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Medios

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SETIEM BRE i939

Año LIV - N. 9

a e^iano

R E V I S T A

DE

L A S

O B R A S

DE

D O N

H O S C O

IN S C R IB IO S

EN

LA

P ÍA

OBRA

DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
¿ Quien no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús y
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces Ies plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector M ayor de los S alesianos.
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de Boletín Salesiano
— Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.

3* — Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana, No inserta el nombre de los autores ni devnjelve originales. •
4. — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
cnWo de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró­
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora noé \iene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.

R E V IS T A D E
LAS OBRAS DE
DON B O SCO
REDACCION

Y

8 O l ETí M
AIESIANO

ADM IN ISTRAC IO N :

VIA

COTTOLENGO.

w

-

TURIN

A ñ o L I V - N ú m e ro g

SETIEM BRE 193Q
-

(ITALIA

S U M A R IO : C o r s a r io d e C r is to . - N u e v o O b is p o S a le s ia n o . - Gacetilla salesiana: I t a lia (C a sa M a d re ). - E l o n o ­
m á stico d e l R e c to r M a y o r • I r la n d a . E l E x c m o . S r. P re s id e n te d e l a R e p ú b lic a a s is te a la in a u g u r a c ió n d e u n
S a n tu a rio d e d ic a d o a M a r ía A u x ilia d o r a • P o r tu g a l (L isb o a ). E l E x cm o S r . P re s id e n te d e la R e p ú b lic a v is it a la
C asa S a le s ia n a - S u iz a . 50 añ o s d e a p o s to la d o s a le s ia n o e n e l C a n tó n T lc in o . - Noticias de Es{>aiia y América:
H u esca . L o s a n tig u o s a lu m n o s s a le s ia n o s y M a r ía A u x ilia d o r a - M o n iilla . L a C r u z d e l e x a lu m n o c a ld o - O ren se.
L a ñ e s ta d e M a r ia A u x ilia d o r a - C h o e le C h o e l. U n g r a n a n iv e r s a r io - E x a lta c ió n d e l a o b ra c i v il iz a d o r a de
los H ijo s d e D o n R o sco e n P a ta g o n ia • C o lo m b ia (B o g o tá ). H o n ro s a d is t in c ió n - E s ta d o s U n id o s (L o s A n g e le s ).
F e s tiv id a d d e M a r ía A u x ilia d o r a . - Don Sosco allende los mares: H o n g - K o n g . C o n m e m o r a r á n d e l c in c u e n te n a r io
d e la m u e r te d e S . Juan R o sco - T e z p u r . M is ió n S a le s ia n a S . Ju a n R o sco . - Crónica de gracias • Necrologías

Corsario de Cristo
Es el titulo, algo extraño, pero muy
significativo, de un libro casi autobiográfico
de un estudiante italiano de medicina:
Santiago M affei, muerto impensadamente,
cuando más le sonreía la vida.
Decimos « casi autobiográfico », porque el
libro ni lo concibió ni lo publicó él, sino
que lo compiló un gran escritor, admirador
suyo, utilizando cartas, artículos, confe­
rencias, discursos y sobre todo el «Diario
íntimo » del malogrado joven. D e manera
que éste es siempre quien habla y se nos
va presentando, originalísimamente, en to­
dos los variados aspectos de su rica perso­
nalidad. Cuando el manuscrito fu é pre­
sentado al Cardenal Nasali Rocca, Arzo­
bispo de Bolonia, para la censura, éste,
que había conocido y tratado a Santiago,
por estar estudiando en la Universidad
boloñesa y ser el Secretario de la Acción
Católica universitaria, lo revisó y exclamó:
' X o sabemos cuáles son los designios del
Señor sobre Santiago M affei; pero es lo
cierto que en estas páginas brillan y des­

cuellan una gran men e y un gran cora­
zón y una electísima alma de santo ».
El libro fu é también presentado al Padre
Santo Pío X I, quien lo leyó con la rapidez
y atención del bibliófilo, y tanto le gustó
que lo bend'jo y recomendó. La Bendición
del Papa fu é le Bendición de Dios: en
breve hubo que hacer nuevas ediciones de
tiradas enormes, que se difundieron por
toda Italia y por todo el mundo, pues hasta
del Japón y de Australia se pidió per­
miso para traducirlo. Sabemos que en el
Brasil acaba de aparecer una traducción
portuguesa y que en Hispanoamérica se
prepara otra castellana.
Nació Santiago en Salsomaggiore-Cre*
mona, el 9-XI-1914. T uvo por padre a un
ingeniero que ha representado papel im­
portante en las Corporaciones Italianas del
trabajo y del Comercio. F u é ágil y robusto.
En su infancia re v e l(^ algo esquivo, pero
desde su primera Comunión — que hizo
con plena conciencia, a los 9 años — fué
venciendo y modificando su carácter hasta

-

257

hacerse todo para todos. Pronto se inscribió
la Obra de los Bahías y en la Acción
Católica; que ser patriota y cristiano no
sólo no se excluyen sino que se perfec­
cionan mutuamen e.
Vivo, inteligente, decidido, hizo con bri­
llantez sus estudios primarios. A l intentar
la reválida para el Bachillerato fué cala­
baceado en Matemáticas y , si aquello le
amargó las vacaciones, fué también el
medio con que la Divina Providencia le
orientó definitivamente en la vida, po­
niéndolo en contacto con Don Bosco. El
Instituto de San*Juan Evangelista de T u rln, fundado personalmen e por el Santo,
le admitió en sus aulas para ayudarle a
reparar su examen y fué para él un acon­
tecimiento decisivo. Tenía en*:once5 i6

f-b‘
:
'A'

S a n tia g o M aiT ei.

258

años. A las pocas semanas, escribía así a
su padre:
« En los Salesianos existe el alma de la
enseñanza: aquí los P.P. no tienen más
preocupación que dar al joven la cultura,
y se ingenian de m il maneras para hacérsela
asimilar: si no basta una vez, repiten dos,
tres, diez veces hasta que la idea se graba
en el cerebro ».
<' Todo me agrada en esta casa; se tra­
baja, pero con provecho; nadie se fatiga en
vano. H ay disciplina, pero una disciplina
especial que penetra los corazones y las
ideas; no se tolera el mal en ninguna
forma y se hace el bien como la cosa más
natural. Se vive en una paz y a'mósfera
de tranquilidad, que aprovechan mucho a
los estudios, y no sólo a los estudios sino
también al alma. M is lemas son
1 dos: el tuyo, yirglliano: Per
: aspera ad ostra, y este otro
Orá et labora. Los recuerdo con
frecuencia, especialmente en los
momentos críticos ».
*
Aquel clima espiritual, todo
impregnado de vida cristiana, intensamen e practicada, transfoi. . j ma su bondad, de instintiva en
leflexiv'a; en voluntaria decisión
de hacerse bueno y hacerse apó:tol. El apostolado le fascina: ’.c
parece una necesidad.
Los primeros Ejercicios Espi­
rituales llaman su atención, los
hace con gran seriedad, confie­
ren a su alma estabilidad y orien­
tación definitiva a su conducta.
D e ellos habla con entusiasrr.o
en su diario y en sus cartas. Los
apuntes que en ellos tomó le
sirvieron durante toda su vida.
El recuerdo de «su querido
San Juan » vivió peierme en su
corazón como una llama inextinguibile. Muchas -veces habla de
aquel colegio en cartas y discur­
sos.
A sus padres les describe sus
cosas con minucioso cariño. D e
su profesor, por ejemplo, dice:
* M i profesor, el P. Zandonella,

cierta elegancia; el estudio y la lectura
es un laureado de la Gran Guerra. Si
han perfeccionado su estilo. Sus compa­
vierais qué bueno es. Y de su bondad
ñeros dicen que si son bellas las conferen­
nace en nosotros un instintivo deseo de
cias de este o de aquel orador, de den­
corresponder a sus recomendaciones y
órdenes y hasta de ejecutar sus castigos; tro o fuera del Colegio, lo mejor son las
sí, sus castigos, aunque él no
les llama así. Hace estudiar de
memoria— por supuesto en el
recreo — unos 20 o 30 versos
de Virgilio o de otro autor, y
mientras en el patio separa de
los compañeros al que ha me­
recido quedarse sin juegos, le
dice: «Apréndete estos versos;
te servirán para la vida. Piensa
en la buena figura que harás
en la sociedad cuando en una
conversación o en un discusro
se te ofrezca la oportunidad de
citarlos ». En otra carta, les dice
con ingenuidad: « Ahora si que
soy un lirio de pureza». ¡Q u é
hermosa frase en un muchacho
M a f f e i e n V a ls á li c e d e s p id ie n d o c o n su s co m p a ñ e ro s
a l R e c to r M a y o r D o n P e d ro R ic a ld o n e .
de 16 añosl
Había en aquel colegio una
sección de Acción Católica. ^A ella se afilió relaciones que de ellas sabe hacer el Secrea’:ario.
inmediatamente Santiago, y al poco tiempo
L a fuerza de sus convicciones comuni­
era su Secretario y su orador de circuns­
cábase hasta a sus composiciones escolares
tancias.
haciendo vivo e inconfundiblemente suyo
Habiendo enfermado el Salesiano que
asistía a los pequeños, en el estudio, Santia­ el más árido de los argumentos.
A su padre le daba cuenta de sus tra­
go se ofreció a reemplazarlo, y aceptado su
bajos y triunfos: « Soy conferenciante
ofrecimiento, desempeñó aquel cargo como
aplaudido, papá. Les hablo a mis compa­
pudiera haberlo desempeñado el sacerdote
ñeros y procuro hacerlo con convicción y
más inteligente y solícito. Escribía al autor
tocando los temas que más pueden inte­
de sus días ponderándole el cariño que
resarles. Una gran noticia, papá: en M a­
le tenían los pequeñitos y cómo gozaba
temáticas tres sobresalientes».
él oyéndose llamar «papá M a ffe i».
En Valsálice conoció a los pobres, a
D el Colegio de San Juan al de Valsátravés de las Conferencias de San Vicente,
lice el camino es corto, y en este nuestro
de las cuales hay una sección en el Liceo
Liceo fu é Santiago a cursar el Bachillerato
bajo la dirección de los Universitarios. El
pre-universitario.
ejercicio de la caridad llenaba de alegría
Conocido como era, los profesores ven
su corazón, tan comprensivo y tan lleno
desde el primer momento en él a un joven
alegre y reflexivo lleno de grandes esperan­ de fe. Tanto gusto les cobró, que ese
mismo año escribió a su párroco para ani­
zas, V lo cultivan con esmero. E l Consilia­
rio de la Acción Católica es el célebre P. marle a fundarlas, prometiéndole que en
las vacaciones le ajTidaría. Y más tarde,
Coiazzi gran conocedor de hombres y for­
jador de almas juveniles. Maffei se destaca siendo >*a estudiante de M edicina, escri­
bía:
Las mejores lecciones no son las
bien pronto entre todos y le nombran Se­
que nos dan en la Universidad, con ser
cretario de la Asociación. Y a escribe con

259

L
i

tan hermosas, sino las que nos dan los
pobres de las C onferencias».
A llí, en Valsálice, fué donde le conoció
nuestro Rector Mayor D . Pedro Ricaldone, el cual dice de él: « L e recuerdo

es verme seguido por mis oyentes, in­
crustar mi pensamiento en el suyo ». Eso
lo aprendió en Valsalice, en los metódicos
ejercicios de polémica y declamación que
allí se hacen. Una vez, envió a su padre

S.n ntiago M afT el e n a m o ra d o d e l « s p o r t » s a n o y m e tó d ic o q u e tie n d e a ro b u s te c e r e l cu e rp o
p a r a q u e p u e d a s e r v ir m e jo r a l a lm a .

siempre a ese simpádeo muchacho: modestamen'e desenvuelto, serenamente ale­
gre y placentero, ejemplar, sin sombra
de ostentación, todo inflamado de piedad
eucaríslica, espontáneamente apóstol por
la caridad que ardía en su corazón, suave
conquistador de almas, con su sonrisa es­
maltada de pureza y con la jovialidad inal­
terable impresa en su rostro. Como D o­
mingo Savio, será el modelo del alumno
salesiano y el ejemplar del joven de la
Acción C atólica».
Sediento de apostolado, y persuadido
de que » para ejercerlo se necesita saber
escribir y hablar " procuró perfeccionarse
en este arte. Y lo logró. Adquirió esponta­
neidad en el desarrollo de los argumentos
y los exponía con tal fuego de convicción
que fácilm en'e se apoderaba de los o^•en-es.
M ás tarde escribirá a un amigo: « M e dis­
gustan los oradores amanerados v los que
declaman de memoria. M i ma>*or alegría

260 --

un discursillo que había sido muy aplau­
dido, diciéndole con infantil ingenuidad:
« Debes saber, papá, que lo he hecho yo
soIito, y que nadie le ha puesto ni una
coma ».
A «su querido San Juan » iba algunas
veces a dar conferencias y durante las
vacaciones las daba en los pueblos y ciu­
dades. Era ya un a'ma apostólica perfecta­
mente cuajada.
A imitac.ón de Jorge Frassati, de quien
era admirador, amaba apasionadamen‘:e el
deporte... como medio de purificación y
robustez. Llegó a ser un gran foot-balista,
buen escalador de mon'añas, buen nada­
dor, un hábil conductor de automóvil.
D el foot-ball decía: « Sí todos los mucha­
chos que salen de nuestros Colegios lleva­
ran, con la fiebre del foot-ball, la fiebre del
apostolado, muchos, muchísimos jóvenes
se salvarían de la ru in a ».
Aprovechaba al ciento por ciento las

vacaciones, sacándoles todo el jugo p o ­
sible, y de ellas escribe: «Vacaciones, pa­
lestra de inevitable lucha. E l pensamiento
de las vacaciones hace saltar de júbilo
al estudiante. Y es justo: tras el trabajo,
el descanso. Pero descanso reparador, no
vicios y .ru in a ; alegría, pero'n o disipación.
Robustezcamos las fuerzas del cuerpo con
el descanso, y las del alma con la oración ».
A l partir de Valsálice para las vacaciones
del último año, escribe al P. Coiazzi:
«Las últimas palabras de V d. serán para
mí un mandato. L e aviso sin más ni más
que, el próximo domingo 19, siendo cosa
que da tanta gloria a Dios, ayudaré la
iÑIisa con otros tres compañeros; una
pareja por misa, y así lo haremos todos
los domingos y fiestas. Procuraré conqui­
star a los compañeros que no están en la
Asociación y profesan ideas contrarias. Los
atraeré con almuerzos, con paseos de auto­
móvil, y form aré con ellos un nuevo grupo
del Evangelio. Estos propósitos he empe­
zado ya a realizarlos. Vd. me dijo: “ Haz
conocer y amar a Jesús.” Sí, procuraré
hacerlo. Esta misma semana saldrá en el
Diario de Cremona un artículo mío con
este título: Jóvenes, es tiempo de sembrar.
Menos literatura y más grano; quiero
hacerme conocer, no para captar alabanzas,
sino para demostrar que soy católico,
que pienso en católico y quiero vivir
como perfecto católico ».

