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Medios

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DON

BOSCO

Una página para los niños

lo llevo, no sé quién va a hacerlo
por mí.
—¿Cuántos son sus jóvenes?
—Más de mil.
—Pero, vamos, por un día... No
creo que se vayan a quedar sin
comer por un día...
—Lo que es por mi parte, no
tendría Inconveniente en quedarme
entre ustedes. Si entre todos me
proporcionan el pan de mis mucha­
chos, me quedaría aquí hasta to­
da la semana...
—¿Cuánto haría falta?
—Diez m il pesetas.
— Y si se las proporcionamos,
¿se quedaría de verdad?
—¿Y por qué no?
Atenta,

Mari,

—Pues bien, dijo la Marquesa
Gerini, cuente con ellas.

que esto es muy importante.

El HAMBRE, ese grito desgarrador
Queridos amigos Juanita y Mari:
¿Habéis oído alguna vez el gri­
to del hambre? Yo acabo de leer
en una revista lo siguiente: «En
1.974, ios españoles gastamos en
las quinielas una media de 460 pe­
setas por habitante. En el mismo
periodo aportamos a la Campaña
contra el Hambre una media de
5,95 por habitante». Esto es cruel,
¿no os parece? Yo he pensado que
a lo mejor el griterío del fútbol
nos Impide oír ese otro grito des­
garrador que nos llega del Tercer
Mundo.
La fotografía que me habéis
enviado es bien elocuente; cada
segundo que pase muere un niño
de hambre. Y vuestra pregunta,
como la de muchos, es esta: «¿Y
qué debo hacer yo?». La respues­
ta es sencilla: «Trabajad por los
demás». No hace mucho. Raúl Follereau. ese hombre que ha em­
pleado tantas horas de su vida en

favor de los leprosos, decía a los
niños de todo el mundo: «Todos
sois hermanos. La injusticia social,
el egoísmo, el fanatismo: esos son
vuestros enemigos. Un héroe es
quien hace lo que puede. No os
dejéis embrutecer ni degradar. To­
do trabajo es nobleza cuando lo
colgamos de una estrella...»

Un día se encontraba Don Sos­
co en Florencia. Después de dar
una interesante charla, les dijo a
los asistentes que tenía prisa pues
iba de camino para Turin.
—¿Por qué tanta prisa? Quéde­
se con nosotros algún dia mas.
—No puedo. Mis jóvenes
esperan.

me

—Pues que esperen. Ya llegará.
—¿Que esperen? ¿Y quién les
proporcionaré el pan? Si yo no se

Al atardecer. Don Bosco tenia
las 10.000 pesetas al mismo tiem­
po que se comprometía prolongar
su estancia en la maravillosa ciu­
dad de Florencia.

Amigos, ya veis cómo el pri­
mer compromiso de Don Bosco era
el atender a sus muchachos. Es
decir, toda la vida del santo fue
una entrega total a los jóvenes.
Chicos que no vivían de músicas
celestiales, sino de pan. Y que a
las horas de comer lo exigían a
Don Bosco. que era su Providen­
cia...
Sí. que vuestra vida sea útil
a los demás. Aunque no lo hubie­
ra dicho Goethe, el poeta alemán,
siempre sería terriblemente ver­
dad que «una vida inútil es una
muerte anticipada».
Vuestro amigo,
PADRE RAFAEL

Rtvitta dt U Obra d« Don Bowe
AA« XC • NúJti. 2 - Fobrare 1976

• En este trc^el de céntenaríos y conmemoraciones, al Boletín
Salesiano le ha llegado también su día de cumplir un siglo de vida.
Don Bosco lo fundó en 1877 para difusión de su obra en el mundo,
para dar a conocer todas las empresas que llevaba a cabo. Era el
periódico de la Congregación e iba destinado a Salesianos y Coope*
radores. Nacido casi a la par con las Misiones, era como un instru­
mento para sostenerlas, sobre todo desde la retaguardia. El mismo
Don Bosco deseó que el periódico de la Congregación fuera el men­
sajero de su obra en todos los sitios adonde llegaran los Salesianos.

Oirector; RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.;
Alcalá. 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-28
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiena
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO

La información salesiana.

1

Educación catecumenal de
la fe en la escuela
cristiana ...............

2

Cien

5

años

después

Testimonios de la -Ex
pedición Centenario

10

Rota Salesiana, un cuarto
de siglo ...............

12

Panorama Salesiano

16

Juan Puigdoliers, un es
cultor que da la talla

18

Pake Leku, Lugar de Paz

20

Emigrantes chilenos en
la Patagonia argentina

24

O

me ayudáis o me
mato ..........................
.......

28
30

Fueron a la casa del Pa
dre .............................

32

Nuestra

gratitud

NUESTRA PORTADA

La Basílica de María Auxilia­
dora, que soñó y que realizó
nuestro padre Don Bosco.
Aquí se fraguaron los prime­
ros Salesianos y de aquí sa­
lieron los primeros misione­
ros. Hacia este lugar se di­
rige la mirada de todos los
miembros de la Familia Sale­
siana. Y es que... donde está
nuestro tesoro, allí está nues­
tro corazón.
Foto.— José Lula Mena

• Recientemente ha escrito don Rlccerl unas palabras muy cer­
teras sobre la información áalesiana. Las traemos a nuestra editorial,
pues las creemos definltorias en una linea de comunicación:
«Para vivir la familia, estando como estamos esparcidos en todos
los continentes, es natural que necesitamos conocer lo que sucede
entre los diversos miembros de la misma: alegrías, lutos, iniciativas,
pruebas, problemas, realizaciones; la vida, en suma, que se desarrolla
en esta gran comunidad que formamos, la Congregación.
Pero en la práctica el Salesiano, hombre de hoy, está sometido
a un bombardeo de mensajes impuestos desde fuera con técnicas re­
finadas, capaces de absorber la atención de su espíritu, distrayéndolo
y perturbándolo.
Las consecuencias son más graves de lo que se piensa. Se ha dicho
que la televisión permite conocer lo que sucede al otro lado del mun­
do, pero que le impide saber lo que ocurre en el cuarto de al lado.
Así es como la lluvia de todo tipo de noticias lanzadas sobre nosotros
por los medios de comunicación social, amenaza esclavizarnos y abrir­
nos excesivamente a lo de fuera, haciéndonos perder de vista las no­
ticias de nuestra propia casa, que deberían, por otra parte, interesar­
nos más.
Si sucediera así, por desgracia, la imagen de la Congregación se
oscurecería paulatinamente, descendería en nuestra escala de valores
la misión salesiana, y se haría más endeble el lazo de unión con Don
Bosco y con la Iglesia.
Por el 'contrarío, una corriente continua de informaciones vivas
de nuestra familia hará revivir el interés por los ideales salesianos,
reforzará el sentido de nuestra pertenencia a la Congregación, y con­
solidará la comunión y la unl¿id de la Familia de Don Bosco.
Por tanto, deben los superiores locales tomar con interés todo lo
referente a la información salesiana; deben procurar tener dispuestos
los canales de su transmisión, potenciarlos y multiplicarlos. ¿Qué se
hace hoy?
Haya, por consiguiente, circulación de noticias saleslanas... Esto
lo exige la comunicación entre personas...»
• Nos parece un signo de amor a la obra de Don Bosco el interés
por la información salesiana. Este es también nuestro deseo. Ojalá
todos pudiéramos participar en una información y comunicación de
la obra conjunta que llevamos a cabo, que es de nuestro común inte­
rés. ¿Cuándo será realidad también la opinión pública en nuestra
Familia?
Es un hecho: necesitamos comunicamos. Y no sólo nuestros triun­
fos, generalmente más visibles; sino también nuestras esperanzas y
limitaciCMies, nuestras incertídumbres y fracasos. Así nace­
rá más ^ e rte la solidaridad.
Será
firme la esperanza.
Aquí, piedra y palabra suelta,
queda escrito y apuntado este
gran deseo de realidad y de
verdad: la información salesia­
na.

í
L A E SC U E L A ,
¿Plataforma para la eduGaolón de la fé?

El Catecumenado es la etapa
de la auténtica maduración de la
fe y de las opciones básicas del
cristiano comprometido.
El joven que comienza en gru­
po su catecumenado es ya un
convertido a Cristo, inicialmente: le acepta como supremo in­
terés de su vida, cree en el Cris­
to vivido en la Iglesia a través
de la comunidad cristiana, deci­
de poner su vida en revisión a la
luz de las exigencias del evan­
gelio y con la ayuda del grupo y
de la comunidad a la que el gru­
po está vinculado.
L os objetivos catecumenales
son: madurar la fe como voca­
ción, madurar el grupo como co­
munidad, madurar su acción co­
mo compromiso cristiano inserto
en la historia.
Los constitutivos fundamenta­
les del catecumenado son: vida,
formación y acción cristianas en
grupo; vinculación vital a la co­
munidad y, como tal, prolonga­
da aun después del período es­
colar. Detallemos estos dos pun­
tos.

p o r J O S E L U IS P E R E Z

EDUCACION J
CATECUMENAL
DE LA FE
EN LA ESCUELA
CRISTIANA

Vida, formación
y acción cristiana en grupo:

• unos planes de formación
teológica y sociopolítica, para po­
der profundizar en los aspectos
de su fe y en las coordenadas
históricas en que debe vivirse
esta fe como fermento de cam­
bio en el mundo;

Un grupo de catecumenado en­
tre jóvenes de un centro necesita
unos planteamientos muy serios
de base:

• los grupos completan su
formación con convivencias, cur­
sillos anuales, cursillos monográ­
ficos, etc.;

• Vivir progresivamente la
conversión, mediante las comu­
nicaciones de vida, las celebra­
ciones litúrgicas, las catcquesis
de conversión y cuaresmales, los
retiros, la vivencia de la oración
y de la Palabra, la comunicación
incipiente de bienes y necesida­
des. en vistas a construir una
auténtica fraternidad;

un proyecto d e acción
apostólica liberadora, que esté
proporcionada a la maduración
del grupo y en vinculación con
el compromiso base de la comu­
nidad o, al menos, del catequis­
ta, miembro de esa comunidad.
Es edivente que el centro o
escuela ofrece a estos grupos de
catecumenado una ocasión estu­

penda para poder ejercer servi­
cios a sus compañeros, al am­
biente del curso, a las activida­
des de todo tipo que, en el cen­
tro, necesitan de jóvenes entre­
gados.
Pero esta acción del grupo no
ha de quedar encerrada en el
centro escolar; debe irse inser­
tando en el ambiente de la zona
(parroquia, clubs juveniles, ba­
rrios pobres, diversos movimien­
tos eclesiales, sociales, etc.) e ir
viviendo, de este modo, su ex­
periencia de conversión a la vida
cristiana en y con una problemá­
tica permanente y abierta. Esto
es tanto más evidente" cuanto
que el catecumenado, empezado
en ambiente colegial, se prolon­
ga y madura en ambientes diver­
sos de estudio, trabajo, etc.

Estas diversas dimensiones del
trabajo del grupo de catecumenado se llevan adelante median­
te las reuniones semanales, pro­
gramadas a lo largo del año por
períodos: reuniones quincenales
de comunicación y celebración,
reuniones alternadas quincenales
de formación, convivencias de al­
gún fin de semana, actividades
en los tiempos Ubres. Evidentctrente, el compromiso profesio­
nal de estudio es parte esencial
del compromiso o actividad de
los jóvenes de estos grupos, ya
que la profesión es uno de los
cauces fundamentales de la fe vi­
vida en la realidad humana del
hombre.

Vinculación vital
a la comunidad:
Ya hemos dicho que toda la
maduración catecumenal se hace
en vinculación y simbiosis con la
vida de fe de una comunidad
cristiana “apadrinante”. La conidad cristiana es transmisora de
la experiencia de la fe. Esta mi­
sión apadrinante la realiza la co­
munidad a través del hermano
de comunidad que, en el grupo
de catecumenado, hace de testi­
go, de fermento que ilumina,
mueve y comunica, no tanto ideas
o “rollos”, cuanto vida, oración,
experiencias personales d e su
compromiso, asimilación de la
Palabra.
La comunidad cristiana que
desea y siente la necesidad de
ayudar a otros a través de un
proceso catecumenal, ¿ é x pre­
parar a sus miembros en dos di­
mensiones :
• la vitalidad de la fe, me­
diante una intensa vida cristia­
na, y

La comunidad cristiana es transmi­
sora de la experiencia de ia fe. Se
ha de comunicar, no tanto ideas o
rollos, cuanto vida, oración, expe­
riencias personales de su compro­
miso, asimilación de la Palabra..

3

• los aspectos metodológicos
para ayudar al grupo de catecumcnado a madurar en su vida de
fe, en su formación y en la ac­
ción cristiana.
Por esto es necesario que la
comunidad cristiana prepare, me­
diante of>ortunos cursillos, expe­
riencias y comunicaciones con
otros grupos y comunidades, a
sus “catequistas", interesándose
por conocer cómo determinados
movimientos y comunidades eclesiales llevan hoy sus catecumenados respectivos, dentro de la
naturaleza general del catecumenado cristiano.
Lo dicho anteriormente hace
ver cómo la comunidad educati­
va debe ser, al menos en el nú­
cleo de sus miembros más com­
prometidos, una “auténtica co­
munidad cristiana”.
La comunidad cristiana escolar
puede estar integrada por aque­
llas personas que constituyen,
dentro del centro, el ''departa-

lamento de la educación de la
fe": educadores religiosos, profe­

sores de religión, tutores, anima­
dores o catequistas de los grupos
de pre y caiecumenado, grupo de
padres de alumnos que colaboran
más explícita y organizativamen­
te en la educación de la fe de los
adolescentes y jóvenes.
De este modo, el “departa­
mento de la educación de la fe ”
no es simplemente una comisión
de trabajo, de planificación de
actividades religiosas, sino mu­
cho más: una comunidad cristia­
na con todo lo que significa: co­
munión de vida, de fe, de amor
y de misión concreta en el cen­
tro y su zona.
Los miembros de la comuni­
dad, que forma este departamen­
to de la educación de la fe, se
reúnen para comunicar su expe­
riencia y vivencia cristiana, para
orar y meditar la Palabra juntos,
para celebrar la Eucaristía; se
abren a la comunicación de bie­
nes y necesidades, planifican su
acción misionera entre los jóve­
nes con unidad de espíritu y con
estudio de métodos, revisan en
oración la eficacia de su acción,
etcétera.

M A D R ID
E X P O S IG IO R M IS IO N E R A
P A L A C IO D E E X P O S IC IO N E S
D E L A C A M A R A D E C O M E R C IO
A v tim m

tl9 l Oonmrmllmlm9,

A algunas de estas reuniones
invitan a ciertos grupos de catecumenado más maduros para que
el clima, espíritu, oración y vida
de la comunidad se vaya trans­
mitiendo, y la sensibilidad e in­
quietud de estos grupos benefi­
cio a la comunidad ante la tarea
educativa entre los demás jóve­
nes.
Llegar, en un centro, a reali­
zar esta conversión del departa­
mento de educación de la fe en
comunidad cristiana, exige de los
educadores religiosos u n serio
propósito de diálogo, comunica­
ción y apertura cristiana hacia
los demás profesores y educado­
res seglares del centro. Objetivo
básico.
Para poder lograr lo anterior­
mente expuesto, es preciso que
la comunidad religiosa del centro
cristiano escolar sea auténtico
testimonio y fermento entre los
educadores seglares y jóvenes
mayores.
¿Cómo no poner de relieve la
importancia que tiene esta fun­
dón, por encima de todas las de­
más? ¿Será necesario insistir en
la urgencia de que sacerdotes y
religiosos (cada vez más escasos
en número, en los centros cris­
tianos) no pueden quedar absor­
bidos por menesteres burocráti­
cos, imposibilitados para una ac­
ción más específica de “alma y
sal” de la acción evangelizadora
en el centro?

