BS_1944_06.pdf

Medios

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Obra Pfa del Sagrado
Corazón de Jesús, de Roma

S eis misas cotidianas perpetuas para los ins ­
critos VIVOS Y DIFUNTOS, Y OTROS PAVORES ESPI­
RITUALES.—^Fué fundada la Obra Pia del Sagrado
Corazón, por el primer sucesor de San Juan Sos­
co, y benignamente aprobada por S. S. León xttt
el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, se adquiere
derecho a participar de todas las oraciones y bue­
nas obras de la Sociedad Salesiana, y a la apli­
cación de seis misas, que se celebran todos los
días, a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sa­
grado Corazón de Jesús en Roma, dos en el al­
tar mayor, dos en el de M aría Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pia, pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o a
otras personas, vivas o difimtas, y variar la in­
tención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto des­
tíñanse, de modo exclusivo, á promover la gloria
de Dios y los intereses culturales de la sociedad,
acogiendo a niños pobres y abandonados para
educarlos cristiánam ete.
¿Quién no contribuirá, pues^ con algunos cén­
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta
invitación paternal de San Juan Bosco y de la
Iglesia, inspirada en ideales tan nobles y caritativ<»?
¿Quién no siente la necesidad de asegurarse la
benevolencia divina, en este mundo y en el otro,
mediante la aplicación de los méritos infinitos
iel Santo Sacrificio del altar?
¿Quién no tiene seres queridos, vivos o difun­
tos, a quienes obsequiar con tan espléndido re­
galo espiritual?

D IO S B E N D IG A Y RECOM ­
PENSE A TO D O S NUESTROS
BIENHECHORES.
San Juan Bosco.

T E SO R O ESPIRITUAL
Los Cooperadores que, habiendo confesa­
do y comulgado, visiten ima iglesia u ora­
torio público (los Religiosos y Religiosas, la
suya privada), y recen alU según la inten­
ción del Suhio Pontífice, pueden ganar:
IN D U L G E N C IA P L E N A R IA
1.0 E l día en que dan su nombre a la
P ía Unión de los CJooperadores.
2.0 E l día en que, por vez primera, se con­
sagren al Sagrado Corazón de Jesús.
3.0 Todas las veces que, durante ocho días
seguidos, hagan Ejercicios Espirituales.
4.0 En punto de muerte si confensados y
ccanulgados, o al menos oon corazón con90 —

Pidan hojas de inscripción y envíen las
limosnas a la Dirección del B oletín SalesiANO, Apartado 9134, Madrid, que es la
representación del Rvdmo. Sr. Rector M a­
yor de la Congregación Salesiana.

trito, invocaren devotamente e l Nombre de
Jesús con la boca, y si no pueden, con el
corazón.
Cada mes:
1.0 U n día del mes a su elección.
2.0 E l día en que hacen el Ejercicio de la
Buena Muerte.
3.0 El día que asisten a la Conferencia
mensual salesiana.
Ju n io: D ía 4. Fiesta de la Santísima T ri­
nidad; 8, Solemnidad del Corpus Christi:
16. Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús:
17. Inmaculado Corazón de M aría; 24, San
Juan Bautista: 29. San Pedro; 30, Conme­
moración de San Pablo.
J u lio : D ía 1, Preciosisiina Sangre de Nues­
tro Señor Jesucristo; 2, Visitación de Nues­
tra Señora; 16, Virgen del Carmen.

BOL ETI N
SALESI ANO
J u n i o de 1944
2.* Epoca-Núm. 12

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
D O N B O SC O

Redacción

y

Administración: - Alcalá,

164. -

Apartado

. 9134. -

MADRID

■MllllUlwUIUWIUUbUlillllUlUIMIiniUllUUinitliniUlUüUlllliltUUUUIUUIIIIIIIIIIHIIUIIUtlIlllUUMllllDIllUUUlUUUIUllUltlUUII^^^

SUMARIO:
San Juan Hosco y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.— Efemérides secu­
lares.— ^Por el mundo salesiano (.España: Córdoba, Baracaldo, Sevilla, Tenerife,
Huesca, Tibidabo y Oribuela. Francia, India, Argelia y Portugal).— De nuestras
Misiones.— L a Sierva de Dios doña Dorotea de Chopitea.— Crónica de gracias.—
Sección catequística.

SAN JUAN BOSCO
Y LA

D E V O C I O N A L S A G R A D O C O R A Z O N DE J E S U S
J URANTE muchos años don Bosco
fue considerado úmcamente co ­
mo el santo educador del siglo XIX y el
apóstol infatigable de la devoción a M a ­
ría A uxiliadora, que h a sido llamada
por el pueblo la Virgen de don Bosco.
Y esta opinión no es e x a cta , o por
lo menos, no abarca por entero la com ­
pleja fisonomía espiritual del 3 a n to ‘
Don Bosco, entre sus mayores glo­
rias, puede contéir la de haber sido in­
cansable paladín y apóstol de la Comu­
nión frecuente entre los jóvenes y aun
entre el pueblo en general.
Mucho antes que el D ecreto Quam
singulari de Pío X , acompañado de
aquellcis proféticas p alab ras: Tendre­
mos niños santoSf permitiese la Comum6n frecuente aun a los niños de tier­
na edad, las Casas de don Bosco eran
hornos de piedad eucarística, y a su al­
rededor habÍ2m ya brotado flores de e x ­
quisita y juvenil santidad, cuales fue­
ron Domingo 3nvio, Miguel M agone,
I

Francisco Besucco, y cien otros más,
emu/os, en expresión de don Bosco mis­
mo, de las virtudes de San Luis G onzaga.
£1 paso de la piedad eucarística a la
devoción al 3sigrado Corazón de J e ­
sús no era difícil. Y don Bosco du­
rante toda su vida fue un propagador
de esta devoción que en la segunda mi­
tad del siglo pasado, más que en tiem­
pos zmteriores, iba a enriquecer la pie­
dad del pueblo cristiano.
No faltan a nuestro propósito esplén­
didos testimonios.
E n el volumen VI de las «Memorias
Biográficas» se lee que una noble seño­
ra nacida en el cisma y convertida a
la Religión C atólica, el 2 8 de octu­
bre de 1861 escribía a don Bosco des­
de Florencia : Confio grandemente en
la misericordia y en el amor del Sacra­
tísimo Corazón de Jesús, que usted su­
po inspirarme aun antes de que yo fue­
se católica.
— 91

R oma . — In te rio r de la Ba­
sílica del Sagrado Corazón
de Jesús.

E l 1 6 de junio de 1 8 7 5 , al cumplir­
se el segundo Centenario de la revela­
ción del Culto del Sagrado Corazón
de Jesús a Santa Margarita M aría A la coque, don Bosco consagraba al Divi­
no Corazón el Oratorio de V ald o cco ,
Casa-madre de los 'Salesianos, y b a ­
cía imprimir por vez primera E l jardín
de los escogidos, o sea, la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús, escrito por
el sacerdote salesiano don Bonetti.
E l siervo de Dios don Miguel R ú a,
hablando de la devoción de don B os­
co al Sagrado Corazón, dejó escrito :
D on Bosco fué muy devoto del Sagra­
do Corazón, y estableció que la devo­
ción principal de las Casas de N ovicia­
do y Estudiantado donde se jo m a el
personal salesiano fuese dirigida al Sa­
cratísimo Corazón de Jesús, y quiso que
a este D eifico Corazón se consagrasen
dichas Casas.
P ero la prueba más patente del in­
menso amor que don Bosco tenía hacia
el Corazón Divino, es el t e r c i o que
erigió en Rom a en el Castro Pretorio.
E s este templo la última y grandio­
sa afirmación de su actividad, de su
piedad y de su obediencia hasta a los
deseos de la Santa Sede.
Con esta construcción gigantesca,
que cantará por siglos y siglos el
seráfico ardor del Santo para levantar
al Sa^gf^do Corazón en la Capital del
mundo católico un trono de gloria, se
cierra su carrera mortal.
92 —

Sin temor a equivocarnos podemos
afirmar, y tal vez en esto consiste la
recompensa en la tierra del Sagrado Co­
razón a su apóstol, que esta iglesia es
el templo de las divinas realizaciones
de don Bosco.
Y en efecto, fué en este templo,
durante la única misa que en él celebró
en el altar de M aría Auxiliadora el
16 de mayo de 1 8 8 7 , cuando don Bos­
co , iluminado del C ielo, encontró cum­
plida la misión que le señalara la Di­
vina Providencia en el profético sueño
de los nueve años.
A l salir de R om a, dos días después,
podía, como el anciano Simeón, ento­
nar el Nunc dimittís.
P ara completar estos apuntes, inte­
resa hacer notar que, mientras se iban
levantando los muros de la grandiosa
Basílica de R om a, el Santo tuvo ilus­
traciones sobrenaturales que le anima­
ron a difundir cada vez más el culto
al Sagrado Corazón.
T rátase de algunas apariciones del
jovencito Luis Colle, fallecido en T o ­
lón el 3 de abril de 1881 en olor de
santidad, las cuales narraciones nos re­
fiere el mismo don Bosco.
E l 3 0 de abril de 1 8 8 2 se hallaba
don Bosco en R om a. E ja la fiesta del
Patrocinio de San José. Estando en la
sacristía de la capilla, que hacía las ve­
ces de Darroquia, junto al templo en
construcción vió a Luis que sacaba agua
de un pozo.