Y con esta preparación va a la U niver­
sidad. Sus preferencias eran para la abo­
gacía, por creer que era ésta la carrera
más a propósito para su apostolado; pero
como su pa^re deseaba más bien la me­
dicina, por la medicina se decidió, ma­
triculándose en la Universidad de- Bolonia,
la docta Bolonia.
H ay en esta ciudad un pensionado uni­
versitario dirigido por los Padres Jesuítas
v una floreciente Congregación Mariana
Universitaria. Pasar del Liceo salesiano a
aquel pensionado univereilario era para él
la cosa más natural del mundo y solicitó
su ingreso, inscribiéndose además en la

Acción Católica, y, como la preparación
que llevaba era tan esmerada, antes de
un mes era también Secretario de aquella
Asociación. ¿Cómo olvidar sus Conferen­
cias de S. Vicente de Paúl ? Había cerca
de Bolonia un barrio de barracas, habi­
tado por pobres gentes advenedizas que
vivían en la miseria más espantosa. Maffei se lo describía al P. Coiazzi, dicléndole que aquel barrio era el lugar pre­
ferente de sus paseos, que a el llevaba a
sus compañeros, en su automóvil, y que aquellos infelices los miraban ya como án­
geles del cielo. E l, por su parte «apren­
día de ellos la vida i>.
El estudio de la medicina lo apasionó bien
pronto, viendo en ella, non sólo una carre­
ra brillante, sino una especie de sacerdocio,
un medio incomparable de apostolado. E'
apostolado seglar le seducía. Tenía ejem ­
plos tan grandes en su patria... Frassati,
Toniolo, Ferrini, M oscati. Pasaba muchar.
horas en los laboratorios. M as no olvidaba
sus clásicos, aunque de éstos decía: « No
basta forrarse de clásicos, es necesario
acorazar el alma con la doctrina de Cristo ».

T u r i n . - I g le s ia d e S a n J iia a E v a n g e lis ta .

261

Hn Bolonia, como en todas partes, halló
que sólo una minoría de estudiantes sa­
bían mantenerse a la debida altura; y con
dolor constató que los más se entregaban al
vicio, que iban a la deriva de las pasiones ».
Esto le llenaba de amargura. Y procuró
salvar a los que podía. La experiencia le
enseñó lo difícil que es conquistar en
masa a los universitarios. « Si se quieren
ganar, hay que ganarlos uno a uno, con
la amistad y el ejemplo». Y ja cuántos
ganó de este modo!
Lleno de brío, sabía multiplicarse para
hacer el bien. Reunía grupos de n'ños
y jóvenes para organizarlos e instruirlos:
fue un precioso auxiliar de los párrocos.
Vivía p!enamcn‘ e la Acción Católica, y
hacía por ella lo que se ofrecía y donde
se ofrecía» T íkIos decían de él: «es un
joven maravilloso ».
Logró que un buen grupo de univer­
sitarios se prestaran a ayudar a M isa en las
parroquias, para dar ejemplo. « A mí el
respeto humano jamás me ha dominado »,
decía. «El estudiante católico debe ser el
primero en todo, hasta en los ju e g o s».

Daba conferencias en los centros y hasta
en las plazas.
L a caida de algunos compañeros le hacía
exclamar: «Ahora comprendo que el hom­
bre puede muy fácilmen":e ser arrollado por
a im pureza. ¡Señor, no permitas que yo
me manche! Siembra mi camino de abrojos y espinas; pero consérvame puro ».
Y el trato con ellos, para salvarlos, le
enseñaba que «no hay hombre, por en­
fangado que esté, que no tenga cualida­
des buenas que lo hagan amable y redi­
mible ». « Para ser hombres fuertes, hay
que ser jóvenes puros ».
En las vacaciones, reservaba algunos
días a la montaña: « Aire, luz, nieve, sol,
alturas».
En su última enfermedad, cruel, ful­
mínea, vió que su madre lloraba desolada.
Santiago toma el Crucifijo, y sin decir
palabra, se lo da a besar. F u é la despedida
para el cielo. ,

Vale la pena de conocer al detalle la
vida de este « Corsario de Cristo ».

L « tu m b a d o n d e d e s c a n s a n io s r e s to s d e S a n tia g o M a fT ei.

262

NUEVO OBISPO 5ALES1ANO
El Santo Padre Pío X II se ha dignado
nombrar al Rvdo P. salesiano Luis La Ravoire Morrow, Obispo de la Diócesis de
Krishnagar (India) que, desde que se halla
a cargo de los Hijos de Don Bosco, hallá­
base regida por un Administrador Apostólico.
El P. La Ravoir ha sido, durante 17 años,
Secretario del Excmo. y Rvmo. Sr. Don
Guillermo Piani, Delegado Apostólico de Ma­
nila, y de su inteligente labor e iluminado
celo sacerdotal, en tan delicado cai^o, se ha
hecho eco, en estos días, tola prensa filipina.
He aquí lo que dice una autorizada Revista:
eEl día 8 del actual (junio) fiesta del Corpus,
se publicó en la prensa, par noticias de las
agencias y por informes recibidos en la Dele­
gación Apostólica de Manila, que el dignísimo
Secretario de la m sma, Kvdo. P. Luis La Ravoire Morrow, había sido nombrado, por S. S.
el Papa Pío X II, Obispo de la diócesis de
Khrishnagar, situada en la India, cerca de
Calcuta y confiada al celo de los Padres Salesianos a cuya Congregación pertenece el hoy
Excmo. Mons. Morrow.
Tan popular, tan conocido y querido es en
Filipinas el nuevo Prelado que acaso no sea
necesario decir quién es, lo que es y lo que
ha hecho. Diremos, sin embargo, que no hace
aún cincuenta años nació en Wcatherford,
(Texas, Estados Unidos), de padre francés.
Su madre, Mrs. Isabelle Morrow, que todav-ía
vive en Cincinnati, (EE. UU.) siendo todavía
niño el futuro Mons. Morrow, se trasladó a
la ciudad de Puebla, México, y esto explica el
por qué el P. Morrow, como afectuosaminie
ss le llama, hable el español sin acento norte­
americano, como puede hablarlo un penin­
sular o un filipino de la antigua generación.
En dichi ciudad mejicana y en el año 1908
se hizo salesiano.
En la antiquísima Universidad de Palafox
hizo sus estudios eclesiásticos hasta recibir
el grado de Licenciado en Cánones, y, con la
más alta calificación,'en Historia Eclesiástica.
En 1921 fué ordenado saceidote, y en seguida
se puso a trabajar entre los niños jaoores de
Puebla del Oratorio Festivo allí fundado, como
típica institución salesiana. Mas, al poco tiempo,
el entonces Provincial de los Salesianos, y
hov dignísimo y muy amado Delegado Apostó­
lico de Manila, Mons. Guillermo Piani, al ser
nomorado como tal por la Santa Sede en 1922,

escogió al P. Morrow para que le acompañara
como secretario. La intención del Sr. Dele­
gado era tenerlo aquí solamente por dos años,
pero tanto le agradaron el acierto y la dili­
gencia del joven sacerdote que lo retuvo en
el cargo hasta ahora.
17 años, pues, ha vivido en Filipinas,
donde deja tal vez los mejores frutos de su
celo y actividad, que tienen el sello caracte­
rístico de los hijos de Don Bosco. Al poco
tiempo de llegar, se interesó vivamente por
la prensa católica, y a sus esfuerzos personales
se debe que nuestro diario recobrara nueva
vida. Cuando ni en los Estados Unidos se pen­
saba en fomentar las buenas películas, ya
había realizado esta idea el P. Morrow en la
ciudad de Puebla, y cuando tampoco aquí se
pensaba en ésto, hacía ya tiempo que él dis­
tribuía las llamadas Listas blancas, princi­
palmente entre los colegios, que servían de
guía a los que para recrearse van a los cines.
Comprendiendo la necesidad de buenos li­
bros de texto para las escuelas católicas,
pero con características filipinas y según los
más modernos y mejores métodos pedagógicos,
se puso a preparar varios libros de Religión
que han servido y sirven para la más eficaz
instrucción religiosa, especialmente de los ni-

263

ños de las escuelas públicas. Solicitado fre­
cuentemente en misiones y ejercicios de los
colegios y parroquias de Manila y provincias,
preparó y publicó excelentes libritos de devo-

M a r ia A u x ilia d o r a e n e l a lta r m a y o r
d e la c a te d r a l d o M a n ila .

ción, como My Friend, traducido a diversos
lenguajes nativos. Entre sus textos de religión
se cuenta el My CathoHc Faith^ que también
sirv'C para los adultos. Se ha hecho ya una se­
gunda edición de su Ilistory of the Filipino
Pivple, libro en el que se ofrecen las princi­
pales fases del desenvolvimiento de nuestro
pueblo bajo la égida maternal de la Iglesia

Católica. Estos libros de religión no sólo han
merecido elogios en Filipinas, del Episcopado y
del Clero, sino también de autorizadas perso­
nalidades eclesiásticas de Roma que han pu­
blicado comentarios muy favorables sobre
dichas obras.
Todos estos trabajos no le impedían aten­
der los muy delicados de la Secretaría de
la Delegación Apostólica, ni trabajar parti­
cularmente por la salvación de algunas al­
mas, como la de Don Isabelo de los Reyes
fr. i. p.), fundador del aglipayanismo. Para
que pudieran ser descartados de muchas ca­
sas cristianas de Filipinas los calendarios
de pared laicos, de figuras inconvenientes y
sin los datos de conocimiento necesarios para
todo fiel cristiano, se puso a preparar, desde hace
varios años, un calendario verdaderamente cris­
tiano y práctico que ha tenido extensa acep­
tación en todas las Islas, y podemos decir que
inclusive entre los filipinos emigrados a China.
Estas son solamente algunas de las obras
más destacadas del nuevo Obispo, Mons. Morrow, quien, en los diez y siete años que ha
vivido entre nosotros, sólo, dos veces se ha
ausentado, por los viajes que hizo a Roma en
cumplimiento de importantes comisiones. No
hay duda de que la forzosa marcha del P.
Morrow ha de producir en cuantos le cono­
cemos un profundo y sincero sentimiento, que
sólo queda aliviado con la íntima satisfacción
de verlo exaltado tan merecidamente a la
dignidad episcopal, y con la convicción de
que logrará mayores y nuevos triunfos que
enriquezcan sus méritos ante el Altísimo».

Felicitamos efusivamente a Mons. La Ravoir y pedimos al Señor haga largo y fruc­
tífero su nuevo mmisíerio pastoral en aquellas
lejanas tierras de Misiones.

Sres Cooperadores,
consultad el T E S O R O

E S P I R I T U A L .

Propagad la O B R A PÍA D EL S G D O C O R A Z Ó N .
Véase la cubierta de nuestro " Boletín

Gacetilla

|! J

Salesiana
UN P O C O DE
TODAS PARTES

T u r i n - L a S e s ta d e l R e c to r M a y o r .

ITALIA - Casa Madre. — E l onomástico
del Rector Mayor.

