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extracted text
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TURIN (Ita lia ).—LaBasitica de María Auxiliadora en la Casa Madre salesíana
levantada por Don Bosco. De ella se puso la primera piedra en el año 1863 y fué
solemnemente consagrada en el 1868. Fueron tantas las gracias concedidas por
María Auxiliadora durante su construcción que en verdad se pudo decir: «La
Virgen se ha fabricado su casa». Desde entonces es el punto de cita de todos los
corazones que laten movidos por el espíritu de Don Bosco.
V ID A DE SAN JUAN BOSCO
por los PP. L e m o y n e -F ie rro S. D. B.
Tenemos la satisfacción de anunciar a los admi
radores de las obras saleslanas y al público en ge
neral. que en este mes de mayo aparecerá la her
mosa, extensa y tan deseada VIDA DE SAN JUAN
BOSCO.
Está Impresa en las Escuelas Profesionales Sale
slanas de Barcelona y quiere ser un número en el
homenaje ofrecido al Santo y su Obra con motivo
de los 75 años de la llegada de los primeros salesianos a España.
En los 87 capítulos narra detalladamente la
Interesantísima vida del Santo, apareciendo en va
rios de ellos facetas del mismo, ignoradas casi por
conipleto hasta ahora. Varios índices facilitan su
manejo y consulta haciéndola inmensamente útil para la rápida preparación de sermones,
conferencias, buenas noches .,
Su formato es de 15x21; lleva 1.200 páginas de texto; 80 grabados fuera de texto,
en papel couché, de ellos 8 bicolores.
Encuadernada en tela con sobrecubiertas en cuatricromía. 190 ptas.
LETANIAS DEL SAGRADO CORAZON.—Breve comentario
Es el guión de la interesantísima fllmina del mismo nombre, impreso para venderlo
independientemente. No obstante su brevedad, ofrece abundantes pensamientos y co
mentarios que se leen con gran fruición espiritual y que pueden servir de esquemas
para meditaciones y pláticas sobre el Divino Corazón.
Precio: 5 ptas.
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Su lectura, el mejor medio para conocer qué son los Cooperadores Salesianos.
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EL ULTIMO DIA DEL MES EN HONOR DE SAN JUAN BOSCO
En ninguna familia amante del Santo dtí>e faltar este llbrlto, en el que encontrará
ejercicios piadosos para honrar al Santo.
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FILMINAS SAN JUAN BOSCO.—Esta Central Catequística dispone ya de 132 filminas
en tecnicolor con sus correspondientes guiones, esperando incorporar a sus catálogos,
en breve espacio de tiempo. 150 filminas más. La serie CATECISMO, casi ya completa, tie
ne publicadas 52 filminas.
Pida catálogos.
S u s p e d id o s a Central Catequista Salesiana. - Alcalá, 164. - M A D R ID .
s m s iM o
R E V I S T A
R E D A C C I O N
Año LXXI
DE
Y
L A S
O B R A S
A D M I N I S T R A C I O N »
DE
D O N
A L C A L A .
1 64
B O S C O
•
M AYO 1957
Mayo flo rid o .......................
Carta de Su Santidad P ío X I I
AL General de lo^' Salesia-
S
I ir n / ^ r iV ~ \
umanu:
3
n o s ....................................
4 -5
N oticiario Mundial Salesiano 6 -9
los cooperadores sales ,a » os 10
E spaña Salesiana ................. 11-19
M A D R I D
Número 5
Crónica de gracias ..............
De nuestras Misiones .........
R ecordando al V enerable don
20-21
22-26
Miguel R úa .......................
N ecrología ............................
"me^Se.
B ibliografía ...........................
27
28-29
30
31
MAYO FLORIDO
^Grandes cosas ha hecho conmigo el
Todopoderoso. P or eso lo engrandece
mi alma'd — exclamaba la Vrgen San
tísima en su. Cántico.
Ha hecho en Ella y con Ella la mara
villa de las maravillas, cual es la Encar
nación del Verbo.
Madre de Dios, Corredentora del gé
nero humano, con lo que la coloca por
encima de todas las jerarquías angéli
cas y la establece Reina de toda la
Creación.
E n sus sienes, la dignidad; en sus
manos, el poder. Como verdadera Ma
dre de Dios lo es todo y lo puede todo.
\Salve, Reginal
Todas las páginas de la Historia es
tán llenas de las manjestaciones de esta
realeza y de ese poder: omnipotencia
suplicante. ¡Cuántas victorias por su
intercesión, que han cambiado el ru m
bo de la H is to ria ! Y ¡ cuántas cada día,
cada instante, en las naciones, en las
familias, en lo ín tim o de cada alm ai
¡Cuánta confianza despierta esto en
los corazones; cuánta seguridad\
La vida de la Virgen fué un M agnífi
cat ininterrum pido. Versos y estrofas de
ese him no perenne fué cada una de sus
acciones, cada una de sus palabras, cada
uno de sus pensamientos, cada uno de
los latidos de su Corazón.
I Oh, si a ejem plo suyo fuese nuestra
vida ttrf!
—
3
Carta de Su Santidad PIO XII al General de los Salesianos
en e
Centenario de la muerte de Santo Domingo Savio
D ile c to F ilio
Renato Ziggiotti
SociQÍatis S . F ra n c is c i S a les ii
M o d e ra to ri G e n e ra li
P lu s PP. XII
Quemud7nodu?n Mariali vertcnte anno,
t¡uqm Nos ubique gentiuin celebrandum
indix'imus, primo exeunte saeculo a defi
nido Immaculatae Cojiceptionis B. Mariae
Virghüs dogrnate, (C/r. Litt. Ene. «Fulgens corona», A.A.S. X LV , a. 1953, p. 577
sq>) sujnrna laHifia affecti sumus qiiod
Nobis licuit in Petriani Fori majeslate,
ingenti adstante multitudine, Sonctormri
Caelitum honoribus adulescentem innocentissimntn decorare Dominicum Saino,
itn in praesens, primo exeunte saeculo
ex quo Ídem ad Saperos evolnvit, placet
admodum celebrationes ejusmodi partici
pare vestras, et christifideles omnes, eos
praeser^im, qui fuvenili aetade fruentes,
rite a vobis diligenterque instituuntur
atque educantur. paterno adhortari animo
ut carissimum hunc Joannis Bosco discipulum in exemplum intueantur.
Nihil prefecto pulchrius, nihil amabilius quam candida juventus, qnae mentís
nnitniquc ornamentis niteat, ac praesertim
sanctitatis splendoribus refulgeat. ut in
hoc Legijeri Patris vestri alumno contigisse laetamur. Cujas quidem vitam considerantibus nobis Providentissimus Deas
praeclarum voluisse videtur quasi specimen recta?. ilHus juvenilis institutionis
ediicationisque praebere, qua Salesianae
Societatis Conditor íon’ oncrc praestitit.
VLrdum siquidem in Hcligiosam Familiarn vvstram ingressus est. sai Magistri
manitis hortamentisque ultro ¡ibenterque
obtemperans. nihil uliud egP. nisi ad sanc
titatis apicem citatiore coiiidie grada contendit. Ad id spectat firmissima ejus vo
luntas quidquid jacturae ac vel mortem
ipsam tolerare potius quam qualibet peccati labecula foedarc oninnnn: ad id
spectat. impensissima pietas ergn Divinum
Hedemptorem Eucharisticis velis delitescentem, ejusque Satictissimam Matrem:
ad id deniqite spectat incensum apostola4 ^
A m o d o H ijo :
Del mismo modo que durante el Año
Mariano — cuya celebración dispusimos
para el mundo entero en el primer cente
nario de la definición dogmática de la In
maculada Concepción de la Bienaventu
rada Virgen María— Nos experimenta
mos grandísima alegría, porque nos fué
concedido, en la grandiosidad de la Pla
za de San Pedro, a la presencia de una in
mensa multitud, decorar con los honores
de los Santos del Cielo el inocentísimo
joven Domingo Savio; así, al presente, al
cumplirse el primer centenario de su vue
lo al reino de los cielos, nos es sumamente
grato compartir con vosotros las celebra
ciones en su honor y exhortar paterna
mente a todos los fieles, y en especial a
los que. gozando todavía de la juventud,
se instruyen y educan, con tanto cuidado
en vuestros Colegios, a fijar atentamente
la mirada como en su modelo, en este jovencito, queridísimo discípulo de San
Juan Bosco.
Nada, en efecto, más hermoso, nada
más amable que una cándida juventud
que brille por bellas cualidades de inteli
gencia y corazón, y sobre todo que res
plandezca por los fulgores de la santi
dad. como Nos gozamos en proclamar que
sucede en este alumno de vuestro Padre
y Maestro. Considerando atentamente su
vida, nos parece que Dios providentísimo
haya querido presentarlo como ideal lu
minoso de aquel recto sistema de educa
ción de la juventud, que en el Fundador
de la Sociedad Salesiana fué tan eminen
te. Pues apenas entró en vuestra Familia
Religiosa, secundando generosamente los
consejos y exhortaciones del Maestro, no
hizo otra cosa que correr, con paso siem
pre más rápido, al vértice de la santidad.
A esto mira esa su firmísima decisión de
soportar cualquier daño y la misma
muerte antes que manchar su alma con
la mínima mancha de pecado; a esto mira
su intensísima piedad para con el Divino
Redentor escondido bajo los velos eucaristicos y su devoción a la Santísima V ir
gen : a esto mira también esa viva llama
de apostolado con que se esforzaba por
todos los medios para alejar a sus coetá
neos de los atractivos del vicio, propios
ius studhim, quo suos aequáles ex juvenilibns vitioruvi illecebris obstrahere, cos
que una secum ad christianam assequendam virtutem revocare omni ope enisus
est. Quod autem peculiari modo hoc in adulescente placel innocentissimi onimi can
dor est, ejusque propositum validissimum
intaminatae pudicitiae lilium per totius
vitae cursum sen'andi incólume, ita ut
juventiiti nostrae salutariter praefulgeat,
fot hodie tantisque pericuUs insidiisque
circumventae. Eum igitur colant, venerentur atque aemulari contendant adulescentes potissimum optamus; iique nominatim,
qiii vestris curis, educandi commissi su7it;
ita enim fiel, aspirante juvanteque Deo,
ut casta, serena, hilara ac jortis juventa in
Catholicae Ecclesiae chñlisque societatis
spem feliciter succrescat.
Ad quod quidem efficiendum conferant
saeculares celebrationes. quae proximae
habebuntur, cupirñns: atque interea caelestium munerum auspicem, peculiarisque
benevolentiae Nostrae testem, cum Ubi.
dilecte fili. tvm cunctis Salesianae Societafis modera!oribus. sodalibus atque alumnis Apostolicam Benedictionem peramanter in Domino impertimus.
Plus
PP. X II
Xos permitimos un breve comentario
a este magnífico documento.
El día de la canonización, había Pío X II
hecho el elogio del jovencito santo, como
es de rigor en el rito. Ahora vuelve, de
propósito, y hace de él otro elogio, que
debe llenar de gozo y gratitud no sólo a
la P’amilia Salesiana. sino a todos los edu
cadores. a todos los niños del mundo, a
toda la estirpe humana, porque es la glo
rificación de la adolescencia, es la prue
ba irrecusable de que la naturaleza hu
mana. vivificada por la gracia y corres
pondida, es capaz d? las más sublimes
ascensiones.
El Sumo PonJfice no quiere que Do
mingo Savio. pasados los entusiasmos de
la canonización, vuelva a la sombra y per
manezca como escondido en el catálogo
del santoral. N o; quiere que, según las
miras de la Divina Providencia, brille en
' 1 firmamento como estrella directriz. La
»'.:veniud, amenazada de tantos, tantos pe
ligros. debe tener ante sí cun ideal», e
ideal asequible: y les presenta a Domin
go Savio, contemporáneo suyo, compañe
ro suyo, vestido como ellos visten, ocu
de su edad, y asociárselos en el esfuerzo
para adquirir la virtud.
Pero lo que agrada de un modo particu
lar en este adolescente es el candor del
alma inocentísima y su firmísimo propó
sito de conservar por toda la vida incó
lume el lirio de la pureza: de modo que,
efectivamente, brilla con toda eficacia ante
nuestras juventudes, tan acosadas por
todas partes de peligros y de asechanzas.
Es. pues, nuestro vivísimo deseo que
lo veneren, lo honren y se esfuercen por
imitarlo todos los adolescentes, en esp^
cial los que están confiados a vuestros cui
dados : pues así sucederá que, con el di
vino favor, crecerá fuerte y feliz, según
las esperanzas que en ellos tienen puestas
la Iglesia y la sociedad civil, una juven
tud casta, serena, alegre y fuerte.
A obtenerlo deseamos contribuyan efiCBzmente estas celebraciones centenarias.
