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DON

BOSCO

Una página para los niños

pocos años, después de la muerta de sus
nuevos padres, se convirtió en el dueño
de una gran empresa de zapatería.
Cuando Don Sosco fue a París el año
1B83, el joven empresario fue a verlo.
—¿A que no sabe quién soy yo?
No se trataba de ningún carnaval. No
llevaba máscara. Sólo habian pasado unos
pocos años. Aunque a Don Sosco le sor­
prendió que le hablaran en París en un
piamonlés tan perfecto.
—Nc. no recuerdo
Jiwnito Sosco aprende en ChierI vanos oficios para ganarse el dinero de la pensión
También el do zapatero.

Mis queridos amigos Juanito y Mari:
No se qué dirección poner en el sobre.
¿Adonde, diablos, habéis Ido de vacaciones?
¿A Honolulú? No logro descifrar el jero­
glific o da vuestra letra. Pero Honolulú, ¿no
esté en las islas Haway? ¿Tan lejos habéis
Ido? Mari enseguida me va a decir «qué
tonto eres», «Honolulú es el nombre que
le hemos puesto a nuestra casita de A li­
cante y tenemos una perrita que se llama
•Lulú» y además una hermanita que se
llama Lull ..» Pues, chica, estaréis muy
lu-lucidos .
Bueno, hoy quería contaros la historia
de un zapatero que salló del Oratcrio de
Don Boseo, y mirad por donde, he empe­
zado a molerme con Mari. Ya os estoy
oyendo el grito quo me vals a pegar: «iZapatero. a tus zapatos!». Pues vayamos al
cuento.
Un día llego a ver a Don Bcsco un
señor que venía de Parts. Comenzó a hablar
con el santo y, entre otras cosas, le dijo
que deseaba Nevarse a uno de sus chicos
huérfanos, que quena hacerlo heredero de
toda su fortuna, ya que él no tenia hijos.
Eso si, peseta un gran taller de zapatona.
Don Bosco pensó al momento en uno
de sus mejores muchachos, que estaba
aprendiendo el oficio. «Ya se lo escogeré»,
le sonrió el santo. Y lo acompaño a sus
talleres para hacerle ver a sus chavales,
lo' bien que estaban aplicados en sus tra­
bajos.
Llegados al taller de zapatería. Don
Bosco llamó al joven en quien había pen­
sado:
—Mira, le dijo; acompaña a este señor
y enseñále toda la casa. Cuando termines,
lo llevas a mi despacho.

Don Bosco se retiró. Y el muchacho
acompañó al buen señor por todos los rin ­
cones del Oratorio. Los dos se entendían
perfectamente. El Señor hablaba en francés
y el chico le respondía en plamontés. Al
fin hicieron buenas migas, es decir, se
hicieron buenos amigos.
Ya en el despacho del santo, el señor
le sugirió:
—¿Por qué no me da a este muchacho
que acaba de acompañarme?
—¿Le parece buen chico?, le dijo Don
Sosco sonriendo, seguro del éxito.
—Magnifico. También mi señora quedará
'.ontentísima ..
Don Bosco llamó al chicc para hablar
a solas con é l. Se trataba de un huérfano.
No tenia a nadie en este mundo. El santo
lo había recogido de la calle y era un
trabajador de primera. Se encontraba en el
Oratorio feliz. La casa de Don Bosco ers
su casa.
—¿Te gustaría ir con este señor? Vivirías
con él y
hasta te haría heredero de todos
sus bienes
Una gran fortuna. ¿Qué ta
parece?
—¿Y si después no me entiendo con él?
¿Me recibiría de nuevo en el Oratorio? El
chico se puse a pensarlo seriamente.
—No tengas miedo, le centestó el santo:
tengo la seguridad de que te irá bien.
—Por m i. naturalmente, casi lloraba el
joven.
—Hombre, si acaso no te fuera bien,
claro que te recibiría de nuevo en nuestra
casa. También es tuya, no lo olvides.
Y el muchacho, aquel misme día se fue
e París. Fue adoptado por hijo y. a los

—¿Conque no se acuerda usted de aquel
zapatero
—¡H ijo miol
El santo correspondió a un abrazo con­
movedor.
—Venga, venga a mi casa. Usted tiene
que venir a mi casa. Porque todo 1o mío
es de Don Bcsco. ya que el Oratorio tam
bien es mío...
Si me da tiempo, claro que iré.
¡Ay! El tiempo era el mayor tirano de
Don Bosco. El zapatero se fue a sus za­
patos. pero el santo no pudo ir a su casa.

oOo cOo

oOo

Ahora me acuerdo de cuando yo era niño
y jugaba a los guardias y ladrones. Cuando
me tocaba de guardia y no pillaba a los
ladrones me decían: «Has quedado zapate­
ro». Zapatero y remendón. Me sentaba muy
mal, pero tenia que aguantarme.
Clare que no hubiera estado mal ser
un zapatero como este de la historia de
Don Bosco. ¡Vaya tío con suerte, ehl Ye
veis cómo quería el santo a sus chicos.
Y también los quiere ahora; aunque vivan
en Turin. en Alicante o en Honolulú, donde
estáis pasande unas vacaciones bomba.
Pero no quiero empezar a meterme de
nuevo con vosotros, no sea que me gritéis
lo de «¡zapatero, a tus zapatos!». Porque
no perdonáis ni media
Recibid un abrazo muy fuerte de vuestro
amigo.
PADRE RAFAEL

R evista d« la Obra da Den Beaee
AAo X C • N úm t. M - Ag.<Sap. 1S7<

• A primeros de año recibíamos el AGUINALDO del Rector Ma­
yor: lEn 1976 nuestra Familia recordará el Centanaiio del nacimiento
de la Asociación de los Cooperadores Salesianos». Y nos invitaba a
todos a conjugar activamente cuatro verbos: «CONOCER» PROMO­
VER, A N IM A R y CORRESPONSABIUZAR» a los Salesianos Coope­
radores, intuición original de Don Rosco para llamar a loe seglares
a un compromiso {qyoetóllco en la Iglesia.

Director: RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Mcalá, 164
Teléfono 2 ^ 20 00
MADRID-2 6
Depósito Legal: M. 3.044*1958
[Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha
P.^ General Primo de Rivera, 27
MADRID- 5

EN ESTE NUMERO
El otro Centenario ........
Perspectivas de acción
pastoral entre los jó­
venes ..........................
Pascua Juvenil en Zuazo
Huesca: La consagración
episcopal de don An­
tonio Ja vie rre ..............
Los jóvenes belgas se
expresan .......................
Panorama salesíano ...
Caracas: Una obra dife­
rente .............................
Dos grandes bienhecho­
res de Deusto ..........
El baúl de los recuerdos
de don Maximino Ga­
llego .............................
Un leonés en el Amazo­
nas .................................
Desde Haití ......................
Nuestra gratitud ..........
Fueron a la casa del
Padre ............................

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NUESTRA PORTADA
El verano nos invita a echar­
nos ^ e ra de casa y a poner
nuestra tienda al aire de los
pinos, cerca del mar. o en la
sierra. Nos recuerda que so­
mos peregrinos, siempre en
marcha en la construcción
del Reino de Dios, al lado
de la naturaleza y de los
hombres.
Foto.—José Luis Mena

EL OTRO CENTENARIO

Son muchos los trabajos realizados en estos primeros seis meses.
Los Coo^radores y las del^aclones nacional e Inepectoiial han lle­
vado a cabo una actividad excepcional en vistas al Congreso Mundial
que tendrá lugar en Roma el próximo mes de noviembre. El tren de
este sector de la Familia Salesiana ha adquirido una marcha muy de­
finida y orientadora, de acuerdo con las normas poscapitulares. Es
uno de los asuntos que se han tomado más en serio. En todas las ins­
pectorías están surgiendo grupos de Cooperadores jóvenes decididos
a trabajar con intensidad y profundidad en la misión que les había
asignado Don Rosco hace cien años. Y gozosamente han descubierto,
mejor re-descubierto, su vocación de salesianos en el mundo.
• Precisamente, el pasado 9 de mayo se cumplían los cien años
de la probación de los Cooperadores Salesianos. El P ^ a Pío IX, en
un Rreve pontiñeio, apresaba oficialmente «la Sociedad o Unión de
Coc^eradores Salesianos, cuyos miembros... se proponen en modo par­
ticular el cuidado especial de la juventud pobre y abandemada».
También ri Rector Mayor quiso que ese día 9 de mayo del pre­
sente año, en la efemérides secular, «fuese un día de oración para
dar gracias al Señor por el «Rreve» de Pío IX en su favor, e invocar
por la intercesito de la Virgen de Don Rosco la bendición de Dios
sobre su segundo centenario».
• Nos parece que este segundo centenario que ahora se abre ha
de ser muy fecundo. Y lo decimos no como un U^ico más, sino por­
que estiunos viendo el Impulso que en toda la Cm igr^aclón está
tomando esta sección de la Familia Salesiana. Creemos que era hora
de acelerar la marcha de su renovación.
N o cabe duda que ri Centenario Misionero nos ha descubierto d
crecimiento de la Obra Salesiana en todo el mundo. Este primer sl^o
ha sido la multh>licacite, el desarrollo de los religiosos Salesianos,
que al Obispo Fuiton Sheen le recordaba la multiplicación de los
panes y los peces. Pero en ios albores de este nuevo siglo, se dan
señales esperanzadoras del otro desarrollo de los Salesianos externos.
Don Rosco necesitó de todos, de unos y de otros, para realizar la misión a la que Dios
le llamaba. ¿No será este segiuMlo centenario de su oora el
momento arrollador y desairollador de los Salesianos Coope­
radores? El alba ^
minosa.

Grande*

clara y lu­
las

Fuertes los presagios.

señalas

DOClÍMENTO

PERSPECTIVAS DE ACCION PASTORAL
ENTRE LOS JOVENES
En la pasada primavera se
celebró en Roma la ^.Semana
de Pastoral Juvenil Salesiana de Europa*, E l últim o día
se hizo una ^ntesis de los in­
teresantes temas tratados y
se trazaron las perspectivas
para él futuro. Presentamos
aquí, resumidos, los siete
puntos, que pueden ser de
gran utilidad para los lecto­
res como base para una re­
flexión sobre los destinata­
rios de nuestra m isión: los
jóvenes.

1.— La Pascua Juvenil
en la comunidad social
y eclesial
N o podemos aislar la Pastoral
Juvenil haciendo de ella una acti­
vidad cerrada en sí misma: es
una acción en, de y para la co­
munidad social y eclesial.

Esto favorece el intercam­
bio de jóvenes-adultos, y ofrece
a los mismos jóvenes un desaho­
go concreto para su maduración.


Pero

los

jóvenes

tienen

problemas concretos típicos, por
lo que es necesario un servicio
especializado para saberlos tra­
tar.

— En la iglesia local
Constatamos una profunda cri­
sis en h relación jóvwics-iglcsia.

Crisis que va desde la despreocu­
pación hasta la contestación y el
rechazo. Con frecuencia, las ins­
tituciones eclesiales y colegios
agudizan esta crisis por su intran­
sigencia, escasa capacidad de diá­
logo, y lazos concretos con las
estructuras de poder.
•A pesar de todo esto, creemos
en la necesidad de educar en un
sentido de pertenencia eclesial.
Esto supone:
— Presentar a la Iglesia, a
E>ase de experiencias, com o pue­
blo de Dios y comunidad viva de
creyentes, con responsabilidades
también de los seglares.
— Insertarse en la iglesia lo­
cal, prestando atención a evitar
la búsqueda de “ iglesias parale­
las” .


Y

que esta inserción no

sea pasiva, sino profética, para
animar la perenne juventud de
la Iglesia con la sensibilidad pro­
fética de los jóvenes.

lejos de nuestras instituciones y
que todavía no han sido “ domes­
ticados” por nuestro control edu­
cativo.

4.— ^Estar con los pobres:
la formación de
los jóvenes trabajadores
Volvem os a afirmar que los
destinatarios prioritarios de nues­
tra misión son los jóvenes pobres
y abandonados. Y nos comprome­
temos a desarrollar cuantitativa y
cualitativamente nuestras obras
en esta dirección.
— Estar con los pobres signi­
fica también educarles para que
se autoliberen, haciéndoles capa­
ces y responsables de la libera­
ción del que es más pobre que
ellos.
— Recordamos en particular
la necesidad de dar prioridad al
compromiso por el mundo del
trabajo: adquiriendo en nosotros
una “ mentalidad obrera” , orien­
tando nuestras obras a este fin,

3.— ¡Estar con los jóvenes!

cualificando el servicio formativo: que el joven trabajador se

Es algo fundamental de la vo:
cación salesiana.

realice “ en ” el trabajo y “ me­
diante” el trabajo. Atención es­
pecial merece el tema de la inmigración.

— Podremos conocer así sus
aspiraciones reales.
— Estar con los jóvenes, y
con los movimientos en los que
ellos se expresan, quiere decir es­
tar donde se encuentran de he­
cho. P o r tanto, con todos los jó ­
venes: también con los que están

^

5.— Contenidos - métodos orientaciones para la
Pastoral Juvenil
Reconocemos la pluralidad de
‘ proyectos pastorales” .

i

i

— La Pastoral Juvenil se pre­
senta com o algo .necesario para
poder v ivir la vida personal y
colectiva como vocación y res­
ponsabilidad.

f

— Reconocemos que, en mu­
chos jóvenes existe un deseo explídto d e evangelización, d e
anuncio de Cristo, de experien­
cia religiosa... N os preguntamos
si no está en cuestión, antes de
nada, nuestra “ f e ” de educado­
res. Por consiguiente:
— Habrá que proyectar “ nue­
vas presencias” con los jóvenes:
buscar los lugares de encuentro
y de ■contacto fuera de nuestros
lugares tradicionales. Lugares de
espontaneidad y libertad. En es­
te sentido volvem os a proponer
la importancia del grupo...

6.— L a dimensión
socio - política
La educación a la fe se encuen­
tra, hoy más que nunca, en la di­
mensión social y política de la
liberación personal y colectiva. E l
problema está ligado a la misma
fe, porque la promoción humana
es un elemento constitutivo de la
evangelización.
— Para atender estos proble­
mas juveniles es necesario un
compromiso generoso y real de
cualtíicación de Salesianos y Salesianas a través de la informa­
ción, estudio, reflexión y praxis...
— Cuando para muchos jóve­
nes e l com j^om iso socio-político
conduce a la crisis de fe y a po­
siciones extremistas, ha de co-

Vista del aula magna durante el
Congreso de Pastoral Juvenil Euro­
pea, en la pasada primavera.

rresponder una confrontación de
reflexión y praxis sobre la rela­
ción fe-política a la luz de los do­
cumentos más recientes del ma­
gisterio eclesiástico.


