BS_1966_01.pdf

Medios

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BOLETIN
SALESIANO

ü a m a r io
Caria del Rector Mayor
a los Cooperadores Salesianos
pág. 4
Homenaje a Don Sosco
de las Cámaras Argentinas
páy. 10

Decreto sobre el Apostolado
de los Seglares
P¿9- 14
Instituto Femenino
de Economía Familiar pág. 18
Urdimbre en el telar,
por José Luis Carreño,
M. salesiano
pág. 21
Noticiario salesiano mundial
pág. 16
España salesiana
pág. 20
Crónica de gracias
pág. 25
Formemos nuestra biblioteca
Reguemos por nuestros difuntos
NUESTRA PORTADA
¿Quiénes son esos monaguillos
tan formales y con unas melenas
que en nuestras latitudes no las
vemos precisamente en los alta­
res 7 presbiterios de las iglesias?
No, no son esos melenudos con­
tra quienes nos desahogamos,
son indios chavantes que pei­
nan al uso de su tribu.

i

r

TURIN.—£1 P. Am ipe, prepósito general de la Compañía de Jesús, visita
al rector mayor, D. Ricceri, en la Casa Madre.

DESPUES
DEL
CONCILIO

Concilio ha terminado. Los Obispos de todo el orbe han vuelto a «tu
sedes después de una labor ingente por «u mole, por su grandiosidad,
por su profundidad. Han cambiado el rostro de la Iglesia.
Pero no solo el rostro, sitio también los modos, las maneras, los procedimientos. Nada de condenas y anatemas. A m or, mucho amor constructivo.
E l Evangelio ha recobrado su sendTlez. Y la Iglesia se ha encontrado a s<
misma. Y ha salido del Concilio más fie l a su tntstdn, con mayor caparidaii
de acercarse a los hombres, a todos Jos hombres, con 7os que el didtoyo t a a
ser mucho más fácil.
Durante Jos cuatro años de Concitio la Iglesia se Tía examinado e inte­
rrogado acerca de todos los puntos sustanciales; se ha criticado a si misma.
Añora la labor está hecha. Y nos preguntamos cudics son 7os rasgos nuevos
de esta Iglesia postconciliar, a la que algunos llaman ya la del tercer miíenio.
Pablo V I habia preguntado: i Iglesia de Cristo, quién erest
La ^Constitución sobre la Iglesia* es el documento más importante ela­
borado por el Concilio para responder a la pregunta. Y la Iglesia, superando
la perspectiva jurídica e institucionaZ, que hace de ella una sociedad visible
y perfecta, concepción surgida durante su batalla dialéctica con el viejo
protestantismo, se ha redescubierto en su aspecto más intimo de misteriosa
comurüdad de salvación y de amor en el Espíritu Santo, de *pueblo de Dios*
dinámicamente empeñado en una milenaria historia de sah>ación, de *sacramentó* revelador y portador de Dios entre Zos hombres.
E l nuevo relieve dado a sus aspectos invisibles, sálvificos, vitales, se re­
fleja en nuevas concepciones en todos los demás sectores.
Visión nueva de la jerarquía, la cuál más que dominio es servicio prestado
a la misteriosa comunidad de la Iglesia. Es una jerarquía armoniosamente
compleja: la responsabilidad de la Iglesia ha recaído colegialmente en el
conjunto de los obispos, unidos y sometidos al Papa, su cabeza indiscutible,
pero no aislada. E l laicado adquiere su esp ccí^ a fisionomía de consagrante
de las estructuras terrenas; la liturgia vuelve a ser la oración sacerdotal de
la comunidad orgánica y viva en la que cada uno tiene su función y su voz.
La Iglesia, comunidad de amor en el Espíritu unificante, se dirige con
rostro renovado a los hermanos separados, reconoce las riquezas de su espi­
ritualidad, restablece con ellos un diálogo lleno de simpatía y de compreiisión.
Diálogo que se extiende también a los pueblos paganos con renovado empu­
je misionero, respetuoso de los valores positivos de las grandes religiones no
cristianas el hifíduismo, el budismo, el islam; consciente además de que para
dirigirse a ellos debe desprenderse del andamiaje occidentalista si quiere
convertirse en verdaderamente católica.
€La Iglesia quiere convertirse en un poliedro para reflejar el mundo
contemporáneo* declaró Pablo V I en el avión que le conducía al Palacio de
cristal de las NacioTtes Unidas: y el Concilio ha dirigido su atención a los
graves problemas de la humanidad actual: el racismo, el subdesarrollo de
tantos pueblos, las armas nucleares, la paz, el amor conyugal, la natali­
dad responsable de la cultura, los derechos del hombre en la nueva sociedad.
Cuatro históricos viajes de Juan X X III y Pablo V I han jalonado los
trabajos del Concilio poniendo de relieve sus aspectos esenciales: Juan X X III
acudUí a Loreto y Asís, retom ó a la sencillez de la casa de Nazaret y a la
pobreza; Pablo V I a Jerusalén, Bombay y Nueva Y ork : JerusaXén, es él
abrazo histórico con los hermanos separados en los lugares que vieron
nacer la Iglesia; Bombay, la dramática cita con la miseria y el ansia de
espiritualidad del tercer mundo; Nueva York, el nuevo encuentro con el
mundo moderno en su sede más característica y autorizada para tratar
del problema más candente, la paz.
Un camino que la Iglesia, renovada por el Concilio, ha trazado en los
senderos del cielo para llevar a los hombres de nuestro atormentado tiempo,
él mensaje del Señor, siempre antiguo y siempre nuevo.
l

E

-

3

ritual y yo, mientras pienso en él con ánimo filial,
seguro de teneros a todos a mi lado en este senti­
miento, deseo renovarle mi testimonio y el vues­
tro de afecto, de reconocimiento y de devoción
en esta carta que cierra el panorama salesiano de
1965. El recuerdo de todo el bien por él realizado
en sus trece años de rectorado se ilumina con
el ejemplo de humildad y renuncia dado por él
este año, y nosotros confiamos a su oración y con­
sejo la protección de una obra a la que entregó
toda la amplitud de su corazón de Padre.

BENEMERITOS
COOPERADORES Y COOPERADORAS:
Tengo la alegría de dirigirme por primera vez
a toda la Familia Salesiana en esta ocasión, que
una larga tradición ofrece al rector mayor al co­
mienzo de cada año, mediante el Boletín. En esta
circunstancia y pensando en todos los países y
en todas las personas, a quienes van dirigidas
mis palabras, me es dado abarcar una vez más,
con evidencia, las proporciones de la Obra de
Don Bosco y de sentir, por lo tanto, todo el peso
de la responsabilidad que el Señor ha cargado
sobre mis hombros.

Por un deber, que todos pueden muy fácilmen­
te comprender, quisiera hacer llegar un saludo
particular a los cooperadores y a las cooperado­
ras en medio de los cuales se ha desarrollado más
directamente mi actividad en los pasados años...
Puedo asegurar que he aprendido a conocer me­
jor el espíritu de Don Bosco y su actualidad por
su generosa correspondencia/ y si llevo en el co­
razón alguna certeza, mientras no sé separarme
de los recuerdos del pasado, es el de saber que
su acción continuará con ritmo rápido tanto más
intenso cuanto más urgentes son las necesidades
de la Iglesia. Seguiré de cerca sus actividades y
participaré con alegría en sus éxitos apostólicos.
Mirando ahora al año recién acabado se per­
filan ante nuestra mirada tres grandes aconteci­
mientos, que están idealmente unidos entre sí y
que reavivan una misma actitud interior en los
miembros de la Familia Salesiana.
Celebramos el 16 de agosto el 150 aniversario
del nacimiento de Don Bosco. Si bien diversas
circunstancias no nos han permitido solemnes
manifestaciones externas en todas partes hemos

Pero también me doy cuenta que, en el nom­
bre de Don Bosco, estén unidas a mí tantas y tan­
tas almas que conmigo condividen el amor a nues­
tro Santo, a sus ideales y sostienen sus obras con
su trabajo, con su simpatía y con su ayuda. Cons­
ciente de este vínculo, que a todos nos une siento
que mi corazón se dilata y quiere hacer llegar a
todos, lo mismo a los que están cerca de nosotros
que a los que se hallan en lejanos países, con la
efusión acentuada de nuestro primer coloquio, la
expresión de un amor y de un reconocimiento
que desearía fuera intérprete de los mismos sen­
timientos de Don Bosco.
No me parece imposible, aún más me parece
fácil, hacerme portavoz de Don Bosco ante vos­
otros, porque miráis con fe viv a y abierta con­
fianza hacia su Sucesor. En los primeros meses de
mi rectorado he tenido lodos los días y en diver­
sas circunstancias la experiencia de una sintonía
inmediata y cálida con todos los amigos de la
Obra salesiana: y este detalle, al propio tiempo
que multiplica los motivos de mi gratitud me da
segura confianza de que podremos seguir juntos
el desarrollo de la misión que la Providencia ha
confiado a la Familia Salesiana.
Don Ziggiotti me ha dejado, con el gobierno
de la Congregación, esta hermosa herencia espi­
Don Ricceri habla a las
Hijas de María Auxiliado­
ra, que van a Misiones.

podido, no obstante, recoger el significado que
para nosotros tiene esta fecha. A l remontarnos a
los orígenes de la vida de Don Bosco nos ha vuel­
to a poner de manifiesto toda la misteriosa rea­
lidad de la intervención del Señor y de la
Virgen en la misión de nuestro Santo y nos ha
hecho recorrer de nuevo el fatigoso camino, solo
iluminado por la fe, de aquel joven hijo de cam­
pesinos que se preparó a corresponder a la gran
vocación del Señor,- hemos redescubierto la parte
de Dios y la parte del hombre en una obra a la
que nosotros también estamos llamados a tener
nuestra porción y, pensando que Dios quiere con­
tinuar su empresa y que precisamente ahora de­
sea recoger más abundantes frutos, hemos apren­
dido en la medida de nuestra responsabilidad,
con qué espíritu de fe y con qué virtudes hemos
de secundar en nuestro tiempo la voluntad de
Dios. El comienzo de la vida de Don Bosco y de su
apostolado ha sido también de hecho el comienzo
de la existencia y de la misión de la Congregación
Salesiana y de la Familia que en torno de la misma
se reúne.
El Capítulo General, habido en Roma en los
meses de abril y junio, y del que el Boletín Salesiano ha dado amplias reseñas, estuvo animado
todo él de un solo e idéntico objetivo: redescu­
brir el genuino espíritu de Don Bosco, tras un
camino de cien años recorrido por nuestra Con­
gregación,- reencontrar toda su fuerza y frescor,llevarlo a aquellas formas y expresiones, que me­
jor respondan a las exigencias de nuestro tiempo.
Así lo requería el nuevo planteamiento, que está
tomando la vida del mundo y el deber de llevar
a la sociedad de nuestro tiempo, por lo que loca

a nosotros, el espíritu cristiano, que parece oscu­
recido por tantos elementos del mal. Ha sido como
una peregrinación realizada por los representan­
tes de la Congregación, a los orígenes de nuestra
Obra; y al tiempo que han gozado la alegría de
reencontrar las cosas más auténticas y más vivas
del patrimonio salesiano, se ha trabajado con
empeño a fin de que nuestra Sociedad, renovada
en sus estructuras y en sus fuerzas espirituales,
pueda convertirse en un instrumento vivo, que se­
cunde las intenciones de la Iglesia en la anima­
ción cristiana del mundo después del Concilio.
Yo desearía que vosotros. Cooperadores y Co­
operadoras, secundarais con toda la generosidad
de entrega, que siempre os ha distinguido, las
distintas iniciativas que la Congregación tomará
para actuar las directrices del Capítulo General.
Vuestra solidaridad con los salesianos será de
aliento y ayuda a un apostolado común: la gran­
deza de nuestra Familia, más que motivo de or­
gullo y honor, es el fundamento de un deber y
de una responsabilidad a la que no queremos
faltar. El mismo sumo Pontífice Pablo VI, al reci­
bir a los miembros del Capítulo General en una
audiencia inolvidable, en la que me pareció escu­
char la consigna para nuestra Congregación y
para mí, en seguida después de mi elección, mos­
tró una grandeza de corazón verdaderamente pa­
ternal, que nos confundió, tributándonos elogios
a la Familia Salesiana, nos ha requerido con fuer­
za el cumplimiento de los deberes, que nos aguar­
dan frente a la Iglesia. La palabra del Papa es
el más alto y autorizado testimonio para nosotros,
hijos de Don Bosco.
Comprendéis ahora cuan fácil es para nosotros,
recordados estos hechos de familia, enlazar con
el otro gran acontecimiento, el Concilio Ecumé­
nico clausurado el 8 de diciembre, pero que en
la historia de la Iglesia es como el principio de
una nueva época, de una renovación de la que
apenas entrevemos los horizontes lejanos. He íeni-

paciones misioneras, y la voluntad de secundar
con todas sus fuerzas sus decisiones. M e parecía
recoger con esta intención una de las herencias
más sagradas de Don Sosco, mientras que el es­
píritu de renovación, que despertaron entre nos­
otros el aniversario del nacimiento de Don Sosco
y el Capítulo General, me parecía providencial
para penetrar en el nuevo curso, que espera a
la Iglesia después del Concilio. Pensaba también
con complacencia que, en la lejana preparación
de nuestros tiempos. Dios mismo suscitó a Don
Sosco para empezar, también por su medio, la
obra de renovación de la Iglesia: los jóvenes, a
los que se consagró él y su Congregación, po­
dían ser expresión hermosa de la solidez de su
fe Y la esperanza cristiana, que ilumina hoy el
mundo y hace vibrantes sus esperas.
AGUINALDO

Don Ricceri despide a los primeros misioneros de
su rectorado. (90^ expedición.)

do el privilegio de tomar parte en la última sesión
del Concilio, y
intención que cada mañana
reavivaba en mi corazón, sentado entre los Padres
del Concilio, era ésta: la presencia de la Congre*
gación en el Concilio, en la persona de su rector
mayor, debía significar la adhesión humilde y
plena a la Iglesia, la participación en sus preocu-

P r e l a d o s sudvietnamitas
visitan al Rector Mayor en
Turin.

6

-

El aguinaldo que siguiendo una tradición fami­
liar, debo dar a toda la familia salesiana para
el 1966 se impone por sí mismo, dadas las circuns­
tancias Y acontecimientos que vivimos. Sintetiza
todas las lecciones y enseñanzas, que nos vienen
del año rico de excepcionales acontecimientos,
que hemos v iv id o y es una consigna qpae os en­
trego en nombre del mismo Don Bosco y del Papa,
más que por personal iniciativa mía.
En el año jubilar del nacimiento de nuestro Pa­
dre invito a los miembros de la Familia Salesiana
Y a cuantos están ligados con ella a ofrecerle, cual
sentido homenaje, un interés especial por las di­
rectrices del Concilio. En particular a los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora que se esfuer­
cen en estudiar y practicar generosamente el «De­
creto sobre la Vida religiosa», los cooperadores
Y los antiguos alumnos el «Decreto sobre el apos­
tolado de los seglares» y los jóvenes la «Consti­
tución Litúrgica».
El Concilio ha demostrado durante su desarro­
llo que está hoy en marcha una verdadera mo­
vilización de todos los fieles para la causa del
bien. La «campaña» a la que invito a toda la
Familia Salesiana, aún distinguiendo entre sus
miembros y cometidos, pretende lograr que ocupe
generosa y animosamente su puesto en las filas
de los hombres de buena voluntad. Don Bosco,
con el ejemplo heroico y verdaderamente singu­
lar que nos propone con su vida, nos enseña que
la fe no es solamente un privilegio de cuyo líeneficio se goza, sino que es un bien que hay que
salvar y comunicar a los demás, como también
nos llama a entrar por el sendero que la Iglesia
misma traza al apostolado cristiano. Cada uno,
según su competencia, corresponda a la invita­
ción que nos urge este nuestro tiempo: para to­
dos puede convertirse en ocasión de hacer algo
grande por el Señor. Y aunque nuestro servicio
personal sea humilde, es con todo una mano que
echamos al Señor en su grande obra de la evangelización del mundo.

Concluyo esta carta invitándoos a bendecir al
Señor por las nuevas fundaciones, que en este
año nos ha concedido, y recordando a todos una
iniciativa que he señalado a los salesianos. Es
mi deseo que durante el año sesquicentenario del
nacimiento de Don Bosco renueven en una fun­
ción religiosa, recogida y bien preparada, su con­
sagración a Dios Y su promesa de fídelidad a Don
Bosco. Los acontecimientos del pasado año nos
han preparado a esta confirmación que puede asu­
mir un relieve particular en vista de las obliga­
ciones que nos aguardan para el futuro. Retomar
espiritualmenle a Don Bosco en el 150 aniver­
sario de su nacimiento quiere decir hallar de
nuevo toda la riqueza del espíritu del Santo y

el sentido verdadero de la propia vocación: no
podría darse promesa más hermosa y más segu­
ra para continuar el cometido que tras las huellas
de Don Bosco nos espera en la Iglesia.
Quería invitar a todos cuantos, de alguna ma­
nera, forman parte de la Familia Salesiana a re­
novar los lazos que los unen a Don Bosco, para
que de nuevo sientan y reciban aliento en el
bien que desean desarrollar en la Iglesia. Estoy
seguro que la Santísima Virgen, Auxiliadora del
pueblo cristiano, bendice y guía la Familia Sale­
siana en esta empresa, que la pone con humildad
Y con generosidad al mismo tiempo, al servicio
de Dios.
Sac. LUIS RICCERI

N u e v a s fu n d a c io n e s en e l a ñ o 1965
EN AFRICA

EN EUROPA
E s p a ñ a : — P riego

(Córdoba): Estu­
diantado Filosófico.
— San B au dilio d e U ob reg a t (Bar­
celona); Escuelas elementales y ba­
chillerato elemental.
— Sueca (Valencia): Escuelas ele­
mentales y bachillerato.

