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A ño X LIX - N. 10
N O V IE M B R E 1954
INSCR.IBÍOS
í
I
EN LA
PÍA OBRA
DEL SG D O . C O R A Z Ó N DE JESÚS DE R O M A
¿Quién no conoce la Obra Pía del Sgdo Co
razón de Jesús?
Filé fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por S. S.
León X III. el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, o 20 céntimos
de dólar se aiUjuicre derecho a participar de to
das las oraciones y buenas obras de la Pía SociecUul Salesiana y a la aplicación de seis misas
(iue se celebran todos los días, a perpetuidad,
en nuestra Bíisílica del Sgdo Corazón de Jesús
•le Roma, dos en el altar mayor, dos en el de
María Auxiliadora y dos en el de San José.
I<os (jue se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto tle estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuántas veces les plazca.
Fas limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses ailturales de la
socieilad, acogiendo niños pobres y abandonados
para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá pues, con algunos cén
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta
invitación paternal de Don Bosco y de la
Iglesia, motivada por ideales tan nobles y
caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di
funtas, a quienes obsequiar con tan esplén
dido regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de stiscripció»
R i-x t o r M a y o r d e eos S ae esia n o s
Cottolengo 32 - Turín (209) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma.
• Ospizio Sacro Cuore - M a Marsala 42.
P e d id que os envíen e l
B O L E T IN
SUMARIO
S A L E S IA N O
Propfí¿^fídlo, Aconse/üdlo.
Más luz sobre las obras y la personalidad de San
Juan Hosco. La voz de los Obispos lii.spanoarae-
Suscribios a
riciuios. — Nuestros futuros Sanios • Junto a la
urna de Don Hosco - La glorificación de San Juan
JUVENTUD
MISIONERA
daira. Utrera). Argentina (Rosario, Tucumán).
E s una Revista inleresanlisima y pul
cramente ilustrada, que no debería
(altar en ninguna familia cristiana.
jara. Jerez). Gacetillas - Una estación ferroviaria
de la Ai^entiua es detlicada a un misionero
SUSCRIPCION ANUAL:
8 liras ■— 5 ptas — 0.50 dólar
en aialqiiier Casa Salesiana. o Redac
ción - Cottolengo, 32, Turin (Italia).
Hosco en el mundo - Usprnla (San José del Valle,
Las Palmas, Montilla, Ronda, Alcalá de GuaColombia (Bogotá, Tumaco). Méjico (Guadala-
salesiano - Otro salesiano honrado en América Un nuevo órgano - Crónica de las gracias Necrologías.
. J
AÑO XLIX
BOLETIN
NÚMERO
10
SALESIANO
1934
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
NOVIEMBRE
M AS LUZ SOBRE LAS OBRAS Y LA
PERSONALIDAD DE S. JUAN BOSCO
SECCIÓN
DE
La voz de los Obispos
Hispanoamericanos.
¡Don Bosco! Ayer no más, entre los fiügores
de la beatificación. H oy... helo ya en el cénit de
su gloria; la aureola de los santos ciñe sus sienes.
¡Honor insigne, reclamado por la perfección
de su vida! ¡Culminación esplendorosa, exigida
por la estupenda fecimdidad de su obra!
En estos momentos, el inmenso escenario <le
ambos hemisferios vibra de emoción v entu
siasmo.
N o hay pueblo de la tierra sin palmas y lau
reles en las manos, para ofrendarlos al triunfa
dor.
Todas las naciones se agrupan, en apretado
haz, para cantar al incomparable maestro del
la niñez y juventud. Inmensas falanges de obre
ros aclaman a su sabio y próvido conductor.
Y la Iglesia entona, una vez más, la frase
consagrada:
<Verdaderamente, Dios es admirable en sus
santos >.
¡Justísimos e imperiosos homenajes!
K o existe, a la verdad, nación en el orbe sin
conocer a esa figura portentosa,
Y sobre todos los pueblos se ha volcado el
tesoro de su genio creador, de su bondad ina
gotable.
Por esto, el mundo entero tiene una inmensa
deuda con Don Bosco: deuda de admiración,
gratitud y cariño.
A través de la Historia, pocas figuras revisten
los perfiles adnúrables de ese varón esclarecido.
COLABORACIÓN
Y en nuestros tiempos, quizás ninguno me
rezca como él, ser llamado bienhechor de la
sociedad m\mdial.
¡Bien está, pues, Don Bosco, luciendo, en su
frente, la diadema de los héroes de la virtud
y del trabajo!
Admirador fer\-iente de tan preclaro modelo
de verdadera acción social, con la entera Ar(¡tiidiócesis ñas prosternamos ante él, viviente
en el seno de Dios.
Y con todo el fervor de nuestra alma, repe
timos mía y mil veces: «San Juan Bosco, ro
gad por nosotros
J u a n F r a n c l s c o A r a c .o n k
Arzobispo de Montevideo.
Con la canonización de don Bo.sco, la Su¡)rema
Autoridad de la Igle.sia viene a premiar, a con
sagrar, la vida humilíle del Sacerdote de Jesu
cristo que tanto trabajó para elevar la condi
ción moral del niño y el obrero, infundirles el
conocimiento de Dios, acostumbrarlos a la prác
tica de la religión
base de toda moral
y convertirlos en elementos de bien en la so
ciedad.
Voluminosos volúmenes requiere la enume
ración de las virtudes evangélicas que el Beato
J uan Bosco practicó y los trabajos que en vida
realizó para llevar a buen término su misión.
Y su mayor mérito está en tjue la gran obra
que liizo, contimia. aumentándose a través de
los años, pues los Hijos espirituales del gran
bienliechor de la sociedad, inspirados en su
espíritu y bendecidos por él, están trabajando
en todas las partes del mundo, en el mejora321
L
f
miento intelectual, moral y religioso de innu
merables niños y obreros que han menester de
buena dirección.
J UAN SlXFORIAKO BOCARIX
Arzobispo de Asunción ¿te Paraguay.
Desde el i" de Abril de este año 1934
nues
tra Redención, el Jerarca Supremo de la Iglesia.
Vicario de Cristo en la tierra, Maestro infalible
de la Verdad, con la autoridad de Jesucristo
recibida, ha declarado solemne y definitavaniente incluido, en el ya inmensamente rico
catálogo de los Santos, el nombre tan popular
y tan amado del Beato Juan liosco.
Himnos de alabanza y eterna gratitud al
Autor de toda Santidad y glorificador de toda
virtud heroica, por tan trascendental y jubilo.so aconteciiriento. brotan del corazón de to<Ios los que amamos, busemnas y anhelamos la
regeneración cristiana de las jóvenes genera
ciones, y con ella el triunfo de la Religión, la
santidad del hogar, la estabilidad, grandeza v
])ro8i)eri(Uul de la Patria.
Kfusivos cantos de triunfo al creador genial
de los I Oratorios Festivos », al Apóstol, todo
carida<l y abnegación, (pie consagró todas las
mñltiples actividades de su ardoroso celo, in
moló las energías de su vida toda, en la forma
ción e.sni erada de la inteligencia y del corazón
de la niñez y de la jiwcntud, especialmente
<le las clases humildes de la sociedad, para la
ciencia, para la virtud y para el trabajo hon
rado, recogiendo con frecuencia del fango de
la calle lo (pie el vicio había arrojado al desho
nor, al crin'.en y a la vagancia, y el vicio recogía
porcpie la sociedad lo repudiaba y tenía aban
donado.
T omas G. C amacho .
Obispo de Sallo.
Alegrémonos, en esta Pascua triunfal con la
Iglesia, Madre nuestra; alegrémonos con la
inmensa familia religiosa cpie venera a Don
Bosco como Padre y Fundador: alegrémonos
con la multitud innumerable de almas ípie en
la escuela de San Juan Bosco han aprendido
a practicar la virtud cristiana y a amar de todo
corazón a Jesús y a María.
Alegréniomxs, sí: mas penetrando también en
el espirita tle la Iglesia, al exaltar a sus hijos,
héroes en la santUhul, lijemos las miradas del
espíritu en este nuevo moilelo y copienuxs en
nuestra vida uno do kvs rasgas más caracteristims de la suya: el de la santa, stiave v per
severante energía, <pio nos <lé brkxs renovados
para iust'ender diarian.ente la montaña escar
izada lie la santidad. Siiutidad a la <pie todos,
sin distitición, estamos llamados, según la di
vina palabra del Maestro; • Setl iwrfectos. como
vuestro Padre Clestial es perfecto *.
M uu hi, P aturnaix
de Florida y Meló.
322
Nuestro país tiene para Don Bosco y sus
hijos, especiales motivos de gratitud; les debe
la sólida educación cristiana de un gran nú
mero de compatriotas de la clase obrera y me
dia, que consituyen la más firme esperanza del
porvenir del catolicismo en nuestras regiones:
les debe muchas de' las simpatías con que el
apostolado moderno, en nuestras grandes ciu
dades, es mirado por propios y extraños, y les
debe, sino la primera penetración de la F e en
la Patagonia, su amplia difusión y con'olidacióa
definitiva en esas amplias regiones. Suban pues
alborozadas y entusia.stas nuestras loas al gran
Apóstol de la Juventud y dfe la Sociedad Mo
derna, San Juan Bosco. El es muv nuestro,
como nuestros, de pura sangre argentina, van
siendo todos sus hijos (jue, bajo su patrocinio
y alentados por sus exhortaciones y profecías,
van ensanchando la obra y propagando el buen
espíritu, ([ue del Santuario de María Auxiliadora
nos trajeron los primeros salesianos enviados por
su Padre a evangelizar los Países del Plata.
F ortunato D evoto
Obispo auxiliar delExcmo Sr. Arzobispo de
Buenos Aires.
Don Bosco fué un sacerdote con una misión
extraordinaria, cuyo cumplimiento proclama la
liistoria y confirma la Iglesia.
E l pueblo había vivido, en los siglos anterio
res al siglo X IX , unido a sus sacerdotes; la
Iglesia era el monumento preferido de las po
blaciones, las torres cantaban su fe. las p ¿a bras del sacerdote caían en el alma recibidas
como la buena semilla del Evangelio, por las
calles los signos y las imágenes sagradas eran
páginas de un libro que el pueblo leia coti
dianamente. Mas llegó la hora de la revolución
igualitaria, en las postrimerías del mil sete
cientos, y comenzó el diabólico trabajo de di
vorciar al pueblo de sus sacerdotes, por medio
íle las gacetas, de los libros, de las declamacio
nes jacobinas, de la educación nueva.
Cuando, después de medio siglo, se hacían
sentir las frutos de esta nueva manera de ser
de la sociabilidad europea, apareció Don Bosco.
Venia del pueblo, creció en metlio del pueblo,
^•ivió con el pueblo, quiso se^^•ir al jmeblo. y
aquel niño, que con tristeza veía a su párroco
envuelto en adíenme dignidad no corresponder
a su saludo pueril, trabajó, luchó y obtuvo en
trar en el Seminario para mañana ser el padre,
maestro y norte de ese mismo pueblo.
Don Bosco era espontáneo y por eso el pue
blo lo rodeaba, con afecto y confianza: y bajó
hasta él con la predicación primero, con la
educación de los niños luego, con el envío de
sus hijos más tarde, con sus palabras, con ;-.us
libros, con s\is milagros, con todo cuanto exco
gitaba su celo, intuía su inteligencia y ofren
daba su virtud. E l pueblo lo comprendió, sin
tió toda su fuerza de atracción, la virtud de
su alma, el desinterés de su apostolado y lo
amó en vida, lo continuó amando después de
su muerte, lo ania con delirio hoy glorificado;
y el pueblo a quien se entregara Don Bosco,
durante tantas décadas de su vida, lo ha recla
mado, lo ha hedió suyo, y lo ha trocado en el
Santo popular de nuestra ^cx:a. Pío X I colocó
a Don Bosco sobre los Altares, y el pueblo,
al caer de hinojos ante su suave figura, lo ha
elevado sobre el pavés, para Norte, para guía,
para ejemplo del mismo pueblo católico.
N ico i ^a s F a s o u n o
Obispo de Sania Fe.
Da mihi animas, caeiera tolle. Dadme almas,
llei'aos lo demas. He aquí el lema de San
Juan Bosco: el lema que practicó toda su vida,
aplicándolo especialmente a la transformación
de la niñez. Los niños del pueblo, los niños
que nacen en \m tugurio y crecen en el arroyo;
los niños que tienen hambre y sienten frío;
los niños cuya infancia, sin cantos y sin besos,
es agitada violentemente por el turbión de las
pasiones. Esos son los niños a quienes D. Bosco
se acerca, les habla, les atrae, los recoge del
arroyo, les busca \m asilo, los alimenta espiri
tual y corporalmente y los transforma. Los
lariseos se escandalizan, los amigos le llaman
loco, pero Dios le reconocía como un santo,
víctim a de la caridad, héroe abnegado que se
sacrifica por aquellos a qrrienes el mundo aban
dona y desprecia.
El hombre, por sí sólo, para refonnar, destruye,
pero no reedifica; para perfeccionar, mata, mas
no resucita; pero tomar la naturaleza corrom
pida. despojarla de la corrupción, limpiarla y
purificarla, dejando todo lo Imeno que la na
turaleza tiene, regenerando así moralniente al
hombre, esto sólo ]>uede ser obra de Dios, por
la gracia; y tal fué la obra de Don Bosco, ponjue
la obra de Don Bosco era obra de Dios. ¡Gloria
eterna al trans£oni:ador de los corazcíiies in
fantiles!
O c t a v io O r tiz A r r ik t a
Obispo de Chachapoyas.
Como San Francisco de Sales, como San
Pablo, supo liacerse todo para t(xlos a fin de
ganarlos todos. Supo ser grande con los grandes
V fué pe<iueñito con los jjequeños. Acomodó
su estilo - pxdquérrimo sien^pre — al pueblo
V al niño, para í^ue lo entendieran los letrados
\ los iletrados; fué por eso, modelo de maestros
V de predicadores. Su mente era una estrella
de apacible e indeficiente luz. Su corazón un
sol que calentando, fecundaba, purificaba y
endiosaba. Como amó inmensamente a Dios,
amó al prójimo en Dios y por Dios. E n cada
semejante veía un alma, y en cada alma la ima
gen de Dios.
L uc .a s G uiccerm o
Obispo de Coro.
