-
extracted text
-
RO M A .— B A S ÍL IC A DE SAN PEDRO.
Inolvidable audiencia general pontifíoia del d ía 7
del pasado abril. Más de cuatro m il alumnos de nuestros colegios de Ita lia , como últim o nú*
mero del program a del Congreso de Com pañías celebrado, quisieron presentarse ante el
Papa p ara hacerle obsequio de los corazones de toda la ju ven tu d salesiana que como bue
nos hijos de San Juan Bosco tiene entre sus ideales el am o r incondicional al Vicario de
Jesucristo. En el Boletín de Agosto daremos los d e ta lle s de la trascendental audiencia
L I BROS
V I D A DE SAM JUAN) SOSCO
POR tos PP. LEMOYNE-FIERRO S. D. B.
Tenemos la satisfacción de anunciar a los admiradores de las obras salesianas y
al público en general, que se halla a la venta la hermosa, extensa y tan deseada V I
D A DK SAN JUAN BOSCO.
, .
, ^
,
Está impresa en las Escuelas Profesionales Salesianas- de Barcelona y quiere ser
un número deil homenaje ofrecido al Santo y a su Obra con motivo de los /5 anos
ii'-i la llegada de los primeros salesianos a España.
, , o .
En sus 87 capítulos narra detalladamente la interesantísima vida del Santo, apa
reciendo en varios de ellos facetas áel mismo, ignoradas casi por completo has-tó aho
ra Varios índices facilitan su manejo y consulta haciéndola inmensamente útil para
la rápida preparación de sermones, conferencias, buenas noches...
Su formato es de 15 x 21; lleva 1.100 páginas de texto; 80 grabados fuera de
texto, en papel conché, de ellos 8 bicolores.
^
*
Encuadernada en tola con sobrecubiertas en cuatromia, 190 ptas.
V I D A DE DOM MI GUEL RUA
POR A. AUPFRAY/ S. D. B.
Das dotes de escritor e historiaaor del P. Auffray hacen de la Vida del segundo
sucesor de San Juan Bosco un libro interesantísimo e indispensable para el mejor
conocimiento de la Congregación Salesiana y del mismo Don Bosco.
Sin D. Rúa. son palabras de Don Bosco. yo no habría podido hacer gran parte
de las cosas que he hecho.
t..
* j
La edición española, traducción del P. Basilio Bustillo, S. D. B.. cons-erva todo
el atractivo extraordinario del original, por '.o que estamos seguros de su éxito. Se
hallará a la venta en los primeros días del próxmo mes de agosto.
Pedidos
a CENTRAL
C ATE Q U ISTA S A L E S IA N A . Alcalá. 164 - Madrid.
BIBLIOGRAFI A
«G R A M A T IC A L A T IN A », por el P. Eduardo Gancedo Ibarrondo. S. D. B. El autor
explica en la pi'esentación de esta obra el motivo de la aparición de esta nueva
Gramática. «Nosotros estamos convencidos—dice— de que el Latín tie-ne que ser estu
diado racionalmente v con método dístin.v) del que se emplea para una lengua vi
va» Y on efecto, el autor ha logrado, mediante una explicación clara, una exposi
ción pedagógica a base de ilustraciones que ayudan poderosamente a fijar la atención
del alumno, con profusión de frases y ejemplos que llevan a deducir la teoría de la
práctica, hacer fácil el estudio de un idioma que hasta el presente estuvo cons.derado como la pesadilla de nuestros escolares.
El Texto dol P. Gancedo Ibarrondo. está dotado de un atractivo tal, que cierta
mente está llamado a sellar una amistad imperecedera entre nuestros latinistas y la
Lengua del Lacio.
,
,
,
^
. j. „
Pmducto de una l a i ^ experiencia docente y fruto de muchos anos de estudios,
la nueva G R A M A T ia A L A T IN A no tardará mucho en abrirse una ancha senda de
penetración en Colegios y Seminarios.
*
.a-*
Consta la obra de más de trescientas paginas, magníficamente editada por las Es
cuelas Tipográficas Salesianas del Pas-eo General Primo de Rivera, núm. 2o, y pro
fusamente ilustrada por (fi joven artista salmantino José Mayoral, que ha sabido
interpretar magistralmente el pensamiento del autor.
SAIESIMO
REVI S TA
DE
R E D A C C I O N
Y
LAS
Año LXXI
S
.
m
DE
DON
A L C A L A ,
B O S C O
164
JUMO 1957
3
4
D ÍA
5
de
la
a r iO
L./I I iAw4i i w .
'
prensa
de los
CATÓUCA.
C oopera-
dores Salesianos .................
E spana S a l k u n a ...................
p ie s t a s a M aría A uxiliadora .
E n honor de Santo D omingo
S avio .....................................
•
M A D R I D
Número 7
I nvocación ...............................
¡E spaña por la E u c a ristía !
Organización
U
OB RAS
A D M I N I S T R A C I O N !
E l R evdmo. R ector M aycr en
V enezuela .............................
C rónica
„
de
G racias ...............
14-19
• oo
6 - 9 D e nuestras M isiones .........
? ? ,o necrología ..............................
11-13
I nspectoría de N tka . S ra . de
13
LA M erced ...........................
22-24
25-28
28-29
39
I N V O C A C I O N
;0/i. E s p íritu Santo consolador, que
en el día santo de Pentecostés descen
diste sobre los Apóstoles y henchiste
aquellos sagrados pechos de caridad, de
gracia y de sabiduría; suplicóte Señor,
por esta inefable largueza y m isericor
dia, hinchas m i alma de tu gracia, y
todas m is entrañas de la dulzura inefa
ble de tu am or. Ven, ¡oh E s p íritu San
tísim o! y envíam e desde el cielo un
rayo de tu luz. Ven, D ios m ío, y apa
réjam e para T i con la riqueza de tus
dones y misericordias- Em briágam e con
el don de sabiduría; alúm bram e con ei
don de en ten d im ien to; ríg em e con el
don de consejo; confírm a m e con el don
de fortaleza; enséñame con e l don de
ciencia; h iérem e con el don de piedad y
traspasa m i corazón con el don de
tem or.
;0 h dulcísim o amador de los lim pios
de corazón, enciende y abrasa todas m is
entrañas con aquel suavísim o y p re cio
sísim o fu ego de tu amor, para que, to
das éstas, abrasadas, sean arrebatadas
y llevadas a T i, que eres m i ú ltim o fin
y abismo de todos los bienes! ¡Oh d u l
císim o am ador de las ánimas lim pias,
pues T ú sabes. Señor, que yo de m i n in
guna cosa puedo, extiende tu piadosa
mano sobre m í para que así pueda pa
sar a T i...!
¡Oh, quién m e dijese que a tan gran
de bien m e quisieses adm itir...! T u v o
sed m i ánima de D ios v iv o ; ¿cúandi>
ven dré y apareceré ante la cara de to
das las gracias? ¿Cuando en traré en el
lu g a r de aquel tabernáculo adm ira
ble..-? (Granada: M em oria l, tr. 5 ).
— S
¡E sp a ñ a por la Eucaristíal
E l I V Congreso Eucarístico Nacional
celebrado en Granada ha sido un nuevo
triunfo del A ugusto Sacramento en nues
tra Patria.
Todas las provincias españolas han
acudido a la ciudad de los R eyes Católi
cos para rendir pleitesía a Jesús Sacra
mentado. Más de 300.000 personas presi
didas por el Emmo. Cardenal Legado,
por su Excia. el Jefe del Estado, 45
Obispos y tres Ministros del Gobierno han
tributado un hom enaje colectivo al Sa
cram ento de los A ltares rem em orando las
glorias y el esplendor del Congreso In
ternacional de Barcelona.
«M ás de 1.000 clérigos— escribe el cro
nista— avanzan de 10 en 10 tras las in
numerables falanges compactas de la
Adoración Nocturna Española. Siguen
de blanca capa plu vial todos los párrocos
de la diócesis, y luego el gran cortejo
episcopal. En el Gobierno C ivil se incorpo
ra a las filas, junto a la carroza portadora
del Santísimo, el Jefe del Estado, Genera
lísim o Franco, que lleva un gran cirio en
cendido.»
Finalm ente, la apoteosis. N adie se
mueve. N adie podría m overse aunque
quisiera. L a masa humana es casi un
bloque de piedra desde la Basílica de
San Juan de Dios hasta la plaza de E l
Triu n fo y todas las calles adyacentes. Ya
im peran las estrellas sobre el cielo anda
luz, y la Custodia, iluminada, desde la
Vm
gran altura central domina todas las
miradas. Tantum ergo Sacramentum...
¿Cien, doscientas, trescientas m il voces?
Y los ángeles ¿no se cuentan?
Sobre ángeles y hombres, sobre cielos
y tierra ha descendido la trip le bendi
ción eucarística del Cardenal legado. T o
do ha sido como un día que acabara en
pleno cénit, sin decadencia vespertina.
« ¡H on or y gloria a T i, R e y de la G loria;
honor por siem pre a T i, Dios del A m o r !»
T a l fué el digno rem ate que las fecun
das actividades del Congreso pusieron al
magno acontecimiento.
L a Fam ilia Salesiana, que según el le
gado de su Santo Fundador es em inente
m ente eucarística, ha seguido desde cada
una de las latitudes de nuestra Patria
el latido devocional que ha hecho vib ra r
a la ciudad del Genil ante el pensamiento
de N uestro Señor Sacramentado. A fu er
de Salesianos hemos querido v e r en la
magnífica carroza portadora de la Hostia
Consagrada un rem edo de la ingente co
lumna salvadora que San Juan Bosco
contem plara coronada por la F orm a San
ta como augurio de salvación para el
mundo agitado por las más encontradas
pasiones.
Como españoles, hemos querido vislum
brar en el cirio encendido portado por
nuestro Caudillo junto al trono del Se
ñor Eucaristía, la fe de España siem pre
dispuesta a m ontar la guardia junto al
más Augusto de todos los Sacramentos.
A S A M B L E A D E LOS A N T IG U O S A LU M N O S S A L E S IA N O S
Presidida por el Reverendísimo Superior General P. Renato Ziggiotti
Será la última de las grandes manijestaciones para conmemorar el 75
Aniversario de la venida de los Salesianos a España. Comenzará el 24 de
octubre en Sarriá-Barcelona con la Misa de Comunión en la Casa visitada
por Don Bosco, y terminará en Montserrat, con la inauguración de una mo
numental estatua del Santo Fundador de la Fam ilia Salesiana en la plaza
del célebre Monasterio, el día 28.
E l día 27 habrá un gran acto de afirmación en el Tibidabo, donde se
yergue el Tem plo Expiatorio Nacional profetizado y en cierto modo iniciado
por Don Boscc.
Pedimos oraciones por su éxito feliz.
4 —
DIA DE LA PRENSA CATOLICA
Coincidiendo con la festividad litú rgi
ca de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,
la Iglesia celebra el día de la Prensa y de
la Inform ación Católica.
Entre las m últiples armas empleadas
por San Juan Bosco en la difusión del
bien y en la im pugnación del mal, nin
guna tan poderosa como la de la Pren
sa. medio en su tiem po el más poderoso
para ponerse en contacto con las con
ciencias a cuya form ación d irigió todos
sus esfuerzos.
A u n en nuestros días es reconocida por
todos la labor realizada por el gran edu
cador al compás de las máquinas que en
sus talleres de artes gráficas no cesaban
de lanzar a la corriente del pueblo m i
llares de libros y folletos de carácter form ativo; díganlo si no esos editores ho
landeses que en fecha reciente han que
rido para sí el patronazgo de San Juan
Bosco sobre su labor.
E n el últim o Congreso de Cooperadores
celebrado en M adrid, tratóse ampliamen
te el tema de la prensa católica dentro
del marco del dogma y de la moral. Nues
tros Cooperadores no solamente han de
coadyuvar a la difusión de la buena pren
sa m ediante sus aportaciones económicas,
sino que han de contribuir en prim er lu
gar a que en sus propios hogares impe
ren y campeen aquellos libros, diarios y
revistas que se distinguen por su m atiz
lim piam ente cristiano y católico.
Afortunadam ente, en nuestra 'P atria
no tenemos que lam entar la difusión de
lecturas perniciosas que constituyen la
pesadilla de la sociedad en otras nacio
nes, pero no estaría de más un poco de
examen de conciencia sobre la índole de
los impresos que a veces traspasan los
umbrales de hogares que se profesan
cristianos. Con frecuencia en las b ib lio
tecas particulares no dejan de estar pre
sentes ciertas obras y ciertos autores que
bajo indudables m éritos de form a encu
bren sus ataques contra el dogma y con
tra las sanas costumbres, y lo más lamen
table del caso es que en numerosas oca
siones estos libros, dentro del hogar, se
encuentran al alcance de todas las ma
nos.
Ninguna fecha más a propósito que es-
El E m b ajad o r de España en A rgentina,
D r. A ifaro, impone al Padre Ragiicoi la
encom ienda de Isabel la C atólica en nom
bre del Gobierno español.
ta de la Prensa Católica para iniciar un
período de selección entre nuestras lec
turas, ya sean diaros, ya sean revistas,
ya sean periódicos u obras de carácter li
terario o de mero pasatiempo extendien
do esta vigilancia a cuantos medios de
difusión em plea hoy la técnica moderna
como son la radio, el cine y la televisión.
N orm a segura en esta selección será el
conocer que los medios de difusión que
llegan a nuestro hogar aceptan plena
m ente lo dispuesto por la Iglesia en esta
tan im portante materia.
Una ve z saneado el ambiente del pro
pio hogar en lo que a la buena prensa
y a la recta inform ación se refiere, nues
tra m áxim a aspiración ha de ser cooperar
con la Iglesia m ediante el em pleo de tod c « los medios de difusión a implantar
la paz de Cristo en el R eino de Cristo.
— 5
Orgaiiizanón de los Cooperadores Salesianos
(R e u n im o s en este a rtícu lo todo lo referen te a este im portante asunto)
L a idea de «cooperación» o colaboración
do elementos seculares estaba tan arrai
gada en la mente Don Bosco, que des
de el principio de su apostolado la puso
e:i ejecución.
Kn efecto, si él pudo ser sacerdote, fué
por la cooperación de muchos.— Cuando
hubo terminado sus estudios en el Se
m inario y fué ordenado sacerdote, se
le ofrecieron inm ediatamente tres em
pleos halagadores. N inguno de ellos, sin
embargo, llenaba su corazón. Instintiva
mente sentía que le cortaban el v u e lo : él
había nacido con alas bastante robustas
para planear por espacios de universali
dad. Consultó con su director espiritual,
San José Cafasso, y éste le dijo resuelta
m ente: «V en ga al Convitto (Convictorio)
Kclesiástico y perfecciónese en predica
ción y en pastoral».