A l e m a n ia : — P orcb b eim : Parroquia

y pensionado para estudiantes y
aprendices.
— M em ningen: Pensionado para
estudiantes.
H o land a : — A m sterdam : Residencia

salesiana para asistencia religiosa a
jóvenes aprendices y estudiantes.
I t a l ia : — R om a: Ateneo Pontificio

con Facultades de Teología, Dere­
cho Canónico, Filosofía, Péíagogía
y Latinidad.
— M ilán: Escuelas Profesionales e
Instituto Técnico.
Y ug oslavia : — Cinco parroquias nue­

vas confiadas a los salesianos en
A nkaran, Iv a n o v o S elo , M okronog,
M uzla y Razhor.

EN AMERICA
C a n ad á : — Una parroquia en ]ac-

q u et RJver.
C h i l e ; — C u rico: Escuela agrícola y

elementales. Oratorio festivo.

R u and a : — K igali: Parroquia misio­

nera.

EN ASIA
B u t a n : — P huntsoling: Escuelas Pro­

fesionales.
H ong-K ong : —

Otra escuela de en­

señanza media.

— L o s A n geles: Pa­
rroquia y escuelas parroquiales.
— M ab w ab : Parroquia.
— O aH an d: Parroquia.

E stados

unidos :

Escuelas

I t a l ia : — Caria y M appano: Escuela

maternal, Oratorio y asistencia pa­
rroquial.
— R ivalta: Centro educativo recrea­
tivo para alumnas y oratorianas.
— A glié Canavese, N izza M onjerrato: Casa de reposo para HMA.
— R om a, V alm elaina, T áren lo y
M arsala: asistencia doméstica a ca­
sas salesianas.

I n d ia : — A zim ganj: Parroquia misio­

nera.
— M adras: Parroquia, escuela y
clínica médica gratuita.
— W o h k a : Parroquia, escuelas ele­
mentales y medias.

EN OCEANIA
A u s t r a l ia : — F ern irec G u lly: Escue­

la de enseñanza media.
— L y sterfield : Aspirantado para co­
adjutores.

EN AMERICA
A r g e n tin a ; — N euquén: Escuela ele­

mental y oratorio.
— San L u is: Jardín de infancia, es­
cuela elemental y oratorio.
— V iam ao: Asistencia do­
méstica al colegio salesiano.

B r a s il :

C o l o m b ia : — G ranada: Casa misión

y centro catequíslico.
— M edellin: Aspirantado.
P ar ag u ay : — San l o r e n z o : Aspiran­

tado. Escuelas de orientación pro­
fesional.

Fundaciones de las
Hijas de
María Auxiliadora

E cuador : — C uenca: Residencia Uni­

versitaria.
— Q u ito: Escuelas elementales, pro­
fesionales y parroquia.
— Q u ito: Procura de las misio­
nes salesianas de los Jíbaros.

— L iv erp oo l:
media y superior.

I n g l a te r r a :

U r u g u ay : — M anga:

Asistencia do­
méstica al colegio salesiano.

EN AFRICA
M o zambique : — Casa de aspirantes.

EN EUROPA

— Jo an esb u rg o: Interna­
do, Escuela elemental Oratorio.

SuDÁFRiCA:

E s p a ñ a : — H u esca: Casa interinspec-

torial para neoprofesas.

EN ASIA

F r a n c ia : — L ió n : Casa interinspec-

torial de juníorado y neoprofesas.
H o landa : — M aasniel-R oerm ond: Es­

cuela maternal y elemental.

F il ip in a s : — M anila: Residencia Uni­

versitaria.
I n d ia : — T u ngabbadra: Casa misión.

-

7

CL ANIVERSARIO
DEL NACIMIENTO
DE
SAN JUAN BOSCO

BUENOS AIRES.—*El presidente de la República,
doctor Illía, visitando los modernos talleres de elec­
trónica del Colegio Pío IX.

H O M E N A JE
DE L A S
CAM ARAS
A R G E N T IN A S
E

l

fausto 150 anii’prsario del
nacimiento de Don Bosco ha
tenido en Argentina i4M eco
especiol, qtie guilde no con­

siga ni siguiera e*i su patria.
E l Senado y la Cámara de Dipuíodos cefpt)mron nna sesión de ho­
menaje al Fundador de los Sale-

sianos por la labor social y educofica realiáfoda por dsfos en todo
el territorio argentino y por su
tnisidn cicilicadom y ecangdlica

8

-

especialmente en Patagonia y Tie­
rra del Fuego.
Senadores y Diputados, en sus
respecíicas cámaras, han coinci­
dido, pese a sus distintas filiacio­
nes políticas, en el hometuije. To­
dos los partidos se han sumado
al mismo y todos han destacado
lo gue a su juicio mds merece el
respeto y agradecimiento de la
nación ^.rgenfina hacia la Congre­
gación Salesiana y su fundador
Don Bosco.

Una crónica del Tiomenajc no
nos daría una idea de lo gue ha
sido y representado, por lo que
atin a fuer de prolijos reproduci­
mos los principales parlamentos
tenidos en una y otra Cámara por
diputados y senadores.
E l origen del homenaje hay que
situarlo en el siguiente decreto
emanado por él Vicepresidente de
la República y Presidente del Se­
nado y leído en sesión plenaria:

T

Buenos Aires, 11 de agosto de 1965.
Visto que el 16 del corriente se cumple el
1509 aniversario del nacimiento de San Juan
Bosco, Y, Considerando:
Que su nombre está indisolublemente unido
al progreso de la evangelización y de la edu­
cación en la Patagonia cuando esa vasta zona
de nuestro territorio v iv ía ajena a las ventajas
de la civilización;
Que Don Bosco, precisamente, con su visión
proiética de iluminado, quien presintió las ne­
cesidades de la Patagonia para llevar a ella la
palabra de Cristo y los avances de la enseñan­
za para los indígenas y cuantos habitaban en
esas latitudes de nuestra patria;
Que gracias a su empeño se organizó en 1875
una expedición integrada por diez hombres,
cuatro sacerdotes y seis laicos, encargados de
internarse en la Patagonia y íundar allí esta­
blecimientos educacionales y asistenciales, cu­
yo carácter humanitario constituye el máximo
galardón para la empresa civilizadora que des­
pués cumplieron y cumplen aún hoy los salesianos;
Que en las instituciones que dio al Padre Cagliero, jefe de la expedición, le decía: «Preo­
cupaos tan sólo de las almas y desdeñad los ho­
nores, las dignidades y las riquezas. Manifestad
una ternura especial por los enfermos, los ni­
ños, los ancianos y los desdichados»;
Que en la sencillez cristiana surgieron las
fuerzas creadoras que dieron origen al desarro­
llo prodigioso de misiones que le granjearon
a la Congregación Salesiana el ser inducida
por la Iglesia entre las más grandes institucio­
nes misioneras de la historia:

El

d e cre to
A g u ir r e

fu e
c u m p lim e n ta d o
y
F a s s i.

H señor Aguirre se expresó así:
«Señor presidente: v o y a solicitar
de mis colegas la adhesión unáni­
me a este decreto de honras que
es oportuno y justiciero. Bien se
destaca el aspecto misional, evangelizador y educativo que está im ­
pregnado en la obra alentada por
este visionario del amor y del pro­
greso. Bien se destaca, en este de­
creto que acabamos de escuchar,
la tarea verdaderamente abnegada,
amasada con solidaridad humana,
con amor al prójimo, co n verda­
dera fe en la acción civilizadora,
en función de un ideal que ha­
bría de desarrollar bajo la inspi­
ración de aquel cu yo homenaje se
propone.
Es que a través de la Patagonia

Que esta obra de las misiones salesianas se
extendió desde Bahía Blanca hasta Tierra del
Fuego cuando la Patagonia era la expresión
extremecedora de un mundo abandonado a su
propio destino;

Que hoy la Obra de Don Bosco tiene 250 es­
tablecimientos educacionales en todo el país
con una asistencia de más de 100.000 alumnos
que estudian y aprenden las virtudes de la Cul­
tura y la esperanza en un mundo que necesita
cada día más la solidaridad entre todas las cla­
ses sociales unidas por principios indestructi­
bles al servicio de la dignidad del hombre;

en

Que esta labor merece el reconocimiento más
entusiasta de los poderes públicos, porque ella
está al servicio del país y del pueblo argentino
que es el real beneficiario de este ingente es­
fuerzo educacional y humanitario;
Que San Juan Bosco es una figura universalizada por su inspiración, su visión del mundo
del futuro y su fe en el hombre, virtudes que
encontraron en nuestro pueblo el eco favora­
ble de las grandes empresas generosas;
Por ello.
El Presidente del Honorable Senado de la Na­
ción
Decreta:
Artículo 1-9 Adherirse a la celebración del
1509 aniversario del nacimiento de San Juan
Bosco.
Art. 2.9 Dése cuenta oportunamente al Hono­
rable Senado.
Carlos H. PERETTE

el

Senado

- y no sólo a través de ella, aun­
que esa tierra fuera el receptáculo
principal de este anhelo genero­
s o - los Padres Salesianos, llevan­
do la inspiración de su creador,
esparcieron a manos llenas la si­
miente con que habrían de edifi­
carse nobles ideales y con el que
habrían de fructificar m uy hondas
aspiraciones, com o la que nos­
otros en estos días vem os concre­
tarse.
M ás de 250 escuelas con 100.000
alumnos son un testimonio v iv ie n ­
te de la fe puesta al servicio de
esta abnegada labor, que no se
concreta en una mera y fría ac­
ción educativa, sino que busca
alcanzar las capas más desampa­
radas de la sociedad p>ara allegar­

por

lo s

se n a d o re s

las a un destino en que no sólo
les nutra el intelecto, sino esencial­
mente les form e el carácter en fun­
d ó n de principios rectores de c i­
vilización, de concordia, para fo r­
mar ciudadanos aptos en la noble
tarea del trabajo, de la concordia
y de la convivencia.
A h í están, señor presidente, no
solamente esas escuelas donde se
enseñan los elementos primarios o
avanzados de la educación, están
también aquellas dirigidas, por
ejemplo, a los canillitas, donde se
les form a física y espirifuaJmente,
para arrancarlos de las asechanzas
de la calle y encauzarlos en una
a c d ó n que form e ciudadanos que
den prestigio y basamento a la
con viven cia diaria.
-

9

Fruto de ello, recuerdo en este
instante, es el temperamento ex ­
cepcional de Ceferino Namuncurá, que ha merecido la consagra­
ción de la que no podemos dudar.
Kstá, pues, vigente en toda la Patagonia esa orden que acabamos
de escuchar dirigida al padre Cagliero, que, por su magnifica con ­
cepción, pero también por su n o­
ble sentido de amor humano, es
algo así com o un mandato de ho­
nor y sacrificio, mandato por cier­
to que construye un programa que
ha tenido sólidos y abnegados sos­
tenedores en los integrantes de esta
ol)ra.
Pero y o no sería com pleto en
esta afirmación de homenaje si
dejara de escuchar un recuerdo
de juventud que esté ligado no
precisamente a la Patagonia. en
donde se desarrolla el centro prin­
cipal de actividades, sino a mi
tierra correntina, donde, sin ser
alumno de esta orden, pude ver,
a través de muchos amigos e in­
cluso habiendo incursionado en
algunas de sus actividades, la fe­
cunda labor iniciada hace muchos
años, que fue basamento de algo
que es h o y orgullo no solamente
de la orden, sino también de mi
provincia.
A llí también, v i siendo niño,
iniciarse en esta tarea evangelizadora, educativa, plena de fraterni­
dad humana, a un joven sacerdote
que conquistó el afecto y la ad­
miración de todo el pueblo correntino. Se llamaba José Borgatti,
y los vientos de la vida lo lleva­
ron al obispado que h o y ejerce
con dignidad y eficacia en Río
Negro.
Y o le rindo mi homenaje a esta
orden, a través de su insigne crea­
dor, y creo, señor presidente, que
es bueno que a veces hagamos
un alto en el camino en estas ta­
reas que en ocasiones tienen ari­
dez y se ven quebradas por la ré­
plica y las disidencias propias del
quehacer en que nos encontramos
empeñados, para elevar un poco
la mirada para unirnos, por enci­
ma de divisas v de naturales d i­
visiones. en este hom enaje a una
orden que es expresión del espí­
ritu de un idealista que tiene su
mejor niomento en las múltiples
realizaciones que estén disemina­
das a través de la patria, signadas

10 -

por la fórmula fecunda del amor
entre los hombres.»

PARLAM ENTO DEL SEÑOR
FASSI
El señor Aguirre recogió caluro­
sos aplausos y el Presidente con ­
cedió la palabra al senador Fassi,
quien em pezó diciendo: Y o he re­
corrido bastante este país argenti­
no. Los hombres de la Capital Fe­
deral no somos insensibles a los
problemas de la República y re­
corremos todos sus caminos. Y a
medida que nos adentramos en el
país y llegamos a sus extremos,
encontramos com o un acto de pre­
sencia, de civilización, de cordia­
lidad humana y de solidaridad con
los que sufren, a la orden de los
salesianos. La he encontrado en
Tierra del Fuego, en el extremo
Sur del territorio nacional; la he
hallado también en los puntos més
remotos del N orte de la República.
Llega el salesiano con su acción
civilizadora, con su presencia ge­
nerosa, a auxiliar a los humildes,
y llega sobre todo para encender
las luces de la inteligencia. D o n ­
de hay un salesiano hay un maes­
tro, un protector. Y sea que se
destaque en los más altos estratos
de la cultura, com o en el caso de
monseñor Pérez, sea que se trate
de modestos sacerdotes que no han
nacido en la Argentina, p>ero que
la quieren com o una segunda pa­
tria, com o el padre Parolini, ahí
están con su luz, con su corazón,
expandiendo por la República la
savia generosa de esos sentimien­
tos nobles que alienta el cristia­
nismo y que lleva a los hombres
a superarse en la cultura y en la
caridad.
¿Cóm o es posible, entonces, que
no se levante m i v o z en este re­
cinto para adherir fervorosamente
en nombre de mi sector, y diría
en nombre de todos los sectores,
porque también me arrogo, com o
el señor senador de Corrientes, la
representación de todos los seño­
res senadores?
Ojalá que en el futuro de la Re­
pública tengamos siempre la pre­
sencia de esta orden: cumpliendo
su función y prestando a la cons­
trucción argentina su alto valor
espiritual que sir\'a de ejem plo a
todas las conductas.»
N u evos aplausos acogieron las
palabras del Sr. Fassi.

El Presidente añadió: C on las
palabras de los senadores Aguirre
y Fassi ha quedado tributado el
homenaje a San Juan Bosco.
Está a consideración la m oción
del senador Aguirre de que la
Cámara haga suyo el decreto dicta­
do por la Presidencia.»
Se va a votar.
- Se vota y resulta afirmativa
por unanimidad.

