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DON BOSCO
Una página para los niños
Mis queridos amigos:
Por vuestras cartas adivino lo bien que lo estáis
pasando. •Lo estoy pasando bomba* —me dice Jua
nita—. Mari me comunica que tiene una perrita y que
la ha bautizado con el nombre de •Canela*, por su
color. •Es canela fina* —me asegura—. Me figuro
que. por su etimología, canela quiere decir •perrita*.
Yo, en cambio, no tengo ni una ‘ perra chica*...
SI vierais, Madrid esté Inundado de perros. Y si
al menos hubiera muchos de esos Inventos que dicen
•pispiscón* o •alzapatorlos*. Lo malo es que, sin ha
ber excesivos parques en esta ciudad-monstruo, uno
se encuentra por la calle tantas flores de chocolate...
A pesar de todo, los perros son una buena com
pañía y nos enseñan muchas veces a las personas el
cariño y la fidelidad. Juanita Basco también tenía de
pequeño un perro al que le puso el nombre de
Braceo. Lo amaestró y el animal le cobró al muchacho
un afecto Incondicional. Otro día os contaré su histo
ria. Hoy quiero hablaros de otro perro, el de las ma
las pulgas, de esos que enseñan los dientes a todo
el mundo.
En abril de 1864. cuentan las crónicas del Oratorio
que habla en casa un joven de pocos amigos. Peor
que peor, no quería saber nada de las prácticas de
piedad. Cuando sus compañeros Iban a la iglesia él,
rabo entre piernas. Iba de mala gana. Sentía el Ora
torio como una cárcel y decía que estaba allí a la
fuerza.
Un día Don Basco lo llamó aparte y le dijo:
—■Oye, ¿no te das cuenta? Yo veo que siempre
llevas a tu lado un perro asqueroso. Gruñe y cruje los
dientes y parece dispuesto a cada momento a aba
lanzarse sobre ti para devorarte.
—Pues yo no lo veo —sonrió el muchacho.
—Yo sí que lo veo — le dijo Don Bosco con serie
dad— . Y que no parece tener buenas pulgas, por lo
visto.
— ¡Es curioso!
— Dime, amigo, ¿cómo están las cosas de tu con
ciencia?
El joven agachó la cabeza y empezó a enrojecer.
—¡Ea, ánimo! — lo invitó el santo—. Vente conmi
go y lo arreglaremos todo.
El chico cambió de tal manera que llegó a ser uno
de los mejores amigos de Don Bosco. Desde aquel
día se sintió alegre y dichoso, entregado con ardor
al cumplimiento de sus deberes de estudiante.
¿Y el perro de las malas pulgas? Pues también se
fue con el rabo entre piernas porque, a ver, ¿qué iba
a hacer solo? ¿A quién le iba a enseñar los dientes?
Ah, se me olvidaba deciros que, el otro día, un
buen amigo llegó a m i con la lengua fuera. Se había
pegado una carrera por lo menos de seiscientos por
que. al pasar por una casa, salló un perro ladrando
tras él.
— Bueno, le dije, ¿acaso no sabes el refrán «perro
que ladra no muerte»?
El perro de las malas pulgas
—Yo si lo sé —me contestó pálido— . Lo que no
puedo asegurarte es que lo sepa el perro...
Por hoy basta de perros. Saludos a «Canela». Y
a ver si Juanito multiplica sus «perras chicas», a no
ser que le estorbe la calderilla...
Un abrazo de vuestro amigo.
Padre RAFAEL
El cariño hacia los animales y las plantas denotan un buen
corazón. Claro que ése no es el perro de las malas pulgas..
i
Revista de la Obra de Don Bosco
A ñ o tXXXVIii • Números 8-9
Agosto-Septiembre 1974
UNA C A T E Q U E ^
LIBERADORA
Director; RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.;
Alcalá, 1&4
Teléfono 255 20 00
MADRiD-28
Depósito Legal; M. 3.044-195B
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Alocha
EN ESTE NUMEflO
Una catequesis liberado
ra..................................
¿Crisis en los seminarios
menores? ...................
¡Felices vacaciones! ...
Nuestra política es la del
Padre Nuestro .........
Mi hijo muriendo... Vo
lando al cíelo .........
Lugo: Jomadas de Pas
toral Juvenil ..............
Por el mundo salesiano.
Los chicos de Cuenca
nos enseñan su ciudad
Rápidamente....................
4 Bodas de oro sacer
dotales ........................
Carta desde Mokambo .
Notas de mi diario ...
La Macarroncita .........
Cooperación Salesiana y
Tercer Mundo .........
Nuestra gratitud a María
Auxiliadora ...............
Fueron a la casa del
Padre ..........................
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NUESTRA PORTADA
Las catacumbas de San Ca
lixto de Roma. Son muchos
los que van a Roma, princi
palmente en estos meses ve
raniegos. Visita obligada, en
la Ciudad Eterna, son las Ca
tacumbas o cementerios de
los mártires romanos. Ver
daderas madrigueras donde
también se refugiaban los
primeros cristianos en los
tiempos de persecución.
Foto.— José Luis Mena
La Evangelización es el tema del ya inmi
de los Obispos, lo ha sido de varias Asamblel
del Episcopado español y lo está siendo del C o n ^
Galicia. La Familia Salesiana no puede ser, en absoluto,
ajena a esta dimensión de la Catequesis, y menos después
del Documento «Evangelización y Catequesis», uno de los
mejores del C. G. E. De él son estas interesantes formulacio
nes:
«Sólo se educa la fe, si se la incorpora en un proceso de
humanización. Por esto, la catequesis se orienta hoy con
mayor preocupación hacia una verdadera promoción de la
persona».
«Una fe que tiende a ser plenitud y vértice de unidad de
todo el hombre, de tal modo que todo crecimiento en la fe
es crecimiento humano y todo crecimiento en lo humano es
crecimiento hacia lo divino».
«La fe libera al hombre de la esclavitud radical, que es
el pecado, y de las alienaciones personales y sociales que
de él derivan».
«De la continuidad dinámica entre fe y vida, nace el
compromiso de la promoción humana, como signo que
acompaña el anuncio. La promoción no se identifica con la
evangelización, pero no se puede admitir una evangeliza
ción insensible a las aspiraciones humanas. El Evangelio
no será creíble si el cristiano no trata de afrontar y resolver
los grandes problemas del mundo contemporáneo sumer
giéndose en ellos. Es una exigencia de encarnación esencial
al cristiano y querida por el Hijo de Dios, que puso su mo
rada entre nosotros».
«De la actuación de este vasto compromiso de coheren
cia con el Evangelio, depende la suerte del cristianismo, es
pecialmente entre las generaciones de los jóvenes».
«La fe comprometida ilumina el tema que hoy contra
pone a creyentes y no creyentes, es decir, el modo de con
cebir la libertad y por tanto, la liberación del hombre».
«Quien trabaja para que los creyentes desarrollen su
fe, les revela la dimensión liberadora de lo Palabra de Dios,
les hace tomar conciencia de la dimensión social y pública
de! mensaje cristiano, revaloriza la centralídad de la Cruz
y educa para una actitud de fortaleza, de lucha, de mar
tirio».
«Existe siempre el peligro de una ruptura entre fe y vida,
en el interior de la persona (...) Esta peligrosa dicotomía al
tera también el compromiso de promoción humana del cre
yente, que deja de ser testigo de la presencia de Cristo en
la historia de! mundo».
Creemos que la reflexión sobre estas pistas puede ser
una buena aportación de la Famiila Salesiana a lo que ac
tualmente constituye la preocupación fundamental de la
Iglesia.
ACUSACIONES
¿CRISIS
EN
LOS
SEMINARIOS
MENORES?
•
No es cuestión de
destruir, sino de re
novar...
Las nuevas formas
paralelas a los semi
narios menores.
Orientaciones d e l
Rector Mayor a n t e
múltiples problemas
que plantean los as
pirantes y las voca
ciones de ios mu
chachos que desean
un dfa ser salesianos.
Soy consciente de la situación
crítica en que se encuentran los
seminarios menores desde hace al
gunos años. Esto ha creado ima
gran confusión y desaliento en mu
chas partes. El aspirantado ha si
do, y lo es todavía, un reo sobre
el que se acumulan muchos car
gos.
Entre otras cosas, ha sido acu
sado de que:
— imparte una educación masificada, creando tipos gregarios,
despersonalizados, pobres en for
mación humana, frustrados: faltos
de espíritu de iniciativa, de res
ponsabilidad, de criterio objetivo...
— forma en un infantilismo y
en un idealismo.
— favorece u n a espiritualidad
cdesencamada», a 1 desenvolverse
en un ambiente artificial y cerra
do, que no permite vivir fuertes
experiencias cristianas.
— fomenta en los alumnos una
conciencia de clase, de ceto privi
legiado, como fruto de la cultura
clerical-burguesa que imparte, y
por carecer de relaciones sociales.
— ocasiona profundas deficien
cias en el campo de la afectividad,
por el régimen de internado, que
impide la integración y evolución
humana en el nivel psicológico de
la infancia y de la preadolescencia.
Podemos admitir que tengan un
fundamento real en algunos aspec
tos, en lugares concretos y situa
ciones señaladas, pero es lícito du
dar de la justicia y peso de estas
y otras acusaciones generalizadoras que se han convertido en lu
gares comunes.
Sobre todo, debemos preguntar
nos con lealtad si los defectos edutivos atribuidos al aspirantado son
defectos inherentes a instituciones
pedagógico-educativas a nivel de
preadotescencia y adolescencia.
NO SE TRATA
DE DESTRUIR
La primera consecuencia de una
ccrftica no c^itica^ del aspiranta
do ha sido su eliminación o reduc
ción a un colegio como los demás.
BANDEL (india): Estos aspirantes
da la India nos dicen su felicidad
ante al visita que les ha hecho el
Rector Mayor.
Comprendéis que tal solución es
demasiado fácil para que pueda ser
verdadera. No se trata de destruir.
lx)s destructores nunca han crea
do nada.
La reflexión profimda sobre es
tos hechos, vistos por el Cardenal
Carroñe, le han obligado a escri
bir: «El camino justo en esta hora
difícil está en atenerse rigurosa
mente a los medios que la Iglesia
juzga necesarios, pero con el es
fuerzo de actualizarlos cada vez
más en el sentido que marca el
Concilio... Aunque siempre haya
cierto número de vocaciones ve
nidas por otros caminos distintos
de los seminarios, éstas seguirán
siendo excepciones».
L a construcción comporta la
pérdida y muerte de muchos ele
mentos valiosos y positivos. Y se
ría indicio de una gravísima in
consciencia olvidar los múltiples
méritos del aspirantado, el núme
ro ingente de vocaciones promocionadas y la riqueza que ha pro
porcionado a la Iglesia y al mun
do c o n falanges de auténticos
apóstoles, misioneros, santos y
hombres de Iglesia que se han se
ñalado en el saber humano y en
realizaciones sociales.
SE TRATA
DE RENOVAR
Entonces, ¿hay que mantener a
toda costa el seminario menor o
aspirantado tradicional? No se di
ce eso. Se trata sólo de hacer ima
crítica justa, serena y objetiva en
orden a la eliminación de todo
cuanto entorpece el recto funcio
namiento del aspirantado y darle
una fisonomía adecuada a su fin
e importancia. Se trata de reno
varlo.
La renovación y no la destruc
ción es la línea general del Vati
cano II. En la Ratio Fundamentalis leemos: «El Concilio pensó que
había que renovar totalmente esa
institución, pero que era válida en
nuestros tiempos para cultivar los
gérmenes de vocación». Así lo han
reconocido numerosas Conferen
cias Episcopales al redactar los
«planes nacionales» de pastoral
vocacional.
Veis que no se trata de cerrar
caminos. Lo que se quiere es des
brozar y ampliar los existentes pa
ra que resulten más expeditos y
eficaces; y abrir donde y cuando
sea necesario, otros nuevos que
respondan positivamente a verda
deras necesidades y situaciones.
Nuestros reglamentos presentan
una síntesis de las orientaciones
conciliares: «El aspirantado es im
centro de orientación vocacional
suficientemente abierto, en contac
to con las familias, donde los jó
venes y adolescentes que manifies
tan aptitudes para la vida religiosa
o sacerdotal reciben ayuda para
conocer más fácilmente su voca
ción apostólica y para seguirla».
LAS NUEVAS FORMAS
PARALELAS
A LOS ASPIRANTADOS
La Iglesia, mientras recomienda
el seminario menor, no se opone
a la posibilidad de experimentar
simultánecanente otros métodos
aptos para fomentar las vocacio
nes.
Vengan en buena hora otros mé
todos nuevos, que no sustituyan,
sino que ayuden la misión de los
seminarios. Nuestro mismo Capítu
lo General ha aprobado otros nue
vos cauces: «Se reconocen como
ambientes que pueden asegurar la
maduración vocacional, la familia,
el colero, las asociaciones, los
grupos juveniles de carácter formativo y apostólico, etc., con tal
de que el joven encuentre la con
veniente asistencia».
Se trata siempre de crear una
«comunidad auténticamente voca
cional*, que proporcione a los ado
lescentes y jóvenes insertos en ella
estos tres elementos, que son ne
cesarios:
• Un clima odecuado de liber
tad psicológica, que contrarreste la
presión negativa del contexto so
ciológico en que vive. No se puede
ignorar que la realidad sociocultural contemporánea multiplica las
sugestiones y las provocaciones en
sentido único, y hace difícil toda
elección religiosa.
• Modelos válidos de identifi
cación. Tales son los formadores
y guías de estas comunidades,
quienes con su presencia y acción,
con el testimonio de su vocación
vivida, instauran una relación per
sonal con los muchachos, capaz
de iluminarlos existencialmente en
la formulación de su proyecto de
vida.
• Confrontación con otros jó
venes que cultivan los mismos
ideales, lo cual constituirá para
ellos im enriquecimiento humano,
espiritual y social, y ima ayuda
imprescindible en las inevitables
crisis y conflictos del proceso de
clarificación y maduración voca
cional.
ADELANTE
CON LA TENACIDAD
DE DON BOSCO
Si es verdad que la supresión
o inexistencia de tales iniciativas
comprometería gravemente el «por
venir», también es verdad que la
elección de una o de la otra de
las fórmulas antes mencionadas y
la creación de otras nuevas no
pueden hacerse a la ligera, como
si se tratara de una cosa indife
rente o de formas igualmente vá
lidas siempre y en todas partes.
Estúdiese con serenidad si lo que
queremos implantar reúne las ne
cesarias condiciones. Esforcémonos
por poner esas instituciones a ni
vel de poder ofrecer im servido
válido a las vocadones, especial
mente por el testimonio vocadonal
de quienes las dirigen, y por la
formadón humana, cultural y es
piritual que sean capaces de dar
y que los candidatos tienen deredio a redbir.
Adelante, pues, con la tenacidad
de Don Bosco, animados de ese
amor ^ n d e y operante a la Congregadón.
