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Año X L I V - N.

5.

M ayo,

1929 .

BOLETIN SALESIANO

REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BO SCO

HACIA LA BEATIFICACION
Dos años y tres meses han transcurrido desde
la lectura del Decreto que proclamaba las vir­
tudes heroicas del Vble. D. Juan Bosco, nues­
tro Padre y Fundador.
La alegría que entonces inundó todos los
corazones salesianos quedaba algo reprimida
en sus manifestaciones, pues todavía faltaba
un paso importante para poderle dar toda la
expansión que reclamaban el amor filial y él
deseo de hacer partícipe de ella al mundo entero.
Los dos milagros, escogidos entre mil, para
que fueran como el sello divino a la proclama­
ción de la santidad del Padre, debían ser exa­
minados y estudiados a través de tres Congre­
gaciones de la Sda. C. de Ritos, para que,
proclamados luego solemnemente como tales
por S. S., dieran lugar a la declaración de que
nada se oponía ya a la elevación del Vble.
Siervo de Dios al honor de los altares, y se
pudiera fijar la suspirada fecha de la beati­
ficación.
Y esta última etapa de la Causa de Beati­
ficación d d Vble. D. Bosco, ha sido recorrida
rápidamente, sin tropiezos, en marcha triunfal
hacia la cumbre, hasta llegar a la solemne
proclamación de los milagros, hecha en 19 de
marzo; al Decreto dd tuto solemnemente leído
d 2X de abril, y finalmente a la solemnísima
ceremonia de la beatificación, fijada para d
domingo día 2 d d próximo mes de junio.
Si, amados Cooperadores; d hombre susci­
tado por Dios para remedio de las especiales
necesidades de nuestros tiempos, d apóstol de
la juventud obrera, d gran educador cristiano.

d siervo fiel y propagador de la devoción a
María Auxiliadora, el Fundador de la Con­
gregación Salesiana, de las Hijas de María
Auxiliadora y de los Cooperadores Salesianos
ha cumplido como bueno; d Señor le concedió
gracias y dones especiales para llevar a cabo
su misión y d siervo bueno y fiel supo corres­
ponder con gran generosidad, sin perdonar sa­
crificios, con una vida sania, angelical, de
trabajo constante.
Y aquel Dios que no se deja vencer en gene­
rosidad tomó la obra de su siervo como suya,
sembró su vida de hechos extraordinarios y de
milagros que contribuyeron a consolidar la
obra, y después de
muerte ha asistido con
visible providencia a la Congregación Sale­
siana en su desarrollo verdaderamente prodi­
gioso y ha glorificado a su siervo aumentando
de día en día su fama de santidad y conce­
diendo por su mediación gracias y favores
extraordinarios sin cuento.
Motivo de gran consuelo y alegría ha de
ser este para toda la gran Familia Salesiana.
S i modelo y Protector fué siempre para nos­
otros D . Bosco, convencidos como estábamos de
su santidad y valimiento, ahora como tal lo
podemos presentar y proclamar a la faz del
mundo entero, que extasiado contempla esta
gran figura a la que, si hasta ahora levantaba
monumentos, indicio de estima y aprecio al
gran genio bienhechor, de ahora en ade­
lante, le erigirá altares, para venerarlo cual
modelo de virtud, para invocarlo cual valioso
protector.

T
130

t

Solemne lectura del Decreto de Aprobación
de los Milagros atribuidos a la intercesión del Vble.
JUAN BOSCO
E l día 19 del pa­
la Pía Sociedad Sa­
sado m arzo, fiesta
lesiana y Postulador
del glorioso Patriarca
de la Causa.
S. José, en el Aula
En los sillones re­
Consistorial del Pa­
servados al cuerpo
lacio Apostólico V a­
diplomático y a las
ticano, la Santidad
personalidades, to­
de Nuestro Señor Pío
maron asiento S. E.
Papa X I, ordenó la
Conde Mayorino Calectura del decreto
pello. Ministro Pleni­
con que se aprueban
potenciario de Nica­
los milagros atribui­
ragua, con su esposa;
dos a la intercesión
el Capítulo Superior
del Venerable Siervo
de la Congregación
de Dios, el Sacerdote
Salesiana estuvo reJuan Bosco, funda­
presestado por el P.
dor de la Pía So­
J. Vespignani, Conse­
ciedad Salesiana y
jero Profesional (por
del Instituto de las
el mismo D. Bosco
Hijas de María Au­
recibido en la Con­
xiliadora.
gregación y enviado
Con este fin a las
a la Rep. Argentina
I I de la mañana el
donde trabajó más
Santo Padre, acom­
de 40 años, habiendo
pañado de su noble
sido objeto de gracias
corte y escoltado por
especiales de parte
la Guardia Noble,
del Vble.), al que ha­
dirigióse a la citada
cían corona los Supe­
aula tomando asien­
riores Salesianos de
to en el trono.
Roma y alrededores
Se hallaban pre­
y una nutrida repre­
sentes Sus Ivminensentación de las Hijas
cias R\ (lmas.los Car­
de María Auxiliadora.
denales Camilo PauHallábanse tam ­
renti. Prefecto de la
bién presentes nu­
Grupo central del Monumenio a Don Bosco
Sagda. C. de Ritos,
merosos cooperado­
en la Plaza de M aria Auxiliadora de Turin.
Pedro Gasparri, Se­
res y exalumnos de
cretario de Estado
la Obra Salesiana,
de S. S. y Protector de la Pía Sociedad
entre ellos el Comendador Félix Masera, Pre­
Salesiana, Alejandro Verde, Ponente de la sidente 4 ® la Federación Internacional de
Causa; los oficiales de la" Sda. Congregación
Antiguos Alumnos Salesianos, y gran número
de Ritos, Unios, y Rvdmos. Monseñores Angel
de in\*itados que llenaban la espaciosa sala.
Mariani, Secretario; Carlos Salotti, Promotor
Momentos antes de la llegada del Papa, un
General de la l'é ; Salvador Matucci, asesor; religioso silencio dejaba casi oir los latidos
l'elipe de I'ava, sustituto; el Rvdmo. Don
de todos los corazones, dominados por in­
Francisco Tomasetti, Procurador General de tensa y dulcísima emoción.

■ é

I3I
Apenas hubo tomado el Papa asiento en
su trono, adelantóse el Secretario de la Sda.
Congregación de Ritos, y obtenida la venia
de S. S., leyó el siguiente

DECRETO
DE LA S d

a

. CO N G REG ACIO N D E R lT O S

SO BR E

LOS M ILAGROS

A T R IB U ID O S A LA IN TER C E SIO N
D E L V B L E . vS i ERVO D E D iO S J U A N B O SC O .

i

Con cuán generosa abundancia Dios Omni­
potente haya bendecido a su siervo Juan Bosco
y a la Pía Sociedad Salesiana, f undada para
bien y auxilio del pueblo, resulta claramente
de los dones de naturaleza y de gracia con que
lo enriqueció: de las obras admirables por él
llevadas a cabo; del desarrollo y marcha de
las Casas de su Pía Sociedad, que se han mul­
tiplicado con gran fruto en tantas regiones
aún las más lejanas, no obstante la casi abso­
luta falta de medios proporcionados.
Y a que el Siervo de Dios nacido de humilde
familia, desde sus primeros años, apareció
adornado de numerosas y preclaras dotes y

La joven Teresa Callegari, coya coración insianlinea de
gravísimos enfermedades ha sido reconocida como
milagro para la Beaiiftcación de Don Bosco.

Sor Premna Negro. Hija de María Auxiliadora, fa­
vorecida coo HDO de los milagros aprobados para
la BeafiScacióo de Don Bosco.

emprendió y llevó a feliz término tales y tantas
obras, especialmente para la educación de la
juventud, que no habría podido sostenerse sin
abundancia de medios, y sin el prestigio de
la autoridad. Pero él resueltamente luchó para
superar todos los obstáculos, para vencer todas
las dificultades, para ganarse con la manse­
dumbre, la simpatía y el corazón de sus adver­
sarios, manifestándose asi hombre verdadera­
mente grande, movido y sostenido úmicamente
por el ardiente afán de salvar almas.
Por eso puso iodo su cuidado en la formación
de SM naciente Pía Sociedad que luego procuró
desarrollar y propagar no sólo en varias na­
ciones deEuropa, sino hasta las más apartadas
regiones de América, y ahora sus hijos, siguiendo las huellas del Padre, la han extendido
hasta las naciones del extremo Oriente ejer­
ciendo un apostolado ampliamente misionero
con grandísimo provecho de las almas, con
apostólica constancia, digna de loa y alabanza.
E l VUe. siervo de Dios, aún en medio de
las mayores estrecheces, se complacía en practi-

132
car una generosa caridad, no dejando de soco­
rrer en la medida de sus fuerzas, cualquier
necesidad.
A menudo descubría los secretos del corazón
a quien se lo rogaba,' predecía cosas futuras
y tenía especial habilidad en devolver la paz
a los espíritus turbados. No pocas veces curaba
con especial eficacia también las enfermedades
corporales y su mayor placer era hacer bien
a todos. Este santísimo anhelo fué el que le
decidió a fundar un Instituto de Religiosas,
a las que dió el nombre de Hijas de María
Auxiliadora, que a sm vez se han extendido
extraordinariamente proporcionando a la Igle­
sia consoladores frutos.
Don Hosco dejó esta tierra qnérido por Dios
y por los hombres, sin abandonar su deseo de
hacer bien y dejando dulcísima memoria de
sus beneficios en todas las clases y categorías
de la sociedad. Inmediatamente después de su
muerte empezaron a multiplicarse los prodigios,
especialmente de curación de enfermedades
de entre las cuales los diligentísimos Actores
de la Causa, han escogido dos para presentarlas
a la Sagrada Congregación de Ritos a f n de
que ella pronunciara sm sentencia sobre la
realidad de tales prodigios.
La primera curación fué a favor de Sor
Provina Negro, que a causa de una úlcera en
el estómago sufría constantemente agudísimos
dolores. Bien determinada la índole y la gra­
vedad de la lesión, que difícilmente podría
curarse aún tras un largo tratamiento, la en­
ferma pensó recurrir a la intervención divina,
y después de invocar el auxilio del Vble. Juan
Hosco y de haber engullido una reliquia suya,
se sintió repentinamente libre por completo
de toda molestia y enfermedad. Todos convi­
nieron, )’ los médicos en primer lugar, en
proclamar que se trataba de una curación pro­
digiosa.
La favorecida con la segunda curación fué
Teresa Callegart afecta de varias enfermedades
internas, que, rebeldes a toda cura, la habían
reducido a un estado de marasmo, hallándose
sr^iój el parecer de los médicos, en fin de vida,
y no iban equivocados los ilttstres facidiaiivos,
pues la gravísima enfermedad que la aquejaba,
era verdaderamente orgánica v estaba compli­
cada con varias lesiones anatómicas como
evidentemente lo demostraron los tres especia­
listas a quienes bajo juramento consultó la
Sda. Congregación de Ritos.
Después de implorar, pues, la intercesión
del Vble. Juan Hosco, vióse instantáneamente

curada no de una, sino de todas sus dolencias
a la vez, como afirmó la dicha Teresa Callegari proclamando repetidas veces el prodigio.
Instruido el proceso apostólico sobre ambas
curaciones y después de haberlas discutido
diligentemente y declarádolas legitimas, el
día 24 de enero de 1928 tuvo lugar la Congre­
gación antipreparatoria en el palacio del
Rvmo. Cardenal Antonio Vico, de feliz me­
moria, Relator de la Causa, y el j.1. de diciembre
del mismo año, se reunió la Congregación
preparatoria en el Palacio Vaticano; final­
mente, el día 5 del corriente mes de marzo
tuvo lugar la Congregación general a la pre­
sencia de nuestro Smo. Sr. Pío Papa X I y
propuesta por el Rvdo. Cardenal Alejandro
Verde, Relator de la Causa, si y de qué milagros
consta en el caso y para el fin de que se trata,
todos los presentes, asi los Revdmos. Cardenales
como los P P . Consultores, todos según el orden
dieron la respuesta; oída la cual el Santo
Padre se reservó para más tarde dar su juicio,
dando, no obstante, claras muestras de la alegría
que embargaba su ánimo; entre tanto exhortó
a todos a impetrar una más esplendorosa
claridad de luz divina en un asunto de tanta
importancia.
Habiendo luego determinado manifestar
su decreioria sentencia, señaló el faustísimo
día de hoy, en que se celebra la fiesta de S. José,
patrón de la Iglesia Universal, a quien Don
Hosco, profesaba especial devoción, y después
de haber celebrado con fervor el santo Sacrificio,
llamó a los Rvdmos. Cardenales Camilo
Laurenti, Prefecto de la Sagrada Congregación
de Ritos y Alejandro Verde, Ponente de la
causa, junto con el Rvdo. P . D. Carlos Saloiii
Promotor general de la F e y al infrascrito,
Secretario, y en sm compañía pasó a otra sala
más noble-, y sentándose en el solio Pontificio,
solemnemente decretó: que constaba la instan­
tánea y perfecta curación de Sor Provina
Negro de un úlcera circular en el estómago,
asi como la instantánea y perfecta curación
de Teresa Caüegari de una poliartritis aguda
post-infectiva y de otras lesiones-, que habían
reducido a la enferma al estado de marasmo.
Y mandó que este Decreto fuera publicado
e incluido en las Actas de la Sagrada Congre­
gación de Ritos el ig de marzo de 1929.
C ascilo Cardenal L a urenti
5 . Cr. R. Pref.
A n g el Marl\ n i , Secretario.

