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BOLETIN
SALESIANO
O R G A N O D E LA P IA U N IO N DE
COOPERADORES SALESIANOS
R e v is t a d e la O b r a d e D o n B o s c o
«Siempre
con el
Papa>»
(D o n B o sco )
A Ñ O L X X V II
Núm . 10
O ctubre 1963
S U M A R I O
Póqs
DE ESPEC IAL INTERES
• «Una paz que no es solamente la ausencia
de rivalidades guerreras o de facciones a r
madas, sino un reflejo del ordem querido por
Dios, Creador y Redentor, voluntad cons
tructiva y tenaz de comprensión y fra ter
nidad, manifestación de buena voluntad a
toda prueba, deseo incesante de concordia
activa inspirada por el verdadero bien de la
Humanidad con una caridad no disimulada.»
• «Nos renovamos el llamamiento en favor
de un entendimiento leal, franco, lleno de
buena voluntad, que pueda unir a los hom
bres en el respeto recíproco y sincero.»
• «Abrimos nuestros brazos a todos aque
llos que se enorgullecen del nombre de Cris
to, Nos les llamamos con el dulce nombre de
hermanos.»
• «Nos es muy querido alentar y bendecir
de todo corazón a los muy queridos misio
neros. niña de nuestros ojos, que en todos
los continentes, en los puestos avanzados de
la Iglesia,, extienden el Evangelio de Jesús.»
• «Saludamos a todos nuestros hijos en
Cristo, entre los cuales destacamos especial
mente a la juventud animosa y generosa,
sobre la que se basa la segura esperanza de
un futuro mejor.»
• «Estamos sostenidos por la protección ma
ternal de la bienaventurada Virgen María,
Madre de Dios y Madre nuestra, a la que
confiamos desde su inicio nuestro Pontifi
cado.»
{D el «P rim er mensa/e» de Paulo V I al mundo.
Ecciesia
29*6-63.)
D omund 1963 ................................
L a gran aventura ......................
Los ÜLTRACAPITALISTAS DE LA FE.
L a madre de un s a n t o ................
U n Cooperador Salesian o : D on
J osé L ó p e z ................................
L a enseñanza técnica en H ong KONG .........................................
L as E scuelas S alesianas de
D eusto cumplen v einticinco
años ..........................................
O asis en el infiern o verde.
Crónica m isionera de D . Luis
D i Stéfano . misionero Sale
siano .........................................
3
4
5
8
10
13
16
20
SECCIONES FIJAS
Los Cooperadores en acción ... 11
N oticiario salesiano mundial ... 13
E spaña s a l e s ia n a ........................
18
C rónica de gracias .................... 25
N ec r o lo g ía ................................... 27
B ecas sacerdotales ....................
29
•
direotor :
JAVIER RUBIO IBAÑEZ
★
D irección , R edacción y A dhón .:
Alcalá. 164 - Apartado 9134
T eléfon o 2 55 20 00
M A D R ID -2
Depósito legal: 3044.— 1958
(Con censura eclesiástica.)
N U E S T R A P O R T A D A .— En Misiones,
lo m iím o que en Europa, el balón es un
buen auxiliar de la categuesis. E l mu
chachito negro del Congo, balón en alto,
se dispone a lanzarlo para que siga el
juego entre sus compañeros del Colegio
Salesiano de Elisabetville. E l misionero
contempla el gesto, com o nosotros, y
piensa en el Sembrador...
u
o
m
u
n
/1963
Nuevamente llama a nuestras puertas el Domund con toda la carga de exigen
cias que la núes de Cristo presenta. Son muchos los millones de hombres que
exigen la luz de la fe y el pan de la doctrina. Atenderlos a todos, cual es deseo de
la Iglesia, crea ingentes problemas.
E l problema misionero es quizás el más vasto y acuciante que tiene la Iglesia
planteado. Su solución exige medios materiales y nuevos métodos, que cambien a
su favor los prejuicios de los pueblos paganos: obras sociales, escuelas, hospitales,
campos, talleres, puestos de trabajo para las nuevas cristiandades... Estamos muy
lejos de aquellos misioneros que con enarbolar la cruz, predicar y construir capi
llas tenían bastante.
H oy ¡a capilla coronada por la cruz se levanta en los pueblos paganos sólo
después de haber creado una ingente labor social, que pernúte a los pobres levan
tar un tanto sus ojos de la tierra, en la que la extrema pobreza y muchas veces la
miseria y el hambre los tenia clavados sin posibilidad de levantarlos al cielo.
E l Domund viene año tras año sacudiendo enérgicamente la conciencia de los
católicos seglares para que consideren la magnitud del problema, que también a
ellos les alcanza y del que no pueden desentenderse por su condición de cristianos.
E l presente año el Domund centra su atención sobre un aspecto grandemente
interesante: las vocaciones misioneras o ¡a prestación personal a las misiones.
Hacen falta muchos hombres y mujeres que consagren su vida a las misiones,
pero, y esta es una de las principales intenciones del domingo mundial de las
misiones, hace falta, una mejor distribución del clero, ya que continentes enteros
padecen hambre de misioneros y sacerdotes, en tanto que en diócesis y congrega
ciones religiosas o sobran sacerdotes o su labor sacerdotal es mínima.
E l Concilio Vaticano I I despertó la conciencia y está creando un estado de
opinión que dará sus frutos. Entretanto las almas languidecen: las generaciones
pasan y mueren y cada año se van millones de almas que en vano esperaron a i
sacerdote que les hablara de Cristo o al seglar que fuera a llamarles hermanos y
darles Ig fe y la doctrina que hubieran trocado sus vidas con la gozosa y continua
seguridad de ser hijos de Dios.
Sea, pues, labor de los Cooperadores Salesianos interesarse por las vacaciones
misioneras, buscarlas, ayudarlas moral y materialmente y, si es del caso, dar su
propio nombre a las vanguardias de Cristo en tierras no cristianas.
Con el fin de ilustrar m ejor el mensaje del Domund del p ’’esente año, publica
mos a continuación varios artículos sobre el tema.
— 3
LA
GRAN A V E N T U R A
r \ O M U N D de la gran aventura. A sí dicen
^
este año los carteles anunciadores del
gran día de la universalidad de la Iglesia.
La catolicidad de la Iglesia, antes que
timbre de gloria, es una exigencia. Su es
tudio y meditación han de forzarnos a la
acción misionera. Es lo que ambiciona el
Domund de este año. Hasta ayer nos había
mos limitado a llamar la atención de todos
sobre el problema misionero; hoy, con el
Domund de “ la gran aventura” , pedimos in
mediatas soluciones.
La propagación de la fe no conoce otra
que el acrecentamiento del número de los
misioneros. Sin éstos nos sobra el dinero, la
organización, los sacrificios, la propaganda
y aun la misma oración. Dios ha querido que
su Redención no avance un paso sin el ca
minar de los misioneros. La Cruz no coro
nará cota alguna sí no hay manos misioneras
que la suban a la cumbre de la montaña.
Aunque nuestra sensibilidad religiosa se nos
resista, la verdad es que Dios tiene necesidad
de los hombres. Para proclamar su mensaje.
Para bautizar en la fe y en la gracia a los
que quiere sean sus hijos. Para manifestar
al mundo su amor. El misionero “ actualiza”
a Dios ante los hombres y sus hazañas se
hacen presentes en las provincias de la paganía en el sacrificio de los misioneros.
Por eso la Iglesia, frente a un mundo en
sus dos terceras partes desconocedor del
Evangelio, precisa de misioneros. El Do-
TU R IN - BASILICA DE M A RIA A U X ILIAD O R A .— El veterano misionero Monse
ñor Luis Mathias, Arzobispo en Madrás (In d ia ), celebra sus cincuenta años de
sacerdocio. El Arzobispo se ha distinguido siempre por el sentido social que ha
dado a su apostolado: viviendas, cooperativas, economatosi. campos de trabajo
y escuelas han surgido numerosas, gracias a su impulso.
4 —
mund de este año es leva de voluntarios para
“ la gran aventura” de anunciar la verdad de
Cristo al mundo. H oy los misioneros son
muy pocos. Cada misionero tiene que ha
bérselas con no menos de sesenta y seis mil
no cristianos. Existe, pues, una dramática
desproporción entre los efectivos apostólicos
empeñados en la expansión de la Iglesia y
los objetivos universales a ellos confiados.
Y existe, sobre todo, una injusta distribu
ción de las fuerzas de choque del apostolado.
Cualquier colegio católico de Europa, cual
quiera de nuestras parroquias urbanas, aca
para mayor número de sacerdotes que una
populosa ciudad de Africa o de Asia. Ultracapitalistas de la fe, nos cuesta entender que
los sacerdotes pertenecen a la comunidad
cristiana en su totalidad y se deben a los in
tereses de toda la Iglesia antes que a nuestra
conveniencia o comodidad. L a doctrina pon
tificia sobre la socialización no mira exclu
sivamente a los bienes naturales. Es válida
igualmente en los valores del espíritu.
Para que sea posible proceder a la urgen
te mejor distribución de los efectivos apos
tólicos con que al presente cuenta la Iglesia
— sacerdotes, religiosas, militantes seglares— ,
es necesario acomodar nuestras ideas a la
vocación misionera de la Iglesia. Esta no
existe sino para realizar la misión. “ Las mi
siones son la misión de la Iglesia.” Todo
cuanto la Iglesia realiza, todo cuanto de afán
y empeño compromete al vivir cristiano, tie
ne como único objetivo la universalización
del Reino de Dios. Por eso la empresa mi
sionera ha sido calificada como la primera
y mayor de todas las solicitudes apostólicas.
A ella, pues, han de referirse todas las demás
y ella ha de constituir la medida de todos los
otros intereses cristianos.
Con esto aparecerá patente que la dedica
ción de los mejores miembros de la Iglesia
a la causa de la propagación de la fe no
puede considerarse como una providencia
extraordinaria. L a Iglesia está llamada a
crecer. El dinamismo expansionisla perte
nece a su misma naturaleza. La vocación
misionera es, consecuentemente, el estilo de
vida cristiana más lógico, más normal, más
connatural a cualquier existencia católica.
El Domund de “ la gran aventura” ostenta
esta noble y exigente ejecutoria. Exige mu
cho al pedirnos lo mejor que tenemos en la
Iglesia — hombres y mujeres para “ la gran
aventura” — ; pero no exige nada más de lo
que tiene derecho a solicitar de todos.
J¿Q4¡
U LTR A C A P ITA LIS TA S DE LA FE
P
O C O a poco se va abriendo camino la
idea de que la actual distribución de los
efectivos apostólicos en el mundo es injusta.
Hasta hoy las declaraciones autorizadas so
2.000 millones de no cristianos y aun incluso
para la atención pastoral de los 40 millones
de bautizados desparramados por todas las
dilatadas cristiandades del Africa, Asia,
bre el problema misionero de la Iglesia in
sistían en la insuficiencia del personal con
Oceania y algunas regiones de América.
sagrado al apostolado de las tnisiones. Apa
agravar la reflexión. Prim ero tímidamente,
recía claro a todas luces que 33.(KK) sacer
dotes eran muy más que insuficientes para
allá se levantan voces para denunciar que la
la siega de una mies que anda rondando los
comunidad apostólica patrocina
A l presente, un nuevo factor ha venido a
luego con mayor arranque y audacia, aquí y
un
trato
— 5
dramáticamente discriminatorio respecto a
peza, nos resultaba expeditivo y confortante
¡os países de misión. UltracapitaUstas de ¡a
fe. acallamos nuestra conciencia con un pu
echar mano de una bien pensada lógica hu
mana. Junto a la consideración de que abas
ñado de bravos. Los desplazamos a las
fronteras más avanzadas de la. Iglesia, en
gada de previsiones y prudencias gritaba que
tierras de paganía, y este desprendimiento
nos ha permitido continuar apaciblemente
instalados en nuestra seguridad católica.
Venturosamente este criterio está hoy en
crisis.
Salta a ¡a vista que la situación hodierna
tantes misiones tenemos aquh, una voz car
era irracional matar la gallina de los huevos
de oro. La aventura misionera se'nos apare
cía com o una violenta sangría infligida a
nuestra vitalidad cristiana y toda colabora
ción mayor en las misiones adquiría a nues
tros ojos la calificación de operación su'cida.
arroJica de un falso concepto. Para no pocos
A la larga o a la corta, lo único que conse
de nosotros era incuestionable que, por cuan
to en nuestras viejas naciones cristianas, había
guiríamos sería dejar sin pan nuestras mesas
y no .saciar sino muy parcamente el hambre
granado la vocación apostólica de ¡a mayoría
de Dios en las tierras de misión.
de los casi 400.000 sacerdotes que existen en
Indudablemente hay mucho de verdad en
la Iglesia, su gracia y sus sacramentos, su
estos temores. Toda esta sensata reflexión
palabra y su í'onsejo nos pertenecía, si no
exclusivamente, sí con preferencia a todos
está muy en su punto. Solo que le falta un
dato. Un dato revolucionario, arrollador, iló
los demás. Habíamos olvidado que el sacer
gico incluso, com o procedente de A quel que
dote es un don de Dios a su Ig ’esia y que,
ha dicho que sus miras no son las nuestras
en este orden de cosas, ¡as fronteras terrenas
no cuentan para la economía de ¡os cielos.
y que nuestros caminos no son sus andadu
ras. Medida a escala de tierra, esta prudente
Los sacerdotes no son nuestros, son de la
Iglesia. A ella han sido donados por Cristo.
seguridad que tratamos de salvaguardar para
nuestra fe en contra de las urgentes exigen
A ella se deben. A ella, se consagran. Son el
haber común de la cristiandad, no propie
aplauso: la Iglesia, sin embargo, ha de me
dad privada y singular de unos afortunados
surar su dinamismo con criterios de arriba.
del Credo v la Palabra.
Hoy nos resulta hiriente saber que cual
quiera de nuestros colegios acapara más
sacerdotes que toda una ciudad de varios
millones del Congo o del Japón. Resulta
cias de ¡as misiones, merece loa y redoblado
Entonces todo varía. Peguy ha escrito:
«L a Iglesia es siempre joven porque siempre
es madre». O lo que es lo m 'sm o: la Iglesia
vive, la Iglesia crece, ¡a Iglesia se dilata, se
desmesuradamente capitalista y burgués que
robustece, se afirma y vigoriza cuando es
católica. Contened sus impulsos maternales,
nuestra nación, por ejemplo, disponga de
cegadle las fuentes de su fecundidad y ve
igual número de sacerdotes que todas las
réis cóm o en el mismo temor en que nuestra
misiones del mundo, y que una de nuestras
decantada prudencia acierte a frenar la ex-
dUk'esis — valga para el caso la de Pamplo
na
se encuentra respaldada por unos
su vitalidad y palidecerá su bello rostro de
efectivos clericales que son cuarenta y cinco
virgen madre.
pg/isión misionera, en igual grado se agotará
vc('es más poderosos que los empeñados en
La empresa misionera no empobrece a la
la evangelizacUin de todo el continente afri
cano.
