BS_1945_08.pdf

Medios

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Inscribios en la Obra Pía del Sagrado Corazón
de Jesús en Roma
¿Quién no conoce la Obra del SagroAo
Corazón de Jesús’}
Fué fundada por el Prim er Sucesor de
San Juan Hosco, y benignamente aprobada
por S. S. León X n i el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta se ad­
quiere derecho a participar de todas las ora­
ciones y buenas obras de la Sociedad Sálesiana y a la aplicación de seis misas, que
se celebran todos los días, a pen>etmdad,
en nuestra Basílica del Sangrado Corazón
de Jesús de R om a; dos en el altar mayor,
dos en el de M aría Auxiliadora y dos en el
de San José.
Los que se inscriben en la Obra P ía pue­
den aplicar el fruto de estas misas a sí mis­
mos o a otras personas, vivas o difuntas, y
variar Ja intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover
la gloria de Dios y los intereses culturales
de la sociedad, acc^endo a niños pobres y

xe : s o r o

abandonados para educarlos cristianamente.
¿Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Hos­
co y de la Iglesia, inspirada en ideales tan
nobles y caritativos?
¿Quién no siente la necesidad de asegu­
rarse la benevolencia divina, en este mxmdo y en el otro, mediante la aplicación de
los méritos infinitos del Santo Sacrificio deJ
altar?
¿Quién no t i « i e almas queridas, vivas o
difuntas, a quienes obseqxüar con tan es­
pléndido regalo espiritual?

Pidan hojas de inscripción y envíen l a s
limosnas a la D irección del B oletín S ale SUNO, Apartado 9134, Madrid, que es la re­
presentación del Revmo. Sr. R ector Mayor
de la Congregación Salesiana.

eisririxuai-

4.—En ptmto de muerte si confesados y
comulgados, o al menos con corazón con­
trito, invocaren devotamente el Nombre de
Jesús con la boca, y si no pueden, con el
corazón.
Cada mes:
1. —U n día a su elección.
IN D U L G E N C IA P L E N A R IA
2.
—E l día en que hacen el Ejercicio de la
Buena Muerte.
-El dia en que dan su nombre a la r'ia
3.
—E l día en que asisten a la C<mferencia
Unión de los Cooperadores.
Mensual Salesiana.
2.
—^E1 dia en que por prim era.vez se con­ Octubre-. D ía 7, el Santo Rosai-io: 11, M a­
ternidad de M aría: 16, Pureza de María.
sagran al Sagrado Corazón d « Jesús.
3.
—Todas las veces que durante ocho días N oviem bre: 21, Presentación de Nuestra
Señora: 22, Santa Cecilia.
hagan Ejercicios Espirituales.

Los Cooperadores que, habiendo confesa­
do y comulgado, visiten una iglesia u oi*atorio público (los religiosos y religiosas, la
suya privada), y recen aUÍ según la inten­
ción del Sumo Pontífice, pueden ganar:

B O H C O

F c i? ?

O RG AN O O F IC IA L D E L A F E D E R A C IO N N A C IO N A L D E
A N T IG U O S A L U M N O S S A L E S IA N O S

Direoeíón y Administración:

Fernanflor, 8 - M A D R ID

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
D O N BOSCO

Redacción

y

BOLETIN
Ü L l
r \ ^

Administración:

£

^

1

Alcalá,

r \
164.

1 ^

Apartado

ANO

L V 1I l

SEPT.-O CT. 1945
NU M ERO S 9 y 10
9134. • MADRID

S U M A R IO :
El Santísimo Rosario.—Efemérides seculares: don Sosco en 1845...__Noti­
ciario Salesiano.—Evitando el peligro y aprovechando el tiempo.—De nues­
tras Misiones.—L a Sierva de Dios doña Dorotea de Cli(n)itea.— A^>ecto
Apostólico de 3a formación (profesionalí—O r^ iic a tíe gi-aclaa— In Imemo
rfiam.— Bibliogi*afi a.

El Santísimo Rosario
L a benemérita publicación mensual L E C TU R A S C A TO LIC A S , tan amada y propa­
gada por San Juan Bosco, ha tenido el acierto de obsequiar a sus suscriptores ofre­
ciéndoles en el número correspondiente al mes de octiüire la preciosa obrita titulada
« E l Santísimo Rosario», salida de la batalladora pluma del viejo escritor D Juan M a­
rín del Campo.
Esta obra, que se editó por vez prim era el año 1933, llevaba entonces un prólogo del
M . Iltre. Sr. D. Plácido Verde, Arcediano de Badajoz y Rector de la Encarnación, a
quien los enemigos del bien hicieron m ártir de Dios y de España en la Revolución
del 36.
N o se ha creído oportuno insertar dicho prólogo en la nueva edición; pero en ho­
m enaje a su autor y en gracia a nuestros amadísimos Cooperadores, lo ofrecemos aqui
a los lectores del B oletI n , en la segtiridad de q u e nos agradecerán la oportunidad
que les damos de paladear espirítualmente sabrosísimos pensamientos s<*re una de­
voción tan cristiana y tan española.

opúsculo que hoy presenta a tionadora, tan popular y española co­
la devoción popular el insigne
mo la del Santo Rosario, de la que fué
periodista y cultísimo escritor señor alma encendida y enamorada su glo«Chafarote», no ne«^esita ningún Mece­ , rioso fundador S a n t o Domingo de
nas que garantice sus relevantes valo­ Guzmán, mi insigne paisano exórnen­
res; su meritísima actuación periodísti­ se, no he podido negarme a colocar
ca, su intenso celo apostólico, son bien en el frontispicio de este librito unas
patentes para los amantes de las sanas palabras llenas de honda emoción, de
lecturas y para los que saborean las dul­ insinuante ternura, de profundo agra­
zuras del Parnaso místico español; te­ decimiento hacia el esclarecido Funda­
merario sería en mí aceptar esta amis­ dor de la Orden de Predicadores, en
tosa sugerencia, pero por tratarse de cuya vida, que sentí palpitar tantas
una devoción tan singular, tan suges- v e c ^ en las soledades del Seminario
ste

E

— 150

oxomense, iniciación de mi vida sa­
cerdotal, aprendí los grandes ideales
del apóstol y las excelsas virtudes del
sacerdote.
El señor «Chafarote» con este librito ha venido a llenar una necesidad
que todos sentíamos y ha querido en­
rolar en su remedio a los hijos del
B. J. Bosco, que en la populosa barria­
da de los Cuatro Caminos de esta
villa, centro de su misión docente y
educadora, desarrollan las enseñanzas
del Fundador salesiano.
En sus manos ha puesto el autor de
este libro, como testimonio fehaciente
de honda estimación y de afecto sin­
gular, todos sus entusiasmos marianos, y bien seguros estamos de que
la devoción rosariana alcanzará inten­
sos valores en las juventudes salesianas, ya que el Rosario es para ellas
como fuente abundosa que ha de ir
regando los desiertos espirituales de
la vida contemporánea.
El Rosario, después de Santo Domin­
go de Guzmán, es la devoción favori­
ta, casi esencial, de la vida monástica;
ella ha sintetizado sus fervores, ha ilu­
minado sus apostolados, ha dado vida
fecunda a sus actividades y, con ser
el pomo de la vida mística, cuyas di­
vinas esencias han elevado tantas al­
mas a las incomparables alturas de la
contemplación, es la más fácil, la más
universal, la más poderosa, la más po­
pular de todas las devociones; ¡fuó la
devoción peculiar de nuestros mayo­
res! España difunde en su misión ci­
vilizadora el suave perfume del Rosa­
rio en todos los lugares que conquista,
y el soldado y el misionero vulgarizan
en sus excursiones bélicas y evangelizadoras esta devdción secular, síntesis
maravillosa del pensamiento teológico
que sirvió de orientación a los siglos
medievales, y aunque la crítica mo­
derna, en sus espasmos racionalistas
ha querido empañar sus orígenes, no
ha podido romper la túnica inconsútil
de las tradiciones que sostienen con
una uniformidad avasalladora, puntos
de esencial concurrencia que confirman
los orígenes dominicanos del Santo
160



Rosario. Impulsores de este movimien
to mariano fueron el bienaventurado
Alano de Rupe y Santiago Splenger.
que predicaron con inusitados fervo
res el Salterio Marial, y fué tan honda
y popular su difusión, que la inmorta­
lizó el gran artista Alberto Durero en
su «Fiesta del Rosario», y cuando
P ío V, de grata y relevante memoria,
en los fastos pontificios ordena rogati­
vas y plegarias para salvar al mundo
de la amenaza musulmana, es cuando
la devoción del Rosario adquiere sus
más gloriosos prestigios que culmi­
nan en la Institución de esta fiesta,,
conmemorativa del triunfo de Lepan­
te, en que jugaron importantísimo pa­
pel los más altos valores españoles;
desde entonces tiene esta devoción es­
pañola puntos culminantes que desta­
can los trabajos del sapientísimo Car­
denal Lambertini, más tarde Benedic­
to X IV ; la gruta de Lourdes, que acre­
centa esta ya bien popular devoción
impulsada por las apariciones de la
Saleta, y, últimamente, el apostolado
enérgico y perseverante del gran Pon­
tífice León X III, de feliz recordación,
que preconiza e impone en sus magní­
ficas encíclicas y en sus versos lati­
nos, elegantes y rotundos, la práctica
del Rosario, obra netamente española
y esencialmente dominicana.
Propagadores de esta devoción espa
ñela fueron los españoles ilustres A l­
varo de Córdoba y su coetáneo San V i­
cente Ferrer, que en Castilla y Aragón
y en todas las esferas sociales dejaron
grabadas las cuentas del Rosario. Du­
rante el siglo X V , y con anterioridad
e independa al gran Alano de Rupe,
ya filé glorioso propagador el domi­
nico aragonés Juan Agustín, que, con
su elocuentísima palabra, propagó es­
ta devoción en las riberas del Betis y
del Duero, en las austeras soledadescastellanas y en las fecundas y ale­
gres costas levantinas; no menos in­
teresantes son las predicaciones de
Domingo Montemayor, que desarrolló
su celo, cien veces apostólico, en las
regiones vascas y hacía pender de su
cuello un rosario con cuentas b la n ca »

como atestigua el historiador de los
Condes de Barcelona.
Merecen aquí especial mención el
Misionero Pedro Santa María de
ülloa, el más popular propulsor por la
difusión que alcanzaron en todas las
ósferas sociales las prácticas que ense­
ñaba en su libro titulado «A rco iris
de paz», y Antonio Garcés, iniciador
del Rosario de la Aurora. Fueron em i­
nentes propagadores de esta devoción
San Luis Beltrán, el Beato Francisco
Posadas, Fray Diego de Cádiz y el in­
comparable Padre Claret. Fué tan
grande el movimiento rosariano en
España en el siglo X V II, que el mismo
Felipe IV ,' en calidad de jefe de Esta­
do, escribió a todos los Obispos Justi­
cias y Corregidores de sus Reinos pa­
ra que en las iglesias, Universidades y
cuarteles se practicase cada día esta
devoción y que ella fuera la distintiva
de la Corona de España y sus dom i­
nios, y en las mismas colonias, donde
España hizo sentir sus influencias ci­
vilizadoras, la Virgen del Rosario tie­
ne en un patronato casi universal,
siendo ella la protectora de las prin­
cipales Repúblicas Hispanoamericanas.
Después de estas ligeras indicacio­
nes que preparan, caro lector, tjj•áni­
mo para la lectura de este librito, pe­
netra en él, saborea dulcemente sus
enseñanzas y saca de ellas la feliz re­
solución de rezar todos los días el Ro­
sario, cuyas excelencias ya conoces;
su devoción no es compatible con los
errores de tantas inteligencias corrom-

Reproducción fotográfica de la cuOierta a
colores del libro a gue hace referencia nues­
tro editorial.

pidas y enemigas de Cristo que aspi­
ran a desvirtuar las creencias católi­
cas y los dogmas inconcusos de la Fe.
y ya que España fué la iniciadora por
medio de uno de sus más esclarecidos
Guzmanes de esta devoción, ¡que se
mantenga incólume en nuestros hoga­
res y en nuestro pueblo y ella los sal­
vará de sus desfallecimientos y deca
denciasi

Lecturas Católicas
DE

SAN

JUAN

SOSCO
Suscribirse a ellas y propagarlas es
hacer obra de apostolado social.
Consúltese las páginas de cubierta.