EN LA C A M A R A
DIPUTADOS

DE

M ás vibrantes fueron los dipu­
tados en su elogio y reconoci­
m iento de mérito de San Juan
Bosco. Reproducimos los fragmen­
tos principales. En primer lugar
habló el diputado Sr. M or Roig.
-S e ñ o r presidente; dijo, para este
homenaje no es necesario hacer
jugar la idea religiosa - p a r a mí,
por lo demás, tan respetable - ,
ni hacer gravitar recuerdos perso­
nales que permitirían evocar el
paso de algunos de nosotros - y o ,
entre ellos - por las aulas salesianas. Es suficiente, por fundamental,
tener presente el sentido moral
que obliga a la gratitud, recordando
todo lo que la Argentina debe a
tan abnegada congregación, cuyo
impulso civilizador sirvió para mar­
car avanzadas que consolidaron las
fronteras mismas de la patria.
Por esto el homenaje que pro­
m uevo importa tanto com o una
obligación histórica de inexcusable
cumplimiento en la medida que,
siendo com o es este cuerpo, expre­
sión de la nacionalidad, tiene el
deber del reconocim iento a todos
aquellos que trabajaron para forjar­
la. defenderla o consolidarla.
H ace noventa años, cuando D on
Bosco alcanzaba sesenta, se instala­
ron en la Argentina los dos prime­
ros colegios salesianos. En San
Nicolás de los A rroyos se dió el
primer caso, alentado seguramente
por la numerosa y progresista co ­
lonia piamontesa radicada en el
lugar. Desde entonces hasta hoy,
la obra se multiplicó en nuestro
suelo hasta alcanzar un número
realmente excepcional, que se tra­
duce en sus doscientos cincuenta
establecimientos de distinta índole
y sus aproximadamente d e n mil
alumnos que reciben instruedón
en los mismos. Desde la enseñan­
za primaria a la universaria; desde

el aprendizaje útil del o ficio prácti­
c o hasta el conocim iento de las
más modernas teorías en el campo
de la física nuclear puede apren­
derse en los institutos de D o n
Bosco, diseminados por todo nues­
tro territorio, en distribución, sin
metáfora, todo el mapa de la A r ­
gentina, sin excluir nuestras M al­
vinas.
Obra de tal magnitud debe exal­
tarse, tanto más cuando los nom ­
bres de Cagliero, de Fagnano, de
Vespignani, se identificaron n o so­
lamente com o los grandes sacerdo­
tes realizadores de una vocación
evangélica y
civilizadora, sino
también com o los hombres excep­
cionales que en nuestra Patagonia
legendaria exploraron tierras des­
conocidas, fundaron escuelas y
levantaron el mástil en que, casi
siempre por ve z primera, flameaba
la bandera de la patria.
Por lo que hicieron y por lo
que hacen en la Argentina, los
hombres y las mujeres congrega­
dos en la orden que fundara San
Juan Bosco merecen este homenaje,
rendido con sendUez no exenta
de em oción, procurando el tono
suave del humilde hijo del Piamonte, que combatió la miseria
y la ignorancia con abnegación,
en una vida espiritual y física­
mente consagrada al bien por el
bien mismo, que, com o y a se ha
dicho, es com o m ejor y más se
honra a D ios y se ama al prójimo.
A ciento cincuenta años del
nacimiento de San Juan Bosco
- D on Bosco para todos - , un
instante de íntim o recogimiento
puede expresar la gratitud de un
pueblo que sabe distinguir a quie­
nes trabajaron con autenticidad
por su bienestar y por su grandeza.
(|Muy bienl ¡M u y bien!)

HABLA U N DIPUTADO
PERONISTA
A continuación el Presidente
concedió la palabra al señor di­
putado Rodríguez V igil, peronista,
que se expresó:
-S e ñ o r presidente: con profun­
da em oción cristiana y argentinísta, nuestro bloque, surgido de
las entrañas mismas del pueblo
humilde y generoso, quiere adhe­
rirse en nombre de los sentimientos
peronistas, al homenaje que se tri­
buta a ese santo pedagogo que

es San Juan Bosco, en el sesquicentenario de su nacimiento.
obra de D o n Bosco escapa
a la urgencia de mis palabras
porque supera a los homenajes
que se tributan en apretada sín­
tesis. En efecto, sería largo his­
toriar los jalones de su itinerario?
pero resulta ineludible poner de
relieve lo efectuado por él en la
solución de uno de los más graves
problemas de los pueblos: la cues­
tión social. D o n Bosco, señor pre­
sidente, es un auténtico revolucio­
nario social. Su santo quehacer era
una especie de lucha contra la
iniquidad, que para él se llama­
ba incuria, negligencia e ignoran­
cia. A sí se le ve recoger a los
hijos más humildes del pueblo pa­
ra forjarlos hombres. El sabia que
en cada artesano form ado en sus
talleres existía la simiente de hom ­
bres que lucharían por defender
sus derechos conculcados, sus fue­
ros humanos. Por eso, D on Bosco,
enfrentando a los poderosos, en­
rostrábales el hecho de que en
toda acumulación de riquezas
existe la sospecha de una encu­
bierta explotación del hombre por
el hombre. H era de aquellos que,
com o San Alberto, prefería el es­
cándalo a la mentira. C on amor y
abnegada dedicación rescató a la
juventud del descreimiento y de
las tentaciones del mundo, para
sumarla al noble esfuerzo de los
pueblos en procura de una fe li­
cidad alcanzada con dignidad y
justicia.
H ace quince años, el primer
magistrado de nuestra República,
el general Perón, se refería con
entrañable acento a la humanita­
ria obra de estos poverellos an­
dantes por todos los rincones de
la Patria. Los v io en la Patago­
nia, donde fueron ellos quienes
profundizaron su argentinización
evangélica, y fueron eÜos quienes
en tierras inhóspitas enseñaron a
reverenciar con luz de amor el
pabellón nacional. Por medirlos
en su capacidad de sacrificio y
por su proclividad a consubsíanciarse con los humildes, por eso
Perón los apoyó.
M e permito traer a colación las
palabras que confiara el primer
Roosvelt, d «gran cazador», com o
lo llamara Rubén, a nuestro insig­
ne geógrafo el perito M oreno. Tedd v Roosvelt le señalaba las in­

mensidades patagónicas desde las
orillas del Nahuel Huapí, al tiem­
po que le confesaba: «Para arran­
car de la Argentina austral los
vestigios de la argentinidad no ne­
cesitamos ocupar militarmente es­
tos territorios. N os bastaría expul­
sar a los salesianos que los de­
fienden.»
Nosotros, continuadores del idea­
rio de redención social, cjue es
germen y razón de ser de nuestra
doctrina, no podemos menos que
agradecer a la D ivina Providencia
por la bendición de quien expan­
dió su fructífera obra a través de
quienes más que sus discípulos
fueron sus continuadores, sus cru­
zados, sus soldados más tesoneros
y celosos de la iluminada gloria
de D on Bosco.

EL SEÑOR BIZARRO
DEMOCRATA CRISTIANO
El diputado Pizarro, a su vez,
resumió la obra y figura de D on
Bosco diciendo:
La pobreza del m edio en que
nació hace ciento cincuenta años,
la educación moral que recibió
de su buena madre, quien m ode­
ló su espíritu, hizo despertar en
Juan Bosco desde sus primeros
años una gran preocupación por
los necesitados, los desposeídos,
los abandonados, los ignorantes y
a su servicio habría de consagrar
el esfuerzo de una vida de abne­
gación y sacrificio.
Ordenado sacerdote, com enzó
simultáneamente su apostolado re­
ligioso y educativo.
Una casa en un modesto ba­
rrio sirvió de techo a los mucha­
chos jóvenes que no tenían d ón ­
de refugiarse, y com enzó así una
de las obras más estupendas de
nuestro tiempo, iniciada por amor
a D ios y al prójimo.
Pero no era suficiente dar te­
cho a los que carecían de él. Era
necesario capacitarlos para hacer­
los útiles en la sociedad en que
vivían. C on cibió la idea de fu n ­
dar escuelas de artes y oficios, y
a su gestión se sumaron todos los
qu e advirtieron la importancia y
el futuro de una obra que estaba
Inspirada por el más noble de los
sentimientos, el de la solidaridad
y la justicia, Y entonces aquellos
jóvenes que él ayudaba fueron sus

-

II

mejores auxiliares, porque comprenílian sus lecciones, apreciaban
sus esfuerzos e interpretaban lo
que Juan Bosco llamaba sus sue­
ños, que no eran otra cosa que
sus visiones sobrenaturales.
San l'rancisco de Sales, aquel
humanista cristiano del siglo XV II,
que con tanto acierto decía que
el bien no hace ruido y el ruido
no hace bien, fue el patrono de
su obra, y por eso conocem os a
sus hijos espirituales en todo el
mundo com o los «salesianos».
Colegios y más colegios es la
síntesis de su labor magnífica de
educador, sobre nuevos métodos
y nuevos principios, y por eso
pudo iniciar y desarrollar su obra
en m edio de la persecución y de
la intolerancia para otras congre­
gaciones religiosas.
I.as niñas indigentes tampoco
serían olvidadas, y por eso funda
la rama femenina: el Instituto de
Hijas de María Auxiliadora. Poco
tiem po más tarde se le brinda la
posibilidad tal v ez más soñada
de su vida: salir de la Italia na­
tal a realizar su apostolado en le­
janas tierras, y fue un llamado de
esta opulenta ciudad de Buenos
Aires el que orientó a los salesia­
nos para venir al R ío de la Plata,
de donde se desparramaron por
la inhóspita Patagonia, porque en
las instrucciones de Juan Bosco
estaba no quedarse en Buenos A i ­
res, sino adentrarse en tierras de
indios, en tierras ásperas, en tie­
rras inhóspitas. Y esa Patagonia

fue civilizada y argeníinizada por
la pléyade de los hijos de D on
Bosco.
D e esas tierras argentinas sal­
dría, años más tarde, para Europa
un dulce niño, h ijo de un guerre­
ro valeroso, de un cacique fam o­
so, que quería ser sacerdote para
convertirse en el apóstol de su
propio pueblo. Pero D ios tenía
otros designios para él, y el niño,
que se llamaba Ceferino Namuncurá, muere en Roma y va h oy
cam ino de los altares y es objeto
de la veneración de todo su pue­
blo, que tiene sus restos glorio­
sos en los confines de esta tierra,
que civilizaron los salesianos.
A l morir Juan Bosco, su obra
estaba consolidada y en franco
progreso. H o y se extiende - se
ha dicho r e c ié n - por todos los
continentes y se difunde en to­
dos los rincones de la tierra. Sus
métodos han cambiado y se han
m odernizado; sus establecimientos
son h o y ejemplos, dignos de im i­
tar. Los primitivos talleres se han
convertido en institutos especiali­
zados conform e a los progresos
de las ciencias y las exigencias
de la técnica.
A las escuelas y talleres se su­
man las universidades, y en todas
partes esta obra está orientada por
el espíritu de su fundador y se
cumple conform e a las exigencias
de los nuevos tiempos que v iv e
el mundo. Así, me cabe el or­
gullo y la satisfacción de señalar
que la universidad patagónica.

puesta bajo la advocación de San
Juan Bosco. tiene la tarea de orien­
tar a nuestra juventud hacia cam­
pos fecundos del trabajo, sirvien­
do así las exigencias de la A rgen ­
tina de hoy.
Juan Bosco, sacerdote, educa­
dor, escritor y santo, cum plió una
tarea incansable. Solamente una
mente vigorosa y un alma pura,
m odelada por su madre, hicieron
posible una obra de tan grandes
frutos, que todos bendicen por la
santidad de quien la engendró y
por la santidad de sus continua­
dores. Por eso bien está, señor pre­
sidente, el homenaje y la recorda­
ción de esta Honorable Cámara
a San Juan Bosco, a la obra salesiana.
Con estas modestas pero senti­
das palabras adhiero al bloque de
la democracia cristiana en la re­
cordación de la obra de San Juan
Bosco en el sesquicentenario de
su nacimiento. (¡M u y bien! ¡M u y
bien! Aplausos.)

Otros diputados, representantes
de diversos partidos recalcaron
idénticos conceptos. La unanimi­
dad de todos en sus elogios a Don
Bosco honra grandemente al San­
to y es una alegría para toda la
Fam ilia Salesiana, no sólo en A r ­
gentina sino en todo el mundo.
En la misma Cámara de dipu­
tados se pidió que se votaran diez
millones de pesos para levantar
un momumento a San Juan Bosco
en la plaza a él dedicada en Bue­
nos Aires.

BUENOS AIRES.— Para conmemo­
rar el 150 aniversario del naci­
miento de Don Bosco los sale­
sianos argentinos van a levantar
un templo en su honor. En la
foto la bendición de la primera
piedra.

12

-

decreto
so b re
e l apostolado
s e g la r
es im a realidad. Los seglares cuentan con un
documento básico, que regula su posición y su
acción dentro de la Iglesia en la conquista del
mundo para Jesucristo y en la santificación de los
hombres.
El paso dado para la reincorporación de los fieles
cristianos a la expansión y afirmación de la Iglesia
en el mundo ha sido de gigante y durante siglos
su influencia se dejará sentir.
Si en estos últimos años el apostolado de los segla­
res brotó en diversos campos, permaneciendo, sin
embargo, fuera de ellos numerosísimos fieles, ahora
se prevé, confiadamente, el enrolamiento de fuertes
masas en el apostolado seglar en el que laborarán
bien individualmente, bien asociadamente com o re­
comienda el Concilio.
El decreto del Sagrado C oncilio pretende:

Y

*
*


a

explicar la naturaleza, el carácter y la variedad
del apostolado seglar
exponer los principios fundamentales del mis­
mo y
dar ías instrucciones pastorales para su m ayor
eficacia.

Creemos necesario dar un resumen del decreto a
fin de que los Cooperadores lo conozcan en sus lí­
neas generales y se despierte en ellos el deseo de
leerlo íntegramente y estudiarlo en las reuniones
mensuales.
El conocim iento del mismo reportará ventajas es­
pirituales para el lector y , perfeccionará su labor
apostólica, ya que sin conocer los fines, los medios
y el espíritu del apostolado seglar difícilmente se
conseguirá llevar a cabo adecuadamente.
Mientras se lee el decreto, vienen con frecuencia
a la mente palabras, frases y pensamientos que D on
Bosco decía hace noventa años a sus cooperadores.
Esta afirmación del pensamiento de nuestro Funda­

dor nos lleve a apreciar más la obra de los C oop e­
radores salesianos, consagrada por el C oncilio como
cuando recom ienda la unión para multiplicar las
fuerzas de los buenos, cuando declara el apostolado
de la caridad, d e la cateq[uesis y ayuda mutua como
sustanciales. A l consagrar el apostolado seglar, el
C oncillo ha hecho plenamente actual el de los C oope­
radores y lo ha reivindicado a nuestros propios
ojos, que lo miran ya con otra luz.
EL DECRETO
Seis son los capítulos en los que está contenida
y dividida la doctrina acerca del apostolado seglar.
Trata el primero de la vocación de los seglares al
apostolado, el segundo de los fines del apostolado
seglar; de los diversos campos de apostolado el ter>_ero
y de sus varias formas el cuarto; los dos últimos están
dedicados: el quinto al orden, que hay que observar,
y el sexto a tratar del punto importantísimo de la
formación para el apostolado.
V O C A C IO N

DE

LO S SEGLARES
LAD O

AL

APO STO ­

Habiendo nacido la Iglesia para propagar el reino
de Jesucristo en la tierra, lodos los que a Ella perte­
necen están llamados a la tarea. Y el miembro que
no coopera es inútil para la Iglesia y para sí mismo.
La cooperación se le presta de modos diversos;
por eso h ay en la Iglesia variedad de ministerios.
H de los seglares consiste <en trabajar para la evangelización y santificación de los hombres y para la
función y desempeño de los negocios temporales»,
de manera qim «su laboriosidad en este aspecto sea
un testimonio de Cristo». Su apostolado en el mundo
será a manera de fermento.
H C on cilio pone el fundamento del derecho y de
-

13

la obligación de los cristianos al apostolado en su
condición de miembros del Cuerpo Místico, en el
que han sido insertados por el Bautismo, reforzado
el vínculo con la Confirmación, y del que es Cabeza
Jesucristo. El alma de la unión entre miembros y ca­
beza es la caridad, que fomenta mediante la recepción
de los otros saaamentos, especialmente la Eucaristía.
£1 amor o caridad a Jesucristo impulsa a los miem­
bros a llevar su conocim iento y su amor a todos los
hombres y así se produce el apostolado. Cuanto más
íntima y vital es la unión de Cristo y sus miembros
m ayor es la fecundidad del apostolado, com o El mis­
mo declaró en la comparación de la vid y los sar­
mientos» -El que permanece en M i y Y o en él ese
da muchos frutos».
El apostolado seglar aumentará su unión vital, con
Cristo mediante la recepción de los sacramentos y
el ejercicio contituo de la fe, la esperanza y la cari­
dad. -Este método de vida espiritual de los seglares
debe tomar su nota característica del estado en que
v iv e » i matrimonio, soltería, profesión, etc.
Termina el capitulo primero poniendo a María
com o m odelo de la vida espiritual y apostólica del
seglar. Ella llevó una vida en todo igual a la de los
seglares de hoy, en cuanto a sus ocupaciones y
preocupaciones familiares, pero -estaba siempre uni­
da a su H ijo y cooperó de m odo singularísimo a la
obra del Salvador». Hónrenla todos devotamente y
encom ienden su vida y su apostolado a su solicitud
de M adre».
FINES DEL A P O S T O L A D O SEGLAR
Los fines del apostolado seglar coinciden con los
de la redención y los de la Iglesia» salvar a todos los
hombres y restaurar el orden temporal. En ambos
participan aunque de grado diverso los seglares. En
el primero son cooperadores con el clero; en el se­
gundo son artífices principales.
El C oncilio asienta que -el apostolado de la Igle­
sia se ordena ante todo al mensaje de Cristo que
se difunde por el ministerio de la palabra y de los
Sacramentos». En esta labor confiada al clero los
seglares son «cooperadores de la verdad». Su coope­
ración se resume ens

