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~

Boletín Salesiano
R E V IS T A DE LAS O B R A S DE DON B O SC O
Ano XXXVII

Sumario.

N. 1.

Enero de 1922.

E l Revmo, D on Felipe Rinaldi, Prefecto General Je la P ia SocteJad Sa/eaiana, a

jj Cooperadoras de la misma: La muerte de D on /ílbera • Año
• Obras realizadas por las
H ijas de María Auxiliadora • Propuestas para 1922 ~ Una nueva ins/ancia — Quien era Don
Albera — Culto de María Auxiliadora — Gracias de María Auxiliadora — Nuevos nombramientas: Afane, de Aquino Correa - D os nuevos Obispos — ^e nuestros exalumnos.
loa benemréiioa Cooperadores

de luto - Informe de

1921

• Obras emprendidas por los Salesianos

L o* p rim ero s m isionero* de I* P s ta g o o ia .
B1 Em m^. C ard u sal C agliero, d irecto r d e la p rim era ex p edicián. C um ple e l 11 d e l c o n ie o te
&4 a ñ o s d e e d a d . ¡D io* oo* lo co n se rv e a ú n m ucho* a £oal

R b o a c c ió n V A d m in is t r a c ió n :

V ia ( S o tto le n g o N .

32

• T O R IN .

9

(I ta lia )

^ ---------------------------------------------------------------------------------------------------✓

(i

CALENDARIO SALESIANO
DE MARIA AUXILIADORA
para 1922
El primero de Ageoste para América y el primero de septiembre para
España, comenzará a ser despachado nuestro C A L E N D A R IO D E PARED
P A R A 1922. Se ha aumentado notablemente este año la tirada de tacos, pero
De cartones te­
como gracias a Dios,
nemos variado sur­
va teniendo cada
tido,
y son todos
año mayor acepta­
ellos verdaderas oción, estamos segu­
bras de arte.
ros de que en pocos
Adjunta presen­
meses quedará la
edición agotada. Por
tamos su clasifica­
ción. A l fijar los pre­
ello, rogamos enca­
cios no se ha procu­
recidamente a los
rado buscar ninguna
señores libreros y
ganancia, aún legíti­
compradores al por
ma, tratándose sólo
mayor, se sirvan no­
de hacer propagan­
tificarnos con la de­
da católica. En los
bida anticipación el
adjuntos cuadros se
número de T A C O S
hallarán las condi­
que piensen adqui­
ciones de venta a
rir, para nuestra
que se han da suje­
norma y su meojr
tarse los pedidos.
servicio.
CARTONES DE PARED

P R E C IO S Y C O N D IC IO N E S
Taco suelto
Cartón solo
Taco y cartón

Ptas. o ‘50
»

0*50

»

0*90

1.0 Al hacerse los pedidos, deberi enviarse
su importe, bien en Letras o Valores decla­
rados, en sellos de correo, o en carta certiñeada o por Giro Postal, avisando a la ves.
a.* La mercancía viaja siempre por cuenta
del comprador, cargándosele los gastos de
correo y del certificado, si lo solicita.
3. * Del taco no serviremos pedidos infe­
riores a SEIS Cartones.
4. * Para los señores libreros y pedidos im­
portantes se hará el descuento del as por ciento.

N. 1. Cromo del Vble. Juan Bosco,
con las Escuelas de Sarriá, 40 por
0*50
25 cm........................................Pías.
N. 2. Cromo de María Auxiliadora
presidiendo las obras Salesianas.
40 por 30 cm.
» o‘50
N. 3. Cromo de la niñez del Vble.
Juan Bosco. estilo barroco. 40 por
29 cm.
. . . . . . .
» o ‘50
N. 4. Cromo del Templo del Sa­
grado Corazón de Jesús en el Tibidabo. 39 por 28 cm. . .
» o‘50
N. 5. Cromo tricromía de María
Auxiliadora, miniatura medioeval.
o' 4*
33 por 23 cm.................
>
N. 6. Cromo Monumento a Don
Bosco. 40 por 30 . . .
.
* 0*50

Los pedidos dirígaasc ai S r. A dm or. de la Librería Salesiana - S A R R iÁ ( Barceloaa-España)

Año XXXVII -

N. I.

Enero de 1922.

-----------n

r

BOLETIN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
R e d a c c ió n

y A d m in is t r a c ió n :

V i a C o t t o l e n g o , N. 3 2 - T U R I N ( I ta tia )

El Rdm." Don Felipe Rinaldi
a los benem éritos Cooperadores y Cooperadoras de la O b ra Salesiana
Perooposos Cooperadores

y piadosas Cooperadoras.
NTE el pensamiento de que muchos
apresuran con sus deseos la presente
carta, balance de cuentan del año que acaba de
expirar, y programa de empresas para el
nuevo en que acabamos de entrar, siento que
mi responsabilidad añade nueva carga a la
que ya pesa sobre mis hombros, al solo deseo
de realizar esta nueva e inesperada obliga­
ción. En \asta de ello, amigos y bienhecho­
res queridos, no puedo sustraerme al deseo
de suplicaros me favorezcáis con vuestra
indulgencia, y de rogaros al mismo tiempo os
dignéis acoger las pocas ideas que os aj^unto
en esta, con la mislna bondadosa.disposición
de ánimo con que hab 'is recibido la palabra
de Don Bosco, de Don Rúa y de Don Álbera.
Nada significa nuestra labor al lado de la
inmensa variedad de obras salidas de la mano
creadora del Señor, las cuales obras adquie­
ren mayor relieve, cuanto más clara y elo­
cuentemente predican a la faz del mundo,
con su vitalidad siempre pujante, la exi­
stencia divina del Creador.

L a m uerte de D on Á lbera.
Hi primer pensamiento es de dolor y gra­
titud. jDon Álbera ha muerto, y repentina­
mente! Hacía tiempo que en aquella natu­

raleza delicada venían menguando las fuer­
zas, a medida que la responsabilidad de su
elevado cargo adquiría mayores proporciones,
a causa de -los compromisos cc-ntraídos du­
rante la guerra, que le obligaron a redoblar
sus atenciones y desvelos en pro de los huerfanitos, víctimas inocentes de aquella catásstrofe mundial, y que añadieron nuevas
preocupaciones y trabaj^'s a les que ya agob iíb n aquel macilento cueipo.
P or bien empleados les tuvo, a trueque
de ver a sus hijos de todas las naciones, uni­
dos con apretados lazos de caridad cristiana,
en momentos en que el cañón retumbaba con
implacable furia. Y asi, sin retroceder uii
paso en el camino que le trazaran las huellas
de Don Bosco y de Don Rúa, quiso y supo
mantenerse fírme y sereno en la brecha hasta
e ú t i n o de sus días.
L a lap-’dez con que se extinguió aquella
precicja ex sicncía fulii ini da en un instante,
( e.'-grac.a temida por nosotros laigo tiempo
hacía), de tal manera ha colmado la medida
de nuestro dolor, que sólo las demostra­
ciones universales de duelo que siguieron
a la noticia de su muerte, los honores pos­
tumos tributados a l cadáver y las solemní­
simas exequias en sufragio de su alma, han
sido parte, a embotar los filos aguzados
del dolor y cobrar nuevos ánimos, a cuenta
de los muchos que llevábamos ya perdidos.
A vosotrcffi, pues, bondadosos Cooperado-

4 —

res, la manifestación más sincera de nuestro
agradecimiento, garantizado en lo íntimo de
nuestros deseos con la firme promesa que
nuestro inolvidable Don Rúa pronunció por
vez primera ante el cadáver de Don Bosco,
que renovó más tarde en su lecho de muerte,
dejándola en testamento a los continuado­
res de la Obra Salesiana, y que, si bien no
recogimos de los labios moribundos de Don
Albora, la vimos practicada y predicada con
su ejemplo durante los once anos que go­
bernó el timón de nuestra Congregación:
promesa de seguir fiel y . amorosamente las
huellas que dejó trazadas nuestro Ven. Padre
y Fundador Don Bosco.

A fio de luto.
E l año de 1921 quedará señalado con pie­
dra negra en los anales de la Congregación
Salesiana. L a muerte del Rdo. P. Aime, Ins­
pector de las Casas Salesianas de Colombia y
Venezuela señala el punto de partida de
nuestros infortunios. Dos meses después ter­
minó la gloriosa jornada de su vida el limo.
Sr. D. Santiago Costamagna, el segundo
Obispo de nuestra Congregación, y una se­
mana antes de acabar Don Álbera sus días,
pasaba de este a mejor siglo nuestro llorado
Henm no el Exemo. Sr. Don Juan Marenco,
Internuncio Apostólico y Delegado extraor­
dinario de la Sta. Sede en las Repúblicas
Centroamericanas.
E l venerando Don Albera y Mons. Cos­
tamagna, condiscípulos ya desde su niñez
en el Oratorio, llegaron al término de sus días
después de haber saboreado los dulces y em­
briagadores consuelos del Jubileo Sacerdotal,
celebrado tres años ha. Por el contrario, el
malogrado P . Aime y Mons. Marenco se­
mejan frutos arrancados prematuramente
al árbol de la \dda.
Tan enormes e irreparables pérdidas, uni­
das a otras no menos dolorosas de personas
igualmente queridas, nos han repetido con
voz que ha hecho temblar nuestras carnes
aquel Estoie paraii! tremendo aviso pronun­
ciado por labios divinos.
|Felices mil veces nosotros, queridos Coo­

peradores, si, encendidos nuestros corazo­
nes en el mismo celo que nuestros venera­
bles difuntos desplegaron por la gloria de
Dios y el bien de las almas, alumbrados por
la brillante luz de su piedad bien cimentada
y, sobre todo, guiados por el mismo afec­
to que los llevó a realizar las obras gigan­
tescas que consumieron todas sus energías,
para mayor expansión y grandeza de la
Obra de Don Bosco, formulamos el propó­
sito de seguir el ejemplo de nuestros glorio­
sos predecesores por el mismo camino que
ellos han abierto a costa de generosidad y
sufrimiento!
E l 8 de diciembre del año que acaba de
expirar se cumplieron 16 lustros de aquella
memoranda hazaña que determina el mo­
mento en que Don Bosco por inspiración de
la Sma. Virgen Auxiliadora echaba los funda
mentos de la Obra Salesiana. ¿Qmén podrá,
reducir a cifra el bien realizado por ésta en
los 80 años que cuenta de existencia? ¡Qué
de jóvenes han pasados por nuestros hogares,
adiestrádose en la ciencia de la vida y tem­
plado siis armas para la lucha en las encen­
didas fraguas de nuestros Oratorios y demás
centros de educación, que podemos contar
por centenares! ¡Qué de residencias y casas
de misiones no se han abierto en todo lo des­
cubierto del globo!
Aparte el reconocimiento debido a la di­
vina asistencia, y a las virtudes y dotes p<rsonales de los salerianos, a la t(Ual en­
trega de éstos mayormente de los que fue­
ron constituidos cabezas de la Congrega­
ción, debe Don Bosco la flor, el desarrollo
y los benéficos fnitos que aquella ha repor­
tado a la humanidad entera. Por esto, al
oir su nombre, nos inclinamos reverentes,
y protestamos, particularmente a Don Alb eia, nuestro reconocinriento imperecedero.

