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LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A. 1. D. BUONA STAMPA
T O R IN O — C o rs o R e g in a M a rg h e rita 174-176 — T O R IN O
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JOSEPH RICKABY S. J.
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NIÑO A HOMBRE
Traducido directamente d« la 3* Edición inglesa por R odolfo F ie r r o T o r r e s , Salesiano.
Volumen de 300 páginas
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Ptas. 3 —
P n b lic a c io n e s r e c ie n te s
T H E O L O G IA E M O R A L IS S IN O P S IS
Auctore PETRO RACCA
fJrohidicBcesie Taarinensis Sacardoe Sacrae Theologíae Docíors.
B r e v e o p u s ex sapientissímis scriptoribus in R e Morali eductum et ad normám noV Í
G o d i c i s J u r i s G a n o n i c i exaratum. — V ol. (2 0 x 1 3 ) en i6 “, casi 600 págs. Ptas. 12,50
DE CENSUEIS “LATAE SENTENTIAE,,
QUAE IN e o D i e e j o r i s enN O N iei c o n t in e n t u r c o m m e n t a r io l u m d ig e s s it
JOHANNES CAVIGIOLI - Archípresbyter S. Mauritll a Clívo
Hermoso volumen en 16® páginas 164
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Ptas. 3 75
NOVUM JESU CHRISTI TESTñMENTUM
Vulgatae Editionis iuxta exemplar Vaticanum cum appendix
Volumen manual ( 1 3 x 8 ) impreso en finísimo papel opaco, contorno encarnado en todas las
páginas. Págs. xvi-8oo. Encuadernación en tela negra, corte encarnado
. Ptas. 6 —
Encuadernación en tela negra, corte, dorado
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»
7 50
BECHIS Sac. MICHÁEL
seu totius Sacrae Scripturae concordantíae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V P. M.
iussu recognitum et Clementis V III auctoritatae editum praeter aJphabtiicum otdinem in
grammaticale redactae. — Dos grandes tomos én 4, de más de 200 páginas Ptas. 14 —
M A Z Z E L L A Mons. O RAZIO
(ARZOBISPO D E T A R B N T O )
PRAELECTIONES SCH0LAST1C0=D0QMATICAE
B reviori c u rsu i a c c o m o d a te
Cuatro tom os en 8® m ayor
Volumen
Volumen
Volumen
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Ptas. 25.
I complectens Tractatus de vera Religione, de Scríptura, de Traditione, de Ecciesta ChrIstI Ptas. 6,25
II complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Deo creante
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> 6,25
III complectens Tractatus de Verbo incarnato, de Gratfa Chrtsti et de Vlrtutlbus infusis » 6,25
IV complectens Tractatus de Sacramentis et de N o v i s s i m í s ....................................» 6,25
A d verten cias. — Todas esias ediciones se hallan sólo en la Sociedad Editora Inter»
nacional para la difusión de la Buena Prensa, C orso Regina Margherita 1 7 4 - 1 1 6 »
Turitt (Italia), a la m al deben dirigirse los pedidos acompañados de su importe. — E l precio
del franqueo está calmlado para.^ cada volumen. ■— Se haceri rebajas tansolo para ios grandes
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libro, no sobre e l franqueo. — D e la rebaja disfrutan los Semiruxrios, Colegios, Institutos.
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I43
P eripecias- Los Exploradores de D. Bosco en lu
A r ¿ e n t i n a .............................................................................
B ib lio g ra fía ................................................................................. *4®
E l CULTO DE M a r í .v .Au x i l i a d o r a ; Inauguración
d e un San tuario en el Brasil. — Para el taber
náculo de la Basílica t i i r i n e s a ..................................... *49
G racias de M aría A u x ilia d o r a ...........................................15*
P o r E L MUNDO s a l e s i a n o : L a obra Providencial
— Antiguos alum nos — Noticias su eltas— N ueva
Fundación — E cos del T i b i d a b o ................................ I53
N ecrología: U n exalum no m odelo etc..............................159
Honremos a María Auxiliadora!
24 de abril de 1887 decía diversísim as direcciones y en innumera
f D . Bosco M isa en el Santuario bles sitios. Jesucristo, había sido y era el
del S agrad o Corazón en Rom a; centro de todo. Y ya estaba en ese altar,
era la prim era que se decía después de allí m oraría, allí recibiría las visitas de
la consagración del tem plo, monumento sus fieles, y los enardecería en la lucha,
de su am ar al Corazón D ivino y de y los consolaría en las penas, y los
su obediencia y ternura filial al Sumo aliviaría en los quebrantos y los coro
Pontífice. Q uince veces le habían las naría tras los com bates. E l tem plo de
lágrimas intérrum pido, Rebaba sin duda M aría A u xiliad ora le había lógicam ente
una m irada retrospectiva a toda su vida, •llevado al tem plo del S agrado Corazón
veía toda su obra, preveía un futuro, de Jesús; siem pre había procurado ir
para la misma, lleno de luchas sí pero él y llevar a los dem ás a d Jesum per
también de triunfos y de gloria; sobre M a i'ia m ; un monumento grándioso cua
todo, contem plaba ese gran tem plo le ja b a en márm oles y perpetuaba ese su
vantado en la capital del mundo al anhelo, y él nos lo le g a b a como un tes
Corazón de Jesús, y en él sim bolizados tam ento.
Y testam ento era. E l iba a m orir pronto.
su vida, su obra, el porvenir de sus
Y
por eso había obtenido que se con
hijos: todo, todo cerrab a en un canto
sagrara
el tem plo aun sin estar ulti
grandioso a Jesucristo R ey, todo termim
ada
la
ornam entación. A l terminar el
naba en Jesucristo, a E l iba a converir todo el m ovim iento d esplegad o en San to Sacrificio, se vuelve a sus SaleL
fl
v
Xurin — Via Goltoícngo N. 32.
SUM ARIO. — ¡Honrem os a María Auxiliadora! . 131
La Consagración de España al Sagrado Corazón . 134,
Rasgos del V b le. Ju an B o s c o .....................................
137
Documentos. A locución del Einm . C ardenal Richelmy a los M isioneros Salesianos d e la China. 140
Ecos de la gu erra. .................................................................141
Un monumento a Dom ingo S á v i o ......................_ . 142
Carta de u na C om unidad Israelita a un Capelán
Militar Salesiano.
...................................................... 142
Tesoro e sp iritu a l............................................................ ... • 142
D e n u e s t r a s m i s i o n e s : R ío N egro (Brasil) M isión
a lo largo del Rio Preto. — M agallanes: E n la
i
O
Bokíín $ak$iano
¿>
V
Ó
L _ __
— 132 —
síanos y C ooperadores, y les dice con
acento que ellos jam ás olvidarán: ,« M a
ría Santísim a se ha encargado de la
protección de nuestras obras; no lo
dudéis. A vosotros el honor, el mérito,
la recom pensa de cooperar a los d e
signios de la M adre C e le stia l» . Y no
pudo decir más.
¡Los designios de la M adre Celestial!
¿ Y cuáles podía tener E lla sino nuestra
santificación personal y nuestra colabo
ración entusiasta y decidida al estable
cim iento del reinado social de su Hijo?