161

EFEMERI DES
Don

Bosco

SECULARES
en

18 4 5 . . .

semanalmente don Bosco para confesar a
el n ú m e r o anterior de E femérides
los niños.
SECULARES 86 hlzo referencia a la Pla­
za de Turln, Manuel Filiberto. Esta plaza Rúa no tai*dó en sentir un tierno a fecto
hacia el santo sacerdote. Años más tarde
no le recordaba a don Bosco tan sólo el
refería él mismo: «Recuerdo que cuando
episodio jocoso del señor Carballo, sino tam­
don Bosco venía a decimos la Misa, y con
bién otro encuentro cuyo recuerdo se gra­
frecuencia también a predicar los domin­
bó c o n caracteres indelebles en su cora­
gos, apenas entraba en la capilla parecís
zón.
como si una corriente eléctrica sacudiese a
En Los Molinos vió por vez primera al
aquel numeroso grupo de muchachos. Se
niño Miguel Rúa (que entonccb contaba só­
ponían de pie, sallan de sus sitios, se es­
lo ocho años), alumno de los Hermanos de
trechaban a s u alrededor y n o quedaban
las Escuelas Cristianas, a las cuales acudía
contentos sino hasta que legraban besarle
la mano. Se necesitaba D ic« y ayxKia antes
de que lograse llegar a la sacristía. En aquel
momento los buenos Hermanos de las Es­
cuelas Cristianas no lograban impedir e l
aparente desorden y n o s dejaban hacer.
Cuando venían o t r o s sacerdotes, incluso
piadosos y de autoridad, por nada se obser­
vaba semejante alegría. Si a la hora de la
confesión se nos animciaba que entre los
confesores se hallaba también d o n B<»co,
los otros sacerdotes se quedaban sin peni­
tentes; todos los jóvenes procuraban ir ccat
él a conñarle sus secretos. E l misterio de la
atracción de don Bosco hacia los Jóvenes
consistía en la certeza de éstos sobre él
afecto operativo, espiritual, que tenía a sus
alumnos.»
Un día de agosto del año 1845, un com­
pañero del niño Rúa le habló a éste del
Oratorio, enseñándole la corbata que le ha­
bía tocado en im a de aquellas modestas ri­
fas con las que don Bosco solía amenizar los
recreos. Entusiasmado Miguelito, corrió con
su amigo hacia el Refugio. Pero precisa­
mente por aquellos días don Bosco hfd)ia
trasladado e l Oratorio a Los Molinos. A llá
se dirigieron los pequeños, y, en llegando,
fueron acogidos con tanta amM>ilidad, que
R úa quedó encantado del recibimiento. Don
Bosco tenía delante a quien la Providencia
designara para ser el continuador de su
misión. El niño, en los tres años subsiguien­
tes, íué sólo alguna que otra vez a visitar
a don Bosco, bien a l Oratorio, bien a l R e ­
fugio; pero ya desde aquel primer instan­
El Siervo de Dios don M iguel Rtia, prim er
te el Santo no lo perdió nunca de vista.
sucesor de San Juan Bosco.
n

E

Noticiario Salcsiano
M A D R ID .— Los niños de las Escuelas
Salesianas de Francos Rodríguez
rinden un homenaje de gratitud a
la Duquesa de Montero.
{.Del diario «Yas>, 28 de ju n io de 1945.)
«En las Escuelas Salesianas sitas en Fran­
cos Rodríguez (Cuatro Caminos) se celebró
ayer al mediodía un conmovedor acto de
gratitud y homenaje a la diiquesa de M on­
tero, h ija del duque de Alba, organizado
por los niños de dichas Escuelas, en reco­
nocimiento del patrocinio que presta a la
institución.
A l acto, sencillo y a l mismo tiempo bri­
llante, asistieron, además de la duquesa de
Montero, la duquesa viuda de Santoña y las
condesas del Puerto, Lodosa y Borkowsca.
Después de escuchan en la iglesia una sal­
ve, interpretada por los niños que se edu­
can en dichas Escuelas, la duquesa de Mon­
tero y s u s acompañantes recorrieron l a s
diversas dependencias de la C asa: clases,
comedores y cocina, admirando la limpieza
y esmero, dentro de las dificultades actua­
les, de la confección de los diversos platos
que a diario se sirven en la cantina a los
niños de fam ilias de obreros y necesitados.
Seguidamente, la duquesa de Montero y
d ^ á s personalidades, pasaron al salón tea­
tro, donde fué ofrecido por el padre direc­
tor del colegio, don Marcelino Talavera, el
acto-homenaje a la joven duquesa, interpre­

tándose diversos cuadros escénicos, cantos,
diálogos y poesías, terminando con una grac i o s a escena lírica, magníficamente repre­
sentada. demostrando el grado de cultura
que los niños r e c ib a a diaalo en estas Es­
cuelas.
L a duquesa d e Montero, e n sentidas y
emocionantes palabras, agradeció el a c t o
que se le tributaba, y prometió colaborar
asiduamente a la labor social que va des­
arrollándose en la benemérita institución en
pro de los niños d e los obreros.
A continuación fué servida una comida
extraordinaria por la duquesa de Montero
a todos los niños que asisten a la cantina,
y a los demás se les obsequió con helados.
Los niños hicieron entrega a la h ija del
duque de Alba de un magnífico ejemplar
del libro «Don Bosco y su tiempo», lujosa­
mente encuadernado.
A l abandonar las Escuelas los niños tri­
butaron a la' duquesa de Montero y s u s
acompañantes una fervorosa ovación de gra­
titud y cariño.»

S E V IL L A (Santísima Trinidad).— Bo­
das de Oro Sacerdotales.
{Copiamos de la revista ^Eco de M aría Au­
xiliadora», de Sevilla, junio-jtdio de 1945.)
«Com o oportunamente se anunció en la
Prensa, el día 10 de junio celebró sus Bodas
de Oro Sacerdotales el v«iei*ado Padre Salesiano D. Antonio Marcolungo, tan cono-

M ad r id : La Exorna. Sr.* Duquesa de M ontero sirviendo la comida a los niños deí co­
medor escolar.
— 163

cido del público sevillano y de los s t o r e s
Cooperadores en particular.
iCincuraita años de sacerdocio! ; Cincuen­
ta años de apc»tolado fecundo! ¡ Cuántas
gracias y favores celestiales dispensados a
las almas durante esos diez lustros, median­
te el triple arcaduz del Santo Sacrificio de
la Misa, los Santos Sacramentos y la P a ­
labra de Dios!
Con motivo de esta gloriosa efemérides
se tributó al preclaro h ijo de don Bosco un
Intimo y simpático homenaje de felicitación
y gratitud. Por la mañana, en la Misa de
Comunión, todos los alumnos de estas Es­
cuelas, en imión de muchos beneméritos
Cooperadores que acudieron a felicitarle, ele­
varon al Señor sus oraciones en acción de

Rvdo. D. Antonio Marcokingo.
gracias por los beneficios inmensos conce­
didos al anciano sacerdote. A l a s once y
media tuvo lugar la Misa Solemne, que ofi*
ció el festejado, asistido por el M. Reveren­
do Sr. D. José M aría Manfredini, antiguo
Inspector de la Bélica, y el M. Rvdo. señor
don Francisco de la Hoz, Director de la
Residencia Universitaria Salesiana, actuan­
do de presbítero asistente el M. Rvdo. se­
ñor D. Manuel Fernánd^, Director de es­
tas Escuelas Profesionales, que, al Evange­
lio, ocupó la sagrada cátedra para exaltar
la figura del sacerdote católico y rendir tri­
buto de admiración y gratitud al ejemplar
ministro del Señor en su áureo jubileo sacer.
dotal. T e jió un justo elogio de la ingente y
apostólica labor desarrollada por D. Anto­
nio, que a sus ochenta y im años de edad
prosigue sus actividades entre l o s señores
CJooperadores con los mismos arrestos y en­
tusiasmos de hace cuarenta años.
Por la tarde, a las siete y media, en el
patio central de Domingo Savlo, tuvo lugar
la velada de homenaje, con asistencia de
IW —

varios señores CJooperadores, Antiguos Alum­
nos y amigos de la Obra Salesiana, a más
de todos los alumnos y nutridos grupos de
lo§ Oratorio^ Festivos de la Santísima T r i­
nidad y S a n Benito de Calatrava. En la
preádencia, c o n el hom ^ajeado, tomaron
asiento el Sr. Inspector, Sres. Directores de
las cuatro Casas Saleslanas de Sevilla, el
señor M onje y Bem al, y otras personalida­
des. Después del himno cantado por todos
los alumnos, hizo uso de la palabra el cul­
to abogado y celoso Cooperador Salesiano
don José M onje y Bem al, que en bellas fra ­
ses y con su gracejo netamente andaluz tra­
zó la figura moral del P. Marcolungo, de­
jando entrever el emocionado afecto que le
profesa. A l final de varios párrafos y al ter­
minar su discurso fué muy aplaudido. Los
diversos" números d e 1 programa resultaron
m u y simpáticos y sugerentes. Habló tam ­
bién el Sr. Inspector, en nombre de los Su­
periores Mayores, pai'ticuiarmente de d o n
Pedro Ricaldone, con quien convivió y tra­
bajó tanto D. Antonio Marcolungo. Luego
se levantó éste, y en emocionadas fiases dió
a todos las gracias más rendidas por sus
felicitaciones y homenajes e invitó de nue­
vo a los circunstante a darlas también al
Altísimo, que le había concedido el favor
inmenso de celebrar su jubileo áureo.
H a sido una fle t a que habrá dejado— no
lo dudamos—profunda huella de admiración
y respeto al sacerdote en todos, y ¡quién
sabe si en algunos latente y ardorosa semi­
lla de vocación al Santu ario!»

P O R T U G A L.— Conmemorando el Cin­
cuentenario de la Obra Salesiana.
Por indicación del Excmo. Sr. Ministro de
Educación Nacional la fecha cincuentenaria
de la Obra Salesiana en Portugal fué c<mmemorada en muchísimos Institutos de se­
gunda enseñanza y Escuelas Comerciales e
Industriales del país hermano con brillantes
conferencias y sesiones dedicadas a l g r a n
educador San Juan Bosco.
Asimismo, los principales diarios y revls
tas de la nación publicaron extensos ar­
tículos ensalzando la eficacia de la obra que
los hijos de don Bosco llevan a c a b o en
Portugal.

H O RCAJO D E SA N T IA G O (Cuenca).
Bendición de un altar dedicado a
María Auxiliadora.
El periódico conquense «O fensiva», pubbca la siguiente crónica en su editorial del 26
de agosto de 1945:
«Con la solenmidad de años anteriores se
ha celebrado en este pueblo, el día 15 del

actual, la festividad de M aría Auxiliadora,
con la bendición de un altar dedicado a su
honor en esta iglesia parroquial, costeado
por dos humildes, pero piadosas familias.
El día 14, por la tarde, después del ejer­
cicio de la novena, el Padre Salesiano don
Julián Ocaña, Director del Colegio de As-udillo (Falencia), bendijo el altar, ante el
que se cantó una solemne Salve, ejecutada
primorosamente por el coro de jóvenes de
esta localidad, dirigidas por el oi^anista
don Lucio Rubio.
E l día 15, festividad de la Santísima Vir­
gen, tras una nutrida comunión, el Padre
Ocaña ensalzó las glorias de M aría en un
elocuente sermón, glosando el M isterio de la
Asunción de Nuestra Señora y la devoción
establecida por San Juan Bosco a María
.Auxiliadora.
A la caída de la tarde, la bella imagen
de la Virgen de don Bosco recorrió triun­
falmente, en concurridísima procesión, las
calles principales del pueblo, en el que ha
arraigado la devoción a esta buena Madre,
que no sólo cuenta ya con un bello altar en
esta iglesia parroquial, sino, sobre todo, con
multitud de corazones que la aman tierna­
mente y que anhelan propagar su devoción
y solemnizar cada día más su festividad en
esto pueblo de raigambre salesiana.— F. A.»

BARCELONA (Sarriá). — Certamen
Catequístico Inspectorial.
E l día 9 de junio p. p. los veintiocho
alumnos, vencedores respectivos en los Cei*támenes Catequísticos locales de las Casas
de la Inspectoría Salesiana Tai'i'aconensc, se
reunieron en la C a s a de Baroelona (Sarriái, a fin de disputarse en reñida contien­
da el titulo de vencedor en el Certamen inspectorial.
,, „
Prendió el acto el Sr. Inspector, M. Reve­
rendo D. Juan Aüjerto, a quien acompaña­
ban los Sres. Directores de las Casas Salesianas de Sarriá, Mataró, Hoita, Rocaíort.
San Vicente d d Horts, Tibidabo, Cindadela y
VÜlena. El Tribunal fué presidido p o r el
Reverendo D. Vicente SchiitilU.
L a seguridad con que todos los conten­
dientes respondan a las preguntas hizo su­
mamente difícil la eliminación de los ven­
cidos y la designación de los vencedores, a
la vez que fué un claro exponente de la
seriedad y entusiasmo con que se estudia el
Catecismo en todas Iss Casas de la Ins­
pectoría.
En la velada celebrada al día siguiente
en honor del Sr. Inspector fueron procla-

P rim er C apítulo I nspectorial E spañol (Sarriá-Barcelona, a g o s t o de 1900); Senta­
dos. de izquierda a derecha. D. A. Balzario, D. F. Atzeni, D . E. Oberti, Revereruiisim a U). P. AJbera. Revdmo. D. F . Rinaldi, D. A. Aim e, D . M . Hermida, D. A. Tabarini.— De pie, 1.» fila : D. E. Nogués, D. M. Buü, D . D. Tovar, D. J. Gaíviati, D. R Zabaio, D. E. Fumagalli, D. A. Ricaldcme, D. J. Calasam.—2.^ f i l a : D. J. Bigatti, Reve­
rendísimo D. P. Ricaideme, D. A . MarcolUTigo, D. H. Zoccola, D . V. SchiraUi. D. J. Tagliabue, D. S. Ghione, D . E. Capra, D . Aralo, D . F. Fenoglio.—D e entre ellos, tres
(D . A. Marooivngo, D . J. Tagtiabue y D . José Calasanz) han sido hechos, re<neniemente, objeto de merecido homenaje.
-

165

mados los vencedores y ^ a rd ím a d o s c o n
hermosos premios.
N ota simpática fué el rasgo de los An­
tiguos Alumnos de la Inspectoría, quienes
quisieron costear uno de los premios de los
vencedores del Certamen, manifestando asi
su aprecio por la enseñanza y estudio de
la Religión y su solidaridad con los alum­
nos actuales.

Busto, se desarrollaron los números de una
amena e interesante velada músico-litera­
ria.
A continuación se r^ a rtie ro n los premios,
y los niños del Oratorio pudieron adquirir,
mediante los sellos de asistencia, los varia­
dos objetos expuestos en la Feria, termi­
nando la hermosa fiestecita con una sesión
de fuegos artiñciales.

A L G 0 Y . — Asamblea vocacional y
Certamen Catequístico.

M A LA G A . — Solemne distribución de
premios en las Escuelas Profesio*
nales Salesianas.

Tuvieron lugar ambos importantes acon­
tecimientos duiante los días 21, 22 y 23 del
pasado junio, dedicados, respectivamente, a
las vocaciones sacerdotales, misioneras y re­
ligiosas. Los actos principales de cada jor­
nada consistieron en M i s a de Comimión,
Hora Santa y Velada músico - literaria, de
cuyos números, sumamente variados y muy
ptropios para enfervorizar a los jóvenes en
el ideal del sacerdocio, nos permitimos des­
tacar el grandioso y difícil Himno-marcha
«Juventud Misionera», de Ochoa, S. S .; el
Concurso de declamación a base de la poe­
sía «Anhelos de im apóstob>, del misionero
salesiano Mons. José L. Carrefio, y el dra­
m a en tres actos «E l Castillo Negro», de
don Francisco Vallés, S. S.
El acto de la elección del Emperador del
Catecismo y entrega de los premios a los
vencedores fué presidido por el Rdo. señor
Párroco, D. Vicente T o r r ^ o s a .
E l día 27 se organizó xma excursión al
Santuario de la Virgen de los Lirios, a 1.200
metros de altura. Asistieron a la piadosa
romería g r a n número de fam ilias de los
alumnos y setecientos niños, que fueron ob­
sequiados por los bienhechores de la Casa
con ima espléndida comida.

