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INSCR.IBlOS
EN LA

PÍA O B R A
DEL S G D O . C O R A Z Ó N DE JE S Ú S DE R O M A
¿ Quién no conoce la Obra Pía del Sgdo Co­
razón de Jesús?
Fué fundada por el Primer Sm-esor del Beato
Juan Bosco, y Ixinignameiite aprobada por S. S.
Ik.'Óu X III, el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, o 20 céntimos
lie dólar se adquiere derecho a participar de to­
das las oraciones y buenas obras de la Pía S j cieílnd Salesiana y a la aplicación de seis misas
ejue se celebran todos los días, a perpetuidad,
en nuestra Basílica del Sgdo Corazón de Jesús
lie Roma, dos en el altar mayor, dos en el de
María Auxiliadora y dos en el de San José.
Ix>s que se inscriben en la Obra Pía pueílen
aplicar el fnito de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, \*ivas o difuntas, y variar la
Intención cuántas veces les plazca.
l/os limosnas recibidas por este conducto
<lcstínanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses ciüturnles de la
sociedad, acogiendo niñas pobres y abandonados
para educarlos cri-stianamente.

P e d id que os envíen e l

B O L E T ÍN

S A L E S IA N O

P ropaga dlo, Aconsejadlo.

Suscribios a
JU V EN TU D
M ISIO N ER A

Es una Revisla inleresaniísima y pul­
cramente ilustrado, que no debería
fallar en ninguna familia cristiana.
SUSCRIPCIÓN ANUAL:

8 tiras — 5 pfas
0,50 dólar
en cualquier Casa Salesiana. o Redac­
ción - CoHolengo. 32, Turin (Italia).

¿ Quién no contribuirá pues, con algimos cén­
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta
in\-itación paternal de Don Bosco y de la
Iglesia, motivada por ideales tan nobles y
caritativos?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia di\‘ina, en este mimdo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinites del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, ^’^vas o difimtas, a quienes obsequiar con tan esplén­
dido regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
R k cto r M a y o r d e eos S a eesia n ü s

Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o direciatnente a nuestra casa de Roma.
- Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala 42.

S U M A R I O
Rn torno de ¡a Canonización del lieaio Juan
Bosco - Fen-oros > ¡latnamie :1o d.l Rector Mayor La aprobación de los dos milagros para la Canoniza­
ción - El Discurso del Papa - Palabras de Acción d(íracias de nuestro Rector Mayor - El Decreto. — La
Obra de Don Bosco enEspañ.i y América: B hf.i Blan­
ca. Cert men en honor del Ven. Domingo S .vi.', en
cl Colegio «Don Bosco* - Buenos Aires. Dos Kxalunmos
cu el S ntu rio de Luján - Cónloba. Cariñoso homen ijc a un sacerdote ilustre - Sucre. L i Princesi
Clotil íe V . de Arg ndoñ i visita el Colegio Don Bosco
- MedelUn. Jomadas Hucaristicas en el Instituto
Pedro Justo Berrio - Arequipa. Una ínsita a la
Escuela de Artes y Oficios. — Apisonadora que s:
hace ligera cemo wia pluma. — Sentido homenaje del
Papa a Méjico católica. - De. nuestras Misiones:
Cuadro de las Intcudoues Misioneras para el año 1934
- Argentina. Balance último del movimiento religio­
so-misionero, en la P..mpa Central - Australia. La
Fiesta del Beato Juan Bosco en Sunbury • India
Madrás. Wally, la excomulgada - Misión del Alto
Ürinoci'. El viaje de los primeros misioneros. — Cró­
nica de las Gracias. — Nreredogias.

A Ñ O XLI X
NÚ ME R O 2

BOLETÍN
SALESIANO
19

3 4

REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO

FEBRERO

En torno de la Canonización
del Beato Juan Bosco
Fervoroso llamamiento del Rector Mayor
a todos los amigos del Nuevo Santo.
i Alegrémonos y bendigamos al Señor!
E l día I® de abril, solemnidad de Pascua,
nuestro Padre y Fundador Don Bosco, el
incomparable Educador, el gran amigo de
la juventud, será proclamado vSanto en la
ciudad eterna, y el domingo siguiente, día 8,
la ciudad de Turín le tributará a su vez un
nuevo y grandioso triunfo.
Imposible pensar, sin conmoverse, en
aquellas horas de júbilo inefable que, en
nna sola palpitación de amor, admiración y
gozo jam ás sentidos, harán vibrar a railes de
corazones reunidos en to m o del Vicario
de J. C., en la Basílica de San Pedro.
Pero m ientras pensamos en el magno
triunfo, y de antem ano saboreamos sus
íntimas emociones, fuerza es tam bién que
pensemos en el homenaje que hemos de
ofrecer al buen Padre.
Cierto que d m ejor homenaje — y esto
jam ás hemos de perderlo de \nsta — será
la im itación asidua de sus virtudes, la eñcaz
cooperadón a l creciente desarrollo de sus

obras, la difusión de sus ideas pedagógicas
saturadas de amor y de celo por la salvación
de la juventud y el bien de la humana so­
ciedad, celo y am or que en nuestro Padre
no conocieron tregua ni tuvieron límites.
Pero ni nosotros. H ijos suyos, ni sus Coope­
radores y devotos podemos contentam os
con esto, y queremos, además, preparar a
sus gloriosos restos mortales un trono con­
veniente y digno, que hable a las genera­
ciones venideras de nuestro grande amor
hacia él.
Con el alm a llena de gozo y agradeci­
m iento, su humilde Sucesor, haciéndose hoy
&x> de los votos de tan tos y tan tos cora­
zones, lariTfl un feiv'oroso llam am iento a
todo el mundo, para que el homenaje que
se le quiere tribu tar al nuevo Santo, en este
año de SU glorificación, sea una realidad, lo
m ás pronto posible, y cristalice, por obra
de los artistas y los donativos de las almas
devotas de Don Bosco y de la Auxiliadora, en
xm monumento grandioso de fe y de piedad.
-----------

33

' —



P or esto he determ inado que el día 12 de
abril, fecha aniversaria de la fundación de
este Oratorio, que ha venido a ser la Casa
Madre de toda la Sociedad Salesiana, sea
colocada solemnemente la primera piedra de
las obras que nos proponemos realizar en
honor de Don Bosco, a saber: la tan nece­
saria am pliación del Santuario de María
Auxiliadora, hasta el lím ite de lo posible,
y la erección, dentro del mismo, de un altar
que sea digno de nuestro Fundador y Padre.
A su debido tiem po daremos a conocer en
el Boletín, con oportunas ilustraciones, el
boceto del referido a lta r y el nuevo proyecto
de am pliación del tem plo. Ahora de mo­
mento, lo que más interesa es que esta in\dtación m ía llegue, euanto antes a oídos de
todos, Salesianos e H ijas de M aría A u x i­
liadora, Cooperadores, alumnos y exalumnos,
amigos y devotos de Don Bosco.
E sto y bien reguro de que todos y cada uno,
en santa y 61ial emulación, querréis ser los
primeros en ver inscrito vuestro nombre
en el gran Album que depositaremos en la
veneranda urna, apenas se inaugure el nuevo
altar.

Sabemos que no exijim os demasiado;
antes bien, creemos interpretar los senti­
mientos de todos, acudiendo a la generosidad
colectiva en una ocasión como ésta, m ás que
excepcional, única; pidiendo un gesto m ag­
nánimo, im verdadero esfuerzo de colabo­
ración, de propaganda, de tenaz perseve­
rancia, hasta que en un i)lazo breve veamos
reunidos los medios necesarios para erigir
dentro del ampliado Santuario de María
Auxiliadora el grandioso altar del nuevo
Santo, m eta de futuras peregrinaciones, y
fuente de gracias para sus devotos.
- Don Bosco, que en su corazón guardó
siempre gratitud exquisita hacia sus bien­
hechores, no se dejará vencer ciertam ente
en generosidad, y hará llover sobre todos
abundantes bendiciones.
Recibid, desde ahora, la expresión de mi
más profundo reconocimiento y el de toda
la Fam ilia Salesiana, y quiera el cielo ben­
decir copiosamente a cuantos corresponde­
rán a este llamamiento.
De todo corazón .me reitero vuestro affmo
en J. C,
P E D R O R IC A L D O N E , Pbro.

La ap robación de los dos m ilagros
para la C anonización .
E l ig de Noviem bre p.p., — conforme anun­
ciábam os en el Boletín anterior — tu vo lugar
la aprobación de los m ilagros para la Cano­
nización del B eato Juan Bosco.
E l domingo X X I V después de Pentecos­
tés, la gran Sala del Consistorio del Palacio
Apostólico del Vaticano, ofrendaba toda la
regia nmgestad de sus frescos y tapices y de
sus adm irables tallas renacentistas, brillan­
tes de oros y esmaltes, a la Congregación
General, tenida en presencia del Si\nto Padre,
que debía ser la decisiva para la Glorificación
Suprema de nuestro Fundador.
Figuras principales de la augusta Asam blea
eran los Em inentísim os Cardenales Laurenti,
Prefecto de la Sgda Congregación de Ritos
y Verde, Ponente de la Causa; el Rvm o Padre
Mons. N atu cci, Prom otor de la Fe, y el Se­
cretario de la misma Congregación Mons.

34

Carinci; el R vdm o Sr. Rector M ayor de la
Sociedad Salesiana, Don Pedro Ricaldone
y don Franciso Tom asetti, Procurador de
la misma y Postulador General.
E l momento aquél, por siempre inolvida­
ble, tu v o el m arco de solemnidad y grandeza
que es de suponer, y que nosotros no hemos
de describir, prefiriendo recoger en estas pá­
ginas las altísim as palabras allí pronunciadas
en honor de nuestro Beato, una a una, y
con la m áxim a escrupulosidad, com o si fue­
sen pepitas de oro.
Abrióse la Asam blea con la lectura por
Mons. Carinci, del correspondiente Decreto
sobre los milagros: siguieron luego algimas
palabras de acción de gracias de nuestro
R ector M ayor, y terminó con un magnífico
discurso del Papa, cu yo tex to insertamos a
continuacióu:

EL D I S C U R S O
DEL P A P A
Amor a las almas redimidas.

Y a es la tercera vez, dilectísimos hijos e
hijas, que Don Bosco — y digo «Don Bosco »
‘ para m ejor evocar dulces memorias — Nos
invita a habla’- de él, m ás aún. Nos pone eji
la feliz necesidad de hablar de él, como grato
recuerdo para Nos y acaso no menos para él
de aquella y a lejana comunión personal, de
aquel breve pero no efímero trato que
quiso la Bondad D ivina tuviésem os con el
Beato.
¿Q ué se puede y a decir ni añadir, después
de todo lo que se ha dicho, después de lo que
tan to el Decreto como las palabras que luego
hemos escuchado N os han venido a recordar
respecto al Sier\’0 de Dios? ¿Q ué más se
puede añadir, después de lo que tan tas bio­
grafías, vidas y escritos, en proporciones
máxinras y mínimas, han dicho del Beato
a cuantos han querido saber de él y hasta
a los que no han querido, imponiéndose a la
admiración de todos, incluso de los más
despreocupados, por las m aravillas que de él
refieren?
N o obstante de esto, Nos nos sentimos dul­
cemente tentados de pasar, cuando menos, una
rápida ojeada sintética sobre todo eso que se
ha dicho, visto y oído, pues no h a y duda que
es m aravillosa la síntesis que, en orden a la
\-ida y actividad dél Beato, se descubre en
un horizonte vasbkim o.

A m o r a los pequeños y a los poAres.
Y es, ante todo, una síntesis personal.
Puédese y débese afirm ar que esta criatura
de Dios, m agnífica en el orden natural, fue
así mismo objeto de ima especial elección d i­
vina, en el orden sobrenatural — nadie
ignora que el mismo Dios que creó el mundo
natural creó el im iverso (¡ue está sobre la
naturaleza — puédese, decimos, afirmar de
esta criatura, aureolada de múltiples resplan­
dores, hecha de múltiples valores: de bondad
generosa, de ingenio grande, de inteligencia
clara, v iv a y perspicaz, que de haberse dedica­
do exclusivam ente al cam po de los estudios y
de la ciencia, habría dejado no pocas y
profimdas huellas como precisamente lo de­
m uestran algimos y no leves indicios suyos, en
este orden de cosas.
H a y otra síntesis, y podría ser la siguiente:
E ste hombre, que nimca tu vo tiem po más
que para la actividad y la acdón , cu yo tra ­
bajo fué constante, ininterrumpido, tenaz,
entre los niños y jóvenes y entre las perso­
nas m ayores, resulta ser, sin em bargo, un
escritor fecundísimo: sus publicaciones al­
canzan casi el centenar y algunas de las que
dió a la im prenta tuvieron, aún en vid a del
autor, un número fabuloso de ediciones, y
sus ejem plares llegaron a rozar el millón.

35

Como si lo dicho no fuera bastante, junto
con esa inteligencia m aravillosa y excelsa,
veíase un corazón de oro, virilm ente paterno,
y al mismo tiempo — todos los que alcanza­
mos a tratarle lo sabemos — un corazón que
conoció todas las ternuras del corazón m ater­
no, especialmente con los niños más pequeños
y más pobres, con los que eran más pobres y
l)cqucños entre los pobres y pequeños.
V al lado de ese corazón, una voluntad gi­
gante, indóm ita e indomable, que ni la in­
mensa cantidad de obras, ni el trabajo suyo
extraordinario pudieron jam ás rendir.

U n e jé rc ifo p ro d ig io so .
Al servicio de esa voluntad e inteligencia
excepcionales había, además, un organismo,
una constitución física que, gracias por una
parte a lo feliz de su tem peram ento, y por
otra al conocim iento prem aturo de una po­
breza pródiga en privaciones, y más que todo
esto a su voluntad fuerte y disciplinada,
sumisa a un régimen de verdadera y volunta­
ria penitencia, mostróse de ta l modo resis­
tente al trabajo, que es algo que llena de
admiración y — sin rodeos podemos decirlo
— resulta milagroso.
Bastaría recordar, someramente, la a ctiv i­
dad del Beato y fijarse en la perfección con
que lo hacía todo. Si se pone a escribir —
y Nos recordamos haberlo visto aplicado a
esta su especial actividad — parece como si
para él no hubiera en el mundo otra cosa de
que ocuparse: de su pluma brotan páginas
y más páginas, opiísculos, cartas innumera­
bles que constituyen otros tantos beneficios
espirituales.
Dijérase que no tenía tiempo para otra
cosa más que para hablar con todos, para
escuchar a torios, para resjwnder a todos,
y aún digo más, cualquiera habría podido
iH.‘usar que disponía de mucho tiempo libre
>~a que juzgaba com o un deber bajar a entre­
tenerse, a menudo, con los niños, para ale­
grarlos y consolarl(»s, es|>ecialmente a los
que veía más desam parados del mundo, para
ju gar cmi ellos y entretenerUxs con su amena
conversación, cr^iuo si en la \*ida no hubiese
otros deberes ni otras atenciones que recla­
masen si inestimable presencia, como si no

hubiese tenido por delante toda aquella, ad ­
m irable labor después realizada.
D e aquí que resulte en extrem o m aravilloso
pensar cómo pudo encontrar tan to tiempo,
de qué modo y en qué momento del día pudo
hallar para sí ese mínimum de tranquilidad
y de reposo que para él, no menos que para
1 )S demás mortales, es de una necesidad a b ­
soluta.
Pero esta síntesis, o si .se quiere este con­
junto de síntesis personales, aún siendo tan
grandes y magníficas, desaparecen, por así
decirlo, para luego aparecer de nuevo como
causas ante sus propios efectos, al lado de la
síntesis objetiva de la obra del Beato, m á­
xim e cuando se la contempla a la distancia
(le tantos años; desde su rudo pastoreo de
« I Becchis », desde sus humildes tanteos en
Santa Filomena de Valdocco, hasta las gran­
diosas florescencias que h oy se ofrecen a
nuestros ojos.
Dando una ojeada general de conjunto,
vemos que los hijos e hijas del Beato, o sea
los Salesianos y Hermanas de María A u x ilia ­
dora, llegan y a al número de 19.000; un
ejército, y bueno es que se diga, un ejército
que se presenta com pacto y en una sola línea,
en primera línea, empeñado en un trabajo
amplio y fecundo, ya que este fué el lema
del Beato, trasm itido luego a los Religiosos
herederos suyos; el trabajo llevado h asta tal
punto que no haría buena figura entre los
Salesianos o entre las H ennanas de María
Auxiliadora, quien no se destacase como
buen trabajador.
E l trabajo es el distintivo, la librea, de
este providencial ejército, y ello se demuestra
tam bién con cifras: 1.400 casas; 80 P rovin­
cias, o como dicen los Salesianos, Inspecto­
rías; miles y miles de iglesias, de capillas, de
asilos, de colegios, cuyo número es difícil pre­
cisar.
Sus alumnos alcanzan, presentemente, a
varios cientos de miles, los exalum nos se
cuentan por millones, y dígase otro tan to de
la tercera y gran Fam ilia Salesiana, la de los
Cooperadores, esa longa manus, como Don
Bosco la llam aba y Nos lo oímos de sus la ­
bios, cuando, con humilde complacencúa pro­
pia de quien atribu ye a otros el m érito y la
importaníúa, N os m anifestaba el B eato que,

gracias precisam ente a esos sus cooperado­
res, le era dado tener mane» suficientemente
largas para poder Uegar a todas partes. A
pesar de estas cifras, resulta m u y difícil v a ­
luar, así sea de un modo aproxim ado, todo
el bien que' Don Sosco lia te ch o y sigue
haciendo; basta recordar sus dieciséis Misio­
nes, propia y verdaderam ente tales, a las que
lia y que añadir doble número de otras, que
jiodemos llam ar subsidiarias, en las que los
hijos e hijas de Don Sosco trabajan, deno­
dadamente, para la conversión de los infieles.