V a ria s veces lo había expresado así
el mismo D . Bosco. A llí lo sentía de
una m anera clara, term inante. L a aso
ciación de los Devotos, de M aría A u x ilia
dora y de los Cooperadores Salesianos
habíalas fundado él con este fin. V isw iita
fortior. E stando así unidos, estrechados
en ese haz, les Sería más fácil conser
varse buenos cristianos, perfeccionarse
y trabajar por el reino de D ios, parti
cularm ente colaborando con los S a le sia
nos en la educación de la ju ven tu d m e
nesterosa.
M aría Santísim a se ha encargado,
pues, de tlirigir, bendecir y proteger
nuestra O bra. D e esto no cabe la m enor
duda: lo asegura el V b le. Padre; y toda
nuestra historia, corta mas no infecunda,
lo dem uestra. Pero a nosotros nos toca,
para honrar a N uestra M adre y C a p i
tana, el esfuerzo del trabajo y de la
lucha, en el cual E lla siem pre nos au
xilia ; al esfuerzo acom paña el mérito,
y tras el mérito viene la recom pensa.
• •
N osotros, al recom endar tanto la
devoción a M aría A u xiliad o ra, no ha
cem os sino secundar el espíritu de
nuestra Santa M adre la Iglesia, que
ha m irado siem pre la devoción a la
V irg e n como un medio poderosísim o
para alcanzar la gracia, practicar las vir
tudes y aun escalar la santidad. Por eso
predicam os y predicarem os que el pri
mero y principal* modo de honrar a M a
ría, es evitar el pecado, es im itar sus
virtudes, cum plir diligentem ente las obli
gaciones del propio estado. ¿Cómo se
puede am ar a la M adre y ofender al Hijo,
aclam ar a la R eina y ultrajar al R ey?
Prueba de am or a la V irg e n será nues
tra conform idad con la volun tad de
D ios, especialm ente en las pruebasrudas
de la vida, a imitación de E lla, que
supo afrontar la pobreza, siendo R eina,
y subir la pendiente ensagrentada del
C alvario, acom pañando a su H ijo ado
rado. Pero como todo esto cuesta, y
es arduo y es ditícil, y nuestra natu
raleza estragada y herida se resiste.
D io s nos ha dado el gran recurso de
su gracia, con la cual se puede vencer
toda dificultad y arrollar todo enem i
go; y por una delicadeza toda suya,
ha constituido a M aría M adre de la
divina gracia, dispensadora de sus te
soros. A l im plorar nosotros el auxilio
de M aría, confesam os y proclam am os
esta p rerrogativa suya, y le pedim os
ante todas las cosas que nos alcance
la gracia, que nos o bten ga la fuerza
del alma, que purifique nuestro espí
ritu, que nos ayude a buscar ante todo
y sobre todo e l reino de D ios y su ju s
ticia. L as dem ás gracias, los favores
temporales se los pedim os como un m edio
de lo g rar este fin principal. Y la invo
camos con ternura y con absoluta con
fianza: ¡es nuestra M adre, es tan buena,
es tan tierna, conoce tan bien nuestras
necesidades, anhela tanto nuestra feli
cidad !
En las grandes solem nidades de nues
tra R ein a y Señ ora las m ultitudes se
postran a sus plantas, y le exponen
sus deseos y sus necesidades, y le piden
consuelo, salud, prosperidad en los ne
gocios y trabajos, hasta cierta holgura
m aterial; pero tam bién le piden fervor,
celo, aum ento de pureza, de am or de
D io s, le piden la conversión propia y
la de seres queridos, y saben rem otarse
hasta el concepto de universalidad:
133 —
Y le piden con tiernas emociones
que la cristiana fe, sumo consuelo,
de polo a polo su pendón levante.
E n las recientes solem nidades de
Valdocco hem os visto vejezuelos hu
mildes del pueblo, p ed ir a la M adre
C elestial que exten diera el reino de
D ios sobre esta tierra, donde hoy nos
odiamos tanto, que extinguiera los odios
que nos dividen. Eran padres y m adres
que habían perdido a su hijos luchando
en las montañas y en los m ares...
Las naciones convóqiiense al acento
de concordia y amor, y a los altares
lleven, con blancas rosas y azahares,
de férvida piedad el sacro aliento.
*
E l V b le . D . B osco proponía algunos
otros m edios para dem ostrar nuestro
amor y gratitud a M aría A u xiliad ora
y honrarla en lo p o sib le:
V isita r sus Santuarios — publicar
las gracias y favores re cib id o s; pro
m over las inscripciones en la A rchicofradía — asociarse a la Pía Unión
de los C ooperad ores Salesian os — fo
mentar el culto y devoción a Jesús
Sacram entado. — A éstos, Su Santidad
de Pío X , añadió o t r o : « difundir en
todo el mundo el espíritu de D . Bosco >.
E l visitar sus Santuarios ciertam ente
le a g rad a la V irgen , como nos agrada
a nosotros recibir visitas de personas
queridas, reanim a la fe, enciende la
devoción; hay ciertos Santuarios esp e
ciales, (y el de Turín es de ellos) en
que lo d ivino parece que se p a lp a :
uno se siente allí com o envuelto en
una atm ósfera que no es la ordinaria,
más sutil, que penetra, que eleva, que
en ocasiones transform a. D io s tiene a
bien m anifestarse allí de una m anera
especial, dejar en trever algo de la vida
sobrenatural.
E l publicar las gracias alcanzadas,
es un acto de gratitud, que afianza
nuestra devoción y m ueve otros a hacer
lo mismo. ¡Cuántos favores señalados
se han pedido y obtenido y se obtienen
todos los días, porque la lectura de una
gracia en el Boletín o la narración de
un agraciado, excitaron la confianza y
el deseo I
L a A rchicofrad ía tiene precisam ente
« por objeto asegurarnos la protección
de la M adre de D io s en vida y parti
cularm ente en en el trancp de la m uerte»
y es su « program a: dilatar la devoción
de la B ienaventurada V irg en M aría y
de Jesús S a cra m en ta d o » . Cindadela y
palacio y sede principal de la A rc h i
cofradía es el Santuario de V aldocco,
y su mejor ornam ento el creciente nú
mero de devotos que lo miran com o
centro.
H ab rá notado el lector cómo D on
B osco jam ás separa a Jesús de M aría.
E s que no se pueden ni se de deben
separar. E l centro d e las alm as es
C risto Jesús. E l es nuestro H erm ano
y nuestro D io s, nuestro M ediador y
nuestro Fin supremo con el Padre y el
E spíritu S a n to ; la V irgen , M aría es la
M edianera universal ante E l; E l quiere
que, ordinariam ente, vayam os a E l por
medio de M aría. E sto con respecto a
los individuos y con respecto a las fa
m ilias y a los pueblos. L o s más devotos
de M aría son siem pre los más am antes
de D io s y por lo mismo los más vir
tuosos. L a intercesión de M aría es ley
en la econom ía divina, desde el G ó lg o ta
acá; y hoy hay una gran corriente que
anhela esta definición dogm ática. L a cons
tante acción de M aría en la Iglesia la
abona. O rdinariam ente E lla lleva las
alm as y los pueblos, especialm ente los
pueblos sentim entales, a Jesús. E l canto
del p oeta tiene una gran base teológica:
Lleva, Señora, con clemente mano
a la fe y al amor a las nacione#,
lástima tén de tu linaje hurnano,
rompiendo las satánicas prisiones.
