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Medios

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R E V I S T A

DE

L A S

O B R A S

DE

D O N

B O S C O

INSCRIBIOS EN LA PÍA OBRA
D E L SAGRADO CORAZÓN D E JESÚ S
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús?
I''ué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando- .
nados, para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
I Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector

M ayor

de

los

S a l e s ía n o s .

Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de B oletín Salesiano
1. — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, ser\'irán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2. — Las croniquillas de fiesta.s o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con lincas bien espaciadas.
3.
Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. - Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró­
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos riene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.

R E V IS T A DE
LAS OBRAS DE
DON BO SCO
REDACCION

Y

BOLETI N
AlESIANO

ADMINISTRACION:

VIA

COTTOLENGO,

32

-

Año L I V

N úm ero ^

JULIO

TURIN

(109)

-

1939

{ITALIA)

SUM ARIO: Santifiquem os nuestra a le g ría , nuestros juegos y d iversiones. - M argarita O cchien a, figura gigan te de
madre cristian a. - ¡Ha m uerto e l P adre G am ba! - Gacetilla Salesiana: L itu a n ia . N ueva iglesia ded icada a San
Juan Rosco en V itén a i - Ita lia . U n a b end ición especial del Santo Padre para “ R iv lsta dei g lo v a n l" - C h lcri. L á ­
pida conm em orativa en honor del gran am igo de D on Rosco, L u is C o m ollo - L as fiestas de M aría A u xiliadora
en la Casa M adre. - Noticias de Epaña y America: C an arias. N uevo avance de la O bra de D on Rosco en Las
Palm as; solem n e in au gu ración de las "E scu e la s A n tú n ez"; V elad a en honor d el Sr. O bispo diocesano • Córdoba.
Grandiosa m an ifestación en la noche d el Jueves santo - M endoza. E l cin cuenten ario de la m uerte de San Juan
Sosco - V iedm a. N otab le excu rsión de lo s Exploradores de D on Rosco. - Don Basco allende tos mares. Lo que
cuentan nuestros misioneros: Japón. U n a fecha h istórica para la m isión salesian a - A sam . E xposición profesional. •
Crónica de gracias. - Necrologías.

Santifiquemos nuestra alegría,
nuestros juegos y diversiones
En estas latitudes europeas, julio es
alegre; suspende el ritmo febril de los tra­
bajos, abre las puertas de las vacaciones,
puebla de felices veraneantes las playas
y montañas, donde los órganos se saturan
de sales regeneradoras y se reciben a flor
de piel rayos térmicos de altura a los que
los higienistas atribuyen efectos mágicos.
Es indudablemente hermoso poder rom­
per, alguna que otra vez, la monótona
rutina de las ocupaciones diarias y em­
prender un viajecito instructivo, o ensayar
nuevas actividades bajo nuevos cielos.
El tráfico agotador de la vida moderna
ha hecho esto tan necesario, que hoy, go­
biernos e instituciones benéficas y estable­
cimientos industriales se imponen el deber
de facilitar, hasta a los pobres, una tre­
gua para el sano esparcimiento del cuerpo
y del ^ p íritu.
Es éste el tiempo clásico, especialmente
de los estudiantes, y he aquí porque esti­
mamos oportuno recordarles a ellos y a
todos el consejo que, a primeros de año,
nos daba, como aguinaldo, el cuarto Sucesor
de D on Bosco: A ejemplo^ y con el espíritu

de nuestro Padre y Fundador, santifiquemos
nuestra alegría, nuestros juegos y dhersiones.
Alguien podría creer que, al recomendar
esto, tuvo sólo presentes a los niños de
nuestros colegios y oratorios, pero no es
así. Hecha la debida distinción entre las
diversiones del niño y las del hombre ma­
duro, es un hecho que unos y otros se
divierten y que, por ende, a todos puede
ser saludable la preocupación de santificar
las horas de asueto y evitar que pueda
contaminarlas la ofensa de Dios. San
Juan Bosco inculcaba, no sólo a sus niños
sino también a sus amigos y cooperadores,
que estuvieran siempre alegres, porque para
él era evidente que la alegría es el estado
habitual de los que conservan la amistad
divina y viven en paz con su conciencia.
U na página lapidaria.

U no de los primeros libros que bro­
taron de la pluma del Santo, apenas vió
instalados a sus niños de un modo estable
en el ‘‘ cobertizo P in a rd i» fu é e! «Joven
In stru id o», el áureo manual de piedad
193

1

que, impreso en 1847, conoce hoy todo el
mundo salesiano, gracias a las innumera­
bles ediciones y traducciones que de él
se han hecho.
La introducción de este librito es una
página fresca y límpida como agua de
fuente cristalina, un verdadero autorre­
trato del autor, o sea de Don Bosco, el
amable Santo educador de la juventud
y modelo de todos los educadores y padres
cristianos.
He aquí sus palabras:
« D os son los engaños principales con
que el demonio suele alejar a los niños
de la virtud. El primero es meterles en
la cabeza que no se puede servir a Dios sin
condenarse a llevar una vida melancó’ica
alejada de toda diversión. N o, queridos
niños, yo quiero enseñaros un género de
vida cristiana que, haciéndoos estar a’egres, os permitirá las verdaderas diversio­
nes, los verdaderos placeres, de suerte que
podáis decir de verdad c o n -e l Profeta:
“ Servimos al Señor con santa alegría
Servite Dómino in laetitia. El fin que se
propone mi librito es precisamente éste:
enseñaros el modo de servir al Señor sin
menoscabo de vuestra alegría 1>.
« Niños queridos, yo os amo de corazón;
para que mi amor hacia vosotros sea grande
jnc basta saber que sois niños. Habrá
escritores más sabios y virtuosos que yo,
pero no hay ninguno que os ame en Jesu­
cristo como yo os amo, ni que desee tan
ardientemente veros felices. Os amo por­
que conserváis en vuestro corazón el te­
soro de la virtud y porque sé que teniendo
este tesoro tenéis t(xlos los bienes, y que,
perdiéndolo, seríais los seres más desgra­
ciados de este mundo ».
* Que. el cielo os conceda largos años
de vida feliz, y que vuestra mayx>r riquez;i
sea siempre el simto temor de Dios, del
cual recibiréis abundantes favores celes­
tiales en el tiempo y en la eternidad».
iQ u e párrafos tan luminosos y tan cris­
talinos I Allí está la clave, el secreto para
ser felices, el santo temor de Dit>s, — ¿ Que­
réis de veras estar alegres ? — parece que
nos repite Don Bosco con aquella voz
su}'a que destilaba dulzuras: « No ofen­
dáis al Señor ».
19 4 - -

L a fuente genuína de la alegría.

El actual Sucesor de Don Bosco, co­
mentando esta santa recomendación pa­
terna, nos invita a aceptar un hecho que
es absolutamente indiscutible: « Siempre
y en toda ocasión, podemos y debemos
divertim os santam ente». Esta afirmación
podrá parecer un poco extraña a los que
viven de espaldas a la ley de D ios, y sólo
acercan a sus labios la copa de los placeres
malsanos, mas, para nosotros, católicos, la
cosa no ofrece duda: únicamente en las
diversiones honestas se halla la verdadera
alegría. ¿C u á l es, en efecto, el manantial
de esta alegría, y cómo podremos distin­
guirla de la falsa
L a verdadera alegría nace de las serenas
profundidades del alma, cuando se esta­
blece el debido equilibrio entre nuestros
deseos más vivos y la satisfacción de los
mismos, y entonces sale al exterior, triunfa
y se expande como una luz por todo nuestro
ser. Recordemos alguno de los momentos de
alegría gozados en nuestra vida: una buena
obra premiada con una soniisa de apro­
bación de nuestros padres o de una per­
sona querida, una empresa difícil feliz­
mente terminada, una confesión bien hecha,
una fiesta sin nubes celebrada en la inti­
midad del hogar... En todos estos casos,
la alegría fu é como el producto de la bon­
dad de la obra rea’izada y del resultado
satisfactorio de la misma, elementos amb s
que, sumados, dan al individuo una dul e
sensación eufórica.
Cuando, por el contrario, intervienen ele­
mentos turbios, determinando un conflicto
entre el deber y el deseo del goce, la alegría
resultante de la acción nace mezclada de una
especie de acidez que, del todo o en pa-te, la
neutraliza, y esta acidez crece en intensidad
a medida que la traición al deber es más
grave. Unas veces será el abuso de los place­
res de la vista o de la gula, otras, el del d i­
nero o de la libertad, o de otro bien cual­
quiera, que después de realizado el acto,
producen en la intimidad del alma esa reac­
ción amarga que sigue indefectiblemente
al juicio desfavorable de la conciencia.
He aquí piorque es digna de ser desta­
cada la profunda sabiduría de las normas

E cu ad or • G u a y a q u il. • Seccidn P rim a ria e l d ía d e la D istrib uctón de prem ios.

que San Juan Bosco daba a sus niños, y
su desvelo amoroso y paterno en incul­
carles el respeto a la ley santa de D ios,
principio y fuente de la verdadera feli­
cidad.
Por esto, el Venerable Domingo Savio, el
angelical discípulo de nuestro Santo que
tan maravillosamente se asimiló su espí­
ritu y su doctrina, con el fin de estimular
a la virtud y al deber a uno de sus com­
pañeros, díjole esta admirable sentencia:
* Aquí, nosotros, en la escuela de Don
Bosco, hacemos consistir la santidad en
estar siempre alegres». Sería el caso de
repetir que «de la boca de los niños y
de los lactantes saca D ios su gloria y su
alabanza» porque sólo Dios pudo poner
en labios de un pequeño de trece años
palabras tan hondas y tan llenas de sen­
tido práctico que, para muchos hombres
encanecidos en los estudios, resultan in­
comprensibles.
L a santidad, para D on Bosco, consiste,
pues, en vivir siempre a'egres, de lo cual
se concluye que para vivir siempre alegres
es preciso vivir santamente.

L a alegría de los que vivían al lado
de D on Bosco.

Sería cosa divertida examinar la vida
que hacían los niños .y los salcsianos del
Oratorio en aquellos primeros tiempos,
cuando el pobre D on Bosco tenía que salir
a pedir, de puerta en puerta, para ves­
tirles y alimentarles, sin que dejara por
ello de admitir niños y más niños, continuamante, ni de multiplicar sus edificios
en torno del < cobertizo P in a rd i».
L as más amenas fantasías del más fantás­
tico de los novelistas resultarían pálidas y
sin interés al lado de aquel maravilloso hil­
vanarse de hechos, a través de los cuales
D on Bosco iba forjando las bases de su
numerosa familia, en el largo periodo que
corre desde 1846 hasta 1868, o sea, desde
el prado F ilippi hasta la cúpula de María
Auxiliadora. Fueron 20 años de vida densa
y varia que, para historiarlos, llenó nues­
tro biógrafo ocho volúmenes de cerca de
800 páginas cada uno, y esto que sólo
anotó lo más saliente. En estos volúme­
nes vense palpitar las actividades sobre-

-

195

t

T a lc a (C h ile), • L a banda de m úsica salesiana.

humanas del Santo que prodigó a manos más exigentes. Vengan y vean de qué
llenas sus tesoros de inteligencia y co­ modo educó D on Bosco, en un ambiente
razón, sus fuerzas físicas, su habilidad de de suavísima alegría, a varias generaciones
educador y de apóstol, sus dotes de pru­ de niños, de los que fué entresacando, uno
dencia y dominio de sí m ism o; ganándose,
a uno, a sus mejores colaboradores, a Rúa,
día a día, nuevas y valiosas energías de
Cagliero, Lasagna, Costamagna, Unia, Bálcolaboración, y superando obstáculos con
zola, Cerruti y otros cien de aquella fér­
el ágil desembarazo del saltimbanqui me­ vida y brillante legión de los primeros sajor avezado, fascinando los corazones de
lesianos.
cuantos a él se acercaban y convirtiendo
D on Rúa contaba que, muchas veces,
las piedras en pan fresco y vital con que en las mañanas de invierno, si quería
nutrir a sus inquietos aguiluchos.
lavarse, tenía que abrir el ventanuco de
Unos aguiluchos que llevaban azogue
su buhardilla, tomar un trozo de nieve
en las venas, que siempre tenían hambre del tejado, y, disolviéndola con el calor
y frío, que eran la flor de la golfería an­ de las manos, obtener así una poca de agua
dante y trashumante, recogidos en el para humedecerse la cara. L a que había
callejón del barrio o en la carretera de recogido en el jarro, el día anterior, e a
tráfico, Y que, para gobernarlos y educarlos,
un bloque de hielo. A sí empezaban todos
se necesitaba Dios y a>*uda.
la jornada, a la buena de D ios, pintoresca y
I
Cómo se las arreglaba con ellos Donalegremente, con la cara bien fresca y avis­
Bosco ? ^ D e qué medios se servia para que
pada.
estuvieran alegres }
Donde no se helaban aquellos mucha­
i
Oh! vengan, vengan esos padres y ma­chos era en la iglesia, porque allí sus co­
dres que sólo piensan en satisfacer los
razones se unían en racimo para rezar y
caprichos de sus prenditas, y que, dán­ cantar, y el calor se multiplicaba hasta lo in­
doles gusto en todo los hacen cada día verosímil, y aquel calor seráfico exaltábase