Estamos invitados a elim i­

nar con valentía todo contrates­
timonio, personal y colectivo,* y
a ofrecer gestos proféticos.
— Siendo muy importante es­
ta dimensión socio-política de la

giosas. A pesar de ello, nace el
compromiso de redescubrir la
función, también pastoral de la
comunidad. Es en ella donde, es­
tudiando la relación con los jó­
venes, redescubrimos nuestra vo­
cación educativa y pastoral. Con­
cretamente:
— Creemos que es muy im­
portante superar el trabajo indi­
vidual aislado, para lograr vivir
la dimensión-mandato de la co­

educación de la fe, no podemos
reducir la Pastoral Juvenil a Ja
sola educación política y social o
a la praxis de liberación.

munidad: conseguir una conver­
gencia en los valores fundamen­
tales, también en las diversas ac­

— Estamos también invitados
a una continua confrontación en­
tre praxis y Evangelio, dando a
la fe la función crítica d e la pra­
xis: una liberación vivida en d
amor; la no absolutización de las
ideolcgías; la no reducción de la

nidades humanamente maduras y
cualificadas, en las que sea po­
sible la experiencia de aceptación
recíproca, de alegría, de comu­

salvación de Cristo a la esfera sociopolítica; y la confrontación

— Una comunidad de fe: que
se deje evangelizar, para lograr

constante con la imagen revelada

ser, a su vez, evangelizadora.

del hombre.

7.— ^EI redescubrimiento
de la comunidad

tividades.


Queremos construir comu­

nión.

— En la comunidad, y a tra­
vés de la comunidad, puede el
educador v ivir y proyectar la op­
ción por los jóvenes y por los
pobres, y crear nuevas presencias
entre los jóvenes.

Constatamos la crisis y los pro­
blemas de las comunidades reli­

Roma, 24 de abril de 1976

¡FIESTA

EN HUESCA!
Consagración episcopal
del salesiano
ANTONIO J A T I E R R E
Presidió la ceremonia el Cardenal Taran<
con.
Asistió el Rector Mayor don Luis Ricceri.
Estuvieron presentes los Ministros de
Justicia y de Educación y Ciencia.

Huesca nos recibió festera y ale­
gre. Hacía años que no volvíamos.
Se ha estirado con brío en los úl­
timos años... Doblando las «Cua­
tro Esquinas* y. «Coso* adelante,
nos acercamos a nuestro Colegio,
donde se han Ido concentrando nu­
merosos miembros de la Familia
Saleslana, l l e g a d o s de diversos
puntos de España, sobre todo, de
la antigua inspectoría Tarraconen­

se. Acogida cordial y generosa de
ios Hermanos de la Casa.
Una rápida mirada a los viejos
pasillos y pupitres, que soportaron
las no siempre suaves caricias de
nuestra escoba...; un saludo a la
Auxiliadora, por la que nos entu­
siasmaron. entre chistes, quebra­
dos, mapas y dibujos, olor a sardi­
neta y teatro dominguero, aauellos
enjutos héroes salesianos de los

años cuarenta... Apretamos el pa­
so y, costanilla arriba, como tantos
y tantos oscenses, vamos a la
fiesta.

NOMBRES PARA
LA CRONICA
La magnífica plaza que encua­
dran la Catedral, el Ayuntamiento
y el Obispado, está ya Mena, lo
mismo que la Seo. Falta poco para
las diez. Metidos en gajes de cro­
nistas, subimos a! «Salón del Tro­
no* donde se concentran las re­
presentaciones oficiales. Anotamos
algunos nombres: Ministros de Jus­
ticia y de Educación y Ciencia, Se­
ñores Garrigues y Robles Piquer:
Director General de Asuntos Ecle­
siásticos; Director General de Po­
lítica Interior; Secretario General
Técnico del MEC, oscense también;
Decano del Colegio de Abogados
Monseñor Romero de Lema, don
Carlos Robles Piquer, don Luis Ricceri y Antonio Javierre, momentos
antes de la ceremonia.
I

i

Hasta José María se puso serio. {Quién se lo iba a decir! E!... leyendo un solemne documen­
to «pontificio». Junto a los hermanos Javierre, Manuel Ramón Gil, compañero de novicia­
do de Antonio.
de Madrid; Autoridades Provincia­
les y Ayuntamientos de Huesca y
de Siétamo en pleno; numerosa re­
presentación. entre otras, de la
Guardia Civil, que considera al nue­
vo Obispo como «hijo del Cuerpo»,
pues a él perteneció el padre de
los Javierre y a los que, {jor cierto,
prestó valiosa ayuda, la víspera, en
la carretera...
Vemos aparecer a don Luis Ricceri, acompañado de don Antonio
Méllda, miembro del Consejo Su­
perior; a Monseñor Castillo; a los
Padres Provinciales Salesianos de
España; a la Madre Martín-Moreno,
del Consejo Su|>erlor de las Hijas
de María Auxiliadora, con las Ma­
dres Provinciales; representaciones
de nuestra Universidad Pontificia
de Roma, de compañeros de no­
viciado y de curso. Directores de
las Casas Salesianas de Huesca,
de los Antiguos Alumnos (que cui­
daron muy bien de la organización),
y a otros muchos amigos y her­
manos.
Nutrida, como pocas veces, la
presencia eclesiástica: Cardenal de
Madrid. Nuncio de S. S., ArzobisArrte la catedral oacense, entre
compañeroa de colegio y Antiguos
AlunwKM da va riat generaciones.

po de Zaragoza, Obis]30s de Barbastro, Huesca, Jaca. Lérida, Sigüenza-Guadalajara, Teruel. Vitoria,
y auxiliares de Barcelona. Madrid
y Sevilla, Doctores Capmany, Es­
tepa y Montero, respectivamente.
Don Javier Osés atiende a todo y
a todos, con afecto y delicadeza.
Por la Curia Romana, en la que
también colaboran desde puestos
de gran responsabilidad. Monseñor
Romero de Lema y nuestro don
Castillo... Impera la sencillez y la
cordialidad. Han acudido el padre
Valero, Presidente de la CONFER,

y representantes de las Universida­
des Pontificias de Salamanca y Co­
millas y de la Urbaniana de Roma,
vinculadas al nuevo Arzobispo de
Meta.
Leves comentarios, apartes sig­
nificativos del Nuncio con el Rec­
tor Mayor, o de alguno de loa Mi­
nistros. presentaciones y bromas
sobre nuevas «mitras»... Llega An­
tonio Javierre. Viene ya con los
capisayos m o r a d o s . Se domina.
Abrazos en silencio, fellcitaclonea
y saludos efusivos... Su sencillez
y naturalidad serenan el ambiente.

El Cardenal Tarancón recibiendo la
profesión de fe y el juramento de
fidelidad del consagrando.

LA AUTENTICA FIESTA
Instantes después, atravesamos
la plaza y la nave catedralicia, to­
talmente llenas. Obispos y conce­
lebrantes (unos cincuenta] se re­
visten en la sacristía. Presididos
por esa maravilla en alabastro del
retablo de Forment, bajo el que se
coloca, entre los demás concele­
brantes, nuestro Rector Mayor, nos
distribuimos alrededor del altar y
por la magnífica sillería. El Nuncio
y los Ministros, los padrinos (her­
manos de Javierre), los demás fa­
miliares y representaciones oficia­
les ocupan sitios destacados. Ofi­

cia el Cardenal Tarancón, Presiden­
te de la Conferencia Episcopal,
asistido por el Obispo de la Dió­
cesis y el Obispo Salesiano Mon­
señor Castillo. Al ordenado le asis­
ten su hermano José María y Ma­
nuel Ramón Gil, compañero suyo
de noviciado '' Director de una de
las Casas Salesianas de la ciudad.
Especial vibración y elegancia
cobran los cantos ordinarios, que
nos hablan de la Iglesia, de la lla­
mada, de marcha y peregrinación,
de corazones grandes y fuertes,
de días del Señor. Tanto el coro
como pueblo y celebrantes vivimos
estos momentos en plena sintonía.

Acompañado
por el
Obispo
de Huesca,
don Javier Osés,
camino
de la
Catedral.
Al fondo,
don Antonio
Garrigues.

-■sr.

Las oalabras calan y algunos ojos
se humedecen...
Ahora da comienzo la auténtica
fiesta, la eucaristía de esta Fiesta
de los Santos Apóstoles Pedro y
Pablo, tan significativa, no sólo pa­
ra el consagrando, que ha dedicado
muchas horas al tema de la suce­
sión apostólica, sino para cuantos
le acompañamos en su consagra­
ción como sucesor de los Após­
toles.
La acción litúrgica discurre nor­
malmente. Tras el texto evangélico
del día, José María Javierre da lec­
tura a la carta papal de nombra­
miento, en la que Pablo VI, siempre
preciso en sus frases, motiva su
decisión en «la virtud y la expe­
riencia de ios hombres y las co­
sas» del elegido, que él conoce de
cerca.

MISION DECISIVA
En su homilía, el Cardenal Pre­
sidente subraya la trascendencia
de la misión del nuevo Obispo,
vinculado al gobierno central' de la
Iglesia, en un servicio directo al
Pastor Universal y en una Congre­
gación Romana cuyo papel es de­
cisivo: la educación, la evangelización, la enseñanza... Su trabajo
revierte, potenciándolas, a todas
las Iglesias locales. La Iglesia debe
tomar posturas cqherentes en una
sociedad pluralista y secularizada,
para iluminar con la claridad de
la fe las culturas de los distintos
pueblos, y estar presente en los
centros internacionales donde se
generan las corrientes de pensa­
miento. Glosa las dificultades y
riesgos, pero también, las amplias
posibilidades de servicio y creati­
vidad de la misión de un Obispo,
en nuestros días. Y aprovecha la
Inestimable oportunidad para alu­
dir. ante hombres públicos, obis­
pos, sacerdotes, educadores y fa­
milias, a la urgente problemática
que la Iglesia y la sociedad espa­
ñolas tienen planteada, hoy, en el
campo educativo.

«... BENDIGAS,
SANTIFIQUES
Y CONSAGRES...»
Tras su alocución, el Consagran­
te formula al nuevo electo las pre-

Monseñor R. Castillo impone las
manos a su hermano de Congrega<
ción y en el Episcopado. Van a tra­
bajar muy cerca, en la Curia Ro­
mana.
guntas del Ritual Romano: un diá­
logo escueto, severo, sin concesio­
nes, en el que se barajan promesas
de fidelidad y entregas definitivas,
aun con riesgo de la vida, al ser­
vicio de la Iglesia y de las ovejas.
Imploramos, impresionados, la gra­
cia del Espíritu con las Letanías,
en las que resuenan con eco es­
pecial para nosotros, salesianos y
educadores, los nombres de Juan
Bosco, Domingo, María Mazzarelio... Y la triple petición «para que
bendigas, santifiques y consagres
a tu elegido Antonio....» hecha
grito de toda la comunidad cris­
tiana.
Después, los momentos culmi­
nantes: con las manos extendidas,
en gesto de siglos y de continui­
dad. se invoca solemnemente al
Espíritu Santo y se pronuncia la
oración consecratoria (fórmula que
el ordenando se sabe muy bien, por
haber intervenido, año atrás, en su
estudio y redacción). El hecho vi­
vificante y misterioso se cumple
ante nuestros ojos: nuestro her­
mano Antonio recibe la plenitud
del Sacerdocio y la «virtud» de
lo Alto.
En silencio, todos los Obispos
presentes le van imponiendo las
manos. Siguen luego los demás ri­
tos complementarlos: imposición y
entrega del Libro de los Evangelios,
la unción con el bálsamo, entrega
del anillo (herencia de otro obispo
saiesiano mártir], del báculo o sig­
no del «pastor» (cincelado en recia
madera del Somontano, —la misma
que usan para sus cayados los pas­
tores de la Sierra de Guara—. há­
bilmente historiado con expresivas
alegorías y regalo, en suscripción,
de sus compañeros de colegio y
demás AA. AA. de Huesca)...; y
luego, el beso de paz de todos los
obispos presentes, en signo de colegialidad.
La Eucaristía prosigue, tras la
ofrenda de dones, vivida Intensa­
mente por todos; la comunión se
distribuye con agilidad y los cán­
ticos siguen martilleando palabras
incisivas: «hombres nuevos», «fuer­
tes». la «misericordia de! Señor»,
«unidad», «paz»..., que nos damos
unos a otros con un acento espe­
cial.

ENTRE LOS SUYOS
Acabada la oración final, el nuevo
Obispo pasa por las naves, entre
los fieles, impartiendo sus prime­
ras bendiciones, rito que la remo­
zada y acogedora catedral gótica
realza. En acción de gracias, en­
tonamos el Cántico de María, que
el recién consagrado recogerá en
sus breves palabras de agradeci­
miento al Señor y a cuantos le han
acompañado en esta hora. Traza su
autorretrato interior: sentimientos
de adoración y de acción de gra­
cias a Dios, Uno y Trino; de con­
fianza y serena aceptación ante el
servicio que se le pide, pues sabe
que cuenta con la ayuda espiritual
y moral de todos nosotros. Cristo
Maestro, la Juventud y la Iglesia
son tres buenas razones para una
acción animosa por parte del nue­
vo colaborador del Papa. Los Obis­
pos dan la bendición general ai
pueblo, en señal de despedida. Des­
pués, parabienes, largo besamanos
de más de hora y media, fotos, en­
cuentros gozosos con familiares,
amigos y antiguos compañeros.
El día anterior, como recordó el
mismo Antonio, un recorrido de los
Javierre por Siétamo, Rodellar,
Bierge (los viejos y sufridos pue­
blos del Somontano...] v una visita
detenida al Colegio Saiesiano, sir­
vieron para un reencuentro con las
raíces primeras de esta amable
historia, que todos hemos hecho
nuestra.
Un sencillo ágape fraterno re­
unió en el Colegio, en tomo al Rec­
tor Mayor y al Obispo de Huesca,
a todos los que habíamos acudido
a la «muy noble, muy leal e invicta»
ciudad. Don Ricceri subraya con vi­
veza, ante la Familia Salesiana,
ciertos aspectos inéditos del «diá­
logo» de Javierre con el Papa, así

como el dolor y la alegría que le
causaba. —y con él, a toda la Con­
gregación— , por motivos obvios, la
elección del nuevo Secretario de la
Sagrada Congregación para la Edu­
cación, puesto ciertamente apro­
piado para un hijo de Don Bosco.
Siguió la sobremesa, breve y cor­
dial, en la que (y nos complace se­
ñalarlo] uno de los más sentidos
aplausos se lo llevó nuestro que­
rido Padre Maestro, don Lucas Pelaz, forjador de generaciones ente­
ras de salesianos, que pechó con
el primer noviciado de postguerra,
al que Antonio pertenecía.