Y si el siglo fatal con soplo insano
la ponzoña vertió en los corazones,^
haz que, hollando su negra apostasía,
llámese, al fin, el siglo de María. _
Condúcelo a los pies del Crucifijo,
y cuando el Santo, al renovar la Cena,
134 —
< este es mi cuerpo » diga, absorto y fijo,
Tú nos dirás también a boca llena:
■€[Ese es tu Dios, tu Bien... ese es mi Hijo! »
y el alma .sentirá, de error ajena,
de la fe y la piedad el complemento
en la Madre de Dios y el Sacramento.
* *
Un buen C ooperad or Salesiano, el
D ecurión de L eb ríja (Colombia) D . A .
D om ínguez, escribía, no hace mucho al
Rvm o. P. G e n e ra l: < L a devoción a la
Soberan a R eina de los pueblos y na
ciones, M aría A uxiliad ora, crece aquí
d ía por día, y éste es el interés que
ten go de que S. R. se digne perm itir
nos la' institución de la C ofradía y con
cederle todas las gracias y privilegios
necesarios ». A ñ ad ía una recom enda
ción del Sr. O bispo, y a gregab a: « V arios
son los m ilagros obrados por la Sm a.
V irg e n , bajo la advocación de A u x ilia
d ora, en esta ciudad. Poco hace caían
aguaceros torrenciales, que lo inunda
ban todo. A terrad o s los vecinos, acudi
m os públicam ente y en corporación a
E lla, y santo remedio, retornó la sere
nidad. E l Sr. O bispo nos facultó para
hacer un altar en la parroquia; apoyó
nos decididam ente el celosísim o Sr.
C u ra párroco, D r. S erp a y hoy la V ir
gen A u xiliad o ra tiene su altar, que es
p recioso; se bendijo el 8 del p. p. di
ciem bre. E n estos días (febrero 1919)
giraba la V isita Pastoral el Illm o. Sr.
A fanad or, y quedó im presionado al ver
el considerable número de exvotos que
penden, así como del mérito del altar,
que es hasta lujoso, y facultó para hacer
una nueva capilla, en la iglesia, dedi
cada a M aría A u x ilia d o ra » .
H e aquí uno de tantos nuevos cen
tros donde se cultiva la devoción a
M aría A u xiliad o ra, donde se estudia y
se difunde el espíritu del V b le. D . Bosco,
espíritu de caridad, de dulzura, de celo,
de unión, de obediencia filial a la au
toridad, de amor a los niños y a los
pobres, donde se apoya al Sr, C ura y
se le ayuda a fom entar la vid a cris
tiana, donde se com ulga a ,menudo,
donde es práctica de vida aquello de
¡Gloria, gloria a la Santa Eucaristía
Fruto de la pureza de María !
E sa, esa es la Cooperación Salesiana.
Bien decía D . Bosco que con el tiempo
buen C ristiano y C ooperad or Salesiano
serán sinónim os.
Efea C o n s a g r a c ió n d e E s p a ñ a
AL SAG RA DO
Páginas y más páginas, y no escritas
por pkima humana sino por pluma de
ángeles, quisiéram os consagrar a este
m agno acontecim iento, por tanto tiempo
suspirado y realizado al fin por la piedad
de un R ey ilem ocrático y el valor de
un G obierno progresista, en el sentido
genuino de las palabras. E s verdade
ram ente sublim e e inspirador ver en
pleno siglo X X , y en el momento his
tórico en que se desatan todos los
egoísm os y todas las concupiscencias,
ver a un M onarca augusto, en pleno
CORAZÓN
día y a la faz del universo proclam ar
espontánea, voluntaria, resueltam ente,
la soberanía de Jesucristo y consagrarle
s u ,re in o con palabras las más explí
citas ; ver a un G obierno constituido de
verdaderas alturas, que pudiera honrar
a la nación más grande, rod ear a su
R e y y acom pañarlo en el acto, después
de haber comulgado iodos por la mañana
para prepararse al acto y presentarse
a él con la m ayor puridad posible; ver
confundidos al pie del R e y de los R eyes
a la rancia nobleza hispánica y a los
— 135 —
suscripción nacional. Y en ese día España se
ha consagrado entera, pública y solemnemente
al amantísimo Corazón de Jesús y le ha ren
dido homenaje de acatamiento y adoración por
boca de su Monarca.
Todas las ciudades y puebíos de la Penín
sula hacían lo mismo a la misma hora y echa
ban a vuelo todas las campanas para anunciar
aun a los dormidos el Santo y seña
¡ Es
paña por el sagrado C orazón! »
El monumento está construido en la parte
meridional del Cerro, en una eminencia ge
mela, aunque de menor elevación, que la de
la iglesia de los Angeles. Tiene una altura
total de 28 metros, de los que corresponden
nueve a la figura de Cristo, Forma la base
una plataforma elíptica de 31,50 metros de
longitud en el eje mayor, y de 16 en el me
nor. Se asciende a ella por amplia y ele
gante gradería, al término de la cual se alza
una mesa de altar; de allí arranca el pe
destal, un esbelto cuerpo piramidal, una pa
loma de bronce que simboliza la paz del
reinado espiritual de Cristo; por encima, dos
hermosos ángeles sostienen las armas de Es
paña; más arriba, aparece en delicado bajo
rrelieve una imagen de la Concepción, y en
cima la inscripción que convierte en realidad
la promesa divina: « Reino en España ». A
ambos lados del altar aparecen los escudos
pontificios y el de la diócesis de Madrid, y en
el centro, la sencilla dedicatoria: « España
al Sagrado Corazón de Jesús ».
Completan el conjunto dos hermosos grupos
laterales. El de la izquierda, representa la Hu
manidad, santificada por el divino amor, en
carnada por San Juan Evangelista, el discí
pulo predilecto; San Francisco de Asís, el
apóstol de la caridad; .San Agustín, Santa
Teresa de Jesús, Santa Gertrudis, el Padre
Bernardo de Hoyos y la Beata Margarita de
Alacoque. El de la derecha, representa a la
Humanidad que acude a Jesús en ansia de
santificación; son delicadísimas figuras en las
que aparecen personificados todos los estados
Para que conste en nuestra Revista y para que y edades. En la base del monumento están es
aquellos de nuestros lectores que, escondidos en culpidos los nombres de cuantos han costeado
los pliegues de los Andes o en las manglares piedras. El primer nombre que figura es el
del Africa, no reciben escritos de la fnadre His de S. S. Benedicto X V ; siguen los de SS.
pana y no han leído esas grandes cosas, tengan
MM. D. Alfonso, Da. Victoria y Da. Cristina y
de ellas siquiera una idea, damos una suscinta de los demás miembros de la Familia Real, del
relación de la Fecha memorable que se registró
Nuncio de S. S. monseñor Ragonesi, de los
con letras de oro en los fastos españoles, que
Prelados de todas las diócesis, personajes, en
tantas grandezas guardan: el 30 de mayo de
En ese día ha tenido lugar la solemnísima tidades, cuerpos de E jército; toda España está
representada en aquellas interminables filas de
inauguración del Monumento que al Corazón
nombres que rodean el monumento como en
■ Sacratísimo de Jesús ha elevado en el Cerro
<ie los Angqjes, centro geográfico de España, un lazo de amor.