'D a tttih i ánim as’
Y el bien que hacen es inmenso, extraor­
dinario. N o h a y m ás que v e r ese fervor de
educación, de ta n varias m odalidades '— ci\nl, profesional, com ercial, a gríco la— que se
conser\^ siempre una, siempre inalterada, y
que aún resulta más preciosa cuando se piensa
que es una educación, total, profunda y exqui­
sitam ente cristiana.
He aquí, a grandes rasgos, la bella síntesis
que se ofrece al espíritu, a l contem plar la
obra grande, puede decirse como el mundo
entero, y la figura del Beato Don Bosco, que
en estos felices momentos está aquí rediviva
y presente.
En verdad que sería el caso de preguntarse,
cúal es el secreto de todos esos m ilagros de
trabajo, de extraordinaria expansión, de ím ­
petu sobrehumano, de éxito grandioso.
Y a esta pregunta responde cabalm ente
Don Bosco; es él mismo quien nos descubre la
clave de este espléndido misterio; nos la des­
cubre en aquella perenne aspiración su ya, o
mejor, en aquella incesante unión con Dios —
su oración era, en efecto, incesante y continua
y su conversación con Dios íntim a e inin­
terrum pida, pudiéndose decir de él. con
verdad raras veces igualada, qui laboral oral,
puesto que Don Bosco identificó el trabajo
con la oración — la respuesta, decíamos,
nos la ha dado él mismo, con aquella su
constante invocación da tnihi animas, coc­
iera toüe; las alm as, siempre las alm as y
el am or de las almas.
¡Oh qué oportim o es este recuerdo, esta
oración personal del Beato Siervo de Dios,
en este bello, santo, fructuoso y edificante

desenvolverse dél A ño Santo de la Re­
dención!
E l Beato D on Bosco había cabalm ente
estudiado, había m editado bien y tenazm ente
el misterio y las obras de la Redención, para
poder realizar toda su inmensa labor, que
de este modo y sólo de este modo halla una
explicación posible.
E l recibió de Dios el m andato es¡íecífico,
la misión determ inada de continuar la obra
de la Redención, de propagar y aplicar, siem­
pre más difusamente, siempre más copiosa­
mente, en las almas, sus preciosísimos frutos.
Sólo de este modo destácase en toda su ver­
dadera grandeza la actividad del Siervo de
Dios, sea cuando se piensa en el gran nú­
mero de alm as por él lle\udas a la Redención,
durante su vid a, com o cuando se considera
las que ha llevado, mediante esa longa
manus de sus hijos y de sus cooperadores,
o las que por obra su y a han sido objeto de
propias y verdaderas resurrecciones espiri­
tuales. o, finalmente, las que él ha llevado
de nuevo al cam ino de la salvación que
tenían perdido y olvidado. Siempre, en todo
y en tod as partes, extendiendo los frutos
de la Redención.

Las enseñanzas de la C ruz.
E l Beato había, pues, meditado profunda­
mente el misterio de la Redención. Y es
este un recuerdo, m ás que nunca, oportuno;
es lo mismo que Nos, durante todo este Año
Santo, hemos ardientem ente anhelado y re­
petido; a saber, que el pensamiento de todas
las alm as redimidas, de toda la humanidad
salvada, debe voh ’erse, con sentido recuerdo
y reconocida atención, hacía esta obra gran­
diosa, de la cual se derivan los más inesti­
mables beneficios, hacia la Redención, y
hacia el A u tor de ella el Redentor Divino.
D a m ihi animas, cadera toüe; y el Reden­
tor, ¿qué es lo que nos dice? ¿qué es lo que
les dice a esas alm as que decididamente
van por estos caminos?
E a primera palabra que b aja de aquella
cru z en la que se consuma la Redención,
m ediante la Sangre y la Muerte del H ijo de
Dios, es aquella misma que hubo de pronun­
ciar Jesús, a m anera de prólogo de esta su

37

A

obra D ivina; ^quid prodest hóntini, si mundum universum lucretur, ánimae vero suae
delrimentum patiatur? ¿qué le aprovecha al
hombre ganar el mundo entero, si llega a
perder su alm a?
Con estas palabras quería hacernos com ­
prender el valor grandísimo, trascendente, de
las almas, el valor incom parable de las almas.
Pues véase como estas mismas palabras,
esta misma lección divina salen de los labios
del Redentor puesto en la cruz, a manera
de testam ento hecho por lil cuando hallá­
base moribundo, rubricado con su propia
Sangre D ivina.
He aquí — dice en aquella hora suprema
— he aquí lo que valen las almas, todas las
almas, y por ende, la de cada uno en p arti­
cular.
Por ellas Jesús ha dado, sin vacilar, toda su
Sangre, e inm olado toda su vida; no creyó
excesivo pagar un precio tan grande e ines­

tim able, com o que es divinam ente infi­
nito.
N o hemos de terminar sin in v ita r a todos
a que guarden en su corazón esta grande p a­
labra, este grande amor a las almas, que tan
eficazmente supo atraer a la palabra y al
am or del Redentor Divino, este su Siervo
valeroso y fiel, ese obrero infatigable, el Beato
Don Bosco, para tan tas y tan tas almas
instrum ento precioso de la Redención.
Con este pensamiento, bendecimos a to ­
dos los presentes, y queremos que nuestra
bendición se extienda tam bién a sus in­
tenciones; bendecimos a todos los hijos de
la Fam ilia Salesiana y a las H ijas de ila r ía
Auxiliadora; a todos los que, con su coo­
peración, sostienen sus m aravillosas a ctiv i­
dades, y finalmente, bendecimos a la per­
sona o personas que cada uuo de los pre­
sentes lleva en su m ente y en su corazón y
desea sean tam bién bendecidas.

Palabras de Acción de Gracias de nuestro Rector Mayor
E l Decreto que acaba de leerse, en vitud del
aprobados los dos milagros pro­
puestos para la Causa de Canonización de nuestro
Fundador, el Beato Don Bosco, rws ha llenado
i'¡ alma de reconocimiento y consuelo.
De reconocimiento hacia Vuestra Santidad,
que, con el sello de la Autoridad Apostólica,
acelera la feliz terminación de laCausa, dándonos
uuevas seguridades de que la gloripcación de
nuestro Beato Padre tiene el beneplácito de la
Voluntad Divina. De cotisuclo, para nuestro
corazón de hijos q\te desde ahora saboreamos ya
las exultaciones de ese gran día en que la Iglesia,
por el Magisterio del Vicario de Jesucristo,
proclamará la gloria de nuestro Padre, aureo­
lándolo con la corona de l<i Santidad.
.íl rendir hoy el tcsthnonio de *u4estra gratitud
a Dios y a Vuestra Santidad, por tan sehalado
favor, siento vibrar en mi voz la doble palpitación jubilosa lie las dos Familias ttts/ítuidas por Don Bosco (permitaseme una vez
m<is nombrarlo de esta manera qtze en nosotros
despierta el recuerdo de tantas cosas gratas)
de las dos Familias de Don Bosco, digo, que le
deben a él sw origen y su espirita, y su conpanza
en el porvenir. Le deben su origen que para
el atnado Piidtc fué ocasión <ie los más acerbos
r inauditos sacrificios; le deben su espirita, que
nosotros con renovado <>A(mc<7 procuratnos con­
servar integro y llatneanie; le deben 5U con-

ci,m I resultan



38 —

panza en el porvenir, que, por miiltiplcs ra­
zones de orden superior, viene creciendo en noso­
tros, de día en dia, y estimulándonos a celar,
con renovado empeño, la gloria de Dios y el
bien de las almas, dentro del campo que el Divino
Dxteño nos tiene señalado.
Este mismo afluir, siempre creciente, de opera­
rios evangélicos que, en gran luonero, ingresan
en las Familias espirituales del Beato Don Bosco,
reafirma en nosotros la confianza de que su gran
ideal, o sea la cristiana educación de la juventud,
según el espíritu de la Iglesia y las directivas
trazadas por su Cabeza visible, habrá de ir rea­
lizándose en progresión siempre creciente.
Ante un porvenir tan halagüeño, nuestro Beato
Padre »»os (Atendrá ¡agracia — osí loesperamos —
de poder recoger cada vez en mayor abundancia, los
frutos de la Pedención, cuyo aniversario dieci­
nueve veces secular, Vuestra Santidad, de modo
tan solemne, ha dispuesto sea celebrado en todo
el mundo, por medio de este Jubileo Extraordi­
nario.
He aqui los sentimientos con que el humilde
Sucesor del Beato Don Bosco viene, esta mañana,
a postrarse a los pies de Vuestra Santidad,
para ofrecer el homenaje del común agradeci­
miento, e implorar sobre Salesianos e Hijas de
Maria .Auxiliadora, sobre sus alumnos y exa­
lumnos, sobre la gran Familia de nuestros Coo­
peradores, la gracia de la Bendición Apostólica.

I
El Decreto sobre los milagros.
En la lección d d santo Evangelio de hoy se
ofrecen a nuestra consideración aquellas pala­
bras de Nuestro Señor Jesucristo, con las cuales
el Divino Fundador preanunció el desarrollo
futuro de su Iglesia: E l reino de los cielos es
setnejante al grano de mostaza que, siendo la
más peqiteña de todas las semillas, en creciendo,
viene a ser mayor que todas las legumbres y hácese árbol, de forma que las aves del cielo bajan
y posan en sus ramas (MaTT., 13-31, 32).
Esta nota de humildad hállase, casi siempre
en el origen de las Obras que vienen de Dios, y
en proporción tanto m ás grande, cuanto mayor
es el desarrollo que la Providencia Divina les
tiene reservado en el porvenir.
E s éste el pensamiento que surge espontáneo,
cuando se considera dónde y cómo tuvo prin­
cipio esta Obra magnífica de cristiana educación
creada por el Beato Juan Bosco, y que, en tan
breve espacio de tiempo, ha logrado extenderse,
próspera y llena de vida, por todas las naciones
de la tierra.
Era de ver — no liace aún muchos años —
cómo im sacerdote humilde, en plena juventud,
pobremente vestido, con la sonrisa en el rostro,
reimía en im desierto prado de las afueras de
Turín, a los niños más abandonados del bajo
pueblo.
Rodeándolos allí de solícitos c\iidados, en­
treteníalos con juegos y diversiones, y reuníalos
luego en un mísero cobertizo, para enseñarles
el catecismo con métodos los más admirables,
y con dulces y delicados modales los atraía
a la piedad.
En aquel descampado del barrio de Vuldocco,
después de repetidos desahucios, molestias y
persecuciones de todo género, pobre y despre­
ciado de muchos pero guiado siempre por Dios
que tenía sobre él grandes designios, halló
acomodo el Siervo de Dios, con aquellos sirs
amadísimos niños carentes de hogar, y de esta
manera, puso fin a sus peregrinaciones.
Consumíase todo él en llamas de divina cari­
dad mientras de modo maravilloso iba prepa­
rando el terreno para realizar aquella Obra de
proporciones gigantescas que, bajo la iuspíraci& i divina, claramente se perfilaba en el fondo
de su espíritu.
Los incontables beneficios que de aquella
Obra se han derivado, y el vigor incontenible
con que crecen y se expansionan las dos Fami­
lias R el^ o sas por él fimdadas, son hoy hechos
bien destacados y de m uy fácil comprobación. Lo
que no resulta ya tan fácil es imaginar y expre­
sar con palabras los trabajos indecibles que
este hombre insigne tuvo que arrostrar, y las

mil dificultades de que su recio carácter o in­
victa paciencia supieron salir vencedores.
Nacido en Ca.stelnuüvo de A sti (hoy Casteliiuovo Don Bosco) de padres humildes, el 16
de Agosto de 1815, moría en Turín, el 31 de
Enero de i888.
En aquellos tiempos que eran extrematlaniente difíciles, en me<Uo de un continuo agi­
tarse de pueblos que estaban al rojo vivo, enlo­
quecidos por el aíán de nuevas formas de vida,
en una atmósfera encendida de itersecución
contraía Iglesia, el Beato Juan Bosco descolló,
entre otros hombres santos suscitados por
Dios, a manera de gigante que se lanza a
recorrer su camino.
Célebre por la fama de su santidad e ilustrado
por Dios con milagros después de su muerte,
nuestro Santo Padre Pío X I lo inscribió en
el numero de los Beatos, el día 2 de Junio
de 1929.

I.as favorecida» por los dos milagros.

Cataliaa Pitenga.

Ano MaccolM.

Reanudada, el año siguiente, la Causa de
Canonización, practicáronse en Rímini y en
lusbm ch Procesos Apostólicos sobre dos curaci'»nes milagrosas atribuidas al Beato, habiendo
sido aprobados por decreto de esta Sacra Con­
gregación en Abril del año p)asado.
Ambas curaciones fueron discutidas en la
Congregación Antipreparatoria que se celebró
bajo la presidencia del Emmo y Rvdmo Sr.
Cardeial Verde, Ponente o Relator de la Causa,
el día 26 de Julio de 1932. Pero no habiendo sido
admitido el milagro que se decía realizado en
Insbmch, hízose en Bérgamo un nuevo Proceso
Apostólico que fué convalidado con decreto
de primero de Febrero dei presente año, y
cuyas conclusiones fueron discutidas en la Con­
gregación Antipreparatoria, tenida en presencia

39

------------

del susodicho Rvdmo Sr. Cardenal Ponente.
Habiéndose hecho necesario precisar algunos
datos sobre la primera curación, instruyóse en
Rímlni un Proceso supletorio que fué unido
al principal.
TSsta curación verificóse en Rímini.
Ana Maccolini sintióse atacada, en Octubre de
1030. de broncoiieumonla Influencial, que per­
sistió hasta Febrero del siguiente año.
A mediados de Diciembre de 1930, sobreví­
nole, además, una flebitis en la pierna y muslo iz­
quierdos que invadió todo el miembro, quedando
éste privado en absoluto de movimiento e hin­
chándose hasta adquirir doble vohunen del
normal. Conviene advertir que la flebitis que en
los enfennos jóvenes es siempre grave, lo es
mucho más en los de edad avanzada, por el
peligro de gangrena y arteriosclerosis.
l ’or esto los dos médicos de cabecera, confornics en el diagnóstico, y teniendo en cuenta la
mucha edad de la enfemia, (74 años) más aún
que la propia infección influencial, pronostica­
ron un probable funesto deseiilace.
Fs opinión común de los técnicos que la
flebitis no puede ser curada de un modo intantáneo. Pues bien, la susodicha Ana, una
noche, a fines de aquel mismo año, y después
de haber hecho un triduo al Beato Don Bosco
y aplicado sobre el mieiubro enfermo una reli<iuia del mismo, sintióse instantánea y i>erfectamente curada de la flebitis, sin que le haya que­
dado vestigio alguno de dolores, ni de hincha­
zón, y recobró en el acto el movimiento y la
flexibilidad del miembro afectado.
Que esta curación ha sido perfecta, lo atesti­
guan, además de los médicos de cabecera, los
I>eritos que, diez meses después del hecho y
ahora hace seis, precisamente, reconocieron a
la referida Ana. Dichos tres peritos, nombrados
por esta Sagrada Congregación, unánimemente,
con los expresados doctores de cabecem, convhiieron en la diagnosis y pmgnosis, y en el
reconocimiento del hecho milagroso.
Con no menor evidencia ofrécese el segundo
milagro. Catalina Pilonga Ivanfranchi padecía
diátesis artrítica, líl artritismo había intere­
sado de modo esjK'cial pies y nxlültis, con lesio­
nes orgánicas y en forma gravísima, bajo el
aspecto funcional, aunque sin que peligrase su
vida.
Habiendo resultado inútiles diversas curas
(pie. desde 1903. se le fueron aplicando, fué
a ÍAnmios dos veces, y no habiendo conseguido
el efecto deseado, ni siquiera la segunda vez,
antes de abandonar el célebre Siuituario, en
^ra^♦ o de 1931, dirigió a la Santísima Virgen
utia súplica en estos ténninos: 4 Y a que aquí
no he obtenido la salud, concededme al menos,
jwr la devoción que tengo al Beato Don Bosco,
que sea él quien me la obtenga en T u ríii».
L a invocación al Beato y la confianza en la
40

mediación universal de María resultan aquí
evidentes.
A l regresar de Francia, hallándose la pobre
enferma en el infeliz estado que se ha dicho,
visitó la Basílica de María Auxiliadora de Turüi,
el día 6 de Mayo. Ayudada por rma hermana
suya y por el cochero, bajó del carruaje, entró
en el templo, y sentóse para orar ante la rima
que contiene el cuerj» del Beato Juan Bosco.
Momentos después, pónese de rodillas y perma­
nece así veinte minutos, se levanta, camina
hasta el altar de la Virgen, y vuelve a arrodi­
llarse. Opérase entonces en su ánimo una fuerte
reacción y dice que se siente curada. Así es,
en efecto; sin requerir ayuda de nadie y ante
la estupefacción de todos los que la habían
conocido imposibilitada, anda libremente por
sxos pies, sube al coche, baja las escaleras; todo
sin la menor dificultad.
Hasta el momento presente la curación sigue
siendo perfecta, conforme acreditan los tres peri­
tos de esta Sagrada Congregación, quienes, de
acuerdo con los médicos de la favorecida, han
reconocido el milagro.
Sobre estas dos curaciones milagrosas hubo
discusión, por segunda vez, en la Congregación
Preparatoria celebrada ante los R\mios Carde­
nales, el 25 de Julio p.p. y, repitióse, el 14 del
mes corriente, en la Congregación General te­
nida ante la presencia del Santo Padre Pío X I,
en cuya Congregación el Rvmo Sr. Cardenal
Alejandro Verde, Ponente o Relator de la
Causa, propuso esta duda: S i cobista de los mila•^ros, y de cuáles deéllos, en el caso y a los efectos
de que se trata, después de haber concedido la
Sania Sede culto público al Beato Juan Bosco.
Los Rvmos Cardenales, Prelados oficiales y
Padres Consultores expusieron cada uno su
parecer. E l Santo Padre, oídas las deliberacio­
nes, tomóse algiin tiempo antes de decidir,
o fin de impetrar de Dios las luces necesarias.
Señaló luego el día de hoy, 19 de Noviembre,
y dominica 40 después de Pentecostés, para
hacer pública su decisión.
Ordenó al efecto que fuesen convocados los
R\-mos Cardenales Camilo Laurenti, Prefecto
de la Sgila Congregación de Ritos, y Alejandro
N’crde, R d ator de la Causa, y así mismo el
R\nno Padre Salvador Natucci, Promotor Ge­
neral de la Fe, con el infrascrito Secretario, y
en presencia de ellos declaró: que consta de los
dos milagros obrados por Dios mediante la in­
tercesión del Beato Juan Bosco o sea, de la
curctción instantánea y perfecta, tanto de Ana
Maccolini afecta da flebitis grave en la pierna
izquierda, como de Catalina Pilenga Lanfranchi
enferma de artritismo grave y crónico, en pies
V rodillas.
Ordenó, además, que este Decreto fuése pro­
mulgado e inscrito en las Actas de la Sagrada
Oougregaci&i de Ritos.