Y entre tanto, como auspicio de dones
c.lestiales, y como prenda de nuestra parlicular benevolencia, con el más grande
afecto en el Señor, a ti, amado hijo, y a
todos los socios y alumnos, impartimos
de todo corazón la Bendición Apostólica.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el
día 31 de enero, fiesta de San Juan Bosco, el año de 1957, X V I I I de nuestro Pon
tificado.
Plus PP. X II
pado en las ocupaciones en que se ocu
pan ellos, recorriendo los mismos caminos
que recorren ellos en su diario quehacer, y
les dice: «Miradle, imitadle, haced como
él, y llegaréis a la meta adonde llegó él».
Todos lo reconocen; Pío X I 1 es el
P.-pa constructor, en constante anhelo de
guiar a la humanidad hacia «un mundo
mejor». Ahora bien: el mejoramiento del
mundo necesariamente comienza en la
juventud y por la juventud. No hay ilu
sión posible: si se quiere un mundo me
jor que el nuestro, menos egoísta, más ge
neroso. más bueno, hay que educar a la
juventud; y no hay educación posible si
se prescinde de los valores eternos. Para
que la educación sea eficaz, hay que ba
sarla en los pilares en que se ap>oya la de
Domingo Savio: el odio al pecado — por
el que viene la muerte— y el amor inten
so a la Eucaristía y a la Santísima Vir
gen, en cuya devoción se encenderá la
llama viva del aiX)stolado.
La Familia Salesiana en sus tres Ra
mas agradece al Papa, en nombre dé la
humanidad, este nuevo rasgo de paternal
cariño.
— 5
Los tres libros son apenas una mínima
parle de la actividad tipográfica de la
Ekiitorial Salesiana, que ha logrado im
ponerse a la atención y simpatía de todos
los católicos japoneses, y de muchos que
no son católicos; publica muchos libros
constructivos, de ciencia, historia y arte,
principalmente. Además, una revista pediódica i<Vida Católica», que tiene 13.000
suscriptores, cifra pequeña en proporción
con el número de las grandes revistas pa
ganas; pero no despreciable si se conside
ra la calidad de los lectores a quienes se
dirige. Reguemos porque éstos aumenten.
M o n s . V ic e n t e C im a t t i , el fundador de
la Obra Salesiana en el Japón, ha sido
condecorado por el Gobierno de I.alia
con la «Stella d’oro», «como justo reco
nocimiento de un treintenio de apostolado
religioso y humanitario con el cual mon
señor ha honrado a la Iglesia, a Italia v
a la Congregación Salesiana» (ANS).
Mons. Vicente Cimatti.
T o k io .— La «Don Bosco Sha» (Edito
rial) envió al Padre Santo, como «peque
ña prueba de inmenso amor y adhesión»,
tres libritos, ricamente encuadernados en
piel blanca de cordero; El Ntievo Testa
mento, la Imitación de Cristo y el Afisalito cotidiano de los fieles. Agradó tan o
al Papa el obsequio, que respondió con
una carta afectuosísima y una bendición
especial. Es que la prensa tiene suma im
portancia en la evangelización de los
pueblos.
6 ~
El Embajador, encargado de la imposi
ción, puso de manifiesto la gran ’.abor de
cultura realizada por la Iglesia Católica en
el Oriente; y viniendo al condecorado, de
claró que la Patria se sentía orgullosa de
él. que en treinta años de intenso trabajo
al frente de la Misión Salesiana, ha derra
mado tesoros de sabiduría y de amor.
La simpática figura del P. Vicente Cimaiti es bi€fn conocida. Fué el conductor del
primer escuadrón de Saksianos que fueron
al Jaoón. Su dinamismo y su extraordina
rio don de gentes se impusieron desde el
primer momento. Fué el primer Superior
de la Misión Independiente de Miyasáki. Y
cuando ésta fué elevada a Prefectura Apos
tólica (1935) fué su primer prefecto.
Merced en gran parte a la labor salesiana.
el territorio, en breve, se puso en posibilidad
de incorporarse a la Jerarquía Eclesiástica
Japoneí^a, y en 1941 monseñor se apresuró
a poner su cargo a disposición de la Santa
Sede para que nombrara un Preado japo
nés, quedándose en la misma ciudad y con-
tinuando con el mismo celo, retirado en su
Colegio, ayudando con su experiencia y su
humildad al Administrador Apostólico nom
brado. a pesar de las dificultades —o por
eso mismo— que la situación creaba. Dios
bendijo largamente su sabio desinterés.
Las cosas procedieron admirablemente; pa
ganos y cristianos contemplaron lo que
puede la caridad de Cristo.
Desde 1926 hasta 1949 el P. Cimatti fué
el Provincial de todas las Obras Salesianas
del Japón y Director del Estudiantado Filo
sófico y Teológico de Chófu. Dinámico en
extremo —al fin buen Salesiano— ha des
arrollado multiformes actividades.
En el campo propiamente religioso ha da
do vida a varias residencias misioneras;
fundó el Seminario Mayor de Miyasaki pa
ra la formación del Clero indígena; escue
las, orfanatos, obras múltiples de caridad,
según las circunstancias.
Gran músico y compositor, ha hecho de
la Música, a la que tan aficionado es el
pueblo nipón, un medio eficaz de penetra
ción apostólica: 3.000 conciertos ha dado en
el Japón, Corea y Manchuria. Ha publicado
colecciones de cantos religiosos y popu
lares, fáciles y melódicos; Misas, zarzuelas,
himnos, etc.
En el campo de las ciencias, aprovechan
do sus numerosas excursiones por los te
rritorios confiados a su celo, ha sabido re
coger, estudiar y clasificar con auténtica
pasión científica (es doctor en Ciencias Na
turales y en Filosofía por la Universidad de
Turín) numerosas especies de plantas y ani
males, publicando sus respectivas fichas, de
las que hizo obsequio a S. M. el Emperador,
Oremos por nuestras inspectorías
Mayo 5-11: Inglesa.
12-18:
19-25:
26- 1:
Junio 2- 8 :
9-15:
Yugoslavo.
Holandesa.
Polaca Norte.
Polaca Sur.
Portuguesa.
quien, agradecido, le correspondió dándole
algunos ejemplares de algas marinas, reco
gidas y examinadas con sus augustas ma
nos. Ahora con la misma pasión está con
tinuando el estudio y la selección de flora
y fauna en las zonas de Chófu y Najiri, en
colaboración con sus alumnos, como lo ha
hecho siempre.
Además, con sus interesantes informacio
nes y artículos enviados a diarios y revistas
europeos y americanos, han contribuido a
hacer conocer mejor y estimar en oi extran
jero ese gran pueblo que es el Japón.
No es su menor mérito la fundación de
la gran «Editorial Don Bosco Shá». Apenas
los Salesianos supieron algo de japonés, so
lanzaron a publicar hojas volantes, folletos;
luego la gran revista mensual «Lecturas
Católicas»; lluego la Revista «Karashidane»
(granito de mostaza), la «Don Bosco». que
hoy se llama «Katoriku Seikatsu» (Vida Ca
tólica), nombre que corresponde admira
blemente a su contenido, pues de la vida
católica presenta a sus lectores los puntos
más salientes y vitales, con adecuados ar
tículos y numerosas fotografías, que lustran
concretamente cuanto la Iglesia realiza en
el mundo. A Mons. Cimatti se debe en
máxima parte la redacción y preparación
de casi todo el material publicado en los
primeros años. Y sobre todo, a él se debe el
haber suscitado un grande y santo entusias
mo por esta rama del apostolado tan Sale
siano y tan eficaz, sobre todo en un pueblo
tan amante de la lectura y de la cultura
como el nipón. Buen educador, desde el
principio se dió a preparar, poco a poco, a
los jóvenes que tenían disposición para la
prensa, confiándoles trabajos, corrigiéndo
selos con cariño de padre, ayudándolos en
todos los modos posibles a’ buscar y seleccio
nar material, a superar todas las inevitables
dificultades que de uno u otro modo sur
gían. sobre todo en el tremendo período de
la guerra y la postguerra.
Si hay condecoraciones merecidas, la «Stelia d'Oro» a Mons. Vicente Cimatti es una
de ellas, y no ciertamente la menos me
recida.
GUADALUPE (Colombia). — La Hermana da
el desayuno a los pequeños de la escuelahogar.
Una bella plaza de Puerto Principe. En el
fondo un edificio gubernat vo.
Fachadas de las Escuelas Profesionales Salesianas.
Histórico momento. -Don Ziggiotti y el Se
ñor Obispo Dr. Coussinaux.
M a r ía A u x iu a d o r a kn e l L a z a r e t o .—
Sabido es que los dos lazaretos de lepro
sos que tiene la república están confiados
a los Salesianos. Én uno de ellos, el de
Agua de Dios, trabajan con ellos las H i
jas de la Caridad, y en el o*ro, el de Con
tratación. las de María Auxiliadora. En
uno V otro la Caridad de Cristo ha dulci
8
—
ficado de tal modo la vida de los enfer
mos que muchos llegan hasta bendecir a
Dios por haber permitido que los atacara
la tremenda enfermedad, porque, hirien
do su cuerpo, ha curado su alma.
En el de Contratación puede decirse
que María Auxiliadora anda entre sus Hi
jas, ayudándolas en su no siempre fácil
misión. Algunos enfermos la han visto
con los ojos de la carne, a más de experi
mentar en su espíritu su continua presen
cia. No hace mucho murió una Hermana
llamada Sor Dominga Bárbero. Murió le
prosa. En su heroísmo, ella misma le pi
dió a la Virgen le mandara la enfermedad
para que no la alejaran del Lazareto. Y la
Virgen la escuchó. Conservó sus manos
libres para poder trabajar y su rostro pa
ra no inspirar repugnancia a nadie. La
voz, en cambio, tomó esa ronquera carac
terística en los leprosos.
Sor Dominga era especialista en la pre
paración de los niños a la primera Co
munión.
Un día llegan a la casa de las Herma
nas, dos niñas pastorcitas muy pobres.
Pero las acompaña una señora de tan
majestuoso y atractivo aspecto, que Sor
Dominga queda como arrobada. «Estas
dos niñas — le dice— deben preperarse
a la primera Comunión». Sor Dominga
corre a llamar a la Directora. Cuando lle
gan, la Señora ya no está.
— ¿Y la señora?
— Pero si se fué detrás de usted, hermanita.
— Pero quién es?
— Ño la conocemos'. Cuando encerrába
mos nuestras ovejitas se nos acercó, nos
preguntó nuestro nombre, nos hizo al
gunas prcgun'as de Catecismo, y v ien io
que no sabíamos nada, nos trajo, decién
donos que aquí tenía una hija a quien le
gustaba mucno preparar bien a las niñas
y niños para la primera Comunión...
Sor Dominga y su Directora se miraron
y lo comprendieron todo.
Otro día un grupo de Hermanas tuvo
que marchar a descansar un poco y a ha
cer sus Ejercicios Espirituales. Sor Do
minga quedó casi sola. Hasta la hermana
encargada de hacerles a los enfermos la
lectura espiritual en el salón de «los caí
dos», es decir, de los que ya no podían
andar, había marchado. Sor Dominga le
pidió a la Virgen la ayudara, y se dispuso
a leer. Todos lo extrañaron; pero ella le
yó con una voz tan lípida v armoniosa,
que todos estaban maravillados, especial
mente un viejecito que llevaba algunos
años «caído». Era muy devoto, y había
obtenido de los enfermeros le colocaran
el lecho frente a la estatuita de la Virgen,
para mirarla y rezarle muchos rosarios.
Este no le quitó los ojos de encima a
ía Hermana mientras leía. Y no pudiendo
contenerse, llamó a otra hermana para
confiarle un secreto. Apenas Sor Domin
ga había comenzado a leer, detrás de ella
apareció una señora majestuosa y hermo
sísima, vestida con un cándido velo que
le llegaba hasta los pies 3' que tenía también un libro en las manos mientras dur.)
la lectura. Apenas terminó Sor Dominga,
dicha Señora cerró también su libro y
desapareció.
Y el hecho se repitió todos los treinta
días que las Hermanas ejercitantes estu
vieron fuera.
Y lo más admirable es que ninguna her
mana se asombró de aquello, porque to
das, quién de un modo, quién de otro,
sentían entre ellas la presencia de María
Auxiliadora. ¿No la había visto Don Bosco frecuentemente discurriendo por las
aulas y talleres donde trabajaban, ense
ñando, sus Hijas? ¿Por qué no iba a estar
en el Lazareto, escuela del sacrificio y del
dolor santificado?
£7,
PoRT .\u P rince.—Dicen que «i’ecordar es
vivir». Y uno revive recordando las fun
daciones y sus peripecias. Hace veinte años
llegamos los Sa’.esianos a Ja República de
Haití, y precisamente para fundar unas Es
cuelas de Artes y Oficios.