DON LUIS RICCERI
Rector Mayor
T
iFelices vacaciones!, ¡felices va
caciones! —Fueron las últimas pa
labras que con cariño me dijeron
mis compañeros de trabajo cuando
me despedí de ellos hace una se
mana en Madrid.
Ahora, en la sierra, las recor
daba cuando mis hijas no me de
jaban tranquilo. ¡Felices vacacio
nes! ¿Dónde estaba la felicidad,
Dios mío? ¡Cómo disfrutaba de
mis vacaciones antes de dármelas!
Y ahora, que eran reales, tenía allí
a mis dos hijas dándome la lata.
—¿Queréis estaros quietas? No
me dejáis leer. ¡Lástima de inter
nado!
—Perdona, papá, no sé cómo ha
podido ocurrir, soy cinturón negro
—dijo Paloma.
—Morado te lo voy a dar yo
como sigas molestando —le con
testé.
—Papá, éste es un deporte de
mucha serenidad interna —intervi
no Maribel. refiriéndose al kárate
que estaban practicando.
—Interna, no sé —dije— pero
externa lo pongo en duda, porque
en el momento que perdéis el equi
librio, lo perdemos todos. Además
esto no es para vosotras, teníais
que estar cosiendo ahora que te
néis vacaciones. E^o es, como to
da la vida han hecho las muje
res.
1’
LL
páginas pana toda la familia
“Algunos, al enseñar la religión, la reducen a puro sentimen
talismo... Hay que instruir a fondo a los chicos y ponerles en
grado de continuar por sí mismos esta formación”.
(DON
—¡Ay papaito! —dijo Maribel
cogiéndome zalam eram ente del
brazo— pero que anticuado es
tás. Ya no hace falta coser, ¿no
ves que se compra todo hecho?
Ahora nos tenemos que promocionar como vosotros los hombres,
nos tenemos que igualar.
— ¡Pues no creas que a mí me
convence esto del sistema de «igua
las» —dije recordando la subida
del practicante— si te descuidas
un poco se te desiguala el bol
sillo.
—No piensas más que en el di
nero —contestó Paloma—. A pro
pósito mañana es el cumpleaños
de Virginia...
—La corté bruscamente.
—Pues... felicidades.
—Gracias en su nombre —con
testó rápidamente Paloma—. Pero
no esperaba tanto la felicitación
cuanto el dinero... ¿comprendes?
Tengo que hacerle un regalo.
No sé como me salió aquella
frase, lo cierto es que me salió.
— ¡Mira, hija, ofrécele tu cora
zón que es más poético y cuesta
menos dinero!
—¡Papá! —intervino Maribel—.
Ella le regaló una pitillera moní
sima.
—Muy acertada estuvo la niña
en su regalo —dije con ironía—
pero que muy acertada. ¡Regalar
a mi hija de catorce años una pi
tillera!
— ¡Qué usas tú, papá!
—Me recordó Paloma.
—Bueno, bueno, dejémonos de
historias —y diciendo esto metí la
mano en el bolsillo y después le
tendí a mi hija una moneda de
cinco duros. Satisfecho de mi ac
ción le dije:
—Tendrás bastante c o n cinco
duros, ¿no?
—¡Desde luego! —el tono de
Maribel era socarrón—, incluso te
devolverá lo que sobre. ¡No tie
nes ni idea de lo que valen las
cosas!
—Encima —me sulfuré— ¡De
cirme a mí, a tu padre, que no
tengo ni idea, cuando estoy traba
jando como un negro de la ma
ñana a la noche! Yo que he sa
cado el número I en las oposicio
nes del pluriempleo...
—Bueno, no te pongas así pa
pá. ¿Doblamos los cinco duros?
—me dijo Paloma con cara pica
resca.
—¡Ah!, tú verás cómo te gustan
más, si así o doblados; como si
los quieres poner una cintita do
rada y guardarlos como recuerdo
de este día memorable... Como tie
nes tantas fuerzas desde que prac
ticas el kárate, a lo mejor eres
capaz de doblarlos.
—Eres tú, papá, el que tienes
que doblarlos —dijo Maribel en
fadada.
BOSCO)
¿Yo? —pregunté asombrado.
Vi que Maribel se acercaba a su
hermana y le decía algo bajito.
—Papá —preguntó Paloma— ¿y
si en vez de dármelos me antici
pas la paga de la semana que
viene?
No salía de mi asombro ante tal
pregunta. Por eso rápidamente le
contesté con otra.
—¿A qué semana que viene te
refieres?
—Pues... a la que viene, ¿a cuál
va a ser?
—Ya... la que viene dentro de
dos años, querrás decir. Porque s:
no me equivoco, hoy es 20 de agos
to de 1974, ¿no?, pues bien, tu lí
nca de anticipos llega por lo me
nos a agosto del 76. ¡Y no doy
un anticipo más! ¿me entiendes? N
uno más.
El tono de mi voz fue en aumen
to hasta el final de la frase. Reco
nocí que tenía una voz potente
Mi mujer también lo debió de re
conocer, porque en aquel momento
llegó asustada preguntando:
—¿Qué os pasa? Se oyen las
voces por toda la casa.
—Papá no me quiere dar dinero
—explicó Paloma— para comprar
un regalo a Virginia.
—¡Ah!, es eso; creí que pasaba
algo.
En aquel momento noté que el
tono de mi voz revestía una fina
ironía.
N
V
—¿Y eso no parece nada? ¡Cla
ro!, como aquí está mister pagani
ni que es el que suelta...
Mi mujer no debió hacer mucho
caso de mis palabras. Seguía preo
cupada por el dinero que había
negado a su hija, por eso me pre
guntó:
—¿Cuánto quiere?
¡Cinco duros doblados! —dije so
lemnemente.
Mi mujer se extrañó. Lo noté en
la mirada que dirigió a su hija.
—¡Qué raro! ¿Y para que los
quieres doblados? Yo creo que lisitos te harían el mismo servicio...
Maribel acabó impaciéntándose
al defender a su hermana.
—Doblados, mamá, quiere decir
que no son cinco duros, sino diez.
¿Qué crees que se puede comprar
con cinco duros?
Y mi mujer que entiende mucho
de economía nacional me dijo:
—Pues, ¡es verdad!, como no le
lleve tila y una botellita de agua
de azahar para que no se ponga
nerviosa por la falta de regalo...
Mis hijas estallaron en una so
nora carcajada. Miré malhumorado
a Isabel diciéndole:
—A tí el beso sencillo, ¡cómo
los cinco duros!
Esta había sido una de las mu
chas escenas que ocurrían a diario,
sobre todo en tiempo de vacacio
nes, en el que teníamos mayor
convivencia y también mayores
discusiones.
Aquella semana había sido mu
cho más rica en situaciones que
las demás. Cada día discutíamos
sobre un asunto, y a pesar de que
rerme poner a su altura, —a ve
ces pensaba que estaban al ras del
suelo en ideas— siempre me sol
taban alguna, como el estar anti
cuado, que mis ideas ya estaban
superadas, etc.
Por eso temblé cuando me di
—¡Qué ingeniosa!
cuenta aquella tarde que la con
—Mamá, ¿me los das tú? —dijo versación tomaba los derroteros de
una discusión religiosa en toda re
Paloma a su madre.
gla.
—Lo que diga tu padre.
—Yo creo, papá, que cuando se
—Sí, hija, sí, «lo que diga tu
llega
a un cierta edad —así decía
padre». Este es ei sacrosanto lema
de esta casa: ¡decir!, tu padre. mi hijo Juan que ya había cum
¡Hacer!, tu madre, pero no preci plido los veinte— hay que replan
tearse, mejor dicho, plantearse por
samente lo que diga tu padre.
primera vez el problema religioso.
—¿Me lo das, mamá? —volvió a
—¿Por primera vez? —le pre
preguntar Paloma.
gunté extrañado.
Isabel me miró.
—Sí, porque, quizá sea una opi
—Dáselo, dáselo. Luego yo siem nión mía personal, la religión de
un individuo se modela sobre la
pre soy el malo.
Todavía tuvo Paloma le desfa religión de la cultura a la que per
chatez de acercarse a su madre y tenece. Por ejemplo, el hijo de bu
dista, budista; el hijo de cristianos,
decirle:
cristianos.
—Si pueden ser doblados...
—Bien, pero de esto no se de
¡Vaya!, parece que a la niña duce la consecuencia que me pa
le gustan los plieguecitos... —no rece deduces tú: que uno practica
pude menos de contestar.
la religión porque ha sido educado
—En el cuarto de estar —le di en ambientes religiosos.
—Exacto, puesto que muchas
jo Isabel— encima de la mesa tie
nes el monedero. Procura no do mujeres y hombres, cuando se
plantean conscientemente el pro
blarlos que se pueden arrugar...
Paloma se acercó a su madre y blema de su religión, se encuen
le dió un par de besos. Vi que Isa tran con la frialdad y la indife
bel le hacía señas que se acerca rencia más absolutas. Hasta en
ra a mí y me besara. Se acercó, tonces les ha sostenido la familia,
pero no me dió más que uno, al el ambiente, la educación, pero una
vez que estos elementos han detiempo que me decía:
jado de tener toda su fuerza, se
encuentran perdidos ante un pro
blema, que por primera vez en su
vida tienen que resolver, y para
el cual no se encuentran prepara
dos.
Yo no sé si mi hijo iría a Misa
todos los domingos, si comulgaría
al menos una vez al año —no he
podido saberlo hasta ahora— pero
lo que sí sé es que lo haga o no,
mi hijo se ha replantado el proble
ma de su religión.
—Efectivamente —le contesté—
la educación tiene influencia sobre
el comportamiento religioso; más
aún, la educación ayuda al indi
viduo a desarrollar sus propias ca
pacidades.
—Conclusión —agregó—: q u e
con lo que has dicho se demuestra
que si la familia es el factor am
biental más propicio a la manifes
tación de la religiosidad en el niflo, no es sin embargo el factor de
cisivo.
—Exacto.
—Pero sabes, que en el terreno
de la práctica hasta una cierta
edad lo es, y que cuando llegamos
a adultos —y me permito irme
metiendo en este mundo— segui
mos muchas veces con las mismas
características de una religiosidad
infantil. Y esto no es pensamien
to mío, sino del psicólogo Allport,
que afirma: €...probablemente en
ningún otro sector de la persona
lidad encontramos tantos residuos
infantiles como en las actitudes re
ligiosas de los adultos». ¿Qué quie
re decir esto?
—Quiere d e c i r sencillamente
—contesté no muy seguro de lo
que iba a decir— que se ha dado
mañana es domingo... Los pa>
Ansa han de educar a los hijos de
manera que lleguen a una libre
convicción. Ha de salir de ellos de
cumplir con sus deberes religiosos.
una religión más sentimental a lo
largo de la infancia y adolescen
cia, también juventud, que profun
da; es decir, una preparación que
es, o nos pusiera en grado de con
tinuar esta formación por nos
otros mismos.
del origen de la religión, se pue
de considerar un aspecto común: el
hombre toma conciencia de sus lí
mites y llega a la idea de Dios
como respuesta a los problemas
fundamentales de la existencia hu
mana.
—¿Dónde crees que tendría su
origen este despertar religioso?
—¿Tú no crees, papá, que cierto
ritualismo puede degenerar en ma
gismo?
—Pues, mira, hay diversas teo
rías. Algunos, como Freud, dicen
que la religión derivaría de la ne
cesidad de seguridad ante el mie
do o la ansiedad provocada por los
peligros, la enfermedad, o la muer
te. Otros, la consideran como pro
yección de los deseos infantiles.
Otros, como Lenin, compensación
de los sinsabores de la vida...
—¿Y no crees que para mucha
gente es algo de esto? El mismo
Allport dice que «los atributos di
vinos se adaptan completamente
al panorama de los deseos huma
nos».
—Yo creo que la religión res
pondería a la necesidad de dar un
sentido a la propia existencia. Y
en los distintos modos con que los
hombres responden al problema
—SI, efectivamente; pero esta
degeneración no se debe achacar
tanto a la religión en sí cuanto a
las personas q u e lo practican.
¿Cuántos adultos no creen en una
punición mágica? Es decir, hemos
hecho algo mal, nos viene una des
gracia, e inmediatamente lo atri
buimos a un castigo de Dios. ¿Por
qué? Porque asemeíamos las cate
gorías de Dios a 'is nuestras, que,
por cierto, en muchos casos, no
son precisamente las de Dios.
Seguimos hablando durante mu
cho tiempo y me fui convenciendo
que mi hijo estaba en grado de
continuar por sí mismo esta for
mación...
PILAR P. SALCEDO
El Cardenal Silva Henríquez, de nuevo por Euro
pa, habla sobre las rela
ciones de la Iglesia con el
gobierno de Chile. Enzo
B i anco, director de la
Agencia ANS, ha manteni
do con él la conversación
que ofrecemos a nuestros
lectores.
Pregunfa.— Señor Cardenal,
su actitud después del «golpe
de estado» en Chile se ha juz
gado de diversas maneras.
En el mundo occidental se ha
interpretado como un viraje a
la derecha, es decir, de acer
camiento y conformidad con
los militares.
En cambio, en Chile, se ha
bla de que permanece en una
tenaz posición de izquierdas.
Aparte el significado más o
menos claro de la expresión
«derecha o izquierda», ¿cómo
valoriza usted su actitud?
Respuesta.— La verdad es
ésta: El Cardenal de Chile no
es de derechas ni de izquier
das. Puede ser que, en un de
terminado momento político:
sólo quiere servir de ayuda a
los que tienen razón. Y él sa
be perfectamente que la ro-
NUESTRA
POLITICA
E S llA DEL PADRE Nl^
El Cardenal Silva, en la visita que hizo el año pasado a Madrid, conversa
con varios saiesianos y salesianas.
2Ón, a veces es de los de iz
quierdas y a veces de los de
derechas.
Esto es indispensable para
los hombres de la Iglesia. Pues
de no ser así, si ofrecemos
nuestro apoyo incondicionado
a una determinada opción po
lítica y nos hacemos partidis
tas de ella, inmediatamente
perdemos el afecto, el apoyo
y la comprensión de los que
(TRO
no piensan de la misma ma
nera.
guiente haré la voluntad del
Señor.
Ahora bien, las soluciones
políticas son siempre acciden
tales, nunca definitivas. Por
eso mismo nosotros los sacer
dotes nunca debemos meter
nos en política activa.
Pregunta.— Usted mismo, en
la homilía de Pascua, habló
de que había recibido amena
zas de muerte. ¿Es cierto? ¿De
dónde procedían estas ame
nazas?
A veces nos acusan de que
la Iglesia no sabe definirse,
que no tiene su política: eso
es falso. Nosotros tenemos
la «política del Padre Nues
tro». ¿En qué consiste? Es la
política del Padre que está en
los cielos, que hace que salga
el sol para buenos y malos,
que ama a todos los hombres
sin excluir a ninguno, porque
todos representan un valor
ante sus ojos.
Respuesta.— Sí, el «servicio
secreto» del país me advirtió
que yo estaba amenazado de
muerte. Precisaron que no estan del todo seguros, pero
añadieron que debían tomar
todas las medidas para sal
varme la vida... Parece que
la vida del Cardenal de Chile
es muy importante...
