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DON BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
P O R
U N A
Queridos amigos:
De nuevo estoy con vosotros dispuesto a ser vues*
tro amigo a lo largo de este año 1972 que os deseo
lleno de felicidad y prosperidad.
Ya sé que sois buenos estudiantes y que habéis
leído la célebre rima de Bécquer y hasta os la sabéis
de memoria;
•Por una mirada, un mundo...»
Por eso me ha parecido buen título para hablaros
hoy de la mirada de San Juan Sosco. Escuchad:
Uno de sus iblógrafos quiso hacer un retrato del
santo. Para ello se hizo dos preguntas: ¿quién era?,
¿cómo era Don Sosco?. Después fue describiéndolo
de alma y de cuerpo entero: Habló de su estatura, de
su chepa Incipiente, de su fuerza, de su corazón, de
su bondad... Y llegó también a describir sus ojos y
su mirada; «Lo que más llamaba la atención en Don
Sosco — escribe— era su mirada, dulce sí, pero tan
aguda que penetraba hasta los más recónditos entre
sijos del corazón. Apenas si se podía resistir el mi
rarlo fijamente. No sé que tenían sus ojos que
atraían, aterraban y escudriñaban a la vez. He estado
en muchos sitios y he conocido a mucha gente: pues
bien, en ninguna parte he conocido a persona que tu
viera una mirada tan penetrante como la suya. Es una
pena que las fotografías y los cuadros no hayan po
dido captar una de las cualidades más asombrosas
del santo: su mirada». (M. S.; VI, 2).
Algunas veces, mientras 'hablaba con algunos en
el patio, seguía oon la vista a un chico que corría
alegre con los amigos: pero en un momento, cuando
ios ojos del joven topaban con la mirada del santo,
el chaval se sentía descubierto en su interior.
Con frecuencia, al conversar con los jóvenes, se
ponía las manos sobre los ojos en forma de visera, y
su mirada caía al fondo del corazón, viéndole a cada
uno su secreto.
Sus ojos hablaban. Una mirada del santo podía
llevar la alegría o la Inquietud. Cierta noche, uno de
los chicos del Oratorio no podía dormir. Venga a dar
M IR A D A
vueltas y vueltas en la cama. De vez en cuando pro
rrumpía en amargos sollozos de desesperación.
—¿Oue te pasa?— , le preguntó el compañero que
dormía a su lado. Silencio. Nuevos sollozos.
—Eh amigo, ¿que te ocurre?
—¿Que qué me pasa? ¡Esta noche me ha mirado
Don Sosco!
— jVaya, hombre! jacabáramos! ¿Y qué tiene que
ver eso con tu desesperación?
—Ah, sí, me ha mirado de un modo... ¿Quién no
conoce sus miradas?
— No seaa tonto y no te inquietes por esas bo
badas. Hala, a dormir tranquilo y no llames la aten
ción en el dormitorio.
A la mañana siguiente este mismo chico se acer
có a Don Sosco a preguntarle si efectivamente había
mirado a su compañero con alguna intención especia!.
—Pregúntale a él — le respondió el santo — a ver
qué le dice su conciencia.
Y su conciencia habló con tanta claridad que el
afortunado muchacho fue a confesarse en seguida
para que la mirada de Don Sosco pudiera asomarse
a un lago en calma.
A •A ☆
Ya os había escrito en otra oportunidad unas le
tras con el título de «Ojos televidentes». En este mes
de enero. Don Sosco os mirará con una predilección
especial. Pero si vuestros ojos se encontraran con
los suyos y os cruzarais una mirada de amistad,
¿qué os diría el lenguaje de sus pupilas?
Para eso preguntádselo a vuestra conciencia, a
ver si en su serenidad resuenan la palabras que os
diría San Juan Sosco.
Vuestro amigo.
PADRE RAFAEL
Revista de la Obra de Oon Sosco
AAo UXXVi - N.o 1 • Enero 1972
SALESIANOS
Director:
RAFAEL ’ a LFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-28
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
ImpriniB; Escuela Gráfica Saleslana
Madrid-Atocha
EN ESTE NUMERO:
Pág.
El Rector Mayor a los
Cooperadores Salesian o s ..............................
El d iá lo g o ......................
1972: Miguel Rúa a los
a ltares........................
¿Evangelizamos a lo s
pobres?........................
Nos hicimos obreros con
los o breros..................
Por el mundo salesiano .
Ayuda al Tercer Mundo .
Escriben ios misioneros .
Gracias a María Auxilia
dora ..............................
Fueron a la casa del
P adre............................
Becas vocacionales . . .
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NUESTRA PORTADA:
Joven aprendiz profesional.
San Juan Bosco, Patrono de
los aprendices españoles,
bendiga a la juventud que
se capacita en los colegios
y escuelas profesionales para
el porvenir.
Foto: Jooé Luis Mona
Beneméritos Cooperadores:
Este año os escribo desde Roma, donde me encuentro con todos
los representantes de la Congregación reunidos en el Capítulo Gene
ral Especial, que está en su fase conclusiva.
Ha sido una gran experiencia saíesiana la qui» hetnos vivido en
estos meses. Todos los intereses y asuntos de ía Congregación han
desfilado como en impresionante cinta cinemaíogrd/ica. Día tras día
hemos visto y estudiado la realidad viva de la Congregación y los
puntos concretos de trabafo.
También hemos profundizado para ver con claridad ¡a misión de
nuestra familia en el mundo de hoy, para tomar conciencia de nues
tra responsabilidad en la vida de la Iglesia.
Con particular satisfacción he constatado la presencia de los Coo
peradores en las obras y actividades de la Congregación, verdaderos
y eficaces colaboradores de nuestra misión en tan diversas regiones
y países.
Todos (os inspectores han presentado en (as tradicionales «buenas
noches» la eficacia de vuestra colaboración en todo el mundo sa
lesiano.
Durante las mismas discusiones capitulares, en el momentos de
estudiar las situaciones difíciles de nuestro tiempo, nos resultaba
espontáneo subrayar la ayuda eficaz que podríais prestarnos, sobre
todo en las actividades que exigen más que nada la presencia de los
seglares. Como profesores, difusores de la buena prensa, activos en
las parroquias y oratorios, colaboradores misioneros, apóstoles de tas
vocaciones, colaboradores en las obras e iniciativas sociales y en
tantos otros sectores en los que podemos acudir con plena confianza
seguros de vuestra cooperación. La-creciente dificultad por la escasez
de personal salesiano y el ambiente de secularidad, 'acentúan la nece
sidad y urgencia de vuestra cooperación, calada de'ieepíritu cristiano
y salesiano.
•'
El mismo Don Bosco, con su visión profética y apostólica, hace
un siglo que vio la exigencia de unir las fuerzas de los religiosos
y seglares en las obras de apostolado. Este descubrimiento de la
visión de Don Bosco ha sido uno de los elementos mds valiosos del
presente Capitulo General. Con él hemos encontrado, más bien ilüminado, uno de los aspectos esenciales de nuestra Congregación. Los
Salesianos no seríamos como nos concibió Don Bosco si no nos abrié
ramos a esta realidad más vasta de la Familia Saíesiana, hacia los
que condividen con nosotros el mismo espíritu y la misma misión.
Hemos de preocuparnos por realizar de la manera más eficaz una
integración de nuestras actividades.
En las discusiones capitulares se ha subrayado que la integración
de Salesianos y Cooperadores en la Familia de Don Bosco crea una
especie de recursos espirituales que nos enriquecen mutuamente y
redunda, sobre todo, en bien de la juventud. Vosotros buscáis en la
Congregación un apoyo espiritual para vuestra santificación y ani
mación de vuestro apostolado, mientras que los Salesianos reciben
de vosotros ios experiencias de vida secular que los capacitan a una
mayor comprensión de los signos de los tiempos y de los hombres.
Esta comunión espiritual y esta unión de fuerzas y de corazones en
una misma acción nos impuja a realizar una de las más vivas ansias
del Concilio en la renovación de la vida cristiana: la del deber del
apostolado que ha de comprometer a todos los miembros del pueblo
de Dios.
EL S.O^. DE LA MUCHEDUMBRE DE LOS JOVENES
Esta clara y renovadora reflexión del Capítulo General nos marca
el programa de trabajo para el presente año.
L
¡Adelante, don Rlccerll Nuestra fe
licitación mis cordial al Rector
Mayor de los Saleslanos, que aca
ba de ser reelegido en el actual
Capítulo General de Roma.
La Congregación Salesiana, des
pués de ver Icis directrices del Con
cilio y la realidad concreta de
nuestro tiempo, debe concentrar
todas sus energías para llevar a la
práctica con prontitud e integridad
la renovación que le exige su mi
sión. Nuestra circunstancia es mu
cho más alarmante que la que en
contró Don Sosco, joven sacerdo
te, ante la elección de su campo
de apostolado. £I santo respondió
a don Cafasso, cuando éste le pre
gunto por su vocación: «En estos
momento me parece estar en me
dio de una muchedumbre de jóve
nes que piden socorro.»
Y éste ha sido el grito que he
mos oído con insistencia casi hi
riente por medio de los inspecto
res y delegados que traían en su
voz el eco de todos los países del
mundo. No queremos defraudar a
cuantos nos esperan con una im
paciencia diríamos angustiosa, y
pretendemos responder de la mis
ma manera que lo haría Don
Sosco.
No cabe duda que los Salesianos
(y las Hijas de María Auxiliadora)
han de ser ¡os primeros en com
prometerse con responsabilidad en
llevar a la práctica la línea reno
vadora del Capítulo, de acuerdo
con su vida consagrada y su mi
sión salesiana,
Pero yo también os dirijo a vos
otros esta llamada a participar,
mediante vuestro apoyo y colabo
ración, en esta obra tan extraor
dinaria que ahora nos espera. Que
haya una acción común en su fi
nalidad, en los métodos y en los
medios; una idéntica responsabili
dad que nos una en el servicio que
debemos a la Iglesia y a los jó
venes.
Sé que estáis dispuestos a esta
inivitación, pues lo hobéis expre
sado con ardor y sinceridad en el
Mensa/e que habéis dirigido al Ca
pítulo General. Personalmente lo
acojo con confianza, si bien reser
vo a los capitulares la alegría de
que ellos mismos os den una res
puesta oficial como garantía de su
trabajo.
Tampoco me entretengo en pro
poneros programas o normas de
acción, pues no quiero anticiparme
a las conclusiones del Capitulo Ge
neral. Por ahora sólo basta con
alentaros en esta hora tan decisi
va a que sigáis con vuestro com
promiso de cooperación. Una vez
terminado el Capitulo tendremos
tiempo de precisar las actividades
que hemos de realizar unidos.
LOS COOPERADORES,
“SALESIANOS EXTERNOS”
Os doy esta noticia que conjirma cuanto acabo de deciros res
pecto a nuestra relación mutua.
Hasta el presente, en las Cons
tituciones Salesianos sólo se habla
ba de los Cooperadores como de
una asociación de la que los Sale
sianos debían preocuparse con res
ponsabilidad. En las Constituciones
renovadas, y en sus primeros ar
tículos, se reconoce de una ma
nera oficial la realidad de la Fa
milia Salesiana formada por todos
los que, en unión con la Congre
gación, viven del espíritu de Don
Sosco y participan de su misión.
Y los Cooperadores salesianos ocu
pan el primer puesto, entre los se
glares, que los une directamente
al santo Fundador y, por su volun
tad, a la misma Congregación. De
esta manera se expresa mejor en
términos jurídicos la realidad de
nuestra Familia; también así vol
vemos al primitivo proyecto de
Don Sosco, que pensó en los Coo
peradores como «Salesianos ex
ternos».
Tomemos conciencia de esto de
manera que realicemos cada vez
con más decisión el sueño de Don
Sosco: Los jóvenes de todo el
mundo, especialmente los más po
bres y necesitados serán quienes
reciban el beneficio de nuestra más
intima y consdente unión.
Perdonad que este año no os
presente una relación más detalla
da acerca de las nuevas obras y
actividades salesiarujs. El aconte
cimiento del Capítulo General ha
polarizado todo nuestro esfuerzo.
Sé que también vosotros lo habéis
seguido con vuestra atención y
oración; por eso me ha parecido
im deber informaros de ello. Es un
modo de expresaros nuestro a ^a decimiento por vuestra participa
ción activa y cordial en nuestras
cosas; y al mismo tiempo, una se
ñal tangible de que contamos con
vosotros como miembros vivos e
integrados en nuestra familia.
1972: UNA BEATIFICACION
Y UN CENTENARIO
El año nuevo viene marcado por
un acontecimiento que esperamos
con alegría: la beatiJBcacíón de Don
Miguel Rúa. A su debido tiempo
os daré todos los particulares acer
ca de la fecha y de las manifes
taciones que la acompañen.
Por de pronto es bueno recordar
que la glorifícacidn del Primer Su
cesor de Don fiosco es algo que
llega como una gran oportunidad.
Es una eficaz y clara llamada a la
fidelidad a Don Bosco; pero ade
más es una Homada que presiona a
una mayor colaboración entre Salesianos y Cooperadores: Don Rúa
fue un gran defensor de esta unión,
especialmente en algunos congre
sos que contaron entre las primerísimas manifestaciones católicas
de la época.
Yo guardo la mayor esperanza
de que esta beatificación aportará
un eficaz impulso de generosidad
en nuestra misión. Dispongámonos
a recibir la gran lección que nos
da la persona que ha vivido más
tiempo al lado de Don Bosco y
siempre con la mayor fidelidad al
Padre.
Otro acontecimiento de gran
alegría para la Familia Salesiana:
Las Hijas de María Auxiliadora
celebran este año el centenario de
la Fundación de su Instituto. Las
Salesianas tienen el mismo Funda
dor, viven del mismo espíritu, par
ticipan en la misma misión y co
laboran eficazmente con los Salesianos por la Asociación de los
Cooperadores. Esta celebración nos
hace solidarios con ellas para agra
decer al Señor el bien realizado en
un siglo de extraordinaria acción
apostólica.
Les damos nuestra enhorabue*
na y les acompañamos con nuestra
oración ante el nuevo siglo Que se
obre, con la promesa de participar
en las mani/estaciones que se lle>
ven a cabo en tan solemne con*
memoración.
En este nuevo año que el Señor
nos concede, pido a María Auxilia
dora que os bendiga a vosotros, a
vuestras familias, vuestros traba
jos e intereses materiales y espi
rituales. Sea vuestro consuelo en
la prueba, luz y auxilio en la so
lución de vuestros problemas fa
miliares y sociales.
Unido a mis hermanos, todos los
días rezo por vosotros según estas
intenciones. Aunque tambídn este
año la Casa Generalicia se ha de
trasladar definitivamente a Roma,
el corazón de la obra salesiana
siempre será la basílica de María
Auxiliadora de Turín: desde allí lo
Virgen de Don Bosco seguird de
rramando sobre todos su maternal
bendición.
Roma, Purísima Concepción de
1971.
Don Luis RICCERI
NUESTRA ENHORABUENA A LOS NUEVOS SUPERIO
RES MAYORES, RECIENTEMENTE ELEGIDOS EN EL
CAPITULO GENERAL
Vicario dei Rector Mayor
................................
Consejero de Pastorai Juvenil
D. Egidio Viganó
........................
D. Rosalio Castillo
Consejero de Pastoral de Adultos
Consejero de Misiones
Ecónomo General
D. Cayetano Scrivo
...........
Consejero de ia Formación Salesiana
.................
...................................
D. Juan Raineri
D. Bernardo Tohills
..............................................
Consejeros Regionales
Italia - Oriente Medio
......................................
...
0. Luis Flora
Antillas - México - Centroamérica • VenezuelaColorrbia • Ecuador - Perú • Boiivia - Chile. D. José Henriquez
Argentina - Brasil - Paraguay - Uruguay
. . . .
Austria • Alemania - Bélgica - Francia - Ho
landa - Yugoslavia - Africa Central . . . .
España y Portugal
D. José GottardI
0. Juan Ter Schure
.............................................
D. Antonio Méllda
Estados Unidos - Inglaterra - Irlanda - Australia
India - Tailandia - China - Japón - Filipinas .
D. Jorge V\nilíams
—
Á
3
D ia lo g a r e s o r e a r uUff
person aim
La dulce
obligación
de “ sentarse"
Junto
al hijo para
escucharle.
Parece como si un espíritu tra
vieso se dedicará a enredar las pa
labras que los tres mil millones
de parlantes de la tierra pronun
cian para comunicar sus pensa
mientos. Se dicen las cosas, y se
entienden a gusto del consumidor.
Si el diluvio universal hubiera ter
minado anteayer, diríamos que es
to es la confusión de lenguas en
tre los obreros de la torre de
Babel.
Los hombres no se entienden, y
no es ya por el idioma, por la ra
za o por, las fronteras que los se
paran. Son los habitantes de una
ínisma misión, los miembros de
una misma comunidad, los colabo
radores de una obra común... Es
la Iglesia misma, en todos los ni
veles jerárquicos. División acá y
allá.
En vuestro pequeño mundo fa
miliar quizá hayáis observado tam
bién el problema: diferencias entre
esposos, rebeldías en los hijos...
enfrentamientos.
Y resulta paradógico, porque
nunca se ha trabajado tanto para
lograr la unión de los hombres:
confederacipnes, organismos inter
nacionales. asambleas, encuentros...
Se busca la verdad, todas las ver
dades. pero las palabras, en vez
de aclarar, dividen, confunden, os
curecen.