133
Una vez terminada la lectura del Decreto,
Mons. Salotti, Mons. Mariaiú y Mons. De
Fabre, según el rito, besaron el pie al Papa
y cedieron el puesto a D. Tomasetti, postulador general, que, teniendo a sus lados a
Mons. Cioppa y al com. Melandri abogado,
dirigió al S. Padre el siguiente discurso:
BeaUsimo Padre: Siento grandisima compla­
cencia al presentar hoy a V. S. en nombre del
Rector Mayor y de toda la Familia Salesiana,
las más rendidas acciones de gracias por haberse
dignado emanar el decreto en que se aprueban
los dos milagros propuestos para la Beatificación
del Vble. Siervo de Dios Juan Bosco, Fundador

dones y favoreciendo con milagros y gracias uni­
versales a los fieles que confiadamente recurrían
a él.
Pero nuestra alegría se hace todavía más i»ttensa al ver que por admirable disfiosidón de la
Divina Providencia este decreto que preludia la
solemne beatificación de nuestro Vble. Padre, ha
sido emanado por vuestra Santidad tras el gran­
dioso e histórico acontecimiento del arreglo de la
Cuestión Romana, que formaba el ansia, el deseo
y—
dedrlo? — el tormento de todos
los buenos y al cual el Vble. Bosco cooperó no
poco con todo el afecto y celo de sacerdote, inter­
poniendo en momentos críticos, penosos y delica­
dos su apreciada y felis mediación para hacer

Solemne lectora del Decreto de aprobación de los milagros dd Vble. Joan Bosco.
de la Pía Sociedad de S. Francisco de Sales, del
In.<tituto de las Hijas de María Auxiliadora y de
la Pía Unión de los Cooperadores Salesianos.
Este Decreto colma de alegría a los Hijos del
Siervo de Dios, de este * gigante propugnador de
la educación cristiana », como V. S. se complació
en apellidarlo en otra solemne circunstancia; pero
no les sorprende, pues bien saben ellos, especial­
mente los que tuvieron la dicha de vivir algún
tiempo en su compañía, que su vida fué un tejido
tan continuado de hechos prodigiosos, que po­
dría decirse que en torno a D. Bosco, lo sobre­
natural se había hecho cosa natural; tanto que
nuestro mismo Vble. Padre en el año 1867 con
ocasión de su segundo viaje a Roma, según se
lee en una carta suya, hizo * especiales oraciones
para que Dios no concediera nada extraordinario
que hiciera hablar del pobre D. Bosco ».
Y como durante su vida, así también después
de su muerte ha seguido asistiendo a sus hijos
y a sus amigos con suaves y admirables inspíra­

menos tirantes las relaciones entre el Gobierno
de su tiempo y la Sania Sede; y para llevar a
feliz término su mediación, se elevaba, y exhor­
taba a los demás a elevarse a las mayores alturas,
para llegar a los más espléndidos puntos de vista,
a escalar esas alturas y las cimas donde el pano­
rama. son palabras bien recientes de vuestra San­
tidad, se presenta grandioso y sublime.
»M i política, diecia el Vble. al glorioso prede­
cesor de V. S. Pío IX , es la de V. S., es la del
Paier nosier. En el Pater noster pedimos todos
los días que el reino del Padre celeste venga a la
tierra, es decir: se extienda cada vez con mayor
pujanza y gloria: adveniat regnum tuum y esto
es lo que importa. E insistía en que ante todo se
antepusiera la salvación de las almas.
Abrigo la esperanza de que será del agrado
de V. S. el recuerdo de esta circunstancia, no de
todos conocida, de la conformidad en elevación
de miras y en superioridad de sentimientos de
nuestro Vble. P . Fundador con los supremos y

134
sublimes ideales que han inducido felizmente a
V. S. a superar las> grandes dificultades que se
oponían a la grande obra, que, dispuesta la hora
por Dios y no dejada transcurrir en vano, final­
mente para el bien del universo orbe, se ha llevado
a cabo devolviendo la Italia a Dios y Dios a la
Italia, y una paz serena a la conciencia de tantas
almas buenas del mundo entero.
¡Oh, cómo se habrá regocijado por el arreglo
efectuado y por los grandes frutos de bien que de
él procederán, nuestro Vble. Padre, que por en­
cima de toda gloria ponía la de ser fiel servidor
de Jesucristo, de su Iglesia y de su Vicariol
Y cómo se alegran juntamente con él tanto por
dicho arreglo cuanto por la feliz coincidencia del

actual decreto, todos sus hijos y los centenares,
los millares, podemos decir ya, de niños, de hom­
bres de todas las esferas sociales, en las más di­
versas condiciones de la vida, que han bebido los
lesoros de una educación cristiana en las fuentes
del Vble. D. Bosco.
En nombre también de todos estos exalumnos,
de esta más grande familia salesiana, que se gloria
del empeño y del propósito de conservar intactos
los beneficios de la educación cristiana, y de pro­
pagarlos con el ejemplo de una fidelidad generosa
y decidida a Jesucristo y a su Vicario en la tierra,
renuevo a V. S, en esta hora de enittsiasmo y de
alegría tan suspirada y deseada, la expresión de
nuestra más viva, sentida y ardiente gratitud.

La alocución de Su Santidad Pío XI.
Ai>enas temiiiindo el discurso
del Rvdmo. Don Francisco Toinasetti, él y su acompañante se
})ostrnron ni beso del sagrado Pié
vueltos a su sitio, al ver que el
Pupa se (lisi)onía a liablar, el si­
lencio se hizo absoluto y parecía
que los centenares de personas
que llenaban lá sala retuvieran
hasta la respiración, dominadas
todos por la emoción más intensa,
al ir a escuchar las palabras del
Pontífice, que, después de una
larga pausa en la que parecía
concentrar la multitud de afectos
que se agitaban en su corazón y
el enjambre de pensamientos (luc llenaban su
mente, con voz clara y sonora, algo trémula por
la emoción, buscando los términos más expre­
sivas y enfáticos, pronunció el siguiente dis­
curso, que fué oído por todos los presentes
con las lágrimas en los ojas:
«lis la voz, amadísimos hijos, es la gran
voz de los milagros, la voz de Dios, qui facit
mirabilia magna solus, es la voz de Dios que
desciende al sepulcro que bien podemos lla­
mar glorioso, y ¡tan glorioso! de su fiel siervo
para hacer siempre más grandes y más es­
pléndidos los resplandores de su gloria.
Y es verdaderamente admirable, para de­
cir lo que primeramente salta a la mente y
al corazón, con cuánta delicadeza y casi di­
ría elegancia, la divina Bondad sabe hacer
encontrar las cosas y preparar los aconte­
cimientos.

San José y Don Bosco»
En efecto, el decreto de los
milagros del Vble. Juan Bosco,
de este gran devoto de S. José,
ha debido de ser publicado
precisamente el día de la fiesta
de tan glorioso Patriarca, y
cuando esta fiesta, por feliz
coincidencia de las cosas, es sin
más día festivo para todos, de
una misma manera y en un
mismo sentido, con perfectá
unión de mentes y de corazo­
nes (i). Nos parece como si el
mismo S. José haya querido en cierto modo
encargarse de contribuir a premiar de esta
manera a este grande, grandísimo sieiv'o de
María, su castísima Esposa, a la cual el Vble.
Juan Bosco tributó siempre tanto tributo de
piedad y de devoción bajo la especial advo­
cación de María Auxiliadora, indivisible ya
de su nombre y de su obra y de sus innume­
rables ramificaciones en todas las partes del
mundo.

Don Bosco y /a cuesfión romana.
Y no menos hermosa, delicada y signifi­
cativa resulta esta otra coincidencia de cosas
que ha sido tan oportunamente recordada.
(i) Se refiere S. S . al reconocimiento de la fiesta
de S. José, hecha por el Gobierno luliano.

135
Después de ua acontecimiento por el cual
hoy el mundo entero lleno de regocijo con
Nos da gracias y seguirá dándolas al Se­
ñor (i); después de este acontecimiento re­
suena la proclamación de los milagros de
D. Bosco, de este verdaderamente fiel y
sensato Siervo de la Iglesia de Cristo, de esta
Santa Sede Romana. Y a la verdad, como
Nos lo hemos podido oir de sus mismos la­
bios, este arreglo de tan deplorable discordia,
era verdaderamente una de las cosas que
más preocupaban a su mente y a su corazón;
pero como podía ser en un siervo verdadera­
mente sensato y fiel; no con el deseo de una
conciliación cualquiera, como muchos ha­
bían ido fantaseando, enmarañando y con­
fundiendo las cosas; sino de una manera tal,
que ante todo, quedara asegurado el honor
de Dios, el prestigio de la Iglesia y el bien
de las almas.

D on Bosco y e/ Papa.
Y decíamos que esto lo habíamos podido
oir de sus mismos labios, y en esto vemos
otra admirable disposición de Dios, otra de
sus delicadísimas combinaciones. Han pa­
sado y a 46 años y nos parece ayer, nos pa­
rece hoy, nos parece verlo todavía como en­
tonces lo hemos visto y lo hemos escuchado
pasando algunos días en su compañía, v i­
viendo bajo un mismo techo, sentándonos a
la misma mesa (2) y cabiéndonos varias ve­
ces la dicha de podernos entretener larga­
mente con él a pesar del sucederse inimagi­
nable de sus ocupaciones, ya que era esta
una de sus características más impresionan­
tes, una calma .«urna, un dominio del tiempo,
que le hacía atender a todos los que acudían
a él con tanta tranquilidad como si no tu ­
viera otra cosa que hacer y esta fué una de
las perfecciones y no la más pequeña que
pudimos admirar en él, como también el don
de la profecía, la cual, sin embargo, — añade
S. S. sonriente — no llegó al punto de pre­
ver lo que hoy ha sucedido. ¿Quién habría
dicho entonces que al cabo de tantos años,
después de un acontecimiento grandioso co­
mo el que hace poco con júbilo hemos re­
cordado, habríamos de tener este otro en11) Se re6ere ai arreglo de la Cuestión Romana.
(3) Alude a la visita que el Papa, siendo simple
sacerdote, hizo a Don Bosco en el año 1883, pasando
varios
en su compañía.

cuentro solemne; El, D. Bosco, resplande­
ciente con la luz de los milagros, y Nos, pro­
clamando en la solemnidad y con la autori­
dad de los Decretos de la Iglesia, estos mis­
mos milagros, cuya luz resplandece ahora
sobre su tumba preparándole el sumo honor
de los altares?

Qué son esfos milagros.
Y estos milagros, cuya proclamación ha­
béis escuchado, estos milagros evidentísimos
para cuantos lo conocen — y ¿quién no lo
conoce en el mundo entero? — no son sino
una muestra de aquellos que bajo todos los
aspectos briUau en la figura de D. Bosco.
Son innumerables en realidad los milagros
que tanto en su vida como después de su
muerte con la maravillosa continuación de
su obra. Dios Nuestro S^ñor ha querido obrar
por la intermediaria intercesión de su fiel
Siervo.
Y estos que han sido escogidos entre mu­
chos para someterlos a un más concienzudo
examen, a los procedimientos judiciales más
rigurosos, no son, como decíamos, más que
una m u^ tra que forzosamente tenía que ha­
cerse constar en forma jurídica. Son eviden­
tes y hermosísimos: pero hay muchos otros,
en gran número, y no menos patentes y
espléndidos, sobresaliendo entre ellos algu­
nos por su verdaderamente divina elegancia.
¡Tanta es la evidencia magnífica de las cosas
y de los acontecimientos!
Pero hay en el \T)le. Juan Bosco muchas
otras cosas admirables, y los que hayan leído
alguna de las muchas Vidas del Siervo de
Dios {y existen un sinnúmero, publicadas en
distintas lenguas) y los que aún la leerán en lo
porvenir, se habrán dado perfecta cuenta de
cuánto abunda el milagro y hasta qué punto
sea cierto — como muy oportunamente ha
sido recordado (i) — que en la vida de Don
Bosco, lo sobrenatural había llegado a ser
natural, lo extraordinario, era casi ordinario.
Y es que, amadfeimos hijos, estos dones y
hechos más extraordinarios eran como otras
tantas estrellas más brillantes sobre un cielo
y a de suyo espléndido y sereno, que venían
a dar un realce siempre más magnífico a una
vida que y a de por sí era toda un milagro,
milagro de acción, milagro de obras.
(1) Se refiere al aoteríor discurso del Procurador
General P. Tomasetti.

136
Como Sfo, Tomás de Aquino.
Kn la bula de canonización de Sto. Tomás
de A<iiiino se dice con frase felicísima, que,
aiin en el caso que no hubiera habido otros
milagros, cada artículo de su maravillosa
Summa Theoló^ica, constituía un verdadero
milagro. Y también Nos podemos muy bien
decir que cada año de la vida de D. Bosco,
cada empresa de su vida mortal, y cada
momento de su vida póstuma, de la super­
vivencia de sus obras, en sus Hijos los Salesianos y en sus Hijas las Hijas de María
Auxiliadora, constituyen cada uno un mi­
lagro, una no interrumpida serie de mila­
gros.

La obra de Don Bosco
y su expansión, e l mayor milagro.
Cuando se piensa en la campestre soledad
de I Becchi, donde el pobre niño apacentaba
la grey paterna, en los primeros y humildes
principios del Hospital de Sta. Filomena (i)
y luego en los otros y a reveladores y signifícativos (para quienes sabían comprender­
los) de Valdocco (2); cuando se considera a
este pobre y humilde sacerdote que da co­
mienzo con nada aún a las más grandiosas
empresas, como sucedió con el Santuario de
María Auxiliadora que empezó con 40 cén­
timos en el bolsillo y luego se da una mirada
en torno nuestro, y nos encontramos con
este florecer continuo de obras, con esta tri­
ple familia de Salesianos propiamente dichos,
de Hijas de María Auxiliadora y de Coopera­
dores Salesianos, esa legión admirable que
él mismo solía llamar su longa manits; ver­
daderamente lo que Nos oímos de sus mismos
labios: «D. Bosco tiene las manos largas
cuando hace fa lta », se ve realizado en otro
sentido, pudiéndose muy bien decir que sus
brazos y mam« se han alargado inmensa­
mente hasta abrazar el mundo entero y sem­
brarlo de obras e instituciones verdadera­
mente admirables.
Cuando pensamos en los centenares y cen­
tenares (y referimos datos recogidos hace al
menos 20 años; ¿qué no habrá sucedido du­
rante los últimos 20 años en que todo ha
ido aumentando con un crescendo que se di­
ría fonnidable si no fuera tan glorioso y con(t^ Primera localidad donde D. Bosco reunió a sus
pUluelos,
(a) Primera sede esUble del incipiente Oratorio
Salesiano (1846).

solador?); cuando pensamos en los centenares
de iglesias y capillas que hace 20 años eran
ya 300, como eran centenares de miles los
alumnos, y ciertamente pasaban del millón
los ex-alumnos educados en las varias casas
de D. Bosco, desde aquellas en que se im­
parte la más elevada instrucción hasta las
Escuelas Profesionales de Artes y Oficios,
no podemos menos de quedar atónitos y
admirados como ante la contemplación de
uno de los más extraordinarios milagros. Y
desde hace 20 años, o sea, desde la época a
que se remontan nuestros recuerdos hasta
ahora, ¿a qué número no habrán llegado los
Hijos de D. Bosco, las Hijas de María A uxi­
liadora, los Cooperadores Salesianos? Eran
y a entonces centenares de miles, ¿cuántos
serán ahora? Creemos en verdad, que es esta
una de las más hermosas, de las más poéticas
estadísticas y la más armoniosa poesía de
los números que se pueda imaginar.
Y para no dejar de mencionar una de las
más admirables dotes de D. Bosco, cuando
se considera que se trata de un hombre que
parecía tener continuamente tantas cosas
que hacer, sin tiempo material de dedicarse
al estudio propiamente dicho; con tantas
obras entre manos que tenía que cuidar y
dirigir personalmente, uno no puede menos
de preg;untarse: ¿Cómo ha hecho para escri­
bir tantos volúmenes y cómo han salido de
su pluma tantos libros? — Porque son más
de 70 las obras de educación popular por él
escritas y publicadas; y algunas con éxito
extraordinario. Su Historia de Italia ha te­
nido ya de 30 a 40 ediciones; su Historia Sa­
grada hace 20 años había llegado ya a la
70* o 77»: sus libros de piedad E l Joven
Instruido y La Hija Cristiana habían y a en­
tonces visto quizás la 600» edición y las po­
pulares Lecturas Católicás que hace y a 20
años habían alcanzado una tirada de diez
millones de volumitos: y jqué tirada habrá
alcanzado ya el Boleiin Salesiano, que se
edita en tantas lenguas y que según una me­
moria de años atrás, tiraba 300.000 ejem­
plares cada mes?
jSon cosas verdaderamente maravillosas y
se puede muy bien decir, milagrosas!

