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NOVIEMBRE 1939
Año L IV - N. n
a e^iano
R E V I S T A
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
H O S C O
Tesoro Espiritual
Relación de las Indulgencias Plenarias
q u e lo s C o o p e ra d o re s S a lesia n o s p u e
d en g a n ar en e l tra n scu rso d e l año.
I. — Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación malquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
lista indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estada de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
3 - E l día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
^ - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 - E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer
cicios Espirituales, de ocho dios.
^ - A la hora de la muerte, con tal que, con
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co
razón, el nombre sacratísimo de Jesiis.
EN C A D A UN A
D E L A S S IG U IE N T E S F IE S T A S :
18
23
25
29
- Cátedra de San Pedro en Roma.
- Desposorios de la Sma Virgen.
- Conversión de San Pablo.
- Fiesta de San Francisco de Sales.
F EB RER O
2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
M ARZO
19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
M AYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 Fiesta de María Auxiliadora.
JtJN IO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
J U L IO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
A G O ST O
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SE TIE M B R E
8
12
14
15
29
-
Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
1) M O V IB LE S:
Sagrada F'amilia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pasma de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer \'iemes
dcspué<! del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
dcl anterior).
2) F IJA S:
EN ERO
I - Circuncisián del Señor.
a - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.
OCTUBRE
•j - La Virgen del Rosario.
1 1 - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
N O V IE M B R E
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
D IC IE M B R E
8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon
tífice.
R E V IS T A D E
L A S OBRAS DE
DON BO SCO
R E D A C C IO N
Y
BO l ET í M
SALESIAMO
A D M ] N 1 ¡í T R A C ¡ O N :
VIA
COTTOLENGO,
3a
-
TURIN
A Ao L I V ' N d m e ro i t
N O V IE M B R E 1939
-
(ITALIA^
R e s fr / c c io n e s g u b e r n s fiv B S , q u e a fe c fa n a r e v is ta s y d ia rios, n os o blig a n a r e d u c ir las p á g in a s d e l B o te lin .
S U M A R IO : D iv a g a c io n e s s o b re e l d e p o rte m o d e rn o . - L o s 1x0 S a le s ia n o s M á rtir e s d e E s p a ñ a . - G a ce tilla Sa lesiana: L a B e a tiflc a c ió n d e M a d r e M a z z a r e lt o fe s te ja d a e n A le m a n ia . (B e r lin , R e g e n s b u rg o , E ssen , M u n ic h ). N oticias de España y de H ispanoam érica: S e v illa . L a s ñ e s ta s e n h o n o r d e l la B e a ta M a z z a r e llo - V ig o . L a p r o
ce s ió n d e M a r ía A u x il ia d o r a - B u e n o s A ir e s . U n fé rv id o h o m e n a je a l S a n to P a d re • M é jic o . L a d e v o c ió n a
M a r ia A u x ilia d o r a y a S a n J u a n B o sco e n A g u a s c a lie n t e s . L e ó n . C o lim a , Jerez. - D on Basco allende los mares:
J a p ó n , T o k io . L a d e v o c ió n m a r ia n a e n O rie n te y e n O c c id e n te . • C rón ica de G ra cia s. - Necrologías.
Divagaciones sobre
e/ deporte moderno
Las exigencias de la vida moderna im
piden, cada día más, que el hombre tenga
f.ecuen'es, necesarios, saludables con':actos
con la natura’eza, imponiéndole un trabajo
demasiado afanoso, o una ocupación inte
lectual excesiva.
Y si bien es cierto que la profilax's de
las enfermedades infec ivas y sociales ha
mejorado, y que el índice medio de nuestra
vida va ascendiendo paulatinamente, tam
bién lo es, por desgracia, que quedan
aún muchas taras fí
sicas y que, especial
mente en los centros
urbanos, no se han
po iid o eliminar las de*
ficiencias alimenticias,
ni la falta de espacio,
aire y sol en las v i
viendas, ni la excesi
va especialización en
la mano de obra.
H ay que recono
cer, sin embargo, que contra este estaio
de cosas han reaccionado vivamen-e hom
bres y gobiernos, y que, por efecto de
esta reacción, asistimos a un desarrollo
extraordinario de mil formas de ejercicios
físicos, de gimnasias y deportes.
Nada tenemos que objetar contra estas
reivindicaciones musculares, siempre que
no degeneren en epilepsia *y sigan una
trayectoria natural, metódica, rccducativa.
Es cosa sobremanera l>e:}a y deseable,
para todos los homb.*es, poder saturar el
organismo de aire, luz y sol; aumen ar la
agilidad de los movimientos; tener siem
pre exp ed itas las
funciones del aparato
sanguíneo y respira
torio, del corazón y
de los pulmones; conser\'ar, has‘ a una vejez
avanzada, la flexibili
dad de Jas articula
ciones y el tono de
los nervios y de los
m úsculos; alcanzar,
en fin, el desarrollo
a-mónico de todo el cuerpo.
Pero quisiéramos que a es':e plausible
afán moderno, que podríamos llamar
'-'3 11
helénicOy correspondiera otro afán cristiano
que, sirviendo de contrapeso, asegurara el
equilibrio perfecto del niño, y después dcl
hombre; quisiéramos que la gimnasia corpoial, rí mica o educativa, no hiciese olvi
dar a nuestros jóvenes ia otra gimnasia
espiritual, mucho más eufórica y enjundií)sa ,1a g'mnasia del alma, que da belleza,
solidez y grandiosidad a los caractcies y
produce el atletismo en el campo de la
ciencia y de la santidad.
La feliz conjugación de es‘:as dos gimna
sias fué también, acaso, una d élas geniales
aportaciones que la educación moderna
debe a San Juan Rosco. Antes de él, en
efecto, el colegio era un reclusorio oscuro,
claustral, aus'ero, sin pa ios soleados ni
galerías diáfanas, y sin palestras de juego.
Recordaban muy bien aquellos maestros
el famoso aforismo « la letra con sangre
e n tra »; pero habían olvidado el otro de
mens sana in córpore sano, y, desdeñando
en absoluto la frágil envoltura material del
i\iño, pulían, eso sí, primorosamen e, su
volun ad y su memoria, pero dejando in
operantes las posibilidades, de tan gráciles
organismos.
F u é Don Rosco quien rompió para siem
pre aquellos moldes estrechos, antipáticos,
antihumanos, llenando sus colegios y ta
lleres de alegría, de aire y de sol y dejando
que, en sus luminosos patios, sin cen
tinelas y sin vallas, la juventud estudiosa
gritara y se solazara a sus anchas. Aquella
gimnasia muscular no tenía nada de rítmica
o artística o científica — esto había de venir
más tarde — era absolutamen :e autónoma,
espontánea y daba a aquellos organismos
en formación libre arbitrio de correr y
sal ar; de estirar y ejercitar los músculos
en la forma y medida qne sus impulsos
y necesidades naturales reclamaban.
M as, joh equilibrio admirable de la
educación salesiana! aun en medio de
aquella bataola, hecha de gritos y expan
siones deportivas, el alumno de Don Rosco
jainás olvidaba que, envuelto en el ropaje
muscular, l evaba un ángel, que a aquel
ángel no se le podía ofender, y que así
como procuraba dar a su cuerpo fuerza
y armonía, así debía procurar dárselas tam
bién a su ángel, haciendo en provecho
suyo otra gimnasia espiritual muy semejan 'e a la muscular pero mucho más d i
fícil, metódica y delicada.
Y , en los colegios de D on Rosco, esta
S a n Ju a n Bo&co etcrcitá b a& e y a , d M d c pcQ u« ñ o, e n ju e g o s y d e p o rte s c o n v is ta s a l a p o s to la d o .
12
gimnasia del ángel, o sea del espíritu, se
ejercita continuamente, de muchas ma
n e r a , y a menudo sin que el niño se dé*
cuenta de que la hace. El sentimiento de la
presencia de D ios, cultivado hasta en medio
de los juegos, que frena y corrige impulsos
descarriados y alienta y galardona el más
mínimo esfuerzo; la oración breve pero
cordial, que llena y sazona toda la jornada
escolar; la visita diaria al Am or que llamea
en el sagrario y a la Madre Auxiliadora
que sonríe en el altar, entre pétalos de
azucenas; el examen de conciencia de
todas las noches antes de ganar el reposo;
la confesión semanal; la comunión fre
cuente ; las exhortaciones paternas del Su
perior; la comunicación continua y filial
con maestros y sacerdotes que vierten en
el oído la palabra confortadora, o previe
nen un peligro, o determinan una orien
tación; el ejercicio mensual de la Buena
M uerte y los Ejercicios Espirituales de
todos los años; he aquí la gimnasia del án
gel, la grande y sublime gimnasia que hacen,
en sus colegios, los alumnos de D on Bosco,
alternándola con la muscular; la que tantos
católicos íntegros ha dado a la Iglesia,
y tantos hombres dinámicos a la sociedad,
y tantos santos al cielo.
¡Oh, si todos nuestros jóvenes y todos
nuestros hombres aficionados al deporte
hicieran también esta gimnasia! ¡Q u é her
mosas generaciones daríamos a la posteri
dad 1 D e poco serviría ejercitar y endurecer
el organismo si paralelamente no tratá
semos de ejercitar y endurecer el carácter.
D e poco serviría henchir el corazón de
glóbulos rojos si éstos, junto con el oxígeno
captado en el árbol pulmonar, no hallaran
el otro oxígeno de las virtudes cristianas
que es el que da valor e impulso a las
acciones y las eleva hasta la exaltación
del heroísmo.
