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Medios

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JUNIO

1938

a e^iano

R E V I S T A

DE

L A S

O B R A S

DE

D O N

B O S C O

IN S C R IB IO S

EN

LA

P ÍA

OBRA

D E L SA G R A D O C O RAZÓ N D E JESÚ S
DE ROM A
¿ Qui¿n no conoce la 0 ¿>ra del Sgdo Corazón
de Jesús?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Saiesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos }
I
Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
I
Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector M ayor de los S alesianos.
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de Boletín Salesiano
1. — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2. — Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3. — Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Saiesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró­
nica, y, cuando acompaña a esta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos en\nan
no es posible reprotlucir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.

R E V IS T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO
REDACCION

Y

BOI ETI M
AlESIANO

ADMINISTRACION:

IIA

COTTOLENGO.

32

TURIN

AAo LU I - Número 6

JUNIO
( lo g )

.

1 93 8
ITALIA

SUMARIO: Don Sosco y Napoleón. - Sor Modesta Ravasso heroína de la caridad. - La obra de D. Basco en Espaiia y
América: Astudillo. El cincuentenario de la muerte de Don Sosco - Alta Gracia. Fiestas jubilares - Quito. Don Sosco
en el Ecuador - Lim a. Las fiestas del cincuentenario en honor de S. J. Sosco - Magdalena del Mar. Visita del M i­
nistro R. I. de Italia - Santo Domingo. La procesión de S. J. Sosco. - D e Nuestras Misiones: Férvido llamamiento
del Sr. Arzobispo de Quito en favor de la M isión de Macas destruida por el fuego - China. Al terminarse el primer
decenio de la Obra Salesiana en Hong-Kong. - Impresiones de la revolución española: Algo de lo que hizo la bestia
roja en Morón. - Crónica de gracias. - Necrologías.

Don Bosco y Napoleón.
Bellísimo^ paralelo hecho^ en reciente discursoy
por el Exento. Sr. Arzobispo de Quito.
San Juan Bosco y Napoleón, hé aquí un
santo y un coloso del siglo X IX . El mismo
año de 1815 vió eclipsarse la gloria del se­
gundo y alumbró con tenues resplandores la
cuna del primero.
San Juan Bosco y Napoleón: ¡qué atractivo
tema, qué interesante paralelo entre el sober­
bio corso y el humilde piamontés!
Pero ^*será posible comparar las famosas
hazañas del uno con las, al parecer, desprecia­
bles labores del otro ?
Porque si Napoleón fué sin disputa el genio
de la guerra, y su gloria militar oscüreció la
de cuantos le precedieron, corvexcepción, quizá,
de César, fué, además, gran estadjsta, gran
diplomático y estupendo organizador.
San Juan Bosco, en cambio, consagró toda
su vida al bien temporal y eterno de pobres
niños y humildes obreros.
Y con todo, uno y otro ueron en busca de
la gloria. La gloria fué el sol que les alumbró
el camino; la gloria, la brújula que les trazó
el derrotero; la gloria, cual poderoso imán,
los atrajo y tuvo subyugados... Sólo que Na­
poleón fué en pos de la suya propia, y S. Juan
Bosco, de la divina.
¿ Cuál de los dos acertó ?

¡Qué ensueños de poder, qué delirios de
gloria los que torturaban el alma de Napoleón!
¡Cuántas veces en familiares conversaciones
desarrolló sus inmensos planes! Asentarse en
sublime trono, y tener vencida, humillada.

rendida a Europa. Hacer de París la capital
del imperio y atesorar en su seno todas las
obras maestras en ciencias y artes. Distribuir
cetros y coronas a hermanos, parientes y ge­
nerales; fundar una nueva dinastía que du­
rante largos siglos pregone a las generaciones
futuras su fama, sus hazañas, su poder y su
gloria.
Lanzarse, en seguida, a la conquista del
mundo; porque a sus ojos, no era Europa sino
miserable ratonera. ¡Oh, si hubiera nacido él
algunos siglos antes, en aquellos venturosos
tiempos cuando Alejandro, vencida el Asia,
podía presentarse como hijo de Júpiter y arran­
car la adoración del Oriente!...
¡Magna, extraordinaria, colosal empresa!
Para realizarla se necesitaban dotes persona­
les excepcionales: un poder absoluto e ilimi­
tado, numeroso y aguerrido ejército.
Nada de esto le faltó.
¡Qué poderosa inteligencia la suya, qué ar­
diente y brillante fantasía, qué voluntad de
hierro, qué infatigable contracción al trabajo!
Su gobierno fué absolutista: reunió en sus
manos todos los poderes: sólo él proponía y
promulgaba las leyes; sólo él velaba por .su
ejecución; sólo él repartía los cargos del im­
perio. Todo otro poder, comparado con el
suyo, no era sino la diminuta gota que mana
de la desbordante fuente.
Su ejército fué el más numeroso y celebrado
del siglo; por su arrojo y valor se conquistó
el renombre de grande e invencible.
Cierto que para formarlo fué menester
arrancar de los brazos de madres y esposas a
esposos e hijos; lanzarlos a ios peligros, azares
V horrores de la guerra; derramar a torrentes
121

su sangre y, como trofeo de victoria, levantar,
después de cada batalla, una montaña de ca­
dáveres,
»
Cierto que, para ejercer el poder en forma
tan absoluta, fue necesario violar las más san­
tas libertades: la individual, la política, la de
la prensa; fué necesario desenterrar el princi­
pio político pagano: « ceda toda ley ante la
voluntad de César ».
Y para sojuzgar a Europa, fué necesario
violar tratados, conculcar derechos, emplear
el fratule y la mentira... Pero ¿Qué importaba
todo esto a Napoleón ? La gloria desmedida
y exorbitante le deslumbraba la mirada, le
aguijaba loa deseos, no le daba punto de re­
poso, ni despierto ni dormido.
Y vió en gran parte realizados sus ensueños.
Su genio militar lanzaba, aun en las derrotas,
deslumbradores lampos; Marengo, Jena, Austcrlitz, Wagram ensancharon el territorio de
Francia y retiraron sus fronteras. Su genio
político vació en nuevo molde los pueblos y
cambió el código de las naciones. Hasta el
Papa emprendió largo y penoso viaje para co­
ronarlo Emperador, y Francisco, el vencido
de ayer, le entregó la mano de su hija, para
que le diera un vástago para la dinastía nueva.
Después de la paz de Viena, llegando al apo­
geo de su gloria, repartió cetros y coronas y
vió a gran parte de Europa postrada y rendida
a sus plantas.
Había, empero, en la tierra un poder difícil
de sojuzgar: la Religión Católica. Y él que
había proclamado el inconcuso principio de
que « Una sociedad sin Religión es un bajel
sin brújula» y íjue « Sola la Religión presta
apoyo firme y estable a los Estados»; él, que
tendiéndole la mano y levantándola del polvo
en el que la había sepultado la Revolución,
le devolvió la libertad y restituyó el cetro de
las almas, él concibió envidia y celos de su
poder: « Os habéis reservado las almas, le de­
cía, y sólo me habéis dejado cadáveres ».
Proclamóse sucesor y heredero de Carlomagno, robó al Papa sus Estados y los incor­
poró a su imperio. Quiso hacer del Pontífice
Romano súbdito del Emperador, un represen­
tante o lugarteniente suyo en los asuntos re­
ligiosos.
Pero halló inquebrantable resistencia en la
mansa firmeza de Pío Vi l . Para doblegarla
escaló mun>s, forzó cerraduras, rompió a ha­
chazos puertas y ventanas, y, puestas en el
venerable Anciano las sacrilegas manos, lo
arrana> de Roma, lo arrastró por campos v
ciudades, lo encarceló, primero en Savona, y
después en Fontainebleau, lo privó de sus
122

ministros, amigos y consejeros, puso entredi­
cho entre él y la Iglesia y le hizo apurar hasta
las heces el amargo cáliz de privaciones, igno­
minias y canallescos vejámenes, hasta que,
llena la medida de los crímenes del déspota.
Dios, en su justo enojo, lo tomó en las manos,
lo estrelló contra la roca de Pedro y, cual vaso
de arcilla, lo convirtió en polvo...
Pero no anticipemos el trágico desenlace;
volvamos más bien la mirada a más dulce y
apacible cuadro.

Sed, sed insaciable de gloria devoraba tam­
bién las entrañas de San Juan Bosco. Y en
sus delirios de conquista, soñaba plantar el
estandarte de Cristo en ciudades y aldeas, en
islas y continentes, en ambos hemisferios,
tanto entre pueblos cultos como entre bárba­
ros y salvajes.
Almas, almas, siempre almas era el grito
que sin cesar brotaba de su enardecido pecho,
los anhelos, suspiros y ansias en que se abra­
saba su corazón de apóstol: todo lo demás era
para él humo, vanidad, o, para emplear la
enérgica expresión del Apóstol, fango y estiér­
col: Omnia arbitrar ut stercora ut Christum
¡ncrifaciam.
Para llevar al cabo tan ardua y al parecer
temeraria empresa, necesitábanse dotes extraor­
dinarias de naturaleza y gracia, inmenso pode­
río, huestes aguerridas y disciplinadas.
Y nada le negó Dios.
No era inferior en prendas naturales al gran
corso. Tenía inteligencia clara, perspicaz y
profunda: memoria prodigiosa, voluntad de
acero, contracción al trabajo, como la de Orí­
genes, diamantina.
jCon qué tesoros de gracia le enriqueció
Dios! Sólo los santos son conquistadores de
almas. Paciencia, resignación, pureza angeli­
cal, humildad y menosprecio de sí mismo y
sobre todo caridad ardiente, llameante,, que,
como el fuego, busca por naturaleza propagarse
y dilatarse, tales fueron las virtudes que, prac­
ticadas en grado heroico, hicieron del pobrecilio de Becchi un gran santo.
xSabía que la oración, al decir de Tertuliano,
subyuga al mismo Dios, y por eso blandiendo
esta arma poderosa, concebía las más arriesga­
das empresas, arrollaba las más invencibles
dificultades y llevaba a cima obras, según la
prudencia humana, temerarias.
Y con todo ¿ habría podido él solo conquis­
tar el mundo ? Alistó, pues, un ejército aguerri­
do y disciplinado, y como Dios en el cuerpo
de barro del primer hombre, infundió en él

su espíritu; y como Jesús, antes de volar al
cielo, envió a sus hijos a conquistar almas,
n Id, les dijo, por todo el mundo y haced brillar
en todas partes la luz santa de la Fe, vaciad
los corazones en los moldes de la \*irtud, in­
flamad los pechos en el fuego del divino amor ».
Y fueron sus hijos y se desparramaron por
el mundo, y fueron como los apóstoles de
Cristo, sitie báculo, sin ningún sostén humano,
sitie pera, sin ninguna riqueza, sitie calceatnentis, sin nada de lo que facilita al hombre el
imperio sobre los demás hombres.
Y este ejército que con más derecho que el
de Napoleón merece el renombre de grande e
invencible, ocupó aldeas y ciudades, traspuso
montes, surcó mares, puso la fatigada planta
en heladas playas o encendidas arenas, y plantó
la victoriosa cruz hasta en medio de tribus
nómadas y salvajes: fueron combatidos y triun­
faron, perseguidos y vencieron, segados por el
hacha del verdugo y... cayeron, sí, cayeron; pero
de sus palpitantes carnes e hirviente sangre
brotaron nuevos y más esforzados campeones.
Sois vosotros, dignos hijos e hijas de San
Juan Bosco, cuyo nombre no puedo pronunciar
en este día sin profunda emoción; porque,
durante el largo espacio de diez lustros, habéis
ilustrado al Ecuador con las proezas y virtudes
de \’uestro Padre. Recibid, en nombre de la
Iglesia ecuatoriana, a quien, aunque indigno,
represento, y en el de la Patria a quien tanto
amáis, el homenaje de nuestro féi^ddo reco­
nocimiento e imperecedera gratitud.

Empero ¿qué fué de la obra del portentoso
genio de Napoleón, qué de su poderoso e in­
vencible ejército, qué de su propia gloria ?
Su obra creada y sostenida por la fuerza,
fué el castillo de que nos habla Jesús, plantado
sobre movediza arena: soplaron los vientos,
cayeron las lluvias, salieron de madre los ríos
y, convertido en ruinas, fué arrastrado por la
corriente.
Europa sojuzgada retorcíase en la impo­
tencia. Dos, tres, hasta cinco y seis veces in­
tentó en vano sacudir la férrea planta del ven­
cedor que la oprimía y estrangulaba. Por fin
logró ponerse en pie, sacudir el ominoso yugo
y lanzarse a la reconquista de la libertad.
Habíase puesto el sol de Austerlitz, y Leip­
zig y Waterloo abrieron por dos veces a los
aliados las puertas de Francia: todos la inva­
dieron como nube de langostas, talándolo y
asolándolo todo; le impusieron humillantes
condiciones, le arrebataron las conquistadas
plazas, y redujeron su territorio a una exten-

E 1 Sr. Arzobispo de Quito Dr. Carlos M . De la Torre,
panegirista ferviente de las Obras de Don Bosco.

sión menor que el poseído antes de la Revo­
lución.
El grande, el poderoso, el invencible ejército,
principiando por saber lo que era derrota, fue
por fin, cual leve arista, devorado por el fuego.
Rayo en la mano de Dios fueron el irreductible
patriotismo de los españoles y los hielos inso­
portables de Rusia.
Napoleón, vencido y humillado, depuesta
con sus propias manos la imperial corona, pri­
sionero de los aliados, encadenado cual nuevo
Prometeo a un escollo perdido en el Atlántico,
fué obligado a apurar aquel mismo cáliz que
él había propinado a Pío VII.
Gota a gota y durante largos seis años, sa­
boreó el brevaje de menosprecios, humilla­
ciones, aislamiento total del mundo y cana­
llesca opresión, hasta que rendido, más que
por la enfermedad, por los disgustos, desenga­
ños y congojas, se hundió en la fosa.
La adversidad le abrió los ojos, lloró sus
crímenes, se reconcilió con Dios y, como prenda
de perdón, veló la Cruz junto a su féretro.
Francia agradecida quiso conservar sus mor^

123

tales restos y los guardó en suntuoso mauso­
leo. Visítanlo los viajeros, y satisfecha la curio­
sidad, vucivenle fríamente las espaldas.
La obra, entre tanto, de S. JuanBosco no ha
perecido; asentada sobre la indestructible roca
del amor divino, ha visto desencadenarse las
tempestades, rugir los vientos, salir de madre
los ríos; pero ha permanecido firme, incólume,
inconmovible.
í^as valientes y disciplinadas huestes del
santo, lejos de ser abrasadas por el rayo, han
crecido y se han multiplicado; la redondez del
mundo, en los polos y el Kcuador, las ha vi.sto
en su marcha triunfal. Hijos e hijas del Santo,
sintiendo bullir en sus venas el espíritu de su
Padre, y abrasado el pecho en el fuego inextingible del amor a Dios, van repitiendo las su­
blimes palabras: «Almas, almas, dadnos al­
m as». Y las almas por millares se han dejado
ganar por los atractivos del amor, y las almas
han sido iluminadas por los resplandores de
la Fe, y las alirnts, alegres y contentas, se han
abrazado con la voluntad divina.
¡Cuántos niños abandonados y humildes
obreros han encontrado, para satisfacer las
necesidades de esta vida transitoria, el pan,
que les sabe tan sabroso porque ganado con
el trabajo, y el trabajo que les es tan dulce
y apeteciblef porque dispuesto y ennoblecido
por Dior.!

