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Medios

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l o s c r i b l g s n la Obra Pí a del S a g r a d o [ o r a z d o do Jesús
L a B asílica

del

S agrado C orazón

de

J e.

sus EN R oma y el P apa L eón x i i i .—El año
1879, el Papa León X I I I confió a D. Bosco
la construcción del templo al Sagrado Co­
razón de Jesús, que se había empezaao a
levantar en Roma en el lugar deno.’ninado
Castro Pretorio. El Santo aceptó al p m to
tan honroso encargo, si bien conocía cuán
difícil y costosa debía serle la empresa.
Venciendo mil dificultades, pudo cumplir
satisfactoriamente los deseos del Papa, vien­
do consagrado el nuevo y magnífico templo
el año 1887. D. Bosco, que ya apenas podía
tenerse en pie. quiso ir por última vez a
Roma para ofrecer a Su Santidad León X III,
en su Jubileo Sacerdotal, la Basílica com­
pletamente terminada.
S e i s m isa s cotid iana s p e r p e t u a s para l o s
INSCRITOS v iv o s Y DIFUNTOS, Y OTROS FAVO­
RES ESPIRITUALES.— Pué fundada la O bra P ía

d el S ag rad o C orazón por el primer sucesor
de San Juan Bosco, y benignamente apro­
bada por S. S. León X I I I el 30 de junio
de 1888.
Con sólo la limosna de u n a p eseta , se ad­
quiere derecho a participar de todas las ora­
ciones y buenas obras de la Sociedad Salesiana, y a la ap lica ció n d e seis m isas, que se

T e s o ro E s p iritu a l
Los Cooperadores que, habiendo confesa­
do y comulgado, visiten ima iglesia u ora­
torio público de» Religiosos y Religiosas, la
suya privada), y recen allí según la inten­
ción del Sumo Pontífice, pueden g a n a r:

celebran todos los días, a perpetuidad, en
nuestra Basílica del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma, dos en el altar ma5’or, dos
en el de María Auxiliadora y dos en el de
San José.
Los que se inscriben en la O bra P ia, pue­
den aplicar el fruto de estas misas a sí
mismos, o a otras personas, vivas o difun­
tas. y variar la intención cuantas veces les
plazca.
Las limosnas recibidas por este conduc­
to destíñanse, de modo exclusivo, a promo­
ver la gloria de Dios y los intereses cul­
turales de la sociedad, acogiendo a niños
pobres y abandonados pw a educarle» cris­
tianamente.
¿Quién no contribuirá, pues, con
céntimos, que con tan ta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan
Bosco y de la Iglesia, inspirada en ideales
tan nobles y caritativos?
¿Quién no siente la necesidad de asegurarae la benevolencia divina, en este mundo
y en el otro, mediante la aplicación de los
méritos infinitos del Santo Sacrificio del altar?
6 Quién no tiene seres queridos, vivos o
d ifu n ^ , a quienes obsequiar con tan es­
pléndido regalo espiritual?
47, Inmaculado Corazón de M aría; 24 San
Ju an B au tista; 29, San P edro; 30, ’ Con­
memoración de San Pablo.

Cooperadores Salcsianos

R.:cordamos a nuestros lectores que para
ser Cooperadores Salesianos no basta be­
INDULGENCIA PLENARIA
neficiar de alguna manera las Obras y las
1.
*’ El día en que den su nombre a laMisiones; es preciso estar oficialmente ins­
Pía Unión de los Cooperadores.
critos en la Pia Unión. Sólo asi se puede
2.
" El día en que, por primera vez, segozar de los favores espirituales concedidos
consagren al Sagrado Corazón de Jesús.
por la Iglesia a la Fam ilia Salesiana.
S." Todas las veces que, durante ocho
Las condiciones son: 1.® Haber cumpli­
días seguidos, hagan Ejercicios Espirituales.
do los dieciséis años. 2.® Gozar de buena
4.® En ^unto de muerte si. confesados y
reputación religiosa y civil. 3.® E star en gra­
comulgados, o al menos con corazón contri­
do de promover por sí o por otros, con ora­
to. invocaren el nombre de Jesús con la
ciones, Umosnas y trabajos, las Obras o las
boca, y si no pueden, con el corazón.
Misiones de la Sociedad Salesiana
Cada m es:
1. ® Un día del mes a su elección.
2.
" El día en que hacen el Ejercicio de la Se acaba de reimprimir el R eglamento
Buena Muerte.
DE la P ía U nion de lo s C ooperadores S ale3.
'^' El día en que asisten a la Conferen­siANos. con el sumario de los favores espi­
cia mensual salesiana.
rituales otorgados por los Romanos Pontí­
iVoyo: Día 3. Invención de la Santa Cruz;
fices a los bienhechores de las Obras de don
8, Aparición de San Miguel Arcángel; 17,
Bosco. En dicho Reglamento va incluida la
Aniversario de la Coronación de María Au­
cédula de admisión firmada por el reveren­
xiliadora ; 18. Ascensión del S eñor; 24, Ma­
dísimo señor Rector Mayor de la Congrega*
ría Auxiliadora; 28. Pentecostés.
ción Salesiana. Cuantos lo deseen adquirir,
Ju n to: Dia 4. Fiesta de la Santísima Tri­
pueden pedirlo al Sr. Director de la Casa Sa^
nidad ; 8. Solemnidad del Corpus C hristi:
lesiana más próxima, o bien a la Dirección
16. Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús;
del B o letín S alesiano .
70 —

BOLETIN
SAL ESI ANO
M a y o d© 1944
2.* Epoca-Núm. 11

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO

Redacción y

Administración: •: Alcalá, 164. - Apartado 9134. - MADRID

SÜNIBIO:
E l mes de M aría Auxiliadora.—Efemérides seculares.—De ayer.—De nuestras
Csisas.__Oremus pro Pontífice nostro Pío.—Antigüedad del culto de M aría Au­
xiliadora en España.—De nuestras Misiones.—L a Slerva de Dios doña Dorotea
de Chopitea.—Crónica de G ra c ia s .-In memoriam.—Bibliografía.

E L

M

E

B

D K

I V I Ü K I Ü

15 U

X. I L

comenzado ya el M es de M a­
ría ./4uxi7iadora, y nuestros ama­
dísimos Cooperadores no nos perdona­
rían el que en este mes, mes salesiano por excelencia, dejáramos de ha­
blar de una devoción y de un amor en
aras de los cuales don Bosco, nuestro
amadísimo Padre y Fundador, fué des­
tejiendo su vida entera, hecha de sa­
crificios, de penalidades y de santidad.
Y temerosos de que nuestras pobres
palabras no tengan la gracia y la un­
ción suficientes p<ira llenar los santos
deseos que todos nuestros buenos lec­
tores tienen de oír frases que los alien­
ten a celebren con gran fruto para sus
almas este mes de María Auxiliadora,
comenzaremos por transcribir textual­
mente las palabras que el Aposto! de
esta devocirá altísima dirigiera en oca­
sión semejante a sus hijos del Orato­
rio de V aldocco.

H

a

I

H3 O

Í 5.

D íjoles a s í :
__ ^H acéis todos bien el mes de

María A uxiliadora} S i, animándose
aquella imagen, la Virgen Santísima
nos hablara, diría seguramente a mu­
chos d e vosotros que lo hacéis bien, con
gran fervor, y que el número d e los
tales es muy superior al d e aquellos
que aman menos a tan buena M adre.
Otros hacen algo por honrarla, pero
p o c o ; entusiastas y fervorosos un dia,
al siguiente se toman fríos com o el hie­
lo . L o s pobrecitos quisieran poder ser­
vir a dos señores. Otros no hacen nada,
absolutamente nada. V erdad es no en­
redan en la iglesia, pero tampoco rezan.
Otros, finalmente, van más allá : no só­
lo no hacen nada bueno, sino que obran
adem ás el m al. A los primeros, la Vir­
gen los anima, alienta y promete un
gran premio. A los segundos, les di­
c e : «i T rabajad \ iC reéis tal vez que
no pueda premiaros abundantemente}))
— 71

F resco d ec o r a tiv o en el
O ratorio d e V aldocco. En
p rim er térm in o, M a r í a
A uxiliadora, la in spirado­
r a d iv in a d e la s m agn ifi­
ca s o b ra s d e D ios qu e don
B o sco llev ó a cabo. A l fo n ­
do, la ca sita P in ardi, cu­
n a y o rig en d e cien y m ü
o tras C asas S alesia n a s es­
p a rcid a s p o r to d o el
m undo.

A los terceros les dice casi lo mismo
que a los anteriores : aNo os canséis,
perseverad y tendréis una gran alegría
d e conciencia.}) P or fin, a los últimos,
nada les dice, sino qu e, dirigiendo el
rostro hacia su Divino H ijo, le mira,
üora y ruega para que les tenga mi­
sericordia. («Memorias Biográficas)),
V I I - 6 6 3 .)
Hasta aquí, don iBosco. 3in embar­
go, teniendo como tenemos la seguri­
dad de que nuestros lectores no pue­
den dividirse en los cuatro grupos ci­
tados por el Santo, vamos a dividirlos
en otros grupos o categorías para po­
derles aplicar y dirigir un consejo es­
pecial y provechoso, sacado también
del pensamiento y de la doctrina de
nuestro 3anto Fundador.
Con respecto al mes de María A u ­
xiliadora podemos considerar en pri­
mer lugar el grupo d e las personas ne­
cesaria y excesivamente ocupadas. Si
no tienen tiempo para ir a visitar un
santuario dedicado a M aría, pero tie­
nen buena voluntad, con dirigirle bre­
ve súplica al levantarse por la maña­
na, con ofrecer a gloría s u y a los
quehaceres y cuidados del día, con po­
ner mayor empeño en evitar las fal­
tas habituales, con entremezclar tal o
cual pensamiento piadoso al trabajo,
72 —