E l conjunto es hermosísimo, de una granla nación entera, porque costeado ha sido por
obreros en fraternal abrazo y en hum ilde
■ plegaria, m ientras los aeroplanos revo
lean y el sol envía en pleno sus rayos
sobre el C entro G eográfico de la Penín
sula Ibérica.
Pero no hay necesidad: todos nues
tros lectores saborearon en esos días
hasta los mínimos detalles del acto
inolvidable. B ástanos consignar nuestra
alegría. ¡Oh! nuestro V en erab le Padre
D. Bosco, que am aba a E spaña como
a su Patria misma, que presintió ese
día gloriosísim o, cuando al aceptar en
el mayor de los puertos españoles el
honor y el peso de levan tar en la airosa
•cumbre del T ib id ab o un tem plo al S a
grado Corazón, como pararrayos divino
en las grandes tem pestades sociales,
como faro de luz, como prenda de unión
y de arm onía nacional, dejó escapar
algunas palabras muy lisonjeras para
España... habrá batido palm as en com
pañía del P. H oyos. ¡C erro de los A n
g e les y T ib id ab o, centro geográfico
España y atalaya excelsa de su mar m e
ridional, cómo se com pletan, cómo se
llamaban uno a otro! Bien lo entendió el
Congreso E ucarístico de M adrid, cuando
aclamó T em p lo V o tivo N acional el del
Tibidabo y esbozó la idea del monumento
nacional en la C orte. Bien lo han en
tendido e sa s' dos m ujeres adm irables,
que también parecen llam arse una a
otra: la E xm a. Sra. D uquesa de la
Conquista y M aría V icto ria.
¡Alabem os a D io s, prosiguiendo cons
tantes en la obra e m p e z a d a !
— 136 —
deza y magnificencia que honra a sus autores,
el ilustre escultor D. Aniceto Marinas y el
distinguido arquitecto D. Carlos Maura Nadal.
El acto fué grandioso, emocionante, conmo
vedor. En la imposibilidad de atender mate
rialmente al orden y concierto de la peregri
nación, si ésta se generalizaba, habíanse supri
mido las invitaciones, limitándolas al elemento
oficial, a representantes y comisiones de las
distintas Asociaciones y entidades religiosas,
católico-sociales y piadosas y procurando que
cada parroquia hiciera su consagración el mismo
día. Así y todo ascendían a cuatro mil los
invitados; y además de ellos acudieron en masa
los pueblos de Getafe, Leganés, Pinto, Seseña,
Villaverde y otros de los alrededores, en nú
mero de catorce mil personas.
Hallábanse presentes el Exmo. y Rdmo. Sr.
Nuncio de Su Santidad, Cardenal Arzobispo
de Toledo, Arzobispo dimisionario de Manila,
Obispos de Badajoz, Barcelona, Calahorra, Ciu
dad-Real, Cuenca, Fesea, Guadix, Jaén, San
Luis de Potosí, Nadsid, Málaga, Palencia,
Plasencia, Segovia, Sigüenza, Sión, Zamora,
auxiliares de Toledo y Valladolid, represen
tantes del de Almería, Tenerife y Vitoria; el
Gobierno en pleno, presidido por e l Sr. Maura;
iodos los miembros de la Familia Real, SS.
A A . la duquesa de Talavera y el Infante D.
Fernando, la Infanta, doña Isabel, los Prínci
pes D. Raniero y D. Jenaro, S. M. la Reina
madre Da. Cristina, y SS. MM. el R ey D.
Alfonso y su Esposa Da. Victoria.
Cuando los Reyes aparecieron en la tribuna
regia fueron saludados con una formidable
salva de aplausos, y la multitud, entusiasmada
prorrumpió en calurosos vivas al Rey cristiano,
a España católica y al Sagrado Corazón.
El Rdmo. Sr. Nuncio, revestido de ponti
fical, bendijo el monumento, y acto seguido
el Sr. Obispo de Madrid celebró en el altar
del monumento Misa rezada, al final de la cual
dejó expuesto el Santísimo. Leyóse por el Se
cretario de Cámara el siguiente telegrama de
S. S . : « Roma 28. — Nuncio. E l Sanio Padre
ha sabido con pariicular satisfacción ¡a inaugu
ración del monumento nacional dedicado a l Sa
grado Corazón de Jesús en e l Cerro de ¡os A n
geles de esa diócesis. Concede de muy buen grado
a V. B . la facultad de dar la bendición papal,
con indulgencia plenaria, en las condiciones
ordinarias, a todos ios que asistan a la cere
monia religiosa. — C a r d e n a l G a s p a r r i *► .
En su virtud di6 la bendición papal a la mu
chedumbre arrodillada.
Inmediatamente, el Exmo. Sr. Duque del
Infantado, presidente del Consejo 5* Tribunal
Metropolitano de las Ordenes Militares, en
tregó a S. M. el Rey un artístico pergamino
en el que se hallaba escrito el acto de con
sagración. D. Alfonso, con' paso firme, diri
gióse al monumento, y desde el lado del
Evangelio, después de salir toda la Familia
Real de la tribuna para arrodillarse en el
frente, mientras la tropa rendía armas, en me
dio de un silencio profundo y conmovedor,
leyó con voz enérgica, firme y reposada, en
la que se traslucía honda emoción, el siguiente
acto de consagración:
« Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón
del Dios Hombre, Redentor del inundo. Rey
de Reyes y Señor de los que dominan:
» España, pueblo de tu here7icia y de tus
predilecciones, se postra hoy reverente ante
este trono de tus' bondades, que par'a T i se
alza en e l centro de la Península. Todas las
razas que la habitan, todas las regiones que
la integran, han constituido en la sucesión de
los siglos y a través de comunes azares y mu
tuas lealtades esta gran Patria española, fuerte
y constante en el amor a la Religión y en su
adhesión a la Monarquía.
» Sintiendo la tradición católica de la rea
leza española y contmuando gozoso la historia
de su f e y de su devoción a. Vuestra Divina
Perso7ia, C07ifesa 7nos que Vos vinisteis a la
tierra a establecer el reino de D ios C7i la paz
de las almas redi77iidas por vuestra sangre y
en la dicha de los pueblos que se rijan por
vuestra santa Eey: reco7iocemos que tenéis por
blasón de vuestra divinidad co7iceder pa)'ticipación de vuestr'o Poder a los prUicipes de la
tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción
todas las leyes justas, e7i cuyo c7i 7nplii 7iiento
estriba el imperio del 07 -dc7i y de la paz. Vos
sois el ca7/iÍ7io seguro que conduce a la posesióíi de la vida eter/ia; luz iitextingjiible que
alumbra los entendi/nie7itos para que conozcan
la vef'dad, y p 7 Í7i c fio p 7-opulsor de toda vida
y de iodo legitÍ7no progreso social, ajiatizánzándose eii Vos y en el poderío y S7iavidad de
vuestra gracia todas tas virtudes y heroístnos
que elevan y her7nosea7t e l atina.