CAPITULO DE GRACIAS
Destaquemos también la atención
prestada a estos actos por los
medios de comunicación, en espe­
cial la prensa y radio locales y de
todo Aragón, y los contactos habi­
dos entre diversas personalidades
eclesiásticas y civiles que aquí se
congregaron. Según los más vete­
ranos moradores de la preclara ciu­
dad, no se recuerda en ella una
jornada ecieslal más intensa...
Esa misma tarde, tuvimos que
retornar a nuestros destinos habi­
tuales. Pero no sin dejar constan­
cia de nuestro agradecimiento y de
felicitar a toda la Familia Salesiana
de Huesca, por su acogida, su es­
fuerzo, sus atenciones y organiza­
ción. Los reiteramos desde aquí, pú­
blicamente, y los extendemos a
monseñor Osés y demás autorida­
des y amigos.
Y. al nuevo Arzobispo Saiesiano
español, con nuestra enhorabuena,
la seguridad de que no serán va­
nas palabras las promesas de ayu­
da que en ese día le hemos brin­
dado.
J. M.

e

n

X u a z a

Cerca de 1.000 jóvenes, muchachos y muchachas, se han reunido en Zuazo de Cuartango (A la v a ) para celebrar juntos la Pascua de Resurrección, durante la noche del sába­
do santo.
Esta celebración de Pascuas Juveniles está siendo uno de los fenómenos más noto­
rios que, por su incidencia y significado, está centrando la atención de los que trabajan en
el campo de la Pastoral de juventud.
La experiencia que presentamos es una más de las muchas realizadas en la pasada
Pascua 76.
La describe en primera persona Ricardo Arias, joven salesiano de la Inspectoría de
Bilbao, promotor, organizador y realizador de tal experiencia, junto con un entusiasta equi­
po de jóvenes.

«H A C E R V E R D A D »
L A RESURRECCION
La idea de la Pascua, dentro de
la dinámica de los grupos con loe
que estamos en contacto, surgid en
dos tiempos:
8

— En primer lugar, por la ne­
cesidad que sienten numerosos
grupos, de diversas procedencias,
de tener encuentros i^riddícos.
— Pero sólo en un segundo mo­
mento se fue tomando conciencia
de que uno de estos encuentros, el

de Pascua, adquiría un aspecto mu­
cho más definido y conq>rometido:
nuestro caminar era, precisamente,
un proceso de a cej^ ció n práctica
del Bautismo, de «hacer verdad»
la Resurrección. La c^ebración de
la Pascua, significa, no ya una
convivencia pedagógica, sino una

realidad experimental de lo que ; mismos, en diálc^o sincero, la exigjencia de la Pascua, procurando
queremos ser en profundidad.
que fuera el grupo, no la cinstituDiscutida, madura y aproba<te la
ciónt, el que decidiera su {«rtic iidea, había que anunciarla, para
padón a la Pascua juvenil.
que fueran mudios, todos, los que
El mismo trabajo se hizo en las
celebraran juvenilmente la Pascua
parroquias, evitando el ammcio
cpersoi^» y pusieran al día su
«desde el púlpito», y buscando, en
propia Resurrección.
cambio, una responsabilización per­
sonal.

E L AN U N C IO
El anuncio se dirigió a los di­
versos grupos ya en funcionamien­
to. Se hizo la invitación personal
para un encuentro conjunto de los
grupos de la zona, con motivo de
ima Misa de Juventud. Fueron va­
rios los jóvenes, que habían discu­
tido la idea, los qiie pasaron por
otros grupos comunicando la futu­
ra vivencia pascual.
El anuncio en los colegios exigía
unas precauciones muy específicas.
Había que salir al paso del peligro
de «colegializar» la Pascua, de
que la Pascua Juvenil se convirtie­
ra en un lugar de encuentro vincu­
lado al período escolar.
En los Centros juveniles y Aso­
ciaciones se siguieron los mismos
caminos: se hizo analizar por ellos

La Pascua se planificó dentro de
una «dinámica de contagio»; por
eso se pretendió que la catequesis
se alargara hasta la propia familia.
Tres fueron los motivos fundamen­
tales que nos llevaron a comuni­
camos directamente con los padres
de los jóvenes:


el ya indicado de extender a
la familia el anuncio de la
Pascua;



el motivo de la aaüón tjestimoniai: el comprometemos
ante los que son testigos de
nuestras vidas, nuestra fami­
lia en primer lugar;



y un motivo de Indole orga­
nizativa y táctica: los padres,
sobre todo en el caso de las
chicas, son reacios a permitir
salidas largas. Se trataba de
asegiffarles una perfecta or­
ganización y seriedad.

P R E P A R A C IO N
IN M E D IA T A
La puesta en marcha de la idea
pascual estuvo a cargo de un co­
mité organizador en el que esta­
ban representados todos los sec­
tores-ambiente donde se había lle­
vado a cabo el anuncio. El comité
ha venido reuniéndose semanal­
mente, informando, en cada reu­
nión de las diversas fases de pre­
paración, y programando la orga­
nización hasta el último detalle.
Este comité se responsabilizó de
distribuir todo el trabajo entre las
diversas comisiones: a través de
éstas, el trabajo total se simplifi­
ca, evitando que se concentren en
algún miembro del comité organi­
zador responsabilidades que le pue­
dan absorber excesivo tiempo.
El trabajo básico de la Pascua ju­
venil coiKiste, precisamente, en
prepararla; dado el número y cali­
dad de los grupos es necesario es­
tudiar los diversos objetivos de
madurez cristiana que hay que
ofrecer según la situación personal
y de grupo.
En los niveles de mayor com­
promiso oteervamos una opdón de
comunicación y profundización v i­
tal y concreta, más que de técnica
y teoría.

ZUAZO: El río Bayas cruza la finca del Colegio Saiesiano. También ios jóvenes cruzaron
el río para sim bolizar el «paso del Mar Rojo> del pueblo de Israel, y el bautismo. Fue un
signo de liberación, para el que se aprovechó la circunstancia de la misma naturaleza del
contorno.

También este año se repitió la tradición de celebrar la Pascua Juvenil en Sanlúcar la Mayor. «La Pascua
Juvenil de este año ha sido vivida con gran intensidad», han escrito sus organizadores desde Sevilla.

IP a s e u tB
• íu v e n ii
en X nnzn
Pero con muchos grupos hubo
que empezar casi desde cero pro*
curando evitar el peligro de intelectualización y posible limitación
que pueden imponer los temas
preparatorios.
Esta comunicación se buscó a
nivel de grupos en diversos en­
cuentros de zona programados pa­
ra grupos a veces desconocidos en­
tre sí.
Luego se pensó en los mil deta­
lles de organización que supone el
desplazamiento y sistemación de
I.OOO muchadios y muchachas...
Autorizaciones oficiales: el cAberri

10

aguna» o día del Pueblo Vasco se
celebra todos los años el día de la
Pascua dentro de cierta tensión
política; había que evitar toda som­
bra de sospecha y clarificar nues­
tra postura...
... Y los viajes, y la imprenta, y
los emblemas (no como algo fol­
klórico, sino como signo de anun­
cio físico), y la organización eco­
nómica, siempre deficitaria, dada
la situación social de la mayoría
de los jóvenes.

Ü N LU G A R
EN PLE N A NATURALEZA
El lugar de la Pascua Juvenil
fue la población norteña de Zuazo
de C ^rtan go, a dos horas de tren
de Bilbao. Hay allí un colegio salesiano para internos; esto focilitó
muchos problemas concretos: dor­
mitorios separados para chicos y
chicas, clases abundantes en caso
de mal tiempo, cocina, personal
responsable; y, al mismo tiempo,
un ambiente abierto en plena na­
turaleza. Pristen amplias zonas

fuera del edificio, a ambos lados
de un río, de forma que se podía
decidir en un momento entre cele­
brar la Pascua a cielo abierto (era
este nuestrto deseo, ya que todo
adquiere un significado mayor) o
bien dentro del edifício, si no lo
permitía el mal tiempo.
La instalación exterior de luces,
altavoces y música ambientaban
cuidadosamente el momento de la
llegada.
Un grupo de muchachos y mu­
chachas, unos 200, estuvieron des­
de el Jueves Santo, haciendo dos
densas jomadas de estudio y ora­
ción, y preparando hasta el último
detalle la llegada del resto de par­
ticipantes.
La mayor parte de estos partici­
pantes, unos 800, llegaron hacia
las cuatro de la tarde del Sábado
Santo.
En la puerta de entrada los re­
cibía el comité de organización y
se hacía la inscripción (emblemas,
horarios, plano del lugar, indica­
ciones, aportación económina) y se
formaban los grupos de tralMjo,

?
que fueron, por supuesto, el arma
secreta que conjuró el mayor pe­
ligro, la masificación.
Estaba previsto que acudirían
jóvenes no invitados previamente:
todos tenían que ser avalados por
algún conocido con el fin de evi­
tar infiltraciones de jóvenes que
intentaran desvirtuar los objetivos
de la Pascua Juvenil.

NO QUEREMOS
UNA PASCUA
QUE S E A «L L E G A D A »
La celebración se realizó en cin­
co grandes áreas: La primera par­
te, en la gran explanada de entra­
da, a las cinco de la tarde: fue la
proclamación pascual.
La segunda, en grupos de cinco
y media a nueve y media: discu­
sión de temas de compromiso (se­
gún el nivel del grupo), puesta en
común, y ensayo de la liturgia de
Resurrección, tras un intervalo en
el que se tomó la cena (bocadillos,
y un caldo caliente preparado en
el centro de la explanada... ]La
temperatura era de tres grados
sobre cero!)
Lxiego dos horas de oración per­
sonal y confesiones, antes de la
celebración litúrgica que comenzó
a las 12 de la noche.
La teixtera parte se desarrolló
cal oteo lado del río»: el fuego y la
liturgia penitencial.

Tras el «paso del río», y’ de nue­
vo en la explanada se desarrolló
la cuarta p ^ ^ : anuncio pascual,
la «Angélica» o Pregón de Pascua.
La última parte, lecturas, pro­
mesa del Bautismo y EiKaristía,
se celebró dentro de la iglesia.
Y a de madrugada, con la alegría
pascual rebosando el alma y el
cuerpo, y sin una sola nota desa­
gradable, aquellos 1.000 jóvenes
celebraron con cantos y danzas
la esperanza y el gozo de Cristo
resucitado.

l^IIENTRAS
CALA L A N IE V E
Un momento inolvidable, de profundo significado y de una plasti­
cidad cautivadora, fue la celebra­
ción inicial de la Liturgia del Fue­
go; Se enlazó con el análisis he­
cho por los gnq>os sobre las situa­
ciones de pecado, personales y del
mundo.
Cuando la hoguera se alzaba
imponente en medio de la expla­
nada, iluminando la noche con lu­
ces afiladas, empezaron a caer los
primeros copos de nieve... La regu­
lar nevada no fue obstáculo a la
celebración completa, pausada y
sentida, de la Liturgia del Fuego.
Varios jóvenes pasaron a comu­
nicar por el micrófono su vivencia
penitencial: el silencio que se hizo
durante esta hora larga, mientras
los sacerdotes confesaban al aire

libre, hizo de este momento uno
de los más impresionantes de la
vigilia.
Luego el río, el pequeño río que
cruza los terrenos del colegio,
ofreció la oportunidad de realizar
físicamente «el paso», la Pascua:
la luz del cirio pascual se iba
transmitiendo de unos a otros
mientras los más decididos cruza­
ban las aguas casi heladas del río.
I>e vuelta a la explanada, el
Anuncio o Pregón Pascual, tuvo un
sentido auténtico: alternando con
el sacerdote, dos jóvenes fueron
presentando la historia de muerte
cercana a nuestra pueblo. La res­
puesta de todos los asistentes so­
naba a esperanza y resurreción.
El texto de la Renovación de
las Promesas del Bautismo se am­
plió y acomodó a las condiciones
del ambiente juvenil, en búsqueda
de respuesta activa. Varias veces
nos hemos interrogado sobre la
posibilidad de «repetir» el Bautis­
mo en un signo público, a manera
de aceptación consciente y com­
prometida, ante testigos, de nues­
tros compromisos cristianos... No
nos hemos atrevido todavía.
La Eucaristía, el momento más
intenso, se concluiría con la acla­
mación del «Aleluya» acomodada
también a nuestro meridiano juve­
nil: «Trabajarernps por eliminar en
nosotros la indJrerencia, la violen­
cia, el odio: Gloria, gloria, Aleluya;
gloria, gloria, aleluya...»
RICARDO ARIAS

PASTORAL
JUVENIL
EUROPEA
Durante el Congreso de
Pastoral Juvenil Europea
se improvisó una exposi­
ción de material sobre las
actividades juveniles. Un
grupo de salesianos y salesianas curiosean revis­
tas y libros Juveniles. En­
tre ellos, observamos al
delegado de Pastoral Juve­
nil de Barcelona, Oriol Oli­
veras.

11

Una experiencia interesante de los Salesianos de FLANOES (Bélgico)
Miguel Angel Moral es un
salesiano español con unos
pocos años de experiencia
pastoral entre los Jóvenes
obreros del sur chileno. Aho­
ra se encuentra en Bélgica
ampliando sus estudios de
Catequética y Pastoral. Re­
cientemente ha realizado una
visita a este Hogar de la Ju­
ventud de Hoy, que llevan
unos salesianos flamencos, y
ha enviado para el Boletín Sa­
lesiano el presente artículo
y las fotografías que ahora
publicamos. Una Interesante
experiencia de Pastoral Juve­
nil, que ofrecemos a nuestros
lectores.
12

E 1 «E IG E N TIJD S E
JEUD».
... Asi se le llama a esta Intere­
sante experiencia. Es algo asi co­
mo «JXATBNTUD D E H O Y»... pe­
ro en Flamenco.
A primera vista quedo decep­
cionado. Es im caserón grande de
ladrillos ennegrecidos por el tiem­
po, con ventanas alargadas y en
medio de frondosa vegetación co­
mo todas las casas de campo de
este simpático pais.
Lo nuevo está por dentro. Uno
no puede fiarse de las apariencias.
Dentro vibra un mundo joven de
sonidos y voces. N o es una «lis coteque», pero ciertamente tiene
mucéio más de esto que de una
tradicional casa de Retiros. Se
trata de xm C E N TRO D E E S P I­
R IT U A L ID A D JU V E N IL. A lgo
serio.

