-
extracted text
-
r
O CTU BRE 1938
R E V I S T A
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
B O S C O
INSCRIBIOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚ S
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús ?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta^ u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Loa que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fnito de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces Ies plazca.
I.as limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
sociedad, acogiendo a niños pobres y abando
nados, para educarlos cristianamente.
I
Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada, en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
R ector M
ayor
de
los
S a l e s ia n o s .
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.
Normas para los corresponsales de B oletín Salesiano
1. — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2. — X as croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3. — Salvo rarísimas, excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.
REVISTA DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO
REDACCION
Y
8 O l ETI N
SAIESIAMO
ADM INISTRACION:
VIA
COTTOLENGO,
32
-
TURIN
Afio LU I • Número lo
O CTUBRE 1938
(
109)
-
ITALIA
SUMARIO: Reñeios de las Fiestas de Turin - Homenaje al Rector M ayor - Dos primeras piedras - Sobre la Co>
lina de I Becchi - El Instituto “ Eduardo A gnelli” . •• La Obra de Don Boseo en España y América: Marta Auxi*
liadora en M álaga - Comodoro Rivadavia. Bendición de las nuevas Escuelas Profesionales • Cuenca. Grandioso
Congreso Eucaristico en homenaje a San Juan Bosco • £1 Tocuyo. Labor de las Hijas de Marta Auxiliadora. El D ía de las Misiones. - Crónica de gracias. - Necrologías.
Reflejos de las fiestas de Turin
E l 29 de /unió.
Homenaje al Rector Mayor.
Aunque en realidad esta fiesta no tenía re
lación con las otras porque, todos los años, en
el día onomástico del Rector Mayor se repica
gordo en la Casa Madre, esta vez, por haberse
celebrado éste al socaire de las grandes solem
nidades de la Basílica, la dulce expansión
familiar alcanzó relieves extraordinarios, espe
cialmente por hallarse presentes los miembros
del X V Capítulo General Salesiano que traían
la . representación genuína y efectiva de los
hermanos de todo el mundo.
El acto celebróse en el patio principal del
Oratorio, enorme rectángulo cuyos dos lados
mayores están constituidos respectivamente
por el grandioso templo de María Auxiliadora
y por la Casa Generalicia. En el testero prin
cipal de dicho patio, adornado con colga
duras y banderas, levantábase el amplio palco
para la presidencia, que ocupó el Rector
Mayor haciéndole corona los 48 Inspec
tores o encargados del gobierno de las Pro
vincias de nuestra Sociedad, cooperadores,
autoridades, el Excmo. Sr. Conde Rebaudengo y el Presidente de la Asociación Inter
nacional de Ex Alumnos, Don Arturo Poesio.
Es ésta una fiesta que, como ningima otra,
hace sentir dulcemente el calor de hogar,
porque es una continuación de aquellas ve
ladas, tan sentidas y tan amables, que los
primeros Hijos de Don Bosco dedicaban
al Padre bueno, para celebrar el día de
su Santo, dejando correr a sus pies con
santa espontaneidad todo el raudal de su
amor y los ricos tesoros de sentimiento que
llenaban sus almas. Ahora somos los descen
dientes de aquellos hijos los que tributamos
al descendiente del Padre el homenaje tradi
cional, en que los niños, con stis músicas
siempre exquisitas y sus poesías y chispeantes
diálogos, desempeñan de ordinario el papel
principal.
Pero este año, dadas las felices circunstancias
a que hemos aludido, intervinieron además
los hijos mayores, pronunciando cálidos y pre
ciosos discursos el Sr. Inspector de la Provincia
de Buenos Aires, P. Reyneri, en representa
ción de los miembros del Capítulo General;
el Sr. Prefecto Apostólico de Miyazaki, Mons.
Cimatti, en representación de nuestros misio
neros y el Sr. Inspector de la Provincia T a
rraconense, Rdo. P. Massana que trajo a
Turin la voz de la España Salesiana, gloriosa
mente empurpurada con la sangre de sus
ochenta religiosos mártires y sabe Dios de
cuántos y cuántos cooperadores y ex alumnos,
y orgullosa de los que a esos mártires sobre
viven para vengarlos cumplidamente, como
se vengan los buenos discípulos de Jesucristo,
perdonando con generosidad, vertiendo a mares
sobre la cabeza de los verdugos, y sobre las
ruinas y dolores que ellos han causado, los
dulces bálsamos de la santa religión católica.
Si todos los oradores recogieron aplausos
de simpatía, el P. Massana los recogió empa
pados en lágrimas de emoción.
Fueron dos notas destacadas de esta velada
225
el ofrecimiento hecho al Rector Mayor por
el biógrafo ele Don Basco, Rdo. P. Ceria, de
una esplendida Vida del Santo Fundador resu
mida en un volumen lujosamente editado con
abundantes y primorosas tricromías originales
del artista italiano Sr. Galizzi, y el discurso
(jue, con extraordinaria sinceridad y cariño,
pronunció Don Arturo Poesio, quien traía el
encargo de los ex alumnos de todo el mundo
de imponer al Rector Mayor la Estrella de Oro
al Mérito Rural por ellos costeada y que el Go
bierno de Italia hubo de concederle hace poco,
l ’üdo el público que llenaba el anchuroso patio
púsose en pie y batió palmas de alegría cuando
el orador se adelantó hacia Don Pedro Ricaldone llevando en sus manos el rico estuche
que contenía la insignia con propósito de pren
derla sobre su pecho, pero el noble y legítimo
deseo vióse defraudado por la modestia in
vencible del IV Sucesor de Don Bosco, y
la Estrella de oro no pudo lucir en su cora
zón, tal vez porque en el magnífico cielo todo
estrellado de carismas que Dios ha puesto en
él no caben ya más estrellas. Por enésima
vez, estas estrellas del amor paterno rielaron
dulcemente sobre las almas de los hijos en
las palabras con que el Rector Mayor dió las
gracias al finalizar la velada. Esta luz serena
que fluye siempre del corazón de los Suce
sores de Don Bosco es el premio más anhelo
samente esperado en estas simpáticas fiestas
de la Casa Madre.
Dos primeras piedras.
Sobre la colina de I Becchi.
De histórica para nuestra Sociedad puede
calificarse la jornada que vamos a reseñar. La
solemne ceremonia que, junto a la casita donde
nació Don Bosco, hemos presenciado, en una
leliz coincidencia de fechas y acontecimientos
gloriosos, recabará siempre un puesto de
honor en la jerarquía de las grandes realiza
ciones salesianaa. Las contingencias de la
crónica ordinaria quedan empequeñecidas al
lado de este hecho que de un modo definitivo
ha venido a consagrar para los venideros si
glos un pasado que no puede morir.
Hoy, al cumplirse los cincuenta años del
tránsito de Don Bosex^ al cielo, la función
histórica que está llamada a desempeñar la
colinita de I Becchi brilla en la conciencia de
tmlo el mundo y no podía pasar inadvertida
a rmestro Rector Mayor, Don Pedro Ricaldone,
226
que tiene el divino encargo de conservar y
acrecer la pingüe herencia salesiana. Por esto,
él, en unión de sus fieles colaboradores, el Ecó
nomo Gral. D. F. Giraudi y el arquitecto
D. J. Valotti, después de haber madurado en
la oración y el silencio un vasto proyecto de
sistematización de la histórica colina, ha dis
puesto que se dé comienzo inmediato a las
obras, que, por todos conceptos serán dignas
del Gran Apóstol de los tiempos modernos,
aprovechando la circunstancia del X V Capí
tulo General para la solemne colocación de
la primera piedra.
Pasaban de ciento los miembros del Capí
tulo que, dejando en Turín por breves horas
sus graves tareas, se transladáronse a I Becchi,
y mientras los grandes y ventrudos autobuses
que los llevaban hacían el clásico trayecto,
entre pastizales y viñedos idílicos, pensarían
ellos seguramente que, en 1848, Don Bosco
y su anciana madre recorrían a pie aquellos
mismos caminitos en busca de Valdocco, lle
vando ella en su pañolón casero una menguada
provisión de ropas viejas y él en su cerebro
un mundo de ideas fulgurantes y de proyectos
redentores. De lo más íntimo de este paisaje
campesino, hecho de tintas suaves y perfumes
de heno y trinos de alondras, sube deliciosa
mente a embargar el espíritu salesiano una
melodía que a todos nos es bien conocida,
transportándolo a una atmósfera de sueños que
han venido a ser realidad tangible y verdadera.
Viajando a través de estas colinas, que se
mejan un pequeño océano verdeante ligera
mente ondulado por la brisa, se vienen a las
mientes de modo irresistible las estrecheces
y dificultades de nuestro Padre, las nubes
tempestuosas que cerraban su horizonte ilu
minado sólo por su mirada serena y tranquila,
sus afirmaciones proféticas tenidas por extra
vagancias de loco, que un rosario espléndido
de instituciones, que los autobuses van de
jando atrás, parecen tener el encargo de hacer
buenas; el Noviciado misionero de Villa Moglia, los Oratorios de niños y niñas de Chieri,
el Estudiantado teológico de San Luís, el
Aspirantado misionero femenino de Arignano,
el Instituto misionero de Castelnuovo, células
vitales unos y otros de las Obras de San
Juan Bosco.
H
o m e n .\je
a
la
m e m o r ia
del
C
ardenal
— Pero antes de ascender la colina
sagrada procedía hacer una estación en Castel
nuovo Don Bosco. En la misma entrada de
la Tiilla, y en medio de una plaza pueblerina,
surge el hermoso monumento ele^•ado por el
C.^GLIERO.
Las grandiosas obras
de la C olin a paterna
de I Becchi.
I. -
L u gar del em plazam iento.
2. - El E m m o. Card. Fossati
bendice la Prim era Piedra.
3. - El E xcm o. Sr. Conde Rebaudengo pronunciando su
discurso.
1
vecindario a nuestro Santo, del cual, y con tros ojos y encadena irresistiblemente nuestra
razón, se consideran ellos paisanos, siéndolo atención, la casita natal de San Juan Bosco, la
a sí mismo del Cardenal Cagliero, uno de los visión desconcertante de la pobreza escuálida
primeros y más ilustres hijos espirituales del de estos muros desmantelados que un día cobi
Fundador. Al pie del monumento, un enorme jaron su cuna, y dieron abrigo amoroso a su
gentío esperaba ya a los autobuses que venían primera niñez. Son muchos los invitados, sa
de Turín, precedidos de Emmo Cardenal lesianos tal vez de la primera hora o veteranos
Fossati que, acompañado de las autoridades misioneros procedentes de las más remotas
políticas y religiosas, hace su entrada en el tierras, que al fin ven satisfecho por primera vez
pueblo en medio de nutridas filas que aplau su deseo largamente contenido de visitar estas
den con entusiasmo. Allí es obsequiado por estancias humildísimas, y su corazón late con
el Rector Mayor y los Superiores, quienes le violencia y deben estar tan hondamente emo
invitan seguidamente a ocupar el sillón pre cionados que en sus ojos vemos lágrimas.
sidencia! haciéndole ellos corona junto con las Pero el tiempo concedido para est?i dulce ex
autoridades y los miembros del Capítulo Ge pansión es relativamente poco, porque las
horas de esta memorable jornada han sido ri
neral. K1 pórtico donde se ha levantado el
palco ofrece un aspecto impresionante, vién gurosamente dosificadas, y el programa reclama
dose además en él nutridos grupos de ami nuestra atención hacia la parte sur de la colina
gos y admiradores del eminente Purpurado a donde surgirán las grandiosas obras cuya pri
quien va a dedicarse el homenaje, y entre ellos mera piedra va a colocarse, para darle el rango
a un sobrino suyo carnal que lleva su mismo y las comodidades que tienen los sitios privi
legiados de la piedad mundial.
nombre y apellido, Don Juan Cagliero. Nues
Las excavaciones que se han practicado
tro Instituto Misionero local asiste en pleno
a la fiesta y para hacerla más solemne ha ve indican el lugar preciso, y hacia ellas nos di
nido de Cumianu la banda de música de a- rigimos todos, no sin haber examinado antes
someramente el proyecto general de las obras,
quella acreditada Escuela Agrícola.
