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Medios

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BOLETIN
SALESIANO

O R G A N O DE LA PIA UNION DE
CO O PERA D O RES SALESIAN OS
Revista de la O bra de Don Bosco

«Siempre
con el
Papa)»
fDon Sosco)

AÑO LXXVIl

Núm. 12

Diciembre 1963
S U M A R IO
Pág».

DE ESPECIAL INTERES


«Tam bién vosotrosv- fieles, también vos­

otros, seglares, venid a ayudar en la obra
de la Iglesia.»


«Es hora de trabajar; es necesario tra­

bajar hoy, hoy, porque ésta es la ley de la
conciencia cristiana.»


«Cuando se ha comprendido un deber,

no se responde: lo haré mañana. Es preciso
actuar inmediatamente.»


«No se dice a uno que tiene hambre;

ven mañana o pasado mañana.»


«Es preciso trabajar hoy porque maña­

na seria tarde.»


«Guardémonos de ser perezosos, lentos,

¿Q uién es el obispo? .................
L a voz del cielo para el pastor
DE los pastores ......................
V alim ien to de S anta M aría
M a z z a r e l l o .............................
L a O bra S alesiana en Calcuta .
M onumento a L aura V icuña ...
E nterrado por un elefante , por

el P. Dieste, misionero salesiano .....................................
En busca de los ashuara, por el
P. Luis de Bolla, misionero salesla n o...................................

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SECCIONES FIJAS
L a voz del P apa ........................
N oticiario mundial ...................
E spaña s a l e s ia n a ......................
C rónica de g r a c ia s ...................
N ecrología ...............................
B e c a s ..........................................

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30

director:

JAVIER RUBIO IBAÑEZ

indignos hijos del Evangelio y de la Iglesia.»
D irección , R edacción y A dmón.



«Los tiempos son graves, y sin necesidad

de que se proclame con solemnidad, pueden
relevarse como decisivos.»


«Traten todos de ser los fieles que llevan

a la Iglesia su eficiente contribución de ad­
hesión. de palabra,, de ayuda y sobre todo
de acción.»
(P.\BLO V I : Exhortación a la ciudad de Frascati.
Ecciesia. 14 sept. 1963.)

Alcalá. 164 - Apartado 9134
Teléfono 2 55 20 00
MADRID-2
Depósito legal: 3044.— 1958
(Con censura eclesiástica.)
N U E S T R A P O R T A D A — Las escuelas
profesionales salesianas se han conver­
tido en un medio de evangelizadón ex­
traordinario. sieruio muy solicitadas por
todos los gobiernos de los pueblos en
desarrollo. Filipinas es una de ¡as nacio­
nes más agradecidas a este apostolado
salesiano. Esta es la escuela de Victo­
rias. donde aprenden y se educan sete­
cientos aprendices.

eó el Oíiópal

¿ Q iu é fi

Entre los varios problemas que presentará esta meditación
a la que el Concilio se dispone, será el primero el que se
refiere a todos vosotros, venerables hermanos, con\o Obispos
de la Iglesia de Dios. Nos na vacilamos en deciros que aguar­
damos con viva expectación y sincera confianza esíe estudio,
que dejando a s(dvo las declaraciones dogmáticas del Concilio
Vaticano I sobre el Pontificado Romano, deberá ahora profundicdf la doctruia sobre el episcopado, sobre sus funciones
y sus relaciones con Pedro.
(Discurso de Pablo V I al inaugurar la segunda etapa del Concilio.)

gAN Pablo, al explicar a los cristianos de
Efeso la admirable realidad de la Igle­
sia, Cuerpo Místico de Cristo, tiene una
afirmación luminosa: P o r tanto, ya no sois
extranjeros y huéspedes, sino conciudada­
nos de los santos y familiares de Dios, edi­
ficados sobre el fundamento de los apósto­
les >’ profetas, siendo piedra angular el mis­
mo Cristo Jesús. (II. 19-20.')
La Iglesia está fundada sobre Cristo, pie­
dra angular; está fundada sobre Pedro,
pero también está edificada sobre los após­
toles ; es, por tanto, apostólica, como es
una. santa y católica.
Jesucristo, durante su vida pública, se
preocupó por formarse un grupo de doce
“ apóstoles” . Tuvo con ellos cuidados par­
ticulares. les reveló los misterios del Reino
de Dios, repetidamente les llamó sus ami­
gos. en la última cena llegó a más y les
llamó “ hijilos” ; los escogió uno por uno.
Gozaron de la intimidad del Maestro, par­
ticiparon en su misma vida y en los mismos
acontecimientos de los tres años de su vida
pública; fueron testigos “ elegidos por
Dios” de la pasión, muerte y resurrección
de Jesús. A ellos les prometió la plena au­
toridad en la Iglesia-: ...T o d o cuanto ata­
reis en la tierra, atado será en el d é lo ; y
lo que desatareis, desatado será en el délo.
(Mt. XVm, 18.)
Pues bien, antes de ascender a los cielos.
Jesucristo confió a los doce apóstoles la
misma misión que E l había recibido del

Padre: Com o el Padre me ha enviado a Mí.
Y o os envío a vosotros... (Jn, X X . 21). Les
encomendó la predicación del Evangelio a
todas las criaturas y Ies prometió su asis­
tencia hasta el fin de los siglos.
L o que significa que hasta el fin del mun­
do durarán los apóstoles y que al morir las
personas permanecerán sus funciones.
P

y los apóstoles forman el elemento
director que da a la Iglesia su especial
fisonomía, de suerte que, sin Pedro y sin
los apóstoles, no podría ser la Iglesia de
Cristo.
Pedro y los apóstoles forman en la Igle­
sia un grupo determinado, del cual Pedro
es la Cabeza y los otros los miembros;
pero es un grupo cerrado y este grupo ha
sido precisamente el que ha recibido de Je­
sucristo la misión de regir y gobernar la
Iglesia, administrar los medios de salvación,
los Sacramentos, y predicar el Evangelio.
El grupo o colegio de los aipóstoles esta­
rá siempre presente en la Iglesia y ésta a su
vez, al desarrollarse, tendrá que permanecer
unida al mismo. Y cuando su expansión
exija el aumento numérico de los miembros
dei colegio apostólico, solamente serán pas­
tores legítimos los llamados por la Cabeza
a formar parte de él y se mantengan unidos
y en armonía con el colegio.
edro

los apóstoles les sucedieron los obispos
y al colegio apostólico el colegio epis­
copal. pero, aunque cambien los nombres y


3

las personas, las disposiciones de Jesucris­
to Ipermanecen inmutables. A través de la
ininterrumpida cadena de sus obispos, la
Iglesia se remonta y enlaza con los após­
toles y con el mismo Cristo.
El santo obispo mártir, Ignacio de Antioquía, presentaba, ya en el siglo i. a la
comunidad cristiana estrechamente unida a
su obispo, y sujeta a él, como si fuese al
mismo Cristo, A los cristianos de Esmirna
Ies escribe: Seguid a vuestro obispo, como
Jesús sigue al Padre... Nadie haga nada de
lo que atañe a la Iglesia sin su consentimien­
to... Donde aparece el obispo, allí está la
comunidad, com o donde aparece Cristo allí
está la Iglesia católica.
En su diócesis, el obispo es el continua­
dor de la misión de los apóstoles, la cual
es, ante todo, misión de gobierno; Jesús
dijo a sus apóstoles; Id, pues, enseñad a
todas las gentes, bautizándolas..., y enseñán­
doles a observar todo cuanto vo os he man­
dado (Mt. X X V I II . 19. 20). '
Naturalmente, este mandato reclama una
autoridad en el obispo. La autoridad de
mandar en nombre de Jesús y de exigir
docilidad y obediencia.
Es evidente que la autoridad de los após­
toles y, por consiguiente, la del obispo, es
autoridad de orden distinto al que rige en
las sociedades humanas. L a autoridad del
obispo es espiritual, dirigida exclusivamen­
te a la consecución del objetivo supremo
de la Iglesia, a saber, la salvación de las
almas.
Es autoridad que se ejerce sólo en el
ámbito dcl plan sobrenatural de Dios y
presupone en los sujetos la libre ac'eptación
de Jesucristo y de la fe. pero es una auto­
ridad auténtica, que impone y exige obe­
diencia. autoridad que ata y desata, auto­
ridad que envuelve a! mismo Dios, porque
lo que los apóstoles, y por tanto el obispo
con el Papa, atan en la tierra queda atado
en el cielo. Pero es una autoridad de padre
y pastor, que antes prefiere hijos que súb­
ditos. que sirve y no se hace servir: autori­
dad. ipor consiguiente, de servicio y no de
dominio.
Los fieles deben a esta autoridad obe­
diencia. pero sobre todo amor.
Quien ve a Jesucristo en el obispo, se­
guirá gustosamente sus directrices: cola­

borará con él, le respetará y le amará como
padre de las almas.
Estará con él cuando manda con autori­
dad o aconseja exhortando, cuando manda
y cuando prohibe; cuando premia y cuan­
do condena.
Estando con el obispo estamos seguros
de no errar en la fe ; de que vamos dere­
chos a nuestra salvación; incluso cuando
nuestros puntos de vista no coincidieren con
los de nuestro obispo, gustosamente hare­
mos sacrificio de nosotros mismos, porque
con el obispo encontraremos a Dios.
J^o obstante sería un error considerar so­
lamente en la Iglesia el aspecto de la
autoridad. Cristo confió a todos los cristia­
nos la misión de amar al prójimo, de dar
ejemplo con la propia vida frente al mun­
do, de penetrar en la humanidad contem­
poránea de cada cual, para llevar el soplo
del espíritu de Cristo, de operar en la so­
ciedad en que se vive para atraerla a Cris­
to. Él dijo que el Reino de los Cielos es
semejante a u<n puñado de levadura, que
poco a poco fermenta toda la masa; que
los cristianos deben ser sal de la tierra y
luz del mundo.
La autoridad del obispo y del Papa no
puede sofocar la libre iniciativa de bien de
los cristianos, que llevados de su amor a
Cristo y a sus hermanos, tratan de actuar
el cristianismo en la vida y en la sociedad.
La autoridad de la Iglesia velará a fin
de que tales generosos esfuerzos vayan siem­
pre bien encaminados a la salvación de las
almas, ayudará, bendecirá y dará, cuando
lo estime oportuno, las directrices necesa­
rias; pero dejará plena libertad de actua­
ción a los cristianos, con tal que, y esto es
evidente, su actuación se mantenga en ar­
monía con la doctrina de Cristo.
jCuán grande es el campo que hoy se
extiende ante los cristianos! Hoy, como nun­
ca. urge llevar a Cristo a las mentes y a los
corazones, a la sociedad y a las institucio­
nes sociales, a la cultura y al arte, para que
Cristo esté presente en' la solución de todos
los problemas que afligen a la humanidad.
Mas la acción de los cristianos será eficaz
en la misma medida con que estén unidos
al Papa y a su obispo, puesto que Jesús
prometió estar hasta el fin del mundo con
Pedro y con los apóstoles.

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LA VOZ DEL CIELO
PARA EL PASTOR DE LOS PASTORES
(Continuación)

jS^SEGURADO por Don Sosco, Pío I X se
mostraba cada vez más decidido a con­
seguir del Concilio la declaración de la infabilidad pontificia; ni se dejó amedrentar
por los adversarios ni conmover por los
amigos.
El 25 de abril el Gobierno francés envió
otro memorándum. El Papa prometió estu­
diarlo con atención, pero rehusó presentarlo
al Concilio.
Y he aquí que, cuando menos se espera­
ba, cayó el Gobierno francés tan hostil a la
declaración de la infalibilidad y subió Ollivier, más conciliador y convencido de la
oportunidad de mantener la guarnición fran­
cesa en Roma, evitando que ésta cayera en
manos de los garibaldmos.
E l Concilio pudo proseguir sus tareas.
La discusión de la infalibilidad del Pontí­
fice siguió su curso normal a pesar de las

encendidas disputas verbales. El 18 de julio,
puesta a votación, era aprobada por la in­
mensa mayoría de los Padres conciliares
como dogma de fe.

Se desencadena la tormenta.
Hasta este momento la mano de Dios
había detenido la tormenta que rugía ame­
nazadora. Ahora las fuerzas del mal quedan
libres. Basta recordar las fechas:
18 de julio: Definición solemne del
dogma.
19 de julio: Francia declara la guerra a
Prusia.
12 de agosto: Francia retira la guarni­
ción de Roma dejándola indefensa.
2 de septiembre: Napoleón I I I se entrega
a los prusianos.
— 5

20
de septiembre: Roma cae en manos lustros del siglo xix, justifican estas pala­
bras que a los desconocedores de los acon­
de los italianos; termina el poder temporal
tecimientos les pudieran parecer exageradas.
de los Papas y el Concilio Vaticano I tiene
Y como si no bastase la tercera visita, el
que ser disuelto.
Vidente
anuncia una cuarta, unida por an­
La profecía de Don Bosco se había veri­
ticipación
con las tres anteriores, aunque en
ficado punto por punto. Había previsto la
realidad se habría de verificar mucho más
caída de París; había anunciado y lo vere­
tarde. En tal visita tu sangre y ¡a sangre de
mos más adelante, la caída de R o m a ; ha­
tus
hijos lavarán las manchas que echas en
bía aconsejado al Papa; Date prisa, si las
la ley de tu Dios, en tanto que la destrucdificultades no se solucionan, córtalas.
ción tragará las riquezas de las que tus hijos
La rápida sucesión de los acontecimien­
tanto se enorgullecen. ¿Dónde están, oh ri­
tos estaba presente en el ánimo del Vidente.
cos. — se pregunta él Vidente— . dónde están
Pero su mirada escudriñadora no se había
vuestras magnificencias, vuestras villas, vues­
detenido en el breve espacio de un año o
tros palacios? Se han convertido en basura
poco más. Tod o un siglo había pasado por
de calles y de plazas.
su mirada profética.
Tales carnicerías y destrucciones, amena­
Muy probablemente, como trataremos de
zas contra la ciudad capital, en la que está
mostrar, contempló también los aconteci­
personificada toda la nación, nos llevan ins­
mientos de nuestra generación. La profecía
tintivamente a las ruinas y matanzas de las
se cierra con una invitación a la confianza
que fueron testigos las regiones italianas
en Dios y a la esperanza cristiana.
durante la última guerra. N o se podía pintar
con más vivos colores el huracán que metro
a metro cruzó toda la península arrasando
La caída de Roma
poblaciones enteras y matando a sus míse­
y la cuarta visita a Italia.
ros habitantes.
Cuando el 21 de febrero de 1870, a peti­
ción de Pío IX . Don Bosco fue descorriendo
los sucesos por venir: — la guerra, que to­
dos consideraban inevitable, entre Francia
y Prusia; el abandono en que Napoleón
dejaría a R o m a ; las tribulaciones que so­
brevendrían a París— . el Papa, sobrecogido,
exclamó en un momento dado: “ Basta, bas­
ta, de lo contrario esta noche me será im­
posible conciliar el sueño” .
Don Bosco cambió de argumento y poco
después la larga audiencia concluía.
A l siguiente día el Papa mandó llamar a
Don Bosco para que continuara sus previ.siones. mas ya Don Bosco había salido para
Florencia.
La continuación de la conversación la te­
nemos en su profecía del 5 de enero de 1870.
En ella se anunciaban olaramentie cuatro
visitas que el Señor haría a la ciudad de
Roma. Después de la tercera visita la ciu­
dad caería: Abatiré — dice el Señor— las
defensas y ¡os defensores y la autoridad del
Padre será sustituida por el reino del terror,
del espanto y de ¡a desolación.
Los decenios durísimos pasados por la
Iglesia en Roma y en Italia los seis últimos

6

Poder de la predicación evangélica.
Pero Dios envía los castigos para invitar
a la enmienda.
Por esta razón el Vidente, en términos
muy enérgicos, se vuelve a los sacerdotes,
a quienes recuerda su grave obligación de
aplacar la divina justicia y de iluminar a
los pecadores para que se arrepientan: >'
vosotros, sacerdotes, ¿por qué no corréis a
llorar entre el vestíbulo y el altar, invocan­
do la suspensión de los azotes? ¿Por qué no
embrazáis el escudo de la fe y no subís a
los techos y vais por calles, plazas y cosím
y a todo lugar accesible para llevar la semi­
lla de m i palabra? ¿Ignoráis que esta es la
terrible espada de dos filos que abate a mis
enemigos y rompe la ira de Dios y de los
hombres?
Este nos parece el más bello elogio de la
palabra divina y de su poder para mejorar
y purificar a los hombres. Hacia una predi­
cación renovada en el modo y más frecuente
se orienta la Iglesia en la general renovación
a que el Concilio Ecuménico nos va pre­
parando.