Cuando D ios castigó a la tierra con ei
diluvio, la humanidad hallábase, más que
nunca, pictórica de vida física; triunfaban
entonces el músculo y la carne en un modo
tal que ninguno de los modernos métodos
de gimnasia podrá igualar jam ás aquellos
resultados. Nótese — leemos en el cap.
del « Génesis — que, en aquel tiempo,
la tierra estaba poblada de gigantes, de
D o n B o sco ro d e a d o d e s u s " b lr ic c h in i”
e n e l p a tio d e re c re o .
varones fortísimos, de jayanes prepotentes. .
pero como quiera que sus corazones no
eran rectos y sus pensamientos se dirigían
al mal, fueron destruidos.
A evitar otra destrucción semejante di
rígese la gimnasia espiritual, la gimna.sia
del ángel; haciéndola, contribuiremos, de
modo enérgico y positivo, a darle un autén
tico marchamo de perfección a ese precioso
material humano que hoy se derrama de
salentado por todos los campos deportivps
del mundo. Pa-a el!o importa no p ed er
de vista que somos católicos, y hemos
hecho profesión de espiritualidad y que
en nuestra familia católica; precisamen'e,
es donde se hallan los más grandes y genuínos campeones del valor cristiano, los
sanios, que son los autorizados e indiscuti
bles maestros de esta ejercitación gim niotica, y los que nos han de dar la pauta y
dictar las reglas.
Estos maestros enseñan que lo primero
313
y fundamental, para que aproveche esta
gimnasia, es revestirse de energía y poner
en pie la voluntad; todos los obstáculos
que se presenten deben ser afrontados con
valor, con la palabra prodigiosa quiero.
\ Cuidado con decir quisiera, porque no
se obtendría resultado alguno!
A la excitación de la voluntad debe se
guir inmediatamen e la adopción de los
medios, y decimos inmediatamente porque
sería de muy mal augurio dejar para ma
ñana lo que puede liacerse hoy.
Cueste lo que cueste es necesario ha
cer todo lo que la virtud y el deber exi
gen ; esta idea debe grabarse bien en la
mente. San Francisco de Sales luchó veinte
años seguidos contra su tendencia natural
a la ira y llegó a ser, en la Iglesia, el mo
delo clásico de la dulzura; Julio César,
cada vez que sentía su corazón agitado
por movimientos de cólera, contaba hasta
veinte an es de hablar. Pitágoras obligaba
a sus discípulos a guardar silencio du
rante meses enteros para enseñarles a dis
ciplinar sus conversaciones.
Esta gimnasia de la voluntad reviste
formas varias y debe empezar por actos
fáciles de dominio, como, por ej., no volver
la cabeza al oír un rumor o una conversa
ción, estar sentado sin apoyarse en el
respaldo de la silla, saludar a una persona
que no nos es simpática. D espués, se aco
meterán cosas más difíciles: algunos para
no rendirse a la intemperancia de las be
bidas, originada por los calores del ve
rano, se abstienen, todo este tiempo, de
tomar lielados y refrescos; otros, que lle
garon a hacerse fumadores empedernidos,
dejan de fumar una semana, y aunque
al principio recaen y claudican, a fuerza
de sacudir la voluntad acaban por sobre
ponerse y cantar victoria; otros, para llegar
a señorear la gula, se abstienen de toda
golosina; otros, para no hacerse esclavos
de la pereza, acepUm obligaciones que les
pongan en la necesidad de levantarse tem
prano y a hora fija; otros, al sentirse
ganados por la fatiga al fin de un largo
paseo, vencen la laxitud muscular esfor
zándose en caminar con más vigor que
al principio.
314
L a repetición constante de estos peque
ños actos de dominio conduce infalible
mente a resultados definitivos y heroicos,
y la gimnasia espiritual triunfa, dando a
la sociedad hombres de tipo perfecto que
a la armonía del cuerpo añaden la armonía
del alma; hombres capaces de todos los
sacrificios y de todas las revoluciones be
néficas; hombres que vencerán el respeto
humano como se vence un fantoche, de
un manotazo; hombres que gritarán su
fe religiosa y bendecirán a Dios en voz
alta; hombres que leerán públicamente el
diario católico y rechazarán con dignidad
y energía cualquier otro diario que trate
de herir sus creencias; hombres que irán
a misa y a las procesiones y comulgarán,
no como fríos autómatas, sino irradiando
fuego, como M oisés, transidos del temor
de la majestad divina; hombres que
harán frente con santo coraje a las
befas de los cobardes y a las algazaras
de los insolentes y calumniadores; hom
bres que volarán al alivio de todas las
miserias humanas y darán ímpetu irre
sistible a las falanges de la Acción Ca
tólica.
Conviene, sin embargo, tener m uy pre
sente que esta fortaleza cristiana es un bien
de orden sobrenatural, superior a nuestra
voluntad, y por ende asequible sólo como
fruto de la gracia. L a gimnasia espiritual
que aconsejamos, absolutamente necesaria
si queremos conseguir el equilibrio huma
no y la salvación del alma, supone como
base la práctica asidua de la religión y la
aceptación de los auxilios que, conjunta
mente con la gimnasia de la voluntad, ella
nos ofrece para sojuzgar las pasiones y
obtener un completo dominio sobre nos
otros mismos.
Y esta consideración nos hace pensar
de nuevo en San Juan Bosco. Si él no
hubiera puesto la piedad y el santo te
mor de Dios como base inconmovible de
su maravillosa obra pedagógica, ni sería
hoy su nombre uno de las más venerados
que se pronuncian en el orbe cristiano, ni
éste contaría con los fermentos poderosos
de transformación y grandeza de la doble
gimnasia educativa salesiana.
ESPAÑA
£1
a lta r m a y o r d e n u e s
tra ca p illa qu e p ris io
n eros ro jo s re co n stru
y e ro n d e sp u é s de
h a
b e r s id o d estru id o .
E l E x cm o . Sr. O b isp o
dio cesan o D r. José £gui>
n o en m e d io de n u e s
tros a lu m n os.
lio Salesianos Mártires
para que pidan a Dios les haga dignos de
ceñir en el cielo la corona de los mártires,
labrada ya por ellos anteriormente, d u
rante días y años de generoso sacrificio,
en el fiel cumplimiento de su vocación silesiana, y definitivamente ganada en el durí
simo y cruento combate postrero de su
marf-irio, de un genuino y verdadero m ar
tirio, como dijo Pío X I, y como, después
de él, y con la más alta autoridad, lo re
pitió el Generalísim o Franco, el 28 de
setiembre p. p., ante las ruinas inm or
tales del A lcázar de Toledo. E l mate
rialismo de los bárbaros modernos — son
sus palabras — ha querido barrer la
historia de España porque está llena de
cruces^ de espadas y de Santos, pero cuando
se intenta barrer la H istoria se escribe
otra nueva; cuando se pretende barrer el
recuerdo de nuestros caballeros y extermi
nar a nuestros sacerdotes, surge un Santo
en cada muerto, y. en las calles españolas.
Esperábamos con ansia la lis':a completa
de los Salesianos que el odio sacrilego de
los sin Dios ha sacrifícado en España y, al
fin, con el alma transida de pena, podemos
lioy publicarla.
Son n o las víctimas inocentes que con
el riego generoso de su sangre harán florecer
más y más los verjeles ya floridos de nuestra
Congregación, la cual si, a fuer de madre
amorosísima, llora inconsolable su pérdida,
siéntese orgullosa de liaber engendrado para
Dios y para la inmortalidad a tales hijos,
y escribe sus nombres en el Libro de O o
de sus grandes héroes para que las gene
raciones venideras les recuerden y se in
clinen ante ellos.
¿Tendrán esos liéroes un homenaje co
lectivo digno de su generosidad y de nues
tro amor? Creem os que si.
Mientras tamo, entregamos sus nombres
a la veneración de nuestros hermanos,
alumnos y cooperadores de todo el mundo
Víctimas
en
la
José C ai.asanz, sacerdote e
Inspector.
C asa d e A ico y :
Alvaro Sanj\ián, sa(crdote.
José Jiméne?
'
José Otín
'
Inspectoría
de
Barcelona:
C a sa de B arcelona (R o cafo rt):
José Bonct,
Jaime Bonct
sacerdote.
u
EHsco García, coadjutor
Alejandro Planas
»
C a sa de B arcelona (T ib id a b o ):
José Castells, sacerdote.
José Cascllos
C a sa de B arcelona (S a rr ii):
C asa d e G erona,
Francisvv» Barulrés,ifl<*. Direct.
Sergio Ci^l,
sacerdote.
José Batalla
Eudaldo Conill
»
Zacarías Abadía, clérigo.
.\ntonio Bdtrán, coadjutor.
S;mtiago Ortíz
^
José Rabasa
.\ngel Ramos
»
Gil Rodick)
•
Julio Junyer, sacerdote.
Joaquín .\zor, clérigo
Juan Roig
Sab-ador Solana
;
José Benach
»
Antonio Guix, coadjutor
Juan Planas
»
C asa d e San V ice n s d e lsH o rts:
^
*
"
•
C a sa d e M ataré:
Ponciano Blasco, sacerdote *
C asa d e V a len cia:
Antonio Martín, sac. Director.
Recaredo de los Ríos, sac.
Juan Martorell
»
Julián Rodríguez
• >»
Pedro Mesonero, clérigo.
Jaime Buch,
coadjutor.
Agustín García
>
E studiantes que cursaban
EN i.A G regoriana y aca
raban DE LLEG.AR DE RoM.A:
Javier Bordas, clérigo.