Previas unas frases de saludo del Podestá que nos ha dado una idea exacta de lo que
de Castelnuovo al Sr. Cardenal y a Don Pedro - será la colina en 1941, cuando el Instituto BerRicaldone que es ciudadano honorario de la nardi-Semería con todas sus dependencias esté
villa, el Comendador Sr. Poesio, Presidente In terminado, y el gran Santuario de San Juan
ternacional de los Ex Alumnos Salesianos, sube Bosco extienda sus largos brazos para guardar
a la tribuna y evoca con gran elocuencia la y proteger esta reliquia de su humilde casita
inmortal figura de nuestro Cardenal, hacién donde tuvo su primer sueño, y uno y otro
dola revivir clara y luminosa en la mente de eleven perennemente al cielo su eterno poema
de oración y trabajo.
todos, ora niño avispado y alegre en Castel
Al llegar nosotros, la explanación donde va a
nuovo y en Valdocco, ora novel sacerdote
colocarse la primera piedra hállase ya inva
lleno de ímpetu juvenil e inagotable de acti
vidades fecundas y multiformes forjadas en la dida por gentes de la vecindad y por muchos
labradores que han venido a pie de los pueblos
escuela del gran Maestro, ora Apóstol y Misio
aledaños, alternando con ellos los numerosos
nero explorador y civilizador de la Patagonia,
ora Obispo y Representante del Papa como jóvenes misioneros catequistas que hace ya al
Internuncio de Centro América; ora, en fin, gunos años vienen templando su espíritu de
Cardenal de la Santa Iglesia. El homenaje que apostolado cabe a la cuna del Santo Fundador.
Ocupada la tribuna de honor por el Emmo.
momentos después había de tributársele a
Cardenal Fossati, Superiores y Autoridades,
Don Bosco en Becchi, a la sombra de su ca
sita natal, no habría podido tener mejor pre el Exmo. Sr. Conde Rebaudengo, Presidente
general de los Cooperadores Salesianos, abre
ludio.
el acto con un inspirado discurso que no nos
S o b r e l \ c o l i n a s a g r a d a . — Y terminado
es posible trasladar íntegro. Describe con
el acto con un jugoso discursito de acción de vivos colores la fascinación que produce en
gracias del Rector Mayor, a Becchi se enca todas las almas esta tierra tan intensamente
minan velozmente los autobuses cuyos po amada de Don Bosco; dice que además del
tentes motores en pocos minutos han devorado singular atractivo de la naturaleza, se ve aquí
los cinco kilómetros de camino. .\quí, en esta y se palpa el enorme y incomprensible milagro
modesta cumbre, el panorama es de lo más de que sea hoy en todo el mimdo potente y
fectmdísima asealidad quella visión fugaz de un
dulce y sugestivo, mas para nosotros, salesianos,
hay otro panorama más hondo que atrae nues- muchacho de pocos años, huérfano, sin ins
228
trucción y sin bienes de fortuna. Evoca
luego el orador con elevadas palabras de
encomio la figura procer de uno de nuestros
más insignes bienhechores, el abogado Sr. Bernardi, que, el 13 de agosto de 1935, expiraba
santamente en su villa de Monterosso, dejando
sus cuantiosos bienes a las Misiones Salesianas,
con el encargo de erigir un Instituto para huér
fanos que, educándose en la escuela de Don
Bosco, huérfano de padre y Padre de los huér
fanos, se sientan atraídos por la caricia con
fortante de su benéfico apostolado social.
Al hermoso discurso del Sr. Conde que,
como saben nuestros lectores, figura también
él entre los más eminentes protectores de
nuestros Institutos misioneros, sigue inmedia
tamente la lectura solemne del pergamino des
tinado a conservarse en el archivo inviolable de
los cimientos, para dar fe a las futuras genera
ciones de la fecha precisa que empezaron y
fueron bendecidas las grandiosas obras, y de
los nombres del bienhechor y de su sobrino
el célebre bamabita Padre Semería. He aquí
el texto del pergamino:
In nomine Christi, Amen. E l día 26 del
mes de junio del año del Señor I938-XVI de la
Era Fascista, - I I del Imperio, siendo Pontífice
de la Santa Romana Iglesia S . S. Pío X I; So
berano de Italia Su Majestad Víctor Manuel I I I
Rey y Emperador; Jefe del Gobierno y Duce del
Fascismo el Excmo. Sr. Don Benito Mussolini;
Arzobispo de Turin el Emmo Cardenal Maurilio
Fossati del Título de San Marcelo; Prefecto de
la Provincia de A sti el Gran Ocial Noble
Dr. Jorge Boltraffio; Podestá de Castelnuovo
Don Bosco el Geómetra Don Alejandro Barbero;
Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana el
Rvmo. Sr. Don Pedro Ricaldone; y hallándose
presentes al acto las autoridades civiles de la
Provincia y eclesiásticas de ¡a Arquidiócesis con
los miembros del Consejo Generalicio Salesiano
y los componentes del X V Capitulo General Sa
lesiano; en Castelnuovo Don Bosco, circunscrip
ción de Murialdo y junto a la humilde casita
donde, en 1815, nacía San Juan Bosco, el Car
denal Maurilio Fossati, con solemne pompa li
túrgica, colocaba la piedra fundamental de este
grandioso Instituto especialmente destinado a
los huérfanos y erigido con el nombre y a la me
moria del abogado Don Pedro Bernardi. En este
acto, tuvo el discurso de ocasión el Senador Sr.
Conde Eugenio Rebaudengo Presidente General
de los cooperadores salesianos y del Instituto
Salesiano para las Misiones, a cuyo Instituto el
abogado Pedro Bernardi legaba al morir los me
dios de vida necesarios para el futuro Orfanato.
E l Instituto Salesiano para las Misiones, cum
pliendo la voluntad de este insigne Bienhechor
de la Obra Salesiana, acordaba erigir el Instituto
Bernardi-Semería sobre esta colina, junto a ¡a
humilde casa natal de Aquél que, habiendo que
dado huérfano de Padre en edad tiernisima, for
maba en la escuela del dolor, de la pobreza, del
sufrimiento aquel gran corazón suyo que dio a
la Iglesia, a ¡a Patria, a la Sociedad al Padre
de los huérfanos, San Juan Bosco.
Apenas terminada la lectura de este solemne
y expresivo documento, el Emmo. Cardenal
Fossati y las Autoridades que le acompañan,
proceden a estampar en él sus firmas, hecho
lo cual, el pergamino es depositado en una
cajita metálica y ésta colocada en un hueco
de la piedra angular.
Luego, el eminente Purpurado, con las ora
ciones del Ritual bendice el bloque que, apenas
arrojada en los cimientos la primera paletada
de cal, comienza a bajar grave y solemne en
medio del religioso silencio de todos los pre
sentes. La ceremonia es de lo más sencillo, el
hecho parece vulgar e instrascendente; ¿qué
puede significar en ninguna parte del globo
una piedra escuadrada que sostenida por
unas maromas baja a sepultarse en las en
trañas de un modesto promontorio de for
mación arcillosa y arenisca? A esta pregunta
no hemos de contestar nosotros; el momento
histórico que hemos vivido habrá podido
pasar indiferente ante la sencilla ceremonia
que tanto ha emocionado nuestros corazones,
pero la trascendencia de esta jomada de 1
Becchi la dirán seguramente los tiempos ve
nideros, la proclamarán y cantarán con acentos
de grande y sublime elocuencia los miles y
millones de peregrinos que subirán a esta
colina procedentes de todos los climas y de
todas las razas.
Otra prim era piedra:
£1 Instituto ^‘ Eduardo Agnelli.”
Todavía hemos de hacemos eco de un nuevo
acontecimiento importantísimo que esperaba
también para exteriorizarse la oportunidad
de las fiestas de la Basílica.
El hecho harto consolador se repite, y toma
cada día mayores proporciones, porque es el
caso que siempre que a María Auxiliadora o
22q
fcll homenaje tributado al Cardenal Cagliero en Castelnuovo Don Bosco.
a San Juan Bosco se le hace un grande y gene
roso homenaje las Obras Salesianas adquieren
una nueva conquista o reciben alguna agradable
sorpresa. ¡Deo Gratias!
K1 dontingo, 3 de julio, a eso de las cinco
de la tarde, Turín recibió en su seno, tan rico
y fecundo ya de obras de caridad, el germen
de una nueva institución católico-social a la
que su fundador quiere dar categoría de primer
orden entre las demás obras de su género y
atribuir un alcance vastísimo; trátase de la
inmediata fundación del «Instituto Eduardo
Agnelli».
En el «coreo Stupinigi» y a la sombra de las
colosales edificaciones que allí ha emprendido
la FIA T, el tantas veces mencionado Cardenal
Arzobispo, que si para todos tiene excesos de
bondad para los hijos de Don Bosco la tiene
inagotable, quiso hendicir también él la pri
mera piedra de este grandioso Instituto con una
solcmniilad que, por la asistencia de' público
y número de Superiores salesianos y autori
dades que la avaloraron, no desmereció en
nada de la anteriormente descrita.
Esta vez, el discurso de ocasión lo pronunció
nuestro venerado Rector Mayor D. Pedro Ricaldonc que, como siempre, estuvo muy afor
tunado, y iu>sotros creemos que bastará traducir
íntegra esta pieza oratoria para refiejar con
230
esplendorosa objetividad el carácter y la im
portancia de este acto así como las altísimas
finalidades resen'adas a este nuevo Instituto
que viene a completar el número doce de las
casas salesianas ya existentes en la capital
del Piamonte.
D ISCU RSO D EL RECTO R M AYOR
Eminentísimo Sr. Cardenal:
Señores Excelentísimos:
La ceremonia que dentro de breves instantes
va a realizarse consagrará, con solemne rito, uno
de los más nobles gestos que la piedad paterna,
el amor a la propia tierra y un elevado espíritu
cnstiano de previsión social pueden inspirar a
un genio tenas, a un gran patricio; porque la
munificencia del Senador Agnelli, dejando repercutir en su corazón magnánimo el latido de
caridad social que San Juan Bosco supo trans
mitir a la Familia Salesiana, se propone legar
dignamente el nombre de su inolvidable hijo
E d u a r d o .\ g n e l l i a este Instituto Interna
cional que habrá de formar, y enviar a las más
remotas plavas, a legiones de técnicos mecánicos
1
crecidos bajo la égida de un notnbre y a la sombra digno del poderoso genio cpie dirige e impulsa
de una industria de fama mundial.
la F IA T para mayor glorificación del hijo, cuya
y de este modo, enmarcada en el prestigio de la fe se nos presenta aureolada con la esperanza
FIAT, que la voluntad de Agnelli Padre empuja eterna.
constantemente hacia la aimbre de maravillosas
Eminencia, sobre la piedra fundamental que
conquistas, que a la fa z del mundo entero son amablemente vais a bendecir surgirá antes que
orgullo y honor de Italia, se perpetuará a través- nada una Institución de carácter popular, dedi
de los siglos la radiante figura de Agnelli hijo, en cada a los hijos de los honrados obreros y de todo
una obra que cuidará de trasmitir esta figura a elpersonal de ¡a FIA T: el Oratorio Salesiano,
las venideras generaciones en toda la plenitud de con todos los múltiples recursos con que cuentan
su luz, con todo el impulso animador de su espíritu.
estas Instituciones para moldear las falanges
De este modo también el renovado y creciente juveniles en la honestidad de la vida religiosa v
afecto de sus seres queridos y de todos los que pu civil que asegura a la familia y a la sociedad
dieron avalorar las dotes de mente y corazón de la superaáón de sus más altos destinos.
aquella noble alma se fundirá con la admiración y
y es para mi motivo de la más profunda
gratitud de sticesivas legiones de jóvenes que, en las alegría ver erigida esta Obra en un momento de
puras fuentes de la imperecedera jnemoria del la Historia en qtie, resurgidos los valores morales,
Abogado E d u a r d o A g n e l l i , irán a beber la han vuelto a escalar sus propias cumbres en la
inspiración de un trabajo noble y fecundo. " no Italia imperial, por voluntad del « Duce», quien,
es esto sólo, sino que del Instituto que^está por con afirmaciones lapidarias que se transmitirán
erigirse se elevará un cántico perenne de victoria a las generaciones venideras, ha proclamado que
espiritual sobre la muerte, que pudo tronchar los o la tradición latina e imperial de Roma está
vuelos de aquella fuerte juventud cuando más hoy representada por el Catolicismo » y que n un
exuberante triunfaba y más robusta se erguía, pueblo, consciente de sus destinos, no puede con
pero no consiguió extinguir su recuerdo tan que vertirse en grande y poderoso si no se acerca a la
rido sino que lo avivó y agigantó en una exaltación Religión y no la considera como elemento esencial
fecunda. Porque este homenaje, como otros ofre de su vida privada y pública ».
cidos con soberana munificencia, en los años de
Don Rosco, anticipándose a los tiempos, y
luto que pasaron, es y será siempre un monumento yendo a beber su inspiración en las puras y pe-
5
Castelnu«vo Don Bosco. • O resdo el discurso del Presidente Internacional de nuestros Ex alumnos
Poesío.