» Ve/iga, pues, a nosotros, tu Santísimo
Reino, que es reino de justicia y de anior.
Reina en los co/'azones de los hombres, en el
seno de los hogares, en la inteligencia de los
sabios, en las atilas de la ciencia y de las le
tras y e7i 7iuestras leyes e Í7tstitucio7ies patrias.
» Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosa/fiente de la co/niin desgracia de la
guerra, qjie tatitos p 7teblos ha desa7igrado: con
tinuad C071 nosotros la obra de vuestra amo
rosa provide7icia.
» Desde estas alturas que para Vos hemos
escogido como sírribolo del deseo que nos anima
— 137 —
de que presidáis todas nuestras empresas, ben
decid a los pobres, a los obreros, a los prole
tarios todos para que, en la paciñca armonía
de todas las clases sociales encuentren justicia
y caridad que haga más suave su vida, más
llevadero s%i trabajo. Bendecid al Ejército y a
la Marina, brazos armados de la Patria, para
que en la lealtad de su disciplina y en e l va
lor de sxLS armas sean siempre salvaguardia
de la nación y defensa del derecho. Bendecid
nos a todos los que aquí reunidos e?i la cor
dialidad de unos tnismos santos amores de la
Religión y de la Patria, queremos consagraros
nuestra vida pidiéndoos como premio de ella
el morir en la seguridad de vjiestro amor y
en el regalado seno de vuestro Corazón ado
rable ».
Acto seguido organizóse la procesión con
el Santísimo desde el monumento a la ermita
de Nuestra Señora de los Angeles, en la que
ofició el Etnmo. Sr. Cardenal Primado, y que
fué presidida por la Real Familia.
¡ Bendigamos de lo íntimo de nuestro co
razón, a Dios nuestro Señor, rico en piedades
y opulento en misericordias, que tan copiosas
las ha derramado sobre nosotros! } Bendiga
mos el Sacratísimo Corazón de Jesús, que,
de tan grandiosa y solemne manera se ha tlignado tomar posesión de nuestro suelo como
herencia de su predilección!
Deseábamos dar a nuestros lectores
lejanos una nuestra gráfica del monu
mento pero todavía no nos han llegado
las fotografías pedidas. Esperamos p u
blicarlas en el próxim o número, con la
explicación de los autores.
M e m o r ia s in é d ita s .
R a s g o s d e la v i d a d e D . B o s c o
Una fecha memorable. — El 1° de marzo 1869.
D. Bosco era la actividad en persona. No
podía estar inactivo un momento. Y era su
actividad casi siempre inmediata, correspon
diente a las necesidades de la sociedad en que
vivía, y sobre todo la encaminaba a la gloria de
Dio.s. Así, terminada la construcción del San
tuario de María Auxiliadora y aljiei to al culto,
em¡)rendió la publicación de los clásicos lati
nos e italianos, convenientemente expurgados^y
abundantemente comentados, para uso de Iqs
colegios, cuidando al mismo tiempo de orga
nizar en asociación a los devotos de María
Auxiliadora. Pero una obra más importante
aún le preocupaba y ejercitaba su portentosa ac
tividad. Y era la aprobación canónica de la
Pía Sociedad Salesiana.
Al principiar el año de 1869 los Salesianos,
comprendiendo, en el número a los aspirantes,
llegaban al grande guarismo de... ¡ noventa!
Pero se trabajaba de firme. <>. Los alumnos in
ternos del hospicio, escribe D. Rúa, en la cró
nica. pasaban de 800, y vivíamos plenamente
abandonados en los amorosos brazos de la
Providencia. Además del Oratorio de Turín,
había otros dos institutos, el de S. Felipe de
Neri en Lanzo y el pequeño Seminario de
S. Carlos en Mirabello Monferrato; y tres Ora
torios Festivos, todos tres en Turín: el de
S. Francisco de Sales en Valdocco, el de S. Luis
en Porta Nuova y el de S. Salvario.
Poco era, pues. Pero a D . Bosco le urgía
que la Santa Iglesia la consagrara oficialmente.
Arzobispos y Obispos ilustres la habían reco
mendado, dándole grandísimas y lisonjeras
Comendaticias; pero parecía que no era bas
tante. Como era natural, no faltaban opositores,
y de éstos los había, si no tan numerosos, sí
muy temibles: no faltaban tampoco Prelados
ilustres. Una Congregación más no les jjarecía ni
necesaria ni oportuna. — Había escrito a Roma,
preguntando a sus amigos si sería conveniente
ir personalmente a Roma; 5' le habían respon
dido que era inútil. Con todo, lleno de con
fianza en María Auxiliadora el 15 de enero
se presentó en la Ciudad Eterna. — En la
estación, más aún, dentro de su recinto lo es
petaban tres carrozas; dos de ellas tenían la
escarapela cardenalicia. Eran de su íntimo
amigo el Card. Berardi. Su Emcia. le avisaba
que una de ellas estaba a su disposición por
todo el tiempo que permaneciera en la ciudad.
D. Bosco agradeció este ofrecimiento, mas no
lo aceptó.
« Padre, añadieron los enviados, el Eminentí
simo le suplica vaya inmediatamente a visitar
a su sobrino enfermo de gravedad, lo enco
miende a María Auxiliadora, lo bendiga y lo
sane
D. Bosco prometió ir. Se dirigió a .San
Bernardo en las Termas, dijo Misa y luego se
retiró en casa de D . Pedro Maríetti, su huésped.
Y comenzó a sondear el terreno. Encontró
el ambiente muy frío y comprendió que poquí
simos le ayudarían. Era preciso un milagro.
Pío IX , j)ersonalmente le era favorable, muy
favorable, pero naturalmente no bastaba.
A todas estas pasaban los días y D. Bosco
no había ido a casa del enfermito. Le llovieron
recados: era un niño encantador, de diez años,
delicia de su rica y nobilísima familia, here
dero único de inmensas riquezas, a él debían
pasar también las de otras casas... y se estaba
muriendo, hacía quince días le devoraba la
fiebre tifoidea rebelde a todos los médicos y
las medicinas.
A l entrar en la casa, todos rodean a Don
Bosco, exclamando: « ¡pronto, pronto, sánelo,
sánelo 1 »
El Venerable, dirigiéndose al Purpurado, le
d ice:
— He venido para que me ayude ante el
Padre Santo a obtener la aprobación de la
Pía Sociedail Salesiana.
— V. cúreme el niño y yo hablaré con Su
Santidad.
Y lo introdujo en la alcoba.
Acercándose al lecho del enfermo, D. Bosco
repetía a los parientes; « Tened fe; rogad a
María Auxiliadora; empezad una Novena, y V.
Emcia. Sr. Cardenal, empiece a ocuparse de
la Pía Sociedad Salesiana... » y hablando como
consigo mismo añadió: « Dejemos a la Virgen
que comience Ella ».
Rezó algunas oraciones, y bendijo al enfer
mo, el cual quedó instantáneamente libre de
la fiebre; et reliquit eum febris El Cardenal
le repitió la promesa, a condición de que el
niño curase completamente.
