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Noviembre. 1931 .

Año XLVI - N. n .

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OB RAS

DE DON

BOSCO

Vocación maravillosa y probada
U n p a s o más.

Al terminar el año de Retórica le asaltaron
nuevamente las angustias acerca de su vo­
cación. Aterrado por los peligros que se en­
cuentran en^ el mundo, volvía de nuevo a
sentirse incierto sobre la elección entre el
Seminario o el Claustro, y así expuso sus
temores al amigo Comollo, quien le aconsejó
hiciera una novena a María Santísima para
obtener luces en asunto de tanta importan­
cia, y mientras tanto él e.scribiría a su túi
el párroco. E l último día de la novena, en
compañía del incomparable amigo se acercó
a los Santos Sacramentos, y vuelto a casa
encontró una carta de D. Comollo concebida
en estos términos: — « Atentamente consi­
deradas las dudas de tu amigo, yo le acon­
sejaría que suspendiera su entrada en el
convento. Que vista el hábito clerical, y
mientras hace sus estudios conocerá mejor
lo que Dios quiere de él. No tenga miedo
de perder la vocación, pues con las prácticas
de piedad superará tc^os los obstáculos •>
También D. Cafasso y el párroco D. Cin; mo, a quienes había manifestado sus dudas,
tu. ron de parecer que entrase én el semi­
nario, y el Siervo de Dios experimentó
cuánto avuda en el negocio de )& vocación
1"—.ar consejo de personas doctas y piadosas.
Después de un brillante examen para
-.-estir el hábito clerical se despidió de sus
superiores v condiscípulos y fué a pasar las

vacaciones a Becchi. donde le esperaban
los jovencitos, para continuar con ellos su
vida de apostolado.
Entretanto, al acercarse el tiempo de ir
al Seminario, se encontró con nuevas difi­
cultades por falta de medigs materiales. El
Beato Cafasso, de acuerdo con Don Cin^no,
decidió recurrir a la generosidad del Teólogo
Luis Guala, director y fundador del Colegio
Eclesiástico de San Francisco de Asís, en
Turín, quien tenía gran influencia^ con el
Arzobispo Mons. Fransoni b>te señor hizo
que entrara en el Seminario gratuitamente
por aquel año.
Faltaba todavía i>roveerle de traje tulai,
(jue la pobre Margarita no jwdía comprarle.
Don Cinzano habló a algunos feligreses (pie
aceptaron al punto contribuir a tan buena
obra. El señor Sartoris le procuró la sotana,
el caballero Pescarniona el sombrero, D(*n
Cinzano mismo le dió su manteo, otro le
compró el alzacuello y el bonete, otro las
medias; una buena señora recogió lo nece­
sario para proveerlo, según parece, de un
par de zapatos. He aquí el medio de que la
Divina Providencia usará también en ade­
lante para venir en ayuda de nuestro Juan;
se servirá de la cooperación de muchas per­
sonas generosas para sostener a su fiel Siervo
en las obras en que haya de poner su bienhe­
chora mano. Con razón repetía el Beato con
frecuencia:
Yo tuve siempre necesidad de
¡odo^

322
V isíe /a sotana.
Persuadido de que la salvación o conde­
nación eterna dependen ordinariamente de
la elección de estado, Juan Bosco se preparó
con gran recogimiento a la ceremonia de la
impf)sicióii del hábito eclesiástico, que tuvo
lugar el 25 de Octubre de 1835 en la iglesia
j)arroquial de Castelnuovo ante numeroso
público, especialmente de jóvenes. Fué llevíida a cabo la ceremonia por el Teól. Miguel
Antonio Cinzaiio. Interesante sobremanera
es la relación que de ella dejó escrita el
mismo Beato.
«Cuando el párroco ordenó que me despo­
jase del traje de seglar con estas palabras:
Exuat te Dotniniis veterem hominem cum actibus suis, dije dentro de mi corazón: «jOh
cuánto viejo tengo que quitarme! Sí, Dios mío,
destruid en mí todos mis malos hábitos! ».
Cuando al darme el alzacuello añadió: Indnai
te Dominus novmn hominem, qui secundum
Demn creatus est in justitia et sanctüate veritatis me sentí todo conmovido y añadí dentro
de mí: ¡Sí, Dios mío, haced que desde este
momento me revista del hombre nuevo, es
decir, que desde este momento comience yo
una nueva vida,- toda según vuestra divina
voluntad, y que la justicia y la santidad sean
el objeto constante de mis pensamientos, pa­
labras y obras! Así sea: ¡Oh María, sed mi
salvación!
Tenninada la función de iglesia, el pá­
rroco quiso llevarlo a la fiesta de San Rafael
Arcángel que se celebraba en Bardella, arra­
bal de Castelnuovo. Clérigo nuevo y deseoso
de recogimiento, estimó -que la cosa era poco
oportuna, y en este sentido contestó al pá­
rroco. Pero éste insistió, diciendo que lo ne­
cesitaba para las funciones religiosas, y Juan
para no desagradarle, se resignó; pero, lejos
de tomar parte en las diversiones con que
quisieron honrarle en aquel día memorable,
no fué poco lo que tuvo que sufrir al observar
la discrepancia que había entre la función de
la mañana y la de la tarde.. Los espectáculos
de que fué testigo le movieron a decir dentro
do su corazón:« No iré más a festines piiblicos,
a no ser obligado por funciones religiosas *.
Para trazarse una norma de vida que siem­
pre debería recordar, escribió las siguientes
resoluciones;
1° En lo porvenir, no vohrn' a tonuir parte
en los espectáculos de ferias o mercados ni iré
a bailes ni teatros; y en cuanto me sea posible.

no participaré en las comidas que se suelen dar
en tales ocasiones.
2° No haré nunca juegos malabares, de prestidigitación, de saltimbanqui, etc.; no tocaré
más el violín ni iré más de caza. Todas estas
cosas las juzgo contrarias a la gravedad del
espíritu eclesiástico.
30 Amaré y practicaré el retiro y la tem­
planza en el comer y beber; no dedicaré al
descanso sino las horas estrictamente necesa­
rias a la salud.
A sí como en lo pasado he servido al
mundo con lecturas profanas, en lo porvenir
procuraré servir a Dios dándome a la lectura de
cosas religiosas.
50 Combatiré con todas mis fuerzas cual­
quier lectura, pensamiento, palabra u obra
contraria a la castidad. Por lo contrario, prac­
ticaré todas aqtiellas. por pequeñas que sean,
que puedan contribuir a conservar esta virtud.
6° Además de las prácticas ordinarias de
piedad, no omitiré ni un día tener un poco de
lectura 'espiritual.
70 Todos los días referiré algim ejemplo o
alguna máxima ventajosa para las almas de
los demás. A sí lo haré con los compañeros, con
los amigos, con los parientes, y cuando no
pueda con otros, lo haré con mi madre.
Tales fueron las deliberaciones tomadas el
día que \istió la santa sotana, y a fin de
que le quedasen más impresas en su alma, se
arrodilló ante una imagen de la Santísima
V’irgen, las leyó y después de haber orado,
liizo formal promesa a su celestial Bienhe­
chora de observarlas aun a costa de cual­
quier sacrificio.
En e l Seminario.
El día 30 de Octubre debía encontrarse
en el Seminario. E l modestó ajuar estaba ya
preparado. I,a noche precedente la heroica
madre que con tanta alegría había visto al
hijo cambiar el traje secular por el hábito
de la milicia de Cristo, le dirigió estas me­
morables palabras: « Juan, has vestido el há­
bito sacerdotal; esto me produce todo el
consuelo que una madre puede experimen­
tar viendo la dicha de su hijo. Pero re­
cuerda bien que no es el hábito el que honra
tu estado, sino la práctica de la virtud. Si
alguna vez llegases a dudar de tu vocación,
te ruego que no deshonres este hábito. Quí­
tatelo al punto. Prefiero tener por hijo a im
pobre campesino antes que a un sacerdote

323

descuidado en sus deberes. Cuando viniste al
mundo, te consagré a la Santísima Virgen;
cuando <X)menzaste tus estudios, te reco­
mendé la devoción a esta nuestra Madre;
ahora te recomiendo que seas todo suyo.
Ama a tus compañeros devotos de María; y
cuando seas sacerdote recomienda y propaga
siempre la devoción de María ».
Al terminar estas palabras, la madre estaba
conmovida; Juanito lloraba: «Madre — le
respondió — le agradezco todo cuanto ha

P rim e ra s im p re s io n e s .

A l día siguiente de mi entrada en el Semi­
nario, — se lee en las Memorias del Beato
— se empezó un triduo de Ejercicios Espiri­
tuales, y procuré hacerlos lo mejor posible.
Cuando los terminé, fui a ver al profesor de
Filosofía, que lo era el teólogo Teniavasio
de Bra, y le pedí una norma de vida para ser
im buen clérigo y ganarme la benevolencia
de mis superiores.

^ Beato Juan Bosco recibe el h&bifo cciesi&sHco.

dicho y hecho por mí; sus últimas recomen­
daciones no serán inútiles, y haré de ellas un
tesoro para toda mi vida *.
A la mañana siguiente, muy temprano,
marchó para Chieri, y por la tarde del mismo
día entró en el Seminario. Después de saludar
a los superiores y arreglarse la cama, reco­
rrió los diversos departamentos del Semi­
nario en compañía de Garigliano, que tambife había vestido el hábito eclesiástico.
Llamó su atención un letrero que se vió en­
cima de un reloj de sol en el patio, que
decía: Aflictis, lentac, ceUres gaudentibus hoHe aquí — dijo al amigo — nuestro
programa: estemos alegres y pasará pronto
el tiempo.

« Una sola cosa basta — respondió el digno
sacerdote: — el exacto cumplimiento de los
deberes». Tomé por base este consejo y me
entregué con toda mi alma a la observancia
del reglamento del Seminario. Para mí no
había distinción cuando la campana tocaba
para el estudio, la iglesia, el refectorio, el
recreo o el descanso. Esta exactitud me ganó
la atención de mis compañeros y la estima
de los Superiores, hasta el punto que los
seis años de Seminario fueron para mí de
estancia agradabilísima.
Mucho amaba yo a mis superiores, y ellos
me trataron siempre (X)n mucha bondad;
pero mi corazón no estaba satisfecho, porque
eran de difícil acceso para los alumnos. Acos-

324

tunibrábase a visitar al Rector y a los otros
superiores cuando se llegaba de vacaciones
y se tomaba a ellas. Nadie iba a hablar con
ellos, a no ser para recibir alguna reprimen­
da. Uno de los superiores asistía por tumo
cada semana al comedor y a los paseos; de
ahí no pasaban nuestras relaciones con ellos.
I'.sta fué la tínica pena que experimenté en
el vSennnario. ¡Cuántas veces hubiera querido
liíiblarles y pedirles consejo o resolución en
mis dudas, y no pude! Ksto acrecentaba en
mí el deseo de ser pronto sacerdote para
hablar con los jóvenes, ayudarlos, poderlos
conocer bien, vigilarlos siempre, ponerlos en
la imposibilidad de hacer el mal y conten­
tarlos en todo lo que pudiera serles útil.
Imi cuanto a mis compañeros, me atuve a
las instmcciones de mi buena madre, es de­
cir, asocianne con los devotos de María,
amantes del estudio y de la piedad.
Uas prácticas de piedad se hacían bas­
tante bien. Ua confesión se hacía cada quince
días; pero el que lo deseaba, podía hacerla
todos los sábados. Se comulgaba todos los
domingos y en alguna otra solemnidad espe­
cial. Alguna vez se hacía entre semana, pero
para ello era necesario cometer una desobe­
diencia; se escogía a este, fin la hora del
desayuno, se iba a escondidas a la antigua
iglesia de San Felipe, que tenía comunica­
ción interior con el seminario, y después ha­
bía que reunirse con los compañerpos en el
momento de ir al estudio o a la clase. Esta
infracción estaba prohibida; pero los supe­
riores prestaban tácito consentimiento para
ello, porque lo sabían, y algunas veces lo
veían y no decían nada en contrario. Por
este medio conseguí frecuentar la Sagrada
Comunión, (¡ue con razón puedo llamar el
alimento más eficaz de mi vocación, b^te
defecto de piedad (piedó subsanado cuando,
por disposición del .\rzobispc> Mons. Gastaldi.
se arreglaron las cosas de manera que todas
las mañanas ixidían acercarse a la Sagrada
Comunión con tal que estuvieran bien pre­
paradlas.
S ie m p re a p ó s to l.

tardó mucho en distinguirse por su
diligencia en el cumplimiento de los deberes
escolares y r e l i g i ^ , y por su afabilidad
con todos. Ser\icial en sumo grado, fué en
poco tiempo el ídolo de sus compañeros. Una
cosa llamalxi la atención, y era que los días
de locutorio el nombre más repetido por el

portero era el de Juan Bosco. ¡Cuántos ami­
gos tiene ese muchacho!, decían sus compa­
ñeros: todos le llaman y todos le buscan
Quisieron algunos conocer al personaje
que con tanta frecuencia venía a hablarle
Espiáronle cierto día y vieron en el locutorio
a una multitud de niños que acudían a salu­
dar a su antiguo amigo, a exponerle las difi­
cultades que encontraban en las clases, a
pedirle consejo... Y el seminarista Juan B(¿co
corregía al uno, con.sólaba al otro; pregun­
tábales si frecuentaban los Santos Sacramen­
tos, si iban al Catecismo, y a duras penas
podía deshacerse de aquellos niños que no
acertaban a separarse de él. De este modo
continuaba el precioso apostolado a que an­
tes había dado principio.
Eos días de ^ s e o estos amigos le esperaban
a la puerta del Seminario, o en cualquier otro
punto, y después de saludarle respetuosa­
mente, le dirigían una mirada en la que cada
uno le indicaba muchas cosas. A veces le
salían de nuevo al encuentro y señalándole,
decían; « He ahí a nuestro amigo. ¡Qué bueno
es y cuánto nos quiere! ». Tampoco lo habían
olvidado las madres; saludábanlo cariñosa­
mente y luego añadíán: ¡Cuánto bien hace a
nuestros hijos!
Estas escenas que presenciabap todos sus
compañeros, acrecentaban el cariño y res|)eto que ya le profesaban por sus excepcio­
nales dotes. No le fué, por lo tanto, difícil
repetir entre éstos lo que hasta entonces
había hecho con sus compañeros de escuek.
No se permitió mmca ninguna arrogancia; al
contrario, tenía un cuidado especialísimo en
prevenir las necesidades de sus compañeros
y en servir a todos. Hacíales bonetes, remen­
daba sus sotanas, atendíalos con tierna soli­
citud cuando caían enfermos, de modo que,
\dendo que para todo ofrecía prontas y opor­
tunas soluciones, acudían a él en sus apuros,
en sus dudas y dificultades, y él procuraba
consolar a todos. Era el buen amigo, de quien
habla la Sagrada Escritura, cuando dice que
el que lo posee ha encontrado un precioso
tesoro.
A p ro v e c h a n d o e t tiem po.