231
T
El Senador Aflncili, Director de la FIAT, visita nuestro Instituto Profesional Misionero «Conti Rebaudengo».
rennes fuentes del Evangelio, supo armonizar
las mies'as exigencias de la educación juvenil
con las Justas aspiraciones de la nueva Patria
orientando siempre las conciencias hacia una ade
cuada valoración de la juventud. De este modo, y
no obstante las incomprensiones y contrastes de
los hombres, y preocupado siempre por la escasez
de medios, obró milagros con los Oratorios festi
vos regenerando a los más abandonados entre los
hijos del pueblo.
Bastarla un nombre para demostrar cuánto
ha influido en el bien de la Patria esta forma
de apostolado: el nombre de un heroe auténtico
que dió público testimonio de afecto y admira
ción a Don Bosco en las mismas fiestas oficiales
de su Canonización: el Hon, Carlos Delcroix.
Es que ya son incontables los Antiguos Alumnos
que, investidos de altas responsabilidades sociahs,
prodigan a la Patria los frutos ubérrimos de ¡a
educación recibida en los Oratorios festivos;
mientras otros se imponen también a la admi
ración de la Iglesia por la práctica heroica de
sublimes virtudes.
Eminencia, esta mañana, bajo la cúpula de
la ampliada Basilica de Marta Auxiliadora,
habéis consagrado a sesenta nox.'eles Sacerdotes
pertenecientes a todas las naciones en que se des
arrolla la Obra Salesiana. Estos jóvenes Sacer
dotes, desde el Instituto Internacional Teoló
gico de nuestra amada Turin, regresarán a sus
patrias respectivas hablando el idioma y llevando
en el corazón el espíritu del grande Padre.
No han de pasar muchos años sin que Vutstra
Eminencia, atando vaya al Santuario de María
Auxiliadora, como en años anteriores, para con
decorar con la Cruz de Cristo a los Misioneros
qtte se despiden, comparta con nosotros la alegría
de ver entre aquellos soldados generosos a nuestros
téaiicos del arte del hierro, educados en el Insti
tuto Internacional « Eduardo AgnelH ». Serán
gallardas juventudes de todos los países y climas,
que, forjadas al calor de la caridad que perenne
mente se desprende e irradia del corazón de
nuestro gran Padre, llevarán a todas las playas,
con su bagaje profesional, la fe romana y el
nostálgico recuerdo de esta nuestra tierra, donde
la munificencia de un insigne Patricio turinés
quiso santificar el dolor en una creación de amor.
Es una gran pena para todos que las suaves
alegrías de esta hora solemne queden veladas
por una ausencia que ninguno de los presentes
habrá dejado de notar y sentir profundamente.
Lo comprendemos. Senador Agnelli, el por qué
no os halláis ocupando aquí vuestro sitio de
232
ú a
honor^ y, por<[ue lo comprendemos, nos inclinamos
devotamente ante vuestro sacrificio, que quiere
ofrecer a la memoria del hijo adorado la legítima
alegría que siente el corazón en las efusiones del
bien.
Kn nombre de todos, y en el de las falanges de
jóvenes beneficiarios de vuestra caridad, deposito
en vuestras nobles manos, señor, y en las de vues
tra virtuosísima esposa y de vuestros seres que
ridos nuestro hondo latido de emoción y devoción
profunda, junto con el augurio de que podáis,
aún por años y años, ver alegrada vuestra exis
tencia por las generosidades fecundas de vuestro
buen corazón.
He querido que se hallaran presentes en este
acto los representantes de todas las casas, de
tudas las obras y misiones ■ salesianas esparcidas
por el mundo, reunidos en Turín para el Capí
tulo General, a fin de que, por su conducto,
llegue hasta el llon. Senador Agnelli, en un ar
mónico y maravilloso concierto de incontables
idiomas, el himno de la gratitud de todos los
pueblos, ya que a todos llegará el perfume creador
de su caridad.
i ' asi el Instituto Internacional «Eduardo
A gnelli» que surgirá, por una combinación pro
videncial, frente a la histórica «Generala x,
donde Don Bosco, joven sacerdote, obró uno de
los más insignes prodigios de su método educa
tivo todo impregnado de amor, no será sólo una
nueva y potente expresión de la perenne fecun
didad de los principios pedagógicos del gran
Educador sino también una inextinguible fuente
de consuelos, que hará revivir en- el Senador
Agnelli, en medio de tantas y tan bellas irradia
ciones de bien, el recuerdo del hijo muy amado que
generaciones de trabajadores y de apóstoles acla
marán y bendecirán como su Bienhechor y Padre.
Descienda, que ya es hora, Eminencia, vuestra
bendición sobre esta piedra fundamental; déle
el Señor la consistencia y perpetuidad de los si
glos, puesto que está destinada a sostener los
grandiosos pabellones de un edificio, que, a través
de los siglos, y a la vista de la FIA T, gigantesca
y sabia creación de la voluntad itálica, can
tarán la alegría y la fecundidad del trabajo
cristiano, el reconocimiento imperecedero de in
numerables corazones, el apostolado generoso de
Don Bosco perpetuado en sus hijos, una nueva
gloria en fin de nuestra Patria.
4Am
Kl Obispo Saivsiano Mons. D'Aquino Correa ha representado al Brasil en el Conjúrese Internacional
de Instrucción Pública de Ginebra, delegado por su Gobierno.
S r e s C ooperadores,
consultad ei
tesoro
e s p ir it u a l .
Propagad la O B R A P lA DEL S G D O C O R A Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro "Boletín".
234
LA O B R A D E D O N B O S C O E N
E S P A Ñ A Y A M É R IC A
ESPAÑA — María Auxiliadora en Málaga.
Los beneméritos Hijos de Don Bosco han cele
brado el mes de Mayo con solemnidad extraordina
ria. Y desde el i6 al 24, con los cultos del mes, bri-,
liante novena a la Virgen Auxiliadora, predicada
por los señores D- Manuel Reverendo, Director de
los Salesianos; Don Cándido Rodríguez Martín,
Benefíciado de esta Sarita Iglesia Catedral y el Ar
cipreste de nuestra Basílica» M. I. señor D. Andrés
Coll y Pérez.
Bien quisiéramos expresar, tal como lo sentimos,
la emoción que hemos experimentado en la Casa
de Don Bosco. Cuando hemos presenciado el descu
brimiento de la nueva imagen de María Auxiliadora,
bellísima por cierto, y las lágrimas han acudido a
nuestros ojos, al evocar tiempos pretéritos en que
fué profanada y destro2sada con furia satánica por
manos criminales la anterior imagen de la Madre de
Dios y con ella las de San Juan Bosco, San José, San
Francisco de Sales, San Bartolomé y otras tantas;
cuando en aquel hermoso patio echábamos de menos
las personas de aquellos dignísimos sacerdotes y
coadjutores asesinados, martirizados; cuando veía
mos aquella Capilla tan pobre aún y que con tanto
espíritu de abnegación y sacriñcio hermoseara
D. José M. Doblado, hoy Director de la Casa de
Córdoba, con los adjetivos más benignos que podía
mos emplear acompañábamos la palabra: < ingrati
tud, ingratitud, ingratitud ».
A disponer de espacio, ya procuraríamos, en la
medida de nuestras modestas fuerzas, describir la
dulzura y poesía que han revestido las fiestas de la
Virgen de Don Bosco al reanudarse sus cultos. T e
nemos, pues, que resumir.
A los cultos ha asistido numerosísima concu
rrencia desde el primer día, desbordándose los
fieles en los tres últimos, hasta el punto de ser in
suficiente la Capilla y dependencias para contener
la aglomeración de personas, en número tal, que
acaso no se haya conocido nunca, sobre todo, el
día 24, desde las seis de la mañana hasta las diez
de la noche.
En este día, a las ocho y media, el Director celebró
la Santa Misa, administrando por vez primera la
Sagrada Comunión a más de treinta niños. Durante
el acto cantáronse letrillas y Motetes.
A las diez, celebró la Misa solemne el Vicario
General del Obispado, señor D. Francisco Martínez
Xa^-as, distribuyendo la Sagrada Comunión a los
archicofrades, cooperadores y antiguos alumnos.
Y por la tarde, el Arcipreste Sr. CoU y Pérez
bendijo la imagen de María Auxiliadora, que fué
apadrinada por los señores de García Morato.
£1 acto de ofrecer la nueva imagen al pueblo de
Málaga ñié sencillamente conmovedor. El P. Di
Relaciones enviadas al Recíor Mayor.
rector, en sentido y oportuno discurso, dijo que no
había permitido fuese costeada por una sola de
terminada persona, ya que de esta manera y ha
biendo todos contribuido, hoy con suma satisfac
ción la entregaba a los, malagueños; así la Virgen
no es de nadie y es de todos. Que Málaga la honre
como la Madre de Dios merece. A todos agiadeció
su óbolo.
Varios de los alumnos recitaron un sentimental
diálogo alusivo al acto y luego cantáronse los Him
nos de María Auxiliadora y los nacionales.
Y finalmente, los alumnos ejecutaron mararillosos
ejercicios gimnásticos, mandados j w r el profesoi
militar D. Lino González Gallardo, que causaron
la admiración de la enorme concurrencia por la
precisión y justeza con que fueron llevados a cabo.
ARGENTINA. - Comodoro Rivadavxa. —
Bendición de las nuevas Escuelas de
Artes y Oficios.
Alta Mar. 10 de Mayo de 1930.
Venerado Sr. D. Pedro Ricaldone:
Volvemos de Comodoro Ri%’adaria con las be
neméritas Señotas de la Junta de Cooperadoras de
las Obras Salesianas de la Patagonia. En el esplén
dido Buque Tanque <13 de Diciembte» cedido
amablemente por la superioridad del ente autónomo
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Argentinos, se ha
realizado un crucero que es a la vez misión de espi
rituales ventajas para los pasajeros y para la tripu
lación. El Señor Capitán D. Enrique Moschetti,
descendiente de milaneses, más que amigo es un
padre para sus tripulantes, la oficialidad y los pasa
jeros. La alegría y piedad de los hijos de D. Bosco,
hermanadas, abrieron las puertas de los corazones
al Rey Pacifico Sacramentado que tomó posesión
de varios que le tenían olvidado por muchos años.
En riaje rapidísimo de veinte horas de. automóvil,
desde Viedma, S. S. lima. Mons. Nicolás Esandí,
Obispo de la Patagonia, acompañado de su Vicario
General, nuestro ilustre P. José Borgatti, juntóse
con nosotros en la ciudad del petróleo para ben
decir los amplios talleres destinados a formar los
futuros obreros mecánicos, electricistas y carpin
teros de esta zona de la dilatada Patagonia. Los jovencitos que cumplan sus grados elementales en las
escuelas fiscales o privadas de estas playas podrán
en adelante asegurarse medios honestos para afrontar
las luchas y responsabilidades de la rida. La acción
del misionero salesiano, unida al esfuerzo de la di
rección de los yacimientos petrolíferos, elevará no
tablemente el ni\'el del obrero que años atrás era
tenido aquí como un peligro social. Los tentáculos
235
EL CONGRESO EUCAí
HOMENAJE A SA>
RISTICO DE CUENCA
)AN JUAN BOSCO
L.
1
de Moscú se hacían sentir en estas latitudes, pero
la previsión del Directorio, cuya presidencia tuvo el
(ieneral Enrique Mosconi y hoy desempeña el inKcniero aiKcntino D. Ricardo Silveyra, atajaron a
tiempo el mal. La adopción de medidas técnicas, las
más modernas, humaniza de tal modo el trabajo de
extracción del petróleo que el esfuerzo del obrero
es hoy soportable y cristianamente remunerado. La
vivienda obrera es confortable, y lo va a ser aún
más pues el rendimiento de esta fuente es revelador
de una riqueza insospechable que hay aún dispo
nible a grandes profundidades. La extracción se
hace hoy por centrales de bombeo activadas por
una planta generadora de alto potencial eléctrico,
movida a su vez por gases naturales, cuidadosa
mente extraídos de los pozos que se van abriendo
por una sección especializada. Son pocos los pozos
surgentes pero muy prolíficos; uno solo de ellos
produjo hasta mil metros cúbicos en 24 horas, y
al detenerse había rendido la utilidad neta de más
de cuatro millones de pesos.