E l secreto de la actividad
de Don Bosco.
Y a la verdad, uno se pregunta admirado:
¿Cómo ha podido realizarse todo esto? Y es

M

137
forzoso reconocer que todo es debido a una
intervención especial de la gracia de Dios
Omnipotente. Manus Dei fecit haec omnia.
Pero ¿dónde ha podido este gran siervo de
Dios encontrar la fuerza necesaria para dar
cima a tantas obras? E l secreto existe y él
mismo lo ha continuamente revelado quizá
sin darse cuenta, y está concentrado en aque­
lla frase por él tantas veces dicha y escrita,
que fué como el lema de toda su vida: Da
mihi animas, caetera tolle. Señor, dadme al-

tuno y a su vez hermosamente dispuesto y
combinado por la mente divina. Pues siendo
hoy día el amor a las almas el que ha de
regenerar al mundo, viene a brillar con los
esplendores de la gloria humana y divina
ese grande amator animarum, amador de las
almas, que a la luz de los milagros y ante la
eficacia de sus obras se impone a la atención,
admiración e imitación del mundo entero.
Y aunque no todos pueden aspirar —
¿cómo sería posible? — a tal fecundidad de

O tro de los milagros de D. Bosco: El misero cobertizo qae albergó a los primeros pillaelos de
convertido en la gran Casa Madre de los Salesianos.
mas, llevaos todo lo demás. He aquí el se­
creto de su corazón, la fuerza, el ardor de
su caridad: el amor a las almas y especial­
mente a las almas de los jóvenes, de los más
necesitados, que eran las preferidas, las que
él empezó y sigue beneficiando. Da mihi ani­
mas; sí, D. Bosco amaba las almas porque
amaba a Ntro. Sr. Jesucristo, y porque las
consideraba a través del pensamiento, del
Corazón y de la Sangre del Redentor;‘ por
eso no había para él empresa imposible, ni
tesoro que fuera demasiado precioso para
contribuir a la salvación, aunque fuera de
una sola alma.
Y este pensamiento es sumamente opor-

D od B o sco

acción en favor de las almas, sin embargo,
como suele decirse, un grande amor, una
grande solicitud, un grande empeño en cual­
quiera dirección es capaz de hacer milagros.
¡Cuántos llegarían a hacer cosas extraor­
dinarias si en su pecho ardiera ese amor
a las almas que no se detiene ante la abne­
gación y el sacrificio y que obra verdaderos
milagros; como milagros de paciencia, de sa­
crificio y de abnegación lleva a cabo una
madre por el grande y tierno afecto que
siente h ad a su hijo!
Y si no todos pueden aspirar a tanto,
¿quién se negará a trabajar en la medida
de sus fuerzas en ese campo cuando se ve el

mal inundándolo todo, cuando vemos a tan­
tas almas exponerse al peligro y caer víctimas
de las tentaciones y de las ocasiones. ¡Cuán­
tas almas no arrastra a la ruina esta fasci­
nadora vanidad, la sensualidad imperante,
la sed de placeres! Por eso se impone la
cooperación de todos al apostolado al que
llamamos incesantemente a cuantos tengan
sentimientos y corazón; todos deben formar
en las lilas de la Acción Católica, por Nos tan
recomendada y que tiene tan variadas ma­
nifestaciones; pues en ella encuentran ca­
bida todos, grandes y pequeños, hombres y
mujeres, jóvenes y ancianos, actuando el
ideal de un apostolado universal y jerárquico,
que es el objeto y el alma de la Acción Ca­
tólica.

La Fidelidad de Dios.
Y por otra parte, todavía un pensamiento,
que junto con el de la preciosidad del amor
a las almas, del amor de Jesús y del valor de
su preciosísima sangre derramada por las
almas, nos ofrece D. Bosco en esta su sim­
bólica glorificación.
¡Qué bella, qué consoladora, cuán esti­
mulante resulta la soberana fidelidad de Dios
para con sus servidores! Su fiel y humilde
siervo, — a este punto el Papa se muestra
hondamente conmovido — pues esta es la
verdad, esta es la luz más bella, más sublime
que hoy rodea al Vble. D. Bosco. Una sinTple creatura, un humilde Siervo de Dios,
que nada le ha regateado para servirle con
generosidad, un pobre hombre segiín el mun­
do y sin embargo he aquí que Dios abre los
cielos y hace resonar su voz con la fuerza
y magnificencia de los milagros hasta las
más apartadas regiones y hoy ante nuestra
vista levanta la piedra que cubre el sepulcro,
y llama a su fiel siervo a una verdadera re­
surrección gloriosa, precisamente en estes
días en que m>s preparamos a conmemorar
solcmuementesu misma Divina Resurrección.
Si. //ló/í.s- Deus in sanctis suis. Es este un
pensamiento que debemos tener siempre
presente especialmente cuando Dios nos pide
algiín trabajo, alguna abnegación, algún sa­
crificio, para su mayor gloria o para el bien
de las almas. Debemos responder con gene­
rosidad, pues siempre, como en el caso que
celebramos, veremos cumplirse lo que este
munífico Divino Rey ha dicho: Qui confiíebiiur M e coram hominibus, confitebor el ego

eum coram Patri meo; a quel que me confiese
ante los hombres, yo le confesaré delante de
mi Padre. Y el Vble. Juan Bosco con su vida,
con todos sus actos, y con la vida y obras
de sus hijos, que se multiplican en todo el
mundo, puede muy bien decir: He confesado
y confieso al Señor mi Dios y él me confiesa
y proclama glorioso ante el Padre Celestial
y a la faz del mundo entero.
Y ahora, amadísimos hijos, no Nos queda
sino, con estos votos y ante estos resplan­
dores, impartir nuestra apostólica bendición
ante todo a los Hijos de D. Bosco y a las
Hijas de María Auxiliadora, a los Coopera­
dores Salesianos y a todas sus casas y Mi­
siones esparcidas en todo el mundo; sobre
todo este conjunto tan vasto, tan activo,
tan fecundo de obras santas, descienda nues­
tra bendición, que invocamos también sobre
todos los aquí presentes y sobre todo aquello
y todos aquellos que cada uno tiene en el
pensamiento y en el corazón i>.
E l Papa, que había empezado a hablar
a las I I y 25 minutos terminó su profunda,
entusiasta y conmovedora alocución, a las
12 y 5, habiendo tenido durante 40 minutos
pendiente de sus labios con religioso silencio
y filial devoción al numeroso auditorio, que
al terminar le dedicó una cariñosa ovación.
En seguida se distribuyeron copias del De­
creto a todos los asistentes, que con grande
entusiasmo comentaban las palabras del
Sumo Pontífice, tan entusiastas, y que tan
grande admiración y veneración respiraban
hacia el Vble. Juan Bosco.

Las fechas de la Causa de D. Bosco
31 DE EXERO DE l888.

Fallecimiento del

Siervo de Dios.
— Comienzo en la Curia
de Turín del Proceso Ordinario sobre la fama
de santidad, virtudes y milagros del Siervo
de Dios, terminándose después de 562 reu
niones el r®de abril de 1897.
I I DE ABRIL DE 1897. — Se en^■ ían a la Sda.
Congregación de Ritos las Actas del Proceso
Diocesano siendo nombrado Ponente de la
Causa el Card. Parocclii.
E x 1904. — Se terminó el proceso de non cultu
demostrando que el Siervo de Dios no había
recibido nunca culto público.

4 DE ENERO DE 1S90.

J.

139
En 1906. — Por. fallecimiento del Card. Parocchi, le sucede como ponente de la Causa
el Card. Tripepi. - En el mismo año queda
ultimado el examen de todos los escritos del
Siervo de Dios, declárandolos intacliables en
materia de fé y costumbres.
En 1907- — Sucede al Card. Tripepi, falle­
cido, el Card. Vives y Tutó en el cargo
de Ponente y, terminado el estudio del voImninoso proceso en 23 de julio de diclio
año, la Sda. Congregación emanó un Decreto
que el Santo Padre confirmó al día siguiente
decretando la introducción de la Causa del
Venerable Siendo de Dios D. Juan Bosco,
Fundador de la Pía Sociedad Salesiana. Des­
de entonces, según el antiguo Derecho Ca­
nónico, podía llamarse Venerable.
A FiNKS DE 1915. — Por fallecimiento del Car­
denal Vives y Tutó le sucedió como Ponente
de la Causa y como Prefecto de la Sda. Con­
gregación de Ritos, el Card. Vico.
13 O C T U B R E 1917. — Como término del Proceso
sobre las virtudes y milagros, se hizo un re­
conocimiento de los restos del Vble., encon­
trándose el cuerpo entero, en vías de progre­
siva momificación.
31 D E JU L IO 1925. — Congregación antiprepatoria sobre la heroicidad de las virtudes del
Siervo de Dios, seguida de otra preparatoria.
8 D E FEBRERO D E 1927. — Congregación Gene­
ral para el proceso de las Virtudes Heróicas.
20 D E FEBRERO D E 1927. — Solemne lectura
del Decreto de la heroicidad de las virtudes,
con magnífica alocución de S. S. Pío XI.
24 D E ENERO D E 1928. — Congregación anti­
preparatoria para el proceso de los milagros.
I I D iciE S íB R E 1928. — Congregación prepara­
toria sobre las milagros.
5 de MARZO D E 1929. — Congregación General,
a la presencia del Papa, actuando de Pre­
fecto el Card. Laurenti, y de Ponente el
Card. Verde, ambos en sustitución del di­
funto Card. Vico.
19 M ARZO D E 1929. — Solemne lectura del De­
creto de Aprobación de los milagros pro­
puestos para la beatificación, con otra her­
mosa alocución de Pío XI.
9 D E A B R IL D E 1929. — Congregación, en pre­
sencia del Papa, para determinar si iuio, sin
ningún inconveniente, se puede proceder a la
Beatificación.
21 D E A BR IL D E 1929. — Solemne lectura del
Decreto correspondiente a la Congr^adón
anterior, seguida a breve distanda de un
segundo reconocimiento de los restos del
Siervo de Dios.
2 D E JU N IO D E 1929. — BEATIFICACIOX.

G racias obíenidas por infercesión
del Vble. Juan Bosco.
B uenos A ires {Rep. Argentina). — Encon­
trándome sin vista a causa de una catarata,
difícil de ser operada, hice una fen'orosa no­
vena a D. Bosco, pidiéndole diera acierto a los
cirujanas, y con gran satisfacción mía y del
especialista, he quedado completamente cu­
rado en jx>quísimo tiempo.
Agradeciendo desde lo más íntimo del alma
esta gracia al Vble., envío esta relación rogán­
dole la publique en el Boletín Salesiano.
19 marzo 1928.ISA1.4.S T u l a .
C4d iz {España). — Una devota manifiesta
públicamente su gratitud al Vble. Juan Bosco
por un favor que le alcanzó y envía una oferta.
Man ga (Uruguay). — El sacerdote salesiano
D. Pedro Loustau, Consejero Escolástico de
este Colegio, cayó gravemente enfermo el
pasado diciembre. Después de un mes de enfer­
medad, pareció hiidarse una franca mejoría.
Pero de repente aparecieron los síntomas de
una bronconeumonia fulminante acompañada
de pleuresía. Los doctores, llamados a consulta,
declararon que el caso era desesperado, por lo
que nos apresuramos a administrar al enfermo
el santo Viático, Era el 28 de diciembre. líl
mismo día empezamos ima novena para obte­
ner del Señor la curación del querido enfermo,
poniendo por intercesor a nuestro Vble. Padre
D. B0.SC0, prometiendo además publicar la gra­
cia en el Boletín Salesiano. La misma noclie
cmi>ezó a mejorar sensiblemente el enfenno,
desapareciendo por completo los atroces dolores
que le atormentaban. El último día de la no­
vena la fiebre había desaparecido por completo
y el enfermo se sintió renacer a nueva vida.
Gracias, amado Padre.
E l Director del Colegio,
Sac. P. Moreno ,
Man ga (Uruguay). — La Sra. Josefina Maggi,
de G., reconociendo qne fué el Vble, Juan Bosco
quien le alivió en sus males físicos, envía
muy agradecida una limosna para su causa de
Beatificación,
Mon tevid eo {Vilki Colón). — I,a Sra. D»,
Blanca P , de G., muy agradedda por una gra­
d a que consiguió por intercesión de! Vble. Juan
Bosco y de la sierva de Dios Sk>r María Mazzarello, cumple su promesa enviando cinco pesos
para la obra en <x>nstrucdón de los Talleres
D. Bosco.

Cali (Colombia). — C. C. agradece a D<m
Bosco la paz obtenida en su hogar y envía una
limosna para las Misiones Salesianas.

140

De la Cruzada Níisíonera.

LA PAGINA DE O R O
destinada a registrar los nombres de las
Becas Misioneras que se van fundando para
responder al llamamiento del Sucesor de
Don Bosco. He aquí la décima (2» serie).

61. Beca

Mons. Roberto Colai

costeada por los alumnos, exalumnos y
Cooperadores de Gualdo Tadino.

62. Beca

Paufrel fíamon

fundada por la señorita Eulalia Pautrel,
a l'm de que sus difuntos puedan gozar
perpétuameiite de los frutos de las Misas
.y buenas obras de un Misionero.

63. Beca

Ana Ferrara

fundada por su hijo, el Sr. D. José Ferrara,
de Bitonto.

64. Beca

Benevagienna

completada entre varios cooperadores de
la Ciudad, y los alumnos y Superiores del
Colegio Salesiano.

65. Beca 5.

Esteban, rey de Hungría

fundada por los Cooperadores Salesianos
de Hungría.

66. Beca

Domiti/a Ghiglieno Miarcbisone

debida a la filial piedad del Prof. D. Tomás
Ghiglieno, que quiere perpetuar la memoria
de su querida madre, y sufragar las almas
de sus defuntos.

67. Beca

Familia Bonavia

a cargo de la Señora D*. Catalina Bonavia
(Cuneo).

66. Beca

Coadjutor Jaime Cogno

a cuya formación han cooperado Mons.
Massa, los Salesianos y Cooperadores de
la Misión de Río Negro.

69. Beca Mons.

Carlos Valente

ofrecida por los Salesianos y Cooperadores
de Barranquilla (Colombia).

70. Beca Mons.

Santiago Costamagna

fundada por el Inspector Salesiano de
Buenos Aires.

71 . Beca Mar/a

Auxiliadora (XIII)
costeada por la casa salesiana de Valencia
(España).

72 . Beca

Sfa.Teresifa del N .Jesús { l^

debida a la generosidad de una señora
que quiere ocultar su nombre.
73 . Beca D. Darío Claris
fundada por la señora D. Prima Piovano
Claris, en recuerdo de su hermano, muerto
en el terremoto de Mesina (1908).

74. Beca

Adela Pansa vda. Darbesio

que en memoria de su querida difunta
han costeado sus parientes.

75 . Beca

D . Juan Bálzola

ofrecida por un ardiente admirador del
gran Misionero.

76 . Beca

Card, Cag/iero (III)

fundada por los Salesianos de la Patagonia.

77 . Beca

Card. Cagtiero (IV)
debida a la generosidad de una noble señora
romana que no quiere publicar su nombre.

78. Beca

Trabajo y Templanza

fundada por el Instituto Salesiano de
Sta. Fe, (Argentina).

79. Beca

Bautista Carminati

de Cugnosa, Suiza, fundada por sus des­
consolados padres en sufragio de su alma.

80. Beca

Sagrada Familia

ofrecida por la insigne Cooperadora de
Bogotá, Dña. Guadalupe Uribe de Ruiz.

81. Beca

Secundina B. de Charry

ofrecida por la madre de un sacerdote
salesiano de Colombia.

82. Beca

P. Evasio Rabagliafi

ofrecida por ios Alumnos, Exalumnos y
Cooperadores de Bogotá (Colombia).

83 . Beca

María Auxiliadora (XIV)
reunida por la Obra salesiana
Biella.

de

141

Inmolaciones
Inmolaciones paganas.