196

aún más viendo a D on Bosco siempre asi­
duo y paterno en el confesionario, siempre
rodeado de un grupo de pequeños peni­
tentes, tal vez después de una noche pa­
sada en vela sobre la mesa de su despacho.
L a salida de la iglesia para tomar el desa)aino debía ser típica. U na gran cesta olo­
rosa de pan, y una fila interminable de
niños que pasaban a recibir su bollo,
y sin pérdida de tiempo, lo hacían crujir
entre los dientes, mientras organizaban la
partida de juego, o iban a buscar el muro
por donde pasaba la chimenea de la co­
cina subterránea a fin de calentarse las
espaldas.
¿ Quién pensaba entonces en el café con
leche y en las tostadas con manteca ? « A l
que come bien el pan — diría el pobre
Don Bosco para su capote — pecado es el
ajo que le dan ». N o obstante, una vez al
mes, el día del ejercicio de la buena muerte,
les añadía una rodaja de salchichón, aun­
que tan delgada que, a tra\-és de ella, po­
dían ver aquellos chicos la Basílica de
Superga.
¡ Q ué cosas tenía aquel educador! no sólo
fomentaba en sus alumnos el pensamiento
de la muerte sino que hasta lo premiaba, y

con qué delicioso ^ e tito recibían ellos el
regalo del Padre, que era miel sobre hojue­
las, después de la delicia espiritual probada
momentos antes, al recibir los santos Sa­
cramentos como ejercicio para b!en morir.
Y en seguida, ¡viva la algazara! qué ju ­
gadas! ¡q u é saltos y carreras! Kn nues­
tros campos esportivos hay siempre mu­
chos espectadores y pocos jugadores, pero
en los patios del Oratorio juega todo el
mundo, hasta los clérigos, hasta los sacer­
dotes, hasta el mismo Don Bosco cuando
había pasado ya los 50 años.
Pero, en aquella alegre batahola, en
aquella irreflexión imperante, en aquella
desenfrenada y fogosa delectación de correr
y gritar y ganar la partida, Don Bosco veía
el termómetro de la moralidad de sus
niños, la base de su edificio educativo, el
espejo límpido que reflejaba hasta las re­
conditeces más íntimas del alma de sus
hijos; la váh-ula, en fin, de seguridad que
evitaba hasta el más leve conato de indis­
ciplina.
Luego, de la alegría de los recreos se
pasaba a la alegría del trabajo, en la es­
cuela y en el taller, trabajo gozoso porque
despertaba estímulo y apasionamiento, y

■ 2»
A rsen tin a - Stroeder. - P rim eras co m u a io a cs e o la F iesta de S. Juao Bosco.

19 7

era sostenido por una santa em ulación;
galardonado, de tiempo en tempo y siem­
pre vigilado por la presencia paterna de
los superiores, siempre espiritualizado por
el pensamiento de Dios que quiere el
trabajo como condición indispensable de
la vida.
Trabajo y oración en santa alegría: éste
era el perfil del Oratorio de D on Bosco
delineado con cuatro palabras; alegría del
trabajo y de la oración que no dejaba
tiempo para pensar en las estrechas res­
tricciones de la mesa y del vestido im ­
puestas por aquella auténtica vida de po­
bres, pero de pobres satisfechos de su
estado, y es claro que — como diría el
vulgo — sarna con gusto no pica.

Aprendam os en esta escuela.

Todos tenemos que aprender, y mucho,
en esta escuela práctica de vida santa y
alegre. En el afán ingenioso con que, en
familias y Casas de educación, se procura
hoy tener contentos a los niños, ¿no es
lo corriente, por desgracia, halagar sus
sentidos siempre insaciables, su curiosi­
dad desenfrenada, su instinto de indepen­

dencia prepotente e incendiario, mejor
que esculpir en sus almas la ley divina, el
gusto por las cosas sencillas y nobles, la
firmeza de carácter' que consiste en saber
dominarse a sí mismo ?
¿ O es que se espera a que el niño cumpla
los 20 años, para que la vida cuartelera en­
durezca sus huesos, dejando al servicio
militar el cuidado de imponerle los há­
bitos de disciplina y dominio de sí mismo
que nosotros no somos capaces de incul­
carle ? Teorías son éstas propias de la
pedagogía róussoniana, y por consiguiente
nefastas. Con el pretexto de respetar la
libertad del niño, se le deja que vaya a
remolque de sus instintos nativos, incli­
nados al desenfreno y al pecado. ¿ Cuándo
haremos máquina atrás y volveremos por
los sabios dictados de la pedagogía cris­
tiana que tutela al «niño, que defiende de
la corrupción a esta débil plantecita ro­
deándola de setos y de reparos, que poda
sus brotes exuberantes para obtener una
fructificación sana y fecunda?
¡ A y de nosotros y de nuestros niños si
fomentáramos en ellos la manía de las
diversiones ilícitas! Donde reina la ofensa
de Dios, no puede reinar la verdadera y
santa alegría.

A re cn tio a . - M isión Salesian a eo(r« k » italian os de Stroeder.

198

MARGARITA OCCHIENA
figura gigante de madre cristiana.
U na

cooperadora

bo n aeren se

¡M argarita Occhiena!, adorable madre
de Juan Bosco: U na hija de San Nicolás
de los Arroyos, el lejano pueblo bonae­
rense donde tu hijo santo arrojara su pri­
mera semilla en tierras de esta patria argen­
tina, viene a exhumar, ante las madres de
hoy, tu gigante maternidad cristiana: viene a
mostrar, al calor de tu recuerdo, cómo es
cierto que en la imponderable actividad
del hogar puede santificarse la tarea de
la madre; cómo, en el trabajo de plasmar
los hijos, puede la maternidad ser heroi­
ca; y cómo el espíritu exquisito de una
madre cristiana puede amasar un hijo
santo.
Volvamos el corazón al pasado; el co­
razón limpio de prejuicios, libre de inte­
reses creados, y acerquémonos a aquella
casita, que, como paloma blanca, reposa
en la colina del caserío de Becchi. — Acer­
quémonos con el espíritu tocado da emo­
ción y de respeto, porque allí vive una
madre augusta: ¡M amá M argarita! —
Ahí esta: trajeada con el lugareño vestido,
cubierta la cabeza con la cofia aldeana,
y sujeto a la cintura el amplio delantal,
que tan bien cuadra a su aspecto de obrera
infatigable; obrera que rompe el áspero
terrón con la esperanza del pan para sus
hijos, y obrera que trabaja también sobre
el terruño humano con la esperanza de ver
brotar en él la azucena escogida para el
altar de Dios.
Observemos a esta madre: de su acción,
de su vida fluye, para todas las madres,
una acabada lección de maternidad cristiana,
Y ¡qué falta nos hace! ¡Q ué falta hace que
Margarita Occhiena tome la palabra y con
aquel su modo, a la vez enérgico y sereno,
nos enseñe cómo es que de un niño tra­
vieso, juguetón, vivaz, puede hacerse un

al

m ic r ó f o n o

.

santo! ¡O h!, yo adivino sus palabras; o me­
jor, yo la oigo a través de la distancia:
son palabras de amor, son palabras de do­
lor y de súplica; ¡Cóm o! exclama la dul­
císima «mamma» de Juan Bosco; ¿ pero
es que la madre-siglo X X no escucha la
voz de la Escritura, no oye que, desde lo
hondo de los siglos, el Señor repite con
palabra tremenda: Y o os pediré cuenta de
las almas que habéis dejado perecerá... Y la
adorable mujercita nos muestra sus hi­
jos, su hogar, sus tareas, sus trabajos, sus
apuros, sus pobrezas, sus dolores, sus lá ­
grim as; pero... en medio de tantos contra­
tiempos, nos muestra también una ale­
gría inmensa: nunca, nos dice, nunca abanddhé a mis hijos, aun cuando tuve que de­
jarlos solos. Y « m am m a» Margarita nos
cuenta la historia cristalina de las mil ta­
reas que sus hijos deben realizar, mien­
tras ella necesariamente ha de dejarles so­
los por algunas horas. Pero, hay un tan
hondo lazo de- amor entre aquellos hijos y
la santa m adre; hay un tal grado de amistad
entre aquellos corazones y una tan fuerte
trabazón de afectos; ha trabajado tan a
fondo en el terrón humano la experta la­
bradora y ha sembrado después tan her­
mosa simiente que puede irse al pueblo
con cabal confianza. Y vá, va con su
canasta al brazo; y entre sus manos la­
boriosas y buenas las gastadas cuentas de
su viejo rosario. Antes de la noche, está
de vuelta. Es el momento de investigar la
conducta de los hijos, en su ausencia...
y empieza la lluvia de preguntas: — ¿ F uis­
te a la granja? — ¿ hiciste el recado? —
¿ cuidaste a la abuela? — ¿ limpiaste los
pájaros ? — ¿ copiaste la plana ? — I re­
zasteis el Angelus ? — ¿ sacasteis agua ? —
¿ bebieron las bestias ? — ¿ bajaste la fruta ?
199

¿barriste el lugar? ¿llegó la vecina?...».
¡ Basta « mamma » M argarita! ¡ Basta! por­
que el amor que has sembrado en el alma
de tus hijos te ha suplido en tu ausencia,
y mientras tú ibas y venias, cumpliendo
tu tarea, Antonio, José y Juan han puesto
toda su alma en realizar tus órdenes.
¡A h , madres de nuestros días! avergon­
zóos ante el perfil de esta madre magnífica:
de esta madre, que frente a la necesidad im­
postergable de dejar a sus hijos y el deber
de no abandonarlos, sabe hallar el procedi­
miento para mantenerlos tan lejos del mal
como tan cerca de ella. Aprended al pie de
la letra esa lección, que buena falta hace,
y avergonzóos de nuevo, porque vuestra
menguada maternidad no resiste ni si­
quiera el deseo de la comparación... ¡Q ué
distinta, en verdad, la tutela de vuestra
vida sobre la vida de los hijos, cuyo
abandono en manos de sirvientes, no os
sobrecoge ni os duele 1 Porque el es­
plendor del salón ejerce, en el espíritu
materialista de la época, una atracción
nuis poderosa que el cuidado de los hijos,
cuya inocencia se entrega a la guarda de
seres sin escrúpulos^ como la niñera, que
alquila su conciencia al mejor postor;
o la estirada institutriz, probable encubri­
dora de deslices futuros... Mientras tanto,
la milenaria figura del dulce Nazareno se
perfila acariciando las cabecitas rubias y
morenas de los niños del mundo y se trans­
figura en este ruego dirigido a las madres:
¡N o les estorbéis que vengan a M i! No les es­
torbemos pues, abandonando su inocencia al
cuidado de los que no tienen más estimulo
que la generosidad de la moneda con que
se pagan sus servicios... Seamos madres a
la antigua usanza, a la manera de Marga­
rita Occhiena, madres hasta la hora de la
nuierte, madres orgullosas de serlo, te­
merosas de Dios, sufridas, abnegadas,
¡M adres! ¡M adres siempre!
Ved a! hijo de «mamma» M argarita;
aqtiel Juanita medio saltimbanqui, medio
confitero v medio sastre, se ha convertido
ya en el famoso Don Bosco, el andariego,
el peregrino de la gloria de Dios, el sa­
cerdote en cuya cabeza se \nslumbra e!
resphmdor de la futura aureola... v sin em­
bargo, la madre, la dulce viejecita de tra­
200

bajada vida, «M argarita», la «mamma»,
no ababdona su puesto, y si es cierto que
ya no necesita tomar entre sus manos la
manecita torpe para enseñarle a diseñar
la cruz sobre la frente, la manecita torpe
que los años han transformado en la dies­
tra y caritativa mano de Don Bosco, cierto
es también que ella sigue siendo madre,
con derecho a saber si el hijo cumple o no
cumple sus deberes... Y he aquí que llega
Don Bosco; estó cansado; viene de re­
correr los duros caminos montañeses, de
predicar, de enseñar, de pedir y de dar;
de hacer el limosnero ante los ricos; y el
dadivoso hermano ante los pobres. L a ma­
dre lo recibe, anhelante, cariñosa, solícita;
para ella es sólo el hijo que el Señor ha
confiado a su guarda; se pone de pie, le
mira, le sonríe y le pregunta, como se
preguntaría al menor de los niños: ¿H as
rezado Uis oraciones, Juan? Y Juan, el
candoroso y a la vez batallador y bravo
sacerdote, se aniña, se achica, por así de­
cirlo, y pregustando la dulce ilusión de la
pobre viejecita, se complace en hacerle
creer que él siempre necesita de ella, de
sus advertencias, de sus recordaciones; y
aunque ya ha rezado, con su acostumbrada
y severa puntualidad, responde con la crista­
lina ingenuidad de un niño: !A y , si, en se­
guida voy a rezar! Ella entonces, orgullosa
de haber llegado a tiempo con su pregunta,
se siente fuerte y continúa: porque oye,
Juan, está muy bien que estudies tus latines
y tu teología, pero yo sé que sobre todas
esas cosas están tus oraciones.
¿ Q ué decís vosotras, madres, de la vigi­
lante solicitud materna que se vislumbra a
través de la transparencia de este diólogo ?
¿ Q ué decís vosotras que, apenas vues­
tros hijos estrenan el primer par de pan­
talones largos, creéis terminado vuestro
deber de educar y os sentís incapaces de
indagar, de averiguar, de descubrir ? —
¡ .Ah! ¿ Qué tenéis de decir ?... L a respues a,
la bochornosa respuesta, ante el espectá­
culo de las iglesias vacías de jóvenes, como
si para ellos no hubiese plegaria, ni re­
ligión, ni templo, la da Juan Bautista A !berdi, el mós completo de nuestros pensa­
dores, exclamando con frase justa y acerada:
Alejarse de la religión de los padres me ha

