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BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON B O S C O
DON
M IG U E L
La Curia de Turín ha concluido y trans
mitido a la Sagrada Congregación de Ritos,
el proceso Ordinario sobre la fama de santi
dad, virtudes y milagros del Siervo de Dios
Don Miguel Rúa, primer sucesor del Beato
Juan Bosco.
La* fama de santidad que circundó en vida
la venerable persona de D. Miguel Rúa, y
que acompaña cada día con mayor difusión
su venerada memoria, tuvo en d mismo
D. Bosco el más autorizado apologista, pues
el Beato solía decir de su discípulo predi
lecto, que si hubiera querido, habría po
dido hacer milagros. No menos convencido
estaba Pío X , que solía llamar a D. Rúa
Reliquia viviente de D. Bosco, y tomaba como
piedra de toque de la santidad del segundo
Superior de los Salesianos, la de su Maestro
y predecesor.
Confortados por testimonios de tanta
autoridad, los Salesianos promueven con
plena confianza la Causa de Beatificación y
eanonización de aquel santo sacerdote que,
partícipe de la Obra del Fundador, heredero
y custodio de su espíritu y de sus tradiciones,
mereció ser llamado otro don Bosco.
Era opinión común jz. desde los primeros
tiempos del Oratorio, que la vida y espíritu
de Don Rúa eran fiel imitación de la vida y
espíritu de D. Bosco. E l, por su parte decla
raba que este era su principal empeño, y
se recomendaba a las oraciones de los demás
RUA
para que al menos llegara a ser un borrador,
de la figura de D. Bosco.
Para Don Miguel Rúa, el ser hijo de D.
Bosco, no era tan sólo título de nobleza, sino
que era fuente de deberes ineludibles, entre
ellos el de asimilar sus sentimientos y sus
virtudes, su celo por la conversión de las
almas y por la gloria de Dios.
Miguel Rúa nació en Turín, el día 9 de
junio de 1837.
Tenía unos ocho años cuando, conducido
por un compañero que le hablaba con entu
siasmo del Oratorio de D. Bosco, fué allá.
Miguel quedó encantado del trato paternal
y afable de D. Bosco. Desde entonces, apenas
le veía, corría a su encuentro, y descubrién
dose respetuosamente le besaba la mano y
le pedía una estampita.
Don Bosco, como si no tuviera otra cosa
que hacer, solía entretenerse largo rato con
él, lo invitaba a cubrirse, y sonriendo amoro
samente a la reiterada petición del niño, le
presentaba la palma de la mano izquierda, y
con la derecha hacía como si la quisiera par
tir por la mitad, mientras decía al jovencito:
— Toma, Miguelín, toma,
Y Miguel, besándole más afectuosamente
la mano, decía para sus adentros:
— ¿Qué querrá decir esto?
Lo supo algunos años más tarde, cuando,
y a vestido con la sotana de D . Bosco, le pre
guntó un día de improviso:
130
— ¿Recuerda, Don Bosco, que cuando
yo era niño y asistía a las escuelas de la Doc
trina Cristiana, al pedirle una estampitaV.no
me la daba, y en cambio me ofrecía la mitad
de su mano? Dígame, ¿qué quería significar
con aquella acción?
— ¡Oh, mi querido hijol, le repuso con
acento paternal D. Bosco. Y a debías haberlo
El Siervo de D ios D. M iguel Rúa.
comprendido; pero lo comprenderás mejor
más adelante. Don Bosco quería decirte que
llegaría un día en que dividiría contigo por
igual sus trabajos y sus fatigas.
Y en efecto, Miguel Rúa fué el brazo derecho
de D. Bosco ya desde los primeros tiempos
del Oratorio, ayudando al Padre en las cla
ses recién establecidas, y en todas sus obras
de caridad.
Por aquel tiempo hizo estragos en el
Piamonte, y sobre todo en Turíu, la epi
demia del cólera; Don Rúa se hallaba siem
pre a la cabeza de aquel grupo heróicos jó
venes que, despreciando la vida, se ofrecían
generosamente para ^ sistir a los atacados
por el tremendo flagelo.
En 1854 D. Bosco intentó echar los ci
mientos de su futura Sociedad. A este fin,
reunió a sus mejores jóvenes — entre ellos
D. Rúa — y les propuso su idea. Fué aceptada
con entusiasmo y al año siguiente
D. Rúa fué el primero de aquellos
cuatro jovencitos, que, pronun
ciando sus votos de castidad, po
breza y obediencia, dieron comien
zo a la magna Obra que hoy es la
Congregación Salesiana.
Amanuense y secretario de Dv^n
Bosco, -asistente general de la disci
plina en el Oratorio y Director de
las Escuelas, al ser constituida re
gularmente en 1859 la Pía Sociedad,
fué elegido Director Espiritual de
la misma, a pesar de no ser aún
sacerdote; y ya desde entonces sus
compañeros empezaron a conside
rarlo como futuro y digno sucesor
de D. Bosco.
Toda su vida pasada junto al
Fimdador, se puede decir que fué
una preparación para continuar más
tarde su vastísima Obra. Elévado
al sacerdocio el día 21 julio de 1860
D. Rúa no tardó en ser, por su
ascendiente y autoridad, el primer
Superior del Oratorio, sobresaliendo
entre los demás tanto por el res
plandor de sus virtudes como por
la profunda intuición y asimilación
perfecta del espíritu del Fimdador.
Don Bosco le iba dando cada día
mayores atribuciones y confiándole
poco a poco los más delicados asun
tos, como su propia corresponden
cia en los días más laboriosos o
durante 'sus prolongadas ausencias. Cuando
tuvo que abrir el primer Colegio Salesiano
en Mirabello vió en D. Rúa el hombre más
capaz de sustituirle en la nueva Casa y
no dudó en privarse por dos años de su
valiosa ayuda y eficaz cooperación.
En el año 1868 cayó gravemente enfermo.
Todos temían por su vida, y la desolación
en el Oratorio había llegado al colmo. Pero
D. Bosco, que leía claramente el futuro,
se mantenía sereno y sonriente y mani
festó a Don Rúa, que no le quería dar
-( 1 3 1 )penniso para marcharse al Cielo, pues su
hora no había llegado y arín tenía que tra
bajar mucho.
En efecto, D. Rúa curó i>erfectamente y
volvió lleno de entusiasmo a su trabajo, que
se iba multiplicando de día en día.
A medida que D . Bosco, cada vez más
acabado por sus múltiples fatigas, iba de
jando la inmediata dirección de algunas
Obras, las tomaba D. Rúa sobre sus hombros.
había de ser « vigilar a fin de que las tradi
ciones observadas hasta el presente se man
tuviesen siempre intactas».
Muerto D. Bosco el 31 de enero de 1888, el
primer pensamiento de D. Rúa fue el de reco
mendar a los hermanos todos la imitación de
las virtudes del Fundador, repitiendo siempre
en público y en privado: La santidad de los
hijos sea la prueba de la santidad del Padre.
Por su parte prometió solemnemente que
S a r r ii (España) — D. Rfia en medio de los Antiguos Alumnos — Prim avera del 1906.
La Sociedad de las Hijas de M. Auxiliadora,
las Misiones, los Cooperadores, las funda
ciones en pasíses extranjeros, todos estos
trabajos pesaron en gran parte sobre D. Rúa,
quien supo llevarlos a feUz término con una
prudencia y tino dignos de admiración.
En 1884, viendo el Papa León X I I I a
L. Bosco tan agotado por los años, las fa
tigas y las enfermedades, le aconsejó bus
carse un Vicario con derecho de sucesión
para descargar sobre él el gobierno de la
Congregación. L a elección recayó en D. Rúa.
El Beato, al comunicar a sus hijos el nom
bramiento de su Vicario y futuro sucesor,
hada notar que el oficio principal de éste
I
conservaría intactas a cualquier predo, las
enseñanzas del Beato y aún las más insig
nificantes tradiciones de familia.
Bien pronto pudieron darse cuenta tanto
los Salesianos como los niños y Cooperadores
de que en D. Rúa revivía perfectamente la
persona de D. Bosco y por eso se acercaban
a él con la misma confianza con que se hu
bieran acercado a D. Bosco; le besaban la
mano con el mismo afecto, escuchaban sus
consejos y palabras con la misma veneradón,
se encomendaban a sus oradones con la
misma confianza y al implorar su bendidón,
re d b k n los mismos efectos, muchas veces
prodigiosos.
•( 1 3 2 )Como Rector Mayor, el Siervo de Dios
fermedad el día 6 de abril de 1910, mientras
dedicó sus desvelos a sistematizar las Obras
recibía con una deliciosa sonrisa el encargo
dejadas por el Fundador, llevando a feliz
más querido para su corazón; el de saludar
término las ya iniciadas y consolidando las a D. Bosco, apenas llegase al Paraíso.
establecidas. A ejemplo e imitación del Beato,
Sus funerales revistieron solemnidad ex>
recorrió diversos países para allegar recursos,
traordinaria. Sus venerandos restos, expflesy en todas partes era recibido como lo fuera tos por dos días a la veneración de los fieles
el Beato y de todas partes se elevaba la
en la iglesia de S. Francisco de Sales, fueron
misma voz: Don Rúa es otro Don Bosco; siis la meta de continuas peregrinaciones y ob
•palabras son las palabras de^ un santo.
jeto de las manifestaciones de fe y de en
Tal fué el impulso dado por el Siervo de
tusiasmo que suelen acompañar la muerte
Dios a la Congregación, que en veinte años
de un santo. Más de cien mil personas, con
de p bierno quintuplicó las fundaciones.
cordes todas en rendir homenaje a la santi
Bajo su dirección, las casas y obras salesia- dad del humilde y gran sucesor de D. Bosco,
nas, difundidas ya en Europa y América del participaron al cortejo que acompañó su
Sur, pasaron a la América del. Norte, se ex cadáver a Valsálice, en donde fué depositado
tendieron por Asia y Africa y sus misioneros junto a los restos del Padre.
fundaron en todas las regiones de la tierra
Su Santidad Pío X , hablando de D. Rúa
florecientes misiones.
ponderaba siempre sus virtudes extraordi
No le faltaron al Siervo de Dios — como narias y confesó en cierta ocasión que si
tampoco le faltaron a su Fundador y Padre —
durante su Pontificado se hubiera iniciado
días tristes de agitada tempestad y largas la causa de Beatificación no hubiera titu
lloras de profundo dolor. L a desgracia se
beado un sólo instante en conceder todo su
abatió más de una vez sobre sus casas y sus favor para llegar prontamente al resultado
Obras, y la calumnia sectaria amargó su apetecido.
corazón haciéndole sorber hasta las heces el
E l deseo de Pío X se halla hoy en vías de
cáliz del dolor; pero estas mismas persecu cumplimiento con la transmisión a Roma
ciones no hicieron más que demostrar pal del Proceso que la autoridad Ordinaria de
mariamente su inquebrantable fortaleza y
la Diócesis de Turín ha instruido a fin de que
su imperturbable confianza en la justicia y
sirva de introducción a la Causa de Beati
en la misericordia divina.
ficación y Canonización, segtm el ardiente
Animado por esta confianza, sostenido por
deseo no sólo de la sociedad vlalesiana, sino
esta fortaleza, continuó trabajando infati también de la multitud de fieles que se ha
gablemente hasta que el Señor le llamó para
llan persuadidos de que fué un santo.
darle el premio merecido por su fecunda y
A estos se pueden unir la infinidad de almas
fructuosa labor en pro de los humildes y
agradecidas, que habiendo invocado la pro
necesitados.
tección del Siervo de Dios, han visto desapa
Dos fueron las aspiraciones de D. Miguel recer penosas enfermedades, solucionarse
Rúa en esta tierra: amar a Dios y hacerlo complicados negocios, o volver la tranquili
amar. La segunda, ardiente como la primera,
dad a las conciencias torturadas por el dolor
fué el acicate, la guía y el sostén que le ani o la incertidumbre.
mó a desplegar su actividad en favor del
E l día 6 del pasado mes de abril se cum
prójimo. El principal objeto de sus fatigas
plieron los 20 años de la muerte de este gran
y desvelos eran las almas, especialmente las Siervo de Dios. Que esta fecha, sea el inicio
más necesitadas, las más abandonadas, las de una fecunda labor por dar a conocer en
más pobres, ignorantes, y defectuosas, por todas partes a este gran Santo, pero sobre
cuanto su necesidad de ajmda y de compa todo, marque para nosotros el principio de
sión son inmensamete mayores.
una nueva vida informada por la perfecta y
Murió santamente, después de larga en decidida imitación de sus ejemplares virtudes.
R o e m o s a iodos aquellos que hayan recibido o reciban alguna gracia p o r iníercesión del
Siervo de D io s D o n M ig u e l Rúa, envíen una relación de la misma a l
R ector M a y o r de los Salesianos, C alle Collolengo, 32
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Tur/n (109).
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Lima (P e rú ). — A ltar M ayor de la C rip ta del Templo.
La O b ra Salesiana en el Sur del Perú
La Obra Salesiana en el Sur del Peni com
prende las Casas de Aregttipa, Juliaca, Puno,
Cuzco y Yucay, donde los Salesianos desen'nielven su acción con características apropiadas
al medio.
Cenfro de Arequipa.
El Centro de Arequipa posee:
La Escuela Vocacional de Artes y Oficios —
Las Clases de Enseñanza Primaria — Escuela
Nocturna — Oratorio Festivo — Clases de
Latinidad y Noviciado de los jóvenes estu
diantes Salesianos — Banda de Música —
Observatorio Metereológico — Escuela Prác
tica de Agricultura. — L a Iglesia Santuario
de María Auxiliadora.
El Colegio Salesiano de Arequipa tiene una
importante hoja de servicios y una brillante
historia en la educación popular.
Se está ultimando un segundo piso, con am
plísimos salones a fin de desarrollar los talleres
y dar capacidad a los alumnos intemos. Entre
oratorianos, intemos y externos este Centro
favorece a más de 600 niños.
Cenfro de Juliaca.
El Centro de Juliaca está dirigido por las
Hijas de María Auxiliadora que explayan su
apostolado en la.s obras siguientes:
Escuelas Primarias — Oratorio I'estivo —
Clases a niñas y jóvenes indígenas — Labo
res domésticas.
El Centro Juliaca desarrolla una acción de
primer orden entre el elemento indígena. Las
Hijas de María Auxiliadora reúnen a los niños
y niñas indígenas, enseñándoles los rudimentos
de la lectura, escritura y Religión, entretenién
dose con ellos, realizando así ima provechosa
obra de cultura de que participan más de 200
niños.