A donde quiera m ira y siempre sonríe. Instru
mento de la Divina Providencia, boitdndivso y
solícito, mira a todas partes para ♦ pre\ onir *
el mal, así el moral como el físico, y miramlo
sonríe, porque la sonrisa es la expresión más
paternal del cariño: con olla denota que si
vigila es porque su amor le impele a evitar a
sus lüjitos totio daño, todo remonlimiento;
que sus trabajos y sufrimientos le son tluloos,
porque no se bxisoa a sí mismo, sino a Dias y
a las almas y lo tpie hace y sufre por esos hleales lo tom a agradable el amor. Así es el retrato
de don Bosco.
T omas
Obispo de San Cri^ióbai.
Fué Don Bosco. durante su vida y desde los
días de su infancia... el Evangelio hecho carne,
Y así tuvo que ser. pues el Divino Código es
como el molde de todos los Siervos de Dios,
la estrella que los guía, el sol que los alumbra,
la norma de sus actos y la pauta de su vida.
Pero entre todas las cualidades evangélicas
que lo adornaban, queremos hacer resaltar
ahora su valor cristiano en la defensa de la
verdad, su auténtica franqueza apostólica, la
santa libertad de su verbo sacerdotal.
«E l sacerdote es siempre sacerdote, decía,
y como tal debe manifestarse en todas partes
y con toda clase de personas ", — Sabía decirle
la verdad a todo el mundo, y lo hacía con una
gracia y un encanto, que lo tornaban irresis
tible.
Nos cuentan .sus biógrafos <iue, cu cierta oca
sión, de.spués de los acontecimientos (jue cul
minaron en la famosa brecha <le la i’uerta l ’íu,
fué rrban o Ratazzi a vi.sitar al Santo, y le
preguntó si a cau.sa <le t(Klo lo que había
heclio contra la Iglesia como Ministro de Estado,
había incurrido en las censuras eclesiásticas,
Don Bos':o le ]>idió trc'> dias de ticm])o « ponjue,
dijo, las co>H>s gravi'.s deseo peirsarlas y medi
tarlas un ¡KKX) '. Al cabo de lo.s tres días volvió
a ver a Ratazzi, y le dijo sin reticencias; <
■ Exce
lencia; he t .studiado la cuestión y he buscado
V procurado encontrar la manera de eximirle
de las censuras, pero... no lo he cornseguiflo! ...
Heroica lil>ertad evangélica! Santa franqueza
sacerdotal! Admiraljle manifestación de carácter
cristiano, que debemos a<hnirar e imitar todfw
los Sacerdotes, principalmente los cjue hemos
sido puestos j>or Dios como Atalayas de Israel
para corregir los vicios de los puebUi».
S a lv a d o r M o n t e .s D k O c a
Obispo de Valencia.
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Genera) Acha (Pampa Argentina). — Jornada EucarísUca.
Nuestros
futuros
Santos,
Ahora (^ue ya está Don Bosco en las altares,
es natural que nuestro anhelo nos lleve a fijar
los ojos, con más intensidad que antes, en la
brillante pléyade de Siervos de Dios que, en
nuestro modo humano de apreciar las cosas,
continuará, quizás muy pronto, el Catálogo tan
gloriosítmente iniciado, de nuestros Santos
salesianas,
Dos lectores del Boletín querrán saber en cjué
estado se hallan actualmente o las causas *
de nuestros Sier\’OS de Dios, y nosotros vamos
a complacerlos:
El Ven. Domingo Savio hállase sólo pendiente
de la a]>robación de los milagros, para ser decla
rado Beato, Se lian examinado varios que no
reunían las pniebas requeridas, y parece cjue
últimamente ha sido aceptado uno, pero falta
otro. ¿Quién lo obtendrá?
Sor María Mazcarello esjiera que se reúna,
cuanto antes, la Congregación Antipreparatoria para dictaminar sobre las virtuiles en
grado herv ico.
Dígase otro tanto del Siervo de Dios .-{mires
lieltrami.
lín cuanto a las S. de D. Miguel Rna v .lugusto Czarlorvski, se espera la Introducción, en
Roma, de la Causa.
Dos demás están en la primera etapa, o sea
en el Proceso Informativo Diot'csano.
Noticias muy consoladoras nos anuncian i|ue
está también j>ara iniciarse, con muy buenos
auspicios, el Proceso sobre presunto martirio
tle nuestro obispo Mons. \'ersiglia y el sacerdote
Caravario, inmolados ambos, hace sólo cua
tro años, en la misión de Shiu Chow.
Recordamos a todos que la Iglesia exige,
para sus canonizaciones, la prueba de los mi
lagros, y que éstos, de ordinario, no se obtienen
sin dar a conocer las virtudes de los Siervos
de Dios, y sin invocarlos con ilimitada confianza.
H ay que redoblar pues la propaganda, y
excitar la fe y al feJU'or.
Junto a la Urna
de Don Bosco.
.-{cogemos en estas páginas el siguiente expre
sivo relato de uno de nuestros estudiantes teólogos:
« No me correspondía a mí, pero lo deseaba
tanto, que puse en juego mil influencias con tal
de conseguirlo, 'l'rabajos de zapa, subterfugios,
motivos más o menos razonados... total, que
me salí con la mía, fui nombrado aquella tarde
guarilia de honor de Don Bosco.
Se te veía más tieso que un guardacantón
— me dijeron luego.
Hi re<iuiebro me hizo poca gracia, pero me lo
tragué. Pareciese lo que pareciese, yo me repu
taba feliz de haber logrado dar guardia a nuestro
Santo.
Da consigna recibida era que pusiese en
contacto con la Unía todos los objetos que me
fuese presentando la piedad de los fieles. Y
vinieron legiones de ellos, ¡noloolvidaré nunca!
— ¡Reverendo! — y una mano me alargaba
un sombrero.
— Perdone, señora.un sombrero... ¿no tiene
ningún objeto de piedad?
retrajo contrariada, mientras sus labios
se movían con ansia y en sus ojos vacilaba una
triste luz de esperanza. En tanto que iba com
placiendo la devoción de otras personas, seguía
con la mirada a aquella señora del sombrero
de honabre. Fuese, habló mías palabras con
una compañera y obser\ é que ésta la empujaba
nuevamente hacia la balaustrada.
— ¡Reverendo!... es de im pobre enfermo.
— ¡Oh! venga, venga, señora. DonBósco tiene
una bendición especial para los enfermos y otra
para los sanos que tienen fe. Y yo, pobre de mí,
me pasé toda aquella tarde y aquella noche
rumiando y añorando la fe de aquella señora.
— ¡Haga el favor! — Me volví; im caballero,
elegantemente vestido de negro, me alargaba
un rosario. A l tomarlo, aprecié con los dedos
el tamaño enonne del cnicifijo. Lo acerqué a la
Erna, a la altixra de los ojos de Don Bosco, y
\-a perfumado con su contacto, se lo devolví
a su dueño, quien lo llevó a los labios besán
dolo con efusión. Sentí cou:o una sacudida elé
ctrica, y pensé: Un hombre liecho y derecho,
de porte distinguido, y delante de todo el
mundo...
AI despegarme de la balaustrada, reparé en tres
preciosascabecitas rizadas que tenían elmentón,
apO}’'ado sobre la bruñida superficie, y en las
manitas de un cuarto rapaz invisible, que tira
ban fiiriosamente del mantel, irritadas porque
alguien le obligaba a retirarse de allí.
En aquel momento la madre lo levantaba
en alto; era un bebé enfundado en im vestidito de lana rosa como su rostro; en sus negros
ojazos se reflejaba, gloriosa, como en un espejo,
la Urna de Don Bosco,
— ¿No sería posible. Reverendo, que este
hijito mío besara al Santo?
E stá demasiado alto; ¿no lo ve, señora ?
Y decía para mí; si no hubiera tanta gente...
Volví a fijarme en las cuatro criaturitas,
cuando estaban para abandonar el templo. Se
volvieron hacia la Urna; los tros más graudezuelos hicieron la señal de la cruz y el pe<¡ueño
se llevó la diestra a la boca...
— ¡Bravo! tírale im beso.
Sonrió como un
ángel, e hizo ademán de enviarle tres.
Ante uno de los cepillos destinados a recoger
las limosnas de los fieles, noté un poco de con
fusión, Una mujer trataba de introducir algo
por la pe<iuefla abertura y parecía no poder
conseguirlo.
•— ¡No es posible! dijo.
\'eíase, en efecto, im billete suspendido y a
medio entrar, ignaro de la fe que lo empujaba
hacia dentro, y de la humildad que trataba de
ocultarlo.
Con el cabo de una flor que lucía su belleza
en íntimo contacto con la Urna, lo for<» suave
mente, v cayó. L a señora tendió la mano, se
auoderó de la flor, y radiante de gozo se la llevó
en el bolso, de donde había salido la limosna.
D O S N U E V O S O B I S P O S SA L E S IA N O S
EN LA INDIA
Don Esieban Ferrando, obispo de Krishnagar.
Moos. Luís MaÜiias, obispo de Shillong.
325
LA
GLORIFICACION
DE S. JUAN BO SCO EN EL MUNDO
RESONANCIAS DE LA CANONIZACIÓN
E S P A Ñ A - (C á d iz ) S . J o s é d el V a lle .
Tambiún en este alegre rinconcito han tenido
resonancia los ecos de las solemnes fiestas de
Roma y Turíii, en honor de S. Juan Bosco, lU
mismo Ivxmo, Prelado de Cádiz y Patriarca
de las Indias, se dignó presidir los festejos.
H1 entusiasta Antiguo Alumno Salesiano
Rvdo. Sr, 1), Juan Torres, supo animar durante
el solemne Triduo a los numerosos amantes del
nuevo Santo, hahlátuloles con el corazón en la
mano y derrochando entusiasmo.
ICl vecindario todo se unió a los Salesianos
de esta Casa, para compartir con ellos las ale
grías de faustisimo acontecimiento de la Cano
nización de su P'undador.
Como notas relevantes, y teniendo en cuenta
lo reducido del ¡jueblo y la escasez de elementos,
debemos citar la valiosa colaboración de la
Banda de música del Colegio Salesiano de Cá
diz, (jue con su ameno y nutrido repertorio,
alegró todos los actos del día; la Sellóla de esta
Casa de formación, que ejecutó hennosísimas
composiciones gregorianas y polifónicas, tanto
en la devota Misa de Comunión general, cele
brada ¡)or el Exnio. Sr. Patriarca, como en la
función solemne a la que también asistió nuestro
amadísimo Prelado, de Medio Pontifical.
Constituyó otra nota m uy simpática y que
encaja muy bien dentro del espíritu de S. Juan
Bosco, la familiaridad que reinó en el banquete
fraternal.
San José dcl \’alle. — l.os novicios rebosando safisfacción, después de feslejar al Santo.
326
I.a procesión de la tarde, con la imagen del
nue . o Santo, el beso de la Reliquia por un nú
mero extraordinario de fieles, el sentido fervorín... fonnaron mi conjunto tan consolador
y tan grandioso, que en esta población se re
cordará siempre como un A-erdadero triunfo.
l.’na brillante fiesta recreativa coronó la
gloriosa jomada.
E S P A Ñ A - (C a n a r ia s ) L a s P alm as.
tiempos de todos las órdenes. Tenninó el Iltino.
señor Obispo de Tenerife su elocuente exaltación
de la obra imnortai de Don Bosco con un her
moso cántico a su santidad y a su apostolado
social.
Terminada la función, se cantó solemne Te
Deum de acción de gracias.
Durante la Misa de Pontifical la P'scolmu'a
del Colegio Salesiano interjjrctó una notable
partitura del maestro Rivera Miró.
FIIvSTA literaria .MrSlC.VL.....
Con extraordinaria afi.uencia de fieles terminó
Los solemnes actos de la catedral tuvieron
el domingo i6 de Junio, en la Catedral de Ca magnífico epílogo en la tarde del domingo, con
narias, el solemne Triduo que venia celebrán
dose en honor de Don Bosco. E l Padre Leoncio
de Annentia, redentorista. tuvo a su cargo los
semioues del expresado Triduo, quien expus')
elocuentemente interesantisímos temas so
ciales de actualidad.
A las siete y media de la mañana, celebró
Misa de Comiuiión general, en el Santuario de
María Auxiliadora, el Iltino señor Obispo de
Tenerife, quien, antes de distribuir la Sagrada
Forma a los fieles y niños educados por los
Salesianos, pronunció un notable fervorín eucarístico.
A las IQ comenzó la solemne Misa Pontifical
en la Basílica Catedral de Canarias.
Ocupaban lugar preferente en el presbiterio,
invitados al acto por la Comunidad salesiana,
Las Palmas. — £1 cuadro aríístico.
el Comandante militar de la Plaza, coronel
señor Cáceres, el teniente coronel de Infantería
don P'rancisco de S. Galtier Pley, el Cónsul de
una atravente fiesta celebrada en el teatro de
Italia en Las Palmas, don Ruggero Martinilos Salesianos que fué presidida por el IlustriMarchi, el Delegado marítimo, don l'ernando
siuio señor Obispo de la Diócesis de Tenerife,
Pérez-Ojeda y Caballero, el Cuerpo consular
fray Albino González.
acreditado en esta capital, representantes de
T'n numeroso y distinguido público acudió
las entidades católicas de Las Palmas y de Aso
al
acto que se desarrolló con la más grande
ciaciones católicas y ima rei)resentación de la
brillantez. Comenzado con el lunmo a San Juan
Colonia italiana, entre la cual vimos a don
Bosco. entonado con brío por los coros de niños
Agustín Graciani.
E l templo se hallaba repleto de fieles, abun de los Salesianos, ocuim) la escena el catedrá
tico de la Escuela de Comercio tlon José Mi
dando los hombres.
randa Guerra, <juicn trató con elocuencia el
Oficiante en la solemne ceremonia fué el
teu:a « Clima"- de santidad», dentro de una
Excmo. señor Obispo de la Diócesis Dr. don
perfecta elegancia de ífuma y originale.s con
Miguel Serra y Sucarrats, ministrado por los
ceptos <iuc fueron muy ajilaudidos.
muy ilustres capitulares.
r.l cuadro escénico del Colegio Salesiano
El Kxcino. señor Obispo de San Cristóbal de
rqmescnló con tm ritmo muy jieculiar y sim
La Lagima (Teneriíe), Eray Albino González
Menéndcz-Raigada, de la Orden de Predica pático el paso educativo ♦ Don Bosco loco »,
muy gustado y lelebrado de la concurrencia,
dores. pronunció durante setenta minutos, ima
El profe.-rfjr de la líscuela Normal don
elocuentísima oración sagrada j'lena de sana
doctrina católica, donde señalaba la polifacé Eduardo Benítez Inglott hizo también mso de
la palabra, h a d a id o surgir la figura del Santo
tica V gigantesca figura del Apóstol más grande
que ha tenido el siglo X IX . P.n \ ibrantes con con las múltiples facetas de su personalidad,
dentro del ambiente social y el horizonte hi.stóceptos de arrebatadora elocuencia, mostró al
rico de la é]x>ca. Fué muy aplaudido.
extraordinario auditorio que le escuchalja la
Después de unas ]ialabras entiLsiastas y exintensísima e insustituible labor social y apos
tólica que desarrolló Don Bosco en medio de preshas del digno Director del Colegio Sale
siano, P. E ^ in osa, el Iltmo. señor Obispo de
un siglo de turbidencias, persecuciones y contra
Las Palmas. —
Las airtorídades
saliendo de la
catedral.