Félix ^'ivct
en España
en las p la za s de los pueblos, y en los atrios
de las iglesias se repiten las escenas del
Calvario. Análogos rostros, los tnis?nos sayo
nes, idénticos perfiles inspirados en la cruel
dad sin limites de una raza maldita. A
las victimas, a nuestros obispos, a nuestros
sacerdotes, a nuestras santas mujeres, en
lugar de envilecerles, como ellos creían, les
han dado la santa y gloriosa corona de los
mártires.
*
*
*
Cuanuo estalló la guerra en España, la
Congregación Salesiana contaba allí con 53
Casas y con 767 Salesianos y Novicios, re
partidos en estas tres Inspectorías o Pro
vincias:
Inspectoría de Barcelona (Tarraconense): 14
Casas y 247 Salesianos.
Inspectoría de M adrid (Céltica): 18 Casas y
278 Salesianos.
Inspectoría de Sevilla (Bética): 21 Casas y
242 Salesianos.
V í c t i m a s e n l a In s p e c to r ía de M a d rid
C a sa d e A stu d illo :
Andrés Aparicio, clé.igo.
C asa de M a d rid -E x tre m a d u ra :
Germán Martín, sacerdote.
José Villanova
Esteban Cobo,
clérigo.
Francisco Edreira
»
Manuel Martín
»
Gil Valentín, coadjutor.
C a sa d e M a d rid (A tocha):
Ramón Goicoechea, sac. Director
Justo Juanes,
clérigo.
Francisco Martín
Ramón Eirín, coadjutor.
Mateo Garulera »
Emilio Arce
■
-Anastasio Garzón :
C a sa de M a d rid (C arab a n ch e l A lto):
Enrique Saiz, sac. y Director
Félix González, sacerdote.
Virgilio Edrc-ida, clérigo.
Domingo Miguel
Luis Soto
■'
Vicente Rodríguez ; *
Teodulo González '
Juan Codera, coadjutor.
Pablo Gracia
C asa d e M a d rid (C u atro C a
m in o s):
Pío Conde,
sacerdote.
Sabino Hernández
»
Salvador Fernández
¡>
Nicolás de la Torre, coadjutor.
C asa d e M a d rid -M o h ern a n d o :
Miguel Lasaga, sacerdote y
Director.
Andrés Jiménez, sacerdote.
Victoriano Fernández, clérigo.
Juan Larragueta
»
Luis Martínez
»
Víctim as
en
la
Vicente Alonso
clérigo.
Florencio Rodríguez »
Pascual De Castro
»
Heliodoro Ramos, coadjuten.
Esteban Vázquez
»
Manuel García
»
Miguel Septién
»
José Celaya
»
•
Agustín Carabias
»
*
David Martín
»
*
C a sa de S alam an ca:
C a sa d e O rense:
C asa de V ig o :
Antonio Velasco, cléñgo. * *
Rafael OJanguren, sacerdote. *
Inspectoría
de
Manuel Borrajo, clérigo.
Pedro Artolozaga
»
José Iglesias
»
*
Amador Peña
»
*
Dionisio Uilívarri, coadjutor.
C a sa de Santander:
Andrés Gómez, sacerdote.
Antonio Cid, coadjutor.
Sevilla:
C asa de M álag a:
C a sa de M o ró n :
Manuel Gómez, sacerdote y
Director.
Vicente Reyes,
sacerdote.
Antonio Pancorbo
a
Francisco Míguez
a
Félix Paco
))
Manuel Fernández
»
Tomás Alonso,
coadjutor.
Esteban García
»
Rafael Rodríguez
u
José Limón, sacerdote y Di
rector.
José Blanco, coadjutor.
C asa de R o n d a (Sta. T eresa ):
Antonio Mohedano, sacerdote
y Director.
Pablo Caballero, sacerdote.
Juan Hernández,
clérigo.
Honorio Hernández
»
C a sa d e R on da (Sagrad o C o
razón:
Antonio Torrero, sacerdote y
Director.
Miguel Molina, sacerdote.
Enrique Canut
»
Aniano Ortega, coadjutor. *
C a sa d e S e v illa (Sa n tísim a
T rin id a d ):
Antonio Camacho, sacerdote.
L o s sa fe sia n o s q u e ¡levan e ¡ * m u rieron en ¡a c á r c e l, en e l h o s p ifa l
o e n e l fr e n te . E l q u e lo ¡leva d o b le fígúra c o m o d e sa p a r e cid o .
T O T A L
DE
S A L E S I A N O S
M U E R T O S :
S acerdotes, 42. - C lérigos, 35. - C oadjutores, 33. - Total, iio .
El muy Rvdo. Sr. Don
José Calasanz Marqués.
En espera de que lleguen to
dos los datos que hemos pedido
para trazar una breve biografía
de cada uno de estos herma
nos caídos por Dios y por
la patria, cosa en extremo
difícil de obtener, dadas
las enojosas anormalida
des de los actuales mo
mentos, no podemos re
sistir el deseo de destacar
la figura del que todos re
conocíamos como Padre
amorosísimo y Salesiano
ilustre, el Rvdo. Sr. Don
José Calasanz Marqués,
uno de los primeros salesimo¿ españoles y el pri
mero que se ordenó de sa
cerdote. Conoció y trató
con íntima familiaridad a
Don Bosco cuando el
Santo visitó Barcelona;
fué Secretario en España
de Don Felipe Rinaldi; Direc
tor del Colegio de Mataró que
a él debe los sólidos funda
mentos que habían de elevarle
a tan considerable altura; Fun
dador de las Casas de Cuba; Inspector de
de! Perú y Bolivía y últimamente, y durante
muchos años, de la Provincia Tarraconense.
Su gran personalidad aureolábase especial
mente con una efusiva bondad de corazón y
un celo salesiano y sacerdotal que le habían
ganado infinitas simpatías en España, Italia y
América, dentro y fuera de nuestra Congre
gación.
He aquí cómo refiere su martirio, acaecido
en Valencia, el salesiano D. Florencio Celdrán,
que fué testigo presencial:
E l P. Calasanz y D. Recaredo de los Ríos,
después de haber pasado ocho días en lá Cárcel
Modilo con oíros setenta salesianos a quienes sor
prendió la revolución haciendo los Ejercicios Es
pirituales, al serles comunicado que quedaban
libres tomaron la carretera que conduce a Villarreal, mientras yo y Don Agustín García nos
dirigíamos a Maráses por la vía del ferrccarril.
Detenidos nosotros en Mislaia y conducidos al
Comité, quedamos sorprendidos al ver que se
encontruban también allí el llorado P. Calasanz
y el ejemplar Don Recaredo. Después de largas
discusiones, el Comité nos hizo a todos el salvncondiu:ío para que pudiésemos continuar el viaje,
pero, apenas habíamos salido dd pueblo, volvie
ron aquellos milicianos y nos obligaron angresar
al mismo. Llegando a la plaza nos hicieron subir
a una camioneta d: llevar tierra y nos dijeron que
ncs iban a pasear». Como la camioneta no tenia
•asientos, el P. Calasanz me dijo que me sentara
delante de él, y el amado Padre iba de pie apo
yado sobre mis hombros. Los milicianos nos lle
vaban encañonados como si fuéramos unos vul
gares malhechores. Uno de ellos, cuya fisonomía
no puedo olvidar, no hacia más que apuntarle al
Sr. Inspector; yo, temiendo por su suerte, le dije
que hiciera el favor de apuntar hacia arriba no
fuera a suceder algo desagradable, contestán
dome que no me preocupase de loque pudiera su
ceder. Continuamos el viaje y al llegar a Va
lencia, fíente al puente de San José, sonó un tiro,
se oyó un «¡Dios mío! .■ y el P. Calasanz, sin
vida, cala encima de mi. Quedé cubierto con la
sangre del mártir... ».
319
N o ticia s de E spaña y de
ESPAÑA - Sevilla. — Las fíestas en ho
nor de la Beata Mazzarello.
Como visión de paz, después de los horrores
de la pasada guerra, se desarrolló ante nuestra
vista la solemnísima Fiesta de la nueva Beata,
Madre María Mazzarello, Cofundadora y pri
mera Superiora General del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora.
lie aquí una breve reseña del Triduo que
aquí se le dedicó en los días 28, 29 y 30 del
pasado abril, en la espaciosa y artística iglesia
de la Stma. Trinidad, aneja a las Escuelas
Profesionales de los PP. Salesianos.
En el camarín, entre luces y flores, campeaba
la piadosa y sugestiva figura de la Bienaven
turada . Madre en precioso cuadro pintado
para el caso por mano maestra.
El Rvdo. P. D. Francisco de la Hoz, Di
rector del Colegio Salesiano de Ronda, en los
sermones de los dos primeros días del triduo,
presentó a la Beata como la mujer fuerte
de la Santa Escritura, e hizo resaltar los ca
racteres de su alma eminentemente eucarística
formada en la escuela del trabajo y de la pureza,
a lo Don Bosco. La Bendición con su Divina
Majestad clausuraba los cultos.
El día 30, festividad de la Beata, a las
nueve, fué la Misa de Comunión general,
celebrada por el muy Rvdo. Sr. Inspector
D. Sebastián M. Pastor. A las once, la Fun
ción Solemne, que ofició el muy ilustre Sr.
Dr. D. Jerónimo Armario, Vicario General
del Arzobispado, quien honró después también
con su presencia el modesto banquete. Las par
tes variables de la Misa Dilexisti fueron ejecu
tadas por alumnas de la escolanía de las Hijas
de María Auxiliadora las cuales alternaron con
todos los alumnos de la casa en la interpre
tación de la Misa coral de Oltrassi. El panegí
rico de la nueva Beata estuvo a cargo del D i
rector de los Salesianos de Algeciras, Rvdo.