Para poner término a esos bárbaros ritos,
para ofrecer al verdadero Dios un holocausto
digno de su santidad, para que los hombres
sintiesen la hermandad universal a que les
destinó la adopción del mismo Padre Ce­
leste, quiso el Hijo de Dios venir a este mundo
e inmolarse por nosotros.
L a Iglesia nos recuerda todos los años la

El día i8 de febrero de 1847 ha quedado
señalado en la Historia de México con ca­
racteres sangrientos. Se celebraba la inau­
guración del gran templo — Teocalli — eri­
gido en la capital de los Aztecas para honrar
al dios Huitzilopochtli. Y la bárbara supers­
tición de aquellos indios no
supo encontrar para su dios
holocausto más grato, que el
sacrificarle, por cuatro días
consecutivos,
innumerables
víctimas humanas.
Poblaciones enteras — es­
clavos y prisioneros de guerra
— fueron inmoladas del modo
más inhumano. Veinte mil
fueron los corazones, que,
arrancados del pecho de las
víctimas, se ofrecieron al de­
monio, mientras los cuerpos
ensangrentados rodaban por
las altas escalinatas de las
pirámides y de los otros trece
templos menores de la ciudad.
Los sacerdotes sacrificadores, horriblemente pintados de
negro, fueron sustituyéndose
La feroz sed da renganza que dístingoe a los jibaros del Ecuador
en el trágico rito; hasta que
se aplaca a la vísfa de Jesús cniciRcado.
existió una víctima, hasta
que fué arrancado el último
corazón, y mostrado aún palpitante, a la
Pasión y Muerte del Redentor a fin de que
frenética multitud, y arrojado finalmente, se grabe cada vez más en nuestros corazones
el recuerdo del gran holocausto, el único
a los pies del ídolo sanguinario.
Este suceso nos hace estremecer de que podía reconciliamos con Dios; y también
espanto; y sin embargo ¡cuántas veces se para poner ante nuestra consideración,
ha repetido en mayor o menor escala en especialmente en el Viernes Santo, el ardiente
deseo de Jesús, de ver aplicado a todas las
otros lugares de la tierra!
Y aún hoy día, ¿quién sabe las horribles almas el fm to de su Sacrificio.
inmolaciones que se llevan a cabo, y a por
Pensando en el Gólgota no podemos dejar
la perv’ersidad humana, y a por falsas ideas de oir en lo más íntimo de nuestro corazón
religiosas, que hacen creer a los pobres idó­ una de aquellas siete palabras, que en la
latras que con tan infame culto quedan acerba agonía de la Cruz, brotaron de los
labios de Cristo: ¡Tengo sed! sed de almas,
aplacadas sus divinidades irritadas?
Causa horror el pensar en el número de de todas esas almas que se pierden lejos de Mí.
L a angustiosa palabra no fué proferida
los seres así sacrificados — cuerpo y alma —
a las falsas divinidades en el transcurso de en vano. Depositada en el Evangelio, como
los siglos, para conseguir de ellas protección, antes lo había sido en el corazón de los
Apóstoles, tuvo siempre la virtud de protriunfos, felicidad, bienestar...

-----142
diicir los más Iieróicos sacrificios para
ofrecer a Cristo esas almas tan ardiente­
mente deseadas.

Inmolaciones crísfianas.
¡Tengo sed! A l eco de esa palabra divina,
en todos tiempos, ejércitos de Misioneros
corrieron animosos a conquistar el mundo
para la fe. Muchos de ellos, derramando
generosamente su sangre, participaron a la
inmolación del Divino Cordero... ^os otros
consumieron su vida entre trabajos y fatigas,
dando prueba de sublime heroísmo, para
saciar esa inextinguible sed de almas que
padece el amante Corazón de Cristo.
Hs un espectáculo cristianamente bello.
Mientras esas almas generosas, cada vez en
mayor número corren decididas a trabajar
en primera línea, otras, por fortuna también
más numerosas cada vez, responden de otro
modo y con gran entusiasmo a la invitación
de Jesús.
Es indudable que hoy existe en las naciones
católicas mayor participación a la grande
obra de la difusión del Evangelio y redención
de los pueblos paganos; la idea del deber
que incumbe a todo católico
según expre­
sión de Pío X I — de participar a la inmo­
lación divina, se abre camino, y todos res­
ponden con generosidad haciendo gustosa­
mente cualquier sacrificio para que la Pasión
del Redentor fructifique en el mayor número
posible de almas.

También nuestros amigos
sentirán con más intensidad en estos días
la queja de Jesús, y responderán a ella con
generosidad. L a Cvuzada Misionera nos
ofrece nuevas y espléndidas demostraciones
de los cristianos sentimientos de nuestros
amigos.
Se ve patente esta correspondencia en el
empeño que ponen en sustituir con nuevos
misioneros, los lugares dejados vacíos por
aquellos que. ya difuntos, más sobresalieron
en su celo por la salvación de las almas.
La página de Oro nos presenta este mes
un buen número de becas dedicadas a nues­
tros Misioneros: dos al Cardenal Cagliero;
y otras a Moas. Cosiamagna a D. Juan
Bálzola y al coadjutor salesiano Jaime Cogno.
La misma intención se trasluce en la beca
fundada por la familia Bonavia. La piadosa

señora D®. Catalina Bonavia de Genola,.
que tan entrañable afecto nutría hacia sus
hermanos sacerdotes D. José y D. Juveual
(el primero terminó su vida activa de apóstol
en Genola, y el segundo, a fuer de buen hijo
de D. Bosco, en Inglaterra, donde por muchos
años desplegó su ardiente celo) al enterarse
del llamamiento de D. Felipe Rinaldi pensó
que no podía hacer nada mejor, como Coo­
peradora celosa, y hermana de dos santos
sacerdotes, que perpetuar la memoria de
sus queridos hermanos, con la fundación
de una beca misionera; su resolución mereció
la aprobación de sus difuntos; y vió en sueños
la venerable figura de su hermano D. Juvenal, que la animaba a poner en práctica
su santo propósito. Y precisamente el 29 de
enero, 25° aniversario de la muerte de su
hermano D. Juvenal, lo llevó a cabo. De
este modo un celoso misionero proseguirá
la obra de sus hermanos, que sin duda desde
el cielo le asistirán con su protección.
Otro pensamiento: Y a que Jesús ha sufrido
tanto por nosotros, el mejor obsequio que
podemos ofrecer a su Corazón, es unimos
a E l en su dolor y hacer algún sacrificio por
la salvación de las almas.
Es edificante el ver cómo la industriosa
caridad cristiana encuentra siempre nuevas
formas para aplicar a los difuntos queridos
el sufragio enriquecido con mayores méritos.
En este hermoso fin se inspiran, sin duda,
las bolsas ofrecidas por la Srta. Eulalia
Pautrel, por el Sr. D. José Ferrari, por el
Prof. Ghiglieno, por la Srta. Prima Piovano
Claris, por los parientes de la sra. Adela
Pansa viuda de Darberio, y por los esposos
Carminati.
Y también creemos sea este el pensamiento
que con más eficacia nos inculca la Iglesia
en estos días, al presentarnos en el misterio
de la Pasión de Jesucristo, un misterio de
vida. Del sacrificio del Hijo de Dios emana
toda nuestra vida sobrenatural, tanto más
abundante cuanto mejor sepamos aprove­
charnos del precioso misterio y participar
a él con más generosidad, con unión más
íntima de sentimiento y de amor.
Así se comprende la alegría de los cora­
zones cristianos que se inmolan con Cristo
ofreciéndole sacrificios voluntarios para
complacerle en su deseo supremo, de atraer
a sí todas las almas redimidas con su divina
inmolación.
P e d ro R ic a l d o n e Pbro.

DE NUESTRAS M ISIONES
lE g j! ^ ^ ^

lili ■ í i i i i i M

iin ir

r i ..... i i

Los Salesianos del Sur^Argentino inician los fesíejos
del Cincueníenario de las Misiones de la Paíagonia
Inengaración de! Colegio **Deán Firiies** en Comodoro Rivadavia
La magna fecha que recuerda la misa que
el 24 de mayo del año 1879 celebrara en ClioeleChoel el entonces Pbro. Santiago Costamagna,
será celebrada por nuestros hermanos del SurArgentino con solemnes festejos que se iniciaron
el 27 de enero p. p. con la inauguración del
colegio salesiano de Comodoro Rivadavia, de­
dicado al ilustre procer argentino Deán Funes,
y con lá bendición de la nueva iglesia parroquial
de Santa T.ucía. Dichas fiestas fueron im ver­
dadero triunfo de la Obra Salesiana, triunfo
autorizado por la suma autoridad civil, bende­
cido por la más alta dignidad eclesiástica de la
república, realzado por los representantes de
trentisiete naciones que de los hijos de Don
Bosco han aprendido el amor y el respeto para
la Patria grande y generosa que los recibe en
su seno, y por los descendientes de los indíge­
nas que merced a la escuela y a la cruz del
misionero han sido incorporados a la Patria y
al progreso.
Por la primera vez el limo, y Rvmo. Sr. Ar­
zobispo de Buenos Aires Fray José María Bottaro acompañado por su obispo auxiliar Mon­
señor Santiago Luís Copello, visitaba la Patagonia para bendecir el grandioso c o l^ o de
Comodoro Rivadavia, y el Exmo. Sr. Presi­
dente de la República Dr. Hipólito Irigoyen
quiso apadrinar el acto por Delegado.
Para dar mayor realce a estas fiestas la Schola
Cantorum del Estudiantado salesiano de For­
tín Mercedes trasladóse a Comodoro Riva­
davia, precediendo de dos días el arribo de
S. S. Urna, el Sr. Arzobispo de Buenos Aires
que en compañía del Urao. Mons. Santiago Co­
pello. de sus familiares y del inspector salesiano
viajaba en el «Ministro Frers *, cedido gentil­

mente por la Dirección General de los Yaci­
mientos Petrolíferos Fiscales. El venerable
prelado en compañía de la comitiva oficial lle­
gó a Comodoro el sábado 26 siendo recibido
entusiásticamente por las autoridades y por
toda la población.
Seguido por varios autos que le hacían escolta
de honor fué acompañado al palacio de la Ad­
ministración de los Y . P. F. donde le dió la
bienvenida el representante del gobierno, Ing.
Mario Villa. - S. S. lima, agradeció conmovido
la acogida tan cordial que se le dispensaba,
enalteciendo la obra salesiana que ])ro]>orcionaba a su corazón ima dicha tan grande, y se
declaró muy satisfecho de poder admirar de
cerca la obra redentora que desde cincuenta
años van llevando a cabo loi .sale.sianos en la
Patagonia. También hizo uso de la palabra el
obispo auxiliar Mons. Copello.
Las funciones religio.sas se iniciaron al día
.sigmente con la solemne bendiaón de la nueva
iglesia parroquial, ceremonia que estuvo a cargo
del limo. Mons. Cop>ello.
Acto seguido el venerando arzobispo de Bue­
nos Aires celebró una solemne misa de pon­
tifical.
Infra missam ocupó la cátedra sagrada el
célebre orador franciscano Rdo. P. Cuello quien
después de explicar a los fieles la ceremonia que
acababan de presenciar, enalteció con frase
elocuente la obra admirable que durante me­
dio siglo llevaran a cabo los vSalesianos y las
Hijas de María Auxiliadora en la dilatada Pat^onia.
La schola cantorum además de la solemne
«mi-<wa pontificalís * del Mtro. Perosi ejecutó varios motetes a tres, y a cuatro voces. - A las 17

144
toda la población de Comodoro y de ios Y . P. F.
acudió al colegio salesiauo para presenciar la
solemne bendición. La llegada del limo, y Rmo.
Sr. Arzobispo Fray José María Bottaro fué
saludada con el cauto del «Sacerdos et Pontife x ». Luego que se hubo revestido de los
ornamentos sagrados el venerando liijo de San
Francisco, vertiendo lágrimas de consuelo, ben­
dijo los espaciosos locales del colegio que po­
drá acoger ya 250 alumnos internos y 200 exter­
nos. S. S. lima, bendijo asimismo el obser­
vatorio inetereológico nacional instalado en el
músmo colegio.

Finalizó su discurso con estos nobles con­
ceptos;
«... Puedan vuestros hijos en-este Instituto
de Don Bosco enamorarse de los purísimos pla­
ceres del deber cmnplido. del bien practicado
y enseñado, de todo lo que es noble y generoso;
puedan educarse en el amor de Dios, en el
respeto de la iglesia, en el amor de la familia;
en la fidelidad a las leyes, en el culto solícito
de la patria. Con estos sentimientos y votos
agradezco al gobierno nacional los auxilios que
nos ha proporcionado a fin de que nuestro de­
seo se convirtiera en dulcísima realidad; con

Proyecto general de la Obra Satesiana en Comodoro Rivadavía, gran zona petroUrera de la Patagonia.
La escolunía de Fortín Mercedes interpre­
tó luego la SiH.'ranza de Rossini, y acto se­
guido hizo uso de la palabra el inspector salesiano Pbro. Dr. Gaudencio Manachino.
Fu primer lugar, en nombre de los salesianos
presentó ni venerando Arzobispo las gracias
más sentidas, afirmando que con la participa­
ción del ángel de la iglesia argentina en esa so­
lemne ceremonia, S. Francisco y D. Bosco, tan
amantes de la salud espiritxml del pueblo, sin
duda habían debido de regocijarse, bendiciendo
desde el cielo una iglesia y un colegio abierto
para los hijos del pueblo.
A continuación expuso sintéticamente el
programa de acción que piensan desarrollar les
Salesianos en Comodoro Rivadavia conser\-ándose siempre fieles a las enseñanzas de Don
Bosco y al lema: Religión y Patria.

el más alto aprecio agradezco al Exemo. y di­
gnísimo Presidente de la Républica Dr. Hipó­
lito Irigoyen el haber querido significar toda
su simpatía, bondad y generosidad hacia la
Obra de Don Bosco aceptando el apadrinar
este colegio, y designando como representante
suyo al Sr. Humberto Beghín.
El nombre del Gral. Mosconi y de los miem­
bros del Directorio que le acompañaron en la
realización de esta obra, monumento perenne
de su iluminado y previsor patriotismo, quedará
grabado con caracteres de oro en nuestros cora
zones. Mas de una manera especial, no podemos
y no debemos olvidamos en esta solemne cir­
cunstancia de la Junta de Damas Cooperado­
ras de las Misiones de la Patagonia: de su dig­
nísima Presidenta la Sra. Isabel Casares de
Nevares, y de las demás Señoras y Señoritas

145
que son los ángeles de quienes se sirve el Señor
para auxiliamos en nuestras necesidades, y que
sólo Dios Todopoderoso podrá recompensar por
su indefectible espíritu de abnegación y de
sacrificio.
Llegue también nuestro agradecimiento sin­
cero y cordialísüno a nuestros beneméritas Coo­
peradores, a los Sres. Doctores Don Alberto
Vivot, Don Teófilo Lacroze, Don Eduardo Zuberbuhler, Don Luís Roca, y a la Compañía
Menéndez Reliety, a la Compañía Lahusen;
pero de una manera muy particular siento la
necesidad imperiosa de manifestar en este acto
solemne toda nuestra gratitud al Sr. Adminis­
trador Ing. Mario L. Villa y a todos sus activos
e inteligentes colaboradores, quienes nos ayu-