MARGARITA OCCHIENA, LA MADRE D E DON HOSCO
(DetaDe de uno de lo» cuadros de C rid a que figuran en la nueva sacristía del Saruuario de Alarla Auxiliadora de T u rín ).

parecido siempre tan bajo como azotar a la
propia madre.
Como azotar a la propia madre: H e aquí,
madres descuidadas, el castigo de vuestra
propia sangre en rebelión contra vosotras
mismas...
I Habrá dolor mayor ni más penoso ?
Lo cierto es que no hay tampoco otro
más justo. A las que no han sabido man­
tener en pie su papel de madres no les
asiste derecho para reclamar en ellos el
papel de hijos. Sufrid el terrible azote en
pleno corazón y llorad una esperanza
traicionada en cada hijo que no reza, en
cada hijo que no asiste al templo. T rai­
cionada aquella esperanza que sobre el
niño dormido en el regazo vislumbró la
madre, imaginando a su criatura conver­
tida, por obra de los años, en un adoles­
cente ejemplar, cariñoso, disciplinado, ín­
tegro. — ¿ Y en qué fu é a parar tan her­
mosa ilusión ? — En el dolor de ver al
niño, hasta ayer inocente, transformado en
el joven, mitad libertino, mitad tenorio,
que es, por desgracia, la horma más fre­
cuente en que se moldea la juventud de
nuestros hijos.
¿ Q u é diría de esto Margarita Occhiena?
I Oh 1 Margarita Occhiena volvería a llorar
lágrimas verdaderas de verdadero descon­
suelo; y quizá tomara entre sus manos
aquella vara con que simbolizaba ante los
hijos su derecho al castigo corporal, — que

202

jamás tuvo necesidad de aplicar — y tal
vez con ella aventara, lejos de vosotras, la
molicie, el confort, el lujo, modernos
sistemas de enseñanza con que las madres
de hoy creen educar; pero en realidad,
verdaderas carcomas, que. taladran el es­
píritu de la juventud, dando a nuestros
muchachos ese aspecto de delicadeza,
de debilidad física, que no es, por cierto,
el recipiente ideal para dar cabida al
espíritu fuerte, firme, sincero y abnegado
que el ejercicio del cristianismo exige.
Madres cristianas, pedid a D ios algo
siquiera de aquel sexto sentido que orientó
la maternidad de Margarita O cchiena;
que os d é también a vosotras la infle­
xibilidad de la constancia, con que de­
dicaros a hacer de cada hijo un hombre
bueno, caballeresco, íntegro, para mayor
gloria de D ios y de la Patria.

Esta hermosa arenca a las madres argen­
tinas fu é radiada desde M endoza por la culta
y ferviente cooperadora salesiana D oña Rosa
Graciela Valdés López de M iró y esposa del
coronel comandante de Cuyo, y form ó parte
de un programa de conferencias, sobre la obra
salesiana, radiadas con ocasión del Cincuen­
tenario de la muerte de Don Bosco celebrado
en aquella ciudad.

d I

¡Ha muerto él Padre Gamba!
Patriarca de la bondad y Fnndador de
“ Talleres Don Bosco” de Montevideo.

El 12 de marzo, domingo,
día en que era coronado en
Roma S. S. Pío X II, el P. José
Gamba de la Pía Sociedad Salesiana entregaba plácidamente
su espíritu al Creador, en la ciu­
dad de Salto (Uruguay), a la
edad de setenta y nueve años.
¡ Qué mundo de recuerdos y
emociones no despertará en
innumerables almas el nombre
de este ejemplar hijo de Don
Bosco, que ejercitó su aposto­
lado en tierra uruguaya por más
de doce lustros 1
Nacido en Butigliera d’Asti, el i° de enero
de 1860, entró a los 12 años en el Oratorio
de Don Bosco de Turín, resolvió quedarse
con él y recibió el hábito talar de las mismas
manos del Santo.
Llegado al Uruguay el u de diciembre
de 1877, inició al punto su misión educativa
en el colegio Pío de Villa Colón.
Apenas ordenado in sacris, fué enviado a
La ? Piedras, donde, al cabo de breves años,
se le encomendó la dirección del Colegio de
San Isidro, en el que organizó la Casa de
Formación de esta Inspectoría o Provincia
Salesiana.
En los comienzos de 1889, le encontramos
en la Capital como primer director del Colegio
del Sdo. Corazón de Jesús.
Ocupando tal puesto, y en ausencia del Ins­
pector de entonces, Rvdo. Don Luis Lasagna,
el P. Gamba tuvo una de ,esas corazonadas
tan suyas, la de iniciar inmediatamente, en un
solar de la Estanzuela, una Escuela de Artes
y Oficios para niños pobres, y como por arte
de magia sui^eron en Montevideo los T a ­
lleres Don Bosco.
Al volver de Europa el Superior, refirióle
él lo que había hecho y terminó con una de
esas expresiones en él tan espontaneas: tV d .
verá si merezco una Cruz de Caballero, o la
crucifixión ».
Una Cruz de Caballero », replicó en el acto,

con su natural y comprensiva
riveza, el P. Lasagna. Y al
frente del nuevo Instituto, tan
humilde en sus orígenes, como
todo lo del Santo Fundador
D. Bosco, fué puesto, lógica­
mente, el Padre Gamba.
j Los Talleres de Don Bosco!
Sólo Dios sabe lo que rezó,
cabiló, pordioseó, bregó, y pa­
deció el buen Salesiano inicia­
dor para llevar adelante la hu­
manamente temeraria empresa.
A poco, en 1895, sin dejar
de atenderla, tuvo el Padre
Gamba que cargar con otro peso abrumador.
Muerto trágicamente en un choque de trenes,
en el Brasil, el ya obispo Luis Lasagna, el di­
rector de los Talleres de Don Bosco fué de­
signado para recoger su herencia y continuar
la obra de aquel varón extraordinario.
Por 28 años consecutivos fué el Padre
Gamba Inspector de las Casas Salcsianas
en Uruguay y Paraguay (y en los primero?
años también en Río Grande del Sur).
Esto significa de parte de los Supe iores
Mayores de la Pía Sociedad una confianza ilimi­
tada en su representante en estas regiones, y en el
honrado con tal ronfianza una copia admirable
de dotes de gobierno y de capacidad de trabajo.
Al cabo de tan largo tiempo de alta respon­
sabilidad, hubiera podido aspirar a un bien ga­
nado descanso, pero, hijo de Don Bosco al fin,
aceptó con juvenil denuedo la dirección de la
Escuela Agrícola del Manga.
Finalizado su periodo, los superiores le re­
cogieron a cuarteles de invierno. Mas el
P. Gamba siquió trabajando en pro de las
almas, con aquel don de consejo que todos le
reconocían, en el Sagrado Ministerio de la
confesión, donde prodigó su celo paterno
hasta los últimos días de su vida.
En esta postrera época, era, en la Comunidad
Salesiana del Salto, una reliquia viva de los
tiempos heroicos de la Congregación, y sus
hermanos, discípulos y amigos, al visitar la
201

ciudad norteña, nunca dejaban de ir a presen­
tar al veterano sacerdote el tributo de su
afecto y veneración.
En 1932, con ocasión del quincuagésimo
año de su ordenación sacerdotal, quinientos
ex alumnos y admiradores fletaron un vapor
para llevar al anciano Padre el homenaje cá­
lido y cordial de cuantos se gloriaban de ha­
berle tenido por maestro, mentor y guía.
Una manifestación semejante se había ve­
rificado ya ot:a vez, el dos de junio de 1920,
cuando, concluidos por la noche en Montevi­
deo las grandiosas fiestas de la Beatificación de
D. Bosco, los ex alumnos, con espontáneo en­
tusiasmo, se dirigieron en interminable fila de
automóviles a la Escuela Agrícola del Manga,
donde aclamaron cariñosamente y pasearon en
andas al P. Gamba, « al Retrato viviente de
Don Bosco».
El P. Gamba era un hombre de una habili­
dad excepcional, envuelta en campechana lla­
neza y naturalidad admirable; sabía como po­
cos triunfar del mal, ejercer el apostolado y
conquistar los corazones.
He aquí una de las innumerables anécdotas
que confirman este aserto:
En 1910, regresando de Italia, coincidió con

el viaje, en alta mar, la fecha del 20 de setiem­
bre. Unos pasajeros clerófobos se pusieron de
acuerdo para darles, a la hora de comer, un
mal rato al Padre Gamba y a sus acompañan­
tes, pronunciando un brindis bien condimen­
tado de sectarismo. El buen sacerdote no mos­
tró percatarse de la conjuración. Llegados los
postres, apareció en el comedor un mozo con
una enorme bandeja de confitura en cuyo cen­
tro descollaba una bandera italiana. Verla el
P. Gamba, arrancarla, acercarla a sus labios, y
gritar: «¡Viva Italia!», fué todo uno. Con esto
les aguó el programa a los de la camarilla, uno
de los cuales confesó: «Questo prete é piú
furbo di noi: Este cura es más ladino que
nosotros». Y todos ellos, amansados, fueron
a ofrecerle al sacerdote la primera copa de
champán.
Como de Jesús, se puede decir de este eximio
hijo de Don Bosco: «Pasó haciendo el bien».
Por esto, ahora quese ha dormido en el Se­
ñor, en su tierra adoptiva que tanto le amaba,
por haber recibido en su corazón los ricos
tesoros de su magnífico apostolado, no nos
cabe duda de que habrá oido ya aquella voz
del justo Remunerador: «Ven, siervo bueno
y fiel, entra en el gozo de tu Señor».

L o s grandiosos T a lle re s D on Bosco de M ontevideo.

204

G A C E T IL L A SA L E SIA N A
UN POCO
D£ TODAS
PARTES ^

L itu a n ia. • L a
n u e v a ig le s ia
de V itén a i de­
dicada a Sao
Juan Bosco,

LITUANIA. — Nueva iglesia dedicada a
San Juan Bosco en Viténai.

Entre los muchos y vistosos homenajes ofre­
cidos por Lituania a San Juan Bosco, con mo­
tivo del 50®Aniversario de sue preciosa muerte,
merece citarse la erección de una capilla a él
dedicada, en nuestro Colegio de Viténai, gra­
cias a las generosas donaciones de los coope­
radores lituanos, que alcanzan ya la cifra de
22.000.
La capilla fué solemnemente bendecida e
inaugurada por el Excmo. Sr. Nuncio Apostó­
lico de los Países Bálticos, Mops. Arata. Des­
pués del evangelio de la Misa cantada, un
joven sacerdote del seminario de Kowno subió
al pulpito y tejió un bello y fervoroso pane­
gírico‘de San Juan Bosco, cuya estatua, desde
su trono de flores del altar mayor, robaba,
con fu sonrisa, los corazones de centenares
de fieles, venidos, en su mayor parte, de pue­
blos y aldeas distantes, y que, una vez ter­
minada la fiesta, esparciéronse por el campo,
y bajo la caricia del sol, consumieron alegre­
mente las pro\nsiones que tenían prevenidas
en bolsas y maletines.
Por la noche, el Excmo. Sr. Nimcio Apos­
tólico dignóse dirigir la palabra a la Comu­
nidad y a los jóvenes aspirantes salesianos

que allí se educan, animando a todos a perse­
verar siempre fieles al espíritu del Santo, y a
rezar y trabajar con fervor para que el pueblo
lituano continúe practicando la fe de sus
mayores, y prestando filial atacamiento a la
Sede Apostólica.

L itu a n ia . - L a p ob lación en fiesta recibiendo
a l N u n cio A po stólico.

205

Argentina - Buenos A ires. - B en dición de nu evas aulas
y de la x* pied ra de u n sa ló n de actos en el
O ratorio de San A n ton io de Padua.