(.os Sres Obispos de
Canarias y de Tenerife,
después del ponUfical.
Tenerife pronunció un improvis;ido discurso
resumen, que constituyó un dcrriK'he de lím
pidas ideas, de comeutariOvS jirofundos sobre
tos conceptos desarrolladas |H>r Uxs oradores que
habían exaltiulo la figura tle Don Bosco, m ati
zando su maravillosi\ diaria con instructivas
anéctlotas.
1.a banda de música del Colegio, durante la
fiesta, ejecutó números, premiados con grandes
aplausos.
328
JL.
E SP A Ñ A (C órd o ba) - M onftlla.
Dos momentos por extremo interesantes han
tenido, en esta Casa de formación de Montilla,
las fiestas de nuestro Santo: el Te-Dcum del
Primero de Abril y las fiestas del 29.
No podíamos substraemos al entusiasmo
universal de loa corazones- en el- día jubiloso
de Pascua, y se le rindió al gran Don Bosco
un homenaje sentidísimo en la Parroquia de
S. Francisco Solano, patrono de la ciudad y
titular del Colegio. Asistió toda la familia
salesiana de Moiitilla. Hubo exposición. R o
sario, I^etanías, sermón del Director del CoColegio, Te Deum y bendición con S. D. M.
que impartió el Muy Rdo. Sr. Arcipreste. Al
final, se dió a besar la reliquia del Santo.
L a fiesta, precedida de im triduo solemní
simo, la celebramos el día 29 de Abril. L,os
sermones estuvieron a cargo del P. Julio Del
gado C. M. F.
Sobre lo que podríamos llamar denominador
comiín de todas las fiestas dedicadas a D. Bosco,
que no reseño por juzgarlo innecesario, q\üero
hacer resaltar algunos detalles que le presta:i
acusado y particular relieve.
E l entusiasmo, la propaganda de todo género,
los grandes transparentes q\ie lucían en las
ventanas de la íacliada del Colegio, el fervor
de los niños, la inauguración de un altar al
nuevo Santo, y la celebración de un Concurso
<'pro estampas D. Bosco
A la adqiüsición del nuevo altar contribiiyeron Cooperadores, Arcliicofradia de M. A.,
exalmnuos, aliminos externos e internos, niñas
de los Colegios y Escuelas de la ciudad; todos
respondieron con generosidad inaudita y el
altar, construido en nuestras Escuelas de Sarria,
fué solemnemente bendecido el día 26. Para
el Concurso de estampas, los aspirantes se
encargaron, con un entusiasmo rayano en
ílelirio, de buscarlas, por todos los rincones de
la casa, de la Inspectoría y de toda España.
El Sr. Director redactó unas bases para el Con
curso en el que tomaron parte todos los niños,
agrupados por Cursos. Fué un mes de trabajo
Moniilla. — El nuevo
citar de Son Juan Bosco.
Las Palmas. — En el
salón teatro de M aría
Auxiliadora.
32.9
Moniilla. — La exposición de estampas.
Intcusísinio. Til día 15 se hizo la exposición en
el amplio refectorio del Colegio. Se presentaron,
cu total, i¿C>7 cstmnpas. ganando el Cuarto
Curso (lue presentó él solo -t34.
Tanto gustó la idea* que los Superiores
j\»7garon oportuno ampliar la Exposición, y
ofrecerla al público ((ue, junto con las 545 estam
pas diferentes del vSanto, pudo admirar vistas
de to<las las casas salesianas de España, posta
les de misiones, fotografías de misioneros,
gráficos dü la obra salesiana en el mundo...
Esta original exposición, que fué visitadísin: a,
onsandió en la imaginación de nuestros aspi
rantes las fronteras de la obra salesiana, y en
la policromía y variedad de las estampas pre
sentadas, adivinaron la prodigiosa fecundidad
de nuestra Obra y su rapidísima expansión por
todo el mundo.
E SP A Ñ A - (M á la g a ) R onda.
r ila vez más el humilile pastorcillo de los
líecchi, se ha adueñado de miles de corazones,
y Ronda (hU-li.y c/ forfs. anuo reza la leyenda
de su escudo, con el ge.sto de nobleza y religio
sidad que tanto le caracteriza, ha cuido de hÍnojas ante aquél a quien con gozo hoy llamamas
San Juan lU'sa^. para rctulirle el nuis férvido
de Uvs homenajes.
Digno presagio de lo que habrían de ser las
solemnidades tiue si' han i'elebrado. fué la
b'uución de .Vedón de gracias Imbida cu la
330
tarde del día i de Abril. L a Colegiata de Santa
María la Mayor, que en nada desmerece de una
suntuosa catedral, por sus dimensiones y magni
ficencia, ante el asombro general, resultó insu
ficiente para contener los miles de personas de
todas clases, ideas y convicciones atraídas más
que por la propaganda realizada, por la infi
nita sonrisa de I). Bosco, que al decir del poeta,
es sonrisa que alienta, que consuela, (]ue me
jora... Y en aquella tarde memorable las ple
garias, los cánticos, las alabanzas, los perfuu.es
hubieron de subir al trono del Altísimo, cual
mensíije de hijos agradecidos, por cuyas meji
llas rodaban lágrimas de alegría.
V llegó el 23 de Abril, y en el espacioso Tea
tro Espinel de esta ciudail, que entonces resultó
jiequeño, por la multitud de personas <jue hu1 ieron de <piedarse fuera, se vieron reunidos
muchos de los ({xie en Ronda simpatizan con
la Obra de 1). Bosco. Piezas de uuisica y canto,
clásicas y escogid,as, poesías inspiradas, y discunsixs entusiastas de los cultos abogados y
Aixtiguas alumnos D. Manuel Ramos Hernández
y 1). Alfonso Carrillo Mendoza Morales, com
pletaron \m selecto programa que satisfizo alta
mente a cuantos al acto asistieron, y ante cuya
\ isla se enalteció la figura gigante del gran
D. Bosco.
So¡i'nr,--- Triduo. — Comenzó el 24 de Abril.
T.a majestuosa Colegiata de Santa María apa
reció e,^léndidauiente engalanada: bajo xico y
grandioso dosel y rodeado por miles de luces y
olorosas flores destacátase el magnifico cuadro
de San Juan Bosco.
E l primer acto habido en este día fué la Misa
de Comunión para las señoras de la Arcliicofradía de María Auxiliadora y alumnas de los
Colegios de Escla^-as del Sdo. Corazón y Madres
de Desamparados, que ejecutaron preciosos can
tos eucarísticos y a San Juan Bosco. Eos ejer
cicios del Trid\io que tenían lugar a las seis y
treinta de la tarde se vieron concurridos como
jamás se recuerda en Ronda de algo semejante.
Un coro de ciento sesenta voces, integrado por
los alumnos de los dos Colegios salesianos de la
localidad, interpretó con verdadera maestría
composiciones a dos, tres y cuatro voces con
acompañamiento de orquesta. E l entusiasta
admirador de la Obra Salesiana Rvdo. P. José
Aniadeo Moreno Cortés, Párroco de n ied a ,
supo, en los días del Triduo y en el pane.círico
de la fiesta, estudiar a Don Bosco en algiinos de
sus aspectos más importantes.
E l segvindo día estuvo a cargo de los alum
nos y exalumnos de los Colegios salesianos,
que, en imponente masa y con ejemplar devo
ción, se acercaron a recibir la sagrada Comunión:
y por la tarde el espectáculo del día anterior,
pero con mía nota m uy significativa; entre la
m ultitud que materialmente apiñada llenaba
la Iglesia, dominaban los hombres.
E l día 26 coronó estas fiestas que han reves
tido carácter de acontecimiento. Por la mañana
la Misa solemne con Comunión general que
celebró Monseñor Leopoldo González García,
como homenaje al Apóstol ferviente de la Eu
caristía.
,\\ mediodía. Superiores, Alumnos internos y
externos. Antiguos Alumnos y Cooperadores
reunidos en almuerzo intimo, se regocijaron con
común alegría por la gloria que hoy cm iielve
a la Congregación Salesiana, haciendo uso de
la palabra algunos de los Ahiuiiios antiguos y
actuales.
V por la tarde, algo indescriptible. Sin (jue
se nos deba tachar de ponderativos, hemos de
decir cjue, a más de los numerosos fieles (]ue
'.mbieron de marcharse por no tener cabida,
en el interior del amplisimo templo, era casi
materialmente intposible dar un paso. Como
indicaba el programa, una vez concluido el
sennón. organizóse la Procesión, Precedida pc'r
los estandartes de las diversas IIernianda<les y
Asociaciones, per las Cruces de las cuatro Pa
rroquias de la Ciudad, rodeada por el Clero
iníautil v niños de i* Connmión, seguida por
ru sacerdotes revestidos con ricos ornamentos,
en artísticas andas de plata en cuya parte su]>erior veíase rico templete de plata repujada
del Siglo X V II, la Reliquia de D. Bosco, en
hombros 'de . f ^ orosos Antiguos Alumnos, se
paseó ^olTre un mar de cabezas, bajo una lluvia
de flores, entre nubes de incienso y murmullos
de oraciones, arrancando lávritr.as a los ojos,
y derramando paz en las almas.
De hov más la bella -Ronda queda inscrita
con caracteres indelebles entre* las ciudades
realmente devotas de San Juan Bosco.
E S P A Ñ A - (S e v illa ) A lc a lá d e G u a d a ira .
A l describir para el Boletín nuestras fie.stns
de Alcalá he de hacer realtar que ha sido el
pueblo quien las ha hecho, ese pueblo (]uc vi
brando de un modo inxisitado se congregó en
nuestra Casa, verdadera Casa del pueblo, jmra
honrar, festejar y aclamar a su Santo.
Los dias 3, 4, 5 y o de M ayo.triduoy fiesta...
cuatro días de emoción, precedidos de un mes
en Cjue sólo se hablaba de D. Bosco en privado
y en público, en la prensa y en el interior de
los hogares.
Los Antiguos Alumnos que acudían a formar
coros de tenores y bajos, no precisamente la
capilla sixtina, pero si un orfeón respetable (pie
ejecutó el programa musical del triduo y veladas
literarias; los pintores, asimismo antiguos
alumnos, que. bajo la dirección del joven ar
tista Alfonso González, piiilarou al óleo los
Ronda. — £1 altar mayor de Santa M aría.
331
escudos de las regiones de España y varios
mapas de la obra salesiaua, entre ellos un grá
fico al temple de 6 ni..por 4 con su expansión
()or todo el globo; las familias alcalareñas que
se hacían un honor en preparar trajecitos de
1* Coimmión y banderas en gran profusión,
las de todas las naciones donde hay salesianos,
para ornato de los jiatios del Colegio... lasseñoritas cate(|uistas preparando con sus niñas de los
catecismos parrcKiuiales. cuadritos escénicos alu
sivos a la fiesta, de una vistosidad y arte exqui
sitos; las familias de nuestros 350 alumnos,
unidas espiritualniente a nosotros... todo ello
daba la impresión de (}ue el pueblo entero to
maba como suyo el homenaje a nuestro Fun
dador,
I <03 caballeros más respetables de Alcalá,
coopera<lores desde la fundación de la casa,
rivalizaron en amor a D. Bosco, poniendo a
contribución sus iniciativas, su dinero, sus
alientos, y sus personas, en colaboración ch •
recta.
No es extraño pues que las tiestas revistie
ran una brillantez extraordinaria.
I,a Iglesia se vió concurridísima siendo inca
paz de contener a los fieles (jue durante el triduo
acudieron a oir al docto dominico, gran filó
sofo y celebrado orador P. Raimundo Suárez,
tluien hizo un acabado estiulio de las dotes
humanas de D. Bosco (preparación a su obra
providencial) de las dotes sobrenaturales (cul
minación de su figura en la historia) y de su
sistema educativo (proyección de su persona
lidad a través del tiempo).
Durante la mañana de los cuatro días se
celebraron funciones muy solemnes de 1“ Co
muniones, ya de los colegiales internos y ex
ternos ya de los niños y niñas' de los colegios
católicos de la ciudad, o de las niñas concurren
tes a los catecismos parroquiales. Estas agru
paciones juveniles, con sus bien preparados
coros, el Apostolado, Hijas de María, Axcliicofvadía, Cooperadores y Hermandades que con
currieron numerosísimas, convirtieron a nuestra
Iglesia en un pedacito de cielo y el incienso de la
piedad subió grato al trono de D. Bosco.
El Emilio. Sr, Cardenal Arzobispo de Sevilla
(lió la nota más simpática de la fiesta. A l recibir
a la comisión de caballeros que había ido a
suplicarle acudiera al Colegio a bendecir la
nueva estatua del Santo, obra del aventajado
artista sevillano D, José Rivera, les preguntó
con la mayor amabilidad: ¿ Y nada más queréis
de mi? porque eso es muy poco.
— • Eminencia, se atrevió a decir uno de los
presentes, tenemos muchos otros actos, por
ejemjdo el bautismo de im niño y una niña
pobres con los nombres de Juan Bosco y María
AlcalA de GuatUira. — La imponenle velada en honor de S . Juan Bosco.
332
Santa Rosa (Pampa Ai^entina), — Jornada EucarisUca.
Auxiliadora apadrinados por sendos coopera
dores salesianos. velada literaria, etc. pero te
míamos molestarle.
— Quiere decir, agr^ ó el Prelado, que yo
mismo ofreceré a M. Aux, y a D. Bosco a los
nuevos cristianos, y después asistiré a la velada,
en la que tendré sumo gusto en dirigir la palabra.
Y el programa se cumplió, al pie de la letra.
Conmovedores y solemnísimos la bendición de
la estatua y los bautizos, brillante la presenta
ción del Colegio en fonnación ante el Prelado y
brillante a más no poder la velada, en la que
culniinó im himno a cuatro voces del Mtro.
Alcántara, cantado por todos los alumnos del
C o l^ o y un nutrido coro de Antiguos alumnos.