AI tercer día volvió D. Bosco, y encontró
al niño sentado en la cama. Este, al verlo,
díjole: « ¡O h D . Bosco, estoy mejor; he co
mido ya! ■»
Y de hecho estaba completamente fuera de
peligro. Dos o tres días después se levantaba.
La bondad de la Virgen era evidente. La fa
milia estaba conmovida. El Cardenal repetía,
como fuera de s í :
— Mande, mande, D. Hosco; estoy pronto
a todo lo que V . quiera.
— Ya sabe V. Emcia, lo que yo deseo, le
respondió D. Bosco; intéresese por la Pía So
ciedad Salesiana
El Cardenal cumplió su palabra; fué a ver
al Papa, le contó lo sucedido y le recomendó
con insistencia la aprobación de la Pía Socie
dad. Pío IX se conmovió, sintió gran consuelo
y deseos de ver cuanto antes a D. Bosco.
Pero esto no bastaba. Los Prelados de la
Sagrada Congregación, que debían dar el voto.
138 -
seguían siendo contrarios. Quien podía influir
era el Card. Antonelli, Secretario de Estado.
D. Bosco fué a visitarlo. Lo halló inmovilizado
en un diván.
— ¡Venga, amadís’mo D. Bosco, vengal
exclamó al verlo.
— Eminencia ¿cómo está?
— Bien lo ve cómo estoy. Enclavado en
este banco hace días. Me ha vuelto la podagra.
Después de su última visita, cuando me en
comendó a María Auxiliadora, me había dejado;
ahora me hace sufrir dolores atrocísimos.
— • Eminencia, ayúdeme en mis asuntos, y
sanará: se lo aseguro!
— ¿Q ué desea?
— He venido para suplicarle que se ocupe
de la Pía Sociedad Salesiana.
E l Purpurado se puso serio y le dijo con
mucha ponderación:
— Eh! me parece eso muy difícil; sin em
bargo le prometo hablarle al Santo Ppdre ape
nas pueda ir a la audiencia.
— Sería preciso que fuera pronto.
— V. ve cómo estoy. El Padre Santo suele
venir a verme cuando yo no puedo ir a sus
aposentos. Apenas venga, le hablaré.
— Tenga fe en María Auxiliadora y vaya
pronto. Basta que prometa ocuparse en la
aprobación de la Pía Sociedad Salesiana.
El Cardenal miraba y callaba. D. Bosco
insistía:
— Procure ir pronto.
— I Cuándo ? exclamó como fuera de sí el
Purpurado, mirando fijamente a .D . Bosco.
— ¡ Mañana 1
— ¿Mañana?
— Tenga fe, viva fe en María Auxiliadora,
si no, no hacemos nada.
— Bien, iré. ¿Pero si empeoro?
— Mañana estará muy aliviado, se lo ga
rantizo. María sabe lo que hace.
— Bien, iré mañana-, y si sucede como V.
dice, le prometo hacer cuanto pueda por su
Sociedad.
A la mañana siguiente los dolores habían
cesado. En la audiencia Antonelli contó al
Papa el diálogo y la curación.
También D. Bosco fué al Papa. Pío IX,
conmovido por la relación de los dos Carde
nales, lo recibió con extraordinaria bondad.
Lo entretuvo consigo más de hora y media,
se mostró muy favorable a su deseo, le pro
metió hacer lo posible para contentarlo y le
aseguró que la cosa saldría bien.
Sin embargo las dificuldades persistían en
el seno de la Congregación de Obispos y R e
gulares. El Papa llamó a varios Prelados y
les manifestó que deseaba se allanaran esas
— 139 —
dificultades. E l más contrario era Mons. SveBosco, y el mismo día fué a visitar a éste,
gliati, doctísimo y activísimo Secretario de la asegurándole de su apoyo, de tenerle al co
S. Congregación. Los Cardenales Berardi y
rriente de las dificultades que pudieran pre
Antonelli, y el mismo Pío IX habían dicho a sentarse y ayudarle a superarlas.
D. Bosco:
Estos hechos le conciliaron al Vble. el ánimo
— Conquistad Mons. Svegliati, que es el de sus adversarios, enfervorizaron a los remisos
principal opositor. Si lo lográis, todo está y predispusieron siempre mejor al Papa.
hecho.
El 24 D Bosco escribía a D. Rúa: « Las
D. Bosco se resolvió a afrontarlo. Fué y lo cosas marchan muy bien. Pero démosle mu
encontró en cama con una pulmonía bastante chas gracias a Dios, que hay sobradas razones
seria.
para ello. Seguid rezando! »
— Tengo necesidad de su ayuda, le dijo
Y unos días después: <.v El Cardenal ha in
D. Bosco entrando; he venido por el asunto terrumpido los negociados, el viernes (12 de
que S. Sía. sabe; quisiera q u eS . Sía. me alla febrero) todo recobrará su movimiento. Quizá
nara todas las dificuli^ades que se oponen a queden en todo graves dificuldades aún, si
la aprobación de la Pía
Sociedad Salesiana; que
fuera a ver al Padre
Santo y se interpusiera
con él en mi favor.
— A h ! D . Bosco...
[es una cosa muy seria
y muy grave!... Y ade
más. ya ve el estado
en que me encuentro.
— Y sin embargo,
Monseñor, yo necesito
que vaya pronto al Pa
dre Santo.
— ¿Cómo quiere que
vaya con esta tos tan
violenta?
—
¡Se lo ruego,
haga este sacrificio 1
— Si tanto le inte
resa, el sábado procu
raré ir en coche.
— ¡Oh, n o ! vaya a
En la P re fe ctu ra A p o stó lic a del R ío N e ^ ro — In d io s p re p a ra n d o m á sca ra s.
pie, y mañana mismo.
Con semblante de maravillado, Mons. Sve bien las creo ya superadas todas con éxito muy
gliati lo miró y le d ijo :
superior a nuestra expectación. Pero ¡ silencio
— ¡Sea!... Pero no; es demasiado pronto.
y oración! • — Y los niños del Oratorio y
— Encomiéndese a la Virgen, prometa in demás casas, fieles a la recomendación de
D. Bosco, seguían orando.
teresarse por la Pía Sociedad Salesiana y yo
le prometo que sanará.
El Vble. Padre volvió a escribirles para que
— ¿Y si me va peor?
el 19 de febrero, se dieran el turno, en gru
— Tenga ie, viva fe en María Auxiliadora, pos, ante el Santísimo Sacramento. — Y ese
y sanará.
día se decidió la aprobación de la Pía Socie
— Si me lo asegura, voy.
dad : la Sagrada Congregación de Obispos y
— ¿Cuándo?
Regulares emanó el decreto el i de marzo 1869.
— Dentro de tres días.
De vuelta a Turín, D. Bosco reunió a sus
— No, ¡ mañana mism o!
primeros Salesianos y les habló de las miseri
— ¡Ah, D. Bosco! si me asegura que ma cordias de Dios y de María Auxiliadora, ter
ñana puedo ir a ver al Papa, le aseguro que minando así:
ie hablaré de modo que todo saldrá bien.
