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L X X X n - N o 6 - ORGANO DE LOS COOPERADORES SALESIANOS - JUNIO, 1968

LOS NIÑOS
Y LA
PEQUEÑA
PANTALLA
MURIA ARXILIABRRA
PROTEGE
lA MISIOH
OE RIO NEGRO
•:

-

ii

EL RECTOR
MAYOR EN
LA INDIA

-Z


s / -í

Don Luis Ricceñ, rector ma>
yor de los salesianos, ha es­
tado en la India. A su llega­
da a Boinhay recibió la pri­
mera guirnalda de flores,*
luego seguirían innumera­
bles en señal de alegría por
su visita.

i
\^’i¿

NOTICIARIO
SALESIANO

BOLETIN SALESIANO

L A O F E N S IV A V IE T C O N G
Y L A S G A S A S S A LE S !A N A S

ORGANO DE LA PIA UNION DE
C O O P E R A D O R E S SALESIANOS

Revista de la obra de Don Sosco
Año LXXUI - Núm. 6 - Junio, 1968
d ir e c t o r :

JAVIER RUBIO IBAÑEZ
DIRECCION, REDACCION Y

ADMON.:

Alcalá, 164
Teléfono: 255 20 00
MADRID-2
Depósito legal: M. 3.044-1958
{Con censura eclesiástica)

S U M A R IO
NOTICIARIO SALESIANO

. 2y7

LA FE DE PEDRO, por Alejandro
B a iló ..................................................

4

CRONICA DE HACE UN SIGLO.

8

LIMON-INCIENSO Y COCO . .

11

COOPERADORES

SALESIANOS.

13

EL PRIMER SACERDOTE SALESIANO DEL VIETNAM . . .

14

LOS NIÑOS Y LA PEQUEÑA
PANTALLA....................................

16

ESPAÑA SALESIANA......................

19

MARIA AUXILIADORA PROTE­
GE LA MISION DE RIO NE­
GRO, por Mons. Marchesi,
Obispo salesiano..........................

20

UNIDOS PARA EL BIEN . . . .

24

CRONICA DE GRACIAS . . . .

25

BECAS SACERDOTALES . . . .

30

2



Saigón.—Hasta ahora no nos ha sido posible dar no­
ticias sobre la situación de los Salesianos de Saigón,
Vietnam, después de la ofensiva famosa que tuvo lugar
con ocasión de las fiestas del año nuevo vietnamita o
Tet. Los vietcong atacaron no sólo las posiciones mili­
tares y los puestos de policía sino también los poblados
de refugiados del Vietnam del Norte y los de las fami­
lias de militares. Muchas fueron las víctimas entre la
población civil, y los daños cuantiosos.
La casa salesiana de Govap se halló en el centro de
operaciones militares y la población se refugió dentro
de ella, llegando los refugiados a los 17.000. Nótese
que Govap es uno de los suburbios de Saigón. Los re­
fugiados acamparon en los patios y en los pórticos
como pudieron con cuanto llevaron consigo, incluidos
cerdos y gallinas.
Los salesianos dividieron esta muchedumbre en nueve
grupos poniendo al frente de cada uno un salesiano,
ayudado por alguno de los alumnos huérfanos, que no
por serlo no habían ido a casa a pasar las vacaciones.
Durante los primeros días no se recibió socorro algimo;
afortunadamente los refugiados habían traído los víve­
res preparados para las fiestas del Tet. Luego llegaron
los socorros.
En el inmenso desconcierto reinante se organizó has­
ta una sala de maternidad: doce bebés vinieron al mun­
do en esos días.
El inspector salesiano y el arzobispo de Saigón acu­
dieron a visitar a los refugiados.
En la casa de las Hijas de María Auxiliadora de Tam
Ha cayeron dos bombas, pero el incendio pudo ser
sofocado prontamente. Las 56 aspirantes de Tam Ha
se refugiaron en «Jardín Lina», otra casa más segura
en donde habían hecho lo propio 112 familias. Después
de los dos primeros días en los que los bombardeos
impedían salir del refugio el arzobispo de Saigón visitó
también a las salesianas y familias refugiadas.
Una idea del peligro corrido la da el que entre los
refugiados en Govap se descubrieron cuatro vietcongs,
uno de ellos una mujer, que fueron arrestados antes de
que pudieran volar el edificio.
Actualmente las casas salesianas, han recobrado el
ritmo más normal aunque persisten los temores de
nuevos sucesos.
GOVAP, VIETNAM DEL SUR.-^'Dos vistas del patio|
de la casa salesiana de Govap en Saigón. Unas 17.0C
personas se refugiaron en ella durante la famosal
ofensiva del vietminh. Afortunadamente no sufrió*
bombardeos. Entre los sucesos ocurridos con los
refugiados tuvo lugar el descubrimiento de un jovenl
vietcong (foto superior, el muchacho semidesnudo),!
que había logrado infiltrarse después de haber dado'
muerte a la mujer de un sargento 7 a sus hijos, 7
haber quemado la casa. En la foto inferior un mercadillo improvisado en que los refugiados intercam­
bian víveres 7 ropas.

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SIMON, HIJO DE JUAN, ¿ME AMAS?

EL AÑ O DE LA FE
TOCA A SU FIN.
EL 29 DE JUNIO DE 1967
PABLO VI ANUNCIA A LA IGLESIA QUE
EL XIX CENTENARIO DE LOS APOSTOLES
PEDRO Y PABLO
ERA UNA OCASION INMEJORABLE
PARA QUE TODOS LOS CRISTIANOS
HICIERAN SU FE MAS CONSCIENTE
Y SE RESOLVIERA EN UN GRAN ACTO DE FE
PARA TODA LA IGLESIA
QUE FUERA EN PRIMER LUGAR
SEÑAL DE RENOVACION DE VIDA CRIS­
TIANA.
EL BOLETIN SALESIANO
HA SECUNDADO CON ILUSION EL DESEO
DEL PAPA
Y HOY CIERRA LA CAMPAÑA
CON ESTE ARTICULO DEBIDO A LA PLUMA
DEL SALESIANO ALEJANDRO BALLO.

Imagen de San Pedio, que fígtua en el retablo
del aliar mayor del Monasterio de El Paular,
Madrid.
4 —

UANDO el Pueblo crisliano siente la ne­ sías de Israel, que restituirá el Reino a su esplen­
cesidad de reavivar su Fe o de lanzarla a dor. (Jn., I, 29.)
nuevas aventuras pastorales y misioneras,
—Ahora está amaneciendo. En la incierta lu*
vuelve siempre su mirada hacia las pági­ matinal Pedro adivina la silueta de su hermano
nas de la Sagrada Escritura que más vivamente Andrés. Está nervioso y agitado, pero una ale­
reflejan el nacimiento y los primeros esplendores gría profunda inunda su rostro. Cuando habla
de esta fuerza de Dios de la que lodo nace.
evita cualquier circunloquio y anuncia a Pedro
—Al hacer así seguimos un instinto certero, pues la imnensa nueva: iHemos encontrado al Me­
la razón íntima de ser de las páginas del Nuevo sías!. (Jn. I, 41.) Después, Pedro es prácticamen­
Testamento debe ser buscada siempre en el in­ te arrastrado. Sin saber cómo se halla delante de
tento de engendrar la Fe o desarrollarla en los que la figura inolvidable del Señor. Su mirada escuece
ya la han escogido.
y reconforta, escruta y suaviza: iTu eres Simón,
—¿No es una descripción de las casi increíbles el hijo de Juan» tú te llamarás Cefasi. (Jn. I, 42.)
virtualidades de la Fe, la Epístola a los Romanos? Simón-Cefas estrena nombre, adivina horizontes
Y los Flechos de los Apóstoles, ¿qué son sino un inéditos. Si él es una Roca, quiere decir que so­
canto a su capacidad de difusión por la anchura bre su espalda poderosa se apoyarán muchos.
del mundo? El mismo Evangelio de S. Juan, la Se podrá edificar una casa de hombre sabio so­
pieza maestra de toda la Biblia está escrito casi bre sus homóplatos trenzados de músculos. La
exclusivamente desde este mismo punto de vis­ aventura increíble ha comenzado. La Fe ha pren­
ta. Creer o no, aceptar al Señor y su mensaje o dido en el corazón del pescador arriesgado que
repudiarlo junto con el Israel incrédulo, es su siempre soñaba más difíciles singladuras.
dilema esencial. El Autor de este Libro prodigioso
no parece preocuparse de ninguna otra virtud.
Por consiguiente, nada tiene de extraño que
CESAREA Y UNAS LLAVES
|
las micro'biograíías que se van insertando en los ■
Libros tengan como secreta intención el trazar las
—Poco a poco el aire templado de las ciudades
lineas de desarrollo de la Fe en los principales de Israel se está cargando de discusiones. Y es
campeones del mundo apostólico. Así se espera este increíble grupo de predicadores vagabun­
dar a los catecúmenos una imagen, un •esquemai dos el que la está agitando. Se está convirtiendo
del trabajo espiritual que la Iglesia espera ver en un problema nacional el definir exactamente
realizado en sus almas. Este podría ser el caso, la ^rsonalidad del Maestro Galileo. Hace de­
según creemos, de S. Pedro pocas figuras están tan masiadas cosas espectaculares que tocan el sen­
vivamente fotografiadas en las páginas del Nuevo sible nervio de las viejas esperanzas del pueblo.
Testamento: pero el punto de referencia, el color Sobre todo, habla de un modo inquietante. ¿Será
de fondo de lodos los fotogramas es siempre la una reencarnación del Bautista muerto violenta­
Fe de Pedro que nace trabajosamente, es proba­ mente? Siempre se han oído cosas así. Podría
da, se afirma y se expande con estupenda fuerza ser incluso una de las grandes figuras de la His­
dehiscente.
toria gloriosa, no sé, quizá Elias, o Jeremías o
cualquier otro gran Profeta. (Mt. XVI, 13s.)
—Y ahora parece que Jesús también se preo­

LOS ALBORES DE UNA FE

cupa. Quiere saber la opinión de los suyos. Si­
món no consiente que nadie responda antes que
—La vida nos ha enseñado. Todo lo que vive
él. Aquella fe que Andrés le entregó en una
ha recibido ese palpitar cálido y misterioso de mañana brumosa, se ha hecho poco a poco den­
otro ser vivo que lo precede y lo engendra. La Fe tro de él como un fuego, como una pasión de
no está excluida de esta ley básica, precisamen­ alto voltaje: iTú eres Cristo, el Hijo de Dios vi­
te porque es verdadera vida.
vo.» (Mt. XVI, 16.)
—Pedro tiene su propia familia. Tiene incluso
—Parece que las palabras de Pedro se han hin­
mujer y vive aún la madre de ella, aunque siem­ cado en el corazón de Jesús con el vibrante zum­
pre algo enferma. (Me. 1, 30s.) Pero, sobre todo bido de una saeta certera y ahora de él mana
tiene un hermano a quien venera, porque es como una linfa serena y pura. Si Pedro ha habla­
extremadamente religioso. Hace tiempo que va do así no es por su talento natural. Ha calado
tras Juan, ese Maestro espiritual de prodigiosa demasiado hondo. Es el Padre quien lo ha ilu­
fuerza dialéctica, que bautiza en las orillas del
minado y, por eso, este pescador fornido y pri­
Jordán y que hace erizar el vello con su profé- mario será esa Roca sobre la que se construye la
tica evocación de los días del Mesías. Parecía
Iglesia y cuyos bastiones nunca puede batir el
que la fidelidad de Andrés a su Maestro Juan
Infierno. Pedro será mayordomo de esta Casa ad­
sería imperecedera, pero ahora Pedro está oyendo
mirable cuyas llaves detendrá con fuerte mano
decir algunas cosas incomprensibles. Se dice que
administrando todos sus bienes como dueño y
Andrés y su amigo Juan, que es casi un niño,
señor. El lector del Evangelio de Mateo cree ha­
han encontrado otro Maestro. Es un Galileo de
ber comprendido que la fe de Pedro se ha soli­
nombre Jesús. El mismo venerado Maestro Juan dificado al mismo tiempo que su nombre se ha
parece que habla bien de él. Incluso lo ha seña­ hecho Roca. ¡Pero todavía le quedan sorpresas
lado a Andrés y a Juan como el verdadero Me­ y cosas que aprender 1

C

— 5



PEDRO EL VACILANTE



—Si la ie de Pedro fuera un puro esplendor,
nosoíros nos sentiríamos incómodos ante ella. Su
reciedumbre y su penetración criticarían láctica­
mente nuestra pequeña fe turbia y vacilante.
—Por eso, a vuelta de página está ya el con­
traste: se tiene la impresión de que Jesús quiere
progresar en la manifestación de su increíble
programa revelando por primera vez el misterio
de su Pasión Gloriosa apoyándose en la confe­
sión de Pedro en Cesárea. Pero se diría que el
Señor ha sido demasiado optimista: aquella Roca
tan alabada, cede al primer impulso del peso del
misterio revelado: fPedro se puso a reprenderle
diciendo: ILejos de ti, Señor! iDe ningún modo
te sucederá estol Pero El, volviéndose dijo a Pe­
dro: ¡Quítate de mi vista Satanás) ¡Tropiezo eres
para Mí, porque tus pensamientos no son los de
Dios, sino los de los hombresli (Mt. XVI, 22s.)
—Los católicos han oído muchas veces las pa­
labras de alabanza de Jesús para Pedro y la en­
trega de las llaves. No tantas otras estas terribles
imprecaciones del Señor que fustigan la carne
viva de sus pequeñas esperanzas humanas en un
Mesías sempiternamente glorioso. Sin embargo,
para tener una imagen exacta y asimilable de la
fe de Pedro, tan semejante a la nuestra, son muy
necesarias.
—Este Pedro vacilante es el que se hunde en
las aguas y en una escena inolvidable. Su impul­
so primero lo empuja a la aventura de la fe, pero
después siente la magnitud de la empresa y el
pavoroso vacío bajo sus pies. Se cuartea la con­
fianza y se siente vencido: «...como comenzara a
hundirse, gritó: ¡Señor, sálvame¡ Al punto Jesús,
tendiendo la mano asió de él y le dice: Hombre
de poca fe, ¿por qué has dudado?! (Mt. XIV,
22-23.) Este «hombre de poca fei, es Pedro, la Ro­
ca escogida para edificar la Iglesia. ¿Qué mucho
si alguna vez, junto con su amor, se nos transmite
una vibración de su terror a las aguas?
—Sin duda habrá entre los fervorosos católicos
quienes quieran manifestar su propia seguridad
en la fe y su devoción por Pedro minimizando
escenas, como ésta, que sin embargo nos ha con­
servado amorosamente la Iglesia. Pero no están
solas estas escenas. Son apenas el prólogo que
nos prepara para leer las dolorosas páginas es­
critas por este escogido del Señor durante la Pa­
sión de su Maestro.
—Allí la fe de Pedro no brillaba ni poco ni
mucho. Se diría totalmente apagada. Desde luego,
todo se ve menos la prometida solidez de Roca.
Nadie podría apoyar su fe vacilante en su me­
drosa timidez. Nadie podría encender entonces
una pequeña bengala de amor en aquel hogar
ahogado en frías cenizas. Y lodo esto es, no to­
dos lo censarían, alimento espiritual para nues­
tras almas tan gemelas a ia suya en la desgracia
de ser débiles.
B

HISTORIAS DE PRIMAVERA



—Pero Jesús resucita. Se diría que se burla do­

6



nosamente de los suyos. Se burla de su dolor,
que puede ser tan radicalmente consolado. Se
burla de la invencible causa del dolor, que es
nada menos que la muerte. Y creo que se burla
también un poco de la pretendida solidez de su
fe. No; su fe vale más bien poco si El no le in­
yecta estos nuevos y descomunales argumentos,
que constituyen todo lo que llamamos la glorifi­
cación del Señor. Pedro y los suyos han sido
siempre unos pobres diablos, es decir, unos po­
bres hombres en los que la fe y todo lo bueno
que la acompaña es siempre pura donación del
Señor. Esto es una grave lección que debemos
aprender todos. Nos alude personalmente. Nos­
otros no somos mejores. Cuando Jesús y los su­
yos vuelvan a recobrar la oalabra, después de las
tremendas escenas que cierran el Evangelio, Jesús
sintetizará todo el problema de Pedro con su
triple pregunta cicatrizante: «Simón de Juan, ¿me
amas?! (Jn. XXI, 16), y él reconstruye llorando to­
do lo que su fe tenía de débil y provisional, pre­
parándose para un futuro y formidable ministerio.
Satanás los había cribado como trigo, y ahora el
vacilante Pedro, convertido y solidificado en su
amor al Maestro, confirma a los hermanos que
también dudan. (Le. XXII, 31.)