EClJA.— Reparto de premios y Feria
Infantil.
En el patio central del Colegio Salesia­
no. y el día 8 de Junio, tuvo lugar el solemne
reparto de premios a los alumnos y la Fe­
ria para los niños que acuden al Oratorio
Festivo.
Honraron el acto con su presencia el se­
ñ o r Arcipreste, Dr. D. Francisco Domín­
guez; D. Francisco Valverde. en represen­
tación del Sr. Alcalde; el Comandante M a­
yor, Sr. Reinoso. en representación del Co­
ronel Comandante M ilitar de la Plaza; don
Pedro Bugallal, juez de Instrucción; don
Pedro Canales, Presidente de los Antiguos
Alumnos Saleslanos. y varios beneméritos
Cooperadores.
Después de xai elocuente discurso prommciado por el culto abogado y antiguo alum­
no salesiano D. José Benitez y García del
166 —

El día 21 de junio, a la par que el onomás­
tico del Rdo. Sr. Director de la Escuelas
Profesionales de Málaga, se celebró en ellas
la distribución de premios a los alizmnos
más distinguidos por su aplicación y con­
ducta.
Ocuparon la presidaicia en tom o del se­
ñor Director, el Presidente de la Asociación
de AA. AA., D. Francisco E s c a ^ ,; el doc­
tor D. Emilio Barrera, D. Fernando Gil,
don Pedro Doblas, D. Antonio Linares, etc.
Los alumnos con premio de honor, en nú­
mero de seis, fueron obsequiados con sen­
dos relojes de pulsera y artísticos diplomas.
Además, los dos alumnos que han terminar
do el aprendizaje de su oficio, recibieron de
manos del Sr. Director 1.125 pesetas cada
uno.
El reparto de premios se efectuó entre los
números de una interesante velada mnenizada por la Banda de música de las Es­
cuelas.

CO RDO BA.— En la Gasa Salesiana son
atendidos con amor y sacrificio los
niños de todas las clases sociales.
En la Casa Salesiana de Córdoba, según
hemos tenido ocasión de decirlo otras ve­
ces en las páginas del B oletín , hallan co­
bijo tod<» los niños, de cualquier clase social
a que pertenezcan, que quieren educarse en
cristiano.
Buena prueba de esta afirmación lo smi
los solemnes repartos de premios que, en
distintas feciias, se hicieron a los alumnos
de Segunda Enseñanza y a los de ^
es­
cuelas populares y del Oratorio Festivo.
L a distribución a los primeros, cuyo nú­
mero sobrepasa al millar, fué abrillantada
con la presencia del Excmo. Sr. Gobernador
militar, D. Saturnino González B a d í a , a
quien acompañaban, entre otras personali­
dades, sus ayudantes. Teniente Coronel Tassara y Comandante Salas; Alcalde de la
ciudad, Sr. Luna Fernández; Presidente de
la Excmo. Diputación, Sr. Salinas Anchelerga; Coronel Jefe del Regim iento de In-

P u tería , D. Antonio Alvarez Rementería, y
su ayudante, el Capitán A lb a; Decano de
la Facultad de Veterinaria, D. Germán Saldaña, acompañado del Catedrático D. Fede­
rico Castejón y otros profesores; Director de
la Prisión Provincial, D. Luis V alle; Ase­
sor religioso de la m iaña, D. Alberto M ar­
t ín ; Secretario Provincial d e l Frente d e
Juventudes, González Gisbert, y oficiales ins­
tructores d e l mismo, Perales Gan, Castro
Rodríguez y Cobo Rodríguez; representan­
tes de Congregaciones religiosas. Junta d e
Damas de M aría Auxiladora, Directiva de
la Asociación de los Antiguos Alumnos Salesianos y numerosas representaciones.
Después de un hermoso discurso del doc­
tor Castejón, Catedrático de la Facultad de
Veterinaria, fueron nombrados los alumnos
premiados, quienes pasaron a la Presiden­
c ia a recibir de manos de las Autoridades
las correspondientes recompensas.
M ayor solemnidad, si c a b e , revistió la
fiesta con que fueron premiados los niños
de las Escuelas populares y Oratorio Fes­
tivo. Después de la misa, se les obsequió con
un abundante desayuno. L u ^ o , a l medio­
día, en el amplio pórtico convenientemen­
te preparado ai efecto p o r el bondadoso
don Baldomero Moreno, que puso a dispo*
siciú i de los salesianos obreros y material,
se sirvió, costeada por los actuales alumnos
de Bachillerato, u n a abimdante comida a
quinientos niños pobres.

Los Excmos. Sres. Gobernadores C ivil y
M ilitar, ausentes de la ciudad, se hicieron
representar, respectivamente, por el Presi­
dente de la Excma. Diputación, Sr. Sali­
nas, y d Sr. Coronel Alvarez Rementería, a
quienes acompañaban el Sr. Alcalde c o n
otras dignísimas autoridades.
Alumnos y Antiguos Alumnos del Colegio
sirvieron a sus pequeños compañeros.
En el salón de actos se hizo el reparto de
premios d e Religión, honor, asistencia y
aplicación. L a Iltre. Hermandad del Cristo
de la Caridad premió a l niño más necesita­
do y de m ejor cmiducta con la cantidad
de 250 pesetas, y a otro niño con una pre­
ciosa medalla.
El acto fué amenizado con recitales y
variedad^ de cantos del rico folklore español.
El distinguido Dr. en Filosofía y Letras
don José M aría Ortiz Juárez habló a los
niños con gran amenidad y entusiasmo, ha­
ciéndoles tocar con mano los beneficios que
para ellos supone la Obra de San J u a n
Bosco.
A l atardecer, en el patio de las Escuelas,
entre disparos de fuegos artificiales y al son
de la banda de cometas y tambores del
Grupo Escolar, tuvo lugar la Feria infantil,
en la que centenares de niños gozaron horas
de pura alegría a l poder adquirir, mediante
1<» vales de asistencia, telas, camisetas, cal­
cetines, zapatos, objetos de librería, refres­
cos, etc., que la generosidad de los cantaü-

CóRDOBA: Aspecto parcial del patio en un día de fiesta.
-

167

vos cordobeses había depositad® en las ma­
nos de los hijos de don Bosco, que desde es­
tas columnas y en nombre de sus niños dan
las gracias más efusivas a sus bienhechores
y a todos cuantos de a^una manera han
contribuido a hacer tanto bien entre sus
centenares de muchachos.

S E V IL L A (Trlana).— Fiesta de fin de
curso.
L a fiesta de fin de curso en las Escuelas
Salesianas de Triana se vió este año real­
zada con la presencia d e l Alcalde de la
ciudad, Excmo. Sr. Duque de Alcalá. Con él
vinieron a honrar nuestra Casa y a llenar
de gozo el corazón de profesores y alum­
nos el Iltre. Sr. Catedrático de la Escuela
d e Comercio e Instituto, Dr. D. Joaquín
Gftrcía Naranjo, antiguo alumno salesiano,
que pronunció un bellísimo discurso: l o s
señores Inspectores de Prim era Enseñanza,
y los Sres. Dü-ectores de los grupos escola­
res de Triana.
El acto, celebrado en el hermoso patio in­
terior de las Escuelas, resultó muy solemne.

B A R C E L O N A .— Esouelas Profesional
les Salesianas. Fin de curso.
Estimulo de seriedad en el trabajo es la
formalidad de los exámenes finales que en
estas Escuelas revisten siempre suma im­
portancia, tanto en la sección de Estudian­
tes como en la de Artesanos.
Y ciñéndonos a los de estos últimos, for­
man tribunal en cada una de las secciones
no sólo los maestros de la casa, sino profe­
sionales e ingenieros de la ciudad, directores
de empresas, etc., los cuajes año tras afio
pueden apreciar la labor eficiente que en
nuestras Escuelas se desai'rolla.
Una vez concluidas las pruebas, hubo en
la tai*de del 28 de junio la función de des­
pedida en el salón de actos.
Ocupaban e l' escenario, convertido en es­
trado presidencial, el Muy Rvdo. Sr. Ins­
pector y gran parte de la Junta de los An­
tiguos Alumnos.
Desfilaron primcix) los Estudiantes, que en
número de dieciocho terminaron sus estu­
dios comerciales.
A continuación pasai'on 1o s quince ar­
tesanos (dos del Arte de la Madera, siete
mecánicos, un electricista, dos de Artes Grá­
ficas y tres del A rte del V estid o): su di­
ploma de habilidad lleva, además de las fir­
mas de la casa, la del Delegado Pro%incial
del trabajo de Barcelona.
Después de repartir artísticos diplomas a
los que habían salido vencedores en el Cer­
tamen de Catecismo celebrado en la casa.
168 -

se verificó el ingi'eso de los que terminan,
en la Asociación de los Antigüe® Alumnos.
Ti-as ima caltirosa lo c u c ió n del Presidente.
Sr. Pérez, fueron pasando todos ante la pre­
sidencia y recibiendo la insignia, que osten­
tarán con ufanía en el ojal de su ameri­
cana y habrá de acreditarlos como hijos de
la gran fam ilia de don B (»co. L a palabra,
siempre llena de unción de nuestro amado
Sr. Inspector, don Juan Aüjerto, puso fin
a este acto conmovedor.
Broche de oro del mismo fué la cena en
que los nuevos Antiguos Altmmos comieron
mezclados con los Superiores, demostración
clara del espíritu de fam ilia que en los Co­
legios de San Juan Bosco une a los Supe­
riores y a sus alumnos.

M A D R ID .— Exposición Profesional y
clausura de curso en la Institución
((Virgen de la Paloma».
L a Prensa madrileña del 29 de junio p. p
reseñaba con amplitud les actos celebrados
ei día anterior en la Bistitución «V irgen de
la Palom a» con (jcasión de la clausura de
cm’so.
Di(úia Institución, patrocinada por la Obra
Nacional de Sindicatos, y de cuya dirección
pedagógica y espíritu^ se hicieron caigo
los Salesianos al comienzo del pasado curso,
está enclavada junto a los pinares de la
Dehesa de la Villa, y si bien en el primer
año de su áctuaci<^ han sido sólo 500 los
muchachos ap r^ d ices que a ella han asis­
tido, la próxim a terminación de nueve» pa­
bellones la hará capaz de acoger a varios mi.
les de obreritos pertenecientes a las clases
más pobres de las barriadas extremas de
la capital de España.
El r é g im ^ que en ellas se sigue es de se
mipensionado completamente grattúto.
Con asistencia del Delegado Nacional de
Sindicatos. Sr. Ferinln Sanz O rrio; del se­
ñor Gobernador Civil de Madrid, del señor
Inspector de los Salesianos, del Asesor Na­
cional eclesiástícío, del Jefe de la Obra de
Formación Profesional y de otras autorida­
des y jerarquías, se clausuró solemnemente
el curso 1944-45. A las nueve y media de la
mañana, y en la capilla de la Institución,
el Muy Rvdo. D. Modesto Btílido, Inspec­
tor de los Salesianos, celebró el Santo Sa­
crificio de la Misa, a l que asistieron todas
las autoridades, juntamente con los profe­
sores y alumnos.
Term inado el acto religioso, a q u ila s visi­
taron detenidamente la Exposición de trabajos realizados por los alumnos, en la que
figuran obras de carpintería, electricidadfo rja y mecánica, así como varios otros en­
viados por aJumnos de las Escuelas de F íjtmación P ro f^ io n a l de provincias, destacando

S evilla (T ria n a ): Ei Dr. D. Joaquín G a rcía Naranjo pronuncianüo su bellisirio diseurso en la fiesta de reparto de premios.
en todas la excelente enseñanza que reci­
ben los muchachos.
A continuación se procedió aJ reparto de
premios a los alumnos que los han mereci­
do. Después de unas elocuentes palabras
del Sr. Aparicio, Subjefe de la Obra de
Formación Profesional, el Sr. Sanz Orrio
declaró terminado el curso, dando la más
cordial enhorabuena a profesores y alum­
nos por los brillantes resultados obtenidos.
Los actos terminaron con la comida ex­
traordinaria con que fueron obsequiados los
quinientos aprendices.

H U ESCA. — Notables mejoras en la
Residencia Provincial de niños.
El diario local «Nueva España», en su nú­
mero del 23 de junio újtimo, publicaba una
am plia relación de las muy notables mejo­
ras realizadas en la Residencia Provincial de
niños, de la que es Director y alma el R e­
verendo D. Juan Imbert. Salesiano.

L a extensión y forma del reportaje nos
impiden transcribirlo íntegramente en estas
columnas, como sería nuestro deseo. En él
se pone de i'elieve la transformación efec­
tuada en aquellos pobres niños al ser edu­
cados con los principios y prácticas pedagó­
gicos de San Juan S osco; su respeto y con­
fianza para con el Director: el ambiente
de serena alegrta, trabajo y limpieza que
en la Residencia se respira, así como el es­
píritu de piedad en que se educan, e ^ ír itii
que se ve encauzado y robustecido con el
ejercicio esmerado de las prácticas religio­
sas, la actuación del «Clero infantil», etcé­
tera, etc.
Funcionan en dicha Residencia varios ta­
lleres. entre los que ocupan el primer lu­
gar los recientemente inaugurados de In i­
ciativas. Sastrería. Carpintería, Alpargate­
ría y Zapatería.
Hacemos nuestras las palabras con que
el periodista termina su reportaje, y felici­
tamos muy de corazón a quienes con tanto
celo y sacrificio trabajan en el sostenimiento
y progreso de obra tan benéfica.

.{o-.

— 16»

E v i t a n d o el p el i g r o
y aprovechando el tiempo
N o es la crónica de im a festividad lo que
vamos a hacer en estas breves líneas, sino
una relación sencilla y escueta de la la­
bor que en favor de los niños pobres rea­
lizan en M adrid los Salesianos durante el
verano.
Son tres m il los señores Cooperadores que
reciben el B oletín en la capital de España,
jr es preciso que también conozcan este pe­
culiar aspecto del destino dado a sus limos­
nas.
Las dos casas Salesianas enclavadas en las
populosas y populares barriadas de Atocha
7 Estrecho (Cuatro Caminos) han tenido
abiertos de par en par sus portones maña­
na y tarde, todos los días de verano y a lo­
dos los n iños: oratorianos, alumnos exter­
nos, aspirantes, jóvenes del Círculo «Dom in­
go Savio», almnnos internos con residencia
en Madrid... ¿Cuántos?... ¿M ü quinientos?...
¿Dos mil?... ¿Más?... L a prim era cifra ha
constituido la media diaria; la s^^unda, la
dominical.
Una cifra que no se expresa con guaris­
mos : para entrar y estar todo el día en la
Casa Salesiana no se les ha exigido otra
condición que tener más de o d io años.
Clases de repaso, de canto, de amenidades;
Juegos de m o v im i«ito - y reposados; excur­
siones a l a s afueras de M adrid; bonitas
sesiones de salón los domingos, etc., etc.
¿Resultados? L a Santa Misa bien oída, el
rezo del Santo Rosario, repaso del Catecismo,
largas sentadas de los sacerdotes en el con­
fesionario, centenares de comuniones y, para
muchos niños, el verano, el terrible verano,
ha pasado felizmente sin consecuencias ma­
yores.
Como algo anecdótico podemos apuntar
el hecho de que los agentes de la autori­

A i co v :

Vencedores del

Certamen Catequístico
locai.