Y sin embargo muy al estilo de
Don Rosco: acogedor, juvenil. Es
un hogar, una familia.
Después de los primeros pasos
viene a m i encuentro cAM IGO».
Todo el mundo le llama así en es­
pañol correcto y muy bien pro­
nunciado. Se trata del perro de la
fam ilia juvenil.
Eimplezo a sentirme en m i casa
Inmediatamente. Levanto la vista
y me envuelve toda una atoiósfera
e ^ e c ia l de afidies, imágenes, slo­
gans.
Empiezo a entender que para
comprender todo este mundo nue­
vo hay que ser un «Iniciado».
«Ata, sí, para entender esto hay
que vivirlo». Es lo primero que
me dice Robert, xm hombre dimi­
nuto, joven, abierto, «ciiic» (es

decir bien a la moda, pero sin exa­
gerar)... Y yo, que había venido
con la intención de hacer un re­
portaje para contarles algo a los
lectores del «BOLüiTXN>... Y una
y otra vez, me insiste que hay
que vivirlo: Son las 9 de la tarde.
Había venido con el -tiempo con­
tado.
—^Hagamos un trato, el te pa­
rece bien, me quedo para hEwer
la experiencia con el grupo.
— «Estás en tu casa>.
En la habitación y en el am­
biente respiro sencillez. Lo míni­
mo indispensable pero en una dis­
posición original y simple, hace
que uno se sienta desde el prin­
cipio en una situación de acogida
y de apertxira impresionante. Más
allá, una sala osciira. Después me
di cuenta que no había ni bancos
ni sillas. Eran como unos tacos
grandes, forrados de género, des­
parramados por el suelo entre al­
tos y bajos. •.

CREEMOS EN LOS JOVENES
En estos momentos llega Paul,
otro de los Saleslanos, «melenu­
do», enjuto. Sus ojos re h ira n se­
renidad y calma. Es ingeniero
electrónico, pero en estos moment<M está trabajando a tiempo com­
pleto en el Centro.
... «Aquí, — es Paul quien habla
con entusiasmo— , hemos integra­
do todas las técnicas modernas
que hemos podido, como quería
Don Bosco. Llevamos once años y
estamos comenzandb». Simplemen­
te aprovediamos' todos los medios
que podemos para llegar al joven.
... Y además otra cosa...
— Pero esto está lleno de cosas...
— «N o, no. Se trata de un pro­
blema». — Es Paul quien habla— .
Dicen que los jóvenes están preo­
cupados y viven otro tipo de

— ¿ Y esto?
— «Es la "aoío-paro-todo” . Aquí
los jóvenes pueden tomar la po­
sición que quieran. Lo que impor­
ta es que se expresen sin dificul­
tad... que no tarden en ambientar­
se. Que se descubran y que conoz­
can todas sus posibilidades».
Casi sin darme cuenta estoy
sentado en uno de loe maderos.
... Y empieza la música y el ritmo.
Los jóvenes se contraen con toda
libertad.
—Y esto ¿por qué?
—iMira, es Robert quien me
contesta, tú acabas de llegar. Y a
hemos trabajado todo el día. El
día de hoy estaba consagrado a
descubrirse. E l joven no conoce
sus inmensas posibilidades, el ma­
ravilloso poder dé su cuerpo y de
su espíritu. Lo que nosotros ha­
cemos es ofrecerles una otmds/ero
de concentración dentro de la más
amplia y juvenil e:^ontaneÍdad.
El joven necesita concentrarse,
no sólo mentalmente sino corpo­
ralmente. Este momento es muy
importante. Para muchos jóvenes
que vienen aquí es la primera ex­
periencia de concentración».
En la pantalla de la rS A L A PA R A -TO D O » se pn ^ectan al
mismo tiempo el cuerpo de uno y
muchos jóvenes en m il posiciones
diferentes... Y él joven con soni­
dos y ritmo y su caieipo y el de
sus compañeros se v a descubrien­
do... va tomando conciencia de su t
cuerpo, de su persona.
¡

Después
de ios ojos,
las manos
son
la parte
más
expresiva
del cuerpo
del hombre;
el joven
las mira
y se mira
en ellas
como
un espejo
que lo refleja
y en el
que se
refleja.

valores demasiado inmediatos. Mu<áios educado3res han perdido la fe
en los jóvenes. Nosotros creemos
en ellos. Aquí les damos la opor­
tunidad de descubrir valores L I ­
BERADORES D E SU PERSO NA.
— ¿Cómo? Y o trabajo en CSille
y esta Eíuropa me sorprende a ca­
da rato. Vuelvo a interrogarle
con una mueca de incredulidad.
¿Qué?
— «Que los jóvenes viven en
Eíuropa como Inmersos, llenos de
cosas-objetos, que son como una
barrera para poder conocer lo
esencial. Sí. Nosotros utilizamos
la música, el ritmo, la danza y
toda una serle de medios que ellos
aman y gustan; y a través de ellos
les hacemos sentir en form a total,
con la mente, con su cuerpo, con
todo su ser juvenil, V A LO R E S
ESENCIALEIS para su vida y pa­
ra sus .personas. Y quien más lee

LO S J O V E N E S BELGA:

llama la atención para descubrir
que hay algo más es JESUS que
está vivo y es su compañero de
ruta».
Me quedo pensativo. En mis
adentros me digo: Y entonces la
familia y la Iglesia y la rica His­
toria de estos países, no les dice
nada de eso esencial.
— « Y a te dije, me sugiere Robert, que no se trata de decir,
de hablar, o de ver. El joven de
hoy debe experimentarlos pcrsonalmente en su vida, debe captar
su t>ak>r para comprometerse con
ellos».
Pues bien, el mundo qp hoy. so­
bre todo nuestro mundo occidental
no está en condiciones de sensi­
bilizar al joven más que con los
valores del tener. Sin embargo lo
que realmente orienta son los va­
14

lores del ser. L a sociedad de con­
sumo no puede ofrecerle otra cosa
que lo que a ella le interesa. Y
además dispone de unos medios
impresionantes. Elsto hace que el
joven de hoy viva en un mundo
Irreal, donde no puede ofrecerle
otra cosa que lo que a ella le in­
teresa. Y además dispone de unos
medios Impresionantes. Esto hace
que el joven de hoy viva en un
mundo irreal, donde no puede sen­
tirse satisfecho. Nosotros aquí le
ofrecemos una atmósfera propicia
para captar otra realidad. Todo
está en función de un mundo más
humano, más Ubre, más sencUlo,
más Interior: «la música el hora­
rio, la luz.... hasta los más míni­
mos detaUes, los estudiamos con
el fin de presentar al joven los
verdaderos valores humanos y
cristianos, que é l después puede
vivir y desarroUar».

TRABAJO A GRAN E$CALA
— ¿ Y d e^u és?
— «Ah. AJ joven le toca respon­
der. Eso no depende de nosotros».
— ... ¿Pero él quedará solo?
— ^No, no. Esta es la primera
etapa. Que nosotros llamamos de
sensibilización. Para los qu,e quie­
ren ofrecemos otras etapas poste­
riores de P R O F U N D IZ A d O N . Y
aquí lo que cuenta es el contacto
y la confrontación del joven con
el EhrangeUo.
—O sea, ¿que esto es todo un
trabajo a gran escala...?
Ahora están tres de los cuatro
responsables: Jcdin, Paixl y Robert
L a conversación se anima y entre
todos se buscan las x>alabras apro-

Los jóvenes tiene un local en el
que pueden relajarse, oír música y
expresarse corporalmente a su
gusto.

piadas en francés, ya que ellos
han ideado esto en flamenco y
tienen mtichas palabras claves de
difícil corre^ondencia en nuestras
lengnaas latinas.
— «Mira, en realidad esto es un
Centro de espiritualidad juvenil.
Nosotros partimos de aquí a las
ciudades y los .pueblos, a las P a ­
rroquias y a los colegios de todo
Flandes, donde prc^ectamos todo
el material que podemos, (que
tiene una calidad técnica extraor­
dinaria) lo digo yo y que todo
el mundo aprecia. Tenemos pro­
gramas en la Radio, en la Televi­
sión. Seguimos a nuestros mu<dia<^os. Hemos creado todo tm mo­
vimiento de Juventud. Elsto es el
cBIGENTIJDSE JEIUD>.
— ¿ Y cuántos trabajan?
— «E n estos momentos somos
cuatro salesianos y muchos jóve­
nes que nos animan y cooperan.
Alrededor de nosotros se mueven
cantantes, artistas, educadores».
Pero antes de llegar
hemos debido sufrir...

a

esto

Y a tenemos ocupado nuestro
centro y nuestro tiempo hasta
1978. Ten presente que cada se­
mana tenemos dos sesiones de dos
días de duración; y que además
tenemos actividades todos los fi­
nes de semana.

COMO DON BOSCO
Me llamó profundamente la
atención la vida de estos cuatro
salesianos, su testimonio de pre­
sencia y de trabajo verdaderamen­
te impresionante. Sus carteles, sus
afkiies y programas son ya cono­
cidos casi en todo Flandes. Los
mismos jóvenes se convierten mu­
chos de ellos en «SATEÜ JTES»,
es decir en «luces» para sus com­
pañeros en el lugar donde viven.
Hay millares de ellos en ciinlades,
colegios fábricas y p u llo s .

— ^Y... ¿Cómo nació esto?
— «Como todo lo natural y lo
bueno, como la Congregación que
soñó Don Bosco. ¡Elso es! Todo es­
to comenzó soñando»: •«E ra estu­
diante (es Robert quien habla) jo­
ven salesiano. Y los jóvenes me
llamaron la atención. Y o creía en
los jóvenes, creía en su capacidad
de desarrollar sus inmensas posi­
bilidades. Pero en un mundo co­
mo el nuestro donde solo se le
rinde culto a aquello que produce
dinero o nos sitúa en una posi­
ción de privilegio, el joven vive
como prisionero sin saberlo. Don
Bosco, m e dice Robert, tuvo el
mismo sentimiento frente a la ju­
ventud de su tiempo. Y lo mismo
que él, frente a la juventud de su
tiempo me puse a trabajar». Es
así como comenzó este Movimien­
to: ^ J U V E N T U D D E HOY>.
«Elsto no fue pensado desde arri­
ba por los adultos. Ellos, los jó­
venes con nosotros han hecho to­
do esto que tú ves, los cuadros,

las habitaciones^ las salas... todo.
£2sta es su casa. Y aquí, después
de bastante tiempo, hemos sentido
el apoyo de otros hermanos y de
la Congregación».

He vivido 24 horas con ellos.
Sin conocer su lengua, siento que
algo nuevo he experimentado...
que oqui se está dando una rea­
puesta a una necesidad que los
jóvenes sienten hoy. Aquí Cristo
es anunciado con toda su Inmen­
sa riqueza.:, y en una form a salesiana, moderna, dinámica, entre
música, ritmo y silencios. Elstos
jóvenes dentro de poco serán los
responsables del futuro.

YO L E ASEGXJRO que vale la
pena experimentar todo esto. Uno
sale renovado.
MIGUE3L ANGEIL M O R A L
Groot - Bigarden, lO-V-76

Primero, tendrán lugar los Ca­
pítulos Inspectorlales, que habrán
de celebrarse entre septiembre de
1976 y marzo de 1977. En el mes
de abril de 1977, la Comisión Téc­
nica Central deberá ordenar y cla­
sificar todo el material recibido y
se nombrarán los miembros de las
comisiones precapitulares.
La apertura del próximo XXI Ca­
pítulo General será el 3 de octubre
de 1977.
La temática será doble: el estu­
dio y la revisión de las Constitu­
ciones antes de su aprobación de­
finitiva por la Santa Sede; y co­
mo tema de estudio: «Que nues­
tras comunidades sean plenamente
evangelizadas para que lleguen a
ser eficazmente evangellzadoras».
(Del Boletín Informativo
de la Inspectoría de León]

............

MONUMENTO A SAN JUAN BOSCO EN LIMA
Llm *.— SI V M io (l« mAa
un M n tw w r da palom as plom as y blancas, d io raalca a
la antraga dal monumanto da ta n Juan Basco quo, a un coate da 750 m il solas, ha
sido arig ido an a i a lrio da la BaslHca M aris A uxiliadora.
El Cardonal Juan LandAzuri R lckatts bandl|o la asiahia, asculpida po r M igual Baca
Rossl, profesor da la UNI y da ta Bscuala N aetor»l da B ailas A rtas, quian d ijo qua a l
momimanto pasa una tonatada y m ida f m alros 10 da altu ra (Induyando los 2 m atros
da padaslal).
D icho monumanto da bronca y granito aa ha lavanlado an honor a l fundador da las
m isionas salaslatw a an a l Bard, coineW iande con a l cantonarlo da asta eortgragaclón y
con a l día da la VIrgan María A uxiliadora.
Apadrinaron la Inauguración da famHlaa Inlagrantsa dal Com ité N acional Pro-Monom anto a Don Boceo. En manos da I I masas sa ha eortcratado lo obra an g ra titu d al
adueador da muchas luvantudaa.
El C ardenal, luago da daatacar la Im portancia « w rapraaanla para los salaslanos al
monumanto a Don Beaco, prassnté a Prsnciseo Maaaquio, Padre da la Orden S alaslana, qua Hana 70 aAos da sanrlelo po r a i bian da toda la tsm llto cristian a.
En dicha carsm onla a a tm praaanta Dom ingo Russea, un anciano qua eonoelO a
San Juan Bosco. A l acto asIsHaron awtoridadas aducatiaas, t illa s y m ilitaras y cantandtaa da ax shimnoa y atuamoa da fea cofagloa salasiarw s antro otras daiagacienas.
^
la fo to , «amos a l Cardartal Salaslarro M onaaffor Raéi S ilva qua, a su poso por
Urna quise s a lir an asta grupo con s«n harmancs salaslanos dal Pard.

16

«RAJATABLA»,
PRIMER PREMIO NACIONAL
DE TEATRO JUVENIL
■Rajatabla*, grupo de teatro del
Colegio Salesiano de Alicante, ha
obtenido el primer premio en e!
Xllí Certamen Nacional Juvenil de
Teatro Social, celebrado en Lugo
la pasada primavera. El grupo esté
dirigido por el Salesiano don Angel
Berenguer. Pusieron en escena la
obra de lonesco «La cantante cal­
va». El premio ha consistido en un
diploma y 25.000 pesetas, que se

han Invertido en la compra de un
foco máscara de color cambiable,
cenital, que utilizarán en futuros
montajes.

CURSILLOS
PARA ANIMADORES
DE ESCUELAS DE PADRES

Actualmente —han declarado al
diario «La Verdad» de Murcia—
preparan otras tres obras, dos de
ellas de Eugene O'Neill, «íntima­
mente unidos» y «El emperador Jo­
nes»; y una tercera de Valle Inclán,
•La cabeza del Bautista». Dicen que
con «El emperador Jones» piensan
volver a ganar el Certamen Nacio­
nal del año que viene. «Vamos a
hacer un montaje en plan de gran
espectáculo — afirman— ; con un
fondo musical de tam-tam que mar­
ca el ritmo en aumento de las pul­
saciones del corazón del intérpre­
te..., muy dramático».

Barcelona.—La Escuela Universi­
taria de Formación del Profesorado
«Blanquerna> organizó, a partir de
enero de este año, unos cursillos
para la formación de Animadores
de Escuelas de Padres.