Iglesia. T od o lo contrario. La aventura de
las misiones es la m ejor seguridad de nuestra
Nuestro egoísmo colectivo ha sabido arro
parse de sabiduría. Para justificar tanta tor
tradición cristiana. Dios no se deja ganar en
liberalidad. P o r cada misionero que abandona
6
—
el hogar. Dios se encarga de avivar
el fuego de nuestros lares.
^ \ E \ DOMUND en 1962
Por otra parte, nías misiones son
la mejor apologética de nuestra fes.
E l misionero que se lanza a pro
pagarla, proclama con su ejemploridad a'tísima que el EvangeVo es
una cosa muy seria y que cuando
su predicación a las naciones me
rece tanto heroísmo, su profesión
es un valor de cuantioso precio.
P e r o . sobre todo, una mayor
atención a la empresa misionera
tendrá la singular ventaja de libe
rar a nuestro catolicismo del pecado
de injusticia que hoy pesa sobre él.
En ese momento, vencido nuestro
egoísmo colectivo, la caridad de
RECAUBACION PROPORCIONAL DEL DOMUND-1962
Dios irrumpirá en su Iglesia. Y una
Iglesia más henchida de caridad,
será una Iglesia más santa, más
fuerte, más según Dios. Decimos
frecuentemente: ^En nuestras pa
rroquias se encuentra la salvación
de las misiones^. Es verdad. Pero
también lo es que en las misiones
se halla la salud y el renovado vi
gor de nuestras seculares comuni
dades cristianas. Nosotros aporta
mos a las misiones la vieja fe re
cibida de sig'os atrás. Las misiones
nos dan la joven profesión de fe de
los recién nacidos para Dios. La
Ig'esia
continúa
siendo la joven
mqdre, y por ello la mujer bella y
eternamenie joven del Cantar de
los Cantares.
PROCURA GENERAL
DE MISIONES SALESIANAS
.R E C A U g A ^
ABSO LU TA
18J20.08S,30
20.329.39975
23.587.372,44
28.006J 12,47
26.784.541,10
39.624.228.95
41.566.368.09
48.909.09877
56796.844.19
•
'
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Alcalá, 164-Apartodo 9134
M A D R I D
( 2)
— 7
La M ADRE de un SA N T O
¿Cuándo veremos subir
a los altares a una madre?
Entre las santas que en es
tos últimos años hemos vis
to desfilar por la gloria del
Bernini. había monjas, fun
dadoras de familias religio
sas. mártires. Todas ellas
admirables, como lo son
todos los santos del Señor.
Pero querríamos ver. nos
gustaría ver. el rostro de
una santa “ esposa y ma
dre” del que irradiara para
nuestras madres, con luces
vivas y decisivas, la invita
ción más directa y alenta
dora a la perfección cris
tiana, conseguida en un
ambiente familiar.
L o sabemos. Está Ella, que vale por to
das: la Santa Virgen. la Inmaculada, la
Madre excepcional y única, que tuvo por
hijo al mismo H ijo de Dios. A la luz fulgu
rante de María, detrás de Ella, lejos, si
se quiere, pero muy cerca de nosotros qui
siéramos descubrir con nuestros ojos extasiados el rostro de madres santas.
De la que os voy a presentar no se escri
birá nunca un libro. Su vida fue muy sen
cilla y oculta. Y , sin embargo, fue la madre
de un santo de los de verdad, canonizado
hace muy pocos años, de un santo único en
su género: del pequeño Santo Domingo Savio. Cuánto nos gustaría poder conocer me
jor la figura de su padre y de su madre; de
estos esposos cristianos sobre los cuales se
ha volcado la gloria de ser para siempre en
la Iglesia los padres de un Santo de quince
años.
Se puede afirmar que Carlos Savio y Brí
gida Agagliato eran fervorosamente auténti
cos cristianos, que habían abierto de par en
8
par a Dios su corazón y su
hogar. Vivían en. su pre
sencia. L o invocaban con
frecuencia. L a o r a c ió n
abría y cerraba su jornada,
se decía antes y después de
cada comida, resonaba al
toque del Angelus. En su
pobreza, pues siempre fue
ron pobres, aceptaron con
generosidad y confianza,
cosa algo rara en nuestros
días, los diez hijos que el
Señor les envió. Bastaría
este detalle para conocer
en parte su alma. Don
Bosco que los conoció nos
dice algo m ás: “ Su mayor
preocupación era dar a sus
hijos una educación cristia
na. En otras palabras, habían fijado como
finalidad de su vida, no el bienestar y el
goce, ni la tranquilidad, sino el espléndido
y arduo cometido de hacer de sus hijos otros
tantos auténticos hijos de Dios. En Domingo,
que precisamente quiere decir del Señor,
fueron escuchados plenamente y recompen
sados por encima de sus propias ilusiones.
Tres hechos precisarán mejor la influen
cia de sus padres, especialmente de su ma
dre. sobre su hijo: hechos que prepararon
su santidad.
Domingo Savio vino a alegrar un joven
hogar. Veintidós años tenía Brígida cuando
trajo a este mundo a su pequeño D om ingo:
su padre se hallaba en el vigor de sus veinti
séis años. Un matrimonio contento y feliz,
en el que la llegada de Domingo fue un rayo
de luz disipador de tinieblas. Porque Domin
go Savio era el segundo de los hijos; al pri
mero una enfermedad le había cortado la
existencia un año antes, a las dos semanas
de su nacimiento. Podemos imaginar el do
lor de esta joven madre al ver morir la pri
mera flor de su seno. Sabemos de alguna
que, ante tal prueba, desconfió de Dios y
dudó de su bondad. N o fue así Brígida. Ante
la cuna vacía acató resignadamente la volun
tad de Dios, angustiada, sí, pero plenamente
sincera. Y si se añade que pocos meses des
pués los dos jóvenes esposos sufrieron la
ansiedad de un porvenir incierto, teniendo
que abandonar su pueblo y el padre cambiar
de oficio, nos haremos una idea de sus su
frimientos, de la confianza y del abandono
en la Providencia que prepararon la cuna
de Domingo. Esto nos hará comprender el
acento tan eficaz que Brígida supo poner al
hablar a su hijito de Dios al que amaba y
servía humildemente.
eficaz que enseñar a un niño a ponerse en
la presencia de Dios, entrar en coloquio
con Él, amarlo, esto es, escuchar su palabra
para inspirar poco a poco en ella las pro
pias acciones. H ay cosas que el hombre no
aprenderá jamás a fondo sino de la boca de
su padre o de su madre, y es la fe en Dios.
Y , por el contrario, la ausencia de Dios en
la edad de los primeros despertares de la
inteligencia y del corazón es para una cria
tura una catástrofe, cuyos efectos desastro
sos difícilmente serán reparados, si es que
se reparan.
Bendita por consiguiente la madre de este
santo muchacho que con un alma profun
damente religiosa y un arte exquisito supo
introducir a su hijo en el misterio de la pre
sencia de Dios.
En fin, el tercer hecho, que entien
do subrayar, es que era una mujer
delicada y ordenada, una de aquellas
pueblerinas a las que la rudeza de
su medio ambiente respeta su finura
y cortesía. Modista de oficio, prepa
raba para todos los hijos sus vesti
dos y no Ies consentía nunca ni la
suciedad ni los rotos.
A esta distinción en el vestir co
rrespondía la del comportamiento.
Los testigos, en el proceso apostólico
de Domingo, afirman unánimemente
que todos quedaban encantados de
su trato exquisito y delicado, de
su porte digno y gentil, de su en
cantadora sonrisa. Todas estas co
sas las había aprendido de su ma
dre, humilde y modesta mujer de
pueblo.
Nadie duda que sus costumbres
de limpieza, de gracia, de finura
hayan favorecido en él el gusto por
una pureza intacta, y aquel saber
vivir delante de Dios, atento a su
inmensa y misteriosa presencia.
H e aquí, pues, a Brígida, sencilla
mujer de un obrero, pero llena de
tacto y de gusto, joven madre pro
bada por el dolor, que forma en
la oración a su pequeño. La clave
de la primera educación cristiana
es ésta: después del ejemplo per
sonal de una vida fielmente orien
tada a Dios no hay medio más
Una de las mayores alegrías de Carlos Savio era
abrazar a su -pequeño Domingo al volver del tra
bajo. Eso, deeia. le consolaba de las muchas fatigas
que debía sostener para llevar adelante la familia.
— 9
Un C oof 9 0 9 *a d o r S a le a ia n o
DON JOSE LOPEZ BARAJAS
En la tercera Familia Salesiana florece la
santidad.
Son muchos los Cooperadores y Coopera
doras Salesianos que siguen tras las huellas
de santidad que Don Bosco trazó también
para sus salesianos en el mundo, como quiso
que fueran todos sus Cooperadores.
Santidad sencilla, hecha de entrañable
amor a la familia, de esforzado cumplimien
to de deberes y. sobre todo, de caridad, de
apostolado del bien en cualquier forma por
amor al prójimo, a las almas. Es ésta una
característica que no puede fallar en ningún
miembro de la Familia Salesiana.
H oy traemos a nuestras páginas la figura
ejemplar de un Cooperador Salesiano recien
temente fallecido: don José López Barajas,
de Granada.
Su amor a Don Bosco no conocía límites,
y el que profesaba a los Salesianos llegaba a
delicadezas que sólo un alma santa. llena de
bondad podía imaginar.
Era sobrino de los fundadores de b Casa
Salesiana de Granada: de ellos heredó su
afecto por ella. En las horas dolorosas que
la Providencia dispuso para la, fundación
salesiana en la capital granadina, se presen
taba inmediatamente, a fin de aliviar con su
presencia y su palabra el dolor de los Sale
sianos. En los momentos de alegría y de
triunfo nunca faltaba su felicitación perso
nal. Su discreción le llevó a no aceptar nunca
las reiteradas invitaciones que se le hicieron
para sentarse a la mesa de la comunidad, y
eso que en algunas ocasiones, como alguna
fiesta de María Auxiliadora o de San Juan
Bosco. era él quien pagaba la comida de to
dos los niños y de la comunidad. En su d e
licadeza no quería ser gravoso para nadie,
como él decía.
La educación de sus hijos fue su gran pre
ocupación. La siguió paso a paso, no aho
rrando ni cuidados ni vigilancia. Y ya ma
yores no dejó nunca de aconsejarles con sua
10
—
vidad y sabiduría, transformando su familia
en hogar patriarcal.
Su devoción a María Auxiliadora e n tiernísima. Aprovechaba cuantas ocasiones se le
presentaban para honrarla. Nunca faltó a
su fiesta el 24 de mayo, aun cuando vivía
de ordinario en su cortijo, fuera de la ca
pital. Cultivaba azucenas que en preciosos
ramos iban a adornar el altar de María A u
xiliadora. Habiendo padecido un accidente
de automóvil él y alguno de sus hijos, atri
buyó a María Auxiliadora e] haber salido
con vida y no cesaba de darle gracias, orga
nizando una función solemne de acción de
gracias.
El capítulo de sus caridades, calladas y
sin ostentación, para con los niños y Sale
sianos de Granada, no tendría fin. Como bo
tonas de muestra referiremos que en la fiesta
de las primeras comuniones del colegio to
dos los gastos corrían por su cuenta; no
quería que en día tan feliz faltara a los niños,
todos eUos de humildes familias, ni un altar
resplandeciente de luces y flores, ni un buen
desayuno después de la función. Durante los
años que siguieron a nuestra guerra civi',
años de tanta escasez y penuria, se presentó
muchas veces en la Casa Salesiana llevando
toda clase de legumbres y animales, produc
to de su cortijo, para los niños. Nunca venía
de su finca sin traer algo para los Salesianos.
De igual manera se comportaba con otras
comunidades religiosas y familias pobres.
Derramó por doquier los raudales de su ca
ridad hasta el día de su muerte.
Fuente de ese amor al prójimo era su
sentida piedad. Hombre de comunión fre
cuente profesaba a Jesús Sacramentado un
amor recio y profundo. Menudeaba sus vi
sitas a la Iglesia. En su última enfermedad
le gustaba que le pusieran junto a un balcón
desde el que veía la iglesia de los Padres
Jesuítas. Desde allí adoraba al Santísimo
Sacramento horas enteras.
Bastan estas cortas líneas para darnos
cuenta de que nos hallamos ante un autén
tico Cooperador Salesiano que copió en su
vida los rasgos que Don Bosco trazó para
los miembros de su Tercera Familia. Pedi
mos a Don Bosco que, en estas horas en que
la Pía Unión está echando sus raíces en
nuestra patria, suscite grandes Cooperadores
> Cooperadoras, que con la santidad de su
vida y su amor a todo lo salesiano, muestren
a muchos que el camino de santidad es fácil
con la protección de María Auxiliadora y
se decidan a seguirlo.
Los C o o p e ra d o re s en a co ió n
EN A S T U D IL L O
Actívídades del Grupo
local.
La Pía Unión de Coopera
dores sigue afianzándose, y en
esí?e curso ha visto crecer el
número y celo de los miem
bros componentes.
Dicho Centro ha desarro
llado su plan formativo con
toda normalidad, y con oca
sión de la fiesta de San Juan
Bosco, con el fin de dar a
ASTUD ILLO.—Componentes del Consejo local de Coope
conocer mejor y de extender
radores.
aún más la Pía Unión, se ce
lebró en el salón de actos del
Seminario un triduo de conferencias que
res. Por último, les dirigió la palabra ani
versaron sobre la organización, desarrollo y
mando a todos a ser verdaderos apóstoles en
fin de la Pía Unión. PHzeron muchos los asis
sus propios hogares y Centros de trabajo.
tentes a estas sesiones. Los novicios y aspi
Todos se retiraron satisfechos y muy anima
rantes de este Seminario les obsequiaron, an
dos a emprender nuevos trabajos de aposto
lado en conformidad con las directrices de
tes de iniciar la conferencia, con una veladilos superiores.
ta lírico-musical. Cerraba cada sesión un
acto religioso, pues las personas asistentes
Se ha formado una «Biblioteca para Coal finalizar la conferencia se dirigían a la
operadores>, que tiene por fin introducir en
iglesia, donde tenia lugar un acto en honor
los hogares la sana lectura y desterrar de
de San Juan Bosco, recibiendo la bendición
ellos los libros que no están conformes con
con S. D. M.
las normas de moralidad.