Es un proyecto que no tardará en realizarse el
trazado de un canal que derive las aguas de uno
de los ríos que desaguan en los lagos Mursters.
Entonces, no sólo se desarrollará más intensamente
la explotación de estos yacimientos, facilitando el
bienestar de los 20.000 habitantes de esta ciudad y
su comarca, sino que será factible la cultivación de
los terrenos adyacentes, pobres por la escasez de
precipitaciones acuosas que no alcanzan a 500 mm.
anuales.
Como ve, amado Padre, la realización de aquellos
sueños de Don Bosco, que parecían inexplicables
poco tiempo ha, va teniendo su cumplimiento asom
broso. Los larguísimos caminos ya existentes que
facilitan el tráfíco en la Patagonia los cruzan vehí
culos de formas peregrinas y velocísimos, habiendo
muchos que pasan por encima de los tejados de las
casas y sobre los campos y ciudades, uniendo entre
sí nuestros centros de misión, aún los más distantes.
casa de Comodoro fundada en 1913, en cir
cunstancias de desesperante escasez de personal
que V. R. no desonoce, es un verdadero milagroSólo disponíamos de personal enfermizo y muy
delicado; más aún, Don Arsenio Guerra tenía
dictada la sentencia de muerte inminente y se acudió
n Nuestra Buena Madre María Auxiliadora para
que hiciera Ella lo que humanamente era imposible.
Recibida la bendición que aconsejaba Don Bosco,
con la promesa de ir al campo de misión apenas
se lo consintiera la hemotisis que según dictamen
médico iba a acabar con sus existencia, se sintió
tan mejorado que emprendió el Wiyc con Don Au
gusto Crcstanello y el coadjutor Domingo Zago,
cuyos nombies merecerían ser grabados en lápidas.
Catequistas ejemplares lograron transformar en
cristiano aquel ambiente pagano, producto de la
mezcla de hombres de cuarenta razas y naciona
lidades distintas.
A los 25 años de vida, nuestro oratorio con su ba
tallón de Scouts y el colegio diurno reúne más de
trescientos niños. Las Hijas de María Auxiliadora
cumplen su angelical misión entre los enfermos del
2.18
Hospital con su colegio y capilla a los que acuden
más de cuatrocientas niñas. Las asociaciones parro
quiales, con la Acción Católica que se va organizando,
han formado, en esta circunstancia de la bendición de
los amplios talleres, un marco que llamó la atención
de los forasteros y de las autoridades locales. El
Señor Administrador de estos yacimientos, Ingeniero
Don Roberto Raventós volcó conceptos elogiosos en
su brillante discurso de bienvenida que le transmito
integro, a los que hizo eco impresionante la palabra
autorizada del Dr. Raúl Ignacio Ferrando, vice
presidente de la Cámara Primera de apelaciones de
la Plata, el que fué escuchado con general interés
y aplaudido calurosamente.
La ausencia del Rmo P. Francisco Picabea hizo
que fuera designado este su hijo para dirigir la pa
labra a la extraordinaria concurrencia en nombre
de los misioneros, y hoy tiengo el gusto de comu
nicar a Vd., venerado Padre, que tan amante ha
sido siempre de la Patagonia, las gratas impresio
nes que adjunto pidiendo su paternal bendición
para sus hijos, cooperadores y amigos de esta
Inspectoría.
Humilde hijo en J. C.
L u is J. P ed em on te Pfaro.
D ISCU RSO
DEL S eñor
I n g en ier o
D o n R oberto R aven tó s .
Ilustrísimo Señor Obispo de la Patagonia: Se
ñoras Cooperadoras de la obra de Don Bosco: Se
ñoras y Señores:
Un motivo de trascendental importancia congrega
hoy en esta zona industrial al Ilustrísimo Obispo de la
Patagonia, Monseñor Nicolás Esandi y a una bri
llante delegación de Cooperadoras de la Obra de Don
Bosco presidida por la Señora Doña Isabel Casares
de Nevares.
Se trata de la bendición de los locales construidos
para la Escuela de Artes y Oficios anexa al Colegio
Salesiano Deán Funes. Locales que, fuera de su impor
tancia material, serán para la juventud de la zona
de inestimable valor para su educación técnica y moral.
Hace poco más de un año, el Señor Presidente del
Directorio de Y. P. F. Ingeniero Don Ricardo Stheyra
presidió el acto de la colocación de la piedra funda
mental. — Hoy, el anhelo se ha transformado en una
realidad y dentro de poco las aulas y talleres se llena
rán con el bullicio de una juventud deseosa de adquirir
conocimientos, disciplinarse en el trabajo y elevarse
en jur sentimientos moredes para luego iniciar su labor
de hombres con ¡a mayor eficiencia y comportarse más
tarde como buenos Argentinos. Desde hace años, se pre
sentó en esta zona el problema de la educación post
escolar, el que continúa acrecentándose paralelamente
con el aumento de la población. Entre las varias
orientaciones que pueden imprimirse a la juventud se optó
inicialmente por la que permitiera formar buenos ope
rarios, ya que la modalidad y el permanente creci
miento de esta industria necesitcm constantemente
nuevos aportes de operarios y técnicos capaces.
Nuestros Talleres han dado cabida hasta ahora a
los jóvenes del Yacimiento, educándose actualmente
90 aprendices, pero su número va en aumento y si a
ello se agrian los jóvenes de las zonas drcunverínas se
llegará a dos o trescientos dentro de breve plazo. Este
problema obligaba a la creación de una Escuela en que se
impartiera una enseñanza metodizada, teórico~p>áctica,
%’ para ello no cabía otra alternativa que encomendar
a los Padres Salesianos esta misión, grata por cierto, a
la que ellos han ya dedicado sus mayores desvelos en
pueblos y ciudades de la República. Por otra parte,
les correspondía de hecho, por ser Salesianos y por tra
tarse de la Patagonia, de esta Patagonia a la que lle
garon junto con los soldados del General Roca durante
la expedición al desierto, y que luego recorrieron en
todas direcciones, evangelizando, creando escuelas pri
marias y secundarias, oratorios festivos y escuelas de
artes y oficios.
Cabe al Ejército Argentino el honor de haber agre
gado al acervo de la Nación esta enorme extensión de
territorio que anteriormente eran tierras del indio, o me
jor tierra de nadie, teóricamente colocadas bajo la égida
de la República Argentina. E l Padre Salesiano Costamagna que formaba parte de aquella ej^edición tuvo
la dicha de ser el primero que penetrara en la tierra
cuyo porvenir soñara San Juan Bosco, y a continua
ción, fueron muchos los salesianos que prosiguieron la
obra del Ejército en estas desoladas regiones llevando
a ellas la fe y la bondad cristianas.
De este modo cabe a los primeros pobladores se inicia
la acción salesiana en un medio precario y duro en el
que se produce por ley natural la supervivencia del más
fuerte y también del más osado, y a veces del poco es
crupuloso.
Con el andar del tiempo, el número de pobladores
va en aumento, se acrecienta el ganado y se forman
núcleos de población. E l movimiento comercial llega
a cifras preponderantes dentro de la economía nacional,
y de las entrañas de la tierra surge una nueva riqueza,
que se agrega al oro blanco de los vellones, destacando
aiin más la pujanza de la Patagonia.
Pero este rápido crecimiento es lógico que no fuera
perfecto. Adolece de los defectos propios de las cosas
en formación. El trabajo rudo, las grandes distancias
y la diseminación de los habitantes fueron y sonfactotes
adversos para el mejorarrúento intelectual y moral.
La implantación de la escuela presenta por ello difiadtades, pero existen ya grandes núcleos en que dichas
dificultades desaparecen y es inexcusable hallar la so
lución para estos casos. Por otra parte, los niños de estas
zonas formados por un conglomerado de nacionalidades,
con ascendenciafísicamente seleccúmada, debido al medio
en que debieron actuar, forman una materia prima
excelente, pero más que los de otras zonas necesitan se
los eduque no sólo en los conocimientos necesarios a la
vida, sino se les inculquen principios morales que los
hagan sanos de espíritu.
Por estas razones, será motivo de legitimo orgullo
para esta zona y especialmente para Yacimientos Pe
trolíferos Fiscales contar con una escuela de artes y
oficios dirigida por Padres Salesianos.
Señor Obispo de la Patagonia: Señoras Coopera
doras de la Obra de Don Bosco, Señores:
Habéis recorrido grandes distancias para congregaros
en esta lejana zona industrial y honrar con vuestra
presencia vuestro apoyo la mteva Escuela de Artes
y Oficios. Os lo (padezco de todo corazón 3> os ruego
aceptéis, en nombre de todo el personal de este Yaci
miento, nuestra respetuosa y cordial bienvenida.
ECUADOR - Cuenca. — Grandioso Con
greso Eucaristico con motivo del cin
cuentenario de la muerte de D. Bosco.
La mayor solemnidad religiosa
que se ha visto en Cuenca.
Cuenca es una hermosa ciudad, de abolengo colo
nial, que asentada en la Cordillera de los Andes
Ecuatorianos, y a 2580 m. de altura, parece el reli
cario de las virtudes patriarcales de antaño y el ta
bernáculo de los más acendrados fervores eucarísticos. Goza de un clima eternamente primaveral
y está adornada de un conjunto tal de condiciones
topográfícas y atmosféricas que hacen de la capital
del Azuay una ciudad encantadora por los atractivos
de lo antiguo, las comodidades de lo moderno, las
bellezas de lo natural y, sobre todo, la sublimidad
y dulzura de lo espiritual.
Y esto es, en efecto, lo que acaba de demostrar
la noble, hidalga, y católica ciudad de Cuenca con
la celebración del primer Congreso Eucaristico Dio*
cesano, que, puesto bajo la protección de S. Juan
Bosco, ha superado las esperanzas de lo humano
y ha llenado con creces las aspiraciones de las almas.
Para honrar y festejar las Bodas d e . Oro de la
llegada de ^os primeros Salesianos al Ecuador y el
Cincuentenario de la muerte del Padre de los niños,
creyeron oportuno sus hijos de Cuenca, de acuetdo
con el Exemo. Sr. Obispo Dr. D. Daniel Hermida
y todo el Clero diocesano y regular, celebrar el
Primer Congreso Eucaristico, bajo la protección
amorosa del gran Apóstol de la Eucaristía, que
supo convertir las almas de los niños en lirios y
rosas fragrantés que adornaran los altaies y perfu
maran los sagrarios. Con este motivo, escribió el
Exemo. Sr. Obispo una magnífica pastoral ensalzando
la figura de D. Bosco, apóstol eucaristico, y convo
cando dicho Congreso, que tuvo lugar del 4 al 12
de junio.
En cuanto se anunció su celebración, el entusiasmo
y fervor embargaron los corazones de todos, desde
el más distinguido señor hasta el sencillo tndiecito
que v4ve solitario en las faldas de los montes, que
circundando la Atenas del Ecuador, parecen querer
convertirlo en Ja copa de un cáliz eucaristico.
El tiempo de preparación fué corto; las dificul
tades no faltaron, como nunca faltan las pruebas
en las cosas de Dios; pero el entusiasmo, la fe y el
espíritu de abnegación y sacrifiao de todo el pueolo,
y en especial del P. Carlos Crespi y del Rdo. Sr.
Dr. D. Manuel Serrano, Director de los Coopera
dores Salesianos, creaion en pocas semanas el mo
numento del Eucaristico Amor, que tuvo por Das;
la humildad y sencillez de nuestra tierra y por
--
239
Comodoro Rivadavla. - Vista Rcneral de los Yacimientos Petrolíferos argentinos.
Primer término - Las nuevas Escuelas Profesionales, Iglesia y Colegio Salesianos.
ciispide la Kiundezu y hermosura de los cielos, compendiudn tQda ella en el gran ttiunfo de Jesús en
las almas.