Como todos los años, la fiesta del Rector
Mayor, Don Pedro Ricaldone, transcurrió en
una atmósfera de serena alegría y en medio de
transportes de gran solemnidad y cariño, de
carácter religioso unos y festivo otros.
V alioso ofrecimiento del C omité C en­
tral DE Señoras bienhechoras. — Fueron
ellas las primeras en acudir al Oratorio para
felicitar al IV Sucesor de Don Bosco, con su
Presidenta la Sra. Marquesa Compans Brichentau Challant. Esta visita tuvo lugar la
víspera de San Pedro, por la mañana, y, des­
pués de haber oído, las Señoras, una misa en
le Basílica, reuniéronse en la sala exposición
para obsequiar al Rector Mayor y ofrecerle
sus regalos, que consisten invariablemente
todos los años, en un enorme surtido de vasos
y paramentos sagrados para las misiones e
iglesias pobres de nuestra Sociedad, y en
objetos de utilidad para las mismas Misiones.
Figuraban, este año, en sitio de honor, muchos
y valiosos objetos destinados a España.
Extendidos sobre grandes mesas, o en las
paredes del salón, que es enorme, vimos 120
casullas de los varios colores litúrgicos, 4 tor­
nos completos, 6 capas pluviales, 6 cajascapillas, 6 altares portátiles, gran abundancia
de material higiénico, médico y farmacéu­
tico; 5 bolsas para la administración de los
santos sacramentos, etc.
El Rector Mayor, a quien rodeaban los
Prelados salesianos, Exemo. y R\mo. Sr. Don
Ricardo Pittini y Exemo. Sr. Don Nicolás
Esandi, y el Prefecto Gral. de nuestra Sociedad

Rvmo. Sr. Don Pedro Berniti, que celebraba
también su onomástico, abrió, con las preces de
rigor, la Exposición de objetos regalados, y,
acto seguido, la benemérita y activa Secretaria
de la Asociación, Sra. Condesa Camerana, hizo
un sentido discurso de felicitación, ofreció
ai Rector Mayor los objetos allí expuestos, y
puso de relieve la íntima satisfacción de las
Señoras turinesas al poder realizar aquella
obra de caridad que, no obstante su calidad
y su volumen, ellas hubieran querido ver mul­
tiplicada por ciento.
Al sentarse la Sra. Secretaria, Mons. Pit­
tini, Arzobispo de Santo Dom’ngo, dió las
gracias, en nombre y representación de los
misioneros salesianos, y tras él, hízolo también
el Rector Mayor, con paternas y sentidas fra­
ses, que delataban su emoción al recordar
el luto y las apremiantes necesidades de la
Iglesia en Et.paña. Terminó dando a todos
los presentes la bendición de María Auxi­
liadora.
L a V elada - D on Pedro R icaldone S ocio
H onorario de la A cademia de A gricultura
de T urin . — La tradicional Velada tuvo lugar
en el erpacioso patio central del Oratorio, al
caer de la tarde del 28.
En el palco presidencial, fastuosamente or­
namentado, y presidido por un gran retrato
de San Juan Bosco, hacían corona al Rector
Mavof los Superiores del Capítulo, los Sres
Obispos arriba mencionados y muchos y dis­
tinguidos cooperadores. Muy numerosa fué
también la representación de las Hijas de
María Auxiliadora, ocupando sitios de honor
las Madres del Gobierno Gencralicio, Inspec­
toras y Directoras.

-- 26;

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íV'^'

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.

e .

V



L a s re u n io n e s d e D e c u r io o e s S a le s ia n o s c o n t in ú a n s in in te r r u p c iá n e n
to d a I t a lia : h e a q u i la s d e Ñ i p ó l e s , C a s e r ta , S a n Se\-cro, T a r e n to , B a r i.

El local ofrecía un golpe
de vista deslumbrador, lle­
nándolo materialmente los
alumnos del Oratorio, es­
tudiantes y artesanos, y
un público tan compacto
como distinguido.
Después de una mar­
cha de introducción, el
culto Director del Boletín
Italiano, Rvdo. P. Favini,
ofreció la Velada. Hízose
intérprete de los filiales
sentimientos de venera­
ción y cariño que toda la
familia salesiana nutre por
el Rector Mayor, y fué
calurosamente aplaudido
cuando anunció que el Sr.
Vicario Apostólico de Derna (Africa) ofrece a los
Salesianos un campo de
trabajo en aquellas tierras
líbicas, y que el Senador
del Reino, Exemo. Sr. Mattirolo, acababa de notifi­
car al Rvmo. Sr. Don Pe­
dro Ricaldone su nombra­
miento de Socio Honora­
rio de la Academia de Agricultura de Turín.
Ejecutáronse con per­
fección insuperable varios
coros y diálogos, y feli­
citaron sucesivamente' al
Padre de todos los Sale­
sianos, un estudiante de
Teología, en nombre de
sus compañeros del Insti­
tuto Internacional de La
Crocetta; otro joven, en
representación de los Ins­
titutos de formación mi­
sionera, y el abogado Sr.
Perlo que habló por los
cooperadores y ex alum­
nos. Aún resonaban los
aplausos suscitados por el
discurso de este último,
cuando apareció en el palco
presidencial un enorme ra­
mo de flores que enviaba,
como homenaje, el Sena­
dor Sr. Agnelli, Director
de la Fiat.
Al terminarse la Vela­
da, el Rector Mayor, vi-

266

i

A le ja n d r ía d e E g ip t o - £1 E m m o . C a r d e n a l T is s e r a n t v is ita n d o l a s a s t r e r ía d e l C o le g io D o n B o sco .

siblemente conmovido, tuvo vehementes pa­
labras de gratitud para todos, recordó a los
niños enfermos que, el día siguiente, acudirían
al Oratorio a ofrecer a María Auxiliadora sus
sufrimientos por la paz del mundo, e invocó,
sobre ellos y sobre todos, las bendiciones del
cielo.
F

ie s t a

y

p e r e g r in a c ió n

de

n iñ o s

en

­

— La fiesta de San Pedro tuvo su
momento culminante en la Comunión Gene­
ral de los alumnos y demás fieles que, a las
siete de la mañana del 29, oyeron la misa qne
les dijo el Rector Mayor. Mientras se desen­
volvía esta devota solemnidad litúrgica, el pa­
tio iba poblándose de niños enfermos, enviados
por la Sociedad benéfica que preside el Excmo.
Sr. Marqués de Rovasenda para que hicie­
ran a la Reina del cielo ofrecimiento de sus
dolencias por la paz del mundo. Los enferm'.tos
eran transportados, con emocionante caridad,
por señores distinguidos de la capital, en sus
automóviles particulares, o por camilleros de
la Cruz Roja, o por sus propios parientes.
Damas enfermeras de la antedicha sociedad,
al frente de las cuales hallábase la Sra. Soldati, iban alineando en el patio aquella pere­
grinación doliente.
Desde sus camillas, y sillas extensibles, oye­
ron los niños la santa misa que les celebró Su
Excelencia Rvma. Mons. Pittini, de cuyas
manos recibieron además la santa Comunión,
después de la cual, las damas enfermeras
fer m o s.

distribuyéronles un apetitoso desajTino rega­
lado por el Rector Mayor, quien les consoló
paternamente y dió la bendición de María
Auxiliadora, a la que siguió la de Jesús Sacra­
mentado llevado, de cama en cama, por el
Exmo. y Rvmo. Sr. Don Amnrosio Guerra
asistido por Mons. Mathias y Mons. Esandi.
Los enfermitos recibieron de Roma el si­
guiente telegrama:
Emocionado y satisfecho por el piadoso de­
voto obsequio oraciones niños enfermos reu­
nidos en esa, Augusto Pontífice bendice paterno
afecto e invoca sobre ellos gracias propiciatorias
Virgen y protección divina.
Por la tarde, después de las Vísperas so­
lemnes y del panegírico, pronunciado por el
P. Luzzi S. S., el Rector Mayor dió la Ben­
dición Eucarística, y los alumnos corona­
ron alegremente la festividad con una lu­
cida representación escénica titulada La varita
mágica, que el público premió con merecidos
aplausos.
IRLAND A — El Excmo. Sr. Presidente
de la República, De Valera, asiste a la
inauguración de un Santuario dedicado
a María Auxiliadora.

^ t e templo, al que los Hijos de Don Bosco
quisieron, al principio, dar carácter privado,
últimamente, por expresa voluntad del pueblo

267

L

I r la n d a - C o p sevvo o d - E l E x c m o . S r. D e V a le r a e n la n u e v a ig le s i a n a c io n a l d e M a r ía A u x ilia d o r a .

irlandés, hubo de ser elevado a la categoría
de Santuario Nacional.
Construido cabe a nuestra Escuela Agrícola
de Copsewood, fue solemnemente inaugurado
c! 28 de mayo.
Resplandece, en su arquitectura, un estilo
sencillo, gracioso, atractivo, y la prensa local
lo ha ponderado como una verdadera joya de
arte. Él aliar mayor es todo de mármol blanco
y en él luce un magnífico cuadro al óleo,
copia muy afortunada del q\ie se venera en
nuestro Santuario de Turín.
El Excmo. Sr. Presidente de la República,
que es un ferviente admirador de la Obra de
Don Bosco, dignóse asistir personalmente al
acto de la inauguración, acompañándole el
Sr. Alcalde de Limcrick y otros distinguidos
hombres públicos.
Fuert)n calurosamente aplaudidas las pa­
labras que el Sr. De Valera pronunció, con­
testando al brindis de bienvenida y agradeci­
miento que hubo de ofrecerle el Sr. Inspector
Salegiano Rvdo. P. Tozzi.
El Sr. Presidente, después de manifestar
su complacencia al P. Inspector y al Sr. Di­
rector de la casa, Rvdo. P. Me. Longhlin,
por el cordial recibimiento de que había sido
objeto, díjose afortunado de hallarse en medio
de una comunidad salesiana que se dedica

26S --

a la enseñanza agrícola, y en ima ocasión tan
solemne como aquella. Ponderó el interés de
su Gobierno por los problemas del esmpo y
exaltó las ventajas sociales y las bellezas de
la vida agrícola. Concluyó diciendo: « Nosotros
queremos que se abran en nuestro país muchas
escuelas como ésta, para poder aprovechar
los recursos y oportunidades de que Dios
nos ha dotado con pródiga mano. Estamos
muy agradecidos a los Salesianos por la ins­
trucción técnica que difunden en nuestros
campos. Conocemos sus orientaciones técnicocientíficas, que son excelentes, y hemos visto
que saben aplicarlas de un modo magnífico».
n Tenemos gran necesidad de jóvenes agri­
cultores, formados en esta disciplina que los
Padres Salesianos saben inculcara sus alumnos,
a fin de poder incrementar, cada día más,
nuestra población agrícola, y tanto yo, como
el Ministro de Agricultura y todo el Gobierno
seguimos, con el mayor interés, la labor que
desarrollan estos religiosos en Irlanda; y ya
hace tiempo que vengo yo pensando en ellos
para dar solución a alguno de los problemas
.de la desocupación obrera».
Estas palabras del Sr. Presidente de la
República Irlandesa resonaron como un estí­
mulo en el corazón de todos los Salesianos
allí presentes, y sabemos que han sido par­

ticularmente gratas al corazón de nuestro
Rector Mayor que tanto se desvela por ex­
tender la enseñanza agrícola como instru­
mento de apostolado.
No hay que decir que la inauguración del
templo alcanzó una solemnidad grandiosa,
atrayendo, de todos los puntos de la nación,
un gran tropel de amigos y cooperadores.
Las funciones religiosas viéronse coronadas
por una procesión realmente espectacular que
fué presidida por el Excmo. Sr. Obispo de
Liraerick.

PORTUGAL - Lisboa. — El Excmo. Ge­
neral Carmona, Presidente de la Re­
pública, visita la Casa Salesiana.

El 27 de marzo p. p., nuestras Escuelas
Profesionales de Lisboa tuvieron el alto honor
de recibir la visita del Excmo. Sr. Presidente
de la República, quien llegó acompañado del
Excmo Sr. Ministro de Educación Pública
y de otras autoridades.
Después de recorrer las aulas y talleres donde
se educa a la juventud obrera, y alabar su per­
fecta organización y modernidad de programas,
pasó su Excelencia al salón teatro, donde le re­
cibieron superiores y niños {más de 750) con
himnos patrióticos y fragorosos aplausos.
Allí se le obsequió con una breve pero sim­
pática veladita recreativa, consistente en un

diálogo y varios números de música que los
pequeños desempeñaron a las mil maravillas.
El Sr. Director de las Escuelas, Rvdo. P. Carra,
hizo un expresivo saludo al Sr. Presidente y
a su Ministro, agradeciendo los favores, de
todo género, recibidos, en Portugal, por los
Hijos de Don Sosco; encomió, como era de
justicia, la magnífica campaña educativa que
desarrolla aquel Gobierno dignamente presidido
por el eminente estadista Sr. Oliveira Salazar;
y destacó, entre los grandes bienhechores que
allí tiene la obra salesiana, a la Exema. Sra.
Duquesa de Palmella, a la que los salesianos
de Portugal consideran como su madre.
Al terminarse la velada, el Sr. Ministro de
Educación Pública exaltó, en un vibrante dis­
curso, la obra de Don Bosco, hoy extendida y
admirada en todo el mundo por su alto valor
social. c( También en esta casa — añadió Su
Excelencia — sigue esta obra el camino que le
trazara su Santo Fundador; también aquí
hallamos su método, su profundo sentido so­
cial educativo, su preocupación constante por
dar a la juventud hábitos de trabajo y honesti­
dad y hacerla capaz de todos los sacrificios n.
Pero la fiesta debía cerrarse con la deseada
palabra del mismo Sr. Presidente, quien, des­
pués de expresar cuánto agradecía aquel obse­
quio y estimaba la obra que allí se desarrolla
en favor de las clases humildes, que, a parte —
dijo — de los beneficios de orden cultural y
moral, reciben otros que, reducidos a cifras, se

1

L i& bo a - E l P r e s id e n te d e l a R e p ú b lic a e n l a C a s a S a le s ia n a .

