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Medios

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FEBRERO, 1945

4-

□ r jE ^ o ia o
R elación

de

las

I ndtjlgencias

JE ^ jp j[ ] a iT u ii.JE

P lenarias

F IJ A S :

2)

que los Cooperadores galesianos pue­
den ganar en el transcurso del año.
1-— Utia vez cada dia, elevando a Dios,
en medio del trabajo y aunque sea sólo
mentalmente, una piadosa invocación cual­
quiera, previas las demás condiciones ordi^
narias, o sea el estado de gracia, la conjesión y comunión sacramentales y la visita
a alguna iglesia u oraíorio público, rogando
por la intención del Soberano P on tíjice.
Esta indulgencia del trabajo santificado
pueden ganai-la los Cooperadores Salesianos, H ijas de M aría Auxiliadora y sus res­
pectivos alumnos y ex alumnos. Si, hallán­
dose en estado de gracia, se sigue repitiendo
la misma piadosa invocación, u otra cual­
quiera durante el trabajo, se puede ganar,
cada vez, una indulgencia parcial de 400 días.

enero

1
2
3
18
23
25
29

^ - E l dia que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
b - E l dia en que uno inscribe su nombre
en la Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por prim era vez se C07¿sagra uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos
Ejercicios Espirituales, de ocho dias.

8 - A la hora de la muerte, con tal que,
confesado y comulgado o por lo menos arre­
pentido de sus pecados, invoque, co 7 i los
labios o con el corazón, el nombre sacratí­
simo de Jesús.
EN CADA UNA
D E L A S S IG U IE N T E S F IE S T A S :

Circuncisión del Señor.
Santísimo Nombre de Jesús.
Epifanía.
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma. Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma. Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma. Virgeji.
MAYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de M a­

2 - Un día de cada mes, el que uno*elija.

Z - El dia en que $e hace- el piadoso E jer­
cicio Mejisual de la Buena Muerte.

-

ría Auxiliadora.
24 ' Fiesta de M aría Auxiliadora.
JU NIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 - Preciosa Sangre de Ntro. Señor Jesu­

cristo.
2 - Visitación de Ntra. Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma. Virgen.
Í6 - Fiesta de San Roque.
SEPTIEMBRE

8
12
14
15
29

-

Natividad de la Sma. Virgen.
Dulcísim o Nom bre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma. Virgen,

Dedjcación de San M iguel ArcángelOCTUBRE

M O V IB L E S :
Sagrada Fam ilia (el primer domingo des­
1)

pués de la Epifanía).

Dolores de la Sma. Virgen (E l viernes de
Pasión).

Dom ingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Dom ingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma. Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo. Corazón de Jesús (prim er
viernes después del Corpus).
Fiesta del Sgdo. Corazón de M ario (día si­
guiente del anterior).

7 - L a Virge7i del Rosario
I I - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - Presentació7i de Ntra. Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE

8 - In7naculada Concepción.
25 - Natimdad de Jesús.
P a ra lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones or­
dinarias, que los Socios de la Pía U nión re­
cen cada día un Padrenuestro, Avem aria y
Gloria, con la invocación Sánete Francisce
Salesi, ora pro nóbis, según la intención del
Romano Pontífice.

8O l £ rIN
AlESIANO

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO
Redacción

y

Adminislración;

Alcalá,

164.

Apartado

A Ñ O LVI I I
NUMERO 2
FEBRERO i945

9134. - M ADRID

S U M A R I O : Lecturas Católicas de San Juan Hosco.— Noticias varias.— L a Sierva de Dios
'loña Dorotea de Chopitea.— Crónica de gracias.— In memoriam.— Discurso del
E.xcmo. y Rvdmo. Dr. D. Antonio Pildáin y Zapiáin.

LECTURAS
D

S

A

IM

CATOLICAS
U

rsi

B

O

C

O

.A primera idea de las Lecturas Ca­ do su anhelo sino hasta cuatro años
tólicas ocurrióle a don Hosco
después.
en 1849. En julio de este año, presin­ Entretanto, porque le urgían, como
tiendo el formidable ataque que el
urgen siempre a los santos, la Caridad
infierno iba a desencadenar contra la
de Cristo y el amor a las almas, espe­
Iglesia, se reunieron en Concilio M e­ cialmente de los jóvenes y del pueblo,
tropolitano los obispos de las diócesis
se lanzó a la publicación de un dia­
subalpinas. De las tres principales de­ rio que llevaba por título «E l amigo
liberaciones tomadas, la tercera decía
de la juventud», destinado, en su pen­
así textualmente: «Estúdiese un pro­ samiento, a ser el diario de las fami­
yecto de Asociación de prensa para
lias. Antes del año, este periódico,
la difusión de los buenos libros, con. por motivos que no es del caso men­
el fin de combatir las máximas pro­ cionar aquí, tuvo que refundirse con
pugnadas por el periodismo anticató­ el «Instructor del pueblo». Mas cuan­
lico contra la Fe y las buenas costum­ do la dirección de éste cayó en manos
bres.»
liberales, don Hosco se retiró.
Don Hosco, que no quiso nunca per­
Dióse entonces de lleno a la ejecu­
manecer al margen de cualquier mo­ ción del proyecto que venía maduran­
vimiento que tuviese por miras el ho­ do sobre las Lecturas Católicas. Ha­
nor de la Iglesia y el bien de las al­ bló primeramente con Mons. Fransomas, se llenó de júbilo a la noticia
ni, su Arzobispo, quien aprobó la fe­
de semejante conclusión del Concilio,
liz iniciativa y la bendijo emocionado.
y al punto recomendó a sus mucha­ Luego se puso en contacto con el Obis­
chos que rezasen fervorosamente para
po de Ivrea, diputado por el Concilio
que el proyecto tuviese feliz realiza­
para llevar a cabo la mencionada ter­
ción.
cera deliberación. Mas antes que a na­
Ignoramos, en qué forma lo actua­
die, don Hosco había recurrido a su
ron los obispos; pero podemos afirmar
divina y celestial inspiradora, la V ir­
que desde aquel momento don Hosco
comenzó a revolver en su mente la gen Santísima, bajo cuya protección
poderosa colocó desde el primer mo­
idea de las Lecturas Católicas. Sin
embargo, falto de medios p>ecuniarios mento su nueva empresa de aposto­
com o se hallaba, no pudo ver cumpli­ lado.

L

— 23

Actividad asombrosa
Imposible de describir la asombrosa
actividad desplegada por don Bosco
en. la publicación y difusión de las Lec­
turas Católicas. Había suplicado y ob­
tenido la adhesión de varios sacerdotes
y de otros doctos personajes, todos los
cuales se aprestaron a colaborar con
él preparando sendos opúsculos. Su
ocupación incesante consistía en ha­
cer viajes, visitar a personas influ­
yentes de diversas ciudades y provin­
cias, tener con ellas largas conversa­
ciones para comunicarles su pensa­
miento y sus entusiasmos; buscar .co­
rresponsales que se interesaran en ha­
llar a su vez otros suscriptores; recibir
las cuotas; enviar circulares y cartas,
contratar con los impresores, etc. Y
todo esto sin dejar, a sus niños, que
ya sumaban algunos centenares, y sin
abandonar las otras obras de celo,
especialmente como director de almas,
que ya de ordinario le absorbían.

Comienza la batalla
Finalmente, como «ultimátum» lan­
zado a las fuerzas- del mal, apareció el
librito titulado «Avisos a los Católicos»,
que vió ia luz primera en 1851.
El primer volumen de las Lecturas
Católicas salió al público desde las
prensas de la Tipografía D’Agostini,
en marzo de 1853. Hijo de su época,
lleva un título que hoy se nos antoja­
ría de largo y poco llamativo. Decía
así: «E l católico instruido.— Entreteni­
mientos de un padre de familia con
sus hijos, según las necesidades de los
tiempos y compilados por el presbíte­
ro Juan Boscó». En él se confutaban
los errores, la impiedad, las contradic­
ciones de ios ministros protestantes y
valdenses; se demostraba su mala fe y
las sacrilegas variantes introducidas en
la Biblia. Sin embargo, hacía observar
repetidamente que las expresiones, las
cuales a más de alguno podían parecer
excesivamente enérgicas, iban endere­
zadas únicamente a los escritos de los
herejes, excluyendo siempre toda alu­
sión a la persona de los valdenses. Y
24 —

concluía dirigiendo la palabra a los
ministros protestantes haciéndoles ver
la tremenda responsabilidad que asu­
mían ante el tribunal de Dios al arran­
carle las ovejas de su redil.
La obra constaba de 452 páginas y
se hallaba dividida en seis opúsculos
en 32°, que fueron saliendo entre marzo
y agosto. Agotóse en breve la primera
edición y fué reimpresa en un solo vo­
lumen con el título «É l católico en el
siglo.— Entretenimientos, etc.».
La batalla había comenzado. Los
opúsculos fueron saliendo uno tras
otro regular y puntualmente, con in­
mensa alegría para los católicos y no
poco despecho de los protestantes.