,

R A T B Ü R I (Tailandia).—Santa María Mazzarello se está acreditando en Tailandia
como VTOtectora de las sordas. La m ujer y la m onja que sostienen el cuadro de
la Santa han sido curadas milagrosamente por ella. La monja, Sor Agata Praphai,
carecía de tím pano; la m ujer, la catecümena Chaluei, enferma de ambos oidos
y luego sorda. Ambas recibieron en sueños la visita de Madre Mazzaréllo y se
despertaron sanas.

VALIMIENTO
DE SANTA MARIA MAZZARELLO
Es la segunda vez que sucede en Ratburi
un hecho extraordinario (¿milagroso?) por
intercesión de Santa María Dominga Mazzarello, colundadora de las Hijas de María
Auxiliadora.
La segunda favorecida se llama María
desde el 25 de marzo del corriente año. día
de su bautismo. La noche del 3 al 4 de fe ­
brero, cuando tuvo la dicha de ser visitada
por Madre Mazzaréllo, se llamaba aún Cha­
luei. Se trata de un nuevo milagro en favor
de una catecümena.
Chaluei nació en 1941. Era la cuarta entre
sus ocho hermanos y hermanas. Desde su
nacimiento padecía una grave enfermedad

de oídos. Sólo oía un poquitin, y con fre­
cuencia le salía un pus fétido. Su madre no
la quería. Le indicaba su voluntad más que
con la voz, que no le servía, con un palo.
Los trabajos más penosos recaían sobre Cha­
luei hasta los diez años. <¿Qué hacer con
una niña siempre enferma? Que se gane con
su trabajo lo que se gasta en medicinas.»
Pero las medicinas no la curaban ni la
mejoraban. Ni siquiera una larga estancia
en el hospital, a la edad de diecisiete años,
la mejoró. La pobrecita Chaluei sólo podía
dormir boca arriba. Acostarse de un solo
lado le era insoportable.
Fue una gran dicha para ella encontrarse
— 7

con un buen joven, sargento de infantería,
que la libró de los malos tratos de su ma­
dre, casándose con ella. Dos hijos vinieron
a alegrar el hogar en el espacio de cuatro
años. Ni siquiera el marido, Thonglo, hoy
llamado Pablo, pudo conseguir la curación
de la enfermedad de su esposa. En enero de
este año, los dolores se agudizaron. El doc­
tor Somnuk, director del hospital, hizo lo
humanamente posible para aliviarle al me­
nos los dolores continuos de cabeza. Después
de Inútiles tratamientos y a vista del exa­
men radiológico, hubo de decir consternado:
^;No se puede hacer nada. Se podría intentar
una operación, pero es muy peligrosa y de
resultado dudoso. Los dos tímpanos están
perforados».
Pero desde hacía algún tiempo un suceso
Inesperado, pero muy importante, sucedía
en la vida de Thonglo, que de rechazo tam ­
bién influía en la de Chaluei. Un amigo de
Thonglo, novio de una joven cristiana, ha­
bía pedido Instruirse en la religión católica.
Thonglo se decidió estudiar el catecismo con
su amigo. Esto sucedía en marzo de 1962.
Chaluei, cuando se quedaba sola en casa, le
gustaba leer el libro de catecismo de su
marido. No comprendía del todo, pero desde
el principio una gran verdad fue para ella
una revelación fascinante: «Dios es nuestro
Padre». En su sencillez aprendió por sí mis­
ma a hablar con El. Pero su alegría creció
cuando se encontró con una segunda ver­
dad: «Tenemos también una Madre en el
cielo, María Santísima», Para ella, que no
había gozado de las ternuras de una madre,
y que ahora siendo madre le había prodiga­
do tanto afecto a sus pequeñines, este des­
cubrimiento fue realmente extraordinario;
«También tengo yo una Madre. María», y
desde entonces sus «conversaciones» con la
Madre del Cielo, sus rosarios y sus íntimos
diálogos fueron frecuentes, fervorosos, sen­
tidos, llenos de esperanza...
La fiesta de Cristo Rey de 1962 proporcio­
nó una gran alegría a Thonglo: la del Bau­
tismo. La oración en familia fue. desde en­
tonces. más frecuente. Pero la sordera no
le permitía a los esposos rezar juntos. Y
aquí entra en escena Madre Mazzarello. En
lOvS primeros días de enero, los dolores y las
supuraciones de Chaluei se hicieron más
intensos y frecuentes. Un día. acompañada
de su marido, fue al convento «Santa Ma­
ría». en donde está de Directora Sor Luisa,
una Hija de María Auxiliadora, Superlora
encargada al mismo tiempo de la Congre­
gación Diocesana de las Hermanas Auxilia­
doras.
Quince años antes, en 1947, la Madre Maz­
zarello había curado milagrosamente a Sor
Agata Praphal. entonces novicia precisa­
mente de sordera completa. ¿Por qué no in­
vocar de nuevo su intercesión en favor de
una catecúmena que se encontraba en cir­
cunstancias tan penosas?

8



Chaluei no había oído hablar nunca de
Santa María Mazzarello. Aceptó gustosa­
mente su reliquia y su estampa, sobre todo
después que Sor Luisa le hizo comprender,
más con gestos que con palabras, que la
Santa había curado a una joven siamesa y
que estando en el cielo con la Madre de
Dios podría curarla también a ella. La Di­
rectora invitó a las Hermanas a que comen­
zasen una Novena a la Santa Fundadora,
pidiendo por este caso. También la enferma
comenzó a rezar con su sencilla fe.
Al término de la Novena, la noche del 3
al 4 de febrero, en un momento del sueño,
Chaluei vio iluminarse su estancia: Madre
Mazzarello se le acerca rodeada de un grupo
de Hermanas, unas diez, como las del con­
vento de «Santa María». La buena Madre se
le aproxima, la toma por la mano y, sonrien­
do, le dice: «Ahora quedarás bien». Sonríe
de nuevo. La visión desaparece. Pero una
gran alegría inunda el corazón de Chaluei,
que se despierta. Es de madrugada. Querría
despertar a su espoco, decirle lo que ha vis­
to, pero no se atreve. Empieza a amanecer.
Sólo entonces Chaluei, al tocarse y retocarse
en los oídos, se sobresalta; «íE stoy curada!»
Los oídos están secos, no manan pus, no
huelen mal, nada. Tanta es su emoción que
no advierte una gracia aún mayor. Pasarán
dos días antes de que ella y su marido com­
prueben que no sólo ha desaparecido la en­
fermedad sino que oye, que oye como nunca
oyó antes de estar enferma, incluso cuando
se habla en tono normal. Se dieron cuenta
una tarde en que el papá, que jugaba con
su hijita mayor delante de la casa, le dijo
que fuera a «gritar» un recado al oído de
mamá. Esta, que se encontraba en la cocina,
a unos ocho metros de distancia, respondió
directamente a la pregunta del marido.
¡Asombro de los dos! Y da comienzo una
conversación como jamás la habían sosteni­
do: el marido habla a ocho metros con voz
normal y ella, su mujer, oye estupendamen­
te y responde con toda normalidad.
La admiración del doctor Somnuk, que la
habla asistido tantas veces, que había estu­
diado las radiografías de sus oídos, que ha­
bía declarado imixitente la ciencia ante este
caso, se encuentra ahora ante lo increíble:
«Chaluei oye. está curada, ha desaparecido
la pus».
¡Gran día para la familia el 25 de marzo!
También Chaluei tiene pleno derecho a lla­
marse «hija de Dios». El Bautismo le infunde
nueva vida. Y juntamente con ella, sus dos
hljitas entran en la Iglesia a formar parte
del Cuerpo Místico de Cristo.
t P

edro

C

arretto

Obispo salesiano.
Ratburi (Tailandia).

NOTICIARIO SALESIANO MUNDIAL

La O b ra Sa le sia n a en C alcu ta
Para los Salesianos, Calcuta es la “ ciudad
del sueño” . Don Bosco la contempló en el
sueño profético, que tuvo en Barcelona en
1886, durante el cual una majestuosa Se­
ñora le mostró una b'nea luminosa que, par­
tiendo del corazón de Africa, terminaba en
Valparaíso en el Occidente y en Pekín en
Extremo Oriente,
Sobre esa línea de luz, el Santo había
visto a gran número de sus hijos trabajando
en medio de la juventud de los diversos paí­
ses. Mientras Don Bosco observaba mara­
villado y conmovido la visión, una voz
pronunciaba las palabras; A llí, Calcuta. Su
maravilla creció aún más, cuando vio esca­
lonados entre Calcuta y Pekín diez centros
de formación salesiana y oyó una multitud
de jóvenes que le gritaban; “ T e hemos es­
perado tanto...; ahora no nos dejarás” .
Fue en enero de 1922, cuando los prime­
ros Salesianos, bajo la dirección de Monse­
ñor Mathias, llegaron a Calcuta p«ra encar­
garse de la Misión de Assam, situada entre
China y Birmania. N o se sintieron extraños
en la inmensa metrópoli de Bengala. Les
pareció que tomaban posesión de la “ ciudad
del sueño” .
Pocos días antes había Uegado el Príncipe
de Gales para inaugurar un grandioso mo­
numento — el Victoria Memorial— , una ver­
dadera montaña de mármol de Carrara. Los
pobres hijos de Don Bosco, al pasar bajo
los arcos triunfales con los grandes letre­
ros: “ Welcome” (bienvenido), comentaban
bromeando: “ Estos arcos no los han qui­
tado porque esperal»n nuestra llegada” .
Tres anos después. Monseñor Perrier,
Arzobispo de Calcuta, confió a los Salesia­
nos el cuidado espiritual de uno de los ba­
rrios más pobres de la ciudad, habitado en
su totalidad por gente de origen chino. En
él se levanta la antigua catedral, que la pie­
dad de los católicos anglolusitanos dedicaron
a la Santísima Virgen del Rosario. Después,

con el correr de los tiempos, los católicos se
trasladaron a otras zonas de la ciudad y la
antigua catedral quedó aislada y abandona­
da. A los Salesianos tocaba darle nueva vida
y esplendor. E l celoso párroco, P. Atilio
Colussi, con la ayuda de las Hermanas de
Madre Teresa, ha dado vida a una escuela
para los hijos de los chinos y de este modo

* ji;w
MADRAS.— Para conmemorar las bodas de
oro sacerdotales del Arzobispo Salesiano de
la gran m etrópoli india, Mons. Mathias, los
cristianos han erigido un monumento de
grandes proporciones a la Pasión del Señor.
Se alza sobre la colina que domina la ciu­
dad y, desde la altura. Cristo extiende sus
brazos llamando y esperando a todos.
— 9

ha conseguido atraer a sus familias y hacer
con ellas una intensa labor de apostolado.
Mientras escribo está en la iglesia adminis'
trando el bautismo a cuarenta chinos.
Nueva vida y espíendor ha tomado tam­
bién la antigua imprenta conocida como la
“ Catholic Orphan Press” , que nació en tor­
no a la catedral. Los Salesianos se volcaron
en ella. Adquirieron maquinaria moderna y
eficiente. Hoy es una de las tipografías más
nombradas en Calcuta y sus libros, sus pu­
blicaciones en todas las lenguas, llegan no
sólo a los Centros misioneros de Bengala,
Assam, Pakistán, sino que cruzan los mares
y se difunden desde Africa al Extremo
Oriente. Un verdadero Centro de irradia­
ción, como lo había visto Don Bosco en
Barcelona en 1886.

en Calcuta. Bn esto fueron generosamente
ayudados por los PP. de la Compañía de
Jesús, que tienen el cuidado espiritual de la
Archidiócesis. A sí surgió la “ Don Bosco
Technical School” , que con sus mil y pico
de alumnos y sus grandes edificios es la
admiración de todos.
Ha sido esta la primera Escuela Profe­
sional de la India que ha construido tomos
e instrumentos de precisión. Ahora se ha
especializado en la producción de piezas
para motores que le encarga la fábrica de
automóviles “ Ambassador” , recientemente
instalada en las cercanías de Calcuta. Hace
algunos años el gobernador de Bengala se
interesó personalmente por esta iniciativa y
pidió programas e informaciones de las Es­
cuelas Profesionales Salesianas.

La escuela profesional de Lilluah.

El «North Calcutta Polytechnic».

El ArzobispK) de Calcuta deseaba que los
Salesianos se hiciesen cargo de los jóvenes
angloindios, en su mayoría católicos, que
no podían seguir los cursos ordinarios en
las escuelas de la ciudad. En muchos casos
se trataba realmente de juventud pobre y
abandonada, la que Don Bosco había pre­
ferido siempre. Y los hijos de Don Bosco
marcharon contentos a la zona industrial de
Lilluah, entre las chimeneas de las hilande­
rías de yute y de las fábricas de acero, para
dar comienzo a la segunda obra salesiana

Fue precisamente el gobierno de Bengala
quien financió la tercera Obra Salesiana de
Calcuta. Se trata de un grandioso edificio
moderno en la zona septentrional de la ciu­
dad, el “ North Calcutta Polytechnic” , que
en nombre de Don Bosco abrirá este año
sus puertas a más de 700 jóvenes en los tres
ramos de ingeniería: mecánica, eléctrica y
civil. L a nueva India tiene necesidad de téc­
nicos e ingenieros para su portentoso des­
pertar industrial. Era justo que la Iglesia
católica, siempre Madre y Maestra, estuviese

i\
10



IT A L IA .— Estado actual
de las abras del Templo
a San Juan Bosco en
Castelnuovo Don Bosco.
A pesar del ritm o que
se ha intentado im pri­
m ir a las obras, su inau­
guración, prevista en un
principio para el año
1964, tendrá que retra­
sarse.

presente no sólo con sus renombrados Insti­
tuios de educación literaria, sino también
con los de formación profesional y técnica.