En las vacaciones de 1836 quiso dar una
agradable sorpresíi en el caserío de «La
Moglia » visitando a aquella querida familia,
cuyo pan había comido durante dos años.
Aquellos excelentes propietarios, que estaban
trillando, cuando vieron venir por en medio

325

de los campos un sacerdote, suspenden el
trabajo y miran maravillados. Juan se ade­
lanta. ¡Qué estupor y qué placer cuando lo
reconocen! Después de los primeros cximplidos, dijo a sus antiguos amos, que por la
conmoción tenían los ojos bañados en lá­
grimas: « ¿Van viendo cómo me bago sa­
cerdote? ». Aquellos hospitalarios campesi­
nos consiguieron retenerlo algunos días en
su casa y lo festejaron mucho.
Poco tiempo de aquellas vacaciones pudo

de Anacreonte. Pudo también conocer a va­
rios jóvenes de familias distinguidas, que consei^'^aron de él excelente recuerdo, y de cuya
cooperación supo valerse más tarde cuando
las circunstancias le obligaron a ello. Debido
a su celo por la salvación de las almas, pudo
asimismo comprender los defectos y j>eligros
de esta clase de jóvenes, entre los que por
primera vez se encontraba, y la dificultad
de conseguir sobre ellos el pleno ascendiente
que es necesario para hacerles bien; de aquí

El Beato Juan Bosco. estudiante de teoiogia. predica el sermón de San Roque.

disfrutar la madre de su presencia. El amago
del cólera que en aquel año hacía más de
5000 víctimas en la sola ciudad de Nápoles
y comenzaba a serpear por la Liguria, hizo
que los Jesuítas de Turín anticipasen las va ­
caciones Ue\^ndo los estudiantes del colegio
del Carmen de Turín a una hermosa quinta
que poseían en Montaldo. Esta disposición
prematura hacía que tuvieran que emplear
doble personal de enseñanza. El Beato Cafasso propuso a Juan como profesor de
griego, proporcionándole ocasión de perfec­
cionarse de tal manera en aquella lengua,
con la ayuda del sacerdote Don Bini, buen
helenista, que en sólo 4 meses tradujo casi
todo él Nuevo Testamento, los dos primeros
libros de Homero, varias odas de Píndaro y

sacó la convicción de que no estaba llamado
a tratar con niños de familia.s señoriles.
£ ¡ m ts fe rio s o sueño se r e p ife .

Ningún otro apóstol de la juventud tuvo
tan prodigiosamente, insistentemente y de­
talladamente delineada la misión que le es­
peraba, como Don Bosco.
— ¿Quién puede imaginarse — preguntó
un día a algunos salesianos — la forma en
que yo me vi cuando cursaba el primer año
de Filosofía?
— ;Dónde? — le preguntaron.
— Eso no importa saberlo. Y o me vi ya
sacerdote, con roquete y estola: y de esta
forma vestido trabaja!» en un taller de

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sastre, pero no hacía prendas nuevas, sino
que repasaba o remendaba. No pude com­
prender al punto lo que aquello significaba.
De esto hablé con alguno, pero no me
manifesté claramente hasta que fui sacer­
dote, y sólo con mi consejero Don Cafasso.
Así atestigua el profesor Don Tiirchi, el
cual ánade: «Nótese que D. Cafasso (des­
pués de haberle referido este sueño) le lla­
maba algunas veces con el nombre de soss t r e y que Don Bosco mismo, sólo después
del 1844 conoció « qué significaba hacer el
sastre en la forma dicha »; es decir que no
estaba solamente llamado a recoger jóvenes
buenos y dedicarse a cuidarlos y perfeccio­
narlos, sino también a recoger niños extra­
viados y maleados, quienes por sus cuidados
vendrían a ser buenos cristianos y habrían
de cooperar a la reforma de la sociedad ».
Y el sueño se repitió todavía. Encontrán­
dose un día con José Turco, dueño de una
viña llamada la Renenia, en cuyo bosquecillo
pasaba Juan largas horas estudiando, le con­
fió que había teniJio un sueño, del cual pudo
deducir que con el andar de los años se esta­
blecería en cierto lugar en donde llegaría a
a recoger gran número de niños para instruir­
los en el camino de la salvación. Parece que
filé éste el sueño que refirió a sus hijos del
Oratorio en 1858. Quizás entonces vió el Ora­
torio con todos sus edificios dispuestos para
recibirlo con sus pihuelos. D. Bosio, natural
de Castagnole, párroco de Levone, y com­
pañero de Don Bosco en el Seminario de
Chieri, cuando fué pro primera vez al Ora­
torio en 1890, dijo: «Nada de lo que ahora
veo aquí es nuevo para mí. Don Bosco en
el Seminario me lo tenía descrito tal como
ahora lo veo ».
En este punto conviene echar una mirada
atrás para fijar algunas fechas. A los 9 años,
Don Bosco conoció la misión esj)ecial que se
le iba a confiar; a los 15, oyó la promesa de
los medios materinles indisj>ensables para
albergar y alimentar a innumerables jóve­
nes; a los 19, una orden imperiosa le hizo
entender que no debía rehusar la misión que
se le conliani; a los 21, se le manifestó la
clase de jóvenes de cuyo bien espiritual de­
bería especialmente cuidarse; a los 22, se le
indicó una gnin ciudad. Tiirín, en la cual
habría de comenzar sus faenas apostólicas y
sus fundaciones. Pero no se detuvieron aquí
las misteriosas indicaciones, sino que conti­
nuaron hasta que la obra de Dios se cumplió.

P re d ic a d o r.

Una de las principales formas de aposto­
lado particularmente grata a Don Bosco, y
vivamente por él recomendada, fué cierta­
mente la predicación.
Comenzó ya a practicarla contando anéc­
dotas edificantes a los compañeros; después
con breves alocuciones y discursitos sagrados
de ocasión, en los enaltó repetía lo que ma­
yormente le había impresionado en los sermo­
nes que había escuchado; y siendo semina­
rista se le ve durante las vacaciones subir ya
al púlpito a predicar sermoncitos y pane^ricos al pueblo con el beneplácito y asistencia
del párroco.
Antes de que acabasen las vacaciones del
último año de Filosofía fué invitado a predi­
car el sermón del Rosario en el pueblo inme­
diato de Alfiano. Con permiso y asistenck
de D. Cinzano, aceptó la invitación, y por
primera vez subió al púlpito, dichoso de con­
sagrar las primicias de su predicación a
aquella Augusta Señora, que varias veces se
le había manifestado como amorosísima
Madre.
En las vacaciones del primer año de Teo­
logía recibió una tarjeta de ComoUo, que tam­
bién seguía la carrera eclesiástica en el mismo
seminario, en la que le anunciaba una visita
a fin de consultarle sobre un sermón en honor
de la Asunción de María Santísima que su
tío le había encargado. Vino, en efecto, el
amigo y pasaron juntos un día agradable.
Pero después no pudo ir Juan a Cinzano
para oír el sermón; lo hizo al día siguiente
para felicitarle; y ¿quién le hubiera segurado
que aquel mismo día debería hablar desde
aquel piilpito al pueblo que el día anterior
había oído a Comollo?
Fué, pues, Juan con su familia a Cinzano
para pasar la festividad de San Roque y fe­
licitar al amigo Comollo por su predicación
del día anterior. Poco antes de la hora del
sermón, vino a saberse que el predicador no
podía asistir a la fiesta. Fácil es de compren­
der el disgusto del párroco y las dificultades
con que tropezaba para halWr uno que qui­
siera encalcarse del panegírico. Expuso el
caso a %’arios sacerdotes esperando que al­
guno le sacase de apuros; pero nadie se sen­
tía con ánimo. Juan, qué se hallaba presente,
no pudo menos de manifestar su admiración
al ver que tantos sacerdotes iban a dejar a
un pueblo sin la palabra de Dios.

327
— Usted, que por lo visto es tan valiente,
le dijo uno’ de ellos, ¿no podría encargarse
de predicar?
— Si Vdes. no lo llevan a mal. no tengo
inconveniente.
Admiróse el párroco de semejante ofreci­
miento, pero aceptó al instante; no cabía en
sí de gozo al ver arreglarse, del modo más

Era tal la tranquilidad y desenvoltura de
Juan, que parecía que estuviese preparado;
y muchos años después recordaban todavía
los habitantes de aquel pueblo la agradable
impresión que su plática había producido.
lyO que es superior a todo encomio es la satis­
facción que experimentó el párroco, al verse
libre de tan gran compromiso. Recibió de

Yucay (Perú). — Inauguración de nuevos pabellones en la Granja-Escuela Salesiana
de que daremos cuenta en el mes próximo.

inesperado, un asunto que tanto le preocu­
paba-.
Habíase ya comenzado el canto de las vís­
peras, y, mientras los sacerdotes acudían a
sus ocupaciones, Juan Bosco pidió un Bre­
viario para enterarse de la vida del Santo.
Momentos después subía al púlpito, con la
esperanza de que no le habían de faltar pa­
labras con que animar a su auditorio a la
salvación de sus almas. E n efecto, el sermón
resultó tan hermoso, que encendió en todos
una viva devoción al Santo con gran en­
tusiasmo del pueblo y no menor admiración
del clero.

sus feligreses muchas felicitaciones y mues­
tras de agradecimiento por haberles propor­
cionado un predicador tan fervoroso.
A l despedirse Juan aquella noche del pá­
rroco, después de haberle éste dado las gra­
cias por centésima vez, añadió: * Si el agra­
decimiento no turba la serenidad de mi jui­
cio, y contando desde luego con su coopera­
ción a la gracia, creo poder decirle que V
está llamado a hacer grandes cosas *.
Las palabras proféticas del párroco ten­
drán TTiflfi tarde feliz realización; y el Beato
ejercerá un bien inmenso por medio del apos­
tolado de la palabra.

328

Mamma Margariía, la mujer fuerte.
K 1 25 de Noviembre se recuerda el 750
« Si se cernía el temporal y retumbaba el
aniversario de la muerte de aquella santa
trueno agrupando a los niños a su alrededormujer que trajo al mundo a nuestro Beato ¡Qué potente es el Señor, decía, y i quién podrá
Padre Don Bosco, cuyo corazón supo tan
resistirle? Por tanto no hagamos pecados^.
bien modelar según las enseñanzas de Cristo.
<' Cuando una devastadora granizada arre­
Nunca mas oportuno <jue en esto.s aciagos bataba las cosechas, mostrando a los niños
tiempos, tan necesitados de madres profun­ el destrozo observaba: E l Señor nos lo había
damente cristianas, para dar a conocer el es­ dado, el Señor nos lo ha quitado. El es d
píritu (|ue animaba a esta mujer, (jue con
dueño. Sabed, sin embargo, que para los malos
razón puede llamarse la mujer fuerte.
son castigos y con Dios no se juega i>.
Cuando Mamma Margarita, con espíritu
«Cuando las cosechas eran buenas, repe­
verdaderamente cristiano, habla a sus hijos tía: Demos gracias al Señor; ¡qué bueno ha
y, con ]>articular atención, vela por la edu­ sido con osotros, dándonos el pan nuestro át
cación (le su Juanito. parece (jue sus palabras cada día! ».
y su \’igilante solicitud no sean otra cosa que
« Durante el invierno, cuando todos se ha­
la expresión viva y natural de un extraordi­ llaban sentados en tom o de un fuego restau­
nario sentido materno.
rador, mientras fuera había hielo, viento y
Cieitaniente existía éste, mas en aquella
nieve, no dejaba de hacer alguna reflexión
mujer grande/ modelo perfecto de madre a la menuda familia: ¡Qué agradecidos debecristiana, hay algo mejor, precisamente por hemos estar al Señor, que nos provee de lodo lo
tratarse de un delicadísimo sentido cristiano necesario; Dios es verdaderamente Padre; Pa­
de las cosas y de la vida, efecto de una fe dre nuestro que estás en los cielos! ».
viva y de una piedad profunda.
Todas estas reflexiones suponen una esjieICn ella, que vive la vida sencilla de la cial ilustración del Espíritu Santo, quien con
gente tradicionalmente sencilla, se observa el don de entendimiento da al alma una mi­
un desarrollo perfecto de los dones del Espí­ rada penetrante y aguda, por la que in­
ritu Santo, que tanto enriquecen el alma de tuye el sentido preciso de la realidad y de
la gracia de Dios, y aunque su misma sen­ los acontecimientos en orden la consecución
cillez de vida y el ambiente camjíestre ocul­ del bien supremo.
ten tal desarrollo, éste es real.
Cuando Mamma Margarita pronimcia la
De ella se lee que acostumbraba a desi>er- gran verdad humana y divina Dios te ve y
tar en sus. hijos la memoria del Creador con de esta intuición fundamental desciende a
los espectáculos de la naturaleza, y este modo las aplicaciones prácticas de su cristiana y
de obrar refleja luminosamente la acción del niatemal pedagogía, en sus insinuaciones vese
Espíritu Santo por medio del don de sabi- toda la suave energía del don de consejo.
(iufíu, |H)rque solo así puede el alma elevarse
si permitía a sus hijitos ir a solazarse en
a la realidad sobrenatural de los efectos na­ los prados vecinos, los despedía diciendo:
turales. y de la naturaleza elevarse al Autor
Recordaos que Dios os ve, y ve hasta nuestros
de la gracia. \ esto es precisamente lo que más escondidos pensamienios.
hacía Margarita: « Kn una hermosa ntKhe es­
Si interrogando a alguno de ellos, sospe­
trellada. mostraba a sus hijos el cielo y de­ chaba que pudiese excusarse con srtguna
cía; Dios es quien ha creado c¡ mundo y ha mentira, lo prevenía diciendo: Recuérdate
puesto allá arriba tantas estrellas. S i tan helio que Dios te ve.
es el pnnamenío, ^'cótno será el Paraíso?.
No hay duda que lo que ella inculcaba
o Al acercarse la primavera, ante una her- con tanta insistencia en sus nifiitos, era en
nuvs;i campiña, ante un prado esmaltado de ella disposición habitual, precisamente aque­
bellas flores, ante la ap;iración de la rosada
lla disposición que hace al alma dócil a las
aunara o del irisado crepúsculo vespertino,
mociones e inspiraciones del Espíritu Santo,
exclamabíi: ¡Qué bellas cosas ha hecho el Señor el cual gradualmente educa las almas a la
para nosotros! ».
vida deiforme.

