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BOLETIN
SALESIANO
J U N IO
1993
N 6 m « ro 6
Redicdéi y AdmlBlstnutÓR
Alcali, mMA D R I D
Casa M adre
(fa la
Familia
Saiesiana
Allí dond« un día «I Joven Mcerdote O w Juan Bosoo
alquiló al «eftor PiflardI una nníMrm teftofy
unir a loa niftoa loa díaa faatlvpt, aa levanta
Oaaa Madre da la famlHa «alaaiana, y an aua
aalonea y patloa aa raúneji pai* faatajar la»
S a f ^ n i a i i a Ida W ealanoa, Cooperador^, H lja a ^
María Auxlfladora y AntlQUoa *
de Don Boaoo y de la Virgen Santíalma
r BOLETIN
R E V I S T A
D E
L A S
Año LXVI
¡ANO
O b R A S
J u n io
AUGUSTAS
D E
D O N
B O S C O
1953
N ú m e ro 6
DIRECTRICES
VIII
Llegados a cierto punto del discurso del Padre Santo a los cooperadores salesíanos en Castengandolfo, no nos hubiéramos atrevido a tratarlo bajo nuestra responsabilidad si no nos res
paldara el magisterio altísimo de quien llama a los miembros de la Pía Unión, como Cristo
a los Apóstoles y la Sagrada Liturgia a los doctores de la Iglesia, «Sal terrae».
«Sil de la tierra», que penetre, con el ardor de la fe vivida, en
todas los rincones de la familia y de la sociedad civil.
Fué Pío XI quien definió a los miembros de la Acción Católica como participantes de la
acción de la jerarquía, excepción hecha, naturalmente, de las funciones relativas a las órdenes
sagradas. Ahora bien, si al simple sacerdote se aplica con razón esa metáfora de la sal, al cris
tiano inscrito en la Acción Católica, por consecuencia y en la limitación citada, también se
le puede llamar sal, que ayude a preservar de la corrupción moral y a mantener sazonados los
frutos de salvación.
Pues razonemos a la inversa: el Papa llama «sal de tierra» a los cooperadores salesianos
porque los considera afines al sacerdocio, al apostolado; porque piensa que tienen una misión
de acción cristiana en el mundo; tal vez porque sabe que, disciplinadamente organizados
bajo las reglas de Don Hosco, los párrocos y los obispos tienen derecho a apoyarse en ellos para
penetrar con la antorcha de la fe en los hogares y en todos los sectores de la sociedad civil,
llevando a Cristo en sus obras y en sus palabras de salvación...
Pero notad bien, cooperadores, que Pío XII os pone una esencialísima condición: «Con el
ardor de la fe vivida.» Y volvemos a repetir lo que en otros números hemos recordado: primero
es obrar frutos de virtud personal; luego, predicar sin descanso.
¿No os parece que en ningún otro documento público ni privado, salesiano o pontificio,
aparece más claramente la diferencia entre bienhechor y cooperador, como en estas p^abras del
Pastor Angélico?
En cada parroquia, en cada porción salesiana ia Pía Unión de Cooperadores debe ser, como
cada Asociación de Acción Católica, como lo es también el sacerdocio, una «minoría selecta»,
según la inspirada acepción del gran Papa Pío XI. Entonces ya podría tener vigor el contenido
de aquel famoso capítulo de las Constituciones Salesianas que Don Hosco tituló «De extemis»
_traducible por «Salesianos externos»—, colocado en la reserva por la prudencia de Roma,
índice claro de las razones por las cuales a Don Hosco se le llama «Precursor de la Acción
Católica».
N U E S T R A PO R T A D A .—E& el busto de la ffran estatoa d d Sac^rado Corazón para la
éiunbre d d Ttbidabo.
—I Mide 7,so m etros de a ltu ra .
— P esa cinco to n d ad as.
— Es de bronce j obra d d escultor don José M iret, d e B arcdona.
—■ F né fundida en los talleres de tos señores H ijos de B arberi, de Ok>t (G erona).
— Reemplaza a la que fusilaron, deK rozaron 7 robaron los “ rojos" e n d
tp id .
— Es
respuesta de am or al odio que profanó la prim era, i
'— T iene qiae ir colocada e n d punto m is alto del te n id o sobre la to rre central, de
la qiK faltan por co n stru ir pocos metros.
¿COM O S U B IR A ?
La respuesta la d a rin
los téenícoo, ^ e ro el em puje s e r i de todos tos español es.
97 —
I
EL PAPA EXPLIUA UNA
P A R A B O L A A MIL
ALUMNOS SALESIANOS
E l 19 del pasado abril un millar de mu'
chachos pertenecientes al Barrio Don Bas
co, de Roma, se postraron ante el Papa
para rendirle homenaje filia l y sentido con
motivo de cumplirse el lustro de la funda
ción. Su Santidad les dio luego esta hermo
sísima lección, cuyo contenido es un nuevo
concepto de la inmensa deuda que con él tie
nen los hijos de San Juan Bosco;
I
/
SALUDO PATEENAI
Hay algo nuevo hoy en esta auJa que ha visto congregarse, aun en los últimos días,
a tantas personas de diversa edad y condición. Pocas veces, sin embargo, la brisa de alegre
y exuberante primavera ha penetrado en la casa del Padre común, invadida por mucüe*
dumbre de vivaces y queridos muchachos como hoy.
Quizá habéis recibido quién sabe cuantas exhortaciones a sor buenos, a no alborotar,
y realmente dais ejemplo magnífico de orden y disciplina. Pero Nos deseamos aseguraros
que, si no fueseis tan numerosos, hubiéramos bajado en medio do vosotros para mostra
ros de modo más expresivo cuánto os ama el Papa.
Tenemos ante los ojos de nuestro espíritu lo que debía suceder a menudo cuando
los niños pugnaban por abrirse paso entre el gentío para llegarse a Jesús. No sería exa
gerado afirmar que materialmente se le echarían encima, y que El se lo toleraba todo,
defendiendo sus intemperancias y la audacia de quienes ios conducían, amparándoles
contra las repulsas de sus Apóstoles y de cuantos temían que los pequeños turbasen el
silencio y provocasen el desorden. Resonaba así, dulce y firme, la palabra de Jesús:
«Dejad que los niños vengan a Mí».
, , « ,
^ ^
Quisiéramos deciros, queridos hijos, muchachos del Barrio Don Bosco, cómo un
tierno amor, semejante al que llenaba el Corazón divino de Jesús hacia todos los niños,
enciende el nuestro y lo hace desbordar de alegría, hoy que habéis querido regocijarnos
con vuestra presencia, tan llena de encanto.
Os damos nuestra paternal bienvenida, y aprovechárnosla ocasión para dirigiros uims
sencillas palabras, deseosos, eomo estamos, de imitar de alguna manera las que os diría
Jesús, si estuviese aquí visible, en lugar de su indigno Sicario sobre la tierra.
LA PARABOLA
Recordáis, seguramente, por haberla oído contar tantas veces, la parábola de los ope
rarios de la viña: «En cierta ocasión un señor tuvo necesidad de trabajadores para su vina,
y salió muy de mañana en busca suya. Volvió a la hora de tercia, do
y cada vez un grupo de operarios se puso en movimiento para ir al laboreo. Habiendo oaUdo
más tanle aúii, a la hora undécima, vió a otros que estaban mano sobre mano, y les dijo:
«iPor qué estáis aquí lodo el día ociosos?» Ellos le respondieron; «Porqoj nadie nos da
trabajo.» El señor concluyó: «Venid también vosotros a mi viña.»
LA APLICACION
Esta escena evangélica lleva nuestro pensamiento hacia un suceso bastante reciente,
uno de tantos hechos que refulgen, como estrellas luminosas, sobre el firmamento de la
Iglesia en toda su historia.
i. •
41
Por los barrios más populares de Roma vagabundeaban muchos ñiños. Algunos ju
gaban, otros reñían y proferían palabras torpes, ofendiendo quizá de diversas maneras al
•n
—
98
i -
Señor. Y cierto día un sacerdote, empujado por el ansia do salvar a los muchachos,
sin
preguntándoles: «¿Por qué estéis todo el día en la callo
a Jl
respondieron: «Papá trabaja y mamá no tiene tiempo para culdar de todos sus hijos. ¡Somos tantos!* Otros so excusaban: «Papá y mamá andan ñor ahi
buscándose la vida. Como él está parado...* Algulon contestaba, llorando: «No sé^dondo
** íuan»a murid.» Todos venían a decin «Nadie nos ampara, nadlo nos quiere*
por eso vagamos por la callo todo el día.» Entonces el sacerdote exclamé: «Venid, os* dare
mos casa, supliremos a vuestros padres. Tenemos una capilla donde Jesús, amigo do
V ? ni*®®’ ®®ensenará a ser más buenos. Venid. Junto a la capilla construiremos escuelas
y talleres,* maestros celosos os ayudarán a ser mejores; no os faltará comida; dispondréis
niedlclnas necesarias; habrá campos para que juguéis; así os haréis más fuertes.