Algún mecanismo misterioso fa
lla. ^ e d e ser, incluso, que no se
4
—
busque la verdad, que cada uno
se busque a sí mismo. Entonces,
habríamos caído en el gran mal,
el egoísmo. Y un mundo sin amor,
claro que no puede entenderse.
Entre las soluciones, un autén
tico hallazgo, el diálogo. De él voy
a hablar.
i
L a m a n e r a posooncilg
m ie n t o d e JesúSm
!
D iá lo g o Gon io s hiJo$
p e t o , la G om p ren siÓ B ¡
Tratar a los otros como per
sonas, comunicarnos con ell(^, es
llegar al encuentro de un «yo»
con un «tú». Es el primer paso
para ponerse a dialogar.
SIN AMOR NO ES POSIBLE
EL DIALOGO
V EL
.
\;C'ON T R A H A N
Voy en el Metro. Mucha gente.
Nadie habla; cada cabeza es una
historia cerrada. En la escalera de
salida, un mendigo que es casi pi
soteado. Compro el diario de la
mañana; cruzo unas palabras con
el vendedor. La gente camina apri
sa. Próximo al colegio, una alumna me sale al encuentro. Es María
Antonia. Me cuenta los prepara
tivos de navidad que hacen en ca
sa. Hablamos cordialmente hasta
llegar al patio de recreo.
A lo largo del día nos cruzamos
con muchas personas. No somos
islas perdidas en el océano. Pero
no todos los encuentros son igua
les. Hay miles de personas a las
que no prestamos atención; las
consideramos como «nadie» en
nuestro camino. A muchas las uti
lizamos para nosotros; como sim
ples instrumentos. A otras las re
chazamos, las pisoteamos; nos es
torban. Sólo con algunas, María
Antonia, nos comunicamos verda
deramente, les damos la catego
ría de personas; las demás no pa
san de ser meros objetos.
No existe el diálogo cuando el
«yo» trata de dominar al «tú», de
quedar por encima, de convencer
le, como si el encuentro de dos
personas tuviera que compararse
necesariamente con una confron
tación deportiva. Y no existe tam
poco, en vuestro caso, padres,
cuando no intentáis descender al
plano de vuestro hijo para com
prenderle y hacerse comprender
por él.
Y menos aún, cuando la meta
que nos proponemos es el propio
«yo». «Nunca se llegará al diálogo
auténtico si lo que vamos buscan
do es la realización de nuestros
deseos» (A. Alsteens, «Dialogo e
sessualitá»).
Al diálogo hay que ir a buscar
«la» verdad (no «mi» verdad) y a
crear la comunicación plena del
«yo» con el «tú». Que es lo que
ya dijo San Pablo hace siglos; «Ve.
ritatem facientes in chántate» (edi
ficar la verdad en el amor). Y que es
también lo que ha dicho otro Pablo,
nuestro Papa, al definir el diálogo
en la encíclica dedicada a este te
ma: «Interior impulso de caridad
que tiende a hacerse don exterior
de caridad» (Ecciesiam suam, 59).
I
r.. i.
NOMBRE NUEVO
DEL AMOR
ir o fu n d a
c o m u n S G a o ió n
d e o u m p ii r e i m a n d a -
ia m in o e rid a d , e l r e s '■ f ir m e x a .
Yo diría que el diálogo es la
manera posconciliar de llevar a la
práctica el mandamiento nuevo de
Jesucristo: «Amaos los unos a los
otros». Un estilo nuevo de mani
festar el amor. No exagero, porque
diálogo no es solamente la comuni
cación a través de Ja palabra. Tam
bién es diálogo el encuentro del
«yo» con el «tú» mediante la mi
rada, el gesto o el silencio mismo.
Propiamente, toda la vida es diá
logo. Más aún, no hay auténtica
vida sin diálogo. ¿Qué diálogo más
natural, por ejemplo, que la co
municación sexual de dos perso
nas que se aman?
El primer diálogo que existió
fue el que hizo posible, por ini
ciativa divina, la comunicación del
hombre con Dios. Después el peca,
do, el egoísmo, vino a interrum
pirlo. Y sólo con Jesucristo, Dios
hecho hombre por amor, ha lle
gado de nuevo a su plenitud (Ecclesiam suam, 64 y 65).
De ahí que el diálogo más alto,
el más extraordinario, sea la ora
ción. Cuando la oración es verda
dera comunicación amorosa con
Dios, y no una simple rutina se
mejante a nuestros saludos de cada
día al vendedor de periódicos.
Lograr
la comunicación plena
de un “yo”
de un “tú”,
ese es el objetivo
de todo encuentro.
—
5
Eb I b hora do! dlálogom
**La igfesia misma so hace diálogo**
Porque es la hora del amo#*.
DIALOGAR ES PENETRAR
EN EL OTRO
La actitud fundamental para el
diálogo no cabe duda que es la
comprensión. Si no intentamos pe
netrar en el interior de la otra per
sona, para sintonizar con ella, acep
tó n d o la incondicionalmente, co
mo es y no como nos gustaría que
fuese, no lograremos diálogo. Ha
blaremos, discutiremos, pero no
dialogaremos.
Y para conseguir esa compren
sión hay que ir a su encuentro,
despojado de todo lo que me im
pide la entrada: el tono de supe
rioridad, los sentimientos poco cor
diales, el estar demasiado segu
ros... Hay que presentarse sin ar
mas, como el otro, de igual a igual,
cuerpo a cuerpo. Desprendido de
«mi» verdad, dispuesto a descu
brir «la» ve^ad, sea la que sea,
aunque me pique. Esforzándome en
superar los condicionamientos, aun
inconscientes, contra el otro o con.
tra su mentalidad, y también los
condicionamientos de tipo senti
mental o económico que me unen
a mi opinión.
Claro, esto no es nada fácil. Has
ta puede complicarnos la vida. Al
guna vez tendremos que salir del
diálogo «convertidos». Tendremos
que cambiar nuestros planes. Pero,
si somos sinceros, nos daremos
cuenta de los grandes beneñcios
que esto nos va a reportar. Y cada
vez nos acercaremos más a la ver
dad, que sólo Dios posee íntegra
mente, y descubriremos que ama
mos más a las personas. Porque
hemos empezado a penetrar en
ellas.
«EN MI CASA MANDO YO»
El diálogo, que es amor, no
lo olvidemos, tiene un papel in
sustituible en la educación de
los niños. En realidad, diálo
go y educación casi coinciden,
pues educar es dialogar, compartir
con los educandos todo lo que ellos
pueden comprender. Y hecha esta
salvedad, no debe haber secretos
entre los miembros de una fami
lia que convive en el amor. Los
conocimientos, las dificultades, las
alegrías, todo, con tal que esté al
alcance de los hijos, hay que com
partirlo. Ellos tienen necesidad de
que se les hable sobre las grandes
y las pequeñas cosas. Y tam W n de
contar las suyas.
6 —
Por eso, vosotros deberíais impo
neros «la obligación de sentaros»
junto a vuestros hijos, para escu
charlos, para estar atentos a lo
que ellos viven en sus profundida
des interiores. Porque al otro lado
de esas manifestaciones externas
que a veces os enfadan, existen
horizontes desconocidos que tenéis
que llegar a descubrir para orien
tarlos rectamente.
Existe un diálogo incipiente
cuando el niño aún no sabe ha
blar, el diálogo de la caricia, de
la sonrisa, de los gestos. Es de
una importancia trascendental y
prepara para la etapa posterior.
No podéis olvidar este otro as
pecto de la vida familiar: la in
fluencia en los hijos, del diálogo
entre los esposos. Ellos son espec
tadores atentísimos del comporta
miento de los padres. Intuyen más
de lo que ven. Y como lo que me
jor aprenden es lo que están vien
do a diario, vuestro diálogo va a
ser la mejor escuela para el apren.
dizaje de su diálogo.
CREAR UN CUMA DE
CONFIAN2A
«En la comunicación es necesa
rio crear una atmósfera de liber
tad que permita decir cualquier
verdad, pero sin la obligación de
decirlo todo» (M. Eck, «Mensonge
et verité»).
AUTORIDAD Y DIALOGO,
UNA SOLA COSA
Algunos padres parece que te
men perder la autoridad y se con
vierten en una máquina de dar
órdenes. «Los niños lo único que
tienen que hacer es obedecer», di
cen. Y olvidan que cuando una
persona mayor no ayuda al niño
a comprender lo que le manda, es
tá, desde ese momento, renuncian
do a hacerse obedecer.
La obediencia que se exige al
niño tiene por fin promover su
educación. No podéis mandar por
la única razón de fortalecer vues
tra autoridad en la familia. Es el
diálogo razonable el que da sen
tido a vuestras órdenes, que se
convierten de esta manera en un
medio al servicio de vuestro hijo.
Las desobediencias infantiles, lo
mismo que las rabietas, encierran
siempre un mensaje que los padres
deben procurar descubrir. Es, en
cierta manera, su lenguaje; no se
les puede exigir la madurez de los
adultos. Las manifestaciones de
agresividad, por ejemplo, son cir
cunstancias propicias para el diá
logo.
La auténtica autoridad, la que
perdura, sólo se consigue con la
comprensión y con la atención
prestada al niño, porque sólo así
se respeta en él a la persona hu
mana.
Dialogar en familia con los hijos M
El niño debe percibir, en vuestro
comportamiento, que le escucháis
con atención, que no tenéis temor
de que diga lo que quiera. Sólo
en este clima de confianza conse
guiréis que exprese lo que siente
y podréis ajnidarle.
Opuestas a este clima están la
mentira, la falta de respeto a su
persona, la incomprensión y la de-
hora do oonaidorarnos todos como porsonasp
do desprendamos un poco de! *‘yo**
para I r a! encuentro del ^*tú**m
bilídad. Merece la pena pararse un
poco en ellas.
Las mentiras cierran el paso al
diálogo, porque se Ies hace perder
la confianza. Si sois sinceros con
vuestros hijos, ellos serán sinceros
con vosotros y se os abrirán. Es
muy fácil engañarles, y hasta muy
cómodo, pero las consecuencias
caerán sobre vosotros mismos.
obligar a decir todo lo que piensa
o siente; está por medio el respeto
a la persona.
Con estas dos cualidades, la sin
ceridad y el respeto, el diálogo se
convierte en un verdadero signo
de amor. Las otras dos cualidades
son la comprensión y la firmeza,
que se complementan entre sí.
Comprendiendo al niño, cual
apoyo necesario para vencer sus
dificultades, porque es esa firmeza
la que le descubre que sus padres
tienen fe en él, que confían en sus
posibilidades.
La firmeza, en la comprensión,
se convierte así en el signo más
claro de la capacidad creadora de
vuestro hijo.
UN CURSO INTENSIVO
SOBRE EL DIALOGO
w atentos al misterioso mundo de su interioridad que tantos secretos encierra.
¿Cómo vais a educarlos, a entablar
diálogo con ellos, si vuestra acti
tud no es sincera? Tenéis que te
ner la valentía de decirles todo lo
que tienen derecho a saber con
forme a su edad. De lo contrario,
se sentirán marginados, y esto, si
cológicamente, es peligroso.
Y en cuanto a la sinceridad del
niño, en ningún caso se le debe
quier sentimiento desviado perde
rá su contenido menos bueno y se
convertirá en un material magní
fico para la construcción de su per
sonalidad.
Pero si os paráis en la compren
sión con una actitud blandengue,
estáis mutilando la posibilidad de
crecimiento de vuestro hijo. La fir
meza es la qtie da el coraje y el
Siguiendo la línea de artículos
anteriores, me he referido prin
cipalmente a la educación de vues
tros hijos más pequeños, conven
cido de que se les presta poca
atención, siendo así que en la in
fancia se incuban los problemas de
etapas posteriores.
El diálogo entre padres e hijos,
importante en la infancia, sigue
siéndolo en la adolescencia, si bien
en otra línea. A esta edad, vues
tro hijo busca autonomía, piensa
en su porvenir.
Sin embargo, los elementos del
diálogo ya citados (sinceridad, com
prensión, respeto y firmeza), si
guen en pie. Ahora habrá que
acentuar los valores de iniciativa
y de autonomía del adolescente,
favoreciendo así un progresivo des
pegue, que será mucho más fácil
si desde la infancia se le ha ido
preparando con una educación
abierta. Y no podréis olvidar tam
poco que es en este período cuan
do vuestro hijo despierta a esa
realidad nueva del sexo, por la que
tanto interés va a sentir durante
esos años y a lo largo de toda la
vida.
Hermosa tarca la de los padres.
Y difícil. El diálogo, justo medio
en la educación, encierra sus difi
cultades. En toda comunicación
humana, no sólo en el trato con los
hijos, Difícil, pero necesario. Y
prueba de ello es que existen cur
sos especializados sobre el diálo
go. Uno de ellos, que me permito
aconsejar, es el que organiza, con
bastante frecuencia, el Centro Pío
XII, de La Granja (Segovia); suele
durar una semana.
Es la hora del diálogo. cLa Igle
sia misma se hace diálogo» (Pa
blo VI). Porque es la hora del
amor. De considerarnos todos co
mo personas. De tratarnos como
personas. De desprendemos un
poco del <yo» para ir al encuen
tro del €tú».
José María MARTIN FLORES
—
7
1
/ODIEN
es ese sacerdote flaco como la
muerte y tan pobremente vestido?
¿No lo habéis visto recoger un
trozo de pan del suelo? ¡Seguro
que viene a pedirnos limosna!
— Pero, ¿es que no lo conoce?
Es Don Rúa, el sucesor de Don
Bosco, el Superior de los Salesíanos.
— ¡Oh, entonces es un santo, sin
duda!
Don Bosco y don Rúa no se pa
recen. A Don Bosco nos lo Ima
ginamos rodeado de chavales y
bromeando con ellos, contándoles
historietas y chistes capaces de
tumbarlos de risa.
Pero don Rúa, ¿quién era? Ese
cura esquelético que siempre ocu
pó los puestos más ingratos, exi
gente para consigo y para todos
a quien se le llamó la "regla vi
viente", ¿no será, tal vez, como
una tierra por descubrir? Es bue
no que nos acerquemos a él con
interés y simpatía para descubrir
lo. Veámoslo de cerca.
• Hijo de un obrero de Turín,
Miguelito es el último de una fa
milia de nueve hermanos. Flaco,
pero de alma noble y fina. De pe
queño descubre la belleza de la
liturgia y de la oración. Un chico
de gran sensibilidad. Un día lo sor
prenden llorando a escondidas. Su
papá ha muerto. Pero la Providen
cia va a poner en su camino a
otro padre a quien todos llaman
el padre de los huérfanos; Don
Bosco.
• — “Toma, MIguelin”, le dice
Don Bosco a( encontrarse con el
muchacho por la calle.
1971
l u i y uv/i
lO I!
¿Tomar qué? ¡Qué cura más
raro! Si no ofrece nada. Sólo hace
el gesto de cortar la mano izquier*
da con la mano derecha. El cht>
quillo, extrañado, le pregunta a
Don Bosco, quien le responde con
interés:
— “ Míguelín, ¿quieres que haga
mos así? Tú y yo iremos a me
dias” .
Y ahí io tenemos a Miguel Rúa,
en la escuela de este cura que
ha empezado a revolucionar a los
jóvenes de los suburbios de Turín.
* — “ Mi querido Rúa, ahora
comienzas una vida nueva. Pero
piensa también que antes de en
trar en la Tierra Prometida tendrás
que atravesar el Mar Rojo y el de
sierto. Sí tú me ayudas, iiegaremos
tos dos. ¿Te parece?”
1854, año de la definición dog
mática de la Inmaculada. El Ora
torio de Turín vive una piedad mariana intensa. El alumno más fer
voroso es un tal Domingo Savio,
que se da un plazo de tres años
solamente para hacerse santo, co
mo él dice. Este es el año en que
también cuatro jóvenes quieren
comprometerse a quedarse con
Don Bosco. Miguel es uno de ellos.
♦
“ Se nos propuso hacer, con
la ayuda del Señor y de San Fran
cisco de Sales, una prueba de ejer
cicio práctico de caridad hacia el
prójimo para llegar después a una
promeqg, y jipstenormente, si fue
ra posibíe' y conveniente, hacer
voto de ello al Señor. Desde aque
lla tarde, los que se comprometie
ron a ello, recibieron el nombre
de Salesianos.”
Este mismo año se desataba en
Turín la furia epidémica del có
lera. Don Bosco y sus jóvenes se
hicieron manos y corazón para
atender a los enfermos. Todos se
multiplicaron y se entregaron con
generosidad. Ninguno quedó afec
tado por el terrible mal.
En la casa Pinardi se respira un
aire de Iglesia naciente. Margari
ta, la madre de Juan Bosco, vela
amorosamente sobre sus veinte
huérfanos y comparte el entusias
mo de su hijo, menos cuando los
chavales le estropean la hortaliza
de su huertecillo. “ Es cierto — le
dice a su hijo— que todos tus mu
chachos son buenos chicos; pero
este Miguelín, sin duda que es el
mejor” .
* — “ Uno de vosotros — dijo
Don Bosco a sus chavales— llega
rá a ser obispo.”
Y todos gritaron a una: — “ ¡Mi
guel, Mi-guel, Mí-guel!
sados manuscritos del santo que se
ha puesto a escribir sobre todos
los personajes de la Historia de
Italia, sobre el Sistema Métrico,
amén de las montañas de cartas al
Papa, a los obispos, a más de un
ministro, a las queridas bienhe
choras...
