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Año XLII.
OCTUBRE,
1927
Número 10.
BOLETIN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
S U M A R IO : Estadiando a Don Bosco (IV). — S . M . la Reina de Italia y la Obra Salesiana. — Tesoro
espiritaal. — D e nuestras M isiones; Muerte de D. J . Bálzola. - Congo B e lg a : Una excursión apostólica. Desde el Chaco Paraguayo. - Misiones de la Pafagonia. - Entre los jíbaros del Ecuador. — Culto de M arta
Auxiliadora: La Virgen de Don Bosco (XIII).
M aría Auxiliadora en La Serena > Manila. - Gracias de
M aría Auxiliadora. — Por el Mundo Saiesiano: Buenos A ires: D ía del PontíRce y Congreso del Sgdo. C o
razón - Lim a: Congreso del^Sgdo. Corazón. — A l vuelo: Asunción - Buenos Aires ' Cindadela - Có.doba
- Cuenca - Ensenada - FortaleclUas - Fortín Mercedes - Panamá - Paraguay - Quito - Santiago - Tucumán
Uruguay - Viedma. ~ Los que mueren: Dña. Luisa Roca de Pagliere. etc.
Estudiando a Don Bosco (IV).
Los orígenes de Don Bosco
La vida dcl Vbic. Juan Bosco abarca
73 años, desde 18 15 hasta 1888. Es,
pues, una vida larga y además extraordi
nariamente activa, que no puede ser
narrada en pocas páginas. Su biógrafo,
Lemoyne, dejó escritos nueve gruesos vo
lúmenes y liega apenas hasta el año 70.
No queremos, pues, en esta serie de ar
tículos dar al lector una biografía.
Pero, por una feliz contingencia, en la
admirable y en muchos casos, casi di
ríamos, novelesca sucesión de hechos y
anécdotas que nos han quedado de una
vida trascurrida en medio del inquieto
agitarse del mundo moderno y a la vista
de una muchedumbre que poco a poco
llegó a ser incontable multitud, encon
tramos muchos hechos que o se parecen,
o son la repetición unos de otros, o pro
ceden de una misma semilla, de una
primera raiz y no son sino el natural
efecto, más o menos evidente, de aquella
primera actividad.
Esto sucede en muchas otras vidas
de hombres celebres, pero en nuestro
caso quiza más que en ningún otro.
Porque también Don Bosco evoluciona
y como hombre de aguda observación.
de pronta percepción y de verdadero
genio inventivo, de un hecho, de una
circunstancia que para otros pasaría de
sapercibida, sabe sacar ideas e impulsos
para nuevas cosas, para nuevas actitudes.
Podríamos decir que viviendo aprende
y que estudiando progresa y al mismo
tiempo, y esto es humano, desarrolla
gradualmente las dotes e inclinaciones
de su personalidad.
Permítasenos, pues, prescindir del ri
guroso orden cronológico para seguir
más bien un orden lógico o de ideas;
tanto más que para hombres de esta
naturaleza, los hechos son a menudo
ideas y las ideas se convierten en hechos.
Nos encontramos, pues, ante todo,
con la juventud, germen de la vida y que
en nuestro caso haremos llegar hasta
los 25 años. Juventud azarosa, llena de
vicisitudes y en la que aparece acá y
allá el Don Bosco de los grandes hechos.
No hablo de precocidad, que en los gran
des hombres poca o mucha se encuentra
siempre, sino de verdaderos preludios
y gérmenes de lo futuro.
Edad para él trabajosa, en la que expe
rimentó duramente cuán ingrata cosa
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es la pobreza para un hombre de genio
y de aspiraciones no vulgares. Pues en
una larga odisea de humillantes vicisi
tudes, tuvo que emplear sus años mejores,
ejercitándose en toda clase de oficios
para ganarse el pan y buscando, como
de limosna, maestros y libros. Sólo a
los i6 años pudo finalmente sentarse en
los bancos de una escuela y a los 20 entrar
en el seminario para encontrarse, al aca
bar sus estudios, más pobre que antes.
Pero, como decíamos, ya aparecen en
tonces los gérmenes del hombre del por
venir: su ingenio privilegiado y versátil,
su celo apostólico y sobre todo su bondad
característica y el sueño de su vida, la
salvación de la juventud.
Los primeros pasos.
Don Bosco nació el 16 de agosto de 1815
en Becchi, caserío de la fracción de M urialdo, de Castelnuovo de Asti, diócesis
de Turín. Lugar pobre, casa pobrísima.
Pero entre aquellas colinas de suave
declive, en aquel privilegiado pueblo de
Castelnuovo, hubo en el siglo pasado un
lozano florecer de hombres insignes y de
santos como Cafasso, Bertagna, Cagliero,
Rossi, para no hablar sino de los más
conocidos.
Y es que sin duda existe una ley de
concomitancia entre el renacer de los
pueblos y el florecer de los santos, al
igual que de los artistas y de los sabios;
como, al contrario, con la decadencia
nacional, se agosta toda aquella prima
vera.
Y asi el Piamonte, al renacer, a princi
pios del siglo XIX, a vida nueva, vió flo
recer en su seno a escritores, pensadores
y artistas y también tuvo sus santos: el
Bto. Cottoícngo, el Bto. Cafasso el Vblc.
Juan Bosco.
Don Bosco era de fibra robustísima,
de índole buena, de corazón tierno y
sensible, de inteligencia despejada y
pronta y de una memoria que con el
tiempo se demostró prodigiosa: un ver
dadero talento. Pero el sentido práctico,
aquella afabilidad sosegada de buen piamontés, la confianza en el porvenir y
aquel humor alegre que dice tan bien aun
en los santos, los heredó de su madre,
Margarita Occhiena, mujer admirable,
que en medio de su campesina sencillez,
mostró tanto talento y tanta virtud y
sostuvo con el sacrificio de sí misma y
de todos sus haberes y con el amor de
su corazón maternal, los primeros pasos
de su hijo en la penosa carrera de la ca
ridad.
Habiendo quedado viuda a los 27
años, en 18 17, tuvo que mantener con
solo su trabajo a la anciana suegra, al
hijastro Antonio y a sus dos hijos José
y Juan. De constitución sana y robusta,
laboriosa e inteligente ama de casa, se
bastó para todo y supo infiltrar en sus
hijos una piedad' sentida, una fe pro
funda, el amor al trabajo y al deber y la
compasión para el pobre, pues aunque
pobre ella misma, fué sumamente cari
tativa.
Y Juanito creció con sencillez, en
medio de la pobreza y acostumbrado a
las fatigas de una vida de trabajo, ruda
y sobria. Una de sus primeras dificul
tades fue la de la escuela, pues no ha
biéndola en Becchi, era necesario hacer
varios kilómetros de camino para llegarse
a los pueblecitos próximos, por entre sen
deros campestres y con los rigores de
un frío intenso, en busca de quien le
enseñara los primeros elementos.
Pero ya desde entonces una precoz
inclinación lo llevaba al apostolado entre
los niños sus compañeros y los buscaba,
y ios entretenía con juegos aprendidos
de los titiriteros, y Ies repetía la explica
ción de catecismo y el sermón oídos en
la Iglesia, y contaba ejemplos edificantes
que el leía mientras apacentaba las vacas,
y buscaba algún dinerillo para procu
rarse lo necesario para aquellos juegos
que servían de atractivo a aquellos a
quienes quería apartar del mal y guiar
hacia el bien. Estos juegos los hacía pre
ceder de una breve oración y los inter
rumpía con sermoncitos o narraciones
edificantes. Y a menudo no eran sólo
niños los que le escuchaban; a veces,
sobre todo en las fiestas, su auditorio se
veía aumentado por hombres del campo
y por buenas madres de familia, que se
enternecían admirando su natural elo
cuencia y contemplando su semblante
trasfigurado. Porque, entre otras cosas,
era sumamente agraciado, de sanos co
lores, pelo negro y rizado, de formas re-
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guiares y graciosos ademanes y con dos
ojos vivacísimos y penetrantes que to
davía conservaban un encanto poderoso
cuando la vejez los iba ya velando. Y en
sus labios se dibujaba una continua son
risa, que tanto habla al alma y que daba
a sus palabras un encanto que comuni
caba a todos serenidad y alegría.
Sueño-programa.
iHe aquí los indicios y los gérmenes
del porvenir! ¿Eran conscientes?
A los nueve años tuvo Don Bosco un
sueño que él mismo narra en un manus
crito en que, por orden de Pió IX, dejó
escritas sus memorias, hasta 1855.
Se encontró ante una muchedumbre
de niños que jugaban, gritaban, se pe
leaban, blasfemaban. Al oir las blasfe
mias, se lanzó en medio de ellos a gritos
y a puñetazos para hacerles callar. En
aquel instante se le aparece un augusto
personaje que, llamándolo por su nombre,
le encarga que se ponga al frente de
aquellos niños y añade: No con golpes,
sino con ¡a mansedumbre y con la caridad
deberás ganar a estos amigos tuyos. Ponte
en seguida a hacerles una instrucción sobre
¡a fealdad del pecado y la hermosura de
la virtud. Pero él no se decidía, haciendo
notar que era un niño pobre e ignorante.
Entre tanto aquellos golfillos, dejando
de gritar y de pelearse, se agolparon
alrededor del personaje misterioso y Juanito Bosco continuó: ¿Quién sois vos que
me ordenáis una cosa imposible? — Precisa
mente porque te parece imposible deberás
hacerla posible con la obediencia y pro
curándote la ciencia necessaria. — Pero
¿dónde y con qué medios adquirir la cien
cia? — Yo te daré una Maestra bajo cuyos
cuidados llegarás a ser sabio y sin la cual
toda sabiduría se convierte en necedad. —
Y se dió a conocer como hijo de Aquella,
a quien él saludaba tres veces al día,
como le había enseñado su madre.
Y he aqui que una mujer de majestuoso
aspecto, nimbada de luz resplandeciente,
aparece ai lado del personaje y dice al
niño: — ¡M ira ! La turba infantil había
desaparecido y en su lugar aparecieron
en confuso montón cabritos, perros, gatos,
osos, y otros animales.
— He aqui tu campo de trabajo, con
tinuó la Señora; hazte humilde, fuerte y
robusto y lo que en este momento vas a ver
que sucede con estos animales, tu deberás
hacerlo con mis hijos.
Y volviendo a tnirar, el niño vió que
aquellas bestias se habían convertido en
mansos corderos, que balando triscaban
alrededor de los dos personajes. Juanito
confundido y llorando pedía una expli
cación y la Señora concluyó:
— A su debido tiempo lo comprenderás
todo —
A la mañana siguiente contó el sueño
M argarila Occhiena, la feliz madre de Don &osco.
a la familia reunida. Su hermano José
dijo: Tu vas a ser un pastor de rebaños—
O quizá un jefe de bandidos, dijo seca
mente el hermanastro. — No hay que
hacer caso de los sueños, sentenció la
abuelita. Pero su buena madre Margarita
concluyó afectuosamente: ¿Quién' sabe si
un dia llegarás a ser sacerdote?
En este sueño esta todo el porvenir,
de Don Bosco: Su vocación, su misión
extraordinaria, los medios y el método,
el feliz resultado.
A los quince años, Juan Bosco con
fiaba a su madre: S i un día puedo llegar
a ser sacerdote, consagraré toda mi vida
a los niños. Los amaré con toda mi alma
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y haré que me quieran; Ies daré buenos
consejos y no me detendré ante ningún sa
crificio para sahar sus almas.
Sueños y realidades.
20 años después, en 1844, en uno de los
momentos más decisivos de su historia, el
sueño se renovaba y se ampliaba. También
entonces vió una multitud de animales de
todas clases que rugían amenazadores. La
Señora apareció vestida de pastorcilla y lo
hizo poner ai frente de aquel extraño
rebaño, que ella misma guiaba. Hi
cieron tres paradas y en cada una de
ellas una parte de aquellas fieras se con
vertían en corderos. Finalmente hicieron
alto en un prado en donde los corderos
y demás animales se pusieron a pacer
tranquilamente. Entonces la pastora con
dujo a su discípulo un poco más allá y
se encontró en medio de un gran patio
rodeado de pórticos, con una pequeña
iglesia en uno de los ángulos. El número
de los corderos era ya muy superior al
de los demás animales y aparecieron
para guardarlos algunos pastorcitos que
pronto se marcharon. Entonces varios
de ios corderos se convirtieron en pas
tores y corrían de una parte para otra
en busca de nuevas ovejas.
Don Bosco (que entonces era ya sa
cerdote) se disponía a alejarse, cuando
la Señora lo invitó a dirigir la mirada
hacia medio día, donde se extendía una
huerta. Pero mientras contemplaba aquel
pedazo de tierra vió surgir y levantar sus
torres hacia el Ciclo, una majestuosa
Iglesia, con grandioso coro y órgano,
con el altar preparado para la Santa Misa
y con una inscripción: Hic domas mea,
inde gloria mea. « Esta será mi casa, de aqui
saldrá mi gloria^. Y el sueño terminaba
con las fatídicas palabras de la vez pri
mera: A su debido tiempo lo comprenderás.
A la mañana siguiente Don Bosco
conducía a sus pilludos a la primera de
las tres etapas y poco después a la
segunda y a la tercera y finalmente a
un prado. Y a poca distancia de ese
prado surgió, en una larga serie de años,
primero una casita, después una casa
con pórticos, luego una pequeña iglesia
que existe todavía, más tarde el majes
tuoso templo de María Auxiliadora, en
una palabra, el vasto Oratorio de Valdocco, que ocupa un area de unos 40.000
metros cuadrados y de donde se espar
cieron por todo el mundo toda clase de
obras en pro de la Juventud.
Hemos querido referir el cumplimiento
del sueño para que se vea como el porvenir
enigmático de la obra de un joven y
pobre sacerdote,todavía alumno del Convitto Ecciesiastico (i) está condensado en
este sueño tenido a la vigilia de un, al
parecer, definitivo desastre y narrado con
riqueza de detalles muchos años antes de
que se viera no ya el cumplimiento, pero
nisiquiera una idea o esperanza del mismo.
Otros sueños irán poco a poco reve
lando al hombre de Dios la futura suerte
de su Obra o presentarán a su fantasía
parábolas educativas y santificadoras; los
primeros, en forma grandiosa y sublime;
los últimos, de manera más humilde y
sencilla. ¿Qué decir de tales sueños?
Prescindir de ellos no se puede, pues
son parte de la historia y de la vida misma
del grande educador y fundador, tanto
que el nombre Don Bosco y la palabra
sueño son correlativos, como muy bien
nota su biógrafo Lemoyne.
El cumplimiento exacto de tantos acon
tecimientos predichos, humanamente im
probables, la revelación del estado de las
conciencias y de los secretos más íntimos
de las almas, muestran bien a las claras que
estos sueños no fueron sino el medio pe
culiar de que se sirvió Dios para ilustrar,
fortalecer y ayudar a su fiel Siervo en el
desempeño de su misión.
Desde la edad de nueve años, pues,
Don Bosco supo, conoció su destino.
