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Medios

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Año L IV - N .

4

ABRIL

1939

a e^iano

REVISTA

DE

LAS

OBRAS

DE

DON

BOSCO

IN SC R IB IO S EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚ S
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra dcl Ssdo Corazón
de Jesús ?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
]>articipar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
C orazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
í.as limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para educarlos cristianamente.
I
Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector M ayor de los Salesianos.
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestrá casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de B oletín S ale sian o
Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, ser\-irán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2.
Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquin¡
con líneas bien espaciadas.
, ,
" V?*'? rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. - Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Re\nsta ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró­
nica, y, cuando acompaña a esta, la avalora de modo extraordinario. Avi\-en pues su celo nuestros'
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5.
los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o ponqué la relación carece de especial interés.

R E V IS T A D E
LAS OBRAS DE
DON BO SCO
REDACCION

Y

B O l E r 1M
ALESIANO

ADMINISTRACION:

VIA

C O T T O L E N G O , 32

-

A í o L IV - N úm ero 4

ABRIL

T U R I N (109)

-

X939

UTALIA)

SUM ARIO: H abem us Papam : ¡V iva P ío X II! • Sentido hom enaje de la C asa M adre a la venerada m em oria del
“ Papa de D on S osco” . • L a Obra Salesiana en España y América: Buenos Aires. A ctivid ad es de los Exploradores
de Don Bosco. Solem ne jura de bandera en la p la z a d el Congreso - San C arlo s de B ariloche. G ran des Jornadas. •
Rio G allegos. Fiesta en honor de la Beata M azza reilo - C h ile. El espantoso terrem oto que tiene su m ida en el
dolor a toda la n aci6 n . D io s protegió la v id a de los salesian os - C o lim a . Voto de gracias a M aria A u x ilia d o ra Tam pico. B en dición de im ágenes • Paysandú. Jornadas E u carislicas. - D e nuestras Misiones: Japón. M ies, vendim ia
y pesca dei año 1938 - China. H eroísm o de las H ijas de M aria A u x ilia d o ra . - Crónica de gracias. - Necrologías.

Gaudium magnum: habemus Papam
I

VIVA PIO X II!

A los veinte dias
de la plácida muerte
de S. S. Pío X I, el
Papa gigante de la fe
intrépida, el águila
caudal de alas lum i­
nosas que batió y su­
peró todas las alturas;
que, durante todo su
glorioso y fructífero
Pontificado, no omitió
esfuerzo ni iniciativa
que fuese capaz de ele­
var el prestigio y for­
zar la penetración de
!a Iglesia Católica en el
mundo; a los veinte
días, nada más, de la
inmensa pérdida que
la gran familia cristia­
na ha sentido y llorado
como pocas veces, he
aquí que la Provi­
dencia nos deja sol­
dado otro anillo de
la áurea y nunca interru m pida cadena
de los Sucesores de
Pedro, poniendo sus ojos de predilección
sobre la persona del Cardenal Pacelli, que

era ya antes la hnga
manus, el Secretario
de Estado de S. S.
Aún nos parece a
nosotros estar viendo
al Emmo. Cardenal
Pacelli cuando, el 20
de noviembre p. p.,
asistía, en la Basí­
lica Vaticana, a la Bea­
tificación de Madre
Mazzareilo. Los ojos
quedábanse cautivos
d e a q u ella figura
hierática, alta, dis­
tinguida; de su por­
te exquisitamente de­
voto, de su aureola
de santidad, piedad y
dulzura; de su com­
prensión condescen­
diente de hombres y
gobiernos; de su ha­
bilidad en la solución
de los más inextri­
cables asuntos. Todo
esto habíale ganado
la universal estima­
ción y hacía que aquella sagrada púrpura
se destacase, de modo grande y sin-

97

fpjlar, entre la de los demás cardenales.
Cuando, la tarde de aquel glorioso día,
la santa y agotada ancianidad de Pío X I
l)ajaba de la silla gestatoria para postrarse
de hinojos ante la humilde heroína de Dios,
que él acababa de llevar a los altares, úl­
tima de aquella brillante constelación de
Santos y Beatos — 33> y 463 respectiva­
mente — que lucirán siempre como joyas
deslumbradoras en la corona de su Pon­
tificado, ¿quién, de los allí presentes, no
pensaba entonces con angustia que la pre­
ciosa vida que se había ofrecido por la paz
del mundo estaba ya dando los últimos
resplandores? y ¿quién, que hiciese pasar
los ojos por los numerosos representantes
del Sacro Colegio, no presentía la su­
cesión y el triunfo inminente de Aquél
que acaba ahora de ser nombrado V ica­
rio de Cristo en la tierra con el nombre
de Pío X II?

La hora solemne.
Es una hora de expectación y alegría
única en el mundo ésta de la elección del
Sumo Pontífice. L a plaza de San Pedro,
en cuanto aparecen sobre el cielo romano
las primeras vedijas del humo blanco tra­
dicional, vese invadida por imponentes
riadas de fieles que fluyen, como por en­
canto, de todas las vías urbanas que en
ella desembocan. Todas las miradas dirígense a dos o tres ventanas muy conocidas
y todas delatan la honda emoción indes­
criptible de aquellos momentos, en que un
Hombre se siente improvisamente tocado
por el dedo de Dios, transformado, re­
vestido de un poder sublime, sobrehumano,
casi divino. 'Podos esperan con inconte­
nible impaciencia la proclamación del nom­
bre y de la jwrsona del nuevo Vicario de
Cristo, símbolo de la vitalidad perenne de
la Iglesia, testimonio infalible del que es
y será, en el tiempo y en la eternidad, el
Camino, la Verdad y la Vida.
Lii tarde del 2 de marzo, por primera
vez en la historia de la elección de un
nuevo Papa, la radio pudo captar, con­
temporáneamente, en todos los países del
98

globo, las ondas misteriosas que se emitían
desde la plaza de San P ed ro ; los creyentes
de todas las lenguas y de todas las razas
oyeron conmovidos, m uy de cerca, la
creciente marea del pueblo romano, y
como una voz alta, dominadora, sobrepo­
niéndose de pronto a todos los ruidos,
exclamaba: Am untio vohis gatidium magnumü Papam habemusH Eminentissimum
ac Reverendissimum Dominum Cardinahm
Eigmium Pacelliy qui sibi nomen imposuit
Píum X II.
¡T e Deum Laudamus! cantaron, en la
inmensa explanada, los coros unísonos de
m ies y miles de voces, a las que se unie­
ron las de los radio-escuchas de todo el
mundo.
Aquel clamor alborozado de pueblo era
tan potente y fervoroso que debió subir de­
recho al trono de Dios y conmover pro­
fundamente a su nuevo Vicario, quien,
momentos después, hacía su aparición
solemne en la logia central de la Basílica,
para dar su primera bendición, urbi et
orbi, portadora de dichas y mensajera
de paz.
i Que Dios oiga estos primeros votos y
súplicas de su nuevo Vicario que, donde­
quiera, en su apellido, y en su escudo, y
en su lema lleva símbolos de paz: Pacelli;
la paloma con el ramo de olivo; el dicho
de Isaías, opiis justitiae pax.
Su inolvidable predecesor finalizó las
etapas gloriosas de su fecunda existencia
exclamando; Pace! pace!... y el nuevo
Pío que le sucede, al dirigir su primera
palabra al mundo, expresa el mismo veh e­
mente anhelo, j Que Dios les oigal...

La primera Bendición
a la Familia Salesiana.
El Emmo. Sr. D on Augusto Hlond, Pri­
mado de Polonia, en nombre y represen­
tación de toda la Familia Salesiana, fué
uno de los primeros en postrarse a los pies
de Pío X II que, hasta la hora de su elec­
ción, era nuestro Cardenal Protector, y
solicitió para ella las primicias de su Ben­
dición Apostólica.

en la última página de un opusculito
de sus Lecturas Católicas, que refiere
brevemente la vida de aquel gran Pon­
tífice, dejó escritas estas palabras que,
S. S. P IO X I I — Ciudad del Vaticano.
a la distancia de sesenta años, segui­
Fütnilia Solesiana San 'Juan Sosco, cele­
mos con ardor haciendo nuestras: « Estos
bra con inmenso júbilo exaltación Cátedra
actos nos hacen mirar, con razón, a L e­
San Pedro, reitera protesta filia l obediencia,
ón X I I I como una bella aurora de esplen­
constante plena devoción Vicario Cristo, dorosos triunfos para la Iglesia Católica.
ofrece fervientes oraciones, implora paternal Y toca a nosotros hacer posible esos triunfos.
¿ D e qué manera ? Con la oración, con la
bendición.
Pedro R icaldoñe ,
docilidad a la voz de nuestros Pastores,
con una conducta verdaderamente cris­
Rector Mayor Salesianos.
tiana. Pongamos, pues, manos a la obra,
y cada uno, en su propia esfera, promueva
A tan expresivo y filial homenaje, S. S. y haga revivir las buenas costumbres y las
se dignaba responder con este otro tele­
prácticas religiosas en las familias; declare
guerra al pecado en si mismo y en los de­
grama:
más, y de este modo el día del Señor no
Rvmo. Sr. D on Pedro R icaldoñe ,
tardará en amanecer sobre el m iindo!»
Rector Mayor de los Salesianos.
Este es, y no otro, según San Juan
Bosco, el verdadero modo de amar al
Su Santidad, agradecido filia l homenaje,
Papa: V ivir como buenos cristianos.
fervientes oraciones de esa Familia Religiosa,

La misma tarde del 2 de marzo, nuestro
Rector M ayor cursaba este telegrama:

y promesa obediencia,
constante plena adhe­
sión Vicario Cristo, en­
víale augurios gracias
celestiales y primera
bendición.

Breve reseña bio­
gráfica del nue­
vo Pontífice.

M o n tin i , sustituto.

E ugenio P a c e l l i ,
nació en Roma, el
2 de marzo de 1876,
Recordando una
siendo su padre Don
Felipe, Comendador
recomendación
y Decano de la Cu­
de San Ju an
ria Consistorial, y su
Sosco.
madre Doña Virgi­
nia Graziosi. Resulta,
Seguram en te que
pues, — y no sin
a estas promesas de
algún probable designuestro Rector M a­
mo de la Providen­
yor responderán, con
cia — que el mismo
celo y devoción sin
día en que cumplía
Eugenio P a c e ili. co le gia l de i i afioa.
límites, todos los Salos 63 años era ele­
lesíanos e Hijas de
María Auxiliadora, todos nuestros alumnos, vado al Solio Pontificio.
H izo todos sus estudios con extraordi­
ex alumnos y cooperadores, considerando
naria
brillantez, como lo atestiguan el ex­
al Sumo Pontífice como el Padre univer­
pediente
escolástico de los varios Centros
sal, guía seguro y faro de verdad infalible.
por
él
frecuentados,
y algunos de sus pro­
San Juan Bosco, en 1878, después de
fesores
que
todavía
viven. En 1899, y en
haber asistido a la elección de I^ ón X III,
^

99

el célebre Seminario Pontificio del A pelli­
nare, coronó su ardiente deseo de verse
consagrado sacerdote del Señor.
El hábil diplomático. — No obstante
haber manifestado, repetidas veces, a sus Su­
periores, que el mayor gusto de su vida era
dedicarse de lleno a los ministerios sacerdo­
tales, eran tan excelentes y destacadas sus
aptitudes para la carrera diplomática, que
el novel sacerdote fu é en seguida incor­
porado a la Sgda. Congregación de Asuntos
Eclesiásticos Extraordinarios, y aun cuando,
después de doctorarse en Teología y en
utroque jure, fu é nombrado catedrático
<le Derecho Canónico, en el mismo Apollinare, Mons. Pedro Gasparri, más tarde
Secretario de Estado de S. S., consiguió
que renunciase la cátedra y se entregase
enteramente a las tareas diplomáticas de
la susodicha Congregación, que ya no
abandonó hasta llegar al Pontificado. Siendo
aún muy joven, dió lecciones de Diplomacia
en la Academia Pontificia de Nobles Ecle­
siásticos y mereció que Pío X le nombrara
Consejero de la M isión enviada a Londres,
con motivo de la coronación de Jorge V .