La «Don Bosco School».
Los caminos de la Providencia son siempffe admirables. Los Salesianos, desde hace
algún tiempo, sonaban con tener un co-legio
en el centro de la ciudad, que fuese también
la sede de la inspectoría o provincia de Ben­
gala y de Birmania. Pero la cuestión mone­
taria parecía insuperable. |Se trataba de su­
mas astronómicas!
Mas he aquí que la Divina Providencia,
por caminos insospechados y extraordina­
rios, vino en su ayuda. Los Salesianos llega­
ron, casi sin advertirlo, a ser dueños de un
gran solar en una de las zonas más bellas
y céntricas de la ciudad: el Park Qrcus. Se
levantó un edificio que es una maravilla.
Pero lo que más interesa es el hecho que
la “ Don Bosco School” acoge a 1.200 jóve­
nes, desde el jardín de la infancia hasta los
cursos pre-universitarios.
Con razón Juan X X I II , hablando de los
Salesianos, decía con un simpático humo­
rismo: “ Y a , los Salesianos cuando llegan a
un sitio, son pequeños, pequeños, pero
pués crecen y llegan a ser grandes, grandes
y... se conquistan todos los corazones” .

El Aspirantado de Bandel.
N o se puede hablar de la Obra Salesiana
en Calcuta sin nombrar el Aspirantado de
Bandel, a 40 kilómetros al nordeste de la
ciudad, sobre las orillas del Hughli. Sobre
la línea Calcuta-Pekín Don Bosco había vis­
to diez Casas de Formación. Bandel es real­
mente la primera. Siguetn la de Sonada, ShiUong (Assam) y Anisakan (Buma). Las de­
más irán surgiendo cuando los tiempos
avancen.
E l Aspirantado de Bandel cuenta en la
actualidad con 209 aspirantes venidos de to­
das las regiones de la India para comenzar
su carrera sacerdotal. Se levanta junto al
antiguo santuario mariano construido por
los .portugueses en 1599 en honor de la “ V ir­
gen del Buen V iaje” . Es la iglesia más an­
tigua de Bengala. De aquí saldrán muchos
apóstoles a llevar el mensaje evangélico a
toda al India nor-oriental.
E l gobierno de la India está construyendo
en Bandel ima de las más potentes y mo­
dernas centrales eléctricas destinadas a sumi­
nistrar luz y energía a toda la India del
Norte.
También Jos Salesianos han construido en
Bandel una “ central” que podrá llevar mu­
cha riqueza de luz y de vida a los pueblos
que habitan la llanura de Bengala y las la­
deras del Himalaya.
Don L u is R avalico
Misionero salesiano.

ALEJANDRIA (Egipto).
Diseminados entre la
m ultitud de musulma­
nes, quedan en Egipto
miles de antiguos cristianos, los coptos, a
quienes los Salesianos,
cuya obre con los ma­
hometanos está práctimente impedida,, dedi­
can principalmente sus
esfuerzos. La foto, el
patio de la Casa Sale­
siana, lleno de mucha­
chitos coptos, a la hora
del recreo.



11

B R A S I L
Muere un misionero salesiano,
primo del Papa.
P o r t o V l l h o .— El pasado 2 de septiem­
bre falleció el misionero salesiano, primo
del Santo Padre, don Luis Montini. Verda­
dera figura de misionero que consagró toda
su vida a Cristo y a las almas, soportando
incomodidades, penas, trabajos y sufrimien­
tos por el ideal misionero vivido en tierra
de misión hasta la muerte.

En 1927 frecuentó en Bressanone el cen­
tro militar “ Don Bosco” . Fue allí en donde
se despertó su vocación. En efecto, cuando
regresó a su casa escribió a su Consiliario
que había entrado en h Congregación y to­
mado aquella decisión en el Centro, presi­
dido -por un gran cuadro de Don Bosco:
“ M e parecía que el Santo continuamente me
miraba y me llamaba” . Don Luis Montini
estuvo veinticinco años de Misionero en
China. Expulsado, al desencadenarse la per­
secución, regresó a Italia. Fue destinado a
la casa de formación de la Inspectoría cen­
tral de Turín. Los últimos cinco años estuvo
en la casa de las Hijas de María Auxilia­
dora de Matti Torinese, en calidad de con­
fesor y capellán.
Pero el ardor de su espíritu le hada sus­
pirar por las Misiones. Consiguió, finalmente, en abril, ser destinado a las Misiones
Salesianas de Porto Velho, dado que cono­
cía el portugués que aprendió en Macao, en
donde ejerció su ministerio sacerdotal.
Antes de marchar fue huésped en Milán
del entonces Arzobispo Cardenal Montini.
Fue destinado por ios Superiores a Ja
Prelatura de Porto Velho. Llegó en el mes
de mayo a la misión de Barcelos como con­
fesor.
Su Santidad Pablo V I se ha dignado ex­
presar su paternal condolencia a la Familia
Salesiana con un telegrama personal diri­
gido al Rector M ayor: “ Ciudad del Vati­
cano. 3 septiembre. A l enterarme de la triste
noticia del fallecimiento de su hermano a
Nos. queridísimo, no solo por vínculos de
sangre, sino sobre todo por su humilde, só­
lida y generosa vocación salesiana y misio-

12



ñera, expresamos a usted y familia religiosa
nuestra íntima participación al dolor por
tal pérdida. Mientras el recuerdo se para
sobre los edificantes ejemplos dejados come
preciosa herencia por el amado difunto,
nuestra oración se eleva confiada a Dios in­
vocando el premio merecido al siervo bue­
no y fiel del evangelio y de las almas en el
espíritu apostólico de Don Bosco y al mis­
mo tiempK) deseamos confortar el sentimiento de la amada Sociedad Salesiana con el
don de nuestra bendición .— Pauius PP. VI.
(A N S).

I T A L I A

El panadero de Don Bosco.
PiNEROLO.— E l Coadjutor Salesiano don
Felipe Carlos Gavarino ha celebrado ílas
bodas de diamante de su profesión religio­
sa a la edad de noventa y cinco años con
pleno vigor físico y conservando su mente
clara y aguda.

En 1885, cuando tenía diecisiete años, en­
tró en el Oratorio como ayudante en la pa­
nadería. Aprendió el oficio y ésta fue su
ocupación durante sesenta años.
i Muchos podrán decir que han comido el
pan de Don Bosco. pero Don Bosco diría
que había comido el pan de Gavarino! Cada
semana cobraba tres centavos de gratifica­
ción. Eran centavos de pap>el con valor úni­
camente en el interior del colegio. Gavarino
los ahorraba para al final del curso poder ir
a su pueblo a ver a sus familiares.
Fascinado por la santidad de Don Bosco
decidió hacerse salesiano. En 1887 hizo el
noviciado y después los votos reJtgiosos.
Salvo los tres años del servicio militar, con­
tinuó ejerciendo el oficio de panadero en la
Casa Madre de los Salesianos hasta 1943.
Después de la segunda guerra mundial, in­
terrumpió su trabajo, que no había dejado
sino para atender a las prácticas de piedad.
En la casa religiosa de Monte Olívete de
Pinerolo, el buen Coadjutor Salesiano sigue
su vida de oración y trabajo, con el recuerdo
vivo de Don Bosco junto al cual vivió tres
años.— (A N S).

'
j

89.
EXPEDICION
SALESIAN A
MISIONERA
TU RIN .— Ciento diez misioneros salesianos, componentes de la 89 ex­
pedición misionera, recibieron el crucifijo y el abrazo de despedida a
los pies de Maria Auxiliadora en su basilica de Turín. Por ausencia del
Rector Mayor, padre del Concilio, ofició la emocionante ceremonia,
cuyos orígenes se remontan a Don Bosco, el prefecto general don Al­
bino Fedrigotti. Les dirigió la palabra el veterano misionero de la In ­
dia, don Ravalico. El mayor contingente lo ha dado Italia, con cuaren­
ta y un misioneros, seguida de España con treinta y dos.

FO R M O SA

Los Salesianos en Formosa.
T ain a n .— La isla de Formosa ha acogido
a los Salesianos. Los dos primeros. Don
Pomati y el chino don Bosco Yau, llegaron
en mayo como huéspedes dei Obispo de
Taipei y se reunieron, pocos días después,
con el Inspector de los Salesianos en China
(Hong-Kong, Macao, V iet Nam), que tomó
parte en las reuniones de los superiores de
las comunidades religiosas que trabajan en
la isla. El 12 de junio les bendecía en Tainan, una casita tomada en arriendo, donde
los Salesianos iniciaron entre las estreche­
ces de la pobreza, su obra. Otros Salesianos.
desainados a esta nueva fundación se pre­
paran para zarpar de Hong-Kong.

Gran consuelo fue para los primeros Sale­
sianos. llegados a Formosa, la cordial acogi­
da que les hicieron los antiguos alumnos
de Hong-Kong y Macao, felices al ver de
nuevo a sus antiguos educadores establecer­
se en la isla, que acoge a muchos universi­
tarios antiguos alumnos.— (A N S).

H O N G -K O N G

Desde Siberia a Turín.
H ong -K ong (China-— ^Transcribimos la
carta de un clérigo salesiano que se ha es­
capado de la China comunista después de
dieciocho años de forzada permanenda y la
llegada de nuevo a Hong-Kong.
E l d érigo es un habilísimo jugador de
fútbol y en los últimos años le ofrecieron


13

contratos muy halagüeños. El renunció a to­
dos para conseguir su ideal.
Apenas llegó a Hong-Kong dijo al Supe­
rior: “ M is compañeros son ya sacerdotes.
¿Cuándo podré yo realizar mis estudios teo­
lógicos y Úegar a ser como ellos...?” .
H e aquí la carta escrita a los Superiores
de Turín con su sencilla redacción: “ Can­
tad conmigo, por favor, la Misericordia del
Señor y de la Virgen Santísima, porque es­
toy convencidísimo de que mi regreso ha
sido verdaderamente un hecho milagroso y
que el Señor se ha dignado escuchar las
oraciones de mis hermanos. El viaje que he
hecho no era fácil. He huido de Siberia, en
donde he estado durante siete años y medio
condenado a trabajos forzados. Cuando lle­
gué a Cantón no tenía ni dinero ni ropa.
Es más, tampoco tenía el carnet de identi­
dad y no sabía en donde dormir, porque
nadie puede alojar en su casa a quien no
tenga docimien(tacáóin. Pero el (Señor, por
medio de nuestros Antiguos Alumnos, me
ha dado mucho más de lo necesario para

ponerme a salvo. Ellos han pagado por mí
cerca de dos mil dólares de Hong-Kong a
unos pescadores, los cuales me han traído
en una barca hasta Hong-Kong.
” Tod o cuanto ellos han hecho por mí está
prohibido por la ley y, por tanto, se han
expuesto peligrosamente. Pero ahora me
siento muy contento de haber regresado a
la casa de Don Bosco. H e visto, después de
veintitrés años de ausencia, a mi querido
padre. Sin embargo, no he podido ver a mi
madre que falleció hace años, de lo que no
tenía noticia. H e vuelto a ver a mi hermano
y a mi hermana que tenían cuando los dejé
once y ocho años. M i hermano ya es sacer­
dote salesiano y mi hermana tiene dos
chiquitines. ¡Cóm o ha pasado el tiempo!
Pero mi corazón ha estado siempre con el
Señor, con la Virgen Santísima, con el Papa,
con Don Bosco y con los Superiores. Espero
verles y saludarles en Italia dentro de algu­
nos meses a donde iré por fin para preparar­
me al sacerdocio” . (Firmado.)

KW ANGJU (Corea).— Una madre dichosa. Acaban de imponer la sotana de Don
Bosco a su hijo novicio, que a su lado, revestido de la sotana y del roquete recién
impuestos, la escucha sonrie7ite. Como tantas madres, en tantas latitudes, esta
de Corea empieza a soñar en el día que su h ijo subirá al altar.

14

ESPAÑA SALESIANA

Peregrinación de los Cooperadores de la Inspectoría
de Valencia al Pilar de Zaragoza
Los Cooperadores saleslanos de la Inspec­
toría saleslana de Valencia fuimos peregri­
nos a ver la Virgen: la Santísima Virgen
del Pilar, en Zaragoza.
Fuimos en alas del espíritu salesiano que
es todo amor por nuestra Señora, y todo fe
y esperanza en su poderoso auxilio.
Peregrinamos al Pilar de Zaragoza con
esta doble intención espiritual:
Rogar por el Concilio Vaticano I I y pedir
se afiance en España la Pía Unión de Coope­
radores Salesianos.
No pudo tener mayor significado para su
titulo glorioso de Auxiliadora de los Cristia­
nos. puestos de rodillas ante el Pilar bendito,
símbolo y testimonio perenne de su maternal
visita y promesa de auxilio en el principio
y desarrollo del cristianismo en España.
Ensayos de cantos a la Virgen del Pilar,
exhortaciones a la gracia confesiones..., fue
la remota y próxima preparación a la gran­
de. animosa y ferviente peregrinación salesiana.
Fueron éstos los actos principales de la
peregrinación colectiva de las Casas de la
Inspectoría:
Día 12: Fiesta de Nuestra Señora del Pilar.
Misa y comunión en el Santo Templo.
Pontifical, ofrenda de flores de las provin­
cias de España y procesión de la Sma. Vir­
gen por la gran plaza abarrotada de fieles
venidos de todas las latitudes de España.
Salida a continuación (era la una y me­
dia) en los autocares hacia La Almunia de
Doña (jodina. Seminario de Maestros Coad­
jutores Salesianos para las escuelas profe­
sionales. Comida y sobremesa. Banda vi­
brante de música...
De regreso en Zaragoza, en el Colegio Sa­
lesiano. reunión de Cooperadores.
El dia 13. de ocho a nueve, por gentileza
especial de las autoridades eclesiásticas, dis­
pusimos de la Santa Capilla, para la pere­
grinación salesiana; misa comunitaria, co­
munión, vibrantes preces dialogadas.
Celebró la santa misa el M. Rvdo. Sr. Ins­
pector. don Tomás Baraut.

Fueron, gracias al Señor, dos días gran­
des, llenos de profundo fervor mariano y de
saturado espíritu de Don Bosco.
Tal vez, en algún momento dado, la multi­
tud obligaba a encogerse un poco, a adap­
tarse... Pero cómo suplía y alegraba ello
mismo, por la fe y la emoción que en todo
momento y de todos brotaba como el mejor
pregonero de amor a la Santísima Virgen.
Muy hondo calaron los actos de aquellas
jomadas. Imborrable el recuerdo de La A l­
munia, tan cordial, sabroso, emotivo...
Y nervio de acción la reunión en Zarago­
za, donde nos dieron consignas de organiza­
ción y apostolado.
Regresamos contentos y rebosantes de ale­
gría, porque con todos aquellos actos quisi­
mos ponemos a tono de los deseos del Papa,
de la Iglesia y el Concillo:
¡Seglares cristianos, nos llama la Iglesia!
¡Y los (Cooperadores vamos con ella al apos­
tolado!

L a Cruz de Alfonso X el Sabio al Padre
Director de las Escuelas Salesíanas.
H uesca.— El Gobernador Civil de la pro­
vincia, en vista de la gran labor realizada en
el campo de la enseñanza media y profesio­
nal, en beneficio de los niños y jóvenes de la
capital y provincia, por el Director de las
Escuelas Salesianas. don Román Bertrán
Solé, prepuso al Gobierno se le concediera
la C^ruz de Alfonso X el Sabio. Aceptada la
propuesta, S. E. el Gmo. Franco concedió
dicha condecoración, con la que Huesca
quiere honrar a la (Congregación Salesiana
en su ilustre hijo. Nos congratulamos con él
por la distinción que se le hace y por los
progresos introducidos en la Obra salesiana
de Huesca.