In fo r m e del 1921.
Llenado el precedente deber, o mejor did io, satisfecha una viva necesidad del co­
razón, paso a exponeros una breve lista de
nuevas fundadones que los Salesianos e IC'

— 5 —

jas de María Auxiliadora han emprendido
durante el año recién transcurrido, merced
al auxilio de Dios y al apoyo de vuestra ca­
ridad.

Obras em prendidas por los
Salesíanos.
En
han visto con placer los hijos
de Don Bosco inaugurarse dos Colegios, des­
tinados a formación de nuevo personal:
uno en Castel de' Briiti junto a Bolonia, en
favor de las Casas salesianas de Emilia, Toscana y Eiguria; y el otro, en ScMo, junto
al Oratorio del mismo nombre, con utili­
dades para las Casas del Lombardo Véneto,
y Suiza. Se ha fundado además un Oratorio
Festivo en Módena.
Las simpatías de que ha sido objeto la
Obra. Salesiana durante la guerra y después
de ella, han tenido confirmación en el hecho
de haber sido fundado un pensionado con
Oratorio anexo a él en la ciudad de Essen,
donde el número de niños que se educan
en nuestro ambiente alcanza la cifra de
seiscientos. E n la ciudad de Mónaco, per­
teneciente a la citada región, se ha fundado
un Oratorio festivo concurrido por más de
500 niños.
También en Tumay (Bélgica), ha sido acep­
tada la dirección de escuelas populares que
en breve serán abiertas.
Asimismo debe consignar la Obra Salesia­
na recientes fundaciones en el Nuevo Con­
tinente. En
atsawüle (Estados Unidos de
América del Norte) se acaba de establecer
una Colonia Agrícola, que viene a ser una
verdadera providencia en favor de los hijos
de emigrados. Otra Colonia Agrícola ha sido
aceptada en General P íVíí«(R^P- Argentina).
Junto a ella se ha levantado un grandioso
colegio con iglesia parroquial dependiente
de éste. Todo es donación de tma generosa
familia cristiana. Hemos también inaugurado
tuia residencia en Manaos (Estado de Am a­
zonas, Barsil), para atender a la juventud de
esta importantísima población, y establecer
al mismo tiempo un centro de abastecimien­
to para la lejana misión del Río Negro.

E n esta vastísima Prefectura Apostólica,
lo mismo que en la Vicaría Apostólica de
Shiu-Chow en China, como en varias Ins­
pectorías americanas, se pudieron emprender
nuevas obras, merced a un considerable re­
fuerzo de personal. Pasan de cien los Misio­
neros que en diversas expediciones partie­
ron de Turín en el transcurso del año 1921,
llevándose con destino a obras de evangelización cuantas larguezas depositara en nues­
tras manos vuestras caridad.
Merece particular mención el grupo de
Obreros Evangélicos destinados al ríssfim
(India), por haber tenido la fortuna de re­
cibir la última bendición de nuestro que­
rido Don Álbera.

O bras realizad as por las H ijas
de M aría A u xiliad o ra.
Objeto de vuestra caridad cristiana ha
sido también, y continúa siéndolo, el Insti­
tuto de las H ijas de María Auxiliadora, que
ha podido ver, con vuestro sostén, acrecen­
tado el número de sus Colegios.
E n I t a l i a . Aceptaron en Turín la direc­
ción de una casa de protección de la joven,
junto al Santuario de la Consolata; en Asti,
el jardín de infancia «.Princesa Jolanda,*
capaz de contener docientos rüños; en Oulx,
un Oratorio, taller y escuelas; en Arma di
Taggia una escuela parroquial con asilo in­
fantil, taller y Oratorio; en Alejandría, un
Pensionado para jóvenes alumnas de las
Escuelas Normales. H oy pasan de sesenta
y podrán'subir a cien, tan luego como el pa­
lacio Alfieri, local en que ha de establecerse
el Instituto, se halle desocupado y adaptado
al régimen de la nueva fundación.
F u e r a d e I t a l i a . Tanibién tuvieron cum­
plimento sus deseos de ver abiertas nuevas
fundaciones fuera de Italia. Así, en Gei%eral Pisan (Argentina), pudieron inaugurar
un Colegio con Oratorio festivo; una E s­
cuela parroquial con Oratorio festivo para
niños en Ascurra (Estado de Sta. Cata­
lina, Brasil); en Jáquil (Chile), una Escuela
gratuita para niños; un Sanatorio en Lanja
(Perú), y un Centro de educación para



6



alto y delicado pnesto. Se realizarán además
durante varios días importantísimas reunio­
nes generales, para tratar de nuestros asuntos
de más tomo, de las necesidades más peren­
torias de cada institución en particular, y
m uy especialmente sobre el modo de diri­
gir la actividad salesiana por cauces que res­
pondan con mayores ventajas a las neceádades de los tiempos actuales, siguiendo en
todo el espíritu de Don Bosco. ¿Quién no ve
la importancia de tales reuniones, al cabo de
doce años transcurridos sin que se hayan
tratado cuestiones de trasscendencia igual
a la que revistirán las nuevas que en fecha
no m uy lejana serán objeto de resolución?
Y en este breve período ¡de cuántos acon­
tecimientos seremos testigos! ¡Cuántas no­
vedades, y en consecuencia, cuántas ne­
cesidades nuevas se iián creando! Con ra­
zón nos vemos precisados a implorar luces
especiales del Cielo. Vosotros, distinguidos
Propuestas para 1922.
Cooperadores, que acostumbráis rezar cada
dia
un padrenuestro, avemaria y gloriapatri en
Pasando ahora, piadosas Cooperadoras y
honor
de S. Francisco de Sales, con la jacu­
celosos Coo^íeradores, a exponeros el pro­
grama de acción para el nuevo año, me apro­ latoria: Sánete Francisce Salesi.ora pro nobis,
piaré los mismos pensamientos que os hu­ para ganar las indulgencias, al cumplir cen
biera dejado en esta ocasión nuestro llorado esta devoción, tened presentes en vuestro
recuerdo nuestras reuniones, y dirigid una
Superior.
invocación
saturada de afecto a nuestro glo­
Preocupaba hondamente a Don Albera,
esjiccialmeiite en sus últimos días, el pensa­ rioso Patrón, para que, junto con nuestro
miento de obtener las bendiciones del Cielo Ven. Padre Don Bosco y nuestros Hermanos
para nuestra Pía Sociedad, con mayor abun­ y Cooperadores que gozan de la paz de los
dancia durante el año corriente, que, pre­ Justos, nos obtengan de María Auxiliadora
scindiendo de los efectos snbsignientes a su esj>ecialísiina asistencia y copiosas bendimuerte, sería por los demás conceptos cipiies del Señor, Elevemos a Dios fervientes
igualmente señalado para ios liijos de Don súplicas, recemos para que la Obra Salesiana
Bosco. Creo i)oderos exponer las necesidades pueda reportar de dichas Asambleas Gene
más apremiantes y los deseos de nuestro Su­ rales nuevas luces y energías que, a despecho
perior, dirigiéndoos una duu an da.cuyo con­ de las dificultades presentes, la lleven en alas
tenido abarca tres capítulos: Oraciones, un del espíritu de Don Bosco, y con manifesta­
ción de la más robusta ^dtalidad, a la meta
poco de {(lo, y. por último, -rci íé».
de sus aspiraciones, resumidas en esta frase:
i)
O r a c io n e s . — líl 23 del venidero abril, Educar cristianamente a la juventud.
a la sombra dcl Santuario de María A u xi­
2)
U n p o c o d e c e lo . — Un voto que
liadora se congregarán todos los Inspectores
de la Pía Sociedad Salesiana, en compañía en las referidas Asambleas saldrá del corazóD
de sus respectivos delegados, para proceder de cuantos en ellas formen parte, será inten­
al nombramiento del nuevo Rector Mayor, sificar la labor en la promoción y cultivo de
y del Consejo que deberá asesorarte en tan vocaciones.

niños de la colonia Italiana en Puebla
(Méjico).
N o quiero pasar por alto las aceptaciones
de cocinas económicas, roperos y talleres,
establecidos ya en algunos Colegios salesianos, como en Tarín, T'rascati, Chcrtsey (In­
glaterra), y en S. Francisco de Calijornia, ni
puedo dejar de mencionar la partida de
treinta Misioneras a tierras de Argentina,
Méjico y Asia Menor.
Por lo que llevo apuntado echaréis de ver
que tanto los Salesianos como las Hijas de
María Auxiliadora, no obstante la excepcio­
nal estrechez que hoy atraviesan, han po­
dido con la gracia de Dios, la protección de
nuestra Celestial Auxiliadora y vuestro ge­
neroso concurso, ver notablemente aumen­
tado el número de sus centros benéficos.