175

El día 24 de enero de 1976 se inaugura en MA­
DRID (Palacio de Exposiciones de la Cámara de Co­
mercio) una gran Exposición M isionera con la asis­
tencia de autoridades, representantes de distinta
nacionalidad y la Familia Salesiana que, gozosa en
el centenario de su obra misionera, ofrece a todos
un mensaje de entrega en la alegría de estar cerca
de los pobres y de la juventud.
Se clausura el domingo día 1 de febrero.
Además de la información gráfica, en el Salón
de actos se programan charlas, proyecciones de
filmes y conferencias a distintos niveles.

Cuanto hemos expuesto en las
páginas que preceden, puede ser­
virnos para esa reflexión, 4>ersonal y comunitaria, sobre la importanda de una renovación pro­
funda de nuestras instltudones
docentes, a fin de que lleguen a
ser una auténtica “plataforma de
educación de la fe de los jóve­
nes, hoy”. Renovación que, día a
día, se hace más urgente e impe­
riosa, si queremos realizar plena­
mente nuestra misión de educa­
dores cristianos. (Fin).
J. L. P.

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CENTEl
M IS S r

\ R\ 0
SA LES IA I

Cien c^ños ^esPuéS
^ooiomantB dmmpBtItáB dB

iom m M onerom

mmiemiamom dB i ÁMb CBmiBnmrÍB
'

n
El domingo, 16 de noviembre, en la
Basílica de María Auxiliadora de Valdocco, se celebró una solemne Euca­
ristía, dentro de la cual, se impuso
el Crucifijo a los nuevos misioneros,
Salesianos e Hijas de María Auxilia­
dora, que representaban a los 100 sa­
lesianos y 50 salesianas que forman el
total de la “Expedición Centenario".
Esta Eucaristía fue el centro de los
actos dcl Centenario; fue presidida por
el Cardenal Rossi, y la Televisión ita­
liana la trasmistió en directo.

^

/

V

UN FRUTO DEL 18 POR UNO
Fue una feliz coincidencia: alrede­
dor de las nueve de la mañana del sá­
bado 15 de noviembre, en la Basílica
de María Auxiliadora de Valdocco se
celebraba, bajo la presidencia litúrgica
de Monseñor Rosalio Castillo, un so­
lemne y emotivo funeral por el alma
de dos viejos misioneros, muertos el
día anterior: don Vicente Ricaldone y
don Ensebio de Angclis...
Y a la misma hora, en el CoUe Don
Bosco, prietos y fervorosos en la estancia<apilla de la pobre casita de
Don Bosco, sufriendo el frío húmedo
de una mañana otoñal corgada de nie­
bla, celebraban la Eucaristía 36 jóve­
nes salesianos llegados el día anterior
de Roma, donde habían asistido, en la
Casa Generalicia de la Pisana, a un
curso de preparación inmediata mi­
sionera; al día siguiente iban a recibir

4

/■ -

c^ ñ o s
el Crucifijo Misionero en la Basílica
de Turín.
Don Vicente Ricaldone participó en
la expedición de 1924 a la China, con
el Obispo salesiano mártir Monseñor
Versiglia. Expulsado de la China en
1952, trabajó en las Islas Filipinas, de
donde había llegado hacía unas sema­
nas para participar, como invitado es­
pecial del Rector Mayor a las Fiestas
solemnes del Centenario: a él. hombre
humilde y sencillo, le bastó la jomada
del día t i . .. El 14 se fue repentina­
mente u la casa del Padre.
Don Eusebio de Angclis había tra­
bajado en el Ecuador hasta 1939; lue­
go su delicada salud le obligó a re­
tomar a la patria.
Si el fm to de. la palabra de Dios
es el ciento por uno de la semilla
evangélica, no deja de ser admirable la
fecundidad vocacional de la vida mi­
sionera de estos dos viejos obreros de
la viña que han logrado enmsíasmar

a 18 jóvenes salesianos para que va­
yan a cubrir su puesto vacío...

LAS BUENAS NOCHES
DEL RECTOR MAYOR
El mismo día, sábado 15, víspera
de la gran fiesta jubilar, el Rector Ma­
yor dio las Buenas NoÁes: cordiales,
sencillas, directas.
La escena parecía arrancada de una
de las páginas de don Lemoyne: en la
penumbra de la Basílica iban cayendo
¡as palabras de don Ricceri en medio
del silencio emocionado de los 200 sa­
lesianos presentes: misioneros ancia­
nos y jóvenes, algunos Obispos sale­
sianos, personal de Valdocco, huéspe­
des... Era Don Bosco que recordaba
feliz y agradecido a la Virgen, dentro
del ¿nbito de la familia, los sueños
hechos realidad:
‘ Se me arntrntonan los pensamien­
tos. Es difícil no recordar estos mis­
mos días de 1875... hoy se han agi­

gantado, se han completado: nosotros
somos los realizadores de este milagro
sueño-realidad”.
“ Sí Don Bosco estuviera aquí ma­
ñana, gozaría viendo a su lado al Papa
en la personal del Cardenal Rossi,
viendo a todos los Obispos del mundo
representados aquí por estos queridos
Obispos salesianos, viendo el trabajo
de todos los salesianos del mundo en
la persona de estos venerandos misio­
neros”.
“ ¡Fueron diez, hoy son 100!"
“Volvamos al espíritu de 1875: gran
entrega, gran entusiasmo, gran con­
fianza, amor al Papa, amor a Don
Bosco. Nosotros, los SaIesiaiK>s del se­
gundo centenario, no queremos ser
“El Papa nos desea y nos recomien­
da en su carta: ATREVERSE: ¡gran­
des esfuerzos en el campo de las mi­
siones! Es, por otra parte, nuestra mis­
ma palabra de ordoi: ¡No detenerse
ja m ^ !”

1

Primera expedición de misioneros saiesianos a Buenos Aires. 11 noviem­
bre 1975. En el centro. Don Bosco, entregando las Constituciones a don
Juan Cagltero, y ei Cónsul Gazaolo. A la derecha, sentado, don José Pagnano. De pie y de izquierda a derecha: coadjutor Vicente Glola. veinte
años, tuvo que embarcar en Marsella; coadjutor Bartolomé Scavlni, car­
pintero; sacerdote Valentín Cassiní, lloraba al despedirse de Don Bosco
porque no volvería a verlo, pero asistió a su muerte; sacerdote Juan Bacciño, murió por agotamiento a tos dieciocho meses; coadjutor Esteban
Belmonte, atendió a la portería de Valdocco hasta 20 minutos antes de
partir con la expedición; sacerdote Domingo Tomatis, cronista de la ex­
pedición; clérigo Santiago Allavena, veinte años, embarcó en Marsella;
coadjutor Bartolomé Moiinari, dejó más tarde la Congregación.

^ l

I
¿

, A

celebración papal en el Vaticano, se
exigían en las puertas de la Basílica
las tarjetas rojas que aseguraban un
orden completo y racional.
La hermosa Basílica, construida por
Don Bosco, ofrecía una visión insóli­
ta, no sólo por la sobria elegancia de
las ñores y luces que salpicaban de
rojo-gladiolo los cálidos mármoles del
retablo, sino también y sobre todo,
por las nada artísticas torres metálicas
que sustentaban las cuatro cámaras de
televisión.
A las diez cuarenta y cinco todos los
concelebrantes ocupaban ya sus pues­
tos en el presbiterio: oÁ o Obispos
saiesianos, el Rector Mayor con los
miembros del Consejo Superior, misio­
neros “viejos" (fue tm privilegio par­
ticipar en la concelebración) y misio­
neros del Centenario.
Igualmente aparecían en los prime­
ros bancos del crucero central Madre

Ersilia Canta y su Consejo, los misio­
neros no sacerdotes e Hijas de María
Auxiliadora misioneras del Centenario,
autoridades, amigos... y todo el nu­
merosísimo público que abarrotaba la
Basílica; fueron bastantes los que pre­
firieron asistir a la ceremonia ante al­
guno de los televisores de la casa de
Valdocco, puestos a disposición en un
alarde de previsión.
Cantores de diversas cscolanías apa­
recían colocados en puestos estratégi­
cos de la Basílica. Mientras se acerca­
ba la hora de comenzar la Misa, el
maestro Lamberto iba dando, con
energía y precisión, los últimos reto­
ques a los cantos, en un insólito ensa­
yo general en el que participaban
Obispos, Superiores, cscolanías y pue­
blo...
A las once en punto, con matemá­
tica puntualidad, hacía su entrada en
el presbiterio el Cardenal Agnelo Ros-

después
“En esta ocasión unamos nuestras
fuerzas y nuestra voluntad como que­
ría Don Bosco: hoy y mañana nos
espera una batalla. BUENAS N O ­
CHES".
Y Monseñor Ferrando continuaba
todavía extasiado, fijos los ojos en
don Ricceri, sentado en el primer ban­
co... igual que un muchacho del Ora­
torio de 1875.

UNA ORGANIZACION
IMPECABLE
Eran las diez de la mañana del do­
mingo 16; faltaba una h<»a para el
inido de la Eucaristía-Ommemoradón
del Centenario, dentro de la cual se
impondrían los Crucifijos a los nuevos
misioneros, Saiesianos e Hijas de Ma­
ría Auxiliadora.
La ^ tim a <xganízad(ki, prc^am ada
con inteligencia y llevada a la práctica
con no poco saóifido por los salesianos de Valdocco, iba dando ya sus pri­
meros frutos: coa la seriedad de una

Segunda expedición misionera de las Hijas de María Auxiliadora, 1879.
La fotografía de la primera expedición no se hizo. Eran seis misioneras
en total, todas muy jóvenes. Sor Angeles Valiese, que guiaba la expedición,
tenía veinticuatro años. En la fo to : madre Mazzarello — emoción, cariño
y... pena— las despide.

■ , 'í

T

★★ ★ ★ ★
sitar: Filipinas, Corea, Japón, Hongkong, Thailandia...”

EL CRUCIFIJO MISIONERO
Terminada la homilía del Cardenal,
llegó el momento por todos esperado:
la entrega de Crucifijos a los nuevos
misioneros.
Era la evocación nostálgica de aque­
lla tarde del 11 de noviembre de 1875,
con carrozas en la plaza y gozo en el
corazón; con Don Bosco, don Cagliero, don Fagnano... y unos Crucifijos
y unos abrazos.
Han pasado cien años: mañana del
16 de noviembre de 1975: hoy no hay
carrozas esperando en la plaza (ayer
andaban nerviosos los misioneros ges­
tionando con el señor Daroit los pa­
sajes de avión), pero se contempla el
mismo gozo en los ojos; entonces Don
Bosco, ahora don Ricceri... y don Ma­
nuel Serrano y don Mario Ghietti; y
otros Crucijifos y los mismos abrazos.
Contribuía a acrecentar la alegría
familiar la presencia de las 17 misio­
neras Hijas de María Auxiliadora y la
cariñosa elegancia de Madre Ersilia
Canta despidiéndolas una a una, co­
mo hiciera entonces Madre Mazzarello.
Fueron los exóticos trajes de dos in­
dios nativos los que hicieron volver
a la realidad a todos los presentes:
avanzaban por el pasillo central de la
Basílica llevando al celebrante los do­
nes del ofertorio: objetos de arte y
frutos del campo.
Hijas de María Auxiliadora: Expedición «Centenario».— Serán unas 50 en
total. La misma alegría de hace cien años, la misma generosidad, y la
misma emoción en los ojos de madre Ersitia Canta, quien las despide.

sí, Prefecto de la Sacada Congrega­
ción para la Evangelización de los
Pueblos, celebrante-presidente. Y co­
menzaba la Eucaristía.

ES UN SUDAMERICANO
QUE DICE: «¡PRESENTE!»
Otro de los numerosos aciertos de
la organización fue el de poner en las
manos de todos los presentes el librito impreso con la liturgia eucarística
del día: fue un detalle que contribuyó,
junto con la brillantez y seguridad de
la capilla coral, a la vivencia emocio­
nada y masiva de todos los partici­
pantes.
El Cardenal Rossi hizo una breve
y enmtiva plática, recordando fechas
y móritos:

8

"Es un sudamericano que dice:
¡Presente!, hoy en esta ceremonia conihemorativa de la primera expedición
misionera salesíana, que hace cien
años marchó a las vastísimas tierras
de la Patagonia en Argentina'.
"Es un brasileño que, desde su ciu­
dad natal. Campiñas, hasta la gran ciu­
dad de Sao Paolo, conoce de cerca la
eficacia del apostolado misionero salesiano".
' Es un hijo de emigrantes- que vie­
ne a dar las gracias a los Salesianos'.
"Es. en particular, el Prefecto de
la Sagrada C o n g re^ ió n para la Evangelízación de los ^ e b lo s , que os ha­
bla en este mon>ento, poniéndo su
atención, en rápida panorámica, sobre
los lejanos y difíciles territorios de
misión a N’osotros ccmfiados, muchos
de los cuales he tenido el gozo de vi­

DON BOSCO
PARTE CON VOSOTROS
Terminada la concelcbración euca­
rística salió la gente de la Basílica y
se concentró en el “ patio de los re­
cuerdos”, bajo las ventanas de las ha­
bitaciones de Don Bosco, como espe­
rando la aparición del Padre en el
balcón corrido de la histórica parra.
El ambiente hervía de entusiasmo:
abrazos, enhorabuenas, voces incontro­
ladas por la alegría desbordante.
El Cardenal Rossi inauguró a conti­
nuación la artística E xposidt^ Misio­
nera dcl Centenario: “Esta Exposición
no sólo entusiasma, sino que es ade­
más un estímulo para las vocaciones
misioneras. Yo creo que algunos de
estos jóvenes y muchachos que ven
esto se animarán... Esta Exposidcki es
un reflejo del pasado y un impulso
para el futuro”.
L u ^ o se sentarían todos a la mesa
de familia, que se animaría con una
amena sobremesa de cantos y “pala-

★★

C ieti c ^ ñ o s ^ esP u éS

bras de gratitud". Los nuevos misio­
neros por grupos nacionales (10 p<>
lacos, 10 U ran o s, 11 españoles...) hi­
cieron gala de su buen gusto interpre­
tando cantos folklóricos. El Rector
Mayor hizo entrega, en medio de los
aplausos de todos, de cuatro medallas
de oro a los cuatro misioneros más
ancianos allí presentes: era todo un
símbolo.
Al salir de nuevo al patio, se hicie­
ron, ante el monumento de Don Sos­
co, las fotos- recuerdo: en la mente
de todos estaban las dos históricas
fotografías de las primeras expedicio­
nes de Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora. En esta ocasión faltaba
la espada y la solemnidad de gala del
COTisul argentino Gazzolo. y el libro
de las Gjnstituciones que ofrecía Don
Bosoj a don Cagliero, expresión del
deseo y la promesa de Don Sosco de
partir con ellos a Sueños Aires.

do en el ambiente: “Nosotros, los Sa­
lesianos, no nos detenemos nunca".
En el reloj de la Providencia sona­
ba para las Misiones Salesianas 'la hora
cero del segundo siglo de trabajo mi­
sionero y se abría una nueva etapa

cargado de futuro: OTROS CIEN
AÑOS, pletóricos de esperanza, se
ofrecen a la generosidad, audacia, crea­
tividad y fidelidad de los Hijos de
Don Sosco.
JESUS M, MELIDA

Este misionero que despide a don Ricceri, hace cincuenta y cinco años
que partió para China. Su corazón le decía que iba a estar presente en las
fiestas dei Centenario...

