso para ella de dolor,
pero siempre estuvo atenta a cum­
plir la Voluntad de Dios expresada
por la obediencia a los Superiores.
En 1970, ya quebrantada su salud,
pasó a la casa que se abría con el
fin de atender a estas Hermanas:
La Residencia de «Santa Teresa*
(Madrid). En estos ocho años se
ha destacado por su serenidad de
vida, su piedad y docilidad a las
Superioras que parecía ser el pro­
grama de su vida.
La inquietud de servir en lo que
estaba de su parte, el amor a María
Auxiliadora y a Nuestra Señora de
los Desamparados (patrona de Va­
lencia) la caracterizaban, por lo que
ha dejado un gran vacío y también
un anhelo de Dios.

Reverenda madre Reposo de San­
ta Margarita Vázquez t en el Con­
vento de San Leandro de Sevilla el
2 de julio de 1978 a los ochenta y
seis años de edad y cincuenta y
tres de profesión religiosa. Fue una
de las primeras alumnas del Cole­
gio de Salesianas de Valverde del
Camino (Huelva). donde conoció al
Beato Miguel Rúa y, como buena
antigua alumna. era muy devota de
María Auxiliadora. Recibía el Bole­
tín Salesiano y devoraba con cari­
ño todas sus páginas. Su muerte
ha sido muy sentida después de
tres meses de enfermedad. Sufrió
una caída en la que se fracturó el
fémur, pero confiaba en que se

PADRE
curaría por intercesión de Sor Euse­
bia. Fue intervenida quirúrgicamen­
te y salió bien de la operación, pe­
ro tuvo otras complicaciones pul­
monares. El día 2 de julio entregó
su espíritu al Señor. A pesar de
su avanzada edad tenía una mente
lúcida y llevaba perfecta y ordena­
damente sus trabajos de secreta­
ría. Fue durante siete años maes­
tra de novicias, diecisiete vicaria y
diez Madre Abadesa de nuestro
convento de San Leandro. Toda su
vida la dedicó a la contemplación
en la que alcanzó una gran perfec­
ción y se mantuvo siempre fervo­
rosa.

Don Angel Benito Cruz t el 16
de enero de 1979 a los setenta y
seis años de edad en La Encina (Sa­
lamanca). Hombre de una gran bon­
dad y sencillez, que reflejaba en
sus conversaciones y en su mira­
da. Amigo de la Obra Salesiana,
recordaba con cariño su amistad
con don Florencio Sánchez, quien
fue Inspector de Sevilla, Barcelona
y Antillas. Su muerte fue serena,
como lo había sido su vida. En él
se cumplen las palabras del Señor:
«Bienaventurados los limpios y sen­
cillos de corazón, porque ellos ve­
rán a Dios*.

Don Manuel Prieto Bolaños t en
Málaga el día 30 del pasado mes
de octubre (1978), a la avanzada
edad de ochenta y ocho años.
En la historia de su vida no des­
tacan grandes fechas o gestos, pe­
ro sí ha sido, la suya, una vida
ejemplar, de verdadero testimonio
cristiano.
Con el deseo de entrar en la
Congregación, llegó, desde su Ga­
licia natal, a tierras andaluzas cuan­
do tenía dieciocho años. Cumplió
la primera etapa formativa en Se­
villa con la Profesión religiosa el
4 de septiembre de 1912.
A partir de entonces y a excep­
ción de una breve etapa, vivió
siempre en Málaga, en la Casa sa­
lesiana de «San Bartolomé*.
De sus primeros años de activi­
dad entre los jóvenes aprendices
y niños, ha quedado el recuerdo de
un salesiano de gran bondad, ale­
gría. espíritu de trabajo y servicio
a todos.