£ / cenfro de Puno*
Se inauguró este importantísimo Centro el
día 4 de Julio del año 1928. — En la actua
lidad cuenta con la sexta parte del edificio que
debe ocupar y reciben educación den alumnos
indígenas, que se dedicarán a las actividades
de Granja y de Taller. — Parece imposible que
( 134 )
estos alumnos eii tan poco tiempo hayan efec
tuado un progreso tan sorprendente. No existe
ninguna diferencia entre el niño indígena some
tido a la disciplina de una educación según el
método salesíano y el descendiente de un ele
mento ya civilizado.
I/a Granja Taller de Puno debe recibir de
trescientos a quinientos alumnos; está dotado
este establecimiento de todos los medios que
pueden coadyuvar al desarrlllo de una acción
eficaz y múltiple. La Granja Taller de Puno es
una confirmación más de lo que muchas veces
se ha dicho: la Congregación Salesiana no hace
ensayos; tiene una práctica comprobada en
países de distinta índole, siempre con magníficos
resultados, cuando su acción está apoyada con
suficientes medios económicos.
Además de estas obras para indígenas los
Salesianos tienen en la misma Ciudad de Puno
un floreciente Oratorio Festivo. Por el mo
mento la Obra Salesiana de Puno beneficia a
300 niños.
•
Cenfro de Yucay.
En el edénico jardín de los
Incas, en un clima ideal para
toda clase de cultivos, tienen
los Salesianos el Inteniado In
dígena, cuyos alumnos llegarán
muy pronto a trescientos, dedi
cados especialmente a la Agri
cultura y recibiendo una edu
cación especial que los hará
aptos para la enseñanza de
escuelas rurales y ambulantes,
pues además de la instrucción
primaria, se capacitan para las
artes manuales en los talleres
de Carinntería, Mecánica, Sas
trería, Zapatería y Tejido
recibiendo además nociones
de Construcción. El Interna
do Indígena de
Yucay, en sus
dos años de exis
tencia (se inau-
guró el 23 de Enero de 1928), no solamente ha
cumplido los fines que se tuvieron en vista al fimdarlo sino que ha superado las más optimistas
esperanzas. Actualmente el Internado Indígena
se prepara para recibir a cincuenta alumnos más.
Están en plena organización la Sección de
Campo Experimental para cada alumno, de
Zootécnica y de Taller. Si se contara con más
medios, esta obra tomaría tm impiilso enorme.
Por ser el primer Internado Indígena estable
cido en el país, y en consecuencia el llamado
a marcar rumbos en la enseñanza y educación
del autóctona debe dotársele de todos los me
dios que apresuren el éxito de los métodos
empleados en la Granja Escuela de Yucay.
La Obra Salesiana en Yucay debe completarse
con el establecimiento de las Hijas de María
Auxiliadora. Más de 200 niños reciben directa
mente los beneficios de esta obra.
Cenfro del Cuzco,
En el Cuzco las Hijas de María Auxiliadora,
además de im floreciente y acreditadísimo Co
legio de Instrucción Primaria y labores, tienen
para el elemento indígena femenino ;ma Escuela
de Artes Domésticas, que prepara un elemento
valioso y eficaz que podría utilizarse con ven
taja en el magisterio. Esta acción se comple
menta con el Oratorio Festivo para niñas del
pueblo. Todos los buenos, deben apoyar esta
acción de las Hijas de María Auxiliadora que
tiende a la formación de las madres de familia
en los hogares indígenas: acaso no se ha pen
sado suficientemente en la trascendencia de
esta educación familiar. Las Hijas de María
Auxiliadora del Cuzco atienden a la formación
cristiana de 300 niñas.
Acción de los Salesianos
en e l Cuzco.
La acción de los Salesianos el el Cuzco se
desarrolla con dificultad y entorpecimiento.
Es cosa sabida que los Salesianos ne
cesitan el apoyo de sus Cooperadores:
el índice de la acción salesiana corre
I>arejas con el exponente de coope
ración: a más ayuda, más trabajo, a
menos ayuda, menos tra
bajo. A pesar de todo la
mano del Señor no se acorta
en el Cuzco. Al iniciarse en
este año el 25® aniversario
de la entrada de los Sale
sianos en la Ciudad incáica
parece que se despierta un
mayor entusiasmo para la
consolidación y aumento de
la Obra de Don Sosco. Desde
iJm a (Perú). — Templo de M aria Auxiliadora.
-( 1 3 5 )que Monseñor Falcón, de bendecida memo
ria, llamó a los Salesianos e Hijas de María
Aoríliadora para que trabajasen en el Cuzco,
la obra del Salesiano se ba desarrollado con
lentitud pero constantemente. Narrar los
sacrificios délos primeros Hijos de D. Bosco
y de las primeras Hijas de María Auxilia
dora, contar sus sufrimientos, sus abnega
ciones y sobre todo los desengaños inhe
rentes a todo principio difícil, enumerar
por otra parte el bien realizado en este
cnarto de siglo, nos resultaría tan imposible
como incompleto. Algunos de aquellos pri
meros Salesianos han pasado a mejor vida;
otros como el P. PagÜa, el P. Terrazas, el
P. Juanito, el P. Gutiérrez, aim viven y están
en la plenitud de un fructuoso crepúsculo.
Se quiere presentar para el presente año,
que ocurre el 25®. aniversario de la fun
dación Salesiana en el Cuzco, im cuadro
halagador en el que tantos sacrificios queden
cuajados en numerosos y riquísimos frutos.
En el Cuzco alientan estas manifestacio
nes de la acción salesiana:
Parroquia de San Cristóbal y Santuario
de María Auxiliadora — Oratorio Festivo
floreciente — Escuelas Primarias — Escuelas
Nocturnas — Instrucción Media y Comercial
— Escuela Vocacional con los Talleres de Car
pintería, Mecánica, Imprenta y Encuademación
Sastrería y Zapatería — Observatorio Metereológico — Campo Experimental Agrícola y
enseñanza práctica de Agricultura — Banda
de Música — Propaganda de la Buena Prensa.
A todo esto se espera añadir muy pronto la
Sección Normal para Maestros elementales de
indígenas.
Como se vé el conjunto de la acción Salesiana
en el Cui- o es magnífico; se necesita ahora im
pulsarlo y extender sus contornos. Momentá
neamente la acción de los Salesianos en el Cuzco
alcanza a 600 jóvenes.
Cuando se considera cómo se pierde la ju
ventud sin remedio; cómo crece rebelde a todo
principio religioso; cuando se presencian escenas
de un tristísimo significado, escenas que son
aplaudidas por inconscientes e ignorantes pa
dres de familia, que sacrifican a su comodidad
y falta de fibra los intereses más sagrados;
cuando se palpa el extravío desolador de niños
y de jóvenes que conculcan los principios reci
bidos en el hogar para abandonarse a la espon
taneidad del instinto; cuando se ven tantos
corazones marchitos y tantos cerebros sin luz;
cuando se vé desconocer las glorias de la Patria
y renimciar a la herencia que nos legaron los
héroes de nuestro pasado esplendoroso; cuando
este cuadro desgraciadamente tétrico pero ve
rídico, hiere nuestros ojos, sentimos como mmea
la escasez de los medios necesarios para reme
diar tamaño descuido, situaciáx tan triste.
E! C uzco (P e rú ). — Universidad.
Por esto acudimos a nuestros Cooperadores:
ellos, después de Dios, lo hacen todo; nosotros
tributamos a nuestros Bienhechores nuestro
más profundo agradecimioito, mientras les
rogamos que no se cansen de seguir ayudán
donos. Hacen Patria y Religión.
Una palabra mas: es indudable que al flore
cimiento de la Obra Salesiana en el Sur con
tribuye el Gobierno con su ayuda; pero esta
cooperación es insuficiente, menos en el caso
de Puno, donde el Gobierno del Sr. Leguía, ha
acumulado abundantes medios de acción.
Es necesario que los Cooperadores ayuden a
las Casas del Cuzco, Juliaca y Arequipa donde
la acción salesiana necesita desarrollarse con
gran intensidad para hacer obra de preservación.
IM PO R TA N TE — La relación de fiestas,
fundaciones y noticias salesianos cuya publi
cación se desea en el Boletín Salesiano es
necesario que vengan dirigidas a esta direc
ción: Sr. Director del Boletín Salesiano E s
pañol, Calle Cottolengo, 32 - Turín (109).
De no poner esta dirección, es fácil que se
extavíen los originales, o que lleguen a la
Redacción con excesivo retraso, viéndonos obli
gados, en consecuencia, a dejar de publicarlas.
B.IW2
D e nuestras M isiones
Vida de apóstol; muerte gloriosa.
|i ^
I ^
La triste noticia de la muerte violenta de
Mons. Versiglia y D. Calixto Caravario se di
fundió rápidamente por todo Turín, por toda
Italia, De todas partes llegaron a los Superiores
testimonios de pésame y sinceros ofrecimientos
de afecto y adhesión.
líl dia 7 de mat/.o, en presencia de todos los
SuiH'riores de la Congregación, representaciones»
del Clero seailur y regular, y de las autoridades
civiles, el Ihno. Prelado Mons. Mazzini, celebró
las solemnes exequias. La multitud que acudió
a rendir el tributo de su afecto a los mártires
era ituiiensa. La gran Basílica resultaba pequeña
y la gente se ilesbordaba por las adyacencias y
los patios, ansiosa de asistir a las funciones
sagradas.
Terminadas éstas, subió al pulpito el celoso
Misionero de la China y amigo de ambos mártire.s, D. Braga, quien leyó un sentido y elocuente discurso.
Quisiénuiios trasladarlo aquí íntegro para
que lo saborearan nuestros queridos lectores.
Pero nos es imposible poner las manos en obra
tan acabada sin que pierda su fuerza y su be
lleza. Nos limitaremos, por tantó, a traducir
tan sólo la parte anecdótica, que retrata con
vivos colores la santidad, el celo y el carácter
de ambos Misioneros.
Nadie mejor que D. Braga puede hablar con
conocimiento de causa de ambos apóstoles. Ha
vivido a su lado largas años; los amaba al uno
como a Padre, al otro como a hcnuniio; y conoceílor profundo de las costvimbres e idio
sincrasia china, nos ofrece en sus palabras un fiel
reflejo de la realidad y nos presenta en su ver
dadera luz las gloriosas figuras de los Mártires.
£ / B u en Pastor.
Aán me jxirece ver a Mons. Versiglia acouuxlado a la buena de Dios en una barca, como
el Divino Pescador de Galilea, alternando
sonriente con sus compañeros de viaje, dis
puesto siempre a dividir con ellos sus escasos
víveres y ayudando a los remeros en los pasos
más dificultosos, confundido entre ellas como
imo de tantos. Estos sitios eran los preferidos
por los bandoleros para intimar la rendición a
los viajeros amenazándoles con sus anuas.
En estas, ocasiones. Monseñor se adelan
taba hasta la proa del barquichuelo, mientras
sus compañeros de viaje palidecían presa de
intenso pánico: «Soy el obispo católico, decía,
que viajo con mis amigos. Dejadnos pasar, t
Los asaltantes, sorprendidos y desilusionados,*
bajaban sus fusiles, saludaban al Obispo, y le
decían:
— Perdona, y que el Señor te proteja.
Y el Señor le había protegido siempre en sus
viajes. Pero entonces aún no habían sido co- •
rrompidos con principios subversivos aquellos
piratas y salteadores; no habían oído aún gri
tar « muerte al misionero*; los instintos incen
diarios y sangrientos, no habían sido aún culti
vados por la perversa propaganda an‘ 'religiosa.
Aún me parece ver al buen pastor, sólo y sin
defensa durante las sangrientes e inútiles gue
rras fratricidas, recoger a los pobres chinos
aterrorizados y acobardados por las amenazas,
por los estragos, y empobrecidos por los robos;
entonces abría generosaniente su mano para
acallar su hambre, y su corazón para recibir sin
distinción de grado y dignidad, de fe ni de raza,
a cuantos llamaban a su puerta, poiriendo a su
disposición su residencia, sus oficinas, sus estan
cias y hasta svt propio leclio.
I..OS mismos paganos vencidos por su bonda<l
le confiaban sus propias familias y haciendas,
lo llamaban constantemente como experto con
sejero. como negociador e intennediario entre
las tropas asaltantes y las ciudades indefensas. A
menudo trató hasta con los jefes de los saltea
dores y el, tan fino, tan delicado, pasaba horas
enteras entre aquellos seres rudos y abyectos
para poder inducir a semejantes opresores a
restituir lo robado a pobres ^•iudas que habían
sido despojadas, o, misionesmás delicadas, pero
1 3 7 )al par más caras a su corazón de Pastor, para
rescatar de sus mazmorras a pobres jovencitas que habían sido violentamente arran
cadas del seno de sus familias.
Una vez salió de xma de aquellas cavernas
casi desfallecido, y de tal manera aniquilado y
mareado por el humo nauseabundo del opio, por
los malsanos olores que había percibido y por
la pena de lo que había contemplado, que tuvo
necesidad deimamano amiga para no caer desfa
llecido. Lo hemos visto muchas veces expuesto
a los insultos de los soldados; pero no por eso se
donada. Las ruinas de la guerra fratricida
habían aumentado el número de los huérfanos
y abandonados y sus primeras p^o^^dencias,
sus primeros sacrificios, fueron para ellos.
Ayudado tan sólo por D. Guarona, en sólo
5 años surgieron cuatro Colegios y dos iglesias
en la ciudad de Siu-Chow y en el pueblecito de
Ho-Si; se levantaron cinco residencias misio
neras en los diversos distritos, y siete anos des
pués los 7 huérfanos recogidos en 1921 aumen
taron hasta 600 en el año 1929.
Y en tanto la China se iba coiudrtiendo en un
Cantón (C hina). — M ona. Versiglía el dia d e su C oasagración episcopal (9 enero 1921),
desviaba im ápice de su deber. A pesar de todo
y en contra de todo, socorrió, en la medida de su
pobreza, pero con todo su corazón, a los soldados
que encontraba abandonados en los caminos
o amontonados en las desiertas pagodas, en
fermos y acabados por el hambre y los pade
cimientos.
Serenidad imperfarbable.
Sereno y fuerte constructor, perfecto atleta
de Cristo, no aguardó la calma ni la tranquilidad
para desplegar su actividad bienhechora; sino
inició su obra bajo la misma tempestad,
-•-■ ufe segura y constante empezando como todo
^en salesiano, por la juventud pobre y aban-
caos espantoso; él \nó las ciudades, los pueblos
y las aldeas, arrolladas y sumergidas por la ola
revolucionaria contraria a Dios, a los misioneros
y a todo principio de justicia y de honradez.