con rezar una parte del Santo Rosario
a esa intención..., ¡q u é hermoso ra­
millete se puede ofrecer a la divina S e­
ñora í
H ay, asimismo, el grupo d e las al­
mas afligidas. ¡ Q ué oloroso jardín de
flores es la tabulación sufrida cristia­
namente y ofrecida de corazón a M a­
ría Auxiliadora í
No hay terreno que las produzca
más bellas que el que ara y cava por
su propia mano el Señor con el hie­
rro de las aflicciones, y fecundiza con
el rocío de nuestras lágrimas. Espi­
nas le parecen al desconsolado mortal
sus penas vistas desde a q u í; pero se
engaña, que son las más hermosas flo­
res vistas desde el Cielo. Abrazar,
)ues, con más ardor la cruz, rep>etir
os actos y protestas de conformidad
con la voluntad de Dios, callar ante
el genio duro, ante la siiuazón, ante
la lengua maldiciente, ante la perse­
cución injusta, es presentar al altar de
María las flores que E lla más ama,
las que la hicieron en su vida Madre
de dolores y en el Cielo Reina de los
mártires.
Una palabra para el grupo d e los
pobres enfermos. S í, que hasta los en­
fermos pueden cosechar flores en abun­
dancia en el lecho de su triste enfer­

f

medad. Quizá en ninguna parte pue­
den darse más estimables. Una ima­
gen de M aría colocada enfrente de
la f'ama ; unas miradas frecuentes a
esta bendita imagen, acompañadas de
filial suspiro del alma al original vi­
viente que está en los C ie lo s; unas
breves jaculatorias que apenas bag£in
mover los labios del paciente, pero que
seguro moverán a compasión las tier­
nas entrañas de María ; todo eso, y al­
guna mayor paciencia en la enferme­
dad, algima mayor resignación en la
hora del dolor, alguna mayor resolu­
ción en tomar por Dios las medicinas,
algunas exigencias menos para con los
encargados del penoso cuidado... H e
ahí un réunillete muy grato a María
Auxiliadora.
H ay el grupo d e los que no saben.
Hay personas sin letras que, en su ino­
cente sencillez, se figuran que no han
de ser aceptas a Dios y a la Virgen
3antísima sus pobres oraciones, porque
no saben dirigirlas en el estilo elegan­
te y galano de los sermones y devo­
cionarios. ¡P o b res almas, tal vez las
más preferidas del Cielo I No se sirve
a Dios con muchas letras, por más que
ellas sean en sí muy buenas, sino con
mucho amor. No las frases elocuentes
penetra las nubes, sino las que lanza
la fervorosa devoción. E l Rosario, por
ejemplo, basta para hablar y regalarse
con la Virgen Santísima.
H ay otra manera de honrar a María.
A quien todo esto pareciese aún de­
masiado, sería cosa de proponerle una
fórmula económica sobre toda p>onderaciOT. Consiste en no añadir cosa nue­
va a lo que se hace cada día, ni un
avemaria más, ni una jacu laton a; pero
sí renovar lo común y habitual, sacar­
le a eso viejo el lustre de nuevo ; re­
zar lo mismo, meditar lo mismo, pero
con más exactitud, con nuevo esmero,
con nueva limpieza de polvo y p a ja ;
esto es, de nuestros defectos cotidia­

nos. E l pobre tan pobre que no tie­
ne más que un traje, saca el día festi­
vo el mismo que usa los días de la b o r;
pero le quita el polvo de la semana,
para siquiera, con el aseo, honrar la
solemnidad. Haced por lo menos esto,
y la V irgen os lo agradecerá.
H ay, por último, otro homenaje más
singular y en cierto modo negativo. Se
puede aun honrar a María no ya h a­
ciendo algo, sino dejando de hacer. La
cosa es muy sencilla. ¿ V a is durante el
año al cine? Sin que vayamos a con­
denar la costumbre, pues que no os
sintiereis con fuerzas para dejarla, no
vayáis los días que queréis ofrecer a
la Madre de Dios. ¿ O s regaláis en la
mesa? No se os pide que ayunéis co­
mo cartujos, pero privaos de alguna go­
losina en honra de María. ¿V estís con
lujo? U n perifollo menos, un traje más
modesto, puede ser un homenaje de

SAN JU A N BOSCO
a los p ies d e su c elestia l AuxiUadora.
— 73

exquisito valor. Y si lo que ahorrareis
de cine, mesa y modista, lo llevareis
a la casa del pobre, ¡ ay, y qué rami­
llete más bello, qué ofrenda más com­
pleta y qué bendiciones más escogidas
habrá de derramar la Virgen A uxilia­

dora sobre vosotros y sobre vuestras
familias, porque, de todas las flores,
ninguna tiene una fragancia tan agra­
dable para Dios y su Madre 3antísima como la caridad y el amor al pró­
jimo !

T em p lo m on u m en tal, ho­
m e n a je d e la g ratitu d d e
d o n B o sco a su R ein a
A uxiliadora, y h o m o d e
p ro fu n d a p ie d a d cristia­
n a gu e s e h a p roy ectad o
en m u ltitu d d e iglesias
salesian as d ed ica d a s a la
c elestia l M adre, la últi­
m a d e la s cu a les a c a b a
d e in au g u rarse en Sevilla.

n if

EFEMERIDES
Don

Bosco

SECULARES
en

1844...

en e l C olegio E clesiástico no
co n feso r d o n C afasso, e l cu a l n o le resp o n ­
ten ia o tr a m ira n i m á s em p eñ o gue
d ió p a la b r a y s e co n te n tó con son reír.
sus estudios y e l co m p lem en to d e su fo r m a ­ S in em barg o, y a p es a r d e e s ta tá c ita n e­
ción sa cerd o ta l. D e m om en to, la s o tra s ocu ­
gativa, n o le a b a n d o n a b a e l p en sa m ien to
p a cion es y p reocu p acion es, a u n q u e com p li­
d e h a c e r s e m ision ero. S en tía en su in terior
ca d a s y dignas, la s ten ia p o r accesorias.
u n a fu e r te in clin a ció n a llev a r l a luz d e l
E n tre Zas cuestiones teológ icas, se n tía es­
E v an g elio a los in fieles y a los p u eblos sa l­
p ec ia l a fic ió n h a c ia la s gu e m ira n a Id S a ­
v ajes. T a m b ién a llí h u b iera en co n tra d o alu m ­
g ra d a E scritu ra y a la H istoria d e la Ig le­
nos p o r m illares. L e en tu sia sm a b a e l h e c h o
sia, d e ta l m an era , gue s e en fra sca b a , valga
d e lo s O blatos d e M aría, que, e n 1839, p o r
la p a lab ra, y a b so r b ía en su estu d io y e s p e­
cam in os ásp ero s y d escon ocid os, h a b ía n lle­
culación . E n esta s m a teria s lleg ó a fo r m a r
g ad o h a s ta lo s rein os d e A va y Pegu, p re­
su criterio p erso n a l y a te n er id ea s p ropias,
d ic a n d o Za f e d e Jesu cristo', y e n 1842 esta
fr u to d e sus profu n d os y d eten id os tr a b a ­
m isión h a b ia sid o c o n fia d a a un O bispo d e
jos.
la m ism a C on gregación , rep o rta n d o co n ello
C om o q u iera q u e m ás d e u n a v ez h a b ia
cop iosos fru to s d e a p o sto la d o m ision ero.
con tem p la d o y gttstado d e c e r c a la p a z y la
D on C afasso, a l cu a l n o es c a p a b a ningu­
tran qu ilid ad qu e re in a b a n en e l C on ven to
n o d e lo s a c to s d e su dirigido, le d e jó es­
d e l M onte y en e i d e N u estra Setloro d el
tu d ia r e l fr a n c és y los elem en to s d e l espaC am po, d on d e íenfo v arios y m u y bu en os
ñoZ; y cu an d o c o m en z a b a a to m a r en sus
am igos, p ro y ecta b a retira rse p o r algú n tiem ­
m an os la g ra m á tic a in g lesa, ¡e d ijo sin ex or­
p o a los C ap u ch in os o a cu a lq u ier o tr o lu­
d io a lg u n o :
g ar solttario p a r a d ed ica rse p o r co m p leto y
—Usted, querido don Bosco, no puede ir a
con e n tera lib erta d a sus estu d ios fa v orito s.
las Misicaies.
Y a o b r a r a si le llev a b a e l d es eo d e p rep a ­
— ¿Se puede saber el por qué?—p reg u n tó
rarse lo m e jo r p osib le a la p red icación , p er­
h u m ild em en te é l S an to.
trech á n d o se d e a b u n d a n te m aterial.
— ¡Váyase usted, si puede! No tiene fuer­
Un d ia ex p u so estos sus p ro y ecto s a su
zas para hacer una mijia, es Tnás. ni siquie-

D

o n B osco

74 —

ra para ir un inmuto en cam m je sin sentir
graves disturbios en su salud por causa del
estómago, según tiene bien experimentado,
¿y Quiere pasar el mar? ¡ Se muere usted
por el camino!
Así s e vin o a esfu m a r ta m b ié n este
sueño, n o ta n to p o r u n a d ific u lta d q u e él
tal vez h u b iera su p era d o con la in v en cible
fu erza d e v olu n tad qu e en tod a s la s cosas
ponía, sin o p o r o b ed ien m a a l co n sejo d el
hom bre, e n cu yas m an o s s e h a b ía p u esto
com o en la s m an os d e Dios, d e qu ien el
con fesor h a c e las veces.
Otras id ea s le reb u ü ia n en la m en te, m áxim e oZ term in a r é l te r c e r cu rso d e T eolog ía
Moral. N u tría u n a g ra n d e estim a, un a m o r
vivísim o h a c ia to d a s las ó rd en es y con grega­
cion es religiosas. D estin ad o p o r D ios p a ra
fu n d ar l a P ía S o cied a d d e S an F ra m d sco d e
Sales, s e sen tta y s e c r e ía lla m a d o a la v id a
religiosa. Así s e lo m a n ife stó é l m ism o a
don A ngel Sardo, su alum no.
E stab a ta n con v en cid o d e s e r e s ta su vo­
cación, e n la cu al te n ia la seg u rid a d de
h a lla r ta m b ié n m ed ios y fa c ilid a d es p a ra
d ed icarse a la salv ación d e la ju v en tu d , su­
prem a a sp ira ció n d e sit a lm a , qu e, en u n a
visita h e c h a a l S an tu ario d e N u estra S eñ ora
d e la C orisólación, h a b la n d o co n los O bla­
tos d e M aría, les ex p u so lla n a m en te su p en ­
sam ien to y su d eseo. ¿ S e h a b ía d esp erta d o
d e nuevo en é l el d es eo d e p er ten ec e r a d i­
c h a C on gregación? N o lo sa b em o s. Q uizá p o r
este m otivo, o p orqu e q u isiese s a c a r a don
C afasso d e su p ru d en te reserv a, re serv a p or
la cu al n o le h a b ía d a d o to d a v ía u n a res­
p u esta d efin itiv a , c o n a u to r id a d su p erior
scb re su v ocación es p ec ífic a , s e p resen tó d e
nuevo a é l y le expu so su n u ev o p en sam ien to.
D on C a fa sso escu ch ó en silen cio to d a la
am plitu d d e sus design ios y la s razon es Que
adu cía, y a sí qu e d on Bosco term in ó d e h a ­
blar, n o le resp on d ió o tr a c o sa q u e un seco
y re s u e lto : ¡No 1
E l S a n to ex tra ñ ó é l ton o en érg ico d e la
voz, p e r o no quiso p reg u n ta r e l m otiv o d e
a q u ella n egativa, y sigu ió p ersev era n d o en

r> E

N

/ Mí

ií'