Sr. D. Andrés Yun, tan conocido y apre
ciado del público por su fervor y sus dotes
oratorias. Presentó a Madre Mazzarello como
la heroína providencial enviada por Dios para
luchar las batallas en favor de las modernas
necesidades de la juventud femenina.
C h ile , - N u e s tr o C o le g io d e V a lp a r a is o . - L o s m a t r ic u la d o s d e e s te a&o.
320
■I I
Ispanoamenca
HI
La iglesia, materialmente ocupada hasta el
cancel, ofrecía un espectáculo magnífico y
consolador.
Por la tarde, a las diecisiete, ejercicio del
último día del Triduo. A hora oportuna fué
recibido en las puertas del templo, por el
Sr. Inspector y Director y sacerdotes de la
casa, Su Eminencia Rvdma. el Dr. D. Pedro
Segura, nuestro bondadosísimo Prelado, que,
a pesar de su delicada salud, quiso acudir
a honrar a la nueva Beata y mostrar así su
afecto paternal a los Hijos e Hijas de San
Juan Bosco. Después del canto solemne del
Te Deum. impartió a la numerosísima concu
rrencia la Bend’cíón Eucarística. La función
terminó, como los otros días, dándose a besar
a los fieles la reliquia de la Beata.
A las dieciocho, en el amplio salón de actos
de las Escuelas, se desarrolló una preciosa
velada, a cargo de las alumnas de las Hijas de
María Auxiliadora. Después de un grandioso
himno coral a la Beata, obra del conocido
Mtro. Salesiano Antolisei. coreado por todo el
público juvenil, salió al escenario el culto
abogado D. Manuel Ramos, antiguo alumno
del Colegio Salesiano de Utrera, quien des
arrolló temas tan salesianos como la ins
trucción religiosa del pueblo y la devoción a
la Stma. Virgen. El lenguaje del orador fué
correcto y elegante siendo merecidamente
ovacionado.
¿ Qué decir del número «Alma Viajera »,
auto sacramental, en tres jomadas, del Rvdo.
P. Augurio Salgado, S. J. ? La pieza, ya de
suyo tan delicada, recibió realce incomparable
de la correcta caracterización de los personajes
y la apropiada interpretación de las niñas.
La fiesta terminó con un precioso Cuadro
plástico de la apoteosis de la Beata.
ESPAÑA - Vígo. —
María Auxiliadora.
La
Procesión
de
Vigo, desde hace muchos años, rinde culto
ferviente a la Madre Auxiliadora, y ante su
blanco trono, se desvela continuamente el
corazón de la ciudad que ha recibido de Ella
millares de favores y ahorajron la guerra, visto
más que nunca su intercesión maravillosa,
especialmente con los Antiguos Alumnos Sa-
V a p a r a ís o (C h ile ). - L o s c a p ic a n e s q u e d ir ig ie r o n u n
m a g n ifle o d e s file g im n á s t ic o f e lic it a d o s
p o r e l Sr. In sp e c to r.
lesianos, salidos para ios frentes nacionales,los cuales — con rarísima excepción — han
vuelto todos sanos y salvos a sus hogares.
Tenía pues que poner de manifiesto su
agradecimiento, y lo hizo con un fervor enorme.
Ei primer domingo de junio, en la capilla
de María .\uxiliadora del Colegio de San Ma
tías, celebráronse los solemnes cultos.
Hubo por la mañana misa de comunión
general, que se vió muy concurrida de fielesy a las i i misa solemne cantada a toda or
questa por la escolonia del Colegio.
Pero el acto verdaderamente apoteósico fué
la procesión, que resultó solemnísima.
Figuraban en ella las imágenes de San Juan
Bosco y de María Auxiliadora.
Todas las calles del trayecto estaban enga
lanadas. A l paso de las veneradas imágenes,
de balcones y ventanas eran arrojadas gran
cantidad de ñores.
Presidían las autoridades I(x:ales y abrían
la marcha los Flechas, cor sus bandas de tam
bores y cometas.
Las bandas de música de Falange Española
Tradicionalista y de las Jons de Vigo y la
mimicipal tomaron parte en la grandiosa ma
nifestación religiosa.
321
'Fodos los Colegios vigueses enviaron nu
tridas representaciones de alumnos y alumnas, que llevaban ramos de flores y bandcritas, resultando un espectáculo hermoso.
Al recogerse la procesión en el patio del
Colegio, el director del mismo, D. Esteban
Ruiz, pronunció una vibrante alocución patriótico-religiosa, dando gracias a las autori
dades y al pueblo vigués, haciendo resaltar la
visible protección que María Auxiliadora dis
pensó a España durante la guerra de reden
ción que acaba de finalizar con el triunfo com
pleto de las armas españolas.
ARG EN TIN A - Buenos Aires. — Férvido
Homenaje al Santo Padre - Descubri
miento de una placa conmemorativa.
La fiesta del Papa en el Colegio Pío IX ad
quirió este año excepcionales características de
brillo y entusiasmo, sea por tratarse de la pri
mera vez que se la dedicaba a quien fue hasta
ayer nuestro Eminentísimo Cardenal Protector,
sea por el hecho de conmemorar la suerte que
nos cupo de haber albergado, en breve, pero
gratísima visita, bajo los muros del Colegio
Pío IX, a Su Santidad el Papa, cuando en 1934,
en ocasión del X X X II Congreso Eucarístico
Internacional, vino a nuestro país como Le
gado Pontificio.
Nuestro Señor Inspector tuvo la feliz idea
de eternizar en el oronce el recuerdo de esta
fecha, colocando, en estos mismos patios que
vieron el júoilo delirante de la multitud que
aclamaba al representante del llorado Pío XI,
una placa recordatoria.
El patio cei\tral del Colegio Pío IX presen
taba un pintoresco espectáculo. Bajo uno de
sus pórticos, y precisamente en el mismo lugar
ocupado por el Emmo. Cardenal Pacelli en
el día de svi visita, se levantó un amplio estrado
para las autoridades, adornado con herniosas
colgaduras mjas y coronado con un espléndido
dosel donde campeaba el escudo dcl Pontífice.
la hora establecida se encontraban en el
patio, en correcta fomiación, los alumnos
estudiantes y artes;tnos dcl Colegio Pío IX,
los aspirantes salesianos del Colegio Wilfrid
Barón de Ramos Mejía, los gimnastas uniforinadi»s lie los Colegios S;m Francisco de Sales,
I a 'Óii X III y San Antonio, así como los ba
tallones de exploradores i, 2, 3 y 5 de los co
legios San Francisco, León X III, Don Bosco
y Sim Antonio respectivamente. Numeroso y
distinguido público formaba espléndido marco
a la fiesta.
Z 22
L
Dióse comienzo con el rezo de la Santa
Misa, ofrecida por la prosperidad del Santo
Padre, concluida la cual, se inició la ejecu
ción del interesante Programa.
El Inspector Salesiano, R. P. José Reyneri,
explicó en breves y significativas palabras el
objeto de la fiesta, invitando al Sr. Embajador
de Italia y al Sr. General Martínez Pita a
descubrir la placa, hermoso trabajo artístico
del escultor Zuretti, que evoca la figura del
Cardenal Pacelli, así como la cruz de Palermo
y la silueta de la Iglesia de San Carlos.
Acto seguido el mismo superior hizo la
presentación del orador Don Tomás D. Casa
res, quien pronunció una pieza sencillamente
admirable.
Después del aplaudidísimo discurso del Dr.
Casares, el alumno Eduardo Felípez leyó unas
palabras de agradecimiento y saludo a las auto
ridades, en nombre de todos sus compañeros,
mientras las notas festivas del himno a Don
Bosco, cantado por todo el Colegio, señalaban
la terminación del programa.
Como premio de tan caracterizado homenaje
llegaba de Roma el saludo del Pontífice. El
Cardenal Secretario de Estado lo comunicaba
en su nombre, agradeciendo la filial adhesión
de los Hijos de Don Bosco y enviando a todos
los participantes su paternal bendición.
MEJICO. — María Auxiliadora y
Juan Bosco en Méjico.
San
A G U A SC A L IE N T E S
Este año revistió mayor solemnidad que los
anteriores nuestra fiestecita en honor‘de María
Auxiliadora.
El día 24, a las siete y media de la mañana,
en el Ave María >■, Templo Expiatorio de
esta ciudad, se celebró una Misa de Primera
Comunión de niños pobres, a la que asistió
numerosa concurrencia.
El Pbro. D. Antonio Hernández dirigióles
la palabra, narrándoles varios de los singulares
favores que ha recibido el pueblo cristiano
por intercesión de nuestra amadísima Madre
en su advocación de »Auxiliadora ».
LEO N
El día de nuestra Madre Auxiliadora se
ha celebrado en nuestra ciudad con mucho
fruto; el templo de la Orden Tercera, en el
que resplandecía una bella imagen de la Reina
del cielo, estaba lleno de fieles.
Escasean aquí tanto los sacerdotes que no
pudieron conseguirse ministros para la misa
solemne, debiendo cantarla solo el referido
Padre, con exposición del Santísimo.
Pero la tierna y filial devoción de nuestros
corazones suplió la falta de solemnidad exte
rior, imposible en los tiempos que corremos. ‘
¡ Cuánto nos acordábamos de las festivi
dades de antaño y con qué santa envidia pen
sábamos en el jubiloso entusiasmo de las
casas salesianas del mundo í
¡ Que la Virgen de Don Bosco, a la que tanto
amamos, tenga piedad de nosotros!