Prudencia humana
La libertad con que se expresaba
don Bosco, alentado por el mandato
del Salvador «praedicate super tecta»,
tenía preocupada a la Curia arzobis­
pal en tal manera que los seis prime­
ros tomitos llevaron por toda censura
esta frase: «Con licencia del Arzobis­
pado». ¡Estaban demasiado frescos en
el recuerdo de todos los atentados con­
tra el Conde Rossi y el Teólogo Margottil Sólo el canónigo Zapata, a ins­
tancias d e ' don Bosco, osó tomar en
sus manos un original; mas no bien,
hubo leído las primeras páginas, se
lo devolvió diciendo; — Tom e, tome;
usted ataca de frente al enemigo y le
desafía. En cuanto a mí, no creo opor­
tuno entrar en combate porque no
puedo poner a riesgo mi vida.
Escribió entonces al Arzobispo Mon­
señor Fransoni, el cual, desde su des­
tierro de Lión, le remitió una carta
de recomendación para el obispo de
Ivrea. Este se ofreció de buen grado
para la censura de las Lecturas Cató­
licas, pero tuvo que perm itir que el
censor delegado conservara el anó­
nimo.

Preciada bendición
Llevado de su amor a la Santa Sede,
don Bosco. apenas concluido el pri­
mer semestre, hizo encuadernar ele-

i

gantemente los seis tomitos en uno
solo, y lo envió, por medio del Car­
denal Antonelli, a S. S. el Papa
Pío IX. El angelical Pontífice mostró
gran complacencia y encargó al mis­
mo eminentísimo purpurado que con­
testara a don Bosco dándole las gra­
cia y animándole a seguir adelante
mientras él le bendecía paternalmente.
No fué ésta la última bendición de
Pío IX el Grande a las Lecturas Ca­
tólicas. Cinco años más tarde podía
escribir el Santo en carta circular a
todos los asociados: Su Santidad dió
orden al Emmo. Cardenal Vicario de
enviar una circular a todos los arz­
obispos de las diócesis de los Estados
Romanos a fin de que empeñaran su
infiuencia y su autoridad pastoral en
la difusión de las Lecturas Católicas
en sus respectivas diócesis. Además*
dejó libre de impuestos y franqueo
postal el envío por todo su territorio
tanto de los paquetes como’ de los sim­
ples opúsculos. La voz del Supremo
Jerarca de la Iglesia ha producido el
efecto que era de esperar. Arzobispos,
vicarios generales, párrocos y demás
personas piadosas tomaron a pechos
el difundir y dar a conocer estas Lec­
turas, de tal manera que el número
de asociados en solos los Estados Ro­
manos alcanza al presente los doce
mil.

Las fuerzas del mal
Bien necesitaba don Bosco estos con­
suelos y alientos, pues Satanás había­
le declarado la guerra más despiada­
da y cruel que imaginarse pueda.
Primeramente, para combatir la
obra del Santo, se valió de los mis­
mos herejes. Trataron éstos de opo­
ner a las Lecturas Católicas de don
Bosco otra publicación, que ellos ti­
tularon «Lecturas Evangélicas»; pero
viendo que no les era posible luchar
en campo abierto y con igualdad de
armas contra la verdad cuando ésta
constaba con un paladín tan esforza­
do y cuyo estilo sencillo y claro cau­
tivaba al pueblo, cambiaron de tác­
tica y trataron de hacerle desistir de

El misterioso “G ris” salva a, don Bosco
de muerte segura.

su labor mediante promesas primero
y luego con amenazas. Todo fué inú­
til. Es más, en las conversaciones que
algunos de los ministros protestantes
entablaron con el Santo, sucediéronse
escenas harto bochornosas para ellos,
y en la discusión de puntos doctrina­
les se puso de manifiesto y se hizo pa­
tente la supina ignorancia que acerca
de las principales verdades de la Fe
tenían aquellos corruptores del pue­
blo.
De las amenazas pasaron a los he­
chos. En poco tiempo don Bosco fué
víctima de una serie tal de atentados
a mano armada unos, por envenena­
miento otros, que con razón podríase
calificar de folletinesco este capítulo
de su vida. Asesinos a sueldo de las
sectas le acechaban por doquier, pero
especialmente cuando volvía tarde a
casa atravesando los entonces solares
de Valdocco, o bien cuando de ella
salía para cumplir tareas del sagrado
ministerio.
— 25

Protección divina
Pero el Señor protegió a su Siervo y
le envió un defensor tan .misterioso
como valiente que le salvó en cien oca­
siones de muerte segura. Nos referi­
mos al célebre perro «gris» que se apa­
recía de repente junto al Santo, arro­
jándose sobre ios asesinos y poniéndo­
les en precipitada fuga, cuando no ha­
ciéndoles sentir antes sus nada suaves
caricias.

Vejación diabólica
Viendo el demonio que no aprove­
chaban a su intento las mañas que
inspiraba a sus satélites, quiso entrar
él personalmente en liza contra el
fundador y director de las Lecturas
Católicas. Es el Cardenal Cagliero
quien habla: «Fué una verdadera ve­

jación diabólica que tuvo comienzo
hacia principios de enero de 1862.
Nos habíamos dado cuenta de que la
salud de don Bosco iba desmejorando
de día en día; le observábamos páli­
do, flaco, abatido, cansado como nun­
ca y necesitado de reposo. Le pregun­
tamos cuál fuese la causa do seme­
jante decaimiento y si se sentía mal.
El nos respondió:
— Tendría necesidad de dormir. Ha­
ce cuatro o cinco noches que no pue­
do pegar ojo.
_
— Pues duerma usted; de noche no
se trabaja.
— ¡Oh, no es que yo vele volunta­
riamente! Hay quien se encarga de
hacerme velar.
—¿Y quién?
. — Hace unas cuantas noches que el
espíritu malo se divierte a costa del
pobre don Bosco. Apenas comienzo a
dormir, oigo un vozarrón junto a mi
oído que me aturde; luego siento un
viento frío que me azota como un
huracán y me revuelve, alborota y
desordena libros y papeles. Corrigien­
do hasta muy entrada la noche un
volumen de las Lecturas Católicas
titulado «E l poder de las tinieblas»,
lo dejaba sobre la mesa; pues bien,
a la mañana siguiente unas veces lo
encontraba tirado por el suelo, otras
no podía dar con él y tenía que bus­
carlo poi* todos los rincones de la ha­
bitación. Es un caso curioso. Parece
que al demonio le gusta andarse con
sus amigos, quiero decir entre los que
de él escriben.
Al pronunciar las últimas palabras,
don Bosco hablaba en broma para
quitar importancia a los hechos. Pero
no cabe duda de que el demonio no
podía contemplar impasible el des­
arrollo de una obra que tantas almas
iba a quitarle, y por muchos años con­
tinuó atormentando al Santo de mil
foTmas y maneras.

Triunfo rotundo

Reproducción de la cubierta de la “ In tro ­
ducción a las Lecturas Católicas”.

26



Mas la obra triunfó, y bendecida
por el Señor, siguió adelante exten­
diéndose tanto como la misma Con-

gregación Salesiaiia, que es como de­
cir por todo el mundo. El año 1936
la simpática y batalladora publicación
alcanzo el numero mil. Una tan larga
y noreciente vitalidad, no se puede
atribuir sino.a la protección del Cie­
lo, al decidido impulso que le im pri­
miera ei^ fundador, y a las caracterís­
ticas excepcionales de estos tomitos
que uno ae ios más profundos cono­
cedores del espíritu y de las obras del
Santo ha resumido diciendo que «las
Lecturas Católicas de don Hosco son
opúsculos populares, instructivos, edifícantes y oportunos».