B

UN INCENDIO INVENCIBLE



—La Biblia es un Libro sin prisas. Casi nunca
nos cuenta el final de sus historias. Le gusta em­
pezarlas solamente. Sabe bien que el final está
aún por realizarse. Da la dirección de desarrollo
y deja adivinar las trayectorias. Más o menos es
así como presenta la fe de Pedro, pequeña y va­
cilante, creciente, probada, humillante y, después
reconstruida por la misma fuerza divina que la
había engendrado para que nadie pueda glo­
riarse.
—^Los Hechos de los Apóstoles después nos pre­
sentan a Pedro presidiendo la Comunidad, pre­
dicando eficazmente la nueva fe, practicando el
amor cristiano. Pero donde más brilla San Pedro es
en su infinita capacidad para comprender a San
Pablo, cuya poderosa mente le superaba, sin du­
da, en la potente fuerza penetrativa de los ar­
gumentos: «...como os lo escribió Pablo, nuestro
querido hermano, según la sabiduría que le fue
otorgada. Lo escribe también en todas las cartas...
aunque hay en ellas cosas difíciles.! (II P. III, 15s.)
—En el llamado Concilio de Jerusalén, cuando
nadie parece querer comprender la nueva fron­
tera de la Iglesia, Pedro, aleccionado por el Se­
ñor en la visión de Joppe, es también el que sal­
va las ideas de San Pablo y con ellas el futuro
de la Iglesia. Después brillará tanto Pablo que la
figura de Pedro se eclipsa. Y toda esta capacidad
de comprender lo que no era tan comprensible
y de dejar brillar a quien tenía otra misión tam­
bién necesaria es, para el que lo sepa entender,
una admirable e inédita alabanza de la profun­
didad de su fe renacida.

• En los Estados Unidos los salesianos cuentan con dos inspectorías sola­
mente y un total de 45 casas; atienden
asimismo varias parroquias. En unas y
otras han encontrado también el pro­
blema racial que han resuelto de mane­
ra cristiana; no discriminando en abso­
luto. Las fotos que ilustran esta página
son dos botones de muestra. En la foto
de la derecha el equipo de baloncesto
del Colegio salesiano de los Angeles,
compuesto, como se aprecia, de negros
y blancos. En la foto superior, el P.
Trifani, salesiano, que al hacerse cargo
de una de las parroquias de Birmingham, Alabama, ciudad y estado res­
pectivamente famosos por la lucha ra­
cial, se encontró que en ella no había
ni un solo católico de color. Hoy, gra­
cias a su caridad para con ellos, a los
que visitó familia por familia, la parro­
quia cuenta con 163 calcicos; en la
foto el P. Trifani posa con los padres y
padrinos de dos jovencitos negros re­
cién bautizados.

— 7

UNA CRONICA
DE HACE UN SIGLO
ARTES 9 de junio de
1868: una fecha memorable en la
vida de Don Hosco y
la his­
toria de su obra mundial.
El templo, prearxunciado por
celestes avisos, construido en
medio de agobios indecibles y
extraordinarios prodigios, que­
daba finalmente consagrado «pa­
ra gloria de Dios y honor de
María Auxiliadora».
La cúpula majestuosa, digna
corona del sagrado edificio, se
alzaba airosa, digno pedestal de
la dorada estatua de la Virgen,
cuya boca había proferido las
proféticas palabras: Esta es mi
casa, de aquí saldrá mi gloria.
Y este templo, objeto de tem­
blorosas esperanzas para los
buenos y de criticas irónicas
por parte de los enemigos del
Santo, se erguía consagrando
el llano de Valdocco, otrora
pantano fangoso y lugar de fa­
ma equívoca, y para anunciar
al mundo de entonces, sacudido
8



por las guerras y fieras perse­
cuciones a la Iglesia, que María
continuaba siendo y lo será por
los siglos la AUXILIADORA DE
LOS CRISTIANOS.
Los adversarios habían queri­
do eliminar este título, que les
recordaba derrotas humillantes.
Pero Don Hosco no cedió. En el
frontis de la nueva iglesia cam­
peaba con cubitales y bien ilu­
minado el título lAUXILIUM
CHRISTIANORUMi, en el cual
se reúnen y suman todas las
victorias obtenidas por María
en diecinueve siglos de cristia­
nismo.
Quienes tuvieron la suerte de
asistir a los solemnes festejos,
que durante ocho días se desa­
rrollaron para inaugurar y con­
sagrar la iglesia, fueron de ma­
ravilla en maravilla.
Lo primero que llamaba la
atención era, naturalmente, el
templo. Con su armónico elevar­
se hacia el cielo, en medio de

una llanura en otros tiempos
deshabitada, testimoniaba la fe
inmensa de Don Hosco, que a
pesar de su extrema pobreza, ha­
bía querido dar a María una
prueba, duradera por siglos, de
su ardiente devoción.
Y dentro y en tomo al tem­
plo; en ios patios del Oratorio
y por los alrededores una mu­
chedumbre desbordante impedía
el paso a las numerosas carro­
zas de los señores que acudían
a Valdocco.
Parecía que todo Turín se ha­
bía volcado allí. Pero entre
aquellos miles de personas no
todos eran tunneses. Muchos
provenían de los pueblos del
Piamonte, algunos de Lombardía y Liguria; entre los nobles
e ilustres señores los había de
todas las ciudades italianas, que
habían acudido deseosos de sa­
ludar a Don Hosco y presenciar
el extraordinario acontecimien­
to.

Se hallaban entre la muche­
dumbre simples curiosos/ los
más eran devotos de María Au­
xiliadora. La gratitud empujó en
aquella ocasión a muchos que
habían sido favorecidos con gra­
cias y milagros y a otros que
esperaban serlo. Y su esperanza
no quedó defraudada porque la
bendición de María Auxiliado­
ra, dada por Don Sosco, pare­
cía tener aquellos días un poder
taumatúrgico superior ai acos­
tumbrado.
El Papa Pío IX quiso estar pre­
sente en las fiestas enviando un
cirio precioso, donado a la ba­
sílica del Laterano, y concedien­
do indulgencia plenaria a quien
visitase el santuario.
La presencia de diez obispos,
alternándose en las diversas fun­
ciones, durante los ocho días,
acreció la solemnidad de la
inauguración.
El rito más solemne y conmo­
vedor fue la consagración del
templo por el arzobispo de Turín, Monseñor Ricardi. Una par­
te de las larguísimas ceremo­
nias exigidas por el ritual, tu­
vo lugar la tarde del 8 de ju­
nio: durante la que no faltó el
acostumbrado y violentísimo
huracán que tantas veces se de­
jó sentir en la vida de Don Sos­
co, cuando el demonio padecía
a manos del Santo una derrota
especial. La noche del 8 al 9
se pasó toda ella entre cantos y
oraciones. Muy de mañana el
arzobispo reemprendió la con­
sagración. Duró cinco horas, has­
ta las diez y media. Cuando las
puertas del templo se abrieron,
penetró por ellas un río de gen­
te para asistir a la primera mi­
sa que en él se iba a celebrar
por el Pastor de la diócesis.
A continuación transido de
profunda emoción y gratitud a
Miría Auxiliadora celebró Don
Sosco.

NO TE P A R E C E
E S T A R E N E L C IE L O
En la función de la tarde la
muchedumbre era impresionan­
te. Mejor dos muchedumbres.
Una, la que se agolpaba en el
interior de la iglesia; y otra,
aún mayor la que afuera pug­

naba inútilmente por penetrar.
Las solemnes vísperas prepara­
ron el ánimo de los asistentes
para la apoteosis del canto de la
antífona Sancia María succurre
miseris (Sta. María socorre a los
pobres) musícada por Cagliero.
Tres coros potentes la soste­
nían en modo perfecto. Ciento
cincuenta tenores y bajos colo­
cados junto al altar de San José;
doscientos tiples distribuidos en
derredor y debajo de la cú­
pula; y el tercer coro de cien
tenores y bajos en el lugar de
la orquesta. Los tres coros ligados gracias a un ingenioso dispositivo eléctrico, sincronizaban
a las órdenes del maestro.
fEn el momento en que los
tres coros se unieron en una
sola armonía, se probó una es­
pecie de encantamiento, escribe
el cronista. Las voces se unían
y el eco las desparramaba en
todas las direcciones, de modo
que el oyente se sentía inmerso
en un mar de voces sin poder
distinguir de donde venían».
El alma romántica y sensible
del siglo XIX estaba propicia y
abierta para gozar, gustar de
aquel prodigio de coros alter­
nando y compitiendo con rapi­
dez e interrumpiéndose de pron­
to para dar paso a una cata­
rata de voces blancas que, desde la cúpula, hacían descender
sobre los fieles extasiados la
sonrisa de la Virgen, en tanto
que la fusión final de las voces
señalaba la respuesta enviada
por la tierra a su celeste Reina.
Las exclamaciones que se es­
capaban a los presentes indica­
ban hasta que punto se sentían
subyugados por tan maravillo­
sa exhibición.
iParece que estamos en San
Pedro» se oía decir a algunos;
otros exclamaban; »Algo como
esto sólo en el cielo se podrá
oir». Don Bosco mismo no po­
día contener su inmensa emo­
ción. El, que jamás se permitía
decir una palabra en la iglesia
durante las funciones sagradas,
se volvió hacia un canónigo,
amigo suyo, que tenía al lado
para decirle: cCaro Anfossi,
¿no te parece que estamos en
el Cielo?
Nuevo éxtasis se vino a pro­
ducir durante el Tantum ergo,

PRIMER OBISPO SALESIANO
DEL ECUADOR

¡
|
'
:

Mons. Ernesto Alvarez
C u enca>Ectaadof*

La Congregación Saleslana en
el Ecuador está festejando el
Cuarto Centenario del nacimiento
de San Francisco de Sales, su Pa­
trono principal, con distintos ac­
tos religiosos y culturales. En Qui­
to, la capital, como en Guayaquil,
Cuenca y otras ciudades de la
> República en las que los PP. SaJesianos desarrollan un fecundo
' apostolado desde hace 75 años,
hubo solemnes conmemoraciones
del Santo de Annecy, a cargo de
relevantes personalidades naciona­
les y civiles.
Dicha conmemoración salesiana
en el Ecuador so na visto realza­
da, además, por la feliz circuns­
tancia de haber sido exaltado a
la dignidad episcopal, en estos
días, S. E. Mons. Ernesto Alva­
rez Alvarez, dignísimo hijo de San
Juan Bosco, y nombrado Obispo
Auxiliar de Guayaquil. Es el pri­
mer salcsiano ecuatoriano eleva­
do a tan alta dignidad dentro de
la Iglesia, en el País, índice de
la auténtica madurez apostólica a
que ha llegado la Congregación
en el Ecuador. Hay en él otros
dos Obispos salesianos no ecuato­
rianos: Mons. Cándido Rada, en
la Diócesis de Guaranda, y Mon­
señor José F. Pintado, Vicario
Apostólico de Méndez, en el Orien­
te ecuatoriano.

— 9

íambién compueslo para ia circuslancia por Cagliero. Monse­
ñor Gastaldi, obispo de Saluzzo,
fácil a la emoción, manifestaba
su entusiasmo con grandes ges­
tos/ a su lado el obispo de Alba,
más calmo, repetía en voz ba­
ja: Paraíso, paraíso.
Al salir de la iglesia, la cú­
pula temblaba iluminada con
centenares de lucecitas de gas
Y la Virgen se coronaba con
doce luces brillantes.

UN PU EBLO
ENTERO
________ A G R A D E C ID O
Todo Tarín hablaba del gran­
de acontocimiento. Los fieles
sorprendidos por la amplitud
del templo, la solemnidad de las
ceremonias y la grandiosidad de
la música al volver a sus hoga­
res, no cesaban de comentar las
maravillas oídas y vistas.
Don Bosco tenía el arte de la
publicidad. No quiso que la
fiesta se agotase en un día gran­
dioso. Durante el octavario con­
tinuó organizando funciones pa­
ra dar a todos facilidad de ver,
admirar y» ^obre todo, rezar. No
se equivocaron quienes aque­
llos días como un triunfo de la
Iglesia Católica, tanto más no­
table cuanto que tenía lugar en
el clima recalentado de aque­
llos tiempos en los que vilipen­
diar a los sacerdotes y a las co­
sas sagradas era considerado
por muchos como un deber de
todo buen ciudadano y patriota.
Las multitudes, de modo par­
ticular los dos días festivos in­
cluidos dentro del octavario, si­
guieron agolpándose en el tem­
plo demostrando con ello cuán
viva era su fe en María Auxi­
liadora. La afluencia de sacer­
dotes fue imponente: durante
los ocho días siguientes a la
consagración se dijeron misas
ininterrumpidamente desde las
cuatro hasta las diez de la ma­
ñana en los doce altares late­
rales.
Y mientras tanto María Auxi­
liadora continuaba dispensan­
do gracias y prodigios extraor­
dinarios, Y los agraciados na­
rraban ios favores que María

10



les había concedido. Uno sobre
todo llamó la atención.
El pueblo de Mornese Monferrato envió una delegación de
cuarenta cabezas de familia,
guiados por el párroco y el al­
calde, y hubieran acudido to­
dos los habitantes si las faenas
agrícolas no lo hubieran impe­
dido. Venían a dar gracias a
María Auxiliadora por un au­
téntico milagro:
Sobre el campo momesino se
había abatido una granizada im­
ponente. Los campesinos, ate­
rrorizados ante el pensamiento
de perder toda la cosecha, in­
vocaron todos el socorro de Ma­
ría Auxiliadora: Ciertos foras­
teros se reían de su fe diciéndoles: «Sí, id a María Auxilia­
dora, que os va a restituir todo
lo que el granizo os ha quita­
do...» Pero, cuando cesó el tem­
poral, la gente estupefacta con­
templó un prodigio jamás vis­
to. El terreno, cubierto de grue­
sas piedras de granizo apare­
cía blanco como después de una
nevada, y sin embargo, no ha­
bía dañado lo más mínimo a las
plantas, los racimos de uva es­
taban intactos, las mazorcas de
maíz no habían perdido ni un
grano... Los mornesinos creían
soñar y a duras penas daban
crédito a lo que sus ojos veían.