El coro estuvo formado, casi en su totalidad,
por Ex-Alunmas del Colegio Sal&iano, quienes
obsequiaron a la Virgen con una Misa que
estudiaron exclusivamente para su día. Ocupó
la Cátedra Sagrada el M. I. Sr. Canónigo Dr.
Enrique de J. Ochoa, quien movió nuestros
corazones a amar cada vez más a la San
tísima Virgen Auxiliadora. A continuación de
la Santa Misa fué expuesto el Santísimo.
Después del ejercicio de la tarde del 24,
se dió a besar la reliquia de San Juan Bosco.
COLIM A
Como todos los años, las Cooperadoras,
ex-alumnas y demás devotos de María Auxi
liadora, organizaron su novenario y fiesta de
la mejor manera posible, para que fueran fi
lial homenaje de su profundo amor y gratitud.
Todos los días, a las 8, se cantó la Salve y a
continuación la Santa Misa con música y mo
tetes. En el ejercicio solemne de la tarde se
rezaba la novena y ofrecían flores las niñas;
¡qué gozo para la Santísima Virgen recibir la
ofrenda de esas almas puras!
Desde el día 22, la Santa Misa fué solemne
y la función fué precedida de Vísperas, ha
biendo además misas rezadas con música y
canto de motetes, en las cuales numerosos
fieles recibieron el Pan Eucarístico. En la fun
ción ofició el Sr. Cura D. Bemardino Sevilla.
JEREZ
Como preparación a la fiesta de María
Auxiliadora, se celebró, en esta ciudad, lo más
solemnemente posible, un novenario con
ejercicio y ofrecimiento de flores.
El día 24, hubo Misa cantada y exposición
del Señor Sacramentado. Por la tarde, a las 5,
se hizo la reserva para dar lugar al Ejercicio
solemne, con sermón, que estuvo a cargo del
M. I. Señor Canónigo Don Salvador Robles
quien cantó con mucho fervor las glorias de
María Auxiliadora de los Cristianos.
Nuestro celoso Párroco, D. José A. Macías,
tuvo el feliz acuerdo de promover la cele
bración de unas Misiones, que dieron los
Reverendos Padres Josefinos, terminando pre
cisamente el día de María Auxiliadora, con
éxito sorprendente.
C a r a c a s (N’e o e z u e la ) . - A lu m n o s v e n c e d o re s e n e l C e tt a m e n c a te q u ís tic o in te r * in s p e c to r ia l.
323
Gacetilla Salesiana
UN POCO DE TODAS PARTES
La Beatífícación de Madre Mazzarello fes
tejada en Alemania.
B krlin . — Es la que abrió el ciclo de los
solemnes cultos.
Mientras en Roma se glorificaba con fiestas
apoteósicas a la humilde religiosa de Don
Bosco, cu la capital del III Reich una gran
multitud de pueblo acudía a la iglesia de Santa
Eduvigis para ofrecer a la nueva Beata las pri
micias de su veneración. Lo más destacado de
estos cultos fué la Misa solemne, en la que un
Padre Salesiano ilustró con gran elocuencia
su vida y sus obras.
R ecensbuhgo. — Los numerosos devotos
que la Beata tiene en esta ciudad eligieron para
las fiestas la magnífica iglesia de Santa Cruz de
las Religiosas Dominicas, asistiendo a ellas
multitud de pueblo y muchos cooperadores y
rciircsentaciones de Congregaciones religiosas.
El P. Rohr S. S. celebró la Misa solemne,
cuyas partes de canto ejecutaron con gusto y
maestría las monjas dominicas. Por la tarde,
hubo la función de clausura coronada con la
Bendición Eucarística; y por la noche, en el
salón-teatro salesiano y en presencia de distin
guido público y altas autoridades eclesiásticas,
el citado P. Rohr ilustró, en un aplaudido dis
curso, la vida de la Beata.
«
E ssen B orbeck. — Inició los cultos el P.
Fenneman S. S. con un triduo de predica
ciones celebrado en nuestra iglesia.
El 23 de abril, fué para Essen un día grande
de piedad y entusiasmo. A las 7 hubo Misa de
comunión general para las oratorianas y exalumnas, y luego, en la Misa cantada, el
P. Metzger S. S. hizo un hermoso panegírico
de la Beata ilustrando su «piedad salesiana».
La fiesta terminó con una deliciosa academia.
M unich . — El 18 de mayo fué el día seña
lado para iniciar las fiestas, que se celebraron
con especial y extraordinaria suntuosidad en
la iglesia de San Wolfsgang, que, a pesar de ser
tan grande, llenóse literalmente. Un gran cuadro
de la nueva Beata, obra del pintor salesiano
P. Holtzer, atraía desde el altar mayor las mira
das de todos los fieles rodeado de una gloria de
luces y de flores. E! Emmo. Cardenal Faulhaber, que tan cordialmente se ofreciera a
oficiar personalmente el día de la fiesta «para
d ar— como él decía — un testimonio de estima
y afecto a San Juan Sosco y a sus Hijos e
H ijas» no pudo a,=?istir por motivos de salud,
delegando en Mons. Ajitonio Schamagl.
i.a L c j i a .M a zsa relto s io r ilt e a d a e n e l C a ir o . - E l a l ia r m a>-or d e l a c a te d r a l d e H e lil p o .is .
324
Don Bosco allende ¡os mares.
Lo que cuentan nuestros Misioneros
JAPON - Tokio.
E pílogo de un viaje - L a devoción m a
ñ an a en Oriente y en Occidente.
Después de mi viaje Tokio-Génova-Turín
llevo grabadas en la mente la rica sucesión
de paisajes y la hetereogeneidad de razas en
China y en Filipinas, en la India y en Egipto;
así como la más pintoresca variedad de vestidos,
desde las opulentas sedas del kimono japonés
hasta la túnica china sencilla y garoosa; desde
la albura inmaculada da la indumentaria fili
pina hasta los mantos multicolores que usan
los indúes y que tanto se asemejan a la toga
romana.
Pero lo que mavormente me ha impresio
nado es ver cómo en el centro de todas las
grandes ciudades por mí visitadas, tanto cristia
nas como paganas, se alza un templo casi siem
pre colosal, la catedral católica, y cómo dentro
de él, y en medio de colores ideales y profu
sión de llores, sonríe bellamente representada
la imagen de la Virgen Inmaculada Patrona de
la ciudad.
A la Virgen está dedicada la bellísima catedral
gótica de Changay; a la Virgen rinden devoto
culto los manileños en su vieja catedral que
ostenta con orgullo las 82 banderas de los pa'íses que tomaron parte en e! Congreso Eucarístico Internacional de 1937; a la Virgen han
sido dedicadas las catedrales de Singaporc,
Colombo y Bombay, y es que Ella, María Santí-ima, es por derecho propio la Reina de las
Misiones, o sea, la Reina de los pueblos paga
nos, que, con más derecho aún que nosotros,
porque son más desgraciadov, lo esperan todo
de la misericordia materna de la Auxiliadora.
M aría R eina del mundo . — La catedral de
Port-Said hállase dedicada a la \'irgen bajo la
advocación de Reina del mundo. Es de cons
trucción moderna, mezcla de gótico y romá
nico; las vidrieras de sus anchos ventanales,
todas de color azul celeste, matizan el interior
del sagrado recinto con ima luz sorprendente
que, según la mayor o menor limpidez de la
atmósfera, cambia de modo maravilloso. El
templo es una joya de arte y aquellos buenos
devotos marianos lo han engalanado con deslambradotas riquezas. Decíime el Sr. Obispo
M a r ia R e in a d e l m u n d o
Mons. Hiral que este nuevo título dt Reina
del mundo se va extendiendo de un modo con
solador, y que el Papa Pío XI quiso que su
diócesis lo incluyera en las Letanías Lauretanas. Añadió que la Viigcn Santísima ha demos
trado, muchas veces, de un modo incquívocf),
cuánto le agrada este nuevo título; y en ver
dad que ahora más que mmea tiene el mundo
necesidad de un cetro omnipotente que le rija
y le sostenga con desvelo misericordioso.
-La
dev'ocion
Mariana
en
O ccidente . —
Durante la breve permanencia de nuestro barco
en Ñapóles hicimos una rápida peregrinación
al santuario de la Virgen de Pompeya, centro
de la devoción mariana de una gran parte del
pueblo italiano. Esta basílica, últimamente
agrandada, renovada y emoellecida es ahora
una verdadera maravilla, una selva de mármo
les p’^ecíoGÍsimos y alabastros de inmenso valor.
325
T o k io . - A s o c ia c ió n d e m a d r e s p a g a n a s p r e s id id a p o r e l P. E s c u r s e ll.
J a p ó n . • L a p r o c e s ió n d e C o rp u s e n T o k io .
Sus decoraciones y pinturas son obras maes
tras del arte moderno; todo invita allí a caer de
rodillas ante el pequeño cuadro milagroso de
la Virgen.
L a B asílica de M aría A uxiliadora de
T urin . — El Conte Biancamano llegaba preci
samente a Génova el 23 de mayo, y esta cir
cunstancia, por mí prevista y buscada, permi
tióme asistir a las grandiosas fiestas que se
celebran en la Basílica de María Auxiliadora el
día 24. A nosotros que venimos del lejano
Oriente, donde los católicos son poquísimos,
estas voluminosas y sorprendentes manifesta
ciones públicas de piedad y devoción que sue
len verse en Europa nos conmueven honda
mente y tienen la virtud de encender el fervor
de nuestra vocación misionera que consiste en
ganar almas, muchas almas, y llevarlas a Jesús
por medio de su Santísima Madre.