Aenid. Levantaremos una residencia toda entera para vosotros y seremos vuestros ami
gos; trabajaremos con vosotros, estudiaremos con vosotros, jugaremos con vosotros
fuere necesario, con vosotros. Formaremos una gran familia conliada en el poder y la sabiduría de nuestro Padre, que está en los cielos.*
«♦..aÍ ios mnos, de la mano del sacerdote, fuéronse con él. Primero, unos pocos; después,
T>IS\LÍn^S/¡^****n®
superáis el millar, y se nos informa que en el Barrio
Bon Sosco, de la calle Prenestina, funciona un hervidero de obras en provoíího vuestro.
trescientos internos y setecientos externos pasáis allí la jornada entera trabajando,
estudiando, jugando, mientras los incansables Salesianos procuran con tanta abnegacién
y fatiga que nada falte a la buena marcha del barrio y se afanan por vuestra educación
cínca, religiosa y moral, para que, cuando lleguéis a mayores, seáis buenos ciudadanos,
valiosos y cristianos obreros especializados.
^.luuttuauoB,
EXHORTACION
Corresponded, hijos carísimos, a sus cuidados generosa y lealmente. Aprovechaos de
los campos de juego, de la gimnasia y del deporte en general para ser y manteneros físi
camente sanos. Sed diligentes en las escuelas teóricas, profesionales, técnicas y en los
talleres, para haceros cada vez más hábiles. Y, sobre todo, dejad que Jesús, mediante sus
sacemotes y colaboradores, vaya formando vuestras juveniles almas. Ciertamente es ne
cesario que vuestros miembros se fortifiquen y vuestras Inteligencias se desarrollen;
pero jde qué servirían un organismo vigoroso y sano y un entendimiento agudo y pronto
61 la voluntad fuese mala, si el alma estuviera muerta por faltarlo gracia divina?
A LOS FAMILIABES HE LOS MUCHACHOS
Nuestra palabra se dirige ahora a vosotros, padres, madres, parientes de estos
muchachos.
Nos conocemos bien las dificultades y angustias en que a menudo os debatís, y que os
impiden directamente dedicaros, como quisierais, a vuestros niños. Por lo menos, coopeperad con el sacerdote cuanto os sea posible en la obra educativa. Sucede, doloroso es
decirlo, que algunas familias llegan a raer del alma de los niños lo bueno que aprendieron
en d místico recogimiento de la capilla o en las aulas escolares. Os conjuramos, en nombre
de Dios; «Tened toda suerte de cuidados sobre estas vidas juveniles, pupila de nuestros
ojos, y, sobre todo, pupila de los del Maestro Divino.*
ALIENTOS A LOS SALESIANOS
Vosotros, queridos hijos, Salesianos de Don Boseo, recibid toda nuestra paternal com
placencia y nuestra profunda gratitud por lo que habéis hecho y estáis haciendo en be
neficio de estos muchachos. Toda vuestra atención, todas vuestras aspiraciones, todas
vuestras ansias sean por Jesús. Frente a los lobos que intentan penetrar en el aprisco de
la Iglesia para devastar el templo divino, que es el alma del joven, esté firme e Inquebran
table vuestra salvadora acción. No os canséis, queridos hijos, en esta providencial empresa
de redención y educación; tened siempre vivo en la mente el ejemplo luminoso de vues
tro gran Padre y Fundador, y redoblad vuestros esfuerzos para multiplicar él número de
jóvenes asistidos.
BENDICION A COOPEEADORESfjY[BIENHECHORES
1
¡Benditos sean cuantos colaboran con vosotros! Los que entre vosotros consumen sus
energías o los que con su limosna generosa os ponen en condiciones de vencer valerosamente tantas dificultades para sostener vuestra casa, para ampliarla, completarla y a acon
dicionarla a los imperativos de las más urgentes necesidades que las actuales circunstan
cias imponen por el bien físico y efq>iritúal de vuestros protegidos!
99 —
t
DON FRANCISCO
T0 MA 8E T T I
CONCURSO
LITERARIO
Organizado para conmemorar el cincuente
nario de la colocación de la primera piedra
del Templo Expiatorio en el Tibidabo
B A S E S
Cargudo (lo años y
virtudoB, talloel($ on
los primeros días del
pasado mes esto vete
rano obrero do prime
ra hora. Tan do pri
mera llora que su ju
ventud entronca cou
la vida mortal de San
Juan Bosco.
líl padre TomasettI
ha sido durante lar
gos años procurador
general do la Socie
dad Salesiaiia on Ro
ma. Queridísimo por
los Papas Pío XI y
Pío XII, cumplió muy
importantes misiones
ante las curias roma
nas, y mérito grande
suyo ha sido on gran
parte —salva la be
nignidad de los Su
mos Pontííices— la
celeridad con que han
venido corriendo las
causas do nuestros
Santos, desdo el Fun
dador hasta el siervo
de Dios que aguarda
su Inminente beatitlcaelón.
Vivamente r e c o
mendamos a nuestros
lectores el alma se
lecta de nuestro reve
rendísimo proeurador
general. No estas bre
ves Uneas. sino am
plia biografía merece
su memoria, poro no
somos nosotros quie
nes deben tomar la
Iniciativa, existiendo
como existe en los
archivos generales saIcsianos material pa
ra hacerla muy enjundiosa. A ella nos
atendremos cuando
en números sucesivos
quera mos enaltecer lo
debido esta figura
mundial de la Iglesia
y do nuestra Sociedad
—
100
1. * Podrán tom ar parte todos los españoles de uno y otro sexo.
2. “ Los trabajos periodísticos versarán sobre el tem a EL TEM
PLO N ACION AL E X P IA T O R IO DEL T IB ID A B O .
3. * Los premios serán: Primero, 5.000 pesetas. Segimdo, 1.000
pesetas. Cuatro accésits de 500 pesetas.
4 • Los trabajos premiados quedarán en propiedad del Templo
Nacional Expiatorio.
5.* Los trabajos (no publicados antes de convocar este Concurso)
habrán de ser publicados en cualquier semanario, revista, pe
riódico, etc., de España, entre el 1 de m ayo y el 1 de noviem
bre de 1953, fecha en que finalizará el plazo de admisión.
,6.* Los premios no podrán declararse desiertos, a no ser que lo
determine asi el voto unánim e del Jurado. Tampoco ningún
premio podrá ser dividido.
7. ® El hecho de presentar el trabajo significa que el autor del
mismo acepta íntegram ente las bases que rigen este Con
curso.
8. * El Templo Nacional Expiatorio se reserva el derecho de re
producción de los artículos’ premiados.
9. * T res ejem plares del periódico, revista o publicación que inser
te el trabajo habrán de rem itirse a
CONCU RSO TIB ID AB O
Cincuentenario Templo Nacional Expiatorio
BARCELO N A-TIBID ABO
antes del 1 de noviembre de 1953.
10. El fa llo del Jurado se hará público el día 28 de diciembre
de 1953, clausura de las fiestas de las bodas de oro de la co
locación de la prim era piedra del templo.
11. El Jurado calificador estará compuesto por:
Doctor don Juan Iglesias, vicerrector de la Universidad de
Barcelona, delegado provincial del M inisterio de Información
y Turismo, que actuará como presidente.
Reverendo don Amadeo Burdeus, sacerdote salesiano, que ac
tu ará como secretario.
Don Claudio Colomer Marqués, director de El Correo Catalán
y subdirector de la Escuela O ficial de Periodismo.
Don Fernando Serrano, director de la revista Cristiandad.
Don Antonio Sánchez Gómez, director de La Prensa.
Don Juan Ram ón Masoliver, critico literario de La Vanguar
dia Española.
Don Antonio Pérez de Olaguer, director de la revista Mo
mento.
Doctor don Eduardo Pérez Agudo, catedrático de la Univer
sidad de Barcelona.
Bncarecldamente rogamos a los señores directores de cen
tros salesianos nos envíen debidamente cumplimentado
el CUESTIONARIO que a estas horas ya habrán recibido
sobre los cultos marianoa del mes de mayo
WDTICIARID
1_ _ M U i l D I A l SAI ESI AI VO
B A R C E L O N A S A R R IA . —
.COM PAÑIAS
D E L CO N G R E SO
DE
G ustosam ente ofrecem os a los lectores en estas pági*
ñ as u n a s fotos recogidas en el Congresillo de q u e hicim os
reseña e n el nú m ero a n te rio r, no habiéndolas publicado
a n tes p o r h ab erse cerrad o n u e s tra edición cuando ellas
nos llegaron.
A ST U D IL L O (Palencla).— ECOS D E L CON G RESO
D u ra n te los días 7, 8 y 9 d el pasado m arzo se celebró
en este A sp iran tad o Salesiano el Congresillo dispuesto
p o r los superiores p a ra p re p a ra r el Congreso N acional.
Se d esarro llaro n las siguientes ponencias: «La Vocación»,
«Las Com pañías» y «Domingo S avío, m odelo de con<
gregantes». E l ú ltim o d ia se celebró la fiesta litú rg ica de
n u estro S a n tito con m isa solem ne y la p resen tació n de
«Lirio tem prano», la bellísim a zarzu ela d el P . A lcáutara.
Plácem es m erecen la ro n d alla de la casa y la s d ise rta
ciones lite ra ria s .de v ario s alum nos, to d o ello m u y ap lau
dido.