CINCUENTENARIO DE
LA ORDENACION SACERDOTAL
DE DON RICCERI
Más tarde, a las dieciocho treinta,
tendría lugar en la Basílica otra Con­
memoración entrañable: el 50 aniver­
sario de la ordenación sacerdotal del
Rector Mayor: era la Casa Madre de
Valdocco, junto con los Inpectores de
toda Italia y los Hermanos de las Ins­
pectorías Central y Subalpina, que ro­
deaban de afecto y gratitud a don Luis
Ricceri en una (^lebracit^ Eucarística y emotiva.
Concclebración 140 sacerdotes y dos
ObispK)s salesianos. Don Antonio Marrone, Inspector de la Inspectoría Sub­
alpina, comentó el signidicado de la
Conmemoración, señalando las líneas
que habían marcado toda la vida de
don Ricceri: “El amor y la entregaa los demás... Una prodigiosa resis­
tencia en el trabajo y una innata dis­
posición para el gobierno, hecha de
precisión de pensamiento, concisión de
estilo, decisión en la acdón, confianza
en las personas y capacidad de ccKnenzar d e ^ el principio de nuevo.
Unas palabras de agradecimiento del
Rector Mayor ponían punto final a la
Conmemoradón y se concluía así una
prieta jomada de Fiesta Salesiana: las
palabras de Don Sosco seguían flotan­

16 noviembre 1975.—CrucífÍ|os y
abrazos. Antes del orfetorio, el Car­
denal Rossi se los entregó a los
misioneros de la expedición -Cen­
tenario».

y n .

T E S T I M O N I O S OE L A ''EX
FERNANDO ABAD: Nuestras Inspecto­
rías no se renovarán sí no son capaces de
suscitar en ellas un vivo espíritu misionero.
Esto es fundamental, porque el espíritu mi­
sionero es el espíritu eclesíal por excelencia
y nos hace salir del meridiano de nuestro
egoísmo. '
VENCESLAO SIEW RZBIO LEK: Quere­
mos trabajar olvidándonos de nosotros mis­
mos con la disponibilidad de Abraham: “Sal
de tu tierra y v e te ...” y con la generosidad
de Don Bosco: “Da mihi animas”...
AN TO N IO CASTELLANO: Estando es­
tos días en contacto con Salesianos de todo
el mundo, con tanta diversidad de proceden­
cia y experiencias, unas veces dolorosas, otras
llenas de esperanza, me he sentido salesiano
del mundo.
SEVERINO LAREDO: . . . h e visto el
gran amor que se tiene a Don Bosco y a la
Congregación; he visto misioneros ancianos
que han gastado su vida por Dios y por la
Congregación; he visto otros, jóvenes, dis­
puestos a sustituirlos en el surco...
EM ILIO FUENTES: Todos los hombres
han sido salvados por Cristo, pero su salva­
ción se actúa a través de la comunidad que
es la Iglesia; de aquí la necesidad de hacerse
presentes entre todos los pueblos. Esta es la
razón por la que marcho al Alto Orinoco.

Sorprendemos al padre Rafael Mercader,
de Barcelona, cincuenta y cinco años en Cuha, hablando con Gregorio Herce, coadjutor
de la Insptceoria de Barcelona, destinado a
la Misiótt de Carcha en Guatemala.
"Que no te espantes iK»r nada: fidelidad
a nuestro Señor. Sé fiel pase lo que pase. Te
vendrán dudas, contrariedades: ten siempre
fe en María Auxiliadora y en Don Bosco..."

Un joven misionero español de la "expedi­
ción Centenario" desea informarse sobre su
nuevo campo de apostolado, los Guaicas. El
10

famoso P. Coceo, barba blanca, sonrisa am­
plia y vasta experiencia responsde.
EM ILIO FUENTES: ¿Cómo surgió en
usted la vocación misionera?
P. COCCO: Hace cincuenta años, cuando
hicieron la Exposición misionera aquí, en
Valdocco, en 1925: lo recuerdo muy bien:
había un saco de dormir; me agarré fuerte
y dije: Cardenal Cagliero, ¡ayúdame!”
EM ILIO: Me envían a trabajar entre los
Guaicas, donde estaba usted...
P. COCCO: Marcha animado; no hay co­
modidad; estarás muy bien... porque el tra­
bajo da grandes satisfacciones. A veces yo
también he tenido momentos menos buenos,
pero pensaba; “ ¡Caramba!, si estos herma­
nos tuvieran a otro, yo podría irme, pero
yo íes tengo que dar muchas cosas que ellos
no tien en ...”, y entonces me quedo
EM ILIO: Me dicen que yendo a trabajar
entre gente tan primitiva y subdesarrollada
mi sacerdocio no se podrá realizar plena­
mente.
P. COCCO: No, el sacerdocio no queda
menguado: allí eres un testigo de Dios ante
esa gente primitiva que también tiene un
puesto en el pensamiento y en el corazón de
Dios. Allí me esperan a mí, en ese lugar y
en ese momento preciso. Ellos me tienen a
mí y yo les muestro a D ios...

16 NOVIEMBRE 1975. TURIN-VALDOCCO
RETABLO DE IMPRESIONES
D. R/CCER7; Don Bosco sería feliz, por­
que hoy puede ver su “granito de arena”
convertido en algo gigantesco: era un sueño,
hoy es realidad.
AfON5. CARRETTO.' ... ha sido una jor­
nada memorable, tanto más que hoy hace
cincuenta años que llegué al seminario de
Ivrea como “cagíierino”, y cuarenta y siete
que partí para Thailandia.

MONS. OBELAR: Todo... la música, el
ambiente de oración, la presencia de los mi-

PED ICIO N C E N T E N A R IO "
sioneros ancianos, me ha hecho vivir un día
de délo: Cordialidad, alegría y fraternidad
dentro del más puro estilo salesíano.
D. TO H ILL: Doy gradas al Señor que nos
ha ayudado a desarrollar el programa de fies­
tas. Vaya también mi agradecimiento a cuan­
tos han colaborado tan generosamente, so­
bre todo a los Hermanos del CoUe, de Valdocco y a las Hijas de María Auxiliadora que
han trabajado tanto en el montaje de la £xposidón.
t

MONS. BO NAM IN: Me resulta una ex­
traordinaria gracia de Dios el haber venido
en nombre de la Argentina. Fue la Argentina
la que golpeó el corazón de Don Bosco, y
teníamos que estar presentes para decir: gra­
cias, por todo lo que significó esa primera
expedidón que dio vuelta a la religiosidad
argentina.
Si en todas las misiones en las que van
entrando los Salesianos consiguen los frutos
que lograron aquí, en la Argentina, habrá que
Basílica de María Auxiliadora de Turin, la noche
de la despedida de los misioneros.

dedr que el mundo, dentro de poco, será
salesiano.
D. ACQU/5T/lPi4CE; ... se ve que la ju­
ventud todavía es animosa.
D. iMODESrO BELLIDO: Una jornada
grandiosa e imponente en todos sus aspec­
tos: nos ha hecho revivir el espíritu de la
primera expedición.

MObIS. BRAULIO SAl^CHEZ: Ha sido
emocionante. Tendrá que pensar Don Bosco
que no perdió el tiempo; sus hijos, mediante
su ejemplo y su doctrina han seguido el ca­
mino que él les tfazó.

¿QUE RECUERDO DEJARIA USTED
A LOS MISIONEROS
DE LA EXPEDICION CENTENARIO?

M ADRE E RSILIA CANTA: Que sean
fieles a Don Bosco, que hablen mucho de él,
porque Don Bosco tuvo la eficacia de pala­
bra y la da a quien habla de él.
D. LIVIABELLA: Si queréis ser buenos
misioneros, sed hombres de oración. Con
vuestro buen ejemplo, con vuestra caridad,
con vuestra buena educación llevaréis mu­
chas almas al Señor.

MONS. BRAULIO SANCHEZ: La primerara virtud del misionero tiene que ser la
humildad que ya dispuesta a aprender, a
aprender y a aprender, y, después de haber
aprendido mucho, a enseñar un poquito.
MONS. CARRETTO: Os recuerdo que la
primera caraaerística misionera es la que de­
cía D. Ricaldone: “Haceos uno de ellos”. Pe­
ro hacerse uno de ellos quiere decir abajarse
hasta ellos y servirles, pero para elevarlos,
no para permanecer a su mismo nivel...
D. PIAN A ZZI: El entusiasmo que tenéis
hoy no es exagerado: hay que tener mucho,
pero hay.que conservarlo cuando las a>sas
inmediatas lo quieren apagar; hay que con­
servar clara la idea que se tiene cuando se
parte.
ANS

11

ota

alosi i

u n c u a r to
d e s ig lo

^«5

Et Castillo de Luna
ha pasado de sus Inveteradas
costumbres guerreras y defensivas
a más civilizadas tareas...
Después de haber trabajado mo­
destamente durante todo un curso
en Rota y haber sido atraído por
su sefluelo durante algunos vera­
nos, asalta la tentación de insuflar
entusiasmos en estas lineas de rá­
pido comentario... Porque la famo­
sa villa, cuyas cuatro letras rever­
beran en el nomenclátor interna­
cional, guarda encantos, secretos y
palmarios, que ya jamás se olvi­
dan. Siempre hay un hilo para un
descosido y esta vez me ha tocado
salir al paso de un imperdonable
olvido en el que pudiera incurrlrse:
dejar pasar los primeros veinticin­
co años saleslanos roteños sin bo­
rrajear algunas cuartillas para el
Boletín Salesiano. Oiga... ya habrá
alguien que lo lea...
ERASE UNA VEZ UN CASTILLO
SubanH)s a un torreón del Castillo
de Luna —que es la 'historia de Rota
convertida en piedra arenisca y calcáde la mano de un paciente
amanuense de nuestros días, tristemen­
te, recientemente, fallecido, que en mi­
les de fichas trató de concentrar la

vieja y moderna historia de esta villa
deslumbrante, en constantes tornasoles
naturales... Me estoy refiriendo al ex
alcalde de Rota, don Antonio García
de Quirós.
No encontramos por estos pasadizos
medievales del Castillo las sombras
esfumadas de caballeros de alto fuste
que habitaron sus nobles estancias. El
diligente cronista oficial nos había
prometido un enjundioso trabajo so­
bre este vestigio histórico. Trabajo ya
imposible... En el escudo de Rota
campea la fortaleza, inscrita en el dise­
ño de un rosario que data de 1969,
ondulantes en sus cimientos las sua­
ves aguas atlánticas de estas playas.
Mitad hospital, mitad colegio, la
fortaleza roteña ha pasado de sus in­
veteradas costumbres guerreras, defen­
sivas, a más civilizadoras hazañas, co­
mo son las de mitigar dolores físicos
y encauzar inteligencias vírgenes...
A fin de cuentas. Rota no es sino
corrupción de Robota-Ruta (castillo,
fortaleza) cuyo bautizo para la Histo­
ria se debió a Zafadola, valiente gue­
rrero sucumbido en siglos reconquis­
tadores.
Pero ya he dicho que ahondando y
huroneando por el corazón de este
Castillo de Luna ya no hallaremos
sino aromas de flores, plantas trepa­
doras, aulas impolutas y alegres, risas
de roteñitas de lindo palmito, rinco­
nes por donde cuela la aliviadora y
cercanísima brisa marina, palmeras, pe­
numbras para la oración eucarística y
ajetreo y alegría — como cuadra a su
estilo ya centenario— de las Hijas de
María Auxiliadora.
Suban, señores, a uno de los torreo­
nes y les aseguro que gozarán del mis
refrescante y altivo mirador de la pla­
ya roteña. justamente en un extremo
de "La Costilla”, cuya “ arena trans­
lúcida. fina, limpia y diminuta" —co­
mo la adjetiva el cronista de la villa—

Lo« patios del Colegio Salesiano de Rota se ven en Invierno y en verano
alegremente concurridos de gente joven amante del deporte.
12

es un regalo impar para el lugareño
y el advenedizo, este observatorio de
privilegio bien merece la fatiga suave
de salvar recovecos, ganar escalas y
luchar contra cerrojos chirriantes...
Un golpe de aires nuevos, como lle­
gados del mismísimo Olimpo, pene­
tra hasta el hondón del alma... Y a
nosotros, sevillanos no del todo ahor­
mados al achicharrante azote de la d u ­
dad de la Giralda, se nos figura estar
en la gloria reservada a los bienavenrados...
La verdad es que los Salesianos pu­
sieron pie en Rota para ayudar a las
Hijas de María Auxiliadora. Allá por
1948 lo hizo don Juan Romero, un
simpático y jaranero veterano que has­
ta se atrevió con la biografía de San
Juan Hosco y algún que otro trabajo
extenso para la imprenta. Poco duró

ana
El colegio de San Ramón de las Saiesianas se ve asediado cada año
por las chicas roteñas que en él
cursan estudios de E. G. B., y cursos
de Administración de F. P.

su estancia, fervorosamente continuada
por don José Cap>ote Amarillo —^\’
no es guasa— que se tomó a pechos
la cosa y logró ir comprando terrenos
hasta comenzar un curso con un cen­
tenar escaso de alumnos. En 1949 re­
cibe el centro su espaldarazo canónico
y su andadura un tanto precaria. De
esta forma, comenzando a trabajar pa­
ra los chicos, se le alegraron las pa­
jarillas a los roteóos que ya contaban
con un seguro refugio en el Castillo
de Luna para las chicas.
£1 Colegio de San Ramón, que así
se llama el de las Hijas de María Auxi­
liadora, con sus arreglitos continuos
de techos y pasadizos -aporque no
olviden que el Castillo es de piedra
arenisca y calcárea— se abarrota de
niñas que sacan adelante sus cursos

de E. G. B. Un centenar aproximada­
mente asiste a los cursos de Adminis­
tración de Formación Profesional.
Cuando se acercan las justas litera­
rias de la Virgen del Rosario, el salondto de actos del co l^io acoge a
una selecta representación de la cul­
tura roteña. Una y otra vez, un año
y otro, para múltiples servicios, a dis­
posición también de la cercana iglesia
mayor de Rota, la Parroquia de la O,
las Salesianas abren sus puertas en be­
neficio de variadas actividades popu­
lares.

TRES VOCES AUTORIZADAS
No crean que la realidad boyante
del colegio de Nuestra Señora del Ro­
sario (“los Salesianos”, como le llaman

en el lugar) no ha tenido que sortear
tormentas y serios peligros... A punto
estuvieron sus puertas de cerrarse de­
finitivamente en tiempos en los que
se planificaban obras de envergadura,
de presencia brillante, dando un poco
de lado a estas otras realidades popu­
lares, tan hondas y eficientes...
Y si echáramos mano de testimo­
nios de primera categoría tendríamos
enseguida que registrar el nombre del
doctor Antonio Maña, ex alcalde de
Rota empeñadísimo en que la obra
salesiana no recibiera el cerrojazo, Del
Boletín Informativo que lanza el co­
legio y que se titula FARO, cuyas
páginas son preparadas y redactadas
por los propios alumnos, puedo en­
tresacar algunas claras confesiones.
— Recuerdo que tuve que hacer
muchos viajes para visitar a los Su­
periores Salesianos e incluso me atre­
ví a escribir a la Casa Central de Turin, al Rector Mayor, para impedir
que la obra salesiana desapareciera de
Rota. Se nos pusieron como condicio­
nes esenciales que el colegio cobrase
mayor auge. Después de gestiones, ale­
grías y disgustos, se consiguió la am­
pliación espléndida de que hoy dis­
fruta el colegio.
Y nosotros, por cuenta propia, re­
gistramos un nombre de oro en la his­
toria salesiana roteña: don José María
Ruiz-Mateos, presidente de RUMASA
y generoso bienhechor a quien no le
han dolido millones a la hora de fa­
vorecer a la Congregación y a su pro­
pia tierra naul: El doctor Maña opi­
na que merece un homenaje y aquí
queda lanzada la sonda...
Don Antonio Maña, tan entusiasta
en la definitiva consecución de todos
estos ideales, no se anda por las ra­
mas:
— S i la Casa Salesiana de Rota hu­
biese cerrado, hubiera constituido un
verdadero desastre para la cultura del
pueblo y su formación religiosa, da­
das las circunstancias de influencias
extrañas que pesan sobre este pueblo,
ajenas a nuestra religión y costumbres.

13

La mayor alegría del padre José
Capote Am arillo no sería el ver su
lápida conmemorativa por los mu­
ros del Colegio, sino el ensancha­
miento, cada vez más ambicioso,
de los terrenos al servicio de la
juventud roteña.