(Del Boletín Informativo
de Valencia)

Los cursos se dirigían específi­
camente a Directivos de Centros
Docentes y de Asociaciones de Pa­
dres de Alumnos. Y tenían como
objetivos:
informar sobre organización y
puesta en marcha de Escuelas
de Padres
suministrar referencia de mate­
rial y subsidios para ello
adiestrar en diversas técnicas
de trabajo de grupo

JORNADAS
DE LA FAMILIA
SALESIANA
Se celebrarán en Barcelona del
1 ai 3 de septiembre; en Madrid,
del 4 al 6; y en Sevilla, del 7 al 9.
Se trata de unas jornadas de re­
flexión sobre la realidad de la Fa­
milia Saleslana y estarán dirigidas
a los miembros de la misma: Salesianos, Salesianas, Cooperadores
y Voluntarias de Don Bosco. Parti­
cipará en ellas Don Juan Ralneri.
del Consejo Superior.

CONSEJO NACIONAL
DE
ANTIGUOS ALUMNOS
Madrid.—Del 19 al 20 de junio
se celebró en Majadahonda el Consajo. Nacional de Antiguos Alum■08. En él ha sido reelegido como
^residente Nacional, por otros cua­
tro aBAO. ^ n Javier Artuch. Tam­
bién se ha decidido que el ConsiMtno
don Luis Valpuesta.
eeotinúe durante un ano más, des­
pués de haber cumplido también
aii cargo durante varios años.

vivir la e)q>eriencia de ios prin­
cipales fenómenos de dinámica
de grupo.

Para orienuclón da los posibles
interesados se anunció una sesión
informativa, a la que acudieron
más de 500 personas. La demanda
de inscripciones para los cursillos
fue muy superior a lo previsible:
a ios dos dias de abierta la ma­
trícula. tas solicitudes pasaban de
400.
Se montaron cinco cursillos, ca­
da uno de ellos de seis sesiones
de dos horas: de 10 a 12 de la no­
che. Participaron en total 250 peraortas pertenecientes a 47 Centros
diversos.
Las encuestas de evaluación fi­
nal manifestaron un Juicio altamen­
te favorable. Así como el deseo de
que se amplíe este campo de es­
tudio y experiencia. El 92 por 100
de los participantes desean hacer
un segundo curso.
En el equipo responsable de es­
tos cursos figura un matrimonio de
Cooperadores, y el Delegado Inspectorial de CC, a quien la Escue­
la Blanquerna confió la organización
de los mismos.

i

T

.1*-

SEVILLATRIANA:
íAmigos!.
no se trata
de la entrada
de la Macarena
en su basílica
en un
viernes santo.
Es María
Auxiliadora
la que sale
en procesión
por las calles
de su
barrio trianero
sobre
un río humano,
con su
corriente viva
y clamorosa.

«
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3
n
£

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F|

I
I

*
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'V- -

SOCIAL

CARACAS:
UNA OBRA DIFERENTE
El Centro Social Don Bosco de Caracas atiende cada día a más de 400 enfermos y
450 alumnos de la periferia pobre de la ciudad. El trabajo desinteresado y sacrificado de
las «damas salesianas» presta al centro: organización, precisión, ritmo, distinción.
Se respira en él un clima de calor materno que lo hace inconfundiblemente salesiano.

Un grupo de personas se reunían,
en Caracas en 1963, alrededor de
und mesa con una idea confusa y
unas notas sobre el papel. Se tra­
taba de uno de los innumerables
proyectos de buena voluntad, que
con tanta frecuencia quedan «en
agua de borrajas» al confrontarlos
con la realidad. Sin embargo aque­
lla idea sobre el papel se ha lleva­
do a cabo y ha superado los más
optimistas pronósticos.
Lo ha logrado un grupo de «da­
mas salesianas», que, a ejemplo de
Mamá Margarita (su modelo) se
entregan a un trabajo oculto y ge­
neroso. Algunas atienden los servi­
cios asistenciales, otras dan clase,
otras llevan la administración, y
todas ponen entusiasmo y alegría
al estilo de Don Bosco.
En el papel de la reunión de Ca­
racas del 9 de mayo de ^963 estaba
escrito: «Comisión nacional orga­
nizadora para la construcción del
Templo Nacional a San Juan Bosco
y de las Obras Sociales anejas».
El proyecto de la Comisión era
ambicioso, no contaban las dificul­
tades, y la totalidad del proyecto
de construcción del Templo se llevó
a término en breve tiempo: el 3 de
diciembre de 1967 se inauguraba el
Templo a Don Bosco.
El trabajo había dado su fruto:
un fruto doble: el templo y... la for­
mación de una familia de amigos,
unidos entre sí con la fuerza de la
ilusión y dispuestos a seguir traba­
jando todavía más.

18

LO QUE EL SEÑOR OBISPO
VIO Y BENDIJO
Se comenzaron las obras del
Centro Social Don Bosco, y una
vez más se realizó el proyecto sin
pérdida de tiempo.
El 15 de mayo de 1975, cuando
el señor Obispo auxiliar de Cara­
cas fue invitado a bendecir los lo­
cales, el complejo funcionaba ya
desde hacía unos años. En efecto,
el señor Obispo tuvo que abrirse
paso entre la muchedumbre, por­
que las distintas secciones estaban
abarrotadas de gente, como, por
otra parte, los 365 días del año.
Esto fue lo que vio y bendijo:
£1 departamento de medicina gene­
ral (1.107 pacientes durante el año
1974), ¡a sección de ginecología
(3.800 pacientes durante el mismo
año), de odontología, oftalmología,
cardiología, pediatría, laboratorio
de análisis, rayos X, vacunación,
psicología y psiquiatría.
Además, el consultorio jurídico
(con un grupo de abogados especia­
listas en diversas materias), con­
sultorio prematrimonial y matrimo­
nial.
Luego vio la farmacia (las me­
dicinas se dan gratis a los 400 en­
fermos diarios). Y la sección de
ropería que regala la canastilla de
las ropitas para los futuros bebés.
Todo esto hubiera sido ya suñdente, pero el señor Obispo fue in­
vitado además a bendedr las es­

cuelas: escuelas de enfermeras, pa­
ra secretarias, escuelas de meca­
nografía y contabilidad, de floris­
tería, de estética y peluquería, de
corte y confección, de dibujo artís­
tico y comercial, de lenguas (con
modernas instaiadones)... Y hasta
clases de guitarra.
No podía faltar un centro de
orientación escolástica y profesional
para 450 alumnos que se van tur­
nando en cursos acelerados. Igual­
mente una librería con las últimas
novedades y objetos de regalo para
bodas, bautismos, primeras comu­
niones.
No, no es esto todo; allí al lado
se ha construido el «cine Don Bos­
co» con los aparatos más moder­
nos y con películas «limpias». Y el
bar (también bajo el nombre y protecdón de Don Bosco). Y un poco
más lejos, en la costa, se está cons­
truyendo la colonia marina para
los muchachos...

LAS DAMAS SALESIANAS
Detrás de todas estas inidativas
hay un espléndido cuadro de res­
ponsables. En el centro, el padre
Miguel González que, junto con
otros dos salesianos, es el encarga­
do del Templo Don Bosco. Pero to­
dos los salesianos del Colegio ayu­
dan todo lo que pueden.

Hay 40 empleados, remxmerados,
pero sobre todo, están las damas
salesianas, sin las cuales el comple­
jo social no podría seguir adelante.
Su lema es; «H az el bien y no mi­
res a quién». Y en su reglamento
y carnet campea la frase de Pa­
blo VI: «Si quieres la paz, trabaja
por la justicia».
Algunas de ellas, 250, son «da­
mas activas», desarrollan una acti­
vidad personalmente dentro del
Complejo, una o más veces por se­
mana. Otras, cerca de 75, no dispo­
niendo de tiempo libre, contribuyen
económicamente y de mil modos.
Los Salesianós prestan una asis­
tencia espiritual «con el fin de que
se fortalezcan en el espíritu»: ejer­
cicios espirituales, encuentros de
formación de espiritualidad salesiana...

CUADRAR EL BALANCE
Es una cuestión delicada ésta del
sostenimiento e c o n ó m i c o de la
obra: 400 enfermos diarios, 450
alumnos entre jóvenes y adultos,
instalaciones nuevas, 40 emplea­
dos... El presupuesto de 1975 fue
de 358.000 dólares. Es difícil cua­
drar el balance de fín de año.
Pero se consigue. Vienen ayudas
de las ofertas del templo, de bien­
hechores, del cine, de la librería.
El Ministerio de la Salud Pública
contribuye en una pequeña parte.
Y el que puede pagar, aunque sea
una cantidad simbólica, aporta,
aunque no sea más que por peda­
gogía, su granito de arena.
Se sale así al encuentro de
tantas tragedias sociales: Mucha­

chos arrancados de la calle, des*
ocupados que aprenden un oficio,
enfermos que encuentran asisten­
cia... T a n t o s marginados de la
sociedad acuden al Centro Social
Don Bosco y se dan cuenta de que
la Iglesia no los excluye. Luego to­
dos éstos encontrarán cada día la
posibilidad de entablar conversa­
ción con alguna de las damas del
grupo «formación y catcquesis» y
recibirán una orientación moral y
religiosa.
El padre González repite con
frecuencia las palabras de Don
Bosco: «Después de Dios, debo a
mi santa madre el trabajo que he
podido realizar».

ENZO BIANCO

Un grupo de «damas salesianas» ha fundado, orgarúzado y fínanciado en Caracas este Centro Social que aco­
ge cada día a 400 enfermos y 450 muchachos de la periferia de la ciudad. Al ejemplo de Mamá Margarita,
su patrona oficial, ha sabido dar un calor materno y salesiano a esta obra nueva de estupenda proyección
social.

19

PRIMER PLANO
.■V

DOS
GRANDES
BIENHEGHyiES DE DEUSTO
VALD ES

de la misma. Dios Nuestro Señor,

IZAGUrRRE y D O Ñ A MARIA

DON

F E L IX

F.

ZA-

a quien nadie aventaja en gene­
rosidad, Ies habrá recompensa­

R R A B E IT I A murieron en Bil­
bao, el 11 de abril y el 25 de

do cumplidamente. También los
hombres, supieron en su día, re­

marzo, respectivamente. Eran so­

conocer sus méritos y galardonar­
los. E l G obierno español, allá

V IC T O R IA

AM E20LA

brinos de don Tomás U rquijo y
de doña Piedad Izaguirre, funda­
dores del C olegio Salesiano de
Deusto-Bilbao.
D on Félix y doña María V ic­
toria heredaron de sus tíos, los
bienes y la inquietud cristiana de
su destino social. H an sido los
continuadores de la O bra y gene­
rosos e incondicionales donantes

por el año 1956, entendió per­
fectamente y reconoció el aspec­
to benéfico-social de su labor,
acordando concederle a don Fé­
lix, el ingreso en la O rden Q v il
de Beneficéncia con categoría de
gran Cruz y distintivo blarKO.
Posteriormente, en mayo de 1963
y a instancia del Superior G ene­

ral de los Salesíanos, el Sumo
Pontífice, en reconocimiento a
su espléndida generosidad mani­
festada en múltiples ocasiones,
particularmente en la construc­
ción de este Centro Salesiano pa­
ra la formación de la juventud,
le otorgó las insignias de plata y
el preciado título de Caballero
Comendador de la O rden de San
G regorio Magno.
Creadores de una hermosa fa­
milia cristiana, siete hijos, y crea­
dores de bienes materiales, jamás
se olvidaron de los demás, reco­
giendo así la magnífica lección

Don
Marcalino
OlMchea
impone
■ oon Félix
Valdés
las Insignias
de plata
correspon­
dientes
al títu lo
de Caballero
Comendador
de la Orden
de San
Gregorio
Magno,
otoi^ado
por el
Sumo
Pontífice,

que les dejaron los mayores. Fue
¿ suyo un trabajo callado, sin
publicidad, pero cargado de ca­
lor humano y con un alto senti­
do de servicio; movidos siempre
por el más depurado espíritu
evangélico. Una lección de cari­
dad.

DEU8T0:
Vtaita
dftl Rector
Mayor
al Colegio
Salesaino.
A su
derecha,
don Félix
y dona María
Victoria.

Dotados de una bondad poco
común, se manifestaban sencillos,
cariñosos y generosos con todos.
La bondad y la sencillez han si­
do, evidentemente, norma de sus
vidas. Profundamente piadosos,
cultivaron un amor abiertamente
manifiesto y un culto reverente
a la Eucaristía, a la par que una
entrañable devoción a San Juan
Bosco, a quien se dirigían con
una total. L a reliquia de D on
Bosco, presente en su capilla pri­
vada, la consideraban com o un
auténtico téselo. Era tal su apre­
cio por D on Bosco y por la Obra
salesiana, que los salesianos eran

Los funerales de ambos, cele­
brados en la .Ig le s ia de nuestro
Colegio de Deusto, constituye­
ron una auténtica manifestación
pc^ular de aprecio y de cariño
por parte de sus hijos y familia­
res, y de sus muchos amigos de
toda clase social; y por parte de
la Congregación Salesiana, una
prueba inequívoca de su cordial
afecto y de su eterno agradeci­
miento.

La

Comunidad

Salesiana

de

Deusto, guarda con cariño y ve­
neración los restos mortales de
sus queridos don Félix y doña
María Victoria, en la hermosa
Iglesia de esta Casa Salesiana,
jxmto a don Tomás y a doña Pie­
dad. L a

generosidad de

todos

ellos lo ha hecho posible. Des­
cansen en paz,
S A B IN O U N Z U E T A

considerados por ellos com o su
octavo hijo.
Este ilustre matrimonio bilbaí­
no, ha gozado en vida d e íntimas
satisfacciones humanas, por sus
caritativos desvelos, justamente
correspondidos, y sus artísticas
aficiones com o la pintura y la
música — don Félix era un vir­
tuoso del piano— y en los ratos
que le dejaban libre Juntas, Con­
sejos y Gerencias, gustaba de las
típicas, nobles y espectaculares
competiciones deportivas de los
hombres de su tierra: los pelota­
ris, en sus diversas modalidades;
o el vibrante espectáculo de los
“ leones” de San Mamés, en los
grandes acontecimientos. En estas
variadas aficiones encontró, par­
ticularmente don Félix, el des­
canso, la paz y la serenidad que
su vida activa exigían. Ella, doña
María Victoria, dedicó su vida a
la atención de su esposo y dé sus
hijos, a quienes se entregó total­

N

Don
Marcelino
impone
la
conde­
coración
de la Orden
de
San Gregorio
a don
Félix.

