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A ñ o X L V II - N . 7 .



J u lio , 1932

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS

DE DON

EL R V D M O 5 R .

DON PEDRO RICALDO N E
R E C T O R M AYO R DE LA PÍA S O C IE D A D S A L E S IA N A
Elegido en Turín (Ifalia) el 17 de Mayo de 1932.

BOSCO

194

El Rvdmo Sr. D. Pedro Ricaldone
es elegido Rector M ayor
H oras d e expecíación.
Los que conocen por dentro a los Reli­
giosos, saben muy bien que esos periodos
de fiebre, que en el argot político se llaman
electorales, no rezan con ellos. K1 deseo y
ansiedad naturales de la elección de Superior
no alteran lo más mínimo su habitual caridad
y alegría, ni tan siquiera aceleran el ritmo
de su trabajo ordenado y pacifico. Cada
casa y cada Provincia cumplen las forma­
lidades que para el caso disponen las Cons­
tituciones y lo demás se deja a la Provi­
dencia divina.
Pero de puertas afuera, el hecho que
nos ocupa despierta siempre maravilla y
expectación, por lo que es y por lo que
significa. Una Congregación Religiosa que se
elije a sí misma la cabeza que ha de regirla,
a la cual libremente y sólo por amor so­
meterán todos su miembros el absoluto go­
bierno de sus actividades, con un some­
timiento ciego, semejante al que tienen los
nervios respecto del cerebro, es siempre algo
que sorprende, es mi alarde magnífico de
espiritualidad que impresiona y conmueve,
lis una superación de las formas vulgares
de la vida que hace pensar a los espíritus
selectos y les invita a \Ticiar su existencia
dentro de otros moldes más puros, a entre­
garse sin egoismos a las dedicaciones nobilí­
simas del amor cristiano y a las grandes
empresas de la santidad.
Es un espectáculo admirable de orden y
disciplina, libremente aceptada y genial­
mente movilizada, contra las usurpaciones
del individualismo que, boy como siempre,
atenta contra la vida social, sustrayéndola
a toda obediencia y a toda organización.
Es un Ijello cuadro de amor y compene­
tración fraternas y es finalmente una de las
infinitas pniebas de la \dtalidad de la Iglesia
que progresa y se renueva, a través de las

Instituciones que sin pesar brotan de su
seno.
En ellas el espíritu permanece, la doctrina
permanece, lo tradicional permanece, pero los
liombres varían y se turnan, para acoplar
los organismos que representan al ambiente
de cada época y de cada circunstancia.
Esto hace siempre la Iglesia, mientras re­
corre la ruta gloriosa de su vida perenne,
y esto hace ahora, una vez más, la humilde
Congregación Salesiana al trasmitir, de Su­
perior a Superior, el espíritu inalterado de
su Beato Fundador Don Bosco.
Espíritu perfecto, terso, admirable, que
ha llegado a cristalizar en formas diaman­
tinas — manos que periódicamente se re­
nuevan, para recibirlo y adaptarlo a los di­
versos tiempos, gustos y lugares — he aquí
lo permanente, y lo variable.
En el perfecto equilibrio de estas dos
fuerzas está el secreto de la \’italidad de las
Instituciones nacidas de la Iglesia, para ar­
raigar su obra secular en las entrañas del
mundo y, siendo la Congregación Salesiana
una de ellas, así ocupe el lugar más hu­
milde, ni que decir tiene que cuidará siempre
con el mayor ahinco y con la a>nida di\’ina
de no apartarse de este equilibrio salvador
y fecundo.
Con el más vivo alborozo de nuestras
almas proclamamos y bendecimos hoy la
inalterabilidad y el renovado triunfo de este
santo equilibrio, al aparecer la nueva y dulce
figura paterna de Don Bosco V, del recién
elegido Rector Ma}^r DON P ED R O RICALDONE.
Empiezan a llegar ¡os delegados.
Grandes días de movimiento han sido
estos para la Casa-Madre.
H oy unos, mañana otros, iban llegando,
de sus resTjecti\ os países, los miembros del

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El Capitulo General.

Capítulo General, radiantes de cordialidad
y alegría, vistiendo algunos de ellos típicas
indumentarias.
En el amplio refectorio y en los patios de
recreo especialmente, oíanse saludos y con­
versaciones en todos los idiomas, aun los
que más discrepan del italiano, que es la
lengua familiar, el instrumento de comuni­
cación internacional empleado por los Hijos
de Don Bosco.
Con ellos departían amigos y allegados,
ávidos de dar un abrazo a quienes no
habían visto desde luengos años y mez
ciábanse también periodistas que, lápiz en
ristre, oian de labios de nuestros misioneros
relatos de hechos vividos, que han dado
interés y amenidad a más de una crónica
de importantes Rotativos.
Quién no supiera que estos sacerdotes
tienen por casa el mundo entero y viven, lo
mismo en la culta Europa que en las regiones
antípodas, o en cualquier isla perdida del
Océano; quién ignorara que algunos se han
visto estos dfes por vez primera, desde que
jóvenes dejaron el Noviciado, creería que
jamás se ha-n separado, que han estado

IIM

siempre juntos en íntima amistad y bajo
un mismo techo, tal y tan grande es la santa
y efusiva confianza con que se tratan.
Nada importa que cada rostro tenga el
sello de la nación o de la raza que los envía
y cada lengua su nota de extrangerismo.
Nada importa que cada pecho y cada
cerebro lleven incrustadas sus propias ansias
patrióticas. Sobre todo y sobre todos flota
un ideal común, un amor, un espíritu que
borra las diferencias y las funde, en un
abrazo único de fraternidad sublime — Cor
unum el anima una— el ideal del apostolado,
el amor de las almas, el espíritu de Don
Bosco.
EJ 17 de Mayo.
Señalemos con júbilo esta fecha.
Mientras en la Basílica se celebra el 29 Ani­
versario de la Coronación de la Virgen de
Don Bosco y la piedad popular sigue bor­
dando su Mes de María, con toda la gloria
florida de los jardines de primavera y las
galas más exquisitas del arte y del corazón,
la
Sociedad Salesiana, huérfana desde

ig 6

a 5077
C asa donde nació en Mirabello
Don Pedro Ricaldone.

hace cinco meses, no cabe en sí de alegría,
pensando que va a ver de nuevo la sonrisa
del Padre.
K 1 Capítulo General, santamente preparado
con un Triduo de oraciones, declaróse abierto
de un modo oficial el lunes i6, a las 18,30,
en la histórica capilla de San Francisco de
Sales, llena de recuerdos de familia y ele­
vada en 1852, por nuestro Beato, para reme­
diar la estrechez angustiosa del primer re­
fugio Pinardi.
El amplio salón de estudios de los esco­
lares internos había sido convertido en lugar
de reuniones.
A eso de las 9,30 del 17, celebra la Asam­
blea su primera y más expectante de todas,
después de invocar la divina asistencia con

la Misa del Espíritu Santo y el canto del
«Veni Creator Spiritus ».
Es un momento solemne que pone en
conmoción a toda la casa.
En las operaciones protocolarias se pasan
más de dos horas. Mientras se verifican lee
poderes de los Sres Delegados y se elige a los
Secretarios que han de redactar las Actas
y a los Escrutadores que han de comprobar
los votos; mientras el Regulador Don Bar­
tolomé I'ascie señala el tono y el cauce de
las deliberaciones y se van despachando
una porción de formalidades inexcusables
que llegan a impacientar a los que fuera
esperan, María Auxiliadora reconcentra su
atención y su mirada materna sobre la sala
capitular, va ilustrando, una por una, la
mente de los electores y les sugiere el nombre
que han de depositar en la urna, nombre
<iue coincide con el que en patios y pasillos
del Oratorio y en las conversaciones de la
ciudad y creo que en ambientes mucho más
apartados, venía ya repitiéndose de boca
en boca, desde que se nos fué al cielo el
santo y bondadoso Don F. Rinaldi
. Eos miembros que forman el Capítulo
General son 87. Figuran en primer término
los Consejeros actuales del Capítulo Superior
Rvdos D. Pedro Ricaldone, D. Pedro Tirone,
D. Fidel Giraudi, D. Bartolomé Pascie v
D. Antonio Candela con el Secretario D. Calógero Gusmano; siguen el Sr. Procurador
de la Sociedad en Roma P. Tomasetti, el
Director de la Casa-Madre D. Rufilo E^guccioni, Mons. Luis Mathias Prefecto Apostó­
lico del Assam (India) y los Sres Inspectores.

Colegio SfllesioDO de Mirabello (la primera Fundacióa hecha por el B. J . Boaco fuera de Turin).

197

La alegre Sevilla donde se plasmó la juventud de nuestro Rector Mayor.

Todos estos beneméritos Superiores asisten
por derecho propio, completándose la Asam­
blea con la parte electiva, constituida por
los Sres Delegados de cada una de las
Inspectorías o Pro\dncias canónicas.
Al abrirse la sesión y después de las preces
rituales, le Rvdmo Sr. D. Pedro Ricaldone,
Prefecto General, expone el objeto del Ca­
pítulo y dedica un sentido y cariñoso re­
cuerdo al Rector fallecido D. Felipe Rinaldi,
enalteciendo su figura con evocaciones llenas
de la más encendida piedad filial.
Kn seguida Uévanse a cabo las formalidades
de que se ha hablado y el Sr. Regulador Don
Bartolomé Fascie lee una expresiva carta
de S. E . el Cardenal Pacelli, Secretario de
Estado de S. S. en la que el Santo Padre
envía a los Capitulares su paternal ben­
dición, y otra de S. E. el Cardenal Gasparri,
Protector de la Pía Sociedad, siendo ambas
cartas escuchadas de pié y acogidas con
nutridc» y entusiastas aplausos.
Cerca de tres horas han pasado y aun no
se ha dado comienzo a la votación del Rector
Hayor.
Toda la casa se halla vibrando de impa­
ciencia; los ojos se dirigen con insistencia a las

ventanas de la sala, cerradas herméticamente
y al pie de ellas, en el inmenso patio, in­
finidad de salesianos y personas amigas con­
versan y se entretienen, entre los que vemos
algunos periodistas y un alto representante
del Gobierno de Turín que ha venido con
el encargo de transmitir el nombre del nuevo
Rector Mayor al Jefe del Estado, en cuanto
sea conocido.
A las 12 acaba de llenarse el patio con
nutridos grupos de niños, juntándose estu­
diantes y artesanos, en apretadas filas. Es
uu espectáculo magnífico. A la algazara
bulliciosa y alegre suceden, de cuando en
cuando, momentos de impresionante silencio
producido automáticamente por la más
mínima causa, un ruido insólito, una voz
cualquiera, un aplauso que trasciende del
interior... toda aquella muchedumbre hállase
como electrizada y diríase que tiene el alma
y los nervios en tensión.
Finalmente, a las 12,30, un nuevo y más
insistente aplauso, cuj^ vibración de entu­
siasmo se comunica a los de abajo como un
reguero de pólvora, anuncia que ha llegado
el momento esperado. A l aplauso sigue un
breve pero profundo silencio y en seguida

19 8

las notas de un canto grave y lejano que
parece brotar del cielo. Abrese de par en
par una de las ventanas que han guardado
celosamente las deliberaciones del Capítulo
y el Ecónomo General, Don Fidel Giraudi,
asaeteado por millares de ojos, pronuncia
desde arriba el nombre de Don Pedro Ricaldone.
Y en todo el hormiguero humano prende
una inmensa llama de entusiasmo; de todas
partes salen vítores y aclamaciones; por

penas consigue éste atravesar los patios, si­
tiado como está por todas partes, acosado
y casi llevado en volandas.
Mientras sonríe a todos con inefable dul­
zura paterna, su humildad trata de sus­
traerse a tantas y tan delirantes demostra­
ciones de afecto y la emoción humedece sus
ojos y hace temblar ligeramente sus labios.
De este modo, rodeado de la inmensa turba
de niños que le estrujan literalmente y de
Salesianos de todos los paises que acuden a

Paito de honor de las Escuelas de Sevilla que fundó Don P. Ricaldone.

doquiera manos que aplauden y expresiones
de júbilo que aturden y conmueven y, sobre­
poniéndose a todas las voces, el Himno a
Don Hosco, iniciado por los Superiores del Ca­
pítulo, estalla imponente y magnífico haciendo
vibrar en una sóla nota triunfal toda aquella
discorde tempestird de afectos.
La elección fué rapidísima y la unanimidad
casi absoluta.
Cuando Don Pedro Ricaldone aparece al
pié de la escalera, rodeado de los Sres Ca­
pitulares, prodúcese una escena inenarrable;
todos quieren ser los primeros en b^arle
la mano ai nuevo Rector Mayor; a duras

besar su mano y de viejos misioneros que
tiernamente le abrazan, Don Pedro Rical­
done llega a la Basílica, para entonar el T(
Deum de acción de gracias.
E l altar de la Virgen, el clásico altar que
tantas solemnidades y prodigios ha presen­
ciado, estaba ya esperándole rico de galas
y esplendente de luces, que arrancan vivos
destellos a los metales y piedras de la cus­
todia y bañan con reflejos de oro el grande
y devoto cuadro de María Auxiliadora.
El Himno litúrgico de la gratitud cristiana
se expande de todos los pechos, con verda­
dero ímpetu de amor y sus acentos sublimes

199

Sevilla (1895). — Doo P, RícaldoDe recién nombrado Direcior.

salen del recinto del templo y van a perderse
míos espacios infinitos. *iTe Deum laudamus»
Gracias, gracias, Dios mío. Cuando se oye
la deprecación final «In te Domine speravi,
non confundai in aetem um » la frente del

Rector Mayor se ilumina con una luz
extraña pero magnífica, que tiene los dulces
temblores de la debilidad humana y la
fuerza cegadora del poder divino. Señor,
todo lo espero de Ti, dice el nuevo ungido

Sevilla (1902). — Presidiendo el grupo general de so casa de S en tía .

r

200

de Dios, como lo decía Don Bosco y lo
dijeron todos sus sucesores. E sta confianza
invencible les dió alientos de gigante. Con
esta divina asistencia la Congregación Salesiana seguirá viendo su camino sembrado
de prodigios; con esta divina asistencia, el

nuevo Rector Mayor, Don Pedro Ricaldone
recibirá de lo alto bendiciones sin cuento
y las obras de su gobierno, que todos le
auguramos largo y fecundo, se verán co­
ronadas por el éxito. «Non confundar in
aetemum ».