« /Animo, hijos míos, una grande empresa
Por la mañana el Prelado estaba curado. traemos entre manos. Muchas almas esperan
Cambiado totalmente por la curación, fué a de nosotros su salvación, pues somos instrumen
ver al Papa, le habló con entusiasmo de Don
tos de Cristo. Entre estas almas, la primera,
— 140 —
vivos nosotros, que permanecemos tranquilos
en nuestras casas y en nuestra patria, y que
vosotros seáis moribundos, pues vais al en
cuentro de fatigas y peligros Mas no es así.
Los vivos sois vosotros, oh Misioneros gene
rosos, que respondiendo al llamamiento de
Dios, vais a evangelizar pueblos paganos que
E l ha creado, como a nosotros, para su gloria;
los vivos sois vosotros que vais generosamente
a la conquista de las^ almas. Y los muertos
somos por desgracia nosotros, que olvidán
DO C U M EN TO S.
donos frecuentemente de los intereses de Dios,
Alocución del Emmo. Cardenal Richelmy nos dormimos en la inacción o en las inquie
tudes de la vida transitoria. A h ! pero todos
a ios Misioneros Salesianos de la China.
somos y debemos sei ée Dios.
A h ! sed siempre de Dios, vosotros, amados
Eran tliez los valerosos. Todos jóvenes de
Misioneros. Esto hemos implorado para vos
28 á 30 años. Todos de grandes esperanzas
otros al pie del altar, a María Auxñiadora y
en su Patria. Y dejan sus esiutlios preferidos, a Jesús .Sacramentado; estos son los votos del
y su hermosa Patria para ir a la China, a una buen Padre D. Bosco, que se alegra de vuestra
misión nueva, segregada del mundo.
generosidad; este es el voto de la Pía Sociedad
La función se celebraba el Martes Santo,
Salesiana, que os mira como a sus hijos predi
en el Santuario de María Au.xiliadora. Ellos
lectos ; y éste es el voto de todos vuestros
estaban ante el altar ofreciéndose con Jesús.
amigos y de los Turineses, que llenos de ad
El templo e.staba lleno de ñeles. A llí estaban
miración os hacen corona. ¡Sed siempre del
muchos i)arientes de los Misioneros.
S eñ o r!
Kl Cardenal Arzobispo entonó las ora
Esto os costará sacrificios grandes, y sin
ciones de los peregrinante^, bendijo y les embargo, os lo deseamos de corazón, como
entregó el cruciftjo simbólico, que los ha de
de corazón os deseamos que lleguéis sanos y
acompañar dondequiera, y luego pronunció
salvos al término de nuestro viaje, símbolo de
estas palabras, con acento insinuante y con- aquel otro término, común a todos, que hemos
movetlor:
de alcanzar al acabar el viaje de la vida: el
« ¿A (luién debo dirigir la palabra? ¿A vos Cielo. — Sí, al desearos buen viaje, queremos,
otros, amadísimos, que estáis para dejar la más que otra cosa alguna, desearos toda gracia
Patria, los parientes, los Superiores, los Her espiritual, toda bendición del Cielo,
manos, o a la multitud que, fijos en vosotros
El más vivo anhelo de vuestro Padre y de
corazones y miradas, por vosotros sienten ca toda esta imponente concurrencia, es que ten
riño y temor? A los unos y a los otros repe gáis siempre la mente y el corazón fijos en
tiré las palabras del Salmo: Domini est ierra
Dios; y que lejos de buscar vuestra satisfac
et plediitudo ejus, y las del A póstol: Sive vi- ción en el aplauso de los hombres, busquéis
vimus, sivc morimur, Dom ini snmus.
sólo la gloria de Dios y la salvación de las
Sí, la tierra en toda su extensión es del
almas a las cuales sois enviados, como sólo
Señor; y nosotros también, en vida y en muerte
la gloria de Dios y las almas buscó en toda
pertenecerrros a Kl. Nadie vive para sí ni muere su vida vuestro Vble. Fundador.
para sí. Si vivimos, vivimos por el Señor, si
Y haga el Señor que con vuestra vida, en
morimos, morimos para poseerle. O vivamos
teramente empleada en las apostólicas fatigas,
o muramos, pues, somos de Dios,
con las persecuciones sostenidas con fortaleza,
El Señor no es solamente el buen Dios
con las enfermedades y demás adversidades
nuestro; es el buen Dios de todo el universo.
sufridas cristianamente hasta el momento de
Es nuestro Dios, oh turineses, entre quienes exhalar el último respiro, vosotros nos alcan
por desgracia hay muchos que se han olvi céis la gracia de vivir siempre para el Señor.
dado de E l; acordaos todos de que Domini Sí, rogad con este fin, y con vuestras obras
estis.
contribuid a lográrnoslo. Rogad porque nin
Es también el Dios de los pueblos que viven
guno de esta ciudad augusta, se olvide de que
aún en las sombras de la muerte y hacia los
a Dios le pertenece su vida,
cuales tienden el vuelo estos misioneros.
|0h sí. rogamos para tener siempre todos
Todos, pues, pertenecemos a Dios.
presente que sive vivimus, sive morimur, Do... A primera vista parecería que somos los
mifti sumus
claro está, es la 7iuestra, luego las de nues&os
socios^ y luego la de cualquier cristiano que a
nuestro alcance se pontea. Dios está con nos
otros. Reforcémonos en corresponder a los celes
tiales favores que nos ha concedido y qtie es
peradnos se dignará coiiceder7tos en mayor abimdancia en e l porveiiir l »
— I4 I —
Ecos d e la g u erra.
(D i una carta del P . Tozzi, Superior de los
Salesia7ios de Cape Town a l P . Alberd).
... Durante la gu&rra nos llegaba el correo
una vez el mes. Y siempre nos traía el anun
cio de la muerte de algunos Salesienos. Por
eso nunca tuve valor para escribirle pidiéndole
refuerzos. Nosotros también perdimos en la
guerra y por la guerra cuatro hermanos, y S.
R. sabe cuántas obligaciones pesan sobre nos
otros en esta ciudad, con las Escuelas Profe
sionales y la Asistencia de los Emigrados.
Muchas manos se tienden a nosotros pidiendo
educación y pan. Amado Padre, ahora que la
guerra ha pasado, me atievo a pedirle un au
xilio de personal.
El II de noviembre
las autoridades consu
lares dieron un ban
quete en el City Club
para celebrar el armis
ticio. Había muchos in
vitados: almirantes, ofi
ciales, comerciantes,' el
Arzobispo a n g lican o ,
etc. A l terminar, se dió
el anuncio oficial a todos
los centros de la Co
lonia, y una como .onda
de bienestar sacudió a
todos los habitantes.
Empezaron las salvas de
cañón y al levantarnos
de la mesa, me pidie
ron a mí que rezara la
acción de gracias. Hi
edo conmovido, sin
tiendo un santo orgullo
por mi calidad de sa
cerdote católico y de
latino.
Pero a las fiestas del armisticio sucedió un
duelo general. L a g rip p e misteriosa cayó como
ave de presa sobre la encantadora ciudad, cam
biándola en un cementerio. En tres semanas
murieron cerca de diez mil personas. No hubo
casa que no llorara una víctima.