— (P a ra qué sacas tanta agua?— le
preguntó don Bosco.
— Para mi y para mis padres.
— ¿P e ro por qué tanta?
— ¿N o lo entiende? ¿ N o Ve que es
el Sagrado Corazón de Jesús? Cuan­
tos más tesoros de gracias y de mise­
ricordia salen, tanto más le queda.
— ¿ y cómo te encuentras aquí?
— volvió a preguntar el 3anto.
Y respondió L u i s :
— H e venido a visitarle y decirle que
soy feliz.
A l año siguiente don Bosco se hos­
pedaba en casa de los Sres. CoUe, pa­
dres de L uis, en H yéres. U n día,
mientras celebraba, se le apareció de
nuevo el santo jovencito.
— ¿ Q u e pasa, L u is ?— le preguntó
don Bosco.
Luis le indicó una región de A m éri­
ca del Sur adonde era necesario en­
viar misioneros.
— A hora— le dijo don Bosco— dé­
jame decir la Santa Misa. M e has dis­
traído y no sé cómo continuar.
— Es necesario— continuó Luis— que
los niños comulguen con frecuencia. D e ­
bes admitirlos cuanto antes a la P ri­
mera Comunión. Dios quiere que nu­
tran sus almas con la Santa Eucaristía.
— ¿P e ro cómo hacer para darles la

B oma. — A lta r

Primera Comunión, cuando aún son
muy pequeños?
— Desde los cuatro y cinco flños
muéstreseles la Sagrada Forma, y mi­
rándola, recen a Jesús; será esto su
Comunión espiritual. Dehe inculcarse
muy hondamente en los niños estas tres
cosas: amor de Dios, comunión fre­
cuente y amor al Sagrado Corazón de
Jesús. Pero el amor al Sagrado Cora­
zón de Jesús encierra los otros dos.
E n una visita anterior, Luis había
enseñado al 3anto un pozo en medio
del mar, diciéndole :
— M ire aquel pozo ; las aguas del
mar entran y salen continuamente, y el
mar no disminuye jamás. A s i son lás
gracias contenidas en el Sagrado Cora­
zón de Jesús. Es fá cil el obtenerlas :
hasta rezar.
Nos inclinamos a creer que el 3alvador, con estas revelaciones sobrenatura­
les, quería premiar las fatigas soporta­
das por su fiel siervo al levantarle el
templo de R om a, y que se haya ser­
vido de este jovencito para iluminarle
e instmirle respecto a la devoción a su
Corazón Divino, para animarle en las
no pocas dificultades que debía sopor­
tar en la empresa, y hasta para ayudar­
le y dirigirle en la obra de las misiones
extranjeras, a las que, desde hacía al-

de María

Auxiliadora en la BasÜica
del

Sagrado

Corazón

de

Jesús.

— 93

gún tiempo, había puesto mano. Este
joven condujo en sueños a don Bosco a
la lejana A m érica, donde le hizo ver el
inmenso campo que la Providencia reser­
vaba para sus hijos los ^^l^sianos.
3in duda las apariciones de Luis C olle animaron a don Bosco en la erec­
ción del templo de R om a y en la di­
fusión del culto al Sagrado Corazón
de Jesús. L o confirma un hecho que
tiene caracteres de sobrenatural.
Eln el 1 8 8 6 , ya en el ocaso de su
larga y fatigosa vida, don Bosco se di­
rigió hasta Barcelona, en busca de me­
dios para sus múltiples obras. E n la c a ­
pital de C ataluña fué acogido triunralmente. E l día 5 de mayo, ante el
altar de la V irgen de las M ercedes,
Patrona de Barcelona, recibía San Juan
Bosco la propiedad de la cumbre del
Tibidado para que sobre aquella her­
mosa montaña levantara una ermita al
Sacratísimo Corazón de jesú s. Con
ello quedaba perfectamente explicada
la enigmática palabra Tibi-dabOyTihidabo (te daré), que desde su salida de
Italia había estado resonando en sus
oídos. L o s propietarios leyeron el per­
gamino en que se le hacía la donación,
y al terminar la lectura, se levantó don
Bosco y e x c la m ó : Católicos barcelo­
neses : Vosotros sois en estos momentos
instrumentos de la Dioina Misericordia.

Sobre el Tibidado se alzará no una
ermita, sino un suntuoso Tem plo, que
dará mucha gloria a Dios y celará la
recia y tradicional fe del católico y glo­
rioso pueblo español.
H oy, a poco más de medio siglo de
su muerte, se puede afirmar que el
Tem plo del Sagrado Corazón de Je ­
sús de Rom a ha sido para los hijos
del Santo un centro de irradiación de
amor y devoción al Sacratísimo C ora­
zón.
L o s Salesianos, siguiendo los ejem­
plos del Fundador, han levantado más
de otros cincuenta templos, dedicados
a esta devoción salvadora. Els una ma­
ravillosa constelación de iglesias espar­
cidas por toda la tierra para decir que
los hijos de San Juan B osco, inspirán­
dose en el ejemplo del P ad re, han lle­
vado doquiera, con la devoción a M a­
ría A uxiliadora, el amor al Sagrado
Coraizón de Jesús.
E l augurio que la Civiltá Cattolica
(periódico de Turín) hacía a la igle­
sia en construcción del Castro Pretorio
el día primero de junio de 1 8 8 7 : E l
celo incansable de don Bosco y de sus
beneméritos Cooperadores, estamos se­
guros que hará del Tem plo del Castro
Pretorio un hogar ardiente e inmenso
de amor al Sagrado Corazón de Jesús,
se h a cumplido maravillosamente.

EFEMERIDES SECULARES
Don

V

Bosco

en

1 844...

A R IO S ilustres saceniotes de Turin, oopedirle que acepte en su casa a un buen
nocfendo como conocían el tesoro de
sacerdote.
ciencia y de oirtud que se encerraba en don E l Teólogo quedó maravillado al o ír aque­
Bosco, y temiendo que al salir del Colegio
lla propuesta, que no se esperaba, y aun­
o Residencia Eclesiástica se marchara de la
que jamás decía "bastad' cuando se trataba
capital, se presentaron a don Ca/asso para
de confesar y de predicar, en esta ocasión
ver de alcanzar del Arzobispo un destino pa­
respOTidió rápidamente:
ra el joven sacerdote en alguna parroquia
— Pero... I si yo no necesito coadjutores f
de la ciudad. D on Cafasso, que era del mis­
En el R e f u ^ apenas si hay trabajo pa­
mo parecer, se llegó a trie^tor al Teólogo
ra mL
Borel, grande amigo suyo y director de la
—Hágame este favor y esté seguro de que
Obra ñ a del Refugio.
no se arrepentirá. E n cuanto a la pensión....
— Teólogo—d ijote don Cafasso— ; vengo a
¡eso corre de m i cuenta!
94 —

__¿ Y qué va a hacer en m i casa este
sacerdote?—ohseruó él Teólogo.
—D éjele en libertad de hacer lo que más
le cuadre— contirm ó don Cafasso, sonriendo
como guien prepara una agradable sorpre­
sa__. Tenemos en ^ Residencia a iin joven
sacerdote llamado Juan Bosco, que, como
usted bien sabe, ha puesto en marcha im
numeroso Oratorio Festivo para muchachos.
Este año pasado concliiyó sus estudios de
Moral, y durante el presente se ha dedicado
a dar clases de repetición y a confesar en
iglesia pública. Es ya hora de que se le
dé xm empleo y deje libre su sitio para otros.
Si dejamos que se nos vaya de coadjutor
en alguna parroquia rural, se malograrán
los talentos de que el Señor le ha dotado.
No hará el bien que Dios quiere que haga.
Reflexione, querido Teólogo, y vea si hay
modo de emplearlo en la capital. Es absolu­
tamente necesario. Dotado como está de ta l
espíritu de actividad y de celo tan fervo­
roso, hará mucho bien a la Juventud. La
Providencia lo destina para ser el Apóstol
de Turín.
El Teólogo Borel, ya de tiem po atrás gran
amigo de don Boseo, aceptó gustosísimo la
propuesta y tom ó él asunto com o cosa suya
personal. Unas semanas hacia que había re­
cibido com isión de la marquesa Barolo de
buscarle un D irector espiritual para el Hospitalito. E n consecuencia, corrió al punto a
ofrecerle a don Bosco. La marquesa aceptó
desde luego la elección, pero le advirtió que
debería dejar pasar unos meses antes de
aceptar a su candidato, pues él edificio no
estaba en condiciones todavía. Pero el Teó­
logo Borel insistió:
— Este Joven sacerdote — dijole — conviene
que no se nos escape; de lo contrario nos
lo enviarán a otro lado. Don Bosco es un
sacerdote de talla tal, que por nada nos
conviene dejarle marchar.
L a Tnarquesa entonces quedó en asignarle
a don Bosco una pensión anual de 600 li­
ras, que com em aría a percibir desde enton­
ces mismo.
El Teólogo Borel ofreció para don Bosco
una de sus habitaciones del Refugio.
Entre tanto, don Cafasso, queriendo po­
ner a prueba a su dirifl'tdo, ló llam ó y le d ijo :
—Ha terminado xisted sus estudios; es ne­
cesario que se lance ya a l trabajo en el
campo de las almas. En estos tiempos, las
necesidades son muchas, y la m i^ , abun­
dante. ¿A qué se siente usted más in d i­
nado?