¡Ah, pobre niño! !Qué arduo camino,
cuán amargas desilusiones le esperaban!
La odisea de sus estudios y de sus pri
vaciones empezaba!
Desde Capriglio a Murialdo, de aquí
a la Mogha y a Casteinuovo, aprendiendo
las primeras letras a ratos perdidos,
como de limosna, pasando de las órdenes
de uno a las de otro dueño, haciendo
de pastor de ganado, de campesino,
de criado, de cerrajero, de mozo de
cafe, de repostero, de zapatero y sastre,
( I ) Pensionado de ióvenes sacerdotes, fundado por los
santos tediosos Guala y Cafasso, para completar el es*
tudio de la mora/.
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de repetidor de lecciones; cubierto con
cuatro miserables andrajos y comiendo pan
ajeno; de verano, bajo un sol abrasador;
de invierno, aguantando los rigores del
frío; las noches,sobre un montón de paja
y en los breves descansos del trabajo, sen
tado a la sombra de las moreras, para
leer la gramática o estudiar latín y todo
ello para encontrarse a los 17 años a
dictar al día siguiente, llegando a saber
los enteros clásicos de memoria; sino
todo, había aprendido a conocer lo que
es la vida en sus múltiples aspectos; él,
que había sufrido, experimentado pri
vaciones, trabajado en los campos, en
los talleres, sujeto siempre a humillante
sujeción, había encontrado, entre las de
solaciones de la pobreza, corazones gc-
La casUa de campo qoe vid nacer al Apóstol de la Joventud del siglo X X
y donde tuvo su primer sueño-programa.
cursar lo que ahora se llama el tercer
año de gimnasio!
Sí, finalmente, con un saco de harina
a las espaldas y un pequeño envoltorio
con alguna ropa y pocos libros, pudo
encontrar una pensión en Chieri y así
cursar una clase regular y después de
superar felizmente el examen de retórica,
ser admitido en el seminario el año 1855.
í A los 20 años!
i Pero había aprendido! Y no sola
mente las materias de estudio en las
cuales superaba el contenido del pro
grama y hasta soñaba {histórico) durante
la noche el tema que el profesor iba a
neroros, especialmente entre la gente del
pueblo; había podido conocer tantas y
tantas almas de niños, de adolescentes
y de jóvenes, desde los inquietos pilludos
del arroyo, hasta las privilegiadas almas
de santos como Luis Comollo y José
Cafasso.
Su vida de entonces podía llamarse un
símbolo y un compendio de la vida que
le esperaba; un libro en cuyas páginas
habría leído la realidad de la vida de los
humildes, a los que un día tenía que
ofrecer consuelo y alivio.
Un instante estuvo en duda entre el
hábito del franciscano y la sotana del
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sacerdote. Su madre le había dicho: Yo
de ti no pretendo nada, no espero nada.
Grábalo bien en tu memoria: He nacido
pobre y quiero morir pobre y ten bien en
tendido que si te decides a ser sacerdote
secular y por desgracia llegas a ser rico
tu madre no vendrá nisiguiera a verte.
El consejo de Don |osé Cafasso y la
repetición del sueño de la infancia le
hicieron decidir por el seminario, donde
entro en 1835 para salir sacerdote en 1841.
Los Sres. Cooperadores Salesianos, cumplien
do los requisitos de costumbre, pueden ganar.
Indulgencia plenaria:
S . M . la Reina de Italia
I . El día que se inscriben en la P ía Unión.
1 . Una vez al mes, a elección de cada cual.
5. Una vez al mes, asistiendo a la conferencia.
4. Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5. El día que por primera vez se consagren
al Sagrado Corazón de Jesús.
6. Siempre que hagan Ejercicios Espirituales
durante ocho días seguidos.
y la O bra Salesiana.
Además, los siguientes dias:
Habiéndose dirigido el Superior G e
neral de nuestra Congregación, Don Fe
lipe Rinaldi, a S. M . la Reina de Italia,
para que se dignara aceptar la Presiden
cia honoraria del Comité central de las
Obras dcl Venerable Don Bosco, recibió
la siguiente halagüeña contestación:
Mes de Octubre:
7. L a Virgen dcl Rosario.
1 1 . La Maternidad de M aría Sma.
16 . La Pureza de María Sma.
Mes de Noviembre:
2 1. Presentación de M aría Santísima.
22. Sta. Cecilia.
Corte de S . M . la Reina
Roma, 31 de enero de 1927.
Reverendísimo Padre: Su Majestad la
Reina ha aceptado gustosísima la Presi
dencia honoraria del Comité Central de
las Obras del Vble. Don Bosco, establecido
junto a esa Dirección General.
Con sumo placer le participo la honrosa
distinción de S . M . y aprovecho la ocasión
para ofrecerme de V. R. atta. servidora
La Dama de Corte de servicio
Condesa A ugusta G uicciardini.
Nuestro Superior envió a S. M . la
Reina sentidas acciones de gracias por
su alta dignación, que será nuevo estí
mulo para trabajar en pro de la Juventud,
y que es una prueba más de las beneme
rencias de la Casa de Saboya en favor
de la humilde Congregación Salesiana.
También pueden ganar otras muchas indul
gencias plenarias y parciales y gozar de varios
privilegios, como puede verse en el Reglamento
o * Cédula de admisión a la Pía Unión», a la
cual nos remitimos.
N ota : Los Cooperadores que por enfermedad
o convalecencia no puedan ir a la iglesia, podrán
ganar las indulgencias arriba expresadas re
zando en su casa cinco Pater, A ve y Gloria.
La indulgencia del trabajo.
Todos los días, con la única condición de estar
en gracia de Dios, los Cooperadores Salesianos
que en medio de sus ocupaciones o de su tra
bajo, levanten el corazón a Dios con alguna
piadosa invocación, pueden ganar:
1. Una indulgencia plenaria por una cual
quiera de dichas invocaciones.
2. 400 días de indulgencia por todas las de
más, cada vez.
Una actitud devota y la circunspección en el hablar, son las dos bases sobre las cuales podemos
formarnos un carácter cristiano y religioso; procurando al mismo tiempo que nuestras palabras y
acciones sean siempre conformes a las máximas del Evangelio,
San F rancisco de S ales .
CONGO BELGA
Una excursión aposfólica.
¡El gran misionero saiesiano
Rdo. Don Juan Bálzola ha muerío!
A l ir a entrar en máquina este número un
telegrama nos anuncia la muerte de este ver
dadero campeón de las M isiones Salesianas.
En otro número procuraremos decir de él más
largamente, i Una vida entera empleada en la
evangelización de pueblos salvajes, con un
espíritu de fe y de sacriñcio que era la admi
ración de todos, con un fervor y arrojo que
le hacían despreciar todos los peligros, con
una maestría y caridad que ha sido sin duda
el que más ascendiente ha logrado entre los
salvajes! S e diría que en él la Providencia
ha querido dar a la Congregación Salesiana
el modelo del Misionero y ciertamente que, al
reunirse en el C íelo con el inolvidable C a r
denal Cagliero, el primer misionero saiesiano,
habrá pasado a ocupar con él el lugar de los
protectores especiales de nuestras Misiones.
Los bororos del Matto G rosso (Brasil), que
de la más cruda barbarie condujo hasta los
esplendores de la civilización cristiana y las
íribus d e l R io N eg ro (Brasil) entre las cuales
ejerció un apostolado grandemente fecundo,
hasta dar la vida por ellas, fueron los prin
cipales campos de su apostólica actividad,
durante los 34 años que pasó en las misiones.
¡Loor y gloría al gran M isionero!
Encomendemos su alma a Dios; pero sobre
todo pidamos al Seqor suscite corazones g e
nerosos, capaces de seguir las huellas por do
han ido esos héroes de la civilización cristiana.
R .
I.
F .
(ConlinuBción).
Ya no se encuentrá otra capilla hasta
Sakania y sin embargo faltan todavía unos
doscientos kilómetros y los numerosos
núcleos de población esparcidos por estas
tierras son todas ovejas de nuestro rebaño.
¿Cómo haremos dos solos pastores para
hacer entrar tantas ovejas en el redil?
Viene espontánea a los labios la antigua
frase evangélica: Messis quidem multa ope
rara autem pauci.
Titima es muy importante. Después de
distribuir ai menos 300 medallas de cate
cúmeno, me pongo mi babi de enfermero
y curo a todos los desgraciados que yo
alcanzo, y para los demás, durante la noche
preparo grandes botellas de desinfectantes,
con lo cual se medicarán unos a otros los
pies y las piernas llagadas.
Al día siguiente, 16, por la mañana, en
marcha hacia Kombo. Después de la misa
se me acerca Titima y me dice: No vayas
derecho hacia Kombo, pasa por Makensa;
es un poco más largo pero te ahorrarás
un trecho de alta y espesa vegetación que
cuesta gran fatiga atraversar. Yo quise
hacer un poco el testarudo y para no re
trasar unas horas doy orden de marchar
derechito hacía Kombo.
Aún no había pasado una media hora
cuando nos encontramos en pleno pan
tano, en medio de un verdadero bosque
de altas hierbas de 3 a 4 metros. Imposible
continuar en bicicleta. Se suda y se tirita
a la vez. Se suda porqué la altura de la ve
getación sofoca y se tirita porqué las plantas
derraman sobre nosotros en gran cantidad
el rocio de la mañana. Y a todo esto,
adiós sendero y para colmo de delicia una
nube de mosquitos que nos punzan sin
piedad. Manos y cuello se me hinchan a
ojos vista ¿Cuándo saldremos de este in
fierno? He querido saber más que Titima
y bien me pesa ahora. Finalmente después
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de una hora de semejante suplido en
contramos de nuevo el sendero de la selva!
iQué acogida le hicimos!
Tras un descanso bien merecido cuando
nos disponíamos a continuar nuestro ca
mino vimos venir por la parte opuesta
cinco negros de viaje, los cuales nos dieron
un gran consuelo asegurándonos que
pronto empezaría de nuevo el baile. T o
davía no habian terminado los parajes de
vegetación elevada y pantanosa. ¿Porque
no hice caso de mi buen amigo Titima?
En fin, dejemos a un lado la descripción
del final de la etapa que agotó nuestras
fuerzas y que nos hizo llegar a mi y a mi
pequeño guía a la una y a mis cargueros a
las dos y media de la tarde. Estos llegaron
gritando: Tuleewaya Hombo: Ya estamos
en Kombo y se echaron por tierra como
masas inertes a la entrada de la población;
contentos sin embargo por haber llegado
al término de sus fatigas.
Kombo y sus miserias, — Un anciano
jefe buen gasfrónomo. — Concierfo y
danza cafangueses. — Ndikoso rico
en Mica. — Cargueros apóstoles.
Lo primero que vi a la entrada de la po
blación fué a una mujer indígena que ofre
cía c! espectáculo más desgarrador. Había
sufrido graves quemaduras y desde las
rodillas a los pies era una llaga yiva que
dejaba enteramente descubierta la canilla.
Hice llamar al jefe y le hice comprender
que era necesario trasportar en seguida a
aquella desgraciada al Hospital, i Ah, si las
almas generosas de los países civilizados
ayudaran a los misioneros poniendo a su
disposición ambulancias con material far
macéutico abundante, cuántos males po
dríamos aliviar y curar! Mientras que ahora
por falta de medicinas nos vemos impo
tentes delante de los más atroces dolores.
Habiendo llegado a Hombo el sabado 16,
anuncié a mis hombres que el domingo
no se viajaba; a tal anuncio parecían locos
de alcgria y para pasar el tiempo que nos
sobró organizamos una partida de caza.
Uno cobró un antílope, otro descubrió ricos
panales de miel y yo hice caer dos gallinas
de Guinea. Había para dar un buen ban
quete; pero aqui sucedió un incidente có
mico en extremo:
M i catequista acababa de repartir la
miel, cuando aparece con mirada furiosa
y vomitando injurias el anciano jefe Hombo
terriblemente airado; se la toma con mis
cargueros, los insulta groseramente hasta
quedarse casi sin voz y Ies arrebata una
gran porción de miel. Se había cometido
el horrendo crimen de no cqntar con el en
la distribución del botín. No sabíamos si
reir o si enfadarnos al ver aquel alto y del
gado cuerpo, todo huesos, gesticulando y
borbotando como un energúmeno. Todo
acabó en una sonora carcajada y el mismo
Hombo se apaciguó por completo ante una
soberbia porción de antílope que le hice
servir en mi presencia,
Al día siguiente, domingo, todo el pueblo
reunido por mis cargueros asistió a la santa
Misa y a la Instrucción y a las oraciones de
la noche. Después de las cuales Kombo
nos tenía preparado un espectáculo típico.
Con una especie de piano de madera im
provisó un concierto indígena verdadera
mente ridículo, mientras que su mujer con
los pies adornados con cascabeles comenzó
una danza mágica, consistente en horri
bles contorsiones, acompañada por el fra
gor de tres tambores que batían de la ma
nera más horrible que imaginarse pueda.
Era un espectáculo de puro sabor local.
AI día siguiente levantamos las tiendas
y hacia Ndikoso, etapa larga y dura. No
llegamos a orillas del Liwiva donde se
halla este poblado sino hasta la una y media
y aun debido a la precaución de haber to
mado conmigo para que me sirvieran de
guías a través del laberinto de la selva, a
dos jóvenes negros de Kombo.
Ndikoso se halla al pie de una montaña
donde abunda mucho la mica; aquella mis
ma tarde mis cargueros recogieron grandes
placas de este minera!. Cerrada la noche
los habitantes vinieron a rezar con noso
tros, al rededor del fuego de guardia; y
luego volvieron a sus chozas tarareando
tímidamente, la canción que mis hombres
les habían enseñado. Estos cargueros son
buena gente y me prestan un buen au
xilio moral. Muchas veces después de las
oraciones de la noche se distribuyen en
grupos y van enseñando a las mujeres y a
los niños la señal de la Cruz. Al verles .tan
solícitos no se diría que acaban de hacer
unos JO kilómetros por malos caminos y con
25 kilos en las espaldas o en la cabeza.
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Shíndekeni y su buen jefe. — Escasez
de medallas. — Kakompe y un buen
encuentro. — Un alce providencial. —
Sakania y su rápida transformación.
— Proyectos.
El 19 nos pusimos en camino para Shindekeni. Etapa dura, ésta también; para darle
una idea del grado de cansancio a que nos
redujo esta marcha fatigosa, sólo le diré
tribuir mis últimas medallas de catecú
menos. Y ¿cómo voy a hacer ahora para
dejar una señal tangible, siempre necesaria,
a los catecúmenos de los pueblos que to
davía me quedan por visitar? Sería necesa
rio, amado Padre, que V. tuviera la bondad
de enviarme millares de medallas de María
Auxiliadora, pues son cada día más nume
rosos los catecúmenos que dan su nombre
para abrazar el Evangelio.