El joven, que ya viste sotana,
cursa sus estudios en la Universi
dad. recibe la ordenación sacerdo
tal y, a los veintiséis primaverales
años, es nombrado director del co
legio de Mirabello, primera rama
de la reciente obra salesiana. Em
pieza a realizarse la profecía de
Don Bosco; Don Rúa es el alter
ego del fundador.
Cuando Don Bosco va a Roma
para exponer al Papa el proyecto
de una nueva familia religiosa, el
santo se lleva como acompañante
a Miguel Rúa. Ambos regresan con
el corazón rebosante de alegría por
la acogida que les ha dispensado
Pío IX. Pero, ioh sorpresa!, se en
cuentran con que el Oratorio ha
cambiado durante la larga ausen
cia de ambos. Se ha convertido
en una de tantas instituciones, una
cárcel para la juventud cautiva. Hay
que empezar de nuevo a crear el
ambiente de familia.
— “ No, replicó Don Bosco, Mi
guel nunca será Monseñor, sino
que siempre será Mon-póvero (Mon
pobre).”
Miguel Rúa ya está al frente de
los muchachos pobres como él.
Don Bosco ha puesto en él su con
fianza. Por las tardes se lo lleva de
secretario: ahí lo tenemos encor
vado sobre los difíciles y enreve
Durante la vida de Don Bosco y,
sobre todo, después de su muerte.
Miguel se dedicará a consolidar la
obra del santo. La obra y el mé
todo. Hombre de finísima sensibili
dad y suma delicadeza, sufrirá el
riesgo de pasar por un hombre se-
lUIIIIES
Mípel
vero y estricto para defender con
toda su alma el Sistema Preventivo,
pedagogía basada en la confianza
y en el amor, en la razón y en la
religión, como la quiso el santo fun
dador.
• — “Esta noche — habla Don
Bosco— soñó que Iba a confesar
me. En la sacristía vi a don Rúa en
su confesonario. Iba a acercarme
a 61 para decirle mis pecados...
Pero lo vi tan serlo y tan severo
que no me atreví.”
Varios ríen la ocurrencia. Rúa
calla y sonríe a las bromas de sus
compañeros:
— "¡Vaya, vaya; ya ves, le metes
miedo hasta al mismo Don Bosco!”
1886. Don Bosco agoniza. Rúa
está a su cabecera al frente de to
dos sus hermanos de Turín, salesianos, saleslanas, jóvenes del Ora
torio, de una muchedumbre de ami
gos que todavía quieren ver al san
to antes de su muerte. También
está allí Cagllero, llegado a toda
prisa desde la lejanía de la Patagonia, a quien el santo habla pro
fetizado que seria obispo y luego
cardenal.
• Miguel se inclina al oido de
su padre. Con voz entrecortada por
la emoción, le murmura: “Don Bos
co, aquí estamos todos, todos tus
hijos. Te pedimos perdón por todo
cuanto has tenido que sufrir por
culpa nuestra. Danos todavia tu
bendición.”
10
—
Y ahora le toca a él tomar el re
levo, al frente de la joven escuadra
de apóstoles que ha dejado el fun
dador. Y anuncia su programa: “ por
de pronto, no crear nada, sino des
arrollar y organizar” . En seguida,
manos a la obra. Desarrollar y or
ganizar. La obra salesiana se ex
pande y se multiplica por todos los
continentes. No es difícil llevar las
riendas de la joven congregación
para un hombre que habla perfec
tamente el francés, italiano, espa
ñol, inglés, portugués y que se
apaña en alemán. La meditación la
hace en hebreo y en griego, por el
original de la Biblia. Y cuando está
en oración ante el Santísimo Sa
cramento o ante la imagen de Nues
tra Señora, su rostro se transfigura
literalmente. Se comprende perfec
tamente de dónde saca sus ener
gías este hombre que parece que
no tiene cuerpo.. En su caridad
bebe todo el que tiene sed. El,
siempre duro para con su pobre
pellejo, aconseja a los suyos que
se tomen un poco de descanso:
“ Hijos míos, nosotros no estamos
hechos de acero. Y, desde luego,
creedme, sois irremplazables.”
• Su edad avanza. Pero excla
ma: “Si volviera a nacer, de nuevo
vendría con Don Bosco.”
Rúa es un hombre de la raza de
San Francisco de Sales, el hombre
de la dulzura conquistada a base
de esfuerzo.
• “Se cazan más moscas con
una gota de miel que con un ba
rril de vinagre”, decía Francisco de
Sales. Y él, el rector mayor de ios
salesianos, siempre hablaba de la
dulzura, aunque cada vez se mos
traba más duro para consigo.
Un día le contaron de un direc
tor que no hacía nada más que
predicar sobre la amabilidad, pero
que era un tirano para los suyos.
Don Rúa le envió un paquete pri
morosamente envuelto y con la di
rección de su puño y letra. El di
rector lo abre. Encuentra un frasco
de miel con la recomendación de
don Rúa: “Te aconsejo que todas
las mañanas tomes una cucharada."
Su caridad va más allá de sus
casas. Y empuja a sus hijos a des
arrollar la actividad misionera en
los países que todavía no reciben
ei nombre de Tercer Mundo. Du
rante su período de rector mayor,
él mismo celebra la despedida de
treinta expediciones misioneras.
Sólo en una expedición llegó a en
viar 291 salesianos a lejanas tie
rras.
Otro de los campos en que des
plegó su actividad con toda el al
ma fue el de ios Cooperadores sa
lesianos, esa creación original de
Don Bosco. A pesar de los esfuer
zos del santo, el capítulo de sus
Reglas sobre los cooperadores,
como auténticos religiosos seglares,
no fue aprobado en Roma. Don
Bosco se adelantó en esto más de
cien años a su época.
•
“He dedicado muchas horas
—escribía Don Bosco— a la funda
ción de los cooperadores salesia
nos. Su verdadera finalidad no es
la de ayudar a los salesianos, sino
la de prestar su colaboración a la
Iglesia, a los obispos y a los pá
rrocos, bajo la égida de los saleslanos, en las obras de beneficen
cia, catequesis, educación de la
juventud abandonada, etc. La me
jor manera de colaborar con los
salesianos es la de ponerse a dis
posición de tantas actividades como
ya existen en la Iglesia católica. Es
cierto que también nosotros podre
mos acudir a ellos en momentos de
apuro, pero son más bien parte in
tegrante del apostolado de la dió
cesis.”
Don Rúa se compenetró con la
idea de Don Bosco. Ocho años
antes de la muerte del fundador, los
cooperadores eran 3.000. Don Rúa
pudo decir, veinticinco años más
tarde, que más de 300.000 lectores
recibían el BOLETIN SALESIANO,
impreso en ocho lenguas.
Para llenar esta realidad, don Rúa
multiplica los congresos. El de Bo
lonia, en 1895, al que acuden co
rresponsales de 60 periódicos de
varios países de Europa. En 1900,
Buenos Aires; en 1903, Turín; en
1906, Lima; en 1906, de nuevo en
Milán. “ La juventud se nos escapa
en bicicleta — afirmaba un cronista
de esta última asamblea—, persigá
mosla también en bicicleta.”
•
“ Yo quisiera —escribió don
Rúa— que no os olvidórais que la
primera obra de caridad de Don
Bosco miraba a la juventud pobre
y abandonada.”
Y más aún:
“ Nuestra misión de salesíanos es
para ios hijos del pueblo. Dejemos
a otras congregaciones religiosas
que se preocupen de las clases
acomodadas.”
Miguel Rúa profundiza su refle
xión. Cada día comprende con ma
yor claridad la dimensión del pro
blema obrero. Ya por aquella épo
ca el mismo Don Bosco le trans
mitía su consigna: “ La congrega
ción salesiana ha nacido del pue
blo. ¿Vive para el pueblo?"
Contrae gran amistad con León
Harmet, el “ padre de los obreros” ,
persuadido como él que, en su
justa lucha, los trabajadores han de
desechar el odio, pero sin dejar
de organizarse. Miguel, que es un
santo, es también un organizador
nato. Pero a través de la lectura
de la Rerum Novarum comprendió
mejor aún que el mundo obrero te
nía en sus manos las llaves del fu
turo. Por eso se le vio ayudar y
colaborar a los esfuerzos del sindi
cato de modistas de Turín. Com
promete a salesíanos y salesianas
en las colonias veraniegas de la
juventud popular e interviene direc
tamente en graves conflictos socia
les de Turín. Participa de su tiempo
y de! nuestro.
• 15 de febrero de 1910. Rúa
abre su correspondencia. En ese
momento se rinde a la evidencia de
que no puede más. Sus ojos can
sados de tantas vigilias no pueden
seguir leyendo. Y dice a su secre
tario;
“ Ni siquiera voy a poder acabar
de leer esta carta.”
Y todo terminará pronto. El obre
ro evangélico ha caído en la bre
cha. Sólo le quedará tiempo para
prepararse a dar cuentas de su ges
tión a! Sefior. Y a unirse con el
que había dividido todo a medias,
Juan Bosco.
En este año 1972, Pablo VI lo
elevará a la gloria de Bemíni.
Y no tardará mucho tiempo en
que podamos llamarle San Miguel
Rúa, primer suoesor de Don Bosco.
1
“La Iglesia tiene que preguntarse si no hay,
junto a una injusta distribución de la riqueza, una injusta
distribución de la evangelizacíón:
más sacerdotes en los países ricos que en los pobres,
en los barrios ricos que en los pobres.
¡Y los colegios!...
Urge revisar el concepto de pobreza de los religiosos.”
(Mons. Echarren, en el Sínodo de Obispos.)
/EVANGELIZANOS
A LOS POBRES
MEDIANTE LA ENSEÑANZA?
>
<
evangelización de los pobres fue una de
las señales de los tiempos mesiánicos, se
L
gún la respuesta dada por el Señor a los discípulos
a
del Bautista. Esta señal, profetizada por Isaías,
estaba en la línea de las otras: los ciegos ven, los
sordos oyen, los muertos resucitan.
Los Apóstoles siguieron fielmente esa conduc
ta. Así San Pablo podía escribir a los fieles de
Corinto: Fijaos en vuestra asamblea: no hay en
ella muchos sabios en lo humano, ni muchos pode
rosos. ni muchos aristócratas. Todo lo contrario:
lo necio del mundo lo ha escogido Dios para hu
millar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha
escogido Dios para humillar el poder.
Los pobres del mundo grecorromano formaban
la ínfima clase social, cerrada en sí misma, con nu
los o muy mermados derechos, cuya situación na
die discutía ni llamaba injusta, pues se considera
ba natural: el hijo de un esclavo era esclavo por
“naturaleza”.
Cosa muy parecida ocurría durante la Edad
Media con los siervos adscritos a la tierra, y lue
go con los indios y negros de América. Si bien,
dada la común piedad de la Cristiandad, esa míse
ra situación se veía suavizada por la caridad cris
tiana: hospitales para pobres y peregrinos, asilos,
limosnas, la sopa de los conventos. Pero a nadie
se le ocurría que la sociedad tuviera deberes de
justicia para con los pobres. A lo sumo, si un
noble reconocía haber sido un tanto cruel con sus
siervos, disponía en su testamento se les diera li
mosna, o bien dejaba un piadoso legado para mi
sas o para construir una ermita o capilla en des
cargo de sus pecados (1).
UN POCO DE HISTORIA
La conciencia de que esta situación era injusta
se fue creando lentamente desde el Renacimiento,
y la sociedad se percató de ello a partir del si
glo XIX, con la industrialización (que creó el pro
letariado en las ciudades) y con el advenimiento
del Socialismo.
Esta toma de conciencia no pudo por menos de
afectar a la Iglesia, representada aquí, más que en
su Jerarquía, en cristianos carismáticos, quienes,
guiados por su sensibilidad, sus dotes naturales y
la ayuda de Dios — carisma— emprendieron la re
dención del proletariado, siempre con escasos me
dios y en zonas limitadas y necesitadas. Hombre
típico de estos cristianos fue Don Bosco, coetáneo
(con pocos meses de diferencia en su nacimiento
y muerte), de Carlos Marx. Semejante a la obra
<1) Los herederos del p rim er vizconde de T uy isi*
slo XV) todavía conservan su testam ento, en el <mal el se
ñor Vizconde m anda se busque y socorra a los fam iliares
de unos cam pesinos a quienes, por un desacato a su auto
ridad. los m andó ahorcar.
“ Que cada uno adquiera conciencia del derecho y del
deber que tiene de cultivarse a sí mismo y de ayudar
a los demás a hacerlo.” (“ Gaudium et Spes". Conc.
Vat. II.)
de Don Bosco surgieron en Italia, Francia y Es
paña, en el siglo XIX y primer cuarto del XX,
muchas Congregaciones religiosas, dedicadas a la
beneficencia para con los pobres, que se unieron,
en este apostolado, al de las Ordenes religiosas anteriore-- de la época postridentina.
ALGUNOS SIGNOS
Hoy. con la puesta al día de todas las Orde
nes y Congregaciones, es la hora de juzgar de su
eficacia actual como signo de evangelización de
los pobres, meta a la que tendieron los fundado
res.
Vamos a referirnos solamente a la enseñanza
en España.
1.
Es voz común, fundada en la experiencia,
que en los colegios de religiosos y religiosas se
educan los hijos y las hijas de las familias ricas,
en un porcentaje muy alto. Aun hoy continúa
13
que la enseñanza es una vía apta para educar e
instruir religiosamente, parece que está todo resuel
to dedicándose a la enseñanza: compatible con las
obligaciones “de regla”, provechoso y pastoral.
3.
Que así no está todo resuelto nos lo dice
la experiencia, y lo predican voces muy autoriza
das:
a) Experiencia: Preguntaba yo, hace algún
tiempo, a unos dirigentes de la Hermandad Obre
ra de Acción Católica (HOAC) qué opinaban los
obreros de los colegios de frailes y monjas. Con
testación literal: “Los obreros ni advertimos la
presencia de tales cristianos en nuestro suelo, por
que no podemos enviar nuestros hijos a sus cole
gios; y, por otro lado, no notamos — salvo conRelfgíos. Estatales Privad.
tadísimas excepciones— , que a nuestros amos, que
han pasado por ellos, se les haya pegado algo
52 % 20 % 18 %
Zonas ricas ..
bueno.” (Esta respuesta apareció escrita después
Zonas medias
28 % 43 % 38 %
en uno de los Boletines de la HOAC.)
18 % 36 % 43 %
Zonas pobres
b) El Cardenal Primado, durante el Sínodo:
(Tomado de Asamblea Conjunta” de la B.A.C., “El mundo obrero es para mí un problema san
grante. Los obreros españoles no sólo es que es
1971, página 88.)
tén alejados de la Iglesia, es que son en buena
2.
Palmaria verdad es también que hay mu parte hostiles a la Iglesia. Para ellos, la Iglesia
chos colegios religiosos abiertos a hijos e hijas de sigue siendo un enemigo, alguien que apostó con
familias menos ricas y aun modestas; pero muchas tra ellos, que luchó contra ellos.” (Ilustración del
de éstas se ven obligadas a un desembolso men Clero, XI-71.)
sual que frecuentemente desequilibra su presupues
c) Monseñor Echarren, en el mismo Sínodo:
to familiar. Este gasto, en aquellas familias mo “La Iglesia tiene que preguntarse si no hay, jun
destas cuyos hijos sacan buenas notas, se ve ali to a una injusta distribución de la riqueza, una
viado por las becas estatales, que suelen cubrir injusta distribución de la evangelización: más
de un 40 a un 60 por 100 de la pensión del cole
gio. Pero quedan todavía incontables hijos del
proletariado que no pueden beneficiarse de la edu
cación de los colegios religiosos, porque no pue
den pagar sus precios.
Este “clasismo” obedece a que toda enseñan
za es cara, en todos los países: la estatal y la no
estatal (2). La estatal es pagada con los impues
“ Que se reco
tos de todos los españoles. Como estos impuestos nozca
en todas
no llegan para la enseñanza no estatal, ésta debe partes y se ha
ser pagada, además, del bolsillo de los padres de ga efectivo el
los usuarios. Este pago resulta suficiente sólo para derecho de to
dos a la cultu
aquellos educadores que, por su vida sobria y ca ra,
sin distinción
rencia de obligaciones familiares, pueden ofrecer de origen, sexo,
este servicio social. (Ningún Banco funda cole nacionalidad, re
gios con ánimo lucrativo). Como frailes y monjas ligión o situa
ción s o c i a l . "
están, por profesión, en esta línea, para ellos re (“ G a u d i u m et
sulta un “negocio” sostenible. Si a esto se añade
Spes” .)
siendo una vanidad para muchas mamas que se
pan sus amistades que sus hijos estudian en tal
o cual c o l^ o “de postín”, y hablan de ello como
podían hablar del estreno de un nuevo coche, piso
o joya. Esta vanidad la fomenta el comercio con
fino instinto publicitario cuando animcia a fines
del verano: “Vuelta al Colegio”. Nunca dice:
“Vuelta al Instituto”, porque ya se ve que eso
no es elegante.
En la ponencia sobre cultura, presentada a la
X II Asamblea plenaria de la Conferencia Episco
pal Española (verano de 1970), se recogía este
significativo gráfico de la distribución de los Cen
tros de enseñanza españoles, según las zonas:
<3) H&bida cuenta de los m ódulos Ajados por el M inis
terio de Educación y Ciencia (9-VIII-71), el coste real por
alum no y año asciende a 15.000 pesetas, como mínim o, pre
cio su p erio r al Ajado por m uchísim os c o le a o s religiosos.