3 ^9

Mainma Margarita tenía el sentido cris­
tiano de la vida; en sus palabras y en sus
actos se nota la eficacia espiritual de los doues del Espíritu Santo, en las diversas circuns­
tancias de la vida. ¡Qué delicadeza y qué
sentido de verdadera 5' sincera piedad en las
palabras dichas a su Juanito, el día de su
primera comunión!: « Hijo querido, este es
para tí im gran día. E stoy persuadida de que
Dios ha tomado verdaderamente posesión
de tu corazón. Ahora bien, prométele de ha­
cer cuanto esté de tu parte para conservarte
bueno hasta el fin de tu vida. En adelante
procura comulgar a menudo, pero guárdate
bien de cometer algún sacrilegio. Di siempre
todo al confesor, sé siempre obediente; asiste
de buena gana al catecismo y a los sermones:
pero, por amor de Dios, huye como de la peste
de aquellos que tienen malas conversaciones ».
En estos consejos tan llenos de cristiana
sabiduría se refleja el don de piedad por el
que la religión y el culto no son solamente el
deber del súbdito para con el soberano, sino
k alegría del hijo que honra afectuosamente
al Padre y a menudo se acerca a él y de buena
gana escucha la palabra y por amor suyo se
aleja del mal.
El don del santo temor de Dios le hacía
considerar el pecado como el único mal que
afea la belleza del alma, arroja en el antro
del infierno a sus víctimas, ofende a Dios que
es nuestro verdadero y único bien.
En su boca de mujer tienen un sentido es­
pecial de perfección cristiana las palabras
que decia a sus hijos en los días de fiesta:
* ¿Sabéis por qué os pongo estos vestidos tan
bonitos? Porque siendo domingo es justo que
demostréis externamente la alegría que debe
experimentar todo cristiano en este día: por­
que deseo que la limpiezíi del vestido os re­
cuerde la belleza del alma. ¿Qué importaría
llevar hermosos vestidos st el alma estuviese
afeada por el pecado? *. Y cuánta fuerza
espiritual revelan las palabras dichas a una
pobre desgraciada cuya inexperta juventud
k había hecho presa de una bestial pasión, y
que se excusaba diciendo: ¡Sabéis bien lo mi­
serable de mi posición! Y Mamma Margarita,
con palabra tajante como-el acero le dice:
«Vuestra posición es de no ir al infierno»
añadiendo a las palabras que trazaban con
firmeza intrépida la vía del bien, la orden
enérgica del que, victorioso, asegura el triunfo
de la virtud sobre d vicio
Cuando se trata de las decisiones relativas

a la salvación del alma, Mamma Margarita
tiene siempre una energía sabiamente ilumi­
nada, manifiesta siempre un perfecto olvido
de sí misma, no ve sino una linea segura: iv
a Dios derechamente con todo el arrojo del
corazón, sin inútiles miras sobre sí misma.
Así, cuando el hijo, en los principios de
su vocación, mo\ádo de un deseo de mayor
sacrificio, quería hacerse franciscano, le ha­
bla en esta forma: « Yo quiero absolutamente
que tú examines el paso que quieres dar y

que después sigas tu vocación sin rejiaro al­
guno. Lo primero es la salvación del alma.
El párroco (juisiera que yo te disuadiese de
esta decisión, en vista déla necesidad que iná.s
tarde podría tener de tu ayuda. Mas yo te
digo: en estas cosas yo no me meto porque
Dios es antes que iodo. No te preocupes de
mí. Y o de tí nada quiero ni nada esjiero.
Tenlo presente: he nacido pobre, he vivido
pobre y quiero morir pobre. Aún mas; si tú
te decidieses por el estado de cura seglar, y
por ventura llegases a ser rico, yo no pondría
los pies en tu casa. ¡Recuérdalo bien!
Esta fuerza del carácter espiritual de
Mamma Margarita brotaba del don del Es­
píritu Santo que infunde en la mente una
firmeza especial en el cumplimiento de las
buenas obras a despecho de las dificultades
que se puedan encontrar y de los obstáculcs
que la \'irtud encuentra en su lucha contra

330
el vicio. Rra al mismo tiempo un insaciable
deseo de justicia y de bien que hada que se
olvidase de sí misma para darse a todos los
necesitados, y que le hacía decir al hijo orde­
nado ya de sacerdote aquellas palabras que
el Ileato llamaba memorables.
« Ivres sacerdote; dices misa; de aquí en
adelante estás pues, más cerca de Jesucristo.
Recuérdate, sin embargo, que comenzar a decir
misa quiere decir comenzar a sufrir. No te
darás cuenta en seguida, pero poco a poco ve­
rás que tu madre te ha dicho la verdad. Estoy
segura de que todos los días rogarás por mí,
esté viva o muerta; esto me basta. De aquí en
adelante piensa solamente en la salvación de
las almas y no pienses en mí.
El admirable temi)le de carácter espiritual
de Marama Margarita resplandece extraordi­
nariamente en la respuesta que dió a su hijo
ya sacerdote y lanzado de lleno a las fatigas
y dolores de su apostolado juvenil. Don
Bosco, después de una enfermedad mortal,
había vuelto a Castelnuovo para la convale­
cencia; pero ante el dilema de sus jovencitos: <(O V. vuelve a Turín, o nosotros trans­
portamos el Oratorio a B ecch i», él con admi­
rable abnegación había decidido volver a
Turín. Pero allí se necesitaba una persona
que le sirviese de ayuda y de reparo.
« Llévate a tu madre ». le sugirió el párroco
de Castelnuovo, D. Cinzano. Don Bosco no
quería hacerlo por dos motivos; primero, por
el cambio de usos y costumbres a que natu­
ralmente Margarita habría de sujetarse en
aquella nueva situación. En segundo lugar,
por la repugnancia que sentía en proponer a
la madre un oficio que en cierta manera la
hacía dependiente del hijo.
Para Don Bosco la madre era todo, habi­
tuado como estaba, lo mismo que el hermano
José, a tener por ley imprescindible cualquier
deseo suyo. Y siti embargo, después de ha­
ber pens;ido y rogado, viendo que no había
otro pardido (jue escoger, se decidió, pen­
sando: M i moilre es
santa y por tanto
puedo proponérselo. Y le habló.
Margarita quedó un tanto pensativa, des­
pués respondió: M i querido hijo, tú puedes
imaginar cuánto cuesta a mi corazón aban­
donar esta casa, tu hermano y los demás seres
queridos; pero, si te parece que semejante pro­
puesta sea del agrado del Señor, estoy pronta
a seguirte.
Y lo siguió únicamente descasa de hacer
lo que agradaba al Señor, santificando con su

sonrisa y con su espíritu de sacrificio aquella
nueva fase del apostolado juvenil de su hijo.
No hay pues que extrañarse de que, en su
lecho de muerte, Mamma Margarita, verda­
dera mujer fuerte, dirija a su hijo aquellos
últimos recuerdos que casi compendian, en
sin táis luminosa, toda la-labor interna del
Espíritu Santo en su grande alma de mujer
y madre cristiana. Lo que ahora te digo, lo
hago con aquella sinceridad con que te habüria
en confesión, para que puedas llevar adelante
el Oratorio. Ten gran confianza con aquellos
que trabajan contigo en la viña del Señor, pero
solamente en aquello que estés seguro ser de la
gloria de Dios. Esta atento; que muchos, en vez
de la gloria de Dios, buscan la utilidad pro­
pia. Yo debo partir y dejar las cosas del ostío
en manos de otros. Es un cambio que puede
traer desagradables consecuencias; pero la San­
tísima Virgen no dejará de guiar tus cosas.
No busques ni elegancia ni esplendor en las
obras. Busca la gloria de Dios, teniendo por
base la pobreza de hecho... Continuando ella
hablando de muchas cosas confidenciales re­
lativas al Oratorio, lo hizo de una manera
tan justa que Don Bosco quedó admirado al
ver tanta perspicacia.
Aquella manera tan justa de juzgar las
cosas y los acontecimientos, aquella perspi­
cacia que tanto admiró al Beato, son señales
que revelan la acción del Espíritu Santo p>or
medio de los dones de ciencia y entendimiento.
Aquello de subordinar todo indistinta­
mente a la gloria de Dios es característico del
don de sabiduría y por tanto si en su último
adiós, Mamma Margarita, expresando una
dolorosa verdad de experiencia humana, nos
parece hablar como Gautama, llamado Buddha, es decir, el iluminado, cuando formu­
laba la primera verdad santa, pero sus pala­
bras tienen un significado muy diverso, ya
que están iluminadas por una luz, que el
caba Uero del Nepal no podía tener, siendo
propias exclusivamente de la vida cristiana:
Adiós, querido Juan, recuérdale que esta
vida consiste en el padecer. Los verdaderos go­
ces estarán en la vida eterna.
También Mamma Margarita, como Gau­
tama, establece' una especie de identidad
entre el \-ivir y el sufrir; pero en la posesión
de la plena verdad dada por Jesucristo e ilu­
minada por la luz vidina de vida que mana
de las \urtudes teologales y de los dones del
Espíritu Santo, ella indica la vía de la verda­
dera libertad, es decir, de la eterna salvación.

331

DE N U ESTR A S M ISIONES
Entre los Jíbaros de la floresta del Ecuador
(Carta de Mon». Domingo Comin).

S. E. Mons. Comin
con dos jibariios de
Méndez (Ecuador).

hasta la cresta de la colina que domina la
Misión de Méndez, mientras hace algunos años
debían hacerse inauditos acrobatismos j>ara
llegar a la incipiente colonia!
Entre tanto ¡qué pena exjierimenta el Vicario

Macas. i8 de Marzo de I 931*
Amadísimo Sr. D. Rinaldi:
Mo puedo contener en mi corazón las impre­
siones probadas en mi segundo viaje a las
Misiones del Vicariato después de mi vuelta de
Italia: bona mixta malis como siempre, cosas
que por una parte nos hacen confiar en un pro­
greso lento pero seguro, y por otra nos hacen
mirar temblando al horizonte que de día en
día se presenta más oscuro complicado -y difícil.
Con respecto a la carretera Pan~Méndez, que
como recordará hace años constituye para
nosotros u í continuado esfuerzo y es una aspi­
ración de todo el Ecuador, con satisfacción
puedo decirle que estamos ya cerca de la meta.
El buen D. Albino del Curto, que ha versado
en esta obra su inteligencia y sus fuerzas físi­
cas y morales no tardará muchas senianas en
Ver coronada con el justo tributo- general de
admiración su obra de abnegación. Hoy día las
zonas en otro tiempo incultas y selváticas del
valle del Rio Negro, han dado ya hospitalidad
y vida cómoda a muchos colonos. De día en
día vense aumentar las casitas y cultivos trojacales; es la vida que se desarrolla y ensancha.
¡Qué consuelo jx)der llegar hoy a caballo

Ecuador. — Tcresita Jamcinch
comprada y preparada para la Primera Comunión.

Apostólico al pasar jx)r la nueva colonia del
Copas, ya proclamada como civil, ver incli­
narse a sus pies aquellos colonos que piden con
lágrimas en los ojos un sacerdote que los asista,
V abarcar con una sola mirada todas las demás
necesidades del Vicariato, siempre las mismas
y siempre apremiantes, sin poder remediarlas!

332

Una grande obra.
Poco trecho nos separa ya de la antigua carre­
tera o sendero de la Misión de Méndez, a la
([ue se llega por un puente colosal colocado
sobre el río Namangosa, también obra nuestra,
obra que teniendo en cuenta las dificultades
locales, constituirá siempre una soberbia afir­
mación (k- la civilización que penetra en estas
florestas ecuatoriales. Mide 86 ra. de largo 48
m. de alto y está formado por una serie de ca­
bles de acero que lo harán cada día más seguro.

Méndez. — Puenie sobre el rio Noman^osa. Obra
salesiana: 86 m. de iar{(o. 48 de mHo y 6 de ancho.

He tenúlo la sattscíación, al llegar a la Misión,
de asistir a una evtáución encantadora: v mi
jX-Uisamieuto voló a los comien/.o.s de la Misión,
a las priuienvs sudores de sangre, a las pri­
meras csjH'rauzas. K 1 día de hoy p^xlemos con­
signar que se comienza a recoger algiin pe<jueflo fruto, si no en ix.‘rfecta maduu*z, al menos
ixui la certeza de llegar a ella.
Ku el ano p;isado se administraron ¿6 bau­
tismos, algunos de ellos prectnlidos de regular
oatecumenado y lo que más importa con la
seguridad de su completa instnicción reli­
gios;!. Treiut;! primeras comuniones ¡solamente
entre jíbaros y jíbaras! Crea, ;unado Padre,
cuando sobre los labiexs temblorosos de los
nuevas fieles, mis manos,depositan a JesiísICucaristía. olvido todo el |>?so de mis añas.

todas las vigilias y fatigas inherentes a mi
cargo, y el corazón se me conmueve. Cada una
de estas almas, que como corolas se abren al
beso de Jesús, tiene su historia entretejida de
sacrificios y de heroísmos pequeños en sí, pero
grandes en la fe.
Cuando el domingo siguiente a mi llegada a
la Misión se reunieron las cinco familias cristia­
nas jíbaras, que ya han sellado su amor con el
Sacramento de Cristo y en sus casas hacen que
la vida cristiana fulgure en cuanto está a su al­
cance, nuestra perspectiva se ensancha, amado
Padre, e involuntariamente se sueña. ¡Es Dios
que se digna acoger nuestros sudores y que
quiere bendecir en este siglo de las Misiones las
oraciones de nuestros Bienhechore.®!
Y la Iglesia llega ahora por medio de éstas
adonde poco ha parecía imposible. Comnoveíloras descripciones son aquellas que me liau
hecho los Misioneros de muertes plácidas, resi­
gnadas, cristianas, después de haber recibido
los Santos Sacramentos! El viejo centenario
Cioncio, que había vivido en las luchas y peri­
pecias de la vida ranchera y selvática, pocos
momentos ante de morir dice al misionero que
le habla del Paraíso y de Dios: — ¿ Y podré allá
arriba vivir tranquilo? Si es así. quiero morir
cristiano.
Consolador es también el desarrollo material
de la Misión. Le mando la primera fotografía
de la Misión y las hechas pocos meses ha. Vea
en esta última las fatigas, los sacrificios y las
privaciones de mis pobres misioneros, quienes
])ara hallarse a la cabeza de la civilización no
ahorran afanes y sacrificios; he visto en estos
días hasta dónde llega su paciencia para eiicaminar y formar las nuevas generaciones jíbaras
a la fe y a la civilización. Los admiré en el
trabajo de las huertas y en no desdeñar que
penetre ha.sta ellos aun el atraentísinio juego
del Foot-ball.
Necesitaría contarle el nutltiple trabajo de
los Salesianos y de las Hijas de María Auxilia­
dora. Una cosa no puedo pasar por alto y es
el bien que en la Misión se hace por me<lio del
.sanatorio ambulante y hospital, aún en minia­
tura. En medio de nuestra jxjbreza y de 1;«
falta de medios adecuados no podamos contar
grandes cosas; es, sin embargo, grandemente
consolador consignar que en un año se han
podido administrar más de 1100 curaciones a
los pobres salvajes y más de 2000 a los colonos.
I^e he expuesto sumariamente cuanto de más
consolador he encontrado en Méndez. Quizá
ixxlría preguntarme: --- ¿Y los medios para
todo esto? — Esto es obra de Dios. Yo mismo
estoy mara^■ illado; pero cuando mi fantasía
vaga por las regiones de lo que resta que hacer
y escucho los anhelos de las pobres misioneros;
cuando palp>o las necesidades apremiantes, en­
tonces el corazón se empequeñece. ¿Quién ih»s

333

dará pereonas aptas y celosas? ¿Quién nos pro­
veerá <ie medios para llevar a cabo tantas
proyectos?
Én iíéndez, además del personal, se requieren
medios. Se ha tenido que abrir en Cininli, a
un día de camino de distancia, ima residencia
provisoria, pero deberá convertirse en estable
para contrarrestar la propaganda protestante
•iitre centenares de familias jíbaras. He visto
en Méndez amalgamados en un corredor fieles
e infieles para escuchar la santa Misa: urge
fabricar allí una iglesia, aunque sea de madera,

pero que facilite a todos la participación en
las sagradas funciones. Además en uno de los
últimos días de mi permanencia en Méndez un
viento fuerte se llevó ima parte del techo de
una casita usada para albergue de los jibarilos:
así de día en día se multiplican las nece.sidados
imperiosas.
El Señor nos conceda la gracia de cjue jíumls
nos falte la caridad de los buenos y el recuerdo
afectxioso de nuestro venerando Kector May»>r,
Mons. Domin(;o Comin
Vicario Apostólico.

Entre dos exalumnos salesianos en el Japón.
Ainadisitnos lectores del Boletín;
Nos ha narrado el P. Fabre, de la Compañía
de Jesús, este hecho sucedido en Tokio.
Me econtraba cenando, cuando me avisa un
amigo que el Sr. 2^'. X. de la Real Embajada
d e .... estaba muy grave, casi en las últimas.
Dejo la cena y corro en seguida a casa del
eiifenno. Después de los saludos de etiqueta a
la usanza japonesa, me introducen en la sala
<ie recibir donde se encontraban ya reunidos
personajes de la alta sociedad japonesa y ex­
tranjera. Pido hablar con el enfermo; mas los
criados dándome mil excusas me dejan con
aquellos señores. Pasan cinco; diez minutos.
Pasa por allí un criado y de nuevo lo paro y
ie digo: Tengo necesidad de hablar con el enfer­
mo. - ¿Sabe? — me responde, ahora es imposi­
ble: está muy mal; se cansaría; tenga la bondad
de esperar un poco más. — Bien, esperaremos.
Pero el tiempo pasaba y yo continuaba
instando a los criados que me dejasen entrar.
Al poco rato insisto; Quiero ver enseguida
al enfermo; es amigo mío; {no lo había visto
nunca) me quiere hablar y queréis impedír­
melo; conducidme delante de la .señora! Eos
criados asustados me presentaban a la señora
que por desgracia era una de las que creía
neciamente que el sacerdote es fatal p»ara un
enfermo grave; y presentándome la excusa de
la impresión que podría recibir, me dijo que
C5í>erase a que hubiese perdido los sentidos.
Si es por esto, le dije, ¡mirad! ¿Quién diría
que soy sacerdote? (El buen sacerdote se había
diablado la sotana debajo del corto paleto y
atado im pañuelo al cuello).
Esté atento a
darse a conocer como sacerdote, y a no
h .Mar de sacramentos — me dijo.