Quien es Don Pedro Ricaldone
A los lectores del Boletín este nombre les
es tan familiar, que todo lo que ahora pueda
sugerimos no será sino una evocación de
cosas ya conocidas.
¡Qué importa! los deberes informativos de
la hora presente se imponen a la Revista
y no hay que decir con cuanto gusto los
vamos a cumplir, dentro de una discreta
sobriedad que deje a salvo la sensible mo­
destia de nuestro biografiado.
Don Pedro Ricaldone nació en el pueblo
de Mirabello (Italia Superior), donde la
Obra Salesiana había fundado un Colegio,
al hacer su primera volada del nido ma­
terno.
Cuando el joven Ricaldone estaba para
comenzar la Sda Teología en el Seminario
de su diócesis, sintióse subyugado por el
ideal salesiano y fué a alistarse entre los
Hijos de Don Bosco, que acababa de volar al
cielo. En las filas de aquella nueva milicia,
donde hervía el fervor y sentíase la atracción
de las empresas heróicas, hizo grandes pro­
gresos en la virtud y en el estudio y, con
una rapidez y perfección asombrosas, logró
asimilarse el espíritu familiar.
A la sazón la Obra Salesiana había ya
prendido sólidamente en España y necesi­
tábanse allí hombres llenos de juventud
que, con la inteligencia abierta y el corazón
lleno de fuego, la empujaran hacia un glori(íso y espléndido porvenir.
Y a España fué D. Pedro Ricaldone en
Setiembre de 1890, enviado por el Primer
Sucesor de Don Bosco, con toda la fuerza
y sinqxitía de sus 20 años.
Su destino era el Colegio de Utrera, pero
allí hubo de estar poco tiempo, pasando a
la nueva fundación de Sevilla como encar­
gado primero y luego como Director.
En la capital del Betis, noble, expansiva

y alegre como su carácter, hubo de hacer
pués sus primeras armas y, ni Sevilla hubiera
podido encontrar un hombre tan cortado
a la medida de su espíritu, ni el joven eitrangero que acababa de dejar el propio
terruño podía hallar, en país extraño, un
ambiente más a su gusto.
Bajo su dirección, las Escuelas Profesio­
nales de la Sma Trinidad fueron bien pronto
conocidas en todas partes como modelo en
su género, y el nombre de Don Pedro se
hizo popular. Das personas de la alta sociedad
veían en él al sacerdote culto y genial, creador
y propulsor de nuevos y foniiidables ele
mentos de progreso para su país, y las clases

¡Cuantos cosas recordará a nuestro Rector Maj-Of
esta bellisima imagen que él llevó a Sevilla!

201

El Inspector de Andalucía.

kmildes admiraban al religioso, abnegado,
}»6digo de su persona, que sabía hacerse
niño con los niños y era sencillo con los
ignorantes y efusivo y magnánimo con los
pobres y bueno con todos. Sus dichos, ne­
tamente sevillanos, corrían de boca en boca
y sus ingeniosidades y estratagemas para
atraer a los golfos y llevar adelante sus
obras de caridad, eran celebradas por altos
y bajos. Mientras en los medios aristocrá­
ticos era considerado como un prestigio,
tenía todo el favor y la simpatía de los
ídolos populares en los típicos barrios se­
ríanos.
El santo cardenal Espinóla, cuya causa
de beatificación está ahora tramitándose, le
^ ría como a un hijo y la virtuosísima
■ lauta de España, Luisa Fernanda, dejaba
■ ochas veces, su regio palacio de San Telmo,
pora entretenerse en el barrio polvoriento de
b Trinidad, contemplando las deliciosas
■ cenas que allí se desarrollaban, entre Don
IWro Ricaldone y sus graciosos y avispados
•rillauitos.
En tanto que su nueva casa iba tomando
fcnna y surgían, eximo por encanto, brazos
de edificio para escuelas y talleres dertados
k modernísimo material de enseñanza, su

espíritu dinámico y optimista vagaba sin
tregua ni descanso por los campos del apos­
tolado, proyectando las más atrevidas em­
presas. ..
Apenas ve montada su imprenta, que al
nacer es ya la mejor de la ciudad, funda la
Editorial de Marta Auxiliadora y le confía
una obra gigantesca que hubo de llamar
la atención de sabios y economistas, la
« Biblioteca Agraria Solariana» cuyas pu­
blicaciones, hoy integradas por más de 140
volúmenes, han revolucionado, no sólo los
campos de Andalucía, sino importantes
sectores de la agricultura española y ameri­
cana. Estos volúmenes, de muchos de los
cuales se han hecho numerosas ediciones,
han obtenido las más altas recompensas en
Exposiciones nacionales y extrangeras.
Parece milagroso que, en medio de sus
graves y continuas ocupaciones, pudiera
aquel jo\’^ sacerdote planear y organizar,
él sólo, esta magna empresa y hasta crear
para ella los minuciosos resortes de la publi­
cidad y, ello no obstante, aun hallaba tiempo
para enriquecerla de obras originales salidas
de su pluma, tales como «^El clero, la agri­
cultura y la cuestión social «Los labradores,
la agricultura y la cuestión social» «Las legu­
minosas * « Los cereales * n. E l problema forra
gero» obras que son, precisamente, las que
mayor difusión han alcanzado, mereciendo
a su autor el honor de figurar como uno de
los modernos adalides del progreso agrícola
en la acreditadísima Enciclopedia Espasa.
Otra hazaña editorial de grandes alientos
fué su hermosa y nutrida Colección de Libros
de texto, para las iCscuelas Salesianas de
primera enseñanza de España, que con los
más altos pronunciamentos, fué declarada
de utilidad pública, por el Ministerio del
ramo.
Pero donde su espíritu de iniciativa, que
se diría inagotable, triunfaba de un modo
sorprendente, era en el campo de la piedad
y, singularmente, en el ahincado empeño
de hacer conocer y arraigar la devoción de
María Auxiliadora no sólo en Sevilla, sino
en toda la región andaluza.
En el cumplimiento de este compromiso
de familia, impuesto por Don Bosco a todos
sus Salesianos, escribió Don Pedro Ricaldone
miles de folletos y dijo infinidad de bellos
e inspirados discursos y promovió, sin can­
sarse nunca, fiestas y solemnidades que allí
todavía se recuerdan con santa nc^talgia.

202

Don P. Ricaldone en sn viaje a Oriente.

siendo tan hondo y tan fecundo el surco
labrado por su piedad en el alma de Sevilla
que, para los buenos sevillanos, el altar de
María Auxiliadora es uno de sus más dulces

refugios y meta de continuas peregrinaciones
y visitas.
En medio de aquel ambiente heróicamente
salesiano de piedad y de trabajo, iba for­
jándose poco a poco la noble y extraordi­
naria figura del que estaba predestinado a
ser el Cuarto Sucesor de Don Bosco.
Cuando en 1902 el inolvidable Don Rinaldi dejó la católica España, llamado a
Turín por los Superiores, Don Pedro Rical­
done, intérprete fiel de su espíritu y de sus
métodos, habíase impuesto ya de tal modo
a la admiración general, que fué uno de los
destinados a sucederle, recibiendo el nom­
bramiento de Inspector de Andalucía, o
Provincia Bética, cuyo cuadro de obras de
celo y apostolado tomó en seguida propor­
ciones insospechadas, siendo, de las tres
Provincias españolas, la que tuvo im mayor
y más rápido crecimiento.
Ea confianza depositada en él por los Su­
periores fué acentuándose a medida que las
circunstancias le daban ocasión de revelarse
y dar a conocer los tesoros de virtud y sabi­
duría de que Dios, providencialmente, le
había enriquecido y en 1908, estando con­
valeciendo de una gravísima extenuad&i
nerviosa, producida por el agobiante tra­
bajo, recibió del Siervo de Dios Don Miguel
Rúa orden de ir a América, en calidad de
Visitador extraordinario.
Acompañado por Don Antonio Candela,

Los Sres CspituUres vao de excuraióo.

203

Lx)S Sres Capitulares en Cimiiana.

ano de los Consejeros hoy del Capítulo Su­
perior, embarcó en Cádiz y en un larguísimo
naje de quince meses, visitó 72 casas salesianas de Sudamérica, sin exceptuar las más
apartadas e inhóspitas regiones de la Tierra
del Fuego e Islas Mahrinas.
Tan exquisitos fueron el celo y tacto des­
plegados en el desempeño de esta delicada
misión de confianza y el afecto y veneración
que sembró en todas partes y la madurez
y justeza de su criterio en juzgar de las
personas y de las cosas, que en el año 1911
el Rector Mayor Don Pablo Albera lo hizo
miembro del Capítulo Superior de la Con­
gregación, confiándole el cargo de Consejero
Profesional que desempeñó por espacio de
once años, hasta que en 1922, al ser elevado
a Rector Mayor D. Felipe Rinaldi, pasó a
ocupar el de Prefecto General.
Motivos había más que suficientes para
creer a D. Pedro Ricaldone completamente
gastado de fuerzas cuando se instaló en la
Casa-Madre, pues no es posible que ni el
espíritu ni los nervios, por fuertes que sean,
conserven inalterado su dominio, después
de un derroche de energías como el que
santamente había hecho él en España. Sin
embargo, en ésta su última y más larga etapa
de 21 años, es cuando mayormente hay que
admirarle por la extraordinaria virtud ani­

I te

madora de su voluntad y las fértiles mani­
festaciones de su ingenio.
Obra suya de este periodo fué el despertar
vigoroso de nuestras Escuelas Profesionales
y Agrícolas, que rápidamente vieron ele\^do su nivel cultural, reorganizándose y
modernizándose, y a las que dictó Programas
y Teorías que han sido alabadas como per­
fectas por técnicos muy reputados.
Hállanse reunidas estas Teorías en tres
preciosas Colecciones o Bibliotecas de diez
volúmenes cada una que, aun hoy, consti­
tuyen una interesante novedad en su gé­
nero.
Refiérense a las Escuelas Profesionales, a
las de Agricultura y al dibujo industrial y
artístico.
Obra su5^ fué además aquella maravillosa
Exposición de las Misiones Salesianas que
tanto llamó la atención en Roma y, trasla­
dada a Turín en 1925, fué visitada por prín­
cipes y prelados y muchedumbres incalcu­
lables.
De aquella Exposición arranca, precisa­
mente, la incontenible fiebre misionera que
hoy hierve en las entrañas de los Hijos de
Don Bosco y, a raíz de su celebración, fué
cuando el P. Ricaldone hizo su interesante
y documentado viaje al Extrem o Oriente y
lanzó aquí en Europa aquel grito de angustia.

204
hijo de su celo fulgurante por las almas, que
se tradujo en la gran Cruzada de las Becas
Misioneras, cuyo objeto es asegurar la ^dda
y la formación de centenares de apóstoles
que se hallen dispuestos, a la menor indica­
ción, a llevar el ICvangelio a los más remotos
y peligrosos lugares.
Don Felipe Rinaldi encontró en él un co­
laborador formidable en la erección y orde­
nación de todas estas espléndidas Casas de
formación misionera, que hemos visto surgir
en los últimos años, y en la realización de la
inolvidable Apoteosis tributada a Don Bosco,
cuando fué elevado al honor de los altares.
No se sabe, en verdad, cuál de las Casas
misioneras merece ser destacada, porque
todas nos parecen igualmente grandiosas y
perfectas, pero dada la especial competencia
de nuestro querido Rector Mayor en lo que
al ramo de Agricultura se refiere, creemos
que la Escuela de Cumiana es la que más
marcado lleva su sello personal, pudiéndose
afirmar, sin miedo de ser desmentidos, que
es una de las más modernas y más completas
Granjas o Escuelas de Agricultura que se
conocen, una feliz y luminosa síntesis de la
técnica y de la práctica agrícolas, puestas al
servicio de un ideal sublime de apostolado
Diremos, para completar de algún modo
estos datos biográficos de nuestro Rector
Mayor, tomados a vuela pluma, que el cono­

cimiento que él tiene hoy de la inmensa
complejidad y número de las Obras que, por
mandato de la Providencia tendrá que regir,
es no ya un conocimiento adquirido de segimda mano, sino absolutamente personal
y directo, pues que Ueva recorridas las cinco
partes del mundo y visitadas minuciosamente
todas las casas y todas las misiones, circuns­
tancia ésta que hasta ahora no se había dado
en ningún otro Superior General y que, de
modo indudable, le permitirá simplificar los
difíciles y complicados asuntos de su go­
bierno.
Y ahora, para terminar, digamos: ¡AD
M U L TO S A N N O S! Sí, que el Señor nos lo
conserve muchos años, que nuestro Beato
Fundador Don Bosco le obtenga con pró­
diga largueza todas las gracias y bendiciones
que él había deseado para sus Sucesores.
La enorme capacidad de trabajo de nuestro
nuevo Rector Mayor, su tacto inteligente y
bien demostrado, sus aptitudes de organi­
zador genial y, más que nada, su profxmda
piedad salesiana, su gran corazón paterno
influido tantos años por el de Don Rinaldi.
su fé vivísima en la divina Providencia y su
amor ardiente a María Auxiliadora y al
Beato Juan Bosco, que ha sido el noble )
poderoso acicate de toda su existencia,auguran a la Congregación Salesiana nuevos
días de gloria y nuevas y renovadas cosechas

Lo* S m Capitulare* eo la C a»a natal de D. Boeco,

de almas, que ensanchen m ás y m ás el rei­
nado de nuestro adorable Dueño y Señor
Jesucristo.