A estos días de filoria precedió un triduo de pre
paración en todas las iglesias de la ciudad, seguido
de otro más solemne, que tenía que efectuarse en
el Santuario de María Auxiliadora, y que por el
contrario tuvo que celebrarse al aire libre, en el
Campo Eucarístico, pues de no hacerlo así muchos
miles de almas se hubieian privado de oir lu pala
bra de Dios, que en forma apostólica, elegante y
sugestiva, fué exponiendo ante una masa de quince
mil personas el célebre orador sagrado Rdmo.
P. Ramón Gavilanes, Provincial de los Mcrcedaüos.
Estos y otros discursos fueron radiados a toda la
República y al Continente entero por medio de
una potente Estación Radiodifusont instalada expre
samente para este acontecimiento.
Hemos nombrado el Campo Eucarístico, y bueno
será que aunque no sea más que brevemente y
como de paso, digamos oigo de este lugar bendito,
de este monte del Señor, que ha \isto tantos arre
pentimientos, tántas conversiones, tántas uniones
con el Amadol... Como lugar más a propósito y
más espacioso de la ciudad se eligió el patio que
media entre el Institoto Salesiano Cornclio Merchán
y la Casa Central de las Misiones, para que fuera
el palacio del Señor y el testigo del triunfo del Amor
de los umoiTS
En los anchos pórticos que rodean el patio se construyeron graderías que, por la forma y la ingente
240
multitud que las llenaoan, daoan al campo, cuoierto
materialmente de cabezas humanas, el aspecto de
un inmenso anfiteatro, donde se rezaba y can
taba, se lloraba y amaba. En uno de los lados
de este patio se levantaba si Altar del Sacrificio,
grande y elevada plataforma donde las funciones
sagradas tomaron realce inusitado, sea por la distin
guida intervención de los Prelados ecuatorianos,
a los que hacía corte de honor nuestro simpático y
siempre atrayente clero infantil, sea por la gran
Cruz de 25 m. de altura, que dominando soberana
sobre las turbas creyentes que a su alrededor se
agolpaban, despedía durante la noche refulgentes
haces de luz de los mil focos que la iluminaban
y nos recordaban la gloria de las almas regeneradas
por la mañana a los pies de esa Cruz, a cuya sombra
se obran las grandes regeneraciones de los pueblos
y naciones.
Este fué el Campo Eucarístico, que se Wó conti
nuamente repleto de almas amantes y corazones que
hallaron allí la luz y el abrazo del Amado. Este fué
el campo que recibió a los cinco Sres. Obispos de
Cuenca, Riobamba, Ibarra, Guayaquil y al Vicario
Apostólico de Méndez y Gualaquiza, que desde el
día 7 honraron con su ilustre presencia los actos más
augustos en honor del Sacramento de nuestros alta
res. Este el campo en que los raudales de oratoria y
más altos conceptos del amor fluyeron de los labios
de distinguidos oradores eclesiásticos y seglares que
rÍA'aIizaban por ensalzar las glorías de Jesús. Este
cl campo al que se asomaron los coros angélicos
1
para oir las sublimes melodías de la música más
selecta, clásica y sagrada, que con perfección y agrado
de todos interpretó la Escolanía Salesiana, formada
por los Estudiantes de Filosofía, Novicios, y niñosEste el recinto que con un orden perfecto, guardado
sólo por nuestros Exploradores (chiquitines de 8
a 13 años) se convirtiera en el más vasto templo
del Ecuador. Este el jardín en que el Divino Hor
telano vino a recoger las flores más hermosas y
fragantes, en los días 9, 10, i i y 12 en que las co
muniones se repartieron a millares y los besos entre
las flores y el Jardinero se cruzaron a millones'y
millones... Este fué el gran triunfo de Jesús en las
almas!... Nada faltaba! Este era el marco completo
en que la Escena Eucarística resaltaba con vividos
colores. Todo estaba presente... todo... Hasta las
Misiones Salesianas representadas por los Jibaritos
de Gualaquiza que, al interpretar con suma maestría
la música de Peros!, conmovieron al público que
emocionado escuchaba esas voces de los hijos de
la selva convertidos a la Luz.
Las confesiones en el Campo Eucarístico, en el
Santuario de María Auxiliadora y en las parroquias
e iglesias todas de la ciudad, fueron incontables. En
nuestro Santuario se confesó de día y de noche
con una concurrencia del todo extraordinaria. Se
calcula que, en estos días, unas 100.000 confesiones
han tenido ocupados a todos los sacerdotes de la
Diócesis, que con un celo verdaderamente admirable
lo han sacrifícado y pospuesto todo ante las llamadas
del Eterno Olvidado que tantos consoladores halló
en estos días de Tabor en las Montañas del
•A.zuay.
El número de Comuniones que se repartieron
en la Diócesis, con ocasión de este magno aconte
cimiento, se eleva a la hermosa y halagadora cifra
de 150.000. De éstas, 45.000 se distribuyeron en
el Campo Eucarístico en los cuatro días solemnes
del Congreso. En el primero de ellos, volvió Jesús
a recordar aquellas horas Evangélicas, en que abra
zando contra su pedio a los pequeñuelos de Pales
tina disfrutaba de las delicias y cariños de los hijos
de los hombres. ¡ Qué visión tan sobrehumana ver
el centro de aquel Santuario al aire libre, convertido
en un manojo de 6.000 azucenas que iban a recibir
por vez primera el Pan de los Angeles! Por más
de una hora estuvieron veinte sacerdotes repartiendo
por el patio, pórticos, galerías y corredores el Di
vino Alimento a estas tiernas florecillas y a los padres
y hermanos que con lágrimas en los ojos les acom
pañaban en sus sublimes coloquios con Jesús.
Broche de oro vino a poner a estos festejos eucarísticos el Exmo. Sr. Nuncio Apostólico, Mona.
Efrén Fomi, que, en un acto de suma paternidad,
quiso unirse a su pueblo católico para honrar a la
Hostia Santa en la manifestadón más imponente
del catoiidsmo que registra la Historia Ecuatoriana.
Con un entusiasmo ravano en la locura, fué el
pueblo a redbirle en las afueras de la dudad, mientras
más de quince rail personas lo aguardaban en el
Campo Eucarístico. El redbimiento fué digno del
Representante del Papa. El pueblo, que en una
masa de treinta rail almas lo acompañó hasta los
pies de la gran Cm z del Congreso, vitoreaba sin
cesar al Papa, al Nuncio, al Congreso Eucarístico
y a D. Bosco. ¡ Cuántas lágrimas se vieron rodar
por las mejillas de miles de católicos Azuayos, que
ante aquella apoteosis, reprimían los gritos del co
razón para dar rienda suelta a las perlas del
alma.
A l día siguiente, 12 de Junio, día de gloria, de
triunfo, de consuelo, de amor; el amor, consuelo,
triimfo y gloria de Jesús, fué el clima sobrenaturál fen que respiramos y nos movimos, en que nos
movimos y cantamos', en que cantamos y triunfanrns
con el triunfo nunca visto, en estas tierras, de la
Hostia Consagrada. Misas y misas, comuniones y
comuniones (que no cesaron de distribuirse por
varios sacerdotes a la vez desde las cuatro de la
mañana hasta el mediodía), el Solemne Pontifical
oficiado por el Exmo. Sr. Nuncio en el Campo Eu
carístico, la Misa Campal a las doce del día en la
Av'enida Solano, y la afluencia nunca sospechada
de fieles y fieles en esta Alameda, de donde tenía
que salir la procesión, fueron indicios y señales pa
tentes de que los esplendores de la gloria se iban
dibujando ya en el cielo. Sí, en el cielo, porque el
cielo, que nos había tenido sumidos en la preocupa
ción más honda por las continuas lluvias de la época,
apareció claro y azul aquel día, con un sol radiante
y majestuoso, que haciendo corona a la custodia
que sobre un carro triunfal llevaba el Exmo. Si.'
Nuncio, traducía las perlas al simbólico lenguaje
de las virtudes con sus destellos de luz, y extendía
los rayos que circundaban la Hostia Santa hasta la
inmensidad del infinito.
Y allí, allí, sustituyendo con creces a los ángeles,
una multitud de almas, que vibraban en el mismo
ideal, ¡Jesús! Allí los Jerarcas de la Iglesia, allí el
incansable y apostólico Clero, allí los Comités Or
ganizadores con su dignísimo presidente Dr. Re
migio Crespo Toral, príncipe de las letras ecuato
rianas; allí la ciencia, allí el señorío, allí el comer
ciante y el industrial; allí los colegios católicos; allí
el obrero y el campesino, cantando a « Cristo en su
gran Sacramento», musitando plegarías y escu
chando en sus almas el eco de la voz de Jesús, que
en lo más recóndito de los corazones nos decía:
<Consoladores busqué... y los he hallado >.
Unas cien mil personas asistieron a este glorioso
desfile, que llevó por las calles de la capital del Tomcbamba a! Divino Prisionero, que desde hacía
algunos años no había podido salir de su cáicel de
amoi, de su sagrario de confidencias, de su tabeináculo de gracias y bendiciones, y que con este acto
convirtió a la ciudad entera en tabernáculo, sagrario
y santuario del triunfo y de la gloria, y en cáliz y
copón que rebosó los más sobrenaturales y divinos
favores al recibir la bendición con S. D. M-, que
el Exmo. Sr. Nuncio impartió sobre la ciudad,
sobre la diócesis, sobre el Ecuador entero, desde
la terraza del Instituto Comelio Merchán, al fina
lizar este magno desfile que a los ángeles llenó de
santa envidia y a nosotros de orgullo santo por haber
proporcionado a Jesús rm tan admirable triunfo y
un consuelo tan hondo a su C am ón tan llagado y
241
trabajado por loe crímenes sociales de las genera
ciones modernas.
Este hubiera sido el punto cumbre y final del
triunfo y de la apoteosis de Jesús, si el pueblo cuencario, en obsequio y homenaje al Representante del
Papa, no hubiera querido honrai al Exmo. St. Nuncio
con otras dos sesiones de gala, una solemne en el
Campo Eucarístico y otra privada en el Halón de
Sesiones, donde ya con anterioridad se habían lle
vado a cabo los debates que dieron lugar a la apronución de valiosas y prácticas conclusiones sobre
In asistencia al Santo Sacrificio, la Comunión fre
cuente, lii predicación y enseñanza de la doctrina
católica, las vocaciones sacerdotales y la formación
del Clero. En esta sesión de gala pronunció un her
moso discurso el Exmo. Sr. Nuncio quien, después
de animarnos a conservar el fruto del Congreso y
de aprobar la Comisión Ejecutora de las Conclu
siones (que en la misma sesión se nombró), clausuró
con la Hendición Apostólica estos días y estas reu
niones Eucnrístióas ante las cuales no podemos sino
exclumai: ¡Jionum est moí/iic «ie/iO h, Jesús-Hostia,
haz que permanezcamos en tu amor. Haz que per
duren en nosotros los frutos de tu unión!
Estos son. Padre los deseos que nos alientan
después de este triunfo de Jesús y de D. Hosco.
Interceda por nosotros con sus valiosas Dilaciones y
sírvase, desde ese nuevo trono de María Auxilia
dora, desde la urna de nuestro Santo Fundador,
extender su bendición sobre esta Inspectoría, so
bre esta diócesis, sobre este pueblo tan salesiano,
sobre sus hijos que de continuo le recuerdan.
VENEZUELA - La labor de las Hijas de
María Auxiliadora en El Tocuyo y su
celo por extender la devoción de la Vir
gen de Don Bosco y del Sagrado Co
razón.
Sólo hace un año que nos encontramos en
el Tocuyo; ma.s, deseando dar desde un principio
grande impulso a la devoción de María Auxiliadora,
pusimos todo nuestro empeño en celebrar su fiesta
con la mayor solemnidad posible.
Precedida por un mes de fervorosa preparación,
se dió principio a tal fiesta, el 24 de mayo, en nuestra
Capilla, con la santa Misa cantada por las alunmas
del Colegio, y con una academia que tuvo lugar en
la tarde del mismo día. El domingo siguiente, 29,
se celebró la fiesta en la Parroquia aún con mayor
solemnidad.