El día 9 de junio se celebró una reunión
También se ha fundado un ropero que ya
de Cooperadores con la asistencia del Dele
ha comenzado a producir sus frutos, gracias
gado Inspectorial, Rvdo. D. Ignacio Diez,
al buen espíritu qi»e anima a todas sus com
quien celebró por la mañana la Santa Misa.
ponentes.
Por la tarde fueron obsequiados con la re
Esperamos que estos buenos Cooperadores
presentación de la bellísima zarzuela «El
astudlllanos sigan desplegando su celo por
barberillo de Lavapiés>. En los entreactos
extender por doquiera la Pía Unión para que
tuvo lugar la constitución del Consejo y el
ello contribuya a la cristianización de las fa
reparto de diplomas a los nuevos Cooperado
milias y de los hogares.
11
KN S A D A B A
- 'rcucíún de un» oficina
coordinadora.
Los Cooperadores Salesianos de Sádaba, que en el corto
espacio de vida die un año
han dado muestras de una
vitalidad extraordinaria, ce
lebraron en el mes de Junio
el día de retiro anual, tanto
de hombres como de mujeres.
Las fotografías que acom
pañamos dan muestras de la
magniñca asistencia que en
uno y otro hubo.
El 16 se celebró el de hom
SABADA.—Cooperadoras que practicaron el día de retiro.
bres, con 53 asistentes, y el
23 el de mujeres, con 41 presentes. Tuvieron
procedente de la residencia de Zaragoza.
lugar ambos en el Colegio de San José, de
En la reunión de convivencia de este retiro
las Hermanas Meroedarias, que se multi
se acordó la organización de una oficina
plicaron en atender a los congregados.
coordinadora, que' ya está en funcionamien
Dieron comienzo a las nueve de la maña
na con el rezo de la Santa Misa, y termina
ron a las cinco de la tarde con la bendición.
Las meditaciones se celebraron en la ca
pilla, y las instrucciones, en un aula.
La dirección del retiro corrió a cargo de
los Reverendos don Joaquín Recalde, Direc
tor local de Cooperadores, y don Fermín
Goicoechea, ambos Saleslanos, este último
to, y que tiene como misión especial atender
y resolver todas las necesidades o problemas
que puedan surgir ‘en el pueblo frente a las
autoridades de todo orden, orientando en
asuntos de índole religiosa, moral, médica,
jurídica, social y económica.
Esta oficina acoge las peticiones no sola
mente de los Cooperadores, sino de cualquier
vecino que requiera su intervención, pro
curando atenderle y darle la
orientación necesaria y faci
litarle los medios para resol
ver el problema.
SABADA.— Cincuenta y tres Cooperadores hicieron su retiro
templando sus almas para el apostolado salesiano.
12
-
El día 2 del mismo mes se
celebró la concentración co
marcal de Cooperadores en
La Almunia de Doña Qodina,
y aunque se reseñará desde
allí, queremos hacer constar
la magnifica presencia de Sá
daba en el mismo, al que con
currieron 60 peregrinos, que
dando varios más inscritos
sin poder asistir por falta de
medios de locomoción.
En el acto académico inter
vinieron por Sádaba don Ale
jandro Calvo Tambo y don
Joaquín Enciso Palacio.
NOTICIARIO SALESIANO MUNDIAL
LA ENSEÑANZA TECNICA
EN HONG-KONG
La enseñanza técnica en Hong-Kong co
menzó en 1927, cuando la Congregación Salesiana se hizo cargo de la dirección del
Colegio Industrial de San Luis, fundado ha
cia cincuenta años escasos por el Vicario
Apostólico de Hong-Kong, Mons. Raimondi,
y que después de muchas vicisitudes estaba
a punto de cerrarse.
El primer Director de la obra, que empe
zaba a resurgir de nuevo, fue don Vicente
Benardini, fallecido en 1962, después dé una
vida totalmente dedicada a la educación
profesional de la juventud china.
La nueva Escuela Profesional comprendía:
imprenta, sastrería, zapatería y carpintería.
Pronto atrajo la atención del Gobierno de
Hong-Kong y de un grupo de chinos selectos,
que desde hacia años estaban estudiando el
modo de ofrecer a la juventud china de
Hong-Kong la posibilidad de aprender un
oficio, sin descuidar los otros estudios, que
deben completar la formación de un obrero
de la época moderna. Un grupo de estos
chinos había visitado, hacía algunos años,
la Escuela Profesional de Macao. dirigida
por Don Bernardinl. No les pareció a estos
señores mal la idea de entablar conversacio
nes para que también en Hong-Kong se in
trodujese de manera estable y eficiente este
ramo de la instrucción, aprovechando la
presencia en la Colonia de este Saleslano
que tanto les había impresionado en su vi
sita a Macao.
Las conversaciones duraron varios años,
pero se concluyeron felizmente; y en 1933
todos los talleres, a excepción de la impren
ta, fueron trasladados a los nuevos y amplios
pabellones construidos al sur de la isla, en
un pueblecito llamado Aberdeen. El edificio
había sido construido en colaboración por el
Gobierno y una comisión de eminentes ciu
dadanos. Los Saleslanos se hacían cargo de
la administración y dirección de la nueva
escuela.
El eco levantado en la Colonia por la nue
va escuela fue inmenso. La idea de la nece
sidad de una instrucción cualificada en favor
de los futuros obreros se abría camino, pre
parando asi el futuro desarrollo.
En efecto, en 1935, el Gobierno levantaba
otra escuela técnica con cursos diurnos y
nocturnos Dicha escuela se instaló en el ac
tual «Colegio Ténico», al que pueden acudir
los diplomados de las varias escuelas técni
cas de la Colonia y que es considerado
de rango parauiilversitarlo. El año pasado
contaba con 747 estudiantes en los cursos
diurnos completos y 7.321 en los cursos par
ciales y cúreos nocturnos.
Actualmente las estadísticas dan 22 escue
las técnicas, pero casi todas o están en for
mación o no poseen cursos completos.
Las escuelas técnicas reconocidas hoy por
el Gobierno de Hong-Kong comprenden un
curso de cinco años, después del curso ele
mental de seis años, y emplean el inglés
como medio de enseñanza, y el chino como
segunda lengua. Preparan a los alumnos
para el Examen de Estado, idéntico para to
das las escuelas gubernativas y privadas.
Los alumnos aprobados pueden ingresar en
el Colegio Técnico. El número de alumnos
de este Colegio en este año es de 3.779.
A estas escuelas técnicas se sumaron en
e ^ s dos últimos años otras escuelas, llama
das Escuelas Modernas Secundarias, las cua
les comprenden un curso de tres años con
una ligera práctica en los diferentes oficios,
especialmente mecánica, electrónica y car
pintería, con el fin de preparar a jóvenes
menos pudientes a encontrar en seguida tra
bajo o bien a continuar sus estudios en otras
escuelas técnicas o profesionales. El número
de estos alumnos es de 2.406.
Las escuelas técnicas de la Colonia actual
mente preparadas y que pueden realmente
presentarse al Examen de Estado son tan
sólo cuatro: una estatal para los jóvenes, y
otra para las jóvenes, y las dos escuelas salesianas: la escuela salesiana de Aberdeen,
ya citada, y que se ha transformado de pro
fesional en técnica, y otra escuela salesiana
«Tang K lng Po>, de Kowloon, que iniciada
en 1953 con una sección profesional, se le
añadió en 1957 una sección técnica, que en
brevísimo tiempo se desarrolló extraordina
riamente. La aportación salesiana a la ins
trucción técnica de la Colonia de HongKong no es. pues, escasa.
—
13
una de las secciones tipográ
ficas: composición a mano y
a máquina (linotipia y mono
tipia, inglés y chino), tip o
grafía, offset y encuaderna
ción. Después especializa al
alumno en el ramo que más
le atrae.
La sección de sastrería,
atestada de alumnos, se está
orientando de manera que
permite al alumno ocupar
puestos d e responsabilidad
apenas consigue su diploma,
ya que es muy grande el in
terés de determinadas casas
exportadoras de confecciones
por los alumnos salidos de
nuestra sastrería.
En abril de 1961 tuvo lugar
en uno de los sitios más cén
tricos de Hong-Kong una ex
posición llamada «Semana del
perfeccionamiento técnico en
la Commonwealth». Partici
paron en ella el «Technical
College», que ocupó la presi
dencia, y todas las escuelas
técnicas de la Colonia. La
CIUDAD DEL VATICANO.—El Papa visita la Tipografía
participación de las dos es
Vaticana. Su Santidad Paulo V I visitó él próxim o pasado 5
cuelas salesianas fue muy ad
de julio los locales del Osservatore Romano, siendo acogido
con grandes vivas por todos los obreros. Le acompañaba el
mirada. El resultado fue una
Padre ZeliausKas, D irector Salesiano de la Casa del diario
cantidad Inmensa de peticio
del Vaticano, ya que la administración del mismo está
nes para entrar en ellas como
confiada, como se sabe, a los Salesianos. El Santo Padre
aprendices; por cada plaza
quedó complacido de la visita. Antes de partir agradeció
disponible se presentaron va
a los obreros todo el empeño que habían puesto con ocasión
rios cientos de aspirantes. Son
de los últimos grandes acontecimientos de la Iglesia, y les
laq escuelas del futuro, y es
impartió la bendición.
de esperar que sigan prospe
rando para que puedan con
Los resultados obtenidos por estas dos es
tribuir a dotar a las industrias! de un perso
cuelas son muy satisfactorios, como lo com
nal técnicamente capacitado y moralmente
prueban los exámenes de julio de 1962. he
seguro.
chos por primera vez.
B R A S I L
Mientras la escuela «Tang Klng Po» cuen
DON SOSCO. PATRONO PR IN C IPA L
ta sólo con alumnos mecánicos, la escuela
DE B R A S IU A
de Aberdeen comprende mecánicos, electro
Don
Sosco
comparte
con la Virgen de la
mecánicos y carpinteros. Esta última está
Aparecida el patronazgo principal de la ciu
reconocida también por el Ministerio de
dad de Brasilia desde el 21 de abril del pre
Transporte de Londres, que facilita la colo
sente año. Hasta ese día era tan sólo Patro
cación de los diplomados de la escuela.
no secundario. La proclamación se efectuó
La escuela cTang K ing Po>, además de la
por el Cardenal Cerejeira, Arzobispo de Lis
floreciente sección técnica, conserva la sec
boa y Legado Pontificio, con ocasión de las
ción profesional en la imprenta y sastrería.
fiestas del tercer aniversario de la capitali
Los talleres, remodernlzados. permiten a los
dad de Brasilia, después de un solemne pon
jóvenes una preparación completa de su ofi
tifical, al que asistieron todas las autorida
cio. Los exámenes de los alumnos tipógra
des nacionales.
fos son vigilados por la Asociación de tipó
grafos y editores de Hong-Kong, quienes
C A N A D A
extienden a su vez los diplomas,, con lo que
NUEVAS OBRAS SALESIANAS
el periodo de aprendizaje se suprime.
La sección tipográfica Imparte a los alum
nos unos conocimientos sobre todas y cada
H
—
En Canadá se han Inaugurado en el breve
espacio de un ines un Asplrantado salesiano
en Sherbrooke. que fue bendecido por el A r
zobispo de la ciudad, y una iglesia, con ca
pacidad para mil muchachas de Lagaceville.
Esta última obra la llevan adelante las H i
jas de María Auxiliadora, quienes con esta
iglesia satisfacen las necesidades espiritua
les de unas cien familias que hasta el pre
sente no podían cumplir sus deberes reli
giosos.
viejo de ciento diez años, que aún recordaba
las oraciones aprendidas en su niñez. La
mayor dificultad estriba en la lengua, pues
cada poblado tiene la suya; no obstante, el
hambre que tienen de las cosas de Dios es
un consuelo para el misionero, que halla
terreno abonado.
M E J IC O
V IS ITA A UNA ESCUELA EN PLENA
SELVA
EN LA MISION DE LOS MIXES
La labor apostólica entre los mixes, la
última misión conflat.a a los Salesianos, si
gue sin interrupción. Los misioneros se de
dican a visitar uno por uno todos los pobla
dos indios, colgados en las escarpadas faldas
de imponentes montañas, para administrar
los sacramentos, ya que desde hacia muchí
simos años no se llegaba por ellos ningún
sacerdote. Entre los catequizados ñgura un
P E R U
Por vez primera, el Director General de
Enseñanza peruano ha visitado la Escuela
de la Merced, regentada por las Hijas de
María Auxiliadora y situada en el corazón
de la selva. El Ilustre visitante ha declarado:
«Es un hecho que donde ponen sus manos
las religiosas de Don Bosco parece que todo
se transforma prodigiosamente». Al abando
nar la Escuela felicitó a las Hijas de María
Auxiliadora en nombre de la nación.
CORONEL OVIEDO {Paraguay). — Los Salesianos asientan en sus tierras a 150
familias de colonos. Con la entrega de 80 lotes de tierra a otras tantas familias,
asciende ya a ciento cincuenta las familias asentadas por los Salesianos en te
rrenos de su Éscuela Agrícola. Para poner en producción las parcelas lograron
de la caridad de diversas familias norteamericanas un préstamo,, en muy ven
tajosas condiciones, de cinco m il dólares. Al acto de entrega de tierras y dinero
asistieron el Embajador de los Estados Unidos y el M inistro de Educación, en
representación del Gobierno. De esta suerte los Salesianos contribuyen a la crea
ción de un nivel de vida más cristiano para los obreros del campo.
— 15
Las Escuelas S a i e s ia n a s de M. I. de Deusto,
La última semana de mayo el Colegio Salesiano de Deusto dedicó tres días inolvida
bles para celebrar sus veinticinco primeros
años de existencia.
Asistieron a las fiestas los señores A rz
obispo y Obispo de Valencia y Bilbao res
pectivamente, los Gobernadores civil y mi
litar, el Comandante de Marina y Jefe Su
perior de Policía y representaciones del
Ayuntamiento y Diputación Provincial y el
Prefecto General de la Congregación Salesiana.
Inauguración de una Exposición lndustji|¡t
Juan Bosco»
•
Imposición de las insiga
Félix Valdés. Principales nccii
El día 25 tuvieron lugar los principales ac
tos que se resumieron en diversos homenajes
a los fundadores y continuadores de su obra.
Dentro de esta línea se empezó por descubrir
una lápida de bronce en memoria de los fun
dadores don Tomás Urquijo y esposa doña
Piedad Izaguirre.