Vió rodeada de insidias la famiha, envenenada
la niñez en las escuelas, mientras circulaban
por las calles los malhechores armados, dispues
tos siempre al incendio y a la rapiña. Antes,
el Misionero, si no era bien considerado, al
menos era tolerado; pero ahora era el objeto
de la burla y de la amenaza.
Xuestras misiones, como centros estrat^coe
importantísimos, fueron invadidas por los pro
pagandistas sediciosos al grito constante de
Muera el Misionero y caiga la destrucción sobre
los cristianos. El más espantoso terror los in-
-( 138 )
donde se hallaba construido el edificio no había
sido adquirido por la violencia sino comprado
según las leyes de la "China; pero ellos, sin escu
char las razones, amenazaron con las bayonetas
la persona del Obispo, quien no cedió sino ante
la violencia. Arrollado por la fuerza bruta, pero
jamás vencido en su constancia, no abandonó
su puesto, y dueño de sí mismo, dominando
sus propios nervios en situación tan crítica;
mientras ellos irrumpían violentamente to
mando posesión del vasto local, se encerró en
su habitación y con los ojos clavados en el
crucifijo, oró fervorosamente y comenzó a
escribir a máquina. Aquel tecleo inocente des
concertó, desorganizó a los asaltantes que se
batieron en retirada, vencidos y ahuyentados
más por la fuerza y la firmeza invicta del Buen
Pastor que por las consecuencias que podrían
acarrearles los documentos que, según ellos,
redactaba el Misionero.
No puedo dejar pasar por alto un hecho que
se repitió varias veces, y que revela su espíritu
verdaderamente evangélico de devolver bien
por mal. Aquellos mismos soldados tan prontos
para las villanías, las insolencias y las injurias;
que ensoberbecidos por su efímero poder incluso
amenazaron abofetear al Vicario Apostólico;
cuando volvieron a la Misión Católica derro
tados y dispersos, heridos, hambrientos, extendendio de nuevo sus manos no para amenazar,
ni para herir, sino para suplicar y mendigar
un puñado de arroz y xma limosna para poder
volver al seno de sus lejanas familias, no es
capaban al ojo sagaz y experto de Monseñor
que reconocía muchas veces bajo aquellos ros
tros famélicos y aquellos miserables harapos,
a los orgullosos y altaneros de otros días; y sin
embargo, les daba hospitalidad y les propor
cionaba el necesario sustento, venciendo con
el bien el mal. Más tarde, incluso los recoge
llenos de llagas agotados en el hospital y tiene
para ellos delicadezas maternas, visitas coti
dianas y al par que confortaba sus cuerpos,
iluminaba sus almas.
E l 25 de octubre de 1927 se presentaron
ante nuestro Colegio los instructores y alum
nos de la Escuela Revolucionaria. Después de
cuatro horas de discusión invadieron, no el
Colegio «Don Bosco *, sino la Casa del mi
sionero,' ocuparon habitaciones, corredores J
clases, comiendo y bebiendo y entregándose
luego al sueño. ¿Previó en aquella ocasión
Mons. Versiglia los males que debían venir?
¿Ofrecerla entonces su vida por la fe y la
pureza, al arrodillarse, conmovido, sobre la
tumba del gran Francisco Javier, al comenzar
Foríelcza crisUana,
el Calvario de su ministerio? Aquella noche, no
Mas un día se presentaron un grupo de sol durmió, pasándola en oración, no por temor de
dólos armados para tomar posesión del Colegio. los males que le amenazaban, sino por los que
pudieran sobrevenir a los demás, especialmente
Motis. que se hallaba sólo en casii, les habló,
«iiscutió con ellos, y Ies demostró que el terreno a las Hermanas, dignas por su fortaleza y pot
vaciló a todos. Los catecúmenos, numerosos ya,
Iiuyeron despavoridos y los cmstianos se vieron
objeto de injustas vejaciones; algunos fueron
bárbaramente asesinados y nuestras residencias,
consideradas hasta entonces como asilos invio
lables, fueron saqueadas. Profanaron nuestras
iglesias, nuestros aliunnos de Ho-Si, y los estu(liantes de las escuelas «Don Bosco» fueron
objeto de amenazas con la bayoneta calada
durante las mismas funciones sagradas; se abo
lieron todas las señales de fe y de cristianismo;
se prolübió la enseñansa del Catecismo en los
Oratorios, se impusieron libros de texto, si no
del todo impíos, alíñenos peligrosísimos; además,
se obligó a los cristianos y a los alumnos todos
a inscribirse en las asociacuones de los cúudadanos
y Estudiantes con obligación de asistif a sus
reuniones, mientras en revistas y opúsculos
infamantes y anticristianos se fomentaba con
tinuamente el odio a la Religión. Las noticias
que llegaban de las misiones cercanas, eran
aterradoras; escuelas destruidas, misioneros
encarcelados, escarnecidos y bárbaramente
atormentados. Y para colmo de desventuras,
supimos que nuestros misioneros de Shan^ai, el
mismo.viernes Santo hubieron de imitar al di
vino Redentor en su pasión, viéndose obligados
a huir con sus trescientos huerfanitos ante el
salvajismo de la soldadesca que los condenó
al destierro.
¿Y Slons. Versiglia? Finiie en su puesto,
animando, enfervorizándonos a todos y obser
vando cuidadosíuncnte la marcha de los acon
tecimientos. «Si ti(0 podemos avanzar, decía,
conservemos al menos nuestros puestos * Y no
sólo no se desanimó ni se desahogó en inútiles
lamentos, sino que se preparó a la nueva lucha.
No pudiendo vencer las dificultades de frente
buscó, como nos enseñó D. Bosco, los medios
de soslayarlas, abriendo entonces asilos de la
Santa Infancia, casas para ancianos, organi
zando dos ambulancias médicas, ampliando el
primer Orfanotrofio, construyendo la iglesia del
Sgdo. Corazón; y cuando se vió obligado a
partir para el Congreso Eucarístico de Chicago,
<lejó los planes y los cimientos para la Casa del
Misionero. En las Navidades de aquel año,
mientras la ola revolucionaria gritaba, blasfe
maba y amenazaba incendiar nuestra Casa,
destruir nuestras Obras y condonamos a muerte,
exclamó; «Y a es tiempo de que nos decidamos
a la construcción del Seminario indígena, y
de que se inaugure nuestra residencia. Est Deus
in Israel».
su sacríñcio de las mayores alabanzas. Bs más;
por la mañana, al ver que tma nueva turba
amenazaba invadir el colegio de las niñas, me
ordenó que se permitiese a los soldados alojarse
en nuestra portería, ofrecimiento que fué re
chazado por aquellos desalmados. Y o tengo la
íntima convicción de que en aquella noche se
ofreció al Señor como víct®ia por todos; porque
a pesar de los insultos y de las villanías que se
oyeron y padecieron, lo encontré sereno, lleno
de calma y compasión hacía aquellos pobres
ciegos que abandonaron al fin espontánea
y tumultuosamente la Residencia.
Mons. escribió en aquellos días: Se
ve que el Divino Maestro y es-poso de
nuestras almas ha aceptado el sacrificio.
a Lin-Chow; pero la guerra, al c.siallar de im
proviso, le cortó completamente todos los medios
de comunicación. Pasó por lo tanto las navidades
con nosotros, entre los niños de la Santa In
fancia, en medio de sus primeros seminaristas,
rodeado en su Misa Pontifical, de todos los
alumnos de las Escuelas y del primero y corto
número de ancianos recogidos. También el P.
Caravario escribió que había pasado unas her
mosas navidades alegradas por la satisfacción
de haber bautizado a seis adultos que fueron
las primicias de su breve apostolado. Después
E l puesto de honor.
El año pasado, precisamente por
estos días, recibió dos telegramas que
lo llamaban insistentemente a la glo
rificación del Padre; — Vea, me dijo,
¿es posible que pueda yo partir cuando
va a encenderse una nueva guerra?
Ya sufrí bastante cuando por obedien
cia y por enfermedad me vi obligado a
alejarme de vosotros en 1927 dejándoos
en -medio de la Revolución. No puedo,
no debo alejarme; V. sabe cuánto amo
a D. Bosco y cuán grande es mi deseo
de participar a su triunfo; pero no
puedo, no debo, para gozar una tan
grande alegría, abandonaros a vosotros
en el -peligro. En uno de los últimos
días de mi permanencia allá me dijo
aún: — Si para traer la paz a nuestra
pobre China, Dios quisiera el sacri
ficio de wia vida, he pedido al Señor
que yo sea el -primero. ¡Oh, sí, quiera
el Señor aceptar mi sacrificio!
Y el Señor lo ha aceptado y pre
cisamente en la ocasión en que mejor le cua
dran las palabras del Evangelio; Bonus pastor
animam suam dat -pro ovibus suis.
EJ B uen P a sto r d e la vida
oor sus ovejas.
Ya hacía tres años que quería recorrer el río
Lin-Chow y visitar como pastor los distritos
que ya regaron con sus sudores tantos Misio
neros nuestros. l o s preparativos los había
hecho ya tres veces consecutivas y los hubo de
suspender por las inquietantes alarmas provo
cadas por los ejércitos en pie de guerra y por
ser frecuentados aquellos lugares por innume
rables piratas.
Jamás obró sin reflexionar ni despreció los
dictados de la prudencia. Ultimamente, el 3 de
diciembre próximo pasado, había decidido ir
M ons. VersigÜa entre sus huerfanitos.
de las fiestas del año nuevo que se celebran en
China con gran solemnidad, vino el P. Caravario a buscar a Monseñor. Este joven Misio
nero ya había recorrido el lejano Oriente como
fervoroso apóstol, primero en Shangai, luego
en Macao y Hong-Kong; después en Tmor, y
finalmente en Shiu-Chow, distinguiéndose siem
pre por su candor y bondad. Después de reposar
algunos días jimto al amado Pastor prepararon
la pequeña caravana que debía recorrer el ca
mino que ya para su venida había traído el P.
Caravario sin peligro alguno. La voz pública
decía que en el país reinaba la más completa
tranquilidad. Debían acompañarlos en su vi
sita pastoral algimos de le» nuevos Maestros
que habían obtenido su diploma en los exá
menes del Estado con óptimos resultados, pues
de 46 que se presentaron salieron aprobados 44;
y además algunas piadosas catequistas que
-( 1 4 0 )-
G rupo de jóvenes chinos que han obtenido el titulo de M aestros.
Los m arcadas con la cruz, acompafiaban a M onseñor en su última excursión.
tenían como maestro ordinario de espíritu y
de Religión a Moas. Versiglia.
Por la mañana del día de la partida, como se
suele en tales circunstancias, habrá celebrado
la Santa Misa y distribuido la sagrada Comu
nión a los representantes de todas las Comuni
dades, los habrá bendecido y luego habrá
abrazado a sus hermanos y saludado con una
última mirada desde el tren, como prueba de
cariño, a los pocos qhe le habrán acompañado
a la estación. Después de pocas horas de tren
habrán sido huéspedes por pocos momentos de
la casa de San Rafael en Liu-Kong-How y fi
nalmente, habrán tomado la embarcación. líl
río se desliza lentamente por entre verdes co
linas pobladas de caseríos; después tuerce rápi
damente al llegar a la garganta de Shiu-Pin, ya
conocida por Mons. Versiglia porque otras veces
había encontrado allí desagradables sori>resas.
Los pasajeros, alegres y gozosos de toirer por
guía al Obispo, se entretendrí:m en inocentes
juegos, cumulo de improviso, aparecen por entre
las cañas de bmubú las bocas de los íusilcs de
los piratas que se arrojan sobre los indefensos
viajcuís, los desiH)jan de tcnlo, dejan libres a
los maestros y a los dos extrmijeros, pero con
salvaje y descompuesto furor, retienen como
cotliciada presa a las pobres catequistas.
Mons. Versiglia y el P. Caravario ante aquel
acto bestial, extienden valeix'xsamente sus bra
zos para protegerlas. Esto hubiera bastado en
otras circunstancias para salvar a las jóvenes
catequistas. Pero ahora estos hombres han sido
envenenados con doctrinas anticristianas que
han corrompido sus corazones; habían estos miserables blasfemado con frecuencia de la Dunaculada Pureza de la Virgen Madre; habían en
otras drcimstmicias mutilado y profanado
brutal y obscenamente la imagen bendita de
María Auxiliadora y ahora la han querido in- .
sultar en la persona de sus hijas. Pero los Misio
neros se han opuesto a este sacrilegio; guiados
por su deber de caballeros, de cristianos y de
sacerdotes, conscientes de que se jugaban con
ello la vida, mas no por eso menos animosos y
resueltos, han ofrecido sus pechos en defens;i
del pudor y de la virginidad; mas aquellos bra
zos que se extendían en ademán de proteger,
han sido bárbaramente apaleados, destrozados
y rotos con las culatas de los fusiles; sus pechos,
c^ue se habían ofrecido como escudo, fueron
atravesados por los puñales. Las primeras gotas
de smigre que enrojecen sus frentes y salpican
sus vestidos, aguzan en sus verdugos los ins
tintos sanguinarios y los misioneros son arras
trados al bosque y allí, rematados bárbaramente
a tiros. Su sangre generosa brota lentamente
de las múltiples heridas; las víctimas miran al
cielo y expiran como su divino Maestro, de
sangradas. Quizá alguno de aquellos miserables
|
i
;
'
¡
'
j
!
-( 1 4 1 )habrá insultado su agonía con el saludo cris
tiano de €Dios te proteja »... SI, Dios los ha
protegido con el escudo de su fortaleza y del
más vivo amor. Dos ha defendido y protegido
de lo único que mancilla los rostros y las almas:
la fealdad del pecado. Y esto formará su aureola
gloriosa por los siglos de los siglos.
El año pasado se escribió con mano trémula
por la gratitud, con el corazón inimdado de
alegría, hablando de nuestro Beato Padre, la
palabra: Milagro. Al año escaso de su glorifi
cación escribimos nosotros profundamente con
movidos: Martirio. Para hacer más gloriosa y
resplandeciente la corona del Padre se han
eucendido dos focos que no se apagarán jamás.
Padres, parientes, amigos todos de nuestros
mártires; recibid el testimonio de nuestra gra
titud. Superiores, hermanos, vednos preparados
a ocupar sus puestos. Sitio dijo desde este mis
mo sitio Mons. Versiglia. Ruega, ruega por mi,
escribía D. Caravario a su madre, para que el
Señor me haga un sacerdote según s« corazón.
Ruegue para que el Señor inflame mi corazón en
su amor, había suplicado Mons. Versiglia en
una carta... Y el sacrificio se ha consumado;
pero de su muerte saldrá la vida, vida para los
fieles y para los infieles; vida para los salesianos
y para sus misiones.