Todos han encontrado el secreto de llevar
tranquila vida en el tiempo y obtenerla dichosa
en la eternidad.
No se eclipsó la gloria de S. Juan Sosco
con la muerte: antes bien llegó entonces a su
apogeo.
Y si durante su vida mortal acudían presu­
rosos para saciar la mirada en su dulcísimo
semblante y escuchar una sola palabra de sus
inspirados labios, hoy lo contemplan entre
arreboles de gloria y ceñidas las sienes con
inmortal corona.
Ln el templo de María Auxiliadora, perenne
monumento del amor que profesó el Santo a
la Virgen, encerrados en preciosa urna, duer­
men sus santos restos el último sueño. De to­
das partes acuden en tropel a venerarlos. Na­
die se presenta frío o indiferente. Resuena en
derredor el suave murmullo de la plegaria, y
quien rebosando gratitud le agradece eí bene­
ficio recibido, quien, oprimido el corazón y
anhelante el pecho, pero lleno de ilimitada.confianza, le pide auxilio en su necesidad. Todos
se alejan contentos o por lo menos consolados;
porque no ignoran que vive en el cielo, que
mira sus lágrimas, se compadece de sus cuitas
y está siempre pronto a remedíalas.
Tal es la gloria con que Dios premia a sus
santos.
Gloria haec est ómnibus sanctis eius.

K 1 ül« lo de mayo, nuestra Casa Madre tuvo la honrosa satisfacción de ser visitada por el Exemo Sr. Baratoao.
Prefecto de la Provincia de Turin.

12 4

T

Sor MODESTA RAVASSO
heroína de la caridad.
Nació esta benemérita religiosa en Trofarello (Turín) el 15 de junio de 1875; entró
en el Instituto de las Hijas de María Auxilia­
dora, en la casa madre de Italia, a los 18 años
de edad. En el año de 1896, el Rvdo. Padre
Don Evasio Rabagliati llevó la primera expe­
dición de Hijas de María Auxiliadora a Co­
lombia; de ella formaba parte la abnegada her­
mana Modesta que había pedido sacrificar su
vida y todas sus energías en favor del prójimo;
aquellas buenas hijas de San Juan Bosco
fueron los primeros ángeles consoladores del
Lazareto de Contratación, que en aquel lejano
tiempo, más que ahora, bien podía llamarse
a El País del Dolor ».
El 7 de febrero de 1898 partieron las Her­
manas para el Lazareto a empezar su obra de
heroica caridad; entonces un viaje de Bogotá
a Contratación requería un valor no común,
especialmente de parte de Hermanas extranje­
ras, no acostumbradas a viajar a caballo y por
caminos tortuosos, casi intransitables y atra­
vesando ríos caudalosos, expuestas a toda clase
de peligros durante ocho largos días. A su
llegada a Contratación no encontraron sino un
mezquino rancho de paja, que carecía, como
es natural, aun de lo más indispensable; pero
las generosas Hermanas no se arredraron
por esto y especialmente la Hermana M o­
desta, que contaba entonces 23 años, estaba
llena de vida, de entusiasmo, y con su ca­
rácter alegre, amable hallábase siempre dis­
puesta a sacrificarse en bien de los demás,
empezó sus visitas de ángel consolador a las
miserables chozas de los leprosos que enton­
ces no estaban todavía hospitalizados ni cui­
dados como lo están ahora.
No se pueden leer sin conmoverse 4as cróni­
cas de aquella fundación que tuvo principio
en una región donde todo faltaba, y esto
especialmente durante la guerra civil (1899 a
1903), cuando el hambre se hizo sentir de una
manera verdaderamente cruel y cuando todas
las comunicaciones entre Contratación y la
capital fueron cortadas, haciendo esta circuns­
tancia más sensible la separación de las Her­
manas que se encontraron allá sin otros recur­
sos que los que podía suministrarles la no
menos heroica caridad salesiana del Padre
Rabagliati.
Viendo las Hermanas a tantas pobres niñas

huérfanas vagando por las calles sin que nadie
se cuidara de ellas, iniciaron, en una miserable
choza, un pequeño hospicio, y la Hermana
Modesta, alegre, ardiente y generosa, se lanzó
al trabajo con verdadero entusiasmo que sólo
puede inspirar un amor espiritualmente ma­
terno; sin temor ninguno del contagio ella era
la solícita enfermera, la consoladora de aquellos
infelices a quienes sus semejantes desprecia­
ban; y era el alma de aquella humilde y be­
néfica institución que más tarde se trasformó
en un amplio e higiénico asilo en donde cen­
tenares y centenares de niñas han encontrado
el calor del hogar, el afecto de los padres que
la muerte les arrebató y hasta diversiones ho­
nestas y atrayentes que alegran su vida, pero
más que todo, el fuego de la piedad verdadera
que caldeando sus almas les hace llevadera y
hasta feliz aquella vida de dolor, de alejamiento
y de soledad.
Fué la Hermana Modesta prototipo de la
misionera salesiana que, bajo una apariencia
sencilla, alegre y amable, supo esconder los
heroísmos de su celo y abnegación, durante
cuarenta años consecutivos de su vida, pa­
sados en el apartado Lazareto de Contrata­
ción, mereciendo que el gobierno italiano, con
regio decreto de 30 de octubre de 1930, la
proclamara acreedora a una condecoración
especial, con medalla de plata, que le fué im­
puesta solemnemente por el mismo represen­
tante de S. M. el rey de Italia.
Enterada la buena hija de San Juan Bosco
de que su Superiora trataba de utilizar en
otro Instituto sus poderosas dotes de orga­
nizadora,' y viendo en serio peligro su firme
propósito de consagrar su vida entera a los
pobres leproi^ís que habían venido a ser loa
benjamines de su alma angelical, tuvo un
rasgo en extremo heroico; fué a la capilla
del Lazareto, postróse ante el sagrario y pidió
a Dios le enviara también a ella la terrible
enfermedad, a fin de que en lo sucesivo nadie
intentara sacarla de aquel doliente asilo donde
encontraba todas sus delicias, y, pasados unos
meses. Sor Modesta era allí una leprosa más,
bendiciendo a Dios, en el colmo de su alegría,
porque había saciado su ardiente aspiración.
Y aun cuando los amorosos cuidados de sus
hermanas lograron curarla, haciendo que se le
aplicasen los últimos y más enérgicos remedios
-

125

que ha encontrado la ciencia, ella hizo caso
omiso del certificado facultativo que la decla­
raba completamente libre de la cruel dolen­
cia, y continuó prodigándose como lo había
hecho hasta entonces, preocupada solamente
de aliviar a sus amadas huerfanitas de cuyas
almas había hecho su jardín escogido.
Para sufrir una intervención quirúrgica fué
llevada, hace dos meses, a Bogotá, donde los
médicos que la examinaron la declaraban, una
vez más, perfectamente exenta de la lepra.
Mas, a consecuencia de la operación sufrida,
la heroica Hermana Modesta moría el 8 del
pasado abril en la casa de Usaquén. Dur­
mióse plácidamente nuestra heroina en bra­
zos de la Virgen Dolorosa, quien, en el día
de sus dolores, se la llevó del destierro a la
patria, para premiar a aquella alma que supo
derramar a manos llenas el consuelo en las
heridas del cuerpo y más aún en las del
corazón.

Los moradores del Lazareto de Contrata­
ción han perdido su ángel consolador aquí en
la tierra, pero tienen en el cielo una amorosa
protectora cuya mediación les obtendrá del
Altísimo toda suerte de gracias y consolaciones.
He aquí el valioso homenaje que oficial­
mente ha tributado a esta heroína el Depar­
tamento Nacional de Higiene de Colombia:
Resolución número 194 de 1938 {abril 9), por la
mal se rinde tributo de gratitud a la memoria de la'
Reverenda Hermana salesiana Angélica Modesta Ra* El departamento nacional de higiene, considerando:
Que acaba de fallecer en esta ciudad la Reverenda
Hermana Salesiana Angélica Modesta Ravasso, quien
durante cuarenta anos permaneció en el lazareto de
Contratación, dedicada con ejemplar abnegación al
alidada de los leprosos y cooperando muy eficazmente
en tiempos que era muy difícil la comunicación con esta
ciudad;
que la Rvda. Hermana Ravasso por su cristiana
labor, asi como por sus virtudes y desprendimiento, se
consagró en aquellos tiempos en que se carecía de hospi­
tales a la atención de los enfermos, sufriendo toda clase
de penalidades.
RESU ELVE:
Artículo primero. — Laméntase la muerte de la
Rvda. Hermana Angélica Modesta Ravasso y considé­
rase como una pérdita nacional la desaparición de tan
virtuosa y abnegada religiosa.
Artículo segundo. — Solicitase del próximo con­
greso la partida necesaria para obtener que en el la­
zareto de Contratación se coloque, en lugar apropiado,
un retrato de la benemérita religiosa, aiyo fallecimiento
se deplora.
Artículo tercero. — Copia de esta resolución, con
nota de estilo será enviada a la Rvda. Hermana Superiora de la Comunidad Salesiana en Colombia, como
testimonio del reconocimiento de las virtudes y de su
acción en favor de los enfermos de lepra de ¡a Rvda.
Hermana RavassoComuniqúese .v publiquese
Dada en Bogotá, a g de abril de 1939.
B. V e l a s c o C a r r e r a ,

Sor M odrsta Ravasso

Director nacional de higiene.

Sres Cooperadores.
consultad el T E S O R O

E S P I R IT UA L .

Propagad la O B R A PlA DEL S G D O C O R A Z Ó N .
Véase la cubierta de nucslro “ BoleUn

126

LA OBRA DE D O N B O SC O EN
ESPAÑA Y AMERICA
Relaciones enviadas al Rector Mayor.

Quito. - Preparativos para las fiestas cincuentenarias.

ESPAÑA - Astudillo. — El cincuentenario
de la muerte de Don Sosco.
Sin duda, uno de los mejores modos con que
Dios bendice a los pueblos es establecer en
ellos una comunidad relÍKÍosa. A las comuni­
dades relifjiosas, con relación a los pueblos, como
a los sacerdotes con relación a los fieles, parecen
dirigidas aquellas palabras evangélicas; * Vosotros
sois la sal de la tierra ». Así, en el noble pueblo de
Astudillo, y como para conservar intacto el siem­
pre acendrado espíritu religioso que en todos los
tiempos le informó, ha permitido el establecimiento
de esta comunidad de Salesianos, que derrochan
esfuerzos sobrehumanos para acendrar más y más
el espíritu religioso de los fieles astudillenses. No les
basta a estos celosos hijos del preclaro D. Bosco
atender a la formación misional de sus numerosos
educandos, sino que la sobreabundancia de su celo
apostólico puede aún extenderse a los de puertas
afuera.
Con ocasión de la celebración del cincuentenario
de la muerte de su santo fundador, D. Bosco, han
tenido lugar en esta iglesia de Santa María, la del
setricio del convento, piadosos actos en honor del
glorioso «taumaturgo del siglo X I X ».
Precedió a éstos un solenane triduo, y el último
día del mismo (domingo día 30) tuvo lugar una
misa solemne, cantada a tres ^wes, con acompaña­
miento de órgano, magníficamente interpretada por
la Schola cantorum del internado.
La comunión general de este día fué un éxito
del celo religioso de estos reverendos PP. Salesianos.