— 7 —
Uno de los pensamientos que más preo­
cupó a Don Álbera en sus últimos días 5’ con­
movió su corazón sacerdotal, fue la escasez
alarmante de vocaciones, que se deja sentir
cada dia con más intensidad. « Dehemos, in­
sistía Don Álbera, debemos desplegar nues­
tros esfuerzos en aumentar vocaciones, no
sólo para nuestra Dia Sociedad, sino también
con destino a la Diócesis. ¡E s una necesidad
urgente que sufre la Iglesia en los tiempos quo
corremos! S i viviera Don Bosco, si aun viera
la luz de este mundo Don RtiUy no hallarían des­
canso hasta tanto que no hubiesen provisto a
dkha necesidad con todas las fuerzas de su al­
ma. ¡No han de quedar atrás nuestros arrestos!
Por desgracia las ofertas, de meses atrás vienen,
» menos de una manera notoria.... pero aun
podemos sostenernos.... S i alguna donativo con­
siderable llega a nuestras manos, no vacilemos
en destinarlo a estos fines.
¿Quién no admira la generosidad de este
programa? Ello es un reflejo verdadero de la
gran necesidad que en la hora presente atrariesa la Iglesia. Dirigiendo una mirada en
tomo a nuestro campo, no puede menos de
arraigar en nosotros esta convicción. A me­
dida que se descorre el velo que oculta las
necesidades de los tiempos, se echa de ver
la urgencia de multiplicar las institucio­
nes cuya finalidad se dirige a educar cristia­
namente las nuevas generaciones. Y ¿será
posible poner manos a labor tan apremiante,
requerida por la Religión y por la Patria,
cuando en las filas de las vocaciones eclesiá­
sticas se sufren tan continuas y sensibles
defeciones?
De todas las Casas Salesianas (no habla­
mos Oe las residencias de misiones, sino de los
mismos centros abiertos en países civiliza­
dos), se alza este grito desolador, que nos llega
a lo más hondo del alma; «¡Somos detnasiado
fxosf i>. ¡ Nos bastamos para llevar a cabo
nuestro cometido! ¡Necesitamos nuevos brazos
que i mpartan coft nosotros el trabajo que
uos ha confiado el Señor! » ¿Hallaremos me­
dio, aunque sea menester el transcurso de
varios años y todo el buen deseo de los Su­
periores, de acallar estos desgarradores la­
mente», y de dar solución al problema de las

vocaciones, de manera que se multiplique el
número de los que nos honramos con el tí­
tulo de Hijos de Don Bosco?
E l año pasado, como hemos apuntado arriba. partían para nuestras misiones más.
de cien ^Misioneros y treinta abnegadas Mi-r
sioneras. ¿Creéis que con este refuerzo lo­
gramos dar remate a la tarea más urgente?
De ningún modo. Sólo para no perder los
frutos recogidos a precio de heróicas fatigas
que costaron nuestros primeros misioneros
de Patagonia, 110 serían suficientes cincueiita
nuevos Obreros apostólicos que se enviaran,
a partir de hoy, mismo rebosando celo y
derrochando salud.
Y advertid que el difunto D. Álbera aceptó
un año hace, para 1922, juntamente con otras
fundaciones, el Vicariato Apostólico de Kim berley en la lejana Australia, donde una do­
cena de expedicionarios apostólicos sólo nos
permitirían poder decir que hemos entrado
en posesión del campo, pero de ningún
modo el haber iniciado el trabajo requerido
para la evangelización de territorio tan
inmenso.
Por consiguiente, también en este c.ampo,_
beneméritos Cooperadores, h ay para vos­
otros lugar que ¡)recisa todo vuestro esfuer­
zo, toda vuestra cooperación. Ayudadnos
a encontrar y formar muchas vocaciones ge­
nerosas. Buscadlas también vosotros mismos,
cultivadlas con amor y mandádnoslas. Si,
como dice S. Agustín, (<E l que salva un alma
asegura la piopia)> ¿quépremio no gozaremos
en esta vida, y sobre todo, qué recomi^ensa,
lio nos será dada en la eterna, si con nuestro
esfuerzo procuramos al Señor, un misionero
una religiosa, un nuevo sacerdote a cuya
abnegación se deba el acercamiento de tantas
almas a Dios, y el engrandecimiento de su
reino? V^avan .dirigidas a este fin nuestras
oraciones: reguemos al Dueño de la Mies que
envíe nuevos trabajadores a su campo; roguémos todos, cada día a l Señor se digne acre­
centar el número de santas vocaciones
a nuestra Pía Sociedad; pero al mi.smo
tiempo, unamos a la oración nuestro tra­
bajo en la forma que mejor nos sea dado
realizar.

1

— 5 —
3)
A cción . — K 1 año de 1922 será el ter Turín una Asamblea de acción salesiana,
cer Centenario de la muerte de S. Francisco convocada por Don Álbera, en la que pudi­
de Sales, y el cincuentenario de la fundación mos contar con inmensa complacencia 63
del Instituto de las Hijas de María Auxilia­ agrupaciones o Juntas de acción, que ejercen
dora. H a llegado ya a conocimiento vuestro fecundo apostolado en varios centros de
un programa de fiestas para conmemorar el enseñanza y Oratorios festivos establecidos
Centenario de S. Francisco, iniciado y a en en la ciudad. Todas ellas gustaban los frutos
el primer Oratorio Salesiano el 28 del pasado de su bien empleadas energías, al mismodiciembre con una reunión de todas las agru­ tiempo que se prometían recoger otros nuevos
paciones juveniles congregadas en los Cole­ y más copiosos en el campo de la cooperación
gios Salesianos de Turín. Asimismo se os salesiana. lOhl si el ejemplo cundiera por
notificará el programa que piensan desarrollar todas las ciudades y lugares que cuentan en
las Hijas de María Auxiliadora en sus fiestas su seno un Colegio salesiano o de Hijas de
María Auxiliadora, o bien un Director Dio­
jubilares.
Abrigo la firme convicción de que vosotros, cesano o un Decurión de Cooperadores ¡cuán­
celosos Cooperadores y piadosas Coopera­ to mayor bien se reportaría!
A l lado de cada Colegio de Don Bosco
doras, que siempre habéis secundado con
debiera
crearse una agrupación de alumnos o
presteza todas nuestras iniciativas, acudi­
réis entusiasmados a celebrar con nosotros alumnas entrados en los diez y seis, y sufi­
la susodicha solemnidad jubilar; pero de­ cientemente preparados para comenzar su
jadme decir que « Podéis y debéis intensificar obra de Cooperación salesiana. Si se trata de
más vuestra labor. » ¿Es posible amar en ver­ Oratorios festivos, debieran su i^ r a dicho fin
dad a María Auxiliadora, querer seguir las por lo menos tantos centros de acción, cuan­
huellas de S. Francisco de Sales, y por otra tos sean los Círculos fundados en dichos Ora­
parte no im itar a nuestra Señora en pres­ torios Del mismo modo las asociaciones de
tar auxilio a los cristianos, ni copiar el Exalumnos nuestros y Exaltimnas de las
celo ardiente, la caridad activa y la suave Hijas de María Auxiliadora, como comple­
dulzura con que San Francisco, nuestro mo­ mento natural de su programa de adhesión,
delo se adueñó de los corazones? ¿Es posible, afecto y socorro mutuo, debiera formar
en una palabra, no sentirse fuertemente cada una de ellas un pequeño grupo de socios
arrastrado a trabajar en el campo religioso- competentes y de buena voluntad, dispues­
social, desarrollando el programa que el Ven. tos a trabajar con actividad y en la manera
Don Sosco nos dejó trazado, y que encierra más acomodada al remedio de las necesi­
en sí tan seguro presagio de copiosos fnitos dades locales, conformándose en todo ai
progr.mia trr.zado para la co.‘>i^ración sa­
para la Religión y la Patria?
E l Venerable ] írsistió sicm]>re en la idea lesiana. Y como quiera que la acción
de que todo buen cristiano, a imitación de trazada por el Ven. Don Bosco, tan diversa
S. Francisco de Sales, al mismo tiempo que en sus manifestaciones, como necesrna y
trata de adquirir la perfección pnqfia, no providencial, se halla confiada particular­
ha de descuidar la salvación de los demás: mente a las Juntas de celosos y activos Coo­
y en su empeño tenaz de multiplicar el nú­ peradores y Cooperadoras, en conformidad
mero de almas ávidas de glorificar a Dios con uno de los acuerdos decididos en el octa­
beneficiando al prójimo, y en particular v o Congreso Internacional; según esto, digo,
modo a la juventud, instituyó, junto con no debiera hallarse ninguna ciudad ni lugar
la Pía Sociedad Salesiana y el Instituto que, contando en su seno un núcleo de ma­
de las Hijas de Alaría Auxiliadora, la Pía yor o menor número de Cooperadores SalesiaUnión de Cooperadores Salesianos y Coope­ nos, no cuente también su Jrmta de acción.
¡Oh, si ocupara nuestro pensamiento la idea
radoras.
E l 27 dcl pasado noviembre se reimió en de establecer dichas Comisiones Si lográramos

— 9 —
■ m este Centenario del glorioso tránsito
de S. Francisco de Sales ver realizado este
nobilísimo deseo, emanado del seno de aquella
memorable octava Asamblea, me atreve ía
asegurar sin temor de equivocarme, que nues­
tro Santo Titular y María Auxiliadora acepta­
ran esta manifestación como la más digna
y honrosa que se les pudiera tributar en
estas fiestas. He a quí las tres propuestas que
más apropiadas a las circunstancias me pa­
recieron.

U n a n u ev a instancia.
Antes de poner remate a la presente, siento
un deseo ardiente de añadir aún dos palabras,
para encomendaros las obras que tenemos
entre manos, y que de continuo se apoyan
en vuestra caridad. Entre ellas os quiero
recordar nuestras Casas de formación, m uy
Qumerosas por cierto, viveros en los cuales
arraiga y se desarrolla el personal joven de
nuestra Pía Sociedad. No quiero omitir las
escuelas de artes y oficios, tan providenciales
en nuestros tiempos, ni los Asilos para huer­
tanos. varios de los cuales se ven llenos, hasta
no caber más, de los que en estado tan las­
timero dejó la guerra. Os recuerdo las nuaierosas residencias de Misiones en pueblos
idólatras; tanto las que cuentan varios lus­
tros de existencia, como las recién abiertas;
J, por último, os recomiendo nuestros tem­
plos en construcción.
Las frases de Don Albora que hemos de­
jado escritas arriba, os. habrán dado a cono­
cer las dificultades cotidianas y siempre cre­
cientes con que tienen que lucliar nuestras
instituciones.
El día que siguió al de la sepultura de Don
Albera (i° de noviembre de 1921), el Emmo.
Cardenal Cagliero, a quien el Señor conserve
muchos añ >s al afecto y admiración de los
Hijos de Don Bosco, colocaba la primera pie­
dra del grandioso templo que se está levantan­
do en el barrio de S. Pablo (Turín). En estos