Durante veinticinco años los Salesianos han ido formando a una serie de
muchachos que cuando se han con­
vertido en hombres se les reconoce
por ser personas no solamente cultas
sino amantes de su deber, trabajado­
ras, responsables, que son virtudes
que aprecio sobre todo.
Un buen día, cercanas las fiestas
navideñas, don José Domínguez Pi­
nero, pieza clave en el actual desarro­
llo del colegio, tuvo una feliz idea:
felicitar a don José María Ruiz-Mateos
con diez villancicos roteños... Cada
tarde tomaba yo una bicicleta y en
unos minutos deliciosos por la arena
limpísima de la playa llegaba hasta
el colegio de San Ramón donde con
poco esfuerzo logré acoplar voces y
cuerdas para unirlas a las de los alum­

nos. Resultó en diciembre que más
de sesenta chicos de ambos sexos da­
ban la nota en el pueblo por su mu­
sicalidad. Las niñas bailaban muchos
de aquellos números a cuyos ensayos
acudía, “sponte, non coacte", la co­
munidad de Hijas de María Auxilia­
dora desperdigada en sus actividades
postescolares. Don José María recibió
en Madrid aquella grabación jalonada
por los aplausos, en vivo de todos los
alumnos que asistieron de buena gana,
añadiendo una presentación y un sa­
ludo final. Nuestro bienhechor roteño
contestaba entusiasmado afirmando
que era la mejor y más bella felicita­
ción que había recibido en su vida.
Los millones del señor Ruiz-Mateos
ganaron en brillantez a los villancicos.
El alcalde actual de la villa, don
Miguel Navarro, no ha escatimado
tampoco palabras de agradecimiento
con motivo de las Bodas de Plata del
Colegio.
— Nunca podrá agradecer Rota la
labor que ¡os Salesianos han hecho
en esta villa. Hay que resaltar que la
mayoría de los hombres que tienen
en Rota de veinticinco a treinta años
y han tenido estudios, son antiguos
alumnos salesianos. La influencia salesiana ha incidido en todos ¡os sec­
tores. La colaboración del Ayunta­
miento ha sido y continuará siendo
positiva basta conseguir que ¡a obra
salesiana pueda realizar plenamente
sus proyectos.
El señor Alcalde ha honrado la me­
sa salesiana y quede constancia de su
sencillez y afecto, de su interés p>or
la marcha del colemo, de su patente
eficacia ai servicio de su Ccxporadón.
La gestión del señor Navarro ha cua­
jado en estos años en una serie de
Don José Capots Amarillo.

hermosas realidades que abrillantan la
fama de la tierra.
Una tercera voz, ésta bien timbrada
en clave salesiana, es la de don Igna­
cio A. Liaño, antiguo alumno de hon­
da raigambre. Su nombre, su acento,
están unidos indisolublemente a la
historia del avance cultural del pue­
blo. También pasó por el cargo de
primera autoridad municipal sin dejar
de arrimar el hombro a favor de mu­
chos logros brillantes. Don Ignacio,
director de un grupo escolar, puntal
de la Caja de Ahorros roteña, corres­
ponsal de ABC en Sevilla, guarda en
su memoria, junto a eruditos datos de
arte y de historia, una especie de ar­
chivo en tono menor que supliría al
que guarda en sus anaqueles el actual
director del colegio salesiano, don
Antonio Rodríguez Jiménez.
— A los Antiguos Alumnos acon­
sejaría que deben trabajar intensamen­
te por mantener la unión y el espíritu
salesiano que ellos aprendieron en el
Colegio y como roteños conseguir la
instdación de unas Escuelas Profesiondes para la educación y formación
post-escolar de todos los alumnos.
Sabemos que don Ignacio A. Liaño
intervino eficazmente en los primeros
impulsos de la incipiente obra salesia­
na.
— El promotor de la creación fue
don Cristóbal Escribano, que era pá­
rroco de Nuestra Señora de la O. Se
inició por suscripción popular siendo
el tesorero el dum no don Vicente Pirtiap. Aunque los comienzos canónicos
datan de 1949, no obstante venia fun­
cionando años atrás. Yo era Presiden­
te de los Antiguos Alumnos y se hi­
cieron colectas con este fin en todos
¡os sectores de ¡a población.
Cada verano, punrualmente, don Ig­
nacio saca a la luz pública una pre­
ciosa publicación titulada "Rota y el
Rosario" que ya ha cumplido veinti­
cinco años bajo su dirección. Las pá­
ginas primorosas de esta revista tes­
tera constituyen una auténtica acta no­
tarial de cuanto la villa celebra, sufre
o goza. Ni una sola de las importan­
tes efemérides roteñas ha sufrido ol­
vido en ella, siempre enriquecida con
plumas citan tes, de e le v a d rango li­
terario. algunas de resonancia nacio­
nal.
En ‘ Rota y el Rosario" quedó cons­
tancia de las jubilosas fiestas que la
familia salesiana roteña ha organizado
y que han tenido su colofón en la
concesión de la Medalla de P la u de
la G udad recibida por don Antonio

El 16 de mayo de 1970 se inaugura­
ba el nuevo pabellón del Colegio.
El doctor Antonio Maña, entonces
alcalde de Rota, saluda a monseñor
Del Val.

Hidalgo de los Santos, Provincial de
una de las Inspectorías salesianas an­
daluzas.
Desfile de antorchas, ccKnpetidones
deportivas, conferencias, cinefórum,
teatro, comida fraternal en la caseta
ferial del Ayuntamiento, Eucaristía
revestida de especial solemnidad a la
que se han unido presentes y ausen­
tes en espíritu de agradecimiento al
Señor.

,*.Y EL PADRE
CAPOTE AMARILLO
Rematando, como preboste de una
magna procesión, don José Capote
Amarillo. Graciosa conjunción de
apellidos y, formidable tenacidad la
suya en mantener abiertas las puertas
de su colegio roteño. Y ccmste que un
mal día estuvo a punto de hacer ma­
letas y largarse...
Celebrada la Misa, a su lado don
Ignacio A. Liaño, allí increpó filial y
atrevidamente a la Auxiliadora:
— Como no me saques de estos
apuros, carretera y manta...
Y apareció un antiguo alumno suyo
de Ronda a quien acababa de tocarle
la lotería: dos millones de pesetas.
Don José Capote vio en sus manos
la solución inmediata: 250.000... para
la obra salesiana roteña.
Fue una institución en la villa. Ah,
si viera aquestos tutelares muros...
anuestos centenares de alumnos... Su
formidable manía consistió en la siem­
bra del amor mariano. La Virgen SaIcsiana estaba situada cerquita de una
ventana que daba a la calle: al otro
lado de la reja se paraba el transeúnte,
no in ^ r ta b a su edad, y lanzaba un
piropiUo fervoroso a la Señora. Sin­
gular novia roteña, como le llamara
el saleroso don J « é María Cami>oy,
de salesiana memoria.
Había niño que tenía que marchar­
se del colegio -orque en casa andaban
muy mal y en algún sitio le habían
ofreado bocadillo diario y cinco du­
ros semanales. Don José no lo con­
sentía y arrimaba su ccmtribudón mo­
netaria y alimenticia para que la ovejucla DO se le desmandase...
El sello popular del padre Capote
no ha desaparecido de la obra aun­
que aquellas merendonas y comidas
en la festividad de los Reyes y otras
fechas señaladas no tengan ya c ^ id a
en el estilo de unos tiempos de ma^
holgura y trabajo en una Rota
«onde se desoMXKre el desempleo.
Don José Capote, teme, inamovi­
ble, empeñado en dejar sus huesos
bajo la tierra del podólo marinero.

acaparó billetes verdes en lata& de
galletas, abrió cartilla ahorradora, que­
mó sus cartudios definitivos para que
la labor educativa creciera con fruto.
Tras su desaparición, el colegio, sin
torbellinos de tierra por los patios,
sin agobios ni miserias en sus aulas,
limpio, luminoso, abierto a múltiples
iniciativas, corazón juvenil del lugar
con sus cancelas siempre de par en
par, continúa “in crescendo" con la
general aceptación.
Don Antonio Rodríguez Jiménez,
actual director, nos proporciona datos
de primera mano:
— 450 alumnos de E. G. B. Ocho
Grados.
— Grupo Profesional Administrati­
vo.
— Centro Juvenil mixto.
— Movimiento Scout en todas sus
modalidades masculinas y feme­
ninas.
— Archicofradía de María Auxilia­
dora.
— Asociación de Antiguos Alum­
nos en organización aaualmente.
— Pequeño parque infantil.
— Batallón infantil. Banda de cor­
netas y tambores y Rondalla.
Queda en el aire, inminente, una
baza importante: la iglesia de María
Auxíliatfera, para la que existen ya
estupendos terrenos.
Cuando Il^ a n los calmes veranie­
gos, en el patio central del colegio
se celebra la Eucaristía al atardecer
de los días festivos, abarrotándose de
veraneantes y de hijos de la villa.
Citflndn el día se apaga, nada <x>mparaUe a un pasríllo sdendoso por

la azotea frente al Atlántico, muy cer­
ca la iluminada Base americana, veci­
no el hermosísimo local donde se lu­
cen cada año los Festivales de España,
parpadeantes muchas luces que em­
brujan la nodie.
Y Rota que lo tiene casi todo, hur­
ta, con hache como le gusta al doctor
Maña, la romería de San Isidro en
las cercanías de la Almadraba, recien­
te complejo deportivo, dunas de are­
na, pinos donceles, aves cantoras, pe­
ces vivitos y coleando, corrales con
pesca de bajura, grupos bien entona­
dos de voces andaluzas, caballos tro­
tones por la playa, blancura y embru­
jo, marineros y guapas mocitas, Rota
que ya se quedó, ay, sin cigüeñas ouc
ya no vuelven por mor de unos alba­
ñiles muy trabajadores que redondea­
ron la torre del viejo convento de la
Merced, Rota cuenta con un hijo de
encumbrados vuelos poéticos, Angel
García López, Premio Nacional de Li­
teratura, a quien ha dedicado una de
sus c ^ e s floridas. Por aquí termina
España, dice el exquisito malagueño
Manuel Alcántara, y qué bien termi­
na... Y A n ^ l García López, echando
mano de largos versos alejandrinos en
su poema bien sonoro “ Memorial de!
Sur” siente así nostálgicamente:
es el tiempo. Oficio de amor el
[ viajar
sobre el envés, oh Rota, atravesar los
[años,
poner ruedas al aire j andar las ave[nidos
lejanas de los ojos, sabiendo, recordan[do»...
Juan Manuel ESPINOSA, S. D. B.

15

\ A iNÉí|£a¡rsl-''
s QwHwL*'
M. Laura M arwlgtta.:
la ^ M ta ^ r a s t
Er
tá. María Pilar L e tó n ;^ 'T ^
d te rc M te ; M. María déT

^i.áljLi.'ilLH'lg^general: M. Ida

Monseñor Emilio Vallebuona
NUEVO OBiSPO SALESIANO
EN EL PERU

NUEVO CONSEJO CENSUAL
DE LAS SÁLEStANAS
El Instituto de taa H l^u da M trfa
Awetttedora amptendé m ievst alna lu iu rts doapMéi da su rscism« tS*
Capítulo Gensni. Actutimenle. tas
C ostanas son 18 060. Traba|an eo
ol T«r««r Mundo 6.540. Cusntan con
1.434 Qirrss nparcidas sn 57 na*
o io nn .
Ho aquí (as Superiofia s logldas
an ai Capitulo Ganan?:
Supertofs Gensral: Ikinriro Enllla
Canta.
Vicaria: M fldr* MaigarfU
Conssjera para la formacidn perma*
aents: Itodra AttxiBadon CondlQ.
16

Roma.—«El Santo Padre
ticia de L Qaac* vata r^ H B ^ p o ^ d e l
5 cte riDvíLfflbfB cte
nwv ldo iil nui'üiondo Sacerdote don
^ d ! o Vallebusna. Salesiano. a la
Iglaata titular episcopal de Numana, nombrándolo Obispo Auxiliar de
S. E. lívdma. Mons. Erasmo HinojoU Hurtado. Arzobispo de Piura
tPanJl-.
Don Emilio Vallebuena nació en
ÜmS ot 27 da enero de 1930. Allí
conoció S los Salesianos y entregó
SU v{ds a is Congregación Estudió
RIOSoffs en Turtn. donde adquirió
Is L|C8RC>aturs. Posteriormente se
doctoró an Limo en Ciencias de la
Educación. Ordenado ascardote en
1856. hia director da Ewio e Insp a e ^ PmvInelB? del P v ij durante
a l saxanio T970-75.
t j archídldcasis da Piura. s( nnrta de? Perú, a ndl kilómetros de Li*
m i. tiene una a im p tíc a tradición
salaalana, desda loa piim eres tiem­
pos da su prim er o b is is htio de

«Los Salesianos me lo han dado
todo; prácticamente, todo lo que
soy se lo debo a ellos. Yo pienso
que el destino no está escrito, que
hay que buscarlo. Y los Salesianos
me han ayudado mucho en todo,
hasta para buscarme el sitio más
adecuado para triunfar en la vida».
Así ha declarado recientemente
Francisco Aguilar, una de las ma­
yores promesas del fútbol nacional,
antiguo alumno salesiano de Alba­
cete, en (a revista «Don Bosco en
España».

EL IMPOflTE
DEL BANQUETE DE BODAS.
PARA LAS MISIONES
Milán.— Miriam Ronchl, exalumr
salesiana. y Miguel Capelit han
anunciado a sus amigos su enlace
matrimonial comunicándoles una opctón de coherencia cristiana, se­
gún la cual, decidieron enviar al
Padre Antonio, misionero en Uganda. el Importe total del tieaguete
de bodas, que no se eefebrará
■Esto no es fruto de una originali­
dad o extravagancia —han escrita
a todos— . sino de una actitud cris­
tiana coherente que ambos hemos
aewdedQ.i Juntos queremos seguir
e s tt o ^fÍB Í^ poniendo en el cen­
tro de mrostra vida a Cristo y su
Pfttft&ra. Para nosotros, como para
amar significa dar, y no altodo. Por eso, rechazando
que niege los valoreé
■íi

Y tlia-^ra p r o fe ^ r un egoís)>adado. nos proponemos
ESmpre al encuentro d# iss
^^^kJest^a c««e

I

«hora siempre ^ e r t a a t o ils las
qua quieran tener un encuentra con
nosotros para eyudemos-RHituomo*^
te 8 crecer ]untee>. {ANS}.

i..-

AGENCIA
DE NOTICIAS SALESIANAS
EN TRES LENGUAS
Roma.—Don Juan Raineri escribe
a todos ios Inspectores Satesianos
deí mimdo y les comunica la a ^ h
cta: «La Oficina de Prensa Salesla*
na envía a todas ias casas de 1«
Congregación le Agencia de Noti­
cias ^ le s is n a s (AN6)« que se edi­
te en Inglés, español e ítalieno So
trata de 2t págtoas ^ tnformactón
panoramies'de !a víde saleslena. ríra de ectuairdad. de experiencias
^ s ló lic a s y documentación Si la
experiencia es pesitivs. en ei hjj^'
ro se podrá hacet también en
~Gs. aleoián y portugués. £1
Uvt¡ de este aervleío de inf<
cion es et de fe ir r ^ a r la ii
de la comuniárt setealana di
Jcl plurahfimo de las d lw e rsa ^^?
tuacioncs...* {AMS)

X.