Por la tarde dieron una magnífica velada teatral,
muy del agrado del público. En ella se representa­
ron obras donde se aunaba el interés escénico con
la más alta moralidad. La banda de música del Co­
legio, que cuenta con todos los elementos indispen­
sables, interpretó selectísimas obras. Es admirable
cómo la candad conventual, trasunto de la manse­
dumbre evangélica, puede obtener efectos tan sor­
prendentes en tan escasísimo tiempo y con tan tiernecitos muchachos, que llegan a tocar sus diversos
instrumentos con la perfección y soltura de los pro­
fesionales.
El día 31, fiesta de S. Juan Bosco, y este uño
cincuentenario de su muerte, hul>o idénticos actos
piadosos en la iglesia, con comunión general, a la
que asistieron todos los niños y niñas de Astudillo
comprendidos en la edad escolar, y asimismo nume­
rosísimas personas mayores.
Durante la misa mayor predicó el M- 1. Sr. D.
Matías Alonso, canónigo de la S. I. Catedral de
Palencia, poniendo de relieve el celo del apóstol de
la niñez, D. Juan Bosco.
Don Matías Alonso, tan encariñado con la niñez,
y tan preocupado de siempre con todos los proble­
mas que afectan a la escuela y a la trascendencia de
ésta, expuso, con la alteza de pensamientos que le
caracteriza, la influencia de la escuela sobre el campo
social, y abominando del laicismo perverso, apos­
trofó con contundentes razones y verbo cálido a
los destructores de la conciencia del niño, que tanto
mal han hecho a España.
Por la tarde, en el local teatro del Colegio, miem­
bros salesianos pusieron en escena la zarzuela « El
^

12 7

SpcrÍBtán de la Aldea», representación destinada
OKpecialmente a todos los cooperadoies, que quednron, así como el resto del numerosísimo público,
satisfechísimos del efecto escénico y musical, in­
dicio de una preparación próxima y remota inta­
chable.
íde El Diario de Palenciá).

ARGENTINA - Alta
jubilares.

Gracia. —

Fiestas

Una vez más, se ha comprobado el afecto y sim­
patía de que gozan los hijos de San Juan Hosco en
esta histórica ciudad de las Sierras de Córdoba,
(jue cumple en el presente año el 35“’ aniversario de
su fundación. La adhesión y participación unánimes
de nuestras dignísimas Autoridades, provincial y
local; de los Cooperadores y Cooperadoras, del pue­
blo y de las principales familias de la localidad fué
desde el primer momento el mejor índice del éxito
tic los festejos con que se pensó honrar al Gran
Apóstol de la juventud, en sus bodas de oro de
Cielo.
Y así fué; los qoo niños y jóvenes que, con otros
tantos centenares de personas mayores, formaron el
magnífico cortejo, todo aquel día, dan testimonio
del hermoso homenaje que Alta Gracia, uniéndose
al júbilo de I0.S Salesianos, tributara agradecida a

'V; ■ '

l)tm Calcagno. uno «l« lo« grandes «ptoneroa» de ta
Obra S a ir s ia n a del Ecuador, con cuatros n lA os jibaros
llevados por 61 el Colegio de Quito, en 1904.

I ’S ^

San Juan Hosco. Notas descollantes del gran con­
cierto fueron: la numerosísima Comunión de niños,
a la mañana, y la alegría singular con que los ca­
tequistas, con interesantes juegos y valiosos premios,
supieron animarlos durante el día.
En la magnífica y devota procesión de la tarde,
San Juan Hosco, llevado en triunfo por las avenidas
engalanadas de la población, bendijo complacido a
su pueblo. Finalmente, los fuegos pirotécnicos, que
llenaron de emoción y alegría a los miles de especta­
dores participantes de la fiesta, cerraron los actos
populares de aquel día que constituirá con seguri­
dad, en los fastos de esta ciudad y de sus buenos
habitantes, inicio halagüeño de días más felices bro­
tados al hechizo de las sonrisas y bendiciones del
Taumaturgo del siglo XIX.
Que San Juan Hosco bendiga, en especial, a sus
óptimos Cooperadores y Cooperadoras de Alta
Gracia.

ECU AD OR - Quito. — Don Bosco en el
Ecuador.
Han tenido gran resonancia en toda la República
las solemnes fiestas con que ha sido conmemorado el
50® Aniversario de la llegada de los primeros Salesianos y de ¡a muerte de nuestro Santo Fundador ■
Resulta tarea harto difícil hacer una relación, que
sea a la vez resumida y completa, de todo lo que
nuestros buenos amigos han dicho y hecho para
celebrar estas Bodas de Oro en la Patria de García
Moreno, que fué quien personalmente llamó a los
Salesianos. Ni la más ingeniosa cronología podría
prestarnos el alambique literario que ahora necesi­
taríamos para ofrecer, en un reducido pomo de
esencias, los muchos y altísimos pensamientos, belle­
zas y fer\’ores que de consuno, y con verdadera
exuberancia tropical, han ofrendado a S. Juan Bosco
y a sus obras la oratoria, el periodismo, la rhúsica,
la poesía ecuatorianos.
De todos los órganos de publicidad que se han
ocupado de estas fiestas, nos parece que la culta y
benemérita Revista Boletín Eclesiástico de la Arquíditk:esis de Quito es la que h.a hecho de ellas una
síntesis más completa. Todo su número de Enero
p. p. va íntegramente dedicado a la Obra Salesiana,
describiendo su actual estado de prosperidad en
toda la República, insertando el precioso discurso
del Sr. Arzobispo de que nos hacemos eco en estas
páginas y reseñarído los actos principales de las
fiestas.
lie aquí lo que dice:
1) A ntecedentes. — Siempre que en la Repú­
blica dcl Ecuador, y especialmente en Quito, su
Capital, se trata de rendir homenajes extraordinarios
de gratitud, admiración y amor a San Juan Bosco
y a sus abnegados hijos, compruébase el profundo
arraigo que en el corazón ecuatoriano tiene « el más
moderno de los santos y el más santo de los moder­
nos », {xir su poderosa influencia en el progreso
moral y_ material de nuestra Patria.
Asi sucedió en las grandiosas fiestas de su beatí-

*4 Si* >
Quito. - Nutrida asamblea estudiantil que trae su homenaje a la Obra salcsiana.

ficación y canonización, celebradas con todas las
pompas, y luces y galas de las mayores solemnida­
des. Ante un inmenso concurso de pueblo y de la
mejor sociedad, se desarrollaron correcta y brillan­
temente, dejando en nuestras almas gratísimos e
imperecederos recuerdos; pues todavía resuenan en
nuestro oídos los deliciosos ecos de sus himnos,
plegarias, panegíricos, discursos, poesías...
Así acaba de suceder durante las magníficas con­
memoraciones cincuentenarias del arribo de los pri­
meros salesianos al Ecuador y de la santa muerte
de Don Bosco, acaecidos el 28 y 31 de Enero de
1888. El solo anuncio de estos dos magnos aconte­
cimientos conmovió a toda la Nación, a cuyos más
remotos ángulos había llegado, en conferencias de
radio, en publicaciones y circulares oportunas, la
electrizadora palabra del R. P. Elias Brito, que ha
sido el principal gestor de los festejos.
Pero si en todas las Casas Salcs'anas había idén­
tico motivo para festejar ambos Cincuentenarios,la
Superioridad resolvió, con sobra de razones, que la
principal evocación debía hacerse en Quito, donde
residen las principales autoridades eclesiásticas y
civiles y donde la acción salesiana está mejor des­
arrollada.
Los Sres. Ex-alumnos Salesianos, que e.xperimentaron más de cerca el benéfico influjo de la educa­
ción salcsiana, fueron los primeros en formular un
programa lleno de variedad e interés. Luego se
reunieron varios Sres. Canónigos, Provinciales de
Comunidades teligiosas y las Directivas de Coope­
radores y Ex-alumnos, para fijar el Progiama gene­
ral, de acuerdo con el Inspector de los Salesianos,
quien fué, de niño, testigo ocular de la despedida
entre Don Bosco y los primeros Salesianos desti­
nados a Quito.
Los Diarios de la capital, t El Comercio *, ■ El
Día» y 1 El Debate»; los semanarios «La Socie­
dad ■ y ' Dios y Patria », honraron sus columnas
con artículos originales y bellas colaboraciones en
honor del Santo de I Becchi. Y para iniciar el ciclo

de actividades el Exemo. Señor Arzobispo escribió
una brillante Alocución que prendió en todos los
ánimos la llama del más grande entusiasmo.
II) D o m i n g o , 23 d e e n e r o . L a g l o r io s a jo r n a d a
DE LOS E x - a l u m n o s . — Misa y asamblea general. —

A las 7 a. m. oyeron la santa Misa que fué celebrada
por el gran amigo de la Obra Salcsiana, Rmo. Señor
Canónigo Leónidas Baquero- A las 9 y Vi tuvieron la

Quilo. - Sao Juan Bosco en la catedral.

129

II
Asamblea Kcneral para leer un hermoso Acuerdo en
honor de los Padres Salesianos y oír la bella Con­
ferencia del H- P. Angel M. Correa.
Arlo Literario-musiral. — Se realizó en el Teatro
Kalesiiino, a las 3 p. m., con la asistencia del Exemo.
Sr Arzooiapo, Rmos. Padres Provincial de los Jesuitas e Inspector de los Salesianos, R. P. Guido
Rocen, General Julio d'el Hierro, Dr. Francisco
Chirihngn Rustnmante, Presidente del Comité Cen­
tral de Cooperadores Salesianos; Dr. Mariano Suárez Vcintimillii, Sub-Director del Partido Conservad(>r Ecuatoriano; Sra. Anna Musello de Corá,
Presidenta dcl Comité Femenino de Acción Salesiana; todo el Directorio de los Ex-alumnos; repre­
sentantes de varias corporaciones católicas, numero­
sos sacerdotes y religiosos y conocidas familias de
nuestra sociedad.
Principió con el canto del Himno Nacional y con
el conceptuoso y elegante discurso de introducción,
pronunciado por el notable escritor y liteiato, se­
ñor Doctor Manuel Elicio Flor, ex-alumno Satesinno
tie Uiobamba y actual Ministro de la Corte Suprema.
El Sr. Comandante Francisco A. Villaviccncio, exalumno aalesinno de Quito, declamó con dicción ele­
gante y apropiada su inspirado poema « María Auxi­
liadora y la Canonización de Don Bosco ». I>as Srtas.
Inés Costales y Clemencia Montenegro, distingui­
das alumnas del Conservatorio Nacional de Música
y Declamación, deleitaron con sus bien educadas
voces, cantando partituras de la Norma de Bellini
y linemia, respectivamente. El Sr. Eduardo Albor­
noz, ex-alumno salesiano de Quito y Director de la
Compañía • Sindicato Teatral», declamó lucida­
mente • El Místico f>de Rusiñol y la preciosa com­
posición « Cas Manos». El R. P. Guido Rocca,
que ama al Ecuador como a su misma Patria, Italia,
agradeció con frases delicadas y expresivas un ele­
gante ramillete de flores, que la niña Fabiola Falconí
le obsequiara, con breve y bien trazado discurso.
Este Padre fundó el Instituto « Don Bosco », motivo
por d cual recibió múltiples manifestaciones de,
aprecio durante su permanencia en Quito. Terminó
este Acto Social con el Himno a San Juan Bosco
y la síntesis histórica de la Obra Salesiana en el
Ecuador por el R. P. Elias Brito, cuyos volümci\es
de propaganda salesiana y ecuatoriana se han re­
comendado en todo el mundo desde el punto de
vista histórico, literinrio y artístico.
III) Sou-MNES CULTOS KN tJ\ C aik ORAI. MiriHOHOi.iTANA DURANTE LOS DIAS 2Ó,
Y a8. — E¡ programa
de estos cultos se cumplió a la perfección.
Los oradores de la maiiana. ■■ En notables tiestas
religiosas de Quito se busca al Padre Agustín Vaca,
agustino, para que ocupe la tribuna sagrada, por su
estilo claro y convincente, por su stiliia doctrina y
su dicción serena y rc|iosadu. Con estivs recursos
oratorios hizo el virtuoso agustino un espléndido
elogio del Santo del obrerismo cristiano.
El distinguido orador camielita, R. P. Froilán de
la Inmaculada, con la palabra viva y llena de entu­
siasmo que vibra en todos sus sermones, expuso las
diversas Hnutidadrs que persigue la Obra Salesiana
en la iormucion integral de la niñez.
130

El R. P. Martínez de la Vega, jesuíta, tiene sin­
gular habilidad para ensalzar las glorias de los apósto­
les de los niños; conversa deliciosamente con él
auditorio y 1 cuando quiere, lo sacude con la fuerza
de un golpe oratorio o lo suspende con inefables
narraciones poéticas »; y con esta magia desarrolló
el tema «Jesús y María Auxiliadora »: los dos amo­
res de San Juan Bosco.
Los oradores de la tarde. — El R. P. Elíás Brito,
salesiano, desarrolló el tema « San Juan Bosco y los
Obreros »; el R. P. Olascoaga, jesuíta, « La Religión
y los Obreros »; el R. P. Inocencio Jácome, prior de
los Dominicos, « El Comunismo » y el R. P. Martí­
nez, Guardián de San Francisco, « El Socialismo ».
Gran número de obreros asistieron a estas impor­
tantes Conferencias.
IV) D omingo, 30 de enero. - L a fiesta maxima. —
El solemnísimo Pontifical. — Lo celebró el Exemo.
Señor Arzobispo, Mons. de la Torre, con asistencia
del Exemo. Señor Nuncio Apostólico y de Mons.
Domingo Comin, Vicario Apostólico de Méndez
y Gualaquiza.
Los alumnos de ambas casas salesianas cantaron
una hermosa Misa polifónica, acompañados por la
orquesta y dieron gran realce a la solemnidad. Des­
pués díl Evangelio, el magistral orador sagrado,
M. R. P. Fray Ramón Gavilanes, Provincial de los
Mercedarios, con la arrebatadora elocuencia que
le caract;riza, tuvo suspenso al auditorio por una
hora, ensalzando la educación salesiana, basada en
la organización cristiana del trabajo, que es ley im­
prescindible de la vida, y en el ejercicio práctico
de los principios religiosos, que determinan la exis­
tencia de los pueblos.
El acto literario-musical. — Se verificó en el Salón
de Actos del Colegio Central de los Corazones.
Asistieron los Exemos. Prelados Mons. Fernando
Cento, de la Torre y Comin; Provinciales religiosos,
Sres. Canónigos, sacerdotes del clero secular y re­
gular, representaciones de Institutos docentes cató­
licos, de Cooperadores y Ex-alumnos Salesianos
del citado Comité de Bodas de Diamante y otras
connotadas personalidades de nuestro mundo social.
Cantado el Himno de San Juan Bosco, letra del
Dr. Luis A. Salgado y mú.sica del R. P. Elias Maidonudo S. S., ocupó la tribuna el Dr. Chiriboga
Bustumente, y en una elocuente pieza oratoria, hizo
la apología de la Obra Salesiana y puso de relieve
su magnífico desarrollo, desde el antiguo Protecto­
rado Católico o Rscuela de Artes y Oficios, hasta
las misiones orientales. Al referirse a estas últihias,
tuvo fraso.s de grande efecto, al unir el dolor de los
últimos acontecimientos de Macas con la alegría dcl
Jubileo Sale.siano. — La Señorita Laura Correa
declamó una tierna y delicada poesía a San Juan
Bosco, compuesta por un Sal.»iano uruguayo, e
impresionó gratamente al auditorio con su bella
declamación. — El R. P. Elias Brito, con palabra
fácil y bien documentada, tejió la historia salesiana
en nuestra Patria, terminando con un efusivo saludo
a los dignísimos Prelados. — _El Dr. Luis A. Sal­
gado, entusiasta Secretario dcl Comité de Coope­
radores. declamó con corrección y elegancia su com-