Señores y hermanos míos: el día glorioso de
su vida ha terminado en los arreboles purpúreos
de su martirio. A nosotros nos toca seguirlos |x>r
esa misma senda de la pureza y de la inmolación.
Y a nosotros, los Misioneros, y muy particu
larmente a mí, como hijo espiritual del uno y
como compañero de fatigas del otro, nos toca
seguir los pasos ensangrentados del Maestro y
del Padre, del amigo y del heniiano.
Mons. Versiglia me dió a gustar muchas
veces el cáliz ducísimo de su inefable caridad.
Hoy me ofrece el cáliz del dolor, y me invita
a compartirlo con él. Siguiendo su ejem])lo,
que es a la vez el ejemplo dado por Jesús, yo
no puedo ni quiero que pase de mí este cáliz. ¡Oh
Virgen Santísima!, tú, que viste morir a tu Di
vino Hijo pendiente de la Cruz, ven en mi ayuda.
Regina Martyrum, Ora pro no bis I
La obra científica de los misioneros salesianos.
En el Congreso de Meteorología que se celebró
en Venecia el año i88i se lanzó la idea de cons
truir un Observatorio Astronómico en el Estre
cho de Magallanes, en el punto más meridional
de América.
Don Bosco, que estaba a pimto de enviar a
sus primeros Misioneros a la Tierra del Fuego,
recogió la idea, y sus hijos construyeron el
Observatorio poco tiempo después de llegar.
•Su primer Director fué el mismo Prefecto Apos
tólico Mons. Fagnano. Este Obser\’’atorio, entre
otros preciosos servicios que ha hecho y obras
que ha publicado, ha editado dos libros impor
tantísimos se que titulan: <Observaciones de los
primeros veinte años% (1887-90) j * E l clima de
Puniarenas {Magallanes) durante treinta años
de observaciones ».
Después de éste, los Misioneros han levantado
otros muchos obser\*atorios en la América del
Sur. Tales son los establecidos en San Nicolás
de los Arroyos y en Salta (Argentina), en Val
paraíso (Chile), en Montevideo (Uruguay), en
Cachoeira do Campo (Brasil), en Cartagena
(Costa Rica), y en Ayagualo (Salvador).
Además de estos, que como se ve, están en
países civilizados, los Salesianos ban levantado
Observatorios en los mismos territorios de Mi
sión adonde junto con la Religión han llevado
la agricultura, la civilización y el progreso.
Bu la mistan de la Patagonia septentrional.
V illa Colón (U ruguay). — V ista parcial
dei O b se rra to n o Astrooóraico.
•( 1 4 2 )
han erigido los observatorios de Rawson y Pa
tagones; en la Misión del Matto-Grosso (Brasil),
los de Corumba, Cuyabá, Coxico da Ponte,
Sangradouro, Santa Rita do Araguaya y Barreiro; en la Misión de Río Negro (Brasil) los de
San Gabriel, Taracuá, Barcellos y Juraté, todos
ellos reconocidos por el Gobierno.
En total, son 20 los Observatorios que actual
mente funcionan y se está estudiando el esta
blecimiento de otros en Asia, donde ya existe
el de Beitgemal (Palestina).
País de los pingüinos, en la Tierra del Fuego.
Este Padre ha logrado impresionar diversas
películas, que al interés científico unen un gran
valor artístico.
En Magallanes se ha fundado un Museo
Etnológico de suma importancia para conocer
bien a los habitantes de la Tierra del Fuego,
tan mal clasificados por Darwin.
En esta región los Misioneros han descubierto
minas de oro, plata y otros metales, como asi
mismo riquísimos pozos petrolíferos, con lo
M agallanes (Chile). — C olegio **3an J o s é ” y observatorio meteorológico.
En las diversas Misiones del Japón, China,
India y Siam, se implantarán bien pronto al
gunos, para coadjuvar al estudio meteorológico
de aquellas regiones.
A esta obra, verdaderamente magnífica, hay
que agregar las carreteras trazadas a trav^
de las selvas, los territorios saneados, los puen
tes construidos; una de las más recientes y de
mayor importancia consiste en la construcción
de una carretera de 80 Km. por los bosques del
Ecuador, que va de Méndez a El Pan y de la
cual había desistido el mismo Gobierno, en vista
de las cnonues dificultades de la empresa.
Es digna de mención la exploración científica
realizada por el P. De Agostini en los territorios
helados de las últimas tierras antárticas, en el
cual, la población de aquellas regiones, de
unos cinco mil habitantes que tenía a la
llegada del Misionero Salesiano, ha subido a
cerca de trescientos mil con que cuenta en la
actualidad.
Y toda esta riqueza, la configuración topo
gráfica del terreno, preciosos datos etnográficos
y geográficos, ya habían sido señalados con
detalle por el gran vidente, el Beato Juan Bosco,
el cual, sin haber salido de su cuartito de Tarín,
ni haber podido estudiar lo que aún no existía
en ningún libro, conocía, por haberlas recorrido
en sus marariliosos suecos aquellas tierras, que
habían de ser el campo de apostolado de sus
hijos.
Y tan verídicas y profxmdas eran sus obser
vaciones y noticias, que la Sociedad (Geográfica
de Lyon, tuvo a gala el nombrarle miembro
honorario de tan acreditado Instituto.
{ 143 )
Las fiesías del Beaío entre los indios del Chaco.
También en las lejanas Elisiones del Paraguay
se ha honrado a D. Bosco, si no con la magnifi
cencia desplegada en las grandes capitales, al
menos con el mismo afecto y el mismo entu
siasmo. El limo. Sr. Arzobispo Mons. Juan Bogarín, ha querido presidir en persona las fiestas
para llevar personalmente su saludo y aplauso
a aquellas amadas ovejas recién conquistadas
para el rebaño de Cristo.
El día 8 de febrero se iniciaron los festejos
con una Misa celebrada por Monseñor. La capillita de la Misión estaba abarrotada de indios
recién convertidos, que oyeron de labios de su
Prelado palabras de paternal unción. Por la
tarde un consolador grupo de indios fué rege
nerado con las aguas bautismales, proporcio
nando al Prelado un gran consuelo y el mejor
regalo al Beato Padre a quien festejaban.
El día siguiente el Prelado ofició la Misa de
Comunión general. Y a se les había dado ocasión
el día anterior - para que se acercaran al santo
sacramento de la Confesión y, ahora se acercaban
al santo altar para recibir a Jesús, una multitud
de indios, cuyos rostros, de suyo impasibles e
indiferentes, parecían iluminarse, en contacto
con Jesús, con celestiales resplandores.
Entretanto ellos mismos entonaban dulces y
sencillos cantos de acción de gracias.
Luego se celebró el Oficio Solemne, al que
asistió en \m trono improvisado S. lima., escu
chando conmovido los afinados acentos de los
indiecitos, que junto con los niños de los colonos,
ejecutaron primorosamente la Misa de Angelis.
Terminada la fimción. Monseñor procedió a
confinnar a numerosos indios y colonos, diri
giéndoles luego cariñosas frases, e incitándoles
a la perseverancia en el bien.
Por la tarde el Prelado fué obsequiado con
una velada que sirvió para demostrar el ade
lanto de los indios en el arte del canto y de la
declamación, y que Mons. agradeció al final
con sencillas pero conmovedoras frases.
El día siguiente, por la mañana, después de
una fervorosa Misa de Comunión durante la
Cual el Prelado bendijo la imión de seis nuevos
hogares, tuvo lugar el reparto de los premios a
los más asiduos a la misa y Catecismo, quedando
contentos con los regalos con que fueron obse
quiados. Gracias mil a los queridos Coopera
dores que les proporcionaron tanta alegría.
Por la noche, los indios quisieron obsequiar
a Monseñor con ima velada de bailes típicos,
que resultaron muy interesantes, despojados
de los inconvenientes que revestían años atrás,
en plena selva. El Prelado les agradeció el obse-
O ifico. — G rupo de indiecUos j paraguayo».
quio y les animó a que siguieran frecuentando
la Misión y procuraran con todas sus fuerzas
atraer a ella a sus compañeros de allende el
rio, para que también eUos participaran de los
beneficios que les proporciona la acción del
Misionero.
Finalmente, el martes i i , después de visitar
las casitas de los indios se despidió iíonseñor
de la Misión, profundamente conmovido y gra
tamente impresionado por el bien inmenso que
se realiza entre aquellos pobres indios.
L qs Misiones Selesianas fienen necesidad de vuesfra confínua ayuda»
Otilares de niños y niñas abandonados exigen diariamente e l necesario sustento.
Hasta ahora vuestra caridad se ¡o ha procurado.
Lo que hiciereis por unos de estos pequeñue/os, lo hacéis p o r Jesucristo,
E l os recompensará abundantemente.
Culío de M aría Auxiliadora
La devoción a M . A . en M éxico.
SAN CRISTOBAL DK LA S CASAS (Chíapas). — A pesar de no haber sido minea vi
sitada por los Salesianos la noble sede episco
pal del lejano estado de Diiapas. la devoción a
la celeste Auxiliadora de los Cristianos y a
nuestro Beato Padre Don Bosco, se halla ma
ravillosamente arraigada y extendida gracias al
celo e infatigable labor del Ihno. y Rvdnio.
l)r. D, Gerardo Anaya, del Director de los Coo
peradores Salesianos, Rvdo. D. Néstor López
Condillo y de todos los Cooperadores y Coope
radoras, particularinente del Sr. D. José Flores
Lara, que, entendiendo lo que significa ser Coo
perador Salesiano se empeña ardientemente en
la mayor difusión de la devoción a María Auxi
liadora que redunda en inmenso beneficio espi
ritual de toda la ciudad.
En Ivas Casas, como en todas partes, empieza
a cumplirse la profecía del Beato, que dijo
llegaría día en que Cooperador Salesiano sería
sinónimo de ferviente cristiano.
Nos limitaremos a reseñar sucintamente dos
hechos.
El día 12 del pasado enero, que recuerda a
las mejicanos la aparición de la Virgen de Gua
dalupe, en el pueblo de San Felipe se estrenó
y bendijo un altar dedicado a María Auxilia
dora. La imagen fué llevada en procesión triun
fal desde la Casa de la Presidenta de las Devo
tas de María Auxiliadora hasta la Iglesia, en
donde la esperaban el limo. Sr. Obispo con
lo más granado de la población. Los hiunildes
y sencillos inditas quisieron unirse a la espon
tánea manifestación de amor a la Madre ce
leste, ofreciendo para mayor solemnidad de la
fiesta, su típica orquesta.
El día 24 del mismo mes, en la Sta. I. C.,
hubo cultos solemnísimos, con los que los bue
nos habitantes entendían consagrar el año que
empezaba a la Virgen Auxiliadora. Se prepa
raron a tan solemnes cultos con una hora santa
muy devota y concurrida. Y a la solemne Misa
de Comunión celebrada por el celoso Prelado,
asistieron y tomaron parte al Banquete Eucarístico infinidad de fieles, que durante todo
el día no cesaron de visitar a J esús expuesto a
la veneración de todos. Tenninaron las so
lemnes fiestas con una entusiasta procesión en
que llevaron en triunfo a María Auxiliadora
por las calles de la población.
Conmovedor es el manifiesto publicado por
los organizadores de la fiesta. Dice así:
I En este primer mes del nuevo año, te ofre
cemos una vez más nuestros pobres corazones:
dígnate, querida Auxiliadora, bendecirlos, san
tificarlos, llenarlos de la caridad de Jesús tu
amaniisimo Hijo ».
¡Con qué complacencia verá desde el cielo la
Los inditas obseqaiaa a la V irgen con an original orqaesfa.
-( 1 4 5 )Viigen Auxiliadora a estos sus hijos de San
Cristóbal de las Casas, que con tanto entu
siasmo y amor se esfuerzan por obsequiarla!
Üertamente que derramará con abundancia
sus celestiales favores sobre esta devota ciu
dad y especialmente sobre los que a costa de
graves y penosos sacrificios, saben llevar a cabo
ana labor tan edificante como provechosa para
las almas.
Ofrecemos a todos nuestros lectores este
ejemplo que demuestra bien a las claras que
María Auxiliadora y el Beato Juan Bosco,
cuando no pueden ma»*dar a sus hijos, saben
inspirar directamente en las almas buenas los
durante la noche de ese día, con acompañamien
to de agudos dolores hasta los oídos y cabeza. Al
querer hablar y no poder hacerlo, sentí tanta
pena, que temí quedar por siempre afónico, a
semejanza de otra persona que pude conocer
en iguales circunstancias; y con el mayor fer
vor que me fué posible, invoqué la protección
de la que siempre es Madre, Auxiliadora y
Salud de los enfermos, prometiéndole hacer el
mejor uso de mi voz para gloria de Dios y
bien de mi alma, y hacer pública la gracia en
estas páginas si me sanaba en aquel instante.
Confiado de alcanzarla, por la bondad y poder
de la Celestial Señora, me abandoné a su ma-
San C ristóbal (M éjico). — El Rvdo. P . N éstor López, ea ineJio de sus feligreses.
prodigios de amor y de celo que Don Bosco
obró en vida y que sus hijos tratan de extender
en todas partes. Adelante por ese glorioso ca
mino, gloriosa ciudad de San Cristóbal. ¿Quien
sabe si ^’uestros sacrificios no tendrán bien
pronto el premio que con tantas ansias deseáis?
Me salva de una peligrosa aionia.
Hallándome enfermo de aguda faringitis, el
doctor creyó oportuno hacer algunas cauteriza
ciones. procediendo desde luego a hacerlas por
ocho días <x>nsecutivos. Después de habérseme
''ocho la última, sentí endurecida la garganta
temal cuidado, procurando conciliar el sueño,
cosa que no podía, y ¡oh prodigio de la nimca
desmentida protección de nuestra Madre para
todos los que con fe la invocan! a p>oco me
dormí, y al despertar por la mañana, me sentí
del todo sano.
No puedo dejar de hacer patente mi eterna
gratitud a la vSma. Virgen Auxiliadora por esta
.singular gracia y otras muchísimas que de su
liberal mano he recibido continuamente, pero
muy en particular por la de haberme librado
tantas veces del peligro de morir en épocas de
revolución y salir avante en algimas dreunstaudas bien difídles y de tristes «>nsecuendas
para algunos de nuestros C o la o s. jOhl, cuán
derto es que quien acude a la protecddi de la
Sma. Virgen con fe y confianza, jamás queda
desamaprado.
Morelia (Méjico), 1928.
M. S. F.
■(
El premio en la lotería.