{

¿Y LOS SALESIANOS DEL VIETNAM?
CENTENARIO M S I
EN NUSVA YONK

lERO

E? pesado 19 de oe ttA re de S 75
cBisbré en le Catedral ^ San
Patricio de Nueva Verk la »Jomed»
^íis^onara S afeslaia*. El Cardenal
'é ’ snce Coeke presidid la amcelean la que participaron des
arrolriopoe, sala obispoe y 95 sacardotes. Sirvieron af alta r i ñ d i ^ >
y eJérí^is s^esianoa de las
'=S5as de fn iiiiM ¡ñi> Los » n te s fue-

En Víetnam del Sur había 141 salesíanos y 13 novicios. De los
15 extranjeros, han sido expulsados 11. Los 4 restantes temen que
los echen en cualquien momento. Los m ilitares han ocupado parte
de los edificios salesianos para cursos de reeducación. Y esto es
lo curioso, que en algunos locales del mismo edificio, los Salesíanos explican el Evangelio, y en otros, los m ilitares explican a Lenín.
Una vez profesados los 13 novicios, son 139 los salesíanos sur>
vietnamitas. ¿Qué va a ser de ellos? No les esperan pocas d ificu l­
tades. Se abre un horizonte m isterioso con un espacio para el te ­
mor. la esperanza y la oración.
En la foto, el salesiano coadjutor César Bullo, en compañía de
su obispo de Dalat. Fue expulsado de Víetnam ei pasado septiembre.

JUAN

PUIG D O LLER S

U N E S C U L T O R Q UE U A L A T A L L A
He pasado muchas veces por los
talleres de las Escuelas Profesionales
Salesianas de Barcelona-Sarriá, pero he
entrado mis en las Artes Gráficas que
en el taller de Artes de la Madera.
Pocas veces me había entretenido en
la sección de Escultura.
Pero estos días he asistido al naci­
miento de una estatua, desde que la
vi madera informe, hasta que la veo
figura y forma casi acabada.
El primer día que vi a Juan Puigdollers, andaba a golpes con una ma­
dera alargada. Cuando he visitado hoy
el taller, la madera noble ha cejado
en toda su resistencia dejando al des­
cubierto la forma que el artista anda­
ba buscando en ella.
Es una estatua de la Virgen, esti­
lizada, encargo de unas religiosas de
Sabadell. Cuando llego al taller, Puigdollers está estudiando los planos de
un nuevo proyecto. Estrecho aquella
mano fuerte, robusta, y vamos a sen­
tarnos a una pequeña sala de exposi­
ción.
— ¿Cuánto tiempo hace que empe­
zó?

—Entré aquí en la Escuela en el
1941, donde estudié cinco años; re­
corrí también todas las escuelas de
Barcelona: Bellas Artes, la Escuela
Massana, Sáinz de la Maza, etc.
—¿Cuando empezó a hacer escul­
tura?
—En el año 1947, cuando terminé
los estudios; una vez regresé del ser­
vicio militar, empecé a trabajar en un
tipo de escultura clásico, muy condi­
cionado todavía por el aprendizaje.
—¿Algunas obras de este momento?
—Una escultura monumental para
la plaza Héroes de Espinosa de los
Monteros que tiene cinco metros con
su F>edestal. Está hecha en piedra y
es un desnudo masculino con una
bandera. Es una obra épica que co­
rresponde a una época épica. Más tar­
de, para la Caja de Pensiones de Martorell hice dos desnudos también en
piedra que reoresentañ los dos ríos
Llobregat y Anoia que allí confluyen.
Pero la circunstancia pronto empu­
ja a Puigdollers hacia la escultura re­
ligiosa en la que seguramente es más
conocido, aunque trabaja a gusto en
cualquier tema escultórico.
—Los años de la postguerra fueron
de una verdadera promiscuidad artís­
tica. Había que llenar las iglesias de
imágenes; era tanta la demanda que
cualquier irresponsable se atrevía a
pontificar. Se llegaron a hacer verda­
deros mamotretos. Pasada la euforia
de estos primeros años, se asentaron
las cosas, se vieron con más sereni­
dad y el arte religioso paulatinamente
ha Noclto a adquirir la dignidad que
de por sí le pertenece.
—¿La gente necesita santos en las
iglesias?
—No es ésta la función de la es­
cultura religiosa. La escultura es un
elemento más que ayuda a crear un
ambiente para la oración. Si esta fiTialidad no se cumple, la escultura re­
ligiosa carece de sentido. Lo que pasa
es que hay personas, con menos pre­
paración. que necesitan imágenes reaTalla de «La Purísima» en la que se
advierte una línea claramente abs­
tracta.

listas, superficiales, sensibleras. Otras,
por el contrario, con la insinuación
tienen bastante. Esta’puede inducir a
actitudes religiosas más sobrias y más
profundas.
Los hallazgos de la escultura, inclu­
so de las formas abstractas, sirven y
pueden ser magníficos vehículos de
expresión religiosa.
— Pero la gente que frecuenta las
iglesias opone resistencia a estas mo­
dernidades.
— La gran masa es conservadora y
le cuesta evolucionar, tal vez porque
no ha sido preparada.
— Una forma abstracta, no se en­
tiende.
— No es necesario. Cuando uno
utiliza una alfombra no se pregunta
qué significa, la tiene simplemente
porque le gusta, le produce una sen­
sación agradable de color, confortabilidad, etc. ¿Por qué, entonces, ante
una escultura abstracta preguntamos
qué significa? Lo que cuenta es si nos
emociona, si nos conmueve...
— ¿Ima^nería o escultura religiosa?
—Yo diría escultura religiosa. En
España ha habido la gran tradición
de nuestros imagineros, muchos de
ellos grandes escultores. Hoy esto ha
pasado; admitiendo su gran valor ar­
queológico, hoy nos movemos en dis­
tintas coordenadas.
Puigdollers es un hombre de gran
humanidad, en el doble sentido. Se
mueve rápido, con una gran fluidez
y precisión verbal, dentro de su tema.
Da sensación de que va más allá
de lo que hace cuando se inclina so­
bre la madera.
—Aunque las prandes masas se ali­
mentan de una escultura sensualista,
se nota que el nivel medio ha subido
en pocos años. Muchos ya han com­
prendido que la escultura moderna
puede también entenderse religiosa­
mente.
—¿La escultura religiosa siempre va
enmarcada?
—No necesariamente, aunque su
marco principal es la arquitectura de
la iglesia con la que ha de tener uni­
dad.
—Entonces, ¿no cabe una estatua
moderna en una iglesia gótica?

El escultor
en pleno trabajo
artístico con una
de sus Imágenes
favoritas:
Don Bosco.

—No es disonante si conserva la
proporción ambiental con la que jue­
ga el gótico. Hemos de reconocer que
en el siglo XV, en pleno apt^eo del
estilo gótico, los artistas de esta épo­
ca no eran góticos sino simplemente
modernos, es decir, actuales. Crearon
este estilo porque era producto de sus
vivencias, de su cultura, de su forma
de pensar. Esto mismo podríamos de­
cir del románico, del renacimiento, et­
cétera. Todos nuestros antepasados
eran más sinaros que nosotros —en
arte por lo menos— , porque no se
copiaban retrospectivamente, evolucio­
naban siempre hada adelante, y no
es raro encontrar en iglesias, que tar­
daron centurias en construirse, ver re­
flejados todos los estilos que crono­
lógicamente se sucediere»!.
— ¿Usted no es siiKcro?
—No siempre hago la escultura que
quiero. Cuando trat»jo más a gusto,
es cuando tengo abseduta libertad. Me
molesta tener que realizar una obra
para la persona que me impone todo.
Entooces me siento un mecánico de
la escultura.
—¿A qué ol»a suya le tiene más
cariño?

—Parece un tópico, pero creo que
nadie que trabaja artísticamente está
contento de todo lo que hace. No es­
toy descontento de la estatua de San
Juan Bosco que hice en mármol para
Montserrat. También recuerdo un Sa­
grado Corazón de 4,5 metros enviado
i América Central, un Santo Cristo
clásico estilizado que realicé para
Córdoba (Argentina) y últimamente
este Cristo Resudtado de 3,20 metros
para la Iglesia de la Juventud de Gua­
temala...
— ¿Usted ha evolucionado bastante
a pesar de los condicionamientos de
trabajar por e n c a ^ ?
—Es normal. Pasé una primera eta­
pa clásica, como mi formación. A me^ d a que fui pensarxio por mi cuenta
creé una serie de obras de planos an­
gulados o»! mudia arista, es una es­
cultura que tiene algo de cubismo.
A b ó a be logrado una cieru simbiosis
de las dos, limando la aspereza brutd de los planos.
Este C risto Resucitado, de grandes
dimensiones, está destinado a b
«Iglesb de b Juventud» de los SalesiMOS de Guatemab.

—Esta evoluáón ¿no ha venido im­
puesta también desde el exterior?
—Ciertamente. Después del Conci­
lio se ha tendido a sinq>lificar, como
en los principios sencillos del cristia­
nismo. Yo estoy en sintonía con esta
corriente de simplificación de las co­
rrientes religiosas actuales. Para ellas
sugieren más las formas abstractas.
La conversación sigue por mil cau­
ces, algo entrecortada por la dificultad
de tomar notas. Sería una delicia pa­
sar todo un día hablando ante un
magnetófono con Juan PuigdoUers.
Hay una acumulación de un raro hu­
manismo, de una altura moral poco
frecuente, en un hon^bre que se pa­
sa la vida proyectando o luchando con
la materia para sacarle su secreto. Tie­
ne la modestia de un trabajador del
arte y la grandeza de un artista de
la creación.
—¿Se puede mirar el panorama de
la escultura religiosa con más optimis­
mo?
—^Hay una apertura clara y más po­
sibilidades. La gente se va concien­
ciando en gustos artísticos que hace
sólo diez años parecían tabúes. Se hi­
zo mucha escultura rápida y mala en
la postguerra. Ahora se va dando pa­
so a los jóvenes y creo que se encon­
trarán nuevas formas de expresión.
Pienso que toda conquista estética de
la escultura en general, puede servir
a la escultura religiosa.
Es sábado y no hay alumnos en la
Escuela. Afgunos profesores de Artes
de la madera califican unos proyectos.
En los talleres reina la tranquilidad.
PuigdoUers se queda con su madera
que ya va adquiriendo, a la voz de
sus manos, una forma estilizada...
/. Ballaz

- -fí-

iíU i'

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->:•

I

Á

URNIETA
Urnieta es un pequeño valle y pue­
blo en la carretera que va de Andoain a San Sebastián por Hernani. El
valle está libre de contaminación y
de industrias. Las más florecientes son
las canteras de piedra, gravas y are­
nas que retumban de vez en cuando
llenando de sonoridad estas bellas co­
linas perpetuamente cubiertas de ver­
de.
Los pinos, los álamos, las carrascas
pintan diversos tonos con los helé­
chos, los campos de verduras y nabos,
los pastizales.
]-os trenes pasan regularmente ser­
penteando por los estrechos valles sin
estorbar demasiado la paz de las nie­
blas casi constantes. Las palomas han
volado ya a invernar en las tierras del
Sur, dejando un notable tributo de
vidas en los cientos de puestos de
caza que se distribuyen por toda la
geografía de Guipúzcoa.
El sol no es pródigo sobre esta ca­
rretera que fue el primer circuito de
carreras de toda España. Sin embargo
no hay por qué exagerar: toda la llu­
via del Norte no deja nunca tranqui­
los a los ingenieros del pantano de
Articutza.
Los Salesianos tienen hoy en Urnie-

U.

fK

W -..
'• ^ r

L^'

La visita de Javier es un hito obli­
gado para encender el fuego mi­
sionero.

Donde los Salesianos renuevan su juventud mediante la
form ación permanente, el estudio de la nueva Teología
y la convivencia comunitaria.
El padre Carreño sigue apasionando
a los jóvenes y a los no tan jó*
venes.

ta' un grandioso complejo. Fundado
por la familia Zaragüeta hace once
años y acabado por el tesón de Don
Juan Manuel de Beobide, las escuelas
de formación profesional cobijan hoy
a 200 externos y unos 120 muchachos
que se preparan para la vida salesia*
na estudiarlo el sexto de Bachillerato
y el BUP. Las escuelas confieren tí­
tulos de oficialía para los que quie­
ren integrarse a la industria. Hay ade­
más 35 jóvenes universitarios salesia­
nos que empiezan sus estudios ecle­
siásticos a la vez que toman títulos
en Ciencias de la Educación por la
Universidad a Distancia.

PAKE LEKU
Estas palabras parecen escritas para
animar al latinista a que se decida a
aprender el vasco. Y están puestas en
la fachada de la casa de Ejercicios que
se abriga a la sombra de la escuela.
Allá hay hoy 20 sacerdotes y dos coad­
jutores haciendo un cursillo de reno­
vación que empezó el 12 de octubre
y acabará a primeros de marzo.
La presencia de las Hermanas Salesianas hace que las cosas vayan por
cauces fáciles y sencillos.

EL POR QUE DEL CURSO
Todo hombre verdaderamente in­
merso en el torbellino de este mundo
presente, cambia de modos de pensar
y ver las cosas, de enfocarlas. Este
cambio que antes tomaba siglos hoy
puede f u t i r s e en dos o tres genera­
ciones.
O, hablando más claro, para mu­
chos el cambio debe de hacerse cada
diez años. Quedarse con ideas pasadas
o mejor dicho, superadas, es demole­
dor. Si en la vida profesional vemos
médicos, dentistas, jefes de venta, téc­
nicos anquilosados en lo antiguo, lo
itotamos enseguida: sus despadios es­
tán vacíos. Los nuevos prc^lemas re­
quieren nuevas soluciones y hasta nue­
vos instrumentos.
Del mismo modo sucede en el cam­
po de la fe. La fe que no se adapta
a las nuevas actitudes y situaciones
generacionales, se atteriosderiza.
Si esto es verdad del simple cris­
tiano tiene todavía significación ma­
yor en d sacerdote.
El vendaval del Gmcilio Vadea
no II ha sido d gran revuelo arma­
do por d Espíritu Santo para reno­
var a su Iglesia.
Mudx» cristianos no se han entet>do: incluso resisten esas nuevas.

Don Juan Manuel de Beobide. por lo visto plantea un problema muy eeHo
a don Ambrosio y a don Esteban...

Incluso muchos sacerdotes de cier­
ta edad DO han c a ta d o toda la signíficadón de las tareas de aquellos
cuatro fecundos aik>s romanos.
¿Creen que todo consiste en decir
la Misa cara al pueblo y dar la abso­

lución en lengua vernácula? ¿$e dan
cuenta de los grandes problemas que
hoy agitan al mundo y que alguien
podría considerar exclusiva obra del
m alino? Para ellos la crisis es una
crisis “ mortal”.

21

PAKE LEKU

Cada mañana, la fiesta Intima y reflexiva de la Eucaristía abre el alma a
la comunión universal.

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca «San M arcos». P rim e r a e n tr e g a : T o ta l: 100.000 p ts.
Beca « B ib ian a S o d a s» . N ueva e n tr e g a : 5.000. T o ta l: & .000 p ts.

INSPECTORIA DE BILBAO
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca

«M am á M a rg a rita » . L . C ailadn. P a m p lo n a . N. e . : 350. T . : 39.250 p ts.
<D. J o s é M aría T albo». N. e . ; 3.000. T o ta l: 31.000 p ts.
<D. C irilo S a g a s ta g itla » . U n A. A. N. e . : 45.000. T o ta l: 90.000 p ts.
«D. M arcelino T alav era » . U n A. A. N. e .: 45,000. T o ta l: 90.000 p ts.
« M aría A u x iliad o ra» . M aría dol C a rm en A ran a. T o ta l: 13.000 p ts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca «D. J o s é M a ría D oblado». C a sa d e M álaga. P rim e r a e n tr e g a : 36.000.
B eca <L#XXV A n iv ersario » . M ontitla. P rim e r a e n tr e g a ; 10.000 p ts.
B eca « N u e stra SefVora d el C arm en». P oxoblanco. N, c . ; 13.000. T . : 60.000.