M A R IA A U X IL IA D O R A E N CAM PILLO S
C uando v iajam o s p o r la linca de A lgeciras nos que
d am o s con la desilusión de no c o n tm ip la r los pueblos
q u e corresponden a las estaciones. P arece com o si, le*
m iendo q u e el hum o negro d cl tre n em pañe la b lan cu ra
d e sus fa c h a d a s, se h u b ie ra n escondido en los valles
cercanos o subido a los repechos próxim os p a ra contem
p la rle p a sa r, acu rru cad o s tr a s lus p ied ras v iejas de los
ta stillo s. U na excepción a esto es C am pillos. S e ha
q u ed ad o ah i, sobre la lla n u ra , com o una b a n d a d a de
pacificas p alo m as pico teando en las tie rra s fértiles de
su cam p iñ a. Los chopos em pinados qu e so m b rean los
c arreteras, so m ecen soberbios sobre sus casitas b lan cas.
D en tro b u lle la v id a in te n sa de u n pueblo castizam en te
an d alu z.
A todo esto añ a d e u n a n o ta m u y sim p ática q u e le
m erece sa lir h o y en las páginas n u estras: Su acen d rad a
d e v o d ó n a M aria A ux iliadora. No es hum o de pajas
lo q u e sobre ella hem os oido c o n ta r. S¡ no falla n u estra
fu en te d e in fo rm ació n , v a ya p a ra diez años q u e u n a n
tiguo alu m n o d e U tre ra , n o ta rio en el pueblo, don M anuel
A lvarez Osorio, llevó u n a im agen preciosa de la V irgen.
Su piad o sa m ad re b a b ia regalado a ca d a uno d e sus
h ijo s u n a e s ta tu a d e M aria A uxiliadora cuando se ha
b lan situ ad o en la v id a . L a suya fuá la ú ltim a.
E n el Colegio S alesiano de U tre ra , él b a b ia apren d id o
a a m a rla en tra ñ a b le m e n te y el fuego qu e e n él a rd ía
contagió a sus paisan o s. A ñadióse a ello el p la n te l estu
pendo de A n tig u o s A lum nos, de U tr e ra y de R onda,
la religiosidad dei p u eb lo , y todo fué m iel sobre hojuelas.
H o y la A rch ico frad ia está o rg an izad a. H a ría A uxilia
d o ra tie n e u n a l t a r y su N ovena y F iesU se celeb ran con
g ra n solem n id ad y aflu en cia de fieles.
E n v iam o s n u e s tra felicitación a los d ev o to s de H arta
A u x iliad o ra en C am p illo s y les ofrecem os n u e s tra R e
v ísta p a ra p u b lic a r la s crónicas de sns fiestas y las
g racias d e la Virgen.
A LCOY.—C L A U S U R A D E SUS BOD AS D E PLA TA
E n el m arco de m a y o y con la presencia de persona
lidades ta n d e sta c a d a s com o el cxccienlisim o señor
A rzobispo de V alencia, d o c to r O loechca, que ofició de
po n tifica l el dia 3, f e s tiv id a d an ticip ad a do María Au
x iliad o ra , la sa lcsian a c iu d a d de Alcoy ha puesto digno
colofón a las g ra n d io sa s fiestas ju b ilare s dcsarroMud.ns
d u ra n te to d o el curso e sc o la r. Y , como valencianos notos,
to d o concluyó fe liz m e n te con el disparo de unu g ran
diosa tr a c a en la p la z a de Mosén Cbuscp, el ejem plarisím o sacerd o te fu n d ad o r.
PO ZO BLA NCO.— N U EV A S O BRAS
D ejam os la p lu m a a l señ o r D irecto r dcl Colegio S ale
siano, qu e escribe asi a sus cooperadores y bienhechores:
R ecordáis q u e la p rim e ra p ied ra fué e n te rra d a por
u n alm a inocente: «una m ed alla de M aría A uxiliadora».
A hora os in v ito a la sencilla cerem onia do poner la
prim era piedra de verdad, q u e so celebrará el dom ingo
26 de a b ril. No q uerem os d a rle a este acto la solem nidad
e x te rn a qu e se re se rv a p a ra cuando los S uperiores do
T urln concedan la au to riz a c ió n p a ra c o n tin u a r las o b ras
con ritm o acelerado, y a q u e a h o ra sólo nos perm iten
c e rra r el so lar con los m uros necesarios. La autorización
oficial v en d rá a l tenor reunido medio mtUóh p a rlo menos.
Y h a y que reunirlo. ¿Cómo? Al c o n s titu irse en ju n io
de 1951 la J u n ta do C ooperadores, a lg u n o s opin ab an
q u e d eb ían ir conm igo en com isión a p ed ir p ara tas
o b ra s. R ecordaréis q u e en to n ces escribí:
«El d ire c to r o un salesiano fo rm a rá lu com isión; asi
no se m olesta a nadie y no se rá tun violento para ciertas
personas». Sigo con la m ism a opinión. Q uizá la colecta
sea m enos crecida q u e do la o tr a m an era. Puro no sum os
p a rtid a rio s del d o n a tiv o q u e se da como a la fuerza;
d ebe ser e s p o n tán eo , e n tu s ia sta , generoso. N ada de
«Usted debe d a r tanto». Don Hosco, dcciu: «Los que
p u ed an , deben d a r lo q u e Ies dicto su c a rid a d , su am o r
a Oios, a los niños, a n u e s tra o b ra , conform e a sus bie
nes». E stad seguros q u e lo q u e se p re te n d e , si Dios
lo q u iere, se h ará.
Y vosotros seréis su s in stru m e n to s. D onativos, rifas,
co rrid as de to ro s, te a tr o ..., lo que sea preciso. Con U>do
se b a rá m enos con com entarios pesim isU u y derrotistas;
con criticas negativas de catiino, b a r, te rtu lia , etc., que
en tristecen y d esan im an a o tro s sin la confianza en Dios
y M aria, A u x iliad o ra de los Salesianos, q u e no piden
p a ra ellos, sino p a ra v o so tro s, v u estro s hijos y v u estro
pueblo, d o n d e q u e d a rá com o m o num ento perenne de
la generosidad de e s ta gen eració n el m agnifico C entro
d e A ntiguos A lu m n o s, T e a tro y C lases, a in au g u rarse,
c o m p letam en te te rm in a d o s , en las B o d a s de P h ita del
C o l ^ o , q n e se c e le b ra rá n d u r a n t e el curso 55-56.
R O N D A .— B O D A S D E O R O D E LA O B R A S A L E .
S IA N A
H ace y a cin c u e n ta a ñ o s e s ta h erm osa ciudad de la
S erran ía r o n d ^ a
acogió a los prim eros salesianos por
in iciativ a g en ero sa d e los señores m arqueses de Mocle*
ro m a , cuyos resto s d e sc a n sa n en la capilla de las E scuelas
S a le ñ a n a t de S a n ta T e re sa . A b o ra, los sucesores de aquella
101
At^peoto parcial que ofrecía el salón de actos de las Escuelas Salesianas de San dosé (Barce
lona) en ana de las sesiones del Condeso Inspeotorlal de Compaftias
p rim e ra generación de saleeíanos y a lu m n o s se disponen
a celeb rar en fiestas recogidas y fa m ilia re s ese m edio siglo
d e apostolado salesian o , q u e en n u e s tra C ruzada se r u
bricó con sangre m á rtir de relig io so s y e x alum nos.
Escogido el raes do m ayo p a r a e s ta celeb ració n , un
p ro g ram a n u trid o y selecto de a c to s ir á d esarrollándose
d u ra n te todos sus días, com o e s tro fa s do g r a titu d a
Dios p o r ta n ta s g racias p ro d ig ad as y recibidas.
V IL L E N A .—S E O R G A N IZ A LA P IA U N IO N
Merced a! im pulso d ad o en los m eses an terio res p o r
ta n diversos elem entos m u n d iales, on esta ciu d ad se
h.a procedido a o rg a n iz a r la P ía U nión do C ooperadores
Salesianos, 1.a «F am ilia S alostana ex tern a» , com o la
llam a m u y bien la ro v istita looal d e l Colegio.
T U R IN .— V IA JE S D E L RVDM O. R E C T O R M A YOR
L a ro b u sta fib ra de n u e stro reverendísim o R ecto r
M ayor le h a p e rm itid o v is ita r m ás de v ein titrés colegios
y cen tro s salesianos d u r a n te los pasados m eses, dejando
en to d o s im presa la om oción de su presencia y la re
solución d e resp o n d er a sus cálidas exhortaciones p a
tern ales.
C IS T E R IN O (B rin d is).—C O N G R E S O D E C O O P E R A
DORES
P E T R O L IN A (B rasil).— U N A
A U X IL IA D O R A
PLA Z A
A
M A R IA
E l M unicipio do esta ciudad n o rte ñ a , d o n d e flo rece la
« E scu d a N o rm al M aría A uxiliadora», h a dedicado a la
V irgen d e D on Bosco u n a g ra n plaza c é n tric a «como
se ñ al de g r a titu d p o p u la r — dice el d ecreto — a la o b ra
de c u ltu ra y c a rid a d de estas a u té n tic a s h ero ín as, las
H ijas de M aría A uxiliadora».