15

Monumer)

M

EL PLA N TIO {Madrid).—Mons. Carlos Pérez. Obispo Salesiano de Comodoro Rivadavia, Argentina, exalta la figura de
Laura Vicuña, delante del monumento que se le ha levantado
en el Asvirantado de las Hijas de María Auxiliadora.

M adrid .— Para nuestros lectores que des­
conozcan la existencia de Laura Vicuña, les
diremos que fue una jovencita, por sus años

de los R ío s; la idea del Padre Julián Fer­
nández, salesiano.

(nt

a4r<

A la inauguración asistieron dos obispos

más bien una niña, nacida en Chile y muerta

salesianos argentinos.

Nevares,

laia,

en Argentina, que en los pocos años, trece,

Obispo de Neuquén, donde se halla enterra­

ñ&r

de su vida practicó heroicamente la virtud,

da Laura, y Monseñor Carlos Pérez, Obispo

aaqi

muriendo en olor de santidad. Su causa de

de Comodoro Rivadavia, acompañados de
los Embajadores de Chile, don Ricardo Ira-

xior

“ Flor de los Andes” y el jardín donde tal

rranzábal y señora, y el de Argentina, Gene­

v^oi

flor lució fue un colegio de las Hijas de

ral Julio Alberto Lagos y señora.

qiht

beatificación está ya introducida. La llaman

María Auxiliadora en Argentina.
Por esta razón la rezan tanto las Hijas
de María Auxiliadora y la ponen a sus educandas como modelo.
E l pasado día 22 de septiembre se ben­
dijo e inauguró un monumento a Laura V i­
cuña en el Aspirantado de las Salesianas. en
el plantío, junto a Madrid. La estatua de
piedra blanca es obra del escultor Víctor

EL PL A N TIO (M adrid)__ Personalidades que
asistieron a la inauguración del monumento
a Laura Vicuña (de izq. a d er.): E] Ernóajador de Chile, Mons. Carlos Pérez, Mons. Ne­
vares y el Embajador de Argentina en Es­
paña.
16 —

Monseñor

■íi 1

URA
MCUNA
dinerosas Hijas de María de la capital
aqtron al homenaje. El Padre Fernández
p^tó a Laura Vicuña como “ milagro de
laiagogía salesiana” y le replicó Monse-

Los Cooperadores salesianos

ñdarlos Pérez, poniendo de relieve el gran

de la Inspectoría de Sevilla

aaque la jovencita profesó a María Auxlbra.

peregrinan a Fátima.

ilustres personajes, terminado el acto,
V on las dependencias de la Casa, en la
aeron cordialmente obsequiados.

S evilla .— Una ilusión se volvió realidad. Desde la
convivencia de cooperadores, tenida en la Casa de
Formación de San José del Valle el 9 de Junio del
actual, en la que se acordó organizar una peregrina­
ción a Fátima, hasta el 8 de septiembre en que se lleV a cabo, se vivió de ilusión, de inquietud y de cons­
tante trabajo.
Se organizaron cuatro grupos que partieron de Se­
villa, Cádiz, Puerto Real y Puebla de la Calzada que.
por diversos caminos, llegaron a la grandiosa basíli­
ca de Fátima la tarde del 8 de septiembre. Se rezó
del Santo Rosarlo, se hicieron preces especiales por
el Papa, por el Concilio, por la Paz y por las inten­
ciones particulares de cada uno, precedidas por unas
emotivas palabras del Delegado Inspectorlal, prepa­
rando los ánimos que se conmovieron intensamente
al pedir por la paz.
Efectuada esta visita colectiva, cada grupo y cada
persona satlsfeo su devoción particular y visitó los
alrededores, no sin dejar su tributo en los estable­
cimientos de ventas de objetos-recuerdos, pues los
ausentes lo reclamaban en el corazón.
Fue una jom ada de gran emoción que difícilmente
podrá olvidarse.
Esperamos que esta peregrinación haya servido
para consolidar la Pia Unión de Cooperadores de la
Inspectoría como asi se pidió de corazón a la Santí­
sima Virgen del Rosario de Fátima.



17

¿ Q U IE R E A Y U D A R A

LAS

E S C U E L A S P O P U Iv A R E S
S A L E S IA N A S D E B U R C E Ñ A ?
La jaula está construida. ¡Falta
todo lo demás! Los niños que hoy
se aprietan en aulas estrechas y
viejas, miran las obras con ilusió7i
y, sobre todo, rezan por sus bien­
hechores todos los dias.
P A R T IC IP E usted en su form a­
ción, en su alegría y en sus ora­
ciones.
Las Escálelas Salesianas de Burceña (Vizcaya), teléfono 3216 94, le
dan ya las gracias.

Los Cooperadores salesianos de Valencia
han celebrado diez tandas de Ejercicios
Espirituales cerrados.
V alencia .— Diecinueve han sido las tandas
de Ejercicios en esta Inspectoría.

De ellas, diez corresponden a los Coopera­
dores Salesianos.
Los de Alcoy organizan dos; una para
Cooperadores y otra para Cooperadores y
adheridos.
En Burriana tuvieron la suya. Era el pri­
mer año. El de la novatada..., pero arranca­
ron con buen pie. Quedaron contentísimos
y deseosos de fomentarla y hacerla mayor,
en todo sentido, para el próximo curso.
Valencia, Casa Inspectorial, organiza tam ­
bién sus dos tandas. Una, para Cooperado­
res. y para Cooperadoras, la otra.
A esta de Cooperadores de Valencia acu­
dieron miembros de los dlstlnos Centros que
no tenían tanda propia.
Con la decisión y actuación conjunta de
las Hijas de María Auxiliadora, tienen lugar
cinco tandas más, organizadas en Valencia.
Sueca y Alicante.
Ha sido un movimiento consolador.
Entendemos, no obstante, que la impre­
sión ha de ser la que deje en nuestro ánimo
el sentido de que estamos empezando.

18

BURRIANA.— Dia 2 de julio. Los de Burriana
terminan su tanda de EE. EE., cerrados en
Bechi. Es el prim er año. Animadísimos y
gozosos cara al porvenir. Desfilan, por vez
primera, en estas páginas, émulos de sus
compañeros de la Inspectoría, que han des­
filado como pregoneros de los mejores dias
del año.
Este ambiente necesita acentuarse, exten­
derse más, saturarse de solera. Esto lo dará
el tiempo, la fe. el tesón y r>erseverancla de
los Consejos de los Centros de Cooperadores
de la Inspectoría.

DE NUESTRAS MISIONES

StUeMada OM un zlefauie
Hacía una semana que había dejado la
residencia misionera. M i jira misionera con­
sistía en llegar cada día a un nuevo pue­
blo. Muchos pueblos me esperaban desde
hacía cinco m e s «. Aún me quedaban cinco
largos días. Tod o para que todos los católiccw se confesasen y recibieran la comunión
en aquellas Navidades.
M e encontraba en plena jungla. Empren­
dimos la marcha hacia el próximo pueblo.
Muy pronto se nos hizo de noche. Perdimos
ei camino. Después de intentar orientarnos
varias veces, todo fue inútil y nos decidimos
a pasar la noche allí. Samuel, mi catequista,
fue en busca del árbol del pan. El árbol del
pan es ima fruta muy común en la India;
da un fruto del tamaño de una calabaza, de
color oscuro por fuera, de sabor muy dulce
y agradable. En la oscuridad le pareció que
aquel fruto era muy grande. Se encaramó
al árbol y con gran sorpresa se encontró con
un oso que se había subido hasta las ramas
del árb ol: le cedimos el sitio, como era na­
tural.

— i Paciencia, Samuel!, le dije. L o único
que deseo esta noche es dormir.
En aquel momento oímos la campana de
nuestros cristianos, que, cansados de esperar
al Padre, que no llegaba, se reunían a rezar
en la capilla.
M e dio un golpe el corazón. Seguimos en
aquella dirección y al cabo de quince mi­
nutos nos encontrábamos en medio de nues­
tros buenos católicos que saltaban de ale­
gría. Aquella noche pensé que soñaría con
osos, en cambio dormí muy bien en la casa
del jefe del pueblo.
En otro pueblo celebramos una verdadera
Nochebuena, porque tuve el consuelo de ad­
ministrar treinta bautismos. En sus almas
brilló la sonrisa del Niño Jesús.
M i jira estaba terminando. Antes de dejar
el último pueblo, me ñamaron para bende­
cir a un hombre que había sido enterrado
por un elefante.
— ¿Cómo pudo ser eso?
Cuando un elefante anda solo por la jun­
gla es muy peligroso, porque habiendo hui-

BANG PONG (.Taüandia).— Los elefantes do­
mesticados sirven para
todo y tienen una pa­
ciencia a toda prueba,
hasta de chiquillos. Sólo
a eüos se les podría
ocurrir colgarse de las
cuerdas con que arras­
tran gruesos t r o n c o s
para desafiarle a ver
quién puede más; suer­
te que él n i se entera.
La escena, en el patio
dei Colegio Salesiano.

19

do de la manada anda furioso y ataca a
quien encuentra.
El hombre que había sido enterrado vivía
aún y me contó lo siguiente:
‘‘Estaba solo en la jungla. Mis compañe­
ros se habían adelantado para tomar un
baño en el río. De pronto me encuentro con
el elefante que venía furioso. Intenté subir­
me a un árbol, pero me dio un golpe con
la trompa y caí desvanecido. E l elefante
parece que quiso ocultar su mala acción,
pues empezó a cubrirme con ramas de árbol
que arrancaba y traía con la trompa. Me
dejó casi completamente sepultado bajo las
ramas y se marchó refunfuñando. Llegaron
mis compañeros y mucho tuvieron que lu­
char para encontrarme. M edio muerto me
trajeron a casa. Y a hace una semana que
no me levanto. Rece por mi. Padre, para
que me cure.”

L e di la bendición de María Auxiliadora
y lo dejé consolado. Más tarde supe que
curó y que se prepara para recibir el bau­
tismo la próxima vez que vaya al pueblo.
Pocos minutos antes de llegar a casa iba
pensando en el elefante enterrador. Algunos
niños internos me salieron al encuentro y
me dijeron:
‘‘Te damos una mala noticia: ¡L a iglesia,
destruida!...”
Nuestra hermosa iglesia de Raliang, cons­
truida hace más de cuarenta años, había sido
derribada, no por un elefante, sino por un
fuego devorador que no dejó ni rastro. Aquí
se acostumbra a construir con madera. La
nueva la construiremos de cemento con la
ayuda de mis buenos amigos de España.
Padre J o s é M. D

ie s t e ,

S. D. B.

M isionero salesiano del Assam (India).

INUNDACIONES EN LA MISION DE LOS GUAICAS
S a n t a M a r í a d e l o s G u a i c a s .— ^Una gran
prueba ha sufrido, en el pasado mes de ju­
nio. la Misión Salesiana del A lto Orinoco
en sus centros avanzados de San José y de
Santa María. Las aguas del Orinoco, des­
bordadas violentamente, inundaron la zona
de las dos residencias. El agua llegó en el
patio de la Misión a un metro de altura,
arrastrando consigo toda clase de objetos
y cosas: material, máquinas, herramientas,
reunidos con tantas fatigas. Todo quedó su­
mergido en las aguas y en el fango. Casi
destruida la casa vieja. Inundada también la
capilla. Los misioneros, por algunos días, se
vieron obligados a vivir en medio de las
aguas, en la pobre Casa-Misión, sostenidas
sus paredes con gniesos palos, que crujían
con el consiguiente miedo de los misioneros,
bajo la creciente presión de las olas.

Los indios todos huyeron y sus chozas
quedaron destruidas.
El Director de la Misión, roto por la fa­
tiga, cayó víctima de la malaria cuando em­
pezó a escaser el agua potable. Tuvieron que

20



alejarse de la Clasa-Misión, colocada en la
confluencia del río Omaco con el Orinoco.
Corría peligro de que fuera arrastrada por
el ímpetu de las aguas. N o tenían más espe­
ranza ni fuerza que la de la oración, en las
largas noches de vigilia, a la expectativa. La
radio recogió las voces ansiosas del V ica­
riato y las otras de los centros civiles que
pedían auxilio. Un helicóptero vino a poner
en salvo a los misioneros. Después las aguas
empezaron a bajar. L a casa de Santa María
resistió, transformándose en arca de Noé,
en donde encontraron cobijo gallinas, gatos
y hasta ratones, una infinidad de insectos y
un ejército de hormigas.
El día 30 de junio, en un altar colocado
en medio del campo, se celebró la misa do­
minical. A l mediodía, al son de la campana,
se llamó a los indios, que volvieron en unas
improvisadas canoas.
El día 2 de julio tuvo lugar la visita alen­
tadora del Vicario Apostólico, Monseñor
Segundo García, que recorrió toda la zona
inundada.

EH B U S C A
D E LO S A S H U A R A
Me encomiendo fervorosamente a mi An­
gel de la Guarda y me pongo en camino para
visitar las tribus de los ashuara, de tan di­
fícil acceso.
Juan y Alfonso, dos jóvenes jíbaros cris­
tianos, rae acompañan. Temen a los ashua­
ra, pero confian en el misionero y están
dispuestos a morir con él.
Después de siete horas de caminata por
la selva, un rio en crecida —el Macuma—
nos obstaculiza el paso. Los dos jóvenes des­
hacen una casa jíbara abandonada y con
dos troncos construyen una balsa. Hecha la
señal de la cruz, se lanzan al rio y llegan a
las malocas de unos ashuara, amigos nues­
tros. Su jefe. Tibí, sube en seguida a la
canoa y viene en mi busca, mientras la llu­
via cae abundantemente. Pasamos la noche
en la vivienda de Tibi. Sentado junto al fue­
go. me pongo a evangelizar a sus familiares,
enseñándoles también algunos cantos a la
Virgen.
Tibi me pregunta:
—Padre, ¿a dónde quiere ir?
— Quiero visitar a los ashuara, que viven
junto al Perú.
— Imposible, Padre, te matarán. ¡No va­
yas!
—Tengo que ir, amigo. Y o amo las almas
de los ashuara y ése es mi deber: ir.
—También nosotros amamos al Padre
—respondió Timias.
Le sonrio. Mujeres y hombres me instan
para que desista del propósito. Me lo supli­
can. Conozco vagamente la zona, porque el
año pasado recorrí en canoa casi todo el rio
arriba. Pero los indios no quieren indicarme
los caminos de la selva que conducen a los
Ashuara. Me quieren... a su modo.
AI día siguiente llegamos a la casa de
Ciriapa. Vive siempre con el arma en la
mano. Sus enemigos pueden atacarle por la
espalda en cualquier momento. Acogida cor­
dial. Aprende, con sus dos mujeres, la señal
de la cruz; escucha algunas verdades cris­
tianas y canta con satisfacción las coplas a
la Virgen.
Cuando llego a la casa de Tucupi, un
ashuara hercúleo, que tiene un hijo en la
Misión, los salvajes me rodean, me apretu­

jan para recibir los regalos. Querrían todo
cuanto llevo: agujas, camisas, pantalones,
anzuelos, espejos, cinturones... Me dicen:
«Padre, con seguridad que te matarán los
ashuara o los peruanos. No regresarás más...
Es mejor que nos des todo».
Llega entretanto un ashuara, y los de
casa, bebiendo a grandes tragos la «chicha»,
comienzan con el huésped una conversación
larguísima, típica, con ritmo casi musical
en el tono de la voz. Estas conversaciones
son desconocidas para nuestros jíbaros.
Después de hora y media de conversación
puedo, por fin, hablar yo. Aprenden la señal
de la cruz, escuchan la palabra de Jesús.
«Padre, me dice Tucupi, sentado junto al
fuego y rodeado de sus hombres, pintados
como diablos, aóhmatéi. (Es decir, conver­
semos en la form a de nuestra tribu.) Le son­
río, pero soy incapaz de sostener la dificilí­
sima conversación.
A l día siguiente, celebrada la Santa Misa,
nos dirigimos al rio. Tucupi me presta su
canoa y me enseña a sostener el equilibrio
con dos cañas de bambú puestas a ambos
lados. La canoa es fragilísima. Emprende­
mos la marcha. Horas después paramos a la
orilla del rio Clanguapl porque nos sorpren­
de un fortíslmo temporal que nos cala hasta
los huesos. Atamos la canoa y haciendo con
nuestros machetes un claro en la selva, cons­
truimos un cobertizo. ¡Señor, tú bien sabes
lo que es pasar una noche en la selva cuan­
do llueve!... El fuego no se enciende; el
hambre nos acosa; el agua nos empapa. R e­
zamos las oraciones e intentamos dormir;
nos acompaña el canto del urogallo y los
gritos de cientos de animaluchos de la selva.
Al día siguiente emprendemos de nuevo el
viaje. En una de las revueltas los remeros
no advierten a tiempo un tremendo tronco
que está en medio de un rápido. Reman des­
esperadamente para evitarlo. Veo el tronco
formidable e inmóvil esperándonos en me­
dio del rio. La canoa se desliza velocísimamente. Me agarro al tronco y tengo la impre­
sión de que me aplasta; la canoa zozobra.
El altar portátil y todo nuestro precioso car­
gamento cae al agua. ¡Menos mal que no es
profundo! La vida se salva y podemos recu­
perar casi todo.
Por la tarde del segundo día de viaje en