Poco después, este mismo Papa lo hacía
Secretario de la misma Congregación, cargo
que ocupaba al ser elevado al Solio Pontificio
la Santidad de ^Benedicto X V , quien había
tenido ocasión de apreciar, con sus propios
ojos, las grandes cualidades del joven Pre­
lado cuando actuaba en calidad de Susti­
tuto de la Secretaría de Estado. F u é espe­
cialmente durante los años tremendos y di­
fíciles de la guerra mundial cuando Mons.
Pacelli hizo rayar a una altura extraordi­
naria sus excepcionales dotes de inteligen­
cia, siempre pronta a hacerse cargo de las
necesidades del momento, y a realizar, con
sagaz prudencia, las sabias directivas del
Santo Padre y de la Secretaría de Estado,
sin descuidar por ello ni sus estudios pre­
feridos, ni su colaboración preciosa en
otras obras particularmente importantes
para la vida de la Iglesia. A sí, por ejemplo,
a la par que estudiaba y resolvía los deli­
cados asuntos de la Congregación de que
era Secretario, a l d a b a muy eficazmente al
Cardenal Pedro Gasparri en la empresa mo­
numental de la codificación del Derecho Ca­
nónico, felizmente coronada con la promul­
gación, en 1917»
Código ahora vigente.

A b atid os los tronos de los 6 1 carden ales, qu ed a ún icam ente e l del nuevo Papa.
Es e l m om ento cu lm in an te y el m á s solem ne.

100

E l nuevo P a p a , P ío X II. vu e lv e a la C a p illa S lxtin a, para recib ir e l ú ltim o h om enaje de los Cardenales.

N u n c io A p o stó lic o . — En plena gue­
rra mundial, y cuando la Santa Sede aún
no tenía representación en Alemania, el
Papa Benedicto X V nombró a M ons. Pacelll Nuncio Apostólico en M unich, el 21 de
abril de 1 9 1 7 . Aquel nombramiento reci­
bióse en toda Baviera con enorme satisfac­
ción, y el mismo Pontífice quiso consagrar
al nuevo Arzobispo en la Capilla Sixtina.
Tratábase de una Nunciatura sobremanera
difícil, una especie de puesto avanzado de
la Iglesia en el Imperio- Germ ánico, y en
ella tuvo que realizar una labor dura y
comprometida, dados los acontecimientos de
trascendencia europea que en aquel enton­
ces se iban madurando. A pesar de todo,
el Papa no pudo haber elegido un mejor
V más digno Representante suyo cerca de la
Dinastía Católica de los W ittelsbach, pri­
mero, y de la República, después, debién­
dose a sus preclaras virtudes y dotes de
diplomático la feliz conclusión del Concor­
dato entre la Santa Sede y el Reino de
Baviera, el primero que se firmó en la
post-guena.

D e aquel puesto avanzado pasó, en 1920,
a otro todavía más difícil, la Nunciatura
de Berlín, después que Alemania hubo
establecido relaciones normales con la Santa
Sede.
En este nuevo puesto de responsabilidad
y de trabajo Mons. Pacelli ganóse muy
pronto las simpatías generales, y , a fuerza
de tacto y habilidad, firmó también con
el Reich el Concordato de 1929.
C a rd e n a l y S ecretario de E stad o. —
Finalmente, S. S. Pío X I, que conocía y
apreciaba las dotes singulares de su Nuncio
en Berlín^ en aquel mismo año de 1929 lo
promovió a la dignidad de Cardenal y , el
año siguiente, a Secretario de Estado, en
sustitución del Cardenal Gasparri, que
acababa de renunciar este elevado cargo.
Automáticamente cayeron sobre él las
dignidades de Prefecto de la Sgda. Con­
gregación de Asuntos Eclesi ásticos E x­
traordinarios, donde el había hecho sus pri­
meras armas como diplomático, y la de
Presidente de la Comisión Cardenalicia


lO I

administradora de los bienes de la Santa
Sede.

de hechos, documentos, escritos, discursos,
y en numerosos 'Concordatos y acuerdos
U n mes más tarde, sucedía también al
con diversos Estados, como Baviera, Badén,
Cardenal M erry del Val en el elevado
Austria, Alemania, Yugoeslavia, Rumania.
cargo de Arcipreste de la Patriarcal Ba­
Tuvieron resonancia mundial sus varias
sílica Vaticana.
Legaciones oficiales y honoríficas a países
Nueve años exactos duró la sabia, pre­ europeos y transoceánicos, en los que, ade­
ciosa y discretísima actuación del Emmo.
más de hacer converger hacia la figura y
Cardenal Pacelli como colaborador, desde
las obras del Vicario de Cristo las mentes
la Secretarla de Estado, en las grandes
y corazones de multitudes inmensas, dejó
obras del Pontificado de Pío X I. Sobre­ cautivados a todos con la elocuencia de
manera admirable ha sido su labor reali­ su palabra, con la suave afabilidad de su
zada, día a día, en una actuación incesante
trato, con los ejemplos altísimos de su
que no consiente treguas ni vacilaciones,
piedad verdaderamente angélica.
poniendo bien de manifiesto ante el mundo
Dignas de perenne recuerdo serán siem­
su altísima preparación espiritual, cultural,
pre sus intervenciones en el Congreso Eudiplomática, cristalizada en una gran copia
carístico Internacional de Buenos Aires,
*9341 y en las visitas oficiales que, a su
regreso de la República del Plata, hizo en
Montevideo y Río Janeiro; su ida a L our­
des, en 1935, para presidir el Triduo con
que Francia quiso clausurar el Año Santo
de la Redención; y el viaje privado que, en
*93^> hizo a los Estados Unidos, donde se
entrevistó con el Presidente Rooseveit; y
su clamoroso triunfo en la inauguración
de la Basílica de Lisieux a Santa Teresita del Niño Jesús, y finalmente, su úl­
tima y brillantísima actuación, como L e ­
gado Pontificio, en el X X X I V Congreso
Eucaríático Internacional de Budapest.

li
*

*

*

1
Bastan estos breves datos para asegu­
rarnos de que el cielo nos ha regalado un
gran Pontífice; un Pontífice tal como lo
piden y requieren los dificilísimos mo­
mentos que está viviendo el mundo.
D eber nuestro de buenos hijos de la
Iglesia es amarle y obedecerle, y apresu­
rar, con nuestras oraciones, la plena reali­
zación de su hermoso programa de go­
bierno: P a z con justicia.
Oremos pues, por nuestro Beatísimo
Papa Pío:

{ ¡P u rn a ta b ia n c a ! !

102

Que el Señor le conserve y vivijique, y le
fe liz en la tierra, y no le entregue en
las manos de sus enemigos.

Sentido Homenaje de la Casa Madre
a la venerada memoria del “ Papa de Don Bosco ”
Los funerales por S . S . Pió X I , que, el
día i8 de febrero, celebráronse en la Basílica
de María Auxiliadora, resultaron imponentes.
La Casa Madre de las Obras de Don Bosco
enlutó severasnente su templo querido y , al
pie de los altares, derramó toda la inmensa
congoja que rebosaba de su alma.
Nuestro Rvmo. Rector Mayor, Don Pedro
Ricaldone, ofició la Misa fúnebre, terminada
la cual, él, y a continuación cuatro Supe­
riores del Capítulo cantaron los cinco Res­
ponsos qxie la Rúbrica estáblece en las exe­
quias de los Papas.
E l túmulo se elevaba majestuoso debajo de
la gran cúpula, y en el altar mayor campeaba,
severa y gigantesca, una cruz blanca sobre
fondo negro.
E l Rvdo. Padre Ceria, biógrafo de Don
Bosco, filé el encargado de recoger, en una
magnifica oración fúnebre, los afectos y sen­
timientos que vibraban en el alma, no sólo
de los allí presentes, sino de toda la Familia
Salesiana. E l orador supo llenar su come­
tido con mucho ingenio y suma piedad filial,
haciendo desfilar, ante el numeroso audi­
torio, los hechos más destacados que colocan
a Pío X I en el primer lugar entre los más
grandes e insignes bienhechores de la Insti­
tución Salesiana.
He aquí su discurso, que merece ser trasla­
dado integramente:
L o dice ya e! proverbio bíblico que ex­
trema gaudii luctus óccupat, que el término
del gozo es el dolor. N o, no es factible para
los mortales hallar en este mundo alegrías
durables, y, de modo fatal, a las risas su­
ceden los llantos, o van con ellos mezcladas.
H oy, nos hallamos ante un caso en que
este contraste nos hiere con despiadada cru­
deza. N o sólo ha sucedido el luto a la ale­
gría sino que la ha matado en flor, apenas
nacida. Porque es un hecho que la Basílica

de San Pedro, el templo máximo de la
cristiandad, tal vez no había presenciado
nunca una escena como la que se verificó,
bajo sus bóvedas, la mañana del diez del
corriente. A quel día hallábase toda enjoyada
con sus más ricas galas esperando al esposo,
sicut sponsa omata viro suo, pero el esposo
no llegó y, en un abrir y cerrar de ojos,
los opulentos damascos rojos viéronse su­
plantados por densos crespones de luto;
con rapidez fulmínea había circulado por
todo el mundo la fatal noticia: ¡E l Papa
ha muerto! llenando de consternación a la
humanidad.
D e todas partes surgieron ecos de dolor
y manifestaciones de condolencia. Reyes
y Jefes de Estado, Pueblos y Gobiernos,
creyentes y no creyentes, demostraron,
con el acento hondo y solemne de sus ne­
crologías, que había desaparecido el Padre
de todos.
Cuando recibí el encargo de hacer esti
oración fúnebre, m i pensamiento voló a
las empinadas cumbres de nuestros Alpes,
en las que Aquiles Ratti, juvenilm ente au­
daz, puso tantas veces su planta, y dije:
¡He aquí una vocación destinada a las al­
turas! El Papa, cuya muerte hoy nos sobre­
coge de j>ena, si la humildad cristiana se lo
hubiese permitido, habría muy bien podido
exclamar: Ego in alíissimis, yo nací para las
altas cumbres. Fueron, en efecto, tantas y
tales las alturas por él superadas que, de
los doscientos sesenta Papas antecesores
suyos, habrá m uy pocos que las hayan
alcanzado. Porque, tratándose de Papas, es
necesario distinguir entre alturas y alturas.
H ay las álturas del Oficio Apostólico, de
la autoridad, del magisterio, de la pater­
nidad: hay alturas que puede tocar un
Papa como hom bre; tales como las del
genio, del carácter; de la excelsitud de
miras, o iniciativas. Pío X I alcanzó todas
esas alturas.
Y he aquí porque, al principio, me^ se^

103

<Iujo este tema: Pío X I , el Papa de las
grandes alturas. Sobre él comenzaba a
hilvanar mis ¡deas, cuando, a poco de
iniciado el trabajo, la pluma quedóse en
mis dedos como pensativa, y me pregunté:
¿Pero, será éste precisamente el tema más
oportuno, dada la calidad de mi auditorio?
Porque los que acudirán a la iglesia de Don
Rosco serán los hijos de D on Rosco, los
cooperadores de Don Rosco, los alumnos de
Don Rosco, para rendir su tributo de lágri­
mas y oraciones a la memoria del « Papa de
Don Rosco », y parece más natural que la
Familia de Don Rosco prefiera oír hablar
del Papa de Don Rosco. Presentárseme la
dificultad y resolverla fué una misma cosa.
Rompí las cuartillas que tenía escritas y
empecé de nuevo.
No contemplaremos, pues, a Pío X I en
las alturas a que le elevaron la dignidad
pontificia y su genio excepcional, pero, en
cambio, lo sentiremos más cerca de nuestro
corazón, gozaremos, por así decirlo, algu­
nos instantes de su intimidad inefable.
Estuvieron bien inspirados aquellos alum­
nos nuestros que, el 2 de abril de 1934,
en la Rasílica de San Pedro, aclamaron a
Pío X I con el grito de: «¡ Viva el Papa de

D on Rosco!». Nosotros oímos al amado y
admirable Pontífice cuando, desde lo alto de
su trono, declaró cordialmente que aceptaba
aquel inusitado juvenil saludo. Es un hecho,
del cual nosotros procuraremos exponer las
razones, que Pío X I comprendió de lleno
a Don Rosco viviente, que le tributó los
más altos honores después de su muerte,
y que valorizó y patrocinó las obras que
perpetúan su espíritu aquí en la tierra.
Qae Don Aqiiiles Ratti, siendo aún sa­
cerdote novel, deseó conocer de cerca a
D on Rosco es cosa que no ofrece la menor
duda. Los hombres dedicados a la inves­
tigación siéntense irresistiblemente atraídos
hacia aquellas personas y cosas que pueden
ser para ellos objeto de estudio. E l nombre
de Don Rosco y la fama de su Oratorio vo­
laban ya, no sólo por toda Italia, sino que
habían traspuesto sus fronteras, y llegado
allende el Océano. Esto era más que sufi­
ciente para despertar la curiosidad de D on
Aquiles Ratti, curiosidad que, en 1883, tro­
cóse en propósito decidido, cuando nuestro
Santo realizó su histórico viaje a París,
En aquella ocasión, una parte conside­
rable de la prensa, sin distinción de ma­
tices, se ocupó de él, y el diario de los

É l presbiterio de la B a sílica de M aría A u x ilia d o ra en las honras fúnebres por la m uerte de S. S. P ió X I.