M O N T E V ID E O .— LA
L IA D O R A
F IE S T A
DE
M A R IA
A U X I
Cabo a esta R e p ú b lica la altísim a g lo ria de h a b e r sido
seguram ente la p rim e ra en la fiesta litú rg ic a . C on fecha
29 do noviem bre de 1823, u n d ecreto de L eón X I I
concedía a la ciu d ad el derecho d e c e le b ra r to d o s los
años la fie sta de M aría A u x iliad o ra el 24 de m ayo con
oficio y m isa propios, r ito doble m ay o r. E l E piscopado
n acio n al quiso el año pasado c o m p le ta r el privilegio,
obteniendo de la S a n ta Sede e l in c lu ir p e rp e tu a m e n te
la fiesta en el calendario de to d a la R e p ú b lica . F in a l
m ente, ju s to es re c o rd a r q u e la conm em oración m en su al
de M aría A ux iliad o ra, el 24 p a rtió de M ontevideo, d onde,
hab ién d o la v isto d o n P a b lo A lb era, en v isita canónica
q u e hizo, sieudo d irecto r e s p iritu a l de to d a la Congre
g ació n e n 1900, l a ap ro b ó y b en d ijo , y c u an d o fu4 ele
gido R ecto r M ayor, la im puso a to d as las casas salesia
nas d el m undo.
H E L IO P O L IS (E gipto).— B O D A S D E P L A T A
P o r vez p rim e ra se celebró este Congreso, presidido
p or los O bispos d e O ria y M onopolio. «El A postolado de
los seglares» y «El m inisterio sa cerd o ta l, según el espí
r itu de D on Rosco», fueron los tem as tra ta d o s, tra s de
lo cu a l se to m aro n in teresan tes conclusiones.
102
L as H ija s de M aría A u x iliad o ra b a n celeb rad o los
veinticinco años de v id a en e s ta p o b lació n sa n tific a d a ,
según la trad ició n , con la p erm an en cia d el v erd ad ero
Sol de J u s tic ia , Je sú s, cu an d o h o y ó de H erodes con
I
I.
i .
i V
n
I
U 8 dlriffeates de las Compañías de la Juventad Salesiana de la Inspectoría TarracoDense
al salir de la misa solemne celebrada en el Templo Nacional del Tibidabo
sus
d cl
£1
con
padres. R ecuérdese qu e «Helidpolis» significa «Ciudad
Sol». E s u n cen tro do m ás de q u in ie n ta s alu m n as.
N uncio A postólico do E g ip to , m onseñor L ev am e,
o tra s d istin g u id as a u tc rid a d e s, presidió las fiestas.
N U E V A Y O R K .— E L
D O N ROSCO
S IS T E M A
E D U C A T IV O
DE
La diócesis d e Candom organizó recien tem en te en
A tlan tic C ity u n im p o rta n te Congreso Pedagógico, in
v itan d o a las H ijas de M arfa A uxiliadora a exponer en
v arias conferencias el M étodo P re v en tiv o de Don Rosco,
lo q u e luego se rep itió e n S an F rancisco de C alifornia,
con m otivo de u n acto sem ejante.
B R U S E L A S .— E X P O S IC IO N P R O F E S IO N A L
E l m in istro d e In stru cció n
in au g u ró solem nem ente en la
exposición salesian a, donde se
la s nueve escuelas q u e e n este
belga, d irig en los S alesianos.
P ú b lic a , señ o r H arm el
c a p ita l u n a im p o rta n te
p re se n ta ro n tra b a jo s de
reino, incluido el Congo
E S T O R IL .— N U E V O S A N T U A R IO A M A R IA A U
X IL IA D O R A
£ I C ard en al P a tria rc a bendijo u n am p lío sa n tu a rio ,
lev an tad o p o r los Salesianos a la V irgen de D on Rosco,
en reconocim iento d el auxilio co n stan te q u e les h a dis
pensado. E n efecto, hace años d ieron p rin cip io a su m i
sión en a n a casucha con m enos de cin cu en ta h u ertan ito s, q u e h o y se h a n tra n sfo rm a d o e n en atro cien to s
v ein te, d en tro d e u n grandioso edifício.
L IS R O A .— C E L E R R A N D O UN C E N T E N A R IO
Con la presencia dcl C ardonal Cerojetda y u n d isc u rso
de don Jo sé M aría G il R obles, an tig u o alum no de S a la
m an ca, los S aloiianos portugueses c eleb raro n d ig n a
m ente el cen ten ario do las E scuelas P rofesionales c re a d a s
p o r S an J u a n Rosco.
V A N C O U V ER (C anadá).— NU EV A P A R R O Q U IA SA LESIA N A
E l A rzobispo h a confiado la im p o rta n te p a r ro q u ia d el
S agrado C orazón a los Salosíanos, que fu ero n re c ib id o s
p o r sus feligreses con vivas dem o stracio n es de a le g ría ,
en u n a función de te a tro celeb rad a en h o n o r suyo.
L IM A .— H O N R O S A D IS T IN C IO N
E l Colegio Salesíano a c a b a de recib ir d el G obierno"
p o r segunda voz, la m ás p reciad a distinción, E l S ol R a
d ian te, p o r razón de la m ayoría de m ejores calificacio
nes oficiales o b ten id as en exám enes oficíales p o r su aln m n o s.
"ZuJtu/UM. CotiátM U"
PUBUCACÍON MENSUAL FUN
DADA POR SAN JUAN BOSCO
SUSCRIPCION EN ALCAU , 164 - MADRID
103 —
U T R E R A . — LA CO RBATA D E A L FO N SO X
E L SABIO
E l 27 d e a b ril úU im o el v eteran o Colegio recibió en
BU b an d era un preciado y m erecido g a la rd ó n n a c io n a l
Concedida p or el excelentisim o señor m in istro de E d u
cación la C o rb ata de la O rden civ il de A lfonso X el
S abio, él m ism o quiso im ponérsela, p a ra lo c u a l so o r
ganizó una b rilla n tisím a fiesta.
A com pañado d e las au to rid ad es de la ciu d ad , q u e le
esp erab an unos k iló m etro s an tes, hizo su e n t r a d a on
el Colegio donde m u ltitu d de ex alum nos, e s tu d ia n te s y
am igos do la O b ra S alesiana le v ito re a ro n con c n tu s ia s .
m o. Un p ajecito do h o n o r, el alum no Jo sé J . P u ig , o b
sequió a la d istinguida esposa del m inistro con u n b e llo
ram o de flores. Seguidam ente en el S alón de A ctos se
celebró la em o tiv a cerem onia.
£1 excelentísimo señor ministro de Educación
Nacional ora ante la imagen de María Auxi
liadora
El alumno Luis Martín ValTcrdc «dice la buenaventura <*
al señor ministro en un simpatiquísimo saludo
¡ Cuánto se afanan los hombres para
enriquecerse!... ¡ Y no saben que en el
Sagrario tienen al Dueño del mundo!...
S a n J u a n B osco.
lU
i
£1 señor Inspector, don Claudio Sdnchor. M artin,
con se n tid as p a la b ra s bosquejó la h isto ria do) Contro
y expuso la s características de su fundam ento: ol S istem a
P reventivo. T ra s unos núm eros m usicales m uy bien in "
tcrp retad o s por la C oral del Colegio, ol señor D ire c to r,
don Jos6 M ondójar L orm a, dió lectu ra a la o rd en minia*
te ria l de concesión, tr a s de lo cu al, y a n tes de proceder
a la im posición de la C o rb ata, el soñor m inistro liiso
uso de la p a lab ro con em oción y cariñ o , aplaudídisim o
por los cen ten ares do colcLgialcs o in v itad o s. A c o n tin u a
ción presenció u n b rilla n te festiv al gim nástico y fin a l'
m onte se despidió e n tre las p ru eb as m ás elocuentes do
g ra titu d y respeto p o r p.arto do todos los presentes.
£1 Colegio de N u estra S eñora dcl Carm en do U tre ra ,
desde e s ta s colum nas, ren u ev a a l señor H u íz Jim ónez la
expresión de su m ás honda g ratitu d .
Momento de la imposición de la corbata do
la Orden de Alfonso X el Sabio a la bandera
del Colegio Salesiano do Utrera
El señor Bniz Giménez toma la corbata para su Impo
sición
Persuadios de que la Prim era Comu
nión bien hecha pone un sólido fundamentó m oral a toda la vida.
S a n J u a n S o sco .
105 —
E l ministro de
Eíluíwión Nacional
habla en
el Colegio
Saicsiano de Utrera
Kovorondos padres, señores prolesores, señoras, amibos:
Hay veces que los silencios hablan más y mejor que las palabras. Esta tarde simple
mente, con mi presencia esforzada, digo más do mi cariño a este Colegio de Utrera, y sobre
todo a la Orden gloriosa y benemérita que lo regenta, que con un largo discurso.
Bastaría, pues, que ahora, un poco apretado el corazón después de haber oído esa de
liciosa «buena ventura» del gitanillo del Colegio, prendiese en los pliegues de esta bandera
roja y gualda la corbata de la Orden de Alfonso el Sabio. Pero cuando hay abundancia
en el corazón, habla, aun sin quererlo, la boca. T rompiendo un poco las consignas de
esta Vieja Guardia do Ex-eolegiales de Utrera, como Rubio, Manzano y Puig, que me
obligaban a un reposo, dejadme que os diga una palabra, simplemente una palabra,
para que no quede todo en la fría letra administrativa de una orden que concede una con
decoración.
Y esta palabra es que desde hace muchos años mi vida está íntimamente ligada por
vínculos de filial amor a la figura extraordinaria de San Juan Bosco. Allá, cuando apenas
tenía veinte años, estudiante todavía en la Universidad madrileña, asistí con mi madre,
en la Gran Basílica de San Pedro, a la máxima glorificación do aquel hombre extraordi
nario. Xo olvidaré nunca la enorme plaza del Vaticano, circundada por la columnata de
Bernini, que parece como si quisiera abrazar al mundo, llena de una multitud impaciente;
llena, sobre todo, de aquellos muchachos y aquellos religiosos do Turín que se lanzaron
a las seis de la mañana, apenas abiertas las puertas de la basílica, a la conquista de todos
los lugares disponibles al grito de «San Juan Bosco para los do Turín».