íVirfrt Wuet'o. XI-11.)
El señor R ector de la U niversidad de M adrid dice que
cada estudiante u n iv ersitario cuenta a la H acienda iSlblica
30.000 pesetas al año sobre el coste de la m atricula oAcial.
rABC, tl-X -7 1 .)
14 ~
sacerdotes en los países ricos que en los pobres, impresionante si se piensa en la juventud del res
en los barrios ricos que en los pobres. ¡Y los co to del mundo: Oriente, Africa, Hispanoamérica...
l a o s ...! Urge revisar el concepto de pobreza de En este aspecto sí que España es diferente.
los religiosos: la pobreza consistiría hoy en com
Si a este número de personas de la Iglesia de
partir la inseguridad de los pobres y vivir como dicadas a la enseñanza, le sumamos el empleado
ellos.” {Vida Nueva, 30-X-71.)
en otras actividades de orden temporal: residen
d)
López Caballero: “Mientras subsista la cias, asilos, guarderías, hospitales..., nos encon
flagrante apariencia de “centros estatales baratos, tramos con ima verdadera inflación religiosa. Se
centros de la Iglesia caros”, toda la labor pasto gún el padre José L. Martín Delcalzo, hay en
ral de la Iglesia queda esterilizada en un noventa España 90.000 monjas. Descontadas las 6.465 de
los colegios de la FERE, queda un ejército de más
por ciento.” {Ya 5-XI-71.)
4.® Según su estadística oficial, la Federación de 80.000 religiosas entregadas a otros meneste
de Religiosos de la Enseñanza (FERE) tiene, en res. Si consideramos necesaria esta intervención
misionera en el orden temporal, queda muy mal
España, en el año actual;
parada la tutela que el Estado debe tener sobre
2.395 las necesidades públicas: porque o es prueba de
a) Centros de enseñanza................
640.271
que tiene desatendidas esas obligaciones que le
b) Alumnos y alumnas .................
9.345 son propias, o bien, como la “mano de obra” de
c) Hermanos religiosos y religiosas.
las religiosas es más barata, el Estado o las Dipu
d) Profesores sacerdotes (religiosos
y diocesanos) ( 3 ) .......................
6.213 taciones o los Municipios juegan con trampa, uti
lizando la religión para una más cómoda solución
de sus problemas administrativos, estableciendo
EDUCADORES EN CIFRAS
discriminaciones injustas entre religiosas y segla
res. Estamos en la misma línea del patrón que
En resumen: más de 15.000 misioneros para contrata a bajo precio la mano de obra que ofrece
casi 2.400 colegios y cerca de 650.000 alumnos. espontáneamente su trabajo por el sustento. Se
Esto es: una media de seis misioneros por centro, gún la Gaudium et Spes, la realidad terrena ha de
correspondiendo 41 alumnos a cada misionero y ser autónoma, autonomía que no sólo es reclama
103 a cada sacerdote. El derroche misionero es da por los hombres de nuestro tiempo, sino que
además responde a la voluntad del Creador {n. 36).
Esta situación de activa intervención de lo re
(3) No van incluidos aquí los profesores de Religrión en
ligioso en la sociedad civil, es herencia de tiem
centros oflciales ni ajenos a la F E R E .
pos pasados, en los que el Estado no cuidaba de
tales menesteres sociales, y tenía que exclamar
como Givour o Ratazzi a Don Bosco: “ ¡Qué sería
de la juventud desamparada de Turín sin el Ora
torio de Valdocco!”, o como un alto jerarca de
nuestro Gobierno allá por los años 40: “Si no es
tuviera fundada la Congregación Salesiana, habría
que fundarla.” Este criterio sociopolítico está mu
cho más cercano a las históricas Reducciones del
Paraguay que a la misión de un Estado moderno.
CONCLUSION:
Suscribir y aplicar literalmente a la situación
religioso-administrativa de España, la propuesta
sobre educación popular que la Asamblea de Obis
pos del Perú suscribió, en agosto pasado, para
presentar al Sínodo de Roma: “Que las Congre
gaciones docentes hagan una revisión seria y ur
gente de las formas concretas de presencia educa
tiva a partir de las nuevas exigencias y necesida
des del pueblo,” {Hechos y Dichos. XI, 71.)
Eduardo GANCEDO IBARRONDO
—
15
NOS HICIMOS OHRE
U N A E X P E R IE N C IA D E V E R A N O
Publicamos este reportaje rezumante de
sudor y dolor. Antonio Durán, joven salesiano de Sevilla, ha tomado parte direc
ta, y nos cuenta sus impresiones. También
hay una juventud que, en verano, está
iejos de las diversiones del mar o la mon
taña, y se compromete en ayudar a sus
hermanos los trabajadores. Adelante...
ESE MUNDO DE LOS JOVENES
Hay un afán de autenticidad y coherencia entre los jóvenes que se traduce a veces en protestas y a
veces en gestos idealistas de difícil comprensión para quienes están ajenos a las fuerzas que les arrastran.
Todos sentimos más o menos un cierto malestar ante un estado de cosas siempre inferior a nuestras
aspiraciones. Pero es en el mundo joven, que aún no ha aprendido el uso de tranquilizantes y autojustificaciones, donde ese sentimiento aflora en carne viva.
Quien ha tenido la preocupación de introducirse en las agrupaciones más serias que polarizan las
mejores aspiraciones juveniles, sabe muy bien hasta qué punto sus exigencias sociales y religiosas son
rectas y sinceras.
El verdadero problema es en social y sensibilidad humana, bases tado en tantos grupos de jóvenes.
para una sincera opción cristiana. Y nos pusimos a la obra.
contrar cauces de salida a esas
Fue cosa de todos su montaje.
aspiraciones, formas de expresión
Tras la exposición de la idea, los
en que se sienten realizados sus
NUESTRO CAMPO
que la encontramos de acuerdo con
deseos fundamentales de una vi DE TRABAJO
nuestros proyectos nos dispusimos
da en que priven las relaciones
a realizarla.
Algo así ha querido ser nuestro
personales de amistad y comparcampo de trabajo realizado este
Diversos cambios de impresio
tlción sobre las relaciones imper verano en una zona de chozas del nes, recurso a la organización de
sonales que no ven en el hombre
distrito de Jerez.
los compañeros constructores, dis
nada más que su funcionalidad.
Casualmente llegaron a nosotros tribución de misiones: información,
unas fotos de esta zona dejada de búsqueda de utensilios, un comité
Cualquier tipo de ensayo de vida
la mano de Dios. En seguida aso local que facilite las compras y
compartida en este sentido, cree ciamos este lamentable panorama avituallamiento, habilitación previa
mos que es contribuir a desarro a los ardientes deseos de hacer de las chozas a nuestra disposición,
llar entre los jóvenes el sentido algo por los marginados, manifes búsqueda de trabajo... Poco a poco
16
las incógnitas se fueron despejan
do, y en los primeros días de julio
nos encontramos reunidos en el
campo de operaciones diez chicos
y tres chicas.
Por otra parte, las comimidades
de salesianos y saleslanas y un gru
po de muchachas de San José del
Valle nos facilitaron los primeros
contactos y avituallamientos.
Nuestra residencia es una choza
que forma parte de un poblado de
más de treinta familias, todos en
idénticas condiciones. Nos acogen
bien, nos ofrecen sus burros para
acarrear agua y nos aconsejan y
ayudan en nuestro nuevo régimen
de vida.
Comenzamos echando algunas
peonadas acá y allá, hasta que en
contramos trabajo para todos: cor
tar copos de remolacha. Se queda
uno en la choza para ayudar a las
chicas y los otros vamos a tra
bajar.
El trabajo de cortar los copos a
la remolacha, en su comienzo, pa
rece divertido. Con un hocino o
almocafre uno va dando tajos a
diestro y siniestro entre una doble
hilera de tallos carnosos que pri
van de su jugo a la apreciada raíz.
Se comienza a las ocho y se hacen
dos cortas pausas hasta las dos,
en que hay una hora para comer.
De tres a seis se continúa, con
otra pausa de interrupción. Al fi
nal de la tarde pesa el hocino, pesa
el sol y los riñones se doblan con
diñcultad. Es uno de los más sua
ves trabajos del campo. Nosotros
recurríamos al canto para disimu
lar el cansancio.
Una vez asegurado el trabajo
iniciamos las clases de alfabetiza
ción. Hablamos con las gentes de
Saucedilla, otra zona de chozas a
tres kilómetros de la nuestra. Es
un lugar, en verano, muy verde y
acogedor, pero en invierno inco
municado por las aguas que em
pantanan los intransitables cami
nos. Serán unas veinticinco fami
lias. Se interesan muchísimo y re
unimos un buen grupo, parte ma
yores de dieciocho años. Igual aco
gida tenemos en los ranchos de los
Isletes y en el cortijo que nos da
trabajo, el Chaparral de Juan He
rrera. En todos estos sitios damos
clase a la caída de la tarde, des
pués de la faena.
AI fínal de la semana, después
de un sábado de trabajo (en el
18
—
campo no hay semana inglesa), po
nemos en común nuestras impre
siones. Es una escena que se repe
tirá, con el ritmo que permitan las
diversas circunstancias, a lo largo
de los dos turnos que se suceden
en el campo. Reunidos en la cho
za, a la luz del mechero de buta
no, cada uno va exponiendo su vi
sión sobre la marcha del campo o
sobre el ambiente, sus impresiones
y experiencias.
HEMOS VISTO Y TOCADO
Juan Manuel afirma haber escla
recido muchas ideas respecto a la
situación de los obreros del cam
po. Manolo y Domingo hablan de
la necesidad de compenetrarse con
el mundo del trabajo. Ignacio ha
encontrado en el ambiente una ac
titud general de huida del campo.
cYa sabéis lo que es el campo, así
que juir de esto», nos dicen, po-
nuestros amigos de la Saucedilla.
Por la tarde se organizan una se
rie de juegos al aire libre. Ya
anochecido se celebra la Eucaris
tía. Después cante y baile anda
luz. Todo termina con la invita
ción de Diego el Hoyero, el due
ño de la choza en que hemos ins
talado nuestras escuelas, que nos
ofrece café con leche, chorizo,
queso y pan, junto con su sana
filosofía: «Un día es un día; mien
tras haiga que haiga pa tos».
La visita de Vicente y José Ma
ría, responsables de los Compañe
ros Constructores en España, da
lugar a un interesante intercam
bio de ideas en vistas a la estruc
turación de la organización en
Sevilla.
Después de algunos días de an
gustioso desempleo, conseguimos
que se nos contrate para pelar y
cargar dos camiones de remola
cha: veintiocho toneladas.
Después del tra
bajo, la alegría,
la convivencia,
la fiesta en el
aire o... en el
bungalow.
niéndose en nuestro lugar algunos
viejos obreros. Pepi ve cómo la
falta de cultura no permite a los
obreros expresarse y defender sus
derechos. Julio ha advertido la di
ferencia de opiniones entre obre
ros y capataces. Es una compleja
situación. Se critican los defectos
de la improvisación, exigiéndonos
una mayor reflexión en común.
Fernando teme que acabemos el
campo de trabajo con la tranqui
lidad de quien lo ha hecho ya todo,
cuando esto debe ser sólo un co
menzar a tomar conciencia de las
obligaciones que tenemos con el
mundo del trabajo.
Otro sábado tenemos fiesta con
Aquí mandan las máquinas: la
fábrica y el camión. El remolachero tiene que danzar al ritmo que
aquellos le marquen, en tiempo y
en cantidad. Nosotros habíamos
comenzado a pelar la remolacha
el viernes por la tarde, de mane
ra que a las diez del día siguien
te se comenzara a cargar el pri
mer camión. Logramos llenarlo
en una hora de trabajo intenso y
agotador. Después seguimos pe
lando hasta la comida, para empe
zar a cargar el segundo camión a
las tres y media. Buena siesta de
un día de intenso calor andaluz.
Nuestras fuerzas exhaustas, la
operación se hace inacabable. Se
consumen cántaros y más cánta
ros de agua. El sudor empapa al
cuerpo, mezclándose con la tierra
de la remoladia. Cada vez suben
menos a lo alto. Se hacen terri
blemente pesadas. ¿Lograremos
acabar? A eso de las cinco y cuar
to de la tarde, lánguidos y deshe
chos, regresamos de la faena.
Uno comprende el embruteci
miento irremisible a que están
condenados aqueUos a quienes les
ha tocado llevar en exclusiva la
carga del trabajo físico que está
a la base de nuestra sociedad.
Ese fue el remate del primer
campo.
SEGUNDO CAMPO
DE TRABAJO
El segundo turno comienza pe
nosamente porque fallan varios
de los voluntarios previstos. Pero
los Compañeros Constructores se
movilizan y resulta im campo de
trabajo con ima riqueza extra
ordinaria de elementos.
Dos muchachas y un muchacho
de Guipúzcoa, dos bilbaínos, una
barcelonesa, una sevillana, dos ex
tremeños y un utrerano formamos
un equipo de trabajo envidiable.
Tres del campo anterior se quedan
para hacer de enlace.
En principio, encontramos tra
bajo a bastante distancia de nues
tra choza, lo que obliga a peno
sos desplazamientos e incluso a
residir algunos en el cortijo que
nos lo proporciona. Pero se ven
cen todas las dificultades. El ele
mento femenino toma posiciones
por la promoción de la mujer y
no quiere eximirse de ningún tipo
de trabajo. Se distribuyen las ta
reas por tumo riguroso. Lo que
resulta más difícil es adaptarse a
los potajes cargados de grasa que
comen los gañanes.
Este cortijo. El Pajarete, está
en los comienzos de la zona mon
tañosa que preludia la serranía de
Ronda. Las pésimas comunicacio
nes sólo la hace accesible a la ma
quinaria que saca de allá los pro
ductos de su tierra. Nuestra pre
sencia es una gran novedad.
Una vez las cosas en marcha se
intenta reanudar l3tó clases. Los
días de interrupción han descon
certado un poco a las gentes. No
obstante se siguen e incluso en
sitios nuevos.
Por las noches suelen v ^ i r a
nuestra choza gentes de los alre
dedores con las que a veces or
ganizamos veladas de canto. Este
es im óptimo vehículo de trasmi
sión y de intercomimicación de
nuestras mutuas riquezas espiri
tuales.
NUESTRAS IMPRESIONES
SOBRE EL TAPETE
No falta la puesta en común de
las diversas experiencias. Diver
sas observaciones de carácter or
ganizativo: prever el personal, in
formar previamente del ambiente.
En nuestra autocrítica llegamos
hasta poner en cuestión el valor
del trabajo mismo que realizamos:
si en el fondo todo será positivo.
Dudamos de que ésta sea la for
ma ideal de afrontar el problema
blamos diversos contactos. Unos
de tipo deportivo y folklórico con
los jóvenes de los poblados veci
nos. Otros de carácter diferente
con las comunidades salesianas
locales que han comprendido y
apoyado en todo momento nues
tra experiencia. Y últimamente
con los jóvenes del pueblo. Re
unidos en un teleclub, exponemos
nuestra experiencia e intercambia
mos puntos de vista sobre los pro
blemas de la zona. Todo es muy
difícil, concluimos, pero importa
no quedarse cruzados de brazos.
—oOo—
Esta ha sido nuestra pequeña
experiencia; sin muchas preten
siones ni grandes resultados apa
rentes, pero con mucho corazón
y sinceridad.
No ha querido ser más que un
Ei almocafre es
de fácil manejo,
pero de^ués de
cuatro horas...
de los marginados, pero estamos
de acuerdo en que no podemos
quedamos impasibles ante esta si
tuación. Habrá que empezar por
entrar en contacto con este mun
do que hemos dejado entre parén
tesis y tomar conciencia de todo
lo que nos vincula a ellos. La pro
moción, para que sea auténtica,
habrá de ser obra de los interesa
dos mismos.
Analizamos la vida del grupo;
y a base de una gran sinceridad
se desarticulan las defensas y pre
juicios que pudieran dificultar la
buena marrh^
Aprovechando las fiestas y los
días que nos falta trabajo, enta
comienzo de acercamiento hacia
aquellos a quienes «les ha toca
do» peor suerte que a nosotros.
Les hemos ofrecido algo de nues
tra simpatía; ellos en cambio nos
han abierto de par en par sus
casas pobres y sus corazones ri
quísimos en valores humanos. He
mos dado algo de nuestros cono
cimientos y nuestro aprecio y se
nos ha comunicado esa sensibili
dad humana y esa sabiduría que
provienen del mundo de los po
bres y de los que sufren, de los
que son sinceros porque nada tie
nen que defender sino al hombre
mismo.
ANTONIO DURAN
—
19
POR
EL MUNDO
SALESIANO
iOUCANDO A LOS PEQUEÑOS
Tokio.— Preciosa estampa de vida familiar en el orfanatrofio “ Seibi Gakuen” , de Akabané, en la inmensa
capital japonesa. Las Salesianas divierten a los pequeñines al mismo tiempo que cuidan de ellos. Es
hermosa la labor de las Hijas de María Auxiliadora
en el Japón, donde tienen 21 casas. Sólo en Tokio tie
nen siete colegios. La gran mayoría de las Salesianas
de aquel remoto país son japonesas. Hay abundancia
de vocaciones y se realiza una labor educativa entre
tos pobres, principalmente con los huérfanos, en los
jardines de infancia y escuelas maternales.