*

el testimonio de la vida cristiana y de las obras
buenas realizadas con espíritu sobrenatural;
*
en buscar ocasiones para anunciar a Cristo a
los creyentes o estimular a los fieles a una vida más
fervorosa, confirmándolos o instruyéndolos. En cuan­
to a la restauración del orden temporal los cristianos
son elemento determinante.
¿Pero qué se entiende por el orden temporal?
«Los bienes de la vida y de la familia, la cultura,
la econom ía, las artes, las profesiones, las institucio­
nes de la comunidad política, las relaciones interna­
cionales y otras cosas semejantes, y su evolu ción y
progreso, no solamente son subsidios para el último
fin del hombre, sino que tienen un valor propio, que
Dios les ha dado, considerados en sí mismos o com o
parte del orden temporal.»
Este, a lo largo de la historia, ha sido desfigurado
con graves defectos a causa del pecado original» los
hombres tergiversaron los principios morales, de ello
se siguió la corrupción de costumbres; otros, confian­
do más de lo debido en la ciencia y en la técnica,
han ven ido a dar en una nueva idolatría, prefiriendo
los bienes tenenos a Dios.
El orden temporal, los bienes temporales, han de
ser encauzados de nuevo hacia D ios; hay que con ­
formar las leyes que los rigen con ios principios de
la vida cristiana. Esta apostólica tarea incum be ple­
namente a los apóstoles seglares.
Dentro del quehacer apostólico, declara el C on ­
cilio, ocupan un lugar de honor las obras de cari­
dad, que la Iglesia considera deber y derecho suyo.
«D o n d e haya hombres que carecen de comida y
bebida, de vestidos, de hogar, de medicinas, de tra­
bajo, de instrucción, de los medios necesarios para
llevar una vida verdaderamente humana, que se ven
afligidos por las calamidades o por la falta de salud,
que sufren en el destierro o en la cárcel, allí debe
buscarlos y encontrarlos la caridad cristiana, conso­
larlos con cuidado diligente y ayudarles con la pres­
tación de auxilios.»
Por lo que concluye el C oncilio» «A p recien en
mucho los seglares y ayuden en la medida de sus
posibilidades las obras de caridad y las organizacio­
nes de asistencia, sean privadas o públicas».
Digámoslo con alegría a los que consideran de

ORENSE.— Los Consejeros y
Delegados de los Ceñiros de
la Inspectoría de Zamora re­
unidos para celebrar más jor­
nadas de afirmación de los
cooperadores salesianos. Otras
jomadas similares se han ce­
lebrado durante los meses de
noviembre y diciembre en
Barcelona, Valencia, Montilla,
Sevilla, Bilbao y Madrid.
H

-

poca monta el apostolado de esos cooperadores y
cooperadoras que emplean su tiempo Ubre en visi­
tar enfermos, en confeccionar prendas en los roperos
para los pobres, en instruir mediante la difusión de
la buena prensa y de las catcquesis, que el Sagrado
C on cilio las estimula y honra entre las primeras obras
de apostolado seglar.
C A M P O S DE A P O S T O L A D O SEGLAR
En una breve Introducción al capítulo los pone el
esquema de manifiesto. Son:
* la parroquia, las diócesis, las misiones. En ellas
los seglares son cooperadores del clero.
* la familia, la juventud, el ámbito social, los ór­
denes nacional e internacional. Estos son campos
principalísimos de los seglares.
Com o en sucesivos artículos pensamos comentar
estos puntos, no ampliamos aquí más, pero es justo
recoger, para satisfacción de las cooperadoras, que
el C oncilio destaca el papel importante de la parti­
cipación de las mujeres en el apostolado seglar, lo
cual ciertamente las estimulará en su entrega y de­
dicación a su meritoria labor.
FO R M A S DE A P O S T O L A D O
Dos son las formas generales que los cristianos
tienen de ejercitar el apostolado seglar: individual
o asociadamente.
«El apostolado seglar, que influye en la fuente de
la vida verdaderamente cristiana, es el principio y
fundamento de todo apostolado seglar incluso consociado.>
Este es el que algunos llaman apostolado de base,
necesario absolutamente com o declara el C oncilio y
al que todo fiel está llamado ineludiblemente con
vocación divina por el Bautismo. El cristiano no
podrá, quizás, dedicarse a otros apostolados, pero
de éste nadie puede ni excluirse ni excluirlo.
Q C oncilio señala com o apostolados de los indi­
viduos ante todo el citado testimonio de vida a is tiana, luego el apostolado de la palabra, la coope­
ración a la ordenación del orden temporal en la
vida familiar, profesional y social; el apostolado de
las obras de caridad y finalmente el de la oración,
del propio dolor y trabajo ofrecidos al Señor.
Apostolado asociado. «En las circunstancias pre­
sentes es absolutamente necesario que en el ám­
bito de la cooperación de los seglares se robustezca
la forma asociada y organizada del apostolado, pues­
to que solamente la estrecha unión de las fuerzas
puede conseguir todos los fines del apostolado m o ­
derno y proteger eficazmente sus bienes. En lo cual
interesa sobremanera que tal apostolado llegue hasta
las inteligencias comunes y las condiciones sociales
de aquellos a quienes se dirige; de otra suerte re­
sultarían muchas veces ineficaces ante la presión de
la opinión pública y de las instituciones.*
Tras esta declaración de importancia reconoce el
C oncilio que las asociaciones de apostolado seglar
pueden proponerse la consecución de múltiples fi­
nes, consagrando la variedad que h o y se obser\'a
en la Iglesia. Dedica, com o es natural, un artículo
a la A cció n Católica.

O RD EN EN EL A P O S T O L A D O
Sienta el C oncilio el siguiente orden. Ante todo el
apostolado seglar ha de ocupar en la Iglesia el lu­
gar que le corresponde, que no es el dirigir, sino
el de colaborar con ella. Por eso se hará en unión
de los obispos y en coordinación con las demás aso­
ciaciones; salvando siempre el carácter de cada una.
La jerarquía tiene el deber de apoyar el aposto­
lado seglar y también el de ordenarlo y vigilarlo.
Mas eso no quiere decir que todos los apostolados
de los seglares tengan que ser jerárquicos. «En la
Iglesia h ay muchas empresas apostólicas, constitui­
das por libre decisión de los seglares y se rigen por
su juicio y prudencia. N o obstante ningún m ovi­
miento podrá llamarse católico sin la aquiescencia
de la jerarquía.»
Tam bién señala este capítulo las relaciones entre
jerarquía y clero con el apostolado seglar, cosas que
interesan más bien a los dirigentes.
F O R M A C IO N

PARA

EL

APO STO LAD O

Reconoce el C oncilio que la eficacia del apóstol
seglar está en gran relación con la formación. Los
capítulos más importantes son:
* form ación humana íntegra, de m odo que sepa
acomodcirse a la sociedad del tiempo en que se vive.
* form ación espiritual, que consiste en el apren­
dizaje del cumplimiento «d e la misión de Cristo y
de la Iglesia, vivien d o de la fe en el misterio divino
de la creación y redención, m ovido por el Espíritu
Santo, que vivifica al pueblo de Dios, que impulsa
a todos los hombres a amar a D ios y al mundo y
a los hombres por El». Esta form ación debe consi­
derarse com o fundamento y condición de todo apos­
tolado fructuoso.
* form ación cultural y religiosa, acompañada de
relaciones humanas.
La form ación teórica ha de ir acompañada de la
experiencia practicada al lado de otros apóstoles
seglares. Dentro del último capítulo ocupa un lugar
destacado el artículo 30 titulado: A quiénes perte­
nece formar a los O T R O S para el apostolado.
La familia es la primera escuela de apostolado,
luego la parroquia con las escuelas y colegios; así.
pues, son los padres, los párrocos, los maestros y
educadores los que, a medida que el niño crece,
han de ir im buyéndole de los principios y vida cris­
tiana, que desembocarán en la práctica del aposto­
lado seglar en los distintos ámbitos por los que el
niño pasa a través de su vida: niñez, adolescencia,
juventud, edad adulta. Las asociaciones de aposto­
lado seglar confirman y completan la form ación al
mismo tiempo que emplean al cristiano ya formado
en los fines propios de la asociación y de la Iglesia.
C O N C L U S IO N
A través de este resumen, forzosamente breve e
incompleto, han podido los cooperadores vislumbrar
la importancia del decreto y la necesidad de es­
tudiado y dado a conocer. La campaña anual ha
sido preparada para conseguirlo. A organizaría bien,
a tomar parte en ella y a propagarla.
-

15

L I B A N O . ~ María Auxiliado­
ra tiene ya su altar y su igle­
sia en el Líbano. La hermosura
del país, la belleza de sus lamo­
sos cedros, es cantada con fre­
cuencia en la Sagrada Escritura.
La Iglesia, al honrar a María, la
exalta como cedro del Líbano,
le atribuye la gloria del Líbano
y del Líbano la llama para ser
coronada en el cielo. Una fibra
intima vibra en nosotros cuando
pensamos que María Auxiliadora
es honrada en tan delicioso país.

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16

-

i).—Los diarios
as, la televiirve de conarradoras del
queremos dar
es salesianos
mos lleguen a
patria pacifidrán que resheridas.

I L A N D I A . — En la tierra
las mil pagodis empiezan a
tacar las torres de las igle*
t cristianas. lo s Salesianos
ban de inaugurar la de San
Antonio, en Ratburí.

NOTICIARIO
MUNOIAL
SALESIANO

era un virtuoso; dio más de
2.000 conciertos en todo el Japón.
Desde hacía varios años, tenía
86, v iv ía retirado en el semina*
rio salesiano donde los aspiran­
tes le consideraban el abuelito
que les contaba cosas de Don
Bosco. Junto a su tumba nunca
faltan las flores y las oraciones
de los niños para quienes pre­
paró casas 7 educadores.

T U R I N .— En el museo de Ar­
tes Gráficas se han expuesto
dos máquinas: una guillotina y
una de imprimir, usadas en la
primera imprenta, que Don Bosco
montó en el Oratorio. Todos sa­
ben que Don Bosco prestó una
atención especial a la prensa
y buenos libros, que editó y
difundió millares.

-

17

P ' N el vasto problema del feminismo, que puede
^ considerarse com o uno de los «signos del tiem­
p o » actual, ocupa un puesto de importancia el pro­
blema de la orientación y form ación profesional fe­
menina. N o es fácil coordinar las justas exigencias
de la participación positiva de la mujer en el mundo
de la actividad social, con el objetivo de salvar los
valores propios del mundo femenino, evitando el caer
en un igualitarismo exagerado frente al hombre, que
se muestra antinatural y, en el fondo, deletéreo para
la misma mujer. La solución, en el sector profesional,
se halla en la prom oción de aquellas actividades o
profesiones que se manifiestan más adecuadas a la
condición de la mujer y a su misión insustituible
en el com ercio humano. El logro de este objetivo
constituye un estímulo constante que mantiene v iv o
el dinamismo de las instituciones ansiosas de vivir
al compás de los tiempos. Esta es la idea encarnada
que me llevé en el espíritu tras haber visitado dete­
nidamente, este verano, el Instituto de las Hijas de
María Auxiliadora de Lyon.
El 19 de junio del pasado año 1965, el Cardenal
Villot Inaugura un nuevo pabellón - «El edificio
D on Rosco» - destinado a la formación profesional
de las jóvenes. Basta seguir el desarrollo de este Insti­
tuto de las Hijas de María Auxiliadora para percatar­
se inmediatamente del dinamismo latente que impul­
sa la institución hacia el ideal que apuntábamos.
La obra comienza en 1927, cuando las Hijas de
María Auxiliadora se hacen cargo de un sencillo ed i­
ficio hasta entonces dirigido por los PP. Francisca­
nos, y que había servido de escuela para los hijos
de los bateleros del río Saona.
En 1942 el Instituto, progresivamente mejorado a
través de los años, recibe la aprobación del Gobierno,
habilitándolo para conceder el diploma de «G obierno
y Economía Familiar». Junto a esta actividad ordena­
da a preparar la joven en el sector familiar, surge en
1952 una Escuela Técnica. Mientras la primera Insti­
tución depende del Ministerio de Población y Ayuda
Social, la segunda está ligada al Ministerio de Educa­
ción Nacional.
En 1952 y en 1955 se llevan a cabo ampliaciones
del edificio, hasta que en 1961 el Cardenal Gerlier
bendice la primera piedra del nuevo edificio inaugu­
rado este año.
Entre tanto las secciones de ambas instituciones se
iban multiplicando para responder a las exigencias
prácticas del ambiente social lionés. En 1953 se abre
la sección de Educadoras para los Asilos Infantiles
(Maisons d ’Enfants), que concede el respectivo d i­
ploma.
En 1956 se transforma la sección de -Humanidades
fem eninas», iniciada el año 1950, en la sección de
-Humanidades Técnicas». i>ara concentrarse luego en
lo que hoy son Cursos Lspeciales de la Sección Pro­
fesional, creados progresivamente. Desde 1964 se apli18

INSTITUTO FEMBI

Obra social inestimable de I;
ca en todo el Instituto el moderno método Ro*'
H o y día el Instituto ofrece a la juventud femenina
la capacidad de lograr:
I. - En el Sector de Economía Familiar:
M onitorado (Consulente) de Enseñanza Eco­
nomía-Familiar que da la posibilidad de dedi­
carse. con el diploma oficial correspondiente,
a la Enseñanza o a la Industria en este sector,
después de dos años de estudios, al fin de los
estudios secundarios.
El Diplom a de Educadores para Asilos Infan­
tiles.
Preparación práctica, en un año, de Econo­
mía Familiar (Am as de casa) con vistas al
matrimonio.
Preparación para las carreras femeninas: En­
fermeras, Auxiliares de Puericultura, Asisten­
tes sociales. Hoteleras en los Servicios H os­
pitalarios, etc.

^INO DE ECONOMIA FAMILIAR
e las Hijas de María Auxiliadora en Lyon (Francia)
II. - En el Sector Profesional:
-

H certificado de Aptitud Profesional, después
de tres años de estudio, en los sectores más
variados: Corte y Costura, Retoque y Refinilura Industrial, Planchado, Electro-montaje,
Empleadas de Asociaciones, A yu da maternal.

-

El diploma oficial de Secretaria M édico-so­
cial que da fácil acceso a una actividad com ­
petente de secretarias en hospitales, clínicas,
empresas de médicos o médicos particulares.

-

El diploma de Enseñanza Industrial, en varios
campos, con tres años de estudios y taller.

H ay otros sectores especiales que no nos detene­
mos a analizar y que van naciendo, al paso de las e x i­
gencias, bajo la solicitud o propuesta de las mismas
instituciones profesionales oficiales en disponer de jó ­
venes cualificadas para sus fines.
En todos estos sectores la joven recibe una form a­
ción teórica y práctica complementada con la cultu­
ra general y una educación familiar, social y cristia­

na. Durante el tiempo de su form ación y en perío­
dos de vacaciones realizan actividades de tipo social
y religioso: ayudas a las familias numerosas, servi­
cios en hospitales o casas de niños, en dispensarios,
en oratorios y parroquias, en la A cción Católica, etc.
M erece anotarse que en el equipo de profesoras
trabajan, junto a las religiosas, un buen número de
antiguas alumnas de la Institución. Sólo así pueden
atender debidamente al desarrollo de un Instituto que
contaba con apenas 100 alumnas en 1950 y ha pasado
a 300 en 1960 y a 450 en 1964.
Situado en ima colina contempla a sus pies toda
la amplia extensión de la populosa Lyon, la segun­
da ciudad de Francia. Mientras volvía de la visita pen­
saba dentro de mí en la existencia de muchas Institu­
ciones similares que dieran una respuesta al proble­
ma de la juventud femenina frente a las nuevas e x i­
gencias de la sociedad industrial moderna: formar jó ­
venes nuevas para un mundo social nuevo, jóvenes
abiertas al nuevo ambiente social, pero conscientes
y deseosas de mantener integra su dignidad femenina.
-

19

URDIMBRE EN EL TELAR
por don josé luis carroño

^ £ S T R O entrañable y querido
M I misionero de toda la vida, don
José Luis Carroño, acaba de
c u m p l i r 60 años. L e sorpren­
den entregado en cuerpo y alma
a una tarea ingente: construir en
Filipinas, a donde le ha llevado
su alma misionera inquieta, un se­
minario salesiaTio para vocaciones
indígenas. P o r eso ha venido a
España a extender una vez más su
mano, el que ha derramado a ma­
nos llenas en las pobres manos
de los paupérrimos cristianos de
N orth Arcot.
Don José Luis Carreño, con per­
dón, ya no sabe pedir; parece que
ha recuperado la vergüenza y en
vez de pedir da. Nos da un libro
encantador, mezcla de poesía y
realidad, evangelio y misión, cua­
jado de anécdotas, que descubren
su alma ardiente, soñadora y opti­
mista. Todo ello envuelto en un
marco exótico donde caben el pa­
ria y el hindú, el musulmán y él

KARIAPPAN, EL MENDIGO
Llegó la Pascua y pasó la Pas­
cua y lo mismo sucedió en la T ri­
nidad, como en el canto de Mambrú. Llegó la larga serie de do­
mingos después de Pentecostés,
colocando los verdes ornamentos
sobre las espaldas de su ministro,
como una pincelada de esperanza
y promesa transportada al altar
desde aquellos arrozales, que yo
veía al volverme a decir: Orafe
frates, mientras los cristianos
abrían de par en par los brazos
para recibir la paz del ministro
de Dios.

cristia7io, la selva y la llanura, los
arrozales y el cocotero; doitde las
cosas, los hombres y el paisaje se
funden para darnos relatos llenos
de vida; pinceladas que utuis ve­
ces contnueven hasta las lágrimas
y otras despiertan hilaridad ina­
cabable.
Don José Luis Carreño sabe
captar él lado humano de las pe­
queños sucesos misioneros y con­
tarlos con su gracia española y
evangélica.
Don José Luis deciamos no sabe
pedir, da. Da su libro a quien le
envíe una limosna. E l no lo dice,
pero lo decimos nosotros: por cien
pesetillas regalamos un libro que
no tiene precio.
N o creo que disguste a los lec­
tores del Boletín Sálesiano que
este mes la sección misionera la
dediquemos a transcribir algunas
anécdotas entresacadas de <URD IM B R E E N E L T E L A R * que
así se titula su libro.

