-
extracted text
-
BOLETÍN SBLESiaHO
BARCELONA
JU LIO -A G O STO 1943
2.* Epoia — N.* 4
S i p o r practicar la devoción se as trata coffio hipócritas, y por per
donar las injurias se os moteja com o hombres de p o co valor. 6ur/aas de
tod o eso, que una opinión ten /a/sa y engañosa no es bastante para deslustrar la virtud cristiana, que ha de ser ¡^ fe r id a a todos los honores ■
del mundo.
S an Francisco de Sales
S U M A R I O
Ei I V Sucesor de San Juan
Bosco.
La primera M isa de don
Ricaldone.
De nuestras Casas (Ronda,
Sarriá, Santander, V ig o ).
Don Fernando Bauer.
Gradas y favores.
Nuestras Casas de Forma
ción.
IUMI
Condiciones para ser inscrito en la
Pia Unión de Cooperadores
y Cooperadoras
Recordamos que para ser Cooperadores Salesianos no basta bene
ficia r de alguna manera las Obras y Misiones; es preciso estar oficial
mente inscritos en la Pía Unión. Sólo asi se puede gozar de los favores
espirituales concedidos por la Iglesia.a la Familia Salesiana.
L A S C O N D IC IO N ES, S O N :
Haber cumplido los dieciséis años.
2.® Gozar de buena reputación religiosa y civil.
5.® '■Estar en grado de promover por sí o por otros, con oraciones,
limosnas y trabajos, las Obras o las Misiones de la Sociedad Salesiana.
La Unión no obliga en conciencia ni impone cuota alguna de inscriptnón, n i periódica. P o r lo mismo, pueden pertenecer a ella las
familias privadas, religiosas, institutos y asociaciones, por medio de,
los padres o superiores, respectivatnente.
E n el acto de la inscripción, la Sociedad Salesiana envía el DiplomaReglamento.
Para más pormenores y aclaraciones, dirigirse al D irector de la
Casa Salesiana más próxima ó al M. Rdo. Sr. Inspector, o ya directa
mente al R ector Mayor de la Sociedad Sale^7ia, Via Cottolengo, S2.
Turín (109), especificando el remitente.
T E S O R O E S P IR IT U A L
Los Cooperadores que. habiendo confesado y comulgado visiten una iglesia u oratorio
publico (los Religiosos y Religiosas, la suya p rivad a), y recen allí según la intención del Sumo
Pontifice, pueden ganar:
IN D U L G E N C IA P L E N A R IA
1. " El día en que dan su nombre a la P ia Unión de los Cooperadores.
2 * E l dia en que, por v e z primera, se consagren al Sagrado Corazón de Jesús.
Je
veces en que. durante ocho dias seguidos, hagan Ejercicios Espirituales.
4.® En punto de muerte si confesados y comulgados, o al menos con corazón contrito,
invocaren devotamente el Nom bre de Jesús con la b ^ a , y si no pueden, con el corazón.
Cada mes:
1
U n día del mes a su elección.
2. ® E l día en que hacen el Ejercicio de la Buena M uirte.
3. ® E l din que asisten a la Conferencia mensual salesiana.
J U L IO ; I, Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo: 2, Visitación de Nuestra Señora^
16. V irg e n del Carmen.
A G O S T O ' 6, Transfiguración del Señor; 15. Asunción: 16. San Roque.
S E n 'I E M B R E : 8. N atividad de la V irgen : 12. E l N w nbrc de M aría; 14, Exaltación de la
Santa Cruz: 15. L os D olores de la V irgen : 29, Dedicación de San M iguel Arcángel.
El Jubileo sacerdotal del JZector EM ayor
Han pasado cincuenta años desde el día
en que nuestro amadísimo Rector M ayor
D. Pedro Ricaldone
subiera las gradas
del altar de Dios.
Fué España la na
ción a quien cupo
la dicha entopees y
cabe ahora la gloria
dfe un acontecimien
to que, si siempre
alegra los corazo
nes de los buenos
católicos, en el caso
presente ha tenido
una trascendencia
extraordinaria en el
campo del aposto
lado y en bien de la
Humanidad. •
El día27 de mayo
p.p. y en la Basílica
de María Auxiliadorade Turín, hijos
amantes han rodea
do al IV Sucesor de San Juan Bosco, y
aunque pocos en número, habrán procu
rado intensificar las muestras de amor y
adhesión al Rdmo. Rector M ayor para
suavizar en lo posi
b le la h o n d a y
amarga tristeza que
lacera su corazón al
contemplar los su
frimientos de sus
hi j o s de t o d o el
mundo.
En estas horas
que se hacen más
grandes por la ale
gría del recuerdo y
por el dolor presen
te, nuestra Patria ha
podido, por gracia
del Señor, estar al
lado del amadísimo
D. Pedro Ricaldone,
representada
por
sus Sres. Inspecto
res que han llevado
al c o r a z ó n del
Padre el consuelo y
^ amor de alumnos, antiguos alumnos/
cooperadores y salesianos de España.
EL IV SUCESOR DE S. JUAN BOSCO
E l I V sucesor de San Juan Bosco,-Rdm o. don
PedrO' Rlcaldone, nació en M lrabello M onferrato
(Ita lia ), el dia 27 de julio de 1870, en el número
nueve de la calle R overe, siendo sus padres Luis
y Cándldá Raiteri. E l mismo día. hacia las seis
de la tarde fué llevado a la pila bautismal y rege
nerado a la vida, de la Gracia por el Ecónomo
don Carlos Cognasso, apadrinándole sus tíos Luis
Rlcaldone y Luisa Buzio. H alló en el seno de su
familia, profundamente religiosa, el ambiente ideal
para su educación primera. Su piadosísima madre
sacaba de la prolija oración hecha en casa, mañana
y tarde, de rodillas sobre el duro suelo, de la asis-*
tencia cotidiana a la Santa Misa, y de la casi dia
ria Comunión, inspiración y fuerzas para el ejer
cicio de las más nobles virtudes domésticas y de
la caridad hacia los pobres y menesterosos. E l
padre, todo reciedumbre de carácter y generosidad
de corazón, secundaba la labor de la madre dando
al hijo el ejemplo de una fe vivificadora de todas
sus acciones tanto en la vid a privada como en la
pública. Siendo alcalde de M lrabello. con su buen
sehtido cristiano, con su rectitud y con su acti
vidad, prestó inmejorables servicios a su pueblo.
Constituía la característica de la familia la hos
pitalidad: pobres y buhoneros i^cesitados hallaban
siempre la puerta abierta, im plato de sopa y des
canso por una noche.
A si, pues, en el M utuario dcnnéstico, tuvo el
pequeño P edro aquellal primera formación en la
piedad y en el sentido del deber que sentó las
la base de los grandes y progresivos adelantos en
su educación. Habiendo frecuentado las clases pri
mera y segunda elementales en su. pueblo natal,
teniendo de maestro a A n gel M anfredi, prosiguió
sus estudios en nuestros colegios de Alassio y de
B orgo San Martino.
E N C U E N T R O C O N D O N BO SCO.
Portada do la Parroguta de San Andrés de Sevilla
donde cantó su Primera M isa e l Rercrendisim o
don Pedro Rlcaldone.
Y fué en este último colegio donde tuvo la di
cha de encontrarse por primera v ez con D on Bosco.'
E l buen Padre había querido hacerles a aquellos
alumnos el regalo de una de sus visitas que eran
esperadas como una bentiidón del d é la Después'
del solemne recibimiento, se había retirado a sus
habitaciones, y superiores y alumnos comenzaron
a pasar para abrirle su corazón. E l pequeño Pcd ¡o
aguardó su turno, y cuando estuvo a solas con el
Santo se sintió súbitamente arrebatado por aquella
bondad pateriuü. L e manifestó su interior, escuchó
sus predosos consejos y en su alma quedó graba
do para siempre aquel hechizo que fué en aumentocon los años y con el conocimiento del incompara
ble Apóste^ de la juventud.
L o v o lv ió a ver o tr^ v e z en 1882 en Turin.
cuando, juntamente con los demás alumnos del cole
gio. asistió a la consagración de la Iglesia de San
Juan Evangelista, y pudo d e nuevo gozar de su
sonrisa y de su palabra conquistadora.
Tam bién él debía ser muy en breve ganado por
aquella sonrisa.