ITALIA. — Una bendición especial de!
Santo Padre para “ Rivista dei Giovani” .

Esta Revista Salesiana, que nació en mayo
de 1920, como expresión de las ansias’de re­
novación espiritual que, en Italia, se dejaron
sentir, a raíz de la guerra mundial, vive consa­
grada a la cultura y formación netamente cris­
tiana de la juventud, y entra ahora en su vi­
gésimo año de vida. Con este motivo, en enero
del presente año, presentóse a sus abonados
on un ropaje editorial más rico y atractivo y
con propósitos de apostolado aún más fervo­
rosos, habiendo sido "honrada y confortada
por una especial Bendición del Santo Padre
Pío X I, de venerada memoria, cuyo texto es
como sigue:
S e c r e t a r ia d e E s t a d o d e S . S .

4 enero de 1939.
A Don Cojazsi - Torino.
A la querida Rivista dei Giovani que, pa -a
la grey más elegida de Cristo, con alta conciencia
de la hora presente y exacta percepción de sus
necesidades, tan egregiamente combate en pro
de la cultura y de la vida cristiana, sembrando
la buena semilla y recogiendo frutos preciosos
de elevación espiritual, S. S . envía de corazón
la Bendición Apostólica a¡ iniciarse el vigésimo
año de su publicación, con augurios de un grande
y fe liz incremento.
Cardenal P a c e l l i .

E cuador • G u a y aq u il. - E xposición d e trabajos
d e nuestras Escuelas.

2o6

Rsta simpática publicación, que nuestro que­
rido Don Cojazzi ha sabido hacer tan intere­
sante, sale de Turín, el 15 de cada mes, en
fascículos de 64 páginas, y se envía fuera de
Italia al precio anual de liras 15,30 (Edi­
torial Sei, Corso Regina Margherita, 176). La
recomendamos muy encarecidamente a nues­
tros amigos españoles e hispano-americanos
que, conociendo la lengua italiana, o dese­
ando conocerla, quieran para las almas juve­
niles un alimento sano, vario y deleitable.

ITALIA - Chieri. —
Lápida conmemo>
rativa en honor del
gran amigo de Don
Bosco, Luis ComoUo.

El día i8 de abril,
en la ciudad de Chieri,
por iniciativa de aquel
Seminario y del Insti­
tuto Teológico Salesiano allí existente, tuvo
lugar la solemne con­
memoración centenaria
de la muerte del cléri­
go Luis Comollo, ocu­
A rg eo tin a • R io G a llego s. • C lero in fan til.
rrida el 2 de abril
de 1839.
Como se refiere en la vida de nuestro Santo, Don Ziggiotti, Don Serié y Don Candela,
este ejemplar seminarista, antes de morir, hizo un los alumnos del Seminario y del Teologado y
pacto con su amado condiscípulo, Don Bosco,
Colegio salesianos, autoridades, y fieles venidos
y, fiel a su palabra, la noche inmediata a la de Cinzano, pueblo natal de Comollo.
del día de su defunción, permitiéndolo Dios,
Celebró la misa el sacerdote Sr. Tosco y
se le apareció en el dormitorio, lleno de semi­ pronunció el elogio fúnebre el Profesor Sr.
naristas, diciendo en voz alta: «Bosco, Bosco, Bechis.
Los seminaristas y los alumnos del Insti­
Bosco, me he salvado ».
Queríanse como dos hermanos y se estimu­ tuto salesiano ejecutaron, respectivamente, las
laban mútuamente a ser unos santos sacerdotes. partes en canto gregoriano y la misa a tres
Don Bosco le dedicó las primicias de su pluma voces de Pagella.
Después de la absolución del túmulo, hecha
escribiendo su biografía.
El día, pues, del aniversario, en la iglesia por el Sr. Cardenal, todos los presentes, se tras­
de San Felipe, que conserva los restos de dicho ladaron al seminario para asistir al descubri­
joven, celebróse un solemne funeral, con asis­ miento de una lápida conmemorativa, colocada
tencia del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo, y en la sala donde Comollo se apareció a Don
Bosco.
participación de nuestros Superiores Mayores

N uestros O ratorios F estivos de Ita lia . - L a catcq u esis f la frecueitcia de los S. Sacram entos
so n e l crisol donde se form an la s generacíoDes de m aftana.

207

LAS GRANDES SOLEMNIDADES DEL M ES Y FIES
Turín es la cuna y el centro de donde irradia
a todo el mundo la devoción a la « Virgen de
Don Bosco n, a nuestra Madre dulcísima María
Auxiliadora. Y este altísimo privilegio adquiere
cada vez nuevos timbres de gloria, especial­
mente desde que el Santuario de Valdocco
pudo ser ensanchado y embellecido, dando
mayores facilidades al afluir de las peregrina­
ciones que, en número creciente y consolador,
vemos acudir de todas partes.
Ante la dulce Reina y Patrona de las Obras
Salesianas hemos visto desfilar miles de fieles,
durante todo el mes, diariamente, y podría­
mos decir, a cada hora; es ya tal y tan grande
el concurso de personas que asisten habitualmente a los cultos, que va resultando difícil
distinguir los días feriados de los festivos; pues
tanto las misas de la mañana como las dos fun­
ciones de la tarde y de la noche, celebradas,
respectivamente, a las cinco y a las ocho, y
predicadas por los PP. Oldá S. J., y Fabri,
religioso del Smo. Sacramento, vieron siempre
en la Basílica un lleno completo.
Estas poéticas solemnidades marianas, ma­
nantial inagotable de gracias y consuelos espi­
rituales, hanse convertido, este año, por ex­
presa voluntad del Santo Padre, en fervorosa
cruzada de oraciones para obtener el don
inestimable de la paz, cuya existencia se va
haciendo casi imposible en este pobre mundo
maníaco y febricitante; y todos esperamos que
la dulce Reina de la Paz interpondrá, en efecto,
su dulce misericordia, y detendrá con su cetro
de oro el empuje brutal de los caballos de
Atila que, de nuevo y con mayor saña, qui­
sieran arrasar a Europa.

El E m m o. Cardei
nombrado recientemente Protector de la Socied
actual Pontífice Pío X II. Es natural de P.-ilem»
de la Sgda. Congregación de Obispos y Rcguli
Religiosos, es actualmente Prefecto de la nup
este cargo al Cardenal Lépicier. La Sociedad í
y a la solicitud paterna

Este año B

tenido el n

espi

El glorioso*
m ás de

sus fiW
en

'ij

DE MARIA AUXILIADORA EN LA CASA MADRE
La clásica fiesta turinesa del 24, que tantas
veces hemos descrito en estas páginas, y con
la que termina el mes de María Auxiliadora,
viene afirmando, año tras año, su tradicional
fisionomía realmente única y subyugadora;
aviva cada vez más sus esplendores; ofrece
siempre mayores y más destacados relieves de
acontecimiento religioso, de demostración es­
tupenda y plebiscitaria de la fe popular.
Este año, a la presencia de los Exemos.
Sres. Obispos que, con el Emmo. Sr. Cardenal
de Turín, suelen asistir a los dos actos cumbres
del día, el Pontifical de la mañana y la Proce­
sión de la tarde, hanse añadido, para mayor
prestancia, la de los Arzobispos Salesianos de
Santo Domingo y de Salta, Exemos. y Rvmos.
Sres. Don Ricardo Pittini y Don Roberto
Tavella, y la púrpura del Emmo. Sr. La Puma,
Prefecto de la Sgda. Congregación de Religio­
sos y nuevo Cardenal Protector de la Sociedad
Salesiana, que vino expresamente de Roma para
pontificar en esta grande y luminosa Basílica, y
dar a sus nuevos protegidos, los hijos de Don
Bosco, una prueba de su paternal benevolen­
cia, prueba que ellos estiman como xma honra
exquisita y agradecen henchidos de gozo.

ICENTE LA PUMA
idesiana, en sustitución del Cardenal Pacelli y
a*c 65 años. Habiendo sido sucesivamente Auditor
tfPresidcnte de la Comisión para los Institutos
agregación de Religiosos, habiendo sucedido en
-na acógese con íntimo gozo al consejo iluminado
Enjmo Cardenal La Puma.

procesión ha

io de un sol

küdo.

^file abarcabs

^óftietro con

h a ocho

lodo.

Que la Sma. Virgen Au.xiliadora siga triun­
fando en Turín y en el mundo, y que esta
hermosa Basílica, donde ella quiso establecer
su trono, sea siempre fácil refugio de las almas
necesitadas de consuelo, faro luminoso de los
corazones náufragos, meta segura de cuantos
esperan del patrocinio de María la gracia de
una vida santa y la salvación eterna.

N O T IC IA S D E E SP A Ñ A
Y A M E R IC A

B a rilocb e - B ellezas andin as. - E l C am p o de las m argaritas.

ESPAÑA - Canarias. — Nuevo avance
de la Obra de Don Bosco en Las Palmas.
- Solemne inauguración de las “ Es­
cuelas Antúncz

El domingo, 19 de Febrero, la populosa
barriada obrera de Alcarabaneras inauguraba
las Escuelas de Antúnez, de líneas arqui­
tectónicas severas, ventanales amplios, espa­
ciosas galerías, clases ventiladas y simétricas,
y dotadas de modernísimo material escolar.
El patio central, en el cual se va a celebrar
el festival se halla engalanadísimo... en el tes­
tero principal, el Escudo de España; a otro
lado, entre gallardetes y flores, el retrato del
lundador de las Escuelas, Exemo. Sr, Don
Luis Antúnez y Monzón; las galerías se hallan
todas ocupadas por un público numerosísimo
y selecto; en la presidencia don Martín Saavedra, en representación del Presidente del
Exemo. Cabildo Insular; la Sta. InspectoraJefe de 1» Enseñanza, el Muy Ilustre Sr. don
210

José Espino, el Director de las Escuelas Salesianas, don Manuel Campos Padrón, varios
familiares del Fundador, entre ellos don Luis
Antúnez, numerosos maestros y amigos... La
banda de las Escuelas Salesianas de la Fun­
dación A. Hidalgo ameniza el acto; los alum­
nos se hallan sentados alrededor de las galerías;
el aspecto del patio resulta alegre y fantástico.
Empieza la Banda ejecutando un brillante pa■ sodoble que es muy aplaudido. Los alumnos
forman automáticamente y cantan, con voz
timbrada y admirable afinación, un himno al
Caudillo.
Ac^o seguido, el Sr. Encargado de las Es­
cuelas de Antúnez, Padre Joaquín Cabello,
abre el acto. Su discurso fué hermoso, breve
y completo; explanó la labor que desarrollarán
los hijos de San Juan Bosco en las nuevas
Escuelas, que es enseñar a los niños a amar
a Dios sobre todas las cosas y a amar a España
sobre todos los demás pueblos. Terminó con
una brillante exaltación de la figura egregia del

Caudillo y el público, puesto de pie, coreó al uní­
sono los gritos de ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!
Unos pequeños, en el precioso diálogo«Cómo
salir del apuro », hicieron reir, a más no poder...
y fueron muy aplaudidos...
El joven escolar Bruno Felipe, en la preciosa
poesía ¡Para Tí..: España! hizo asomar muchas
lágrimas.. ¿ Y qué decir de las marchas gim­
násticas, de las evoluciones, de los despliegues
y de tantas filigranas como el domingo hicie­
ron los pequeños escolares?
Los parvulillos, en el cuadro patriótico « Es­
peranzas de la Patria » estuvieron insuperables.
Viendo la magnífica labor aquí desarrollada
en tan poco tiempo, cabe, esperar abundantes
y opimos frutos de la nueva Fundación.

En las Escuelas Profesionales de la misma
ciudad. - Velada-homenaje al Sr. Obispo
diocesano.

Los Salesianos de Las Palmas que, con en­
trañable amor filial, aman ai Excmo. Sr. Obispo
de Canarias, el día en que éste celebraba su
fiesta onomástica le prepararon, en sus Es­
cuelas de la Ciudad jardín, una veladita íntima,
férvida de entusiasmo.
El hermoso salón teatro había sido adornado
con gusto exquisito para recibir a Su Exce­
lencia, y, a la hora indicada, hallábase mate-

L a s Palm as. - E l E xcm o. Sr. O bispo de C a o a rias en
nuestra iglesia de S an U C a talin a por 61
elevad a a parroquia.

C a n arias (L a s P a lm a s) - A lcaraban eras. - L a Presiden cia d e la fiesta.