Ellas crecieron, prosperaron. De 20 niño.s
que asistían a las Escuelas Externas y un
centenar aC Oratorio Festivo, subieron los
primeros a 200. luego a 300, luego a 400;
hoy son 500; y los oralorianos pasan de
l.OW. Una Junta de Damas patrocina las ac
tividades de los Salesianos. Todas las sec
ciones religiosas y sociales funcionan a ma
ravilla. La cantina escolar, que tenía una
matrícula de 100. hoy la tiene de 450. Todos
los externos reciben diariamente sano y
abundante alimento.
Hecho este pequeño centro, hubo que
abrir otro, sucursal, en Petionville.
V hace dos años hubo que abrir otra casa
en Cap Hitien. dedicada a Santo Domingo
Savio. con Oratorio Festivo, Externado e
Internado. Las Escuelas Profesionales tie-
E n mayo segunda Conjerencia
Teglamentaria de los Cooperado
res Salesianos.
Cap-Haítien.— Fachada de ia «Maieon populaire».
Puerto Príncipe. Oratorianoe regresando a
sus casas.
Grupo de Oratorianos después de ia merien
da obsequiada por las Damas protectoras.
nen centenares de aprendices. Además de
la Mecánica y demás talleres-escuelas tra
dicionales, funciona una especial de cerá
mica artística.
El Prelado y las autoridades civiles mi
ran estas casas con predilección y la ciuda
danía las mima con cariño, porque solucio
nan una infinidad de problemas. Los Co
operadores Salesianos son numerosos y
activos. Los Salesianos se prodigan en e£
apostolado y los alumnos corresponden a
sus desvelos.
LOS COOPERADORES SALESIANOS
I I I . — la Organización.
Don Bosco, naturalmente, concibió su
Tercera Orden como un cuerpo orgánico,
tan compacto y al mismo tiempo tan ágil,
que consintiera toda acción colectiva y
todo movimiento local en donde quiera
fuese preciso o conveniente. Esto presu
ponía un Reglamento. Y lo redactó en
1876. Como la caridad bien ordenada,
consigo mismo comienza, a los socios les
dice en el primer artículo que el fin pri
mario, al asociarse, debe ser, como en los
religiosos, buscar su propia perfección
cristiana. Si ban de ayudar a la Iglesia en
el apostolado, y nadie da lo que no tiene,
se comprende que lo primero tiene que
ser eso.
En seguida les dice los medios de que
deben valerse, que vienen a reducirse a
uno: el ejercicio de la caridad activa. No
que descuide la piedad: ella se presupone,
y queda incluida en el artículo primero.
Es que, como cada época tiene su fisono
mía y sus necesidades, la nuestra requie
re sobre todo el ejercicio de la caridad,
la acción, transida, sí, de piedad cristiana.
Esa acción recaerá ante todo sobre las
obras más necesarias en la sociedad ac
tual : a) Fomentar entre el pueblo la pie
dad cristiana, y para ello, catecismos, tri
duos. novenas, ejercicios espirituales; bi
Suscitar y fomentar las v'ocaciones ecle
siásticas; c) Oponer prensa a prensa, es
decir, fomentar a todo poder la prensa
católica para contrarrestar la contraria,
que tanto mal está haciendo; á) Intere
sarse. por todos los medios posibles, por
los niños periclitantes, es decir, todos los
que corren peligro de pen^ersión o- explo
tación.
Cómo debe funcionar la. Pía Unión.—
Ante todo, cada cual debe persuadirse de
que la unión de los buenos es necesaria,
ya que a la vista tienen cómo se unen
ios malos para su fines. La unión exige
renunciar al propio egoísmo, sin por eso
perder el espíritu de iniciativa.
Luego, debe haber orden, jerarquía, co
mo en todo ejército, como en toda socie
dad bien constituida. Donde haya casas
salesianas, son sus directores los que han
de fundar y hacer progresar las asocia
ciones. suscitando en sus miembros el
10
celo apostólico, Apenas haya diez, se nom
brará entre ellos un «Decurión», que, si
es un Sacerdote, mucho mejor. No es nú
mero cerrado: un decurión puede aten
der a mayor número de socios. Varias de
curias forman un «Comité».
A los decuriones toca inscribir a los
nuevos socios, y trasladar sus nombres al
director, para que és^e los transmita al
Centro, comunicar las defunciones para
los debidos sufragios, recoger las even
tuales limc«nas y enviarlas a su destino,
cuidar de la observancia del Reglamento,
en una palabra, ser portavoz del superior.
Los Inspectores o Provinciales Salesianos, que por su cargo viajan frecuente
mente, deben ponerse en contacto con los
Cooperadores de todos los Centros, superdirigirlos y ser el lazo que los una con
el superior Mayor y la Santa Sede.
Como, gracias a Dios, la Pía Unión cre
ció y se difundió, en 1883 el Santo pro
metió mandar compilar un «Manual del
Cooperador». Y, como le interesaba que
todos comprendieran bien que la Pía
Unión se establecía para el servicio de to
da la Iglesia, y por consiguiente, bajo la
autoridad y protección de los señores
Obispos, procuró, por medio de una circu
lar oportuna, recabar de éstos, de cada
uno, la aprobación, bendición y cuidado
de las Uniones diocesanas, y así les su
plicaban nombraran, cada uno en su res
pectiva diócesis, un Director Diocesano, a
ser posible, de entre los miembros del Ca
bildo catetiralicio. En los pueblos donde
no hay salesianos, el señor Cura podía
ser el Director local.
Esta es la sencilla, j>ero práctica orga
nización que le dió Don Bosco a la Pía
Unión de los Cooperadores Salesianos.
Cuanto menos complicación, mejor.
Don Rúa y sus sucesores la han perfi
lado en algunos detalles — in si^ifican tes— para ponerla, digamos, al día. Pero
las bases son inconmovibles. Tanto, que
la Acción Católica se ha fundamentado
sobre esas bases, como lo dijo su Santi
dad pío X I, «el Papa de la Acción Cató
lica».
A nosotros, hoy, no nos queda sino fun
darla donde no la hay, cuidarla donde la
hay, hacerla progresar en número y en
actividades.
ISálestana
Congreso Nacional de Cooperadores Salesianos
bajo la presidencia honoraria de S. E. el
Jefe del Estado, Generalísimo Franco, y del
Emmo. Cardenal Primado Or. Pía y Deniel,
y la efectiva de los Rvdmos. PP. Albino Fe*
drígotti y Luis Ricceri, del Capitulo Supe*
ríor de la Sociedad Salesiana.
Hervás Benet, Obispo de Ciudad Real,
Cooperador Salesiano.— «Organización
de la Pía U nión», por el M. R. P. Rodol
fo F ie rro Torres, S.D.B., Consiliario
Nacional de los A.X .S. y D irector de la
revista «A ten a s».— Ruegos y preguntas.
A las 17, en el mismo loccd, palabras
del Exem o. Sr. General D. Joaquín
Planell Riera, M inisro de Industria,
Cooperador Salesiano.— «L o s Salesianos
y el mundo obrero», por la Urna. Sra.
doña Josefina Alvarez de Cánovas, Ins
pectora Central de E. P., Cooperadora
Salesiana.— «Cooperación a las obras
sociales salesianos», por el lim o. Sr. D.
Joaquín Ruiz, ex D irector General de
Seguros.— Ruegos y preguntas.
Día 3 de m ayo : A las 10,30, en la igle
sia de San Francisco el Grande, solem
ne Pontifical. Oficiante, Excelentísim o
y Reverendísimo señor Patriarca Obispo de Madrid Dr. E ijo y Garay. Orador,
excelentísimo y reverendísimo doctor
don Francisco Miranda Vicente, Obis
po Coadjutor de Toledo, Antiguo A lu m
no Salesiano.
A las 17, en el Salón de Actos del
Instituto Nacional de Previsión, «L a
Palabra del N uncio de Su Santidady*,
Día 5, dom ingo: A las 11, clausura
excelentísimo y reverendísimo señor
del Congreso en el teatro Español, bajo
doctor don Hildebrando A n ton iu tti .—
«Saludo de los Cooperadores de Ma la presidencia del Exemo. Sr. D. Jesús
drid"», por el lim o . Sr. D. Marcelino Ce Rubio García Mina, M inistro de Edu
badas, Letrado del M inisterio de Justi cación, Cooperador Salesiano.— Presen
cia y Secretario de la Comisión General tación del acto por el lim o. Sr. D. Ma
de Codificación, A.A.S.— « E l Coopera nuel Am orós Gonsálvez, Notario de
dor Salesiano, según la mente de San Madrid y miembro del Consejo Nacio
Juan Sosco», por el Exemo. y Revdmo. nal de A.A.S.— Radiantes destellos:
Sr. Arzobispo de Valencia, Dr. D. Marce fantasía rítmica, ejecutada por alumnas de las Hijas de María Auxiliadora.
lino Olaechea y Loisaga.— «Cooperación
al apostolado universal de la Iglesia», Discurso del Exemo. Sr. D. José Iháñez
por el Exem o. Sr. D. José María faboada Martín, Presidente del Concejo de Es
Lago, Presidente Nacional de los A n ti tado, Cooperador Salesiano, sobre el
guos Alumnos Salesianos y Vicepresi tenui «D on Sosco y la enseñanza pro
dente de la Conferencia Mundial de fesional».— E l colibrí, canto de la zar
zuela «Caperucita azul», del maestro
— Ruegos y preguntas.
Alcántara, S.D.B., ejecutado por alum
Día 4, sábado: E n el mismo local, a nos de las Escuelas Salesianos de Ron
las 11, «Palabras», del Exemo. General da de Atocha.
don Antonio Barroso Sánchez, M inistro
Actuará también la banda del Cole
del E jército, Cooperador Salesiano.—
gio de San Fem ando, de la Exema. D i
« E l sistema educativo de Don S osco», putación, dirigido por los Padres Sa
por el Exem o. y Rvdmo. Sr. D. Juan lesianos.
VALEN C IA— Durante la Misa
campal de comunión, celebra*
da por el Exmo. Sr. Arzobis
po Dr. Olaechea, S.D.B.— El
M. I. Dr. Benavent electriza
a los jóvenes con su palabra.
En las festividades de
San Francisco de Sales y San Juan Bosco
En Santandeu aprovechóse la ocasión para
rendir un pequeño homenaje a la insigne
Cooperadora Salesiana doiui Enrnueta Ji
ménez de Ceballos, que el 24 de enero ha
bía cumplido cien años.
V igo-San M atías .— Pregón en emisión nMturna por el A. A. D Gonzalo
presidente de la Asociación de la Pjensa.
Vela de honor por los Caballeros de Don
Bosco.
V igo-Bousas.-^ L os Antiguos Aluninos con
el P Cipriano Samillán. director del Cole
gio van a obsequiar a los niños acogidos a
fa benemérita hospitalería
de San Juan de Dios, repartiéndoles sonri
sas, bolsas de caramelos y alegría salesiaiia
Lueízo, Misa solemne con sermón de dicho
Padre, concierto por la banda y cscolaníi
y reparto de comidas a los pobres. Dist li
ción a los Antiguos Alumnos boneméi.tos.
S a n t a Chuz dk T k n k r if k .— Tanto en el
Colegio Salesiano como en la EscueJaHogar de las Hijas de María Auxiliado
ra la fiesta tuvo caracteres especiales.
En el primero se organizó la Asociación
de Antiguos Alumnos, presidiendo el Con
siliario'Nacional V el Rector de la Uni
versidad de I>a laguna. D. Alberro Na
varro. antiguo alumno de Salamanca.
En la segunda, donde funciona una
magnífica Escuela del Magisterio, se
aprovechó la visita del Inspector Cen
tral. P. Hierro, para dar una serie de
conferencias pedagógicas y sociales, a las
que acudieron el Sr. Obispo. Sr. Gober
nador, Rector de la Universidad, direc
tores y directoras de todos los colegios
masculinos y femeninos, maestros y maes
tras y lo más granado de la ciudad.
En L a O r o t .w a sucedió otro tanto.
12
—
Fiestas de Sonto Domingo Sovio
V alencta.— E l Exemo. Sr. Arzobispo
publicó una bellísima pastoral sobre nues
tro Santito. En ella,
a) L o presenta como modelo de ni
ños y adolescentes. «E l encanto que pro
duce la vida de este muchacho no es
tá en la realización de grandes hazañas
exteriores, sino en la heroicidad con que
cumplió todos los deberes. L o que resal
ta con fuerza es el horror casi trágico al
mal y la pasión casi incontenible por la
más pura inocencia; «Antes morir que
pecar». Desde la más tierna infancia has
ta los últimos días de su vida, de cara a
todas las pruebas que se ofrecen al ubre
albedrío, se levantó como un arcángel
de fulgurante espada para arrojar de si
hasta el pensamiento del mal.»