%

mente.
21

IONES

EL BAUL
DE LOS RECUERDOS
DE DON M AXIMINO GALLEGO
Y Rodríguez, qué caramba, ata­
jaría un amigo de los segundos
apellidos que conozco y a quien
quisiera yo ver en batalla decla­
rada contra algunos que Unamuno
incluye en un tomo apasionado,
dedicado a su adorada patria chi­
ca...
Dijéralo o no dijéralo Jorge V
de Inglaterra, «el secreto de la fe­
licidad consiste no en hacer lo
que nos gusta sino en aprender a
que nos agrade lo que tenemos
que hacer». Ea, le salió redonda
al tal Jorge la solución del gran
problema de cada día...

Parece haberle ocurrido a don
Maximino Gallego y Rodríguez:
cuando le propongo hacer un huequecito en las páginas del Boletín
Salesiano español, que es una pu­
ra gloria algún que otro mes por
su contenido y forma, para contar
cosillas de su vida, se le alegra el
cotarro. Porque mira hacia atrás
con la satisfacción del que ha he­
cho las cosas con agrado, feliz­
mente. Es el «laudator temporis
acti» de Horacio.
Hemos tenido Bodas de Oro. En
el Romance de la linda Melisenda

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca «¿an M arcos». P rim era entrega: T o ta l: 100.000 pts.
Beca «B ib ian a Socias». Nueva entrega: 6.000. T o ta l: 35.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

«M am á M argarita». L . Cañada. Pam plona. N . e.: 6.000. T . : 46.360 pts.
«S r. F loren cio». A A . A A . de Pam plona. T o ta l: 106.137 pts.
«M a ría A u xiliad ora». Arch. Dcusto. N . e . : 10.000. Totail: 36.000 pts.
«D . José M aría T aib o». V I. T o ta l: 13.000 pts.
<D. José Gestoso». A A . A A . V lgo. T o ta l: 90.000 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca
Boca
Beca
Beca

«Francisco P o rte ro CastoIIanos». MontUla. N . e.: 6.000. T . : 36.000 pts.
«D . An ton io D o Mulño*. Casa d e MontUla. N . e .: 10.000. T .: 95.000.
«D . José M aría D oblado». M álaga. N . c.: 6.000. T o ta l: 41.000 pts.
«D oñ a R osa Hornándea*. Casa de Córdoba. P . e . : 60.000. T . : 60.000.

INSPECTORIA DE LEON
Beca «M a ría del Carmen O liveros». N. c.: 5.000. T o ta l: 63.000 pts.
Beca «D . F elip e G arcía». L a Coruña. N . e.: 1.600. T o ta l: 46.2% pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Beca <M. A. L . » N . e.: 1.000. T o ta l: 90.000 pts.
Beca «F a m ilia Francia G a rd a ». N. c.: 1.000. T o ta l: 60.000 pts.
Boca «V ia je ra s Salcsianas». N. e . : 10.000. T o t a l: 60.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

« P . M onserrat». Prim era entrega: 6.000 pts.
«Carm en H id a lgo ». Vda. de Cortés. I^ im e ra en trega; 40.000 pts.
«M a ria A u xiliadora». A ixh . N . e.: 1.000. T o ta l: 93.000 pts.
«M a ría A u xiliad ora». Morón. N . e.: 8.000. T o ta l: 96.000 pts.
«San José y San An ton io». Fam ilia Pardo. N . e . : 3.000. T . : 14.000.
«A rcá n gel San M igu el». P rim era entrega: 50.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca «Juan M anuel». Ektña Carmen Gómex. T o ta l: 60.000 pts.

22

«hacen venir un obispo para allí
desposar. Ricas fiestas se hicieron
con mucha solemnidad». La ver­
dad es que las «ricas fiestas» que
aquí se han hecho «con mucha so­
lemnidad» no han contado con un
obispo y han consistido en Misa y
Mesa. En el mes de mayo, porque
luego, justamente en julio, el 11
de julio es la fecha exacta, la gen­
te se dispersa y el colegio goza de
unas largas horas de penumbra ve­
raniega en la que, si todavía exis­
tiesen gatos vagabundos, andarían
lastimeros por los tejados echan­
do humo por el rabo.
Los chicos de quinto de básica
arrearon de lo lindo. Todavía no
fuman y sus voces aliviaron el pe­
so de la emoción. Y a qué disimu­
larlo: este órgano de la Trinidad,
desconectado su órgano de eco
por un vicio español y salesiano
llamado acidia sobre tc^o en pre­
supuestos que rocen el arte, toda­
vía tiene resuelto para muchas
Bodas de Oro y abrió todas sus
bocas, que no son pocas, para vo­
cearlo. El altar estuvo bien asisti­
do de coitcelebrantes, unidos es­
piritual y afectivamente al Presi­
dente. Don Maximino echó mano
de los mejores registros de su voz,
ya algo apagada. Hasta se permi­
tió floreos introductorios y otros
lances del caso. Don Jesús Borre­
go, que es* doctor y todo, se nos
vino de Roma a Sevilla con unos
apuntes documentadísimos sobre
Misiones Salesianas y nos predicó
una Novena de María Auxiliadora
vibrante, abarrotada de público
fervoroso. Cómo no: su palabra se
hizo oír también en esta concele­
bración d e ' los cincuenta años de
Misa de don Maximino.
Luego presidió el homenajeado
una mesa bien puesta, en la que
todo t í profesorado del colegio,
jimtamente con la Comimídad Satesiana, daba buena cuenta dtí ge­
neroso menú.

la ciudad y se las apañaba para
que la estancia de unos y otros en
la
que la Alcaldía ponía a
disposidón de los m u c h a c h o s
aprendices del Hogar de San Fer­
nando fuera de lo más agradable
y plácida...

■ í il'É i
ifjíi^ií'vr'.-i:'- '-.-rá

mm
A los
50 años
de la
Primera
Misa,
bueno
es m irar
para atrás
y dar
gracias
a Dios.

— ¿Cuántos años tiene usted, don
Maximino?
— Son setenta y seis. Me ordené
el año 26. El 11 de julio cantaba
Misa en Turín. Fue la época de
a q u e 11o s profesores de teólogos
que luego hemos recordado todos
en las aulas españolas; don Vismara, don Geimaxo, don Caviglia...
—¿Y sus primeros pinitos salesianos?
— Recuerdo mucho al padre V i­
ñas, Inspector. Siempre me trató
con gran amabilidad y hasta se
las apañó para arreglar mis p a b ­
les a la hora de mardiar a Italia,
ya que ciertas circunstancias pre­
sentaban dificultades especiales.
Comencé en San José del Valle
(Cádiz) con filósofos y noyidos.
haciendo uso de mis conocimien­
tos adquiridos en el Tedogado turinés. También iba p<w las casas
atendiendo a exámenes de estu­
diantes que no contaban con pro­
pio teologado en la Inspectoría.
— ¿Sus años de Madrid?
— Hubo de todo. Fui bastante
tiempo profesor de Derecho y Mo­
ral. Muiciia juventud de entonces
tomó luego rumbos muy diversos.
No han faltado cargos importan­
tes entre los alumnos de Carabandiel de aquellos años. También
conocí las checas.

— ¿Y su directorado?
—‘Duró tres años. En Ecija, la
bella dudad sevillana coronada
de muchas torres.'
Los años más característicos de
don Maximino se han registrado
en la Casa Inspectorial sevillana.
Los muros de este descomunal
colegio han ido recibiendo vapu­
leos por todos sus costados. A to­
dos e s t o s avalares ha asistido
nuestro hombre como Secretario
Inspectorial.
Largos lustros de confesonario
y de predicar por aquí y por allá,
solidtado por las Hermanas Selesianas y por oialquier grupo alle­
gado que necesitara de un pacien­
te perdonador de ctUpas.
"Don Maximino Gallego estó re­
d o aunque no guipa mucho, m e e
años que no pisa su tierra salman­
tina, 'Villarino por señalar más. No
quedan vivos muchos de sus com­
pañeros. Los tiempos han ido dan­
do vuelcos y ya no chay exáme­
nes canónicos» de novicias a los
que él asistía por espedal indicadón de la superioridad. Bien es
verdad que estos veranos achicha­
rrantes con que Sevilla se despadta han estado aliviados por las
brisas de Sanlúcar de Barrameda,
en la época en que don José María
Doblado, falleddo en Málaga, se
codeaba con el Ayimtamiento de

Don Maximino conserva firmas
y homenajes y fotografías de aquel
1926. Los ha sacado del baúl de
los recuerdos y nos enseña la vie•ja tinta, los fervorosos pensamien­
tos y deseos que registran estos
papeles.
Y hasta los vemos que más de
una vez brotaron de su pluma. Co­
mo en la magna ocasión de la
inauguración del Monumento a
Domingo Savio que luce el patio
de las palmeras y macetas floridas
de la Trinidad. Quién diría a estos
chicos de ahora que tan campan­
tes pasan al lado del discípulo
santo de Don Bosco, cuánto boato
y esplendor rodeó a esta piedra
tratada por don Antonio del Cas­
tillo, escultor de femilia de artis­
tas. Fue en 1921 cuando sonó la
vo z del afamado Romero Gago, ca­
nónigo de mucho tronío, hubo
Banda de Música, más de mil vo­
ces cantores y la presencia del
señor Cardenal Almaraz. El señor
C ardei^, por cierto, en un docu­
mento manuscrito que reproduce
el folleto que don Maximino me
entrega, calificó de «expléndido»
— así, con la x de las grandes
ocasiones— el homenaje tributado
por la familia salesiana de Sevilla
a Domingo Savio, entonces tan
querido y cantado, tan traído y
llevado... Anda, y yo que siempre
había creído que las faltas de or­
tografía y los acentos equivoca­
dos eran privativos de tUn, dos,
tres, responda otra vez»... 'Vivir
para ver.
Y después de comprobar que le
gramática no perdona a cardena­
les, dig€unos que la historia actual
de don Maximino, a quien conocen
personajes importantes, se centra
en su trabajo, en su trabajo de
confesor. Maximino es n o m b r e
¡lustre y a un tiempo algo chusco,
que habla de máximas y mínimas.
Los que le vemos trafagando í n ­
dole rumbos al Boletín Salesianc
de cada mes, escribiendo direccio­
nes y doblándose sobre la mesa
de un despacho, comprobamos la
opinión del director del oerfegio; es
una hormiguita que arrima trigo
constante a la celdilla.

C DOVAL
23

(IONES 8ALE8IANAS

Uii leonés
en el lAmazonas
Perfil biográifico del misionero coadjutor
don Migfnel Blanco
EL MISIONERO
Las tupidas selvas ecuatoriales
del Amazonas, inmenso corazón

vegetal del Brasil, palpitan de tri­
bus y de aventuras misioneras.
Amazonia es el mayor de los
estados confederados brasileños.

m

ir.

Tien e escasamente un m illón de
habitantes en sus 1.564.445 ki­
lómetros cuadrados (más de tres
veces toda España). Se le ha lla­
mado “ el In fiern o V erd e” . Su ca­
pital es Manaus.
A l N O . de Am azonia se en­
cuentra la m isión salesiana de FJo
N egro, de 320.000 kilómetros
cuadrados y sólo 40.000 habitan­
tes (1 por cada 8 kilóm etros) en
una extensión mayor que toda
Italia: Tucanos, piratapuios, arapasos; tarianos, desanos, uananos,
garapanos y otras muchas tribus,
pululan a orillas de Uaupés y el
Tiquié.
Y allá fue a parar e l veneran­
do coadjutor don M igu el Blanco
nacido en León (España), e l 24
de agosto de 1890.

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*•

24

H izo el aspirantado en Carabanchel A lto . Fue admitido á la
profesión perpetua p or e l Inspec­
tor de la Céltica don José María
M anfredini y los miembros del
Consejo Inspectorial don Anasta­
sio Crescenzi y don A n to n io Cas­
tilla. Era un alma hondamente
piadosa. Tenía una salud de ace­
ro y un espíritu de fe inquebran­
table: cu ^ d a d es óptimas para
una vocación misionera. A s í que

SAN MARCOS (B rasil): Cuatro Saleslanos Coadjutores: por lo visto
no sólo son pescadores de hom­
bres. sino también de peces, que
tampoco viene mal c u a n ^ son mu­
chas las bocas que hay que ali­
m entar...

T

cuando pidió ir com o heraldo de
la fe a América, don José Benelli
lo autorizó inmediatamente y el
Rector M ayor don Pablo A lbera
lo mandó con la Prim era Expe­
dición Salesiana a R ía N e gro co- j
mo compañero de “ pioneer” don {
Juan Bálzola, bajo la guía del pri- !
mer Prefecto A postólico M onse­
ñor Lorenzo Jordano.
L l ^ ó a San G abriel de Ca- i
choeira, capital d e la actual Pre­
latura, el 14 de agosto de 1916.
Fue un misionero extraordina­
rio, fuerte y activo. Era la encar­
nación de la alegría.

TRABAJADOR INCANSABLE
A una vida d e piedad ejem­
plar unía un espíritu de trabajo
incansable como el de D on Bosco y todos los primeros salesianos educados por él.
A prendió magistralmente e 1
portugués. L o escribía con ele­
gancia y fluidez. Estudió e l ba­
chillerato com pleto antes de ha­
cerse salesiano. H iz o de Profesor
por varios años en la Casa de
Santander (Inspectoría de M a­
drid), y siguió ejerciendo en las
misiones de maestro. P ero ade­
más era hábil administrador, y
colosal liturgista. T o d o lo hacía
bien. D e manera que apenas co­
nocieron sus habilidades y perfec­
ta religiosidad en e l Brasil, varias
Casas lo desearon tener entre su
personal. P ero él manifestó que
había ido a Am érica para traba­
jar en ima auténtica misión y
evangelizar a los no cristianos. Y
ante su firm e insistencia fue man­
dado a San G abriel y a Jauareté.
Apenas llegó al “ in fiem o ver­
d e” le asaltaron tmas terribles fie ­
bres maláricas con complicacio­
nes de mal funcionamiento del
hígado y frecuentes ataques de
ia e rid a . T o d o lo soportaba viril­
mente don M iguel, sin dejar de
trabajar ^ r ello. Pero los Superionres creyeron que le iría me­
jor para su salud en la M isión de

Unos Indios
«makús»
ensayan las
escopetas
que
recibieron
para mejorar
su alimenta­
ción.
Parece
que no
funcionan
mal,
aunque aquí
no se oiga
el ruido
de los
disparos...

También
nos enseñan
ios anzuelos
para pescar.
Además
de darles
la sardina,
no está mal
darles el
anzuelo para
que
«prendan»,
naturalmen­
te. Si los
peces
no pican
nabiá
que darles
quindllla...

Jauareté, fundada en 1930, don­
de el clima era más sano. Y efec­
tivamente, allí sanó por comple­
to y no vo lv ió a sentir las fiebres
ni los disturbios hepáticos.
Era M aestro de las Escuelas
Elementales, administrador uni­
versal de la misión, despensero y
proveedor. Distribuía a las fam i­
lias tucanas, lib a d a s a la misión
en canoa, mercancías y víveres.