— A lo que usted se digne indicarme—re«poTidió don Bosco.
— Hay tres em plex»: de Vicepárroco en
Butigliera de A s ti; de repetidor de Moral
en la Residencia, y de Director del Hospitalito Junto a l Refugio. ¿Qué prefiere?
— L o que usted crea más conveniente.
— ¿No siente predilección por alguno de
estos cargos?
— M e siento atraído hacia la Juventud.
Haga usted de mi lo que quiera. En lo que
usted m e diga reconoceré la volxmtad de
Dios.
— En estos momentos, ¿qué ocupa prefe­
rentemente su corazón?
—^En estos momentos me parece hallarme
en medio de multitudes de muchachos que
me piden auxilio.
—Vaya, pues, a pasar ayu nos días de va­
caciones—concluyó— ; entre tanto pensaré
en este í^unto; cuando vuelva, le diré su
destino.
(Memorias Biográficas. Tom o II.)

R oma.— M onum ento a P ío I X en la BasÜica
dél Sagrado Corazón de Jesús. O tra prue­
ba dél acendrado am or que don Bosco sen­
tía hada la Santa Sede. P ío IX , al bendet í r y aprobar la P ía Unión de los Coopera­
dores Salesianos, quiso que su nombre en­
cabezara la lista de los mismos.
— 95

P O R EL M U N D O
ESRANA
C O R D O B A : Pidiendo por la pos.—Los
Antiguo Alumnos Salesianos de Córdoba, al
celebrar su fiesta anual, a los actos acostum­
brados en semejantes ocasiones, han queri­
do añadir una solemne Hora Santa para
pedir por la paz mundial.
B A R A C A L D O : La labor de los Antiguos
Alumnos Salesianos.— Con gusto damos ca­
bida en las columnas del B oletín a las cró­
nicas que exponen la labor de los Antiguos
Ahunnos Salesianos cuando por ellas se vie­
ne a demostrar “ que con verdad se ha dicho
ser ellos los primeros Cooperadores Sale­
sianos” . Transcribimos literalmente ésta que
nos envían de B aracaldo:
La Asociación de Antiguos Alumnos Sa­
lesianos de Baracaldo, llevando a efecto uno
de los artículos principales de su Reglamen­
to, gue es la conservación y aumento de
la vida cristiana de sus asociados, organiza
anualmente los Ejercicios Espirituales.
Pero esta labor espiritual rebasa extraor­
dinariamente él C írculo de los Antiguos
Alumnos para convertirlos en Ejercicios Es­
pirituales esperados por el elemento cató­
lico masculino de Baracaldo.
A ello se ha llegado mediante la elección
de selectos y ardientes predicadores, busca­
dos con anticipación. Este año la iglesia de
M aría Auxiliadora—demasiado pequeña para
estos actos — congregaba un promedio diario
de cerca de seis centenares de ejercitantes,
y la misa de comunión— sólo la de ocho y
media—rebasó con mucho los cuatro cente­
nares de comuniones.
Hemos de congratulam os de que la Casa
Salesiana, por medio de su próspera Aso­
ciación de A. A., contribuya en tan alto gra­
do a mantener y fom entar el ambiente re­
ligioso de Baracaldo.
Esta inquietud espiritual de la Asociación
baracaldesa uo o tener otra solemne mani­
festación cor» la creación de un grupo de
adoradores—treinta y dos—de la Adoración
Nocturna local, que se titulará San Juan
Bosco. Su inauguración, que se promete so­
lemnísima. coincidirá con las grandes fies­
tas anuales del Antiguo Alumno. Después
de este grupo se irá a la form ación de otro,
llamado San Francisco de Sales. Es intere­
sante dar a conocer que la Patraña titu la r
de la Adoración Nocturna de Baracaldo es
M ario Auxiliadora.
Una actuación pareja a le de los A n ti­
guos Alumnos Salesianos realiza igualmen­
te la Arcñico/radfa de M aría Auxiliadora,
que organiza y costea una tanda de Ejer­
cicios Espirituales para sus Archicofrades y
para jóvenes y señoras.
96 —

SALESIANO

S E V IL L A .—E l Correo de Andalucía, del
día 14 de mayo de 1944, publicaba im inte­
resante artículo, debido a la pluma de Eva
Cervantes, bajo el título de D on Bosco,
R ector de Universidades. En la imposibili­
dad de publicarlo íntegramente, reproduci­
mos estas frases, que hacemos nuestras:
“ ¡M adres sevillanas, madres españolas!...
¡Alegróos conmigo, con alegría de mujeres
y de madres! Vuestros hijos ya tienen su
universitario hogar. E l Crucifijo y el libro
no se repelen, sino que se buscan; la
y
la Ciencia tienen xm nudo de enlace: ¡e l
alm a de don Bosco, apóstol de este tiempo,
y vivo en cada uno de sus hijos salesianos!...
Orgullo de Sevilla, Residencia Universita­
ria Salesiana. Y o te bendigo y bendigo las
manos que te levantaron con la misma fe
que el Padre levantó, ochenta años hace, la
Basílica de la Virgen Auxiliadora, en la bo­
lla y dolorida Turín. ¡Q uizá el Padre M o­
desto no tuviera en e l bolsillo ni los cua­
renta céntivos que tuvo el Santo Funda­
dor, pero el milagro h a vuelto a hacerse y
ahí estás, R E S ID E N C IA U N IV E R S IT A R IA
SA LE SIA N A , como un nido que esperase sus
cien pajariUos para que en ella, con estudio
y con fervor, alaben a Cristo, Maestro Eter­
no de la eterna C ien cia!...”
S A N T A C R U Z D E T E N E R IF E {Canarias).
Con la decidida ayuda de las Autoridades
locales, Exemo. Sr. capitán general Oarcía
Escámez, Presidente del Cabildo Lisular,
el edificio del antiguo Asilo unas Escuelas
tísimo Ayuntamiento, Presidente de la Caja
de Ahorros y Junta de Señoras del Patro­
nato Asilo Victoria, se están levantando en
el edificio del antiguo Asl'o unas Escuelas
Profesionales Salesianas para la formación
cristiana y técnica de los obreros pobrecitos y abandonados de la Isla.
HUESCA.—Copiamos del periódico Nueva
España, del 2-6-44:
“ En el salón de conferencias de las Es­
cuelas Salesianas, lleno de jóvenes alumnos
de las Clases Nocturnas, y ávidos como siem­
pre de retener los conceptos y citas de ma­
yor interés para sus memorias y ejercicios
de exámenes de sus respectivas asignaturas,
se dieron las últimas conferencias-lecciones
del presente cursillo que termina a i mayo.
A don Francisco Francoy se le había en­
comendado \ma lección sobre Derechos y
Deberes Sociales, que, enfocándola bajo el
aspecto de “ Fam ilia” , desarrolló admirable­
mente, con el aplomo, seguridad y compe­
tencia a que nos ttene acostumbrados, expli­
cando los mutuos derechos y deberes entre
padres e hijos, entre éstos y hermanos y
demás parien t¿, y las relaciones de la F a ­
m ilia con la Sociedad y el Estado.”

TEHPLO lAClOllL IXPIiTOBIII

ii Sagrado Corazón de Jesús
en el TIbidabo
noticia de todos llegaron, sin duda,
los atropellos y ultrajes de que fué
víctima este Tem plo del Sdo. Corazón du­
rante los tristes años de dominio rojo en
España.
Por lo que hace a la Cripta, convertida
en depósito de municiones, fueron quemadas
las estatuas, %chados a tierra y profanados
los altares, martilleado e l Via-Crucis en re­
lieve, fusilados y ahumados los retablos dt ,
mosaico, quemado todo el mobiliario.
El Tem plo propiamente dicho perdió el
enorme andamiaje de sus obras, y las enor­
mes piedras todavía no asentadas en sus
puestos fueron echadas abajo, con daño de
paredes y columnas.
La grandiosa estatua del Sdo. Corazón
que debía coronar la obra, y que estaba pro­
visionalmente colocada en apropiado pedes­
tal sobre la Cripta, fué tronchada de stis
pies, y s e g ú ra m e te fundida.
L a res id e c ia , maltratada y rota por di­
versas partes, perdió e l mueblaje y fué devas­
tada.
Mucho dinero y caridad por parte de los
devotos del Sdo. Corazón era necesario pa­
ra ir reconstruyendo tantas ruinas tí: una
obra d ifícil y costosísima.
Hoy por hoy, la Cripta h a sido en su
mayor parte reconstruida; han ido apare­
ciendo y han sido reparados los mosaicos;
nuevos altares de mármol y hermosísimas
imágenes ocupan el puesto de las anterio­
res, de manera que puede honrarse al Sa­
grado Corazón con los actos de culto co­
rrespondiente.
Todavía queda por reparar el Via-Crucis,
y falta el mueblaje de Iglesia y Sacristía.
En lo demás se prceiguen las obras mo­
destamente en razón de los fondos y de las
actuales dificultades de carestía y transpor­
te de materiales. El punto que lleva el ac­
tual esfuerzo es la grandiosa escalera exte­
rior de la derecha rodeando la Cripta, y la
llamflHfl. Capilla del Santísimo, en relación
con la misma obra. Todo ello va subiendo
miles y miles de pesetas, que el Sdo. Co­
razón h a de atraer para su gloria.
E l Tem plo necesitaría un empuje definitivo
para verlo pronto cubierto, y una nueva
estatua del Sdo. Corazón dominando, como
faro de vida, e l monte, la ciudad y la lla­
nura. y axm la superficie del m ar; pero, so­
bre todo, el fervor de España por el amabi­
lísimo Corazón de Jesús. ¿Por cuánto tiem­
po ha de quedar esta aspiración como sue­
ño de quienes ansiamos ver esta obra ter­
minada y completa para honra y gloria de
nuestro dulcísimo Dueño?