Com odoro Rivadavia — P arte coastniida

y

daron en todo momento a resolver las múlti­
ples y graves dificultades que más de una vez
se presentaron en la edificación de este gran­
dioso colegio. Finalmente os doy gracias a voso­
tros todos, señores; honrádonos con vuestra pre­
sencia habéis querido afirmar la solemnidad de
esta fecha destinada a recordar en esta culta
y apreciadisiraa población la fiesta ptirísiraa
del progreso y de la ci^nlización cristiana. Al
Ing. Constructor Don Luís Banchini que con­
tinúa en este suelo argentino las tradiciones
del genio italiano, nuestras felicitaciones y plá­
cemes bien merecidos. Bendiga el Señor nues­
tra buena voluntad, y nos conceda auxiliar al
Gobierno Nacional, preparando a la Patria y
a la Iglesia días felices y gloriosos destinos.
Después de la ejecución de una pieza musical
por la banda de la localidad, pronimdó un
elocuente discurso d delegado del Exmo. Sr,
Presidente de la República, el Sr. Hiunberto

Beghín, a quien en premio de su fe, le cupo
en suerte descubrir en el pozo bendecido jx>r
el misionero salesiano ’ el petróleo de Como­
doro Rivadavia. Habló en nombre del limo,
y Rvmo. Sr. Arzobispo el Rdo. P. Cuello.
Al finalizar el acto se distribuyó a los pre­
sentes una elegante medalla conmemorativa y
una estampa recuerdo.
S. S. lima. Fray José María Bottaro eii la
primera página del álbum de visitantes .se di­
gnó escribir el precioso autógrafo que da­
mos a continuación:
« Operarios de la última hora, los Salesianos
»son reconocidos en todas partes por su inte»ligente actividad, por su celo infatigable, por
* su laboriosidad indefectible.

solemnemeofe iaaagorada el dia 27 de enero.
»Con una fuerza de expansión incoercible,
>desarrollan ima labor amplia y fecunda en
>todos los ramos de las iniciativas luunanas en
»que puedan intervenir en beneficio de sus se»mejantes.
>En todas las obras a que ellos aplican sus
* iniciativas, y en cada uno de los ramos que
>ell<» abarcan van guiados por el espíritu y
»por el ideal del bendito Don Bosco, cuyo su* blime propósito está sintetizado en breves
»palabras; <Da mihí animas, caetera toUe >.
>Bendiga Dios vuestra obra, benditos Pa* dres. y coronaréis vuestros esfuerzos con un
Ȏxito admirable *.
Comodoro Rivadavia, Enero 27 de 1929.
F r a y J osé María

Arzobispo de Buenos Aires.
Todos los que habían intervenido a la fiesta
arampañaron a los Prelados a la iglesia donde

146
-el vcncrmido Arzobispo entonó el Te Deum
en acción de gracias.
Al (lía siguiente j>ara clausurar de la mejor
manera la sagrada niLsión que nuestros misio­
neros habían predicado en preparación al gran
acontecimiento, ciento y diez niños recibían
por la jjriinera vez el Pan de los Angeles.
Celebró la santa misa el Sr. Arzobispo, y
•con el rezo devoto de aquellos angelitos alter­
náronse los sagrados motetes admirablemente
interpretados j>or la schola cantonun.
Al finalizar la ceremonia el venerando Arzo­
bispo quiso regenerar con las aguas bautismales
al liijo de una familia obrera.
Luego acom])auado por el Administrador de
los yacimientos, y por la ya citada schola cantoriun de Fortín Mercedes recorrió en auto
las varios campamentos, siendo por doquiera
•aplaudido por las familias de obreros, que le
presentaban los hijos para que recibieran una
bendición particular.
El bondadosísimo prelado llevó también su
palabra de paz y su bendición a los obreros que
se encontraban sobre el campo del trabajo y
los que se reunían entonces en los comedores
•comunes.
S. S. Tima, admiraba conmovido la religio­
sidad de aquella población y se complacía en
•enaltecer el celo de nuestros mi,sioneros que
con su abnegación y sacrificio lograban t¿es
triunfos para la religión.
Por la tarde S. S. lima. Mons. Santiago L.
Copello administró el santo sacramento de
la coufinnación a varios centenares de niños.
A las 18 Mons. Bottaro se trasladó al pozo
donde fue descubierto el petróleo, para ben­
decir una placa que recordará el acontecimiento.
Todos los obreros que trabajan en aquellos
yaciniientas recibieron con vítores y aplausos
la llegada de S. S. lima.
Terminada la l>endición fué ejecutado el
himno nacional, y a continuación uno de los
obreros hizo uso de la palabra.
A la verdad fué un momento emocionante,
después de las palabras de agradecimiento para
Monseñor que, segilu expresión del orador se
dignaba bendecir la cruz blanca que los saIcsianas habían plantado delante de las ne­
gras torres del iK'tróleo, oir de aquellos labios
esta protesta: «... Así, con la iglesia de Santa
Lucia donde nos reuniremctó i)or la noche des­
pués de nuestro trabajo, y con el colegio salesiano *Dedn Funes» Comodoro Rivadavia se ini­
cia la era feliz dt' gloria y de progreso que
desde T\irín profetizara don Bosco para su
querida Patagonia ».
El martes .20, tercer día de pennancncia en
ComodcíTo Rivadavia. S. S. lima, el Sr. Arzobisj>o de Buenos Aires se dignó celebrar la
santa misa en la capilla del" colegio de las
Hijas de María Auxiliadora. También en esta

función a más de las comtmiones de los fieles, el
\'cnerando arzobispo tuvo el consuelo de distri­
buir el Pan de los ángeles a irnos sesentaniños.
Imponente y consolador fué el adiós de desjiedida. Todos los niños de Comodoro Rivada­
via y de los Y . P. P. se encontraban en las in­
mediaciones del muelle, llevando en sus manos
ramos de flores. Así es que al llegar el venerando
Arzobispo una lluvia de flores le trazó el ca­
mino hasta el muelle, mientras que entre v í­
tores y aplausos, mil manos inocentes le pedían
una bendición. S. S. lima, los bendijo a todos
muy enternecido, trasladándose luego a bordo
del * Ministro Frers» donde le esperaba la
schola cantonun de Fortín Mercedes, que por
expreso deseo del bondadosísimo prelado, te­
nía la dicha de acompañarlo en el viaje de
regreso. Durante cuatro días así los clérigos
como los pequeños aspirantes fueron el objeto
de las complacencias del venerando Pastor,
que aseguraba sentirse rejuvenecido después de
haber presenciado el imponente espectáculo de
fe y de cariño que los Hijos de Don Bosco le
habían preparado en la lejana Patagonia.
Toda la familia salesiana se une a los her­
manos del Sur-Argentino para agradecer al ve­
nerando y bondadoso Hijo de San Francisco
su ternura paternal para con la obra del vene­
rable Don Bosco.

El Paíronaío
de los Indígenas del Perú
El Patronato de la raza indígena es una obra
fundada por el Presidente del Perú, Sr. Leguía,
para proteger a los indios y defenderlos contra
sus explotadores, al par que se estudian y po­
nen en acción los medios más adecuados para
su desarrollo cultural y económico.
El Patronato depende del Ministerio del Tra­
bajo, y está constituido por varias Juntas. La
Junta Central reside en Lima y la preside el
Sr. Arzobispo. Las otras junt^ provinciales
tienen por Presidente un Obispo, y en donde
no lo hay, se procura poner al frente a una
persona de reconocida probidad.
El clero está llamado a ejercer una acción
intensamente benéfica en este vasto campo de
apostolado.

La obra de /os Sa/esianos.
La floreciente labor de los Hijeas de D. Basco
en pro de los pobres indígenas, tiene por cen-

T

147

Comodoro Rivodovia — £1 Sr. Arzobispo de Buenos Aíres saliendo de la nueva Iglesia
después de la ceremonia. Es la primera vez que un Arzobispo de la Capital visita la Patagonia.

Cotnodoro Rivadavia — Grupo de n!Sos y nifias que lucieron la Primera CoonuLÓa
con motivo de los solenmes festqos.

148
tro la ciudad de Cuzco, la interesante capital
de los Incas, que, a pesar de los siglos, guarda
ai'm preciosos nionunientos de la época colonial:
magníficas iglesias, de estilo sobrio y severo;
espaciasos conventos, de pétreos claustros, ar­
tísticamente trabajados; retablos gigantescos,
tallados en cedro y magníficamente decorados,
cuya labor paciente y de exquisito gusto artís­
tico compite con la de los púlpitos y sillería
de los coros; altares de plata, cálices y orna­
mentos sagrados de inestimable valor, preciasas pinturas, debidas a pinceles de grandes
artistas...
ICn esta ciudad, a la que los indios consi­
deran como algo propio, por ser el íirchivo y

torio metereológico, la Asociación de Rx-alomnos; Unión de Padres de Familia, Sociedad de
Música y Deportes y un Círculo de Estudios.
Publica también tres periódicos: María Auxi­
liadora, de carácter exclusivamente religioso;
La Redención, órgano de propaganda de la Ac­
ción social Católica, y El Carácter, destinado
a la formación cristiana y moral de la juventud.
Además de todas estas secciones, cuenta las
que son características de los Colegios Salesianos; el Oratorio Festivo, dotado de un vasto
patio, y la dirección de la Parroquia de S. Cris­
tóbal, cuyos feligreses, en su mayor parte son
indígenas, que abimdan en esta parte de la
ciudad.

Yucay (Perú) — Los indígenas eíercifándose en las Faenas agrícolas.
monumento de sus pretéritas glorias, han fijado
su residencia los snlcsianos, generosamente aixjyados ix>r persomus generosas, que ven con
gusto la labor de los hijos de D. Bosco en fa­
vor délos indios desamparados.
Tres son las obras que actualmente tienen
bajo su dirección:
1. El Colegio Salcsiano de Cuzco.
2. Una escuela Agrícola e inteniado in­
dígena en Tucay.
3. El Colegio de las Hijas de María Auxi­
liadora, con Xína sección destinada a las niñas
indígenas.
El Colegio de los PP. Salesianos, situado en
una colina a espaldas de la ciudad, cuenta con
escuelas ¡)rimarias y secimdarias, comerciales,
técnicas, de Artes y Oficios, con im vasto campo
para Agricultura Experimental, un Observa-

Pero la obra que más directamente atiende
a la protección y educación de los indígenas,
es la Escuela Agrícola e Internado Indígena,
fundado en Tucay.
líOS indios de la meseta, son agricultores por
naturaleza y por tradición, pero hasta ahora
han sido escasos los frutos de sus trabajos,
debido en parte a la inclemencia del clima,
junto con la escasa fertilidad del terreno, y en
parte también, a lo arcáico de su sistema de
cultivo.
El clima de la meseta es frío y extremado,
pues aunque relativamente cerca del Ecuador,
no hay que olvidar que se halla a una altura
de cuatro mil metros, y en estas condiciones,
en Europa se hace imposible todo cultivo. Aquí,
en cambio, se produce con buen resultado la
patata, en sus diversas variedades: blanca, ama-

149

Maínmonío indígena del Perú.
rillenta, rojiza, negra: todas de exquisito sabor;
se da también la cebada, quina, canagua, maíz,
y a i menor escala, también la avena, la yerba
médica y las habas.
No todos los lugares se prestan al cultivo,
a causa de los vientos, que a estas alturas
soplan con inauditaviolencia, y por consiguiente
hay que escoger sitios resguardados, como los
estreclios y profundos valles, que ofrecen a su
vez el grande inconveniente de convertirse en
devastadores torrentes en la estación de las
lluvias.
Y aún estos sitios resguardados, están ex­
puestos a otro peligro no menos grave: las he­
ladas en invierno y las furiosas tempestades
en verano. Las heladas más temidas son las
que \*ienen en marzo, y los indios tienen la
supersticiosa creencia que son especialmente
fatales las que caen el miércoles de ceniza o
el 25 de marzo.
En general, no es exacto afirmar que el te­
rreno sea árido: y donde realmente lo fuese, se
podría corregir fácilmente con el empleo de
abonos químicos, de los que los indios no tie­
nen la menor idea.
El ganado es suficiente, x>ero a causa de la
escasez de pasto, se le deja abandonado, te­
niendo que buscarse las propias bestias su ali­
mento, que consiguen con grandes fatigas.
En cnanto a las industrias agrícolas de los

indios, una de las más comunes es la claboraciónde la patata, de la que sacan el chuno,
la tunta y. la cocopa.
El chuno es una patata negra, pequeuu, que
en las noches frías dejan a la intemperie, y
recogen luego dura como una ])icdra; así se
conser\*a en buenas condiciones ]x>r mucho
tiempo. La tunta es una patata blanca, de ma­
yor tamaño, cxiya congelación se obtiene ix)r
inmersión en el agua fría de los ríos o estan­
ques; y la cocopa es una patata congelada des­
pués de cocida.
Para dar a los pobres indios una dirección
racional y científica en sus trabajos, los Salesianos han empezado a poner ¡xjr obra mi vas­
tísimo plan de instrucción técnica, p>or medio
de métodos agrícolas racionales, que irá des­
terrando poco a poco la ignorancia y las pre­
venciones de los indígenas que miran con su­
persticiosa desconfianza todo lo que no sea la
rutinaria manera de sus antepasados.
A este fin, los niños, deben ser recogidos
desde pequeños, y enrizados a los cuidados
de las Hijas de María Auxiliadora, que tienen
ideado xm Asüo de Infancia. Cuando lleguen
a los siete y ocho años, pasan al Internado
para empezar su instrucción profesional.
No han sido pocas ni pequeñas las dificul­
tades que ha ofrecido el recoger los primeros
asilados: a ello se oponían tenazmente sus pa­
dres, que no podían concebir cómo podían ser

Jorca íadígcoa peroana.

150
educados sus hijos
un Colegio, lo mismo
que los hijos de sus amos; además, entregando
a sus liijas, perdían una ayuda eficaz para sus
fatigas, ya que los indiecitos, apenas pueden
andar a gatas, son empleados en la custodia
del rebaño. También temían la pérdida de su
autoridad y prestigio, creyendo que sus hijos,
una vez crecidos en edad e instrucción, les
despreciarían y tendrían en poco, viéndoles muy
inferiores en cultura.
Actualmente cuenta el inteniado de Tucay
con 52 alumnos, correspondientes a cuatro por
cada uno de los 13 distritas de que consta el
Departamento, a cuyo mantenimiento proveen
el Gobierno con sus donativos; y los Coopera­
dores con su inagotable generosidad.
Hay, además, otros 20, completamente gra­
tuitos.
Kn el Colegio reciben la instriTCción elemen­
tal, y al mismo tiempo algunos rudimentos de
Agricultura. A este fin se está construyendo
la sección de Zootecnia, que consta de distintos
departamentos para el ganado: ovejas, bueyes,
cerdos y caballos; hay instalada ima granja
avícola, otra instalación de colmenas, para la
industria de las abejas; y finalmente se dan
nociones para la cría del gusano de seda.
De aquí pasarán después a la sección especial
de Agricultura, provista de su correspondiente
observatorio metereológico, para que, abando­
nado el empirismo supersticioso e ignorante de
sus antepasados, aprendan a conocer cientí­
ficamente las estaciones y estados climatológtcos.
Para elaborar los frutos de la granja se ha
instalado \ma fábrica de conservas, y otra para
la obtención del queso, manteca y lacticinios
en general.
Contemj)oráneamente se les darán lecciones
de mecánica, carpintería, curtido de pieles,
siendo este ñltimo arte de especial utilidad
por el gran valor que alcanzan en el mercado
las preciadas aplacas, vicuñas, vizcaclias, lla­
mas. etc.
Comi)lctnrá esta sección la escuela de sastre­
ría y zapatería.
Habrá además, clases de imusicn y cauto, y
jra hay ideada una banda de mñsica, sin que
falte tampoco un hermoso campo de deportes.
¿Qué dirán los viejos indios, cuando vean
a sus hijos tocar el clarinete o el cornetín en
lugar de la rústica <]U( na e interjíretar una ale­
gro aria tic Verdi en vez de los monótonos
cantos indígenas?
Tenuinada la instrucción primaria, que du­
rará cinco anos, kxs alumnos continuaran aún
por otros tros, un curso de perfeccionamiento,
después del cual ya se hallarán en condiciones
de dirigir una escuela rural o establecer una
cátedra ambulatite de propaganda de los mé­
todos racionales de agricultura.