Para no alargar la relación, reduciré a es
quema los numerosos actos embellecidos por el
entusiasmo y la juventud, únicas fuentes autén
ticas de dinamismo espiritual.
P'estival gininástico vistoso y aplaudido. Pro
cesión triunfal por los bellísimos jardines que
inclinaban stis varas de rosas pitiminí, tejiendo
arcos triunfales al pasar del Santo.
Una manifestación... Y qué manifestación!
500 jóvenes, entre col^;iales yAntiguos alumnos,
en ordenadas filas recorriendo Id ciudad, y más
de 600 ninas de escuelas y catecismos, todos
ellos afluyendo al teatro municipal, donde en
honor de D. Bosco se les obsequiaba con una
función de cine sonoro. A l salir, las estampas,
medallas y vidas del Santo, sorteadas entre los
]>resentes, llevaron a los hogares de A lcalá ese
recuerdo de la fiesta, y quién sabe si nria semilla
bendita destinada a frutificar en bondad y vida
cristiana.
Tampoco podía faltar el banquete como en
las fiestas oficiales, con la diferencia de que en
éste, los comensales fueron reclutados por la
caridad: y en los jardines del Colegio, sentados
sobre rústicos bancos o sobre el -santo suelo,
cubierto por gala con alfombra de yerba,... que
al decir de los niños era la mejor mesa... tres
cientos pequeños comensales, servidos ¡jor nues
tros simpáticos antiguos alumnos - }' ahora es
la ocasión de decir que ellos fueron el alma de
la fiesta — se regalaron opíparamente de<licando
una benévola sonrisa ai recuerdo, felizmente
lejano, de la pobre pañota del i ®Oratorio de
D. Bosco.
N o cimipliria m i cometido de cronista si ho
dedicara una pincelada al día de la fiesta.
Por todas partes, amigos, devotos de D. Bosco
y curiosos atraidos por el ammcio de las fiestas.
L a Academia literario-musical, con que se
333
clausuraron, fué una invasión de pueblo, alboro
tador y tumultuoso y sobre todo incontable,
hasta ocuparlo todo e impedimos materialmente
el movimiento en el amplísimo patio de entrada
donde se celebró la fiesta.
Don Antonio Filpo, amigo entrañable y coo
perador benemérito de esta casa, con una sim
patía que hemos de calificar de sevillana, porque
es la de mejor ley que se conoce, dirigió la pa
labra a los niños, poniéndose a su alcance con
anécdotas, consejos, notas de color y ame
nidad.
Los que organizaron la academia echaron de
menos quiz.ás el silencio cortés de un público
selecto, pero hubieran variado de opinión de
haber oído el diálogo que sostenían a la salida
dos mujeres del pueblo.
— Una cosa me gusta en los salesianos que
no se ve en otras partes.
—
Ulrera. — El exorno del aliar.
??
— Pues ejue no hacen distinciones entre po
bres y ricos. Mira tú, ni siquiera han hecho
invitaciones por ejue vengamos todos los de
sombrero y los de toqniya.
Ks ejue la democracia — la bien entendida
democracia
es la primera virtud salesiana.
Por algo Don Poseo es el Santo del pueblo, y
el pueblo en masa, en Alcalá como en Roma,
como en Turín y como en todo el mundo salesiano, ha sido quien le ha preparado la ínmpTKsa
e inolvidable apoteosis de su canonización.
Utrera. — Como estaba el patio de honor, durante la velada.
334
I
E S P A Ñ A (S e v illa ) - U fre ra.
Reportaje de * La 'Unión t.
Con m otivo de la reciente canonización de
San J uan Bosco, han tenido lugar grandes
fiestas en esta primera casa de España, estable
cida en i88i.
Como anuncio de tan fausto acontecimiento,
tuvo lugar una jira campestre por los 350
alumnos del Oratorio San Diego, precedida de
la Santa Misa. L a alegría de cliicos y grandes
fue inmensa.
Dia 24 de Mayo, festividad de María Auxilia
dora «la Virgen de Don Bosco ». — Oficiada la
misa de Comunión por el señor obispo de Ciu
dad Real, Dr. Esténaga, se acercaron a recibir
el Pan de los Angeles todos los alumnos inter
nos. estem os e infinidad de fieles, viéndose
el templo incapacitado para contener a tanto
piiblico. A las diez y inedia fué la función
solemne, con panegírico, a cargo de Don J osé
Amadeo Cortés, cura párroco de Ubeda. A las
cuatro de la tarde fué la consagración a la
Virgen Auxiliadora de las niñas de los colegios
de la localidad, siendo invitadas a continua
ción con una fimción de cine y una exquisita
merienda. E l total de bolsas repartidas con
merienda ascendió a 1.700.
A las siete de la tarde estaba toda Utrera
en el Colegio Salesiano. Los patios, pórticos y
jardines, que lucían soberbia iliuninación, veíanse
abarrotados de piiblico, calculántlose en unas
10.000 personas las alli congregadas.
H edía la proce.sión. el señor obispo de Ciudad
Real dió la bendición en un altar instalado en
dichos jardines, y al tenninar a las diez y media
de la noche, veíanse las calles y plazas de la
ciudad invadidas como en años anteriores,
cuando saha procesionalmente fuera del Colegio
la preciosa imagen de María Auxiliadora.
D ia-íj, Fiesta de San Juan Bosco. — A las
ocho, el Rvdo. Inspector Don Sebastián María
Pastor oficia la Misa, en la que se distribuyeron
3.000 Comuniones.
Próximamente a las nueve y media s;dió a
la carretera una caravana de automóviles,
ocupados por distintas personalidades, para
esperar y dar escolta hasta ei Colegio a S. Iv
Rvdm a el Cardenal Arzobispo, <londe era osi)crado ]ior el señor inspector, el {lircctor Don
I'randsco Javier Montero, el director de la
Escolar Mutua señor Boialla, P. P. Salesiauos.
alumnos y tina mxichedumbre comjiuesta i'or
elementas de todas las clases stx'iales, (jue le
tributaron una enorme ovación, al aparecer
en el patio de recepciones.
A las diez y media la iglesia era insuficiente
para contener la afluencia de fieles. Precedido
de la Cruz arzobispal, entra Su Eminencia
R^-ma y ocupa el sitial preparado al lado del
Evangelio, en el presbiterio. E l altar mayor
se encuentra admirable y lujosamente exor-
* *•
';
r
Utrera. — El insigne pedagogo Don Manuel Siurot kablando de Don Bosco.
335
3Í/M
FAMILIAR
cas de iodas partes.
nado, luciendo un magnifico lienzo de San
Juan iiosco.
H1 prelado se reviste de pontificial y da
comienzo la solenmísinia fimción, oficiada por
el ])Arrf)co de Santa María de la Mesa, Don
Antonio Td<[uiaiio Murga.
I/U masa coral de los alumnos interpretó la
t Misa » del maestro Dietrich, a tres voces, de
una manera magistral; el padre redentorista
Don Vicente Sordo, canta desde el pulpito la
vida de San Juan Hosco, y terminada la Misa,
todos los invitados pasan al comedor del Cole
gio, donde fueron espléndidamente obse<iuiados.
A la hora de los brindis, el director, Don
francisco Javier Montero, ofrece el agasajo, y
seguidamente, el virtuoso sacerdote y antiguo
alumno Don Tvduardo J'^pinosa y GonzálezI’érez, en medio de una clamorosa ovación,
se levanta a hablar. Desjmés de dedicar caluro.sos elogios a los salesianos y a su obra, dice
que ostenta el mejor de los títulos, el de ser
antiguo alumno de la jmmcra h .ra, y que
j)arte de su vocación sacenlolal se debe a haber
recibitlo el espíritu sereno y puro de Don Bosco,
cuando en esta casa lo iban formandoy educando.
Termina con esta frase:« Si soy algo. <iue nada
es, se lo dcl)o a Don Bosco y a la incomparable
obra (|ue llevan a cabo sus hijos».
líl antiguo alumno, Don Hermenegildo Gu
tiérrez, con una gracia singvilar, cita pasajes de
su vida de estudiante, y termina ensalzando la
obra caritativa del vSanto y la pedagogía de
Rosario. — Las formidabies
formaciones de la procesión.
sus hijos en bien de la humanidad. También
filé aplaudidísimo.
Da comida fué presidida por los directores
señores Montero y Boralla (Don Antonio), y
por los nietos del preferentísimo benefactor de
los salesianos, marqués de Casa-Ulloa, Don
Antonio y Don Ignacio Torres Santiago. La
banda de música ameiyzó el acto, tocando
escogidas composiciones.
A las seis y veinte d j la tarde, entre grandes
aplausos, hace su entrada triunfal el señor Carde
nal en el patio de fiestas. Todos los alumnos can
tan el liimno de Don Bosco. E l patio se encontra
ba atestado de público, estando magníficamente
exornado y con rótulos luminosos, en los que
se leía « ¡V iia San Juan Bosco!», «¡Viva
María A uxiliadora!», «¡Viva Utrera! ». Ocu
paron la tribuna el señor Cardenal, el inspector
Don Sebastián María Pastor, el Dr. Mantero,
el señor Siurot, Don Antonio Sousa Garcia y
varias representaciones de otros colegios.
Todos los números del l ’rogrania fueron
ejecutados de modo irreprochable y entusiásti
camente aplaudidos, siendo delirantes las
ovaciones tributadas a los discursos del insigne
pedagogo Siurot y del exalimmo del Colegio
Dr. Mantero. Antes de terminar la velada, el
señor Cardenal dirigió la palabra a la concu
rrencia, invitándola a imitar las virtudes de
Don Bosco. Se congratuló mucho del esplendor
de las fiestas y de la gran afluencia habida. Fué
largamente ovacionado.
‘
Rosario. — Hombres que tomaron parte en la Jornada EucarísUca, haciendo el desayuno en el Colegio.
ARG EN TIN A - R o sario .
(Crónica de « E l Pueblo»).
Con los actos verificados los días 5 j' 6 de
este mes de ila y o se ba dado término en esta
ciudad al programa de festejos en honor de
San Juan Bosco. Rosario vivió, en los dias
citados, jornadas de intensa actividad reli
giosa que han contribuido a demostrar, ima vez
más, la fe de la población y su decidido entu
siasmo por todo lo que constituya tma afirma
ción de la potencia organizadora de la causa de
la Iglesia.
H ay motivos pues para destacar el renaci
miento de la fe y las perspectivas halagadoras
que este hecho importa, y ha}' quehacer presente
que tales ex^íresiones han contado con la am
plia colaboración del Obispo Diocesano y de la
Acción Católica, Monseñor I'asolino ha estado
presente en todas las concentraciones anmiciadas, estimulando, aportando su consejo y pres
tigiando los actos con su presencia y su auto
rizada palabra.
Los organizadores de los homenajes a Don
Bosco confeccionaron un programa de actos
que se desarrollaron durante más de un mes.
Forzoso es reconocer, para mérito de la Con
gregación Salesiana y sus liijos establecidos en
Rosario, que quienes han logrado movilizar
tantos factores distintos, durante ese lapso de
tiempo, cuentan con lá colaboración desinte
resada y con la fe de una gran parte de la po
blación. Los amigos de la Obra de San Juan
Bosco, los colaboradores, los exalumnos, las
asociaciones parroquiales, las delegaciones de
la campaña, las cuatro ranras de la Acción
Católica, los feligreses de la parroquia de María
Auxiliadora, todos ha aportado su esfuerzo.
Mis.\ PONTIFICAL. - E l domingo, a las 10,
se ofició en la Iglesia Matriz el solemne pon
tifical por el Obispo Diocesano, monseñor Ni
colás Fasolino. E l coro a tres voces estuvo a
cargo de almunos del Colegio San José, dirigidos
por el Padre Conti; el panegírico fué pronun
ciado por el Pbro. doctor Carlos Pesce Batillana. L a broadeasting L. T. 3 transmitió la
misa.
Terminado el oficio religioso a las 11,30, ])udo
apreciarse la gran cantida<l de público que per
maneció estacionada en la ]>laza 25 de Mayo,
siguiendo las alternativas trasmitidas por el
micrófono, por estar repletas las naves del
templo.
CoNCKXTRACK IN K.N* LA l'LAZA 25 Dlí MAYO.
Poco des^jués de las 14 horas, se inició la con
centración en la plaza 25 de Mayo, de acuerdo
con la distribución «.-.tablecida en el ])lano
preparado p>or la comisión, La plaza y las inme
diaciones de la parroquia de Nue.stra Señora
del Rosario estaban invadidas por ima enorme
multitud, que expresó su fervoroso entusiasmo
cuando se colocó frente al atrio de la j)arrocjuia
la imagen del Santo, que momentos más tarde
debía bendecir el Obispo Diocesano.
L legada d e los alumnos diíl coliígio S an
j OSE. — Mientras tanto en el Colegio San J osé
de los Padres Salesianos se organizó la colunina
339
<le alumnos, pupilos y externos, acompañados
por los batallones de Exploradores y las bandas
del establecimiento.
La columna, formada por más de 800 alum
nos, fue recibida con vivas muestras de sim
patía, mientras desde un camión varias comi
siones distribuían entre los concurrentes miles
<le bamleritas argentinas y pontificias.
Sic INICIA lyA COLUMNA. - bendecida por el
Sr, Obispo la imagen del Santo, se organizó la
manifestación. Tin imimer lugar marcharon las
bauilas del colegio San José con los alumnos
del mismo; entre los dos grupos, nmuerosos
abanderados llevaban las banderas de todas
las casas de la Congregación Salesiana. El paso
<lc los pequeños educandos fué saludado por el
j'úldico con prolongadas salvas de aplausos,
mientras aquéllos vivaban a San Juan Hosco
y agitaban las banderas argentina y pontificia.
E.sta actitud fué imitada por los manifestan
tes, jíroduciémlose así efectos formidables.
D kuígacio nics d e i .os C olkoios - S eñ or as
Seguían en el mismo orden
la.s delegaciones tle todos los colegios religiosos
establecidos en esta ciudad; los Hermanos
Maristas, Nuestra Señora del Huerto, las dos
casas del Sagra<lo Corazón, las Misioneras, Los
Angeles, María Auxiliadora y otras más, con
currieron con sus cooperadores y abanderados.
Las señoras y señoritas fonuaron detrás de
las autoridades de los consejos diocesanos de
la Inga do la J uventud Femenina y la de Damas
Católicas. Los círculos parnHjuiales, asocia
ciones, etc., se adhirieron con todas sus socias.
V SiíÑ oR lTA S,
Kl. S a n t o .