104

sacerdotes lombardos acogió en sus pá­
ginas algunas de aquellas vibrantes cró­
nicas. F u é precisamente en otoño de aquel
año cuando el sacerdote Ratti tuvo ocasión
de satisfacer su deseo.
Y o me lo figuro entrando devotamente
en esta Basílica, postrarse en oración ante el
sagrario, elevar sus ojos al cuadro de María
Auxiliadora y , pasando después al patio,
preguntar por D on Bosco. Momentos des­
pués, el Siervo de Dios, sentado ante la
mesa de trabajo de su despacho, veía entrar
a un sacerdote en la flor de la edad, ágil,
de frente espaciosa, de mirada reflexiva,
ponderado en el hablar y exquisitamente
cortés y respetuoso. Recibióle con su acos­
tumbrada amabilidad suave y gozosa, y el
forastero le expuso el objeto de su visita;
no fueron menester muchas palabras para
que éste se formara una idea exacta de la
excelsa calidad del santo sacerdote de ValE l a lta r m ayor.
docco, cuyos prodigios había oído ponderar
asuntos respectivos y recibir orientaciones
tantas veces.
Después de aquella primera entrevista, y consuelos.
D on Bosco, que hasta del tiempo tenía
Don Aquiles Ratti pudo recorrer y exa­
que hacer economía, recibíales a menudo allí
minar cómodamente toda la casa, sin
que ni uno de sus rincones escapara a su mism o, y después de la comida, entreteníase
con ellos familiarmente. El sacerdote Ratti,
curiosidad. Quería ver, sobre todo, cómo
estaba organizada la tipografía y funcio­ comprendiendo que no era discreto asistir
naban las escuelas profesionales. Admirable­ a aquellas conversaciones íntimas, hizo ade­
mente pertrechada aquélla, y provista de. mán de retirarse, pero el Santo le dijo: « No,
D on Aquiles, quédese aquí, siga con nos­
un precioso equipo de máquinas que tra
otros, así verá cómo arreglamos nuestros
bajaban sin descanso, considerábase ya
asuntos
D e este modo, le fué dado en- •
entonces una de las mejores de Turin.
Todo lo visitó él detenidamente, y es­ terarse de una serie de conferencias que
constituyeron para él una novedad. En
taba impaciente de volver a ver a Don
su memoria quedaron profundamente gra­
Bosco para darle la enhorabuena y expre­
sarle su asombro por el adelanto de sus bados la forma que D on Bosco tenía de
recibir a aquellos hijos suyos, y su modo
talleres.
El Santo lo sentó a su mesa. H allá­ original de discernir, resolver y enjuiciar,
no obstante acuella gran variedad de per­
base entonces el refectorio instalado en
la estancia que hoy conocemos con el sonas y de negocios.
Pero la confianza acordada al huésped,
nombre de Capilla Pinardi. A llí, el fu ­
hasta
entonces desconocido, no se limitó a
turo Papa tuvo ocasión de ahondar más y
aquellas
breves horas, ya que D on Bosco
más én su estudio del Siervo de D ios y del
le
retuvo
dos días en el Oratorio, admitién­
espíritu que informaba la vida del Ora­
dole a la intimidad familiar y tratándole
torio.
Por aquellos días, los Directores de los como si fuera de casa. Llegada la hora de
varios institutos salesianos acudían a la despedirse, D on Aquiles Ratti dióle las
gracias y díjole que quería de algún modo
Casa M adre para estrecharse en tom o del
pagar tantas atenciones, i Nada, repuso el
Padre común, informarle del estado de sus
--

105

como la de una Cabrini, cuyas actividades,
aunque múltiples e intensas, fueron sin em­
bargo homogéneas. Don Bosco, en el curso
de su larga carrera mortal, llenó con sus
obras el mundo entero, trató con un mundo
de personas, e intervino en un mundo de
asuntos y de negocios; y ello en una época
de radicales transformaciones políticas y
sociales que le obligaron a tomar actitudes
desconocidas en lo pasado, y a buscar ca­
minos por nadie trillados. En una Causa,
de todos estos factores brotan un cúmulo
enorme de elementos que es necesario dis­
criminar, juzgar, valorizar.
Pío X I, en diecisiete años, vió conclusas
cuarenta y dos Causas de Beatificación y
veintitrés de Canonización. ¡ Número pro­
digioso, en verdad!, pero, entre todas, la
Beatificación y Canonización de D on Bosco
fueron, sin duda alguna, y sin compara­
ción posible, las más laboriosas. E l Papa
no las perdió de vista ni un solo mo­
mento, y hasta pudo parecer que por ellas
habíase apasionado. Esto no quiere decir
que sus intervenciones personales llegaran
a turbar la marcha normal de los pro­
cesos, imprimiéndoles una velocidad in­
compatible con la meticulosa diligencia con
que tales procesos deben ser, y son, inflexi­
blemente examinados; su intervención, em­
pleada, es verdad, a fondo, dirigíase a re­
mover obstáculos, a evitar dilaciones inne­
cesarias, a impulsar el ritmo de los trabajos.
La Causa de Don Bosco duró cuarenta y
cuatro años, mas si Pío X I no hubiese sido
el último de los cuatro Papas que conocie­
ron y presidieron su tramitación, bien puede
asegurarse que, a estas horas, aún no ha­
bría llegado a puerto.
La Beatificación tuvo lugar el 2 de junio
de 1929 y fué una solemnidad sin prece­
dentes. En setiembre de 1927, el Papa, r e ­
cibiendo a un Obispo Salesiano del Brasil,
decíale que su mayor deseo era que coin­
cidiesen la Beatificación de Don Bosco y la
fiesta de su Jubileo Sacerdotal. Esto, que a
muchos pareció cosa del todo irrealizable,
quiso la Providencia que fuese un hecho
magnífico que el Papa hubo de celebrar,
hasta por otra razón.
La Conciliación del Estado Italiano con

la Santa Sede es, sin disputa, el triunfo
cumbre del Pontificado de Pío X I. Si
aquel abrazo dado por Dios a Italia, y por
Italia a Dios, fu é el gran don que a su
bienamada patria hizo Pío X I, la feliz solu­
ción de h. Cuestión Romana fué para todo el
mundo católico motivo de inmensa alegría.
Ahora bien, de aquella insigne honra, con
que el histórico acontecimiento aureoló la
sagrada persona del gran Pontífice, quiso él,
en cierto modo, hacer partícipe a nuestro
Beato Padre. Son palabras dichas por él y
consagradas nada menos que en una Encí­
clica, en uno de los documentos más so­
lemnes que puedan emanar del Vaticano,
la Quadragésimo anno, publicada el 23 de
diciembre de 1929. Enumerando allí los
consuelos que el Año Jubilar habíale pro­
porcionado, después de hacer mención
de su visita a San Pedro para venerar
al nuevo Beato, añadía: «Durante aquella
visita, recordábamos cómo, por una es­
pecial Providencia del Autor de todos
los bienes, el primero a quien decre­
tábamos ios honores celestes, después de
concluido el Pacto de la tan deseada paz
con el Reino de Italia, fuera Juan Bosco,
que había siempre deplorado la violación
de los derechos de la Sede Apostólica y
trabajado para que fuesen reintegrados tales
derechos, y arreglada amistosamente aquella
desaveniencia dolorosísima que arrancó a
Italia de los brazos paternos.
¡Bendita mil veces la Conciliación! ex­
clamamos hoy nosotros. | Bendito mil veces
A quél que, al sonar la hora de la Providen­
cia, tan fervorosamente augurada por el
Papa, facilitó la firma de un tan importante
documento! Día de luto nacional fué ayer
para toda Italia, mas nosotros, que vini­
mos a este mundo el año 70, después
de todo lo que hemos visto en el trans­
curso de nuestra vida, hemos de exclamar;
N o sólo fué día de luto nacional, sino
también de venturosa concordia nacional.
E l santo Pontífice, que tuvo por lema
L a -paz de Cristo en el Reino de Cristo^
con harta razón, había, pues, esperado, todo
anhelante de júbilo, la aurora luminosa de
este día.
{Continuará).
10 7

LA OBRA DE DON BO SCO EN
ESPAÑA Y AMÉRICA
Relaciones enviadas al Rector M ayor.

L'-ü
Ti"

Buenos Aires. • L a Corte cateq u ística de lo s Exploradores de D on Bosco.

ARGENTINA - Buenos Aires. — Activida­
des de los Exploradares de Don Bosco.
El Comando General de los Exploradores
de Don Bosco en la República Argentina, con
sede en el Colegio y Oratorio de San Francisco
de Sales, continúa sus actividades de los años
anteriores, reuniéndose periódicamente dentro
de un ambiente de gran entusiasmo, disci­
plina y franca camaradería.
Entre los asuntos tratados, en la última Se­
sión, figuraron^
1. Aprobación de los nuevos distintivos
para suboficiales, con el fin de no usar los
mismos del ejército.
2. Varias disposiciones de régimen in­
terno, para lograr la plena uniformidad en los
37 batallones de la República.
3. Iniciación de trabajos para festejar, en
1940, las Bodas de Plata de la institución.'
4. Preparación del Certamen Catequístico
entre exploradores oratoriamxs, realizado el do­
mingo 16 de octubre y presidido por el Rdmo.
P. Inspector. En este Certamen tomaron parte
los diez oratorianos mejores de cada uno de
10 8

los diez batallones de la Capital y Provincia
de Buenos Aires.
5. Organizar la gran concentración anual
de batallones en la Plaza del Congreso, este año
dedicada al Exemo. Sr. Presidente de la Repú­
blica, y como homenaje por el Cincuentena­
rio de la muerte de San Juan Bosco.
6. Participación en el gran homenaje a la
Beata Sor María Mazzarello, tributado en la
Iglesia Catedral de Buenos Aires el 27 de no­
viembre, con la formación de seis batallones,
que desfilaron luego ante el Emmo. Cardenal
Dr. Santiago Luís Copello, Arzobispo de Bue­
nos Aires y Primado de la Argentina.
7. Cena de fin de año en honor del
Sr. Don Ramón Cortés Conde, Presidente del
Comando, ascendido al importante cargo de
Comisario de Policía de la Capital.