Continuados los estudios en Casal Monferrato.
y admitido en el Seminario diocesana e l joven
clérigo sintió decididamente la llamada a la vida
salesiana y pasó a hacer su aspifantado y n ovi
ciado en T u rin en nuestro Instituto de Valsalice,
desde el 1889 al 1890, vivien d o junto'con los sier
v o s de D ios Principe Augusto C zartw isk y y don
Andrés Beltrami. E n septiembre de 1890, siendo
aún clérigo, partió para España donde el experi
mentado Inspector don Felipe Rinaldi supo lanzarlo
al apostolado saleriano dirigiendo sabiamente sus
pasos. Se consolidó tan firme y rápidamente que
el íuturo tercer sucesor de San Juan Bosco no dudó
en confiarle una obra de la más alta importancia
para la Inspectoría: el OratcMío F estivo de Sevilla.
BI 23 de julio de 1892, el clérigo Pedro Ricaldone.todavía estudiante de T e o lo g ía , comenzó a acom
pañar semanaimente al director don Atzeni, y el
5 de enero del año siguiente, se quedó a morar con
él en el exconvento de la Santísima Trinidad ce
dido provisionalmente por la Curda. Joven, lleno
de celo y rico en dotes de mente y de corazón,
llegó a ser en breve el alma del O ratorio, conquis
tando tal ascendiente sobre los 500 chicuelos que
don Rinaldi no tardé en descargar sobre él la
dirección completa apenas llegado al sacerdocio.
¡Grandioso dia para él cuando pudo subir al altar
para celebrar su prim era M isa!
Aurora radiante de un ministerio que el Señor
ha bendecido con una magnífica floración de cAras
providenciales. C o a la g ra d a de D ios y la ayuda
de los buenos, don Ricaldone pudo poner en prác
tica tín programa extenso añadiendo al prim itivo
trabajo dcl O ratorio, escuelas elementales para e x
ternos. escuelas profesionales y hasta cursos de
humanidades, y todo ello con tal impulso que a
poco alcanzó la obra un m aravilloso desarrollo.
H o y se le ha juntado la Casa del Universitario.
En 1898, para hacer extensiva la labor salesiana
a otro barrio de la ciudad, se abrió un segundo
O ratorio dedicado a San Benito de Calatrava.
I N S P E C T O R . (1901 - 1911)
E l año 1901, el S iervo de Dios D on M iguel
Rúa. llamando a T u rin a don Rlnaldl para suceder
al llorado don Belmonte como Prefecto General
de la Sociedad Salesiana, dividió la Inspectoría
española en tres: Bética. Céltica y Tarraconense,
y confió la primera al D irector de Sevilla, hacien
do del C ole gio de la Trinidad, Casa inspectorial.
Don Ricaldone. aun continuando como Director
del C olegio, se aprestó a trabajar en su nueva m i
sión con aquel entusiasmo y espíritu organizador
que todavía al presente cemstítuyen las caracterís
ticas de su celo. Quedaron bajo su jurisdicción
ríete rasay con 86 hermanos. Fué su primera prcocupacióo el aumentar el personal para poder e x
tender más su radio de acción desarrollando las
obras y a existentes y estableciendo nuevas funda
ciones. Desde luego empezó por enviar un sacerdote
por las provincias de Castilla, fecundas en preciosas
vocadones, para que reclutara jóvenes aspirantes
a la vida salesiana. para quienes abrió en la casa
de E d ja . un aspirantado que se trasladó luego a
Mcmtilia. G rad as a esta forma de apostolado, pro
seguida con constanda año tras año, log ró ver
aumentado el personal al final del primer decenio
hasta 184 hermanos, pudiendo fundar los siguientes
colegios: Ronda, con escuela para externos y O ra
torio F estivo (1902): O rfanatorio de C ádiz para
escuelas profesionales (1904): G asa de San. José
del V a lle con el N o v ic ia d o y el Estudiantado
filosófico para la Inspectoría (1909). Poso un em
peño especial en la organizadóo de k » Antiguos
Alumnos y de los Cooperadores Salesiaoos. cjue
respondieron cOTdlalmente a todas sus iniciativas.
T o c a d o en el corazón por la urgencia de los graves
problemas sodales y las necesidades de la clase
obrera, tomó a pecho el Interesar en ello a lodos
los buenos, espedalmentc a los sacerdotes, con
oportunas publicaciones.
An te la maravillosa capacidad agrícola de la
región, prOTíONió el interés por su valorización,
poniendo su especializada competencia en la cues
tión agraria, a servicio de propietario y colonos,
y difundiendo el “ Sistema Solari" con la fundación
de la “ Biblioteca A g ríco la Solariána” que publicó
desde el 1903 al 1928, 140 tcwnitos en octavo, di
vulgando la aplicación práctica de los principios
científicos del gran prectirsor de la moderna agri
cultura. Estanislao Solari. A pesar de estar absor
bido por tanto trabajo, escribió personalmente v a
rios tomltos que llegartm a ver en breve varias
ediciones, y de los que nos limitamos a recordar
los dos primeros titulados: E l C/ero, la agricultura
y la cuestión social: L a agricultura, los agricultor
res g la cuestión social.
Bastante entendido en música, y celoso del de
coro de las sagradas funciones, fué uno de lo.s
primeros en pemer en práctica la reforma del canto
litúrgico ordenada por S. S. P ío X .
T a l fervor y entusiasmo supo imprimir a l'a p o s
tolado salesiano. partícularmente al educativo, que
llevó a la Inspectoría a un admirable florecimiento.
Sfi supo asimismo asimilar con tanta propiedad
el carácter y acepto andaluz, que pajsaba por uno
de la tierra,, amado cordialmente y apreciado por
las autoridades y por el pueblo, por los amigos
y por los bienhechores.
V I S I T A D O R D E L A A M E R IC A M E R I D I O N A L •
L a habilidad demostrada en el gobierno de la
Inspectoría y la estima granjeada con sus dote.s
y con su tacto, determinaron a don Rúa a encar
garle de una visita extraordinaria a las Casas Saleríanas de Am érica meridional. La visita duró más
de un afio. desde 1908 a junio de 1909, recorriendo
la Argentina. Uruguay y R ío Grande en el Brasil,
visitando en cwijunto 60 Casas Saleslanas y casi
otras tantas de las Hijas de M aría Auxiliadora.
Fué una de las visitas más provechosas, pues se
efectuó con gran diligencia, amplia comprensión,
hábil competencia y cordial amabilidad, h e acom
pañó el D irector de la Casa de Utrera. Don A n
tonio Candela, h oy D irector General de las Es
cuelas
Agrícolas
y
Profesionales
Salesianas.
Saliendo de C ádiz el 7 de marzo, desembarcó en
Buenos Aires el 24. y al día siguiente comenzó
la visita a I ^ Casas de la Cairítal y de la Inspec
toría confiada entonces al inolvidable don José V espigniani.
E l !K) de juMo prosiguió camino de Uruguay
acogido en M tm tevideo por el Inspector D . Gamba.
E xtendió su visita basta las dos Casas de R io
Grande y de Bagé en el Brasil que entonces perfi>ny>rí?in a la Inspectorfa dcl Uruguay. Bajó des
pués al Cbubut y a las Misiones de las Pampas.
Lpego, el 25 de noviembre, comenzó la visita de
las Misiones de la Patagonia confiadas al In s ^ c to r
D. Paglierc. E n Fortín Meredes, el gran misionero
D . Pedro Boqacina acababa de echar los funda-*
montos de la futura casa de formación, y del san
tuario de M aría Auxiliadora que tenia que conver
tirse después en meta de numerosas peregrinaciones.
Se necesitaba una gran fe para comenzar aquellas
obras en un desierto (que no otra cosa era enton
ces F ortín ); pero la fe no les faltaba a aquellos
hijos de D on Bosco, y la palabra alentadora de
D . Rlcaldone animó al santo .misionero a pro-;
seguir su empresa juzgada humanamente de teme
raria. Desde Patagones pasó a Vledm a, a Pringles,
a Conesa, a Choel-Choel, logrando llegar a Roca
para celebrar la Fiesta de N avidad. L a noche d c l'
31 de diciembre le sorprendió camino de Chosmalal.
A medianoche, entre el piafar inquieto de los ca
ballos, cantó el T e Deum con sus acompañantes,
bajo las estrellas en medio de las inmensas soledadc.s patagónicas. E l 3 de enero de 1909, después
de seis dias de carruaje» se hallaba en Chosmalal.
donde encontró junto a la pobre iglesia parroquial,
alojados en una casucha de barro a dos infatigables
misioneros, D. M ateo G avotto y D . Bartolomé Panaro, venerados entonces como apóstoles y pocos
años después llorados y honrados como santos.