Kra el Convitto una especie de Colegio
M ayor eclesiástico, dirigido por hombres
tle extraordinario valer, entre los cuales
estaba el mismo Cafasso. Aunaba admi
rablem ente la teoría y la práctica, el es
tudio especulativo y, el ejercicio pastoral.
La flo r y nata del Clero joven era su
alumnado. E l curso duraba dos años. Ge
neralm ente se dedicaba la mañana al es
tudio e investigación y la tarde al m i
nisterio.
Cafasso llevó a su alumno a ejercerlo en
las cárceles, y particularmente en la Ge
nerala, que era el correccional de los me
nores delincuentes, regido con dureza, co
mo era de rigor en aquellos tiempos. Des
de las primeras visitas vió dos cosas el
genio de Don Bosco: l.*, que la mayor
parte de aquellos jóvenes eran malos por
que el abandono y el ambiente, su am
biente. los habían pervertido; y 2.» que
la sociedad entera estaba interesada en
el asunto, aunque no se diera cuenta. Vió
claro entonces el significado del «Sueño»
que había tenido a los nueve años, y la
misión que le destinaba la Providencia:
v ’ó los lobos y los corderos, las alimañas
feroces y las dulces ovejuo’.as; y se dijo:
«¿ Y esto, la depravación y la desgracia de
estos jóvenes, no se podía, no se debe
prcum ír?» Y al mismo tiempo compren
dió que esta no era obra de un individuo,
ni aun de muchos «individuos», sino obra
de cooperación y colaboración. El. desde
luego, se propuso «cooperar», en la recu
peración y redención de esos chicos, con
el alcaide, los empleados, el ministerio de
la Gobernación incluso. Y como a su mo
do de ver los sistemas educativos que allí
imperaban eran errados, propúsose tam
bién cambiarlos, persuadiendo a los alcai
des, a los empleados y al mismo ministro,
más con las obras que con las palabras,
haciéndolos así también cooperadores su
yos. La historia dice que tuvo éxito com
pleto.
Otro campo de experimentación en don
de Cafasso ejercitó a su discípulo fueron
los hospitales, y en especial el Cottolengo,
que ya entonces albergaba varios miles de
enfermos, de enfermedades de toda cla
se y variedad. V ió con dolor muchos jó
venes, con males repugnantes e incura
bles. Y también aquí se preguntó: «¿ Y
esto no se podía prevenir?» Y se dió a sí
mismo la respuesta: «Sí, con la educación
preven tiva: pero interesando a toda la
sociedad, porque esto es obra de «coopera
ción». Y se propuso cooperar allí con el
santo fundador y los que le a>oidaban. y
fuera de allí interesando a otros a coope
rar en prevenir los males.
Tanto en un sitio como en otro tuvo
admiradores, convencidos, que a su vez
se convertían en cooperadores suyos en
la tarea de educar preventivamente para
anticiparse al mal.
Curioso como era y con instinto social,
aprovechaba todo el tiem po libre para
estudiar, de visu, la sociedad turinesa en
toda su com plejidad. T u rín comenzaba a
industrializarse. Se construía muchísimo.
Había grandes ricos y muchos pobres:
grandes señores, empresarios acaudala
dos que iban a crear industrias; y obre
ros. proletarios, que acudían de todas
partes, atraídos por la ganancia y las ma
yores comodidades. Don Bosco halló mo
do de frecuentar los palacios y los tu
gurios, relacionarse con los capitalistas
y con los asalariados, y vió que tanto
entre los unos como entre los otros po
día hallar cooperadores. A d ivin ó proble-
IN T E N C IO N D EL APOSTOLADO DE L A ORACION: Que las ener
gías atómicas se empleen sólo en obras beneficiosas a la humanidad.
6
—
mas y hasta barruntó lo que luego se
llamaría «Cuestión s o c ia l»; y cuando al
go ir.ás tarde Carlos M arx lanzó su fa
moso m anifiesto: «Proletarios, unios»,
dijo a los suyos: «V e o avanzar sobre el
mundo una nube negra, m uy negra, que
amenaza sumirlo en ruinas». Y m anifes
tó su idea de que podía prevenirse, pero
«con la cooperación y la unión de todos
los buenos en la caridad de C risto». E l
manifiesto de M arx era un llamam iento a
la lucha de clases. Don Hosco intentaba
un llamamiento a la armonía social. Uno
V otro piden «cooperación».
A l dejar el Convitto, y luego de des
prenderse de los compromisos, comenzó
el intenso trabajo de realizar su misión
específica: buscar y educar a los niños,
especialmente a los periclitantes y aban
donados. Atraídos por su afabilidad, los
chicos acudían en tropeles a él, como las
moscas al dulce. Y no tan sólo los pobres.
Entonces, más que nunca, sintió que su
obra no podía ser individual sino de co
operación. Y la buscó. Y la tuvo. Los pri
meros, sus compañeros en el sacerdocio.
V su santa m adre: Mamá Margarita. Y
luego el patriciado y algunos comercian
tes, y artesanos, y no pocos jovencitos,
algunos de los colegios, otros, de las fam i
lias de la nobleza. Así, desde los primero.s ensayos, su Oratorio y sus Escuelas
tuvieron el carácter de una verdadera
«arm onía social».
Pronto hizo en su m ente una distinción
entre simples «bienhechores» y «coopera
dores». Los prim eros podían serlo todos.
V efectivam ente estaban los ministros,
no muy clericales, Rattazzi y los herm a
nos C avour; más tarde Crispí, Zanardelli, etc. Los segundos, tenían que añadir
la nota de «catolicism o acendrado y de
fervor religioso». Estos forzosam ente se
rian pocos en un principio.
La primera Unión
En 1850 ya los asoció en un sodalicio
religioso social. Eran siete, y les dió por
lema Da m ihi animas, el mismo que a la
Congregación que iba ya esbozando^
Poco a poco fueron aumentando. Y en
la m ente d el fundador surgió una nueva
idea: «L a s necesidades de la Iglesia y de
la sociedad aum entan: ¿por qué no dis
ciplinar a los socios y prepararlos de mo
do que puedan ser una ayuda eficaz de
los obispos y de los Párrocos en las ba
tallas por la fe y la caridad?'» L es mani
festó su deseo, invitándoles a colaborar.
Práctico cual era, les asignó objetivos
concretos: la mala Prensa había ya de
clarado guerra a la Iglesia y difundía
errores y corru pción; en el mismo l ’ iamonte la Iglesia Católica corría peligro
de verse suplantada por las sectas y el
ateísmo. L os Cooperadores batallarían
por la Iglesia creando y sosteniendo la
Buena Prensa. A sí surgieron las «L e ctu
ras Católicas» y el diario « L ’A rm onia».
Los Cooperadores trabajarían también en
ese campo. Los puso, pues, bajo el patro
cinio de San Francisco de Sales, y les dió
un reglamento, de pocos artículos, cuyas
bases eran tres: l.“. Era una Pía Socie
dad, principio de un consorcio en gran
de, que con la contribución moral y ma
terial de todos los socios y con todos los
medios lícitos, legales y concienzudos,
atendiese a todas las obras de beneficen
cia instructiva, m oral y m aterial más ap
tas y expeditas a im pedir que la im pie
dad siguiera avanzando, desarraigándola
posiblemente donde ya se hubiese insta
lado. 2.*^ Sería una Institución Laical, pero
sin exclu ir a los eclesiásticos y aun a
otros Religiosos que quisieran asesorarla
y cooperar según el espíritu y los fines
del instituto; 3.* que los aquí presentes,
de común acuerdo, se dividieran el traba
jo, torrando el nombre de «Prom otores»
y se empeñaran en la captación de nue
vos socios, pero con las }iecesarias caute
las pora no introducir elementos peligro
sos o de dudosa catolicidad. Fuera de es
to, cada socio conservaría su libertad y
responsabilidad individual y v iv iría en su
casa. Creciendo su número, serían un
buen ejército en manos de la .lerarquía
para las campañas del bien.
Intento de Congregación laical
Hemos dicho que esto .sucedía el año de
1850, hace algo más de un siglo. La idea
pareció atrevida, y el Santo se vió obliga
do a ponerle sordina. Los tiempos seguían
evolucionando. El comprendía siempre me
jor la necesidad o la conveniencia de un
«laicado católico disciplinado».
Y a que no le perm itían su asociación
laical o seglar, pensó incorporarlos en la
Sociedad o Congregación Salesiana, que
en 1864 había obtenido de P ío I X el «Decretum laudis», como una rama de la
misma, con el nom bre de «Socios exter
nos». E l Capítulo V I de nuestras Reglas
d e c ía :
« l. ° Cualquier p>ersona, aun v iv ie n
do en el siglo, en su propia casa, en el
seno de su propia fam ilia, puede perte
necer a nuestra Sociedad.
— 7
Comentando este artículo, decía algo más
tarde el Cardenal Mauri: «Gran cosa es
ante Dios esta cooperación. El cooperador
atiende a los asuntos de su casa, a los
deberes de su empleo, hasta a sus hones
to.? pasatiempos. Y en tanto, ¿qué sucede?
Moralmente y en cuanto al mérito, él tra
baja en la persona del Salesiano. Con él
evangeliza a los infieles, asiste a los le
prosos, protege a nuestros emigrantes. Con
él predica, confiesa, catequiza, maestro y
educador en los colegios, en las escuelas
profesionales y agrícolas. Con él funda ora
torios festivos, abre escuelas de artes y ofi
cios, da abrigo al obrero, al huérfano y lo
encamina por la vía de la honestidad y
del trabajo. Con él, expurgando y publi
cando Lecturas Católicas, lecturas amenas
y recreativas para la juventud y pueblo y
facilitándolas 'con bibliotecas circulantes,
ayuda mentes y corazones a la restaura
ción cristiana»; y hoy añadiría: «y al implantamiento del mundo mejor».
L o definitivo
E n tre tanto, la masonería se había per
feccionado y el socialismo avanzaba. Don
Bosco, sin variar las bases, acomodó a
los tiem pos y circunstancias su sodalicio,
dándole el nom bre de «U n ión de San
j'rancisco de Sales», y declarando expre
samente que su espíritu será la gloria
de Dios, y su distintivo «la caridad ope
rosa en beneficio del prójimo, especial
m ente el más necesitado». Y anadia«N in g ú n ramo de la ciencia se descuida
rá, si contribuye a la finalidad de la
U nión».
De v iv a voz explicó sus designios al
Padre Santo; y cuando lo hubo hecho.
P ío I X exclam ó: — ¡B ravo! Si esto es
una masonería santa!— Sí, Padre Santo
pero sin secretos ni segundas intencio
nes. Y de hecho quedaba aprobada la Pía
Unión
de los Cooperadores Salesíanos..
2® N o hace ningún v o to ; pero pro
Para que lo fuera tam bién de derecho,
cura practicar las reglas que sean com
el Fundador se dió a buscar comendati
patibles con su edad, estado o condición,
cias de los señores Obispos. Y como la
como sería hacer y fom entar catcquesis,
obra era evidentem ente buena y útil,
prom over la difusión de buenos libros,
en tiem po relativam ente b reve reunió
prom over triduos, novenas, ejercicios es
muchas, con lo que la Pía Unión fu é o fi
pirituales y otras obras de caridad que
cialm ente aprobada en 1874. A P ío IX
m iren especialmente al bien espiritual
le agradaba tanto, que le pronosticó un
de la juventud y del llamado pueblo bajo.
rápido crecim iento en todo el m undo; y
3.
® Para participar de los bienes esla colmó de favores espirituales.
Don Bosco le dió el subtítulo de «A s o
pirituales de la Sociedad Salesiana es
ciación de buenas ob ras...» «M ed io prácti
preciso al menos que cada socio haga
co para fom entar las buenas costumbres
promesa al R ector de empeñarse en aque
y ayudar a la sociedad c iv il».
llas cosas— especificándolas— que estim e
E insistía: «N osotros los cristianos de
más convenientes a la m ayor gloria de
bemos unirnos en estos difíciles tiempos,
Dios.
y de común acuerdo prom over el espíri
4.
® Esta promesa no obliga bajo pena
tu de oración, de caridad activa con todos
de pecado m ortal ni venial.
los medios que la R eligión suministra pa
5.
® Todo m iem bro de la Sociedad Sa-ra rem over o al menos m itigar los ma
lesiana que por m otivo razonable salie
les que a cada m om ento pueden poner
re de ella, puede considerarse como
en peligro las buenas costumbres, sin las
m iem bro externo de ella y participar de
cuales la sociedad camina a su ruina».
sus bienes, con tal que practique la par
Y cuidó de su sólida organización.
te de las reglas prescrita para los ex
a) L a P ía U nión será ante todo un
ternos».
modo de santificarse, casi un estado de
vida cuyo espíritu será el de San Fran
Si la Sagrada Congregación de Ritos y la
cisco de Sales: caridad, mansedumbre,
de Obispos y Regulares hubiesen aprobado
firm eza.
este Capítulo, la Unión de los Cooperado
b) Su finalidad inm ediata: el ejerci
res habría quedado definitivamente orga
cio activo e inteligente de la Caridad.
nizada. Pero... se ve que los tiempos de
los Institutos seglares no había llegado. Don
c) Vínculo de unión será la Sociedad
Bosco tuvo el dolor de ver rechazada su
Salesiana, bajo cuya dirección queda.
tentativa «mientras se estudiaba mejor»,
d) Pero no propiamente para el ser
aunque a Pío IX le había gustado, pero,
vicio de ella, sino para el servicio de la
como él mismo se lo dijo: ni el Papa
Iglesia: Jerarquía: Párrocos, Obispos.
puede todo lo que quiere.»
Santa Sede.
Pasaban los años y su idea seguía en
e) Cada socio debe tender a la i>erestudio. Las cosas de palacio...