HECHA
PO R LO S PO BR ES
P A R A LO S PO B R ES
Así definió un periódico ca­
tólico de aquellos días al nuevo
templo. Efectivamente, más que
los donativos vistosos, que no
faltaron, fueron los céntimos su­
dados de la gente pobre los que
llevaron a feliz término la ma­
jestuosa iglesia. Y casi siempre
eran testimonios de gratitud por
favores recibidos.
Y hecha para los pobres. Los
muchachos de Don Bosco, au­
ténticos hijos del pueblo, repre­
sentaban al ejército inmenso de
chicos obligados a pasar la vida
entre las estrecheces de las ne­
cesidades diarias.
Don Bosco quiso que los mu­
chachos de sus dos colegios pa­

saran aquellos días en Turín.
Unidos fraternalmente con los
de Valdocco estaban los de Mirabello y Lanzo. Mil doscientos
jóvenes en total, vanguardia
gloriosa de las multitudes de
jóvenes que con el pasar de los
años se cobijarían bajo el manto
de María Auxiliadora. Porque
el Centenario, que estamos ce­
lebrando, contempla aquel mi­
llar de muchachos multiplicado
en centenares de millares de
chicos Y chicas de todos los
continentes, atestiguando uno de
los prodigios mayores de la Au­
xiliadora en favor de sus hijos
más necesitados y más queri­
dos: El .uirgir vertiginoso de ca­
sas Y obras de Don Bosco, dedi­
cadas a la educación de la ju­
ventud de ambos sexos.

F E C H A M IS T E R I O S A
Comienza ahora el segundo
siglo de las glorias de la Auxi­
liadora.
Dos eran las fechas gloriosas
que Don Bosco hubiera querido
grabar en la nueva Iglesia co­
mo señales claras del poder ex­
traordinario de María: Una, el
año 1571, victoria de Lepanto y
comienzo del ocaso del poderío
musulmán. Y la segunda, una
fecha, que no quiso revelar, pe­
ro que señalaría en este siglo
un nuevo y estrepitoso triunfo
de la Auxiliadora.
Difícil es saber de que triun­
fo se trata.
Pero, ¿esta ansia de paz que
a todos nos estruja el corazón,
aunque n todos nos parece inal­
canzable: ese anhelo que cada
vez mayormante se apodera de
las conciencias cristianas y les
remuerde por su triste división,
no nos sugieren que llegará un
día que ambas —la paz y la uni­
dad de los cristianos— hallarán
cumplimiento en los designios
de Dios?
Esta fecha será uno de los
triunfos más grandes de María
Auxiliadora de los Cristianos.
Una vez más la Iglesia podrá
cantar jubilosamente: Por tu me­
dio, oh María, nos ha llegado
el suspirado socorro del Cielo.

E L RECTOR MAYOR EN LA INDIA

En el aspiranlado salesiano de Lonavla el rector mayor fue recibido con la consiguiente
alegría: Guirnaldas de flores, cantos, saludos, y al final le entregaron un simbólico corazón
que abierto decía «Amor y lealtad de la India a Don Bosco». Lonavla 1968.

LINON-INCIENSO Y COCO
PARA DON LUIS RICCERI COMO HUESPED GRATO EN LA INDIA
Nuestro R ector Mayor ae ha impuesto
una dura tarea. E l pasado Capitulo Ge­
neral le confió la renovación pedida por
el Concilio a las Congregaciones Reli­
giosas. F iel a l mandato prom ueve reu­
niones con los dirigentes de la Congrega­
ción en todos los continentes. R eciente­
mente ha estado en la India. De su es­
tancia en ella dam os una breve crónica.

IRAS una breve escalada en Alenas Don
Ricceri salla a Bombay, donde tiene los
primeros encuentros con los salesianos de
la India. Son estos cerca de novecientos y
trabajan desde el Himalaya al Cabo Comorín,
extremo sur del inmenso país.
El saludo oficial tiene lugar en la High School
de Matunga, barrio de Bombay/ la misma escue­
la que en 1964 acogió a Pablo VI en su peregri-

— II

nación a las puertas de Asia durante el Congre­
so Eucarístico Internacional. Ante los 3.200 jóve­
nes de la Escuela, Don Ricceri recibe la primera
de las innumerables guirnaldas de flores que le
impondrán durante su estancia en la India. La
guirnalda es señal de respeto y veneración hacia
el huésped deseado.
En Bombay reúne a los hermanos, visita al Car­
denal Valeriano Gracias y de allí sale para Bangalore, en donde radica el Seminario Teológico
Salesiano, de cuya bendición dimos noticia y
fotografías en el Boletín de marzo. Aquí tiene
lugar la reunión de todos los provinciales salesianos del Oriente; se congregan los del Japón
y Corea, Hong-Kong y Filipinas, Tailandia y los
tres de la India; asisten asimismo todos los obis­
pos salesianos de aquellas tierras.
De Bangalore, donde permanece varios días,
pasa a Madrás: son 300 kilómetros que recorre
bajo un sol tropical. Durante el camino visita
diversas obras salesianas y de las Hijas de María
Auxiliadora. En Vellore le recibe el obispo sale­
siano Mons. Marianayaham al frente de sus nu­
merosos cristianos; las guirnaldas de flores no
tienen número. Kaípadi con sus dos importantes
casas; el seminario menor de Pannur y el orfana­
to de Sagayatotíam son otras dos breves paradas
durante las cuales se intercambian sonrisas, se
imponen flores y el Rector Mayor dirige su pala­
bra a los salesianos, que le escuchan satisfechos
oyendo los rumbos que la Congregación está
preparándose para tomar a fin de ser más actual
y más de Don Bosco.
Un saludo especial recibe Don Ricceri en Poonamellee; está presente el arzobispo de Madrás,
Monseñor Rayappa. En este lugar los salesianos
dirigen el Seminario del .Sagrado Corazón, es un
seminario interdiooesano en los que estudian clé­
rigos de una veintena de diócesis indias. Siguien­
do una antiquísima usanza, después de imponerle
la guirnalda de rosas le ofrecen un limón, sím­
bolo por parte de los súbditos de constancia y
fidelidad; luego le rocían con porfumes invocan­
do sobre el huésped las bendiciones del cielo.
Prosigue el recibimiento con el rito de la lámpara
encendida, que dos seminaristas mueven dan­
zando rítmicamente. Viene también la ceremonia
de pintarle la frente con tinta muy visible, como
señal de alegría, y terminan rompiendo una nuez
de coco para significar que el grato huésped debe
consumirse por el Señor y su prójimo.
En Madrás el rector mayor visita, profunda­
mente conmovido, la obra fundada por el padre
Mantovani, el misionero que se apagó el año pa­
sado, consumido por las fatigas padecidas en pro
de los tdeshechos* de la sociedad de aquella gran
ciudad asomada al Golfo de Bengala. Niños, en­
fermos, subnormales, leprosos, gente misérrima in­
tentaron expresar
rector mayor en su saludo
todo lo que debían a aquel hijo de Don Bosco,
sobre cuya tumba, lo mismo que sobre la del arz­
obispo salesiano de Madrás, Monseñor Mathias,
Don Ricceri se detuvo a rerar largamente.

12



Visitadas las casas del Sur salió en avión para
Calcuta (véase «Boletín Salesiano» de mayo), y
de allí para Gahuaíi y Shillong. En Gahuati le
aguarda, además de los alumnos salesianos, una
multitud extraordinaria con todas las autoridades
civiles y militares. Le rinde honores la banda del
V Batallón. Saluda a todos, se entretiene breves
momentos con los diversos grupos y sale para
Shillong, la capital salesiana del Assam, que cuen­
ta con ocho casas. Es de noche a su arribo. Los
aspirantes y novicios lo reciben con antorchas,cuatro alumnos del único colegio salesiano de
Bután danzan en su honor. Habla a IM salesia­
nos, de cuyo encuentro queda profundamente en­
cantado, y a las hijas de María Auxiliadora; vi­
sita el cementerio en el que descansan numero­
sos salesianos, pioneros de la Obra, y el día 3
de marzo, celebra en la amplia catedral abarro­
tada de cristianos.
En la residencia misionera de Nongpoh, cris­
tianos de las tribus Khasis, Mikir y Lelung le ofre­
cen una simpática fiesta a base de folklore.
El 6 de marzo se halla en Nueva Delhi, capital
de la India, con el Internuncio del Papa y visita
el terreno, donde se espera que surgirá pronto
un grandioso complejo profesional.
En el viaje de vuelta para en Teherán, en don­
de los salesianos dirigen una escuela profesional
con más de mil alumnos, muy apreciada y pre­
miada durante las fiestas de coronación del Sha.
El Nuncio del Papa lo invita a comer junto con
todas las autoridades religiosas de la ciudad.
La última etapa es Israel. Concelebra en la Ba­
sílica de Getsemaní con numerosos salesianos y,
antes de abandonar Tierra Santa, dice una misa
en la Gruta de Belén para los aspirantes de Cremisan.
El rector mayor de vuelta en Turín afirma que
ha quedado impresionado por el espíritu de fa­
milia que reina entre los salesianos de India; por
su espíritu de sacrificio y por su generosidad, en
especial de los misioneros; «de su vida heroica,
que viven sin darse cuenta, como si fuese cosa
del todo natural». «Esta es una auténtica riqueza
de la Congregación», subraya el rector mayor,
que no olvida en sus alabanzas a los salesianos
muertos allí y sobre cuyas tumbas ha orado y a
los que deben —son palabras suyas— «las glo­
riosas páginas de la epopeya salesiana, especial­
mente en el Assam, que en poco más de cuarenta
años se ha puesto de manifiesto en una explosión
de obras y realidades, que saben a prodigio».
Resumiendo sus impresiones el Rector Mayor
expresaba que le había impresionado particular­
mente la inmensa población, el rio de hombres
que es la India. La India es sobre lodo población,
es ante todo un pueblo de jóvenes. Por esta razón
trabajan los hijos de Don Bosco, para llevar el
testimonio del Dios vivo a todo ese mundo de se­
res humanos que viven entre las murallas de las
mesetas, las cadenas de montañas y la inmensa
fosa del Océano Indico.

SEVILLA. Trece matrimo­
nios de los Centros de Coo­
peradores de Alcalá, Cá­
diz, Jerez, Puerto Real y
miembros del Secretariado
Regional de los antiguos
alumnos, que vemos en la
foto lateral, hicieron E jer­
cicios cerrados; como fruto
se han formado diversos
grupos de Hogares Don
Bosco que empezarán a fun­
cionar pronto. Así mismo
y de los mismos Centros
más de los sevillanos de
Triana y Trinidad hicieron
Ejercicios cerrados unas 35
jóvenes. Ambas tandas son
un sólido avance en la for­
mación de cooperadores.

ANTEQUERA. La primera
conferencia anual de los
Cooperadores revistió una
solemnidad especial el pre­
sente año, porque invitaron
a la misma a los padres
de los alumnos y a los archicofrades de María Auxi­
liadora, reuniéndose alrede­
dor de 70 personas. Sobre
Don Bosco como modelo de
fe disertó el P. Salesiano
Larena. En la foto los asis­
tentes a la misma.

BADALONA. El presente
curso quedó constituido el
Centro de Badalona con tm
grupo básico de 21 perso­
nas que dieron su confor­
midad después de haber
oído al P. José Gutiérrez,
director de la Casa Salesiana. Tres Tardes sobre la
Tercera Familia Salesiana.
Desde noviembre celebran
regularmente el Ejercicio
de la Buena Muerte y la
Conferencia Mensual. Ulti­
mamente han fundado un
ropero, cuyas componentes
vemos en la foto, y que se
reúnen q u i n c e n a l m e n t e ,
aprovechando la reunión pa­
ra la propia formación.

— 13

HISTORIA DE UNA VOCACION

EL PRIMER
SACERDOTE SALESIANO VIETNAMITA
u
Msioria
de una vocación, que
ha vivido muchos años
en el Vieínam, atormen­
tado por la persecución y la
guerra.
Nací an al Vietnam del Nor­
te en una ciudad cerca de Ha­
noi, en el sano de una familia
campesina en la que, por gra­
cia de Dios, hemos tenido varios
mártires. Recuerdo que muchas
veces mi m a d r e me decía:
fAqui, exactamente en esta es­
tancia había un sitio para es­
conder los cadáveres de mis pa­
rientes mártires.» Mi vocación
se debe en mucha parte a la
piedad de mis padres que des­
de niño me enseñaron cómo de­
be portarse un cristiano.
Mi madre no ha tenido otro
hijo vivo que yo, porque to­
dos los demás se le morían ape­
nas nacidos. Con frecuencia me
contaba que muchas veces se
presentó en el convento de las
monjas Carmelitas para rogar­
les que rezaran por ella, para
que tuviera un hijo, pues si lo
conseguía se lo consagraría al
Señor. Aquel hijo es quien os
está contando su vocación.
El primer impulso que me in­
citó a seguir a Cristo fue la ac­
titud del pequeño clero y de
los cantores, que vestían como
los ángeles. Desde entonces tu­
ve el deseo de ser sacerdote.
Entré en el grupo de pequeño
clero y de los cantores.
Frecuenté el colegio de los
Hermanos de las Escuelas Cris­
tianas, con los que seguí el pro­
grama francés para prepararme
a estudiar latín. Por aquel tiem­
po cayó en mis manos no sé có­
mo una vida de Don Boscof
mientras la leía notaba que me
sentía apto para seguir yo tam­

E

14 —

sc u ch a d

bién la misma vida. Lo que más
me llamó la atención en Don
Bosco fue su actitud con los
jóvenes. Desde hacía mucho
tiempo me bullía a mí también
en la cabeza de ayudar a los
chicos a cantar y jugar. Que­
ría llegar a sacerdote para te­
ner contentos a los muchachos.
Por entonces tenía miedo de los
párrocos, porque cuando les sa­
ludábamos los niños no respon­
dían palabra. Cada vez que los
veíamos aparecer por algún la­
do, si podíamos, escapábamos
corriendo.
En aquel período me sucedie­
ron dos nasos terribles. Vos­
otros sabéis que al final de la
segunda guerra mundial bom­
bardeaban los lugares donde se
escondían los japoneses. Un día
nos ametrallaron también a nos­
otros. Yo corrí a esconderme en
un lago entre unas grandes plan­
tas. Creí que había llegado el
fin de mi vida, porque me ro­

ciaron de balas, pero gracias a
Dios salí ileso. El segundo caso
fue peor: una noche los vietminh
invadieron nuestro colegio en
el que estaban escondidos los
soldados de la guarnición. En­
traron en nuestro dormitorio y
ametrallaron por debajo de las
camas. Por fortuna pude saltar
desde una ventana muy alta y
desaparecí en la oscuridad.
Esa misma noche los vietminh
se llevaron a cincuenta compa­
ñeros míos y dos Hermanos: to­
dos murieron un año después
en la cárcel. Una vez más la
Virgen me había salvado.
Por suerte, un día, un salesiano piadoso vino a hablar de la
Obra salesiana. La actitud de
aquel sacerdote me atrajo. Son­
reía siempre y nos trataba fa­
miliarmente. Al fin nos regaló
a cada uno una medalla de Ma­
ría Auxiliadora. Desde aquel
momento deseé entrar en la
Congregación Salesiana.
Al terminar los exámenes de
bachillerato tuve ocasión de en­
contrarme con los salesianos de
Hanoi; me aceptaron inmedia­
tamente como asistente de los
huérfanos. Estos eran trescientos
y los salesianos sólo tres. En
aquel período la vida de los
salesianos era muy dura, por­
que los del vietminh atacaban
por todas parles. ¿Quién podía
ayudar a los salesianos? Un día
viendo ¿as dificultades decidie­
ron transferir lodos los huérfa­
nos al centro del Vietnam, a los
bosques, con los montañeses.
Yo no estaba acostumbrado al
clima del centro y sufría mucho
por la escasez de alimentos.
Pensaba en mi casa, en la que
lodo estaba preparado para mí,
mientras que allí tenía que tra­
bajar como un obrero. Muchas

veces me descorazoné, pero los
salesianos me animaban.
Las dificultades, sin embargo,
no disminuían, por lo que de­
cidieron trasladarse a Tu Duc.
un lugar arenoso y sin techo
alguno que un bienhechor les
halDÍa regalado. Los chicos y yo
nos pusimos a cavar la tierra en
busca de agua, porque el clima
de Saigón, de 30 a 35 grados,
sin mucha agua es un proble­
ma muy grave. También aquí la
vida era muy dura. Yo tenía que
trabajar y enseñar a los chicos,
porcfue io5 salesianos eran po­
cos y además no conocían bien
la lengua vietnamita. Un com­
pañero mío decidió retirarse
porque la vida era demasiado
dura. A decir verdad también
yo me desesperé más de una
vez, pero con la ayuda del Se­
ñor, superé todo.
Luego hice el noviciado en
Hong Kong y allí perfeccioné
mis estudios. En el noviciado
pasé muy malos ratos: no enten­
día el chino, mis compañeros,
todos eran chinos y yo era el
único vietnamita, no conocía
a ningún superior... La nostal­
gia me traicionaba muchas ve­
ces y me pedía que tornara a
mi patria. Sólo la devoción fi­
lial a María Auxiliadora y la
comprensión del maestro de no­
vicios me salvaron la vocación.