Desde Chosmalal v o lv ió a Roca, donde D . Ricaldone contribuyó con su pericia agraria no común,
a alentar y orientar la obra de D . Stefenelli que,
sin dejarse vencer por obstáculos al parecer insu
perables. había comenzado la explotación del desier
to patagónico dotado de una fecundidad maravillosa
hasta entonces desconocida. Permaneció alli nueve
días. E l 21 de enero partió hada el Neuquén c o a
uno de nuestros más intrépidos misioneros D . D o
mingo Milanesio, alma de apóstol, el Padre de los
Indios, como se le llamaba, y que debía condudrlc
a Junln de los Andes. Emplearon siete dias, acu
rrucados sobre un afuste de cañón arreglado a.
m odo de carro, que marchaba a campo traviesa..
Puede dedrse que no habla caminos. Vadearon
varios afluentes de Lim ay. rios vertiginosos, des
cansando las noches sobre el suelo, bajo la bóveda,
estrellada dcl firmamento.
L le g ó a Junin -de los Andes la vigilia! de la
fiesta de San Francisco de Sales, a tieraj>o para
presidir los E jc rd d o s Espirituales de los Salesíanos y los de las H ijas de M aría Auxiliadora. Sir
guió luego su recorrido por San M artin de los
Andes, dónde comenzó la travesía de la Cordillera,
que llevó a término a caballo en cuatro días, lle
gando a V a ld iv ia (C h ile), el día 7 de febrero.
H abla recorrido doscientos kilómetros a caballo sin
contar la travesía de los lagos Pirihueco y Pangulpulli. E l viaje por Chilé debía ser\ir sólo para ir a
embarcarse en Valparaíso, rumbo hacia Puntarenas
(M agallanes). P ero en la semana que estuvo alli.
obsequió con su visita a las Casas de la Inspecto
ría confiada a D . Luis N a l. E l 16 de febrero, el
vapor Orissa salió para Puntarenas amarrando alU
el día 21. C on el Prefecto A postólico Monseñor
Fagnano visitó las M isiones de la isla Dawson y
de la T ie rra del Fuego, alargándose después hasta
G allegos y Santa Cruz.
Pudo entonces conocer a fondo aquella alma de
apóstol, dotada de un no común talento organiza
dor. de corazón grande y pronto siempre para so
correr toda suerte dé miserias. Y a la v ez tuvo
ocasión de constatar el heroísmo de nuestros mi
sioneros. Pocos dias después de su llegada a Pun
tarenas con Mons. Fagnano y con • D . Candela,
partió en busca de una expedición que había salido
con el fin de hallar una comunicación entre la
desembocadura del rio A zop ard o (desaguadero del
lago Fagnano y que desemboca al fondo del G olfo
del Alm irantazgo), y la M isión de R ío Grande
situada en la desembocadura del río homónimo, en
c1 Atlántico. L a expedición, que se componía de
un sacerdote y cinco coadjutores, no había logrado
salir del G o lfo del Alm irantazgo donde había to
mado tierra hacía y a 46 dias. Los pantanos habían
Impedido Ja marcha hada el interior. T enían viveres .sólo para 15-dias, acabados los cuales se
alimentaron con carne de caballo, de guanaco e
incluso de tres zorritas. Dorm ían en el duro suelo.
Estaban flacos y demacrados. L a llegada de Don
Ricaldone fué su salvadón.
En Santa Cruz se encontró con D . Beauvoir, mi
sionero corazón de oro y temple de acero, que
emulaba en las misiones de la T ie rra del Fuego lá
gesta admirable de D. M ilanesio entre los indios
de la Patagonia.
A través de la Patagonia y de la T ie rr a del Fue
go, tuvo que recorrer regiones carentes en gran
parte de caminos, a caballo o. acurrucado sobre un
carruaje que atravesaba las secas llanuras cubier
tas de zarzas y matorrales espinosos. E l calor so-,
focante del día. y de noche los mosquitos, las
vinchucas, terribles parásitos de la región, la m o
notonía abrumadora del paisaje, y la interminable
duración de aquellos viajes, hicieron que experi
mentara gran parte de los sacrificios de la vida
misionera. D e aquí nació en él aquel sentimiento
de afectuosa veneración que manifestó siempre por
los misioneros.’ y aquel celo en prestarles toda su
ayuda, que dló origen más tarde a la Cruzada
M isionera ideada y dirigida hábilmente pcw él. y
que lle v ó ayuda iiunensa a los misioneros.
Embarcado de nuevo en el vapor, rumbo a M onte v id ea se detuvo en las Islas M alvinas para v i
sitar al capellán salcsiano y a las H ijas de M aría
Auxilidora.
L legó a T u rin el 1 de junio, llevando a D. Rúa
y a los demás superiores noticias detalladas de los
Sale^anos, de las Hijas de M aría Auxiliadora, de
sus Casas y sus Obras.
P ero el mejor consuelo lo había dejado en A m é
rica donde a la satisfacción y a la gratitud de los
hermanos y de las H ijas de M aría Auxiliadora que
habían sabido justipreciar los sacrificios llevados
a cabo para llegar a las más remotas regiones entre
incomodidades que sólo ellos estaban en grado de
poder valorar, se había juntado la admiración de
las autoridades civiles y religiosas, de los C oope
radores y de los Antiguos Alumnos entusiasmados
por las dotes y el trato del visitador y conmovidos
por su afabilidad. L a visita había enfervorizado
a todos para el cumplimiento de Ia.s varías m isio
nes. incremento dcl celo y difusión del espíritu d e
D on Bosco. En verdad que é l no había ahorrado
fatiga para que así fuera. S e había prodigado sin
medida en audiencias, sennones.
ferencias, asambleas de Antiguos
hechores... y todo ello con tanto
tan edificante que dejó en todos
tisfacción.
reuniones y con
Alumnos y bien
afecto y un celo
la más v iv a sa
D IR E C T O R G E N E R A L D E L A S E S C U E L A S
P R O F E S IO N A L E S Y A G R IC O L A S S A L E S IA N A S .
L a organización y el impulso dado a la Inspec
toría Bética, el bien llevado a cabo en la visita
a las casas y misiones de Am érica del Sur. y sobre
todo, la competencia adquirida en el campo téc
nico profesional y agrícola, hicieron que se le
asignara en 1911 la dirección general de las Escue
las Profesionales y A g ríco la s Salcsianás. Habíamuerto poco después de su reelección, el titular
D. Bertello. Y el sucesor de D . Rúa. D . Pablo;
Albera. v ió en D . Ricaldone la persona más indi
cada para recoger su herencia. Llamóle, por lo
tanto, a fcHinar parte del Capitulo Superior en el
cargo de C onsejero Profesional, y le con fió aquella'
sección que necesitaba precisamente su habilidad
especializada para poner al dia y perfeccionar la
obra comenzada por su predecesor. D. Bertello
había- dejado realmente huellas de su paso por la
dirección de nuestras E.scuelas Profesionales, con
normas didácticas y pedagógicas, con programas
de cultura general y técnica y con disposiciones
prácticas ajustadísimas al espíritu de Don Bosco.
D. Ricaldone púsose sin demcH-a a aplicarlas y*
desarrollarlas, acomodando adecuadamente las di
rectivas del arte del libro, de la madera y del
vestido, a las del hierro, mecánica y electromecá
nica. Puesto en contacto con los superiores, jefes
de taller, haciendo tescwo de la experiencia dp
todos, con espíritu práctico y amplitud de miras,
completó y perfeccionó normas y programas, des
cendiendo ha.sta los más insignificante.s pormenores.
M editando concienzudamente el plan, dedicó todos
sus esfuerzos a la formación del personal, dispo
sición de los talleres y redacción de textos. N ada
perdonó para elevar a nuestros hermanos maestros
de taller a aquella cultura técnico- profesional pues
ta al día de continuo, que ganó y conserva para
nuestras escuelas tanto aprecio y éxitos tan mani
fiestos. Con santa audacik les estimuló para que al-,
cansasen la máxima competencia y les p ro veyó de
los títulos y medios convenientes. Quiso las es
cuelas siempre a la vanguardia y supo suscitar la
beneficencia de nuestros-Cooperadores para equipar
escuelas modelo. E n Ltxnbriasco creó aquel tipo
de escuela práctica de Agricultura que sigue sien
do todavía uno de los mejores experimentos de
habilitación para la dirección de haciendas agrí
colas.