Después de la elección.
El mismo día 17, por la tarde, reuniéronse
de nuevo en la sala del Capítulo el Rector
ilaj'or con sus electores, para recibir al
Excmo Sr. Arzobispo de Turín, Dr. Maurilio
Fossati, que tenía anunciada su visita.
Llegó a las 17 en punto, siendo saludado,
en nombre de la Asamblea, por Mons. Mathias
Prefecto Apostólico del Assam (India), con
efusivas frases de cordialidad y agradeci­
miento «Excelencia — dijo, señalando a los
reunidos — aquí está representada la carta
geográfica del mundo. A través de la Obra
Salesiana conocen, en todas partes, las bon­
dades que el Sr. Arzobispo de Turín tiene
con los Hijos de Don B osco».
El Venerable Prelado expresó paternal­
mente su complacencia por la persona del
Rector Mayor elegido, saludándolo y felici­
tándolo y, después de prodigar palabras de
bondad a nuestra Obra y a los Sres Capitu­
lares, terminó diciendo que la Congregación
Salesiana seguirá su hermoso camino, desanollando, con éxito creciente, la gigantesca
misión que Dios le ha confiado de llevar el
Evangelio a todo el mundo.
Los días que mediaron, entre la elección
y la gran Fiesta de María Auxiliadora, fueron
de alegría y jolgorio; continuo era el sonar
de las bocinas de los autos que entraban
por el portón con mensajes de enhorabuena;
cada vez que Don Pedro Ricaldone aparecía
o travesaba los patios, deshacíanse los niños
en vítores y aplausos; el telégrafo volcaba
sin descanso sobre nuestro elegido augurios
y felicitaciones, muchas de las cuales, por
su especial significación, tendremos el gusto
de transcribir en el próximo Número.
¿Qué más? Aun habría mucha tela que
cortar, si quisiéramos hacer una reseña de­
tallada de los obsequios tributados al nuevo
Rector Mayor y a los Sres Capitulares; si

El aicfllde de Casleinuovo recuerda a D. P. Rical­
done que la ciudad tiene declarados Hijos adoptivos
a lodos los Rectores Mayores.

tuviéramos por ejemplo, que dar relieve a
la espléndida Opereta Remi e Mascherc cuya
letra y música de los Salesianos P, Uguccioni
y Mtro Scarzanella son un verdadero primor
de arte y cuya presentación escénica fué
sencillamente insuperable, y tuviéramos ade
más que describir la excursión de los Sres
Capitulares a Cumiana, I Bechi y Castelnuovo Don Bosco, verificada el día 19 en
cuatro potentes autobuses de turismo.
Imposible; las páginas del Boletín, desgra­
ciadamente, no son elásticas y ello nos obliga
a poner fin a esta Crónica, dejando el gusto
de completarla a la imaginación de nuestros
queridos lectores.

BOLETIN 5ALE5IANO
publicará con gusto

todas

las

gracias

y datos necrológicos que

se le

envíen directamente y no hayan tenido ya publicidad en otras Revistas.

ti

2o6

IN SC R IB IO S A
L A S SE IS M I S A S D IA R IA S PERPETUAS
Es una o b ra d e ca r id a d a ! a lca n ce d e to d o s.
¿Quién hay que no conozca la Obra Fia del
Sgdo Corazón de Jesits?
Fué fundada por el Primer Sucesor del Beato
Juan Bosco, para atraer la caridad cristiana
sobre sus hueríanitos, y benignamente aprobada
por S. S. León X III, el
de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, o 20’oo
{dólar) se adquiere derecho a participar de todas
las oraciones y buenas obras de la Pia Sociedad
Salesiana y a la aplicación de seis misas que se
celebrarAn todos los días, a perpetuidad, en
nuestra Basílica del Sgdo Corazón de Jesús de
Roma, dos en el altar mayor, dos en el de María
Auxiliadora y dos en el de San José.
1,08 que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a si mismos, o
a otras personas vivas o difuntas, y variar la
intención, cuántas veces les plazca.
2172 misas las que se aplicarán todos
los años según vuestra intención; ¡ñjáos bien,
almas caritativas!
jCuAnto bien no podéis hacer con algunos
céntimosi ¿Quién no se privará de ellos? ¿quién
no será capaz de sacrificar un dulce, un billete
de tranvía, una entrada de cine, un café, un
refresco, una cajetilla de tabaco? ¿quién negará
a sus queridos difuntos un sacrificio tan dimi­
nuto y dejará de contribuir ol mantenimiento y
educación de todos esos millares de hueríanitos.
que no tienen en esta tierra más calor que el
(le los Institutos salesianos?
¿ Cuál será la suerte de estos pobrecitos niños,
si las personas de corazón noble no hacen algo
en favor suyo?
Si cada Cooperador salesiano se propusiera,
durante el año actual, hacer nada más que diez
inscripciones, el pan de estos queridos huerfanitos quedarla asegurado.
Inscribid a los miembros de vuestra familia,
vivos y difuntos; dhnilgad la Obra; invitad a
todo el mundo a participar de esta gran riqueza
espiritual; a padres e hijos*, a deiidos y amigos,
y a vuestros bienhechores; consolad a las almas
más olvidadas del Purgatorio.
?
.\lgunos dirán: yo ya estoy inscrito. Perfecta­
mente; pero asi como no os contentáis con aplicar
para vuestros difuntos una sola misa, sino .que
les hacéis decir todas las que podéis, y eso todos

los años, nada impide tampoco que repitáis
las inscripciones a la Obra Pia del Sgdo Corazón,
tanto más cuanto que la limosna que se os pide
no alcanza ni la quinta parte del estipendio
que suele darse por una sola misa ordinaria.
¡Qué facilidad tan grande! y qué dicha para
l£is personas que, por falta de recursos, no pueden
enviar a sus queridos difuntos los sufragios que
su amor y su piedad Ies piden!
Una peseta puede ahorrarla todo el mundo;
privándose de una pequeña bagatela, ofrecién­
dola el día de una boda, de un onomástico, del
nacimiento de algún hijo, de la muerte de algún
ser querido, de un acontecimiento familiar
cualquiera.
Pocos medios habrá más fáciles que éste
para conseguir las bendiciones del cielo en esta
vida y en la otra. Pensad en los centenares de
millares de niños que en todo el mundo rogarán
por vosotros. Pensad en el cúmulo de buenas
obras que realizan los Hijos de Don Bosco y
en los sacrificios de nuestros misioneros, de todo
lo cual os haréis partícipes. Pensad en las almas
de vuestros queridos difuntos, a los que muchos
debéis vuestra fortima, y que ahora os tienden
acaso los brazos suplicantes, desde los abismos
del dolor.
Manos a la obra. Almas generosas, convertios
en instrumentos de la bondad divina. Precisa­
mente porque no os es posible hacer mucho,
os invitamos a realizar un pequeño esfuerzo.
Pensad que quién os lo pide es el Beato Juan
Bosco, que es el Sacratísimo Corazón de Jesús.
No olvidéis aquellas divinas palabras del
Autor y Remunerador de todo bien: Bienaven­
turado el que piensa en el pobre y en el desvalido,
porque el Señor lo salvará en el dia malo. El ¡o
conservará y le dará la vida y lo hará feliz sobre
la tierra.

Recordamos a nuestros lectores y a los bienhe­
chores de las Obras del B, J . Sosco, que las
limosnas se remiten al
Rector Mayor de los Salesianos
Via Cottolengo, 32

Turín (Italia)

DE ESPAÑA
ESPAÑA (B arcelona) - M a ta ré . — Congreso
y Fiesta d e las Compañías,

Una prueba palpable de la vitalidad de las
Compañías del Sino. Sacramento y de S. Luís
Gonzaga, la ha constituido el Congresillo y
la Fiesta, celebrados en los días 13 y 14 de
Abril.
Recordando los d^eos ardientes de nuestro
llorado P. Rinaldi y entusiasmados por la gra­
tísima impresión que en todos dejara el Con­
greso del año anterior, las activas Juntas que
presiden tales Compañías pusiéronse de acuerdo
para este año celebrar un acto semejante.
Y en efecto, el día 13 del pasado abril, bajo
la Presidencia de nuestro amadísimo Sr. Ins­
pector, del Sr. Director y de los demás Supe­
riores, procedióse a la apertura y primera
reunión del Congreso.
Imploradas las luces de lo alto, fué leída por
el Presidente de la Compañía del Smo la única
Penencia: Conducta del Congregante dentro y fuera
del Colegio, magistral trabajo que mereció los
plácemes y aplausos de todos los concurrentes;

Y AMERICA
poniéndose, acto seguido a la aprobación de
la Asamblea las consiguientes j^rácticas con­
clusiones.
Continuóse su discusión el siguiente día
celebrándose además la fiesta de las Com­
pañías con una devota Misa de Comunión
y con el Oficio solemne, en el que fué celebrante
el Rvmo. Sr. Inspector. E l sermón corrió a
cargo del Sr. Catequista.
Por la tarde celebróse ima hennosa Velada
Literario-Musical, en honor del Papa Pió X I,
en la que los congregantes nos hicieron pasar
dos horas ddiciosas de sana alegría, desarro­
llando con pulcritud y maestría los números
del selecto programa.

ARGENTINA - Tucumán. — N ueva Parro­
quia “ San Francisco d e S a le s ” .

E l día 13 de Marzo del año en curso se efectuó
la declaración de Parroquia de la Capilla
anexa al Colegio «Tulio García Fernández »
poniéndosele como titular el nombre de nuestro
patrono «San Francisco de Sales 1.

Tucumán. — Después de la CcMBunídn PascoaL

2o 8

Tucumán. — Directiva de la Asociación de Exalumnos.
Hace mucho tiempo que el Señor Obispo
Diocesano, Mons. Agustñi Barreré, acariciaba
esta idea, a fin de dar facilidades a los fieles de
este sector de la Ciudad, que va poblándose
de día en día, desde que en él ha surgido este
hermoso Colegio Salesiano y el ilustre Diocesa­
no ve hoy coronados sus anhelos con la acepta­
ción y proclamación de la nueva Parroquia,
E l acto se llevó a cabo con toda solemnidad
ante numerosa concurrencia de fieles, dándose
posesión del cargo de Párroco al R\nno. Sr.
D. Bartolomé Fassi, de nuestra Congregación,
sacerdote integérrimo y dotado de la ilustración
celo y prudencia necesarias para ejercer la
delicada misión que le ha sido confiada.



Comunión P a scu a l de
d e D o n B o sco .

los E x-A lunw os

E l fli>recieute Centro de Ex-Alumnos de este
Colegio «Tullo García Fernández » fijó la Co­
munión Pascual para sus socios el día 3 de
Abril. E l Sr. Cura Párroco, D. Bartolomé Fassi
prcilicólcs un trídxio de prop;iración al que con­
currieron cu gran número, y llegado el domingo,
el Señor Obis|x> DkKesauo, bondadosamente,
accetlió a celebrarles la siuíta misa y repar­
tirles la s;mta comimión, retirándose muy
complacido. Obsequiados luego por el P. Di­
rector del Colegio, reuniéronse en fraternal banijuete, e:t el que abundaron los discursos, la
sana alegría y el buen humor propios de la juveíitud de Don Bosco.
16 de Abril, de 1932.

ARGENTINA - Terriíorio de S a n ia C ruz. —
Una M.isión en S . Julián.

E l Misionero salesiano Ja\ier Battig, desde
hace tiempo deseaba realizar una excursión
apostólica por la extensa Parroquia de S. Ju­
lián, pero no le fué posible hasta que encontró
los medios en la generosidad del Sr. D. Antonio
Muñín el cual, el 23 del pasado Enero lo llevó
hasta el lago Pueyrredón. En seguida, gracias
a las atenciones de los Sres. Móndelo, Labra,
Oreste, Croglia, y de otros caballeros, pudo
recorrer aquellas extensas regiones, haciendo
oir por doquiera la palabra de Dios.
El 22 de febrero volvió de regreso a S. Julián,
con la satisfacción de haber obtenido los re­
sultados siguientes:
97 Bautizos; 23 Confirmaciones; 8 Matri­
monios; bendición de tres cementerios y una
Extremaunción.
j Cuánto mayor, bien no se podría hacerse si
hubiera un Misionero más en S. Julián!
¡Que María Auxiliadora lo em-íe!