170 —

dad, con m uy buen acuerdo, han depuesto
toda malévola sospecha sobre nuestros mu­
chachos al mostrales éstos su cartilla d e
asistencias.
Todo esto en M adrid cem su verano, este
a ñ o extraordinariamente canicular y seco.
Pero aún hay más. A dos horas de tren
eléctrico, en los pueblos de la provincia d e
Avila, Las Navas del Marqués y Navalmoral, han fimcionado durante todo él verano
sendas colonias escolares.
En tandas de trescientos niños cada una,
con duración que ha oscilado entre los qm nce y veintiún días, han ido pasando por
diíxhas colonias la m ayor parte de los alum­
nos de ambas Casas Salesianas de M adrid,
los aspirantes de algunas de Formación, los
internos cuyas fam ilias no pueden atender­
los, los mejores muchachos del Círculo «D o ­
mingo Savio» y los catequistas del O ratorio
Festivo, jóvenes sobre los diecisiete años,
en su mayor parte modestos empleaditos
de tiendas y oficinas, que con admirable
ejem plo de caridad y abnegación sacrifican
todos los domingos del año su descanso pa­
ra cuidar d e los centenares de niñ(te ora­
torianos.
i Y qué bien atendidos! P o r los Salesia­
nos y por las autoridades de los dos cita­
dos pueblos, especialmente por los Reveren­
dos Sres. Párrocos.
¿Resultados? Magníficos. FísicMnente K »
niños han vuelto de las colonias transfcH*mados. Y espiritualmente mejorados en un
tercio y quinto, pues el régimen religioso
de la colonia ha forttdecido extraordinaria­
mente las virtudes sembradas en sus cora­
zones durante él pasado curso escolar. L a
alegría de que los jovencitos han hecho d e­
rroche durante su estancia en la Sierra n o

Las Navas^del Marqués y Navalm orai se han visto alegradas con la presencia de
muchos ni7ios y muchos jóvenes de Madrid, que han ido a respirar <A a in b ien ^ «ano
de sus pinares, pero que han dejado el aire saturado de buen ejompio, do vida cristiana. En la ilustración se ven grupos de jóvenes de las Casas de Estrecho y Atocha,
asi com o una vista parcial de una de las residencias veraniegas que en la Sierra tie­
nen los Saiesianos para sus niños.
estaba r ^ d a con la profunda espirituali­
dad de que daban, señales en los actos reli­
giosos, n i'h a impedido que en los momentos
señalados por el Reglamento para la serie­
dad y el silencio, la colonia tuviera, ai de­
cir de im visitante, el a ^ t o de un semi­
nario.
Felicitamos desde estas lineas a nuestros
buenisimos Cooperadores. Los Salesiazios iTnn

puesto y ^ tá n dispuestos a poner siempre
su trabajo duro, c e n a n t e y a veces des­
conocido; pero los miles y miles de pesetas
que siq>one el sostenimiento de (^ r a tan be­
nemérita son la expresión del profundo sen­
tido de caridad que gnima. a los señores
Cooperadores, a quienes, como decía don Sos­
co. «se debe todo cuanto hacen los Salesianos». ¡Q ue Dios se lo pague!
— 171

De Nuest ras Misiones
Cartas

de

los

Dios sabe con cuánto placer y alborozo pu.
blioamos las siguientes cartas de nuestros
gueridisimos misioneros Rvdo. D. Eduardo
Gutiérrez e lim o . Mons. Carreño, en la segu­
ridad de que sus palabras, llenas de una sua.
ve alegría y un santo optimismo, recordarán
una vez más a nuestros lectores la óblgacvón
que todos tenemos de ayudar a la obra de
La propagación de la Fe con mtestras oracio­
nes, sacrificios y limosnas.

misioneros
estoy de Maestro de Novicios; tenemos once
de las d<» Inspectorías, así es que estoy ba­
jo la obediencia de los dos In^>ecíores, don
José CaiTeño y D. Mariano Uguet, esperan­
do el día en que el Señor me llame a la
cuenta.
Muchos recuerdos a sus hermanos, a esos
buenos Filósofos, y demás hermanos, y pida
por mí.
Suyo afmo. in C, J.
Eduardo Gutiérrez

Dibrugarh. 27 de abrii de 1945,
Mi muy estimado D. Tomás Baraut;

i Saludos a todos ustedes en abundancia í
M. Bars Geli

Mons. Cavreño (que así se llama por aqui
a nuestro buen D. José Carreño) me ha man­
dado algunas cartafe de Gerona para que
me recrease uir poco con auras españolas
salesianas, y entre d ías veo im mensaje de
usted y de su liennano D. Luis para mí. Mu­
chísimas gracias y que Dios se lo pague a
los dos.
H a sido para, mí im gran alegrón saber
que todavía hay quien me recuerda en mi
querúda Patria y me acompaña con su afec­
to y oraciones. Y o también pienso con fre­
cuencia en aquellos tiempos de Campello y
aquellos buenos Aspirantes que ahora
ocupan cargos de importancia y responsabi­
lidad en nuestras Qasas, y cuando puedo sa­
ber algo de eflos me siento como rejuveneci­
do y vuelto a aquellos tiempos que pué que
no güelvan, como diría el Salmantino...
Las noticias que nos vien ta ahoi-a son ra­
rísimas y por eso son mucho más apreciadas.
Así que he pasado un rato feliz leyendo sus
cartas. Haga el favor de decir a esos buenos
filósofos que he leído con emoción su carta
y he tenido una gran a la r ia al ver su en­
tusiasmo por las Misiones y sobre todo por
el filón de Malabar.

He hablado de ello a mis Novicios, que
quedai-on muy contentos y edificados, sobre
todo los cuatro malabareses que hacen su
Noviciado y son las primicias del trabajo de
D. José Oai'reño en aquellas tierras. Les dije
que con*espondiei-an trabajando seriamente en
su formación y ru ando por los Filósofos de
Gerona, y no dudo que lo harán, pues conozc
su docilidad.
Supongo que seguii'án bien y trabajando
por la conservación de la P e en nuestra que­
rida España. Y o por aquí sigo bien, g. a D.
Viejo, muy viejo de cara, pero aun no tanto
de piernas y de cabeza, así es que puedo ha­
cer algo por estas queridas Misiones. Ahora
172 —

SA LE SIA N PR O V IN C E
2, Arm enian Street
MADRAS

16 mai'zo 1945
Mis muy queridos Filósofos:
N o sé quién ha escrito vuestra carta del
19 de noviembre de 1944, pero ha demostra­
do tener el corazón tan hermoso como la
escritura, y, naturalmente, se supone ser él
el exponente de vuestro común sentir. Mu­
chas gracias por el consuelo que me habéis
dado. Los Filósofos de Gerona son siempre
el fondo del cuadro idílico de mis cuatro
años a orillas del Ter.
Muchas gracias por la cruzada de oracio­
nes que habéis piprnulgado. L a oración es el
arma más poderosa en esta labor de almas.
Después viene la aportación personal. Y
¿cuántos de vosotros se vendrán por aquí?
Acumulad santidad, espíritu de sacrificio y
mucho amor a Jesucristo: qui non ardet non
incendit. Y no' os olvidéis de la ciencia. El
que aquí venga tendrá que vérselas con un
pueblo orgulloso de su cultura muchas veces
secular; celoso de su lengua, elaborada y exu­
berante; abierto hoy a todas las avenidas
del saber humano; sus juventudes invaden
las aulas y los laboratorios en busca de sa­
ber y do investigación; sus magistrados p«isman con su cccum en a los juw es ingleses,
y alcanzan una elocuencia a donde tantas
veces no llega el erudib*. británico, más fle­
mático que su contendiente oric?-tal; sus in­
dustrias se han propuesto hacer de la India
una gran l í r i c a donde no haya producto
que no se encuentre. Y se repite la histeria
de San P a b lo : Quoniam et Judei signa pe-

M adrid (E strecho): Vista parcial del sadón de actos de las Escuelas Salesianas con oca­
sión del homenaje a la Excma. Sr.» Duquesa de Mo7iíoro.
tu n t et Graeci sapientiam qu a en in t: 7ios autem praedicamus Christum crucijixum . i i ;
Pero no os espantéis. Los P P . Jesuítas tie­
nen muchos colegios, podríamos decir Uni­
versidades, para este füi. Nuestra misión es
o tr a : los chicos, especialmente los pobres.
Y os puedo asegurar que hay muchas dece­
nas de millones de ellos en la India. Hace
algún tiempo fui a Bombay en aeroplano,
volví luego por la costa occidental, muy cer­
ca de G oa; estuve después en Trivandrum
y cerca del cabo Comorín. Pues b ien : en to­
das partes esperan de los Salesianos que
abramos escuelas de artes y oficios y orfanatorios. Como la India está en vísperas de
una grande industrialización, todos vuelven
los o j o s a los Salesianos como a quien
debe salrar la j u v e n t u d obrera, hacer
frente al Comunismo y penetrar en las ma­
sas paganas en esta nueva forma. Si Dios
quiere, escribiré bien pronto una carta de in­
vitación a los aprendices y coadjutores de
Sarriá, mientras al mismo tiempo manda­
remos a nuestros curitas a calificarse en ra­
mos técnicos en las escuelas del Gobierno.
Bueno, mis queridos padrecitos, ¿queréis
venir o no? Fatevi forti, um ili e robusti. La
Madre de Jesús os dará a entender la mag­
nitud de la obra y los medios necesarios.
Venid jóvenes, pero traeros el mayor posible
patrimonio cuitural, técnico, religioso del Oc­
cidente. Si no os hacéis santos antes de los
treinta años, muy poca esperanza hay para
después: nos hacemos más egoístas y cal(ir «Asi es que los judíos, por su parte, piden
y los gentiles cienda. Mas nosotros predicamos sencilla­
mente a Cristo cniciricadn.a (I Cor. i? 55 :

Guiadores con la edad, y la misión es obra
de generosidad. Y para concluir—^pues os he
cansado bastante y el tiempo es precioso—
os transcribo lo que Mons. Versiglia escribió
en m i libreta cuando pasó por Sarriá el
año 1922: «L a Missione é la continuazione
dell’opera di Gesú Cristo. Egli ^ cominció
col sacrifizio, perció é solo col sacrifizio che
si dovrá continuare.»
Os recuerdo en la Santa Misa y os ruego
no dejéis pasar un día sin rezar por esta M i­
sión-y por vuestro afmo. in C. J.
J. Carreña, S. S.

Extracto de una carta (original en inglés)
dirigida por Mons. Carroño al Consiliario
del Circulo Misionero nM ois. C om in», de Va­
lencia.
Tírupattur (South-Indíaj 23-V-46.
Me causó inmensa alegría ver vuestra re­
vista escolar «Acción Salesiana» y compro­
bar que estáis sosteniendo flameante la llama
misionera entre los alumnos de Valencia.
Necesitamos muy de veras fuerzas de re
fresco de |X)r ahí. Pero no lo olvidéis: «Un
hombre murió esperando...» Estamos langui­
deciendo con la única lisonjera esperanza de
nuevas hornadas oe Octidente. Nuestro le­
nitivo son los seSMita niños aspirantes que
tenemos; los dos últimos noviciados los he­
mos llenado con personal d ' la India. Son
preciosos retoños que prometen ser ^>óstoles celoec« de Nuestro Señor. De todos mo­
dos. sangre nueva de Valencia sería muy bien
recibida.
— 173

Acabo de escribir a D. B e m iti por medio
del Obispo de Krislmagar, Mons. Morrow,
que se dirige a Roma, y le he pedido que
nos envíe personal de Europa. Pero temo
que n i Ita lia ni ningún otro país, salvo Es­
paña, podrá venir en. nuestra ayuda.
M e alegra y te agradezco hayas dado rien­
da suelta a ^ amor a las Misiones desarro­
llando la propaganda para mandar fondos.
En verdad, abrigamos tan grandes proyec­
tos— construcción de im nuevo Estudiantado,
fundación de varias Escuelas Profesi<males
y alguna G ranja Agrícola,—que todos los
fondos imaginables no serían sxrficientes pa­
ra realizar nuestros planes.
En esta Casa de Tirupattur tenemos ac­
tualmente unos 70 salesianos y bastantes
aspirantes, con un plus de 50 huérfanos que
dependen entei-amente de don Bosco.
Hemos erigido ana hennosa iglesia a l Sa­
grado Corazón que hasta puede competir
con la vuestra de la calle Sagunto.

Don Basco sueña en Zas Misiones.

Transm ite m i afectuoso saludo a esos bue­
nos niñee y diles que la nación de San Fran­
cisco Javier h a de ser generosa en ayudar a
los misioneros de la India con dinero y per­
sonal.
El Señor nos bendiga a todos. Recuérda­
me en la Santa Misa.
Afmo. in C. J.
José L . Carreño
Misionero Salesiano

Dominyo Mundial de la Propayación de la Fe
¿Qué es el cDomnnd»?
DO M UND es la abreviatura de D O M IN ­
GO M U N D IA L DE L A P R O P A G A C IO N
DE L A FE. que es la jom ada anual insti­
tuida por S. S. el Papa para que en todo
el orbe católico los fieles cooperen con la
oración, con la propaganda y con la limos­
na a la Obi'a de la Propagación de la Fe.
Es día de oración.— «En todas las Misas de
dicho Domingo se añade como colecta obli­
gada la oración «P o r la Propagación de la
F e » ; a cuantos en dicha dominica comul­
guen y oren por la conversión de los infieles
se les concede indulgencia plenaria, aplica­
ble a los difim tos.» (P ío X I en e l docximento que instituye la Jomada).
Jom ada de inscripciones y limosnas.— En
paganda misional.» <tLa predicación de este
Domingo sea de carácter misional, con apli­
cación especial a la Obra de la Propaga­
ción de la Fe..., sin intención de lim itar la
predicación solamente a las Misiones.» (Idem ).
Joim ada de inscripciones y limosnas.— En
la predicación de este Domingo debe excitar174 —

se a le » fieles no solamente a aportar su li­
mosna anual, sino sobre todo a inscribirse en
la Obra de la Propagaci&i de la Fe. Todas
las limosnas dadas para las Misiones este
día «deberán ser transmitidas a la Propaga­
ción de la Fe.» (C a r d «ia l Van Rossum, en
la carta, interpretación autorizada del pen­
samiento pontificio, dirigida a todos los Obis­
pos del mundo).