Día de júbilo fué para la ciudad de Cuzco
y para toda la República, el de la inauguración
de la Escuela Agrícola y del Internado Indí­
gena de Tucay.
A la simpática ceremonia asistieron el Sr.
Obispo y el Sr. Vélez, Gobernador del Depar­
tamento, que tantas simpatías se ha sabido
conquistar por la afabilidad de su carácter, por
el apoyo decidido que siempre ha prestado a
todo lo que signifique progreso, y por el afecto
• sincero que nutre para todo lo que es cristiano
y patriótico.
El Ministro del Trabajo, Sr. Mancliego Mu­
ñoz, se adhirió de corazón al acto, con el si­
guiente telegrama:
Padre Pesce - Director Internado Indígena:
Una de las constantes preocupaciones del Go­
bierno es la redención del indio. Presidente Leguia presta todo género apoyo para realizar vasto
programa. Me complazco vivamente inaugura­
ción Internado Indígena, cuya fundación res­
ponde aspiración nacional. Firmado: Manchego
Muñoz, Ministro del Trabajo.
Como los ejemplos son contagiosos, ya se
está pensando en fundar ima obra semejante
en la ciudad y diócesis de Fimo, donde tan
muneroso es el elemento indígena, y donde los
protestantes trabajan activamente por arre­
batarlos a la Religión Católica.
Para terminar, dos palabras acerca de la ter­
cera institución Salesiana en Cuzco: el Colegio
de las Hijas de María Auxiliadora.
Abarca un hermoso conjunto de consolado­
ras actividades: Un internado y Externado
jiara Señoritas; una escuela de labores feme­
ninas; otra escuela doméstica para niñas indí­
genas, con una sección de Internas: Oratorio
Festivo, Asociación de Ex-alumuas y una So­
ciedad de Hijas de María, cuyo fin principal
es ocuparse de los niños abandonados.
Pero lo que principalmente ocupa la aten­
ción de la activa M. Superiora, es la sección
para indígenas, que desea ampliar, para poder
formar bien a las futuras esposas y madres de
familia.
Así como las mujeres de los primeros tiempos
del cristianismo supieron influir dulcemente en
las almas del esposo y de los hijos para refor­
mar la sociedad, con la formación de helares
cristianos; así es de esperar que la mujer indí­
gena, educada en esta escuela de luz y de amor,
llegará a ser xm elemento valioso de elevación
moral y material; y lejos de ser, como ahora,
la esclava del hombre en su mísera cabaña,
será la reina de un hogar, lleno de aire y de sol,
en donde, cpmo en toda familia cristiana, sepa
conquistarse el amor de su esposo y la vene­
ración de sus hijos.
Lima, julio 1928.
X.

T

T
£L CULTO DE MARIA AUXILIADORA
La Virgen de Don Bosco.
X X V I.

Conclusión.
Con la relación de la proclamación so­
lemne de los milagros de Don Bosco, que
encabeza este número, damos por terminada
la serie de artículos que hemos venido pu­
blicando bajo el título de L a V ir g e n d e
D on B o sco .

E n ellos hemos procurado hacer ver la
verdad de aquella frase de nuestro Vble.
Padre y Fundador cuando al verse aclamado
por las turbas a raíz de los milagros que
obraba y de las grandes obras que llevaba
a cabo, exclamaba conmovido y con acento
de profunda convicción: Nada se debe a Don
Bosco; todo es debido a la bondad de María
Auxiliadora.
Hemos visto en efecto cómo desde su más
tierna infancia la Virgen fué llevándole como
de la mano para irle conduciendo paso a paso
hasta la realización de las grandes obras que
le han valido la admiración del mundo en­
tero; hemos admirado cómo, especialmente en
los últimos años, obraba por medio de su Fiel
Siervo continuos y grandes milagros;
nos hemos detenido un momento a
contemplar conmovidos cómo mueren
los santos y los devotos de María
y hoy, finalmente, vemos cómo María
Auxiliadora se ha encargado aún des­
pués de su muerte de glorificar al gran
apostól de su devoción haciéndole
subir en triunfal carrera hasta las
cumbres de la gloria, elevándole al
honor de los altares.
Dos ideas fecundas quisiéramos que

quedaran grabadas en el ánimo de nuestros
lectores como fruto de ^ ta serie de mal
pergeñados artículos.
L a primera, la de una filial devoción a
María Auxiliadora que prometió al mismo
Don Bosco tomar bajo su especial protección
a cuantos se relacionaran con la Obra salesiana; pues el ejemplo de Don Bosco ha de
ser para todos garantía de que María A u­
xiliadora no deja nunca sin consuelo y sin
auxilio a quien trabaja en su nombre por
la gloria de Dios y para el bien de las
almas.
Y la segunda, la de un grande amor a Don
Bosco y a su Obra; ya que tanta predilección
demostró por ella la excelsa Reina de los
Cielos María Auxiliadora. Que si durante la
vida de Don Bosa) María Auxiliadora de­
rramó con tanta generosidad sus gracias so­
bre cuantos protegían a Don Bosco en el
desarrollo de sus Obras; hoy que la potente
intercesión de Don Bosco se ha hecho más
eficaz, si cabe, con su elevación a los altares,
¿qué no hará en favor de los cooperadores
salesianos, de todos aquellos que convencidos
de la providencialidad de la Obra de
Don Bosco le presten su apoyo moral
y material y contribuyan con su gene­
rosidad a propagar su culto, bajo la
advocación de Auxiliadora de los cris­
tianos, por Ella misma inspirada a
Don Bosco y que tanto ha demostrado
ser grata a su maternal corazón?
¡Sea pues María Auxiliadora la
Reina de todos los hogares y haga
descender sobre ellos sus gracias y
bendidonesi

152
G R A CIAS
DE MARÍA AUXILIADORA

SE V IIX A (Españ a ). — Soy deudor a María
Auxiliadora de un favor singular que quiero
hacer pi'iblico para cumplir mi promesa y ani­
mar a los demás e acudir en sus necesidades
a Itm buena Madre.
Mi mujer cayó enferma de tal gravedad que
los médicos desesperaban salvarla. Es nece­
sario una operación, me dijeron: de lo contrario
su mujer durará pocas lioras; pero le advertimas que en esta operación un oclienta por
ciento suelen sucumbir. Su debilidad, a causa
de las frecuentes hemorragias, era tal, que hubo
que acudir e la trasfusión de sangre, que con
todo cariño le proporcionaron dos hermanos
suyos.
En tan doloroso trance volví los ojos a Maria
Auxiliadora suplicándole diese acierto a los
facultativos y prometiéndole enviar una limosna
pora su culto.
Tres horas duró la operación, ¡tres horas
eternas de angustia indecible! Pero ¡bendita
sea María Auxiliadora que escuchó ini ruego!
El resultado superó todas las esperanzas y a
los pocos días mi mujer estaba perfectamente
sana pudieudo atender a sus habituales ocu­
paciones. Hoy cumplo gustosísimo mi ofreci­
miento enviando una limosna al Colegio Salcsiano de Cádiz.
Enero 1929.
Daniel Femándes.
VALENCIA (Españ a ). — Tuve a mi hijito
Pepe por varios días cieguecito a consecuencia
de una úlcera que se le formó en el ojo izquierdo.
Perdida toda esperanza en los medios humanos,
acudí llena de fe a María Auxiliadora y nuestra
bondadosísima Madre disipó las angustias
mortales de mi corazón materno, devolviendo
la salud y la luz a mi querido hijo.
Al mirarme hoy en sus negros ojos, quiero
dtir a María Auxiliadora las más espresivas
gracitis y perdirle que la salud y la vista adqui­
ridas. sirvan para la salvación de su alma.
Pebrero 1929.
J . Ballester.
MONTEVIDEO (U ru g u a y ). — ¡Gracias.
Madre míal En un momento de dolor prometí
a mi Madre María Auxiliadora mandar celebrar
ima Misa y hacer una novena de coraxmiones
y oraciones eu su honor, para conseguir mía
gracia que ardientemente deseaba. Hoy, reci­
bido el favor, me complazco en dar las más
rendidas gracias a tan buena Madre y ruego

pul>Uque mi agradecimiento en el Boletín Salesiano, como le había ofrecido,
28 enero 1929.
Una Hija de María Auxiliadora.
RÍO CHICO (Ecü ado r -Ma n a b i ). — Hallá­
bame gravemente molestada por una tos per­
tinaz; empleé todos los medios posibles para
calmar mis dolencias; pero viendo que el mal
tomaba cada vez mayores proporciones, acudí
con la confianza de siempre a mi buena Madre
María Auxiliadora, prometiéndole dar una li­
mosna para su culto, publicar la gracia y ha­
cerme fendente cooperadora salesiana. La gra­
cia no se hizo esperar; desapareció por completo
la tos, retomó la calma a mi familia, y además
obtuve la curación de un hijo que sufría la
misma dolencia. Con el corazón rebosante de
agradecimiento, doy infinitas gracias a María
Auxiliadora y cumplo mi promesa.
Noviembre de 1928.
Carmen G. Mendoza de Navia.
SANTA ROSA (Ecuado r -Ma n a b i ) . — Doy
gracias con toda mi ahna a María Au.xUiadora
por im favor recibido de Ella. Al iiacer pública
mi gratitud pido a la Virgen de D. Bosco que
me tenga siempre bajo su protección a mí y a
todos los míos. Invito a cuantos leen el Boletín,
a invocar con ilimitada confianza, en los mo­
mentos difíciles, a esta benditísima Madre. En
prueba de mi gratitud envío ima limosna para
las misiones más necesitadas.
Octubre de 1928.
Pilar Cedeño de Aray.
BUENOS AIRES (Arg en tin a ). — En los
primeros días del mes de mayo del 1919 ha­
llándome en el Colegio salesiano de Rosario
de Sta. Fé (Argentina) me sentí gravemente
enfermo. Lo que en un principio pareció un
ataque de chucho intestinal contraído en la ciu­
dad de Salta, se localizó luego en el hígado, que
al desarrollarse enonnemente me ocasionó te­
rribles sufrimientos. Las recetas de los médicos
que me atendían no lograban calmar dolores
tan atroces.
En tales momentas nada más pue.sto en ra­
zón que practicar lo que tantas veces había
recomendado a los otros: acudir con plena y
filial confianza a aquella Madre amorosa y
tierna que nuestro \T)le. Padre Fundador nos
enseñó a invocar como Auxilio de los Cristia­
nos. Y para dar más eficacia a mis pobres
ruegos, aplicaba sobre la parte enferma una
reliquia del Vble., implorando que por inter­
cesión de este su tan amado siervo, suavizara
mis dolores. Y esta buena Madre, acudía tan
solicita, que experimentaba casi instantánea­
mente grata calma y reposo.
El mal entre tanto progresaba, y yo iba sin-

153
tiendo como si en. la región hepática se me ordenar. El quiste fué sacado íntegro, con to­
formara una bolsa de agua. Más tarde supe das sus ramificadones, sin dejar la menor raíz,
que los médicos y cirujanos señalaban la pre­ con gran admiración de los médicos presentes.
sencia de im quiste hidatilico intra-hcpático su­ A pesar del feliz resultado de la operación, el
mamente desarrollado y no ocultaban sus te­ estado de i>eligTo continuaba; yo no lograba
mores de tener que vérselas con cálculos bi­ reaccionar, antes por el contrario, la lemix?ratura descendía lenta, pero constantemente. De
liares: complicación muy seria.
Dada la gra\dsima situación, y por indicación nada vallan las inyecciones. En pocos días lle­
del Dr. Caballero, gran cooperador salesiano, gué a 35'6®, casi al estado comatoso, a pesar
fui trasladado a Buenos Aires a prin­
cipios de jimio. Durante el viaje re­
crudecieron los dolores y sufrí un
desvanecimiento que me hizo creer
llegada mi última hora, ü n médico,
que viajaba en el mismo coche del
ferrocarril, acercóse para prestarme
los auxilios de la ciencia, y hubo de
manifestar al Rvdo. P. Sorasio que
me acompañaba, que dudaba mucho
que pudiera Uegar vivo a Buenos
Aires. Sin embargo mi Buena Madre
María Auxiliadora no consintió que
la fe en la reliquia del Vble. Bosco,
puesta sobre la parte enferma, que­
dase defraudada. Gracias a su asis­
tencia, pude llegar aún vivo al fin de
mi viaje. ¡En qué estado llegaría, que
mi querido padre (e. p. d.) sólo pudo
reconocerme por la voz!
La primera señal de la misericordia
de la Virgen de D. Bosco fué pro­
porcionarme un cirujano de la talla
del Dr. Avelino Gutiérrez, cuya cien­
cia médica y cuyas maravillas qui­
rúrgicas han pasado las fronteras de
la patria difundiéndose por Europa.
El diagnóstico fué el mismo: me pro­
nosticó pocos días de vida, y se
decidió a una inmediata interven­
ción quirúrgica, único camino jx>sible
de salvación si es que aún era tiempo.
A este fin fui trasladado al sanatorio
del propio Doctor, atendido por las
Hermanas religiosas de S. Camilo.
Caracas (Venezoela) — £1 aliar de M arta AaxíHadora
Dispuesta mi alma para el gran paso
adornado para la solemoiMma Testa.
a la eternidad, si así lo «dispusiera el
Señor, me puse con «enteta confianza
en brazos de María Au^hadora. El día 14 de de los cuidados y atenciones del cirujano, que
jimio fui operado hallatB^ i<* médicos un luchaba denodadamente por arrebatar a la
voluminoso quiste hidatítico con más de im muerte la presa casi sátira.
Y a iban borrándose de mi memoria las cosas
litro de humor, en tan avanzado estado, que
el experto cirujano llegó a dudar de poderlo de la tierra: los sentidos apenas si percibían
extraer sin que reventara, lo cual hubiera oca­ algo y raras veces; me encontraba bajo los
sionado una terrible peritonitis y una muerte efectos de tm sopor continuo.
En esto vmo a Tiritarme Mons. Costamagna,
Ineritable. Pero allí se mostró palmariamente
la intervendón de María Auxiliadora, a quien y conmo\"ido por mi triste estado y por el des­
en ese mismo momento invocaban mis parien­ aliento de los presentes, me dió con gran fe
tes, mis hermanos en Religión y los niños del la bendición de María Auxiliadora. Desde aquel
C ol^ o, junto con el mismo IMons. Costamagna, momento la enfermedad hizo crisis. A los po­
que a este fin unió sus oradones a las de varios cos días, el 7 de julio, pude abandonar el lecho
sacerdotes salesianos a qnienes acababa de por algiinafl horas, y la mejoría fué tan rápida.