CHILE - T ierras m agallán icas.
Feclias gloriosas han sido en el calendario
salesiano de Magallanes los días i® y 13 de
Marzo.
En el primero tuvo lugar la fundación del
Estudiantado Filosófico de la Inspectoría Ar­
gentino-Chilena, con sus diez filósofos. Este
centro de sólida formación salesiana y de es­
merada preparación para el apostolado re-

209
giíflial. constituye una esperanza halagüeña
para el porvenir de la Obra de D. Bosco en
las australes regiones de Magallanes.
segunda fecha gloriosa fué la tom a de
hábito, por vez primera en Magallanes, de dos
aspirantes que, renunciando al mundo gustan
más de vivir pobres con Cristo vistiendo su
hbrea, que de reinar desde el solio de las vani­
dades y mentiras del siglo.
Para mayor solemnidad de la fiesta asistieron
a la ceremonia Mons. Jara, el Sr. Inspector,
los Directorios de las Sociedades de Padres y
Madres de familia, los Colegios de niños en
pleno y rma enonne concurrencia de fieles
que con anticipación llenaron las amplias
naves del templo.
A los nuevos Filósofos y Novicios fundadores
nuestros cordiales augurios de perseverancia
m su santa vocación.

ECUAEKDR - Q uito. — L a Sesta de la Inma­
culada en e l O ratorio festivo.

La fiesta de la Inmaculada, Inspiradora y
Madre de los Oratorios Festivos, pudo celebraise este año con mayor solemnidad que de
costumbre.
Ya desde la víspera acudieron muchos niños
para confesarse. Ñ o cabe decir con qué entusiasmo saludaron los niños oratorianos la aurora
del 8 de Diciembre. Aimque la fiesta cayó en
dú feriado y pxjr lo mismo en muchas escuelas
ímbo clase, y se trabajó en muchas oficinas,
despachos y talleres, la Capilla del Oratorio
le Úenó, de bote en bote, destacándose en las
primeras bancas los jóvenes de la Banda Oratoriana, muy acreditada en la Ciudad y que

en todas las fiestas nos recrea con escogidas
piezas. Completaban el grupo los artistas de
la 0 >mpañía Filodramática. Los niños orato­
rianos prefirieron, a cualquier otra ocupación
o recreo, asistir al Oratorio para honnir a su
Celestial Madre, María Inmaculada.
E l Rdo. P. Angel M. Correa, Catequista dt l
Colegio, celebró el santo Sacrificio de la Misa,
Formaban corona a Jesús Sacnunentado en el
presbiterio un grupo de niños que por vez
primera debían recibirle en sus tiernos cora­
zones. Vestidos casi todos de blanco, semejaban
en esos momenlos un ramillete de lirios. Todos
los demás asistieron con fervor a la santa Misa,
alternando las oraciones con motetes escogidos
cuyos a solos hacía el grupo de mayores.
También las comuniones fueron numerosas,
pues todos .quisieron ofrecer este regalo a la
Reina sin mancilla.
Terminada la santa Misa, el Grupo de pri­
meras commiiones fué obsequiado y agasajado
con un buen desayuno en el Casino del Oratorio,
primorosamente adornado, a la vez que los
demás, saliendo de la capilla, recibieron un
sandwich de mortadela con un pastel.
A las lo y media, previos los grupos fotográ­
ficos del caso, se dip principio a im reñidísimo
partido de Fútbol, siendo premiados los ven­
cedores y obsequiados los equipos conten­
dientes con un refresco por el Sr. Director del
Oratorio.
L a función de la tarde fué solemne, estando
las dos capillas completamente llenas; des­
pués de las oraciones, dirigió la palabra a
la devota concurrencia el Rdo. P. Carlos Izurieta, recordando el hermoso acontecimiento
de 90 años há, o sea, el encuentro del Beato
^

Saata C r u i — Familia iodi^ roa el misioBcro.

210

Magallanes. — Primeros novicios con su P. Inspector.
Juan Bosco con Bartolomé Garelli. primera
semilla del árbol frondoso y rico de los Ora­
torios Fe,stivos.
Recibida la Bendición de S. D. M., todos acu­
dieron a la función teatral, en la que el Cuadro
Dramático Oratoriano representó lucidamente
el sugestivo Drama * Los Hijos del Calumniado »,
y los niños regresaron a sus casas, llevando
en el alma el recuerdo de tan hermosa Fiesta
y ovacionando con delirio a María Inmaculada,
al Beato Juan Bosco y a su querido Oratorio
I-'estivo...

EL SA LV A D O R - S an Salvad o r.

ATofeA/e

señor Gobernador Departamental doctor don
Antonio Castro Ramírez, el señor Director v
Subdirector de Policía, la Oficialidad del Cueq»
y las tropas de poUcía.
L a misa comenzó a las 7 a. m. y fué oída
con religioso recogimiento por los detenidos
que en número de 70 se acercaron a recibir la
Sagrada Comunión de manos del Rvdo don
José Miglia.
Un grupo de aliunnos del Colegio María Au­
xiliadora, con la cooperación de varias distin­
guidas señoras de nuestra culta sociedad, sir­
vieron en aquel lugar un exqitisito y abundante
desayuno, durante el cual el Rvdo Padre don
Rafael Ramírez S. J. conocido y elocuente
orador sagrado, pronrmeió una interesante con­
ferencia social cristiana que fué escuchada crai
gran atención.
Después el joven don Rafael Hidalgo del
Centro Don Bosco, habló sobre las tristes
condiciones del obrero en la Rusia Bolchevi­
que.
E n nombre del grupo de los detenidos habló
el señor don Gumersindo Ramírez sobre la
importancia que tiene entre nosotros el problenia social; dijo que es urgente se resuelva
cuanto antes para evitar peores males, procu­
rando, en su resolución, no admitir ideas exó­
ticas y extraviadas de otros países, sino te­
niendo en cuenta nuestros medios y el carácter
de nuestro pueblo, que repugna ciertos pro­
cedimientos e ideologías.
L a Banda de los Supremos Poderes amenizó
aquel solemne acto que ha dejado muy gratos
recuerdos.
Los Jefes del Cuerpo de Pohcía, muy agra­
decidos para con el señor Arzobispo y el Padre
Miglia, suplicaron al mencionado Sacerdote
salesiano que. en vista del provecho moral
indudable reportado por los reclusos, les siga
dando otra serie de Conferencias de carácter
religioso-social.

obra d e aposfolado.

Desde hace varios días, comisionado
ix>r el Excelentísimo Señor Arzobispo
y con anuencia y beneplácito del Á.*ñor Director General de Policía, el
Kevereiido Padre don José Miglia,
salcsiano, Ndcuc dairdo instrucciones
morales a los detenidos en la Direix'ión General de Policía, por co­
munistas. Dichas instrucciones son
escuchadas con muy buena voluntad
por los reclusos, quienes parecían muy
contentos y satisfecluxs.
Ayer, por disptisición del Excelentí­
simo Señor Arzobispo y pennitiéndolo las autoridades respectivas, se
dijo xma misa solemne en el edificio de
la Dirección General de PoUcía. A este
acto grandioso y solemne asistieron el

Instifuto teoló^co de Sania Tecla.

2II
EL SALVADOR - Santa Tecla. — La Besía
de “ Sanio Tomás d e A q u in o " en e l ínssdíaío Teológico “ M ig u el R ú a ” .

A causa del luto que viste nuestra Congre­
gación, por la muerte de nuestro llorado Rector
ilayor, no hemos dado este año la pompa y
solemnidad debidas a la ñesta del Maestro de
las Escuelas, Santo Tomás de Aquino. Este
año nos redujimos a la intimidad familiar,
no invitando a ningima persona extraña. La
Fitóta consistió en una disputa teológica,

otra filosófica, discursos y cantos. Estuvieron
presentes al acto, que tuvo lugar en la sala de
estudios del Instituto, el Rdo. P. Inspector
D. Julio Dati; P. R a fa d Arturo López, director
del Instituto; P. Jerónimo Gadea, catequista,
y todos los profesores. Asistieron, además, los
alumnos del Estudiantado filosófico de Ayagualo y el V® curso de CC. LL. del colegio
Santa Cecilia. Abrió el acto el P. D. Rafael
López, profesor de dogma e liizo al final un
hermoso discurso el Rdo. P. Inspector.
D. H.

A NUESTROS CORRESPONSALES
rogamos encarecidamenfe (¡ae, en sus “ Relaciones”, procuren:
1. S e r breves. — Piensen que nuestra Revista no dispone de espacio ilimitado, •que tiene que
servir varias Secciones y contentar a muchos.
2. S e r amenos e interesantes. — La amenidad depende de la exposición, el interés del
asunto, aunque no de un modo exclusivo. Desde luego que las noticias banales o de interés pue
ramente local no deben enviarse. Fundaciones nuevas, locales nuevos, actividades nuevas, exposi­
ciones. distinciones, visitas de primeras autoridades, congresos, asambleas de cooperadores y exalumnos, aniversarios y conmemoraciones importantes, tiestas extraordinarias, estadísticas de obras,
de trabajos, de resultados, etc, he aquí lo que merece ser publicado en el Boletín.
3. S e r cuidadosos de la redacción. — No se pretende que sea literaria, pero sí corriente
y esmerada. Los pliegos deben enviarse escritos a máquina o, si no es posible, presentados con
doridad. especialmente en los términos propios y folklóricos.
4. Enviar buenas fotografías. — Tanto en lo que se refiere a la buena elección del asunto,
como a la intención artístico y a la ejecución técnica. De esos fotografías, las más notables se
publican y todos pasan al orchivio central, donde son científicamente clasificadas y mañana formarán
la historia gráfica de nuestra Sociedad.
5. Todo el material de publicidad debe ser enviado o: ORATORIO SALESIANO - Oficina
central de prensa - V ia Cotfolengo, 32 - TURIN (109) Italia.

DE N U E ST R A S M ISIO N ES
Argenftna - Pafagonia,

Viaje del Misionero Salesiano P. Alberío De Agosíini
a íravés de los Andes.
(C a n Unuo ción).

A fines de Knero, llegábamos a San Carlos
<le Bariloche, pasando por Pilcaniyen, pequeña
población donde entonces terminaba el ferro­
carril del Atlántico que viene de San Antonio,
y que dentro de un par de años, construidos
los 50 Km. cjue faltan, se espera que llegue
hasta Bariloche.
Esta {X)blación ha llegado a ser hoy uno de
los centros más importantes y frecuenfados
del turismo andino. Situada, como se ha dicho,
a orillas del lago Nahuel-Huapi, ofrece a los
viajeros un verdadero lujo de comodidades
para visitar en lancha e en auto la maravillosa
cadena de lagos que se extienden de norte a
sur, entre montañas gigantescas y lujuriantes
florestas vírgenes.
IvOs Salesianos llegaron a Bariloche en Marzo
del 1915, y fundaron allí una iglesia, hoy con­
vertida en parroquia, y un hospital, para la
asistencia material y espiritual de la población.
En los quince días (pie allí pasé, tuve ocasión
de visitar el pintoresco valle del Traful, que
aún no conocía, y ver por segunda vez el lago
Correntoso, donde administré otros nueve bau­
tismos.
Gracias a la bondad del actí\*isimo industrial
D. Primo Capraro, agente consular de Italia
que, cu treinta años de continuo trabajo, ha
ci>ntribuido poderosamente al mara%’iUoso de­
sarrollo de Bariloche, pude continuar el viaje
cu auto hasta Esguel que se llalla a 300 Km.
al sur de Nahucl-Huapi. Por su favorable po­
sición, en el centro de fértilísimos valles per­
tenecientes al Territorio del Cliubut, Esguel es
también una floreciente ciudad de cinco mil
habitantes, que se ha desarrollado con rapidez
vertiginosa. Toda\*ía no se ha podido establecer
en ella una Misión salesiana, como era deseo

del Sr. Inspector D. Gaudencio Manachino, no
habiendo para ella personal disponible, pero
ya se ha adquirido un solar y, dentro de un
año, se espera comenzar la construcción de una
iglesia y de im pequeño Colegio.
Hacía pocos días que me hallaba en E5guel
cuando tuve la sorpresa de ver llegar al Sacer­
dote salesiano P. Juan Muzio, veterano de
nuestras misiones, que recorre todos los años
en su auto-capilla Fiat, sumamente práctico,
el Territorio de punta a punta, desde Rau-son
donde tiene su residencia, hasta la cordillera.
Mientras él ocupaba la semana preparando a
los niños para la primera Comunión, yo me
internaba en los grandes lagos Futalafquen y
Menéndez, que semejan preciosas perlas en­
garzadas en Lis altísimas y severas montañas
de la cordillera. A orillas del primero, encontré
a mmierosas familias, como unos 500 habitantes
(jue se alegraron muchísimo de ver a un sacer­
dote en aquellos parajes solitarios para hacer
bautizar a sus pequeños.
No habiendo entonces ningima lancha, que
liiciern el servicio del lago, tuve que meterme
en una pequeña barca que me ofreció un co­
lono suizo y en ella atravesamos a fuerza de
remo, todo el Futalafquen que mide unos 30 Km.
Remontando luego el río homónimo, de in:petuosa corriente en algunos sitios, llegamos a
la orilla del no menos pintoresco Menéndez,
que lleva el nombre de un célebre jesuíta español,
explorador intrépido de estas regiones (17581794). Durante quince días de continuas y
fatigosas excursiones, ora en chalupa, ora a
caballo y muchas veces a pié, logré visitar a
todas las familias que viven en esta regido
montañosa, y administré 123 bautismos. La
mayor parte de estos colonos son de naciona-

213
lidad chilena que atravesando los Andes, v i­
nieron aquí a establecerse atraídos por la
enorme fertilidad del suelo casi totalmente
baldío; dedícanse al ciütivo de cereales, espe­
cialmente trigo, y a la cría de ganado ovino y
vacuno. Muchas de estas familias que en su
pafe de origen recibieron una esmerada edu­
cación religiosa, sienten vivamente la falta del
sacerdote, especialmente a la hora de la muerte.
Insistentemente me piden que les visite de
nuevo el próximo verano, estando dispuestos
a construir una capilla, a pesar de la penuria
hi que \úven, donde puedan oir misa y recibir
los santos sacramentos.
El 14 de febrero dejo a Esguel vohnendo

L a buena nueva corrió rápidamente de casa
en casa y empezaron hombres y mujeres a
desfilair por la pequeña posada donde yo me
hospedaba, para asistir a la Santa Misa y hact'r
bautizar y confirmar a sus hijos. Como era
grande la distancia que separaba a los diversos
pueblecitos, mirando a la mayor comotlidad
de aquellas buenas gentes opté por ir yo a
visitarlos, quedando ocho o diez días cu cada
uno, deteniéndome sucesivamente en Bolsón,
Hoyo de Epuyen, Golondrina, Pudo y Mallín
Aguado, donde tenninó mi misión que duró
mes y medio, habiendo allí administrado 472
bautismos, 446 confinnaciones, 6 matrimonios
y un número no pequeño de comuniones.