21

canoa llegamos a la casa del viejo Aihiu. Es
un indio famoso en toda la zona. En su cho­
za amplísima viven cuatro familias ashuara: 35 personas. Escuchan con atención la
palabra de Dios. Al final habla el jefe: «Tú
solo. Padre, de nuevo vienes, visítame. Los
demás blancos no los queremos. ¡Malos, ma­
los, malos !>
El 'trecho que viene ahora es rio arriba,
contra corriente. Es muy difícil: la barca
con sus estabilizadores de bambú se ha he­
cho pesada, pero los dos jóvenes no los quie­
ren quitar; temen zozobrar. A pesar de los
esfuerzos no llegamos antes de la noche a
la próxima choza ashuara. Pernoctamos en
la selva: la cena consiste en bananas asadas
al fuego. Durante la noche el vampiro se
aprovecha de mi sueño y me saca sangre de
la cabeza.
Al día siguiente quitamos los troncos de
bambú de la canoa. Los monos juegan en las
ramas de los árboles a lo largo de la orilla.
Por fin llegamos a la choza de Himbiktl. jefe
de tribu, y nos recibe muy bien. Le pido que
uno de sus hombres nos acompañe a la casa
de Oasciundlu. famoso guerrero y terror de
toda la zona. Suambra se ofrece para acom­
pañamos. Entretanto escuchan con alegría
la palabra de Jesús, que les llega por pri­
mera vez. Al día siguiente reemprendimos el
viaje por el río.
Por la tarde, cansados, preparamos nues­
tra pequeña choza. Juan, sin embargo, se
aleja para cazar algún pájaro. Se pone el
sol, cae la noche y Juan no aparece. «Se ha­
brá perdido», exclama el ashuara. Alfonso
enciende una antorcha y salimos en busca
de Juan. Aún no habíamos cenado. La llu­
via nos molesta. Nos hundimos en el fango.
Camina que te camina siempre gritando. Por
fin olmos a lo lejos la voz de Juan. De noche,
el misterio de la selva oprime el corazón del
hombre más valiente. Se nos apaga la an­
torcha y nos vemos obligados a regresar
gritando para llamar la atención del ashua­
ra que se había quedado en nuestra choza
y así poder encontrar la verdadera dirección.
En un momento dado nos perdimos. Aga­
rrados de la mano nos movemos en la oscu­
ridad. Menos mal que nuestros ángeles de
la Guarda nos protegen de los ataques de
las serpientes. Después de cuarenta minutos
encontramos la choza, guiados por el grito
gutural y tortísimo del ashuara.
Encendemos otra antorcha y salimos de
nuevo a la selva. Una hora de caminata y
llegamos al lugar en donde estaba Juan acu­
rrucado y resignado a pasar la noche. Re­
gresamos muertos de cansancio. Murmuro
una oración: «Jesús, te ofrezco todo por la
redención de estos pobres hijos de la selva».
Al día sigiiiente el ashuara me dice: «P a ­
dre, nosotros dos, con la carabina, seguire­
mos este sendero mientras los dos jóvenes
con la canoa nos esperarán más arriba, don­
de hay una piedra grande: asi podremos m a­

22

-

-

tar algún pájaro y saciar el hambre». Reco­
miendo a Juan que no pase aquella piedra.
Nos separamos. Poco después, el ashuara
mata una mona. De pronto nos encontra­
mos con cuatro indios: un hombre, dos mu­
jeres y un niño. Jamás habían visto a un
sacerdote pero si habían oído hablar de él.
Se alegran al verme y escuchan con curio­
sidad mis palabras. Antes de separamos,
una mujer susurra al oído del marido unas
palabras. «¿Qué es lo que quiere?» «Quiere
oírte cantar», me dijo sonriendo el ashuara.
No me hago rogar mucho y canto unas co­
plas a la Virgen.
Llego con Suambra al punto señalado para
reunirnos con los dos jóvenes de la canoa.
Son las nueve de la mañana: esperamos y
damos voces. Nadie responde. Me percato de
que nos encontramos en frente de la co­
rriente, donde algunos días antes, zozobró
la canoa. No podemos asar la mona porque
no tenemos fuego. Comemos algunas bana­
nas. Pasan las horas y llegan las cinco de
la tarde. Invoco a la Patrona de las Misio­
nes y le digo: «¿Cómo siendo nuestra Pa ­
trona. Santa Teresita, no nos ayudas en es­
tos momentos? Estamos todo el día sin co­
mer y mis dos jóvenes no aparecen. Ayúda­
nos, por caridad».
Encontramos una choza pequeñísima, con
el techo casi hundido. M anochecer nos ten­
dimos iw r tierra, cuando oímos un grito des­
de el río: «Tuuuuuu...! Son los dos jíbaros
que nos buscan. Han dejado en el camino
de Casciandiu el altar portátil, las mantas
y todo lo demás. Traen tan solo el fuego.
Nos acomodamos en la chocita y nos dispu­
simos a asar la mona. ¡Nos sentíamos real­
mente extenuados!
La noche se presenta oscura. El viento .so­
pla potente haciendo estremecer toda la sel­
va. Desgaja las ramas secas de los árboles,
que caen con ruidos estrepitosos. Una lluvia
torrencial nos sorprende. El techo está lleno
de agujeros: nos vemos obligados a colocar
el fuego en el centro de la choza. Los Indios
lo mantienen encendido con gran habilidad
Estamos empapados de pies a cabeza. Final­
mente comemos la carne asada de la mona.
No tenemos mantas. El suelo está encharca­
do y no podemos ni estirar las piernas. Acu­
rrucados en los ángulos en donde no llueve,
pasamos la noche. ¡Qué noche! Sin embar­
go, consigo dormir un poco debido al can­
sancio.
AI día siguiente no puedo celebrar la San­
ta Misa porque me falta el altar. Nos pone­
mos en camino En el sendero están nuestros
bultos escondidos en unos matorrales. Lle­
gamos a la choza de Casciandiu. Los dos ji­
baros empiezan a temblar. No estaba. Pero
encontramos a sus mujeres. Una muchacha
corre en busca de p a ^ . que trabaja bas­
tante lejos. Durante ese tiempo celebro la

D IB RVGARH <India).-Las
a g u a s d e l Bramaputra.
desbordadas, han inunda­
do el poblado cristiano de
Bogeebheel, a r r u in a n d o
chozas y arra^strando ani­
males domésticos. Una
preocupación más para los
misioneros salesianos, que
tendrán que proveer las
primeras necesidades.

Santa Misa. «M e parece encontrarme en la
casa del diablo», me dice por lo bajo Juan.
Casciandiu me da miedo; se sabe que mata
a muchos enemigos en la guerra; es verda­
deramente terrible, todos le temen». Cas­
ciandiu llega al caer la tarde. Es un hombre
de unos cuarenta y cinco años, de cabeza
levantada, de mirada desafiante y cruel, na­
riz prominente y boca con una mueca que
le da aspecto casi de ferocidad. Sus movi­
mientos son enérgicos, propios del hombre,
que solo manda. Entra en silencio en la
casa y dirigiéndose a Suambra le apunta al
pecho con el arma de fuego, amenazán
c¿Por qué me traes soldados a casa? Te
mato*, le dice con voz decidida y airada.
Gritamos todos poniéndonos delante: «Es el
Padre. Soy el Padre». Era la primera vez
que él veía a un misionero. «¿Eres el Padre?
He oido hablar de ti. Bien.» Y se sentó en
frente de mi. dlcléndome: «Nambestá (can­
ta)». Canté durante un buen rato. Después
me preguntó: «¿Dónde está Dios? ¿Acaba­
rá este mundo?» Era la primera vez que
aquel salvaje recibía la luz de Jesús. Sus hi­
jos se me acercan y escuchan la palabra del
«Padre».
«¿Continuarás matando?», le pregunto.
••No. no haré más la guerra», me dijo Quie­

ra el Señor que su propósito sea sincero y
durable.
El salvaje juega con mi barba como si fue­
ra un nino. Recibe mis regalos y me entre­
ga como obsequio algunos objetos típicos de
los ashuara.
Al día siguiente celebro la Santa Misa.
Todos miran con curiosidad. Emprendimos
el regreso. Pasamos de nuevo iw r la casa de
Tucupi. Mientras nos alejábamos de ella vi­
mos venir corriendo a su hijo Mucuimbo.
un niño de nueve años, que me dice: «P a ­
dre. me voy contigo». No había avisado a sus
padres de su decisión. Después de dos días
y medio de camino, llego a la Misión. Habían
transcurrido quince días y medio de camina­
ta por entre las tribus de los ashuara.
Cristiano que lees esto, ayúdanos con tu
oración, te lo suplico; y si puedes, reserva
una peseta para nosotros; quizás nos ayuda­
rá a salvar un alma. Recuérdalo: los m i­
sioneros viven pobres en medio de un mun­
do moderno lleno de comodidades. Y si tu­
viesen mayores medios, cuántas almas de
hijos de la selva podrían salvar.
P. L uis de B olla

Misionero salesia.no.

MISA SALESIANA RADIADA DESDE MADRID
Todos los domingos puede usted escuchar la Misa Comunitaria con la partici­
pación de mü doscientos niños y jóvenes profesionales, que transmite la emisora
de Radio España desde la cripta de María Ausnliadora, en General Prim o de R i­
vera, 25. Los enfermos e impedidos de su hogar podrán recibir un aliento espiritual.
Hágase radioescucha de dicha Misa y rece por la pronta terminación de la
Basüica de María Auxiliadora.
Muchas gracias. Muchísimas gracias. Un m illón de gracias.

— 23

MARIA AUXILIADORA
SE CONSIDERA COMO UN VERDADERO
M ILAGRO
A l i T erme (Meslna-ItaUa).—Nuestra ma­
dre, en una caída, se había dado tan fuerte
golpe en la cabeza que le sobrevino una he­
morragia cerebral. Contaba con casi ochenta
años de edad, y próxima a morir, recibió la
Extremaunción debido a que los médicos ha­
bían declarado el caso desesperado, y aña­
dían que pretender que se pusiese bien sería
como sacar a un muerto del cementerio El
espasmo de la enferma era desgarrador; no
se le podía mover siquiera para llevarla al
hospital porque el movimiento le hubiese
originado la muerte.
Uno de los médicos que la atendió repitió,
más de una vez, que sólo un milagro podía
conseguir la curación de nuestra madre. Y
nosotros se lo pedímos a la Santísima Virgen
Auxiliadora con mucha fe.
Los días, entre tanto, pasaban llenos de
angustia. La enferma no recobraba el cono­
cimiento.
En un fuerte delirio, un día, fijando la
mirada en el vacío, dijo: cjDejarla pasar!
¡Dejarla que se acerque! ¡Es la Vlrgen!>
Tal expresión, dicha en el delirio, nos hizo
encender más nuestra confianza y multipli­
car los sacrificios para obtener la curación
de la enferma. Las Novenas a María Auxilia­
dora se hacían sin interrupción, una detrás
de otra.
Finalmente, el día 24 de octubre, como si
se despertase de un gran sueño, preguntó a
la hija mayor por qué se encontraba junto
a ella, y la reconoció después de un mes que
había permanecido a su lado. Todos nos
emocionamos: la Virgen nos había oído. Aho­
ra se encuentra perfectamente y se dedica
a las faenas de la casa.
Para expresar nuestra gratitud, cada mes,
del 15 al 24. hacemos la Novena a María
Auxiliadora.
Por las tres hermanas. Hijas de María
Auxiliadora: Sor Maria Lázaro.

SE RECUPERA EL ENFERMO
R ota (Cádiz).—José Sánchez Santamaría

cayó gravemente enfermo con un ataque ce­
rebral. a consecuencia del cual perdió com­
pletamente la vista. En trance tan angus­
24

tioso, tanto su fam ilia como sus amistades,
acordándonos de las curaciones milagrosas
que a menudo leemos en el B oletín S alesia NO atribuidas a María Auxiliadora, acudimos
a tan buena Madre, pidiéndole de todo cora­
zón la completa curación del paciente.
Pronto la milagrosa Virgen de Don Bosco
escuchó nuestras súplicas, pues el enfermo
ha mejorado notablemente, recuperando ya
la vista de un ojo y esperamos pronto la
curación del otro, como asi lo seguimos pi­
diendo.
Prometí publicarlo en el B oletín Salesiano
y cumplo con agrado mi promesa, con el fin
de animar a los afligidos y atribulados acu­
dan a tan celestial Protectora. — Cándida
Laynez.
¡M ARIA AUXILIADORA, GRACIAS!
T orrecampo (Córdoba). — Agradecidas a

María Auxiliadora por favores recibidos en
un apuro familiar, envían una limosna para
su culto, deseando se publique el socorro de
la Santísima Virgen de Don Bosco en el
B oletín S alesiano como testimonio de gra­
titud y para que otros necesitados acudan a
tan buena Madre, remedio de todas las difi­
cultades y apuros— Fermina Romero y Fran­
cisca Campos.
INFECCION GRAVE EN LA BOCA
Habiendo padecido grave infec­
ción de la dentadura, tuve necesidad de
extraerme todas las piezas de la boca, pade­
ciendo en dichas extracciones graves hemo­
rragias. Llena de fe y devoción, me enco­
mendé a María Auxiliadora, ofreciéndole
una limosna. He obtenido la total curación
y alivio, haciendo público este favor de
Nuestra Auxiliadora para que todos los que
se encuentren en graves situaciones acudan
a Ella.— Ana de Larra y Córdoba.
CÓRDOBA.—

ME SACA DE UN APURO E(X)NOMICO
CÓRDOBA.— Habiendo contraído una deuda
y encontrándome en grave situación para
salir de ella, cuando menos lo esperaba me
vi libre de tan grave problema gracias a Ma­
ria Auxiliadora, que me buscó quien me sal­
dara la deuda que me era reclamada. Gra­
cias a nuestra Celestial Auxiliadora. Entrego
para su culto una limosna.— A L.