i

T

154
que dos días después pude celebrar y a la santa
Misa, y el I I del mismo mes abandonaba defi­
nitivamente el sanatorio y volvía al Colegio
Pío IX , con asombro de los médicos, de las
Hermanas enfcnneras y de todos los que me
habían conocido enfermo, quienes me señalabíin como el favorecido de la Virgen Santísima.
Prometí entonces publicar la gracia en el
Boletín Salesiano. Han pasado ya casi diez
años. — ¿Cómo habré podido demorar tanto
tiemjjo el cumplimiento de esta promesa? —
Quiera, Sr. Director, dar cabida a esta relación
en las páginas del Boletín, de donde, por dis­
posición del Vble. Bosco irradian esplendentes
las glorias de María Auxiliadora.
Gracias mil sean dadas'a tan bondadosa Ma­
dre, que me ha concedido experimentar la maravillasa eficacia de su santo auxilio.
Enrique A. Muras, Pbro. Salesiano.
HABANA (Cu b a ). — Deseando ardiente­
mente poner por obra mis deseos de consagrar­
me a Dios en el estado eclesiástico, acudí a un
Superior, el cual rae pu.so grandes dificultades
I>or encontrar en mí un defecto canónico. En
tan apurada situación^ y sintiendo por otra
parte la vocación al estado eclesiástico, recurrí
a mi buena Madre la Virgen Sma. Auxiliadora,
pidiéndole que jK>r mediación de su fiel siervo
D. Bosco me alcanzara el cumplimiento mis
deseos, allanando los obstáculos que se oponían
a mi ingreso en el Seminario. Ella lo arregló de
modo, que al cabo de tres meses me llegó la
dispensa requerida de la Santa Sede y me en­
cuentro actualmente en mi querido Seraüiario,
dispuesto a ser siempre im ajióstol de la devo­
ción a tan buena Madre.
Con este motivo cumplo gustoso mi promesa
de publicar la gracia en el Boletín Salesiano y
suplico a sus lectores rueguen iK>r mí para que
pueda alcanzar la gracia de la perseverancia
en mis buenos projxSsitos.
Habana, iz febrero 1929.
Pedro Carrero .1/.
MAR DEL PLATA (I' ru g u a y ). — María
Auxiliadora ha comenzado a reinar también
en esta ciudad. El Sr. D. José Scarano. afectado
de un tumor en la espina dorsal, debía segiín
dictamen de los mólicos, someterse a una arries­
gada ojxíración. en el transcurso de este mes.
l^a |Jena de los suyos era inmensa ante el pe­
ligro de ¡>erderle. Para obtener de la Virgen
que se aplazase la peligrosa operación, o se
hiciese innecesaria, empezó la esposa del pa­
ciente una devota novena a María Auxiliadora,
prometiendo celebrar una Misa en la capilla
de este Oratorio Festivo, a Ell.a dedicada.
Al cumplirse los nueve días los métlicos de­
clararon que la intervención quirúrgica ya no

era necesaria, y la piadosa señora se presentó
a cumplir su promesa y dar gracias a María
Auxiliadora por favor tan señalado. Agrade­
cida me rogó publicase la gracia en el Boletín
Salesiano.
Diciembre, 1928.
El Director del Oratorio Festivo.

Dan fambién gracias a María Auxilia^
dora y envían ana limosna:
A r f a [España). — José Caminal por haber
obtenido la exención del servicio militar de su
hijo y envía 25 ptas. para el culto de María
Auxiliadora.

C a i .1 [Colombia. — Purifiación V¿lasco, vda.
de Solis, Isidro Lenis, Rosario Rengifo, vda. de
Otoya, Rafaela S. de Cárdenas, Rosario Franco
de Posada y Mercedes Aragón de Lenis, dan
gracias a María Auxiliadora y envían una li­
mosna.
E stación A char [Uruguay). — Manuel Mon­
tenegro y su esposa, por haber obtenido la cu­
ración de su hijita enferma, al tercer día de
empezada la novena.
HT7ESC.\ [España). — Manuela Fando, viuda
de Barbero, da fervientes gracia.s a María A u­
xiliadora por un señaladísimo favor que le
otorgó.

M on tevideo [Uruguay). — Da Sra. Cle­
mencia V. de Casaravilla p>or dos gracias reci­
bidas. — Orfreila M. de Torales por un favor
recibido y manda decir una Misa en su altar.
— Laura A . de Fabiani. — María Eloísa Cuenca
ptor dos gracias recibidas.
S. P edro P alm iches [España, Cuenca). —
Dolores Millana de Ejiones publica su gratitud
a la Virgen de D. Bo^lcojpor haber conseguido
la salud de siLhérman^^ue'se hallaba enferma
de.sde hacía-«ÍAl^^É!es y deshauciada de los
médicos, ofrecieiíoo una limosna en favor de
las misiones.

TUNLii. [Colombia). — Adelaida Caicedo. vda.
de Ramlres, Ce/erino Lópes y María Vives, agra­
decen a la Virgen de D. Bosco especiales favo­
res que les otorgó y mandan una limosna para
las misiones salesianas.
V alparaíso [Chile). — Ernesto Frías Z. en­
vía mía oferta para el Santuario-B^'lica de
María Auxiliadora, de Turin, por un señalado
lieneficio obtenido de la Virgen de D. Bosco

Por ol mundo
SalBSiano
ALICANTE (España) — Fiesta de Sao Fraoeisco de Sales.
Con inusitado esplendor se celebró en esta
ciudad la fiesta del Patrón de La Congregación
Salesiana y aunque la pertinaz lluvia de todo
el día hizo que se suspendieran algimos de los
actos, tales la conferencia para los cooperado­
res a cargo del M. I. señor Abad don Modesto
Nájera, que había de celebrarse por la tarde
y la velada teatral, la fimcióu religiosa que
tuvo lugar por la mañana, re\-istió una gran­
dísima solemnidad.
Ofició en ella el Excelentísimo e Ilustrísimo
señor Obispo de la Diócesis, doctor Irastorza,
quien en la solemne misa de comunión por él
celebrada, y antes -del Ofertorio, pronunció una
conmovedora plática, llena de amor a los jó­
venes, en la que, glosando el Evangelio del día,
hacía ver cómo la juventud educada en aquella
santa casa, no constituye xm terreno duro, pe­
dregoso, inapropiado para recibir la divina
semilla de la palabra de Dios, sino por el con­
trario, tierra mullida, bien preparada y abo­
nada incluso, por la perfecta educación cris­
tiana que en ella dan los beneméritos religiosos
que tienen por titular a San Francisco de Sales,
el santo tan apóstol. Felicitó a irnos y otros
y alentó a los jóvenes a que imiten la labor de
apostolado que tan de cerca ven y, siguiéndola,
lleguen a figurar en las avanzadas de la Acción
Católica que tanto interés merece a la Iglesia.
Durante la Misa — de muy nutrida Comu­
nión — cantó con verdadera perfección diver­
sos motetes el coro de niños de las Escuelas,
y al fin de ella S. E. impuso la medalla corres­
pondiente a numerosos caballeros de los mu­
chísimos que han constituido la Archicofradía
de caballeros de María Auxiliadora.
Después pasó el señor Obispo al patio del
Colegio en donde fué aclamado por los niños,
que, acompañados por la Banda infantil, en­
tonaron un himno en honor del Prelado. Este,
cariñosísimo, les dirigió la palabra exhortán­
doles a mostrarse siempre dignos discípulos de
maestros como los suyos que tan <x>mpleta
educación, verdadero complemento de la del
hogar, les dan y a fijarse en los positivos frutos
que ya produce aquella en la organización de
sus hermanos mayores, los Antiguos Alumnos
Salesianos. Les dijo también con cuánta com­
placencia había escuchado sus cantos, hacién­

doles saber su deseo de que ellos constituyan
el elemento principal para la organización en
Alicante de una escolanía de música sagrada.
Todo ello como decimos, entre simpáticas mues­
tras de su cariño hacia los pequeños, muestras,
que tenían que verse completadas por mía
nueva y muy generosa, al disponer, después,
S. E. que en su nombre se obsequiase a todos
ellos (más de 500) con pasteles y se adquiriesen
nuevos ju^ os para el patio.
El doctor Irastorza, fué despedido con víto­
res y aplausos muy entusiastas.

LAS PALMAS (España) — La fiesta de San
Francisco de Sales.
Solemnísimos fueron los festejos que en ho­
nor del Santo Patrón de la Congregación Sale­
siana tuvieron lugar en la bellísima ciudad de
las Palmas.
El triduo que precedió a la fiesta fué muy
devoto, contribuyendo a preparar los corazones
de los oyentes a la Comunión General del día
de la fiesta, que fué nuraerosí.s¡ma.
A las diez tuvo lugar la bendición de una
nueva máquina * Victoria » para imj)rimir, acto
que fué apadrinado por el Sr. D. Femando Cali án y su señora D*. Carmen Galván.
En la función solemne cantó las glorias del
santo Obispo de Ginebra el Rvdo. Sr. Director
de estas Escuelas, presentando al Santo como
Doctor, Pastor y Sacerdote.
Por la tarde, a pesar de lo desapacible del
tiempo, acudieron a la Conferencia anunciada
buen número de Cooperadores y Cooperadoras.
Tras la lectura de la carta anual del Revdmo.
Señor D. Felipe Rínaldi a los Cooperadores
publicada en el Boletín Salcsiano de Enero, su­
bió al piílpito el Revdo. Sr. D. Manuel Fernán­
dez, desarrollando un tema misional y excitan­
do a todos a cooperar eficazmente en favor de
las Misiones católicas, y en especial, de las Mi­
siones salesianas, a la formación de tma Beca
Misionera que llevará el nombre de Ntra. Sra.
del P4no, y a eniriar objetos que puedan pre­
sentarse en la Exposición misional de Barce­
lona.
Después de la Conferencia se hizo la colecta
cuyo producto se ha destinado a la formación
de la expresada Beca.
Acto seguido se manifestó a S. D. M. y se
impartió la Bendición solemnemente.

156
Terminadas las sagradas funciones, se abrie­
ron las puertas del salón-teatro que bien pronto
se llenó jxjr completo de público.
Los Salesianos y sus alumnos ofrecieron a sus
Cooi)erndores una velada que resultó hermosa
e impregnada de los sentimientos de la más
profunda gratitud.

VALENCIA (España) — Visita del Sr. Qoberaador.
Accediendo a los deseos manifestados por
S. Excelencia de visitar la obra salesiana de
Valencia, especialmente en su aspecto social.

"obsequio los Padres Salesianos habían prepa­
rado una hermosa velada. El Padre Conde,
director del colegio, dió la bienvenida al señor
Gobernador, agradeciéndole en nombre de los
padres de los alumnos, de la Cooperativa Don
Bosco y de los Salesianos, la gratísima sorpresa
que había proporcionado a todos, honrando
con su presencia la casa de los Hijos del Vene­
rable Don Bosco, o, mejor, la casa de la popu­
losa barriada de Sagunto y de los diez o doce
pueblos que mandan sus hijos a las escuelas
Salesianos.
Todos los números de la velada fueron eje-

Camcos (Venezuela) — Grupo de alumnos y exalumnoa que tomaron parte en la solemne fiesta de M . A.
En el centro: Mona. Dr. Felipe Rincón. Arzob. de Venezuela y Mona. Dr. Sixto Sosa Obispo de Cumaoó.
fué invitado a satisfacer sus deseos el día 17
de febrero, en que tendría lugar en los patios
del Colegio un Festival Gimnástico.
A lo entrado del Colegio le recibieron dis­
tinguidas personalidades y Cooperadores Sak'sionas. con la J unta de la Cooperativa de las
Casíís Baratas.
líl Sr. Gobernador recorrió todas las depen­
dencias del colegio, elogiando calurosamente
su excelente orientación, y las excelentes cla­
ses y dormitorios de que dispone, perfectamente
aireados y soleados. Luego pasó a visitar el
gnipo de casas recientemente inauguradas, que­
dando altamente satisfecho de una obra tan
ejemplar.
A continuación pasó al teatro del Colegio,
en donde fué acogido con vivas y aplausos por
los niños y los padres de los alumnos, en cuyo

cutados magistralmente, siendo premiados con
estruendosas ovaciones.
Don Manuel Simó, muy conocido y muy
querido en aquel barrio por sus inolvidables
campañas religioso-sociales, pronunció un elo­
cuente discurso sobre la familia, que fué intemunpido varias veces con grandes aplausos.
Tuvo palabras encomiásticas para los Hijos de
don Bosco. que trabajando abnegadamente han
logrado transformar radicahnente el barrio, que
es hoy xmo de los más católicos de Valencia
y para el Excelentísimo Señor Gobernador, que
quiso alentar y cooperar con su presencia a
una institución tan popular y tan simpática
para todos los valencianos.
Al final se levantó a hablar el señor Gober­
nador, que fué saludado con una ovación deli­
rante. Dijo que instituciones como la Salesiana,

r

157
que se dedican con preferencia a educar a los
hijos de los obreros, eran las predilectas de su
corazón, elogió la obra regeneradora de los
Salesianos, y terminó pidiendo a todos su con­
curso para hacer de Valencia una ciudad grande
y hermosa, y a la Virgen de los Desamparados,
las luces y aiixilios celestiales para dirigir cris­
tianamente los destinos de la provincia.
El público, entusiasmado, acogió con una
grandiosa ovación las últimas palabras del se­
ñor Gobernador y le acompañó cariñosamente
al auto, despidiéndole con vivas y aplausos.

han cesado en su admirable obra de apostolado,
siempre bajo la dirección de los Salesianos.
El segundo acontecimiento es la bendición
de la primera piedra de la iglesia de las mismas
Hermanas. Celebró la sagrada ceremonia el
Inspector Salesiano P. Bertola, antes de dar
comienzo a los Ejercicios Espirituales de las
Religiosas. En esta futura iglesia, las piadosas
Hermanas, que tan eficaz ayuda prestan al
sacerdote, no dejarán de rogar a Je.sús, derrame
sus bendiciones y sus favores sobre los enfer­
mos y sus abnegadas Misioneros.

A jaa de IIHos (ColomlMa) — Bendición de la Primera piedra de la Iglesia para las hermanas del Sagrado
Corazón de Jesús y de María, religiosas leprosas qoe coosa^an toda sn vida al alivio de sos compafieros
de desventara especialmente de los pobres niBos leprosos.
AGUA DE DIOS (Colombia) — Nueva Iflesla.
Por ima carta fechada el 10 de diciembre,
ha sido informado D. Felipe Rinaldi de dos
acontecimientos a cual más gratos, que han
tenido lugar en esta Leprosería.
El primero es la reelección de la Superiora
de las Religiosas de los Sgdos. Corazones de
Jesús y de Marta. Se trata de Hermanas lepro­
sas, dotadas de heróica abnegación y ejemplar
espíritu, que en el reino del dolor consagran
toda su vida y sus fuerzas todas a la caridad
en favor de sus hermanos enfermos y particu­
larmente de los niños, para los cuales han
abierto un floreciente Asilo: desde el 1900 no

SANTIAGO (Coba) — Velada en honor del
Sr. Arzobispo.
Con gran lucidez se llevó a efecto en el local
del teatro de las Escuelas Don Bosco, la velada
lírico-dramática en honor del Excrao. Sr. Ar­
zobispo Fray Valentín Zubizarreta, para ce­
lebrar el cmoxnástíco-del ilustre Prelado.
A la hora señalada se dió comienzo a la ve­
lada, entonándose el Himno Nacional, cantado
por todos los alumnos del Colegio, y escuchado
con respeto por la enorme concurrencia que
invadía por completo el vasto local.
Terminado el himno, el Director de los Sa­
lesianos. P. Doná, pronunció breves palabra.s

!