Más no hubieran podido hacer los Reverendos
Padres Capuchinos, a cuyo cargo está la iglesia pa
rroquial, puta dar esplendor a nuestra fiesta. El
Riño. Superior, quiso colocar por sí mismo, sobre
el altar mayor, el cuadro de María Auxiliadora
pintado por una de nuestras Hennanas, y se com
plació en adornarlo con amor y exquisito buen gusto,
con gnm profusión de luces eléctricas y blanquísimi^ lirios perfumados. La santa Misa se celebró
u las 6, con asistencia de todas las Asociaciones de
la l*arroquia, y en ella hicieron su Primera Co
242
munión 75 niños y niñas. Nuestras alumnas can
taron, durante la santa Misa, escogidos motetes. En
seguida, los niños y niñas de Primera Comunión,
escoltados por niñitos vestidos de Angeles, como
aquí se usa, fueron acompañados procesionalmente
a nuestra Casa, entonando cánticos sagrados, y en
medio del alegre repicar de las campanas y el en
tusiasta rumor de los cohetes.
En el patio del Colegio, adornado con arte, se
habían preparado las mesas para el desayuno, no
sólo de los pequeños que habían hecho su Primera
Comunión, sino de todas las alumnas: i86 por todas.
Un grupo de alumnas,elegidas al efecto, hicieron los
honores de casa, sirviendo a la mesa con tal gracia
y desenvoltura que dejaron a todos agradablemente
sorprendidos. Quien las hubiese conocido algunos
meses antes no las habría juzgado susceptibles de
cambio tan favorableTerminado el desayuno, procesionalmente, y con
el mismo entusiasmo, regresamos a la Iglesia Pa
rroquial, que estaba ya completamente colmada de
gente que había acudido con anticipación, descosa
de asistir a la Sta. Misa cantada por las alumnas.
Celebró el Santo Sacrificio el Rmo., Padre Superior,
quien pronunció un fervoroso e inspirado panegí
rico. La función resultó verdaderamente magnífica;
se veía a la gente, a la salida de la iglesia, conmo
vida y entusiasmada.
Los Rdos. Padres Capuchinos, satisfechos del
éxito, nos decían: «Hemos hécho solamente una
prueba, pero ésta ha superado nuestra expectativa.
El próximo ano nos prepararemos con un triduo;
el año después, con una novena, y terminaremos
con una gran procesión, porque la fiesta de María
Auxiliadora debe ser la más solemne del Tocuyo ».
En la tarde del mismo día, los niños de Primera
Comunión renovaron en nuestra Capilla las Promesas
Bautismales ante Jesús Sacramentado, y todos reci
bimos la Bendición con S. D. M. En seguida, a la
salida de la Capilla, se repartieron a los niños los
recuerdos de Primera Comunión, y luego a todas
las alumnas los imprescindibles caramelos, costum
bre tradicional en todas nuestras fiestas.
El 'I'ocuyo ha esperimentado una nueva y dulcí
sima emoción en su vida. La gente no se cansaba
de repetir: «¡Esta sí que ha sido una verdadera
fiesta! '
Sí, una fiesta nueva, pictórica de amor y de ale
gría: una fiesta que ha dejado en las almas un íntimo
sentimiento de fe y de piedad
Y las dulcísimas impresiones despertadas por esta
mcnturable fiesta dieron bien pronto sus frutos,
verdadera interpretación de aquellas palabras: Aá
yesum pfr Moriati! La fiesta de María Auxiliadora
preparó así las a'mas a otra no menos bella: la
solemne entronización del Corazón divino de Jesús
en nuestra Casa, el 3 de junio del presente año. En
tal día se hizo la inscripción de las primeras «Guardias
de honor * entre las alumnas del Colegio, dejando
y a . entrever los triunfos de la gracia divina entre
esta juventud querida que ijo esperaba sino este
nue^'o soplo de ^ñda para abrirse a los más piadosos
sentimientos de generosidad y amor.
Comodoro Riradavia. - Mons. Esasdi bendice las nuevas Escuelas Profesionales. - El Ingeniero Sr. Raventós
pronunciando su discurso. - Cómo tienen que embarcar los invitados para su regreso a Buenos Aires.
EL DIA
DE LAS MISIONES
La caridad misionera.
Recordamos a nuestros amados lectores que
el domingo 23 del corriente es el D í a d e l a s
MISIONES, y a fin de excitar más y'm ás la ge
nerosidad de todos en pro de una obra que
S. S. P ío X I lleva tan metida en el corazón, pu
blicamos la Circular que Mons. Constantini,
Secretario de « Propaganda Pide », dirige a todo
el mundo católico:
La caridad misionera nace con las Misiones.
San Pablo, en sus Carlas a los Heles » (Epís
tolas), inivita siete veces, de corazón, a los
cristianos a que socorran las necesidades de
las ct iglesias» recién fundadas y ensalza la
caridad misionera con los mejores apelativos,
llamándola «vuestro don» (Cor., I, 14-4),
« perfume de suavidad », «oferta grata y agra
dable a D io s»{Ph., 4-18). Todos los domingos
- - dice a los cristianos de Corinto — debéis
poner a parte lo que destináis a la caridad
misionera.
Acércase, hermanos, el gran día, «el Do
mingo de las misiones», en que de todo el
orbe cristiano se elevan preces y se recogen
ofertas para la naciente Iglesia en tierra de
infieles. Las necesidades de las Misiones ca
tólicas son apremiantes, y aumentan en pro
porción de las conquistas misioneras y de su
progresivo desarrollo. Es necesario, por con
siguiente, que vuestra caridad las asista.
Se trata de proveer al sustentamiento de
los obreros evangélicos y a las multiformes acti
vidades de su apostolado. Los Misioneros
extranjeros esparcidos en todas las partes del
mundo, suman actualmente 14.239; los sacer
dotes indígenas 6.973;
seminaristas 15.979;
los religiosos legos, (extranjeros e indígenas)
' *0-055; las religiosas 55.349; los Catequistas
y Maestros 163.430. Contamos pues con un
ejército de 266.025 * pioneros » del Evangelio
que combaten en las lejanas trincheras de la
fe tenazmente, valerosamente, enrojeciendo no
pocas veces aquellas santas trincheras con h
púrpura de su sangre.
244
m \
Este admirable ejército del amor cristiano
se halla empeñado en una vasta y compleja
organización de obras; iglesias, capillas, uni
versidades, escuelas, hospitales, dispensarios,
leproserías, imprentas, diarios, hojas de pro
paganda, publicaciones, etc.
Y estos soldados de Cristo os tienden hoy la
mano esperando y augurándose que el Do
mingo de las Misiones les proporcione los
medios de poder vivir y trabajar y, mediante las
oraciones de sus hermanos, obtenga copiosas
bendiciones de Dios sobre sus trabajos y su
dores apostólicos.
Para nadie costituye im gran sacrificio dar
algunas monedas, y en cambio, reunidas las pe
queñas donaciones de todos los católicos, se
puede llegar a sumas considerables. Mas, para
esto es necesario que ninguno deje de acudir
a esta cita de honor y de cooperación positiva.
De esto depende todo el éxito de la jomada.
Muchas parroquias han contribuido con li
mosnas que corresponden a más de una lira
por cabeza. ¡Oh, si todo el orbe católico
imitara a estas ejemplares parroquias! Y esto
no es difícil; basta que el celo de los párrocos
sepa organizar la colecta. (Y aprovecho esta
oportunidad para agradecer, en nombre de
todos los misioneros, a los Venerables Obispos. Párrocos y a sus respectivos Coopera
dores, y también a la Acción Católica, su ina
gotable e industriosa caridad misionera).
Diariamente desfilan por la sede de « Pro
paganda Pide « Obispos y Misioneros que nos
hablan de sus empresas y nos piden ayuda.
Os aseguro que uno siente oprimírsele el coi-azón cuando tiene que despedir con las manos
vacías a estos generosos Mensajeros del Evan
gelio.
En ciertas regiones de la India, del Africa y
de la China parece que en estos momentos está
sonando la hora de Dios. Las muchedumbres
se Mjelven ansiosas a los Misioneros, pero es
necesario instruirlas, enviarles sacerdotes, ca
tequistas, Hermanas, y para esto hacen falta
medios, muchísimos medios. Un Cardenal
me hizo advertir que los Misioneros de de
terminada Congregación necesitan ayuda ur
gente, porque carecen absolutamente de re
cursos para sus obras y, no obstante vivir
en climas durísimos y deprimentes, han te
nido los pobres hasta que privarse del vasito de vino que se Ies aconsejaba tomar como
tónico.
Un Obispo de la China que ha visto devas
tado su \ücariato por el torbellino de la guerra,
me escribe: «Es increíble cuán miseramente
se alimentan estos pobrecillos. Las hojas de
los árboles y las yerbas de los campos consti
tuyen todo su alimento. Es igualmente misé
rrima la vida de mis sacerdotes; muchos de
ellos comen sólo unos puñados de mijo
y sorgo mezclados con legumbres que apenas
si tienen ningún valor alimenticio ».
Este pobre Obispo tuvo que cerrar su pe
queño Seminario porque se le acabó el pan
con que mantenía a sus seminaristas.
La Iglesia es un Cuerpo místico, y cuando
en el cuerpo un miembro sufre o goza, los de
más miembros gozan o sufren con él.
En los territorios de Misiones, los nuevos
cristianos, a pesar de vivir en medio de pobla
ciones paganas, sienten y practican de un
modo ejemplar este deber de solidaridad con
sus misioneros. El Obispo de la atribulada
Cantón me escribe: « Le envío esta pequeña
colecta para la Obra de la Propagación de la
Fe ». Considero que es de una capital impor
tancia instituir esta Obra en las Misiones. Para
obtener mejores resultados he encargado a
nuestras Hermanas que expliquen su finalidad,
hagan conocer su organización y la implanten
en todas las cristiandades ».
Puede decirse que en todas partes, y hasta
en las Misiones, va difundiéndose esta Obra
de la Propagación de la Fe y la de San Pedro
Apóstol en favor del Clero indígena.
Es altamente conmovedor leer los mil episo
dios de industriosa caridad a que dan lugar los
cristianos del Congo belga para poder ofrecer
su óbolo a la Propagación de la Fe; esto sí
que es el perfume de la más exquisita caridad
cristiana.
Todos saben de cuántas gracias espirituales
los Vicarios de Jesucristo han enriquecido estas
Obras Pontificias de cooperación misionera.
El Santo Padre Pío XI, nuestro gran Papa
que ha dado a la acción misionera un im
pulso como jamás se había visto en los
siglos pasados, recibiendo en Mayo último
a los Consejos Superiores de las Obras de la
Propagación de la Fe y del Clero indígena, se
mostró muy complacido por el trabajo rea
lizado y bendijo con suma complacencia a
aquellos generosos obreros de la caridad mi
sionera.
Pero, a la vez, hubo de manifestarles su pro
funda pena por las inmensas masas de seres
humanos que aún yacen en las sombras de
la muerte, invitándonos a todos a redoblar
nuestro celo y caridad. Concluyó su conmo
vedor discurso diciendo: o Nil actum, sí quid
agendum >; o sea: Pensamos que no se ha
hecho nada, cuando vemos que queda todavía
tanto por hacer.
245
Crónica de Gracias
conseguidas por mediación de María Auxidadora, de Son Juan Bosco y de nueslros
Siervos de Dios.
ICSPAÑA (Coruña) Laniego, junio de 1938. — María
Calvo hallábaHC gravemente enferma y desahuciada por
loa médicoB, que no hallaban medio de proporcionarle
alivio; una pariente nuya le suministró una estampitarelit|uiu de San Juan Bosco, y con asombro de todos la
enferma comenzó « mejorar notablemente, hasta conseuuir, al poco tiempo, completa salud. Iloy hace pública
su Ktutitud al Santo y envía una limosna para sus Obras
Salesianas.
A R G E N T IN A (Entre R íos) - Concordia, febrero de
1938. — Enfermo, desde casi dos me.sea, de unos forún
culos, y habiendo sufrido una dolorosa operación, soli
cité a Nuestro Padre San Juan Bosco que obtuviera de
Nuestra Madre María Auxiliadora la curación del mal
que me a(|uejaba y (|uc también me cons¡KUÍera un em
pleo. Al finalizar la secunda novena al Santo, cesó el
mal y pude conacRuir trabajo. Con tal motivo, publico,
el favor recibido en acción de «racias a Nuestro querido
P. Don Bosco.
ErcKS'io M . C orona M artínez
Ex-.‘Uumno y Cooperador.