Y una alegre mañana del do­
mingo doce después de Pentecos­
tés, volvíame yo alegremente, dán­
dole al pedal de m i bicicleta, ca­
mino de la residencia misionera,
después de haber dicho Misa en
Kovilur, cuando hete aquí que al
llegar al campo del alfarero, se
me presenta de sopetón la fig ^ a
de un hombre, avanzando hacia
su choza, a la sombra de la gran­
de iglesia. Como si su mano se
hubiese paralizado en un gesto
petitorio, avanzaba con la mano
tendida, un gesto bien eñcaz en
aquel páramo.
Era Kariappan, aquel mendigo
insolente, aquel pelmazo de K a ­

riappan, a quien habíamos decidido
todos boicotear hasta que cambia­
se de vida, se buscase empleo, de­
jase de pordiosear y volviese a la
vida honrada del trabajo. Pero
¿es que habíamos sido demasiado
severos con el pobre Kariappan?
No, era la opinión general. Ade­
más la comunidad se esperaba al­
guna sanción contra aquel infeliz
a quien consideraban un parásito.
Y ahora, hete aquí, que so me
presenta delante con aquella ton­
ta sonrisa característica en sus
labios e insolentemente, como
siempi'e. pidiendo una limosna que
deberíamos reservar para manos
más necesitadas y dignas.
— Panam, Swami. (Dinero, P a ­
dre) empezó a gritar.
— Kariappan, rugí con Indigna­
ción, ¿ no te da vergüenza ? ¿ Cuán­
do vas a empezar a arrimar el
honvbro ?
Y seguí adelante en mi bicicle­
ta. L a copla interrumpida volvió
a mis labios, mientras la hermosa
mañana me invitaba a un alegre
paseíto de vuelta. Cuando de pron­
to, derechito, desde las bóvedas
de la «iglesia», un eco murmuró
en mi alma... eran las palabras
del Maestro, las mismas que aca­
baba de leer a mis cristianos en
aquel domingo doce de Pentecos­
tés: « Y sucedió que pasó un sacer­
dote por el mismo camino, le vio
allí y pasó de largo...»
Aquello era demasiado para mi
alma.
¡Kariappan, grité otra vez!,
a aquella sombra en andrajos que
avanzaba vacilante hacia la es­
cualidez de su cabaña, con el bra­
zo todavía rígido en aquel gesto
inútil de petición. Dócil e intriga­
do corrió atrás, y yo, sin valor
para mirarle a los ojos, vacié mi
bolsillo en el hueco de aquella
huesuda mano... aquella extraña
proyección de la mano del Maes­
tro.

ASI SE LIMPIAN
UNOS BUENOS ZAPATOS
Cuando llovía, avanzar en bici­
cleta se convertía en una odisea.
Pero ved cuanta delicadeza entre
los humildes y los pobres. Sin que
nadie lo llamara, sin esperanza al­
guna de recompensa, un mucha­
chito me aguardaba siempre a la
orilla del torrente. Había que va­
dearlo. El guardabarros de la bi­
cicleta estaba atascado con la ar­
cilla y necesitaba un buen lavado.
Además tenía que quitarme los
-

21

zapatos y arremangarme mis blan­
cos pantalones hasta la rodilla.
El muchacho, después de lavar el
barro de la cadena se encargaba
de pasarme a la otra orilla los
zapatos, calcetines y bicicleta.
A pesar de que siempre he te­
nido mucho cuidado en mantener
los pies secos, en aquellos tiem­
pos, cuando todavía era peso plu­
ma, solía coger unos resfriados de
órdago, que me duraban de quin­
ce a diez y siete años, con breves
interrupciones. Pero siempre fui
muy cuidadoso de tener los pies
secos.
Aquella mañana había tenido
que empujar mi bicicleta por mu­
chos centenares de metros de ba­
rro y tanto la blci como los zapa­
tos daban lástima de solo mirar­
los; sólo mis zapatos ingleses es­
taban por dentro tan secos y có­
modos como nunca.
Pero mi amiguito se había que­
dado consternado ante aquella
aparición. Y a había acabado de
lavar la bicicleta que brillaba en­
tonces como nueva, pero aquellos
zapatos... ¡aquellos zapatos que
estaba todavía aguantando en sus
manos!
Y a estábamos en la mitad de
la corriente, cuando de pronto me
grita:
— Pero, Padre; ¿cómo puede
usar unos zapatos tan sucios?
Y antes de que pudiera impedir
la catástrofe, ya me los habla
zambullido dentro del agua co­
rriente; luego los frotó vigorosa­
mente, los vació de todo el líquido
innecesario, y después, sonriendo
como un vencedor me los entre­
gó brillantes y goteantes en el in­
dio sol. con el aire de triunfo del
deber cumplido.
— Gracias, hijo, — tuve fuerzas
todavía para suspirar. — Y ¿ cómo
habría podido yo destruir aquella
inocencia ?
Aquel domingo dije la misa es­
tornudando a n t i 1i t ú r g icamento
desde el Introito al último Evan­
gelio.

INTERVIENE EL DIABLO
Un día so me presentó el Padre
Luddy pálido como su sotana. Su
inseparable paraguas le temblaba
en las manos.
¡E l diablo, el diablo!, — gritó
entrando en mi despacho y hun­
diéndose en una silla, mientras
dejaba caer su paraguas, supremo

síntoma de desaliento. Me quedé
consternado.
Animo, Padre Ladislao, no se
lo tome tan en serio. ¿Qué pasa?
— E l diablo está aterrorizando
a mis pobres cristianos de Odiyandaran. La mitad de las casas las
ha quemado ya. ¡E l diablo, el dia­
blo!
A decir verdad se me escapó un
suspiro de alivio. (Después de to­
do no se trataba del Vicario Ge­
neral.)
— El diablo es un perro encade­
nado — dice San Agustín— y cier­
tamente el Señor no se siente muy
inclinado a darle permiso para
que vaya a complicar la vida a
esos pobres diablos, quiero decir,
a esos pobres cristianos del North
Arcot.
— ¿Ah, y usted se ríe?, exclamó
el P. Ladislao, ofendido por mi
incredulidad. Bueno, al es usted
un hombre corajudo vaya usted
mismo a verlo.
Aquello era ya un reto que yo
y mi colega el Padre Ricardo no
podíamos ignorar; así que me
abalancé a la moto dispuesto a
volar al lugar del desastre.
— Pero... espere un momento,
dije yo desapareciendo en mi des­
pacho para ser sorprendido por
mi colega en el momento en que
alojaba en el bolsillo de la sotana
el «Ligfnum Crucis». A aquellas
horas ya sabía yo que mi colega
acababa de armarse con una re­
liquia de San Juan Bosco.
Y es que en aquel momento nos
acordamos de que cuando Monse­
ñor Mederlet, nuestro Arzobispo,
llamado el terror de los diablos,
exorcizó a un poseso en Tanjore,
el diablo se puso a gritar en pú­
blico sus pecados. Hicimos, pues,
un pacto entre nosotros;
— Yo entro primero y que el
diablo grite mis pecados; después
entras tú y que se encargue de
publicar los tuyos. ¿De acuerdo?
Puos adelante.
Odiyandaran está sólo a 14 mi­
llas de distancia, pero teníamos
que cruzar el lecho arenoso de un
río y aquello era siempre una ha­
zaña hasta para un mago de la
motocicleta.
Cuando Uegeimos a aquel pobre
villorrio lo hallamos sumido en la
consternación; llantos, gritos e
histeria colectiva y unas veinte
casas quemadas (bueno, eso de
casa aquí significa choza de barro
y paja, que no sería ninguna pro­
posición para ninguna compañía
de seguros. Pero, pobrecitos, era
la única cosa que tenían).

— ¿ Y en dónde se espera al dia­
blo hoy?
— Aquí, aquí, empezaron a g ri­
tar en coro; ayer nos dijo que ven­
dría hoy a quemar esta choza.
— Demontres, qué sistemático y
ordenado es el tío pateta, pensa­
mos nosotros.
Yo me fui adentro mientras el
P. Ricardo montaba guardia fue­
ra. Esa era la estrategia que ha­
bían montado los hombres de Dios:
cada media hora cambio de guar­
dia. Uno, dos, tres, cuatro, cinco
turnos y todavía no había ningu­
na indicación de espíritus malos.
De pronto...
Bum... bum... bum... Tres tre­
mendos golpes se descerrajan con­
tra el pobre techo y me hacen sal­
tar en el aire, como si hubiera te­
nido un resorte bajo los pies. Los
perros empezaron a ladrar, la gen­
te a gritar, mi colega corrió a res­
catarme.
No os alarméis, no había nin­
guna causa sobrenatural. Lo que
sucedía es que, como hacía tan­
to calor, yo le había dicho a un
chiquillo que nos trajera algo pa­
ra beber; y el arrapiezo se había
ido precisamente a encaramar en
el cocotero que se inclinaba sobre
nuestra casita endiablada y, na­
turalmente, cuando empezaron a
caer los cocos, cortados de sus
ramos, sobre el techo de paja nos
dio la impresión de que se trata­
ba de un bombardeo diabólico.
Cuando después de haber vig i­
lado así por un gran tiempo aban­
donamos la tarea y estábamos ya
apretando el arranque de la moto,
un grupo se nos vino corriendo
para decirnos:
— Ahora, ahora, precisamente
está llegando el demonio.
— Bueno, amigos, decidle a ese
demonio que haga el favor de ser
un poquito más puntual.
Para aquella hora había llegado
ya el carro de bueyes del Padre
Ladislao.
— Padre Ladislao, un puñado de
hombres de pupila alrededor de
las chozas y verá usted cómo ceZ
orden reina en Varsovia*... quiero
decir en Odiyandaran.

EL

APOSTOLICO

ACORDEON

Hace algún tiempo, me encon­
traba de paso por Barcelona, en
vig;ilias de mi salida para Filipi­
nas. L a comunidad salesiana de
allí es notablemente grande y so-

22
V

i

T
lamente unos cuantos habrían po­
dido notar la llegada de un joven
clérigo, delgadito y tímido, que
venía de algún remoto lugar de
la Península para embarcarse pa­
ra el Brasil unos días más tarde
e ir a trabajar en nuestra misión
del A lto Amazonas.
Pero el joven misionero no dejó
de notar la presencia de mi barba
en aquella multitud e inmediata­
mente se acercó al veterano como
si yo fuese un cónsul general.
— Padre — ^me dice— yo no co­
nozco a nadie por aquí y no tengo
experiencia en cuestión de viajes
¿podría acompañarme al Puerto
mañana?
Bien sabía yo lo que significaba
eso. Es decir, pagar el taxi, la
propina a los maleteros, apechu­
gar con las tasas portuarias, en­
frentarse con las últimas irregu­
laridades notadas a última hora
en documentos, visados, certifica­
dos de vacuna, etc..., persuadir a
inflexibles ministros de la ley,
arrastrar pesadas maletas por la
rampa de un pasadizo que se aleja
porque el barco ya ha levado an­
clas, y todo lo demás. Pero ¿qué
se le puede negar a un joven mi­
sionero que, encendida todavía la
llama sagrada de nuestra juven­
tud, va a quemar la suya en los
Pantanos Maláricos de aquel in­
fierno verde?
— Muy bien hermanito, mañana
a las seis estaré contigo.
A la mañana siguiente toma­
mos un taxi y volamos al puerto.
Es siempre una inyección de opti­
mismo para un misionero cansa­
do el contemplar el perenne dra­
ma y predicar a todas las nacio­
nes, actuando siempre por estos
generosos jóvenes; pero me pare­
ció a mí que en un cierto momen­
to descubrí un cierto brillo en sus
ojos, ojos que parece están a pun­
to de explotar en un Amazonas
de lágrimas. Pobre muchacho. Su
madre, sus hermanos y herma­
nas, estaban todos en la España
Central y en aquella mañana no
habría nadie en el muelle, para
agitar un pañuelo blanco al joven
misionero, cuando zarpara su na­
ve. Y ¿por cuánto tiempo iba a
quedarse en el infierno verde?
¡Vamos, hombre, le dije, endu­
rece el epigastrio, verás como
cuando el barco empiece a mecer­
se, las náuseas del mareo acaba­
rán con todas las morriñas!
Este brutal modo de consolarle
a uno es generalmente de gran
eficacia.
— No, no. Padre — dijo él dulce­
mente— no se trata de morriñas.

— ¿Pues, entonces, de qué diantres se trata? — le pregunté yo.
—^Usted verá — me dijo un poco
tímidamente— yo solía tocar el
acordeón y...
— Ah, ¿ y por qué no te llevas
entonces un acordeón a tus indios
Bororos ?
— Oh Padre, es que un acordeón
es tan caro; yo no habría podido
nunca recoger todo el dinero que
se necesita.
Aquello me noqueó. Un Misio­
nero veterano puede tener toda la
piel dura que os queráis imagi­
nar; pero cuando a uno se le re­
cuerda cómo hace treinta o cua­
renta años nosotros nos encontrá­
bamos en la misma posición, aca­
riciando los mismos sueños, infla­
mados por las mismas ambicio­
nes, reventando con la misma ge­
nerosidad juvenil...
¡Taxista, grité, ayude a bajar
esas maletas! Vamos a dejarlas
al cuidado del primer pasajero
que encontremos y lléveme usted
a la ciudad, a todo gas, tenemos
todavía ima hora y media antes
de la salida del barco.
— ^Muy bien, Padre, ¿es que se
ha olvidado de algo?
— Sí, nos hemos olvidado un
acordeón.
— Demontres, malo es eso, pero
¿dónde está?
— En la tienda, lléveme a la pri­
mera tienda donde vendan acor­
deones.
L a primera tienda que visita­
mos tenían unos acordeones mo­
numentales, todos con ciento vein­
te bajos.
— ¡No, hijo, no te lleves eso! y
no es precisamente porque cues­
ten tanto, eso tal vez no me im­
portaría; ya sabes que nosotros
somos pobres, pero soberbios. ¿ Sa­
bes tú lo que significa cargar ese
monsti-uo melodioso sobre las es­
paldas y atravesar veinte millas
de selva tropical ?
En otra tienda encontramos otro
acordeón más pequeño y barato,
pero con un sonido muy dulce y
alegare y lo compramos con algún
descuento que nos ofreció la ama­
ble dependienta.
Durante nuestra carrera hacia
el Puerto los dos estábamos silen­
ciosos, pero para entonces ya ha­
bía otro brillo diferente en sus
ojos, y tal vez en los míos tam­
bién. Supongo, lo sabía muy bien,
que yo había hecho el fanfarrón,
cuando le dije aquello del mareo,
que se experimenta en la boca del
estómago, como un remedio con­

tra la morriña, que se aposenta
en la medida de nuestros corazo­
nes. Sabía muy bien, en cambio,
que unos cuantos acordes en el
acordeón pueden calentar el alma
y aliviar nuestros males, y no sólo,
esos acordes son capaces de le­
vantar nuestra alma hacía Dios
en una oración.
Finalmente rompí el silencio:
— Dime, hombre, ¿a qué Santo
te has estado encomendando para
obtener un acordeón así «in extrem is»? Apuesto que a San Anto­
nio.
— No, Padre, respondió radiante
de alegría, a San Juan Bosco.
Cielos, exclamé yo. Y pensar
que yo había sospechado que Don
Bosco había sido el causante de
aquella acción disciplinaria contra
mí, mediante varias fracturas de
muñeca, como advirtiéndome que
era ya tiempo de que fuese una
persona formal. Bueno es saberlo.
E l joven hermanito me escri­
bió después desde el río Amazo­
nas: «Acordeón, un exitazo. Muy
contento, muy agradecido, etc...
Magnífico instrumento de aposto­
lado, etc...
¡La vida empieza todas las ma­
ñanas! No, amigo; ya no toco el
acordeón; ni casi lo puedo. L a cul­
pa la tienen mi muñeca, mi tiem­
po y mi humor. Pero no me pesa.
Ahora la tradición acordeonista
está firmemente arraigada. Lo que
hago ahora es decirle sencillamen­
te al Buen Maestro:
— Mi buen Señor, echa una mi­
rada a esa caterva de acordeones
que están resonando en tu Viña.
No olvides que este indigno sier­
vo tuyo fue el que inició esta re­
acción en cadena. Recuerda los in­
numerables K irie clcison y Tantum ergoB que ellos han entonado
en tu Honor. Recuerda la unión
de corazones que ellos han obte­
nido, las nostalgias que han cu­
rado, las tristezas que han hecho
olvidar a corazones afligidos, las
procesiones que han solemnizado,
la alegría que han llevado a jóve­
nes y a viejos por igual, las oca­
siones que han proporcionado de
anunciar Tu Reino, Y cuando la
muchedumbre de mis iniquidades
suba como una nube de tormenta
hasta tu Trono, oh Señor, que de­
mostraste tu dominio sobre las
ondas atronadoras y sobre los
aulladores vientos del mar de Genezaret, ordena, te lo ruego. Se­
ñor, que los santos resoplidos de
esos centenares de acordeones mi­
sioneros ahoguen para siempre en
sus acordes el siniestro clamor
de mis pecados. Amén.
-