Desde entonces parece que una invencible, dulcemente invencible inclinación me
acerca a las cosas del admirable Santo. He orado una vez sobro su tumba. He asistido
como embajador de España a ia glorificación también en los altares do uno de sus hijos
más delicados, Domingo Savlo, cuando yo en Roma, on el Año Santo, representaba, cerca
del Santo Padre, a España, a eso Caudillo al que con tanta emoción habéis aplaudido hace
un instante,
Y luego, en cuantas otras ocasiones, siendo ya ministro, he podido palpar lo que re
presenta para la transformación do la sociedad la obra callada, silenciosa, santa (porque
todas las cosas santas son así, calladas, casi anónimas) la labor realizada on todos sus co
legios por la Orden Salcslana.
Esto es lo que hay on mi corazón, que so traduce en emoción viva y on alegría exul
tante al conoodor ahora a vuestra bandera la Corbata do Alfonso el Sabio.
Alfonso el Sabio, amigos, que fué rey, sabio, guerrero, poeta y enamorado de Santa
María, {no es casi todo lo que puedo y debo ser un joven que se oduque en el Colegio de
Nuestra Señora del Carmen do Utrera? Tul vez Dios no os llamo a los puestos políticos,
a las altas dignidades do la nación que él tuvo, pero sí os llamará, en primer lugar, a ser
reyes de vosotros mismos, y luego, a mirar las cosas, todas las cosas, sobro todo las de
España, con ojos de poetas. Porque también dijo un joven, el joven más generoso de la
generación española de 1936, José Antonio Primo de Rivera, que sólo los poetas mueven
a los pueblos; los poetas que creen, que luchan y esperan contra toda desesperanza.
Poetas y sabios y algo más, héroes, luchadores de vuestra patria, dispuestos a que
España sea ia nación justa, vanguardia del catolicismo militante, que más de una vez
nos han señalado ios Pontífices de Roma como meta de nuestro actual destino. España
en vanguardia dispuesta a sufrir por ser cristiana, dispuesta a triunfar por ser cristiana.
Vosotros, cada uno de vosotros, tiene en su alnia la posibilidad de ser soldado y héroe
en este combate.
El Colegio de Utrera ha dado ya muchos hombres ilustres a España. El Colegio de
Utrera, ha dado ya sangre generosa a la hora del sacrificio. Y el Colegio de Utrera segu
ramente, seguirá siempre dando, y esto es prenda que obliga al futuro más que recono
cimiento solo del pasado, seguirá dando, digo, paladines de Dios y de España bajo el
nombre de Santa María.
— 106
S I L U E T A S
DE
COO PER ADO RES
S A L E S I A N OS
Don Fernando Bauer
Todavía nos parece verle en los bancos de lá
iglesia de María Auxiliadora, de Madrid, confun
dido con los cbicos, rezando con ellos y con ellos
acercándose a recibir la Sagrada Comunión.
¿Quién, al verlo, hubiera dicho que era el grande
hombre de negocios que manejaba millones con la
sencillez con que los chiquillos manejaban en el
patio sus canicas?
Y los días de Comunión general salía en pos de
de ellos, y a la puerta recibía, como ellos, el sand
wich y la barrita de chocolate, e iba con ellos al
patio a comérselo alegremente. Lo que no sabían
ios chicos, porque don Femando no quería que lo
supieran, era quién les donaba el suculento des
ayuno.
Generosidad y sencillez, basada en verdadera hu
mildad, eran las virtudes sobresalientes de este
«señor», del que, como dice el P. Maníredini (tal vez
el salesiano que más disfrutó de su generosidad, nada
de particular tendría que mañana saliese haciendo
milagros, que pidan la introducción de su Causa
en la curia romana, donde se ventilan los asuntos
de las virtudes heroicas.
Don Femando no nació católico ni nació en Es
paña. Pero apenas entrevió la verdad, la buscó con
anhelo. Y Dios le recompensó dándosela a conocer
en su plenitud, y la fuerza necesaria para abrazarla
también en su plenitud. |Y cómo gozaba en esta
su entrega a la verdadi
Don Femando era un banquero de los de la
Banca internacional. Y al igual que el marqués
de Comillas, supo considerarse no como dueño abso
luto de las riquezas, sino como administrador en
cargado por la Divina Providencia de manejarlas
en su nombre.
Inteligentísimo como era, apenas conoció la Obra
Salesiana, adivinó su alcance religioso y social.
Y desde ese instante fné un salesiano más, el «sale
siano externo», como llama Don Bosco a los co
operadores. Estudió, cual lo pudiera hacer el sale
siano más devoto de su vocación, la vida de Don
Bosco y trató de compenetrarse con su espíritu.
Por eso cada día era más salesiano; sencillo como el
salesiano, jovial y alegre como el salesiano, entre
gado a los niños, especicilmente a los más pobres,
enamorado del Oratorio Festivo y de las Escuelas
Profesionales, devoto de San ;Francisco de Sales
amantísimo de María Auxiliadora, entr^ado al
Sagrado Corazón de Jesús.
En compañía de su digna señora, doña Concepción
Rendueles, comenzó a frecuentar la casa de A to
cha en tiempo del P. Antonio Castilla, siendo
inspector don Ramón Zabalo. Y desde entonces
empezó a dar abundantes limosnas para las Escue
las populares de Atocha y para el Noviciado.
En 1910 y a era «de casa». Y como tal se intere
saba por lo que a nosotros nos interesaba. Corrían
tiempos en que todos los salesianos de España v i
brábamos como un solo órgano para terminar dig
namente la cripta del Sagrado Corazón del Tibídabo. Por eso, cuando al año siguiente el Congreso
Eucarístico Internacional de Madrid declaró la
Obra «Templo Expiatorio Nacional», don Femando
saltó de gozo y se dispuso a colaborar positivamente
en la empresa. Hablaba de él con entusiasmo; el
P. Maníredini le propuso ir a tomar parte en las
fiestas, y a Barcelona se fué con su señora. Y para
dejar un recuerdo costearon la bellísima estatua
de María Auxiliadora que campeó en su altar hasta
que la anti España decidió destruirla con todo
cuanto la cripta contenía.
Por cierto que, llegado a Barcelona, se fué dere
cho a Sarriá a oír misa y comulgar. Y como los
chicos mayores de las Escuelas Profesionales su
bían a pie, en romería, hasta la cumbre, encargó a
su señora tomara un carruaje, y él se unió a los
muchachos para ir andando. Como era tan sen
cillo — y tan señor— , en los ratos en que no se rezaba
se entretenía con ellos haciéndose contar las cosas
del Tibidabo y contándoles él las del Cerro de los
Angeles. Lo que no supieron a la sazón los chicos
era quién era aquel romero madrileño.
D ^ d e entonces siguió ayudando a la erección
del Templo y propagcindo su idea.
E n la cumbre encontró al P. Maníredini, y, al
acercársele a besarle la mano, púsole en ella, con el
mayor disimulo, un par de billetitos amarillos: uno,
por sí; otro, en nombre de doña Concepdón.
P ráctico en los negocios, lo era también en el
ejercido de la caridad. T uvo grande afán por con-
107 ^
UN NUEVO P A T R O N A Z G O PA R A DON BO SCO
El Conj^reso Internacional de flasionlamo, e^ebrado recientemente en S ervia,
ba declarado a nuestro Santo Fundador celestial Patrono del Uusionismo, recordando
sus reeursoi «máKiens*, tan oportunamente empleados como recurso eateqnfsUeo y
pe<lagd^oo.
tribuir a formar salesianos. Por eso. el Noviciado
y el Teologado eran sus favoritos. En el Aspirantado de Carabanchel sostenía a diecinueve niños.
Aunque la pensión era modesta, no dejaba de ser
capitulo importante de sus gastos.
En 1915. el P. Manfredini, cesando en su cargo
de inspector o provincial, fué nombrado director
de las Escuelas de la Ronda de Atocha. En las dos
fiestas en que el reglamento manda reunirse y
tener conferencia los cooperadores salesianos (San
Francisco de Sales y María Auxiliadora), don Fer
nando ponía entre las manos del director mil pese
tas en la primera y quinientas en la segunda. Lo
correspondiente a las «vocaciones» se lo entregaba
directamente al inspector — que por entonces lo
era el P. José Binelli.
L a casita de Atocha, simpática por la enorme
labor que en ella se hacía, resultaba demasiado
estrecha para la multitud de niños que frecuen
taban sus Escuelas y la multitud de obras que ya
en ellas se desarrollaban. Había que ampliar, y,
para ello, que comprar terrenos. Los terrenos cos
taban bastante. Los cooperadores animaban a ello.
£1 barrio entero lo necesitaba. Con su dinamismo
especial y su fe en la Providencia, el P. Maníredini lanzó al público la idea: y tiraron hojas para
inscribirse los que quisieran cooperar a la obra que
tantos jóvenes y tantzis familias aguardaban como
agua de mayo.
El primer lote necesario era una faja de terreno
frente al patio. Su propietario, señor Trío, residía
en Tánger, y lo cedía por 72.000 pesetas. No olvide
el lector que hablamos de 1915.