Llegué, pues, a Turín la víspera por la no
che y dirigimc en seguida al Santuario. A las
22, todas las avenidas y plazas que afluyen al
templo eran torrentes humanos que se movían
hacia Valdocco para llevar su homenaje a la
famosa Virgen de Don Bosco; los patios y ga
lerías del Oratorio Salesiano estaban lo mismo,
hirviendo de fieles. Toda la mole de la Basílica
estaba iluminada eléctricamente; cúpulas, fa
chadas, campanarios...; pasarían de 10.000 las
lámparas y focos eléctricos de vario? colores...
el efecto era más que maravilloso, deslumbra
dor. Dentro de la iglesia se rezaba, se cantaba;
la masa enorme de fieles que," no pudiendo
entrar, se había agolpado en la plaza cantaba
también al unísono con los de dentro, gracias
a los potentes altoparlantes.
El 24, día de María Auxiliadora, amanecía
espléndido, bajo la caricia de un sol triunfador
y frente al santuario una continua y doble co
rriente de pueblo tenía en vilo a miles de per
sonas impacientes dt expresar su devoción a
la reina del cielo; los cantos eran incesantes,
las misas sucedíanse una tras otra desde
media noche; para poder yo celebrar, aquel
día, en el altar monumental de San Juan Bosco
tuve que pedirlo cuatro meses antes. La Misa
Pontifical la celebró el Emmo. Cardenal La
Puma con asistencia de dos Arzobispos, dos
Obispos y 200 clérigos revestidos de sobre
pelliz... más de 200 voces integraban la Schola
Caniorum. En fin, para nosotros que no esta
mos habituados a tan grandiosas solemnidades
nos parecía aquello una anticipación de la
bienaventuranza del cielo. Sólo en el día de
la fiesta distribuyéronse en la Basílica 15,000
comuniones.
L a c a te d r a l d e P o rc-S a:d .
Por la tarde, la gran procesión. Desfilaron
40,000 devotos, y la presidieron dos Car
denales, dos Arzobispos y seis Obispos; la
presenciaron más de 200,000 personas. La
Bendición Eucarística con que terminó dicha
procesión, impartida por el Cardenal Fossati,
en el atrio del templo, a toda la imponente mul
titud de la plaza, fue un momento de unción
religiosa verdaderamente estremecedor; un gi
gantesco coro como de mar rumorosa entonó
los cantos Somos hijos de María y Christus
vincit y hasta bien entrada.la noche los fieles
permanecieron como arrobados ante la bella y
milagrosa imagen de la Auxiliadora de los
cristianos.
jAh, cuándo llegará el día en que nuestras
pobres y exiguas comunidades cristianas del
Japón podrán contemplar, aunque sólo sea
por medio de la televisión, estas estupendas
manifestaciones marianas! entonces si que ve
remos afirmarse su fe; entonces si que los
paganos, viendo la importancia de nuestra
religión, se sentirán atraídos hacia ella, y tam
bién en Oriente tendrá María legiones de de
votos y finos amadores, como los tiene en
Occidente.
Turírt, 3 de junio de 1939.
P edro E scursell
Misionero Salesiano.
E l S a n tu a r io d e P o m p e y a ; e n e l fo n d o e l V e s u b io .
327
Crónica de Gracias
atribuidas a la intercesión d e M aría A u x i
liadora, d e San Juan B o sco y d e nuestros
Siervos de D io s.
Varias gracias extraordinarias de María
Auxiliadora.
De admitirlo el Boletín Salesiano, considero
una obligación dar publicidad a una gracia, o
mejor dicho, serie de gracias, que atribuyo
por completo a la intercesión de María Auxi
liadora.
Me encontraba en Mataró (Barcelona) al
estallar la tremenda Guerra Española. De una
forma humanamente inexplicable logré per
manecer en el Colegio durante nueve meses,
hasta el 21 de abril de 1937. En aquella noche
fui hecho prisionero en compañía de otros
trece salesianos por una pandilla de anarquis
tas de Barcelona que se habían enterado de
nuestro paradero. Trasladados inmediatamente
a una cárcel clandestina de S. Elias, terrorífica
en Barcelona por los muchos crímenes q»e
en ella se habían cometido, allí permanecimos
hasta el doce de mayo en que la policía del
Gobierno de Madrid nos arrancó de sus manos
y nos llevó a los calabozos de Jefatura.
El día 16, habían comenzado una novena a
María Auxiliadora pidiendo mi liberación de
la Zona Roja varios miembros de mi familia.
Estando ellos en Salamanca ignoraban total
mente mi situación. El día 17, fiesta de Pente
costés, recobraba la libertad el que suscribe
junto con otros siete salesianos. Es de advertir
que figuraba yo, en la ficha, como sacerdote y
director del Colegio Salesiano de Mataró. A
pesar de mis gestiones, no pude conseguir la
libertad para los restantes salesianos, acusados
de los mismos delitos, de ser religiosos y ce
lebrar la santa misa.. Enm por consiguiente
menos que yo. Fueron s;dicndo de la cárcel
en meses sucesivos.
Marche a la ciudad de Gerona el día 23
con el fin de pasar la fiesta de María .\uxiliadora en compañía de varios salesianos que allí
se encontraban. Celebré la misa en casa de una
tamilia profundamente cristiana y rodeado de
varios sjílcsianos jóvenes que se acercaron a
la sagrada comunión. Por la tarde visité a los
demás. Hacia el anochecer se me presentó
la madre de un salesiano indicándome que
habría, al día siguiente, oportunidad de fran
quear los Pirineos con un buen guia y que debía
■ 328
hacerlo. Ella se encargaría de pagar la suma
exigida. Vencieron mi natural resistencia los
demás hermanos, insistiendo en que más
podría hacer por ellos desde el extranjero que
en la España Roja, como sucedió en efecto.
El 25, en la Capilla de las Hijas de María
Auxiliadora de Salamanca recibía la primera
comunión una sobrinita a la que formaban
corona mis padres y hermanos. Habían cele
brado con todo fervor la novena y la fiesta;
en aquel día todos pedían a la Virgen la misma
gracia: mi liberación. En esa misma noche de
luna llena, conseguía atravesar la cordillera
burlando la vigilancia de los carabineros. Me
había salvado.
No pararon aquí las bondades de María
Auxiliadora. Tras unos meses de estancia en
Francia para ayudar a los pobres salesianos
de la Zona Roja, conforme el encargó de los
Superiores, recibo una carta de casa en la
que ya me dicen sin rodeos que mi madre,
enferma desde hacía unos meses, se encontraba
muy grave y casi desahuciada por los médicos.
Habían diagnosticado un cáncer intestinal.
Comienzo entonces una novena a María Au
xiliadora y sugiero a los de mi familia que ha
gan lo mismo. Unas semanas más tarde me
presento en Salamanca y los familiares y
amigos me hablan admirados de la mejoría
inesperada de la madre. Ai poco tiempo
atendía ya a todos los quehaceres de la casa.
Han pasado dos años desde aquella fecha y
mi madre sigue disfrutando de perfecta salud.
Sean dadas infinitas gracias a María Auxilia
dora.
Sarriá-Barcelona, 15 de agosto de 1939.
M odesto B ellido
Salesiano.
Salvado del fusilamiento.
Apenas iniciado el movimiento salvador de
España y de la civilización cristiana, fui re
cluido en la cárcel modelo de Madrid, donde
tantos otros e.staban, por el mero delito de ser
creyentes y patriotas.
El siete d* noviembre del mismo año 1936.
hicieron los rojos una saca de presos para sa
ciar sus instintos asesinos. En aquella noche
de terrible emoción y recuerdo inolvidable
me encomendé como nunca a María Auxilia
dora, convencido de que, por mis antecendentes
católicos Y militares, sería prontamente asesi
nado, como así lo pretendieron, llamándome
en la madrugada del día siguiente y colocán
dome en la fila de los próximos a ser fusilados.
¿ Cómo quedé con vida ? No acierto a expli-
cárraelo; tan sólo sé que a una milagrosa in
tervención de la Virgen invocada debo mi
existencia.
También en otras ocasiones experimenté
los efectos consoladores de su mátemal protec
ciónPara satisfacción de mi espíritu y estímulo
de los necesitados hago publicar este que yo
considero verdadero milagro.Vigo (España).
A n to nio P erez L lórente
Capitán de Artillería.
Salvados de los rojos.
Encontrándose mi familia en poder de los
rojos y expuesta varias veces a una muerte
segura, rae encomendé a María Auxiliadora y
a San Juan Hosco, por cuya poderosa inter
cesión se ha salvado, después de dos años
y medio de guerra.
Doy las más rendidas gracias a tan poderosos
intercesores, deseando que se publique en el
Boletín Salesiano, para gloria de tan poderosos
abogados.
San José del Valle (España) mayo de 1939.
I gnacio F ernandez C erezo
Novicio Salesiatto.
Milagrosamente salvada de la explosión
de un horno.
Nuestra hermana Sor María Donnelley,
ocupada en la cocina de los Padres Salcsianos de Cowley-Oxford (Inglaterra), el día
21 de febrero, a eso de las diez de la mañana,
se acercó a una de las grandes hornillas con
objeto de encenderla, y, no había hecho más
que aplicar el fuego, cuando una tremenda
explosión hizo temblar todo el edificio. La
caja del homo, que era de hierro fundido,
rompiendo las bridas que la sujetaban y los
gruesos tubos de gas, había saltado a pedazos,
en medio de un fragoroso estruendo, arrojando
a la religiosa \'iolentamente contra la mesa y
luego contra el suelo.