INSPECTORIA DE LEON
B eca
B eca
B eca
B eca

p e rp e tu a «Seftor M iguel*. O rense. T o ta l: 100.000 p ts.
<D. Lui.« P asó». L a C oruO a-C alvo S o telo . N. e .; 37.000. T . : 88.065 p ts.
«D. J o a é S ab u rid o » . A tiaris. N. e . : 5S.000. T o ta l: 106.500 p ts.
« ttn lv e rs ld a d L a b o ra l de Z anrora». N. e . : 35.000. T o ta l: 100.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
B eca «D. A le ja n d ro V icente» (b eca a b i e r t a ) : u n A. A .: 35.000 p ts.
B eca « F a m ilia FYancla». N . e .: 1.000. T o ta l: 53.000 p ts .
Beca «M. A. L .» N. e .: 1.(X)0. T o ta l: 83.000 p ts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
B eca
Beca
Beca
B eca

« M aría A u x iliad o ra» . A rcb. <?ádis. N . e . : 1.000. T o ta l: 87.000 p ts .
«M aría A u x iliad o ra» . M orón F ro n te ra . N. e .: 10.000. T . : 88.000 p ts .
cD. F ra n c is c o de la Hoa». N . e . : 300. T o ta ): 30.3(X> p ts.
«San J o s é y S an A ntonio». F a m . P a rd o . N. e . : 4.000. T . : 11.000 p ts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca « J u a n M anuel». D o ñ a C á rm en G óm es. A lcoy. T o ta l: SO.OCX) p ts.

22

Esta crisis afecta de mddo especial
a viejos y buenos cristianos en caroficiales gubernativos. Soñando en
tiemtxjs que fueron hace cientos de
años, ven hoy a la Iglesia como en­
frentada ante el poder civil por el me­
ro hecho de proclamar con libertad
la dignidad de la persona humana y
sus derechos inviolables que ellos fir­
maron en la carta de las Naciones
Unidas y que tal vez nunca han leído
despacio. La lluvia de multas —sin
recurso posible— habla de ello. Da
la impresión de que esos buenos vie­
jos cristianos se han asustado de que
brote de nuevo el espíritu profético.
Todos nos sentimos muy bien en nues­
tro castillo encantado. Nos molesta y
nos apena se nos recuerde que los
jardineros trabajan bajo la lluvia en
los viveros... o que el portero está
en una casa con goteras y sin calefac­
ción.
Si de allí saltamos a la problemática
de esta juventud paradógica que cons­
tituye una mayoría de nuestra pobla­
ción, a la secularización de todas las
estructuras, a la valorización de lo
temporal, al crecimiento del tercer
hombre entre los mismos religiosos j<>
venes, a la toma de conciencia — ¡gra­
cias a Dios!— de los laicos en su Igle­
sia y a un etc... que podría llenar tres
o cuatro líneas más, veremos que la
renovación del sacerdote es un materia
de conciencia.
Asistí hace pocos días a una Misa
en Pamplona. Era una tarde lluviosa
de noviembre pero la iglesia se llenó
hasta los topes. El interior estaba mal
iluminado aunque la calefacción era
buena. El sacerdote apareció ante el
altar por una puerta lateral y medio
susurró un canto que corearon unas
voces dispersas. Se lo hizo todo él:
lecturas, preces, comentarios... Era ad­
mirable. Era asistir a una reunión faiTuliar donde nadie daba las buenas
tardes, donde el pastor no parecía sin­
tonizar con sus ovejas. No sabía lo
que pasaba en aquella inmensidad de
bancos. El soplo del Gsneilío no había
entrado todavía. No era conveniente
lo hiciera. ¡Hubiera estropeado la ca­
lefacción!
Porque han y;vido estos problemas
y para reflexionarlos en sus vidas y
darles una respuesta de fe y testimo­
nio. estos veintidós hombres están hoy
en Urnieta.
DE DONDE VIENEN
Han llegado de Barcelona, de Va­
lencia, de Madrid, León, Bilbao, de
Portugal. Algunos han sido adminis­
tradores y directores, profesores todos.

i

LUGAR DE PAZ
encargados de iglesias y parroquias,
misioneros...
Todos tíenerx proyectos e ilusiones
para un futuro inmediato y si consi­
guen dar serenidad y trabazón a la
vida de las comunidades, se darán ya
por satisfedK>s.
Dejadas süs casas se han integrado
fácilmente en tma familia de reflexión
y oración y camaradería. La vida pier­
de aquí su monotonía con las sema­
nas de la Biblia, de la Oración, de
Eclesiología, de Revisión de Vida, de
Escritura... No faltan los ratos inol­
vidables de visitas a Loyola, Javier,
Fuentcrrabía... La vida se desenvuel­
ve ccHno en una familia que tiene sólo
cuatro nieses para quererse y celebrar
los onomásticos y cumpleaños de to­
dos, aunque haya que adelantarlos.
Los m o n ^ to s más intensos son los
de la mañana, cuando se concelebra la
Eucaristía y cuando al darse el abrazo
de paz se preguntan cómo va el dolor
de riñones... producto del partido de
pelota del día anterior.
La Misa semanal portuguesa adquie­
re un carácter único porque refleja la
angustia de unos rostros en tensión
que han estado con los oídos pegados
a los transistores oyendo la voz de
Oporto desde las 11,15 de la noche.
La tensión va desapareciendo cuan­
do las melodías lusitanas llenan las
gargantas en alegres aleluias. Claro
que en esta comunidad pentecostalista
se cama también en vascuence... ¡y
en latín!
EL MOTOR
Esta singladura la dirige y alienta
don Anri^rosio Díaz. Un hcmbre que
se ha pasado la vida en estudiantados
de teolt^ía y tiene la experiencia de
los años de provincial en Andalucía
y de director en Barcelona y Utrera.
Su misión de coordinador se ve favo­
recida por esos contactos con profe­
sores ya conocidos. Toda la problemáuca moderna no es ajena a un es­
píritu tan inquieto. La cercanía de los
seminarios de San Sebastián y la Uni­
versidad de Deusto le da las mínimas
facilidades de éxito.
Por las clases han pasado profesores
de competencia. Los nombres de
Augusto Guerra, Bandarrain, Muro,
Basurko, Antonio Calero, Pedro Broccardo, Antonio Doménech, Apecedíca,
Pagóla, Aguirre, Cabestrero, Lasagabáster, José L. María Bustillo, Alvaro
GincI, Aubry, Víganq^ Vdcz, Valentín
Viguetas... pueden o no ser conoci­
do* por mis lectores, pero restienan
bastante en la geografía de la Iglesia
española de hoy.

Estos cursillos de renovación van
a ser una constante en el panorama
salesiano. La aspiración es que todos
los sacerdotes pasen por aquí cada
doce o quince años. Particularmente
y con urgencia los que estudiaron sus
teologías antes del Concilio. Se ha
constatado una aceleración en la his­

toria de la que no se inconiaminan
la Iglesia ni la Congregación.
Diríamos pues que vamos repitien­
do el lema; con Don Bosco y con los
liemjtos... O tal vez que la Congre­
gación no teme abrir las ventanas pa­
ra que vayan entrando las corrientes
del Espíritu.
EUGENIO OJER, SDB

Como buenas hermanas de ios Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora
procuran que no les falte nada.
No sólo de pan vive el hombre, también necesita vino, alegría y conver­
sación...

Ante este paisaje tan espléndido y
majestuoso bien vale la pena un
alto en el camino.

Un gran desafío para los
Salesíanos después d e
cien años.
Una reflexión sobre la sí*
tuacíón actual.

Miguel Angel es un salesiano ma­
drileño que trabaja en esta región
de Chile. Actualmente estudia en
Bélgica y nos envía este articulo
que juzgamos de sumo Interés pa­
ra nuestros lectores.

MIERCOLES.
4 DE JUNIO DE 1975

Un día conx) todos los demás en la
vida de la Parroquia Salesiana de
Puerto Natales (provincia de Maga­
llanes • Chile). Reunión de Catcquesis
en la casa de doña Edilia García.
Cinco hijos, el menor de ellos viene
en camino.
Su espt.^ 0 trabaja en Argentina a
400 kilómetnw. en Río Gallegos. Lle­
va separado de su familia más de dos
meses. Debe medir la "plata’ que ga­
na para su numerosa familia. En la
reunión se conversa animadamente
drnia Edilia. mujer de gran coraje.

24

Emigrantes
cliilenos
en la
patagonia
argentina
MIGUEL ANGEL MORAL
Parroquia Salesiana
CASILLA. 27

chilota (1) de nacimiento, nos plan­
tea su problema. Unas lágrimas brotan
espontáneas de sus ojos.
“Padrecito, esta la última vez que
nos reuniremos en mi casa. Debo irme
con mi esposo y mis niños a Río Ga­
llegos. Lo que más siento de todo es
tener que dejar este trabajo de Caíequista Guía (2). Me había encariñado
tanto con ustedes...”
Unos sollozos prolongados nos de­
jan a todos en suspenso...
"Me voy. No vayas a olvidarse de
lo que juntos hemos aprendido en el
Evangelio. Pidan al Señor para que
pueda educar a mis hijos. Voy a un
país extraño. No conozco a nadie. No
vayan a olvidarse de nuestra Comuni­
dad Cristiana del Buen Pastor. Uste­
des son mis hermanos... Ayuden al
Padrecito...”
El hogar de esta humilde mujer es
hermoso dentro de su sencillez. Hay
largos años de lucha y esfuerzo en sus
paredes de madera. Muchas tardes de
trabajo del Jefe de Hogar, después
de la dura jornada en la mina de Car­
bón de Río Turbio (República Argen­
tina).
Pero un día un accidente de los
muchos que en la mina se dan, deja
a nuestro buen chileno sin trabajo.
Debe buscarlo en otra parte. En Chile,
imposible. En Argentina los acciden­
tes de trabajo no son razón suficiente
para percibir ’>ensiones, en el caso de
los Emigrantes.
De las 10 madres de familia que
asistían a la Rqunión, 9 de ellas tienen
al esposo trabajando lejos del hogar.
Esa tarde, la reflexión a la luz del
Evangelio ya tenía tema.
LA PATAGONIA DE LOS SUEÑOS
DE DON BOSCO...

Es hoy un inmenso territorio (Dos
Españas) con una población de cerca
de un millón de habitantes. Parte de
lo que Don Bosco vio ya es una rea­
lidad. Pero falta mucho. Más del 70
por 1(X) de esta masa humana son
chilenos emigrados desde principios de
siglo. Proceden de las Islas del Sur
de Chile, tierra llena de maravillas na­
turales, en que la mano de Dios se
ha prodigado. Scm htxnbres y mujeres
que se han visto obligados a emigrar
para vivir y en muchos casos simple­
mente para ganar "plata” (caso de

PUERTO NATALES (CHILE)
(1) CHILOTA: de provincia de Chíloe 8
1.300 kms. al N. de Magallanes.
(2) C. G.: Madre de Familia que se
reúne semanalmente con otras 10 mamAs.
Para preparar la Primera Comunión da los
hijos. La C. G. es la que anima al grupo.

La naturaleza es formidable, pero
el misionero se siente solo y pa­
rece que hasta se escucha su Invi­
tación: «¿Quién se viene conmigo?»

pués a Chile, pero la mayoría a la lar­
ga termina por quedarse en la Pata­
gonia, cobijados por la Cruz del Sur.
UN POCO DE HISTORIA

los jóvenes). Son en una palabra el
pueblo de la Patagonia. Son miles que
usted puede encontrarles en la peri­
feria de las ciudades patagónicas, en
los barracones de las empresasa constructuras, en el rudo trabajo de la in­
mensa Pampa, en precarias condicio­
nes y lejos de la familia.
El progreso de la Patagonia descan­
sa sobrbe los hombros de chilenos,
que en forma anónima ejecutan los
planes y proyectos del Gobierno Ar­
gentino. Son mano de obra barata,
son gente de segunda categoría... que
no tienen más voz que la fuerza de
sus manos. No tienen casi ni nnedios
de subsistencia, hasta que después de
duros años de trabajo logran instalar­
se.
Cuando Don Hosco envió a sus pri­
meros salesianos a la Patagonia de
allende los mares, les dijo estas tex­
tuales palabras:
•Allí encontraréis un enorme nú­
mero de jóvenes y adultos que vi­
ven en ¡a más deplorable ignoran­
cia, sin saber leer ni escribir y fal­
tos de todo .principio religioso. Id
y acercaos a estos hermanos nues­
tros a quienes la miseria y la igno­
rancia han llevado a tierra extran­
jera».
(Cfr. “Boíl. Sal.” Anno XCIX,
núm. 19 - octubre 1975 - pág. 7)
Es preciso haber tenido la experien­
cia de la pobreza y haber sentido la
necesidad de emigrar para comprender
la \ñda de la Patagonia de boy. Cono­
cí esta experiencia viajando en dos
Jóvenes acompañantes del misione­
ro. que está detrás de ia máquina.

ocasiones desde Puerto Natales, don­
de se encuentra enclavada mi Comu­
nidad Salesiana. Tomé el camino de
tantos hombres que año tras año par­
ten hacia la República hermana. Tomé
mi mochila y me puse a caminar aden­
trándose en la inmensa Pampa. Allí
no existe ninguna estancia (grandes
latifundios). Obras públicas, Campa­
mentos de Vialidad (para mantener y
abrir nuevas rutas) o pozos de petró­
leo, donde no esté presente la mano
del trabajador chileno. Allí está en
barracones, amontonado, mal alimen­
tado y soportando el clima y la sole­
dad de la pampa. Muchos de ellos
trabajan solamente durante las tem­
poradas de verano, para volver des-

Esta tierra, hace muclio tiempo que
dejó de ser “ tierra maldita" (Darwin).
No es la que se encontraron los pri­
meros salesianos. En aquella época
conquistadores y Gobernantes habían
echado del Norte fértil a los desp»jos de los indios que deambulaban
entre la vida y la muerte por las pam­
pas australes.
Los Salesianos llegan en el momen­
to preciso en que el intrépido europeo
empieza a incorporar esta tierra a la
producción y explotación. Los salesianos llevan con los emigrantes europeos
(italianos, yugoeslavos, españoles, fran­
ceses, ingleses...)
Don Hosco les había encomendado
especialmente el trabajo con ellos, Su
compromiso para atenderles, podemos
decir, es apasionado. Los mismos sa­
lesianos aparecen ante sus ojos como
verdaderos emigrantes. Esto es sufi­
ciente para atraer hacia ellos esa in­
mensa cantidad de gentes que se des­
borda desde Europa hacia América,
sobre todo Argentina.
Los salesianos llegan precisamente
en el momento más interesante del
crecimiento de estos pueblos. Estos
países empiezan a caminar por su pro­
pia cuenta, toman conciencia de su
propio destino. Con su estilo nuevo

Miguel Angel se despide de sus
feligreses ai venir a España. Pero
están contentos porque saben que
voiverá...

En un ambiente donde el dinero
se busca con ansiedad y en donde,
durante mucho tiempo se pasa mal,
es fácil imaginarse la gama de proble­
mas sociales: El alcoholismo y la pros­
titución son frecuentísimos. Los pro­
blemas en un medio en que el trabajo
obliga a vivir por largo tiempo fuera
del hogar, se acentúan en especial las
separaciones. Sin excepción todas las
poblaciones marginales las ciudades
están casi exclusivamente habitadas
por chilenos (Río Gallegos, Santa
Cruz, Trelew, Comodoro, Río Gran­
de...)
LA PRESENCIA DE LA IGLESIA

dentro de la Iglesia, van a desarrollar
una obra maravillosa. Ellos, según la
consima de Don Bosco, animarán al
pueblo a ser verdaderos ciudadanos y
verdaderos cristianos. Los testimonios
que nos quedan de esta labor son for­
midables. Bastaría visitar el Museo
Salesiano “ MAGGIORINO BORGATELLO" en Punta Arenas, en donde
se recoge no sólo la labor de los cin­
cuenta primeros años de la presencia
Salesiana en la Patagonia, sino tam­
bién la historia y Antropología de los
pobladores primitivos ahora desapare­
cidos. La Patagonia quedará para siem­
pre marcada por el dinamismo y la
impronta de los primeros salesianos.

pasa prácticamente, desapercibida. En
este año Centenario de nuestras mi­
siones es un hecho que nos debe ha­
cer pensar.