Solemne jura de la bandera en la plaza
del Congreso.
Dedicado, como acabamos de indicar, al
Exmo. Sr. Presidente de la República, que
se hizo representar por su edecán militar, y

organizado por el Comando General de los
Exploradores de Don Bosco, bajo los auspicios
de la comisión central de cooperadoras salesianas, base realizado en la plaza del Congreso el
acto patriótico de la jura de la bandera de la
bizarra institución.
Momentos antes de las lo, fueron llegando al
lugar de la ceremonia los diez batallones que
participaron de la misma, pertenecientes a la
Capital y a la provincia. Estos eran: el Batallón
1° del Colegio y Oratorio San Francisco de
Sales; el 2° del Colegio L/eón X III; el 3® del
Colegio Don Bosco; el 5° del Colegio Parroquial
San Juan Evangelista; el 15® del Colegio San
Antonio; el 6®del Colegio Parroquial Nuestra
Señora de la Guardia, de Bemal; el 10® del Co­
legio Sagrado Corazón, de La Plata; el 13®del
Colegio Santa Isabel, de San Isidro; el 14° del
Colegio Parroquial Nuestra Señora de la Mer­
ced, de Ensenada; y al 24® del Oratorio San
Jorge, de Lanús.
Se concentraron con todos sus elementos so­
bre la amplia explanada de la avenida Entre
Ríos, entre las calles Victoria y Rivadavia y
frente al Monumento de los dos Congre­
sos, donde se había levantado el altar. En
las escalinatas del Palacio Legislativo y en
todo el espacio libre había numerosísimo pú­
blico.
Junto al altar, en la plataforma superior del

Monumento de los dos Congresos, se situaron
los miembros del Comando General de los
Exploradores de Don Bosco y los abanderados
y escoltas de cada batallón, mientras en la esca­
linata formaba una dotación de bomberos para
hacer guardia de honor durante el acto. Mo­
mentos después de las 10 y 30, inicióse la
solemne ceremonia.
Esta dió comienzo con una misa campal ofi­
ciada por el inspector de la Congregación Salcsiana, R. P. José Reyncri, que fue seguida con
verdadera unción religiosa por los pequeños
exploradores, público y personalidades que
ocupaban el palco oficial.
Finalizada la ceremonia religiosa, durante la
cual la banda de los alumnos del Colegio Pío IX
interpretó diversos trozos selectos de música
sacra, la banda de la Escuela de Mecánica de
la Armada ejecutó magistralmente el Himno
Nacional, que fué coreado por todos los pre­
sentes y muy aplaudido.
Inmediatamente, el vicario general de la Ar­
mada, monseñor Dionisio R. Napal ocupó
el micrófono de la importante difusora L R 3
Radio Belgrano, la que transmitió todos los
detalles de la solemne ceremonia, en onda
corta y larga, y pronunció ima vibrante alo­
cución patriótica religiosa, provocando con­
tinuos aplausos.
En este momento, el abanderado del Co-

BarÜocbe. - E l E m m o. C arden al C o pello, rodeado de M oos. E sand i. cle ro y aulo rid ad es, b endiciendo la r obra*
( t e o i e pág. sig.).

--- 109

B|irn»í'.;íí;rn

stm
U n sugestivo panoram a de BarUoche.

Don Bosco, de San Nicolás;
Nuestra Señora del Rosario, de
Córdoba; Salesiano, de Mar del
Plata; Salesiano, de Corrientes; Sa­
lesiano, de Santa Rosa; Salesiano,
de San Juan; Salesiano, de Victorica, Pampa; Don Bosco, de Bahía
Blanca; Oratorios Salesianos de
Mendoza, Comodoro Rivadavia,
San Antonio de Padua, Córdoba'
Alta Gracia; Colegios San José, de
Patagones; Escuelas de A. y Oficios,
de Paraná, San Francisco de Sales,
de Viedma, San Rafael, de Curuzú Cuatiá, Rawson y Chubut,
completando el número de 36 ba­
tallones argentinos.

mando, teniente
F. Mario Riccardi, decano de los exploradores
argentinos, rodeado de todos los
abanderados, escoltas y oficialidad del
batallón 4°, se situó en medio de
la plataforma superior del Monu­
mento de los dos Congresos con la
bandera que debía ser jurada.
A continuación, el teniente coro­
nel Osvaldo Martín, con las palabras
del ritual, tomó el juramento a los
pequeños exploradores; un «Sí, ju­
ramos a respondido al unísono y un
estruendoso batir de palmas del nu­
meroso público allí congregado, puso
término al momento más emocio­
nante del acto.
Luego, en medio de un religioso
silencio y saludando todos los explo­
radores, los abanderados y escoltas
JtSIÍ^
acompañaron la bandera del Co­
mando hasta el palco do honor y se
B w llo ch e . - P aisaje ai óleo de uno de nuestros m isioneros.
incorporaron a sus respectivos ba­
tallones.
Antes de proceder al desfile con que se ARGENTINA - San Carlos de Bariloche.
Grandes jornadas.
dió por concluida la significativa fiesta, el
jefe de los Exploradores de Don Bosco, Don
El día 16 de diciembre, llegó a Bariloche
Angel P, Crcmaschi, obsequió con ramos de
cl Emmo. Cardenal Dr. Santiago Luis Copello
flores a las señoras Doña María Luisa Iricon el Sr. Obispo Mons. Nicolás Esandi y
bame de Ortiz y Doña Delia Luzuriaira de
acompañantes, siendo recibidos en la estación
Castillo.
a los acordes de la banda militar, por una con­
Al acto de la Jura se adhirieron los siguien­
currencia enorme pocas veces vista. El 18,
tes batallones de los colegios del interior:
S. E. bendecía la nue\-a capilla de Llao-LIao!
^ Colegios Santa Catalina, de Buenos Aires;
El 19, e i ^ recibidos en Puerto Blest el Exmo.
ban José, de R<>sario de Santa Fe; General
Sr. Ministro de Relaciones Exteriores doctor
^Igrano, de^ Tucumán; Angel Zerda, de
Camilo, con su señora esposa, llegados de
Salta; Pío X, de Córdoba; Don Bosco, y
la Conferencia Interamericana celebrada en
F^scuela Vitivinícola Don Bosco, de Mendo­
Lima, a bordo de la nueva nave Modesta
za; Colegios San Miguel, de Uribelarrea;
I ictoria que quedó para el servicio pú­
Inmaculada Concepción, de General Acha;
blico, después de ser bendecida por el Emmo

lio

Sr. Cardenal. Este bendijo también el edifi­ PP. Mazcardi, Laguna, Elguea, Méndez y otros,
y testimoniará la gratitud de la patria argentina
cio del nuevo Hospital Regional, colocando,
acto seguido, la piedra fundamental del nuevo a los que incorporaron a la República la vasta
templo santuario de la Inmaculada de Nahuel- zona de la Patagonia con estas encantadoras
Huapí, llamado a sustituir al pequeño templo regiones y lagos andinos. En los pétreos muro.=?
del monumental templo quedarán grabados
actual, ya incapaz de contener a la población
de San Carlos de Bariloche. Después de ben­ para siempre los nombres del doctor Francisco
decida la. piedra, S. Eminencia pronunció un P. Moreno, el soñador mágico de las gran­
discurso de circunstancias haciendo votos para dezas del Parque actual de Nahuel-Huapf; del
el pronto comienzo de las obras recomendadas General Villegas, del Almirante O’Connor y
de todos los valientes que intervinieron en la
a la protección de las autoridades nacionales,
en las personas presentes: el Exmo. Sr. M i­ conquista del Desierto, con el General Roca
a la cabeza.
nistro de Relaciones exteriores y Culto, doctor
Por su importancia ha de ser también el
Cantilo, y el Presidente de Parques, doctor
Ezequtel Bustillo, para que, con el aporte de mencionado santuario meta de futuras peregri­
donativos particulares, sea pronto un hecho la naciones, que vendrán de todas partes a rendir
pleitesía a la Señora Blanca, la Inmaculada,
realización de los planos del hermoso templo,
ideados por el genial arquitecto de Parques que, traída por los misionesos antiguos, fué la
Sr. Ernesto de Estrada. Fueron padrinos de la primera en tomar posesión de estas zonas.
ceremonia el Exmo. Sr. Presidente de la Nación
doctor Roberto M. Ortiz y su señora esposa ARGENTINA - Río Gallegos. — Fiesta
Doña María Luisa Iribame de Ortiz, digna­
en honor de la Beata Mazzarello.
mente representados por el Exmo. Ministro
El domingo, 20 de noviembre, en el Colegio
doctor José María Cantilo y señora Doña
Poja Martínez Chas de Cantilo; y el Sr. Pre­ « María Auxiliadora» realizóse una hermosa
sidente de Parques Nacionales doctor Exequiel fiesta, preparada por las reverendas hermanas
de esta Comunidad, con motivo de la beatifi­
Bustillo y señora esposa Doña Susana Pacheco
Santamarina de Bustillo, representada ésta por cación de la cofundadora del Instituto, la Ve­
nerable María Mazzarello.
Doña Isabel Etcheverry de Christensen.
Ofreció la fiesta la ex alumna del Colegio,
Este santuario constituirá un perenne monu­
mento a la memoria de los mártires misioneros señorita Teresa Leoz, la cual ilustró a grandes

BarUocfae. - La procesión.

III

T

rasgos la virtuosa vida de la Beata, siendo
muy aplaudida.
A continuación, se desarrolló un interesante
programa ante numeroso público que llenaba
de bote en bote la sala de espectáculos.
Fué una fiesta muy bien organizada, como
todas las que preparan y llevan a cabo las re­
verendas hermanas, en esta casa de estudios,
siendo cerrados los actos con una breve diser­
tación del reverendo Padre Director del Co­
legio Salesiano, quien con oportunas frases agradeció a la concurrencia su adhesión, en
nombre de la Dirección del Colegio «María
Auxiliadora».
CHILE. — El espantoso terremoto que
tiene sumida en el dolor a toda la
nación. - Dios protegió la vida de los
salesianos.
Chile entero está de duelo. Un solo estre­
mecimiento de angustia y de dolor sacude al
país, desde Arica a Magallanes. Cuando pudo
hacerse un cálculo verídico de las víctimas
humanas y de los daños materiales ocasiona­
dos por la catástrofe, las Agencias dieron ci­
fras aterradoras.
Una catástrofe sin precedente? en la historia
de América, dicen los diarios.
Nunca, hasta ahora, en los largos anales sís­
micos de Chile, se había registrado un desastre
de tal magnitud. La corteza terrestre, movida
por fuerzas contra las cuales nada puede la
obra humana, ha destruido ciudades enteras,
ha asolado vastas y ricas regiones, ha dejado
sin pan y sin hogar, sin agua y sin vestido a
muchos miles de ciudadanos que vagan desohdos, como espectros y mudos testigos de la
gran tragedia.
Las tres ricas Provincias de Nuble, Bío Bío
y Concepción quedan casi arrasadas. Aquella
vasta zona afectada por la espantosa conmo­
ción sísmica ha sido siempre mirada con orgullo
por los chilenos, porque constituye, por la ge­
nerosidad de sus suelos, la psicología de sus
habitantes y la característica de sus costum­
bres, una de las raíces más profundas de la
cc[>a nacional.
Los chilenos consideran esas tranquilas y
lal^oríosas ciudades del sur como las guardadonis de las viejas virtudes de la raza. Allí
se habían refugiado las tradiciones de antiño y las costumbres auténticamente criollas.
C'hillán, Parral, San Carlos, Cauquenes, Talcahuano y Concepción, — algunas hoy com­
pletamente desaparecidas — son ciudades que
II4

tienen un significado nacional, por el papel que
han desempeñado en la historia y en el des­
arrollo agrícola e industrial de la República.
Pues bien, ningima de estas ciudades, levan­
tadas con el esfuerzo y el calor de los siglos,
en una vasta porción del territorio, ha esca­
pado a los horrores de la destrucción. Pobla­
ciones forjadas en el yunque de pueblos fuer­
tes y trabajadores son hoy montones de ruinas.
No hay familia que no haya perdido algo.
Un pariente, un amigo, un afecto, un motivo
de orgullo de la ciudadanía, una esperanza,
una ilusión. No hay corazón sin fundamento
de duelo, ni rostros limpios de lágrimas.
El siniestro, como es sabido, ocurrió el 24
de enero, a las n ’35 de la noche. Un silencio
de muerte cubrió repentinamente los pueblos
de la zona central, desde esta hora hasta las
primeras de la madrugada. Se paralizaron los
teléfonos y telégrafos, las radios suspendieron
sus audiciones; los trenes se detuvieron en
seco.
Sólo en el trascurso de lentas y largas horas
el país pudo comprender la magnitud de su
desgracia. Chillan totalmente destruida; Con­
cepción, la perla del Bío-Bío, con sus calles
llenas de escombros; Parral borrada a ras del
suelo; Cauquenes sólo con un grupo de per­
sonas que, cuando cruzaron por el aire los avio­
nes de socorro, agitaban en la plaza una gran
bandera desplegada al aire pidiendo socorro!
Chillán, especialmente, ofrece una visión dan­
tesca de minas y de muerte. Todo está alH
destmído. En el teatro, que a la hora del
siniestro estaba terminando la función de