Congo belga — EJ cafeqoísfa indígena enscRa el catecismo.
que mi primer cuidado el llegar al pueblo
fué beber en el mismo gran recipiente
común de barro cocido lleno de mhoyo
(cerveza indígena) que me ofrecieron en
las primeras viviendas. Esta bebida no es
muy exquisita, que digamos, pero en aquel
momento la encontramos excelente y re
frescante. Y mis cargueros que llegaron a
las dos se encargaron de agotar con sus
ávidos y prolongados sorbos la providen
cial bebida.
Shíndekeni, tiene un jefe joven y que
sabe leer y bien dispuesto para con el mi
sionero; tres cualidades difíciles de encon
trar por estos parajes. Aceptó de buen
grado el cargo de catequista y pude dis-
Por la noche de aquel día al rededor de
los grandes fuegos encendidos para prote
gernos durante la noche de las fieras, yo
les hablé largo y tendido sobre nuestra
Santa Religión, confirmando mi doctrina
con numerosos ejemplos y narraciones
evangélicas; en estas tribus son todos niños
y hay que hablar de un modo especial a
su imaginación para hacerles, por asi de
cirlo, palpables las verdades de la fe. Se
interesan tanto por estas narraciones que
mis hombres olvidando sus fatigas y can
sancio, cuando yo quería acabar me ro
gaban prosiguiera.
El día 20 emprendimos otra etapa que
nos condujo a Kinkupula. Se nos había
298
dicho que había un buen camino bien pedazo a Kakompe que en recompensa nos
trazado, pero tuvimos que atravesar to- envió un enorme recipiente de cerveza del
tavía, al menos por tres cuartos de hora, Congo.
trechos de elevada vegetación, siendo ne
Nada de particular en las tres últimas
cesario abrirse paso, saparando por medio etapas; fueron como sus hermanas, largas,
del fusil llevado horizontalmentc, aquella fatigosas, pero llenas de consuelos espiri
selva de flexibles tallos.
tuales. Atravesamos unos diez poblados
Kinl<upula es una población pobre, casi y el 23 a mediodía llegamos a Sakania y
miserable; los habitantes harapientos a entramos en nuestra Casa cuando empe
penas tienen que comer ¿Cómo voy a zaban las Vísperas de María Auxiliadora.
proveer de comida a mis cargueros? Di una
i Cuantos cambios en aquella humilde
vuelta con mi carabina y tuve la suerte comunidad salesiana 1 Las dos escuelas, una
de hacer caer ocho palomas salvajes que para los blancos y otra para los negros,
vinieron como de perlas. Después de un están al completo: esta última cuenta ya con
breve descanso reunimos a toda la pobla 175 alumnos. Yo creí darles un gran gusto
ción para la instrucción y la oración en concediéndoles vacación por la tarde; si
común, después de la cual nos tendimos V. hubiera visto las caritas de aquellos
a la larga, pues la fatiga podía más que el pobres catanguesitos a quienes mi obse
deseo de comunicarnos impresiones.
quio privaba de su mayor diversión! Nues
Tres días nos quedaban para llegar a tra residencia se presenta muy bien aun
Sakania primera estación del Congo BeFga que sin ningún lujo; la capilla es hermosa
a la salida de la Rodesia; tiempo bien escaso y según me dicen muy frecuentada. En
por cierto para hacer una visita por breve la clase de los blancos reina el mayor or
que fuera a los numerosos grupos de po den y la de los negros del curso superior
blación escalonados hasta la frontera. Era esta muV bien amueblada y ventilada.
necesario pues apresurar la marcha.
Al día siguiente, 24 de mayo, fiesta de
El alba del 20 ya nos alcanzó en camino María Auxiliadora, fue día de gran solem
hacía Hakompe. Al cabo de 5 kilómetros nidad en aquella residencia. A la misa de
de camino nos encontramos con un con diez asistieron casi todos los europeos re
tratista que estaba cortando madera para sidentes en Sakania; les dirigí breves pa
el ferrocarril de Kaianga y con él tuvimos labras y al salir de la Iglesia me entretuve
la suerte de encontrar al Administrador con ellos.
de Sakania y su mujer que me hicieron
Por la tarde de aquel día ofrecimos a
comer con ellos.
todas las notabilidades del lugar un mo
A eso de los nueve volvimos a emprender desto y familiar banquete y con ello les
la marcha y de un tirón nos pusimos en di gustoso una muestra de gratitud por la
Kakompe, adonde llegamos a la una y media. ayuda eficaz y la protección desintere
Aquí encontramos un bien construido al sada que prestan a los salesianos.
bergue que al día siguiente noS sirvió de
Después de dos días de descanso salí
capilla. Para descansar algo me tendí en mi con el P . Bufkens con dirección a Kataía
chaise lon^ue y cuando estaba ya para con importante población distante 28 kilómetros
ciliar el sueño llega uno de mis hombres cabeza de partido de otros varios poblados.
a comunicarme una gran noticia: Sbimbi Allí encontré al gran jefe que me ofreció
nuestro mejor cazador acababa de matar un un gran recipiente de cerveza indígena y
alce. Todos se ponen en movimiento hay luego hablamos de nuestros asuntos. Le
que ir a buscar al animal i Figurarse: 600 comuniqué mi idea de hacer establecer
kilos de carne! Ya preveo que mi tropa allí a las monjas para que se cuidaran de las
va a estar de cantos y juerga toda la noche. niñas y curaran a los enfermos, mientras
Cuando mis hombres volvieron con el que un Padre tomaría a su cargo los niños.
botín a cuestas ya ardian seis hogueras El jefe indígena recibió con gj m alegría
para hacer el asado. Dimos juntos gracias a mis proyectos y me ofreció su apoyo in
Dios por habernos enviado el alimento para condicional. En seguida me Señaló el sitio
aquel día y mis cocineros improvisados se mejor para mis dos comunidades y me pro
empeñaron en sacar un asado digno de la metió que me haría ayudar en la construc
circunstancia. Ncr dejé de enviar un buen ción. i Un perfecto caballero!
T
ll I
299
Yo estuve muy satisfecho de estas dis
posiciones; pues podremos establecer allí
un importante centro que extienda su
rayo de acción a otros diez pueblccitos,
excelentes, pacíficos, amantes de la vida
doméstica y dados por completo a la
agricultura.
Ya ve amado Padre qué urgente nece
sidad de refuerzos, i Envíenoslos, por fa
vor! Si aumentan los brazos todo este pais
Desde el Chaco Paraguayo
(CorrespoDclencia de! P . Ricardo Pitlioi).
Con los Chamacocos.
Lo que me trae a este remoto rincón
del norte chaqueño donde el alma pa
raguaya extrema su vigilancia frente al
próximo confín boliviano, es el anhelo
Congo belga — La ínsfracción religiosa a los
será nuestro. La mies esta madura y no
pide más que ser recogida: envíe segadores
y con ellos medicinas, medallas, cruces
para cuidar los cuerpos y dejar señaladas
las almas.
Por aquí todos los hermanos están bien
y le saludan afectuosamente. Bendecidlos
amado Padre, bendecid sus trabajos y so
bre todo bendecid al que con el mayor res
peto se profesa
Vuestro afmo. hijo in Domino
J o sé S
ak
Prefecto Apostólico de Luapula.
dcóiHo s.
de hallar un camino de redención para
los pobres indios «chamacocos» (Ohrio),
cuya existencia secular gravita en torno
de « Bahía Negra
Es la tribu del Chaco, que durante los
últimos treinta años estuvo en relación
más estrecha con los civilizados en los
múltiples establecimientos obrajeros di
seminados sobre la costa del río Para
guay entre los grados 20 y 22 de latitud
sur. Pero, si la vida material ha logrado
con esto innegables ventajas, la sombra
del salvajismo sigue proyectándose siem
pre sobre su vida espiritual, con un con-
500
traste más hondo entre cierta apariencia
de progreso en los vestidos y alimentos
V la intima realidad del alma, «india»
en el pleno sentido de la palabra.
Más aún: con el contacto se asimi
laron muchas miserias morales de los
civilizados, principal entre ellas la pasión
por la bebida; al paso que enfermedades
antes desconocidas abrieron claros espan
tosos en sus filas, amenazando la misma
existencia de la raza.
Contribuyó a ello la ausencia de cierta
reserva innata en los indios frente al
extraño, siendo harto conocida la soltura
casi procazf de las mujeres chamacocas
(chimichanas), empeñadas al parecer en
provocar la atención con su hablar en
voz alta, con las pinturas vivas del rostro
y del cuerpo, y la gracia innegable de
sus formas, en el período de la juventud.
Así la historia de la raza chamacoca,
que se desenvolvió anteriormente en un
marco de perpetuas y mortíferas con
tiendas con las tribus limítrofes de los
«Moros» y de los «Tunmará» al N o
roeste y al Suroeste, y de los terribles
«Cadyuveos» del Matto Grosso fron
terizo, non se ha abierto aún un período
halagüeño en los tiempos recientes.
Las huellas del fígre.
Escribo estas líneas en el estableci
miento llamado Puerto «Ramos», de los
señores luán y José Balbiani, uruguayos
salteños, quienes con un esfuerzo admi
rable de voluntad han bregado por un
cuarto de siglo en la explotación de estos
qucbrachales y la cría de hacienda va
cuna.
Desde un principio buscaron la coo
peración dcl brazo indio, que les fué
siempre fiel, aun en momentos de ver
dadera hostilidad sangrienta contra esta
blecimientos limítrofes.
El lugar es, pues, oportuno para quien
con\o yo, busca el contacto de sus tol
derías.
Ayer los he visitado, en compañía del
señor José Balbiani, a unos 20 kilómetros
de la costa. La distancia no es mucha;
pero el viaje a caballo por estos lugares,
después de dos días de lluvia torrencial,
no es, por cierto de lo más agradable,
dada la impermeabilidad del subsuelo
en llanuras sin límites, cubiertas alter
nativamente de bosques grandes y en
marañados y de amplias praderas.
En un punto del camino, el compañero
me señaló las pisadas recientes de un gran
tigre, que había seguido por un buen
trecho nuestra misma ruta y cuya proxi
midad nos acusó el ladrido rabioso de
los perros al perlustrar el bosque.
Es una vecindad poco deseable; pero
no ofrece mayor peligro, porque el tigre
suele huir de la presencia del hombre.
Los indios nos recibieron bien y hasta
con clamorosas manifestaciones de sa
tisfacción, al ver que yo no llegaba a
ellos con las manos vacías.
Ante unas prendas de ropa, unos paquetitos de cigarros, o el brillo de unas
cuentas de vidrio, todo recelo se desva
nece y todos, sin distinción, asedian al
visitante, reclamando a gritos su parte.
iPobres y queridos indios! ¡Ojalá que
esta relación iniciada con unas miserables
ofrendas, termine algún día en algo más
noble y duradero: en vuestra última y
definitiva elevación a un estado de vida
mejor!
He observado entre ellos un número
grande de niños sanos y robustos.
Es una fecundidad promisora, si no
sobrevienen la viruela y las fiebres gri
pales, siempre en abecho para diezmarlos
máxime cuando se asocian a enferme
dades innominables, contraídas en el con
tacto con la «civilización».
Ellos mismos notan y lamentan la
escasez de hombres con la consiguiente
debilitación de la raza «chamacoca»,
frente a las razas limítrofes.
Asi se explica la desaparición en ios
últimos años, de las expediciones guerre
ras al interior, para tomar cautivos niños
y mujeres, a pesar de que su recuerdo
los enciende de entusiasmo, ahora par
ticularmente que las armas de fuego les
confieren una superioridad grande sobre
los adversarios.
A la Misión salesiana le toca echar
mano de todos los medios persuasivos
para evitar el regreso a una época som
bría, encaminándolos por las sendas de
la paz.
¿Puede acariciarse la esperanza de una
próxima redención?
Desgraciadamente no.
T
701
Un problema serio.
El chamacoco es un nómada impeni
tente. La naturaleza misma del territorio,
con sus continuas alternativas de cre
cientes y de sequías, les impuso el há
bito de la mudanza.
Difícilmente se les podrá detener en
un lugar para someterlos a una educación
continuada c infundirles el amor al
trabajo y a la propiedad.
Por otra parte, no asoma en él ninguna
tendencia a la agricultura; ni puede
asomar frente a la esterilidad del suelo
y la inclemencia del clima.
Tampoco podemos olvidar que su pa
sado belicoso permanece aún en sus fac
ciones físicas y morales.
Fueron precisamente « chamacocos » ios
últimos indios chaqueños que intentaron
asaltos alevosos y sangrientos contra
la propiedad y la vida de los cristianos.
Quien escribe estas líneas ha podido
sorprender, a veces, en sus palabras y
gestos sentimientos de hostilidad contra
los ocupantes de sus tierras, y si no se
traducen en hechos, es tan sólo por la
convicción de la impotencia propia y la
seguridad del castigo.
Su mismo idioma, radicalmente dis
tinto de todos los demás, crea una difi
cultad nueva.
Finalmente, si bien toda autoridad
político-social se ha diluido entre ellos
en una especie de anarquía, permanecen
aún arraigadísimas ciertas formas de culto
capaces de unirlos y arrastrarlos perió
dicamente hacia puntos convenidos del
interior del Chaco, para su larga y so
lemne celebración.
De todas estas circunstancias adversas,
brota la penosa incertidumbre respecto
de su suerte, y como una impotencia
moral de iniciar, de un modo concreto
y eficaz, una obra de redención en su
favor.
Con todo, los Salcsianos no los aban
donaremos. Dios nos ha de abrir el ca
mino.
Hacia eJ Sur.
Voy a regresar al Sur, donde en los
Puertos « Pinasco > y « Sastre » me aguar
dan los indios « Lenguas » (Tinzlet),
«Sanapanás» (Kiliacmoc), y de nuevo
El Cliamacoco Tomasiío en el día de so bauíísmo.
a nuestra Misión de Napegue, para la
solemne celebración de la fiesta de María
Auxiliadora con nuciros indios conver
tidos « Kionawatzán ».
P, Ramos (Alto Paraguay) 25-VI-Z7.
P.
R
ic a r d o
P it t in i,
Salcsiano.
En favor de las Misiones
del Chaco Paraguayo.
L a Comisión de señoras pro misión salesiana
dcl Chaco pOTaguavo que preside la distinguida
Señora Doña Carmen Ligarte de Zubizarreta,
trabaja con felices resultados en pro de su obra.
Nos consta que tienen recogido en la semana
pasada cerca de tres mil pesos y esperan asegurar
esa cantidad cada mes.
Será muy alentador para el P. Sosa superior
de la misión como también del P. Fariña y demás.
Felicitamos a la laboriosa Comisión y la re
comendamos a los pudientes.
502
Misiones de la Paíagonia.
Interesaníe informe.