Aparecieron hiego el pecjueño
clero síilesiano, la banda de los exploradores de
Don Hosco y la efigie del Santo, colocada sobre
mms amias, en cuyos ángulos lucían elegantes
candelabros. E l ¡laso del Santo fué triunfal;
las vivas del pueblo se unieron a las flores arro
jadas por las familias, en una santa porfía de
homenajes reahuente conmovedores.
A u to r ii )ade :s e c l e s iá s t ic a s .
E l Obispo
Diocesano, acompañado por el director del
Colegio San José, presbítero Fansolato, los
párrocos de la ciudad y directores de congrega
ciones establecidas en ésta, seguían detrás de la
imagen escoltada por los hombres y jóvenes de
la Acción Católica, socios del Circulo de Obreros
V nutridas delegaciones de Casilda, Are<iuito,
San Nicolás, Venado Tuerto. Cañada do Gómez
y otros pueblos del sur de la provincia y do
Córdoba.
Kn i :l coi .ec. io S an J o si ;.
¡.legada la
ct)lumna al Colegio San José, hizo uso de la
palabra monseñor Nictáás Fasoliuo, quien puso
<le relie\’e la obra de San Juan Hosco, los
esfuerzos que realizó hasta consolidar el frutó
de sus trabajos, y lu iiiqx)rtancia de las tareas
3 40
cumplidas por la Congregación Salesiana en
Rosario.
E l discurso del Obispo Diocesano despertó
mucho entusiasmo entre la nudtitud; eran las
20.30 y todavía monseñor Fasolino estaba ma
terialmente prisionero de los fieles, que de
seaban expresarle su adhesión.
E l Colegio San José se iliuninó, presentando
un aspecto interesante.
H o m e n a je a l O b isp o D io ce sa n o . — Cuando
terminaron los actos del programa, aproxima
damente a las 21 del domingo, en el salón
comedor del Colegio San José se ofreció tma
demostración en honor d d Obispo Diocesano
de la comisión especial. A los postres usó
de la palabra el padre Fanzolato, quien hizo
entrega a monseñor Fasolino de una medalla
con la efigie del Santo, colocada sobre ónix.
Jvl Svñor Obi;po, profundamente impresio
nado, agradeció el homenaje. I^a concurrencia
escuchó luego interesantes relatos del padre
Cavaglia, que conoció personalmente a San
Juan Hosco.
ARG EN TIN A - Tucum án.
La Obra Salesiana ha gustado horas de suave
emoción con los festejos solemnes efectuados
en honor de su Padre y Fundador, elevado re
cientemente a los altos honores del altar.
Con exactitud matemática se cumplieron to
dos los actos progamados para esta ocasión,
prestando admirables-, su concurso espontáneo,
las Autoridades Civiles, Eclesiásticas y Militares
de la Provincia y todas las Asociaciones y
corporaciones religiosas de la Ciudad, unidas en
xm mismo sentimiento de entusiasmo y admira
ción por el gran Don Hosco, eminente Educador
y psicólogo de la niñez.
Todos los adtos sociales y religiosos han re
vestido inusitada solemnidad y brillo.
Tuvien 11 feliz comienzo con la jom ada eucarística del día 21, en la que comulgaron 3.000
niños de manos del Iltmo. Mons. Piedrabuena,
en los i^atios del Colegio « Tulio García Fernán
dez ». Tres bandas de música acompañaban los
cánticas y amenizaban el acto con escogidas
piezas sagradas y al final, tras una vibrante
oración patria, por el Pbro, Dr. Carlos Pesco,
se entonaron los himnos Nacional y Salesiano.
(jue fueron coreados por las 3.000 voces infan
tiles.
Por la tarde hubo reparto de víveres y golo
sinas a los niños pobres, alcanzando a 1.600
raciones las entregadas, por las damas de la
comisión.
Fué imponente y severo el homenaje especial
tributado por el clero Regular y Secular de la
Diócesis presidido por el Tltnio. Mons. Piedrabuena y el Sr. Vicario General, Mons. Aráoz.
Buenos Aires. — Los exalumnos del Colegio “San Francisco de Sales" celebrando las fiestas
del XXV° Aniversario de la fundación de su Centro.
Buenos Aires. — Distribución de premios en el Colegio “San Francisco de Sales".
341
(lía 24, destinado para la gran festividad,
se efectuó el Pontifical en la Iglesia de Santo
Domingo, oficiando nuevamente e l. incansable
(• ihistre prelado Mons. Piedrabuena, asistiendo
al acto el Sr. Interventor Federal General R i
cardo Solá y su Sr. Ministro Dr. Jorge M, Terán,
y altos jefe.s militares y dignatarios eclesiásticos,
ocu])ando todos ellos puestos de honor.
Hn la procesiíSn de la tarde tomaron parte
todas las cori)oraciones religiosas, eclesiásticas,
civiles y militares; cinco bandas de música acom])añaban los cánticos religiosos y hacían reso
nar los aires con melodías sagradas apropiadas
al acto.
Kn una carroza, artísticamente engalanada,
venía triunfante el nuevo santo y padre amo
roso de la niñez, San Juan hosco, Cjue con sus
brazos abiertos parecía (juerer abarcar a todo
'i'ucumán en un solo abrazo; durante el recorrido
desde vSanto Domingo hasta el Colegio « Tulio
ílarcía l ‘'ernández o era unánime la aclamación:
¡Viva 1). Bosoo!... una ola humana avanzaba
lentamente, formando cortejo a la carroza (pie
llegaba (d Colegio Salesiano. I'rente al Colegio
se levantó una tribuna desde la que habló el
I’bro, Dr. Posee, arengandq ol inmenso gentío
(pie lo escuchó con religioso silencio, I.a con
currencia retiróse impresionada.
Los actos sociales celebrados en la Biblioteca
Alberdi y Círculo del Magisterio en (pie hicieron
uso de la palabra los Doctores Francisco Padilla
y el Pbro. Dr. Carlos Pesce, fueron muy con
curridos V con ellos terminaron las fiestas.
C O L O M B IA - En ¡a capital de la República.
J.os i’RKPARATivos. — Bogotá, en la que se
halla la casa madre de las obras salesianas en
Colombia, (pliso sorjmender a todos con la
Iiomjm >' esplendidez en la celebración de los
festejos de la canonización deí^an Juan Bosco.
K1 Rvmo. P, Inspector, D. José M. Bertola,
se jniso a la cabeza del movimiento, y, con inu
sitado entusiasmo, comunicó a todas las casas
de el dependientes, normas y consejos; determinó
fechas, derramó circulares, convocó juntas
dentro y fuera, y formó comisiones.
L a xoviíNA. — Se efectuó ésta en la iglesia
sulesiana del Carmen, del 13 al 21 de |unio,
con canto de gozos. Por la tarde a las seis, luego
del rosario, había sermón a cargo de sacerdotes
ex-alumnas y admiradores del Santo. Las comu
niones en esos dias eran numerixsísimas,
INAUIU’RACION
l'N MONI MKNTO AI. S a NTO:
Id dia 17 de junio fué el señalado por los
ex-ulumnos para dedicarlo exclusivamente a su
Padre, glorificado por el Supremo Jerarca
Iglesia.
342
Bogotá. — £1 monumento a San Juan Bosco.
Su primer acto fué acercarse a la sagrada
mesa. Entusiasmador, más que conmovedor era
el espectáculo (jue presentaba el enjambre que,
lleno de fervor, recordaba sus días de niños.
Para la inauguración del monumento el Go
bierno había cedido la Banda Nacional. A las
io ’3o todo el pueblo bogotano estaba delante
del Colegio: a las once los ilustres invitados
comenzaron a ocupar sus puestos. E l Exemo.
Sr. Nuncio de su Santidad, D. Pablo Giobbc,
con su auditor; el Kxemo. Sr. Ministro de Edu
cación Nacional; el Exemo. Sr. Ministro de
Italia; el Sr. Gobernador del Departamento, y
muchísimos invitadas.
E l Exemo. Sr. Ministro de Italia, después del
Himno Nacional y de la Marcha Real, se acerca
al monumento y corta, con las tijeras que le
])revsentaii dos graciosos pajecillos, las cintas
(¡lie sujetan la tela, tras de lá que se oculta ál
grtipo escultórico. Ai^'aparecer las figuras, un
aplauso general estalló en la m ultitud
A l viento flotul)an gallardetes con los colores
de Colombia e Italia, c|ue engalanaban el fondo
en (|ue se destaca el monumento. E l cielo se
muestra encapotado, pero en esos momentos,
un rayo de sol hiere la figura esbelta del Santo.
Y sube a la tribuna el principe de los oradores
colombianos, I)r. Antonio Gómez Restrepo,
para leer su magistral discurso, un elogio subido
del Santo educador y de la nación, cuna de sus
obras inmortales. Y tras una marcha de la
Banda cuyas notas finales ahogan los aplausos
de la electrizaila m ultitud qu.‘ aún saborea
las ultimas frases del magnífico orador, el
Sr. doctor Francisco Castilla, en nombre de
los ex-alumnos salesianos, tom a la palabra para
recordar los años corridos al amparo del sis
tema de Don Bosco. Acto continuo, ex-alumnos,
alumnos y educandas de las H ijas de María
Auxiliadora, desfilan, de a seis, ante el grupo
del Padre, mientras el pueblo agrupado en
tom o, los vitorea entusiasta. Horas después
celebrábase el ágape familiar, y por la noche,
entre discursos, música selecta y cantos esco
gidos. representóse el herniosísimo drama » El
Gondolero de la muerte », que resultó im verda
dero éxito.
E l tr id u o e x l a B a s íl ic a P r i >l\d a . —
Pomposo, solemne y concurrido. Diariamente
misas de comvmión a las 7, y a las 9 de Ponti
fical; por la noche, rosario, serm óny bendición
eucarística. A solemnizar estas fiestas vinieron
los Excm os señores D. Luis Adriano Díaz y
Pedro M. Rodríguez, obispos de Cali e Ihaguó,
que tanto realce dieron a los festejos.
E l día 22 presentó la Catedral Primada un
espectáculo grandioso; el /íc»»]/ »c?;V
los niños
al Apóstol de la Eucaristía. Más de 4.000 cora
zones juveniles se presentaron a la sagrada mesa.
Allí estaban loe colegios de San Bartolomé, I a
Salle y I.,eóu X III; las numerosas escuelas de
los reverendos Hemianos de las Escuelas Cris
tianas, las escuelas públicas de la ciudad, y
algxmos de particulares. ¡Qué bello se presen
taba el templo rebosante de juventud! A la hora
de la comunión, de todos aquellos pechos ju\ cnales brotó entusiasta el liimno. Hoy Colombia,
que nimca como en aquella hora tu\ o mayor
resonancia, ni se ha entonado axan más cou\ icción. Tres sacerdotes distribuían el sagrado
manjar en el jaresbiterio, mientras otros lo
hacían por las naves del templo. Dos¡més de.stilaron las escttelas hacia el Colegio Salesiano,
en donde, luego de algniuus piezas de banda,
recibieron de manos de las Damas cooperadoras,
el presente (pie les tenían preparado, El día 23,
se repitió el mismo espectáculo con los colegios
y escuelas de niñas.
E l día 22, pontificó el E xano. Sr. Díaz, y el
23, liízolo el Exemo. Sr. Rodríguez, ejecután
dose en ambos música selecta. Los sermones
estuvieron a cargo del Pbro. Dr. Alvaro Sán
chez, y del R. P. Uldarico Urrutia, S. J,, res
pectivamente. E l prinaero propuso a Don Bosco
como paladín de la acción católica, a quien
Bogotá. — Grupo de exalumnos que organizaron y animaron las fiestas.
343
B .íJF P .
Bogofá. — Grupo de auloridades que realzaron con su presencia los aclos religiosos y liferarios.
exhortó se iiidiera como patrono de la misma.
La pieza muestra del R. P. Urrutia, escritor
de nota, versó sobre la santidad del Santo,
para (juieii tuvo frases de extraordinario relieve.
Cr^usi'RA. — Y llcííó el anhelado día 24
de jimio. Ivii la nave derecha de la Catedral
lucía un hennoso cuadro del Santo, entre flores
y luces, En el frontis del templo, lucía otro de
mayores dimensiones y un letrero, fonnado con
bombillas en el <jue se leía: Gloria a San Juan
Boscu.
Desde las «>de la mañana, la Basílica empieza
a llenarse de fieles, y las misas se suceden mins
vil pos de otras, hasta la pontifical de las 9,
oficiada por el Kxcmo. Sr. Giobbe, Nuncio apos
tólico,
El País #, diario que informó durante esos
ilias del curso de los festejos, en su edición del
25, se expresaba así:
«Ayer finalizaron los festejos en honor de
san Juan Bosco. Y en verdad que merecieron
el calificativo de solemuisinios, sobremotlo los
efectuadas ayer en la Cateilral Primada. La
misa de pontifical, en la que cantaron la Sine
notninc de Palestrina, fné un éxito, de las pocos
([ue en este ramo se han i>resendado en la
Capital. El panegírico a cargo dcl Pbro. Dr.
Jorge Murcia Riiuio, fué la mejor pieza oratoria
del celoso sacerdote. Profunda, unida al cc>rte
literario cWsico, fué leída ixin esa entonación
en (lue un orador de arran(|uc pone toda su
alma... Mus el punto culminante fué la procesión
del Santo, que partió de la Catedral, para fina-
344
lizar en la iglesia del Carmen. L as calles que
recorrió estaban engalanadas. Asociaciones reli
giosas, colegios de señoritas y varones, damas
y caballeros de María Auxiliadora, el Oratorio
Festivo y el Colegio de León X III con sus
Bandas de música, los novicios, filósofos y teó
logos salesianos, todo estaba allí representado.
Los Excmos, Srep. Luis Adriano Díaz y Pedro
María Rodríguez, de capa magna; un lujoso
grupo de la Guardia nacional con su banda a la
cabeza, cerraba el desfile. Las estatuas de san
Juan Bosco y de María Auxiliadora, en sendos
carros adornados de palmas y de flores, pene
traron en el patio principal del Colegio Salesiaiio, donde la multitud recibió la bendición
eucaristica impartida por el Excmo. Sr. Díaz ».
Ci,ArsrRA DE W)S FESTEJOS. ~ L a hizo la
regia velada del lunes 25 de junio. I^os reveren
dos Padres Jesuítas, amigos constantes de los
salesianos, cedieron gustosos el amplio salón de
San Bartolomé para dar cabida a cuantos dese
aban presenciar la apoteosis del Santo, E l salón,
a las seis de la tarde, estaba ya colmado.