posición original « Jubileo Salesiano », que fué in­
terrumpida algunas veces con sonoros aplausos y
que al final le mereció unánimes felicitaciones. —
Finalmente, Mons- de la Torre cerró con broche
de oro este Acto Social, pronunciando un Discurso
genial y admirable, así por la profundidad del pen­
samiento como por la brillantez de la exposición:
pieza oratoria que enriquecerá nuestra literatura y
que nosotros la publicamos en nuestras páginas de
honor.
En la parte musical estuvieron muy felices las
Srtas. Lucila Jurado y M. Victoria Maldonado, que
ejecutaron el Allegro de la Sinfonía V de Bethoven.
El Sr. Fulvio Kirvy hizo vibrar las cuerdas de su
violoncelo con la Barcarola de Tschaikovsky, en­
tusiasmando tanto al público, que mereció el bis,
y tocó los ensueños de Schumann. El Señor Don
José M. Trueba, afamado tenor español, fué objeto
de fienética ovación cantando «La Partida». La
Srta. Lilliam Charvet, con su bien timbrada voz,
fué muy aplaudida, cantando el Aria de RÍgoletlo,ú‘Z
Verdi. El Acto que reseñamos fué amenizado por la
Orquesta « Iris » del Consei^'atoiio Nacional y dejó
en el ánimo de todos los concurrentes muy gratas
resonancias. Fué un himno de gloria y de aplauso
para los modernos educadores de la niñez y desta­
cados paladines de la actual civilización.
~Lk

ALOCUCION VESPERTINA DEL EXCMO. SEÑOR
N u n c i o A p o s t ó l i c o . — Desde las cinco de la tarde

afluyeron a la Catedral Metropolitana centenares
de personas, ávidas de oír la autorizada palabra del
meritísimo Representante de la Santa Sede. Después
de rezado el Santo Rosario, principió a hablar Mons.

Cento con voz robusta, dicción clara y estilo ele­
gante. Cantó las glorias de Don Bosco Santo, desti­
nado por la Providencia en nuestros tiempos para
defender las ideas de caridad y justicia pregonadas
por la Iglesia Católica, como el único y eficaz reme­
dio para la solución del problema social, especial­
mente ahora en que luchan frente a frente el catoli­
cismo y el bolchevismo. Fué muy aplaudido.
LU N E S, 31 DE ENERO
V ) C in c u e n t e n a r i o d e i a m u e r t e d e D o n B o s c o
a) E n e l A s p ir a n t a d o S a l e s ia n o d e l J i r ó n . —

La Misa solemne. — El 31 de Enero, día glorioso en
que voló al cielo el Santo Fundador, después de la
Misa de comunión general, celebrada por el Kmo.
Inspector Don Pablo Montaldo, la devota Capilla
recibió a gran número de personas para la Misa
Solemne, cantada por el Rmo. Señor Canónigo
Jarrín. Después del E\-angelio, subió al púlpíto el
M. R. P. Guido Rocca, quien aplicó el dicho cscritural «T u descendencia será como las estrellas del
cielo y las arenas del mar », a los Hijos e Hijas de
Don Bosco, que se hallan esparcidos en los cinco
Continentes, plasmando generaciones piofundamente cristianas, lo cual constituye su máximo
triunfo.—
La exposidón. — El R. P. Telmo Andrade, esti­
mable Director del Jirón, había auspiciado una lu­
cida Exposición de trabajos manuales y artísticos a
cargo de los alumnos de ese Plantel, laboriosa col­
mena de instrucción vocacional y de preparación
para la vida salesiana. En tres salones se exhibieron
hermosos relieves cartográficos, dibujos nítidos,

Quito. - U n número de la gran rerista gimnástica.

I3 I

gregaron en el patio principal del Instituto «Don
Bosco»: representantes de la Universidad Central,
Colegio Militar, Liceo Fernández Madrid, Sagra­
dos Corazones, Providencia, Instituto Pérez Pallarés. Pensionado La Salle y Borja (éste íntegro) da­
mas, caballeros y buen número de obreros. La Aso­
ciación « Luis Calcagno » asistió en pleno, debiendo
anotar que sus miembros Sres. Humberto Falconi
y Gustavo Vallejo Larrea auspiciaron este magnífico
número del Programa Conmemorativo. Los magis-

El b6ncm¿rj|o P, Guido Rocca, fundador dcl fnstltuto
Don DoAco de Quito y uno de los primeros pilares en
que se asentó in Obra Snlesiana en el Ecuador.

suKCStivos paisajes y acuarelas; magníficas pantallas
para escritorio; alegorías expresivas y simbólicas;
esferas y globos terráqueos bien elaborados; bombas
impelentcs. absorbentes, etc.; y completaba la Expo­
sición una serie de objetos indígenas del Oriente
Azuayo, y de insectos y coleópteros que embelesaban
por lu variedad de sus colores y figuras al notabilí­
simo número de visitantes.
Kl orto Lilerario-ntusical. — El M. R. P. Angel
M. Correa, que es toda una promesa literaria para
el Ecuador Salesiano, lo ofreció en elegante frase,
al Kxemo. Sr. Nuncio, Mons. Comin, Padres Car­
melitas, Madres Marianitas y numerosas familias
de nuestra sociedad. Los Aspirantes representaron
el cmocitmante y educativo Drama « Trabajo y Hon­
radez », que conmovió al auditorio con sus patéticas
escenas y con el esmerado desempeño de cada actor.
Fueron muy bien cantados el Himno a Don Bosco,
la Romanza «El Cazador» dcl Card. Cagliero y lu
• Virgen del Batallón » de Mons. Costamagna.
h) E l H i m n o d k a c c ió n d i ; g r a c ia s e n l a C a ­
— Terminada una espléndida Conferencia
dcl R. P. I.eón Scamps, Visitador de los Lazaristas
y muy amigo de la Obra Salesiana, el Exemo. Mons.
Comin entonó el .solemne Tf /)niw, que fué cantado
en el coro por el gran conjunto polifónico de los
alumnos dcl Seminario Mayor de San José, quienes
hicieron gustar las excelencias de la música grego­
riana.
tedral.

\ ! ) S a BAIK), 5 DE f e b r e r o GR.AN ASAMIU.F.A SOCIAL
l’ABA lJ^ COLOCACION DK CNA PL-^CA CONMEMORATIVA
AL K v n d a iw r d k
O b r a S a l e s ia n a e n e l E c v a DOH. — l\» ru a c t o t a n s o l e m n e y j u s t i c i e r o s e c o n ­

13 2

r

ft\

Mons. Comin, Vicario Apostólico de Méndez y Guala .
quiza, infatigable Apóstol de los Jibaros del Ecuador
quienes le llaman « El Padre grande » y en cuyas selvas
ha pasado toda su larga y fecunda vida sacerdotal.

trales discursos dcl Sr. Dr. Julio Tobar Donoso,
escritor católico de sobresalientes ejecutorias, y del
Sr. José Joaquín Flor, inteligente miembro de «Ju­
ventud Nueva », fueron escuchados con gran inte­
rés. La Srta. Alicia Valdez y niñita Yolanda Alarcón
cautivaron a la Asamblea declamando muy hermosas
poesías. Muy emocionante estuvo el Discurso del
Padre Rocca, al agradecer un ramillete de flores
ofrecido por la benemérita Dama Doña Anna Musello de Corá, quien agasajó en igual forma al Rmo.
Padre Montnldo, ya que ambos venerandos Salcsianos fueron alumnos directos de San Juan Bosco y
presidieron las fiestas jubilares, con enorme satis­
facción de cuantos apreciamos sus indiscutibles
merecimientos.
Momento culminante de esta manifestación fué
cl descubrimiento de la placa conmemorativa que los
Ex-alumnos Salesíanos, guiados por su inmejorable
consejero, el R. P. Brito, dedicaron al P. Calcagno,
a cuyo mágico impulso creció en nuestro suelo el
benéfico árbol salesiano.

V I I ) D o m in g o , 6 d e f e b r e r o . B r i l l a n t e c o n ­
DE lA S FIESTAS CINCL^NTENARIAS. - L a GRAN
REVISTA DE GIMNASIA DEDICADA A LAS AUTORIDADES
CIVILES. — A las lo a. m., 150 alumnos salesianos
c l u s ió n

presentaron un lucido Acto de gimnasia a las órde­
nes del Mayor Darío Arteaga y a los acordes de una
Banda del Ejército. El R. P. Angel M. Correa pro­
nunció un jugoso Discurso de ofrecimiento, antes
de que los jóvenes gimnastas arrancaran nutridos
aplausos con la gallardía y precisión de sus movi­
mientos individuales y colectivos.
Inmediatamente después, hubo un emocionante
partido de Basket entre los equipos de La Salle y
Don Bosco, triunfando el segtmdo. La Srta. Rodrí­
guez elogió a los deportistas y la niña Azucena Po­
zantes entregó a los ríctoriosos el galardón obse­
quiado por el Señor Gonzalo Rezantes L. Presidente
de la Asociación « Luis Calcagno ».
E l BANQUETE DADO POR LOS EX-ALUMNOS S a LESIANOS. — Fué ofrecido a los personajes que contri­

buyeron al esplendor de las fiestas

1'

porque entre las \*arias condecoraciones que había
recibido, ninguna le agradaba más que ésta, de sus
Ex-alumnos, ya que era el brote de la proverbial
gratitud ecuatoriana. Finalmente, el Sr. Arzobispo,
a petición de los Sres- comensales, manifestó su
íntima complacencia por haber visto a todo Quito
rodeando a los Salesianos, quienes en todo tiempo
han trabajado por Dios y por la Patria
E l ACTO DRAMATICO-MUSICAL DEDICADO A LOS
OBREROS. — Después del ágape, casi todos los co­

mensales pasaron al Teatro para presenciar el gran­
dioso Drama La Patagonia, de Don Lemoyne, que
el R. P. Maldonado había preparado con arte exqui­
sita. El Teatro robosaba de selecto póblico y, en
uno de los entre actos, el Padre Maldonado fué
galardonado con una artística tarjeta de oro, ofrecida
por la Asociación « Luis Calcagno », en reconoci­
miento de sus envidiables dotes intelectuales y mo­
rales y de sus méritos como Decano de los Salesia­
nos Ecuatorianos, como hábil educador, notabilí­
simo director de escena y afamado compositor mu­
sical. El Sr. Gustavo Vallejo Larrea, miembro de
dicha Asociación, le entregó la tarjeta con frases
muy elocuentes. La niñita Alarcón, con expresh’a
improvisación, con gracia inimitable, con mímica
sugestiva, declamó la hermosa composición de Ru­
bén Darío * M aigarita». Terminó la velada con
recitaciones y danzas de carácter autóctono, a cargo
de los artistas, Sres. Luis Bedoya y Enrique Vázquez.
Conclusión. — Con este Acto dedicado a los obre­
ros terminaron los festejos conmemorativos, de­
jando en la Sociedad ecuatoriana mayores simpa­
tías para los abnegados redentores del obrerismo

IJ

El Rvdo. P. Montaido actual Inspector Salesiano del
Ecuador e impulsor incansable de nuestras Obras, que
tuvo la fortuna de conocer a S. ]. Bcsco.

El Rmo. P. Montaido agradeció, en nombre de
todos los Salesianos, el grandioso homenaje nacional
de que habían sido objeto, el Dr. Chiriboga Bustamante, con la galanura que le es peculiar, recomendó
la gratitud nacional para todos los Salesianos: luego
el Sr. Comandante Francisco A. Villavicencio en­
tregó al R. P. Rocca, en nombre de los Ex-alumnos,
una bellísima taijeta de oro, por los relevantes ser­
vicios prestados a la nación ecuatoriana. El agasajado
agradeció, manifestando su conmoción y gratitud,

El Sr. D . Luis .A. Salgado, Secretario de los Coopera­
dores de Quito 7 gran animador de las fiestas.