BANDA DEL COLEGIO SALESIANO
Niteroi (Brasil).— Los muchachos del colegio de
Santa Rosa de Niteroi desfilan por las calles de la ciu
dad armando ruido del bueno. Son muchas las activi
dades del colegio salesiano de Santq Rosa de Niterol, donde hay estudiantes y profesionales, oratorio
diario, parroquia y demás obras sociales!
Ei Brasil es una de las naciones donde más ha
crecido la obra de Don Bosco. Actualmente son seis
las inspectorías, con un total de 121 casas. Cierta
mente que la obra de evangelización y civilización en
territorios de misión es de gran envergadura; prin
cipalmente en las inspectorías de Campo Grande y
Manaus. El BOLETIN SALESIANO publica muchas cró
nicas misioneras que hablan de la ardua labor salesiana en aquel inmenso país.
LOS NIÑOS APRENDEN A ORAR
Manila (Filipinas).— Una hija de María Auxiliadora
enseña a rezar a un niño oratoriano del barrio BalicBalic, de Manila, donde las Salesianas tienen una
hermosa obra con escuela materna, escuelas parro
quiales. escuelas profesionales, aspirantado y orato
rio festivo.
Es inmenso el campo de las hermanas en esta
inspectoría de Extremo Oriente, que abarca China.
Australia, Filipinas. Formosa y Víetnam. Y sobre todo
necesidad de evangelización en una tierra abonada por
■el trabajo de los misioneros españoles que cristiani
zaron estas islas.
Pero es también hermoso ver la correspondencia
de estos pequeños que aprenden a orar y amar al
Señor. {Cuántos niños quedarán sin aprenderlo por
que no tienen a nadie que les enseñe!...
:20
POR
EL MUNDO
SALESIANO
Barcelona-Sarríá.— Muchos son los caminos que ilevan a los cristianos a la perfección: entre ellos el ma
trimonio. Merced a las múltiples gracias del sacra
mento, los esposos cristianos, día a día y en las va
rias circunstancias. de su jomada, suben juntos por
un camino que los une entre si y con Dios. Los Ho
gares Don Bosco han escogido este camino de per
fección para ios cooperadores salesianos casados que
se agrupan en ellos. En la foto los Hogares Don Bos
co de la Inspectoría durante la concelebración de la
Eucaristía por los consiliarios salesianos de los mis
mos.
RE’
.NJES MATRirJOí-
:.ES
Sarríá-Barcelona.— Los Hogares Don Bosco han sur
gido con fuerza en la Inspectoría de Barcelona, con
nueve equipos en la Casa de Sarriá, tres en el Co
legio de Horta, dos en Badaiona y uno respectivamen
te en la Parroquia de San Juan Bosco, Rocafort y T¡bidabo. Estos grupos celebran con cierta frecuencia
reuniones conjuntas para compenetrarse, captar a
fondo el espíritu e intercambiar experiencias, como es
tán haciendo en la foto los esposos Roseli-Andreo, de
Badaiona. Coordinan las actividades comunes de los
grupos de Hogares de Barcelona los esposos don Emi
lio Manzano y doña Trinidad Rodríguez.
lA t ORE
Gerona-Semlnarío Salesiano.—Sesenta cooperado
res procedentes de diversas casas de la Inspectoría
se congregaron en este seminario. Recibidos afectuo
samente por los aspirantes dedicaron la mañana a
informarse sobre el movimiento de los cooperadores y
al estudio de la “ Exhortación de Pablo VI con motivo
del 80*’ de la R. Novarum” , que les presentó don An
tonio Bermejo, SDB. Después de comer y su alegre
sobremesa visitaron el Museo diocesano en donde se
conservan la habitación y el oratorio usados por
Don Bosco, el año 1886, a su paso por Gerona.
EC;í>'*‘
COOPERACION
SALESIANA
Y
EL AMOR TODO LO PUEDE
Un obrero en Holanda, una trabajadora
de León y un chico de Guadalajara y
el Tercer Mundo.
Necesitamos propagandistas.
TERCER MUNDO
Se puede decir que nuestra campaña empieza a cobrar
ritmo y a tomar calor humano.
«Soy un trabajador español, padre de nueve hijos, me
nores de dieciocho años, que por las mismas circunstan
cias que indica el relato de arriba, me encuentro desde
hace siete años en Holanda, separado de mi querida fami
lia No sé cuando se acabará esta esclavitud.» Y se sus
cribe a Cooperación Salesiana y Tercer Mundo con 200
pesetas anuales.
«Dicen Tercer Mundo, a mí me parece ser el primero a
los ojos de Dios, puesto que es el más necesitado en to
dos los aspectos, y como Dios vela por la miseria y tiende
a remediarla procuraré ayudar todo lo posible a esos po
bres hermanos míos que viven en la miseria. Yo también
la pasé, que me quedé viuda con un niño de año y medio
y otro en camino. Trabajaba en el campo piero como no
^ n ía otra ayuda pues me vi muy mal durante tres años.»
También ella se suscribe con 100 pesetas anuales
«He leído el BOLETIN SALESIANO y he visto el ham
bre que pasan muchas personas; yo, que nunca había en
viado una peseta para esos pobres niños, le mando ahora
400 pesetas. Yo no me puedo comprometer a enviar 3 000
pesetas cada año ni 300, pero sí le mandaré lo que pueda.
Yo soy un chico que está estudiando en im colegio de
Guadalajara y no encuentro la gracia de estar contento
en este mundo si no fuera por la esperanza de ayudar a
los demás.» Este estudiante ha vuelto a enviar más limosna
para los negritos del Padre Bohnen.
De estas personas no es el donativo precisamente lo
que más vale, sino el amor que ponen. Y la ambición de
esta campaña no es tanto recoger dinero cuanto fomen
tar el amor y la caridad de los cooperadores y de nuestros
amigos hacia los pobres: porque esa limosna, que podría
mos llamar fruto de su amor, los hará más santos, los
acercará más a Dios y su ejemplo servirá para que la
Iglesia sea más apreciada entre los hombres del Tercer
Mundo y la acepten, cuando les hable del amor de Jesu
cristo hacia ellos.
NECESITAMOS PROPAGANDISTAS
Todos podéis serlo; todos podemos hablar de la Campa
ña a nuestros amigos y conocidos. También podemos re
partir propaganda a mano o por correo.
Quien quiera hacer un poco de bien pídanos hojas de
propaganda. O sobres ya preparados; en ellos basta poner
las señas de las personas conocidas y echarlas a correos,
porque llevan dentro la propaganda y puesto el sello.
S i o y o s B n tu s
a d B n ir o s ia v o x
tía ia m iB B H c o r d ia ,
no c i e r n a
22
—
tu coraxócm
—oOo—
A todos vosotros, a vuestras familias y a cuantos con
tribuís en la campaña felices Pascuas de Navidad, en nom
bre de todos nuestros amigos de Vyasarpadi, de Haití, de
Corumbá, de Mozambique...
JAVIER RUBIO,
Delegado Nacional de Co<^eradores
DONATIVOS RECIBIDOS
durante el mes de noviembre
Este es el Padre Ernesto Saksida, que está consagran
do los mejores años de su vida a dar a más de
3.000 niños pobres un medio de ganarse la vida, ade
más de la comida diaria. Es la sola forma de arran
carlos del vicio. Por eso sueña para la Ciudad de los
Muchachos, por él levantada, con escuelas, talleres,
banda de música... Poco a poco le van llegando los
medios, pero siempre insuficientes. ¡Qué pena que
tanto dinero como tiramos en cosas inútiles no fuera
a parar a chorros a esas manos bendecidas por Dios,
hechas para aliviar el hambre de los chicos pobres y
su sed de cultura y de saber trabajar para no pasar
el día y la vida en el ocio embrutecedori
María Marcos, Prado Pascual, Victoria Carbajo,
Juana Pons, Juan Sagrado, Atanasio Rodríguez, Fa
milia Olaverri, Santiago Costero y familia, Vicente
Soriano, Emilia Loran, Luisa Esquerro, Antonia Vilagellu, L. Bonelli, Guadalupe Ferreiro, Juan Torres,
Francisco Barceló, Josefa Segovia, Antonia Gonzá
lez, M. Julia, Mercedes Calvo, Antonia Martín, Manoli de la Fuente, Manolita Alvarez, Manuel Pineda.
Antoñita de Cabo, Antoñita Carro, José de Cabo,
Carolina Blas, José Fernández, Rosario Gómez, Viu
da e hija Navacerrada, Rafael María Delgado, Teo
dora Dorrego, Margarita López, Alfonso Crespo, Ma
ría Arias, Enriqueta Jiménez, E. O. T., Carmina de
Vicente, Juan Pérez, Ana García, Concha Balparda,
Isaías Gallego, Sebastián Marqués, Vicente Navarro,
Emeterio Sánchez, Cooperadores de Baracaldo, Ave
lina Arroyo, Casilda Romero, Mari Ledesma, Pilar
Gutiérrez, Juan Azcoaga, Emilia Avila, Luisa Fernán
dez, Natividad Santiago, Juan Ruiz, I. Peñaranda,
M. Costa, Blanca L. Valtueña, M. Lens, Sabina Arria
ta, Adela H. Adelaida, Susana Elizalde, Isidoro Fer
nández, Rosa Mateu, Mercedes Domínguez, Emilia
Pasión, Cooperadores de Cee, Concha Hernández,
Fidela Marina, Florentina Pérez, Ramiro Armesto,
Antonia García, Joaquín Trullás, María Angeles Mar
cos, Cooperadores de La Almunia, Viuda de Caña
da, José Carol, Juan Bautista Guülén, J. J. F. Pozo,
Margarita Cortadellas, Emilia Valero, Angeles Ga
llego, Cooperadores de Allariz, María del Pilar Sán
chez, Laura García, Antonio Pérez, Antonia Sebas
tián, Dolores Farré, Encamación Lloret, Luisa Limia,
Mary Martínez, Sebastiana de Juan, Teresa Galiano,
Carmen Carquis, Carmela Salcedo, Josefa Segovia,
Carmen Ruiz, Emérita Abreu, Raquel Prendes, Hilda
Ferrer, C. Alonso Lamberti, Florencio Fernández, An
tonia Oya, Alumnos de la Escuela de Capataces Agrí
colas, Curso 1.® A, de Hinojosa del Duque, María
Antonia Pacheco, Angela García, Amelia Drets, Jo
sefa Arias, Guillermo Yañez, Angel Alonso, Pilar
Vera, María Grandal. Puriñcación Souto, Benigna de
Silvan, Laureano Lahoz, Azucena Jimeno, Mariano
Pinitla, Carmen Enseñat, Lorenzo Ruiz y familia.
D ............................................................................................................................................................................................
QUE VIVO en calle ........................................................................................................................................
pueblo y provincia de ........................................................................................................................................
COOPERARE con ..................... pesetas anuales, que y o m ism o enviaré a m i com odidad, m
COOPERACION S A L E S IA N A Y TERCER M UNDO - AZcaíd, 164 - M adrid (28).— O a C uenta
Corriente: aCooperadores Salesianosyy - Banco Hispano A m ericano, Plaza de Rom a, 2 - M a
drid (2).
— 23
EL CRISTO VIVO DE
- i-
cart;, de navidad, desde bengala
De nuevo nos escribe don Rafael Maíques, desde Calcuta.
Lo escribió para Navidad, y nos llega cuando todavía esta
mos saboreando nuestros turrones pascuales. Todo contras
ta con las Navidades que habrán pasado nuestros hermanos,
los refugiados bengalies... Gracias, don Rafael, por sus
noticias de testigo directo.
Desde el 25 de marzo del pre
sente año, más de nueve millo
nes de refugiados del Pakistán
oriental han buscado refugio en
la India. Algunos encontraron
un cobijo entre parientes y ami
gos. La mayoría tuvieron que ir
a unos 800 campos, donde unos
25.000 “asistentes s o c i a l e s ”
atienden a sus necesidades. Cen
tenares de voluntarios asisten al
gobierno en este noble trabajo.
Más de 1.000 escuelas públicas
han sido temporalmente ocupa
das por los refugiados. Todas las
asociaciones cristianas han de
mostrado una total entrega. 1971
ha sido en verdad un año de
duras pruebas y de gracias espi
rituales.
Colaboradores de toda la In
dia y del extranjero se han vol
cado para poner su granito de
arena en esta inmensa obra de
caridad a favor del prójimo. Mé
dicos y enfermeras, sacerdotes y
monjas, estudiantes, maestros,
jóvenes voluntarios se han dedi
cado por semanas y meses ente24 —
ros a un servicio desinteresado
en los campos, trabajando a ve
ces bajo condiciones adversas.
Un buen número de estos volun
tarios no eran cristianos, pero
todos se unieron para servir al
desamparado, al hambriento, al
moribundo.
Ellos han dado sus energías,
sus brazos; otros dieron lo que
tenían. Se recibieron tiendas de
campaña, medicinas (por cierto,
muy buenas y útiles las que lle
garon de España), ropas y ali
mentos para estos nueve millo
nes de refugiados. Todas las ma
ñanas salen las monjas en sus
“jeeps” llenos de medicinas y de
leche para los bebés y madres
enfermas. Recorren los campos
de refugiados como ángeles de
caridad. Por otra parte, los mi
sioneros con sus ayudantes dis
tribuyen a millares las raciones
de trigo triturado, algo de arroz,
harina de maíz, aceite de soja,
jabón y las ropas que llegan de
varias partes del mundo. Todo
se distribuye en seguida entre
A^ '
La mainutríción es ia dieta de estas
las víctimas del
Por RAFAEL MAIQUES
Misionero Salesiano
i s s -
qué cubrirse? La fría austeridad
de los campos de refugiados ha
dado al traste con el entusiasmo
de las espléndidas mieses. Los
niños no podrán decir que aca
Al acercarse las Navidades, baron el curso felizmente. Desde
uno se imagina fácilmente los el pasado marzo sus clases no
sentimientos de angustia de es se han reanudado. No obstante
tos millones de gente desplaza toda la ayuda recibida, continúa
da. En Bengala el mes de diciem en los campos la lucha por la
bre ha sido siempre un mes muy vida. La malnutrición es la dieta
alegre. Se han acabado ya las de estas gentes. Desde primeros
torrenciales lluvias monzónicas. de octubre grupos expertos de
Ha pasado ya el peligro de los personal médico trabajan en un
ciclones, devastadores y tan te programa especial de alimenta
midos. Las grandes fiestas reli ción para salvar vidas de niños
giosas de octubre y noviembre inocentes que mueren en una
traen todos los años nuevos proporción de 4.300 al día por
alientos y dejan un dulce sabor falta de alimentos. Y se calcula
de boca. El cielo es azul límpi que llegarán a los 200.000 las
do. Los arrozales maduraron y víctimas del hambre para fines
nacen
renovadas esperanzas. del año.
Daba gusto contemplar cada año
El Papa Pablo VI hizo un
por este tiempo, visitando los llamamiento el 10 de octubre a
poblados, el efecto sonriente de favor de 800.000 niños que su
los cantos. La recolección les fren en los campos de refugia
traía dinero, y el dinero para es dos las consecuencias del ham
tos labradores significaba el fin bre.
de unas deudas, unas cabañas
Y a pesar de todo esto, toda
nuevas, unos hogares remozados
con paja fresca y cañas de bam vía hay otra cruz que pesa más
bú más robustas. Y más de uno duramente sobre las espaldas de
tenía que invertir ese dinero en estos infelices, y es la frustración,
la dote de matrimonio para una consecuencia del destierro. [Qué
triste es el anochecer en estos
de sus hijas.
campos! La conversación entre
Este diciembre en cambio no los grupos de hombres se cen
será así para millones de pobres tra en seguida sobre la tierra
bengalíes. Pronto los vientos que dejaron. Un viejo me decía:
fríos del Himalaya soplarán im “Después de todo éramos feli
placables sobre la llanura de ces en nuestro pueblo*. Los niBengala. ¿Podrá tener cada fa
milia al menos unas mantas con
sim "»
tanta gente que espera diaria
mente la caridad del mundo para
poder superar esta inigualable
injusticia humana.
V / A
Se calcula que han llegado a 200.000
en el año 71.
— 25
ños preguntan a sus madres in
variablemente: “¿cuándo volve
remos a casa?”
Aquí es donde el “Cristo de
las Navidades” entra en escena.
El también fue un refugiado.
Cristo nació fuera de su casa,
en un refugio, rodeado de po
breza y de mucho frío. Su Ma
dre y Padre adoptivo vivieron de
limosna al menos por algún tiem
po allá en Belén. Pero el naci
miento de este Niño trajo la paz
y el consuelo a todos los hom
bres de buena voluntad, especial
mente los pobres, los abandona
dos y los que sufren. Este Niño
estaba destinado a ser un revo
lucionario de amor y justicia, de
dicación y humilde servicio. Será
bien recibido sin duda entre los
refugiados. No lo verán en Per
sona, pero si nuestra oración de
Navidad es sincera e ilimitada,
el Niño Dios encontrará un re
fugio en el corazón de cada hom
bre que sufre.
Lo están viendo cada día en
la persona de los misioneros; lo
reconocen bajo las tocas blan
cas de las monjas que recorren
a diario los campos; lo sienten
en los voluntarios llegados de
distintas latitudes dedicados a
un mismo empeño de caridad
cristiana. Obras son amores, y
estos ejemplos arrastran.