269

acercan al valor de un millón de pesetas anua­
les, confirió a los salesianos, como premio, la
Encomienda de Benemerencia de Instrucción
Bviblica, y a la Sra. Condesa de Palmella, allí
presente, la Gran Cruz de Beneficencia, cuyas
insignias, acto seguido, impúsole, con sus pro­
pias manos, después de exaltar las grandes
obras de caridad, realizadas por la egregia
dama en favor de las escuelas salesianas y
de otros establecimientos educativos similares.

mente preparados por un triduo predicado,
y premiados con una bendición muy expresiva
del Santo Padre y otra del Sr. Obispo dioce­
sano, Mons. lelmini.
Entre las adhesiones que más se agradecie­
ron y aplaudieron destácanse la del Honora­
ble Sr. Motta, Presidente de la Confederación
Helvética, y la del abogado Sr. Poesio, Pre­
sidente Internacional de los ex alumnos sale­
sianos.

SUIZA — 50 anos de apostolado salesiano
en el Cantón Ticino.

El día 4 de junio, el Instituto Don Bosco,
de Maroggia, celebró, con gran soleinn'dad,
el 50 aniversario de la obra salcsiana en el
Cantón Ticino, que, habiéndose establecido
primero en Mendrisio, trasladóse a Balerna,
y después a Maroggia, para irradiarse, últi­
mamente, en Lugano, donde florecen el Insti­
tuto Helvético y un gran Oratorio Festivo.
A valorizar la fiesta, en representación del
Rector Mayor, acudió el Rvmo. P. Serié,
el cual celebró la misa dé comunidad y presi­
dió una nutrida asamblea de ex alumnos.
Los actos conmemorativos despertaron, en
Lugano y alrededores, un movimiento y en­
tusiasmo extraordinarios y fueron fervorosa-

BOLETIN SALESIANO
se envía a cuantos desean
leerlo.
Basta expresarlo y remitir, con toda
claridad,

la señas

personales

Rector Mayor de la Pía Sociedad
Salesiana - Cottolengo 3 2
Turín (Italia).

S u iz a - L a r n c a n ta d o r a s itu a c ió n d e i C o ie « io D o n B o sco d e M a r o g g ia .

270

a:

N O T IC IA S D E E S P A Ñ A
Y AM ERICA

S tr o c d e r ( A r g é a t in a ) . - A lu m n o s y e x a lu m n o s r o d e a n d o a S a n J u a n B o sco .

ESPAÑA - Huesca. — Los Antiguos
Alumnos Salesianos y María Auxiliadora.

Con gran esplendor los Antiguos Alumnos
Salesianos de Huesca celebraron su festividad
anual dedicada a María Auxiliadora.
La concurrencia, en todos los actos, fue
extraordinaria. Por la mañana, a las ocho
y media, se celebró una Misa de Comunión
en la que gran número de hombres que en
las Escuelas Salesianas recibieron su forma­
ción acercáronse a recibir la Sagrada Euca­
ristía. Ofició el Padre Salesiano, antiguo
alumno, don Maximiliano Francoy.
Por la tarde, después de un paréntesis
de ocho años, la sagrada Imagen de María
Auxiliadora fué llevada, a hombros de los an­
tiguos alumnos, por las calles de la ciudad,
constituyendo la procesión una manifestación
ferv’orosa de religiosidad. Una sección de
la Oiganización Juvenil de Falange Española
Tradicionalista dió escolta a la Virgen. El
paso de la manifestación religiosa por las
calles de Huesca fué presenciado por millares
de oscenses que rindieron su tributo de amor
a María Auxiliadora. A la terminación, en el
amplio patio del Colegio Salesiano, el Padre
director de la casa, don Estanislao Muzas,

dirigió a todos la palabra para agradecer la
asistencia a los cultos del día y pedir la apor­
tación de los católicos oscenses para terminar
las obras de construcción de la hermosa iglesia,
que hubieron de suspenderse por las cir­
cunstancias atravesadas últimamente. A este
llamamiento los antiguos alumnos dieron una
respuesta inmediata, realizando allí mismo
una colecta.
Al mediodía, celebraron una com’da presi­
dida por los Padres Salesianos y socios coope­
radores.
El alcalde de la ciudad, don José María
Lacasa, quiso, también él, en este día, dis­
frutar de unas horas de convivencia con sus
antiguos compañeros de C ol^ io y con cl Pro­
fesorado de estas Escuelas, cuya labor social
V religiosa en Huesca es del más subido valor.
ESPAÑA - Montüla. — La Cruz del Exalumno Caído.

El deseo, por tanto tiempo acariciado, de
rendir un homenaje digno a nuestros ex­
alumnos mártires, tuvo a! fin esplendida rea­
lización en la tarde del día 28 del pasado mes
de mayo.
AI acto de inaugurar la Cruz, que se des­
arrolló plenamente saturado de emociones y

271

La bendición de

los

niños enfer-^

mos que han ido a rogar por la paz

ESPAÑA - Orense. — La fiesta de María
AuxíHadoza.

i? ri
! l !

M o n t il ls .

Í 7 ; |

- L a c r u z d e d ic a d a a lo s e x a lu m n o s
c a ld o s e n l a c r u z a d a e s p a ñ o la .

fepi'orcs patrióticos, asistieron las Autori­
dades montillanas, familiares de los Caídos y
numeroso público, integrado por exalumnos
salcsianos, cooperadores, alumnos del Colegio,
niños de las Escuelas etc.
La Banda de cornetas y tambores del Exter­
nado inició los números del programa tocando
el Himno Nacional al aparecer la Bandera de
España, (jue presidió todos los actos. El mo­
mento de correr la cortina, que ocultaba la
Cruz monumental, fué en verdad emocionante,
lis una obra de arte, sobria, sencilla y grandiosa
al mismo tiempo. Por todo adorno algunas
palmas y coronas de laurel.
Hizo el ofrecimiento de la misma, en nom­
bre de todos los exalumnos, el Presidente de
la Asociación D. Francisco Duque. Alter­
nando con los himnos y cantos patrióticos
hablaron succsi\'amentc un niño de las Escuelas,
el Sr. Director del Colegio que explicó la
significación del acto, y el Consiliario del
Círculo de A.A. A.A. que proclamó los nom­
bres y leyó una sentida oración por los Caídos.
¡ Exalumnos de D. Bosco, mártires de la
Religión y de la Patria! jPresentes!

274 -

El miércoles, día 24 de mayo, tuvo lugar,
en el Colegio Salesiano de nuestra ciudad, la
brillantísima fiesta que anualmente consagran
los beneméritos hijos de San Juan Bosco a
su-Excelsa Titular, la Santísima Virgen María
Auxiliadora, Patrona, guia, luz, faro de la
Obra Salesiana y sostén de la humanidad
desvalida.
A las ocho de la mañana, da comienzo la
Misa de Comunión general, oficiando el Exemo.
e limo. Sr. Obispo doctor don Florencio
Cerviño.
jQué espectáculo más edificante! ¡Con qué
religiosidad y recogimiento se iban acercando
las almas al Sagrado Banquete! ¡ Qué momento
más culminante y evocador!
Salesíanos, Cooperadores, Alumnos, an­
tiguos Alumnos, archicofrades y numerosos
fieles recibieron con fervor en su corazón al
Dios Hostia.
Al final de la Santa Misa, pronunció un
hermoso fervorín nuestro amantísimo Pre­
lado, exhortando a todos para que intensifi­
quemos nuestro amor a la Auxiliadora.
En bellos párrafos nos muestra a la Virgen,
Santísima como Madre nuestra, a la que todos
debemos venerar con cariño inmenso.
A continuación hace un bello canto a las
virtudes que adornaban al glorioso San Juan
Bosco, fundador de la Pía Sociedad Salesiana,
extendida hoy por todos los ámbitos de la
tierra.
Luego nos cita diversos pasajes de la vida
ejemplar del Santo, excitando a los niños a
imitarle.
A las once, verificóse la misa solemne, ac­
tuando de celebrante el Superior Rvdo. P.
José Santos Cuesta.
En el Centro de los ex alumnos fué
luego obsequiado con un refrigerio el nu­
trido grupo de niños que habían recibido por
vez primera el Pan de los Angeles.
ARGENTINA - Choele Choel. — Un gran
aniversario. - Exaltación de la obra ci­
vilizadora de los Hijos de Don Bosco
en Patagonia.

El 25 de mayo de 1879, hace ahora precisa­
mente sesenta años, la República Argentina
consiguió librar una extensísima parte de su
territorio de una hipoteca milenaria y bárbara
que inmovilizaba sus alas, ávidas de volar.
« La civilización de nuestro país — dice ej

órgano de prensa de Choele Choel — iniciada
por el esfuerzo colonizador de España, fue
obra preciosa, tenaz y heroica de tres siglos^
en que, los españoles primero, y después los
argentinos, lucharon por afianzar y ampliar
sus dominios n.
Pero aquella obra civilizadora no podía
culm'nar ni madurar sus frutos sin el pleno
sometimiento de los indios, dominadores te­
rribles del desierto patagónico, quienes, en
mortíferas y fulmíneas incursiones, llegaban a
las mismas puertas de Buenos Aires, arran­
cando por doquiera los primeros gérmenes de
la colonización tan fatigosamente plantados, y
dejándolos convertidos en sangre y cenizas.
Hacer imposibles aquellas incursiones fué
la pesadilla de varios generales, pero sólo al
General Julio A . Roca cupo la suerte de li­
bertar, de modo definitivo, el inmenso desierto
patagónico.
Y este es el hecho que, el 25 de mayo p. p.,
celebróse, en toda la República del Plata, y
de modo singular en la localidad campestre
de Choele Choel, donde acampó, en 1879, la
victoriosa expedición del General Roca, y
donde el Gobierno Federal ha decretado elevar
un monumento conmemorativo que ocupará
la extensión de quince hectáreas.
Dios ha querido que a este magno aconte­
cimiento nacional esté íntimamente ligado el
nombre salesiano, por varias y legítimas ra­
zones: porque en la famosa expedición del
General Roca figuraron, como ángeles pacifi­
cadores, prestigiosos misioneros de Don Bosco;
y porque la llegada de las tropas expedicionarias
a Choele Choel coincidió con la fundación
del primero colegio salesiano en Carmen de
Patagones, puesto avanzado de aquellos intré­
pidos cruzados del Evangélio, que habían de
ocupar, sucesivamente, la vertientes salvajes
de los Andes en Chosmalal y Junín, y el
confín oriental del continente en Chubut,
Santa Cruz, Puerto Gallegos y Tierra del
Fuego, y remontar los ríos Colorado y Negro,
y establecer misiones en Fortín Mercedes,
Coronel Pringles, Conesa y Choele Choel,
y penetrar las inmensas llanuras pampeanas
con las fundaciones de General Acha, Santa
Rosa y Victorica, y extender, en fin, por toda
la Patagonia, su divino mensaje de paz, de
amor, de redención, de cultura, de justicia.
Por esto, el mismo General Roca hubo de
decir en cierta ocasión solemne: «Los fines
y la perseverancia de los sacerdotes salesianos, misioneros en el Sur, son dignos de la
gratitud del pueblo argentino y de toda alma
cristiana 1.

C h o « le C h o e l. - I n a u g u r a c ió n , c o n m o t iv o d e la s fiestas,
d e u n a n u e v a ig le s ia d e d ic a d a a S . Ju a n B o sco .

Por esto los Hijos de Don Bosco, en Choclo
Choel, y en toda la República, han celebrado
este aniversario uniendo a su fervor patriótico
la emoción familiar, la satisfacción por los
sacrificos realizados y por el deber cumplido.
Por esto la prensa y la radio han exaltado, en
estos días, la obra del misionero salesiano en
la Patagonia, y para que nuestros lectores pue­
dan formarse una idea del volumen e impor­
tancia de este obra, vamos a reproducir pá­
rrafos de una conferencia, que fué la primera
de una serie, radiada a toda la República, y
hubo de pronunciar al micrófono el Secretario
General de la Asociación de «Amigos de la
Patagonia : Don Santiago F. Castresoy, con
el título de Los verdaderos civilizadores de la
Paiagonia.
«M i título se refiere — dice el Sr. Cas­
tresoy — a la obra trascendental desarrollada
por los núsioneros salesíanos, desde hace
60 años. La historia de esos grandes civi­
lizadores es una historia amenizada por los
episodios más hermosos y edificantes, una
275

•si

I/:

C u e n c a (E c u a d o r). - E l c le r o in f a n t il p r e s id id o p o r e l E x c m o . S r. V ic a r io A p o s tó lic o , M o n s. C o m in .

leyenda de vigor moral, de perseverancia,
de amor al prójimo, de maravillosas gestas,
allá donde únicamente imperaba el desierto
desolador e infinito. Cuando el primer salesiano apareció en la Patagonia, el cuadro re­
gional se resumía en esto: 857.000 kms. de­
siertos. Tribus salvajes. Ni un cam'no, ni un
edificio, ni una escuela, ni un puesto sanitario.
Contábanse apenas 3.000 civilizados desde
el límite de Patagones a Magallanes y no alcazaban a 10.000 desde San Rafael a Punta
Arenas. Los rieles del Ferro Carril Sur con­
cluían en Azul, a 600 kms. de Carmen de Pa­
tagones, de manera que los misioneros tenían
que continuar sus viajes en la tradicional ga­
lera ».
i' Kn 1884. la prolongación ferroviaria a Bahía
Blanca les abrevió esa molestia que luego
fué paulatinamente reduciéndose con el an­
dar de los años y el avance del ferrocarril».
<'Pese a las diferentes disposiciones guberna­
mentales y a las expediciones contra el indio,
no se había medido con el debido alcance lo
que era la Patagonia, ni había podido nadie
detenerse a calcular su poivenir. Coincidiendo
con la campaña del desierto capitaneada por el
General Roca, y por determinación del go­
bierno, los primeros hijos de Don Bosco
fundan su misión inicial en la margen izquierda
del Río Negro, en 1S79. La paciencia salesiana
congrega a la población inculta y menesterosa,