D on B o sco su eñ a en la s M isiones.
fe rv o ro s a o ración , p id ien d o a la S an tísim a
Virgen qu e s e d ig n ase in d icarle e l sitio y el
m od o q u e d e b e r ía e je r c e r su sag rad o m in is­
te rio en b ien d e las alm as.
C on todo, V a p es a r d e sen tirse in clin a d o
a o cu p arse en m o d o p a rticu la r d e la sa lv a ­
ció n d e la ju v en tu d pobre y a b a n d o n a d a , por
m ed io d e lo s O ratorios F estivos, n o quería,
sin em ba rg o , c o n fia r d em a sia d o en su p rop io
ju icio, te m ú n d o qu e sus sueños, p o r otra
p a r te ta n claros, fu e r a n só lo u n a ilusión
en gañ osa.
(D e la s "M em orias B iog ráficas" , tom o n.)

a. Y

AN-KIN.—E i 1.0 d e m a y o s e realizó u n a
d ev o ta p ereg rin ació n a l m o n te Suv-Sé,
en cu ya c im a s e lev a n ta un tem p lo a ea tc a a o
a la S an tísim a V irgen co n el títu lo d e Auxilium Christianorum. N u n ca s e h a b ía visto
en C h in a uria m a n ifesta ció n relig io sa ta n
im pon en te. T om aron p a r te en e lla siete m i­
sioneros, m u ch os eu rop eos, m á s d e se sen ta
p erson as distin gu idas y p a sa b a n d e qu in ce
m il los p ereg rin os q u e s e d irigieron p rocesion a lm en ie a l san tu ario. D e ellos, d o c e m ü
eran cristian os, en tre los cu a les h u b o d os
m ü cu atrocien tos qu e s e a cerca ro n p o r vez
p rim era a la M esa E u caristíca. F u ero n ad­

E

ü

m ira b les la p ied a d , e l orden , el fe r v o r y es­
p íritu d e o r a á ó n d e aqu ellos bu en os cristia­
n os m ien tra s v isita b a n las esta cio n es d el
V ia-Crucis, qu e s e h a b la erig id o a i a ir e li­
bre-, y lo s p a g a n o s s e m a n ten ía n en tílen cio, v isiblem en te con m ov id os a i v er ta n ta fe ,
ta n to c e lo y ta n ta d ev oción e n aqu ellos fie ­
le s q u e h o n ra b a n a su c elestia l S eñ ora.
D u ran te to d o eZ m es m a ria n o con tin u ó el
con cu rso a l san tu a rio d e Suv-Sé d e d iferen ­
tes p a rtes d e la s m isiones.
(“Revista Popular”, sábado
6 de septiembre de 1873.)
— 75

d e

: n u e i s t r a s

Solemne inauguración de la nueva
iglesia a María Auxiliadora en
Sevilla (Triana)
C opiam os litera lm en te la rela ció n gu e d el
solem n ísim o y co n so la d o r a c to
hizo él
■'A B C" d e S ev illa en su n u m ero d e l 25 d e
m arzo.
el de ayer un día señaladísimo en
la historia sevillana de la Congregación
de Padres Saleslanos. L a construcción de
Escuélas de San Pedro, de T riana, h a teni­
do im magnífico colofón con la bendición e
Inauguración de su iglesia, puesta bajo la
advocación de María Auxiliadora, la Virgen
de quien fué enardecido apóstol el fundador
de la Orden, San Ju a n Bosco.
Memorable fecha que los Salesianos han
sabido honrar emocionadamente con la sin­
gularidad de su estilo, sencillo y cordial, dán­
dole la solemnidad de la presencia de las
altas autoridades eclesiásticas, militares y
civiles y el calor de sus educandos y del
pueblo trianero. Mucho antes de la hora
anunciada para la feliz ceremonia, las Es­
cuelas de San Pedro denotaban el entusias­
mo y la animación precursores del aconte­
cimiento.
El patio central del colegio y sus galerías
aparecían exornados profusamente. L a igle­
sia de María Auxiliadora, bellísima, amplia,
alegre, con su preciosa imagen y los mag­
níficos frescos de Hohenleiter, estaba perfec­
tamente dispuesta para la ceremonia con
su reclinatorio para S. E. y las presidencias
para las autoridades. ■

F

ue

L legada

de las autouidades e invitados

A las tres y media comenzaron a llegar
las Excmas. Autoridades e Invitados. El go­
bernador militar, general Martín Prats, con
su ayudante, el teniente coronel señor Alarcón de la L astra ; alcalde, duque de A lcalá;
el comandante de Marina don Baldomcro
García Ju n co ; delegado provincial de Auxi­
lio Social, marqués de EsqiUvel; el coronel
de Intendencia, señor García Guadiaro; el
coronel de la Guardia Civil, señor Gonzá­
lez; el presidente de la Audiencia, señor Es­
cribano; rector de la Universidad, don Jo ­
sé M. M ota; director del Instituto de “San
Isidoro”, don Joaquín Sánchez; director del
instituto “Murillo”, don Jaim e Gálvez; pá­
rroco de San Gonzalo, don Ricardo Madri­
gal; reverendo padre don José Sebastián
Bandarán, representantes de los colegios na­
cionales. de comunidades religiosas; Protec­
torado de la Infancia, Cruz Roja, PP. Domi­
nicos y Capuchinos, representantes de la Aso­
ciación Salesiana de Padres de Familia, Co­
legios Salesiancs de la Santísima Trinidad
76 —

c

a

s

a

s

y San Benito, Federación Regional de An­
tiguos Alumnos, casas salesianas de San Vi­
cente y Castellar de Hijas de María Auxilia­
dora, arquitecto de las obras, don Antonio
Gómez MÜlán; autor de las pinturas, don
Francisco Hohenleiter; los cooperadores sa­
lesianos, conde de Bustillo, don Manuel Ríos
Sarmiento, don Félix Sánchez-Blanco y otras
personalidades que ocuparon por completo
el vestíbulo y las galerías de las Escuelas.
Autoridades e invitados fueron recibidos
por el inspector salesiano de la Bética, don
lasFlorencio Sánchez; director del Colegio, re­
verendo padre G am arro; director del Cole­
gio de Córdoba, don Sebastián P asto r; re­
verendo padre Aparicio; el ex director de la
Casa de U trera y ex inspector don José Ma­
ría Manfredini y otras peisonalidades de la
Congregación Salesimia.
L legada

de

S. E. I.

el cardenal

S egura

A las cuatro en punto llegó a dichas
Escuelas Salesianas de San Pedro Su Emi­
nencia Reverendísima el cardenal doctor
Segura. Le acompañaban los canónigos don
Andrés Pabón, don Miguel B em al Zurita,
don Laureano Tovar y el maestro de cere­
monias, señor Marcos Mir.
Autoridades e invitados besaron el anillo
al prelado. Este entró en el edificio a los
acordes del Himno Nacional, interpretado
por la banda de Ingenierc» y escuchado res­
petuosamente brazo en alto. Las campanas
de la torre de la iglesia comenzaron xm
alegre repique y los niños de la escuela, for­
mados en el patio, saludaron la presencia
de S. E. cantando el himno Tu es t P etras.
El momento fué hermoso y emocionante. In­
mediatamente el prelado y las autoridades se
dirigieron a la nueva iglesia de María Auxi­
liadora.
B endición

e inauguración de la ig lesia

Su eminencia se revistió de pontifical y,
asistido por los M. Iltres. señores canónigos
Pabón y B em al Zurita, de diácono y subdiá­
cono, respectivamente, procedió a la bendi­
ción del edificio, saliendo al exterior de éste,
esparciendo el romero. Seguidamente conti­
nuó en el interior de la iglesia la ceremo­
nia de la bendición, durante la cual la S ch ola C an toru m del colegio ejecutó, en canto
gregoriano, las antífonas y salmos del Ri­
tu a l L a igleda quedó, a pesar de su ampli­
tud, totalmente ocupada por los fieles.
P alabras

de

S u E minencia
S egura

el

cardenal

Terminada la bendición, S. E. R. hizo uso
de la palabra en los siguientes términos:

“Dignísimas autoridades, honorable comu­
nidad de Salesianos, amadísimos h ijos: Si
la Iglesia bendice complacida los edificios
que son necesarios p aja la vida temporal de
lc« hombres, lo h ará con especial interés
cuando bendice aquellos que se dedican al
culto de Dios. Por eso puede decirse que en­
tre todas las bendiciones la más solemne
es la de un nuevo templo. Todos los templos
deben ser objeto de veneración especial, pe­
ro de un modo particular los hay con una
misión especial. Entre éstos tienen prefe­
rencia los templos de las casas dedicadas
á la formación de la niñez y de la juven­
tud. Felizmente se h a coronado esta obra,
merced a donativos generosos, con un tem­
plo solemnemente bendecido, alzado en un
bmrio tan necesitado. E l templo es el alma
de la Casa. Por eso es tan meritoria la con^
trucción de esta iglesia en ‘ tiempos difí­
ciles...
San Ju an Bosco, él fundador de la Con­

