BS_1975_02.pdf

Medios

extracted text
REVIS'
DE LA FAMILI
SALESIAI
FEBRERO 19

^eníenario
í^iones Salesianas

Ouléfi sabe... A lo mejor con esa cara de pillln y todo, Juanito estaré en vías de convertirse en un buen chico

EL BUEN LADRON
M is queridos amigos Juanito y
Mari:
Tengo aquí vuestras cartas y me
dispongo a contestaros. Me decís
que la conversión es un cuento chi­
no, aunque Mari me hace ver su
posibilidad y me pone por ejemplo
el del buen Ladrón, que fue muy
listo y pudo convertirse al final de
la vida, cuando tenía a su lado a
Jesús en la cruz.
Eso de convertirse si final de la
vida parece a Mari una cosa muy
bonita. Pero yo os pregunto: ¿Qué
es mejor, ser bueno toda la vida
o ser sólo bueno el último minuto?
Juanito sonreirá con malicia para
decirme que «según lo que entien­
da por ser bueno...
Claro, hombre, ser bueno quiere
decir pues «ser amigo de Dios y
de los hombres", ¿no os parece?
Conque ya veis lo que quiere de­
cir conversión, guardar buena amis­
tad con Dios y con los hombres.
Cuando esta amistad se pierde, no
hay más remedio que volver a bus­
carla.
A propósito del buen Ladrón, mi­
rad lo que le pasó un día a Don
Bosco. Una vez Iba el santo solo
por el campo. De repente vio en
la lejanía del camino a un joven
sentado junto a la cuneta, al que
se iba acercando. Cuando se le
aproximó, el joven saltó al cura
desconocido para pedirle unas mo­
nedas.
—Ten paciencia, le dijo Don Sos­
co mientras intentaba saber quién
era.
— |No hay paciencia que valga!,
o me da el dinero que lleva o acabo
con usted...

Un mal golpe en aquella soledad
hubiera terminado con la vida de
Don Bosco. Pero el santo logró re­
conocer al joven a pesar del dis­
fraz que llevaba. Lo había confe­
sado más de una vez en la cárcel
de Turín y hasta hizo que saliera
de la «chirola» con una recomen­
dación suya...
El mozalbete, en cambio, no lo
había reconocido. Se encontraba
nervioso. La emoción le nublaba la
vista y le aceleraba el corazón. Al
reconocerlo, Don Bosco exclamó:

DON

BOSCO

Una página para los niños
— Pero, ¿qué es lo que veo? ¡Am
tonio!. ¿cómo te dedicas a este
oficio?
El joven, al sentirse reconocido
sintió un escalofrío que lo dejó pa­
ralizado de pies a cabeza. El santo
continuó:
— ¿Asi es como cumples las
promesas que me hiciste no hace
muchos dias, allí, ¡unto a S. Agustin...? ¿No me dijiste que ya no
te dedicarías al robo?
— Tiene razón. Don Bosco. dijo
el valiente con la cabeza baja. Es
que... Mire usted... la necesidad
me ha obligado... Me da mucha
vergüenza volver a mi casa, a mi
pueblo después de haber estado en
la cárcel... Todos me llamarían la­
drón... ¡Perdóneme, Don Bosco! Yo
no sabía que se trataba.de usted...
— Yo te perdono: pero tú sabes
que eso no es suficiente. Necesi­
tas cambiar de vida, de otra ma­
nera. terminarás mal.

— Sí, Don Bosco, cambiaré de vi­
da se lo prometo.
—Tampoco es suficiente. Es ne­
cesario empezar ahora mismo. De­
bes confesarte.
— Pues bien, me confesaré.
— ¿Cuándo?
— Cuando Vd. quiera. Pero ahora
no estoy preparado.
—No te preocupes. Ahora mismo
te preparo yo. Lo importante es pe­
dir perdón al Señor y prometerle
de verdad no ofenderle más.
Don Bosco se sentó en el tronco
de un árbol. El joven a sus pies
sollozaba y le prometía al santo
cambiar de vida.
La historia nos dice que Don Bos­
co le buscó un empleo y que desde
entonces llevó una vida ejemplar
llegando a ser un buen cristiano y
un excelente padre de familia.
También Antonio fue otro buen
ladrón, ¿no os parece? Si no se
hubiera convertido, ¿qué hubiera si­
do de él? Por dicha se encontró con
un santo que supo influir con su
bondad.
Con esto no creo que tenga ma­
yor necesidad de explicaros lo que
es la conversión. Sólo quiero de­
ciros que. por ser Año Santo, el
Papa quiere que todos nos convir­
tamos a Dios de verdad. Y creo que
todos podemos convertirnos un po­
co cada dia. Hoy ser un poco más
buenos que ayer y menos que ma­
ñana...
Claro que. para convertirnos, no
es preciso que seamos ladrones...
Un abrazo muy fuerte de vuestro
amigo.
PADRE RAFAEL

A L O S C IE N A A O S
Revista da la Obra da Don Boaco
AAo U X X I X - N.» 2 - Fabrare 1975
Director: R A F A E L A LFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164
Teléfono 255 20 OO
MADRID-28
Depósito Legai: M. 3.044*1958
(Con licencia eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

EN EST E NUMERO
A los cien años ..
Cuatro valores de la
educación religiosa ...
1875: Argentina llama a
Don Bosco ...........
Don Rodolfo Fierro To­
rres: 95 años sin dar
tregua a la pluma ...
VIBRA: Voluntarios Inter­
nacionales y Brasile­
ños para Amazonia ...
Vremde de Bélgica: Una
casa para chicos di­
fíciles ...................
Donde estáis vosotros,
Nos estamos tranquilo
Donde los mayores re­
nuevan su juventud ...
En abril, el XVI Capítulo
General ................
Un insigne cooperador
salesiano, Alfonso Jun­
co ........................
Por el mundo Salesiano
Fue fundada por chiqui­
llos .....................
Budistas y Cristianos,
diálogo posible ......
La canción que sólo las
madres saben cantar.
Adiós a las armas: Mon­
señor Segundo García
Cooperación Salesiana y
Tercer Mundo .......
Nuestra gratitud a María
Auxiliadora ............
Fueron a la casa del Pa­
dre .....................

8

10

12
15
16
18
19
20

22
24
26
27
28
30
31

NUESTRA PORTADA
Año centenario de las Misio­
nes Salesianas. El misionero
no ha dudado en entregar su
vida entera para anunciar y
realizar la “Buena Noticia”
del Reino de Dios. Pero se
siente feliz de h ^ e rse reali­
zado como hombre en esta
empresa de amor a los de­
más.
Foto: Eugenk} 0}er.

En su aguinaldo para este año centenario de las Misio­
nes Salesianas, el Rector M ayor se ha dirigido a toda la
Familia Salesiana pidiéndole o invitándole a la evangelización, de acuerdo con el «proyecto misionero» que María
Auxiliadora trazó a Don Bosco.
En este mes, en el que conmemoramos anualmente el
D O M IS A L (Domingo misionero salesiano), podríamos ha­
cernos esta pregunta: ¿Inquietan hoy las misiones a la Fa­
milia Salesiana? ¿Se da en nosotros el espíritu misionero
que animaba a Don Bosco y a los primeros salesianos y
jóvenes? La respuesta podría ser personal y comunitaria.
N os entra una sospecha fundada en la realidad de que este
compromiso misionero nos pide algo que nos falta, como
una urgencia que nos viene de fuera, que no está en el co­
razón.
Tal vez, el ambiente social en que vivimos no nos comu­
nica demasiado entusiasmo por el tema de la evangelización o de las misiones. Quizás la idea que tenemos de las
mismas responde a unas formas infantiles y antiguas. Por
eso, la palabra del Rector M ayor viene a concientizarnos,
a foguearnos, como una llamada a nuestro espíritu de sa­
lesiano y de cristianos.
• Por si no bastara, el Sínodo del pasado noviembre
también tocaba el tema de la evangelización. Era conmo­
vedor vez desfilar a los obispos presidentes de las Confe­
rencias Episcopales de todo el mundo para comunicar a la
Iglesia cómo se difunde la fe en las diversas naciones, cada
una con sus múltiples problemas y necesidades.
Pero los obispos sinodales se dieron cuenta de lo difícil
que resulta la evangelización donde se conculcan los dere­
chos humanos. E hicieron público un documento con los ine­
ludibles derechos del hombre sin los que la evangelización
sería algo irrisorio. La justicia es hoy el mayor signo de cre­
dibilidad. «Si la Iglesia — escribe un teólogo de nuestros
días— no muestra la misma preocupación por defender la
verdad de su mensaje, como por hacerlo verdadero en la
praxis del amor eficazmente comprometido en la liberación
integral del hombre, su mensaje no presentará garantías de
credibilidad para el hombre nuevo, que está apareciendo
en nuestros días».
• En las siguientes páginas podremos leer que las mi­
siones trajeron, hace cien años, el florecimiento de la Con­
gregación Salesiana. La idea misionera despertó la voca­
ción apostólica de los jóvenes de Don Bosco. Todos soña­
ban en la aventura de las lejanas tierras. Para don E. Ceria,
el historiador salesiano, la primera expedición misionera
significa el comienzo de una etapa decisiva para la Con­
gregación, de entusiasmo y de crecimiento.
Hoy, a los cien años de una empresa grandiosa, podría­
mos preguntarnos: ¿sentimos e! mismo entusiasmo? ¿N o
seremos mós bien escépticos? Respondamos también. Sin
miedo o la verdad.

LA ESCUELA,
¿P LA TA FO R M A PA R A LA
E D U C A C IO N D E LA FE?
p o r J O S E L U IS P E R E Z

Los cuatro aspectos en los que se centran
ios valores de la religiosidad son: la fe, como
contenido revelado: el culto como relación;
la ley, como compromiso; y la institución,
como pertenencia. Es evidente que estos va­
lores son percibidos, en diferentes modos y
niveles, según el carácter comprometido de
la comunidad religiosa y cristiana. La inser­
ción en la historia y los verdaderos proble­
mas de los hombres, sobre todo, de los opri­
midos, ofrecen una peculiaridad, tono y me­
todología a la educación de la fe:

— Los contenidos de la fe son representa­
dos como verdades abstractas y conceptuales
por aquellos educadores cuya misión docente
,es meramente informativa y cultural. Por el
contrario, una comunidad educativa compro­
metida puede presentar la fe como un aconte­
cimiento salvador «hoy», aquí y para esta
gente, con la que ellos se identifican y viven.
Esto supone todo un planteamiento de relacio­
nes y responsabilidades sociales del centro y
de los educadores, que necesariamente reper­
cutirá en la acción apostólica de los grupos,
en la apertura de las actividades, etc...
— ¿Cóm o se podrá superar la alienación y
falta de significado de un culto religioso ma­
sivo, en un centro escolar en el que la comu­
nidad no celebra, con sus planteamientos y
actividades, la muerte y resurrección de Cris­
to? ¿Cóm o no extrañarnos de que este culto
de ceremonia y cumplimiento les díga poco o
nada a jóvenes que no ven realizar y poten­
ciar, en esta participación, sus necesidades de
libertad, amor, eficacia...? Por otra parte, una

escuela cristiana no puede prescindir de cele­
brar su «oventuro» de lucha liberadora en el
sacramento. La necesidad de la desmasificación se impone. La escuela llega al culto cris­
tiano, además, por un camino de socialización
de problemas, de cultura y de relaciones. De
lo contrario, estos actos más se parecen a una
parada militar que a una comunidad cristiana.
— La educación a la ley moral, como cau­
ce de libertad, éxito y felicidad, sólo puede
realizarse en el seno de Una comunidad que
vive el «amor» como máxima ley. De lo con­
trario, la moral se les antoja a los jóvenes
como limitación de posibilidades. Un sistema
disciplinar en el que, por causa de la masifi-

CUATRO v a l o r ;
cación y de la insuficiencia numérica y cualita­
tiva de los educadores, se impone la frialdad
de la norma y de la autoridad, difícilmente
podrá crear el clima necesario para neutrali­
zar el amoralismo de ciertos sectores de la
sociedad y estimular a los jóvenes a opciones
por el amor liberador.
Ciertamente, el ambiente y el trabajo de la
escuela implican exigencia y esfuerzo. Ello es
un motivo más para que el clima de diálogo
y de corrección se realice en base a unas re­
laciones interpersonales, donde las verdade­
ras motivaciones y planteamientos morales
estén en el centro de la vida. Sobre todo, si

m

TAIZE:
En el “Prado de loe Diálogos”
los jóvenes se sienten atraídos
por esa profunda espiritualidad y
alegría que les infunde
el misterio de Cristo resucitado.

f:

queremos que el ¡oven lleve su vida social al
diálogo educativo.
— Pertenecer o la Iglesia es, fundamental­
mente, ser miembro activo de una comunidad
de vida y de misión. Difícilmente el ¡oven vive
como cristiano, si su relación con la Iglesia se
reduce a la pertenencia ¡urídica, teórica e in­
comprometida a una institución orgánica y le¡ana... La escuela cristiana es vista por ado­
lescentes y ¡óvenes como una concreación de
la Iglesia. Los religiosos que la rigen son iden­
tificados por estos ¡óvenes como Iglesia-insti­
tución. Posiblemente, para algunos, la depen­
dencia disciplinar y cultural interfiera en su re­
lación de pertenencia ecíesial... Por esto es

DE LA EDUCACION RELIGIOSA
imprescindible que, a través de la escuela, se
descubra la vivencia de una comunidad eclesial, con su vida cristiana vibrante y dinámi­
ca, de lo que la actividad escolar es fruto y
signo.
Pero, ¿cómo será esto posible, si las rela­
ciones entre educadores y educandos se redu­
cen a niveles puramente académicos? ¿Cóm o
será esto posible, si los educadores cristianos
no forman parte con los educandos de sus
grupos de vida, acción y formación, y no abren
su vida comunitaria a la convivencia y comu­
nicación con los grupos de alumnos más pre­
parados y comprometidos? Ya desde ahora
se evidencia la importancia capital de la co­

munidad educativa cristiana, ampliada con la
participación de cuantos tienen misión y res­
ponsabilidad en el centro, en orden a las fina­
lidades de educación de la fe.
De lo anteriormente expuesto podemos ver
cómo las situaciones Psicológicas de los ¡óve­
nes y su nueva cultura imponen serías refle­
xiones a la labor educativa de los formadores
cristianos.
Pero, no es solamente la realidad de los jó­
venes en sí mismos, sino que la misma socie­
dad en que vivimos presenta condicionamien­
tos nuevos, que implican determinadas postu­
ras frente al planteamiento de la educación
de la fe, también en la escuela.

Van a cumplirse los cien años de la primera ex­
pedición misionera de los Salesianos. Recordamos
la fecha. La celebramos. Pero recordar, como diría
Carnelutti, es entrar de nuevo en el corazón. ¿Lo­
grará la Familia de Don Bosco recordar los idea­
les, la entrega, el coraje de inventar, de aventurar­
se, de atreverse? Don Bosco supo hacer brotar
imaginación y amor al riesgo entre sus jóvenes y
entre sus salesianos. Ahora van a cumplirse los
cien años...

29 de enero de 1875. Don Bosco
ordena que adornen como si se
tratara de una fiesta el salón de
los chicos. Se prepara el palco.
Hay en el aire algo de extraordi­
nario. Se respira. Los chavales lo
huelen. A su hora se toca y todos
entran en el salón de puntillas.
Les siguen con curiosidad otros
salesianos de Valdocco, algunos
directores que están de paso, los
Superiores de la Congregación. Fi­
nalmente, un señor que acompaña
a Don Bosco. Amplia barba puebla
su rostro. Lleva el traje de gala,
una espada y seis enormes meda­
llas sobre la solapa.
Las autoridades o c u p a n sus
asientos sobre el entarimado. Don
Bosco y el personaje se sientan en
el centro. Los chavales contienen
la respiración. A una señal, el per­
sonaje se levanta y habla. Es el
Cónsul de la República Argentina
y se llama Juan Gazzolo. Dice que
tiene que leer dos mensajes muy
importantes: una carta del Arzo­
bispo de Buenos Aires y otra de
las autoridades civiles de la misma
capital. Las dos misivas invitan a
Don Bosco a que envíe sus hijos
a Argentina a fundar sus misiones.
Al terminar de hablar el Cónsul,
se levanta Don Bosco. Le da las
gracias y dice que está de acuer­
do en enviar a sus hijos como miDon Bosco los vio «n stieños a es­
tos Indi06 de la Patagonla. Hoy, sus
flechas sólo están ya en el "baúl
de los recuerdos’'.

sioneros. Que le pedirá los permi­
sos al Papa.
Era una noticia bomba. La sor­
presa es incontenible. Estallan los
aplausos. La idea de las misiones
enciende la fantasía y quema el
corazón. Partir. Tierras lejanas.
Salvar almas. La aventura. Lo des­
conocido. Salvajes con plumas,
cruzar ríos, caballos, dormir sobre
una hamaca, ñechas envenenadas,
tal vez el martirio...
«Para la Familia Salesiana —di­
rá Don Cena— comienza una his­
toria nueva». Pero el cambio ra­
dical de la Congregación no llegó
de improvisto ni por casualidad.
Don Bosco lo había preparado y
madurado dentro de sí durante
mucho tiempo.
, Antes de que llegase a ser para
los suyos un proyecto de ensueño

IS75

y entxisiasmo, el ideal misionero
había calado profundamente en su
espíritu. Joven sacerdote, sintió
deseos de partir con los Oblatos
de María. Don Rúa nos cuenta que
le vio jugar con im pañuelo en
las manos ante los chicos que le
escuchaban con atención. Estruja­
ba el pañuelo, lo pasaba de una
mano a otra. «Veis que el pañuelo
no se queja...» «Si yo tuviese doce
jóvenes y pudiera disponer de ellos
como dispongo de este pañuelo...
Los enviaría no sólo a Europa,
más allá de sus fronteras, lejos,
muy lejos, para llevar el nombre
de Cristo...»
/t:

Mesa de trabajo de Don Bosco. El santo siempre tenía presente al mundo,
pero, sobre todo, lo llamaban las tierras de América del Sur que eran
su obsesión, su sueño.