A

TiBiDABo (Barcelona) : A lta r mayor de la
C ripta del Tem plo al Sagrado Corazón de
Jesús.
En los buenos cooperadores del Templo
y en
ftimai» generosas queda la res­
ponsabilidad de la respuesta.
Llegue pronto la hora, Señor, que con tu
reinado único y definitivo en España, podam<to ofrecerte un Templo, menos Indigno
de tu grandeza y amor, en la cxunbre del
Tibidabo. a tu Siervo S. Juan Hosco, Indi­
cada por T i mismo.

ORIHUELA

Bodas úe Plata del Oiatoiio Festivo
Oratorio Festivo de San Miguel, fun­
dado por el Rvdo. Sr. D. Juan Torres
Silva, y que tan sabiamente dirige en la actuaUdad e l Rvdo. Sr. D. Antonio Roda Iñ pez, h a llegado a ver el vigésímoquinto afio
de su vida activa y fecunda, dedicada por
entero a l bien de la niñez y de la juven­
tud de Orihuela. Muchas han sido las di­
ficultades qitó ha tenido que vencer, pero
con la gracia de Dios y el entusiasmo sa­
crificado de los buenos, ha ido adelante, y
hoy puede contemplar a su alrededor abimdante mies granada para Dios, para la Igle— 97

E

l

B aracaldo : Antiguos Alumnos que hicieron los Ejercicios Espirituales.
sia y para la Patria. Orihuela, agradecida,
se luie a sus directores y maestros, y a las
escuadras de sus alumnos y antiguos alum­
nos, para elevar todos juntos el himno de
la gratitud al Altísimo, a la Virgen San­
tísima Auxiliadora y al Arcángel San M i­
guel por los beneficios sin cuento concedi­
dos al Oratorio Festivo en sus primeros cin­
co lustros de existencia.
Los festejos han tenido lugar dui*ante los
días 10, 11, 12, 13 y 14 de mayo, y han con­
sistido principalmente en un Triduo de ac­
ción de gracias, en que han predicado los
señores sacerdotes antes citados y el que fué
segundo Director del Oratorio, Rvdo. Padre
Pr. Gonzalo de Benejama, F. M. C.; en una
Misa solemne de Comimión, celebrada por
el M. I. Sr. Dr. D. Luis Almarcha Hernán­
dez, Vicario Capitular de la Diócesis, y en
una procesión concuiTidísima y presidida por
todas las Autoridades locales. De la parte
recreativa del programa es digno de espe­
cial mención el gran concierto musical en
el Teatro C lrca a cargo de la laureada Ban­
da “ Unión Lírica Orcelitana".
Todos los actos han resultado muy bri­
llantes. Hacemos votos y pedimos a l Señor
por que siga prosperando siempre más y más,
para bien de la Juventud, este Oratorio Fes­
tivo. que corazones sacerdotales. entusiSLsmados con el sistema educativo de don Bosco. erigieron y sostienen con santo entu­
siasmo.

FRANCIA
M elles.—Las H ijas de M aría A ’ 'xüiadora
se han hecho caigo de 180 niñ - belgas, a
las cuales dispensan maternales cuidados que
98 —

mitigarán en parte los muchos sufrimientos
de las pequeñas.
M aretz .—Nuestros hermanos, a costa de
grandes sacrificios, siguen atendiendo a 85
jóvenes que se preparan para el sacerdocio
y que habrán de llenar los numerosos sitios
vacíos que en las filas del clero va haciendo
la guerra.
GtBL.— El colegio sigue su vida casi normal.
Cuenta con doscientos alumnc« entre prime­
ra enseñanza, bachilleres, aprendices y es­
tudiantes de Teología.
C aen .— Asimismo, el Colegio Lemmonier si­
gue funcionando casi regularmente con 220
alumnc» entre estudiantes y artesanos.

INDIA
M adras.—Mons. Luis Mathias. Arzobispo
de Madrás, escribe casi en estilo telegráfico
sobre nuestras Misiones de la In d ia : Las
tres Misiones, Assam, Krishnagar y Madras,
Se resienten bastante con la falta de X50
misioneros, entre sacerdotes, estudiantes y
coadjutores, pues ello supone un "superávit”
de trabajo para lo.<i que quedan. N o obstante,
se desarroüa gra .de actividad en todos los
campos del aposcolado. Desde m i regreso de
América, en 1£40, se han construido en esta
Archidiócesis cuatro iglesias, tres escuelas
de prim era enseñanza y dos orfanatos. He­
mos tenido que in terru m p ir la construcción
del Sem inario por falta ¿e materiales. Pidan
a Dios que nos envíe pronto la paz.

ARGELIA
A rgel .—^E1 P. Prin nos da estas lacónicas
noticias del Norte de A fr ic a : Han fallecido
tres m isioneros' los P P . M arinoni, Dóbre y
Kapsa. Los estudiantes de Teoiogia siguen

en ei Seminario de Cartago. Hernos funda­
do un hospita l P o r ahora todos bien, tanto
los SalesiaTios com o las Hermanas.

PORTUGAL
EsTORn.—Asüo de San A n ton io: Siguien­
do las consignas dadas por el Padre Santo
Pío x n , tuvo lugar el dia 29 del p. p. enero.
Festividad de San Francisco de Sales, una
sesión de estudios para conmemorar el día
pro Oriente cristiano. Presidió el acto el
M. Rvdo. Sr. Inspector, y tres profesores salesianos disertaron con gran acierto sobre
los siguientes temas: L a Sagrada Liturgia
según el R ito arm eno] Relaciones entre R o­
ma y la Iglesia etiópica-. Las iglesias uni­
das de la Iridia.
E storI l .— Estudiantado Salesiano de F ilo ­
sofía y Teología: E l dia 7 de marzo, fiesta
de Santo Tomás de Aquino, celebróse tm
brillante acto académico. E l eminente profe­
sor de Historia de la Filosofía de la Univer­
sidad de Lisboa, Dr. D elfín Santos, disertó
ampliamente sobre el tem a: Esencia y exis­
tencia según eí pensamiento de Santo To­
más de Aquino. A continuación tuvo lugar
la exposición, impugnación y defensa de la
tesis teológica Unión hipostáUca del Verbo.
La viveza de la discusión, toda ella desarro­
llada en latín, causó la admiración de los
numerosos asistentes al acto.
C aparica.— Asilo 28 de m ayo: Esta mag­
nífica casa para niñas pobres y que perte­
nece a la Casa Pia de Lisboa, fué confiada
hace unos meses a las Hijas de M aría Auxi­
liadora, que tienen a su cargo casi cuatro­

cientas alumnas, a las cuales educan e ins­
truyen según los principios de la Pedagogía
Salesiana. Renunciamos a hablar aqui del
progreso moral e intelectual de las niños in­
ternas, progreso que ha merecido glandes
elogios de las Autoridades y de los padias
de las alumnas.
Quei'emos tan sólo llamar la atención sobre
la gran correspondencia de aquellas hijas
del pueblo al sistema educativo de don Bosco.
Antes de la llegada de las H ijas de María
Auxiliadora, no pasaban de media docena
las comuniones semanales. A l presente, el
número de comuniones diarias oscila entre
150 y 200. Las niñas han cobrado gi'an ca­
riño a sus Maestras, y viéndose tratadas con
afecto maternal, corresponden plenamente
a los desvelos de sus solicitas educadoras, que
las preparan para la vida, inculcándoles el'
cumplimiento exacto de sus deberes.
A fines de febrero hicieron por vez pri­
mera sus Ejercicios Espirituales, y causó
admiración el ver la seriedad y la devoción
con que los hacían.
L a bendición de Dios, de don Bosco y de
la Beata Mazzarello descienda copiosa so­
bre las Sui>erioras y alumnas del Asilo 28 de
mayo.

Sres. C ooperadores,
consultad
P r o p o g a d lo

il
o bra

T E S O R O
ESPIRITUAL.
P IA Ü E L S G O O . C O R A Z O N .

V é a t e lo c u b ie rta d s n u a t ir o <B ol*tín > .