Todo en esa velada fué sobrio, artístico. Los
iliscursos, obras acabadas del doctor Nicolás
Bayoim l ’osada y del reverendo Padre Félix
Rcstrepo, S. J. decano de la Universidad Javeriana, académico de la Lengua y miembro de
la Sociedad Bolivariana. Grandiosos los coros
«Kxultate Deo ■ y c L a Carita ' de Rassini,
interpretados con maestría y gusto. Pocas veces
se han escuchado en Bogotá coros de voces
blancas tan saboreados.
E l maestro nacional, D. Luis A. Calvo, com
puso para esta ocasión un himno a san Juan
Bosco, conjvmto armonioso de solos y coro,
que abrió el acto. En él se siente un dejo de
tristeza tan propio de la música del insigne com
positor.
N o podemos conluir esta breve relación de
los triunfos de nuestro Santo Fundador en Bo
gotá sin rendir un tributo ferviente de gratitud
a todas las autoridades eclesiásticas y civiles,
a los colegios de religiosos, y particulares a la
Casa Víctor, que con bondad exquisita ofreció
la Radio, y de im modo m uy especial a los
comités de damas y caballeros cooperadores,
quienes con verdadero entusiasmo trabajaron
por el feliz resultado de los festejos.
en que todos acudimos a reiulir homenaje a
San Juan Bosco.
E l día de la fiesta, el templo se encontraba
abarrotado de fieles, una ola luuuana había
acudido a presenciar la soleinnuluvl. Un coro de
annoniosas voces de niñas cantaba la solemne
misa, oficiando de l ’ontifical Mons. Bernardo
Merizalde, quien con la unción ym agestadque
le caracteriza, hacía que resaltara más gran
diosa la ceremonia. Notabilísima la pieza ora
toria, en loor del Santo pronunciada por el
padre Arellano, Agustín'"
Las dulces nq^as de esta . "'norable fiesta,
como recuerdo gratísimo, vi\ irán siempre en
nuestras almas.
M É J I C O - G uadalajara.
C O L O M B IA - Tum aco.
{de ima relación firmada por « Una coope
radora »).
Brillantísimos sobre todo concepto resulta
ron los festejos con que, un pequeño grupo de
cooperadoras y devotas, celebraron la canoni
zación de nuestro amado San J. Bosco, y con
\'ivo agradecimiento al Señor, podemos decir
que los actos realizados en esta ciudad, han
superado con creces cuanto nuestro amor de
devotos había apetecido para esta ocasión.
La fiesta fué precedida por un solemne triduo,
en los dias 3, 4 y 5 de Mayo, días de fervor.
Mientras el mundo entero, desde la gloria Je
Bernini en San Ledro, hasta la más humilde y
escondido capilla, elevaba potente el grito de
la universalidad que colocaba en las sienes del
nuevo Santo la corona de inmarcesible inmorta
lidad, nosotros también, buscando el momento
más propicio y la manera más oportuna, cjue
las actuales contingencias nos penniten, nos
hemos unido a todos los Hijos de la Iglesia.
Nuestref lim o Sr. Obispo Auxiliar, l)r. José
Garibi, con un salesianismo que mucho nos
honra, decretaba un triduo general en toda la
Arquidiócesis para dar gracias a Dios por la
Coba. — La raasníSce agrnpacióo nmaical de oaesUas Escuelas de la c<i|!i(al.
345
rf'
l^lorificación de su siervo bueno y fiel Don Bosco,
y para invocar su intercesión en favor de la
niñez y íle la juventud de nuestra Patria, en las
ur(»entísiinas necesidades en que se encuentran
actualmente y en los pelig^ros que les amenazan.
lüitretanto, la catedral se engalanaba legiainente.
I,os illas 12, 13 y 14 del mes de abril hubo un
triíluo solemne, en (|ue distinguidos oradores
sagrados espigaron las virtudes del Nuevo
vSanto, Terminóse el triduo en la misma Iglesia
Catedral con un S«jlemnísimo J’ontifical, mien
tras el orfeón cantaba la grandiosa Misa de
I’a])a Marcelo, Iva solemnidad del Rito sagrado,
las armonias del canto, el incienso ([ue en miste
riosas volutas perfumaba el trono de Cristo Rey,
la i'rofunda j)icdad de miles de fieles que llena
ban la amplia y artística catedral, el orador
sagrado (jue en conceptuosas frases encuadraba
la figura genial del Santo iCducador de le ju
ventud nuiderna, llenaban nuestro ánimo de
santas c inolvidables emociones...
Todo fué como un portavoz de lo que su vSefioria lima, había tlicho en su circular: «Todos
los medios se han puesto, para lograr que la
])r6xima generación en nuestra patria sea una
generación de descreidos y ateos, y las fuerzas
humanas faltan... sólo Dios puede salvamos i.
Pero, al ver u])arecer en el cielo la imagen
de Don Bosco, los mejicaiuxs le decimos con un
grito de angustia: « Don Bosco, salva a nuestros
niños *. V en el semblante sereno y en la paz
(|ue revela toda su figura, nos parece ver esta
contestación: <• Hombres de poca fe, confiad en
jesús y los jóvenes de Jléjico se salvarán ».
M É JIC O - Je re z .
(Noticias de la cooperadora Dña Mucia Díaz,
VdaCon permiso de nuestro l ’árroco, el Sr. Canó
nigo D. Feo. Javier Reveles, celebróse, en honor
del Gran Santo Juan Bosco, un Triduo durante
los días 27, 28 y 29 del pasado Abril, en el
templo Parroquial.
E l templo parroquial lucía im sencillo adomo
blanco en sus naves; el altar mayor fué decorado
con ramilletes de flores naturales y artificiales,
resaltando el color blanco. Destacábase en el
camarín principal la hermosa imagen de la
rhjrí.sima Concepción, teniendo á derecha e
iz(}uierda la de sus dos queridísiriios liijos, San
Francisco de Sales y San Juan Bosco.
K1 triduo se celebró con Misa y ejercicios
cantados. Kn la Misa del día 29, tanto el coro
como la parte musical estu\'ieron a cargo de los
mejores elementos de (pie podemos (lisponcr.
Ivl Soberano Señor Sacramentado estuvo exj)uesto durante el día a la adoración de los
fieles, reservándolo a las siete de la noche, jiara
dar lugar a la procesión con la imagen del nuevo
Sto. Juan Bosco.
E l vSr. Cura D , I'co. Javier Reveles entonó las
glorias de Ntro. Santo, haciendo realtar las vir
tudes heroicas cjue practicó durante su vida:
su fe viva, su esperanza fixme en medio de las
más grandes dificultades, y cu caridad ardiente
para con sus prójimos, y de un modo especial
para con la niñez desvalida.
Que todo sea para la mayor honra y gloria,
de Dios.
Jerez (Méjico). I
bueno» niejico- |
nos, con aus gronúes j
1.0 »
S res Cooperadores,
cinlos al cuello,or< o
do anfe el nuevo
Santo.
^
consullad el TESORO ESPIRITUAL,
Propagad a OBRA PÍA DEL SGDO CORAZÓN. Véase la cubierta de nuestro ‘Boletín*.
34P
Lima. — Bendición del nuevo órgano.
C A C E TILLAS
Una estación ferro v ia ria de ¡a República A r
gentina es dedicada a un misionero salesiano,
— Hace ahora un año, en Noviembre de 1933,
im Decreto del Gobierno argentino establecía
que la estación ferroviaria * Perales », encla
vada en el territorio de Río Negro, se denomi
nase en lo sucesivo «Alejandro Stefenelli».
Este Decreto era una proclamación oficial de
los méritos contraídos, en aquella región, por el
ilustre misionero salesiano que lleva este ape
llido, y hoy reside en nuestra casa de Trento.
Don Alejandro Stefenelli fué enviado allí a esta
blecer una misión, por el Apóstol de Patagouia,
el Cardenal Cagliero, cuando Río Negro estaba
línicaniente poblado por indios, cuando no había
más que terrenos rebeldes y matojos retorcidos
y medio enterrados en el légamo de las terribles
inundaciones fluviales.
1.a incipiente colonir-ación encontró en el
humilde .salesiano una poderosa fuerza iiu]>ulsora y, a la j>ar que iba .sembrando por aquellas
tierra vírgenes de los altos valles las .semillas
del E\ angelio y de la caridad, le\'antaba, con
ladrillos crudos, fabricados por él, una Resi
dencia estable para 33 huérianos, aconsejaba
y alentaba a los pobres • chacareros *, intro
ducía los cultivos de Europa, proyectaba carre
teras, y presidia la priuiera Cooperativa de rie
gos, construyendo un canal, que ensanchado
más tarde por el ingeniero Fattori, ha sido y es
todavía la principal arteria que lleva vida y ri
queza a las maravillosas huertas v alfalfares
que hoy cubren aquellas orillas.
Como curiosidad de museo, enséñase todavía,
en la antigua ciudad de Roca, un pesado motor
cubierto de herrumbre, que el impertérrito
misionero arrastró hasta allá, desde más de 500
kilómetros, a fuerza de bueyes y de trabajos
indecibles.
Los hijos y nietos de los primeros colonos, en
su mayor parte ex-aluinnos salesiano.s, ejue a él
le deben, en cierto modo, el bienestar espiritual y
material de que difrutan, han.se dirigido al Go
bierno de su nación, .solicitando que, en reco
nocimiento de tan j)atriótica y humanitaria
labor, la estación ferroviaria tle * Perales
llame, en lo sucesivo, «Alejandro Hstefenelli -,
para que este nombre ' per])etúe en la región,
y las caravanas del progreso (jue ]»asen delante
de ella saluden al infatigable misionero de Drai
Bosco, que incrementó los bienes de la tierra,
enseñando a desear los bienes del cielo.
Y con ésta son ya tres las estaciones de la
Argentina que llevan nombres salesianos; • A.
Stefenelli ». : Cardenal Cagliero » y « T o m q u ist»
apellido éste gratísimo y familiar para argenti
nos e liijos de D. Bosco, y para unos y otros evo
cador de generosidades y gratitudes sin cuento.
*•
347
O tro saiesiano, honrado en América, p o r sus
beneméritas actuaciones, — L a Comi'ión de
Fomento, de Junin de los Andes (Neuquén) ha
hecho miniar un artístico pergamino y acuñar
una medalla de oro, por \ma acreditada casa
fie Buenos Aires, a fin de ofrecerlos al digno
párroco de dicha población, Rvdo. P. Ginés
Ponte, íjuien recibió ambas distinciones, so
lemnemente, de manos de la primera autoridad
municipal, el día 7 del p. p. Junio.
1.03 motivos del homenaje van expuestos en
la dedicatoria del pergamino, que dice así: Los
vecinos de Junin de los Andes y su Departa
mento rinden homenaje de admiración y afecto
a la obra patriótica y altruistica- del Rvdo P. Gi
nés Ponte, por su cristiana actuación, como sa
cerdote, y su progresista desempeño en el cargo
de Presidente de la Comisión de Fomento de
este pueblo: obras que perdurarán, en virtud de
sus méritos y permanecerán en el rectierdo de
todos sus moradores.
Repiitase como un extraordinario mérito del
P. Ponte el haber dibujado y proyectado, con
m otivo del 52® aniversario de la fundación del
pueblo, im magestuoso monumento al Gral
San Martin, cuidando personalmente los más
nimios detalles de los distintos moldes, y de
ciento veinte vaciados en cemento porfídico,
hábilmente ejecutados en aquella casa salesiana.
Un nuevo órgano, — L a capital del Perú
ha adquirido una verdadera joya, E l gran
dioso santuario de María Auxiliadora tiene
ya su órgano, digno, en todos sentidos, de la
reputación de la casa constructora Tamburini,
de Crema (Italia).
líl acto de la bendición e inauguración de tan
magnífico instrumento, integrado por una gran
riqueza de juegos y combinaciones, y de factura
modernísima impecable, ha sido en Lim a un
acontecimiento, habiendo acudido a presen
ciarlo cerca de 3.000 personas; la flor y nata de
la sociedad limeña.
E l instrumento ha sido bendecido por el
Exem o Sr. Arzobispo Dr. Pedro Pascual Farfán, y la audición ha estado a cargo de dos repu
tados organistas, habiendo sido radiada a toda
la República. E l P. Saiesiano Dr. Víctor Alvarez hizo una elocuente apología de la música
litúrgica, y la prensa local, sin distinción de
matices, reflejó en sus columnas el resonante
éxito de la solemnidad artístico-religiosa.
CRUZADA MISIONERA
3 N U EV AS BECAS
“Purísima Concepción”
“San Pablo Apóstol”
ambas fundadas por Dña Concepción Escobedo. de Valencia (España)
“ Pedro Ricaldone”
por una Cooperadora Salesiana de la misma ciudad.
3 4 ^^
bilidad de hallarse la criatura muerta en el seno
de la madre y en que se hacia necesaria una
operación con toda urgencia para salvar por lo
menos la \-ida de ésta. Empezaron los preparativos
para la intervención quirúrgica y en tan angustioso
trance me dirigí a la Sma \'irgen, a quien aprendí
a invocar desde mi infancia bajo la advocación de
María Auxiliadora, prometiéndole publicar la gracia
y hacer una determinada obra de caridad si el niño
salía con vida, aimque sólo fuera la suficiente para
dar tiempo a bautizarle, y he aquí que mi buena
Madre nos concedió no sólo lo que le pedíamo,*?,
sino que, sin necesidad de operación ningima, nació
el niño con vida y hasta hoy está rebosante de salud.
Agradecido, cumplo tedo lo prometido.
C E a u o G imkn' kz
Antiguo alumno Salesiuno.
C rónica de la s G racias
conseguidas, por mediación de María A uxi
liadora, de San Juan S o sco y de nuestros
Siervos de D ios
ESPA 5«A {Córdoba) Pozohlanco. Junio de 1934.
— Habiendo estado largo tiempo sufriendo las
molestias de una úlcera en el estómago, últimamente
se me recrudeció de ima manera violentísima, com
plicándose mi enfermedad con el hígado. Invoqué
con fervor y confianza la protección de S. Juan
Bosco, prometiéndole mandar celebrar ima misa
en su nuevo altar, fomentar su culto y hacer pú
blico el favor, si el mal desaparecía. E l nuevo
Santo me escuchó; y yo agradecida deseo se dé
cumplimiento a mi promesa, para gloria de Dios
y de su siervo S. Juan Bosco.
Margarita G utiérrez .
ESPAÑ A (Cuenca) Alcohujaie. — Mi corazón se
siente henchido de alegría, al poder lanzar desde
este pueblecito de Alchohujate, un grito de alabanza
y gratitud a nuestra excelsa Madre María Auxilia
dora.
Después de dar a luz, me había puesto tan grave,
que los médicos daban pocas esperanzas.