Y cita palabras con que el gran escri
tor Schyrgens concluye su estudio so
bre nuestro jovencito: «Justo es que el
bien se presente por su parte con seduc
ción (en el ejemplo de Savio), y que su
encanto purificador se insinúe en las al
mas. El heroísmo es también contagioso,
y no se leerá la vida de este jovencito sin
quedar presos de admiración y entusias
mo por la virtud que nos hace puros y
fuertes».
b) Recomienda leer la biografía que
de su alumno escribió San Juan Bosco.
c) Dirige su palabra de pastor a los pa
dres y madres de familia, a los educado
res. a los sacerdotes, para que se inspi
ren en esta lectura y en el conocimiento
del santo jovencito.
VALENCIA.—El hermoso al*
tar levantado en la plaza.
d) Hace el elogio de los padres de
Domingo, para que se imite su ejemplo.
e) Dice que tiene el consuelo de anun
ciar a sus diocesanos que en este cente
nario de la muerte de Santo Domingo
Savio, una de las futuras parroquias de
la ciudad de Valencia lo tendrá por titu
lar.
f) Termina relatando parte del «sue
ño» en que Don Bosco ve a Savio en la
gloria.
agricultores, comerciantes, industriales...
¡Qué de r^uerdos y qué animación! Hízose un triduo solemnísimo y solemnísi
ma fué la fiesta religiosa y la social. Es
tuvieron presentes el Sr. Obispo, señor
Gobernador, Sr. Alcalde, Sr. General de
la Región y representaciones de todas las
Ordenes Reli^osas, Colegios y Escuelas
de la población entera.
No estuvo ausente la plana mayor de
los Antiguos Alumnos, pues acudieron el
Presidente Nacional, Sr. Taboada Lago
V el Secretaria General, D. Francisco
Franco y Palacín, alumno éste del Colegio.
Como nota simpática, la exposición de
fotografías de todos los años desde la
fundación, con lo que se recordaron lO'S
Superiores y Profesores; ¡ay!, casi to
dos muertos, y tantos compañeros, unos
vivos, otros ya en la eternidad.
Nota importante y simpática también
fué la bendición e inauguración de cin
cuenta viviendas, magníhcas y en muy
buen sitio, construidas por e r Patronato
Felipe Rinaldi.
El 12 de marzo, en la Plaza de la Virgen,
una abigarrada multitud de alumnos del
Instituto Luis Vives y de todos los cole
gios, academias y escuelas de la ciudad y
muchísimos universitarios, con el RectorMagnífico, el Sr. Alcalde, el General San
ta Pau, el Director del Instituto Nacional
y jerarquías, se congregaron para oír la
Santa Misa celebrada por el Sr. Arzobispo.
Las banderas de los centros de Aspirantes
de la A. C. en hilera a los lados del altar.
La banda de trompetas y tambores del Co
legio Salesíano daba guardia de honor. El
Muy Ilustre D. Juan Benavent electrizó a
la concurrencia hablando de la vida de
Santo Domingo Savio en su triple aspecto
G e r o n a .— El Aspiranlado Salesíano, que
de pureza, piedad y apostolado. Después
cuenta con 234 estudiantes, secundado
el alumno del Instituto, José Luis Blasco,
pronunció una sentida invocación al «her por la Asociación de Antiguos Alumnos
mano de estudios». Santo Domingo Savio. y la Archicofradía de María Auxiliadora,
que fué seguida de otra de un alumno de supo interesar a todos los ambientes pa
Patrax.
ra honrar al Modelo de la Adolescincia.
El Sr. Arzobispo coronó el acto con una Poco trabajo le costó, porque Gerona ya
alocución, que terminó con estas palabras:
«Imitad a Domingo Savio. Vosotros sois vibra de amor al Muchacho Santo. Radio,
esperanza gloriosa de la Iglesia y de la Pa prensa, oportunas representaciones pre
tria». La bendición del prelado dio fin al pararon la fiesta, a la que precedió un
trascendental acontecimiento religioso. (De congresillo y un triduo. Los Colegios y
Las Provincias.)
Escuelas de primera y segunda enseñan
za respondieron admirablemente. En to
H u esca .— En las solemnidades dedica
da la provincia se sintió la influencia.
das a nuestro amado Santito tomaron
Fn la Escuela del Magisterio, en el Se
parte todos los elementos de la ciudad,
minario Conciliar y en la Biblioteca Na
puss celebrábase también el cincuente cional se desarrollaron varias conferen
nario de la fundación en Huesca. Con es cias, a las que acudió numeroso público.
te motivo, acudieron al antiguo nido mul
El Oficio solemne celebróse en el San
titud de Antiguos Alumnos desparrama tuario de María Auxiliadora, oficiando el
dos por toda la península; abogados, mé Muy Ilustre Dr. Lamberto Font, Chan
dicos. militares, sacerdote.^, religiosos,
tre de la catedral, con asistencia ponti— 13
rísticos y grandes funciones religiosas.
Hizo el pregón de las fiestas jubilares el
Ilustrísimo Inspector D. Juan Jiménez
Sánchez. Llevaron el peso y la gloria las
«Compañías» religioso-sociales de todos
los cinco colegios. Asistieron todas las
autoridades religiosas, civiles, militares,
escolares y municipales, dando gran real
ce. También la ciudadanía se unió a ellas
con cordialidad absoluta. La solemne
clausura tuvo lugar en el teatro Guimerá,
presidiendo el Excmo. Sr. Obispo Dr. Pére^ Cáceres, en la cual pronunciT un
gran discurso el Rector Magnífico de la
Universidad de La Laguna, Don Alberto
Navarro, antiguo alumno salesiano y las
palabras de clau.sura el Excmo. señor don
Andrés Marín Martín, Gobernador Civil
de la provincia.
MONTILLA.—Concentración de juventudes
en la fiesta de Santo Domingo Savio.
ficial del Excmo. Sr. Obispo Dr. Cartañá, exaltando la figura del festejado el
Muy Ilustre Dr. Estelas, Rector del Se
minario.
En la comida y sobremesa se unieron
las autoridades y varios cooperadores.
Por la tarde, en el Teatro Municipal, an
te numerosísimo y selecto público que
llenaba por completo el espacioso salón,
tuvo lugar la velada homenaje, rica en
interesantes números.
T enf3iife .— L os Colegios Salesianos de
Las Palmas, Santa Cruz, La Orotava, Teror y Guia se reunieron en la capital tenerifeña para celebrar el centenario del
santo modelo de la adolescencia. Fueron
tres días de intensa y fecunda labor;
concursos literarios, gimnásticos, folklo-
DOS
NUEVOS
U beda .— El entusiasta grupo de Anti
guos Alumnos que trabajan en esta his
tórica ciudad, «no resignándose a vivir
de historia, sino queriendo revivirla con
tinuamente, por los caminos que la hi
cieron grande», ha querido festejar a San
to Domingo Savio con la fundación de
un gran colegio salesiano, que se cons
truirá con todos los adelantos modernos
sobre un área de 70.000 metros cuadra
dos, cuya primera piedra se bendijo so
lemnemente el 10 de marzo, estando pre
sentes el Sr. Obispo de Jaén, el Padre
Inspector, todas las autoridades y un
gentío inmenso, a cuyo frente estaban las
Comunidades religiosas. Todos rebosaban
de alegría, lo que demuestra la unión de
los corazones y las esperanzas cifradas
en el Colegio Salesiano de Ubeda.
Dos libros de Educadón importantísimos:
«La Pedagogía Social de Don Bosco»
«El Sistema Educativo de Don Bosco»
por R o d o lfo Fierro Torres, S.D.B.
OBISPOS
SALESI ANOS
La San ta Sede ha n o m b ra d o O b isp o de lo n u e va diócesis argen tina de
M o ró n , al Rvdm o. P. M ig u e l Raspanti, Inspector de la provincia de S. Francisco
d e Sales, y O b is p o de C o m o d o ro R iv a d a v ia al Rvdm o. P. C arlos M a ria n o
Pérez, Inspector de la P atagonia. H a y hoy, pues, 4 2 O b isp o s Salesianos.
14 —
LA SIERVA DE DIOS DOROTEA CHOPITEA DE SERRA
Se encamina decididamente a la gloria de los Santos.
E l 5 de marzo pasado se reunió en el Palacio A poU ólico del Vaticano
la Sagrada Congregación de Ritos, en la cual los Emmos. Cardenales y
los Revdmos. Prelados ojiciantes discutieron y aprobaron la In trodu c
ción de la Causa de la. Sierva de Dios Dorotea Chopitea Vilota de Serra, ma
dre de familia, Cooperadora Saíesiana.
Este títu lo : {{Cooperadora Salesiana'» aparece así, por primera vez,
en una causa de beatificación, y canonización. La Tercera Orden Salesiarui está de plácemes.
L A ASO CIACIO N DE PAD RES DE F A
M IL IA E N E L COLEGIO DE L A S H I
JAS DE M A R IA A U X IL ID O R A DE L A
C A L L E V IL L A A M IL .— Madrid.
Como buenas profesoras, hace tiempo
que estas celosas religiosas deseaban in
corporar a sus labores educativas un ele
mento que, si siempre fué útilísimo, nun
ca lo fué tanto como en la época en que
vivimos, época de tan múltiples y tan
complicadas actividades. Se corre el pe
ligro de que los más sagrados deberes de
los padres en la educación de sus hijos,
debido precisamente a la concepción y
desarrollo de la vida moderna, quede por
completo en manos extrañas. Que, aun
siendo éstas expertas, no podrán nunca
alcanzar el ascendiente que naturalmente
poseen los padres sobre sus hijos.
Sería, pues, de una eficacia extraordi
naria en labor tan delicada y trascenden
tal como es la formación de los jóvenes,
el que educadores y padres procediesen
de común acuerdo.
Podemos decir, con gran satisfacción,
que esta cooperación educativa ha empe
zado a ser una hermosa realidad en este
centro salesiano de educación, en el que,
entre todos los grados de enseñanza, ele
mental, bachillerato, magisterio, preuni
versitario y universitario, son atendidas
y formadas, según los métodos salesianos, cerca de un millar de jovencitas. Ya
en el curso pasado fueron numerosos los
contactos del colegio con las familias de
sus alumnas que sirvieron para llevar al
ánimo de los padres el convencimiento
de la utilidad y hasta de la necesidad de
esta colaboración con las educadoras de
sus hijas. Como fruto de este convenci
miento, en diciembre pasado se constitu
yó la Asociación de Padres de Familia,
con su junta directiva, compuesta ésta
de catorce miembros para atender casi
otras tantas secciones o actividades a
desarrollar en el Colegio, que es tanto
como decir en relación con sus propias
hijas. La Asociación debe tener cuatro o
cinco reuniones generales durante el año,
y la junta una cada mes, si bien en estos
primeros meses de su funcionamiento
dada la necesidad de ganar tiempo, se
reúne semanalmente. Frecuentes circula
r a , que las niñas con gran interés y ca
riño llevan a sus casas, son portadoras
de propuestas y orientaciones que educa
doras y junta proponen para la más per
fecta marcha y rendimiento formativo del
Colegio y que todos los padres hacen su
yas.
Exponente del fruto ya tangible de es
ta labor ordenada y común han sido los
actos realizados en el colegio el día de
San José y el último de mes.
Emocionante el espectáculo que el día
del Padre ofrecía la hermosa iglesia del
colegio, materialmente llena de niñas y
de papás. La misa fué solemne y en ella
la mayor parte de los asistentes se acer-
La Congregación de las Hijas de María Aiuríliadora fué fundada per
San Juan Rosco para que fuera un monum ento vivo, perenne, de graliud y amor a la Reina de los cielos. Su espíriu y sus métodos son los
mismos de los Sálesianos.
— 15
SANTA CRUZ
TENERIFE. —
Alumnado de la
cuela-Hogar, con
Profesoras y el
Inspector.
DE
EI
Es
sus
Sr.
carón a recibir la Sagrada Comunión. No
so olvide que la devota recepción de los
Santos Sacramon'os os una de las piedra?
angulari>s on el sistema educativo de Don
Rosco.
Después de la misa, en uno dv los her
mosos j)afios del colegio y desde un es
cenario montado a propósito, el Cuadro
de Artistas del Teatro de Marionetas del
Parque del Retiro, con su famosa obra
«ChacoH». proporcionó a chicos v gran
des. durante dos largas horas, una ale
gría indescriptible. Por la tarde, con igual
concurrencia y alegría, de nuevo se llenó
la iglesia para recibir la bendición con
S. IX M.. V el teatro para gozar de la pro
yección de la película «Embajadores en
el infierno», gentilmente cedida por la
Empresa realizadora. Pero los que dieron
los pasos para alcanzar estos favores fue
ron los papas de las niñas. Asi transcu-
SANTA CRUZ DE TENERIFE.— La
sscción de la Escuela del Magiste
rio durante la visita del limo. Se
ñor Inspector Central.