Sabido es que a partir de la Pampa, a través
de la Patagonla y de la Tierra del Fuego, hasta
e! extremo Sur del Continente Americano, 50 anos
ha, eran todo tierras completamente salvajes e
inexploradas que fueron confiadas a! celo apostó
lico de los hijos de Don Bosco, quien envió a ellas sus
primeros misioneros. Con los sudores y fatigas
que éstos prodigaron, con la eficaz ayuda de Igs
Oobicrnos y con el auxilio de la colonización eu
ropea siempre creciente, aquellas regiones se han
convertido en florecientes provincias de la gran
Nación Argentina, donde, en conformidad con los
sueños de Don Bosco, reina hoy un gran fervor de
vida cristiana, que los misioneros salesianos se en
cargan de conservar, de aumentar y de ir propa
gando hasta los últimos rincones, donde se encuen
tran todavía indígenas a quienes no ha llegado la
luz del Evangelio.
fie ahi la labor de los h/Jisioneros Salesianos en
la Patagonia, que algunos quiza creyeran termi
nada por la entrada en la civilización de aquellas
regiones y que por el contrario es activísima y se
encuentra en un estado de desarrollo creciente, y
con siempre nuevas y urgentes necesidades.
Para que los lectores tengan una idea de la labor
salesiana en aquellas apartadas regiones y de su
importancia, con gusto trascribimos ¡os datos del
informe oficial que el Superior de aquellas misiones,
el Vicario Foráneo del R io Negro, D. Caudencio
Manachino, trasmitió al Arzobispo de Buenos
Aires, Mons. Boftaro, dándole cuenta de la labor
realizada durante el último año.
P erso n a ! de la M isión, — La misión cuenta
en la actualidad con 65 sacerdotes; 56 legos, y
un centenar de Hermanas para la obra femenina.
Formación d e ! personal. — Fundar no es
todo; tarca importante es asegurar las fundaciones.
Por eso se pensó no sólo en fundar un pequeño
seminario, sino en ampliar el mismo a medida
que el aumento de aspirantes así lo c.xigfa. El
seminario mayor cuenta con 64 seminaristas;
el menor con 48 y el preparatorio con 44 alumnos.
Presentan pues la cifra consoladora de 156 jó
venes que ansian ser apóstoles del bien en su
Patria.
Formación gratuifa.— Pero lo que más preo
cupa es que ninguno de estos jóvenes alumnos
y seminaristas paga cuota mensual para su fcfrmación intelectual y religiosa. Los gastos in
gentes que para ello se requieren son casi total
mente cubiertos por la acción de beneméritas
Damas residentes en la Capital Federal y por
el óbolo de otros bienhechores. Dios le.s retri
buya centuplicado el bien que hacen y suscite
otras que las imiten.
L a b o r apostólica.— En las 22 parroquias de
la Misión y en las 16 entre capillas y residencias
de misioneros, los frutos espirituales, han sido
muy halagüeños: Bautismos, 5.512 ; Confirma
ciones, 5.274; Extremaunciones, 267; Matrimonios, 545- Las Comuniones de devoción suman
varios centenares de mil. La predicación de la
Palabra de Dios se realiza normalmente en todas
las Iglesias públicas y capellanías durante todas
las misas; y la Instrucción religiosa se imparte
de igual manera y con programas ad hoc, así
para adultos como para la juventud. Los Rdos.
Padres Luis Cencío, Santiago Valente y Fede
rico Torre han predicado una misión en el Pre
sidio de Ushuaia, habiendo costeado los gastos
del viaje la generosa Srta. Victoria Aguirre, q. e.
p. d. y proporcionado obsequios en productos
de su casa, la renombrada « Casa Piccardo ».
Los Centenarios de S. Francisco de Asís y
de S . Luis Gonzaga, fueron celebrados digna
mente en las casas donde el elemento así lo per
mitió, y con alguna función religiosa y discurso
alusivo en otras residencias.
Educación intelectual. — Con los benefi
cios de la Evangelización, los misioneros saIcsianos, distribuyen la instrucción en colegios
de Enseñanza Secundaria (nacional y normal)
dedicándose, empero, con preferencia, a la En
señanza Primaria, de Artes y Oficios y Escuelas
Agrícolas. Desde Bahía Blanca hasta Ushuaia,
en una red de colegios, atienden abnegadamente
a la forntación de las jóvenes inteligencias, cui
dando preferentemente al niño pobre y desva
lido, que el misionero ambulante recoge en sus
giras’ anuales. Según datos estadísticos reciben
cl beneficio de la instrucción 4.890 hijos dcl
pueblo, siendo esta cifra aumentada por los
niños que frecuentan los Oratorios festivos,
que funcionan con escuelas nocturnas o acción
post-escolar, hasta el número de 6.746.
H onrosas visitas, — Las visitas con que hon
raron a varios colegios, personalidades muy
ilustres de la Nación, han sido de estímulo y
premio a esta labor educativa. Nos place men
cionar la de los Excelentísimos señores M inis
tros de la Nación, Dr. Angel Gallardo, de Re
laciones Exteriores y Culto; del Gral. Agustín
P. Justo, de Guerra; dcl Dr. Antonio Sagama,
de Instrucción Pública; del Almirante Domecq
García, de Marina; dcl Dr. Valentín Vergara,
gobernador de la Provincia de Bs. A s.; de los
Ministros de Gobierno y Obras Públicas de la
misma Provincia Dr. Obdulio S in e Ing. Boatti;
305
de los bizarros marinos, contralmirantes M o
reno, Oliva y Rojas Torres; cap. de navio En
rique G . Píate y Costa Palma; de las brillantes
fig:uras del Ejercito Graies. Vernengo, Tiscom ia;
Cor. Sztyrle; del vicario general de la Armada
M ons. Dionisio R . Napal; del Exmo. S r G o
bernador del Río Negro Tte. Cor. León D . Quaglia; del Diputado Nac. Dr. Caííerata, y otras
de gran prestigio nacional.
Esas visitas dieron lugar a manifestaciones
de júbilo que afianzaron muy mucho el alto
espíritu patriótico del personal docente y de los
alumnos, enalteciendo a la vez los prestigios de
esas autoridades.
En Pafagones. — Con motivo de los actos
grandiosos del 7 de Marzo los alumnos de los
Colegios de Fortín Mercedes, Viedma y Pa
tagones tuvieron participación lucida y brillante.
En Bariloche. — Realizándose la conmemo
ración del 49 aniversario del enarbolamicnto
del pabellón nacional en el cerro Carmen de
Villegas, un Cuerpo de Gimnastas dcl Colegio
Salesiano de Viedma, con la gentil cooperación
del Tte. Cor. Quaglia, gobernador dcl Río
Negro, se trasladó a la ciudad andina donde
cosechó los aplausos unánimes por su destacada
actuación y admirable correción en todos los
actos.
Forfln Mercedes (Pafagotiia-Argeníina) — Santoarío Votivo de M aría Auxiliadora.
Dignas de mención son las visitas del M i
nistro de Marina al Colegio de Pto. Deseado;
del Ministro de Instrucción Pública, a los co
legios de Rawson, Trelew, Pto. Deseado, Viedma;
del ministro de Guerra a los de Patagones y
Viedma; del de Relaciones Ext. y Culto a Ba
riloche y Viedma. Donde los actos que se rea
lizaron resultaron brillantes produciendo gra
tísima impresión en los ánimos de los visitantes
quienes honraron a los respectivos colegios con
autógrafos altamente honrosos.
Educación p aíriófica. — Es tan profunda
e intensa como la intelectual.
En Viedma. — Con gran solemnidad se rea
lizó un acto en homenaje al valiente aviador
Tte. Federico Carbia, con motivo de su vuelo
Palomar-Viedma.
I
En B ahía Blanca. — El colegio D. Bosco,
participó al concurso de tiro, organizado por
la < Comisión hijos de B. B. >, obteniendo el
primer premio en la sección escolar y siendo
declarado campeón de equipos individuales el
joven Bartolomé Ferrcyra, alumno del mismo
colegio.
Educación física. — Sabido es que en los
colegios salesianos la alegría se cultiva por todas
las manifestaciones deportivas hoy en boga: el
football, el baskeball, las carreras, el salto, la
barra, el trapecio, las paralelas, los ejercicios
físicos en general, las canchas de pelota, y mil
otros recursos ponen en juego los salesianos
misioneros para la cultura física y robustez del
cuerpo. Sin embargo en este sentido, se ha dado
un paso más introduciendo una nota altamente
504
humanitaria en la salvaguardia de la higiene y
del robustecimiento físico.
Los Direcciones de los Colegios S . Francisco
de Sales de Viedma y del Colegio Salesiano de
Hawson, han establecido las asi llamadas * Co
lonias Marítimas de Vacaciones» en bien de
aquellos huerfanltos, que careciendo de hogar,
no pueden disfrutar de vacaciones autumnales.
Los huerfanltos de ambos colegios pasaron un
mes de vacaciones en dos turnos a orillas del
Atlántico, con una reglamentación adecuada,
alternando el baño de sol y de mar, con ejercicios
físicos y sanas lecturas. El Colegio de Viedma
ha recibido la cooperación de algunos vecinos
para e! transporte de todos los huerfanitos y la
donación, de parte de unas señoras, de las carpas
para el alojamiento de los mismos. A ellos nuevas
y repetidas gracias.
A liviando dolores. —- Las benemerencias
de la Obra de Don Bosco, hanse evidenciado
también por medio de la caridad en favor de
los infelices que sufren físicamente. M ás de
707 han sido los alojados en los Hospitales de
Viedma y de Rawson; en los cuales además se
efectuaron 9.750 curaciones, sin incluir el nú
mero de personas que frecuentaron el consul
torio externo anexo a los mismos.
El Hospital S . jóse recibe un subsidio nacional
de 9.700 $ y además tiene una entrada por li
mosnas y pensiones de enfermos de 15.461 $ ,
mientras en su contra tiene una partida en sa
lidas que asciende a 46.250 $ por año.
Es opinión que el Hospital S . José ha menester
ser trosladado a punto de mejor ubicación cons
truyendo a la vez un local más adecuado; pero
esta obra, de un presupuesto de 500.000 $ no
puede realizarla la misión por sus propios medios
ordinarios. Una comisión de abnegadas señoras
de la localidad, reúne fondos, pero hacen falto
grandes donativos.
El Hospital de S . Carlos de Bariloche, tan
necesario en aquella zona, se tuvo que clausurar,
debido a la falta de recursos.
O bras nuevas realizadas.— En Pto. Deseado,
mediante el auxilio de Dios y de nuestros Coo
peradores y Cooperadoras, se inauguró el 12
de Marzo del año p. p. el colegio S . José. Apa
drinó el acto inaugural S . E . el Ministro de jus
ticia c Instrucción Pública Dr. Antonio Sagarna,
presentes numerosas personas de la localidad
y otras autoridades de la Enseñanza Secundaria.
El Exmo. S r. Ministro y el Prof. Guaglianone,
Inspector general de Enseñanza Secundaria,
tuvieron palabras de elogio para la obra de los
misioneros salcsianos.
En Viedma. — Las beneméritas Hermanas
« Hijas do María Auxiliadora *, tras verdaderos
sacrificios levantaron un modernísimo edificio
que fué inaugurado el año p. p. el 1 1 de M ayo.
En Stroeder - F. C . S . — Una activa comisión
de vecinos acometió la construcción de un co
legio para niños. Terminados algunos locales
se bendijeron el 27 de Junio del año p. p. y ai
iniciarse los cursos escolares del corriente año,
ya funcionaban varios grados. Falta terminarlo..
El nuevo Colegio lleva el nombre del siempre
recordado aposto! « Card. Cagliero».
En Pto. Pirámides. — Chubut. — Merced a la
laboriosidad de una comisión de activas señoras,
se dotó aquella población de una capilla, la que
fué solemnemente inaugurada el ó de Enero
del corriente.
En Viüahnga - F. C . S . — Los colonos de
aquella zona se han proporcionado el consuelo
de una capilla propia. M uy pobre en realidad
y desprovista, pero suficiente para satisfacer las
necesidades actuales.
En Patagones gracias al celo de la comisión
de Damas Pro Templo, presididas por la vir
tuosa Srta. María Luisa Crespo, se pudo am
pliar el templo y decorarlo. Actualmente la men
cionada comisión está empeñada en la construc
ción de las torres y frente. La colocación y ben
dición de las primeras piedras se realizó el 7 de
Marzo del crte. año, siendo .padrino el Exmo.
Sr. Ministro de Guerra, Gral. Agustín P. Justo
y su distinguida esposa Doña Ana Bernal de
Justo.
En Fortín Mercedes, y como homenaje de
gratitud de los Misioneros y Cooperadores a
la Virgen de D. Bosco, se ha colocado el techo
al Santuario de María Auxiliadora, y ya de una
manera permanente se realizan en él los cultos
y oficios religiosos. Falta la decoración y 10 de
los altares laterales cada uno de los cuales está
presupuestado en 5.000 pesos.
— Un precioso Auto-capilla, tiene este año
a su disposición la Misión de la Patagonia. El
chassis fué donado por el Senador Agnelli, D i
rector general de la fábrica italiana F IA T ; la
carrocería construida en T u rín ,fu é costeada por
la Dama argentina Mercedes G . P. de Lacroze.
N uevos obreros.— Dios ha querido aumentar
sus obreros enviando tres nuevos sacerdotes.
Dos de ellos son fruto genuino de nuestra misión
y terminaron sus estudios mereciendo el docto
rado en Sda. Teología.
PtTiebas dolorosos. — La Providencia di
vina quiso que fuésemos probados por la ad
versidad, y bendijéramos su mano.
En Trelew la tarde de un Domingo de N o
viembre, mientras superiores y alumnos hallá
banse reunidos en la capilla para los actos ves
pertinos, y por causa que no se pudo precisar,
desarrollábase un incendio muy voraz dejando
un montón de escombros. No hubo, gracias a
Dios, desgracias personales, pero las pérdidas
han sido muy considerables.
T
?05
En Fortín Mercedes, por las inundaciones del
Río Colorado, fué del todo arrasada por las
ascuas, la hermosa huerta con sus verduras y
árboles frutales, privando a los numerosos se
minaristas alojados en aquel seminario, de un
precioso sustento.
Dos fallecimientos, mermaron las fuerzas de
la misión. La desaparición del anciano y vir
tuoso coadjutor salesiano Luis Lanza, y la del
hermano coadjutor también, Antonio Patriarca.
Ambos muy útiles para la Misión y el segundo'
en condiciones muy apreciables de salud y edad,
hubiera podido prestar valiosos servicios por
sus raras habilidades en materia de construc
ciones.
t Card. Cagliero: ha desaparecido también
esta noble y gigante figura de misionero. Per
teneció a la Patagonia desde sus primeros años
de vida apostólica y quiso pertenecer a la misma
hasta su postrer respiro.
Era nuestro Padre y protector valioso. ¿Cómo
no experimentar honda pena por su desaparición?
Y muy justo fué y es el dolor de los misioneros
de la Patagonia. En todas las Iglesias y Capillas
de las Misiones se sufragó el alma del primer
misionero, pero donde las honras fúnebres, tu
vieron un significado plebiscitario fué en Viedma, capital del Rio Negro, ciudad que fué el
asiento de su autoridad y dignidad episcopal.
Fué el primer obispo de Viedma y de la Pata
gonia. Jamás se vió tanta pompa y el concurso
de todo el pueblo en unión de todas las autori
dades.