Un regalo de Navidad muy
apropiado será la oración senti
da al Niño de Belén “que con
suele a estos desamparados”.
Nosotros aquí hemos tenido el
privilegio de ver el valor y re
signación de estos refugiados y
la dedicación desinteresada de
muchos operarios ejemplares.
Que el Niño Jesús traiga a
los millones de refugiados la ale
gría de la vuelta a su hogar. En
tretanto seamos nosotros, los de
aquí y los de España, “El Cris
to vivo entre estos pobres bengalíes ".
26 —
D E C IA N LA V E R D A D
Fui llamado al hospital de Baucau el día 30 de julio de este
año. Había un enfermo grave que quería el bautismo.
Lo habían traído de Kelicai, una de las estaciones misione
ras de nuestra jurisdicción, que dista 32 kilómetros de aquí.
Ocho hombres, en una hamaca improvisada con dos bam
búes y una “lipa” {saya de los nativos), descansando de cuando
en cuando en las sombras de los árboles, refrescando en las fuen
tes abundantes de Fatumaca, despacito y con tino se lo trajeron
a la capital del Consejo Municipal.
Me acerco a la cama..., ya estaba en agonía.
— ¿Por qué no llamaste antes?
—Acabamos de llegar de Kelicai. En el camino se nos quedó
inconsciente.
— él, ¿quería el bautismo?
— Sí, sí; antes de salir de Kelicai nos dijo que viniésemos
aprisa para encontrar al “amo lulic” (señor sagrado) para hacerlo
cristiano.
Es un joven de veinticuatro años.
Comienzo el rito del bautismo. El enfermo no da señales de
advertir mi presencia. Todos acompañan la administración de
este sacramento de Vida. Los enfermos de la sala sentados en sus
camas; algunos son paganos aún. Los parientes, de pie, junto al
lecho del moribimdo.
Le sugiero en “tetum ”, antes de la unción y exoscismos, que
se arrepienta de sus pecados. Nada parece oír ni entender.
El padrino le impone las manos al responder “quiero” a mi
última pregunta de si quiere ser bautizado.
Derramo sobre la cabeza el agua. Instantáneamente el mori
bundo se yergue y dice en voz clara: ¡HAI SARANI! (|Ya soy
cristiano!) Y se dejó caer en el lecho.
Le preguntamos..., le hablamos al oído...; los parientes quie
ren una última afirmación de conocimiento. Todo inútil. Ni una
palabra más.
Recibió también el crisma.
Ya no salió del estado de coma. Al día siguiente era cadá
ver..., pero su alma un lirio delante de Dios.
Los parientes no me engañaron. Quería de verdad ser de Cris
to. Y con El reinará eternamente.
DESDE L A MISION DE BAUCAU
El Padre Alfonso María Nácher nos escribe emocionado desde la lejanía de Timor. “Hay
en la vida misionera — nos dice— casos inexplicables. Unos son naturales, otros con
vestigios de lo sobrenatural. Refuerzos de fe y consuelos con que Dios nos alienta en
nuestro penoso trabajo de evangeiización. Veamos dos de ellos."
POR FIN, ¡TA SOY CRISTIANA!
Caso semejante, pero no con un joven enfer
mo, sino con una viejecita llena de vida.
Más de tres años de catecumenato. Lo comen
zó un día en que una Hermana Canossiana la
encontró triste, haciendo sacrificios y poniendo
flores en la tumba de su marido.
—^Yo te enseñaré una doctrina que es luz y
te dará toda la alegría que te falta por haber per
dido el marido.
La fe que se pierde en Occidente brilla con
fulgores de luz celeste en este “TI-MOR” (auro
ra), donde el sol brilla cuando en Europa es me
dia noche.
Ejemplos que nos confunden. Hechos que nos
estimulan. Mimos de la gracia para no desfalle
cer delante de tanto trabajo y tan pocos que nos
ayuden de cerca.
P. ALFONSO MARIA NACHER, S. D. B.
Aceptó la palabra de un alma de Dios. Pero
aprender las oraciones... El Padre Nuestro se
lo traducía para su dialecto..., su sentido la con
movía. Quería perdonar para que Dios olvidase
sus faltas, pero quería el reino de Dios en su
casa, su luz..., porque desde que le faltara el
marido todo era triste y estaba en tinieblas.
Por fin, el 24 de octubre de este año, toma
parte en el número de los bautizandos. Es la
penúltima del círculo de los 20 neófitos. Al la
var su alma con el agua sacramental comenzó a
florar... POR FIN , ¡SOY CRISTIANA!
Le pareció que nunca llegaría a esta felicidad.
Su fe y su constancia en comparecer, desde casi
dos kilómetros de distancia, tres veces por sema
na a la doctrina, tuvieron su corona.
Recibió la Comunión bajo las dos especies.
Al fin de la misa todos salieron, pero Ana Ma
ría, ese es su nombre ,se quedó. La viejecita es
taba hablando en “macasai”, su idioma mater
no, con Jesús, que recoge las perlas del mula
dar...
A Ana
María le
pareció
que
nunca
Negaría
a esta
felicidad
de ser
cristiana.
^ Tí
1
Gracias
a
^María
Auxiliadora
VEIA PERDIDO A MI UNICO HIJO
VIgo. — Me encontraba en un
trance de angustia al ver casi per
dido a mi único hijo de cuatro
años. Una enfermera me indicó que
invocara a la Santísima Virgen Au
xiliadora. Asi lo hice, prometiéndo
la publicar esta gracia en su re
vista si se salvaba el niño. A las
pocas horas vi emocionada cómo
iba recobrando la vida, y hoy, gra
cias a Dios, se encuentra fuera de
peligro. Agradecida, envío un pe
queño donativo, según la posibili
dad de mis fuerzas. Hortelina Fer
nández Méndez.
RECUPERO MI BOLSILLO
Sabadell.— Expreso mi agradeci
miento a María Auxiliadora por el
favor que me concedió al recupe
rar mi bolso perdido en la vía pú
blica. Al darme cuenta, recurrí en
seguida a nuestra querida Madre,
y, a las dos horas, lo recuperaba
en la comisarla de Policía, con todo
su contenido, de gran Interés para
mí. Agradecida por tan rápida so
lución. envió un donativo para la
obra salesiana. J. T. P.
DAN GRACIAS Y ENTREGAN UNA
LIMOSNA POR FAVORES ^
RECIBIDOS
Basilisa Martin, de Santa Cruz
de Tenerife, por librarse su madre
de una situación desesperada y es
28
—
y a
su Apóstol
San Juan
Sosco
perando la conversión de una per
sona muy querida de su familia;
Nerva R. M. C., de N. N.. por ha
ber salido su padre de una opera
ción con éxito: Asunción Antón
Vicent, de Elche, por experimen
tar la protección de la Virqen en
dos momentos difíciles: M. G., de
Elche; A. B. H., de Hínojosa dei
Duque, por una gracia especial;
Señora de Llorente-Coslada, de
Madrid, por la solución de un gra
ve problema envía una limosna
para las Misiones Salesianas; Sa
grario López, de Móstoles, por el
feliz resultado de los exámenes de
su hijo; María Pérez, de Zafra (Ba
dajoz); Africa Fernández, de VIgo;
Carmen Arancón. de Sanlúcar la
Mayor; Eladia Márquez de Hernán
dez. de Salamanca, por un gran fa
vor; O. G., de Madrid, por dos
grandes favores en momentos de
angustia: J. R.. de N. N.: María
del Carmen de Albert, de Barcelo
na, por varias gracias; Domiciana
Cuesta, de Velilla de Valderaduey
(León), por una gracia extraordina
ria; Blanca L. Valtueña. de Zarago
za. por la solución de un problema
en un momento difícil; Angela
Hernández, viuda de Padrón, de
La Orotava; Josefa Rabeil, de Igua
lada; María del Carmen Hernán
dez, de Barcelona, por haber cu
rado de una grave enfermedad;
Sabina Arriata, de N. N., por el fe
liz resultado de una operación de
apendicitis de una hija y por ha
ber salvado a su suegra de una pa
rálisis; P. C., de C.. de Igualada,
por un favor alcanzado y esperan
do de su bondad la obtención de
otra gracia, envía una limosna
para las Misiones Salesianas; M. S..
de N. N., por la desaparición de un
bulto en la espalda de su marido,
por el que abrigaba serios temo
res: Victorina Gimeno, de Valen
cia, por el éxito de unas oposicio
nes de su hija; Isabel Teresa Gon
zález de Enríquez, de Algeclras,
envía una limosna para las Misio
nes Salesianas; Josefina Morboys.
de Algeclras, envía una limosna
para las Misiones Salesianas; Ger
trudis Cardona de Abrines, de Algecíras, para las Misiones Salesia
nas: Mercedes González de Caste¡ón. de Algeclras, para las Misio
nes Salesianas: Dionisia Ortega,
de Valiadolid, por haber encontra
do trabajo su hijo mayor tras ha
ber cerrado la fábrica donde traba
jaba: Jaime Vidal Semper, de Va
lencia; Lucía López, de Salamanca;
Agustina Martín, de Salamanca,
agradecida a María Auxiliadora, a
San Juan Bosco y a Santo Domin
go Savio; Antoñita Rodríguez, de
Salamanca; Conchin Bosch, de Masarrochos (Valencia); J. R.. de Esplel (Córdoba), por la solución de
un problema difícil; E. del Olmo,
de Madrid; Laura Viorán, de Santurce; Montserrat Saus, de Barce
lona; Lucila García, de Madrid;
Fernando Poveda, de Córdoba; E.
Azpitarte, de Bilbao; Juan López,
de Granada; María Núñez, de Oren
se; Jesús Morales, de Sevilla; Pi
lar González, de Valencia; María
Carmen García, de VIgo; Josefina
Torruella, de Madrid; Julián Gar
cía Díaz, de Archena (Murcia); Bea
triz Martín, de Salamanca; una de
vota. de Puerto Real, por varios fa
vores; S. B.. de Salamanca;
G ra c ia s
de n u ’ s trc s
s ie rv o .
d e Do '
í
^
!
Barcelona.— Son tres los favores
que tengo que agradecer a la Sierva de Dios, Doña Dorotea de Chopitea: El primero fue que, a con
secuencia de una caída sobre una
reja de hierro, me lesioné seria
mente un pie. Como anteriormente
tuve una flebitis, las cosas se com
plicaron y el médico me hablaba de
varios meses de inactividad; pero
encomendé el asunto a la Sierva
de Dios, y al mes escaso pude
ya salir a la calle, aunque con al
guna dificultad, cosa que parecía
imposible. El segundo favor fue en
beneficio de la persona que me
suplía, la cual se quemó aparato
samente la cara por la explosión
de una cafetera. Tuve miedo de
que quedase señalada, pues se le
hinchó mucho la cara, tenía un
ojo cerrado y los labios deformes,
los ganglios del cuello le impe
dían mover la cabeza, el cuero ca
belludo le tiraba...: en fin, una ver
dadera calamidad. También enton
ces acudí a Doña Dorotea y a los
doce días apareció su cara libre
de pomadas, sin rastro alguno de
las heridas, tanto es así que los
que no la vieron antes, creen que
exageramos. El mismo médico fue
el primer sorprendido de que no
hubiesen quedado vestigios de lo
sucedido. La tercera gracia, que
ya le pedía antes de todo esto, se
refiere al alquiler de una casa,
cosa bastante difícil dadas las con
diciones, y aunque se lo pedí insistentemente. parecía hacerse sorda a mis ruegos, tal vez considerándome demasiado materialista,
pero cuando menos lo esperaba y
como llovida del Cielo llegó la so
lución, gue no dudo vino por su
mediación. Por todo ello cumplo
mi promesa de enviar una limos
na para su Causa y publicar las
gracias obtenidas, para edificación
y aliento de sus numerosos devo
tos. C. B.
Madrid.— Siento la necesidad de
manifestar públicamente mi grati
tud a Doña Dorotea. Se trataba de
un asunto al que no encontrábamos
solución alguna y que nos atormen
taba y ya no teníamos fuerzas para
soportar tanto sufrimiento. Afortu
nadamente se nos ocurrió acudir
a doña Dorotea pidiéndole su ayu
da mediante una novena, prome
tiendo publicar la gracia en el BO
LETIN. Con una sencillez y circuns
tancias providenciales nos lo ha so
lucionado todo y hemos vuelto a
la vida —si así se puede decir—
después de unos meses espanto
sos. Por todos estos favores le
damos públicamente las gracias a
nuestra gran bienhechora, c u m pliendo gozosos nuestras prome
sas. Luisa Sánchez.
vendrá a verlos a todos; su madre
que es pobre y ha de trabajar
para ganarse el sustento, le envía,
por mi mediación, una limosna con
toda su gratitud a la Sierva de
Dios. En acción de gracias por los
favores que de ella han recibido
otras personas, cumplo sus deseos
y le mando las limosnas recibidas.
Lucía Rodríguez González.
Santa María de Barbera (Barcelo
na).— Por favores recibidos de Do
ña Dorotea le mando una limosna
para su Causa de Beatificación.
M. Angeles López de Rodríguez.
Zaragoza. — Agradezco pública
mente a Doña Dorotea el haberme
solucionado un problema grave pa
ra mí. cual era el del pisó en don
de habitamos, y que gracias a la
intervención de la Siehra de Dios,
resplandeció la justicia resolviéndo
se la apurada situación. También
he de agradecerle otro favor: ha
biendo sufrido una peligrosa caída,
se me puso una rodilla muy hin
chada impidiéndome todo movi
miento: acudí confiada a mi protec
tora celestial y a los dos días,
aunque cojeando un poco, ya me
podía valer sola. Cumplo gustosa
mi promesa de publicar la gracia
y envío una limosna para su Cau
sa de Beatificación. M. Socorro
Hernández.
Barbate de Franco (Cádiz).—Hace
unos años ofrecí unos donativos a
María Auxiliadora, San Juan Bosco
y Doña Dorotea de Chopitea, pro
metiendo publicar la gracia en el
BOLETIN SALESIANO por la ayu
da en unos exámenes. Hoy cum
plo mi promesa agradecida. Mary
Arriaza Galindo.
Guía de Isora (T^erife).— Quie
ro manifestar públicamente mi gra
titud a Doña Dorotea. Una señora
de esta localidad tiene un hijo que
a los pocos días de casado, se
marchó a Venezuela, dejando aban
donada a su esposa. De esto ha
ce ya 18 años, y desde entonces
no se ha recibido ninguna noticia
suya. Un día, y por indicación de
una amiga mía, vino su madre a
casa para que le diera una imagen
de Doña Dorotea, pues confiaba
en ella desde que había oído ha
blar de lo mucho que ayuda a sus
devotos. Se la di y comenzó la no
vena. y {Cómo no! A poco de ter
minar recibe de su hijo una ines
perada carta..., muy cariñosa tarv
to para ella como para su mujer,
que están locas de contento. Desde
entonces —era en agosto— la co
rrespondencia es normal y afec
tuosa y les promete que pronto
Valladolíd. — Encontrándose muy
enferma una nuera mía con unos
mareos que nos preocupaban mu
cho, la encomendé a Santo Domin
go Savio, prometiendo un donati
vo y la publicación de la gracia.
Hoy, llena de agradecimiento cum
plo mí promesa por haber sido es
cuchada. DIonIsia Ortega.
Vígo.— Pedí a Santo Domingo
Savio que mi primer hijo naciera
bien y sano, prometiendo una li
mosna y la publicación de la gra
cia. Cumplo mi promesa por una
preciosa niña que nos ha nacido.
María Mercedes Castiñeíra Anteio.
Doy gracias a María Auxiliado
ra. a Santo Domingo Savio y a la
sierva de Dios Doña Dorotea de
Chopítea por una gracia concedi
da y envío una limosna. María del
Carmen de Albert.
Estepona.—Dos devotas de la
sierva de Dios Doña Dorotea de
Cho^itea envían una limosna agra
decidas.
Huesca.—Por la ayuda en ur>o8
exámenes temidos, envío una li
mosna para la beatificación de
Doña Dorotea de ChopHea.-Pílíta
de Juan.
—
29
DON JOSE MONDEJAB, DESCANSE EN PAZ
La noticia me sorprendió repasando unas lecciones
de Escatología cristiana. |Ha muerto don José Mondélar! Fue una lección viva, inolvidable, punzante. Has
ta me desconcertó un poco, a pesar de tanta escato
logía tragada en los textos y a pesar de que ya me
había preparado la homilía del primer domingo de
Adviento. Nunca con mós oportunidad recordé el afo
rismo pedagógico: “ La letra con sangre entra” . Fue
la última lección de este gran salesíano, excelente
maestro y fervoroso sacerdote.
Conocí a don José Mondéjar en mis años triena
les en la inolvidable casa solariega de Utrera. El me
Inició en la vida salesiana, casi recién estrenada para
mi, enseñándome con su propia vida, hecha ofrenda
y servicio, el arte difícil de tratar con los niños y
convivir con los grandes. Estaba entonces en la ple
nitud de su vida, sólidamente formada para el magis
terio y el sacerdocio. Su carrera de Clásicas y su amor
al Evangelio, junto con su humor nativo, sereno y pro
fundo como buen cordobés, hacían de él un excelen
te apóstol de la palabra de Dios. Siempre recordaré
sus “ Buenas Noches” , oportunas y sugerentes, Menas
de gracia y de verdad, con que infaliblemente que
ría él personalmente despedir a sus “ queridos ami
gos” , los jóvenes. Las charlas de catcquesis en las
tardes domingueras, tan difíciles de hacer “tragar” a
los muchachos, que ya habían asistido a las dos mi
sas de la mañana y que les estaba esperando la ilu
sión de la película. Don José se las ingeniaba, con
su amenidad y su tacto, para que a pesar de todos
los pesares, sus muchachos cumpliesen positivamen
te las normas salesianas. Nuestras reuniones semana
les de “ testamentino” donde nos iniciaba, sencillamen
te, pero con un ejemplarisimo espíritu apostólico, en
el amor a la Sagrada Escritura.