8
—
i
\
i
fección cristiana, como lo hacen los reli^osos, pero en su propio estado y con
dición.
f) Rezarán cada día un Padrenuestro,
A vem a ria y G loria P a tri en honor de'
San Francisco de S ales; tendrán dos
reuniones generales cada año, y en ellas,
la Conferencia Salesiana.
g) Procurarán hacer cada mes el
Ejercicio de la Buena M uerte y al menos
cada dos años los Ejercicios Espirituales.
h) L a P ía Unión tendrá un órgano de
información y form ación: el Boletín Sa-
lesiano.
i) L a Asociación se recom ienda a los
señores Párrocos y a los señores Obispos.
j) Donde haya Casas salesianas, el cui
dado de organizar las asociaciones loca
les toca a su director. L a Casa salesiana
será su centro. Donde no las haya, ese
derecho es del señor Párroco.— L o s Ins
pectores o Provinciales Salesianos y
también las Salesianas— que por su ofi
cio visitan frecuentem ente las casas, de
ben interesarse por la P ía Unión en ca
da una de ellas y superdirigirla.
l ) Apenas haya algunos cooperadores
en un lugar, se nombrará un nDecurióny),
Muns. R aspantí, $. D. B., Obispo de Rodeo
que será, en lo posible, un sacerdote, pa
del Medio.
ra su gobierno. A éste le toca registrar
los nuevos socios y en viar sus nombres
indulgencias parciales y plenarias con
al Salesiano encargado en cada región,
cedidas en gran número, sin excluir la
quien a su ve z los transm itirá al Centro
plenaria diaria llamada del Trabajo, to
general, condición indispensable para el
das aplicables a las benditas Alm as del
logro de las indulgencias y demás p rivi
Puigatorio.
legios.
m ) Se ruega a los señores Obispos
Don Rúa estableció los «.Celadores y
nombren, a ser posible entre los seño
la:* Celadoras^, y dispuso que un núcleo
res Canónigos del Cabildo, un nDirector
de celadores form ara un «C om ité».
Diocesanos de los Cooperadores Salesia
Don R in aldi perfeccionó e insistió en
nos.
la distinción entre Bienhechores y Co
n) E l Superior de los Cooperadores es
operadores.
el R ector Mayor de los Salesianos, pues
V arios Congresos internacionales se
constituyen de hecho y de derecho una
han reunido para perfila r esta organiza
como Tercera Orden de la Fam ilia Sa
ción, que funciona, perfecta, en varios
lesiana. P o r conducto de él están unidos
países.
a la Santa Sede.
Com o se ve, es una organización je
rárquica perfecta.
Las esperamos de P ío X I I
ñ) Tod o católico, al cum plir dieciséis
años, puede ingresar en la P ía Unión, ha
Su Santidad P ío X I I , después de estu
biendo conocido el Reglam ento y hecho
diar detenidam ente los documentos de
la petición, personal, de ingreso.
Sar Juan Bosco sobre la P ía Unión, tuvo
o)
La s Comunidades reli^ osa s pue a bien reunir en Castelgandolfo un gran
núm ero de ellos, el 12 de septiem bre de
den i>ertenecer a la P ía U nión de los
1952 y, recalcando sobre las normas del
Cooperadores Salesianos, bastando que el
Fundador, urgirlos a su reorganización
Superior haga la demanda.
p)
Tod o cooperador salesiano disfruta en el mundo, pues, díjoles. la Iglesia esp>era mucho de ellos y el mundo necesita
de los mismos favores espirituales de la
Congregación, entre ellos las numerosas
de su obra.
— 9
i^áleskiu
L(is 7.1 años de la Congregación Salesiana
en España
CüRDORA.— E l 1 de mayo celebró el Cole
gio Salcsiano de Córdoba el L X X V aniver
sario del establecim iento de la Obra de
San Juan Bosco en España. A las ocho
de la mañana se celebró en la Iglesia de
María A uxiliadora una Misa de Comu
nión general oficiada por el M u v R e ve
rendo señor don José M aría [Doblado,
Inspector provincial. A las 11 y media
la Escolanía del Estudiantado Teológico
de Pesadas interpretó un solemne T e
Deum de acción de gracias. Asistieron
al religioso acto el Exemo. Sr. Goberna
dor C ivil don Juan Victoriano Barquero
Barquero: Exemo. Sr. Gobernador M ili
tar de la plaza, general don José Sotelo
G arc'a: lim o. Sr. A lcalde de la ciudad,
don Antonio Cruz Conde y otras auto
ridades v representaciones.
Seguidamente se procedió por parte
del Inspector Provincial a la bendición
del nuevo pabellón de fachada del Cole
gio. y ampliación de los locales dedica
dos a los bachilleres.
A continuación se celebró en el patio
u !‘ festival gim nástico que fu é precedi
do por el Him no a Santo Dom ingo Savio coreado por todos los colegiales. H i
zo uso de la palabra el Vicepresidente de
la Asociación de Antiguos Alumnos, don
.losé M. Ortiz Juárez. L a rondalla del Co
legio de la localidad unida a la de Po
sadas interpretó diversas piezas musica
les. Después del alm uerzo de confrater
nidad al que asistieron numerosos A n ti
guos Alumnos, el Cuadro A rtístico «San
.luán Basco» puso en escena la aplaudi
da comedia «L a historia se repite».
10
—
A r é v a lo .— E n el Salón de L a Esperan
za de esta ciudad tuvo lugar el prim er
acto conm em orativo del L X X V aniver
sario de la venida de los primeros Salesianos a España, revistiendo caracteres
de extraordinaria solemnidad. Un nume
roso público ocupó el espacioso local. En
el escenario artísticam ente adornado
campeaba la figu ra de San Juan Bosco.
La presidencia estuvo constituida por el
alcalde de la localidad, don Lucas Go
me j F o r ta fo ; jueces de Prim era Instan
cia e Instrucción y Comarcal, señores
Am unátegui y A rg ü ello ; inspector del
Magisterio, don Celestino M in gú ela; di
rector del Colegio Salesiano, don Santia
go Ibáñez y párroco de Santo Domingo,
don Manuel Galán.
H izo uso de la palabra en prim er tér
mino don Manuel Galán, que habló de
la pedagogía salesiana y sus éxitos. Se
guidam ente el señor M ingúela pidió al
auditorio su colaboración desinteresada
a la obra salesiana. Don Lucas Gómez
F'ortado hizo una semblanza perfecta del
Santo Fundador de la Congregación Saíesiana y de sus métodos de form ación
aplicados a nuestros tiempos.
F’inalizó el acto con las palabras del
D irector del Colegio Salesiano que, entre
otras cosas, hizo esta categórica afirm a
ción: «Querem os lleva r la sim iente sa
lesiana de San Juan Bosco a todos los
rincones de esta ciudad, que para eso
estamos.»
En uno de los entreactos se interpre
taron algunos números musicales y de
declamación.
Fiestas a M aría A uxiliadora
De espléndidas podemos calificar las
fiestas celebradas en A révalo en honor
de M ar.a Auxiliadora. Tras un solemne
triduo el día 24 comenzó con un alegre
repique de campanas que anunció a los
arevaleses el día de la M a d re ; desde muy
temprano las Comuniones repartidas en
U Iglesia del Colegio fueron numerosísi
mas.
A las diez y media de la manana fué
entusiásticamente recibido el Excmo. se
ñor Arzobispo de Valladolid, Doctor Gar
cía Goldáraz. De A v ila llegaron el E x
celentísimo Señor Gobernador C ivil, P r e
sidente de la Diputación; Presidente de
la I. N. P. y Consejero N a c io n a l; D ele
gado Nacional del I. N. P., Juez de P r i
mera Instancia de A vila . E n compañía
de las autoridades locales pasaron a la
iglesia del Colegio.
Seguidamente el Excmo. Sr. A rzob is
po procedió a la consagración del altar;
a continuación comenzó la misa oficiada
por el párroco de Santo Domingo, R e
verendo don Manuel Galán, ocupando
la sagrada cátedra el Rvdo. P. Evaristo
Martín, del Sem inario Diocesano de A v i
la. Tras la cerem onia religiosa, las auto
ridades recorrieron las distintas depen
dencias del Colegio.
V después de ju gar un amistoso parti
do de pelota, en que intervinieron el se
ñor Gobernador civil. Presidente de la
Diputación, D irector del Colegio Salesiano y A lcalde de A réva lo, en que no hubo
ni vencidos ni vencedores, se reunieron
con todos los salesianos y estudiantes en
una comida de fraternidad, en la que
reinó la más sana alegría.
Los alumnos del Colegio amenizaron
la sobremesa.
G u ía (Gran Canaria).— L a N ovena en
honor de M aría Auxiliadora, celebrada
en la ciudad de Guía, ha resultado con
curridísim a; la procesión la podemos ca
lificar de verdadera apoteosis, no obstan
te ser el prim er año que se celebra. Los
sermones del N oven ario estuvieron a car
go de los P.P. de la Comunidad, siendo
la iglesia insuficiente para contener al
público.
Los días del triduo comenzaron con un
Rosario de la A urora que emocionó al
vecindario al escuchar las voces argen
tinas de sus propios hijos los alumnos de
nuestras Escuelas. E l día 24 hubo cua
renta prim eras Comuniones y se repar
tieron cien comidas a otros tantos niños
necesitados. Term inada la procesión que
•I corrió las principales calles de la ciu
dad, en m edio ael m ayor fe rvo r y en en
tusiasmo, se leyó la Consagración a la
V irgen en el am plio patio del Colegio.
L a t a n d iu .a (Palencia).— Desde el año
1927 funciona en este pintoresco pueblo
de la provincia de Palencia la Archicofradía de María Auxiliadora. En 1933, el
Excelentísim o don Agustín Parrado, obis
po entonces de Palencia, quedó en su
visita pastoral gratam ente impresionado
del funcionamiento de los Coros, por lo
que en 1934, con los consiguientes per
misos y aprobación de nuestros superio
res, lo que hasta entonces había sido una
m era Asociación Mariana pasó a ser ofi
cialm ente A rchicofradía de María A u x i
liadora.
En 1946 se renovó la prim era Junta y
en el presente año se ha nombrado nue
va directiva recayendo la Presidencia en
la señorita Liberada María Cuevas Gue
rra, hermana del benem érito Coadjutor
Salesiano don Absalón Cuevas.
Este año los cultos en honor de María
A uxiliadora han revestido un esplendor
extraordinario. El día 28 de abril p.p. so
celebró la fiesta titular de Nuestra seño
ra cantando sus glorias el Salesiano R e
verendo Padre ^lanuel Díaz Ledo, que
entusiasmó al pueblo de Latandilla con
su palabra y fervor mariano.
E l párroco del pueblo, Kdo. don Eeliciano Valles, gran am igo y admirador
de la Obra Salesiana, presidió los actos
Eucarísticos que clausuraron las fiestas.
G U IA — Aspecto de la procesión.
—
11
ViGO.— La barriada viguesa de San Ro
que ha celebrado con extraordinario fer
vor y entusiasmo las fiestas en honor de
María Auxiliadora, siendo lo más destaca
do la solem ne procesión que recorrió la
populosa y pintoresca barriada. Con la
im agen de M aría Auxiliadora hicieron su
devocional desfile las de San Juan Bosco
y Santo Dom ingo Savio. Hacían escolta a
la carroza de Santo Dom ingo Savio los
alumnos salesianos y a la de San Juan
Bosco varios centenares de Exalumnos.
L a Archicofradía de María Auxiliadora,
acompañaba al paso de su Reina y Ma
dre. Varias bandas de música formaban
en el desfile. Numerosas alfombras de flo
res matizaban la carrera, labor a la que
contribuyó el vecindario en pleno.
V ic o .— Colegio de San Matías .— L a in
comparable ciudad gallega ha honrado a
M aría Auxiliadora con actos sin prece
dentes en la localidad. Entresacamos del
prestigioso diario «E l F aro de V ig o ».
« L a grandiosa m anifestación de amor
que V ig o ha tributado a M aría A u xilia
dora no ha tenido igual en los años trans
curridos, en el día de su festividad. Des
de que se abrió el tem plo a E lla dedica
do el desfile de fieles fu é incesante, pro
siguiendo esta fervorosa manifestación
durante toda la mañana.
A las once de la mañana tuvo lugar
la función principal actuando de preste
oficiante el P rovin cial de los Salesianos
M u y Rdo. P. E m ilio Corrales, ocupando
la Sagrada Cátedra el M agistral de Valladolid Muy R vd o I. Sr. Dr. Don Eduar
do Sánchez Hernández.
A las 12 de la mañana el Cuerpo P e
ricial de Aduanas honró a su Patrona
asistiendo a una función religiosa.
P o r la tarde tuvo lugar la solemne pro
cesión que fu é presenciada por numero
so público. Desde muchos balcones se
arrojaban flores al paso de las imágenes
A l regresar a su tem plo el procesional
desfile cantóse una Salve popular y el
D irector del Colegio Salesiano dió las gra
cias a los concurrentes y a cuantos ha
bían contribuido al éxito de los actos ce
lebrados en honor de María Auxiliadora.
P uerto R eal (Cádiz).— Han revestido
extraordinaria brillantez y fe rvo r los ac
tos que la Comunidad Saíesiana, Institu
ción Sindical y Archicofradía de María
Auxiliadora han dedicado a su amantísima Madre.
L a inclem encia del tiem po obstaculizó
G U IA .— Desfile de los alumnos.
la salida del Rosario de la A u rora anun
ciado para la mañana del domingo.
Durante toda la mañana las comunio
nes repartidas en la Capilla del Colegio
fueron numerosísimas.
A las siete de la tarde tuvo lugar el
desfile procesional.
A brían marcha los Flechas N avales de
Cádiz con cornetas y tambores siguiendo
la artística carroza de Santo Dom ingo
Savio y alumnos del Colegio, niños de
Prim era Comunión, fieles. Junta de Go
bierno de A ntigu os Alum nos Salesianos,
Congregaciones Marianas, Comunidades
Religiosas, A cción Católica, Sección de
acólitos y paso de la V irg en bellam ente
at lom ado e iluminado.
L a presidencia oficial era ocupada por
el prim er teniente de A lcalde, don Fede
rico G óm ez; Rdo. señor Cura Párroco,
don Salvador M ateo; director de la Ins
titución Sindical, don U lpiano Irazoz, R ec
tor Saesiano, don A n ton io S ard ón ; H er
mano D irector de las Escuelas Cristianas,
presidente de la Asociación de Lourdes y
personal y profesorado técnico y adminis
trativo del Colegio. Cerraba el cortejo la
banda de música de C om etas y tambores
de Educación y Descanso de Cádiz.
12
á
L o s actos term inaron en los jardines
de la Institución donde el pueblo enfer
vorizado cantó el Him no a María A u x i
liadora.