Demasiado conocedor de la vid a y de sus exi'gen das para conformarse con formar tecwizaDtcs.
tanto en la organizadón d e las escuelas p rofea onales com o en la de las agrícolas, procuró hacerlas
palestras ‘ capaces de adiestrar a kw alumnos en
la aplicadón de la teoría a la práctica, de modo
que puedan, al terminar el aprendizaje profesioiml
o agrícola, asumir con entera con\petendá In propia
responsabilidad técnica y obteniendo además jus
tas y merecidas ganancias. Este criterio fundamen
tal cuya importancia e.s bien manifiesta, fué el se
creto del éxito de nuestras escuelas, del interés que
suscitaron y del aprecio recabado en to^lo el mundo.
Sus normas y programas fueron base de inspira
ción en Italia y err el extranjero para las escuelas
del Estado. Los textos, fruto de ciencia y de ex
periencia. han tenido gran difu-sión. D . Ricaldone,
en efecto, habia confiado su compilación a técnicos
salcsianos y a otros extraños a l a ‘ Congregación,
' y la dirigió personalmente contribuyendo con su
propia competencia.
C om o eficaz estímulo a la emulación entre los
alumnos y . para acreditarse ante el público, pro
m ovió no sólo la participación de nuestras Escuelas
Profesionales y Agrícolas en las exposiciones re
gionales y nacionales que no escatimaron las ala
banzas y premios de primer orden, sino que también
alentó la organización de exposiciones didácticoprofesionales en cada uno de nuestros colegios.
Exposiciones locales para preparar las regionales,
nacionales e internacionales, que llevaron nuestro
sistema y nuestros programas a conocimiento de lo.s
técnicos, y llamaron la atención de las autoridades,
de los gobiernos y de las corporaciones industria
les. E n la exposición internacional del Lib ro y
Artes Gráficas— p ara.citar un ejemplo— que tuvo
lugar en Leip zig en 1914, tomaron parte 53 escue
las tipográficas salesianas, 51 e.scuclas de encuader
nación. 4 de fundición de caracteres, 3 de litografía.
coB 42 librerías, concursantes de 18 estados de
Europa. América. A frica y A.sia. con un conjunto
de 3675 alumnos (1890 tipógrafos. 1753 encuadernadorc.s y 32 litógrafos).
grandiosa exposición no pudo tener todo el
brillante resultado que se esperaba a causa de la
Gran Guerra que estalló aquel mismo año: pero
a nuestras escuelas se les asignó el D iplom a de oro.
En cambio tuvo un éxito rotundo la Exposición
d i^ tico -p ro fcs io n a l. efectuada bajo la dirección de
D . Ricaldone en el O ratorio de Turín el año 1920
con oca-sión de la inauguración del monumento a
D on Bosco. Exposición completa que, a la v ez
que mostraba los programas de nuestra.^ Escuelas
Profesionales y .Agrícolas, hada ver el adelanto
progresivo de los alumnos. Técn icos de gran valía,
sod ólogos eminentes hicieron de ella los más calu
rosos elogios. Y aun el público general halló en
qué interesarse, pues D- Ricaldone supo atender
hasta a los más pequeños pormenores, dándole anim adón y vid a con la genialidad de la disposición
y la propiedad de las indicadones.
Antes de dejar la dirección general de las E s
cuelas Profesionales y Agrícolas Salesianas para
aáirair el cargo de Prefecto General. D . Ricaldone
logró recabar oportunamente todos los frutos y
resultados que se habia propuesto. R ecogidas las
observadopes de técnicos y cultivadores de las
artes profesionales y de los maestros salesianos, preparó la publicadón ofid al de nuestros
Program as que reunió en opúsculos aprecíadísinios.
aun h oy h ¿ntc de inspirsídón en Italia y en d
extranjero.
PREFE C TO G ENERAL.
Con la elección de D . Rinaldi para R ector M ayor,
D. Rlcaldone fué nombrado Prefecto General de la
Congregación Salesiana, cargo que equivale cü de
V ic a rio del R ector M ayor.
L a colaboración más estrecha con el tercer su
cesor de San Juan Bosco, absorbió desde este punto'
su actividad fundiéndola sólidamente con la del
Rector M ayor. C on todo, su impulso y su obra per
sonal destacaron cspeqlalmente en la Cruzada M i
sionera, en la organización de la Pia Unión de los
Cooperadores y en las grandiosas fiestas de la
Beaüficaclón de D on Bosco. H o y en día continúa
aún la Cruzada Misionera con las bolsss misioneras.
P ero desarrolló gran variedad de iniciativas qjiie
apenas podemos apuntar. En primer lugar la pre
paración del personal: luego, el reclutamiento de
aspirantes misioneros, creadón de casas de forma
ción para los futuros sacerdotes, maestros de taller
y catequistas. T a n to el Instituto Cardenal Cagliero,
como la Escuela A g ríco la de Cumiana, el Instituto
Condes Rebaudengo, Bernardi-Semeria sobre el co
llado D on Bosco en Castelnuovo, todas las casas,
en fin, phra aspirantes misioneros recibieron de
D. Rlcaldone las caracteristlcas, los programas, di
rectivas y asistencia directa hasta lograr un per
fecto desenvolvlntíento. Para los gastos pecunia
rios no dudó en proponer al Rector M a y o r la
Cruzada Misionera que le permitió preparara nu
merosas expediciones anuales de misioneros. Para'
atraer el interés de todo el mundo sobre la cuestión
misionera dirigió personalmente el concurso apor
tado por la C ongregadón Salesiana a la Exposidón
Misionera Vaticana en 1925, y organizó al año
siguiente en la Casa M adre de Turfn, la E xposi
ción Misionera Salesiana, conmemorativa del C in
cuentenario de nuestras misiones. Nustros Coopera
dores recordarán el éxito obíetúdo por la sección
salesiana en la Exposición del Vaticano, y el fervor
que por las Misiones despertó la de Turin. D ebe
mos contentarnos con citar el Boletín del 1926, pues
una reseña por má.s que sumaria, nos oaiparia
muchas páginas.
C w n o Prefecto General dló un gran Impulso a
la P ía Unión de los Cooperadores Salesianos, ac
tivando una propaganda de amplio radio y siste
matizando la Oficina Central. P W > al dia la O fi
cina de Correspondenda y Prensa Salesiana con
criterios iwácticos y modernos que al punto des
pejaron y fad litaroo eficazmente el s e rv id o de inform adón y publiddad. D estacó luego conferendantes y propagandistas por provindas y dudades
con materia! escogido, para hacer conocer las Obras
y Misiones de D on Bosco, susdtando v iv id m e
interés y generosa cooperadón. P rom ovió reunio
nes locales y regionales y la creadón de ofldnas
inspectoriales para seguir más fádlmente el m ovi
miento y difundir a la v e r las asodadones de los
devotos de M aria Auxiliadora. F a v o re d ó las inid atlvas de la oficina de TVopeqanda qxie preparó
una serie de oportunísimas pubÜcadones y un in
teresantísimo y surtido material. Siempre preocu
pado por hacer bien a sus almas según el espíritu
de San Juan Bosco. escribió para los c o t^ ra d o re s
y cooperadoras salesianos el precioso manual para
el E je rd e io de la Buena Muerte, que halló muy
favorable acogida.
Los frute» de tan compleja actividad se hideron •
patentes con ocasión de las fiestas de la Beatificadón, cuando dótíles al llamamiento d eí Rector
M ay or, acudieron a dentos de miles los Coopera-,
dores. D . Rlcaldone pudo dar al programa el máxi. mo esplendor y organizar en T u rin aquel grandioso.
' cortejo de la traslación desde Valsalice a la Basí
lica de M aría Auxiliadora que constituyó el grantriunfo de los restos mortales de D on Bosco glori
ficado. E l Volumen X I X de las Memorias Biográfi
cas ha perpetuado el recuerdo; pero preciso sería
haber estado al lado de D . Rica!d(xie durante los
meses de preparadón para poder valuar la gran
diosidad en la con cep d ón , y la perfecdón en el
realizarla.
N o queremos pasar por alto la ayuda prestada
al llorado D . Rinaldi en el gobierno general de la
Sodedad. P ero con d e d r que fué brazo derecho
estaría dicho todo.
V I S I T A D O R D E L A S C A S A S S A L E S IA N A S
■ D E O R I E N T E Y E X T R E M O O R IE N T E .
A la manera que había .sabido corresponder a ,1a
confianza de D . Rúa. de D . Albera y de D . Rinaldi
en todas las rai.siones que se le habían confiado, asi
D . Rlcaldone supo representarles como visitador de
las casas lejanas. Hemos y a referido su visita a
la Am érica meridional.