Amadísimos Cooperadores: Nos ha­
llamos en el Centenario de la prime­
ra obra publicada por nuestro Padre,
es decir, la Vida de Luis Comollo,
que, según decíamos en el «Boletín» de
abril p. p., escribió hallándose toda­
vía en el Seminario, y dió a la luz
pública en el año 1844. De intento he­
mos callado esperando que la autori­
zada palabra de nuestro Rector Ma­
yor, el amadísimo don Pedro Ricaldone, nos indicara la forma y manera
de conmemorar esta gloriosa fecha.
Desgraciadamente, causas por todos
conocidas siguen manteniéndonos ca­
si incomunicados con el cuarto Suce­
sor de don Rosco. Por lo cual, des­

pués de implorar las luces de DioSr
creemos interpretar los deseos de nues­
tro Superior reanudando la publica­
ción de las Lecturas Católicas, de es­
tas Lecturas que tantos sacrifícios cos­
taron a nuestro Padre y que tantas
almas han arrancado a la ignorancia,
al error y al vicio. Será éste, a no du­
darlo, uno de los homenajes más agra­
dables que podamos ofrecer a don
Rosco al celebrar sus glorias de pro­
pagandista y escritor católico. Y po­
demos también tener la seguridad de
que con ello proporcionaremos uno
de los más grandes consuelos al Reve­
rendísimo Sr. D. Pedro Ricaldone, que
el año pasado ha editado y repartido
más de veinte millones de folletos
apologéticos para sostener la fe y la
esperanza de los pueblos envueltos por
el torbellino de la guerra.
Sabemos con cuántas dificultades
vamos a tropezar, y sospechamos que,
si no tantas como a don Rosco, muchí­
simas y grandes van ser las que nos
creará el enemigo del bien.
Confiemos en Dios, pongamos la
obra como San Juan Rosco, en manos
de la Virgen Santísima, unámonos
estrechamente todos en comunión de
plegarias y de santo entusiasmo, y
podemos tener la convicción de que
el Señor bendecirá nuestros trabajos,
haciéndolos fructificar copiosamente
en bien de las almas.

II l i l i .....
M ontellano (S e v illa ): Vista exterior de la nueva Casa Salesiana y del in terior de la

capilla.
— 27

N O TICIAS
J ER EZ D E L A F R O N T E R A (Cádiz).— Ex­
pone SU vida en favor de los niños po­
bres.

{D el diaño "M arca!’, 30-11-44). — “L o s
niños del Oratorio Festivo h an tributado un
simpático hom enaje a su protector, el rejo­
neador don Alvai*o Domecq, con motivo de
haber cerrado felizmente la temporada tau­
rina.
Después de im a misa en acción de gra­
cias se celebraron diversos actos en el O ra­
torio, y el padre Ton-es Silva, director de
la obra benéfica en favor de los niños, ben­
dijo los caballos “Presumido”, “Espléndida”
y “Escándalo", con los que ha actuado el.
señor Domecq en las cincuenta corridas
en que tomó parte en la últim a temporada.
E l homenajeado, con su señora, ocupó
un sencillo estrado, cantando los niños del
Oratorio un himno dedicado a su bienhe­
chor, y a continuación el Padre Torres Silva
hizo entrega de un diploma a don Alvaro
Domecq, en el que se le nombra cooperador
número uno del Oratorio.
Posteriormente, varios pequeños represen­
taron un sainete, escrito expresamente para
este acto.
Después, el señor Domecq proamició mías
palabras de agradecimiento, trasladando to­
dos los aplausos y felicitaciones al Padre T o ­
rres Silva, alm a de las obras del .Oratorio, e
hizo entrega al director de un cheque de
150.000 pesetas, que con las 350.000 y a reci­
bidas representan medio millón de pesetas,
producto líquido de sus actuaciones.
Los actos fueron amenizados por una or­
questina, que interpretó un pasodob'e dedi­
cado al famoso rejoneador.”
M O NTELLANO
Salesiana.

(Sevilla): N ueva Fundación

{Copiamos de. "E l Correo de Andalucia” ,
del 7 de diciejnbre de 1944).— “Con asisten­
cia del Emmo. Sr. Cardenal-Arzobispo de
Sevilla, y el Ayuntamiento en pleno, se ha
inaugurado solemnísimamente un nuevo <Uolegio en Montellano.
Llegaron de Sevilla los fundadores, don
José Ruiz Ramos y su distinguida señora
doña Carmen. Con ellos llegó también el
Inspector Provincial de los Salesianos, don
Florencio Sánchez. Acudieron asimismo a
la fiesta los Directores de los Colegios Sale­
sianos de U trera y Morón de la Frontera,
con algunos padres de las mismas residen­
cias. y el Arcipreste de Morón, señor A r­
mario,
A las diez iv media hacia su entrada
solemne en la capilla del Colegio el señor
Cardenal, bajo palio. L? esper^jan el Ajnm28 —

V A R IA S
tamiento, el celosísimo párroco de Montellano, don José Toscano, y el Director del
nuevo Colegio, don Sebastián M . Pastor.
L a capilla, xm triunfo da luces y flores,
estaba abarrotada de fieles. E n el coro se
hallaban los niños y cantores dirigidos por
el padre Salesiano don Joaquín Cabello.
Se cantó el “T u es sacerdos”, y el señor
Cardenal sa revistió p ara actuar de mediopontifical. Ofició la santa M isa el Provincial
de los Salesianos.
Después del Evangelio, Su Eminencia R e­
verendísima predicó bellísima y oportxmísim a plática. Mostró su satisfacción a l hablar
en Montellano, pueblo de sus predilecciones.
Agradeció y felicitó a los fu n d a d le s por
las grandes obras de caridad prodigadas en
la Archidiócesis, y se oongratailó con los
PP. Salesianos por tenar xina nueva funda­
ción, que h a de d ar m ucha gloria a Dios
y h a de proporcionar inmensos beneficios a
los hijos del pueblo. Señaló la felicísima coin­
cidencia de la fiesta de la Virgen, y dijo que
aran M a ría Auxiliadora y su gran siervo
San J u a n Sosco los que habían logrado
del Señor el milagro de la nueva y tan es­
perada fundación.
A l final de la M isa dió la bendición. El
pueblo le vitoreó fervorosamente a la salida
del templo.
L a señora doña Rosario Ruiz, hermana
del fundador, obseqxüó a las autoridades
e invitados delicada y espléndidamente.”
T R IA N A

(S e v illa ): E l Capitán Genej-al vi­

sita las Escuelas Salesianas.
E l d ía 16 del pasado mes de diciembre,
el Capitán General de la segunda Región,
señor Ponte y M anso de Zúñiga, marqués de
Bóveda de Limia, se dignó visitar las Escue­
las Salesianas de Triana, donde fué recibido
por el M . Rdo. Sr. Inspector Provincial, los
Superiores locales y los numerosos niños que
que acuden a dicho centro. Después de unas
breves palabras de saludo pronunciadas por
el señor Director de la Casa, imo de los ni­
ños declamó con gracia y soltura una her­
mosa poesía. Después de xm canto c o ra l
ejecutado por todos los alxunnos, el Exce­
lentísimo Sr. Capitán General tomó la pa­
labra para hablar a los niños en los sigxiientes térm inos:
“Es para mí xma gran satisfacción asis­
tir a este sencillo acto y ver aqxxí entre esta
juventud a los hombres del m a ñ a n a los
cuales, c(Mi su trabajo y su inteligencia.'
harán a la P atria fuerte y próspera en la
paz, y a la que si fuera necesario sabrían
defenderla del enemigo, tanto del interior
como del exterior.