A

LA
DE

gregación Salesiana, concedió siempre g^an
importancia a la construcción de los tem­
plos en las Casas para la niñez. Se cuen­
tan hechos maravillosos del Siervo de Dios
en los templos. L a última vez que estuve en
Turto tomé parte en una escena religiosa
de la vida íntima de la Casa. El superior ge­
neral, siguiendo ima tradición del Fundador,
dirigía el acto conmovedor. Las instruccio­
nes, en el silencio del templo, evocaban el
recuerdo del Fundador... L a brevedad im­
periosa de esta plática no me permite am­
pliarla como fuera mi deseo. Sí os diré que
podemos augurar a este templo el fruto pe­
dido en las oraciones de la ceremonia de la
bendición. Aquí se elevarán las oraciones de
la niñez, implorando gracias para este ba­
rrio tan denso y tan necesitado. Una de las
grandes preocupaciones de los prelados de
la Archidiócesis de Sevilla h a sido siempre
este barrio. Todavía es mucha la labor que
queda por hacer. Hay que comenzar con la

V IR G E N
MAYO

ISilve María!
¿Oyes qué vago, dulce m urniullo,
se alza doquiera de amor y vida?
Ya de tus ojos el dulce brillo
brota en los orbes genlll sonrisa,
y abandonando de frescos nardos
el blando lecho donde dormís,
bella y gozosa la primavera
corre a tus plantas y se arrodilla
para decirte con su voz dulce:
¡Salve, María!
B1 cielo se abre resplandeciente,
rayos vertiendo de gloria y dicha;
bajando al mundo ios bellos ángeles
al ave prestan su dulce lira;
por eso el ave, bardo del bosque,
copia del Angel la voz divina;
y cuando viene la oscura noche,
7 cuando el alba llega tranquila,
siempre te cantan, siempre te dicem
¡3alve, Maria!
e n la arboleda de fresca sombra;
despierta alégrela fuentecilla:
V de los valles y las montaftas
surge nsueña graciosa ninfa,
besando arena, regando flores;
por entre rocas saltando esquiva,
esparce halagos, y. cariñosa,
corre a los muros de vieja ermita
para decirte con sus murmullos:
¡Salve, María!
Y ese armonioso, sublime canto,
lo arranca el viento de las encinas;
lo ensaya el pobre mezquino insecto,
que siempre inquieto, zumbando gira;
lo forma el ruido con que las olas
besan la arena que las cautiva;
7 donde ha7 tierra, donde hi 7 espacio,
del mundo al cielo, doquier palpita
la dnlce trova, canción de amores^
¡Salve, María!

¡Ob. quién pudiera bajo su imperio
teier el alma por convertirla
en arpa de oro. donde por cuerdas
pusiera el pecbo sus mismas fibrasi
Como los Angeles, como las aves,
como la fuente, como la brisa,
también sin tregua te bendijera,
tambiéa gastara su frágil vida
en repetirte de amor latiendo:
¡Salve, María!
Trinidad Aidrich.



77

oración por los templos parroqiüales—tres
existen ya en el barrio—, en las iglesias re­
ligiosas y, de un modo particular, en las ins­
tituciones donde haya niños. Las oraciones
hacen descender del trono de Dios su mise­
ricordia. Que sobre esta Casa, y la ciudad,
y la Archidiócesls, y la nación, y la Iglesia
descienda la divina misericordia.”
T raslado

procesional dsl

S antísimo

Tei-minada la plática, el cardenal Segm*a
se diilgió a la antigua capilla del colegio.
Y desde aquí, bajo palio, se trasladó a la
nueva iglesia el Santísimo Sacramento, en
procesión por las galerías del colegio. El ac­
to resultó solemnísimo, impartiendo S. E . la
bendición eucarística a los fieles. Estos ocu­
paron por completo el gi*an espacio de la
nueva iglesia, resultando la ceremonia bri­
llantísima e inolvidable. Se cantó el “Tantum
Ergo” y se rezaron, coreadas por miles de
personas, las alabanzas al Santísimo.
Terminado el acto religioso con el himno
mariano “Salve, Madre”, S. E. abandonó el
edificio, siendo despedido con el Himno Na­
cional, interpretado por la banda de Inge­
nieros.
Finalmente las autoridades e invitados fue­
ron obsequiados delicadamente por la Congragación Salesiana.
H asta aguí, e l “A. B . C.” d e S evilla. P or
n u estra p a r te h em o s d e h a c e r c o n sta r el
p ro fu n d o ag ra d ecim ien to d e la C o n g reg a­
ción S a lesian a h a c ia los E xcm os. S res. C on ­
d e s d e B ustillo, a cu ya ca rid a d s e d e b e el
n u evo tem p lo qu e s e acabo d e inaugurar.

Barcelona-Horta
D ia SI d e en ero .—En este CJolegio, y con
vma ceremonia llena de emoción, quedó
constituida la “Compañía del Santísimo Sa­
cram ento”. Doce animosos jóvenes, arrodi­
llados delante del Sagrario, fueron pronun­
ciando con labio tembloroso y imo por uno
su promesa de am ar a Jesús-Eucaristía cuan­
to pudieran.
D ia 5 d e wiarso.—Fiesta de las Compañías
del Santísimo Sacramento y de San Juis
Gonzaga.—Los Congregantes de San Luis y
del Santísimo Sacramento quisieron celebrar
con toda solemnidad su fiesta y homenajear
simultáneamente a su angelical modelo Do­
mingo Savio. Una alegre diana despertó a
todos llamándolos a un día grande. Durante
la Misa de Comunión, todos se acercaron a
la mesa Eucarística. Después de la Misa
Solemne tuvo lugar la bendición de la ar­
tística bandera de la Congregación de San
Luis. Resultó emocionante y quedó profun­
damente grabada en el alm a de todos, des­
pertando las palabras del Presidente de la
Compañía y las del Sr. Director ansias de
seguir las huellas de tan excelso modelo.
78 —

T

SEV ILLA {T rian a).— Un m om en to de ío

Fué madrina la Sra. D.^ Elisa Ramos de Manubens.
L a fiesta resultó muy bien y dejó en to­
dos imborrable recuerdo.
D ías 7, 8 y 9 d e a b r il.—C on gresillo S acer­
dotal.— Durante estos días la Compañía del
Santísimo Sacramento oiganizó un Congre­
sillo a fin de estudiar la necesidad, im­
portancia y dignidad del Sacerdote, en su
doble aspecto de Sacerdote secular y reli­
gioso.
Las ponencias, desarrolladas todas por los
mismos Congregantes, fueron escuchadas con
avidez. L a discusión de las mismas fué ani­
madísima.
Las sesiones fueron amenizadas con la de­
clamación de poesías propias de los rfias y
del acto que se celebraba.

H O R T A : Varias instaat

Málaga

Homenaje al Sr. Obispo
día 1 de abril, a las cinco de la tarde,
se celebró en el Colegio Salesiano de
San Bartolomé un homenaje dedicado a nues­
tro Exemo. y Rvdmo. Sr. Obispo, doctor don
Balbino Santos y Olivera.
En el patio de entrada había sido colo­
cada una artística tribuna adornada con
banderas e imágenes religiosas y con im her­
moso cuadro del Caudillo.
A la hora señalada, el Prelado íué calu­
rosamente recibido a los acordes de la ban­
d a de música del Colegio por el personal dei
mismo, Comunidades religiosas, alumnos y
numeroso público.
Seguidamente el R. P. ViJlanueva dió la
bienvenida al ilustre visitante en nombre
de la Obra Salesiana en Málaga, haciendo
un parangón entre la figura del Prelado que
hoy rige los destinos de la diócesis malague­
ñ a y San Ju an Bosco.
A continuación los alimmos interpretaron
varios números de felicitación, que fueron
bondadosamente acogidos por el festejado,
que tuvo palabras de particular afecto para
cada uno de los pequeños actores.
Don Miguel Rojo, profesor del Colegio,
saludó a su lima, en nombre de la Asocia­
la bendición solem n e d e lo- nueva iglesia
ción de A. A. Salesianos.
Al finalizar el acto, el ilustre Prelado se
dignó dirigir la palabra a todos los concu­
rrentes, teniendo frsises de especial cariño
Entre otras, se llegó a estas conclxisiones;
para la Obra Salesiana e inculcando a los
alumnos el am or a la Santísima Virgen y
1.
* Apreciar y demostrar este aprecio ala la Santa Sede. Terminó otorgando a sus
Sacerd.ote, saludándole cuando pasemos a su
expensas un día de campo a los alumnos en
lado y hablando siempre bien de él.
las próximas fiestas pascuales.
2.
* Rezar para que alimente el número Entre los acordes de la banda de música
y los vítores de los asistentes al acto, el Pre­
de los Sacerdotes.
lado, acompañado por la Comunidad Sale­
3.
* Seguir generosamente la voz de Diossiana. se retiró, prometiendo al superior de
si nos iia-TTifl. y no disuadir nunca a ningu­
la misma, Rdo. P. Luis Peña Balboa, una
no que quiera ser Sacerdote.
próxima visita a los talleres.
Los alumnos de Artes Gráficas le obseTerminó el CJongresillo con la represen­
qxüaron con dos ejemplares, del Reglamento
tación del dram ita en dos actos “El futuro
del Seminario Conciliar, obra del ilustre
Sacerdote y el pequeño Rey”.
Prelado, editada en los talleres de las Escue­
¡O jalá que Dios Nuestro Señor derrame
las Salesianas.
sus gracias selectas sobre muchos corazo­
iD e la " H oja d el L u n es” d e M álaga, 3-4-44.)
nes!
l

E

CONFERENCIAS FORMATIVAS

tBntáneas de las fiestas.