Aspirantes salesianos del Vieinam. Quiera el Señor dar la paz a su
atormentada patria para que también ellos puedan llegar a sacer­
dotes Y contribuir a restañar las heridas de la guerra.
Después volví a mi patria pa­
ra realizar los tres años de prue­
ba. No me faltaron las dificul­

la banda de música de los aspirantes salesianos de GOVAP con­
tribuye a levantar los ánimos en medio de tanta desolación como
agita su pobre país.

tades: tenía que trabajar como
loco y sin descanso. El clima de
Saigón me extenuaba. A pesar
de todo jugaba con los chicos
bajo el sol ardiente y, a decir
verdad, entonces me sentía fe­
liz, porque tenía ocasión de ha­
cer como Don Bosco.
Cuatro años hace conseguí
permiso del gobierno revolu­
cionario para venir a Italia. Es­
te permiso es una gracia de Ma­
ría Auxiliadora, porque, como
todos los jóvenes de mi edad,
estaba sujeto al servicio militar.
En estos años mi madre en
sus cartas jamás me dice una
palabra referente a política o
guerra.
Mirando ahora, que ya soy
sacerdote, hacia atrás no tengo
más remedio que levantar mi
voz para alabar al Señor, que
me ha guiado y conducido de
su mano hasta hoy. Soy el pri­
mer alumno salesiano del Vietnam, que llega a sacerdote salesiano.

15

ATENCION A LA TELEVISION

LOS NIÑOS
Y LA
PEQUEÑA PANTALLA

Después de las 10 de la noche, en Europa, siguen
viendo la TV.:
• E l 32 % de los chicos de 11 años.
• El 25

de los chicos de 12 años.

• E l 40 % de los que han cumplido 13 años.
• E l 47 % de los que tienen 14 años.
Consecuencias: Inapetencia, bajo rendimiento en la >
escuela, falta de concentración, hipersensibilidad...

OS periódicos han ha­
blado de ello como un caso tí­
pico, si bien por el momento
un poco raro. En una base ame­
ricana, fuera de los Estados Uni­
dos, treinta chicos en un espa­
cio muy breve de tiempo han
tenido que ser recluidos en un
hospital, porque se hallaban to­
talmente exhaustos, agotados.
En un primer momento los mé­
dicos no sabían a qué atribuir
el malestar. Tras mucho hablar
con los interesados dieron con
la causa del desequilibrio psí­
quico: todos aquellos niños, de

la —

una edad oscilante de los tres
a los doce años, se pasaban to­
das las tardes de tres a seis
ante el televisor.
El rem(Klio era fácil/ y sólo
los padres que olvidaron el con­
sejo de los médicos, tuvieron
que arrepentirse de no haber
limitado al máximo aquella di­
versión de sus hijos.
Vivimos en una sociedad do­
minada por el espectáculo. Es
como una oleada que nos su­
merge cuando no estamos tra­
bajando. Hoy no es como hace
poco, cuando la palabra recreo

significaba renovación de fuer­
zas físicas y morales, reposo.
Actualmente el llamado tiem­
po libre —y la organización del
tiempo libre pone hoy casi tan­
tos problemas como la del tra­
bajo— se convierte, en realidad,
en buscar distracciones.
La necesidad de diversión, que
de por sí es señal de equilibrio
corporal y psíquico, ha provo­
cado la creación de une indus­
tria con muy variadas especia­
lidades, m as saludables, otras
nefastas y otras desilusionadoras. De donde viene la valóra­

ción, la gloria fatua pero bri­
llantemente recompensada, de
todos aquellos que tienen por
oficio divertirnos.
EL MUNDO ENTRA
EN CASA

El espectáculo está al alcan­
ce de todos, incluso de las fa­
milias más modestas; está repre­
sentado por ese vidrio mágico
que se coloca en el espacio más
frecuentado de la casa: el tele­
visor. Para muchos núcleos fa­
miliares se ha convertido en el

■numen tutelar» de los muros
domésticos; su piesencia es con­
siderada como señal de bienes­
tar conquistado, un motivo de
prestigio ante parientes y ami­
gos /SU falta es como una tara
atávica, un ivicio» que hay que
eliminar cuanto antes.
En pocos decenios la televi­
sión, buena como todos los in­
ventos del hombre, se ha con­
vertido en el medio más difun­
dido de información, formación,
y diversión, influyendo notable­
mente en las costumbres fami­
liares. Por primera vez en la

historia de la humanidad el
mundo, en sus variadas formas
de expresión, ha encontrado ac­
ceso directo a la esfera más ín­
tima de los hogares: la vida de
los adultos con sus problemas
más desconcertantes, por medio
de la pequeña pantalla, llega
a todos incluso a los niños, a
los bebés, en cuanto que teóri­
camente hasta los más peque­
ños pueden asistir a cada pro­
grama televisivo.
Se repite con sensación de or­
gullo qtie con la TV «el mun­
do entra en familia»; pero haría

— 17

falta añadir a renglón seguido
que la familia se halla expues'
ía al peligro de no ser ya fami­
lia, porque queda sumergida en
las palabras e imágenes que
brotan del aparato tan deseado.
Corresponde a los padres en­
contrar para el televisor el lu­
gar conveniente dentro de ca­
sa/ pero de ningún modo debe
convertirse en centro de la vi­
da, en torno del cual gira todo
Y según el cual se debe regu­
lar el comportamiento de cada
uno. Y esto, sobre todo, cuan­
do hay liños, chicos y adoles­
centes. Digámoslo sin vacilacio­
nes: por razones pedagógicas,
psicológicas y médicas, es un
crimen exponer indiscriminada­
mente a los chicos a la fascina­
ción del televisor.
D O S IFIC A R - C O N T R O L A R
Y D IS C IP L IN A R

El inllujo de la televisión en
nuestra vida diaria es innega­
ble. Vayan algunas cifras. En
Alemania cada noche setenta
mil alemanes acuden al teatro,
a la ópera, a los conciertos; y,
poco más o menos, cerca de un
millón se divierten en una de
las quinientas películas proyec­
tadas en una de las cinco mil
salas del país, pero ante los te­
levisores se sientan de quince
a veinte millones. La proporción
en España no andará muy lejos.
El poder colosal de la televi­
sión se manifiesta en ciertas
transmisiones, que illegan a pa­
rar el ritmo de la nacióni, co­
mo ciertas corridas de toros,
ciertos partidos de fútbol, algu­
nos concursos...
La técnica de los satélites, hoy
en sus :omienzos, nos meterá
dentro de casa una serie de
programas, que nos dejarán sin
respiración. Dentro de diez años
Y quizás dentro de menos, bas­
tará pulsar un botón y en nues­
tras pantallas comparecerán los
programas que la televisión lan­
za al espacio en Japón, en Sudáfrica, en Rusia o Estados Uni­
dos. No son fantasías. Léase el
libro de Robert Jung «Nuestro
mundo on 1985t escrito con la
colaboración de cientos de sa­
bios de todo el mundo. En él
se leen sntre otras cosas: «Si

18



el hombre de hoy no se esfuer­
za en dominar el poder de la
televisión, como es ahora y co­
mo será en un futuro próximo,
las gigantescas posibilidades
que ofrece se transformarán en
un peligro para la existencia
humana').
Por estas razones la educación
televisiva debe comenzar en ca­
da hogar con vistas al futuro.
Los chicos que hoy crecen en
la familia serán los telespecta­
dores del mañana.
Por estupendas que puedan
ser las perspectivas de la TV
como medio de información, for­
mación y diversión, el conjun­
to resulta criticable si se per­
mite un uso desordenado, de
modo especial a los chicos.
N IÑ O S C A N S A D O S , N E R ­
V IO S O S , D IS T R A ID O S

Una de las normas fundamen­
tales para usar bien del televi­
sor es: "aber escoger los pro­
gramas aptos entre los muchos
que se ofrecen. Quien no esco­
ge ha perdido la batalla: ya no
manda él sino que es arrastrado
a vivir como quiere la TV. El
telespectador, que no quiere
perderse ningún programa, sea
importante o no, escogido o ba­
nal, conmovedor o sin sentido,
vive en una disociación de es­
píritu que a la larga lo vuelve
insensible e incapaz de reac­
cionar; lo ve lodo, no lo elabo­
ra según sus posibilidades cul­
turales Y morales.
El tema «Niños y televisión»
es uno de los problemas peda­
gógicos más debatidos en nues­
tros días. De una relación de
la UNESCO venimos a saber
que en los Estados Unidos sue­
len pasarse ante el televisor
unos 45 minutos diarios niños
que apenas tienen tres años. Pa­
ra los Thicos de seis y siete
años el tiempo sube a dos ho­
ras. Datos semejantes se dan
del Japón y de Inglaterra.
De un estudio realizado por
un norteamericano y publicado
con el título de «La TV en la
vida de nuestros chicos» resul­
ta que, en términos generales,
a los tres años uno de cada
tres niños es telespectador; a
los cinco años, cuatro de cada

cinco niños es telespectador y,
a la edad de ir a escuela, nue­
ve de cada diez.
Los chicos de enseñanza ele­
mental suelen estar ante el te­
levisor unas dos horas diarias.
Existen estadísticas exactas a
propósito de Inglaterra y Ale­
mania en donde en los Jardi­
nes de infancia las vigilantes
notan que los lunes los peque­
ños están más cansados, nervio­
sos Y más distraídos que de cos­
tumbre, porque se han pasado
una buena parte del domingo
ante el aparato de televisión.
Según datos recogidos por el
profesor Stuckrath, siguen vien­
do la televisión en Europa des­
pués de las diez de la noche el
32 por cien de los chicos de on­
ce años; el 25 por cien de los
que han cumplido los doce años;
el 40 por cien de los treceañeros Y el 47 por cien de los que
tienen catorce.
E V IT A R
L A M E N T A C IO N E S
T A R D IA S

¿Consecuencias? Pedagogos,
médicos Y sociólogos están de
acuerdo en poner en guardia
contra tales abusos, dadas las
consecuencias deletéreas no só­
lo para la formación moral y es­
piritual del jovencito, sino tam­
bién por los daños físicos co­
mo inapetencia, susceptibilidad,
hipersensibilidad, facilidad anor­
mal para distraerse, peligros pa­
ra la vista Y para la salud en
general.
Pedagogos y sicólogos han
comprobado en los chicos, que
ven demasiada televisión, ren­
dimiento oscilante en la escue­
la, falta de capacidad de con­
centración Y escaso interés por
la enseñanza. No es de mara­
villar, cuando resulta que el
tiempo que gastan ante el te­
levisor es tres veces más del
que asisten a clase.
Un servicio de la UNESCO
habla ya de una «enfermedad
moderna de los niños» refirién­
dose al tiempo que pasan ante
la pequeña pantalla. Es sinto­
mático que los pediatras de la
universidad de Berlín quieren
que se construya en la Facul(Continúa en pág. 29.)

POZOBLANCO.—Don Eduardo Le­
pe, presidente de los antiguos
alumnos, entrega un precioso cáliz
a don Antonio Martínez de Haro,
con ocasión de sus bodas de oro
sacerdotales.

BODAS DE ORO DE 0. ANTONIO MARTINEZ HARO
Pozoblanco.—Los días 30 y 31
de marzo, este pueblo de Córdoba
se ha unido a los Salesianos para
celebrar las «Bodas de Oro» sacer­
dotales del benemérito salesiano
Don Antonio Martínez de Haro,
Estos cincuenta años los ha pa­
sado Don Antonio trabajando en
varias Casas de Andalucía, donde
siempre se ha distinguido por su
don de gentes, su bondad, su tra­
bajo incansable.
El homenaje que le han ofreci­
do los antiguos alumnos y el pue­
blo ha demostrado lo mucho que
se le quiere a Don Antonio en
Pozoblanco, y lo muy estimada
que es la Congregación Salesiana.
Las escuelas populares de antaño
son hoy un floreciente bachillera­

to y unas Escuelas de Maestría
Industrial, que se inaugurarán
muy pronto. El Exemo. Ayunta­
miento le ha nombrado «Hijo
Adoptivo» de la ciudad. La plaza
que está frente al Colegio, llevará
por nombre «Plaza de los Sale­
sianos».
Los antiguos alumnos le obsequieron con un artístico cáliz. Do­
ña Josefa Moreno Vda. de Tirado
le hizo, en nombre de los coope­
radores, los ornamentos sacer­
dotales y los paños de altar. El
acto del teatro y la comida-home­
naje resultaron muy concurridos.
Ha sido esta flest^ una ocasión
oportuna, por tratarse de un sa­
lesiano tan querido de todos como
Don Antonio, de rendir homenaje,

Don José Montse­
rrat, en el día de sus
bodas de oro sacer­
dotales.

en su persona, a la Congregación
Salesiana en tierras de Andalu­
cía, que tan tempranamente reci­
bió la labor de los Salesianos y
tan tenazmente guarda su espíri­
tu. Muy bien nos lo decía el Vice­
presidente de la Regional de Cór­
doba Don Antonio García de la
Cruz: «Cuando nosotros, los anti­
guos alumnos andaluces, nos ape­
gamos a lo antiguo frente a las
novedades, no lo hacemos por re­
beldía sino por arraigo». Cierta­
mente. Sólo por arraigo se expli­
ca la sinceridad de este apego de
los antiguos alumnos y coopera­
dores de Pozoblanco a los Salesia­
nos, representados esta vez por la
figura bondadosa y ejemplar de
Don Antonio, auténtico represen­
tante, no ya de los primeros tiem­
pos, pero sí de los que, con ver­
dad, podemos llamar «viejos tiem­
pos», tan similares a «aquéllos».

^E1 Director de la Escuela Profesionales
▼ de Cádiz recibe de manos de Franco
el Diploma de Honor, concedido por
él, a dichas escuelas salesianas.

— 19

Monseñor Marchesi
administrando un bautismo
en Río Negro.

MARIA AUXILIADORA
PROTEGE
LA MISION DE RIO NEGRO
M o n s e ñ o r Marohes:

Monseñor Alagna
recientemente nombrado obispo
r sucesor de Mons. Marchesi.

a tos 4 7 a ñ o s d e m istonar
en ttio Magro
n o s cuan ta ta
in tarven etón d eo isivi
da M aría A uxiliadora
e o tos o H g a n es y desarroH o
de la m isión.