31

Al poco tiempo, un desgraciado
accidente, la acción involuntaria de
un alumno, lo dejó totalmente cie­
ga. Esta cruel circunstancia puso a
prueba la fortaleza humana y es­
piritual de don Manuel Prieto.
Hombre de viva fe y confianza
en el Señor, procuró adaptarse a la
nueva situación, queriendo ser útil
a la comunidad y a los niños: salía
a la calle para recibir las limosnas
de los bienhechores de la Casa,
entretenía a los alumnos en los
recreos con su presencia y narra­
ciones, hacía pequeños oficios do­
mésticos, era organista en la igle­
sia, etc. Al mismo tiempo, procu­
raba no causar trastornos a nadie,
no exigiendo nunca atenciones es­
peciales. En tantos años, nadie le
oyó quejarse por nada. En esta Ca­
sa, era una imagen viva de la se­
renidad y paz inalterables, pruden­
te hasta el extremo en sus pala­
bras, renovando constantemente su
vida interior en la oración y el si­
lencio. Dócil y confiado como un
niño, agradecía, especialmente en
los últimos años, los cuidados de
un hermano de la Comunidad que
lo atendía con cariño y esmero.
La ceguera no hizo triste ni som­
bría su vida. Por eso, estamos cier­
tos que la luz eterna ha brillado
ya para él, alegrándolo, con creces.
La fe, que Iluminó sus pasos vaci­
lantes en la tierra, siga iluminando
también a cuantos conocidos a don
Manuel, y al que veneramos como
un entrañable recuerdo.

Doña Josefa Garmendia Egibar t
en Azcoltia a los setenta y nueve
años el pasado 13 de diciembre.
Era madre del Salesiano don Luis
María Puyadena.
Los 10 hijos habidos en su fe­
cundo matrimonio y el delicado
momento político español que le
tocó vivir en la Infancia de aquellos
fueron dura prueba que hicieron
patente la reciedumbre y profun­
didad de su espíritu. Para sacar
adelante y airosamente a su nume­
rosa familia trabajó en una fábrica
hasta los sesenta años.
Envuelta, sin pretenderlo ni de­
searlo. en los acontecimientos po­
líticos del 36-39 y que tanto la hi­
cieron sufrir, enseñó siempre a sus
hijos la lección cristiana del perdón

32

para cuantos en aquella coyuntura
les cerraron las puertas de su com­
prensión y ayuda.
Era una «mujer fuerte»... porque
era profundamente piadosa. Mien­
tras pudo, participó diariamente de
la Eucaristía; cuando sus achaques
se lo impidieron, durante los lar­
gos años de su retiro en el hogar,
la oía por televisión o radio. Lle­
gado el primer Viernes, un sacer­
dote venía a confesarla y la con­
fortaba con la Sagrada Comunión.
María Auxiliadora era la Reina
de su hogar: Todos los días rezaba
en su honor el Santo Rosario en
cuyo final repetía siempre tres ve­
ces la jaculatoria: María Auxilium
Christianorum o. p. n.
Todo lo salesiano le llegaba muy
hondo. Leía con fruición el Boletín
Salesiano y de su pensión de an­
cianidad aportaba mensualmente
una generosa limosna para las vo­
caciones salesianas.
Preparada por los largos años de
sufrimientos soportados cristiana­
mente, fue para ella la muerte, el
completo de su donación día a día.
Se durmió rodeada del cariño de
sus 9 hijos vivos, mientras enco­
mendaban al Padre su vida, carga­
da de años y méritos.

Don Manuel Villa t a los cuaren­
ta y siete años en Santander.
Era padre del salesiano estudian­
te de la Comunidad de Pake-LekuUrnieta, Alfonso, quien emocionado
por el recuerdo, espiga de su vida
ejemplar y sencilla estos rasgos:
— Espíritu de Trabajo: Lo hizo
mientras pudo, con ejemplaridad.
Cuando terminaba su jornada la­
boral. siempre encontraba algo que
hacer tanto en su vivienda, como
en las de sus parientes, vecinos o
amigos.
— Amor acendrado a su familia:
No sólo vivía preocupado por su
esposa e hijos, sino por sus her­
manos y por cuanto sucedía a su
alrededor. Tenía un modo muy rec­
to de enjuiciar los acontecimien­
tos o dar consejo sobre el modo
de actuar, que le atraía la confian­
za de todos cuantos acudían a él
para pedir consejo u opinión.
Le costó mucho al principio el
permitir a su hijo seguir su voca­

ción (pues era el único varón de la
familia) pero cuando le vio profe­
sar como religioso se alegró mu­
cho, y esta irrupción de Dios en la
vida de su hijo, le llevó a él a un
mayor fervor religioso.