Recurrí a María Auxiliadora prometiendo pu
blicar la gracia si salía premiado en el soiteo
de la Lotería Nacional y como esta buena
Madre escuchara mi súplica, haciendo que sa
liera premiado mi número, agradecido, cumplo
hoy mi promesa mandando a mi primo, salesiano, una oferta de cien pesetas para las Obras
Salcsianos, al par que me suscribo a las Re
vistas salesianas y ruego sea publicada la gra
cia en el Boletín.
Barcelona, i6 diciembre 1929.
MiGUEi, Capeeein .
María salva a mi hijo.
Rn el mes de septiembre cayó enfermo un
hijo mío de tres años de edad con una fiebre
tan violenta que hacía temer un fatal desen
lace. Consultado el médico, éste, después de
examinarle detenidamente, declaró que se le
formaba pus en un pulmón y en consecuencia
me ordenó llevara al enfermito a una clínica
para que fuera operado. En estas críticas cir
cunstancias acudí llena de confianza a María
Auxiliadora y le puse al enfermo mía medalla
de la Virgen, prometiendo quedaría una limosna
para las Obras del Beato Juan Bosco si libraba
a mi hijo de tan grave enfermedad. La proteción
de María se manifestó de un modo evidente,
porque mi hijo quedó completamente curado.
Jinbí (España) 26 febrero 1930.
R osa M onmany .
Salud de los enfermos.
Mi hermana estuvo muy grave de anemia
y en su aflicción invocó de todas veras la pro
tección de la Virgen de D. Bosco, ofreciéndole
a la vez una limosna y publicar la gracia. La
dulce Reina del cielo acogió bondadosamente la
súplica de su devota y hoy se halla restable
cida de sus males. Cumple su promesa y ensalza
la infinita misericordia de María Auxiliadora.
Eolotique (El Salvador) 15 enero 1930.
CONCEPCION P a r ad a .
Nos devuelve a nuestra madre.
Habiendo enfenuado gravemente nuestra
mamá, acudimos de todo, corazón a la que es
auxilio de los cristianos y al Beato Don Bosco,
y la grada no se hizo esperar, desaparedendo
la enfermedad y volviendo a alegrar nuestra
casa la salud de nuestra mamá completamente
rcstabledda. ;Oh Madre querida María Auxiliadoral Siempre hemos acudido a Ti en nuestros
apuros y siempre hemos sido benignamente
atendidas. Gracias por tan señalado favor, y
acepta la pequeña hmosna que como testimonio
de gratitud te ofrecen tus fieles hijas.
Sastre (Argentina) 7 febrero 1930.
A n ita
y
C atalin a T olozano .
)
Datt íambién gracias a M a ría Auxilia
dora y envían una limosna:
CALI (Colombia ). — Angela Paz. Enriqueta
A. de Lorenzo María Josefa de Girón, Carolina
Lia de Bryon; Pedro Vicente Zorrilla y Señora,
María Antonia Izqmerdó, Angelina vda. de
Guerrero, Sixta T. V. de Patino, Celina S. de
Patino y Dolores López de T.; Rafaela Car
men y Ceciha A. del Pino.
BARCELONA (E spañ a ). — Bulaba Veyret,
por im favor recibido.
CARTAGENA (Colombia ). — Carüna de
ViUareal.
COMALPA (Nicaragua ). — Esteban Sandino y Paula Sandino; María de Jesús Olivar,
Ezequiel Alemán, José J. Sándigo, Martina
Arróbga, Juan Toledo, Leórúdas Ríos, Tiburco
Marín y Bernardina Alvarez, por fovores re
cibidos envían por conducto del activo de
curión salesiano D. Liberato Robledo, una
oferta para las Misiones Salesianas.
CUBO D E DON SANCHO (España ). —El
Rvdo. P. D. Jubán Ballesteros, por haber obte
nido la salud.
E L CARMEN (Colombia ). — Dolores Cobazos de Restrepo.
LABATECA (Colombia ). — Eva Gamboa,
Dolores Gamboa, Eugenio Rosso, Alfredo Ra
món y Sra., Gregorio Pabón, por varios favores.
LOS ANGELES (estados U nidos ). — Se
ñorita Isabel Villegas, por haber sabdo bien de
una pebgrosa operación.
MONTILLA D EL PALANCAR (E spaña ).
— Gerarda Madrigal, Araceb Gabaldón y
Francisco Gabaldón .
MOSQUERA (Colombia ). — C. P. de B..
por haber sido escuchada en ima gravísima cir
cunstancia.
NOGALES (E stados U nidos ). — G.enoveva
Vega, por haber obtenido la curación de una
hermana suya.
RUBI (Espa ñ a ). — Una devota, por haber
conseguido la salud de varios miembros de U
familia.
OLOT (E spañ a ). — D. Francisco Ferrer, por
mi favor recibido.
SASTRE (Argentin a ). — C5. B. de B. por
haber haUado una solución a im asunto grave.
TOLEDO (Colombia ). — Custorila de Bau
tista, por un especial beneficio.
BARCELONA (E spañ a ). — Un devoto, por
haber encontrado trabajo.
( M7 )•
ECOS
DE
LA
B E A T IF IC A C IO N
La fiesta del Beato Juan Bosco en Sevilla.
Fueron una nota más añadida al concierto
que todos los pueblos y todas las razas han
^vado para exaltar al Hombre providencial
que a todos les estrechó en el abrazo de su
amor inmenso; pero ¿qué pincel, qué pluma se
ría capaz de hacer vibrar esa nota tal como
ella vibró en los actos inolvidables que vamos
a reseñar?
Sevilla, la más bella y evocadora de las ciu
dades meridionales europeas, la ciudad del sol
que reverbera con fuerza en las aguas de su
Guadalquivir y de su Giralda morisca, y ríe
con gracia en sus azulejos y en sus claveles
de fuego, parecía que debía hallarse agotada
por el esfuerzo de su exposición, feria.gigan
tesca como no se había visto ni volverá a verse
jamás, de todos los tesoros y reservas espiri
tuales de la raza hispana; parecía que en des
plegar la regia pompa de su Congreso Mariano
había ya derro¿iado todo el caudal de su fer
vor religioso; pero bien demostró que no era
asi al celebrar las fiestas de Don Bosco con
todo el espléndido entusiasmo que ella póne
en enaltecer las cosas que le son simpáticas.
Comenzó el Triduo el día 7 de Febrero y
tanto en ese día como en el siguiente la Iglesia
Salesiana de la Sma. Trinidad vió su amplia
nave y enorme crucero henchidos de devotos de
todas las clases sociales, a pesar de las incle
mencias de im tiempo crudísimo que tuvo en
constante zozobra a cuantos anhelábamos ver
alborear el día 9. E l altar mayor estaba con
vertido en imponente y artístico trono cuajado
de oro y de luces, en medio del cual sonreía el
Beato Juan Bosco con su gesto de bondad in
confundible; las comuniones fueron numerosí
simas; niños y niñas. Colegios en masa, falan
ges de Cooperadores y Ex-Alumnos fueron a
recibir el Pan de los ángeles distribuido por el
muy lUustre Sr. Deán Don Luciano Rivas y
por el Excmo. Sr. Obispo de Málaga, Apóstol
de la Eucaristía cuyos inefables amores supo
hacer vibrar con fuerza en un fer\'orín muy
suyo que arrancó lágrimas de ternura; los cán
ticos resultaron bellísimos y magistralmente eje
cutados, unos por la Schola Cantomm de las
Escuelas y otros por las educandas de las Hijas
de María Auxiliadora que tomaron en estas
fiestas una parte destacadísima; los sermones
del Rvdo. P. Suárez, Dominico, resultaron dos
piezas oratorias que fueron escuchadas conte-
Seviüa (Esp.) — Los Infaofes O . C arlo s de B orbáa
; Dofia Luisa, saliendo de la C atedral.
niendo la respiración, dos cantos magníficos a la
santidad y a las obras del nuevo Beato.
Pero todo esto que ya parecía insuperable re
sultó pálido ante la magna fiesta del domingodía 9, profusamente anunciada ppr los periódi
cos de todos los matices y por grauáes y artís
ticos carteles que se fijaron en toda la ciudad y
que muchos comerciantes expusieron como un
gran honor en sus lujosos escaparates.
A l amanecer, un délo limpio de marca ne
tamente sevillana, ponía en las ODsas y en los
hombres im vivo matiz de alegría, llevado
hasta la exaltadón por las dianas de las bandas
( í 4 8 )de música y los estallidos de la pirotecnia y
la algarabía triunfal de las campanas.
Uno tras otro iban llegando en los primeros
trenes o en largas filas de autobuses los Co
legios Salesianos de toda Atidaliicía con sus cen
tenares de alumnos uniformados y lautridas co
misiones de cooperadores y ex-alunmos; todos
iban invadiendo la ciudad por distintos puntos,
llevando desplegadas sus banderas y al son de
SU.S bandas de música; todos iban en marcha
hacia la catedral, la imponderable catedral se
villana, la gótica catedral prodigio de majestad
y de riqueza donde iba a celebrarse la apoteosis
ilel Hombre que fué tenido en la tierra como im
prodigio de humildad y pobreza.
A las 9 ya estaba llena de gente a duras pe
nas contenida por las Comisiones de orden y
por la masa imponente de más de dos mil sillíus que destinadas a los Colegios, ocupaban
aquel crucero tan grande como una plaza, desde
el severo mausoleo que guarda las cenizas de
Colón hasta el diminuto altar barroco de la
Virgen del Rosario, filigrana de Alonso Cano.
A esas sillas iban afluyendo los niños en olea
das incesmites guiados por carteles anunciado
res, y a las lo estaba todo el mundo en su sitio.
El altar mayor acostumbrado a ver sqleiimidades que sólo ceden en grandiosidad a lasi de
Roma; el altar mayor donde se mueven holga
damente centenares de servidores del templo;
el altar mayor cuyo retablo no igualado en ri
queza artística por ningún otro del mmido, que
no parece labrado con gubias y cinceles sino
con agujas de hacer encajes, el altar mayor
soberbio y esplendente de luz y destacando en
el centro comu mía visión de la gloria im cua
dro colosal del Beato Juan Bosco, esperaba im
paciente la llegada del Sr. Cardenal.
Con puntualidad cronométrica y a los acor
des de la Marcha .Real hizo su entrada en la
Basílica su Eminencia Rvma. y acto seguido
ocuparon también sus sitiales de oro y brocado
las dignísimas Autoridades y Representaciones
culturales de la ciudad, SS. AA. RR. los In
fantes Don Carlos y Doña Luisa con sus au
gustas hijas Doña Mercedes y Doña María de
los Dolores, los Exmos. Sres. Gobernador, Al
calde, Presidente de la Audiencia, Comandante
de marina. Rector de la Universidad, Cabildo
eclesiástico. Sres. Curas Párrocos y Comunithules Religiosas, etc., y empozó el canto de
Nona ejecutado en correcto Gregoriano por los
novicios y estudiantes de Srui José del Valle.
.A pesar de las diez o doce mil almas que
cu aquel momento habría en el templo, no
se oía ni un mido, ni un sólo murmullo y esto
hizo que fuese mas imponente la entrada del
Kirie de Angelis al comenzar la Misa Ponti
fical ejecutada por dos mil voces bajo la ba
tuta de tres directores que aunque bastante
retirados uno de otro se correspondían de
tal manera, que la impresión de conjunto «a
de xmiformidad absoluta.
Ocupó la sagrada cátedra el Exemo. e limo.
Sr. D. Manuel González Obispo de Málaga quien
por enfermedad del de Cádiz, prestóse bonda
dosamente a improvisar' el Panegírico y con
siguió \m verdadero triimfo, porque sólo con
dejar que hablara su corazón tan impregnado
de las esencias salesianas, hizo un trabajo in
superable lleno de sentimiento y delicadeza;
después en el Ofertorio entonaron los coros un
Laúdate Dominuni a cuatro voces que produjo
en el auditorio el escalofrío de lo sublime; des
pués el Te Deum, el Himno al Beato y la Mani
festación.
Sevilla entera estaba en la calle esperándola;
en balcones y azoteas se arracimaba la gente y
por doquiera las banderas y colgaduras de las
g ra d es solemnidades flotaban a la luz del sol.
^' una vez organizada y abriendo marcha pare
jas montadas de la Guardia Civil, fueron des
filando por orden de antigüedad y en filas de a
seis en fondo, todos los Colegios Salesianos de
Andalucía: Fuentes, Morón, Ronda, Arcos, Al
calá, San José del Valle, Cádiz, Córdoba. Montilla, Ecija, Carmona, Málaga, Sevilla, Utrera;
seguían luego en grupo más de quinientos coo
peradores y ex-alunmos de Sevilla y pueblos
comarcanos, directores de las Casas, autorida
des civiles y militares, banda mmiicipal, ban
dera del Beato Juan Bosco llevada por los
jóvenes abogados Don Félix Sánchez y Don
Adolfo CuéUar y desplegado en escolta de honor
cerraba el desfile el batallón infantil de las
Escuelas de Utrera, numeroso, marcial y esplén
didamente eqmpado.
'
Aquel imponente desfile duró más de una
hora y media, no siendo posible reflejar enestas Uneas la maravilla, el estupor que pro
ducía en el público aquella soberbia demostra
ción de vida salesíana; «esto es inmenso »decía
uno; i esta es una verdad tangible *, exclamaba
otro; y cuando iban pasando las 46 banderas
de las naciones que tienen Obra salesiana, con
la cifra exacta de sus Colegios escrita en ca
racteres cubitales; cuando aparecían una tras
otra las que en número de 42 llevaban gráficos
demostrativos de las fabulosas y multifonnes
acti^^dades a que se aplica la Institución fun
dada por Don Bosco, los ojos se abrían con
extrañeza, como si se re.«5Ístiesen a creer tama
ños prodigios. Se estiman en unas cuarenta mil
las personas que presenciaron el desfile, termi
nado el cual y 'con el mismo orden adnñrable
con que los manifestantes recorrieron las calles
céntricas de la ciudad, entre el continuo re
sonar de cánticos y músicas y campanas, fue
ron estos alineándose en la plaza del Cardenal
Llue la pié de la bella Giralda y frente al pa
lacio cardenalicio en cuyo balcón principal col
gado de tapiz riquísimo esperaba el Emmo.
-( 1 4 9 )Sr. Ihmdain para dar su bendición. Conmo
vióse profimdamente el bondadoso Prelado ante
aquel espectáculo inenarrable de amor deli
rante que se deshacía en vítores y lágrimas y
notas de himnos triimfales y prorrumpió tam
bién él en sonoros ¡vivas! que miles de voces
iban contestando hasta que todo fué a per
derse en la inmensidad del cielo.