276

atrae al «ona » errante, combativo y huraño,
inculcándole hábitos laboriosos. El espíritu de
la instrucción penetra en las almas. Ha comen­
zado el prolegómeno de la nueva vida en
aquellas tierras que Darwin apostrofara de
n malditas» y Fitz Roy llamara « desoladas
y estériles »,
« El taller extiende sobre la solitaria llanura
el rumor del trabajo que se va multiplicando
hasta las faldas de los andes. Los campos
cambian de fisonomía por el prodigio del cul­
tivo. El indio y el jnestizo constituyen una
sociedad orgánica, cuidan ganados con el
régimen de la nueva orientación, estiman el
simbolismo de la familia, conocen ya los bienes
de la solidaridad social, de la previsión sinitaria, del influjo directo de la ciencia y de Ii
ley. Recordemos aquí le cruenta lucha sostenida
por el ejército nacional contra el aborigen,
cuyos 35.000 guerreros, continuamente en mo­
vimiento, dominaban la Patagonia, y tribute­
mos nuestro homenaje a los servidores de la
Patria. Surge entonces la figura del padre
Domingo Milanesio el Padre del Indio y
Padre bueno», iniciando arreglos pacíficos
con el formidable cacique Namuncurá, luego
bautizado con su familia por el obispo Juan
Cagliero. Fué aquel Padre Milanesio un ta­
lismán para el indígena. Actuó 34 años, v en
ese tiempo pasó la cordillera 27 veces a lomo
de muía, hasta que la vejez le obligó a reti-

C u e n c a (E c u a d o r ). - A s p ir a n te s a E x p lo r a d o r e s , e l d i a d e l a b e n d ic ió n d e l g a lla r d e te .

rarse. Caciques de la rebeldía de Sayhueque y
Yancuche rindiéronse ante la persuasión Salesiana ».
«Fueron los salesianos los que implantaron en
Patagonia las primeras imprentas y escuelas de

tipografía, los primeros talleres de sastrería, he­
rrería, carpintería, hilandería y de faenas agrí­
colas. En este esfuerzo de fundaciones, que en
su época constituían pruebas formidables de
voluntad y energía, Monseñor Fagnano actiia,

C u e n c a (E c u a d o r). - N u e s tr o s E x p lo r a d o r e s e n e l c a m p o s a n t o , tarando a n t e l a t u m b a d e d o s o fic ia le s
d e l a a v ia c ió n n a c io n a l m u e r to s e n a c c id e n t e d e v u e lo .

277

con multiplicidad sorprendente, y su iniciativa
toca todos los punios de la civilización. Telé­
grafos, teléfonos, observatorios meteorológicos,
aserraderos, hilanderías, hospitales con mé­
dicos como el sabio Padre Carroñe».
« En el concepto científico, es digna de apre­
ciarse la contribución del misionero Don Lino
Carvajal, sacerdote talentudo que nos legó el
bello y atrayente libro « La Patagonia » en cua­
tro interesantes volúmenes. Escribió además un
libro de viajes «Por el Alto Neuquén » dando
importantes descripciones acerca de las eleva­
ciones de Tierra del Fuego y Neuquén».
« El Padre José Beavoír concretó en un vo­
lumen «Los Shelkman » las tradiciones y
costumbres de los salvajes».
n Después de varias exploraciones y desculirimientos, el P. Alberto M. Agostini produjo
documentados libros descriptivos que aportan
muy estimables conocimientos regionales. Este
misionero ascendió al Monte Olicía, enarholando en su mayor altura la bandera nacional.
Pasó la cordillera, en seis días, y descubrió
los Fiordos; llevó a término las exploraciones
al Cabo de Hornos y a la isla de Noiz, que, al
0 ¿ste de la Tierra del Fuego, en pleno Océano
Pacífico, presenta un aspecto trágico, entre
oleajes que alcanzan alturas de treinta metros.
Hizo allí estudios de la fauna y de la flora,
trabajos, que han sido traducidos en seis idio­
mas ».
fl La primera banda musical compuesta de
elementos indígenas fu é formada por Mons. Fagnano ».
« En Fortín Mercedes crearon los misioneros
el museo regional de la Patagonia, siendo de
extraordinario interés su caudal Geológico,
Petrográfico y Mineralógico, Ellos colocaron
en Viedma, sobre el Río Negro, la primera
centrífuga para el Riego. El Padre Stefenelli,
venciendo las enormes dificultades que ofre­
cían 120 leguas de mal camino, hizo trasla­
dar, en 1893,
bueyes, desde Patago­
nes. una jKsada maquinaria, para colocarla en
la Escuela Industrial de Fuerte Roca. Este
misionero era, a la vez, un destacado natu­
ralista, y acarició siempre la ilusión de
crear una gran Escuela Agrícola para huér­
fanos V.
BAnte la maravillosa leyenda salesiana en
la Patagonia es imposible contener espontá­
neos impulsos de aplauso y alabanza >».
BPor eso, no habrá de causar estupor que,
andando el tiempo, en cada localidad de esta
región, se le\-ante un monumento al misio­
nero hijo de San Juan Bosco».
2 78 -

COLOM BIA - Bogotá. —
tinción.

Honrosa dis­

De la capital de Colombia nos envían la
grata noticia de que el sacerdote salesiano
Don José Ortega Torres ha sido llamado, por
unanimidad de votos, a ocupar un sillón como
miemoro de número de la Academia Colom­
biana de la Lengua, que tantas benemerencias
tiene cosechadas y cuya autoridad es indiscu­
tible en toda hispanoaméríca.
A pesar de su juventud, pues cuenta sólo
30 años, era ya el P. Ortega extraordinaria­
mente concido y estimado entre los intelectuales
por sus numerosas producciones poéticas e
investigaciones históricas, y por sus varias
obras de cultura, entre las que descuella su
Historia de ¡a Literatura Colombiana, unáni­
memente elogiada, no sólo por la crítica ame­
ricana sino también por cuantos, en otros
paises, desvélanse por conocer las inagotables
bellezas de la lengua de Cervantes.
Enviamos nuestra cariñosa y fraterna enhora­
buena al P. José Ortega, quien, a su cualidad
de literato distinguido une otra que aún le
honra más, la de ser un celoso, humilde, y
ejemplar hijo de San Juan Bosco. Muchas
son las obras debidas a su bien cortada pluma
que se ocupan de cosas salesianas, en las que,
a través de sus finas dotes de escritor, se tras­
luce siempre un cariño acendrado a la Congre­
gación religiosa que le acogió en su seno.
Para señalar una, al acaso, citaremos la que
se titula La obra salesiatuz en los Lazaretos,
y copiaremos lo que de ella ha escrito el Rvdo.
P. Fray Eugenio Ayape, sobradamente cono­
cido en Colomoia entre los muchos y grandes
cultores que allí tienen las buenas letras.
Dice así;

L A OBRA SA LE SIA N A EN LO S L A ZA ­
RETOS por José J. OsTEGA T ., Salesiano.
He leído con fruición íntima las páginas,
densas y deliciosas, que ha escrito el padre
José J. Onega en el primer tomo de historia
de la obra salesiana en los lazaretos. Y digo
que hay pocos temas como este tan a propó­
sito para mover la compasión hacia los que
sufren de la terrible enfermedad de la lepra.E 1padre Ortega nos cuenta cosas muy bue­
nas con un lenguaje gallardo y sentimental;
nos habla de la campaña emprendida en el
mundo contra la negra dolencia; nos explica
el origen del lazareto de Agua de Dios; nos
pinta cuadros y episodios que estremecen de

lástima los pechos y mojan los párpados; y
en especial, se detiene a comentar la grandeza
del amor salesiano.
Las figuras de los religiosos Miguel Unía,
Evasio Rabagliati, Rafael Crippa, Luis Variara,
Egidio Savio, Emilio Baena y otros, mil se
alzan, blanquísimas de pureza y esplendorosas
de abnegación, en medio de un piélago rojo
de amargura y de gemidos hondos.
Los fieles hijos de san Juan Bosco, en Colom­
bia, que atienden a los leprosarios, han labrado
un poema inefable de sacrificios que la socie­
dad y la patria deben reconocer y esforzarse en
pagar. En Agua de Dios, Medellín, Contra­
tación etc. fervorosísimos discípulos de Cristo
derraman a manos llenas tesoros de bondad
consoladora.
Hay que repasar las páginas bellísimas del
historiador padre Ortega si se quieren sentir
emociones entrañables y puras. ¡Qué fecun­
didad tan pasmosa la del espíritu evangélico
encamado en los apóstoles de los lazaretos!
Y ¡ qué ingenioso y rico es el celo que engendra
multiplicidad de maneras de allegar recur­
sos económicos y de conquistar simpatías y
afectos a favor de los esclavos del dolor!
Giras por toda la república, viajes a Europa;
traída del insigne doctor Hansen; fundación
del banco de los leprosos; sociedades de da­
mas linajudas encargadas de recoger fpndos;
establecimiento de una congregación de en­
fermas llamadas hijas de los Sagrados Cora­
zones; todo esto ha realizado la caridad de

los salesianos en Colombia para aliviar la suerte
de los que padecen lepra.
La obra salesiana en los lazaretos es un libro
precioso que se debe a la acuciosidad del padre
Ortega, quien narra, en capítulos de hermosura
literaria y de interna emoción, el desarrollo
del dolor y del amor en Colombia.
¡Benditos sean los ejemplares lujos de san
Juan Bosco que así saben seguir, con tan edifi­
cante y suave manera, las huellas del divino
médico. Cristo Jesús!
Felicitaciones cordiales reciba el dilecto e
ilustrado padre Ortega cuya pluma, garrida
y fecunda, se ha ocupado de un argumento
tan pictórico de cristiandad y de ternura.
ESTADOS UNIDOS - (California) Los An­
geles. — Festividad de María Auxilia­
dora.

Las Cooperadoras Salesianas de esta ciudad
hicieron su día 24 de mayo, como en años
anteriores, en la Iglesia de Ntra Señora la
Reina de los Angeles, estando su Divina Ma­
jestad expuesto todo el día, con Misa solemne
y ofrecimiento de flores. Por la tarde, ejercicio
con sermón. Las niñas, que vestían de blanco,
llevaban en cada misterio del rosario su ofrenda
floral. El acto estuvo muy concurrido, y el
altar muy decorado, apareciendo la Sma Vir­
gen en medio de un trono de flores.
Que Ella no se olvide de este pequeño
grupo de cooperadoras de Los Angeles que
tanto la aman y desean propagar su gloria.

Q u itó (E c u a d o r. - E l O r a to r io F estÍT o .

2 79

Don Bosco allende los mares.
1-0 que cuentan nuestros Misioneros.

C h in a . - E l g ra n c o le g io d e A b e rd e e n , u n o d e lo s tres q u e n u e s tro s m ls ie n e r o s tie n e n e n H on g^ K o n g.