La Escuela ha dado ya varias ex
celentes Maestras a las poblaciones
de las «Islas afortunadas».
M AD RID — Colegio de Viilamíl, M. A. El día de San
José, entusiasmo en los
patíos, presenciando la fa*
mosa obra «Chacolí».
rrió el día del Padre, en el que hijas y
papás rivalizaron en obsequiarse mutua
mente.
El otro acto a que nos referimos y que
tuvo lugar el día 31 de marzo fué el santo
de la Madre Directora. Programa se
mejante al del día de San José, pero en
el que los p>apás y mamás parecen vivir
y respirar el mismo ambiente de amor
gratitud de las propias colegialas, y hasta
diríamos que se olvidan por algunas horas
de su categoría de papás, para pasar al
de colegiales: tal es su empeño e interés
por preparar la fiesta, preocupándose de
buscar y colocar luego por los corredores
y salones del Colegio aquellos adornos
que tanto entonan la fiesta. Parecía que
la familia se había duplicado y triplicado.
Misa solemne, comunión numerosísima,
felicitaciones y presentación de obsequios
a la R. Madre Directora, inauguración
del patio de deportes con una competi
ción de baloncesto entre los equipos fe
GERONA. Fiesta de Santo
Domingo Savio. Una vista del
acto en el teatro municipal.
18 —
meninos «M etro» y «Standard»; por la
tarde, bendición con el Santísimo, y lue
go hermosa función de teatro, en la que
Padres de Familia, Alumnas y Antiguas
Alumnas van a porfía en manifestar, ya
todos a estilo salesiano, su cariño a la
Superiora, y en ella a todas las Hermanas
que trabajan en la educación de tantas
niñas. Todos los números, tanto los de
la velada del día anterior como los del
día 31 fueron perfectamente ejecutados:
pero vaya un aplauso especial desde esta
croniquilla a las artistas que tan magis
tralmente interpretaron la obra de Pemán, «L a Santa Virreina». A las nueve
de la noche, con los últimos vivas y
aplausos a la R. Madre Directora, termi
naba la hermosa fiesta, persuadidos una
vez más sus principales organizadores,
los Padres de Familia, de la utilidad y
obligación de colaborar con todas sus
fuerzas y en plan salesiano a la educación
de sus hijas. Y algunos añadían: «Ade-
MADRID.— El Sr. Marqués de
Alava apadrina la bandera,
que bendice el Rvdo. Padre
Director.
más, este contacto con las Hermanas nos
hace a nosotn», papas de las niñas, un
gran bien espiritual.»
¡Ojalá todos los Colegios pudiesen
contar con esta valiosísima colaboración
de los padres de los educandos!
M adrid -A t o c h a .— E l 6 de marzo las
Escuelas Profesionales se vieron agrada
blemente sorprendidas con la visita del
Ilustrísimo Sr. Direc'^or General de Enseñan2a Laboral, D. Guillermo de Reyma.
Profesores y alumnos sintieron grandísi
ma alegría, pues todos conocen la preo
cupación del Sr. Director por la Ense
ñanza Profesional y su simpatía por los
Salesianos, que llevan tres cuartos de si
glo formando en España millares de
alumnos.
Se improvisó el recibimiento. Un alum
no le dirigió un cálido saludo, al que él
respondió con otro no menos afectuoso,
alentándolos a todos a trabajar con ver
dadero espíritu de responsabilidad por la
grandeza patria. Visitó detenidamente
las aulas y talleres, admirando el orden y
espíritu de trabajo, hablando con unos
y con otros, elogiando los métodos que
llevan a efecto tan felices resultados en
la técnica y en la cultura. Se detuvo par
ticularmente en la escuela-taller de me
cánica, admirando los trabajos de gran
envergadura que los alumnos de los úl
timos cursos están realizando.
Otra visita gratísima fué la de los in
signes cooperadores salesianos. Excelen
tísimos Sres. Marqueses de Alava. Era
el 9 de marzo día de Santo Domingo Savio, y apadrinaron la bandera de la Com
pañía de la Inmaculada, sección de ex
ternos.
Los Sres. Marqueses mostraron desvi
virse por los chicos, saludándoles y es
trechándoles las manos, emocionados ante
aquel cuadro encantador de mil mucha
chos que se esfuerzan por emular a Do
mingo Savio, cuyo retrato, en grande, los
presidía. E l Sr. Marqués, «era un salesiano más en medio de los chicos de Lavapiés.»
Del patio se pasó a la Iglesia, y aquí
todos recibieron la bendición Eucarística y cantaron la Salve a María Auxilia
dora.
U t r e r a .— ^Entre las iniciativas conme
morativas del 75 aniversario del Cole
gio, figura un Certamen Literario Nacio
nal con estos temas: «Oda a María Au
xiliadora», mínimo, 100 versos, premio
5.000 pesetas; 2) Tríptico de Sonetos a
«M i Colegio», premio 2.000 pes.tas; 3)
«L a obra salesiana en España», artículo
periodísiico; 4) Bodas de Diamante del
Colegio», guión radiofónico, premio 3.000
pesetas. Todos los premios, con diploma.
El plazo de admisión, 15 de mayo.
MADRID. — El limo. Sr
Director de Enseñanza La
boral en su visita a la Es
cuela Salesiana de Mecá
nica de la calle General
Primo de Rivera.
.Vo se publican relaciones anónimas.
DE MARIA AUXILIADORA
Aicoy.—Teniendo que examinarme de cin
co asignaturas muy difíciles, recurrí a Ma
ría Auxiliadora para que me ayudara. Las
cinco las he aprobado. Agradecido cump’ o
mi promesa.— Manuel Francisco Carbonell.
Cáceres.—En agradecimiento a María Au
xiliadora por haberle devuelto la salud a
mL querido hijo, mando celebrar una mi
sa.— Miguel Rodríguez.
Granada.—Agradecida esta familia por la
protección de María Auxiliadora en ei lo
gro de un puesto pretendido, gustosos en
tregamos la primera paga para la Obra SaIcsiana de esta ciudad’.— Cecilia Ruiz, Cela
dora.
Palencía.—Deseaba ser religiosa, y como
mis familiares se negaban a darme’ el per
miso, por ser menor de edad, recurrí a nues
tra buena Madre María Auxiliadora, pidién
dole me concediera entrar este año en el
Instituto de sus Hijas. Habiendo obtenido
el permiso poco después, cumplo mi prome
sa y exhorto a todos a que en sus preocu
paciones acudan a tan amada y amante Ala
dre.— Dolores Collado.
Pamplona.— Agradecida a María Auxilia
dora porque me alivió en una dolencia, li
brándome además de una operación, envío
20 pesetas para las misiones salesianas.—
.luana U?izu.
Salamanca.—Encontrándose mi madre
muy grave a consecuencia de una opera
ción. la encomendé a María Auxiliadora
y fui escuchado. Envío una limosna.— D.
Fteriño.
—Habiéndome avisado mi hermana que mi
sobrinlto estaba gravísimo en Zamora, an
tes de ponerme en marcha fui a postrarme
a los pies de María Auxiliadora, rogándo
le nos lo salvara. Tuve la grata sorpresa
de que a mi llegada se encontraba muy mejtmado, coincidiendo la mejoría con la hora
en que yo hacía mi súplica. Como prometí,
ya forma oarte de la Archicofradfa de Ma
ría .\uxiliadom.—.Uercedes Duran, Celadora.
20
—
Riveira (La Coruña).—Hacía tiempo que
venía sufriendo fuertes dolores de cabeza.
Hice una novena a María Auxiliadora y
prometí publicar la gracia y dar una limos
na si desaparecían. Hoy doy gracias por
haber sido escuchada.— Carmen Ros.
San Sebastián.—Doy las más rendidas
gracias a María Auxiliadora por los singu
lares favores que de su bendita mano he re
cibido y entrego una limosna de 500 pesetas para las obras salesianas de esta ciu
dad.—Pablo Hierro Bataller.
Valladolid.—Considero un verdadero fa
vor de Nuestra Señora Auxiliadora el que
haya caído en mis manos la Revista Boletín
Salesiano, por lo cual he conocido esta ad
vocación y experimentado bien pronto las
numerosas gracias que concede.— Un devo-
to de María Auxiliadora.
Zamora.—Hallándome intranquila por la
inseguridad del empleo, acudí a María Au
xiliadora, comenzando una novena en de
manda de paz y sosiego. No la había aún
terminado, cuando me comunicaron que mi
empleo pasaba a ser definitivo. Agradecida
a tan buena Madre, hago pública la gracia
y envío 30 pesetas para su culto.— R. A. G.
DE SAN JUAN BOSCO
Ripoll.— Muy agradecida al gran apóstol
de María Auxiliadora, por gracias que me
ha obtenido, gustosa entrego una cantidad
para su culto y deseo sirva de estímulo a
muohos la publicación en la revista.— Una
devota de María Aiuxiliadora.
DE SANTO DOMINGO SAVIO
Madrid.—Muy agradecida a Santo Domin
go' Savio. protector de madres y cunas, en
vío una limosna para las Obras Salesia
nas.— U. D.
—Encontrándose mi señora en muy gra
ve situación, recurrimos a Santo Do.ningo
Savio. y todo se solucionó a plena satisfac
ción. Damos gracias públicamente y envia
mos una limosna.—Angel Sánchez.
—Encontrándome enferma de una fuer
te afección reumática, recurrí a Santo Do
mingo Savio, prometiéndole una limosna y
I
i
pub icar la gracia. Ese mismo día noté una
gran mejoría, y a los dos días estaba to
talmente curada, sin que haya sentido has
ta la fecha la menor molestia. Doy gracirs
al gran santiio y cumplo mi promesa.— Ade
la Blanco.
Graena (Granada).—Agradecida a Santo
Domingo Savio como protector de madres
y cunas, mando 2o pesetas para su culto.—
('armen Guerrero.
DE SOR TERESA VALSE
Rivsira (La Coruña).—Agradecida
a la
•sitrva de Dios, Sor Teresa Valsé, por un fa
vor recibido, envío 50 pesetas para su cau
sa de' beatificación.— C. R.
Dan también gracias a María Auxiliado
ra, Don Bosco, Sta. María Mazzarello y Do
mingo Savio:
Bonzas (Pontevedra).—Lino Comesaña,2o
pesetas.
Béjar.—Olimpia Bonaeil de López Manza
nares.
CampostHla.— Tomasa Pefáez.
Cáceres.— Miguel Rodríguez.
Graena (Granada).—Carmen Guerrero. 25
pesetas.
Orense.—Julieta Freites.
Salamanca.—Rosario García, Tomás Vi
cente. Martín Castro. 50 pesetas; Esperanz.í Alfonso, F. González.
Santander.— Isabel Ruiz, 25 pesetas.
Villafranca del Bierzo.—Trinidad L. de
Bcberide.
Zamora.—Luisa García.
Zaragoza.— M. O., cien pesetas
DEL VBLE. D. MIGUEL RUA
Milán.—Grave diabetes atormentaba a mi
marido. Los médicos se pronunciaron en
sentido negativo. Entonces me dirigí con
fe al Venerable D. Miguel Rúa; y podemos
declarar que la enfermedad ha desapareci
do. Cumplo la promesa de agradecer públi
camente esta gracia al Venerabf.e Miguel
Rúa. haciendo votos por su pronta canoni
zación.— Angela Merlino.
MADRID — Novi
ciado H. M. A. Ex
posición catequís
tica , inaugurada
por el Excmo. br.
Nuncio en la fiesta
de San Juan Bosco.
MADRID. Noviciado Hijas de María Auxi
liadora. El Exemo. Sr. Nuncio corta la cinta
de la Exposición.
DE NUESTROS MARTIRES
La Coruña.—Aquejada de fuertes dolores,
que me dificultaban el normal movimiento
del cuerpo, providencialmente la madre del
mártir salesiano D. Ramón Elrín Mayo me
( S ig u e en p ig . 28.)
Gauhati.— Hay en la ciudad un Colegio
Saleslano, en el cual, como en todos los de
estas Misiones, los alumnos pertenecen a
diversas religiones.
Este Colegio se ha distinguido entre to
dos los de la ciudad en los exámenes fina
les, obteniendo el ÍW por 100 de aprobados,
algunos con las más altas calificaciones. Se
le estima como uno de los mejores, si no
el mejor. Tiene su sección de Anti.u.s
Alumnos, los cuales también se distinguen
por su aheión al Colegio y su compete/iC a
profesional. Algunos han ganado becas de
estudio en la Universidad. Celebran sis
fiestas. Así, en la pasada «Fiesta del N ñD»
dieron una función dramática anti d ez
mil espectadores y un festival que llamó
la atención por la elegancia de sus des il:s
la perfección de su música y la variedad
de su ejercicios gimnásticos. (ANS). Todo
sirve para ganar almas.