Huesca.— E l dom ingo 2 de junio p.p.
se celebró en esta ciudad la festividad
de M aría Auxiliadora, siendo el acto más
sobresaliente del program a de actos la
procesión que recorrió las principales ca
lles de la ciudad. Form aron en ella Co
fradías y Congregaciones Marianas, re
presentaciones de Comunidades religiosas,
Archicofradía de M aría Auxiliadora, E x
alumnos de Don Bosco y alumnos de las
Escuelas.
E l religioso desfile fu é presidido por
el Párroco de la Catedral M u y Rdo. don
V icente Arnal. L a presidencia oficial es
taba integrada por el lim o, señor A lca l
d e ; teniente Coronel Castro, en repre
sentación del Gobernador M ilita r; secre
tario de la Diputación P rovin cia l y con
cejales, señores Goded y Bagé. Cerraba la
marcha la Banda de música de la Residen
cia P rovin cia l de Niños.
E l fervoroso desfile fu é contemplado
por un numeroso público estacionado a
todo lo largo de la carrera.
A l regresar a su tem plo se cantó una
salve popular y el R . P. A lcorta, C. M. F.
pronunció unas palabras de despedida a
la Santísima V irg en y de agradecim iento
a cuantos habían contribuido al esplendor
de estos cultos.
G erona. Copiamos del diario «L o s Si
tios».— H a cambiado la táctica del tiem
po esta semana. Estábamos acostumbra
dos a v e r cómo se sucedían los domin
gos lluviosos. L a pasada fiesta dom ini
cal se presentó soleada. E l firm am ento
experim entó
claridades
precisamente
cuando la V irgen Auxiliadora, rodeada de
P U E R TO REAI___ El paso de la Virgen.
una m ultitud de fervorosos, era paseada
triunfalm ente en procesión por los patios
del Colegio Salesiano. Estas fiestas de la
gran fam ilia de Don Bosco son ya tradicio
nales en la ciudad y los fieles esperan an
helantes ios finales de mayo para acudir al
Santuario a rezar a Nuestra Señora y pre
senciar el espectáculo religioso del home
naje a E lla dedicado.
En honor de Santo Domingo Savio
E ajA .— E l día 19 del p. p. la ciudad de
Ecija celebró una jornada íntegram ente
dedicada a honrar a Santo Dom ingo Sa
vio.
P o r la mañana, a las nueve y media
y en el patio de los Bachilleres del Co
legio Scilesiano, artísticam ente engalana
do tu vo lu gar la Santa Misa oficiada
por el M. I. Sr. A rcipreste de la ciudad.
Doctor don R o gelio R odríguez, asistien
do las autoridades locales y toda la ju
ventud astigitana. E l acto resultó emo
tiv o y en extrem o brillante. En lugar
destacado aparecía la angelical figura de
D om ingo Savio, lograda en un magní
fico cuadro de grandes proporciones de
bido al singular artista y A n tigu o A lu m
no Salesiano señor Herrera.
L a s Comuniones fueron m uy numero
sas. U n Padre del Colegio fu é explican
do las cerem onias por m edio de un equip<' de a lta vo c ^ .
Seguidam ente todos los niños de Ecija
(S i¿ u e en la pá¿. 20.)
—
13
El Revdmo. Rector Mayor en Venezuela
(y^onclusión)
Visitadas las obras salesianas de Valen
cia y Naguaaagua, el 20 de febrero el Rec
to.' Mayor parte nuevamente para occiden
te, y precisamente para CORO. Esta ciudad
es la más antigua de VenezueCa y una de
las pocas que conservan su aspecto colo
nial. Es la capital del «Estado Falcón» y
sede episcopal de nuestro Hermano Mons.
Iturriza Guillén. Las especiales condiciones
de su suelo, más bien pobre, la habían de
jado un poco al margen del progreso. Pero
en estos últimos años se ha transformado
rápidamente y tomado excepcional impor
tancia porque en la Península de Paraguaná, que ocupa la extremidad norte de la
nación, confluye la mayor parte de los
T A n iB A .— Coisgiaies caballeros escoltan al
Revdmo. Rector Mayor.
14 —
oleoductos que llevan el petróleo de di
versos yacimientos; se yerguen grandes re
finerías y se acumulan depósitos del pre
cioso combustible. Como por encanto han
brotado acá y allá graciosas ciudades, con
prados y jardines y agua abundante, con
ducida desde lejos por numerosas tuberías.
Y como ei agua todo <lo transforma, la
hasta entonces árida península es hoy un
primor. Las residencias de los ingenieros
y altos empleados alternan con las de los
obreros, inenos suntuosas, pero no me
nos cómodas y «confortables», lo que hace
que todos estén contentos y no piensen
sino en trabajar y gozar de ios bienes que
Dios ha derramado sobre la tierra o que
el hombre ha «creado». Centenares de bar
cos se ven surcar a lo largo de ías costas,
procedentes de muchas naciones, especial
mente de los Estados Unidos, a quienes
pertenecen las refinerías y la mayor parte
del petróleo, por haber obtenido la mayor
parte de «las concesiones».
Con su celo incansable Mons. Iturriza
ha edificado, entre otras obras, un sober
bio Colegio, que lleva el nombre de
«P ío X II». En sus cercanías ha levantado
también un Oratorio Festivo y un centro
profesional para las artes mecánicas, muy
bier. dotado, pero que espera maestros de
arto y cultura general para poder iniciar
en serio sus tareas como Escuelas Pro
fesionales. En JuDiB.ANA la Compañía «C reó
le» le ha cedido al Obispo un grande con
junto escolar llamado «Centro Religioso»,
con modernísima iglesia, bautisterio, edi
ficios para obras asistenciales, y las resi
dencias para los Salesianos y Salesianas.
Un conjunto grandioso, pues, destinado a
hacer un gran bien a los empleados y obre
ros y a sus hijos, que afluyen en gran
número al Centro Religioso. Los alumnos
y alumnas pasan del millar.
Una gran multitud aguardaba a nues-
ti'o Superior en el aeropuerto, con las au
toridades religiosas, militares y civiles ai
frente.
,
Terminada la lectura del decreto que lo
proclama Huésped de honor, se forma un
largo cortejo para acompañarlo a la ca
tedral. Es ésta la más antigua de yenezuo'a y del continente. Sube al pulpito el
Obispo' y le da la bienvenida. En seguida
se entona el T e Deum, y rodeado de ni
ños jóvenes y obreros, pasa nuestro Su
perior a la «Plaza de B olívar» para ofren
dar una corona al Padre de la Patria. Por
la tarde visita detenidamente el Colegio
Pío X II, el Oratorio Festivo, el centro pro
fesional, el co.egio de las Salesianas y la
modestísima casa del Obispo.
,
A l día siguiente pasan a Judibana. El
recibimiento es calurosísimo, no sólo por
parte de nuestros chicos y chicas, sino de
todos los empleados y representantes de
la Compañía, que lo desean «huésped de
honor» en el «Club de los forasteros», y lo
acompañan a visitar las refinerías y los
enormes depósitos diseminados a lo largo
de la playa.
,
^
i
E l venerado superior los felicita por el
progreso técnico y el floreciente porvenir
de aquella tierra tan bendecida por el Se
ñor- pero aún admira más el oculto he
roísmo de nuestros Hermanos y Herma
nas, que, siendo tan pocos, y en un clima
ardiente (más de 3-í° todo el añol desarro
llan una prodigiosa actividad. En efecto,
para más de mil alumnos y alumnas apenas
hay tres salesianos y tres hijas de María
Auxiliadora, que además de las clases or
dinarias, dan cursos nocturnos a 200 obre
ros y mantienen un muy movido Oratorio
cotidiano.
,
E l 22. Don Ziggiotti remonta el vuelo
hacia el extremo sur de los Andes vene
zolanos, haciendo escalas en L as P iedras
V M aracaib ». Esta última ciudad, la segun
da de la república por importancia, está
en un auge extraordinario, no obstante su
calurosísimo clima y la humedad de su lla
nura. Hállase en la embocadura del lago
y golfo de Maracaibo. de cuyas aguas sur
gen hacia el cielo numerosísimas torres que
delatan otros- tantos pozos de petróleo y
forman una verdadera selva metálica. El
oro negro, en su mayor parte, se encanala
aquí y se lleva a la ya citada Península de
Paraguaná.
En el aeropuerto de San A ntonio una gran
turba de jóvenes aclaman al Rector Ma
yor. Proceden jdel Colegio Salesiano de
Cúcuta, Colombia, y de los- de las Hijas
de María Auxiliadora de San C ristób .a u
la ciudad fronteriza. Se les han añadido
antiguos alumnos, cooperadores repre
sentantes de las autoridades, amigos, cu
riosos. Fórmase una larga columna de co
ches, que. como cinta multicolor, se des
envuelve por una carretera pintoresca so
bre los flancos de una colina, contrafuer
te de la cadena de los Andes Orientales.
En I ndependencia el párroco, antiguo
alumno salesiano, al trente de toda su
feligresía, le da un férvido saludo en
nombre de toda la población, y lo invita
a visitar la artística iglesia, que ha sido
embellecida con las obras de los alumnos
de una escuela profesional que ha fundado
y dirige con métodos sa.lesianos. Estos jó
venes aprenden cerámica, escultura, eba
nistería y tejido.
, , ^
Llegados a San C ristóbal , capiUU del Es
tado federal de Táchira. Don Ziggiotti re
cibo el dip.oma de Huésped de nonor de
las manos del Presidente del Consejo Mu
nicipal. Entretanto una escuadra de jine
tes con divisa folklorística, acompañan a
«Don Bosco V I», cabalgando fogosos po
tros Así se llega a T áriba , graciosa villa
sobre los Andes, sede de un floreciente y
ya histórico Colegio Salesiano, que se glo
ría, no sin r^ ó n , de tener un imponente
número de Antiguos Alumnos, muchos de
los cuales ocupan posiciones cimeras, como
el embajador venezolano ante la Santa
Sede Dr. Julián Díaz González, el gober
nador del Estado, el Presidente de'l Ban
co Obrero, instituto bancario importantí
simo en todo Venezuela...
En la cercana San Cristóbal, tienen las
Hijas de María Auxiliadora un hermoso
y muy acreditado Colegio, del cual fué pri
mera directora la Madre Nilde, Consejera
hoy del Capítulo Generalicio. Tan imponen
te es el número dé alumnas que ya se im
pone un nuevo Colegio.
En Táriba y San Cristóbal el Rector Ma
yor transcurre dos días serenos entre lo&
alumnos.
E l día 24 vuela a M érida , capital dol Es
tado del mismo nombre, situada en mag
nífica posición a los pies de la cordillera
más elevada de Venezuela. El «Pico Bo
lívar». con sus 5.002 metros ere altura, os
tenta siempre su cabeza empenachada do
nieve, no obstante hallarse en pleno tró
pico. La temperatura es fresca, y el paisa
je sugestivo por las florestas que lo cir
cundan y los flancos de las mont^añas muy
bien cultivados. Predomina la caña de azú
car. A cinco kilómetros de la ciudad surge
nuestro «Instituto San Luis», que acoge 150
jóvenes, de los cuales son muchos los que
aspiran a la vida salesiana.
La llegada del Rector Mayor a Mérida
toma los caracteres de un acontecimiento
insólito. Hácelo más lisonjero el cielo lim
písimo, lo imponente de los montes, el aire
balsámico. Los Padres Jesuítas, que tienen
en las cercanías un importante centro de
educación, están ampliamente representa
dos. Están allí, también, todas las autori
dades estatales, municipales, militares y ercolares. El Presidente del Consejo lee y
confiere el títuío «Huésped de honor».
La primera visita del Rector Mayor es
para el Colegio de las Hijas de María Auxilia<5ora. Aquí se le ofre<^n simbólicas
flores de oro. El Exemo. Sr. A r z o b l ^ .
— 15
En A lta m ira , cantando con sus 9S
En el Liceo San José de los Teques
ios alum nos ofrecen a l Rvdmo.
Rector M ayo r un festival gim nás
tico.
Doctor Chacón, y su Obispo Auxiliar, lo
reciben con grande afabilidad. E l Rector
Magnífico de la Universidad lo acompaña
a visitar las modernas edificaciones diel
Ateneo, que ostenta con legítimo orgullo
su aula magna, sus magníficos pabellones,
las dotadísimas aulas de odontología, que
le garantizan el segundo puesto entre los
de América del Sur. LrOs pabellones de la
Facultad de Ingeniería de Montes son una
auténtica maravilla.
Con nuestros jóvenes del «Cou^io San
Lu is» pasa Don Ziggiotti horas de intimldan familiar, coronadas con una afectuosa
academia y la representación de una pre
ciosa zarzuela de nuestro maestro Alcán
tara.
Reanuda el vuelo con dirección a V a LE«u el día 26. Pasamos por encima de las
montañas admirando las cresterías de los
Andes, los profundos valles, por donde cu
lebrean los ríos, las extensas seCvas y las
casas, todas con techos centelleantes!
Valera es la segunda ciudad del Esta
do de Trujillo, sobre el flanco occidental
de la cordillera, que desciende en suave de
clive hacia Maracaibo. El clima es cálido,
pero seco y sano. Nuestro colegio goza de
merecida fama, y muy pronto transportará
su sede a un sitio climático, en las estri
baciones de la montaña. El Rector Mayor
16
Con Mons. Itu rriz a , visitando las g randu fir
Paral ná
s »s las glorías del Padre.
Con el M. R. P, T a n ta rd in i, visi
tando las residencias de los Misio
neros del A lto Orinoco.
finerias de la Shell en la Península de
bendice su primera piedra, en presencia
de todos los alumnos y de todas las auto
ridades. Una vez terminado, se impondrá
por su amena posición, por la sobria belle
za de sus locales, la grandiosidad de sus
patios y campo de deporte, y por la mo
dernidad de su dotación escolar.
También en Valora tienen lugar hermo
sas manifestaciones de cariño y veneración
al amado Superior: recibimiento en el Co
legio, y en el palacio municipal, conferimiento de la hospitalidad honorífica, en
cuentro con los Antiguos Alumnos, los cua
les tienen a gala hacer la primera ofrenda
para el nuevo Colegio.
E l día 27 parte para B arquisimeto , capi
tal del Estado Lara y sede del moderno y
ya renombrado «Instituto de las Hijas de
María Auxliadora». La esperanza que te
nía Don Ziggiotti de pasar desapercibido,
es ilusoria. En el aeropuerto están todas
las autoridades y una gran multitud de
gente. Grandioso es eC recibimiento en el
amplio patio y en el elegante salón-teatro,
que se llena de alumnas vestidas de blanco
y de padres de familia, íntimamente com
penetrados con la obra.