CH IN A H ong-Kong.
Conm em oración del cincuentenario de
la muerte de San Juan Bosco^

Amodisimo Padre:
E pirábamos un día propicio que permitiese
a todos los hermanos de la Vicaría tomar parte
en la conmemoración del cincuentenario de la
muerte de D. Bosco; pero las cosas tomaron
un cariz bien diverso, tanto que, después de la
caída de Cantón, nos fue totalmente imposible
comun'camos con ellos. En vista de este con>
tratiempo determinamos celebrar la fecha el
,9 de d ciembre.
Careciendo de lugar suficientemente espa­
cioso, recurrimos a nuestros amigos, los portu­
gueses, que gentilmente nos ofrecieron el
espléndido salón del Club Lusitano, sito en
el centro de la ciudad. Presidió el acto S. E. el
Gobernador de la Colonia. Sir Geoffrev Stafford
Xortheote con su digna esposa e hija, rodeados
por los Exemos. Obispos de Hong Kong y de
Macao: Mons. Enrique Valtorta y Mons. José
da Costa N'unes. Asistieron también el Sr. Mar-

2S0

qués G. Pagano de Melito con su consorte y
los Cónsules de Alemania, Francia, Portugal
y Bolivia.
Entre el distingu’do público se destacaban
el primer Magistrado Dr. Q. A. A. Macfadyen,
los Profesores G. P. de Martín y F. Whyatt;
el Inspector de escuelas Sr. F. Rulstan; el
agente del Triestino G. D. Scarpe; Don M.
Pirenne, Director del Banco Belga, los Rvdos Superiores de los Jesuítas y Dominicos
y el de los Hnos. de las Escuelas cristianas.
El discurso conmemorativo estuvo a cargo
del R\Tno. P. G. Byme S. J. que nos presentó
a D. Bosco bajo el triple título de demócrata,
educador y santo.
Nuestros estudiantes de Filosofía de Shao
Ki Wan se revelaron como verdaderos artistas,
ejecutando trozos escogidos, y los pequeños
músicos pusieron en el ambiente una nota de
alegría, con su bien afinada agrupación bandística.
El nombre del conferencista y el público
que intei^'ino nos hacen esperar im mayor
conocimiento de D. Bosco y de sus obras.
Mientras nuestro pensamiento \-uela siemp.*c a los misioneros del interior, donde todo

cruje y se tambalea, nosotros continuamos
nuestro trabajo largamente bendecido por la
mano de Dios.
Nuestros alumnos externos aumentaron de
más de loo y suman hoy 640. Teníamos el
firme propósito de no admitir más pero fué
menester ceder a la presión de los padres; y
así y todo, aún hemos tenido que rechazar a
muchos.
Pero este aumento consolador de alumnos
nos ha traído mayores preocupaciones y, a
pesar de las críticas condiciones financieras,
hijas de la guerra, hemos debido estudiar al
modo de aumentar los locales.
Ultimamente ampliamos una casita situada
en el patio interno y así consegu mos cuatro
nuevas aulas. Los recreos, en los días de
lluvia, se hacían dentro de estos locales
con las consiguientes molestias, pero hoy la
cuestión, está, en parte, resuelta con la cons­
trucción de un hermoso pórtico.
Hasta el presente, la obra de mayor urgencia
es un local para los internos. Nuestro Insti­
tuto es un conglomerado de casitas que, si
bien ofrecen locales para las aulas, no nos dan
piezas suficientemente espaciosas para los sa­
lones de estudio y dormitorio.
Nuestro internos son actualmente 80 y no
podemos admitir más. Esto impone limit.iciones dolorosas a nuestro trabajo educativo
y no nos permite esperar grandes frutos de
conversiones; pues se ha comprobado que el
90% de los internos se convierten al cristia­
nismo, lo cual no sucede con los externos.
Las peticiones son muchas pero nos faltan
locales y se nos parte el corazón al ver frus­

trada, en parte, una obra tan halagüeña. Po­
dríamos llegar muy bien a 300 internos y a
1000 externos, pero sólo un colegio ad ¡toe
podrá poner en nuestras manos a toda esta
juventud.
Deposite, amado Padre, sobre el altar de
D. Bosco este ardiente deseo nuestro y no
faltará un alma generosa que quiera cooperar
a la construcción de esta espléndidas igle­
sias vivientes, ayudándonos en la conversión
de tantas almas queridas.
Bendígalos y créame siempre
Afmo. hijo in C. J.
Juan G uarona Pbro.

IN D IA - Tezpur.
M isión Salesiana S. Juan Bosco.

Amadisímo Padre:
Hace pocos días que hemos celebrado con
gran en usiasmo la fiesta de san Juan Bosco
a orillas del Bramaputra. Es para nosotros
motivo de inefable alegría y un gran aliciente
comprobar cuánto aman a nuestro Padre los
cristianos de estos lugares y, en particular,
nuestros jóvenes. Cada año que pasa, su fiesta
reviste proporciones más solemnes y congrega
mayor número de fieles. Este año quisimos
fuese precedida por una tanda de Ejercicios
Espirituales para catequista.s y de otra para
los niños de las diversas escuelas de nuestra
misión. Pasaron de cien los fervorosos catequis­
tas ejercitantes y su piedad sencilla y franca

T e r p u r . - M o n s . F e r r a n d o p r e d ic a l a h o m il ia a

hk

fie le s in d io s , e n l a M is a P o n tific a l.

281

nos edificó grandemente. Son nuestros mejores
cooperadores en esta obra de la propagación
de la fe. Con tales catequistas perfectamente
imbuidos de nuestro espíritu ya no nos preo­
cupa el porvenir de la misión. I^a vida cristiana
ha echado tan hondas raíces en el corazón de
estos indios que, en adelante, sabrán supe­
rar cualquier crisis, por dura que sea, contra
la fe. Nuestras 150 comunidades son verda­
deros oasis exuberantes de vida cristiana. En­
tre ellas el espíritu del Evangelio ahonda de día
en día, y pasan de 2000 las almas que anual­
mente se purifican en las aguas regeneradoras
del bautismo; todo es debido, en gran parte,
al celo apostólico de nuestros catequistas.
Dada la extensión de nuestro campo misional,
lo hemos dividido en doce zonas, o distritos,
poniendo a la cabeza de cada una sendos
catequistas. Estos jefes-catequistas nos susti­
tuyen admirablemente en los varios cen­
tros resolviendo los casos o dificultades que
se presentan. Todos los primeros viernes de
mes vienen a darnos cuenta de su trabajo y
a pedir instrucciones o secundar iniciativas.
A su vez, ellos celebran una reunión en sus
zonas respectivas, llevando allí nuestra pa­
labra. De este modo podemos multiplicamos
y estar al corriente de todo.
Alguien ha dicho, con razón, que el porvenir
de las misiones está en poder disponer de un
ejercito de catequistas capitaneado por un
puñado de misioneros ¡ Oh, qué cierto es
esto, y cuánto vale el catequista indígena I
Sólo los misioneros pueden avalorar su impor­
tancia y necesidad. Nosotros vamos de una
a otra aldea, predicando, bautizando, pero
siempre de prisa y corriendo. El catequista,
por el contrario, queda en el lugar, instruye
y prepara a los catecúmenos y continúa la
formación cristiana de los recién bautizados.
La India se encuentra en un período de
transición: hay en el alma indiana un deseo
de renovación, una orientación siempre más
acenUiada hacia el ideal cristiano. « Ntiestros
dioses, me decía un viejo brahamán, ya no
nos escuchan Sin él saberlo exteriorizaba la
desconfianza com in y el anhelo de la nueva
India de elevarse hacia algo más puro. ¡Oh,
si tuviéramos un ejército de catequistas!
Asistiríamos, sin duda, a una maravillosa flo­
rescencia de vida cristian i.
N uestras fscuel.as. — En las aldeas o
plantaciones de té de la Misión de Tezpur
tenemos unas cincuenta escuelas, diurnas y
nocturnas. En estos últimos años aún pudi­
mos abrir otras en los centros más impor2S2 ^

tantes con el fin de reunir a los niños de las
aldeas circunvecinas y darles una instrucción
más completa. Estas escuelas son pequeños
colegios al estilo apostólico: una gran choza
sirve de dormitorio y de salón de estudio; otra
se divide con un tabique de bambú y quedan
dos aulas listas: algunas esteras por tierra,
una pizarra, un crucifijo... ¿qué más se
puede pretender? Un campo de juegos, un
río cercano para la pesca, la floresta para la
caza y nuestros indiecitos se sienten más
felices que los millonarios del mundo. Ellos
m'smos ¡-arten la leña, cocinan y barren la casa.
Este año quisimos reunir un grupo de los
más grandecitos para una tanda de Ejercicios
Espirituales. No fueron menester grandes
preparativos para el viaje. En una caña de
bambú ensartaron una manta, una gruesa
marmita de cobre, una pequeña estera y...
aquella misma tarde llegaron a Tezpur, can­
sados y cubiertos de polvo, es verdad, pero
contentos. Don Bosco les sonreía desde su
altar, satisfecho de encontrarse entre sus ale­
gres asameses a quienes él había visto en sue­
ños. Era la primera vez que hacían ejercicios
espirituales y eran tales su seriedad y reco­
gimiento que parecían frailecitos.
Son la esperanza de nuestra misión. De
estas escuelas saldrán numerosos y fervientes
catequistas que sembrarán el bien en las co­
munidades cristianas y las poblaciones paganas.
Ya despuntan las primeras vocaciones y pronto
las trasplantaremos a nuestros noviciados y
Seminarios de Sonada y Shillong.
U na visita ilustre. — Un excelentísimo
huésped nos honró con su visita en estos
días. El Señor Shau, Diputy Commisioner,
que es el que ejerce el cargo administrativo
más importante de la región. Es un gran amigo
y admirador de las obras de D. Bosco. Nos
ayudó en momentos críticos y nos regaló
varios terrenos para nuestras escuelas. Se
presentó acompañado de su esposa y fué re­
cibido por los misioneros y niños que le acla­
maron. Visitó los trabajos de la nueva iglesia
en construcción, dedicada a San Juan Bosco,
alegrándose muchísimo de ver que en Tez­
pur se eregía un templo al gran educador
de la juventud. En su presencia se desarrolló
un acto gimnástico-literario, durante el cual,
nuestros católicos, con su flamante uniforme,
ejecutaron ejercicios y leyeron discursos en
inglés, indio y asamés. El Sr. Shaw tuvo fra­
ses de encomio para la obra e hizo votos por
que, en Tezpur, se leA*ante pronto una escuela
industrial como las de Gauhati y Shilong.

L a fiesta. — Y llegó también para nosotros
el gran día. Nuestros catequistas habían sem­
brado la buena nueva por doquiera. Los mu­
chachos de la Acción Católica se habían in­
dustriado para preparar debidamente a los
catecúmenos y a los de Primera Comunión.
Entre tanto la colina de la misión se trans­
formaba; arcos triunfales, inscripciones, ban­
derolas multicolores atraían gran número de
curiosos. Toda la pendiente estaba cubierta
de chozas improvisadas y cobertizos de paja
destinados a recoger a los numerosos peregri­
nos. En la gran plaza, que se abre ante el
futuro templo, elevábase un imponente altar,
sobre el cual reinaba la dulce imagen de
nuestro Santo.
Grandes tambores anuncian con sus conti­
nuos redobles la llegada de las numerosas
comitivas precedidas de sus flamantes bande­
ras, después de recorrer a pie una distancia de
diez, veinte o más kilómetros. ¡Don Bosco K i
jay! !Viva Don Bosco! era el saludo que bro­
taba espontáneo de los corazones. Al día si­
guiente recibimos triunfalmente a S. E. Mons.
Ferrando, nuestro amadísimo Pastor. ¡ Qué con­
tento se sintió al encontrarse de nuevo entre
sus ovejillas y corderillos, los que, retozando en
torno,suyo, repetían incesantemente ¡jay, jay!
/ Viva, viva!
Por explícito deseo del Señor Obispo elegi­
mos, este año, como tema de nuestras confe­
rencias y discusiones: «el catecismo en ca.sa, en
la escuela y en la Iglesia ». Argumento de tanta
importancia fué tratado competentemente por
vados Catequistas y miembros de la A. C.
Al atardecer, los alumnos de nuestras escuelas

desarrollaron un variado programa de cantos
y representaciones teatrales muy aplaudidas.
Las alumnas del Orfanato, que dirigen las
Hijas de María Auxiliadora, conmemoraron
. a la Beata Mazzarello con una velada.
El sábado y el domingo fueron jornadas
triunfales. Un buen número de catecúmenos
recibieron el bautismo. El pontifical no pudo
ser más imponente. Numerosas primeras comu­
niones; cinco sacerdotes repartieron el Pan de
los fuertes a una inmensa turba de' cristianos.
Más tarde, 300 neófitos recibieron la Con­
firmación.
Durante el día visitamos la Exposición
Gubernati\^ en la cual la Misión Católica
tenía dos pabellones: el de las escuelas in­
dustriales y el del taller de labores de las
Hnas. Salesianas. .\mbos fueron muy visita­
dos y aplaudidos. Al atardecer, se organizó
la procesión eucarística por las calles de la
ciudad y a lo largo del Bramaputra. Fué
una imponente manifestación de fe y de
fuerza católica. Poco antes, en ocasión de
la fiesta del dios Pujah, los hindúes habían he­
cho el mismo recorrido para llevar a sumergir en
el río a sus ídolos de barro. Ahora pasaba el
Rey de la gloria entre vítores y aplausos de
millares de fieles. La campana de la Misión
hubiera querido multiplicase y superarse a
sí misma; todos se arrodillan y reciben la ben­
dición a la que siguen los ecos de mil cantos
sagrados y la explosión de los estruendosos
gritos: ¡jesu ki Barai! Gloria a Jesús y ¡Don
Bosco kijay! Viva D. Bosco.
L uis Ravauco
Misionero Sahsiatio.

T e z p u r . - L a o r a c ió n d e lo * b u ó rra u M .

283

M

Crónica de Gracias
a iríh v id a s a ¡a in te rc e s ió n d e M a r ía A u x i­
lia d o ra , d e S a n J u a n B o s c o y

de n u e stro s

S ie rv o s d e D io s .

Salvados dcl fusilamiento.

El día 21 de julio de 1936, se manifestó
patentemente, por primera vez durante . la
dominación roja en Barcelona, la protección
particular de que nos hacían objeto, a mi her­
mano José y al que estas líneas escribe, María
SSma. Auxiliadora y nuestro Santo Fundador,
S. Juan Bosco, que, prodigiosamente, nos li­
braron de las manos de aquellos servidores de
Satanás qu'cnes convirtieron, durante aquellos
lúgubres y tristísimos días, las calles y plazas
de la ciudad en una verdadera antesala del
infierno.
Detenidos en casa de mi hermana María,
a donde nos dirigimos, al tener que abandonar
nuestro Colegio de Sarriá, vimos como las
hoces se acercaban a nuestros cuellos y como
los fusiles y pistolas nos apuntaban continua­
mente, mientras una multitud embrutecida
pedía a gritos, y con las más horrendas blasfe­
mias, nuestro inmediato fusilamiento.
En aquellos momentos decisivos, nuestro
Santo Fundador, sirviéndose de la necesidad
de hacer una maniobra para evitar un choque
con otro auto, hizo que el conductor de nuestro
coche nos llevara al comité de Sans, que nos
dejó en l.bertad, a pesar de que también allí
había quien pedía a gritos nuestra muerte,
en vez de conducirnos al de la Torratxa, al
que ya nos dirigíamos, y en donde se condenaba
y ejecutaba sin ningún miram'ento a cuantos
desconocidos o sospechosos llegaban a él.
Cuando nos vimos en casa sanos y salvos,
rezamos el Santo Rosario, añadiendo además
una Salve para dar gracias a la SSma. Virgen
por habernos librado de aquel peligro, y para
que nos protegiera en los que, sin duda, nos
esperaban.
Acpiella misma noche, fuimos denunciados
nuevamente como sacerdotes y fascistas, y
a las primeras horas de la mañana siguiente
nos vimos detenidos, por segunda vez, y condue dos al cuartel de la Guardia Civil, al que
llegamos también milagrosamente, pues, se­
gún las señales clarísimas de nuestros guardia­
nes y conductores, las órdenes que tenían y
sus intenciones eran de asesinamos en medio
de la calle.