Ha continuado con creciente entusiasmo
el ciclo de conferencias formativas organi­
zado por la Unión de AA. SS. de Cindadela.
Además de las dos de que ya hicimos men­
ción en el número anterior, se han dado
las siguientes: L a fie s t a sa n tifica d a , por don
Bartolomé M ercadal; E l d om in go, d ia d el
S eñ or, por el Rdo. Sr. Director de las Es­
cu d as Salesianas; G lo sa d el T erc e r M an da­
m ien to, por D. Marcos M ascaré; E l Pa-pa en
l a Ig lesia y e n é l m u n do, por el P. Francis­
co Company, T. O. R
— 79

A STU D ILLO (P aleiicía).
H e a qu í un h erm o sisim o
grupo d e a sp ira n tes salesian os. C ien to d o c e m u­
c h a ch o s qu e, co n é l es­
tu dio y la p ied a d , s e p re­
p a ra n p a r a s e r un d ia
sa cerd o tes d e d o n B osco.
i C ien to d o c e a p ó s t o le s !
¿ S erá n tales? D e su correspOTidencia a l a g ra­
c ia d ep en d e en g ran p a r­
te ; p er o ta m b ié n d e n ues­
tros C oop erad ores qu e s a ­
b rán p ro p o rcio n a r los m e­
d ios m a teria les
M adrid : E scu elas S alesia n a s d e F ran cos
R odríguez.—Un acontecimiento universal, la
proyección de la película P a sto r A ngelicus,
h a conmovido a los buenos españoles ^ con­
templar durante casi dos horas la figura
sublime y angelical del Vicario de Cristo,
el Papa Pío X II. E n esta cinta, el cora­
zón, no ya católico, sino sencillamente sa­
no, se siente dulcemente emocionado al ir
siguiendo su vida oficial y privada, vida
de asceta, vida de santo, vida de mártir.
Y la emoción crece de pxmto al ver la so­
licitud del Papa en las largas y amorosas
audiencias a los pobres inválidos de guerra,
a las muchedumbres compuestas de niños,
obreros, jóvenes esposos, madres atribula­
das... ¡E l Papa, confundido llana y senci­
llamente, con sencillez evangélica, en me­
dio de sus hijos, llorando y sufriendo con
ellos: pastor, verdadero buen pastor, pas­
tor angelical, que se rodea de sus ovejitas
más desvalidas dispuesto a dar su vida por
ellas I
*
Las Escuelas Salesianas de Francos Ro­
dríguez han querido ayudar, en la medida
de sus fuerzas, a extender el bien que esta
película está haciendo, y para ello, el Do­
mingo de Pascua de ResiUTección, la pre­
sentaron. para distintos públicos, en el ci­
ne Tetuán. con entrada única y sumamen­
te módica, a fin de que pudieran asistir a
la proyección las clases más humildes de
la populosa barriada de Cuatro Caminos.

L a S a n ta S e d e es
m a estra d e lo verdad,
a m p a ro d e la in ocen ­
c ia y escla v a d e la
ju sticia. ( S a n Al­
fonso.'»

80



H U E S C A
Lección-Conferencia
sobre las Escuelas Profesionales
Recientemente la Prensa de Huesca se ha
ocupado de la lección-conferencia dada por
el M. Rdo. Sr. D. Guillermo Viñas, Direc­
tor de las Escuelas Salesianas de San Ber­
nardo de aquella ciudad, sobre “Organiza­
ción de Escuelas Profesionales para obre­
ros”. Form a parte esta lección, a la que han
asistido más de cien alumnos, de un primer
cursillo que será clausurado en este mes de
mayo. El orador, después de describir el
lamentable abandono en que yacía aún no
hace muchos años la enseñanza profesional
en España, pone de relieve la importan­
cia que, desde el triunfo del Glorioso Mo­
vimiento Nacional, se le viene dando tan­
to por parte de los organismos del Estado
como por parte de Empresas particulares.
Trae el ejemplo de otras naciones y afir­
m a que España empieza a no tenerles ya
que envidiar en nada. Pone asimismo de
manifiesto la labor realizada por la Congre­
gación Salesiana; traza en breves palabras
su plan y régimen de enseñanza, y conclu­
ye apelando a la entereza y a las virtudes
del carácter aragonés para que las Escue­
las Profesionales Salesianas sean muy pron­
to ima consoladora realidad en Huesca.

S i qu erem os s e r c a ­
tólicos d ebem o s p en ­
sa r y c r e e r com o
p ie n sa y c r e e el Papa.
(San Ju an Bosco.l

Homenaje al primer
sacerdote salesiano español
Pueblo Gallego”, diario de Vigo, daba
cuenta, el día 5 del pasado abril, del
proyecto que tienen los Antiguos Alxunnos
Salesianos de aquella ciudad de celebrar,
con ocasión de las fiestas del mes de Ma­
ría Auxiliadora y de la inauguración del
nuevo templo dedicado al culto de la Ce­
lestial Madre,
homenaje al llorado don
Manuel Hermida, primer sacerdote salesia­
no español. Dicho homenaje tendrá carác­
ter de nacional, por lo cual ha sido nom­
brada tm a Comisión de honor compuesta
por las siguientes personalidades: Reverendí­
simo Sr. D. Pedro Ricaldone, Rector Mayor de
la Congregación S alesiana; Exemo. e Bustrísimo Sr. D. Marcelino Olaechea, Obispo de
Pam plona; M. Rdos. D. Modesto Bellido, don
Juan Alberto y D. Florencio Sánchez, Inspec­
tores de las Casas Salesianas de España;
Exemo. Sr. D. Angel García de Vinuesa,
Presidente de la Federación Nacional de
M. R do. S r . D. M anuel Hermida , pri­
A. A. Salesianos, y D. Jceé Antonio Torren­
m e r s a c e rd o te salesia n o esp añ ol. In s­
te, Presidente del Secretariado Regional Cél­
p ec to r qu e fu é d e la s C a sas S alesiatico de A. A. S.
n as d e E sp añ a, fig u ra a m a b le
pa­
El Comité Ejecutivo está integrado por los
d re b u en o y corazón d e a p ó sto l in fa ti­
siguientes miembros: Rdos. Sres. D. Esteban
g ab le. M urió en S a rriá (.B arcelona) el
Ruiz y D. Cirilo Sagastagoitia; D. Gonzalo
27 d e fe b r e r o d e 1928, en opin ión d e
Rey Alar, D. Luis Gil Pórtela, D. Benedicto
san to.
Conde, D. Alfonso Fomeiro, D. Jaim e Isla
Couto y D. Juan Fuentes Bahamonde.
Este Comité h a comenzado ya los traba­
M. Rdo. P. Guardián del Convento de Ca­
jos de organización del homenaje y espera
puchinos de Sevilla, Fray Luís de Ausejo.
de todos los Antiguos Alumnos Salesianos
El Rdo. Sr. Director de las Escuelas Sale­
de España y de los Sres. Cooperadores su
sianas dirigió una breve plática a los concu­
entusiasta adhe^ón.
rrentes, y al final de la Misa se repartieron
estampas-recordatorio, dióse a besar la re­
liquia de San Ju an Sosco y se clausuraron
SA N TA N D ER : E jercicio s E spiritu ales.—O tlos Ejercicios con los himnos a don Bosco y
por los AJitiguos Alumnos Salesia­
a María Auxiliadora.
nos de aquella ciudad h a tenido lugar, du­
Uno de los frutos más importantes de est<»
ran te los dias 3, 4 y 5 de abril, una tanda
Ejercicios h a sido, sin duda, la creación
de Ejercicios Espirituales. Las conferencias
de la CONGREGACION DE CABALLEROS
han corrido a caigo del M. I. Dr. D. Ga­
DE SAN JUAN BOSCO, de la que se espe­
briel Palomero. Canónigo Lectoral de la
ra n grandes y saludables ventajas para la
S. B. C. de Santander. Muchos Antiguos
vida espiritual de los Antiguos Alumnos Sa­
Alumnos, Cooperadores y fieles en general
lesianos de Ecija.
han aprovechado esta oportunísima ocasión
l

E

de santificar sus almas.

VEN... Y SIGUEME
E C I J A : C on gregación d e C a b alleros d e S an
J u a n Bosco.—Con el mayor recogimiento y
piedad se celebraron los santos Ejercicios Es­
pirituales, organizados por la Directiva del
Centro Don Sosco, durante los días 2, 3, 4 y 5
de marzo pasado. Dirigienm las pláticas los
Rdos. Sres. D. José Aparicio, Consiliario Re­
gional de Antiguos Alumnos, y D. Francisco
Olmedo, del Colegio de Puentes de Andalu­
cía. A los distintos actos asistieron constan­
temente Tnáfi de ochenta Antiguos Alumnos.
£1 día 5 celebró la
de Comunión el

E s é l “S u p lem en to in fa n til d el B o leto í
S alesiano ”, qu e n o d e b e fa lta r en ningún
h o g a r d e n u estros C o ^ e r a d o r e s d o n d e hOr
y a niños. C u atro p á g in as m en su ales d e
asu n tos form aU v os p resen ta d o s con eleg an ­
c ia y a m en id ad . F a v o re c er su d ifu sión es
fa v o recer, a l m ism o tiem p o qu e la b u en a
P ren sa, la s id ea s ed u cativ as d e D. B osco,
p u es la h o jita es co m o un r e fle jo d e l B o ­
le tín S alesiano . P u ed e p ed irse a la C asa
S a le sia n a d e la qu e s e recib e e l B o letín .
— 81