AN Pío X, pocos meses
antes de su muerte, co­
municó a D. Pablo Albera, rector mayor de
los Salesianos, su deseo de que
los Hijos de D. Bosco fueran a
trabajar a Río Negro (Brasil).
Esta misión se encontraba des­
de hacía algún tiempo sin mi­
sioneros por ser muy difícil.
Pío X pensó que los Salesianos
aceptando este difícil campo de
apostolado merecerían las ben­
diciones de Dios sobre la joven
Congregación.
Don Albera, al someter el
asunto a su Consejo manifestó:
iLas dificultades de la misión y
su pobreza deben animarnos a
aceptarla».
Se acordó y D. Albera se lo
comunicó a los Cooperadores a
principio de año del 1915, con
estas palabras: tEs dificilísimo
campo, que ya desgastó la fi­
bra rolausta de otros misioneros
muy apostólicos».
Río Negro forma parte de la
región del Amazonas y debe su
nombre a este afuente del gran
río. Tiene una superficie de
200.000 kilómetros cuadrados y
una población de 20.000 blancos
y 14.000 indios. El poblado más
importante es San Gabriel. Los
blancos eran católicos, pero su­
midos en la mayor ignorancia
religiosa. Los salvajes se subdi­
vidían en muchas tribus de idiomás diferentes. La condición so­
cial era degradante, pues mu­
chos blancos eran más bárba­
ros y salvajes que los mismos
indios/ además la esclavitud,
abolida por ley, estaba en pleno
vigor entre los colonos, que se
hacían dueños absolutos de la
vida y de la muerte de los in­
dios que caían en sus manos.
No obstante la mayor parte de
los indios vivían como salvajes
en el Alto Río Negro.
La mayor dificultad material
para el misionero radicaba en
la malaria y otras enfermedades
tropicales.
Las de tipo social eran peo­
res: los seringueiros o cosecha­
doras de caucho constituían el
mayor peligro. El misionero de­
bía actuar con ellos con mucha
prudencia y delicadeza, para
ganarse i-u simpatía/ de lo con­
trario darían al traste con toda

la misión. Por otra parte el mo­
do como trataban a los indios
no era para callarse. Por ejem­
plo, cada año cuando llegaba
la temporada de la recolección
del caucho, algunos seringuei­
ros remontaban ios ríos Uapés
e Icana y se dedicaban a la
caza del indio, obligándoles con
las armas en la mano a aban­
donar a su esposa e hijos para
dedicarse en el bajo Rio Negro
a la extracción de caucho.
Antes que los Salesianos ha­
bían pasado por esta misión de
Río Negro los Mercedarios, los
Carmelitas y los Capuchinos. El
obispo de Amazonas, Mons. Cos­
ta, cuando supo que ios Salesia­
nos iban a misionar aquellos
territorios escribió: tRío Negro
espera a los Hijos de Don Bos­
co. El Brasil, que mira ya con
tanta simpatía a los Salesianos,
sabrá demostrar su gratitud por
la gran obra que van a empren­
der».
Don Juan Bálzola llegó a San
Gabriel para examinar la situa­
ción concreta de la nueva mi­
sión en mayo de 1915. Conscien­
te de la gran protección que
María Auxiliadora le dispensó
en el Mato Grosso, quiso ini­
ciar la nueva misión con un
homenaje a tan buena Madre.
Mañana y tarde reunía en una
capilla improvisada a los habi­
tantes de San Gabriel y les na­
rraba las maravillas de María
Auxiliadora obradas por Don
Bosco. El 24 de mayo, último
día de la estancia de los mi­
sioneros en la población, Don
Bálzola consagró la nueva Pre­
fectura Apostólica a María Au­
xiliadora, declarando que este
era el primer día, el del naci­
miento, de la misión de los Sa­
lesianos en Río Negro.
Al día siguiente remontó el
río hacia la frontera de Vene­
zuela, hasta las primeras malo­
cas de los Tucanos, junto al
río Uapés. Quería constatar per­
sonalmente la situación para
informar debidamente a sus su­
periores y a la Santa Sede.

Como orefecto apostólico de
la nueva misión se nombró a

Mons. Lorenzo Giordano, que
durante veinte años trabajó en
el Brasil demostrando siempre
ser un auténtico misionero de
vanguardia. Con él estaba el
veterano Don Bálzola y cuatro
coadjutores, uno de ellos espa­
ñol, de León, Don Miguel Blan­
co, que aún hoy está en plena
actividad .misionera.
En la festividad de la Asun­
ción de María, Mons. Giordano
consagró a los misioneros, al
pueblo y a todos los habitantes
de la prefectura apostólica a Ma­
ría Auxiliadora. Habiendo escri­
to al Provincial, Don Pedro
Rola, que le mandara una ima­
gen de Mana Auxiliadora. Dio
la prcvidensial coincidencia que
al mismo tiempo que la carta
éste recibía desde España una
imagen regalo de un anónimo
donante. El Provincial la envió
inmediatamente a la nueva mi­
sión. Actualmente la estatua es­
pañola de María Auxiliadora
preside el altar mayor de la
catedral de San Gabriel.
Mons. Giordano comenzó por
entrar en contacto con todos los
habitantes de Río Negro. Tra­
bajo improbo que le costó la
vida al gran misionero. En un
viaje por el río Padaury enfer­
mó de fiebres palúdicas. Un
sesingueiro lo acogió en su
choza en estado gravísimo.
Aquella misma noche moría le­
jos de todos los suyos. La des­
gracia causó enorme consterna­
ción, pues de los cuatro coad­
jutores uno y otros dos tuvieron
que dejar la misión por agota­
miento. Quedaban sólo Don Bál­
zola y el coadjutor Miguel Blan­
co. Acudió con cinco misioneros
más el propio Provincial pero
tuvo que dejar dos por el ca­
mino atacados de malaria y a
poco otros dos tuvieron que re­
gresar forzosamente a Sao Paulo.
Ante situación tan critica Don
Bálzola pensó en las palabras
de Cristo: «si el grano de trigo
no muere, no da fruto», y se
convenció de que María Auxi­
liadora preparaba una abundan­
te cosecha de almas para la nue­
va misión.
Y realmente fue así, pues el
nuevo prefecto apostólico, Don
Pedro Mdssa, en cincuenta años
consiguió una magnifica flora­

ción de obras. Mons. Massa
llevó consigo oíros Ires misio­
neros entre ellos el que suscri­
be el presente articulo. Llegaron
el 14 de agosto. Al día siguien­
te, ante una multitud de blan­
cos, mestizos e indios Mons.
Massa celebró una solemne pon­
tificia! en honor de la Asunción.
Nuevamente se confió en la pro­
tección de María Auxiliadora:
«María Auxiliadora —dijo— for­
mó a Don Bosco y fundó sus
Obras/ a Ella le hemos confia­
do esta Misión: Ella procurará
hacerla fecunda en frutos. Di­
fundamos su devoción y vere­
mos lo que son los milagrosi.

LOS INDIOS
QUEMAN LA MALOCA
El primer milagro fue la fun­
dación de la misión entre los
indios del río Uapés, los Tuca­
nos, el grupo de indios más nu­
merosos de la región Era un pro­
blema difícil por mil motivos.
María Santísima lo resolvió. Per­
sonalmente Mons. Massa acom­
pañó a los misioneros para pla­
nificar el trabajo y animar en
su empresa a ese puñado de
misioneros. Como vivienda pro­
visoria ios indios nos prepara­
ron una choza o maloca de
6 metros por 12, con techo de
hojas de palmera y paredes de
corteza de árboles. Nuestra pri­
mera preocupación fue tener un
Sagrario y la imagen de María
Auxiliadora en una especie de
capilla.
El lenguaje que empleamos
para entendernos fue el de la
caridad. Y lo comprendieron.
Nuestra maloca se llenaba to­
dos los días de un enjambre de
chiquillos, que aprendían a can­
tar y a rezar. Luego vivieron
los adultos Y se formó una au­
téntica familia que vivía con
el misionero una vida de sen­
cillez. Poco a poco los misione­
ros aprendieron la lengua y les
catequizaron. Su vida se reformó
sensiblemente. Cesaron las or­
gías infernales, disminuyendo
las terribles peleas. Los indios
decidieron acabar con la malo­
ca común, donde vivían pro­
miscuamente varias familias dan­
22



do ocasión a toda clase de de­
sórdenes. Fue un gran día para
el misionero, que vio como cons­
truían una choza para cada fa­
milia Y las llamas devoraban
la antigua maloca. Esto era un
gran triunfo para el misionero
que esperaba poder construir­
les mejores viviendas. En señal
de gratitud a María Auxiliado­
ra los mismos indios cortaron
un gran tronco de árbol, y lo
levantaron en el mismo lugar
donde estuvo la maloca y con
una imagen de María Auxilia­
dora quadó constituido como
monumento recuerdo de esta
gran gracia.
Más adelante la misión se vio
amenazada por la malaria. Des­
pués de invocar repetidamente
la protección de la Virgen cesó
la epidemia. Este nuevo favor
se recordó con un monumento
de piedra sobre el montículo
que domina la misión. Los avio­
nes Y las embarcaciones ven
destacarse sobre el verde fon­
do de la selva la blanca colum­
na dedicada a María Auxilia­
dora. Hoy es un lugar de pere­
grinación.
CAEN LOS
ULTIMOS OBSTACULOS
Todos los centros misioneros,
fundados entre las diversas tri­
bus de Río Negro tienen como
señal característica la protección
de María Auxiliadora. Apenas
se establecía una nueva misión,
sobre el improvisado altar se
colocaba siempre una imagen
de María Auxiliadora. Esta ima­
gen atraía a los indios con la
fuerza de un imán. Delante de
ella rezaban, cantaban, escucha­
ban la catequesis. Cuando por
diferentes centros de misión pa­
só la imagen peregrina de Ma­
ría Auxiliadora suscitó una de­
voción tan grande que hasta a
los más fríos se les notó el en­
tusiasmo, viéndose entre ellos
transformaciones prodigiosas.
En la zona del alto Uaupés
encontraba el misionero dificul­
tades insuperables de orden ma­
terial Y moral para preparar
los indios a la fe. Salvando
año tras año los saltos de este río

visité repetidamente una tribu
que se mostraba refractaria a la
religión. Acogían bien al mi­
sionero, pero sólo para inter­
cambiar productos con objetos
de primera necesidad.
Decidí confiar a María Auxi­
liadora la conversión de estos
infieles. Tomé como punto de
partida el centro indígena de
Jutica. Pasé allí algunas sema­
nas. Los indios construyeron una
capilla Y la recubrí con láminas
de cinc. Colocamos solemne­
mente el cuadro de María Auxi­
liadora. En la capilla siempre
repleta aprendieron a cantar, a
rezar y a conocer a Jesús y a
su Madre Santísima. Muchos in­
dios pidieron el bautismo y re­
gularizaron su matrimonio. El úl­
timo día de misión los indios
espontáneamente llevaron en
procesión la imagen de María y
participaron con emoción a la
consagración de todo el pobla­
do a la Virgen Auxiliadora.
Nuevos encuentros con el misio­
nero completaron la conversión
de salvajes, que en un principio
se mostraron tan reacios a la
gracia.
Con otras dos tribus. Arara y
Carurú, que a pesar de mis vi­
sitas se cerraban al evangelio,
actué del mismo modo: conslrución de la capilla, entronización
de María Auxiliadora, intensa
instrucción -eligiosa. Al fin to­
dos se adhirieron y persevera­
ron en la vida cristiana.
Cerca de la frontera colom­
biana vivía la tribu Cubena, to­
talmente pagana. La conversión
de los tres núcleos de Jutica,
Carurú y Arara les animó a con­
vertirse. Para que el misionero
fuera a visitarles le construyepor anticipado una capilla y una
choza; después le llamaron diciéndole que querían convertir-

SALVADO DOS VECES
DE LAS AGUAS
Además de la asistencia ordi­
naria de la Virgen Santísima,
palpable en los 50 años de mi­
sión, han tenido lugar hechos
extraordinarios en los cuales in
lervino María Auxiliadora. De

alguno de ellos he sido testigo,
Y más aún protagonista, como
en ios dos naufragios sufridos.

En 1929 me hallaba en Jauareté para preparar la fundación
de la misión. Un día atravesaba
el río en canoa. Dos jóvenes
indios empujaban los remos. En
aquel punto la corriente es muy
violenta a causa de las próxi­
mas cascadas. Iba fuertemente
agarrado a la embarcación e
invocando a María Auxiliadora.
Al llegar a la mitad del río las
olas llenaron la embarcación, y
en un abrir y cerrar de ojos nos
encontramos en el fondo. Los
dos jóvenes intentaron ayudar­
me subiéndome a la superficie.
Pude respirar un momento, pero
de nuevo fui a parar al fondo.
Tuvieron que abandonarme por­
que mis vestidos mojados me
hacían demasiado pesado. Ade­
más como había tragado mucha
agua, por más que hiciera me re­
sultaba imposible flotar. Provi­
dencialmente varios indios vie­
ron desde la orilla nuestro nau­
fragio. Al darse cuenta de que
no reaparecía, se lanzaron rá­
pidamente al agua, desafiando
la fuerte corriente. Sentí como
me agarraban, luego ya no me
di cuenta de nada más. Me hi­
cieron una especie de respira­
ción artificial y después de de­
volver mucha agua, poco a poco
me rehice. Les di las gracias y
les prometí un regalo. Pero mi
más ardiente gratitud era para
María Auxiliadora, a la que le
había pedido mi salvación.
En 1939 me encontraba en Pary-Cachoeira y había mandado
algunos hombres a la floresta
para que trajeran leña para pre­
parar nuestra comida. Luego les
fui a ver para animarles en su
trabajo. El »-ío estaba en lo má­
ximo de su crecida. Me subí en
una pequeña canoa y comencé
a remar tranquilamente. De pron­
to vi cortado el torrente por
unas lianas caídas de los árbo­
les. Pensé que las podría apar­
tar con un fuerte golpe de remo,
pero fallé el golpe y, como diez
años antes, me encontré con la
cano llena de agua y yo en el
fondo del río.
Mientras me hundía invoqué
fervorosamente a María Auxilia-

HONG KONG.
D on Lorenzo
Yao, poliomie*
lílico, ordena*
do por conce­
s i ó n benigna
de Pablo VI.

COLOANE, Macao.—En el leprosario del <|ue hemos hablado en
otras ocasiones sigue adelante el P. Nicolás con sus trabajos de
embellecimieiito y comodidad del recinto. La actividad volun­
taria desplegada por todos es una buena medicina para levantar
los ánimos y dar sentido a los días que dura la exiiermedad. En
la foto unos eniermos pavimentan uno de los caminos; al fondo
se distingue un pabellón moderno, con grandes cristales, alegre.

— 23

dora. Y he aquí algo inespera­
do : en el íondo y clavada en
la arena una rama de árbol. Me
agarré y subiendo por ella salí
a la superficie. Conseguí reco­
brar también la embarcación. La
corriente se me llevó los zuecos
y el saco de explorador. Algu­
nos pescadores los vieron flotar
y pensaron que me habría aho­
gado, pues sabían que no era
buen nadador. Unos fueron a la
Misión a dar la alarma, los otros
corrieron al lugar del suceso.
Toda una flota de canoas acu­
dió en mi socorro. Pero cuando
me vieron en mi canoa prorrum­
pieron en prolongadas exclama­
ciones de alegría.