¿Qné hacen los M isioneros?
El atroz azote de la guerra cortó las comu­
nicaciones con casi todos nuestros heroicos
misiwierc». ¿Qué han hecho en estos tiem­
pos sangrientos llenos de odio y de muerte?
TO D O S E N SUS PUESTOS, la consigna
de los misioneros católicos ha sido ésta. Y
por eso han dado un admirable e j ^ p l o de
fortaleza. «L os mismos protestantes chinos
—escribe im misionero español desde Chi­
na,—al ver en muchos casos, sobre todo « i
el interior, a sus pastores ponerse a salvo
con la fuga, han venido a refugiarse en núes.

M adrid

(A to c h a ):

Vista

de la fachada exterior de2
n u e ü o paheUón reciente­
mente inaugurado.

tras casas, y cuando, vuelta la normalidad
a la ciudad, volvían también los pastores,
los recibían con esta frase; « Y a hemos en­
contrado al buen pastor que no abandona
a sus ovejas.»
Hace unos meses im periodista japonés,
corresponsal d e guerra en China, decía a
tmos bonzos compatriotas suyos: « Y o qui­
siera que, estimulados por tales ejemplos (los
ejemiíüos de los misioneros), cuando vayáis
a Manchuria, a Corea, a China a propagar
la religión, guardaseis vuestros puestos firmes,
sin huir ante el peligro como los misioneros
españoles.»
F IE LE S H A S T A LA' M UERTE.— Algún día
sabremos el número exacto de los que han
sucumbido por el azote implacable de la
guerra. Y a tenemos algunas noticias dolorosas. El 6 de febrero de 1944 fallecieron en
pleno mar, victimas de un bombardeo, 62 misioneros y misioneras del Vicariato Apostó­
lico de Nueva Guinea. E l mes jde julio
de 1944 moría, víctim a también de tm bom­
bardeo, im a misionera guipuzcoana en la
isla de Saipán, la Hna. Genoveva, Mercedaria Misionera de Bérriz, (Vizcaya). D e^ u és
de salvar a un buen número de náufragos
en el río Yang-Tse-Eoang, fatigado, exhaus­

to de fuerzas, pereció am^aao, ei año 1943,
el misionero egjañoil Hno. Otaegui, S. J„ que
llevaba veinte años en China. Una bomba
cortó la vida joven de otro misionero espa­
ñol, el P. M áxim o Diez, agustino Recoleto
en el Hunan Septentrional (China). Sola­
mente en esta nación, ya el año 1940 habían
fallecido 32 misioneros, mártires de la ca­
ridad.

¿Qué h arás tú?
L a guerra ha pasado por las Misiones de­
vastando ediñcios, arrasando templos, hospi.
tales, orfanatrofios, colegios. Todo un esfuer.
zo de muchos años y aim siglos se ha veni­
do abajo en esta tragedia.
¿Negarás tu plegaria y tu limosna al DOM UND?
¿Negarás tu inscripción a la Obra de la
Propagación de la Fe?
El Papa extiende hacia ti su mano tem­
blorosa.
Detrás de é l está la sangre de los misio­
neros muertos y el dolor de las Misiones
asoladas por la guerra.

L f l t S I K J R V A

o h

:

O l O - á

Doña Dorotea de Chop ¡tea
C O O J P E B Ü D O íiA

XI

Si4.1LiESXüIVA

Desde el primer momento, el ejemplar
hijo de don Bosco descubrió en doña D o­
rotea más que rma simple fundadora, una
N T R E I’A N TO , y mienti’as no se le cum­
verdadera madi*e de los Salesianos y de sus
plían sus ansias de ver establecida la
niños pobres, de quienes cuidó con tanto
Obra SaJesiana en Barcelona, doña Doroteaamor y solicitud que no había más que
no cejaba en su afán de derramar el bien
desear. Buscaba y compraba los muebles;
y la caridad por doquier.
procuraba provisiones de boca; visitaba con
D e aquel año 1883 data la fundación del
frecuencia la Casa para conocer sus nece«Hospital de Nuestra Señora del Sagrado , sidades y ponerles remedio; lavaba y reCorazón de Jesús» en el ténnino de Las Corts, ’ mendaba por sus propias manos las x-opas
a l lado mismo de la carretera que conduce
de Ja sacristía y cocina, etc., etc.
a Sarriá, N o menos de quinientas m il pese­
T a l era la santa preocupación que por
tas invirtió la Sierva de Dios en esta obi*a;
esta obra sentía, que entre los pr<^>ósitos
pero, sobre todo, en sus departamentos, lle­
de Ejercicios formulados aquel año, se l e e :
nos de enfermos pobi-es, desplegó hasta lo
«Procuraré una nueva regla de vida, según
inverosímil las alas de su caritativo celo,
me ha indicado el P. Director de los Ejerci­
atKidlendo por sí misma y con sus propias
cios, rezando, cuando pueda, el Oficio Parvo
manos a los más infelices dolientes, y cui­
de la Sma. Virgen. Ver cóm o se podrá lo­
dando, no sólo de la salud de sus cuerpos,
grar la estancia de los chicos en los talle­
sino, y especialmente, de la salud de sus
res. Corregir el genio con la dulzura.»
almas.
Inagui’áronse los talleres él l.“ de mai*zo.
El Cielo quiso recompensar los trabajos
De los cinco primeros alumnos que tuvieron
de doña Dorotea, concediéndole el consue­
la fortxma de participar más directamente de
lo de ver convertirse en el Hospital a más
la caridad ilim itada de doña Dorotea so­
de un pecador empedernido e incluso a dos
brevive aim el Coadjutor Salesiano don Jo­
señoritas protestantes que abjuraron sus
sé Recaséns, benemérito de la Religión y de
eiTores antes de morir
la Patria, quien recuerda con entxxsiasmo
Finalmente, a principios del año 1883, con
emocionado aquel primer día de los enton­
inmensa alegría de su alma, doña Dorotea
ces humildes talleres Salesianos de Sarriá.
vió Ilegal* a Barcelona a dos de los más pre­
hoy magníficas Escuelas Profesionales Saleclaros hijos del Santo de T u rín : don Juan
sianas de Barcelona, que por sí solas, por
Cagliei-o y don Pablo Albera. que tenían
su histoi*ia larga de cai’idad y de apostolado
que ser, andando el tiempo. Cardenal de la
juvenil, bastarían para la gloria de la santa
Santa Iglesia el imo, y segundo sucesor de
mujer que las fundó.
don Sosco el otro.
Y a al año siguiente, 1884, tuvieron que
Tratóse al punto de la fundación de la
agrandarse los locales por resultar insufi­
nueva Obra, y la Sierva de Dios propuso
cientes para los niños en ellos acogidos. Cuan­
la conveniencia de establecerla en una finca
do lo pedía el bien de las almas, doña Doro­
que existía en las afuei-as de Sarriá, camino
tea no se detenía ante ningún obstáculo, y
de Bai*celona. Denominábase la finca «Torre
menos si éste consistía en gastos.
de Prats», y las condiciones de salubridad,
¡ Y pensar que era tan sumamente amante
cercanía del ferrocarril que conducía a Bar­
de la economía y del ahorro que en su vida
celona y facilidades de adquisición, habían
se leen anécdotas que a los espíritus supei*llamado la atención de la buena señom y
flciales les podrían parecer indicios de taca­
merecido la con fom idad de los enviados de
ñería! Véanse dos que sucedieron por aque­
don Bosco.
llos meses de que venimos hablando y que
Así. pues, doña Dorotea entregó al punto
pueden hacei* reflexionar a más de uno que
cien mil pesetas para la compra del terre­
quizá se ^ o rie de «ju sto» porque dió el
no y para los primeros gastos de instalación,
«diezm o» de lo «sobrante».
y en seguida se pusieron manos a la obra
Visitó un día a la -Siei*va de Dios xm Pa­
pam la ejecución del proyecto, por tanto
dre Jesuíta y la halló remendando un trapo
tiempo acariciado.
rie jo de cocina, al parecer ya inservible. A
Don Juan Branda trasladóse de Andalucía
la indicación del sacerdote de que no valia
a Barcelona para dirigir los trabajos, sien­
la pena el trabajo que se tomaba y que más
valía comprar uno nuevo, contestó dulcemente
do durante un mes huésped de la Sier­
doña D orotea: «Es preciso aprovecharlo to­
va de Dios.

E

176 —

do. Dios me pediría cuenta del hecho si vo
desechara por mútü este trapo.»
El 15 de julio de 1884, hallándose en Lamelou, en el Pirineo francés, por imposición
de los médicos, escribió a su Director espiri­
tual consultándole si podía ir un día a Lour­
des a visitar a la Vü^en Santísima, pues le
parecía ser aquél un gasto superfluo e inne­
cesario.
Por amor a ios i>adres de Cristo se hizo
pobre. Es m á s : ¡ se hizo m endiga! En efec­
to, en el año 1885, como viese la necesidad
de ampliar de nuevo los donnitorios y ta­
lleres de la Casa Salesiana de SaiTiá y se
hallase sin fondos para sufragar las obi-as,
acudió a sus parientes y amigos y a cuantas
Jugaba en condiciones de poderla ayudar,
pidiéndoles limosna para la santa obra que
llevaba entre manos.
Con el fin de animar a las personas menos
caritativas, organizó una gran rifa, y ella
misma se encargó de recoger los objetospremio y exponerlos en un local de la Casa
Salesiana.
P o r cierto que fué entonces cuando suce­
dió un hecho que dice mucho en favor, no
sólo de la caridad de la buena señora, sino
también de su hmnildad. 'HaQIábase un día
atareada adecentando el antedicho local,
cuando tuvo necesidad de xma escoba y le
indicó que se la acercara a uno de los niños
que andaban por allí. Era éste andaluz, re­
voltoso por demás y por añadidura nuevo en
la Casa, así es que ignoraba quién era doña
Dorotea, a quien tomándola, probablemente.

por una mujer cualquiera de servicio, contesto
«.mcogiéndose de hom bros: «Pué váyace ozté
[.■or eya.»
Los compañeritos, que querían a la Slerve
de Dios con entrañable afecto, escandaliza­
dos con respuesta tan irrespetuosa, le repren­
dieron agriamente diciéndole: « ¿ N o v e s
que doña Dorotea es nuestra madre?» Mas
la Sierva de Dios, contenta de verse menos­
preciada a causa del sencillo traje que ves­
tía, consoló y animó a l chiquillo, que se ha­
llaba confundido y avergonzado por aquel
involuntario desacato hacia la que, por refe­
rencia, sabía ser la gran bienhechora de to­
dos los niños pobres que en la Casa se edu­
caban.
(Continuará.^

ASPECTO APOSTOLICO
d e I a f o r ma c i ó n p r o f e s i o n a l
Conferencia pronunciada por el Rvdo. D. Rórnulo Pinol, S. S., en la I As«m
blea Nacional de Asesores Religiosos Sindicales.
Sres. Asesores:
A l recibir la amable invitación del señor
Asesor Nacional de Sindicatos para hablar
sobre Formación Profesional en esta Pri­
mera Reunión de Asesores Religiosos, acep­
té, lo afirm o sincerameaite, acepté con gusto.
Pensé, como es fácil suponer, que m i mi­
sión se reduciría a exponer en líneas gene­
rales la actuación de la Congregación Sale­
siana en el campo de la Educación Profesio­
nal de la juventud.
Sin embaigo, después de m i entrevista
personal con el Rvdo. D. B em aidin o Antón,
comprendí claramente, si bien su extremada

delicadeza no quiso imponéi-melo, que el en
terio a seguir en el desarrollo de m i tema
tenía que ceñirse con preferencia a doctrinas
y principios b ^ c o s antes que a prácticas
y experiencias por más contrastadas que es­
tén.
Ahora es mi gusto mayor, porque, al cre­
cer la dificultad de mi misión en estos mo­
mentos, crecerá vuestra benevolencia y ten­
dré la satisfacción de haber llevado a cabo
un servicio con disciplina por España y por
Dios, para cuya gloria y grandeza nos hallatiK » aquí reunidos.
Y es que no vengo cubierto con polvo de
biblioteca, sino tan sólo de mucho polvo
— 177