Esta es la política que de
sea seguir el cardenal de San
tiago. Dios quiera que sepa
llevarla a cabo como la llevó
su padre Don Bosco.
Pregunta.— Más de uno ha
hablado de que se le ha pre
sionado y hasta le han acon
sejado que dimita. ¿Es cierto?
Respuesta.— Dicen que en
Chile hay muchos que desean
que el cardenal de Santiago
dimita. No sé cuántos serán en
realidad. Pero estoy seguro
que la mayoría desea que e!
cardenal continúe. Por consi
Yo he comunicado todo a
mis fieles en la catedral para
que al menos estuvieran ente
rados de estas amenazas. Pe
ro, sobre todo, porque hemos
de hacer lo posible para evi
tar semejantes acontecimien
tos. Pero estas amenazas no
son exclusivas del cardenal
sino que son muchas personas
las que sufren. No es una si
tuación muy halagüeña por
cierto y debemos salir de ella
a toda costa.
Pregunta.— Señor Cardenal,
algunos han interpretado su
homilía del siguiente modo:
«Quizás no sean ciertas estas
amenazas de muerte. En rea
lidad, tal vez son un pretexto
NUESTRA
POLITICA
ES
LA
DEL
PADRE
NUESTRO
10
urdido para poner al lado del
Cardenal guardias armados.
Con la intención aparente de
protegerlo, lo que quieren de
verdad es controlarlo y qui
tarle toda libertad de acción.
Respuesta.— Quiere d e c i r
que hay gente muy maliciosa...
Pregunto.— Refiriéndome a
la misma homilía. Usted ha
dicho: «El odio fratricida se
ha posesionado de nosotros».
Así, ha trazado un cuadro
muy negativo de su país. En
la actual situación, ¿ve algu
na seña! de esperanza y de
evolución hacia algo mejor?
¿Hay muchas posibilidades
para que se dé en Chile un re
torno a la libertad democrá
tica?
Respuesta.— Yo creo que un
país que pasa a través de una
situación tan difícil como la
nuestra, de una gran revolu
ción, forzosamente se dirige
hacia lo mejor. Tengo la ple
na seguridad que así ha de
ser. Ante todo, cuento con el
buen sentido y el buen crite
rio de los chilenos, con el es
píritu cristiano que existe en
mi país.
También cuento con la tra
dición democrática de Chile.
Son 150 años los que este país
ha vivido democráticamente.
Me parece que no tardará
en encarrilarse definitivamente
por este camino de la demo
cracia. Y, naturalmente, los
chilenos buscan el modo de
mejorar este sistema que con
seguirán a base de su buena
volutad y con la contribución
de todos. Es mi gran deseo,
mi mayor esperanza.
Pregunta.— Señor Cardenal,
recientemente ha sido recibi
do por Pablo VI. Para un pas
tor envuelto en una situación
tan dramática como la suya
durante tanto tiempo, ¿qué
significa este encuentro con el
santo Padre?
Respuesta. — Después d e l
pronunciamiento militar he si
do recibido dos veces por el
Papa. En las dos visitas me ha
acogido el Santo Padre con
la mayor caridad. Los dos he
mos platicado sobre Chile y
los dos hemos estado de
acuerdo.
Para nosotros es un enorme
consuelo el poder venir a Ro
ma, hablar con el Papa acer
ca de nuestros problemas, sen
tirlo cerca de nuestro corazón,
sentir que nos apoya, que nos
ayuda, que nos conforta e
ilumina. Me parece que ésta
es la misión que Pedro recibió
del mismo Cristo: consolar y
confirmar a sus hermanos.
ENZO BIANCO
“ Erase que s( era...” .
Había una vez un índiecito... Pero la presente narración no es un cuentecito brotado
de la fantasía. Es un hecho histórico y nos cuenta uno de los protagonistas del mismo;
Con mucho acierto escogió este Padre, para celebrar la Ultima Cena de Jesús, doce
indiecitos de ios mejores, a quienes, a imitación de Jesús, lavó los pies. Después los llevó a
su casa y les dio de cenar...
Había depositado el Padre en una bolsa los nombres de los doce apóstoles. Y cada uno
de los doce indiecitos sacó un papelito. Todos quedaron muy contentos, no, todos no, uno se
quedó muy triste, porque le tocó en suerte el nombre de Judas. El Padre lo consoló diciendo
que Jesús era amigo de Judas y que le confió la bolsa de dinero... Y si Judas vendió a Jesús
f f
MI HIJO
MURIENDO:
fue porque se hizo avaro. “ Pero tú — le decía el Padre— siempre serás amigo de Jesús” .
— Sí, Padre, yo ser siempre amigo de Jesús y no querer nunca la plata.
El nuevo Judas, bueno como el pan y blando como la manteca, era uno de los hijos del
cacique y, en aquel entonces, frisaba los ocho años. Por ser tan bueno y, además, delicado de
salud, el Padre misionero lo apreciaba mucho y correspondía a las visitas del indiecito con
caramelos y miel.
Un día. después de haberlo preparado bien, y con el consentimiento del cacique, el Pa
dre bautizó a Judas.
Pero nuestro indiecito era de complexión débil y, a pesar de una alimentación más sana,
desmejoraba a ojos vistas, siempre más y más... Su papá llamó a los brujos. Estos le sopla
ban para extraer el espíritu malo, causa de la enfermedad. Pero los brujos no pudieron curar
lo, aunque sí sacarle ai cacique unas gallinas por sus soplos ineficaces.
Cuando llegó el doctor Médico, se supo la realidad; se trataba de una anemia extrema y
no se podía contrarrestar. ¿Y cómo podría recuperarse el pobrecito indio si a los ocho años pe
saba apenas unos cinco kilos?
Al siguiente día de la visita del médico, murió.
En la tribu hay llanto general. Grande hoguera y el cuerpecito del difunto, envuelto en
su chinchorro, es llevado a la pira. Zigzagueando sus machetes para ahuyentar a los espíritus ma
los, lo preceden unos cuantos macheteros. Y ei cadáver es arrojado al fuego. Sobre éi leña y
más leña...
Aquí, dejando de lado otras escenas que acompañan a los ritos crematorios, fijémonos
en el cacique. Este, llorando, se acercó al Misionero, al que abrazó, mientras decía:
— “Tú dando miel y caramelos a mi hijo... Tú amando mucho a mi hijo... Y yo lloran
do abrazarte a tí...” .
El Misionero, conmovido a su vez, juntó sus lágrimas a ias del cacique. A lo que el írv*
dio agregó:
— “ Pero mi hijo, estando bautizado y muriendo, volando al cielo” .
11
El Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil, al servicio de la
diócesis.
Ciento cuarenta sacerdotes
de cinco días de duración.
y educadores asistieron a estas jornadas
Fueron organizadas conjuntamente por la Vicaría diocesana y el Cen
tro Salesiano de Pastoral Juvenil.
El pasado mayo se desplazó un equipo del Cen
tro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil a Lugo
para dirigir unas Jornadas de Pastoral Juvenil al
clero y educadores cristianos de la diócesis. Trae
mos a nuestras páginas esta noticia por tratarse
escribieron y nos comprometimos a realizar estas
jornadas.
En todo estuvo de acuerdo monseñor Antonio
Ona de Echave, quien nos alentó con su presencia
en diversas ocasiones. Se puso a nuestra disposi-
LIGO:
JORNADAS DE
de una labor salesiana en conexión con una dió
cesis española.
El equipo estaba formado por los salesianos:
José Luis Labiano, Jesús Mairal, José Luis Pé
rez, Ricardo Arias, José Manuel Valero, J. A. San
Martín, Cayetano Alvarez y Rafael Colomer. To
dos han hablado del interés del clero gallego, de
los frutos obtenidos, del éxito. Para comunicarlo
a nuestros lectores me he acercado a uno de los
miembros del equipo y le he dirigido unas pre
guntas.
Pregunta.— ¿Cómo nació esta iniciativa de ir
a Lugo? ¿Quién os llamó?
Respuesta.— La misma Vicaría de la Diócesis
hizo una consulta al presbiterio. El Vicario de Lu
go conocía nuestra obra del colegio de Rocafort de
Barcelona y las actividades juveniles de los sale
sianos de la Inspectoría de León. Así pues nos
12
don la “Casa diocesana de espiritualidad”, obra
muy importante en la ciudad, en la que hay una
residencia de los chicos y chicas que acuden a Lugo
para estudiar o trabajar.
Pregunta.—^Háblanos de los problemas de la ju
ventud de Lugo y su provincia.
Respuesta.— Es difícil sintetizar la problemática
juvenil en unas palabras. Por una parte, están los
jóvenes de la capital, principalmente los llegados
de la provincia para hacer sus estudios o para tra
bajar. Luego está la juventud de las zonas rurales.
Esta juventud se encuentra en continua emigración.
Los muchachos desaparecen de los pueblos para ir
M.
JUVENIL
a la dudad o al extranjero. En las zonas rurales no
hay muchos jóvenes o están dispersos. El problema
^ el de reuniilos. Es necesario hacer grupos co
marcales para lograr trabajar con ellos. Gomo ves,
son diferentes los problemas que se plantean en
la ciudad o en los pueblos.
En la ciudad hay más de 30.000 estudiantes,
además de los trabajadores. Se cuenta con colegios
e instituciones. Pero el trabajo no resulta siempre
fácil.
Pregunta.— Por lo visto, el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil proyecta su trabajo
hacia fuera y no sólo se limita a los colegios salesianos, ¿qué piensas de ello?
Respuesta.— Creemos que el Centro se encuentra
en condiciones de ofrecer sus servicios y experien
cias a las diócesis. Tras esta vivencia, nos parece
que son eficaces y extensibles a otros grupos e
instituciones. Conste que ya antes nos habían lla
mado de otras diócesis a las que no pudimos ir.
La diócesis de Lugo ha sido la primera a que he
mos acudido.
Pregunta.— ¿Qué temas habéis tratado en estas
jornadas?
Respuesta.—He aquí el programa: El primer
día, “Valores y contravalores de la nueva cultura
juvenil” y “Respuesta de la Iglesia, o sea, objeti
vos de una pastoral juvenil”.
El segundo día, “El centro docente, plataforma
de una pastoral juvenil”, es decir, colegios, centros
juveniles, catcquesis..., y “Espacios formativos y
educación de la fe”.
El tercer día, “El centro juvenil en la pastoral
del tiempo libre" y “Las comuniones de jóvenes
como expresión de una Iglesia en marcha".
Por último, “Subsidios y técnicas al servicio de
la pastoral juvenil” y “Mesa redonda sobre las rea
lizaciones pastorales concretas a la luz de estas jor
nadas”.
Pregunta.— Supongo que no se trataría de “ro
llos”, sino que habría un método dinámico.
Respuesta.— Por supuesto, el método era dina
mia), Primero se tenía una breve expKWÍción, luego
LUGO: Casa de Espiritualidad de la diócesis de Lugo,
donde han tenido lugar las Jomadas de Pastoral Ju
venil.
13
LUGO:
JORNADAS DE PASTORAL
JUVENIL
se trabajaba por equipos y posteriormente se tenía
la puesta en común. Al final del día teníamos una
imponente concelebración de la Eucaristía en la
que se evidenciaba el problema vivido.
Pregunta.— ¿Asistían muchos?
Respuesta.— Unos 140 entre sacerdotes, reli
giosos y religiosas y seglares. Quedamos gratamen
te sorprendidos por el vivo interés y la seriedad
del trabajo que se llevaba a cabo diariamente. Las
sesiones plenarias registraban un lleno total. Los
asistentes eran más bien de edad madura.
Es de destacar el clima de cordialidad y de amis
tad que se creó, a pesar de que salieron a la dis
cusión problemas de situaciones en carne viva. Se
afrontaron con sinceridad y lealtad en un ambiente
de madurez y abierto diálogo.
Pregunta.— ¿Frutos de estas jornadas?
Respuesta.— En primer lugar, la sensibilización
y la toma de conciencia de la problemática juve
nil. Luego, se ha constituido un equipo para ayu
dar y aisesorar las planificaciones de la Vicaría en
toda la pastoral juvenil. Se ha toncado el propósito
de crear grupos de jóvenes, principalmente duran
te el verano y con la ayuda de los salesianos de la
Inspectoría de León a fin de preparar futuras jor
nadas juveniles de mayor amplitud, sobre todo,
con motivo del Año Santo.
Pregunta.— ¿Qué otros proyectos tenéis?
Respuesta.— Estamos en contacto con la Confe
rencia Episcopal española pues se prepara, la fu
tura asamblea del Episcopado sobre el tema de la
juventud, en que tomaremos parte. También se
han empezado a celebrar charlas y coloquios de una
jornada, dirigidos por especialistas. Y, sobre todo,
procuramos no perder contacto con otros educado
res. La colaboración y la unión son imprescindibles
en la Iglesia.
R. A.
14
POR EL M U N D O
SA LESIA N O
CARTA A DON BOSCO
Querido Don Bosco:
Te escribo pidiéndote ayuda. Soy un sacerdote que
trabaja en las chabolas. Sólo en tres años han llegado
a Ostia Nuova unas tres mil familias provenientes de
los alrededores de Roma. Se trata de familias nume
rosas con toda clase de sufrimiento y miseria. Y los
más afectados son los muchachos. Son más de mil
chavales los que están tirados en la calle... hasta el
servicio militar.
Querido Don Bosco, este problema es urgentísimo:
te pido que venga a ayudarnos cualquiera de los tu
yos. Te escribo en nombre de las familias de la Iglesia
de Ostia Nuova.
Roma, 1974.
Padre Silvio TURAZZl
Nota de la Redacción.— Esta carta a Don Bosco pa
rece haberse escrito en 1874, como si llegara con cien
años de retraso postal... Pero no. Está recién escrita
y expresa una problemática de nuestro tiempo.
DISTINCION
DEL ELEFANTE BLANCO
Bangkok.— Las autoridades de Tailandia han otorga
do la Insignia del Elefante blanco al sacerdote salesiano padre Juan Ulllana, párroco de Bangkok, en re
conocimiento de sus méritos en los campos educati
vo, cultural y social. El padre Ulliana se ha destacado,
sobre todo, por su apertura y sus contactos con los
monjes budistas, con los que mantiene un entendimien
to sumamente cordial, de acuerdo con el espíritu ecu
ménico del Concilio.
LOS PREMIOS DEL PAPA
Roma.— Los premios del Papa que se han dado con
motivo del Año del Libro, han correspondido a chicos
y chicas de las Hijas de María Auxiliadora. La Santa
Sede había lanzado un concurso arlístico-literario so
bre la Biblia. El concurso ha sido ganado por Pablo
Caprioglio, un chico italiano y Marinés Carabalio, una
chica estudiante de bachillerato de Caracas.