EL «VAPOR AUXILIADORA»
VOLVIO A FLOTAR
El recorrido entre S. Gabriel y
Santa Isabel es, en ciertos pun­
tos, muy peligroso por las tor­
tísimas corrientes y las piedras
ocultas por las aguas; son el
peor enemigo de estos ríos.
Cuando adquirimos un vaporcito para enlazar los distintos
centros de misión, sentimos ne­
cesidad de colocarlo bajo la pro­
tección de María Auxiliadora y
lo bautizamos con el nombre de
«Vapor Auxiliadora». Durante
veinte años de continuos servi­
cios no tuvimos ningún percan­
ce, pero un día, cerca ya de
S. Gabriel, el piloto no vio un
peñasco. Chocó con tal violen­
cia que se abrió un gran boque­
te en la proa. Penetró abundan­
te agua y el vapor empezó a
caminar hacia atrás dejándose
arrastrar más de cien metros por
la corriente, hasta que fue a
hundirse en el lugar más pro­
fundo del cauce. Iban en el vaporcito, además de los cinco
hombres de la tripulación, una
Hermana con un grupo de ni­
ñas, que regresaban a S. Ga­
briel. Se oyeron gritos de es­
panto y de invocación a María
Auxiliadora. Los hábiles mari­
neros salvaron a la Hermana y
a las niñas. Pero el hecho extra­
ordinario está en cómo se recu­
peró el vapor. Durante la no­
che sucedió un fenómeno que

24

nadie supo explicar: las aguas
bajaron de nivel de tal mane­
ra que la embarcación sobresa­
lía tres metros sobre las aguas.
El río tiene sus períodos de cre­
cida y de bajada. Pero para
pasar de una a otra se requie­
ren varios meses. Sólo María
Auxiliadora pudo hacer que el
rio pasara en pocas horas del
período de mayor crecida al pe­
ríodo de sequía. Recuperar la
embarcación y gran parte de
las mercancías que había a
bordo.

MARIA AUXILIADORA
LO DEVOLVIO A LA MISION
Si el que esto escribe se en­
cuentra ictualmente en las Mi­
siones de Río Negro, a pesar de
sus setenta y nueve años, se lo
debe a María Auxiliadora.
En 1942 era director del cen­
tro de misión San Gabriel. Per­
dí mi antigua salud. Enflaque­
cí, tenía todos los días algo de
fiebre y sentía una debilidad
extrema. Un día, al hacer un es­
fuerzo, tuve un ataque de hemotitis. Me obligaron a ir a
Manaos para una radiografía.
El diagnóstico fue: «Extensas
úlceras en el pulmón derecho».
En aquellos tiempos no resul­
taba tan fácil curar de esta en­
fermedad. Pero yo pensé que
también en esto María Auxilia­
dora me podía ayudar y le con­
fié mi enfermedad. Obedecí a
mis superiores que me manda­
ron a San José dos Campos,
donde pasó tres años con el
siervo de Dios, don Rodolfo Komorek, del cual recibí verdade­
ros ejemplos de santidad.
Ya me encontraba perfecta­
mente bien, pero los médicos
me prohibieron absolutamente
regresar a mi misión del Ama­
zonas. Le pedí a María Auxi­
liadora una segunda gracia: po­
der trabajar en pleno campo
misionero. Y he aquí que una
auténtica celebridad en enfer­
medades pulmonares, y anti­
guo alumno salesiano, me exa­
minó con toda detención. Su
diagnóstico me autorizaba pa­
ra regresar a mi misión de Río

Negro. Desde eiúonces han pa­
sado veintidós años y siempre
tuve una salud envidiable, y
además trabajando más que an­
tes. María Auxiliadora me llevó
de nuevo a la misión como se
lo pedí con insistencia.

LA SIGNIFICACION
DE UN MONUMENTO
Con motivo de los cincuenta
años de la Prefectura Apostó­
lica, se construyó un monumen­
to a María Auxiliadora como
perenne recuerdo de su mater­
nal asistencia en todo momento.
Se inauguró en la festividad de
la Asunción de 1967. Lo bendijo
mi sucesor. Monseñor Miguel
Alagna. Por un sendero que as­
ciende a la cumbre entre peñas­
cos, plataneros y palmeras se for­
maron dos largas filas de indios
rezando; habían venido a la mi­
sión andando o en canoas y
desde las primeras horas de la
mañana esperaban el momento
de participar en el solemne ac­
to. Estimulaba a rezar el artís­
tico viacrucis, regalo de los
blancos de la zona a los misio­
neros por su labor civilizadora.
Ante cada estación Monseñor
Alagna bendecía el magnífico
mosaico que plasmaba el dolor
de Cristo. Me conmovía el fer­
vor de los indios al rezar: eran
los mismos indios que había vis­
to n a c e r y creer la vida
cristiana durante mis cuarenta
y seis años de misionero entre
ellos. La concelebración, que
tuvo lugar en la cumbre, antes
de bendecir el monumento, era
una magnífica síntesis de todas
las misas celebradas en la in­
mensidad de la selva en los cin­
cuenta años de misión. Desde lo
alto sonreía la Virgen a la mu­
chedumbre de devotos, repre­
sentantes de todas las comuni­
dades de nuestra Misión. A me­
dia noche se encendieron tan­
tas luces, que parecían multi­
plicar las sonrisas de María Au­
xiliadora sobre sus hijos de Río
Negro y especialmente sobre
sus misioneros: que desde hace
medio siglo se prodigan con un
trabajo agotador en la difícil
conquista de Río Negro para
Cristo y la Iglesia.

Gracias de M aría ¿luriliadora
y de su Ipo'stol S. Juan Sosco
¿Por qué a mí no me va a curar?
Baracáldo (Vizcaya).—Una hija nuestra, de 8
años, contrajo una enfermedad llamada .psoria­
sis», en las piernas y en la cabeza. Los médicos
no pudieron curarla. Llevada a Madrid, a un re­
nombrado especialista, éste dictaminó tajante:
«Elsto no se cura nunca».
Un día estando la niña leyendo el Boletín Salesiano, quedó impresionada ante las g^racias y fa­
vores que María Auxiliadora concede a sus devo­
tos, y exclamó: «Y ¿por qué a mi no me va a
curar la Virgen? Aquella misma noche se enco­
mendó a María Auxiliadora e hizo que con ella
rezasen también sus hermanitos.
A los tres días, sin haberla puesto ningún tra­
tamiento, amaneció totalmente curada. En las
sábanas habían quedado las costras de la enfer­
medad. Ha pasado un año y, desde entonces,
ni la más leve sombra ni el más pequeño sínto­
ma de aquella dolencia.
Llenos de gratitud a la Virgen de Don Bosco
publicamos la gracia y animamos a todos a con­
fiar en el auxilio de tan buena Madre. L a fam ilia
Zulaica-Hernández.

Poca posibilidad de salvar madre y niña
Sevilla.—El día 5 de diciembre pasado daba mi
señora a luz a una niña. Horas antes el doctor
me había informado que existía muy poca posi­
bilidad de salvar tanto a la madre como a la cria­
tura, debido a las continuas hemorragias. Nos­
otros pusimos toda nuestra confianza en nuestra
buena Madre, que sabíamos que no nos abando­
naría. Dos horas más tarde de la operación am­
bas estaban sanas y salvas. En agradecimiento
hemos llamado a nuestra hija Esperanza Auxi­
liadora y mandamos una limosna. Antonio R a­
mírez y Astiyición Torres Torres.

Rodó hacia un barranco
Siles (Ja én ).—Terminados los tres días de con­
vivencias juveniles, tenidas en la Colonia de Sabinillas, salimos, el miércoles santo, haciendo
sabrosos comentarios a la experiencia del aposto­
lado seglar de la juventud salesiana. Habíamos

madrugado, dada la distancia a que nos encon­
trábamos. Ibamos, digo, alegres, carretera ade­
lante, cuando, a unos 6 km. del pueblecito mala­
gueño de Colmenares, nuestro coche empezó a
girar sobre si mismo en una curva peligrosa y
deslizante a causa de la llovizna de aquella ma­
drugada, sin que la habilidad del taxista lograra
hacerse con él. En una de osas vueltas rodó ha­
cia un barranco con suficiente hondura para ha­
ber perecido todos los ocupantes. En tan angus­
tioso momento y conscientes de la responsabili­
dad ante los padres de los seis jóvenes que me
acompañaban, lancé un grito de socorro dirigi­
do a María Auxiliadora, implorando su ayuda,
cosa que hicieron también los demás.
Nuestra súplica fue escuchada y Ella, como
siempre, nos prestó su poderoso «Auxilio». Con
gran asombro fuimos saliendo del coche, sin
haber padecido ni una sola rozadura ninguno de
los 8 que lo ocupábamos. La gracia fue comple­
ta (María Auxiliadora no hace las cosas a niedias) pues debido a la forma en que el coche
rodó ni el motor sufrió daño y pudimos seguir el
viaje en él, después de varias gestiones que no
hacen al caso. Repuestos del primer susto, que no
fue pequeño, prometimos publicar esta gracia
que, sin exageración alguna, estimamos como un
verdadero y gran milagro. También prometimos
organizar una acción de gracias pública, a la
que convocaríamos a familiares, amigos y archicofrades de esta bella y ciiatiana localidad. En
este acto, dijimos, cantaremos un solemne Te
Deum. Abraham Lorenzo Casado, 8. D. B.

Me embistió de lleno
Arosa (Suiza). -Volvía del trabajo montado en
mi Vespina y rezando a María Auxiliadora. Un
minuto antea la había saludado en su capilla.
En una gran curva llegó a toda marcha un co­
che que me embistió de lleno por mi derecha,
destrozando por completo mi medio de transpor­
te y lanzándome a mí, lejísimoa. Increíble: me
hallé sano completamente, salvo algún arañazo.
Los viandantes que acudieron en mi auxilio cre­
yéndome muerto quedaron estupefactos al ver­
me incólume. La Virgen estuvo de mi parte tam­
bién en el juicio que siguió, pues quien me había
atropellado sostenía que era por culpa mía. An­
tes yo era devoto de María Auxiliadora, pero
ahora lo seré mucho más para manifestarle mi
gratitud. Humberto Primo. Cooperador Sale .iano.

Otros coraxones agradecidos
Matará.—Doy gracias fervientes a María Auxi­
liadora por haber conseguido de Ella una gracia
muy importante, después de haberle ofrecido unas
misas gregorianas por el alma de aquella persona,
que Ella quisiera más. Exhorto a todos los devo­
tos de María Auxiliadora y San Juan Bosco a
acudir confiadamente a nuestra Madre Celeste.
Joaé Sala.
L a Linea de la Concepción.—Estando mi ma­
dre muy enferma y temiendo que tendríamos que
operarla, acudimos a María Auxiliadora para
que nos ayudara en tan gran apuro. Muy agra­
decida por habernos escuchado envío la limosna
prometida. María Aíoreno.
M adrid.- Muy agradecida a María Auxiliadora
por un favor que me ha concedido, suplico se
publique en el Boletín y envío una limosna. Mer­
cedes de Andrés Curiel.
Murcia.—Envío una limosna a María Auxilia­
dora por un favor que me ha dispensado. Una
murciana agradecida.
Barcelona.—He aquí una pequeña gracia, que
me otorgó María Auxiliadora ayudándome a sal­
var unos exámenes. Hago público mi agradeci­
miento y mi fe en el poder de nuestra Madre. J. M.
Baracaldo (V izcaya).—Doy gracias a la San­
tísima Virgen María Auxiliadora por un favor
recibido y que Ella proteja el matrimonio de
mi hijo, y sea para nuestra felicidad. Entrego
un donativo para su culto. Carmen.
SeuiZhi.- -Encontrándose enferma una sobrina y
no sabiendo los médicos qué hacer ya, la enco­
mendé con gran fe a María Auxiliadora y al reco­
nocerla de nuevo, la encontraron bien, pudiendo
hacer su vida normal. Cumplo mi promesa de
publicar la gracia. ¡Muchas gracias Madre mía!
jfnrín del Caso.
Madrid.-—Hicimos una novena a María Auxi­
liadora, con la promesa de dar una limosna para

las Obras Salesianas y publicar en el Boletín
nuestro agradecimiento a la Virgen si nos con­
cedía la gracia pedida. Obtenida ésta, enviamos
la limosna prometida, con el ruego de que se pu­
blique nuestra gratitud a tan excelsa Señora por
el favor recibido. S. B. y M.
Villena.—Estando a tan solamente unos días
de realizar unos fuertes exámenes y con pocas
probabilidades de salir bien de ellos, me enco­
mendé fervorosamente a María Auxiliadora, pro­
metiéndole que si salía bien, haría que se publi­
case en el Boletín Salesiano; por eso habiéndolo
conseguido agradeceré publiquen estos favores.
R. F.
Vigo.—Por diversas gracias, alguna muy des­
tacada, obtenidas de nuestra buena Madre, María
Auxiliadora, entrego una limosna a las Obras
Salesianas y deseo que se publique en el Boletín
Salesiano para ejemplo de sus devotos. Manuela
Pérez.
Salamanca.—Sumamente agradecidos a nues­
tra Madre María Auxiliadora por varios favo­
res recibidos, que pedimos para nuestros hijos,
enviamos una limosna para su culto. Invitamos
a cuantos necesiten en momentos difíciles acu­
dan con verdadera confianza a tan buena Madre.
Un matrimonio A rchicofrade. F. y V.
DAN GRACIAS A MARIA AUXILIADORA
Y A SAN JU A N BOSCO Y ENVIAN UNA L I­
MOSNA: Guadalupe Ferreiro, de Madrid; Vicen­
ta Estreder Mora, de Valencia; María Teresa
Gordillo, de Sevilla; Luisa Barba, de Ubeda;
Esther Pérez, de Baños de Molgos; Manuel Pé­
rez, de Valladolid; Juana Esteban, de Hoz de la
Vieja y María Rodríguez, de Salto de las Con­
chas: Carmen Salamanca, de Toledo; una devota,
de Salamanca: Modesta Antolínez, de León y Oti­
lia Gil.

F a v o re s de n u e s tro s s ie r v o s de D io s y m á rtire s
Barcelona.—-Por un favor recibido del Padre
Felipe Rinaldi, mando una limosna, y ruego sea
publicado en el Boletín Salesiano, para su causa
de Beatificación.
Riells del Fay. Por una gracia alcanzada por
mediación de la Sierva de Dios Doña Dorotea
de Chopltea y de Don Felipe Finaídi envío una
limosna para el proceso de ambas beatificacio­
nes.
devota.
RicUs del Fay. Envío una limosna para la cau­
sa de Beatificación de Don Felipe Rinaldi en
agradecimiento por haber salido bien, mi hijo
político, de una delicada intervención quirúrgi­
ca. N. N.
X. X. Lo mando con el mayor espíritu de grati­
tud una limosna para las causas de Beatificación de
las Slervas de Dios. Doña Dorotea y mártires
Salesianas Sor Carmen Moreno y Sor Amparo
Carbonell. por haberme conseguido del Sagrado

26



Corazón de Jesús una señalada gracia. Mi ancia­
na madre empezó a padecer fuertes dolores en
todo el cuerpo, que le imposibilitaban el andar
produciéndole un fuerte malestar. Teniendo una
nueva y fuerte prueba del Señor acudí con ver­
dadera fe a las Siervas de Dios. A los pocos días
el médico acertó y corrigió el mal, encontrándose
ahora, en lo que cabe. bien.
Como son muchas las gracias que debo a las
tres Siervas de Dios, quiero expresar pública­
mente mi reconocimiento y confío que seguirán
ayudándome como hasta ahora. Sor. C. Mora­
les. H. M. A.
Ciudad Real.—Envío una limosna agradeciendo
al Siervo de Dios Ce ferino Namucurá, los favo­
res recibidos, entre ellos, el mejorar un hermano
mío de unos mai*eos que sufría desde hace bas­
tantes años, y que la ciencia no alivió, además de
otros favores familiares resolviendo asuntos de
interés. Laura Santos.