aldeas, sino también, y quizá « i mayor núme.
ro, entre las gentes de clase más elevada e
incluso entre aquellos que, hinchados de c i « i cia, y apoyados sobre una vana erudición, pretKiden poner en ridiculo la religión y blas­
feman de lo que ignoran. (Jud. X .)»
Y ^ t e párrafo de P ío X lo podríamos con­
cluir con las palabras con que P ío X I cierra
' e l segundo de su Encíclica Quadragesimo
anno:
«Y , finalmente, la corrupción de costum­
bres ha hecho estallar la guerra^)
N o vamos a hacer la historia del hun­
dimiento de los gremios sabios y justos, hun­
dimiento que envileció el trabajo juntamen­
te con el ti-abajador, convirtiendo a éste en
una pieza más de la máquina m<xierna
sin otros derechos que el de ser engrasada
con parsimonia de lubricante o arrojada al
montón de la chatarra cuando inservible.
Nosotros afirmamos, con la Iglesia, que los
móviles de quienes tantos males han aca­
rreado a la sociedad actiml no fueron siem­
pre confesables, y en los casos de equivoca­
ción hay que reconocer el craso error en el
olvido de dos principios esencialmente d(^máticos, c i^ e s son la e^tritu alidad sobre­
natural del hconbre y la fa lta primera, ori­
gin al
Olvidado este primero y fundamental prin­
Partamos, pues, de un prim er principio,
cipio, o lo que es peor y más conforme a ver­
o, si se quiere, de im a definición. Se ha
dad histórica, inicua y maliciosamente ne­
hablado por mucho tiempo de la cuestión
gado y raído de la conciencia de muchos
obrera, de la cuestión social. Y no se ha so­
hombres, ¿qué tiene de extraño que el mxmlucionado. ¿Por qué? Porque 3Jd primero
do se convierta en una selva de fieras don­
es d efinir bien y diagnosticar exactamente
de todo código de «im posible» convivencia se
le enfermedad para curarla. Y en nuestro
resuma en t í nom inor guoniam leol
caso ni hay tal cuestión obrera ni social,
((Entender en su realidad— cito palabras
sino sencillamente una cuestión religiosa,
de la Rerum Novarwn—y apreciar en su jus­
una enfermedad religiosa.
to valor las cosas perecederas, es imposible
Oigamos a Pío X en su encíclica Acerbo nisi no se ponen los ojos del alnaa en la otra
mis cuando d ic e :
vida impereíjedera.»
« A nos, aimque existan otras razones cua­
P o r ahí va t í (iamino hacia la solución y
lesquiera, nos parece más acertado el conve­
remedio de los males que aquejan a la Hu­
n ir con aquellos que atribuyen la primera
manidad, y por aquí lo hemos emprendido
raíz de la actual relajación y casi insensi­
gracias a D ic« y sabiamente nosotr<5s, pres­
bilidad de los ánimos—y por consiguiente, de
cindiendo de q ue :
los gravísimos males que de ello se deri­
«T(Jdos casi únicamente se impresionan
van— a la ignorancia de las cosm divinas.»
con las perturbaciones, calamidades y ruinas
Y continúa él Pontífice de la Cw iunión
temporales» {Quadragesimo Anno). porque
frecuente:
pensamos y decimos como P ío X I en la Qua«Com o consecuencia de ^ o (los que tales
draaesiTno A n n o : «¿Q u é es todo esto, mirán­
cosas ignoran), no tie n a i el menor escrú­
dolo con oj(JS cristianos, como es razón, com­
pulo en provocar y alimentar odios contra el
parado con la ruina de las almas?»
prójimo, hacer injustísimos contratos, entre­
Segundo principio dogmático conculcado:
garse a especulaciones inmorales, apoderar­
el dogma de que la ley del trabajo es una
se de lo ajeno con exorbitantes usuras y
ley providencial que, si bien después de la
poner en práctica otras maldades semejantes.
original impone fatiga y esfuerzo co­
Por añadidura, ignoran que la ley de Cristo
mo elemento de expiación y de redención,
no sólo proscribe las acciones torpes, sino
es una ley que avalora al hombre. P o r el tra­
que también prohíbe el pensarlas y desearlas
bajo tiene la alegría de actuar las maravillo­
conscientemente; e, impedidos tal vez por un
sas potencias de que Dios le h a dotado y de
motivo (malquiera de abandonarse a los pla­
aplicarlas, en e l plan universal de la dinámi­
ceres sensuales, se nutren de malos p «is a ca vital, en provetíio del individuo y de la
mientos... Y no se encuentran las personas
cole<rtividadL P o r t í trabajo el hombre re<XKide este tipo... s o la m ^ te entre el pueblo o en

de patios entre coitenares de muchachos
aprendices; mucho polvo de madera, mu­
cho humo dé fraguas, mucho tizne de plomo
tip c^ áfico, que m e ha Kivuelto, puedo de­
cir, desde
diez años por esas nuestras
Escuelas Profesionales.
¡M a l polvo el de la era, llena de mieses
por trillar, cuando amenaza la torm oita,
para andarse enfrascado en principios y teo­
rías agrícolas I
Pero hay que obedecer, y a los libros me
he ido. Pero no a libros de biblioteca cui­
dadosamente encuadernados, sino a libros de
bolsillo, a libros que no se pueden dejar de
mano, a libros que hay que convertir en
carne de nuestro propio espíritu. ¿Qué li­
bros? Púas esas encíclicas pontijicias, las dos
clásicas del obrerismo y las otras que les
sirven de corona y complemento, y que se­
ría pecado si im sacerdote no las tuviera siem­
pre en mano y corazón. ¿Qué libros? Ese
diminuto libro, de muy pocas páginas, que se
llama Sistema Preventivo, y que sería pecado
que im h ijo de su autor, San Juan Bosco,
no lo supiera de memoria.
H e aquí toda mi bibliografía.

178 —

MÁLAGA: Junta Directiva
de

la

Archioofradia de

M aría Auxiliadora^ a cayo
celo sacrificado se debe en
gran parte el auge que ha
tomado en aquella ciudad
La devoción a la Virgen
de don Bosco.

quista su soberanía sobre la Naturaleza, do­
minándola y constriñéndola a responder a
las exigaicias hxunanas. P o r el trabajo el
hombre se reafirma, se eleva, se sublima a
las funciones competentes del organismo so­
cial, evitando la mancha vergonzosa del pa­
rasitismo y la acción corruptora del vicio.
Puente de bienestar material y moral, el
trabajo es un medio de capitalización sobre­
natural, de méritos inapreciables ante su
Creador.
Todo lo contrario, precisamente, de lo que
han iwedicado y predican los que volunta­
ria o involuntariamente se ven privados de
la luz de la fe católica, según afirma el P a ­
pa Pío X I :
«Así, el trabajo corporal que estaba desti­
nado por Dios, aun después del pecado ori­
ginal, a labrar el bienestar m aterial y espi­
ritual del hombre, se convierte a cada paso
en instrumento de perversión: la materia
inerte sale de la fábrica ennoblecida, mien­
tras los hombres en ella se corrompen y de­
gradan.» (Quadragesimo Anno.)

L o expuesto nos ofrece la base para la ar­
gumentación sucesiva, que podríamos enun­
c i a a s í : SEIRA P E R FE C TA M E N TE IN ­
U T IL Y Q U IZ A SU M A M E N TE PE R JU D I­
C IA L U N A F O R M A C IO N PR O F E S IO N A L
D EL O B RERO SI, A L A B R IR L E S A LOS
JOVENES APR E N D IC E S M A G N IF IC A S ES­
CU ELAS M O N T A D A S SEG U N LO S U L T I­
M O S AD E LA N TO S DE L A TE C N IC A . NO
SE ED U C AN LO S FU TU R O S O F IC IA L E S
E N E L A M O R A L T R A B A JO Y A L A P R O ­
FESIO N, TE N IE N D O P O R M H IA L A PE R ­
FE C C IO N DE L A O B R A Y L A A C T U A ­
C IO N D E L A V O LU N T A D DE D IO S EN
TODO.

Y aun podemos ir más allá en la afirma­
ción y sentar que la educación profundamente religiosa de la clase obrera es insuficiente
para el remedio de los males sociales si que­
da un sector de la sociedad sin educar en
cristiano.
Porque nunca habrá convivencia social
sin la fit í observancia de los preceptos evan­
gélicos, ya que son éstos los que:
«Apartando a l hombre de todo exceso, le
impiden traspasar los límites debidos, y por
muy desigual que sea la condición de las
personas y de las cosas, mantienen la armo­
nía en la sociedad civil.» (R eru m novarum.)
En primer lugar hemos de decir que él
obrero no es débil, tanto por ignorancia pro­
fesional o falta de habilidad cuanto por va­
ciedad de sentido espiritual, según se confir­
ma con estas palabras del Papa León X I H ;
«Pues, desttiiidos en el pasado siglo los
antiguos gremios obreros, y no habiéndose­
les dado en su lugar defensa alguna por ha­
berse apartado de las instituciones y leyes
públicas de la Religión de nuestros padres,
poco a poco ha sucedido hallarse los obreros
entregados, solos e indefensos, a la Inhuma­
nidad de sus patronos y a la desenfrenada
codicia de sus competidores.» (R eru m no­
varum.)
«P o r lo tanto—dice Pío X I empleando pa­
labras de su antecesor,— si se quiere sanar a
la sociedad humana, la sanará tan sólo el
retom o a las instituciones cristianas.
Y sigue con sxis propias palabras:
« Y a que sólo esto puede traer el remedio
éficaz a la solicitizd excesiva por las cosas
caducas, que es el origen de todos los vicios,
sólo esto puede hacer que la vista fascinada
de los hombres, fija en las cosas mudables
de la tierra, se separe de ellas y se eleve a
los cielos. ¿ Y quién negará que este es el
remedio que más necesita hoy el género hu­
mano?» (Quadragesimo Armo.)
— 179

ix»s enemigos de la Hiunanidad, enwe las
mil infelices fóiTnuias invent-adas para asom­
brar a los ignorantes, han clamado hasta la
saciedad diciendo que la Religión es el opio
del pueblo. Acusación es ésta que, dirigida
a la Religión Católica, es tan falsa como ri­
dicula.
La Religión verdadera no es opio del pue­
blo. L a Religión verdadera, haciendo home­
naje a una de las etimologías admitidas, es
im freno, no para ej pueblo, sino para todos
los hombres a los que Igualmente ata y su­
jeta a una ley única e inexorable, a la lev
de Dios.
Pío X I, en la D ivin i Redemptoris, dice ;
«Es necesario un freno tanto al individuo
como al hombre en sociedad. Aun los pueblos
bárbaros han tenido este freno a i la ley na­
tural esculpida por Dios en el alma de todos
los hombres. Y cuando esta ley natural ha
sido m ejor obsei-vada, se vió aún naciones an­
tiguas alcanzar una grandeza que deslumbra
todavía más de lo conveniente a algunos su­
perficiales cultores de la historia humana.»
Sólo la educación cristiana puede damos
generaciones nuevas ae hombres, en nuestro
caso de productores profesionalmento útiles
(y no digo hábiles), moralmence dignos y
espiritualmente humanos ( ¡ y valga la pai*ad ojal).
Todo sustitutivo no llevará a la larga sino
al fracaso, como la realidad actual ncs lo
demuestra bien dolorosamente. Y sustitutivos
son esos sistemas pedagógicc® basados en la
bondad natural, en la « formas delicadas, en
el honor, en la utilidad, en el placer, en
una libertad halagadca^ y egoísta. Revístanse
cuanto se quiera con el ropaje esplendoroso
del rapíritu rmnántico o de raza. Todo In­
ú til; degeneran de día en día hasta dar en
el materialismo más grosero, donde no es
posible labor educativa alguna. (Auffray.'i

Descendamos al campo de la práctica y
preguntémonos: ¿Cómo educadar religiosa­
mente a las juventudes obreras? ¿Qué mé­
todo hay que seguir en la formación espiri­
tual de los mucliachos que han de consti­
tuir un dia el ejército productor de la Pa­
tria?
N o lo acliaquéls* a vanidad mía ni a exce­
so de amor filial si os d ig o : El método que
don Sosco empleó. Convenís conmigo en que
los santos no los da Dios al mundo pai*a
gozo y regusto más o menos espiritual de
ima cofradía, aimque ésta se llame y sea
una Orden o Congregación. Los santos son
imiversales y sxis doctrinas y actuaciones
son reflejos de la luz de Dios, que ilumina
a todos los hombres por igual.
O jalá pudiéramos tomar a toda la juvortud obrera española y darle la formación
profesional en centros que. atendido.^ con to180



dos los recursos espirituales y morales que
tienen nuestras Casas, contaran con la base
material económica que podrá venirles del
Estado.
El programa de don Bosco, aunque no se
pudiera alcanzar en su última aplicaciói.
vendría a ser para el empeño de nuestros
Sindicatos lo que Augusto Nicolás dice son
ias fam ilias rtíigiosas con la práctica de los
Consejos Evangélicos: «h ito que estimxüa y
ejemplo que guía y alecciona».

B ajo dos aspectos podemos y debemos con­
siderar la R elig ió n : la Religión como cien­
cia y la Religióia como vida. Y según ambos
aspectos, darla como alimento primero y sus­
tancial de la inteligencia y corazón de nues­
tros muchachos aprendices.
En primer lugar hay que instruir a los jó­
venes en la Religión. Nunca más que a l pre­
sente fué preciso que e l productor tuviera
ideas clai*as y exactas acerca de los princi­
pios en que se basan sus relaciones para con.
el Creador y para con su prójimo. Quizá ha­
ya habido tiemipos en que una instrucción
(o, mejor, una ignorancia supersticiosa y
mítica) pudo bastar para sostener intacta si­
quiera la línea exterior de las conductas
Hoy, no. Scm tales y tan densas las tinieblas
que ofuscan los entendimientos, y tan fuer­
tes los estímulos para obrar en contra de las
leyes del Creador, que bien podríamos decir
con un eximio escritor: más de uno y más
de ciento negaidan la luz del sol si se les
dijera que de su existencia depende la exis­
tencia del sexto y del séptüno mandamieintos.
Escuchemos a Pío X I en la D iv in i IlUufMagistri cuando dice:
«Todas las enseñanzas, toda la organizaci&i de la escuelas—maestres, pre^ramas y
libros—sean en cada materia regidas por el
espíritu cristiano, bajo la dirección y vigi­
lancia maternales de la Iglesia, de tal modo
que la Religión sea verdaderamente cimien­
to y remate de la instrucción en todos sus
grados, es decir, no sólo de la elementaL si­
no también de la media y superiorj»
Porque muy bien podríamos preguntar
el Papa Pío X en la Encíclica antes cita­
da. Acerbo ni?nis.
«S i en vano se esperaría cosecha de una
tierra en la cual no hubiera sido depositada
la semilla, ¿cómo se podrán esperar genera­
ciones m ejor formadas si no han sido ins­
truidas COTI tiempo en la doctrina de Jesu­
cristo?»
Consecuentemente, al pensar en la educa­
ción profesional, el ap ó^ ol (y nosotros, por
gracia de Dios y confianza de nuestros Su­
periores lo somos todos), el apósu>l del obre­
ro debe asegurar y poner como bsise y fimdamento la instrucción religiosa. Instrucción

religiosa para la cual, en primer lugar, hay
qüé buscar no sólo hombres que la posean
^ o s mismos, ^ o hombres que sepan exÉxinerla y enseñarla a los demás. Un hom­
bre tan "experimentado en esta materia co­
mo es m i Rector M ayor nos afirma, y con
a cuantos han descendido efectivamente a
la palestra de la escuela, que la didáctica de
la Religión es la más difícil entre todas las
disciplinas, y por consiguiente, en ella hay
que desplegar más dotes pedagógicas, más
energías de celo y mayores medios y recur­
sos didácticos que en cualquier otra ense­
ñanza.
•Esta instrucción religiosa no debe lim itar­
se a las -preguntas y respuestas de un cate­
cismo diocesano exigido more antiguo, sino
que debe form ar im conjimto de ciencia re­
ligiosa que abarque amplios conocimientos
de Historia Sagrada, Doctrina Evangélica e
Historia de la Iglesia, juntamente con el
resto de la doctrina sacramental, moral y
dogmática necraaria para el desenvolvimien­
to de la vida personal religiosa, y aquellos
argumentos apologéticos indispensables para
la lucha cotidiana que tienen que sostener
todos los que va lien tem ^ te se declaran ca­
tólicos.
Jerarquías y Asesores, a l establecer los ho­
rarios generales y locales de los cursos de

formación profesional ha de darse ej primer
lugar y la m áxima importancia a la ense­
ñanza religiosa (y no digo a la clase de re­
ligión). Y esto que decimos dcl horario, dí­
gase igualm aite de los -presupuestos. Bien
están los premios, certámenes, recui*sos y ali­
cientes para estimular a los alumnos en el
aprendizaje de su arte, oficio o profesión.
Pero, ante todo y sobre todo, debe estimu­
larse, con cuantos medios estén al alcance, el
aprendizaje de la ciencia de las ciencias, de
la ciencia de Dios.