Oremus pro Pontífice nostro Pío
es por todos la devoción que
te el corazón lleno de angustia y de zo­
nutría don Bosco hacia el Papa, devo­
zobra ante los peligros q u e amenazan a
ción que supo legar a sus hijos los Salesiala Ciudad Eterna, y en vista de la tortura
nos, las Hijas de María Auxiliadora y sus
que atorm enta al bondadísimo y dulce Cris­
Cooperadores, todos los cuales tienen a ga­
to en la tierra, nos dirigimos de nuevo a
la, en su humildad, mostrarse siempre y do­
nuestre® queridos Cooperadores, y en nom­
bre del Rvdmo. Sr. R ector Mayor de la
quier vasallos sumisos y fervorosos del Vi­
cario de Cristo en la tierra.
Congregación Salesiana, en nombre de don
Reciente está en la memoria de nues­
Bosco mismo, les pedimos intensiñquen más
tros lectores el testimonio de filial am or que
y más sus oraciones, súplicas y sacrificios
por el Papa. Recemos por nuestro Pcmtíla gran Familia Salesiana, agrupada en tor­
flee para que el Señor le conserve, p w a que
no de su Rvdmo. Sr. Rector Mayor, rindió
el Señor suavice las asperezas de su vía
a S. S. el Papa Pío x n con ocasión de
dolorosa, dulcifique sus chas en la tierra y
sus bodas de plata episcopales. Fué aquel
no permita salgan con sus malvados in­
un grandioso y triple homenaje de loanzas,
tentos sus enemigos y los enemigos de la
oraciones y sacrificios. Desde las columnas
Iglesia. O rem us pro P o n tífice n ostro Pió.
del B o letín S alksiano se ha salido con fre­
Y recemos también por sus intenciones,
cuencia y valentía, a tra\-és de sus ya no
entre las cuales la prim era y prin cii»! en
cortos años de publicación, en defensa del
estos momentos es la paz en el mundo.
Romano Pcmtificado; nuestra revista ha sos­
Unamos nuestras súplicas a las del Padre
tenido su autoridad, h a inculcado su amor,
común de todos los fieles, a fin de que el
h a enaltecido su egregia figura.
Señor haga cesar el terrible flagelo de la
Hoy. cuando todo el mundo católico slenguerra.
83 —

C

o n o c id a

Intigfledad del coito a María Auxiliadora
en España
La imagen que reproducimos se veneró hasta el
año 1936, en que fué destruida por los rojos, en el
Real Monasterio de E l Escorial, confiada a los solí-'
cítos cuidados de los P P. Agustinos. E ra una verda­
dera alhaja, cuajada de diamantes y pedrería, y había
pertenecido al oratorio particular del Papa San Pío V,
el cual la regaló a nuestro gran Rey Felipe II. Refie­
re la tradición que, arrodillado el Padre Santo a
los pies de esta imagen, pedía a la Reina de los
Cielos la victoria de los Ejércitos cristianos sobre
los turcos en aguas de Lepante. Después de la de­
rrota de la Armada turca, se lé dió el título de Auxilium C hristian oru m . L a rica corona que cubre la
cabeza de la imagen fué regalada por la piadosa
Isabel n . L a form a en que está representada la San­
tísima Virgen difiere bastante de la que h a hecho
popular nuestra Santo Fundador; sin embargo, he­
mos de advertir que la imagen escurialense ostentaba
en el ropaje los colores característicos de la Virgen
de don Hosco, es decir, manto azul y túnica rosada.

De nuestras Misiones
CONTINUACION DEL VIAJE

Partimos, por fin, contentos de haber pro­
porcionado algún consuelo a esa pobre gen­
te, gran parte de la cual nos acompañó
hasta el río. Un cuarto de hora después,
los perdíamos de vista, llevando con nos­
otros al niño mencionado, a quien pusimos
el nombre del santo del día.
El muchacho no cabía en sí de gusto al
hallarse entre nosotros. E ra im día frío y
de gran viento; habíamos llegado a xm va­
lle sin bosques que nos sirviera de reparo,
y donde hubimos de pasar la noche. Muchas
veces desperté con la idea de que se pre­
sentaran indios. Los demás dormían tran­
quilamente, salvo el P. Beauvoir, que no
pudo cerrar ojo en toda la noche. Al día
siguiente nos levantamos temprano, y he­
chas nuestras prácticas de piedad, continua^
moB el viaje, recomendando al indiecito que
nos guiara al m ar por el camino más bre­
v e; mas pasadas dos horas, como observara la brújula, advertí que h a b ^ tomado ha­
cia el Norte, frente al cabo Simday, quin­
ce millas al norte del cabo Peñas. Adverti­
do el error, nos dirigimos hacia el Sur.
El Rdo. P . Beauvoir sintióse muy cansa­
do, y me manifestó el deseo de reposar un
poco, advirtiéndome que podíamos seguir
adelante, y que, hallado el camino, podía
imo de los nuestros volver a indicárselo. Le

dejamos, pues, junto a una l^ u n a , en la
cual había im a inmensa cantidad de patos,
y ál dar la vuelta a una colina, tmo de los
acompañantes g rita : ¡ iTidios, in dios 1 En
efecto: vemos huir y ocultarse entre el fo­
llaje a tres indios. Nos adelantamos, y a
irnos cien metros del lugar en que se ha­
bían escondido, Luis les gritó diciéndoles
que íbamos de paso, que nada temiesen.
Alzóse entonces uno y luego otro, y por fin
el tercero. E ran tres indias, una de las cua­
les llevaba un niño sobre las espaldas. Nos
dijeron que estaban recogiendo leña, que
los hombres andaban de caza, y que por
allí no había indios.
E n c u en t r o con una
PELIGROSA

t r ib u

Proseguimos la m archa subiendo la coli­
na, y divisamos tres o cuatro indios m ás;
luego, una de las indias que nos había se­
guido. se pone a gritar que nos detenga­
mos, que por aquella parte toparíamos con
muchos indios que nos m atarían con sus
flechas. Sin hacer caso, continuamos cami­
nando, y a poco nos hallamos frente a una
tribu guerrera. Mandé por delante a los in­
dios para que les aseguraran que éramos
gente de paz. Diéronles crédito y nos acer­
camos para saludarles. Su número iba cre­
ciendo por momentos; miraban con interés
— 85

nuestros caballos, y sus movimientos en tor­
no nuestro no me permitían tener excesiva
confianza en ellos. Les di galletas, que acep­
taron y comieron; algunas mantas, par­
ticularmente a los Jefes, y Luis les dló a
conocer el objeto de nuestro viaje y el de­
seo que teníamos de fundar casa e iglesia,
ser amigos de los indios, darles abrigo, ali­
mentos, e tc.; de todo lo cual se alegraron
mucho.
Como les preguntara entonces s i. cono­
cían íUo Grande, me dijeron que no dis­
taba diez millas de allí. Sabía que a la mar­
gen derecha del río, cerca ya del Atlántico,
el ingeniero inglés Poper había edificado una
pequeña casa para ver si por allí había oro,
y que después la había abandonado. Les pre­
gunté si dicha casa existía aún, y me con­
testaron que la habían quemado para calen­
tarse. Luis les manifestó que habían hecho
mal en esto, que nosotros edificaríamos, y
que caro le costaría al que nos hiciese mal
alguno.
Conversábamos con los indios, cuando vi­
mos venir al P. Beauvoir con Octavio. Pedí
entonces a Ferrando que hiciera dos dis­
paros de carabina, aparentemente como de­
mostración de alegría, pero, en realidad,
para demostrar a los indios que teníamos
con qué defendemos si se nos atacaba.
Llegó a nosotros el P. Beauvoir, y supe
más tarde que estos indios, habiéndonos vis­
to la tarde anterior, habían querido robar­
nos algún caballo durante la noche; pero
que no habían podido conseguir su intento
por habérselo impedido nuestros perros.
L ugar

a

propo sito

para

la

NUEVA M isió n

El día 25 llegamos a la ribera izquierda
del río, donde tuvimos que aguantar un pe­

queño aguacero. E ra sábado. El domingo lo
dedicamos a reposar y a visitar el sitio que
nos pareció c o n v ^ e n te para la nueva Mi­
sión.
Situación cerca de un lago, como a unos
quinientos metros del rio, es lugar destina­
do a ser el punto principal de la T ierra del
Fuego, como Río Negro lo es del territorio
patagónico.
El lunes visitamos detenidamente la par­
te próxima de Río Grande, llamado asi por
ser el mayor de la Tierra del Fuego, tanto
por su extensión como por el caudal de
sus aguas. Corre de Occidente a Oriente,
desviándose algo hacia el Norte. En la ba­
rra mide tres metros de profundidad en la
baja marea? y hasta nueve, en la alta. La
m area es sensible hasta cinco millas al in­
terior.
Los peces entran allí abimdantemente du­
rante la m area alta, y no pocos quedan en
lo seco cumido aquélla baja. Los bosques
distan unos cuarenta kilómetros hacia el
Sur. Creo, pues, que el l u g a r es el
más a propósito para la fimdación proyec­
tada.
Los onas son bien formados y capaces de
recibir cualquier instrucción. ¡ Quiera Dios
que podamos pronto trabajar en provecho
de estos pobres salvajes y mostrarles el ca­
mino del Cielo!
Concluido el objeto de nuestro viaje, pa­
samos a la bahía de San Sebastián... Pien­
so pasar las fiestas de Semana Santa en
PuntarKias.
Reciba, Rdo. P., los más respetuosos y
cordiales saludos de sus hijos de la Tierra
del Fuego y dígnese bendecirlos.
De V. R., affmo. en J . C.,
L u is F ag n an o
Prefecto Apostólico