A R G E N ’i'lN.X - ¡.a Hrava, Estación Crespo, octubre
de **;37. — Hallándome enferma y sometida a una deli
cada operación quirúrRÍcu, invoqué a María Auxiliadora
y II San Juan Bosco, y n.is rraciones fueron oídas. Hoy,
Rracias a tan valiosa protección, me encuentro de nuevo
en condiciones de atender a mis obliRnciones, comple
tamente restablecida. Con la mayor Rratitud cumplo lo
prometido y haRO publicar la Reacia.
L ucia M . M oreno uh L ópez.
A R G E N TIN .A - Neuqinftt, ai julio de 1938. — Ha
llándome sin trabajo, recurrí al S rúo. Corazón de Jesús
por intercesión de María Auxiliadora, prometiéndole
publicar la Rracia, si conscRuIa un empleo. Habiéndolo
obtenido, doy testimonio de nfi aRradecimiento a tan
buenos protectores, cumpliendo, al mismo tiempo, con
mi promesa,
J. O.
.A R G E N TIN A (PntaRonia) - Bolsón, abril de 1938.
— Después de 23 nfios de enfermedad, que me impedía
dedicarme del lodo a mis trabajos, aconsejado por un
Rtan devoto de María Auxiliadora, hice una novena a
esta buena Madre con promesa de dedicar una pequeña
limosna para su culto.
Y como por encanto, sentí, en el mismo momento, una
sensación de alivio, la que fué en aumento hasta tener
casi normalizada mi salud, tanto «pie hoy, después de
«los años, síro podiendo dedicarme sin Rtandes incomo
didades a todos mis trabajos rurales.
En prueba de Rratitud, y después de haber cumplido
mi promesa, rucRO sea publicada esta Rracia de Muría
Auxiliadora en el Boletín Stdesiitno.
Gfu.t.ERMO S egundo Jar.\,
A R ü E N 'I'IN A (Río NeRro) - Villa Regina, 28 mayo,
I93 S- — Acusado injustamente, ful arrestado. Ixis carROS
<|uc se me hacían eran de tal naturaleza que me fué im
posible buscar un medio humano de sah-ación. Me puse
en manos de la Providencia, invocando como intercesor
a S. Juan Hosco. cu\'n pn'tección no se hizo esperar. No
pudiéndose probar en un primer juicio mi culpabilidad,
ful puesto en libertad bajo fianza... Pero un día me lla
maron urRenlemente de orden del juZRadn, y los amÍROs,
tcmi«hulose alR«> mulo, pnKuraban resisnarme. Durante
mi viaje al tribunal de Roen extraje del bolsillo el librito
.V- T-r::a, triduo y 1 ■ . ' • .) .V. J . fla'.v., leí en la páR. tt .
Para conscRuir Rraciu- urRentC'... y reve con viva fe.
pei.suadido de o«in>.>;uir la Rracia que
venía pidiendo
durante tres no\n;j.> suc»-'i\av. ^le presento ante mis
iu««vs ¡oh prodÍRÍo! la causi «^ue parecía perdida
re
246
solvió en mi favor, a pesar de las calumnias que constaban
en el sumario y sin necesidad de abogados, ni testimonios,
ni dinero ful absuelto de « Culpa y C argo».
D e todo corazón expreso mi agradecimiento al Santo;
en primer término por haber sah'ado mi honor y luego
por no haber permitido que mi esposa y mis hijos que
daran en medio de la calle.
JosE S ellan .
A R G E N T IN A - Viedma, junio-de 1938. — Corría el
año 1934; debido a algún mal negocio, mi nombre estaba
en peligro de ser inhabilitado para ejercer el «ximercio.
Acudí a San Juan Bosco, haciéndole varias novenas y
pidiéndole que el asunto terminara con toda justicia sin
que mi nombre quedara afectado. AI poco tiempo, y
cuando menos se podía esperar de los hombres una ter
minación razonable del asunto, una persona completa
mente extraña a la cuestión interviene y todo termina,
quedando mi honorabilidad comercial a cubierto de todo
peligro.
Cumpliendo mi promesa de publicar la gracia, me di
rijo al señor Director del Boletín Salesiano rogándole
quiera acoger en sus páginas cuanto antecede, mientras
envío una limosna a los Colegios Snle.sianos de Viedma
y Patagones.
M anuel L inares.
C O S T A R IC A - mayo de 1938. — Hago pública mani
festación de gratitud a la Virgen Sma María .Auxiliadora
por haber curado a mi hermano Rafael Victorino de una
grave infección de un brazo, que le puso a punto de per
derlo según el médico. Habiendo ofrecido una limosna
y publicar la gracia en el Boletín Salesiano, cumplo mi
promesa reconocidísimo a tan buena Madre.
E lias V ázquez R.
C H IL E - Concepción, mayo de 1938. — El 13 de Se
tiembre, por consejo de los médicos entré en un hospital
de la Capital. Después de muchos estudios y exámenes,
me dijeron que como último recurso se imponía hacer
una difícil operación. M e sometí a ella poniéndome bajo
el amparo de María Auxiliadora y de D. Bosco. A pesar
de la gravedad del caso, la operación tuvo buen éxito,
pero después de mes y medio tuvieron que operarme
de nuevo. A los tres meses y medio, salí del hospital feli
citado por los Anédicos, pues, según su parecer, yq. debía
haber sucumbido. Salí el 29 de Diciembre y el día 30
siguiente caía otra vez en cama con mucha fiebre, ha
ciéndose necesaria una tercera operación, despué.s de la
cual ni bajaba la temperatura ni se cerraba la herida.
Por fin, el facultativo me citó al hospital porque erá ne
cesario operar de nuevo. Yo, que estaba completamente
extenuado, habiendo perdido 20 kilos de peso, me asusté
muchísimo y, volviéndome hacia un cuadro de San Juan
Bosco, me recomendé a El de todo corazón prometién
dole una buena limosna para su culto y hacer celebrar
en su altar una novena de misas que yo ayudarla y en
las cuales comulgarla. Al otro día, 7 de Febrero, me
desperté más animado, y notando que no había el dolor
de antes, toqué mi herida y ¡cuál no fué mis sorpresa al
darntc cuenta de que habla desaparecido toda hinchazón
y dolor! L'na vez más, d buen Padre me demostró su
protección.
Después de poner en manos del Director de los Salesianos de Concepción la limosna ofrecida, hago pública
la gracia para que todos los que necesitan favores acudan
al gran Taumaturgo Don Ik>sco.
J uan B. Z irotti .
K C l’ A D O R - Cuenca, 27 junio de 1938. — Una fiebre
tifoidea pertinaz atacó a nuestro querido hermano y
compañero José Fontana, clérigo estudiante de Filosofía.
El 30 de Enero, día en que se celebraba en esta Casa la
fiesta de San Juan Bosco, cayó enfermo y abrumado por
una temperatura tan alta que nos hizo temer desde el
primer momento un fatal desenlata. A los pocos días, le
‘ aparecieron los síntomas de la tifoidea y hubo de ser
trasladado con toda urgencia «l hospital, donde recibió
en seguida las atenciones y solícitos cuidados de los
Doctores y de las buenas Hermanas de la Caridad. Pero
no fueron suficientes esto^i cuidados para impedir el rá
pido progreso dcl temido morbo. La única esperanza la
pusimos todos, junto con el enfermo, en la protección
de D. Bosco, cuyn reliquia ex osnfivs le acompañó toda
la enfennedad, y cuyo, favor pedimos sin cesar por medio
de varias novenas. Y las esperanzas que en él puímos
no quedaron fallidas, pues a pesar de las dos rccaidas
que tuvo y que le llevaron a las puertas del sepulcro, y a
pesar de los sesentas días de fuerte calentura. D. Bosco
nos concedió el favor esperado y tan ardientemente pe
dido de verle entre nosotros. Hoy, \-a restablecido por
completo, y en un estado de salud que humanamente
resulta inexplicable después de haber pasado por tan
duro y largo calvario, el ex-enfermo se une a nuestros
corazones para entonar un himno de agradecimiento al
Padre, que le ha conservado para bien de esta Inspectoría
tan necesitada de personal. ¡Gracias, Padre, sigue ex
tendiendo tus amorosos cuidados sobre esta Casa de
Formación!
Los Superiores, Filósofos, y Novicios de la
Casa de Cuenca.
E C U A D O R - Sigsig. — Hallándome enferma después
de haber dado a luz a mi primer hijito, y viendo el Doctor
mi estado de gravedad, manifestó la absoluta necesidad
de una operación quirúrgica. Y o acudí sin vacilar a mi
padre y protector D . Bosco para que me librara de ella,
y en una medicina que se me administró puse una ima
gen del Santo reduciéndola a pedacitos muy pequeños.
Ingerir esto y conseguir la gracia anhelada fué una misma
cosa. Agradecida, envío una pequeña limosna para las
obras salesianas.
M.wig.\rita C. de P es.\ntez .
E S T A D O S U N ID O S (California) - HoUytaood, julio
de 1938. — El 17 de noviembre del año pasado, un hijo
mío mvo un accidente automobilístico, y no sé por cuales
circunstancias no le prestó auxilio a la víctima, viniendo
la policía por él a las doce de la noche. A los ocho días,
le iban a formar juicio, pero el juez dijo que él no podía
sentenciar, porque el caso era de pertenencia de la Corte
sjperior. Yo invoqué al punto a la Sierva de Dios Dña.
Dorotea de Chopitea, y también a San José, a María
.Auxiliadora y a S. Juan Bosco, consiguiendo que mi hijo
saliera libre el 7 de enero de este año, cuando según el
juez, habría tenido no menos de un añno de cárcel.
Persuadida de que en esto intervinieron mis celestiales
abogados, resuelvo dar publicidad a este favor y envío
una limosna, según promesa.
R amona O . L ugo.
M EJICO (Michoacán) - Tuxpdn, julio 19 de 1938. —
Mi querida hladrc, la Sra. María Martínez Vda. de A l
iare, enfermó tan gravemente que temíamos por su vida.
Pero sucedió que el buen Padre Beguerise, Rector del
Templo de María Auxiliadora de Morelia, bondadosa
mente se ofreció a dar a la enferma la bendición de María
Auxiliadora, y colocar después la santa Reliquia de Don
Bosco en la cabecera de la paciente; con todo lo cual se
notó luego una notable mejoría, debido sin duda a la
protección eficacísima de San Juan Bosco, que obtuvo
de Dios Nuestro Señor, por intercesión de María A u
xilio de los Cristíanos, la salud de mi señora madre.
En agradecimiento de tan insigne beneficio, envío una
limosna para las obras de la Basílica de María Auxilia
dora, en Turín, donde se guardan las Santas Reliquias de
Don Bosco.
Z eferino A lfaro Pbro.
Cura Párroco y
Cooperador Salesiano.
M EJICO (Sonora) - Batuc, mayo 22 de 1938. — E x
tremamente postrado por una grave enfermedad pulmo
nar, .sentía que a cada minuto las fuerzas me abandona
ban y el aliento de la vida se agotaba por completo; en
medio de tanta añiedón, mi hija acertó a invocar a San
Juan Bosco para que intercediera cerca de Dios y de María
Sma. .Auxiliadora por mi alivio, prometiendo corresponder
con una limosna en favor de las Obras del Santo. A poco,
mis fuerzas fueron tomando vigor, y tras de breve con^'alecenda. volví a verme completamente sano. Conti
nuando bien, hoy cumplimos nuestra promesa y mani
festamos públicamente nuestra eterna gratitud al gran
Santo.
Juan de D ios L . S ilvas .
R amon .\ S ilvas .
D a n ta m b ié n g r a c ia s a M a r ta A u x ilia d o r a y
a S a n Ju a n B o s c o p o r f a v o r ^ r e c ib id o s :
E spa.^a (Pontevedra) - Porrones. — Rosalía Amor de
A. Ruibal.
A rgentina - Ensenada. — Héctor R. HaramboureCarlos Mazzaroli.
A rgentina (Entre Ríos) - Colonia Elia. — Victoria
Perdiguero.
A rgentina - L a Plata. — Sra. C. Pacetti.
A rgentina (Santa Fe) - Sarniento. — Catalina G . de
Rubiolo - Jacinta Vda. de Rubiolo - María Vda. de Cavalero.
C olombia (Santander) - Contratación. — Raquel Almeida.
C olombia (Santander) San Atidrós. — Florinda P. de
Vásquez - María de Jesús Villamizar de .Altamirano Carlos A. Niíñcz - Guillermo Espinosa - Saturnina Her
nández.
E cuador (Alanabl) Santander, — Justina Mieles.