Z o que urge. — En Comodoro Rivadavia,
zona de los Yacimientos, se proyecta la cons
trucción de un colegio y se espera llevarlo a cabo
mediante la cooperación del Gobierno Nacional,
que simpatiza con el proyecto.
En Rocca, R. N . — Una comisión de señoras
dará inicio en breve a la construcción de una
iglesia pública, para el servicio religioso de la
población radicada en el pueblo nuevo.
En Esquel (Chubut).— Mácese sentir la misma
necesidad y se ha organizado una comisión de
damas para que recolecten fondos, a fin de cons
truirla.
En Junin de los Andes, con el fin de auxiliar
a numerosos hijos de aborígenes, se piensa am
pliar el colegio. Se necesitarán 79.000 $ .
1
1
En la Isla de Choele Choel, el veterano misio
nero P. Juan Aceto, inició hace años la cons
trucción de un templo y colegio. S e desearía
fuese el monumento recordatorio de la llegada
de los primeros misioneros a la Patagonia,
inaugurándolo en Mayo de 1929. ¿Será posible?
Ciertamente, si nuestros bienhechores nos au
xilian.
Viedma (Pafagonia-Argentina) — Dorante los fuñe*
rales en sofragio del Cardenal Cagliero.
La fiesta de María Auxiliadora
entre los Jíbaros del Ecuador.
Entresacamos de una carta que con fecha zz de
Junio nos envía el Misionero Salesiano, Don Con
rado Dardé:
* Este año he pasado el día 24 de mayo, en
viaje de! Pan hacia Méndez. Todo el día a ca
ballo, desde las ocho de la mañana hasta las seis
de la tarde, hora de llegada al Tambo Costamagna.
Todo el día me iba acordando de lo que se
hace en Turín, de los grandiosos cultos y so
lemnísima fiesta que se dedica a nuestra buena
M adre María Auxiliadora en la capital salesiana.
A l día siguiente, 25 de mayo, nos pusimos
de nuevo en marcha; pero tuvimos que hacerlo
a pie, pues una lluvia persistente, que duraba
desde el día 22, había ocasionado derrumba
mientos que interceptaban los caminos y hacían
imposible el paso a caballo. Durante todo el día
nos tocó aguantar una lluvia torrencial; sobre
todo en el trayecto entre el R ío Negro y el Río
Shiru, durante el cual se encuentran cuatro o
cinco maravillosas cascadas: el agua corría por
el camino como si fuera un verdadero arroyo,
■ joó
de manera que anduvimos todo el día con los
pies en el agua, sin pensar ni si quiera en de
fendernos de la lluvia, ya que todo el cuerpo
estaba hecho un sorbete.
A eso de las tres de la tarde, mientras atra
vesábamos un paraje solitario, en plena selva,
oímos de repente un estampido seco y rápido,
como de un rayo cuando cae en paraje cercano.
Inmediatamente vimos que un enorme árbol
se desplomaba a nuestro lado a pocos pasos del
camino y hacia el interior del bosque; si lo hacía
hacia cl camino sin duda nos hubiera cogido
bajo su enorme mole. Se ve que a pesar de
y decidido. No así el jíbaro Chamico, su com
pañero, bastante joven aún, quien mostraba
verdadero miedo, tanto que dijo al P. Corbellini
que se hallaba junto a él: ¡Padre, tu rezando!
M e cargaron en la balsa, con mí respetable
peso de 98 hg.; y dando las voces que ellos acos
tumbran, empezaron la travesía, arribando fe
lizmente a la otra orilla, después de haber tenido
que luchar denodadamente para vencer la co
rriente del río, que en el centro era verdadera
mente peligrosa. Al llegar al otro lado el Cayapa
exclamó: ¡Canastos, mucho pesado estando! Yo
ya miedo teniendo, ya yo creyendo que para Pongo
El misionero saicsiAno. D. Conrado Dardé al llcgor a la pharla dei ^Aasshanda,
tomando un pilche de chicha entre los jíbaros Ungucha y Tungai.
nuestras imperfecciones, siempre está nuestra
buena Madre María Auxiliadora velando por
nosotros y salvándonos de los peligros.
Después de tres días de viaje, continuamente
bajo la lluvia, llegamos el día de la Ascensión
a la orilla del Ponte, que hasta hace poco se atra
vesaba cómodamente por un puente tendido
por los misioneros, pero que una terrible ave
nida arrastró consigo cl día 25 del pasado abril
y sólo queda de él, cl recuerdo del sitio que
ocupaba y del gran ser\icio que prestaba.
Tras los consabidos gritos: ¡O e!... ¡Ooool
¡E -e ! como hacen los jíbaros, aparecieron éstos
con su balsa para pasarnos al otro lado, opera
ción que no carecía de dificultades, por la cre
cida dcl río, ocasionada por las lluvias de aquellos
días. El jibaro Cavapa, robusto y muy hábil
en cl manejo de la balsa, se mostraba valiente
yendo. Para ellos cl Pongo es sinónimo de la
muerte. Pasaron luego a otros dos hermanos
que conmigo venían, dejando a los demás hom
bres con toda la carga, para pasarlos al día si
guiente.
Asi hemos pasado los días del mes de mayo
más felices para todo buen salesiano. A los dos
días celebramos también nosotros en Méndez
la fiesta de nuestra buena Madre, a quien dimos
las más rendidas gracias por la visible protección
que nos dispensa >.
L a caridad es industriosa y encuentra siempre
la manera de hacer el bien.
S . F rancisco de S ales .
Lü Virgen de Don Bosco.
X III.
Alar/a Auxiliadora inspira a D, Bosco
la Obra de Jas M/s/oaes enfre inJieles,
Cuando D. Bosco sintió arder en su alma
la llama del celo por las Misiones su con
fesor, el Beato Cafasso, le había dicho: V.
no debe ir a las Misiones. Pero el celo por
la salvación de las almas, que ardía en c!
corazón de Don Bosco, hizo que por medio
de sus hijos, cosechara también copiosos
frutos en el campo de las Misiones Ca
tólicas.
También en esta empresa la Virgen Santisima Auxiliadora fué su guia y consejera.
H ^ ía el año 1870 tuvo Don Bosco uno
de aquellos maravillosos sueños con que
la Virgen Santísima iba guiando sus pasos
y abriéndole el velo del porvenir:
« Me pareció encontrarme en una región
salvaje y completamente desconocida. Era
una inmensa llanura inculta, en la cual
no se veían ni colinas, ni montañas. Sólo
en la linea más lejana del horizonte, apenas
perceptible, se delineaban clevadísimas y
agrestes montañas.
Una gran multitud de hombres reco
rrían la llanura en todos sentidos. Iban
casi desnudos; llamaban la atención por
su elevada estatura; eran de aspecto feroz,
con largas cabelleras crespas, de piel bron
ceada negruzca, sin más vestido que an
chas pieles de animales prendidas del hom
bro izquierdo. Como armas usaban una
especie de larga lanza, arco y honda.
Divididos en grupos, esparcidos por
aquella interminable llanura, ofrecían al
espectador las más variadas escenas: unos
perseguían a distantas fieras y animales
para cazarlos; otros llevaban como trofeos,
ensartados en sus lanzas, pedazos de carne
chorreando sangre; más allá algunos lu
chaban furiosamente entre sí; otros en
traban en lucha con soldados vestidos a
i
la europea y acá y acullá el terreno apa
recía sembrado de cadáveres.
Yo temblaba ante tan horrible espectá
culo, cuando de uno de los extremos de
I d llanura aparecen gran numero de perso
najes vestidos con distintos hábitos y que
reconocí en seguida por misioneros de
varias órdenes religiosas, que animosa
mente se adelantaban para predicar a
aquellos bárbaros la religión de Jesucristo.
Me fijé detenidamente en ellos pero no
reconocí a ninguno. Llegaban a donde es
taban los salvajes, pero éstos, presa de un
furor diabólico, con infernal alegría, se
echaban encima de ellos y los mataban,
despedazando luego sus cuerpos y ensar
tando los destrozados miembros en sus
largas picas. Y volvían en seguida a em
prender las luchas entre sí y con los pueblos
vecinos.
Después de un rato de esta horrible
contemplación dije entre mi: — ¿Cómo
se podrá llegar a convertir a una gente tan
brutal?.....
Cuando he aquí que a lo lejos aparece
otro grupo de misioneros, que se dirigían
hacia los salvajes con rostro alegre y son
riente, precedidos de una turba de niños.
Yo temblaba pensando que iban a ha
cerse matar. Ma acerqué a ellos; eran clé
rigos y sacerdotes. Los observé con más
detención y vi, con gran sorpresa mía, que
eran de mis salesianos. A los primeros
los conocía perfectamente, y aunque a
muchos de los que les seguían no los co
nocía personalmente, vi con toda claridad
que eran misioneros salesianos, de los
nuestros.
— Pero, ¿cómo es esto? exclamé; y no
queriendo que siguieran adelante me acer
qué para detenerlos, temiendo que corrie
ran la misma suerte de los anteriores mi
sioneros.
Iba ya a hacerles volver atrás, cuando
me di cuenta de que su aparición había
5 o8
suscitado grande alegría en aquellas tur
bas de bárbaros, que, dejando las armas y
abandonando su actitud feroz, fueron al
encuentro de nuestros misioneros con manifestaciónes de respeto y cortesía.
En extremo admirado decía entre mi: —
iVamos a ver como acaba esto! — Y vi
que nuestros misioneros se mezclaban con
aquellas hordas salvajes; los instruían, y
Una visión revela a Don Bosco qae el nlHo Juan
Cañilero, moribundo, sanaró y será el Aposto! de
lo Patagonia.
ellos escuchaban dócilmente su palabra;
les enseñaban y aprendían prontamente;
los avisaban y ellos recibían bien los avisos
y los ponían en práctica.
Me puse a observar más detenidamente
aquel maravilloso espectáculo y vi que
los misioneros rezaban el Santo Rosario,
mientras los salvajes, acudiendo de todas
direcciones, formaban corro a su alrededor
y respondían a tono, a aquella oración.
Al cabo de un rato los salcsianos en el
centro de un inmensa muchedumbre de
salvajes que los rodeaban, se arrodillaron
y los salvajes dejando caer las armas
hicieron otro tanto. Entonces uno de los
salcsianos entonó: Load a M aría, y aquella
muchedumbre prosiguió el canto de la
copla, al unísono, con voz tan fuerte que
yo, casi espantado, me desperté...
Este sueño lo tuve hace cuatro o cinco
años y me produjo una grandísima im
presión pues lo consideré como un aviso
del Cielo. Sin embargo no comprendía
bien a que pueblo se refería; pero me con
vencí de que María Auxiliadora queria con
fiarnos misiones de infieles, por las que
mi alma había sentido gran inclinación».
¿Quienes eran aquellos salvajes? Don
Bosco creyó en un principio que se trataba
de una raza africana; tanto más que había
recibido una visita de Mons. Comboni (i),
pero al enterarse bien de las características
de aquellos salvajes vió claramente que no
se trataba de ellos. Se le ocurrió que quizá
serían del extremo oriente y habiendo
llegado a Turín un misionero de Hong
Kong se puso al habla con él; pero en se
guida comprendió que no eran aquellos los
infieles vistos en su sueño. Se informó de
las razas de Australia y de la India y em
pezó a hablar con entusiasmo de aquellas
regiones y aun hizo que algunos empezaran
a estudiar el inglés, pues por Roma se
susurraba que le querian confiar un Vica
riato Apostólico en el extremo Oriente.
Pero he aquí que en diciembre de 1874
el arzobispo de Buenos Aires, Mons. Fede
rico León Aneyros, por medio del Cónsul
de la República Argentina en Savona,
Sr. Gazzolo, hizo llegar a Don Bosco las
más vivas y afectuosas instancias para que
enviara a sus hijos a aquella República. Y
fué entonces cuando el Venerable llegó
a conocer con toda claridad que los sal
vajes que había visto en sueños, eran los
habitantes de aquella inmensa región,
entonces casi inexplorada, que se llama
Patagonia.
Desde aquel día la ¡dea de las misiones
llenó por completo la mente de Don Bosco.
Contestando a las felicitaciones del Co
legio de Lanzo, la vigilia de la Epifanía
de 1875 escribía: « Oigo una voz que viene
de muy lejos y que grita; Oh amiguitos,
alumnos de Lanzo, venid a salvarnos! —
Son las voces de tantas almas que esperan
( t ) Célebre misionero. Vicario Apostólico del Africa
Central, fallecido en i8 8 t.
509
una mano benéfica que vaya a sacarlos
del borde del precipicio y ponerlos en el
camino de la salvación. Os digo esto por
que sé que varios de vosotros sois llamados
a la carrera eclesiástica y a conquistar mu
chas almas para Dios, i Animo pues, que
muchas son las que os esperan. Acordaos
de las palabras de San Agustín: Animam
salvasti, animam tuam praedestinasti!
En un próximo viaje a Roma habló de
la empresa con el Santo Padre y le pidió
su bendición paternal para la nueva Misión
y el 12 de mayo de 1875 públicamente
la misma religión, que, fundada por Dios,
debe ser predicada y durar hasta c! fin de
los siglos.
Y el Vicario de Jesucristo el día i®d e
noviembre recibía en privada audiencia,
primero a Don Juan Caglicro y al Cónsul
argentino Sr. Gazzolo y luego a los otros
nueve misioneros, a los cuales dijo cari
ñosamente:
— Aquí teneis a un pobre anciano y
vosotros sois los primeros misioneros hijos
de Don Bosco que vais a predicar el Evan
gelio a tierras lejanas. Deseo que aumente
Los diez primeros mis'oneros salesianos (1875) : En el centro. Don &osco y el Consal Argenlioo
y a los lados D. J . CagUero y D . J . Fagnano.
daba a conocer la determinación de enviar
misioneros salesianos a la Argentina.
Diez fueron los escogidos, siendo nom
brado jefe de la expedición Don Juan Cagliero. Don Bosco quiso que fueran a
recibir la bendición del Santo Padre y al
enviarlos a Roma les dijo: — Vosotros,
amados hijos, iréis a Roma, os postraréis
a los pies de nuestro incomparable bien
hechor P ío IX, y le pediréis su apostólica
bendición. Y de la misma manera que
nuestro Redentor Jesucristo envió a sus
apóstoles a pfedicar el Santo Evangelio,
también el Vicario de Jesucristo, suce
sor de San Pedro, os enviará a predicar
vuestro número, porque la necesidad de
obreros evangélicos es grande y la mies
copiosísima entre las tribus salvajes.
Y después de dirigir a cada uno en par
ticular afectuosas frases, los bendijo con
toda la efusión de su alma.
Vueltos a Turín los animosos misio
neros fué fijado el día 11 de noviembre
para la despedida solemne. Por la mañana
fueron a despedirse del Sr. Arzobispo.