LAS G R A N DES J O R N A D A S
DE

LA

CA N O N IZA CIO N

Líneas generales del Programa de Fiesías.

En ROMA:

El día 2 de Abril, a raíz del G ra n A confecim ien fo, comenzará un S O L E M N E
al nuevo Santo, en la Basílica del Sgdo Corazón de Jesús del Castro Pretorio,
en el que intervendrán eminentes Purpurados y varios Sres Obispos, y ocuparán la
Sgda Cátedra eximios oradores del Colegio Cardenalicio.
En los mismos días 2, 3 y 4 de Abril se celebrarán:
1) Reunión General de la Familia Salesiana a los pies del Santo Padre.
2) Solemne Conmemoración del nuevo Santo, en presencia de las Autoridades,
en el instituto de! Sgdo Corazón.
3) Homenaje a S. S. Pío XI, en el nuevo templo de María Auxiliadora.
T R ID U O

En TURÍN:

Los días 5, 6 y 7 de Abril, nuevo Triduo en la Basílica de María Auxiliadora,
solemnizado, como el anterior, con la intervención de las más altas Representaciones de
1a Iglesia.
Día 8 - Misa Pontifical solemnísima.
Por la tarde del mismo día. G randiosa Procesión, con la urna donde se guardan
los restos gloriosos de! Santo.
Día 12 - Colocación de la P rim e ra P ie d ra de las obras de ampliación del San­
tuario-Basílica de María Auxiliadora y del nuevo Altar dedicado a San Juan Bosco.
Día 22 - Homenaje a Alamá M a rg a rita , en la Casa Paterna de Don Bosco de
1 Becchis.
/ Ya ¡legó e l D ía G rande! e l D ía alegre y glorioso.
E l D ía cuya aurora refulgente habíamos iodos deseado ver.
¡A

R O N Í A y a T U R tN ! Sa/esianos e Hijas de Afiaría Auxiliadora,
i A R O M A y a T U R ÍN ! Exalumnos y Cooperadores.

A llenarnos lo s ojos de luz y e l corazón de dulces em ociones.
A aumentar e l cortejo triunfa! d el nuevo Santo, de nuestro querido

D O N

B

O

S

C

O

La Obra de Don Bosco en España y América
Relaciones enviadas al Rector Mayor.

ARGENTINA - Bahía Blanca. —

Ceríomen
Liícrarío en honor de/ Venerable Domingo
Savio, en e¡ Colegio *'Don B o sco ".

Coa motivo de la declaración de la heroici­
dad de las virtudes del angelical Domingo
Síivio, se realizó en este Colegio, con brillante
éxito, un certámen literario, entre los aliunnos
de los cursos elementales, organizado por las
Compañías religiasas del mismo estableci­
miento.
Previa aprobación y bendición de tan bella
iniciativa jx>r el R\-mo. Sr. Inspector Don
Ga\idenclo Manachino, se constituyó un Ju­
rado y se propusieron estos cinco temas:
Un episodio de Domingo Savio.
¡domingo Savio y la Snta. Eucaristía.
Domingo Savio y los compañeros.
Su lema: t La muerte, mas nó el pecador.
Domingo Savio y las lecturas.
E l 10 de septiembre clausuróse el concurso.
El Jurado, hecho un detenido examen de todos
los trabajos presentados por los escolares, puso
las calificaciones y adjudicó los premios, ha­
biendo sido agraciados con la.s primeras dLstinc^nes, los alumnos Roberto Busto, Emilio
Reviriego, Jorge R. Agrasar y líugenio V.
Suárez.
Eos premios consLstiemn en me<lnlla do oro,
relojes, máquinas fotográficas, objetos do adorno,
libros, diplomas, etc.
La pnxílamación y distribución realizóse en
\m solemne acto público, en el teatro ¿ Don
Bt>sco *, el día 15 de octubre, durante el cual
los alumnos del Centro RecrealÍTO: « Don
Basco * pusioixm en escena el aiadro de Nicelyotus S. S. « El Misionerito ' y con c>tro cuadro
vi\*o. preparado por el Mtro. Néstor Napal, y
i\uno el anterior entusiásticamente aplaudido
pcir el público, terminó la función.

ARGENTINA - Buenos Aires. —

Los Exa~
lamnos de Don Bosco en e l Santuario de
Luján.
Realiz;iron su X X \^ II Peregrinación al San­
tuario de Luján los exalunmos de Doíi Bosco,
el II® domingo de octubre, según costumbre.

La noche se presentó diluviando; a las seis
de la mañana todavía amenazaban negros y
densos nubarrones, pero dos horas después el
cielo se despejó totalmente y el buen Dios nos
regaló un día primaveral, encantador.
A pesar del mal tiempo, no sólo no se arre­
draron nuestros valientes jóvenes, sino que
pasaron el número de estos tres últimos años. La
peregrinación nos pareció también más devota
y recogida. Podemos decir que comulgaron la to­
talidad de los concurrentes. No queremos fijar
número, porque el público sude creer que
doblamos las cifras, de puro optimistas.
E l canto del Credo logró destacar sobre todo;
después de seis años, en los que venimos repi­
tiendo el ensayo, ahora ya lo canta la masa
juvenil, fer\'orosa, entonadamente y como un
solo hombre. Nuestro Rvmo. Padre Inspector
Don Nicolás Esandi nos decía: «Mientras ce­
lebraba la misa la atención se me iba a aquel
canto que gradualmente iba tomando cuerpo,
hasta definirse en un coral emocionante *.
E l coro del Centro San Juan Evangelista liizo
primores y la ejecución del Iiimno nacional, fuera
de la Basflica resultó otra nota no menos
grata y solenme.
La Peregrinación d d Rosario no se realizó
este año por coincidir con d imponente Congreso
Eucarístico Diocesano de Sta. Fe, en d cual los
Exalumnos de Don Bosco tomaron parte muy
acti\*a.

ARGENTINA - Córdoba. —

Cariñoso home~
naje a un sacerdote ilustre.

Tx)s estudiantes dél Instituto Teológico Salesiano «Clemente J. Villada y Cabrera » han ce­
lebrado con solemnes actos públicos las Bodas
de Oro Sacerdotales d d sabio historiógrafo e
im'estigador argentino Mons. Pablo Cabrera,
que a su cualidad de hombre eminente en las
letras patrias, ime la de ser un gran admirador
y amigo de la Obra de Don Bosco, y haber
contribuido, con su inter\*ención personal va­
liosísima, a q\ie los Salesianos pudieran fundar
en la «Atenas Argentina * su espléndido Co­
legio « Pío X *, sede actualmente de la Inspecto­
ría de San Francisco Solano.

Las fiestas celebradas en honor de Mons. Ca­
brera se desarrollaron en un ambiente de gran
cariño, y los jóvenes teólogos y los salesianos
todos de Córdoba echaron el resto, como vul­
garmente Se dice, pronunciando discursos nota­
bilísimos, y ejecutando la música mas selecta de
su repertorio, en un acto publico que fué hon­
rado con la asistencia de todas las autoridades
y amigos conspicuos del homenajeado.
E l ilustre anciano ha llegado felizmente a sus
Bodas de Oro Sacerdotales, rodeado de los más
altos prestigios, siendo conocido, en toda la
República, como un santo y ejemplar ministro
de Dios y como un valor intelectual de primera

los niños y profesores del Colegio Don Bosco,
con ima fiesta m uy simpática.
Oída una misa solemne, en el templo de María
Auxiliadora, llamado también de Siui Agustín,
donde se cantó ima plegaria a Santa Gotilde
expresamente compuesta por el Director del
Establecimiento Rvdo P. Hndek, fué invilmla
a pasar al salón de actos, que estaba ct)inpletamente lleno de público, ¡xara recibir el cariñoso
homenaje de la casa.
Himnos y discursos, y la sugestiva zarznelita
« Nobleza y Patriotismo i formaron un precioso
ramillete, que la piadosa Princesa recibió coni])lacidísima da manos de los pequeños, quienes

m

Argentina - B ahía Blanca. — Loe Teacedores en el Ceriam en.

fuerza. L a Historia y Etnografía patrias le
deben, en efecto, m ultitud de obras de indiscu­
tible autoridad científica, en parte inéditas, y
publicadas otras, formando 25 volúmenes que
el Gobierno Argentino ha acordado reeditar por
su cuenta.
Reciba el ilustre sabio y benemérito coopera­
dor salesiano nuestros plácemes más entusiastas.

BOLTVIA - Sucre. —

La Srma Princesa
Clotilde V. de Argaadoña visita e l Colegio
Don Bosco.
E l domingo, 3 de Setiembre, la insigne Dama
chuquisaqueña, que había mostrado deseos de
conocer la Obra Salesiana, fué obsequiada por

actuaron, en todo momento, como verdaderos
artistas.
Despidióse la egregia Señora, después de vi­
sitar todo el Oílegio, haciéndose lenguas del buen
orden de sus instalaciones, de la piedad y buena
compostura de los 300 alumnos, a los cuales
admiró recogidos en los bancos de la iglesia,
del grado de fo r m a d ^ cultural que demostra­
ron tener en la Veladita improvisada en su
honor, y de lc« resortes y admirables atractivos
de la educación salesiana.
Mientras el auto de la Princesa se perdía en
las lejanías, con los distinguidos señores que la
acompañaron, los acordes de la música y los
últimos vítores de los niños todavía hendían
el espacio.
--------- --

43

1

COLOMBIA - Medellín. —

Jornadas Eucarísíicos en c! ¡nstiíuío Salesiano Pedro
Jusío Barrio.

Ivos Hijos de D. Bosco de esta ciudad rin­
dieron el mayor de los homenajes a la Sagrada
líucaristía, al cumplirse el X IX Centenario de
la institución del Sacramento del Amor, pro­
moviendo la participación de los elementos
laicales en el apostolado jerárquico, organizando
un verdadero torneo Eucarístico-Social, de gran­
des proyecciones en un futuro no lejano.
E l día 20 de octubre se verificó la primera
sesión del Congreso con un discurso sobrio,
elegante, de bellas ideas, pronunciado por el

el acta de la sesión anterior, tomó la palabra
el Sr. D. Carlos Augusto Agudelo, Director de
Educación Pública, y de ima manera magistral
expuso el programma: L a Acción Social y su
base fimdamental: L a Eucaristía. Admirable
fué esta exposición que unió la claridad a la
profundidad y belleza de estüo. Bien merecidos
fueron los aplausos que se le tributaron.
D.
Ernesto Echavarría habló en seguida so­
bre la necesidad de un Oratorio Salesiano en
las dependencias del Instituto Pedro Justo
Berrio, suscitándose en tom o la propuesta un
interesante debate, en el que tomaron ¡jarte
distinguidos sacerdotes y varios seglares. Las
conclusiones fueron las siguentes: formación

£1 Bxemo Sr. Nuncio de S, S. en el Insiituio Pedro Juafo Berrio.
R. P. Bertola, Superior de los Solesiiuios eu Co­
lombia. Después Certanieu Catequístico y elec­
ción, entre los ixímpeoncs, del príncipe Miguel
Mejía y de los oóns\iles .Vrturo Aj^ra.Siimuel
Maya, Ernesto Sierra y Juan de Dios Carras­
quilla.
El lüuumo Alfonso Bustamante disertó so­
bre la institución de la Compañía del Santí­
simo, encargada de mantener \ivo el fuego
sagnrdo del amor al augusto Sacramento.
«DomiugoSavio» fué el cuarto punto tratado,
y el joven Alberto Jiménez hizo im estudio
sobre este apóstol de la Eucaristía, sacando bellas
y sabias conclusiones que fueron discutidas anipli.amente. La banda salesiaua amenizó el acto.
E l día segundo del Congreso, a i de octubre,des­
pués de haber sido cantado el bello himno Christus Vincit, y de haber sido leída y aprobada

44

de una banda <le música, propria del Oratorio,
a base de una suscripción popular; que la Ju­
ventud Católica y Vanguardias Católicas pres­
ten su colaboración eu la enseñanza del Cate­
cismo los domingos; expresar el deso de que se
celebre un Congreso Eucarístico Nacional, a
cuyo objeto el joven (casi niño) augusto Toro
leyó un discurso, en representación de las Van­
guardias Católicas, valiaite, de corte literato,
y de ideas profimdamente eucarísticas. Como
parece que ya la Conferencia Episcopal, recien­
temente reunida en Bogotá, había aconiado el
Congreso , y hasta la ciudad en donde deberá
reunirse, se acordó solicitar que dicho Congreso,
de ser posible, se verifique en Medellín.
Quedaba la ponencia; <E l Yocismo como InstituciónCatólicat.'y la trató magistraimente Don
César Gómez, Subdirector del Centro Yocista

y Comandante de los Scouts. Fué su exposición
clara, ordenada y concluyente. Entre las con­
clusiones aprobadas figura la de que los
alumnos del Instituto Pedro Justo Berrio, al
lanzarse a la vida del mundo se hagan yocistas.
Como programa literario de esta noche se
recitó la Epopeya de la Espiga, de Martínez
Mutiz, ante mía bella alegoría que representaba
un trigal, y sobre él, la Hostia plena de irradia­
ciones, adorada por varios ángeles.
E l tercero y i'ütimo día, 22 de octubre, Gran
fiesta Religiosa, con toda la pompa y solemni­
dad que pudieron darle los Hijos de D. Bosco.
I^a misa Pontifical, celebrada por el limo. Sr. Salazar, y el sermón del R. P. Roberto Pardo
M. resultaron de una bdleza conmovedora.
A las siete y treinta minutos de la noche se
efectuó el último torneo en el teatro-salón del
Instituto. La concurrencia fué más numerosa
que en las noches anteriores. Terminado el
Himno Eucarístico, ocupó el estrado el R. P.
Roberto Mardo M. y con la eloquencia que le
es propia, desarrolló el tema sobre la educación
del carácter y la Eucaristía. Fué una pieza ma­
gistral, fervorosamente aplaudida.
E l segundo discurso estuvo a cargo de Don
Arturo Palacio Mejía, quien habló sobre el
Centenario de la Institución de la Eucaristía,
habiendo sabido triunfar brillantemente de las
dificultades del tema.
Finalmente, el discurso de clausura fué pro­
nunciado por un apóstol, por un abnegado sem­
brador en el campo fecundo de la Acción Cató­
lica, el R. P. Antonio Jaraniülo Bemal. En Co­
lombia se le conoce m uy bien, y todo lo que
pudiéramos decir de él sería empequeñecerlo.
Pueden estar bien satisfechos los organiza­
dores de la magna Fiesta Eucarística de Medellín y cuántas entidades y personas en ella to ­
maron parte. De estos brillantes actos ha sa­
lido triunfante y robustecido, no sólo el sen­
timiento eucarístico del pueblo sino las filas
de la Acción Católica, bajo cuyas banderas
militan ya 24.000 obreros colombianos.

PERÚ - Arequipa. — Una

visita a la Escuela
de A rtes y OBcios, a cargo de los
Sa~
¡estaños.
Publicamos im interesante reportaje del dia­
rio * Noticias » porque autendemos que habrá
de ser orientador para m ás de cuatro personas
conocedoras del ambiente local, y para todc«
servirá de edificaci&i y aliento.
E l Municipio de Arequipa ha tenido el bello
gesto cultural y patriótico de subvencionar,
con los fondos de la ciudad, a 50 niños pobres,
para que en el Instituto Salesiano puedan ha­
cerse hombres honrados, útiles a su familia
y a su patria, adquiriendo xm oficio con todos
ios requisitos de la técnica moderna.

PP.