Una familia muy amante de María Auxiliadora
nos recomendó hiciésemos una novena a tan buena
Madre. La comenzamos en seguida, poniendo toda
nuestra confianza en su gran misericordia.
En breve se hizo patente la gracia. Y o comencé
a mejorar, encontrándome enseguida fuera dé
peligro. Pero donde ^^mos más clara y evidente su
protección fué en mi hijita; pues aún durante los
dias de mi mayor gravedad, pudo estar siempre
conmigo, amamantándola yo misma, sin perjuicio de
su salud, y con esperanzas, si Dios me lo concede,
de vi\-ir muchos años.
Con toda mi alma hago público mi agradeci
miento a tan buena Madre.
ANCEijt Martínez .
ESPAÑA Gerona. Enero de 1934. — Próxima
a luz una hermana mía, presentóse el caso tan
difícil que tu\*imos que recabar la asistencia de
dos médicos, los cuales coincidieron en la posi*
ESPAÑA Madrid, 25 marzo de 1934. — Habiendo
enfermado gravemente de los riñones y teiuéndome
que someter a una intervención quinirgica, pues ya
había agotado todos los remedios que estaban a mi
alcance, recurrí con gran confianza al Beato Juan
Bosco. aplicándome sobre la parte enferma una
reliquia que me dieron las Hijas de María Auxilia
dora. Llena de confianza y preparada para morir,
sí el Señor lo quería, me fui a la Cliníca donde me
hicieron la operación, en la que me extrajeron un
riñón, en tan malas condiciones, que el mismo Doc
tor dijo ser lo más grave que había risto.
Hoy, gracias a mi celestial Protector, me encuen
tro perfectamente, pudiéndome dedicar a todos los
trabajos domésticos.
Con toda mi querida familia doy gracias a tan
buen Padre y exhorto a cuantos estas lincas lean
no dejen de invocarle, por intercesión de la que es
Auxilio de los Cristianos.
F r a n c is c a A r r a n z B.a r r io .
ARGEN TIN A Buenos Aires. Junio iS de 1934.
— Teniendo fuerte dolor al corazón y espaldas,
como era muy persistente, me apliqué una reliquia
de Don Bosco, con el propósito de que. si me lo
quitaba, publicaría la gracia y haría ima novena.
¡Oh sorpresa grande! al otro día, amanecí sin dolor
alguno.
Agradezco infinitamente esta y otras gracias ya
concedidas por María Auxiliadora y Bou Bosco.
C. T.
COLOMBIA (Santander) Girón. Junio de 1934.
— Hallándose mi hija de cuatro meses con iníecdón en el estómago y una fiebre tan alta que la
niña parecía carbonizarse, en trance tan difícil,
invoqué a María Auxiliadora, con el rezo de su
novena. Durante ésta, vimos algún mejoramiento,
pero no tardó la enfermedad en prf?entar>n' de
nuevo más violenta. Los médicos que la asistían,
la desahuciaron.
Con más fe que antes, empecé otra vez la novena,
ante la imagen que aquí se venera en su capilla.
Mi súplica fué oída, pues la niña se halla fuera depeligro, y hoy cumplo gustosa mi promesa de pu
blicar este milagro, profundamente agradecida.
F ilome-v a Serrano de Moreno .
COLOMBIA (Santander) San Andrés. Mayo de
1934- — De todo corazón damos gradas a María
349
Auxiliadora y a San Juan Bosco, por haber librado
<le muerte repentina al primero de los que firmamos,
con motivo de un violento ataque al corazón y al
cerel>ro, habiéndose mejorado notablemente, luego
que fueron invocados los celestiales protectores.
Prometemos contribuir a la erección del altar del
nuevo Santo.
N e f t a l í R in c ó n .
C l e m e n t in a d e R in c ó n .
Til, SAlvVADOR
Ana. Junio de 1934. —
lín Rebrero del corriente año, fui atacada de una
terrible enfermedad; agotamiento de vida, rehusando
todo alimento; además, infección intestinal y fuertes
<lolores en todo el cuerpo, que me hadan desfallecer.
KI distinguido I)r. Dn. Augusto Girón, luchador
incansable, des])ués de emplear todo.s los recursos
de la deuda, dijo a mi.s do.s hermanas: « el ca.so es
perdido; aquí, ¡sólo un niilagrol Mis hermanas,
llena.s de angustia, pidieron con más instancias a
Marín Auxiliadora, por medio de v‘ían Juan Bosco,
a ([uien duninte los tres me.ses de enfermedad le
habían rezado muchas novenas. Corrían los dias
sin mejorar; d Br. confirmaba el peligro; pero una
larde, lleno de arrojo, me puso una gran inyección,
jddieadí.sima!; salí del peligro; pero las reacciones
continuaban. Tu día que liacía el Dr. un cambio
<le monedas cu una joyería, encontró allí una meilallita de San Juan Bosco, que luego trató de com
prar; me la trajo y colocó al cuello, diciéndome:
jeste es su remedio, confíe en él! ». líl Dr. no tenía
coiiodinicnto del extraordinario poder de Íntercesión de San Juan Bosco pero lo hizo, con
^■ nardei'iniieulo. Confirma el Dr. que ])ocos mo
mentos después, conoció él, con sorpresa, la reacción
favorable y de confianza absoluta en mi salud.
ICl día de la canonización de San Juan Bosco, 26
de .Abril, empecé a desear el alimento. Al presente,
me siento casi bien, y agradecida, hago una ofrenda
a las misiones.
F l o r in d a P in t o .
HONDURAS (Tegucigalpu) La Carmela. Junio
<le 1034. — Jamás podremos corresponder a la
bojuhul y ternura de Alaria Santúsima Auxiliadora,
pues nos ha favorecido en infinidad de casos, a mí
y a mi famili.t.
No hace mucho tiempo tuvimos a nue.stro que
rido papá gravemente enfermo de una terrible en
fermedad (pie ya había padecido otras veces. Llama
mos al médico de la familia, quien no titubeó en
seiudurnos la gravedad dcl mal, ordenando su inme
diato traslado al Hospital San Felipe, donde debía
practicárselo una delicada operación. Ksta llevóse
a cabo a las nueve da la mañana. A las cuatro de
la tarde, y cuando empezaba a pasar el efecto de la
anestesia, mi papá se puso tan mal (pie temimos
un desenlace fatal: la fiebre teníalo trastornado, no
estaba nn momento quieto, hacía esfuerzos grandes
por salirse del lecho, cosa que nos.atligia, pues los
médicos ordenaron (pie permauecicra (piieto, pue.s
de lo contrario la herida podría abrirse, siendo asi
caso perdido. .\ pesar de las inyecciones que le pu
sieron, filé imposible que se calmara. Jli mailre,
mis tres hennaiiitos y yo, lo rodeamos, sostenién
dolo, pero él hacia c.sfuerzos y luchaba, en su delirio
litro/..
boca de angustia, acudi coim% siempre con entera
coulian/a a Maria Sanlisimu Auxiliadora y a San
Juan Bosco, prometiéndoles hacer una Comunión
en su honor y publicar la gracia en el Boletín salesiano, al mismo tiempo comencé a rezarle su No
vena con todo el fervor de mi alma. ¡Oh prodigio!
Como a las cuatro de la madrugada mi padre se
quedó dormido, despertándose a las seis y hablán
donos en su entero juicio, por lo que los médicos
lo juzgaban fuera de peligro. Llenas de alegría
fuimos todas a dar gracias a nuestra Madre Santí
sima Auxiliadora. Agradecida cumplo mi promesa
haciendo publicar mi gratitud a la Virgen de San
Juan Bosco, por su inmensa bondad. ¡Qué dulce
es invocarte, oh María Auxiliadora!
Ca r m e n A b a t e .
MEJICO (Michoacán) Morelia, Junio 23 de 1934.
— Hacia más de 15 días que me encontraba grave
mente enfermo de las vías urinarias, sufriendo agudí
simos dolores. En vista de que las medicinas no me
proporcionaban ningiin ahvio, lleno de confianza
empecé una novena al entonces Beato Juan Bosco,
prometiéndole hacer pública la gracia si me obtenía
la salud. El último día de la Novena que coincidía
con la fecha en que fué canonizado, después de la
Santa Mi.sa, me sentí completamente aliviado.
Muy agradecido por este favor especialisimo, y
en cumpliniiento de mi prome.sa, hago público mi
reconocimiento al taumaturgo San Juan Bosco.
M a r c o s A li -'a r o .
MEJICO (Michoacán) Zamora. Junio de 1934.
— Estando mi Sra madre de 70 años de edad muy
grave de fiebre biliosa, desahuciada por el médico,
y ya casi en agonía, rogué a María Sma. Auxilia
dora para que le devolviera la salud, ofreciendo
publicar la gracia en el Boletín Salesiano. La en
ferma fué, poco a poco, mejorando, y a la fecha
goza de perfecta salud. Por tan singular favor, doy
gracias infinitas a tan excelsa Señora y cumplo
varias promesas que le hice.
JOSE G u z m a n .
MEJICO (Nayarit) Compostela. 20 de junio de
— Doy gracias a Dios que por intercesión
de María Auxiliadora y San Juan Bosco, se ha
podido establecer en este pueblo de Compostela
una escuela particular, que aún subsiste, a pesar
de las amenazas de los enemigos de la .santa Iglesia,
que se han propuesto su clausura. La escuela está
bajo la advocación de María Auxiliadora (en lo
privado), sólo tiene de establecida año y medio y
ya los alumnos aman a la Madre de Dios.
Una persona católica.
PERÜ CAhciu7o. Junio de 1934. — La que sus
cribe hace público su agradecimiento por las gracias
obtenidas por la poderosa mediación de San Juan
Bosco y María .Auxiliadora.
Hallándome enferma do ciática durante año y
mcilio y siendo mi estado grave, acudí llena de fe
y confianza a nuestro Santo, el cual fué tan bueno
que Hlcati/') de María Auxiliadora la más completa
mejoría, pues al presente me encuentro bien.
En otra ('casióii uii hijo mió fué atacado de una
grave cnícrmcdad; pediinos su salud a nuestra
Madrecita, por la intercesión de Don Bosco, cuya
medalla le acoiiqiañó siempre. El está ahora bueno
y sano, desempouaudo su trabajo.
F lora V da de Cobos.
350
I
Dan también gracias a María Auxiliadora y
a San Juan 3 osco, por favores recibidos:
E spaña (Corulla) Santa Euge7iia de Riveira. Julia
Alonso.
E spaña (Cuenca) Abia de la Obispalía. Julián
Herráiz — Marta López — María Auxiliadora de
la Peña López — Felipa Cañas — Cándida Herrái í.
E spaña Salantanca. La Directora de las Hijas de
María Axixiliadora.
E spaña (Salarnanca) Béjar. Una devota de María
Auxiliadora.
E spaña Valencia. María Perales — Una Hija de
María Auxiliadora — Sor Carmen Méndez H. de
M. A. — María Pregaci.
E spaña (l’alencia) Segorbe. María Ibáñez.
E spaña (Pontevedra) Vigo. El marqués de Mén
dez Núñez — María García de Síéndez — Un buen
hijo — Basilia Sobrado y su hija Angelina.
A rgextixa Buenos Aires. Domingo B. Anduesa
— Celia Coll de Anduesa — C. T.
A rgexTIK.a (Buenos Aires) San Femando. María
M. de Trueco — Sra de Giróla.
Coi.OMBi.A (Nariño) Ipiales. Ruth Bueno C.
Colombia (Nariño) Tumaco. Enriqueta C. Vda
de Bueno — María V. Bueno — Carlota Campo 1\’.
— Ana D. del Castillo — María Liiisa M. — Jesús
e Isabel de Escrucería — Carmen de López — Cle
mencia Morcillo — Rosario D. de Martínez — Do
lores E. de Molinari — Marta Ortíz — Mere Pratt
— Rosa Treviño — Rosario Díaz de Martínez.
Colombia (Santander) Chocoa. Cristóbal Castillo
y Sra.
Colombia (Santander) Girón. Simona Celis de
Lipes — Ramón Prada G. e hijo •— Ramona Ro
dríguez N.
Colombia (Santander) Labaleca. María del Car
men C. de Soto — Enriqueta M. de Camargo —
Delfina García — Ernesto Villatnizar C. — Manuel
Feo Leal — Ramón Leal — José A. Mora — Jesús
Faria — Ana Teresa F. de Rojas — Juan Del
gado — Henninia C. de Delgado — Trinidad Contreras de G. — Hermelina R. de Correa — Joaquín
y Elena Carvajal — María del Rosario de Parra
— Bárbara Vera — María A. García — Lope Leal
— Eugenio Rozo
— C. L. B.
Colombia (Santander) San Andrés. María de Jesús
Jaimes de Ríos.
Colombia (Valle) Cali. María Dolores Caicedo O.
— Leticia Calero — Teresa H. Vda de Gamboa.
E staoos Umdos (California) Los Angeles. Ca
talina G. de Freese.
Méjico, ciudad. C. M. B. — Concepción F. de
Sandoval — Paz Flores — Luz Vázquez — Una
devota — Elisa Flores — Josefina S. De Brisuela
— Sra J. de Chalet — Esperanza Vásqnez — Matilde
l'rbina — María I*. de Uribe.
MEJICO Aguascalientes. Francisca Valdés — Isa
bel D. ce Gálvez.
MEJICO (Jalisco) Cuadalajara. Soledad R. Vda
de Aguirre — Victoria Rodríguez V. — Adelina Vda
de Franco — Matilde N. Vda de Martínez — María
Mercedes A.
MEJICO (Michoacán) Zamora. Lupe Guzmán de
García — Elena y María Mora — Guadalupe y
Epifanía Martínez — María Gutiérrez.
MÉJICO (Nayarit) S íim José del CaHu/i7/o. Mar
tina R. de A. — Dolores -■ Uvarez de Barboza.
MÉJICO Puebla. C. Castillo A. — Asunción Maoias
López — Mercedes Calderón Vda de Mantilla —
N. N. — Ramona y Carmen Miranda — Paula P.
^■ da de Millán — Carmen C. de Ruiz — Amalia B.
de Hernández — Josefina Traslasheros de Colubi
— Rafael López — Eulalia Tapia — Raquel Esquivel — Piedad Campos Vda de Moreno.
MÉJICO (Puebla) Chalchicomula. Clementina Rosas.
MÉJICO (Puebla) Chipilo. María Sevenello.
MÉJICO (San Luis de Potosí) Matehuala. Guada
lupe y Marcelina Hernández.
MÉJICO Sinalco. C. R. de Escobar.
MÉJICO (Sinaloa) Culiacán. Ascensión Echevarría.