V isia panorámica de San Carlos de Bariloche.
sobre mis pasos hasta Maiten, minúscula aldea
colocada sobre la carretera que va a Bariloche;
y torciendo de nuevo hacia poniente en direc­
ción a la cordiUera, me interno en el importante
valle de Bolsón (grande bolsa). Debe su origen
a una típica excavación glacial, y por im ex­
traordinario descenso, en relación con la cor­
dillera que se eleva a 2200 metros, forma una
cuenca profimda que en sitio determinado
(Hoyo de Epuyen) tiene solo 270 m. sobre el
nivel del mar.
La extraordinaria fertilidad del terreno y
el suave clima de que disfruta hacen a este
valle inmejorable para el cultivo de cereales y
ángularmente de la fruta, de la que se exportan
anualmente unas dos mil toneladas. Se dá
también la uva. Por esto se ha poblado en
pocos años, llegando aten er 4.000 habitantes.
Caiis^es inmensa alegría la llegada del mi•knero a quién no veían hacía mucho tiempo.

Estábamos a principios de Abril, que es
cuando suelen generalizarse las lluvias en la cor­
dillera, haciendo impracticables los caminos, por
lo que me corría prisa regresar a Bariloche, te­
niendo que abandonar el auto y la carretera
de la pampa y viajar a caballo, a través de los
valles surcados por los ríos Foyel, Villegas y
Manso, que con la crecida que .sufren en esta
época son m uy difíciles de vadear. Por for­
tuna el tiempo continuaba sereno y en la ma­
ñana del 4 de Abril, provisto por los liabitantes
de Mallín Aguado de buenas caballerías y de un
guía m uy práctico de estos lugares, comenzaba
una larga cabalgata por regiones agrestes y
escasamente habitadas.
Bajo un délo radiante que nos enviaba los
ardores inusitados de un bello sol otoñal, devo­
rábamos a galope tendido la acddentada trocha
que sube y baja por las morenas de los antiguos
heleros cubiertas en parte de apretado boscaje.

214
A medida que avanzábamos, el gran valle del
Bolsón, subía y se estrechaba, flanqueado de
elevadas montañas, algunas de las cuales
mostraban los glaciares imponentes de sus altas
ciunbres. Al mediodía vadeamos el impetuoso
Foyel y penetramos en el gran valle de su
nombre, fonnado por una vasta altiplanicie,
desnuda casi de vegetación, pero cubierta de
excelentes pastos y limitada al Sur por una
cadena de montañas de caprichosas formas,
tras de las cuales se van acabando en una
gloria de dorados destellos las xtltimas horas
del día.
E l guía azota los caballos ya cansados del
largo camino y de este modo podemos llegar
antes de que anochezca al rancho del araucano
Ancapichún, que vive rodeado de numeroso
familia y es propietario de grandes vacadas.
Nuestra llegada produjo no pequeña sor­
presa, porque son m uy raros los viajeros que
atraviesan aquellas regiones y jamás se había
visto allí al misionero; pero fué causa al mismo
tiempo de grande alegría, por el gran amor y
respeto que sienten hacia el sacerdote estos
buenos indígenas que en su infancia fueron
cristianamente educados. Me conmovieron sobre
todo las palabras del viejo Ancapichún, quién
estrechándome afectuosamente las manos, me
dijo: « —■ i Ohl cuánto me alegra y consuela su
venidal Tengo ya más de cien años y veo que
mi muerte está próxima. Por esto y para re­
conciliarme con Dios, pensaba trasladarme a
Bariloche, pero mis achaques hacían el viaje
imposible y ya estaba resignado a m i suerte,
cuando he aquí que el buen Dios escucha mi
deseo y me envía al misionero para oir mi
última confesión ».
E l siguiente día administré además el santo
bautismo a dos nietos suyos, y despedido con
ias más vivas manifestaciones de afecto, rea­
nudé mi viaje muy avanzada ya la mañana,
con esperanza de llegar aquel mismo día a la
choza del indígena Hixenchupán, a orillas del
río Villegas.
Nuevos valles bellísimos, exuberantes flo­
restas y enriscadas montañas fueron desfilando
ante nuestros ojos atónitos, en medio del silencio
solemne sólo interrumpido por el trotar de
nuestros caballos.
Antes de la puesta del sol éramos huéspedes
de Huenchupán, que está casado con ima clúlena y tiene una alegre nidada de chiquillos
que huyeron asustados a nuestra llegada. Una
mirada al interior de la vhien da nos permite
apreciar la miseria en que vive esta familia.
N o hay en casa carne ni pan, que los pequeños
piden con insistencia. Nuestra cena consistió
aquella noche en una taza de ñaco, trigo tostado
y triturado, que se come amasado con agua
o leche.
Al día siguiente, un gallo, único supérstite

del gallinero, después de haber hecho correr
a sus perseguidores más de una hora en la
floresta, amenizó el almuerzo con que Huen­
chupán quiso obsequiar al misionero y a algimos parientes cercanos que habían acudido
para bautizar a sus hijos.
Por la tarde seguí m i camino con el mismo
Huenchupán, que quiso acompañarme hasta el
lago Mascardi, pero como el trayecto era largo,
pensamos hacer noche en el Steffen, donde
viven dos colonos españoles, al pié de la última
cadena de montañas que debemos atravesar.
A poco de dejar el rancho de m i compañei#
enipezamos a escalar la falda de ima montaña,
metidos entre espesos bosques interrumpidos
por algunos claros que nos permitían mirar al
fondo, donde el río Vülegas saltaba impetuoso
y rugiente per hórridos despeñaderos.
Después de fatigosa ascensión y de \dajar
dos horas sobre la cresta del monte, ábrese un
enorme valle por el que serpea, trazando mons­
truosas espirales otro río, el Manso. Aún nos
hallamos lejos y las tinieblas y a invaden el
valle pero ello no nos preocupa porque el cielo
está sereno y una luna espléndida platea las
cumbres e ilumina nuestro camino, quebrando
de un modo fantástico las compactas sombras
de la floresta.
A las diez, un fuerte ladrar de perros nos
animcia la proximidad de los colonos españoles.
Pasamos la noche con ellos y ai amanecer
nos lanzamos a superar la parte más difícil de
nuestro viaje, pues se trata de escalar un monte
que, desde una altura de 600 metros, se eleva rá­
pidamente hasta i8oo. Tres horas empleamos
en esta tremenda ascensión que los caballos ya
habituados hacen con extraordinario \igor y
habilidad, obligando al jinete a ejecutar acro­
bacias nada comunes para no verse lanzado de
la silla, al atravesar las estrechas barrancadas
que descienden de las montañas y ante aquellos
pantanos traidores que se tragan los caballos.
A medida que vamos subiendo, el paisaje x*a
ganando en magestad y grandeza con la visión
luminosa y panorámica del lago Steffen y
valle del Manso, que se ocultan definitiva­
mente al desembocar nuestras cabalgaduras en
una amplia meseta, tapizada por un espeso y
enano carrascal, cuyas hojas ariscas y punzadoras empiezan a teñirse de oro y carmín
reveladores del otoño.
Después de algunas horas,,empieza la meseta
a descender y siguiendo él curso de un torrente
que allí nace, bajamos con él hasta el Mas­
cardi, lago que bautizó con su nombre otro
jesuita misionero italiano, en cuyas orillas
perdió la vida en 1673.
Permanezco aún dos días en los alrededores
de este lago, para administrar algunos bautismos
a familias de indígenas y de colonos que son
casi todos de origen europeo, y emprendo la

215
última etapa de mi excursión, llegando a Bariloche el diez de Abril por la tarde, después de
haber estado cuatro meses en la cordillera,
haber recorrido 2.150 Km ., y administrado
579 bautismos, 545 confirmacioijes 7 1 5 matri­
monios.
Quiera Dios aumentar el numero de misio­
neros en esta inmensa Batagonia, cuy'' pobla­

ción crece de día en día y siente fiebre de pro­
greso, a fin de que las familias, que moran dis­
persas en la inmensa cordillera, puedan recibir
los consuelos espirituales del sacerdote y sen­
tirse alentadas en la práctica de las A'irtudes
cristianas.
A1.BERT0 M. D ií A c o s t i .m ,

Misionero Salfsiano,

Miyazaky (Japón). — Los CongrejJanies de San Luís Gonzaga presididos por Don Pedro Ricaldune.

Japón - MiyazokL

Las Conferencias de San Vicente de Paul.
C omo h a n e m p e z a d o . — Hablando dos años
hace con los jóvenes, de ambos sexos, que fre­
cuentan nuestros Círculos, les decía que era
preciso que extíendieran el radio de su caridad,
visitando a los paganos enfermos y pobres.
Con la reciente fundación del ' Grupo del
Evangelio». y de los «Propagandistas de la
buena prensa > estaban aquellos jóvenes ha­
ciendo sus primeras armas en el apostolado
seglar que, cuando v a acoplado con el del sa­
cerdote, hace verdaderos milagros y aquella
nueva idea que acababa de sugerirles les agradó
tanto, que nunca les había visto tan entusias­
mados y tan «intentos, no necesitando más

que el bagaje de algunas sencillas instruccio­
nes mías para lanzarse en seguida a la calle.
Fué su primera conquista mía anciana para­
lítica que, en un carrito de mano, llevaron
ellos mismos a la Misión, el día de Navidad,
para que recibiera las aguas regeneradoras del
Bautismo.
Pobres y enfermos ansiaban ser visitados,
pero ir a verles únicamente para cerciorarse de
su estado de miseria y no ajnidar a quienes
padecen hambre y frío más que con unas pa­
labras de «tened paciencia y confiad en Dios :■
era demasiado poco.
Un día reuní a mis jóvenes y les dije: • Hoy

2i 6
vamos a dar comienzo a una gran obra », dadme
cada uno un sen, no quiero nada más que imo.
Y cayeron en mi mano hasta veinte, que equi­
valen a r,50 ptas. [Magnífico! el primer paso
estaba dado y en lo demás peiisaría el Señor.
E l domingo siguiente expuse el proyecto a
todos los cristianos reunidos en la iglesia y,
para comprobar el efecto de mis palabras, salí
yo mismo a hacer la colecta. Recogí cerca de
40 pesetas. De.sde entonces no dejé pasar ni
un solo domingo sin pedir personalmente y
bien pronto, a las limosnas en metálico, siguie­
ron otras en arroz, ropas, etc.
Era una bendición y una alegría ver a aípiellos
jóvenes, todas las semanas, al terminar la misa
dominical, repartiéndose las ofertas de los fieles
para llevarlas a los míseros tugurios donde
estaban esperando sus pobres a quienes, más
aún que el socorro material, consolaban y ali­
viaban las grandes revelaciones de la fe cató­
lica y los delicados desvelos de la caridad, que
liouibres desconocidos les prodigaban.
Quise ir yo también y me hice asignar mi
lote de enfermos y |oh! qué lento y fatigoso es
el camino que tienen que hacer las ideas de
Dios, del alnia y de Jesús Redentor, antes de
penetrar en aquellas inteligencias empecinadas
en las aberraciones del paganismo!
Desde entonces nuestra obra ha venido pro­
gresando de día en día y sólo en socorros de
dinero hemos distribuido ya cerca de 8000 pe­
setas, de las cuales las Conferencias deben 1500,
reveladoras del sacrificio y de la buena voluntad
con que trabajan estos excelentes cristianos.
V k n t a ja s e s p ir it u a l e s . — Son incalculables,
aunque no parezca m uy extraordinario el nú­
mero de las que se dejan ver y palpar. ¿Quién
podría contar los actos de caridad que se ofre­
cen a Dios? caridad perftM^ta y exquisita de los
que hacen la limosna y de los qvxe la reparten,
caridad tanto nuís admirada y ejemplar, cuanto
(lue se presenta en un aspecto que era complelimiente desconocido para estos cristianos, y que
los paganas no hubieran podido concebir jiunás.
Entre Uxs re.sultados visibles cuéutause 12
baxitismos. De Uxs iz de adultos que este año
udmiuistramas el día de la Natividad del
Señor, 8 son fruto de las Coufercucias. No es
posible describir la alegría de estos hijos de la
caridad, al verse regeucradtxs por la gracia
4li\*ina y la interior satisfacción que experi­
mentan kxs que les han ayudado con sus li­
mosnas, trabajos personales y oraciones.
P r o y e c t o s p a r a e l inmvEMR. - A pesar
de lo que se ha hecho, Dias y el corazón me
dicen que aún es preciso hacer más por estos
amigtxs de Jesús.
Son muchos los ancianos abandonados, y es
para ellos indispensable un asilo misericordioso.