Era Jueves Santo. Don Femando, como siem
pre, asistió a los oficios divinos. Después del lava
torio de pies, el padre le confía unas cuantas hojas
para que las haga llenar entre sus amigos.
E l Sábado de Gloria se presenta con una, y un
solo nombre en ella.
«No he tenido tiempo de ver más amigos. Y no
quiero que pase de hoy sin darle una pequeña
alegría.»
Abre el padre el pliego, y lee:
«Femando Bauer: 5.000 pies, 10.000 pesetas».
Y al hacer la entrega del dinero, en secreto, le
dice: «Que nadie nos vea. Nos ve María Auxilia
dora. Nos ve Ella y nos sonríe...» Y asi hacía siempre
Los terrenos no eran sólo aquella faja, ni todos
los propietarios eran el señor Trio; en total costa
ron cerca de 800.000 pesetas. Las limosnas venían;
pero, naturalmente, con lentitud y sin regularidad.
Y los pagos había que hacerlos en los plazos con
venidos. ¡Nueva atención de don Femando! Le
—
108
abrió al director una cuenta corriente en el Banco
y logró que su amigo, el marqués de Borgueto,
hiciera otro tanto. Y así se solventaban los pagos,
que no se podían retrasar. Y es de advertir que
María Auxiliadora hizo siempre honor a la con
fianza que en Ella depositaron los salesianos de
dentro y ese par de salesianos de fuera.
L a caridad de don Femando estaba alimentada
por piedad honda y sincera. Misa diaria, comunión
frecuente, meditación, visita a Jesús Sacramentado.
Los días que el calendario salesiano marca indul
gencias plenarias, nunca faltaba en Atocha para
oír la misa de los niños y comulgar en ella. Tampoco
faltaba en los días 24 de cada mes.
Un día de esos, el padre director le invitó, con
grandes instancias, a que desayunara en el Colegia
No lo consentía su delicadeza.
— Pero ¿no es usted salesiano?
— ¡Ahí, eso sí.
Y desde entonces no tenía reparo en aceptar la
invitación. Y negándose a admitir nada particular,
tomaba con los salesianos su tacita de café con
leche y su bollo.
Mientras no hubo en Madrid Escuelas Salesianas
de Artes y Oficios, se servía para vestirse de un
sastre, antiguo alumno de Sarriá. Apenas tuvim os
nuestra Escuela, mandaba hacer todos sus trajes
en ella, y además le buscaba clientes. Otro tanto
hacía con la zapatería y con la imprenta.
En su afán por conocer a fondo la Obra, leía con
devoción el BO LETIN SALESIANO, las biogra
fías de los salesianos, como monseñor Lasagna,
Don Rúa, a quien conoció personalmente. Cuan
do vino a España Don Albera, se apresuró a visi
tarlo y ponerse a sus órdenes. Otro tanto hizo con
Don Rinaldi y Don Pedro Ricaldone.
Seguía con interés nuestra labor misionera en el
mundo. Y , admirado de la compenetración que se
observa entre los salesianos y los antiguos alum
nos, tomaba gustoso parte en las asambleas, y de
cuando en cuando intervenía, considerándose no
«antiguo más», como sucedió en la memorable
de 1920, en que quedó definitivamente constitnída
la Federación, y que tan poderosamente llamó la
atención de periodistas y sociólogos...
Mucho habría que decir de este modelo de co
operadores. Su memoria está pidiendo la biografía,
y ... quizá algo más. Existe en htadrid una iglesia
recoleta y devota, en qne hay adoración perpetua
Como afortunadamente no le quedaba muy lejos,
todos los días iba don Femando a pasarse su ratito
de intimidad con Jesús. Creemos que aquí está el
secreto de su vida merítísima y fecunda.
POR TIERRAS DE
MI S I O N E S S A E E S I A N A S
ENTRE LOS IN D IO S C H A V A N T E S
RELACION DELMISIONEÍ^Ó P. ÍÓLBA¿CrflMI,S. B.feNuestra relación con estos salvajes, antaño tan
difícil y peligrosa, es hoy cordiaiísima y pacifica.
E n mis frecuentes visitas a su aldea soy recibido
con alegría y placer. Vienen ellos a mi encuentro,
rae rodean, me hacen mil preguntas. Es impresio
nante la expansiva cordialidad de estos salvajes,
libres y a de toda suspicacia y desconfianza. ¡Qué
diferentes de los antiguos bororos! Recuerdo con
qué desprecio y repugnancia nos trataban; recelosos y
callados, se mantenían a distancia; nada de acer
cársenos; ni una sonrisa. ¡Nada! N i a sus niños les
permitían venir a nosotros.
Estoy profundamente maravillado de lo prolí-.
(icos que son estos indios. Enjambres y enjambres de
pequeñuelos corren y se divierten por calles y plazas,
delante de sus respectivas mansiones. Vienen alre
dedor mío, me tomím de la mano, me agarran de
la sotana, intentan acariciar mi blanca barba, y es
para ellos grandísima satisfacción el conseguirlo;
66 disputan el placer de tocar mi calva. Estos niños
guardan sumo respeto y toda considearción a los
viejos.
Gi>sa muy notable, que no han hecho basta ahora
con ningún forastero, es haberme consentido entrar
en sus cabañas. A mi llegada, el jefe de una de ellas
me tomaba de la mano, me guiaba al interior, me
invitaba a sentarme sobre una estera y me ofrecía
frutas del país — almendras, coco, etc.— , que yo
comía con mucho contento suyo.
Las chozas de estos indígenas son redondas,
tienen una cúpula de cinco o seis metros; el hueco
de entrada es muy bajo y precisa inclinarse mucho
para franquearlo. En medio está la cocina; a los
lados, con divisiones cuatrípartitas, las cuatro fami
lias que generalmente la habitan. El techo son
hojas de palmera, impermeabihzadas, con un agu
jero para salir el humo. No hay ventanas, por lo
cual en el interior reina la oscuridad, pero, una vez
que la ■ vista se acostumbra, todo se ve perfecta
mente. Me dijeron que si me quedaba con ellos
levantarían una cabaña para mí solo. Esperamos
v a lg a pronto el día en que los misioneros saJesianos
puedan convivir definitivamente con nuestros
pobres salvajes.
En
última visita me dieron pruebas par
ticulares de consideración y amistad. E l día antes
habían venido al lugar varias familias de chavantes,
con residencia habitual bastante alejada, hasta un
número de trescientos forasteros. Se celebraba una
fiesta popular y llegaba con ellos el cadqoe, a cuya
presencia me acompañaron. Era un viejo alto,
huesudo, que imponía respeto; tenía el cabello
blanco, cosa rara en un indio y prueba inequívoca
de edad muy avanzada. Estaba desnudo y Devabe
el rostro pintado de rojo «urucún», tinte muy usado
por las tribus indígenas del Brasil. Sentábase sobre
una estera. A l verme, se levantó. Me observó con
atención, me tomó la mano, que se puso sobre la
cabeza, mientras me hizo entender que deseaba
hiciera yo lo mismo con su mano, cosa que en
seguida realicé. Después me abrazó, expansivo y
afectuoso. Pasó su diestra sobre mi frente, sobre el
rostro, sobre los brazos, sobre el pecho, sobre todo
mi cuerpo; luego, con ambas manos me tomó la
cabeza, acercóla a la suya y quiso que otro tanto
hiciera yo con él.
En tomo al cuadro estaban los indios, que mira
ban en silencio y respetuosos las muestras de extra
ordinaria amistad y consideración hacia mí del
viejo cacique Tpemram (Pescador).
Concluida aquella ceremonia, hízome sentar a su
lado, no lejos de una mujer que tostaba unas semi
llas, de las que mandó rae sirvieran. El mismo me
las puso entre las manos, invitándome a comer.
Mostrábase muy alegre de verme gustar aquellas
almendras torrad£is. Hizo llevar un calabacín lleno
de agua, bebió y luego me lo pasó a mí. Todos los
presentes estaban muy contentos de aquellas mues
tras de simpatía y amistad, y luego me fueron lle
vando por tudas las chozas, para que en cada una
comiese algo y bebiese agua. Esto me impresionó
y profundamente me conmovió; y pensé en seguida
en loe dos heroicos hermanos míos que antaño
habían caído bajo el arma homicida de loe cha
vantes, ofreciendo a Dios el sacrificio de su vida
por la redención y salud de estas pobres criaturas...
El rostro del viejo cacique aparecía pintado de
rojo y negro: su frente y su cabeza, teñida con una
capa de «unicún», contrastaba con los blancas
cabellos de la nuca. £1 abrazo efusivo del anHann
me mancharon la sotana, barba y frente de encar
nado rabioso, lo que causaba en los chavantes
mucha alegría, que manifestaban de especial ma
nera los niños.
Así regresé a Chavantina, llevando conmigo la
señal más evidente de la estima y el cariño de
otrora tan fieros enemigos. Mi corazón de misio
nero veterano saltaba de gozo. Era y a consoladora
realidad el sueño de Don Bosco: los lúüvajes de esta
región asesinando a sus sacerdotes primero y luego
abrazándolos como a hermanos.
JUVENTUD
H IS IO IE E A
Suplemento Misional del
B O L E n N S A L E S IA N O -iP r o p ig a s U t
109
CONSAGRACION DEL PRIMER OBISPO
SALESIANO INDIGENA DE VELLORE (India)
RESEÑA REMITIDA POR EL MISIONERO
P. H I S C I O
MORALES, S.D .B .