Tenía una fe inmensa en la predicación de la Pala
bra de Dios. Todo lo que se siembra obtiene su fru
to. nos repetía incansablemente. No sabemos ni cómo,
ni cuando, ni a quién, pero Dios siempre da incremen
to a lo que se siembra con amor. {Cuántas veces he
recordado esas palabras suyas en los momentos di
fíciles de mis andaduras apostólicas y que ánimos se
sienten recordando la confianza evangélica de nues
tros mayoresl Yo pondría, con todo mi respeto y ad
miración, en la lápida que nos recuerda su última man
sión, estos versos magistrales de nuestro gran
poeta:
"Dicen que son las palabras
aire y que el aire las ileva.
Pues a mi, dame palabras,
no conozco mejor siembra."
Si hubiera de hacer una síntesis un poco iapidaria
de su semblanza personal, e incluso un poco paradó
jica, diria más o menos lo siguiente: “ Don José Mon
déjar fue un ejemplar sacerdote salesiano lleno de
grandes cualidades que hadan más grandes sus pe
queños defectos". Las sombras que cubrían levemen
te la luminosidad de su espíritu obedecían a! afán de
integridad que ardía en su alma generosa. Su agude
za natural nunca la usó para diplomacias humanas.
Era un hombre totalmente entregado y así quería que
lo fuesen todos. Posiblemente no estuvo jamás de
acuerdo con la sabiduría política del clásico principio
tan lleno de humanismo: “ Lo mejor es enemigo de lo
bueno". El siempre aspiraba a lo mejor. Quizá por
eso ios que nos conformamos con ser simplemente
“ buenos" no supimos comprenderlo. Sufrió mucho,
amó mucho, soñó mucho... {Hermosa trinidad de vi
vencias que estoy seguro le habrán llevado al mis
mísimo Seno de la verdadera Trinidad...!
30
—
Los colegios de Utrera, Ronda, el Teologado de Po
sadas, La Orotava y Las Palmas tienen gérmenes de
semilla inmortal sembrada a manos llenas por la in
quietud apostólica de este hombre de Dios. A nos
otros nos toca reconocerlo, admirarlo y continuarlo.
Sirvan estas sencillas palabras de tributo fraterno
y cordial a quien supo darlo todo por su ideal sale
siano y sacerdotal. Plegaria sincera y fervorosa para
que el Señor, a quien tan fielmente sirvió, lo recoja
purificado en ia plenitud de su Gloria. Estímulo vivo
para los que aún estamos en la brecha, que no nos
cansemos de sembrar y sembrar soñando en la co
secha que él a c ^ a de recoger...
¡Descanse en Paz!
LA ULTIMA EVALUACION PE DON JOSE
— ¡Adiós, don José!
— Vaya usted con Dios, caballero.
Saludos y despedidas así eran frecuentes en
don José Mondéjar. Pero siempre sonriente,
con ademán de que no hubiera tal adiós, sino
de entablar la comunicación más cordial que
lo impidiera.
Mucha gente, muchísimos amigos luego, han
pasado por sus manos de educador y de maes
tro. De director de almas — que no fue otra
cosa en su vida— dejando en todos la impre
sión de una franca apertura, de un diálogo cor
dial, graciosísimo casi siempre, en afán com
prensivo hondamente humano.
Formado en un estilo de otros tiempos, sa
bia bien evolucionar siempre, de modo que, a
veces, bien podía pasar por un vanguardista.
Y murió evaluando los trabajos escritos de
sus alumnos, casi sin darse cuenta, seguramen
te que después de haber puesto sobre el pa
pel un número muy positivo. Y cuando tenía
que darse una vueltecita por cualquier lugar
de la Isla para acompañar a sus viejos amigos
de Tenerife que lo iban a ver. Corrigiendo los
ejercicios de los bachilleres, cuando sus com
pañeros de promoción universitaria ocupan bri
llantes puestos en las Facultades universitarias
de la Península.
La clase dentro y fuera — latín y griego, grie
go y latín— , a todas horas. Pero casi como un
pretexto para estar siempre a disposición de
la juventud de ambos sexos que Dios ponia en
sus manos. A todas horas, incondicionalmente.
Evaluando... No sabemos de ningún profesor
que haya caído así, al lado de esta nueva pa
labra, y después de esos Decretos del Minis
terio de Educación y Ciencia, aunque ése era
un oficio ya viejo para él. A las once de la no
che, cuando ninguna remuneración económica
iba a recibir por esas horas tan extras. Y un
24 de mayo, fecha para él tan significativa.
Nos deja un recuerdo muy bueno, una ima
gen grata que recordar de hombre responsa
ble a una misión trascendente.
— ¡Adiós, don José!
— Vaya usted con Dios, estará repitiendo él
ahora, desde alguna parte, sin despedirse nun
ca, siempre impidiendo el adiós último. Tam
bién nosotros impediremos ese adiós, quedán
donos con su grato recuerdo siempre.
VICTOR RODRIGUEZ JIMENEZ
BECAS PARA
LAS VOCACIONES
SALESIANAS
**EÍ mejor premio que Dios concede
una familia es un hijo sacerdote/*
(Don Bosco)
INSPECTORIA BARCELONA - “BESABAR”
P. Provincial: Paseo San Juan Bosco, 74 - Barcelona-17
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BECAS E N FORMACION
«Pilar». N. e .: 5.000 p ts. T o ta l: 40.000 pts.
«Herm anos S. R.» N. e.: 2.000 p ts. T otal: 6.000 pts.
«Don L u is Cutillas». N. e .: 500 p ts. T o ta l: 9.000. pts.
«Fam ilia Baraut-O biols». T o ta l: 51.600 pts.
«Ntra. S ra. d e M ontserrat». T otal: 98.600 pts.
«Don Ju liá n M assana». T o ta l: S.SOO pts.
P e rp e tu a «P alm lra E steve y Fam ilia». 300.000 pts.
«Sagrado Corazón de Jesús». T otal: 1.500 pts.
«M aría A uxiliadora». Total* 1.500 pts.
«Ntra. Sra. de la Merced». T otal: 1 . ^ pts.
«San José». T o ta l: 22.500 pts.
«San J u a n Bosco». T o ta l: 1.600 pts.
«San F rancisco d e Sales». T o ta l: 1.600 pts.
«Santo D om ingo Savio». T o ta l: 1.600 pts.
«Santa M aría Mazzarello». T o ta l: 1.500 pts.
«San Jo s é Cafasso». T o ta l: 1.600 pts.
«Don A ntonio Aime». T o ta l: 1.500 pts.
«Don F elip e A lcántara». T otal: 6.600 pts.
«Don J u a n Antal». T o ta l: 95.500 pts.
«Antiguos A lum nos Salesianos». N. e .: 600. T .: 1.500.
«Don M anuel Bars». T otal: 1.500 pts.
«Don A ndrés B eltram i». T otal: 1.500 p ts.
«Don Jo s é Binelli». T otal: 1.500 pts.
«Don J u a n Cagliero». T otal: 1.600 pts.
«Don Jo s é Calasanz». T o ta l: 1.500 pts.
«Don Jo s é L u is Carreño». T otsJ: 1.600 pts.
«Don L u ís Cid*. T o ta l: 1.500 pts.
«Don Sergio Cid». T o ta l: 1.500 pts.
«Cooperadores Salesianos». T otal: 1.600 pts.
«Don Conrado Dardé». T otal: 1.500 pts.
«Doña Dorotea». T o ta l; 1.600 pts.
«Sr. F rancisco Fernández». N. e.: 600. T o ta l: 1.600.
«Don Rodolfo Fierro*. T o ta l: 1.500 pts.
«Sr. M artín Goicoechea». T otal: 1.500 pts.
«Don E duardo Gutiérrez». T otal: 1.600 pts.
«Don M anuel H erm ida». T otal: 1.500 pts.
«Don F ederico Jordana». T otal: 1.600 pts.
«Don M iguel Magone». T otal: 1.500 pts.
«Mamá M argarita». T otal: 1.600 pts.
«Don Jo sé Martí». T otal: 1.600 pts.
«Fam ilia M artí Codolar». T o ta l: 1.500 pts.
«M ártires Salesianos». T o ta l; 1.500 pts.
«Moslones Salesianas». T otal: 1.600 pts.
«Ceferino Nam uncurá». T otal: 1.600 pts.
«Obra de San P ablo Apóstol». T o ta l:'1.600 pts.
«Don E ugenio Oler». T o ta l: 1.600 pts.
«Monseñor Olaechea». T o ta l: 1.600 pts.
«Monseñor Pintado». T o ta l: 1.600 pts.
«Don Felipe Rinaldi». T otal: 1.600 pts.
«Don M iguel Rúa». T o ta l: 1.600 p ts.
«Don Ignacio Rubio». T o ta l: 1.600 pts.
«Templo del Tibidabo». T otal: 1.500 pts.
«Padre Viñas». T otal: 1.500 pts.
«Vocaciones Salesianas». T otal: 1.600 pts.
«Daniel Conde». P rim e ra en tre g a: 86.000 pts.
«Juan Alberto». A. A. de R ocafort. T otal: 18.000 pts.
«San Cosme y S anta M agdalena». T o ta l: 90.000 pts.
«San Pedro». T o ta l: 60.000 pts.
INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Eacuelaa Salesianaa - Deuato>BÍIbao
BECAS E N FORMACION
B ^ «Camilo Fdez. Fandifio». prom ovida p o r J . Gesíoso.
80.000 pts.
B ^ «Mamá M argarita». L . C añada. Pam plona. N. e .: 260.
^ T o ta l: 29.000 pts.
Beca «Don Jo aé M aría Taibó». m . T otal: 27.000 pts.
Beca «Don Jo s é D íaz de Cerio Valle y P e tra G astón Vento«*». T otal: 26.000 pts.
B eca «M aría Axuüliadora». 11. Acrh. Baracaldo. T .: 62.000.
Beca «Fam ilia Im bert». T otal: 40.000 pts.
Becas <P. Beoblde • F am ilia Salcsiana de Guipúzcoa». N. e .:
8.000: T otal: 239.776 pts.
Beca «Don Ram ón Zlabalo». Baracaldo. M. Fernández. To
ta l: 46.000 pts.
Beca «Doña Carm en Aguirre». T otal: 21.000 pts.
Beca «Don E ladio Pérez». T otal: Ú.OOü pts.
Beca «María Auxiliadora». Arch. D eusto. T otal: 21.000 pts.
B eca «Don Joaé P uertas». A. A. Deusto. T otal: 16.000 pts.
Beca «Señor Justo». D eusto (Colegio). T otal: 22.000 p t
Beca «María Auxiliadora». D, R. G. R. T otal; 30.000 pts.
Beca perp etu a I I «Señoritas de Felipe». P rim era ent.: 60.000.
Beca «Don Jo sé Santos». D eusto (Colegio). T otal; 23.000 pts.
Beca «Señorita M arta de Felipe». T otal; 50.000 pts.
B eca «Inm aculada Concepción». J . L. H. T otal: 11.600 pts.
Beca «M aría Angeles P ostigo L abrador». T otal: 30.000 pts.
Beca «Conchita Diez Noza». T otal: 30.000 pts.
Beca «Virgen del Castillo». E l Royo. T otal: 9.800 pts.
Beca «F. Cháñales». T otal: 14.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». Zuazo. T otal; 6.600 pts.
Beca «Don Bosco». Ciudad L aboral. P a s a ju . T o ta l; 6.720 pts.
B eca «Sagrada Fam ilia». San Sebastián. T otal: 10.000 pts.
Beca «Francisco Tierra». Burcefta. T otal: 8.6(X) pts.
B eca «San J u a n Bosco». T otal: 6.000 pts.
B eca «Santo Dom ingo Savio». Santander. T otal: 19.600 pts.
B eca «San Jo sé Obrero». Ind u striales. S antander. T . : lO.lMO
B eca «M aria Auxiliadora». Arch. S antander. T o ta l: 6.000 pts.
Beca «Señores de Udaetxe». Bilbao. T otal; 34.000 pts.
Beca «San Andrés». Biu-gos. T otal: 1.337,36 pts.
Beca N uestros M ártires». Zuazo. T otal: 18.609 pts.
Beca «M aria Aiuciliadora». n . T otal: 20.(K)0 pts.
Beca «Alfonso (Mmez Pineda». Pam plona. T otal: 6.000 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. T otal: 6.000 pts.
Beca «E duardo C^prani». Baracaldo. T otal: ^000 pts.
Beca «Jesús Aznar». prom ovida p o r Doña M aría Salmerón,
Vda. de A znar. T otal: 7.000 pts.
INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 • Córdoba
BECAS EN FORMACION
Beca «Sagrado Corazón». L as Palm as. T otal: 79.456 pts.
Beca «San J u a n Bosco», por los AA. AA. N. e .: F . O rtega.
L in ares: 2.000 pts. T otal: 61.000 pts.
B eca «María A uxiliadora». M álaga. N. c.: 3.000. T .: 38.300.
Beca <D. B ernardo López Baena». Córdoba. N. e.: 6.000.
T otal: 25.000 pts.
Beca «Komero-M artlnez». M álaga, por D .l Dolores M artines,
Vda. de Romero. N. e.: S.OCiO pts. T otal: 85.000 pts.
Beca « H aría A uxiliadora», d ejad a por D. E duardo O rtls
M ata, q.e.p.d.: A lcaudete (Ja én ), P rim era e n t.: 10.000 pta.
Beca «Fam ilia I^ ra » . L aa Palm as. N.
400. T . : 7.900 pts
Beca «Santo C ura de Ars». Córdoba. N. e .: 7.000. T .: 17.000.
Beca «J. H . 8.» L as Palm as. T o ta l: 83.000 pts.
Beca «Fam ilia Lago». T otal: 12.700 pU.
Beca «E. H ernández Chacón». L as Palm as. T o ta h 17.900 pts.
B eca «Virgen del Pino». L as Palm as. Total * o.TOO pts.
B eca «Santa Teresa». G ranada. N. e .: 8.000. T otal: 19.160.
B eca «N tra. Sra. Consolación». T orredonjlm eno. T . : 40.000.
Beca «Arch. M aría A uxiliadora». Sta. C. Tenerife. T . : 88.000.
Beca M isionera «Don Dionisio Rlc». T o ta l: 24.000 pts.
Beca <8. Jo sé y N tra. Sra. M ontserrat». G ranada. T .: 19.700.
:one». L a s P alm as. T otal: 6.600 pts.
B eca «Miguel Magone».
B eca «Fam iliai L lfnnares». "L as Palm as. “T otal: 3.700
------ pts.
B eca «Fam ilia N aranjo». L as Palm as. T o ta l: 6.800 pts.
B eca «M aría Auxiliadora». Ronde. J . T roya Z. T . : 26.000 pts.
B eca «Baldom ero Pagán». Pozohlanco. T o ta l: 21.000 pts.
B eca «Fam ilia T orre». L as Palm as. T o ta l: 4.700 pts.
Beca «Cías. Ju v e n tu d Salesiana». L a Orotava. T otal: 48.000.
Beca «Franclseo León Navarro». L as P alm as. T. - 3.000 pts.
B eca «D. Sebastián M.* Pastor». Córdoba. T otal: S j016 pts.
B eca «Sto. Dom ingo Savio». Cías. Ju v e n tu d Salesiana. L as
P alm as. T o ta l: 44.300 pts.
Beca « P o ra Bermúdez». M álaga. T o ta l: 28.600 pts.
Beca «Fam ilia Muñoz». T o ta l: 21.000 pts.
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Borra
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«Santa Isabel». G ranada. T otal: 40.200 pts.
«San J u a n B autista». T otal: 21.000 pts.
«Escuelas E xternas». M ontilla. T o ta l: 12.000 pts.
«N tra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. T .: 40.000 pts.
«Kamilia Navarro». T otal: 7.100 pts.
«Santa Catalina». II. L as Palm as. T otal: 3.000 pts.
«Santa Ana». Alcalá la Real. T otal: 20.000 pts.
«Don V icente Reyes». T otal; 2.700 pts.
«M aría A uxiliadora». Antonio R oyán. T otal: 28.800 pts.
«María A uxiliadora». Coop. A ntequera. T . : 11.500 pts.
«Fam ilia del P in o Muñoz». Ja é n . T o ta l: 10.000 pts.
«Santa Cruz de Tenerife». T enerife. T o ta l; 32.000 pts.
«Santo Dom ingo Savio». Cías. T enerife. T .; 21.000 pts.
«Fam ilia Atlllo Ley». L as P alm as. T o ta l: 1.500 pts.
«Juan X X III*. M ontilla. T otal: 14.350 pts.
«Fam ilia Ks¡ieJo Gómez». M ontilla. T otal: 12.000 pts.
perpetua «T raya Gozálvez». Ronda. T o ta l: 24.000 pts.