dos meses han sido echados ya los cimientos
sobre los cuales el Emmo. Card. Arzobispo
de Turín colocará y bendicirá la piedra an­
gular con rito solemne en la primavera pró­
xima. ¡Quiera el Señor apresuramos el día en
que tal suceda!
Pero no podemos demorar por más tiempo
la repetición de una súplica que queremos
dirigir a nuestros queridos Cooperadores y
piadosas Cooperadoras:
¡Oh! ¡No dejéis fenecer por f-'Ita de medios
indispensables de vida las obras realizadas,
ni sin cumplimiento las comenzadas!... Os en­
comiendo férvidamente el citado templo,
que vendrá a ser como un monumento pe­
renne a la memoria de Don Albera. Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora,
los huerfanitos,*huerfanitas, y la restante y
m uy numerosa pléyade de jóvenes y niños
confiados a nuestros desvelos, ruegan y ro­
garán sin dejar un solo día a la Divina Provi­
dencia, que por vuestro conducto derrama
sus laiguezas con mano liberal sobre todos
ellos, os favorezca siempre con su santa gra­
cia. Que lluevan abundantes sobre vosotros
y vuestras familias, de manera que ellas
basten a remediar vuestras necesidades,
tanto de orden temporal, como espiritual,
para que así se deslice vuestra vida, colmada
de buenas obras por los carriles de la felici­
dad, y ellas os abran, cuando el Señor sea
servido llamaros a mejor vida, las puertas
del Cielo.
A l mismo tiempo que os ruego encomen­
déis en vuestras oraciones a todos los Hijos
de Don Bosco y a sus Obras, ej^eriniento
verdadero placer en profesarme de vosotros
Beneméritos Cooperadores y Cooperadoras
afmo. S. S. y Cappn.

FELIPE RIÑALO!, Pbro.
Prefecto General de la Pía Sociedad Salesiana.
Turín, 1®de Enero de 1922.

QUIÉN ERA DON ÁLBER A
P e iiti extremo a otro del inundo ha corrido
en breves horas la noticia de la muerte de Don
Albora, desgracia que en medio de nuestra ifl.cción nos obliga a repetir con el corazón destro­
zado como el día en (|uc cayó sobre nosotros la
expresión que constituye el consuelo del co­
razón cristiano atribulado: ¡Hágase la voluntad
del Señor!
De todas nuestras iglesias se habrá levantado
unánime la voz de la plegaria, el sufragio ali­
viador prescrito en favor de quien en vida llevó
sobre sus hombros con cariño la pesada cruz de
regir y gobernar una Congregación en cuyo seno
cuenta elementos tan variados y tan extendidos
por todo lo habitado del globo.
En el número de diciembre relatamos sola­
mente los últimos días del esclarecido Don Albera, el enorme duelo y la apoteosis que siguió
a su muerte.
Creemos interpretar los deseos de nuestros
lectores oheciéndoles algunos rasgos biográficos
del llorado difunto, y esbozando a grandes trazos
su fisonomía moral, para conocimiento más aca­
bado y niá? conmovedora edificación de cuan­
tos sintieron de alguna manera las pulsaciones
de aquel corazón tan ancho y generoso.
Nació el P. Albera en Noue, pueblecito de la
provincia de Tuiíu, el 6 de junio de 1845. Con­
taba apenas 13 años, cuando el Dr. Arate, pá­
rroco de dicho lugar, lo confió a los solícitos cui­
dados de Don Bosco, encareciéndcle el tesoro
que ponía en sus manos con estas precisas pa­
labras: « Tcnlo conligo ». Y Don Bosco lo recibió
on su nueva familia, no como a uno de tantos,
sino como al liijo dócil que asimilaiía las vir■ ludes del Padre; su caridad al pobre, su arro­
bado am or.a Dios, ejes en torno a los cuales
gira toda la moral cristiana, comprendida por
labios divinos en estos dos amores. Y es tanta
verdad que Don Bosco previó su semejanza
maravilUísamente reproducida en el alma del
joven Albera, que no pudo dejar de manifestar
ante sus niños la unidad de afectos que ani­
maban aquellos dos castísimos corazones. Pocos
de los picseutes advirtieron In trascendencia
del episodio a que nos referimos, cuyo signiúcado síiiiIkMíco hemos venido a conocer los
vpte hemos tenido la fortuna de verlo cumplido.
Era la primera vez que nuestro \’ei.er«ble
l'undador permitía se le retratara en actitud
de ejercer el ministerio sagrado de la Couieaióu
en medio de sus niños.

Hallábanse éstos en tomo al Venerable, el
cual, dirigiendo la vista al grupo de chicuelos
(|ue tenía delante; « Acércate, Albera, le dijo
mirándole con cariño; arrodíllate a mi lado y
apoya lu fíenle en la mía; así no nos moveremos.

L a C i p il t t a rd ie n te .

Desde los primeros días que llevaba en el Ora­
torio oirecía notable contra.ste entre aquella
turba de rollizos y coloradotes muchachuelos
su delicado y pálido exterior, espejo de su alma
pura y virginal, que armonizaba perfectamenU
con una formalidad superior a sus años, al mismo
tienqK) que se echaba de ver en él un espirito
recogido, que aquiltaba más sus hermosas pren­
das. Podía decirse de él lo que las Sagradas Le­
tras dicen del joven Tobías, que siendo de 1(^

— 11 —
más jóvenes de su tribu procedió siempre y
en todo con la cordura y madurez de un anciano.
Dotado de inteligencia clara y penetrante, y
de n.eiuoria prodigiosamente fácil y precisa,
encauzó todo este riquísimo caudal de energías
para modelar su espíritu en las recios troqueles del
sacrificio y en las fraguas encendidas de la más
sólida y esclarecida piedad; virtudes ambas, que
animaron continuamente aquel cuerpo delicado.

vertiendo durante su \nda en las muchas y
preciosas páginas que d e j) escritas.
Dueño de un caudal más que mediano de
conocimientos y adelantado en su formación
espiritual se hallaba el joven Albera, cuando
Don Bosco, aun antes de que fuese investido
con el hábito clerical, le admitió en su intimidad
entre los que formaban parte de una compañía
a la que el Ven. llamaba su Cupilulo,

Palles del C«le|lo, ocupadas por Asociaciones que afutrdao la talL'a del lérclra.

morada e'^trccha y frágil de un espíritu precoz,
que iba robusteciéndose por días a expensas de
la materia.
Así comenzó sus lecciones en la escuela de Don
Bosco, y así continuó toda su \nda. grabando más
■ mudamente en su espíritu las lecciones del Ve­
nerable, y traduciéndolas en obras de amor y
áe paz, que el mundo entero ha contemplado
con c 'nfiración.
A ir-- c'ismos fines enderezaba también sus
letras humanas, que eran muclias y siempre
¿üstó de ellas y que cultivó toda su \’ida, lle­
gando a adquirir una cultura vastísima que íué

■I .

Más tarde, cuando recibió de manos de Don
Bosco la preciosa librea de Ir» ministros de Cris­
to, e\ndenció su mucho valer en el colegio de
Mirabello, campo de sus primeras luchas peda­
gógicas, dirigido a la sazón por Don Rúa, y de
cuyo personal formaba parte el in.signe Don
Cerrúti, como nuestro Don Albera, recién pro­
feso e íntimo amigo suyo.
Así se deslizaban los días uno tras otro, en
continuo y abnegado trabajo, cuando le llegó
la hora de inscribirse entre los ministros del
Santuario.
Una vez sacerdote, hízole Don Bosco deposi-



tario de nueva confianza y estimación, hasta
el punto de declaiar en presencia de distingui­
das personalidades turinesas que Don Albera
sería el segundo continuador de sus Obras.
Confióle Don Hosco inmediatamente la fun­
dación de la casa de Marassi (1871}, trasladada
poco después a Sampierdarena, donde dejó tan
rico y perfumado ambiente de virtudes, y tan
duradero, que aún hoy se percibe con deleite
y se admiran los frutos madurados en él.

12

--------

de América, obra en la que se ocupó hasta muy
entrado el 1902.
Por muerte dél llorado Don Rúa fué elegido
Don Albera Rector Mayor en el Capítulo general celebrado en Turín durante el agosto de iqio.
Su primer pensamiento fué entonces visitar
las Casas de Europa.
Con letras de oro debiera qued^ escrita aque­
lla serie de triunfos que pudo contar a su paso
por España. Nada diremos de ellos porque aun

f.’ .

1i

iiu4

La plata de María Aaxlllidora ea el aorneatt de arraacat ei coche iinebrc.

Transcurridos diez años, a partir de este úl­
timo nombramiento, Don Albera fué trasladado
a Marsella en calidad de Inrirector de las Casas
salesianas de I'rancia.
Para sintetizar y reducir a fóniiula su com­
pleja labor en este nuevo oficio, diremos que los
admiradores de la Obra Salesiana, dieron en
llamarle el Pequeño Don Bosco. Tales eran las
virtudes que en él resplandecían, tales las obras
en'beneficio de la juventud pobre realizadas,
tales la estimación que todo ello le había va­
lido y el ambiente de santidad esparcido en
tomo a su persona.
En 1892 fué nombrado Director Espiritual
de nuestra Pía Sociedad, y en 1900 recibió de
Don Rúa la misión de visitar nuestros colegios

dura su recuerdo vivo en la memoria de la msyoría de nuestros lectores.
En 1917 fué nombrado Delegado General de
las Hijas de María Auxiliadora, cuyos sabios con­
sejos y paternal asistencia fueron el norte qoe
gttió a esta rama de la Familia salesiana poi
derroteros de prosperidad.
En 1918 celebró las Bodas de Oro de su orde­
nación sacerdotal, y en estos días de júbilo rié
reunirse en derredor suyo un número crecido
de Salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Coo­
peradores y Exalumnos que le ofrecían el tnbuto del más acendrado afecto, de la veneradón
más profunda. Todavía a principios del pasado
1921 visitó los colegios de Francia; y después,
en junio, los de Parma, Milán y Módena. Cuando



13

la enfermedad comenzó a carcomer aquel cuerpo
endeble, salía con frecuenLÍa de paseo a mover
un poco sus miembros encogidos por el género
de vida sedentaria a que sus obligaciones le
tenían sujeto. Entonces se proponía como téroiino de sus paseos alguno de nuestros cole­
gios situados a las afueras de Turín, y así los iba
viátando a todos e informándose personalmente
de la marcha de todos ellos.