A lo que respondí; — ¡Esté tranquila; sabré
comportarme! — Fui introducido y me acerqué
al enfermo haciéndome^pasar por un doctoT.
Finjo tomarle el pulso, como si lo fuera en rea­
lidad, pero el enfermo mirándome fijamente y
como si despertase de un proftuido sueño me
dijo; — ¡Ud. es sacerdote! — Estas palabra,s
fueron pronunciadas de lui modo tal que reco­
nocí en él la buena disposición y el deseo que
tenia de encontrar un sacerdote. Entonces de­
jando caer la sotana y quitándome el pañuelo
me di a conocer. — ¡Gracias! Soy católico... soy
exalumno saIe.siaiio... — ¡También yo! - - ¡Entoncc*s somos hermanos! ¡Oh! ¡Qué consuelo
experimento en estos instantes! Quiero morir
como buen católico; como me eii.señaron cuando
era joven. He olvidado, ix>r desgracia mi fé,
por mucho tiempo, pero no he olvidado los
buenos consejos que recibí en el colegio de los
Salesianos. Pido perdón de to<lo al Señor.
Adminfetreiiie los sacnuueiitos. Momentos an­
tes deliraba, y ahora parecía que no tenía
ningún sufrimiento. Era el consuelo de ix>der.se
encontrar de nuevo en el amor de Crl<to que
lo sostuvo por tres dias en los que no hizo otra
cosa que rezar y rogar que rezasen jxjr él. Al
fin murió santamente líendiciendo a los .salesia­
nos, que en el breve tiempo que e.stuvo en el
colegio, .supieron grabar en su corazón un sen­
timiento religioso tan liondo que lo salvó en
el lecho de muerte. Imposible describir su
consuelo al ver entrar al sacerdote católico.
;Y decir que no me dejaban entrar!...
Este es el hecho tal como lo narró el
P. Fabre. Creo que no necesita comentarios.
Takaiiabe, (Japón).
L uis I-i/jran
Misionero salesiavo.

u
334

CULTO DE MARIA AUXILIADORA
La íiesía
de María Auxiliadora.
B U C A R A M A N G A (C O L O M B IA ).
13u conformidad con los programas que se
{)ublicaroii con la debida anticipación, fué ce­
lebrada en la iglesia parroquial de San Laureano
<le esta ciudad la fiesta de María Auxiliadora,
precedida de la respectiva novena y del so­
lemne triduo en los días 22, 23 y 24 de mayo
liltinio. Uno de los actos que más contribuyó
•il esplendor de la fiesta en honor de la Virgen
de Don Bosco fué ciertamente la Primera Co­
munión de cuatrocientos niños preparados de
auteiiiano ix>r celosos sacerdotes cooperadores
de las Obras Salesianas, Dres. Arias y Laguardo.
Durante las días del Triduo estos niños tuvie­
ron los Ejercicios de preparación a tan so­
lemne acto, siendo de admirar que xma gran
parte venían de los pueblos circunvecinos y de
los campos pudiendo tomar parte en dichos
ejercicios gracias a la generosidad de personas
caritativas que les suministraron alimento y
hospedaje durante los días de preparación.
líl día 24 se celebraron misas a las 5, 6,
y 9 ^ de la mañana en el Templo Parroquial,
con extraordinaria concurrencia de devotos
de María Auxiliadora. Algunos de los actos
religiosos de este día fueron acompañados de
la orquesta que dirige el maestro Clodovaldo
Sangurico, y amenizados otros con escogidas
piezas de la banda de música del Departa­
mento, galantemente cedida por el Sr. Gober­
nador. El acto más conmovedor fué ciertamente
el de la misa de Comunión en la que se acer­
caron al Banquete Eucarístico por vez pri­
mera las 400 niñas a que hacemos arriba refe­
rencia. Dichas niñas fueron obsequiados con
un exquisito ilesayuno que la generosidad de
los Cooperadores Salesianos tuvo a bien brin­
darles en tan fausto día, En la misa mayor
prestaron sus servicios en el coro y dejaron oir
su melodiosa voz respetables señoras y seño­
ritas de esta sociedad, y también deleitó al
auditorio que colmaba el espacioso templo, el
dlgítísimo Sr. Cura Párroco de Girón, Dr. José
Acosta, quien supo enaltecer con maestría y
lujo de elocuencia las glorias de la Reina del
Cielo y Auxiliadora del pueblo cristiano.
Por la tarde, a las cuatro, tuvo lugar la gran
procesión que recorrió algunas de las principales
calles de la ciudad, procesión en que fueron

conducidos la imagen de María Auxiliadora y.
por primera vez, el Cuadro del Beato Juan
Bosco Fundador de la Congregación Salesiana
y propagador del culto y devoción á>-la Madre
Auxilio de los Cristianos. La imagen de la
Virgen iba artísticamente adornada y colocada
en una barca con unos doce niños que rodeaban
su pedestal, y el cuadro del Beato Don Bosco
iba conducido en una carroza muy bien ador­
nada. Dieron gran lucimiento y esplendor a la
procesión i6 estandartes llevados por los jefes
y oficiales de la Comandancia de la 5* Divisi&i
del Ejército Nacional acantonado aquí. Gtatísimas impresiones fueron las recibidas poi
el público dada la pompa con que se cele­
brara en el presente año la ya muy popular
y hermosa fiesta de María Arixiliadora; y al
hacer constar la gran satisfacción que experi­
mentamos con demostraciones de esta clase,
exponentes del espíritu cristiano cada día más
ferviente en esta capital, nos es grato presentar
nuestra más entusiasta felicitación a la Archicofradía de María Auxiliadora por el esplendor
con que supo celebrar en el presente año la
fiesta de su Gran Patrona.
H krm ogkni <:s M o tt .v.

G A U H A TI (A SSA M ).
La fiesta de María Auxiliadora en Gauhati
ha aparecido como el alba sonrosada de un
día primaveral, grandioso y radiante. Ya saben
nuestro lectores, que esta ciudad es la sacra
del Iiiduísmo, una especie de Meca del Asani,
pues aquí vienen a adorar a una diosa infame,
repugnante y cruel.
La procesión de nuestra Reina Auxiliadora
recorrió en largas filas las calles de Gauhati.
Dado el calor excesivo que durante el día se
siente. la procesión se celebró de noche, ha­
ciendo la Sma. Virgen que la luz de la Fe ilu­
minase a los que moran en el error y en las
sombras de la muerte. La larga fila de mujeres
y de hombres vestidos de blanco, llevando alta
la encendida antorcha, se deslizaba recogida y
exultante por las largas calles de la ciudad pa­
gana. Seguían los jóvenes del Orfanato, la
banda, los dos Monsres. y en último lugar la
estatua de la augusta Auxiliadora, sonriente,
suscitando en nuestros corazones emociones
dulcísimas, no comprendidas por aquellos que
no han \isto los triunfos del paganismo en estas
regiones sin luz. Después de un largo y triunfal
recorrido llegamos a la iglesia cuya fachada se
presentaba artistiemnente iluminada; con este

II

335
motívo el eutusiasmo llegó al colmo. El pueblo
se colocó ordenadamente en frente de la igl^ia.
Espectáculo grandioso hirió nuestros sentid^.
SliUares de luces trémulas alejaban las timeblas de la noche. La luna se alzaba de los abis­
mos sin fondo- plácida y refulgente, al mismo
tiempo que de los pechos e x u lta n ^ brotaba
MORON (España ). — Curación milagrosa.
espontáneo el grandioso himno a C ^ t o Rey,
_Hallándose mi hija muy delicada de salud y
el Tantum Ergo. como homenaje de cielo y
habiendo agotado ya todos los recursos de la
tierra a su Creador y Señor. Momentos despufe ciencia humana inútümeute, acudí al auxilio
Tesús envuelto en los blancos cendales de la divino, poniendo por intercesión a María Auxi­
Hostia Santa bendecía a todos sus hijos, a los liadora. El favor divino no se hizo esperar, y
paganos, a la ciudad toda...
hoy mi hija disfruta de una salud envidiable.
No faltó la velada en honor de la que es más
Agradecida por tan üisigne favor, mando la
pura que el sol. Estas sencUlas gentes iio sa­ limosna prometida en favor de las Obras de
biendo cómo obsequiar a su Reina, semejantes los beneméritos Hijos del Beato Juan Bosco.
a aquel santimbanqui, que la honraba con sus
15-8-1931saltos acróbatas ante la celestial Señora, co­
C a RMKN VlLLAWN DE D aOIZ.
menzó a danzar al son del tamboril. Primero
los jóvenes le ofrecieron mía danza guerrera,
RISCHICO (E cu a d o r -M a n a b i ). — Hnfennó
enseguida las mujeres solas otra rítmica y gra­
ciosa y por último bailaron todos juntos danzas gravemente mi hijo Ramón, y cuando ya lo
bellas y honestas.
^ dábamos por perdido, pues no daba muestras
El primero de junio fue día de adoración m de vida, sin quedarme en el mundo otra espe­
Smmo. Sacramento en el cual las horas d.e ranza que él. una amiga mía le puso la medalla
guardia fueron repartidas entre las v ^ a s al­ de María Auxiliadora y comenzó una novena
deas. Llega al alma el sentir los rezos de estos en honor de tan excelsa Sladre. ¡Oh prodigio!
cristianos para los cuales la oración
siempre Al segundo día de la novena ya dió muestras
de mejoría, y actualmente está completarneiite
un canto que sabe a lágrimas y súplicas.
bien. Llena de profunda gratitud, hago pública
Pero he aquí llegado el momento cumbre
cuando fué descubierta la gran estatua del la gracia para que sirv'a de aliento a aquellos que
sagrado Corazón de Jesús, alzada en la plaza se hallen en cualquier situación angustiosa, se­
de la iglesia en el centro de la ciudad, en guros de que nunca les faltará el valimiento
la que la figura del Redentor se eleva ma­ de la que es AuxiÜo de los Cristianos, y mando
jestuosa, con los brazos extendidos como di­ una limosna para las Obras Salesianas.
ciendo las palabras que se hallan escitas ^en
Abril de I 93 iel pedestal «Venite ad me omnes * «Ego sum
L u c r e c ia M. d e C a r r a n z a .
Via veritas et vita *. El significado de la cere­
monia fue explicado en 4 discursitos en divers^
RONDA (España ). — Hallándome cu imuilenguas, intercalados entre varios cantos de
neiite
peligro y a punto de ser operada a cama
triunfo a Jesús, Redentor y Rey.
Numerosos eran los paganos que boquiabier­ de una terrible enfermedad, recurrí en unión
tos asistían a tan bella ceremonia. Despufe fué de mi esposo al Beato Juan Bosco y a María
Auxiliadora, ofreciéndoles dentro de nuestra
recitado el acto de consagración en Inndu. y
en el acto de la bendición, que fué dada por pobreza cuatro velas y publicar la
Mons. Mathias, se cantó acompañado por la el Boletín. |Oh bondad de María Auxihadoral
banda ? Cristo vence, Cristo reina, Cristo im­ Cuando a la mañana siguiente vino el m<^ico
pera », conmoviendo a cristianos y paganos de dispuesto a realizar la operación, había d<»atal manera que uno de estos pert^eciente a pareddo el peligro, y hoy gracias a tan valio­
sos protectores me encuentro completamente
las altas castas se presentó diciendo; «Estoy
conmovido: « Tenga estas 5 rupias (35 ^ras) bien sin haber tenido que sufrir operación
alguna. Por todo lo cual doy gracias a María
para que me sea benigna la Driúnidad*.
Auxiliadora y al Beato Juan Bosco.
He aquí una breve noticia de las fiestas de
María Auxiliadora en Gauhati, las cuales han he­
Enero de 193 *•
ISABED M a r t in d e B a r r a g a n .
cho mucho bien a todos, misioneros y cristiana.
Dignas de loa son las Hijas de María A u ^ dora que no han perdonado nada para el feliz
TONILA (MEJICO). — A consecuencia de un
éxito de la fiesta y el infatigable D. ^ d e n .
tumor maligno, fué tal mi gravedad, q u e ^
Nuestros dos orfanatos de Gauhati están ^ tuve ya cinco horas sin dar señales de vida,
tante florecientes y en ellos reina el verdadero después de haber recibido los Santos Sacraespíritu de D. Bosco.

íl

336

nieiitüs. Ya habían encendido las velas y espe­
raban que el médico certificara mi muerte, sin
dejar ¡xir esto de jjedir afligidos a María Auxi­
liadora, cuando al poco rato pude hablar, y a
la focha inc encuentro completamente bien.
Julio do 1931,
T omas Caroiíkas.
Ibidcm. — A con.secuencia de lUia picadura
de un animal venenoso se me formó un tumor
gangrenoso que se extendía desde el cuello a
gran parto <Ío la cabeza interesando además
hasta cerca del corazón, con una enorme canti­
dad de pus. El médico temía la operación, pero
no habiendo otra solución me resolví a sufrir­
la, encomendándome de corazón a mi celestial
Protectora María Auxiliadora, quien con su pro­
tección hizo que la operación saliera bien: ]X)r
lo que agradecida mando una liniosna.
M.acdauína P iína vda. de R odríguez.

d la , expresan piíblicameute su eterno agrade­
cimiento a tan buena Madre por favores obte­
nidos y envían una oferta por medio del De
curión Sr. D. Carlos Bermúdez en pro de las
Obras y Misiones Salesianas.
T ima (Perú). — La señora Grimanesa vda
de Záraie, por el feliz éxito habido en una 'grave
operación quirúrgica.
G irón (Santander-Colombia). —
Victoria
González R ’ , por la curación de una molesta
enfennedad que hacía tiempo le impedía en
siis ocupaciones ordinarias. — Celestino Valdi­
vieso 0.. por un favor recibido.
P aysandu (Uruguay). - M. M. A., por ha­
berle conseguido la .salud de una pensona que­
rida.
P iedecues Ta (Santander-Colombia). — Ana
Josefa Trillos, por xm señalado beneficio, v
envía una limosna en favor de los niños pobres
del Beato Don Bosco.