Luego asistieron en el Santuario de María
Auxiliadora, a la abjuración de un joven
valdensc, que después de haber frecuen
tado algún tiempo el Oratorio, abjuraba sus
errores para entrar en el seno de la Iglesia
510
Católica. Recibió su abjuración y le admi
nistró el santo Bautismo sub conditione,
el Rvdo. Cagliero, empezando así a los
pies de María Auxiliadora, aquel aposto
lado que iba a emprender en las lejanas
tierras de America.
Por la tarde, después del canto de Vís
peras, ocupando el presbiterio los que
iban a partir, subió Don Bosco al pul
pito para darles su paternal adiós:
— Nuestro Divino Salvador, empezó
diciendo, antes de subir al Cielo, habiendo
reunido a sus apóstoles les dijo: Id por todo
el mundo... enseñad a todas las gentes...
predicad el Evangelio a todas las criaturas».
Y después de comentar estas palabras
añadió; — Con esta primera expedición de
misioneros también nosotros damos princi
pio a una grande obra; no porque tengamos
pretensiones, ni pensemos convertir el Uni
verso en pocos días, sino por que ¿quién sabe
si esta primera expedición, esta pequenez,
será como una semilla que dé lugar después
a un majestuoso árbol?
Y después de recomendar a sus hijos que
se ocuparan especialmente de los pobres
y de los niños, dió las gracias a los gene
rosos bienhechores, que de distintas ma
neras habían cooperado al éxito de aquella
expedición y dirigiéndose nuevamente a
los que iban a partir, añadió: « Sobre todo
os recomiendo que en vuestras oraciones no
os olvidéis nunca de nuestros bienhechores
de Europa y las primeras almas que lo
gréis ganar para Jesucristo, ofrecedlas al
Eterno Padre como homenaje y como prenda
de gratitud hacia cuantos han coadyuvado
al éxito de esta Misión.
Pero ¡a voz se me embarga y las lá
grimas acuden a mis ojos. Sólo os digo que
si en este instante mi corazón esta conmovido
por vuestra partida, mi alma experimenta un
consuelo indecible al ver definitivamente con
solidada nuestra Pia Sociedad; al ver que
en nuestra pequenez, también nosotros apor
tamos la piedrecita para el grande edificio
de la Iglesia. Partid pues animosos, pero
acordaos siempre de que hay una sola Iglesia
que abarca a Europa, a America, al mundo
entero, y recibe en su seno a los habitantes
de todas ¡as Naciones, que quieran refugiarse
en esta Arca de salvación.
Doquiera vayáis y fijéis vuestra morada,
amados hijos, acordaos siempre de que sois
sacerdotes católicos y salesianos. Como cató
licos habéis ido a Roma a recibir la bendi
ción, la misión divina del mismo sumo Pontí
fice.....
Como salesianos, en cualquier parte de la
Tierra donde os encontréis, por lejana que
sea, no olvidéis que en Italia tenéis a un Padre
que os ama en el Señor, una Congregación
que piensa constantemente en vosotros, que
proveerá a todas vuestras necesidades y que
os acogerá siempre como a hijos queridísimos.
Id pues; vosotros deberéis hacer frente
a toda clase de peligros, de fatigas, de pri
vaciones; pero no temáis. Dios está con voso
tros; el os concederá tal abundancia de gracia
que exclamaréis con San Pablo: Yo solo nada
podría; pero con el auxilio divino soy omni
potente: Omnia possum in eo qui me conforfat.....
¡Adiós! quizá todos no podamos volvernos
a ver sobre esta tierra; pero tengo ¡a firme
esperanza de que, por la infinita misericordia
del Señor, nos encontraremos todos reunidos
en aquella Patria, donde las fatigas de la
tierra y los breves sufrimientos de la vida
serán dignamente recompensados con los
eternos goces del Cielo.
Después de la bendición se entonó el
Veni Creator y, rezadas las oraciones de
los caminantes, se vino a la parte más con
movedora de la ceremonia, que arrancó
de todos los presentes lágrimas y sollozos
y venció la serenidad de los mismos jó
venes apóstoles. Don Bosco los fué abra
zando uno a uno, los parientes presentes
hacían otro tanto y mientras los nuevos
apóstoles atravesaban la Iglesia, todos los
fieles quedan abrazarlos, besarles la mano,
recomendarse a sus oraciones.
Ante aquel espectáculo verdaderamente
conmovedor, uno de los salesianos dijo a
Don Bosco: ¡Se empieza, pues, a verificar
el: Inde exivit gloria mea — ¡ Es verdad!.....
contestó profundamente conmovido el
buen Padre.
A la salida del Santuario de María Auxi
liadora, el Venerable les dió por escrito
sus recuerdos paternales:
Buscad sólo almas; no dinero, ni honores,
ni dignidades.
Tened especial cuidado de los enfermos,
de los niños, de los ancianos, de los pobres
y os atraeréis las bendiciones de Dios y el
cariño de los hombres.
Respetad a todas las autoridades civiles,
religiosas, municipales y gubernativas.
■ ii
Recomendad constantemente la devoción a
M aría Auxiliadora y a Jesús Sacramentado.
En Sanpierdarena, Don Bosco entregó
a! jefe de la expedición Don Juan Cagliero
otro billetito en el que estaba escrito:
Haced todo ¡o que podáis y Dios hará lo que
vosotros no podáis. P o n e d t o d a s v u e s t r a s
EMPRESAS BAJO LA PROTECCIÓN DE J e SÚS
S acramentado y de M aría A uxiliadora
Y VEREIS LO QUE SON LOS MILAGROS.
Don Bosco los acompañó al puerto de
Génova y subió con ellos a bordo del Vapor
Savoie, visitando el barco con todas sus
dependencias, como un padre que no sabe
separarse de sus hijos y que quiere cer
ciorarse de que no les faltará nada durante
la larga travesía. Al llegar a la sala de pri
mera clase, uno de los misioneros se sentó
al piano y entonó una copla a la Virgen,
que sus compañeros siguieron con entu
siasmo. El canto llamó la atención de los
psajeros, que se reunieron en gran numero
en derredor del improvisado coro y en
tonces, Don J. Cagliero aprovechó la oca
sión para empezar su obra evangelizadora,
improvisando un entusiasta sermón.
Llegó el momento de la separación defi
nitiva. Los que partían quisieron recibir
una vez más la bendición de Don Bosco.
El mismo capitán y gran número de pasa
jeros se arrodillaron también y Don Bosco
invocó sobre sus primeros misioneros las
bendiciones especiales de María Auxilia
dora.
Y bajo la égida de tan buena Madre,
aquel grupo de almas generosas llevó a
cabo verdaderos milagros: milagros de
gracia, milagros de amor, milagros de sa
crificio. A esta primera expedición fueron
constantemente siguiendo otras expedicio
nes; cada año se renueva en el Santuario de
María Auxiliadora la conmovedora escena
de despedida y el número de las misiones
salesianas y de los misioneros de Don Bosco
ha ido creciendo sin cesar.
Actualmente los Hijos de Don Bosco
tienen confiadas a sus cuidados las si
guientes Misiones:
En A mérica : z Vicariatos apostólicos,
5 Prelaturas y 6 Misiones con 489 Misio
neros y 275 Hijas de María Auxiliadora;
En A sia : 1 Vicariato Apostólico, 1 Pre
fectura y 9 Misiones con 3 15 Misioneros
y 16 Hijas de María Auxiliadora.
En A frica : 1 Prefectura Apostólica y
3 Misiones, con 124 Misioneros y 26 Hijas
de María Auxiliadora;
En A ustralia : 1 Vicariato y 1 Misión
con 7 Misioneros.
T otal : 28 Misiones con 935 Misio
neros y 315 Hijas de María Auxiliadora.
De una manera verdaderamente pro
digiosa podemos decir, pues, que se rea
lizan las palabras que con caracteres de
oro vio Don Bosco en sueños escritas
en la fachada del Santuario de Maria
Auxiliadora: Inde exibit gloria mea: De
aqui saldrá mi gloria.
María Auxiliadora
en La Serena (Chile).
Para común edificación diremos una palabra
sobre el origen y desarrollo del culto de María
Auxiliadora en la ciudad de La Serena.
Nació con la llegada de los Sale^ianos el año
1900. M uy pronto tomó grande auge con la
fundación de la Archicofradía de María Auxi
liadora y de los Cooperadores salesianos a los
que más tarde se agregaron los Ex-aliimnos,
muchos de ellos sacerdotes, tanto que La S e
rena llegó a llamarse la ciudad de la Virgen de
Don. Bosco.
Las pruebas, sin embargo, no debían faltar.
Vinieron días tristes para los Salesianos de
Chile y Mons. Costamagna se vió obligado, por
escasez de personal, a cerrar el floreciente co
legio de La Serena. La ciudad se conmovió: con
su Pastor a la cabeza pidieron, suplicaron, pero
inútilmente, porque los Salesianos abandonaron
casi furtivamente la ciudad, llevando o vendiendo
cuanto tenían. jSe fueron los Hijos de D. Bosco,
pero quedó María .Auxiliadora!.
Las piadosas archicofrades adquirieron la
estatua y la trasladaron de la abandonada ca
pilla del colegio a la casa de la Presidenta, Sta.
Carlota L .; Allí siguió recibiendo los homenajes
de sus devotos que cubrían de flores y lámparas
su altar. No estaban aún contentas, pues recordaban con dulce nostalgia los días del mes de
M ayo. De acuerdo con el Obispo resuelven
trasladar durante ese mes la venerada imagen
a la vecina Iglesia del Tránsito y allí cada día,
mañana y tarde, las naves atestadas de fieles,
atestiguaban que La Serena no había olvidado
a M . A. Cada año la fiesta era un verdadero
triunfo: se iniciaba con las numerosísimas co
muniones de los fieles que desde muy temprano
acudían al templo; a hora determinada llegaba
7 t2
el Sr. Obispo que poc tradición era el Presidente
de las fiestas; lue^^o la misa solemne cantada por
el coro de las cofrades y con el sermón-pane
gírico y por la tarde una grandiosa procesión
que coronaba las fiestas. Todo esto se hacía por
Iniciativa de la' Archicofradía, coadyuvada por
el clero de L a Serena, en su totalidad Coope
radores si no Ex-olumnos y todo durante cinco
años, sin salesianos.
En tanto el primer Director de los Coopera
dores salesianos de Chile, Mons. Ramón Angel
Jara fué nombrado obispo de La Serena y tanto
pidió y tanto hizo que consiguió en 19 10 del
Rdo. P. Luis Nai la vuelta de los Salesianos
a su diócesis. Eué un verdadero triunfo: de la
estación, en medio de una multitud que los acla
maba, fueron llevados a la Catedral donde el
Sr. Obispo en un arranque de sublime elocuen
cia les dió la bienvenida, declarándose Padre
de los Hijos de D. Bosco: « Adbaereat linsua
mea faucibus meis si non memínero vestrum»,
dijo, y cumplió su palabra. Volvió la misma
estatua a la antigua capilla; se agrandó el colegio
y fué consagrada la diócesis a María Auxiliadora.
Desde entonces más y más ha seguido propa
gándose la devoción no sólo en la ciudad de
La Serena sino también en los pueblos vecinos
desde donde vienen los fieles a ofrecer sus ex
votos a la Auxiliadora.
Este año las fiestas han revestido especial so
lemnidad. El nuevo activísimo director D. José
Aldana quiso que fuesen como un homenaje
de acción de gracias por la declaración de la
heroicidad de las virtudes del V. D. Bosco, idea
que fué acogida con gran entusiasmo. En las
misas celebradas por ilustres personalidades
del clero las comuniones fueron inumerablcs.
La misa solemne a grande orquesta oficiada por
el Sr. Arcediano de la Catedral Don Diógenes
Varas, fué cantada por un numeroso coro de
socias de la Archicofradía, pues ellas a nadie
quieren ceder tal honor. Por la tarde 3000 per
sonas, los Ex-alumnos y numeroso clero for
maron en procesión, presidida por Mons. M a
nobrera, recorriendo las calles engalanadas con
guirnaldas y banderas; en las aceras hacía ala
numeroso público que aclamaba con delirio a
María Auxiliadora.
Terminaron las fiestas con el solemne Te
Deum, dejando en todos imborrables recuerdos.
M A N IL A {Filipinas), — E l día 1® de julio
se bendijo en un establecimiento oficial, un dor
mitorio para estudiantes o empleados, con ca
pacidad para 100 camas, que por mérito de un
celoso Cooperador Salcsíano, ha sido titulado
de María Auxiliadora.
En dicho día se entronizó primeramente la
imagen de María Auxiliadora y luego la del
Sagdo. Corazón de Jesús, celebrándose dos
misas una en honor del Sagdo. Corazón y otra
en honor de M aría Auxiliadora. La entroniza
ción de Jesús y de María estuvo a cargo del
Director Espiritual del establecimiento, M ons.
Cesar M . Guerrero.
GRACIAS
DE MARÍA AUXILIADORA
B arcelona {España). — Hace tiempo, estando
mi madre muy delicada y habiendo declarado
los médicos que su estado era de extrema gra
vedad, le sobrevino un fuerte ataque con unos
•dolores tan agudos que me hicieron temer por
su vida.
Llena de fe y confianza en María Auxiliadora,
puse una imagen de la Virgen debajo de su al
mohada e inmediatamente los dolores se cal
maron y mi madre recobró por completo la
salud.
Obtenida la gracia me olvidé de publicarla
según había prometido y un nuevo favor de la
Virgen me obliga a reparar mi ingratitud para
tan buena Madre.
Encontróme postrada en cama con una fiebre
persistente y por fin el médico dijo que tendría
que hacer el análisis de la sangre, pues temía
que se tratara de una infección.
Llena de angustia me acordé de mi mal com
portamiento con María .Auxiliadora y, suplicán
dole me perdonara, le pedí me alcanzara la salud
si era conforme a la voluntad de Dios, prome
tiendo publicar la gracia y hacer una limosna
para el Templo del Tibidabo.
¡C uál no sería mi asombro y el de los médicos
al ver que al día siguiente la fiebre había cesado
y a los cuatro días estaba completamente buena 1
Doy gracias a María por su bondad y cumplo
lo prometido.
3 1 de julio de 1927.
Idem. — Hacía muchos años que sirfría graves
tentaciones, escrúpulos y ansiedades de con
ciencia y no sabía como librarme de ellos, a
pesar de poner en práctica los medios que me
sugerían.
Pero he de confesar con grandísima satisfacción
que desde el día en que la capilla de la visita do
miciliaria de María Auxiliadora empezó a entrar
en mi casa y yo me encomendé a tan buena
Madre, bajo tan simpática advocación, ha ido
desapareciendo todo aquel nublado, gozando de
una paz de conciencia, como nunca había ex
perimentado.
Julio 1927.
Una devota.
1
í
7 13
Córdoba (Argen(ina) — Nueva iglesia salesinna en el barrio de San Vícenfe.
Sevilla (Espafia) — £1 paso de M aría AoxUiadwa 7 preúdenda de la procedóo.
5‘4
PAySANDU (Uruguay). — Hallándose mi her
mano Héctor en gravísimo estado de salud, nos
arrodillamos a los pies de María Auxiliadora,
pidiéndole que por intercesión del Vble. Don
Bosco le concediera la salud y empezamos una
Novena con este fin prometiendo una limosna
y publicar la gracia.