Bl c«r(<lt

tioebrt alriTcuado la

Tan considerable número de empresas llevadas
a cabo por un hombre tan parco en palabras,
tan sobrio y tan medido en sus movimientos,
nos soiprendeiá sin duda; pero las vemos revesti­
das con todo el esplendor de su grandeza y ba­
ñadas en luz sobrenatural, si buscamos la raíz
de todas ellas: su vida interior de piedad, en la
cual concentraba todas sus energías, todas sus
facultades, todos sus arrestos; y de donde ex­
traía como de frente inagotable aquel caudal
de sencillez y modestia encantadoras que llevó
consigo toda si\ vida.
La expresión de S. Pablo:P¿r/«s a i omnia
est, tenía en su conducta perfecto cumplinúento, manifestándose en la exacta obser­
vancia de la vida común, en el cumplimiento


fiel de las prácticas religiosas, en su reposada
al par que intensa labor, en su sencillez noble
y llena de dignidad, en su porte, en su trato fino
y delicado en extrem oque atraía a sí el corazón
de cuantos le trataban, y que por sí solo, sin el
acompañamiento de las palabras bastaba a
constituir la lección mas útil, la predicación más.
elocuente y jugosa que pudiera llegar al co­
razón y conmover más fuertemente sus fibras.

ar«a(da R e g in a M argheritm .

y piedad destilaba su palabra serena y reposada,
eficaz y circunspecta, concentrada y fuerte,
como puede echarse de ver en sus cartas.
Eyllas, lo mismo que todos sus escritos, están
saturados de su espíritu eminentemente pia­
doso. La vida del limo. Mons. Lasagna escrita
por él, es una aplicación práctica del texto de
la Escritura: Dedit ei certamen forte ut vinceret.
La serie de sus circulares forman un conjunto
orgánico, que para nosotros vale tauto como un
tratado completo de ascética, cuyo primer ca­
pítulo lo constituye su primera circular sobre
el Espíritu de piedad, punto de partida y base
de todas las demás. Y no es otro el espíritu que
se difunde en sus cartas escritas a los hermanos
soldados durante la guerra, tan llenas todas



(U cailAver de Uon Albero en el lecho doode murió.

1

4



Lus Obispos y el coche lúnebre a su piso por la avenida R e g in a JU argherila.

Destile de las Aatorldidcs, Asociaciones y Represeniaclones.



15

ellas de alectos delicados,' y dictadas con tan
exquisita prudencia, que el espíritu más vidrio­
so y sensible iio podría hallar por mucho que
alambicara el más insignificante resquicio por
donde pudiera infiltrarse el amor propio, ni des­
pertar la mas leve sospecha en los encargados
de censurar la correspondencia ' a . nombre del
Gobierno.
Su piedad se manifestaba asimismo en efu-


teiés que desplegó eu adelantar las causas
de beatificación del Ven. Don Bosco, de los
Siervos de Dios, Domingo Savio y Andrés Beltrami, y del Príncipe Augusto Czartoryski; y,
'por último, en hallarse presente a todas, basta
a las más insignificantes necesidades de nuestra
Congregación.
Otorgóle el Señor en recompensa el consuelo
de ver coronados sus trabajos con los Irutos

1) S«iUa 4el cadáver para Valaillce. 2) La üetadi ■ dtdie Cotegla.

Piones ardientes de caridad generosa y abierta
a qualquier necesidad, tanto de orden espiritual,
conio temporal que aquejara a cualquier clase
de personas, mayormente a los niños. Ello lo
manifestó en la implantación de Oratorios fes­
tivos, en la solicitud paternal con que gobernó
nuestra Congregación y el Instituto de las Hijas
de María Auxiliadora, en la pirblicacióu del Ma­
nual del Director, en las nuevas ediciones de
El Joven Instruido, La Hija cristiana. Prácticas
^ piedad; en el tesoro riquísimo de facultades,
pririlegios e indulgencias con que enriqueció el
patrimonio de nuestra Pía Sociedad; en el in­

I

de la fecundidad, pues el número de Salesíanos
que ingresaron en la Congegación durante los
años que la gobernó Don Albera, aumentó de
750; no obstante el estrago incalculable que
causó en los planteles de vocaciones la guerra.
Asimismo subió a 103 el número de casas fun­
dadas; en sus días se abrieron varios Noviciados,
las nuevas Misiones dcl Africa (en el Congo Bel­
ga), de Asia (en la China y en Assam), del Chaco
Paraguayo, y los Oratorios festivos, que fueron
la nota dominante del cortejo fúnebre, por su
compostura y religiosidad, que evocaba los tiem­
pos de D. Bosco y D. Rúa y aún más, añadía un

— i6 —

nuevo tinte de edificación la más conmovedora: Mauricio y S. Lázaro. Dióle, en fin, el Seüoi
el espectáculo de numerosas agrupaciones de fuerzas para superar la terrible prueba de la
jóvenes y adultos, que detrás de féretro rezaban guerra europea, y concedióle poder ver de nuevo a
con voz conmovida el rosario, cuyas cuentas, , su amada Congregación tornar a su ritmo normal
ostentaban en la mano a la faz de todo un pueblo. de vida, y gustar las delicias de un acontecimiento
Cúpole el consuelo inefable de ver investidos, que no alcanzaron a ver en sus días ni Don Bosco
a Mons. Cagliero con la Púrpura Sagrada, y a ni Don Rúa: la celebració de sus Bodas de Oro.

fil itpcU» áti udirer.

otros cinco hermanos, con la dignidad episcopal;
pudo contar además tres Vicarios Apostólicos
y un Prelado Nullius, más el nombramiento
de un Internuncio y dos Prefectos Apostólicós.
También el siglo fué testigo y admirador de
BU virtud, y no quedó atrás en celebrar su
modestia. Confiriéronle títulos y honores va­
rias Academias ciudades y Asociaciones, y
hasta el mismo Gobierno italiano, que en
1920 le honró con la mayor distinción con que
suele premiar a los beneméritos de la nación,
nombrándole Gran Oficial de la Orden de S.

EJ Emn». Sr. Ci|l>ero rezando lat áltlnaa precea
■ ote el eepalcro de Doo Albera.

colmando así los días de su vida con las canas
de una vejez gloriosa. Todo estos nos induce a
considerar a Don Rúa y a Don Albera no como a
meros sucesores de Don B.:isco, sino como a conti­
nuadores de su vida, la cual se con.servó y desen­
volvió en ellos hasta Pegar a feliz consumación.
Por esto, conforta a nuestro corazón filial el
pensamiento de que Don Albera descansa jimto
a Don Rila en la nisma tumba que guarda los
restos preciosos de Don Bosco; y de la misma
manera que el amor los unió en vida, así, no ba
logrado separarlos la muerte.

iQuántos buenos muchachos y piadosas doncellas, si hallasen el oportuno y debido apoyo,
tendrían a dicha consagrarse a las obras de caridad y celo en el estado religioso o sacerdotal!
El cultivo de las vocaciones, que bien podemos llamar " divino », toca en primer lugar a los
padres de familia, y luego, a todas las personas que se interesan por la gloria de Dios y la sal­
vación de las almas-

*/Vo olvidemos, decía Don Bosco, que regalamos un precioso tesoro a lo

Iglesia, cuando le procuramos una vocación; no importa que esa vocación sea para la Diócesis, loi
Misiones o una Con^rc^acidn religiosa; ella será siempre un gran tesoro que regalamos a la Iglesia
de Jesucristo *.
PABLO A l b e r a , Pbro.

C U L T O

de María Auxiliadora
Nós tenemos la persuasión de gae, en las vicisitades dolorosas de los ti -n:pos ifue atravesamos, no aos'guedan más consuelos Que los del Cielo, y entie
éstos, la poderosa protección de la Virgen bendita, que fue en todo tiempo el
A uxilio de loa Cristianos.
P>0 X.

Ó
En el Santuario de M arta Auxiliadora
de Almagro. — El 9 de octubre se realizó,
según estaba anunciado y.es costumbre antigua
y tradicional, la peregrinación del barrio de Maldonado al Santuario de María Auxiliadora del
Templo de S. Carlos, Almagro.
Número descollante fonnaron los alumnos in­
ternos, con la banda al frente, la Asociación del
SSmo. Sacramento y la de le» devotos de María
Auxiliadora.
Un triduo de preparación concilló a la devo­
ción entre todos, y la Virgen de D. Bosco habrá
seguramente tomado bajo su manto protector
a los peregrinos, que, desfilando con ejemplar
compostura por las callas de la ciudad, fueron
a ofrecerle una comunión fervorosa en el San­
tuario.
Ea imagen venerada en Almagro fué bende­
cida en París por el mismo Don Bosco, y ha sido
objeto siempre de profunda veneración.
Encinasola. (Salamanca, España). — P'ncinasola es por María Auxiliadora. Su celosa párrex», amigo y entusia.sta de los Salesianos, y de­
voto enamorado de íjluestia Señora, se ha em­
peñado én comunicar a sxis feligreses la llama
de amor a María Auxiliadora que arde en su pe­
cho, y lo ha conseguido.
I^s madres de tres Salesianos, hijos del pue­
blo, y cuyas vocaciones fomentó y cultivó el
dignísimo Párroco, se propusieron costear a
expensas propias xma imagen de María Auxilia­
dora con destino a la iglesia del pueblo; pero al
enterarse éste de los proyectos, quiso también
contribuir a la obra, y al efecto se acordó encar­
gar ima estatua a los talleres salesianos de Saniá. Llegó la imagen y se determinó celebrar
la fiesta de la bendición y colocación el 9 de
octubre.
A las ocho y media del citado día hubo Co­
munión General, tan numerosa, que sólo en Pas­
cua s • ve cosa igual.
A los 10 se bendijo solemnemente la estatua.

entre repiques de campanas y disparos de cohe­
tes, y, acto seguido, se organizó la procesión que
recorrió las calles principales del pueblo, con
asistencia de todos sus moradores y de gente
de otros pueblos vecinos. Hubo a continuación
misa solemne en la que ofició dé celebrante el
Rdo. Sr. Arcipreste Dr. D. Juan Aparicio, y cantó
las glorias de la Auxiliadora el Rdo. D. Francisco
Pérez Martín en elocuente sermón, cuyo tema
fué: Poder y valimiento de María y su auxilio es­
pecial para con los cristianes. Las Hijas de María
cantaron la misa De Angclis, bajo la dirección
del Rdo. D. Francisco Tavera, Cura párroco da
Encina.sola y organizador de la fiesta.
Puede decirse <iue son contadísimas las que
el pueblo ha gozado con tanto esplendor y ani­
mación. Y no paró aquí el entusiasmo, porque
el celoso Pastor tiene proyectada otra mayor
fiesta para el 24 de mayo del año próximo veni­
dero, y abriga la decisión de no descansar hasta
conseguir que la fiesta de María Auxiliadora sea
la fiesta patronal del pueblo.