Don Francisco Lafuente, Coope­
rador Salesiano, entusiasta de su
labor para M A R ÍA AUXILIADORA,
t el 15 de agosto del pasado año,
víctima de infarto que no pudo su­
perar, nos privó de su compañía.
Conocí a Paco hacía el año 1950,
y bastante antes a su esposa. Siem­
pre fuimos buenos amigos y como
un verdadero hermano para todos,
pues en él no cabía el quedarse
desentendido del problema o pena
que veía en alguien que le rodease:
familia, amigos, etc., incluso des­
conocidos, porque siempre tuvo
una palabra de consuelo para cada
cual. Hacía horas dichosas con tos
chiquillos y se divertía contándo­
les cosas a todos, sus sobrinos,
mis sobrinos y con el que estuvie­
ra cerca; en el chalet donde vivían
cerca de Granada, todos y niños y
niñas que allí estuviesen descan­
sando en la playa pasaban grandes
ratos en su compañía con las ocu­
rrencias y cosas que les contaba
buenas y entretenidas con un gran
sentido del humor.
Y fue un dolor general el enterar­
nos de su muerte tan inesperada,
doña Concha, su viuda, gran Coope­
radora Salesiana también, no en­
cuentra consuelo en la soledad en
que le ha dejado. Es que era gene­
roso, sencillo y buenísimo; un san­
to anónimo en vida, pero que cuarv
do nos falta se nota mucho la hue­
lla tan tremenda que dejó. jEra de
ARTESANIA! (así le decía yo. y me
decía: «exagerá»).

f

Dos QHitOS OUdiDUlSUOiSS
sobre lo Virgeo M orís

SA N JU AN B O SC O
O bras fu n d a m e n ta le s
p o r JU A N C A N A LS PU JO L

y

1. «Si María viviera hoy».

i

En filmina, 260 pesetas.
En diapositiva, 400 pesetas.
Cassette, 300 pesétas.

A N T O N IO M A R T IN E Z A Z C O N A

Los escritos del Fundador de la Familia
Salesiana aparecen en esta extraordina­
ria edición de la BAC. Se trata de un volu­
men muy cuidado. Algo de primera nece­
sidad para los que aman al Santo de los
jóvenes.

2. «María, don de Dios a los hombres».
En filmina, 285 pesetas.
En diapositivas, 440 pesetas.
Cassette, 300 pesetas.
PEDIDOS;

Editorial B.A.C.
PEDIDOS:
C.C.S., C/Alcalá, 164 - MADRID-28

Central Catequística Salesiana
Alcalá, 164.— MADRID - 28

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Cada serie consta de cien
fotogramas.

FLORECILLAS
DE
DON BOSCD

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Obra de amplia temática y
texto con sugerencias para
fotomontajes personales.

M. Molineris

Dos series en dos carpetas.

T

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Con este material, usted mis­
mo puede ilustrar conferen­
cias, catcquesis, encuentros
de estudio, etc.
Todo, con la técnica y calidad
audiovisual de la Central Ca­
tequística Salesiana.

PEDIDOS:
Central Catequística Salesiana.
Alcalá, 164
MADRID - 28.

Las más bellas y ocurrentes anécdotas de
Don Bosco.
La simpatía del Santo cobra en este volu>
men una nueva dimensión con la que se
acerca a nuestro mundo de hoy.
Editorial C.C.S.
PEDIDOS:
Alcalá, 1 6 4 - MADRID-28

‘^DU G ACIO lSi ^A R A

y audaz, para una «ducación
a a c i t e aT"a ntvet biológico, psicológico
o. en álbumes de diapositivas sonorizadas.

un hecho concretQ (40 diapositivas]
^tortura a una sane liberaclór
eexo es une realidad integraiBite (80 diapositivas).— TEM A 3 —
leas entre el hombre y la mujer (I2t'
DE C O M U N IC AC IO N : Anatomía s
H A C IA UNA SEXU ALID AD SAN A: Identi
b s de una sana sexualidad (80 diapositivas)
ÜL: Eta;»s: la infancia y la pubertad desdr
diapositivas).— TEM A 7 — LA M ADUREi
^ ^ a s g o s de molurez (En preparación).

STCA SA LESIA N A —

Alcalá 1S4 —

M A D R ID ■ 2¡