Los salesianos, al oir el estampido, corrieron
llenos de ansiedad a la cocina, creyendo en
contrarla en ruinas y temiendo alguna horrible
desgracia para las hermanas. Así debía haber
sucedido, si María Auxiliadora no hubiese
• velado por sus Hijas. Su protección fue evi
dente, y la salvación de la hermana, que al
instante la invocó, no puede explicarse sino
como un verdadero milagro.
Socorrida inmediatamente y viéndola las
demás religiosas sin sentido y horriblemente
hinchada, a causa de los gases que había res
pirado, creyeron que se les moría y avisaron,
a toda prisa, un médico, quien, al hacerle la
primera cura de urgencia, halló que tenía una
grave rotura en el brazo derecho del cual
manaba abundante sangre, y ordenó fuese
trasladada al hospital de Oxford, donde los
doctores se maravillaron de que escapara con
vida.
Su curación fué cosa de pocos días, por la
cual nuestro agradecimiento a María Auxilia
dora no tiene límites ¡Que Ella siga siempre
dispensándonos su protección materna!
Londres, 9 de marzo de 1939.
Sor T ulia D ebernardis, Visitadora
de las Hijas de María Auxiliadora en Inglaterra.
Curada de ápendicitis sin operación.
Encontrándome enferma repentinamente y
habiendo diagnosticado los médicos una apendicitas aguda, y siendo necesaria una inmediata
operación, en tal difícil trance acudí a la Sma.
Virgen Auxiliadora, que nunca abandona a los
que recurren a ella, pidiéndole la salud sin
necesidad de operarme y ofreciendo publicar
la gracia en el Boletín Salesiano y enviar una
limosna para su Santuario en Turín, si así
lo conseguía. Desde ese momento empezó
una mejoría repentina que se acentuó hasta
encontrarme completamente restablecida.
Agradecida a tan insigne favor cumplo lo
prometido.
Buenos Aires (Argentina), agosto 1938.
R ogelia F.
de
C anegalli .
Tumor que desaparece sin operación.
M e hallaba enferma desde hacía varios años
y resolví consultar a un buen doctor. Este, des
pués de hacerme un largo exámen. declaró que
tenía un tumor interno y necesitaba operarme.
Atribulada por el diagnóstico, fui a los pies de
mi buen padre y protector D. Hosco, y le
pedí con fe que si el tumor desaparecía sin
operación publicaría el milagro, rezaría la
novena perpetua y compraría un cuadro para
hacerle un altar en mi casa. Ese mismo día
comencé la novena, y el día séptimo, después
de nuevo reconocimiento del Docto/, éste me
dijo: Usted ya no tiene nada y por lo tanto
no necesita operarse. Por este insigne favor
estoy muy agradecida de D. Hosco y le pido
que me siga favoreciendo en lo futuro.
Panamá, mayo de 1939.
E. L.
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San Juan Bosco me saca de un compro*
miso.
Encontrándome en un grave apuro, al no po
der cumplir un compromiso contraído, me
encomendé al Glorioso San Juan Bosco, del
que soy muy devoto, pidiéndole poder hacer
honor a mi palabra. Comencé la novena dei
Santo, ofreciéndole que, si me conseguía
lo que le pedía, daría una limosna para su
obra y publicaría la Gracia en el Boletín Salesiano.
Al séptimo día de la novena, me concedió lo
que le había pedido.
Gracias sean dadas a Dios Nuestro Señor
que, por mediación del Glorioso San Juan
Bosco, ha escuchado mi ruego.
Cumplo lo que ofrecí enviando una lismona
y publicando la gracia obtenida, para mayor
gloria de Dios y del glorioso San Juan Bosco.
Cádiz (España), agosto de 1939
Año de la Victoria.
R amón
de
D olarea.
Doy gracias a m¡ Celestial Madre, María
Auxiliadora y a mi Protector San Juan Bosco
por un gran favor obtenido por su intercesión,
considerándolo como verdadero milagro, y
mando una pequeña limosna para el Altar
de María Auxiliadora y otra para San Juan
Bosco para sus misiones.
Monterrey (Méjico), diciembre de 1938.
Julia V.
de
V ili .arreal.
Por mediación del Siervo de Dios Miguel
Rúa.
Prometí, mientras estuve en la Zona Roja,
publicar las gracias recibidas por mediación
de 1). Miguel Rúa y hoy cumplo la promesa.
Muchos y terribles fueron los peligros mo
rales en que me encontré y, despufe de en
comendarme a Don Rúa, me vi libre de ellos.
Repetidas veces tuve que cambiar de domi
cilio, lo cual me apenaba tanto que me hacía
derramar lágrimas; pero acudí siempre a Don
Rúa y apenas le rezaba el triduo, las cosas se
me arreglaban como por encanto viéndome
libre de molestias. Es verdad qne juntiimente
con otros hermanos ful detenido y encarce
lado por un mos, pero también en esta des
gracia fui de los que salieron mejor librados.
Empleos y trabajos se me ofrecieron varios,
fallándome todos cuando ya parecían cosa
hecha y es que el Señor, siempre por mediación,
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así lo creo, de mi poderoso protector, me iba
conduciendo hacia la frontera para incorpo
rarme a la Zona Nacional, cosa que, a Dios
gracias, pude realizar el 8 de julio del 37, des
pués de haber sufrido por un año persecu
ciones que me pusieron en trance de perder
la vida.
La interrupción de comunicaciones con mis
buenos Superiores obstaculizaba el ingreso
de medios para el paso de la frontera, y no
obstante, también de este trance me sacó
la Divina Providencia por medio de una co
lecta a la que sólo tuve que añadir cinco pe
setas, a pesar de las dos mil que me exigieron,
y de la frontera hasta la zona nacional, o mejor
hasta mi destino, sin dinero apenas, hallé
siempre a punto personas que se ofrecieron
a remediar mi necesidad, como si alguien hu
biera ya dispuesto de antemano todo lo que
había de hacerme falta.
Agradecido por tantos favores, y aun por
haberse robustecido mi endeble salud, deseo se
publiquen tantas gracias para gloria de D. Mi
guel Rúa y mayor confianza de sus devotos
en su poderosa intercesión.
Pamplona (España), i i de julio de 1939.
Juan M iret , Salesiano.
Don Rúa me ha curado.
Me hallaba enferma del estómago, desde
mucho tiempo, sin poder alimentarme. Los
Doctores no encontraban la causa del mal y
opinaban que debía operarme. La Revda
Madre Inspectora, después de haberme prod gado infinitos cuidados matemos, me acon
sejó que acudiera a la intercesión del Siervo
de Dios Don Miguel Rúa, con una novena, y
me aplicó una reliquia del mismo. Desde el
primer día sentí necesidad de pedir alimento,
en contra de lo que siempre me ocurriera
anteriormente; tomé un poco de dulce, y lo
retuve perfectamente. Otro día de la novena,
tomé un pedacito de la reliquia con un poco
de agua y pude seguir alimentándome sin la
menor dificultad. La convalecencia duró unos
tres meses. Actualmente hállome en esta Casa
de Salto dedicada a mis ocupaciones habitua
les, sin molestia de ningtma clase, habiendo
transcurrido más de un año.
Agradecida al Siervo de Dios Don Miguel
Rúa, cumplo mi promesa de hacer pública
la gracia.
Salto (Uruguay), anril de 1939.
Sor F r-ancisca M assarino .
H. M . A .
D sn tam b ié n g ra c ia s a M a ría A u x ilia d o ra y a
San Juan B o sco p o r fav o re s re cib id o s:
España - Madrid. — C . Noriega, Cooperadora Sal.
España - Salamanca. — Carmen Berdugo.
A rgentina - Córdoba. — S. D el Giudice, Salesiano.
- Elena G . Vda de Ronco - Ramón J. Cárcano.
C olombia - Palogordo-Santander. — Herminia
Parra de González.
E cuador - Portoviqo. — L u z Agripina Mendoza y
Vera - Areliza Leonor Vera G . - Rosa Doríla M.
de García.
Estados U nidos (California) • Los Angeles. — Vito
y Mescedes Campanelli - Agustina Barboza Epigmenia Vda. de Olivias - Mercedes Robles Victoria Díaz - Hemanda Gutiérrez - Catalina
Díaz - Pedro Zamora - Josefina H. de López Otilia Holguín.
Islas F ilipinas - Manila. — Justo N . López.
M éjico - Capital. — Francisco H. - María T . Salvador H. - Angela Gutiérrez Zamora - Manuel
Moreno.
M éjico - Linares. — Dolores Noyola - Eva Martínez.
M éjico - Matehuala. — Teodora O . de Puente Anita N . de Cázares - Josefa A . de Ortíz - Guada
lupe y Mercedes Hernández.
M éjico - Monterrey. — Otilia G . de Tijerina Francisco N . Guzm án - Celia Sáenz de Guzmán
• Antonio y María de los A. Danés Guzmán Inés Doria Vda. de Alanís - Clarita G . de Leal
- María Luisa R. de Avala - C. M . de Míreles
• Juana G . de Martínez - Teresa G . de Flores
- Z. C . de Fusí - Emilia G . de Treviño - Trinidad
Avala Doria - Leonor Villarreal de A. Silva X . X . Julia V. de Villarreal.
M éjico -‘ Saltillo. — Sita. Felipa Cortés.
M éjico - San Luis de Potosí. — María Galván de
Zarzosa.
M éjico (Sinaloa) - Toro-Choix. — María Guada
lupe Machain cooperadora salesiana.