13 3

El triduo, sumamente con­
currido, fué predicado por
el Exemo. y Revdmo. Mons.
Francisco Solano Muente,
Obispo de Ayacucho, quien
impartió también durante
el triduo la bendición con el
Santísimo Sacramento.
El día de la fiesta, lunes
31, fué verdaderamente sun­
tuoso. Las comuniones en
las Misas de la mañana fue­
ron numerosísimas. Comul­
garon muchísimos exalum­
nos y los que constituyen
el Grupo de Acción Cató­
lica hicieron su comunión
general.
Así mismo, unos 300
exploradores de los Orato­
rios Santa Rosa y San Juan
Bosco se acercaron al D i­
vino Banquete.
Lim a. • Los Lxmos. Sres. Obispos do Ayacucho recibiendo el cariñoso saludo de
la Familia Salcslana, en la fecha clncuentcnarln de la muerte de S. J. Bosco.
El Pontifical del Exemo.
Mons. Santiago Hermosa,
ccuutoriano. Muy sinceramente nos hemos regoci­
Obispo del Cuzco, resultó imponente por la abun­
jado por ‘estos triunfos católicos y saicsianos en la
dancia del clero que le acompañaba, por la multi­
Patria de García el Grande, lu que ha demostrado,
tud de los fieles que llenaban el templo de bote en
una vez más, su nobleza v lealtad.
bote, por la parte del canto ejecutado admirable­
mente por la Schola Cantorum de Magdalena del
Mar y especialmente por la bellísima oración sa­
PERU - Lima. — Las fiestas del cincuen­
grada pronunciada por el Exemo. Sr. Obispo de
tenario en honor de San Juan Bosco.
Ayacucho, Mons. Francisco Solano Muente, quien,
Kn nuestro Templo Parroquial de María Auxil adurante el solemne pontifical, ocupaba en el presbi­
dora, y en los días zS, 29 y 30 de Enero, se celebraterio el puesto correspondiente a su dignidad, frente
ion solemnes festejos en honor de San Juan Bosco.
al trono episcopal.

Lima. * K1 Sr. Ministro d« Justicia actuando da padrino en el acto de la colocación de la primera piedra
del monumento a S. J. Bosco.

13 4

Por la tarde, repitióse el
fervor de la mañana.
Nuestro templo se vió
una vez más absolutamente
lleno y a los fieles les di­
rigió la palabra el muy R.
P. Fortunato Chirichigno.
E x EL I n s t it u t o L eo ­
P flu c k e r . — En
nuestro Oratorio Festivo
del Instituto Leonardo Pflu­
cker, el día 30 de Enero,
como conclusión de los San­
tos Ejercicios Espirituales
en los que participaron unos
200 jóvenes, se bendijo so­
lemnemente la piedra fun­
damental ddl monumento
que se erigirá a San Juan
Bosco.
La bendición estuvo a
cargo del Encargado de
Lim a. • Los aspirantes de M agdalena dcl Mar disfrutan de un dia de asueto.
Negocios de la Santa Sede,
Mons. Dr. Jaime Morelli y
apadrinaron el acto el Sr. Ministro de Justicia Dr.
el acto la Srta. Belén de Osma y el Sr. Alcalde dcl
Diómedes Arias Schreiber y su hija la Señorita
Rímac, Dr.- Augusto ThonrdikeDelia Arias Schreiber.
El Excmo. Sr. Arzobispo, contestando al saludo
del Sr. Inspector Salesiano, quiso manifestar una
El Sr. Ministro tuvo frases de aplauso y sincero
vez más el vivo cariño que tiene a la obra de San
afecto para los Salesianos y organizadores de la
Juan Bosco, e hizo votos para que se extienda siem­
fiesta, y puso de relieve la gran obra de San Juan
pre más en su Arquidiócesis y en todo el Perú.
Bosco, apreciada y difundida en todo el mundo.
£ 1 13 de febrero, en el mismo Oratorio, el Excmo.
E n e l O rato r io pestaño S a n t a R osa de LI^u.
y Revdmo. Mons. Pascual Fa'rfán,- Arzobispo de
— En nuestro Oratorio Festivo, el día 30 de Enero,
tuvo lugar la gran repartición de premios, precedida
Lima, bendijo con toda solemnidad los instru­
de la Comunión General en la Misa de la mañana.
mentos de la • fanfarra D. Bosco» y apadrinaion
nardo

Lim a. - Los nidos del Oratorio Don Bosco asistiendo ai acto de la colocación de la Primera Piedra.

135

Llmp. - Los Ex alumnos del Grupo de Acción Católica después de la Comunión General,
el dia cincuentenario de la muerte de Don Bosco.

Estaban presentes unos 800 niños y se repartieron
180 pares de zapatos, docenas de camisas, camisetas,
cortes de vestido, medias, juRuetes y mil otras cosas
más. 500 fueron los premiados y los otros 300 fue­
ron BRósajados con otras Rolosinas.
Nuestro profundo agradecimiento a las Señoras
y Señoiitas de la Junta Directiva: Sra. Rosa A. de
I’errcyros, Srta. Rosa Serdio, Srta. María L. Bloisa,

136

Sra. Antonieta de Flores y a las otras muchas per­
sonas que han cooperado y cooperan con tanto entu­
siasmo y eficacia al desarrollo y progreso de nuestro
Oratorio Festivo.
Ejercidos Espirituales. — En el mismo oratorio,
unos trescientos Oratorianos hicieron su retiro espi­
ritual, desde el día 16 al 20 de febrero.

Magdalena del Mar. • La visita del Exemo Sr Ministro de Italia.

m

¡■¡■WT k y w y - ..iw-

y , ■ wiT»

PERU - Magdalena del Mar. — S. E. el
Gran Oficial Hugo Faralli, Ministro
R. I. de Italia en el Perú, inaugura los
nuevos locales.
El 14 del presente febrero, se inauguró la amplia­
ción de esta Casa de formación, con cocina nue^■ a,
despensa, cantina, baños, etc.
1 .a bendición solemne la dió el Secretario de esta
Nunciatura, Mons- Jaime Morelli, gran amigo
de los Salesianos, apadrinando el acto el nuevo
Ministio de Italia en el Perú, S. E. el Gran Oficial
Hugo Faralli.
Para aumentar el esplendor y la alegría de la fiesta,
vinieron los Jóvenes Exploradores de la nueva Casa
salesiana de « Bajo Puente *, Leonardo Pflucker.
Al llegar el Sr. Ministro, fué recibido con
calurosos aplausos y al son de la banda de los Ex­
ploradores. En el amplio pórtico de los nuevos
locales, donde campeaba el busto de nuestro Santo
Fundador, en medio de flores y de banderas peruanas
e italianas, verificóse el A.cto, comenzando con el
Himno nacional y el canto de los Exploradores. Dijo
a continuación un breve, sentido y muy aplaudido
discurso el Rvmo. Sr. Inspector, Don Gaudencio
Manachino, que tanto se -desvela por el progreso
espiritual y material de esta Casa de formación.
Improvisó luego otro hermoso discurso el Secre­
tario de la Nunciatura, Mons. Morelli, haciendo
resaltar como los Salesianos son muy queridos del
Papa, del Gobierno de Italia y de todas las Naciones
donde se instalan, corroborando sus afirmaciones
con varios hechos.
El Sr. Ministro contestó con breves y elocuentes
frases a las palabras del Sr. Inspector, manifes­
tando la gran simpatía y admiración que siempre
ha tenido por la Obra de Don Bosco, que se va
extendiendo cada día más por todo el mundo, por
medio de sus hijos que
encarnan de una manera
maravillosa el genuino
- espíritu del gran Fun­
dador.
Mons. Morelli proce­
dió luego a la bendición
de los nuevos locales.

Acto seguido, un joven boliviano leyó un discursito de agradecimiento en italiano a Mons. Morelli
y a S. E. el Sr. Ministro, clausurándose el acto con
el canto «Giovinezza», coreado por los jóvenes
Exploradores y por nuestros estudiantes.

SANTO DOM INGO. — La procesión de
San Juan Bosco.
Con motivo de cumplirse el quincuagésimo ani­
versario de Ja muerte de San Juan Bosco, los padres
Sales anos realizaron solemnes fiestas.
El día 28 de Enero, dieron comienzo los actos
preparados con tal motivo, celebrándose una con­
currida procesión, en la tarde del domingo, que
partió de la Capilla de la Escuela Salesiana, a
la que asistieron más de dos mil feligreses,
con representaciones de todas las sociedades reli­
giosas de esta capital, siendo amenizada por la banda
de la escuela, fonnada por más de 30 niños de
corta edad, uniformados de blanco y con una per­
fecta instrumentación.
El desfile de la procesión fué así. En primer lu­
gar, más de doscientos niños, en dos filas, con estan­
dartes alusivos a Don Bosco, a los que seguía una
carroza bellamente adornada con ricos mantos, lle­
vando la imagen de la Virgen; después las Hijas de
María, Corazón de Jesús, Hijas de la Altagracia y
otras congregaciones, las niñas, público, siendo lle­
vado en hombros el busto del milagroso San Juan
Bosco. Al final iba la banda de la Escuela Saesiana. Durante todo el trayecto se entonaron
hermosos cánticos de alabanzas.
A las seis de la tarde, hizo su entrada en la Capilla
la procesión, dirigiendo la palabra a los presentes
el distinguido Padre Flores, y cantándose una lu­
cida salve oficiada por los Presbíteros Ravelo, Raymondi, y-otros Padres
República Dominicana. - Las nue­
vas Escuelas « María Auxiliadora»
de nuestras Hermanas.

137

DE

NUESTRAS

Férvido llam am iento del Sr. Arzobispo

MISIONES
C H IN A

de Quito en favor de la M isión de
M acas destruida por el fuego.

A l terminarse el prim er decenio de la
Obra Salesiana en H ong-Kong.

A l C l-R tlO Y FIELES I>E L A A r Q I’ II)IO C E SIS DK Q u ITO

Y DF. LA D ió c e s is d e G u a y a q u il

Venerables hermanos y amadísimos hijos:
Tristes e infaustas nuevas nos han traído los pe­
riódicos de hoy. Macas, la sonriente y progresista
Mucas, el centro desde donde los celosos y abnega­
dos snicaianos irradiaban por todas las regiones de
nuestro Oriente, encomendadas a sus' cuidados, la
benéfica luz de la civilización cristiana, ha visto
brotar de su seno voraz incendio, cebarse en sus
principales edificios y convertirlos en cenizas y
pavesas.
Ya no existen ni la hermosa iglesia de madera
incorruptible y cubierta de zinc, ni la decente cusa
en que se albergaban los misioneros, ni dos escuelas
en donde nifios y nii'ias recibían educación cristiana,
ni el magnífico hospital capaz de recoger a izo en­
fermos, ni la anexa y bien provista botica etc., etc.:
de todo apenas si han quedado humeantes ruinasY nosotros ¿ permanecemos mudos c insensibles
ante tamaña desventura?... No, por cierto: que si
procediéramos así. ni la Patria nos reconocería por
sus hijos ni la Religión por cristianos: seríamos de­
testables monstruos sin entrarías ni corazón.
línvicmos, pues, a aquellos infortunados herma­
nos nuestros, junto con los sentimientos de más sen­
tida conmiseración, el óbolo generoso de nuestra
criatiuna caridad.
Ordenamos, por tanto, que, en todas las iglesias
y capillas públicas de la Arquidiócesis de Quito y
de la Dirkesis de Guayaquil, se haga un llamamiento
a los fieles para que, en el día de antemano señalado
y notificado por el Rector de cada iglesia o capilla,
se haga, con el fin de reparar las graves pérdidas
causadas por el incendio en Macas, una general co­
lecta de limosnas
Las cantidades que se recaudaren serán enviadas
a nuestro Secretario de Temporalidades en Quito y
al Secretario de la Curia Diocesana en Guayaquil,
quienes las pondrán en manos del Exemo. Monscrñor
Comin o del Rmo. P. Inipector de los Salesianos, a
quienes, en suceso tan doloroso, presentamos los
íntimos sentimientos de nuestra profunda condo­
lencia.

Dése lectura a esta carta en la forma acostum­
brada
Dada en Qmto. a iq de enero de igjQ.
C a r l o s M a r ía ,

Arsobispo de Quito y
Administrador Apostóiico de Giuiyaifuil.

138

distribución de premios y entrega de Diplo­
mas a los alumnos que terminaron su aprendizaje
fué una ocasión magnífica para celebrar con alguna
solemnidad el primer decenio de la Obra Salesiana
en IIong-Kong.
En igo6, iniciaron los Salesianos su apostolado
en China, y precisamente en Macao. Don Luis
Versiglia, el futuro Obispo mártir de Shiu Chow,
echaba con unos diez niños los cimientos de aquel
acreditadísimo Orfanato Salesiano, la primera
Escuela Profesional que se estableció en el Sur
de China y de la que debía irradiarse la acción
salesiana por todo el Extremo Oriente.
Pese a las apremiantes solicitaciones de los Vica­
rios Apostólicos, hasta 1927 no pudo Don Vicente
Bernardino, con unos pocos hermanos, hacerse
cargo de la dirección de la Saint Louis Industrial
School de Hong-Kong, un antiguo Orfanato fundado
por los Padres Misioneros de Milán.
Treinta huerfanitos — algunos de ellos catecú­
menos — atendían al estudio del catecismo y
a las ordinarias tareas de la casa y aquellos hu­
mildes comienzos son los que nosotros hemos que­
rido conmemorar el día dos del pasado diciembre.
En el patio, que hallábase engalanado con profu­
sión de banderas, habíase acomodado una multitud
extraordinaria de amigos .varias representaciones de
las Escuelas y numerosas personalidades, para las
que se había levantado un amplio palco de honor.
El Exemo. Sr. Don Enrique Valtorta, Vicario
Apostólico de Hong-Kong; Mons. Ford de Ka
Ying; el nuevo Sr. Vicario Apostólico de KongMoon, Mons. Pachang; el Rvdo. P. Gallagher,
Superior de los Jesuítas; y el Honorable Prior Pre­
sidente de la Society for Ote Protection of ChUdren,
dieron magnífico realce o la fiesta, honrando con su
presidencia a la Obra Sale.siana.
El Honorable Doctor R. H. Kotewail, Delegado
Chino en el Consejo de Gobierno, habíase encar­
gado de hacer el discurso oficial que fué calurosa­
mente aplaudido. Recordó las breves pero gigantes­
cas etapas recorridas, en estos diez años, por la
Snt. Louis Industrial Srhool.
«...E.sto que ahora vemos con nuestros ojos —
decía el orador — es realmente maravilloso, y huma­
namente nadie podría explicarlo. Pensad, en efecto,
en aquellos ,to niños encontrados por el primer
Director P. Bernardini, hace ahora diez años; ima­
ginaos la antigua fábrica del Colegio de la cual
puede uno formarse idea sólo con volver la mirada
a aquella ala que aún se conser\*a; reconstruid la
misera escuela de entonces, aquellas aulas oscuras