Sumamente agradecida a tan buena Madre
y al Vble. Juan Bosco cumplo lo prometido,
pues al cuarto día de la Novena mi hermano
se encontraba fuera de peligro y hoy goza de
perfecta salud.
1® Julio de 1927.
M . L . F avre .
V'albncia (Espatía). —
Encontrándose mi
esposo desde muchos años delicado y sufriendo
en N’arias ocasiones ataques de reuma agudo,
no hallando mejoría cu medios humanos, se
encontraba sumamente decaído de ánimo.
Llegó en esto el mes de mayo y acudí a María
Auxiliadora, pidiéndole con fervor su restable
cimiento, prometiéndole al mismo tiempo dos
velas, una misa y publicar la gracia. Grande fue
la mejoría que se obtuvo; pero como por mi
parte no cumplí lo prometido, recayó de nuevo,
no pareciendo sino que la Virgen me avisaba
de mi descuido.
Volví de nuevo a invocar su socorro y hoy,
gracias a María Auxiliadora, se encuentra mejor
que nunca. Con alegría cumplo mi promesa y
pido a M . Auxiliadora que nunca me abandone.
29 mayo 1927.
A ngela Pérez.
Dan fambíén gracias a Marta Auxi
liadora:
B arruelo (Falencia). — Enriqueta Fierro,
por especiales favores recibidos envía una li
mosna al Santuario de Valdocco.
T
C a ii (Colombia).— Juana B ta. Figueroa Vda.
de Cantillo, por haber salido con vida de un
gravísimo accidente de automóvil. — Aureliano
Cazas Cuevas, Rubén Orozco, Miguel V. Perea,
envían una limosna en acción de gracias por
beneficios recibidos.
C assá de la S elva (España). — M . E . muy
agradecida por dos favores obtenidos de la V ir
gen Auxiliadora envía una limosna para una
misa y otra para el Santuario.
ClEZA (España). — Dolores Iglesias, por la
salud de su sobrino y envía una limosna.
L abateca (Colombia). — M ario Dolores Bermudez, José Antonio Salcedo, Ana Joaquina
Parra, Rosario de Parra, Eugenia Mendoza,
Felipa M . de Diaz, Dolores Rincón, Alfredo R a
món, Julio Torres, Laureano M ora y C. L . B . y
envían una limosna.
Los A ngeles (Estados Unidos). — E . Pimentel,
agradecida por el alivio de su nietecito, envía
una limosna para las Misiones.
M orales (Colombia). — Eladio Gamboa, C a
simira Velasco, M aría Librada de Núñez, Julián
Velasco, Teodoro López, Casimira Villegas y
Custodio M . G . Villegas, dan gracias y envían
una limosna.
M oreha (Méjico). — Manuela Sansón de
García, por varias gracias recibidas. — L . M . P .
por haber obtenido alivio en graves y largas
dolencias.
T arragona (España). — Consuelo Mateo de
Vernet, da gracias a María Auxiliadora y envía
una limosna.
A día (España). — Nicasia Delgado por un
favor recibido y em ía una limosna.
V agues (Argentina). — Catalina Pellegrini de
Cantarini, por haber obtenido, la salud y feli
cidad de una persona de familia que se encon
traba en trance difícil.
Bañólas (España). •— C . F . muy agradecida
por señalado favor recibido, visita el Santuario
de María Auxiliadora, haciendo celebrar una
misa y entrega la' limosna prometida.
V alencia (España). — M . E . M . — Agradccísimo a los favore.s de María Auxiliadora
envía una limosna. — Francisca Urgellés, envía
una limosna por favor recibido.
Barcelona (España). — Un devoto, por haber
visto su porvenir, que estaba en peligro, asegu
rado. — Carolina B ia l de Baviera, por haber
dado a lus felizmente, contra toda esperanza.
V elez B lanco (España). — M aría S . de Lara
envía una limosna para la Obra Salesiana en
acción de gracias por los favores recibidos de
María Auxiliadora.
No podemos menos de admirar los rasgos de caridad heroica de los Santos y en nuestro corazón
surge el propósito de la imitación. Procuremos que ésto no sea solamente un vano afecto del corazón
sino propósito eficaz y apenas se nos presente la ocasión mostrémonos sensibles y socarramos a nuestro
prójimo necesitado.
Vble. Don Bosco.
i
B U E N O S A IR E S (Argentina) - D ía d e l
P onfíB ce.— E l j de Julio de 1927 señala un día
de gloría, de alegría y de intensas emociones,
porque es la fecha en la cual la Obra de Don
Bosco, conmemoró solemnemente el Día dcl
Pontífice, reuniendo en derredor dcl represen
tante de! Papa, el Exemo. Señor Nuncio Mons.
Dr. Felipe Cortesi, Arzobispo de Sirace, a miles
de niños que entonando himnos de júbilo, daban
al viento las banderas de la patria y del Papa,
por las calles de Buenos Aires.
El acto de la M isa y Comunión general ce
lebrada en el clásico Oratorio Festivo San Fran
cisco de Sales, el primero abierto en el conti
nente americano, fué grandemente consolador.
Patios, iglesia, corredores, todo resultó chico
ante la enorme concurrencia de hijos del pro
letariado y del pueblo.
Las comuniones distribuidas por cl Exemo.
Señor Nuncio fueron inacabables y como él
mismo dijo, parecía que ios chicos brotaran de
la tierra, ¡tantos eran!
1 erminado el acto religioso, el representante
del Papa se dirigió al Colegio Pío IX en donde
la niñez de Don Bosco y representaciones nu
merosas de Ex-alumnos de Don Bosco, tribu
tarían el Homenaje a¡ Papa.
El día era frío, lluvioso. Llegado a la puerta
principal del Colegio, el Exemo. Señor Nuncio
encontróse con el espectáculo de los batallones
de exploradores y gimnastas de los Colegios,
que llegaban de varios puntos de la ciudad;
cantos, toques de corneta, vivas, aplausos, mu
chos colores, sobresaliendo' cl azul, amarillo y
blanco, que animaban el ambiente y constitu
yeron la nota mágica, que el estado atmosférico
no pudo empañar o desteñir en lo más mínimo:
al sol radiante y al cielo azul, suplían los ideales
superiores y las almas cándidas de tantos niños,
bendecidos por el Señor Nuncio.
El desfile parecía interminable y correspondió
a la significación del acto que se tributaba al
Padre común de los fieles.
En el Colegio Pío IX.
Arcos de triunfo, escarapelas, banderas y
gallardetes matizaban e! ambiente por dentro
y por fuera; una masa compacta de niños, ba
tallones de gimnastas con sus camisetas blancoazules y pantalones blancos, ios exploradores,
el pequeño clero que trazaba largas líneas hasta
el magnífico palco y altar levantados al efecto,
allá al fondo, cerca del gran templo, las Com
pañías del Colegio con sus colores vivos: verde.
colorado, azul, amarillo etc.; amplio rectángulo
lleno e imponente de Ex-alumnos, formaban
un cuadro polícromo realmente llamativo; arriba,
abajo, a los lados y a lo largo de los pórticos y
por todas partes, dominaban los colores más
queridos y más simpáticos para los argentinos
y católicos.
La entrada del Señor Nuncio.
Imagine el lector a cuatro o cinco mil niños;
a cientos y cientos de personas qu^ agitan pa
ñuelos, banderas, sombreros que aclaman y
aplauden; figúrese oir varías bandas y charangas
que tocan al mismo tiempo: este fué el recibi
miento al Señor Nuncio: solemne, íntimo afec
tuoso, como el que más.
Ocupados los puestos respectivos por el Señor
Inspector Pbro. Jorge Serié; por el Señor Pre
sidente del Secretariado Regional D. José Z.
Ferrecio, por la benemérita Comisión de las
Señoras Cooperadoras Salesianas y por los Pre
sidentes de los Centros de Ex-alumnos, todos
de pié, fué coreado por la multitud, el himno
Nacional y luego la banda del Colegio Pío IX,
tocó la vibrante marcha Pontificia.
Habló y fué muy aplaudido el Dr. Juan B.
Podestá, Secretario del Secretariado Nacional
de los Ex-dlumnos de Don Bosco y Presidente
del Centro San Francisco de Sales, expresando
con sentimientos profundos, cl afecto al Santo
Padre, que embarga a todos los que forman la
Obra de Don Bosco y a los Ex-alumnos en espe
cial manera.
Un niño del Colegio Pío IX , habló en nom
bre de todos los alumnos presentes y otro niño
del Colegio León X I I I , lo hizo recordando que
allí se había festejado por vez primera el D ía
del Pontífice.
El Señor Inspector, P. Serié, hizo a su vez
breve y jugoso discurso, ofreciendo al Señor
Nuncio, las 7.500 liras, que representan los
7500 niños de esta Inspectoría de San Francisco
de Sales; recordó el acontecimiento histórico
de las 55 liras enviadas por los niños oratorianos
de Turín a Pío I.X, cuando su destierro en Gaeta
y para perpetuar ambos acontecimientos le
ofreció el opúsculo de las Lecturas Católicas, dé
Julio, titulado: ñ l Pontífice y Don Bosco en el cual
se narran varios anécdotas de Don Bosco y el
Papa, y agradeció al Santo Padre, vivamente emo
cionado, porque había declarado la heroicidad
de las virtudes de Don Bosco.
Habló después el S r. Nuncio.
Estaba emocionado, contento, satisfecho: re-
? i6
cordó a Don Bosco, a los primeros misioneros,
a los Salesianos actuales, a la benemérita C o '
misión de Señoras Cooperadoras, a ios Exalumnos, al Señor Inspector; para cada uno pidió
un viva, al que respondieron en forma atrona
dora y a manera de eco, dada la distancia entre
los primeros y los últimos manifestantes, mi
llares de voces.
Por último impartió la Bendición Papal a todos.
La lluvia que hacía rato amenacaba, cayó re
pentina y fuertemente, sobre el magnífico palco
y la abigarrada multitud de manifestantes y en
tre cantos y aclamaciones el Señor Nuncio ocupó
el automóvil de nuestro Presidente, Sr. José Z.
Ferreccio, quien sintióse grandemente honrado
al llevar el representante del Santo Padre al
Palacio de la Nunciatura.
El auto debía pasar lentamente en medio de
tantos y tantos niños, que la lluvia no conseguía
desalojar: el espectáculo de la entrada se repitió;
las escenas de cariño hacia el Nuncio, se multi
plicaban; notas instrumentales, cantos, atrona
dores aplausos; agitar de banderitas; rostros
llenos de alegría y emoción; ojos vivos y expre
sivos, manos que se juntaban para aplaudir; los
hipp! hipp! hurrá! y los raj! raj! raj! pusieron
el sello final, al hermoso, inolvidable y signifi
cativo acto de amor, ofrecido a Nuestro San
tísimo Padre el Papa.
IVIVA S . S . PIO X I!
B U E N O S A IR E S (Argeníina). — P equeño
C ongreso d e l Sgdo. Corazón de Je s ú s , como
acto d e adhesión a l V II C ongreso Salesiano
efectuado en B elén . — Con gran fervor y se
riedad dignos de todo encomio, se celebraron
las distintas Asambleas de este Congreso, que
se desarrolló durante los domingos del mes de
junio V que se clausuró solemnemente el día
3 de julio. Uno de los días fué dedicado a los
alumnos del Colegio y otro a los Ex*alumnos.
En la 5ei7o'n de ins alumnos se estudiaron los
siguientes temas:
1®. — Escasez de obreros evangélicos, con las
siguientes conclusiones:
1. Que obedeciendo a la indicación de N . S.
Jesucristo se difunda la oración por las Voca
ciones eclesiásticas.
2. Rodear do respeto y veneración al Sacer
dote; y no permitir que se hable mal de ellos,
según la n\áxima de nuestro Vble. P. D. Bosco:
« De los Sacerdotes o hablar bien, o sino callar».
3. Impedir que se moleste con bromas a los
compañeros que den alguna señal de vocación.
4. Fomentar la obra de María .Auxiliadora
para las vocaciones eclesiásticas.
2®. —“ La Vocación, con las siguientes con
clusiones, propuestas por la Compañía del San
tísimo:
Favorecer el desarrollo de las vocaciones con
el espíritu salesiano, que se obtiene:
a) Con el mutuo buen ejemplo, el respeto
a las cosas santas, y a aquellos niños que cono
cemos tener aspiraciones grandes.
b) Con una conducta donde resplandezca
la modestia cristiana en las palabras y acciones.
c) Con un santo empeño en impedir en el
colegio cualquier cosa que puede empañar el
brillo de la virtud de la pureza, que deben cul
tivar con esmero todos los niños.
d) Pidiendo al Señor con oraciones, comu
niones fervorosas y actos de virtud el aumento
de las Vocaciones.
3®. — Las Misiones, con las siguientes con
clusiones, propuestas por la Compañía del Angel
Custodio:
1. La lectura- y difusión de la Juventud M i
sionera, y del Boletín Salesiano.
2. Buscar socios que den su nombre a estas
obras salesianas.
3. Ofrecer en favor de las misiones fervientes
oraciones, comuniones y otras prácticas de pie
dad.
4. Cooperar también materialmente a las mi
siones con donativos de dinero y de objetos.
La tercera sesión del Congreso fué reservada
a los Antiguos Alumnos, que discutieron los si
guientes temas:
1® — Formación del carácter cristiano, con
las siguientes conclusiones:
I. Intensificar la enseñanza del catecismo y
el conocimiento de las razones que fundamentan
la Religión por medio de:
o) Hojas, folletos, libros, periódicos.
b) Clases de catecismo para niños y jóvenes
oratorianos y cursos de Apologética y Sociología
Cristiana para ex alumnos.
II. Avivar por la emulación el espíritu de
piedad entre los ex alumnos del Centro, fijando
para la comunión mensual el tradicional primer
domingo de mes.
III. Propagar la Buena Prensa y la obra de
las vocaciones eclesiásticas.
a) Subscribiéndose al folletín dominical del
diario « El Pueblo ».
b) Interesando a los ex alumnos en la obra
de María Auxiliadora, para las vocaciones ecle
siásticas.
2®. — Apostolado del ex alumno en medio del
mundo.
1. Visitar a los ex alumnos enfermos.
il . Vencer el respeto humano.
I I I . Frecuentar los Stos. Sacramentos.
3®. — Las Misiones, con las siguientes con
clusiones:
I. Hacer conocer por los medios disponibles
la labor de las misiones, pudiendo los que asi
io deseen subscribirse al « Boletín Salesiano *
y a la v Juventud Misionera *.
II. En vista de que los misioneros se acuerdan
? ‘7
en sus oraciones, diariamente, del E x alumno,
rezando un Ave M aría, corresponder en la misma
forma por la prosperidad de las misiones.
I I !. Costear una Beca por el presente año en
el Seminario de Bernal y cuyo coste asciende
a $ 240. Para tal fin resolvióse colocar en la ca
pilla del Colegio una alcancía en la que los se
ñores ex alumnos depositarán su óbolo generoso.