£ L SUEÑO
D E LO S S A L V A JE S
Q IG A H TES

Hacia el 1871 ó 1872 tuvo Don
Bosco el sueño de los salvajes gi­
gantes, que avivó sus proyectos.
«En unos lejanísimos confinescontemplé miütitudes de hombres
casi desnudos, de formidable esta­
tura, aspecto feroz, color broncea­
do o negruzco... Algunos corrían
detrás de las ñeras, otros llevaban
en la punta de su lanza trozos de
carne sanguinolenta. El terreno es­
taba regado de cadáveres... Y he
aquí que aparecen misioneros de
varias órdenes religiosas: se les
acercaban a predicarles, pero los
bárbaros se revolvían contra ellos

y los mataban. Me dije entonces:
¿cómo hacer para convertir a gen­
te tan brutal? En seguida vi en
lontananza a otros misioneros que
avanzaban alegres, precedidos de
una cuadrilla de muchachos. Me
acerqué y los reconocí: ¡Eran mis
salesíanos! Quise hacerlos retroce­
der, pero me di cuenta que su pre­
sencia causó gran alegría en to­
das aquellas tribus. Los indígenas
rendían las armas y deponían su
ferocidad...»
Un sueño que no dejará dormir
a Don Bosco. Recordaría bien las
características de aquellos salva­
jes. Y comenzó a buscarlos: con­
sultó los atlas, las ilustraciones de
los libros; recordó las descripcio­
nes de viajeros ilustres... ¿Eran de

Hong-Kong?, ¿de Australia?, ¿de
Africa?, ¿de la India? No. La res­
puesta era siempre no. Y él, tes­
tarudo como ninguno, volvía sobre
el mapa a ver si descubría el dedo
de Dios... Hasta que el pintoresco
personaje de las medallas en la so­
lapa, el Cónsul argentino, le des­
cubrió el misterio: aquellos sal­
vajes eran de la Patagonia.
Eran los Patagones. Y era el
año 1874. Las cartas empezaron a
surcar el océano. El Arzobispo de
Buenos Aires le tendía puentes de
oro, Ídem las autoridades civiles.
La primera propuesta era la de
abrir una casa en Buenos Aires
para los emigrantes italianos, y
otra en el interior. Lo demás ven­
dría más tarde.
El 22 de diciembre de 1874, los
Superiores de la Congregación con­
vocados por Don Bosco, aprobaron
el proyecto. Un mes más tarde,
la decisión era de dominio público.
Don Juan Cagliero aceptaba ser el*
guía de la primera expedición y
de quedarse en aquellas tierras
unos tres meses. Estos tres me­
ses se convirtieron en 30 años,
hasta que recibió la púrpura car­
denalicia, casi, casi hasta su muer­
te.
Cien años más tarde... los diez
primeros salesianos que fueron a
Argentina se han convertido en
1.000 sólo en aquella nación...

tran ya las tribus de salvajes. Son
de buen carácter y hasta tienen
deseo de abrazar el cristianismo
con tal de que alguien se lo ense­
ñe...»
Conque en el proyecto de Don
Bosco debían partir evangelizadores, mayorales, cocineros, maes­
tros... Y es que la misión '—como
recientemente ha expuesto CGE—
no se les ha confiado a los indi­
viduos, sino a la comunidad salesiana, y la comunidad salesiana
abarca al que siembra y al que
recoge, al que bautiza y al que
barre la iglesia.
No basta. En Buenos Aires es­
peraba a los Salesianos un «Coope­
rador sin diploma», un cierto José
Francisco Benítez —¡qué delica­
deza de la Providencia!, exclamó
Don Bosco al enterarse— se en­
cargó de tomar a su cuidado a los
primeros salesianos.
Luego llegaron las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora. Y para que la Fa-

M IS IO N
PA R A TODA
LA F A M IL IA
SA LESIA N A

Nos llama hoy la atención la
grandiosidad del proyecto de Don
Bosco: supo englobar a todos los
suyos. Envió sacerdotes y laicos
porque había que hacer de todo:
«En aquellos países —dijo en unas
buenas noches, en mayo de 1875—
habrá trabajo para toda clase de
personas. Hacen falta predicado­
res, profesores, músicos y cantores
pues allí se aprecia mudio la mú­
sica. Hacen falta pastores que cui­
den de las ovejas, personas que
hagan las labores de casa. Y muy
cerca de San Nicolás se encuen­

Juan Cagliero,
el hijo predilecto
de Don Boeco,
el civilizador
de la Patagonia
y, más tarde,
cardenal.
Su figura
crece
hasta adquirir
la talla
de los grandes
misioneros
da la Iglesia.

HRGEn

t Z/i rf *' *' f/'**-^*>*
/ i^

----

- í-

y i* *'

He aquí el manuscrito de los “re­
cuerdos” que Don Bosco dio a los
misioneros de la primera expedi­
ción a Argentina; 1) Buscad almas,
no dineros ni honores, ni dlgnldfr
des. 2) Usad caridad con todos...
3} No hagáis visitas sino por moti­
vos de caridad..., etc.

SOSCO

milia Salesiana estuviera completa
quiso que al anunciar la primera
noticia, los primeros en recibirla
fueran sus muchadios.
Quizás boy se distingue dema­
siado entre educadores y educan­
dos. En Valdocco no había solu­
ción de continuidad entre salesianos y jóvenes. Todos formaban
una sola comunidad.
Los chicos más formales, el día
menos pensado, recibían de Don
Bosco la sotana y, de buenas a
primeras, quedaban convertidos en
salesianos. Los salesianos jóvenes
que reverdecían el patio con sus
juegos y su alegría.
En una palabra, Don Bosco que­
ría comprometer en las Misiones
a toda la Familia Salesiana. Y po­
dríamos añadir; ¿qué haría en
nuestro tiempo? ¿No sería capaz
de renovar, de crear una nueva
h i s t o r i a para la Congregación
aprovechando los actuales movi­
mientos seglares y comunitarios?
LO S JO VE N E S
TO D A V IA SIG U EN
IN TER PE LA N D O
A D O N B O SC O

€£n estos momentos —confesa­
ba Don Bosco en 1877— si diera
libertad, todos los Salesianos vo-

larían a Buenos Aires». Lo cual
explica las palabras de don Ceria;
cPor entonces se multiplicaron las
vocaciones eclesiásticas, crecieron
las peticiones para entrar en la
Congregación; y se adueñó de mu­
chos de los que habían entrado
en la Congregación un nuevo ardor
apostólico».
Una pregunta aflora a nuestros
labios: ¿No se deberán las crisis de
hoy a una falta absoluta de idea­
les capaces de entusiasmar a jóve­
nes y a mayores? Para el año 2000
habrá cerca de siete mil millones
de habitantes en nuestro planeta.
El Tercer Mundo es una marea
creciente de juventud. Una juven­
tud que, en su gran mayoría, des­
conoce a Cristo...
Hace cien años, la Patagonia in­
terpelaba a Don Bosco con insis­
tencia. Hoy como ayer, nos llama
el clamor de una juventud sumer­
gida en la más espantosa barbarie,
aun la civilizada. ¿Será capaz la
Familia Salesiana de recordar, es
decir, meter de nuevo en el cora­
zón, los ideales, la entrega, el
coraje de inventar, de aventurarse,
de atreverse, que Don Bosco supo
hacer brotar entre sus jóvenes y
sus Salesianos hace cien años jus­
tos?
ENZO BIANCO

DON RODOLFO FIERRO 1
El día 2 de diciembre último, a las ocho y media de la
noche, terminaba DON RODOLFO su “obra". Obra de “artis­
ta", siempre a tono con el ambiente.
Don Rodolfo Rerro Torres era un gran maestro. Maestro
inteligente, con personalidad inconfundible revestida de sen­
cillez; conocedor de los hombres y de la vida; siempre opti­
mista, con garra para arrastrar las gentes a su causa. ¡Siem­
pre Saiesiano!

lo pulveriza. Habla el carmelita
González Borrás y otro diputado
lo pulveriza. Sube al estrado el
gran orador escolapio Calasanz
Rabassa y el protestante Agustín
Arenas lo pulveriza. ¿Qué va a
decir don Rodolfo, en medio de la
chufla con que le reciben al llegar
a la tribuna?
—«¡Valiente tipo! ¡Que le den
garbanzos!»

Fui uno de sus muchos admira­
dores, desde que le vi y le oí. allá
por los años veinte, para más se­
ñas junto a las playas de Campe11o, en Alicante. Eramos un cente­
nar de chavales estudiantes de la­
tín. Pocas personas iban entonces
por aquellas latitudes a interrum­
pir el continuo y monótono rumor
de las olas del mar, nuestras úni­
cas compañeras y amigas.
Pero una vez corrió por todo
el Seminario la voz de: «|Ha llega­
do don Rodolfo Fierro!». Había­
mos leído sus novelitas cFlavio
Británico», cLas Aventuras de un
Náufrago» y nuestra imaginación
juvenil entrelazaba su nombre con
los de Salgari y Julio Verne...
Para mis ojos infantiles resulta­
ba alto, flacucho, calvo, cetrino,
narigudo... Y para mis curiosos
oídos, encantador. Porque el pa­
dre Fierro era ameno conversador.
Y nos contó...
Contó de Colombia su patria.
De Italia, de Francia. Había habla­
do con don Miguel Rúa (fue su
secretario) y con el Papa Pío X...
¡Había volado en avión! Había dis­
curseado en el Congreso español,
sí señor, en el Congreso el 13 de
junio de 1911...
NO S CONTO...

«Año de 1911, guerrero y revo­
lucionario. Canalejas elabora la
llamada LEY DEL CANDADO, con
la finalidad de echar fuera de Es­
paña a los religiosos y poner el
candado a la puerta para que no
volviesen a entrar. El Gobierno
autoriza a los Religiosos para acu­
dir al Congreso a defenderse. £1
delegado de los SaIesiaiK>s cae en­
fermo, precisamente el día 11 de
unió. Encargan a don Rodolfo que
e supla. Viaja de Barcelona a Ma­
drid al día siguiente. Y el 13, en­
tra en uno de los grandes salones
del Palacio de los Diputados.
8

Preside Santiago Alba. Una cu­
riosa multitud se apretuja en los
escaños. Se abre la sesión. Consu­
me el padre Astray, S. J. su tumo
de veinte minutos, sin derecho a
réplica, y un diputado demócrata

Allí del artista. Sin ponderación,
sin retóricas, comienza a narrar, a
contar con toda sencillez la lal^r
de una casa salesiana...
Pasados los veinte minutos de
rigor, interviene el Presidente:

95 años sin dar trepa a la pluma
—Continúe Su Señoría; el asun­
to interesa.
Y nadie se mueve.
El Salesiano habla durante una
hora. Hechos, anécdotas. El hijo
del incendiario Rull, cambiado el
apellido en las Escuelas de Sarriá...
Y besos y abrazos al final. ¿Le
besó también Leiroux? Es el mis­
mo don Rodolfo quien lo cuenta:
«Una señora se adelantó hacia
mí para pasarme por el rostro un
pañuelo de seda perfumado.
—Pero, ¿qué hace usted, señora?
—Le quito el beso de Lerroux.
—Déjelo xisted que es el beso
del pueblo».
Nadie replicó. Nadie se presentó
a pulverizarlo. Se retiraba la Ley
del Candado.
Muchas veces he pensado —con­
fiesa el padre Fierro— que el mis­
mo Canalejas se alegró de ello:
era muy inteligente y patriota.
Don Rodolfo resultaba, a nues­
tros ojos, un hombre extraordina­
rio, un fuera de serie.
Y lo era. Ahí están sus obras.
Imposible desgranar tan larga
vida en tan corto espacio. Pero
podemos arrancar de ella dos pá­
ginas que retratan al vivo su píersona. La del escritor y la del após­
tol.

EDUCATIVA: «Sigue tu estrella»,
«Cara al porvenir», «A los umbra­
les de la vida»... Invadieron los
mundos sus obras sociales: «Peda­
gogía social de I^ n Bosco», «Sis­
tema educativo de Don Bosco»,
«La Institución Salesiana»; Biogra­
fías de Santos: «San Juan Bosco»,
«Santa María Mazzarello», «Santo
Domingo Savio» y Vidas de Hom­
bres ilustres: «Dante», «Don Fer­
nando Bauer», «Madre Isabel de
Larrañaga»... Corrieron por las
manos juveniles sus novelas: «En­
rique del Palmar», «Andanzas de
un Estudiante», «Nuestra Semana
Negra», «Páginas de un diario»...
Y llenaron los ojos de millares
y millares de lectores infantiles y
adultos las revistas: «El Oratorio
F e s t i v o » , «Lecturas Católicas»,
«Don Bosco en España», «El Tibidabo»...
Don Rodolfo era el hombre de
las letras. Leer y escribir sus más
dulces tareas. Con sus ochenta y
cinco años a cuestas, entregaba a
la imprenta la biografía de don Mi­
guel Unia, apóstol de los leprosos
de ColomWa. Y ya en los noventa,
colaboraba en la revista «Educa­
dores» y pergeñaba la «Vida de
Bolívar» y «Semblazas de Coadju­
tores Salesianos».
Apenas si veían sus ojos y ca­
minaban torpemente sus pies; pero
ESCRITOR
marchaba todavía con fuerza el
Llegó a Europa en el 1905 para motor del espíritu y no dejaba des­
«ampliar estudios». Y, por sorpre­ cansar la pluma...
sa, le tocó, a los pocos meses, ocu­
parse en la redacción del Boletín
Salesiano, en lengua española. Con APOSTOL...
algunas intermitencias, desempeñó
Otra página sublime de su vida
ese cargo desde octubre de 1905 es la del apostolado. Apostolado
hasta octubre de 1960.
de la educación. No podía ser me­
El Boletín le puso en relación nos, dada su condición salesiana:
con muchos e interesantes perso­ uno de los cinco primeros sacer­
najes de distintas obras sociales dotes salesianos de Colombia.
y educativas. E influyó, de modo
Su fecunda acción escolar se de­
decisivo en su vida, imprimiendo sarrolla sobre todo en Venezuela.
una orientación a sus estudios y Con frutos como el de «Manolito»,
actividades. El mismo afirma que el chiquillo vivo, inquieto y colé­
el Boletín Salesiano trazó rumbos rico, que entra en el Colegio a los
a su pluma y prestó inspiración nueve años y se pelea cinco veces
a sus escritos.
durante el primer recreo; pero que,
Escritos múltiples y muy varia­ tras muchas aventuras, es hoy im
dos los suyos que le alcanzaron «católico ferviente de los prácti­
el ser nombrado, en 1952, miem­ cos, de los que estudian el Evan­
bro de la Academia de la Lengua, gelio y los practican..., de los que
en la que entró con un discurso colaboran tesoneramente con la
sobre DON BOSCO EN LA HIS­ Iglesia, según el espíritu de Don
TORIA DE LA PEDAGOGIA, pro­ Bosco». O el del «trasto Feman­
nunciado en la ciudad de Bogotá. do» que le obliga a reconocer «Al
De los puntos de su pluma sal­ fin y al cabo, el espíritu de Don
tó al papel toda una BIBLIOTECA Bosco es permanente: la educa­

ción es más que todo cuestión de
amor. El educador es una persona
consagrada al bien de sus educan­
dos... Razón, Religión, Amabili­
dad».
El apostolado sacerdotal de don
Rodolfo tiene un aspecto marcada­
mente social. De buenas a prime­
ras, sin nombramiento ni título
—él mismo lo declara en sus Me­
morias— se fue viendo al frente
del movimiento de los Antiguos
Alumnos Salesianos como Consilia­
rio Nacional, de hecho.
Y ése fue su campo principal
de actuación. Campo en el que
ganó el Collar de Isabel la Católi­
ca.
Preparó cursillos. O r g a n i z ó
Asambleas Nacionales. Fundó re­
vistas para la Asociación. Presen­
tó Reglamentos. Y encontró hom­
bres, como el inolvidable Presiden­
te por más de treinta años, don
Angel García de Vinuesa.
La Palabra del Consiliario, en su
Don Bosco en España iba trazan­
do programas formativos que, cir­
cunstancialmente, desarrollaba con
rigor y flexibilidad.
fuerza de pensar y consultar
fue haciendo la Asociación la me­
jor de las de su género, mirada
con respeto y santa envidia por
todos. Contaba con cabezas técni­
cas auténticas en el Secretariado
(Torrente, Ruiz Manent, Verdú...)
y estudiaba con ellos la convenien­
cia de disponer de Instituciones
económico-sociales.
Así nace: el Patronato Felipe Rinaldi, que construye en muchos
sitios (Valencia, Barcelona, Alican­
te, Huesca, Orense...) casas cómo­
das, higiénicas y económicas.
Y aparece el Instituto Capitalizador Español S. A. (INGESA),
obra social de primerísimo or^n,
que facilita empréstitos a módico
interés para ayudar a graduados
en sus primeros pasos, para for­
mar un hogar, para levantar un
tallercito para salir de un apuro
momentáneo...
Y surge el CIRCULO DON BOS­
CO de la Ciudad Condal...
A los ochenta años, le nombra­
ron Consiliario honorario perpetuo
y pasó a la jubilación de tanta y
tan rica actividad. Sin embargo,
él se quedó con el amargorcillo, el
secreto penar de dos «fracasos»; el
de no haber logrado la realiza(Sigue en la pág. 14)

VOLUNTARIOS

C U.I.B .R.P.