E l gesto de los inunícipes tuvo sus impugna­
dores y contrarió vivamente a esos elementos
que, en ningima parte faltan, y ven con malos
ojos todo lo que tiende a favorecer a las Congre­
gaciones Religiosas, aunque, en el caso q\ic ñas
ocupa, a quien favorece el Muuieipiix de Are­
quipa, íntegra y exclusivamente, es a 50 fa­
milias obreras de su país, en beneficio do axyas
hijos se invierten los fondos de la suh\'eneión.
Llevó.sc el ¡xleito a la plaza pública, y tuvo
siL S ribetes de escándalo; durante algunos días
la pretisa adversa agitó los espantajos del cleri­
calismo, de un modo tan descompasado, qxie

Colombia-Medeliín. - Loe vencedores en el Cerlnmen.
el benemérito Padre Briata, Director del In.slituto, tuvo que salir en defensa de los prestigios
del mismo.
Se hizo al fin silencio, el Municipio llevó a
feliz termino su iniciativa, y los 50 hijos de
obreros dejaron stis pobres viviendas para ini­
ciar su carrera de ascensión cultural.
¿Tenían razón los que gritaban?
E l repórter de * Noticias • nos lo va a decir.
De im número del 28 de Octubre que nos en­
vían cortamos la siguiente Cr<talca:
♦ Con el propósito de informar a nuestros lec­
tores sobre el estado de organización de la
Escuela Salesiana, y d d trabajo que en ella
se realiza, hemos hecho una visita al amplio
local que ocupa la Congr^adón, en la calle de
San Pedro. Recibidos amablemente por su
Director, Rvdo P. Briata, nuestro propósito
se cumplió en todas sus partes, pudiendo apre-

-

-

45

-----------

ciar la labor desarrollada y la forma como los
alumnos reciben la instrucción.
I.,a especlalización indiscutible que tienen los
hijos de Don Bosco para la enseñanza, mía vez
más se evidencia aquí. Son varias las genera­
ciones que se han educado en sus aulas y mu­
chísimos son también los artesanos que apren­
dieron diferentes oficios bajo su dirección.
Su disciplina para el trabajo les ha hecho ser
en todas partes objeto de reconocimiento. La
obra manual ha sido su preferencia y a ella
han dedicado sus actividades con mayor de­
tención, consiguiendo resultados halagadores.
No es ninguna novedad decir que el edificio
que ocupa el Colegio Salesiano es imo de los
mejores con que cuenta Arequipa. I,a enorme
área sobre la que está levantado le permite
disponer de grandes patios para los juegos
de los escolares, y salones para clases,
llenos de ventilación y de luz. E l edificio
central está rodeado de vegetación, jardines
en primer término luego huertas y después
terrenos destinados para sembradío. Es, puede
decirse, una Escuela al aire libre. Allí no se
ha regateado nada a los patios.
Ivos salesianos, incansables en el trabajo, no
dejan pasar día sin dedicar su preocupación
a nuevas obras: unas veces refonnan y otras
constmyen. Ahora se está haciendo un segundo
piso.
Poco es lo que tenemos que pregimtar al
Director sobre la inversión que se dá al subsidio
municipal que reciben. La obra que nos pre­
senta es la más elocuente respuesta.
E l munero de alumnos es de doscientos ma­
triculados, entre los que se incluyen los cin­
cuenta becarios, a cargo del subsidio municipal.
Visitamos el taller de mecánica. Las fraguas
encendidas y los golpes de martillo nos hablan
de actividad y de esfuerzo. Allí munerosos
chiquillos manejan el hierro con extraordinaria
halnlidad y siguen atentos las indicaciones
del maestro que los dirije. Se nos presentan
líus obras ejecutadas. Una enonue puerta de
hierro, que ser\’irá ¡xira uno de los huecos
de callo del mismo local, esté ya terminada y
otra, de encargo para una casa, también se puede
decir que está lista, siendo ésta de corte mo­
derno y de atrayente aspecto. Después nos
enseñan las herramientas que se han hecho
en los talleres, figurando prensas, martillos,
tenazas, alicates, llaves inglesas, etc. Por último,
un traKajo que acusa mayor delicadeza: una

lámpara de colgar, toda de hierro, destinada
a la capilla del Colegio.
Luego visitamos la carpintería. Este taller
es más vasto. Llama principalmente la atención
el buen gusto, lo refinado de la construcción
en los muebles. I^ s estilos modernos, las líneas
(jue revelan distinción y comodidad han sido
observados fielniente. Todo cuanto alucina
lioy por la sencillez y el buen tono se ejecuta
allí. Vemos camas de madera, mesas de luz,
anuarios-roperos confoniie a los últimos mo­
delos, que justíuiieiite nos obligan al elogio.
L a sastrería y zapatería forman una sola
sección. En el segundo de estos talleres se obsen^a mucho adelanto. Toda clase de calzados se
confeccionan allí, con resultados satisfactorios.
E n todas partes los muchachos trabajan
afanosamente. Se les ve contentos, satisfechos,
animosos. De ese modo es como vau instruyen-dose, y a la vez, aprendiendo un oficio. Cuando
terminen el quinto año de instrucción primaria
sabrán ya trabajar. No perderán el tiempo
nuevamente en ir a sendr de aprendices: podrán
de lleno entregarse a una labor individual y
desplegarán sus actividades independiente­
mente.
E s natural, que siempre necesiten im perfec­
cionamiento, pero éste habrán de conseguirlo
en forma más ventajosa, toda vez que ya asimi­
laron en sus conocimientos la teoría y la prác­
tica.
La Escuela de Artes y Oficios de los Salesiaiios, en conclusión, funciona actualmente
bajo buenos auspicios. H ay preocupación, y
allí no se pierde el tiempo: pero rio ha escapado
a nuestra visita, — es justicia decirlo — que
hay que ensanchar la capacidad de los talleres.
El número de alumnos becarios es escaso,
no i>uede satisfacer todas las necesidades de
Arequipa, debe la Escuela de Artes y Oficios
tomar mayor incremento entre nosotros. Los
Salesianos han venido a eA'idenciar los resultados
que reporta, debiendo constituir ima de las
preocupaciones inmediatas para el mejora­
miento de la clase obrera, en nuestra ciudad y
aún en toda la región.
Terminamos nuestra visita satisfechos, por
haber comprobado el dinamismo que se agita
detrás de los muros blancos de aquel edificio,
contagiados por aquella fiebre de vida que en
apariencia no existe para los que pasan de largo,
como muchas veces habíamos pasado también
nosotros.

Sres Cooperadores,
consultad el T E S O R O ESPIRITUAL.
Propagad la O B R A PÍA DEL S G D O C O R A Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro ‘Boletín’.

4 6 ---- -

Ei Beato Juan Bosco sigue preparándose
para el Gran Día con nuevos prodigios

Una apisonadora que se
hace ligera como
una pluma.
De un Documento Público, atttorizado y firmado
por el Notario Don Domingo Misté, copiamos el
siguiente relato de un hecho ocurrido en Italia,
cuatro meses hace:
En el año de 1933, día 4 de Octubre, a las
en Valdagno, yo, el notario de esta po­
blación Dr. Domingo Misté, constituido en el
despacbo del Director del Oratorio Pío X , sito
en la calle Trento, ante mí, y ante los testigos
Don Santiago Brun, agente privado, Don Luis
Soldá Pbro, y el Sr. Arcipreste Mons. Dante
Pepato, de cuya personalidad me consta, y
también de que poseen los necesarios re­
quisitos legales-, comparecen el Sacerdote Don
Luis Panarotto, Director del susodicho Oratorio
Pío X , y Don Agustín Cazzola, seminarista diá­
cono, estudiante de Cuarto Año de Sagrada Teo­
logía.
Dichos comparecientes me requieren para que
haga constar, en Documento Público, cuánto a
continuación se expresa, como testimonio pe­
renne de gratitud al Beato Don Bosco, Protector
que es del citado Oratorio Pío X:
E l 24 del pasado mes de Setiembre, domingo,
bendijese solemnemente, en la iglesia de este
Ajrciprestazgo y en medio de una gran concu­
rrencia de fieles y de niños, una estatua del
Beato Don Bosco que luego fué trasportada
procesionalniente a este Oratorio Pío X , y
puesta en una hornacina, expresamente prepa­
rada en el patio de la Inmaculada, para que el
Beato, desde élla, ejerza su protección sobre
los jóvenes, que en número de mil frecuentan
este Oratorio para recrearse y educarse.
E l martes, día 26 del mismo mes de Se­
tiembre, a las cuatro de la tarde, el Beato Don
Bosco se dignó dar ima prueba de su particular
benevolencia hacia los niños valdagneses, cuyo
patrocinio ha aceptado de un modo evidente,
inter\*iniendo en el hecho que vamos a referir
y que, dentro de las leyes naturales, no tiene
explicaciífe^ posible.
Un numeroso grupo de niños hallábase, en
flirha hora, recreándose en el patio, y haciendo
rodar, a todo correr, tm pesado rulo de granito,
de los que se emplean para apisonar tierra,
con cuyo objeto había sido dejado allí por algunos
operarios. Su peso era de 270 kilos y sus dimen­
siones 0 92 m. de largo por 0*38 de diámetro.
i 6’50,

El menor A. Tirapelíe sobre la apisonadora
que debía haberlo aplastado.
Mientras velozmente era arrastrada la api­
sonadora, el niño Alfredo Tirapelíe, de 9 años
de edad y natural de Montebello Vicentino, cayó
de bruces al suelo, con tan mala suerte que la
pesada máquina rodó por encima de todo su
cuerpecito, de p i^ a cabeza, pero sin ocasio­
narle la más pequeña lesión. Es evidente que
algima fuerza misteriosa hubo de aligerar o sus­
pender en aquel momento la pesada mole, para
que no fuese aplastado ei vientre y fracturado
el cráneo de la infeliz criatura.
Presenciaron el hecho los Sres comparecientes,
Don Luis Panarotto y Don Agustín Cazzola quie­
nes dicen estar dispuestos a confirmar con ju­
ramento cuánto aquí manifiestan.
Apenas hubo pasado la ingente mole de pie­
dra sobre el frágil cuerpo del niño y cuando
temían todos los presentes con la natural angustia
que éste hubiese quedado destrozado, vieron
que la criatura se levantaba tranquilamente,
que corría a beber una poca de agua y vol­
vía luego a jugar a la cuerda con sus compa­
ñeros.
E l niño Tirapelíe declara que no sintió en
el momento nada que hiciese presión sobre su
cuerpo, pareáéndole que había sido tocado por
un objeto ligero. Dice, además, que es devoto
del Beato Don Bosco, que el día anterior,
sábado, había hecho la Santa Comunión, y
que al caer debajo de la piedra, pensó en el
Beato.
E sta A cta por m í redactada y que ha sido
escrita en dos folios de papel simple por persona
de m i confianza, se la he leído a los testa o s y
comparecientes, los (males aseguran que e s t ^
(»nformes.
Terminóse le diligencia a las i 7 ’3<>-

{Siguen las firmas, incluso la del niño).

47

-----------

Urgente
homenaje.
Tu ya lo conoces, lector, este templo del Tibídnbo. E s un monumento espléndido al que
hay que dar cima, cueste lo cueste.
En la ultima fiesta de Cristo Rey, el Veneral)le Sr. ObisjX) de Barcelona decía en su .semióu
de la catcílral re6riéiid(;9e a él: Como pnieba prác­
tica de vuestro amor al Sgdo Corazón de Jesús,
a quien queréis por R ey de vuestras almas,
debéis trabajar para que sea pronto un hecho
la tenninación de su Templo Expiatorio, que
se levanta en el Tibidabo.
E s éste un deseo ardentísimo de m i corazón.
Habiendo buena vohuitad, en ocho meses puede
quedar cubierto este templo, aunque de mo­
mento no .se completaran todas sus líneas arqui­
tectónicas. ¿No vale la pena de sacrificamos
todos un iX)Co, para que esto sea ima realidad? ».
El CatolicLsnio de España pasa por momentos
de airgtistia. Todo un inmenso tesoro tradicional
de religiosidatl, de arte, de lüdalguía, hállase
en trance de perecer; una larga serie de circuns­
tancias adversas, y también ¡ay! de pecados,
han venido a debilitar, de manera alamiante,
htó defensas de los que tienen el deber de imjK'dir que se hundan esos valores.
En lo humano, nadie ve de dónde pueda ve­
nimos la salvación, y no (jueda jx)r consi­
guiente otro retnedio q\ic volver los ojos a Dios;
<lesagraviarle con actas colectivas de repsiración;
promover, con la máxima intensidad, el imioi y
el culto de su Corazón Divino.
E.sta e.s pue.s la hora de l'Xsixiñn y de to<los los
buenos hern\auos que desean verla elevada tle
nuevo, y cuanto antes, lü rango de nación
ejemplar, pc^r sus obnis de pj>z y prcgre.s«.>,
I>or su catolicismo, por su filial devoción a
la Iglesia, pt>r su vasallaje fer\-iente al R ey
tle ciclas y tierra. lista es la hora del gesto
triiuifiü tpie eleve, de una vez para siempre,
la estatua do Cristo R ey sobre ese trono que,
en la ciunbre del Tibidabo, legiones de alimw
genctt>sí\s vienen labrando, hace ya 34 añ< s.
E l Corazón de Jesús espora de España
pnielv\s extraonlinarias de su amor. Esjxiña
espeni ilel Corazón de Jesiis pmebas extraor­
dinarias de su misericordia.
¿ A quién corrcsp^Mide dar el primer paso?

España - Barcelona - Tibidabo.
Una obra que clama por
verse terminada.

£1 primer trazo blanco incica la altura actual de la fábrica, inel
£Í segundo trazo marcj el punto donde hay que llegar para '

El Templo Expiatorio Nacional
del Sgdo Corazón
de Jesús.

ÍDcloyeiKlo las ocbo colanillas qae han de sosieoer la cúpula,
ra qae el templo poeda ser cobierio, e laau2urado el culto.

Compromiso
de honor,
n i fausto y singular acontecimiento de la
canonización ele nuestro Padre el Bto. Bosco,
debe ser señalado con piedra blanca.
Los etitusiasmos harmi fecundas las ideas y
generosos los corazones.
Para los españoles está bien definida la piedra
blanca que debe señalar y perpetuar el glorioso
suc^o. E s el mismo Santo, quien, desde el cielo,
nos la señala; por lo tanto a no.sotros no nos
toca discutir, sino acatar: Dar cumplimiento a
una de sus más bellas profecías y ensueños. Ter­
minar el Templo Expiatorio Nacional al Corazón
de Jesús, que ese mismo divino Corazón, en reve­
lación divina, le pidió.
Realizarlo es honor y gloria que se reser\'a
para sus hijos, aunque no a éllos exclusiva­
mente.
E s el mejor monumento nacional que al
Padre puede erigir la fam ilia Salesiana española,
particularmente distmguida con tan honroso
encargo.
A l realizar tan magna obra, ol>e<lecemos la
orden del Señor, damos aimplimiento a uno
(le los más .ardientes deseos del Corazón de
Jesús, glo^ificanu■ ^ a miestro Santo y rei>aramos sacrilegios y profanaci<me.s iKTpctrados,
en hora.s de ceguera colectiva, por los enemigos
de Dios y de España.
De seguro, lector, que cada una de estas ra­
zones cae sobre tu corazón con el peso a])Iastante de su oportunidad y evid(incia, acucián­
dote a enviar tu extraordúiaria ofrenda, por
el deseo ardiente de ser del número de los privi­
legiados, y el temor de que la demora en coo­
perar, menoscabe tu ejecutoria de ardiente
enamorado del Corazón de Jesús, de entusiasta
de nuestro santo Fundador Don Bo.sco,
Contando con la generosa ayuda de todos, nos
proponemos inaugurar este hermoso templo
para la próxima fiesta de Cristo Rey.
E s compromiso de honorl Escuchemos la voz
insinuante de nuestro Padre, que en el día grande
de su canoTiización, nos pide, de un modo espe­
cial a los españoles como ofrenda de hijos, que
coronem<5s la magna obra del Templo Expia­
torio Nacional al Corazón de Jesús.

La Virgen de Guadalupe en la "Gloria de Bernini”

Seníido homenaje del Papa a Méjico caíólica.