A las 3 de la tarde las Escuelas Salesianas
déla Sma. Trinidad hallábanse convertidas en
campamento; allí se repartieron más de dos mil
comidas que sobre ser abundantes y apetitosas
de iniciativas en ^tos breves días triunfales
de que ellos han sido el alma y que se recor
darán durante muchos años en Se\dlla.
Marzo de 1930.
Un espectador.
RONDA. EsPAfÍA — Solemnísimos han re
sultado los festejos con que la católica ciudad
de Ronda ha querido honrar en los dias 20, 21,
22 y 23 del pasado mes de Febrero a nuestro
Beato Fimdador y Padre.
Sevilla (Espafia). — Los m anifestaníes frente al Palacio del Cardenal.
fueron amenizadas con las demostración^ más
ampáticas de la alegría juvenil. Después, todo
el mundo a ver la Exposición que aquel día
»bría las puertas gratuitamente a los salesianos;
y luego, a tomar por asalto trenes y autobuses
^^gresando a sus Colegios con la retina llena
de impresiones bellas y luminosas y con la
“uaginadón poblada de escenas confortadoras
que la esponja del tiempo no borrará jamás.
Y aún el dclo de las Fiestas no se había
'errado; aún quedaba la velada literaria del
dfa 16 que presidió el Sr. Cardenal, que como
los demás actos resultó luddísima y en la que
actuaron de im modo mara^^lloso los antiguos
*luomos, siempre entusiastas y efusivos, siemoportimos e incansables, siempre fecundos
Los cultos religiosos celebráronse en la
Iglesia de Santa María la Mayor de esta dudad
que luda ima decoradón verdaderamente fas
tuosa.
De las esbeltas y airosas coliiranas corintias
de la nave central pendían, formando un con
junto abigarrado y vistosísimo, las 80 banderas
y gallardetes que se pasearon triunfalmente por
las calles de Sedlla en la imponente manifesta
ción del día 9 del mismo mes. En el altar mayor,
envuelto en haces de luz campeaba el mismo
cuadro del Beato que en la maravillosa catedral
hispalense redbió los homenajes de sus hijos.
En la fachada de la Iglesia y del balcón prindpal de la mi.sma colgaba una hermosa bandera
española con magnífico retrato del Beato en su
-( 150 )centro y expresiva leyenda en sus extremos.
En la veleta de la torre ondeaba asimismo una
monumental bandera y las graciosas y artísticas
líneas de la torre convirtiéronse las tres noches
del triduo, gracias a una original y primorosa
instalación elétríca en el más poderoso y origi
nal reclamo de las fiestas.
Estas comenzaron a las 6 de la tarde del
Jueves, día 20, rezándose el Rosario, piadoso
ejercicio, canto de letrillas e himnos por los
niños de los dos Colegios salesianos y sermón
a cargo del Beneficiado de la catedral de Se
villa, Don Juan Cabello Castilla.
El viernes, 21 a las 8 de la mañana, Misa
cantada y de comunión general en la que eje
cutaron los alximnos del Colegio del Sagrado
Corazón la Misa de Angelis entonando durante
la comunión, que fué general y dedicada es
pecialmente a los niños, motetes corales. Des
pués de la función y precedidos de estandartes
y banderas, los alumnos de ambos colegios, los
niños de las escuelas de Rc^da y numerosos
AA. salesianos y fieles fueron en procesión a la
Iglesia de la Paz para lucrar el Jubileo prorro
gado por S. S. A la cabeza de la procesión iba
el Sr. Obispo de la Diócesis, Dr. Don Manuel
González que rezó las preces rituales. Por la
tarde del viernes, segundo día del Triduo, la
Iglesia Mayor vióse invadida por im público
más numeroso aún que el primer día, atraído
sin duda por la grandiosidad de las ceremonias
litúrgicas, por la masa coral de 400 voces que
cantaba con desbordante entusiasmo los him
nos y coplas del Beato, por la decoración de
la Iglesia, por la fantástica iluminación de la
torre, por la simpatía en stuna y la sonrisa
perenne del Beato que desde el artístico y mo
numental lienzo presidía los festejos.
El sábado dedicáronse las fimciones y la
comunión general a las niñas de los Colegios de
la ciudad y a la Archicofradía de María Au
xiliadora. No faltaron sin embargo numerosos
A. A. y Cooperadores salesianos que se sumaron
al final a la procesión para lucrar el Jubileo.
La Misa estuvo a cargo de los aluumos de las
Escuelas de Santa Teresa.
Una nota simpática en extremo y digna de
justa loa fué la actuación esmerada y correcta
en to<las las funciones del Triduo del Gero
infantil del Colegio del Sagrado Corazón que
hizo a las mil maravillas su papel.
Y amaneció por fin el día grande, el 23, el
destinado plenamente a la glorificación de
nuestro Padre.
Una salva estruendosa de petardos y cohetes
despertó a los almnuos poniéndoles en el alma
y en los labios el recuerdo y el entusiasmo de
lirante por Don Bosco que les acompañó du
rante todo el día.
A las 8 de la mañana. Misa de comunión
general que ofició el Sr. Director de las Escue
las de Santa Teresa, a las 10*4 Misa solenme,
de Medio Pontifical en la que nuestro amantísimo Prelado hizo con la unción y el salesianismo que le distingue un hermoso pane
gírico del Beato que comparó bellamente al
Sembrador de la parábola' evangélica, estu
diando en tres puntos bien definidos, la jormción, la siembra y la cosecha del Sembrador.
Tuvo párrafos de altísima elocuencia y de honda
emoción al describir la expansión maravillosa
de la siembra y de la cosecha salesianos. Huelga
decir que el público llenó •materialmente ¿
tres amplias naves de la Iglesia.
Por su parte los niños de ambos Colegios in
terpretaron con acompañamiento de orquesta la
Misa del M.tro Vilaseca, que resultó grandiosa.
Por la tarde en el salón de actos del Colegio
del Sagrado Corazón tuvo lugar la conmemo
ración oficial del Beato.
Presidió el Sr. Obispo y le acompañaron las
autoridades civiles, militares y religiosas de
la ciudad. El culto abogado de Estepa, A. A.
del Colegio de Utrera, Don Antonio Santaella
López, pronunció un sencillo pero jugoso dis
curso en el que trazó diestramente un cuadro
de conjunto de Don Bosco y su Obra, dete
niéndose un poco más en el estudio de la figura
moral del Beato a quien describió con trazos
firmes y seguros. Don José M. Pérez A. A. de
este Colegio, saludó en nombre de sus compa
ñeros a la Obra salesiana e hizo también un
elogio sentido y hondo de la figura de nuestro
Fundador.
Finalmente el Sr. Obispo puso feliz remate
a la Velada con rmas frases sentidas, apostó
licas, saturadas del sano optimismo y gracia
tan propias suyas, animando a todos los pre
sentes a invocar confiadamente el valioso pa
trocinio del Beato.
CAMAGÜEY (Cuba). — Los días 13, M. y
15 pasado Diciembre, se celebraron en la ciu
dad de Camagüey, solemnes fiestas en honor
del Beato Juan Bosco.
I'U selecto y bien trabajado programa se
desarrolló admirablemente, pues el pueblo camagüeyano correspondió a los Uamamientos de
los Colegios Salesianos. para celebrar, como en
debido, las fiestas en honor del gran Fundador.
E l riemes 13 por la mañana, tuvo efecto h
procesión para trasladar las reliqiuas del Beato
Juan Bosco, desde el Palacio Episcopal hasta
la Santa Iglesia Catedral.
Llegada la procesión a la Catedral, el RdflWP. Luis J. Pedemonte, Inspector de los Safesiauos de Cuba, entregó solenmeniente, a las
Comunidades Salesianas de la localidad y d*
Nuevitas, sendas reliquias del Beato Juan Bosco.
Acto seguido comenzó la misa Sc^emne coo-
-( 1 5 1 )fiqc^ATiria pontifical del Timo. Sr. Obispo Dio que los Colegios de los Salesianos ofrecieron al
Beato Juan Bosco. Representóse una zarzuela
cesano.
de F. Alcántara, Salesiano, titulada «Buscando
El Domingo 15 amaneció de gala.
Hogar » en donde se representa uno de los pa
A las seis principiaron a llegar * carritos y
guaguas I repletos de niños y niñas, vestidos de sos de la vida del Beato. Pué ejecutada la pieza
blanco, portando en su pecho una flamante admirablemente por los alumnos y ex-alumnos
tícarapela con la imagen del Beato. A las 7 de esta Ciudad.
«Cuba al Beato Bosco » fué un número se
el limo. Sr. Obispo dijo la Misa de Comtmión
general, repartiendo el Pan de los Angeles Sr lecto y que gustó mucho a los concurrentes.
Los Ex-alumnos Salesianos representaron el
más de seiscientos niños de Primera Comunión.
Después de éstos, comulgaron todos los ni sainete titulado «Cosas de Estudiantes * que
ños y niñas de los Colegios Salesianos de Ca- fué muy del agrado del público.
Al final de tan regia velada, el Rdmo. P.
magüey y Nuevitas: los de la Catcquesis de la
Caridad, la Mosca, Garrido, S. Juan de Dios Luis Pedemonte, Inspector de los Salesianos
y Santa Ana y después el público en general. dió las gracias en nombre del Rdmo. P. Felipe
Siete sacerdotes ayudaban al Sr. Obispo a re Rhjaldi, Sucesor del Beato D. Bosco, a quien
él representaba en dicho acto.
partir la Sagrada Comimión.
Así terminaron laS grandes y magníficas Fies
Tenninada la misa se trasladaron todos los
tas en honor del Beato Juan Bosco, gran Funniños y niñas al asilo de S. Juan de Dios,
S e v illa (Eapaña). — D os a sp e c to s de la im poDcnie manifestacióo.
donde se les dió el desayuno, siendo más tarde
retratados todos los de la Primera Comunión.
A eso de las nueve y media se dirigió aquel
ejército de niños a la Iglesia de la Merced,
desde donde acompañaron hasta la catedral al
Excmo. y Rdmo. Fr. Valentín Zubizarreta, Ar
zobispo de Santiago de Cuba.
El panegírico estuvo a cargo del limo. Sr.
Enrique Pérez Serantes, Obispo Diocesano.
Desgranó, con mano de artista, ante los nu
merosos fieles las múltiples facetas del nuevo
Beato, y trajo a la memoria el recuerdo de la
Señorita Dolores Betancourt, a cuya piedad se
debe el que los Salesianos \’inieran a Camagüey y más tarde fimdaran Colegios en la Ha
bana, Santiago de Cuba y Nuevitas.
Trescientas voces de niños y niñas, cantaron
ia I Misa Solemnis > a cuatro voces mixta.s de
Max Fike a toda orquesta.
Después del Pontifical se entonó un solemnísuao Te-Deum en acción de gracias por La Bea
tificación de Don Bosco.
Por la noche en el gran Teatro «Ram<^ Vir£“ 0 Guerrero » se cerraron con broche de oro
^ niagníficas fiestas, con una regia Velada,
dador, Pedagogo y Sociólogo del Siglo X IX ,
que la Iglesia ha elevado recientemente al
honor de los altares.
TORRENTE (Españ a ). — La semana del
2 al 9 del pasado febrero fué en esta ciudad la
Semana de Don Bosco. Las buenas Hermanas
de María Auxiliadora han conseguido im ver
dadero triunfo para su Fundador y Padre. El
pueblo en masa ha mirado la fiesta como propia
y ante el ejemplo y el celo de unas Religiosas
tan entusiastas y amantes del Beato ha sabido
exteriorizar también su amor y reverencia con
los inagotables recursos con que cuenta siempre
el alma valenciana.
L a bendición de la nueva estátua del Beato,
les solemnidades del triduo, predicado por emi
nentes oradores sagrados; las numerosísimas
y fervorosas comuniones de estos días, la asis
tencia del Exmo. y Rvdmo. Sr Arzobispo de
Valencia venido exprofeso para dar mayor
realce a los festejos del día 5; todo contribuyó
a caldear los ánimos de los hijos de Torrente y
a prepararlos para la solemnidad de la fiesta.
J
■( 152 )
El traslado triunfal de la magnífica estátua
de l). JJosco desde al colegio de las Hermanas
hasta la Iglesia Parroquial para recibir los home
najes de la multitud, y la vuelta del Beato
Padre a la casa de sus hijas. re\istió caracteres
imjxíiientes; un gentío inmenso fonnó en aquella
espontánea manifestación, haciendo con ello
patente su viva simpatía por el Beato y su Obra.
Al llegar al Colegio la venerada imagen, se
quemaron fuegos artificiales. La capilla, los
salones y el patio, resultaron insuficientes para
contener a la multitud que presa de vivo entu
siasmo aclamaba al Beato.
Ivl Rvdo. Sr. Cura Párroco, con verdadero
entusiasmo de admirador de D. Bosco, y toman
do como tema las palabras de una mujer del
pueblo que al paso del Beato exclamó: ¡Don
Uosco has que iodos los de Torrente sean buenos!
ilirigió una brillante alocución al auditorio y
tenninó implorando las bendiciones del Beato
sol)re el pueblo torrentino, que con tanto cariño
tomó parte en las fiestas a él dedicadas.
El día 9 se celebró, bajo la presidencia del
Rvdo. Sr. Cura Párroco, mía veladida en honor
de D. Bosco, en que las niñas y jóvenes que
trccuentan el Colegio, se desvivieron por demos
trar al amado Padre todo el cariño que hacia
él atesoran sus corazones.
Quiera el amadísimo Padre, desde la humilde
capilla del Colegio de las Hijas de María Auxilia
dora, bendecir a este cristianísimo pueblo, que
durante los festejos no tuvo otro pensamiento
y aspiración que agasajarle y glorificarle; a este
pueblo en que florecen con tanta abundancia
las purísimas flores de santas vocaciones, y
tenga una bendición especial para su celosísimo
pastor, el Rvdo. Sr. Cura Párroco D. Vicente
Mciigod, que no reparó en trabajos ni sacrificios
para que el nombre del nuevo Beato fuese dig
namente celebrado por sus amados feligreses.
MANILA (FILIPINAS). — Tíónbién en aque
llas apartadas regiones se ama y venera al Beato
Juan Bosco y florece próspera y prometedora
la devoción a María Auxiliadora.