Instrucción religiosa hemos dicho. Peio
no basta. Es una de las dos alas que ^ hom­
bre necesita para volar hacia el Cíelo. Hay
que educar y form ar la voluntad del produc­
tor. Se ha de It^ -ar que viva la Religón
que conoce, porque con madera de ciencia
teolí^ica no llevada a la -práctica de la vida
personal se hicieron y se hacen los herejes
Se puede conocer la Escritm'a, confesar la
grandeza y el triunfo del Redentor rechinan­
do los dientes de rabia, y a la vez escribir la
Vida de Cristo más sacrilega y blasfema qu<»
imaginarse pueda.
«Según la doctrina cristiana— nos dice
Pío X I en la Quadregesiim Anno.— s\ hombre,

E l A r t e en nuestras
E scu elas P r o f e ­
sion a les.
(Copiamos de G R A F I­
CAS, revista de las técni­
cas del Libro, en su núme­
ro 12, de ju n io del corrien­
te 1945.)
«O bra en nuestro poder
una magnífica colección
de trabajos tipográficos
realizados por los talleres
de las Escuelas Profesio­
nales Salesianas de Sarriá
(Barcelona), cuyo conjunto
es notable exponente de
las magníficas posibilida­
des de e*te establecimien­
to, de la excelente labor
de su profesorado y del a
provechamiento e s c o l a r
de sus alumnos.
En los trabajos en cuestión hemos podido apreciar algunos del más elegante concepto iii>ográfico, llenos de belleza 5’ realizados bajo escrupulosa técnica, tanto de confección como de
impresión. En su totalidad están impresos a varias tintas y en su mayoría constituyen perfectos
conjuntos armónicos de color de muy agradable efecto estético. Felicitamos a la Dirección v
profesorado del expresado centro de enseñanza por la destacada labor pedagógica que
viene realizando.*
Aunque ya estábamos convencidos del valor artístico de nuestras Escuelas Profesionales,
que a su merítísima labor docenten unen la realización de trabajos de calidad, nos halaga so­
bremanera ver nuestro juicio confirmado por Revistas del ramo que como gr Xkicas . gozan de
autoridad indiscutible.
-

181

dotado de naturaleza social, ha sido puesto
en la tderra para que v iv i«id o en sociedad y
bajo una autoridad ordenada por Dios, cul­
tive y desarrolle plenamente sus facultades
a gloría y alabanza de su Creador; y cum­
pliendo fielmente los deberes de su profesión
o de su vocación, sea cual fuere, Ic^re la fe­
licidad temporal y Juntamente la eterna.»
El m ero conocimiento no es fe. Y sólo
la fe, produce obras vivas: sólo la fe es
armadura, escudo y defensa.
«P ero para alcanzar más alegres y copio­
sas ventajas en provecho de la sociedad hu­
mana, se necesitan, sobre todo, dos cosas:
la reform a de l a s instituciones y la en­
mienda de l a s costumbres. (.Quaúragesimo
Anno.))>
No es posible, dado el estado actual de
las cosas, la enmienda de las costumbres
en las generaciones que suben, si los jóve­
nes no viven profundamente la vida reli­
giosa.
Ahora b ien ; si todos los jóvenes hallan
grandes dificultades p a r a entrar de lleno
por esos cauces de ■rtda religiosa, que son
(para no andajmos con m etáforas): estado
ordinario de gracia de Dios, frecuencia de
Sacramentos y oración no sólo vocal, sino
también mental, y dirección espiritual, las
dificultades aumentan para los muchachos
aprendices, pobres en su 99 por 100, de tron­
co ya viciado en muy crecido número, obli­
gados a vivir .en un ambiente físico y m o­
ral del due, por conocido, os hago gracia
de la descripción.
Mientras sigan siendo xma verdad como
lai templo las palabras de P ío X I en la
D ivin i R edem ptoris:
«A im en países católicos son muchos los
qiie son católicos sólo de nombre; muchos
los que, no obstante seguir más o menos
fieles a las prácticas más esenciales de la
Religión, que se glorían de profesar, pocos
procuran conocerla mejor, adquirir una más
Intima y más perfecta convicción, y menos
todavía proceder de modo que al barniz ex­
terior corresponda el esplendor de una con­
ciencia recta y pura, que siente y cumple
todos sus deberes bajo la mirada de Dios...»,
seguirán siendo verdad como xma montaña
estas otras palabras del mismo Pontífice en
la misma encíclica:
«...re s ta aún mucho que hacer en esta
senda de la renovación e ^ iritu a l.»

N o puede ser la formación religiosa qxK
demos a nuestros mu<^iachos una form a­
ción de puro trámite, de frío reglamento.
Hay que ir a l alm a y a l corazón de los
aprendices, y troquelarlos de tal modo en
los moldes de la vida y de la doctrina de
Cristo, que, al lanzarlos luego a la vida so­
cial, podamos d ecir: «A h í v a n e r ia le s
maestros de arte, soldados i>ara las tareas
pacíficas y constructoras de la P a tr ia »; pero,
sobre todo, podamos decir: «A h í van cris­
tianos a carta cabal.»
¿Cómo conseguir este r^u ltado f e l i z ?
¿Cómo obtener la formación del productor
cristiano tal como lo quiere la Iglesia y lo
demandan l a s premurosas insistencias de
los Pontífices?
Es indispensable, de todo punto impres­
cindible, que la educación rtíigiosa consti­
tuya el nervio, el centro, la médula, como
queráis llamarla, del conjunto que lleve por
nombre Escuela de Formación Profesional.
N o puede ser la piedad un como apéndice
dentro de la organización; ni siquiera una
pieza simétrica. H a de s e r forzosamente
centro y eje. Es m ás: la Tnisma formación
y
técnica habrá de ser tanto
más e x c e l^ te cuanto sea ella necesario para
la, consecución del fin principal que debe­
mos proponemos, que es hacer buenos cris­
tianos.
Y no haya nadie temor de que esta for­
mación abierta, y casi i>odríamos decir des­
caradamente cristiana, de la Escuela Profesioníd, aleje a 1<» obreritos de ella. No.
Los productores padres, « i su inm aisa ma­
yoría, están convencidos de la excelencia de
la educación y de la cultura que sé recibe
en los centros dirigidos por hombres de con­
ciencia. L a prueba de ello la tenemos en
nuestra humilde C ongr^ación, cuyas puer­
tas se ven de continuo asaltadas por cen­
tenares de muchachos hijos de humildísi­
mas familias.
¿ Y el joven aprendiz? Podemos creer que
los muchachos no están t a n corrompidos
como pueda parecer a primera vista. Si la
Religión se le da como vida y se le ofrece
en su principal característica, que es la ca­
ridad, el muchacho se entregará sin resis­
tencia.
(.Continuará.)

Crónica de gracias
ALO O Y.— Una niña, de resultas de una
desafortunada operación qm rúi^ca, pennar
neció durante trece días en estado de ex­
trema gravedad.
Tni.tana se encomendó
a M aría Auxiliadora, y el día 24 de mayo,
después de confesar y comulgar, sufrió nue­
va operación, en la que el doctor no tenía
e ^ r a n z a algima. A partir de entonces expe­
rimentó la enferma muy notable mejoría,
que se tradujo en rápida convalecencia, has­
ta el completo restablecimiento en menos
de sesenta días.
A L IC A N T E .— Por un favor recibido de M a­
ría Auxiliadora, publico la gracia y ©itrego
una limosna para su iglesia en construcción.
Carm eiicita Navarro.
A LIC A N TE .—^Da gracias a M aría Axixiliadora por haberla atendido matemalmente
y envía una limosna para las obras de su
templo, Maniiéla Flores.
A LIC A N TE .—Supe de una madre que te­
nia los tres hijos sin bautizar, el m ayor de
diez años; hablé con ella repetidas veces,
pero, a pesar de mis indicaciones, nada con­
seguí. Comencé entonces im a novena a M a­
ría Auxiliadora, que no tardó en escucharme,
pues a los pocos días supe que la misma ma­
dre había ido a la Parroquia a bautizar a
los tres hijos. Según lo prometí, hago publi­
car la gracia y envío una limosna.— Una
maestra.
BARACALD O .— Después de sufrir ima ope­
ración en el estómago, sobreviniéronle a mi
esposo unas gravísimas hemorragias. Acudí
con gran confianza a m i querida Madre M a­
ría Auxiliadora y a San Juan Bosco, ofre­
ciendo 200 pesetas para el Tem plo del Ti-

bidabo. Hoy, mi esposo se encuentra bastan­
te restablecido y, agradecida a mis protec­
tores, cumplo lo prometido.—Laura de ifl
Mano.
BUENOS AIRES.— Le envío una limosna
para una Misa por la pronta Beatificación
del Siervo de Dios, Ceferino Namuncurá, pues
a su intercesión atribuyo la curación de un
pariente mío gravemente Kiferm o.— Carmen
González de San M artin.
CAM PELLO .—Encontrándose m i h l j í t a
gi'avemente enferma, acudí a M aría Auxi­
liadora con la mayor confianza y la enco­
mendé a la Cconunidad y alumnos de la Ca­
sa Salesiana de esta localidad, y a los pocos
días tuve el consuelo de que fueran escucha­
das nuestras súplicas. En acción de gracias
por tan señalado favor, hago celebrar ima
Misa ^ la iglesia del Colegio Salesiano y
e n tr ^ o 'una limosna para el culto.—José G iner, A. A. Salesiano.
GERONA.—^Desde hacía mu<dros años ve­
nía sintiendo todos los inviernos fuertes ata­
ques de tos. Asimismo, durante bastante
tiempo, padecí de un serio dolor en ima pier­
na que en ocasiones m e impidió incluso va­
lerme por m i mismo. El día de la Beatifica­
ción de la B eata Mazzarello me encomendé
a ella, y creo que m i súplica ha sido escu­
chada, pues me han desaparecido los dolo­
res 7 casi por completo la tos. Agradecido,
hago público el favor.—J. J. A., Salesiano.
M A LA G A .—^E1 día en que iba a celebrarse
la procesión de M aría Axuciliadora le pedí a
tan buena Madre que se dignara consolarme
y prometí una visita a su Santuario y la li­
mosna de cinco pesetas. Fui escuchada y hoy
cumplo gustosa mi promesa.— Encamación
Claros Díaz.
M ohermando : Fachada de
la capilla del Noviciado y
Estudiantado Filosófico. A
medida que se vayan m ul­
tiplicando los jóvenes que
Se form an bajo stis arca­
das^ irá aumentando en la
misma proporción eí bien
que la Congregación Sale­
siana podrá hacer en la
parte de España confia­
da a la Inspectoría
Céltica.
— 183

M A LA G A .— Doy las más rendidas gracias
a M aría Auxiliadora por ei feliz éxito de
una operación practicada a m i esposa. En­
vío una limosna para la Obra Salesiana, de
la que soy entusiasta admirador.— José M a ­
ría Oppelt Sans, Cooperador Saiesiano.
M A LA G A .—Habiendo oído hablar de lo
bondadosa que es M aría Auxiliadora para
con sus devotos, acudí llena de confianza a
su altar pidiéndole proporcionara una bue­
na colocación a uno de mis familiares. A los
pocos días volvía a los pies de la Virgen de
don Sosco para darle gracias por el favor re­
cibido. Envío 25 pesetas de limosna, fruto
de mis sacrificios, y ruego se publique la
gracia.—Josefa Muñoz Rodríguez .
M A LA G A .—Habiéndose tenido que ausen­
tar de casa m i esposo por motivos de ser­
vicio y hallándose en graves peligros, acudí
llena de fe a M aría Auxiliadora prometién­
dole cinco litros de aceite para la lámpara
de su Santuario si mi esposo regresaba pronco y bien a casa. Escuchada fervorosamente
mi petición, publico la gracia y cumplo lo
prometido.— Jose/íTWt Rodríguez Barranco.
M A L A G A .—Para cumplir im servicio ines­
perado me v i en la precisión de abandonar
urgentemente a mi m ujer e hijos por tin
tiempo indefinido. Anttó de partir fu i a des­
pedirme de M aría Auxiliadora para pedirle
su bendición. Hoy me hallo de nuevo a l la­
do de mis seres queridos y vuelvo a postrar­
m e a los pies de la Virgen de don Bosco pa­
ra darle gracias por su protección. Agrade­
cido, entrego quince pesetas para velas.—
Eduardo M oreno Delgado, A. A. Saiesiano.
M A LA G A .— ^Doy gracias a M aría Auxilia­
dora y envío la limosna de cinco pesetas por
haberme concencido un gran favor y pidién­
dole me conceda otro qxie con gran con­
fianza le pido.— Una devota de M aría A u xi­
liadora.
M A LA G A .—Hallándome gravemente enfer­
ma sin espeimizas de curación, acudí al San­
tuario de M aría Auxiliadora para pedirle me
devolviera la salud. Después de dos muy di­
fíciles curaciones, me encuentro perfecta­
mente curada. En acción de gracias hago
celebrar ima Misa y publicar la gracia.— Encam ación López üubto.
M O L IN S DE R E Y (Barcelona).—Por una
gracia obtenida de M aría Auxiliadora, des­
pués de hacer im a novena en honor de tan
buena Madre, envío 25 pesetas de limosna.—
Ricardo Farreres, A. A. Saiesiano.
PED RO ÑERAS (Cuenca). — Agradecido a
M aría Auxiliadora por la curación de m i hijito, gravemente enfermo, envío una limos184 -

na y ruego se publique la gracia en el
TíN.—Francisco Arguero.
SA LA M A N C A .—Encontrándose n u e s t r o
hijo, ^tudiante, en período de exámenes, ca­
yó enfermo con fiebres altas. Confiados, acu­
dimos en este trance a la m aternal protec­
ción de la Virgen, comenzando a este propó­
sito una novena a M aría Auxiliadora, con
la doble intención de que, si era la voluntad
del Señor, se curase nuestro h ijo y en dispo­
sición de salir bien en los exámenes. Pron­
to nos atendió nuestra buena Madre, pues el
mismo día que comenzamos la novena ba­
jaron las fiebres y en pocos días se encontró
fuera de peligro y saUó bien en la prueba.
Hacemos público nuestro agradecimiento y
enviamos una limosna para el Seminario Salesiano de Arévalo.— Unos devotos de María
Auxiliadora.
V IL L E N A (A licante).-H allábase una ami­
ga mía muy enferma y, según consejo de los
médicos, tenía que someterse a una operacicto.
L a encomendé a M aría Auxiliadora con fe r­
vor. L a opei'ación no fué necesaria y al pre­
sente m i am iga se halla muy mejorada de
su dolencia. Publico la gracia y envío una
limosna.— V. Menor.
VJHjL E N A (A licante).— ^Por un favor reci­
bido de M aría Atixiliadora y de San Juan
Bosco, entrego rma limosna para su culto.
Un devoto.
V IL L E N A (AHcante).—Encontrándome gra­
vemente enfermo de pulmonía, invoqué a
San Juan Bosco y a M a iia Auxiliadora y no
tardé en verme completamente curado.^—
Francisco F lo r Hernández.