L a voz [>e l a s M is io n e r a s .— De una re
vistita íntima que editan las Madres de
Turín, traducimos esta carta para e lificación de nuestros lectores, advirtió ndo que no es una voz aislada.
Polar. 21 diciembre 1956.
Amadísima Madre Elrmelinda;
R. Madre Inspectora nos ha dicho
que U.. Revdma. Madre, concede a las
Misioneras más antiguas el permiso de
volver a la patria aunque sea por unos
cuantos meses. ¡Cierto! Sería una gran
satisfacción natural el w lv e r a ver des
pués de tantos años la amada Patria, las
Superioras. los parientes, las tum as de
nuestros seres queridos... Pero si desde
el Cielo veremos todas estas cosas, ¿para
qué desperdiciar tanto tiempo y dinero.
¡O h!. Madre, le agradezco su bondad,
pero le pido la gracia de que me deje en
la India trabajando mientras el Señor me
conceda vida y fuerzas. Ya tengo la sa-
ASSAM.—El R. P. Vendrame con
Mons. Ferrado poco antes de su
muerte.
tisfacción de ir todos los años a gozar
del frescor de las montañas durante un
mes, y pienso que esto me basta.
Con todo, si la Madre cree que debo re
patriar, obedezco en el acto. Es, sin em
bargo. tan bello trabajar en medio de es
tas pobres criaturas, leprosos, parias,
hijos de nadie. Nuestro dispensario está
siempre lleno; cada día pasan 150 en
fermos. E^te año he tenido la satisfac
ción — un poco triste, es cierto— , de bau
tizar con mis manos 96 angelitos, que se
fueron ciertamente al cielo.
güera. Allí pasan la noche. Al alba reanu
dan su camino.
E l salvaje teme la noche poi^que cree
que en las tinieblas vagan los espíritus
malignos misteriosamente, prontos siem
pre a lanzarles maleficios. Durante la no
che dan fuertes gritos y atizan el fuego pa
ra que no se apague. Asi se espantan los
espíritus. Cuando oyen el chillido de un
ave nocturna, gritan ellos a su vez, reavi
van el fuego y mientras éste llamea, se
acuestan uno contra otro. Piensan que
si viene el espíritu por alguno de ellos,
nir en pos de Mi, tome su Cruz y síga no lo encuentran por estar oculto en el
me.» Y así he procurado hacer en estos montón.
veintiocho años de Misión, y así procu
E l miedo está siempre presente en el
ro hacer cada día. Y estoy contenta, f e corazón de los seres primitivos; el mie
liz, diría.
do estrecha sus relaciones sociales; el
Un solo deseo he tenido en mi vida:
miedo los obliga a la observancia de las
morir misionera en la India. Y ahora
leyes, al respeto del tabú y de las tradi
que estoy a las puertas, Madre, no me ciones.
prive de tal dicha.
Estoy sin dientes y he perdido tam
bién un ojo; hace algunos meses que
tengo llagadas las manos; p^ro todavía
me sirven para curar llagas ajenas y ven
dar heridas; todavía puedo trasladarme
de un pueblo a otro para medicinar, con
solar, enjugar lágrimas y abrir las puer
tas del cielo a los moribundos.
¿Dificultades? Ninguna, gracias a Dios.
¿Cruces? ¿Humillaciones? ¿Y a quién
le faltan mientras se peregrina por la
tierra? Si lo ha dicho Jesús, y su pala
bra no puede faltar: nQuien quiera ve
Sor María Ravalico, F. M. A.
BOROROS Y CHAVANTES
Mana y tabú
En mis años de contacto con los sal
vajes he venido a conocer muchas cosas
terribles. Los salvajes están persuadidos
Lo que infunde terror es el «Mana».
La palabra Mana no es originaria de
América: ha venido de la Malasia. Su ex
plicación es difícil, como es difícil com
prender la psicología de los primitivos. El
Mana es una potencia, un fluido misterioso
que reside en una persona o em un objeto;
es como la electricidad en una pila o la
Tipo chavante de la Misión de
Santa Teresita. Está vestido de
gala, para una fiesta o una vi
sita.
de que los espíritus malos circulan por
dondequiera, se infiltran en todo, de día,
de noche, y sobre todo de noche. P or eso
nunca, o muy raras veces, se mueven de
noche. Ap>enas oscurece, estén donde es
tén, se detienen y encienden una gran ho-
radioactividad en el uranio. Es una ener
gía o fuerza que se irradia, y obra; puede
ser buena o mala, amable o terrible. El
salvaje la considera siempre peligrosa. To
da peraona, toda
puede tener su Mana.
Cuando un bororo muere, los demás se
—
23
«iprpsuran a destruir todo lo que le perte
necía ; queman la misma casa en que hal)ltaba. Temen que el Mana del muerto
jjcrmanezca en aquellos objetos e irradie
una emanación funesta.
Tabú, en cambio, es una cosa o persona
<|UO no se i>uede tocar ni ver, intangible y
prohibida. Como los cables de alta tensión,
<}Uion la toca, muere. Todo individuo de ra
za diversa, todo extranjero, es tabú. No se
le debo tocar ni acercársele. ¿Por qué? Por
<iue llevando consigo su tabú, puede causar
desgi'acias. Esto explica la guerra despia
dada contra los blancos, contra las otras tri
bus. las violentas represalias; las trágicas
emboscadas no tienen otra explicación que
la voluntad desesperada de defenderse con
tra el tabú de los extranjeros. Y cuando
])or necesidad tienen que tratar con ellos,
usan un complicado ceremonial para inmu
nizarse.
Tipo del chavante adolescente.
Uocuerdo en mi primer encuentro con los
C'havantes. Permanecían lejos, y con las ma
nas nos hacían señales de no seguir, de no
movernos. De pronto, un viejo se separó
del grupo: traía en la mano un calabacino.
Se dirigió derecho a mí. por ser el más vie
jo: me insufló varias veces, murmurando
extraños conjuros, vació de su calabacino
un polvo t>scuro. me lo tiró a la cara, lo esjHúvoreó sobre mis hombros y espaldas.
st>bre la cabeza, a lo largo de todo el cueren los pies. Escupió en su mano, amasó
un poco de polvo y me lo pasó por la cara,
resollando y resoplando fuertemente. Des
pués me agarró por una mano, me hizo sen
tar en el suelo, se sentó a mi lado, y dió a
24 - -
todos orden de sentarse. Los Chavantes
miraban silenciosos. Después de un rato los
llamó y les hizo acercarse y tocarme. Pro
curé sonreírles. El encuentro se hizo pací
fico y fraterno. Así comenzaron nuestras
relaciones de amistad.
Quien viola el tabú arriesga atraer sobre
su cabeza un cúmulo de maies.
Hallábame un día con un grupo de bororos en el Río das Mortes; era la tarde y
trabajábamos levantando un vivac. Era la
hora en que salen los capivaras, que son
unos roedores mu.y grandes, y viven en las
márgenes de los ríos y de los lagos. Pue
den permanecer mucho tiempo bajo el agua,
y así escapan a la captura de parte del
jaguar y del hombre. Para los bororos el
capivara es tabú, menos para el brujo. Alio
ra bien, un jovencito bororo, de veinte años,
educado en una de nuestras colonias, ms
pidió el fusil para matar uno. Sabía que era
un tabú, pero siendo cristiano, pensaba bur
larse de la superstición. Sus compatriotas
querían disuadirlo; pero él no les hizo caso,
mató uno, y lo trajo en son de triunfo al
campamento. Los bororos no se dignaron
siquiera levantar los ojos: murmuraban
entre sí. Lo asamos; su carne estaba sa
brosísima. El joven comió hasta la saciedad,
sin curarse de las protestas de sus co.iipañeros. A media noche, cuando todos dor
mían profundamente, vino un viejo cacique
a decirme: «Escucha, hombre blanco, mi
palabra: he visto muchas cosas que tú no
has podido ver porque' por tus venas no
corro sangre horora. No me creerás. El Es
píritu Supremo que os manda a vosotros
es bueno. Vuestros espíritus superiores son
buenos; no son malos ni vengativos como
los nuestros. Si vosotros desobedecéis, se
disgustan y se alejan de vosotros, y os sen
tís mal, pero no os matan; los nuestros no
nos perdonan y nos hacen morir. Esta tarde
ha huido de mi corazón la alegría; estoy
triste pensando en la desgracia que pende
sobre la cabeza del desgraciado joven que
ha matado al capivara y comido de su
carne.»
Hablaba con un tono de profunda triste
za, en medio del silencio de aquella noche
profunda. Yo quise tranquilizarlo. Sacudió
la cabeza y me replicó: «Tú no crees por
que no eres bororo; pero pronto verás lo
que hará el Bope; y cuando veas morir al
joven me creerás.»
Pasaron seis meses. El jovencito enfer
mó misteriosamente y empezó a enflaque
cer. Inútiles fueron todas las medicinas \
todos los cuidados. Llamaron al brujo p::ra
que lo conjurara. El joven murió diciendo
que el Bope lo había castigado. El cacique
fué a buscarme, y con la misma tristeza
profunda me dijo: «¿Lo has visto?, ¿crees
ahora? Nuestros espíritus no son como les
vuestros: no perdonan.» ¡Coindicencias!
Pero... ¡cuánto dificultaron la obra del Mi-
Los dos primeros chavantes
que del Rio das Mortes llega
ron a Campo Grande.
sionero! Lo más probable es que el brujo
suministra una mtdicina que obra a largo
pla^o, ae que ellos tienen el secreto.
Otro caso. Hallábame en el Río das Mor
tes en viaje de exploración. Las provisiones
se nos habían agotado. Dispuse que nos de
tuviéramos a pescar. Era '.a tarde y se re
flejaba el pálido sol sobre las ondas. Los
indios encendieron los fuegos del vivac y
se d spusieron a la pesca. De pronto vi un
hombre haciendo esfuerzos desesperados pa
ra sacar un gran pez que había picado. Yo
me mostraba contento pensando que pronto
sus carnes acallarían nuestra hambre. Pero
el hombre lanzó un grito y abandonó el
anzuelo gritando: ¡Bope, Bopo! Era un pez
tabú. Todos los indios huyeron, diciénd )
me: «Mejor es sufrir oÍ hambre que morir
castigados por Bope.»
Peor todavía es el infanticidio por tabú.
Si una mujer que va a ser madre tiene un
mal sueño: si. p. ej.. sueña una de.sgracia.
una mordedura de serpiente, o a'go así. tie
ne obligación de denunciarlo al brujo. Y
éste decreta la muerte de la criatura, por
que sería tabú para la tribu. S: ella no tiene
va’or para ejecutar la sentencia, otra mujer
debe hacer.'o. ahogando a la criatura, ta
pándole las narices y la boca. Estarán pre
sentes el padre, la madre y toda la familia,
impasibles, porque así lo exige la lev dcl
tabú.
Gracias a Dios, todo esto se ha vencido en
las tribus convertidas.
A.vtoxio Colbachini,
Misionero Salesiano. (Continuará.)
LOS PRIMEROS CHAVANTES EN CAMPO
GRANDE
E l 27 de octubre, sin previo anuncio,
llegan al Colegio salesiano los dos prime
ros chavantes que vienen a la ciudad. Los
acompaña el misionero P. Sbardellotto.
Fácil es imaginar el revuelo que la noti
cia levanta. Hasta ahora estas tribus eran
conocidas y temidas por su ferocidad. El
uno tiene catorce años; el o.ro, doce. En
un momento el vasto patio se llenó de
gente. Por fortuna, los chavantes no sa
bían otra lengua que la suya, y los chi
cos y la gente no saben el chavante.
Pero a los cinco minutos ya se enten
dían con nuestros chicos: los ñiños so
entienden siempre entre sí no se sabe
cómo.
Los dos huéspedes no se admiran <1? na
da. aunque todo les es nuevo. Un mes
antes dos profesores habían estado en la
misión para fijar en el magnetófono al
gunos de los cantos tradicionales chavan
tes. Ahora, estando nuestros visitantes
sen*ados cómodamente en poltronas, un
padre abre el aparato, y al oír el ritmo de
su música los dos, como tocados por un
resorte, saltan al patio y se ponen a dan
zar cantando, como si estuvieran en una
fiesta chavante.
Una cosa les llamó luego la atención:
la única, la llegada de los es‘ udiantes
externos en bicicleta. Quisieron montar.
Antes de diez minutos habían aprendidoa andar y dieron, vueltas y vueltas por el
patio.
Diez días permanecieron con nosotros.
Ahora podrán contar tantas cosas como-
25 .