Gracias de María Auxiliadora.
I. B. — Declaramos que todas estas relaciones expresan
el parecer y juicios de personas que creen hal>er sido
favorecidas por la Sma. Virtten; y que, por tanto, fuera
de lo que la Iglesia ha fallado con el suyo infalible, no
se les debe más fe que la meramente humana.

HONDURAS. — Un ladrón penetró a altas horas
de la noche en casa de una vecina mía; que junta­
mente con su esposo se hallaban ausentes
pue­
blo. ■
El malhechor, después de haber narcotizado a
la servidtunbre de la casa, se dirigió a una alcoba
'donde dormía la hijita de mis vecinos. El criminal,
sin detemerse un punto aplicó el narcótico a la
niña, que ens^uida quedó privada del sentido;
pero la Virgen Auxiliadora, a quien se había enco­
mendado antes de entregarse al sueño, velaba por
fila: porque al retirar el frasco, se derramó el con­
tenido sobre los vestidos del malhedior, que cayó
desvanecido en la misma pieza.

-

i8 —

Momentos después regresaron los consortes, y
encontraron tendido en el suelo al criminal, y al
ángel de su hija dunniendo plácidamente. Aquel
fué entregado a la justicia . La niña quedó incólu­
me, merced a la protección de María Auxiliadora,
a quien, como ya se ha dicho, se había encomendado
antes de entregarse al sueño, y había dejado encar­
gado a sus papás la despertaran temprano para
comulgar al día siguiente.
¡Gracias infinitas, oh María, por tan gran favor!
Agradecidos por él nos complacemos en publi­
carlo.
Comayaguela, 17 de septiembre de 1921.
FIDEIvA d k D u r á n

Cooperadora Salesiana.
CHILE. — Jamás se acude en vano a María Auxiliaüora. Mi hijita de 3 meses, sufría de parálisis
al brazo dereclio, de tal modo, que no podía abso­
lutamente moverlo.
Se le aplicaron varios remedios; pero todos en
vano, y mi corazón de madre estaba muy apenado
por los inútiles resultados. Una religiosa. Hija de
Marín Auxiliadora, me aconsejó que aplicara con
fe sobre el brazo paralítico de mi hijita una estampa
de María Auxiliadora; pidiéndole la deseada gracia.
Seguí el consejo, dejqndo todos los remedios, y
¡oh bondad de Maríal al contacto de la imagen, mi
hijita empezó a mover el brazo con toda facilidad
y sanó completamente de la parálisis.
Agradecida por ton señalado favor, hago pú­
blica mi gratitud, deseando que todos conozcan
el poder de María Auxihadora y acudan a ella en
.SU.S necesidades, seguros de experimentar los efectos
<le su maternal protección.
Punta Arenas, 1921.
A d e l a id a B . d e A e v a r e z .

NICARAGUA. — El 28 de mayo de este año Don
Román Reyes Orozco, Decurión Salesiano, fué
atacado en modo grave de fluxión en un ojo, que
le hacía padecer horriblemente. Imploró hiego la
ayuda de María Simtísima, prometiendo hacer piíbica su gratitud por medio del Boletín Salesiimo,
si le concedía verse libre del mal que le afligía, y
enviar una ofrenda para los huerfimitas del Ven.
Don Bosco. La gracia fué otorgada, y hoy cumple
gustoso su promesa.
León, 18 de Junio de 1921.
MEJICO. — Hada catorce meses que una per­
sona do mi familia llevaba mía villa menos edifi­
cante, que me afligía en extremo. Invoqué entonces
el auxilio de la Ñ'irgen Auxiliadora, pidiéndole la
conversión de la persona a quien tanto amo, paríi
consecución de lo quid hubiera hedió gustosa el
sacriücio de mi vida.
I ai Virgen Santísima no tardó cu escuchar mis
súplicas sin que fuera preciso tim gran sacrifido
por mi parte, pues al poco tiempo se vnó dicha per­
sona presa de mortal enfemedad. La gravedad del
peligro la hizo entrar en sí, volver sobre sus pasos.

enmendar lo pasado y formular propósitos firmes
de mejor vida. Así lo prometió a María Auxilia­
dora, y yo, agradecida deseo se publique este favor
para gloria de la celestial Señora.

La misma persona agraciada con el precedente
favor, después de tres años de sufrimientos que le
impedían el desempeño de sus quehaceres, •con­
siguió la salud por mediadón de la Sma. Vi^en
Auxiliadora.
Agradecida por este nuevo favor promete a Ma­
ría Auxiliadora propagar su devodón, publicar
sus favores y mostrarse siempre fiel hija suya.
18 de Junio de 1920.
Unu Hija de María Auxiliadora.
Aquejábame mía dolencia grave que 110 me per­
mitía caminar sin ayuda. Angustiada por la moles­
tia que suponía mi estado para toda mi familia, y
el pensamiento de no poderle ser útil en nada, su­
pliqué a tan bondadosa Madre me sacara de aquel
estado tan triste, y me lo otorgó, propordonándome
alivio suficiente para valerme por mí misma y po­
der ayndar a los míos.
Agradecida, publico sus bondades.
18 de Julio de 1921.
S. N. B.

Un hijo mío estuvo gravemente enfermo de
unas fiebres palúdicas que no le dejaron por espa­
d o de seis meses. Viendo que las medicinas poco
o nada le ayudaban a vencer la eiifemiedad, recurrí
con confianza a la protección de María Auxiliadora,
poniendo como intercesor al Ven. Juan Bosco y
comenzando una novena. Antes de tenninarla, mi
hijo sanó completamente.
Llena de gratitud por tan insigne favor, doy
ima limosna y deseo se publique la gracia.
Montemorelos, Septiembre 24 de 1921.
E l e n a W e l s h d e H inojosa .

Gracias mil de todo corazón a la Sma. Virgen
porque una vez más ha sido para mí ima verdadera
Madre, pues sólo a su intercesión poderosa debo
el que mi marido continúe no solo en Madrid, sino
en el destino que tenía hace algiui tiempo. Cumplo
gustosa la promesa que hice de dar una limosna
si me arreglaba el asuuto favorablemente, y la de
publicar la gracia, rogándole que, puesto que &
nuestra Madre, nunca nos abandone.
M. T. de C.
Doy las más expresivas gracias a María Auxi­
liadora por varios favores. de Ella recibidos: d
último fué encontrar colocación una persona de
mi familia que lo \ eía muy difícil: y tan pronto
le prometí hacer pública, tan señalada gracia,
la conseguí. Ahora os suplico. Señora, deriváis
la salud a mi hermana; que yo cumpliré mis pro­
mesas. Vuestra luja agradecida.
Sarriá (Barcelona).

M. A.

á

Hacía tiempo que padecía dolores reumáticos;
jicudí a la Virgen Santísima prometiéndole decir
una misa si me curaba. ¡Oh bondad de María! a
los pocos días me curé por completo. Cumplo mi
promesa.
M ig u e i. S a n t o s.

Habiendo marchado de casa una persona de mi
familia por un disgusto, puse el asunto en manos
de María Auxiliadora, comenzando una novena y
prometiendo publicar la gracia. A l octavo día la
Virgen nos lo trajo a casa.
Cmnplo lo prometido publicando este favor para
mayor gloria suya.
Junio, 1921.
C . A . A i ,d a .

Cumpliendo un deber de gratitud hacia la
Sma. Virgen María bajo su admirable advocación
de Auxiliadora de los cristianos, y para honor y
gloria de su dulcísimo Nombre, hago público el
angular favor obtenido por su mediación de haber
devuelto la tranquilidad y alegría perdidas á toda
una familia, desolada por la grave enfermedad de
ano de sus miembros queridísimos el Doctor
Dn. Antonio Miguel y Ramón, que se encuentra
ya desde hace algún tiempo completamente cu­
rado. No dudando que en ello han influido las
preces que solicité en favor suyo de los PP. Salesianos, doy á los mismos infinitas gracias por su
cooperación, y mando para el culto de Nuestra
Sma. Madre María Auxiliadora la cantidad de 25
pesetas que tenía ofrecidas, si conseguía la salud
del eufenno. Aunque ésto se hizo esperar, no por
eso fué menor el gozo y el agradecimiento al con­
seguirlo.
Valladolid (España), 24-5-1921.
Z . G . DE S .

Doy gracias a María Auxiliadora por haberme
mejorado de mi enfermedad, y entrego una limosna
de 50 pesetas.
A n t o n ia R it a A r a g o n é s .

También no.sotras te damos gracias por la me­
joría y pedimos, concluyas de darnos la salud y,
al mismo tiempo que solicitamos otro favor, damos
para tu culto 7 pesetas de limosna.
Vniajoyosa, 4 de Enero de 1921.
V ic e n t a

y

C o n c h a A rac .o n e s .

Hallábase mi mamá gravemente atacada de una
fiebre catarral y era desesperado el trance; in­
voqué a la Sma. Virgen con su hermosa advocaríón de Auxiliadora de los Cristianos, y todo
prosiguió con felicidad.
Para corresponder al grande favor envío dos
sucres para el Santuario de Turín, otros dos para
^ niños pobres del Ven. D. Bosco y otro para
la Cauí?. d d mismo Venerable.
Riodico (E^nador), junio de 1921.
R

osa

A m ir .\ A i ,v .\r a d o M .