i

I
J erez de la F rontera (C á d iz ): Los muchachos del Oratorio Festivo llevan en hombros
a su bienhechor, don Alvaro Domecq.
Tenéis aquí, niños, una gran base y unos
profesores de una gran Orden religiosa, de
grandes, tradiciones que os harán hombres y
buenos ciudadanos.
H ubo un tiempo en otras épocas, que se
dió solamente importancia a la enseñanza, pe­
ro desde el punto de vista material. D e nada
sirve que se sea un buen trabajador o téc­
nico perfecto si esa técnica o trabajo no
van dirigidos y encaminados a cumplir él
bien; y entonces todos esos conocimientos
pueden ser perjudiciales porque pueden ser
dirigidos por el mal. E n estas escuelas, por
el contrario, recibís perfecta enseñanza m a­
terial, pero al unísono con una buena base
de principios cristianos y encaminadas ha­
cia -el bien. Po r eso se centuplica el provecño de los que aprenden aquí y serán una
esperanza p ara la Patria. Seguid esas en­
señanzas que recibís aquí y asi seréis una
fuente de grandeza para España. ¡V iv a Es­
p aña !"
Después de visitar las dependencias de la
Casa, deteniéndose a orar breves momentos
en la hermosa iglesia de M aría Auxiliadora,
el ilustre visitante se despidió, no sin an­
tes hacer im importante donativo p ara que
los Salesianos pudieran obsequiar durante
los días de N avidad a los niños pobres que
reciben educación en sus Escuelas. (.Del dia­
rio “Sevilla", 16 de diciembre de 1944.)
A L C A L A D E G U A D A IR A (Sevilla).— D e la
fiesta en honor de M a ría Inmaculada.
Grande h a sido el fervor con que los cen­
tenares de alumnos de este Colegio Salesiano han honrado a la V irgen Inm acula­
da, especialmente durante la Novena y en
la Santa Comunión. Los d i ^ niños que por
primera vez se acercaron a recibir a Jesús
Sacramentado, como también todos los alum­
nos gratuitos, fueron obsequiados con im

sabroso desayuno. Po r la tarde tuvo lugar
la imposición solemne de insignias a l o s
Congregantes de la Com pañía de S an Luis
Gonzaga, y a continuación, una artística
velada, músico-literaria, entre cuyos núme­
ros se destacaron varias piezas de las edi­
tadas por la Central Catequística Salesiana, y que fueron muy aplaudidas.
C O R D O B A .— Merecido homenaje.
Con extraordinaria brillantez celebróse en
la Casa Salesiana de Córdoba la fiesta ono­
mástica del reverendo señor Director de la
misma, D. Francisco Javier M ontero; fiesta
que se vió realzada con la presencia del
Excmo. Ayxmtamiento de la ciudad de U tre­
ra, cuya Gestora en pleno se personó en
la Ciudad de los Califas para hacer entre­
ga al P. M ontero del artístico pergamino en
que se le nombra h ijo adoptivo de Utrera,
en atención a la meritísima labor desarro­
llada en pro de las clases más necesitadas
de dicha ciudad durante el tiempo que ocu­
pó la dirección del Colegio de Nuestra Se­
ñora del Carmen.
El día 2 de diciembre, víspera de la so­
lemnidad de San Francisco Javier, la pobla­
ción escolar de la Casa Salesiana, que so­
brepasa en mucho al millar, ofreció a su
Director im caluroso homenaje de felici­
tación y gratitud, al que correspondió el
homenajeado c o n vibrantes y emoci<madas
frases.
E n la tarde del mismo d ía tuvo lugar,
en el salón de actos del Colegio, una gran­
diosa velada lírico-musical, cuyos números
mAs sobresalientes fueron el discurso d e l
doctor D. Luis Morales Oilver, Catedrático
de Filosofía y Letras de la Universidad de
Sevilla, y la entrega del título de hijo adop­
tivo de U trera a l P. Montero por el Alcal­
de de dicha ciudad, D. Antonio Sousa.
— 29

- M á s tarde, y en el mismo salón de ac­
tos, centenares de Antiguos Alumnos rodea­
ron al am ado Director p a ra manifestarle
su amor y cariño. E l día 4, después de la
concurridísima M isa de Comunión, e l señor
Director obsequió a todos los niños con un
abundante desayuno.
Desde estas columnas agradecemos a to­
dos el hom enaje rendido al Rdo. D . F ran ­
cisco Javier Montero, pues en la persona del
buen hijo de don Hosco se ve también hon­
rada la Congregación Salesiana entera.
M A T A R O (Barcelona).— Solemne reparto de
premios.
E l día 19 de noviembre p. p. tuvo lugar
en el Colegio Salesiano de M ataró la so­
lemne repartición de premios a los alum ­
nos más aventajados en conducta y aplica­
ción durante el pasado curso escolar de
1943-44. D e los números de la interesante
velada celebrada con este motivo, merece
especial elogio el discurso de introducción
pi-onunciado por el Rdo. Sí*. D. M anuel Se­
rrano, S. S. Todos los alumnos recibieron
una elegante “M em oria Escolar”, alarde de
buen gusto tipográfico de nuestras Escuelas
Profesionales de Barcelona.
L A S P A L M A S (G ra n Canaria).— Fiesta de
la Purísima Ckjncapción.
T o da la Fam ilia Salesiana de esta capi­
tal quiso unirse p ara celebrar con gran

fervor la fiesta de la Concepción Inm acula­
d a de M aría. Novena y Triduo resultaron
concuiiidísimos y muy solemnes. L a “schola
cantorum” dió gran realce a los distintos
actos con escogidas y bien e je c u t á i s com­
posiciones. E l Rdo. Sr. D , Andrés Y im E n­
cinas, S. S., cantó con su reconocida elo­
cuencia las glorias de M a ría Inm aculada
durante la M isa solemne del dia 8. Por la
tarde de dicho día, aniversario de la Con­
sagración de la Diócesis ai Corazón Inm a­
culado de M aría, se renovó la Consagración,
concluyendo la fiesta religiosa con un devo­
to acto eucarístico.
O lvera (.Cádiz) : Se declara festivo el día
de San Juan Bosco.
E l Ayuntamiento de esta importante ciu­
dad de la provincia de Cádiz se h a dignado
declarar Fiesta Oficial p ara todos los efec­
tos el día 31 de enero, solemnidad de San
Juan Bosco, condescendiendo así a l ruego
de gran número de industriales, comercian­
tes de la población, y m ás concretamente
aprobando la instancia elevada por el an­
tiguo alumno salesiano don José G a rc ía
Moreno. Es Olvera cabeza de partido, y
cuenta en la actualidad con m ás de diez
mil habitantes.
Quiera San Juan Bósco bendecir copio­
samente a una población que asi sabe hon­
rarle.

vvl

M ataro (B arce lo n a): Vista general del Co­
legio Salesiano de San Antonio de Padua.

30 —

X_J Jf.

S I E R V A

I> E

o n o s

Doña Dorotea de Chopitea
C 0 0 F »E J I«.-A 0 0 K «A

(Continuación.)
D on M ariano sufría con sin igual resig­
nación las molestias de su avanzada edad,
principalmente la ceguera que hacía algu­
nos años padecía. Tuvo la dicha incompa­
rable p ara él de tener por enfermera a su
h ija política. Instalada a la cabecera de su
lecho, suministrándole los medicamentos por
sí propia, velando su sueño con solícito cui­
dado, le sonreía plácidamente, como deben
de sonreír los ángeles, prodigándole consue­
los a cada momento. Lleno de gratitud, don
M ariano hacía la que solía llam ar "el án­
gel de la casa’’ , quiso, próximo a la muerte,
darle un especial testimonio de su cariño
patern al: — Acércate— le dijo— , acércate a
mi, querida Dorotea— . Llegóse, y en cuanto
la sintió a él próxima, le d ijo ; — Tom a este

CORDOBA:

S A E E S IJ S lV r t

precioso Rosario, recuerdo de mi familia
y testimonio de mi devoción a la serení­
sima Reina de los Cielos. Consérvalo, hija,
como memoria m ia y como prenda del ca­
riño con que te amó siempre su padre— .
L a piadosa Dorotea no pudo contener las
lágrimas ante aquella prueba de ternura,
estrechó contra su pecho la preciosa joya,
que transmitió a sus hijas más tarde. P o ­
co después se dormía para siempre en el
Señor el venerable anciano.
N o menos sensible que la pérdida del
padre de don José M aría fué la que luego
sucedió de una h ija que había sido el en­
canto de sus padres. E ra Carmen, joven
de dieciséis años. Acababa de salir del Co­
legio del Sagrado Corazón de Sarrlá, en
donde había pasado su niñez educándose
y en la práctica de la virtud.