y angostas; ...y contemplad este primer pabellón del
nuevo e imponente palacio que se está levantando;
ved este fuerte y magnífico ejército de 500 ni­
ños que aqiu se educan. Acabamos de oir sus can­
tos, de gustar sus músicas, de aplaudir sus filigranas
gimnásticas. ¿ No os ha dicho nada esta interesan­
tísima Exposición de trabajos, que a mí me ha de­
jado absorto, de la cual yo no sabía despegarme
cautivado, por la finísimas encuademaciones que en
ella se admiran, por sus nítidos impresos, por sus
pinturas, que tanto hacen esperar de los precoces
artistas que las han ejecutado ? ¿ Habéis reparado
en los cuadros estadísticos?
Sí; es un hecho; la pequeña escuela se convirtió
en Colegio; los 30 huerfanitos hanse mul^plicado
hasta llegar a 520; 80 intemos (el actual edificio no
da cabida para más) y 440 externos, que aprenden
artes y oficios, que tienen además escuelas elemen­
tales y medias, y un floreciente Recreatorio Festivo
frecuentado por 400 hijos del pueblo y dueño de
las simpatías de todo este barrio.
Esto lo que vemos sólo en San Luis ¿y qué de­
cir de las demás actividades salesianas en HongKong ? Aprovecho el honor que se me ha hecho
de presidir esta fiesta para dar, desde este sitio, pú­
blica y solemnemente gracias a los Salesianos, en
nombre de la Comunidad China de Hong-Kong,
por haberse dignado .aceptar la Industrial Schooi de.
Aberdeen.
Años hace, fui a Macao con algunos amigos;
queríamos darnos cuenta personalmente de todo lo
que nos habían dicho de aquellas Escuelas Profesio­
nales, y salimos de aquella visita, no diré satisfechos,
satisfechísimos. Se buscó en el acto la cooperación
necesaria y se formó un Comité encargado de fun­
dar unas Escuelas Profesionales en Hong-Kong a
semejanza de las de Macao, y, ofrecer desde luego
su dirección a los Padres Salesianos. Las negocia­
ciones fueron un pK>co largas pero entretanto se
instalaban los Salesianos en San Luís, contribuyendo
a que se abreviaran los trámites y firmándose al fin
el contrato para las nuevas Escuelas, que fueron
solemnemente inauguradas pot el Honorable Sir
William Peel, Gobernador de Hong-Kong, con gran
concurso de gente, el 26 de marzo de 1935, en
Aberdeen.
Un pequeño núcleo de alumnos de San Luis,
con sus Maestros de arte, emigraron a la nueva
casa y, hoy, Aberdeen Industrial School cuenta
nada menos que con 300 alumnos internos clasifi­
cados en las diversas profesiones de mecánica, car­
pintería, ebanistería, herrería, sastrería, zapatería.

con sus respectivas escuelas elementales comple­
mentarias.
No me extiendo más. Señores; ni creo que sea
necesario, porque es suficiente haber hecho mención
de estas dos grandes obras, la de San Luis y la de
Aberdeen, conocidísimas ambas y universalmente
apreciadas, para magnificar la sorprendente activi­
dad de los Salesianos, en los diez años que llevan
residiendo en esta ciudad. Estoy seguro de que el
porv’enir no será menos fectmdo ».
Cantos, diálogos, gimnástica, divirtieron y entre­
tuvieron luego al distinguido público, que aplaudió
largo rato un coro en lengua inglesa ejecutado por
todos los alumnos. A pesar de que era ya de noche,
los visitadores parecían no querer separarse de nues­
tros niños, que se habían g.'inadn las simpatías de
todo el mundo.
El orador no dijo nada del trabajo de evangelización realizado en este barrio, en su mayor parte
chino, y para el cual la capilla interna del Instituto
San Luis hace de Parroquia, en tanto no se termine
la construcción de la nue\'a iglesia de San Antonio,
cuyas obras hubo necesidad de suspender, a causa
de la crisis, cuando aún no habían salido de los ci­
mientos, en los que van invertidos ya 40 mil dólares.
Tampoco habló de la Casa Misionera para estu­
dios en la que tenemos el Noviciado y Estudiantado
Filosófico y Teológico, siendo ésta la obra más
vital de nuestra Provincia China.
Para resumir: Los Salesianos tenemos presente­
mente en Hong-Kong:
La St. Louis Industrial School, con 520 alumnos,
entre internos y externos, con la Parroquia de San
Antonio. El Recreatorio Festivo frecuentado por
300 niños, en su mayoría paganos. La Aberdeen
Industrial School con 300 internos. La Casa Misio­
nera de Shao Ki Wan con Noviciado y Estudian­
tado Teológico. El número de Salesianos es de 92.
En verdad que hay motivos para bendecir y dar
gracias a Dios por todo este florecimiento de obras
nacidas y desarrolladas en tan breve tiempo. Tene­
mos también contraída una gran deuda de agrade­
cimiento hacía Mons. Enrique Vahorta, que no
descansó hasta no ver en Hong-Kong a los Hijos
de Don Bosco, en esta viña fructuosísima que, con
la generosa asistencia de nuestros bienhechores,
cuyas bondades no olvidaremos nunca, ha dado ya
ricas y abundantes cosechas de bien.
J uan G uarosa

Pbro.

Mitionero Salesiano.

BOLETIN SA L E SIA N O
publicará con gusto

todas

las

gracias

y datos necrológicos que

se le

envíen directamente y no hayan tenido ya publicidad en otras Revistas.

139

Impresiones de la revolución española
ALGO DE LO QUE HIZO LA
BESTIA ROJA EN MORON

L a horrenda aventu ra de un Salesiano f u s i l a d o , referida
por él m ism o.
'Cnmiutiíin)

4) DE L A M U E R TE A LA VIDA. — Eran
lus 11 de lu noche cuando pude despertar de aquel
sueño misterioao durante el cual no sentí nada pero
lo percibí todo. Con la cabeza apoyada todavía en
el suelo y it través de la sotana dirí};í una mirada
en derredor; los verdugos habían desaparecido, y
me encontré solo en confuso montón con los cadá­
veres de aquellos mis compañeros de martirio, y
como ellos cubierto de tierra y ensangretado. La
frase gráñea de aquel republicano -aectatio y astuto,
Martínez barrios, cobraba de nuevo toda su impor­
tancia y dolorosn realidad: <sangre, fango, lágrimas »■
A partir de este momento, un rayo de esperanza
brilló por primera vez en mi mente: después de
tres horas de densos nubarrones había despuntado
por fin en el horizonte la aurora de una resurrec­
ción, que en el primer momento pretendí diferir
hasta una hora más avanzada de la noche, pues no
las tenía nün todas conmigo: mezclada con loa gritos
estentóreos de la radio madrileña amenazando a
los facci(*sos sevillanos, repercutía en la arboleda
la ruidosa algazara de los que, a unos 50 pasos,
estaban todavía al acecho. Para ocupar el tiempo
comencé a planear la fuga y a desgranar las cuentas
ilel Rosario, mas creo que no llegué e terminar
el primer misterio, pues toda la pasividad, serenidad,
y sangre fría se convirtió rápic|pmente en un te­
mor y pavorosa zorzobra que me impulsaban a no
seguir ni un momento más en el escenario de
aquella horrorosa tragedia; y así, acto seguido, me in­
corporé, y despojándome de la sotana que después
llevé conmigo, me levanté y comencé a alejarme
de aquel siniestro lugar donde mi Sr. Director
acababa de coronar su vida sacerdotal con un
cruento aunque glor’osísimo martirio, mientras di­
rigía una última mirarla a su cuerpo que, exánime y
completamente desfigurado, yacía sobre el duro
piso de asfalto enrojecido con tanta sangre generosa.
(iané inutelo-samente lu últ ma palmera riel paseo,
salvé con paso firme una zanja que había abierto el
enemigo en el cruce de carietetas: y, mientras hacia
dc.saparecci entre mis manos todo objeto, marca o
señal que me pudiera comprometer, apresuré el
paso en dirección a... ¿a dónde iría yo a aquellas
horas con la caía ensangrentada y el cuerpo semidesmido?... Ya próximo a la estación del Empalme,
tuve que retixKeder: no me parecía muy prudente
proseguir el viaje por carretera (he sabido posterior­
mente que aquella misma noche, y en aquel preciso
14 0

lugar, cayeron otros fugitivos en una emboscada):
regresé casi al punto de partida y me interné por
las riberas del río Guadaira, en donde me lavé de
pies a cabeza logrando hacer desaparecer la san­
gre depositada y coagulada sobre diversas partes
del cuerpo. El resto de la noche lo pasé andando a
campo traviesa con mi sotana liada al cuello.
MIERCOLES, día 22:

1) ¿ P U E S N O E R A N O N CE ? — Al rayar la luz
del nuevo día, un grupito de marxistas madrugado­
res vol\^ó a la Alameda. Llegados al lugar de la
tragedia, se dispu-sieron a cargar de nuevo en el
camión los cadáveres para trasladarlos al próximo
cementerio.
Una cosa rara les llamó poderosamente la aten­
ción: un hueco en el sangriento abanico que for­
maban los cadáveres; «oye, se decían, ¿pues no eran
anoche on?e, y ahora resultan diez?»; cuentan y re­
cuentan, y realmente ni las matemáticas ni los ojos
daban lugar a engaño; «pues es uno de los curas»
dijo uno, y «ese no debe estar muy lejos de aquí
porque yo lo vi acribillao » aseguró otro; busca y
rebusca por los rastrojos y cunetas y entre tanto la
voz se esparció por el pueblo: muchos corrieron al
Colegio creyendo habían de encontrar ai muerto
escondido entre los escombros: una de las de falda
ancha y mono rojo iba diciendo por la calle: «¿pues
habrase visto una cosa igual ?, ¡el charrán del siciJiano escarpase y too después de muerto!»; «si
encuentran al cura menuillo que se le respete la
vida y lo traigan a nuestra presencia *, ordenaron
los del comité. Pero bien pronto se desvanecieron
todas las esperanzas, pues comenzó n esparcirse la
nueva de que « ya el •ici'iano había aparecido junto
al Fontanal, de rodilla^ y dándose golpe de pecho,
dentro de una cuneta »•
2) BORD EAN D O EL RIO. — A las primeras
horas de la mañana, y mientras en Morón se comen­
taba la dfsapareción del muerto, logré encontrarme
ya seguro en una espesura, a cuya sombra y amparo
pude descansar tranquilo e ir resolviendo poco a
poco los diversos problemas que se me iban pre­
sentando: el agua fresca y los rayos de un sol ardiente
fueron el único y más económico cicatrizante que
hallé a la mano para mis numerosas heridas que,
vistas entonces a la luz del día, no parecían
nada tranquilizadoras: la solución a la difícil in­
cógnita dcl alimento y del vestido la encontré en
la exquisita y desinteresada caridad de los guardas
del cortijo «Gil Gómez»; ¿a donde iba yo con la
camisa toda acribillada y todavía ensangrentada a
pesar de los frecuentes la\-ados ? Así es que, después
de esconder entre ramaje la sotana que había sido
antes mi mortaja y constituía ahora mi mejor
trofeo, me aventuré a llamar a la puerta y al corazón
de aquellos buenísimos campesinos, quienes me
dejaron entonado el estómago con un gran tazón
de café acompañado de un buen pedazo de pan que

sirviera de respuesto, mientras con una chaqueta
azul de mecánico encubrían la sangre y las he­
ridas del que ante ellos aparecía como <un maes­
tro sin significación política a quién cogió el tiroteo
en plena calle ». No sé si coló la bola. Después
que me dieron a entender que, debido a las fre­
cuentes incursiones de los otros pueblos mi pre­
sencia allí les comprometía, regresé a las espesuras
del río, asegurándoles que \oher(a para pagarles
aquel acto de caridad que habían realizado conmigo.
Un mes después, en efecto, tuve ocasión de volver a
aquel sitio acompañado de varios señores para reco­
ger la sotana que había dejado oculta entre la maleza,
y hacer entrega a aquellos buenísimos campesinos
de un valioso regalo, por encargo del Rvmo- Sr.
Inspector.
Ya muy avanzado el día, proseguí lentamente mi
camino a orillas del río, sin otra peripecia que un
encuentro inesperado con dos marxistas que hora­
daban los basamentos del puente dcl ferrocarril para
volarlo con dinamita. A la caída de la tarde, me
interné en una nueva espesura, en la cual pasé toda
la noche víctima de los mosquitos y en continuas y
horrorosas pesadillas.
JUEVES, día 23:
U N O S P A S O S M A S H A C IA L A M ETA. —
Cuando ya habían disminuido algún tanto los ardores
del sol, salí del escondite y proseguí mi camino río
adelante, paso a paso, sin que me arredraran los pe­
queños afluentes, las alambradas ni los recodos.
Al anochecer, llegué, provisto de un saco que me
encontré al acaso, a un sitio resguardado, con el buen
deseo y propósito de dormir a pierna suelta; y
efectivamente, esta vez los mosquitos se contentaron
sólo con darme una serenata a toda orquesta.
VIERNES, día 24;

Martes; no pude esperar más y me despidl de
aquellos pobres fugitivos mal disimulando la ale­
gría que me embargaba.
■ 1) C A M IN O D E A L C A L Á . — No sé cómo
pude saK'ar en pocas horas la enorme distancia que
me separaba aún de la población
Alentado por las impresiones recibidas de labios
de algunos pastores y' de otros muchos fugitivos,
yo volaba, más que corría, por aquella extensa
vega, con mi chaqueta a la cabeza como el mejor
quitasol, sin preocuparme siquiera de la debilidad
tan grande que me abatía ni del escozor intennitente de la heridas.
2) E N A L C A L Á . — A las primeras horas de la
tarde, y mientras el Ejército Salvador acampaba,
protegido por la aviación nacional, en las afueras
de Morón, próxima a ser reconquistada, llegué a
la vista de la ciudad dcl Guadaira.
Allí fui tomado al principio como persona sos­
pechosa, y detenido en el Ayuntamiento, pero, lle­
vado a la presencia de la Comisión Gestora que
presidía nuestro buen amigo D. José M. Ibarra, «el
muchacho de la chaqueta azul y zapatos rotos, de
- la barba larga y del saco debajo del brazo » se dió
a conocer como Salesiano. D. Joaquín Vals me hizo
la primera cura en su clínica constatando la au­
sencia prodigiosa de toda clase de infección, y D.
Leopoldo Espejo me vistió de pies a cabeza y me
dió cariñoso alojamiento en su casa hasta la hora en
que marché a nuestra casa salesiana de Sevilla,
d sde donde, perfectamente curado de mis heridas,
envío esta relación.
A todos mi gratitud eterna, y especialmente a la
Providencia Divina, no pudiendo mi alma en estos
momentos hallar ninguna otra expresión más grá­
fica para desahogarse delante de la bondad de Dios
que la dcl santo Patriarca Job: Vitam et misericordiam (ribuisti mihi et visitatio tua cjstodivi't spiritum meum. Señor, m? concediste la vida, usaste
conmigo de misericordia y tu presencia defendió
mi espíritu.
R a f a e l I n f a n t e d e C o ?.