2I I

rialmcnte lleno de público infantil y de nu­
merosas señoras y caballeros, deshaciéndose
todos en vítores y aplausos cuando hizo su
entrada el bondadoso Prelado, que tanto cau­
tiva los corazones con su habitual sonrisa.
Los seminaristas de las Palmas sentábanse
en la presidencia.
Cantado un himno de ocasión por todos
los alumnos, el Sr. Director de las Escuelas
saludó al festejado con un discurso sólido de
concepto y brillante de forma, en el que glosó
el amor que todos debemos tener al Papa y a la
Iglesia, representada en los Obispos. Mientras
pronunciaba estas palabras, descorrióse un velo
y apareció en el escenario el Escudo del Sr.
Obispo, obra notable del profesor de dibuyo y
pintura de las mismas Escuelas, y, hechas por
el orador algunas bellas consideraciones inspi­
radas en la heráldica de dicho escudo, terminó
con un caluroso viva a Su Excelencia.
Acto seguido, representóse el precioso
cuatlro bíblico «El Puen Samaritano >> viva
lección de caridad y de profunda moral cris­
tiana, iitterpretado de un modo sublime; luego
el Sr. Puga recitó una poesía titulada «La
Serpiente» y finalmente, los alumnos de la
clase cuarta, con sus cantos regionales, hicie­
ron las delicias del auditorio.
Terminado el acto, levantóse a hablar el
Sr. Obispo, siendo obsequiado con la más
fervorosa de las aclamaciones. Dió las gracias
al Sr. Director de las Escuelas, hizo el elogio
de todos los que habían tomado parte en la
Velada y manifestó, una vez más, su amor y
predilección hacia la Obra Salesiana, mostrán­
dose grandemente satisfecho de que ésta se
hubiera encargado de las nuevas Escuelas
abiertas en el barrio obrero de las Alcarabañeras.
Sus últimas palabras fueron recibidas con
frenéticos aplausos y grandes demostraciones
de alegría del público infantil.

ARGENTINA - Córdoba. — Grandiosa ma­
nifestación en la noche del jueves santo.

La visita de Ips hombres y jóvenes católicos
a los sagrarios, en la noche del Jueves Santo,
constituyó una imponente manifestación de fe,
un desbordamiento de viriles entusiasmos hacia
Jesús Sacramentado.
Una muchedumbre inmensa, una muche­
dumbre fervorosa, sintió, alentó y vivió los
triunfos de la Eucaristía en la sagrada noche
de su institución.
Mucho antes de la hora señalada, multitud
de hombres y jóvenes comenzaron a congregarse
junto a la cripta de María Auxiliadora, punto
de concentración de los manifestantes.
La comisión del Centro de Ex alumnos de
Don Bosco, organizadora del acto, había pre­
parado con prolijidad todos los detalles del
mismo: comisarios, volantes y una gran Cruz
blanca, facsímil de la de Palermo, que debía
encabezar la columna.
Se inició la primera visita en la iglesia sale­
siana. La amplia cripta, llena de bote en bote,
no pudo contener el enorme número de
hombres y jóvenes, que hubieron de ocupar
además el atrio y parte de los patios.
A l iniciar la marcha, se formó la columna
compacta y viril de soldados de Cristo que,
erguidas las frentes, firme el andar y el
pecho jubiloso, rompiendo el silencio nocturno,
cantaban a pleno pulmón los himnos eucarísticos y recitaban plegarias religiosas, con­
moviendo con el eco de su voz las calles de la

L o s alum n os de las nuevas E scu elas de
L a s A lcaraban eras cantando e l h im n o de
la patria y ejecutan do ejercicios
gim násticos.

212

1

Córdoba. • L o s ex alum n os en el acto religioso del Jueves Santo.

ciudad, poniendo una nota de espiritualidad
en las arterias de la urbe por donde diariamente
fluye y refluye la vida social, política y econó­
mica. ¡Grandioso espectáculo! En forma or­
denada avanzaba la interminable columna, con
la fe en el corazón y los ojos fijos en esa blanca
cruz, símbolo inmortal del Triunfo Eucarístico
de Buenos Aires, que, como gloriosa enseña,
abría la marcha para iluminar con sus rayos
el sendero, y alentar a esas falanges de confeso­
res de Cristo.
Se cumplió perfectamente al itinerario pre­
fijado, y fueron visitadas las iglesias de
Nuestra Señora del Carmen, Santo Domingo,
la Compañía de Jesús, San Francisco y la
Catedral, siendo en todas muy bien atendidos
por sus respectivos rectores.
El asesor del Centro de Ex Alumnos de Don
Bosco, P. Juan R. Corte, con acento vibrante,
dirigió los cantos y rezos que se sucedieron
constantemente. Escoltas de policía ordenaron
el tráfico en las calles de acceso, facilitando así
la marcha de la columna.
Finalizó el acto en la iglesia metropolitana
con una entusiasta alocución del director del
Colegio Pío X , el R. P. Fanzolato, quien feli­
citó a los manifestantes por el éxito extraor­

dinario de esa jomada de gloria eucarística,
que testimoniaba la fe y religiosidad de la
ciudad de Córdoba. Con las vibrantes notas
del « Cristus vincit, Cristus regnat, Cristus ímperat * se disolvió la imponente manifesta­
ción dejando grabada en el corazón de todos la
satisfacción de un nuevo triunfo de solidari­
dad cristiana y de fer\'or eucarístico.

ARGENTINA - Mendoza, — El cincuentenarío de la muerte de San Juan
Bosco.

Con toda solemnidad conmemoróse, en la
ciudad de Mendoza, el cincuentenario de la
muerte de Don Bosco.
Lros días 3, 4 y 5 de Noviembre, celebróse
un Triduo solemne que tuvo modalidades im­
portantes que revistieron una notable novedad
en esta clase de festejos. — En efecto, además
del Triduo de pláticas y de conferencias para
Ex-alumnos y Padres de familia, que estuWeron a cargo del R. P -. Antonio Garbini,
Director del Colegio Don Bosco de San Juan,
un selecto e interesantísimo programa de Ra—

2 13

dio llevó hasta los más lejanos hogares
de Cuyo los ecos de los festejos con
que se homenajeaba al Apóstol de la
Juventud.
Este programa consistió en tres con­
ferencias radiadas por distinguidos oradores, como la Sra. Rosa Graciela
Valdés López de Miró, quien disertó
sobre el tema: u Educación materna»,
haciendo el magistral discurso que insertantos, casi íntegro, en la página 199;
el R. P. Juan Fanzolato, que hablo
sobre «La Obra de Don Bosco»; y
el exalumno, universitario Mario Ro­
berto sobre «La personalidad de Don
M endoza. • Presenciando e l H om enaje a la bandera.
Bosco».
Pero lo más llamativo de este pro­
grama fueron los tres episodios Radio-teatrales, menzó a flamear ante los ojos gozosos de los
radiados por la L. V.
600 alumnos y del inmenso público, el Sr.
Se trata de una obra genial del ex-alumno Coronel Don Ricardo Miró, Comandante del
Julio Fernández Pelácz, conocidísimo en todo Destacamento de Cuyo, dirigió su ardiente
Cuyo por otros episodios patrióticos radiados palabra a los alumnos y les recibió el jura­
anteriormente. — En el primero «La ju ­ mento a la bandera.
ventud de un apóstol», sintetizó con gran
Se sucedieron luego, en admirable gama,
arte los puntos más salientes de la infancia los ejercicios gimnásticos tan característicos
de Don Bosco; en el segundo «El apóstol de en el Colegio Don Bosco: manubrios, bastones.
la juventud», dió una idea cabal sobre la vida - clavas, evoluciones .Llamaron poderosamente
I)rodigiosa de su apostolado. — En el tercero, la atención las escuadras de ciclistas, con sus
esperado con interés vivo por el público difíciles y casi acrobáticos ejercicios, y la se­
mendocino; «Patagonia, tierra de los sueños, guridad y gallardía de la escuadra de esgrima
de Don Bosco », nos hizo ver con geniales pin­ con varillas.
celadas la conquista espiritual del Sur argen­
Terminado el homenaje a la Bandera, las
tino, llevada a cabo por una falange de héroes autoridades, y luego el público, visitaron el
salesianos llamados Cagliero, Costamagna, Fa- amplio salón de la Exposición Escolar 1938
gnano, Milanesio, Botta, fundador éste de los que fué realmente el Broche de oro, como lo
Colegios de Mendoza y Rodeo del Medio.
demuestran los elogios de la enorme cantidad
El 6 de Noviembre fué el día de los grandes de visitantes que afluyen todos los días a con­
festejos: la Jornada Eucarística, por la mañana,
templar los resultados de la labor paciente de
en los patios del Colegio, cuidadosamente en­ un año escolar, llevado a cabo bajo la luz de
toldado; la inauguración de la planta baja del los métodos y la bendición de San Juan Bosco.
nuevo edificio; el Exmo. Sr. Gobernador de
«Se admiran con especial complacencia en
la Provincia Dr. Rodolfo Corominas Segura esta exposición — dice un diario local — la
y Señora, altas autoridades, y muchos Coo­ realización plástica de trabajos sobre el cuerpo
peradores Salesianos apadrinaron el acto de humano, zoología, ciencias; las interesantes
la bendición, frente al hermoso busto de Don
reproducciones de hechos históricos, como hs
Bosco, que también se inauguraba.
invasiones, Buenos Aires antiguo, y especial­
Fimtado el artístico pergamino, los padrinos mente el combate de San Lorenzo, con sus
visitaron las ocho amplias y ventiladas aulas barcos y soldaditos de plomo fundidos por
sobrias y llenas de luz, — Cuatro hermosas los mismos alumnos; los mapas de gran re­
placas de bronce recuerdan los nombres de lieve con corrientes de ríos al natural; intere­
Don Bosco, Don Rúa, Padre Botta y Padre santes plásticos sobre el petróleo argentino,
Tantardini.
sus perforaciones, etc. Hay en todos le» grados
Acto seguido, se realizó el Homenaje a la una verdadera profusión de trabajos en ma­
Bandera que comenzó con la inauguración de dera calada, entre los cuales atrae la admira­
un soberbio mástil de 16 metros, donado por ción del público el grandioso Duomo de Alilán,
los Ex Alumnos y Padres de Familia. — Cuando,
verdadero portento de-arte y... paciencia».
después de la bendición, la gran bandera co­
«Los alumnos de los últimos grados, al decir

214

.1

del Director General de Escuelas, demuestran
haber profundizado con verdadera pasión el
estudio de la Física; además del grandioso
mapa de Europa, cuyo ingenioso y complicado
mecanismo eléctrico va señalando, con lam­
parillas luminosas, el límite, las capitales, y
cada ülio de los productos minerales del an­
tiguo continente, y que constituye una verda­
dera novedad en su género; son interesantes
los trabajos que son fruto exclusivo de la industriosidad de cada alumno, llevados a cabo
muchos de ellos con los medios más ordinarios,
como envases usados, alambres, etc. Así fueron
hechos varias turbinas, alambiques, pitómetros
de cuadrante, poleas, palancas, diversas clases
de pilas, motores eléctricos, telégrafos, telé
fonos, etc. Las instalaciones y diversas apli­
caciones eléctricas, las radios a galena, los
esquemas a tinta, demuestran en los alumnos
gran dominio de esta parte tan importante de
la vida moderna ».
oHay trabajos de verdadero mérito en la serie
de pirograbados y trabajos en cuerno de buey;
en los vaciados en yeso decorado; en las co­
lecciones de productos derivados. Los trabajos
infantiles en cartulina, recorte, y en salpicado
a colores, pero sobre todos la perfección de
la escritura caligráfica, no parecen posibles en
estas criaturas de tan corta edad n.

Nuestro cómodo coche de primera parecía
un salón de fiesta: música, cantos y alegría.
En las principales estaciones de la línea fueron
varios los Exploradores que se incorporaron
al Batallón y muchas las personas que acudían
a saludamos, a oir las marchas de nuestra
Banda y aplaudir a nuestros pequeños decla­
madores.
Una alegría desbordante reflejóse en los
rostros y en las exclamaciones de los pequeños
turistas, ante la visión de Barilochc con sus
l3gos y montañas cubiertas de nieve.

E l c a m p a m e n t o . — Frente al lago Nahuel
Huapí, en los locales de la Parroquia Salesiana,
armamos campamento; dormitorios, come­
dores, cocina y el esbelto mástil, en el cual,
entre desbordantes manifestaciones de patrio­
tismo, izamos el pabellón nacional.
La primara excursión fué al cerro Otto, de
1405 metros. La flora de la región fué objeto
especial de nuestro estudio, y al pie de la cruz
elevada en la cumbre depositamos las flores
recogidas en el cerro.
Otra hermosa excursión fué la visita a los
cuarteles del ejército.
En dos cómodos camiones militares, y acom­
pañados por varios oficiales, recorrimos todas
sus dependencias.
Allí, realizamos \in acto patriótico con mar­
chas, ejercicios, señales y declamaciones e
izamos la bandera. Al discurso del Rvdo.
ARGENTINA - Viedma. — Notable excur­
P. Antonio F. Fernández, Director del Co­
sión de los exploradores de Don Bosco.
legio «San Francisco de Sales» y del Ba­
Un pequeño cronista del batallón de Viedma tallón a Cardenal Cagliero» contestó el Ma­
yor Famin, agradeciendo el homenaje y en­
nos enoia la relación siguiente:
salzando la obra patriótica que realizan los
Llenos de optimismo y perfectamente or­
Padres Salesianos con los Batallones de Ex­
ganizados partimos mmbo a la región de los
ploradores de Don Bosco, en cuyas filas se
lagos.
educan tantos miles de niños genuinamentc
argentinos.
M endoza. - E l Sr. Coronel M iró
La visita a la estación de Piscicultura resultó
d irigien d o una arreoga
sumamente interesante e instructiva.
a loa alum noa.