INTERNACIONALES
Y BRASILEÑOS
PARA AMAZONIA

Ha crecido en Brasil un movimiento juvenil: VIBRA. Un
salesiano propone a chicos y chicas, a todo el mundo un plan
de evangelización cristiana, entregando algunos anos de su
vida a los emigrantes, cada día más numerosos hacia la in­
mensa reglón del Amazonas.

Alfonso no ha sentido miedo.
En contra de todos los parece­
res, ha tomado una azada y se
ha puesto a cavar una fosa. Hay
que enterrar a los muertos y los
sepultureros se han negado a
abrir la sepultura de la gente po­
bre, a Jios que consideran sus ene­
migos. No pueden quedar al des­
campado para ser pasto de las
aves de rapiña. Alfonso continúa
su labor. La gente lo observa con
estupor; puede ser castigado por
los dioses, o por los mismos se­
pultureros. Alfonso, impávido,
ha logrado su objetivo. Y la gen­
te, maravillada al ver que su ma­
no no ha quedado seca, lo llama:
"O deus branco*, el dios blanco.
£1 es diferente. Las madres
ponen a sus hijos el nombre de
Alfonso. Los aldeanos acuden a
10

oírlo. Reúne hasta 200 y les ex­
plica el modo de cultivar la tie­
rra. Después saca el Evangelio y
habla de Jesús. “Es muy sabio
—dicen— , pero tiene fe”. Y em­
piezan ellos a creer como Al­
fonso.
Alfonso es uno de los volun­
tarios de “VIBRA”.
Vibra es un movimiento crea­
do por un salesiano de Belém do
Pará. Su nombre es Joao Mometti. Recluta chicos y chicas de 21
años como mínimo, casados o
solteros, con tal de que estén dis­
puestos a comprometerse, des­
pués de una preparación, a tra­
bajar durante dos o tres años
consecutivos en la región del
Amazonas. Se trata de una labor
de servicio a los pobres, indigen­
tes y m arcados.

UNA CUADRILLA
DE VALIENTES

Hay una buena cuadrilla de
voluntarios y un campo de tra­
bajo: el Amazonas, una de las re­
giones de más porvenir del mun­
do, aún casi despoblada. Ahora
está en plena efervescencia la
construcción de la autopista tran­
samazónica. Parecía una utopía.
Pero el sueño está siendo reali­
dad. A través de la inmensa sel­
va se está desatando la carretera.
La mísera gente del Nordeste
brasileño acude a poblar esta
nueva tierra con su hato de mi­
seria y esperanza. Se les da unas
cien hectáreas de tierra y una
ayuda para los seis primeros me­
ses. Si logran cultivarlas, serán
sus dueños.
El padre Joao no ha querido
dejarlos .solos. Hay que echarles
una mano para ayudarles. Yo
creo en. los jóvenes. Los jóvenes
son capaces de ayudar a esta gen­
te necesitada. Y con entusiasmo
se ha lanzado a una selección de
amigos.
El primer año, se le ofrecie­
ron treinta. Sólo escogió a odio.
Le da lo mismo que sean brasi-

leños o extranjeros, casados o
solteros. Lo único que necesitan
es “tener un espíritu abierto,
disponibilidad y capacidad de
servicio, fraternidad, aptitud a
saber vivir en equipo, ideales
amplios, gusto por la aventura,
salud, equilibrio mental y madu­
rez humana y cristiana”. Pero
no basta esta exigente serie de
dotes. Hay que tener alguna espedalizadón. L o s trabajadores
genéricos no sirven. Hay que
ser: profesor, maestro, catequis­
ta, enfermero, médico, farmacéu­
tico, contable, agrónomo, veteri­
nario, ingeniero, abogado...
Los voluntarios forman equi­
pos de dnco o seis individuos.
El equipo queda constituido con
los cargos más necesarios: el en­
cargado de la catequesis, el edu­
cador para la alfabetización, el
enfermero para la educación hi­
giénica y algún técnico o espe­
cialista para los trabajos agríco­
las de la zona.
El equipo elabora un proyecto
de actividad. El padre Joao acu­
de al sitio donde se ha de realizar
el trabajo para cerciorarse: de
que se trabaja por los pobres, de
que no hay otros equipos de tra­
bajo, de que van a poder des­
arrollar su proyecto con la sufi­
ciente libertad.
PARA EL DESARRO LLO DE
LOS SU BDESA RRO LLA DO S

Los voluntarios se someten a
un curso de 40 días de prepara-

ción en Belém do Pará. Allí hay
expertos, exalumnos profesores
de la Universidad, sacerdotes y
demás hombres con experiencia
en estos trabajos.
El curso se divide en cinco se­
manas en las que se tratan di­
versos temas: “La realidad ama­
zónica”, “la comunidad de base”
(medio para trabajar en equipo),
“las técnicas de alfabetización”
(según el método SDB, ideado
por el salesiano Tiago Almeida).
Los voluntarios reciben el co­
rrespondiente material didáctico.
La cuarta es “la semana religio­
sa”, y la quinta, “el estudio del
proyecto a realizar”.
Al terminar los cuarenta días,
el equipo está listo para trabajar
con el método del movimiento:
E. B. A., “Educación de Base pa­
ra Amazonia”. Consiste en apli­
carse en el lugar del trabajo co­
laborando con jóvenes y adultos,
procurando estimular a los líde­
res naturales de las comunidades
locales.
Todos reciben del Movimien­
to un pequeño salario, idéntico
al de un obrero del lugar, aun­
que sean médicos o ingenieros.
Estos equipos, entre otras co­
sas, han enseñado a coger dos y
tres cosechas de maíz al año. Co­
sa que no se les había ocurrido.

Aldeas enteras han aprendido
a defenderse de las amebas fil­
trando el agua (campaña del fil­
tro). Muchos otros han logrado
construir su casita con materia­
les prefabricados, adquiridos a
bajo precio y montada según las
indicaciones de los voluntarios
(“Campaña de la vivienda”),..
Los Voluntarios ayudan a los
párrocos y, sobre todo, contri­
buyen a la vida cristiana con el
ejemplo de su vida. Organizan
reuniones y encuentros con jóve­
nes, preparan la Pascua...
Los emigrantes ven en estos
jóvenes como ellos un estilo de
vida diferente al que ellos lleva­
ban, más auténtico. Casi todos
exclaman: “Ahora sí, tambiéh
nosotros creemos”.
El movimiento cuenta con ape­
nas tres años de vida. De los
ocho primeros voluntarios, tres
se han quedado con el padre Joao
para formar un equipo dirigente%
Uno de ellos es “o.deus branco”,
Alfonso, Todos se han compro­
metido a entregar su vida para
el desarrollo de los subdesarro­
llados.
£1 movimiento está en sus co­
mienzos. Es la hora del alba. Pe­
ro crecerá, “VIBiRA” espera ser
pronto una legión de jóvenes ge­
nerosos.

Callados, p e r o eficaces.
Este podría ser el lema de
los Saleslanos belgas que
trabajan en la obra de Vremde. Veinticinco años de dura
labor, de abnegada entrega
en favor de muchachos difí­
ciles.
Hace unos meses hablába­
mos de “Bosconia” de Bogo­
tá. También en el corazón de
Europa hay Jóvenes abando­
nados que si se pervierten
es “porque nadie cuida de
ellos*’. Al calor humano de la
obra salesíana, estos chicos
encuentran un hogar donde
aprenden a ser hombres.

—Muchacho, yo te h a r é más
bueno.
—No t i e n e s por qué hacerme
más bueno. Yo no soy malo. No
soy un salvaje.
—Entonces, ¿iwrqu'. estás aquí?
¿Por qué ese miedo y esa angus­
tia?
—No tengo miedo de ninguna
clase. Sólo soy revoltoso. Las per­
sonas mayores son las que me han
desorientado. Me s i e n t o herido,
marginado, eliminado. No es cosa
mía el encontrarme aquí.
—Deseo h a b e r t e el bien: te
ofrezco un espacio en donde po­
drás cambiar, desarrollarte, liber­
tarte, curar...
—Siendo así, no me escaparé.
Quiero probar tu bondad. Si no
me encierras entre rejas, construi­
ré mi hogar a tu lado. Quiero aga­
rrarme a tí como una enredadera,
como una yedra para asimilar lo
mejor de tu persona. Tengo la po­
sibilidad de llegar a ser otro hom­
bre. Quiero comenzar de nuevo.
Esta vez sí quiero triunfar. Las
palabras ccasa», cmesa», camigo».
«pan»... tendrán para mí un signi­
12

ficado nuevo. Me parece oir en mi
interior canciones llenas de luz y
de alegría. El entusiasmo y la di­
cha de vivir ocupan el lugar de la
antigua amargura. En esta casa de
Vremde he de encontrar esa casa
a la que tiene derecho toda perso­
na...
Este diálogo es irreal. Pero, en
la práctica, se repite todos los años
desde hace un cuarto de siglo en
la obra salesiana de Vremde (Bél­
gica), en la que los Salesianos re­
cogen a los chicos difíciles para
educarlos y orientarlos en la vida.

circunstancias desagradables p o r
las que no han podido vivir en el
clima de una familia normal. No
se trata pues de una juventud per­
dida. Tampoco se ha perdido la
esperanza de u n a recuperación.
Jamás se ha de desesperar ante
un ser humano, sobre todo cuando
.es joven.
¿Qué les ha ocurrido? Pues sen­
cillamente que su vida no se ha
desarrollado en una familia. Por
consiguiente se sienten intranqui­
los, inseguros. Les parece que no
tienen un nombre y un apellido,
que no son nadie. Tienen la sen-

INSEGUROS, INQUIETOS,
SOLOS, OLVIDADOS...
La casa de Vremde ha cumplido
25 años. Los chicos han encontra­
do en ella la posibilidad de recons­
truir su vida y un cauce para una
digna salida a la sociedad. Pero
además allí aprenden a saber lo
que es la estabilidad, la seguridad
y, sobre todo, el calor humano que
caracteriza el ambiente familiar.
Son cosas que estos chicos de la
calle habían perdido por completo.
Todos los chicos acogidos en ella
son inadaptados psíquica y social­
mente. También hay subnormales.
A todos les ha faltado de una ma­
nera u otra lo esencial: la familia.
Por eso, lo más importante de es­
te hogar se ha procurado que sea
el calor afectivo de que el mucha­
cho se ve rodeado apenas entra.
No es tarea fácil pues no es fá­
cil sustituir a la familia natural de
la que han carecido durante los
años que más la han necesitado.
Es preciso un sistema educativo
que les devuelva insensiblemente
la confianza, la seguridad y de que
abracen voluntariamente unas nor­
mas de convivencia.
¿Quiénes son estos chicos? De
los 25.000 jóvenes inadaptados que
se calcula habrá en B é l g i c a , en
Vremde hay unos 140. Estos chi­
cos o no tienen familia o no pue­
den vivir con ella.
Por lo demás, son muchachos co­
mo los otros, con posibilidades y
dificultades comunes. C l a r o que
ofrecen una problemática especial,
por lo que necesitan mayor cuida­
do y entrega por parte de los edu­
cadores. Generalmente son chicos
inteligentes y profundamente hu­
manos; pero a la vez prematura­
mente amargados. Se han visto en

Vrenut
UNA CASA PAR'

sación de estar solos y olvidados
en el mundo.
Son los adultos los que los han
desorientado, los que han destro­
zado su ilusión. El caleidoscopio de
su vida se ha llenado de colores
oscuros. Un sufrimiento secreto se
ha apoderado de su interior.
Por eso, los Salesianos de Vremde tienen la ilusión de poner colo­
res alegres, sol y alegría en el ca­
leidoscopio de estos chicos. Desean
abrir ante ellos un futuro esperanzador. Esto es lo que llevan reali­
zando durante 25 densos años.

comenzó sencillamente con
ERA EL FINAL DE LA GUERRA dosTodo
salesianos y 13 muchachos el
1 de septiembre de 1947. Era una
pobre y pequeña. Algo era
Cuando terminó la segunda gue­ casita
Pero se dieron cuenta de que
rra mundial había en Bélgica tan­ algo.
el espacio era pequeño para los
tos chicos huérfanos. Había que chavales.
Había que buscar otra
hacer algo por ellos. Y los Sale­ casa.
sianos decidieron abrir una casa.
Las crónicas hablan de no po­
La ocasión se presentó en Herent,
recorridos en busca de lugar.
a las afueras de Lovaina, en 1945. cos
fin se encontró en VREMDE.
De acuerdo con la época de fun­ Al
se alojaron los 30 primeros.
dación, la obra pretendía: ofrecer Allá
También
resultaba pequeña. No se
a los chicos socialmente inadapta­ podía ampliar
por la estrechez de
dos una posibilidad de realizar su los terrenos. En 1957, a escondi­
vida, y asistirlos en este sentido. das, llegaron los Salesianos a ente­
rarse de que al lado de la casa es­
taba en venta un solar. En 1958
se comenzaron las obras y en 1961
los chicos entraban en su nueva
casa. El complejo ofrece actual­
mente todas las facilidades para
una educación moderna.
A partir de esta fecha, la obra
se ha desarrollado con éxito. Y ha
crecido. Los chavales están divi­
didos por grupos «familiares». Ca­
da grupo dispone de patios y sa­
las de recreo. Los mayores, algu­
nos de los cuales ocupan ya pues­
tos de trabajo, tienen todos su ha­
privada en una residencia
adjunta construida recientemente
D IFIC ILES . UN HOGAR bitación
para ellos. En el centro de la gran
obra está la iglesia común.
Hoy, la casa alberga a 140 mu­
chachos, en su cupo completo. Pro­
vienen de todas las regiones de
Flandes y sus edades oscilan en­
tre los 6 y los 21 años. Los gru­
pos familiares están formados por
edades y profesiones o estudios.
Educadores y educadoras están to­
talmente al servicio de esta juven­
tud para estimular la vitalidad y
la alegría de los educadores. Hlay
infinidad de actividades escolares
y paraescolares, culturales y de­
portivas.

fe de Bélgica
!' CHICOS

UNA COLMENA
EN EBULLICION
Los chavales hacen sus estudios
o trabajos según su capacidad y
de acuerdo a las orientaciones de
los educadores. Hay para t o d o s
los gustos. La mayor parte de los
jóvenes van a la Escuela Técnica
Salesiana de Hoboken. Los ' ue ya
tienen su puesto de trabajo en al­
guna empresa forman grupos apar­
te.
{Msibilídades de t r a b a j o
son muchas y las tiene cerca de
casa, de modo que resulta fácil se­
guirlos de cerca.
13

cia, limpieza, lavadero, cocina, ad­
ministración, deportes, formación...
Se le da mucha importancia a la
educación social, por ser algo de
lo que estos chicos tienen suma
necesidad.