I,os Cooperadores Salesianos, respondiendo
a la invitación que les liiciera el Delegado Apos
tólico Mons. Guillermo Piani, acudieron todos
con entusiasmo y afecto de hijos a honrar
al Beato Juan Bosco. Los días 6, 7 y 8 de fe
brero fuenm detlicados al solemne triduo de
l)rcparacióu. Los Devotos de María Auxiliadora,
los Cooperadores Salesianos y los Estudiantes,
honraron a D. Basco en cada día del triduo con
una Misa ilc Cxmmnión general celebrada por
los ilustres Prelados Mons. Sofronio Hacbang,
Obispo de Calbayog y Mons. Santiago Sancho,
Obispo de Nueva Sego\*ia.
Por la tarde de estos días distinguidos ora
dores enaltecían la figura del nuevo Beato y a
continuación se daba a los asisitentes la Ben
dición con el Smo.
El domingo 9. día de la fiesta, celebró la Misa
de Comunión general Mons. ,Alfredo Verzosa
Obispo de Lipa, dando a besar a continuacic»
la reliquia del Beato a los numerosos con
currentes.
Más tarde tuvo lugar la Misa Pontifical, celeJirada por el limo. Arzobispo de Manila, Mons.
Miguel O’Doherty, terminándose los solemnes
festejos la tarde del mismo día con un grandioso
Te Demn y la Bendición Solemne impartida
por el Exemo Sr. Delegado Apostólico Mons.
Piani.
Como recuerdo de tan solemnes festejos el
insigne cooperador Salesiano, D. Leopoldo
Kaliu, ofreció a Mons. Piani un valiosísimo
báculo pastoral, en el que se halla cincelada
en plata la imagen del Beato, como símbolo de
la labor salesiana realizada por el celoso dele
gado apostólico, durante el desempeño de su
cargo en las Islas Filipinas.
Don Bosco me devuelve el uso de las piernas.
A consecuencia de tm duro golpe en una
pierna, quedé tan malparada que me veía im
posibilitada de subir hasta la habitación en
que vivía, sin la ayuda de otras dos personas;
queriendo salir de tan angustiosa situación,
acerté a encomendarme a la poderosa interce
sión del Beato Don Bosco, empezando una no
vena. Al sexto día, con inmensa alegría de,
parte mía y no menos sorpresa de los demás,
pude ya subir la escalera sin ayuda alg\ma y
hoy me encuentro completamente curada.
Eternamente agradecida, cumplo gustosa mi
promesa de publicar la gracia para la mayor
gloria del Beato y mando una oferta para sus
huerfanitos.
Cali, (Colombia) julio de 1929.
A gustina E scobar .
Eficacia de la reliquia del Beato.
Desde algunos meses sufría una enfennedad
en extremo peligrosa. Todas las medicinas resul
taban inútiles. Me sometí a un reconocimiento
y a pesar de los esfuerzos del doctor, mi si
tuación no mejoraba en modo algimo. En se
mejante angustia acudí al Beato Juan Bosco
aplicándome rma reliquia suya, mientras le
prometía ima oferta para sus niños, y esperi
confiada. La gracia no se hizo esperar. A los
dos días me encontraba ya fuera de peligro;
por lo cual, profundamente agradecida cumplo
-( 153 )-
loofrecido recomendando a todos que recurran
al Beato Juan Bosco en sus necesidades.
Táriba, (Venezuela).
T ula M. Ortiz Ch .
Curación prodigiosa.
0 día 12 de febrero de 1928 caí enfermo y
el mismo día me visitaron dos médicos quienes
declararon que tenía en peligro el pulmón de
recho; más tarde, el médico de cabecera me
dijo, que si no había entorpecimiento, tendría
paia unos tres meses. Este día, mientras me
hallaban medio dormido vi al Beato Juan Bosco
asomado a la ventana donde estuvo cuando
envida visitó Barcelona. Unos días después se
repitió la aparición; yo quedé muy asombrado
al ver que había desaparecido' lo del pulmón,
V para cercioranne, me mandé aplicar los ra
yos X y el médico dijo que sólo quedaba una
sombra del mal que había sufrido. Así es que
ao dudo que la -visita del Beato fué la que me
salvó de la peligrosa enfermedad, de lo que
doy testimonio para su publicación.
Barcelona (España) i marzo 1930.
V. Grau
Cobrador de tranvías.
ManWesfán también su ^raíifud a l Beato:
BARCELONA (España ). — Una Hija de
M. A., por haberse -visto atendida en una si
tuación apurada.
CALI (C01.OMBIA). — Alonso Rodrígvrez y Se
ñora, Saturia Cifuentes y Florencita B. de Velázquez por varios favores recibidos y envían
una limosna.
CANUTO (Ecuador). — Carmen Valdes.
Ayuda en las necesidades.
Encontrábame en grandes apuros para sos
tener las necesidades de la casa y por ninguna
parte venía el medio de salir de ellos. En esta
triste situación me encomendé al Beato Juan
Bosco, empezando una novena, y a los pocos
días se mejoró de tal modo la situación que
pude salir bien del apuro en que me hallaba.
Poco después, teniendo que pagar el alquiler
de la casa y encontrándome sin dinero, acudí
de nuevo al Beato y un domingo en la iglesia,
le pedí lleno de confiairza que acudiera en mi
ayuda. Al volver a casa después de la Misa,
llegó el cartero con tm cheque con el que pude
satisfacer mis necesidades y aún me sobró una
discreta cantidad.
Barcelona (España) 4 diciembre 1930.
Un devoto del Beato Juan Bosco.
M anilo. — Arlísfico báculo regalado a M ona. Piani
como recuerdo de las Restas de Don Bosco.
Obtiene una sania muerte.
Estando mi padre atacado de grave enfer
medad y temiendo falleciera sin los auxilios de
uuestra Santa Religión, pues hacía mucho que
no practicaba, acudí llena de fe a María Auxi
liadora interponiendo también el valimiento
del Beato Don Bosco. haciendo una novena y
ofreciendo tma paqueña limosna para su Obra.
Tuve la satisfacción de que mi padre volviera
ni arrepentimiento y recibiera con mucha- de^ ó n los santos Sacramentos. Agradecida,
doy gracias al Beato y a María Auxiliadora y
l^ngo publicar la gracia.
Concepción (Paraguay), 8 febrero de 1930.
BELEN S ánchez. Ex-alumna.
GUADAI.AJARA (MEJICO). — M. V. N., por
varios favores recibidos.
María del R. Puga, por haber alcanzado la
salud de una hennana.
MEJICO. — Soledad Ochoa por haber al
canzado la salud de ima hermana.
MORELIA (MEJICO). — Teresa Rivera de
Ruano, por verse libre de una peligrosa ope
ración y envía rma limosna.
P L A S E N a A DE JALON (Esp.)— Leonardo
Silvestre, envía ima limosna para las Missiones.
SAN JOSE (Costa R ica ). — Una Coopera
dora publica su gratitud a M. A. y al Beato
Juan Bosco por im especial beneficio y. envía
una limosna para las Obras del Beato.
f- y .l
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P or e l mundo saleslano
Fundación de un nuevo colegio
y oratorio salesiano.
Desde el día 2 de Febrero la Obra de Don
Bosco cuenta con un nuevo y floreciente Ora
torio establecido en la ciudad de San Juan,
Rep. Argentina, inspectoría San Francisco So
lano.
Por fin los constantes anhelos de las autori
dades civiles y eclesiásticas y en especial del
queridísimo Sr. Obispo diocesano limo. Sr. Dr.
José A. Orzali se vieron cumplidos y el rego
cijo con que fué recibida esta nueva fimdación
quedó ampliamente manifestado en la cariñosa
acogida de que fueron objeto los primeros hijos
de Don Bosco a su llegada a la ciudad.
El día 7 de Febrero, primer viernes, dedicado
al Sagrado Corazón de Jesús, se rezó la pri
mera Misa en la humilde capillita del nuevo
Oratorio. Fué rezada por el Revmo. Sr. Inspec
tor Rvdo. Pablo 5C. Vicari y asistió la Comisión
protectora que preside el Sr. Héctor Conte
Grand y formada por distinguidos y entusias
tas caballeros.
Alma y centro de toda acción es el celoso y
distinguido Sr. Canónigo Dr. Pedro Argüello
que siente por la Obra de Don Bosco el más
sincero y profundo aprecio.
El Domingo 9 de Febrero asistieron 73 niños
y actualmente ya resulta peqxieño el local. Los
beneméritos Sres. Cooperadores Teniente Coro
nel Domingo Cuello y Teniente Patricio Echazxi,
con solícito interés prestaron su valioso con
curso y desde el primer momento hicieron tras
ladar en camiones desde los más lejanos puntos
de la ciudad a los pequeños amigos de Don
Bosco que pusieron en la ciudad \ma nota de
simpática alegría.
El día 24 de Febrero, conmemoración de Ma
ría Auxiliadora, se estableció la Asociación de
devotos de nuestra Celestial Madre con Misa y
sennóu del R\Tno. Sr. Canónigo A lfo lio .
El día 19 de Marzo, fiesta de San José, es
el fijado para la inauguración oficial del Colegio
que llevará el nombre de nuestro bienaventu
rado Padre «Don Bosco ». — Y a son muchos los
niños inscritos y que recibirán los beneficios
de la educación salesiana.
A pesar de la pobreza que reina, hemos ex
perimentado desde el primer momento los
efectos de la más exquisita caridad cristiana,
pues todo cuanto tenemos en uso nos ha sido
obsequiado por las familias vecinas.
Establecido este nuevo Oratorio y Colegio en
una ciudad que sufre actualmente una sensible
crisis ecónomica y en la que los contfliuos tras
tornos políticos desorientan a la juventud, en
especial obrera, está llamado a realizar una
obra eminentemente patriótica y social. — Es
de esperar que pronto surja el nuevo y gran
dioso edificio que será el asilo y salvación de
la juventud sanjuanina.
GENERAL ACHA (Argentina). :— Fiestas
Patronales. Los días 7, 8, y 9 de Diciembre
han sido días de verdadera fiesta popular, en
que no hemos sabido qué admirar más, si el
número extraordinario de fieles que llenaban el
templo, o el entusiasmo desbordante en las
alegrías de la noche.
El insistente y alegre repique de las cam
panas anmidaron el día 7, el comienzo de las
fiestas, tanto más alegres para nuestros niños,
cuanto que eran también sereno crepúsculo déla
jomada escolar, y aurora feliz de las ansiadas
vacaciones.
Y obedientes a su metálica voz, acudieron los
fieles al templo para prepararse más intensa
mente a la festividad del día siguiente, con la
hennosa Novena, en que los cantos, los rezos T
las flores, imidos a la elocuencia del predicador
tributaron a nuestra Purísima Madre su filial
homenaje.
¡8 de Diciembre! Estamos en el templo...
Nuestra Purfeima, sonríe desde su trono, se
mejante a una cascada de lirios y de rosas,
como si quisiera transfomralas y dejarlas catf
sobre sus hijos, convertidas en copiosa Unn»
de gracias celestiales.
A mano izquerda, a los pies del Sto. Crnofijo, se hallan espuestos con exquisita habil'dai
-( 1 5 5
1
t
S a n J u a n (Argentina) — P rcyeclo del C olegio S alesiano en construcción.
S an J u a n (Argentina) — Piim er grupo de O ratoríanos,
i 5 í>
los ricos y numerosos ornamentos ofrecidos
gentilmente por las Cooperadoras de Buenos
Aires, a las Capillas de Misión de esta zona.
¡Todo es luz , flores, armoníal
Los ángeles de la tierra (los niños y niñas de
primera comunión) priniorosameute ataviados,
con su ropaje blanco como el de su Reina, se
acercan a recibir en sus pechos a Jesús: se
milla fecunda de su pureza e inocencia.
Sígnenles los niños y las niñas, los jóvenes,
los adultos, los ancianos...
I.<a procesión fué un espectáculo de fé «hi.
currida, devota y entusiasta.
Entrada la noche, llena la Iglesia de bott
en bote, el Rdo. P. Juan Pedro De Andrea
trazó en breves rasgos im paralelo entre d
acto celebrado y las conmovedoras y milagro,
sas procesiones de Lourdes cuyos dulces re
cuerdos y profundas emociones, manifestó en
sus cálidas palabras; después de las cuales im
partió al pueblo la Bendición con S. D. M.
Día 9. — Repartición de premios.
Gcnem ! Acha (A rgentina). — Alumnos del C olegio "L a Inm aculada" j Banda de música.
A las 10, el pueblo entero acudió en masa;
las autoridades en pleno, ocxipaban la presi
dencia; en medio, con su sobreix.'llÍ7. y estola,
el señor Cura Párroco, Juan Pedro De Andrea,
alma de estas fiestas.
Ku el coro los 200 niños, quienes ejecutaron
la Misa de HuUer a dos voces, con tanta per
fección y sentimiento como si quisieran mani
festar en ella todo el amor que nutren por su
querida madre.
La henuosa ceremonia con Ja elocuencia
única de la Liturgia Cristiana constituj’ó el
más hermoso panegírico de la Madre y de
los hijos.
«Al fin de la vida se recoje el fruto de las
buenas obras • dejó escrito nuestro Beato Don
Hosco, y eJi este día de distribución de premios
recogieron nuestros niños el fruto de su trabajo
anual.
El amplio patio, convertido en salón, resultó
¡■ >eqúeño para tanta gente; la habilidad de
actores, la justa satisfacción dibujada en «1
rostro de las madres al abrazar a su hijo promiado, los enérgicos apretones de mano de los
mayores, alguna furtiva lágrima de pena o de
arrepentimiento: he aquí el fondo del cuadro
cuyos detalles omito por amor a la brevedad.
A los pequeños artistas nuestras sinceras fdi-
-( 1 5 7 )•
citaciones y a todos aquellos que por su con
ducta ejemplar y esmerada aplicación han me
recido la distinción de un premio, nuestro
aplauso con el augurio de que al fin de la vida
alcancen el premio eterno.
ilATARÓ (E spaíía ). — Rifa en favor de las
Misiones. — Como todos los años, también en
éste se ha llevado a cabo la magnífica Rifa or
ganizada para recaudar alguna cantidad con
destino a las Misiones Salesianas. Es de loar el
interés y el celo con que todos los alumnos pro
curan colocar el mayor número posible de bi
lletes, entre sus famihas y amistades, puesta
la mirada no tanto en los premios — siempre
preciosos y codiciados — sino, principalmente,
eu las necesidades apremiantes de las Misiones
Salesianas, especialmete aquellas en que tra
bajan antiguos Profesores, como la de los
Jíbaros del Ecuador, en donde el P. Conrado
Dardé, antiguo Prefecto y profesor del Colegio,
despliega su ardiente celo.
Este año ha pasado de ttiíI pesetas la cantidad
recaudada. Parte de ella ha sido en\úada al
Obispo de los Jíbaros, Mons. Comfii, y el resto
para la formación de la Beca Misionera ofrecúda
por este Colegio, que, según nuestras noticias,
está ya muy adelantada.