Desde noviembre de 1912 a m ayo de 1913, ccuno
Consejero Profesional General, fué enviado a las
Casas SaUsianas de Estados^Unldos y de Méjico^
Salió de T u rin el M de noviembre: embarcó en
Liverp ool (Inglaterra) el 16, y llegó a N u eva Y o rk
el 22. Efectuada la visita a las Casas del Este,
el 12 de enero partió para California, y el 22 del
mes siguiente llegó a M éjico. E n Tam pico. el tren
en que viajaba, fué asaltado por los revolucionarios:
pero, gracias a Dios, nada le hicieron sufrir. R eci
bido el 27 en Hulchapán por el Inspector D. Plani
y por los hermanos, permaneció casi dos meses v i
sitando con esmero las Casas de los Salesianos y
de las Hijas de M aría AuxIliadOTa. E l 11 de abril
se embarcó en Vcracruz rumbo a Cuba llegando a
L a Habana el 15. Desde L a Habana vc^vló a N ueva
Y o r k alargándose hasta M ontreal y O ttaw a en
Canadá entre el 28 de abril y 4 de m ayo. E l 10 de
este mes d ejó N u e va Y o r k para llegar a T u rin la
víspera de la fiesta de M aria Auxiliadcnn.
C on diversas misiones y en distintas dreunstandas. espedalmente con objeto de presidir los E jerd d o s Espirituales, pudo visitar en años sucesivos
la m ayor parte de las C asa^ de Europa, valiéndose
del dominio de las prindpales lenguas para poderse
compenetrar con todos los hermanos y reladonarse
con las autexidades, cooperadores y amigos.
E l 24 de didem bre de 1926, salió de T u rin .h ad a
el Extrem o Oriente. C on tm grupo de misioneros,
celebró la N avida d en V e n e d a y la miema noche
partió para la India.
,
L le g ó a Bom bay c! 10 de enero prosiguieodo en
seguida el camino h ada Calcuta, gozosamente aco
gido el 13 por M ons. Mathias y demás hermanos.
Llegado el 16 a M adrás, recorrió toda la Archidlócesís, pasando por las varías miáoncs, por Tanjore
y M aylapore. V u elto a Calcuta y visitadas las
obras' allí existentes, se dirigió al Assam. Desde
Shillong visitó primeramente la parte montañosa y
después la llanura, marchando y a a pie, y a en ca-'
bailo y hasta en elefante. T u v o ocasión de cotitem-»
piar espectáculos de fe tales que le recordaron el
fervor de los primeros cristianos. Doquiera comumones numerosas y una piedad conmovedora. En
una pcjjladón junto a Cherrapunnjee celebró la
Santa M isa en una explanada delante de 1500 per
sonas que asistían con admirable devoción, bajo
los ardientes rayos del s o l. P or la tarde presidió
una velada popular con más de 3000 asistentes y
la clausuró leyendo un discursito en Khassi. Seme-'
jantes homenajes se repitieron en otros pueblos'asameses y revistieron el máximo esplendor en Shi-'
Ilong. V o lv ió a Calcuta el 6 de abril. E l 10 se
embarcó para R angoon.(B irm ania), y llegó a Pe-nang el 17. Recibióle el Inspector de las casas de
China D . CanazeJ. Desde Penang en ferrocarril,
pasó a Bankok del Siam (hoy T haila n d ia), y v i
sitó la residenda de la M isión de Rajaburi confiada
a los P. P. de las M isiones extranjeras de París
y que la Santa Sede nos había o fre d d o aquel mismo
año. P rod gu ió lufego.hada la Indocfana francesa.
Puonglenk, Saigon,4Ían<M, y embarcándose en H aiphong, llegó a' H on g-kong el 16 de mayo, y el 23
estaba y a en M acao. T re s días después partió para
Shangai donde se trataba de hallar una solución
para nuestra obra pr^>ada con serias dificultades
naddas de la d ifíd l situadón de China. Desde allí
siguió camino del Japón. Entre el 7 de junio y el
4 de julio visitó T o k io y la M isión de M lyazaki.»
predicando los E je rd d o s Espirituales a los Salesianos de la Prefectura Apostólica entonces confia
da a Mons. Q m atti. E n O ita asistió a un certamen
catequístico muy original: los concurrentes eran
todos paganos menos uno: v e n d ó un pagano. D es-'
pués del certamen v ió conmovido el espectáculo
de aquel O ratorio F estivo exuberante de vid a y
poblado en su casi totalidad por paganos. Bautizó
a siete catecúmenos, entre los cuales una madre
con sus cuatro hijos, dos de los cuales, varones.
Coronó la hnávidable jornada una velada dirigien
do a la concurrenda paternales palabras de acdón
de gracias y de aliento que uno de los presentes
iba tradudendo al japonés. Sin embargo, en M iy a zafci se aventuró a leer un discursito en Japonés
que fué escuchado con atendón y aplaudido cari
ñosamente. E l 13 de Julio estaba de nuevo en H on gkong y prosiguió h ada M acao donde también pre
dicó tina t?nda de E je rd d o s Espirituales, visitó
todas las obras y preparó el personal para la M isión
dcl Siam- Desde el 6 de agosto al 30 de septiembre
v id td el V ica ria to A postólico de Shluchow con
S, E . M ons. VersigUa. predicando los E je rd d o s
a aquellos misioneros. C on d heroico Obispo, que
cuatro años
tarde d á iía dar con el martirio,
la m ayor prueba de su amor a las almas, trató
D . R icaldooe largamente los problemas de la M í d ^
Desde Shiucbow a ChI-Hing. atravesó la zona
infestadá de piratas que tantas veces hablan salido
al paso de los misioneros para robarles... N o fué
molestado tal v e z porque la barca que había fletado
llevaba a bordo dos figuras rcconoddas por los
barqueros como jefes d e los bandidos, los cuales
sin más ni más se hablan anticipado a coger su
sitio como dueños y señores. Durante el día los
amibos fumaban su pipa de opio, y durante la noche
D . Ricaldonc tuvo que dormir sobre el duro enta
blado entre aquella compañía tan poco agradable.
Quince dias después, viajando en barca desde LonkChemg a Shiu-Chow, llegado a Jcng-Kh&l un grupo
de bandidos apuntándole con sus fusiles le obligó
3 amarrar. P or fortuna no le hicieron ningún mal;
después de un breve cambio de palabras les dejaron
seguir su camino sin exigir nada.
E n Ñ am -Y un g administró el Santo Bautismo a
7 adultos y durante la M isa les distribuyó el Pan
de los ángeles ccMno también a varios.otros cris
tianos. Continuando su viaje, fué sorprendido v a
rias veces en campo abierto por temporales, tuvo
que atravesar torrentes desbordados, sin tener qué
comer. E n una ocasión no püdiendo y a más el
caballo, tnvo D . Ricaldone que seguir su camino
a pie. a j>esar del cansancio.
D e L in -K on g-H aw a Yeung-Shang recorrió en
barca 140 kilómetros en cuatro días, en compañía
de tres iriratas que se empeñaron en que se les
admitiera a bordo. Cuando faltaban 20 .kilómetros,
D . Ricaldone y D . Boccassino. que le acompañaba,
prefirieron bajar a tierra y reccHreVlos a pie. Pero,
sorprendidos por la oscuridad, dos veces perdieron
el camino, y cuando por fin llegaron a YeungShang. encontraron cerradas dos puertas de la d u
dad. Tu vieron entonces que dar la vuelta a las
murallas pasando muy Junto al cadáver de una v íc
tima de los bandidos: y hallando abierta la tercera
puerta, entraron en la dudad y se dirigieron a la
residencia misionera, a d « id e llegaron a las dos
de la madrugada siéndoles impo.'Ublc dormir a causa
del excesivo«cansanclo.
Habiendo vuelto a M acao, el día 30 partió para
M anila donde le esperaba el Delegado Apostólico
S. E Mons. Plan!. V o lv ió después a Hong-kong
tomando el camino del Siam acompañado por un
buen grupo de Saleslanos con el fin de Inaugurar
definitivamente la nueva M isión dejando de Supe
rior al actual V ic a rio Apostólico S. E. Monseñor
Pasotti. L le g ó a Baiík-nok-kuek el 26 de octubre:
el 29 después de la Santa M isa, consagró la M isión
a M aría Auxiliadora. E l 2 de noviembre, pasando
por Penang y Calcuta hizo una rápida visita al
Assam. E l 19 d ejó Calcuta para irse a embarcar en
Bom bav de vuelta a Europa, llegando a T u rin el
9 de diciembre.