Todas las alumnas de las Salesianas de Venezuela
han participado en este concurso, según sus respec
tivas secciones. El Obispo Auxiliar de Caracas entre
gó el premio a Marinés y leyó en público las palabras
que le dirigió el Cardenal Villot: “Tu hermoso trabajo
es señal de que la palabra de Dios ha germinado en
tu corazón; que esa misma palabra siga dando frutos
durante toda tu vida” .
POR EL M U N D O
SÁ LESIA N O
UN LIBRO
DE ANTONIO JAVIERRE
ANTONIO JAVIERRE: “Cinco dias de meditación
en el Vaticano”. Ed. PPC; Madrid, 1974. Pági
nas 327. 0 13 X 20 0 .
DON BOSCO VISTO
POR LOS CHICOS DE BARI
Barí.— La prensa italiana ha destacado una iniciati
va llevada a cabo en el colegio salesiano de Bari. Los
chicos celebraron la fiesta de Don Bosco de un modo
original.
Invitados a expresar lo que les decía el retrato de
Don Bosco, escribieron sus impresiones espontáneas:
— “A mi me inspira una sensación de confianza, de
entusiasmo, de bondad” .
— “Tiene una mirada dulce, que infunde ánimo” .
— “ Me da la impresión de un hombre de mirada se
rena, de sonrisa gentil. Un hombre del que uno se pue
de fiar y al que se le puede confiar cualquier proble
ma. Me hubiera gustado enormemente conocerlo” .
— “ Su mirada cansada y fatigada da testimonio de
trabajo y sacrificio” .
— “Aunque no me hable, comprendo lo que desea
de mí. Basta con mirarlo a los ojos” .
— “ Quería tanto a los muchachos porque sabia que
la felicidad de estos consiste en darse cuenta de que
se les quiere” ...
Recoge este libro todas las conferencias de
ejercicios espirituales que el teólogo predicó en
el Vaticano ante el Papa, cardenales y obispos.
La espiritualidad cristiana tiene sus profundas
raíces en el misterio de Dios, uno y trino. A la
luz de este misterio ha de realizarse toda reno
vación del hombre y de la sociedad cristiana.
El padre Antonio Javlerre, Rector Magnifico
de la Pontificia Universidad Saleslana de Roma,
en un lenguaje claro y profundo, presenta en
sus medilacicmes los fundamentos de la vida
cristiana. La palabra dirigida al Santo Padre pue
de ser ahora alimento de espiritualidad para to
dos los cristianos.
Pedidos: CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA
Alcalá, 164 - Madrid-28
Preao: 300 pesetas.
HACE SUS VOTOS PERPETUOS
EN LA PARROQUIA
París.— El salesiano coadjutor Michel Perrot ha he
cho sus votos perpetuos en la Iglesia parroquial, acom
pañado de numeroso público. “Amigos, conocidos y
desconocidos — decía su tarjeta de invitación— , os
invito a todos a que me acompañéis en mi alegría,
deseo compartirla con todos con motivo de mi pro
fesión perpetua que será el domingo 3 de febrero, a
las once, en la Iglesia de San Juan Bosco. Vuestro Michel".
Esta invitación hizo que se llenara la Iglesia de sus
amigos jóvenes, pues dedica su vida a los chicos del
barrio CharorKie-Réunlon.
Pero en la tarjeta, Michel cuenta su vida y loe mo
tivos por los que se hace salesiano:
1. — Por un acto de pura generosidad de mi parte.
Claro, que esto no es mérito mió.
2. — Mi deseo de hacer algo por los demás.
3. — Me han conquistado con su simpatía ios salesianos de la casa de Caen. Como ellos, he que
rido consagrar mi vida a los chicos.
El párroco ha distribuido octavillas a toda la parro
quia. Con los feligreses ha tenido reuniones de estu
dio sobre la vocación y la llamada de Dios. Y, al fin,
tuvo lugar la profesión religiosa: “ Yo, Michel Perrot,
con plena libertad, me ofrezco totalmente a Tí, com
prometiéndome: ... a entregar todas mis energías en
favor de aquéllos a quienes me envíes, especialmente
de los jóvenes más pobres...”
El P ^ a ha visitado recientemente la parroquia salesiana del barrio Tuscularto. Preciosa escena en la que
Pablo VI impone sus manos sobre la cabeza de esta
niña.
L5
•
El CIT Juvenil (Centro de Iniciativas y Turis
mo Juvenil) de Cuenca, fundado por el Salesíano Benito Castejón, una simpática y ori
ginal actividad de los jóvenes conquenses.
•
Chicos y chicas hacen de guías turísticos y
enseñan con amor y gracia los monumentos
y el paisaje único de su ciudad.
•
El Ministerio de Información y Turismo les
ha concedido tres premios importantes: Pla
ca al Mérito Turístico; Medalla al Mérito Tu
rístico a su fundador; y Primer Premio Na
cional de Centros de Iniciativas y Turismo.
LOS CHICOS OE
UN VIAJE A CUENCA
Don Benito Castejón es un salesiano enamorado de Cuenca y, na
turalmente, de la juventud. Como
pocos, ha captado las bellezas na
turales y arquitectónicas de esa
ciudad sin ley ni equilibrio, de su
color, de su magia, y ha querido
hacérsela ver a los chicos del co
legio para que éstos, a su vez, la
enseñen a los demás.
Y así ha nacido el CIT Juve
nil, único centro de actividades tu
rísticas juveniles en España. Para
dar razón de él a nuestros lecto
res hemos hecho una \isita a don
Benito y a sus chicos, quienes nos
han hablado ampliamente de sus
actividades.
Actividades que han nacido al
aire de la vida colegial. Porque
como dice el mismo don Benito
cLa juventud que sube necesita pa
ra formarse, además de los estu
dios, otras actividades que pongan
a prueba su capacidad de iniciati
va y madurez. Por ello, cuantos
tenemos inquietud por la promo
ción social de nuestra ciudad y,
por añadidura, somos educadores,
vimos hace tiempo en la promo
ción del turismo juvenil un medio
apto para conseguir nuestra fina
lidad».
ANA MARIA,
ALMA DEL CIT JUVENIL
Platicábamos de esta actividad,
cuando llega al colegio Ana MaSí usted visita las Casas Colgadas,
se encontrará con una oficina aten
dida por los chicos del CIT Ju
venil.
No se trata de un telón de fondo
pintado. Cuenca es asi, una ciudad
escenográfica, casi Irreal de pura
realidad...
ría Ayora, presidente del CIT Ju
venil. Estupenda ocasión para un
informe más vivo y auténtico. Ana
María es cooperadora salesiana,
gran animadora de los Hogares
Don Bosco. Llega donde no llegan
los salesianos y tiene una sobre
dosis de su espíritu.
tMi hobby —dice— es la juven
tud. Me sobra el tiempo en mi ca
sa y con gusto me entregó a los
muchachos». Lleva tres años de
presidenta, atiende a los chicos y
estos tienen total confianza en
ella. La presidente es siempre un
mayor de edad, sin duda para las
representaciones oficiales. Aunque
los encargados de Relaciones Pú
blicas la acompañan siempre.
El CIT Juvenil, rae dicen, nació
en el colegio salesiano como uno
de tantos clubs. No sólo vamos
a tener equipos de deporte... Con
tamos ya más de diez años de
vida.
Don BenHo con un grupo de chi
cos del c rr Juvenil, en la escali
nata de entrada de la Catedral.
Está formado por jóvenes de
ambos sexos a partir de los cator
ce años hasta que van a la Uni
versidad. Actualmente son unos
setenta y han pasado ya más de
mil. Pertenecen a diversos colegios
e institutos de la ciudad. Y están
a las órdenes de una junta direc
tiva elegida por ellos mismos.
Los fines que se propone son:
• Fomentar por todos los me
dios lícitos el turismo juvenil, pri
mordialmente interior con carácter
social.
• Realizar cuantas actividades
sean conducentes al mejor cono
cimiento de Cuenca y su provin
cia.
• Facilitar información turísti
ca de la ciudad y provincia a cuan
tos la soliciten.
• Colaborar con todas las en
tidades públicas y privadas en la
promoción del turismo y en otras
• En primer lugar, atienden dos
oficinas de información que fun
cionan cuando están cerradas las
oficiales, es decir, los días festi
vos. Las atienden dos chicos y dos
chicas en tumos de dos horas.
• Hacen de guías turísticos y
tienen el honor de no cobrar por
su servicio. Llevan su credencial
de guías, pues todos han sufrido
verano, vamos a trabajar a las
excavaciones durante quince días.
• Preparamos los carteles me
tálicos con las rutas turísticas de
la sierra.
• Hacemos viajes de estudios
turísticos. Una vez al año, reali
zamos xm largo viaje que es un
estímulo para los miembros del
CIT Juvenil. Ya se han hecho tres,
LOS CHICOS’
NOS ENSEÑil!
de inolvidables recuerdos: a Cana
rias, a Palma de Mallorca y a la
Costa del Sol... En todas partes
hemos recibido grandes atenciones
de los Centros de Iniciativas de
Turismos oficiales.
PREMIOS
Los chicos del CIT Juvenil explican el Museo de Arte Abstracto. ¡Lo dtficll que resulta hacerlo concreto...!
actividades que se consideran de
interés turístíco.
• Formular iniciativas cerca de
las entidades públicas y privadas
para incrementar y mejorar los
servicios públicos que el turista ha
ya de utilizar...
un examen acerca del conocimien
to de la ciudad.
• Hacen de guías en el Mu
seo del «Habitat conquense» de la
«Casa Zavala», por encargo del
Ayimtamiento. Asimismo, se les
confiará la guía del nuevo Museo
Arqueológico.
ACTIVroADES
• Tenemos guías especializados
para extranjeros, que enseñan la
ciudad en diferentes idiomas: fran
cés, inglés, etc.
Hablamos de las actividades de
este grupo. Estos chicos, me dicen,
tienen sus reuniones periódicas en
las que planifican sus actividades
y hasta logran sus momentos de
reflexión en los que comentan la
Biblia.
• Colaboramos en las excava
ciones arqueológicas de Segóbriga
y Valeria, antiguas ciudades roma
nas. Nuestro ha sido el descubri
miento del circo romano de Segó
briga. Todos los años, durante el
•18
También recae nuestra conver
sación sobre los premios obtenidos.
En 1969 —recuerda don Benito—
se le concedió a nuestro Centro
la Placa al Mérito Turístico. Allí
estaba exhibiéndose en la sala de
sesiones.
Ese mismo año —corta Ana Ma
ría— se le concedió a don Benito
la Medalla al Mérito Turístico, a
título personal. Por cierto, añade,
que fue la última condecoración
que impuso el Ministro Fraga Iribame, porque a los dos días cesó
de su cargo en el Ministerio.
Y en 1972 se nos concedió el
PRIMER PREMIO NACIONAL de
Centros de Iniciativas y Turismo,
por las actividades llevadas a
cabo.
«Como nos den el primer pre
mio —les dije a los chi(»s— nos
gastamos el dinero en un viaje tu
rístico. Pues nos cayeron las cien
mil pesetas y no tuve más remedio
que cumplir lo prometido. Conque
nos fuimos a Santa Cruz de Te
nerife...
Claro que el premio más impor
tante es la alegria de estos chicos
en pertenecer al Centro. Los turis
tas que vienen a nuestra ciudad
quedan encantados de los formi-
dables cicerones y de las leyendas
que les cuentan con toda serie
dad...
rísmo Juvenil. Y aquí continuamos
después de más de diez años.
UNA GUIA
PARA
APRENDERSE CUENCA
UN PASEO
POR LA CIUDAD
Don Benito también se ha hecho
escritor.
Son las cuatro de la tarde y don
Benito ha atado a varios chicos
del Centro en la Plaza Mayor.
la gente que viene a nuestra ciu
dad...»
Nos hemos despedido de don Be
nito y sus muchachos. Cuenca que
daba cada vez más lejos, abstraí
da y soñada entre sus hoces y sus
rocas. En el coche me entretuve
DE CUENCA
f SU CIUDAD
De sus veinticinco horas de tra
bajo diario ha sacado tiempo li
bre para escribir ima «Guía Histórico-Legendaria de Cuenca». En
ella se encuentran siete itinerarios
para el recorrido de la ciudad. Los
chicos que deseen hacer de guías
turísticos deben estudiarla y hacer
un examen. Si lo aprueban, se les
da un carnet de guía.
Le preguntamos a don Benito
cómo le vino esta idea. Nos con
testa en seguida. «Hace más de
diez años yo venía de Alcoy. Los
alcoyanos se acordaban de su pro
fesor y venían a verme. Yo Ies
enseñaba Cuenca y cuando regre
saban a Alcoy, en vez de hablar
de don Benito, hablaban de nues
tra ciudad...
Así me vi obligado en profundi
zar en el conocimiento de Cuenca.
Leí varios libros y visité archivos.
Luego hice la guía. Pero, sobre
todo, nació el Centro. La cosa tu
vo su origen bajo la égida de va
rios cooperadores concejales y del
Delegado de Turismo y Diputado
provincial de entonces, don José
Luis Alvarez de Castro.
El primer año se prepararon 11
chicos que fueron examinados de
parte de la Dirección General de
Actividades Turísticas del Ministe
rio de Información. Se les conce
dió el título de Guías Turísticos ju
veniles con el sello en seco. Y sólo
por un año, pues según la ley úni
camente pueden serio personas
mayores.
El mismo don José Luis Alva
rez de Castro insinuó que se fun
dara el Centro de Inidativas y Tu-
Así ha quedado el patio de la Audiencia, una vieja maravilla totalmente
renovada.
Sopla un viento muy fuerte y
amenaza la lluvia: pero ello no nos
impide bajar al Puente de San Pa
blo para ver la hoz del Huécar,
asomamos a las Casas Colgadas y
admirar el Museo de Arte Abs
tracto.
Los chicos hablan. «Nos senti
mos contentos de ofrecer nuestro
servido para enseñar la dudad».
«Tenemos cartas y felidtadones
en abundanda, prindpalmente del
Ministerio de Turismo». «Durante
el verano también tenemos nues
tras reuniones los lunes y vier
nes...» «Nuestro mayor trabajo es
el de verano y, por supuesto, el de
Semana Santa». «Nos resulta muy
agradable y divertido el conocer a
en leer una circular que la presi
dente del Centro enviaba a los mu
chachos: «Por iniciativa vuestra
hemos empezado a reunimos dos
veces por semana en las salas de
juego, en el Colegio Salesiano...
Allí tenemos convivencias, depor
tes, concursos, audidones de mú
sica, tertulias. Necesitamos cono
cemos y para conseguirlo, nada
mejor que un ambiente de convivenda sana, alegre y abierta...
Ahí queda ese grupo de chicos
alegres y soñadores, conviviendo
y viviendo en una dudad encanta
da, que se saben piedra a piedra.
RAFAEL ALFARO
19
CONSEJO NACIONAL
DE LOS
ANTIGUOS ALUMNOS
SALESIANOS
MADRID.—Con la presencia y
activa participación de 6 de los
7 señores Inspectores Salesianos se ha celebrado en Madrid
el Consejo Nacional de los An
tiguos Aiuntnos.