AGUA DE DIOS (Coi,ombi.\). — Repartición
ie premios a los niños del Oratorio Festivo.—
También en el Lazareto de Agua de Dios
prospera la obra predilecta del Beato Juan
Bosco. A fuerza de sacrificios sin cuento, se lia
logrado crear un floreciente Oratorio Festivo,
al que asisten cerca de trecientos niños. Y como
el estímulo es la gran palanca que mueve a los
jovencitos a la perseverancia, el día 2 de febrero
los Superiores del Oratorio han querido proo^er a la repartición de premios a los oratorianos que han demostrado en el transcurso del
ano más asiduidad y una conducta ejemplar.
Se dió princúpio al acrto con im discursito de
ocasión pronunciado por el virtuoso Padre Pifali. La banda de música amenizó la velada con
escogidas piezas, mientras los niños, llenos de
fiozo, pasaban uno a uno a recoger los premios
conquistados, que consistían generalmente en
objetos útiles, como cortes de vestido, libros, y
zapatos, y demás enseres que al par que ll*>rian
alegría a los agraciados, son para sus familias
on adcate que les mueve a interesarse por la
•*istenda de sus hijos al Oratorio, en donde
00sólo se les ofrece el pan del alma, sino que
l^bién se contribuye, en la medida de la po«52a del salesiano, a remediar las necesidades
Materiales.
I
PAMPLONA (E sp .\Ra ). — Uemos en el
«Diario de Navarra * del ^ de febrero:
La Comunidad Salesiana y los colegiales que
se educan bajo los solícitos enridados de tan
expertos mentores, celebraron ayer con gran
solemnidad la fiesta de San Francisco de Sales,
Patrono y titular de la insigne Congregación,
que para remedio de los inmensos males que
aquejan a la presente centuria, instituyó el
genial Dom Bosco.
Los diversos actos de tan memorable jomadu
Agua de Dios — Alumnos del jardín del Nifio Dios.
dejaron grato recuerdo en cuantos tuvimos la
dicha de presenciarlos.
E l primero, el más transcendental e impor
tante fué la misa de Comunión. Incantables
fueron los jóvenes que con ima cñrcimspeccfión
y compostura edificantes se acíercaron al sa
grado banquete, para nutrir sus juveniles almas
con las carnes inmaculadas del Cordero.
Los bellísimos motetes interpretados durante
la misma contribuyeron poderosamente a dar
a tan sublime acrto, un cariz de célicx> embeleso.
¡Cuámta verdades, que el canto religioso bien
ejecrutado produce en el alma de los fieles ma
ravillosos efectos!
Celebróse la Misa Solemne a las diez de la ma
ñana y la «Serhola Cantorum »del Colegio inter
pretó bien la i» Pontificral de Perosi a tres vocres.
■ ( 1 5 8 )A las cinco de la tarde hubo una breve fun
ción religiosa y a las cinco y media nos dirigimos
al Salón de Actos para presenciar la represen
tación de un emocionante drama, con que la
Compañía filcxlramática del Colegio pensaba
entretener amena y agradablemente al nume
roso público fjue tanta afición ha cobrado a
estas rei)resentacÍones.
Elogiar a los admirables actores me parece
innecesario, pues como todos se sacrifican por
amor al arte, (según me dijeron), en los merecidísimos y nutridísimos aplausos que el público
les tributó, tienen una prueba más que palma
ria de su brillante actuación.
Algunos están tan avezados a las tablas que
se portan en ellas como profesionales.
V j ' c .cía (España).
que en obsequio a los señores cooperadores y
amigos de la obra salesiana dedicaban los Pa
dres de la calle de Sagunto.
Al entrar nos vemos gratamente sorprendidos
por las aclamaciones y vivas de entusiasmo
con que más de 600 niños en correcta formatí&i
reciben al señor Arzobispo, al representante del
excelentísimo capitán general, concejales de
este ilustre Ayuntaminto y demás autoridades.
El excelentísimo señor Arzobispo procedió
inmediatamente a la bendición del altar, artís
tica obra de los talleres salesianos de Sarriá, y
del que fueron padrinos los beneméritos coope
radores don Enrique Valbona y doña Encama
ción Ortells, viuda de Martí, presidenta de la
Archicofradía de María Auxiliadora. Acto se-
Los alumnos form ados ante las Auforidades< A] fondo las casas del “ B arrio D. Bosco”
IAdmirable y heterogénea es la labor de los
PP. Salesianos! Lo mismo forman artistas en
sus acreditatos talleres, que sacan músicos y
cómicos netamente cristianos.
La función duró cuatro horas que se desli
zaron como un sueño. Tan agradables fueron,
para todos los saistentes, que al abandonar el
salón felicitaban efusivamente a los PP. Salasianos por la admirable labor que saben realizar
entre estos jovencitos, jireparáudoles no sólo
con \uia sólida formación profesional, sino
también con ixlucar su sentido artístico de
manera tan mara\-ilIosa.
VALENCIA (Esp .\ñ a ). — Un altar al Beato
Don Bosco. — P'xtractamos del * Diario de
Valencia > del 2 de febrero de este año:
í'ocos días ha recibimos en esta redacción
un prognuria iiuitación a la solemne velada
guido el ilustre Prelado dió a besar la reliquia
del nuevo Beato.
El inmenso gentío que asistió a la fimciún
religiosa pasó al teatro, dándose comienzo a la
grandiosa velada músico-literaria; ni un sólo
asiento quedó por ocupar; incluso los pasillos
estaban llenos de gente.
Todos los números del programa fueron ma
gistralmente interpretados, mereciendo especial
mención * ¡Valencia, canta!» y el dialoguito de
los internos tan finaniete interpretado por di
minutos artistas. La zarzuela del maestro Busca,
* Los mendigos »; el brillante * Himno a Dí®
Bosco *, del conocido maestro salesiano Padre
Alcántara y el cauto <Gloria al Creador», d«
Boethoven, nos hicieron pasar momentos feli
císimos, ^•i^*iendo en im ambiente saturado de
gracia y de arte. El Padre Conde, director dd
colegio, dió las gracias al excelentísimo señor
Arzobispo, a quien los colegiales — dijo "
aprecian como a padre cariñosísimo por la es-
•( 1 5 9 )•
jJeididez con que premia sus esfuerzos y la
solicitud paternal con que mira sus cosas; al
eccelentísimo señor capitán general, a los exceleníísiinos señor gobernador civil don Heraclio
y alcade de Valencia señor marqués de Sotelo,
para quienes tuvo el Padre Conde grandes elo
gios por el interés y cariño con que ambas auto
ridades miran la obra del Beato Bosco.
De corazón felicitamos a los Padres SalesiancB, que en estos tiempos de odios y luchas
logran hermanar en su admirable institución
todas las clases sociales.
CIUDADELA (E spañ a ). — Fiesta de S.
francisco de Sales. —
El día dos de febrero fué el destinado a la
festividad del Patrono de la Congregación Salesiana y protector especial de este Colegio.
La fiesta fué precedida de tm solemne triduo,
predicado por el P. Director, quien disertó
conoportunidad y maestría, acerca de la actuadóa del Reglamento de la Pía Unión de los
Cooperadores Salesianos.
El día de la fiesta, celebrada con particular
eitnsiasmo, el prestigioso ex-alumno Rvdo.
Lie. D. Juan Florit, hizo un magnífico pane
gírico dd santo Obispo de Ginebra. Por la tarde
tuvo lugar la conferencia reglamentaria, que
estuvo esta vez a cargo del Rvdo. Sr. Lie. D.
José Bosch, asistiendo al acto el limo. Sr.
Obispo Coadjutor Dr. D. Antonio Cardona,
'entusiasta Cooperador Salesiano y valioso apoyo
de nuestra Obra en esta ciudad.
Terminó el acto con la solemne Bendidóii
con S. D. RI., impartida por el Ilustrísimo Pre
lado.
El día 9 se celebró la Velada literario musical
con que el Colegio quiso obsequiar a sus bene
méritos Cooperadores. Resultó agradable y
^ena, dejando en los presentes inmejorable
impresión por la corrección de los cantos y la
Wertada interpretación de la parte musical.
NECROLOGIA
Rvdo. Sr. D. Antonio Romeu.
El día lo de febrero, a las cinco y media
de la mañana, entregó su alma al Señor.
La muerte de este celosísimo Ministro de
ha causado im profundo sentimiento en
los sectores de la ciudad de B?.dalona.
pues toda su vida está llena de obras benéficas
en favor de dicha ciudad y de im apostolado
generoso hasta el sacrificio.
A l igual que nuestro Padre y Fundador, el
Beato D. Bosco, el interno fuego espiritual que
lo consumía, no le dejaba perder ocasión de
hacer el bien.
Apenado su corazón al ver el abandono en
que yacía tanta juventud obrera en la ciudad
de Baladona, cual otro Don Bosco, fundó una
especie de Oratorio festivo, a estilo nuestro.
Escuelas diurnas y nocturnas. Patronato obrero,
Espioradores de Espaüa en Badalona, así como
también muchas otras obras benéficas para la
educación cristiana de la mujer, pues su celo
no tenía límites.
Mientras pudo, él sólo sostuvo el Oratorio
festivo y Escuelas anexas, pagando de su pe
culio el pereonal docente y gastos de material:
siendo sus escuelas frecuentadas por irnos 30c
niños. Pero, en sus últimos años viendo que no
podía por sus achaques continuar tan magna
obra, confió su Oratorio a los Salesianos de
Sarriá, los cuales siempre hallaron en él al sa
cerdote abnegado y ejemplar, pronto al sacri
ficio por el bien de los niños del Oratorio.
Por todas estas y otras obras benéficas, fué
siempre tenido en grande estima y veneración,
tanto por los pobres como por los ricos. Se le
quería de veras: y en su larga enfermedad, rara
era la ocasión que no se viese su casa fre
cuentada por esos mismos pobres y ricos en
demanda de su preciosa salud.
Apenas divulgada la noticia de su muerte,
acudieron muchísimos de sus admiradores y fa
vorecidos para ver por última vez aquel rostro
( lOo )que tantas lágrimas había enjugado, constitu
yendo su sepelio ima imponente manifestación
de duelo y agradecimiento. Tomaron parte en
el fúnebre cortejo unas 2.000 personas, y los
sufragios fueron copiosos.
Descanse en paz el virtuosísimo sacerdote,
honra y prez de Badalona e insigne Coopera
dor Salesiano, el cual recomendamos a las ora
ciones de nuestros lectores para que el Señor lo
acoja benigno en su seno, dámlole el galardón
prometido a los misericordiosos. ¡Bienaventura
dos los misericordiosos, porque ellos hallarán misericordial....
Doña Marta de) Pilar Martín García.
Ha dejado de existir en Encinas de Abajo
(Salamanca-Esp.) después de larga enfer^iedad.
Para los Salesiaiios fué una verdadera madre.
En cuanto conció nuestra Obra la comenzó a
querer y a proteger. Entre otras cosas donó
a nuestra Iglesia de San Benito la preciosa ima
gen y andas de María Auxiliadora, que tanto
contribuyeron a propagar su devoción en la ciu
dad dcl Tenues. Cuando fué necesario rehacer
el antiguo caserón dedicado a Escuelas Popu
lares fué la que contribuyó con más entusiasmo
y eficacia.
Prueba de las simpatías de que gozaba fue
ron los solenmísimos funerales y eirtierro a que
acudió el pueblo de Encinas en masa.
Que el Señor premie sus bondades y recom
pense su caridad.
A su desconsolado esposo Don Juan Redero,
también entusiasta Cooperador Salesiano, y de
más familia nuestro más sentido pésame.
Recordad en vuestros sufragios:
BARCELONA (España). — D. Federico J.
Miracle Vila; D. Juan Subiracs Prats; Doña
Josefa Piella; lima. Sra. P'ilomena Oriol y
Fomelio, vda. de Sayo!; D. José l\irell; Doña
Dolores Vulls y Vicens, vda. de F. Ordeig.
CALI (COI.OMUIA). — Doña Sara J. de Velázquez.
CHONE (Ecuador). — Doña Deifilia A.
de Delgado Balda.'
FALCES (E spañ a ).
y líspronceda.
5
T E S O R O ESPIRITUAL
Los Sres. Cooperadores salesianos, además
de las indulgencias ordinarias que se detallan
en el Reglamento, pueden ganar, cumpliendo
los requisitos de cosüimbre, indulgencia plenaria, los siguientes días:
Mes de Mayo:
3
Invención de la Sta. Cruz.
Aparición de S. Miguel.
María Auxiliadora.
Ascensión del Señor.
8
Pentecostés.
Sma. Trinidad.
Corpus Christi.
San Juan Bautista.
El Inmaculado Corazón de María
Conmemoración de San Juan.
8
24
29
Mes de Junio:
15
19
24
28
30
Seis M isas diarias perpetuas.
Recordamos a nuestros lectores el privilegio
extraordinario concedido por el Papa León XIII
(d. f.m.) a nuestro Bto. P. Don Bosco en favoi
de todos los que contribuyeron con sus limosnas
a levantar la Basílica del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma o cooperen en lo porvenir al
sostenimiento de aquella Iglesia e internado
de Artes y Oficios para niños pobres.
Basta entregar una sola vez la limosna de
I peseta (20 centavos de dólar más o menos)
para tener derecho, en vida y después de muerte
a la aplicación diaria de 6 misas, que se celebran
en el altar mayor de dicha Basflica; como tam
bién, de todas las prácticas de piedad que en
ella se practican. Pueden también ser inscritas,
entregando por cada una de ellas la misma li
mosna, las personas ausentes o fallecidas, las
cuales gozan iguahnente de dicha aplicadófi.
Para gozar de esta gracia tan extraordinaria
basta remiir en una lista los nombres de Ict
que desean inscribirse y enviarla, junto con k
limosna correspondiente, al Rector Mayor da
los Salesianos - Via Cottolengo 32 - Turín (109I
Italia - y apenas inscritos en los registros, em
piezan a gozar de la aplicación de dichas 6
misas. Como testimonio de la inscripción cada
uno de los inscritos recibe una cédula con sa
nombre y con la explicación detallada de estt
privilegio.
D. Bienvenido Ibáñez
JEREZ (Méxic o ). — Doña Bartola Varela
vda. de Hato.
Coa a p ro b tció a d e la mwíorldad eeiesiSatIcaGcrcaie: D . D O M C N IC O GARNERI.
C a la b lc cim ieD lo Tip. de la Sociedad Editora Intemadoaal Corao K egin* M a rg h erifa , ¡76,