Acto seguido tuvo lugar
la apertura de la interesan
te Exposición Profesional,
instalada en las dependen
cias del Colegio, en la que
se exhibían varias máqui
nas y valiosos trabajos
NUESTRAS
FOTOS
Todas las autoridades civiles V ir
cubrimiento de la lápida de br n
de las Escuelas Saiesianas de B /
nias de plata de Comendador ¿ ‘
Valdés insigne Bienhechor y ccfcc
dores (fotos superiores). En IcM
exposición industrial y un
.16 —
9
f
mplen veinticinco años
ñ ?olar
•
Bendición de la campana «San
ni; la Orden Pontificia de San Gregorio a don
;o|iientos de la conmemoración.
realizados por los alumnos de los distintos
talleres, y se sirvió un lunch a las Autori
dades.
A continuación se tributó a nuestro gran
Bienhechor, Excmo. señor don Félix F. Valdés Izaguirre, un cordial homenaje en los
patios del Colegio, con motivo de imponerle
las insignias y hacerle en
trega del Título de Caba
llero Comendador de la
Orden de San Gregorio
Magno, preciada condeco
ración otorgada por el
Sumo Pontífice en recono
cimiento a su espléndida generosidad mani
festada en múltiples ocasiones, particular
mente en la cx>nstrucxáón de este Centro
para la formación de la juventud.
Consistió el acto en un festival gimnástico
en que participaron todos los alumnos del
Colegio vistosamente uniformados, los cua
les ejecutaron magníficamente varias tablas
gimnásticas y evoluciones artísticas al com
pás de marchas musicales, así como varias
danzas vascas que fueron muy aplaudidas.
Desde un amplio estrado presidían don
Félix y sus familiares, las autoridades antes
indicadas, varios señores Directores de cole
gios salesianos y demás invitados. Numeroso
público llenaba los amplios pórticos, galerías
y terrazas del Colegio.
El Director del Colegio hizo el ofrecimien
to del acto, evocó la memoria de aquellas
personas, Salesianos o no, que más contri
buyeron a los orígenes, desanollo y vida del
Colegio durante esto.s primeros veinticinco
años de existencia y puso de relieve la gra
titud de los Salesianos hacia los fundadores.
A cto seguido el Excmo. señor Arzobispo
de Valencia colocó sobre el pecho de don
Félix la insignia de la preciada encomienda,
mientras en los patios se escuchaba una atro
nadora salva de aplausos.
Don Félix, visiblemente emocionado, pro
nunció unas palabras de sentida gratitud
para el Papa y para todos los presentes.
Cerró el acto el señor Arzobispo con pa
labras paternales, dejando en el ánimo de
todos un magnífico recuerdo.
Por la tarde, en el salón de actos y con la
generosa colaboración de artistas de Radio
Bilbao, se celebró una interesante velada.
; y ires de Bilbao asisten al desbr 1 memoria de los Fundadores
V i a la imposición de las insigT i Gregorio Magno a don Félix
a tóor de la obra de los fúnda
la t inferiores, un aspecto de la
n. m o del festival gimTiástico
—
17
ESPAÑA SALESIANA
Arde un pabellón del Colegio
Salesiano de San Matías.
V ico .—El domingo, día 28 de julio, en po
cos minutos un voraz incendio destruía uno
de los pabellones del Colegio Saleslano de
San Matías. De la magnitud de las pérdidas
sufridas, así como de la impresión causada
por la catástrofe en todos los numerosos
componentes de la Familia Salesiana de
Vlgo, dan idea los numerosos artículos pu
blicados -en la prensa local. El Faro de Vigo
narra asi el suceso: «Fue a las seis de la
madrugada cuando los sacerdotes saleslanos
del Colegio de San Matías, en la calle de la
Ronda de Don Bosco dq esta ciudad, se per
cataron de la declaración de un voraz incen
dio en uno de los pabellones posteriores del
templo de María Auxiliadora.
Algunos de los sacerdotes que descansaban
en sus habitaciones de los pisos, habían ob
servado un calor intenso, atribuible a la alta
temperatura de estos días. Alrededor de las
seis, el director del Centro, al asomarse a
una de las ventanas posteriores del edificio,
observó gran cantidad de humo y el resplan
dor de las llamas en la planta baja.
Dada la voz de alarma, abandonaron el
edificio todos los sacerdotes y Hermanos, asi
como algunos internos. Muchos vecinos acu
dieron para ayudar a sofocar el incendio,
llegando rápidamente los bomberos del retén
de guardia.
Mientras los bomberos, secundados por
los Hermanos, trabajaban para localizar el
incendio, que amenazaba extenderse al resto
del edificio, fueron llegando a aquel lugar el
Obispo de la Diócesis, el alcalde de la ciu
dad, los jefes de bomberos, arquitecto y apa
rejador municipales y jefe de la Policía Mu
nicipal.
El incendio adquirió alarmantes caracte
rísticas, destruyendo casi la mitad del edi
ficio, en sus tres plantas. En el piso primero
había, al lado del comedor, una biblioteca
con más de 2.000 volúmenes, algunos incu
nables, que quedó totalmente destruida.
Asimismo quedaron destruidos los enseres
y ropas de los sacerdotes y Hermanos, asi
como alumnos internos, que hubieron de
abandonar sus aposentos rápidamente.
A medida que el siniestro era reducido, se
produjeron varios derrumbamientos en el in
terior del edificio. Diespués de las nueve de
la mañana, el incendio quedó extinguido,
quedando durante varias horas un retén de
bomberos para evitar reproducciones.
La noticia del siniestro, al divulgarse por
la ciudad, produjo sincero pesar por las sim
patías y hondo arraigo que en nuestra ciu
dad tiene la colectividad salesiana.»
Fallece en Pamplona el buen Coadjutor
Salesiano don Emilio López.
El día 21 del pasado junio, fiesta del Sa
grado Corazón de Jesús, de quien era singu
larmente devoto, y a la edad de cincuenta y
siete años, entregaba su alma a Dios el gran
Salesiano y ejemplar Coadjutor, don Emilio
López Lozano, conocido de todos, grandes y
chicos, por el nombre de «el señor López».
Había nacido en Santander el año 1906 de
una cristianísima familia. Fueron siete her
manos, de los cuales cuatro murieron en
tierna edad. El padre, hombre de mar, tra
bajaba en el barco «Alfonso X II». Ocho
años tenía Emilio cuando perdió a su padre,
y aún no había pasado un año cuando mu
rió también la madre, quedando los huerfanitos bajo los cuidados de sus abuelos.
Fue entonces cuando la Compañía Trans
atlántica. de Santander, se hizo cargo de
los niños, adjudicándoles sendas becas.
Amella, de diez años, y Angeles, de catorce,
ingresaron como alumnas de las Hermanas
Saleslanas del Sagrado Corazón de Jesús, y
nuestro Emilio, a los nueve años, como alum
no Interno del Colegio Salesiano de Santancier. donde se distinguió por su bondad,
aplicación, memoria prodigiosa y gran Inte18
—
PAMPLONA.— Im posición de la Medalla del
Trabajo al Coadjutor Salesiano, reciente
mente fallecido, Emilio López.
ligencla, como lo atestiguan los numerosos
diplomas que consiguió.
A Enülio lo encontramos, a los doce años,
en nuestro Colegio Salesiano de Sarriá-Barcelona. Allí comenzó el aprendizaje de la
mecánica, en la cual había de salir un
maestro consumado.
La vida salesiana tan alegre, la fam iliari
dad tan cordial y espontánea entre superio
res y alumnos, el recuerdo aún fresco del
paso de Don Bosco por Sarriá, movieron a
Emilio, a la edad de dieciocho años, a soli
citar el ingreso en n u ^ tra Congregación,
haciendo su noviciado en la misma Casa y
bajo la dirección del Padre Maestro, el már
tir don Antonio Martín.
Hecha su profesión religiosa y su entrega
completa a Dios el año 1926, los Superiores
le enviaron a Italia para perfeccionarse en
la mecánica en nuestro Colegio de San Beiiigno Canavese.
Al llegar a la edad militar, el año 1927, re
cibió la obediencia del Padre Inspector, el
mártir don José Calasanz, de trasladarse a
Cuba, donde permanecería cinco años, sien
do el maestro bueno y sacrificado, que se da
todo a sus alumnos.
Cumplido el tiempo del «servicios- y pre
cisamente en agosto de 1932, llegó a esta
Casa de Pamplona, que había de ser por
treinta y un años —hasta su muerte— su
campo de trabajo y apostolado.
Llegado en momentos críticos y difíciles
para el Colegio, supo responder plenamente
a la confianza puesta en él, no sólo mante
niendo el prestigio de las Escuelas Profesio
nales, sino además dándoles un mayor lustre
y altura, tanto, que no sólo los navarros,
sino también de las provincias limítrofes:
Guipúzcoa. Zaragoza, Soria, Logroño y mu
chas más Se disputaban el ingreso en nues
tros talleres. Centenares de antiguos alum
nos, que hoy ocupan puestos distinguidos en
talleres y fábricas, guardan imperecedera
gratitud al maestro sabio y bueno, que supo
enseñarles a ganarse el pan y el cielo.
El Oratorio Festivo fue su ilusión más
querida. Para él, el domingo era el día más
feliz de la semana: rodeado de sus oratorianos, repetía mil ocurrencias graciosas, hacía
mil juegos para tenerles alegres. Con qué
esmero preparaba la explicación catequísti
ca. Cómo les enseñaba a rezar. Cómo les
inculcaba la frecuencia de Sacramentos y
la devoción a María Auxiliadora, poniéndo
les por delante el ejemplo de Santo Domingo
Savlo.
Piadoso en extremo, trabajador incansa
ble y humñde de verdad, estaba dispuesto a
cualquier servicio. Saleslano ejemplar y dig
no hijo de San Juan Bosco. había hecho
suyas las palabras de la Escritura: «Servid
a Dios con alegría>, estando siempre de buen
humor. Era la alegría de la casa.
Hacía ya años que iba perdiendo notable
mente la vis t^ por lo cual hubo de sufrir
dolorosas e inútiles operaciones.
Su afán de estudio, las tantas noches de
ensayos de teatro con luz deficiente, las ho
ras y horas pasadas en la máquina de escri
bir, todo ello contribuyó a empeorar sus
ojos.
Dolores frecuentes de cabeza, cada vez
más agudos, fueron la manifestación de la
arteriosclerosis, que en poco más de un año
había de acabar con su poderosa constitu
ción.
Hasta el curso pasado 1961-1962 siguió al
frente del taller mecánico.
Fue en los Ejercicios de ese año cuando
hubo de rendirse y decir: «Padre Inspector,
no puedo más. Las piernas me flaquean, la
cabeza se me va, todo lo veo borroso, me dan
unos mareos que me caigo».
Y hubo que sustituirle. Y le vimos andar
con paso vacilante, apoyándose en un bas
toncillo. ¡Cuántas horas a los pies del San
tísimo Sacramento y levantando sus ojos
sin luz a la Dulce Auxiliadora, mientras sus
dedos desgranaban sin cesar las cuentas del
rosarlo!
Todavía se ofrecía para algún trabajillo
y hacia algunas visitas a su querida mecá
nica, que de día en día seguía modernizán
dose. ¡Poco le iba a durar!
Esto era en octubre, y ya en febrero tuvo
que encerrarse en su habitación, pues las
piernas se negaron a sostenerle y se quedó
ciego por completo.
Qué días más largos le tocó pasar siempre
a oscuras, y a pesar de eso nunca perdió el
buen humor, y con sus gracias y bromas ha
cía pensar que era el. señor López de siempre.
¡Qué bien demostró que el soldado intré
pido de primera línea, seguía siéndolo tam
bién en la retaguardia!
Sus antiguos alumnos venían de todas
partes a visitarle, y al celebrarse a primeros
de junio la Fiesta de la Unión, rodeando su
lecho le ofrecieron la beca vocaclonal «Señor
López».
Mientras tanto, la enfermedad seguía su
curso, y nue^ro enfermo no se hacía ilu
siones.
Oía todos los días por radio la Misa de
enfermos, rezaba y se preparaba a su última
hora con la serenidad del justo.
Y así, el día 21 de junio, fiesta del Sagrado
Corazón de Jesús, plácidamente, se nos fue
con Don Bosco para descansar en Dios.
Todos los alumnos d e j a r o n rezando ante
su cadáver, y fueron muy numeroso.s los que
le acompañaron hasta su última morada.
En los funerales resultó pequeño nuestro
Santuario de María Auxiliadora para dar
cabida a tantos amigos y admiradores del
difunto y de la Obra Salesiana.
Recordando las palabras de Don Bosco.
hemos de decir que la Congregación Saleslana ha conseguido un gran triunfo en Na
varra, pues el señor López es de verdad una
victima del trabajo, como han atestiguado
los doctores.
Descanse en la paz de Dios el gran tra
bajador y maestro de obreros cristianos.
Y goce de la luz Inextinguible de la gloria
el que en la tierra perdió la luz de sus ojos
en el servicio de Dios y por la salvación de
las almas.
19
RIO NEGRO.— Las Hijas de María Auxiliadora constituyen siempre un elemento
de apostolado imprescindible en las Misiones y una gran parte de los progresos
de la civilización y del Evangelio se deben a ellas, que arrostran con valor los
mismos peligros que el misionero.
OASIS EN EL INFIERNO VERDE
U abían pasado varios decenios del descu■*'* brlmlento del Brasil. Bien pronto gru
pos de aventureros penetraron por las regio
nes más internas del vasto territorio brasile
ño hasta llegar al legendario rio Amazonas.
En 1541, Francisco Orellana llega a la con
fluencia de otro gran río que por el color del
agua llamó Rio Negro. Río de los mil aspec
tos: de aguad tranquilas y plácidas unas ve
ces y otras rápidas e impetuosas: de lecho
arenoso en algunos sitios y en otros forma
do exclusivamente por rocas. Río que en
tiempo de lluvia Invade la floresta, inunda
y sumerge las numerosas islas hasta alcan
zar una anchura de centenares de kilóme
tros y que en la estación seca ofrece kilóme
tros de playa de arena finísima, en donde
numerosas tortugas y otros animales des
ovan.
Los primeros encuentros entre los indios y
20
los civilizados no fueron pacíficos. Loa blan
cos no iban con la intención de civilizar o
colonizar, sino de esclavizar a los pobres in
dios, y cuando éstos resistían los mataban.
Esto explica el por qué, hoy día, existe aún
la desconfianza de los indios hacia los blan
cos y hacia los misioneros.
La evangellzación del Río Negro tuvo sus
comienzos en 1694 cuando los Carmelitas
fundaron las primeras Misiones. En 1850, el
Gobernador del Amazonas confió a los Capu
chinos la evangellzación del A lto Rio Negro.