M O N rihhA (España ). — Hallándose mi
esposo postrado en cama con una terrible en­
S a n S a l v a d o r (El Salvador). — Indalecio
fermedad fpie los médicos no acertaron a diag­
Ayalos y su esposa, por haber librado a su
nosticar, ante la gravedad del caso decidieron
hacerle una oi>eración. En tan apurado trance hijita de xm fuerte ataque que pxiso en grave
me encomendé de todo corazón a María Auxi­ peligro su vida, tanto que ya creían no amane­
liadora prometiéndole una misa y publicar la cería con vida al sigxiiente día. Mandan xma
gracia en el Boletín Salesiano si lograba la ,* oferta para el culto de María Axixiliadora en
su Santuario de Turín.
curación. ICmpecé una novena, y el ultimo día
ini esptxso se encontró completamente restable­
R eus (Tarragona-España). — María del Car­
cido. Doy iK>r ello las más rendidas gracias a men I. de Montero, por haber atendido sus
tan buena Madre y hago pública la gracia.
ruegos en dos circunstancias apremiantes.
Setiembre íie 1931.
PIEDECUESTA (Colombia-Saiitander). — Ma­
R osa C astro .
ri^ Dolores Mantilla García, Encamación Figiieroa, Silvia Prada Rey, Ester Mantilla Martí­
nez, Lucrecia Gómez F. y Rosa Pradilla de
Mantilla, hacen patente sn agradecimiento a
María Auxiliadora por favores recibidos, man­
Dún también gracias a María Auxiliadora y dando una limosna para las Obras y Misiones
envían una limosna:
del Beato Don Bosco por intennedio de la ce­
ladora salesiana local Srita. Henuinia Mantilla
A ucantk (España). - Angeles Sandoval, {x>r Pradilla.
varios favores recibidí^, y envía lo ptas.
T o n ie a (Méjico). — Dolores Chacón vda. de
Vargas, por liabcrla librado de los molestias
Ga u a o (Peni). — Abrahán Barrios, por
(jue a con.secuencia de una grave y xlolorosa
haber sacado a su esposa con bien de un trance
caída sufrió, y envía xma limosna para la.s Obra.s
apuradísimo.
i^lesianas. — Matilde Navarra, por haberla
Ca u (Colombia). — Una devota de Maria librado de una doloro.sa enfermedad, envía una
Au.tiliadora, pi^r un favor señaladísimo.
limosna para las Obras de Don Bosco. — Con­
cepción Morales de Navarro, por la curación de
OüADAiAJARA (Méjico). — N. N., por haberle un Ixijo grax-emeiite herido. — Petra Góntez de
alcanzado la salud de \ma persona querida y
Mancilla, por haber librado a sxx esposo de una
por otro gran favor.
dolorosa enfennedad. después de haber em­
L au.aTKCa (Colombia-Siintander). - Carlos pleado imxtilniente numerosas medicinas.
L. Bermtide:, Eugenio Roso. Joaquín Fernándes,
T a r r a g o n .a (España). — f. M. S. por un
Caureano. Jaimes, Nieves Contreras y otros va­ favor recibido, y en\*ía una limosna para l;i-«
nos CiM^I^-radores v devotos de María Auxilia­ Mi.siones S.alesianas.

337

En honor del Beaío Juan Bosco.
SUNBURY (Australia). — La primera fiesta
del Beato Don Bosco en Sunbury resultó so­
lemnísima constituyendo un espectáculo ver­
daderamente extraordinario.
Un buen número de celosos Cooperadores
prestaron su valiosa ayuda al Director del
colegio D. Patricio O’ Grady, en la organización

artísticos arcos trimrfales y dos altares se eri­
gieron al aire litre.
El tiempo, del cual tanto dependía el óxito
de la procesión, fué lo más apacible que pu­
diera desearse. En la torre del castillo ondeaba
— por vez primera en la historia de esta na­
ción — una enorme bandera pontificia, heclu»

Sunbory (Ausiralia). — F in ia» en honor del Beato D. Bosco.

de la hermosa fiesta que resultó el más grande
acontecimiento religioso en la historia del es­
tado de Vittoria.
A pesar de distar el colegio 25 millas de Síelboume, xma procesión con el Santísimo bien
preparada en honor del Beato Don Bosco,
atrajo una muchedumbre de veinticinco a
treinta mil personas que vinieron de muy re­
motos países. Nueve trenes especiales llevaron
de Melboume los devotos peregrinos, parán’ose en la quinta aneja a los lugares de la or­
ganización de la procesión. Contáronse cerca
de 4000 automóviles de todas las clases que
llenaron las extensas llanuras a ellos resevardas y trajeron a Sunbury una riada de gente.
Era tm es|>ectáculo conmovedor. Las casas y
Js= calles estaban ricamente engalanadas: dos

que todos los aquí residentes y los amigos veni­
dos de lejos saludaron con indecible alegría.
El Santísimo fué llevado en procesión por el
Excmo. Arzobispo de Melboume Dr. D. Mannix, acomj>añado de obispos, de gran número
de sacerdotes del clero secular y regular y de
distinguidos miembros del estado seglar cató­
lico. Las Hijas de María de 35 parroquias y las
asociaciones religiosas mandaron representantes
y banderas. Ix)S Rdos. PP. del SS. Sacramento
de Melboume trajeron su completa Guardia de
Honor. La Banda del colegio, con el auxilio de
altavoces, acompañó el canto que continua­
mente y al unísono se elevaba de todos los
puntos de la procesión. Una compañía cine­
matográfica impresionó una cinta sonora del
acontecimiento, que dado su extrí'ordin.ario

338

éxito, atrajo grandes oleadas de público a los
teatros para contemplar el extraordinario es­
pectáculo.
Después de la procesión se tuvieron breves
discursos de ocasión. Tocos los oradores fue­
ron muy aplaudidos, especialmente S. B. el Sr.
Arzobispo y el Sr. Director. Unánime fué la
expresión del público al expresar su alegría por
haber participado en semejante demostración
cu honor del Beato Don Bosco. Durante una

AV' " ■>

■- 1

Linares (Chile). — La iglesia adornada para
la fiesta del Beato D. Bosco.

semana después de la fiesta todos los diarios
católicos y In gente no hablaron de otra cosa.
Bspenmios que el Beato Don Bosco continúe
bendiciendo y protegiendo esta importantí­
sima fundación que será ciertamente el centro
y punto de partida para el futuro desarrollo de
la Obra Salesiana en estas extensas regiones.
LINARES (Chile). — La solemne Festividad
de Don Bosco en la población Oriente.
Por causas justificadísimas no pudimos dar
a conocer a nuestros lectores en su debida
oportunidad, las grandes manifestaciones de

entusiasmo y gratitud con que todo Linares v
en especial la Población Oriente, tributó a l'a
llegada de las reliquias del Beato Juan Bosco,
inspirador y patrono de la Obra Salesiana.
La asistencia. — Como ya es del dominio de
nuestros lectores, la recepción de las reliquias
se efectuó el sábado 30 de mayo pasado. Desde
la hora anunciada, numeroso publico, socie­
dades, instituciones y feligreses de la Parroquia
de María Auxiliadora se daban cita en la amplia
plaza de la Parroquia y corredores de la Casa
en espera de la hora fijada para iniciar el des­
file hacia el punto en donde se reunirían todas
las sociedades para esperar la llegada de las
reliquias.
E l desfile. — Desde antes de la hora seña­
lada, ya el público se daba cita, para hacer el
desfile que seguiría por la Avenida de las De­
licias hasta llegar a la de Brasil, que sería el
lugar para esperar la reliquia.
La columna. — Encabezaba el desfile la
Banda de los Ex-Alumnos con su bandera a
la cabeza que llevaba prendida en el asta,
una franja blanca con la inscripción del Centro
Social «La Igualdad *, a continuación seguían
los alumnos del Colegio, las niñitas de la Parro­
quia, las Hijas de María, las Sociedades de Mu­
jeres, la Unión Nacional y gran cantidad de
jinetes montados venidos ex-profeso para esta
solemnidad, todos con sus estandartes, ban­
deras y baderolas, lo que llamaba grandemente
la atención.
La llegada. — Minutos después de las 5
hacía su entrada triunfal por la calle Indepen­
dencia el auto portador, en el cual venían el
Rvdo. Padre Inspector de los Salesianos, Pbro.
D. Pedro Berruti, quien traía la custodia con la
reliquia de Don Bosco, acompañado del limo.
Sr. Obispo de la Diócesis de Linares, Monseñor
Miguel León Prado. El auto presentaba un
aspecto brillante, adornado artísticamente, a
cuyo alrededor venía la escolta de pajes ves­
tidos con trajes especiales, colocados a cada
lado del coche. Al llegar el coche frente a la
Avenida Brasil, mientras el toque del clarín
de la Banda anunciaba la llegada y ésta rom­
pía con los acordes del Himno a Don Bosco,
el público no pudo esperar un momento más,
para cerrar el camino al auto, y poder ver
la custodia de la reliquia. Entretanto que
todos cantaban el Himno de. don Bosco, y
se oían estruendosas aclamaciones de regocijo.
La Avenida a pesar de ser bastante ancha
resultó incapaz de contener a la enorme mul­
titud que rodeaba el auto, lo que hacía im­
posible el seguir avanzando.
La proseción de las antorchas. — A medida
que las sombras de la noche dejaban caer su
manto sobre la ciudad, crecía el entusiasmo
de las manifestantes, lanzando al aire aclama­
ciones pictóricas del regocijo que embalsaba

339

Linares (Chile). — Esperando la reliquia del Beato Don Bosco.

■ 4187}
Linares (Chile) — La procesión con la reliquia del Beato Don Bosco
escoltada por un buen número de montaraces a caballo.

340

"

Bendición del EHandarle. — Un número que
llamó la atención, fué la bendición del Estan­
darte de la Unión Nacional, que se llevó a
efecto antes de terminar la misa, bendición que
hizo el limo. Señor Obispo, sirviendo de padri­
nos del Estandarte, los señores Juan B. Encina
y Señora, Eudocio Para y Señora y otros que
lamentamos no recordar sus mimbres, obse­
quiándose a los padrinos recuerdos de la Ben­
dición.
En el Liceo de María Auxiliadora. — Poco
mas tarde fué llevada la reliquia al Liceo de
María Auxiliadora, en donde fué recibida por
las Religiosas y alumnas del Colegio. Se de­
sarrolló un acto literario que dejó gratas re­
cuerdos en los a.sistentes, i>or el delicado papel
encomendado ^ las pequeñas actoras.
BAHIA BLANCA (Argen(ina). — En /a Ba­
sílica del Sagrado Corazón de Jesús.

Linares (Chile). — Durante el Pontifical
en honor de María Auxiliadora.

SUS almas. Pudimos apreciar el goljx: maravi­
lloso de la procesión de antorchas, los cánticos
piadosos, mientras las campanas del Hospital y
tle la Iglesia se echaban a vuelo anunciando el
feliz arribo y desde la plazoleta de las torres
de la Parroquia eran lanzados voladores y se
quemaban fuegos artificiales.
líu la Parroquia, el limo. Señor Obispo,
habló a los concurrentes con palabras llenas
de sinceridad y emoción, agradeciéndoles la
miuiil'cstución espimláuea con (pie todo un
pueblo lomaba parte. Inmcdiatíuuente después
se celebraba la función religiosa, la que gran
cantidad no pudo oir por no poder entrar en
la iglesia que resultaba incapaz para contener
toda la gente. Tenninado el oficio, el señor
Inspt'Ctor dló a besar la custodia de la reliquia.
¿V domingo. — A las 9 Yx de la mañana de
este día se celebraba la misa pontifical por
el Obispo de la DiocesLs, Monseñor Miguel
Ia.*óu Prado. I<os cánticos estuvieron a cargos
del Rdo. P, Gaviratti ajnidado por los Coros de
la Parroquia, El Sermón estuvo a cargo del
Padre Acacheto quien tuvo frases magistrales
para ensalzar las glorias de María Auxiliadora.

En el artístico y devoto teinjilo de la calle
Quemes de nuestra ciudad realizáronse los fes­
tejos religiosos según estaba anunciado en uu
programa que se difundió profusamente entre
los numerosos simpatizantes de la Obra de
Don Bosco.
El día 15, fiesta de la Asunción, se llevó a
cabo una concurridísima y devota jomada eucarística, en la que particiiJÓ la casi totalidad
del alumnado interno y externo del Colegio Don
Bosco, acompañados por numero.sas familias
que i'eían con íntima satisfacción el ambiente
de fonualidad y sincera piedad con que niño.s
y jóvenes acudían al banquete eucarístico. U1
oficiante de la misa de la jomada fué el R. P.
Pedro Savani, director del Colegio Don Bosco.
quien dirigió, en el momento de distribuir la
Sagrada Eucaristía, fen'orosas palabras a las
jóvenes comulgantes, entre los que había una
treintena de primeras comuniones,
A continuación .se sii^-ió en los salones come­
dores un exquisito chocolate, con acoiiipañaniieiito de bolHtos, a lo que los numerosos co
mulgantes hicieron honor.
Para las nueve y media, estaba anunciada
la solemne bendición del artístico altar de
mármol, dedicado a la Virgen del Caniieii
y recientemente frígido en una de las na\es
laterales del templo. Esta ceremonia estuvo a
cargo del Rmo. Inspector de las Misiones Salesianas de la Patagonia, Dr. Gaudencio Jlanachiuo, quien, acto seguido, ofició el Santo Sa­
crificio, durante el cual se ejecutaron motetes
religiosos por la «schola cantorum del Co­
legio Don Bosco, y ocupó la Cátedra Sagrada
el P. José M. Garófoli. dirigiendo a los concu­
rrentes que llenaban las naves del templo, ade­
cuadas palabras alusivas a las (^remonias que
acababan de realirarse. El cuadro de la Virgen
del Cannen. del que es autor el conocido arlEta

341

Sr. A. Mouacelli. realzaba su propia belleza,
'rodeado de las sobrias p>ero imponentes líneas
arquitectónicas del altar en consonancia con el
estilo ojival de la iglesia.
El domingo i6,' estuvo dedicado a la So­
lemne Bendición del altar del Beato Fvmdador
de la Pia Sociedad Salesiana, y a conmemorar
el lió aniversario de su nacimiento con mía ve­
lada artística religiosa, en el teatro Don Bosco.
El director de la Piedad, P. Julián Fernández,
fné el que ofició la misa de Coiiiunión General
de 7 Í4
íwé un remedo de la Jomada Eucarística del día anterior, tanto por el concurso
de comulgantes, como por la religiosidad so­
lemne de las ceremonias litúrgicas y cánticos
religiosos.
Quedó satisfecha la natural exi>ectativa ix)r
la bendición e inauguración del artístico altar
maraióreo, erigido en honor del Beato Fundador
de la Congregación Salesiana. I^a solemne Ben­
dición y la misa cantada fueron oficiadas por
el Rmo. Inspector de las Misiones Salesianas
de la Patagonia. Alumnos y ex alumnos, coo­
peradores y cooperadoras salesianos, amigos y
simpatizantes, demostraron una vez más, que
el templo del Sagrado Corazón resulta pequeño
para estas ocasiones.
Numerosísimos y presurosos acudieron a tan
grata conmemoración y a participar de estos
solemnes cultos, cuyo significado brillante­
mente expuso el orador sagrado del día, Rdo.
P. E. Scandroglio, S. S. deteniéndose oportu­
namente en las dos fuerzas vitales de la obra
mundial del aposto! del siglo X IX , a saber, la
devoción a Jesús-Eucaristía y a María Auxi­
liadora, felizmente representadas en el cuadro
santamente impresionante del altar marmóreo,
obra del insigne artista turinés, C. Thennignóu,
y cuyos gastos fueron casteados f>or todos los
alumnos internos del C. Don Bosco, como un
grato homenaje al aposto! de la juventud. Es­
tos diversos actos, así como los de la velada,
fueron amenizados por la banda del Colegio de
la Piedad, que ejecutó escogidas piezas de su
repertorio, bajo la hábil dirección de su maestro,
Sr. Samuel Olivares.
Ni> vamos a detallar ios diversos números de
la velada artística realizada en el teatro Don
Bosco, tambimi en honor del Beato. Todos los
números aminciados anticipadamente fueron
ejecutados j)or los jóvenes artistas a satisfac­
ción y solaz del niuneroso público que atestó
materialmente el teatro, no bajando de 1600
la.> personas asistentes al acto.
Merece, jrrincipalraente, destacarse la gran
fantasía en un acto, llamada * El llanto de im
ángel », cu va preparación escénica, distribución
de luces, ilustraciones musicales y desemp)eño
de los actores, llamó singularmente la atención
de la numerosa concurrencia.
CiT’.reraos con merecidas loas al Orfeón Ba-

Bahia Blanca (Arg.) — Altar de mármol dedicado
al Beato con el cuadro de C . Thermignon.