E n m uch as parte se form aron en la tetra
grietas anchl«im«»

la noche, quedaron sepulta­
dos trescientos cadáveres.
Una buena parte de sus
50,000 habitantes yacen aplas­
tados o heridos.
« La ciudad entera, salvo tal
vez una sola casa, está to­
talmente aniquilada, dice Don
Carlos Serry ».
«Toda descripción queda pá­
lida ante la realidad increíble».
«La vieja Catedral, recuerdo
de tiempos pasado?, con mu­
rallas de más de un metro
de espesor, parecía haber sido
juguete de algún monstruo
maligno que se había delei­
tado sacando enormes blo­
ques para colocarlos unos so­
bre otros, dibujando con sus
columnas y sus altares toda
una serie de curiosas figuras.
jYo no quiero imaginar —
agrega — lo que ocurrirá esta
noche entre aquellos escom­
bros todavía humeantes, sa­
biendo que ocultan miles de
cadáveres, pero también mu­
chas personas que han que­
dado sepultadas y aún no
están muertas todavía».
«La hermosa Catedral de
Concepción, con sus dos enor­
mes torres, sufrió así mismo
daños terribles; ahora aquellas
torres tienen una desviación de
30 grados, que las asemeja a
la famosa de Pisa».
C a r id a d

m a g n if ic a

del

— Frente a
una prueba tan dolorosa, el
noble pueblo chileno, recia­
M apa de las regiones siniestradas. El epicentro en C h illin .
mente templado en las vir­
tudes cristianas, prodigóse de
D e s v e l o m a t e r n o d e l a I g l e s i a . — En
modo admirable; sin distinción de clases,
cuanto a la Iglesia, madre cariñosa de todos los
aunados todos los ciudadanos y, alentados por
que sufren, llamó en seguida al corazón de
su Gobierno y por sus autoridades civiles
sus hijos, y excitó su celo para que ofrecieran
y militares, rivalizaron en ejemplos de sa­
crificio y magnanimidad. No acabaríamos si el máximum de cooperación, en dinero y esfiecies, en favor de tantos hogares desolados.
quisiéramos referir los auxilios de todo gé­
La autoridad eclesiástica pidió facilidades
nero, prestados, con la celeridad que los me­
al señor Ministro del Interior para qué varios
dios y las circunstancias permitían, a los innu­
merables heridos, a los infelices huérfanos, a sacerdotes pudieran transladarse inmediata­
mente a prestar su concurso en las zonas afecta­
los desamparados de todo auxilio humano,
arrostrando pruebas gravísimas, y algimos das, y miembros del clero secular y regular
partieron a cumplir este gran deber de caridad.
hasta la muerte.
PUEBLO CH ILEN O .

II5

C a lle s y ciudades enteras aniq u iladas.

A lgu n os supervivien tes acam pan en la p la za de u n pu eb lo destruido.

ii6

Llamó así mismo a todos los oi^nismos de
la Acción Católica, a todas las sociedades cató­
licas de caridad, educación o bienestar social,
para que prestaran su concurso.
Pidió que, en todas las iglesias, se aplicaran
sufragios por los fallecidos y se rogara a Dios
por los que sufrían.
L a su e r t e q u e h a n c o r r id o l a s c a sa s sa l e -

siAN.^s. — En todas ellas, la misericordia di-

E 1 mismo Padre describe de este modo
sus cuitas personales: «Aquella noche, me
había yo acostado poco antes de las once.
Habría transcurrido media hora, poco más
o menos, cuando unos ruidos espantosos me
dejaron aterrado; mi cama corría y bailaba
por el pavimento; las paredes crujían, se agrie­
taban, dejando caer ladrillos y grandes trozos
de enlucido; por suerte mía, el techo era de
madera y de allí no llo\dan proyectiles. Rápí-

E stado lastim oso de la fach ad a del cem enterio de Concepción.

vina ha preservado, podemos decir, milagrosa­
mente, al personal salesiano; según noticias re­
cibidas hasta la fecha, no tenemos que lamentar
ninguna víctima.
Un padre del Colegio de Concepción nos
escribe que, habiendo dormido allí, aquella
infausta y terrible noche, más de cuarenta
|>ersonas (por fortuna los alumnos estaban en
\-acaciones) no hubo que lamentar ni una
sola desgracia, ni un ligero rasguño; nada ab­
solutamente.

damente dejé el lecho y me metí debajo de él,
buscando la protección de los colchones, y fue
una inspiración de Dios porque, si hubiese sa­
lido, habría muerto aplastado. Desde mí reftigio,oía como sillas y armarios, el palanganero,
y hasta los libros iniciaban una danza macabra
que las tinieblas hacían más pavorosa, todo en
medio de una nube espesa de polvo que se
adhería a la garganta y no dejaba respirar.
No obstante, a mí casi me daban ganas de reir,
porque mi posición era, en efecto, ridicula y
"

1^7

T
porque allí m¿ sentía instintivamente seguro.
Cuando me pareció que las sacudidas habían
amainado, dejé mi refugio y me lancé al patio
brincando por una escalera medio destruida;
allí encontré a todos los salesianos; nos conta­
mos con trepidante ansiedad, no faltaba ni uno.
A un hermano coadjutor le cayó una pared
entera sobre la cama y, sin saber cómo, se en­
contró sano y salvo lanzado fuera de su cuarto
sobre un montón de escombros. Otro, hallán­
dose también en cama, vió caer las dos paredes

rabies. Y esto es tanto más urgente y nece'sario, cuanto que todos los demás Colegios
Religiosos han sido, por desgracia, destruidos,
habiéndose ya retirado de la ciudad los Rvdos.
PP. Dominicos, Franciscanos, Jesuítas, Mercedarios, Somascos, Padres franceses, etc.
» En Linares, hemos tenido también daños
muy graves que nos impondrán costosos sa­
crificios, y lo mismo en Talca, cuyo Oratorio
y Escuelas de artes y oficios quedan peligrosa­
mente damnificados *>.

U n a a c m iita d a C asa com ercia] despufe del ainlstro.

laterales, y antes tle que se derrumbase tam­
bién la que daba a su cabecera, \'aciló aqticlla
unos moincnttís, susjKudida en el espacio, dán­
dole tienvpo para ponerse en s;dvo ».
Mas, si los daños j>ersona!es, gracias a Dios,
fucn>n nulos, no así los materiales que supoi\en pérdidas terribles para nuestros hermanos
de Chile.
• En Concepción
escribe el Rvdo. P. Insj>ector - cuya casa es la primera que se fundó
en Chile,
la fábrica del Colegio ha quedado
tan mal parada que, para poder abrirlo de
nucN-o, habrá que reforzarlo sólidamente con
hierro y cemento y gastar sumas consideiiS

No obstante de ello, el susodicho P. Ins­
pector puso en seguida este telegrama al Sr.
Presidente de la República:
« Exxflentisimo señor:
«El que suscribe, Inspector de los Sale­
sianos de Chile (Obra de Don Bosco), salú­
dale muy atentamente y, en nombre de la
Sociedad Salesiana se adh'.ere al duelo que
aflige a toda la nación.
A pesar de no conocer aún la gravedad
de los perjuicios sufridos por los Colegios
del Sur, particularmente el de Concepción,
cree cumplir con un deber patriótico adelan-

tándose a poner a disposición del Superior liadora, a estas santas religiosas que vinieron a
Colima con el espíritu de nuestro amadísimo
Gobierno veinte becas gratuitas, para internar
en los Colegios Salesianos de la República a San Juan Rosco a inculcar en todos los cora­
zones femeninos la oración, el trabajo y la
niños que en la catástrofe hubieran quedado
huérfanos de padre o madre, y cuya edad alegría.
Como preparación a la gran fiesta de e:to
oscile entre los dies y catorce años.
año,
hízose un novenario en la parroquia de
o
Aprovecha la oportunidad para expresar
San
Felipe
de Jesús, con Misa rczaihi a las 7,
a S. E. los sentimientos de su profundo aprecio
y consideración n. — G aüdencio M anachino . y canto de motetes; y por la tarde ejercicio so­
lemne, rezo de la novena, salve y letanía can­
tada. El 23, víspera del gran día, varias socias
Como ven nuestros lectores, la prueba que
aflige a la hidalga nación chilena alcanza dura­ de Juventud y ex alumnas engalanaron el
mente a todos. Pero nosotros sabemos, a fuer templo, siendo el mejor adorno nuestras herde buenos cristianos, que la mano de Dios sana mo.sas banderas que ondeaban gallardas cu
cuando castiga, y sabe convertir los males en tomo de la Madre. A las 9 se cantaron solemnes
bienes. En vista de ello, abrigamos la certeza maitines. A las 7 del día 24 principió la función,
oficiando el Pbro. D. Ricardo Razan y ocupando
de que la gran República del Pacífico saldrá
la cátedra sagrada nuestro digno Asistente
espiritualmente fortificada de esta desgracia,
adquiriendo nuevas y mayores fuerzas para Eclesiástico Diocesano de la J. C., D. Emeterio
C. Covarrubias, quien puso de relieve todas las
luchar contra las insidias telúricas, y conven­
ciéndose más y más de que contra el poder -gracias y fevores que María Auxiliadora ha con­
infinito de Dios bien poco o nada pueden los cedido al pueblo cristiano en las diferentes
arbitrios humanos; que sólo hay una cosa efi­ etapas de la historia. Su Divina Majestad quedó
expuesto todo el día, y a la 1,30 todas las socias
caz, reconocer humildemente este poder, y hu­
y demás de^'Otos fueron recibidos en peregri­
mildemente adorarlo e implorar su clemencia.
nación entonando cantos a María Auxiliadora,
y después de la consagración a la Sma. Virgen
MÉJICO - Colima. — Voto de gracias a
se cantó el himno Juventud.
María Auxiliadora.
Por la tarde, después del ejercicio, se en­
tonó el Te Deum, terminando con la bendición
Por tercera vez, ha ofrecido esta ciudad su
y reserva de su Divina Majestad.
voto de gracias a nuestra excelsa Madre María
Tanto la Santísima Virgen como el Divino
Auxiliadora, por habernos obtenido de Nuestro
Niño lucieron hermosas coronas de plata, obse­
Señor la reanudación del culto en nuestra Dió­
quio de una señora originaria del Piamonte,
cesis.
Cuando, en 1934, fueron expulsados nuestros tierra donde viera la luz primera nuestro ama­
dísimo Padre S. Juan Rosco.
sacerdotes, viéndonos repentinamente privados
El coro estuvo a cargo de ex alumnas del
de los auxilios espirituales de nuestra Santa
Colegio
María Auxiliadora y de algimas socias
Religión, los que profesamos la fe católica
preveíamos un caos terrible sin ninguna espe­ de la J. C. F. M ., quienes desempeñaron su
cometido con el mayor entusiasmo.
ranza en lo humano que pudiera remediarlo.
El Comité Diocesano de la Juventud Cátolica
Femenina Mexicana», en un ímpetu de amor MÉJICO - Tampico. — Bendición de
y confianza, levantó entonces su voz a María
imágenes.
Auxiliadora para que intercediera con su Di­
Los días 10 y 30 de setiembre, respectiva­
vino Hijo y nos concediera el regreso inme­
diato de nuestros sacerdotes y la reapertura de mente, llevóse a cabo, en la catedral de este
puerto, la bendición solemne de dos hermosas
nuestros templos.
¡Cuán buena es María! Así como otras veces esculturas de María Auxiliadora y de San Juan
libertó del cautiverio al Supremo Pastor de la Rosco, oficiando nuestro limo. Prelado D. Se­
Iglesia, ahora también lo ha hecho con una rafín M. Armora y González, quien pronunció
bellísimas y piadosas alocuciones. No obstante
parte elegida de sus ministros.
ser el templo bastante espacioso y verificarse la
Durante estos tres años, el Comité Dioce­
ceremonia en día feriado, acudieron muchí­
sano, en cumplimiento de su promesa, ha ve­
simos fieles, a quienes se obsequió con es­
nido organizando de la mejor manera posible
la función del 24 de mayo en unión de todas tampas.
Por la mañana, hubo muchísimas comuniones,
las parroquias ,cooperadores y ex alumnas que
especialmente
de Cooperadoras salesianas, condeben su formación a las Hijas de María AtixiII9