OTROS

GORAXOMES

Pilar Rodríguez (León), manifiesta su gra­
titud a M ana Auxiliadora por el éxito de
la operación quirúrgica efectuada a su ma­
rido, tras penosa enfermedad de quince años.
Envía una limosna y hace público su agra­
decimiento a tan buena Madre.
Un devoto (Arcos de la Frontera, Cádiz),
da gracias a María Auxiliadora por haber
salido bien de un ataque que sufrió un her­
mano suyo.
Ellas Blanco (Vigo), da gracias a María
Auxiliadora por haber sacado en los exáme­
nes de septiembre el cuarto curso y reválida
después de haber sufrido un buen descalabro
en junio. Envía una limosna y desea testi­
moniar públicamente su gratitud en el B o­
letín

S alesiano .

Manuel Santos Rejmllo, agradece a la San­
tísima Virgen, Auxiliadora de los Cristianos,
la desaparición de unos síntomas graves de
una enfermedad. Envía una limosna y desea
publicar la gracia.
M. P. cVillafranca), manifiesta pública­
mente su gratitud a María Auxiliadora, a
través de las páginas del B oletín S alesiano ,
por recibir una buena noticia, de la que de­
pendían muchas cosas. Envía una limosna.
Una devota (Paradas de Rubiales, Sala­
manca), da gracias a María Auxiliadora por
haber sido escuchada favorablemente en la
petición que le hizo sobre un examen. Envía
una limosna para su culto.
Carmen Taharés (Zamora), manifiesta su
gratitud a María Auxiliadora, enviando una
limosna y deseando publicar la gracia en el
B oletín S alesiano por haber sacado su hijo
una plaza en unas reñidas oposiciones.
María Natividad Serrano, da gracias a Ma­
ría Auxiliadora y a San Juan Bosco por ha­
berle concedido la gracia de que su papá
dejara de beber.
M. Alvarez (Vigo), manifiesta su agradeci­
miento a María Auxiliadora por un favor
concedido de carácter espiritual.
Aíaria Pérez (Zafra. Badajoz), da gracias
a María Auxiliadora, a la que tantas veces
se encomienda, por haber conseguido de Ella
una rápida y buena «lo c a c ió n a un herma­
no suyo. Desea publicar la gracia en el B ole­
t ín S alesiano y envía una limosna.
María del Carmen Olleros <Madrid), da
gracias a María Auxiliadora enviando una
limosna i ^ a su culto por la curación de su
marido, enfermo.
Anonio Espinosa Vera (Villamartín, Cá­
diz;. agradece la protección palpable de M a­
ría Auxiliadora en su vida y negocios, y
como gratitud envía una limosna para los

AGRADECIOOS

cultos de tan buena Madre, y desea que se
publique la gracia en el B oletín S albsianq ,
y ha montado la estación de servicio bajo la
advocación de María Auxiliadora.
Juana Díaz de Reguera y Anüa Romero de
Castellano (San José del Valle. Cádiz), dan
rendidas gracias a la Santísima Virgen, Au­
xiliadora de los Cristianos, por haber dado
a luz felizmente. Envía una limosna.
Joaquín Jiménez y señora (Utrera, Sevi­
lla), desean expresar su gratitud a María
Auxiliadora por un favor recibido casi de
inmediato después de recibir su bendición.
Envían una limosna.
Esperanza Carreño (Fuenteglnaldo, Sala­
manca). da gracias a María Auxiliadora por
el feliz éxito de una operación sufrida por
su hija, y envía una limosna para la propa^ J id a del culto a tan buena Madre.
Gertrudis Cardona manifiesta su agrade­
cimiento a María Auxiliadora por la cura­
ción de dos sobrinas que se encontraban en
grave estado, después de haber sido invoca­
da con la novena recomendada por San Juan
Bosco. Envía una limosna para las Misiones.
Iluminada García, de Romaneos, da gra­
cias a María Auxiliadora por haber curado
de una fractura de brazo que le causaba
grandes dolores. Publica la gracia y envía
una limosna.
Concepción Moyano, de Córdoba, expresa
su profundo agradecimiento a María Auxi­
liadora por lograr la completa curación de
una embolia que sufrió en la pierna y que
había temor de que fuese cortada. Envía una
limosna.
M onchi Marco de Méndez, de Salamanca,
manifiesta su gratitud a María Auxiliadora
por diversos favores que le ha dlspen.sado y
envía una limosna.
Dan también gracias:
María Rodríguez y A. Rodríguez, de Celanova; Claudia Casado, de Alaejos; Floren­
tino Pérez, de M atalavilla; Soledad Valpues­
ta, de Sevilla; M. V. Z., de Córdoba; Rosa
Pastor, de Alcoy; Jesús Pindado y Angela
López, de Arévalo (A vila ); E. Díaz, de La
Coruña; Cirilo e Irene, de Madrid; C. Her­
nández, de Berga (Barcelona); Una devota,
de Carabanchel Alto (M adrid); Antón Allí y
señora, de Pamplona; Blasa Domenech, de
Bocairente (Alicante); A. B., de San Vicente
d ¿ s Horts; Hermanas Orta Ortega, de Palos
de Moguer (Huelva); F. Cámara, de Usagre
(B adajoz); Dolores Silla Zanón, de Godelleta (Valencia); P. P., de Guia; Pepita Carrión, de Linares (Jaén); Balbina Ferré, de
Barcelona.
— 25

nr\

De San Juan Bosco
Santo Domingo Savio
\m t

CURO A M I HIIO
S an R oque de N aranjo (Costa Rica).—Se

encontraba nuestro pequeño hijo Emilio gra­
vemente afectado de una terrible bronconeumonía. Inmediatamente lo internamos
en el Hospital de Grecia. Apenas lo vio el
doctor Chaverri declaró el caso incurable.
Esta declaración nos llenó el corazón de una
amargura, pero no nos arrebató la esperan­
za. Inmediatamente pusimos a nuestro hljlto bajo la protección de San Juan Bosco,
pidiéndole al Santo nos concediera la salud
del pequeño. Le ofrecimos visitar la capilla
de Zaragoza de Palmares y dar una limosna
para las Obras Saleslanas. A los trece días,
nuestro hijo se encontraba perfectamente
sano y salvo.
Cumplimos nuestra promesa y hacemos
pública la gracia en el B oletín S alesiano .
agradeciéndole de esta manera al Santo el
habernos concedido la alegría de nuestro
hogar; recomendamos además la devoción
a tan milagroso Santo.—Antonio Montoya y
Delcia Carranza de Montoya.
CONSEGUI UN PISO
Encontrándome en una gran necesidad
de conseguir un piso proporcionado a mis
fuerzas económicas y no pudiendo lograrlo,
me encomendé a San Juan Bosco —que tan­
tas estrecheces sufrió en su vida— para que
me ayudara. Le prometí entregarle para sus
Obras una limosna. Al poco tiempo conseguí
el piso. Satisfecha por la valiosa protección
dispensada por San Juan Bosco. cumplo mi
promesa de enviar la limosna y de publicar
el favor en el B oletín S alesiano .— Ba.viHsa
y Angeles Colín.
Dan ¿amblen gracias a San Juan Bosco,
envían una limosna y publican la gracia:
J. González, de Sevilla, por haber salido
bien de unos exámenes; Antonio Rovira Plá,
de Vallvert de Urgel (Lérida): Magdalena
Carden, de Palma de Mallorca;
NO SE MALOGRO MI HIJA
S an S alvador.— El dia 14 de diciembre de

1962 amaneció mi esposa con fuertes dolo­
res. Temíamos el segundo malogro de nues­

26



tras esperanzas de un angelito que alegrara
nuestro hogar. Mientras buscaba afanosa­
mente una enfermera, ella se debatía en
espasmos de dolor. Al momento de llegar
con la enfermera me percaté de la gravedad
del caso.
Sali nuevamente de casa a llamar al doc­
tor Mateu Llort o al doctor Arturo Jovel
Mungia, ambos ginecólogos, bajo cuyo tra­
tamiento se encontraba ella. Mi salida fue
Infructuosa.
Mientras esto ocurría, en medio de mi gran
aflicción, dirigí a Dios una fervorosa plega­
ria, ofreciendo mi vida a cambio de que mi
esposa viviera y no se perdiese la criatura.
En la seguridad de que Dios había aten­
dido mi súplica, me negaba a aceptar el
diagnóstico de los doctores mencionados,
quienes sin conocer mutuamente los diag­
nósticos coincidían ambos en lo mismo: no
había esperanzas de recibir un hijo.
Y o me negaba a creer en el diagnóstico
de los médicos. El 24 de diciembre pedí de
nuevo a Dios, esta vez por intercesión de
Santo Domingo Savio. que nos ayudara.
En enero de 1963 fue mi esposa a una
nueva consulta del médico. El doctor no
acertaba a explicarse al constatar la norma­
lidad del estado de mi esposa y distinguir
señales de vida en la próxima criatura. ¡Esta
estaba viva y seguía su ritm o normal de
crecimiento! La niña nació sin diflcultaad
el 18 de junio, a su debido tiempo. Y mien­
tras la ciencia médica no acierte a darme
una explicación comprobada de lo ocurrido,
no me queda otro recurso que el de creer en
lo milagroso del suceso y agradecer a Dios
la bondad inflnlta que ha usado para con­
migo por medio de Santo Domingo Savio.
el alumno de Don Bosco.
Hago público mi agradecimiento en el
Bo letín S alesiano para que muchas madres
que se encuentran en semejantes circuns­
tancias, o padres que temen estos momen­
tos sagrados, se encomienden a Santo Do­
mingo Savio. —> Profesor Francisco Edgar
Cañas.

G racias y F a voros
de Doña D orotea
de Chopiiea
CAUSA DE BEATIFIC ACIO N
DOROTEA

DE DOÑA

El Postulador General de la Congregación
Salesiana escribe desde Roma comunicando
que ha sido aprobada por la S. C. de Ritos
la validez de los Procesos, y actualmente se
lleva en trám ite la aprobación de las virtu ­
des heroicas de DOÑA DOROTEA DE CHOPITEA, cosa que esperamos en breve, con lo
que ya pasará a la categoría de Venerable.
LA CURA DE UNA BRONCONEL^ONIA
B arcelona. — Habiendo diagnosticado el
médico que nuestra madre, de ochenta años
de edad, tenia bronconeumonía y estaba
grave para morir, tuve la suerte de encon­
trar en casa una estamplta de la Sierva de
Dios, Doña Dorotea, y Jlena de confianza en
su valimiento, coloqué dicha imagen debajo
de la almohada de la enferma, suj^cando
a la Sierva de Dios que curase a mi madre.
A la mañana siguiente había desaparecido
el peligro. Hace ya de esto dos años, y al
presente se encuentra en perfecta salud.—
Pilar Pedrals.

ME AYUDA EN LOS EXAMENES
G erona.— Un mes antes del examen su­
perior de Reválida caí enfermo, perdiendo,
en consecuencia, las clases preparatorias
para el temido examen. Como no era debido
a pereza, sino a fuerza mayor, acudí lleno df»
confianza, a la Sierva de Dios para que me
ayudara en tal circunstancia, prometién­
dole publicar la gracia y enviar una limosna
para su causa de beatificación. Obtenida
cumplidamente la gracia solicitada, lleno de
alegría cumplo hoy mi promesa.—J. de B.

EV ITA LA OPERACION
SIM.AT DE V alldigna (Valencia).—Se halla­
ba gravemente enferma una tía mía. y ha­
biendo acudido a un médico, éste nos dijo
que era necesaria una intervención quirúr­
gica. Deseando evitarle las penalidades de
la misma fuimos a ver a otro médico, ei
cual confirmó el diagnóstico del anterior y
nos dió unos remedios, diciéndonos que vol­
viéramos pasados tres dias. Asi lo hicimos,
y mientras estábamos en la sala de espera
encontré allí un B oletín S alesiano , en don­

de pude leer con admiración los numerosos
favores concedidos por Doña Dorotea a sus
devotos. Inmediatamente nació en mí una
gran confianza en su intercesión y le pro­
metí que si mi tia se libraba de la interven­
ción enviaría una limosna para su causa de
beatificación. Me encomendé, pues, a ella
como medianera ante María Auxiliadora, y
cuando nos llegó el turno, el médico, después
de detenido examen, dijo que no era nece­
saria la operación y que la enferma podía
morir de vieja, pues a causa de aquel mal
no había peligro. Han pasado ya dos años, y
como se encuentra bastante bien cumplo,
agradecido, mi promesa. También debo maniféstar mi gratitud por otra gracia, pues
encontrándose mi esposa en la clínica de
Maternidad, supliqué a Doña Dorotea la gra­
cia de que todo saliera bien, y a poco daba
a luz una hermosa niña, que colma de ale­
gría nuestro hogar. Por esta nueva gracia
envío otra limosna, y le ruego publique las
gracias en el B oletín .— Juan Folguera Llacer.
Dan también gracias a Doña Dorotea y
envían una limosna:
C. B., Béjar (Salamanca); A. R., Las Pal­
mas de Gran Canaria; Agripina López, de
Ciguera (León).

Favores de
Don Felipe Rinaidi
CURADO DE UN TUMOR EN LA MEDULA
ESPINAL
B agnolo (Italia).—Don Rinaidi ha escu­
chado nuestras plegarlas y nos ha obtenido
una gran gracia. Mi hermano Arcángel ha­
bla sido internado en una clínica ortopédica
de Padua por cfractura patológica del hú­
mero derecho y por metástasis a lo largo
del esqueleto y partes blandas^, como resul­
tó claramente de las radiografías, por lo
que no había duda — como afirmó el doctor
Scaplnelli— que «se trataba de una forma
tumoral en fase avanzada».
Fue sometido al tratamiento de roentgenterapia hasta las dosis máximas consenti­
das Después de lo cual el sanitario lo des­
pidió declarando; «Ahora no queda más que
encomendarlo a Dios, esperando que el avan­
ce del tumor sea lo más benigno posible?’.
Los doctores no dudaron en comunicarle
a los familiares que veían el caso desespe­
rado.
Fue entonces cuando ellos acudieron con
gran fe a Don Felipe Rinaidi.
Los efectos fueron sorprendentes. El cita­
do enfermero podía escribir: «Ahora la si­
tuación ha cambiado totalmente. La enfer­
medad, que se presentaba fea y estaba tan
extendida por muchas partes del esqueleto.

— 27

parece que se ha detenido... Estamos ante
un mejoramiento milagroso... Naturalmen­
te. hay que estar preparados ante una posi­
ble recaída, dado el carácter de la enferme­
dad».
Esto lo dijo el 30 de mayo de 1959 El 27
de marzo de 1961 volvía a decir él mismo:
«Todas las lesiones esqueléticas han de.saparecldo y np hay indicios de recalda».
Hemos tardado la publicación de este fa ­
vor hasta 1963, hasta tanto tener una nueva
confirmación de la Intervención verdadera­
mente extraordinaria de Don Rinaldi.
El caso fue considerado tan excepcional,
que dos ayudantes de la clínica lo han hecho
objeto de su estudio y lo han publicado en
una revista médica. Esto da idea de la gra­
vedad del mal.
Nosotros, que pusimos el asunto en manos
de Don Rinaldi, tenemos la certeza de que
hemos sido atendidos por él. Y hoy mani­
festamos nuestra gratitud en el B oletín S a LEsiANO.— Oresfc Giralda.
L a G arrovilla.— Muy agradecida a un fa ­
vor y gracia que he conseguido y que enco­
mendé al Siervo de Dios, Don Felipe Rinaldi,
envío limosna y el deseo de que se publique
en el B oletín , para que sirva aumentar el
número de favores que por su medio se con­
siguen.—Ai. T. S.