Salam anca.—Por favores recibidos dan gracias
al mártir salesiano iZrdo. D. Juítón Rodríguez, y
una limosna para su Beatificación, varias per­
sonas agradecidas.
Tarazona (Z aragoza).—Habiendo recibido va­
rios favores del Siervo de Dios el coadjutor sale­
siano, D. Ja im e Ortiz, en quien he puesto plena
confianza y de quien me siento ferviente devota,
envío una limosna para su Beatificación, mientras
le pido otras gi'acias, en la seguridad de alcan­
zarlas. Sor Isabel de la Sma. Trinidad.
Valencia.—^Hace tiempo quería cumplir la pro­
mesa hecha al mártir salesiano Don Ju an Martorell, por haberme concedido una gracia extra­
ordinaria, mediante la cual, puedo aportar a mi
familia un alivio en sus necesidades y yo me en­
cuentro satisfecho en mi trabajo. Peo. M. M.
Picasent (V alencia).—Doy gracias al P. Juan
Martorell por las innumerables gracias recibidas
por su intercesión, y esperando recibir otras, le
envío una limosna para su Beatificación. Concha
García.
Picasent (V alencia).—Hace mucho tiempo que
venía padeciendo dolores en una rodilla sin que
sirvieran de alivio los calmantes que me receta­
ban los médicos. Y ante la imposibilidad de se­
guir de aqueUa manera, fui a unos cuantos mé­
dicos de huesos, que me dijeron tenía un desgaste
en el hueso de la rodilla y que era necesaria una

operación. Lo pensé mucho, y al fin me decidí,
encomendando el éxito de la misma a D. Juan
Martorell, prometiéndole una limosna y publicar
la gracia. Habiendo resultado todo bien, cumplo
mi promesa. Dolores Soldevila.
Picasent (Valencia).—-Hace ocho años que oatoy en deuda con el mártir salesiano D. Juan
Martorell, pues con motivo del nacimiento de mi
primer hijo, se presentaban tan mal las cosas,
que hube de ser internada en una clínica do Va­
lencia, en donde nació; pero con tales dificultades,
que los médicos aseguraban que no podría sobre­
vivir, y en caso de salvarse, quedaría privado de
conocimiento. En tan criticas circunstancias, tan­
to yo como toda la familia encomendamos el
asunto a nuestro querido tío D. Ju an Martorell,
mártir salesiano, prometiendo una limosna y pu­
blicar la gracia. Pues bien, a pesar de los pro­
nósticos tan pesimistas de los médicos, y de la
debilidad del niflo, éste se recuperó muy pronto
y a los nueve meses ya hablaba y manifestaba
un conocimiento normal. Empezó a andar pronto
y crecía tan hermoso que llamaba la atención
por donde pasaba. Hace unos meses, mientras
estaba jugando sufrió una peligrosa caída rom­
piéndose un brazo. Encomendé de nuevo el niño
a mi santo protector y el niño ha quedado per­
fectamente. Otras muchas gracias le debo a mi
protector, por todas las cuales, le doy públicas
gracias y envío un donativo para su causa de
Beatificación. Carmen M. Aguado.

R o g u e m o s p o r n u o s tro s d ifu n to s
Don Teodoro Revenga Cerezo, 4* en Tordómar
(Burgos), el 11 de Marzo de 1968, a los setenta
Y siete años, desgastado más que por la enfer­
medad por la edad y del trabajo, pero de un
trabajo santificado, pues cuando acudía a su
quehacer, el camino le servía para ir rezando
al Señor. Fue devotísimo de María Auxiliadora
y Don Bosco. Rezaba todos los días, desde hace
algunos años las tres partes del rosario. Mo­
mentos antes de expirar se sentía tan feliz que
se puso a cantar al Sagrado Corazón de Jesús,
del que era muy devoto. Y como fue su vida,
sencilla, buena, fue su muerte. Entregó su alma
dulcemente, sin un dolor, sin un estertor (co­
mo un ángel) al Señor.
Don Pedro Rojo Roldán, ^ en Madrid, el 3 de
marzo de 1968. De su caridad es prueba el si­
lencio con los suyos para no apenarlos, disi­
mulando la gravedad de sus dolores, pues pa­
decía del corazón. Miembro de la Adoración
Nocturna de su parroquia completaba su cari­
dad con el amor a Jesús Eucaristía. Dio a la
Congregación Salesiana un hijo, don Luis Rojo.

No cabe duda que su amor a Dios y al prójimo
le habrán abierto las puertas del Cielo.
Doña Matilde María de las Ermitas Rubio Ulloa, •{>
el 4 de marzo de 1968 a los ochenta y un años
de edad en Vigo. Cooperadora Salesiana. Vivía
en una desprendida y generosa pobreza para
sostener las necesidades de los niños de la Casa
de Vigo, a los que tanto amaba.
Ejemplarísima en todo. Muy piadosa. De medi­
tación Y comunión diaria, conciencia angeli­
cal Y delicada, llevaba una vida muy intensa
de ie en Dios. A su austeridad y pobreza unía
una grande y sencilla afabilidad junto con in­
cansable laboriosidad incapaz de pensar en
otra cosa que no fuere hacer bien a todos. Mos­
tró su fe Y vida cristiana en la resignación y
amor con que soportó por muchos años su pe­
nosa y maligna enfermedad. Leía con verda­
dera fruición el Boletín Salesiano y gozaba con
todas sus noticias. Sentía ilusión con ser mi­
sionera, tuvo que renunciar a ello por su deli­
cada salud, no obstante sostenía vocaciones
misioneras salesianas.

— 27

UNA OBRA QUE OS PUEDE INTERESAR
E L CENTRO EXTERNO DE COOPERADORES DON ROSCO

UNIDOS P A R A EL
Por ciudades y pueblos de
España en los que no hay casa
saiesiana existen muchas per­
sonas amigas de la Obra Salesiana, a las que les llega este
Boletín.
Entre nuestros lectores existen:
muchos bienhechores de
los salesiinosf
— muchos devotos de María
Auxiliadora/
— muchas personas a las que
María Auxiliadora, San Juan
Bosco, Santo Domingo Savio,
Doña Dorotea de Chopitea o los
otros Siervos de Dios y Márti­
res Salesianos han concedido
gracias y favores en enfermeda­
des, apuros familiares, en el na­
cimiento y crianza de los hijos...
— muchos padres y parien­
tes que están í n t i m a m e n t e
vinculados a las Congregacio­
nes de los salesianos o de las
salesianas por ser padres, her­
manos, parientes... de salesianos
o de Hijas de María Auxilia­
dora/
— y uxisten también coope­
radores salesianos, que en su
día recibieron su diploma de
cooperador y fueron inscritos

como tales, pero que por cirounstancias de la vida han te­
nido que cambiar de población
y permanecan desconectados de
los respectivos Centros de Co­
operadores.
Pues bien, a todos ellos les
interesa conocer la existencia
del CENTRO EXTERNO DE CO­
OPERADORES D. BOSCO, cuya
finalidad y funcionamiento es
el siguiente:
1.
FINES. Son varios/ los
principales:
a)
Estrechar más, espiritual y
afectivamente, con San Juan
Bosco y su Obra, hasta ingre­
sar en la Tercera Familia Salesiana, llamada de otro modo
iCooperadores Salesianosi, a to­
dos los amigos de Don Bosco,
a fin de que gocen del tesoro
espiritual formado por las ora­
ciones de los alumnos de los
colegios salesianos y salesia­
nas, de los méritos que ganan
cooperadores, y salesianos con
su labor apostólica, de los su­
fragios que los salesianos hacen
en memoria de los cooperadores
difuntos y de las indulgencias,
obtenidas por el mismo Don

PORTUGAL. —
Alejandrina da
C o s t a (19051951), coopera­
dora saiesiana,
cuya bealificac i ó n ha co­
menzado. Sus
méritos: Sufrir
largos a ñ o s ,
inmóvil en una
cama heroica
resignación y
ofrecer el do­
lor por la sal­
vación de las
almas.
28



Bosco de los Papas para los
cooperadores salesianos regular­
mente inscritos en la Tercera
Famila Saiesiana.
b)
Estimular y ayudarles, tal
como nos pide urgentemente la
Iglesia en el Concilio, a todos,
en el testimonio de vida cris­
tiana y en hacer el bien.
2. MIEMBROS. Pueden for­
mar parte del Centro Externo
Don Bosco en primer lugar los
que ya son cooperadores. Lue­
go todos los demás citados
arriba.
Para ser cooperadores salesia­
nos se requiere, por disposición
del mismo Don Bosco:
— Tener dieciséis años de
edad.
— Gozar de buena reputación
y llevar vida cristiana.
— Estar dispuestos a hacer al­
go de bien.
3. SE RECOMIENDA a los
cooperadores que todos los me­
ses hagan el Ejercicio de la
Buena Muerte (esto es: confe­
sar y comulgar una vez al mes
como si fuese la última vez que
lo hacemos). Don Bosco insis­
tía mucho en esto y aseguraba
que no se condenaría quien lo
4. ' p a r a c o n s e g u ir lo s
FINES propuestos en el número
1 el Centro cuenta:
a) con el Boletín Salesiano,
que se envía gratis a todos los
cooperadores/ y sirve para co­
nocer el movimiento de la Obra
Saiesiana y su espíritu.
b) Con una HOJA mensual,
que se envía lodos los meses,
particularmente, con normas y
sugerencias para completar el
Ejercicio de la Buena Muerte e
inserirnos más en el espíritu
salesiano.
c) Con una Colección de fo­
lletos (en vías de formación) pa­
ra insistir en determinados pun­
tos de formación saiesiana, cris­
tiana, educacional, matrimonial,
etcétera... De estos, unos han

salido Y olios irán saliendo peliódicameníe.
« *
Queremos responder a una
posible objección que retrae a
muchos cristianos de pertenecer
a asociaciones buenas:
Cooperador salesiano o de
Don Sosco no qpiiere decir tdar
dinero» a los salesianos o con­
tribuir con una cuota fija a las
Obras salesianas (eso es propio
de los bienhechores de la Obra
Salesiana, que pueden ser hasta
judíos, mahometanos, ateos, et­
cétera, pero que nunca serán
cooperadores salesianos). Por eso
en el Centro Don Sosco ni en
ningún Centro de Cooperadores
se señala cuota ni se exige co­
laboración económica.

Eso no quiere decir que los
cooperadores no puedan ayudar
económicamente, si lo desean,
a las obras salesianas, y de he­
cho asi lo hacen muchos..., pero
sí se quiere decir que lo esen­
cial del cooperador salesiano
no es dar dinero sino: ser buen
cristiano, trabajar y rezar uni­
dos espiritualmenle, y a veces
personalmente, a la Congrega­
ción Salesiana en pro de la ju­
ventud más necesitada y de la
Iglesia..., y tener preocupación
por hacer el bien que uno pue­
da allí donde está o quizá se
lo pidan.

Terminamos esta información
invitándoos a todos los que vi-

Para todo lo relacionado con
el CENTRO EXTERIOR DON
BOSCO, esto es, información,
Boletín, cambio de domicilio,
donativos..., dirigirse siempre a
DELEGADO NACIONAL DE
COOPERADORES.
ALCALA, 164 - MADRID-2.

(Viene de la página 18)

so de las técnicas. Nosotros, aún
sin quererlo, nos hemos hecho
consumidores de los productos
de nuestro ingenio. No puede
ser de otra manera y no tene­
mos que apesadumbrarnos de
tener tales medios, incluida la
televisión. Pero sí hemos de

prestar atención a la disposi­
ción de espíritu con que «ha­
cemos frente» —nos parece con­
veniente usar este término— a
los productos de la técnica.
No por nada Henri Bergson
habló del «suplemento» de alma
que nuestro tiempo exigiría.

lad de medicina un pabellón
para tíos niños atacados por el
mal de la TV».
iSi los padres, afirma el direc­
tor de la clínica pedriática de
la Universidad de Viena, no se
quieren lomar la molestia ni la
responsabilidad que les incum­
be a propósito de la TV maña­
na podrán ser argüidos por sus
propios hijos.» No faltan neu­
rólogos que hablan de traumas
en el sistema nervioso y d© sa­
cudidas en el equilibrio síqui­
co.
Por consiguiente, es muy sa­
bio el toque de atención del
Concilio:
«Sean adiestrados los más pe­
queños en el uso mesurado y
disciplinado de los instrumentos
de comunicación social.»
Y más es¡>ecíficamente con­
creta: Es deber de los padres vi­
gilar con diligencia a fin de que
no entren en casa espectáculos
contrarios a la fe y a las bue­
nas costumbres.
Pío XII recordaba a los pa­
dres este deber la fin de que
no tengan que llorar, cuando
ya no haya tiempo, sobre las
ruinas espirituales de inocen­
cias perdidas».
Decíamos al principio que
nuestro mundo es una sociedad
de espectáculos. Ciertamente
nuestra civilización está seña­
lada por el progreso asombro­

*



*

vis en población, donde no hay
casa salesiana, a inscribiros en
el CENTRO EXTERNO DON
BOSCO. A los que viven en ciu­
dades, donde hay Colegio Sale­
siano, les invitamos a inscribir­
se en el Centro local de coope­
radores que funcione en el Co­
legio Y, si no funciona, puede
temporalmente inscribirse en el
Centro Externo.
« «

LOS COOPERADORES DE CORDOBA EN M£r<10Il!A
DE D. ANGEL MATEOS
Los Cooperadores Salesianos de la Inspectoría de Córdoba
crean una Beca con el nombre de «Beca D. Angel Mateos, S.D.B.>
con la doble finalidad: de recordar las muchas virtudes de este
ejemplar Sacerdote Salesiano, apóstol celoso y sacrificado, humilde
y bueno y el montaje de una «Biblioteca de Espiritualidad» para
la mejor formación de nuestros Delegados, Celadores y Coope­
radores.
Damos relación de Jas primeras aportaciones que nos han lle­
gado. Animamos a los Sres. Cooperadores y Amigos de la Obra
Salesiana a ser generosos; principalmente los de aquellas po­
blaciones como Granada y Córdoba donde ejerció más tiempo
su apostolado. Las limosnas pueden enviarlas al Delegado Ins­
pectoría! de Apostolados Sociales Salesianos, Rvdo. P. D. Jesús
Amable —Seminario Salesiano— PRIEGO (Córdoba) o directa­
mente al Delegado Local de cada Centro de Cooperadores.
D. Angel, desde el Cielo, bendecirá vuestro sacrificio.
1.5 relación de donativos para la «Beca D. Angel Mateos, 8.D.B.»
Pesetas
Centro de Las Palmas de Gran Canaria . . . .
10.525
Centro de Santa Cruz de T e n e rife ..........................
3.500
Centro de T e r o r .............................................................
4.000
Centro de Córdoba........................................................
6.350
Centro de Pedro A b ad ..................................................
3.100
Centro de Peñarroya-Pueblonuevo..........................
600
Centro de Villaralto (Córdoba)...................................
100
Centro de Priego de Córdoba....................................
400
Recibidas de otras poblaciones....................................
3.120
S o n ....................................31.695

- 29

L

Beeas

d $&$tenimm\o
ftHm acm htíücaciom s

«El mejor premio que Dios concede a una familia es un hijo sacerdote.» (Don Bosco.)

INSPECTORIA DE BARCELONA
P. Provincial: P.- San Juan Bosco, 74 - BarceIona-17
BECAS COMPLETAS
Boca «Nuestra Señora de la Alegría>. 100.000 pts.
Beca «José Basa García». Barcelona-Rocafort. 50.000 pesetas
Beca «Florencio Sánchez». Total: 30.000 pts.

Beca «María Auxiliadora». Archicof, Santander. T .- 6 000
Beca «Sres. Udaetxe». Bilbao. Total; 34.000 pts.
Beca «San Andrés» Burgos. Total: 1.327’35 pts.
Beca «Nuestros Mártires». Zuazo. Total: 18.509 pts.
Beca «María Auxiliadora» II. Total: 20.000 pts.
Beca «Anfonso Gómez Pineda». Pamplona. Total: 5.000 pts
Beca «San Paulino». Baracaldo. Total: 23.000 pts.
Beca «Eduardo Caprani». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «Jesós .Aznar», promovida por Doña María Salmerón.
Vda. de Aznar. Total; 7.000 pts.