El trabajo se centró en la con
sideración y estudio de las su
gerencias y anotaciones recibi
das de las Asociaciones locales
para la elaboración de un nue
vo Reglamento Nacional que ha
bré de ser aprobado en la Asam
blea Nacional, en el próximo
noviembre.
Desde México envió un men
saje el nuevo Presidente Coníederal, Lie. González Torres y
don Antonio Mélida fue vivo por
tador del Interés de la Congre
gación por esta renovación exalumnal, cuyas bases doctrinales
apuntan un claro servicio de tas
asociaciones con la misión salesiana, primordialmente con la
juventud.
“Si es verdad — dijo el Pre
sidente Nacional Javier Artuch—
al clausurar el Consejo, que te
niendo las personas se acaba
por crear la causa, nuestro Con
sejo y la labor de las Asociacio
nes apuntan a ser eficazmente
prácticos. Contamos con perso
nas, y personas unidas y com
prometidas en unidad de pen
samiento y acción. La causa no
la tenemos que crear. Es la cau
sa saleslana, la causa de la Igle
sia, Quedamos organizadamente
al servicio de la misión sale
slana, de cuya Familia somos
parte, ayer como sujetos pasi
vos de formación y hoy como
sujetos activos. Conscientes de
nuestra autonomía pe<fimos a la
Congregación su pastoral y ani
mación eclesial y saiesiana”.
RAPIDAMENTE
MEDALLA DE PLATA
DE LA JUVENTUD
AL DIRECTOR
DE CIUDAD REAL
Ciudad Red.—Ai salesiano di
rector del colegio de Ciudad Real,
don Nicanor del Valle Alvarez, le
ha sido concedido la Medalla de
Plata de la Juventud. Se la impuso
en una solemne ceremonia el Go
bernador Civil de Ciudad Real, don
Andrés Villalobos Beltrán. Asistie
ron el Presidente de la Diputación,
el señor Alcalde de la ciudad, el
Inspector de los Salesianos, alum
nos, antiguos alumnos y muchas
personas amigas de la obra salesiana.
El secretario de la Delegación
Provincial de la juventud dio lectu
ra a la orden de concesión de di
cha condecoración. El señor Gar
cía Luengo destacó la labor de los
Salesianos en la Escuela-Hogar, di
rigida por don Nicanor del Valle.
Acto seguido, el Gobernador Civil
le impuso la Medalla entre grandes
aplausos de los asistentes.
Don Andrés
Villalobos
Beltrán,
Gobernador
Civil de
Ciudad Real
impone
la Medalla
de Plata
de la Juventud
al director
del Colegio
Salesiano,
don Nicanor
del Valle.
Don Nicanor agradeció a todos
el homenaje que, aunque a título
personal, es el premio a la labor
oculta y sacrificada de todos los
salesianos que han trabajado en el
Colegio.
“ Hace doce años — dijo— cuan
do la Diputación nos entregó la di
rección de esta Escuela-Hogar, sólo
había 72 alumnos. Hoy tenemos 500
entre externos e internos, de For
mación Profesional y de E. G. B.
Este año, para 22 plazas libres, he
mos recibido 711 instancias...”
Tras las sentidas palabras que
pronunció el Gobernador Civil se
realizó una visita a los Talleres y
Escuelas. Las autoridades felicita
ron a maestros y alumnos por la
obra de educación a la que están
entregados.
%
I
Don José Luis García*Téllez, director de Los Pizarrales, habla sobre la
formación profesional.
ron la exposición montada con los
trabajos realizados por ios mismos
alumnos.
“ Este trabajo — se comentó— es
una respuesta social a los pro
blemas planteados por el desarro
llo".
LOS 75 AÑOS
DE MONTILLA
SALESIANA
UNA
RESPUESTA
SOCIAL
Salamanca - Los Pizarrales.— Con
[a asís'encia del Delegado Provin
cial de T r^ a jo , don José Massa
Qodoy, dei Gerente Provincial del
PPO y representaciones de la in
dustria salmantina, ha tenido lugar
en los locales del Colegio Salesiano la entrega del certificado de
formación profesional a los adultos
que han hecho el curso.
“ Este centro — dijo el director
don José Luis García-Téllez— imparíió en 1963 el primer curso de
reconversión de adultos antes de
la creación del programa de PPO.
Posteriormente dio otros tres cur
sos más de preparación a traba
jadores salmantinos que emigraban
a Alemania. Desde la creación del
PPO, ha dado veinte cursos para
ios trabajadores salmantinos en la
que se les ha dado oportunidad de
adquirir una cualificacíón propia de
las exigencias de la industria en el
momento actual". El señor Delega
do hizo entrega, del diploma a los
trabajadores y luego todos vísita-
A ia cetebración de los 75 años de
la obra de Don Bosco en Montilla
anuSeron muchos salestanos que
han trabajado en la ciudad.
Montilla.— Montilla es una de las
ciudades españolas que más cari
ño tiene y demuestra a la Congre
gación Salesiana. El domingo 12
de mayo se hizo una solemne ce
lebración del 75 aniversario de la
llegada de ios Salesianos a la ciu
dad cordobesa de Montilla. Para
este acontecimiento fueron invitados
muchos salesianos que habían des
arrollado en el Colegio la labor
apostólica y que actualmente tra
bajan en otros sitios.
Más de 20 sacerdotes concele
braron la Eucaristía presidida por
el Padre Inspector, don Antonio
Calero, en la iglesia de María Auxiiiadora.
El pueblo montillano tributó un
HOMENAJE A LOS SALESIANOS
en el Teatro Gamelo de la ciudad.
Hablaron representantes de distin
tas generaciones de alumnos. Hubo
recitaciones poéticas y musicales.
El Padre Inspector agradeció en
nombre da la Congregación las de
mostraciones de afecto del pueblo
montillano.
Tras la comida de hermandad, a
la que asistieron más de 400 co
mensales se celebró una sobreme
sa en la que hablaron varios Sa
lesianos y antiguos alumnos.
HOMENAJE
A UN
SALESIANO
Sevilla.— Un grupo de empleados
de la Universidad Laboral de Sevi
lla ha tributado un homenaje al salesiano Coadjutor don José Anto
nio Sánchez. En su compañía se
realizó una excursión a Jerez de
la Frontera, donde se visitaron las
Bodegas de Sánchez Romate. En
el Puerto de Santa María se fue a
la Escuela Taurina, donde se les
ofreció el espectáculo de la lidia
y muerte de un toro a manos de
Calloso. En un hotel, junto a la
playa, tuvo lugar el almuerzo de
homenaje. Uno de los empleados,
José Gómez Calvo, le entregó una
placa de recuerdo. Hubo en la so
bremesa palabras de elogio y agra
decimiento, clausurado p o r don
Santiago Sánchez Regalado, Rector
de la Universidad Laboral.
BODAS
Don Antonio Mateo, don Juan Ortega y don Mariano Uguet.
En el marco incomparable del
Seminario Salesiano de Campello,
a 12 kilómetros de Alicante, se
conmemoraron, el pasado día 13
de junio, los 50 años de ordena
ción sacerdotal y Primera Misa de
tres beneméritos salesianos: don
Antonio Mateo, don Juan Ortega
y don Mariano UgUet.
La asistencia de todos los Direc
tores de la inspectoría de Valen
cia, así como la de numerosos An
tiguos Alumnos y cooperadores,
dio brillantez de este acto de exal
tación sacerdotal.
Hace 50 años fueron ordenados
sacerdotes estos salesianos en el
Seminario de Campello. Después
de estos diez lustros han vuelto
de nuevo al mismo Seminario pa
ra dar gracias a Dios. La palabra
gracias es la que estuvo constan
temente en los labios de estos tres
hombres cargados de méritos y de
trabajo.
Por un momento piensa el cro
nista que Dios quiso damos una
22
lección al presentarnos estas tres
figuras unidas en una misma con
celebración eucarística.
Esta lección tiene tres caminos
que se nos han presentado para
una verdadera renovación. Los tres
caminos se encarnan en cada uno
de estos tres salesianos.
EL CAMINO DE LAS VOCA
CIONES. Don Antonio Mateo es
una persona que ha pasado toda
su vida trabajando en Casas de
Formación. Generaciones de sale
sianos recuerdan su competencia
como profesor de latín y sus cla
ses bordadas con eficencia peda
gógica. Siempre dio cuanto tenía.
Y no ahorró un minuto por hacer
comprender, aún en horas extraor
dinarias, los secretos de la lengua
del Lacio. Como consejero, supo
crear un ambiente de estudio agra
dable y profimdo. Como director,
desarrolló toda su fina sensibilidad
encaminando hacia la vida salesiana a numerosos aspirantes.
EL CAMINO DE LOS POBRES.
Don Juan Ortega ha ocupado la
mayor parte de sus años en una
labor eminentemente parroquial.
La parroquia de Campello estuvo
a él confiada, en los años no fá
ciles de la post-guerra. Después ha
continuado su labor en nuestra pa-
BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
T o ta l: 100.000 pts.
B o M ^ ^ y S ^ i l a r g a S t í i P S ^ a ñ B d a . Pam plona. N. e .: 250. T . : S6.250 pts.
Beca «Julián y M aría de Gozalo». N. e .: 2.600. T o ta l: 23.000 pts.
Beca «Don R ufino E ncinas». U n a m ia o v im é s . N. e.: 90.000 pts.
Beca «Don Jo s é M aría Taibo». N. e.: 8.000. T otal: 18.000 pts.
B?c®a*’S ^ j 8 í t o n S % ? ? R 8 S ^ o n t l l l a . N. e.: 5.000. T otal: 70.000 pts.
Beca «Arch. de M aría A uxiliadora». T enerife. N. e .: 20.000. T .: 75.000 pts.
S ^ ^ r í ^ » ? ^ r e n s e . P rim e ra e n tre g a: 4.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». A llariz. P rim e ra e n tre g a: 25.000 pts.
e.: 1.000. T o ta l: 35.000 pts.
Beca «Beeama». N. e.: 1.000. T o ta l: 153.000 p ts.
Beca «Don Bosco». P anam á. N. e .: 60 dolares. T o ta l: 184 dolares.
Beca «José M anuel Rovira». 150.000 p ts. (Com pleta).
Beca «Jub. Sac. P . J . Castaño». I. N. e .: 47.700. T .: 100.000 p ts. (Compl.)
B eca «Jubileo Sacerdotal P . J u a n Castaño». II. P . e .: lO.éOo p ts.
Beca «Mercedes Cruzado». N. e .: 3.000. T otal: 93.000 p ts.
Cádla. N. e.: 1.000. T o ta l: 75.000 pts.
Beca <S. Jo sé y S. Antonio». F a m ilia P a rd o . P rim e ra en tre g a: 2.000 pts.
Beca «D. M iguel Rúa». U na cooperadora saleeíana. T o ta l: 100.000 pts.
X ^ ^ m í e n Gómez. Alcoy: 50.000 p ts.
DE ORO SACERDOTALES
rroquia de la calle Sagunto de Va
lencia. Es célebre en toda la ba
rriada. Su constante preocupación
son los enfermos y los pobres. Na
die sabe del dinero que pasa por
sus manos. Un dinero fugaz. Que
se marcha con la misma presteza
con que lo recibe. Que se olvida
de sf mismo hasta disponer del di
nero que un buen amigo le da pa
ra cambiar sus zapatos viejos y
rotos, para darlo a un feligrés ne
cesitado. Los enfermos saben bien
de su palabra optimista y conso
ladora. Don Juan ha sabido captar
todo el signiñcado profundo de las
palabras del Evangelio: «lo que hicieréis a imo de mis hermanos pe
queños, a Mí lo hicistéís».
EL CAMINO DE LAS MISIO
NES. Don Mariano Ugüet es un
misionero de vanguardia. Hasta
ayer fue director de uno de los
colegios misioneros de Assam (In
dia). No han podido con él los
calores de la India, ni los peligros
de la selva. Don Mariano se man
tiene joven de cuerpo y espíritu.
Y son 49 años los que lleva en
la India como misionero. Es una
figura harto conocida por nuestros
lectores, ya que no es la primera
vez que su nombre aparece en las
páginas de nuestro Boletín.
Su labor, como misionero, ha si
do primor^almente evangelizadora. En este camino de las misio
nes, bifurcado hoy por dos ten
dencias muy discutidas: evangelización o desarrollo, este misione
ro nos aporta su experiencia nada
despreciable. No puede h a b e r
evangelización si no hay desarro
llo ni puede haber desarrollo (en
el sentido cristiano) si no hay
evangelización. No podemos enu
merar la obra desarrollada p o r
don Mariano en la India. Báste
nos su testimonio y su experien
cia.
Y así los tres, cada uno por un
camino distinto pero al mismo
tíempo convergente en su sacer
docio participado del de Cristo, se
Emocionante fue el besamanos de
la misa jubilar de don Juan Casta
ño. Aquí se acerca a felicitarlo don
Javier Rubio, Delegado Nacional de
Cooperadores Salesianos.
unieron en una misma Eucaristía
para dar gracias a Dios.
Los que fuimos testigos de estos
momentos y de esas emociones pu
dimos captar la honda espirituali
dad de los protagonistas. En la so
bremesa abundaron los salesianos
y antiguos alumnos que querían
demostrar todo el agradecimiento
y afecto que sentían por sus anti
guos profesores, bienhechores, ami
gos...
La última palabra, emocionada
y vibrante, la tuvieron ellos. No
podía ser otra. La que se repitió
a lo largo de toda la jomada.
Gracias.
... Y EN MADRID,
DON JUAN CASTAÑO
Hace cincuenta años, la estam
pa-recuerdo de su primera misa de
cía; «Juan Castaño, presbítero salesiano, celebrando por primera
vez el Santo Sacrificio del Altar,
recuerda con todo el afecto y ca
riño de su alma, a sus queridos
padres, familiares, superiores, her
manos en religión, bienhechores,
compañeros, amigos y alumnos.
para los cuales implora del Se
ñor las más selectas gracias y
bendiciones».
Esto era en 1924. Hoy, a los
cincuenta años, don Juan ha sali
do al altar rodeado del cariño de
todos los suyos. Familiares, ami
gos; Voluntarias de Don Bosco, sa
lesianos y salesianas.
Don Juan Castaño ha desarro
llado su apostolado sacerdotal en
Campello, en Carabanchel, donde
fue director del Estudiantado Teo
lógico, en el Tibidabo y en la Cen
tral Catequística Salesiana de Ma
drid. Posteriormente fue el encar
gado de las Voluntarias Don Bos
co. Actualmente está destinado en
el Colegio de La Paloma.
Actuaron de padrinos en su mi
sa jubilar sus sobrinos Pedro y
Andrea. Entre los asistentes desta
có la presencia de don José Ma
ría Gil-Robles, compañero de estu
dios de don Juan, quien quiso es
tar a su lado en tan memorable
fecha, y quien pronunció unas pa
labras que fueron un elogio emo
cionado de don Juan y de sus
años de colegio en Salamanca en
los comienzos del siglo, un home
naje a Don Bosco y a la Congre
gación Salesiana.