Do muomtroo mé^UfOO
DE D. JULIAN RODRIGUEZ
S alamanca. — En vísperas de examinarse

mis hijas me dio un cólico al riñón: pasados
dos o tres días, ya iba mejor, cuando me
volvió a repetir el ataque. Mucho sufría por
mi dolencia, pero sufría más pensando que
mis hijas iban a perder el curso a causa de
mi percance, por lo que me encomendé al
Siervo de Dios, D. Julián Rodríguez, y gradas
a su intercesión mis hijas pudieron exami­
narse. sacando notas muy brillantes, mien­
tras yo me repuse de mis dolencias. Agrade­
cida, envío una limosna, suplicando publique
las gracias en el B oletín S alesiano .— Jov*?e/a
Creao.
S alamanca. — Tengo un hermano que no
sabia leer, pero al Ir al servido militar apren­
dió. y cuando lo licendaron hubo unos exá­
menes para guardias, y aunque para él re­
sultaba muy difícil, se presentó. Una señora
me dio entonces una hojita con la biografía
y Novena de D. Julián Rodríguez, animán­
dome a que acudiera a él con confianza, re­
zándole con fe. Así lo hice, y mi hermano
aprobó el examen. No sólo, sino que luego
se presentó para cabo primera y también
ha aprobado, por lo que publico mi gratitud
y envío una limosna {>ara los gastos de su
beatiflcadón. deseando verlo pronto en los
altares.— Emilia Panadero.

28



S alamanca.—Dan también gracias a D. Ju­
lián Rodríguez y envían una limosna:
María Rodríguez García, Antonia R. Sán­
chez, Teresa Rodríguez, Teresa Brufau, Do­
mingo Rodríguez, Doklnica Varillas, Cayeta­
no José Pizarro y señora. Carmina Sánchez,
Manolita Aires, M. Asunción Cadevall, Agus­
tina Collado e Inés González.

DEL PADRE CALASANZ
B arcelona.— Agradecido a numerosos fa ­
vores recibidos por intercesión de mi anti­
guo Superior y Mártir Salesiano, Rvdo. Pa ­
dre Calasanz. una limosna para su causa de
beatificación.—Dr. José Viñas Cabot.

DE D. JUAN MARTORELL
PiC A S E N T (Valencia).—El 28 de diciembre
de 1961 caí gravemente enferma y hubo ne­
cesidad de internarme en la Residencia
Virgen del Pilar, de Valencia. Sometida a
radioscopia, los médicos diagnosticaron un
tumor Infectado, de tal modo, que durante
trece días ningún médico se atrevía a ope­
rarme, pues lo creían Inútil dado lo avan­
zado del mal. En tan angustiosa situación,
recurrí a la intercesión del Siervo de Dios
y Mártir Salesiano, D. Juan Martorell, en
quien puse toda mi confianza, segura de que
su valimiento cerca de la Santísima Virgen
había de obrar el milagro de mi curación.
En efecto, los médicos se decidieron, al fin,
a operarme. Tres horas y media duró su in­
tervención, y quedé tan débil que ni siquiera
querían coserme; pero como mientras f
corazón funciona hay esperanza, al fin se
decidieron, y cuando me depositaron en la
cama, el médico cirujano me dijo que estaba
gravísima, y otro médico afirmó que ya no
tenía vida. Pero su pronóctico resultó equi­
vocado, ya que gracias a mi celestial protec­
tor me recuperé de la enfermedad y al pre­
sente me encuentro muy bien. Agradecida a
tan señalado favor, envió una limosna para
la causa de beatificación, en memoria de la
Pasión del Señor, de quien tan amante era el
Siervo de Dios. Además, quiero publicar otra
gracia que hizo a una chica que tenia un
quiste en un pulmón y además padecía ata­
ques epilépticos. Dicha chica llevaba, al oi>erarse, una hojita con la Novena y la imagen
de D. Juan Martorell, y yo la encomendé
fervorosamente a su intercesión, resultando
perfectamente de la operación.
Agradecida por estos favores, deseo publi­
que las gracias en el B oletín S alesiano para
estímulo de cuantos deseen obtener favores
del santo Mártir Salesiano.— María Gómez.
PiCASBNT. — Dan también gracias al Siervo
D. Juan M artorell:

Concha García y Mercedes Calabuch, que
envían una limosna para su causa de beati­
ficación.

M E G R O L O Q i A
R V D O . D. E R N E STO A R M E LLE S

Sacerdote salesiano
Cargado de años y de méritos, falleció este
santo Salesiano en el C olegio de L a Coruña.
Se form ó en la escuela espiritual de los primeros
Salesianoa, a los que trató y conoció personalmente
en la Casa de Sarriá.
Fue humilde trabajador, y su alma selecta vibró
siempre de am or a todo lo salesiano.
Encarcelado en la zona roja, muchos años D i­
rector. siempre alegre y sencillo, fue un gran ejem ­
plo de caridad para todos.

R V D O . D. S E V E R IN O B R E A

Sacerdote salesiano
Falleció santamente este joven sacerdote sale­
siano a los pocos meses de su prim era misa, her­
mano del también Salesiano R vdo. D . Francisco
Brea.
C on gran resignación soportó estos últimos años
la tortura de una cruel enfermedad.
Era trabajador, sencillo y alegre, con una gran
sed de apostolado sacerdotal.

D. M A N U E L C O R R E D O IR A

Cooperador salesiano
El fallecim iento de este insigne C ooperador sa­
lesiano de L a Coruña ha llenado de d olor a mu­
chas almas buenas.
Durante muchos años, don M anuel fue el mé­
dico abnegado, solícito y paternal de los Salesianos y niños de la Casa.
C on la sonrisa en los labios, no quiso más re­
compensa por todos sus servicios que la promesa
de nuestras oraciones y aquella cordialidad fam i­
liar que encontraba a nuestro lado.
V elaba por todas las Comunidades religiosas de
la ciudad con absoluto desinterés, com o un ángel.
D. F R A N C IS C O M O R A N T O R R E S

Cooperador salesiano
Puebla de la Calzada entera sigue llorando a
este gran caballero, fallecido el 15 de octubre
pasado, que durante treinta y tres años se entregó
com o m i l i c o al servicio de esta población, y como
d evoto de la Congregación Salesiana. su memoria
quedará v iva y perenne; era para nosotros el
ejem plar C ooperador, el generosísimo Bienhechor,
que contribuía con su ciencia a la Obra de Don
Bosco sin regatear sacrificios, cariño y desinterés.
L a P ía U nión de Cooperadores ha perdido un
excelente católico práctico, de profundas convic­
ciones religiosas. Si, com o decía San Juan B osco;
" A l fin de la vida se recoge el fruto de las buenas
obras” , esperamos que el D ad or de todo bien le
haya prem iado ya con visión beatífica.

D O Ñ A E L IS A A G U I L A R T A B L A D A , V I U D A
DE CADENAS DE LLANO

Cooperadora salesiana
H a fallecido en Córdoba, el 24 de abril, doña
Elisa A gu ilar Tablada, viuda de Cadenas de L la ­
no, después de una enfermedad en que se ha pues­
to de manifiesto su temple cristiano. Su entrega en
manos de Dios fue absoluta y todo su afán cru
que se cumpliera en ella la voluntad divina.
Distinguió siempre con su predilección a la C on ­
gregación Salesiana. M aría Auxiliadora fue una
de sus grandes devociones, y Ella se la llevó en
un 24. para premiar sus virtudes.
D O Ñ A M A R IA H E R N A N D E Z

D IA Z

F LO R E S

Cooperadora
H a fallecido en la villa de la Orotava., la señora
doña M aría Hernández D íaz Flores. L a C ongre­
gación Salesiana ha perdido un poderoso elemento
de apostolado. A la llegada de los Salesianos a
esta villa ella supo captar la fuerza expansiva del
apostolado de M aría Auxiliadora, y se dedicó en
cuerpo y alma a ayudar a su prim er director, don
Claudio Sánchez, y a los sucesores con el m ayor
entusiasmo. Camarera de la A rchicofradía de M a ­
ría Auxiliadora, tuvo el consuelo de ver que al
m orir estaban afiliadas más de 700 personas, y
ella se gloriaba de haber sido la soda número uno.
Am ante de la educación de la juventud, ella
misma regentaba a sus expensas un colegio par­
ticular, llam ado de la Virgen del Carmen, para
redimir de la ignorancia a muchísimas jóvenes de
las partes altas de la isla, a las cuales contagió de
su devoción a M aría Auxiliadora.
Entre las muchísimas obras de caridad obradas
en favor de la Congregación, la que más consuelo
le procuró fue la de haber sido madrina de pri­
mera M isa de un sacerdote Salesiano, cuyo sacer­
docio apoyaba además con sus oraciones y con los
heroicos dolores soportados en los últimos m o­
mentos de su soledad y enfermedad ejemplares.
C ooperadora salesiana en el sentido más com ­
pleto de la palabra, confiamos haya recibido el
prem io que con tanta generosidad se preparó en
esta tierra. Los Salesianos le vivirán siempre agra­
decidos.
O T R O S C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S
En septiembre pasado falleció en Tliarsis (H uclva), a la edad de ochenta y dos años, doña Ascen­
sión Ibarrondo. madre del Salesiano don Eduardo
Gancedo y antigua Cooperadora Salesiana de Baracaldo.
Tam bién ha fallecido la C ooperadora señorita
Carolina Sampayo Ketterer.
En Guadalajara falleció don Arturo G onzález
R od ero en accidente autom ovilístico; pertenecía
al Centro de Santa Dorotea, de Barcelona.
En Barcelona murió santamente doña Rosa
Queraltó.
Pedimos a los lectores del Bo letín Salesiano
una oración p or el alma de nuestros difuntos.

— 29

diacaé^ paM i ifioc€u>icme4- SaleMo/huió,
cEI mejor premio que Dios concede o uno fam ilia es un hijo sacerdote» (Don Bosco]

In^Q ciofU a de, (fScM elí^na

Beca «M am á Margarita». Pamplona. Leandro C a­

P. Provinciali Paseo San Juan Bosco, 7 A. Barcelona.

Beca «San Paulino». Baracaldo. Antiguos Alumnos.

ñada.— T . : 4.500 p ts.f
T . : 23.000 pts.

BECAS EN FORMACIÓN

Beca sacerdotal *Mar¡a Antonia Porta de Duran*
T o ta ]: 6.000 pesetas.

Beca *Doña Dorotea de Chopitea». A A . SS. de
R ocafort.— T o ta l:

27.000 pesetas.
Beca *Sta. Em ilia». T o ta l: 25.000 pesetas.
Beca tSan Juan Bosco». T o ta l: IS.OSO pesetas.
Beca tRoselló Estelo».— T . : 25.000 pesetas.
Beca tSan te m a n d o». Residencia de Huesca.— T o ­
tal: 25.000 pesetas.
Beca tDoniingo Savio». de los Circuios de la ins­
pectoría.— T o ta l: 15.000 pesetas.
Beca
Bibiana Sodas». — T o ta l: 6.000 pesetas.
Beca tM aría Auxiliadora». Sarriá.— T . : 5.000 pts
Beca »D . Rafael Cerdá». M ataró.— T . : 2.000 pts.
Beca »D . José Rccasens».— T o ta l: 4.199,60 pesetas.
Beca •Cooperadores salesianos» de Horta. 5.000
pesetas.
Beca tM a y Rvdo. D . Florencio Sánchez».— T o ­
tal: 8.600 pts.
Beca tSagrada Familia». 1.— N . N .— T . : 100.000
pesetas.
Beca tSagrada Familia». II. Por N . N . Rocafort.
T o ta l: 90. 000 pts.
Beca perpetua *Ntra. Sra. M ontserrat». Doña V ic ­
toria Delclós.— T . : 8.000 pts.
Beca aMartín Goicoechea». C olegio Sarriá.— T o ­
tal 10.000 pts.
Beca «D olores Casacuberta».— T . : 10.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». C olegio Tarrasa.— T o ­
tal: 5.000 pts.
Beca «José María M oreto». Primera entrega, 4.000
pesetas.

Beca «Archicofradía de María Auxiliadora». Bara­
caldo.— T . : 25.000 pts.

Beca «D . Pedro Olivazzo». Baracaldo. Em ilio R o ­
dríguez.— T .; 15.000 pts.

Beca «D . Eduardo Caprani». Baracaldo.— T o ta l:
6.000 pts.

Beca «Virgen del Castillo». El R oyo.— T .:

6.800

pesetas.

Beca «San Juan Bosco». Baracaldo. D. Juan G o n ­
zalo.— ^T.: 30.000 pts.

Beca «D . Ramón Zabalo». Baracaldo. D. Mauricio
Fernández.— T . : 5.000 pts.

Beca «Sres. de Udaetxe». Bilbao.— T . : 14.000 pts.
Beca «Sr. Justi». Deusto. C olegio.— T . : 17.000 pts.
Beca «D . José Santos Cuesta». Deusto. Compañías.
T . : 17.000 pts.

Beca «D . José Puertas». Deusto. A A . A A .— T o ta l:
5.000 pts.

J'M p&céíPua de, GáfulcUa
P. Provincial: C alla M.^ A u x ilia d o ro , 14. C órd ob a.
BECAS EN FORMACIÓN

Beca «D . Vicente Reyes». Córdoba.— T . : 2.200 pts.
Beca «N icolás Rodríguez». Las Palmas (G . C.).—
T o ta l: 2.100 pesetas.

Beca «N ira . Sra. del P in o». (P o r las Compañías
de la J. Salesiana.) T eror.— T o t a l: 25.000 pts.

Beca «D . Antonio Espinosa». Sta. Cruz de T en eri­
fe.— T o t a l: 25.000 pesetas.

Beca «N tra. Sra. de Luna». Pozoblanco.— T o ta l:
5.000 pesetas.

Jn^pacéa^ía do. d3dtao

Beca perpetua «D . José María M anfredini». Gra

P. Provincial) E icuoloi S a loiia n as. D tuslo Bilbao.

Beca «D . Sebastián María Pastor». Córdoba.— T o ­

nada.— T o ta l:

32.000 pesetas.

tal: 3.765 pesetas.
BECAS BN FORMACIÓN

1.327,35 pesetas.

Beca «Familia M uñoz». Córdoba.— T .: 9.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba.— T o ta l: 16.737 pts
Beca «Rafael M oure R íos». Escuelas Populares

Beca «Nuestros mdr/jr«5>. Zuazo.— T .: 18.409 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». D. R. G . R.— T o to l:

Beca «Juan X X I I I » (P . An ton io D o M uiño). T o ­

Beca «5an Andrés». Escuela de Agricultura (Bur­
gos).— T o ta l:

10.000 pesetas.

tal : 7.000 pts.

Beca «D . Enrique 5diz». A . A . (Burgos).— T ota l:
17.779 pesetas.
chicofradías de Pamplona.— T . : 20.000 pesetas.

Beca «Alfonso Gómez Pineda». Pamplona.— Total.
5.000 pesetas.

Beca «Santo Dom ingo Savio». (Santander-Compa13.500 pesetas.