Surgieron entonces muchas aldeas y capi
llas. En 1888 los Capuchinos se retiraron y
toda la región del Río Negro permaneció en
el más completo abandono hasta 1914, cuan
do la Santa Sede la confió a los Saleslanos.
En un ambiente salvaje, en donde el hom
bre se siente dominado por la naturaleza, en
donde es necesario viajar dias enteros por
la Inmensa llanura de las aguas, envueltos
en el profundo silencio de la selva para en
contrar un ser viviente, faltaba todo. Era
necesario comenzar de nuevo. ¿Cómo?
¿Dónde?
Pero también en estas tierras el secreto
de Don Sosco produjo el efecto deseado;
«Educad a los niños, atended a los enfer
mos: lo demás vendrá>. Y así fue. Con los
niños, con los enfermos vinieron también
1(» mayores, aquellos que hasta entonces
habían sido considerados como los terribles
jefes de tribus.
A cuatro siglos de distancia, también nos“
otros subimos a una embarcación y em
prendemos el mismo viaje que Francisco de
Orellana. Vemos el mismo rio, las mismas
selvas, el mismo cielo estrellado que hace
400 años extasió a aquel grupo de aventu
reros. Pero nosotros vemos hoy una cosa
que entonces no existía. En medio del de
sierto verde vemos puntos blancos, pequeños
oasis, oasis de paz, de oración, de trabajo,
oasis de los cuales salen cada año centena
res de jóvenes completamente transforma
dos. Estos oasis son las Misiones Salesianas;
trece colegios con internados de niños, y ni
ñas, hospitales, consultorios, iglesias, aero
puertos. estaciones meteorológicas, correos,
escuelas profesionales y agrícolas. He aquí
cómo los hijos de Don Rosco, guiados por el
incansable Mons. Massa, Prelado de Río Ne
gro. han sabido transformar en un Paraíso
aquello que se le llamó siempre «el inñerno
verde>.
El territorio confiado a los SaJesianos tie
ne una superficie de más de 300.000 kilóme
tros cuadrados, casi 3/4 partes de España.
La población es difícil csilcularla: ¿30.000
habitantes?. ¿40.000 habitantes? Todavía
existen muchas tribus que viven lejos de la
civilización, por los montes y en el interior
de la selva.
Podemos dividir todo este territorio, y tam
bién nuestras Misiones, en tres zonas.
La primera gran zona comprende la M i
sión de Barcelos. Es la más próxima a 1'*
ciudad de Manaus, capital de la región de
Amazonas, a unos 400 kilómetros. Por esto
se nota mayormente las influjos de la civi
lización con todas las ventajas y desventalas que ésta puede acarrear. Esta reglón está
habitada por los «blancos» o civilizados y
por los «caboclos» o mestizos. La lengua que
se emplea es la nacional: el portugués.
Es la reglón que más preocupa y en la cual
se encuentran mayores dificultades para la
evangelización. La selva que la rodea es rica
en varios productos: caucho, piassaba (fibra
vegetal que sirve para hacer cuerda), casta
ños. La población trabaja en la extracción
de estos lu-oductos. A las órdenes de cual
quier comerciante, familias enteras dejan
sus casas y viven meses y meses en el inte
rior de la selva en medio de miles de peligros
materiales y morales.
De cuando en cuando se reúnen para fes
tejar a la Virgen o a cualquier Santo: pero
el punto central de la fiesta no será la misa
o la procesión, sino la danza, que dura no
ches enteras en medio de abundantes bebi
das. El pobre misionero, si quiere hacer un
poco de bien, debe armarse de una gran pa
ciencia y recorrer centenares de kilómetros,
visitar casa por casa, penetrar en la selva
diciendo una buena palabra siempre con el
fin de dejar buen recuerdo.
La Misión de Barcelos es una de las más
antiguas. Posee una bonita iglesia de ce
mento. ahora un poco pequeña para el nú
mero de fieles. Detrás de la iglesia existe un
colegio moderno, también de cemento ar
mado, en- donde más de 180, entre internos
y externos, reciben instrucción religiosa, mo
ral y cívica. Al lado está el colegio de las
niñas y un gran hospital, uno de los mejores
montados. Centenares de enfermos reciben
allí asistencia gratuita y millares de medi
cinas se distribuyen todos los días y alcan
zan los ríos más distantes, donde desdicha
damente la malaria y otras enfermedades
arrebatan continuamente vidas. Ocho Salesianos y nueve hermanas trabajan solos en
este vasto campo.
C UBIENDO el Río Negro, la segunda zona
comprende las Misiones de Tapuruquara y de Uauvés. También la población está
compuesta aqui en parte por blancos, mesti
zos y actualmente también por numerosEis
famiUsis de indios, algunos nativos del lugar,
otros venidos desde el Alto Río Negro en
busca de trabajo. La lengua que se habla es
el <.Nheengatu>, o m ejor aún, la *Lengua
geral*, es decir, la lengua hablada por los
primitivos habitantes del Brasil. Se dedican
también a la explotación de los productos lo
cales y a la plantación de la mandioca. Ade
más de las dificultades de las que hemos ha
blado anteriormente, encontramos otra: la
de la presencia de los protestantes america
nos que, a Imitación de los Salesianos, qui
sieran abrir colegios. Y han conseguido pro
sélitos que, con frecuencia, llevados de su fa
natismo. incendian y destruyen las capillas
de los católicos.
La Misión de Tapuruquara, fundada en
1942, es hoy una de las Misiones más prome
tedoras. Posee dos modernos edificios de ce
mento armado, un hospital, la iglesia, un
aeropuerto en construcción. Más de 170 mu
chachos y 200 muchachas reciben la ense
ñanza primaria y profesional Las Hermanas
tienen una Escuda Normal que prepara a
futuras maestras y catequistas, las cuales
facilitarán en las diversas aldeas la obra del
misionero.
Después de algimas horas de navegación
entre Tw)uruquara y Uaupés, encontramos
’in afluente: el río Cauaboris. Casi en el na—
21
cimiento de este rio, después de haber su
bido un buen trecho y en medio de monta
ñas llenas de vegetación, se encuentra una
nueva residencia misionera. Fue fundada en
1958 para comenzar la evangelización de una
tribu de indios; los Aicás, descubiertos por
nuestro misionero don Antonio Gois. Son in
dios que viven todavía en estado primitiva y
difieren de los demás por el carácter, el as
pecto y la lengua. Es este un nuevo campe
abierto a los misioneros.
Continúa nuestro viaje por el Río Negro.
A derecha e izquierda siempre el mismo pa
norama; la selva. De cuando en cuando al
gún claro: una choza, un grupo de palme
ras, plantaciones de mandioca. Un. perro la
dra en la lejanía. En la orilla del rio encon
tramos alguna barca amarrada a un palo.
Signo evidente de que los habitantes están
en casa. Al escuchar el ruido del motor sa
len y saludan con la mano. Para ellos es
.siempre un acontecimiento el ver una em
barcación.
La monotonía del viaje se rompe de cuan
do en cuando por el volar de algún pájaro
de plumas bellísimas, por el canto de los
•^tucanes», o por el griterío de los simios. A
la puesta del sol parece realmente que toda
la naturaleza se transforma para darle el
último saludo. En pocos minutos todos los
colores del arco iris se reflejan sobre las
aguas, sobre los árboles. Todavía un instan
te y después, de improviso, las tinieblas en
vuelven todo. L a selva duerme. Silencio pro
fundo, roto apenas por el rumor del motor
o por el grito de algún pájaro nocturno en
busca de su presa. Sobre las orillas del río
aparecen de cuando en cuando p>equeños
círculos luminosos. Son los ojos de algán co
codrilo al acecho.
El viaje continúa durante toda la noche.
Por la mañana notamos en el agua una co
sa rara; unos puntos blancos. Era la espuma
producida por los rápidos del río. Las aguas,
que hasta entonces eran tranquilas comien
zan a hacerse peligrosas debido a su gran
velocidad Nos acercamos a la primera de
los cuarenta y más rápidos que tiene el Río
Negro y su afluente el río Uaupés. Camanaus
es el nombre de este espacio de rio en donde
las aguas llevan gran velocidad y que tiene
una longitud de 20 kilómetros. Nombre que
al solo pronunciarse infunde un sentido de
terror a las personas que conocen el lugar.
¡Muchos perdieron alli la vida al ser arras
trados por el ímpetu de las aguas!
Recuerdo aún la primera vez que tuve que
atravesar el paso de Camanaus. Me dirigía
a hacer los Ejercicios Espirituales juntamen
te con un coadjutor y dos Hermanas. Ibamos
en una pequeña embarcación de motor. Pen
sábamos que encontraríamos en una aldea
otra embarción mayor y con un motor más
potente. Había partido ya cuando llegamos.
No había más remedio que continuar. Dos
jóvenes de la aldea que debían ir a Uaupés
también, se ofrecieron como guías asegu
rando que ellos conocían bien el rio. Parti
mos. Cuando llegamos realmente al lugar en
donde comienza el peligro, todo era un mar
de espuma y un ruido ensordecedor de las
aguas. Era preciso encontrar un lugar por
donde pasar. No sé si por ignorancia o por
imprudencia, el guía colocó la embarcación
en medio de un remolino imponente. El
motor no tenía fuerza suficiente para atra
vesarlo. I a proa se levantó y
una gran masa de agua pe
netró en la cubierta. La mis
ma fuerza del agua empujó la
embarcación echándola fue
ra del remolino pero deján
dola en otro peor. Era el fin.
El coadjutor empezó a allg?erarse de ropa para lanzarse
al agua; las Hermanas grita
ban. Y o me levanté para equi
librar un poco la barca, que
parecía realmente que iba a
zozobrar. Del segundo remo
lino fuimos lanzados a un
tercero. Y aquí sucedió el mi
lagro. El guia, lleno de miedo,
habla abandonado el timón.
Sin duda alguna, en aquel
momento algún Angel Custo
dio, hábil marinero, lo sostu
vo. Nos encontramos fuera de
los tres remolinos, totalmente
empapados, con el corazón en
JAUARETE fRio Negro).—Muchachos de la Misión salesiana, hijos de indios, desfilan marcialmente por las calles de
la garganta, pero sanos y
salvos.
la población un día de fiesta nacional.
22
Siete horas se emplean en atravesar la
rápida de Camanaus. Siete horas de verda
deras emociones.
Mas cuando tras una curva del rio se di
visa a lo lejos la Misión, se experimenta la
misma a le x ia que los Cruzados a la vista
de Jerusalén.
Llegamos a la Misión de Uauvés, sede de
la prelatura. Vemos desde lejos, en medio
del verdor de los coqueiros, la hermosa cate
dral. Todo es majestuoso: la masa de agua
que serpentea para abrirse camino en medio
de las rocas, la selva y. más arriba, en lon
tananza. como las agujas de una catedral,
las tres cimas del «Curicuriari».
También aquí encontramos las mismas
actividades que en las otras Misiones. El teri*eno es muy accidentado. Por detrás de la
Misión se elevan varias colinas de vegeta
ción extraordinaria. Las rocas forman gru
tas pintorescas que sirven, sin embargo, de
guaridas para numerosos y no muy simpá
ticos animales.
Salimos de la Misión y vamos a visitar la
fortaleza construida por los portugueses con
el fin de impedir el paso de los españoles
que venían de Venezuela a Colombia. Está
construida sobre una colína, en el punto más
estrecho del río. constituyendo un punto es
tratégico. Todavía se pueden ver los cañones
de la época tirados por diversos lugares de
la aldea.
Las viviendas aquí no están aisladas unas
de otras como sucede en el bajo Río Negro,
sino agrupadas en pequeñas y característi
cas aldeas.
Parémonos un poco y visitemos juntos una
de estas aldeas. Una cualquiera, la primera
que encontremos. Si llegamos por la maña
na, apenas encontraremos unos niños y unos
cuantos viejos. Los otros han ido al trabajo.
Los hombres, a cazar o a pescar. Las mujeres,
al campo. Mientras esperamos su regreso
nos entretenemos en visitar una de las viviendsis. Antiguamente tenían una habita
ción colectiva llamada maloca. Era una gran
choza en donde cada familia podía disponer
de algunos metros cuadrados y de algunos
palos en donde colgar la hamaca. Ahora cada
fam ilia tiene su casita: sencilla, pobre pero
suya. Las paredes son de corteza de árboles
o de barro. El techo de hojas de palmeras.
Con dos puertas, una pequeña ventana, que
por la noche se cierra con una estera. En
tramos sin pedir permiso porque no hay nin
guno. Hace unos treinta años hubiéramos
encontrado en su interior objetos y utensi
lios de fabricación exclusivamente indígena.
Hoy, además de tales objetos, los que
la civilización ha introducido. Asi, junto a
cerámicas primitivas vemos ollas de alumi
nio. Junto al arco y las flechas, un fusil
nuevo y flamante. No faltan las hamacas,
en donde duermen; las esteras, en donde
pasan horas y horas sentados en alegre con
versación. Quizá nuestra atención la ocupa
un grueso tronco clavado en el centro, que
no puede faltar en ninguna casa. Parece a
simple vista un abrevadero. En verdad lo es,
pero no para los animales, sino para las per-
MBARCAMOs dg nuevo. Damos la última
^ mirada al panorama y a la Misión de
Uaupés. Y emprendemos el viaje. Seguimos
intranquilos debido a las piedras, que hacen
difícil y peligrosa la navega
ción. Varias horas después
nos hallamos ante un, paisaje
que parece un cuadro pintado
por un hábil pintor: es la
confluencia del Rio Negro con
su principal afluente, el Uau
pés. Delante de nosotros una
isla: la isla de las flores. El
mismo nombre nos excusa de
describir su belleza.
Comienza aquí la tercera
zona. Una zona, diría, reser
vada, donde casi no llegan
los blancos con sus embarca
ciones, con sus bebidas, con
sus vicios. Los habitantes son
todos indios de varias tribus:
Tucanos, Dessanos, Piratapuias. Tartaños, Arapassos,
Uananas, Cobeuas, M i r i t i,
Tuiucas, Makus y otras de
menor importancia. Antigua
mente cada tribu hablaba su
JAUARETE (R ío Negro).— También las muchachas, cuyos
propia lengua, pero desde ha
padres lueron y son en gran parte salvajes, educadas y
ce varios años ya, la tribu
ganadas para la civüización por las Hijas de María Auxi
Tucana, la más numerosa, ha
liadora, desfilan en el día nacional.
impuesto la suya.
p
— 23
sonas. Es el recipiente en donde se prepara
el caxiri, la bebida preferida por los indios.
Un poco como nuestra coca-cola.