Xic.\R.\GUA (Chontales) - Comalapa. — Sres. Obando
- Sres. Sequeiia - Manuel Orozco - José Andrés
Fernández - Eloísa Jaime - I ^ n c ia P'emández
• Apolonia Arróliga - V . Celmira de Roblcto Estanislada Sándigo - Ambrosia V . de Martínez
- Sara A. de Martínez - Cornelia A harez - Jenara
Jaime - Rafaela Martínez - Agustina A harez Jerónima Martínez - Antonio Sáhdigo - Celestino
Miranda - Fileno Taleno - Edmrigis Martínez
- Josefa Sándigo - Rosaura Soda - Demetria Mar
tínez - Berta A s t o i^ - José Gregorio Ríos - Pablo
Hurtado - Camila Jirón.
P an' ama — M . de I. Saso.
U ruguay - Montevideo. — María Inés Toscano.
U ruguay • Trinidad. — Ramona P. de Rodríguez.
D a n g racia s a D o ñ a D orotea:
E stados \Jn\DO% • L os Angées. — Paulina Bermúdez.
A D o m in g o S avio :
España - Valeruda del Cid. — Joaquín Roche.
A D o n R ú a y Beata M a zza rello :
A rgentina - Calazo-Córdoba. — Anita G . Vda de
Aiassa.
NECROLOGIAS
S A L E S I A N O S D IF U N T O S :
E l R. P. José Longo.
Falleció santamente, este benemérito sacerdote
salesiano, en Buenos Aires, el 14 de julio, confor
tado con los auxilios de la Santa Religión y la
Bendición Papal.
En 1887, siendo alumno de nuestro Colegio S.
Juan Evangelista de T urín , conoció a San Juan
Bosco, y cautivado por su bondad, concibió el de
seo de ser salesiano.
Llegado a playas americanas en 1889, ingresó
en el Colegio Pío IX de Buenos Aires.
De manos de Mons. Juan Cagliero, jefe de la
primera expedición salesiana a la Argentina, y más
tarde cardenal, recibió ci hábito eclesiástico.
El 24 de enero de 1891, emitió sus votos religiosos
y el 3 de ju io de 1898 fué consagrado sacerdote por
el m;smo Mons. Cagliero.
Después de haber trabajado en los colegios de
San Nicolás de los Arroyos y de Rosario, el 29 de
enero de 1909 pasó al colegio del Sagn do Cora
zón de Iva Plata, como maestro y Rector de la Igle
sia, cargo que desempeñó hista su muerte.
Su fibra fuerte y sacrificada sintióse debilitada
en los comienzos -del presente año, y en Junio
fué trasladado al Hospital Italiano de la Capital
Federal.
Todos los esfuerzos fueron inútiles; el mal si
guió su curso, edificando a todos el santo sacerdote
con su resignación ejemplar y absoluta a la voluntad
de Dios. Rodeado de hermanos y superiores expiró
plácidamente reflejando en su rostro la paz de los
justos.
Conocida su muerte, los exalumnos y cooperado
res de la ciudad de La Plata reclamaron el pre
cioso depósito de sus restos mortales, siendo co
locados tn la nave central de! templo del Sagrado
Corazrái de Jessú. Toda la iK>che fueron sucediéndose numerosas y nutridas delegadones de exalum
nos, cooperadores y Asociaciones de la ciudad, demostiando pn el fervor de sus plegarias y en la emo
ción de Us lástimas su gran cariño y aprecio poi
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el que fuera su maestro, confesor y amigo de todas
las horas, durante más de treinta años.
A las diez del día siguiente fué celebrado un so
lemne funeral que presidió el Exemo. Sr. A rzo
bispo de La Plata, Mons. D r. Juan P. Chimento.
Altas autoridades eclesiásticas y civiles, miembros
del clero, de la Acción Católica y otras institucio
nes y numeroso público llenaban el templo.
A las 15 se iniciaron los actos del sepelio. En el
atrio del templo despidieron al Horado Padre un
alumno y el Director de la casa. I.hds exalumnos qui
sieron demostrarle públicamente su gran amor lle
vando durante un buen trecho su féretro, dcpo.sitado
luego en la carroza fúnebre, la que fué seguida por
una interminable fila de carruajes. U na inmensa y
conntovida muchedumbre c.speraba en el cementeno.
Dirigieron el postrer saludo, en representación de
la comunidad salesiana y de la ciudad de L a Plata,
el Kdo. P. José C . Silva y el Dr. Raúl I. Ferrando.
El Exemo. Señor Obispo de Mercedes, Mons.
Serafini, con paternal bondad, presidió este piadoso
acto impartiendo la última absolución al féretro.
La familia Ccriale Costa ofreció generosamente
su potiteún, hasta que, según nuestros deseos, el
querido difunto pueda sor transportado al Tem plo
que como fiel guardián atendió con tanto cariño
durante treinta años.
Muchos fueron los elogios que la prensa tributó al
Rdo. P. Longo, ya que en vida fué tan humilde que
no los quiso recibir; así premia Dios la humilidad
de sus siervos.
Reproduciremos el de la Revista Eclesiástica del
Arzobispado:
« Üoitum certamen certcn'it, ruríMw comummavit...
Ha muerto un sacerdote santo, fonnado en la
escuela de un forjador de santos sacerdotes: San
Juan Bosco. Otros haián su biografío y relataián
sus actividades docentes y ministeriales, a través
de los cincuenta años de apostolado fecundo en los
diversos Colegios Salesianos en que le tocó actuar,
y particularmente en La Plata. Nosotros no acerta
mos sino u recordar ul Padre Longo de los últimos
años: al anciano, sabio y prudente director de al
mas. Su figura venerable de padre bondadoso, con
esos ojos apaeiblea y francos que traslucían la no
bleza de su e.spíritu, con esa s<mrisa afable y algo
ingenua, que revelaba una alma pura y sin dobleces
y un corazón grande y genenwo, dispuesto a saciificurse por el bien de los dermis.
El Padie Longo ha dejado un gran vacío en La
Plata, si no en las esfeius sck'Íu L s , si ciertamente
en las innumerables almas que habían encontrado
en el anciano sacerdote al guía e.xpcrimentado que las
condujese con seguridad por el camino de la viitud.
La dirección de las almas fué la labor ardua de su
última jornada a la que se brindó con generosidad
y con heroico espíritu de sacrificio. Fué hasta su
última enfermedad el Confesoi de gran parte de
las Comunidades Religiosj-s de I.ai Plata, y del
Seminario Metropolitano San José. Los sacerdotes
le buscaron con preferencia para la dirección de
sus conciencias».
Han muerto también en la paz del Señor;
Samuel Vosti, sacerdote — de Cerra Verzasca
XSuiza) t en T arín , el 12 de agosto a la edad de 65
años.
Be?ijamín Motter, coadjutor — de Tenna (Italia)
t en Villa Colón (Uruguay) el 15 de junio a la edad
de 80 años.
Enrique Vanoli, sacerdote — de Valdomino di
Luino (Italia) f en Mesina (id.) el 24 de julio a la
edad de 64 años.
Matías Saxler, sacerdote — de Darscheid (Ale
mania) f en Santa Rosa (Argentina) el 25 de mayo
a la edad de 64 años.
Francisco Tomassi, coadjutor — de Palestiina
(Italia) t en Corigliano d’Otranto (id.) el 25 de julio
a la edad de 59 años.
Domingo Vanso, clérigo — de Solagna (Italia) t en
Piossasco (id.) el 31 de mayo a la edad de 22 años.
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S :
‘
D on Juan Bautista Zaninetti.
M urió santamente en Paraná (Argentina), el día
7 de mayo, a la avanzada aded de 88 años, desa
pareciendo con él una figura noble, verdaderamente
patriarcal.
Hijo de la hermosa Italia, emigró a .América,
cincuenta años hace, después de acons^ejarse con
Don Bosco, con cuya amistad se honraba, el rcual
le animó a realizar la aventura, marchando ale'gic
con la bendición del Santo prometedora de fortuna.
Y no ha sido poca la que halagó la vida del Sr. Za
ninetti, hombre de fe ardiente y trabajador infati
gable que, con una posición social envidiaole, deja
una consoladora fioración de onras ücncficas y pro
fundas y extensas amistades en Paraná y en toda
la provincia de' Entre Ríos que él consideraoa y
amaba como su segunda patria.
Cristiano a machamartillo, no v'aciló en entregar
a Dios sus tres hijos varones y, dotado de una voz
robusta y armoniosa, consegróla también a El como
cantor y organista de la catedral.El cariño y wnetación que le tenía a Don Bosco,
a quien, como se ha dicho, conoció en Italia, lle
vóle a amar a los Salcsianos y hacerse cooperador
de sus obras que protegía y recomendaba con gran
solicitud.
IXí sus tres hijos sacerdotes, uno murió, otro
es músico como su padre, habiendo logrado cele
bridad en Argentina por sus bellas composiciones
de canto litúrgico y la Schola Cantorum por él
fundada en el Sem-nario metropolitano del que fué
Rector durante cinco lustros, y el tercero goza así
mismo merecida reputación como filósofo y literato,
habiendo desempeñado, 35 años, la cátedra de L i
teratura y Filosofía en el histórico C o l^ io Nacional
de Concepción (Uruguay).
Mientras inviamos a ambos beneméritos e ilus
tres sacerdotes nuestro más sentido pésame reco
mendamos a las 01 aciones de nuestros amigos el
alnoa del malogrado difunto.
C o n a p ro b a cM n d e l a a u to rid a d e c le s iá s tic a . - E s ta b le c im ie n to T ip . d e l a S .E .I. • T u rin
D ire c to r re s p o n s a b le : D . G U I D O F A V IN I • V ia C o llo t e n c o . 3 a • T U R I N 109 • ( I ta lia l