La casa es siempre una colmena
en plena actividad. Muchos de los
jóvenes emplean sus horas de re­
creo en la lectura o en el diálogo.
Disponen de juegos de Ping pong,
futbolines, billares y otros juegos
de mesa. Muchos prefieren entre­
tenerse con la tele. Hay ima estu­
penda ambientación para los que
desean oir música beat...
Los pequeños tienen sus clases
elementales en la misma casa. Los
mayores tienen a su disposición un
autobús para ir a la Escuela Téc­
nica. Allí se forman en mecánica,
carpintería, electrónica, soldadura,
reparación de coches... Los resul­
tados son magníficos pues todos
salen con su título profesional.
Por la tarde estudian en su habi­
tación propia, y desde las paredes
contemplan la seriedad de sus esdios sus mismos ídolos en gran­
des «posters». Los personajes ad­
mirados se convierten en admira­
dores de su trabajo.
Hobo, un perro amigo de todos,
abre una enorme boca de ^ m ira­
ción y mete la cola en todas par­
tes. También hay un pequeño zoo.
Un borriquillo cariñoso y también
buen amigo de todos pasea de vez
en cuando a los chicos. Viene es­
tupendamente en estos tiempos de
escasez de carburante. Los chava­
les comprenden que debe ahorrar­
se energía... También hay cabras,
ovejitas...
Y en verano, siempre se encuen­
tra un lugarcillo por ahí, en algu­
na playa donde tomar el sol y es­
tirar los brazos. De eso se trataba,
¿no?, de llevar un poco de sol a
la vida difícil de estos muchachos.

El 24 de noviembre celebra por
última vez la Eucaristía.
Yace en cama sin fuerzas. Sin
embargo alterna cabalmente con
todos. Sigue las lecturas espiritua­
les que le hacen. Comenta los pro­
gramas radiofónicos.
Se confiesa. Recibe la Santa Un­
ción. Pide le acompañen a recitar
las oraciones de la mañana!
Hacia el mediodía oye la lectu­
ra de su famoso discurso en el
Congreso... Hace unos leves co­
mentarios... Y luego:
—¿Le gustaría oir alguna poesía?
— sí; el cCanto de la Luna»
de Diego Falán.
La escucha atentamente y, tras
unos versos añade:
^-^o, no; esa coma anda fuera
de lugar; he de o>nvencer al
autor...

Hacia las cuatro de la tarde se
entorpece su lengua.
Sintonizan el transistor:
Un rato de música rítmica. El
gran Maestro sigue el compás con
el brazo.
Son las ocho: empieza su corta
agonía.
Y, mientras los Hermanos repi­
ten angustiados las Letanías de la
Buena Muerte, se va apagando, en­
tre lentos y afanosos estertores, la
última llamita de aquella vida
que durante NOVENTA Y CINCO
AÑOS alumbró la Escuela Salesiana con ftdgor universal.
Don Rodolfo Fierro acababa su
obra.
¡Eran las odio y media de la
noche del día 2 de diciemlnre de
1974!
BASnjO BUSmLO» S I»

D » M o M trataba, de llevar un poco de so l a la vida de estos chicos.

El equipo de Salesianos y edu­
cadores laicos es formidable. En­
tre ellos crean un clima y un espí­
ritu de familia admirable para la
educación. También en este senti­
do hay trabajo para todos: asisten­
(Viene de la pág. 9)

clón de las Residencias para Anti­
guos Alumnos —por culpa de los
cálculos, creía él— y el del tras­
paso de la Capitalizadora INGESA,
de la que le quedaba la esperanza
de un porvenir más comprensivo.
Hacía unos años que se prepa­
raba a su fiii, encerrado en una
celda de la enfermería. Allí reza­
ba, meditaba, celebraba fervorosa­
mente su misa, recibía continuas
visitas.
Y aún leía, aún seguía el ritmo
del mundo, a través de una tran­
sistor. T o^vía contactaba cada
domingo con la Comunidad, asis­
tiendo a la mesa y al cine col^ial.
14

"DONDE ESTAIS V O S O T R O S ,
NOS ESTAMOS TRANQUILO..."
Estas palabras del Santo Padre estimulan el tra­
bajo de los Salesianos. El presente texto está sacado
del discurso pronunciado por Pablo VI en la audien­
cia del pasado 20 de noviembre a loe saiesianos que
hacen en Roma el Curso de Formación Permanente.
Hay en estas expresiones, frases improvisadas del
Pontífice, en las que se salta el texto escrito y habla
lo que en aquellos momentos le dicta su corazón de
Padre. Quizás pensamos en que los eiogios por los
salesianos son exagerados. Dicen el amor que el
Papa Montini profesa a la Familia Salesiana. Más que
un triunfo conseguido, quizás sea una meta que con­
seguir. Pero aquí se refleja el gran corazón del Santo
Padre.
“Ahora pasamos a saludar a un grupo de Salesia­
nos. Son cuarenta sacerdotes llegados de todas las
parles del mundo para profundizar juntos, durante va­
rios meses de permanencia en la Casa Generalicía de
Roma, el significado y el valor de la consagración a
Dios en la vida sacerdotal y religiosa, según ia fiso­
nomía propia de otro Santo — mirad cómo también es
hermoso, yo diría, el Paraíso visto desde la tierra—
San Juan Sosco. Uno tiene un carisma de una cua­
lidad {se refería a san Francisco); vosotros tenéis otro
que es el de la educación de la juventud, de acuerdo
con la renovación querida por el mismo Concilo VatlcarK) I!".
Pues bien, queridos Salesianos, vosotros os prepa­
ráis para ser en las respectivas naciones, animado­
res y maestros de “Formación Permanente". Es una
delicada responsabilidad ésta a la que os Maman

vuestros superiores y os llama vuestra profesión de se­
guidores de Don Bosco.
En lais múltiples incumbencias a que cada uno de
vosotros estará dedicado, debéis mantener alta la luz
de las enseñanzas, del estilo, del espíritu de Don
Bosco: hacer revivir su Carisma infundir su ideal de
apostolado. Y cuánto se os necesita, queridísimos Sa­
cerdotes Salesianos, educadores Salesianos.
Providencialmente para ia Iglesia, Nos sabemos que
donde estáis Vosotros, nos estamos tranquilo, diría,
porque sabemos que sois en verdad promotores y de­
fensores del espíritu genuino del cristianismo. Y te­
néis la maestría, diría que la magia, de suscitar cris­
tianos nuevos, de llevar a esta juventud de nuestro
tiempo, que parece refractaria al cristianismo vivido
y verdadero, y conduciría, en cambio, a la práctica ya
religiosa o civil o manual, es decir, profesional de
su vocación particular en la sociedad moderna
Ya podéis Imaginaros {cómo Nos apreciamos esto,
y cómo alentamos con todo Nuestro corazón vuestra
entrega y vuestra especializaclón en este campo!
Y observad que, mientras se dan tantas revolucio­
nes y evoluciones en el campo escolar-educativo,
vuestra pedagogía puede decirse que es todavía mo­
derna y diría que proyectada hacia el futuro.
¡No tengáis miedol Sed Salesianos valientes, hijos
de Don Bosco, y habréis prestado un gran servicio a
la Iglesia, y también lo habréis prestado sin duda a
la sociedad.
Con Nuestra “BENDICION APOSTOLICA".

15

DONDE LOS MAYORES
Al Año de Pastoral Juve*
nil de Martí-Codolar acu­
den sacerdotes saiesianos — y de otras congre­
gaciones— ya experimen­
tados en el campo de
apostolado.
Se trata de una auténtica
renovación de los estu­
dios teológicos y una pla­
nificación de la Pastoral
Juvenil según los méto­
dos más modernos.

Deseábamos presentar a nues­
tros lectores esta simpática obra
de renovación sacerdotal que es el
Aflo Pastoral Juvenil de MartíCodolar. Y aproveché un viaje a
Barcelona para ver esta nueva
obra dMitro del viejo marco del
Teologado Saleslano.
Quizás choque el título de la
presente crónica. Pero es que los
alumnos de este curso son unos
curas maduros con más trazas de
profesores que de discípulos. Allí
están. Son 38, algunos de ellos
antiguos directores, administrado­
res o consejeros de colegios. Mu­
chos, compañeros míos de estudio,
de aquellos años en que nos bebía­
mos los tomos y los lomos de la
Teología Escolástica.
Nada, nada. Hay que ponerse al
día. Desde que el Papa Juan pro­
nunció la palabrita «aggiomamento», la Iglesia está zarandeándose
con inquietud y con prisa. Tal vez
no estábamos acostumbrados a
eso. Y no es cosa de un día ni
siquiera de un aflo, porque el tiem­
po corre y hay que seguirle los
pies para no quedar atrás, porque
si no... Por eso la formación per­
manente es una exigencia, ya in­
terminable, para estar al día.
16

Tuve la buena suerte de dar con
Antonio Doménech, el encargado
de la sección de pastoral, a la pri­
mera llamada telefónica. cEspéranos esta tarde». Allí estaban la
cordialidad y la puntualidad de sus
brazos abiertos. Nos enseñó todo.
La casa de Marti-Codolar guarda
entrañables recuerdos de la visita
de Don Bosco a España. Allí se
hizo una de las fotografías más
bellas de la historia de la Congre­
gación.
Martí-Codolar es hoy el «Cen­
tro Superior Salesiano de Estudios
Eclesiásticos», afiliado a la Facul­
tad de Teología de la Universidad
Pontificia Salesiana de Roma. Allí
estudian los jóvenes salesianos de
las Inspectorías de Barcelona y
Valencia. También se cuelan algu­
nos americanos, con apellidos muy
«oriundos», desde luego. Hay una
legión de profesores de Teología,
Filosofía, Catequética, Antropolo­
gía... y otras ciencias tan serias
como éstas. Y allí funciona tam­
bién el Año de Pastoral Juvenil.
Mientras recorremos salas y pa­
sillos del edificio, Antonio nos ex­
plica los objetivos, la estructura­
ción y organización del Año Pas­
toral Juvenil; nos habla de los
programas y de la dinámica ex­
perimental que siguen los grupos
de trabajo. Para ser más claro,
nos entrega un prospecto con to­
dos los detalles del curso. Desta­
camos lo más importante.
QUE ES EL AÑO
DE PASTORAL JUVENIL

Su objetivo es el de realizar una
vivencia seria y enriquecedora de
la propia vocación a p o s t ó l i c a
orientada al ammcio del mensaje
de Cristo a los jóvenes. Para ello
se ofrecen los siguientes medios:
reflexión sobre la propia experien­
cia pastoral; orientaciones doctri­
nales y metodología; actividades
pastorales personales y en grupo;
posibilidades de encuentros, ora­
ción en común, reflexiones y con­
vivencias a lo largo del año.
He aquí las principales materias
que se estudian: 1) Area de Teo­
logía Pastoral; 2) Area de Antro­
pología Pastoral; 3) Area de Me­

todología Pastoral; 4) Area de
Práctica e Información Pastoral.
Sobre todo, insiste Antonio, no
se trata de un curso de exposi­
ción magistral sólo y exclusiva­
mente de parte de los profesores.
«El método tiene como punto de
partida la experiencia pastoral de
los participantes para iluminarla y
reflexionarla a la luz de las re­
novadas ciencias y metodologías
pastorales, en orden a orientar la
futura acción apostólica. Se basa
en la relación interpersonal y en
el trabajo en equipo. Por ello, ca­
da alumno elige de entre las per­
sonas propuestas por el Centro,
un «profesor-guía», que tiene la
misión de asesorarle en su forma­
ción.

ENUEVAN SU JUVENTUD
BARCELONA: Al habla con traa da
los profesores de Marti • Codolar,
donde se desarrolla el "Alto de
Postorai Juvenil".

Por las mañanas se desarrollan
cuatro unidades de trabajo, de una
hora; con un total de 580 horas
de clase a lo largo del curso.
—¿No se admiten estudiantes
por libre?
—Para realizar el Año Pastoral
Juvenil, cada alumno debe cursar
todas las materias obligatorias y
tres opcionales, y participar, al
menos, en uno de los grupos de
trabajo y en unas convivencias es­
pirituales.
HACIA EL INSTITUTO
DE PASTORAL JUVENIL

•V

y.

^

f-

!.Ü^

QUIENES PUEDEN
HACER EL AÑO
DE PASTORAL JUVENIL

Hablemos de los destínatarios,
como se dice hoy día. Por de pron­
to, este año no está reservado sólo
a sacerdotes ni a salesianos. Pue­
den hacer el Año de Pastoral Ju­
venil todas las personas (sacerdo­
tes, religiosos y seglares) que de­
sean adquirir o renovar su forma­
ción pastoral básica para trabajar
con los jóvenes.
Sí, necesitan estos ^u ísito s:
(^ e tengan una formación teoló­
gica básica; que posean una cierta
e7q>eriencia pastoral.

Pregunto por la titulación: ¿Qué
títulos da el Centro?
—cLa Facultad de Teología de
la Universidad Pontificia Salesiana
de Roma otorga un Diploma a to­
dos los alumnos que cumplan sa­
tisfactoriamente las exigencias del
curso».
—^¿Es un curso muy serio?
—Naturalmente, responde Anto­
nio. El Año de Pastoral Juvenil
consta de dos cuatrimestres de
ochenta días activos cada uno. El
primer cuatrimestre comienza el
1 de octubre y termina el 7 de
febrero; el segundo, del 10 de fe­
brero hasta el 20 de junio. Son
días activos todos los días de la
semana menos el sábado y el do­
mingo.

Estas experiencias que llevamos
a cabo tienden a consolidar el Ins­
tituto de Pastoral Juvenil en Es­
paña, ya aprobado por la Confe­
rencia Ibérica de Inspectores. Sin
duda, estos son los primeros pasos
que se están dando para llegar a
que dicho Instituto sea realidad.
Salimos al patio. El otoño de
Barcelona enseña su hermoso ros­
tro en los árboles. Los antiguos
jardines de la finca están algo de­
solados. Entramos en el «Cigarral
de la Santa», donde el poeta Marquina escribió algunas estampas
de Santa Teresa. Hay una lápida
con unos versos del dramaturgo.
Hablamos con los actuales alum­
nos. Los hay de Barcelona, Valen­
cia, Sevilla, Córdoba, Portugal.
Hay varios hispanoamericanos, de
Colombia, de Bolivia, de Para­
guay... Todos hablan con gusto de
esta experiencia y se muestran
satisfechos.
Era la hora de la despedida.
Coincidía con la merienda. Buen
café y buena conversación. Inte­
resante un próximo Instituto de
Pastoral Juvenil en esta zona de
la enorme y desbordada ciudad,
donde pulula una juventud nece­
sitada de guías. Son los jóvení»
hijos de los obreros y los emi­
grantes del interior de la penínsu­
la. Ahora es la hora de la juven­
tud. Más bien debiéramos pregun­
tamos si no llegamos tarde.
R. A.
17

HIJAS DE MARIA AUXILIADORA

EN ABRIL EL XVI CAPITULO GENERAL
La Superíora General de las Hi­
jas de María Auxiliadora ha con­
vocado oficialmente el Capítulo
General para el 17 de abril de
este año 1975.
cValiéndome de la facultad que
las Constituciones otorgan a la
Superiora General —escribe la Ma­
dre Ersilia Canta— y de acuerdo
con el Consejo Generalicio, con­
voco el XVI Capítulo General que
tendrá lugar en la Casa Generalicia de Roma y que comenzará el
17 de abril de 1975».
Después de esta comunicación
oficial, las Salesianas se preparan
a la gran asamblea que orientará
el presente y el futuro de su ac­
tividad en la Iglesia. Ya se han
elaborado proyectos, se han estu­
diado temas y se han elegido las
delegadas que han de ir a Roma
como representación de las Ins­
pectorías de todo el mundo.

Fruto de los primeros trabajos
preparatorios ha sido señalar la
tarea más importante sobre la que
ha de tratar el mismo Capítijo;
«La formación de la Hija de María
Auxiliadora».
Otro tema será el de la revisión
de las Constituciones aprobadas
«ad experimentum» en 1%9.
He aquí los puntos más concre­
tos que han de ser tratados:
«La formación de la Hija de Ma­
ría Auxiliadora, para una gradual
conquista de su identidad de
— persona consagrada - apóstol,
— realizando su misión e n t r e
las jóvenes,
— con el espíritu de Don Hos­
co y de Madre Mazzarello,
— en la sociedad y en la Iglesia
de hoy».
El tema, a su vez dividido en
subtemas, ha sido estudiado a ni­
vel local e inspectorial. Las Her-

L m HI]m de María Auxiliadora estudian también su Identidad saleslana,
principalmente en la realización de su misión entre Ipe jóvenes pobres de
todo el mundo.

manas han sido invitadas a «pre­
sentar al Centro sus propuestas,
observaciones y peticiones q u e
pueden influir en bien del Instituto
y de su específica misión».
Dichas propuestas y otros estu­
dios realizados por Hermanas ex­
pertas en determinados argumen­
tos están llegando ininterrumpida­
mente a la Casa Generalicia de Ro­
ma y constituirán la base de los
trabajos capitulares.
En lo que se refiere a la «revi­
sión de las Constituciones», éstas
eran ya «el fruto de un profundo
estudio en base a los documentos
conciliares y a las genuinas fuen­
tes de la vida salesíana». Las mis­
mas Hijas de María Auxiliadora se
h a b í a n comprometido en estos
años a «verificar en su vida la va­
lidez de 1o s principios y de las
normas» en ellas contenidas. Aho­
ra, después de «estudiadas y ex­
perimentadas conscientemente», se
trata de expresar un «juicio recto»
para ulteriores cambios.
Dicho juicio ha sido éstudiado
y formulado en los pasados meses
a través de fichas provenientes de
Roma, a lo largo del pasado julio
de 1974. Los cambios propuestos
se están fichando convenientemen­
te para entregarlos con orden a
todas las Capitulares.
Ha sido elegida como Regulado­
ra del Capítulo la M a d r e María
Auxilia Corallo, a la que están lle­
gando ya los nombres de las dele­
gadas de todas las partes del mun­
do.
También se está rezando en to­
das las Inspectorías para que el
Capítulo sea «una asamblea espi­
ritual que tenga como primer ob­
jetivo el buscar la v o l u n t a d de
Dios», según ha expresado la Ma­
dre Ersilia Canta. (ANS).