F.l T2 de Diciembre es una fecha grabada con buril
en lodo corasón mtiicano. I'ani borrarla hay que
hacer sangre, y aun asi serd perfeciamenle imUil,
porque en el eorasón ctislitamente mejicano el amor
de btaria estd lan ahincado y tan hondo, que perderá
toda ¡a sangre que por él círru/d, pero mc>perderá ese
amor.
¡il Papa siente especial predilección por los hijos
que sufren, y esto es lo que acaba de demostrar, una
ves más, enli\misai:.Io, en la Gloria de la ¡iasiliea KdftCdNd el eorasón nuirtir de Méjico, que late, con pulsación de fuego, dentro del eorasón de su Virgen de
Guadalupe, de esa rír^en de sus amores que, en la
liasilica 'fiatris de Tepeyac, no puede oAora recibir
libremente la tvNt'rdrtc^R «‘«d/ro veces secular de mi­
llones de seres, por >-.»•* r sido éstos sometidos a la am­
putación sangrienta de uu d, techo que es el más intimo
y sagrado de todos los J. i.ckos.
Por esto se ha celebrado esta Capilla Papal, por
esto el Papa le ha decretotio a la riV^v» de
Af^'tco este homenaje en m Basílica de San Pedro
50

y ha querido asistir a él en persona, dándole el im­
ponente aparato de las solemnidades máximas y ce­
diendo su Altar de la Confesión ai dignísimo repre­
sentante de la nación mejicana, Exemo Sr. Don
Francisco Orozco y Jiménez, Arzobispo de Guadalajara, quien, en nombre del heroico episcopado de
aquella nación y de los Arzobispos y Obispos de
líispanoaméricay Filipinas, había solicitado el honor
de poder festejar, en el corazón mismo de la cristian­
dad y en presencia del Vicario de Jesucristo, a
la taumaturgo Virgen de Guadalupe.
Asistieron a la fiesta 19 Cardenales, 50 Obispos
y el principe Federico Crisiidn de Sajonia con su
familia. Todos los Sres Prelados, tanto de Méjico
como de Filipinas e Hispanoamérica, o se hallaron
alH en persona, o se hicieron representar.
Numerosas peregrinaciones de esos pueblos de
allende el Océano, y de España, Italia, Francia, Ale­
mania, Irlanda, etc. llenaban las amplias naves de
la Basilica, y en la tribuna diplomática veíanse re­
presentantes de 2$ Gobiernos.
Terminada la gran fiesta, Mons. Orozco y Jiménez,
no cabiendo en sí de gozo, hizo donación al Santo
Padre, en nombre de los católicos de su nación, de
una artística medalla de oro, con la imagen de la
Patraña, finamente cincelada por el arte del
siglo X V III, y además otros ricos presentes que el
amor del pueblo mártir ha perfumado.
La solemnísima demostración piadosa, cuyo prin­
cipal objetivo ha sido obtener la libertad religiosa en
Méjico, ha despertado en cuantos a ella han asistido
vivísima emoción y simpatía.
El Osserratore Romano, después de reseñarla, hace
estos magníficos párrafos:
* Una tnm«n5a, multiforme constelación de luces
brillaba esta mailaHd en la Real Basílica, como home­
naje a la preciada efigie que, aureolada de gloria,
destacábase en medio del himno beminiano. Este
grandioso homenaje, rendido a la Madre, en el corazón
del mundo, viene a reafirmar la indestructible unidad
de los hijos de la luz, en la obediencia de Pedro, en
la oración, en la Comunión de los Santos, en la vida
de Cristo: atestiguan y proclaman, una vez más, qxte,
si la Iglesia puede ver escrita su historia con sangre,
en el nombre de María le sonríen todas las victorias.
Esta mañana, los cándidos esiandarles de las dió­
cesis mejicanas cubrían la corroa del cortejo triunfal
del Papa; sobre sus brillantes sedas, centenares de
emblemas y de leyendas recordaban, unánimes, la per­
petua é indestructible realeza de María.
Estas piadosas falanges venidas de Méjico son la
ref'iesenlación ideal y real de aquel gran pueblo.
María cuando se apareció a Juan Diego, ordenóle
que se presentase a su Obispo; hoy aquelslmbolo de
la unidad gerárquica vese aún hervir con ímpetu en
tomo de los Pastores, y su¿s> y elevarse hasta el ápice
y cefitro de la verdad, el Papa,
Este pacto de unión, entre el Padre amoroso y los
hijos oprimidos que sufren, ha sido hoy refrendado
de nuevo a los pies de Mario, y cuanto mds arrecie
la violencia de las tómenlas, tanto más firme y vigo­
rosa serd esta unión y la fuerza llegará a hacerse
diamdN/ÍKd. iN'on praevalcbuntl >.

p p ip w lw i

wmm

DE NUESTRAS MISIONES
Cuadro

Argeníina.

de las Intenciones Misioneras

B alance ú lfim o d e l m ovim ienfo religioso-

para el año de

1934.

E nero - Rogar para que el Año Santo de la
Redención promueva la conversión de muchos
Judias,
F ebrero - Para que Grecia, que iué evangelizada
por San Pablo, vuélvanla unidad de la Iglesia
Católica.
MiVRZO - Para que florezcan las Misiones entre
los Coptos y Mahometanos de Egipto.

A bril - Para que en Palestina y en Siria vuel­
van los disidentes a la unidad ^e la Iglesia,
y resuciten las Iglesias antiguas del .4 sia Menor.
Ma y o - Para que los pueblos del A frica Occiden­
tal se conviertan, antes que el influjo^ mahome­
tano se deje sentir entre ellos.
J u n io - Para que en Mesopoíamia, en Persia y

en el Asia Central se pueda predicar libre­
mente el Evangelio.

J ulio * Para que en la India la raza aborigen
Uatnada de <los intocables» se convierta
cuánto antes a J. C.

A gosto - Para que florezcan las Afisiones entre
los Budistas de Birmania y de Siam.
S etiem bre - Para que los Indos y Budistas de la
isla de Ceylán se conviertan a la fe.
O ctu br e - Para que, con ocasión del Congreso
Eucaristico de Buenos Aires, se promuevan,
con mayor solicitud, las Misiones entre las
tribus paganas de Sudamérica.

NotTEMBRE - Para que vuelva a reinar la paz
entre los pueblos del Extremo Oriente y con
ella puedan ser incrementadas las Misiones.
D iciem bre - Para que los pueblos de Malasia
se conviertan a Jesucristo.

m isionero, en la Pam pa C e n íra l,
He aquí el importante y consolador Documento
que el Rvdo P. Inspector de la Provincia de Bue­
nos Aires, Don Nicolás Esandi, ha presentado al
Exemo Sr. Obispo de la Plata, Aíons. Alberti:
Exemo y Rvdxno Sr; L a Obra del Beato
Juan Bosco se complace en ofrecer a la Santa
Iglesia, ^en la dignísima persona de V. E ., el
Balance o Resumen de los frutos conseguidos,
mediante el apostolado perseverante y colmado
de sacrificios de sus Hijos. los Misioneros de la
Pampa.
La crisis aflictiva por que atraviesa el país
y los graves trastornos producidos por la enorme
cantidad de cenizas que arrojaron los \'olcanes de
la cordillera, lejos de detener y desconcertai
el celo de estos Misioneros, lo han encendido y
estimulado aún más.
En mi visita lie podido admirar este santo
arrojo, que no repara en privaciones, ni distan­
cias, ni peligros, con tal de salvar almas,
líe aquí los resultados de su obra;

Parroquias
%

<2

y Capellanías

Santa Rosa
450
218
General Acha
Victorica
. . 139
2Q2
Castex
. .
S. José de Barón 288
Santa María . .
75
161
Telén . . .
T o ay . . .
65
General Pi<» . . 402
O u^ ú-O uem ú . 1 88
Trenel
. - . 119
Guatraché
. . 324

1

íp

i
a
e
E
X
s

(3

76
54
16
67
37
9
18
9
62
7
32
44

44.600
43000
13-150
6.195
8.200

880
1.022
23.600
680
611
3308

g

28

11!

g
8
212
99
172
178
120
29


33
220
102
58
59

51

700
400
200
120
120
40

50

76
300
90

Este es el fruto obtenido en las parroquias
y colegios de los puestos fijos.

lín las Misiones ambulantes, el resultado ha
sido el siguiente: Bautismos, i .250; Matrimonios,
7O; Comuniones, 20.481; Primeras Comuniones,
634; Confirmaciones, 768.
iva la parrociuia de Guatraehé se han adminis­
trado además 134 confimiadones, y General
Pico cuenta con Apostolado de la Oración, in­
tegrada por 360 socios: Asociaciones Marianas
de Señoras por 340; Hijas de María por 117, y
laiíses por lao.

A este Cuadro de acción religiosa hay que
añadir además las obras de cultura y beneficen­
cia que irradian de los cinco Colegios Salesianos,
y de los cuatro de las Hijas de María Auxilia­
dora.
Observaciones - i) ha construcción de capillas
sigue siendo el problema vivo y más urgente,
porque hay muchos pueblos, y algunos impor­
tantes, que carecen de local donde rermirse
I>ara celebrar los cultos.
2)
Los gastos de viajes de los Misioneros
exijen sacrificios considerables. La situación

r'

La misa en plena Pampa - iVacio! Isilencio! iinmensidad!
RESUMLN GENERAL
Parroquias y Misiones!
Baulistnos, 3.869; -Ifa/nwoHíos, 307, de los cua­
les y5 han sido regularisiuios: Pritneras Comunio­
nes, 1.916; Confirmaciones, 1.577; Comuniones,
165.727; Niños que reciU n instrucción cate­
quística, 2.375; •■ isociaciones ¡•'ttcaristicas y del
Sgdo CorasÓH de Jesús, 1.025 socios; Asocia­
ciones de Señoras e Hijas de María, 402 socios;
.-l5ociiacio»w« de mños (Luises v Cruxada F.uearistica, 450 ííwioi).
Üi^rotise Misiones especiales - i) Eu la cárcel
tic Siuita Rosa, con asistencia total de los reclu­
sos. cerca de 300 de los cuales 20 recibieron el
Stuito Bautismo y unos 40 lucieron la Primera
Comunión.
2) En el Patronato de Menores de la misma
población, donde unos 15 fueron bautizados,
y uuos 25 hicíerou la IMuiera Comunión.

económica de los pueblos del Territorio es muy
crítica, y no alcanza a sufragar dichos gastos.
Casi todos los bautismos y matrimonios hay
que administrarlos gratuitamente, y ello hace
que nos veamos obligados a solicitar una ayuda
especial, si no se quiere correr el peligro de ver
retludda la acción misionera, por falta de m e­
dios.
3)
Las obras de beneficencia (asilos, hospita­
les, etc.) que deben su existencia a (¿misiones
de Damas, necesitan ahora ser subvencionadas
por los Autoridades, o por los grandes propieta­
rios, si han de cumplir la misión de asistencia
social y religiosa que les incumbe, y extender
su indujo de un modo eficaz y en la forma que
se hace indispensable.
De momento, lo que más urge es crear
un Refugio para jóvenes extrañadas, confiado
a la dirección de alguna Comunidad Religiosa.

Enormes masas de fíeles adoran a Jesús Sacramentado.

Australia.
La

F icsfa

d e l B e a to J u a n

B asco en

S u n b u ry (V ic to ria ).
H a resiütado el gran acontecimientu del año
y la manifestación religiosa más grande que se
haya conocido en Australia.
Así, como suena; esta Fiesta ha sido algo
grande y consolador.
E l acto central de ella consistió en una so­
lemnísima procesirái eucarística, a la que asis­
tieron más de 40.000 peisonas, venidas de to­
dos los pmitos del Estado y , especialmente de
Melboume y pueblos aledaños.
E l Comité E jecu tho de 1^ fiestas no ahorró
gastos ni fatigas; previó, organizó, y realizó
hasta los más nimios detalles, a fin de as^urar
el éxito.
Por razones de oportunidad, la procesión
hubo de anticiparse, habiéndose celebrado á
día 9 de abril, Domingo de Ramos.
Acudieron, para formar en ella, nutridísimas

Representaciones de las parroquias, con sus
Rectores a la cabeza; más de 2.300 Hijas de
María, tocadas con blancos velos y llevando
magníficos estandartes; larga.s fíla.s de acó­
litos de todas las iglcsia.s, pulcramente reves­
tidos de sobrepellices; todas las Asociaciones
católicas de la metrópoli, etc, etc.
Kueve trenes especiales volcaron, a(]uel día,
avalanchas de peregrinos sobre la carrera que
liabía de seguir la procesión, y varios miles de
automóviles, de todas las marcas, liicieron pa­
rada a lo largo de ella, llevando racimos de
esirectadores y cubriendo literalmente todos los
espacios lil>res del parque y calles convergen­
tes de Simbury,.
Establecióse un serx'icio muy complicado, pero
impecable, cuya misión exclusiva era atender
a las múltiples necesidades de aquellas muchedmnbres, y el Sr. Inspector de policía, sólo con
40 hombres a sus órdenes, resolvió el problema
d d orden público.
Una red atmndante de amplificadores y alto­
parlantes permitió a todo el mundo saborear la
e m o d ^ inenarrable de los cánticos que, al
unisono, brotaban de los patios del Colegio y de

53

las masas compactas y ordenadas que forma­
ban en la procesión.
líl Sr, Vicario General, en repre.sentación del
líxcnio. Sr. Arzobispo (jue se hallaba enfer­
mo, expresó al pueblo, después de la fiesta,
su gozo y satisfacción por todo lo que acababa
de contemplar, ^dió las más sentidas gracias a
los Salesianos |X)r sus trabajos, y aseguró que
jamás se había visto en Australia una demos­
tración religiosa como esta nuestra h'iesta Eucarística del Beato Juan Bosco.
Todos quedaron satisfeclusimos.
Ix)s Salesianos no pueden a menos de ben­
decir, con toda su alma, a Dios y a su Beato
h'undador, por su visible asistencia, y cada día
se declaran más obligados liacia los buenos ca­
tólicos del Estado de Victoria, que, con tanto
fervor y generosidad, cooperan a su labor,
tanto moral como materialmente.

India-Madrás.
W ü lly , la excom ulgada.
En el tenqdo tenebroso de Pargasi celebrá­
base una gran fiesta. Por doquiera muchedum­
bres abigarradas, y i)iugues negocios ¡jara los
veiideílores de crisautenros, cuyas corolas inotloras debíiiu coronar la frente del dios pagano.
Apenas el sol hubo ocultado su disco en el
horizonte, la negra silueta del templo encendióse,
como una hoguera viva, en el seno de la noche
sbi luna.

Durante aquel día habían sido degolladas
centenares de víctimas, y al olor acre de la
sangre esparcida por el suelo, mezclábase el
de las resinas perfiunadas que crepitaban en
los braseros y el de los crisantemos mustios
y putrefactos, impregnando todo ello el am­
biente de un vaho que se hacía irrespirable.
J.,a campanita de plata tintineaba sin cesar
llamando a los devotos a los pies del dios lacrimó
geno. Debe saber el lector que Paigasi es, en
efecto, el dios de las lágrimas y que éstas son
acjuí consideradas como un beneficio del cielo.
Mezclada entre las turbas que, jadeantes de
sudor y ungidas con aceites enranciados, empu­
jábanse y a])retujábanse frente a his puertas
del templo, veíase una joven bramiiia, elegan­
temente vestida y envuelta en su espléndido
sarhi de seda. Un pequeño ángel de rostro
tierno y sonrosado reía en sus brazos. E n medio
del calor asfixiante y de los gritos salvajes de
la multitud, trataba élla de abrirse paso, a viva
fuerza, a codazos, ansiosa de franquear cuanto
antes la puerta sagrada y obtener de la divini­
dad el ansiado don de las lágrimas.
La pobre W ally acababa de perder a su marido,
el bramíu Rao, muerto en el bosque deW elheington mientras cazaba gacelas, víctim a de
una caída del caballo.
Aquella muerte, que a élla la dejaba sola en
el mundo con su pequeño Rauiinda, habíala
sumido en tm dolor furioso y desesperado, y
ahora acudía a la religión en busca de consuelo
y de alientos, que la pennitieseii seguir viviendo.
La traidora viudez, que ya de suyo era üiuso-

La ianeiua Procesión empieza a organizarse.

54

portable, Íiacíase ai^n niás cmeí a causa del
desprecio y liostilidad de su familia que, preci­
samente porque era viuda y porque era madre,
la abrumaba con todo género de improperios.
E s cosa sabida que una antiquísima tradición
indostánica obliga a las esposas a seguir la
suerte del marido difunto, y a sacrificarse con
él. E l Gobierno inglés ha prohibido severa­
mente tales sacrificios, pero no puede evitar
que las mujeres, al perder a su marido, pierdan
para siempre y de un modo irreparable la esti­
mación familiar, y arrastren un calvario de su­
frimientos que, a veces, son menos tolerables
que la misma muerte. Por esto el desasosiego
de W ally era tal y tan grande que, si no hubiese
sido por el angelito que llevaba en los brazos,
tal vez habría ido ya a unirse con Rao.
Por esto también iba al templo, para dejar
allí correr sus lágrimas libremente, pensando en
su marido, que en el reino de ^^isnhú la esperaba.
Pero no era posible entrar; las turbas forma­
ban un muro infranqueable, y en aquel diabólico
jadear de miembros sudorosos y de gargantas
congestionadas, a fuerza de gritos e imprope­
rios, el niñito impacientábase y comenzó a llorar;
haciendo entonces la madre im esfuerzo su­
premo, logró franquear el umbral. Las piernas
de imo de los elefantes de piedra allí esculpidos
sirvieron amorosamente de regazo al peq\ieño
Raminda y élla, medio escondida detrás de una
columna, cerró los ojos y balbució una plegaria...
No pudo ser. Una procesión ululante de de­
monios irrumpía ena quel instante en el templo;
mujeres que parecían furias y hombres medio
borrachos, con antorclias encendidas y guiñapos
de flores marchitas que antes habí an sido guir­
naldas, gesticulaban y alborotaban, profiriendo
gritos epilépticos que asustaron al ¡)equeñuelo,
avenido ya con aquella cunita, no muy blanda
por cierto, del paquidermo liierático.
Un sacerdote alto y enjuto, que llevaba afei­
tada la cabeza y vestía un traje color de azafrán,
clavó en la bramina sus ojos, acerados como
l>uñales, y le intimó que saliera. La señal
infamante que las viudas llevan en la espalda
habíala traicionado y por esto era arrojada,
como mía .maldita del cielo.
Obedeció élla, tomando al niño en su seno,
pero nerviosa y feroz y lanzando una mirada
terrible sobre el sacerdote y las degeneradas
bacantes que jimto a él estaban. En su corazón
surgió una llamarada de venganza. Si allí no
liabía lugar para élla que era tan desgraciada,
menos debía haberlo para ninguno de aquellos
seres crueles.
E n la parte posterior del templo y ado­
sado a él alzábase un pórtico de madera
tallada, y a pocos pasos rm depósito donde se
guardaba el heno para las vacas sagradas. Una
idea siniestra, r ^ id a como mi meteoro, cruzó
su cerebro.