Entre las sorpresas que aquí le aguar
dan, merece destacarse la de hallarse con
un grupo de antiguos alumnos del colegio
salesiano de Este (Italia) en el cual fué
él director de estudios. Uno de ellos, el
médico doctor Gastone Zanon, era allí, en
Este, célebre por su modo de cantar el fa
moso canto lo son bebé..., Don Ziggiotti
se lo recordó, y el médico... se lo volvió a
cantar. «Dulces recuerdos de inolvidables
días...»
Breves fueron las horas barquisimetanas. Volvemos ese mismo día a Caracas,
y al día siguiente remontamos* el vuelo
hacia el «Territorio Amazonas».
A los montes de la costa sucede la ín-
— 37
mensa llanura (los famosos «Llanos»), ba
ñada por el majestuoso Orinoco y sus
afluentes. Durante el período seco, su as
pecto es más bien desolador; pero duran
te la époíra lluviosa, se viste de esmeralda.
Nuestra Misión del A lto Orinoco se ex
tiendo desde P uerto A yacucho hasta San
Carlos , en los límites del Brasil, territo
rio vastísimo y en parte inexplorado. La
escasez del personal, el clima ardentísimo
y la falta de comunicaciones hacen muy di
fícil el trabajo.
Se comenzó en 1933 con siete Hermanos
capitaneados por al celoso Misionero Mon
señor Enrique Deferrari. Puerto Ayacuchn no contaba entonces más de 98 perso
nas. El campo salesiano se extiende hasta
L i P iedra Cocuy , en los confines con Co
lombia y con nuestra Misión de San Ga
briel. en Río Negro del Brasil. Con el des
arrollo de la Misión salesiana, también
Puerto Ayacucho creció y ahora cuenta más
do 3.000 habitantes, con edificios modernos.
Las tribus indígenas con quienes nuestros
Misioneros han podido entrar en contacto
corresponden admirablemente al trabajo
apostólico. S. E. Mons. García, españoíl, con
un celo que no conoce límites, ha infunriido nuevo vigor a la misión: ha cons
truido una catedral que se impone por su
grandeza y la gracia de sus líneas arqui
tectónicas. También la sede del Vicariato
ha cobrado un aspecto acogedor moderno.
A su vera se levanta el Hogar «P ío X I», y
no muy lejos, el «Instituto de las Hijas de
María Auxiliadora».
A la llegada del Rector Mayor, alumnos,
alumnas, fieles, antiguos alumnos corren
a porfía a darle la bienvenida, afectuosa,
cordial. Mons. García es el primero que sa
le a su encuentro con las autoridades civi
les y militares, porgue Puerto Ayacucho
es puerto militar y fronterizo. Con larga
fila de automóviles de acompañamiento, el
Rector Mayor es escoltado hasta la cate
dral. en donde el Vicario Apostólico toma
b palabra y narra la historia de la Misión
desde su principios. Responde el Rector
Mayor en correcta lengua castellana, como
ha venido haciendo desde su visita a Mé
jico.
El 1 de marzo puso la primera piedra del
Rofluemos por nuestras Inspectorías
Junio 30-6:
Julio 7-13:
14-20:
21-27:
2S41:
Agosto 4-10:
11-17:
IS * -
Cordobesa.
Húngara.
Oriental.
De las Antillas.
De Buenos Aires.
Córdoba (Argentina).
Bahía Blanca.
nuevo edificio, que surgirá al lado del Ho
gar Pío X I. Después recibió eí homenaje
de nuestros alumnos y por la tarde el de
las alumnas de las Hijas de María Auxilia
dora.
El día siguiente se dedicó a la Colonia
Indígena de N uestra Señora -de CIoromoto,
a 30 kilómetros de Puerto Ayacucho, en
plena selva. Los indios «Piaroas» y «Guaribos» ya tienen, gracias al ce-o de los Salesianos, una hermosa iglesia y una gracio
sa aldea. Los habitantes se ocupan en el
cultivo del terreno y la cría de ganado.
Esto los ha fijado, pues antes vivían vida
nómada.
L1 terreno es en sí árido y rocoso, pero
la presencia de una corriente de agua fres
ca y abundante abre el alma a no pocas
esperanzas.
Don Ziggiotti se co-mplace en entretener
se con los indios y presenciar una compe
tición de tiro al blanco con flechas.
De vuelta a Puerto Ayacucho, en el do
micilio del Ayuntamiento recibe el diplo
ma de' huésped de honor, y en la tarde del
2 de marzo asiste a la reunión de los A n
tiguos Alumnos, cuyo presidente es el Pre
sidente del Consejo Municipal.
Han pasado rápidos los días. El 3 hay
que volver a Caracas. Se les hace duro a
nuestros Hermanos, a los niños y niñas y
a los moradores de la Misión, que han pa
sado a su lado horas inolvidables. También
a él se le hace penosa la partida.
Para los Misioneros esa visita del Rector
Mayor ha sido como un don del cielo, ei
más anhelado, y estímulo potente para pro
seguir en su abnegada y heroica labor. Han
podido tenerle a su lado, escuchar su pa
ternal palabra y sabias directrices para la
marcha de la Misión.
Los días 4. 5 y 6 son de relativa calma.
Bien la necesitaba el Rector Mayor. Vuelve
a Los T eques para celebrar la Santa Misa
en la nueva bellísima iglesia de las Hijas
de María Auxiliadora, consagrada a su Ex
celsa Patrona.
De ahí pasa a saludar a los Hermanos y
alumnos del Liceo San José y del «Insti
tuto Domingo Savio». Se entretiene con los
Novicios de Santa María y hace un alto
en el lugar donde se levantará, muy pron
to, el nuevo aspirantado.
Retornando a Caracas, visita ía barriada
del Coche, donde se edificará una parro
quia en honor de Santo Domingo Savio
con un conjunto de edificios parroquiales
y de asistencia religiosa y social. El barrio
cuenta ya 20.000 almas y aumenta conti
nuamente.
E l 7 de marzo reúne en A lta >o b a a to
dos los Directores de la Inspectoría, y por
la tarde va a agradecer al Ministro de Jus
ticia. antiguo alumno nuestro, todas sus
atenciones, entre ellas el haber puesto a
su disposición su automó\il y el billete
VALERA . — En el Co
legio de Santo Tomás,
el Padre Z ig g io tti cam
bia impresiones con el
decano de los coadju
tores venezolanos, don
Pedro O. de Castro, na
cido en Curagao el 26
de abril de 1877. Maes
tro elem ental, hace la r
gos años ejerce su be
néfico apostolado en los
Colegios Saleslanos.
gratuito en los aviones. Luego una escapadita a los Teques para cenar con los
Hermanos del Liceo y dar las Buenas No
ches a los alumnos.
El 8 de marzo habla a todas las Directo
ras de las Hijas de M. A. de la Inspec
toría. Y a mediodía corresponde a la
invitación del Embajador de Italia.
Esa misma tarde se traslada al Aspirantado de Altamira, en donde tiene lugar
una triple manifestación: la entrega de
un:' copa-premio a los alumnos externos,
que se han distinguido entre 150 institutos
de Caracas por su generosidad para con
el óbolo de San Pedro; la bendición de la
Casa y la entrega de los diplomas y me
dallas a los padres de familia que han da
do hijos o hijas a las dos Congregaciones.
La hermosa función se ve realzada con
la intervención de las escolanías de can
tores de la escuela y de los aspirantes.
Acompañan en este acto al Rector Mayor
varios hermanos de distintas casas y S. E.
el Nuncio de Su Santidad, antiguo alum
no, Mons. Rafael Fom i, y el Vicario Apos
tólico de la Guayana Holandesa.
Vuelto a casa, tiene lugar el banquete de
honor, con la participación de 200 antiguos
alumnos, entre ellos los Ministros de In
dustria y Educación. Cierra este ágape
fraterno la paternal palabra del Rector
Mavor, oportuna y alentadora.
Él día siguiente. 10 de marzo, va a la
parroquia salesiana de Coche para cele
brar la santa Misa a los fieles, que tanto
lo deseaban v tienen la dicha de oír sus
sabias directivas para la educación de sus
hijos.
Con esta manifestación cierra su visita
en Venezuela.
El 11 de marzo Don Ziggiotti deja la Ins
pectoría, saludado por todos los Hermanos
y alumnos de la casa central, y los dos
Obispos Salesianos Iturriza y García. A l
aeiopuerto lo acompaña el venerando se
ñor Inspector don Tantardini, y toma el
puesto de éste el de Colombia, M. R. P.
Blanco, con quien parte hacia Bogotá.
Ha llegado el tiem po de las va
caciones : necesarias pero peligro
sas. «V a ca r» no quiere decir perder
el tiempo, sino «dedicarse a otras
ocupaciones
que
las
habituales»,
descansar sin perder de vista los
grandes intereses del alma.
Puede serviros a pa.sarlas bien el
bellísim o librito v.Vacacionesyt. que
ha preparado con este fin el Se
cretariado Nacional de las Com pa
ñías religioso-sociales de los Cole
gios Salesianos.
I N T E N C I O N M IS IO N A L : P o r las M isiones de la Oceania, en donde
los m isioneros se han hecho m arinos para poder atender m e jo r a sus obras
en los archipiélagos del Océano Pa cífico.
—
19
(V ien e de la p i ^ . iZ . )
asistieron a una función de cine en los
distintos salones de la ciudad.
A las dos de la tarde se celebró una
comida de hermandad organizada por
los Antigu os Alumnos.
A las ocho de la tarde tuvo lugar el
ejercicio de las flores y seguidam ente en
el patio principal del C olegio se proce
dió a la representación del Juguete lí
rico-musical «P a p elín », obra del P. Je
sús Escoto, con música de P. Juan N ie
bla, ambos Salesianos.
E l público prem ió con repetidos aplau
sos la actuación de los artistas.
T ossa db M ar (Gerona).— Con extra
ordinario fe rvo r y con la entusiasta co
laboración del Rvdo. señor C)ura Párroco
don Gumersindo Palahí, Cooperador Salesiano, se celebró el día 9 de marzo, en
el Colegio de M aría Auxiliadora, la fes
tividad de Santo Dom ingo Savio.
P o r la mañana del citado día, con l i
asistencia de los alumnos y alumnas de
las Escuelas Nacionales y del Colegio,
se celebró una Misa de Comunión en
honor del Santo.
E l orador sagrado hizo resaltar las v i r
tudes de Dom ingo Savio y en especial
su decidida voluntad de hacerse santo.
Seguidamente en el Salón de A ctos del
Colegio se proyectó y comentó la pelícu
la en colores «V id a de Santo Dom ingo
Savio».
Term inada la proyección la Herm ana
Dij*ectora distribuyó entre los alumnos
de las Escuelas Nacionales diversos preir ios otorgados a los vencedores en el
Certamen L itera rio celebrado en honor
del Santo Adolescente.
M adrid.— E l día 13 de m ayo p. p., en
el lugar denom inado «P o z o del tío R a i
m undo» en el barrio de Vallecas, han si
do inauguradas unas Escuelas con los
nombres de P ío X I I , Nuestra Señora de
Atocha y Santo Dom ingo Savio, todas
ellas dependientes del Patronato de Su
burbios.
S anta Cruz de T enerife.— E n las Es
cuelas Profesionales Salesianas de San
ta Cruz de Ten erife, durante los días 5,
6 y 7 se celebró una magna concentra
ción de juventudes Salesianas canarias
para festejar el L X X V aniversario de la
llegada de los prim eros Salesianos a Es
paña y el Centenario de la m uerte de
Santo Dom ingo Savio.
20
E C lJA .— Festejando a Sto. Dom ingo Savio.
E l día 4 llegaron por v ía m arítim a y
aérea los representantes de los distintos
Colegios Salesianos que funcionan en el
archipiélago.
A las 9 de la noche tu vo lugar el P re
gón de las fiestas jubilares desde los m i
crófonos de Radio Juventud, por el Ins
pector de Enseñanza Prim aria, don Juan
José Jim énez Sánchez.
E l día 5 a las 9 de la mañana se ini
ció el Congreso con el canto del V eni
Creator en la Capilla de M aría A u x ilia
dora. E l D irector del Colegio, R vdo. don
Lu is Hernández Casado, dió la bienveni
da a todos los Congresistas. Seguidamen
te se celebró la prim era sesión. A las
4 de la tarde se reanudó la sesión gene
ral.
P o r la noche, los alumnos del Colegio
de la Orotava actuaron por R adio Ju
ventud de Tenerife.
E l día 6 los Congresistas marcharon
de excursión a la Orotava en cuyo Cen
tro Salesiano se celebraron los actos del
Congreso.
P o r la tarde se celebraron diversas
competiciones deportivas.
T erm in ó la jom a d a con una nueva em i
sión radiofónica.
E l día 7 hubo una gran concentración
de juventudes en ios patios del Colegio
de Santa Cruz para asistir a la M isa de
Comunidad celebrada por el lim o. Mon
señor don Francisco H erraiz Malo, V i
cario General y P rovisor del Obispado
Nivariense. A l acto asistieron las auto
ridades locales. E n el altar campeaba la
imagen de Santo Dom ingo Savio.
A las 11 de la mañana en el Estadio
del C. D. T e n erife hubo diversos actos
deportivos.
A las 6 de la tarde se celebró solem
nemente la clausura del C ongreso en
el teatro Guimerá de la ciudad.
BODAS DE P LA TA SACERDOTALES
V alenha .— L a gratitud festejó en el co
legio salesiano de la calle Sagunto las bo
das de plata sacerdotales de su Director,
R everendo don Faustino Díaz.
A los actos que se celebraron en la
mañana del día 30 de mayo, como la
Santa Misa de campaña y el desayuno
ofrecido por la Asociación de Antiguos
Alum nos Salesianos, y que fueron presi
didos por nuestras prim eras autoridades
religiosas y académicas siguió un festival
V A L E N C IA .— Bodas de P la ta del P. Directo r: El acto religioso.
V A L E N C IA .— Bodas de P lata del P. Direc
to r: Festival gimnástico.
gim nástico-deportivo en los patios del
colegio, tam bién presidido por el excelen
tísim o y reverendísim o señor arzobispo y
representaciones de colegios y de asocia
ciones religiosas.