23

PRIMERA
CONFERENCIA
INTERINSPECTORIAL
DE

ESPAÑA

Y PORTUGAL
FATIMA.—Los Inspectores de la I Conferencia
Ibérica

F A T IM A .— Como indica el rector mayor en su
carta anual, publicada en este mismo número, el
tiran objetivo que se prefijó el últim o Capitulo Gene­
ral, fue redescubrir a Don Bosco remontándose a los
orítjcnes. E ra una tarea necesaria por varios m oti­
vos. E ntre ellos uno salta a la vista: corremos tiem­
pos nuevos; había, por consiguiente, que replantear
la acción de la Congregación Salesiana en la socie­
dad acfuaí, pero de acuerdo con su genuino espíritu,
el de Don Bosco.
Cien años de existencia son muchos, incluso para
una CongregaciÓ7i joven co7no la salesiana, y aunque
el pensamiento y dirección, que Don Bosco le im pri­
miera permanecían funda^nentalmente, no la ampli­
tud panorámica. Tiempos, necesidades duras, gue­
rras... todo lo que se quiera, pero lo cierto es que
la Congregación necesitaba m irar al mundo y más
al de ahora con los mismos ojos de Don Bosco. Y
ese fue el gran acierto del X IX Capítulo General,
que será para la Congregación, lo que el Concilio
para la Iglesia: Representa una puesta al día, un
rcajiiste del pensamiento y de las fuerzas de la Con­
gregación al servicio de la misión que Dios confió
a Don Bosco y a la Fam ilia Salesiana para bien
del mundo.
Pero como las prendes ideas se csfumati, s» no
se crean para llevarlas a cabo orponicaciones con­
cretas, el mismo Capítulo General creó las Confercíicias ititerinspectoriales, con obligación de reunirse
periódicamente para estudiar y detenninar las fo r­
mas de traducir a realidad las ideas y consignas,
consideradas aptas para dar a la Congregación su
verdadero rostro.
La primera de esta Conferencia ha tetwío ya íugar en Fátima. Portugal y España constituyen una
de las conferencias interi»ispectoriales de Europa.
Ha queñdo reunirse precisameníe en Fátim a para
comenzar con la protección especiaiisimo de la Virgen. A ella acudieron ios siete inspectores de Espa­
ña, Don E m itió Corrales, por Zam ora; Don Agustín
Bonito, por Córdoba, Don ilfaximiiiano Francoy, por
Afadrid; Dott Fmilio ífertidndee, por Bilbao; Don
24 -

Ambrosio Díaz, por Sevilla; Don Francisco d iv á n ,
por Barcelona; Don José Carbonell, por Valencia y
Don Benito Nunes, por Lisboa, que hacia los hono­
res de casa. A ctuó de Secretario el ecónomo de
Zamora, Don Rosendo González. Presidió la Confe­
rencia Don Isidro Segarra, miembro del Consejo Su­
perior, recientemente elegido y presidente de las
Conferencias de Antillas, M éjico y Centro Am érica,
además de la de España y Portugal. Don Isidro Se­
garra, español, nacido en la provincia de Tarragona,
desempeñó diversos cargos en la Inspectoría de Bar­
celona, entre ellos él de Provincial. Don R icce ri lo
llamó al Consejo Superior de la Congregación.
Las reuniones tuvieron lugar del S2 al 27 de no­
viembre últimos. E n ellas se trataron los temas re­
ferentes a la vida religiosa de los salesianos, a las
casas de form ación y form ación de la juventud acer­
ca de los antiguos alumnos salesianos y organiza­
ción de los cooperadores salesianos. Con respecto a
estos últimos, que es el asunto que más directamen­
te nos interesa, se acordó la celebración de un Cur­
sillo de tipo nacional para Delegados de Cooperado­
res a celebrar el próxim o mes de septiembre de
1966, para estudiar la organización y puesta en m ar­
cha eficiente de la Obra de los Cooperadores en
nuestra patria.
A l dar la noticia de la celebración de la Prim era
Conferencia Interinspectoriál nos complacemos en
asegurar a nuestros queridos Superiores que los Co­
operadores Salesianos esperamos, dentro de muy po­
cos años, ser una de las más puras glorias de Don
Bosco en nuestra patria, trabajando junto a ellos
y ayudados por ellos, y ayudándoles, en la salva­
ción de Jas almas en el conipo de Don Bosco y en
su fntsnta mies. Sólo les pedimos nos conceda dele­
gados aptos y verán maravillas, porque la carga de
espiritualidad y de apostolado, que nuestro Funda­
dor puso en su Tercera Fam ilia es algo de propor­
ciones oún insospechadas para nosotros, no para él,
que subía muy bien lo que decía, cuando afirmaba
que vendría tiempo en que poblaciones enteras per­
tenecerían a los cooperadores salesianos.

t ío M M a o ia j \ u d c i l í n t i t t r a

Cáncer de laringe
Valencia.— ^Habiendo diagnosticado tres de los me­
jores médicos de Valencia un cáncer de laringe ya
muy extendido, en uno de nuestros hermanos, acudi­
mos con una gran confianza a María Auxiliadora,
confiando, en medio de nuestro dolor, en que nues­
tra Madre del cielo sabría confortamos en nuestra
prueba. Ella ha sido una vez más generosísima con
nosotros. Su consuelo ha superado en mucho nues­
tras haber sido tratado con terramicina y demás
su asombro ante lo que calificarían de casi absurdo
si no tuvieran delante, los diversos análisis de toda
clase que se han hecho a lo largo de la enfermedad.
Agradecidos, publicamos la gracia y ofrecemos una
beca para un seminarista salesiano misionero.
Fam ilia Am orós Guillén

La bendición de María Auxiliadorra
Barcelona.— A primeros del mes de mayo del pre­
sente año, el más pequeño de mis hijos, de cinco
meses de edad, comenzó a padecer una otitis, que
tras haber sido tratado con terramicina y demás
medicaciones complementarias empeoró con diarreas
y deshidrataciones. Siguieron más complicaciones
hasta el punto de que el día 22 del mismo mes de
mayo tuvimos que ingresarle en el Hospital Clínico
de Barcelona, donde se le diagnosticó «neumonía>
y «meningismo», además de la deshidratación.
Después de unos quince días de continuos trata­
mientos clínicos, sin obtener resultados positivos ya
que no conseguían hidratarle, y por tanto sin espe­
ranzas de una curación total y menos aún rápida,
terminamos una novena a María Auxiliadora coinci­
diendo con el informe médico de que el niño estaba
pasando una crisis en su enfermedad, de resultas
de lo cual no tenían grandes esperanzas de salvarle.
Fue entonces cuando solicité del Seminario Salesiano
de Horta impartieran a mi hijito la bendición de
María Auxiliadora, y personados esa misma tarde
dos padres Salesianos en el Hospital Clínico nos con­
cedieron el gran favor solicitado.
Pasaron dos días y fue tanta la mejoría alcanza­
da por el niño, que los doctores consideraron darle
de alta, y una vez en nuestra casa el niño se repuso
completamente, y ahora tratnscurridos cinco meses
no se ha vuelto a resentir de aquella enfermedad.
M iguel Simó

Los hijos morirán al nacer
SeriZIa.— Un matrimonio devoto de María Auxilia­
dora y de Domingo Savio, dan gracias por haber
conseguido que dos de sus hijos hayan nacido v i­

vos y se conserven en perfecto estado do salud; el
mayor con dos años y la chiquitína con cinco meses.
Es una gracia especialisima de la Santísima Virgen
Auxiliadora, ya que con motivo de tener incompa­
tibilidad de R-H sanguíneo, los anteriores hijos se
morían al nacer.
Deseamos se publique en el Boletín Salesiano y
enviamos un donativo.— Jesús Pardo.

La caída iue mortal
Madrid.— El día 17 de junio, uno de mis hijos el
más chiquitín, que entonces contaba 18 meses, se
cayó de la terraza de mi casa, que tiene aproxima­
damente 6 metros de altura.
L a caída fue mortal, los médicos que lo atendie­
ron no le dieron más que dos horas de vida, por
la enoime fractura de cráneo que el pequeño sufrió.
Fue para mi algo espantoso, lo mismo para los
vecinos de la finca, que vivieron conmigo los mo­
mentos de angustia. Entonces, una señora muy de­
vota de María Auxiliadora, la invocó haciendo una
novena por la salvación de mi hijo.
E l niño curó rápido, y ahora se encuentra sano
y feliz, por lo que yo, doy gracias a la Sma. Virgen,
entregando mi humilde limosna.— Simona de Benito.

Cadena de Gracias
Alicante.— Elstando una vecina en gestación, empe­
zaron a darle ataques de acetona, llegando a deshi­
dratarse. Viéndola los médicos en tal estado, dijeron
que ya nada podían hacer por ella. Entonces le lle­
vé una estampa de María Auxiliadora, y le dije a
ella y a su fam ilia que confiaran en la Virgen, que
iba a empezar una novena; y al segundo día el mé­
dico se llenó de sorpresa al ver que había mejorado,
dando a luz a su debido tiempo una sana y hermosa
niña.
Teniendo un hijo educado en buenos principios, al
hacerse mayor, no sé si por malas compañías, o por­
que así se creía él más mayor, dejó de frecuentar
la iglesia y estar más de tres años sin verle comul­
gar. A mí me daba mucha pena, y le pedía a la
Virgen constantemente, haciéndole una novena de­
trás de otra sin desmayar, hasta que un domingo,
cuando menos lo esperaba me dijo que se iba a Mi­
sa, y en Pascua Florida tuve la dicha de verle co­
mulgar.
Una señora de setenta años, herniada más de vein­
te, se le salía el intestino de tal form a que no ha­
bía manera de colocárselo en su sitio, teniendo que
operarla inmediatamente. Empecé una novena a la
Virgen Auxiliadora, prometiendo que si quedaba bien
lo publicaría en el Boletín Salesiano; y, como ahora
está completamente bien, cumplo mi promesa.
-

25

Agradecida a tan buena Madre mando publicar
estas gracias en el Boletín Salesiano y envía una
limosna para sus obras.— M. M . de Molina.

Dan gracias a María Auxiliadora
Y envían una limosna
L. F., de Orense: Felialndo Lamia, de Fontela; D o­
lores Tirado, de Utrera; Inmaculada Guiñas, de Mar-

O tro s

bella; Una H ija de M aría Auxiliadora, de Puerto
Real; José Núñez, de Orense; G. P., de Salamanca;
Concha Soriano, de Valencia; Vda. de Varona, de
Logroño; M aría Goicoechea, de San Sebastián; Un
A . A ., de Madrid: Pastora R ifá, de Manlleu; M a­
ría Dolores Pidal, de Vigo; J. Caballé y M.^ Teresa
Rosell, de Reus; Jerónimo Vizán, de Zamora; María
Cancho de López, de Sevilla; Josefa de Puyol, Gran
Tarajal; Aníonto Ferrón, de Iznalloz.

c o ra zo n e s

P. P., de Zaragoza, da gracias a María Auxiliadora
por haber encontrado trabajo para su hijo.
Luis Sánchez, de Salamanca, da gracias a M. A.
por la solución favorable de un asunto que le enco­
mendó.
Fam ilia Sánchez Cortés, de Salamanca, da gracias
a María Auxiliadora y Domingo Savio por varios
favores recibidos.
Gracia Ruiz, de Salamanca, da gracias a María
Auxiliadora por haber encontrado una llave perdida,
lográndolo de modo inesperado.
AT. Z., de Avila, envían un donativo para las mi­
siones salesianas, agradeciendo a María Auxiliado­
ra una gracia que confía seguir obteniendo de Ella.
R. y P., de Cretas, da gracias a María Auxiliadora
porque habiendo estado su marido 17 meses enfermo
y a las puertas de la muerte y suplicado insistente­
mente a la Sma. Virgen por su curación, aunque no
ha curado del todo ha experimentado notable me­
joría y pide su curación.
La Vda. de Roldan, de Sevilla, da gracias a M a­
ría Auxiliadora y S. Juan Bosco por haberle li­

agradecidos

brado de tener que sufrir una delicada operación.
J. Vall-Lam ora, de Barcelona, cumple la promesa
de dar gracias a María Auxiliadora por varios favo­
res recibidos y envía una limosna.
José Fernández Vázquez, de Carmona, sufrió un
grave accidente de trabajo, que le tuvo imposibili­
tado durante ocho meses. Gracias a la interce­
sión de María Auxiliadora a la que invocó con fe
pudo recuperarse de su lesión y sigue en la actuali­
dad sin resentirse lo más mínimo, trabajando con
normalidad, contra lo que se temía dada la importanacia de la lesión y duración de la misma. Agrade­
cido envía una limosna.
Ismael González, de Salamanca, da gracias a Ma­
ría Auxiliadora porque encontrándose su hijo de
ocho años de edad, enfermo y con el diagnóstico de
que por tener seis cálculos en el riñón derecho de­
bía sufrir una operación muy delicada. Acudió a
María Auxiliadora haciéndole una novena para que
saliera bien la intervención. Esta duró tres horas,
pero salió bien y el chico se ha restablecido por lo
que cumple su promesa de publicarlo y hacerse archicofrade de María Auxiliadora.

RESUMEN DE HISTORIA SALESIANA. 304 páginas, 75 pesetas.
Acaba de aparecer esta magnífica obra, historia compendiada de la familia salesiana toda,
desde sus orígenes hasta nuestros días.
Versión castellana del original francés iPrecís d'histoire salesiennei, adaptada para el pú­
blico hispanoamericano y completada hasta el 16 de agosto de 1965 por el Rvdo. D. Francisco
de la Hoz.
Especialmente indicada para servir de texto en los noviciados y casas de formación de
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora.
Necesaria para cuantos deseen tener, en breve lectura, idea clara del nacimiento y des­
arrollo de las principales instituciones salesianas.
LOS COOPERADORES DE DON BOSCO. 336 páginas, 75 pesetas.
Versión castellana de til camino de una grande ideal de Don Guindo Favini. El mejor
estudio documentado de esta importantísima rama de la Obra salesiana. Una obra que debía
figurar en lodo Centro de Cooperadores y poseer todo dirigente.
LOS CARGOS EN LA TRADICION SALESIANA. 286 páginas, 50 pesetas.
Versión castellana del original francés, compuesto por el Círculo de Estudios Salesianos
de Lyon. Todo cuanto se ha escrito sobre los cargos en las casas salesianas en deliberaciones,
Actas del Capítulo Superior, Circulares y Anales.
Pedidos:

26

CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA • Alcalá, 164 - MADRID (2)

-

J i

Gracias de San Juan Bosco
V de Santo Domingo Savio
El quiste había desaparecido
Pamplona.— ^Hace algunos años me salió en el
párpado inferior del ojo derecho un quiste, que me
molestaba mucho, y tuve necesidad de acudir al
oculista. Me dijo que había que hacer una pequeña
operación, y procedió en el acto.
Pero cual no sería mi sorpresa al oirle decir muy
serio y como contrariado y temeroso: en la próxi­
ma primavera, estábamos en invierno, viene Ud. a
la clínica, no quiero aquí ningún disgusto.
N o sé de qué color o cuántos iría tomando mi
rostro al ver las herramientas en sus manos.
A l llegar a casa me encomendé a Sto. Domingo
Savio, prometiéndole publicar la gracia si me obte­
nía la curación.
Llegó la primavera, y el quiste había desaparecido,
casi sin darme yo cuenta, y sin que se haya repro­
ducido en ningtmo de estos años. Solamente ha que­
dado una señal apenas perceptible, como para re­
cordarme que debía cumplir la promesa.
Muy agradecido, lo hago público para que los que
se encuentran en alguna necesidad acudan a Sto.
Domingo Savio en demanda de auxilio.
V. M. M., S. D. B.