Centenares de niños, alumnos del Colegio Salesiano, asisten al homenaje

tributado a su Director.
— 31

Am ábala entrañablemente su' abuelo, don
Mariano, el cual, poco antes de morir, en
uno de aquellos ratos de expansión que
con la angelical joven tenía, le habló de
esta m anera: — Oigo decir, Carmelita, que
el Cielo te h a dotado de una peregrina
belleza. T ú no sabes a cuántos peligros es­
tán expuestas las niñas que han recibido
de la naturaleza las bellas cualidades que
te adornan. L a belleza natural expone a
las jóvenes inexpertas, como tú eres, a im
peligro constante de perder la hermosura
del alma, que manchan con feísimos peca­
dos. Y o te quiero mucho, y m ás quisiera
verte sin vida que despojada de la cán­
dida estola de la inocencia que embellece
tu alma. Sí, h ija ; mejor te fuei*a morir
que pecar; y yo pido al Cielo que te lleve
a la compañía de los ángeles antes que
permitir afees, tu alm a con el pecado— .
Oyó la inocente joven este razonamiento
sin entender la profunda sabiduría que en­
cerraba, y con la natural repugnancia que
inspira la aplicación de un remedio tan
extremo a un mal cuya gravedad ella no
comprendía, y que le parecía tan fácil de
evitar en lo sucesivo, como si ningún es­
fuerzo de su parte había precavido hasta
el presente. Mas, sea que así lo tuviera
determinado el Cielo, sea que con sus sú­
plicas lo alcanzara del Señor el virtuoso
anciano, lo que -no se puede poner en duda
es que en agosto de 1861 la angelical don­
cella se vió acometida de un violento ti­
fus,» que tronchó aquella planta generosa
a m anera de furioso vendaval, la arrancó
de la tierra y la transplantó al Cielo, que
guarda en depósito aquella hermosui'a de su
inocencia. M urió el 19 de ^ o s to , en que
se celebraba la fiesta de San Mariano, pa­
trón de su abuelo. Entretanto, su padres
y hermanas quedaron, por tan dolorosa pér­
dida, sumergidos en im m ar de penas y
desconsuelos.
Sufrió la paciente madi'e tan rudo golpe
con xma resignación que admiraba. Lejos
de desahogar el dolor de su pecho en que­
jas contra la Providencia, redobló su ca­
ridad con los pobres, de la cual dió en
aquella ocasión notabilísimos ejemplos.

L a religiosa del Sagrado Corazón q u e . es­
taba al frente de la C asa de Sarriá, dice en
una relación que dejó sobre la Sierva de
Dios: “Algunos días después de haber muer­
to su h ija Carmelita, me llamó y me d ijo:
— Pues que el Señor h a dispuesto de mi hi­
ja, he adoptado en su lugar a los pobres, y
quiex'o d ar a ellos todo lo que gastaría para
ella, incluso su dote. S i usted sabe de ne­
cesitados, hágamelos conocer— . N o m e hice
de rogar. Todos fueron socorridos largamen­
te. A unos pagaba el rescate de un quinto
que debía gan ar el pan p ara su padres,
a otros el alquiler de la casa; a una pobre
impedida la mantuvo tres años oon una ca­
ridad sin límites, sin olvidarse de ella por
ningún acontecimiento, ni cuando le ocu­
rría hacer algún viaje o latga ausencia. En
estos casos pagaba un a enfermera para su
pobrecita Antonia. E n fin, sería intermina­
ble si pretendiese enumerar la caridad que
tenía con todos los pobres, y esto con tanta
humildad y sencillez, que aum entaba mucho
el mérito de esta señora, que, por cuanto he
visto y oído de ella, tengo por un modelo
de virtud cristiana.”
Sufrió pOr este tiempo una penosa enfer­
medad que le obligó a trasladarse a París
con objeto de consultar a un especialista
famoso. Permaneció allí algunos meses, acom­
pañada de dos de sus h ija s, y tres de ellos
tuvo que estar echada en cam a o en un so­
fá sin poder moverse apenas. Se le llaga­
ron los codos de estar echada tanto tiempo;
pero nadie la sintió abrir los labios para ex­
halar un a queja, antes al contrario, notan­
do que sus hijas y las criadas se lamentaban
de los dolores que debía de experimentar,
las consolaba con dulces frases, aparentando
no sufrir tanto como ellas suponían, o ha­
ciéndoles sentidas re fle x io n a cristianas. Ella
empleaba el- tiempo parte en la oración,
ofreciendo su vida y salud a l Señor, parte
en trabajos manuales propios de su sexo, si­
guiendo su ordinaria costumbre, que ya h a ­
bía convertido en segunda natxualeza, de no
estar nunca ociosa, sino estar siempre ocu­
pada en alguna faena, que a la vez le servía
de distracción y provecho p ara sus dolores.

(Continuará.)

En números anteriores dimos a conocer el comienzo de las obras del nuevo Se­
minario que la Inspectoría Céltica Salesiana se propone levantar en Arévalo (A vila)
pai’a sus Aspirantes al Sacerdocio. H an sido varios los señores Cooperadores que. con
generoso

entusiasmo,

han

querido

contribuir con sus limosnas desde un principio

a im a obra que habrá de redundar en bien de tantas almas. M ientras pedimos al Se­
ñor les

recompense abundantemente sú generosidad, le suplicamos siga moviendo el

corazón de nuesti'os bienhechores en

32 —

pro de

esta

obra

hasta

su

feliz

terminación.

D I S C U R S O

DEL

Extiiio. y Revilflio. Di. 0. AnlODio PililáiD y lapiálD
O bisp o

ñ

de

las

P a lm a s

la [laosDia ie la Vil flsanililea
[ateqvistka 0io[esaoa de Sevilla

Eminentísimo y reverendísimo señor, ex­
celentísimos e

ilusti’ísimos señores, señores

ligiosos y fieles, a
religiosa, que ha

combatir la ignorancia
alcanzado proporciones

asambleístas y hermanos míos todos muy
queridos en Nuestro Señor Jesucristo: Es

alarmantísimas.” •

ya observación vulgar la de que a los pa­

to en que el Obispo que os habla se pon­

dres suelen gustarles los b a lb u c e a de los
hijos y a los maestros no les desagradan

ga a haceros ver la extensión enorme de esa

de ordinario los ensayos de sus dicípulos.

profundas hasta las cumbres más altas de
la intelectualidad; no es este el momento.

T al es la consideración que en los pre­

Hermanos y señores, no es este el momen­

ignorancia

religiosa

desde

las

capas

más

se lo perdone— estos buenos y queridos Sa-

Y a lo dice nuestro señor Cardenal en su
lección práctica, y esa frase de nuestro se­
ñor Cardenal quisiera verla esculpida, por­

lesianos míos, obligándome a hablar en la

que ella viene a ser la consecuencia más

solemne sesión de clausura de la séptima

lógica, la más certera, la más práctica que

Asam blea Catequística Diocesana de Sevilla.

afluye de aquella maravillosa encíclica es­

Poi-que,

crita por un Pontífice Santo, “Acerbo N i-

sentes momentos me anim a a afrontar el
serio compromiso en que me metieron— ^Dios

eminentísimo

ñor, vais

a

y

reverendísimo

oír los balbuceos

del

se­

último

mis” ;

encíclica de c u y a profunda veidad

de vuestros sufragáneos. Vais a presenciar

es verdaderamente lamentable que el mun­

el ensayo del último pero no menos fer­
viente de vuestros discípulos, que, con avi­

do católico no haya acabado de darse cabal

dez de tal, suele guardar, escribir, leer, con-

mo en otro orden, el mundo no acababa de

servai' y repasar vuestros documentos pas­

darse cuenta de la verdad y de la trascen­
dencia de la encíclica “Rerum Novarum ”, y

torales, catequísticos sobre todo, y en uno de
esos documentos habéis escrito im a frase

cuenta a los cuarenta años de publicada, co­

fué menester que viniese otro P apa a re­

que— dicho sea con plena sinceridad y sin

cordarla con la “Quadragésimo Anno”. Por­

ánimo de adulación— quisiera yo ver impre­

que, señor y hermanos míos, está el mundo

sa en la primera página de los tratados de

católico aterrado, desorientado, sin saber ex­

Teología

yo quisiera ver

plicarse ese pavoroso fenómeno que otro
gran Cardenal — M arcier — diagnosticó: “la

escrita en las constituciones de todas las O r­

descristianización de la piedad contemporá­

denes y Congregaciones religosas dedicadas
a la vida activa; una frase que yo quisie­

nea”. Se nos están yendo a bandadas, esta­

seculares;

Pastoral
un a

escritos

frase

que

para

sacerdotes

mos perdiendo almas a millares y a millo­

r a ver esculpida en todas las casas y en

nes; nuestra Santa M adre la Iglesia Católi­

todos

La

ca se está desíuigrando, y el mundo católi­

frase es é sta: • “N a d a haremos provechoso
eficazmente p ara las almas, si no dirigimos

co. los intelectuales del mundo católico, se

todos nuestros esfuerábs, en común coopera­

dente) de averiguar las causas de esta des­

ción de sacerdotes seculares y regulare?, re­

cristianización, y psicólogos y sociólogos an-

los salones

de

Acción

Católica.

entregan

a

la

tarea

(no

siempre

coincí-

— 33

dan desorientados, y son pocos los que re­
cuerdan que va ya a hacer cuarenta años,
un gran Pontífice, con la visión certera del
que

contempla

los

acontecimientos

desde

página que escribió en cierta ocasión una
prestigiosa

revista

eclesiástica

española.