T en e r ife : L os alum nos de las clases elem entales con sus profesores, rodeando al se­
ñor Inspector.
— 99

DE

NUESTRAS

(Relación enviada a don Rúa desde la T ie ­
rra del Fuego por el lim o. Mons. José Fagnano el lO-in-1893)
Rvdmo. Sr. D. R ú a :
L e hablé en m i últim a carta de m i via­
je al N orte de la Tierra del Fuego, y debo
ahora darle breves noticias sobre las difi­
cultades y peligros ocurridos a m i regreso.
Sabe ya usted que formaban parte de es­
ta expedición dos indios de nuestra M isión
de San Rafael, a los cuales se agregó Benicio en el camino, y más tarde, otro, deseoso
de conocer nuestro coserío o pequeña colo­
n ia ; pero al cabo de un día de marcha se
fué sin decir nada, y su ejem plo fué im i­
tado por Benicio, muchacho de m uy buena
Índole, que ya había aprendido el Padrenues­
tro y él Avemaria, y se había acostumbrado
a com er de nuestra galleta y sopa, pero no
a xísar otro traje que una piel de guanaco.
Es de esperar que, habiendo sido tratado
siempre bien, llegará un dia a reunirse de
nuevo con nx>sotros.
* • *
La vuelta a la Casa de San Rafael, atra­
vesando pantanos y bosques espesísimos, fué
sumamente fatigosa. Habíamos concluido ca­
si enteramente las provisiones de boca, que->
dándonos tan sólo un poco de café y azú­
car, y com o necesitábamos a p u ra r-el paso,
nos vimos en la precisión de tener que aban­
donar un caballo en medio del camino, pues
el animal no podía seguimos a causa del
cansancio.
Llegamos, por fin, fren te a la isla Datoson, al lugar convenido para dar la señal
de nuestro regreso, lo cuai hicimos encen­
diendo tres hogueras, a fin de que viniera
a tom am os nuestra goleta '‘Auxiliadora".
Hacia dos dios que soplaba un viento frío
que encrespaba las olas e impedia la nave­
gación por aquella parte del m ar llena de
escollos. El ruido producido por ¡as aguas y
el viento era atronador. E ra preciso, sin
embargo, hacer de la necesidad virtud, y
nos pusimos a rectver moluscos en la pla­
ya para comerlos cocidos. Gracias a Dios,
vimos aparecer una nave y desprenderse de
ella un bote a cuatro remos, guiado por el

MISIONES

coadjutor salesiano Jacinto Villanueva. M ien­
tras se iba acercando a la ribera, la m irá­
bamos ansiosos de su llegada, cuando, de
repente, la vemos volver atrás en dirección
a la goleta. Y asi era necesario para sal­
var a ambas embarcaciones, porque eran ta­
les las olas y tan impetuoso el viento, que
si los marineros hubieran insistido en llegar
a tierra, habrían casi de seguro naufragado.
Hacia las tres de la tarde calmóse un po­
co el viento, la goleta echó al agua sus an­
clas y el capitán se acercó a nosotros en
un b o te ; pero no pudo llegar a la playa; de
form a que tuve que irm e hacia él metiéndo­
me en et m ar y quedando completamente
mojado. ¡Q ué dia tan penoso aquél\ Pero
m e en el m ar y quedando completamente
sin haberse podido embarcar, recibieron un
saco de galletas y un pedazo de carne con que
sustentarse mientras llegaba ocasión más fa­
vorable para ir a buscarlos. M ucho sufrí con
el mareo, pero no era m enor m i sufrim ien­
to al pensar lo que estarían sufriendo mis
compañeros, que quedaban esperando en la
playa.
Pasados dos días y dos noches con un mar
sumamente borrascoso, tuve la dicha de lle­
gar sin novedad a San Rafael. Calmado el
mar, la "A uxiliadora" partió de nuevo en
busca de los hermanos compañeros de viaje,
los cuales Uegaron al dia siguiente sanos y
salvos. Grande fué la alegría general; can­
tóse un Tedéum para dar gracias a Dios por
el feliz éxito de nuestra expedición.
Este año comenzarán los trabajos evangé­
licos en la tribu de los (Dnas. Debemos pre­
parar, desde luego, cuanto es necesario pa­
ra él establecimiento de la fundación que
ha de hacerse en el centro de la Tierra del
Fuego. Los gastos serán muy crecidos; pe­
ro confiamos en que la D ivina Providencia
vendrá en nuestra ayuda p or medio de los
buenos cristianos que, con su candad, ga­
narán para ei Cielo tantas almas de po­
bres salvajes dignos de la mayor compasión.
Dígnese. Rvdmo. P., bendecimos a todos
mientras nos profesamos de V. R. afectuosos
hijos.
José Fagnano
Vicario Apostólico

LECTTOR: CUAND O VEAS L A S M IESES G R A N A D A S. RECUERDA E L L A M E N TO
DE C R IS T O ; LA M IE S ES M U C H A Y LO S O P E R A R IO S POCOS. R O G A D A L SEÑO R
D E LA S M IE S P A R A Q U E E N V IE M U C H O S O B R E R O S A S U M IE S . P ID E P O R LA S
VO CACIO NES SACERDOTALES. R E L IG IO S A S Y M ISIO N E R A S. Y A Y U D A L A S SE­
G U N L A M E D ID A DE T U S FU E R ZAS

100 —

lu

A

S I E ja V A

DE

DIOS

D o ñ a D o r o t e a de C h o p i t e a
COODEHilDOJaA SAL.ES1ANA

m

S

I sensible había sido a su corazón de
hija y hermana el separarse de su pa­
dre y de algunos de sus hermanos, cuando
partieron de Barcelona el año anterior, mu­
cho más lo fué ahora al veise privada de
la presencia de su cariñosa madre y del
otro grupo de hermanos que con 'ella iban,
pues un fa ta l presentimiento, que más tarde
vió convertido en triste realidad, la hacia
desesperanzar de volver a ver en vida a sus
padres y hermanos que con ellos iban a
América o estaban y a allí. Triste fué la
despedida y el último adiós que se cruzó
entre los que quedaban y los que partían; y
sólo Dorotea pudo hallar un bálsamo salu­
dable para suavizar el dolor de la herida,
que destrozaba su corazón, en la compañía
de sus dos hermanas, doña María, que ha­
bía casado con don Francisco de Cerveró,
natural de Cervera, y en especial Sor Juana,
en quien siempre había hallado amor y ca­
riño de madre y de quien había recibido,
y en breve había de recibir en mayor núme­
ro, inequívocas manifestaciones de im afec­
to verdaderamente maternal.
Pero lo que contribuyó aún más a calmar­
la fueron los oficios de cariñosos padres y
de amantes hermanos con que la d^tinguieron desde aquel instante don M ariano Serra y doña Mariana Muñoz y sus hijos.
Además del hermano menor de don José
María, estaban en compañía de sus padres
dos hijas, llamadas Carmen y Teresa, algo
mayores que Dorotea, pero tan semejantes
entre si en la santidad y pureza de costum­
bres, que asi como los padres de José María
ccmsideraban a Dorotea como a ima nueva
hija, asi también Carmen y Teresa la reci­
bieron ccuno a una nueva hermana.

Algunos años vivieron juntas estas tres
jóvenes, hasta que Carmen y Teresa ingfresaron en el Instituto de Religiosas del Sa­
grado Corazón de Jesús, que en Francia
había fundado hacia poco la santa Madi'e
Magdalena S ofía Barat, la cual aún vivía en­
tonces, elevada al honor de los altai'es por
P ío XI', en -el año Santo de 1925, habiéndo­
les cabido a ellas dos la gloriosa suerte de
haber introducido el Instituto en España.
Dos tristes sucesos vinieron a tm bar al­
gún tanto la felicidad de los dos Jóvenes
esposos. El uno fué la sentida muerte de su
querido padre, poco después de llegada la
fam ilia a Montevideo. Tuvo la dicha don
Pedro Chopitea de abrazar a su esposa y a
la naayor parte de sus h ijos; pero con el
desconsuelo de no poder hacer otro tanto con
su Dorotea y sus dos hermanas que habían
quedado en España .
A esta pérdida sucedió la de doña Dolo­
res Muñoz, tía materna de don José María,
de cuya fam ilia formaba parte. Poco tiem­
po después el Cielo vertía en el lacerado
corazón de los jóvenes esposos un bálsamo
consolador, ooncedíéndoles su prim era hija,
a la cual se puso en el bautismo el nombre
de Dolores, tal vee en memoria de su di­
funta tía.
M as aquí comenzaron para la nueva ma­
dre los grandes sacrificios. Su más ardiente
deseo era criar a sus pechos a l primer fruto
de bendición con que la regalaba el Cielo.
Conqjrendia que el confiar a cuidados aje­
nos el cumplimiento de un deber tan propio
de la madre, que la TniMna. naturaleza im­
pone, era indigno de una madre cristiana,
como ella deseaba s e r ; pero con indecible
dolor de su alm a tuvo que someterse a l dic­
tamen de inteligentes facultativoa, según
los cuales, tanto la salud de la madre, como

Sevilla .— Estado actual de
las obras de la Residencia

u r

Universitaria “ S a n

i: I? u

Bosco”.