tándose un gran número de niños y niñas.
El Sr. Obispo celebró la Sta. Misa y personal­
mente distribuyó el Pan de los ángeles. Varias
damas de esta ciudad secundaron nuestros hu­
mildes esfuerzos, cantando durante la Misa
piezas religiosas selectas; por la tarde, las niñas
de una Academia cantaron los misterios del

y grandiosidad, por la gran concurrencia de
personas y por el fervor que demostraron.
El domingo, 25 de setiembre, se hicieron las
Primeras Comuniones. Más de 500 niños de
los Oratorios y Centros catequísticos ofrecieron
su comunión por él éxito espiritual de estas
jomadas. La iglesia parroquial parecía un jar­
dín de lirios y azucenas. Los cánticos y
las plegarias llegaron al cielo y descen­
dieron en lluvia copiosa de bendiciones.
Los demás días de la semana, las aso­
ciaciones parroquiales se fueron alternando en las Comuniones generales.
Llegó a 7.000 el número de los fieles
que se acercaron al Divino Banquete
en esta semana de devoción intensa.
Por la tarde se llevaron a cabo funcio­
nes eucarísticas. Hora Santa y Bendi­
ción.
Las conferencias del Pbro. Salesiano
Rvdo. Don Luis H. Sallaberry encen­
dieron los corazones en amor hacia
Jesús Eucaristía. Estas conferencias
fueron radiadas por las estaciones lo­
cales C. W. 35 y C. W. 39, con gran pro­
vecho para las almas de los enfermos
y demás imposibilitados de acudir al
templo.
Su Excelencia Mons. Alfredo Viola,
Obispo Coadjutor de Salto, se dignó
presidir todos los actos, dando br.llo
a las funciones sagradas. El sábado
predicó una solemne Hora Santa, cal­
deando con su palabra paterna a los
fieles, que llenaban de bote en bote
el sagrado recinto.
Todos los alumnos de los Colegios
católicos de esta ciudad se adhirieron
a los festejos con nutridas comuniones
generales.
Iglesia y C o legio S alesiano de Concepción
También los enfermos del hospital
ahora en orm em ente dam nificados por e l terrem oto
regional y los presos tuvieron su día de
comunión, verdaderamente grande, de­
Sto. Rosario, terminando con la Bendición eubido ai celo desplegado por su capellán el
carística.
Rdo. P. Alberto Salort.
Bendito sea Dios que ya tenemos en la ca­
La lluvia impidió realizar la gran concen­
tedral a nuestros Patronos, que han sido colo­ tración de niños que, dado el entusiasmo con
cados en lugares destacados de su presbiterio.
que fué preparada, prometían pasar de 2.000.
A pesar del mal tiempo, fueron varios cente­
nares
los que se acercaron al banquete euca­
U R U G U A Y - Paysandú. — Jornadas Eurístico. Mons. Viola enfervorizó una vez más
caristteas.
sus almas con una ardiente exhortación.
Con gran brillo y provecho espiritual de las
Por la noche del i®de octubre se llevó a cabo
almas se han celebrado en Pa>-sandú las Jor­ la grandiosa Comunión de hombres, prepa­
nadas Eucarfsticas en adhesión al III Congreso rada con un triduo predicado. A las 23, hubo
Eucarístico Nacional de Montevideo.
una solemne Hora Santa y a las 14, la misa
Los diterentes actos reunieron esplendidez de Comumón. La iglesia parroquial salesiana,

á

120

C h ile (T a lca ). • L o s vencedores de u n certam en catequístico.

profusamente iluminada, veíase colmada de
hombres. Más de 600 se unieron a Jesús
estrechando con El su pacto de amor.
Y llegó el día de la apoteosis final. Los espí­
ritus, caldeados durante toda la semana, pe­
dían desahogar públicamente el calor de la
caridad que los consumía. Por eso se vió con­
curridísimo el solemne Pontifical en la Plaza de
la Constitución, convertida en templo.

Un coro de 800 cantores, bajo la dirección del
Rdo. P. Bernardo Lomagno, ejecutó la Misa
de Angelis en impecable canto gregoriano.
Por la tarde, desfiló la procesión por la arteria
principal de la ciudad reuniendo este acto
alreredor de 10.000 personas. Los altoparlantes
unieron todos los cantos y los rezos, haciendo
de esa enorme asamblea una sola voz de albanza
a Jesús en la Hostia Santa.

C h ile (T a lca ). - T rab ajos de c a rp in teria expuestos por nuestras E scu elas Profesionales.

I 2I

DE

NUESTRAS
JAPON

{Prefectura Apostólica de Miyazakt).
Míes, vendimia y pesca del año 1938.
Amadísimo Sr. Don Ricaldone:

M ISIONES

que, en favor nuestro, hacen los coopera­
dores.
El examen estadístico de bautismos señala, este
año, un aumento de un centenar, en su mayoría
de adultos, en comparación con el año pasado.
Este resultado me ofrece ocasión de indicarle
cuales son los factores de este mejoramiento
lento, es verdad, pero cuyo ritmo se acelera
de año en año, y que para nosotros, además
de constituir una fuente de consuelos, es una
bella esperanza para el porvenir. El primer
factor es la gracia de Dios que da incremento
a todo lo creado. El segundo, son nuestros
Superiores y Cooperadores, verdaderos mi­
nistros de la Providencia, de los cuales el
misionero espera los indispensables socorros
espirituales y materiales. Citaré también el
tercer factor, nuestros hermanos y sus in­
mediatos colaboradores. Estos misioneros, amado Padre, son generosos atletas del Señor,
y merecen una grande admiración y agradeci­
miento por todo lo que hacen; con verdadero
celo y amor, y cueste lo que cueste, se man­
tienen fieles a su deber de apostolado. Los cui­
dados prodigados a los catecúmenos y a los
pobres paganos, para protegerlos y conducirlos
a la fe de Cristo les hacen excogitar algunas
industrias indirectas, que, según el tiempo y
las circunstancias, sirven eficazmente para in­
teresar y atraer a las almas.

Es ésta la cosecha anual, que le ofrecen,
según costumbre, sus hijos misioneros del
Japón; es el tributo de nuestro agradecimiento
a la Congregación, a los alumnos y ex alumnos,
a los cooperadores, y que asegura, a cuantos
han sido, por algún motivo, y en diversas for­
mas, ministros de la Providencia, junto con
un ¡gracias! brotado de lo íntimo del corazón,
la promesa de nuestras oraciones y el fruto
de nuestros sacrificios. La situación del pobre
misionero, en esta circunstancia, es muy pe­
sada, porque, como es natural, desearía repre­
sentar con cifras elevadas el resultado de sus
trabajos y fatigas. Para cosechar tan pocos
frutos, ¿valía la pena ir a aquellos lugares?
He aquí el pensamiento que abruma al pobre
misionero, el cual no se conforma con vagos
dcvScos. Este, al hacer su balance anual, se en­
cuentra, poco mas o menos, como el estu­
diante, que, una vez dado su examen, desea
ver expresado en cifras el resultado de sus fa­
tigas, aunque este resultado no sea tan favo­
rable como él quisiera.
Es ya cosa bien sabida que los misioneros
1) Y en primer lugar, los Oratorios organi­
del Japón podremos presentar balances es­ zados a la Salesiana. Mediante ellos podemos
trepitosos de deudas, pero no de éxitos de ponemos semanalmente en contacto directo
apostolado, a pesar de la buena vohintad de con más de 3000 niños paganos. El trabajo
todos y de los inmensos sacrificios realizados.
no es estéril, y ya empieza a fructificar: ora
De todos modos, la Divina Providencia,
son antiguos oratorianos que conducen a su
con la ayuda de nuestros- buenos Superiores familia a la misión, ora oratorianos que, desde
y de todos lo< que han cooperado con fe, el lecho del dolor, piden la visita del Director
amor y sacrificio a la dilatación del reino de del Oratorio, ora, en fin, oratorianos conver­
Dios, en este gran Imperio, ha premiado, tam­ tidos que entran en el Seminario o se consa­
bién este año, los trabajos del misionero con gran a Dios en la vida religiosa.
una discreta cosecha espiritual; y esto, aun
desde el punto de vista humano, es para nos­
2) Las distintas obras de caridad y de asisotros un gran consuelo. El misionero sabe muy stcncia social: las Conferencias de S. Vicente
bien que. avin cuando los resultada sean apa­
de Paúl, que funcionan en las principales resi­
rentemente insignificantes, ninguno de sus tra­
dencias; el Hospicio de Miyazaki; las obras ¿e
bajos, por mínimo que sea, ninguno de vsus sa­ caridad en favor de la infancia abandonada, sos­
crificios, ninguna de sus oracionas, de sus hu­ tenidas por el mismo Hospicio y por las Hijas
millaciones y dificultades corre riesgo de per­ de María Auxiliadora de Bepu; Colegios de n derse; todas sus lágrimas y aspiraciones en­
ños en Oita, Miyazaki y Tokio; el Aspirantado
cuentran eco en el ciclo; y sabe, igualmente, que de Nakatsu; el Seminario indígena de Miya­
tampoco se pierde ninguno de los sacrificios
zaki y la obra de formación del personal sale122

siano en Tokio (Noviciado y Estudiantado) y
de las Hijas de María Auxiliadora en Bepu;
el Sanatorio (Jardín de Luz), sostenido por un
grupo escogido de señoritas católicas; las nume­
rosas obras sociales de Mikawajima y Tokio; el
•Secretariado en pro de los enfermos de Bepu.
Todas estas actividades ponen de manifiesto a
nuestros amigos los esfuerzos del misionero y
de los salesianos por pe­
netrar en el alma japo­
nesa y esparcir y difun­
dir la caridad de Cristo
en medio del pueblo. Pe­
ro, entre todas las obras,
hay una que sobresale,
cual flor hermosísima: la
nueva Congregación de
las Hermanas Japonesas
de la caridad, de Miyazaki, de la cual me ocuparé
tn otra relación inme­
diata, cuando se hayan
recibido las profesiones
de las primeras novicias.