BECAS EN FORMACION
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

«Nuestra Señora de Montserrat». Total: 80.000 pts
«Santos Antonio y Sebastián». Total: 15.000 pts.
«Familia Serdá Dasquens». 1.» entrega: 5.000 pts.
«Don Juan Antal». Total: 94.000 pts.
«José María Valles Plá». Total: 6.000 pts.
«Claudio García». Total: 25.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Escuelas Salesianas - Deusto-Bilbao
BECAS COMPLETAS
Beca
Beca
Beca
de

«San Juan
«D. Pedro
«D. Cirilo
Baracaldo.

Bosco». J . Alvarez. lOO.OOO pesetas.
Ollvazzo». Total: 30.000 pesetas.
Sa^astagoitia». promovida por los AA. AA.
Total; 30.000 pts.
BECAS EN FORMACION

Beca «Mamá Margarita». L. Cañada. Pamplona. N. e .: 250
pesetas. Total: 19.250 pts.
Beca «María Auxiliadora». D. R. G. R.
Total: 25.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». 2.8 Arch. Baracaldo. T . : 21.500.
Boca «D. Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. N. e.:
4.000 pts. Total; 30.000 pts.
Beca «Restitución-Gratitud». J . G. N. e .: 10.000. T . : 20.000.
Beca «San José». J . G. N. e .: 10.000 pt.s. Total: 20.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». J . G. N. e.:
10.000. T . : 20.000.
Beca «D.8 Carmen Aguirre*. N. e.: 5.00(1. Total: 10.000 pts.
Beca «M.B Ang. Po.stigo I.rfihrador*. N. e .: 6.000. T . : 20.000.
Beca «Conchita Diez Noza*. N. o.: 5.0(X). Total: 20.000 pts.
Beca perpetua «San Cosme y Sta. Magdalena*. N. e.: 5.000
pt'setns. Total. 80.000 pts,
Beca «D. Jo sé Díaz de Cedo Vallo y Petra Gastón Ventosa*.
Total: 9.000 pts.
Beca «Sra. de VIdarrásaga». Total: 6.000 pts.
Beca «Familia Imbert». Total; 10.000 pts.
Beca «Virgen del Castillo». E l Royo. Total: 9.800 pts.
Beca «Srtas. Ramona y Josefina de Felipe». T . : 50.000 pts
Beca <F. Canales». Total: 14.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuazo. Total; 5.500 pts.
Beca «1. Concepción». J . L . M. Total: 6.5(X) pts.
Beca «Don Jo sé Santos». Deusto (Colegio). Total: 17.000 pts.
■Rwa *Sr. Ju stl*. Deusto (Colegio). Total: 20.000 pts.
Beca «Don Jo sé Puertas* AA. AA. Deusto. Total: 10.500 pts.
Beca «Don Bosco*. Ciudad Laboral. Pasajes. Total: 5.720.
Bwn «Sagrada Familia». San Sebastián. Total; 10.000 pts.
Beca «Franclseo Tierra». Burceña. Total: 8.500 pts.
Beca «San Juan Bosco». Santander. Total: 5.000 pts.
Bev'a «Santo Domingo Sado». Santander. Total: 19.500 pts.
Beca «San Jo sé Obrero», Indstriales. Santander. T .; 10.000.

INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS EN FORMACION
Beca «D. Antonio Espinosa». Tenerife. N. e .: 64.000 Dts. To­
tal: 106.800 pts.
Beca «Familia Naranjo». Las Palmas. N. e .: 700 pts. Total3.600 pts.
Beca «Familia Lago». Las Palmas. N. e .: 1.200 ptas. To­
tal: 6.000 ptas.
Beca «E. de Chacón Hernández». Las Palmas. N. e • 1 800
ptas. Total: 6.900 ptas.
Beca «Familia Torre*. Las Palmas. N. e .: 390 ptas. Total:
4.100 ptas.
Beca «Familia Feo. León Navarro». Las Palmas. N e •
1.200 pts. Total: 4.100 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». Cías. Las Palmas. N e •
3.500 pts. Total: 34.300 pts.
Beca «Familia del Pino Muñoz». Jaén. l.S e.; 10.000 pts.
Beca «Domingo Savio». Santa Teresa-Ronda. Total; 4.700pts.
Beca «Santa Isabel». Granada. Total: 34.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». Cias. Relig. Ronda. Total:
13.000 pts.
Beca «S. Jo sé y Ntra. Sra. de Monserrat». Granada. Total:
18.2(X) pts.
Beca «Utrera y Deherves». Córdoba. Total: 10.000 pts.
Beca «San José». Pozoblanco. Total: 4.000 pts.
Beca «Sta. Teresa». Granada. Total: 16.150 pts.
Beca «Moisés Redondo Tirado». Pozoblanco. T .: 40.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba. Total: 17.737 pts.
Beca «San Miguel». Montilla. Total; 21.300 pts.
Beca «Manuel Hernández». Las Palmas. Total: 6.000 pts.
Beca «S. Juan Bautista». Córdoba. Total: 13.0()0 pts.
Beca «D. Sebastián M.8 Pastor». Córdoba. Total: 4.015 pts.
Beca «Rafael Moure Ríos». 2.8 Córdoba. Total; 8.750 pts.
Beca «D. Vicente Reyes». Córdoba. Total: 2.200 pts.
Beca «Sra. F . Peña». Málaga. Total: 12.000 pts.
Beca «Montilla». Montilla. Total: 25.000 pts.
Beca «Romero-MarUnez*. Málaga, promovida por Doña Do­
lores Martínez. Vda. de Romero. 1.8 e .: 30.0()0 pts.
Beca «Escuelas Externas». Montilla. Total: 9.000 pts.
Beca «Nuestra Señora de la Conso1aci<^». Torredonjimeno.
Total; 25.000 pts.
Beca «Baldomcro Pagán». Pozoblanco. Total: 17.500 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: 40.000 pts.
Beca «Sagrado Corazón de Jesús». Las Palmas. T .: 30.395.
Beca «María Auxiliadora». Málaga. Total: 18.300 pts.
Beca «Familia Ansorena». Total; 19.000 pts.
Beca «M.8 Aux.» Fam ilia Gómez Bríasco. Total: 39.00 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. Total: 36.000 pts.
Beca «Cías. Juventud Salesiana». L a Orotava. T .: 40.000 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife». Tenerife. Total: 32.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio*. Cías. Tenerife. T . : 21.CNX) pts.
Beca «Virgen del Pino». Teror. Total: 47.000 pts.

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cFamilia Atilio Ley». Las Palmas. Total; 1.500 pts.
«Familia L ara Padín». Las Palmas. Total: 6.100 pts.
«Juan X X III» . Montilla. Total: 14.350 pts.
«María Aux.» Cooperadores. Antequera. T .: 6.500 pts.
«San Ju an Bosco». Lopera (Jaén ). Total: 20.000 pts.
cFamilia Espejo Gómez». Montilla. Total: 12.000 pts.
«Familia Mufioz». Total: 18.000 pts.
«María Auxiliadora». Antonio R o ^ n . Total: 25.200 pts.
perpetua «Troya Gozálvez». Ubeda. Total: 24.000 pts.
«Virgen del Pino». Las Palmas. Total: 1.000 pts.
«D. Bernardo López Baena». Córdoba. T . : 12.000 pts.
«Pura Bermúdez». Málaga. Total: 26.000 pts.
«P. Santa Catalina». 2.S Las Palmas. Total: 1.000 pts.
«N. Rodrigue». Las Palmas. Total; 2.100 pts.
«Familia Vargas». Ronda. Total: 10.000 pts.
«Doña María». Las Palmas. Total: 3.700 pts.
«Manuel Moreno». Las Palanas. Total: 1.500 pts.
«Mártires de Pozoblanco». Total: 8.725 pts.
«Matrimonio CLM-SCB.» Málaga. Total: 46.060 pts.

INSPECTORIA DE MADRID - «DESAMA»
P. Provincial: Paseo General Primo de Rivera, 25
Madrid (5) - Teléf. 227 56 91

INSPECTORIA DE SEVILLA - «BESASE»
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, J7 - Sevilla
Teléfonos 35 04 86 . 35 01 00
BECAS EN FORMACION
Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Almendralejo, iniciada iwi
Fam ilia Rafael Martínez Cordón e Isabel Martínez Asuar.
en memoria de doña Crescencia Asuar 1.9 e .: 35.0Ü0 pts.
Beca «M.9 Aux.» Archicoíradía. Cádiz. N. e.: 1.000 pts.
Total: 6.000 pts.
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Beca «Corpus Christi». J . Quintana. Sevilla. N. e .: 100 pe­
setas. Total: 10.530 pts.
Beca «M.9 Axtxiliadora», por A. R .. Sevilla. N. e.; 600 pese­
tas. Total: 7.500 pts.
Beca «Clemente Guede». Cádiz. Total: 8.775 pts.
Beca «P. Agustín Nofre». Utrera. Total: 27,210 pts.
Beca «V. Esperanza». Sevilla. T o tal: 1.860 pts.
Beca «S. Pedro Apóstol». Cooperadores. Alcalá. T . : 2.000 pts.
Beca «Mártires Salesianos de Morón». Morón. 1.9 e .: 1.816.
Beca «Ntra. Sra. Sgdo. Corazón». Morón. Total: 20.000 pts.
Beca «Stella Maris». Huelva. Total: 28.100 pts.
Beca «Virgen Victoria». Mérlda. Total: 55.500 pts.
Beca «Colegio P e sta ñ o » . Sevilla, por A. R. 1.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 212 - Valencia

R ecordam os a tod os los participan tes en BBSA9ÍA las
dos categ arias de B eca s C om pletas:
— B eca O RDINARIA: 50.000 pesetas.
— B eca MAYOR: 100.000 pesetas.
Siem pre pueden en viar donativos p ara tr com pletando
las b eca s «RESAMA».

BECAS EN FORMACION
Beca Mayor «Salesianos Don Bosco». J . Olías, 2.000. To­
ta l; 39.350 pts.
Beca «Besama» I II . V. Casado, 25; L . Limia, 100: GiménezAmau, 2.000 Total: 10.475 pts.
Beca Mayor «Nuestros Mártires». Gral. López de Letona.
N. e.: 5.000 pts. Total: 85.000 pts.
Beca «Mercedes Cruzado». N. e .: 3.000 T o tal: 21.000 pts.
Beca «M. A. L .» N. e.: 2.000 pts. Total: 25.000 pts.
Beca «San Antonio». A. Angulo. 1.9 e.: 10.000 pts.
Beca «San José». Arch. María Auxiliadora. Pizarrales. To­
tal: 8.000 pts.
Beca «San Vicente Ferrer». Total: 10.000 pts.
Beca «José Félix». Total: 25.000 pts.
Beca «Antonio Durán». Total: 25.000 pts.
Beca «Doña Dorotea». Madrid-Don Bosco. Total: 23.500 pts.
Beca «San Ricardo». Total: 6.000 pts.
Beca «Fam. Mesonero Rodríguez». Total: 12.000 pts.
Beca «Vda. de Pujadas». Total: 14.000 pts.
Beca «Padre Esteban». AA. AA. Paloma. Total; 19.305 pts.
Beca «El Coadjutor Salesiano» II. Cías. Paloma. 5.000 pts.
Beca «Don Juan». II. Total: 15.000 pts.
Beca «Don Manuel Nicolás». Total: 18.000 pts.
Beca «San Francisco de Sales». Estrecho. Total: 12.646 pts
Beca «Ci^imiro Ramiro». A. A. Atocha. Total: 34.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen y S. Lucas». Total: 34.000 pts.
Beca «Arch. M.9 Auxiliadora». P.S Extremadura. T .: 17.000.
Beca «Sto. Domingo Savio». C.9 M.9 Aux.-Atocha. T . : 16.000.
Beca «D. Félix González». Fam ilia Pardo. Total: 21.500 pts.
Beca «María Auxiliadora», n . Atocha. Total: 34.325 pts.
Beca «Familia D. Antonio Miranda, salesiano». T .: 15.000.
Beca «Josefa A. Roldán y Familia». Total; 30.600 pts.
Beca «María Auxiliadora». Salamanca. Total: 16.300 pts.
Beca «Vda. Casanovas*. Total: 5.000 pts.
Beca «Centro Juvenil». P.9 Extremadura. Total: 13.600 pts.

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BECAS COMPLETAS
«Azul y Rosa». N. e.: 2.600 pts. Total; 30.000 pts.
«San Bernardo*. Villena. N. e.: 8.000. T .: 30.000 pts.
«Santa Teresa». Primera entrega: 30.000 pts.
«Colegio Salesiano Sto. Domingo Savio». 30.000 pts.

BECAS EN FORMACION
Beca «Cooperadores de Valencia». N. e.: 4.000. T .: 12.500.
Beca «Archicofradía de M.9 Auxiliadora». Valencia. N. e.
4.000 pts. Total; 12.000 pts.
Beca «Ramón Guerrero Cárdenas». Primera entrega: 5.000.
Beca 2.9 «Rvdo. D. Manuel Pérez*. Total: 1.000 pts.
Beca «María Peire». en memoria de su esposo. T . : 10.000 pts.
Beca «San Cayetano». Total: 38.000 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio». Total: 1.500 pts.
Beca perpetua «Juan Manuel», por D.9 Carmen (5ómez de
Tortosa. Alcoy. Total: 50.000 pts.
Beca «Rvdo. Don Mariano Aisa». Burriana. Total; 17.500 pts.
Beca «Nuestra Señora del Pilar». Zaragoza. Total; 43.500 pts.

INSPECTORIA DE ZAMORA
P. Provincial: Universidad Laboral • Zamora
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BECAS EN FORMACION
«D. Pedro Olivazzo». AstudlIIo. Total; 12.576 pts.
«D. Ernesto Arnielles». Corufta. Colegio. T . : 38.250.
«D. Jo sé Saburldo». Orense. Total: 22.800 pts.
«M.9 Auxiliadora». Oviedo. Naranco. Total; 24.166 pts.
<D. Felipe García». Cooperadores Coruña. Hogar,
e. 3.000 pts. Total: 8.000 pts.
«P. Miguel Salgado». Vigo. S. Matías. T .: 49.150 pts.
«San José». Vigo. S. Matías. Total: 69.000 pts.
«M.9 Auxll.» Zamora. Rey Fernando. Total: 10.000 pts.
«Domingo Savio». León. Total; 16.665 pts.
«Virgen de Vlllanueva». Allarlz. Total: 21.125 pts.
«Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela Veguín. T . ; 19.346.
«María Auxiliadora». Allarlz. Total; 25.000 pts.
«José Sabaté». Vigo. Total: 31.000 pts.
«Don Emilio Montero*. Orense. Total; 22.000 pts.
«María Auxiliadora». Celanova. Total: 32.000 pts.

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• LLAMADA URGENTE •

Así se encuentran las obras de! Santuario de María Auxiliadora, de UhiÉa/
primero que se le alza en la provincia de Jaén, con motivo del Centenario de la Ba­
sílica de Turín. Se pensaba inaugurar el mismo día 9 de junio. Pero las dificultades
económicas van a obligar a parar las obras.
Los cooperadores y antiguos alumnos de Ubeda hacen una llamada urgente:
si cada lector del Boletín Salesiano enviara sólo CIEN PESETAS, el Santuario podría
bendecirse en la fecha prevista.
Dirija sus limosnas al padre salesiano:

D . Gonzalo Huesa Lope

-

Sa n tu a rio M aría Auxilia d ora

1 Sr, D.

(
Escuela Gráfica Saicsiana: Madrid - Atocha

-

Ubeda (Ja é n )