Juan

;y

i ”

H ir

. II

1

I


^


101

el desarrollo de la hija, reclamaban de todo
punto que se encargara de la lactancia de
la recién nacida a una any), que reuniese
especiales condiciones. Hallóse ésta cual se
requería, que en aquel tiempo, de más fe y
enteras costumbres que en los actuales, no
era difícil encontrar nodrizas, a quienes con
toda seguridad pudiese confiarse el desem­
peño de esta parte tan principal de los de­
beres de madre, por cuanto afecta no sólo
a l desarrollo físico, sino también a la edu­
cación moral.
En su consecuencia, la niña fué confia­
da a una robusta nodriza, que residía en un
pueblecito cercano a Barcelona. ¡Cuánto es­
fuerzo no costó a su sensible corazón esta
separación momentánea! Su ternura ma­
ternal encontró el medio de hacerla al me­
nos más soportable haciendo a su hija una
visita diaria.

Mediaba en tanto el año 1835 y Barcelo­
na iba a presenciar un sacrilego crimen se­
m ejante al que tuviera lugar un año antes
en Madrid. Comenzó el pronunciamiento el
25 de julio al salir de la plaza de toros.
Una noche bastó para que ardiesen, sin que­
dar piedra sobre piedra, los conventos de
Carmelitas Calzados y Descalzos, de Domi­
nicos, de Trinitarios, de Agustinos Calzados

C

l i O

l V I O

ü

O
-Jl'5.J
VC I Ü
LS
SAN JOSE D E L VA­
LLE.— El pasado mes
de mayo un imprevisto
envenenamiento de la
sangre, acompañado de
fuertes y constantes do­
lores, postró a m i buen
padre en cama. Llam ó­
se en seguida al médico,
quien, en yistat de la
gravedad del mal, aconsejó que le fuesen
administrados al enferm o los Santos Sa­
cramentos. Recibiólos m i padre con ánimo
entero y resignado, y en aquellos angustio­
sos momentos, el que esto escribe encomen­
dó a l enferm o a San Juan Bosco, prome­
tiéndole publicar la gracia en el B oletín ,
caso de que mi padre recobrara la salud.
Desde aquel mismo día notóse im cambio
favorable, y tres días después, al aplicarle
una rellqiüa, e l enferm o entró en franca
mejoría. Hoy está completamente sano. Por
toda la fam ilia agradecida: Angel M .» Afartin, salesiano.
PO N D A.—Sintiendo profunda gratitud ha­
cia el Vble. Domingo Savio por una gra­
102



y de Mínimos. Cuanto no pereció a l furor
de las llamas, fué robado; los religiosos, pa­
sados a cuchillo; sus archivos y bibliotecas,
aventados o dispersos. Estos sucesos cau­
saron viva inquietud en el ánimo de Doro­
tea, haciéndola temer por la suerte de su
hermana Jiiana, que, como hemos dicho,
había entrado en el convento de los An­
geles." A l notarlo su amante esposo, don Jo­
sé María, hácese acompañar de im amigo
intim o de la familia, toma im coche y se
dirige a l Convento de los Angeles, rodeado
por las turbas, abriéndose camino pistola
en mano. Penetra dentro, entrega a Sor Jua­
na el vestido de seglar que llevaba para
que se lo echara encima del hábito, y que,
por la turbación del momento, se pxiso al
revés. Vuelven a salir, suben a l coche y, a
galope tendido, se dirigen a su casa, donde
los aguardaba Dorotea, encom endánd(^ a to­
dos los Santos del Cielo y especialmente a
la Beina de ellos, la Sma. Virgen, a quien
tenía, y había de tener siempre, tan gran
devoción.
Prem io de esta devoción a la Virgen María
fué el feliz nacimiento, pocas semanas des­
pués, el 16 de agosto, de su segunda hija,
que por este motivo se llamó María, nom­
bre al que se añadió el de Ana por volun­
tad de la madrina.

(.Continuará,)
cia que me ha obtenido del Señor, deseo ha­
cerla pública en las páginas del B oletín S aLESiANo. M ariano Ruis Pornar.
M A T A R O .—Hallándome en un grave apu­
ro, al llegar un dia a casa me encontré con
el B oletín S alesiano , que hacia tiempo no
recibía. Creí v er en ello una indicación
del Cielo y dirigí confiada mis súplicas a
la Virgen Auxiliadora, obteniendo en breve
el favor ansiado. Agradecida, mando cele­
brar im a misa y entrego ima limosna para
las Obras Salesianas. Gabriela Castillo.
V IG O .—^Hallándose im sobrino m ío en pe­
ligro de muerte, a causa de im a peritonitis,
y desahuciado por los médicos, los cuales
opinaban que ni operándole lograrían salvar
su vida, le encomendé a M aría Auxiliadora
y, con asombro de todos, a las pocas horas
e l enfermo comenzó a m ejorar de tal for­
ma que al día siguiente estaba completar
mente fuera de peligro. Agradecida, publi­
co la gracia según prometí. Magdalena
L. Nieto.
M A L A G A .—“SA prim er viernes de marzo
de 1942, sufrí una caída en las escaleras de
mi casa, ocasionándome la fractura de los
dos antebrazos. Los médicos m e anunciarcm
que, debido a m i edad y estado físico, era
casi imposible quedara bien. Acudí a M m ia
Auxiliadora, y con su intercesión he que­
dado cmpletamente curada, pudiendo usar
de mis brazos para todas las labores. Josefa
Córdoba.

M ALA G A .— Tioy gracias a M aría Auxilia­
dora por haberme llevado con bien y haber­
me librado de todo peligro diirante m i per­
manencia en él frente de Rusia, donde en
varias ocasiones v i claramente sobre m í su
mano protectora. Manuel Cañestro.
M ALAGA.—Habiéndome tenido que some­
ter a una muy difícil operación quirúrgica,
y encontrándome ya en la mesa de operacio­
nes, presa de iñudos dolores, m e encomen­
dé a la milagrosa Virgen M aría Auxiliadora,
pidiéndole m e confortara en aquellos mo­
mentos decisivcs. M i oración fué escuchada,
y hoy me encuaatro en perfecto estado de
salud y agradecido una vez más a m i celesti^ abogada. José Sánchez AsencUy, A n ti­
guo Alum no Salesiano.
ZA R A G O Z A .— ^Un día de invierno en que
las calles estaban mojadas y heladas, al
salir de casa resbalé y m e c a í; no pudiendo levantarme, me socorrieron algunos tran­
seúntes, que me llevaron a m i casa, donde
tuve que guardar cama a causa de la grave­
dad de la lesión. Viendo que lejos de me­
jorar iba empeorando, una tía mía, muy de­
vota de San Juan Sosco, sin decirme nada,
echó al caldo una pequeña reliquia del
Santo, reliquia que tomé sin darme cuenta.
A l día siguiente, al hacerme el doctor su
acostumbrada visita, quedóse asombradísimo
al hallarme la pierna completamente cura­
da. Han pasado ya varios meses y no he
vuelto a resentirme de la lesión. Agradecido,
pido que se publique la gracia. Julio Nava­
rro.
V/G <3.^ufriendo m i hermano tefribles
dolores en e l oído, afirm ando el médico que
era un caso difícil, acudí con toda confian­
za a M aría Auxiliadora, qriien le obtuvo la
curación, con gran sorpresa de todos, pues
a las pocas horas desaparecía la gravedadDoy gracias por este y otros favores obtenidos
y envío una limosna para la Obra Salesiana.
Celia Izquierdo.
V/C3K).—S u frí una aparatosa caída, a con­
secuencia de la cual me fracturé una cade­
ra. M e enyesaron y desde el primer momen­
to me encomendé a M aría Auxiliadora, pro­
metiéndole tener im a M isa cantada a toda
orquesta si a los sesenta días me quitaban
el yeso, i Cuál no sería m i sorpresa y gozo
cuando d mismo Atn. que se cumplió dicha
fecha se rompió éste, en form a de poderse
sacar fácilm ente! E l asombro del médico
fué enorme a i ver que la pierna estaba cu­
rada, cuando é l pensaba tenerme dos meses
más enyesada. Todos nosotros, y el mismo
médico, lo consideramos como milagroso,
puesto que, s ^ ú n él, do conocía otro caso
igual. Agradecidísima a tan buena Madre,
publico la gracia y cumplo m i promesa. Car­
m en Rodríguez Sieiro.
Dan también g ro ó o s a M aría Áuxüiadora
y envían UTta limosna para las Obras Salesianas: M atilde Puig y Fam ilia Viñas (G e­
rona) ; M aría Jesús M ajtín ez y Blanca Ara-

T r ia k a (Sevilla).—Perspectiva de tas Escue­
las Salesíanas de San Pedro. Arriba, la V ir­
gen sedente, que triunfa en el altar mayor
de la nueva iglesia, obsequio del Cooperador
y letrado sevillano don Manuel Ríos Sar­
miento.

ña Churruca (M ad rid ); Manuel Fernández
Garrido (Vigo).
D an también gracias a San Juan B osco:
Manuel Rubio de Castro; Luz Urzáiz, viuda
de GuiUén, y Enrique Guillén de Urzáiz (Z a­
rp o s a ).