Iliense dirigido por el M. Ciro Colleoiii, quien
gentilmente ofreció su concurso artístico y la
banda de los Huerfanitos de la Piedad, que
selló este festival lanzando al aire ,su.s annoniosas notas.
Bahia Blanca, 17-VIII-31.
[Del JJiarlo “ F.l Atlántico").

GRACIAS
DEL BEATO JUAN B O S C O

CHONE (E c u a d o r M a n a u i ). — Maria Au­
xiliadora salvó de la muerte a mi hijo.
A un
liijito mío se le declaró de improviso una grave
infección intestinal, haciendo el mal tan rápido
progreso, que se temía de im momento a otros
un fatal desenlace, pmes que los remedios rece­
tados no lo aliviaban en lo más mínimo. Viendo
inútiles los esfuerzos humanos, acudí con plena
confianza a la que es « Auxilio de los Cristianos »
No se hizo sorda a mLs súplicas la Ma<lre de

342

Dios; pues a los pocos días de haber invocado
su intercesión el enfermito empezó a mejorar
notablemente, y hoy se halla completamente
restablecido. Agradecidísima envío una limosna
para el sostén de los huerfanitos del Beato
Don Bosco.
14 de Julio de 1931.
'

R a m o n a de G a r c ía .

(JBRIQUIÍ (C a d iz -E spa Ñ a ). — Estando pró­
ximos los exámenes de J unió y teniéndome que
examinar del sexto año de Bachillerato Univer­
sitario de Ciencias, me vi bastante apurado, por
una parte porque los Catedráticos hacían el
examen fuerte y por otra por tener las asigna­
turas no dominadas dcl todo; acudí al Beato
Juan Bosco para que me ayudara a salir bien,
y habiéndome otorgado la gracia pido que sea
publicada como testimonio de mi gratitud y
envío una limosna.
7 de Agosto de 1931.
JOSE G a r c ía P e r e z .
B o g o tá (Colombia). — El Beato Don'Bosco
y los enfermos. — Me parece que faltara a mi
deber filial si no hiciera conocer im favor que
me ha hecho el Beato Don Bosco en estos días.
Hace poco fui llamado a la cabecera de mi enfenuo, que aunque en otros tiempos hubiese
practicado la religión, rehusaba obstinadamente
confesarse. Varios sacerdotes habían sido lla­
mados, y a todos los había despedido en malas
formas. La familia, muy cristiana, llena de
consternación, no podía resignarse a la pena
de verle morir sin los auxilios de nuestra Fe.
Informado de todo me propuse en la primera
visita ganar el corazón del enfermo sin ha­
blarle de confesión. Dos días después, a instan­
cias de la familia, que veía el progresivo agota­
miento del enfermo, regresé resuelto a confe­
sarlo. Era la víspera de la fiesta de nuestro
Beato Padre y en el camino me encomendé a
El pidiéndole que me inspirara el modo de
penetrar en aquella alma e inducirla a confe­
sarse. Al momento so me vino a la mente el
modo con que Don Bosco había confesado a un
moribundo en un trance semejante, confesmidolo sin hablarle de confesión, y mepro puse
imitarlo. Entré en el cuarto del enfermo, nie
senté a su lado como quien llega de ^•isita.
principié a tratar de sus males y pasé luego
a su vida, e insensiblemente la gracia de Dias
iluminó y coimiovió aquella alma de tal manera
que se confesó con gran dolor.
Recibida la absolución, y enjugándose una
lágrima de consuelo, me miró con cariño y
agradecimiento y me dijo: ¿Conque V. me ha
confesado sin que me diera cuenta? Sí, le res­
pondí; ¿y no está V. satisfecho? Mucho, mu­
chísimo, y deseo completar la obra recibiendo
los otros sacramentos. A! momento corrí por

el santo Viático que recibió con pruebas de
grande afecto, le administré la Extremaun­
ción y el enfermo no acaba de agradecemie
el favor extraordinario que le había hecho.
Tres días después moría suavemente en la naz
del Señor.
Tanto la familia del finado como el infras­
crito y todos los que conocieron el caso, atri­
buyen a Don Bosco favor tan extraordinario.
I de Mayo de 1931.
JOSE M.aria B e r t o l a S. S.

SANTANDER (E spañ a ). — Sufriendo mi
mamá agudísimos dolores en el pecho, que no
la dejaban un momento tranquila, impidién­
dole muchas veces dormir y hacer los diferentes
quehaceres de la casa, a más de las molestias
consiguientes, consultó nuevamente a un mé­
dico. quien diagnosticó como remedio una
nueva operación (había ya sido anteriormente
operada por el mismo motivo). En tal trance
recurrí al Beato Juan Bosco, a quien supliqué
intercediera cerca del Cielo para que mi mamá
saliera bien del trance por que tenía que pasar.
Don Bosco me escuchó, y hasta el día de hoy
no ha habido necesidad de una nueva operación.
Cumplo lo prometido de publicar la gracia en
el Boletín Salesiano, complaciéndome en ello, y
para que aquellos que se encuentren en mo­
mentos de apuro acudan al Beato Don Bosco.
en la .seguridad de que han de ser escuchados.
Julio de 1931.
A. V, M.
Manifíestan íambién su grafifud al Beato
y envían una limosna:
B u en o s A ir e s (Argentina). — N. N., por
haberle ayudado en momentos difíciles de los
que dependía la decisión en su vocación.
C o n c o r d ia (Argentina). — Francisca Cariocrio y Doroteo Solía, por favores recibidos y
envían una oferta para sus Obras y Misiones.
G u a d a e a ja r a (Méjico). — Lucia M. De
Martínez, por un señaladísimo favor.
M é x ic o (D. F.). — Griselda Alvares, por una
gracia extraordinaria.
P ie d e c u e s t a (Colombia-Santalider). — Be­

nita Mantilla U., por haberla curado de una
enfennedad en la garganta.
T on ie a (Méjico)^ — Carlota Sánchez vda. de
Díaz, por la curación de una dolorosa enfer­
medad que hacía tiempo le hacía sufrir horrosrosámente, habiendo obtenido la curación al con­
tacto de una reliquia del Beato Don Bosco que
le pusieron sus hijas, y envía una limosna.
Los A n g e u ís (Calif. U. S. A.). — Mercedef
Campanelli, por la protección visible que le dis­
pensara en varias situaciones angustiosas, y
envía una limosna para las Misiones Salesinnns.

343

POR EL MUNDO SALESIANO
SEVILLA (España). — Día de imborrables
recuerdos.

guía y alimento. Quitad el sacerdote del mundo
y lo convertiréis en una jaula de fieros.
Los niños Femando Galvao, Francisco Tero,
Francisco Fernández, Manuel F. Conde, Rninón
Retamera, Luis Gómez, Guillermo Ruiz, Agus­
tín Guznián y Maximino Gómez cosecharon
numerosos aplausos. Todos las númeras del
programa fueron interpretados a maravilla por
estos minúsculos actores y oradores; que esta
es también otra nota de la Sociedad Salesiana,
despertar habilidades sociales en sus alumnos.
El Rdo. P. Provincial dió las más rendidas
gracias al numeroso auditorio, haciendo resal­
tar los incalculables beneficios que por la clase
obrera realiza la Obra Salesiana en Sevilla con
sus Escuelas Populares Internas, Externas y
Profesionales, con un total de 600 alumnos.
Con esto se dió por terminada la solemnidad
que tan gratos recuerdos dejó en las almas to­
das y que tanto bien inyectó en el corazón de
los niños despertando ¡quién sabe! fervorosas
vocaciones sacerdotales y religiosas.
Un espectador.

Así puede calificarse el 9 del pasado Agosto,
eu el que celebró su primera Misa el presbítero
Salesiano D. Luis Mateo García, quien en cuatro
años de incalsable trabajo, aquí en Sevilla, ha
educado más de 200 niños de estas Escuelas.
Fué un acto al que por desgracia asistimos,
pocas veces. El amplio templo, bajo cuyas bó­
vedas ha resonado el eco de millares alumnos,
hoy convertidos en cristianos padres de fa­
milia, veíase rebosante de público de todas las
clases sociales, con preferencia niños y jóvenes,
que venían a honrar al bueno y caritativo
maestro.
El momento de la Elevación fué altamente
conmovedor. Sentíase repercutir en todos los
pechos el latir presuroso de corazones, expre­
sión de lo que se sentía muy en el fondo del
ahua. Y fué entonces cuando yo pensaba para
mis adentros: Hoy, cuando la irreligión e in­
credulidad se chancea de cuanto hay de más
sagrado e inviolable sobre la tierra y pone en
la picota de sus burlas a los ministros del Se­ CA D IZ (España), — Solemne Repartición de
ñor, un joven se adelanta impávido y sube con
Premios.
valentía heróica las gradas del altar ofreciendo
Con extraordinaria brillantez se celebró el
por todos el eterno y divino Sacrificio... y ofren­
dando su vida en beneficio del obrero a quien I» de Agosto en las Escuelas Profesionales Sahoy tanto se engaña lo mismo en la prensa que lesianas de esta ciudad el solemne reparto de
premios, según estaba anunciado.
eu el mitin.
Una concurrencia extraordinaria, en la que
El Sacrificio se ha consumado. Los fieles
llenos de santa emoción se adelantair a besar destacaban muy distinguidas damas de la lo­
las manos del nuevo ungido, en tanto que el calidad y de Sevilla, daba a los palios de las
órgano desgrana sus célicas melodías cantando locuelas el aspecto de las grandes solemnidades.
A las cinco en punto ocupó la presidencia el
el Te Deutn.
limo. Sr. Obispo D. Marcial I/ópez Criado, al
Una de las características de los PP. Salesiauos es unir la oración con la alegría. Y para que acompañaban en el estrado el comandante
que no faltara esta nota, todos los asistentes militar D. Enrique Varela, el comandante de
a la Nueva Misa quedaron invitados a la velada- Marina D. Manuel Varela, delegado de Hacienda
José de Granja, diputados provinciales D. An­
homenaje en honor del nuevo misacantano.
El salón, completo desde una hora antes de gel Butrón, y D. Juan A. Campuzano, párroco
la fijada en el programa, esperaba la aparición de Puerto Real, capitán ayudante del coman­
del homenajeado. Este entra acompañado de dante militar Sr. Junquera, secretario del Sr.
los dignísimos padrinos, D. José Ruiz Ramos Obispo, Director de la Escuela Superior de Tra­
bajo D. Jesús Agreda, D. José María Pemán,
y señora.
La velada da principio con un himno de D. José Montoto, D. José Pérez, D. Antonio
ocasión acompañado por el Quinteto de la casa. Benítez y muchos otros más cuyos nombres no
Después el P. Maximino Gallego canta las gran­ nos fué posible retener.
Comenzó el acto con la ejecución del pasodezas del Sacerdocio Católico en un magistral
doble
«La Lidia •, y a continuación se cantó
discurso. E l Sacerdote — dice — nos abre las
puertas de la Iglesia y del Paraíso en el Bau­ un himno por todos los alumnos, con acom­
tismo y en la Penitencia. A su voz obedece el pañamiento de banda.
Después el abogado sevillano D. Manuel
Hijo del Eterno, el mismo Jesucristo, y se
encierra en la alba Hostia para ser nuestra luz. Ramos Hernández, a n t ^ o alumno salesiano.

/

{

344
pronunció elocuentísimo discurso que lamen­
tamos no haber recogido integramente, porque
fué profundo en el fondo y de extraordinaria
belleza en la fonua.
Con el corazón todavía dolorido — comienza
diciendo — ante los sucesos acaecidos y que
culminaron en los incendios de conventos, re­
cibí la invitación para tomar parte en este acto,
y no dudé un momento, porque deseaba tenninar las falsas imputaciones ([ue atribuyen parti­
cipaciones en los sucesos de Mayo a los hombres
de orden y derechas.
Habla de la confusión moderna que convierte
los pueblos en una torre de Babel que en el
curso de la Historia se repite cuando el hombre
ofende a Dios.
Dice que debido a esa confusión aun los que
hablan el mismo idioma no se entienden y en
esa confusión se llega a creer que progreso es

el municipio, etc. En \m bosquejo histórico va
estudiando la participación que la Religión
tiene en la historia y civilización española, en
nuestras leyes, en nuestro arte y en nuestra
literatura.
Don Bosco sintió siempre una mística de­
voción Mariana, y esa misma devoción nace en
España con los balbuceos del idioma, y la Salve
y el Rosario son devociones españolas, que des­
pués se propagan por el mundo entero.
Hace un lírico y mariano recorrido por las
regiones españolas, resaltando en cada una de
ellas la Virgen típica, del Pilar, Covadonga,
Monserrat. ios Reyes, etc. y el santuario ma­
jestuoso, objetos de los más tiernos amores por
parte de los e,spañoles todos.
Hace resaltar la extraordinaria labor que en
España realizan los Salesianos y afirma que
perjudicar esta labor es perjudicar a España.

Las Piedras (Uruguay). — Oratorio Festivo "S a n Isidro". Comunión de 280 niños.

similar a cambio. El árbol que crece, progresa
y no cambia, el río que se desborda crece y no
progresa.
Afirma que hay apóstoles de igualdad ficti­
cia que pretenden que todos nianden cuando
lo que debe hacerse es que todos puedan capa­
citarse para mandar.
Agrega que Don Bosco busca el progreso en
lixs fuentes tradicionales católicas, encaminando
s\t obni e<lucadota a que el obrero manual sea
al mismo tiempo intelectual.
Señahi el sistema educativo de los Salesianos.
En piirmfos muy elocuentes explica los oaracteres del alma española, su religiosidad y
devoción mariana, e insiste en la conveniencia
de señalarlo, para que los niños sepan que así
aprenclcn a amar a España, y para que España
aprenda a amar a los Salesianos. El amar a
España supone conocerla, ya que no hay amor
sin conocer lo que se ama. Sin la Religión no
habría España, porque no hubieran existido
las instituciones fuudiuueutales de nuestra na­
cionalidad, la cofradía, el gremio, la parroquia,

Conocer la obra de los Salesianos es amarlos,
y refiere la entrevista de Don Bosco con su
enemigo el comendador Sehni, y la frase del
Fundador de los Salesianos cuando decía al
comendador refiriéndose a sus colegios: * j Vaya
a visitarlosl ¡Le creo amante del pueblo! •.
El discurso del Sr. Ramos fué aplaudidísimo
en diversos pasajes y muy felicitado el orador
al terminar.
Después de un escogido repertorio de poesíí
y miísica terminó el acto con el Himno al Beat< •
Juan Bosco coreado por todos los alumnas >
acompañado por la Banda.
A continuación se procedió al reparto de pre­
mios que los alumnos recibían de manos de la>
autoridades, después de besar el anillo del Pre­
lado.
Para finalizar, el Sr. Obispo dió las gracias
en nombre de la Comunidad Salesiana y del
Patronato de la Fundación a las autoridades y
a cuantas personas asistieron a este acto, gra­
titud que condensó en estas palabras: Dios o?'
ló pague a todos.

345

Las Piedras (Uruguay). — Oratorio Festivo "S a n Isidro” — Bendición de la Bandera.

Recibid, queridos niños — añadió — mi
enhorabuena por los premios, que representan
dos cosas: una que mira al pasado y otra al
futuro, y que deben ser al propio tiempo re­
cuerdo y esperanza. Recuerda las vicisitudes de
la Casa Salesíana en Cádiz, y la fiesta análoga
celebrada el año anterior en que sus palabras
fueron de gratitud para las Corporaciones y
particulares que evitaron que la Escuela Salesiaiia de Cádiz tuviera que prescindir de su
primordial misión de educación de los niños,
Convirtiéndose en jaula sin pájaros.
Termina dando la bendición a todos.
El acto hermosísimo es una niieva prueba de
cuánto bien hace esa bendita Institución que
bajo la advocación de María Auxiliadora tienen
los vSalesianos de nuestra capital.
(De el diario ha. Información).