E l reverendo don Sergio Quintas Fcijóo hizo el ofrecim iento del acto, y e n
tregó al homenajeado el im porte de dos
becas sacerdotales perpetuas que lleva
rán el nombre de «Becas don Faustino
D íaz», y que son el obsequio que en es
te acontecim iento le ofrecen cuantos d e
penden de su dirección. L os alumnos de
prim er curso deleitaron a los numerosos
asistentes con unos juegos, uniendo a la
gracia de su desarrollo el tesón por la
victoria. Un alumno recitó una poesía
original dedicada al señor director, y por
los alumnos de sexto curso y preuniver
sitario se realizaron pruebas de atletis
mo
Los alumnos de las escuelas externas
presentaron tam bién unos juegos depor
tivos y plasmaron sobre el campo el
anagrama de un cáliz y una hostia, al
m ism o tiem po que el presidente de la
Asociación de A n tigu os Alum nos, don
R afael Ferrando, ofrecía en elocuentes y
breves palabras un hermoso cáliz y pa
tena.
—
21
N o se publican relaciones anónimas.
DE M A R IA A U X IL IA D O R A
D l' hanco.— Encontrándose con mucha gra
vedad una hija mía, la encomendé a Ma
ría Auxiliadora, y la curación fué rápida.
25 ptas de limosna.—Benigno García Mecías
B adalona.— Agradecido por un favor re
cibido de María Auxiliadora, envío 25 pe
setas para las Obras Salesianas.— C. L.
G ranada.— Me encomendé a María Auxi
liadora pidiendo auxilio para un hijo mío
que estaba opositando. Ganó las oposicio
nes. Entrego, agradecida, 1.200,75 ptas. pa
ra las obras salesianas.—Cecilia Ruiz Pérez.
Carabanchel .— Estando
estudiando
en
Guadalajara, fuimos una tarde con los niños
del Oratorio al monte, y nos pusimos a ju
gar. Yo estaba con los pequeñitos. Uno de
éstos encontró un objeto metálico, y me lo
enseñó para abrirlo. Una sospecha me asaltó.
¿Y si fuera un bomba de mano? Yo no cono
cía estos artefactos. La tomé en las manos.
Y otro chico se me acercó diciéndonos:
¡Cuidado, es una bomba! Efectivamente lo
El doctor don M igu el Rubio, presiden
te de la Sección de Universitarios y Gra
duados, integrada en la asociación, hizo
un elogio de la labor desarrollada por el
reverendo don Faustino Díaz en todos
los sectores y, en especial, en el de esta
sección de estudiantes. En su nombre
ofreció un álbum fotográfico con recuer
dos de los actos en los que ha interve
nido.
Una niña, benjamina de Acción Cató
lica, ataviada con el típico traje regional,
puso la nota simpática hacia su consilia
rio.
.Acto seguido, los alumnos bachilleres
hicieron su entrada en el campo y salu
daron al señor director con un himno,
realizaron una tabla de gimnasia educa
tiva. unos saltos especiales y. con maes
tría singular nos presentaron otro ana
gram a con estas palabras: «Bodas plata
direi'tor». al mismo tiem po que la banda
musical desgranaba una m elodía y un
antiguo alumno, don Salvador Arnal, re
citaba una poesía original, compuesta pa
ra esta ocasión.
El reverendo señor director, don Faus
tino Díaz, cerró este acto de homenaje
expresando su gratitud a cuantos en él
habían intervenido.
Misión Salesíana del Alto Orinoco (Vene
zu e la ).— El Rvdmo. P. Z ig g io tti y Monseñor
G arcía en la Colonia Virgen de Coromoto.
22
—
era. Y así pudimos evitar una desgracia
segura. Atribuí y, sigo atribuyendo esta
gracia a María Auxiliadora, a quien nos
encomendamos al salir de casa. Y le vivo
reconocido.— Santiago Rehollo, estudiante de
Teología.
G uadalaj-^.^.—^Agradecida a María Auxilia
dora por gracias que me ha concedido, y por
otras que espero recibir, entrego 500 pese
tas al Estudiantado Salesiano.— Luisa Re
cuero.
L a P eña (Salamanca).— Encontrándose en
ferma mi buena madre, acudí con fe a Ma
ría Auxiliadora, y Ella nos atendió favorab emente. Envío una limosna para la nueva
iglesia que se construye en Atocha.— Paula
Montes.
M.ad rid .— Estando haciendo mi hija unas
oposiciones difíciles, la encomendamos a Ma
ría Auxiliadora prometiendo una limosna pa
ra la iglesia que se está constru5'endo en ho
nor ae San Juan Basco en el Paseo de Extre
madura, y la buena Madre nos escuchó. Cum
plo mí promesa y envío 100 ptas.— Lina Ros.
M a d r id .— Doy
gracias a María Auxiliado
ra por dos grandes favores recibidos.— Jo
sefina Calle Coscolla.
O rense .— ^Viuda con tres hijos pequeños,
sufrí hemorragias que ponían en peligro in
minente mi vida. Mi hijo mayor, que se edu
ca en los Salesianos, le pidió a la.Virgen mí
salud, y Ella me la ha concedido. ¡Bendita
sea! Agradecida envío una limosna para su
culto.— F. Fernández v. de Vara.
PozüANTiGuo (Zamora).— Debo a María Au
xiliadora la salud de una persona querida.
Agradecido envío una limosna para su cul
to.— V. M.
R ipo ll .— Muy agradecida a María Auxilia
dora y a San Juan Bosco por gracias recibi
das. envío una limosna para su culto.— Ama
lia Miralles.
Salamanca .— iMás que gracia, verdadero mi
lagro considero la sensible mejoría de una
cuñada mía que tuvo que ser llevada de ur
gencia a una clínica. Invoqué a la Virgen y
puse una estamplta su5"a bajo la almohada de
la paciente. Y la Virgen intervino. Otras gra
cias nos ha concedido. Agradecida, envío
una limosna para su cu'to.— Piedad Ruiz.
S.AN J osé del V alle (Cádiz).— Viendo con
gran pena y sin poderlo rem ^ ia r, en gran
apuro económico a uno de mis familiares,
me acordé de María Auxiliadora, que ya me
ha socorrido en otras ocasiones, y su ma
ternal auxilio no se hizo esperar. Muy
agradecida envío una pequeña limosna, se
gún mis posibilidades, para su culto.— Ma
ría Cantizano de Vega.
S.A.N José del V alle (Cádiz).— Habiendo
recibido varios favores de María Auxii'.iadora, y no sabiendo cómo demostrarle me
jor mi agindecimiento, hago pública mi
gratitud, y envío una limosna para su cul
to, exhortando a todos los que se encuen
tren en alguna tribulación, acudan a Ella
con confianza, que ciertamente serán aten
didos. Gracias Madre mía.—Rosario Gómez
de Gojizález.
L a C oruña .— Doy gracias a María A uxi
liadora por un favor que me concedió, y
con la confianza de que me conceda otro
muy importante para mí, cumplo la pro
mesa de publicarlo en su Boletín.— Reme
dios Fernández. Cooperadora Salesiana.
M adrid .— Por devolverle la vida y la sa
lud a un amigo mío muy querido envío
10 pesetas para el culto de María Auxilia
dora a quien le encomendé con toda con
fianza.— A. Romea.
G ranada .— Prom etí a María Auxiliadora en
viar una limosna para las Misiones salesiañas si me concedía un favor importantísimo
para mí y que le pedía en su novena. Aun
que no me lo concedió a la primera no per
dí la fe y agradecida, pues al fin lo conse
guí, envío la limosna prometida.— A. Món
tala.
M urcia .— En mayo de 1937, mi hija En
carnación ise halló en estado gravísimo,
desahuciada por varios médicos. Afligidos
su madre y yo. recurrimos a María Auxi
liadora pidiéndole la salud de nuestra hija.
Fué necesario someterla a una dolorosa
operación, aunque los médicos opinaban
era inútil, pues sólo la podría salvar un
verdadero milagro; y el milagro se hizo,
quedando mi hija completamente bien. Hoy
agradecidos a María Auxiliadora cumplo
mi promesa, publicando esta gracia de la
Santísima Virgen, que desde entonces nos
ha seguido favoreciendo en todas nuestras
dificultades’.— José Cervantes.
V illalba del A lcor (Sevilla).— Mi madre,
enferma crónica de diabetes, sufrió un agu
dísimo ataque de reuma pulmonar, com
plicado con gran abundancia de albúmi
na. Lleno de fe en la Santísima Virgen,
puse una estampa de María Auxiliadora,
que conservo de mis tie m p ^ de estudiante
en la Residencia Universitaria Salesiana
de Sevilla, bajo la almohada de la pacien
te. y toda la familia rezamos tres avemarias
pidiendo alivio a los dolores de persona tan
querida. Esto era por la noche, y a la
mañana siguiente desaparecieron todos los
detalles de la enfermedad, y al presente.
23
cinco meses transcurridos, está satisfactoriamcmte bien. Hago pública mi gratitud a la
soberana Señora.— Antonio Sánchez-Mata-
moros, A. A. S.
M álaga .— Encontrándome gravemente en
ferma a causa de varias complicaciones in
ternas y después de oír el dictamen del
facultativo de que sólo un milagro podría
salvarme, acudí juntamente con mis fami
liares a la protección de la Santísima V ir
gen Auxiliadora con la esperanza de que
nos atendería. Y en efecto, la Santísima
Virgen no se hizo esperar devolviéndome
la salud, contra todo lo que temíamos. Por
favor tan señalado doy infinitas gracias a
tan buena Madre.— 0/íuo Gallego López.
M álaga .—Agradecida por un gran favor
recibido, manifiesto públicamente mi gra
titud a María Auxiliadora.— Josefa Pérez.
H uelva .—Doy las más rendidas gracias a
María Auxiliadora por la singular protec
ción que me ha dispensado durante m i en
fermedad y por el buen resultado de una
operación quirúrgica que he tenido que su
frir. Agradecida a tan buena Madre envío
una limosna y mando celebrar una misa.—
Isabel Mora.
A studillo .—Doy rendidas gracias a Ma
ría Auxiliadora por un singular favor que
me ha concedido, y sumamente reconocida
entrego una limosna para su culto.— María
García.
A studillo .— ^Por una gracia singularísima
■que María Auxiliadora me ha concedido,
le doy infinitas gracias y entrego una li
mosna para sus hijos los Aspirantes Salesianos.— Micaela Alonso.
V alencia .—^Agradecida por tres favores
recibidos de María Auxiliadora mando una
limosna para las obras salesianas.— Dolores
Senent.
B éjar.- Debiendo rendir unos exámenes
de alguna dificultad me encomendé lleno
do confianza a María Auxiliadora, que co
mo buena Madre escuchó mi ruego. A gra
decido hago pública mi gratitud y envío
una limosna para las obras salesianas.— £7n
devoto de María Auxiliadora.
DE SAN JU AN BOSCO
A licante .— Habiendo enfermado mi hija
la encomendé Heno de confianza a María
Auxiliadora por mediación de San Juan
Sosco. Mi hija goza hoy de perfecta salud
y yo inmensamente agradecido publico la
24 —
gracia y envío una limosna para las obras
salesianas.— Manuel Pastor.
Santiago .— Doy gracias a San Juan Bosco por un favor recibido.— Matilde Paz de
iVoguera.
A San Juan Bosco agradecemos su inter
vención en los exámenes de un hijo m ío en
concurso oposición.— Julián Garda.
DE SANTO D O M IN G O SA V IO
L a C oruña .— Agradecida a Santo Domin
go Savio por un favor concedido, entrego
10 pesetas para su culto y deseo se publi
que en el Boletín, según mi promesa, su
plicándole me siga protegiendo.— Remedios
Fernández, C. S.
Z amora.— Agradezco a Santo Dom ingo Sa
vio su intervención a favor de un hijo mío
enfermo.— Isabel Martín.
DE N UESTR O S
M A R T IR E S
G estalgar (Valencia).— d i Maestro Na
cional de Gestalgar (Valencia), don Jesús Latorre, antiguo alumno y profesor salesiano,
fuó intervenido urgentemente de una apendicitis crónica supurada, con vientre acuoso,
en peligro próximo de perforación, dando
lugar al cólico miserere.
En tan apurada circunstancia se enco
mendó, con la fe más profunda y la más
firm e esperanza de ser socorrido, al Reve
rendo don José Calasanz, su último Ins
pector y Mártir de Cristo. Y todos a coro:
el cirujano, las religiosas que le asistían
y demás testigos de la operación, proclaman
que es un verdadero milagro el haber sali
do tan bien de la operación, sin que apa
recieran complicaciones y permitiéndole es
tar a los catorce días de operado rebosando
salud y alegría como si no hubiera sufrido
intervención alguna.
Gustoso publica la gracia, para que sirva
de .ejemplo a otros y envía un donativo pa
ra la Causa de Beatificacón del P. Calasanz.
Jesús Latorre.
V alencia .— Agradecida al m ártir Rvdo.
don F élix González por un favor recibido
que atribuyo a su intercesión, envío un do
nativo para su causa de beatificación.— Con
cepción Cánovas.
P am pi .ona.— Agradecida por varios favo
res recibidos del Siervo de Dios, don Ja
vier Bordas Piferrer, hago público mi agra
decimiento y envío una limosna para ayu
dar a su causa de beatificación.— Ana María
Ochoa de Olza.
M IS IO N DE R IO NEGRO
Catequistas locales
T aracuá-A mazonas .— ^Escribe el P. Badalotti: «H e establecido un catequista para
cada centro de la Misión, por pequeño que
sea, y ahora, gracias a Dios, todas las tar
des se reza el Rosario en todas las poblacionesi y en muchos también las oraciones
de la mañana. Los domingos se hacen dos
instrucciones, mañana y tarde, sobre argu
mentos del libro «M i catecismo», y los ca
tequistas anotan las asistencias. E l Sr. Obis
po está entusiasmado, y también otros pa
dres imitan la iniciativa. Es el medio mas
eficaz, casi único, para llevar la instrucción
religiosa a todas partes, aún a los sitios
más apartados, se emplean barcas, jeeps,
aviones, como m ejor venga (ANS).
El poder de las tinieblas en las tie rra s de
infieles
(de los apuntes del P. Colcachini. Conclu
sión).
Chavantina -R ío das M ortes -M atto G rosso.
Además del Tabú y del Mana, el salvaje
teme tremendamente el maleficio. Maleficio
es, para él, enfermedad y muerte. Maleficio
es una fuerza oculta y misteriosa, que se
lanza contra determinada persona, por me
dio de fragmentos, jugos o productos vege
tales. Los salvajes saben muy bien cómo se
prepara. Creen que las almas «maléficas»
impregnan los vegetales y les transmiten
el terrible poder de hacer mal. Una hoja,
unt* astilla se transforma en sus manos en
una fuerza nociva, contra la cual no hay
defensa posible.