In m c m o r ia m
D . Corto* R uiz Bustülo.—^Falleció en Las
Bárcenas (Santander) el 22 de marzo, a los
ochenta y tres años de edad. A toda su fa ­
milia, pero especialmente a su hijo, el R e ­
verendo Sr, D. Esteban Ruiz, salesiano, D i­
rector del Colegio de San Matías, de Vigo,
la expresión de nuestro más sentido pésame.
Francisco Hernández.—Padre del sacerdote
D. Jerónimo Hernández, siempre
consideró a la (Congregación Salesiana como
— 103

cosa propia, favoreciéndola de m il dlvensas
maneras, especialmente a las Escuelas de
la ciudad de Villena, de d<mde era natural.
A sus hijos y demás parientes la promesa
de nuestro recuerdo agradecido.
Rdo. Sr. D. FrancAsco Escapa.—Murió es­
te veterano h ijo de D. Sosco después de
varios años de penosa enfermedad, sopor­
tada con santa resignación a la voluntad
de Dios.
D.» Juaim Rodal Troncoso.—-Santamente,
como había vivido, m inió esta Insigne Ck>operadora Saleslana en Vigo, el 26 de mar­
zo del presente año, a los ochenta y cuatro
de su edad. De corazón nos unimos al do­
lor de sus familiares.
D fi Carmen Llinás Saprera.—Pasó al Se­
ñor esta virtuosa dama el día 23 de febre­
ro p. p., a los treinta y cuatro años de
edad, después de recibir los Sacramentos y
la Bendición Apostólica.
Srta. Francisca T o rt PericA.—Falleció el

3 de abril, en Gerona, confortada con to­
dos los auxilios de la Religión.
D. Carlos Moyana C n «.— Caritativo y
bondadoso Cooperador Salesiano de MontiUa, donde ha fallecido cargado de años y
de virtudes, después de recibir los Santos
Sacramentos y la Bendición de M aría Au­
xiliadora, de quien fué devotísimo.
Z).» Am alia Lázaro Tensa.— Falleció es­
ta insigne Cooperadora Salesiana en Montilla el pasado 20 de abril. El Señor la ha­
bía dotado de bienes de fortuna, que piia
aprovechaba para las obras de misericor­
dia, especialmente en favor de las vocacio­
nes sacerdotales.
D. Gabriel Pons Pons.— Cooperador Sa­
lesiano de Cindadela, donde falleció el día
17 de abril. El Señor le recompense sus cris­
tianas virtudes y en especial el haber da­
do a Dios dos hijas religiosas, una de ellas
H ija de María Auxiliadora.

SECC IO N CATEQUISTICA
E l padre de fam ilia (.como también la
madre en cierto grado) ejerce en la caso de­
bidamente organizada un cierto reai sacer­
docio. Así escribe el genial Sardá y Salvany. Y nada más exacto que esto.
Este es el primer título de la dignidad del
padre y de la m adre: su carácter sacerdo­
tal. Porque el sacerdote está desUnado preclsíunente para esto, para el don y para
el sacrificio.
Y el padre y la madre no tienen, si se
calibran bien, otra obligación ni otros de­
beres que el dar, en el sacrificio de todos
sus apetitos y comodidades, almas a Dios.
I Darle almas a Dios para su gloria en el
tiempo y en la eternidad! ¡M isión magní­
fica, misión excelsa, misión divinal
Sacerdocio real comparable, salvadas las
distancias, con el sacerdocio católico hecho
para la transformación de la sustancia del
pan y del vino en el Cuerpo y Sangre y A l­
ma y Divinidad de Jesucristo, H ijo de Dios.
Los padres ponen la materia, y el Señor se
digna infundir en aquel cuerpecillo im al­
ma que se habrá de transformar, regenera­
da con las aguas santas del bautismo, en
un h ijo suyo, hermano y coheredero de su
Prim ogénito Jesucristo.
Pero es muy de tener en cuenta lo que
dice el eximio escritor antes citado, di­
rigiéndose al p ad re:
En los cuerpos, que es lo que tuós direc­
tamente te pertenece, te perm ite Dios en
cierto modo grabar tu sello, tal podemos
104 —

coTisiderar la fisonomía de los padres, que,
p or regla general, suelen traer estampada al
mundo los hijos. Pero en las almas, no. Las
almas traen sólo la fisonomía de Dios, por­
que aunque Dios se sirve de t i para darles
la existencia, quiere, no obstante, que se se­
pa que en esto más que en otra cosa algu­
na tu paternidad es sólo un reflejo de la
divina, y de consiguiente, tu autoridad sólo
una representación y delegación de la suya.
Y estos seres, al nacer, traen ya sobre sí
el terrible dilema de una eternidad feliz o
desgraciada. En consecuencia, muy antes de
que Dios se los ponga en sus manos, de­
ben los padres prepararse debidamente al
gran ministerio que, relativamente, a esas
almas les confia la D ivina Providencia.
Cuando se pronuncia la palabra vocación,
elección de estado..., creen algunos que sólo
se hace re fe r «ic ia a l estado religioso o
sacerdotal. Lejos de pensar así, debe todo
cristiano tener bien entendido que Dios
Nuestro Señor le llama (vocación), y le des­
tina a un género de vida en el cual, si co­
rresponde a su gracia y emplea los medios
que le sugerirá paso a paso, s ^ ú n las ne­
cesidades, hallará el cainino expedito y fá­
c il para conseguir su último fin, la salva­
ción del alma.
Ahora bien; el estado de matrimonio su­
pone en quienes lo abrazan una vocación,
y en Dios las correspondientes gracias para
no tan sólo a l recibir e l Sacramento, sino
ya antes en su preparación remota, poder

cumplir las graves obligaciones que de este
estado se derivan.
Por consigmaite, él futuro padre y la fu­
tura madre que esperan e l día en que ^
brán de ejercer este sacerdocio doméstico,
deben prepararse a é l con la misma y pro­
porcional intaisidad con que en el Semina­
rio se adiestran los futuros sacerdotes.
Es indispensable que el nuevo ser, al ve­
nir al mundo, halle dispuesto el medio, el
ambiente; y este ambiente no pued^ ser
otro que la santidad de los padres.
Sin temor a equivocarnos podríamos de­
cir, cuando hoy día vemos a tantos niños
y jóvenes incoloros, sin n ii^ú n sentido es­
piritualista, sin capacidad para nada serio...,
que han tenido una madre cuyas únicas
preocupaciones se han cifrado en la más lla­
mativa revista de modas, o en no perderse
ningún baile de sociedad.
Y cuando nos enfrentamos c o n niños
egoístas en grado sumo (im poco lo son to­
dos), va nuestro pensamiento a esos padres
que se ciegan en el interés y en la ganan­
cia sin otros ideales que los del v il dinero.
¿Cómo queremos rma generación de ca­
racteres cuando tantos progenitores sólo vi­
ven y sueñan en el placer, en la comodidad,
en la sensualidad?
¿Qué preparación llevas al matrimonio,
madre que te llamas cristiana? ¿No sabes,
pues, que él hombre al nacer, lejos de ser
ima tabla rasa, ^ la cual no hay mancha
alguna, es ya de por si, a causa de lo caído
de la naturaleza humana, un campo en que
con suma facilidad crecen las malas hier­
bas de todos los defectos, de todas las pa­
siones?
¿ Y creéis vosotros, padres, que vais a cons ^ u ir algo m ejor que vosotros mismos con
esa escasa dosis de formación que lleváis al
matrimonio?
Los griegos querían que las madres tuvie­
ran ante los ojos tapices y cuadros en que
estuviesen representad<» los héroes. ¿Su­
perstición? Como se quiera. N o creemos in­
falible, ni mucho menos, la ley de la heren­
cia. Pero no cabe duda que ha de estar muy
elevado el manantial si se quiere que el
surtidor se eleve a respetable altura.
¿ Y qué elevación puede tener el manan­
tial de la espiritualidad materna si su ni­
vel no rebasa la altura de las revistas de
kiosko, de los cuadros de artistas de la pan­
talla, de los pisapapeles y rinconeras de Cu­
pidos, de los ridículos e inverosíiniles som­
breros, de las estilizaciones antihigiénicas del
talle, de los maquillajes y colorines faciales,
de las carteleras disparatadas de los cines,
de las terrazas frívolas y expositivas de los
bares y cafés, del deporte a lo hombruno...,
y, lo que es peor, de esas relacicmes y aven­
turas que bordean constantemente e l abismo
del pecado?
S i un Ran Francisco de Sales, si un Penelón, si un don Bosco, si un P. Manjóo....