Buen trabajo
L e Quemo (Francia).— Siento gran satisfacción
a l comunicar a los lectores del Boletín un buen tra­
bajo realizado por Santo Domingo Savio en mi es­
cuela. En ella, niños y niñas aman a Domingo Savio
y le rezan con fervor. La mayor gracia obtenida por
su intercesión es sin duda la curación inesperada
de una de mis alumnas de nombre Catalina, de diez
años. Cuando la niña se preparaba para venir a
escuela se sintió atacada por tan fuertes dolores
que hubo que llevarla urgentemente a la clínica.
Tras larga operación el doctor advirtió a la madre
de la niña que no había esperanza alguna de salva­
ción. Se trataba de un tumor canceroso. Una hora
más tarde llegaba yo a la clínica. Hallé una enfer­
mera que me dijo: «E s cosa de pocas horas; la ni­
ña no lo sabe. Hay que prepararla a morir.* En la

habitación, junto al lecho de la enfermita estaba su
madre, quien al verme exclamó: «Hermana, esto no
puede ser. E l buen Dios es más poderoso que los
doctores. Ayúdeme a salvar a mi hija*. Precisamen­
te llevaba conmigo una reliquia de Santo Domingo
Savio. Se la puse debajo de la almohada, luego de
rezar la oración que la estampa ponía al dorso. A l
día siguiente se celebró una misa en honor de San­
to Domingo Savio, nuestro joven Protector, y cada
día las oraciones de mis alumnos subían fervorosas
al cielo. A l domingo siguiente Catalina, que conserva­
ba su lucidez, era incapaz de pronunciar palabra
a causa de sus atroces dolores. A media noche llama
a su madre y le dice: «Mamá, me duele mucho*.
«Recemos a Domingo Savio un poquito, hija mía,
le respondió la madre, y luego vamos a ver si lo­
gras dormir un poco.» Realmente se durmió casi
en seguida.
Pocas horas después, se despierta, llama a su ma­
dre y le dice: «Mamá, no me duele nada. Efectiva­
mente, con gran sorpresa del médico la chiquilla
se levantó. L a sometieron a severos análisis y tu­
vieron que comprobar diversos doctores que el cán­
cer había desaparecido. Una semana después vol­
vía a clase en donde la esperaban todas sus compa­
ñeras. Han pasado dos meses y la niña viniendo a
escuela en la que se comporta como todas las de­
más; juega, estudia y se mueve sin señal ninguna
de su pasada dolencia. Y jamás olvida al gran ami­
go que la ha salvado.— Sor Vicenta Maria.

Le llevé el escapulario
Encontrándose una sobrina mía en su último mes
de embarazo se agravó sobremanera con una hin­
chazón de todo el cuerpo sin excluir las manos y la
cara. Ante tal apuro le llevé el escapulario de San­
to Domingo Savio, que se puso con mucha confian­
za en el Santito. A los dos días empezó a decrecer
la hinchazón y pudo ocuparse de las cosas de casa.
Un mes después una preciosa niña venía a alegrar
su casa.— P ila r Gutiérrez.
Dan gracias a Don Bosco y Santo Domingo Sa­
vio: M aria Jurado Sánchez, de Madrid y L. N ., de
Barcelona.

G r a c ia s d e d o ñ a D orote a d e C h op itea
CO O PERAD O RA S A L E S IA N A
Algeciras (Cádiz) . — Una señora, amiga mía, me
ofreció algunos ejemplares del Boletín de Doña Do­
rotea, a quien yo no conocía, y movida por las gra­
cias que obtiene a sus devotos, me llené de confianza
y le supliqué intercediera ante el Corazón de Jesús
para que nos devolviera a mi hija, que ya llevaba
cinco meses fuera de casa y nos hacia muchísima
falta. Nunca encontraba ocasión de venir, por lo

que ofrecí a Doña Dorotea, que si mi hija volvía
sin disgusto a la familia, publicaría la gracia. A
este fin comencé «n g novena, y al día siguiente de
terminarla, recibí carta de mi hija anunciándome
su llegada. Todos quedamos muy satisfechos y cum­
plo mi promesa. Sean dadas gracias a la Sierva
de Dios.— P . M.
Madrid.— Son tantos y tan continuos los favores
-

11

que obtengo por intercesión de Doña Dorotea, que
no recuerdo haber sido nunca defraudada. Ultima­
mente tenía necesidad de que ingresaran dos niñas
en un establecimiento benéfico. Cuando se solicitó
su entrada ya había pasado el plazo de admisión.
Recé y pedí a Doña Dorotea que nos solucionara el
asunto, que era de vital importancia para la familia
de las niñas y para ellas mismas. L e ofreci publicar
la gracia en el Boletín y enviar una limosna para
su beatificación. H oy puedo decir que las niñas pu­
dieron entrar en el benéfico establecimiento, cosa
que parecía imposible, por lo que cumplo mi prome­
sa enviando la limosna y rogándole publique la gra­
cia en el Boletín. Acudan todos los necesitados a la
Slerva de Dios, en la seguridad de ver atendidas to­
das sus súplicas.— E. R.
Alcudia de Creapins, Valencia.— Estaba a punto de
realizar varios exámenes y acudí a Doña Dorotea.
Verificados los mismos y habiendo salido bien de
todos ellos envío una limosna en agradecimiento a
la Sierva de Dios, en pro de su beatificación y ruego
se publique.— Em ilia Vidal.
Bellvia, Lérida.— Doy gracias a Doña Dorotea por
haber salido mi hijo bien de sus exámenes. L e envío
una limosna para su beatificación. Concepción Escué.
Salamanca.— Envío una limosna para la beatifi­
cación de Doña Dorotea de Chopitea en prueba de
gratitud por la solución de asunto en la que le puse
por intercesora.— 8. G.
Cindadela, Menorca.— Envío agradecida por varios
favores a Doña Dorotea una limosna para su causa
de beatificación.— Francisca Anglada.

Gracias atribuidas a
D. rélix González Tejedor
Villamayor de Ledesma (Salamanca).— Un asunto
de carácter económico tenía muy preocupados a unos

familiares míos, ya que debían saldar una deuda de
bastante consideración, en el breve espacio de diez
días.
Se buscaron todos los medios sin conseguir salir
de tan apurado trance. L a víspera su situación era
angustiosa. Llena de fe en el mártir salesiano, Don
Félix, le pedí intercediera en su favor, ofreciéndole
una limosna para la causa de beatificación. Nadie
puede imaginar la alegría que recibí al tener noti­
cias de que todo se había arreglado favorablemente.
Cumplo lo prometido.— L . J. M.
Villamayor de Ledesma (Salamanca).— Habiendo
perdido un objeto muy estimado el día de la fiesta
principal de esta localidad y en un lugar de mucha
aglomeración de público, recurrí inmediatamente a
D. Félix González Tejedor, ofreciendo una limosna
para los gastos de su beatificación.
Lo que cumplo agradecida enviando una limosna,
por haberlo hallado intacto.— Isabel Martín.
Villam ayor de Ledesma (Salamanca).— Una vez
más quiero hacer público mi agradecimiento a la
intervención de D. Félix González en la concesión
de varias gracias.
Hallándome con una fuerte congestión de cabeza,
le encomendé mi situación poniendo su hojita debajo
de mi almohada e inmediatamente comenzó mi me­
joría.
Posteriormente me fracturé una pierna debido a
mi edad, pues tengo 68 años. Los médicos creyeron
que quedaría inútil; pero le volví a suplicar con toda
confianza y ahora estoy complemente bien.
Dos veces más solicitamos su ayuda en favor de
una hija mía, que tenía eczemas en las manos y re­
sultaban inútiles todos los recursos de la ciencia
médica. Más tarde hubo necesidad de intervenirla
quirúrgicamente para extraerle un tumor interno en
parte delicadísima. Pero g;racias a su valiosa inter­
cesión todo resultó satisfactoriamente.
Envío la limosna de 75 pesetas para los gastos de
beatificación, que deseo se realice de todo corazón.
M aría Moreno

CADENA DE LUZ - CADENA DE LUZ - CADENA DE LUZ - CADENA DE LUZ
L E C T O R

del

B o le fin

S a le s ia n o

G o m ie n x a A ñ o M u o v o o o n u n a b u e n a o b r a
Entrando en Cadena de Luz con un donativo puedes llevar un sensible alivio
a la soledad de un enfermo, de un encarcelado.
Cadena de Luz es un apostolado conjunto de buena prensa y caridad apto
para todos nuestros lectores.
Primera relación de 1966.
Centro de Cooperadores de Carabanchel: A lto 100 pesetas.—Vda. de Barthclemy, Madrid: 100
pesetas.—Andrós Soria, de Alicante: 800 pesetas.—J. V. E.. de Barcelona: 200 pesetas.—N. N.,
100 pesetas.—María Jesila Martinex. de Huetc: 100 pesetas.—Dolores Toscano. de Ceuta: 16 pese­
tas.—Antonio Ferrón, de Ixnalloz: 600 pesetas.—M.S de los Angeles Huelin. de Pamplona; 50 pe­
setas.—Otilia Ibáftcx. de Zaragoza: 160 pesetas.—Carlos Pelácx, de Boal: 25 pesetas.—Felicia Canct, de Palaírugell: 60 pesetas.— Víctor Gómez, de Barcelona: 50 pesetas.
Son 1740 pesetas.
Son 9 suscripciones do ALA M E D A que irán a consolar y entretener a los enfermos de nueve
sanatorios.

EN NOMBRE DE TODOS LOS ENFERMOS BENEHCIADOS POR VUESTRA
GENEROSIDAD, GRACIAS. ¡MUCHAS GRACIAS!
Vuestros donativos a: CADENA DE LUZ: Alcalá, 164 - Madrid (2).

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---------------------- B i b l i o g r a f í a
EL Y ELLA en crecimiento

EL Y ELLA en crecimiento

Libro muy interesante para chicos y chicas, que se
encuentra en pleno desarrollo.
Se lee como una novela y hace meditar en los
problemas que se plantean a los jóvenes.

Libro formativo para el conocimiento de los mu­
chachos y de las muchachas.
De gran utilidad para padres y educadores.

EL Y ELLA en crecimiento

Libro de psicología juvenil. En forma novelada tra­
ta de los problemas que se plantean a los jóvenes.
Ofrece materia para charlas en círculos de estu­
dios y conferencias formativas y pedagógicas.

Libro para los días de Ejercicios. Ayuda a cono­
cerse a sí mismo.
Se lee como xma novela.

EL Y ELLA en crecimiento

AUTOR: Ricardo Nácher
Pedidos a lEDICIONES TIBIDABO»: Paseo de San Juan Bosco, 42 - BARCELONA (17)

R o g u e m o s p o r n u e s tro s d ifu n to s
D. Pedro Martínez Conesa, párroco de VistabellaMurcia,
el 24 de octubre.
Fue ferviente defensor de los salesianos y de su
misión formaliva y pedagógica. Su persona la
recorta asi el que fue primer director de la casa
salesiana de Cabezo de Torres: iLe admiré siem­
pre como a sanio y docto sacerdote, puedo ase­
gurar que su conversación siempre fue sacer­
dotal; era sacerdote - sacerdote, a estilo de Don
Bosco. Mucho le debe la Congregación y, en
especial, la casa de Cabezo de Torres; ya que
fue el principal orientador de D. Antonio Valverde, q. e. p. d., para su fundacióni.
Sus últimas palabras fueron como el resumen
de sus 31 años sacerdotales. Se dirigió a un gru­
po de sacerdotes y amigos horas antes de
morir:
•Unicamente me llevo el amor que he repartido
en mi vida.i
•He ofrecido esta mañana mi vida a Dios por
la Iglesia misionera.i
•Amaos los unos a los otros, porque no es odio,
sino el amor, lo que lleva a la unión.»
•Amad a la Iglesia en su verdad, en su dogma,
en su moral. Amad a la Iglesia en el Papa, en
el obispo, en los sacerdotes. Amad siempre a
los sacerdotes y más aún a los necesitados. Sed
generosos.»
Don Antonio Rico Arancibia 4* en Pamplona, el
16 de octubre de 1965. Sobrellevó con gran re­
signación su enfermedad y la ceguera que pri­
vándole de la vista material, permitió a su alma
adentrarse por las bellezas espirituales.
Doña María Victoria M oya
en Zaragoza, el 1 de
noviembre. Pasó un calvario de sufrimientos en
sus últimos diez años soportados con gran fe.
Ayu dó mucho a la obra salesiana en Zaragoza,
donando a las Hijas de María Auxiliadora los

terrenos de la casa misionera que se fundará
en dicha capital.
Don Luis García Manrique 4< Artudillo, el 10 da
septiembre a los 60 años. Su vida ejemplar puede
resumirse en esta frase: Todo lo hizo bien, huma­
na y cristianamente. Todos le querían, ya que a
todos trataba con delicadeza suma y con una fi­
nura y distinción que ganaba los corazones.
Nombrado Consejero de Cooperadores cuando se
comenzó esta actividad apostólica en Astudillo
trabajó con esiusiasmo y sin desaliento en su
organización. Bajo muy variadas formas ayudaba
asimismo al noviciado salesiano.
Don Benigno Baratech Montes 4< en Zaragoza, el
día 5 de noviembre, a los 77 años. Fue un eximio
Cooperador Salesiano y Bienhechor de estas Es­
cuelas, que gozaba en apreciar su gran desarro­
llo en estos últimos años. Fue Director del Ins­
tituto Coya de Segunda Enseñanza de esta ciu­
dad y catedrático de matemáticas eminente. En­
señó más aun que la ciencia, la virtud con su
preclaro ejemplo. Soportó con resignación cris­
tiana la pérdida paulatina de la vista que pre­
cedió a su breve enfermedad.
Don Carlos de O livar y de O lives
en Cindade­
la, el día 24 de noviembre. Ostentó durante mu­
chos años la presidencia de los Cooperadores y
fue Bienhechor bondadosísimo de la Obra Sa­
lesiana. Ultimamente apadrinó la coronación
pontificia de la imagen de María Auxiliadora.
Roguemos también por los cooperadores: Don Ro­
dolfo Rivera, de Gerona; Don José Beato Pérez,
de Salamanca,* Don Valentín Andarías, de Puertollano; Don Juan Lon y Espés, de Barcelona;
Don Julio García, Doña María Husillos, Doña
Felisa Martínez, Doña Paula Ortega, Doña Luisa
Quijano, Doña Encamación Ortega, de Astudillo.
-

29

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3eca$ ¡im á sostenimiento ^
form ación deüocaciones

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«El mejor premio que Dios concede a una lamilla es un hijo sacerdote» (Don Bosco)
INSPECTORIA DE BARCELONA

INSPECTORIA DE CORDOBA

P. Provincial: Paseo San Juan Bosco, 74
Barcelona-17

P. Provincia l: Calle María Atuciliadora, 14
Córdoba

BECAS COMPLETAS
Beca «Ppdro y Francisco do Paula Vives Madrcnys». Bar­
celona. Total; 100.000 pesetas.
Beca «Don Rafael Cerda». Mataré. Total: 30.000 pesetas.
BECAS EN FORMACION
Boca «José María Morctó». N. e.: 4.000 pts. T .: 20.000. pts.
Beca perpetua «D.& Clcmentlna Vallmltjana Cros de Baró».
N. e.: 10.000 pts. Total; 20.000 pts.
Beca «M. R. Don Florencio Sánchez*. N. e .: 500 pts. Total : 9.100 pts.
Beca «Sr. V.». Total: 8.000 pts.
Beca «Ntrn. Sra. de Montserrat». Total: 35.000 pts.
Beca «P . Felipe Alcántara». Sarriá. Total; 2.000 pts.
Beca «Don Florencio Sánchez». Total: 11.600 pts.
Beca «José y María Valles Plá». Total: 3.000 pts.
Beca perpetua «María Casacuberta de Masó». Total: 5.000.
Beca «Santo Domingo Savio». Total: 16.000 pts.
Beca «Estanislao Muzás». Total: 15.000 pts.
Beca «San José». Total: 5.000 pts.
Beca «Dolía Dorotea». Rocafort. Total: 27.000 pts.
Beca «Santa Emilia». Total: 25.000 pts.
Beca «Doña Bibiana Sodas». Total; 11.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Sarriá. Total: 6.000 pts.
Beca «Don José Recasens». Total: 4.199.60 pts.
Beca «Dolores Casacuberta». Total: 10.000 pts.
Beca «María A. Porta de Durán». Total: 8.000 pts.
Beca «Sr. Martin Goicoechea». Colegio Sarriá. Total: 25.000.
Beca «P . Viftas». Archicofradía de Sarriá. Total; 6.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Bsmelas Salesianas
Deusto-Bilbao
BECAS EN FORMACION
Beca «Mamá Margarita». L. Cañada. Pamplona. N. c .; 250
pesetas. Total: 12.500 pts.
Beca «Don Bosco». Ciudad Laboral. Pasajes. Total: 6.720.
Beca «Francisco Tierra». Burceña. Total: 8.500 pts.
Beca «Sagrada Familia». San Sebastián. Total: 10.000 pts.
Beca «I. Concepción». Bilbao. J. L . M. Total: 2.600 pts.
Beca «San Juan Bosco». Santander. Total; 6.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Santander. Total; 19.500 pts.
Beca «Modesto Nájera». Pamplona. Total: 1.500 pts.
Beca «Don Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. T o­
tal: 16.000 pts.
Beca perpetua «S. Cosme y Sta. Magdalena». T .: 66.000 pts.
Beca «José Puertas». Deusto. Total: 10.000 pts.
Beca «Señor Justi». Deusto (Colegio). Total: 19.000 pts.
Beca «Virgen del Castillo». El Royo. Total; 8.300 pts.
Beca «Señores de Udaetxc». Bilbao. Total: 34.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». D. R. Q. R. Total; 30.000 pts.
Beca «Don Pedro Olivaxxo». Baracaldo. Total; 18.000 pts.
Beca «San Andrés». Burgos. Total: 1.337.36 pts.
Beca «Nuestros Mártires». Zuazo.—Total: 18.509 pts.
Beca «Enrique Sálz». Burgos. Total: 17.779 pts.
Boca «Maria Auxiliadora» II. Tota): 30.000 pts.
Beca «Alfonso Gómei IMneda». Pamplona. T . ; 6.000 nts.
Beca «S. José Obrero». (Industriales-Santander.) T . : lO.oOO.
Beca «María Aux.» (A rd í. Santander). Total: 6.000 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. Total; 33.000 pts.
Beca «D. E. Caprani». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «D. J. Santos». Deusto. Total: 17.000 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». Zuazo. Total: 6.000 pts.
Beca «Jesús Aznar». Promovida por Doña María Salmerón
Vda. de Aznar. Total; 7.000 pts.