L ó­
— La ascensión más
emocionante fué la del
Cerro López, 2100 mts. Al
clavar nuestra bandera en
la misma cumbre nuestros
anhelos se vieron satisfe­
chos y nuestras fatigas re­
compensadas. Un panora­
ma inmenso se extendía an te nuestra mirada: lagos y
más lagos, montañas e in­
finidad de islas; un impo­
nente conjunto de bellezas.
A s c e n sió n a l cer r o

pez.

2 15

Cediendo gustosos nuestro campamento al
Patallón 27 «Manuel Belgrano» de Bahía
Blanca, nos trasladamos luego a los antiguos
cuarteles del Ejército situado en Playa Bonita,
que dista pocos kilómetros de Bariloche. El
paraje es sin duda uno de los mejores.
Otro día. fuimos al Lago Espejo. Doscientos
kilómetros en camión, bordeando el lago entre
fantásticos paisajes. Un baño, un almuerzo y
regresamos, cansados pero felices de haber
admirado tanta belleza.
Otra meta de nuestros paseos fué Laguna
Frías; allí, al pie de esos gigantes « cohiues »,
frente al país hermano, flameó nuestra banilera que en sus amplios pliegues bicolores
parecía querer cobijar a todos los huérfanos y
desamparados y enjugar todas las lágrimas
que vertían en ese momento nuestros hermanos
chilenos víctimas del terremoto. La visita al
1 lotel Llao Llao y el asado ofrecido por el Sr.
Noé De Barba completaron los días felices
transcurridos en Bariloche.
U i.T iM O D IA. — Debíamos regresar a Viedma, iqué tristeza embargó nuestras almas!
tuvimos que dejar esas montañas nevadas
con sus lagos de aguas cristalinas. Adiós,
magnífico rincón de mi patria. Durante toda
mi vida conser\'aré tu recuerdo.

Este ejemplo de los Exploradores de Don
Bosco de Viedma debe cundir en el
resto del país.

Con este título, un corresponsal de la cono­
cida revista el Mundo Argentino comentaba esta
excursión de la siguiente manera:
«Los parques nacionales fueron creados
para conservar las bellezas de nuestra zona
andina con el fin de que las futuras genera­
ciones recibieran intacto ese patrimonio. Nada
más apropiado, pues, que sirvan de punto de
reunión para la juventud, que es el eslabón
que nos une al porvenir. Cientos, millares de
niños debieran recrearse todos los años en
aquellas vastas reservas, tal como lo han hecho
últimamente los exploradores de Don Bosco,
quienes, llegados de Viedma, han acampado
entre los bosques seculares, a orillas del lago
Nahuel Huapí. Allí llevan una existencia ideal
para jóvenes de su edad, en medio de pai­
sajes maravillosos, trepando a las cumbres
nevadas cuya inspiración ha de impresionar
hondamente sus espíritus juveniles abiertos a
todos los entusiasmos ».
«Esta excursión del Batallón «Cardenal
Cagliero » de Viedma, es un ejemplo que deben
aprovechar todas las instituciones argentinas
que tienen a su cargo la formación de la niñez».

ÍS

I

B «rilocbe. - E i O ratorio Festivo.

2 16

Don Bosco allende Jos mares.
Lo que cuentan nuestros Misioneros.

M iyazak i. - £1 prim er sacerdote salesian o fapooés.

JAPON
U na fecha histórica para la
M isión Salesiana.

Amadísimo Sr. D . Pedro Ricaldone:
El domingo, 19 de marzo, marcaba, para
la historia de nuestra querida Prefectura Apos­
tólica, una fecha memorable, determinada por
la puesta en obra de ia primera piedra espi­
ritual que, si es del beneplácito divino, seña­
lará el verdadero comienzo de la diócesis in­
dígena; me refiero a la consagración del primer
sacerdote japonés de nuestra Misión. Alégrese
con nosotros. Padre amadísimo, y alégrense
igtjalmente cuantos, directa o indirectamente,
han hecho posible, con su cooperación, este
acontecimiento, y sirva esta fausta noticia para
excitar el celo de las personas que comprenden
la inmensa importancia que tiene para nosotros
la formación del clero indígena.
Asistiendo a esta función, mientras desde

el fondo de nuestra alma dábamos gracias a
Dios por este don precioso que nos ha con­
cedido, nuestro pensamiento volaba a los be­
neméritos operarios evangélicos de las M i­
siones extranjeras de París que, tras el dolo­
roso periodo de las persecuciones, regresaron
a esta tierra de mártires, venciendo dificul­
tades indecibles, y después de descubrir y
agrupar, en Nagasaki, a los descendientes de
los viejos cristianos, reconstruyeron sobre só­
lidas bases la Iglesia Católica, empezando por
la formación del clero indígena.
Tre§ jóvenes japoneses fueron el grano de
mostaza del primer Seminario indígena, inau­
gurado en diciembre de 1865, en la octava de la
Inmaculada. El 5 de febrero de 1866, hicieron
estos tres jóvenes su primera comunión, y po­
quito a poco, el número aumentó, hasta que,
el 31 de diciembre de 1882, los P.P. de París
(Xígieron las primicias de la Iglesia japonesa
resucitada, viendo elevados al sacerdocio a
los tres susodichos jóvenes. ¿ Quién es capaz
de imaginar la alegría de aquellos valientes

— 217

misioneros ? Pues bien, esta misma alegría
acabamos de experimentar nosotros al ver
subir las gradas del altar a nuestro primer sa­
cerdote japonés. Claro está que este triunfo,
preludio de otros futuros, nos ha costado caro,
diez años de trabajos; sólo Dios sabe las difícultadcs, los desahucios, los fracasos, las equi­
vocaciones de las primeras iniciativas, el gasto
de fuerzas, de personal, de medios. Ahora,
{bendito sea el ^ ñ o r! estamos contentos, sa­
bemos, que, al fin, caminamos sobre seguro,

L a s dos prim eras re lig io sas indígenas de la nueva
C ongregación de “ H erm anas de la ca rid ad '*.

y sólo pedirnos a Dios que nos envíe muchas
y buenas vocacioncvS indígenas y les conceda
la santa perseverancia, dispuestos, por nues­
tra parte, a intensificar más y más, hasta la
muerte, nuestra vida de sacrificio y de responsaDÍlidad en favor de esta obra importantísima
de la fomwción del clero indígena, tan deseada
por la Iglesia y tan indis{>ensable para que
arraigue y fructifique sólidamente en esta tierra
la bendita semilla del E\'angelÍo. Es éste el
fin de nuestra misión, es nuestro primer deber:
una necesidad urgente para acelerar el ritmo de
las conversiones, y para asegurar el trabajo hasta
ahora realizado y los inmensos esfuerzos nues­
tros y de los misioneros que nos precedieron,
si algún día los azares de la política determi­
naran el éxodo forzado de los sacerdotes extran­
jeros ; y, lo digo con gusto, es también un homenaje que esta Prefectura rinde al Apóstol

218

San Pedro, en este año jubilar de la Obra del
Clero indígena que lleva su nombre y está
puesta bajo su protección.
Mons. Bretón, de las Misiones extranjeras
de París y Obispo de Fukuoka, que tan pater­
nalmente ha ayudado y consolado siempre a
los pobres hijos de Don Bosco, es el que ofició
solemnemente, hallándose presentes la mayor
parte de los misioneros, los parientes del nuevo
sacerdote, y toda la cristiandad, con represen­
taciones de las cristiandades colindantes.
Nuestros queridos seminaristas de Miyazaki,
encendidos de santa envidia al presenciar por
vez primera aquel sublime rito, y ver elevado
a su compañero a la altísima dignidad sacer­
dotal, sirvieron al altar de un modo impecable
y ejecutaron las partes de canto. Imagínese,
amado Padre, lo hermoso que estaría el marco
de esta fiesta celebrada a la salesiana, el gozo
que reflejaban los rostros, las palabras y ma­
nifestaciones de todos.
Y , para colmo de dichas, mientras esto
ocurría en Miyazaki, el Señor dejaba caer otro
regalo semejante en nuestra casa de Tokio,
permitiendo la consagración sacerdotal de
nuestro hermano Dal Fior y la de cinco sub­
diáconos. En medio de las dificultades del apos­
tolado, éstas son auras frescas y confortadoras
que nos hacen bien, estímulos eficaces que nos
animan a proseguir nuestros trabajos y a co­
rresponder siempre mejor a las gracias que el
Señor, con generosa y real munificencia, nos
envía.
Siga Vd. a)rudándonos, amadísimo Padre,
y, con Vd, todos los que aman a este buen
Jesús que tenemos el deber de predicar a este
gran pueblo.
Ruegue y haga rogar por estos hijos suyos,
y especialmente por su aff.mo
Mons. V i c e n t e C i m a t t i ,
Prefecto Apostólico.
Miyazaki, marzo de 1939.

IN DIA (Asam)
Exposición profesional.

Rvmo. D. Ricaldone:
El 13 de Agosto, el Exemo. Señor Gober­
nador de Asam, acompañado de tres ministros,
se dignó inaugurar personalmente la exposi­
ción de nuestra Escuela profesional. £1 acto
revistió carácter de gran acontecimiento porque
es, en su género, la primera que se celebra

en esta ciudad. Concurrieron las primeras au­
toridades civiles y militares y un gran número
de amigos. Fué la glorificación del nombre
y sistema de D . Bosco. Terminados los cantos
y discursos de introducción, le Sr. Gobernador,
antes che cortar la cinta, pronunció una magní­
fica alocución en la que elogió el trabajo espi­
ritual y material de D. Bosco, recordió varios
episodios de su vida y el cincuentenario de
su muerte. Terminó invitando al público a
que viera y apreciara el trabajo desinteresado
y sacrificado de los Coadjutores Misioneros,
que se dedican, en cuerpo y alma, a la ense­
ñanza de artes y oficios, a la asistencia y cui­
dado de los niños huérfanos. Recomendó a
todos que protejan estas escuelas de manera
eficaz. Sus elogios referentes a la figura moral
de nuestro Padre impresionaron hondamente
al público por salir de labios de un magistrado
protestante.
Los dos diaros más difundidos en la India
dedicaron a este acontecimiento grandes ar­
tículos y fotografías. La exposición fué un
premio para maestros y alumnos, un homenaje
de gratitud tributado a los bienhechores y au­
toridades, y sobre todo una de las más grandes
glorificaciones de D. Bosco en estas regiones.
Quedó abierta durante cinco días. Por millares
se contaban los visitantes que diariamente
afluían a los pabellones, deteniéndose muchos
H observar con interés tal o cual trabajo di­
dáctico profesional. Varios empresarios, in­
genieros y dueños de comercios ofrecieron
colocación en sus talleres y establecimientos
a nuestros jóvenes, una vez terminado su
aprendizaje. Un Rajá solicitó ingreso para dos
niños. En la sala había mapas que ofrecían a
los visitantes un cuadro completo de las escuelas
profesionales salesianas diseminadas por el
mundo. Durante esos días se distribuyeron
más de 3000 vidas de D. Bosco.
La clausura atrajó aún mayor número de
visitantes que la inauguración, presidiéndola
el Ministro de Relaciones interiores y Educa­
ción quién declaró que era la mejor en su
género que se había visto en Asam.
Los católicos, que forman apenas la décima
parte de la población, experimentaron, una vez
más, el prestigio y eficacia de nuestra Santa
Religión, que siempre dispone de medios po­
derosos para demostrar el valor de nuestra Fe.
Ayúdenos, amado Padre, con su bendición,
a trabajar, siempre más y mejor, en esta viña
de Jesús.
ShiUong, 39 de Setiembre de 1938.
Don

J u a n B a c c h ia r e l l o ,

Misionero SaUsiano.

ShiUong. - L a E q m sició o de nuestras E scuelas
Profesionales in au gu rad a por e l Sr. G<rf>ernador.

2 19

Crónica de Gracias
atribuidas a ¡a intercesión de M a ría Auxi­
liadora, de San Juan 3osco y de nuestros

mismos intercesores, sanó perfectamente. Hoy,
todos gozamos perfecta salud y agradecidos
cumplimos nuestras promesas.
CawaÉ?aiSeca(Argentina),octubre de 1938.
M a r í a J u a n a T aa ^ l l a .

Siervos de Dios.

Lo que hizo una reliquia de Don Bosco.

Curado de enajenación mental.