CARTA DESDE
MOKAMBO
i
De nuevo nos escribe Sor María Dolores desde su mi
sión del Zaire. Hace algunos meses publicábamos “Los do
lores de Sor Dolores”, un artículo en el que nos contaba sus
penas. Ahora nos manda otra relación de sus actividades, de
sus problemas y urgencias. Es la única misionera española
entre compañeras belgas. Sólo puede hablar en castellano
con Dios...
Queridos amigos: La gran dis*
tancia que nos separa no impide
a mi pensamiento que vuele hacia
vosotros, y.,, aquí os llega alguna
noticia de mi querido MOKAMBO.
Hace casi dos años que las Her
manas llegamos a este lugar per
teneciente al Zaire, en la región de
Shaba —antiguo Katanga— y lí
mite con Zambia.
En el Zaire se habla francés por
ser los belgas sus colonizadores
y en Zambia inglés, pues es colo
nización inglesa. Sin embargo el
idioma indígena es el Kibemba.
Tanto ingleses como belgas acudie
ron en busca de los yacimientos
de cobre, abundante aquí.
La frontera, nacida en la época
colonial, es como una cortina de
acero donde suceden grandes ca
lamidades. La diferencia de vida a
uno y otro lado es enorme; Zambia mucho más avanzada en todo
sentido. Con gran frecuencia la
zona fronteriza es atracción de co
merciantes y gentes, que se acer
can a «apagar su sed». La cerveza
de aquí es más fuerte y más bara
ta; se fabrica con maíz, miel y bas
tante alcohol. Comerciantes, pasa
24
jeros y cerveza, traen malas con
secuencias.
Las mujeres ganan el dinero de
forma muy poco digna. Crecen y
viven en estos ambientes frívolos
y cuando nos las confían ya es
tarde para algunas. Son recelosas,
pero poco a poco se van abriendo
al comprobar cómo las Hermanas
estamos únicamente para ellas, sin
escatimar ningún sacrificio que se
nos presente. Queremos salvar sus
almas y, antes de hablarles en este
sentido procuramos alimentar su
cuerpo y su inteligencia con idea
les más elevados. La poca libertad
que les concede la familia y la tri
bu les proporciona penas y sufri
mientos.
De momento tenemos una Es
cuela - Hogar, donde aprenden a
cortar y coser sus vestidos y los
de sus hijos; aprenden punto y se
aficionan y entusiasman más cuan
do ven que la Hermana ha termi
nado la chaquetita y los zapatitos
para el bebé.
Son muy adictas a tener muchos
hijos. No conocen la juventud,
puesto que a los 13 y 14 años ya
son mamás. Los hijos son la gran
deza de la tribu. Muchas son obli
gadas a casarse aunque ellas no
lo deseen ni conozcan al chico que
les ha sido destinado. El nacimien
to de mellizos es de gran alegría
y si son tres mucho más. Hay tri
bus que se ponen harina en la ca
ra, signo de prosperidad y bailan
noche y día. Si uno de los gemelos
muere, nadie llorará para que el
otro no se entere ni sufra.
Poco a poco van aprendiendo a
leer y escribir. Esto es para que
continuamente nos ejercitemos en
la paciencia. Pero la alegría es in
mensa cuando se sueltan ya en las
primeras letras sin equivocarse.
Tanto la clase de lectura como la
de costura, se desarrollan con un
«fondo musical» infantil: los pe
ques, siempre sobre la espalda de
la madre, lanzan sus notas de llan
to una vez despiertos y otros co
rretean y juegan entre nuestras
piernas.
La vida de la mujer es dura.
A veces se ven con un niño sobre
la espalda, en espera de otro hijo
y un gran peso sobre la cabeza,
hasta 60 kg. de mandioca, maíz,
etcétera.
Sor Dolores en su pequeño taller de costura enseña a coser a estas
chicas.
1.600 y 80 alumnos respectivamen
te. Como hay escasez de locales
no pueden ser recibidos todos los
que quisiéramos, así que muchos
corretean por las calles. Utiliza
mos hasta los lugares más escon
didos; la torre de la Iglesia está
destinada para una clase de 2.*
Enseñanza, en ella están como sar
dinas en lata. Cuando la atmós
fera está cargada» el maestro da
su lección práctica al aire libre, si
estamos en la estación seca, pero
si llueve... aguanta mecha. Como
tampoco abundan los profesores,
tenemos dos turnos: unos reciben
enseñanza por la mañana y otros
por la tarde.
Hemos abierto un dispensario
para las futuras mamás; es lo más
necesario. En ciertas tribus, la ma
dre pasa por mil barbaridades an
tes de que nazca el niño y a éste
se las harán apenas nacido. En los
hospitales es de rigurosa ley no
dejar entrar gente de la familia
del niño, sobre todo los abuelos.
Todo iba sobre ruedas; cuando
el Señor nos mandó la prueba de
tener que volver a Bélgica la Her
mana responsable, pues se encon
traba enferma y así lleva varios
meses. Quiera Dios devolvérnosla
pronto. La escasez de enfermeras
hace que su puesto esté vacante.
Las mujeres ansian su vuelta.
Cuando llega una Hermana a MOKAMBO preguntan: ¿es la enfer
mera?
15.000 habitantes son muchos
y el médico brilla por su ausencia:
es entonces el misionero quien ha
de realizar este cometido sin te
ner conocimiento de todas las en
fermedades ni tampoco medicinas,
porque aquí no llueven del cielo.
Esto causa preocupaciones y fati
gas sin número.
En MOKAMBO tenemos Colegio
mixto de I.* y 2.* Enseñanza con
En la ciase en la que me encuen
tro en estos momentos y en la que
estoy todas las tardes, el techo es
todo una alfombra de grandes oru
gas, que como gotas de agua caen
cada segundo ya en la cabeza ya
en los pies, causando una impre
sión escalofriante. Ellos las miran
y se ríen cuando alguna viene so
bre mí, ¡debo poner una cara...!
Pero en la vida hay que acostum
brarse a todo.
Las religiosas son varias. El Ca
tolicismo es el que tiene más adep
tos. Nosotros sembramos, sembra
mos y, como Dios es el que da el
incremento, un día se recogerá
ubérrimo fruto Damos la mayor
responsabilidad posible a los indí
genas. Una vez éstos estén forma
dos, podrán llegar a mucho más
que nosotras. Somos blancas y
en las circunstancias que nos en
contramos tenemos que trabajar
en reta'’uardia.
El hombre y el deseo de más
corrompen. Quienes más deber tie
nen de mantener el orden se apro
vechan siempre de los más débiles.
Escasea el transporte y la cares
tía en los alimentos es enorme.
Nosotras trabajamos con un gran
interrogante, pero no hacemos ca
so, actuamos como si toda la vida
debiéramos permanecer entre ellos.
Nos consuela el ver de cerca tam
bién como poco a poco se van for
mando pequeñas comunidades cris
tianas y que muchos cogen con
ardor y responsabilidad sus car
gos. Estamos seguras que no es
sólo nuestro trabajo el que cuenta;
después de la Patria hay quien re
za al Dueño de la mies y se sa
crifica; esto se palpa claramente.
Por eso en vuestras oraciones se
guimos confiando.
SOR M.» DOLORES IBARLUCEA
El país se hace cada día más in
dependiente y van quedando mar
ginados los blancos. Todavía son
muy estimados los misioneros,
pues ellos en el fondo comprenden
que aún no están preparados.
¿Por qué saldrán tan oscuras estas
negritas del Zaíre? No creo que se
trate de un negativo fotográfico...
25
NOTAS DE MI DIARIO
Interesantes son estas notas del padre Je
sús Giménez. Su lectura nos mueve a admi
rar ia proeza y ia valentía del misionero que
desenvuelve una formidable actividad sin
miedo a las dificultades de todo género.
Hacemos notar que se firma amigo nues
tro. Gracias, amigo. También nosotros te se
guimos desde estas lejanías.
NOTA INTRODUCTORIA
Empiezo pidiéndoos mil per
dones por no haber contestado
a vuestras tarjetas de Navidad y
por no haberos dado las gracias
por vuestras generosas ofertas
que endulzaron las navidades de
Azimganj. ¿Qué ha pasado? Sen
cillamente, demasiado trabajo. Lo
veréis...
NOVIEMBRE 73 a MARZO 74
Los meses de mayor actividad
en los 24 años de la India... Vi
sitas sin interrupción a los más
de 80 pueblos de la misión. Una
semana en cada pueblo central
y desde allí a los otros. Jeep-ca
rromato cargado con todo lo ne
cesario para vivir, comer, dor
mir y entretener a la gente...
(¿circo ambulante? ¡casi!) Dos
hermanas y el Padre que vienen
a traer el amor de Cristo a los
pobres: instrucción religiosa, cu
ra de enfermos, visita a cada ca
sa de cristianos y paganos, reu
niones con los hombres sobre los
pioblemas de la familia, tierras.
26
bueyes, ruadlo, relaciones <x>n
otras comunidades. Y esto en ca
da pueblo con inmensos frutos
en la respuesta de estas gentes
sencillas a Cristo.
NAVIDAD 73
Los exámenes finales no fue
ron obstáculo para que los niños
y niñas de la misión prepararan
un artístico Belén y una Novena
de Navidad muy devota. En el
Belén había la escena de la Pa
lestina de Jesús y otra represen
tando el mundo de hoy hacia
Cristo en postes de dectricidad,
reactores, rascacielos, trenes eléc
tricos... Ah. los trenes del Be
lén eran casi mejores que los ver
daderos. porque una huelga de
empleados paralizó todo. Como
consecuencia muchos cristianos
de pueblos lejanos no pudieron
venir al centro para la Navidad.
Sin embargo unos 800 fieles ca
minaron de 5 a 20 km. para ve
nir a honrar al Niño Dios... para
ellos hubo teatro. Misa del Ga
llo, té y pan dulce y danzas toda
la noche!
ENERO 74
Regalo de Reyes: 25 chavales
y 25 muchachas para el nuevo
curso... 50 bocas más que ali
mentar! Pero las 25 niñas son
demasiadas niñas para el sitio
que tenemos para acomodarlas:
el convento de las Hermanas, los
árboles y el cielo raso. De modo
que no hay más remedio que pe
dir a los Reyes Magos un nuevo
internado para ellas... y así em
pezamos su construcción el 7 de
enero! Mientras escribo estas lí
neas hemos lib ad o al primer pi
so, pero tenemos que parar por
que no hay ni cemento ni “pas
ta ”... A ver si llegan las dos!
Buenos resultados de los cha
vales en examen público: 7 pri
meras divisiones, 11 s^undas y
1 tercera. No está mal.
Fiesta de San Juan Bosco y
deportes en las dos escuelas de
la misión. El Inspector de escue
las del Distrito que presidió di
jo: “Nunca he visto competicio
nes deportivas tan ordenadas,
perfectamente ejecutadas y un
espíritu competitivo tan grande
Mi enhorabuena a los Salesianos
LA MACARRONCITA
SIMPATICA ANECDOTA DE LOS GUAICAS
El episodio tuvo lugar en las Misiones Salesianas del Alto Orino
co, entre indios gUaicas. Y así nos lo refiere el Misionero.
Era una familia de indios. El marido se llamaba Momapatue.
Pero por la dificultad de pronunciarlo, o simplemente por malicia
humana, un civilizado le puso el nombre de "MACARRON” .
La esposa se llamaba Ximi, pero de la misma manera heredó
el apodo del marido y vino a ser "MACARRONA".
Cuando el matrimonio — que era pagano— tuvo el primer pim
pollo, una hermosa indiecita, se le llamó "MACARRONCITA".
que saben inculcar estas virtu
des en muchachos que hasta ayer
eran hijos de la selva”. Sobran
(.omentarios.
OBRAS SOCIALES
EN MARCHA
— Unas 20 casas en construc
ción que espero bendecir para
Pascua de Resurrección. Más de
talles en el próximo diario.
— Una media de 120 enfer
mos atendidos en el dispensario ..
hay huelga de doctores y lodos
vienen a nosotros. Las Herma
nas trabajan día y noche!
— Banco de arroz: son mu
chos los que han depositado su
arroz en la misión para poder
lecibirlo luego en tiempo de es
casez.
Y acabo con un saludo afec
tuoso y una oración. Vuestro
amigo:
Pero el descontento del papá, el indio Macarrón, fue muy gran
de. Pegó a la mujer por dar a luz a la hembrita, cuando él quería
un varoncito. Y en sus instintos primitivos, a toda costa, quería
matar a la niña.
Y aquí empieza la lucha de la barbarie contra la caridad. Las
Hijas de María Auxiliadora — que no pueden f^ ta r al lado de los
Misioneros— , se opusieron. Y audazmente le arrancaron de sus
manos a la Macarroncita, asegurándole que la mamá y ellas mismas
la cuidarían.
Las Hermanas le decían a Macarrón que, tal vez, Dios te man
daría más tarde un varoncito, y así consintió en que la niña queda
ra en la Misión. Pero la niña, enfermita, apenas vivió tres años.
Un día fue bautizada y, después, voló al cielo.
Llegó el segundo alumbramiento y otra macarroncita vio la luz.
Y de nuevo estalló la lucha entre el bárbaro papó y las caritativas
Hermanas que, por fin, también logran Internar a la criatura en la
Misión.
Pasa dos años en la misión y la Providencia vela por ella.
Porque un día llega un matrimonio italiano en viaje turístico y se
quedan encantados de la indiecita. Es más, ante una alusión de
las Hermanas, deciden adoptarla. El matrimonio, muy cristiano,
accede, y la macarroncita N°. 2, después de ser bautizada, empren
de viaje a Italia.
Las fotografías que llegan de la bella Italia presentan a la
hijita de la selva con sus lineamier'tos típicos, pero transformada
por ia educación y el buen trato Cuando el papá ve las fotos, no se
cansa de mirarlas y se siente satisfecho y orgulloso de ser su papá.
Cuando poco después nace la tercera macarroncita, papá Ma
carrón la mira y la besa, y ya no maltrata a su esposa.
Papá Macarrón y su mujer hacen frecuentes visitas a la Misión
y se sienten felices con su tercera macarroncita. Cuando la bauti
zaron le pusieron el nombre de María Victoria.
El papá, aupando a su María, le dice:
JESUS GIMENEZ
Catholic Qiurch
AZIMGANJ P. O.
Murshidadad Dist.
W . BENGAL - INDIA
— "Mira, tu hermaníta. Tú también ser linda y guapa como ella,
tú ser cristiana como ella” .
La caridad ha vencido a la barbarie. ¿Quién puede asegurar
que la familia Macarrón no sea el principio
nes?
^
^ 4/
21
miento igual que la hará más sa
brosa.
COO t^ EHA C iOX
Salmsiana y
T ercer M u n d o
Con frecuencia muchos de nues
tros lectores de esta página del
«Boletín Salesiano», al enviar su
ayuda para los niños o enfermos
a los que nuestra campaña inten
ta aliviar su hambre o sus dolores,
aluden a la alegría que sienten
cuando dan a su sentimiento de no
poder dar más.