Cuando un individuo quiere vengarse o
deshacerse de un adversario, coloca secre
tamente una hoja, un ramito, una astilla
de una planta cuyos efectos funestos cono
ce, en el sendero por donde ha de pasar su
víctima, o, cautelosamente a las puertas de
las chozas, procurando que nadie se entere.
Tipos de la
Misión Salesiana del Assam.
Todos están persuadidos de que los otros
tienen también su secreto. Y de ello no se
puede hablar. Cómo se transmiten estos co
nocimientos y estos secretos, es cosa que no
he podido averiguar.
Es absolutamente cierto que el maleficio
existe, que se usa y que produce terribles
efectos. Es el arma más terrible de repre
salia entre los salvajes.
— 25
Un día un viejo cacique me quería per
suadir d'e este poder oculto. Yo me íe mos
traba completamente escéptico! El cacique
me invitó a una prueba. «Ven conmigo, y
te persuadirás». Un poco por contentar al
cacique, que era amigo leal, un poco por
curiosidad, lo seguí al Interior de la flo
resta. Llegamos al pie de una planta gran
de y frondosa, algo separada de sus com
pañeras de lia selva. El cacique me detuvo,
diciendo: «Espérame aquí un momento».
Desapareció entre la fronda. A l poco rato
reapareció con un ramito deshojado. «¿Ves
esto ramito? — díjome--. Es el .Jorubo que
voy a poner al pie de esta planta para ha
cerla morir. Dentro de unos días verás que
sus hojas se secan y la planta muere». Co
locó el ramito al pie del grueso tronco, in
crustándolo, para hacer m ejor contacto,
dentro de la corteza. Echó encima un poco
de tierra, Volvióse n mí, y me dijo: «Vá
monos ; ya está hecho; dentro de poco ve
rás. Tú dormirás dos noches, y el árbol
morirá».
El salvaje invocó al maleficio con el nom
bre de Jorubo.
Yo había controlado detalladamente to
dos sus movimientos. Nada se me había es
capado.
En casa se lo conté a mis Hermanos. T o
dos se rieroji, divertidísimos.
A l tercer día vino un Hermano, espanta
do, diciéndome: «¡V en ga, don Antonio,
venga! El árbol se está muriendo. Sus ho
jas amarillecen y caen...» Hice una mueca
de desconfianza. Corrí a ver. ¡Era verdad!
Busqué si había alguna causa externa de
la destrucción de la planta. Nada, fuera
de aquel ramito deshojado, incrustado en
la corteza y cubierto con un puñado de
tierra.
Cuando volví a casa, se me presentó el
cacique. Me miró con una sonrisa de triun
fo y me dijo: «¿ L o has visto? ¿Crees aho
ra? El Jorubo en nuesti'a mano hace esto
y muc'ho más. ¿Ves cómo no hay que' reír
Mona. C arretto con dos neófitos de T h a i
landia.
26
—
cuando oyes, contar lo que sucede en
nosotros? Con el Jorubo no haj’’ bromas.
Me sentí humillado.
«L o he visto — le respondí— . Sí, es co
tú dices. Hazme ver el arbusto del <
desprendiste el ramito. Deseo' conoce
Quisiera probar...»
E l viejo me miró sorprendido y burl
Meneó la cabeza emblanquecida. Hun
su mirada en mis ojos.
—Ven, pues — me dijo— . A ti te lo pu<
mostrar, pero de nada te sirve. En tus i
nos no tiene fuerza.
— ¿Por qué?, dintelo.
El indio aferró mi mano; me condujo
bosque, me enseñó el arbusto; arrancó
ramito y me lo entregó. Tómalo. Haz
prueba. Nada lograrás. Tú no eres borc
no eres hijo de bororq...
Me miró con infinita tristeza. Y di
«Vuestros espíritus no son malos como
nuestros». Dejó caer las manos, desofia
Y no dijo más nada.
Debo añadir que seorétamente hice
prueba del ramito: inoculé el Jorubo.
logré nada.
Confidencialmente me comunicó desp
el cacique que el Jorubo no .solamente
valía nada en nuestras manos, sino <
perdía todo su poder cuando se emplej
contra nosotros. Que do sabían por ex
riencia. A nuestra llegada a su territo
los bororos quisieron hacernos morir <
el Jorubo. Muchas veces lo 'intentar
Siempre inútilmente. Sus brujos más
perimentados lo probaron varias veces. 1
lo cual comprendieron que nosotros es
bamos protegidos por espíritus superioi
Por eso cogieron miedo y no intentaron
molestarnos.
¡E l terrible poder de las tinieblas exls
¡Vaya si existe!
Había en nuestra colonia del Sagrado
razón un individuo malo, muy malo. '
dos lo detestaban, como la peste, y lo
maban «Bope». Demonio. Mi buen amigo
cacique lo había muchas veces aconsejé
para que cambiara de vida; y que si at
lulamente no quería, se retírase a otra f
te. El hombre se encolerizó, imprecó, insu
al cacique. Dijo que sí. que se marchai
pero que volvería, y dejó entrever que
vengaría atrozmente. Todos quedaron ar
drentados. Sabían que era capaz de lo
Dió a entender que iba a ver al más tei
ble de los brujos, a quien se atribuían
deres superiores: bilocarse, trocarse en
ra o en serpiente cobra para vengarse. A
dían que aún lejos el brujo podía inyec
maleficio y muerte.
Y un día. sin decir nada a nadie, Der
nio se marchó con su familia.
Por la tarde me encontré con el caciq
y le recordé la amenaza de Demonio.
— N o temas —me respondió— , Demo:
no volverá nunca.
— ¿C<^o lo sabes?
entre
las.»
como
ú que
ocerlo.
►urión.
lundló
puedo
JS maujo al
icó un
iaz la
lororo.
dijo;
no los
5oliado.
ice la
to. No
?spués
ite no
o que
pleaba
expeitorio,
r con
taron.
ís exs. Por
estáriores.
’on ya
‘xiste’
lo CoD. Tolo 11aligo el
sejad'o
absoa parisultó
rharía,
[ue se
amelodo,
terrian po2n fie. Aña>^ectar
Democique,
o.
monio
—No, no volverá nunca. N i siquiera lle
gará a donde quiere ir.
— ¿Pero cómo lo sabes? — le pregunté
lleno de curiosidad.
— Te digo que morirá antes de llegar. Mo
rirá a dos jornadas antes del término de
su viaje.
—Pero si ha partido lleno de salud y fuer
za.
__No importa. Enfermará y morirá a dos
jornadas del término de su viaje.
Y bajando la voz, me confió: «Han colo
cado el Jorubo en su sendero».
Y sucedió como el cacique lo dijo. Demo
nio debía recorrer cien kilómetros para ir
de nuestra colonia al Sangroduro. donde
está la Misión de San José. E l viaje dura
ría una semana. Dos días antes de llegar en
fermó de un mal extraño, y murió.
Don Bálzola se lo vió llegar muerto, a
hombros de unos amigos que habían sali
do a su encuentro. Contra el Jorubo no
hay medicina. Mata fulmíneamente.
Digo mal. Lx)s salvajes conocen también
el remedio. Cuando por los síntomas cono
cen que ol Jorubo está en acción, examinan
diligentemente al enferm o; corren al bos
que y recogen hojas de un árbol que ellos
conocen. Con ellas restregan todo el cueroo
del paciente, y en pocas horas el herido del
.Jorubo, contra el que todos los recursos de
la medicina son impotentes, se cura. ¿Sera
&\ caso de decir que un diablo saca a otro
diablo?
Un joven de veintetrés años, sano y ro
busto. tuvo una de.savenencia con un ami
go Se insultaron y rompieron la amistad.
Un día el jovencito se sintió improvisamen
te m iiv mal. Perdía sangre por la boca, la
nariz, las orejas, los poros lodos: la hemo
rragia era incontenible. Se reunieron en
consejo todos los ancianos de la tribu. En
un principio supusieron que lo había mor
dido ailgún reptil, cobra o cascabel; pero
él aseguró que no. Todos convinieron en
tonces que era el Jorubo. Se miraron sin
decir palabra, uno de ellos se retiró, y a
poco volvió con unas hojas en la mano; lo
refregó con ellas, escupió encima; despu^
lo restregó lodo el cuerpo, y le puso «
montoncito de hojas bajo la espada. L o mi
ró sonriente y le dijo: «¡A m m o , pronto
estarás bien! T e he quitado de encima el
Jorubo». Minutos después es'- m ist^ioso nial
cesaba. A las pocas horas el indio estaba
sano y ágil como antes.
Las venganzas de los chavantes
Debo advertir que el bororo, para ven
garse aún de injurias atroces, no usa de
medios violentos; acude al Jorubo, que es
mucho más espantoso que cualquier arma
blanca o arrojadiza. E l chavante, por el
contrario, no bien sospecha el maleficio,
se venga despiadadamente con horrible
carnicería. Esto sucede e^ecialm ente cuan
do muere un jefe. Comienzan entonces a
esparcirse sospechas, nacen suposiciones.
En las altas horas de la noche los ancianos
del pueblo se reúnen en consejo secreto.
Discuten sobre la muerte dcl jefe; pasan
en reseña los rumores que circulan. Sobre
la base de los elementos recogidos, delibe
ran V sentencian. Si el sindicado está en
el piieblo, sobre éi cae la venganza ; deben
ajusticiarlo. Si en cambio se sospecha que
el Jorubo ha partido de otra tribu o po
blación. establecen inmediatamente un
consejo de guerra; preparan minuciosamen
te el asalto, y lo realizan sin tener en cuenta
S'i allí hay amigos o parientes; los habitan
tes deben m orir con ol cráneo destrozado,
y la población, exterminada.
En una grande aldea chavante, quizá la
mavor, cayó gravemente enfermo y murió
corno fulrninado el hermano del Gran Ca
cique Apoena. Los salvajes sospecharon que
era caso de Jorubo. El cacique Apoena se
cerró en un luto obstinado y en silencio
Misión de Fuiloro.— La vacada de la Misión.
absoluto. Dejó que el tiempo pasara. En
tre tanto corrían voces, afloraban sospe
chas. Una noche el terrible jefe reunió se
cretamente el consejo de los ancianos. Ha
bía que vengar Ja muerte del hermano. Se
examinaron todas suposiciones, y, a noche
muy avanisada, se dictó la sentencia. Los
culpables eran los mismos parientes del
difunto. Cuando se levantó la sesión, todos
los labios estaban sellados con el más invio
lable secreto; también quedaron secretísi
mos los nombres de los que debían admi
nistrar la justicia. Entre tanto, los conde
nados a muerte, sin saber nada, circulaban
tranquilamente, en un viv ir sereno, sin la
menor sospecha. Pasaban los días.
Una noche, la noche de la venganza,
cuando el pueblo todo estaba en silencio
y la gente dormía profundamente, dos cha
vantes entraron furtivamente en la choza
— 27
de los sentenciados, que eran cuatro. El
fuego ardía débilmente, alguna chispa cule
breaba en la ceniza. Cerca dormían profun
damente no cuatro, sino cinco hombres. A
mazazos les destrozaron la cabeza, tan ful
míneamente, que ni pudieron intentar la
mínima leacción. Los demás parientes, des
pertaron de sobresalto al ruido, ganaron el
bosque y caminaron días enteros hasta sen
tirse seguros. Los cadáveres de los ajusti
ciados fueron sacados a la intemperie para
que los cuervos los devoraran. Nadie, en
el pueblo, se atrevió a hacer el más leve co
mentario. Todos lo sabían, pero ninguno
hablaba. Sólo hablaban tácitamente, de
lia tragedia, los rostros demacrados y sur
cados por las lágrimas, de los parientes in
felices asesinados.
En otro pueblo chavante, cerca de nues
tra colonia de Santa Teresita, cayó grave
mente enfermo de pulmonía el buen caci
que Yorura. En pocos días lo arrebató la
muerte, sin que valiera medicina alguna.
Antes de morir recibió el bautismo. E l Se
ñor lo quiso recompensar porque el 20 de
septiembre, cuando yo, a orillas del río me
preparaba para celebrar m i Misa de Oro,
vino a mi encuentro amigablemente con
un grupo de chavantes y asistió devota
mente a la sagrada ceremonia. También ha
bía apoyado luego la fundación de una al
dea de chavantes cerca de la Misión.
Como dije, la enfermedad se lo llevó rá
pidamente. Los salvajes la atribuyeron a
maleficio. Las sosi>echas recayeron sobre
un individuo poco simpático en la tribu.
Era uno que hacia poco había enviudado,
y vivía con sus dos hijos. E l caso se dis
cutió en una sesión secretísima de los an
cianos. Pasaron dos meses. Una mañana el
hombre se fué al bosque a cazar. Dejó di
cho que volvería a la caída del Sol. No
se le volvió a ver.
Corrió la voz de que se había trasladado
a una aldea muy lejana. Un día uno de
nuestros dependientes, que buscaba un ca
ballo extraviado, topó con una escena ma
cabra: tres esqueletos blancos, yacían in
sepultos, con el cráneo destrozado. Com
prendimos la trágica verdad. Recogí y con
servo la cabeza de aquel hombre.
Otro hombre, sobre el que cayeron sos
pechas. trató de emigrar. En el camino fué
inmolado y dejado insepulto.
Contaré otro caso, que produjo un verda
dero exterminio en la selva. En un pobla
do distante de la misión, a más de cien
kilómetros, se desarrolló una epidemia que
mató bastante gente. Sospecharon de otro
pueblo, y sus habitantes fueron sacrifica
dos v el pueblo incendiado. Por casualidad
hallábase allí un indio de una misión cer
cana a la nuestra, con su hijo de (fiez años.
También el infeliz murió con el cráneo des
trozado. El chico pudo medio parar el gol
pe y huir, pero con un brazo partido y una
gran herida en el rostro. N o sé cómo, pero
28
—
pudo llegar a orillas del río, cerca de nues
tra misión. Inmediatamente fui a recoger
lo. Estaba todavía bajo el terror y con eQ
brazo medio infectado ya. Afortunadamente
pudimos curarlo. Meses después supimos
que también el pueblo agresor había sido
asaltado e incendiado.
Todo esto es tremendo. H e querido na
rrarlo en compendio. Mucho he reflexiona
do muchas veces sobre esto. ¡Pobres gen
tes, que viven en continua angustia, veja
das por espíritus malignos! E l demonio
ejerce sobre ellos un verdadero e innega
ble poder. E l bororo lo llama «Bope», es
decir, «cosa inmunda». El espíritu inmun
do. por odio contra Dios, tortura estas po
bres víctimas. Pero Dios tiene, sin duda,
grandes miras sobre ellos. Este pueblo, que
caminaba en las tinieblas, ha visto una gran
luz. Muy cerca está la grande hora de Je
sús y de su Madre benditísima. Se acerca
para ellos la libertad de los Hijos de Dios.