L IM A (Perú). — E l pequ eñ o C ongreso d e l
Sgdo. Corazón d e Je s ú s y las fíesfas conme
morativas d e l C entenario A loisiano. — Estos
dos acontecimientos dieron lugar a una serie de
con una concurridísima Comunión General y
alegres fiestas en honor del Santo.
El día 25, se verificó la Asamblea de los ex
ternos, cuyos temas versaron sobre el Corazón
de Jesús en sus relaciones con el Perú, con las
Misiones, con San Luis y con la Comunión
frecuente.
El día 24 de junio clausuróse solemnemente
el Congreso con una Hora Santa de adoración
ante el Santísimo y con un acto literario musical
dedicado a Don Bosco y a su tercer sucesor
Rvdmo. D. Felipe Rinaldi.
En honor de San Luis, se promovió un Cer-
Buenos Aires (Argeniína) — Celebrando el dia del Pontífice.
actos solemnes y conmovedores, que salesianos
y alumnos quisieron dedicar al Sr. Inspector
Rvdo. D. Luis J. Pedemonte con motivo de su
onomástico.
El lunes 20 de junio se celebró la primera
Asamblea General presidida por el limo. Mons.
Carlos García Irigoyen, obispo de Trujillo.
Entre cantos, discursos y composiciones se des
arrollaron los temas: Formación Espiritual —
Centenario Aloisiano — Cómo las Compañías
deben conducir a Jesús — El Corazón de Jesús
y las Vocaciones religiosas y sacerdotales. Du
rante esta sesión el S r. Obispo de Trujillo pro
nunció un elocuente y fervoroso discurso de
admiración y alabanza a la Obra de Don Bosco.
El día 2 1, fiesta de San Luis, fué señalado
tamen literario aloisiano, con tres categorías de
temas según la capacidad de los concursantes,
haciéndose la proclamación de los premiados
el día 2 de julio.
AL VUELO
A S U N O Ó N {Paraguay). — Para la Jornada
Misional celebrada en agosto < El Oratorio * de
Asunción organizó dos concursos entre los niños
y estudiantes de aquella nación: Uno de com
posiciones sobre asuntos misioneros y otro de
mapas que deberán representar el Chaco Pa-
í
? i8
raguayo con los puntos de Misión Salesiana, y
los demás centros de misión de América del
Sur, Africa, Asia y Australia.
B U E N O S A IR E S {Argentina). — El Colegio
León X I I I , que concurrió con diversos trabajos
de sus talleres-escuelas a la Exposición Inter
nacional de Filadelfia, ha merecido el gran pre
mio de honor con medalla de oro. Honrosa distin
ción que habla muy alto en favor de nuestras
Escuelas Profesionales de la Rep. Argentina.
Idem. •— Entre los alumnos de los años na
cionales (Bachillerato) ha surgido una Sección
Catequística, encargada de enseñar a los niños
del Oratorio de San Francisco de Sales, las
principales verdades de la fe cristiana, dirigir
los juegos y asistir a los niños en los diversos
actos del horario dominical.
Para poder cumplir con estos fines se reúnen
todos los sábados, recibiendo de su Director
una breve explicación de lo que se debe enseñar
el domingo y de las diversas ocupaciones a que
cada uno tendrá que atender.
Idem.-— El día 17 dcl pasado julio se verificó
en el Colegio Pío IX un simpático acto de adhe
sión de cariño y de gratitud hacia el Coadjutor
Salesiano, Don Enrique Botta, que ha cumplido
los cincuenta años de enseñanza profesional en
la primera escuela de Carpintería fundada por
los salcsianos en América.
Cerca de un millar de aprendices habrán re
cibido dcl buen hijo de Don Bosco educación
e instrucción técnica y por eso muchos de ellos,
agradecidos, han querido en esta ocasión de
dicarle un sentido homenaje, figurando entre
ellos constructores, arquitectos, obreros, pa
tronos, jefes de taller, en amigable compañía,
honrando al humilde y abnegado religioso, que
les dirigiera en sus primeros pasos profesionales.
Desde la misa de comunión hasta el acto
literario con que se cerró la jornada, todo el día
trascurrió en medio de la mayor alegría y en
tusiasmo.
El Boletín Salesiano al unirse al homenaje
pide al Dueño de la mies que envíe a la Con
gregación muchos buenos Coadjutores, ya que
tan importante es la labor que Don Bosco les
confía.
Idem. —- El día 22 del pasado mayo, el S r.
Arzobispo de Buenos Aires, F r. José Bottaro
consagró, en el Templo de San Carlos dcl Co
legio Pío IX , a cuatro nuevos sacerdotes salesianos,
visitando después por vez primera el próximo
Oratorio de San Francisco de Sales, en medio
dcl mayor regocijo y entusiasmo de los Oratorianos a quienes bendijo efusivamente.
C IU D A D E L A {España). — El día 26 del
pasado junio celebró su Primera Misa, en la
Iglesia dcl Colegio Salesiano, el antiguo alumno
del mismo, Rvdo. D. José Castell, desarrollán
dose una fiesta altamente conmovedora y sim
pática. Cantó las glorias del sacerdocio en ge
neral y del sacerdote salesiano en particular el
antiguo maestro del nuevo presbítero, actual
Director dcl Colegie, Rvdo. D. Gustavo M as.
C Ó R D O B A {Argentina). — El día 29 de
junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, se ce
lebró en el local colegio salesiano con gran so
lemnidad la fiesta del Papa. Los actos religiosos,
durante los cuales ensalzó las glorias del Pon
tificado Romano el Rvdo. Sr. Inspector Don
José Bonetti, y el acto académico de la tarde,
organizado por los exalumnos, resultaron bri
llantísimos.
C U E N C A {Ecuador). — En el pasado Junio
pudo inaugurarse en el Santuario de María A u
xiliadora una magnífica portada de mármol, tra
bajada por artistas ecuatorianos y costeada ín
tegramente por la floreciente Casa, Sucesores
de M . Delgado e Hijos, exportadora de sombreros
de Jipijapa, principal industria de la Región.
E N S E N A D A {Argentina). — En el Colegio
■ Sta. Teresa, de las Hijas de María Auxiliadora
se realizó con grande éxito el día ;o de junio
un Congreso en honor del Sgdo. Corazón de Jesús,
como adhesión al celebrado en Belén (Palestina).
Se dió especial importancia al tema de las mi
siones.
F O R T A L E C IL L A S {Colombia).— Habiendo
sido destruida por mano del tiempo la antigua
capilla dedicada a María Auxiliadora en este
risueño y pintoresco caserío, sus habitantes
siempre generosos e hijos devotos de la excelsa
Reina, después de haber conservado la bella
imagen en una casa particular, en el espacio de
dos meses, por medio de rifas, donativos, etc.
levantaron una hermosa capilla nueva, que se
inauguró el día 9 de julio, con grande fervor y
entusiasmo.
FO RTIN M E R C E D E S {Patagonia-Argentina). — El día 2 de junio se celebró una gran
fiesta en honor del Sagrado Corazón de Jesús,
que fué coronada con la proyección de la gran
diosa película del Congreso Eucarístico de C hi
cago. El día 29 del mismo mes se celebró la
fiesta del Papa y como recuerdo de la misma
se sacó una fotografía de todo el personal de la
Casa, formando el escudo pontificio. Sentimos
no haberla recibido para poderla reproducir en
estas columnas.
P A N A M Á . — Con bases sólidas se ha reor
ganizado la Unión de Ex-alumnos Salesianos de
esta generosa República, eligiendo, el día 17
del pasado junio, nueva Junta Directiva. Han
creado además una sección de catequistas que
se dedicarán a la enseñanza del catecismo en
el Oratorio Festivo.
519
P A R A G U A Y . — Los valientes Exploradores
paraguayos « Don B osco», que el pasado año
maravillaron al mundo recorriendo a pie las
cien leguas que separan las ciudades de Encar
nación y Asunción se han superado a sí mismos
el presente año, recorriendo a pie unas 150 le
guas de la parte más lejanas de la República,
atravesando selvas milenarias y recorriendo
parajes inhospitalarios, con una marcha tan
llena de espíritu que constituyó el asombro de
cuantos saben las dificultades vencidas por los
animosos muchachos, alegres y satisfechos, fieles
a su gran lema de Dios y Patria. La excursión,
que se efectuó en enero del presente año, fue
TX JC U M Á N {Argentina). — El día 15 del
pasado julio, los Colegios Salcsianos « Tulio
García Fernández» y < General Bclgrano » ce
lebraron una solemne Jornada Misionera en
honor de San Francisco Solano, Patrono de
aquella Inspectoría. En dos animadas sesiones
se discutieron los siguientes temas: Cooperación
material a las Misiones — Cooperación espi
ritual — V'ocaciones Misioneras. Se adoptaron
prácticas conclusiones.
U R U G U A Y . — El Sr. D. Carlos Dupré,
exalumno salcsiano, ha sido elegido presidente
de ¡a Federación de la Juventud Católica del U-
Viedma (Argentina) — El nuevo sacerdote salesiano viedraense, D . Luís Savíoli. rodeado de sus parientes.
dedicada, como homenaje al limo. Sr. Obispo
Mons. Juan S . Bogarín en su 32® año de epis
copado.
Q U ITO {Ecuador). — El Obispo salesiano
Mons. Comín, Vicario Apostólico de las M i
siones de Méndez y Gualaquiza, ha sido muy
obsequiado en un vjaje de propaganda que hizo
a Quito, Riobamba y Guayaquil, en el pasado
mayo, pudiendo comprobar en todas partes el
entusiasmo e interés creciente que despierta
la idea de las Misiones.
S A N T IA G O de Chile.— Grandiosa y solemne
filé la fiesta que los Ex-alumnos del Centro
«Camilo Ortúzar» celebraron el día 29 del
pasado mayo y que ellos llaman el D ía del
Colegio. Asistieron más de 300 y los actos
fueron realzados con la presenica del limo. Sr.
Obispo M ons. Edwards, quien ensalzó grande
mente la Obra de los Ex alumnos, presentán
dola como un modelo de educación post-escolar.
ruguuy. Y es ya el séptimo ex alumno salcsiano
que llega a dicha presidencia, testimonio elo
cuente de la fecundidad que ha logrado en el
Uruguay la Obra Salesiana y de la eficacia edu
cativa del Sistema de Don Bosco. ¡A l elegido
y a todos los demás ex alumnos uruguayos, la
más cumplida enhorabuena!
V IE D M A {Patagonia-Argentina). — Con
gran regocijo y participación de un gran número
de feligreses cantó su Primera M isa, el día 29
de junio, el joven sacerdote salesiano Viedmense,
Don Luis Savioli, que íu é despu»^ objeto de
un cariñoso homenaje, en el que tomaron parte
los padres y parientes del misacantano. los su
periores salesianos, los alumnos y gran número
de exalumnos y amigos de la Obra Salesiana.
N o dejemos nunca de oir ¡a palabra de Dios en
los días festivos.
San F rancisco de S ales .
520
Dña. Luisa Roca de Pagliere.
A la edad de casi 07 años y en el día de su
Santo protector, entregó su hermosa alma al
Criador esta anciana tan apreciada en el barrio
de Almagro (Buenos Aires) y tan llorada por
cuantos la conocieron.
Contribuyó con su esposo D. José Pagliere
a la construcción de la Iglesia Mater M isericordiae o Iglesia de los Italianos, la primera
oRciada por los Hijos de Don Bosco a penas
llegaron a América.
Su alma, naturalmente buena, recibía cons
tantemente de ia fe cristiana y de las prácticas
religiosas como una nueva luz y hermosura que
ennoblecía toda su vida reflejándose en todas
sus palabras y actos. Pues en todo momento era
ella igual a sí misma, sencilla y magnánima, hu
milde hasta la pobreza cristiana, pero generosa,
desprendida y noble como una reina.
No es posible adivinar el número y cantidad
de donaciones hechas a familias particulares e
instituciones sin que supiera la mano izquierda
lo que hacía la derecha; pero recordamos entre
otras el altar de la Sagrada Familia donado aún
en vida de su finado esposo D. José Pagliere,
y entre otras Instituciones el « Hogar del Niño
las Vicentinas, tres Colegios de religiosas y el
Patronato de la Infancia. Ultimamente, hará
algo más de un año, sorprendió a todos con
una resolución magnánima. Quiso repartir en
vida la mayor parte de los bienes que le queda*
ban, y supo hacerlo con un tino y equidad ex
quisitos recordando no sólo a los parientes sino
a otras personas que sólo conocía como nece
sitadas. A quien le expresara su extrañeza, le
contestó: Es una cosa buena; Dios me lo ha ins
pirado, y lo he hecho. Palabras que revelan a
la par un carácter y un santo programa de vida.
M ás poco tiempo después de esa repartición
parccicndolc que aún le quedaba mucho, quiso
hacer nuevos donativos a instituciones parti
culares. Puede decirse con verdad que su alma
noble vivió siempre desprendida de las cosas
de ia tierra y que en ella se han cumplido a la
letra estas palabras del Evangelio: < Dad y se
os dará. Bienaventurados los pobres voluntarios
que viven desprendidos de las riquezas, por
que de ellos es el reino de los cielos».
El día de Corpus, mientras se preparaba de
votamente para recibir la Santa Comunión, fué
sorprendida por un malestar. Confortada con
los S S . Sacramentos y la Bendición Papal, fa
lleció tras breve enfermedad el día 2 1, festividad
de su Patrono San Luis Gonzaga. El 22 fueron
sepultados sus restos en el Cementerio del Oeste,
previa misa de cuerpo presente en la Iglesia de
San Carlos.
El Boletín Salesiano a! recomendarla a los
sufragios de todos los Cooperadores, pide al
Señor suscite muchas almas generosas que imi
ten sus ejemplos.
Recordad en vuestros sufragios a:
B agé {Brasil). — Sofía Silveria Fontes de
Fontes.
B aracaldo (España).
Garro.
María Zuberu de
C a li (Colombia). — Judit Marmolejo de Bejarano, Remedios Durán.
CoNSTANTÍ (Tarragona). — Luis Solé Coll.
L abateca (Colombia).— Santos Velasco, N a
tividad Jaimes.
T unia (Colombia). — Quintana Sandoval,
María Ruiz Fuentes.
V alencia (España). — José Puig Boronat,
Juan Bta. Pascual, José Aznar M artí, Consuelo
Gatdés, Duquesa Viuda de Gaeta.
C uenca (España). — Gregorio de la Torre.
V illa de D on F adrique (España). — Blasa
Rincón, Antonio Aroco.
¡A y del que sigue solamente las reglas de pruden
cia mundana y descuida los asuntos de su alma.
En ¡a hora de ¡a muerte se encontrará con ¡a
más grande desilusión!
San F rancisco de S ales.
C o a ap ro 5 acM a d e la am foridad ec/estfs& ca.
C e m te s D . D O .M E N IC O G A R N E R I.
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C a ra o Ragima M a rg k e r it ^ tT 4.
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