Wally y Raminda.
Gazapeando como las panteras cuando sienten
el olor de la sangre, cogió de un brasero próximo
un carbón a medio encender y han/.óse a eje­
cutar su monstruoso designio. Iba roja de có­
lera y sus dientes tableteaban como sacudidos
ix>r la fiebre.
Allí no habla nadie que pudiese verla. Dejó
al niño en tierra y, ya arrimaba el fuego al
montón de heno, cuando Raminda comenzó
a llorar. Volvió la c-ibeza con ira, como si la
hubiese picado una víbora, y vió delante de
sí una sombra blanca, ^nbre la que proyectaba
una gran barba negra, a ¿Qué vas a hacer, des­
graciada? * díjole 1‘ juella sombra. Sorprendida
en su acto delictiv».*, quedóse W ally como pe­
trificada y , sin decir palabra, inclinó la cabeza.
E l que le liablaba era un Si-. iuimy europeo,
un sacerdo^- católico, a fjuien la sed de al­
mas y el afán de conocer y curar sus aberra­
ciones, habían llevado al templo pagano.
L a joven hramina cayó sollozando a los pies
del forastero. Comprendió, en seguida, el Padre
que allí se escondía una tragedia y después de
informarse de todo, invitó a la cuitada a que
fuése con él a la Misión. Con su tesoro en los
brazos y , a través de im laberinto de sórdidas
y estrechas callejas que alumbraban vergon-

55

«antes algunos quinqués de petróleo, llegó a
la plazuela donde se alzaba la humilde iglesita
del Misionero.
También allí estaban de fiesta. Un número
considerable de cristianos, envueltos en una
paz dulcísima, agnipábanseentom odeunpobre
gramófono, entonando alegres y piadosos cánti­
cos, bendiciendo la fe consoladora que los
híibía salvado de las torpezas del paganismo.
Ul Padre se abrió paso entre la multitud
e Invitó a W ally a que tomase asiento en medio
de sus ovejitas. Quitó el disco del gramófono,
lo cerró y, con palabra dulce y paternal, hízoles
una fervorosa exhortación. Les habló de Jesús,
tle la ley divina del perdóti cristiano, y les in­
vitó a rogar por aquellos pobres ciegos que allá,
en el vedno templo de Pargasi, ululaban
ébrios de pasión.
I^a viuda del bramín miraba y oía todo
aquello medio espantada, hallábase como fuera
de sí, no alcanzaba a comprender todo lo que de­
cía elsacerdotc.perosesentía bien en aquel am­
biente la paz; y la exquisita caridad de aquellos
fieles com\uiicaba a su corazón, zarandeado
por la tempestad, un calorcillo sedante y deli­
cio «>.
Y cuando todos, tenninada la oración, se
retiraron a sus chozas de bambú para entregarse

r i ’í

Crísfianos felices, alrededor de un pobre {frarcofóno.
al refxjso, ella púsose de nuevo en camino,
guiada por el Misionero, en busca de rma nueva
familia, en cuyo recinto amoroso jamás han
brotado las flores venenosas del odio y del des­
precio.
Las Señoras blaticas, las Hijas de María Au­
xiliadora, acogieron a la excomulgada con gran
caridad y delicadeza, y prepararon en seguida
ima estera para élla y una cuna para el niño. Y
con la luz del nuevo día brotó una nueva luz
de dicha y esperanza en aquella alma atribu­
lada que pidió no separarse ya más de las bue­
nas monjitas.
Deshízose de su sarhi de seda, y entró en la
escuela de los catecúmenos. Poco tiemixi des­
pués la luz de Dios irradiaba i>lcnmnente so­
bre la excomulgada.
Con su bautismo y el del pequeño Raminda
la Iglesia de Jesucristo adquiría dos nuevos
hijos, y la ley evangélica de la caridad marcaba
un nuevo triunfo contra el reino satánico
dcl odio y del egoísmo.

V íctor M.vngiarotti
Misionero SaUsiano.

Venezuela
Misión del Alto Orinoco.
E ¡ v ia jt de los M isioneros,

'V ,

a S f /i

El templo de Par^aai pro>'ecÍa su nejjra mole.
56



IFinalmente...! es el suspiro que brotó de lo
hondo de nuestra alma, cuando después del
grito de la sirena, las cadenas del ancla dejaron
oir su cliirritio y el buque empezó la maniobra
del despegue. Sí, «finalmente *, pues, a pesar
de las cariñosas atenciones de los Hermanos, a
pesar de las relaciones, amistades y hábitos
contraídos cu la tan variada vida del Colegio,
a pesar de este tajo tan rudo que nos separa
de golpe de la vida presente para lanzamos en
otra, azarosa, ignorada y. tan distinta de la
primera, a pesar de todo eso, deseábamos, de

Veras, apresurar la salida... Miramos el reloj.
La xma de la madrugada... ¡en marcha!
E l alma, poseída por dulces emociones, en­
tusiasmada con el recuerdo de la conmove­
dora función de despedida, y en medio de tantos
quehaceres, se ha sentido como ahogada, imposi­
bilitada para abstraerse y abismarse en Aquél
que la separó como trigo escogido de su granero,
para lanzarla en terreno virgen y fecundo, donde
encontrará abundante campo para desarrollarse
y fructificar!
Pero ya el buque ha ganado la mar. La
Guayra desfila lentamente como una procesión
«aux ñambeaixx s. He aquí que llega Macuto

E l amanecer nos encontró en Higuerote.
Poco pudimos observar. Tan sólo vimos en
Carenero al «Maracaibo *, navegando en viaje
de regreso. Aprovechamos el día para acomo<iarnos un poco mejor, y la lancha que llevába­
mos para la Misión prestónos su primero e im­
portante seivricio: en efecto, encontró en olla
un abrigo, si no cómodo, a lo menos resei^’ado.
Monseñor, y para toda la cxpc<licióu fué un
cómodo lugar ile tertulia. Nos habríamos ixxlido
decir felices del todo, si hubiésemos podido
celebrar diariamente la Santa Misa. |Paciencia...!
Salimos a la tarde de Higuerote para Guanta.
Tranquila la mar como una balsa de aceite,

Poblado indio sobre el Alio Orinoco.
con su fiesta de luces, y a lo lejos vense ya las
del Balneario de Punta Caribe... Después [som­
bra y oscuridad!
L a ruda realidad de la vida viene a distraer­
nos de nuestras contemplaciones: el cuerpo re­
clama su merecido descanso, no tan fácil de
conseguir en la situación en que nos encontra­
mos. E l buque (costanero) viene repleto de
pasajeros y estos deben arreglarse lo mejor
que puedan, formando ima amalgama hetero­
génea, dando rma nota alegre en los apuros del
momento.
Nosotros, por bondadosa atendón del Capi­
tán, tuvim os un camarote a nuestra disposid«fe,
el cual, sin embargo, fué insufidente para al­
bergamos a todos. Así es que los Hermanos
se arreglaron como pndieron sobre el puente,
tn catres, y así pasó la primera noche de viaje.

navegamos todo el día .siguiente mirando la
costa que pasaba lentamente a lo lejos, azu­
lada y entre brumas. E l alma, abaniouándose
a la triste monotonía del paisaje, se sumerge
en sueños nostálgicos y recuerda la familia
lejana, allende el mar, que sin falta en sus ora­
ciones vespertinas, recuerda al hijo misionero,
que. Caballero de Cristo, dió im adiós al hogar
para encender y formar otro hogar, en donde
brille alegre, como en el suyo, la llama de la feRecuerda a los Superiores, a los Hermanos,
recuerda la Casa Madre, que hace años saludó
lleno de santo entusiasmo, soñando renovar las
apostólicas empresas que, con tan sublime y
abnegada heroiddad, llevaron a cabo los Cagliero, Lasagna, Milanesio y d tíi otros Salesianos anónimos, que en el permanente y oscuro
sacrificio cotidiano sembraron en las landas

57
L

americanas la buena semilla, y (losecharon para
la Iglesia de Cristo nuevos triunfos y sazonados
frutos de santidad.
Hoy el ensueño de ayer es una realidad...
Iva vida misionera, con todo su encanto, se le
abre delante, halagadora...! ¿Sabrá aprovechar
esta ocasión que Dios le depara? ¿Crecerá la
llama sagrada hasta volverse incendio voraz
que alumbre, a millares, a otras ahnas y forme
con ellas una llama sola, eterna, con el C<jrazón
de Jesits?
Responsíibüidad tremenda, que acobardaría
si no sonase oportuna al oído la palabra de
San Pablo: Omnia possum in eo qui me confortat.
listamos al amanecer del tercer día, y Guanta
ya se adivina tros al promontorio que la protege
de los furores del océano. Al llegar tuvimos el
placer de saludar al Padre Ramírez, el cual
\'Íuo de Barcelona para abrazamos a todos fratemalmcnte y traemos los augurios de los Her­
manos que allí trabajan en la viña del Señor.
Visitamos con él el iwblado: casueluis cine se
aglomeran alrededor de una hacienda y de una
Iglesia, limpia y alegre en su pobreza y siemj)re abierta para recibir a cuantos van a verter
sus lágritnas y pedir consuelo al Consolador de
todos los males. Tu^'imos también el placer
de saludar a dos antiguos aliunnos, el Sr. Marcano, secretario de la Aduana y esalumno de
Valencia, y un exalumno de Táriba. Nos tra­
taron atentamente y pudimos notar Tina vez
más, como en el corazón de nuestros almnnos
(jueda grabado dulcemente el recuerdo de los
años pasados con nosotros.
Salimos temprano de Guanta para Cumaná.
Nada más lienuoso íjue la navegación con la
mar tranquüa, en que el barco deslizase dulce­
mente entre este laberinto de islas c islit;vs que
separan Guanta de Cumaná. lisas jXíñas que
surgen del mar, ese verdor de las islas y esa
sídvaje desnudez de los escollos, la misma inmo­
vilidad de las aguas, nos recuertlan el Mar Hgeo
y el Archipiélago Griego, lin la mente se clespiertan recuerdos de antaño... ya es Ulíses que
I>asa de isla en isla, pirata audaz y afortunatlo,
abriendo para sus anupatriotas los secretos
del mar, y trazaíido nueviís caminos a la civi­
lización; ya es Pablo de Tarso, ese .sublime
Ulises del Cristianismo, que recorre U's mismos
mares, * pionier» de la doctrina del ;unor;
ya es Ignacio de AntU>quía. escoltailo de sus
leopardos humanos, hedió trigo de Cristo, <pie
vuela alegre al sacrificio.
¡Cumaná! Iva ciudad torturada que conoció
las amarguras del terremoto de i 9 Z9 . <ine con­
templó los hom»ros de la ruina, que vió correr
la muerte desbocada por sus calles. ¡Héia aquí
como dormida después de sus trágicos afanes!
ICl cidón de días anteriores pasó también por
aquí, queriendo cebarse en las ruinas que el
temblor dejó en pie.
------ -

5 8

------- -

A recibimos estaba el Clero local presidido por
el alma grande y noble de Monseñor Sosa;
estaban también el ex-alumno de Valencia,
Dr. José Iturriza y los hermanos Candiales,
alumnos nuestros de Caracas, para los que la
dolorosa e irreparable pérdida del padre no
alcanzó a dispensarles de los deberes de hospita­
lidad para con nosotros, y se pusieron a nuestra
disposición con el auto por toda la tarde. ¡Que
Dios se lo pague y no les haga sentir tan dura­
mente su desgracia!
Monseñor Sosa quiso que fuéramos sus huésj)edes en las breves horas de atraque. Visitando
la ciudad vemos que la homiiga humana no
descansa un momento y que ya está rehaciendo
lo que la naturaleza ha destnildo. Ejemplo
de ello es Monseñor Sosa. Caída la Catedral, ya
casi terminada .destmídos en pocos segimdos sus
sueños de varios años, con ima tenacidad he­
roica, empieza el Seminario; contemporánea­
mente da mano a un Coicgio de varones y otro
para niñas y mientras estos se ven surgir como
por efecto mágico, y a piensa en empezar otra
vez su Catedral; hace proyectos, manda pre­
parar modelos, y en medio de tantos que­
haceres, no descuida sus deberes de Pastor y
de Padre.
Monseñor quisiera que los Hijos de Don Bosco
regentaran el Colegio que acaba de construir.
María Auxiliadora que todo lo guía en nuestras
cosas, oiga benigna sus deseos!.
Comimos con S. E. y en la noche zarpamos
hacia Punta ^Vraya, de donde salimos para
Margarita. Aunque pasamos todo el día en ella,
no pudimos visitar como era nuestro deseo,
fl Santuario de la Virgen del Valle. Pequeño
sacrificio que ofrecimos gustosos al Señor por
el buen éxito del viaje.
De Margarita a Carúpano y Río Caribe
siguió la navegación apacible de siempre; so­
lamente desde este último a Colón, doblando el
Promontorio de Paria, tuvimos algo movida
la mar, pero como fué de noche, pocos se dieron
cuenta de ello. De Colón seguimos rumbo al
Orinoco y con emoción oímos señalar la de­
sembocadura del Caño Pedernales. L a costa no
presentaba la vegetación lujosa que nos espe­
rábamos. Los árboles, despejados de hojas, con
his ramas medio destrozadas, parecían seres
fantásticos y doloridos, que levantasen sus
miembros en ademán de pedir misericordia.
Era el efecto del ciclón de los días pasados que
se cebó en los árboles de la costa, y no tan sólo
en éllos, pues vimos im pozo petrolero y sus
obras supletorias medio destruidos.
Pedernales aparecía como un oasis verde en
medio de tanta ruina.
E l domingo por la mañana llegamos a Tucupita y pudhiios, antes que el buque arrimara,
oir la Santa ^lisa, celebrada por Monseñor, a

la cual acudietou casi todos los pasajeros con
devota y admirable atención.
Vinieron a %dsitamos dos Padres Capuchinos y
nos hablaron de su Misión, de las dificultades
que encuentran y sus trabajos apostólicos. De
Tucupita a Ciudad Bolivar, ninguna novedad.
E n ciudad Bolivar pasamos al «Apure», el cual
nos llevó hasta Puerto Ayacucho.
E n los tres días de permanencia en Ciudad
Bolivar, tu\'imos la dicha de cumplir todos
nuestros deberes religiosos y recibimos visitas
y agasajos de la autoridad eclesiástica local,
especialmente del Padre Cardozo, el cual fué
C(m nosotros de una finura verdaderamente ad­
mirable, llevándonos en auto a visitar la ciudad
e Instituciones locales. Monseñor Mejía está
ausente. Mucho lo recordamos.
E n «el A pu re» encontramos más comodidades
que en « el San Juan », tanto que todo los Pa­
dres pudieron cdebrar la Santa Misa todos los
días y pudimos disfrutar cada uno de un cómodo
camarote, donde nos cobramos con usura las
incomodidades del barco anterior.
Oímos también la radio de Caracas que nos
proporcionó, en las largas horas de espera,
cuando el buque estaba imposibilitado de na­
vegar, una buena diversión.
E l 8 llegamos a la Urbana. E s ésta la pri­
mera población de la Prefectura Apostólica.
Tiene una pobre choza que sirve de Iglesia,
y bastante población, en posición favorable,
sea por la salubridad del clima como por la
fertilidad del suelo.
E l II en Puerto Ayacucho. Aquí es el caso
de repetir el « finalmente » que encabeza estas
lineas: 15 días de viaje son para cansar a todo
hombre que no sea marinero, y entre los expe­
dicionarios no hay nadie que presuma de tal.
j Finalmente, pues en Puerto Ayacucho!
L a meta de nuestro viaje, la sede de la Pre­
fectura, primer teatro de nuestras labores apos­
tólicas. ¡Cómo nos latía el corazón, cuando des<le
lejos divisamos la población! Mil problenias, mil
proyectos danzaban en torbellino en nuestras
cabezas.
Mientras tanto el buque se acerca a la meta.
Vemos los liabitantes de la población en sus
vistosos trajes festivos, alineados a la orilla,
encabezados por el Gobernador del Territorio,
Coronel Jesús Canel<m G., el cual no quiso ser
segundo a ningimo en presentar su bienvenida

a Monseñor y a la Misión. Y a oúnos el repicar
alegre de las campanas, los ^'ítores y aplau­
sos de la población: del vapor echan las amarras
y he aquí que ya estamos unidos a la tierra,
que deberá ser nuestra tierra. Sube el Sr. Go­
bernador y después de las presentaciones tlei
caso, nos convida a tomar ¡Kísesióu de la vi­
vienda.

Los primeros misioneros que han embarcado.
Aunque estrecha e insuficiente, debemos
agradecer a la actividad del Coronel Canelón,
el que en pocos días se nos haya preparado un
abrigo donde descansar y recogemos.
Después de bendecir a Dios por el buen éxito
del viaje, empezamos en seguida los trabajos
de arreglo provisionales, tirando toldos y amon­
tonando equipajes. Por la noche podemos finalnieiitedar riendasuelta a nuestros pensmnientos
y elevar la mente al Señor, pidiéndole ayuda y
consejo para la vidá que se nos abre delante.
Quieran E l y la Virgen Auxiliadora acompa­
ñamos siempre, más ahora en estos principios,
que se presentan tan difíciles.
{Continuará).
J. M. B.
Misionero Salesiano

59

casi una completa mejoría. Prometí hacer pública
esta gracia y hoy ciunplo mi promesa.
A. T. B a rreiro
Antiguo alumno salesiano.
ARGENTINA Deán Funes, octubre de 1933. —
Encontrándome enferma desde hacía tiempo y sin
notar mejoría algrma, hice especiales oraciones a
Nuestra Madre María Auxiliadora y al Beato Don
Bosco, y al otro dia amanecí sana. Como yo creo fué
un milagro, agradezco a Jlaría Auxiliadora y al
Beato Don Bosco sus boudades.
JOSKl’INA P. PE AI.IAGA.