Estados U nidos (California) Los Angeles. — Rita C.
de Valencia - M . E. P. de Horcasitas.
Estados U nidos (California) - Los Angeles. — Esther
Flagell.
Estados U nidos (Texas) San Antonio. — María Vda
de Castillo - Nency Vázquez.
M éjico - Aguascalientes. — Francisca V. Vda de Arenas
- Blandina R. Vda. de Mayagoitia.
M éjico (Jalisco) Jalostotillún. — Soledad G . de Rábago.
M éjico (J.alisco) San Juan de los Lagos. — Concep
ción S. de Rej-noso - María Dolores de A . de Padilla.
M éjico (Michoacán) Zitácuaro. — María de Jesús
L . de Barrera.
M éjico (Nuevo L.eón) - Montemorelos. — Angelina B.
de Hinojosa y esposo.
M éjico (Michoacán) Zitácuaro. — 'M aría Dolores C.
de Sáenz - Margarita Ramírez - María Trinidad P. Vda.
de Merlos - Josefina BecerrU - Cristina O. Vda. de Gómez.
M éjico (SinaJoa) Toro Choix. — Guadalupte Cantú,
cooperadora salesiana.
N icaragua - Bluefields. — Emelina Pineda.
V enezuela - Caracas. — Benjamín Blanco Lauder y
su señora e hijas - Hermanas Blanco Anzola.
Por intercesión de nuestros
Siervos de Dios.
E S P A Ñ A - Sevilla, mayo de 1938. — Habiendo en
fermado de anginas, gripe, y por último de bronconeumonía, de la que se temían complicaciones graves a causa
de la debilidad en que me encontraba, acudí al Siervo
de Dios Domingo Savio, pidiéndole me obtuviese la
gracia de la curación, con promesa de publicarla en el
Boletín Salesiano. Hoy, completamente restablecido, no
puedo menos de expresarle públicamente laa m is sinceras
gracias, invitando a todos los que se vean afiigidos por
enfermedades acudan a nuestro Sier>'0 de Dios con la
firme confianza de que serán atendidos. Además, debién
doseme extirpar una de laa amfgdalaa que era la causa
de las anginas, recurrí de nuevo a él resultando admira
blemente la operación.
José M anltl M artin , Salesiano.
A R G E N T IN A - Salta, julio de 1938. — El día 28 del
pasado abril, sintiéndome algo mal y después de la úl
tima hora de clase, fuíme a descansar por indicación del
señor enfermero del C o l^ o . Al anochecer del mismo
día, se me tomó la temperatura y tenía casi 40°.
Como al siguiente día siguiese aumentando la fiebre,
el Rdo. P. Director llamó al Dr. Agustín Rosa, médico
y ex alumno, quien,, hallóme principios de neumonía. Esa
misma tarde, fiii conducido al Hospital del Milagro donde
la enfermedad se fué agravando, de modo que el día 30.
haciéndoseme muy dificultosa la re^ iraaón tuvieron que
administrarme oxígeno.
Desde el primer momento, además de invocar con
247
fervor a María Sma. Auxiliadora y a San Juan Bosco,
me puse singularmente bajo la protección de la Venerable
María Mazzarello.
La Superiora del Colegio de María Auxiliadora me enváó
una reliquia de la Fundadora y en seguida comenzamos
una novena ^ara obtener dcl Señor la gracia de la salud,
por intercesión de la Venerable. La ansiada gracia no se
iúzó esperar y poco a poco ful superando la crisis.
Así las cosas y cuando me hallaba ya casi fuera de pe
ligro, a loa 10 días de ia enfermedad, se manifestó un prin
cipio de pleuresía purulenta. El médico de cabecera hizo
consulta y constató el foco en uno de los pulmones, y
nuevamente peligró mi vida. En tales circun.stancias, acudí
con nuevo fervor a Madre Mazzarcllo, mientras el Rdo.
P. Director celebraba una Misa en el altar de San Juan
Hosco implorando nueva protección, y cuál no fué la
sorpresa cuando el médico constató que ya había desapa
recido el peligro.
Hoy, encontrándome ya bien de salud, cumplo lo pro
metido, publicando en el Boletín Salesiatio la gracia obte
nida por intercesión de Madre Mazzarello y San Juan
Hosco, a fin de que aumenten los devotos de tan benignos
y celestiales patronos.
C O L O M B IA - Bogotá, junio de 1938. — D oy de todo
corazón las más expresivas gracias a Dios que, por medio
de su Siervo D. Miguel Rúa, se dignó concederme una
gracia grande por todos conceptos. Para que esto sea
una nueva conñrmación de la gran influencio que Don
Rúa tiene en el cielo, deseo sea publicado este favor en
el Boletín Salesiano.
Estando enfermo de erisipela, complicada con gripe,
parecíame a mí que no habla otro remedio que prepa
rarme para el gran paso de la eternidad. Vino uno de los
hermanos a verme, me aconsejó que me encomendase a
Don Rúa y me proporcionó una reliquia del Siervo de
Dios. Unimos los dos nuestras oraciones y pronto se
dejó notar la mejoría que fué perfecta a los pocos días,
encontrándome presentemente del todo restablecido.
Doy de todo corazón gracias a Dios y a su Siervo, re
comendando a todo el que se encuentre necesitado acuda
a él en la seguridad de ser escuchado.
Pablo M . R opriguez , Salesiano.
Da gracias a la Sierva de Dios Dorotea de
Chopitea:
Matilde Nales, de Tampa (Estados Unidos).
R O LO GI A S
S A L E S I A N O S D IF U N T O S ;
Mario Rosin, sacerdote — de Trieste (Italia) f en Hetgcmal (Palestina) el 23 de junio de 1938.
Rafael Starace, sacerdote — de CastvUamare (Italia)
+ en (id.) el 23 de dcciembre de 1937.
Emilio Bajocehi, sacerdote — de Ccrcsolo di Coriano
(Italia) t en Intra (id.) el 21 de junio de 1938.
Antonio Rossini, sacerdote — de S. Pcllcgrinctto
(Italia)f en Lugano (Suisa) el 6 de junio de 1938.
Aníbal /.osean', sacerdote — de Pieve Ddmona (Italia)
t en Lavrinhas (Hrasil) el 7 de febrero de 1938.
>lri/ino Monloya, itiadjutor — de Meiiellln (Colombia)
t en Ibagué (id.) el 23 de manto de 1938.
Antonio Cerrina, sacerdote — de Fubinc (Italia) t en
Valparaíso (Chile) el 3 de mayo de 1938.
fuan BiJaliin, sacerdote — ■' de Dolores (Argentina) t
en Tucumán (id.) el 15 de abril de 1938.
Twé Troitffyk, coadjutor — de Sicmanowicc (Polonia)
t en Skaua (id.) el 7 de ma>-o de lO.tS.
yosé PasaJas, coadjutor — de Tejares (España) t en
San José del Valle (id.) el lo de ma\-o de 193S.
..•Ii/noifo Rokebrami, clérigo — de Blaricum (Holanda)
t en Kórtryk (Bélgica) el 5 de marro dcl 1938.
248
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S :
Dr. Antonio Morandi.
Buenos Aires tiene que llorar hoy la muerte inesperada
del doctor Morandi, cuyas relevantes dotes de corazón
y de inteligencia eran apreciadas por cuantos le conocie
ron. Supo formar un hogar modelo de virtudes cristianas
y tuvo siempre energías no sólo para cumplir en forma
intachable sus obligaciones en el ejercicio de la abogacía
y de la cátedra, en el colegio comercial y en la Facultad
de Ciencias Económicas, sino también para consagrarse
a las mejores manifestaciones de las actividades católicas.
De su acción actual hablan elocuentemente los cargos
que ocupaba al sorprenderle la muerte: presidente de los
Economistas Católicos, presidente de la Acción Católica
de la parroquia de Santa Amelia y presidente de la Liga
de Padres de Familia del Colegio y Oratorio de San Fran
cisco de Sales, al cual se hallaba unido por especiales
vínculos de afecto.
Dcl pasado podemos afirmar que toda su vida estuvo
siempre consagrada a la realización de los nobles ideales
cristianos. Formado en los colegios salesianos del Uru
guay, apenas se trasladó a nuestro paíd dedicóse a la
Acción Social Católica en la organización de los Círculos
de Obreros, donde actuó largo tiempo, distinguiéndose
por ese espíritu emprendedor que conservó siempre vivo
como en los mejores años de su juventud. Más tarde,
comprendiendo la importancia de la organización de los
Padres de Familia Católicos, dirigió a ellos en modo es
pecial sus energías desempeñando por varios años v
hasta el presente la presidencia de la Asociación en el
Colegio y Oratorio de San Francisco de Sales, donde des
arrolló una obra eficacísima. A despecho de los años
que parecían no hacer mella en él, mostróse siempre
prontamente dispuesto para los obras buenas y asi cuando
surgió la idea de constituir una asociación de Economistas
Católicos, entregóse a su realización con juvenil entu
siasmo y mereció ser designado presidente porfunanimidad,
y cuando se estableció la nueva parroquia de Santa Amelia,
el cura párroco encontró en el doctor Morandi el mejor
auxiliar para organizar la Acción Católica en cuyas acti
vidades ya se había distinguido en la parroquia de Sm .a
Rosa.
Publicó muchos artículos sobre temos de acción social
católica, algunos de los cuales vieron la luz en E l Pueblo,
del cual fué siempre asiduo propagandista, y pronunció
numerosas conferencias, siempre profundas por la doctrina
y siempre encaminadas a prácticas realizaciones.
Amó entrañablemente a la Obra de Don Bosco como
dignísimo ex alumno y consideraba el honor más grande
estar inscrito entre los cooperadores salesianos para los
cuales fué de hermosísimo ejemplo. N o era rico, pero su
grande amor a la niñez le supo inspirar siempre los medios
para ayudar con generosidad a los pequeños necesitados;
los niños pobres de .\lmagro, que fueron especial objeto
de su afecto, jamás olvidarán las continuas preocupaciones
que por ellos ha tenido.
Sin ser periodista era uno de los colaboradores y amigos
más decididos de El Pueblo; el diario lo encontró siempre
animoso, propulsando sus campañas de difusión y cuando
el tiempo, siempre breve para él, se lo permitía, llegaba
con páginas llenas de ciencia y de fe que significaron ura
aportación valiosa para el diario.
I-a muerte, pues, no le sorprendió con las manos vacías.
N o era de aquellos que necesitan el tiempo de la enfer
medad para improvisar algún capital de buenas obras
con que hacer frente al juicio de Dios. Cayó como bueno,
en la lucha, como había vivido; pero cayó cargado de la
copiosa obra de bien realizada durante toda su vida.
Han muerto también en la paz del Señor:
I slas F ilipinas (llocos Sur) Vigán. — Sr. D . Socorro
Reyes,
Islas F ilipinas (Bulacin)
— (Rvdo.
1*. Juan Tongeo.
M éjico (^iichoacán) Morelia. — José Montovn.
U rccuay - Montevideo. — Catalina Aguirre.
C o a aprobación de la autoridad eclesiástica. - Establecimiento T ip . de la S.E.I. - Turin
Director responsable: D . G U ID O FA V IN l • V ia Cottolengo. 32 - T U R IN 109 • (Italia)
Tesoro Espiritual
Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesianos pue*
dep ganar en el transcurso del año.
I . — Una ves cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos; Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2 - DI día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
^ - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
- E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 ~ E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer~
cicios Espirituales, de ocho días.
Z ' A la hora de la muerte, con tal que, con
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CA D A UN A
D E LAS SIGUIENTES FIESTAS:
1) M O V IB LE S:
Sagriuia Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pasata de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) F IJA S :
ESERO
1 - Circmtcisim del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifania.
18
23
25
2g
-
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma X^irgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO
19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
i i - Aniversario de la Coronacióttde María
AiLviliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
8
SETIEMBRE
Natividad de la Sma Virgen.
12 - Dulcísimo Nombre de María.
14 - Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
29 - Dedicación de San Miguel Arcángel.
-
15
OCXUBRE
•j - La Virgen del Rosario.
11 - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE
8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon
tífice.
EL SANTUARIO-BASILICA DE
MARIA AUXILIADORA DE TURIN,
AMPLIADO Y EMBELLECIDO
''lo Virgen de Don
Ningún devoto de
Bosco*' debe dejar
de contribuir, poco o mucho, a este homenaje mundial.