LAS PIEDRAS (Argentina). — Oraíorío Fes­
tivo “ S. Isidro".
Con ocasión de la fiesta de San Luis celebróse
en el seno de este Oratorio un amplio programa
footbaUistico anunciado con anterioridad. El
Campeonato San Luis se llevó a cabo durante
toda la semana precedente a la fiesta, y se
finalizó con gran éxito.
Enorme fué la cantidad de niños que concu­
rrieron a la realización de este torneo, el cuarto
que se realiza en el curso del presente año. Doce
fueron los teams que se disputaron en sus respec­
tivas divisiones artísticas medallas, flamantes
medias de football y banderas uruguayas.
En primera división se clasificó campeón
' Domingo Savio », «Las Piedras » en segunda
y « Pulguitta » en tercera.

I jm le d r a s (Umgoay). — Oratorio Feriivo "S a n Isidro” — Piesfa de San Luis Gonzaga.

346

Durante la última tarde del Campeonato,
fueron trescientos veinte niños los que concu­
rrieron a presenciar los partidos y a recibir los
beneficios que la Liga siempre ofreció generosa
y gratuitaipente a sus componentes.
Por la noche los vistosos fuegos artificiales,
gentil obsequio del pirotécnico Sr. Antonio
Carreras, pusieron fin a los grandiosos festejos,
y para terminar la breve relación arriba apimtada, queremos en las páginas de este periódico
hacer manifiesta la gratitud de la Comisión de
esta Liga para con todos sus admiradores, para
sus decididos protectores y finalmente para to­
das aquellas personas que ven en el movimiento
activo de esta institución deportiva, un medio
para realizar una obra proficua de educación
física.
[De El Pueblo).
CENTRO AMERICA.
Rdo. P . Julio Dalí.

Bodas de Piafa del

\Ocho de junio de 1906! Día de imperecederos
recuerdos para nuestro Rmo. P. Inspector, día
en que allá en el lejano Chile recibiera de
Cristo la orden de llevar por el mundo la se­
milla de la palabra divina.
Tan glorioso aniversario, y que en el actual
uño 1931. registra las Bodas de plata Sacerdo­
tales de nuestro muy amado padre Inspector
D. Julio M. Dati F., fué preparado y celebrado
con inusitada solemnidad por los salesianos,
alumnos, exalumnos, cooperadores y coopera­
doras.
Con varias meses de anticipación se inició el
movimiento de los preparativos de los grandes
festejos que se harían al Padre amado, al após­
tol que regara con su sudor fecundo las tierras
de los Manuel Montes y de los García Moreno.
Con ocasión de las Bodas sacerdotales, y para
dar mayor realce a tales festivales, se hizo que
se sucedieran casi contemporáneamente la ce­
lebración del Pritner Congreso Centroamericano
de las compañías juveniles Salesianas, la del
Segundo Congreso Misionero Centroamericano,
y la fiesta adhesión de los exáltennos el dia 12.
Se principió por despertar el entusiasmo a los
festejos con la celebración del día de las Com­
pañías.
El día ¿I de junio, fiesta de S;m Luis Gonzaga, fué el designado por los superiores para
Celebrar el tati anunciado día de las Comjxiñías
y Círculos juveniles salesianos. A eso de los 10
am. so reunieron en el salón de actos del Colegio
y presididos por sus respectivos superiores, los
miembras de dicha corporaciones, en número
de 90. Cada directiva tuvo en la mesa de la
I>residencia uno o dos socios representantes.
Se abrió la sesión entonando el Himno de
San Luis Gonzaga, patrono de la compañía de
la sección de estudiantes, y tomando la pa­
labra el R. P. Rafael Arturo López, se hizo

portavoz de Su Santidad y del Rector Mayor
de la Sociedad Salesiana; comunicó las cues­
tiones que se ponían a discusión y dijo que
se dejaba libertad para exponer lo que cada
uno creyese del provecho de las corporaciones.
Se leyó la carta de adhesión que mandara el
Illmo. Sr. Arzobispo de San Salvador. Dr. Al­
fonso Belloso y Sánchez.
Los temas desarrollados en el Congreso de
las compañías fueron: E l socio en la compañía
(vida eucarístíca) con los considerandos y vo­
tos, a cargo del colegio San José de Santa Ana
- Actuación del socio fuera de la compañía
(apóstoles entre los compañeros, parientes, ami­
gos y en la sociedad en general) con los consi­
derandos y votos a cargo del colegio Don
Bosco ».
Cada tema era discutido por la asamblea, la
que haciendo liincapié en los considerandos y
votos, externaba sus opiniones. Es digno de en­
comio un grupo de exalumnos salesianos que
reiteradas veces pidió la palabra para mani­
festar sus ideas acerca de la campaña Pro Ac­
ción Católica. ¡Qué consuelo para Don Bosco
y no menos para el Rdo. Padre Inspector ver
im grupo de jóvenes que movidos no sólo por
el entusiasmo, sino por la realidad, manifes­
taron en la asamblea un alma según el molde
salesiano, un alma de apóstoles!
Hizo uso de la palabra el Rdo. P. Dr. Jesús
Prieto, secretario de la Acción Católica del Sal­
vador. Parangonando a Don Bosco con San
Felipe Neri y otros apóstoles, hizo ver la efi­
cacia de éstos hombres en los momentos más
críticos por que han atravesado la sociedad y
la iglesia al ser frageladas por el error; colocó a
nuestro Beato Padre en un campo mucho más
ami)lio que el que aquellos ocuparan, diciendo
que Don Bosco y su obra son los llamados a
depurar la sociedad infectada por tantas y tan
pei^-ersas doctrinas. Definió al salesiano: « El
padre, el henuano, el hijo, el soldado que cae
en la brecha, el mártir del deber que siempre
tiene una sonrisa para .su prójimo ».
El Rdo. Padre Inspector dirigió la palabra
a la asamblea prorrogándola para la tarde.
A eso de las i i *4 se suspendió la sesión.
A las doce tuvo lugar el gran almuerzo de fa­
milia, al cual asistieron los colegios: Sauta Ce­
cilia. San Francisco de Sales de Ayagualo, y
representantes del San José, del Don Bosco y
del Oratorio festivo anejo a la casa inspectorial.
A continuación hubo grupos fotográficos con­
memorativos y variados juegos.
A las 17 se abrió el Segundo Congreso Misio­
nero Centroamericano entonándose el himno
eucarístico. Los temas de este congreso fueron
los siguientes: E l misionero, (vocaciones reli­
giosas, eclesiásticas y misioneras), con sus consi­
derandos y votos a cargo del colegio San Fran­
cisco de Sales de Ayagualo; Las misiones (ilus-

347
tración y propaganda) con sus respetivos consi­
derandos y votos a cargo del colegio Santa Ce­
cilia. Aquí también se tomó varias veces la pa­
labra, siendo muy aplaudidos los sustentantes.
Después de las palabras de ocasión que dirigió
a la Asamblea el Rdo. P. Inspector se pasó a
la iglesia para dar clausura a los congresos con
la Bendición Eucarística.
A las 19 tuvo lugar la gran velada músico
literaria. Asistieron a eUa, además de las dele­
gaciones de los colegios, muchos exalumnos y
cooperadores.

pórticos y patios a gran número de jóvenes que
en otros tiempos fueran el alma del moNÚmiento
en dichos lugares, y que ahora evocaban a la
memoria aquellos días felices de la infancia.
Después de haberse saludado y dado el ósculo
de hermanos, los exalumnos se enoaminanni
a la iglesia a oír la misa solemne ejecutada
por la schola cantomm de Ayagualo y Santa
Tecla, acompañada por la orquesta traída de
la capital. Infra misam se dió el saludo de
bienvenida a los exalumnos.
A las doce y media se pasó del salón al aui-

Primer Congreso Centroameñcano de las CompaRias Juveniles Saiesianas.

Después de una labor casi sobrehumana y de
un continuo ir y venir, cuyo objetivo era d de
hacer llegar de frontera a frontera la carta
circular que se difundiera para convocar a esa
irainensa pléyade de jóvenes exalumnos salesianos que están esparcidos por todo el suelo salva­
doreño, para que tomasen parte adhiriéndose
a los festivales de las bodas argentinas sacerdo­
tales del M. R. P. Dati, rayó por fin el alba
del tan suspirado día 12 de julio, al armonioso
comjjás de dianas y alegrado con disparos de
cohetes y morteros.
A la misa de comunión general no faltó el
cx\'oto de cariño y gratitud de tm buen número
le exalumnos, que se acercaron el Banquete
Encarístico para ofrecer al Padre amado una
bella corona de comuniones.
A las 8 a. m. ya se veía atravesar por los

plio comedor preparado para exalumnos y su­
periores en donde compartieron todos el mismo
plato de hermanos. Abandonada ya la asamblea
y reunidos en este lugar de mayor confianza,
se dejó ver aún más aquella fraternidad, aquella
unión que perdura en los corazones de los jó­
venes que han sido educados en los colegios
salesianos. Varios brindaron recordando aque­
llos años felices de la infancia cuando eran
alumnos y comían en aquel mismo sitio doiule
ahora se hallaban congregados: algunos trajeron
a la memoria el recuerdo de salesianos que en
años pasados habían sido en esos mismos luga­
res. los hermanos, los padres cariñosos, y que
ahora duermen el sueño de los justos, premio
de sus acrisoladas virtudes. En tales momentos
en que la unión se hacía más íntima, hasta el
corazón más frío e insemsible se hubiera sen-

34S

tido sobrecogido por aquella impresión fratenial viéndose obligado a exclamar: «¡Aquí
hubo y hay cariño!»,
A his dos p. ni. se tomaron varios grupos comineniorativos de tan glorioso día. A las cuatro
y media pm. se pro|x>rcionó a los exalumnos
un interesante y animado partido de foot-baal.
A las cinco se impartió la Bendición con su
Divina Majestad.
A las siete y media se principió la función
teatral que los exaluninos y cooperadores ofre­
cieron al muy R. P. Inspector. Ofreció el acto
el aventajado y distinguido exalumno D. Pedro
Nuila G. vocal de la Sociedad de Antiguos
Alumiujs. Entre los números principales del
programa figura el sentimental y renombrado
drama: «El paje del mariscal Lepinee *. Cerró
el acto con broche de oro el R. P. Inspector
dando la enhorabuena a los artistas y oradores,
y agradeciendo de corazón el homenaje, ofreció
una plegaria por todos aquellos que habían
contribuido a solemnizar sus bodas argentinas
sacerdotales.
PAYSANDÚ (Uruguay). — Paysandú vivió el
viernes, tO de Mayo, una jornada de eníusiasfa emoción religiosa.
Los primeros visitantes. — El miércoles ¿9,
por la noche, llegó el tren de excursión de Ar­
tigas, con más de cien peregrinos que fueron
entusiastamente recebidos en la estación a la
que acudió un número grandísimo de personas
que aclamaban a los valientes artiguenses.
Al día siguiente por la tarde se repitió la
hermosa escena con la llegada de unos setenta
de Piedra Sola, Piñera, Merinos y Guichón,
l,as otras peregrinaciones. — Píl viernes mnaneció con viento fuerte y una persistente llo­
vizna, que si amedrentó a los pusilánimes, no
mermó el entusiasmo de la mayoría.
A las 7 de la mañana, la Estación hervía de
gente que esperaba los tre^i más numerosos
contingentes; el de Salto, unos 700 i>eregrin(js,
el de Durazno con más de 150 y el de Mercedes
y Fray Beatos con imovS 350: estos últimos,
llegados por vía fluvial, fueron llevados en tren
a la estación, donde se juntaron con las otras
dos peregriuacioties.
Como la lluvia peVsistiera no se pudo orga­
nizar la recepción a pie, único nilmero del pro­
grama, que no pudo cumplirse; pero en aiitos
y autobttses, se dirigieron los ^risit antes a la
Iglesia Parroquial.
Las funciones de la Iglesia.
Nuestro her­
moso Templo lucía sus mejores galas y su ma­
gnífica iluminación eléctrica. En él esperaba
de mitra y báculo S.S. lUua. el Obispo Dioce­
sano Mons. Camacho. rodeado del clero. Inme«liatmuente se procedió a la Bendición de las
Banderas de la Junta Stiperior de la Obra y

de la Diga de Paysandú, No hay que decir que,
a pesar de haberse sacado gran cantidad dé
bancos, el Templo resultaba estrecho para la
concurrencia. El acto de la bendición fué de
gran emoción.
Inmediatamente S.S. lima. Rma., empezó la
Misa, durante la cual se distribuyó la Santa
Comunión en tres altares. Dirigió la palabra
cálida y emocionada a la numerosa concurrencia
el dignísimo Cura Párroco del Durazno, Rdo.
P. Duis Diombart.
Otra valente delegación. — Casi al terminar
la Misa llegaron un centenar de peregrinos de
las vecinas ciudades de la República hermane.
Concepción del Uruguay y Colón, los que
oyeron devotamente la Misa celebrada por el
P. Zoilo Bel, que los acompañaba: en ella mu­
chos de los peregrinos recibieron la Comunite.
E l desayuno. — No se pudo realizar en el
sitio preparado, por causa de la lluvia. Se hizo,
pues, en las amplias galerías del Colegio Ntra.
Sra. del Rosario, con un poco menos de como­
didad, pero con alegría y animación, oyéndose
al mismo tiempo los acordes de las Bandas del
Colegio, la del Colegio Ntra. Sra. del Carmen
de Salto y la mrmicipal de Durazno, que acom­
pañaban a sus respectivas peregrinaciones, y
vinieron a poner una nota más de algría en
las grandiosas fiestas.
La asamblea de Señoras. — Tuvo lugar en
el Ateneo y fué un acto de grandes proporciones:
las encargadas de los diversos tenias se desem­
peñaron con verdadera competencia.
El almuerzo. — Hubo que resignarse a ha­
cerlo en las galerías y salones del Colegio, por­
que el tiempo no pennitió que se desarrollara
en todo el patio; petó fué una nota de enorme
animación.
La manifestación y gran Asamblea en el “ Flo­
rencio Sánchez” . — El tiempo permitió por la
tarde que se organizara la gran manifestación,
que encabezada por las insignias y banderas
de las diversas I.igas, recorrió la Calle 18 tle
Julio, hasta el teatro, al son de las tres bandas
y de las cantos religiosos, y a los gritos de [Viva
Cristo Rey!
Da Asamblea se desarrolló norinulmente, ex­
poniendo con maestría y competencia su.s
tenias los oradores señalados, o sea. el señor
Hiriart, Dr. Saralegui, Sr. P. Frosio. Dr. Da­
niel Silva, y Sr. F. Renart.
Clausuró la Asamblea con vibrantes palabras
nuestro queridísimo Prelado, Mons. Camacho.
El Te Deum y la despedida. — Del teatro se
dirigió la concurrencia al Templo Parroquial
donde se cantó un solemne Te Deum, oficiado
por el Rdo. Sr. Cura Párroco de Fray Bentos,
P. Carlos Stigliani, asistido por P. Pedro Centurione. Superior de las P.P. Oblatos de Salto,
y por el P. J. Veny de Merce<ies. El P. F. de

349

Paysandú (Uruguay). — El imponente manifesiación de! 1“ de Mayo en el Colegio aalesiano.