Doy de lo más íntimo de mi ahna, mi más ren­
dido agradecimiento por dos visibles favores que
me ha dispensado la que es el consuelo del mortal.
La primera: estando trabajando un poncho de
agua, se dañó por completo, y al ver mi trabajo
perdido, invoco de corazón á María y al Ven-. J uan
Bosco, quienes atienden mi hunúlde pedido, y al
momento queda el poncho perfectamente bien.
La segunda fué, que el 2 del pte. á las diez de la.noche me acomete im fuerte colerín, que segfln el ca­
rácter de la enfermedad, creí que sería n(inel el úl­
timo día de mi vida, más viéndome casi sin auxilio
himiano y en altas horas de la noche, imploro el
amparo de la que es Refugio del pecador, que
no permitiera muriera su ix>bre celador sin los
Santos Sacramentos. ¡Oh prodigio singular 1 el
mal va poco a poco desapareciemlo, y con pocos
remedios desaparece totalmente.
Agradecido a tan visibles fa^'0^es hago público
mi reconocimiento, y envío s)2 ecuatorianos, para
la celebración de una Misa.
Vinces (Ecuador), julio 16 de 1921.
R

k i n .^x d o

V ie e o t a

Cooperador y Celador Salesiano.
Bstando muy apur^a, pues toda la paga del mes
la habíamos teuido que emplear en gastos extraor­
dinarios, 3’ faltándonos hasta lo necesario para el
sustento, acudí a María Auxiliadora ofrecéndole
comulgar todos los días del mes de mayo, si con­
seguía mi marido un adelanto con que remediar
nuestra necesidad. Enseguida oyó la Virgen mi
súplica, pues en la oficina ie dieron lo que deseábaiuos.
Cumplo gustosa mi oferta, y deseo que se pu­
blique, como lo he ofrecido, para que todas sus
devotas tengan mucha confianza en María Auxi­
liadora, y siempre acudan a Ella, en todas sus ne­
cesidades.
Junio de 1921.
Una devota de Marta Arixiliadora.
D an tam bién gracias a M aría A uxiliadora
y etivían una lim osn a:
CAon/á/f.: (Honduras).— Da. Sinforosa Bravo de
Sto. Tomás, por haberla sanado de una affección
a la garganta.
Tegiicigalpa (Honduras).— D. Augusto C.Coello
por una grada de carácter íntimo, y envía una li­
mosna.
S. Antonio de Oriente (Honduras).— D. Salvador
Vega por un favor redbido de nuestra Señora.
Cali (Colombia). — Asimismo agradecen a María
Auxiliadora favores de ella redbidos y envían li­
mosnas: D. Primitivo Cárdenas, D. Nicolás Caicedo, D. Da\id Falla, D, Camilo Becerra, D. Ru­
bén Enríquez, D.* Severina Brara, D. Juan Brám,
D. Eduardo \’elasco, D. Sebastián Córdoba, Do­
ña Carmen Mosquera, D.® Gregoria Jiménez,
D* Carmen Domínguez y D.* Manuela González
Vd. de Rivera.



20



Nuevos nombramientos
Mons. de Aquino Correa.
El limo. Sr. Don Francisco de Aquino Correa,
elegido cuatro años hace, por unanimidad de to­
dos los partidos populares, para desempeñar el
cargo de Presidente del Estado de Matto Grosso
en el llrasil, acaba de ser preconizado Arzo­
bispo de Cuyabá.
Monseñor de Aquino, pertenece a la Pía So­
ciedad Salesiana, y goza de merecido y elevado
prestigio por su intelectualidad, por su rectitud
y prudencia en el desempeño de las más de­
licadas gestiones de gobierno.
Terminan este año sus funciones en la ad­
ministración civil, y el Sumo Pontífice le en­
carga la administración de aquella vasta arquidiócesis.
Mientras enviamos nuestros plácemes al dis­
tinguido Prelado, pedimos al Señor le acompañe
en su ditícil misión, y suscite en su viña celosos
apóstoles investidos de su mismo espíritu.

D os nuevos Obispos.
El Rdo. P. Octavio Ortlz Arrieta, de la Con­
gregación Salesiana, ha sido designado por el
Congreso de Peni, sesión del 4 de noviembre de
1922, para ocupar la Sede espiscopal de Chacha­
poya, vacante desde hace tres años por la pro­
moción de Mons. Lissón al Arzobispado de
I.ima. Si siempre es causa de regocijo para el
espíritu de los católicos la provisión acertada
de los altos puestos en el gobierno de la Iglesia,
parócenos que en la ocasión presente hay mo­
tivos especialísinios de congratulación por la
elección recaída en tan digno como humilde,
hijo de Don Poseo. De su labor benéfica, desemi)eüada por varios años, ha disfnitado el
pueblo peruano, a buena parte del cual ha alec­
cionado con sus sabias enseñanzas y dirigido
por el camino de la piedad cristiana.
Acabamos de recibir la noticia de que el
P. Guillermo Plaol, Salesiano, acaba de ser nom­
brado j)or el Padre Santo, obispo titular de
Pulcóiolis y auxiliar del Arzobisiio de Puebla
(Méjico).
Al mismo tiempo que elevamos a Dios una
oración de agmdcciiuienlo por las singulares
mercedes con <|ue a cada paso regala a la Con­
gregación Salesiana, liacemos llegar a los ilustres
Prelados los parabienes de toda la Familia Sa­
lesiana.

De nuestros Exalumnos
MÉJICO. — A s a m b l e a g e n e r a l d e E x a lu m ­
— Con asistencia de cerca de doscientos Exalunmos, residentes en la capital, y comisionados
de los colegios de Puebla y de Morelia, a las once
de la mañana, del día 4 de septiembre próximo
pasado, en el local que ocupa el Colegio Salesiano
de Santa J ulia, se abrió la Asamblea general con­
vocada por la Comisión Reorganizadora de la Unión de Exaluumos de Don Bosco, con el ñu de
discutir las bases sobre las que nuevamente que­
daría constituida la Unión,.
Después de un fraternal saludo, dirigido por el
señor Lima, consejero de dicha asociación, leyó
el señor Dueñas la memoria de trabajos prelimi­
nares llevados a cabo por la Comisión, e inmedia­
tamente se procedió a la discusión del reglamento
y programa que la Unión se propone realizar.
. Conviene ante todo recordar que en el Congreso
Internacional de Exaluninos celebrado en Turín
con motivo de la erección del Monumento al Ven.
Juan Bosco, frente a la Basílica de María Auxilia­
dora, se aprobaron tres programas de acción para
las asociaciones de Exaluumos: El mínimo, desti­
nado a mantener estrechas relaciones entre los
Exalmnnos y sus Superiores, donde aquéllos, por el
género de sus ocupaciones o por otras circimstancias, no se hallen en condiciones de poder desen­
volver su actividad en una esfera más amplia de
acción; el programa medio, formulado para agru­
paciones que cuenten con medios abundantes de
acción; por último, el máximo, o sea el smuo grado
de organización perfecta a que puede alcanzar la
Asociación. La asamblea adoptó el mínimo y el
medio.
Al discutir aquélla la aprobación de los progra­
mas propuestos, el P. Montaldo despertó la aten­
ción de los asistentes, haciendo notar la necesidad
de amoldar el programa medio a las costumbres
del país, para que 110 aconteciera que fueran apro­
badas prácticas que no tuvieran después cmuplimiento.
El señor Esteven terminó la discusión con ima
declaración que lüzo rcsprecto a que en el R^lamentó formulado, se había vertido el programa m^
dio susodicho con las imprescindibles adaptaciones,
añadiendo que la elección no tuvo otro objeto que
aprobar los puntos que sirvieron de base a dicho
reglamento.
Acto seguido, se comenzó la discusión del Regla­
mento, previamente leído por el Secretario señor
Dueñas. Se aprobaron sin discusión los articulo.'
primero y segundo; pero, propuestoel tercero, donde
se dispone que la Sociedad de Exaliunnos habrá
de permanecer ajena a toda cuestión política o con­
tienda social, el señor Marín habló en contra de
dicho artículo, manifestando que si era de parecer
que la Sociedad, en su carácter de tal, estuvien
n os.

alejada de la política, no así de las cuestiones so­
ciales, entendiendo por ello el combate efectivo
de las ideas, y no la lucha por medio de la violencia,
puesto que la idea iiiala se combate con la buena,
y ésta se hace trimifar mediante la persuasión.
El señor Dueñas se opuso a las ideas expuestas
por su predecesor en el uso de la palabra, alegando
que lo que se debe procurar es tener en alto el
pendón de la Asociación, y que son contados los
Esalumnos que podrían contender con ventaja en
materia de ideas con los antagonistas del cristia­
nismo, por lo que opinó que la Sociedad, como
Sociedad, debería permanecer ajena aún a las con­
tiendas de ideas.
El R. P. Piani hizo entonces tma aclaración, dis­
tinguiendo la labor social y la de los Exalumnos
en particular, diciendo que aprobaba que, si al­
guno se sentía con bríos para emprender esa lucha,
lo hiciera; pero no la Sociedad que, como inspirada
en los ejemplos de nuestro Ven. Padre Don Bosco,
debía proporcionar un programa de amor y caridad.
El señor Duna hizo uso de la palabra en contra,
manifestando que la Sociedad cuenta con mi ór­
gano oficial, que es el periódico que edita, y que en
él debe cons^rar atención a la contienda de ideas.
El señor Coeto, como miembro de la Comisión
del Reglamento, habló en pro del artículo, amplian­
do los conceptos vertidos por el señor Dueñas y
manifestando que en la Convención Internacional
de Exaluumos reunida en Turin se discutió el pun­
to y quedó sancionado en la forma que lo propone
la Comisión, agregando que se podrá intentar que
la Unión de Exalumnos de Don Bosco en Méjico
abarque este pmito, cuando cuente con los medios
de ilustración necesarios para ello; y el señor Estévez puso fin a la discusión, prometiendo que el
periódico acogería todos los artículos qtie a este
respecto'se le remitieran.
Zanjadas de este modo las dificuldades, fué
aceptado por mayoría el artículo tercero.
Al ser leído al artículo cuarto, que trata del
gobierno de la Sociedad, como se propusieran
dos fórmulas, una consistente en nombrar el Con­
sejo Directivo integrado por diez miembros, y
otra, proponiendo, según los usos de otras socie­
dades, el estableciniento de una Mesa Directiva
con su presidente, secretario, tesorero, etc., y como
el señor Presidente de la Comisión Organizadora
indicara la conveniencia de aceptar la primera
forma, se suscitó una discoisión, en la que tercia­
ron los señores Camilli, Dueñas y Luna. Finalmente
la Asamblea dió su voto en favor del nombramiento
de tm Consejo Directivo, iu t^ a d o por diez miem­
bros en la forma propuesta.
Habiendo sido aprobado sin discusión el atículo
quinto, se dió lectura al sexto, que trata de la ad­
misión de socios a la Unión, y como no se estipulara
más condición que la de que el soUdtante hubiera
•ádo alumno de algiín colegio u oratoria salesiano,
el señor Catnílli pidió se estrecharan más las condidones con objeto de que no se aceptaran indivi­
duos que pudieran deshonrar a dicha sociedad.
Los señores Marín y Peña impugnaron al señor
Camilli, manifestando que uno de los fines de la
sodedad es el resurgimiento de los caídos. Estas