BECAS COMPLETAS
Beca perpetua «Virgen de Araceli». D. Eleuterio González
(Lucena). Total: 160.000 pts.
BECAS E N FORMACION
Beca «Hoyos González». N. e.; 6.120 pts. Total: 18.288 pts.
Beca «María Auxiliadora». Familia Gómez Briasco de Gra­
nada. N. e.; 1.000 pts. Total; 26.000 pts.
Beca «D. Baldomcro Pagán». Pozoblanco. N. e.: 1.000 pe­
setas. Total: 13.000 pts.
Beca perpetua «T roya González». Ubeda. Total: 12.000 pts.
Beca perpetua «Troya-Rosés». Ronda. Total: 63.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. Total: 10.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: 26.000 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife». Total: 28.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio», por las Cías, de Tenerife.
Total: 19.000 pts.
Beca «Fam ilia Torres». Las Palmas. Total; 700 pts.
Beca «Fam ilia E. Chacón de Hernández». Las Palmas. T o­
tal: 800 pts.
Beca «Fam ilia Lago». Las Palmas. Total: 1.500 pts.
Beca «Fam ilia Naranjo». Las Palmas. Total: 900 pts.
Beca «Fam ilia Atilio L ey». Las Palmas. Total: 500 pts.
Beca «Fam ilia Lara». Las Palmas. Total: 3.600 pts.
Beca «Fam ilia León de Navarro». Las Palmas. Total: 1.600.
Beca «Maria Auxiliadora». Málaga. Total: 4.300 pts.
Beca «Don Salvador Rosés». Total: 50.000 pts.
Beca «San José y Ntra. Sra. de Montserrat». Granada. To­
tal; 15.500 pts.
Beca «Santa Teresa». Granada. Total: 15.150 pts.
Beca «M. Utrera Deherves». Córdoba. Total: 8.000 pts.
Beca «San Isidro». Compañías. L a Orotava. Total; 10.000.
Beca «D. Bernardo Baena». Córdoba. Total; 9.000 pts.
Beca «Juan X X II I» . Montilla. Total: 11.675 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Araceli». Pozoblanco. Total: 35.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Pozoblanco. Total: 60.000 pts.
Beca «Moisés Redondo Tirado». Pozoblanco. Promovida por
D. José Fernández, Total: 4.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». (Cía. de la Juventud Salesiana). Las Palmas. Total: 13.000 pts.
Beca «D. Sebastián Maria Pastor». Total: 4.016 pts.
Beca 'Fam ilia Muñoz». Córdoba. Total: 15.000 pts.
Beca «Fam ilia Espejo Gómez». Montilla. Total: 20.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Consolación». Torredonjimeno. Total:
12.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». por tas Cías, de la Juventud
Salcsiana. Colegio Ronda. Total: 8.000 pts.
Beca «Santa Moure Ríos». Córdoba. Total: 8.000 pts.
Beca «D. Vicente Reyes». Córdoba. Total: 2.200 pts.
Beca «N . Rodríguez». Las Palmas. Total: 3.100 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Pino». (P or las Compañías de la Ju­
ventud Salesiana). Teror. Total: 26.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba. Total: 16.737 pts.
Beca «Sra. F. Peña». Málaga. Total: 12.000 pts.
Beca «M ontilla». Montilla. Total; 35.000 pts.
Beca «San Miguel». Montilla. Total: 10.000 pts.
Beca «Fam ilia Vargas». Ronda. Total: 10.000 pts.
Beca «Doña María». Las Palmas. Total; 3.700 pts.
Beca «D. Savio». (Escuelas). Ronda. Total: 3.700 pts.
Beca «Sagrado Corazón». Las Palmas. Total: 13.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Lopera. Total; 10.000 pts.
Beca «Manuel M arren ». Las Palmas. Total; 1.500 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife» II. Total: 25.000 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife». (C^asa). Total: 6.800 pts.
Beca «Manuel Hernández». Las Palmas. Total: 4.000 pts.
Beca «Mártires de Pozoblanco». Total: 8.725 pts.
Beca «San Juan Bautista». Córdoba. Total; 8.000 pts.
Beca «M aria Auxiliadora». Cooperador. Málaga. T .: 8.000.
Beca «J. M. Manfredini». Granada. Total: 60.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». Las Palmas. Total: 22.500 pts.
Beca «Matrimonio (JLM-SC3>. Málaga. Total: 45.060 pts.
Beca «Doña Pura Bermúdez». Málaga. Total: 20.000 pts.

30 -

i

INSPECTORIA DE MADRID
P ro v in c ia l: Paseo G ral. P rim o
M adrid (5 ) - Téléf. 227 56 91
P.

de R ivera , 25

BECAS COMPLETAS
Beca «Santa Inés». Doña Anelé Slenis. Total; 35.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Doña Carmen Llórente de Uilastres. Total: 30.000 pts.
Beca ^ a n Juan Bosco». D. Demetrio LHlastres. T .: 30.000.
Beca «Excma. Sra. Marquesa. Vda. de Camarasa». Total:
100.000 pts.
Beca «San Martín». Total: 30.000 pts.
Beca «D. C. Sáiz». Sres. R ey Martínez, por un favor reci­
bido. Total: 30.000 pts.
Beca «Sta. Teresa y S. Vicente». Total: 63.000 pts.
Beca «Ktra. Sra. del P ilar». Total: 40.000 pts.
Beca <D. Francisco Fuentes». A. A. de Ubeda. Total: 36.000
Beca «María Auxiliadora». Dona I^nacia V. y Don Adolfo
Beca «Ludezu». Total: 40.000 pts.
P. Total: 60.000 pts.
BECAS E N FORM ACION
Beca «San Juan Bosco». A. G. T ota l: 2.725 pts. N. e .: 6.000
pts. Total: 9.300 pts.
Beca «Doña Dorotea». Madrid-Don Bosco. Total: 4.076 pts.
Beca «Padre Esteban». AA. AA. Paloma. T . : 3.300 pts.
Beca «D .t Dorotea de Chopitea». Arévalo. T .: 15.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. Angustias». Arévalo. T ota l: 25.000 pts.
Beca «Laura Vicuña». Teologado. Total 23.100 pts.
Beca «Centro Juvenil». P.9 Extremadura. Total: 6.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Guadalajara. Total: 5.600 pts.
Beca «D. F élix González». D i. Isabel L. de Pardo. T . : 9.000
Beca «Fam ilia Mesonero Rodríguez». Total: 4.000 pts.
Beca «Josefa A. Roidán y familia». Total: 26.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». (San Blas). Total: 18.306 pts.
Beca «D. Casimiro Ramiro». A. A. Atocha. T .: 19.000 pts.
Beca «Viuda de Pujadas». Total: 8.000 pts.
Beca «F . de B .» Béjar. Total: 15.000 pts.
Beca «Sánchez Blanco». Total: 20.000 pts.
Becas «Ntra. Sra. del Carmen y S. Lucas». T .: 6.000 pts.
Beca «D. A. Garzón». Atocha. Total: 10.055 pts.
Beca «Sagrado Corazón». IV . Total: 21.987 pts.
Beca «María Auxiliadora». Salamanca. Total: 6.300 pts.
Beca «Doña Carmen Olalla». Total: 20.000 pts.
Beca «San José Obrero». San Femando. Total: 7.500 pts.
Beca «Escuela Automo\ilísmo» Total: 20.000 pts.
Beca «Santísima Trinidad». Escuela de Automovilismo. T o­
tal: 15.000 pts.
Beca «Don Buenaventura Roca». Béjar. Total: 5.000 pts.
Beca «Santiago Apóstol». Paloma. Total: 11.000 pts.
Beca «A. y G.». Total: 5.000 pts.
Beca «Fuentes Bajo». Total: 28.000 pts.
Beca *N. N.». Total: 12.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». I I Atocha. Total: 15.750 pts.
Beca «P ío X II ». Villaamll. Total: 13.417,55 pts.
Beca «Vicente Iravedra». Total: lO.OCX) pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA



i

Beca «F . Molpeceres». Carmona. Total: 13.100 pts.
Beca «San Juan Bosco». (3.5). R . U. S. Total: 5.000 pts.
Beca «F . Alcalá Viva». Morón. Total; 10.000 pts.
Beca «San Andrés». P. del Condado. Total: 5.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Cáceres. Total: 16.750 pts.
Beca «Virgen de la Esperanza de la Trinidad». Sevilla.
Total; 1.750 pts.
Beca «P . Agustín N ofre». Utrera. Total: 28.810 pts.
Beca «D. José Canal». Sevilla. Total: 31.500 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P . P ro v in c ia l: Calle de Sagunto, 218

Valencia
BECAS COM PLETAS
Beca 5.5 «Colegio Salesiano Burriana». Total: 30.000 pts.
Beca perpetua «Antonia Adrover». Alicante. T .: lOO.CÍOO pts.
Beca perpetua «San Pancracio». Sra. Vda. de Bernabéu.
Alcoy. Total: 100.000 pts.
Beca «Sagrada Familia», en memoria de padres y Irnos, de
Fam. Amorós Guülén-Valcnda. Total: 30.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «Mosen CHiuscp». Total: 10.000 pta.
Beca «Ramón Guerrero». Albacete. Total: 7.550 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio». Valencia. Total: 18.700 pts.
Beca «San José». Total: 30.000 pts.
Beca «Virgen de la Luz». Chienca. Total: 9.760 pts.
Beca «Arch. M.5 Auxiliadora». Valencia. Total: 30.500 pts.
Beca «Jesús Mendivíl». Valencia. Total: 20.000 pts.
Beca Perpetua «Santa Teresa». Fundada por Srta. Teresa
Diez Cartagena, por el eterno descanso de sus padres y
de ella. Total: 100.000 pts.
Beca «San Agustín». Alcoy. Total: 12.000 pts.
Beca «San José». Alicante. Total: 10.000 pts.
Beca «Virgen del Pilar». Alicante. Total: 5.000 pts.
Beca «D . Luis Berenguer». Alicante. Total: 19.500 pts.
Beca cD. Silverio Maquiera». Alicante. Total: 25.000 pts.
Beca Perpetua «Abad Nájera». Alicante, en las Bodas de
Oro. Total: ^.000 pts.
Beca «Colegio Salesiano Burriana». Total: 11.000 pts.
Beca «Antiguos Alumnos». Burriana. Total: 7.050 pts.
Beca «Don José Calasanz». Total: 14.025 pts.
Beca «Colegio San Antonio Abad». Valencia. T .: 83.509 pts.
Beca «Antiguos Alumnos». Valencia. Total: 2.050 pts.
Beca «Don Francisco Serrats». Total: 5.000 pts.
Beca «Cooperadores de Valencia». Total: 5.500 pts.
Beca «Perpetuo Socorro*. Valencia. Total: 5.000 pts.
Beca «Azul y Rosa». Valencia. Total: 16.000 pts.
Beca «Colegio San Juan Bosco». Valencia. Total: 6.000 pts.
Beca «San Bernardo». Villena. Total: 6.000 pts.
Beca «Niño Jesús del Milagro». Total: ^.000 pts.
Beca «Virgen de los Desamparados». Total: 60.(XX) pts.
Beca «Doña Juana C^asanova». Total: 12.000 pts.
Beca «P . Tarín». Godelleta. Total: 1.000 pts.
Beca «Trabajo y Honradez». Valencia. Total: 12.000 pts.
Beca «San Vicente». Valencia. Total: 34.0(XI pts.

P . P ro v in cia l: Calle M aría A uxiliad ora, 18
Sevilla

INSPECTORIA DE ZAMORA

BECAS COMPLETAS
Beca «Don Femando García». Sevilla. Total: 90.000 pts.
Beca perpetua «MM. M .» dcl Purísimo Corazón y M .i del
Dulce Nombre, por los Sres. D. Ignacio Valdencbro y
D .i Asunción Alvear. Total: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «María Auxiliadora». Alcalá de Guadaira. T . : 6.425 pta.
Beca «Ntra. Sra. del Sgdo. Cor.». Morón. Total: 11.000 ota.
Beca «P . Clemente Quede». Cádiz. Total: 4.750 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Rosario». Rota. Total; 15.000 pts.
N. e.: 6.000 pts. Total: 21.000 pts.
Beca «Virgen de la Victoria». Mérida. Total: 15.000 pta.
Beca «Ach. María Auxiliadora». P. Real. Total: 11.000 pts.
B ^ «Bodas de Oro Colegio Salesiano». Alcalá de Guadaira.
Total: 60.000 pts.
Beca «Corpus Christi». Srta. Joaquina Quintana. Sevilla,
lo t a l: 7.030 pts.
B-ca «Santo Domingo Sario». Ecija. Total; 18.000 pts.
B ..a «Colegio Salesiano». Ecija. Total; 17.500 pts.
B fca^^antiago Apóstol». Cádiz. Total; 39.000 pts. N. e.:
11.000 pts Total: 50.000 pts.
^
Beca
Juan Torres». Jerez. Total: 20.000 pts.
Beca ^ g d o . Corazón». Coop. Utrera. Total: 63.000 pts.
Beca «Sgdo. Corazón de Jesús». Herederos de Doña Sal­
vadora García. Total: 10.000 pts.
Beca «R . Romero*. S. J. del Valle. Total: 5.913 pts.
Beca «Dcrila Josefa Rodríguez». Total: 2.000 pts
^<*rés Yun». Algeciras. Total: 5.000 pU.
Beca «C. s. San Pedro». Sevilla. Total: 1.000 pts.
S*®*
Cooperadores». Total: 15.000 pts.
Beca « ^ « t r o Pagés». Cádiz. Total: 13.295.30 pts.
Beca « I . Concepción». L a Línea. Total: 500 pts.

BECAS EN FORMACION
Beca «Virgen de Villanueva». Allarlz. Total: 500 pts.
Beca «P . Cirilo Sagastagoitia». León. Total: 36.1()0 pts.
Beca «P . Miguel Salgado». Vigo. S. Matías. Total: 37.650
Beca «D . Tomás Bussons». Vigo. S. Matías. Total: 20.000
Beca «M.ft Auxiliadora». Vigo. S. Matías Total: 32.000 pts.
Beca «San Cristóbal». Vigo. S. Matías. Total: 8.(XÍ0 pts.
Beca «Don Ernesto Armelles». L a Coruña (Colegio). Total;
25.100 pts.
Beca «D .I Lucía Bechade». Cambados. Total: 14.250 pts.
Beca «Don Emilio Montero». Orense. Total: 14.600 pts.
Beca cD. José Saburido». Orense. Total; 21.000 pts.
Beca «S. José». Vigo. S. Matías. Total: 58.000 pts.
Beca <S. Benito». Allariz. Total: 28.326 pts.
Beca «P . Fila Arce». (Bodas de Plata). Masaveu. Total:
32.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». Vigo. S. Matías. Total: 10.600
Beca «Cooperadores (Manido». Vigo. San Matías. T . : 9.000
Beca «San Juan Bosco». Vigo. Hogar. Total: 7.000 pts.
Beca «Ceferino Namuncurá». Vigo. Hogar. Total: 8.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». Vigo. Hogar. Total: 5.000 pts.
Beca «D . Pedro Olivazzo». Astudillo. Total: 10.074 pta.
Beca «Santo Domingo Savio». (tambados. Total: 14.500 pts.
Beca «Ntra. Sra. de (^ovadcmga». Tudela Veguín. T .: 13.246
Beca «San José». Compañías. Zamora. Total: 11.000 pta.
Beca «José Irisarri». Estudiantes, Zamora. Total: 7.250 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». Arch. Zamora. Total; 9.500 pts.
Beca «Círculo Sto. Domingo Savio». Zamora. T .: 14.000 pts.
Beca «S. León Magno». Zamora. Total: 26.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Celanova. Total: 7.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». Avilés. Total; 4.600 pts.
Beca «Domingo Sa»io». León. Total; 13.355 pts.

P . P ro v in c ia l: Universidad Laboral. Zam ora

-

31

1
MES DE

ENERO M E S |

DE SAN JU A N BOSCOI

BOLETIN SALESIANO
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