P. Vallet dirigió una entusiasta peroración al TUCUM AN (Argenfina). — Fiesfa de San
Luis Gonzaga en e/ colegio” TuHio García
público, hacióidose luego la despedida a la
Virgen con d canto de la Salve coreado por la
Fernández' ’.
concurrencia.
Con singular brillo se ha celebrado la tradi­
En el patio del Colegio sir\'ió luego el Café
cional fiesta de San I.,uis Gonzaga en nues­
.^venida la cena a más de 400 peregrinos, y
luego fueron acompañados a la estación para tro colegio el día 26.de Julio del presente año.
Una concurrencia enorme de niños, que no
tomar su respectivos trenes. Nunca, acaso, vió
la Estación de Paj^andú t A t a concurrencia, bajaba de los dos mil, tomó por asalto el espa­
pues era materialmente imposible dar un paso.’ cioso colegio desde muy temprano basta en­
Con aclamaciones y burras fueron despedidos trada la nocbe, desafiando los rigores de la
los que tanta animación dieran durante el día estación.
Todas las prácticas de piedad se cumplieron
a nuestra querida ciudad.
La escena se repitió más tarde en el puerto, con exactitud matemática, sobresaliendo la
donde fueron aclamados los que vinieron por Santa Misa solemnizada con cantos, música y
ria fluvial. Vaya a todos los gentfles visitantes flores, y en la qiie centenares de niños y de
personas mayores se acercaron a recibir la Santa
nuestra más calurosa acción de gracias.

Tocumán (Argeniina). — Colegio Salesiano “Tullío G arda Fernandez.*

350

Comunión acompañando a los afortunados niños
íjue por primera vez hospedaban en sus pechos
a Jesús Sacramentado.
Por la tarde, a las 3, se llevó procesional­
mente la nueva estatua de San Luis, obsequio
de los miembros de la Compañía del mismo
nombre, recorriendo los patios del colegio entre
rezos, miisica y cantos, acompañados por la
llanda de música del establecimiento, termi-

Lleguen por medio de estas lineas hasta los
padrinos de la fiesta y demás Cooperadores que
nos ayudaron, nuestrq más profundo agradeci­
miento con los mejores votos por su bienestar
y prosperidad.
BUENOS AÍRES (Argenfina). — Jornada Eacarísíica en e/ día de/ Beaío Juan Basco.

Ltz Ácciofi Católica y los Exaluwnos
Salesianos. — Brisa helada; cielo en­
capotado, mañana gris fué la del do­
mingo 16 de Agosto último, en que
los exahuunos de Don Bosco se pro­
pusieron honrar a su Beato rindiendo
un homenaje de adhesión a la Junta
de Acción Católica Nacional; esas pri­
meras horas tan destempladas hacían
pronosticar una reducción sensible
de elementos.
La propaganda fué hecha con un
máximum de trabajo personal y un
mínimum de hojas impresas; sin m bargd los organizadores del Centro
Don Bosco eran optimistas, pues lle­
naron patios, rincones y corredores de
mesas para el desayuno al aire libre
y sacaron los bancos de la capilla
« Mater Misericordiae » porque cre­
yeron, y fué así, en efecto, que de
otro modo no habrían cabido.
En el templo. — Ii)l templo estaba
lleno a las 8 y media; presbiterio,
sacristía, coro, todo estaba saturado
por juventud sana y entusiasta, que
asaltaba los cofesonarios.
Cuadro raro. — Vimos un espec­
táculo que nos embargó el alma de
ideas, de propósitos y de serias refle­
xiones. Esa juventud, esos hombres
(esos obreros) esos patronos y enipleados rezaban como en el colegio,
respondiendo al P. José C. Silva que
con voz clara entonaba las oraciones
Buenos A im — Lo» Anüguos Alumno» durante el desayuno.
y cantos. El espectáculo fué por de­
más sugestionante.
naiido con la Bendición del Sino. Sucraineiito
Distribuyeron la comunión durante largo
en el mismo píitio, dada la imposibilidad de dar rato los presbíteros Di Pascuo, D. Josge Serié,
cabida a tantos niños en la capilla.
Inspector Salesiano y D. Guillermo Cabrini,
Tenuiuudos los actos pin<\osos se entregaron
Director del Colegio «Pió IX ».
los niños a las diversiones y expansiones proEl Pbro. Dr. Emilio A. Di Pascuo, vicerrector
pia.s de la niñez, obsequiándoles con golosinas, del secretariado nacional de la Acción Católica,
y luego más tarde con \uia función cinemato­ celebró la santa misa y, mo^•ido por tan hermoso
gráfica y fuegrxs artificiales que fonnaron la cuadro de juventud, les dirigió su calida pala­
delicia de los niños y de las personas mayores bra recordándoles que la Acción Católica, a la
que asistieron a la herniosa fiesta, retirándose la que querían tanto, era obra de conquista de sí
concurrencia gratamente impresionada por los mismo, de conquista de los demás, de conquista
festejos llevados a cabo con tanto brillo en del futuro. Sus palabras inflamadas por fervor
honor del protector de la Juventud, el angélico apostólico, llegaron al alma de los jóvenes qu«.San Luis Gouzaga.
le esoichaban con santo recogimiento.

El desayuno. — Fué acto rápido; sin discursos
y sin cantos. Urgía ir al Salóti del Centro -•Isturiano. Es un salón cómodo, amplio y con ga­
lerías. Por demás está decir que a pesar de
haberse tenido que privar de esta parte del
programa muchos jóvenes, debido a sus que­
haceres, apenas era suficiente. Todo estaba
ocupado, presentando un cuadro imponente de
conjimto.
,
El secretariado regional de la Asociación de
Antiguos Alumnos de Don Bosco rodeaba a los
representantes de la Junta Nacional de la Acción
Católica, al presidente, Dr. Rómulo Amadeo,
y al presidente de la Juventus Católica. Dr.
ba\id Zambrano (hijo).
La asamblea fué fogueada por seis oradores,
de temperamentos muy distintos, que con­
templaban la orientación común hacia la obra
de S. S. Pío X I, la Acción Católica, aclarando
conceptos, esaltando obras’ y recordando di­
rectivas y cornejos.
El Dr. Juan B. Podestá abrió la serie, pro­
nunciando úna verdadera pieza oratoria; fué
breve, sintético y elocuente al exponer lo que
eran los exalumnos y cómo los unía a la Acción
Católica.
El Pbro. D. José González del Pino, arengó
y fustigó la asamblea electrizándola hasta po­
nerla de pie para jurar fidelidad a los más santos
ideales de Cristo; el Sr. Gino Dallatana leyó
un bello discurso historiando las Cruzadas y
aplicando el ejemplo a las actuales circunstan­
cias de nuestra juventud católica.
Habló el Sr. Carlos Conci. recordando las or­
ganizaciones juveniles de ItaUa, Alemania, Bél­
gica, Holanda y Francia, y las horas hermo­
sísimas de las fiestas del 40° aniversario de la
Rerum Novarum; exteriorizó el saludo a los aso­
ciados del Rdmo. Sr. D. Rinaidi, Rector Mayor,
del Rdmo. P. José Vespignani y del Presidente
de la Federación Internacional Dr. F. Masera.
Habló luego el Dr. Rómulo Amadeo, pro­
nunciando rm discurso admirable por su fondo
y por sus consejos.
El acto duró hora y medía, y acaso menos,
pero todo ello fué tan ardiente, tan entusi^ta.
tan impregnado de buen espíritu, que dejó en
los presentes emociones tales que han de recor­
darlas durante toda su vida.
¡Viva S. S. Pió XI! jViva Don Boscol jViva
la Acción Católica y sus autoridades! y otras
aclamaciones, completaron im acto lleno de luz,
de juventud, de vitalidad eucarística inconte­
nible que todo lo promete para bien de la pa­
tria y de nuestra fe.
Aquello fué un conjunto de torrentes impe­
tuosos de oratoria, de chispas y de fogueos
abrasadores, de esperanzas hermosas, y una
visión de juventud en pie, alerta para todas
las clarinadas santas y salvadoras de nuestra
actualidad cat^ ca.

NECROLOGIA
Exrao. Sr. D. Ramón Bofíll
Marqués de Pascual-Bofill
Presidente de la Junta de Coop. S al. de Barcelona.

Era conocidísimo y sumamente apreciado jxjr
su profesión, pero inmeusímieute más queridt)
de todos ix)r la bondad de su carácter y por
su generoso corazón, que con tanta frecuencia
secaba las lágrimas de los necesitados, pero
siguiendo la máxima del E\'angelio: no sepa
tu mano izquiérda lo que das con la derecha.
¡Tan enemigo era de la ostentación en las
obras de caridad!
Era hijo político del primer Marqués de Pas­
cual, el siempre inolvidable D. Manuel Pascual
de BofaruU, a quien tanto había distinguido,
en Barcelona y en Turin, nuestro Beato Padre
Juan Bosco, de cuyas santas manos recibieron
la primera Comunión las dos hijas del Marqués.
Presidente de la Junta de Cooperadores Salesianos de Barcelona desde la muerte de D. Ma­
nuel Pascual, de éste había heredado D. Ramón
BofiU su amor a las Obras Salesianas, por las
que se interesó siempre como por cosa propia,
sintiendo verdadera obsesión por ver cuanto
antes plenamente realizadas las palabras pro­
nunciadas por el Beato Juan Bosco, en el pres­
biterio de la Basflica de la Merced de Barcelona
cuando, al ofrecerle la cumbre del monte Tibidabo para que construyera allí una ermita,
contestó el Beato: No una ermita, sino un Tem­
plo levantaremos en el Tibidabo en honor y
gloria del Sagrado Coraeón de Jesús.
No había acontecimiento salesiano que D,
Ramón BofiU no sintiera con toda intensidad,
y es difícil describir cuánto lamentó que su
precario estado de salud le impidiera asistir
personalmente a las fiestas de la Beatificación
de Don Bosco, y cuánto disfrutaba al escuchar
en todos sus detaUes, la relación de la solemni­
dad que habían revestido aqueUas fiestas.
Su muerte, acaecida el 2 de Junio, fué cual
había sido su vida; la de un santo, constante­
mente unido a Dios. Por eso, en sus últimos
dias, incluso en el de su muerte, como no había
dejado nunca de recibir a Jesús Sacramentado,
a El se »nía por medio de la Sagrada Comu­
nión, y su conversación era enteramente sobre
Dios y el délo, por el que suspiraba. Allí se
encontrará ya en premio de sus esclarecidas
virtudes; <»n todo lo recomendamos a las ora­
dones de nuestros beneméritos Cooperadores.
A su virtuosa esposa, Dña. Soledad Pascual
y de Lianza y a sus queridísimos hijos enviamos
la expresión de nuestra más sentida condolend;i

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Rdo. P. Pedro Rota.
Salesíano.

Un telegrama del 7 setiembre p.ff nos anun­
ciaba el fallecimiento de este virtuoso hijo de
D. Bosco, ocxirrido en Lisboa el mismo día.
Con la muerte del P. Rota desaparece una
figura de primer orden, y no dudamos que ella
ha de causar profunda pena en el corazón de
todos los que tuvieron la diclui de tratarle o de
formarse a su lado.
K 1 P. Rota amó intensamente al Uruguay,
donde pasó los mejores años de su vida, y
donde tanto bien hizo como simple profesor
primero, y luego como director y párroco de
Ltus Piedras y, sobre todo, como director del
Colegio Pío X.
Devotísimo de María Auxiliadora, promovió
con todas sus fuerzius el culto de la excelsa
Madre en su Santuario de Villa Colón; y amante
romo el (¡ue más tlel decoro de la casa de Dios,
consagró su raro talento musical al triunfo de
la verdadera música sagrada y del canto grego­
riano. adelantándose de mucho a las orienta­
ciones consignadas en el Mota Propio de S. S.
P ío X.
lín 1908 la confianza del Rdo. D. Rúa de
s. m. lo designaba Visitador y luego Inspector
de lus casas del Brasil, y en 1926 se le desti­
naba para el gobierno de la Inspectoría Central
(Turin) de la Congregación.
Desde hace dos años era Visitador de las
casas de Portugal.
Pero en todos estos cargos, tan delicados, el
P. Rota se mostró siempre el mismo: una inteli­
gencia preclara y un corazón grande consagra­
dos total y exclusivamente a la gloria de Dios
y al bien de la almas,
Pedimos a nuestros lectores una oración por
el eterno descanso de este venerado hijo de
D, Bosco tan benemérito de la Iglesia y de la
Congregación Salesiana,

Rdo. Sr. D. Miguel S, Moronfa.
(S«lamanca-Espana).

vida llena de juventud y entusiasmos del
.síicenlote gran tuuigo y cooperador de las Obras
AUesianas, D. Miguel S Moronta. se truncó en
el pasado Setiembre, y su alma, a juzgar por
sus virtudes y su entereza de fe cristiana luista
en sus últinuis momentos, esperamos esté go­
zando de Dios en la dicha eterna.
En Pamplona, donde estuvo de capellán mi­
litar. y en Salamanca su provincia natal, de­
mostró su cariño y entusia.snio por la Obra de
I>on Bosco.
Sahmianca que guarda sus restos mortales,
le demostró en sus últimos momentos y en la
i'onducióu del cadáver y funerales, el gran cariiVi que le profesaba, así como a sus familiares.

asistiendo en gran numero a todos los actos
dichos.
A los lectores del Boletín Salesiano rogamos
una oración, por si le fuera necesaria, para su
eterno descanso, y a todos sus familiares, y de
una manera especial a sus hermanos, queridísi­
mos amigos y compañeros de la Unión de Anti­
guos Alumnos Salesianos, D. Lucio y D. Moisés,
les reiteramos nuestro más sentido pésame de­
seándoles una santa resignación cristiana.

Srita. Rafaela García.
(Yumbo-Colombia).

Con hondo sentimiento comunicamos a nue.stros lectores la desaparición del mundo de los
vivos de la señorita Rafaela García cuya vir­
tuosa vida embalsaniü el ambiente de cuantos
la rodeaban aspirando el perfume de sus extraor­
dinarias virtudes. Pasó por el mundo serena­
mente practicando siempre la virtud sin otra
preocupación que la de servir a Dios, sin la
vana ostentación tan común en nuestros tiem­
pos. Dos cosas la preocuparon en la vida: el
cuidado de su santa madre, fallecida días antes
que ella, y la propaganda fervorosa de la devo­
ción a María Auxiliadora, a la cual hizo afiliar
incontables devotos de esta localidad.
Que el Dios de las Misericordias la haya reci­
bido en su mansión eterna son nuestros deseos
y nuestras preces.
Recordad también en vuestros sufragios a:
MONTEVIDEO (U r u g u a y ). -- D.
Rovira, Salesiano.
GIRON (Coi.o m b i .\-Sa n t a n d k r ). — Ana
Paula vda. de Arenas y Pastora 0. vda. de Val­
divieso. Ambas fueron celadoras de la Asocia­
ción de Cooperadores Salesianos, distinguién­
dose por su entusiasmo y cariño Ixacia la Obra
de Don Bosco. El se lo remunere eternamente.
PONTIVEROS (E s p a ñ a ). — Escolástica Ló­
pez, Maria Herrero y N. N., madre del generoso
infatigable Cooperador Salesiano, D. Generoso
ZimU).
vSALAMANCA (E s p a ñ a ).
D. Julián Jua­
nes Sáncheg, insigne cooperador de la Obra
Sale.síaua.
TAMPA ( F l a . U. S. a . ). — Sra. Emilia Diego.
PAMPLONA (E s p a ñ a ). — Srita. Juana Munárri:. celadora de la Visita Domiciliaria de
María Auxiliadora y gran entusiasta de todo lo
que tu\dera .sabor a Salesiano.
C oa aprobaciúm de la aalorid a d ecleaiám iiea.
G erea te: D . D O .N IE N IC O G A R N E J il.
R siaU w iin ica lo Ti|i. <le la Socied ad E dilora la leraacioaa í - T ari
C o ra o ^ e^ 'n a M arjf^ rv’/a. íZ é.