158
ofreciendo la Velada al Buen Pastor y exten­
diéndose en algunas consideraciones de ca­
rácter religioso, patriótico y moral, que fueronpremiadas con repetidos y nutridos aplausos.
A continuación se representó el drama «Rey
y Padre * maravillosamente interpretado por
los raucliachos del Club Deportivo y Caballeros
de D. Bosco, co.sechando en todos los actos
merecidos ajilausos. Terminóse la representa­
ción con el chistoso sainete Matías Timador, el
cual hizo las delicias del ]niblico.
Contribuyó al mayor esplendor de la fiesta
la inteligente labor de la eximia pianista Srta.
María Luisa Díaz, que deleitó al piiblico durante
los entreactos con escogidas piezas.
líl salón teatro, llamante, nuevo, estaba ar­
tísticamente iluminado, siendo de notar la ad­
mirable pre.sentación escenográfica, obra del
P. Sánchez, salesiano, y el rico y apropiado
vestuario que se estrenó en aquella ocasión.
I<n fiesta terminó a hora avanzada, quedando
los concurrentes altamente satisfechos y de­
seando se repitan de vez en cuando semejantes
veladas, que siempre dejan tan gratos recuerdos.

GUAYAQUIL (Ecuador) — Triduo y Fiesta en
honor de María Auxiliadora.
Después de un Triduo verdaderamente fer\ oroso y concurrido que los PP. Salesianos y
el Comité María Auxiliadora dedican anual­
mente a vSU Excelsa Patrona, se ha celebrado
c.ste año, por primera vez en su propio Templo
en construcción, la fiesta de María Auxiliadora.
El día
de Noviembre, el Comité María
Auxiliadora, la Archieoíradía de igual nombre
y munerosas devotas se agruparon en derredor
tlel altar de la Snui. Virgen, ofreciendo un her­
moso espectáculo de fe y de amor hacia la Ma­
dre de Dios, bajo la dulce advocación de Au­
xilio de los Cristianas, que, entre llores y luces
muy bien combinadas, destacábase en su trono,
atrayéndase las miradas y subyugando los co­
razones que estaban a los pies de la Reina de
la Fiesta.
A las g ^ cóntenzó la misa solemne con acom­
pañamiento de annouimn y canto del Sr. Gon­
zález, quien con su acostumbrada maestría se
<lescnq>eiió lucidamente, contribuyendo con .su
jx>tcnte y armoniosa voz a dar mayor realce
a la solemne Fiesta.
Desp\iés del Evjmgelio, el R. P. Segimdo
A y ida S. S. pronunció un sugestivo panegírico,
ensalzando la devoción hacia la Virgen de Don
Bosco.
Se terminó la Fiesta con la bendición impar­
tida por Monseñor Cconin para aplicar la In•dulgeucia Plenaria concedida por la Santa Sede
a cuantas j>ersouas hubiesen asistido al Triduo
y FTesta.
Como recuerdo de la soleimie festividad se

repartieron entre los numerosos concurrentes,
hojitas- volantes que llevaban impresa ama fer­
vorosa plegaria a la Sma. Virgen Auxiliadora.

SAN JULIAN (Chile) — Bendición ds la pie­
dra fundamental del edificio para el Colegio
“ Angela Valiese” .
El domingo 2 de diciembre tuvo lugar la
bendición y colocación de la primera piedra
del futuro Colegio aAngela Valiesen», dirigido
por las beneméritas religiosas Hijas de María
Auxiliadora.
A tan solemne acto concairrieron muy nume­
rosas representaciones de damas y caballeros,
que quisieron manifestar de este modo su in­
condicional adhesión y eficaz apoyo a tan sim­
pática obra.
El Sr. Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor
Bottaro, delegó su representación en el Rvdo:
Vicario Foráneo del Territorio P. Juan Ahberti
director del Colegio Salesiano.
Fueron padrinos en la solemne ceremonia
las Sras. Mercedes Arregui de Lucuix, Camila
G. de Aloyz, Herminia T. De Luxardo, Elena
P. de Capocci, Teresa L. de Rafasquiño, seño­
ritas María y Venancia Aidar, y los caballeros
Angel Ruiz, Pedro Cuburii, José R. Funiillo
Felipe Luna, Emilio J. Luxardo, Domingo
Viera, Luciano Cobián, Manuel J. Butty y En­
rique Comell González.
La banda de Música contribuyó al mayor
realce de la ceremonia, dando apertura al acto
con la ejecución del Hiinno Nacional.
A continuación el R. P. Juan Aliberti pro­
nunció un elocuente di.scurso, sintetizando con
frases felices e inteligentes, el alto significado
del acontecimiento, y haciendo entrever para
día no lejano, la profunda renovación que en
el campo moral y religioso había de producir
una obra como aquella, dirigida por las digní­
simas Religiosas Flijas de María Auxiliadora,
que tan altas dotes de educadoras han demos­
trado doquiera han fijado su bienhechora planta.
Terminado su discurso, bendijo la piedra fmidamental y acto seguido el Sr. Dr. D. Emilio J.
I.uxardo dió lectura al acta correspondiente,
(pie íué firmada por el Rvdo. P. Juan Aliberti,
la Directora del futuro Colegio, Sor Agueda
Tempera y las damas y caballeros, antes cita­
dos, padrinos de la ceremonia.
A continuación hizo uso de la palabra el
Sr. D. Domingo Viera, quien con frase galana
supo catitivar la atención de los presentes y
jxaner de relieve los grandes beneficios que pro]K>rcionará a la ciudad de S. Joilián el edificio
que aliora se comienza, que a no dudar, ha de
ser foco poderoso de donde irradie la luz de
la enseñanza y educación cristiana, única que
puede guiar felizmente a los pueblos por la
senda de la prosperidad.

T

159
Luego el niño Sánchez leyó un discursito
alusivo a la ceremonia, el que impreso en espe­
cial folleto, fué distribuido como recuerdo a
todos los circimstantes.
Terminó el acto con la colocación de la Pri­
mera Piedra, renovándose luego las cordialísimas felicitaciones a las beneméritas Herma­
nas, y los votos por la terminación definitiva
de la empresa cuya primera etapa acababa de
cumplirse bajo los mejores auspicios.

MANGA’ (Uruguay) — La Escuela Agrícola
JaksoD ea la Exposicióo de Industrias Nacíona*
les 1928.

Escuela «Jackson» son bien conocidos y dis­
frutan' de mucho prestigio, jx>r lo que consi­
deramos supérfluo hablar de la excelencia de
los mismos.
»Una nota interesante es la presentación de
una colmena moderna, confeccionada en la
misma escuela. Esa colmena ha sido j>resentada en plena actividad.
»I,a industrialización de los productos tiene
más mérito si se considera que todo lo utilizado
para ello sale del propio establecimiento, inter­
viniendo tan sólo el personal 5' los discípulos
de la escuela.
» Consideramos de ju.sticia destacar la actua­
ción que ha tenido la Escuela «Jackson * en la
Exposición de la Industria Nacional, pues con
ello se da la medida de la capacidad económica
de la granja, organización agraria que han de
llevar a la práctica los discípulos del prestigioso
establecimiento de los P. P. Salesianos ».

El « Diario del Plata » en su número del
26 de Octubre pasado, dedica im entusiasta
artículo a elogiar la labor altamente meritoria
de los Salesianos en el ramo de las Escuelas
Agrícolas; de ella entresacamos algunas párra­
fos en la segundad que han de ser del gusto
de nuestros lectores:
« Hacer el elogio de la obra desarrollada por
los P.P. Salesianos en la escuela «Jackson *,
del Manga, sería repetir conceptos que ya he­
mos tenido oportunidad de vertir al ocupamos
de ese prestigioso establecimiento de enseñanza
industrial.
« La enseñanza se proporciona en la escuela
« J ackson », a cargo de profesores excepcional­
mente capacitados para preparar hombres de Don Juan Marín del Campo y Vizcayno.
provecho, tanto por la disciplina en el trabajo,
como por la buena orientación científico-prác­
A los 31 años descansó en la paz del Señor
tica que han sabido imprimirle los P.P. Sale­ este ferviente joven modelo de todas las vir­
sianos. El fruto de esa disciplina y de esa orien­ tudes cristianas, que tan santmnente le sui>ictación es la capacidad productora de que dis­ ron inculcar sus padres, nuestro gramlfeimo
fruta el establecimiento, en el que se hacen amigo y eximio Coo|>erador D. Juan Marín
experimentaciones interesantísimas y se obtie­ del Campo, y su esposa. Los detalles de la
nen productos de alta calidad. Prueba de ello santa muerte los relataba su mismo cristianí­
es la exposición que la escuela «Jackson» ha simo padre en la siguiente forma:
hecho en el Palacio Salvo con motivo de la
«El sábado 19 (alos tres días de caer enfermo)
Exposición de la Industria Nacional, que se pidió insistentemente que se avisara a su di­
clausurará el próximo lunes.
rector espiritual el redentorista Padre Bayón,
* El «stand » de la Escuela « J ack.son » ocupa para confesarse. Acudió el confesor; pero como
un rincón del segundo piso del edificio, pero,
el enfermo se hallaba bastante decaído, y la
pese a su ubicación no privilegiada, por cierto, gravedad no era inminente, quedó en confe­
el publico %-isita y admira los esfuerzos de los sarle al siguiente día. Mas luego a las diez de
P. P. Salesianos, que dan un buen ejemplo la noche del mismo sábado, habiendo sufridorespecto a lo que se puede y debe hacer en un colapso el enfermo y habiendo vuelto a
este país con la implantación del sistema gran­ pedir insistentemente confesión, se confesó con
jero en la explotación de la térra.
D. Juan Causapié, amigo íntimo del enfermo* La Escuela « J ackson ». en varias vitrinas,
y de los padres.
ha expuesto productos de bodega, de lechería,
Una vez confesado, llamó a sus padres para
de apicultura, productos porcinos, dulces, con­ pedirles la bendición y despediise de ellos. Al
servas, etc. Todos esos productos son de alta abrazarles, refiriéndose al pseudónimo con que
calidad, llamando la atención del numeroso su padre escribe en E l Siglo Futuro, dijo:
público que continuamente desfila por el
— ¡Este es mi queridísimo Chafarote, al que
«stand ».
por las muchas alabanzas que ha escrito de la
* La sección productos de la bodega es extra­ Santísima Viigen, y por las almas que ha con­
ordinaria, presentando una gran variedad de solado, Dios le ccaicede el consuelo de ver mo­
vinos y licores. Los productos vinícolas de la rir a su hijo tan contento y tan conforme con

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la voluntad de Dios...! Si Dios quiere que yo
viva, cúmplase su divina volimtad; pero sí me
diese a elegir, yo le pido la muerte para no
ofenderle ya nunca... Gracias, padres de mi
alma, por la crianza cristiana que me habéis
dado. Ahora es cuando se recogen los frutos
de vuestra santa educación... Mi padre me ha
ensenado que las tres grandes señales de pre­
destinación son el amor a Jesucristo Sacra­
mentado, el amor a la Santísima Virgen y el
amor al Papa. ¡Viva el Papa Rey que es Cristo
in ierra!
Tantas cosas dijo, y con tanta gracia, en las
dos o tres horas que duró aquella santa conver­
sación, que hasta hizo soureir a sus padres, al
confesor y a la sierva de María que tan carita­
tivamente asistía al enfermo. También dijo lo
siguiente:
— Mañana cuando venga Julio (este es el
nombre de su amigo, camarada y fnédico de
cabecera, el doctor Fanconi) le diré: Y a no
necesito de tus inyecciones, pues acabo de re­
cibir una inyección de amor de Dios que es
lo que mús me importa.
Desde la mañana del domingo, todas, todas
sus ansias, todos y todos sus pensamientos se
cifraban en no morirse sin recibir el Santísimo
Viático y la santa Extremaimción. Llegó a
creer que se moría y que el Señor Sacramen­
tado no llegaba a tiempo; y lleno de pena, pero
también de resignación, ofreció a Dios el sa­
crificio de no recibirle si tal era su voluntad.
Para distraer al moribundo santa y prove­
chosamente de aquella amargura y desolación,
le leyó entonces su padre muy despacio lo
mejor que el Padre Baltasar Gracián escribió
en su vida; aquella sabrosísima consoladora
meditación que debe hacer el moribundo que
va a recibir a Jesucristo cuando tan amorosa­
mente le visita, le alimenta y lo regala mo­
mentos imtcs de juzgarle i)ara que no tema el
juicio de Padre y Juez tan misericordioso y
amoroso.
lín esto llegó por fm Su Divina Majestad.
- - Y a que el Rey de los Cielos (dijo el mori­
bundo entonces) se digna visitar esta pobre
casa, que toque mamá al piano la Marcha Real
¡>arn recibirle no dignamoute sino lo menos
indigiuunente que i>odamos.
Así lo hizo la afligida madre, pero llena de
gozo entonces por honrar al Señor y jx>r cum­
plir la última voluntad del hijo moribundo. El
cual sentado en cama con el Rosario y con el
Escni)ulario al cuello y empuñando devota­
mente con entrtuubas manos un Crucifijo, re­
cibió p>or fin lleno de sereno jiibilo al que tanto
deseaba; y también recibió inmediatamente
ante el Santísimo la Extremaunción diciendo:
«(Qué henuosa es la Santa Liturgia! ».
Hasta aquí El Siglo Euiuro.
Recordando entonces xm paso memorable de

la vida de D. Bosco decía al que suscribe, y lo
decía de todo corazón:
— Esto no es xma desgracia de familia; esto
es una gran misericordia de Dios Nuestro Se­
ñor ».
Con seguridad que sus santos padres no ne­
cesitarán consuelos ni alientos, dadas las cir­
cunstancias que acompañaron el dichoso trán­
sito, pero nosotros pedimos a nuestros lectores
una oración por el difunto, en testimonio de
gratitud y de correspondencia.

D. F. Rafael Lasaga Berasafegui.
Falleció este cristianísimo caballero en Vi­
toria (España) el día 23 del pasado marzo a
los 71 años de edad. Como su vida había sido
dechado de vida cristiana, su muerte fué la
de los justos, y, no lo dudamos, el pasaje de la
tierra al cielo, para ir a recibir el premio de
sus virtudes.
De sus ocho hijos vivientes, dos son Sacer­
dotes Salesianos; D. José María Lasaga, Su­
perior de los Salesianos de Madrid y D. Miguel,
que acaba de pasar im período de gran activi­
dad en la República del Perú; y otra, sor Va­
lentina, es Hermana de la Caridad.
A ellos, a sus hermanos y demás parientes
damos el más sentido pésame y a todos nues­
tros lectores pedimos una oración por el alma
del finado.

Recordad en vuesfros sufragios a:
BARCEI.ONA (España) Dña. Dorotea Ripoll y
Moruga, Exenta, e lima. Sra. Dña. Josefa Vitar
y Juera, Marquesa viuda de Juliá, Dña. Virgi­
nia Delgado Ferrer de Sarrias, Dña. Francisca
Brunet, vda. de Espona.

Cali (Colombia) Dña. María Jesús Salcedo
de León.
F ontiveros (Avila, España) Dña. Alejandra
Gómez.
RIOCHICO (Ecuador-Mánabí) Dña. Margarita
Bravo, Dña. Hcnninia Cedeño, Dña. Jacinta Vi­
les D. Rosendo Giler.

Y arttagua (\*enezuela-Yaracuz) Dña. Lean­
dro Are'valo.
R. I. P.

Coa a p r a ¿ a a ^

de ía aw íoridad eele*iesH ctt.

G e m t e : O . D O .U E N I C O G A R .N E R I.
Establecim leolo Ttp. de la S o cied ad E ditora lolerB aeioM l - T aria
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