Beca «San José O brero». (Industríales-Santander.)
T o ta l:

Beca «M aría Auxiliadora», por la fam ilia Góm ez
Briasco. Granada.— T o ta l: 8.000 pesetas.

Beca «M aría Au.\iliadora U ». Asociaciones y Ar-

flias.)— T o ta l:

Salesianas.— T o t a l: 7.000 pesetas.

10.000 pesetas.

Beca «M a ría Auxiliadora» (Archteofradia-Santander).— T o t a l: 6.000 pesetas.

Beca «Francisco T ie rro i. Burcefia.— T . ; 6.500 pts.
Beca «Inmaculada Concepción». Bilbao. J. L. M
T o ta l: 500 pts.

Beca «Sra. F. Peña». M álaga.— T .: 12.000 ptsBeca «M aría Auxiliadora». P or un Cooperador
M álaga.— T o t a l: 2.000 pesetas.
«M on tilla ». M ontüla.— T o ta l: 25.000 pts.
«San M igu el». M ontilla.— ^Total: 21.300 pts.
«Fam ilia Vargas». Ronda.— T . : 10.000 pts.
«Sto. Dom ingo Savio» (Escuelas Sta. Teresa).
Ronda.— ^Total: 2.700 pts.
Beca «D oñ a M aría». Las Palmas.—-T .: 3.700 pts.
Beca «Sagdo. Corazón». Las Palmas.— ^T.: 13.000
pesetas.
Beca «M anuel M arrero». Las Palmas.— T . : 1.500
pesetas.

Beca
Beca
Beca
Beca

Beca *Samo Dom ingo Savio*. Compañías Salesíanas. Sta. Cruz de Teoerife.— T .: 12.000 pts.
Beca *Sta. Cruz de Tenerife* (Prim era). Sta. Cruz
de Tenerife.— ^Total; 25.000 pesetas.
Beca tSia. Cruz de Tenerife* (Segunda). Sta. Cruz
de Tenerife.— ^Total: 25.000 pesetas.
Beca tSta. Cruz de Tenerife* (Casa). Sta. Cruz de
Tenerife.— T o ta !: 6.800.
Beca •‘Sania Teresa de Jesús*. G ranada.—T o t a l:
4.500 pesetas.
Beca ^Parroquia Sta. Catalina*. Las P alm as— T o ­
tal ; 24.720 ptas.
Beca «5/0 Dom ingo Savio*. Compañías J. S. La»
Palmas.— T o t a l: 2.500 pesetas.
Beca *D. Bernardo López*- Córdoba.— T o ta l:
3.000 ptas.
Beca «C . L. M.-S. C. B.* M álaga.— T o t a l: 40.00''
pesetas.
Beca ^Manuel Hernández*-— T o ta l: 6.000 pesetas.
Beca %-Doña Pura Bermúdez*- M álaga.— ^Total:
17.500 pesetas.
Beca tFamilia D . Francisco Aneas*. Granada.
T o ta l: 79.528 pts.
Beca ^Familia Lara*.— ^Total: I.IOO pts.
Beca tSan José y Ntra. Sra. de Montserrat*. G ra­
nada.— T o ta l: 6.500 pts.
Beca *San José*, de doña Carmen Cabrera Bueno
en nombre de sus nietos. Pozoblanco.— T . : 4.000
pesetas.
Beca tM áríires de Pozoblanco*.— T . : 8.725 pts.
Beca iSan Juan Bautista*. Córdoba.— T . : 8.000 pts.
Beca aMaría Auxiliadora*. D on An ton io Royán,
A . A . N . e . : 3.600 pts.— T . : 14.400 pts.
Beca *Maria Auxiliadora*, por G . V . V . (coopeladora. N. e.: 2.000 pts.— ^T.: 5.000 pts.
Beca *Ntra. Sra. de Consolación*. Torredonjim eno.
F. S. Primera entrega; 3.000 pts.

In é / p a c ix y U a J a

W la d fb id

P. Provtnclol: Paseo G ro l. Primo d e R ivera, 25. M odríd
BECAS EN FORMACIÓN

Beca sacerdotal *D on Juan*.— T . : 15.000 pts.
Beca *D . Anastasio Garzón*. Atocha A A . A A .T .:

10.055 pts.

Beca *Ntra. Sra. de las Angustias*. A réva lo.—
T . : 21.000 pts.

Beca •.Cuarta Beca del Sagrado Corazón*. D e va
ríos.— T .: 21.987 pts.

Beca •Santo Domingo Savio*. O ratorio Sto. D o ­
mingo Savio (San Blas).— ^T.: 15.306 pts.
Beca •María Auxiliadora* Salamanca. C olegio.—
T . : 6.300 pts.
Beca tSan Juan Bosco*. A . G .— T . : 350 pts.
Beca •Doña Carmen Olalla*.— T . : 20.000 pts.
Beca •Sierra de Dios Doña Laura Vicuña*. Carabanchel y T eologad o Salesiano.— T . : 22.000 pts.
Beca •San José Obrero*. C olegio de S. Fem ando
y Aspirantes Coadjutores.— T . : 7.500 pts.
Beca •Escuela Automovilismo*. — T .; 20.000 pts.
Beca •Santísima Trinidad*. Escuela de Au tom ovi­
lismo.— T . : 15.000 pts.
Beca •D. Buenaventura Roca*. Béjar.— T . : 5.000
pesetas.
Beca tSantiago Apóstol*. L a Palom a. Un .A. A .—
T .: 11.000 pts.
Beca •A . Roldán v Familia*.— ^T.: 20.000 pesetas.
Beca •Vicente Iravedra*.— ^T.: 5.000 pts.
Beca •A . y G .*— T .: 5.000 pts.
Beca •D . Felipe Hernández*- A A . de L a Paloma
(M adrid).— T o ta l: 8.328 pesetas.

Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

•Sta. Teresa y S. Vicente*.— T .; 43.000 pts
•Viuda de Pujadas*.— ^Totai; 4.000 pesetas.
•Fuentes Bajo*.— T .; 28.000 pts.
*N . N .* — T .: 6.000 pts.
•Sánchez B lanco:. — T . : 10.000 pts.
tF . de B .» Béjar.— T . : 5.000 pts.
•D. Francisco Fuentes*. A A . de Ubeda. - T o ­

tal: 36.000 pesetas.

Beca tN iñ o Jesús y Marta Auxiliadora*.— T o ta l'
16.509,50 pts.

Beca de xSan Luis Gonzaga*.— T o ta !; 25.000 pts.
Beca •Vñgcn de Vilna*. T o ta l: 4.500 pesetas.
Beca •María Auxiliadora*. Guadalajara.— T o ta l:
500 ptas.

Beca •Ludezu*.— T o ta l: 40.000 pts.
Beca •María Auxiliadora*. Segunda. Atocha.— T o ­
tal: 15.750 pU

Beca •Pío X ll* . Padres de Familia. Villaam il. M a ­
drid.— T .:

13.417,55 pts.

Beca •Casimiro Ram iro*. A . A de Atocha. Madrid.
T . : 5.000 pts.

Beca «D o n Félix González*- Doña Isabel L óp ez de
Pardo. N . e . : 1.500 pts.— T . : 5.500 pts.

In ú / p a d m ia d U S o A M Íta
P. Provincial; C a lle

A u xilia d o ra , 16. S evilla .

BECAS EN FORMACIÓN

Beca •D. Juan Torres». Jerez.— T o ta l: 20.000 pts
Beca «D . Pedro Ricaldone*. Sevilla.— T o ta l' 2.500
pesetas.

Beca «D . José Canal». Universidad Labora!. Sevi­
lla.— T o ta l: 15.000 pesetas.

Beca •Sagrado Corazón». Una Cooperadora. U tre­
ra.— T o ta l: 63.000 pesetas.

Beca •Sgdo. Corazón de Jesús*. Herederos de doña
Salvadora García.— T o ta l:

10.000 pesetas.

Beca *D . Rafael Rom ero*. San José del V alle.T o ta l: 5.913 pesetas.

Beca tDaña Josefa Rodríguez*.— T . : 2.000 pts.
Beca «D . Andrés Yun*. Algeciras.— T . : 5.000 pts.
Beca •Virgen del Carmen*. Puerto Real.—“ T o t a l:
16.000 pesetas.

Beca •P. Agustín N o fre ». Utrera.— T . : 21.810 pts.
Beca •Colegio Salesiano San Pedro». Sevilla.- -To­
tal : 1.000 pesetas.

Beca

•Francisco

Alcalá

Viva*.

M orón.— T o ta l:

5.000 pesetas.

Beca •Virgen del R o cío ». Sevilla.— T o ta l:

15.000

pesetas.

Beca •Ntra. Sra. del Sagrado Corazón». M orón.
T o t a l: 2.000 pesetas.

Beca tCortsejo Inspectoáal de Cooperadores». T o ­
tal: 15.000 ptas.

Beca tVirgen N . S. de la Esperanza, de la Trinidad»
Sevilla.— T o ta l: 750 pesetas.

Beca •Maestro Pagés». Cádiz.— ^Total:

13.295.30
pesetas.
Beca «P . Clemente Guede». Cádiz.— T o ta l: 3.95'’'
pesetas.
Beca «D . Fermín Molpeceres». de Carmona.— T o ­
tal: 6.600 pts.
Beca •Inmaculada Concepción». La Línea (Cádiz).
T o ta l: 500 pts.
Beca •Archicofradía de M aría Auxiliadora». Puer­
to Real.— T o ta l: 6.000 pts
Beca tSanto Dom ingo Savio». Ecija. Primera en­
trega: 1.000 pts.
Beca •Santiago Apóstol*. Cádiz. N . e . : 4.000 pts.
T o ta l: 16.500 pts.

Beca «£).
tn ircga;

Am onio M arcolungo». Sevilla. Nueva
1.000 pls.— T .: 26.770 pts.

Beca *San Juan Buicon. Cáceres. N . e.: 1.000 pts.
T o ta l;

^'l^é/pecio^^a do,
P. Provincial: U niversidad Laborol. Zam ora.

13.250 pts.

Beca •Colegio Satesiano de E cija». N . e . : I.OOO
pts.—T . : 2.000 pts.

Beca tCorpus C h rh íi». Srta. Joaquina Quintana.
.Sevilla. N. c.: 400 pts.- -T .: 4.930 pts.

BECAS EN FORMACIÓN

Beca iSania Lucía». Vigo-San Matías.— T . : 34.000
pesetas.

Beca «San José». Vigo-San Matías. N . e .: 5.000
pesetas.— ^T.; 10.000 pts.

Beca •Santo Domingo Savio». Vigo-San Matías.—

JnápacéafUa dU l^aíancia

T . : 8.500 pts.

Beca •D. Tomás Bussons». Vigo-San Matías.— T o ­

P. Provificlali C a li* d « Sogunto, 212. V ol*n c io.

tal; 10.000 pts.

BECAS COMPLETAS

Beca tM aría Auxiliadora». Vigo-San Matías. N u e­

Beca 'Virgen del Rem edio». Alicante. - T . : 30.000

Beca •Cooperadores Cánido». Vigo-San Matías.—

va entrega, 2.000 pts.— T .: 30.135 pts.

pesetas.

Prim era entrega. 5.000 pts.— ^T.: 9.000 pts.

Beca •Doña Julia Amorós Guillén». Valencia.T .: .30.000 pts.

Beca tSan Pedro», p or M arta y M aría. Vigo-San
Matías.— T . : 30.000 pts.

BECAS EN FORMACIÓN

Beca «San Cristóbal». Vigo-San Matías.^— ^T.: 3.000

Beca •Jesús M endívil», de Valencia.— T . : 10.000

Beca •P. Miguel Salgado». Vigo-San M atías. N u e ­

pesetas.

pesetas.

Beca

•Círculo

va entrega, 2.000.— T . : 19.850 pts.

Domingo Savio». Valencia.

San

Antonio.— T o ta l; 10.703 pesetas.
Beca «SoM José». Alicante.— T o ta l: 10.000 pts.
Beca •Vvgen del Pilar». Alicante.— T o t a l’ 10.000
pesetas.
Beca »A A . A A .». Valencia. San Antonio.— T o ta l:
2.050 pts.
Beca tSan Jorge». A lcoy .— T o ta l: 20.000 pts.
Beca •D. José Calasanz».— T o ta l: 14.025 pts.
Beca ■£). Luis Berenguer». Alicante.— T .; 19.500
pesetas.
Beca fA A . A A ». Burriana.— 2.050 pts.
Beca •Colegio S. Juan Bosco». Valencia— 6.000 pts
Beca tColegio Salesiano de Burriana ///».—T o ta l:
16.000 pesetas.
Beca •D. Francisco Serráis». Valencia. San An to­
nio.— T o ta l: 5.000 pts.
Beca tC ol. San A ntonio». Valencia.— 83.509 pts
Beca •Archicofradia María Auxiliadora». Valenci:>
San Antonio.— T o ta l: 22.500 pesetas.
Beca •Ntra. Sra. del Pilar». Zaragoza.— 16-565 pts.
Beca • Virgen del Pilar». Alicante. Una C oopera­
dora salesiana.--Total: 5.f>00 ptas.
Beca •María Au.xiliadora». C olegio Villcna. P ri­
mera entrega: 200 pls.
Beca •Mosen Chusep». A lcoy. T o ta l; 17.500 pts.
Beca •D. Silverio Moifuiera». .Mieantc. T . : 25.000
péselas.
Beca •Perpetuo Socorro». Valencia. T . : 4.000 pts.
Beca •Cooperadores de Valencia». T . ; 3.000 pts.
Beca •Azul y Ro\a». Valencia. S. Vicente Ferrer.
N . c .: I.2Ó0 pts. - T . : 2.400 pts.
Beca •Pctiro Samper Arando». Zaragoza. Primera
entrega: 15.000 pts.

Beca •San Juan Bosco». Vigo-H ogar.— T . :

7.000

pesetas.

Beca

•Ceferino

Namuncurá». V igo-H ogar.— ^T.:

8.000 pts.

Beca •María Auxiliadora». Vigo-H ogar.— T . : 5.000
pesetas.

Beca aD. Ernesto Armelles». L a Coruña. Colegio.
N . e . : 100 pts.— T . : 10.600 pts.

Beca •San Benito». A llariz.— T . : 22.100 pts.
Beca »D . Pedro Olivazzo». Astudillo. N . e.: 2.135
pesetas.— T . : 10.074 pts.

Beca •Doña Lucía Bcchade». Cambados.— T o ta l:
12.250 pts.

Beca •Santo Dom ingo Savio». Cambados.— T o ta l:
14.500

pts.

Beca •D. Em ilio M ontero». Orense.— T .: 11.000 pts.
Beca •D. José Sahurido». Orense.— T . : 15.929 pts.
Beca •Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela-Veguín.
T . : 3.000 pts.

Beca •San José». Compañías de Zam ora. -Total:
11.000 pts.

Beca •Jorge Irisarri». Estudiantes de Z a m o ra .--T .:
7.250 pts.

Beca •María Au.xiliadora». Archicofradia de Z a ­
mora.- - T .: 7.500 pts.

Beca •Circulo Domingo Savio». Z a m o ra .--T o ta l;
14.000 pts.

Beca •San León M agno». Zam ora. Jubileo de Oro.
T . : 22.500 pts.

Beca •María .4u.xiliadora». Cclanova.— T .:

2.000

pesetas.

Beca •Santo Dom ingo Savio». Avilés.— T . : 4.600
pesetas.
ficen •Domingo Savio». León.— ^T.: 13.355 pts.