Las Hermanas de María Auxiliadora inau­
guraron también otro pabellón (Jardín de li­
rios), en el cual se acogen presentemente más
de sesenta niños. No le describo las necesi­
dades a las cuales tenemos que hacer frente,
ni las cartas, llenas de peticiones, que recibo
de los misioneros. Hay enorme necesidad do
personal, hay que edificar capillas, levantar

3) La propaganda de
Prensa, que ha tomado
bastante auge con la pu­
blicación de una Galería
Japón. - V isita de una M isión Peruana a la R esidencia salesian a de Bepu.
Dramática, editada por
la Tipografía D. Bosco
de Tokio; del periódico aCharitas», órgano iglesias y multiplicar residencias, añadiéndose
de las obras de caridad en el Japón, y de otras a todo esto el apremio vital de intensificar
obras de menor importancia; publicamos, ade­ las obras ya existentes.
Solicito el óbolo de la caridad, especial­
más, traducciones de los Padres de la Iglesia,
que constituyen un bocado delicioso para los mente para algunas obras que me están más
enfermos y tienen gran aceptación entre los a pecho: a) para la micva Congregación indí­
Protestantes; hay, en fin, otras obras llenas de gena de las Hermanas de la caridad japonesas,
sanos principios de asistencia social, que edita que está comenzando y se halla desprovista
de todo; b) para que pueda ser reconocida
la Casa «S. María'» de Miyazaki. En Tokio,
oficialmente
nuestra Escuela Profesional de
se inició, hace poco, una original publicación
de discos musicales de varias clases, como Tokio. Estas obras exigen sacrificios pecunia­
cantos japoneses de Don Cimatti, y coros de rios que, por conducto suyo, amado Padre,
pido a la caridad de los buenos cooperadores.
música sagrada.
5)
El número de niños recogidos por nos­
4) Entre las nuevas construcciones de este
año, recuerdo, de modo especial, la Iglesia de­ otros y por las Hijas de María Auxiliadora crece,
dicada a D. Bosco en Nakatsu, y, gracias a de día en día, y tendremos que construir una
que los recoja, cuando ya no puedan se­
la munífica caridad del malogrado cooperador
guir
en
los Orfanatos u Obras de la S. Infancia.
salesiano Padre Bulteau, la capilla del Sa­
¡Ah, si encontrásemos im Mecenas que nos
grado Corazón, en el Sanatorio de Bepu. La
caritati\"a tenacidad de las señoritas que sos­ ajTidara!... No nos abandone, amado Padre,
tienen este Sanatorio de Bepu nos ha permi­ y, con sus oraciones y eficaces llamamientos a
tido añadir al mismo un nuevo pabellón, re­ la caridad de nuestros buenos Cooperadores,
cientemente inaugurado, con motivo de la visita venga en nuestro auxilio. Con su bendición
esperamos presentarle, en el próximo balance
de la Misión Nacional Fascista, y que actual­
mente está ya lleno, por lo que estamos ya anual, una núes, una vendimia y una pesca
que sean más abimdantes.
pensando en levantar otro.
12 3

Japón. - L a juventud ca tó lica fem enina celebran d o una asam blea.

Estado de esta Misión, desde el
julio de 1937 hasta el
30 de junio de 1938.

de

En una superficie de 16.072,175 km®, y con
una población de 1.825.436 hab. (censo de
*935) trabajan i i sacerdotes, 5 clérigos, 5
coadjutores y i i entre catequistas y maestros.
Las Hijas de María Auxiliadora y las Her­
manas japonesas de la Caridad coadyuvan en
las obras de asistencia social (Hospicios, S. In­
fancia, Asilos, Colegios para niños).
alum nos

Seminario menor indígena de Miyazaki
47
»
mayor tic Tokio (Eilos.-Teól.)
*5
Colegios para niños . . .
O rfanatos..............................
*63
Obra de la S. Infancia .
49
Hospicios para ancianas . .
28
Colegios para niñas . . .
16
Colegios para aspirantes . .
30
Oratorios para niños paganos
1630
Librería Católica . . . .
Tipografía « S. María » .....................
casa editorial, de las publicaciones perió­
dicas: I h'ir según ¡a caridad^ 8.000 ejem­
plares ntensualcs. E l Angel de la Familia
500 cjcmp. semanales. Caridad, 2000 ejempl.
mensuales, y otros opúsculos.
124 ^

~

,

Cotradías religiosas laicas . . .
5
Asociaciones laicas de caridad y Acción
............................... . 1 1
Católica

alu m n o s

344
320

Estadística de los frutos recolectados en las Alisiones de Miyazaki, Miyakonojo, Takanabe,
Taño, Oita, Bepu y Nakatsu:
Bautismos 302 - Comuniones 81,064 - Ma­
trimonios 12 - Confirmaciones 27 - Misiones y
Ejercicios espirituales predicados al pueblo 12.
Estado de nuestra Obra en Tokio,
desde el i® de julio de 1937
hasta el 30 de junio de 1938.
Los Salesianos de Don Bosco desarrollan en
Tokio su obra de apostolado en la forma si­
guiente:
i)
La Parroquia de San Juan Evangelista
de Mibau-ajima (Tokio), con una población de
60.000 hab., de los cuales son cristianos 400,
ha registrado, durante el año, 69 bautismos,
26 confirmaciones, 6 matrimonios, 13 defun­
ciones con asistencia religiosa, se administraron
9870 comxmiones y se dió una misión al pueblo.
Cultiva además las siguientes activida­
des: Oratorio diario. Kindergarten, Clasespostescolares. Dispensario, Asociaciones de Caridad
y Asistencia social. Jóvenes exploradores, etc.

2) La Escuela Profesional Don Bosco (Sec­
ción Imprenta y Sastrería) en Hachinari Cho
(Tokio), tiene 34 alumnos, con facultad de
expedir diplomas provinciales, y espera, den­
tro de poco, el reconocimiento estatal.
Entre las publicaciones periódicas, la im­
prenta edita las Lecturas católicas en japonés
(año VI) con mil ejemplares, y el Boletín Salesiano en japonés, con dos mil quinientos.
A la Escuela está anejo el Oratorio Festivo.
3) El Estudiantado Filosófico-Teológico y
Noviciado Salesiano en Shakuji-Tanaka Cho
(Tokio):
Novicios
.................................................... 6
Estudiantes de Filosofía
......................... 14
......................... 12
Estudiantes de Teología
En estas obras se ocupan 7 sacerdotes, 3 clé­
rigos y 7 coadjutores.
Mons. CiMATTi, Pref. Apostólico.

CHINA (Changay).
Heroísmo de las Hijas de M. A.
Cuando las Hijas de María Auxiliadora tu­
vieron que abandonar el nuevo Hospital del
Corazón Inmaculado de María, debido a la
munificencia del Comendador Lo-Pa-Hong, y
que la guerra había destruido, el Rector de la
Universidad Católica a Aurora» de Changay,
les confió otro Hospital provisorio para la
cura de los soldados heridos.
Tres hermanas se hicieron cargo inmediata­
mente del servicio, sacrificándose de la ma­
ñana a la noche, abrumadas por el enorme
trabajo de aquellas jomadas de guerra y de
dolor. He aquí lo que escribe una de ellas:
a j Si Ud. viera, querido Pa­
dre, qué estragos! ¡Qué pena
da ver a estos pobres y he­
roicos soldados que las ambu­
lancias nos traen horriblemente
mutilados! Algunos apenas lle­
gan a tiempo para recibir el
santo bautismo. Se hace todo
lo que se puede para aliviar
sus sufrimientos físicos y mo­
rales, mientras se trata de insi­
nuar en sus almas algún senti­
miento de amor hacia aquella
religión que ellos no cono­
cen, pero hacia la cual se sien­
ten inclinados por los ejemplos
de abnegación y sacrificio de

quienes les hacen desinteresadamente tanto
bien. Hay muchos casos dolorosos que hacen
brillar aún más, a los ojos de los mismos pa­
ganos, el heroísmo de la caridad cristiana que,
aunque escondida, no conoce obstáculos.
» Días hace, fué traído, entre otros muchos,
un pobre soldado herido desde hacía varios
días. Nadie quería acercársele porque exha­
laba un hedor insoportable, a causa de la tume­
facción de las numerosas y profundas heridas.
Sin embargo, fué recibido con grande amor por
nuestras hermanas, que veían en aquel infeliz un
alma que salvar. Sólo ellas tuvieron el valor,
como decían los otros soldados, de curar aque­
llas llagas y prestar, con inalterable serenidad,
los ineludibles y urgentes cuidados que otros
habían negado a aquel desgraciado. No es pues
extraño que aun los más refractarios se conmue­
van y pidan que sólo la Hermana los asista en
su lecho de dolor. Ellos no saben explicarse
que ima europea se dedique con tanto desin­
terés a prestarles tan amorosos cuidados. Ad­
miran religiosamente su obra de caridad y
escuchan gustosos cuanto sus buenas enfer­
meras les dicen, aunque sea balbuciendo su
difícil idioma. Nuestras buenas palabras los
alivian y guían hacia un Bien que ellos aún
ignoran, pero al que tienden instintivamente.
» Así la gracia de Dios penetra en sus cora­
zones. Piden con insistencia la medalla de la
Sma. Virgen, y todos los que, una vez resta­
blecidos, vuelven nuev'amente al frente de ba­
talla para ofrecer sus jóvenes existencias por
la patria, parten vigorizados por una nueva,
energía, que no son las fuerzas físicas recupe­
radas, sino algo más sublime: la fe que co­
mienza a penetrar en sus almas n.
Sor E lena Bottini,
Hija de Marta Auxiliadora.

E l boq>ital d e la s H itas de M. A.

I2¡

Crónica de Gracias
conseguidas p or mediación de M aría Auxi~
¡¡adora, d e San Juan D osco y d e naesíros
S iervo s d e D io s,
ESPAÑA - Montilla, febrero de 1939. — En los
alborea mismos de mi sacerdocio, cuando saboreaba
todavía las mieles de mi Primera Misa, me sobre­
cogió una bronco-neumoníu que me puso rápida­
mente al borde del sepulcro, dado el estado de debi­
lidad en que me encontraba. Los Superiores de la
Casa invitaron en seguida a los Aspirantes a comen­

zar un Triduo a S. Juan Sosco, y colocaron en mi
pecho la reliquia de nuestro Santo, que yo apretaba
con gran fe, en los momentos de angustia. La gracia
fué patente: el martes, último día del triduo, la crisis
se pronunció favorable, contra lo que se opinaba.
Lo que hago público, con gozo indecible, para que
todos acudan en sus necesidades a la protección de
mi Santo Padre y Fundador.
J osé M o n o e ja r ,

Phro. Saleñano.
ESPAÑA - Burgos, febrero de 1939. — Agrade­
cida a la Santísima Virgen Auxiliadora y a San Juan
Bosco por haberse dignado aliviarme de una enfer­
medad, de la que creía imposible salir curada, cum­
plo la promesa que hice de publi­
car la gracia, proponiéndome favo­
recer de alguna manera las Obras
del Santo.
J u a n a F ernandez
DE ViLLALTA DE S a MSÓ.

E ST A D O S U N ID O S (Califor­
nia) - Los.Angeles, enero de 1939.
— En circunstancias más que des­
favorables, en que parecía imposi­
ble obtener la solución de ciertos
asuntos, y principalmente la de
ver a un hijo mío metido en un
negocio muy difícil, me encomendé
de corazón a la incomparable Vir­
gen de San Juan Bosco y a la nue­
va Beata María Mazzarello. Des­
pués de tiempo relativamente corto,
prueba palpable de que la oración
hecha con fe y constancia siempre
llega a oídos de Dios, conseguí
ver realizados mis deseos. Agra­
decida, dirijo estas líneas al Boletín
Salesiano para que haga pública mi
gratitud, a la vez que envío una
modesta limosna para los niños
más pobres de San Juan Bosco.
P a u l in a B erm \;dez

Cooperadora Salesiana.

/ « í. . ^

L.\ C A U S A DE BEATIFIC.ACtO N de nuestro S iervo de D io s Andrés
B eltrsm i. « A p ó sto l del su rrim ie n to >*, h e d ed o un nuevo peso. El 31 de
enero p. p . le S«de C o n cregeción aprobó le v a lid e s del Proceso Apoetó lk o . H ay que p ed ir a l C ielo %'enge pronto e l reconocim iento de la
h eroicid ad de sus virtu d es, que conferirá a l Siervo de D ios
«I titu lo de VetMrable.

12 6

M EJICO - Amolé, enero de
1939- — Con motivo de hallarse
^ mi esposo metido en un negocio
dincil de solucionarse favorable­
mente, sabedora yo del poder
- excepcional que San Juan Bosco
ejerce de Dios Ntro. Señor, en
favor de cuántos a él se enco­
miendan en sus necesidades, le
confié el asunto, mediante el rezo
de su oración. Con gran alegría
conseguimos completo éxito, y en
tiempo relati\'amente breve.
Hoy, llena de eterna gratitud,
cumplo la promesa de enviar a
Turín una limosna para las Obras

ir

de mi Santo Protector, y procuraré seguir corres­
pondiendo, con mi pobre cooperación, al sosteni­
miento de tales Obras.
G u ad alu pe

C ota.

de

sianas y publicar la gracia. Habiendo sido atendida,
doy gracias a mi celestial Madre y cumplo lo pro­
metido.
S oled ad

de la

T

orre d e

H er nández .