H ay en España— decía— más de treinta mil
socerdotes, doce mil religiosos, cu aro ita y

la cumbre espiritual m ás alta de la tierra,
al observar esta misma descristianización,

maestros y maestras, centenares de

expresó

taxativamente

de socios y socias de Acción Católica y sus

fimdamental de esa

descristianización, con toda su hoirenda se­

buenos dos o tres millones de católicos fer­
vientes y piadosos, de Comunión frecuente

cuela de depravaciones, crímenes e inmora­

y hasta diaria, que saben que la primera

lidades, estriba precisamente en la fenome­

de las obras de misericordia es la de ense­

nal ignorancia religiosa de la edad moder­

ñ ar al que no sabe, y en circunstancias co­

na.- E n la encíclica mencionada, aquel Pon­

mo la presente, obliga bajo pena de pecado

tífice

mortal.

afirmó,

terminantemente,

que la

santo,

causa

exhortaba

vehementemente

a

los católicos del mundo entero a que em­
pezaran

la

Cruzada

santa

para

cinco mil religiosas, cincuenta y tantos mil
miles

¡ Treinta mil sacerdotes, doce mil religio­

oponerse

sos, cuarenta y cinco mil religiosas, cincuen­

con toda su alm a y con todas sus fuerzas

ta y tantos mil maestros y maestras, cen­

a la avalancha terrible de la ignorancia re­

tenares y miles de socios y socias de Ac­

ligiosa contemporánea. Y , sin embargo, esa

ción Católica y sus buenos dos o tres mi­

ignorancia v a cundiendo de día en día es­

llones de cofrades de todas las asociacio­
nes piadosas... y la plaga de la ignorancia

pantosamente arraigada, tan espantosamen­
te arraigada, que dice nuestro eminentísimo

religiosa adquiriendo

Sevilla y en Es­

paña

canzado en

pro­

en frases de nuestro eminentísimo y reve­

porciones alarmantísimas. ¿En esta Dióce­
sis tan sólo, señor Cardenal? Cuando hace

rendísimo Cardenal!
¿Cómo se explica?
Dejemos a on lado eso. ¿Qué consecuencias

esta Diócesis

de

Sevilla

entera

en

Cardenal en el párrafo citado, que h a al­

proporciones

alarmantísimas,

tres noches os oía yo describir aquí la si­

trae? E n el último viaje que hizo a Rom a

tuación que, desde el punto de vista de la

vuestro

instrucción

alrede­

el Cardenal Ilundáin, escuchó de los augus­

religiosa, presentan

los

dignísimo antecesor en esta Sede,

dores, los suburbios y hasta el centro mis­

tos labios del Smrto Padre estas p a la b ra s :

mo de la capital sevillana, me parecía que

“Hace

os

m ucha falta

la

instrucción

religio­

vigo­

sa y la frecuente y devota recepción de los

rosos de artista apocalíptico el ignominioso

Santos Sacramentos en E s p a ñ a : si los es­

m apa de la ignorancia religiosa de im a gran

pañoles no trabajan con toda su alm a pa­
r a que los niños no se vean privados de

estaba viendo trazar,

con

trazos

parte de ciudades y regiones enteras'~de~la
nación española. Porque, señores, en Espa­

esta recepción de 1<« Santos Sacramentos,

ña, en nuestra España, en aquella España

sobrevendrá sobre España un a ruina espi­

que fué el pueblo teólogo por antonomasia,

ritual que será fatal e irremediable.” C ua­
tro años m ás tarde, estas palabras pontifi­

la mancha ignominiosa de la ignorancia re­
ligiosa ha adquirido caracteres de verdade­
ro borrón de infamia. Somos acaso, de las
naciones católicas del mundo, la más ver­
gonzosamente ignorante en doctrina cristia­
na. Señores asambleístas, ¿me permitís que,
tratándose como se trata de temas tan tras­
cendentales, me deje en estos instantes de

cias adquirían el desconsolador relieve de
la m ás trágica de las profecías, porque cua­
tro años m ás tarde, España, víctima de la
ignorancia religiosa, ofrecía al mundo ate­
rrado el escándalo de los sacrilegios m á s
numerosos y más

espantosamente

salvajes

que se hayan repetido en niguna nación del
mxmdo desde que existe la Historia, “S i los

paños calientes, de plantillas opacas, de re­

españoles no

creaciones oratorias,

p ara que sus niños no se vean privados de

m ás o menos habili­

trabajan

con

toda su alm a

dosas. para dedicai' medio minuto tan sólo

la instrucción religiosa y de la frecuente y

a un sencillo examen de conciencia?

¿Va­

devota recepción de los Santos Sacramaitos,

mos a hacerlo? P a ra hacerlo me voy a ser­

la ruina de España será fatal e irremedia­

vir, recordándola y completándola, de una

ble.”- -

34 —

Señores, las páginas esas del 36, que to­
dos recordamos con pavor, serán verdade­

‘ ¿Cómo hemos de trabajar? Dos proble
mas se nos plantean en este aspecto de la ca-

ras páginas de idilio ante el río de sangre

tequización: Primero, el de la catequización

que nos va a aiTastra a todos, ya lo sa­

de los niños que acuden a nosotros y los

béis, ¡a todos!, si no ponemos un remedio:
el remedio que exige el P a p a de la “Acer­

tenemos al alcance de nuestra mano. Segun­

bo nilmis”, el P a p a de la “Quadragésimo
Anno” y de la Iglesia entera; la Iglesia

los adultos que viven alejados de nosoti-os.

entera, señores asambleístas, que h a conti­
nuado repitiendo las observaciones. que hi­
ciera ya el P a p a Pío X , y que, lo que es
májü, las h a venido concretando solemne­
mente en los preceptos del Código;

las ha

do, el de la catequización de los niños y de

Prim er problem a:

el de la catequización

de los niños que tenemos al alcance de nues­
tras manos. Solución: la solución está bien
clara:

enseñarles— como se decía en la pri­

mera de las conclusiones aprobadas en la

venido cristalizando en normas pi*eceptivas

sesión matutina de

xmas, directivas otras, dirigidas todas a los

ñarles

obispos, a los párrocos, a los sacerdotes sin

sapientísimas

cura parroquial, a

ayer m añana— , ense­

la doctrina cristiana,

siguiendo

indicaciones y normas

las

traza­

los religiosos y religio­

das por nuestro Emmo y Rvdmo. Sr. C ar­

sas, a los padres de familia, a los maestros,
a los socios de Acción Católica, a los miem­

de 1938, y adoptando los más acreditados

bros

procedimientos modernos; y en segundo lu­

de

todas

las

asociaciones,

congrega­

denal

en su

instrucción pastoral de

julio

ciones y cofradías, especialmente a los de

gar*, hacérsela vivir. Decía muy bien uno de

la Doctrina Cristiana. ¿Qué hemos de ha­

los ponentes que el Catecismo no es sólo

¿Qué he-

im a asignatura, sino que es una v id a : ha­

n u » de hacer p ara que un día no veamos
convertida en escombro esta maravillosa

cérselo vivir. Po r eso, Emmo. y Rvdmo. se­
ñor Cardenal, vais a permitir que yo me to­

Catedral sevillana? ¿Qué hemos de hacer?:

me la libertad de felicitaros con toda mi al­

dedicamos todos a la labor del apostolado
las

m a por la idea que habéis tenido de enco­
mendar la organización de esta V I I Asam ­

palabras de nuestro Emmo. y Rvdmo. señor

blea Catequística Diocesana a los benemé­

Cardenal que os he citado al principio: “N a­
da haremos provechoso eficazmente en bien

ritos Padres Salesianos, porque, señores y
hermanos míos, cuando uno convive en los

de las alm as si no dirigimos todos nuestros

colegios de estos beneméritos hijos de San

esfuerzos, en común cooperación de sacerdo­

Juan Bosco, cuando uno ve con sus pro­

tes seculares y regulares, religiosos y segla­

pios ojos, no sólo cómo les enseñan la doc­

cer? Señores y hermanos míos.

catequístico.