D e tan importante viaje hizo relación.no sólo al
Rector M a y o r y a los demás Supcriwes, sino que
se puede d e d r que también a todos los C oopera
dores, bien sea mediante el B detín Salesiano- bien
en conferencias interesantísimas dadas en Turin
y en los teatros de las principales ciudades de Italia^
ilustrándolas con un fUm documental hecho rodar
por él durante las visitas a las diversas misiones
V que susdtó tanta admiración y tanto amor hacia
las m Wooes en Italia y en el extranjero. C om piló
luogo un opúsculó con centenares de miles de co
pias, con el fin de hacer un llamamiento oiicial a
favor de aquella Cruzada M isionera que tantos’
frutos rindió y sigue rindiendo para Ip obra pro
videncial de la dilatación del Reino de Dios.
Constituyó un viaje de inspección y de -expan
sión: visitó las (Aras existentes, alentó y animó
H nuestros misioneros a superar las dificultades que
el clima, el ambiente, las costumbres, la lengua y
sobre todo la mentalidad cerrada por una civiliza
ción varias veces milenaria, oponen al trabajo de
cvangelizadón. Se prodigó en viajes, visitas.. con
ferencias, sermones de Ejercicios Espirituales. De
un modo particular fueron muy provechosas la.s
reuniones de misioneros con los cuales trató direc-tamcntc los problemas locales dando normas prác
ticas pura la aplicación del espíritu de D on Bosco
en el apostolado de las misiones.
V ia jó en vapor, en caballería, en barca. En barca
(viaje tanto más peno.50 cuanto que no se- puede
mover y el calor es sofocante), recorriói más de
730 kilómetros con compañeros no siempre del todo
agradables. H izo varios mifes de kilómetros en tren,
auto, a caballo, sobre elefante, en carros tiradospor bueyes, en sillas de mano, a pie... P r c ^ hastala saciedad la fiereza del sol tropical. E l calor so-'
focante de día y muchas veces también de noche,
la alimentación tan distinta de la de nuestros países,
la incomodidad de los ■viajes, de las residencias
misioneras y de los refugios nocturnos en los que
tantas veces era menester dormir hasta en el suelo,
los mosquitos y muchas otras incomodidades im
primieron a su visita e! carácter de un verdadero
viaje apostólico.
RECTOR M AYO R.
Después de haberle preparado la D ivina P ro vi
dencia con un conocimiento tan vasto de todas las
Obras, de todas las Casas y Misiones Salesianas
desde un confin al otro de la tierra, pareció indu
dablemente cj hombre prede.stlnado para el gobier
no general de la Congregación Salesiana. a la
muerte del R ector M a y o r D. Felipe Rinaldi. Y en
efecto, lOvS Inspectores y Delegados venidos hasta
desde las más remotas regiones, le eligieron por
imanimidad Rector M a y o r el día 9 de m ayo
de 1932. F-ste plebiscito confirmó la espectación
no sólo de los Salesianos e Hijas de M aría Auxilia
dora sino también de los Cooperadores. Antiguos
Alumnos y amigos, de las autoridades eclesiásticas
y civiles ouc apreciaban en él un digno, cuarto Su
cesor de D on Bosco.
T a n to el Padre Santo P ío X I como soberanos
v Jefes de estado, personalidades eminentes' de
Europa. América y Asta, enviaron su felicitación
en que manifestaban la grande estima en que um
versalmente era tenido.
Las dificultades excepcionales de los tiempos,
contribuyeron a realzar sus dotes personales.
E l primer decenio de su rectorado .se tistingue
por una intensificación del trabaio hacia dentro,
es decir, en la formación religiosa dcl personal
salesiano encauzando y disciplinando sus aposto
10
lados. Voluminosas circulares, verdaderos tratados
de especialización, dieron normas detalladísimas
para la aplicación dcl espíritu de San Juan Bosco
en todos los ramos de la actividad salesiana. Nuestios cooperadores han podido observar, más que
otra cosa, el impulso dado a los Oratorios Fes
tivos, a la organización de los Antiguos Alumnos
y a la Cruzada Catequística emprendida con ob
jeto de poner al día y difundir según las directivas
de la Santa Sede, la en.señanza de la Religión.
H a creado a servicio de la Congregación y de las
diócesis la O ficin a Central C a tcqu iitica Salesiana
y la Librería de la D octrina Cristiana en la colina
San Juan Bosco. A l mismo tiempo ha cuidado de
la preparación de sacerdotes perfectamente adies
trados para el apostolado, para el sagrado minis
terio y la enseñanza, dando a los estudios el im
pulso anhelado por el m alogrado P ío X I, con la
aplicación total de las disposiciones de la encí
clica Scientiarum Dom inus hasta el punto de ob
tener de la Santa Sede la más augusta aprobación
con la erección del A ten eo Porttifkio Salesiano.
Y para favorecer ia cultura de los ministros del
santuario, completó el programa ya intensificado del
apostolado de la buena prensa con la creación de
la Corona Patrum Salesiana y el periódico Salcsianum.
L a Canonización de Don Bosco y la Beatificación
de la M adre M azzarello le inspiraron la empresa
de la ampliación de-la Basílica de M aría Auxilia-'
dora, ampliación que comenzó confiando en la D i
vina Providencia la cual coronó prontamente su
confianza.
Monumento a su actividad incansable habrán de
. ser las nuevas fundaciones que en diez años ascien
den a 235 casas salesianas y a 239 de las Hijas
de M arta Auxiliadora.
S. M . el R e y \^íctor Manuel III, de moíu proprío
le nombró Caballero de la Gran Cruz de la Orden
de la Corona de Italia condecorándole con el Gran
Cordón por decreto de! 6* dg diciembre de 1934.
E l 21 de abril de 1938, a propuesta del Jefe del
Estado y del Ministro de Agricultura. le reconoció
sus grandes merecimientos en el campo de las cien
cias agrarias concediéndole la Estrella de o ro al
mcriVo rural, con. diploma de primera clase.
Y el 25 de Abril de 1940. a propuesta del Mini.<!tro.d e Educación Nacional, premió en su persona
el atxKtolado educativo de la Sociedad Salesiana
con la Estrella de oro al mérito de la Escuela.
Asimismo recibió diversas muestras del recono
cimiento de otras naciones, sociedades y academias
científicas.
E l programa de su actividad animadora y organi
zadora tenía delante un imponente desarrollo, espe
cialmente en el campo de los Oratorios Festivos
v de la Cruzada Mi.sionera. con ocasión del Cen
tenario del comienzo de la Obra Salesiana. La
guerra la ha aplazado, malogrando lo v a empezado
V acumulando sobre su corazón de padre indecibles
r>enas y dolores: C oleaios destruidos o confiscados:
Salesianos e Hijas de M aria Auxiliadora dispersos,
eirante.s. hambrientos, encerrados en campos de con
centración, pri.sioneros. maltratados v muertos: ju
ventud arrancada de sus centros de formación y
E
vejada y atormentada de diversas formas: coopera-dores y. cooperadoras martírizados: misiones y cJsras
paralizadas...
Pero, de la misma manera que en el Jubileo sacer
dotal de D . Pablo Albera surgió la aurora de tiem
pos mejores, así también ahora recemos nosotros
V confiemos que esta su M isa jubilar será precur
sora de paz y de un fervoroso reanudarse de la
providencial misión confiada' por Dios a San Juan
Elosco y a sus instituciones. M aria Auxiliadora
llene nuestros anhelos con su maternal y poderosa
intercesión ,
L A P R IM E R A M I S A D E D O N R IC A L D O N E .
(S evilla 28 m ayo 1893)
D. Pedro Ricaldorte recibió la consagración sacer
dotal e l 27 de mayo de 1893 de manos del Eminen
tísimo Cardenal Sánz y Flores. A rzobispo de Sevilla.
Para dar más reálce a los festejos, se había de
jado para e l día 28, fiesta de la Santísima Trinidad
titular de aauella casa, la soTemnidad de M a ria A u
xiliadora. A q u e l día cuarenta niños recibieron por
vez primera e l Pan de los ángeles de maríos Sel
novel sacerdote que les d irigió un caluroso fervorin.
Hacia /as 11, precedido de /arpas filas de mucha
chos y acompañado p o r el d irector del C o le g io de
Utrera D . O bertk p o r el párroco D . José Camaefio
f/ p o r D . Juan R om ero eme con su señora doña
Isabel V illa ló n le hada de padrino, diripióse a la
paito<7uia de San Andrés. Su entrada fué saludada
por el c o ro que dirigía e l celoso coooerador don
A g a p ito Insausfi. E l am plio templo se hallaba Ih n o
de cooperadores ti cooperadoras. E l pá rroco supo
entrelazar magnificamenfe los fres moíiwos de la
solemnidad del día. Siemió la Conferencia Salesiana
qite terminó a las l^SO.