obser\'aciones dieron por resultado que la Asam­
blea aprobara el artículo propuesto.
Se pasó luego a continuación a la lectura del ar­
tículo séptimo, y como allí no se hiciera mención
de prácticas de piedad, el R. P. Montaldo luzo hin­
capié en esta oiuisión, pidiendo se especificaran.
Contestó el señor Dueñas, manifestando que dicha
omisión había sido involuntaria, motivada por los
diversos trabajos a que tu\'o que atender la Comi­
sión del Reglamento. Con la r^omia propuesta por
el P. Montaldo, fué aprobado el artícttlo j)or una­
nimidad.
El artículo octavo, que se refiere a la cuota de
un peso bimestral, estatuida para los socios activos,
dió margen a breve controversia, pues iiiienlras
unos opinaban que era preciso aumentarla, otros
creían mejor reducirla lo mas posible, y otros, fi­
nalmente, juzgaban acertado suprimir del lodo la
cuota obUgatoria, dejando a discreción de cada
cual contribuir con lo que pudiera. Oídos estos
pareceres, la Asamblea tuvo a bien aprobar el ar­
tículo, tal como fué propuesto por la Comisión.
Asimismo, el artículo noveno que daba al perió­
dico órgano de la Sociedad el título de « Pides et
Robur », fué impugnado por el R. P. Inspector,
a causa de que dicho título era poco adecuedo, te­
niendo en cuento la mayoría de los lectores de!
periódico. El Sr. Coeto propuso se otorgara poder
discrecional al Consejo Directivo que resultara
elegido, para cambiarlo por otro en castellano.
Por último, el artículo décimo que prescribe que
cada socio sea portador de una tarjeta de idejiiificación y un distintivo, fué aprobado sin discusión.
Acto seguido, s<! procedió a llenar las cédulas para
la elección del Consejo Directivo, las cuales fueron
depositadas en una urna que se encomendó a los
miembros de la Comisión Reorganizadora y a los
Sres. M. Camilli y Teófilo Pallares, dándose por
terminada la sesión con un elocuente y sentid©
parabién del M. R. P. Inspector, que le valió nu­
tridos aplausos.
REGLAMENTO GENERAL
de la Unión de Exalumnos de D. Bosco en Méjico.
A r t . i ®. — S e e sta b lece en M é jico un a bocu«iad
d e a n tig u o s a lu m n os, d en o m in ad a «Un io n d u e x AEUMNÜS DE DOX BOSCO *.
A r t . 2®. — El objeto de la Sociedad es;

o) Mantener indelebles el cariño y el agrade­
cimiento hacia los Superiores y Maestros salesianos;
b) Conservar y acrecentar el vínculo de fra­
ternal estimación entre los condiscípulos o amigos
de cualquier Colegio u Oratorio Festivo de Don
Bosco, y procurar su mejoramiento intelectual,
moral y físico;
c) Cooperar a la difusión del espíritu de Don
Bosco, en la familia y en la sociedad, y al sosteni­
miento y desarrollo de sus obras.
A r t . 4®. — Esta Sociedad es absolutamente ex­
traña a la poh'tica y a las contiendas sociales.
A r t . 4®. — La dirección de la Sociedad queda
encomendada a un cosEjo d i r e c t i v o , integrado
por diez socios, cuyo presidente ellos mismos nom­
brarán. Serán elegidos por los socios en Asamblea



íieneral, y sus funciones durarán ^^n año, pudiendo
ser reelegidos. El Superior Salesiano nombrará una
persona (jue lo represente en el referido Consejo.
A rt . 5®. — El Consejo Directivo se reunirá por
lo menos cada mes y siempre que el presidente lo
juzgue necesario. A los socios se les invitará a las
principales fiestas que se celebren en el Colegio, y
anualmente se les convocará a una Asamblea Geucral, cu la que el presidente leerá un informe
sobre la marcha moral y administrativa de la So­
ciedad.
A r t . 6®. — Corresponde al Consejo Directivo
aceptar a los nuevos socios. La condición necesaria
y suficiente para ser admitido, es haber sido alumno
<le algi'm Colegio u Oratorio Festivo de Don Bosco.
AuT. 7®. — La Sociedad acepta el programa mí­
nimo para todos los exsdumnos en general, y el
programa medio para formar grupos de mayor acti­
vidad. El Consejo Directivo queda facultado para
organizar entre los socios los distintos grupos de
JUIÍDAD, MUTUAUSMO, CAJA DK AHORROS, ESTUDIOS,
'BKATRO, DEPORTES, etC.

AuT. 8®. — Por medio de «Ayer y Hoy #, perió­
dico mensual de la Sociedad, se mantendrá corresponilencia con todos los socios. Los residentes en
la capital pagarán anualmente en calidad de sus­
cripción al mismo la módica cuota de im peso, y
los foráneos, un peso y cincuaita centavos.
A r t . 10®. — Todo socio será portador de uu dis­
tintivo y de una tarjeta de identificación, debidamenj:e legalizada por el Consejo Directivo, la que
tambióu le servirá para ser reconocido por cual­
quiera Unión de Exalunuios de Don Bosco.
El lema de esta Sociedad es; « i n r e e i g i o n e
VIRTüS ».

Méjico, a



de septiembre de 1921.

José J . Cocto — Angel Dueñas y Padilla — Herminio
ÜT. Orea — Firmas.
Este Reglamento quedó aprobado en la Asam­
blea General, verificada el cuatro de septiembre de
mil novecientos veintiuno.
D a m o s F e . — El Presidente, Felipe Estéuez —
El Secretario, Fernando Luna y R. de Arellano.
BERNAL. — Ampliación de ana biblioteca. —
Un hermoso acio que congregó a muchos cxalumnos, se llevó a cuIk) el 20 del pasado octubre
eu la Secretaría dol Centro, con motivo de la ben­
dición de las nuevas instalaciones que amplían la
nutrida biblioteca con que cuenta la institución.
Inauguró el acto el R. P. NicoUis Esandi, Director
dcl Centro, luvocmido con las preces rituales la
bendición de Dios sobre las personas y el local, y
pronunciando luego uua sentida alocución, en la
(jue alenttibn a los jóvenes oyentes a perseverar en
su cruzada espiritual, jjerpetuando en todo momen­
to las cnscñimzos del Vaierable Don Bosco.
A continuación habló el joven Sebastián Bagxi,
quien inauguró el ciclo de conferencias científicosociales, disertando sobre la literatura arcaica y

22



moderna, deteniéndose luego en particular en tejer
la apología de Lope de Vega.
La interesante conferencia fué seguida de un her­
moso y caldeado discurso que'pronunció el Dr. D.
Juan B. Podestá, sobre la crisis moral por la que atraviesa actualmente la juventud, demostrando
con palabras sentidas que el mayor mal eS el haber
querido alejar a Dios de los actos de la vida, y em­
plear los medios que debieran servir para instruir
y civilizar, cuales son el libro, el periódico y el mis­
mo cinematógrafo, en instrumentos de depravación
de las almas y vehículo de la maldad y del vicio, que
devora en sus fauces, iip sólo a jóvenes agitados
por turbulentas pasiones; sino, lo que es más triste
aún, las almas de inocentes niños que incautamente
se dejan prender en sus redes.
Analizó luego la cuestión social refutando las
aseveraciones que formulan contra la Religión Ic»
que pretenden medrar a las sombra de la creduli­
dad del pueblo, invitando a todos los exalmimos
a ser verdaderos apóstoles con el ejemplo y la pa­
labra. Largos y estruendosos aplausos ovacionaron
al orador que confirmó una vez más el alto con­
cepto de que goza en la opinión de todos nuestros
exalumnos.
El acto fué amenizado con un selecto repertorio
de música clásica.
Cerró el acto el R. P. Director con tm cariñoso
saludo a los exalmnnos por los éxitos siempre cre­
cientes que va obteniendo el centro, e hizo votos
para que cada exalumno se mantenga en el
recto sendero en que anhelan verlo Dios, la socie­
dad y la patria.
Aplaudiuios con todas miestras fuerzas la labor
de tan activa asociación, le dirigimos nuestros pa­
rabienes y le auguramos muchos imitadores.
LA PLATA. — La “ casa del exalumno „• —
Un gnq>o eulusiasia de jóvenes socios üel Centro
Sagrado Corazón, dirigido por el Sr. Don Pedro
Cano, se halla empeñado en los trabajos para la
ereción de la Casa del Exalumno.
A este fin se destinará una sala de la finca
propiedad de este colegio, situada frente al mismo.
El local tendrá su biblioteca, sala de juegos, etc.
Dado el entusiasmo con que se activan los preparati\’os, huelga el predecir el éxito que ha de al­
canzar el acto de la inauguración, que se efe­
ctuará muy pronto.
De esta manera quedará satisfecho el anhelo de
dotar a este centro de local propio.

Servir a Dios <¡uiere decir manfener viva la cariJaJ
para con el prójimo,
firme la resolución de cumplir en
lodo la divina volunlad, confiar en D ios con humildad f
sencillez, sufrir los defectos proprios, y soportar pacienlemenie las imperfecciones de los demas.

S. FRANCISCO DE SALES.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica: Gerente; GEMINÍANO FERRARI.
Establee. Tip. de la Sociedad Editora Internacional. — Corso Regina Margherila, N. 174 - TüRIN

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NOVUM JESU CHRISTI TESTAMENTUM
Vulgatae Edítionis iuxta exemplar Vaticanum cum «ppeodice
Volumen manual (13x8) impreso en fínisimo papel opaco, contorno encarnado en. todas Iti
páginas. Págs. xvt-8oo. Encuadernación en tela negra, cprte encarnado
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Ptas. Z —
Encuadernación en tela negra, corte dorado
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BECHÍS Sac. MICHAEL,

REPERTORIUM BIBUCUM
totius Sacrae Scripturae concordantiae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V, P. M. ius»
recogniium et Clementis VIII auctoritate editum praeUr alphaieticum ordinem m grami^cdicaim
reiactae. — Dos grandes tomos en 4, dé más de 200 páginas .
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Ptas. 25

M U

B O I ^ E T l i V

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