DN INSIGNE COOPERADOR SALESIANO
ALFONSO JUNCO
En la madrogada del domingo 13 de octubre falleció en la
ciudad de México el escritor, filósofo y poeta, Alfonso Junco,
insigne católico y destacado Cooperoc/or Salesiano.
Como escritor, cultivó los más diversos géneros literarios: pe­
riodismo, historia y poesio. Man/fesfándose siempre un hombre
creyente. El testimonio de su fe es impresionante en los casi cua­
renta volúmenes que constituyen sus obras.
Su pluma, candente y suave a un tiempo, acerada cuando ha­
cía falta defender la verdad, manejada con hábil maestría, es
un modelo para la presente y para las futuras generaciones.
Figuro de relieve nacional y continental, con Alfonso Junco
ha desaparecido uno de los más auténticos valores literarios de
México, uno de los mayores pensadores de América.

¿ Q U E H IZO
DON H O S C O ?
Mil cosas extraordinarias; todas con una
alegre serenidad que maravilla.
Am ó con singular amor al niño pobre
y lo atrajo a su genial institución del O ra ­
torio Festivo. Lo formó en sus admirables
Escuelas de Artes y Oficios.
Quiso asegurar a la juventud obrera ele­
vación moral, vida amable, bienestar eco­
nómico. Trabajó así por el problema social,
no con la fiebre de los demagogos que
destruyen, sino con la paciencia de los
apóstoles que crean.
Pedagogo intuitivo, conoció como pocos
la psicología de la adolescencia.
Reformador y precursor sin humos, fue
apóstol de la alegría en la educación, de
la espontaneidad suscitada por la confian­
za, de la libertad blandamente regida por
una autoridad de aire paterno, más incli­
nada a la persuasión que a la sanción. Su

sello en todo es la llaneza, la familiaridad,
la sonrisa.
Guardan y multiplican este sello las dos
grandes corporaciones religiosas que fun­
dó: la Congregación Salesiana y las Hijas
de M aría Auxiliadora. Ejemplares forjado­
res de almas, entregados de preferencia al
pueblo humilde, todo es en ellos flexibili­
dad y atracción, júbilo y sencillez.
Y para apoyar estas ingentes obras, des­
de el exterior, a modo de orden tercera,
los Cooperadores Salesianos.
En oratorios festivos, colegios, talleres,
industrias, fundaciones agrícolas, misiones,
el genio y la bondad de Don Bosco perse­
veran y fructifican por toda la anchura de
la tierra. Su sonrisa sigue siendo claridad
de muchos.
A LFO N SO JU N CO

19

MEDALLA DE PLATA DE BEJAR
A LAS SALESIAN AS
Béjar.— El señor Alcalde de Béjar, don Pedro Carbajo, impuso a la
Madre Provincial de las Hijas de María Auxiliadora, sor Laura Iglesias,
la Medalla de Plata de la Ciudad, con motivo de los veinticinco años de
labor pedagógica de las Salesianas en la ciudad de Béjar.
Hubo primero una misa conceiebrada por los sacerdotes de la ciudad
en la iglesia parroquial de San Juan Bautista. El párroco, don Ciríaco Benavente pronunció una homilía agradeciendo el trabajo de las Hermanas
en la ciudad.
La entrega de la Medalla de Plata tuvo lugar en el Salón de Actos del
Colegio de las Hijas de María Auxiliadora. “Es un honor para mí — dijo
el señor Alcalde— conceder la Medalla de Plata a la Institución de las
Hijas de María Auxiliadora como homenaje a la ingente labor impartida
entre la juventud femenina de Béjar, a lo largo de estos veinticinco años.
Estoy seguro que la recibiréis como auténtica prueba del cariño de todos
los bejaranos del que, en estos momentos, soy portavoz".
En nombre de las Antiguas Alumnas, habló doña Carmen Garda de
Moretón: "La mejor manera de servir al pasado — dijo— es vivir el pre­
sente y preparar el futuro”. Al final, sor Laura Iglesias agradeció la con­
decoración recibida: “Agradezco en nombre de mis hermanas esta placa,
que supone el cariño y agradecimiento de la ciudad, tan vinculada a lo
salesiano. Hace veinticinco años llegaron a Béjar las primeras Salesianas
llenas de ilusión y celo. Han pasado muchas cabe la Virgen del Cas­
tañar... Hemos desarrollado con sumo gozo nuestra misión de entregar­
nos a las jóvenes de esta ciudad".
Como broche de oro del acontecimiento se obsequió a los asistentes
con una copa de vino español.

DISTINCION A
DON LEON CARTOSIO
VIgo.— El Sindicato Provincial deEnseñanza concedió al salesiano
don León Cartosio el premio de
“Profesionai de la Enseñanza Dis­
tinguido, 1974”, El acto oficial tuvo
lugar en el Salón de Actos del Sin­
dicato Provincial de Enseñanza de

20

Vigo, seguido de una comida a la
que asistieron ias autoridades iocales, ei Presidente del Sindicato
de Pontevedra y el de los Traba­
jadores.
Un galardón más para el ber^emérito salesiano cuya vida ha esta­
do siempre al servicio de ios de­
más, sobre todo, en el campo de
la enseñanza.

D. E. VIGANO DA
UNAS CONFERENCIAS
SO B R E TEOLOGIA
DE LA LIBERACION
Guatemala.— Centenares de sacer­
dotes, estudiantes de Teología, re­
ligiosos, religiosas y seglares asis­
tieron a las conferencias de D. E.
Viganó, Consejero General de los
Salesianos, en la Facultad de Teo­
logía de la Congregación Salesiana
en Guatemala. He aquí los temas
tratados en dichas conferencias:
“Fe y liberación", “Para qué la
Iglesia en el mundo", “Nueva cul­
tura y pastoral latinoamericana”,
“Compromiso evangélico por la li­
beración”.
Con la competencia científica que
le caracteriza dio además a las re­
ligiosas un ciclo de conferencias
sobre la identidad de la vida reli­
giosa, el carisma del fundador, y
la misión en la renovación de los
institutos.
Los nueve periódicos de la pren­
sa local dieron amplia publicidad a
las conferencias del teólogo sale­
siano.
El padre Viganó es de origen ita­
liano y de nacionalidad chilena. Fue
profesor de Teología en la Univer­
sidad de Santiago, director del Teologado y Provincial de los Salesia­
nos de Chile. Durante el Concilio
Vaticano II. como teólogo del epis­
copado chileno, fue uno de los que
más trabajaron y, posteriormente,
uno de los más decididos colabo­
radores del Documento de Medellín, en 1968. En 1971, el Capítulo

General Especial lo eligió miem­
bro del Consejo Superior Salesiano de Roma, para la Formación Salesiana.

LOS M ISIO N ERO S
SALESIAN O S
SUMAN 2.922
ANS.— El Dicasterio de las MisioP'' Salesianas ha difundido una
estadiática con los datos de los Salesianos que trabajan en tierras de
misión. He aquí las principales ci­
fras:
1. Salesianos en el Tercer Mundo
(Africa, América Latina, Asia,
excluyendo al Japón): 6.959.
Sobre 19.000 Salesianos, signi­
fican el 37 por 100 del total.
2. Salesianos en América Latina:
4.869, que son el 26 por 100
del total.
3. Salesianos en territorios de la
S. Congregación para la evangelización: 2.203, que son el 12
por 100 del total.
4. Salesianos en territorios de otras
Congregaciones Romanas (Para
las Iglesias Orientales, para los
Obispos, Consejo para las Re­
laciones Públicas): 719, que son
el 3,5 por 100 del total.
5. Salesianos en “Países de Mi­
sión” en sentido jurídico (Com­
prende los puntos 3 y 4): 2.922,
que suponen e) 15,5 por 100 del
total.

SEUL (Corea): Estos coreanos han
elegido a Cristo. Con las vestiduras
blancas de su inocencia recobrada,
un grupo de neocristíanos de Seúl
que han recibido el bautismo en la
fiesta de los Mártires Coreanos. Con
ellos, el misionero salesiano padre
Ramón Sptes, quien los ha prepa­
rado a su segundo nacimiento.

Repartidos por continentes, son:






en
en
en
en
en

Africa (14 nación.) 394
América (7 nac.)
538
Asia (17 naciones) 1.851
Europa (2 nación.)
9
Oceanía (1 nación) 130.

Las Casas salesianas son en es­
tos países 378, repartidas así: 47
en Africa, 107 en América, 211 en
Asia, 3 en Europa y 10 en Oceanía.

ENCUENTRO DE
LOS DIRECTORES DEL
BOLETIN SALESIANO
DE HISPANOAMERICA
Sao Paulo (Brasil).— Los directo­
res de Boletines Salesianos de Hispano-américa se reunieron del 13
al 15 del pasado noviembre en la
ciudad de Sao Paulo para estudiar
la problemática y el impulso que ha
de darse a esta publicación.
Organizado por el Consejero pa­
ra las Comunicaciones Sociales,
don Juan Raineri, tomaron parte el
Consejero Regional, P. José Henríquez; el Inspector de Sao Paulo,
J. José Romano y los representan­
tes de los Boletines Salesianos de
Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
Ecuador, México, Perú y Venezuela.
El P. Enzo Blanco, Director de
ANS, representó la Oficina Salesiana de Prensa de Roma. Los parti­
cipantes fueron atendidos con fra­
terna cordialidad por la comunidad
del Estudiantado Teológico "Pío X I”
de Sao Paulo.

Al comienzo de las reuniones se
escuchó un mensaje grabado del
Rector Mayor. La primera ponencia,
de carácter histórico, estuvo a car­
go de don Raineri: “Redescubrir la
función del Boletín Salesiano en la
Familia Salesiana”. La segunda,
hecha por don Enzo Bianco: *'EÍ
B. S. ideal, a la luz de las Cien­
cias de la Comunicación Social".
Hubo amplios debates y una llama­
da a todos los miembros de la Fa­
milia Salesiana de Hispanoamérica.

PREMIO AL TELECLUB
DEL COLEGIO
DE ALLARIZ
Allariz.— El Teleciub del Colegio
Salesiano de Allariz (verdadero
centro juvenil) desarrolla numero­
sas actividades que han llamado la
atención a los organismos regiona­
les del Ministerio de Información y
Turismo hasta concederle un pre­
mio provincial. Así dice ei escrito
de concesión del premio: “Me com­
place participarle que, en atención
a los méritos y actividades desarro­
lladas por ese teleclub, le ha sido
concedido un premio provincial de
CIEN MIL PESETAS (100.000 pese­
tas), de acuerdo con las normas del
Convenio con la Fundación Barrié
de la Maza”.
El escrito procede de la Delega­
ción del Ministerio de Información
y Turismo en La Coruña. La “Fun­
dación Barrié de la Maza” a que
hace referencia, contribuye de va­
rias maneras a la extensión de la
cultura en toda ta región gallega.

FUE FUNDADA
POR
CHIQUILLOS
La Congregación Salesíana fue fundada por jó­
venes — casi unos chiquillos— . Don Riccerí habla
a los novicios y estudiantes de Filosofía de Filipi­
nas en su reciente viaje al Extremo Oriente.

Siento una indecible alegría de
encontrarme e n t r e vosotros que
sois el mañana vivo de la Inspec*
toría y de la Congregación. Por

dicha, hay hombres nuevos que lle­ mimdo, a la Iglesia y a la Congre­
gan cuando otros están en su oca­ gación la luz de su entrega y de
so. Los jóvenes son como el sol su apostolado. Eso sois vosotros.
que nace en el Oriente para dar al
Recordáis el dicho de Don Bosco; «Basta que seáis jóvenes piara
que Don Bosco os quiera». Pero
hay algo más. Tal vez un hecho
único en la historia de la Iglesia.
Don Bosco fundó una Congrega­
ción, la Congregación Salesiana, no
B EC A S PARA LAS VO CACIO NES SALESIAN AS
con sus coetáneos, no con p>ersonas maduras, sino con unos chi­
INSPECTORIA DE BARCELONA
quillos: una Congregación nacida
Beca cSan Marcos». Prim era entrega; T otal; 100.000 pts.
de im grupo de chicos alrededor
INSPECTORIA DE BILBAO
de Don Bosco.
Beca «Mamá M argarita». L. Cañada. Pam plona. N. e.: 250. T .; 36.760 pts.
Pensad, si no, en los miembros
Beca «Julián y M aría de Gozalo». N. e.: 2.600. T otal: 23.000 pts.
Beca «Don R ufino Encinas». Un am igo viguée. N. e .; 90.000 pts.
que formaban el «pusillus grex»
Beca «Don José M aría Talbo». N. e.; 3.000. T otal: 27.000 pts.
del primer grupo que conjuntaba
los «fundadores», en el s e n t i d o
INSPECTORIA DE CORDOBA
más rico de la palabra, de la Con­
Beca «María Auxil.». de Alcaudete (Jaén). N. e.: 10.00. T otal; 20.000 pts.
gregación. Al lado de Don Bosco
Beca «Fam. E. Chacón de Hdex.» de Las Palm as. N. e.: 6.600. T .: 28.400.
Beca «Fam ilia L ara Padrón» de L as Palm as. N. e.: 6.000. T .; 22.000 pts.
que, en realidad era un cura jovencísimo, nada viejo por enton­
INSPECTORIA DE LEON
ces, había unos mozalbetes de 18,
Beca «Don José Saburido». O rm se. P rim era entrega; 4.000 pts.
19 y 20 años; (Dagliero, Rúa, Albo­
Beca «María Auxiliadora». A llaris. P rim era w tre g a : 26.000 pts.
ra, Reviglio. Todos jóvenes, en tor­
no a Don Bosco. Estos son nues­
INSPECTORIA DE MADRID
tros fundadores, cofundadores con
Beca «Besama». Qtménes-Arnau. N. e.: 8.000. T otal: 161.460 p ^ .
Beca «Jubileo Sacerdotal P . Ju an Castaño» II. N. e.: 2 ? .^ . T .: 73,900 pts.
Don Bosco: los jóvenes.
Beca «Don Pedro Gil». N. e.: 614. T otal: 76.114 pts.
Beca «Fam ilia Francia». N. e.: 1.000 pts. T otal: M.OOO pts.
Lo mismo la Congregación en
Beca perpetua «Fám illa Rey M artines». N. e.: 10.000. T otal: 40.000 pts.
sus primeros tiempos. En sus años
de expiansión se presentó siempre
INSPECTORIA DE SEVILLA
como
una Ou^regación de jóve­
Beca «María Auxiliadora». Arch. Cádlx. N. e.: 1.000. T otal: 77.000 pts.
nes, casi chiquillos. Incluso en al­
Beca «8. José y S. Antonio». Fam ilia Pardo. P rim era entrega: 2.000 pts.
Beca «Don Miguel Rúa». U na cooperadora salesiansu T o tal: 100.000 pts.
gunas partes del mundo, en Ar­
Beca «María Auxiliadora». Morón de la F rontera. N. e.: 10.000. T .: 60.000.
gentina, en Italia, en E u r o p a...,
Beca «Dr. B ota Ocheá». Serilia. N. e.: 6.000.*Total: 30.000 pts.
cuando llegaron los primeros SaleBeca «Don Modesto Jlm teex». Sevilla. N. e.: 18.600. T otal 42.000 pts.
sianos de Don Bo s c o , no jx>cos
INSPECTORIA DE VALENCIA
monseñores, obispos y la gente en
Beca «Juan Manuel». Doña (Carmen Oómes. Alcoy: 60.000 pts.
general, quedaban como desilusio­
nados al verlos; después de haber

22

Grupo

de aspirantes
de Filipinas.
La foto es vieja.
Estos chiquillos
serán ahora
unos salesianos
hechos
y derechos
para continuar
la obra
evangelizadora
de los primeros
misioneros
españoles
que llevaron
la fe al lejano
y entrañable
archipiélago.