Sevilla. Beca «D. Antonio Marcolungo» de D oña Carm en H i
dalgo, Vda. de C ortés de Bienvenida Badajoz. T . : 17.000
Sevilla. Beca «P. T om ás Gutiérrez». P rim era e .; 7.000 pts
S evílla-T rinidad. Beca «María Auxil.» A rch. T .; 30.000 pts
Sevilla-T rinidad. Beca «Stma. Trinidad». T otal: 15.000 pt»
S evilla-T rinidad. Beca «D. Tom ás González». T .: 30.000 pU
Sevilla-Residencia. Beca «S. J u a n Bosco» III. T .: 15.000 p ts
Sevilla. Beca «N tra. Sra. de la Piedad». T o ta l: 31.106 pts
Sevilla-T rinidad. Beca «D. F rancisco de la Hoz. Sra. Vda
de Caso. N. e.: 10.000 p ts. T o ta l: 21.000 pts.
U trera. Beca «D. A gustín Nofre». T o ta l; 30.000 p ts.
U trera. Beca «D. M anuel Fernández». T o ta l: 30.000 pts.
U trera. «Beca sacerdotal-m ariana P . Campoy». T otal: l.OOó
U trera. Beca «Bodas de Oro. D. Jo sé Novoa». T . ; 29.000.
INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calie de Sagunto, 190 ■ Valencia
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 27
Madrid (5) - Teléfono 227 56 91
BECAS EN FORMACION
Beca «San José». Arch. P izarrales. N. e.; 2.000. T . : 45.000.
Beca «San F rancisco de Sales.». II. Coop. E strecho. N. e .:
1.740 pts. T o ta l: 14.366 pts.
Beca p erp etu a «Besamo». T otal: 66.750 pts.
Beca «Fam ilia F ra n c ia G.» Salam anca. T otal: 7.000 pts.
B eca «M. A. L .. 1.000 pts. T otal: 45.000 pts.
Beca Porp. «Mercedes Cruzado». T otal: 63.00 pts.
B eca «S. Ricardo». T otal: lU.ÜOO pts.
Beca Mayur «Reina de loa Angeles». T otal: 70.000 pts.
T otal: 70.000 pts.
Beca «M aria Auxil.» Arch. Atocha. T otal: 23.726 pts.
Beca «El C oadjutor Salcsiano». Palom a. T otal: 40.000 pts.
Beca «Don Juan». II. T otal: 30.000 pts.
Beca «Corazón Duro». T otal: 10.000 pts.
Beca perp etu a «Salcsianos Don Hosco». T otal: 204.825 pts.
Beca «Arch. M aría Auxil.». E xtrem adura. T o ta l: 42.000 pts.
Beca «Fam ilia Mesonero Rz.» T otal: 46.000 pts.
Beca «N tra. Sra. del Carm en y S. Lucas*. II. T otal: 16.000.
Beca «Arch. M arta A uxiliadora». C arabanchel. T . : S6.0UO.
Beca Mayor «Sagrado Corazón». T otal: 21.000 pts.
Beca M ayor «Sta. T eresa y S. Vicente». T otal: 40.000 pts.
Beca «Viuda de P ujadas». T otal: 20.000 pts.
Beca «Don Jo sé Agullar». Ciudad Real. T otal: 20.000 pts.
Beca «Josefa A. R oldán y familia». T otal: 36.100 pts.
Beca «San Antonio». A. A n ^ lo » . T otal: 30.000 pts.
Beca «M aria A uxiliadora». Salam anca. T o ta l: 11.000 pts.
Beca «F. Canales». T otal; 24.000 pts.
Beca «Fam ilia A. M iranda». T otal: 20.000 pts.
ü c SI
tK -
• t5i-3ASE”
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 18 - Sevilla
Teléfonos 35 04 86 y 30 01 00
Beca «Don F rancisco Ja v ie r Montero». Donativo de sus An
tiguos Alumnos. T otal: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Alcalá. Beca «N tra. Sra. del Aguila». T o ta l: 26.200 pts.
Alcalá. Beca «San Pedro». Coop. T otal: 6.000 pts.
Alcalá. Beca «Arch. M aría Auxiliadora». T otal: 5.000 pts.
Algcclras. Beca «Don A ndrés Yún». T o ta l: 6.000 pts.
A lm endral^o. Beca «N tra. Sra. de la Piedad». Iniciada por
Fam ilia R afael M artines Cordón e Isab el M artines Asuar,
en m em oria de doña Crcsccncla A suar. T otal: 32.100 pts.
Cádiz. Beca «María Auxiliadora». T otal: 45.000 pts.
Cádiz. Beca «D. Clem ente Quede». N. c .: 2.600. T .: 14.676.
Óádlz. Beca «M aestro Pagés*. N. c .; 2.000. T . : 16.295 pts.
Cádiz. Beca «Rvdo. D. Jo sé M ontserrat». T o ta l: 13.000 pts.
Cádls. Beca «Santiago Apóstol». T otal: 70.000 pts.
Cádiz. Beca «San Joeé». N. e.: 2.000 pts. T o ta l: 8.000 pts.
C am pano. Beca «Bcrtem atl». T otal: 6.000 pts.
Carm ona. Beca «Don F erm ín Molpecorcs». T otal: 13.000 pts.
Cáceres. Beca «San Ju a n Bosco». T otal: 16.760 pts.
Jerez. Beca «E>on Ju a n Torres». T otal: 2.600 pts.
Joros. Beca «Elscuela de M aestría». T otal: 20.000 pts.
L a L inea. Beca «Inm aculada Concepción». TottU; 600 pts.
L a Palm a. «San Andrés». N. e .: 6.000. T otal; 10.000 pts.
L a I’alm a. Beca «Virgen del Valle»; l . t e .: 9.600 pts.
Mérida. Beca «Don Ja v ie r Montero». T otal: 12.600 pts.
Morón. Beca «N tra. Sra. del Sagrado Corazón». T .: 26.000.
Morón. Beca «M ártires Saleslanos de Morón». T . : 3.600.
P u e rto Real. Beca «M aría Auxiliadora». T o ta l; 18.000 pts.
Rota. Beca «N tra. Sra. del Rosario». T o ta l: 14.000 pts.
Sevilla. Beca «M aria A uxiliadora». A. R. T otal: M.OOO pts.
Sevilla. Beca «Corpus Christi». S rta . J . Q uintana. N. e .
100 pt«. T otal: 14.800 pts.
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«Sagrada Fam ilia». P rim e ra e n tre g a: 25.000 p ts.
«Santa Teresa». Crevillente. N. e .: 7.000. T .; 38.000.
«San Cayetano». Crevillente. N. e.: 1.000. T .: IOO.Oia.
«Cooperadores de Valencia». T otal: 13.000 pts.
P e rp . «M aría Am paro Trenor». Valencia. 100.000 pta
perp. «José Feliu». D.* A urora Busó. Valencia. 100.000
«San Vicente F errer». Valencia. T o ta l: 5.000 pts.
«Santa Rosa». Coop. de Alcoy. T o ta l: 50.000 pts.
«Colegio Santo Domingo Savio». Valencia. T .: 30.000
«Arch. M aria A uxiliadora». Valencia. T o ta l: 28.000 pts
«Consortes Payá». Alcoy. dos becas p e rp etu as: 200.000
«D.» M.« Gómez Genovés». Valencia. 2 becas: 100.000
«Francisco Gil Esteve». T otal: 24.0Ó0 pts.
«Fam ilia Gómez Baldovf». perpetua. T .; 150.000. pts
«Romero Amorós». perpetua. U ltim a e n tre g a : 25.00o
«José Carbonell», perpetua. T otal: 82.000 pts.
<D.* D olores B erenguer», perp. A licante. T . : 100.000
«Rvdo. Francisco Serrats». Valencia. T o ta l: 8.000 pts.
«San A gustín». Alcoy. T o ta l: 18.000 pts.
«Don R ecaredo de los Ríos». A licante. T otal: 8.000 pts
«Muy Rvdo. Don Jo sé Calasanz». T o ta l: 20.915 pts
«Rvdo. D. L u is Berenguer». A licante. T o ta l: 20.000 pts
«Ramón Guerrero». Albacete. T otal: 22.550 p ts.
«Circulo Dom ingo Savio». T o ta l: 2.000 pts.
«Don A ndrés T ari Navarro». E lche. T otal: 100.000 pts.
perp etu a «A. B. A.». Valencia. T o ta l: 150.000 pts.
«San Bernardo». Villena. T o ta l: 46.000 pts.
«D. V icente Galván». Alicante. T otal: 100.000 pts.
«D. M anuel Pérez». Valencia. T o ta l: 250.000 pts.
«Niño Jesús». T o ta l: 20.000 pts.
«Doña A ntonia Cabot». Albacete. T otal: 20.000 pts.
p e rp etu a «San Patricio». Ib i. T o ta l: 60.000 pts.
«M aría Peire» en m em oria de su esposo. T otal: 20.000
«Rvdo. D. M anuel Pérez». II. T o ta l: 7.600 pts.
«Rvdo. D. M ariano Aisa». B u rrian a. T otal: 17.500 pU
«Misiones Salesianas» de Alcoy. P rim . e n t.: 6.000 pts.
iNsrr: c"
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P. Provincia!: Apartado 425 • León
BECAS COMPLETAS
Beca «D. R afael C astells y D .i V alentina Cuadra». lOO.OOC.
Beca «María A uxiliadora». Oviedo-Naranco. T o ta l: 50.000
Beca «Fam . R. D. V ictoriano Rguez.». V alsabroso. 100.000.
BECAS EN FORMACION
Beca «P. Manuel Lino». L a Coruña. N. e .: 1.000. T . : 17.700.
Beca «Univ. Laboral». Zam ora. N. e .: 10.000 pts. T . : 47.%)0.
Beca «San Ju a n Bosco». Oviedo-Naranco. T otal: 60.000 pts.
Beca «D. Jo sé Saburldo». A llariz. T o ta l: 40.000 m s.
Beca «Fam ilia D am ián F ernández y Sra.». Vigo. t .: 6.000.
Beca «M arta Auxiliadora». A llariz. T .: 32.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». Coop. y A rch. L laranes-A vllés. T otal: 1.200 pts.
Beca «Domingo S a^o». Col. L laranes-A vilés. T otal: 1.600.
Beca «Don F elipe García». Coop. Coruña. N. e.: 3.000 pts.
T otal: 23.136 pts.
Beca «M aria A uxiliadora». Vigo. T otal: 50.000 pts.
Beca «P. Miguel Salgado». Vigo. S. M atías. T .: 86.750 pt».
Beca «Angel Valverdc». Vigo. T otal: 76.000 pts.
Beca «José Sabaté». Vigo. T otal: 41.600 pts.
Beca «Don P ed ro Masaveu». Oviedo. T o ta l: 20.000 pts.
B eca «San José». Vigo. San M atías. T otal: 72.000 pts.
Beca «Doña P ila r Gago». Vigo. T otal: 30.000 pts.
Beca «Doña M arta del Carm en Oliveros». T o ta l: 30.000 pts.
Beca «Don P ed ro Olivazzo». AstudiUo. T otal: 18.700 pts.
Beca «Virgen de Villanueva». A llariz. T otal: 22.726 pts.
Beca «M aria Auxiliadora». Celanova. T o ta l; 82.000 pts.
Beca «M arta Auxiliadora». Arch. Vigo. T otal: 34.000 pts.
Beca «Don E rn esto Armelles». C oruña. Colegio. T otal :3S.2S0
Beca «M aría Auxil.» Zam ora. R ey F e m an d o . T otal: 10.000.
Beca «Domingo Savio». León. T o ta l: 16 .6 ^ pts.
Beca «N tra.Sra. de Covadonga». T u d ela Veguin. T .: 19.346.
Beca «Don E m ilio Montero». Orense. T o ta l: 22.000 pts-
PIA OBRA DEL SAfiRADO CORAZON
San Juan Bosco, antes de su muerte, fundó con la aprobación del
Papa León X II i, la Pi'a Obra del Sagrado Corazón para que se cele*
braran SEIS MISAS DIARIAS Y PERPETUAS en la Basílica del
mismo nombre, en Roma, a intención de cuantos se inscribieran en
élla. Todos los inscritos participan a su vez del fruto aplicable de las
oraciones de ios niños de los Colegios Salesianos y de las oraciones
y buenas obras de los Salesianos e Hijas de Mana Auxiliadora.
INSCRIPCION
1. Puede inscribirse uno a si' mismo y a otras personas, vivas o
difuntas, por las que quiere pedir o sufragar.
2. La inscripción, que es nominal, se efectúa tras la aportación
por una sola vez, de una limosna superior a 25 pesetas, o de esa
cantidad (que se puede enviar por giro postal o en sellos de correos
de cualquier valor). La inscripción se acredita con una Cédula.
3. Para inscribirse: Envíe con letra bien clara el nombre o nom
bres y apellidos de la persona que se inscribe, indicando si es viva o
difunta (no olvide este detalle) a:
OBRA VOCACIONAL DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
Alcalá, 164 - M ADRID (2)
¿ Q U E P U E D E H A C E R C ON
ESTE TESORO E SP IR IT U A L ?
APROVECHELO PARA USTED MISMO
Tiene sin duda asuntos que le preocupan; quizás dificultades en
su familia; tal vez desea perfeccionarse en su vida cristiana o asegu
rarse sufragios para su alma... Inscribiéndose en la Pi'a Obra, seis
sacerdotes intercederán todos los días por usted.
HAGA PARTICIPES DE EL A LOS SUYOS
Usted desea para los »jyos lo mejor: unos están estudiar>do,
otros abriéndose camino en la vida, tal vez haya algún enfermo...
Una ayuda positiva es encomendarlos al Señor; si usted r>o puede
pedir bastante, los miles de niños y salesianos lo harán por usted.
APLIOUELO A LOS DIFUNTOS
Nada alivia a los difuntos: ni las flores, ni las esquelas, ni su mis
mo recuerdo. Sólo las oraciones y los sufragios llevan a las almas un
alivio. Inscribiéndolas en la Pía Obra, recibirán de su parte cada diá,
el mejor recuerdo: el tesoro infin ito de seis misas, y de las orado*
r>es de millares de niños.
NOTA: La cédula arti'stica en la que se acredita la inscripción en
Obra Pía contiene dos nombres; el de la persona irtscrita y el de la
persor^a que hace el obsequio. Este detalle la hace muy apta para
hacer un delicado presente en una fecha familiar: santo, cumple
años, fin de carrera... Asi también las cédulas de los difuntos pue
den ser muy oportunas para dar el pésame o recordar un anivers»’io.
VIDA DE DON BOSCO
por Eladio Egaña
Sevilla. 1970
Presentación popular del santo
Fundador de los Salesianos.
DON
BOSCO
por Leonard Von Matt
y Henrl Bosco
Madrid. 1965
Una de las biografías mejor Ilus
tradas del santo de los muchachos.
VIDA DE SAN JUAN BOSCO
por Lemoyne - Fierro
Madrid, 1957
De todos es conocido el prestigio
de este volumen de la vida de
San Juan Bosco. ya clásico entre
nosotros.
DON BOSCO OUE RIE
por J. L. Chlavarlno
Madrid. 1966
Simpática obra para pequeños y
para grandes con las más sabro
sas anécdotas de la vida del santo.
SAN JUAN BOSCO
por Henrl Bosco
Barcelona, 1962
Uno de los ensayos más bellos
que se han escrito sobre Don Bos
co y precisamente por un escritor
de la Academia Francesa, pariente
del Santo.
DON BOSCO
Y LOS SALESIANOS
por Morand Wirth
Barcelona, 1971
Ultima novedad de gran Interés
para todos los amigos de la Con
gregación Saleslana.
PEDIDOS:
Central Catequística Saleslana
Alcalá, 164
—
MADRID (28)
DON BOSCO
Y
L o S
S AL ES I ANOS
Ediciones Don Bosco
Barcelona • 1971
Autor: MORAND WIRTH
Traductor: MANUEL DIAZ LEDO
★
Una SINTESIS, la más comple
ta hasta la fecha, de Historia
Salesiana en los 150 años tras
curridos desde el Nacimiento
de Don Bosco, 1615, hasta la
elección del actual Superior
Mayor, 1965.
•k
Un libro de 420 páginas, en
nítida Impresión y excelente
presentación, que posee la agi
lidad de una NARRACION DE
INTERES CRECIENTE, dentro
del rigor histórico, precisión
y prolijidad de sus datos.
★
Una verdadera enciclopedia de
conocimientos útiles en tomo
a la Congregación Salesiana:
sus historias, sus hombres, sus
contingencias humanas, su di
námica interna, su dimensión
geográfica...
★
Un volumen imprescindible, no
sólo en la ya abundante biblio
grafía salesiana, si que también
en la biblioteca de todo eru
dito que, deseoso de conocer
mejor las fuerzas dinámicas de
la Iglesia en la sociedad, de
sease adentrarse en las fuen
tes vitales del Catolicismo en
su misión de transformar las
estructuras humanas, ya que
la «saleslanidad- es uno de los
grandes fenómenos vitales y
dinámicos de la misma Iglesia.
Un resumen cronológico al comien
zo de la obra y dos Indices biblio
gráficos y analítico al final, facili
tan el manejo del libro, además de
garantizar los hechos abundantes
citas en pie de página.
PEDIDOS:
Central Catequistica Salesiana
Alcalá, 164
MADRID (28)
Ediciones Don Bosco
BARCELONA