que abriría las puertas del cielo a infinidad de
almas. Un lugar alegre 7 bien soleado... con
sus limpios cuartitos... y sus flores evocadoras
de idealidad y de pureza... y allí, cuidados
como reyes, estarían nuestros pobres ancianitos.
esperando que se les abriera la eterna felicidad.
Lectores ¿no os parece verlos? A m í sí; a mí
se me presentan en sueños y para que estos
sueños sean realidad, cuento con vuestra ayuda,
amigos de Europa.
Y o no puedo aportar a esta noble y caritativa
empresa más que las 1500 pesetas que tengo
de deuda, ocasionada por las Conferencias.
Todos los Salcsianos de Miyazaki, con nuestro
querido Superior Don Vicente Cimatti, nos
hallamos entusiasmados con el futuro Asilo y,
convencidos de que es un dolor entretenerse
en hacer cábalas y proyectos mientras estos
pobrecitos se nos mueren en brazos del de­
monio, hemos decidido empezar la obra desde
luego, puesta nuestra confianza en la Provi­
dencia divina.
Y mientras nosotros preparamos Circulares,
invitando a la cooperación a nuestros amigos
cercanos. Boletín Salesiano y Juventud misio­
nera se encargan de llevar la idea a los que viven
más lejos, para que piensen también en estas
almas tan queridas del Corazón de Jesús y
correspondan de algún modo a los llamamientos
del Papa, cuya voz paternalmente ha resonado
en su reciente Encíclica sobre la Caridad.
A. C a v o l i ,

Misionero Salesiano.

Lincbow- China.

El Oraíorio Festivo, base
de la actividad misionera.
(. S í son rosas... días florecerán
— Este es
ya el ¡Xínsamiento habitual del misionero cur­
tido por la ex|>eriencia, cada vez ejue ve dibu­
jarse algiin hecho, revelador de una nueva
conquista para el reino de Cristo.
Cuando uno empieza a ejercer sus ministerios
por estas ticrríis. llevando ese rico bagaje de
celo que no sabe ni entiende de fracasos, cree
ver un catecúmeno en cada chino que encuen­
tra, porque la idiosincrasia de estas gentes es
m uy original. Si después de sorber una taza
de té con un cliino, conversando amistosamente
le pregimtais si cree en Dios y si le gustaría
liacerse cristiano, él nunca os dirá que no, y ni
siquiera vacilará en la respuesta; desús labios sabán siempre palabras y razones que, a quien
hace sus primeras armas en el apostolado,
le llenan el corazón la confianza y le inducen
a creer que se ha salvado un alma.

217
IvOmismo ocurre, siempre que en la residencia
se oi^aniza alguna fiesta. Atraídos por la no­
vedad y el ruido, que se procura no falte nimca,
acuden en tropel no sólo los cristianos sino
también los paganos y, al contemplar aquel
hormiguero hiunano que bulle y se regodea,
el misionero se figura que y a es dueño de la ciu­
dad y que le ha llegado a la China la hora de
la redención.
En este mes en que el calor llega a ser as­
fixiante y el sol se despacha a su gusto y en
que he de iuterrumpir m i labor con estos buenos
cristianos que, siendo casi todos campesinos,
tienen que atender de lleno a la recolección de

cual ocupaba su puesto, los niños a la izquierda,
las niñas a la derecha y hombres y mujeres a
la entrada y . fondo del local, o pegaditos al
lado de sus hijos.
Todos vemos que la absoluta separación de
sexos se impone, pero de momento esto es
imposible, por falta de sitio adecuado y por
carecer también de personal instnictor feme­
nino. ¡Cuánto bien no haría aquí un Oratorio,
a cargo de his Hijas de María Auxiliadora!
L a catcquesis empieza siempre con un canto,
coral ejecutado de pié; en seguida la señal de
la cruz y Avemaria y hiego la doctrina, que se
los hace en lenguaje sencillo adaptado a su

Linchow (China). — El ñiño Fok que. imiiando a D. Bosco, divierte y catequiza a suB compafieroB.
los primeros arroces y al trasplante de los
segundos, deseoso de ver a mis salesianos que­
ridísimos de Linchow subí allá, por indicaciones
de mi Superior, siendo acogido con extraordi­
nario jubilo, y teniendo la dicha de gozar de
'las bondadosas atenciones del Jefe de Sección,
Rvndo P. Cucchiara.
Allí me esperaba la grata sorpresa de ver
aumentado el número de pequeños diablillos
que de antiguo frecuentaban la casa. En poco
t empo habíanse multípl cado de tm modo
c«is derable, con la particularidad de que a
muchos les a<x>mpañaban sus padres para
asistir a sus recreos de la tarde.
Era un espectáculo sobremanera conforí^or
y simpático. Apenas anochecía, todo aquel
enjambre inquieto y rumoroso se trasladaba al
Kak Tliiaug (nuevo sal(ki de recreo) y allí cada

capacidad. Parece inconccbilúe que docenas
de arrapiezos inquietos puedan estarse callados,
durante más de una hora, todas las noches,
oyendo predicar al sacerdote y .sin embargo
estos misioneros han hallado el medio de obte­
nerlo. ¿Cómo Phacíéndoles cantar las respuestas
del catecismo.
doctrina cantada les deleita
y es además un excelente recurso para dejar
bien esculpidas en sus cerebros las verdades
cristianas; ello no impide que se les hagan ade­
más frecuentes preguntas que también con­
testan a coro. Algunas de estas preguntas di­
rigidas a los adiUtos, a quema ropa, dan a la
instrucción catequística un tono de amenidad,
por la jovial algazara que a veces provocan,
y recuerdan a padres e liijos el deber y nece­
sidad de salvar sus almas.
Apenas se nota en el auditorio el menor can-

2i 8
aando vuelven a entonarse los cantos siempre
al unísono, intercalando algunos solos, cuando
hay niños dotados de buena voz siendo rui­
dosamente aplaudidos.
Este fatigoso trabajo nocturno corre a cargo
de nuestro Rvndo Jefe de Sección, que se en­
trega a él con férvido y juvenil entusiamo.
Pero la sesión esta vez no había terminado.
Con un significativo aplauso suelen siempre
invitar estos niños a cualquier misionero, maes­
tro o catequista que pa.sa por allí, para que cuente
el k u t z (liistoria, o cuento). E l invitado ha de
aceptar en el acto; hócese un silencio sepulcral y
en segiiida refiere un milagro, un hecho evangé­
lico, o una anécdota de la Vida de Don Bosco,
dando fin a la reunión con el rezo del Avemaria
y una opción al Niño Jesiis, para conseguir
la gracia de hacerse buenos y recibir el don
(le la fe los presentes y sus familiares.
Aquella noche el invitado fué el P. De Amicis
que durante un buen rato deleitó a la concu­
rrencia con vistas de cinematógrafo, discos de
gramófono, reparto de postales usadas y frutos
(leí huertecito de la Residencia, además de
otras chucherías que para nosotros no tienen
valor material y ellos aprecian codiciosamente.
Al despedirles para sus casas, se les promete
una rifa, pero los números no se reparten hasta
el día. siguiente, a fin de tener en vilo su curio­
sidad, reparto que no se les hace hasta el tercer
día retrasándose el sorteo todo lo posible Los pre­
mios consisten desde luego en objetos regalados
o que no cuestan dinero al misionero, falto de
recursos hasta para lo más hidispensable;
cajas de cartón vacías, terrones de azúcar, etc.
etc....
Esta pobreza refléjase también en los juegos
que los niños hacen al aire libre. Una pelota
vieja, roja como un tomate, (lue ^'iene soste­
niendo i\na campaña de varios años, es su
único entretenimiento y, para que dure más
tiempo, sólo se les deja algunas horas a la
semana; además tienen el indisix'iisable i m u k
ma > caballo de madera, sin calx'za y sin cola,
(pie se disputan ruidosamente una turba de
jHKpieños ginctes, asaltándolo y montándolo
tres y cuatro a la vez.
Y a esto se reducen los jxicgos del Ora­
torio, si es que merece este nombre. Si dis­
pusiéramos de recursos o e\mndo menos de
\uia linterna mágica que i)royectc los cuerjxv;
opacos, el bien que aquí se hace crecería de
un modo Cíonsolador.
Tengase en cuenta que Liuchow es hoy una
población completamente abierta al progreso

y cuenta con Escuelas bien montadas, que
ofrecen a los niños toda ciase de atracciones.
Pese no obstante a esta escasez de medios,
los resultados hasta ahora obtenidos son gran­
des y magníficos. María Auxiliadora es ya cono­
cida en todas partes. Nuestros niños han lle­
vado a las familia su pequeña estampa, que
colocan^n la cabecera de la cama, y llevan
además colgada al (mello su bendita medalla,
que los adultos piden con insistencia para
ellos y para todos los de su casa.
Con frecuencia se ve a los hombres, en la
calle , y en las tertulias, conversando sobre
temas de catecismo, sobre la necesidad de sal­
varse y sobre las fiestas que nosotros ha­
cemos. Aman al misionero sinceramente y
querrían estar sieuipre a su lado, para escuchar
áe sirs labios ima buena palabra.
E l misionero, a pesar de todo esto, no se
deja llevar de fáciles entusiasmos: ora y tra­
baja, a veces contra toda esperanza y dice
en el fondo de su corazón, con los ojos puestos
en Dios: «Sí son rosas... ellas florecerán».
Que esta obra ha de dar no sólo flores bellí­
simas, sino también frutas de inapreciable
valor, consistentes en sólidas y numerosas
conversiones, nosotros no lo dudamos, con­
fiando en la especial protección de Mar’a Au­
xiliadora y del Beato Juan Bosco.
Nuestro Fimdador quiso santificar la sociedad,
mediante la educación cristiana de la juventud
en sus Escuelas y Oratorios y envió a sus hijos,
a través de los mares, para que santifiquen
también a los pueblos infieles, coiivirtiéndolos
por medio de los niños y de los jóvenes que
frecuentan sus Institutos.
Esta táctica de Don Bosco no falla nunca,
aquí ni en ningima parte, no tiene tampoco
nada que rectificar y sólo le basta adaptarse a
los países donde es llevada.
E n Liuchow es este incipiente Oratorio el
que ha llenado de niños nuestras Eíscuelas;
casi todos los que en estos líltimos años se han
bautizado son oratorianos, que ayudan podero­
samente a los misioneros a llevar a Cristo a
las familias.
Confiados pués en la bondad del sistema y
en la ayuda de Don Bosco, segidremos culti­
vando con amor estas rosas, bajo la mirada
de María Auxiliadora. De las oraciones y de
la protíícción de las almas buenas dependerá,
en gran parte, el que ellas florezcan.
P e d r o P arisi

Misionero SaUsiauo.