Vicariato
Apostólico
de
Sakania (Congo Belga). Escuela elemental.
han visto. Y es seguro que las relaciones
se han establecido. Mientras escribo me
comunican que más de cien chavantes
avanzan en dirección a la misión y han
acampado muy cerca. Hace cincuenta
años el P. Bázola iba en busca de los jíva
ros. Hoy son los chavantes los que vienen
en busca del Misionero, para entrar en la
Iglesia y en la civilización. ¡Cuán fecun
da ha sido la san ^e de los dos primeros
exploradores salesianos! Quizá no esté le
jano el día en que la tribu, o las tribus
enteras vengan buscando la Luz de que
es depositaría la santa Madre Iglesia.
Campo Grande, 6-II-57.
P. Guido Borra, Inspector.
Intención del Apostolado de lo
Oración
Que la instauración de la Sa
grada Liturgia y del Arte Sa
grado contribuya eficazmente
a la renovación de la vida cris
tiana.
Intención misional
Mario, chavante de catorce años, en Campo
Grande.
26 —
Por que los Católicos del Pa
kistán y otras naciones obten
gan paridad de trato y reco
nocimiento de todos sus dere
chos.
Recordando al Venerable don Miguel Rúa
El 10 de abril se cumplieron los cua
renta y siete años desde que nos dejó.
Todavía viven varios de los que lo cono
cieron, entre otros, quien redacta hoy el
Boletín Salesiano español, y recuerdan
perfectamente la potente espiritualidad
que alentaba en él y se comunicaba a los
demás.
Muchos otros de los que vivieron con él
han muerto; pero dejaron en sus escri
tos o en las declaraciones ante el tribunal
eclesiástico, .testimonio de lo mismo, por
que Don Rúa fué un gran santo (1).
El testimonio mayor se lo ha dado el
mismo Don Bosco, su padre y guía du
rante cuarenta años, desde que lo cono
ció, niño, hasta que lo dejó encargado del
gobierno de la Congregación.
Efe cosa sabida que la Divina Providen
cia asistió de un modo particular a Don
Bosco en la fundación de la Obra que
había de perpetuar su labor en pro de la
juventud y de la sociedad en general. Y
como los instrumentos de la Providencia
son los (hombres, desde el principio le
envió, entre tantos jovencitos, los que
debían ser sus colaboradores más cerca
nos. Entre ellos, Miguel Rúa. D:sde la
primera vez que lo ve, el Santo conoce la
elección, y se la indica, de un modo entre
misterioso y humorístico.
Como atraído por un imán, el chico se
hacía encontradizo con el Santo cuantas
veces podía, e indefectiblemente éste le
hacía el consabido ademán de partir por
la mitad una cosa imaginaria que tuviera
en la mano. Cuando Miguel, ya jovencito,
viste sotana, pregunta a su Maestro y
Padre la signiRcación del gesto, y recibe
esta respuesta: «¡O h , hijo m ío!, a estas
horas deberías haberlo comprendido. Don
Bosco quería decirte que un día haríamos
los dos a medias».
Estas palabras ya son elogio bastante.
Más tarde, cuando ya Rúa lleva algunos
años trabajando a su lado, Don Bosco,
atento observador, profundo conocedor de
almas, iluminado con frecuencia con ilus
traciones de lo alto, equilibrado y pru
dente. calculador de las palabras, deía
escapar éstas, ante un grupo de religiosos
y de alumnos mayorcetes: «S i Dios me
hubiera dicho: «Im agina un joven ador
nado de todas las virtudes que pudieras
(1) Tomamos esta palabra sólo en sentido humano.
De Qinsún modo quisiéramos prevenir los Juicios de
ia Santa Iglesia
desear, pídemelo y te lo d a ré »: yo le hu
biera pedido a Miguel Rúa.»
¿De qué virtudes hablaba Don Bosco?
De las que él deseaba en los educadores:
pureza angelical, piedad verdadera, ali
mentada con la oración y consolidada con
la frecuencia de la confesión bien hecha
y la comunión fervorosa, devoción y con
fianza en la Virgen, práctica constante
de la mortificación cristiana, amor al de
ber, espíritu de sacrificio a toda prue
ba... ¡Todas estas virtudes veía Don Bos
co que las poseía Don Rúa!
Alrededor de Don Bosco se ha forma
do un selecto grupo, núcleo vital de la
futura Congregación. Desde el primer
momento, y por confesión de todos, Rúa
ocupa el primer lugar. Y lo ocupa no só
lo por su talento. En sus ausencias, pue
de Don Bosco estar seguro y tranquilo:
en Rúa hay seriedad, serenidad, capa
cidad de trabajo, don de gobierno, ab
negación sin límites, espíritu de servicio,
fidelidad a toda prueba.
El trabajo es un distintivo de la Con
gregación. Don Bosco trabajaba mucho
y mucho trabajaban los que con él vi
vían. Un día se hablaba de si el trabajo
excesivo mataría a algún salesiano. El
Santo sonreía. Y de pronto, salió con es
ta frase: «E l que se podría llamar ca.rí
víctima del trabajo es Don Rúa».
Efe delicioso ese casi. Había veces que
Don Rúa, al igual que su padre y maes
tro, no dormía arriba de cuatro horas
para poder dar abasto a tanto trabajo co
mo tenía. Y sin embargo, tiene su expli
cación, y es un elogio: Don Rúa traba
ja extraordinariamente, pero no traspasa
el límite de sus energías, no se excede; lo
que sería vicioso.
Este trabajo era absolutamente desin
teresado ; sólo p>or amor de Dios y de las
almas; cosa posible sólo cuando se ama
mucho a Dios, cuando se tiene mucha fe.
A los ojos de todos Don Rúa aparecía
perfecto: lo llamaban «la Regla vivien
te». Hasta esa especie de severidad que
manifestaba para ahorrarle a Don Bosco
papeles odiosos, como era el de corregir,
había remitido y convertídose en una
«seriedad amable». Don Bosco hizo este
otro elogio ante un grupo de salesianos
y chicos mayores; «Si, por decirlo así,
yo quisiera poner el dedo sobre Don Rúa,
señalando un punto en que no tuviera
una virtud, no lo hallaría».
— 27
ií
GERONA.— Concierto de los
Aspirantes en las fiestas de
Santo Domingo Savio.
n
Don Bosco ha visto a su Congregación
crecer, multiplicarse, pasar de Italia a
Francia, a España, a América. En sus
sueños la ve dilatada por el mundo.
Don Rúa aparece siempre en el primer
plano. Don Bosco puede contar con él.
Se trabaja mucho, porque el demonio no
reposa y hay que hacerle frente. Como
el padre, el discípulo no mide el traba
jo. Sabe que el trabajo es «servicio de
Dios». Hombre, al fin, Don Bosco siente
que la muerte se acerca. De la suerte de
la Congregación no se preocupa. Dios la
bendice. La sostiene María Auxiliadora.
V ahí tiene a Don Rúa para empuñar el
timón. Otro elogio ante los salesianos del
Consejo: «Si Dios me dijera: «Prepárate
un sucesor, porque no quiero que la obra
por ti empezada venga a menos, pide
para él las gracias y carismas convenien-
tes a, su oficio», yo le pediría a Don Rúa,
porque lo veo ya en posesión de .todas
las habilidades y carismas necesarios pa
ra el cargo».
Y que los poseyera, lo demostró la rea
lidad. Muerto el Fundador, Don Rúa si
guió gobernando la Congregación y si
guió ésta su marcha ascendente. No se
notó cambio ni divergencia. Don Rúa era
sumamente humilde. Sobre esa base Dios
había edificado. Decía Don Bosco: «Don
Rúa puede hacer milagros, si lo quie
re». El mayor milagro fué el grande pro
greso de la sociedad salesiana en sus tres
ramas. Y hubo también otros, de los cua
les no es aquí el caso de hablar.
Llenos de confianza esperamos que el
elogio de Don Bosco. pronto lo confir
me, con plenitud, la Iglesia.
(V ic n e d e ¡a pág. 2 1 .)
entregó una hoja impresa relativa a este
siervo de Dios, y habiendo invocado su va
limiento o intercesión, me sentí sin dolo
res. que sin embargo me vovieron días
más tardo: pero volviéndolo a invocar, ce
jaron por complcrto y después de un ano
no ho vuelto a sentir síntomas del citado
mal. Hago público este favor.—Matilde Gil
García.
Barcelona.— Por una gracia obtenida del
siervo de Dios, D. Miguel Domingo Cendra,
envío una limosna, contento de poder así
cooperar a su causa de beatificación.— L. B.
Valencia.—Hallándome enferma, me en
comendé al R. D. José Villanueva Tornos,
ofreciendo una limosna para su causa s»
recobraba la saCud. Cumplo mi promesa por
haberla recobrado.—Jidtfa Hernán.
Vaiverde (Orense).—Por varias gracias re
cibidas por intercesión del siervo de D os.
D. Gil Rodicio, Coadjutor salesiano. envío
unas limosnas para su causa, suplicando se
publique nuestro agradecimiento en el Bo«
letin Salesiano.— Cai-men Rodicio.
28
—
Las Misiones de Assam han perdido un
gran Misionero en la persona del P. Cons
tantino Vendrame. Jamás Shillong había
presenciado funerales tan imponentes, ni
dolor tan unánime por la muerte de un
hombre.
Treinta y dos años llevaba misionando en
el país. Como San Francisco Javier, solo,
con un bastón en una mano y el rosario en
la otra, recorrió, a pie, todo el territorio de
los Montes Khasi, en todas direcciones, no
cuidándose del sol canicular, ni de las llu
vias torrenciales, durmiendo en tierra, ali
mentándose de cualquier cosa.
Una especie de aureola lo circundaba: endondequiera se ile recibía como héroe de la
caridad y caballero de Cristo. Era un pió-
ñero. Tenía el arte de abrir caminos a la
Gracia, poseía el don de una elocuencia
arrolladora en una sencillez divina, corro
borada por él espíritu de sacrificio y de
caridad.
En una de mis visitas pastorales un ca
tequista me narró el origen de su conver
sión. «Hace quince años, en una noche tem
pestuosa nos despertó un insólito ladrar de
los perros del pueblo. Abrí el ventanuco.
Una voz varonil resonó: « ¡ Por amor de
Dios, un lugarcito para pasar la noche!»
Todos estaban medrosos. A mí aquella vo''
no me era desconocida. Lo había oído pre
dicando en el mercado de un pueblo. Abrí.
Y el Padre Vendrome entró. ¿De dónde ve
nía? ¿Cuánto había caminado? A esa hora
todas las casas estaban cerradas. Los pe
rros se alarmaron... A las súplicas sólo
respondían los ladridos de esos canes. Lo
atendimos como pudimos. Pasó todo el día
con nosotros, hablándonos del Señor, Je
sús; visitó Igualmente todas las casas. To
dos veíamos en él al hombre de Dios y
resolvimos convertirnos SI catolicismo...» El
pueblo era todo pagano.
¡Cuántas cosas podríamos contar! Após
tol, caminaba, caminaba sin vagar, predi
cando y bautizando. Todo lo daba; se en
tregaba a sí mismo. Y este fué su gran
secreto. Era su dicha inmolarse por los
demás y rodearse de una multitud de ni
ños, que se sentían como fascinados. En
los pueblos que no conocía se hacía prece
der de ellos como heraldos, y el éxito era
seguro; por los niños entraba en las fami
lias.
ün mal insidioso minaba su existencia.
Hubiera necesitado descanso. Pero... «una
sola cosa necesito —decía— trabajar por las
almas». Quiso recibir solemnemente la vi
sita pastoral en su parroquia de Mawkar;
hubo misión, primeras comuniones, vela
da... Estaba feliz... Poco después caía en el
campo de trabajo como auténtico hijo de
Don Bosco.
ban refugio, exponiéndose a gravísimos pe
ligros. En efecto, fué preso y encerrado en
las checas. Allí se confortaba con la medi
tación y las esperanzas sobrenaturales.
¡Cuántas noches, cuando los esbirros iban
a sacar a las víctimas que debían ser inmo
ladas, pensó: «ha llegado mi turno»! El
Señor no lo quiso; alguien, a quien él ha
bía beneficiado, se interpuso siempre.
Salió la víspera de la entrada de las tro
pas de Franco en Madrid. Y volvió a su
trabajo y a sus devociones con la mayor
tranquilidad de espíritu. Cada día amaba
más a Don Bosco, a María Auxiliadora y a
la Obra Salesiana. En los últimos años las
enfermedades le acongojaron bastante, el
reumatismo atrapado en las checas no le
dió tregua. Con gran valor soportó sus acha
ques. sin disminuir su trabajo, sus devocio
nes y sus limosnas. Bien purificado ha sali
do de este mundo. ¡ Tenga muchos imitado
res! Nuestro pésame a toda su estimable
familia.
Un «Savio» más.
FAUSTO
ANTONIO
HERNANDEZ
Esteban Ferrando, S. 1). B.
Obispo de Shillong.