G racia e xtra ord in aga
M A D R ID .—Resumimos la relación que nos
envía el Antiguo Alumno Saiesiano de Talavera de la Reina, D. Eduardo Gómez París.
E l día 3 de diciembre p. p. tuvo que salir
de viaje. P o r no perder la M isa y Comunión,
pues era domingo, llegó a la estación con el
tiempo justo para montarse en la plataform a
de uno de los últimos coches. A l tomar d
tren la curva de Villaverde, dicho señor se vió
violentamente lanzado al exterior, yendo a
caer a un camino enfangado y perdiendo el
sentido. A l recobrarlo comenzó a pedir so­
corro. Fué asistido de iirgencia en la clíni­
ca de la estación, de donde pasó a l H o ^ ita l
Provincial, y después al Sanatorio «San P e­
dro». Las heridas ocasionadas por la caída
eran: dislocación del húmero con la claví­
cula. fractura de ambos pies por la parte del
tobillo y herida abierta y rotura del hueso
astrágalo en el izquierdo.

M adrid

( E s u e c h o i:

Uno

de los alumnos de las Es
cuelas Salesianas hablan­
do con su bie7ihechora, la
Excma. Sr> Duquesa de
Montoro.

El estado del enfermo fue diagnosticado
de «gravísim o». Su esposa, al día siguiente,
hizo xma visita a M aría Auxiliadora y dió
comienzo a iina novena. El día 10 se de­
claró la gangrena gaseosa en el pie izquierdo,
Ja cual, sin embargo, se pudo detener por
medio de inyecciones y sulíamidas. El día 27
de o ie r o comenzó a sentir el enfermo terri­
bles dolores y fiebre altísima hasta cuarenta
grados con décimas, con copiosísimos sudo­
res. El día 10 la esposa le colocó una reliquia
de San Juam Bosco sobre la parte más dolo­
rida y ambos comenzaron ima novena al
gran Taumaturgo. A la madrugada siguiente
el enferm o se sintió extraordinariamente
aliviado, cesaron los dolores y bajó la fiebre.
Llam ó a su esposa, la cual había logrado con­
ciliar el sueño, y en aquel momento creía
ver a San Juan Bosco con un niño a cada

lado, según venía representado en la cubier­
ta de los Boletines en meses anteriores.
Desde aquel momento el enfermo entró en
vías de franca curación. El día 31, solemnidad
de San Juan Bosco, el médico le anunció que
al día siguiente le quitaría el vendaje, y el
día 4 de febrero pudo levantarse por primera
vez. Pidió también a don Bosco que pudie­
ra pronto caminar sin necesidad de aparato
ortopédico. Cinco días después de hab«*le sido
colocado, y hallándose ea su casa M aría Au­
xiliadora, con ocasión de la «Visita domi­
ciliaria». se desprendió de dicho aparato y
comenzó a caminar por si solo. El agracia­
do desea se publique la gracia y aconseja
especialmente a los niños que se educan en
los Colegios Salesianos, que no se olviden ja­
más de don Bosco y de la Virgen Santísima
Auxiliadora.

IN M E M O R IA M
Doña Podra Redcmdo, viuda de Montestruch.—^Falleció cilstianamente en Manresa
el dia 9 de agosto de 1945.
Dam a de relevantes virtudes cristianas, su
rápida desaparición h a llenado de luto el
corazón de los Salesianos y Aspirantes de la
Inspectoría Tarraconense.
Su admiración y entusiasmo hacia la Obra
de don Bosco la llevaron. ^ exteriorizar su
caridad, haciendo entrega a los Salesianos
de su casa de la calle Heredia de Huesca,
junto con extenso terreno para huerta. Des­
de nuestra guerra d e liberación se albergan
entre sus muros las primicias de nuestra flo­
ración salesiana, los Aspirantes del primer
Cui'so de Latin.
¡Cuánto saben esos niños de las ternuras
maternales de doña P etra...! Visitaba con
frecuencia su casa y con sus consejos y alien­
tos alegraba la vida de nuestros futuros sacer­
dotes.
Sobresalía entre sus devociones la de M a­
ría Auxiliadora, a la que dedicaba todos sus
sacrificios y afanes.
Los Salesianos rindieron homenaje de gra­
titud a su memoria asistiendo a l sepelio y
funerales en Manresa. Asimismo, por su
eterno descanso se celebraron solemnes fu­
nerales en los CJolegios Salesianos de Sarria,
Mataró y San Vicente del Horts, misas y no­
venario de rosarios en la casa de Huesca.
Todos tmidos, Salesianos y Aspirantes de
la Inspectoría Salesiana Tarraconense, ele­
van al Señor ardientes plegarias por su eterno descanso y recordarán siempre con gra­
titud a quien fué en vida modelo perfecto
de caridad. Descanse en paz.
D . Pedro Bardaji.—A la edad de veintiún
años y a los diez meses de haberse consa­
grado a la Congregación Salesiana, murió
este ejem plar coadjutor salesiano, maestro
tipógrafo, tras breve si bien d o lo ro ^ im a enfermedad. A su hermano José, también Sa­
lesiano, a sus padres y demás familia, la ex­
presión de nuestro más sentido pésame.
D. Alfredo G a rd a Salieti.— Cooperador Sa­
lesiano, que falleció en M adrid él 16 de ju­
nio pasado. Descanse en paz.
Doña Dolores Carranza.— Coc^eradora Sa­
lesiana y Archicofrade de M. A. F ^ le c ió en
Madrid el día 2 de jimio. Encomendamos
su alma a las oraciones de nuestros lecto­
res.

Don Francisco Perdiguero Dacosta.—El
día 7 de julio de 1945 entregó dulcemente
a Dios su alma este vii*tuoso señor en M á­
laga, d e^ u és de sobrellevar ima corta pero
penosísima enfermedad sufrida con ejem ­
plar resignación cristiana. Su vida h a sido
un tejido de buenas obras, que sin duda le
han granjeado un elevado grado de gloria.
Cooperador Salesiano, amante de todas nues­
tras cosas, devotísimo de M aría Auxiliadora
y de San Juan Bosco, h a dejado su muerte
un vacío difícil de llenar entre los caballe­
ros prácticamente cristianos. Fué terciario
de San Francisco, veterano de la Adoración
Nocturna Española, y siempre fué a la van­
guardia de todo cuanto significase devo­
ción y catolicismo práctico. En la Prensa a
menudo defendió, a veces en períodos d ifí­
ciles, la idea crigtimia, y desde su puesto
de trabajo, la Librería Católica, donde es­
tuvo empleado como principal durante más
de cuarenta años, ejerció un verdadero apos­
tolado dentro de su carácter de seglar. Una
vida tan llena de méritos es natural que ha­
ya sido galardonada con im gran prem io;
sin embargo, rogamos a los le c to r a del
B oletín S alesiano acundan en su socorro
sufragándolo con abundantes oraciones.
Rdo. D. Eladio López Pacheco.—Minutos
antes de comenzar la tirada del B oletín , lle­
ga a esta Redacción la triste noticia del fa^
llecimiento del benemérito sacerdote salesia­
no Rdo. D. Eladio López. Contaba a la sa­
zón sesenta y seis años de edad, y había en­
trado en la Congregación siendo muy joven,
en tiempos de D. Felipe Rinaldi y D. Manuel
Hermida, de quienes conservó siempre un
recuerdo lleno de cariño respetuoso. Dirigió
las obras de las Casas de Astudillo y del Pa­
seo de Extremadura (M adrid), destinadas en
su fundación a las vocaciones sacerdotales,
por las que el buen D. Eladio trabajó incan­
sablemente durante años y años, fomentán­
dolas por los pueblos de la provincia de Sa­
lamanca y cuidándolas con el afecto y ca­
ridad. que han sido su característica hasta
el fin de su vida. El día 19 de septiembre,
víctima de im ataque cardíaco, dejó de existü' casi repentinamente en la Institución
«Virgen de la Paloma». Pudo, sin enfijargo.
recibir los Santos Sacramentos de la Con­
fesión y Extremaimción. Las simpatías ga­
nadas en vida con su caridad y afable trato,
dispensado, especialmente, a los pobres y hu­
mildes, se le conviertan ahora en abundan­
tes 'Sufragios por su alma.

Bibliografía
G ramática E lemental de la LE N G U A LAr iN A , p or D . MariaTio G u rria López.—^No­
vena e<iición cuidadosamente revisada, corre­
gida y adaptada ^ cuestionario oñcial del
vigente plan de Bachillerato por D. Antonio
M aría M ateo Orts, S. S.—Segunda p a rte :
S in ta x is . Librería Salesiana, Paseo don Bosco, 74. Barcelona.— 264 páginas ^ 4.«. Pre­
cio, 16 pesetas.
N o podemos menos que felicitar al Reve­
rendo D. Antonio M aría M ateo y a las Es­
cuelas Profesionales Salesianas de Barcelo­
na por haber dado cima a la revisión, adap­
tación y nueva edición de 'esta Gramática
Latina, xma de las mejores que han corrido
por centros oficiales y privados.
Con esta segunda parte queda completa la
obra, que se compone d e : A nalogía , P rácti ­
cas y S in ta x is . L a esmeradísima presenta­
ción tipc^áfica, la excelente calidad del pa­
pel, s o lid a en la encuademación (cart<Hié) y
sabia disposición p edag^ica, merecen las me­
jores alabanzas y hacen que la obra se reco­
miende por sí misma.
T E X T O S D E R E L IG IO N para segunda en ­
del R. P. Valentín Incio, S. I. Recibimos, y con sumo gusto anunciamos, las nue­
vas ediciones de estos libros adaptados al
cuestionario oficial, avalados por dos supre­
mas autoridades: la de Su Santidad el P a ­
pa P ío X I I y Ja de la Sagrada Congregación
del Concilio, y declarados de «utUidad na­
cional» por el Estado español, según Orden
del 24 de abril de 1940. Estas obras son ;
L a doctrina de N. S. J esu cristo (Curso 1.” .
136 páginas, 8.' edición.
señanza ,

J esu cristo seg ú n lo s E vangelios (Curso
segundo). 160 p ^ n a s , 7.* edición.
L a I glesia de J esucristo : Su h isto r ia y
su LITURGIA (Curso 3.°). 152 páginas, 9.* edi­
ción resumida.
C ompendio de A pologética (Curso cuarto).
154 páginas, 7.» edición abreviada.
C ompendio de R eligión : E l D ogma (Cur­
so qmnto). 150 páginas, 5.* edición.
C ompendio de R elig ió n : L a M oral (Cur­
so sexto). 142 páginas, 6.* edición.
C ompendio de R elig ió n : L a vida sobrena ­
tu ral (Curso 7.°). 154 páginas, 5.‘ edición.
Estos siete tomos en 4.® acaban de ser pu­
blicados con elegancia y buen gusto t i p o ^ fico por E diciones V ehdad. Mayor, 18, M a­
drid. Precio de cada tomo, 10 pesetas.
L A O B R E R A DE L A C R U Z : V ida de M a­
P ascual G il , p or el P. Vicente G ra­
cia, S. I .— 222 p e in a s . Precio, 10 pesetas. De­
pósito y distribución; Editorial del ^.Heraldo
de A ragón», Coso, 100, y P ila r Ortos, Mola, 20,
entresuelo, Zaragoza.
Diez años hemos estado esperando la apa­
rición de esta obra. N o estaba exento de di­
ficultades el escribir la vida de la joven zaragt«an a que en 1935 moría a i olor de san­
tidad. E l autor h a sabido vencerlas todas ai­
rosamente y hoy presKita a l público un li­
bro lleno de intensa emoción y de altísima
ejemplaridad. L a O brera de la C r u z se lee
de una vez, porque rompe los moldes ordina­
rios de las biografías piadosas, pero deja lue­
go en el alm a un secreto deseo de volver a
abrir sus páginas para meditar lenta y pixifundamente sobre una vida tan vulgar como
la que más, porque es la vida de ima obrerita peorísima, pero enaltecida como pocas
por el amor cristiano.

n olita

LECTURAS CATOLICAS
F U N D A D A S POR SA N JU A N BOSCO EN 1853
N O V E N T A Y DO S A N O S D E V ID A .— M A S
DE M IL V O L U M E N E S P U B L IC A D O S .— M I­
L L O N E S D E E J E M P L A R E S E S P A R C ID O S
PO R TODO E L M UNDO.

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p á g in a s .

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N o tarde en suscribirse
Suscripción al año: 15 pesetas.
— 187

CALENDARIO-TACO

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DE MURIA AUXILHDORA ¥ SAN JUAN ROSCO

1946

Apresurarse a cursar el pedido de los que puedan necesitar, de los que se
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Rosario

Sus maravillas - Su esplendor - Sus glorias
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