Gracias obfenidas por intercesión
de María Auxiliadora y del Beato Juan Bosco.
ESPAÑA {CORDOBA) Belalcdzar. — «Gracias,
Madre mía ». Habiéndome quedado sordo de re­
sultas del sarampión, visité varios médicos de los
que con gran pena mía, oí que mi mal no tenía
remedio. Por fortuna en uno de aquellos tristes
días leí una Revista que publicaba muchos milagros
realizados por intercesión de María Auxiliadora...
Un rayo de fé viva y de esperanza iluminó mi
alma y en aquel mismo momento me ofrecí de
corazón a Alaría Airxilíadora, prometiendo publicar
la gracia en el Boletín Saiesiano si me veía libre,
en poco tiempo, del mal que me aquejaba. Mi fé
y esperanza fueron tales que la gracia no se hizo
esperar, quedando completamente curado de la
sordera.
Cumplo, por lo tanto, mi promesa y envío una
<rferta.
J üan R odríguez Jurado .
ESPAÑA (B arcelona ) Rubí. — En Agosto de
1930, me acometió un estado nervioso que me mo­
lestaba bastante; tenía una tristeza que me inuti­
lizaba para mis quehaceres y después de tres meses
nú salud se había resentido de un modo alarmante.
Mi único consuelo era pensar en el Beato Padre
Don Bosco al cual encomendé mi curación con ver­
dadera fe, habiéndola obtenido completísima, pues
llevo ya dos años de estar fuerte y dispuesta para
todas mis tareas sin haber experimentado la menor
molestia.
Después de esto he invocado al Beato en bas­
tantes ocasiones y por diversas cosas y siempre me
ha escuchado.
Gracias, Protector mío, hago pública mi gratitud
T ojalá pueda enviar una limosna para las misiones
■ ^lesianas.
T eresa C a b ella s .
ESPAÑA (Mad r id ). — Teniendo un asunto de
mucha importancia que resolver y habiéndose pre^ntado dificultades de tal naturaleza que me
hacían perder toda esperanza, acudí a María Auxi­
liadora pidiéndole viniese en mi ayuda y gracias
^ ella se arregló todo satisfactoriamente.
16 de Abril de 1932.
P. P.
ESPAÑA (M.\l .a ga ) Cártama. — Encontrábase
mi hermana sufriendo fortísimos dolores, que según
parecer de los médicos, procedían de un tumor
Uitemo. Debía, pues operarse. Empezamos llenas
^ confianza una fervorosa novena a María Auxihadora pidiéndole, por la intercesión del Beato
Joan Bosco, que resultase bien esta difícil opera­

ción. En vista de que los dolores desaparecieron,
no se verificó dicha operación, hasta pasados varios
meses, en qne nuevamente sufrió los tormentos de
tan fuerte dolencia. Marchó, pués, a Sevilla en
cuyo Hospital le fué extraído un riñón, siendo tan
rápida y tan extraordinariamente feliz su conva­
lecencia, que sólo puede atribuirse a la protección
de la Virgen de D. Bosco María Auxiliadora, a
quién expresan su amor y gratitud una hija de la
paciente de 14 años de edad y su hermana. Y en
reconocimiento a tan señalado favor, envía una
limosna de 10 ptas. para los niños pobres y desea,
se publique la gracia en el Boletín Saiesiano, para
gloria de Dios y honra de la Stma Virgen y del
Beato Juan Bosco.
M.aria Sánchez .
E SPA Ñ A (Mad r id ). — Teniendo un pleito testa­
mentario, casi perdido, acudí a la Santísima Virgen
María Auxiliadora, y después de hacerle dos no­
venas, y prometerle hacerme Cooperadora, y mandar
publicar la gracia en el Boletín Saiesiano; cuando
creía que iba a perderlo todo, la Santísima Virgen
vino en mi auxilio, y nos hizo salir victoriosos, y
yo con mucha alegría cumplo mi promesa.
Tuve además a mi hijo enfermo con un tumor
blanco que le obligaba a andar con muletas, acudí
también a la Santísima Virgen y ahora está como
antes de hallarse enfermo, ni siquiera cojea. Mil
gracias, Virgen Santísima,de tu devota archicofrade
y Cooperadora.
Pilar GUTIERREZ.
A F R IC A (Marruecos ) Casahlanca. — M. M
Cautier, cumple sa promesa de publicar en el
Boletín mensual de D. Bosco la cura milagrosa de
un dedo enfermo, por intercesión del Beato, cura
alcanzada de un modo bien manifiesto el día 13
de Marzo 1932. Da las gracias, después de enviar
una limosna para el Colegio de huérfanos de Turin.
AR G EN TIN A (B ahía B lanca ). — Habiendo
enfermado de gravedad y temiendo los míos por
mi vida, rogué e hice rogar al Beato J. Bosco por
mi salud.
Me apliqué una reliquia del Beato, prometién­
dole, si me sanaba, una limosna para sus obras y
publicar la gracia.
Cuanto mas grave me sentía tanto más aumentaba
mi fe en el Beato, hasta que vencida la crisis de
mi gravedad, pude levantarme y hoy me hallo,
gradas a la intercesión del Beato, en camino de
mi completo restabledmiento.

220
Agradecida hago público el favor, para que todos
confíen en su poderoso valimiento en caso de en­
fermedad o de alguna urgente necesidad.
María J. d e F e ijo .
AR GEN TIN A {Mar de P lata ). — Un niño de
3 años, Ricardo Zerillo, padecía de asma que lo
atormentó durante año y medio. Encomendá­
ronle sus padres al Beato Bosco, y el niño quedó
completamente curado, llevándolo en seguida a
la capilla del Beato en Mar del Plata, para darle
gracias y cumplir la promesa.
D avid O rtega Pbro
Oratorio Don Bosco.
COLOMBIA (A ntiüquia ) MedelUn. — Habiendo
por razones particulares tenido que abandonar la
Casa Salesiana donde me hallaba, quedó seriamente
comprometida mi vocación y con ella mi felicidad.
Puse el asunto en manos de la Virgen de Don
Bosco con toda mi conñanza, prometiendo publicar
la gracia y dar nua limosna; en seguida desapare­
cieron los obstáculos, María Auxiliadora me puso
a salvo y me devolvió la felicidad.
Hoy que me encuentro ya seguro al lado de mi
buena Madre, bajo el techo salesiano, cumplo lo
prometido dando testimonio de mi gratitud.
L eomnez .
COLOMBIA (B ogotá . — De nuevo vengo a dar
rendidas gracias a nuestra Madre Santísima, María
Auxiliadora, por otro gran favor que me ha con­
cedido, devolviéndole la salud a mi Señora, quien
estuvo seriamente enferma, pero que gracias a la
protección de esta Buena Madre, se halla ya fuera
de peligro y muy mejorada.
Incluyo una limosnita para las Obras Salesianas.
Mano, de 1932.
F rancisco V argas .
COLOMBIA (L abateca ). — Un niño hijo mío,
cayó en cama atacado de la enfermedad de Bright.
Viéndole grave llamé a un buen facultativo, quien
hizo un diagnóstico desconsolador, no dando espe­
ranza alguna de curación. En medio de mi angustia
recurrí a la que es Auxilio de los cristianos, e im­
ploré la intercesión del Beato Juan Bosco, para
que me alcanzaran la salud de mi hijo ya casi ago­
nizante; se le puso la medalla y se le aplicó una
reliquia del Beato e inmediatamente empezó la
mejoría y alcanzó la completa salud deseada. Por
tan admirable favor, doy gracias a la .Madre .Auxi­
liadora y al Beato Juan Bosco, publico el milagro,
y envío una limosna para las obra,s salc.sianas.
Fbro. de 1933.
JosR .Antonio S alcedo .
Cooperador Salesiano.
COLOMBI.A (L abateca ). — Hacia cietto tiempo
que me sentía angustiado por una gran necesidad,
de la cual no encontraba medio de poder salir:
cu esta circunstancia, invoqué con todo el fervor
de mi alma el socorro de la que ha sido siempre el
poderoso .Auxilio de los cristianos, y he aquí que,
como siempre, no tardó en oirme, por lo cual ma­
nifiesto mi eterna gratitud a esta bendita ♦ Virgen
de Don Bosco, y envío una limosna para las mi­
siones salesianas.
E ugenio R ozom
Cooperador

COLOMBIA (lABATECA)., — El que suscribe
hace pública manifestación de sincera gratitud
hacia la Sma. Virgen María Auxiliadora, y el Bto.
Juan Bosco, por una gracia extraordinaria alcan­
zada por la intercesión de ambos.
Enfermó un niño, nieto mío de dos años y medio
de edad, con una grave bronconeumonía, y no
teniendo los médicos esperanza de salvarlo, recturi
por medio de súplicas a la Madre Auxiliadora, e
liice una novena al Bto. J. Bosco, enviando una
limosna para las obras Salesianas: pronto .se pre­
sentó la mejoría y quedó el enfermo completa­
mente curado de tan terrible enfermedad. Hoy dov
gracias a la Madre de Dios y al Bto J. Bosco, por
tan admirable favor, el que publico para gloria de
Dios, de su Stma. Madre y del Bto Juan Bosco.
Fbro de 1931.
Mei .iton G arcía.
ECUADOR (Cuenca ). — Hallábase de suma
gravedad mi esposa. Médicos, familia y amigos
desesperaban de su vida y, de un momento a o¿o.
se aguardaba que la muerte acabara con su exis­
tencia. Se le administró el Santo Viático y demás
auxilios de nuestra santa religión. En tan amargas
circunstancias, volví los ojos al cielo, y lleno de fe
solicité del Beato Juan Bosco su santa interce-siÓD
ante Dios en demanda de la salud de mi esposa.
Comencé con mis hijos -una novena de oraciones
y de comuniones y llamé un Padre salesiano a
que diera a la enferma la bendición de María Auxi­
liadora, ofreciendo dar una limosna y publicar la
gracia. Aun no se había concluido la novena, cuando
la gracia se había conseguido. Hoy lleno de gratitud
para con el B. J. Bosco, doy publicidad al favor
recibido por su intercesión. Hice celebrar en acci^
desgracias una misa cantada en la que yo y toda
rai familia recibimos la Santa Comunión y di la
limosna para el Santuario.
Febrero 15 de 1932.
Dr. R icardo Marques
médico.
ECUADOR (Cuenca ). — Desde hace cinco
años venia padeciendo de dispepsia. No hubo mé­
dico ni medicina que pudiesen curarme. Habiendo
llegado a conocer los muchos favores, gradas y
curaciones que Dios concede por intercesión del
Beato Juan Bosco, lleno de confianza hice tres
Novenas, comulgando al fin de cada una y ofre­
ciendo hacer celebrar una misa en acción de gradas,
dar una limosua para la Beca Misionera « Beato
J uan Bosco * y publicar la gracia. Desde que prin­
cipié la novena dejé de tomar remedios, y al con­
cluir la 3* novena, me hallé completamente bueno
y sano, y sigo en buena salud. Muy agradecido al
B. Juan Bosco, cumplo con mis promesas.
Cuenca 24 de Marzo de 1932.
F rancisco Márquez.
ESTADOS UNIDOS (California ) La Verne. —
María L. Hurtado agradecida a María Auxiliadora
por haberse dignado aliviar a su esposo de una
enfermedad, envía una pequeña limosna para su
culto.
F IL IP IN A S (M a n ila ). — Justo López hace
público su agradedmiento al Beato Juan Bosco
por haber alcanzado por su intercesión una seña­
lada grada y envía una oferta para sus Obras y
Misiones.

221
FILIPIN^AS (M a x ii „\) — Carmen Velasco de
Richards acudió coa gran coiiñauza a la intercesión
del Beato J. Bosco y habiéndose realizado sus
anhelos, hace pública su gratitud y entrega una
limosna para los gastos de -su Canonización, ha­
ciendo votos por que la devoción se propagúe en
todas partes para gloria de Dios.
HOííDURAS Com ayaguela ). — E l año pp.
durante mi corta temporada en Italia, una úlcera
maligna que se me había declarado varios años
antes en el pié derecho, siguió molestándome.
El día 26 de mayo de 1931. celebrando la Sta
Misa en el Altar de María Auxiliadora en su Basí­
lica de Turín, le pedí a la Virgen que, si era de su
agrado, me concediera la gracia de mi curación
j esta"Buena Madre me la concedió en seguida,
pues desde aquella fecha mi mal desapareció sin
necesidad de aplicar, ni una sola vez, ningún remedio
humano.
Por tan señalado favor, hago público mi agrade­
cimiento para honra y gloria de Mar’a Auxiliadora
y espero poder contar siempre como ahora en su
maternal protección.
17 de Abril de 1932.
H ugo A. W ro b e l , Pbro.
MEJICO (G u a d a la ja r a , J a i ..). - - Jesüs Vidrio
Vda. de Villaseñor, da gracias a María Sma. Auxi­
liadora por varios favores que ha recibido de su
Uindad y manda una limosna para las Misiones
Sdesianas.
MEJICO (G u a d a ia J a r a , Y a l . — Habiendo tetío enfermo a un hijito, de pulmonía doble y
nindolo muy grave, recurrimos a María Auxilia­
dora, pidiendo la salud para él. En ese mismo día
* dejó sentir su protección pues se vió una mejoría
^pable; hoy se encuentra enteramente restable­
cido. Por lo cual damos las gracias a tan bondadosa
Mídie y al mismo tiempo publicamos este señaladisiino favor en el BoCtiin Salesiano, para gloria
de U excelsa Señora y estimulo para todos, a fin
de que acudan en sus necesidades al auxilio de
Boestra celestial Madre. — En agradecimiento
tunamos tma limosna para el culto de María Auxi-»dora en su primer Santuario-Ba.sílica de Turín.
24 Marzo de 1932.
F rancisco A posta y Esposa.
URUGUAY (M ontevideo ). — Hallándome con
--1 molesta enfermedad, y no queriendo recurrir al
='^dico, me encomendé al Beato Juan Bosco, pro­
metiéndole que si me ayudaba, publicaría la gracia
T daría una limosna para su canonización. Mis
t>peranzas no quedaron fallidas; y hoy cumplo lo

prometido, pidiéndole a Don Bosco ruegue por
nosotros y nos bendiga.
Enero de 1932.
E. A.
VEN EZU ELA (V a le r a ). — Estando mi madre
muy enferma ofrecí i^ a limosna para las misiones
de Don Bosco y publicar la gracia en su lioleUn
si ella se salvaba y estando ya bien, envío muy
agradecida la limosna y suplico la publicación de
la gracia.
('«« devo/a.
D ún fambién gracias a M aría Auxiliadora y
a l B ca (o Juan B o s c o y envían limosnas:
E spaña (Cuenca) Horcajada de ¡a Torre. — Casta
Pastor — Eugcuia I,ópez — Isabel Saiz.
E spaña (Madrid). — Carmen Tcrol.
E spaña (San Gervasio de Cascólas). — l.uisa J an­
iñe.
E spaña (No y .a). — Teresa Troiico.so y Baliño,
A rgentina (Córdoba). — María Elena Guiller­
mina.
A rgentina (Santa Fe) Lehmann. — Glga N.
Ramb.
Colombia (Ibagué). — Vicente Núñez Espinosa.
U ru gu ay (Salto). — Vicenta Pereira Rodríguez.