A ntonio Colbacchini,
Misionero Salesiano.
DOÑA E M IL IA A R O S T E G U I
La FUmilia Salesiana de Pamplona, y
con ella Navarra entera, está de luto. Acaba
de fallecer santamente en Buenos Aires
(Argentina) doña Emilia Aróstegui de Zubizarreta, hija única del gran patricio na
varro don Antonio Aróstegui, fundador de
las Escuelas Profesionales Salesianas de
Pamplona.
Este buen navarro, favorecido por Dios
con abundantes medios de fortuna, quiso
hacer algo grande para su querida Nava
rra, y no halló otro medio m ejor que tratar
d"» fundar, en Pamplona, unas escuelas pro
fesionales según los métodos de ese gran
apóstol de la juventud obrera: San Juan
Bosco.
Para ello se trasladó a la Patria desde
la lejana Argentina, en 1920. pero el Se
ñor lo llamó a sí en ese mismo año.
Sus queridos hijos, doña Emilia Aróste
gui, y su esposo, el prestigioso oftalmólogo
don José Manuel Zubizarreta, dando elo
cuentes pruebas de entrañable amor a su
difunto padre, se decidieron a poner en
vías de ejecución su acariciado sueño. En
diciembre del año 1926 se pudo ya abrir
al culto la capilla de María Auxiliadora.
Si Dios promete no dejar sin recompensa
uii vaso de agua dado por su amor, ¿qué
premio tan grande no tendrá en el cielo
€fste benemérita bienhechora de las Obras
Salesianas, que tan generosamente aportó
sus bienes para que pudiera realizarse esta
hermosa obra social que los hijos de San
Juan Bosco dirigen en Pamplona en favor
de la clase más necesitada: la clase obre
ra?
E l amor de doña Emilia a Dios, a Na
varra y a su padre, se conjugaron armó
nicamente en su alma prócer, viniendo a
ser la verdadera fundadora de las Escue
las Profesonales Salesianas, de donde han
salido ya tantas promociones de jóvenes
obreros que tan alto están poniendo el
nombre de la industria navarra. Estas ju
ventudes obreras, técnica y cristianamen
te formadas, serán la m ejor corona de glo
ria de su buen padre, don Antonio Arósteguh
y de su distinguida hija doña Emilia.
Por eso, como beneficarios directos de su
generosa caridad, todos los habitantes de
Pamplona, y aun de Navarra, debemos sal
dar esa deuda de gratitud ofreciéndole
abundantes sufragios por el eterno des
canso de su alma.
A su afligido esposo, don José Manuel
Zubizarreta, tan íntimamente identificado
con los generosos propósitos de su noble
esposa, nuestro más sentido pésame y la
promesa de nuestras fervientes plegarias.
DOÑA DOLORES C ARBO NELL
A los 60 años de una vida consagrada a
la piedad y a las buenas obras, pasó a me
jor vida esta excelente Cooperadora Salesiana. Desde que, niña, conoció la Obra Salesiana, se inscribió, como toda su familia,
entre los Cooperadores Salesianos. Fué
devotísima de María Auxiliadora y del Sa
grado Corazón de Jesús. Durante la Cru
zada tuvo que sufrir bastante; pero de
todos los peligros la libró el Señor. Durante
sus últimos años estuvo siempre delicada
de salud, lo que no le impedía sus devocio
nes y el hacer el bien, llevando sus dolores
con grandeza de alma y ofreciéndolos i>or
todas las intenciones de la Santa Madre
Iglesia.
^
.
Nuestro sincero pésame a todos sus fa
miliares.
DOÑA V IC E N T A C UÑAT, V IU D A ALBORS
Fallecida en Valencia a los 82 años, cua
tro sacerdotes salesianos han podido lla
marla «m a d re»: le deben la vida desde que
los ocultó en su casa de la Huerta, i Sólo
como hijos de Don Bosco, sin haberlos co
nocido, frente a las matanzas de la persecu
ción roja! i Cuando más temerosa andaba
por la suerte de sus numerosos hijos! Nun
ca quiso la menor compensación económica
a pesar de atender a los nuestros con es
plendidez incomparablemente superior a
sus posibilidades. E l Señor, que jamás pue
de dejarse ganar en generosidad, le salvó
a los suyos con varias intervenciones que
saben a milagro y ha bendecido a toda esa
familia tan salesiana, a la que ofrecemos
nuestras oraciones y las de nuestros alum
nos.
DOÑA T ER E SA
B O L ÍV A R
PIN O S
E l día 11 de abril, de madrugada, en
tregaba dulcemente su alma a Dios, en
Vigo, la distinguida y virtuosísima dama,
Cooperadora Salesiana, Excma. Sra. do
ña María Teresa Bolívar Pinós, viuda del
excelentísimo Sr. don José Barrei’as Massó,
de grata recordación.
Su muerte fué, como había sido toda su
vida, la de los justos, preciosa delante de
Dios. Fué una de esas almas tan modestas
y recatadas, que no gustan de hacer ruido,
siendo muchísimo el bien que realizó a to
da clase de personas e instituciones, que
ho>- lloran su pérdida. De trato exquisito
y extremadamente bondadoso, no permitió
nunca distinción alguna. Nuestras casas de
Formación, para las que entregó varias Be
cas y limosnas, y de una manera particular
la casa de San Matías de V igo saben de
su generosidad y cariño. Tenía deCicadezas
y atenciones de verdadera mamá. Eran sus
devociones preferidas la de María Auxilia
dora y de San Juan Bosco, a quienes ama
ba entrañablemente. En su última enferme
dad y serena agonía no quiso desprender
se de la estatuita de María Auxiliadora, y
con ella apretada en su mano voló a con
templar a la Virgen al cielo.
Tenía una ilusión muy grande, la de ver
terminado el retablo que se estaba mon
tando en esos días y para el cual había con
tribuido de una manera generosa. Estamos
seguros de que María Auxiliadora se lo
habrá ya recompensado largamente en el
cielo.
Descanse en paz y reciban sus hijos y
demás familiares la expresión de nuestro
sentido pésame y la promesa de nuestras
oraciones y recuerdo de tan bondadosa
Cooperadora Salesiana. Pedimos a todos los
lectores del B oletín una oración especial
por el eterno descanso de su alma.
*
CON LICENCIA ECIESÍA8T1CA
♦
— 29
IIIS P í CI o RIH
VOCACIONES
Es consolador el movimiento que se va
despertando en almas generosas que com
prenden oí don inefable de ayudar a la
formación de un ministro sagrado, pregón
y apóstol de la palabra y misión salvífica
do Cristo.
Nunca se ponderará bastante esta obra
do bien, nunca darán bastantes gracias al
Señor las tilmas generosas que la compren
den y se sacrifican para dar a su Iglesia
santos ministros del altar; es una gracia ex
cepcional pcKler contarse entre los elegidos
para cooperar a la obra de las vocaciones.
Es un signo de lia predilección de Dios.
Cooperar a la formación completa de una
vocación es entrar a participar, desde este
momento, en el apostolado que dicha vo
cación realice entre las almas. Cuando suba
al altar este predilecto del Señor, ha de
ver él la manos piadosas que le han ido
sostenendo hasta la subida aíi monte san
to. ¡Felices las almas llamadas a este apos
tolado fecundo de las vocaciones!
liECAS NUEVAS
Mártires Salesianos: 30.1KK) pesetas. La
costean las Escuelas- Profesionales Salesiana.s de Sarriá (Barcelona) para obtener la
protección especialísima de nuestros Már
tires de la Cruzada de Liberación.
P. Antonio A ivx'i 18.467 pesetas. Es
el homenaje pereitne que los Antiguos
Alumnos de la Casii do Rocafort quieren
hacer a la santa memoria del que fué direc
tor. enviado por el mismo D. Bosco para
aquella Casa de Barcelona. Están en este
momento tratando de completarla con sa
crificios de todos.
.4.'?oc»nrídN de Deiwtos de Moría AiirUiadora: Es una beca que están completando
los devotos de María Auxiliadora de la
ciudad de Valencia, que han comprendido
que es una forma muy hermosa de culto
a la Virgen de D. Bosco ofrecerle una vo
cación salesiana.
7?cca Don Faustino, 1.*; 30.(X)0 pesetas.
BECA DON F.4C7S7’/.VO, 2.*; 30.(XX) pe
setas.
30 —
DE
Son dos becas que los Antiguos Alumnos
y lamiharcs del Colegio salesiano de la
calle de Sagunto, de Valencia, han querido
ofrendar a su Director con motivo de su
jubileo sacerdotal. Sin duda, uno de los
números del bien organizado programa de
festejos que más hondamente ha quedado
grabado en el corazón del buen Director. No
es solamente muestra fehaciente de apre
cio. sino de un recto y bien orientado apre
cio, tanto de parte de las diversas seccio
nes de la Casa como de las mismas familias
de los Alumnos. No dejará de bendecirles
el Corazón de .Jesús, que tal generosidad
les ha inspirado.
OBRAS EN MARCHA
Han emprendido nuevo rumbo las obras
de la Casa de Campello. Se trabaja va con
más celeridad para verlas terminadas cuan
to antes, con el fin de poder albergar a
mayor número de aspirantes. Quiera el
Señor que no deban interrumpirse por fal
ta de medios.
Se trabaja con toda intensidad en la casa
de formación de Coadjutores de L A ALMUNTA DE IXJNA GODINA, Zaragoza, tanto
en las nuevas aulas como en la capilla que
va quedando ya terminada con la dignidad
que requiere la casa de Dios. Se van mon
tando con trabajo los talleres donde apren
den cerca de un centenar de aspirantes a
la vida religiosa salesiana.
Lo mismo sucede en Cabezo de Torres
(Murcia), donde .va se agita la vida de más
de un centenar de latinistas llenos de en
tusiasmo y nobles aspiraciones. Con las
nuevas obras se podrá dar cabida a mu
chos más ,v así irán engrosando las filas de
los llamados a la formación de la juventud.
¡Quiera bendecir el Señor a todos nues
tros Cooperadores y Bienhechores!
COOPERADORES SADESIANOS
El movimiento de los Cooperadores, gra
cias al Señor, va tcmiando algo de cuerpo
en nuestra Inspectoría. En la nueva revi
sión oue se está realizando con todas las
garantías de que pronto llegue a todos
cuantos desde años militan en estas pací
ficas filas de la tercera rama salesiana. se
ha lleeado a la no despreciable cifra de
1.300 fichas.
Para o c u p a r pr ov e c h o s a y a g r a d a b l e m a n f e los ocios
d e l v e r a n o , r ec om end am os:
B IB LIO TE C A D EL HOGAR C R ISTIA N O
Colección de 20 tomitos de 120 páginas en 8.®, con magníficas cubiertas a colores.
Asuntos variados e interesantes.
Precio de cada tomo: G ptas.
LEC TU R AS A M E N A S
De argumentos variados, siempre interesantes, en edlición económica. Volúme
nes en 8.“. de' 100 a 200 páginas.
Precio de cada tomo: de 3 a 8 ptas.
B IB LIO TE C A «H O RAS SE RE N A S»
Anhelada biblioteca para formar a los jovencitos, saciando cristianamente su
sed de aventuras, su afán de horizontes y para sustituir las peligrosas novelas de
quioscos.
Cincuenta elegantes volúmenes de unas 100 páginas, tamaño 13 x 19 centímetros,
ilustrados con profusión de grabados. Artísticas cubiertas a todo color.
Precio de cada volum en: 7 ptas.
B IB L IO T E C A «A M E N A JU V E N TU D »
Colección, en serie única, de 29 novelas históricas, escritas a propósito o arregla
das para que puedan ponerse en manos de jóvenes. Volúmenes de más de 200 pági
nas, tamaño 160 x22o milímetros, con profusión de grabados, cubierta fuerte y guarda
polvo a todo color.
Precio de cada tomo: 20 ptas.
Lotes de 10 tomos de lectura sarta // amena
Disponemos de varios millares de tom:lo.< distribuidos entre unos cincuenta títu
los distintos de unas cien páginas cada tomo.
Precio: Lote de 10 tomos, 20 ptas. (neto)
Pedidos o CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA - Alcrió. 1£4 - í partodo 9.134 - Teléf. 25 37 71 - WiDRID
OBRA PIA DEL SAGRADO C OR A Z ON DE JESUS
Fue fu n dad a por el p rim er sucesor de San Juan Bosco y benignam ente aprobada por Su
S antidad León X I I I el 30 de ju n 'o de 1888.
Con sólo la lim osna de C IN C O PESETAS se adquiere derecho a p a rtic ip a r de todas las
oraciones y buenas obras de la Sociedad Salesiana y a la A P L IC A C IO N DE SEIS M I
SAS, que se celebran todos los días, a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sagrado
Corazón de Jesús, en Rom a; dos en el A lta r del Sagrado Corazón, dos en el de M a ría
A uxiliado ra y dos en el de San José.
Los que se inscriben en la OBRA P IA pueden ap licar el fru to de estas misas a sí
mismos o a otras personas vivas o d ifu n tas, y v a ria r la intención cuantas veces
les plazca. U n a m ism a persona puede inscribirse repetidas veces renovando la li
mosna de cinco pesetas.
Las limosnas recibidas por este conducto destíñanse íntegras a promover la gloría de
Dios y el m ejoram ien to de la Sociedad, acogiendo a niños pobres y abandonados
p ara educarlos cristianam ente. Cada inscrito recibe su cédula de inscripción.
Las limosnas se en viarán directam ente, o por mediación de las Casas Salesianas, a la
Dirección del Boletín Salesiano, Alcalá, 1 6 4 -M a d r id , que tiene en España la re
presentación del Reverendísimo señor Rector M ayo r de los Salesianos.
Talleres Gráficos de EoiaoNss Ca s t il ia . S. A. - Alcalá. 126. Madrid
31
SANTA C R U Z DE T E N E R IF E .— En
Tenerife, durante los días 5, 6 y 7
lesianas canarias p ara fe s te ja r el
nos a España y el C entenario de la
las Escuelas Profesionales Salesianas de S anta Cruz de
se celebró una m agna concentración de juventudes Sa
L X X V aniversario de la llegada de los prim eros Salesiam uerte de Santo Domingo Savio.