DON JUAN GOMEZ DE LAS BARCENAS
Después de una vida meritísima rindió
su jornada este grande cooperador salesiano, a los 78 años de edad. Emparentado con
algunos salesianos, entre ellos el mártir
don Miguel Lasaga, sacerdote, y amigo ín
timo del hoy Arzobispo de Valencia Mon
señor Olaechea, amó siempre a la Congrega
ción. propagó su espíritu, y la favoreció
cuanto pudo. Secretario por muchos años
del grande Marqués de Comillas, no fué de
los que menos influyeron para que ese pró
cer conociera y estimara a la Congregación.
Mucho sufrió durante la república y la
guerra civil. No pudo alejarse de Madrid.
Brindó su casa a salesianos que necesita
A
\
A
s
1
«Nosotros hacemos consistir la santidad
en estar siempre muy alegres.»
A cien años de distancia, la angélica son
risa de Domingo Savio. sigue dibujándose
en los labios de los jóvenes de nuestro si
glo que luchan por escalar, con entusiasmo
siempre maj'or, la cumbres de la santidad.
(C on tin ú a en la pág. 2 l .)
—
29
INSPECTORIA
UN
D ON
DEL^ C i e l o QUE
E N C ASA
SE OS
METE
— Mire, Padre, este rosario O'. un regalo del
Papa— me decía una señora m'entras sacaba de
su bolso un rosario blanco.
— Sí— añadió él— , nos lo dió el Papa cuando
recién casados fuimos a Roma.
— Estuvimos allí cinco d.as— prosiguió ella— .
De muchas cosas que vimo.s nos hemos olvidado
ya; pero nunca nos olvidaremos de aquel miér
coles por la mañana en que fuimos recibidos en
audiencia por S. S. Pío X II.
— Eramoi más de 60 matrimonios
— Cuando apareció el Papa con su figura es
belta, con su mirar bondadoso, nos dió la im
presión de ver a un santo, al mismo Jesucristo.
Y con el recuerdo de su fisura, nos quedó
también el de su palabra. Entre otras cosas no;;
dijo:
Com o verdaderos cristianos que sienten en si
la grandeza y la alteza de la fe en el gobierno
di\ino de la Iglesia y de la familia, cuando Dios
os hiciese un dia el honor de pedir a uno de
vuestros hijos o de vuestras hija- para su servi
cio. sabed apreciar e valor y el privilegio de
una gracia tan grande, para el /i./o o peía la hija
escogidos, para vosotros y para vuestia familia.
Y daba la razón de ello:
Es un gran don del cielo que se os me’e en
casa', es una flo r brotada de viiesfa sangre, re
gada con el roclo del cielo, flo r de virginal fra
gancia que ofrecéis en el altar y en obsequio al
Señor para una vida cotisagradn a E l y a ¡as
almas', vida, para quienes rectamente correspon
den a la invitación divina, la más hermosa, y
a más bella que se puede vivir acá abajo’, vida
que aún para vosotros y para los vuesiros es una
fuente de bendiciones.*
Bendición del Señor es un hijo sacerdote o
religioso. Y señalada predilección cuando Dios
escoge a varios y los padres los entregan con
generosidad.
En el número de febrero habrán visto nues
tro* lectores cómo el Rvdmo. Rector Mayor ha
querido tributar un recuerdo de homenaje y gra
titud a los padres que han consagrado tres o más
hijos al Señor en la Familia Salesiana
En nuestra Inspectoría Tarraconense tres son
las familias que han dado al Señor cuatro de
sus hijos en la filas de Don Bosco y otras trece
han dado tres.
.Abrimos *a lista con los nombres de los pa
dres de nuestro amado Señor Inspector. Muy
30
—
DE
Reverendo P. Tomás Baraut, que desde el cielo
contemplan a todos sus hijos varones sacerdotes
de Cristo: tres Salesianos y dos Benedictinos en
Montserrat.
1 Don Miguel Baraut y doña Alfonsina Obiols.
Vilar ce Cabó (Lérida).
2. Don Pedro Ansorena y doña Máxima Remírez. Pamplona. 2 Salesianos y 2 aspirantes.
3 Don Juan Bta. Araiz y doña Margarita
Churlo. Pamplona. 3 Sal. y I Hija de M . A .
4. Don Francisco Armelles y doña Luisa Pa
lla; és. Celia (Teruel). 2 Sal. y 2 H . de M . A.
5. Don Salvador Arana y duna María Mar
tínez. San Martín de Amescoa (Navarra). 1 Sal. y
2 aspirantes.
6. Don Manuel Bonastre y doña Amparo Nácher Valencia. 1 Sal.. I H. de M.
y I asp.
7. Don Federico Díaz y doña Regina Rivas.
Santander. 3 Salesianos.
8. Don Cosme Fábregas y doña María Sa'a.
Alella (Barcelona). 1 Sal. y 2 H. de M. A.
9. Don Félix García de Eulate y doña Emilia
Ruiz. Eulate (Navarra). 2 Sal., 1 Hija de M. A.
10. Don Serapio Mélida y doña Petra Amezgaray. Pamplona. 3 Sal.
11. Don Agapito Mendive y doña Blasa Sarasíbal. Pamplona. 2 Sal. y I asp
12. Don Francisco Nácher > doña Carmen
Lluesa. Valencia. 3 Sal.
13. Don Ramón Peris y doña María Rosa
Muñoz. Bonrepós (Valencia). 3 Sal.
14. Don José María Vivas y doña Francisca
So'á. Calella (Barcelona). 3 Sal.
15. Don Juan Bta. Vicent y doña Rosario
Sacra. Burriana (Castellón). 1 Sal. v 2 asp.
16. Don José Zubizarreta y doña Teresa Aramendi. Azcoitia (Guipúzcoa). 3 Sal.
A ellos el reconcKimiento de toda la Familia
Salesiana.
BUENOS A D M IN IS T R A D O R E S
Los bienes materiales son desgraciadamente oca
sión de ru-na espiritual para muchos. N o es que
sean ma'as. sino que se emplean mal.
Bien empleadas son fuente de bendiciones y
recompensa en el cielo.
Estos bienes materiales adquieren una espe
cial elevación cuando se destinan a formar mi
nistros de' Señor. Quien sabe darles este destino
se hace partícipe del bien que este sacerdote
hará en el mundo y partícipe por tanto de su
cotona en el cielo.
Las becas vocacionales son un medio para
emplear provechosamente estos bienes mate
riales.
(Viene ée Ja pá¿. 29.)
En la República Dominicana, en «aquel
más bello lugar que ojos humanos hayan
visto», en el Aspirantado Salesiano de Jarabaca, el 2 de enero p. p., ha muerto im
provisamente, con la sonrisa en los labios,
el jovencito Fausto Antonio Hernández,
alumno de tercer año de latín y fiel a la
consigna de Domingo Savio: «La muerte,
mas no el pecado».
Había nacido el 27 de noviembre de 1941.
De carácter fuerte como su modelo, for
muló y practicó propósitos de santidad.
—«No seas cobarde si no quieres perder
el paraíso.»
—«Seré un santo aspirante para llegar a
ser un santo sacerdote salesiano.»
—«María, nací para Ti, vivo para Ti, y
moriré para ir a Ti.»
Socio activísimo de la Compañía del San
tísimo Sacramento, apóstol entre sus com
pañeros.
Varias personas preguntaban con admira
ción, quién era aquel joven que rezaba con
tanta devoción en la iglesia; ¡ como se
preguntaba de Domingo Savio!
Y como' de Domingo Savio se puede re
petir de él. que fué un «estudiante inteli
gente y aplicado».
Se está preparando una biografía, para demostrar a la juventud que la santidad no
es cosa de tiempos pasados.
Estamos seguros que desde el cielo vela
por nosotros un ángel más.
DON MARCELINO MORAN MORENO
En Arabayona, Salamanca, el día 10 del
pasado marzo a la edad de 84 años, descan
saba en la paz del Señor don Marcelino
Morán, padre del sajesiano Rvdo. don Da
vid Morán. Los últimos tres años de su vi
da pasados continuamente en cama sobre
llevados con paciencia y resignación cris
tiana, ciertamente le habrán enriquecido de
méritos y purificado de las imperfecciones
en que todos los mortales incurrimos. No
obstante, pedimos para él una fervorosa ora
ción y a sus familiares hacemos presente
nuestro más sentido pésame.
Otros cooperadores difuntos
Madrid: D. Ignacio Marote Andrada.
Cindadela: Doña Catalina Llorens.
Gerona: D. José Pon Batlle. D. Enrique
Surada Vians, Doña Pilar Marcos.
Vigo: D. Diego Marín, Doña Rosa Furio.
¡Descansen en la Paz del Señor!
•
C O N LICEN C IA EC LESIA STICA
Víctimas de un accidente automovilísti
co, fallecieron cerca de La Habana el Muy
Reverendo Padre Florencio Sánchez, Inspec
tor de las casas salesíanas de las Antillas,
y el R. P. Juan Geopani, párroco de la igle
sia de Nuestra Señora del Carmen de esa
ciudad.
H istorias M o d e r n a s , por V íctor Sarat,
C. P. C. A., 206 págs., en 8.®, 15 pesetas, portadas
artísticas. Es una bella colección de pequeñas
biografías, excelentes modelos de personas de
fe robusta. Demuestra también la necesidad o
a lo menos la conveniencia d i los Ejercicios
Espirituales cerrados. Lectura amenísima y
útil. Muy buenos dibujos lo avaloran.
Iglesia orante: La Semana Santa, por el U.
P . Gr. M , de Antoñana, C. M, F, Tarde para
anunciarla, siem pre oportuna para admirarla y
saborearla, nos llega esta nueva obra del ilus
tre P. Antoñana. T ien e el texto íntegro en la
tín y castellano de los oficios de la Semana
Mayor, anotado como el Padre sabe hacerlo.
En apéndice enseña a visitar provechosamente
los monumentos. 192 págs., 10 pesetas. Ed. Co
cuisa.
Tarde igualmente nos llega la 11 edición de
la tSemana Santa» del P. Rodolfo Fierro, edi
tada en Barcelona, Sarriá, con toda la elegan
cia con que sabe presentar sus libros la Escue
la T ip o g rtfic a Salesiana.
Iva S, E. I. de Madrid nos manda dos folle
tos m uy bellos y muy prácticos: E l últim o día
del mes, en Jionor de San Juan Hosco. En su
presentación dice; tCon este librlto (78 pá
ginas) pretendemos ven ir en auxilio de los
devotos de S. Juan Bosco, que han tomado la
hermosa costumbre de consagrarle el último
día de cada m es...» Sugiere algunos de los pen
samientos que eran más fam il'ares en el San
to y refiere ejem plos y propone a la conside
ración de los devotos algunas de sus máximas.
Letanías del Sagrado Corazón. En solas 32
páginas explica y comenta, como para dar pun
to de meditación, las Letanías en que la Iglesia compendia los títulos o nombres del Sagra
do Corazón.
^*9**^.***^i** ******************
Direcciones áe los Sres. /nspeclores provinciales;
M adrid: G en era l P r im o de R ivera, 2b
B a rce lo n a : P a s e o San Juan B o s co , 74
S ev illa : M a ría A u x ilia d o ra , 18
•
C órd oba: M a ría A u x ilia d o ra , 14
Z a m o ra : Escuelas Salesíanas
No olvidar la Conferencia reglamentaria de los Cooperadores Salesianos.
Talleres Gráficos de EwaoNES C a s t i l l a , S. A .-A lc a lá . 126. Madrid
— .31
Las Hijas de María Auxiliodora
(Sale;>ionas)
Como a los Salesianos, sus
santas Reglas les ordenan
consagrar sus fuerzas y su
vida a cuantas obras de ca
ridad sea necesario, en bien
de la juventud. He aquí tres
aspectos de estas activida
des. Durante la semana, las
Salesianas atienden en sus
colegios a los diversos gra
dos de enseñanza: elemen
tal, media, profesional; y los
domingos abren sus patios
a cuantas niñas quieran fre
cuentarlos, dando lugar a
les llamados Oratorios Fes
tivos. En ellos se divierten
las niñas y son instruidas
en el catecismo. La primera
fotografía es de un patio salesiano, en San Sebastián.
En España las Salesianas
educan en sus colegios unes
20.000 niñas, y 13.000 más
: n sus Oratorios Festivos.
En sus escuelas profesio
nales forman unas 1.5Ü0 jó
venes, proporcionándoles un
medio para hacer fronte a
las necesklades de la vida.
Esta segunda fotografía reproíluce el taller de bordado
a máquina do las Escu las
Salesianas de Haracaldo-Vizcava. Para ellas no hay des
canso ni vacaciones: en las
del verano atienden las co
lonias veraniegas. La terce
ra fotografía es de un gru
po de niñas de San Sebas
tián que pasan una tempo
rada en Burgos. El cui*so pa
sado atendieron a unas 60Ü.
8r. n.
S e ñ a s d e l remitente