Del cuartel nos llevaron a los calabozos de
la Jefatura de Policía; el día 27 del mismo mes
se nos trasladó, desde allí, al barco Uruguay,
convertido en prisión, y el día 8 de noviembre
al Castillo de Montjuich en donde, el 30; se
nos comunicó oficialmente que el día siguiente
debíamos comparecer ante el Tribunal Po­
pular n. 4 para ser juzgados.
Bajamos, en afecto, al Palacio de Justicia,
y, al llegar a la sala en la que debía verse nuestra
causa, se me acercó el abogado y, entregán­
dome la documentación, me dijo que él de­
fendería a mi hermano pero que por mí no
podía hacer más que ayudarme indirecta­
mente, por tanto que me defendiera yo mismo.
Inmediatamente empezó el juicio, que hubo
de suspenderse después de nuestras declara­
ciones, a petición del fiscal, por no presen­
tarse ningún testigo de cargo, quedando tras­
ladado al día 7, víspera de la fiesta de la In­
maculada Concepción.
El pensar en la fiesta que se acercaba y en
los Superiores que rogaban y hacían rogar por
nosotros, y el tener en mi poder una estampa
de S. Juan Bosco que había recibido pocos
días antes escondida entre la ropa, me sirvió
de estímulo para aumentar más y más mi
confianza en la Sma. Virgen a la que rogué,
por intercesión de nuestro Santo Padre, con
todo el fervor de que fui capaz, que purifi­
cara mis intenciones y me diese fortaleza para
ofrecer mi vida por Cristo y por Et.paña si,
como pedía el fiscal, se me condenaba a muerte;
o para trabajar constantemente por la gloria
de Dios, si eran otros los designios de la Di­
vina Providencia.
Al continuar el juicio, el día 7, se presentó
como testigo de cargo Pablo Sorribe, uno de
los criados de nuestro Colegio, quien, después
de asegurar que los dos hermanos éramos salesianos y que yo era además sacerdote, hizo
una serie de declaraciones completamente fal­
sas, pero vagas y, por lo mismo de escasa im­
portancia.
Preguntóle después el presidente del tri­
bunal si los días 19, 20, y 21 de Julio nos había
visto salir del Colegio, con armas en la mano.
El respondió negativamente y conforme a la
verdad, lo que considero como una gracia
particular de María SSma. Auxiliadora y
S. Juan Bosco, pues de haber seguido mmtiendo como anteriormente, su afirmación hu­
biera equi\'aIido irremisiblemente a la firma
de nuestra sentencia de muerte.
El fiscal pidió, sin embargo, cinco años de
condena para mi hermano José y 100.000 pe­
setas de multa, y pena de muerte para mí.

aS4

.1

petición que filé conmutada, después de mi
propia defensa, por la de 10,000 pesetas de
multa y quince años de prisión.
Por estos y otros muchos favores recibidos
de tan valiosos protectores, durante estos
años de dominación roja en mi querida patria,
al verme hoy entre mis hermanos, cinco de los
cuales hemos estado encarcelados y otros dos
movilizados en los más duros combates y en
los más graves peligros, cumplo gustoso la
promesa que, momentos antes de ir a juicio,
mientras me colocaba entre los pliegues de
mi traje su estampa, hice a nuestro Santo
Padre de publicar estas gracias en el Boletín
Salesiano, si nos salvaba.
Al mismo tiempo, ruego a cuantos leyeren
estas líneas tengan un recuerdo en sus oracio­
nes para mi querida madre, cuya vida aceptó
el Señor para conser\^ar la de sus hijos por
quienes la ofreció, y para que me conceda el
cumplir fielmente con las demás promesas
que, para su mavor gloria y para la salvación
de las almas, le hice en aquellos momentos de
angustia, de fervor y de agradecimiento.
Valencia (España), 24 de mayo de 1939.
G uillermo P erez
Sacerdote Salesiano.
Una reliquia de S.J. Bosco cura a m i hijito.
En circunstancias de tener un hijito grave'mente enfermo y en inminente peligro de
muerte, tuve la dicha inmensa de que una pri­
ma me facilitara una reliquia de nuestro grande
San Juan Bosco, reliquia que tuvo puesta
mi hijito durante todo el tiempo de su enfer­
medad y convalecencia, salvándose y quedando
perfectamente curado: no dudo que fué él
quien iluminó a los médicos que le asistían
y les hizo cambiar el sistema curativo.
Cumplo mi promesa de hacer público mi
agradecimento a nuestro insigne y venerado
San Juan Bosco, a quien he visitado en el
templo que bajo su advocación tenemos en
esta ciudad. Dios querrá permitir que si­
gamos recibiendo siempre sus favores.
Buenos Aires (Argentina), 1° julio de 1939.
R.\quel C.\stellano de L eón.
¡Gracias, oh M aría Auxiliadora y San
Juan Bosco! por la eficacísima ayuda que
me habéis prestado en mis años de estudiante
y en modo especial en tiempo de exámenes.
Estos gloriosos protectores nunca se han
hecho sordos a mis ruegos, en los 15 y más
años de estudios; pero en estos últimos de

mi proximidad al Secerdocio he visto palpa­
blemente crecer su ajnida celestial.
A vosotros, am'gos Sem’naristas y estudian­
tes que debéis sujetaros a exámenes, os invito
a que acudáis al Padre de los niños y a María
Auxiliadora y veréis cómo os sonreirá el éxito.
Buenos Aires (Argentina), 29-VI-1939.
Juan P emar, Seminarista.
Varios favores.

Estando desahuciado de los médicos y por lo
mismo sin esperanza alguna de alivio, recu­
rrimos mi esposa, mis hijos, y yo a María
Auxiliadora y a San Juan Bosco. Hoy, complctemente aliviado, hacemos pública nuestra
gratitud, a la vez que se manda un óbolo
para las Obras del Santo.
Eagle Pass (Texas - Estados Unidos),
diciembre de 1938.
jrsTiNiANo G onzález T revlno.
Agradecido por varios favores recibidos de
María Auxiliadora, por intercesión de San
Juan Bosco, y especialmente por la feliz solu­
ción de un asunto importante que yo tenía
por perdido; deseo hacer públicas estas bon­
dades de mi celestial Reina y Señora y, con
el adjunto giro postal internacional, envío mi
óbolo para ultimar los trabajos del Santuario
de Ntra. cele.stial ^íadrc Auxiliadora.
Echagüe (Isabela-Filipinas),
8 de mayo de 1939.
Juan .M. de Bonilla
Procurador Judicial.
El mes pasado, declararon los médicos que
la señora mamá de mi esposa no tenía reme­
dio, y que su fin sería cuestión de unos cuan­
tos días. Ante semejante pronóstico, hicimos
dos Novenas a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco, pidiendo por su salud, si era vo­
luntad de Dios, y detpués de haber perdido
el habla y los movimientos, hoy se encuentra
le\-antada de la cama, aunque no enteramente
sana, pero sí muy mejorada. Mientras corres­
pondo a mis buenos Protectores con una pe­
queña oferta en pro de las Obras del Santo,
invito a todos a datarse devotos de ellos, pues
no hay cosa que se les pida que no la consigan.
Méjico-Capital, 15 de mayo de 1939.
F lorencio M oreno
Cooperador Salesiano.
28^

Habiendo padecido mi mamá una enferme­
dad muy peligrosa, y estando ya desahuciada
de los médicos, comencé una novena a San
Juan Bosco, encomendándole su salud. Al
quinto día se hallaba ya fuera de peligro,
con gran sorpresa de los doctores que la atendían, encontrándose ahora perfectamente.
Doy gracias al Santo y envío una limosna
para sus Obras de caridad.
Monterrey (Méjico), diciembre de 1938.
C arm en G uerra C h a p a .

Debiendo ser sometido mi esposo, el Dr.
Anacleto Villarreal, a dos operaciones, y una
de ellas, según dictamen de varios médicos,
bastante difícil, por ser el caso grave y además
por la edad del paciente, puse sobre el cuerpo
de mi querido enfermo una reliquia de San
Juan Bosco; y nos encomendamos con gran
fervor a la protección de María Auxiliadora y a
la del Santo, confiados en que nuestras plega­
rias serían escuchadas, y habiendo rezado
varias novenas en su honor.
No fueron desoídas nuestias súplicas; el
enfermo, con sorpresa de los médicos, resistió
el acto operatorio sin ninguna complicación,
y ahora, gracias a Dios y a nuestros Pro­
tectores, ha recuperado su salud perdida.
Como ofrecí al Santo, publico gustoso este
favor para aumento de su honra y devoción.
X.
D an tam bién gracias a M aría Auxiliadora y a
San Juan Bosco por favores recibidos:
A r g en t in a - Buenos Aires. —

Domingo

Viafora.
A r g en tin a (Buenos Aires) - CamiVo Aldao.

— Rosa F. Vda. de Fariña - Angola F. de
Ferranti.
A r c e n t in z (Buenos Aires) - Colonia Ella. —

América Enna Filippuzzi de Vitassi.
A r g en t in a (Buenos Aires) - Fuerte Gral,

Poca. — Víctor Manuel Porrino.
A rg en tin a (Buenos Aires) - La Puerta. —
Ermelinda Daghero.
A r g en t in a (Buenos Aires) - Oliva. —
Magdalena Santa.
A r g en t in a (Buenos Aires) - San Femando.
— Adela Fernández.
A r g en t in a (Buenos Aires) - Villa María. —
Eleonora Reale Germano.

2S6

A rgentina - La Plata. — Miguel A. Sciotti
A rgentina - Martínez. — Enrique Prieto y
Fría.
A rgentina - Realico. — Mayorina B. de
Ballauri.
A rgentina (S. Fe) - Sarmiento. — Carmela
G. de Salera.
C olombia - Gi'^ón. — Berina Arenas Pedro Antonio Domínguez - Anastasia Rueda
de Mantilla - Ernestina Calderón - Ana
Victoria Mantilla - Amlnta Mantilla de Man­
tilla - Soledad P. Vda. de Mantilla - Teresa M.
de Prada - Ana Mercedes Rueda Parra Laura Salas Arenas - María del Carmen O.
de Serrano - Ester S. de Rodríguez - María
del Carmen C. de Sarabia - Vicente Parra Eumelina Pínilla - Eugenio Prada Manéndez
- Teresa de Tobón - Otros devotos.
C olombia - Palogordo. — José Ignacio
Parra - Erminia P. de González - Alberto
González Serrano - Dolores Pinzón de Se­
rrano - Fortunato Prada R.
C uba - Mayari. — Francisca Faris de Bonnín.
E cuador - Alajuela. — Rosario Almeida de
Delgado.
E cuador - Vinces. — Emperatriz Gutiérrez
A. — Octaviana Mosquera G. — Primitiva
Mosquera G. - Telmo Villamar V. - Rosa
Peñafiel - Manuela de Ubilla - Irmina Bustamante V.

NECROLOGIAS
S A L E S IA S O S D IFU N TO S:
Mateo Torassa, sacerdote — de Poiríno (Italia)
t en Borgomancro (id.) el 25 abril, a la edad de
86 años.
Lorenzo Gratso, sacerdote — de Murta di Bolzanetto Italia) + en Marogpia (Suiza) el 7 marzo,
8 la edad de 84 años.
Antonio Dones, sacerdote — de Grabagnate (Ita­
lia) t en Conegliano Veneto (id.) el 9 mayo, a la
edad de 72 años.
Francisco Mainini, sacerdote — de Golasecca
(Italia) t en San Pablo (Brasil) el 3 febrero, a la
edad de 70 años.
Eszio Polla, sacerdote — de Bagnasco (Italia)
t en Recife (Biasil) el i8 junio, a la edad de 28 años.
Augusto Jourdan, sacerdote — de La Le>-ne
(Francia) f en Maretz (id.) el 5 febrero, a la edad
60 años.
José Jalhai, coadjutor — de Namur (Bélgica) f en
Lieja (id.) el 17 abril, a la edad de 67 años.