El proceso de la preparación de esta bebi
da es económico. Al acercarse una fiesta se
ellgre, en primer lugar, la fruta con la cual
se quiere preparar la bebida. Se encarga a
las viejas de la aldea de masticar bien y por
bastante tiempo la fruta. Luego, delicada
mente, la escupen en el mencionado reci
piente y se deja fermentar hasta el día de
la fiesta, en que será servida en abundancia
a los invitados. Si no se piensa en el modo
cómo se hace esta bebida, el sabor de la
misma no es muy distinto de ciertas copas
de «vitaminas de fruta» que desde hace al
gún tiempo se vienen vendiendo en Europa.
Un ladrido de perros nos anuncia el retor
no de los indios. Las primeras en llegar son
las mujeres. Pobres mujeres, verdaderas es
clavas del trabajo. Nos impresiona una más
que las demás. ¿La veis? Aquella que lleva
sobre las espaldas un gran cesto de mandio
ca. Con un brazo sostiene a su hijo, con el
otro un haz de leña. Viene bañada en sudor,
con los brazos y cara pintados de urucú para
defenderse de los rayos del sol y de los in
sectos. Llegan también los hombres; algunos
traen pescados, otros han sido más afortu
nados; han matado Q- un jabalí.
Un baño confortable en el rio y después
será la comida del mediodía. Pescado en
abundancia, carne de jabalí, harina de man
dioca, algún Insecto tostado como dulce.
Todo en un único recipiente, junto al fuego.
El que quiera que se sirva; que no espere a
que le inviten, pues la Invitación no Vendrá
nunca. Pero si tiene hambre, no haga cum
plidos. Ninguno le dirá nada.
En el punto más alto de la aldea está la
capllllta. Por la mañana y por la tarde,
cuando toca la campana, los indios se reúnen
para rezar las oraciones y para 'escuchar
alguna buena lectura leída por el catequista
de la aldea. El sol se ha ocultado. Los hom
bres y los niños se acuestan en las hamacas.
Las mujeres preparan una especie de té
mientras los demás cambian alguna que otra
palabra. El sueño vence, poco a poco, pri
mero a los niños, después a los viejos. Hacia
las once el silencio es perfecto. Solamente el
fuego continúa chisporroteando en un án
gulo de la choza para calentarla y para
ahuyentar a los animales.
a la aldea durmiendo y continua
el viaje. Somos afortunados. La
luna nos permite viajar aún de noche. Por
la mañana divisamos otro oasis; la Misión
de Taracud, Y a no se conoce. Antes casi
todo era de madera; ahora da sensación de
encontrarse en una ciudad. Iglesia, hospital,
colegio, servicio aéreo de la «Panair do Bra
sil».
Se está trabajando por terminar cuanto
antes el nuevo colegio para niños. Caracte
rística de esta Misión; Está construida sobre
una roca que tiene de extensión algo más de
un kilómetro. Realmente stiper firman pe\
D mos
bj hos
tram. También aquí más de doscientos niños
y niñas reciben instrucción gratuita, perma
neciendo en la Misión durante nueve meses
largos. Son todos indios puros: Tucanos,
Dessanos, Piratauia. Observémosles. El color
de la piel nos impresiona; parecen estatuas
de bronce. Tienen una cara redonda, los ojos
pequeños y rasgados como los chinos, y las
oi^ejas más o menos largas.
Los cabellos son negros, espesos y sin rizar.
En la Misión tenemos que pelarlos a la últi
ma moda y perfumarles con brillantina. No
son bellos, pero si simpáticos, sobre todo
cuando son pequeños.
Llegamos a la Misión a finales de febrero,
cuando comienzan las clases. Para los alum
nos nuevos que llegan, todo es novedad; la
casa de varios pisos, las mesas, las sillas, los
bancos, la luz eléctrica, el cine, la radio. A
la mayoría les gusta estudiar. Quieren llegar
o ser como los blancos. Trabajar con las má
quinas como hacen los blancos. Aprenden
con facilidad a leer y a escribir. Un poco
más difícil para ellos es la aritmética. Saben
contar hasta diez, es decir, el número del los
dedos de la mano, y a lo sumo hasta veinte,
si se añaden los dedos de los pies.
de haber visitado la Misión de
Taracuá, dejamos el rio Uaupés y to
mamos el curso de su afluente el Tiquié, en
donde está situada nuestra Misión de Pari.
Más de 1.200 kilómetros de selva la separan
de la, ciudad de Manaus. El río Tiquié, a pe
sar de su longitud, es un rio pequeño en
comparación con los demás. Se necesitan
más de cinco días para llegar a la Misión.
Viaje largo pero entretenido. Los árboles de
las dos orillas casi se tocan formando un te
cho por encima del río. Manadas de monos,
bandadas estrepitosas de papagayos, nutrias
que a cada momento asoman y desaparecen
entre las aguas. A quien le agrade la natura
leza con todas sus bellezas, probará un pla
cer en viajar por este río, que tiene algo de
misterioso.
La Misión no se ve desde lejos como las
demás, sino que se llega a ella casi sin darse
uno cuenta. Es como una sorpresa después
de haber superado una de las numerosas
curvas del rio. Otro oasis blanco en el ilim i
tado desierto verde.
Fue fundada en 1940. En sus veintitrés
años de vida, ¡ cuántos progresos! Los anti
guos edificios de madera han sido sustituidos
por otros de ladrillos y cemento. La iglesia
espera su tumo. Pero es muy bonita a pesar
de ser de madera. Tiene tres naves. Las co
lumnas que sostienen el techo no son tales
columnas sino troncos pintados, de árboles
colosales.
A la Misión de P eltí le espera un futuro
brillante. Posee un aeropuerto construido
por los misioneros y por los indios. La pista,
que tiene unos 1.200 metros, es considerada
como una de las mejores pistas de la región
del Amazonas. La Fuerza Aérea brasileña ha
instalado una emisora de radio y un radio(Continuará)
D
espués
MARIA AUXILIADORA
POR FIN DIERON CON LA ENFERMEDAD
A guilar de la F rontera (Cádiz).— Uevaba
una gran temporada padeciendo de unos do
lores que arreciaban o disminuían y que me
hacían estar siempre en un continuo abati
miento. Recurrí a varios médicos de la po
blación : visité algunos especialistas de Cór
doba, pero ninguno de ellos lograron descu
brir la verdadera causa de dichos dolores. Mi
estado de ánimo era desesperante, haciendo
sufrir con ello a mi familia, que no sabían
qué hacer ya en mí favor. No había espe
ranza humana de curación.
Por temporadas no podía acudir a mi tra
bajo, y esto tenía, como es natural, reflejo
en la marcha económica de mi casa.
Al recibir con frecuencia el B oletín S ale siANo y leer las numerosas gracias que la
Santísima Virgen, bajo el titulo de Auxilia
dora de los Oistianos, hacia en favor de
cuantos acudían a Ella con fe y conflanza.
me decidí a hacer una Novena con las con
diciones que aconsejaba San Juan Bosco, pi
diéndole a tan buena Madre me escuchara.
Los resultados fueron rápidos. Acudí a un
médico de Málaga e Inmediatamente loca
lizó el mal. Me sometió a una pequeña y feliz
operación, y desde entonces ando perfecta
mente bien y normal. Por lo que agradecido
deseo que se publique esta gracia para gloria
de la Santísima Virgen y estímulo para
cuantos se encuentren en situaciones d ifí
ciles o apuradas. Cumplo mi promesa en
viando una limosna para su culto. — Juan
Cabello.
LA MEDALLA DE M ARIA AUXILIADORA
C abo (Lérida).— Era el 3 de febrero de 1962.
Según dictamen médico se me había produ
cido una grave y fuerte infección en las vías
urinarias. Era tanto el dolor y el malestar,
que ya llevaba varios días sin poder descan
sar ni concillar el sueño. Me acordé entonces
que en casa teníamos una medalla de María
Auxiliadora bendecida por Don Bosco y que
los señores Marti-Codolar habían regalado
a un hermano mió, hoy Salesiano. En uno
de los fuertes ataques y ante los agudos do
lores, besé con fervor la medalla, me la puse
al cuello y rogué con fervor a la Santísima
Virgen y a Don Bosco me libraran de tantos
dolores, prometiendo publicar la gracia y
dar una limosna para las Obras Salesianas.
Un sueño tranquilo y reparador se apoderó
de mi. Desde este momento ya no se han
repetido los dolores. Un análisis médico me
declaró completamente restablecida.
En los mismos días una tía mía, a conse
cuencia de una fuerte angina de pecho, se
agravó de tal manera que los médicos no
daban ya esperanzas de salvación. Recurrí
de nuevo con filial confianza a María Auxi
liadora y otra vez tan buena Madre me es
cuchó. Mi tía, completamente restablecida,
hace ya vida normal. Agraciecida a la San
tísima Virgen por tan señalados favores,
ruego se publique la gracia.— María Obiols.
SE CAYO DESDE CUATRO METROS
Y MEDIO
M álaga .— Mientras estaba ocupada en que
haceres de mi hogar, mi hija, de trece me
ses, María Auxiliadora Parra León, se fue a
la terraza de la casa a jugar.
He de observar que la noche antes, por
no haberle podido rezar mis oraciones de
costumbre, llevé la Imagen de la Santísima
Virgen a la cocina y la coloqué mirando a
la referida terraza.
La niña, jugueteando, cayó desde cuatro
metros y medio de altura al piso de cemen
to. Al sentir el golpe y llorar a la niña, acudí
con presteza, suponiendo lo sucedido y enco
mendándome a la Santísima Virgen.
Levanté a la niña e inmediatamente le di
café con leche, que tomó con más apetito
que nunca. Me había sorprendido no notar
en ella ninguna señal exterior del golpe re
cibido. y temiendo alguna lesión interior la
llevé inmediatamente al Sanatorio «Carlos
Haya».
La reconoció el doctor don Alfonso Quelpo
de Llano, y declaró que la niña no sufría
lesión alguna, considerando el hecho como
un verdadero milagro. La retuvo tres días
más para observarla, al fin de los cuales re
pitió el diagnóstico anterior.
Por lo que en acción de gracias a la San
tísima Virgen por tan especial protección a
mi hijita y en otra ocasión a mi marido,
cumplo lo prometido, costeando los cultos
en honor de la Santísima Virgen un día del
mes de mayo.— María León Gómez de Parra.
25
O tr o s o o r a x o n e s
a g r a d e c id o s
/. C. M.. de Granada, da gracias a Maria
Auxiliadora y envía una limosna por la cu
ración de una enfermedad más moral que
física que padecía una de sus hijas.
Ciríaco Laíta, de Santander, manifiesta su
gratitud a Maria Auxiliadora y a San Juan
Sosco por haber salido bien de una opera
ción quirúrgica, deseando que se publique la
gracia y enviando una limosna.
Teresa Pérez, de Cretas (Teruel), agradece
a María Auxiliadora los frecuentes favores
que de Ella recibe, y especialmente el haber
salida bien de los exámenes sus hijos, el ha
ber salido bien de una operación quirúrgica
su esposo y el que no fue necesaria a ella
una operación.
Luisa Moreno, de Cáceres, manifiesta su
gratitud a María Auxiliadora por la cura
ción de su hijo, primero, y más tarde de la
esposa del mismo. Publica la gracia y envía
una limosna.
Vn Novicio, de Astudillo, da gracias a Ma
ría Auxiliadora y a Don Rinaldi por su res
tablecimiento rápido de un dolor
Africa Sánchez, de San Martín del Tesorillo. da gracias a María Auxiliadora porque
encontrándose hace dos meses como maestra
nacional en Jimena, se le hundió parte del
techo de la escuela, con la consiguiente alar
ma de niñas y familiares Pudíendo haber
ocurrido una catástrofe, ni una niña salió
lesionada. Gracia que atribuyo a María Au
xiliadora, cuya imagen presidía la clase.
Dan gracias a María Auxiliadora, envían
una limosna y desean viiblicar su gratitud
en el B O LETIN SALESIANO:
J. Romero, de Granada; Manuel Romo, de
Salamanca: Félix Cabello, de Vigo; Teresa
Moreno, de Salamanca; Manuela García, de
Puerto Real (Cádiz); Enrique Oliva, de .Bar
celona; Tomasa Carrascosa, de Cuevas de
Velasco ((buenca); María del Mar Hernán
dez, señora de don José Rosales, D. G. de M..
Carmen Triviño, G. K., P. C. M., Luisa Castañer Montoli, Concha Corbacho, D. M. B..
de Málaga: M. F., de Reus; Piedad Casado,
de Polvorín (.Orense); Amparo Rodríguez, de
Bilbao; José Callos Santos, de Vigo; Julio
Maestre, de Puertollano (Ciudad R e a l); To
más Aguerrí, de Sádaba (Zaragoza): T. S. G..
de Béjar; Franciso Tavero Pizarro, de Esparragosa del Caudillo (Badajoz); R. F., de
Salamanca; Pastora Rifá, Dolores Escarsellé
Dolores Prat, de Manlleu (Barcelona): y
M. P. M., de Sabadell.
De San Juan Bosco
Santo D om ingo Savio
SOLUCION A UN PROBLEMA FA M ILIA R
B arcelona.— A primeros de mayo nos ha
llábamos en casa pendientes de la feliz so
lución de un problema familiar. Yo, además,
estaba preocupado, pues debía emprender
un largo viaje y me dolía dejar a la familia
sin haber resuelto aquel problema.
Una noche estuve trabajando hasta una
hora avanzada en cuestiones totalmente aje
nas al motivo de mi preocupación. Cuando
terminé y me disponía a acostarme, vi el
Boletín S albsiano . L o hojeé mientras cogía
el sueño, y de pronto se me ocurrió invocar
el auxilio de San Juan Bosep para que inter
cediese por nosotros. Rogué brevemente y
me dormí.
A las pocas horas me despertaron anun
ciándome buenas noticias, y al cabo de unos
días inicié mi viaje tranquilo y satisfecho.
Y como lo prometí, hago ahora público lo
ocurrido como agradecimiento a San Juan
26
—
Bosco y para estímulo de cuantas personas
se encuentren en apuros.— José Gassiot V.orens.
Dan gracias a San Juan Bosco: G, K.. de
Málaga.
CURA DE UNA ANEMIA MORTAL
C asablanca (Turín). — Nuestra hijita, de
cinco días de edad, fue atacada (le una
fuerte anemia. Nuestra consternación llegó
al colmo cuando el médico declaró que se
trataba de un caso gravísimo yi que no tenia
esperanza de salvación. Decidió, no obstan
te, llevarla al hospital de Turín, a la sección
de niños, en donde los doctores confirmaron
el diagnóstico.