oído hablar tanto de los Salesianos, se encontraban ante unos mu­
chachos. Pensaban que el director
tendría que ser un hombre venera­
do de cabellos blancos o quizás
calvo; una pereona tranquila, casi
un paquidermo. En cambio les lle­
gaba un joven de 24 ó 25 años.
Los otros eran más jóvenes aún.
Era una Congregación de jóve­
nes. Aún hoy día, en muchas ciu­
dades ios Salesianos son conocidos
con el nombre con que los bauti­
zaron al llegar; dos curillas, los
curas jóvenes, los curas-chiquillos».
Por ejemplo, en la Spezia (Italia).
CURAS ENCARNADOS
(NO ROJOS, POR FAVOR.,.)
Su primera impresión q u e d ó
confirmada cuando vieron —cosa
increíble en aquellos tiempos— a
estos jovencísimos salesianos co­
rrer y jugar con los chicos en los
patios con la sotana recogida. Así
los llamaban dos curas que jue­
gan» o tíos curas que corren».
Por su mismo paso rápido, cier­
tamente iban más ligeros que los
canónigos, cuando vela la gente a
un cura que caminaba muy depri­
sa no dudaba en decir; cése es sa­
lesÍano>.
Pues éstos son los jóvenes con
los que Don B o ^ ha fundado la
Congregación. Un caso único en

la historia. Y eso hizo Don Bosco
porque tenía una enorme confian­
za en los jóvenes, en sus jóvenes.
Pues bien, si es cierto que Don
Bosco tuvo esta gran confianza,
también es verdad que estos jó­
venes correspondieron a 1 a con­
fianza de Don Bosco.
La realidad es ésta: el amor sin
iímites de Don Bosco hacia sus jó­
venes, aún más hacia sus jóvenes
un amor también sin iímites de
ios jóvenes para con Don Bosco.
cEn toda la historia de la pedago­
gía —^ha escrito un gran pedago­
go— no hay quizás ningún hombre
que haya sido tan querido por sus
jóvenes como Don Bosco». Pode­
mos afirmar que Don Bosco con­
quistó, en su sentido más profun­
do, el corazón de miles y miles de
jóvenes. Eran, estaban como poseí­
dos por Don Bosco.
Recordad el episodio de aquei
chico que, al ver a Don Bosco se
lanzó a saludarlo sin advertir - la
puerta de cristal que mediaba en­
tre ambos. Por didüa, no se rompió
la cabeza. Pero el dueño reclamó
los daños. Y Don Bosco pagó de
mil amores. Esto nos habla con
claridad de que el santo era un
Imán y de que su amor a tos mu­
chachos era correspondido por su
parte.
¿Y los jóvenes Salesianos? Para
hacerse una idea del aprecio que
tenían a Don Bosco sus jóvenes
Salesianos, bastaría revisar la co­

rrespondencia de los primeros mi­
sioneros. Hay cartas maravillosas
que nos dicen que su mente y su
corazón estaban siempre orienta­
das hacia Don Bosco. Estos prime­
ros misioneros se dirigían a él con
expresiones c o m o ésta; cQuerido
Papá».
Bien sabéis lo que quiere decir.
Este joven misionero salesiano ve
y siente a Don Bosco como a su
verdadero padre. Y lo llama del
modo más tierno y más afectuoso,
como un auténtico hijo: tQuerido
Papá Don Bosco».
Alguno podría pensar que este
amor de los jóvenes salesianos ha­
cia Don Bosco fuera tan sólo una
manifestación sentimental. No; era
un amor que tenía, sin duda, parte
de sentimiento, pero su raíz es­
taba en algo más sustancial. Este
amor se traducía luego en una en­
trega total. Todos se ponían en sus
manos para que él hiciese de ellos
lo que quisiera, como si se tratara
de un pañuelo. La realidad se tra­
ducía en hechos que, casi siempre,
suponían no pequeños sacrificios.
Como si se tratara de ir a la
esquina, Don Bosco decía a algu­
no de sus jóvenes Salesianos:
cOye, tengo necesidad de ti... qui­
siera que tú fueras a Buenos
Aires». tNecesitaria que desde Turín tú fueras a Montevideo». Y el
joven Salesiano respondía; «¿Don
Bosco vuote cosí?, ¿desldera cosí?,
senz'altro». (¿Así lo quiere Don
Bosco?, ¿“ í lo desea? Sin más.)
Aunque la mamá quede enferma,
ya pensará en ella Don Bosco.
Y ésta ha sido la fidelidad, la
docilidad de los jóvenes Salesia­
nos a Don Bosco. No un puro sen­
timiento, no unas bellas palabras;
sino hechos, realidad y obras que
son amores.
Y es a través de este fenómeno
de amor traducido en vida como
se explica la impresionante, se di­
ría milagrosa, difusión de nuestra
Congregación, en pocos decenios,
en Italia, en Europa, en América...
Don LUIS RICCERI
23

El padre Juan Ulllana, con más de cuarenta años de ml<
sionero salesiano en Tailandia, actualmente párroco de la fe­
cunda comunidad cristiana de Banpong, ha dado numerosos
cursos sobre el Cristianismo en la Universidad Budista de
Bangkok.
Desde hace unos años trabaja con los monjes budistas
en estrecha colaboración en el plano social y asistencial. Está
logrando formidables resultados. Su conocimiento del Bu­
dismo, hombres y doctrina, es intenso y profundo. En la ac­
tual entrevista que recogemos del “Boletín Salesiano” de R lipinas (Abril, 1974) nos ofrece el sabio misionero sus pun­
tos de vista sobre un posible diálogo entre el Cristianismo
y el Budismo.

BUDISTAS Y CRISTIANOS.
PREGUNTA.—Padre Ulliana,
¿puede definir el Budismo desde
el punto de vista religioso?
P. ULLIANA.—El Budismo
nos ofrece una visión del mun­
do y del hombre muy distinta
de la que nos da la cultura oc­
cidental. Si consideramos esta
visión budista superficialmente
tal vez nos parecerá conflictiva
con relación a la doctrina cristia­
na. Pero si dejamos a un lado
las categorías de nuestra menta­
lidad occidental Hindú y Budis­
ta, podremos llegar a una nueva
concepción del mundo y del
hombre.
El Cristianismo, visto no sólo
con criterios occidentales, sino
24

también orientales, queda tam­
bién enriquecido y se compren­
de mucho mejor.
Dios es infinito, por lo que
no puede ser comprendido total­
mente por una sola mentalidad
humana. Pero poniéndose de
acuerdo y coordinando diversos
puntos de vista, el hombre pue­
de llegar a un mayor conocimien­
to. Es así como el Budismo, pu­
rificado de ciertas imperfecciones
que no le son esenciales, puede
ofrecer una luz para llevarlos a
una mejor comprensión de la rea­
lidad.
PREGUNTA.— ¿Cuántas cla­
ses de Budismo se dan en Tai­
landia?

P. ULLIANA.—Tailandia cuen­
ta con una de las ramificaciones
más densas del Budismo, llamada
“El camino estrecho”. Alardea
de ser la expresión más pura del
verdadero Budismo.
PREGUNTA.— ¿Qué es el
Budismo en Tailandia, una reli­
gión, una filosofía, un partido
político, un modo de vivir?
P. ULLIANA.— Por lo pron­
to, no es un partido poKtico.
Hace unos dos años, declaró el
rey de Tailandia que el Budismo
tampoco es una religión según el
significado del término occiden­
tal. Es más bien una filosofía de
la vida basada en la experiencia:

DIALOGO POSIBLE
una concepción de la vida basa­
da en la naturaleza y en la ex­
periencia filosófica y psicológica
del hombre.
Es decir, se trata de una expe­
riencia existencial de la psique,
fundada no sobre la lógica, sino
sobre prácticas experimentales fi­
siológicas y psicológicas para lo­
grar la paz interior.
PREGUNTA.— Si el Budismo
es un modo de vivir, ¿puede ser
im camino para el Cristianismo?
P. ULLIANA.—Claro que sí.
Aún más. puede enriquecer al
Cristianismo con no pocas ideas
humanas acerca de la naturaleza.
Si Aristóteles y Platón han ayu­

dado a comprender mejor el pen­
samiento cristiano, ¿no podría
hacer lo mismo la filosofía orien­
tal?
PREGUNTA. — ¿Se dan mu­
chas conversiones en Tailandia?
P. ULLIANA.—No se dan mu­
chas conversiones, pero se está
creando un clima de mutua com­
prensión. Al mismo tiempo he­
mos llegado a un enriquecimien­
to recíproco y a entablar unas
relaciones más estrechas.
Donde sí trabajamos unidos y
colaboramos juntos es en el cam­
po social y en las actividades de
caridad. El pensamiento cristiano
y el budista acerca del amor es-

tán cada día más cerca. Lo mis­
mo sucede con la idea de unidad:
la unión entre los hombres, en­
tendida como condición para lle­
gar a una sociedad más humana,
está creciendo con rapidez.
También la concepción acerca
de la familia está tomando la
misma orientación, es decir, acer­
ca de la unidad y santidad de la
misma. Son ideas que pertenecen
al orden natural; sin embargo es­
tán empezando a tomar un color
sobrenatural en los medios bu­
distas. Esto nos permite caminar
hacia delante hasta encontrarnos.
Nunca hemos de olvidar que la
fe es un don exclusivo de Dios,
y que no puede conseguirse con
la sola razón.
PREGIWTA.— ¿Ha progresa­
do mucho el problema ecuméni­
co en Tailandia?
P. ULLIANA.—Por las dos
partes se ha llegado a muy vá­
lidas aportaciones. Son los cris­
tianos los que tenemos más in­
certidumbre y, desde luego, me­
nos comprensión: el Budismo es
muy poco conocido entre noso­
tros.
El movimiento ecuménico has­
ta ahora ha sido impulsado más
bien por los budistas. Por des­
gracia, no ha sido bien visto ni
acogido por parte de los cristia­
nos.
PREGUNTA.— ¿ C ó m o po­
dríamos fomentar la conversión
de los budistas?
P. ULLIANA.—Tanto los bu­
distas como los cristianos tienen
necesidad de dialogar mutuamen­
te. Dialogar por medio de en­
cuentros, libros, organismos de
asistencia social. Una contribu­
ción económica podría favorecer
estas iniciativas.
Pero, sobre todo, la oración
que, como se sabe, es el funda­
mento de todo.
25

LA CANCION
QUE SOLO
LAS MADRES
SABEN CANTAR
Sor Florinda Ruga es una salesiana que ha vivido muchos años en
Mozambique. Es una delicia oírla hablar de sus negritos. Tiene una sensibi­
lidad especial para captar la ternura de las mamas mozambiqueñas. Me ha
traído diapositivas y me ha contado medio en castellano y medio en portu­
gués muchas vivencias suyas de tierras africanas. Le he dicho que me es­
criba algo. Hoy, después de muchos días de carpeta, sale a la luz esta bella
página.

Una de esas tardes inolvida­
bles en que salíamos' a visitar a
las familias por la selva me en­
contré a una joven madre. Esta­
ba entregada a su faena de mo­
ler. Sobre una piedra lisa exten­
día los granos de maíz que tritu­
raba luego con otra piedra. Co­
mo por encanto, salía una harina
finísima.
A su lado, el niño nos miraba
con sus ojos grandes, blancos y
tímidos, desde el fondo de su os­
curidad, o de su blancura. Nos­
otros no sabemos adivinar la cla­
ridad del alma de estas gentes
sencillas y buenas.
— ¿Qué haces?, le pregunto a
la madre.
También ella levanta a mí su
mirada. Se limpia el sudor y, con
una sonrisa también blanca y lle­
na de sencillez me dice:
— ¿No ves? Preparo la harina
para hacer la papilla a nü hijo.
•No terminó de decir la última
palabra cuando tomó con la ma­
no una poca y aproximándola a
mi hábito sonrió de nuevo:
—Mira, blanca como tu ves­
tido.
— ¿Y no te cansas?, continua­
mos la conversación.
26

—^Una madre nunca se cansa.
— ¿Quieres que te ayude?
—Tú no sabes.
— ver, ¿es así? Agarré con
fuerza la piedra y me puse a ma­
chacar granos de maíz. Ella reía
en silencio y meneaba la cabeza
como diciendo que no. De vez
en cuando murmuraba unas pa­
labras acompañadas de gestos
significativos, pero que yo no
conseguía comprender.
Venían conmigo otras dos chi­
cas. Les supliqué me hicieran la
traducción, pero se negaron. “Si
te decimos estas cosas, vas a su­
frir”. Yo les dije y les insistí en
que no tuvieran miedo en hablar
con claridad, que estaba muy in­
teresada en saber el sentido de
su lenguaje. Tanto insistí que, al
fin, una de ellas, adquiriendo un
aspecto muy serio y repitiendo
los mismos gestos comenzó a ex­
presarse;
— “Tú no eres madre de mi
hijo. No basta hacer la harina
con las manos. Debe estar mez­
clada con el canto que sale del
corazón y éste, para mi hijo
(apretándole contra el pecho) sóló yo lo sé cantar. Mi hijo extra­

ñaría tu harina. Mi hijo, cuando
la come, me mira y se ríe, y sólo
yo comprendo su lenguaje.
La leña, el agua, la olla... To­
do el trabajo de mis manos, el
sudor... todo lo hago con el co­
razón alegre... cantando, soñan­
do que mi hijo irá creciendo...
Y, aunque pasen muchas lunas,
jamás olvidará a su madre...”
Sofocada por la emoción, le di
un abrazo muy fuerte y un beso
al niño.
—^Eres muy buena,' le dije. Y
yo, ¿qué podría hacer entonces
por ti y por tu hijo?
—Ven a visitamos muchas ve­
ces. Si sabes que mi hijo está
bueno,, vamos a estar las dos ale­
gres y voy a darte cacahuetes. Y
si está enfermo, vamos a llorar
las dos juntas...”
“No le toquéis más, que así
es la rosa”. Ahí queda la anéc­
dota. Un poema, expresión de
esa inmensa ternura de una ma­
dre negra.
SOR FLORINDA

Adiós a las armas, sí. Adiós a las almas, no. torado en Teología y la licenciatura en Dere­
Porque los misioneros tienen espíritu de ace­ cho Canónico. En 1928 recibió la ordenación
sacerdotal y ejerció las primicias de su oposro: se rompen, pero no se doblan.
Monseñor Segundo García Fernández, Vica­ folado en Argentina, durante sus diez prime­
rio apostólico ae Puerto Ayacucho, en el Alto ros oños sacerdotales.
Orinoco ha cumplido sus setenta y cinco años.
Recibió la obediencio poro ir a Venezuela
N i un día más ni menos. A los setenta y cinco, que considerará ya como su segunda patria.
de acuerdo con la invitación posconciliar, el Fue director, ecónomo inspectorial y, en 1950
buen obispo salesiano presenta su dimisión. Administrador Apostólico de Puerto Ayacucho,
Descarga de sus espaldas el fardo de la res­ en el Alto Orinoco. Viajes misioneros, traba­
ponsabilidad para cargarlo sobre otros hom­ jos de catequizació.n, promoción de los indí­
genas. Tres años más tarde era consagrado
bros más jóvenes.
Los apellidos <cGarcía Fernández», aue no obispo.
son sospechosos de sangre sajona, nos hablan
Es enorme el impulso que ha dado a la mi­
de su origen español. En efecto, monseñor sión salesiana del Alto Orinoco, muy flore­
Segundo García nació en Espoño, en un pue- ciente en la actualidad.
blecito de al lado de Astorga, provincia de
Al caer los setenta y cinco — monseñor GorLeón. Contaba muy pocos años cuando sus - c/o noció en la mismísimo punta de 1899, es
padres emigraron a Argentina. Oriundo de decir, terminó con el siglo— el buen obispo
buena ley, podría ser un espléndido fichaje. ha ofrecido puntual su dimisión. Y el Papa lo
Aunque su ficha tuvo otro destino...
ha susfifuido con el nuevo obispo salesiano
A los quince años entraba por vez primera monseñor Enzo Ceccarelli Cotroro.
en un colegio salesiano, el «General Acha»,
También el nuevo obispo es argentino, na­
de la Pampa. Al año siguiente florecía su vo- cido en la provincia de Rosorio en 1918, de
cocíon salesiana y sacerdotal, y entró en el padres italianos. Después de hacer su novicioaspirantado.
do en Villa M oglia (Italia), en 1936, partió al
En 1919 hizo el noviciado teniendo como año siguiente hacia Venezuela que asimismo
padre maestro a monseñor Costamagna. Re­ sería para él su segunda potrio. Sacerdote des­
cibió la sotana de monos de don Vespignani, de 1947 y profesor de Literatura, trabajó lue­
uno de los salesianos más queridos en Argen­ go duronfe algunos años en las Misiones del
Alto Orinoco. Ahora deja de ser el vicario ins­
tina.
Enviado o hacer la Teología en Italia hizo pectorial de Venezuela para regresar a Puer­
sus estudios en Turín donde consiguió el doc­ to Ayacucho, su actual sede episcopal.