íin

T r u n a iSeviUa).— M agnifica fachada de la
iglesia recientemente inaugurada en las Es­
cuelas Salesianas.

a i cabo de lustros de c<mstantes y ordenados
estudios, investigaciones y prácticas de edu­
cación, tienen que afirmar que nada encuen­
tran tan d ifícil cc«no el form ar y educar a
la Juventud, ¿qué podrá esperarse de esa
maestra del hogar, de esa madre cuyas no­
ciones sobre P e d ^ o g ía se resumen en de­
cir qtie sus hijos han de ser obedientes, que
no hay que ponerlos en manos de doncellas
ineptas (y por tales tie n w a las muchachas
poco agraciadas), y que hay que llevarlos a
colegios donde los tengan sujetos (y cuanto
m&R tiempo, mejor, pues así quedan más
libres para sus visíteos y diversiones)?
¡Pobres c o la o s cuando el porcentaje de
los alumnos con madres de este estilo es
algo crecido! N o bastarán ni diez directores
en cada uno para atender a las querellas de
esas madres, que parecen querer exigir de
los profestHCS la contintiación de su sistema
pedagógico (¿...?) hecho a base de mimos,
halagos, satisfacción de capriclios y oculta­
ción de defectos.
Madres, no sabéis en qué caicepto os ha­
céis tener cuando, con una arrogancia a veces ridicula, os lib á is a pedir cuentas a
— 105

los educadores de vuestros hijos por las ca­
lificaciones desfavorables que les han anota­
do. N o diremos que ni aim los más celosos
y háblliM maestros sean infalibles. Pueden
equivocárae todos. Pero ellos saben que mu­
chas veces frente a la vocación con que
han abrazado la profesión de educadores, y
frente a la comp>etencia. amor y espíritu
de sacrificio con que la desempeñan, se le­
vanta como el obstáculo más terrible la li­
gereza de algunas madres, su sensiblería
desprovista de sentido común, su afán de
bienestar, su vanidad comodona.
Jóvenes, que os vais llegando al santria^
rio del hogar, bien está que adquiráis vues­
tros conocimientos de costura y de borda­
d o ; bien que os proveáis de un buen libro
de arte culinaria: pero necesitáis de todo
punto aprender, si no lo sabéis, o repasar­
lo, si lo habéis olvidado, aquel pequeño y
grande libro que se llama Catecismo, y so­
bre él hacer de continuo vuestro examen
de COTiciencia. El os dirá al imísono de vues­
tro corazón lo que deberéis enseñar y exi­
gir a los hijos que el Cielo os envíe.

Oo-oOOo-oOOO” oOOo-oOOO” OOOo-oOOo-oO
®
O

¿

I

®

o

O o-oO O o-oO O o •oOOo-oOOo -oOOo-oOOo-oO
Una

carta alentadora

Sr, Director de la Central Catequística Salesiana.
Muy apreciado en el Señor:
N o puedo menos que dirigirme a usted pa­
ra felicitarle cordialmente por el buen re­
sultado que estamos obteniendo, tanto del
proyector Cencasal como de las Filminas
San Juan Bosco, en la enspfifl.-n9:a, del Ca­
tecismo. Según nos recomendaba usted, evi­
tamos dar a las proyecciones el nombre de
cine, y las nombramos llamándoles, confe­
rencias catequisticas. Estas se tienen todos
los domingos para los niños de la Catcque­
sis durante el tiempo de la clase de Cate­
cismo, turnándose las secciones. Los sába­
dos damos una conferencia para los jóve­
nes de A. C. Ténganos a l corriente de sus
novedades.
Siempre de usted afmo. s. s. y hermano.
V. R.
E l apostolado de u n n iñ o pobre
Nos cuenta im catequista de
Oratorio
F estivo: Uno de los niños más pobrecitos
que acuden a este O ratorio Festivo, para
poder adquirir la h ojita V e n ... y sígueme
para si y para un am iguito suyo (a guien,
según él dice con mucha gracia, "le hará
bien”), se priva de los veinte céntimos del
tranvía y vuelve o, su casa a pie.
C ertámenes y C ongresillos
Hemos leído el G uión de temas sobre tx>
cación para el CongresUlo que está organi­
zando la Inspectoría Céltica Salesiana. Por
su amplitud y orden creemos que producirá
copiosos frutos. Se los auguramos abundan­
tísimos, como asimismo e l organizado por
la Inspectoría Bética. A su debido tiempo
daremos noticias de su desarrollo respectivo.
El día 12 de mayo se celebró en Sevilla
un solemnísimo CcrfaTNcn CatequxsÜco de
toda la Inspectoría Bética. D e él se hará,
D. m., detallada relación en el próximo nú­
mero.

M ataro (BarcefoNa). — Afaj;ut/ico y artístico
aitar ttiayor de la iglesia del Colegio Salesiano. cuya costosa reparación ha corrido
p or entero a cargo de los generosos alum­
nos de aquel centro.
106



N uevo O ratorio F estivo
Se está levantando junto a l Colegio Salesiano de San Antonio de Padua, de M a ­
tará. Esperamos que, con la ayuda de Dios,
puedan en breve inaugurarse los locales en
construcción, y que consisten esencialmente en
un amplio sal(¿i de teatro y varias aulas
para la enseñanza del Catecismo.

IF
El hombre-leyenda: San Juan Bosco
Por don José M aría Taboada Lago. Prólogo del Exorno, e Hmo. Sr. Obispo de Pamplona,
don Marcelino Olaechea. Sociedad Editora Ibérica (Alcalá. 164. Madrid!.

Juicios que sobre él libro del señor Taboada han emitido eminentes personalidades
El A rzobispo

de

leerlo todo pausadamente) ha sido ex­
celente, y que deseo que se lea y que
se propague mucho para que haga mu­
cho bien.

V alladolid :

Muy bien. Lo he leído, y digo que es­
tá bien bien, form a del superlativo en
hebreo, en la cual lengua, al repetir el
positivo, salta un superlativo.
L a orientación, excelente. Buena fa l­
ta hace presentar a estos gigantes de
la Iglesia Católica como los grandes
maestros de las vitalísimas doctrinas
salvadoras, y esto “verbo et opere” , con
la palabra clara y sencilla, y . decidida,
y resuelta, y con las obras de actividad
incansable e impregna^is de amor y de
luz.
Concretamente, es un acierto el cla­
mar contra el mal uso de las riquezas,
causa de tantos males espirituales y ma­
teriales, en el orden sobrenatural y en el
orden natural, en la esfera moral y re­
ligiosa y en la esfera política y econó­
mica.
El A rzobispo de G ranada :
Muy senti<tomente felicito a l autor por
su Estudio, tan bien hecho literariamen­
te y, sobre todo, por el enamoramiento
con que lo ha escrito, de la ingente fi­
gura e ingente obra de San Juan Bosco.
El A rzobispo -O bispo de M allorca :
Hago m ío e l justo elogio de don M ar­
celino y felicito al autor FK>r haberlo
merecido.
El A rzobispo de S a n tiag o ;
Y o no tengo que añadir nada a lo dicho
por el señor Obispo de Pamplona. ¿(5uién
m ejor lo hubiera podido decir?
E l A rzobispo de Z aragoza :
Después de leer el prólogo del señor
Obispo de Pamplona, en el que con tan­
ta verdad y tam galanamente se enjui­
cia a l Hombre-leyenda, nada tengo que
a-ñadfr sino hacer míá-g aquellas manifestaciemes y asegurar que la impresión
que he sacado de la ojeada que por de
pronto he dado al Estudio (prometo

El

L o zo ya ;
Todo cuanto se refiere a don Bosco
y a su Obra me interesa y me emocio­
na extraordinariamente. ¡ Es tan grato
advertir, la santidad, tan próxima a nos­
otros, en el tiempo y en el espacio, tan
humana, tan extraordinariamente ama­
ble! E xcuso decir con qué gusto he aco­
gido el Estudio, que es ima síntesis ame­
nísima y extraordiniuriamente ütil.

margues de

B enito P uentes (Inspector General de A r­
chivos) :
Es preciosa la obra El hombre-leyenda;
en ella se presenta de modo en extre­
mo sugestivo la figura de San Juan Bos­
co, a quien admiro y venero.
A lfonso G arcía V aldecasas (Catedrático de
la Universidad C en tra l):
Siento gran amor por San Juan Bos­
co, y por eso m i gratitud ante un traba­
jo tan interesante y tan animado por los
hondos sentimientos que han hecho tan
eficaz y ejemplar la Obra Saleslana.
C arlos F ranco S algado-A raujo (General
Intendencia de la A rm ad a):
Leí tan bonito trabajo. Hago mío
tegramente el juicio del señor Obispo
Pamplona sobre la admirable obra

de
ín­
de
El

hOTTíbre-leyenda.
F lorentino F ernandez S antamaría (Director
del Colegio de Nuestra Señora del Pilar,
de Madrid. M arianistas):
E l hombre-leyenda es una verdadera
joya literaria y de mucha enjimdla. Creo
que se ha hecho un gran bien al dar a
luz esas páginas, tan sabrosas y tan lle­
nas de vida, que se dejan leer de un
tirón.
H e leído todo lo más importante so­
bre el Santo, pero nada me ha intere­
sado tentó como este Estudio.

GITOUGO:
"V e k ... y S ígueme es el Suplemento in fa n til del B oletín S alesiano . Ayuda a
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de honor.
— 107

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loide o sobre opal negro o blanco:

Número 1.— "San Juan Sosco” .

2.— "Domingo Savio” .

3.— "B eata Mazzarello” .

4.— “ Miguel Magone” .

5.—“ Madre M argarita".

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