En nuestro sufrimiento no perdimos la
esperanza, y con fe ardiente recurrimos a
la intercesión de Santo Domingo Savio. co
locándole a nuestra hijita el escapulario del
Santo.
Con gran estupor los médicos notaron de
pronto una mejoría en la pequeña, que con
tinuó durante cuarenta días, hasta que pu
dimos traérnosla a casa sana y viva y alegre
como una flor. Hoy goza de perfecta salud.
Los médicos aseguran que sólo por un mila
gro pudo curar. Con Inmensa gratitud da
mos gracias a Santo Domingo Savio por ha
ber intervenido en la curación de nuestra
hija Elena y le suplicamos que la siga pro
tegiendo en su cuerpo y en su alma.— Los
esposos Edda y Battista Frola.
Dan gracias a Santo Domingo Savio: José
Puigdomenech, de Barcelona, y M. G. K., de
Málaga.
GRACIA ATRIBU ID A A SANTA M ARIA
MAZZARELLO
R ota ( Cádiz).—Acudí a Santa María Mazzarello pidiéndole mes aliviara en una dolen
cia crónica de oídos que en aquellos dias
me incapacitaba para cumplir con mis obli
gaciones. Al día siguiente estaba completa
mente bien, y en agradecimiento hago pú
blico este favor para gloria de Santa María
Mazzarello.— Una H ija de María Auxiliadora.
F a v o re s de n u e s tro s
M á r t ir e s y S ie r v o s d e D io s
ENCONTRE TRABAJO
M adrid.—Había terminado un contrato de
trabajo. Volví a Madrid y pensé en buscar
un empleo. Pero, a pesar de encontrar varias
vacantes en ninguna fui admitido, por en
contrarme próximo a entrar en el servicio
militar. Esta circunstancia me cerraba todas
las posibilidades. Algunas veces, cuando ya
creía tener seguro el empleo, se me desva
necía. dejándome otra vez en la triste rea
lidad. Asi he pasado un año.
Por fin, mi hermano. Salesiano, me reco
mendó comenzar una Novena al mártir don
Enrique Sáiz, prometiéndome unirse a mis
oraciones. Asi lo hicimos. A los dos días de
acabada la Novena se hizo realidad el tan
ansiado trabajo.
Además, bastante bien remunerado, como
no me podía esperar.
Quiero hacer público el agradecimiento de
toda la fam ilia a don Enrique Sáiz. con el
deseo de verle en la gloria de los altares.—
Eduardo Mallo.
M adrid.— Agradecido a dpn Enrique Sáiz.
que ya en otra ocasión me hizo sentir su
valimiento por un favor conseguido por su
intercesión, envío una limosna para su cau
sa de beatificación.— Francisco Arnanz H crranz.
DESAPARECIERON LOS DOLORES
A v ile s .— Quiero hacer pública la gracia
que me ha sido concedida por intercesión del
m ártir don Félix González Tejedor. Llevaba
un año con reumatismo en el tuétano del
hueso de un pierna, con fuerte dolores, que
en ocasiones me impedían andar. En esta
circunstancia llegó a mi poder una hoja de
dicho m ártir salesiano. Un día. estando en
el parque, creí no poder resistir m ás; parecía
habérseme abierto la pierna. Al momento
me encomendé a él, e Inmediatamente se
me quitó radicalmente el dolor, emprendí el
regreso a mi casa andando, siendo así que
dista de aquel lugar tres kilómetros. Desde
entonces no he vuelto a notar nada, y van
cinco meses desde que ocurrió el suceso.
Agradecida, envió una limosna para su cau
sa de beatificación.— María Moreno.
A v iles .— Doy gracias al mártir don Félix
González Tejedor por haberme quitado unos
dolores muy grandes que tenía en los bra
zos. que me impedían hasta levantar una
cuchara. Hoy me encuentro completamente
bien. Envío una limosna.— Adelina Benito
Salido.
ViLLAM AYOR (Salamanca). — Teniendo un
fuerte dolor en una pierna, me encomendé a
don Félix González, y me desapareció. En
acción de gracias envío una limosna.—María
Encarnación Hernández.
Da gracíjos a D. Miguel Rúa, Angel Gonzá
lez. de Hornachos.
Dan gracias a Doña Dorotea de Chopitea:
Angela J. Martin, de La Alberca; Cristóbal
García López, de Cabezo de Torres (M u rcia);
Margarita Navarro, de Las Palmas de Gran
Canaria: Manuela García, de Puerto Real
(Cádiz); Angel González, de Hornachos.
M adrid-Alcalá. Llevaba consagrado al sacerdocio
sesenta y tres años, cuarenta y nueve al episcopado
y cuarenta rigiendo la diócesis matritense.
T od a la prensa local y nacional se ha hecho eco
de la muerte de este gran Sacerdote. Obispo y es
pañol.
L a Fam ilia Salesiana, que tantas atenciones tuvo
del señor E ijo y C aray, no puede menos de recor
dar a los lectores del B o l e t ín la devoción que sen
tía el llorado Prelado por San Juan Bosco.
E X C M O . Y R V D M O . SR- D. L E O P O L D O EIJO
Y GARAY
A la edad de ochenta y cinco años ha fallecido
en V ig o . su ciudad natal, el Patriarca Obispo de
E l Dr. E ijo C aray — lo refería muchas veces
no se acostaba ni una sola noche sin rezarle un
padrenuestro a San Juan Bosco. E ra una devoción
que le inculcó su madre cuando todavía era niño
— 27
y cuando San Juan Bosco todavía no era ni Beato.
Su madre le había aconsejado que acudiese a este
gran protector de la juventud antes de acostarse,
y fue ñel durante toda su larga vida de Sacerdote
y Obispo.
T a l vez de esa devoción personal a San Juan
Bosco le provenga el afecto singular con que siem
pre trató a los Salesíanos. Cada vez que era invi
tado a alguna ñesta salesiana religiosa acudía de
corazón para darle realce a la misma. Sólo en los
últimos años, debido a su avanzada edad, no podía
acceder, com o era su deseo.
A esta pérdida tan sentida, la Fam ilia Salesiana
se une al d olor de la diócesis y de toda España.
D O Ñ A E L O IS A A L H A M A
A la edad de ochenta y cinco años ha fallecido
en Sevilla doña Eloísa Alham a, mujer de excelen
tes virtudes humana-cristianas.
A la cidad de treinta y dos años se quedó viuda
y tuvo que hacer frente a las necesidades de su
familia, compuesta p or ella y cuatro hijos, uno- de
ellos con dos años de edad. P or aquel entonces
tenía un hijo en el Seminario Salesiano estudiando
e l prim er año de latín, y lejos de reclamar su
presencia en casa le dio estas palabras de aliento;
“ T ú no te preocupes por las necesidades que poda
mos pasar. Sigue tu vocación, qud Dios nos abrirá
las puertas” .
Y , en efecto. Dios le dio salud para llevar la
casa adelante a pesar de que antes fue delicadísima
de salud y pudo tener lal satisfacción de ver cantar
Misa a su hijo. Salesiano, don Joaquín Cabello.
Se distinguió siempre p or su sencillez y bondad
do trato. Siendo apóstol incansable de la paz y
armonía entre los miembros de la fam ilia, evitando
a lodo trance la crítica y murmuración, y ampa
rando, en lo posible, con su buen corazón las debi
lidades del prójimo.
Estando ya, por su avanzada edad, muy enferma,
no quiso nunca privarse de oír la Santa Misai, que
escuchaba por R adio. Rezaba el rosario diaria
mente com o muestra de su am or tierno y delicado
hacia la M adre del Cielo.
Ultimamente le afectó mucho la muerte de
Juan X X I I l. de quien hablaba con sentimientos de
un afecto verdaderamente ñlial y maternal al mis
mo tiempo.
Dios la prem ió con una muerte tranquila, serena,
sin grandes dolores. Después de haber recibido los
Santos Sacramentos y ediñeando a todos con su
resignación a la voluntad de Dios, entregó su bella
alma al Creador.
C A R M E N Z A R A G Ü E T A A R I S T IZ A B A L
S.^N Se b a stiá n . En las primeras horas del día
19 de julio pasado se extinguía plácidamente en
los brazos del Señor la piadosísima Cooperadora
Salesiana. stñorita Carmftx Zarasücta Arístizábal,
a los setenta y ocho años de edad.
T ixla su vida fue un ejercicio continuado de pa
28
ciencia, ya que desde la infancia se v io aquejada
de enfermedades.
A l iniciarse en Guipúzcoa la actual floración de
fundaciones salesianas, ella siguió paso a paso to
das- sus vicisitudes^ Aldaconea, lnchauccondo,.Zoa20 de Cuartango, Rentería y especialmente Um ieta,
eran nombres que de continuo estaban en sus la
bios, interesándose vivamente p o r la marcha de
las obras.
Gran alegría experimentó al recibir el diploma
de Cooperadora con que quedaba su nombre ins
crito en la Pía Unión, incorporada a la Familia
Salesiana con participación en los méritos espiri
tuales de la Congregación, a la que am ó con ter
nura en la persona de los Superiores Mayores,
Inspectores o simples Salesianos que visitaban a
la fam ilia ZaragUetal, iniciadora de la presencia de
los hijos de D on Bosco en San Sebastián. Este
am or a la Congregación la indujo a la creación
generosa, en años sucesivos, de tres becas com ple
tas en fa v o r de aspirantes guipuzcoanos al sacer
docio salesiano, denominadas becas “ Virgen del
Carmen” , “ M aría Auxiliadora” y “ Virgen del
C oro” .
Habiéndose agravado últimamente su enferm e
dad, recibió con total abandono en la voluntad
divina los Sacramentos de enfermos y la bendición
apostólica de manos de un sobrino suyo. El gran
tem or a la muerte, que en diversas ocasiones había
manifestado en el curso de la enfermedad, fue
desapareciendo de su ánimo p or gracia singular
de la Virgen, cuya bendición recibió unas cinco
horas antes del trance supremo. Habiéndole m ani
festado el Padre Beobide que le iba a impartir la
bendición de M aría Auxiliadora, ella, que llevaba
bastantes horas en estado de coma, abrió los ojos
por última vez com o para agradecer esa gracia
especia!, y así confortada pasó dulcemente a la
eternidad.
Encomendamos a las oraciones de los C oopera
dores y Salesianos el alma de esta benemérita
dama, y damos el más sincero y sentido pésame a
sus hermanos don Pedro y doña Conchita Eguía,
tan vinculados a las fundaciones salesianas de esta
joven Inspectoría de San Francisco Javier.
D O N JOSE E SC ASSI O S U N A
En M álaga ha fallecido don José Escassi Osuna,
cirujano, antiguo alumno de Utrera y Cooperador
salesiano. Su devoción a M aría Auxiliadora, apren
dida de su “ querido Padre Ernesto Oberti” ; su
cariño a la Obra Salesiana, su gratitud a tos maes
tros primeros de su colegio de Utrera, enviados
por Don Bosco a España, se exteriorizaban en
todas las formas. D ios le haya dado el prem io a
su generosa gondad.
* • *
Don Amador Oppelt Sans, Profesor M ercantil,
tras dura y larga enfermedad, entregó su hermosa
alma a D ios este gran C oop erad or salesiano de
M álaga, volcado siempre por el C olegio de San
Bartolomé y por la Obra de D on Bosco en general.
II
3eca$ ¡uM á sostenimiento
formación d^eocaciones
«El mejor premio que Dios concede o uno familia es un hijo sacerdote» (Don Bosco)
de. dScMelana
P. Provincial: Poseo San Juan Bosco, 74. Barcelona.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca *P. M iguel Riera». C olegio Tarrasa.— T o ta l:
18.698 pesetas.
Beca fM u y Rvdo. D . Florencio Sánchez»- T o ta l:
7.600 pesetas.
Beca sacerdotal •María Antonia Porta de Darán».
T o ta l: 6.000 pesetas.
Beca uDoña Dorotea de Chopitea». A A . SS. de
R ocafort.— T o ta l: 27.000 pesetas.
tSta. Em ilia». T o ta l: 25.000 pesetas.
•San Juan Bosco». T o ta l: 15.050 pesetas.
•Roselló Estela». T o ta l: 20.000 pesetas.
•San Fernando». Residencia de Huesca.— T o
tal: 25.000 pesetas.
Beca tM aria Francisca». T o ta l: 10.000 pesetas.
Beca •Domingo Savio», de los Círculos de la Ins
pectoría.— T o ta l; 15.000 pesetas.
Beca « i ) . “ Bibiana Sodas». — T o ta l: 6.000 pesetas.
Beca tM aria Auxiliadora». Sarriá.— T .: 5.000 pts.
Beca *D. Rafael Cerdá». M ataró.— T .: 2.000 pts.
Beca *D. José Recasens».— T o ta l: 4.199,60 pesetas.
Beca •Cooperadores salesianos» de H orta. 5.000
pesetas.
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca •Alfonso Gómez Pineda». Pamplona.— Tota!.
5.000
pesetas.
Beca •Virgen del Castillo». E l R oy o.— T.: 6.000 pts.
Beca tSanio Dom ingo Savio». (&ntander-Com pañías.)— T o ta l:
13.500 pesetas.
Beca tSan José O brero». (Industriales-Santandcr.)
T o ta l:
10.000 pesetas.
Beca •María Auxiliadora» (Archicofradía-Santander).— T o t a l: 6.000 pesetas.
Beca •Francisco Tierra». Burceña.— T . ; 6.500 pts.
Beca •San Juan Bosco». Baracaldo (prom ovida por
D . Juan G onzalo).— ^Total:
15.000 pesetas
Beca •Sres. de Uda Etye». Bilbao.— T .: 12.000 pts.
Beca •Inmaculada Concepción». Bilbao. J. L. M
T o ta l: 500 pts.
Jné.pecéaJua de. Qá^dx^
P. Provincial: Callo M.° Auxiliadora, 14. Córdoba.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca •£). Vicente Reyes». Córdoba. N . c.: 200 pe
setas.— T o t a l: 2.200 pts.
Beca •Nicolás Rodríguez». Las Palmas (G . C.).—
T o ta l; 2.100 pesetas.
Beca •Ntra. Sra. del P in o». (P o r las Compañías
de la J. Salesiana.) T eror.— T o ta l; 25.000 pts.
Jnapecéa^ de. d3iUaa
P. Provincial: Escuelas Salesianos. Deusto Bilbao.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca tM am á Margarita». Leandro Cañada.— T o
tal: 3.500 pesetas.
Beca tSan Andrés». Escuela de Agricultura (Bur
gos).— ^Total: 1.327,35 pesetas.
Beca •Nuestros mártires». Zuazo.— T . : 18.409 pts.