Con los primeros rayos que el sol brilló en mi alma
de salesiano el fulgor de una estrella: el recuerdo
de la Madre buena que me cubría con su manto
en aquella horrorosa tragedia: amanecía el día 24.
Emprendí de nuevo mi
ruta sin querer separarme
del río; a los pocos pa­
sos, me encontré inopina­
damente cara a cara con
un grupo de fugitivos de
ideología diversa: hombres,
esposas e hijos; un total
de 10 personas que, con
sus bestias cargadas de
enseres, permanecían aga­
zapadas en el boscaje; no
pudiendo ya retroceder
tuve que alternar forzosa­
mente con ellos, pues me
obstruían el paso; después
de breves palabras pude
deducir la situación fa%-orable en que se encontra­
ba ya Alcalá de Guadaira
Morón. - Monaento de ser descuoierta una lápida en honor de los mártires salesianos.
recuperada la tarde del
14 1

Crónica de Gracias
conseguidas p o r mediación de M aría Auxi^
Uadora, de San Juan Bosco y de nuestros
Siervos de Dios.
A K G K N T IN A - Azul, 113 de marzo ^338. — Después
dü una Kfan sequía, me encomendé a María Auxiliadora
pidiéndole remediara, con una oportuna lluvia, la necesidad de los cuinpos. Al día siguiente de mi ruc^n, llovió
copiosamente, salvando la cosecha.
Cumpliendo lo prometido, me complazco en publicar
esta Kracitt en d liolftln SaUtiano, muy agradecida por
haber sido escuchada.
Kmma S. a . ijb G ómkz R omeu .
A K G K N T IN A - Bahía Blanca, 17 marzo de 1*338. —
Una sobrinita mía cnfeimó de bronconeumon a, siendo
su estado muy
por hallarse ya atacada de tos convtilsiva. Anuustiuda ante c! peligro que corría la vida de
la enfermita, recurrí a María Auxiliadora, ofreciéndole
publicar lu Ktaciu en el Boletín Salestano y dar una li­
mosna ai escuchaba mis súplicas. — Habiendo entrado
en plena convalecencia la niña, cumplo lo prometido,
profundamente uitradecida a nuestra buena Madre.
Lsahhi. a . i>h M oreiha.
A K G K N T IN A - Cónlaha, marzo 15 de IQ38. — Una
Hermana fué atacada de una enfermedad que según los
médicos era incurable. Hicimos a S. Juan Üosco la pro­
mesa de que, si la sanaba, haríamos celebrar una misa en
su honor y publicar la gracia,
Ha transcurido un año y la enferma se encuentra en
completa salud.
Damos rendidas gracias al buen Padre.
Hermanas T mhciakIas C akmelita -s D escalzas .
A R G K N T IN .\ (Córdoba) - La Ptterla, abril de 1938.
— Kn octubre del año pasado, una grave bronco neomonía
venia minando mi vida. No valieron ni remedios, ni las
asiduas visitas de los médicos, que a última hora rae
habían dado por desahuciada; cuando una amiga me in­
vitó u actidir a María Aux. por medio de S. J. Bosco. j Cual
no fue lu alegría y sorpresa de todos los que conocían
mi estado, ul ver mi mejoría, y comprobar que poco a
poco recobraba la salud I Hoy, con el alma henchida de
gratitud, cumplo la promesa de enviar una pequeña li­
mosna pura las Obras de mi querido Protector, supli­
cando la publicación de tan señalada gracia para gloria
del Sairo.
Kr m elisda D achero
A KG KN TIN .A (l’ampa) - Genera. Pico. — Los cam­
pos estaban resecos, lo región agrícola ganadera de este
y de otros departamentos de la Pampa se había trocado
en un desierto surcado por médanos que 'legaban a cu­
brir en parte hasta los mismos alambrados. Muchos co­
lonos, obligados por lu necesidad, hablan abandonado
sus tierras y otros se disponían o seguir el ejemplo, cuando
pensamos en hacer una novena a S. J. Hosco, rezando las
letanlii.s de los Satttos e invocando particularmente la
protección de aquél.
Kl resultado de esas rogativas fué sumamente satis­
factorio.
Llovió, durante los ij días. 54 milímetros, y en los
siguientes otros 44. extendiéndose el beneficio dcl agua
a casi todos los pueblos del Norte y Oeste del Territorio.
Kl día 15 se re .ó una mi.sa de acción de gracias en el
altar de I). Hosco.
Va sabemos en adelante a quien acudir, cuando lle­
gara a faltarnos tan indispensable elcmeitto.
Cnor rofoKor.
C O L Ü M H l.\ (Santander) - ('MriVí, marzo 11 de 1038.
— Habiendo regentado el puesto de maestra de escuela
primaria jwr miis de 30 años, y próxima a ser jubilada,
resolví consultar si me serla concedida por el Gsibierno
uita |>ensión a la que tenía derecho. La persona consul­

14 2

tada me manifestó que las jubilaciones o pensiones eran
concedidas, según la ley, a las viudas o solteras; que las
casadas no teníamos derecho a pensiones, y como mi
esposo existe (aunque inválido), no podía obtener tal
gracia. Así las cosas y hallándonos en una situación bas­
tante angustiosa, puse el asunto en manos de María A u­
xiliadora y de San Juan Bosco, invocando su protección
con toda la fe de mi alma. Y |oh poderosa mediación!,
al poco tiempo recibí una carta de una amiga, también
profesora, diciéndome que podía solicitar la pensión; que
últimamente el Gobierno, o el Congreso, dispusieron que
todas las maestras que llenen los requisitos exigidos por
la ley, sean pensionadas. Hice las gestiones del caso, y
hoy estoy disfrutando de este beneficio. Por ello hago
público mi agradecimiento a María Auxiliadora y a San
Juan'Bosco para mayor gloria de Dios y para que se
aumente el número de sus devotos. El pequeño óbolo
que envío sea para la ampliación de la Basílica de mi
excelsa Protectora.
R o s a lin a E. d e U ribe A zuero .
Cooperadora Salesiana.
E S T A D O S U N ID O S (Texas) - Socorro, enero de
1938. — D oy gracias a María Auxiliadora y S. Juan
Rosco por haber conseguido el alivio de una enfermedad
en la pierna, que venía sufriendo desde hacía cerca de
dos años, sin que los doctores lo hubieran conseguido.
Acudí llena de confianza a mis poderosos Protectores y
ahora, a pesar de mi avanzada edad, puedo desempeñar
mis quehaceres como antes.
Agradecida mando una limosna y deseo se haga pú­
blico mi agradecimiento.
D orotea H . V a r e la .

M ÉJIC O Capital, abril de 1938. — A consecuencia
de una caída por la escalera de la casa^ una criada mía
se puso gravemente enferma. Apenada yo de tal desgra­
cia, y viéndola en muy mal estado, acudí a María Auxi­
liadora por mediación de San Juan Bosco, pidiendo su
salud, la cual fué obtenida con inmensa alegría de ambas.
Cumplo ahora con el deber de hacer pública nuestra
gratitud y enviar una limosna para la ampliación de la
Basílica de nuestra celestial Patrona María Aux-liadora,
conforme habíamos prometido.
L eono r S. DE S a l in a s .

Cooperadora Salesiana.
MÉJ I C O - Guadalajara, i i marzo de 1938.— Habién­
dome visto en la necesidad de despedir a una criada n
causa de su intolerable conducta, ella me levantó un
pleito con las .Autoridades que, de fallar a su favor, hu­
biera yo debido pagarle una crecida suma de dinero,
estando amenazada además con el embargo de mi casa.
Al darme cuenta de que, no obstante estar yo en mi
pleno derecho, iba a dictarse la sentencia en contra mía,
y perdida toda esperanza humana, me dirigí a M. A.
mediante la intercesión de S. Juan Bosco. Sin explicarme
cómo, el Juzgado declaró suspendido el pleito.
Agradecida, deseo hacer pública la gracia obtenida.
H erm inia C arvaiai . de L e S ero .

M É llC O (Michoacán) - Morelia, marzo 16 de 19.38.
— J. L. C. y familia hacen público su agrodecimiento a
María .Auxiliadora y a San Juan Rosco por todas las gra­
cias espirituales y materiales obtenidas por su intercesión,
particularmente la última, consistente crt haber salido
bien de una seria operación quirúrgica. Declaran con
gran satisfacción de sti alma que nunca han acudido a
Dios, por medio de María Auxiliadora y de su predilecto
apóstol San Juan Bosco. sin haber sido oídos pronta,
segura y eficazmente.
"MÉJICO - San Luis Potosi, febrero de 1938. — I-a
Sra. Julia Zapata de Ibarra, activa y ferx'iente Celadora
de los Cooperadores Salesianos en esta ciudad, enfermó
gravemente basta perder el habla. Considerando la falta
que podía hacer a sus 6 niños, si había un fatal desenlace,
inNmquc con todo el fervor de mi corazón a María .Auxi­
liadora y 8 S. Juan Bosco, rezando iuntamente con los
niños una oración ante la imagen de María y de su Sien'o
S. J. Bosco, quienes no se hicieron sordos a nuestras
súplicas, pues poco a poco cedió el mal y desapareció

el peligro hasta quedar enteramente sana. Llenos de gra­
titud mandé decir una Misa a María Aux. y otra a San
Juan Bosco, a las que asistimos y comulgamos todos los
de la familia. Con el deseo de que nuestra Madre y
San Juan Bosco sean conocidos m is y m is, hago público
mi agradecimiento.
C o n c e p c ió n G . G uarro d e U.
M É JIC O - TocHioyu, 31 enero de 1938. — Habiendo
estado yo bastante grave por una serie de enfermedades
y complicaciones, después de agotar todos los medios
humanos, invoqué a mi Protector, San Juan Bosco.
Por unos cuantos días logré obtener una mediana mejoría,
que no fué sino presagio de otra enfermedad que me
puso a las puertas de la muerte. Pensando que mi fe y
confianza tal vez no eran como deberían ser, redoblé mi
fervor entregándome del todo en manos de mi querido
Santo, prometiéndole una limosna para su Altar en el
Santuario de María Auxiliadora en Turín, y publicar la
gracia en el Boletín Salesiano si me obtenía la salud, en
el caso de que ello conviniera al bien de mi alma. Al
día siguiente, cuando ya había recibido los últimos Sa­
cramentos, llegó el doctor, que por varios días habla
estado ausente, e hizo un nuevo diagnóstico y, con gran
sorpresa suya, pudo constatar que había yo sufrido una
fuerte pulmonía, la que, sin el concurso de ninguna me­
dicina, había hecho crisis y desaparecido el peligro.
Esto acaecía en los primeros días de enero del presente
año y ahora tengo la dicha de asistir a la fiesta que cele­
bran sus hijos los Salesianos en honor de mi bondadoso
Protector, S. Juan Bosco.
Llena de gratitud, hago público mi agradecimiento y
ofrezco una limosna para su Altar, como lo había prome­
tido.
M.ARIA DEL C a r m e n d e l R io .

M E JIC O (Zacatecas) - Momnx, enero de 1938. —
Apenada por estar dos de mis hijos en una ciudad dis­
tante, con peligro de su alma, recurrí confiada a San
Juan Bosco, mi Santo protector, y la gracia no se hizo
esperar mucho, porque, aunque uno de ellos fué llamado
al Cielo, el otro regresó a la casa paterna con inmensa
alegría de toda la familia. D oy gracias vi\ísimas a mi
celestial Protector y envío la limosna equivalente para el
bautismo de uno de los infieles al cuidado de los Misio­
neros del Santo.
M aría G o n z á l e z d e S a l a s .

M EJIC O (Zacatecas) - Momax, enero de 1938. —
Encontrándose una tía mía, de edad avanzada, postrada
en cama por grave enfermedad, durante ésta le acometió
un vértigo tal que nos hacía temer por su vida. Estába­
mos contrariados, por la imposibilidad de poder recibir
los últimos Sacramentos, no obstante haber hecho ella
la Comunión días antes. Nuestra angustia fué mayor al
saber que el Sr. Cura Párroco estaba ausente en una ran­
chería; no obstante, confiados en la valiosa intercesión
de San Juan Rosco, pusimos a la moribunda la reliquia
del Santo, prometiendo a la vez publicar la gracia si mi
tía conseguía recibir los Sacramentos.
En efecto, poco a poco se notó en ella una débil respi­
ración, mejorándose lo suficimte para poder tomar algún
alimento, y poco después recibir los últimos Sacramentos,
muriendo muy consolada con enndtahle serenidad.
Llenos de reconocimiento hacemos pública nuestra
gratitud por este favor y por otros muchos conseguidos
por intercesión de María .Auxiliadora y de S. Juan Bosco,
enviando a la vez una pequeña limosna para las Obras
Salesianas.
A. Rom as

Cooperadora Sale»ana.