LA MANO
DE LA PROVC'tNCIA
T o d o centro m isioi^ ro del R ío
N egro, por determinación de M o n ­
señor Pedro Massa, prelado que
sucedió a M onseñor Jordano, te­
nía im alm a<^-cooperativa para
evitar que los indios tuvieran que

llegar hasta Manaus a hacer sus
compras con gran esfuerzo de 18
días de continuo remar en canoa,
para ser después engañados y,
muchas veces, timados por los
comerciantes sin moral ni huma­
nidad. Tales almacenes valían de
despensa para los alumnos inter­
nos de la Escuela en la misión, y
para proporcionar a los indios lo
más indispensable.
D on M iguel daba toda serie de
géneros comestibles y de tejidos
útiles a los tucanos. Era la pro­
videncia de aquella misión sale­
siana. Los indios viendo su gene­
rosidad y desinterés, su imparcia­
lidad y bondad, repetían: “ ¡N o
parece blanco! Es como uno de
nosotros” .
Además llevaba la Crónica de
la Casa, escrita con precisión y
25

T

Una fam ilia de Indios «makús» se sirve la comida. Todos comen
do la misma olla y es una lástima que no pueda olerse a ver cómo
saben esos guisos...

Un leonés
en el Am azonas
elegancia; en ella nos ha dejado
una valiosa documentación de la
vida de aquella,misión en 20 cua­
dernos de óptima caligrafía y ex­
celente prosa.
E l señor M iguel era el Maes­
tro de Escena en todas las vela­
das, academias y funciones de
teatro de la misión. Todas las
fiestas las preparaba él: recibi­
mientos a las autoridades, ono­
másticos del Prelado y del Direc­
tor, fiestas Escolares y naciona­
les, etc.
Con su piedad edificada a to­
dos.
Los indios lo querían com o a
un hermano porque siempre es­
taba alegre, pasara lo que pasara.
Y lo admiraban porque era es­
crupulosamente justo.
Tenía
lleno de
mientos
Con los
26

un corazón sensible y
caridad para los sufri­
y necesidades ajenas.
debidos permisos soco­

rría siempre, a los más necesita­
dos. Cuando llegaban a la misión
grupos de indios hambrientos, él
los recibía amigablemente, bus­
caba lo que se pudiera encontrar,
los reunía en la cocina y les daba
de comer; y si no tenía subsistentencias para ello, al menos siem­
pre les regalaba un poco de ha­
rina y fruta.
En algunas fiestas era tanta la
concurrencia de indios que afluía
a la misión que no tenía alimen­
tos suficientes para darles, y en­
tonces se le veía sufrir y proveía
lo mejor posible. Gozaba repar­
tiendo a las familias sal, jabón,
cerillas, materiales para la pe§ca
y la caza. Y los inchos le corres­
pondía trayéndole a la misión
siempre que pedían algún regalo
o partecita de su casa y pesca
propia.
A las madrecitas indias con
muchos hijos, les daba ropas y
paños y las llevaba a las Herm a­

nas para que les enseñaran a co­
ser y fabricar vestidos para sus
niños.

EVANGELIZADOR
Era además muy claro y since­
ro. Cuando los indios cometían
alguna irregularidad temían in­
mediatamente disgustar al señor
Blanco. Todos le debían favores.
Especialmente cuando notaba que
un alumno o un trabajador cual­
quiera andaba mal de salud, acu­
día a curarlo, lo dispensaba de
sus actividades ordinarias, y si el
caso lo requería, él mismo lo lle­
vaba al pequeño hospital de la
misión.
E l señor M iguel Blanco fue
una auténtica bendición del Se­
ñor para la misión de Jauareté, y
para toda la Prelacia de R ío Ne-

gro en la que trabajó com o m i­
sionero treinta y o d io años.

SIEMPRE HAY
FLORES FRESCAS

Daba maravillosamente las dases de catedsmo en la Escuela de
la Misión. Evangelizaba siempre
con su vida. P ero espedalmente
cuando daba dase a los alumnos
y a los indios que acudían a la
Casa Salesiana. Se valía de todos
hs medios: gráficos, carteles, es­
tampas, liturgia, etc., etc.

Serena y ejemplarmente, con­
form e había vivid o, pasó a la Ca­
sa del Padre en la M isión de
Jauareté (R ío N egro, Amazonia;
Brasil) el día 15 de octubre de
1968, a los setenta y ocho años
de edad.

Era un misionero - laico,
auténtica vocación.

por

Pero poco a poco fue perdien­
do la memoria cuando ya cum­
plió los setenta y cinco años. L e
sobrevino después una arteriosderosis galopante. Casi no podía
ni hablar. Fue llevado al H ospi­
tal de Manaus y se intentaron to­
da serie de remedios. Era ya muy
tarde. E l pidió que lo llevaran
otra vez a la misión, porque que­
ría morir entre sus indios tuca­
nos.
V o lv ió al hospitalito de
reté donde Monseñor Juan
ches! y los demás Salesianos
jas de María Auxiliadora lo
dieron fraternalmente.

Los ejemplos y vida admirable
de este gran m isionero español,
cuya biografía merecería escribir­
se, están todavía presentes entre
los habitantes de la misión sale­
siana de Jauareté.
Y aquellos misioneros que v i­
ven en ella y las Hijas de María

Auxiliadora, mantienen todavía
v iv o aquel espíritu todavía ne­
tamente salesiano que plantó en­
tre ellos este gran coadjutor es­
pañol de la Primera Expedición
Salesiana al R ío N egro en el le­
jano año de 1916.
La tumba de don M iguel Blan­
co es visitada con veneración por
los indios de aquella misión,
siempre que se acercan a la Casa
Salesiana. Y nunca le faltan las
flores frescas del agradecimiento
y del cariño de aquellos nuevos
cristianos que él evangelizó en el
Brasil.
Roma, 1 de mayo de 1976.

A ngel M a r t in G onzález

JauaM ar­
e H i­
aten­

Recibió con una tierna piedad
los últimos sacramentos.
Conservó hasta la hora de la
muerte el rosario, m il veces arre­
glado, que don José M aría Manfredini, le había regalado en M a ­
drid el día de su profesión per­
petua como salesiano.

y ;

- i

/.

/

y
En pocos sitios del mundo se
fabrican unas camisas tan
bonitas como ia de este in­
dio, ¿verdad?

27

COOPERACION SALESIANA Y TERCER MUNDO
El padre Bohnen, cosa rara, nos ha escrito. Es un hombre
tan callado que va al grano. Sus preocupaciones no le dejan
tiempo para escribirnos sus necesidades, alguna anécdota,
algunos casos curiosos que lógicamente tienen que ocurrir
entre cinco mil niños y sus correspondientes familias. Pre­
fiere trabajar e Ir mejorando la asistencia que dispensa en los
comedores y en sus escuelitas a sus «escuadrones» de ange­
litos negros.
Se ve que ahora tiene metida en el corazón la mejora de
sus escuelitas pues hace tiempo que no habla sino de ellas.
Sobre las escuelitas versan sus dos, vamos a llamarlas, co­
municaciones.
La primera, transcrita, dice así:

DESDE HAITI
ROCA NAN DLO...
cAsí empieza uno de los prover­
bios criollos, tan sabios, tan pin­
torescos y tan pedagógicos: "La
roca que está bajo el sol".
Los burgueses y los turistas no
vienen a los barrios pobres donde
se encuentran mis 93 escuelitas. Y
entonces: ojos que no ven, cora­
zón que no llora. Y sin embargo
un contacto entre ellos y mi barrio
sería mutuamente útil.
En enero de este afío un grupo
de 25 estudiantes canadienses des­
cubrieron la barriada, La Satine,
unos siglos de^ués de Cristóbal
Colón. Trabajartm durante unas se­
manas en mis escuelitas. Un bien­
hechor me había dado 1.000 dóla­
res para material escolar. Esos es­
tudiantes me fabricaron 73 pupi­
tres, 83 bancos y echaron el piso
de cemento a unas diez escuelitas.
Así se formaron una idea maravi­
llosa acerca de la vida de las ba­
rriadas pobres.

En febrero vino un grupito de
estudiantes de una High Sc^ool de
Estados Unidos. Trabajaron sólo
unos días. En el pasado marzo una
gran escuela de los Hermanos de
las Escuelas Cristianas de esta ca­
pital vinieron también. Los más
chiquitos reunieron dinero para
comprar pizarras y cuadernos. A l­
gunos grupos al ^sitar las escue­
litas repartieron material escotar.
Los mayores reimieron dinero, com­
praron cemento y ellos mismos pu­
sieron el suelo en algunas escue­
las.
No cabe duda que estos contac­
tos mejorarán la condentízación
sodal. En marzo pasado, los 271
maestros de las escuelitas, en dos
grupos, partidparon todos, duran­
te tres tardes seguidas, a un curso
de orientadón para convertirse en
animadores de la barriada».

rizando ima serie de personas y
ayudas, entre las que figuráis vos­
otros.
El segundo nos dice algo de có­
mo los negritos haitianos del ba­
rrio pobre La Saline, de Puerto
Príndpe, piensan de la labor que
el padre Bohnen desarrolla con
ellos. No lo expresan directamente,
pero (}uien sabe leer entre líneas
lo entiende muy bien. (Para com­
prender dertos pasos del escrito
aclaramos que en Haití, el idioma
ofídal es el francés, pero el pueblo
y los que no frecuentan la escuela
hablan el criollo, una m ezda de
francés, de espafíol y de restos del
idioma africano de origen).

Hasta aquí el primer entunica­
do del padre B <^en. En él vemos
que la divina Providenda va pola­

cHe aquí una redaedón que yo
había pedido a mis alumnos mayo­
res de una docena de mis escueli-

«LOS ALUMNOS
TIENEN LA PALABRA»

Una da las ascuelitaa m is
presantablaa dal padre Boh*
nan; con bandera y todo. Su
titu lo as «LA CARIDAD». La
diferencia de edad entre los
alumnos no Indica diferencia
de conocimientos, ya que no
pocos niños y niñas acuden
por vez primera a la escuela
a los doce o trece años y
han de empezar por el a, e,
I, o, u, como ios pequeñines
de cinco. Y la pobreza es tal
que en muchas escuelitas no
tiene el padre para poner
dos o más nuiestros que sal>
ven e s a s diferencias de
edad. Pero su tesón y su
amor a loa negritos lo va su­
perando todo poco a poco.
Ayudadle, que pocas ayudas
serán tan bien y concienzu­
damente empleadas.

tas: ¿Por qué me gusta la escue­
la?

no va a la escuela tiene muchos
problemas».

Este título presupone ya que
ellos la aman. La aman sobre todo
por razones que tienen que ver con
su porvenir; ya que verdaderamen­
te la situación actual de sus escue­
litas no es brillante.

En Haití sólo van a la escuela
el 15 por 100. En la Satine y en
Brookiyn, las dos barriadas que
atendemos, va el 50 por 100, gra­
cias a las escuelitas.

Su escuelita es ima mísera cho­
za en las barriadas más pobres de
la capital. Sus maestros no han
recibido una formación pedagógi­
ca. El material escolar es triste.
Vienen a la escuela sin comer su­
ficientemente.
¿Cómo pueden amar la escuela
en tales drcunstancias?
Y sin embargo todos ellos la
quieren. Y no únicamente por com­
placer al "Padre” . Normalmente
estos chiquitos no podrán nunca
entrar en una gran escuela. Sus
padres y ellos lo saben. Aceptan,
pues, una "escuelita” . Un alunmo
escribe: ”Lo veo cada día: el que

La lástima es que muchos em­
piezan a ir cuando ya son bastan­
te mayores. Un chico escribe:
"Qué cosa más bonita poder ir a
la escuela desde niño” . Este mis­
mo chico escribe: ” Si mamá no me
hubiera mandado a la escuela des­
de pequeño, hubiera ccanetido im
error” ... Este note se advierte en
varias de las redacciones. Las mamás ya quieren, pero...
Los alumnos listos dan una ra­
zón muy actual para querer la es­
cuela. Ehcen: ” SÍ te guste la es­
cuela, tu mamá te quiere más” .
Una mamá pedagoga.
La razón principal para querer
la escuela estriba en su porvenir:

quiero ser un buen cristiano, quie­
ro ser un buen ciudadano. Quiero
aprehder a leer y escribir. Quiero
ser un niño bien educado. Quiero
conocer la historia de mí país y
de los demás».
Les guste también para poder
aprender un oficio el día de ma­
ñana. Los chicos sueñan con ser
mecánicos. Las niñas con ser cos­
tureras, enfermeras, algunos aspi­
ran y lo dicen a médicos, ingenie­
ros, abogados. Me gusten, dice el
padre Bohnen, los niños que sue­
ñan lo imposible.
Pero cimposible» no es francés.
A estas razones expuestas los chi­
cos añaden otras dos; para p r e n ­
der a hablar francés, y para ayu­
dar a la familia más tarde.
Hablar francés: para los pobres
analfabetos el criollo es infericu*.
Se necesite cierta cultura para
apreciar el valor literario del crio­
llo, lo que presupone escolariza-

29

T
DESDE HAITI
ción. ¡Esta barriada tendrá que es­
perar! Viendo con lucidez la reali­
dad saben que los que hablan fran­
cés obtienen los mejores puestos
de trabajo, si bien todos conocen
el proverbio: «hablar francés no
significa ser muy inteligente».
Casi todos los alumnos concuerdan en apreciar que sería vergon­
zoso ser incapaces de hablar fran­
cés en toda su vida y no saber
moverse en sociedad, por lo que
se sentirían siempre como humilla­
dos y marginados en la sociedad.
Es el «leiv motiv» de casi todas
las redacciones. Quizás no tiene
razón. Pero cuanto más pobres,
más sensibles y orgullosos son.
Estos chiquitos son orgullosos so­
bre manera. Es asombroso y ad­
mirable a la vez.
Un alumno escribe: «M e gusta
la escuela; allí aprendo francés.

^^

^^

Así en un futuro próximo, hallándo­
me en un grupo podré por lo me­
nos saludar y decir: Buenos días».
¿Qué haríamos nosotros en situa­
ción idéntica?

temente «jesuíta» para saber que
la caridad empieza por uno mismo
y escribe: «M e gusta la escuela
para ayudarme a mí mismo»; y
luego la familia.

Uno de los alumnos espera de la
escuela un resultado meramente
negativo: «¡?ara no ser un sinver­
güenza!» Que traducido al positivo
significa que quiere ser un hom­
bre honrado.

En otra redacción un chiquillo
escribe: «Mañana, si Dios quiere,
mamá me podrá decir: Gracias,
hijito mío, ya que ahora eres ca­
paz de procurarme la comida».
Voy a terminar mi redacción:
Conozco mejor que nadie las im­
perfecciones y lagunas de mis escuelitas. Espero, sin embargo, que,
como yo, tendrán ustedes más áni­
mo en continuar ayudándolas,
leyendo el entusiasmo infantil que
se pone de manifiesto en estas in­
fantiles palabras:
«¡Qué buena es la escuela! Ten­
drían que abrirme mi corazón pa­
ra ver cuanto amo yo la escuela».