Recordad

todos

los

días

res, dedicándonos a combatir la ignorancia

trina cristiana, sino cómo se la hacen vivir,

religiosa, que ha adquirido proporciones ala r­

cómo Ies hacen rezar y confesarse, comul­

mantísimas.’'

gar y meditar, jugar y cantar, le brota a

T riana (S e v illa i: El Ex­
celentísimo

Sr.

Capitán

General de la segunda Re­
gión, señor Ponte y Man­
so de Zúñiga, marqués de
Bóveda de Lim ia, acompa­
ñado de su ayudante, el
Teniente

Coronel

señor

Calvo, visitan las Escuelas
Salesianas.

r
uno del corazón espontáneamente el vehe­
mente anhelo de que todos los párrocos de

catequista de la confesión; fué uno de los
primeros pedagogos modernos que se dió

cada una de nuestras diócesis, a3oidados, co­

cabal cuenta de que la clave de la educa­

mo es natxu'al, por los demás sacerdotes se­
culares y religiosos, y por los señores maes­

ción catequística integral está en la con­
fesión bien hecha, completada por \ma sen-

tros y maestras, y por los padres de fam i­

tic^ dirección espiritual. Sí, señores; direc­

lia, y por los socios de Acción Católica y

ción espiritual para los niños p e q u ^ t o s de
nuestras escuelas y de nuestra catequesis.

por los cofrades de diversas congregaciones
y confradías» hagan

con los niños de sus

feligresías lo que los Salesianos hacen con

Y a en tiempos de San Juan Bosco, los
psicólogos decían que eso era imposible. Hoy,

los niños de sus Colegios. ¡ Ah, señores 1, el día
en que los obispos podamos ver que todos

los psicólogos de 1944 han dado plena razón
a San Juan Bosco. ¡A h , si los psicólogos de

nuestros párrocos hacen con los niños de

la incredulidad que nos envidian la confe­

su

sión, dispusiesen de este medio pedagógico

feligresía

lo

que

los

Salesianos

hacen

con los niños de sus colegios, yo os aseguro

soberano!

que todos los obispos de España podríamos

le harían rendir todos los frutos posibles!

entonar

el

“Nunc

Dimittis”, porque

¡Con qué ilusión y con qué afán

sería

Pues, ¿por qué nosotros, sacerdotes, en cu­

el glorioso “Tedeum " triunfal, que hoy día

yas manos ha puesto Jesucristo la exclusiva

no sé si habrá un obispo español que pueda
cantarlo.

Hacerles vivir la

. de esta invención genial;

por qué vc«otros,

vida del Cate­

catequistas seglares, no habéis de poner ' el

cismo a los niños que acuden a nuestra ca-

mismo empeño en esta sublime pedagogía
fundamental? Sacerdotes, seglares, tened la

tequesis, haciéndoles rezar, no canturrear;
hacedles rezar atentamente, pausadamente,

convicción plena de que la instrucción ca­

cortésmente, piadosamente, inteligentemente;

tequística por excelencia que podéis d ar a

enseñarles

no sólo a recitar las fórmulas

los niños de vuestras escuelas y de vues­

de Jas oraciones, enseñadles a dirigir a Dios

tra catequesis es la de enseñarles y prepa­
rarles y acompañar a vuestros niños a que

estas otras breves y ardientes oraciones lla­
madas jaculatorias, que, como ascuas vi­

hagan

buenas

y

frecuentes

confesiones.

vas, vayan saltando de sus pequeñitos cora­

Sacerdotes, hermanos míos de mi alma': ¿te­

zones inflamados en amor de Dios, honda­

néis la convicción plena de que la instruc­

mente convencidos, señores sacerdotes y ca­

ción

tequistas que me escucháis, de que— como

d ar es la que vayáis a d ar desde la Sede
de vuestro confesionario, cuando os colo­

h a dicho un eminente pedagogo moderno—
“ningún catequista, por muchas maravillas

catequística

m ás

d ivin a

que

podéis

quéis a confesar a niños pequeñitos, con tal

qué haya hecho, creerá haber hecho nada

de que lo hagáis con la convicción profunda

mientras no haya enseñado a los niños de

de que estáis

realizando m a

de las más

su catecismo a rezar como se debe rezar.” ' trascendentales tareas apostólicas, con tal
de que lo hagáis con el cariño sobrenatural
" L a sola recitación del “Señor mío Jesu­
cristo”. rezado sentidamente por im a niña
de la escuela, nos conmovió profimdamente

y divino con que am aba a sus niños, a los
niños pobres, el Corazón de Jesús?

a todos”—decía en un a de Sus pastorales el
gran Obispo Salesiano don M arcelino Olae-

Señores, de lo demás que os decía: ^ s o ­
ñadles a comulgar, a jugar, a cantar, ya

chea. Señoi*es míos, ¿por qué nosotros los
sacerdotes, los catequistas, no pondremos

comprenderéis que cada una de esas pala­

todo nuestro empeño en que todos los niños

bras me daría tema pai'a una conferencia.
E l problema más difícil no es ese, el má.«;

sepan rezar de esa m anera el “Señor mío

• difícil que se nos prepara en estos instantes
es otro; es el problema que como un enor­

Jesucristo” y las demás oraciones conteni­

me signo de interrogación quedaba trazado

das en las fórmulas de la catequesis? Haced­
les rezar, enseñadles a rezar; hacedles con­

en cada una de las sesiones matutinas de
estudio de esta séptima Asamblea Catequís­

fesarse,

tica Diocesana.

y niñas de nuestras escuelas y catecismos

enseñadles

a

confesarse,

como

se

debe confesar. San Juan Bosco fué el gran
36 —

iConUnuará.')

C r ó n i c a de G r a c i a s
L A S P A L M A S .— Estando muy agradecida
por im gran favor obtenido por intercesión
de la Sierva de Dios doña Dorotea de Chopifcea, cumplo m i promesa de publicar -.a
gracia.— M argarita Navarro Carió.
BARíCELONA.— Doy gracias a M aría Au­
xiliadora por im favor recibido de sus m a­
nos, envío una limosna para las Obi*as salesianas y ruego se publique la gracia en ei
B oletín.— Teresa Rius.
ECIJA.— U n a joven de dieciséis años se
hallaba enferm a de cuidado, a causa de una
ligera m ancha que le había aparecido en
el pulmón. Sus hermanas empezaron una
novena a M aría Auxiliadora, oyendo misa y
comulgando todos los días, y le colocaron
Sobre la parte dañada im a reliquia de S a i
Juan Bosco. A los tres días desapareció el
peligi'o y hoy está ya la joven completam «it e restablecida, y ha venido a d ar gra­
cias a M aría Auxiliadora y a San Juan
Bosco, ofreciendo una limosna p a r a las
Obras salesianas.— N. N.
G E R O N A .— Os doy gracias. Virgen S an­
tísima Auxiliadora y San Juan Bosco por
los muchos favores que me habéis alcan­
zado, e n e ra n d o me alcanzaréis otra gracia
que os pide con gran fervor y confianza
vuestra hija.— P. de M.
G E R O N A .— Entrego un a limosna en agra­
decimiento a la Santísima Virgen por un
favor alcanzado.— M . Saderra.
S E V IL L A .— Desde hace unos seis años,
veníansele reclamando a mi marido sesenta

m il pesetas a causa de un gravísimo error
cometido en la contabilidad de ciertas ofi­
cinas, error en el cual mi esposo no tenía
culpa alguna. Los sinsabores y disgustos
que esto nos ha ocasionado ato son para des­
critos. Habiendo resultado inútiles todos los
medios humanos imaginables para poner las
cosas en claro, una buena amiga nuestra,
cooperadora salesiana, nos aconsejó enco­
mendamos a S an Juan Bosco. A l punto acu­
dimos a la poderosa intercesión del Santo,
pidiéndole apoyara nuestras pobres oracio­
nes ante el Señor y la Virgen Santisim.i
Auxiliadora^ a la vez que le prometíamos,
de conseguir el favor, d ar una limosna para
sus niños pobres y publicar la gracia en el
B oletín S alesiano. Poco después, mi marido
tomó una resolución tal, que de ella salió a
la luz pública la verdad, resolviéndose el
conflicto a favor nuestro de form a inesoerada. Hoy cumplo lo ofrecido dando mil
gracias a M aría Auxiliadora y a San Juan
Bcsco por tan señalado favor y entregando
la lim <»na da cien pesetas.— A. L. de Z.
S A L A M A N C A .— Hallándose nuestro com­
pañero Valentín González gravemente en­
fermo, hasta el punto de habérsele ya adm i.
nistrado los últimos Sacramentos, acudimos
con confianza y devoción filial a nuestra M a ­
dre Auxiliadora, pidiéndole la curación del
enfermo y comenzando im a novena. Y he
aquí que nuestro compañero, al octavo día
de la novena, se hallaba completamente fue­
ra de peligro. ¡ Te damos las m ás rendidas
gracias. Virgen Santísima A uxiliadora!.— Los

alumnos de la clase cuarta de las Escuelas
Salesianas de San Benito.