Por intercesión
de nuestros Siervos de Dios.
AR G EN TIN A (CORDOBA). — Encontrándome
en el balneario de Mar Chiquita, en diciembre de
1930, se me enfermó un niño de 8 años con fiebre
muy alta; allí no hay médicos, sino en la estación
« Balnearia • a media hora de automóvil y sobre
todo yo no les tenía confianza, de manera que in­
voqué a la Sierva de Dios Dorotea de Chopitea
pidiéndole el milagro de que el niño amaneciera
y siguiera con temperatura normal; pues yo ese
día debía ponerme en viaje nuevamente para esta
ciudad y, gracias a Dios y a su Sierva, el chiquilín
amaneció perlectamciilc y pude hacer el viaje sin
ningún inconveniente. Vu le ofrecí publicar el
milagro y aunque tarde cumplo mi promesa. A
los padres dcl Colegio Salesiano de aqui ]c.s daré
una pequeña limosna para la beatificación de la
Sierva de Dios Dorotea de Chopitea.
3 de Marzo de 1931. María C. de L inares
MEJICO (Guadalajara -Ja l ). — Quiero en
estas páginas expresar mi agradecimiento por tm
favor especial que me concedió Dios Ntro Señor,
por metÜaciÓD de su Sierva Dorotea de Chopitea.
4 de Abril de 1932.

NECROL OG/A
Rvdo Don Luís Nai
Director de la C asa Capitular de Turín.
Ha muerto eii el Oratorio de Dou Bosco, como
mueren los santos, dejando impresa en sus restos
mortales una huella de paz ultraterrena que nos
infunde la certeza de la felicidad del cielo que su
alma debe estar gozando.

De los 77 aüos de su vida, 63 los pasó en el seno
de la Congregación Salesiana, como alumno del
Oratorio y como religioso. Don Bosco distinguióle
N «ntre sus escolares por su ingenuidad de carácter

y por su alma generosa y pura, hecha para brilla:
eu el apostolado sacerdotal y, deseando verlo in­
corporado a su incipiente familia religiosa, lo llamó
cuando estaba y a terminando sus estudios secun­
darios y, con su peculiar gracejo paternal, díjole
que quería celebrar con él un contrato.
Quedóse de pronto algo perplejo el joven ba­
chiller, pero adivinando muy luego lo que Don
Bosco había querido decirle, con aquella propuesta,
consultó' con Dios el asimto de su vocación y se
hizo Salesiano.
¡Y qué temple de salesiano! si la Congregación
fundada por el Beato J. Bosco fuese un ejército
— -y lo es en cierto modo — diríamos que, durante
más de medio siglo, el nombre de Don Luis Nri
se ha visto citado constantemente en la orden del
día por méritos contraidos.
En 1879 fué uno de los superiores de Don Felipe
Rinaldi (q. s. g. h.) en San Benigno Canavese,
primer Noviciado que tuvo la Sociedad y que Don
Bosco quería y cuidaba como la niña de sus ojos;
después siguió de Director en la misma casa, con­
vertida en Escuela de artes y oficios, dándole un
sello tan marcado y profundo de salesianidad, que
aun ahora todo lo que eu ella se respira trasciende
a castizo ambiente de familia.
Aquel gran corazón que guardaba cuidadosa­
mente los tesoros de celo y caridad eu él depositados
por el santo Fundador, hubo de derramarse, más
tarde, eu Palestina, eu cuya Provincia canónica
el novel Inspector hizo brotar por doquiera la flor de
la más pura observancia religiosa. Después fué en­
viado a Chile con el mismo cargo, donde le esperal»
un trabajo terrible que empezó a minar su energía
física. En todas partes levantó Colegios, Iglesias
y Oratorios Festivos; asuntos dificilísimos fueron
zanjados y resueltos por él, con habilidad y tacto
exquisitos, el Noviciado de Macul por él fundado,
llegó a ser bien pronto un fecundo « vero de voca­
ciones y las cosechas de bien crederon y se multi­
plicaron que era im consuelo.
Diuante los años 192^ y 1926 recorrió, como
Visitador extraordinario, la mayor parte de Us
Repúblicas Sudamericanas, llevando a todos lo*
corazones alientos e inidativas y sostemendo las
virtudes abnegadas de sus hermanos con la elo­
cuencia viva de sus ejemplos.

223
Su última enfermedad prevista y anunciada por
¿1 dos meses antes, en términos de una exactitud
impresionante, lo encontró todavía en la brecha,
como buen soldado de Jesucristo, a pesar de sus
años, desempeñando muy a satisfacción de
todos, el importante y delicadísimo cargo de Di­
rector de la Casa Capitular, al servicio del Gobierno
General de la Congregación.
Tranquilos sobremanera fueron sus últimos mo­
mentos. Durante los veinte días que hizo cama,
reraba sin interrupción y bromeaba santamente
ron los que le visitaban; con naturalidad de niño
se le oía conversar con María Auxiliadora y con
Don Sosco, a quienes pedía que llevaran su alma
directamente al cielo, sin hacerla pasar por el Pur­
gatorio y de vez en cuando elevaba sus brazos
juntando las manos en el aire, en señal de acata­
miento a la voluntad divina. ¡Oh muerte santa y
bermosal Asi acaban sus días los buenos hijos de
Don Sosco.
üno que en América fué súbdito suyo y ocupa
importante cargo, lo ha retratado de este modo;
«Fué siempre franco, vivaz y alegre; sabia envol­
verse en una plácida y encantadora amabilidad
que atraía irremisiblemente a cuantos se le acer­
caban Nosotros hubiésemos querido estar siempre
a su lado; nuestros Cooperadores le guardaban y
aúnle guardan una afecto que raya en la veneración;
los niños de los Colegios corrían, como bandadas
depalomas a besarle la mano, como si vieran en él al
mismo Don Sosco; los criados de las familias amigas
nestras y los empeados de vapores y ferrocarriles,
mando viajaba, mirábanle como embobados haoÉndose lenguas de aquel sacerdote humilde y
bondadoso que se les antojaba tan distinto de los
otros y que les trataba como si fuesen hijos suyos.
Y es que la paternidad de Don Luis Nai tenia, en
efecto, algo de la ternura exquisita de las madres ».
Su entierro y funerales fueron muy concurridos
dentro de un ambiente de gran sencillez y fervor.
Sus restos mortales bajaron el día 2 de mayo a
ocupar su nicho al lado de los PP. Rinaldi y
Vespignani.
¡Lenguaje admirable el de estos tres nichos reulúdos y recién colmados por la rauertel ¡Cuántas
cosas dicen al corazón! ¡Basta, Dios mío! que no
baya nuevas víctimas y que estos buenisimos Su­
periores que habéis arrebatado a nuestro cariño,
ahora nuestros potentes intercesores en el

Excmo S r . D. Eduardo M aldonado C alvo
Obispo de Tunja (Colombia).

I

Falleció este eminente Prelado de la Iglesia el
día 31 de marzo último a los 72 años de edad y
ti
fné sepultado en la Catedral de Tunja fColombia)
ciiya diócesis gobernó con admirable prudencia
'r espacio de 27 años.
\Su sepelio fué la más elocniente demostración
la gratitud y admiración que el ilustre mitrado
po infiltrar en el corazón de la grey que apacentó
•‘ a tanta solicitud.
I^escLclla entre sus virtudes la magnanimidad
'3* su carácter bondadoso y comprensivo, sieñdo
caridad la de un padre.
Precedía de las más nobles familias de la capital
^ la República, hizo sus estudios en Roma,

fué amigo de alta.s personalidades de dentro y
fuera de su patria, había visitado las naciones
más adelantadas del mundo, era de un tacto deli­
cado, de exquisita sensibilidad; pero sus mejores
7 más preciadas joyas tenían su asiento en el co­
razón. Su vasta diócesis, departamento de Boyacá,
y especialmente su ciudad episcopal fueron el
campo donde su caridad encontró terreno propicio
para la práctica del bien. No sólo aliviaba con
mano cariñosa los dolores de los pobres que a él acu­
dían, sino que prodigaba también sus paternales des­
velos a obras sociales y de beneficencia. Ahí están para
confirmarlo todas las iuiclativas por él desarrolladas
con el éxito más lisonjero 5’ las que después de su
muerte se podrán desarrollar, gracias a las mandas
de su testamento, que es un monumento de caridad.
Por lo que hace a los Salesianos, él fué quién
los llevó a su ciudad espiscopal, mediante la coo­

peración de un meritísimo sacerdote de su diócesis,
hecho según el corazón de su Obispo, el Dr. D. Ri­
cardo Muñoz, él fué quien los favoreció siempre;
por esto el Colegio que allí tienen ellos establecido
se gloría de ostentar su nombre, llámase “ Maldo­
nado »; y los Salesianos le recordarán siempre con
gratitud y contribuirán con piadoso ahinco a per­
petuar el recuerdo que la diocésis entera guardará
al que fué su Padre^y Bienhechor.

Don Pablo G onfaus Palom ares, Pbro.
Mimó en Camagfiey {Isla de Cuba) el 18 de Fe­
brero del presente año, a los 73 de edad y 47 de
sácerdodo
Grande y sensible vacío, difícil de llenar, ha de­
jado en la sociedad y en la Iglesia camagüeyenses

224
la desaparición de este ejemplar sacerdote, cuyo
relieve intelectual y moral era de los más destacados.
Desde 1889 venía siendo párroco de la Iglesia
del Santo Cristo de la capital, en cuya parroquia
han dejado honda y profunda huella su celo sacer­
dotal y su bondad de corazón.
Cooperador salesiano y gran admirador de los
Hijos del Beato Bosco, desde su primera instalación
Los Cooperadores Salesianos que, confesados y
comulgados, recen según la intención del fiotiuHo
Pontífice, pueden ganar:

Indulgencia Plenaria.
1) Un día de cada mes, a su elección.
2)
El día en que hagan el piadoso Ejercido
mensual de la Buena Muerte.
3)
El día en que asistan a la Conferencia mensual
Salesiana.
y en cada uno de los siguientes dias:
J UtIO
en la capita» de lu República Cubana, ayudóles
con gran tacto y cñcacia a solucionar asuntos delicndisinios relacionados con la fundación de sus
Obras y fué constantemente su consejero y amigo.
Kntregó dulce V santamente su alma a Dios,
siendo Presidente del Ayuntamiento de Camagüey,
por lo cual sus restos mortales fueron expuestos
en el Salón de Sesiones de la Cámara Municipal,
desfilando delante de ellos todo el vecindario, que
hizo de su entierro una manifestación de cariuo
imponentísima, como no se recuerda otra en aquella
ciudad, acudiendo todas las clases sociales a honrar
la memoria del buen sacerdote, cuyo corazón
había estado siempre abierto a todos los requeri­
mientos de la amistad y a la voz de todos los do­
lores y necesidades. iQue Dios lo haya acogido en
su gloria!
R ecord a d también en vuestros sufragios a:
TÍSPaña Serilla. — Pedro Pernández Palacios.
líSPAÑ.A Barcelona. -- Mercedes de Idinás y de
Nadal — Casilda Darrainzar Arregui de Saldaña
— lístebnu Riera Llatnbi, Abogado — Francisco
J. Bacila de PortolA — Asunción Campaña Darquó
de Estrada • - Elvira Massó Bucet.
E spañ a (C mcmcíi). — Horcajada de la Torre —
Prudencia Sánchez.
E spaña Nfiw/ingo de Composiela.
V ilar López
Somoza.
C olombia Cali. — Celina Sautacoloma de Patiño — Rufina Marroquin de Bram — María An
tonia Gamboa.
C olombia Nariño Pasto. - I.uis Benavides.
CoLOMBi.A Valle Pescador. -- Eustasio Rico _
Dolores Delgado — Martín Delgado — Angelina
Paz- — Clotile Z. Vda de Prieto — Juana Z. de
Prieto.
U ruguay Tacuarembó. — Blanca Calcagno.

1 Preciosa Sangre de Ntro Sr J esucristo.
2 \’isitación de Ntra Señora.
16 Fiesta de Ntra Sra del Carmen.

A gosto 6 Transfiguración d el Señor.
1 5 .Asunción de Ntra Señora.
16 Fiesta de San Roque.

Por concesión especiaUsima de S. S. Pió X!.
hecha al Rector Mayor de la Pia Sociedad, D. Feltfi
Rinaldi (6 de Junio de 1922) todos los Salesianos (
Hijas de María Auxiliadora, con sus respectir'.'
cooperadores, alumnos y ex-alumnos, pueden gai:if
1) Una Indulgencia Plenaria cada día, sólo
elevar su corazón a Dios eu medio de sus ocupaciono'
habituales.
2} 400 días, cada vez que repitan el mismo acto
Para lucrar estas Indulgencias llamadas ► ir
Trabajo i únicamente se exige el estado de grar.a
estando dispensados de cualquier otro requisito.

C o a aproA adiSa de tm maforidad eclesiástica.
D lr« cto r-m p o o sa b le: D . D O .M I N G O G A R N E R I .
C aiableciatiaslo T ip . de [a S o cied ad E ditora laleraacioaai - T v b
C o r r o Regina M a rgiterila . ITá.