MONSEÑOR
SEGUNDO
GARCIA

Coopet*afiión Sateaiana y 9Pef*ee«* A ffund o

Dos días antes de Navidad llegó
una misiva desde el país de los
Bhoi. Dentro del sobre una carta
y una narración. Ambas escritas
por el padre Pernía. En su carta
pedía al Señor que os bendijera a
todos vosotros, los que ayudáis,
con todas sus fuerzas. Y añadía:
En nombre, pues, de estos cristia­
nos y paganos, de estos chavales
Bhoi y Lalung, Mikir y nepaleses
de esta misión: Muchas gracias.
En la noche del 24 rezaremos al
Niño Jesús por los Cooperadores
Salesianos, que tanto nos quieren
y tan desinteresadamente nos es­
tán ayudando.
Luego nos da alguna noticia:
que han podido instalar un motorcito de caballo y medio con el que
encienden hasta 20 bombillas, con
lo que les parece estar en la glo­
ria. Que han abierto 17 escuelitas
en otras tantas aldeas de la selva,
lo que supone un progreso enorme.
Que son muchos los que piden el
bautismo...
Y para que veamos algo de lo
que pasa a ese nivel entrañable
de personas necesitadas, en las que
Dios y la caridad calladamente van
haciendo su faena nos cuenta es­
ta pequeña historia;
«Priem Mynsong es un jovencito de dieciseis años. Nada de par­
ticular acerca de su aspecto: alto,
delgado, morenito, un tanto de­
masiado estirado para su edad.
Desharrapado, sucio y con olor de
no haber tocado el agua desde
hace bastantes semanas... en una
palabra, como c u a Iq u i e r otro
Bhoi».
Priem Mynsong vino a Mawhati
a trabajar un nuevo cami>o que su
padre habfa abierto en la selva.
Lo de siempre: árboles abajo,
montones de ramas secas, hogue­
ras inmensas y luego a esparcir
las cenizas. Al cabo de un mes
se siembra el arroz y a esperar.
Cuando el padre de Priem Myn­
song se puso enfermo nadie se
maravilló, aunque era fuerte como
un roble y hacía años que no sa­
bía ni siquiera lo que es una in28

HAZME
DE
JESUCRISTO
disposición. Y nadie se maravilló
porque el clima del país de los
Bhoi es traicionero, malo, que se
te mete con los vientos en los
huesos y en un par de semanas
te deja listo.
Por eso el padre de Priem dejó
a sus hijos en el campo de arroz
recién sembrado y con su mujer se
marchó tan lejos como le llevaron
sus piernas. Nadie supo más de
él, sólo que volvería al tiempo de
la cosecha y «Tú, le dijo a Priem,
cuida de tu hermanito y ya volve­
ré antes de que vuelvan las llu­
vias».
Y Priem Mynsong se convirtió
de repente en padre de su herma­
nito y señor indiscutido de un
campo de arroz, en Mawhati.
Pero una cosa es la teoría y
otra la práctica, y Priem cogió
la misma enfermedad que su pa­
dre. con la diferencia que no tuvo
tiempo de huir. Además ¿a dónde
huir? jQuién sabe donde se sabría
refugiado su padre!
Y Priem Mynsong se consumía
de fiebre y de... hambre en su
chocita, junto al campo de arroz.
Durante cuatro o cinco días se
puede aguantar sin probar bocado,
pero ¿por cuántos días más?
Y como no conocía a nadie en
la aldea, el pobre muchacho se
consumía, como una vela ardien­
do, sin santo a quien invocar.

Yo aún no me explico cómo y
dónde Priem había oído hablar de
Jesús. Por eso cuando se le ocu­
rrió llamar al catequista Bonifas
Mukhin y le pidió el bautismo an­
tes de morirse; Bonifas quedó per­
plejo al oir «Yo quiero ser de
Jesucristo, hazme de Jesucristo».
Y Bonifas Mukhin, sin más con­
templaciones lo bautizó, haciéndo­
le de Jesucristo. Y así se estaba
muriendo Priem.
Y casualidad de las casualida­
des, por allí pasaba yo con el
jeep, camino de Shillong con tres
muchachos mordidos por un perro
rabioso. Y claro, siempre hay im
hueco para uno más, sobre todo
en el jeep de la misión.
De noche llegábamos al hospital
de las misioneras de Cristo Jesús,
de Shillong. Rutina. Priem fue ad­
mitido. Diagnosis: hambre. Rutina.
Priem se quedó en el hospital
tres semanas. Afortunado él. ¡Cla­
ro que estos Bhoi tienen un poder
de recuperación inmenso! Saben
escabullirse hasta del abrazo de la
muerte. Las monjitas le dijeron:
«Mira, vuelve a Mawhati, pero no
vayas a tu choza, junto al campo
de arroz, sino a la casa del Padre,
a Umsohlait, que no está muy le­
jos. Allí come, bebe y descansa.
No trabajes...»
Y aquí lo tenemos ahora. Lo
tengo enfrente. Me está mirando
cómo le doy a las teclas de mi
Olivetti. Mira, a veces, como su­
ben y bajan las teclas; a veces
me mira a mí, pero cuando cree
que no le veo. Y es que, desde
que ha pisado la misión, no ha
abierto la boca. Le debe parecer
otro mundo. Y lo que hace ahora
es comer, beber y descansar.
A cuenta vuestra, como otros
muchos.
Pero, qué bien habéis pagado
esa cuenta.
Por eso os estamos más que
agradecidos.
Por eso en las próximas fiestas
de Navidad rezaremos por voso­
tros.
ROBERTO PERNIA*

DONATIVOS PIBA EL TEBCEB MUNDO
recibidos en diciembre 1974

Esta foto la podríamos titular “La chiquillería de Um>
sohiait o la alegría del padre Roberto”. Ahí están ios vein>
titantos niños acogidos a la bondad de la misión salesiana. Rodean al padre Pemia, que i no lo puede negar!
en estos momentos está satisfecho. Cuando él llegó a
Umsohiait las necesidades eran extremas. Con paciencia
y tesón y con los medios que le facilitan los Cooperado­
res ha ido mejorando la situación de los Bhoí: escuelas,
capillas, ayuda económica para nuevos campos y nuevos
cultivos... Y aunque todavía queda la mayor parte por ha­
cer el progreso es evidente. Esta fotografía, con esos ni­
ños soTHlentes, limpios, abrigados, nutridos... cuando hace
cinco años morían en su mayor parte, es una prueba de
lo que el mundo de los pobres podría ser sí los hombres
y las naciones fueran menos antbícíosas; sí cada ur>o die­
se lo que le sobra a los pobres, como recomienda el
Señor.

Palom a Serrano, M aría Ochando, Sres. de C rut,
M aría Picó, R ufina M oradillas, Enriijue Pedrós, P i­
lar Montero, Maximiliano Gallego, Pedro Plquer,
Antonio Sánchez, Hnos. Varela, E nrique Rctegul,
Sra. Portillo, Conchita PortaJéa. Ciríaco Qallcjonos,
Ramón Piz, A lberto Andreu, Juan M artínez, P ilar
Asensio, Elena Goméx, Mercedes Enriques, E.
Ochrens, Prado Pascual. Sabina Gil, Adelaida Bornal, Pablo Rublo. Carmen F errer, Rosarlo Baa.
Ju an Liópez, Cándida Soto, Carmen Silvestre, Jose­
fa P ujadas. Amparo Menéndez, A n ^ I Arcmollcs,
M aría del Carm en R uit, Victoria y Eloísa García,
M aría López, Joaquín Franco, Ricardo Llovct, Car­
men Pelegrl, Ju an a Sanm artín, Lorenzo Mata. Ca­
silda Rloja, Dolores M artínez. Sr. Costero, Julio
López. Mencia Díaz, F. M ontalt, H ortensia F er­
nández, Manuel León. R ita Mayol. M aría Sala, An­
tonia M artín, José García, MaHa Farseo, Leonisa
M artínez, M aría Dolores Gorostlza, A urora Ramos,
C lara M artín, Perfecto Rojo, Sabina A rrlcta, Co­
operadores de Torrecardela, Pedro Gómara, F ran ­
cisca García, M aría Ledesma, Francisco Aznárez,
Julian a Lucas, M aría Rodríguez, Antonio Soldevilla, Lucía A ristim uño, Remedios Marques. Alicia
Benito, Antonio Carbonell, Vda. Mauricio Fernán­
dez, Mercedes Roig, Isabel Rodríguez, Josefa Parrondo, Concepción Amores. Antonio Martínez,
Germen Viñas, Piedad Franco, Irene Aparicio, An­
tonio G arm endia, Carmen de Oraa, Veremundo Labari, Santiago Valle. Ju an a Pons, Concha Chaforlé,
Francisco Posso. Alvaro Bieiza, M aría Casas, Vir­
tudes Casares, F lora Cañizal, Heliodoro Alemany,
M aría Adoración Aledón, P ilar Sánchez, Valentina
Perea, Florencio Cano. Francisco Hernández. José
Lijó, L upe Garrido, Anunciación Ibáñez, I. Martí.
Concha Castañeda, A urora Ibáñez, M ariano F er­
nández, E lisa Suarez, Francisco Ruiz, Alejandro
Pascua, Ram ón Zorrilla, Concepción Pérez. Angus­
tias Muñoz. Ramón Piles. P ilar Alonso, Julián Ba­
tallar, Fam . L adrón de Guevara. Ana Gala, José
M aría A jubita, Desiderio Ibáñez, García Ruiz, Vda.
de Julve. P ila r Rivas, Antonio Tomás, Eugenio So­
ler. Consuelo López, Javier Cardona, P epita R a­
món. Em ilio Cattoni, J . Ramón Vasildo. P ilar
Gambín. Blas Pitarch. Concha López, Carm ina de
Vicente. Fam . T am arit, Ana M aría Clavell, Pedro
Aragues. A gustín Posada, Vda. de José M aría Unzu, Antonio Bolx. Luis Lon. V isita González. Luis
Amores. Josefa Lourido, José Señor. Manuel A.
Plá. L aurentina Rioja. Vda. de Carroño. María
M artín A., Ignacio Albertosa, Maximlano M. Maes­
tre. Rosario de Burgos, Luis Noguera, José F ari­
ña. Luis Sánchez. Antonio Sánchez. B. y P. Gimé­
nez, José M aría O ltra. Alfonso Lópeez. A ntípatro
Candela. Isidro Fernández. Francisco Amaro, En­
carna M adera. P ilar Boxó. P ilar Quiñones. Lucia
Sánchez. E ncam a T rabalón, M anolita Sánchez, C.
Alonso lam bertl. Carmen Rosa. Amalla Tejada,
Victoria Sánchez. Rosarlo Conde, Matilde Campos,
N. N avarro. M aría González. Carmen Ruiz, Hnas.
Risco. Lola Guzmán. Luis Rovira, Agustín Olmo.
H nas. Berclal. José M aría Jover, Amaparo Guayo.
D am iana Lancetas. M aría A ntonia del Valle, María
Peiró. Victoriano Velasco. Adelaida M artínez. Ma­
ría Carmen Iruegas. Juan Ruiz. Lourdes Pineda.
N arciso Viloria. Gloria Bulbena, Dominlano Villaverde. José Riva. Angeles Domínguez, Eunlcíano
Muñoz. Antonio G arrido, Marqueses de Rafal. C.
Llórente. Josefa San Miguel. P ilar Oramás. S atur­
nino Fernández. Florencio Hernández. Francisca
Rodríguez. T eresa M artínez, Luís Sáez. M aría C ar­
men Rodríguez. Manuel Blanco. Lorenzo Trejo. Vi­
cente Sebastián. Consuelo Casas, H nas. P r ^ o .
P ilar A tares. A gustín Cuevas. Jesús Planello. Ma­
ría Eriales. Luis Elíes, Dolores Behave, M a r ía ^ leica. A írate F urundarena, Antonio Amor, M aría
M artínez. F élix Córdoba. B ncam lta Nieto, Eugenio
García. Miguel Maynou. F em ando Suárez, A. del
Mazo. M aría Victoria Bea. José Ansorena. Manuel
Arias, Rafael Espejo, M aría Carmen Sáez. Nora
B erral. M ariano Alondo, Cándido Redondo, Car­
m en Asenjo, Bienvenida López, Antonio Pérez,
Francisco FtHqué, L uis G. González, Santiago B ur­
gos. Carmen Carqués. Nieves Picher, F ^ . L ^
puente, José H aría Sarasquete, M aría Callis, Em i­
lia Ixiran. T eresa Crespo, R ita A lcántara. Carmen
Domínguez. M aría Jesús Cotarelo, Antonio R iw ro.
Concepción Ramón. Am alia N avarro. Félix y Car­
m en Amor. M aría Cortés, Juan Vallet, E nriqueta
Blanco, Ram tm a Toubes. H nas. Aparicio. Julián
C arrera. José Pérez. Jesús Chocano, Ju an U orán.

29

Barcelona: Hace unos meses que
operaron a una cuñada mía y acu­
dí a María Auxiliadora prometién­
dole publicarlo en el Boletín Salesiano si salía bien. Me parece que
ful escuchada, por lo que agradez­
co su protección. Ante una nueva
operación, resulta que no puede
ser Intervenida a causa de la infla­
mación. Acudo de nuevo a nuestra
Madre rogándole que saiga todo
bien y le dé mucha resignación.
Agradecida por otros favores reci­
bidos, enviamos un donativo. Mont­
serrat Grau Garda.

nuestra
gratitud
a maría
auxiliadora

Béjar (Salamanca): Por dos gra­
cias obtenidas p o r mediación de
María Auxiliadora, que se me h ^
resuelto mucho mejor de lo que es­
peraba, envío una limosna de agra­
decimiento. M. S.
Vitoria: Teniendo que ser opera­
da mi hija, pedí a María Auxiliadora
que no sufriera ninguna complica­
ción, y todo salió bien. P. Tejedor.
N. N.: Una vecina mía cayó de
una altura considerable dándose un
fuerte golpe en la cabeza. Ingresó
en la clínica y los médicos estaban
pesimistas por su estado. Acudí a
María Auxiliadora, pidiéndole pudie­
ra regresar a su casa con salud.
Asi fue, por lo que envío una li­
mosna de agradecimiento. Angeli­
na González Jiménez.
Barcelona: Estaba mi nieta des­
ahuciada de los médicos por una
cruel enfermedad. Doy gracias a
María Auxiliadora por sus mejoría
y envío una limosna. A. B., una de­
vota de la Virgen.
Salamanca: Por un favor extra­
ordinario recibido de María Auxilia­
dora, envío una limosna de agrade­
cimiento. E. M.
Bilbao: Una hija mía sufría de
una soriasis en la parte posterior
de la cabeza. A pesar de los trata­
mientos del médico, no se curaba
y sufría un gran prurito. Hubo un
poco miedo de mi parte, no se te
fuera a degenerar en algo Incura­
ble. Acudí entonces a María Auxi­
liadora prometiendo si curaba publi­
carlo en el Boletín Saleslano y en­
viar una limosna. Dando gracias por
el favor recibido, envío una limos­
na. J. H.
Barcelona: Hago pública mi gra­
titud a María Auxiliadora por el
éxito de una operación a la que tu­
vo que someterse mi madre. Envío
una limosna. Marta Teresa SaladrtSevilla: Doy gracias a María Au­
xiliadora por h a b e r solucionado
unos asuntos en difíciles situacio­
nes. Envío una limosna. Manuel Pé­
rez Blanco.

30

Madrid: Encontrándome muy apu­
rada, acudí a María Auxiliadora por
intercesión de Santo Domingo Savio, E>on Rúa, Doña Dorotea y San
Juan Bosco. Habiendo solucionado
el problema, cumplo mí promesa de
enviar una limosna y hago público
mi agradecimiento. Urta devota.
Rentería: Encontrándose un fami­
liar muy enfermo y temiendo ios
doctores peores resultados, lo en­
comendé a María Auxiliadora. Me­
joró y desaparecieron nuestros te­
mores. Hoy e s t á recuperándose,
por lo cual doy gracias a la Virgen
y envío la limosna prometida y tam­
bién en acción de gracias por otros
favores. J. C.
Oiesa (Barcelona): En acción de
gracias a María Auxiliadora por
dos gracias obtenidas por su inter­
cesión, y esperando otra más, cum­
plo mi promesa de dar un donativo
y publicarlo en el Boletín Salesiano. Una hija de María.
Astu<fillo: Por una gracia alcan­
zada de nuestra buena Madre María
Auxiliadora por haberme curado de
mi hijo, doy una limosna según lo
prometido para que siga protegién­
donos. Una Archlcofrade. P. F. F.
Carabanchel Alto - Madrid: Son
muchos los favores y gracias que
he recibido de nuestra querida Ma­
dre Auxiliadora y a Ella acudo en
mis necesidades, espirituales y tem­
porales. Enfermó mi hija de grave­
dad y más muerta que viva la lle­
vamos a la Clínica. Los médicos
que hicieron tos análisis del caso
y constataron tratarse de apendlcitis aguda con perítonttit y gan­
grena... Sólo un milagro podía sal­
varla de la muerte. Acudimos en­
tonces a María Santísima Auxilia­
dora con toda nuestra fe y espe­
ranza. Los médicos, ante el diag­
nóstico dudaban si intervenir; pero
pusieron manos a la obra y la San­
tísima Virgen los auxilió. A los diez
días estaba ya entre nosotros, en
casa, completamente restablecida.
En honor de la Virgen Auxiliadora,
que siempre me escucha; y para
que sirva de aliento a quienes pue­
dan encontrarse en apuros como el
nuestro, les agradecería la publi­
cación en el Boletín S^esiano y
les envío una limosna para su cui­
to. Angustias García Bonilla.
Salamanca: Por intercesión de
San Juan Bosco he sentido una
sensible y rápida mejoría en una
grave postración después de un ac­
cidente automovilístico de fatales
consecuencias. Envío una limosna
y deseo se publique en el Boletín
para estímulo de sus muchos de­
votos. Emilio Manso.