Novicios de San José del Valle y Aspirantes coadjutores de Cádiz, ílorid a esperanza dí
la Inspectoría Salesiana Bétiea.
-

37

Jn mcmoriara

Doña

L a u r a R o d ríg u e z -V e g a
de Blanco

Imposible de todo punto dar a conocer en
el corto espacio de una reseña cronológica
la colosal figura de esta dama, insigne
Cooperadora salesiana, cuya vida entera se
h a deslizado en una continua y efectiva
acción de caridad. Abrigamos firme esperan­
za de que no faltará quien proporcione a
los católicos españoles una biografía que les
diga quién h a sido doña Laiu’a y qué ha
representado p ara los pobres de Salamanca.
Si a éstos se lo preguntáramos, nos dirían
que p ara ellos h a sido un ángel de amor,
una verdadera madre. Po r esto rezaron fer­
vorosamente durante su última enfermedad
para arrancarla de la m uerte; por esto con­
templaron llorando el paso de su cadáver
por las calles de la ciu d ad ; por esto se
sienten hoy más que mm ca huérfanos y
desamparados.
Y. a la verdad, ¿quién podría jam ás sa­
ber hasta qué extremos llegó la caridad de
esta señora que. esposa del cristianísimo y
prestigioso don M atías Blairco Cobaleda. sa­
po conservarse siempre pobre de espíritu y
completamente despegada de los bienes ma­
teriales, que sólo empleó para ganar el Cie­
lo repartiéndolos a manos llenas entre los
indigentes y necesitados de la tierra? D aba
siempre para todas las obras de caridad, sin
temor a agotar los ingresos, ya que se cum­
plía en ella lo que solía repetir con fre­
cuencia: — Y o saco mi dinero con fines be­
néficos por la puerta, y Dios me lo devuel­
ve centuplicado por la ventana— . Y no sólo
daba de lo suyo, sino que se daba a si mis­
ma, afanándose en la confección de pren­
das de vestir— que ella en persona repartía
luego entre los pobrecitos— y - pasando lar­
gos ratos de rodillas y con los brazos en
38 —

cruz para pedir por todos los me’nescerosos
del mtmdo.
Entre las obras de caridad por e lla más
protegidas, se cuenta la O bra Salesiana;
obra que llegó a su conocimiento de una
form a verdaderamente providencial. Ei*a en
los primeros años de su matrimonio, y su
esposo hallábase desahuciado de los médi­
cos, cuando alguien le aconsejó que se en­
comendara a M aría Auxiliadora, cuya devo­
ción comenzaban a propagar por Salam an­
ca los Salesianos recién llegados a dicha ciu­
dad. A falta de otra, c u e ^ a de la pared
una imagen de la V irgen de don Bosco, re­
cortada de un periódico de actualidad, y
comienza una novena con sus familiares y
amistades. N o bien habían rezado las pri­
meras oraciones de la piadosa práctica,
cuando don M atías se sintió repentinamen­
te curado y lleno de vigor y energía. Desde
entonces puede decirse que la devoción a
M aría Auxiliadora fué la devoción reina en
el corazón de doña Laura, que no cesó de
propagarla y extenderla, y de proteger a los
niños pobres que se educmi bajo el manto
de la A uxiliadora en las Escuelas Salesianas de San Benito de Salamanca, cuya
monumental iglesia, el tener que ser res­
taurada, encontró en la ilustre dam a el más
decidido y entusiasta apoyo.
Y M a ría Auxiliadora quiso, en el día de­
dicado a su culto— 24 dé diciembre p. p.— ,
y víspera del nacimiento de su divino Hijo,
sacarla de este munjip, y ofrendarla a Jesús.
E n medio deh d o lo r'q u # nos causa su pér­
dida, nos conforta la seguridad de que su
caridad exquisita de Cooperadora Salesiana
ha recibido ya su galardón donde Dios pre­
mia con el ciento por uno lo que hacemos
por los pequeñuelos que creen en E l y por
la Fe le pertenecen.

D. Antonio Fernández B ra v o : É n la C a ­
sa de Santander h a fallecido este ejem plar
y santo coadjutor salesiano que, desde su
profesión, realizada hace pocos años, venía
trabajando, p a m la mayor gloría de Dios
y bien de las almas, en el cultivo humilde
y sacrificado de la huerta. Dios, que ve en
el fondo del corazón, premie las virtüdes del
joven religioso. A su hermano don Jesús,
también coadjutor salesiano, y demás fam i­
lia, nuestro más sentido pésame.
Encomendad también a Dios a los siguien­
tes Cooperadores Salesianos, que reciente­
mente han dejado de existir:
D . José M aría Pérez X ifrá, D. Emilio Figueras Siqués, D. F em ando Viñas Deutaner, de G ero n a; Rdo. Sr. D. Ram ón Cos­
ta, de Olot.
R.

I.

P.

L E C T U R A S

C A T O L I C A S

son éstas las lecturas más. enérgicamente queridas, más entusiásticamente di­
fundidas, más constantemente inculcadas por S A N J U A N B O S C O .

H e aqui palabras textuales del Santo : «Favorecer éste nuestro empeño
es hacer una obra grande, eminentemente social y eminentemente caritativa.
T o d o s los padres de familia deberían aportar su ayuda para asegurar las bases
del edificio religioso y civil, asociándose a las LECTURAS CATÓLICAS ; to­
dos los párrocos, deberían protegerlas y aprobarlas en sus parroquias ; todos
cuantos abundan en bienes de fortuna, deberían adquirir los ejemplares que
pudieran para distribuirlos gratuitamente entre aquellos a quienes faltan medios
para suscribirse.»
MiDones y millones de ejemplares se han esparcido por el mundo para
bien de las familias cristianas, y , especialmente, para bien de la juventud.
¿Q uién no querrá contribuir a una obra tan útil y provechosa?
Administración de las L E C T U R A 3 C A T O L I C A S :

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}il, 1648» 1



Un llamamiento especial
a los Cooperadores y bienhechores de la
Inspectoría (Provincia) Céltica Salesiana
Esta Inspectoría se ha visto, en el presente año, bendecida
por el Señor con numerosas vocaciones. A E l sean dadas las
gracias.
Sin embargo, con ello ha venido a agudizarse un grave pro­
blema ya de tiempo atrás existente: el problema del alojamiento
y manutención de esos niños y jóvenes Aspirantes. N o les po­
demos cerrar las puertas; son futuros apóstoles que el Cielo
envía a nuestra Congregación para que pueda ésta cumplir
cada día mejor su divina misión de salvar almas.
Puesta la fe en Dios, en A révalo (A vila ), se han echado los
cimientos de un seminario capaz de acoger y albergar a 300 la­
tinistas aspirantes a salesiano'
Cooperadores, bienhechores de las Obras Salesianas, venid
en nuestra ayuda. Prestadnos vuestra cooperación moral: ro ­
gando y haciendo rogar por nosotros, dando a conocer a San
Juan Bosco y sus Obras, procurándonos nuevos bienhechores,
etcétera.
Prestadnos vuestra cooperación material. He aquí algunas
de las cantidades que podéis suscribir:
Pensión de un
día de unseminarista. . . .
5 ptas.
Pensión de un
m es............................
150 »
Pensión de medio a ñ o... ...................
900 »
Pensión de un
año.............................
1.800 »
Una beca de estudios (para aspirante)...
5.000 »
Una beca perpetua................................... 25.000 »
Recibiremos cualquier donativo (por pequeño que pueda pa­
recer), ya pecuniario ya en especie.
Envíense al: M. Rdo. Sr. Inspector provincial (PP. Salesianos),
G ral. Primo de Rivera, 25, M adrid , o bien a cualquiera de las
Casas Salesianas de esta Inspectoría, indicando claramente el
fin de la limosna.
jDios os lo pague!