Crónica de las Gracias
conseguidas, por mediación de María Auxi­
liadora, Beaío Juan Basco y Siervos de Dios

ESPAÑA Alicante, noviembre de lO.'?.?. — Muy
nHrndecida a mi Madre bendita María Auxiliadora
por haber conseguido de Ella que mi padre, después
de muchos años, confiese y reciba a Nuestro Señor,
publico esta gracia, llena de alegría, para gloria suya
y ejemplo de otros.
M. G.
ESPAÑA Borjas Blancas, mayo de 1933. — Es­
tando mi hija gravemente enferma, y habiendo su­
frido una operación quirúrgica, acudí a Jlaría Auxi­
liadora y le supliqué me concediera completa cu­
ración, p\ies los auxilios de la ciencia habían resul­
tado inútiles. He obtenido la gracia y cumplo la
promesa de publicar la gracia en el Boletín Salesiauo.
A. Ch. L i,.
ESPAÑA Madrid, 5 noviembre 1933. — Halldndome enfermo y teniendo que sufrir una operación
quirúrgica que hubiese puesto en j>eUgro mi vida,
me encomendé a la Sma. Virgen María Auxiliadora,
por intercesión del Beato Juan Bosco. Y como hoy,
sin haberme operado, me enenentro bien, habiendo
desaparecido el peligro, cumplo varías promesas
hechas, y entre ellas la de hacer público mi agradeci­
miento en el Boletín Saltsiano.

J oaquina L.

db j.a

T orre .

ESPAÑA Málaga. — Encontrándose una familia
en situación angustiosii, por disponer tan sólo de
una cantidad que cu el Banco dejaba exiguo iuterés,
y no teniendo otros medios con que hacer frente a
sus apuros, recurrió a María Auxiliadora haciéndole
una novena.
El favor no se hixo esperar; porque en breve
tiempo surgió un negocio que en la actualidad ex­
plotamos con excelente resultado. Por ello damos
públicamente gracias a la Dadivosa Señora.
Una familia devota dé María .iuAiliadora,
ESPAÑA Vigo. —• Hacia meses que venía su­
friendo del estómago, me dirigí a María Auxiliadora,
por mediación del Beato Juan Bosco. y ahora noto
60

.ARGENTINA Pamf>a Central. — Mi esposa Ca­
talina Frank tenía una asunto testamentario muy
difícil que arreglar, y que ya hacia 8 años estaba en
trámite. No viéudo.sele una salida favorable, re­
currimos al Beato D. Bosco y María Auxiliadora,
por medio del rezo de su prodigiosa novena, y pro­
metiendo publicar la gracia en el Boletín Salesiano.
El último dia de la novcua se me vino la idea de
acudir al Tribunal que tramitaba el asunto, y re­
gresé con el dinero que en derecho me correspondía.
Cumplimos nuestra promesa; una misa rezada en
el altar del B. D. Bosco y hacer pública la gracia
obtenida.
F e l ip e y C a t a u x a W il b e r g e r .

ARGENTINA (Pampa) Conhelo, setiembre de
19^3. — Jli hijo tenia el tifo tan adelantado que ya
se me moría. No habiendo a mano ningún remedio,
ni recurso para llamar el médico, desde Castex f 50
km); me volví a la Virgen Auxiliadora y le prometí
publicar la gracia y fomentar su culto. No había
aun transcurrido una hora, cuando vi llegar la
Señora Directora del Colegio, quien, al ver el estado
lastimero del hijo y de la madre, tomó el asunto por
su cuenta y aquella tarde misma venia el doctor,
quien, a boca de jarro, dijo al ver al enfermo;
• Pero ¿Uds me llaman n asistir a im moribundo? ».
A pesar de ello, mi hijo sanó muy pronto, sin que
de la terrible enfermedad haya quedado el menor
vestigio. Yo no lo olvidaré y él tampoco que ha
.sido salvado.
¡Gracias, Madre mía!
C esar in a R.

de

A im a r e t t i .

ARGENTINA (Río Negro) Alien, octubre de
1933. — Una nietecita mía fué atacada de terrible
enfermedad que en pocos dios la puso ol borde del
sepulcro. Los médicos les dijeron a sus desconsolados
padres que la ciencia ya no tenia nada que hacer
con ella. En ese momento llegó el Cura Párroco
Pbro Juan Vaira, y le dió la bendición de María
Auxiliadora exhortando a los padres a que luyeran
fe, y ¡oh prodigio de tau buena Madrel pocos minu­
tos después empezó la mejoria y ahora es la delicia
de sus padres y abuelito, quien envia una limosna
para que se rece ima Misa en su altar del Santuario,
ai ndsmo tiempo que agradece públicamente a la
Virgen dcl Beato Don Bosco el favor que acaba de
dispensarle.
M a u ricio S a d a .

COLOMBIA Caldono. — Hace algún tiempo, en
un momento inesperado, vi rodeada mi casa habi­
tación por un voraz incendio, y no teniendo quién
me ayudara a contenerlo, pues me encontraba solo

en compañía de ima sobrina y de mi esposa que
estaba postrada en cama, invoqué con fervor a
la Santísima Virgen María Auxiliadora. Inmediata­
mente el fuego se calmó y me vi libre de tan inmi­
nente peligro. Agradecido por este favor cumplo lo
ofrecido, haciéndolo público.
G regorio S a o t o v a l .

COLOMBI-4 CaXdono. — Mi esposo hacia uso
inmoderado del licor, a pesar de su buena voluntad
no abandonaba tan funesto y deprimente vicio;
habiendo yo solicitado el auxilio de la Santísima
Virgen María Auxiliadora con verdadera fe y pedídole que hiciera nacer en mi esposo el deseo de
hacerse Cooperador Salesiano, a los pocos días so
hizo inscribir en dicha Asociación y desde esa época
nó voUnó a hacer uso del licor. Profimdamente agra­
decida, suplico se publique este favor, para mayor
gloria de la Santísima Virgen.
A u g u stin a

o . de

Sa n d o v a l.

COLOMBIA (Xariño) Tumaco, octubre 20 de
Estuvo mi mamá enferma de peligro, se­
gún el médico, y aun cuando éste es un gran facul­
tativo, en tan peligroso conflicto colocamos, una
hermana y yo, al frente de la cama un cuadro del
Beato Don Bosco, que el P. Rinaidi (q. s. g. h.)
tuvo la bondad de regalarme; hicimos la novena,
comulgamos, y con fe esperábamos que por medio
de El alcanzaríamos la salud de ese ser idolatrado;
gracia que hemos alcanzado. Nuestra mamá hoy
está gozando de salud.
Ofrecimos publicar tan señaladísimo beneficio;
lo que hoy hago con el mayor gusto, anhelando
llegue pronto el día de su canonización para venerarlo
en los altares.

1933- —

E u f e m ia L em os V e ia s c o

Celadora Salesiana.
liSTADOS UNIDOS (California) Richmond. —
Damos infinitas gracias a María Auxiliadora 7 al
Beato Don Bosco por haber conseguido La salud
completa de un joven que padecía ima enfermedad
mental y otras graves complicaciones que, según la
ciencia, hacían imposible pudiese recuperar la salud;
y viendo que su gravedad aumentaba, le suplicamos
su mamá y yo al Beato Don Bosco que intercediera
con la Sma. \'irgen, pidiendo la gracia que deseá­
bamos, y habiéndonosla obtenido, hacemos público
nuestro agradecimiento.
C. Muñoz.
ESTADOS UNIDOS (California) Riverside, 13 de
noviembre de 1933. — Habiendo enfermado mi hija
de una pulmonía bronquial, apliqué una reliquia
del Bienaventurado Don Bosco, suplicando con
toda mi fe a El y a nuestra celestial Auxiliadora la
salvación de mi hija que, al decir de los médicos, se
hallaba verdaderamente en peligro de la vida.
Con grande alegría me vi enteramente atendida,
pues que mi amada enferma recobró su salud y sigue
hoy sana y agradeciendo y alabando la bondad de
María Aujúliadora y el poder extraordinario de su
Siervo Don Bosco.
Agradecida, envío una modesta oferta para los
gastos de la inminente Canonización del queridí­
simo Don Bosco.
X.

MEJ ICO (Zacatecas) Jerez, 11 de octubre de
1933» — Hago patente mi gratitud a Dios Ntro.
Señor por haberme «sucedido, por intercesión de la
Sma. Virgen, favores sin cuento, siendo uno de los
más importantes haberme hecho sanar de una grave
afección a la garganta, de la que se temía fundada­
mente hubiese peligrosas derivaciones.
•Alb erto M. R u iz .
MEJICO, octubre de 1933. — Doy infínita.s gracias
al Beato Juan Bosco por haberme sanado varias
veces en éstos dos últimos años, y hago público mi
agradecimiento, en estos páginas.
R osa B r a i .

MEJICO, 22 setiembre de 1933. — Doy grucia.s
al Beato Juan Bosco y a N'tra. Madre Santísima
María .Auxiliadora por dos favores muy grandes y
patentes que me hizo. Uno de ellos es que mi es­
poso, siguiendo los malos consejos de una persona,
rehusaba casarse por la Iglesia, como me había
ofrecido. Le encomendé el asimto al Beato Juan
Bosco y a Ntra Madre Santísima María .Auxiliadora,
ofreciéndoles ima misa, y otras obras buenas, y hoy
cumplo muy agradecida mi ofrecimiento, porque
mi esposo es muy bueno y hemos celebrado ya
nuestro matrimonio religioso.
M.a.

o.

M. V. DE O rtiz .

n i c a r a g u a Rama, 20 de octubre de 1933. _
Gracias sean dadas a Dios y a María .Auxiliadora
que, por intercesión de su fiel siervo el Beato Juan
Bosco, cuya protección invoqué, conseguí venne
libre de una angustiosa tribulación.
También en una enfermedad gravísima de un so­
brino mío, ya desahuciado por los médicos, se ob­
tuvo su curación mediante la bondad siempre ma­
ternal de María Auxiliadora de los Cristianos, aten­
diendo las súplicas del Beato, a cuya mediación
habíamos confiado el caso.
Hoy, agradecidísima, cumplo la promesa hecha
de expresar públicamente mi reconocimiento.

F lora M.

de

H adm ond .

PERU Arequipa, agosto 3 de 1933. — Doy in­
finitas gracias á María .Auxiliadora que, por inter­
cesión dcl Beato Don Bosco, nos alcanzó la salud
de una prima atacada de bronconcumonía y fiebres
intestinales.
R osa P a r o n e l li .

PERU Magdalena del Mar, — Encontrándome
gravemente enferma y peligrando mi vida con una
enfermedad de apéndice gangrenado, pedí fervoro­
samente al Beato Don Bosco me conservara la
vida, haciéndome salir con éxito de la operación a
que fui sometida, y en efecto al poco tiempo me en­
contré completamente restablecida, por lo que doy
gracias a tan amable Protector.
M aría T e r e sa

del

C a st ill o C u a d r a .

URUGUAY Montevideo, 31 octubre 1933. — En
febrero del corriente año, fué operado mi Padre de
cataratas por médicos especialistas, y una semana
después de la operación se le cerraba la pupila^
s^ún los médicos que lo asistían, y había necesidad
de nueva operación; siendo ¿ to imposible a
causa de unas inyecciones que le díó el médico y
que lo redujeron al último estado, ofrecúnos al Co61

razón de Jesús, María Auxiliadora 7 Beato Don
Bosco, publicar la gracia en el Boletín Saiesiano, si
obteníamos su curación 7 que viera, 7 rezamos el
triduo. Se le administró la Extremaunción 7 le
aplicamos con toda fe una reliquia del Beato Don
Bosco, que pedimos a los Rdos. Padres Salcsianos
de esta Capital, e bicímos otras ofertas, 7 el Corazón
de Jesús, por Intercesión de Nuestra buena Madre
Auxiliadora 7 del Beato nos lia escuchado; el mal
de la vísta se detuvo, 7 el estado general del en­
fermo mejoró rápidamente, hallándose actualmente
bien. Cumplimos gustosos las promesas, 7 pública­
mente expresamos nuestro agradecimiento.
Pamilia Maio.
URUGUAY (Montevideo) Sayago, octubre de
1933. — Era el 27 de diciembre del pasado 1932.
Ibamos la familia 7 personas de servicio a estable­
cernos durante las vacaciones, según costumbre,
en nuestro <chalet» de la pla7a « La Floresta *.
Partimos de nuestra cosa de Sa7ago en automóvil,
manejado por mi esposo. Al llegar a una curva pe­
ligrosa del camino, junto ol arro70 Mosquitos, un
montón de gravilla en medio de la curva, hizo pa­
tinar el coche en tal forma que, perdida la dirección,
fué a estrellarse contra el pilar del puente, tirándolo
abajo por entero. En aquel momento espantoso,
exclamé: t Auxilium Christianorum », poniéndome
en brazos de la querida Madre Auxiliadora que desde
mi niñez aprendí a amar tan de corazón en la Familia
Salesiana. ¡Cuál no seria mi asombro cuando,
al abrir los ojos, que había cerrado el terror de una
muerte tan horrible, me encontré 70, e igualmente
los míos, todos sanos, sin habernos movido de
nuestros sitios, sin haberse astillado siquiera nin­
guno de los cristales del auto, detenido éste al
borde del puente 7 sin volcarse, después del des­
trozo que había originado en el muro: Una mano
milagrosa lo detuvo; la mano de María Auxiliadora,
a quien debemos el no habernos precipitado al
arro70, cu7as aguas medían tres metros 7 medio
de profxmdidad. Hice ofrecer cuanto antes el Santo
Sacriñcío de la Misa, en acción de gracias, a tan
l)ondadosa Madre que 7a en otra ocasión nos dis­
pensó otra gracia análoga, salvando milagrosamente
la vida a un hermano mío, en un accidente automo­
vilístico, ocurrido en E.spaña. gracia que también
fué publicada en el Boletín Saiesiano. Será eterno
mi reconocimiento, 7 ofrezco favorecer sicjuprc, en
lu medida de mis modio.s, las obras de Don Bosco.
M.\RI.\ G o YRKT t>K DOLUAN.

Dan también gracias a Aiaria Auxiliadora y
al Beato Juan Bosco, por favores recibidos:
1-1si'a5ía •■ l/ifíiH/í'. María Aseiicio de Botella.
EspaS a Barcelona. Rusa Monistrol - Monserrat
Padró Vda de Marimón - ^{anucla Castellví Vda de
Turqui - Luisa Castellví - Mercedes Llopis - Matilde
Trius Vda. de Col! - .\ntonÍa Vda. de Pagés - Ra­
fael Delcter 7 Dolores NoUa - Rosa 7 María Sagnier
- María García Nieto.
KspaS a l'igo. L. R. Pombo - S. B. - Amparo
M. Correrá.^ - E. P. y E. V. P. de S. - Sr. Marqués
de Méndez Núñez •
P. N.
C olombia (Valle) Co/i. Aureliano Casas Cuevas
Rita Várela.
62

Colombia (Valle) Popaydn. Cornelia N. Vda. de
Negret - Dolores Mora - N. N.
Colombia (Santander) Co>itraiación. J uan de
Dios Gómez 7 familia - Ambrosia Echeverría de
Sánchez - C. R. P.
G u atem a la (Alta Verapaz) Cohán. Rosa de Ligorria - Concha de Ponce - Rosario Valdés - Amalia
Vásquez - Mercedes V. de Vásquez - Lauro Morales
- Carmen Barrios - Marta Vásquez - Josefina de Leal
Peña - Servanda Vda.de Gómez - María P. de Gar­
cía - Carolina Vda de Motta - Chica Ponce - Re7es
Vda. de Arriaza - Vicenta Chavarría - Gudelia de
Narciso - Carmen Ch. Vda de Delgado - Odilia de
Gómez - Julia H. Gómez - Pedro Gabriel..
I ta lia Turin. I. G. S.
I slas F ilipinas (Isabela) Echague. Juan M. de
Bonilla.
M éjico capital. — Teófila Peña - Eleuteria Mier
de Real - Ignacia Basurte - Eudosia Valdespino
• Josefina L. de Baldasúa.
M éjico Aguascalienles. Guadalupe del Rio María Torres - Josefina López.
M éjico (Nayarit) San Pedro Lagunillas. Manuela
D. de Cortés - Micaela L. Vda. de Robles - Carmen
Gutiérrez - Nicolasa D. Vda. de Jiménez - Andrea
Rodríguez - Tomasa- Arroyo - Mateo Castellón María Bravo - Martiniano Delgado - Arcadia G. de
Ibarra - Trinidad Alba - Néstora Alba.
M éjico (Zacatecas) San José del Canutillo. María
Dolores Alvarez de Barboza.
U r u g u a y Salto. Rosa Blanca Anibrosoni de .\ndrade.
V en e zu e l a (Trujillo) Barquisúneto. Bclisa Mújica - Blanca de Martínez Ojeda.

Uruguay Salto. — C. N. Y. de Lucas da gracias
á la Sierva de Dios Doña Dorotea de Chopitea
por una señaladísima gracia obtenida por su po­
derosa intercesión.