LO QUE LA HISTORIA
NOS ENSEÑA

LA EMIGRACION CHILENA

El indio prácticamente desaparece
de la Patagonia hacia el año 1920-5.
Este momento es muy importante a
mi juicio. Desaparecen las misiones
de la Isla Dawson (Chile) y de la
Candelaria (Argentina • T. del Fuego).
Aparecen los pequeños pueblos en la
Pampa. Los salesianas se establecen,
dejan de recorrer como misioneros es­
ta tierra. Se retiran a sus cuarteles
como si hubiera terminado la lucha
por la liberación y Evangdización.
Pero la Historia de la Patagonia no
se detiene. Nuevos emigrantes se in­
tegran en mayores cantidades que an­
tes. Son los chilenos. Esta nueva rea­
lidad humana, forma el grueso de la
Patagonia. Ellos son el pueblo, los
que dependen de los demás. Para los
salesianos. sin embargo esta población

Este río humano que se transfiere
de (Dhile a Argentina no ha dejado
de fluir. Centenares de chilenos pasan
en estos momentos la frontera con la
esperanza de encontrar trabajo y me­
jores condiciones de vida. Al emigran­
te le espera un nuevo mundo. En
cuanto pisa la tierra toma conciencia
de que debe adaptarse a la nueva si­
tuación. Hoy en la Patagonia el diileno es imprescindible, pero este in­
menso servicio al prt^reso, como en
la mayoría de los casos, no es recom­
pensado como es debido. A él se le
adiaean todos los males. Será durante
mucho tiempo ciudadano de segunda
categoría. Por otra parte no debemos
extrañarnos de que cerca del 75 por
100 de la potación sea de menos de
veinticinco años. Emigran evidente­
mente los jóvenes.

NOTA; Algunas constataciones al margen.
1)

1925: Primeras diócesis y Obispos.
Antes dependían directamente de la
Santa Sede.
La Iglesia y los Salesianos (antes en
cierto modo Independientes) apare­
cen unidos al Gobierno en Argentina.
Los templos construidos (los de Pun­
ta Arenas también) aparecen finan­
ciados por el dinero de los privile­
giados.
Más tarde la Inspectoría de la Pa­
tagonia se divide (entre Chile y Ar­
gentina.

Esta parte de nuestra América Mo­
rena está casi oor entero al cuidado
pastoral de los Salesianos. Los sueños
de Don Bosco ya precisaban esta rea­
lidad con detalles: su riqueza, sus po­
sibilidades, su gente. Don Bosco veía
a los salesianos animando la vida y
la fe de los moradores de la PatagoEs doloroso constatar, que hoy nues­
tra presencia no está en forma prio­
ritaria en este pueblo, constituido en
gran parte por chilenos. Ningún sacer­
dote chileno trabajando entre sus her­
manos. Tal vez debamos emigrar con
ellos dejando a un lado Colegios y
otro tipo de preocupaciones. Además
ellos mismos nos lo están pidiendo.
Los salesianos que trabajamos en Ma­
gallanes (Chile) día tras día lo pode­
mos constatar. Nos llaman. ¿No será
la voz de Dios?
Por otra parte en los planes pasto­
rales de los Salesianos y de las Dió­
cesis a penas si se toma en cuenta esta
realidad migratoria. A veces, es cierto,
se Ies atiende, pero es a título per­
sonal. En este sentido hay honrosas
excepciones. Además la limitación de
personal apostólico y de medios son
un obstáculo real.
UN DESAFIO
PARA LOS SALESIANOS

La Omgregación hoy desarrolla su
acción benéfica en campos muy varia­
dos, que van desde la Universidad,
hasta las escuelas, pero ha dejado un
poco de lado a estos destinatarios
de nuestra misión que son los emi­
grantes. Me atrevo a decir que esto
es un desafío para la Congregación,
que comporta un cambio de orienta­
ción en toda nuestra presencia salesiana.

26

m

No se trata de un puente colgante,
desde luego. Para atravesar (os rios
hay que acudir a medios más case­
ros; pero lo importante es no mo­
jarse.

el coraje de los Salesianos de la. pri­
mera hora... de los “Fagnanos y los
Caglieros".
CONCLUSION

<T3

En muchas ocasiones se nos ha cri­
ticado nuestro servicio a los jóvenes
y al pueblo. Nuestras Obras no serían
un verdadero trabajo de liberación,
sino simples obras de beneficiencia.
El Evangelio nos interpela profun­
damente y nuestra Congregación tal
vez hoy como nunca nos exige que
nuestra presencia debe ser un testi­
monio de liberación en Cristo de
nuestros hermanos más humildes.
Pues bien, el pueblo de esta Patagonia de tanto .significado para los salesianos, participa de todas las marginaciones propias de Iberoamérica, pe­
ro además debemos añadir la marginación propia de la Patagonia. Desde
el punto de vista religioso el chileno
posee una sensibilidad muy grande,
pero es muy poco cristiano, rnás que
todo por su ignorancia del Evangelio.
Es preciso realizar un trabajo en pro­
fundidad para que llegue^ a una fe
madura, para que sienta también él,
la alegría y la libertad en Cristo.
En Chile y más concretamente en
nuestra Diócesis de Puma Arenas pod«nos constatar el nacimiento de pe­
queñas Comunidades Cristianas, sur­
gidas a partir de la Catequesis Fami­
liar. Y en esta labor sobre todo, he­
ñios podido constatar que nuestro pue­
blo tiene verdadera sed del Evangelio.

pasado, debemos ser los VERDADE­
ROS ANIMADORES de la Historia
del presente, que en la Patagonia co­
mo en todas partes tiene un artífice,
nuestro querido pueblo. La violencia
del amor del Evangelio, proclamado y
vivido al estilo salesiano debe seguir
siendo una realidad para esta parte
del mundo, nos debe mover a estar
presentes allí donde la misma Con­
gregación quiere (Cap. Gen.)
Los salesianos tenednos en la Pata­
gonia Colegios, Obispos, líderes com­
prometidos, Comunidades Cristianas.
Hay jóvenes deseosos de construir un
mundo nuevo de Justicia y Paz. Es
preciso orientar toda esta fuerza crea­
dora. Pero se necesita coraje, tal vez

Escribí estas páginas con una ilu­
sión grande para los lectores del Bo­
letín, porque soy consciente de que
ellos desean conocer la realidad de la
inmensa labor de la Congregación en
el mundo.
La Patagonia sigue siendo una mi­
sión para los Salesianos. En los prime­
ros tiempos fue la omisión lino». En
ella estaban clavados los ojos del mun­
do salesiano. Se habrán podido dar
cuenta del inmenso trabajo que queda
por realizar. Es un desafío para los
salesianos de la hora presente. Nues­
tros Obispos de Punta Arenas (Chile)
y Río Gallegos (Argentina) son cons­
cientes del problema de los emigran­
tes y están decididos a encontrar la
fórmula para atenderlos. Este compro­
miso supone que muchas personas ge­
nerosas nos ayuden, personas anima­
das de un gran espíritu de servicio.
El mismo del Señor Jesús. “No he
%'enido a ser servido, sino a servir".
Séame permitido, para terminar,
hacer una llamada a todos aquellos
que están decididos a animar la His­
toria de la Patagonia en esta última
parte de nuestro siglo XX en el nom­
bre de Don Bosco. Aquí les espera­
mos.
MIGUEL ANGEL MORAL

LO QUE TODO ESTO SUPONE

Los Salesianos hasta el presente he­
mos desarrollado una obra maravillo­
sa; pero hiera de ser los hombres del
Montes, ríos y cascadas... bendecid
ai Señor...

27

ME AYUDAIS
O ME MATO
w c e r

A últimos del año pasado estuvo
en Madrid el padre Francisco Schlooz,
de Vvasarpadi. Había sido llamado
a Roma, como misionero veterano,
para asistir a las solemnes conmemo­
raciones del Centenario de las Misio­
nes Salcsianas, que como conocen los
lectores del Boletín Salesiano tuvieron
lugar en Roma, pero sobre todo en
Turín, en la Basílica de María Auxi­
liadora, escenario de la partida de los
primeros misioneros saiesianos.
El padre Schlooz tenía unas ganas
irresistibles de venir a España para
dar gracias personalmente a los Co­
operadores por su colaboración cons­
tante desde hace seis años. No pudo
resistir la tentación y se presenró de
repente en Madrid, cogiéndonos a to
dos por sorpresa. Una sorpresa agra­
dable. Todo hay que decirlo. Sólo
estuvo con nosotros una tarde y me­
dia mañana, pero cuantas cosas, cuan­
tas inopresiones en tan poco tiempo.
Y cuántas cosas leín>os en sus ojos.
Repitió una y otra vez su agradeci­
miento. Nos recomendó que no lo ol­
vidásemos.
Nos expuso el gran problema del
agua pMira regar los campos que han
comprado para entreterrer a los acogi­

28

dos y para sacar algún provecho con
qué solucionar de manera permanen­
te sus necesidades alimenticias y fi­
nancieras, que aumentan sin parar. Le
prometimos en vuestro nombre que
este año dedicaríamos un buen apar­
tado de vuestra colaboración para que
pueda construir los pozos costosísimos
de los que espera esa agua vital, que
con tanta ansia imploran de la divina
Providencia. Gracias a Dios para las
pasadas Navidades pudimos enviarle
).000 dólares. Son el comienzo. Es­
pero que entre todos seguiremos ayu­
dándole.
Cuánto hubiérais disfrutado viendo
al padre Schlooz; conociendo su fe,
su fervor, su amor a aquellos lepro­
sos, por los que se desvive.
No voy a seguir hablándoos de lo
que se hace en Vyasarpadi porque ya
lo hemos tocado muchas veces. Pero
sí os vov a trasladar esquemáticamen­
te una serie de anécdotas que reco­
gimos de labios del padre Sdúooz en
nuestra conversación. Así conoceréis
un poco mejor por dentro la calidad
humana de los habitantes de Vyasarpa­
di. Les faltará el toque personal que
el padre ponía, pero la sustancia ahí
va:

M u n d o

CURIOSIDADES
DE VYASARPADI
1. £1 encargado de enseñar la reli­
gión es un Brahmín convertido,
ciego V además leproso. Enseña
todo de memoria. Se llama Luis.
Todas las mañanas, con su gru­
po de catecúmenos se sienta en
el suelo y repite de memoria el
catecismo.
2. Los catequistas tienen todos los
días media hora de meditación.
Se sientan en cuclillas por ri
suelo y cada uno con su Biblia
meditan sobre lo que tienen que
predicar durante el día.
3. Uno de los encargados de distri­
buir la comida es un ex-militar,
que perdió sus dos piernas en
el frente contra los japoneses. Es
muy callado, pero sabe en el fon­
do de su alma dar gracias por
que puede ser útil a los demás.
4. Hay un nido de pajaritos cerca
del Tabernáculo en la Iglesia y
por más que se limpia y se re­
limpia, ahd están siempre. Nos
hace pensar en cómo los pajari­
tos aman a Dios y cuanto tene­
mos que amarle, a pesar de que.

.á r > -

V % > ■ -'

5.

6.

7.

8.

tantas veces, rompiéndonos el
nido, quieran separarnos de Dios.
Hay un mendigo de tan mal ge­
nio que cuando no se le da na­
da, porque ya se le ha dado,
monta en tal arrebato de cólera
que sus maldiciones se oyen por
toda la misión. Pero luego se
arrepiente, hace confesión públi­
ca.
¿Quién da la fuerza a esas monjitas jóvenes para limpiar las he­
ridas y cortes pestilentes de es­
tos pobres mendigos? Lo hacen
por Dios y por nadie más. Sólo
£1 da fuerzas para hacer esto.
El encargado de la vigilancia
nocturna es un ex-capitán del
ejército inglés. Vive en el pasa(^ ; cuando se duerme por la
noche y se le despierta, grita
que vienen los japcMieses. Se cree
d más valiente de los hombres.
Y tal vez lo sea.
En Vyasarpadi siempre hay mú­
sica. Tenemos un joven encar­
gado exdusivamente de poner
discos y tocar a toda media y
con el mayor volumen posible
durante todo el día. Ai menos
pasamos hambre con música.

9.
10.

11.

12.

13.

14.

15.

La caja de muertos es siempre la
misma.
Los mejores barrenderos son los
cuervos y los cerdos de la Ve­
cindad que siempre llenan nues­
tro patio.
El agua que se bebe la traen del
lazareto los leprosos, Tenemos un
camión para el agua. O esto o
nos morimos.
Tenemos tres columpios, dos to­
boganes, un carrusel para la gen­
te menuda y se dan cada golpe
que nos admiramos de que no
se roncan la crisma.
La cola para la leche de los be­
bés es tan grande que llega al
final de patio y hacónos que se
coloque en forma de “ese” para
hacerla más larga.
En el medio del patio hay una
gentil estatua de la Virgen y los
cristianos y paganos se paran de­
lante de F-lia para rezar. Aquí
se reza mudx>.
Un joven, hace días, nos dijo:
o me ayudáis o rae mato y se
bebió nv»difl botella de veneno
para matar dúndies. Menos mal
que no se murió, pero el susto
que nos dio fue bueno.

16.

¿Os h d ^ is encontrado con un
bebé abandonado en las puertas
de tu casa? Yo me he encontra­
do con ellos. Nosotros muchas
veces. Entonces hay unas monjitas tamilaians que nos los re­
cogen.
17. Hay un viejo e n c a r d o de dis­
tribuir el agua de beber. Tiene
muy mal genio, y cuando los
chicos hacen cola para beber y
alguien se quiere colar ¡da cada
palo...!
18. ¿Crees que los leprosos huelen
mal? No es verdad, huelen como
los demás, y le digo que tienen
almas muy limpias.
19. Fue aquí dcmde el difunto Jefe
de Gobierno de Madrás, Annadurai, dijo: ¡Si esto es cristia­
nismo, yo soy cristiano!
En muchas de estas anécdotas he­
mos respetado el modo de hablar del
p ^ r e Schlcxa; así parecen más sabro­
sas.
Y por estó vez, basta. Os rq>ito la
gratitud del padre y con ella su peti­
ción: Agua, dadnos para agua.
JAVIER RUBIO

29

Torrente: Soy Consuelo Casabén.
una alumna de 6.° Curso de E.G.B.
del Colegio de María Auxiliadora
de Torrente. Escribo al Boletín Sa*
lesiano para dar gracias a la Vir­
gen Maria Auxiliadora por su ayu­
da.
En el transcurso de un mes he
sufrido dos operaciones. La prime­
ra. una apendicltis aguda con algu­
na complicación. Cuando ya estaba
casi recuperada, vino la grave. De
repente, sufrí unos dolores muy
fuertes en el vientre, mis padres,
casi sin saber que hacer, me vol­
vieron a Ingresar en la clínica de
donde sólo hacía unos días había
salido. £1 pronóstico fue; «Cólico
Miserere». Se me habían hecho un
montón de nudos en los Intestinos.
Me volvieron a intervenir, era el
24 de octubre. El doctor les dijo a
mis padres que sólo un milagro
podría hacer que me salvara de
aquello.
La operación fue bien, y después
de cinco di,as entre la vida y la
muerte, vencí el peligro. Poco a
poco he ido recuperándome, y aho­
ra, después de mes y medio ya ha­
go vida normal.
Doy gracias a Maria Auxiliadora,
e Invito a todos los que se encuen­
tren en algún peligro a que acuden
a Ella con la misma fe que yo lo
hice, y verán lo que son milagros.
Consuelin y Familia.
Ronda: A mayor gloria de Dios
y en homenaje agradecido a María
Auxiliadora envío esta nota al Bo­
letín Saleslano, acompañada de una
modesta limosna, como símbolo de
mi gratitud.
Ful aquejado de unas molestias
en las cuerdas bucales que me
obligaron a visitar a varios médi­
cos de esta ciudad y se me acon­
sejó acudiera a un renombrado es­
pecialista de Granada.
Examinado atentamente diagnos­
ticó que mis molestias obedecían
a dos tumores benignos o nódulos.