A punto de v olver a casa, sucedió un hecho que
podía haber tenido serias consecuencias. U n loco,
los ojos fuera de las órbitas, enfureddo y garrote
en mano, se metió entre los trescientos niños gue
alegremente su .diuerffan, distribuyendo mandobles
a diestro u siniestro. Asustados en los primeros mo
mentos, bien pronto se rehicieron de su espanto,
y armándose co n lo que hallaron a mano se dispo
nían ya a responder a la agresión, cuando inter
vin o e l D ire c to r que lo g ró restablecer la calma y
aleiar tos peligros.
F.I día terminó ron un abundante reparto de cara
melos gue colm ó la a h oría de los ch icu eltx u con
una anécdota ente podría ser incomprensible para
emien desconociera aauél espíritu de fam ilia eme
D on Sosco babía sabido crear entre sus hijos tos
Salesianos y los pobres hitos de la calle. Y es
cue yéndose ya los ceatorianos hacia sus casas,
rie ro n venir, camino de la .salesian.'>. a una insigne
•i -
A lfa r M a y o r de la Parroquia de Sen Andrés
de Sevilla
y conocida bicnhecheira acompañada de una per
sona de servicio con una gran bandeja repleta dr
dulces. La turba de chicuclos no dudó un instante
de que fueran destinados a su D . Pedro {como
cariñosamente llamaban al nuevo sacerdote) y sa
biendo p o r experiencia que nada tenía que no lo
repartiera entre ellos, para ahorrarle el trabajo del
reparto, comenzaron a gritar- "¡S o n para nosofro.^.
son para nosotros!..." y en un abrir y cerrar de
ojos, vaciaron la bandeja... U n o de los pepuetfos
cocrió p re ^ ro s o a ofrecerle su parte al buen Padre,
cuya sonrisa v o lv ió la tranquilidad a la compren
siva señora que, generosa, envió una banda de
música pare cerrar alegremente aquel día de im bo
rrable recuerdo.
(Resumido del Boletín Salesiano español del mes
de agosto de 1893.)
P or exceso de original y por habernos IVeado cuando ya esiaha compuesfo es(e número de! Bolefín Salesiano
nos vemos obligados a aplazar para elsigoieníe la pobliceción de varias e inferesanies relaciones que. como la de
las fiestas en honor de nuestro ams-lisimo R ed o r Mayor en Sevilla, sabemos son siempre del agrado de nuestros
amadísimos y beneméritos Cooperadores.
11
I
mili...........
fle 1
España
illllllllllllllfll
R O N D A . (M á la g a ).— Conm em oración del cinciícntcnario de la santa muerte del S ierv o de DiosP rín cip e Augusto C Z A R T O R Y S K Y M U Ñ O Z .
H ay figuras que se agigantan con el tiempo. T a l
es la del héroe de la perseverancia en la vosaclón
sacerdotal salesiana, el Príncipe don Augusto Czartoryski, conmemprado en Ronda con una M isa de
Com unión, celebrada por el M . Rdo. Sr. Inspector
de Andalucía don Florencio Sánchez, 'én la que
nuestros quinientos alumnos pidieron la pronta bea
tificación del S iervo de Dios; y con una solemne
velada en el T eatro del C olegio del Sagrado C ora
zón de Jesús.
Resultó una flcstecita vocacional. Sobre el fondo
dibujado por pl cuadro evangélico, " E l beso de
Je.sús” magníficamente representado por pequeños
y mayores, destacaron los 'discursos del animador
de la fiesta D r. D . Juan Fernández de Loayza y
Reinoso. que trazó la figura del principe bajo los
múltiples aspectos del ambiente en que se desarrolló
su vida, poniendo de relieve la idea central de su
rocación, y el de don Antonio M artín, que estudio
.su figura moral, y las poesías, inspiradas en los
ideales del Príncipe, originales de don Francisco
Santos Giménez y del alumno Ricardo López Ferrer.
Entre la emoción de todos, el Sr. Inspector cerró
e l acto resumiendo y fijando los puntos salientes
que orientarán a los futuros bachilleres en la
elección de su porvenir.
Com o San Luis Gonzaga, el Príncipe D. Augusto
añadió a las glorias de la familia otras mayores
que, desbordando las zonas de influencia de sus
patrias, serán celebradas, mientras el mundo dure,
por la parte mejor de la humanidad, y y a desde
,su muerte arrastran a la emulación almas y cora
zones.
B A R C E L O N A . (Sarriá).— ^E^os dias 8 y 9 de
mayo, la Inspectoría Tarraconense conmemoró el
Cincuentenario de la Primera M isa del Rdmo. R ec
tor M a y o r de la Congregación Salesiana D. Pedro
Ricaldone, con los actos siguientes: E l día 8 a las
nueve y media de la mañana, se celebró una Misa
en la capilla de San Juan Bcbco a la que asistieron
los alumnos que, vencedores en el Cerfamen catcqu isticó local, habían llegado de todas las casas de
la Inspectoría para tomar parte en el insp>ectorial.
A las diez tuvo lugar en el salón de los Antiguos
Alumnos, la prueba escrita para el certamen. A las
cinco y media de la tarde, se hizo la prueba oral
entre los vencedores en la escrita. Presidían el
M . Rdo. Sr. Inspector don Juan Alberto, los R e ve
rendos Sres. Catequistas de las Casas de la Inspec
toría y otros sacerdotes venidos con esta ocasión.
E l jurado estaba constituido por el M . Rdo. don
Vencedores del Certamen Catequístico Inspectocial celebrado en las Escuelas Salcsianas de Sarria.
12
I
. . I
Julián Níassana y los ftdos. D . i^austino D ía z y
D. José Sánchez, catequistas de M ataró y de las
Escuelas Profesionales de S ^ i á respectivamente.
Tod os los alumnos de las Escuelas asistieron con
gran interés y gran atención a los incidentes de
la porñada lucha.
C,1 día 9 en la Iglesia de M aría Auxiliadora
se cantó una M isa solemne ensalzando las glorias
del Sacerdocio C atólico el Rdo. D . Lucas Pelaz.
Director de la Casa de San V icente deis Horts,
ejecutando la capilla del C ole gio la M isa de San
Albano del M aestro Lipp. P or la tarde se celebró
la Velada de Híxnenaje al Rector M a y o r cuya fi
gura trazó en rasgos magistrales el M . R d a don
Felipe Alcántara, Directt»: del C olegio. Los alum
nos del C ole gio Salesiano de M ataró representaron
a plena satisfacción del público el auto sacramental
de Calderón E L G R A N T E A T R O D E L M U N D O .
y los del C ole gio de Sarriá el boceto lírico A L S O L ..
letra de la Infanta P a z de Borbón y música del
Padre Alcántara. *
E l presidente de los. Antiguos Alumnos Salesianos de Sarriá don José M .‘ Pérez, pronimció bre
ves pero elocuentes palabrás de adhesión. Los en
treactos fueron amenizados por la orquesta del
C o le g ia A l concluir la velada se repartieron va lio
sos premios a los alumnos vencedores del Certamen
InspectoriaL
S A N T A N D E R . — Cincuentenario de la Obra
Sslesiana.— Hemos recibido la prensa de Santander
que unánimemente califica de brillantísimos los actos
celebrados para conmemorar eL Cincuentenario de
la O bra Salesiana en la Capital de la Montaña. Se
clausuraron con una fiesta cuya reseña copiamos
literalmente del periódico Alerta de aquella ciudad
en su número del 4 de mayo.
■'Con magno esplendor dieron fin las- fiestas salesianas a las qu^ con tanto entusiasmo se ha unido
el pueblo santanderina
' IxM actos del domingo estuvieron rcal^dos con
la presencia de las autoridades militares y cívíIm .
"E n la misa pontifical, celebrada en la parroquia
de Santa L u d a, en la que ofició el E x e m a señor
Obispo de Pamplona, Mons. Olacchea, y en el
Tedeum que s g u ió a aquélla, estuvieron presentes;
S. E. el prelado de Santander, el Exemo. Sr. G o
bernador C iv il y Jefe provin d al del M ovim en to.
Reguera Sevilla, el Exemo. Sr. G ober
nador militar, general Tuero; el comandante de
Marina, don A f r e d o N árdiz: el fiscal de Tasas„
don Antonio Suárez Abelleira;.don A b e r t o Dorao.
en representadón del E xan o. Ayuntamiento, el se
ñor delegado de H adenda, el coronel del regimiento
V otras representadoies.