NECROLOGIAS
S A L E S I A N O S D IF U N T O S :

P. José Luis Casíiglia.
Falleció el 15 de octubre en Buenos Aires, habiendo
producido su muerte hondo sentimiento, expre­
sado en sentidos artículos necrológicos por los más
importantes diarios locales, especialmente La Prensa
y el Pueblo de la capital federal, porque el P. Castiglia era un Saiesiano muy popular y muy querido
cu la .Argentina, por su largo apostolado en aquella
República 7 por sus dotes sobresalientes de verda­
dero Hijo de Don Bosco, a quién conoció en Turin,
cuando niño.
Nació el 2 de junio de 1859, en el pueblo de Bies-

tro, y fué a América muy joven. En San Nicolás
de los Arroyos sintióse llamado a la vida religiosa
y solicitó ser admitido en la Congregación Salesiana.
Recibió el sagrado hábito en el Colegio Pío IX
(San Carlos) Bs. As., de manos del limo. Monseñor
Cagliero (d. s. m.) y fué consagrado sacerdote el
28 de junio de 1887.
Trabajó como bueno en los Colegios del Rosario,
Pío IX y Parroquia San Carlos de Buenos Aires.
()cupó el puesto de Director del Colegio de San Ni­
colás de los Arroyos, fundó el Colegio Santa Isabel,
y el de la ciudad de Corrientes, permanedeudo allí
hasta el 29 de enero de 1931, en que fué destinado
nuevamente a su querido Colegio de San Isidro,
donde con santo celo prosiguió sus apostólicos Ira»
bajos, hasta la muerte.
Treinta años, casi, de permanencia en San Isidro
— dice El Ptieblo — le han tejido la corona más pre­
ciosa, la del afecto incondicional de infinidad de
personas.
Enamorado de sus párvulos, de su clase elemental,
llegó a enseñar tan escrupulosamente, que no pudo
ser igualado, en los resultados rápidos de una ense­
ñanza como esa sin halagos y sin descansos.
No fué orador; no fué escritor ni caudillo, ni em­
prendedor de grandes obras.
Fué solo hombre de virtud acrisolada y sencilla;
se escondió tan sinceramente, que fué sacerdote ex­
traordinario sin saberlo él; sin soñarlo jamás.
Nadie se habría imaginado que el pueblo todo
de San Isidro exigiera sus restos, que estaban en la
capital; que los velara en su hermosa iglesia; que
asistiera a la misa y a los funerales, en masa, como
se suele hacer con las grandes figuras de la política
o de la patria.
Pocas veces, en efecto, acontece en el mundo,
que se honre en tal forma, por todos los partidos y
ciases sociales, a una persona sencilla como el padre
Castiglia, sin mover ningtmo de los consabidos re­
sortes mundanos.
Señoras, hombres y niños quieren besar su frente
y la mano que tanto bendijo; todos quieren tocar
sus restos con una medalla, un rosario, el pañuelo;
según dijo muy bien el canónigo doctor Andrés
Calcagno, a esc humilde salesiano, el pueblo le dió
el don tan personal y tan propio, de sus lágrimas;
lágrimas que no se dan gratuitamente o con regalos
o dinero, sino que son conquistadas por el amor.
R. I. P.

Han muerto también en ¡a paz d e l .Señor.*
Domingo Aime, sactrdoU — de Roaschia (Italia)
t en Santiago de Chile, el 19 de Junio.
José Blanco y Blanco, coadjutor — de Ponferrada
(España) t
Denia (id.), el 9 de agosto.
Juan Gaijré, sacerdote — de Cúneo (Italia) f en
Faenza (id.), d 30 de setiembre. Fué recibido en la
Congregación siendo ya sacerdote, por al Beato
Juan Bosco, y dejó en todas las casas donde ejerció
su apostolado, los más altos ejemplos de obediencia
y humildad, de un acendrado espíritu de piedad, y
de una gran delicadeza de conciencia.
Enrique Knoop, sacerdote — de Raesfeld (Ale­
mania) t en Essen-Borbeck(id.), el 12 de setiembre.
Es otro de nuestros grandes héroes, muerto víctima
de la caridad. Habiendo obtenido permiso de sus

Superiores para consagrar su vida al servicio de los
leprosos, a los diez años de ministerio, contrajo la
terrible enfermedad, la cual, últimamente, le tenía
reducido a ima condición tristísima, habiéndose
quedado completamente ciego y hecho un cadáver
ambulante.
{Qué corona de gloria más hermosa habrá encon­
trado en el cielo!

COOPERADORES DIFUNTOS:

Don Ramón de Ascanio y León-Huerfa.
En la ciudadde La Laguna (Isla de Tenerife) dejó de
existir repentinamente, este dechado de caballeros
cristianos. Su alma prócer, forjada en el pulcro
troquel de los grandes españoles del siglo de oro,
debía sentirse cansada y humillada de tener que
vivir en una época como la nuestra, llena de barros
y miserias.
Su muerte ha causado en todo el Archipiélago
Canario honda sensación de pena, pues las más
altas empresas de la religión y de las letras y la
noble causa del patriotismo tenían en Don Ramón
de Ascanio un animador infatigable, y el vacío que
deja en todos estos campos es enorme.
Era tma de las figuras más relevantes de la Acción
Católica diocesana; enamorado consecuente y activo
del esplendor del culto y de las obras cate­
quísticas, los fomentaba de mil maneras; los nece­
sitados le hallaban siempre accesible a la conmise­
ración y el socorro; era, en fin. Cooperador Salesiano
fervoroso y convencido, y miembro de casi todas las
O sa d ía s y Hermandades de su ciudad natal.

63

í

Cultivador de las Bellas I/Ctras, el finado brilló
011 loa estudios históricos, de los que deja notables
publicaciones. Poeta espontáneo y de recia inspi­
ración, con su admirable obra «Nuevas Poesías»
quedó consaj^rado como un eminente maestro en
ese género literario.
Al dejar por jubilación su cargo de Bibliotecario
Provincial del Instituto de Segunda Enseñanza de
En Eaguna, se celebró un banquete, en el que
estuvo repre-seutado cuánto en Tenerife tenía una
significación destacada.' Fué aquella una solemne
exaltación de los méritos extraordinarios del Sr.
Ascanio.
Como Católicos y como Salesianos exteriorizamos
en estas lincas nuestro más profundo dolor por la
muerte de ese noble y ejcmplnrisimo Cooperador,
todo bondad y exquisiteces espirituales.
A su ilustre Viuda Doña Elena Montemayor y
Nava, y a su dignísimo hijo Don Santiago Ascanio
Montemayor, Co-Fundador insigue y benemérito
Cooperador de la Casa Salcsionu de Las Palmas,
presentamos nuestro más sentido pésame, a la vez
<iue pedimos a nuestros lectores una oración por el
alma del finado.

Sr. Don Luis Salvador y Salliura.
Murió en Gerona (España), el 25 del pasado no­
viembre, sautamente, como había vivido, a los se­
senta y cinco años de edad.
Fué uno de los primeros y más insignes coopera­
dores que ha tenido la Casa Salesiaua desde su
fundación, contribuyendo con espléndidas limosnas
a la construcción del magnifico Santuario de María
Auxiliadora.
Compenetrado del espíritu del Cooperador Salesinno, lio se contentó con prestar su constante ayuda
material, sino cpie propagó con gran celo las Obras
del Bto. Juan Bosco.
Devotísimo de María Auxiliadora, después de
inculcar esta singular devoción a .su numerosa fa­
milia, trabajó por extenderla por la ciudad de Ge­
rona y su comarca, especialmente en Cassá de la
Selva.
Testimonio perenne de sus fervores mariaiios
será la capilla que nuestro llorado D. Luis construyó
en lo que hoy se llama Hariuertt de María Auxilia­
dora, en la Creueta, a unos dos kilómetros de Gerona.
Numerosas fueron sus obras de celo, ya sociales,
ya religiosos.
Fué autor de «Mi Breviurio », devocionario po­
pular que mereció un autógrafo laudatorio de S. S.
Benedicto XV, y cuya primera edición quedó ago­
tada ol poco tiempo de su publicación.
Probado por la Divina Providencia, nunca se le
oyó una queja, ni abandonó los obras de celo, en
cuanto sus haberes se lo peruiltían.
Ni la muerte de sus más caros, ni las desgracias
de familia, fueron bastantes a disminuir un tanto
la fe, el amor y conformidad con la voluntad de
Dios de nuestro llorado amigo.
DoUHn SaUsiano, de quien fué el finado lector
asiduo y propagaudista incansable, se asocia a la
pena de sus afiigídos hijos, hermanos y demás pa­
rientes, y suplica una oración por el eterno descanso
de su alma.

64

Pedro Portero Aibar.
El día 1* de jimio de 1933 dejó de existir, en Bue­
nos Aires, tras penosa enfermedad que sufrió con
paciencia y resignación cristianas, durante seismeses, y después de haber recibido todos los Auxilios
de la Santa Religión. Fué todo cariño para los SaIcsianos, siendo socio de la Compañía de San José,
y no contento con hacer educar a todos sus hijos
bajo el manto de María Auxiliadora, ofreció uno
de ellos al Sacerdocio, entre los Hijos de Don Bosco.
Damos el más sentido pésame a su desolada familia,
y lo encomendamos a las oraciones de nuestros ami­
gos.
Han muerío también en la paz d e l Señor:
E spaS a Barcelona — Gerardo Blázquez - Higinio
Blanco - Asunción Vda. de Sansalvador - Isidro
Valls - Vicente Amau - Pelegrín Sans - Mercedes
Vilanova - Salvador Bacardi - Jaime Sapera José GuiUén - Miguel Balari - José Pujadas José Blanco - Juana Capdevila - Ramón Slartí Ca^^men Grau Vda. de Tintoré - Carolina Masriera
- Jos.fa Ribó Vda. de Comas - Luis Dauni
Gustavo Puig - Salvador Sansalvador - Mercedes
Gallarda - Rufina Gómez - Angeles Flaquer
Narciso Campmany - Joaquín Cano - Pedro Puig
- Juana de Troya - Angeles Font - Alfredo Raixach - Antonio Figueras - Magdalena Pérez Vda.
de Puig - Mercedes Sarriera Vda de Bruguera Antonio Goday - Juan Sala - Domingo Casanovas.
Amalia Illas Vda. de Yrio.
E spañ a Madrid — Juan González Ramírez.
A rg en tin a Córdoba — Modesto H. de Molins.
C olom bia
Prada.

(Santander)

Contratación —

C olom bia (Santander) Piedecwsta

Ensebio

Orosia Gon-

zález M.
COLOMBIA (Valle) Galdono — Eliseo Trochez - Mar­
ciana Molina.
E st ad o s U n id os (California) Pomona
Medina.

Dionisio

Manila — J u a n B e n o z a .
Aguascalientes — Carmen Armeugol

I S I .A S I ? 1 U P I N A S
M E J IC O

de

Cross.

(Nayarit) 5 an Pedro Lagunillas — Antonia
Avalos - Ramona Delgado.

M E J IC O

f á i í ^

ip

Coa aprobmdóm d e Im aaiorided e cíe siá stic ^ — Dlrector-reapoasablei D. GUIDO FAVINL
C«UUc<iaUcalo Tip. 4e U Sodcitad editora iDlerMdoaal - Tarta. C o n o R e^taa M argierH a, ITf.

I

TESORO ESPIRITUAL
R elación de las Indulgencias Plenarias
que lo s Cooperadores Salesianos pue­
den ganar, en e l transcurso d e l año.
1 - Una vez cada día, sólo con elevar a Dios, en medio
de sus ocupaciones habituales, una piadosa invo­
cación, por corta que sea. {Esta Indulgencia, lla­
mada del trabajo, pueden también ganarla los
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora 7 sus
alumnos y exalumnos, y si durante el día se sigue
repitiendo la misma piadosa invocación u otra
cualquiera, se ganan cada vez 400 días).
2 - Un dia de cada mes, el que uno elija.
^ - El dia en que se hace el piadoso Ejercicio Mensual
de ¡a Buena Muerte.
^ • E l dia en que se asiste a la Conferencia Mensual
Salesiana.
$ ~ E l dia en que uno inscribe su nombre en la Pia
Unión de Cooperadores Salesianos.
6 • E l dia en que por primera vez se consagra uno ai
Sgdo Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejercicios Es­
pirituales, de ocho dios.
i - A la hora de la muerte, con tal que, confesado y
comulgadq o por lo menos arrepentido de sus peca­
dos, invoque, con los labios o con el corazón, el
nombre sacratísimo de Jesús.


EN C A D A UNA
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:
I ) M o v ib le s :
Sagrada Familia (el primer domingo después de la
Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (dia siguiente del
anterior).

2) F ijo s :
ENERO
- Circuncisión del Señor,
^^aniisimo Nombre de Jesús,
ifania.
de San Pedro en Roma,
)sonos de la Sma Virgen,
■ sión de San Pablo.
\de San Francisco de Sales.

FEBRERO
Purificación de la Sma Virgen
Cátedra de San Pedro en Antioquta.

2
22

MARZO

*9

Fiesta del Patriarca San José.
Anunciación de la Sma Viégen,

25

MAYO
Invención de la Sania Cruz.
Aparición de San Miguel Arcángel.
17 - Aniversario de la Coronación de María
A uxiliadora.
24 - Fiesta de María AweiliadorO.
JUNIO
24 Natividad de San Juan Bautista.
29 Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
Preciosa Sangre de Níro Señor Jesucristo.
Visitación de Ntra Señora.
t6 - Fiesta de la Virgen del Carmen,
AGOSTO
6 . Transfiguración del Señor.
IS Asunción de la Sma Virgen
tó Fiesta de San Roque.




SETIEMBRE
Natividad de la Sma Virgen,
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.

OCTUBRE
- La Virgen del Rosario.
- Maternidad de María.
16 • Pureza de María.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE
8 Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias se re­
quiere, además de las condiciones ordinarias, que
los Socios de la Pía Unicte recen cada día un Padre­
nuestro, Avemaria y Gloria, con la invocación
Sánete Francisce Salesi, ora pro nobis, según la in­
tención del Romano Pontífice. De estas condiciones
está exceptuada la Indulgencia del trabajo.

\

y desenvuelve, con la profundidad y competenda
con que suele escribir su autor, el concepto de
soberanía, según los principios de la denda cris­
tiana y las normas de la escuela tomista. Su in­
terés no deace ün momento.
Forma un tomo de 638 p^s, y vale 15 ptas
rústica y 18 tela, más 0*50 para correo certificado.

U Editorial Güi {Córcega, 415, Barcelona) nos ha
enviado: Leyendas y Cuentos del Japón - El pro­
blema social y la democracia cristiana * La Car­
tuja • Fragancias del Carmelo.
LEYENDAS Y CUENTOS DEL JAPON. —
Es u i precioso libro traducido directamente del
japonés por el Padre dotnin c ■ Fr. José M. Alvarez, que también es autor — como dice El
Debate — de la obra mejor que se ha escrito
sobre la isla de Formosa.
Esta nueva producción folklórica interesará
extraordinariamente a los personas que tienen
la sana curiosidad de investigar las tradiciones de
los pueblos y averiguar el por qué de tantas cosas
como distinguen a las diferentes razas que pue­
blan la tierra.
El autor no es ningún turista, sino que ha resi­
dido en el Japón treinta y cinco años, y ello hace
que sus Leyendas estén impregnadas de un sabor
local que las hace sencillamente encantadoras.
De la parte editorial no hay que hablar, conodejido a la Casa Gili. El libro va además enri­
quecido con 32 ilustraciones.
De tamaño 12x19 y 278 p¿gs, véndese al
predo de 6 ptas rústica y 8 encuadernado en
tela, más 0*40 para correo certificado.
EL PROBLEMA SOCIAL Y LA DEMOCRACIA
CRISTIANA — Por Don Manuel Burgos y Mazo.
Los lectores de esta magna obra se alegrarán
de ver ya publicado el VI tomo. En él se estudia

LA CARTUJA. — Por un Cartujo de Aula Dei.
Es un bien presentado tomito de 12x19 y
148 págs, con 12 láminas en papel cuché. Su fina­
lidad, admirablemente lograda, es destruir las
insubstanciales y a veces perniciosas leyendas
formadas en tomo de la vida misteriosa de los
cartujos, y presentarla tal como es.
El lector encontrará en esta obrita capítulos
llenos de unción, que incitan a amar las cosas de
Dios y pensar seriamente en los trascendentales
problemas del espíritu.
Su precio es de 3 y 5 ptas, respectivamente,
según se pida en rústica o en tela, añadiendo 0*30
para correo certificado.
FRAGANCIAS DEL CARMELO. — De la misma
Editorial, es un librito de 8x13 y n o págs, en
el que se reseña la historia del Santo Escapulario,
se trata de la Visita Domiciliaria de la Sma Vir­
gen del Carmen, y se proponen hermosas fórmu­
las de devoción.
Su autor, el Dr. Mozas, ha escrito esta obrita
con mucho amor y galanura de estilo.
Vale una peseta en rústica.
LA FAMILIA CRISTIANA. — Hermoso opúsculo
del P. Briata S. S.
%LECTURAS CATOLICAS* de Bxtenos Aires —
nos ha enviado dos nuevos tomitos de su inte­
resante Colección: Historietas, y E l Via Crucis det
misionero salesiano.
Q.ULTURA. — Revista de Colombia, órgano d la
Educación. Los números correspondientes a Mayo
y Junio.

BOLETÍN
SALESIANO
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN; VlA COTTOLENGO. 32 - TURIN (109) - ITM.IA
D«Jo8t <¿uinpOL¿8

Ceea

( L ^ r lo a )

fo r chalar
O U AitA

GUIDO FAVINI.

« M w jtttr ffi, Í7t.