Habiendo enfermado un primo mío de enagenación mental, por un gran disgusto recibido
en el seno de la familia, y habiéndose agotado
todo recurso y toda esperanza humanos, re­
solví invocar a San Juan Bosco para que in­
tercediera ante el Dador de toda gracia, y si
era conveniente, devolviera la normalidad a
mi querido primo. Al efecto comencé una no­
vena y la hice hacer también a mis parientes
que vivían lejos de mi residencia. ¡Oh, pro­
digio! la protección de D. Bosco no se hizo
esperar, pues a los seis días de comenzada
dicha novena, recibí una carta en la que se
me anunciaba el restablecimiento parcial del
enfermo, el cual había quedado algo así como
alelado.
Llenos de fe y entusiasmo, emprendimos
otra novena al Santo Protector prometiéndole
publicar la gracia y dar algún óbolo para sus
obras, y aun antes de terminarse esta segunda
novena, recibí la grata noticia de que ya mi
pariente estaba completamente curado.
En cumplimiento de mi promesa, hago pu­
blicar el beneficio recibido, doy el óbolo pro­
metido y bendigo a este Santo que desde
el cielo sigue protegiendo a sus devotos.
La Vega (Venezuela), marzo de 1939.
A u r r l ia n o A l b o r n o z .

Varias gracias.

En diciembre del año pasado, enfennó mi
mamá de tanta gravedad que quedó im­
posibilitada para todo movimiento. Llamado el
doctor con urgencia dió el caso por desespe­
rado. Entonces puse toda mi confianza en
María .\uxiliadora y en S. Juan Bosco y mamá
empezó a mejorar paulatinamente. Una noche
vi a María .Vuxiliadora y al dcspertamte fué
tanta mi alegría que di por segura la salud
de mi mamá.
En junio, enfermó un hermano de tifus, e
invocando la protección de nuestros Santos
Protectores obtuvimos su restablecimiento.
El 2 de septiembre, fué operada una hemianita mía de apendicitis y, acudiendo a los

El 4 de agosto acusé una ligera dolencia
en un costado. El 8 del mismo mes obligóme
a guardar cama. El día 9, mi esposa llamó al
sacerdote quien me confesó y administró
la Sagrada Comunión. Perdí luego el conoci­
miento y entré en agonía. Cuatro hombres no
alcanzaban a sujetarme en mi delirio.
M i hermano, viendo ya lo inútil de la cien­
cia humana, recurrió a Don Bosco y me puso
su reliquia sobre el corazón; el efecto fué in­
mediato, dejé de gritar y la enfermedad hizo
crisis. Ahora, completamente restablecido,
doy gracias a S. Juan Bosco juntamente con
mi familia y envío una pequeña limosna para
sus misiones.
Necochea (Argentina), 30 setiembre de 1938.
F r .\ n c i s c o V a r e s i o .

Curado de mal de Pott.

Hace varios años le hice una promesa a
María Auxiliadora, y aunque tarde; la cumplo
gustosa y agradecida, pero la tardanza com­
prueba más la realidad del favor recibido.
En 1936, mi hijito Víctor Mario Montes
sufrió una fuerte caída y después le sobrevino
el mal de Pott, (decían los médicos). Al año
de la caída, empezó a torcerse y alargársele
una pierna, y finalmente le resultó un tumor.
Dos veces fué operado; pero los médicos opi­
naban que el niño estaba tuberculoso y que
no se curaría. En tan triste situación, puse toda
mi confianza en María Auxiliadora. Le pedí
me curara al enfermito, si le convenía, y si
no, que se lo llevara al cielo. Además, le pro­
metí una misa cantada, comulgar ambos en
ella, pre.sentarle al niño y publicar la gracia,
si me la obtenía.
Mientras tanto, uno de los médicos siguió
haciéndole algunas aplicaciones, pero sin ga­
rantizar el éxito. Sin desmayar continué mis
súplicas a la Virgen de Don Bosco; v Ella me
escuchó, a pesar de que cuantos veían al niño
pronosticaban su próximo fin. La última radio­
grafía comprobó que estaba curado, y hace ya
tres años que el niño anda muy bien. En com­
pañía de él mismo, con profundo gozo y agra­
decimiento, he cumplido mi promesa en la
capilla de San Juan Bosco de esta ciudad. De

220

1

ello doy ahora público testimonio, para honra
y gloria de la bondadosísima y mil veces ben­
dita Madre Auxiliadora de los cristianos.
Cali (Colombia), febrero de 1939.
C l e m e n c ia M v d e M o n t e s .

Dos operaciones dolorosas e ineficaces y
la intercesión de S. Juan Bosco.

De extraordinario puedo calificar el insigne
favor obrado por San Juan Bosco en mi hijo.
Hacía un año que se hallaba enfermo, y du­
rante este plazo fué sujetado a dos peligrosas
operaciones y, dado el ineficaz resultado de
las mismas, los doctores pronosticaron que
quedaría paralítico de las dos piernas. No es
imaginable el dolor probado por mí al oír
tan fatal pronóstico. En seguida, y con gran fe
y confianza, me dirigí con angustiosa súplica
al milagroso Santo Don Bosco, y al poco tiem­
po, con gran asombro y alegría, el enfermito
sanó completamente. Hoy, con el alma hen­
chida de la más %dva gratitud, doy pública­
mente gracias al Santo y envío una limosna
para sus Obras de candad.
Los Angeles (California), febrero de 1939.
C o n c e p c i ó n O. Vda. d e A m e z c ü a ,
Cooperadora SaUsiana.
María Auxiliadora cura repentinamente de
parálisis a im sacerdote.

Para gloria de Dios Ntro Señor y honra de
la Santísima Virgen, bajo la advocación de
María Auxiliadora, el que suscribe da testi­
monio de haber sido objeto de un milagro.
Hacía 8 meses que sufría de una parálisis
de todo el lado izquierdo, que los médicos no
pudieron hacer reaccionar.
Dios Ntro Señor tenía reservado un es­
pecial favor para la indigna persona favorecida,
concediéndole un milagro por manos de María
Auxiliadora.
El que esto escribe es un sacerdote de la
diócesis de Ancud, que por su precaria salud
hubo de solicitar licencia de su Prelado para pa­
sar a la Administración Apostólica de Valdivia.
Una vez allí, me puse a las órdenes del
Excmo. Sr. Don Teodoro Eugenia, quién me
hizo capellán de las religiosas de MaríaAuxiliadora y Párroco Administrador de la Parro­
quia de la Merced de Miraflores.
Colocado en esta Parroquia, se dió comienzo
al bellísimo y tierno mes de María (aquí, en
Chile, noviembre). El 27 de este mes, a eso de
media noche, soñé que desde la sacristía de mi
iglesia veía descender a la Santísima Virgen

con el divino Niño en los brazos hacia la parte
oriental del templo, cayendo yo de rodillas e
implorando de la divina Señora mi curación.
En estos momentos desperté y me encontré que
tenía todo el cuerpo acalambrado; así estuve
como dos horas, repitiendo despierto la sú­
plica que le hiciera en sueños. Después, volví a
dormirme y a la mañana siguiente, domingo 28,
amanecí como si nunca hubiera estado enfermo.
De este caso se levantó acta, que se conserva
en la Curia de Valdivia.
«Amese a Dios Ntro. Señor y a la Santísima
Virgen ».
Valdivia (Chile), febrero de 1939.
E f r a in

P erez P.

Presbítero.
M i mejor cirujano, Don Bosco.

El niño Norberto Duhamel, de 8 años, na­
tural de Potigny, tuvo que ser llevado urgente­
mente a una clínica, por haber amanecido con
fuertes dolores viscerales, vómitos y fiebre
elevada. El caso era evidente, se trataba de
una apendicitis y hubo que operarlo sin pér*
dida de tiempo. La interv'ención quirúrgica
reveló además perforación apendicular con
peritonitis purulenta generalizada.
Aunque el día siguiente, domingo, el en­
fermo lo pasó bastante bien, el lunes se pre­
sentaron síntomas gravísimos que las curas
más enérgicas no lograban atajar. En vista de
ello, y de que el intestino se había completa­
mente paralizado, el niño fué llevado de nuevo
a la sala operatoria y anestesiado para una
segunda laparotomía. Se le extirparon algunas
adherencias intestinales y se le abrió una
fístula, haciendo pasar a través de ella una
sonda de drenaje. No obstante estos esfuerzos,
el paciente seguía empeorando de tal modo
que el jueves, a las 2 de la tarde, no quedaba
a los médicos la menor esperanza de salvarlo.
Vientre meteorizado, manos frías y violáceas,
facies plúmbea, pulso imperceptible. El en­
fermito, presa de mortales angustias, se agita
y sufre horriblemente. Su mamá llama por
teléfono a los parientes.
Ante un fin próximo e inevitable, el cirujano
hace otra prueba, a vida o muerte, abriendo
por tercera vez el intestino. Como la extrema
debilidad del paciente no permite ningún anes­
tésico, el trance es dolorosísimo y el enfermito
queda tan abatido que no es posible hacerle
reaccionar.
Así las cosas, un religioso salesiano del Ins­
tituto Lemonnier, hospitalizado en aquella
misma chmca, aconsejó a los parientes que
221

empezaran sin pérdida de tiempo una novena
a San Juan Bosco, y les entregó una reliquia
del Santo. Colocada inmediatamente la reli­
quia sobre el enfermo y empezada la novena,
ai cabo de una hora, el intestino, como'si se
hubiese librado de algún obstáculo, empezó
a funcionar, y en pocos minutos se produjo
una mejoría extraordinaria que sorprendió a
todos. Cuando la madre del pequeño, llena de
terrible ansiedad entró a verlo, lo halló trans­
formado; no sentía dolor alguno, los colores
habían vuelto a su rostro y su gozo fué inde­
cible cuando oyó que con voz dulce y serena
le decía: Mamá, me siento mejor, estoy curado».
Epílogo: desde aquel día trágico, el niño
fué reponiéndose, a pasos agigantados, sin dar,
ni un solo momento, a los médicos la menor
preocupación. Ninguna de las complicaciones
que se temían llegó a producirse, y el niño
Norberto se halla hoy perfectamente sano, y
uno de estos últimos días fue a Caen con toda
la familia para dar gracias a San Juan Bosco
que le había curado.
Semanas después, entraba otro niño en la
misma clínica con una peritonitis de cuatro
días; la extrema gravedad de su estado hacía
sumamente dudoso el' éxito de una operación,
pero había que hacerla y se hizo. Esta reveló
lesiones aún más graves de lo que sospecha­
ban los doctores, y el enfermito quedó desa­
huciado, creyéndose que no pasaría la noche.
1^1 buena religiosa que le asistía, acordándose
del caso de Noroerto, empezó en el acto una
novena a San Juan Bosco y puso al niño su
reliquia. Pues bien, contra todo lo que se esperaua, el niño, no sólo pasó aquella noche, sino
que amaneció sensiblemente mejorado. Al cabo
de tres semanas, estaba tan sano como antes.
Caen (Francia), 15 de enero de 1939.
N. N.
Evita una operación en la garganta.

Envío una oferta al Santuario de María Au­
xiliador.» por la siguiente gracia que deseo sea
publicada. Sin saber p o rgu é se me formó un
absceso en la garganta que, según el medico,
solo podía desaparecer por medio dcl bisturí.
La operación no era fácil y me hacía correr
indudable riesgo. En medio de mil perpleji­
dades, y sin acertar a decidirme, el mal iba em­
peorando y no podía masticar, ni deglutir, y
ni siquiera hablar.
Todos me tenían lástima y me decían que
me operase. Yo lloraba desesperada, cuando
un día, en uno de estos momentos de depre­
sión, me sentí como inspirada, subí a mi cuarto,
222

tomé una estampa de María Auxiliadora y
otra de Don Bosco y las puse sobré una silla;
después me arrodillé y me puse a rezar con
una fe inmensa, entre lágrimas y suspiros.
No se necesitó más; el día siguiente, la gar­
ganta había mejorado; podía hablar, deglutir
y masticar. Tres días después, el absceso había
desaparecido sin dejar la menor huella y sin
necesidad de operación alguna. M e hallaba
perfectamente curada.
Por este señalado favor doy gracias de co­
razón a la Sma. Virgen y a San Juan Bosco.
Sassuolo (Módena) Italia, 15-11-1939.
B r u n a L a n z o t t i.

Niña moribunda que recobra la salud en
dos horas.