30

Me señaló un pian en el que me
imponía un total silencio. Así per­
manecí durante mes y medio, tiem­
po en que, de acuerdo con la em­
presa en que trabajo hube de de­
jarla. Esto me produjo un cierto
nerviosismo y una depresión que
dificultaba mi paz de espíritu, aún
pensando que permitido este mi
mal por Dios Nuestro Señor, sería
para mi bien. En estos días recibí
la visita de un padre salesiano que
había sido profesor mío. en mi ni­
ñez. Me dio la bendición de María
Auxiliadora y una estampita con la
novena recomendada por Don Sos­
co. A los dos días de la novena
volví al especialista. Examinada mi
dolencia y. (oh bondad de Maria
Auxiliadora) el dicho especialista
exclamó con manifiesto asombro:
usted está perfectamente curado y
no encuentro explicación. Yo le di
las gracias y él. con no disimulada
emoción, replicó: No. a mi no me
de las gracias, déselas a Dios. Me
animó a reanudar mi vida normal
y. con la emoción que ni él. ni mi
esposa, ni yo pudimos evitar nos
despedimos.
Que cuantos se vean en pareci­
das circunstancias sepan acudir con
confianza a María Auxiliadora y no
quedarán defraudados, que no en

vano quiere ser llamada AUXILIA­
DORA la Madre de Dios y madre
nuestra. Antonio J. L „ antiguo alum­
no salesiano de Santa Teresa.
Madrid: En acción de gracias a
María Auxiliadora por haber salido
bien de una opearción, ofrezco una
limosna y lo publico en el Boletín
Salesiano. Francisca Balsera.
Cádiz: Envío una limosna de agra­
decimiento por un favor recibido y
lo hago público en nuestra revista.
María del Carmen E.
A licante; Damos gracias a María

Auxiliadora por los muchos favores
recibidos y pedimos nuevamente su
protección. Familia Carrillo.
Vllasar de Mar (Barcelona): Cum­
plo mi promesa de enviar una li­
mosna a María Auxiliadora por un
favor recibido y pido nos siga pro­
tegiendo a mí y a toda mí familia.
Pepita Serrat.
Cabezo de Torres (M urcia): Muy

agradecidos por favores de María
Auxiliadora, entregamos una limos­
na para las obras salesianas. An­
tonio Sabater Gaspar y Familia.
Asturias: Envío un donativo en
acción de gracias por un favor reci­
bido. deseando se publique en el
Boletín Salesiano. F. G.

Guadalajara: Agradecida a María
Auxiliadora por dos gracias muy
notables, envío una limosna para
las obras salesianas. Francisca de
Pérez.
Reus: Habiendo obtenido una vez
más la protección de María Auxilia­
dora. mediante varios favores reci­
bidos. en acción de gracias y pi­
diendo su continua protección, cum­
plo mi promesa de enviar un dona­
tivo para la obra salesiana. José
María Salvado.
San Baudilio de Llobregat: En ac­
ción de gracias por haber encon­
trado trabajo, envío una limosna. A.
Badía.
Bilbao: Recurrí a María Auxilia­
dora en una enfermedad y creo ha­
ber obtenido su protección. En efec­
to. se me ha bajado la tensión de
la vista y no ha sido necesaria la
operación. También se han disipado
los temores de una ceguera. Por
todo, doy gracias y envío una li­
mosna. E. S. D.
Renedo de Zallma (Palencia): Una
señora llevaba con la pérdida del
habla seis meses, por lo que otra
señora devota de María Auxiliadora
le llevó una estampa de la Virgen
y la colocó bajo la almohada, indi­
cándole se encomendara a ella. Al
día siguiente recuperó el habla y
hoy se halla normal. Agradecida,
envía limosna. Felipa Ruiz.
Santa Cruz de Múdela (Ciudad
Real): Damos gracias a María Auxi­
liadora por haber cumplido nuestro
deseo de enlace matrimonial, des­
pués de diversas dificultades fami­
liares. Encomendamos el caso a la
Virgen. Hoy le estamos agradecidos
y enviamos una limosna. Joaquín
de la Plaza.

Algeciras: Hace un año. y des­
pués de encontrarse muy mal du­
rante quince meses nuestra madre,
se le presentó la obstrucción intes­
tinal. Cuando creíamos lo peor, la
operaron y todo se resolvió favora­
blemente. Cumplimos la promesa
de publicar la gracia y enviamos un
donativo para las Misiones Salesia­
nas. cuyo centenario estamos cele­
brando. Familia Enríquez Cardona.
Gibraltar: Damos gracias de todo
corazón a María Auxiliadora a quien
siempre invocamos por dos favores
recibidos por su Intercesión. Envia­
mos un donativo para las Misiones
Salesianas del Tercer Mundo y ha­
cemos público nuestro agradeci­
miento. Gertrudis Cardona de Abrines.
Astudillo: Doy gracias a María
Auxiliadora por haber salido bien
mi hijo de una operación y envío
una limosna. M. H.
Orense: Doy gracias a María
Auxiliadora por haber salido bien
de una enfermedad grave en la que
los médicos no veían casi salvación.
La Virgen colmó mi esperanza y doy
agradecida una limosna por ello.
Deseo se publique en el Boletín pa­
ra que . sirva de aliento a cuantos
necesiten de tan buena Madre. Isa­
bel García.
DAN GRACIAS
POR FAVORES RECIBIDOS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA:

Panamá: Fue sometido mí esposo
a una grave -- peligrosa operación.
Ofrecí a María Auxiliadora y a Don
Bosco una limosna por su salud.
Gracias a Dios, mi esposo salló
bien y se recuperó rápidamente,
por lo que hago público mi agrade­
cimiento. S. M. Forbes.

J. M. I. B., de Madrid, por Infini­
dad de favores: Pepita Caballero,
de Madrid; Gloria Menchero, de
Villarta de San Juan; Emilia Gómez,
de Cáceres; María Casas, de He­
rrera de Pisuerga; Teresa Arquero,
de Horcajo de Santiago (Cuenca):
María Dolores Egaña. de Ondarroa
(Vizcaya): Patora Rifá, Dolores Carcellar y María Carmen Busca, de
Barcelona: Regina Castaño, de As­
tudillo; Teresa Pascual envía una
limosna para las Misiones Salesia­
nas. agradecida a María Auxiliado­
ra. Don Bosco y Domingo Savio;
Euniciano Muñoz, de Melgar de Fernamental (Burgos); Lisardo Egido
Santos, de Ciudad Rodrigo (¿alamanca); Hermanas Iturbe, de Azcoitia, agracecidas a María Auxilia­
dora. Don Bosco y Domingo Savio:
Familia Street, de Bristol: A. M. T.,
de Valencia, agradecida por los
favores obtenidos en todo el año;
A. D. C., de Ochavillo (C ó rdc^).

Cañizo (Zamora): Envían una li­
mosna de agradecimiento a María
Auxiliadora por diversos favores re­
cibidos: Carmen González, Alejan­
dra (kMizález. Anisia González y
Emilia R o ll^ .

Puerto Real (Cádiz): Doy gracias
a María Auxiliadora, por varios fa­
vores recibidos y envío una limos­
na conK> prometí, con el ruego de
que continúe protegiér>donos. An­
geles Grosso.

Bello-Afler (Asturias): Habiendo
obtenido que mi hijo curase de un
accidente grave, después de enco­
mendarlo a María Auxiliadora, cum­
plo la promesa de publicarlo en el
Boletín Salestano y ofrecer una li­
mosna de agradecimiento. También
agradezco otro favor concedido a
mi esposo. Concha.

GRACIAS A OTROS SANTOS
Y SIERVOS DE DIOS
Getafe: Hago público mi agrade­
cimiento a María Auxiliadora y a
Santo Domingo Savio por haber te­
nido un niño sano y precioso, ade­
más de otros favores. Envío un do­
nativo para las vocaciones salesia­
nas. Señora de Crespo.
Tordesillas: Envío un donativo de
agradecimiento a Santo Domingo
Savio por favores recibidos. Teodora
González.
Bañólas: Envío una limosna para
la canonización del Beato Miguel
Rúa, en acción de gracias por dos
favores alcanzados. Asunción Pía.
Vigo: Envío una limosna ofrecida
a Santo Domingo Savio agradecido
por la curación de una de mis so­
brinas. esperando su completa re­
cuperación. E. Alonso.
Vigo: Agracedida a la sierva de
Dios doña Dorotea de Chopitea por
favores recibidos, envío una limos­
na. Angeles Sobrado.
Orense: Me encontró con una re­
vista del Boletín Saleslano y leí los
favores de doña Dorotea, por lo
que la invoqué, suplicándole me
diese la salud. Hoy me encuentro
muy mejorada, por lo que hago pú­
blico mi agradecimiento y envío una
limosna. Teresa Satorres.
Valencia: Una vez más agradezco
un favor obtenido de doña Dorotea,
por lo que envío una limosna para
su beatificación y lo publico en el
Boletín Saleslano. T. V. B.
Madrid: En acción de gracias a
María Auxiliadora por un favor re­
cibido bajo la intercesión de don
Felipe Rinaldl, enviamos un donati­
vo. Señora de Martínez.
Madrid: Enviamos un donativo de
agradecimiento por un favor obte­
nido de don Felipe Rinaldl.
Salamanca: Por varios favores
recibidos del siervo de Dios don
Julián Rodríguez, agradecida, envío
una limosna. Avelina Acosta.
Salamanca: Doy gracias por un
favor recibido del mártir saleslano
don Julián Rodríguez, y envío un
donativo. Manolo Méndez.
Salamanca: Quedo muy agradeci­
da a don Julián Rodríguez, que gra­
cias a Dios y a su intercesión, he­
mos resuelto varios problemas. Y
envío un donativo. Caridad Acosta.
Salamanca: Envían un donativo de
agradecimiento a don Julián Rodrí­
guez por favores recibidos; Teresa
Giarcía, M. B., y A. T.

31

F U E R O N

Raver«ndo don Román Torratella
Simo t en Barcelona el 28 de
bre de 1975, a los 61 años de ediid.
Había nacido en Estach, un pueblecito de la montaña de Lérida. Ama­
ba la naturaleza. «A mi, decía, lle­
vadme a una fuente rodeada de pi­
nos. Me agrada la sombra de los
árboles donde descansar y librar­
me del calor». Cuando presidía los
funerales de la parroquia decía que
■hemos de celebrar y no llorar la
muerte y que debíamos proclamar
que la muerte ha sido vencida».
Se consagró con ilusión a los jó­
venes haciendo sus votos perpe­
tuos en 1940. Trabajó en Alicante.
Huesca. Barcelona-Rocafort. Mataró.
Sabadell. Ripoll. San Vlceng deis
Horts... El sufrimiento fue su com­
pañero en los últimos años. Pade­
ció física y moralmente. «No os po­
déis hacer idea de lo que Don Ro­
mán está padeciendo», decía un
amigo suyo que conocía sus sufri­
mientos íntimos. En sus largas ho­
ras de soledad, la oración ha sido
su mejor amiga. «Lo recordamos
cada mañana con su breviario en­
tre las manos a la puerta del co­
legio y con su libro de oración y
meditación en el confesionario».
Su vida ha transcurrido en el ser­
vicio a Dios a través de sus herma­
nos los jóvenes, los sencillos, los
enfermos.
Sr. don Daniel Barrientos Agua­
do, Salesiano coadjutor t el 27 de
octubre de 1975 en Palencia. Una
muerte digna de su vida ya que
supo esperarla valientemente, día
tras día. en la clínica palentina, con
la sonrisa en los labios y hasta con
el mismo espíritu de buen humor
que le caracterizaba.
Una muerte con todos los auxi­
lios espirituales y rodeado de seres
queridos, familiares y salesianos.
Un funeral, con la concelebración
de más de veinte sacerdotes de las

A

L A

C A S A

D E L

casas de León, Zamora, Medina y
Valladolid.
Una iglesia, incapaz de contener
a tantas personas que querían dar
al amigo el adiós postrero.
Daniel, fue el salesiano coadju­
tor sencitio. humilde, trabajador y
siempre servicial. Muchas pruebas
físicas tuvo en su corta vida, pero
en todas eilas manifestó su fe pro­
funda y su gran temple de sacrifi­
cio aceptado por las almas, y ofre­
cido a Dios en holocausto para que
los sacerdotes sean mejores.
Un tumor maligno nos lo arran­
có de nuestro lado y nos ha dejado
un hueco difícil de llenar en la
Casa.
No dudamos que él desde el Cie­
lo nos seguirá acompañando y sus­
citará muchas almas generosas co­
mo él.

Señor don Fernando Renedo t el
8 de octubre de 1975 en Valladolid.
a los 84 años de edad. Había naci­
do en Rezmondo (Burgos). Vivió en
Tagarrosa y Vailadolid en sus últi­
mos años. Padre del sacerdote sa­
lesiano don Jesús María Renedo,
su vida fue profundamente cristia­
na. De gran simpatía y don de gen­
tes, era muy apreciado por sus
compañeros. Siempre pidió al Se­
ñor una enfermedad corta «para no
dar guerra», según su expresión. A
sus parientes y amigos nos queda
el consuelo de su vida y su muer­
te santa.

Doña María Josefa García Herre­
ro t en Salamanca el 23 de enero
de 1975 a los 92 años de edad y
después de una dolorosa enferme­
dad Era muy devota de María Au­
xiliadora y leía con verdadera frui­
ción el Boletín Salesiano.

Señor don José Caamaño Camacho t en El Puerto de Santa María
(Cádiz) el 10 de marzo de 1975, a
los 74 años de edad. Era bienhe­
chor y cooperador salesiano desde
los primeros tiempos de la Obra
Salesiana en Andalucia, constante
propagador y mantenedor del Bole­
tín Salesiano en El Puerto de San­
ta María, ciudad en la que no hay
salesianos. Fue sacristán modelo
por muchos a ñ o s y bienhechor
constante de los necesitados, tra­
bajando él sin descanso para tener
con que ayudar a los demás. De
sus ahorros, envió una limosna a
los Misioneros Combonianos de
Africa. Tenía predilección especial
por los necesitados del Tercer Mun­
do.

P A D R E

Reverendo don Antonio García de
Vinuesa t en Madrid el 6 de agos­
to de 1975, a ios 75 años de edad
y 45 de sacerdocio. Había nacido
en Marmolejo (Jaén) en 1899, en
el seno de una familia profunda­
mente cristiana. «Todos mis hijos
se los quiero dar a Dios», repetía
con frecuencia su madre. Ordena­
do de sacerdote en 1930 ejerce su
apostolado en diversos colegios:
Salamanca, la Coruña, Madrid-Estrecho, Mohernando, Guadalajara,
Atocha, Puertollano. San FernandoMadrid y, finalmente el Colegio de
Huérfanos de Feroviarios de Ma­
drid. «Era un sacerdote santo», de­
cían cuantos le habían conocido.
El Inspector de Madrid resumió su
espiritualidad de salesiano en la ho­
milía; Su vida interior. Era un hom­
bre de gran intimidad con Dios, ba­
sada en la amistad y en la fideli­
dad. De gran sensibilidad interior
para oír siempre la voz del Espíri­
tu. Un nran enamorado de la Con­
gregación Salesiana. De este amor
brotaba su disponibilidad absoluta
al servicio de la misma, su devo­
ción a Don Bosco, su afecto a los
Superiores, su preocupación por las
vocaciones.
Fue además un hombre de trato
exquisito para con todos. Sus for­
mas de cortesía, su delicadeza, su
extremo cuidado para no causar
nunca ni la más mínima colestia.
su afán de complacer en todo cons­
tituían en él rasgos esenciales en
su vida de convivencia, que le lle­
vaban a practicar la más fina cari­
dad cristiana hasta en los detalles
más insignificantes. Y esto, con to­
das las personas: superiores,, her­
manos. familiares, niños, personal
de servicio, bienhechores... Don An­
tonio vivió y murió para el Señor.
El funeral fue presidido por el
Padre Inspector, a quien acompa­
ñaban 35 concelebrantes. Sus res­
tos descansan en el panteón salesiafK) de Carabanchel.

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personas, vivas o difuntas, por las que
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previa aportación, por una sola vez. de una
limosna equivalente al estipendio de una
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