Creo sinceramente que esas pa
labras reflejan un estado de ánimo
producido por el amor que va en
trando en sus almas hacia los po
bres. Amor que es de lo más evan
gélico, de lo más puro y, al mismo
tiempo, de lo más humano y divi
no que se pueda poseer.
Por ello os invito a que cual
quier donativo, pequeño o grande,
que podáis enviar lo hagáis pen
sando en hacer algo hermoso para
Dios, porque dáis de comer a Cris
to hambriento y vestís a Cristo
desnudo. Cristo tiene hambre, hoy,
en los miles de negritos del pa
dre Bohnen de Haití; tienen ham
bre de amor y de cuidados en
nuestros leprosos de Vyasarpadi.
Cristo espera trabajo, educación,
y casa en Timor, en Corumbá, en
Umsolhait, entre los Makús y los
Bhoi. Pensad en eso. porque Cris
to os ofrece a todos vosotros una
ocasión de ser discípulos suyos
cuando os pone delante un pobre,
un niño, un leproso, un indio al
que socorrer.
Y os diría algo más. Cuando en
viáis vuestro óbolo sonreíd, acom
pañadlo con una sonrisa, con un
acto de a m o r ; revestid vuestra
compasión con la luz de la alegría:
dad alegremente, aunque nadie os
vea, aunque estéis solos, porque el
Señor hará vuestra ayuda, impreg
nada de ese amor, de esa sonri
sa, encienda en los pobres, que la
reciban, otra sonrisa, otro senti
28
Y ahora leed esta página que
os manda el padre Bohnen, desde
Haití, con la aseveración de que
todos sus chiquillos rezan por sus
bienhechores españoles. Es un ne
grito que nos cuenta su pequeña
historia, mejor diríamos su trage
dia, que no es pequeña:
«Tengo siete años. Un hermano
mayor que yo, otro más pequeño
y dos hermanitas.
HAGAMOS
ALGO
HERMOSO
PARA DIOS
Hace dos años mi padre cayó
enfermo. Estaba cubierto de lla
gas de pies a cabeza y fue inter
nado en el hospital público. Yo
iba a verlo todos los días con mi
madre para llevarle la comida,
pues la familia tiene que llevar la
comida a cada enfermo.
Pero mi madre cayó enferma
también. Esperaba un niño, pero
no salió bien. El niño murió. Yo
entonces tenía que ir a dos hos
pitales. Iba con mi hermano ma
yor y cada uno llevaba un poco
de comida.
A nuestro padre no le dijimos
nada de que madre estaba en
ferma y de que había muerto el
niño.
Esto duró algunas semanas. Pa
pá se puso más grave, pero no le
dijimos nada a mamá. Mamá mu
rió la primera y luego papá sin
saber que mamá había muerto. So
mos cuatro huérfanos.
El padre Bohnen me admitió en
la escuela. ¿Sabéis con quien vivo
ahora? Pues con una señora que
desde hace treinta años prepara la
comida en la cantina del padre
Bohnen. Tiene setenta años y tra
baja todos los días. Por la tarde
volvemos juntos a casa y por la
mañana salimos juntos para la es
cuela.
A veces vamos al cementerio.
Ella reza por su esposo y yo por
mis padres. Yo estudio todo lo que
puedo en la escuela; así mi tía
está orgullosa y el padre contento.
Y yo también».
Esta es la pequeña historia que
el padre Bohnen os envía como pa
ra deciros que es una entre tan
tas. Cada uno de sus niños podría
contarnos su hambre, su miseria
en una choza en la que apenas
caben, con unos padres sin tra
bajo.
Vive en nuestros días una mujer
excepcional, madre Teresa de la
India, cuyas hermanas trabajan en
nuestra leprosería de Vyasarpadi,
que dice: «Nuestros moribundos
abandonados, nuestros leprosos,
nuestros niños desasistidos, para
líticos, tienen necesidad de amor,
de compasión, de calor humano».
«No nos limitamos a dar dinero.
El dinero no basta. Ellos tienen
necesidad de que nuestras manos
les presten servicio, de que nues
tros c o r a z o n e s les ofrezcan
amor...»
Pues bien, ya que vosotros per
sonalmente no podéis hacerlo, dad
alegremente, como os decía antes:
las manos del padre Bohnen, del
padre Saksida, del padre Casasnovas, del padre Pernía servirán en
vuestro nombre y sus mejores son
risas lucirán en lugar de las vues
tras. Ayudad, no os canséis de ayu
dar; con lo que os sobra, con lo
que el Señor os inspire, con lo que
vuestros sacrificios generosos pue
dan aportar.
Dar limosna a los pobrecitos de
Cri.sto es hacer algo hermoso para
Dios.
Javier Rubio
DONATIVOS RECIBIDOS
HASTA FINALES DE JUNIO
Este que veis de espaldas, en mangas de camisa, con una mano sobre
la cabeza de un sonriente negrito, es el padre Bohnen, tan traido y
llevado en estas páginas. El escenario es un lugar habüual para sus
ojos: una calle del suburbio de Puerto Príncipe, en el que pululan
miles de chiquillos con mucha hambre y sin escuela. Hace más de
treinta años, porque el padre Bohnen no es tan joven como aparenta
en la foto, vio los cientos y cientos de niños vagabundos y, como
otro Don Sosco, pensó que no podría vivir si no hacía algo por ellos.
Dos cosas urgían para salvar aquellos chicos; comida y escuela. Pen
só primero en la comida. Cuando llega el verano, se va a Estados
Unidos, a pedir limosna para sus negritos. Vuelve por septiembre. Em
pezó asegurando unos cazos de arroz con alubias calientes para unos
centenares. A los pocos años los calderos de la cocina del Padre se
aumentaron: se aumentaron los fogones; los chicos pasaron de mil.
Más calderos, más fogones, más cocineras. Miles de chiquillos. En
tonces los fuegos se encendieron dos, tres veces cada dta. El padre
Bohnen veia el milagro. Cuando hace tres años les cooperadores
empezaron a ayudarle, los platos que se llenaban a diario eran cua
tro mil; hoy son cinco mil. Da gusto ayudar a un hombre que invierte
hasta el último céntimo, que le llega, en dar de comer y en enseñar,
esto fue lo segundo que hizo, a tantos níñes que no tienen otra es
peranza de comer y saber, que la que les llega a través del salesiano.
Más de ciento cincuenta de esos negritos es'.án apadrinados por lec
tores del Boletín Salesiano, que han aportado las 3.000 pesetas con
las que el padre Bohnen estima que puede asegurar a uno la comida
durante un año escolar; atmque en sus últimas cartas habla ya Umidamente de la subida mundial de los precios que no respeta, antes
muerde con mayor saña, al que vive de la caridad ajena.
Jo sé Calle, M aximino Rodríquoz, Ma
ría E riales, J u liá n C arrera, A. M artin.
R osa Gallén, J u a n Comllla, P ila r Vclasco, L au re an a R odríguez. M a r í a
A gustina Medina. Jo sé A. M artin. Ca
silda H ioja, Miguel H errero, Antonio
Amor, Podro P asarols, Cooperadorc.s
de G uadalajara. Cooperadores P P . Snlesianos de M adrid, Manuel Muñoz.
Consuelo de la Torro. Jo sé M aría Aju
bila, M áximo Gómez. Em ilio B ujeda.
E m ilia Valero, Jo sé A. L orés, Grupo
Ju v e n tu d M isionera de Medina, E ncar
nación H erreros. P lorino C arril, A nto
nio Arm elles, P rad o Pascual, Orlando
González, Manuel A rias, Nieves Picher.
B au tista del Olmo, L uisa A randa, Araceli Fernández, Cooperadores de O ren
se. M aría Jo sé L auda. E . Pérez. Ca
talina R iudaets, Manuel León, Soledad
Francisco, M aría P ila r González, R a
faela Rivas, B asilio L um breras, Anto
nio Sánchez, R osario Soriano, Carm en
P iq u eras, M aruja Conde, Cosme Ro
bredo, J u a n Pérez, Sres. de Cruz, Ma
ría P . Domínguez, Manuel Fernández.
F a u stin a Navas, Miguel Ram is, F ra n
cisco Díaz, M aría Dolores R odríguez.
J . E ncinas, A ureliano R odríguez, An
tonio López, Francisco Faraco, M aría
Ayuso, J u lia Acea, J u lita Caorretero,
Miguel Calleja, Ju a n Díaz. Miguel T o
rrecilla, D orotea Celaizábal, M onserrat
V arcárcel, E duardo Salcedo, Antonia
Medina, F ran cisca G arcía, R osario Bas,
J . J . A paricio, Cooperadores de Plaza
Castilla. E . Cacho, Antonio Fernández.
C. P . C astañeda, T om ás Calvo, Delfín
L lam as. N ati S antidrián, Ana María
Curado, F rancisco A rango, E pifanía
A guado, C ooperadores de L inares, Sres.
de Alonso, Vda. de Puyuelo, L uis Sán
chez, C. A urelia, V icente M ingarro.
L eonisa M artínez, F rancisca Bellver.
Jo sefin a Ju liá, P a tric ia. L oli y José,
Consuelo V illar. Celestina Alonso. J o
sé M aría Pérez, Rosa Paño. Clcm entina
de Vega. P ila r G arcía, Carm en Gon
zález ,B. M anacrgas, F rancisca C ar
dona. Santiago Cladcllas, E steban A-i
calá. Gonzalo M artín. D ora Molinero.
F am ilia Codcsal, Cooperadores de Allariz. C ooperadores de E strecho, P ilar
T orreaano, Am paro Menéndez, P ilar
Boxó, Alfonso López, V íctor Compañón.
C ooperadores de Córdoba. Adelaida
B ernal, Ju a n a S anm artín, L ola del
Campo, F am ilia Badía, M aría Concep
ción L ázaro, V ictoriano Velaaco. José
-Martin Crespo,, M aría Melián, M arce
lino Díaz. Sra. Faino, P ila r Sánchez
y herm ana, T eresa S antiago, M aría
A ndresa Edeso. M aría de la L astra .
M aría Costa, Rem edios Pérez, Peppy
de P aúl. M aría González, Inocencia
G arcía, M ercedes D oblás. E sclavita Ro
dríguez. Dolores Gorostiza, Jerónim o
F ernández, D olores Dom ínguez. Vda.
de Pacheco, A ntonia V ilagcliú, Mer
cedes Roig, M arcelo E squíus. José
Baró. G uadalupe L ázaro, P ila r Pellejá.
Angel López, R osa Casellas. Miguel
Aller. M a n a Carm en de Sánchez. Vic
to ria y Gema Diez. Isa ac Bonnín. Ma
ría Carm en T am arít. C andelaria R a
mírez. A urelia Rom án. Mateo F e rn á n
dez. M. A. Palazuelos. Manuel Baz.
Jo sefa Santos. Jo sé del Rivero. M aría
V alentina Vicente, Jo sé M ontes, Ma
ría Am paro H errero. M aría Angeles
Marcos. F em an d o Amado, Manuel Neva. C. de A m unátegui. E ugenia J i
ménez. C lara M artín. Sres. de Olaz.
MANDE SUS DONATIVOS A
Cooperación Salesíana
y Tercer Mundo
Alcalá, 164 • Madrid <28.
29
NUESTRA
GRATITUD
A
MARIA
AUXILIADORA
Y
A
SAN JUAN
BOSCO
Madrid.— Hago público mí agra
decimiento a María Auxiliadora por
haberme concedido salir bien de
una operación grave y envío una
limosna. Honorino Martínez.
La Línea de la Concepción.— Doy
gracias a María Auxiliadora por una
gracia recibida y envío un dona
tivo. Maria Monteverde.
Madrid.—Por haber salido bien
de una operación doy gracias a Ma.
ría Auxiliadora y envió una limos
na para los leprosos de Vyasarpadi.
Carmen Jarabo.
Madrid.—Agradezco a Maria Auxi
liadora y a doña Dorotea y envío
un donativo por un favor particu
lar en espera de que salga todo
bien y sin probiemas. M. D. R. A.
Posadas.— Por haber salido bien
de una operación quimrgica, doy
gracias a Maria Auxiliadora y en
vío un donativo. Josefa Benavldes.
30
San Vicente deis Horts.— Mi hijo
de diez meses, José María, sufrió
varios resfriados seguidos con pé
simas consecuencias. Asustada, an
te su precaria salud, acudí a María
Auxiliadora prometiéndole publicar
la gracia. Hoy cumplo mi promesa
y envío una limosna para dos mi
sas de agradecimiento.
Bustilio del Páramo (León).— Es
tando gravemente enferma recurrí
a María Auxiliadora implorando su
protección. Hoy me encuentro res
tablecida. Doy gracias y envío una
limosna. Benedicta de Juan Franco.
Madrid.— Doy gracias por el feliz
éxito de una operación quirúrgica
de mi hijo. Una cooperadora salesiana.
Alcoy.— Hago público mi agrade
cimiento a María Auxiliadora y en
vío una limosna prometida por ha
ber dado a luz felizmente a mi hija
después de un difícil embarazo. Ma
ría J. Panlagua.
Caspe.— Estando mi padre muy
grave, acudí a María Auxiliadora
pidiendo su protección. Hoy le doy
gracias públicamente por el favor
alcanzado y envío una limosna.
R. T.
Arévalo (Avila).— Doy las más
rendidas gracias a María Auxiliado
ra por haber recobrado la salud.
Hace unos meses comencé a su
frir una afección muy preocupante,
que los médicos en principio tar
daron en diagnosticar acertadamen
te. Yo puse toda mi confianza en
María Auxiliadora y hoy estoy com
pletamente curada.
En agradecimiento envió una li
mosna para las Vocaciones del Se
minario Salesiano de Arévalo y de
seo publiquen la gracia en el Bo
letín. Una devota.
Valencia.— El nacimiento de un
nietecito mío se vio complicado in
esperadamente por signos eviden
tes de asfixia siendo trasladado
con la urgencia que e! caso re
gula, al Hospital de Niños. Por es
pacio de cinco días, el médico es
pecialista no daba esperanza algu
na que la criatura saliera con vida
de esta situación y ante tal pesi
mismo decidí elevar mi angustiosa
súplica a María Auxiliadora para
que mediara en su favor.
Como el niño está fuera de pe
ligro gracias a su intercesión, cum
plo la promesa de enviar una li
mosna con ruego de publicación de
la gracia. M. G.
DON BOSCO ME SANO
San Felipe (Chile).— Luis Peña
Quezada, niño de once años esta
ba jugando con sus compañeros en
la Plaza de San Felipe, Chile. De
repente un camión bencinero viró
bruscamente en la esquina de una
calle y se abalanzó violentamente
sobre el grupo de niños jugueto
nes. Los niños, viendo el peligro,
se dispersaron donde pudieron. Luchito no alcanzó a huir. Le atrapó
una rueda del camión, lo tiró al
suelo y apretó su pierna derecha
contra la solera tan desafortunada
mente que le quebró los huesos,
destrozó el cuerpo hasta la cadera
y llenó de barro las heridas.