Jamás recurrió nadie al glorioso Taumaturgo
San Juan Bosco sin haber sido prontamente
escuchado. En estos días, la villa de Bordighera
se ha sentido conmovida por un gran milagro
que ha devuelto la alegría a una familia.
Nuestra hijita Silvia Bonati, de 13 meses,
enfermaba, el 5 de diciembre p. p., de consti­
pado y bronquitis. Rápidamente sobrevino
la pulmonía doble, que afectó también la pleura.
El médico vió la cosa muy seria, y se pidieron
dos consultas. En la primera, la pequeña fué,
sin más ni más, desahuciada; y en la otra los
doctores dijeron que podía considerarse muerta,
habiendo subido la fiebre a 41° y faltando ya
el pulso.
Mientras nosotros llenos de consternación
estábamos previniendo lo necesario para amor­
tajarla, la señora de Cassanello, que había oído
hablar del caso, aunque no nos conocía per­
sonalmente, envió en seguida a nuestra casa
a una de sus hijas con una reliquia de San
Juan Bosco, rogándonos la pusiéramos debajo
de la almohada de la enfermita y empezáramos
una novena al Santo.
Lo hicimos inmediatamente, y no habían
pasado más que unos segundos cuando la niña
abría los ojos, que hacía tres días tenía cerrados,
y dos horas después, al volver el médico, con\’encido de que la hallaría muerta, declaró que
el mal había desaparecido y que sólo podía
explicárselo con un milagro.
Locos de alegría, fuimos a ver a la señora
Cassanello y le dijimos: o Vuestra hija, con la
reliquia de San Juan Bosco, ha traído la salud
a nuestra hija, que nosotros creíamos inexo­
rablemente perdida >.
jGracias, poderoso San Juan Bosco!
Bordighera (Italia), 31-XII-1938.
H ugo y

B r íg id a B o n a t i.

Dan también gracias a María Auxiliadora
y a San Juan Bosco por favores reci­
bidos:
A rgentina - A gu sto m . — Una devota agradecida.
A rgentina - B u en os A ire s. — Dominga Y . de
Pereira - Alaría Giudici Vda. de Porta - Folias R.
Serpa.
A rgentina - C oncordia. — María Juana Macé
Wehrén.
Argentina - Lobos. — Elvira Aguilar.
C olombia - S a n A nd rés. — José Guillermo
Pinzón - Carlos Arturo Núfiez - Pedro C. - Inés
Ñuño de M. - Carlos Julio Cáceres - Un devoto.

ECROLOGIAS
S A L B S T A N O S D IF U N T O S :
L u is Ponteprino, coadjutor — de Monesiglio
(Italia) t en Sangradouro (Brasil), el 13 de enero a
la edad de 77 años.
C arlos A m erio, sacerdote — de San Marzano
Olivero (Italia) f en La Serena (Chile), el 5 de enero
a la edad de 76 años.
J o s é A u disio , coadjutor — de Moncalieri (Italia)
t en Faenza (id.), el 18 de febrero a la edad de 69
años.
Jtu m B erto lo tíi, coadjutor — de Legnaro (Italia)
t en La Paz (Bolivia), el z6 de diciembre a la edad
de 68 años.

C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S :

Don Mariano Bordas Flaquer y Francisco
Javier Bordas Piferrer.
Con la más honda pena hemos leído estos dos
nombres querido? en una esquela mortuoria del
diario « La Vanguardia » de Barcelona, que anun­
ciaba sus funerales para el 20 de mayo p. p. en la
iglesia de Montesión de la misma ciudad.
Eran dos almas buenas, predilectas del Corazón
de Jcsiis y de San Juan Bosco; y uno y otro, padre
e hijo, fueron cruelmente inmolados por el furor
anaro>-comunista.
Ja\Tcr... ¡aiin nos parece verlo 1 joven, avispado,
sonriente, de rostro infantil, de mirada limpia como
la de Natanael, habíase consagrado por toda la vida
a la Congregación Salesiana con inmensa alegiía
su%'a y de sus padres, y llevaba con santo orgullo

la sotana de Don Bosco que le hacía soñar un por­
venir de apostolado sacerdotal generoso y fecundo.
Terminados brillantemente sus estudios de filosofía
en la Universidad Gr^oriana de Roma, restituyóse
a su patria para gozar unos días de merecido des­
canso, y no había hecho más que llegar cuando
estalló la terrible revolución, siendo una de las pri­
meras víctimas inocentes, uno de los primeros már­
tires salesianos de Barcelona.
Don Mariano, su padre... ¿cómo no habían de
buscarle y acosarle también a él aquellos forimidos
ébrios de matanza, si era una de las figuras más
destacadas dcl tradicionalismo español, del cato­
licismo barcelonés, de la Acción Católica barcelo­
nesa? Abogado de vasta cultura, ex Diputado a
Cortes, ex Teniente Alcalde de la Ciudad Condal,
Presidente de la Pía Unión de San Miguel Arcán­
gel, Cooperador Salesiano fervorosísimo, todos estos
títulos, y otros de que no hacemos mención, le da­
ban derecho más que suficiente para ser mártir
en aquella orgía desenfrenada de bestialidad y
ateísmo, y lo fué, como su hijo, pero no de la mísmr manera que su hijo, porque éste, probablemente,
cayó fulminado por una bala asesina, mientras que
aquél sufrió un martirio lento, inacaoaole, de dos
años y medio, perseguido siempre por sus verdu­
gos que con porfía diabólica procuraban identificar
su escondite, obligado continuamente a cambiar
de lugar y de apellido, viviendo en matorrales y
buhardillas, en los tabucos más inverosímiles, sin
la menor comunicación con sus hijos y con su esposa,
sufriendo hambres y fríos y angustias de todo gé­
nero. Y para su alma de católico ardoroso, y de
español magnífico, todos estos martirios llegarían
a la exacerbación, al ver que se moría en una cama
tiiste y solitaria, aunque a su cabecera estuvieran
también, de incógnito, un sacerdote y un pariente
suyo, sin poder gritar su alegría y su entusiasmo a
los valientes libertadores de la patria que, el 17 de
noviembre, día en que Dios se lo llevó al cielo, se
disponían ya a pulverizar las formidables defensas
rojas de Cataluña.
Murió a ios 60 años, deshecho por los sufrimien­
tos. en medio de la paz y dulce conformidad de los
santos auténticos.
Don Mariano Bordas había estado varias veces
en Turín como huésped de la Casa Madre de Don
Bosco, y asistido, en Roma, a la Canonización de
nuestro Santo Fundador. Llevábanle a visitar esta
Casa su gran amor a nuestras Obras y a nuestros
Superiores, y el fraternal afecto que profesaba a su
hermano, el sacerdote salesiano Don Tomás, que
tan aprecíables servicios viene prestando, desde
hace mucho tiempo, al frente de la Oficina Central
de Prensa Salesiana.
Reguemos a Dios por el eterno dc-scanso de estas
dos almas tan estrechamente vinculadas con nuestra
Sociedad, y reciban sus familiares nuestro más ca­
riñoso pésame.

Han muerto también en la paz del Señor.
A rgentina - C olonia V ignaud. — Sabino Garionc.

223

Página de propaganda.
A poco de haber sido librada Barcelona de la tiranía anarco-comunista, supimos que
nuestra Casa de Sarria, la grande y benemérita Editorial, conocida de todo el mundo,
había sufrido, entre otras enormes pérdidas, la de todos sus fondos de librería que, a costa
de Umtos y tan prolongados sacrificios, lograra almacenar. A suplir temporalmente esta
grave deficiencia, que era de presumir, ofrecióse, desde que estalló la guerra en España,
nuestra Casa de Pamplona, ¡a cual tiene ya editadas, y a disposición del público, las
siguientes obras:
G A L E R IA D R A M A T IC A SALESIANA
y i i R l .A P A y A E N E L O J O A J E N O (G. V allero) i acto y 6 personajes.
E L C U A R T O M A N D A M I E N T O (M artimez) i acto y 5 personajes.
J O S E V E N D I D O P O R S U S H E R M A N O S (Z aldivar ) i acto y 8 personajes.
E S T R E L I . I T A D E O R O (M arescalciii ) i acto y 5 personajes.
E L C I E G O D E J E R I C O (F ernandez) i acto y t i personajes.
E L P R I M E R P E S O (S ainz N oguera) i acto y 5 personajes.
S E M I L L A D E R I E N (D íaz) i acto y 5 personajes.
D E R E C H O D E A S I L O (O nieva ) i acto y 4 personajes.

OBRAS PA TR IO TIC A S ALU SIVAS A L G LO R IO SO M O VIM IEN TO N A C IO N A L ESPAÑ O L
O T R A 'V I C T O R I A (I’ i So l ) 2 actos y 11 personajes.
N U E V O T O M O D E V E L A D A S R E C R E A T I V A S , formado de cuadros, diálogos, poesías, a propósito

para ñes'tas y conmemoraciones patrióticas.

CO M ED IAS Y SAINETES
E L T E R R I B L E H O M O B O N O (M. I. R.) i acto y 11 personajes.
P R I N C I P E A L A F U E R Z A (V alladares) i acto y 6 personajes.
R O N C A R D E S P I E R T O (M. I. R.) i acto y 5 personajes.
C O N S U L T A S R I D I C U L A S (R eyes) 1 acto y 9 personajes.
L A C A S A D E C A M P O (P i .n tado ) i acto y 4 personajes.
N ota : Todas estas -piezas se venden a 1,50 pesetas.

G A L E R IA L IR IC O -D R A M A T IC A
Pesetas
L A V I R G E N D E L A E R M I T A (A lcántara ) 5 —
A L M A S E N P E N A (A lcántara ) . . . .
7 —
CAD AVERES AM BU LAN TES
6 —

Pesetas
L O S D I N A M I T E R O S (A lcantar .a)
• 7 —
E L R E Y C H I C O (A lcántara ) ...................7

E L F A N T A S M A (A lcántara ) ...................5


E/ precio de los libretas es de 1,50.
COROS
Pesetas
L A P I L A R I C A , J o t a (A lcántara )
. . .
M I B A R Q I U L L A , B arca ro la (ALCANTARA) .
L . l M I V I R G E N , J o t a , (G offard ) a 3 voces

1 50
a —
2 —

Pesetas
A Y , M I M A N I C O , J o t a (G offard ) a 3 vo­

ces .......................................................................2 —
. . i 50

A U R A S D E L E B R O , J o t a (V illan i )

G A L E R IA U R IC O -G IM N A S T IC A
L A G I M N A S I A , canto rítmico con mo\-imientos a cuerpo libre (B eobide) . . .
G I M N A S T A V P A T R I A , escenas gimnásticas (A lcántara )
.................................
P a ra la ejecución de los movimientos es indispensable e l Lib reto , que se vende a 0,75.

2 —

3 —

O BRAS SALESIANAS
I ¡D A P O P I L A R D E S A \ J U A N B O S C O (B eoiude) notablemente aumentada.
M I I IR G E S

A U X I L I A D O R A , reformado y aumentado, con ejercicios en honor de S. Juan Bosco. De
imprescindible necesidad para las .Archicofradías de Alaria A., para Sabatinas,y para los 24 de cada mes.
E L J O l E X I X S T R L I D O precioso Det'ocionario escrito por San Juan Bosco para la juventud.
P a ra pedidas, dirigirse a Escuelas Salesianas - Aralar 1 1 .Pamplona — Debido a circunstancias excepcionales
la C a sa sólo siri'e contra pago a reembolso.

224

CoD aprobación de la autoridad e clesiástica. • E stab lecim ien to T ip . de la S.E.I. • T u rin
D irector responsable: D . G U ID O F A V lN i • V ia Cottolengo, 33 • T U R IN 109 - (Italia)

Tesoro Espiritual
Relación de las Indulgencias Plenarias

18
23
25
29

- Cátedra de San Pedro en Roma.
- Desposorios de la Sma Virgen.
- Conversión de San Pablo.
- Fiesta de San Francisco de Sales.

que los C ooperadores Saiesianos pue­
den ganar en el transcurso del año.
I. — Una ves cada día, elevando a Dios, en

medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacrcunentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Saiesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 ~ Un día de cada mes, el que uno elija.
3 - E/ día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
- E l dia que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
$ ~ E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Saiesianos.
b - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer­
cicios Espirituales, de ocho días.
^ - A la hora de la muerte, con tal que, con­
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co­
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CADA UNA
D E LAS SIG U IEN TES FIESTAS:

1) M O V IB LE S:
Sagrada Familia (el primer domingo despuós
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El nem es de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
.Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
CorptiS Christi.

Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) F IJA S :
ENERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - .Anunciación de la Sma Virgen.
^^AYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - .Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - .Aniversario de la Coronación de María
.Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIE.MBRE

8
12
14
15
29

-

Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
7 /Oí Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE

y - La Virgen del Rosario.
11 - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los S ocios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Franctsce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon­
tífice.

AMIGOS Y COOPERADORES DE DON

Bosco ConÍTibuíd coii geiíerosidad

Q ulfímar ios trabajos de su Santuario de M aría Auxiliadora.

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H ERM O SO S R E T R A T O S D E

SAN J U A N B O S C O
(SociirrA E d itr ice I n tkh xazio nale
C orso Rcjíinii Murfihcritn, 176, T orino)
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a 3 vticcs mixtas con aconíp. do onrano _ S. Vu,LAM S, S.
Partitura . . .
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Partos sueltas . . . . a
j Fácil, melódica y adaptada a las Escolanías cuvos
sop:;,mvs no emplean la vor de falsete. Obra aitamento tAvon\ondabIc por todos conceptos.