Oleiro«: Ofrezco una limosna de
agradecimiento a María Auxiliadora
por haber curado mi madre de una
enfermedad repentina muy grave.
Deseo se publique en ei Boletín
Salesiano. Cannen Domínguez.
La Coruña: Padecía grandes do­
lores en cara, lengua y boca. Acu­
dí a varios especialistas en busca
de mí salud; pero no sin antes acu­
dir, con toda mi fe, a la Santísima
Virgen Auxiliadora rogándole que
los médicos pudieran tranquilizar­
me de que estos dolores no pro­
venían de cosa mala. Y así ha sido
el informe médico; siento además
gran alivio, ai calmárseme los do­
lores que padecía. Hoy, agradecida
a! favor tan señalado, envío un mo­
desto donativo y pido sea publica­
da esta gracia, en el Boletín Sale­
siano. Josefa Hernández Lorenzo,

familia
salesiana

DAN GRACIAS
POR FAVORES RECIBIDOS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
Victoria Herrero, de Madrid, por
un favor muy grande; Amalla A., de
Madrid, por muchos favores, y en­
vía su primera paga cobrada por
su vejez; Gloria Mendero, de Villarta de San Juan; Señora de Aní­
bal, de Aliariz (Orense); Rosa Fer­
nández, de Aliariz; Francisco To­
más Conca, de Vtllena, por un fa­
vor señaladísimo; C. O., de Madrid;
Carmen Gallego, de La Línea de la
Concepción (Cádiz), por verse libre
de una enfermedad; Mari P. J., de
N. N.; Hortensia Gil Rodríguez, de
Celanova (Orense); María Luisa Bil­
bao, de N. N.; Feliciana Vélez, Mi­
lagros Martín, Carmen Burgoa, Ma­
ría Bezos y Catalina González, de
Tordeslllas, por favores recibidos;
L. V., de Madrid; Lázaro Moreno,
de Tudela de Veguin (Oviedo); Isi­
dro Leñador Fariñas, de Tudela de
Veguin, da gracias por un largo
viaje realizado felizmente; Consuelo
Nerpell, Inés Rodríguez y Josefa
Hernández de Zamora; Angelita
Martín, de Paiencia; Sra. Viuda de
Cantarino, de Valiadolid; María M¡guélez Vega, de Acedes, por favo­
res recibidos en sus enfermedades,
envía una limosna para los niños
pobres; Adoiftna M. de la Fuente,
de Madrid; M. G. L . de Rota (Cá­
diz); J. García, de Ubeda (Jaén);
A., de la Blanca, de Ubeda; Sra.
de la Fuente, de Madrid; Valeriana
Ruiz, de vnianueva del Río.
GRACIAS
A NUESTROS SIERVO S DE DIOS
Huesca: Agradecida a doña Do­
rotea de Chopítea por un favor ob­
tenido en un momento muy difícil,
envío una limosna para su causa
de beatificación. J. D. 8.

Salamanca: Agradecida a doña
Dorotea de Chopitea y estimulando
a invocarla con confianza, envió
una limosna para su causa de bea­
tificación. Carmen Moyano,
Madrid: Envío una limosna de
agradecimiento a doña Dorotea por
un favor recibido. Victoria Herrero.
Villena: Bernardo Postigo y René
envía un donativo de acción de gra­
cias y como ayuda para la causa
de beatificación de los Mártires Salesianos de Villena.
Madrid: Tengo una nletecita que
hasta el presente no nos había da­
do ningún motivo de preocupación
por su salud; pero repentinamente,
fue atacada por convulsiones ho­
rribles, torcedura de boca, priva­
ción de la vista. El terror de sus
padres y el mío puede figurárselos,
pues temíamos que nos quedara li­
siada por toda la vida. Tenía diez
años. Yo, todos los días le pedía a
doña Dorotea que le pasara y no
volviese a repetir el ataque. Han
pasado ya doces meses, desde el
ataque, y desde el primer día nues­
tras súplicas a doña Dorotea con­
siguieron que el mal fuera entran­
do en normal recuperación, y ha­
biéndosele hecho infinidad de re­
conocimientos y estudios, el espe­
cialista nos dijo que la niña se en­
cuentra perfectamente curada y que
ya no nos debíamos preocupar de
lo pasado más que de un mal re­
cuerdo. La niña está guapa y sana
sigue a sus compañeras en sus
estudios, con toda normalidad, ocu­
pando un lugar destacado entre
ellas. Muy agradecida a doña Do­
rotea, le ruego publique esta Insig­
ne gracia en el BOLETIN. Luisa
Sánchez.
Barcelona: Varias son les gra­
cias que hemos de atribuir a nues­
tra gran protectora doña Dorotea:
En distintas ocasiones ha escucha­
do las preces en favor de mis cua­
tro hijos. Isabel Mohíno. Por ha­
berme ayudado la Sierva de Dios a
que mejorara de un infarto de mio­
cardio, y hallarse hoy casi por com­
pleto recuperado. Y además al In­
gresar yo en el Clínico, y hacerme
unos análisis, por si me tenían que
operar, todo resultó negativo, pudiendo volver tranquila a casa.
Agradecida envío una limosna y en
ruego publique la gracia. Angeles
Gabilondo.
Valis (Tarragona): Muy agradeci­
da a doña Dorotea por haber aten­
dido a mi ruego de encontrar un
trabajo digno y remunerador a
mi nieto, publico mi gratitud y er>vío una limosna para ayuda a ia
Causa de doña Dorotea. M. T.

31

FUERON

Rvdo. don Francisco González
Beltrán t el pasado 10 de diciem­
bre de 1974 en Burriana, su ciudad
natal. Don Paco, como se le llama­
ba en toda la Inspectoría, era de
un carácter simpático y agradable.
Sabía hacer las cosas fáciles y
asequibles por su simpatía y cor­
dialidad, ganándose a cuantos le
trataron por su cordialidad y llane­
za, por su bondad.
Acudieron a darle el último adiós
a la Iglesia de María Auxiliadora
del colegio Innumerables personas
que se sentían unidas a él por la­
zos de parentesco, amistad y grati­
tud, entre ellas, muchísimos anti­
guos alumnos suyos. Estuvieron
presentes el padre Inspector pro­
vincial y numerosos salesianos de la
Inspectoría de Valencia. También
estuvo el alcalde, en representa­
ción de la ciudad. Hubo además
una notable asistencia del clero
diocesano.
Don Francisco González (don
Paco, como se le llamaba familiar­
mente) había nacido el 2 de febre­
ro de 1899 en Burriana. Después
de haber estado algún tiempo como
alumno en el colegio saleslano de
la calle Sagunto, pasó al aspirantado de Campello el año 1915, y
luego a Carabanchel Alto (Madrid),
donde hizo el noviciado y los es­
tudios de Filosofía. Terminado el
trienio práctico en Valencia, estudió
la Teología en Campello y recibió
la ordenación sacerdotal en Barce­
lona el 2 de junio de 1928.
Desarrolló ejemplarmente sus ac­
tividades docentes y educativas co­
mo sacerdote en los colegios de
Valencia; Alicante, Barcelona-Horta
y Burriana. Fue también adminis­
trador y ecónomo diligente y luego
director de la casa de Burriana,
dejando a su paso por los diversos
cargos que ejerció honda huella
de simpatía y afecto.
En todas sus actuaciones se
mostró siempre saleslano auténtico,
servicial y amable. Su piedad era
sencilla y casi podríamos decir in­
genua. Era muy devoto de María
Auxiliadora y se esforzaba por di­
fundir su devoción.

32

A

LA

C A S A

DEL

— “Che, Don Paco — le preguntó
un día un antiguo alumno— , habrá
usted tardado meses en preparar
ese sermón sobre la Virgen...”
— T o n i q u e t — le respondió— ,
cuando se quiere a la Madre no
hace falta nada para subir al púlpito.
En los últimos años de su vida,
no pudiendo trabajar como en sus
mejores tiempos, pasaba largos ra­
tos del día y de la noche rezando
por sus hermanos salesianos.
Descanse en paz el siervo bueno
y fiel.
Srta. Leonarda Gira! Delgado t
en Málaga el 26 de diciembre de
1974. Alma delicada,- dotada de
verdadero espíritu de servicio y lle­
na de amor a María Auxiliadora,
trabajó incansablemente por exten­
der su devoción durante los treinta
y siete años que ocupó cargos en
la junta directiva de la Archicofradía. Dió constantes ejemplos de fe
inquebrantable, humildad y celo por
el bien espiritual del prójimo.
Don Manuel Cases Lamolla t en
Palma de Mallorca el 21 de octu­
bre de 1974. Recibía y leía con
gusto el Boletín Saleslano y expe­
rimentaba gran satisfacción ante el
bien que realizaba la Familia Salesiana.

Doña Andrea López Chacón f en
Puerto Real (Cádiz) el pasado no­
viembre de 1974. Era una valiosa
cooperadora saleslana. A pesar de
su poca salud, fue para los sale­
sianos una verdadera madre y her­
mana. Su entierro constituyó una
gran manifestación de duelo.

Rvdo. don Amadeo Burdeos t en
Mataró en la mañana del 22 de di­
ciembre de 1974, a los setenta y
dos años de edad. Gran figura de
saleslano entregado a su labor de
educador, de profesor y de sacer­
dote. Dedicó muchas horas de su
vida al apostolado de la pluma.

PADRE

Suya es la obra “Lauros y palmas”
que presenta el martirio y los su­
frimientos de los Salesianos duran­
te el período de la guerra civil.
Asimismo es el autor del libro “Una
dama barcelonesa del 800”, o vida
de la sierva de doña Dorotea de
Chopitea. El llevaba cchi amor la
causa de beatificación de nuestros
Mártires y de doña Dorotea. Espe­
ramos hablar en otra ocasión de
este saleslano que, sin duda, ha
dejado un vacío irreparable en la
Inspectoría de Barcelona. Por hoy
basten estas líneas para comunicar
la triste noticia a nuestros lectores.
Doña Antonia Moix ScHe t en
Sabadell el 25 de noviembre de
1974, a los cuarenta y cinco años
de edad. Ningún síntoma hacía pre­
ver el desenlace. Su entierro y fu­
nerales fueron un auténtico acto de
familia. Salesianos, Cooperadores,
Antiguos Alumnos, familiares y
amigos, todos formando una admi­
rable comunidad cristiana. Doña
Antonia era muy devota de María
Auxiliadora y de San Juan Bosco.
Doña María Pérez Brotons, viuda
de Carrillo, t santamente en Ali­
cante, el día 18 de diciembre de
1974, a los noventa años de edad,
rodeada del cariño de sus hijos, nie­
tos y biznietos. Fue una mujer sen­
cilla y de gran virtud. Supo incul­
car a los suyos la piedad, la rec­
titud en el obrar y el darse a los
demás, más con el ejemplo que
con sus palabras.
Cuando se lo permitieron sus
obligaciones de madre asistía dia­
riamente al Santo Sacrificio de la
Misa y ya en sus últimos años,
cuando no podía ir, recibía con
frecuencia y fervor la Santa Co­
munión.
Era devotísima de la Santísima
Virgen. Pertenecía a la Archicofradía de María Auxiliadora y era Ce­
ladora de ios Jueves Eucarísticos.
Dió con alegría a dos de sus
hijas al INSTITUTO DE L A S HIJAS
DE MARIA AUXILIADORA, Sor Ma­
ría y Sor Vicenta.

NOVEDADES CATEQUETICAS
CUADERNOS DE PEDAGOGIA CATEQUISTICA

o
— Ediciones Don Bosco—
«Los cuadernos Edebé salim os a la calle a pasear,
a desahogarnos, a charlar con la gente, a perder las
prisas a interesarnos por la vida, a sacarle toda la sal
y pimienta que tiene...»
Al precio de 50 pesetas ejemplar, pueden pedirse
Paseo San Juan Bcsco, 62; Barcelona, 17. Hasta la fecha
van publicadas se is con los siguientes títulos y autores:

#
#

Colección indispensable para los educadores de la fe.
Nueva orientación ante los problemas actuales de le
catcquesis.
EN VENTA

1.— E. Alberich: Orientaciones actuales de la
Catcquesis.
170 ptas.
2.
— E. Alberich; Naturaleza y enfoques de una
a:
Catcquesis moderna.
180 ptas.
3.
— J. Gevaert: Antropología y Catcquesis.
140 ptas.
1.— •Lucha y contemplación». Concilio de los
4.— J. Milanesi: Sociología de la religión.
jóvenes. Por J. Ballaz.
235 ptas.
2.
— •Petróleo». Jeques, reyes, presidentes, co­ 5.— J. Milanesi — M. Aletti: Psicología de la
religión.
275 ptas.
roneles y malas compañías. Por Xavier Roig
6.— C. Bucciarelli: Realidad ¡uvenil y Catequey Xavier Batalla.
sis.
240 ptas.
3.
— •Una máquina que hace •Pop». Por J. Moyade los preadolescentes.
230 ptas.
Angeler.
7.— U. Gianetto — R. Giannatelli: Catequesis
4.— ‘ Nosotros somos el futuro». Por J. Azcárate.
de los preadolescentes.
230 ptas.
DE PR O XIM A A PA R ICIO N
5.— ‘ Pan y vino para una reunión de hermanos».
8.— J. Negri: Problemas generales de la CatePor J. Aldazábal.
quesis.
6.— Tv.. ¿interlocutor imposible? Por F. Revilla.
9.
— J. Dho: Principios de Pedagogía para la Ca­
Hasta doce números.
tcquesis.
PEDIDOS: Paseo San Juan Bosco, 62.
BARCELONA - 17.

O B R A V O C A C IO N A L
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesianas, los Cooperadores Saleslanos
promueven la PIA OBRA DEL SAG RADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación de! Papa León
XIII por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma, 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION:
1.— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.— La inscripción, que' es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez. de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.— La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por (o que se ruega clari­
dad ai enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a:
Obra Vocacíonal Cooperadores Salesianos
Alcalá, 164.— M ADRID
28

PEDIDOS: Centrat Catequística Salesiana.
Alcalá. 164.— MADRID • 28.

^DUCACIÓl^ ^ARA
Va han salido cinco lemas (0.1,2, 3 y 4) de esta colección
Indispensable, moderna y audex para una educación sexual
integrada de los adolescentes, a nivel biológico, psicoló­
gico. socio-cultural y cristiano.
T EM A 0.— EL PRO BLEM A: Planteamiento a través de
un hecho concreto (40 diapositivas).

T EM A 1.— EL M IE D O A LA LIBERTAD (Represión

sexual y apertura a una asna liberación], 120 diapo.
sítivas;
T EM A 2.— S E X U A L ID A D Y A M O R (El sexo es una
realidad integradora, creadora, dinámica, comunicativa
y trascendente). 80 diapositivas.
T EM A 3.— LO S D O S S E X O S (Diferencias anatómicas
y psíco(ógicas entre el hombre y la mujer). 120 dia­
positivas.

T EM A 4.— EL CUERPO. IN STRUM ENTO DE C O ­
M U N IC A C IO N (Anatomía y psicología sexual).
100 diapositivas.

T EM A 5.— H A C IA

UNA

S E X U A L ID A D

SANA

(identificación sexual: desviaciones sexuales: elemen­
tos de una sana sexualidad). 80 diapositivas.
(De próxima aparición).

T E M A 6.— D E SA R R O LLO DEL IM PU LSO SE XU A L
(Eupas: la infancia y la pubertad desde el punto de
vista fisiológico y psicológico).
(En preparación).

T E M A 7.— LA M A D U R E Z SE X U A L Y AFECTIVA
{Fundamento, etapas y rasgos de madurez).
(En preparación).

Hom
DIAPOSITIVAS

BP©

«Problemas del hombre» es un subsidio
para encuentros «actvios»
de reflexión, catequesis y oración.
Series de diapositivas
para usarlas en reuniones juveniles
o encuentros con personas adultas.
Cada serie consta de diez temas audiovisuales
con su correspondiente guía o cuaderno para la conversación.

SERIE

I.

SERIE

II.

Sentido de la existencia —

Relaciones con los demás.

Realización de sí mismo — Búsqueda de lo religioso.
t

SERIE ill.

Sexualidad, amor, familia.

SERIE IV.

Liberación de injusticias y margínaciones.

PRECIOS:

1.100 pesetas cada serle.

PEDIDOS:

Central Catequística Salesiana
Alcalá. 164. M A D R ID - 28.