Por vez primera en la historia de la iglesia de la
India ha tenido lugar la consagración episcopal
simultánea de tres Obispos indios: Mons. Mariaselvam, Mons. Carvalho y Mons. Sundaram.
El solemne rito se desarrolló en el espacioso
parque S. I. A. A. de Madrás, a las cinco de la
tarde, actuando como consagrante el Arzobispo de
la Archidiócesis, Mons. Mathias, coad50ivado por
os Obispos de Bangalore y Tiruchirapalli.
Maravillosamente preparado para el acto, el
parque presentaba el magnífico espectáculo de una
multitud abigarrada, ávida de presenciar función
tan singular en la India cristiana.
Sólo se permitió la entrada en la improvisada
catedral a la población católica, tanto de Madrás
como forasteros, venidos exprofeso hasta de leja
nas aldeas para asistir a este grandioso aconteci
miento. Se calcularon en más de sesenta y cinco mil
los presentes.
A las cuatro y media empezó la procesión de los
trescientos sesenta sacerdotes y veinticinco Obis
pos allí congregados. Los sacerdotes ocuparon sitio
junto al estrado que hacía de presbiterio. Los
Obispos se colocaron en sendos reclinatorios en el
mismo presbiterio.
Puntualmente empezó la función, que se pro
longó hasta las siete y media.
Siguieron luego felicitaciones muy sentidas a los
nuevos Obispos y al Arzobispo, Mons. Mathias, que,
como buen hijo de San Juan Bosco, ha consumido
su vida en preparar un buen clero indígena, que
llegará adonde el clero europeo no podría llegar
nunca.
B R E V E S DATOS BIOGRAFICOS
Mons. Mariaselvam, designado Obispo de la nueva
diócesis de Vclloré, nació en Tiruchirapalli el 4 de
marzo de 1S97.
Contaba diez años cuando los primeros misio
neros salesianos llegados a la India se instalaban
en Tanjore y, como medio de apostolado, abrían
una escuela para ganar a Dios los corazoncitos
jóvenes, donde aún no han llegado la maldad ni
el vicio.
E l niño se sintió en seguida atraído por la pre
sencia de los misioneros de San Juan Bosco y íué
el primero en encabezar la lista de tantos miles de
indiecitos como seguirían en las numerosas escue
las y colegios que habrían de establecer los sale
sianos sobre el vasto Indostán.
Muy pronto sintió ansias de apostolado entre
sus hermanos. Los salesianos se percataron de ello,
y adiNñnando tal vez el tesoro escondido en el alma
inocente del simpático indiecito, lo en\'iaron al
Seminario Menor de Mylapore.
En 1916 tenía y a nuestro seminarista diecinueve
años. Se conservaba inocente y. al mismo tiempo
que había adquirido muy grande cultura, habíase
despertado en él una acendrada vocación salesiana.
— lio
Los Superiores lo enviaron entonces a Itah'a,
donde hizo el noviciado, distinguiéndose entre sus
compañeros por su piedad y fervor religioso.
Estudió luego Filosofía y Teología en la Uni
versidad Pontificia de San Juan Laterano, en
Roma, y coronó sus estudios con la ordenación
sacerdotal en 1922. Un año después presentaba su
tesis y le confería el título de doctor en Teología
dicha Universidad.
La diócesis que se le ha confiado es, probable
mente, la más pobre de la India. E l nuevo Obispo
se enfrenta con las estrecheces más grandes de los
primeros misioneros. No cuenta ni con casa si
quiera para vivir. Una iglesia muy pobre y y a
ruinosa será la catedral. Los cristianos, en su cas»
totalidad pobres parias o de casta muy baja, tam
poco podrán ayudarle económicamente a salir de
apuros. Pero él tiene puesta su fe en Dios y en la
Virgen Santísima. Ha esculpido en su escudo la
imagen bendita de María Auxiliadora y, paralela a
Ella, una estrella que proyecta sus rayos luminosos
sobre el paisaje de chozas y palmeras, vivo retrato
de su diócesis. Su lema lo forman estas palabras:
•María, Stella mea.» Su nombre, Mariaselvam. sig
nifica iPoder de María», y en María confía y está
seguro de que Ella le ayudará a buscar almas y
sólo almas, que es la preciosa herencia que a los
salesianos'deja su Fundador y Padre.
C R O N IC A
DE
G RACIAS
Atribuidas a María Auxiliadora, San Juan Bosoo
y demás santos y siervos de Dios saleslanos
D e M ollina a A n te q u e ra , en la pro v in cia de M álaga,
h ay u n a d istan c ia do doce k ilóm etros p o r c a rre te ra ;
los m ism os que h a reco rrido a pie, con u n to ta l de vein
ticu atro e n tre id a y v u e lta , doña Jo se fa R u iz N iebla,
p a ra p o strarse a los pies de M aría A u x iliad o ra, venerada
en la iglesia salesiana, encenderle dos velas y rezarle
ferv o ro sam en te, en acción de g racias p o r u n señalado
fav o r que la V irgen d e D on Rosco h a concedido a dicha
señora. S irv a ello d e estim ulo y de edificación.
E n l a m ism a ciu d ad d e A n teq u era d o ñ a G loria Díaz
C arrión a trib u y e a t f a r ia A uxiliadora u n a im p o rta n tí
sim a g racia. E sta señ o ra ten ia u n cáncer m aligno y sus
fam iliares d eterm in aro n t r a e r la a M adrid p a ra som e
te rla a la s intervenciones o p o rtu n as que r e tra s a r a n su
m u erte, pues bien se sabe que el cáncer, p o r a h o ra , es
un m a l <Jue no p erd o n a. Uno de sus h ijo s, lleno de con
fian za en M aría A u x iliad o ra, le com enzó u n a n o v e n a ,
p idiendo el m ilag ro . Lleno de sorpresa y de em oción,
al sép tim o d ia el m édico de cabecera diag n o stica la des
ap arició n r a d ic a l dcl cáncer...
Hecho v e rd a d e ra m e n te inusitado. P ero nosotros d e
cim os: ¿H ay alg o im posible p a ra la M adre de D ios,
au x ilio de los cristianos?
«Rutas*, do A lcoy, p u b lica en su últim o núm ero una
d o b le g racia de San J u a n Rosco q u e re v iste caracteres
e x trao rd in ario s y sim páticos. L a publicam os nosotros
con to d o s sus d etalles.
E l 31 d e enero del presente año «La E sp u m a, S . L.»,
de G an d ía, recib ía u n com unicado p o r el que te p ro c la
m ab a a S an J u a n Rosco P a tro n o loca! de los fa b ric a n te s
d e gaseosas. P o r ser sáb ado, la fie sta se traslad ó al
jueves siguiente. Los tra b a ja d o re s acord aro n celebrarla
oyendo u n a m isa, que ayudó E n riq u e F e r ri, joven de
v ein tiú n años. Al fin aliz ar el acto religioso, o tro obrero ,
Jo sé M o ratal, d e tr e in ta años, quiso c o n trib u ir al esti
p endio de la m isa con su p a rte correspondiente.
D on Rosco no p o d ía d ejarse vencer en generosidad por
estos h o n rad o s tra b a ja d o re s. A los pocos d ias José
M oratal, en ocupaciones d e su oficio, resb aló y cayó de
bajo de u n carro carg ad o , p o r h ab erse esp an tad o la ca
ballería. E n aquellos m om entos de a n g u stia , a n te s de
ser a p la s ta d o p o r el vehículo, se tiró a ios pies d el a n i
m al. E l cab allo , a l a tro p e lla rle , giró y dió u n m ovim iento
a l c a rro , q u e pasó p o r en cim a del b ajo v ie n tre de M oratal.
E ste se lev an tó , creyéndose m o rir p o r m om entos, pero
a l ex am in arle los m édicos, v ieron q u e n a d a g rav e h a b ía
sucedido. M ás ta rd e la sangre agoljrada se le infectó,
hnbo q u e a b r ir, y después de dos m eses, se e n c u e n tra
p erfe ctam en te b ien f a c í a s a Dios y a l patro cin io d el
Santo», según sus p ro p ias p a la b ra s.
A los dos d ías del suceso a n te rio r, E n riq u e F e rri, que
h a b la hecho d e acólito, se e n c o n tra b a e n la fáb rica lle
n an d o sifones, cuando u n o de ellos re v en tó y le cortó
un p á rp a d o . H u b o q u e d a rle u n p u n to , y e l o cn lista le
dijo q n e era un v erd ad ero m ilagro e l no h a b e r perdido
el ojo.
«Estam os m u y agradecidos — escriben esos o b re ro s— .
H em os p u esto u n cu ad ro de D on Rosco, ro d ead o de fio.
res, encim a d e lo s llenadores, y esperam os nos siga g u a r
d a n d o com o b a s ta ahora.»
Que el S a n to b en d ito , q u e hizo d o ra n te alg ú n tiem po
d e mozo d e café, siga protegiendo a esos hon rad o s obre
ros que con ta n to s sacrificios y peligros rem edían n u e s tra
sed en los m om entos de calor.