L a S i e r v a de D i o s

Doña Dorotea de Chopitea
Cooperadora Salesiana
II
la edad de dieciséis años, Dorotea 11amaba la atención de las personas ami­
gas de la familia Chopitea. Resplandecía
en la joven un conjimto de cualidades fí­
sicas, intelectuales y morales que la hacían
apreciable. Amaba con gran ternura a sus
padres. Acercábase a menudo a la Santa
Comunión, recogida y modesta; e ra inteli­
gente y laboriosa, y sus ocupaciones predi­
lectas, los ejercicios de piedad y devoción.
En aquel tiempo vivía en Barcelona una
familia de origen chileno, como la de Cho­
pitea, y que se había trasladado a esta ciu­
dad por las mismas causas que la de Do­
rotea. E ra el jefe de esta casa un intell34 —

gente y activo comerciante llamado don
Mariano Serra, natural de Palafrugell, en
la provincia de Gerona, casado con doña
M ariana Muñoz, descendiente de españoles.
El origen común, la igualdad de posición,
esa recíproca simpatía que se despierta en­
tre los espíritus honrados que participan
en las mismas afecciones y sentimientos,
produjo entre ambas familias una amistad
firme e inquebrantable, que no llegó nimca
a turbarse.
Vino en mientes a don Mariano estrechar
más estos vínculos, trabando una alianza
entre su familia y la de don Pedro, y para
ello puso los ojos en la joven D o r o t^ a
la que pensó casar con su hijo mayor. Jo-

gravísimas dificultades de mantener a tan
sé María, que, acabados sus estudios en un
larga distancia las relaciones con su futu­
coleeio de Marsella, ayudaba a su padre
ro esposo, en un tiempo en que la comu­
en el comercio que había establecido en
nicación con países lejanos e ra grandemen­
Barcelona.
te dificultosa, representó a su madre que
Apenas don Mariano comunico su pensa­
eUa, a fuer de hija dócil y obediente, res­
miento a su hijo, parecieron verse s^isfepetaría y pondría por obra cualquier re­
chas todas las esperanzas del joven. Cono­
solución que en este punto la madre se sir­
cía éste perfectamente las cualidades mo­
viera tom ar; pero en cu a n to d e m i aepetirales y físicas de la que le destinaban pa­
de—dice—, no h a y m ás q u e dos ca m in o s:
ra esposa; pero las primeras eran las que
o ro m p er p a r a siem p re la s rela cio n es con
habían enamorado su ánimo. Según sus prmd o n J o s é M aría, o realizar, d esd e luego, el
cipios, la beUeza y la bondad no dependen
ca sa m ien to . Comprendió la buena señora que
de la juventud; son las virtudes las que
discurría Dorotea con discreción superior
las hacen crecer a la vista de los hombres.
a sus juveniles años y que era el partido
Cuando don Pedro Chopitea conoció a su
más prudente el que ella proponía.
vez el plan de su amigo, se apresuró a co­
De acuerdo con los señores Serra, se an­
municárselo a su hija, que sin demora pres­
ticiparon los desposorios, teniendo éstos lu­
tó su asentimiento; y con el beneplácito
gar en la iglesia de Santa M aría del Mar
de ambas partes comenzaron las relacio­
el día 29 de octubre de 1832. Pué testigo en
nes entre los dos jóvenes.
este solemne acto el ya citado sacerdote
Poco después de estos sucesos, calmada
don Pedro Naudó, confesor de Dorotea, la
ya un tsmto la efervescencia de las pasio­
cual solamente contaba a la sazón dieciséis
nes en las nacientes Repúblicas america­
años y unos cuantos meses, y José María,
nas. m archaba don Pedro a Montevideo, con

veintidós.
el fin de realizar la parte del negocio que
allí tenía y volverse a España con el pro­
ducto de la liquidación. Solamente se llevó
CRONICA
a dos o tres de los hijos mayores, quedan­
do en Barcelona los demás, con su madre,
doña Isabel. Apenas llegó al término de su
DE
viaje le sobrevino ^m ataque de apoplejía
g
r a
c i a
s
que le puso a las puertas del sepulcro. No
bien se halló algo restablecido, el enfermo
GERONA.—Desde ha­
solicitó de su esposa que embarcase con sus
cía mucho tiempo venía
hijos para América, pues a él no le era
implorando de M a r í a
posible, a causa de la enfermedad, regre­
Auxiliadora una gracia
sar a España, y no le sufría el corazón vi­
señaladísima p a r a mi
vir tan apartado de su esposa y de sus
h ijo José María. E n el
adorados hijos, en peligro de morir si le
momento m á s difícil,
repetía el ataque.
surgió la ansiada solu­
¡Calcúlese cuán angustiada sería la si­
tuación de la pobre Dorotea al recibir estas
ción traída por las ma­
nos bondadosas de la
noticias! Por ima parte, el amor a su pa­
dre la atraía poderosamente hacia las cos­
Virgen de don Bosco. Agradecida, mando
tas am ericanas; por otra, el sentimiento de
celebrar una novena de misas en honor de
separarse, quizá para siempre, de su futu­
tan buena Madre y envío una limosna.
ro esposo don José María.
A ngeles F u rtiá d e C osta.
Su buena madre doña Isabel se hacía car­
GERONA.—Os doy gracias, ¡o h Virgen
go de la dura alternativa en que se hallaba
Auxiliadora!, por el g r ^ favor que me al­
su querida Dorotea, y le propuso que em­
canzasteis, y envío, según lo prometí, una
prendiese el viaje a Montevideo con lo s de­
limosna para vuestro Santuario.—L u isa San~
más hermanos, sin interrumpir por esto sus
c h o d e T exidor.
relaciones con don José María.
Ruda fué la prueba que tuvo que pasar.
MADRID.—^Agradecida a M aría Auxilia­
Adondequiera que volviese los ojos veía el
dora y a San Ju an Bosco por la curación de
sacrificio. Confió sus penas al Cielo en la
un enfennito cumplo la promesa que hice
lucha de su corazón; abrióselo a su pru­
de publicar la gracia en el B oletín y mando
dente confesor con el deseo de acertar en
una umnma. para su obra.—3í.* y A. d e A.
una, determinación que había de ser el prin­
cipio de todo su porvenir. Don Pedro NauALMACHAR (,Málaga).—VT¡3. afección al
dó, que conocía bien a fondo a Dorotea, le
estómago me tenía imposibilitado para ejer­
aconsejó lo que delante de Dios creyó ser
cer el sagrado ministerio; el día 31 de ene­
más conveniente para la joven.
ro me sentí peor que nunca, e invoqué a
E sta es la primera ocasión en que Doro­
San Ju an Bosco pidiéndole me alcanzara
tea dió muestras de aquel singular talento
del Señor algún alivio para poder continuar
de que tan claros ejemplos nos dejó en lo
mis trabajos. Desde aquel momento ctanenrestante de su vid a; pues, previendo las
— 85

zó la mejoría, que sigue en la actualidad.
Olimpio gustoso mi promesa de publicar la
gracia.—J o s é E sp ejo R odríguez, P bro.
BARCELONA.—Agradecida a María Auxi­
liadora, publico sus favores y doy una li­
mosna para laa obras de San Juan Bosco.—
J . C.
SALAMANCA.—Hallábase la niña de seis
años María Andi'ea Pérez enferma de tal
gravedad, que médico y familiares desespe­
raban ya de verla curada. Mas una mañana,
contra toda previsión, el doctor advirtió que
la fiebre había desaparecido y que la enferm ita se hallaba completamente fuera de pe­
ligro. ¿A qué atribuir ima tan rápida y asom­
brosa curación? Los padres de la niña y, en
general, toda la familia, son grandes devo­
tos de M aría Auxiliadora, cuya imagen hon­
ran en el hogar doméstico. L a afligida ma­
dre de María Andrea invocó el auxilio de la
Virgen de don Bosco, de la que puso una
medalla en el cuello de su hijita. Aquel fué
precisamente el momento que señaló el co­
mienzo de la curación.— U-na dev ota.
SALAMANCA.—Con la zozobra que es de
suponer en una madi*e, supe que mi hijo, An­
tonio Vicente, pretextando ir a cumplir unos
servicios a iK^groño, se había enrolado en
las filas de la División Azul para defender,
en las estepas rusas, contra los sin D ios, los
ideales que Informaron nuestro Glorioso Mo­
vimiento. Sobrecogida por la noticia de la
partida, que sólo nos com m icó al transpo­
ner la frontera, cuando la evasión de la tu­
tela paterna era irremediable, me apresuré
a depositar la suerte que pudiera correr en
manos de María Auxiliadora, prometiendo
publicar la gracias si tornaba mi hijo sano
y victorioso a los patrios lares. El éxito más
completo h a colmado mis esperanzas y an­
helos. MI hijo, con gloriosas heridas cicatri­
zadas y ostentando en su pecho preciadas y
numerosas condecoraciones que pregonan

BIBLIOGRAFIA
Las resedos b ib lio g rá fica s qu e agu í h a c e ­
m os so b re libros q u e s e nos en vían , no d e­
b en tom arse co m o juicios críficos d e nues­
tra R evista. E l fin d e esta s e c d ó n es siynp lem en te re co m en d a r o b ra s q u e creem o s d e
u tilid ad p a r a tod os o a l m en os p a r a p a r te
d e nuestros lectores.
L a P erfecta C asada. M aría G allostra de
C astaS o . — Autor, P. Ju an Bautista Gomis,

O. P. M. Sociedad Editora Ibérica: 144 pá­
ginas en octavo. Hermosa biografía en que
el autor ha resumido con elegancia, conci­
sión y profimdo sentido ascético, los altos
ejemplos de virtud practicados en la inti­
midad del hogar doméstico por la ilustre da­
m a biografiada. Precio del ejem plar: 5 ptas.
86



muy alto su arrojo y valor, ha vuelto sano
y salvo a la Patria. P ara gloria de Maxía
Auxliadora, a quien tanto invoqué en su
ausencia, cumplo lo prometido.—S o jia Zato.

In memoriam
i2do. Sr. D. A n drés V alentín. — Celoso y
apostólico sacerdote saleslano, que falleció,
lleno de méritos y virtudes, en Ronda, el
día 19 del pasado mes de marzo.
D oñ a M aría d é l P ilar L liu rella R ierad evall.—t)escansó en la paz del Señor él día
27 de febrero próximo pasado esta buena co­
operadora de nuestra Casa de Gerona.
D oñ a C arm en L listo sella C alzada.—^E1 día
10 de marzo murió en Gerona esta piado­
sa y caritativa dam a que tan bien supo
inculcar en sus distinguidos hijos el amor
y la compasión hacia los necesitados.
D on E steb a n M o d a s.—Con profimdo dolor
anunciamos a nuestros lectores la muerte
de este buen caballero cristiano que supo ha­
cer el gran sacrificio de entregar un hijo a
la Congregación Salesiana. A éste, al pre­
sente Director de la Casa Salesiana de Alcoy y a los demás parientes, la expresión de
nuestro más sentido pésame y la promesa
de nuestras oraciones por el eterno descanso
del alma del querido difunto.