"Eü coro de Antiguos A u m n os Salesianos y niños
del C olegio, interpretaron perfectamente la segunda
pontifical, de Perosi. a tres voces.
" A la una, el doctor Equino y Trecu, con asisten
cia del O bispo de Pamplona y las demás autorida
des. bendijo la estatua de M aría A u x ü ia d o r a . ^
locada en la cúspide del C o le g ia Segmdamente íbzo
el acto de coosagradón de la familia salesiana al
Inmaculado C orazón de M aría.
"CoDCxirrieron representadones numerosas de co-
S evilla.— A z u le jo que los Antiguos Alum nos Salesianos de la Inspectoría Bética han dedicado al
R<úno. R e cto r M a y or,
operadores, archicofrades de M aría Auxiliadora,
Antiguos A u m n os y 'to d o s los alumnos del colegio,
con la comunidad salesiana. Se cantó por todos un
himno a la V irge n y al final la salve popular. Por
la noche quedó iluminada la imagen, que desde este
dia preside a la ciudad desde su alto trono.
" A las cinco se efectuó la bendición y coloca
ción ó » la primera piedra de la iglesia de M aría
Auxiliadora, por el doctor Olaechca. Firmaron el
acta, que en unión de los periódicos del dia y ^ r o s
objetos quedó encerrada bajo el sillar, el ciiispo
oficiante, e l de Santander: el Inspector Provincial
Salesiano. don M odesto Bellido; el director del c o
le g io . don Jesús M aría M arcellán; la m adriM de
acto, doña M aría Luisa L. de Castro de A im ld e; el
presidente de los Antiguos Aum nos, don Antonio
Raba, y otros asistentes.
•'A las seis y media empezó a afluir numeroso
púWico para asistir al festival gimnástico a n u i
d o haciendo su entrada a esa hora la banda militar
del regimiento de Infantería, de guarnición en la
" X pesar de k> desapacible del tiempo, se llenó
de jMÍblico el amplio cuadrilátero y la escalinata
del patio de M aría Auxiliadora, y a la h ^ mar
cada. ocupando b presidencia los prebdos. que
13
tan activa parte han toniado en ^todas las fiestas,
acompafiados por el genefal T u e ro y el coronel
del regimiento, dió Comienzo el festival.
"Después del desfile cantaron el himno titulado
"E l laurel de Ih victoria", y en seguida se destaca
ron tres pequeños gimnastas, que recitaron 'una
composición poética ensalzando la bandera y ' el
E jército Español, dedicada al general T u ero, heroi
co defensor del A lcázar de Tolecío.
'*Merecc todos los elogios la labor de la infantil
agrupación gimnasta, que en número de ciento trein
ta llevaron a cabo, a los acordes de la banda, una
serie de evoluciones, movimientos rítmicos varia
dos, y otros juegos amenísimos, que hicieron pasar
una tarde deliciosa a los espectadores. H a sido ad
mirable y digna de toda alabanza la dirección de
e.se magnifico grupo gimnástico.
"L os pequeños gimnastas cosecharon unánimes
ovaciones.
"Estas fiestas quedarán grabadas en el recuerdo
de los santanderinos que con su asistencia y la co
laboración de las autoridades. Prensa y radio, han
tributado un homenaje a la Congregación salesiana.
que tanto arraigo tiene en la M ontaña."
V iG O .— ^Al dar la noticia de la inauguración de
nuestro templo de M aría Auxiliadora creemos opor
tuno recordar las siguientes palabras del E xcelentíi
simo señor Arzobispo de V alladolid y A . A . de
T u y , en su magnífica exhortación pastoral el 3 de
m ayo del año pasado;
"Term inar sin demora la 'ig les ia de M aría A u xi
liadora: iglesia de tanta utilidad para los niños y
jóvenes que los Padres Salesianos educaron y edu
can, pertenecientes a las clases humildes o modes
tas de V ig o y que constituyen una pléyade de
obreros, artesanos, dependiente.s, oficinistas, etc.,
cristianos, tesoro de la Iglesia y tesoro de la Patria,
M aría Auxiliadora pide- a V ig o la terminación
de su Tem plo, que además prestará grandes servi
cios al público en general; y será una gloria para
V ig o muy ventajosa el que M aría Auxiliadora
tenga su casa tennlnada y convertida en manantial
de consuelos y favores para tantos devotos como
cuenta en V ig o ".
Aunque el nuevo templo aún carece de muchas
cosas necesarias, debe decirse que V ig o ha sabido
responder al llamamiento de su Pastor, como sabrá
concluir pronto y generosamente su cJjra de fe y
de amor a la Santísima V irgen.
»^er/7/a.—Ve/arfa i'ocecio/w/ dedicada a lo s 3 re s. Cooperadores con m otivo de ¡a s B odas de O ro Sa cerd ole¡es
d el Rdm o. R ector M avor don Pedro R icaldone.
14
GRACIAS OBTENIDAS POR INTERCESION DE MARIA AUXILIADORA.
SAN JUAN BOSCO Y NUESTROS
SIERVOS DE DIOS
D e i>equeño y hallándome en un colegio salesiano prometí a la V irge n Santísima Auxiliadora
publicar la gracia en el Boletín si me libraba de
una grave enfermedad que padecía. Cumplo agra
decido mi promesa.
Julio Carrasco
Barcelona, 9 de abril de 1943.
Gracias sean dadas al Sagrado Corazón, a M aría
Auxiliadora y a San José, mis celestiales protec
tores. H acia un año y medio que no tenia ninguna
noticia de mi hijo, Coadjutor Salesiano misionero
en China. E n el mes de septiembre supliqué al
Señor por medio de dichos intercesores, que le inspi
rase escribir a mi hermano, sacerdote salesiano de
A lcoy , o a mis hijas religiosas, pues temía no recibir
y o sus noticias por haberme cambiado de domicilio.
.A n tes de llegar las Navidades mi hermano y mis
hijas han recibido una tarjeta en que notiñea que
sigue trabajando en la misión y que también me
ha escrito a mi repetidamente. Agradecida, entrega
cinco pesetas para las misiones salesianas y cumplo
la promesa de publicar la grada.
Pamplona. 2Ó de [e b fero de 1943
U na Cooperadora salesiana
E l joven Emiliano Climentsbn N a v a rro no en
contraba sc^ución para seguir su vo c a d ó n sacer
dotal. H izo jimto con su madre una novena acu
diendo a la intercesión de la Sierva de D ios Doña
Dorotea de.Chopátea, y al quinto dia de la novena,
fué llamado por una Orden religiosa que le pro
porcionó lo necesario para cumplir con su vocación.
Personal que actualmente se está formando en las Casas de Fo rm ac ión
de la Inspectoría Céltica.
A S P IR A N T E S
C A S A S DE
P R O C E D E N C IA
A l i a r í a .........................
A z c o it ia .........................
B a r a c a ld o ....................
B é ja r ..............................
Carabanchel , . . .
l..a C o r u ñ a ....................
D e u s t o .........................
M ad rid (A t o c h a ). . .
M ad rid (C u atro C . ) .
M ad rid (Paseo Extr.)
.M ohem ando . . .
O r e n s e ....................
Salamanca (M .A .) •
Salamanca (S. Benito)
Santander . . . .
V ig o (S. M atías) . .
V ig o (S gd o. C orazón )
A studillo
. . . .
T O T A L E S ....................
(1 )
1.®
2.®
2
1
1
2
9
1
9
2
1
3
2
3.®
NOVICIOS
4.® Coad
Ciér.
Coad.
FILOSOFOS
1.®
2.®
*
TEO LO G O S
1.®
2.®
3.®
TOTAL
4.0
1
1
1
9
2
t
7
4
2
2
2
2
2
1
1
1
3
1
2
4
4
1
1
1
2
1
4
2
3
1
6
20
8
13
18
4
l
1■
l
t
1
20
67
48
60
5
2
6
1
4
4
3
2
3
6
8
2
l
t
1
12
7
5
1
4
6
2
35
10
20
12
24
14
8 .
3
5
*
2
2
1
I
3
9
6
13
26
4
28
4
4
24
25
17
22
27
1
78
1
299
Las Casas d e Formación d e la Inspectoría C éltica son: A stu d illo l.° , 2.® y 4.° d e Latín; San
tander, t.® d e Latín; M oh em an d o 3.® d e Latín, N o v ic ia d o y Filosofía; Carabanchel A lto (Estudiantado
nacional) T eolog ía .
ESCUELAS PROPESIONALES 5ALESUNAS. —
BARCELONA-SARRtX