Cooperadora Salesiana.
RTEJICO (Jalisco) - Congregación de los Sauces,
diciembre de 1938. — Una inyección me envenenó
la sangre y me formó un tumor, poniéndome al
borde del sepulcro, y poco después una fuerte im­
presión me ocasionó una gravedad tal que se temía
mucho por mi vida. Acudí a mi buena madre celes­
tial María Auxiliadora, pidiéndole la salud por me­
diación de San Juan Bosco, y fui escuchada. Le
doy gracias por este favor, y por haberme librado
anteriormente de otra grave enfemiedad y de la de
un hijo mío, y envdo un modesto óbolo para las
Obras de mi santo protector Don Bosco.
M a . d el R e fu g io J. de R om o
Cooperadora Salesiana.
M EJICO (Jalisco) - Huejúcar, diciembre de 1938.
— Me encontraba sumamente afligida porque una
terrible plaga de gusanos invadía todos los campos,
destruyendo en el curso de una sola hora largos
trozos de sembrado, y llegando a los nuestros. En
unión de algunas personas hicimos fervientes sú­
plicas a la Sma. Virgen Auxiliadora, para que ale­
jara tanto daño. Con inmensa alegría y con el cora­
zón lleno de gratitud, a poco vimos libres nuestios
sembrados de tan funesta plaga, y agradecida por
tan insigne favor, envío una limosna para la Basílica
de mi celestial Madre.
M

a r ía

I nés P r ie t o vda.

de

D uran

Cooperadora Salesiana.
MEJICO (Jalisco) - Huejúcar, agosto de 1938. —
Doy gracias a María Auxiliadora por un insigne favor
obtenido de su misericordia, pues hallándose mi
mamá enferma de gravedad, sin que hubiera en este
lugar médico competente para atcnderla,y siéndo­
nos imposible consultar al de otra población cer­
cana, por tener que atravesar tres caudalosos ríos
y estar intransitables los caminos, acudí a mi dulce
Madre y a su amado siervo San Juan Bosco, pidién­
doles su auxilio, y ellos se dignaron acoger mis rue­
gos ; a pesar de la resistencia que mostraba el con­
ductor del coche para atravesar los ríos, logré llegar
al pueblo, ver al doctor y adquirir las medicinas, que
fueron aplicadas a mi querida enferma, y hoy se
encuentra bien, gracias a mi buena Madre celestial
y a San Juan Bosco. Correspondo a tan señalado
favor con una modesta limosna para las Obras del
Santo.
H e r m in ia

de

S a n t ia g o vda.

de

S a n t ia g o

Celadora Salesiana.
M EJICO (Jalisco) Huejúcar, agosto de 1938. —
Manifiesto mi gratitud a María Sma. Auxiliadora
jxjrque, hallándome afligida por la grave enfermedad
de uno de mis hijitos, invoqué llena de fe y espe­
ranza su poderosa intercesión, suplicándola que, si
era del agrado de Dios, ali%-iara a mi criatura, prome­
tiendo a la vez hacer una oferta para las Obras Sale-

M EJICO (Jalisco) - Huejúcar, octubre de 1938— Víctima de grave enfermedad, los médicos opi­
naban indispensable una operación. Con el alma
angustiada me acordé de los inmensos beneficios
que María Sma., en su advocación de «.\uxiliadora
de los Cristianos », prodiga a todos los que en ella
confían. Así que, en seguida, me encomendé a ella
con gran confianza, suplicándola se interesara por
mi salud. Mi celestial Madre no se hizo rogar mucho;
la operación se hizo y el éxito fué completo, que­
dando totalmente curada. Gracias, gracias. Madre
mía; conserv’aré eterna gratitud.
I ren e C uevas vda.

de

P r ie t o .

VEN EZU ELA (Maracaibo) - El Caimito, di­
ciembre de 1938. — ¡O h María Auxiliadora! Pos­
trada a tus pies, quiero expresarte mi eterna gratitud
por los grandes e inmerecidos favores que te has
dignado concederme, en \arias épocas, a mí y a
mi familia; sobre todo por habernos librado de
una grave fpidemia, que se desarrolló en esta, con­
servándome milagrosamente a mi hijita con sólo la
aplicación de la reliquia de tu Siervo predilecto
S. J. Bosco, en la parte enferma. ¡ Gracias, Madre
mía! Yo prometo corresponder a tus bondades pro­
pagando tus glorias y las del gran Santo, Don Bosco,
y, en la medida de mis fuerzas, ayudando a sus
Obras.
Ja c in t a d e O choa
Cooperadora Salesiana.

Dan tam bién gracias a M aría Auxiliadora
y a San Juan Bosco por favores recibidos:
E s p a S a - Cddiz. — C. P.
A r g e n tin a (Buenos Aíres) - Avellaneda. — María

Bertoli de De Piero.
A r g e n t in a (Córdoba) Camilo Aldao. — Peresa
V.da de Violto - Juana R. de Violto.
A r g e n t in a (Entre Ríos) - Colonia Elia. - María
Argentina Filipuzzi.
A r g e n t in a - Realico. — Mayorina B. de Ballauri.
C o l o m b ia (Cauca) - Morales. — Narcisa M. de
Arce - Manuel A. Mera - Vicente H. Mera - Ga­
briel Avila - Pedro J. Flor - María M. de Avila Concepción V . de Vivas - Amalia Gamboa - Rosario
Lucumí de L. - Purificación L. de Mina.
C o l o m b ia (Bolívar) - Cartagena. — Rosa A. P.
de Caviedes y Familia.
E sta d o s U n id o s (California) - Los Angeles..
Julia Jaime.
M é j ic o - Capital. — Concepción E. de Rendón Leonor López de Salinas - Adela R. de Larrea
Sara Mercado.
M é jic o - AguascaUentes. — Jovita Robles.

- - 127

M éjico (Jalisco) - Guadalajara. — Guadalupe T .
de Ruiz.
M é j ic o (Sinaloa) - Amolé. — Rosa Cervantes Muría de Jesús Ahumada • Guadalupe Ahumada.

Por intercesión de nuestros Siervos de
Dios.
A r g e n tin a - Buenos Aires. — La Srta. de R. da
jiracias al Ven. Domingo Savio por una gracia
recibida.

NECROLOGIAS
S A L E S IA N O S D IF U N T O S:
Vicente Del Turco, sacerdote — de Sequals (Italia)
t en Frnscati (id.), el 14 de diciembre, a la edad de
83 años.
Emilio Cosson, sacerdote — de Ploubalay (Francia)
t en l*ort-f>-Binson (id.), el 28 de noviembre, a la
edad de 72 años.
Alejo Murro, coadjutor — de Caselle (Italia) f en
Turín, el 10 de enero, a la edad de 83 años..
José Crema, sacerdote — de Montagnana (Italia)
t en Río Grande (Argentina), el 31 de noviembre, a la
edad de 73 años.
Dante Sarragoni, clérigo — de Selvapiana (Italia)
+ en Piossasco (id.), el 18 de noviembre, a la edad de
3 0 años.
Juan BistaRnino, sacerdote — de Castelletto Mo­
lina (Italia) t
La Spezia (id.), el 3 de enero, a la
edad de 64 años.
yuan Bautista Pagliari, sacerdote — de la Spezia
(Italia) t en idem, el 14 de diciembre, a la edad de
71 años.
Salvador Disroni, sacerdote — de San Giorgio
(Italia) t en Guayaquil (Ecuador), el 16 de noviem­
bre, a la edad de 64 años.
Luis Alessi, sacerdote — de Mazzarino (Italia) f en
Palermo (id.), el 3 de diciembre, a la edad de 64
años.
Rafael Pisano, sacerdote
de Samatzai (Italia)
t en Cagliari (id,), el 33 de diciembre, a la edad de
49 años.
Francisco Carnos'ali, sacerdote — de Legnano
(Italia) t <^n Novara (id.), el 13 de diciembre, a la
edad de 64 años.
Luis Mateo Garda Set'illano, sacerdote — de Vitigudino (España) t en Sevilla (id.), el 7 de no\*iembre,
8 la edad de 43 años.
Mario Signorini, sacerdote — de Vercelli (Italia)
t en Borgomanero (id.), el 5 de enero, a la edad de
49 años.
Serafín Giuiionclli, coadjutor — de Rfmini (Italia)
t en Roma, el 2 de febrero, a la edad de 72 años.

laS

CO O PE R AD O R E S D IF U N T O S:

M . I. D r. Canónigo Victoriano R osero D .
Después de una meritoria vida de 57 años de sa­
cerdocio, acaba de descender al sepulcro este bene­
mérito ministro del Señor, miembro del Capítulo
Catedral de la Diócesis de Pasto (Colombia).
Educado en el famoso seminario de San Sulpicio
de París, allí, siendo ya sacerdote, tuvo la dicha de
conocer y tratar personalmente a San Juan Bosco.
Esto lo recordaba con verdaderos transportes de
alegría, y daba cuenta detallada de los grandiosos
homenajes que nuestro Santo recibió en París, y los
muchos milagros que obró durante su permanencia
en dicha ciudad y que fueron del dominio público.
Desde que, en Pasto, principió a celebrarse anual­
mente la fiesta de Don Bosco, reclamó el honor —
muy merecido — de tomar parte en ella; así lo hacía
cada año, y celebraba la santa misa con fervor edifi­
cante ante la imagen del sacerdote glorificado, con
quien estuvo en íntima comunicación en París, el
primero de mayo de 1883.
Las virtudes sacerdotales que resplandecieron en
el Dr. Rosero, y su exquisito don de gentes, le gran­
jearon la estimación general, por lo que su muerte
fué en extremo sentida.
Su cuantiosa fortuna la dejó íntegramente para
una clínica de pobres, donde éstos encontrarán gra­
tuitamente alivio a sus dolencias.
Descanse en paz el benemérito sacerdote.

D on G onzalo M edina E.
En la misma ciudad de Pasto, entregó su alma a
Dios este entusiasta cooperador salesiano, ejemplar
ciudadano y celoso padre de familia que, desde que
fué testigo ocular de un portento obrado por San
Juan Bosco, se convirtió en devoto suyo, ayudando
a propagar el culto del Santo con celo verdadera­
mente ejemplar. El entusiasmo que desplegaba en
las fiestas de Don Bosco hacía que éstas fueran más
majestuosas, e infundía con su ejemplo celo y devo­
ción a los demás. Joven todavía, la muerte le arre­
bató del lado de su esposa y de sus pequeños hijos.
Pedimos a Dios que su noble alma vea la luz eterna.
H an

m u e rto

ta m b ié n

en

la

paz

d el

S eñ o r:

C o l o m b ia (Cauca) - Buga. — D. José J. Aragón
Jiménez Pbro.
C o l o m b ia - Pasto. — Carmen Montenegro de
Burbano - Apolonia Gómez de Esparza - Dolores
IVIartínez de Obando.
F il ip in .as - Manila. — Manuel de los Reyes.
M éjico - Aguascalientes. — Josefa O. de Pérez.
M é jico (Jalisco) - Guadalajara. — Petronila
Vidrio.
M é jico - Tacubaya. — Soledad Ramírez Vda. de
Ruiz.

C o n aprobacM n de la autoridad e clesiástica. - E stab lecim ien to T ip . de la S.E.I. - T u rio
D irector responsable: D . G U ID O FA V IN I • V ia Cottolengo, 3a - T U R iN 109 • (Italia)

Jl I

Tesoro Espiritual
Relación de las Indulgencias Plenarias
q u e lo s C o o p e ra d o re s Sa lesia n o s p u e ­
d en g a n ar e n e l tra n scu rso d e l año.

X. — Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mehtalmetite,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue-,
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción,- u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2 - E l día en que se hace el piadoso Ejerdcio
Mensual de la Buena Muerte.
4 - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
2 ~ E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejercicios Espirituales, de ocho días.
% - A la hora de la muerte, con tal que, con­
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co­
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CAD A U N A
D E LAS SIGUIENTES FIESTAS:

i) M O V IB LE S:
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) FIJ.4 S:
ENERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

i8
23
25
29

-

Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
M AYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

I - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE

8
12
14
1$
29

-

Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los SieU Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE

7

- La Virgen del Rosario.
- Maternidad de María.
16 - Pureza de María.

II

NOVIEMBRE

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEM BRE

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencia
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias. que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Clona
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon­
tífice.