El segundo motivo: «Para ayu­
dar a la familia» es lo que la fa­
milia espera de todos ellos. La so­
lidaridad de clan y de familia es
muy fuerte aún. Los padres man­
dan a los hijos a la escuela con
esta esperanza. El proverbio es:
Hijos son riqueza. Si este razona­
miento no vale en sentido econó­
mico y demográfico, sin embargo
es la realidad actual.
Uno de los alumnos es suficien­

PADRE BOHNEN

Los chicos haitianos se ejercitan en sus trabajos manuales. Saben hacer preciosi­
dades y a todos les gusta trabajar, entre otras cosas, porque aquí habrán de ganarse
el pan un día...

30

para el Tercer Mundo. Concha Do­
Madrid: Me encomendé a María
Auxiliadora con todo fervor a! te­ meñe.
Zamora: Pedí a la Santísima Vir­
ner que sufrir mi hermana una ope­
ración muy delicada. El médico no gen con gran fervor me concediera
la gracia de quedar bien de la ope-'
daba esperanzas. Pero el auxilio de
María se manifestó ostensiblemen­ ración que me hicieron hace un
mes. Ahora voy mejorando y ya he
te pues salió de la intervención
podido ir a la Iglesia. Agradecida,
muy bien y hoy se encuentra muy
mejorada. Agradecida, envío una envío una limosna para las misio­
limosna para las misiones salesia- nes. María Manso.
Vilasar de Mar: Cumplo mi pro­
nas. M. Teresa Cano.
mesa de un donativo a María Auxi­
San Baudilio de Llobregat: Salla
liadora por la protección constante
mi hijo de un colegio salesiano
cuando un compañero suyo, sin sa­ sobre toda mi familia. Le pido con­
ber lo que hacía, le clavó un hie­ tinúe su protección sobre nosotros
y le agradezco todos los favores
rro en la cabeza con tanta fuerza
que tuvimos que internarlo rápida­ concedidos. Pepita Serrat.
Carbajal de Valderaduey (León):
mente. «Perforación de cráneo y
En agradecimiento a María Auxilia­
herida cerebral» fue el diagnóstico
que nos dieron los médicos des­ dora y San Juan Bosco por el feliz
éxito de una nieta mía en una ope­
pués de las radiografías. Su estado
ración de apendícitis, bastante di­
era gravísimo. Con todas nuestras
fícil y habiendo curado felizmente,
fuerzas pedimos a la Virgen y al
hago público mi agradecimiento y
Sagrado Corazón que nos salvaran
a nuestro hijo pues el médico no envío una limosna para la obra de
nos dalDa esperanza ninguna. El ni­ las vocaciones salesianas. Felicitas
ño ya iba perdiendo la vista y daba Crespo.
Alpartir (Zaragoza): Da gracias a
muestras de una infección en el
cerebro. Una intervención quirúrgi­ María Auxiliadora por el feliz re­
ca, según decían los cirujanos, era sultado de la operación de un quiste
un grave peligro. Pedimos a un sa­ en el pulmón de su madre y por
su pronta recuperación y entrega
lesiano muy querido nuestro que le
diera la bendición de María Auxi­ una limosna. María Rosa del Val.
Salamanca: Habiendo encomen­
liadora. También, tanto salesianos
como alumnos y otras personas se dado una operación delicada de un
unieron a nuestras oraciones. Des­ hijo a María Auxiliadora, debo agra­
pués de hacerle muchísimas prue­ decer públicamente la asistencia de
bas, un tratamiento muy fuerte y tan buena madre pues todo salió
otros cuidados, desapareció la in­ a satisfacción. Purificación Zurdo.
Jerez: Una tarde primaveral, de
fección, bajó la fiebre y. a los die­
cisiete días de estar internado, le mayo un amigo y yo veníamos de
la población costera gaditana. Chidieron de alta. El cirujano que nos
daña de la Frontera, dirigiéndonos
atendió nos dijo que bien podíamos
hacer un exvoto pues, por la heri­ a nuestras respectivas casas de
da, podía haber quedado muerto en Jerez de la Frontera. Pilotábamos
la misma puerta del colegio. Por un automóvil deportivo que carecía
éllo, elevamos nuestro himno de de barra protectora para las cabe­
agradecimiento a la Virgen de Don zas de los ocupantes y además co­
mo hacía un tiempo magnífico la
Bosco. A. Castells de Pastor.
Sanlúcar la Mayor: Por una gra­ capota la llevábamos quitada: en
una curva le reventó el neumático
cia especial conseguida de María
Auxiliadora y por otros muchos fa­ trasero izquierdo a consecuencia
vores. entrego una limosna para su de lo cual el turismo derrapó y
después de colisionar con un bor­
culto. P. M.
Vilieria: Por varios favores reci­ dillo salimos disparados por el aire,
bidos por intercesión de María volcando el turismo con nosotros
dos dentro sin que. gracias a la
Auxiliadora, San Juan Bosco. Santo
Santísima Virgen, ocurriera nada
Domingo Swio, don Felipe Rinaidi
pues yo resulté completamente ile­
y doña Dorotea de Chopitea, envío
un donativo para su beatificación y so y mi amigo que conducía el tu­

rismo sólo tenía un ligero arañazo
en la frente. El turismo se quedó
volcado con las ruedas hacia arri­
ba. el contacto puesto, la gasolina
se estaba saliendo cayéndole a mi
amigo en la cara y los dos dentro.
Pudimos salir con la ayuda que nos
prestaron dos motoristas de la
agrupación de Trófico. El día que
volcamos era el 24 de mayo del
corriente año dedicado a María
Auxiliadora. Aunque ni mi amigo ni
yo hemos sido Salesianos quere­
mos los dos agradecer públicamen­
te el favor que creemos haber re­
cibido de María Auxiliadora ai ha­
ber salido ilesos de este accidente
tan grave. M. B. R. y M. V. S.
Lumbrales (Salamanca): Una vez
más hemos acudido en nuestras
necesidades a nuestra buena Madre
del Cielo como Auxiliadora nuestra
y Ella nos ha atendido favorable­
mente consiguiendo una colocación
que anhelábamos. Muy agradecidos
enviamos una limosna para las
Obras Salesianas e invitamos a to­
dos a acudir a María Auxiliadora
con toda su confianza. José María
Sánchez y Emilia Cambronero.
Bilbao: Siendo muy devota de
María Auxiliadora, encomendé a mi
nieto José Manuel Echeberría a la
Virgen de Don Bosco. Hoy rindo
gracias a tan buena Madre por ha­
ber salido bien de una delicada ope­
ración quirúrgica. Agradecida envío
una limosna. Juana Crisol.

DAN GRACIAS
A MARIA AUXILIADORA
Y A SAN JUAN BOSCO
Y ENVIAN UN DONATIVO
María del Carmen Ossorio Enci­
nas. de -Bueu (Pontevedra): Rosa
Paño, de Madrid, por la curación de
su hermana; Felisa Montero, de
Salamanca; M. I., J. B., y Josefa
Simón, de Salamanca; M. S. A., de
Córdoba; Matilde Montavez Rodríguezl de Solera (Jaén); J. G., archicofrade de BÜbró; Carmen Gonzá­
lez, de Valladolid; María de Oviedo:
J. X.. de Salamanca; Ramona Nava­
rro. de Urtares; D. T., de Barcelona:
M. L., de Zamora; Lola Pintado, de
A ilarlz (Orense).
31

FUERON

Doña Escolástica Santos Fortín
da Vegas t en Madrid a los seten­
ta y seis años de edad. Era ma­
dre del saleslano don Manuel Ve­
gas Santos. Habla nacido en Minas
Gerals-Belhorizonte (Brasil). Esposa
de un militar, quedó viuda en la
guerra civil de 1936. Miró y cuidó
por e! bienestar de sus hijos quie­
nes abrazaron la vida religiosa, dos
de ellos se hicieron saleslanos y
una hija, carmelita descalza. Su vi­
da la entrenó por entero al bien de
los demás. Siempre soñó con vivir
y morir bajo el techo de una casa
religiosa donde trabajaba con amor
desinteresado. Estuvo varios años
en el Filosofado de Priego aten­
diendo al costurero del Seminarlo
Saleslano. .Durante v a r i o s años
acompañó a los Filósofos Salesianos en Siles como ayudante de la
encargada, doña Feliciana, madre
de don Francisco Escribano. Cuan­
do se abrió la casa de Jaén, tra­
bajó como cocinera de la pequeña
comunidad. Y cuando la Inspecto
ría de Córdoba aceptó la obra de
Ambrosio de Morales (Hogar de
Fuensanta], no dudó en acompañar
a su hijo, don Manuel Vegas envia­
do allí como director. Como otra
Mamá Margarita cumplió todos los
menesteres del hogar, donde dejó
Jirones de su vida durante sus úl­
timos años.
Ha sido una mujer de gran fe.
Su constante unión con Dios lle­
gaba a ser verdaderamente con­
templativa. La bastaba mirar la na­
turaleza para entrar en la contem­
plación divina. Pasaba muchas ho­
ras de oración ante el sagrario. El
Señor premie sus trabajos v sus
cuidados maternales al lado de los
Saleslanos.
32

A

LA

CASA

DEL

Doña Josefa Vaiverde Valera t
el día 23 de abril en Cabezo de
Torres (Murcia) la benemérita se­
ñora doña Josefa Vaiverde Valera,
hermana del virtuoso y caritativo
sacerdote don Antonio Vaiverde,
que fue el providencial instrumen­
to de que se valló el Señor para
la fundación de la Obra Salesiana
en dicha localidad, donde se en­
cuentra actualmente ubicado el No­
viciado Saleslano Junto a las Es­
cuelas para alumnos de E.G.B.
Doña Josefa hubo de guardar ca­
ma por espacio de varios meses a
consecuencia de una caída que su­
frió a principios del pasado año,
llevando con gran resignación y pa­
ciencia su enfermedad y mostrán­
dose en todo momento conforme
con lo que el Señor quisiera dis­
poner de ella. Entre sus muchas
virtudes, además de su perfecta
conformidad con la Voluntad Divi­
na. brilló su gran caridad y un gran
amor a todo lo Saleslano y a los
pobres.
El Señor, que es el mejor paga­
dor, le recompense todo el bien
que en su vida ha hecho. La enco­
mendamos a las oraciones de los
lectores del «Boletín Saleslano».
D.E.P.
Doña Brígida Cabañes Revenga,
entregó confiadamente su vida en
manos del Padre, el 17 de abril,
sábado Santo, cargada de años
(ochenta y cuatro) y méritos.
Fue mujer sencilla, amante de su
casa y de los suyos a quienes en­
tregó las mejores esencias de su
alma siempre clara y abierta como
la luminosidad del cielo castellano
donde vivía: Tordómar (Burgos).
Fallecido su esposo, se trasladó
a Burgos, a casa de una hija. El
Señor la probó los diez últimos
años con una parálisis que, sin qui­
tarle el movimiento anuló sus po­
sibilidades y ansias de ser útil a
los demás. No era más que una
estación, y no la última, de su viacrucls. Una mala caída le fracturó
una pierna; internada en la clínica,
no se le pudo operar. La inmovili­
dad a que quedó reducida le pro­
dujo unas dolorosas llagas que,
complicadas más tarde con otras
dolencias, la condujeron a este
desenlace.
Mujer fuerte, tuvo una fe inmen­
sa aún en los mbmentos más difí­
ciles: el «a Dios rogando»
era en
>ge
ella algo con natural, mientras no
dejaba descansar sus manos en
las faenas de su hogar; no había

PADRE

a su alrededor necesidad algunti.
que no encontrara en ella su Círeneo. Jamás se le oyó una queja en
su prolongado Calvario. A los que,
compasivos, le preguntaban sí su­
fría contestaba: — |Vaya! Así todos
salían alentados de su presencia.
Nuestra palabra de consuelo y
promesa de sufragios a sus hijos,
especialmente a don Marcelino Ce­
rezo, saleslano y misionero de Mo­
zambique.
Que su sábado de dolor se haya
convertido para ella en eterno sá­
bado de gloria.

Doña Gertrudis Fernández AJerv
Jo t en Viliaverde de Arcayos
(León), el 26 de febrero de 1976, a
los setenta y tres años.
La enfermedad que padecía Ja­
más le hizo perder su sonrisa, su
bondad, su sencillez. Se interesaba
por las cosas de los demás para
olvidarse de sus dolores. De vida
profundamente cristiana, de sanas
costumbres y gran sentido de pie
dad.
Sus hijos, uno Saleslano, recibie­
ron en todo momento sus conse­
jos y exhortaciones como llegadas
de una santa. Jamás habló mal de
nadie; siempre buscaba y alababa
las buenas obras, que eran tema
de su conversación! Su amor a la
Congregación Salesiana era tal que
había puesto en sus labios espon­
táneas Invocaciones a María Auxiliadora, Don Bosco, Domingo Savio,... Su habitación rebosaba am­
biente saleslano, era su Capilla.
Allí, de rodillas, hacía largos ratos
de oración, sin que el frío o los
dolores de su enfermedad hicieran
mella en su constancia.
Murió asistida por los Auxilios
Espirituales y en compañía de una
religiosa carmelita, familiar, y con
quien compartía muchos ratos de
oración.

,

1

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Dos series en dos carpetas.
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A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesianas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación del Papa León
XIII por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION:
1. — Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2. —La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez, de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3. —La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a:
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
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van publicadas seis con los siguientes titulos y autores:

1.

2.

3.
4.
5.

6.

— •Lucha y con tem plación ». Concilio de los
jóvenes. Por J. Ballaz.
— P etróleo» . Jeques, reyes, presidentes, co­
roneles y malas compañías. Por Xavier Roig
y Xavier Batalla.
— •Una m áquina qu e h a c e •Pop». Por J. MoyaAngeler.
— • N osotros s o m o s e l futuro». Por J. Azcárate.
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Por J. Aldazábal.
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Hasta doce números.

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BARCELONA - 17.

Hom
D IA P O S IT IV A S

BPe

«Problemas del hombre» es un subsidio
para encuentros «activos»
de reflexión, catequesis y oración.
Serles de diapositivas
para usarlas en reuniones juveniles
o encuentros con personas adultas.
Cada serie consta de diez temas audiovisuales
con su correspondiente guía o cuaderno para la conversación.
SERIE

I.

Sentido de la existencia — Relaciones con los demás.

SERIE

II.

Realización de s í mismo — Búsqueda de lo religioso.

SERIE III.

Sexualidad, amor, familia.

SERIE IV.

Liberación de injusticias y marginaciones.

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