E l P re sid e n te de los A n tiguos Alum nos S alesianos de
P ozoblanco, don M anuel R ubio, hallábaso do viajo pro
fesional, y un m al día le acom etió u n fu e rte a ta q u e g rip a l,
com plicado con gravo hom orragia in te stin a l, pasando la
fiebre de los c u a re n ta g rad o s. M uy preocupado, especial
m en te p o r h allarse lejos de su fam ilia y a m erced do
cuidados ajenos, tom ó u n a reliq u ia de D on Rosco, q u e
siem pre llev a en la c a rte ra , y con ad m irab le fe se la
aplicó a la p a r te del cuerpo m ás afectad o p o r los vio
lentos dolores, p idiendo a l S anto ponerse m ejo r h a s ta
p o d er em p ren d er v ia je y rein teg rarse a su h ogar. E n
seguida le e n tró re p e n tin a tra n q u ilid a d , fué b ajan d o la
fieb re, regresó e n tre los suyos y actu a lm e n te está en
fra n c a convalecencia, gracias — dice él— a l am a d o
P adre.
D AN T A M R IE N GRA CIA S Y E N V IA N SU
LIM OSNA:
D oña M aría del P ino, de T ero r, a S an J u a n Roscod o ñ a D olores A rroyo, de S an Jo sé d el V alle, a M aría
A uxiliadora; d o ñ a A n ita M arti, de G erona, a M aria
A uxiliadora y S an J u a n Rosco, y doña Concha Iglesias
doña R osario C arrasco, doña D olores M artín, doña
A nita R iva y doña A na C arm ena, de R o n d a , a M aría
A uxiliadora; don Cam ilo C astelló, do C iudadcla, a M aría
A uxiliadora y San J u a n Rosco; doña M uría S a lo rt, d o n
R ernardo G o lab ert, de C iudadela, a M uría A uxiliadora;
se ñ o rita S alv ad o ra R ódenas, doña Josefa T om ás, d o n
Fulgencio F errra, doña F rancisca Ilo rn áad e z, se ñ o rita
M arisa R ódenas, señora v iuda do López y don M artin
Marcos, de V illena, a M aría A uxiliadora; doña Inocencia
C aslríllo, de H uesca, a M aría A uxiliadora.
CADENA SANTA DE ORACIONES
Recordamos a nuestros Cooperado
r a que durante el mes de junio —se
gún la piadosa iniciativa del reciente
Capítulo General— toda la Familia *Salesiana vive unida en oración por los
miembros de las siguiente Inspecto
rías:
D el 31 de m a y o a l 6 de ju n io . P o la ca
d elSur.
D el 7 a l 13 de ju n io . P o rtu g u e sa .
D e l 14 al 2 0 de jim io , B é tíc a Espsiñola.
D e l 21 a l 28 de ju n io, B étíca
ñola.
E sp a
lii
—
D ECIAM OS A Y E R ... JU N IO D E 1903
E l ed ito ria l era u n a sim ple alusión a l próxim o Congre
so de C ooperadores y u n a p rom esa de am p lia reseña en
el núm ero siguiente sobre las fiestas de la Coronación.
Seguía en segunda página un articu lo titu la d o «Amor
y sacrificio», referente a l S agrado C orazón de Jesús.
Concluíam os el tra b a jo p ublicado en nú m ero s a n te rio
res sobre cl'.l esp íritu de un apóstol».
D ebam os cim a, con la p a rte IV, a l discurso de don
T rin id ad S ánchez S antos, pronunciado en la d istrib u ció n
do prem ios del Colegio Salesiano de Méjico.
Ibam os por la c a r ta sép tim a de don J u a n Boraldí
relatan d o a don R ú a la v isita p a s to ra l de m onseñor
Caglioro por sus tie rra s de misión.
Concluía de n a r ra r don E vasio R a b a g lia ti la visita
canónica a los lazaretos de leprosos de Colom bia, efec
tu a d a p o r don P ablo .A lbera.
Cinco personas testim o n iab an su g r a titu d a M aría
A uxiliadora por sendas gracias conseguidas, y p o r lo
breve se p u b licab an otro s once favores. T odo ello prece
dido del fam oso «excorde» de S an B e rn ard o sobre el
poder de M aría.
De don Calógero G usm ano, re p re se n ta n te del R ecto r
M ayor en A m érica, publicábam os u n am plio v ia je p o r
tie rra s brasileñas.
De «vida salesiana» tra n sc rib ía m o s seis am p lias cró
nicas correspondientes a colegios do S u ra m érica.
Ibam os por el cap ítu lo X V I de las M em orias do m on
señor L asagna, el obispo salesiano m á rtir.
NUESTROS
Reverendo don Andréa Y un E rvinaa.— G ravo p érdida
su p o ne p ara la In sp ecto ría B élica la m u erte de este vete
rano sacerd o te q u e ta n lu h o n ra y prez dió siem pre a la
S ociedad Salr-aiuna en las diversas m isiones recibidas de
sus superiores.
A lum no del S em inario Diocesano de C órdoba, apenas
«onoció la O bra Salcsiuna, aspiró a ser hijo de Don Bosco,
y lo consiguió, con g ran posar do su obispo, q u e perdía
u n valiosísim o co lab o rad o r. T em pló sus p rim e ras arm as
do ap ó sto l en la casa do form ación do Cciju, com o indis
c u tib le profesor do lilo ra lu rn . Su plum a fácil y am ona
sacó do m uchos ap u ro s on aquellos tiem pos prim eros,
d o n d e to<lu estn b a p o r haoor. B1 d íaloguitu, la poesía
«le d o n A ndrés oran cosas indisponsablos en to d a fiesta
tnlesiuna. P ro n to llegó a sor notabilísim o o rad o r, solt« itad o p or todos los p úlpitos. Como d irecto r de los ooloios do C órdoba, Algociras, Las l’alm .is da G ra n C anaria,
ejó huellas im b o rrab les su uctivid.ul y su colo. Párroco
d o la iglesia m ay o r do Algociras, salvó difíciles situaciones
■en los tristes años do la R epública y on los prim eros dcl
glorioso A lzam iento N acional.
D on A ndrés b a ja a la tu m b a llono do prestigios y de
m érito s. Descanso en paz.
Su en tierro , en el cem enterio sevillano do S an Fer« a n d o , lo p residieron el alcalde de la ciudad, señ o r m a r
q u és de C ontadero, y el p ad re inspector de la B élica, don
■Claudio Sánchez.
Duda M ag d o lm a Fdóregues.— S an Jo sé, el d u lce pro
tecto r d e la buena m u erte, se llevó a l cielo el d ía de su
éiesta el alm a d e esta d ev o ta su y a y de su S antísim a
Esposa, la V irgen A uxiliadora. E ra la fin ad a asidua a
n u e stro S a n tu ario d e G u d a d e la , a l cu a l se b a d a conducir
S
i K U E V A
DIFUNTOS
en estos últim os años, im p o sib ilita d a de sa tisfacer sus
anhelos por sus propias fuerzas. A su hijo S alv ad o r y a
sus hijas les ha dejado la rica h erencia do sus v irtu d e s y
del am or a la O b ra S alesiana, qu e ha recibido co n stan te' m ente de esta fam ilia g ran d es ay u d as con a d m ira b le
desinterés, favores que su b en de m érito a l no p e rm itir
ja m á s su publicación. Pedim os u n a o ración por la d i
fu n ta y u n consuelo p a ra su fim ília .
D oña E speranza A iunlanw .— Esposa d el m a e stro de
o b ras de n u estro Colegio de C iudadela, D . J a im e S a b a te r,
y m adre de c u a tro antiguos alum nos y do u n alum no,
subió a l cielo a recib ir de Nuo.stro Señor el prem io de sus
v irtu d es y de su am o r a la Virgou S.ilesiana. Los grandes
favores sin o ste n ta ció n recibidos de esta bu en a famili.n
exigen n u estra g ra titu d , tra d u c id a en oraciones, p o r la
q u e ha m arch ad o y por los que han q uedado con el des
consuelo de la separación m om entánea.
T am b ié n pedirnos un recuerdo piadoso p o r los coope
ra d o re s don F rancisco S alord y d o n M arcos Cam ps.
D oña Flora M artínez Páre».— El 13 de a b ril e n treg ab a
su alm a a Dios on E stébanez (León), d o ñ a F lo ra M ar
tínez Pérez, m ad re d el diácono salesiano don .Antonio
Cabello.
F erv ien te d ev o ta de to d o lo nu estro , propagó en tre
sus allegados la devoción a M.aria A uxiliadora y tra b a jó
eficazm ente por las vocaciones salesianas. Días a n te s de
m o rir recogió u n buen núm ero de lim osnas p a ra la o b ra
del S agrado C orazón de R om a, inscribiendo en p rim e r
térm in o a todos su s hijos y fam iliares.
Al sa b er de los sufragios que las R eglas prescrib en p o r
los padres d ifu n to s de los salesianos, su aleg ría se m a
n ife sta b a lle n a de esperanza en ellos. ¡D escanse en paz!
E D I C I O M I
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P e iiid M ft» A L C A L A ,
—
112
« « 4 .
M A D R I D
**? Waría Auxiliadora llevan por ol mundo aI
espíritu do la Pedagogía de Don Soeoo, Aplloado a la
íín?.5t *^2
*
femenina: espíritu de trabajo
espíritu de alegría, espíritu de piedad euoarístioa las
únicas e Inagotables fuentes de felicidad Urreñal y
eterna
Seiuodd ñam a
de la
Fam ilia
Salesiana