R. I. P.

Un ruego a nuestros lectores
Se ru ega a tod os n u estros lecto res se dig­
n en en v iar a l M. R do. Sr. In s p ecto r d e la
In sp ecto ría C éltica S a lesia n a {G en era l P ri­
m o d e R ivera, 25, M adrid) cu an tos d ato s
cre a n p u ed en in tere sa r p a r a la b io g ra fía
d e l gran C oop era d o r S a lesian o D. F e m a n ­
d o B au er.
COLECCION CoNouiSTA. Editorial Lis, Villanueva, 15, Madrid. Hermosa serie de libritos para niños y jóvenes; 64 páginas en
cu arto; encuademación en cartoné con a r­
tísticas sobrecubiertas en tricromía y profu­
sión de grabados interiores. Van ya publi­
cados los siguientes títulos: L a fa z d e la
tierra , L a v u elta a V enezuela, E l A m azonas,
L a d o m a d e l rayo. F lo ta s y corsarios, y Ho­
lan d a . Precio de cada tom ito: 7 ptas.
M anual

del

carpintero

- ebanista

( pr e -

•APRENDIZAJE^.—Editado por las E. P. S. de
Barcelona, Paseo don Bosco, 74. Un volu­
men de 100 páginas en cuarto, cuyo texto,
ilustrado con 164 grabados, guia ordenada
y ped^ógicamente al aprendiz del arte de
la madera en los primeros pasos de su pro­
fesión.

-oOOOOo-

P

a g in a

\

C a t e q u ís t i c a
•oO

El h o m b re se fo r m a so b re las rodillas d e
su m adre. Así ha escrito un gran pensador
y así repiten cuantos tra ta n de educación
y pedagogía. A modo de confirmación anec­
dótica nos permitimos traer aquí las pala­
bras de xma aldeana sencilla e iliterata, pe­
ro que, en punto al arte de la educación
de los hijos, tiene la autoridad que da a
todo artista el éxito ruidoso y sincero de
sus obras. Margarita, que dió al mimdo la
obra magnífica de su hijo, San Ju an Hos­
co, tenía la persxiasión de que el principal,
por no decir el único deber que tiene la
mxijer desde el momento en que el Señor la
hace madre, es la educación no ya tan sólo
física e intelectual, sino, y principalísimamente, religiosa de sus hijos.
Y así. cuando para animarla a contraer
segundas nupcias, se le propone un honra­
do y acomodado tutor para sus hijitos, la
oímos contestar con dignidad de m atrona;
El tutor se rá un bu en am igo. Y o soy la m or
d re d e m is h i j o s ; n o los a b a n d o n a ré ja~
m ás u i p o r to d o é l o ro d e l m u n do. M i d e­
b e r es con sag rarm e p o r en tero a la ed u ca­
ción d e m is hijos.
Sapientísima respuesta, que debería hacer
pensar a más de una madre de las que se
nombran cristianas. Mis jo y a s son m is h i­
jos, dijo allá una pagana. ¡Jo y a s! Joya sig­
nifica algo de mucho v alo r; supone deli­
cado estuche, arcón seguro, desvelos y cui­
dados, pensamiento continuo...
La madre cristiana deberá decir más. Pa­
ra ella los hijos son mucho más preciosos
que preseas que se adquieren por dinero...
Cuando la madre recibe al hijito a quien los
padrinos acaban de sacar de pila, puede
afirmar con toda verdad que aquel joyel
tiene un precio incalculable en la tie rra ; su
amor y su sangre, y que tiene un precio
infinito en los cielos: el am or de Dios y la
Sangre de Jesucristo.
P ara la madre cristiana se h a escrito;
Grande g loria es ed u ca r a l h ijo d e l r e y ;
p er o m u ch ísim o m a y o r lo es e l ed u ca r a un
h ijo d e Dios. (Gersón.)
Es nuestro propósito insistir sobre este
tema importantísimo correspondiendo a la
gentil invitación que nos han hecho varios
señores Cooperadores y al aplauso general
con que se
recibido los artículí» que,
ya en una forma ya en otra, vienen apare­
ciendo en el B o l etu í S alesiano .
Y es nuestro propósito también descen­
der al terreno de la práctica indicando con­
cretam ente las circunstancias en que pue­

Ooden hallarse los hijos en el ambiente fami­
liar, los defectos de que puede adolecer la
educación, los medios y remedios que será
bueno emplear en el cumplimiento de esta
importantísima misión.
¿Importantísima? ¡Indispensable! L a edu­
cación familiar es educación de plantel. Con
muchísima más razón debemos aplicar al
padre y a la madre lo que Ruiz Amado dice
refiriéndose al m aestro;
como nubes que
desde lo alto despiden el agua sobre los
campos sin cuidarse de d cae o no sobre
las plantas, ni, en general, si hay o no
plantas que necesiten su riego. El pedago­
go se h a de parecer menos a esas nubes
inconscientes que a l solicito jardinero, el •
cual conduce el agua al pie de cada arbo­
lito en el tiempo, la cantidad y la forma
que conoce ser conveniente para cada tmo”
El primer paso que deberán d ar los pa­
dres en orden a la educación de sus hijos
es el de conocerlos. Conocerlos estudiando
a cada tmo de ellos desde los primeros mo­
mentos de su existencia, observando todos
los movimientos, todas las manifestaciones
de la vida física y moral del pequeño ser.
Y no les sirvan de desaliento o de excusa su
ignorancia de las leyes de la Pedagogía cien­
tífica. P ara su consuelo habremos de repe­
tir aquí las siguientes palabras del eximio
Cardenal G om á; "Nosotros creemos que uno
de los defectos de que adolece la Pedagogía
científica es la nimiedad excesiva en el aná­
lisis de los hechos de orden pslcoflsiológico:
discusiones de carácter puramente libresco,
en las que se aceptan como condiciones ge­
nerales del humano espíritu lo que a veces
es fruto de la observación personal del pe­
dagogo, no siempre bastante garantida."
Lejos de querer afirmar con esto, estaría­
mos en contradicción con nosotros mismos,
que los padres no deban conocer y aplicar
las normas generales que los maestros han
dejado escritas. Pero les rogamos tengan
muy en cuenta este importantísimo postu­
lado; Cada hombre necesita ser educado se­
gún im a pedagogía propia, hecha para él.
Y este otro, no menos im portante; Si pu­
diéramos hablar de ley pedf^óglca natural,
ésta se hallaría escrita en el corazón de las
madres. Y buena prueba de ello nos la da
la Historia, cuyas grandes ^ u r a s , en su
mayor parte, han sido obra de un corazón
de madre, y cuyos h orrib le monstruos han
sido casi siempre seres desgraciados, que no
sintieron besos de madre sobre sus frentes
protervas.
-

8?

^\TOp

tooooccocooooceoocco

©®©®§}@©©©©©.e©®©@@©@@@

del Catálogo

Extracto

D ist in t iv o s :

ENSEÑANZA
de P rimera C omunión : Cua­
ren ta leccioncltas ordenadas, sencillas
y amenas, con profusión de grabados.
E je r c ic io s de R eligión : Ochenta ejerci­
cios gráficos, distribuidos en ocho gra­
dos.
F ilm inas S an J uan B osco : Películas de
vistas fijas para la enseñanza del Ca­
tecismo.
P royector " C encasal” ; Aparato para la
proyección de las Filminas.
M étodos de E scritu ra : Letra america­
na, tres cuadernos; letra redonda, tres
cuadernos; letra . gótica alemana, un
cuaderno.

C atecismo

PIEDAD
D el S ag rad o C orazón, M aría
A uxiliadora, S an J u a n B osco, B e a ta
M azzarello, en distintas combinaciones,
en metal símil plata oxidada mate. De
S an Ju a n B osco, en metal dorado, pla­
teado o bronceado, propias para pre­
mios. D e M aría A u xiliadora y S ag rad a
C orazón, en aluminio. Idem, id., para
la Archicofradla. D e S an Luis y d e la
In m acu lad a, en metal símil plata, para
las Compañías Piadosas.

M edallas :

P ara los Congregantes de
las Compañías Piadosas. Medallón cen­
tral en metal dorado, con o sin rayos
en esmalte.
P lacas : D e M aría A u xiliadora, de metal
símil plata oxidada, de sobremesa o
para puertas de piso, despacho, dormi­
torio o coche.
E stampas : Nueve modelos: María Auxi­
liadora, San Juan Bosco, B eata Mazza­
rello y Domingo Savio, a cuatro tintas
en offset.
E stampas (Serie 600); Ocho modelos de
estampas de María Auxiliadora, San
Juan Bosco, B eata MazzareUo y Vene­
rable Domingo Savio, en offset, a seis
tintas y oro.
C romos -oleografías : De María Auxilia­
dora y de San Juan Bosco. Tamaño,
39 X 49 cms.
LECTURAS
Biografía del Santo.
escrita por el Rdo. Sr. D. Manuel Gra­
fía. Cien páginas en octavo.
F lo rec illa s : Breves resúmenes biográfi­
cos de 24 páginas: San Juan Bosco,
Domingo Savio, Miguel Magone y B eata
Mazzarello.
S an Juan B osco :

(P ara más detalles, pídase catál<^o.)

O V KD

I.1
>ItC

E l H ombre L eyenda : Ensayo psicológico literario, por D. J o s é M aría T a b o a d a Lago.
Un tomo de trescientas páginas en cuarto, escrito con entusiasmo, amor y pro­
fundo conocimiento de la vida y del espíritu del Santo.
O ratorio F estiv o : - : CATECISMO : - ; F ormación r eu g io sa ; Aureo libro, salido de
la plume y del corazón del R um o. Sr. D. P ed ro R icald on e con ocasión del Primer
Centenario de la Obra Salesiana. En un volumen de unas doscientas páginas en
cuarto, el Rector Mayor de la Congregación Salesiana ha expuesto con ampli­
tud. oiden y competencia, qué pueden y qué deben ser los Oratorios Festivos
y todos aquellos centros similares que se dedican a la enseñanza de la Religión.
M adre M argarita : Breve resumen biográfico de la madre de San Juan Bosco,
incluido en la colección F lorecillas.

BOLETIN

A X > A R T A I> 0 0 1 3 4

SALESIANO

M ADRID

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S. E.
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