Beca •María Auxiliadora». D . R . G . R .— T o ta l:
10.000 pesetas.
Beca •San Paulino». Baracaldo.— T . : 20.175 pts
Beca •Archicofradia de M aría Auxiliadora». Ba
racaldo.— T o ta l: 19.650 pesetas.
Beca •D. Pedro Olivazzo». Baracaldo.— T otal
12.000 pesetas.
Beca tD. Eduardo Caprani». Baracaldo.— T otal
4.925 pesetas.
Beca •D. Enrique Sáiz». A . A . (Burgos).— T otal
17.779 pesetas.
Beca •María Auxiliadora //>. Asociaciones y A r
chicofradías de Pamplona.— T . : 20.000 pesetas
Beca •D . Antonio Espinosa». Sta. Cruz de Ten eri
fe.— T o t a l: 25.000 pesetas.
Beca •Mártires de Pozoblanco». — T o ta l: 6.500 pts.
Beca •Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco.— T o ta l:
5.000
pesetas.
Beca perpetua »D . José M ario Manfredini». G ra
nada.— T o ta l; 32.000 pesetas.
Beca »D . Sebastián María Pastor». C órdoba.— T o
tal : 3.765 pesetas.
Beca •María Auxiliadora», por don Antonio Royán
A . A .— ^Total:
10.8(X) pesetas.
Beca •Familia M u ñ oz». Córdoba.— T .: 9.000 pts.
Beca tSan Rafael». Córdoba.— T o ta l: 16.737 pts.
Beca •Rafael M oure R íos». Escuelas Populares
Salesianas.— T o ta l: 7.000 pesetas.
Beca *S. Juan Bautista». Córdoba.— T .: 5.000 pts.
Beca •María Auxiliadora», p or la fam ilia G óm ez
Briasco. Granada.— T o ta l:
8.000 pesetas.
Beca •Sra. F. Peña». M álaga.— T . : 12.000 pts.
Beca •María Auxiliadora». P o r uñ Cooperador.
M álaga.— T o ta l: 2.000 pesetas.
Beca tM on tilla ». M ontilla.— ^Total: 25.000 pts.
Beca •San M igu el». M ontilla.— ^Total; 21.300 pts.
Beca •Familia Vargas». Ronda.— T . : 10.000 pts.
— 29
Beca «5/0. Domingo Savia* (Escuelas Sta. Teresa),
R on d a .--T o ta l: 2.700 pts.
Beca •Doña Marta*. Las Palmas.— ^T.: 3.700 pts.
Beca iSagdo. Corazón*. Las Palmas.— T . : 13.000
pesetas.
Beca •Manuel M arrero». Las Palmas.— T .: 1.500
pesetas.
Beca tSanio Dom ingo Savio*. Compañías Salesianas. Sta. Cruz de Tenerife.— T . : 12.000 pts.
Beca tSta. Cruz de Tenerife* (Prim era). Sta. Cruz
de Tenerife.— T o ta l: 25.000 pesetas.
Beca •Sta. Cruz de Tenerife* (Segunda). Sta. Cru?
de Tenerife.— T o ta l: 25.000 pesetas.
Beca •Sta. Cruz de Tenerife* (Casa). Sta. Cruz de
Tenerife.— T o ta l; 6.800.
Beca •Santa Teresa de Jesús*. Granada. - T o ta l;
4.500 pesetas.
Beca •Parroquia Sta. Catalina*. Las P alm as— T o
tal ; 24.720 ptas.
Beca tSto Domingo Savio*. Compañías J. S. Las
Palmas.— T o t a l: 2.500 p>esetas.
Beca *D. Bernardo López*. Córdoba. - T o t a l:
3.000 ptas.
Beca «C . L. M.-S. C. B.* M álaga.— ^Total: 40.00^^
pesetas.
Beca •Manuel Hernárufez*.— T o ta l: 6.000 pesetas.
Beca •Doña Pura Bermúdez*. M álaga.— T o ta l:
17.500 pesetas.
Beca •Familia D . Francisco Aneas*. Granada.
N . c.: 15.000 pts.— T .: 79.528 pts.
Beca •Familia Lora*. N . e.: 300 p ts .T .: 1.100 pts.
Beca •San José y Ntra. Sra. de Montserrat*. G ra
nada. N . c.: 2.Ó00 pts.— T . : 6.500 pts.
Beca •San José*, de doña Carmen Cabrera Bueno
en nombre de sus nietos. Pozoblanco.— T . : 4.000
pesetas.
Beca •Santiago Apóstol». L a Paloma. Un A . A .—
T .;
Beca
Beca
Beca
Beca
11.000 pts.
•A. Roldán y Familia*.— T . : 20.000 pesetas.
•Vicente ¡ravedra*.— T . : 5.000 pts.
•A . y G .*— T . : 5.000 pts.
tD . Felipe Hernández*. A A . de L a Paloma
(M adrid).— T o ta l;
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
8.328 pesetas.
•Sta. Teresa y S. Vicente*.— T . : 43.(X)0 pts.
iViuda de Pujadas*.— T o ta l: 4.000 pesetas.
•Fuentes Bajo*.— T .: 28.000 pts.
•N. N .» — T . : 6.000 pts.
•Sánchez Blanco*.— T , ; 10.000 pts.
•F. de B.* Béjar.— T . : 5.000 pts.
•D. Francisco Fuentes*. A A . de Ubeda. —T o
tal ; 36.0(X) pesetas.
Beca •N iño Jesús y M aría Auxiliadora*. — T o ta l'
16.509,50 pts.
Beca de •San Luis Gonzaga*.— ^Total; 25.000 pts.
Beca •Vilgen de Vilna*. T o ta l: 4.500 pesetas.
Beca •María Auxiliadora*. Guadalajara.— T ota l:
500 ptas.
Beca •Ludezu*.— T o ta l: 40.000 pts.
Beca •Marta Auxiliadora*. Segunda. Atocha. N ue
va entrega:
750 pts.— T . : 15.750 pts.
Beca •Pío X II* . Padres de Fam ilia. V illaam il. M a
drid. N . e.: 5.517,55 pts.— T . :
13.417,55 pts.
Beca »D . Félix González*. D oña Isabel L ó p e z de
Pardo. N . e . : 2.000 pts.— T . : 4.000 pts.
JnúpeciofUa do, Sm U la
P. Provincial: Calle M.‘ Auxiliadora, 18. Sevilla.
BECAS COMPLETAS
Beca •D . Gregorio Ferro*. M orón. N . e. de don
Luis Escassi, 5.000 pts.— T . : 30.000 pts.
Beca •Colegio Salesiano de Mérida*. Segunda beca.
N . e.:
Inú/pQcéíma de. )ñflajd^id
f . Provtneiolt P a t»o Gral. Primo do Rivera, 25. Modrid
BECAS EN FORMACIÓN
Beca sacerdotal •Don Juan*.— T . ; 15.000 pts.
Beca •D. Anastasio Garzón*. Atocha A A . A A .T .;
10.055 pts.
Beca *Ntra. Sra. de las Angustias*. A révalo.—
T .: 21.000 pts.
Beca •Cuarta Beca del Sagrado Corazón*. De v a
rios.— T .: 21.987 pts.
Beca •Santo Domingo Savio*. O ratorio Sto. D o
mingo Savio (San Blas).— T . : 15.306 pts.
Beca tM aria Auxiliadora* Salamanca. C olegio.T . : 6.300 pts.
Beca •San Juan Basco*. A . G .— T . : 350 pts.
Beca *Doña Carmen Olalla*.— T . : 20.000 pts.
Beca tSierva de Dios Doña Laura Vicuña*. Carabanchel y T eologad o Salesiano.— T . : 22.000 pts.
Beca *San José Obrero*. C olegio de S. Fernando
y Aspirantes Coadjutores.— T . : 7.500 pts.
Beca fEscuela Automovilismo*. — T .: 20.000 pts.
Beca •Santísima Trinidad*. Escuela de Au tom ovi
lismo.— T . : 15.0(X) pts.
Beca •D. Buenaventura Roca*. Béjar.— T .: 5.000
pesetas.
30 —
10.000 pts.— T .:
30.000 pts.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca *D. Juan Torres*. Jerez.— T o ta l: 20.000 pts
Beca •D. Antonio Marcolungo*. Sevilla.— ^Total.
25.770 pesetas.
Beca •Corpus Christi*. Srta. Joaquina Quintana.
Sevilla.— Total. 4.530 pesetas.
Beca *D . Pedro Ricaldone*. Sevilla.— T o ta l: 2.500
pesetas.
Beca •Colegio Salesiano de-Ecija*.— T . : 1.000 pts.
Beca *D . José Canal*. Universidad Laboral. S evi
lla.— T o ta l: 15.000 pesetas.
Beca tSagrado Corazón*. U na Cooperadora. U tre
ra.— T o ta l: 63.000 pesetas.
Beca •Santiago Apóstol*. Cádiz.— T . : 12J00 pts.
Beca •Sgdo. Corazón de Jesús*. Herederos de doña
Salvadora García.— T o ta l: 10.000 pesetas.
Beca *D . Rafael Rom ero*. San José del Valle.—
T o ta l: 5.913 pesetas.
Beca tD oña Josefa Rodríguez*.— T . : 2.000 pts.
Beca •D. Andrés Y u n ». Algecíras.— T . : 5.000 pts.
Beca tVirgen del Carmen*. Puerto Real.— T o ta l:
16.000 pesetas.
Beca •P. Agustín N ofre*. Utrera.— T . : 21.810 pts.
Beca •Colegio Salesiano San Pedro*. Sevilla.— ^To
tal:
1.0(X) pesetas.
Beca •Francisco Alcalá
5.000 pesetas.
Viva*. M orón.— T o ta l:
u
Beca ^Virgen del R o c ío ». Sevilla.— T o ta l:
15.000
pesetas.
Beca tSan José». Compañías de Zam ora.— T o ta l:
11.000
Beca *Nira. Sra. del Sagrado Corazón». M orón .—
T o ta l: 2.000 pesetas.
pts.
Beca tJorge Irisarri». Estudiantes de Zam ora.— T o
ral: 7.250 pesetas.
Beca tConsejo Inspecioriai de Cooperadores». T o
Beca tM aría Auxiliadora». Archicofradia de Z a
mora.— ^Total: 7.500 pts.
tal : 15.000 ptas.
Beca ^Virgen N . S. de la Esperanza, de ¡a Trinidad»
Sevilla.— T o ta l: 750 pesetas.
Beca tMaesiro Pagés». Cádiz.— T o ta l: 13.295,33
pesetas.
Beca tP. Clemenie Quede». Cádiz.— T o ta l: 3.95'
pesetas.
Beca tD . Fermín Molpeceres», de Carmena.— T o
tal: 6.600 pts.
Beca ^Inmaculada Concepción». La Linea (Cádiz).
T ota l: 500 pts.
Beca •Archicofradia de María .4u.xiliadora». Puer
to Real. N . e.: 3.000 pts.— ^T.: 6.000 pts.
Beca *San Juan Bosco». Cáceres. N . e . : 250 pts.T .: 12.250 pts.
Beca tCh'culo Domingo Savio». Zamora.
Beca tSan León .Vlugno». Jubileo O ro D. L. Cartosio. Zamora.-
«Santo
Domingo
Beca
«P .
M iguel Salgado».
V igo. San Matías.
17.850 pts.
Beca «D om ingo Savio». León. N . e.: 2.000 pts.
T . ; 13.355 pts.
N . e.;
1.800 pts.— T . :
da
U a ld n o ia
pesetas.
Matías.— T o ta l:
T o ta l: 8.500 pts.
Beca <iD. Tomás Bussons». V igo. San Matías.—
10.000 pesetas.
Beca tM aría Auxiliadora». V igo. San Matías.—
T o ta l: 28.135 pesetas.
Beca ^Cooperadores Cánido». V igo. San Matías.—
T o ta l: 4.000 pesetas.
Beca tSan Pedro», por M arta y M aría. V igo. San
Matías.— T o t a l: 30.000 pesetas.
Beca tSan Cristóbal». V igo. San M atías.— T o ta l:
3.000 pesetas.
Beca tSan Juan Bosco». V igo. Hogar.— T . : 7.000
pesetas.
Beca tCeferino Namuncurá». V igo. Hogar.— T o t a l:
8.000 pesetas.
Beca tM aría Auxiliadora». V igo. Hogar.— T o ta l:
5.000 pesetas.
Beca tD . Ernesto Armelles». L a Coruña. Colegio.
10.500 pesetas.
Beca tSan Benito». A llariz.— ^Total; 22.100 ptas
Beca tD . Pedro Olivazzo». Astudillo.— T o ta l: 7.939
pesetas.
Beca tD oña Lucía Bechade». Cambados.— T o ta l;
12.250 pesetas.
Beca tSanio Dom ingo 5av/o*. Cambados. —T o t a l:
I4J0 0 pesetas.
Beca tD . Em ilio M ontero». Orense.— T .:
11.000
pesetas.
Beca tD . José Saburido». Orense.— ^Total: 15.929
pesetas.
Beca tNtra. Sra. de Covadonga». Tudela. Veguín.
T o ta l: 3.000 p>esetas.
T o ta l:
Beca «Jesús M endivil», de Valencia.— T . : 10.030
34.000 pesetas.
T o ta l:
Avilas.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca tS. José». V ig o S. Matías.— T o ta l: 5.000 pts.
Beca ».Santo Dom ingo Savio». V igo. San Matías.
T o ta l:
Savio».
4.6113 pesetas.
P. Provinciol: C alle de Sagunto, 212. Valencia.
BECAS EN FORMACIÓN
Vigo-San
22.500 pesetas.
pesetas.
Beca
P. Provincial! Universidad Laboral. Zamora.
Beca *.Santa Lucía».
ló t a l:
Beca tM aría .•in.xiliadora». Celanova. -T. • 2.01^'’
l^ c o p a c é a ^ ia
"Jné^p&céaiia do,
Total
14.030 pesetas.
Beca «A zu l y Rosa». Institución Sindical de F o r
mación Profesional San Vicente Ferrer. de V a
lencia.— T o ta l: 1.200 pts.
Beca «C írculo Dom ingo Savio». Valencia. San
Antonio.— T o ta l: 10.703 pesetas.
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Beca «Colegio S. Juan Bosco». Valencia— 6.000 pts.
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nio.— T o ta l: 5.000 pts.
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San Antonio.— ^Total; 22.500 pesetas.
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dora salesiana.— T o ta l: 5.000 ptas.
Beca «M aría Auxiliadora». C olegio Villena. Pri
mera entrega: 200 pts.
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Beca «Perpetuo Socorro». Valencia. Anterior, 3.000
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