Por intercesión de nuestros Siervos de
Dios.
E SPA S.A - Pamplona, iz de abril de 1938. — Una
erada del Venerable Domingo Sai-io. A mediados del mes
de marzo .tuve una seria afección cardiaca que, según
dictamen médico, exigía de mi parte un reposo absoluto
y un tratamiento delicado. M e hallaba a la sazón en Sa­

lamanca, y después de unos días de sujeción a las pres­
cripciones médicas, tuve que trasladarme a Pamplona,
con la esperanza de mejoramiento, con el cambio de
clima; pero en vez de mejorar, iba de nuevo sintiendo los
síntomas de otro ataque. Fué entonces cuando tuve la
inspiración de recurrir a la intercesión del Venerable
Domingo Savio, haciéndole una Noveoa. Desde el pri­
mer día experimenté una sensación de normalidad orgá­
nica, recuperación de ftierzas, que me permitieron en­
tregarme de nuevo a mis ocupaciones ordinarias, desapa­
reciendo toda clase de molestias. Como estoy segurísimo
de la intervención eficacísima de nuestro Venerable, cum­
plo con este deber de gratitud, dándole publicamente
las más rendidas gracias, como así se lo prometí, dcseandii
que este poder de intercesión de nuestro santito encuen­
tre eco en todas las almas que recurran a él.
Ju l iá n M as.s ana

Inspector Salesiano.
M E JIC O (San Luis de Patosl) - Malehualn. — Teodo­
ra C. de Ortiz.
D a n t a m b ié n g r a c ia s

a

M a r ía A u x ilia d o r a y

a S a n J u a n B o s c o p o r fa v o r e s r e c ib id o s :
ARGB.NTINA - Buenos Aires. — Eladio García. '
A rgentina (Córdoba) - Deán Funes. — Raúl Garay.
E stados U nidos (California) - Los Angeles. — Soledad
de Betance - María Luna - María Acuña - María Herrera
^ Pedro Fregoso - Sara .Arredondo.
Islas F ilipinas (Bataan) - Dinalupihan. —
Peñafiel.

Emilio

M éjico - Capital. — Carmen G de González Cordero,
cooperadora sal.
M éjico - Aguascalientes. — María Concepción y Vir­
ginia M ief - .Amparo Rangel, celadora salesiana.
M éjico - Colima. — Francisca Chacón - María Chacón
Vda. de Mancilla.
M éjico (Jalisco) - Aguagorda. — Nicolasa Hernández.
M éjico (Jalisco) - Guadalajara. — Jesús Vidrio O.
Vda. de Villaseñor.
M éjico (Michoacán) - Zamora. — Trinidad Ruíz María de Jesús González - María Soledad O. d«* Qutroz
- María G. de N'aA'arro - Carmen Nava - Una devota Dos devotos.
M éjico (San Luis de Potosí) - Malehuala. — Jovita
Calvillo.
M éjico (Sonora) - Nogales. — Roaario de llo res Pbro. Francisco de P. Fernández - Inés Vda. de Ruíz N . N.
M éjico (Yucatán) - Mérida. — Arturo Gamboa Garibaldi.
M éjico - Zacatecas. — Srta. María Mercedes Hinojosa
- Juan Hernández • Dolores Reyes de Mnntoya - Rolacrlo
García.
M éjico (Zacatecas) - Jerez. — Rafael Rivera.
M éjico (Zacatecas) - Momax. — M sría Tinajero Herminia Román - Amelia Román - Jorge Román Rafael Medina - Juana Escobedo - Andrea Covarrubita.
M éjico (Zacatecas) - Sombrerete. — Jesús María Cas­
tañeda.
M éjico (Zacatecas) - TlaJienango. — Francisca Salinas.
URUGUAy (Monte\'ideo) - Villa Colón. — Isabel B.
de Berro.
V e n e L'EUA - Maracaibo. — Manuel González - Emelina Troconis - Elisa Martínez - María de A ongh - Ra­
quel de Martínez - Manuel F. T inol - Jacinta López Josefina Martuccí - Consuelo González - Ana Julia Rín-

H 3

ECROLOGIAS
¿ ,/ lU iS fA N O S DÜ-'UNTOÜ:
Carmelo Diana, sacerdote — de l’alermo (Italia) f en
Cádiz (Kapaña) el 5 de enero de 19.18.
Francisco Marlelli, sacerdote — de Commessaggio
(Italia) t en i’iinumá (Centro América) el 5 de enero’ de
Pahio ¡Ifsse, sacerdote — de Kitdoha (Alemania) t en
Luir. Alvez (Hrasil) el 24 de diciembre de 1937.
Santiago NeiiinJorfer, coadjutor — de Hirschaid (Aleinunin) t en Unter Waltersdorf (id.) el 25 de febrero de
1938.
Camilo Zinelli, clérigo — de Tiarno di Sotto (Italia)
t en Mogliano Véneto (id.) el 22 de febrero de 1938.

COOPFRADORES DIFUNTOS:

Señora Ana Browne de Lacroze.
Fnllccirt el 31 de octubre de 1937 en Uuenoa Aires,
a la avanzada edad de 83 años.
No es fácil en unos breves apuntes cronológicos decir
de su amor y consagración, de su labor admirable, acti­
vísima en los cargos que se le hablan confiado y que
dcscinpeñó con puntual exactitud.
Amó con predilección a los • Iluerfanitos de Don
Hosco • del Colegio León X III, en cuya fundación in­
tervino asesorando a la malograda Presidenta Doña Enri(|Octn Alais de Vivot, como Tesorera de la Comisión
Cientral de Cooperadoras Salesianns. Con cariño materr^
se dedicaba especialmente a In «Colecto del pan de cada
dia >.
Ya onciuna, imposibilitada de concurrir a las reuniones
de la Comisión, no abandonó esta obra del « Pan de cada
d ía », y desde su retiro, continuó trabajando hasta poco
untes de su muerte. Sólo Dios sabe de las caridades que
hada su mano derecha sin darlas a conocer a su izquierda.
Constantemente sostenía en el Colegio León-X III y en
el 'H o ga r del Niño >• a varios niños, enviando mensualmente su limosna. Loa hemos visto hechos hombres y
con lágrimas en loa ojos publicar su gratitud ante su
tumba.
En medio del dolor que no» causa su pérdida, nos con­
forta la seguridad de que su caridad exquisita de Coope­
radora Salesiana ha recibido ya su galardón donde Dios
premia con el ciento por uno lo que hacemos por los
pcqueftuctos que creen en El, y por la fe le pertenecen.

Teresa Tasso de Badíno.
Durmióse en el Seft,or en Buenos Aires, a la edad de
84 años.
Flor fragante, fruto sazonado era ya el alma de esta
señora, modelo de incansable Cooperadora Salesiana; por
e.sü Marín Auxiliadora quiso en el día dedicado <1 su culto
(24-X l!-t937) y víspera del nacimiento de su Divino
llijo , sacarla de cate mundo y ofrendársela u Jesús.
Educadora veterana y Directora jubilada, amó con
entrañable afecto la Obra de Don ÍIosco; entendió su
título muy honroso de Cooperadora Salesiana como una
verdadera misión. Por cuarenta años, mensualmentc, ve­
níase gozosa al Despacho Parroquial de San Carlos para
hacer entrega de su óbolo psra la Obra del Perpetuo
Sufragio de las .Animas del Purgatorio y para Becas reli­
gioso-sacerdotales. óbolo que cual abeja industriosa pe­
dia personalmente en sus visitas atentas, amables, a mu­
chas personas que habla conquistado para Dios y para
la Obra Salesiana. Sólo después de su fallecimiento sa­
bemos que iguales ofertas bacía al Colegio León X III,
Colegio Pío X de CórdoNi y Colegio de María .Auxilia­
dora de calle Soler, etc.
Contaba 84 años y al observársele a esta veneranda
anciana; « Dmia Teresa, descanse, deje trabajar a otros,
cv’iidese»... contestaba ella graciosamente: «Estoy apulada, tengo mucho que andar; para los salesianos no hay
cansancio». ¡Con qué entusiasmo hablaba de Don Bosco
y de sus obras! |qué concepto tan ele\-ado tenía del sa­
co rdoi-iol

14 4

AI acercarse el ineludible momento de dejar este mundo,
hablaba de la muerte con tan grande tranquilidad y evi­
dente satisfacción de su buena conciencia y de la buena
recepción que le harían el buen Jesús y su Sma. Madre
Alarla Auxiliadora a quienes tanto habla amado, que
llamaba poderosamente la atención a cuantos la visitaban.
Es voto de muchos que la conocieron que se recojan
datos y hechos que sirvan de ejemplo y dirección para
Tantas almas deseosas de ser\'ir prácticamente a Ntro.
Señor. Paz a su alma .y consuelo a sus deudos.

Dr. Guillermo Valdés.
'Lleno de años y de méritos, dejándonos los más her­
mosos ejemplos de honradez, de laboriosidad y cristianas
virtudes, se ha ¡do a la mansión de los justos, muy que­
rido y llorado de muchos, el Cooperador Salesiano Dr.
D . Guillermo Valdés, en Buenos Aires, a a edad de 83
año.s.
Nacido en la Provincia de S. Juan, vino -oven aún a
esta Capital, cursados ya los dos primeros años de Inge­
niería, carrera que dejó por la medicina, en que se docto­
ró el año 79 cuando esta Facultad daba al país sus prime­
ros laureados.
Fué su primer campo de acción como profesional * 25
de M ayo », pequeña población en plena pampa y casi en
contacto entonces con el indio y el desierto.
Allí, por 20 años, ejerció la medicina con todo desinterés
y humanidad, conquistándose el aprecio y el cariño del
pueblo y de las autoridades. Pero con muy clara visión,
dejó la medicina para dedicarse de lleno, por vocación
genial, al cultivo de las tierras hasta entonces estériles
y sólo conculcadas por el casco dcl indómito caballo
salvaje. Con empeño logró crear no lejos de la que hoy
es la ciudad de 25 de Mayo un pueblo que lleva su
nombre, emprender allí la magna obra de plantar
millones de árboles, e industrializar la fruta en mermela­
das y conseiA'as.
Pero más que hombre de negocios, fué Patrono en el
sentido cristiano, y, verdadero patriarca, reunió en torno
de su obra genial, sin precedentes en la Argentina ni en
el extranjero, a multitud de familias a quienes proporcio­
naba vivienda, trabajo, colegio y educación cristiana
derramando asi a manos llenas con los tesoros de su
amor, de su cariño y bondad, los tesoros de una generosa
largueza. Prueba de ello las lágrimas de esos mismos
pobladores y vecinos de Valdés y las palabras emocio­
nantes de uno de ellos que en nombre de todos proclamó
en alta voz que el señor Valdés no sólo habla tenido en
cuenta en sus relaciones con sus dependientes lo que
prescribe la justicia social, sino que como patrono cris­
tiano miró siempre con cariño por los intereses de toda
la familia de sus obreros y subordinados. Hermoso ejem­
plo el de este Cooperador Sale.siano que amó como Don
Bosco al niño y al menesteroso y entendió como deben
entenderse los preceptos de los Sumos Pontífices referen­
tes hI obrero y al salario que le corresponde. Ni podía
ser de otra suerte, porque el Sr. Valdés tenía una clara
inteligencia, un noble corazón y un alma grande y gene­
rosa. No bien conoció la obra de D. Bosco, la amó con
• predilección. El • Hogar del n iñ o», y las Escuelas .Agrí­
colas Salesíanas recibieron con frecuencia sus dádivas
generosas; su predilección por ellas nacía de que enten­
dió i|uc ellas tenían en la .Argentina una verdadera misión
social que cumplir.
Su recuerdo servirá a todos de ejemplo, y de lenitivo
a sus hijos que heredaron su nombre y sus virtudc.s.

Han muerto también en la paz del Señor;
Coi.OMniA - Cali. — .Agustín del Pino.
Coi.OMRlA (Nariftol - Ti'iquerres. — Rvdo. Sr. D. Flo­
rentino Artcaga Flores, Cura Párroco.
M bjico (Jalisco) - Bolaños. — Bruno Marín.
M kjico Osl'st^) • Citidad Gusmán. — Sra. Mercedes
Radillo de Vareta.
M e)ICX) (Jalisco^ - Guadalaiara. — Laura R. de Diez
Conte.
M éjico (Michoacán) - Tangamandapio. — Srta. Dolo­
res García Valdés.
M éjico - Zacatecas. — Don Benito M árquez - Srta.
María Inés Delgado.

Con aprobación de la autoridad eclesiástica. - Es>abiecimiento T ip. de la S.E.I. - Turin.
Director tespoosabJe: D. GUIDO FAVINI - Via CoMoleogo 3* - TU RIN X09 - (Italia).

Tesoro Espiritual

iS
23
25
29

Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesianos pue­
den ganar en el transcurso del año.

EN CA D A UN A
D E LAS SIGUIENTES FIESTAS:

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO

3 - InvenciÓTi de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 -‘ Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.

8

2) F IJA S:
ENERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

L

SETIEMBRE

Natividad de la Sma Virgen.
12 - Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Sania Cruz.
14
Los Siete Dolores de la Sma Vjrgen.
15
29 - Dedicación de San Miguel Arcángel.

i) M O V IB LE S:
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Asceruión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).

Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

— Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio.público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2
- E l día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
^ ~ E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
$ - E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer~
cicios Espirituales, de ocho días.
8 ~ A la hora de la muerte, con tal que, con­
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co­
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
I.

-

-

OCTUBRE

7

- La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE

8
- Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloría
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, s^ ún la intención del Romano Pon­
tífice.