MÉJICO (Sinaloa) Guasave. Gila B. Vda de López,
JIejico (Sonora) Nogales. Gertrudis R. Valeilzuela — Rosario Flores — Gricelda de Jacot —*
Inés de Ruíz — Fortunata Monje.
Méjico (Sonora) Toro. Ignacio M. Cuntú.
Miíjico (Tlaxcala) Chiautempán. J. .\drian Espi
nosa e Ignacia Segura.
MÉJICO (Tamaulipas) Ciudad Victoria. María de
la Luz Pequeño — Eloísa Leal de Canlú.
Méjico (Zacatecas) .l/omar. José Manuel Ro
mán C.
Por intercesión
del Venerable Domingo Savio
y de nuestros Siervos de Dios.
ARGENTIN.A. Tucumán, 31 de diciembre de 1933.
— Hallándose enfermo de apendicitis un amigo
mío, a quien mucho quiero, y presentándose serias
dificultades para operarlo en el tiempo que se
deseaba, recurrí al Venerable Domingo Savio, ro
gándole con todo mi corazón hiciera desaparecer
todas las dificultades que se presentaban, sacara
con bien al paciente de la operación y que pudiera
atenderle hasta verle libre de todo peligro, prome
tiéndole publicar la gracia, si me la concedía.
Cuando todo parecía estar en peor situación, he
aquí que todos los obstáculos desaparecieron como
por encanto y se llevó a cabó la operación con toda
suerte, arreglándose todas las cosas según se lo
había pedido a Domingo Savio. Ahora el paciente
ya goza de buena salud.
Reconocida a tanta bondad y a tan poderosa in
tercesión, hago pública mi gratitud y de todo
corazón me encomiendo a mi celestial protector.
.K. F. Díaz , Fx-alutiino.
D a n ta m b ié n g ra c ia s p o r fa v o re s re c ib id o s ;
A l \'<n. Domii:;. .Sa.
María Caviedes I’., <le
Cartagena (Colombia) — María Isabel Baez Cen
teno, de los Cóndores (Argentina) - Dolores Villadeamigo.de Valverde del Camino (España)
María
R. de Pintos, de Sin Lorenzo de la Frontera (Pa
raguay.
A la S. de Dios Dorotea de Chopi/ca: Isabel Cer
vantes, de Vera, (España) — Dolores Miranda, de
Morelia (Méjico) — Trinidad ( L de Robles, de San
Pedro Lagunillas (Méjico) — Ana C. de Prein, de
Guatemala — Gorgonia Terán, de Tepic (Méjico).
A la S. de Dios María Maezarello: Una coopera
dora, de Buenos .Aires.
351
m
N E C R O LO G IAS
SA I.E SIA N O S D IFU N TO S:
l'ahlo Echeverría, clérigo — de Carlos Casares
(Arííonlina) f
A lta O rada (Argentina) el
¡ ( i de Ivnero IQ34.
Enrique Hurkerl, sacerdote — de Bannen
(Alenmuia) f eti Aíiuisgrán, <•! 28 de Iviiero de
‘ 934 Angel Lovisolo, sacerdote — de Ni/a (Italia)
t en San Oregorio de Catania (Italia) el 2 de
I'cljrero de 1034.
I.uis l ‘erinn, sacerdote - de San Mauricio
Canavese (Italia) f en Roma, el 18 de Febrero
de 1034.
Francisco Firazzmi, coadjutor — de Bagnacavallo (Italia) f
Roma, el 18 de Febrero
de 1034.
Alfonso Oliva, clérigo
de Ivstach (Fspaña)
t en Oorona, el 20 de b'ebrero de 1934.
Mateo lironda, coadjutor
de Viudiio (Ita
lia) t en Turín, el 24 de l'cbrero de 1934.
Efisio l-crrero, coadjutor
- de Momvercelli
(Italia) t *-'>1 'l'nrín el 28 de Febrero de 1034.
de bjnbnica
liarloluim’ Kuser, clérigo
(Yugoslavia) f en Zagreb, el 12 de marzo de
I934-
de Yecla de
Juan E. Holgado, sacerdote
Yeltes (Fspafm) f
Ronda (F.spafia) el 16
de marzo de 1934.
clérigo
de
Federico de Amores Jiménc
Sevilla (Kspaña) t en Ronda, el 29 de junio
de 1034.
COOPERA DORES D IFU N TO S:
Doña Ramona Serrano Vda. de Domínguez.
Muerta smitamente en (lirón (Colombia-Santander) cu la» primeras horas de la madrugada del dia
17 de febrero ídtiiuo, a la edad de 79 años. Alma
de gran fe y de extraordinaria virtud, supo educar
a su familia cu el santo temor de Dios. Muy devota
de María Auxiliadora y de San J uan Bosco propagó
su culto, y en su calidad de Celadora Salesiana en
I.cbrija, procuró con entusiasmo propagar el lioietin y favorecer las Obras y Misiones Salesianas.
IQue Dios la tenga en su gloria y dé mucha resignación a sus hijos *y nietos, a quienes enviamos
nuestro más sentido pésame!
Hacia el año 70 casó con Don Narciso Vélez, varón
sumamente bondadoso, a quien llamaban «el hom
bre justo ». lista santa unión fué bendecida por Dios
de manera tan admirable, que con razón los amigos
decían: «que aquella casa era la morada de la paz *.
Cuando a los 33 años de matrimonio quedóse
viuda ya no pensó la Señora Vélez sino en vivir, más
que nunca, sólo para Dios y para sus hijos. Y,
haciéndoles a la vez de padre y de madre, com
pletó su educación, y los estableció decorosamente;
y llena de santo gozo, entregó a María Auxiliadora,
en el Instituto de su Nombre, a la menor de sus
hijas, felicísima de que aquel ser tan amado se
consagrara a Dios.
23 años de enfermedades consecutivas, sopor
tadas con resignación extraordinaria, le prepara
ron una muerte santa, ejemplar, llena de méritos,
asistida por sus dos hijos: Don Joaquín y Don Ma
nuel, y .su hija Religiosa de la Congregación. de
María Auxiliadora y del Santo Juan Bosco.
Descanse en paz.
S ría Concepción Rivera.
Mientras los áuimos, caldeados por el entusiasmo,
se preparaban para festejar la fecha gloriosa de la
Canonización de nuestro Beato Padre, expiraba
plácidamente en el ósculo del Señor la gran Coope
radora y verdadera Mamá Margarita de los salcsianos de la ciudad de Guadalajara (Méjico), que ha
sido testigo de las proezas de esta noble dama. Su
patrimonio, que le permitía una posición holgada, fué
mermando poco a poco por los continuos reveses de
fortuna. Sin embargo su alma grande y generosa
nunca dudó en socorrer al hijo de Don Bosco, cuando
acudía a su liberalidad.Su vida fué un sacrificio continuo. Día a día,
iba de puerta en puerta recogiendo el óbolo para
las obras salesianas. En los momentos en que
era im crimen confesarse cristiana, prosiguió sin
vacilar su carrera de heroísmo.
En vísperas de las grandes jomadas, cuando todo
el mundo salcsiano cantaba las glorias del Padre,
ella esperaba tranquilamente la muerte.
Asistida, en los últimos momentos, por el Sr.
Obispo Auxiliar de esta Diócesis, sobrino suyo, y
por un sacerdote Salcsiano, preguntábale éste: Y
bien, Conchita, celebramos las fiestas de Don Bosco?
Ella casi con alegría respotidió: Padre, las voy a
celebrar con El. Y asi fué, pues entregó su bella
alma el dia 28 de marzo, del presente año, cuando
todo el mundo se preparaba a elevar el himno de
gloria al nuevo Santo.
A sus queridos familiares nuestro más profundo
pé,samc, para ella nuestras oraciones y un recuerdo
cmpcrecedero de gratitud.
H a n n w e rfo ta m b ié n en la p a z d e l S e ñ o r:
Doña Agripina Díaz Vda. de Vélez.
lia entregado plAeidmuente su alma a Dios, cu
Méjico, a la edad de S4 años.
límpleó ,su juventud en la práctica de las virtudes
y en las faenas domésticas, en el santo temor de
DÍO.S. V en una senciller v modestia nada i'onumes.
"
35^
Coi.OMBi.\ (Nariño) Tumaco. — Esperanza de
Acevedo.
Coi,üMm.\ (Santander) Lábaieca. — Rosa Julia Vda
de Suárez.
Mkjico (Nayarit) Composiela. — Guadalupe Maldonado.
C o a tL p fo itm K tA M d e U aittorMad ec/e^Mjl^c*. — Direc<ot<-re*)>oiii>«ble: D . G U I D O F A V IN I
h»l«blc<im knlo T ip . <lc la S o d e d a d h d ilu r* la(«rs*cion«l - Taris. C o r s o Regina M argherila ITS.
TESORO
ESPIRITUAL
R e la c ió n de la s In d u lg e n c ia s P le n a ría s
que lo s C o o p e ra d o re s S a/e sian os p u e
de n g a n a r, en e l fre n s c u rs o d e l ano.
1 - Una vez cada día, sólo con elevar a Dios, en medio
de sus ocupaciones habituales, una piadosa tnt'O'
cación, por corta que sea. (Esta Indulgencia, lla
mada del trabajo, pueden también ganarla los
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora y sus
alumnos y exalimmos, y si durante el día se sigue
repitiendo la misma piadosa invocación u otra
cualquiera, se ganan cada vez 400 días).
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
3 - £1 día en que se hace el piadoso Ejercicio Mensual
de la Buena Muerte.
4 • £1 día en que se asiste a la Conferencia Mensual
Salesiana.
E l día en que uno inscribe su nombre en la Pía
Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - El día en que por primera vez se consagra uno al
Sgdo Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejercicios Es
pirituales, de ocho días.
■ i - A k. hora de la muerte, con tal que, confesado y
comulgado o por lo menos arrepentido' de sus peca
dos, invoque, con los labios o con el corazón, el
nombre sacratísimo de Jesús.
EN
DE
LAS
CADA
FEBRERO
3 - Purificación de la 5 ma Ktrf4n
32 • Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO
rq - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
17 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora,
JUNIO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 • Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesucristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
UNA
S IG U IE N T E S
F IE S T A S :
1 ) ¡M ovibles:
Sagrada Familia (el primer domingo después de la
Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión),
Domingo de Ramos.
,
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (dia siguiente del
anterior).
813 14 15 •
29 '
SETIEMBRE
Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María,
Exaltación de la Santa Crtu.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE
7 - La Virgen del Rosario.
M • Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de Ntra Señora,
22 • Fiesta de Santa Cecilia,
DICIEMBRE
2) F ija s :
1
2
6
18
23
25
29
•
-
ENERO
Circuncisión del Señor.
Santísimo Nombre de Jesús..
Epifanía.
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales,
8 Inmaculada Concepción.
25 • Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias se requiere, además de las condiciones ordinarias, que
los Socios de la Pía Unión recen cada día un Padre
nuestro, Avemaria y Gloria, con la invocacíóri
SáneteFrancisce Salesi, ora pro tu3bis, según la in
tención del Romano Pontífi<».
B I B L I O G R A F I A
Hemos recibido de la Editorial Gili {Córcega. 415
- Barcelona) los siguientes libros;
S IL A B A R IO D E L C R IS T IA N O - por Mons.
Olgiatl. Versión de la i» edición italiana.por
el Pbro Cipriano Montserrat. Un vol. 12 x 19,
de 302 págs. Rústica, Ptas 4, Tela, 6 {para
correo certificado aüadir o’35).
E l docto y celoso catedrático de la tíniversidad Católica de Milán, autor de este libro,
y uno de los publicistas modernos preferidos,
se, ha propuesto combatir el analfabetismo
religioso..
Esa ignorancia, verdadera plaga de nues
tros tiempos, no es extraña a las naciones pro
piamente llamadas católicas, y a ellas les
afecta, si cabe más que a las otras, porque
considerando innatos y familiares los asuntos
y problemas de la reÚgión, no se ocupan de
estudiarlos,
De aquí la oportunidad de esta obra, donde
se explican, de un modo por demás doctrinal
y sugestivo, todas las verdades de la doctrina
cristiana: misterios, Sacramentos, gracia san
tificante, Iglesia, liturgia, jerarquía, etc.
Los párrocos, predicadores y conferencistas
encontrarán en ella programas y sugestiones
de gran efectividad práctica.
G U IA D E L A M U J E R C R IS T IA N A . — Por
el P. Javier Sclüitter, Redentorista. Versión
de la 3® edición francesa. Un vol. 12X 19,
de 516 pdgs. Rústica, Ptas 7; tela, 9 {para
correo certificado añadir o’4o).
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L a mujer cristiana encontrará en este libro
orientaciones claras y seguras sobre todos los
deberes más esenciales de la vida familiar.
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pósito para ofrecerlo, como regalo, a cualquier ■
joven o ama de casa.
E L J A R D IN D E LOS M IST E R IO S . — Por
el P. Mauricio Rigaux, S. J. traducido del
francés. Un vol. 1 2 x 1 9 , de 224 págs. con
ilustraciones. Rústica, Ptas 3; encuc^rnado, 4
{para correo certificado añadir 0*30).
Raras veces la imaginación y la realidad,
la ficción y el dogma se han presentado miidós en tan feliz maridaje.
E l autor de este libro demuestra poseer el
secreto mágico de los buenos narradores
auténticos, mostrándose educador y artista
al mismo tiempo.
L as verdades fundamentales de nuestra Santa
Religión son inculcadas a la juventud, por
medio de una delicada trama novelesca, a
lo Wells, en la cual la realidad y el ensueño,
intimamente imidos, llevan al lector a las
más altas maravillas sobrenaturales.
O F IC IO P A R V O D E L SGDO CORAZON D E
J E S U S Y D E L D U L C E CO R A ZO N D E
M A R I A . — Su autor es San Juan Eudes y
la traducción castellana del P. Esteban Moreu
S. J.
üo/. 8 x 13, de 72 págs. Rústica, Ptas
o’yo {para correo certificado añadir o’2o).
Estas dos devociones fundamentales del
cristiano no han tenido mejor interprete que
San Juan Eudes, que fué su promotor. Sería
pues ocioso encarecer el valor intrínseco de
este precioso opusculito, al que la Casa Gili
ha dado ima presentación cómoda y elegante.
Nota. — Quienes deseen adquirir alguna de
las obras aquí anunciadas, ^danla directa
mente a las Casas Anunciadoras. La Dirección
del Boletín no puede encargarse de hacérlo.
SALESIANO
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: VlA COTTOLENGO. 32 - TURÍN (loo) - ITALIA