Héctor Xhaord, sacerdote — de Ouffet (Bélgica)
t en Oran, el 30 maizo, a la edad de 59 años.
Miguel D i Stefano, coadjutor — de Nunziata
(Italia) t en Catania (id.)'el 10 mayo, a la edad de
62 años.
Miguel Ogorek, coadjutor — de Kokot (Polonia)
t en Córdoba (Argentina) el 6 febrero, a la edad de
34 años.
Filomeno Notario, clérigo — de Villasbuenas
(España) t en (id.) el 16 febrero, a la edad de 25
años.
Miguel Lescano, coadjutor — de Arroyo Seco
(Argentina) f en Alta Gracia (id.) el 3 de abril,
a la edad de 34 años.
Armando Nobili, coadjutor — de Roma t en
Aquila (Italia) el 17 mayo, a la edad de 32 años.
COOPERAD O RES D IFU N TO S:

Mons. José A. Orzali.
El martes, 18 de abiil, pasó a mejor vida este
ilustre prelado, primer Arzobispo de San Juan de
Cuyo, fúlgida joya de la Iglesia, decoro del episcopado
argentino.
Nació en Buenos Aires, el 13 de marzo de 1863;
a los 16 años ingresó en el Seminario Conciliar de
la capital, y de allí pasó al Colegio Pío Latino Ame­
ricano de Roma, donde se graduó de doctor en Teo­
logía.
Regresado a la patria, desempeñó el vice curato
de La Piedad; en 1889, el Arzobispo de Buenos
Aires, Mons. Fedeiico Aneíros, lo puso en posesión
de la parroquia de Sta. Lucía, situada en barrio
obrero, uno de los más difíciles de la ciudad. Allí
el joven párroco, animado de celo emprendedor,
con la visión clara de las necesidades espirituales de
sus feligreses, lleno de sano optimismo, trabajó
incansablemente, luchó y venció logrando, tras de
veinte años de labor, cambiar la faz moral de ese
barrio.
En 1909 pasó a la parroquia de San Miguel, donde
en 1911, le sorprendió el nombramiento de Obispo
de Cuyo. Consagrado, en la Catedral de Buenos
Aires, el 10 de marzo de 1912, tomó posesión de
la diócesis el 14 de abril del rñismo año.
.^I verse elevado a la dignidad episcopal, mudó
el título y los hábitos exterioies, pero no su espíritu
eminentemente apostólico, ni su acti\idad incansable
que continuó ejerciendo como cura párroco de su
vasta diócesis de 436.500 Km. cuadrados (Provin­
cias de Mendoza, San Juan, San Luis y Goberna­
ción de Xeuquén) que recorrió ^-arías veces palmo a
palmo, deteniéndose aun en los más recónditos
villorrios y caseríos, dando misiones o novenas,
en las que desempañaba no sólo los altos ministerios
episcopales, sino también los de simple sacerdote,
sentado largas horas en el confesonario, dando au­
diencia a toda clase de personas y ni siquiera desde­
ñando (cuando era necesario) prestar su ayuda al
cura y al sacristán en el aseo y ornato de la Casa

de Dios, lo que hacía con sumo regocijo y compe­
tencia, dado su ardiente amor a la Sda. Eucaristía
y su extraordinaria preparación litúrgica.
Monseñor Orzali fué salesiano de corazón, desde
que conoció al Padre Santiago Costamagna (el
futuro obispo) cuando era su monaguillo en el
Colegio dcl Huerto; desde que conoció a San Juan
Bosco en Roma, cuyo espíritu y divina misión supo
comprender admirablemente; desde que trabó re­
laciones con los salesianos de Buenos Aires.
Llegado a su diócesis, viendo con gran pena
que la ciudad de su sede y la provincia carecían
de colegio religioso para varones, no se dió paz
ni descanso hasta conseguir que los salesianos fuesen
a aquella ciudad, lo que pudo obtener sólo después
de diez y ocho años de insistentes súplicas a los
Superiores de Turín a quienes se hacía un deber
de visitar cada vez que iba a Roma, venerando tam­
bién, como humilde y de\T>to peregrino, los cuartos
y demás lecuerdos de Don Bosco y el Santuario
de María Auxiliadora.
¡Cuál no fué su alegría cuando, finalmente, a
principios de 1930, vió satisfecho su ardiente anhelo!
¡Cómo seguía paso a paso y con sumo interés los
progresos del que llamaba con orgullo * su Colegio »,
al cual, poco antes de morir, tuvo la dicha de con­
templar en todo su apogeo, con sus mil niños re­
partidos en los grados elementales y secundarios,
con su floreciente oratorio festivo, vasta iglesia,
cómodo edificio, amplios patios, servicio religioso
para los niños y para el pueblo, acción católica, etc. 1
Fino amante de María Auxiliadora, secundó eficacísimamente al inolvidable Padre Pedro!ini(q. s. g. h.)
en su noble y santo empeño de convertir el templo
de Rodeo del Medio en un devoto y suntuoso san­
tuario de nuestra Patrona. Todos los años presidía
la peregrinación de la ciudad de Mendoza, pontifi­
caba el 24 de mayo, asistía a la procesión, predicaba,
confirmaba, etc. y en las grandes efemérides escribía
hermosas pastorales para promover c! culto de la
Auxiliadora de los cristianos. En octubre de tqtó,
coronó con sus propias manos la preciosa imagen
que preside su Santuario, tomando parte activísima
eh las fiestas que con tal motivo se celebraron,
que formarán época en los anales dcl culto de
M iría Auxiliadora en Mendoza.
Tan extraordinaria solicitud por el culto de
María Auxiliadora y tantas pruebas de benevolencia
dadas a los hijos de Don Bosco, Hamaron la atención
dcl Capítulo Superior Salesiano, del que se hizo
intérprete el venerando Don Barberis con carta
al P. Pedrolini fechada en mayo de 1919. Dice así:
« Mucho me ha consolado ver el interés con que las
autoridades civiles, militares y eclesiásticas se esfuer­
zan por aumentar el orillo de la devoción a
María Auxiliadora. Ciertamente ese querido Obispo
diocesano se ha de imponer verdaderos sacrificios
para ír tan a menudo a visitaros y a presidir vuestras
fiestas. Los Superiores de aquí se unen a vosotros
para dar al virtuoso Prelado las más rendidas gra­
cias e implorar de María Auxiliadora haga descender
sobre él y sobre toda su diócesis el raudal de sus
celestes bendiciones >.

28.

IL

Descanse en paz este santo Obispo digno (por
su amor a D. Bosco y a la Congregación) de estar
ul ludo de Mons. Aneiros, de Mons. Espinosa, de
Mons. Alberti, Ferrero y otros que le precedieron
en la eternidad ¡ siga desde allí protegiendo a sus
queridos saicsianos y consiguiéndoles de Dios la
gracia de imitarlo en su celo ardiente y laboriosidad
infat'gable.

D on Francisco Cuéllar Linares.
Entregó a Oios su alma, con dulce y santa resig­
nación, en la ciudad de Utrera (España), cargado
de años y de méritos, y rodeado de numerosos
hijos que le amaban entrañablemente, y en los que,
más que su semblanza física, triunfan y perduran
los rasgos nobilísimos de su prestancia moral. £1
mayor de los dos varones, Don Adolfo, es hoy
uno de los valores más eminentes del foro sevillano,
y el otro, Don José Antonio, a pesar de su juven­
tud, goza ya fama, en la misma ciudad, de sabio
y experto cirujano; ambos se precian de ser ex
alumnos salesianos y fervorosos católicos.
Don Francisco Cuéllar Linares era uno de los
hombres más destacados de la sociedad utrerana;
a su vasta cultura en letras y en jutisprudencia
unía una acendrada honradez política que le llevó
varias veces a la presidencia de la alcaldía, mere­
ciendo en todas ellas la gratitud fervorosa de sus
pa'sanos, y ul cargo de Diputado Provincial, y
sobre todo esto, a fuer de buen caballero andaluz,
sintió un cariño irresistible hacia los problemas
de la agricultura que, si no puede contarle como
uno de los grandes ternitonientes, debe a su laborio­
sidad estudiosa e infatigable modernas orientacio­
nes y considerables mcjonis.
Donde más culminó, sin embargo, su grandeza
de alma fué en lu constante ejcmplaiidad de su
vida cr'stíuna y en la práctica de las obras de misesicordia, siendo hermano de varias Asociaciones
benéficas y de la Santa Caridad de Sevilla, Institu­
ción célcbie, del más rancio, noble y ambicionado
abolengo. Sin ceder jamás a la cobardía dcl respeto
humano, tan común y tan lamentable en los hombres
de su tiempo, recibía a menudo los Santos Sacra­
mentos, buscaba para sí puestos bien visibles en los
actos solemnes dcl culto, como p. ej., en las proce­

288

siones, y frecuentaba las comunidades religiosas
que en él tenían un amigo fiel, un consejero seguro,
un protector decidido. Esto lo saben especialmente
los salesianos que, en i88í, cuando San Juan Bosco
les envió a España, hallaron la primera y más amo­
rosa acogida en la casa donde vivió y murió Don
Francisco Cuéllar, circunstancia que él estimaba
como una honra extraordinaria y un especial fa­
vor de Dios. Nuestro Colegio de Utrera, y en
general- la Sociedad Salesiana, son deudores a este
magnánimo bienhechor de muchos y señalados ser­
vicios, que Dios ahora seguramente le habrá ya
premiado con divina largueza en la bienaventu­
ranza eterna.
A pesar de su avanzada edad, conservábase er­
guido y sano, consagrado a la piedad y a sus ocu­
paciones habituales, respetado y querido de todos,
pero al estallar en España la revolución comunista,
que con haber dominado poquísimos días en Utrera,
dejó también allí huellas de sangre, él, tan católico
y tan español, no pudo resistir aquellas escenas
bestiales; la tristeza de su hogar, maltrecho y pro­
fanado por la horda, metiósele tan adentro en el
alma que agostó definitivamente su buen humor,
y su salud fué decayendo hasta que una flebitis
aguda cortó el hilo de su existencia.
Su muerte produjo general sentimiento, y el
pueblo' de Utrera, el día de las exequias, celebradas
solemnemente en la iglesia del Colegio Salesiano,
le tributó un grande y fervoroso homenaje de ca­
riño. Los Hijos de Don Bosco jamás podrán olvidar
en sus oraciones a tan grande amigo y bienhechor,
y envían el más cariñoso pésame a su virtuosa
Viuda Doña Concepción Rodríguez Jurado y a
sus hijos e hijas y numerosos parientes.
iQue el Señor le haya acogido en su gloria!
Han m uerto tam bién en la paz del Señor:
A rgentina (B s. A s.) - Haedo. — Angela de Franchi
de Osti.
A rgentina - Las Toscas. — Juan Bautista Piftau.
C olombia - Curíti. — Antonio Cuadros.
C olombia - Girón. — Alejandro Arenas F. - Jesús
Navas C. - Salvador Prada. - Celestino Medina Belén S. Vda. de Mantilla.
C olombia - Pamplona. — Eddmira Bautista.
CoLO.MBlA - Popayán. — l'eodomira Otero de Rengifo - Adriano Rengifo.
C olombia (Santander) - Labateca. — Santos Contreras - Matías Duarte - Casiano Peñaloza Juan Francisco Villamizar.
F ilipinas - Cebú. — Doña Antonia Perales de Cui.
F ilipinas - Manila. — Doña Guillerma Navarro
Vda. de López.
F1LIPIN.AS - San Vicente. — Illmo. Mons. Melanio
Lazo.
M éjico - Jerez. — Don Trinidad González.
M éjico - San Juan de los Lagos. — María Con­
cepción Sánchez de Reynoso.
U rcgvay - Mercedes. — Sara Albín.
U rugcay - ^íontevideo. — .Antoruo Várese.

CoD a p ro b a c ió n d e la a u to rid a d e c le s iá s tic a . - E s ta b le c im ie n to T ip . d e l a S .E .I . - T u r in
D ire c to r re s p o n s a b le : D . G U I D O F A V IN I • V ia C o tto le n g o , 3 a - T U R I N 109 • ( I ta lia )

Tesoro E s p i r i t u a l
Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesxanos pue­
den ganar en el transcurso del año.

I- — Una vez cada dia, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invosación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2 - E l dia en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
\ - E l dia que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 - E l dia en que uno inscribe su nombre en la
Pia Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l dia en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer­
cicios Espirituales, de ocho dios.
% - A la hora de la muerte, con tal que, con­
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co­
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN C A D A U N A
D E L A S SIG U IE N TES FIESTAS:

1) M O V IB LE S:
Sagrada Famxlia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domxngo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) F IJA S :
EN ERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

18
23
25
29

-

Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en .■ intioquia.
M A R ZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciaciófi de la Sma Virgen.
M AYO

3 - Invención de la Sania Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
J U N IO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JU L IO

1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Cartnen.
A G O ST O

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SE T 1E.MBRE

8
12
14
15
29

-

Natilidad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE

"j - La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
N O V IE M B R E

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
D IC IE M B R E

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon­
tífice.

AMIGOS Y COOPERADORES DE DON Bosco Coitíribuíd COTI generosidad
a ultimar ¡os trabajos de su Santuario de M.aría Auxiliadora.

H E R M O SO S R E T R A T O S D E

SAN JUAN B OSCO
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Curso Rfvtinn Mariíhcrita, 17A, T orino)
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D e la m ism a Editorial - N ovedad m usical:
I^USA " I 'ÍRGO P O T E X S " fn honor rf«* S.Jutvt Hosco,
a 3 vocos mixtas con acomn. de órrano — S. Vii.L A N l
S. S.
Partitura . . . . . . /,><« 6 —
I*artcs sueltas . . . . ‘ i —
rUcil. mcMdtca y adaptada a las Escotanlas cuyos
sv'pramxs no emplean ia voz de falsete. Obra altanvnte recomendable por todos conceptos.