En este lastimero estado fue lle
vado el niño al hospital de San Ca
milo. Los médicos después de pro
digarle la primera curación decla
raron que su estado era grave. Pa
sados algunos días la pierna em
pezó a hincharse, a supurar y a
ponerse morada, señal inequívoca
de la aparición de la gangrena.
Los médicos comenzaron a prepa
rar a los padres del niño y les
anunciaron el inminente peligro de
la gangrena y que probablemente
sería inevitable la amputación de
la pierna. Desesperados los padres
suplicaban a Dios por la salvación
de su hijo.
Aquel día, casualmente, fui a vi
sitar a la familia Eulogio Caballe
ro Magna que vivía en San Felipe,
en cuya casa me había hospedado
durante la misión que prediqué en
aquella ciudad. El dueño de ia casa
me narró el doloroso accidente, arri
ba despacito, y agregó: “ He leído
la vida de Don Bosco que usted me
regaló y me emocioné hasta las lá
grimas. iCómo Don Bosco amaba
a los niños y cómo se sacrificaba
por ellos! Padre Simón, vayamos al
hospital y déle usted a Luchíto la
bendición de San Juan Bosco. Es
toy seguro que San Juan Bosco lo
sanará” . — En seguida nos dirigi
mos al hospital. El niño estaba tran.
quilo y sonriente, a pesar del su
frimiento, porque no quería afligir
a nadie. Lo saludé amablemente,
le dirigí algunas palabras y le en
tregué la vida del santo y su retra-
to; luego recé con él el Ave María
y le impartí la bendición de Don
Bosco. El niño reaccionó vivamen
te y dijo: “Ahora, sí, que voy a sa
nar” .
Desde aquel momento, con admi
ración de los médicos, el enfermo
comenzó a mejorar notablemente.
Poco a poco iba disminuyendo la
hinchazón, desapareció la supura
ción, pasó el peligro de la gan
grena y los huesos se unieron en
forma perfecta. Actualmente corre,
salta y no se nota en él ni señal de
accidente. — Algunos le preguntan;
“ Luchlto ¿quién te sanó? — ¿Quién
me sanó? Don Bosco me sanó".
—Ahora cultiva gran devoción a
San Juan Bosco y con sentimiento
de gratitud conserva el retrato de
su benefactor.
He aquí, como Don Bosco desde
el cielo protege a los niños que
tanto amaba en vida.
SIMON WOJCICKI L., S. D. B.
Misionero
Santiago de Chile, 30 de mayo
de 1974.
A
DAN GRACIAS
POR FAVORES RECIBIDOS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
María Monteverde, de La Linea
de la Concepción; Rosa Obrador, de
Barcelona, por un gran favor; Ma
nuel, Avelina e hijos, de Hospltalet
(Barcelona), por tres favores reci
bidos; Carmen Fernández, de Llaranes-Avilés (Asturias); Aurora Ro
dríguez, de Allariz (Orense); J. M.
O., de Bilbao; Lola y Amparo Barrientos, de Torres del Carrizal (Za
mora); Dolores Sánchez, de Sala
manca; Juani B. M . de Salamanca;
C. V., de Gerona; Mariela R. de
Sossa, de Panamá (Rep. de Pana
má); Evidelia Vidal, de Panamá (Re
pública de Panamá), por la cura
ción de su nieto; Dolores Martínez
Ruiz, de La Palma del Condado
(Huelva); Ana María Fernández, de
la Universidad Laboral de Sevilla;
Q. P. L., de Aguilas; Josefa Avellá,
de El Puerto de Santa María (Cá
diz); Valentina González, de Za
mora.
ESTABA DESAHUCIADA
Una hermana nuestra de veinti
siete años, al llegarle el momento
del parto estuvo a las puertas de
! la muerte. El doctor, d ít^ to r de la
clínica, al constatar que la medi
cina ya no podía hacer nada, nos
aconsejó que nos la lleváramos a
casa.
La enferma estaba en coma, y en
estado gravísimo. En la desespe
ración del dolor, en vez de llevarla
a casa, pensamos trasladarla a
otro hospital. También allí los mé
dicos, después de hacer todo lo
posible, nos dijeron que dejaban a
la enferma en las manos de Dios.
Una sobrina nuestra, Hija de Ma
ría Auxiliadora, nos aconsejó que
la encomendáramos a María Auxi
liadora y a Santo Domingo Savio,
poniéndole el escapulario del san
to. A nosotras se unió toda la co
munidad de las Hermanas a que
pertenecía mi sobrina. La enferma
empezó a mejorar de repente. Han
pasado varios meses y ahora pode
mos decir que mi hermana está
perfectamente de salud. Hermanas
Nicosia, de Lentlni (Italia).
CUANDO LA CRITURA CAMINE...
Bergamo (Italia).— Me encontraba
muy mal y temía mucho por encon
trarme embarazada. Había perdido
ya a mi primer hijo. Mi miedo se
hizo realidad porque el ginecólo
go me dijo que tampoco había ya
esperanza. Quedé en mi casa ha
ciendo reposo, pero a los diez días
tuve que ser llevada al hospital, a
causa de una repentina hemorragia.
Hubo un rayo de esperanza al
aconsejarme que estuviera en cama
durante el período de gestación.
Me encontraba deshecha, pues en
mi casa era necesario el trabajo.
Llegó una buena ancianita y, en
terada de mi estado, me proporcio
nó el escapulario de Santo Domin
go Savio y nos indujo a encomen
damos al santo. Lo hice de buen
grado. He sentido su ayuda. El em
barazo fue difícil y doloroso, pero
hasta pude seguir trabajando.
AI firí nació Cristina, sólo con
ocho días de anticipación; pero una
niña preciosa y diminuía, llena de
vivacidad. Los primeros meses fue
ron difíciles para ía criatura. Hubo
que llevarla al hospital y hasta rK>s
angustiaron ante la posibilidad de
perdería. El Señor nos la salvó y
hoy es la alegría de nuestra casa.
Cuando la criatura camine por su
cuenta iremos a hacer una visita
ai altar de nuestro Bienhechor. Marbarita Duci.
31
FUERON A LA CASA DEL PADRE
Reverendo don José Maria Ense
ña! t En Barcelona a los sesenta y
tres años de edad, siendo Rector
del Ten>plo del TIbIdabo. Durante
cuarenta y seis años ha dedicado
su vida a la formación de los jó
venes. Fue ordenado sacerdote satesiano en 1947. Trabajó como di
rector de los Colegios de Pamplo
na, Sarriá, Ana Mundet y Tibidabo.
"Una palabra paradójica —escribe
su Inspector— podría resumir su
vida: Se desvivió en el trabajo de
maestro, en la exhortación espiri
tual a religiosos y jóvenes, en la
animación de grandes empresas co
mo la adoración perpetua, jornadas
en honor del Sagrado Corazón de
Jesús, en la promoción vocaclonal..."
Las exequias tuvieron lugar en el
Tibidabo, con la asistencia de nu
merosos salesianos. Hijas de María
Auxiliadora, Cooperadores, amigos,
y la de Monseñor Daumal, Obispo
Auxiliar de Barcelona.
Don Angel Peñalba de Perosanz
t en Barcelona a la edad de cin
cuenta años. Era antiguo alumno
salesiano y hermano de un sacer
32
dote. En su familia se apreciaba de
verdad la obra salesiana y era muy
devoto de María Auxiliadora.
Doña Felisa Glaria Urzaingui f sn
Tarrasa (Barcelona) el 8 de junio
de 1974 a los setenta y nueve años
de edad. Fue madre del sacerdote
salesiano don José Luis Iguacen,
de la Inspectoría de Barcelona, y
otro es escolapio, residente en el
ICCE de Madrid. Leía con ilusión
el “ Boletín Salesiano" y la revista
"Tibidabo". Solía exclamar: “ Nin
gún día se me olvida de rezar a
María Auxiliadora, San Juan Bosco
y San José de Calasanz” . Todos
cuantos la conocieron son unánimes
en destacar en ella: su sencillez.
El funeral, presidido por sus dos
hijos sacerdotes, estuvo también
acompañado en el altar por ios Pro
vinciales Salesiano y Escolapio de
Barcelona, con asistencia de gran
número de hermanos de ambas
Congregaciones religiosas, famiiiares y amistades.
Reverendo don Felipe Diez Fer.
nóndez t en Madrid el 22 de febre
ro de 1974, a los setenta y cinco
años de edad y cuarenta y seis de
sacerdocio. Había nacido en Los
Tremelios (Burgos) el 26 de mayo
de 1698, de padres piadosos: Ri
cardo, maestro de escuela, e Isa
bel. “ Dios que quería salesiano"
—escribe él mismo— . Y así comen
zó sus estudios de Latín, hizo el
noviciado y fue ordenado sacer
dote en Campello en 1927. Trabajó
en los colegios salesianos de Ali
cante, Valencia, Barcelona. Allí le
sorprendió la guerra civil. "El día
30 de enero — escribía— seré lle
vado al frente. Espero que la pro
tección de María Auxiliadora, San
Juan Bosco y las oraciones de mis
superiores y hermanos puedan li
brarme de la muerte. Pero si Dios
me llama y llega a vosotros la no
ticia de haber muerto por nuestra
santa religión, alegraos porque és
te es el más alto honor con que
puede distinguir a sus elegidos". En
los años de la posguerra trabajó
en Pamplona, en el colegio de La
Paloma y en el de Ferroviarios de
Madrid, donde estuvo los últimos
dieciocho años de su vida, siempre
a disposición de todos en el con
fesonario.
Juzgaba los acontecimientos y
las cosas con mentalidad religiosa.
Intentó ser siempre fiel a Don Bos
co. Leía continuamente sus Memo
rias Biográficas. Toda su vida ha
sido una respuesta a la llamada de
Dios. Don Felipe — escribe su di
rector— fue un hombre bueno, corv
secuente de las ideas, que intentó
fueran siempre evangélicas, religio
sas y salesianas” .
Don Gumersindo Bireben t en
San Sebastián el 18 de enero de
1974 a ios ochenta y ocho años de
edad, después de varios meses de
dolorosa enfermedad soportada con
total entrega a la voluntad de Dios
y confortado con los auxilios espi
rituales.
Le había unido una fraternal
amistad a la familia ZaragüetaEguía, pionera eficiente de las
obras salesianas de Guipúzcoa. El
contacto con los señores Zaragúeta
le hizo adquirir admiración y cari
ño hacia las obras de San Juan
Bosco, a las que colaboró afecti
va y efectivamente con su óbolo
generoso.
r
OBRA VO CACIO NAL
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca
ciones salesianas, los Cooperadores Salesíanos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA
ZON, instituida con la aprobación del Papa León
XIII por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua
mente en (a basílica del Sagrado Corazón de
Roma, 6 misas a intención de cuantos se ins
criben en ella.
[NSCRiPCION:
1. — Fhjede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2. — La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, ipor una sola vez, de una
limosna equivalente ai estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3. — La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari
dad al enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a:
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Alcalá, 164.—MADRID • 28
Cuadernos de Pedagogía Catequística
Una colección de acüjalidad catequética. Libros
no sólo útiles, sino necesarios para los educa
dores de la fe que deseen tener al día su biblio
teca catequística. Iluminan el sentido de la
catequesis y ofrecen una mentalidad nueva ante
la problemática actual y ante el mensaje cris
tiano y su transmisión.
1. —E. Alberích: Orientaciones actuales de la
Catequesis.
2. —E. Alberích: Naturaleza y enfoques de una
Catequesis moderna.
3. —J. Gevaert; Antropología y Catequesis.
NOVEDAD
4.
—J. Milanesí: Psicología de la Religión.
5.
—J. Mílanest: Sociología de la Religión.
Colección «HUELLAS»
*
Rápidas biografías de personajes de la
Familia Salesiana.
■* Folletos de 32 páginas en un estilo ágil
y nervioso. Se leen en breves minutos,
mientras se viaja en metro, en autobús.
PUBLICADOS
1. — Basilio Bustillo.— «Un poema de amor».
(Don Bosco).
2. — Rafael Alfaro.— «A medias con Don
Bosco». (Don R úa).
3. — Jesús Pablos.— «La mujer fuerte».
(María Mazzarello).
4. — Rafael Alfaro.— «Testimonio Sellado».
(Jaime O rtiz).
5. — Basilio Bustillo.— «La Madre de Don
Bosco». (M argarita).
6. — Basilio Bustillo.— «Domingo».
(Un muchacho santo).
PEDIDOS.— Alcalá. 164.— MADRID - 28
E d u cac ió n
para
el A M O R
Ya han aaUJo cuatro temas de esta colección Indispensa
ble. moderna y audaz para su educación Integrada de los
adolescentes, a nivel biológico, psicológico, socio-cultural
y cristiano.
TEMA 0.—EL PROBLEMA: Planteamiento a tra
vés de un hecho concreto (40 diapositivas).
TEMA 1.— EL MIEDO A LA LIBERTAD (Represión
sexual y apertura a una sana liberación). 120
diapositivas.
TEMA 2.—SEXUALIDAD Y AMOR (El sexo es
una realidad Integradora, creadora, dinámica,
comunicativa y trascendente). 80 diapositivas.
TEMA 3.— LA BISEXUALIDAD (Diferencias ana
tómicas y psicológicas entre el hombre y la
mujer). 120 diapositivas.
NOVEDAD:
TEMA 4.—EL CUERPO. INSTRUMENTO DE CO
MUNICACION (La blsexualídad al servicio
del encuentro interpersonal).
TEMA 5.— HACIA UNA SEXUALIDAD SANA
(Identificación sexual: desviaciones sexuales;
elementos de una sana sexualidad).
(En prreparacíón).
TEMA 6.— DESARROLLO DEL IMPULSO SEXUAL
(Etapas: la infancia y la pubertad desde el
punto de vista fisiológico y psicológico).
(En |M«paraalón).
PEDIDOS.—Central Catequística Salesiana.
Alcalá. 164.—MADRID - 28.
—LA MADUREZ SEXUAL Y AFECTIVA
'amento, etapas y rasgos de madurez).
ón).
Colección «HUELLAS»
í:' Rápidas biografías de
personajes de la Familia Salesiana^.,
MSILIOBUSTILLO
¥ Folletos de 52 página- e '
un estilo ágil y nervioso. Se k n
en breves minutos, mientras
se viaja en metro, en autobús...
t ít u l o s
p u b l ic a d o s
1.—Basilio Bustilio.—«Un poema de amor»
(Don Bosco).
2.<—Rafael Alfaro.—«A medias con Don Bosco».
(Beato Miguel Rua)^
3.—Jesús Pablos.—«La mujer fuerte».'!
(María Mazzarelio).
4.—Rafael Alfaro.—«Testimonio sellado».
(Jaime Ortiz>r
5.—Basilio Bustilio.— «La madre de Don Bo$co>_
(Margaríta).
6.—Basilio Bustilio.—«Domingo».
(Un muchacho santo].
PEDIDOS.— Alcalá. 164.— MADRID ■ 28
PRECIOS: 15 pesetas.