En las calles, silencio tristísimo, interrum
pido sólo por el pesado rodar de los carros
que recogían Tos cadáveres. Era una reproduc
ción de la peste de Milán, tan magistralmente
descrita por Manzoni Los sacerdotes nos ve
íamos en la necesidad de pasar sobre los ca
dáveres para llevar los consuelos de la Reli
gión a los organizantes. En medio de tanto
dolor, era un consuelo ver las operaciones de
la gracia, las muertes edificantes, llenas de"
resignación y de amor de Dios. Parecía que
una misericordia especial preparaba las almas. _
A veces una mano invisible nos llevaba a la
cabecera de los enfermos en el momento pre^
ciso para ayudarles a bien morir.
Finalmente pasó la epidemia. No hizo nin
guna víctima en nuestra comunitlad. I.a ha
bíamos encomendado tanto ’a nuestro Vble.
Padre. Tres días consecutivos expusimos el
Santísimo y le rogamos nos diera su bendición.
Y nos la dió. Ni un hermano ni un niño de
nuestro instituto cayó.
Era justo un acto de acción de gracias. El
8 de diciembre, grande fiesta; y tres de nues
tros alumnos abjuraron solemnemente del Pro
testantismo.
El 20, aniversario de la venida de los Sa-
v ia ja n d o p o r un rfo
lesianos, íué la repartición de premios en el
instituto. Presidieron Sir Frederich De-Nall
Administrador General de la Colonia y el
Obispo Católico Exmo. Sr. John Roony.
Sir De-Wall pronunció un gran discurso.
Habló de los héroes de la guerra y de los
no menos gloriosos de la paz. Cantó de Don
Bosco que con la fe realizó y sigue realizando
prodigios por medio de sus hijos. Examinó
las relaciones del Estado y de la Iglesia con
nuestro instituto, dió excelentes y prácticos
consejos a nuestros alumnos y terminó diciendo;
« Este es el instituto que yo, como gobernador
y como ciudadano prefiero por su obra emi
nentemente humanitaria y práctica, y deseo,
— 142 —
ayudarla jjositivamente. Veo que el local es
escaso. Hoy ahí un terreno, el Sr. Director
desea adquirirlo. Si de mi jurisdicción depende,
se lo voy a dar ».
Uno de nuestros bienhechores, al despedirse
me estrechaba la mano y me decía: ¿L o ve ?
La Obra Sxtesiana entusiasma a los mismos
Protestantes y los hace pregonar las glorias
del Catolicismo.
Es que, amado Padre, D. Bosco nos asiste
y bendice visiblemente.
—------
Un nonDineDlo a Doiinyo Savia.
. .
E 1 Comité turinés « Domingo bavio » nos
ruega publicar la siguiente Circular:
« ¿ 7 Dios quiere, en el verano de 1920.
después de inaugurar e l moimmento a l Vble.
Juan Bosco, haremos una peregnnación a Mondoíiio, patria de Dotningo Savio, e inaugura'
remos un monumento a este Siervo de Dios,
junto a la casa donde murió.
« E l Monumento que amigos y admiradores
erigzrán al angélico Alumno del Vble. Padre,
lleva todos los visos de ser una obra de arte,
^ S erá i c mármol y
Currara: 2 metros
tendrá la estatua y el basamento sera proporotoñado. E l monumenio será obra del lenombrado artista profesor Enrique Caitaneo, exalumno del Oratorio Salesiano, quien
poniendo en é l toda su inspiración y todo e l
entusiasmo de admirador.
A la obra concurrirán, a no dudarlo, todos
los institutos salesianos y de las H ijas de María
Auxiliadora, sin excluir los Oratorios Festivos.
Cada cual dará su óbolo: pequeño será; pero
general concurso tendrá una altísima si^iificación moral, y será un
lomenaje noJ o a
la virtud del Siervo e
omxngo avio,
sino también a l sistema educativo de su incomparable Maestro, e
e. fu a n
o s e o
E 1 Postulador (le la Causa de Beatificación,
por su parte, nos repite: « ¡Se necesitan milagros! Anime V. a los lectores del Boleiin a
qcie los pidan muchos y grandes, por la intercesión de Dominguito '■ ».
Consum ogustocum plim ossu recomendación.
I Padre.'í y madres, educadores, niños amados,
pedid gracias al cielo, pedid milagros cuando
los necesitéis, poniendo por intercesor a Dominguito Savio; pedid con te. Cuanto más
grandes sean y más pronto los obtengáis, más
rápida será la Canonización de vuestro ami.
j 1
r\ L
Diiito
¡ Qué hermoso ver en ios
gim
o Y
) modelo.
«J
I
altares a un chi<X) de 15 anos, ves 1 o no e
sayal ni de sotana y sobrepelliz, sino de pantaíón y chaqueta!
[arta de oaa [onDOidad israelita
a un C a p ellá n Militar Salealano.
Leemos en el Mensajero de Rodas, del 9
abril 1919 la siguiente carta, dirigida al te
niente D. A rges Mancini, Salesiano, Capellán
Militar en Rodas.
Revmo. Pad7e;
Permítame, V. Sía, que en nombre de nues
tra comunidad cumpla el grato deber de darle
las más expresivas gracias por el afectuoso
cuidado que ha tenido de nuestros correligionjn-jos durante la guerra, especialmente, pro
curando darles^noticias de sus parientes que
beligerantes.
La obra humanitaria de V. .Sía, ha sido extimada en su justo valor por toda nuestra coniunidad y particularmente por las que han
recobrado la tranquilidad del alma debido a
buenos servicios de V. Sía.
p^^g^ intérprete de mis correligiovarios y le presento la expresión de nuestra
gratitud infinita...
Jo s é A l h a d e f f .
■'
destinatario contesta diciendo que lo poco
podido hacer, más que a él, se debe
a la infinita bondad del Padre Santo, que ha
¿ado el ejemplo y luego facilitado mucho esta
piadosa obra.
^
T E S O R O E S P IR IT U A L *
Cooperadores Salesianos
confesados y
comulgados, visiten devotamente una iglesia o
capilla pública, osi viven en comunidad, la propia
^
intención del Suma
Pontífice, pueden ganar las siguientes indulgen*
Septiembre. El 8: La Natividad — El 12: Santo
Nombre de María — El 14: Exaltación de la
Santa Cruz — El 15: La Virgen de los Dolores
— El 29; S. Miguel Arcángel.
Octubre. El 1 1 : La Maternidad de la SS. María
Virgen — El 16: La Pureza de María SS.
Noviembre. El 1®: Todos los Santos (de las 12
a las 14 del 2 toties qiioties') — El 2: Los Difuntos — El 22 Santa Cecilia.
.1 ,-u
1 -a«
Ademas, cada mes: i* un día de ubre elección,
,
.
.
»
jj
1
r-••
V. g. el primer viernes; 2® el día del Ejercicio de
Buena Muerte; 3® el día en que se reúnan en
conferencia.
—
♦ • -------
De
n u e s tra s
M is io n e s
J
RIO NEGRO (Brasil)
Misión a lo largo del Río Preto.
(Correspondencia del P. Bálzola).
S . G abriel, 15 de octubre 1918.
R
e
VM O .
y
V E N E R A D ÍS IM O
P.
A
l
BERA:
/ Deo gratias / ¡ Cuán espontáneamente vie
nen a los labios del misionero estas palabras
de gratitud! Dios le salva a cada momento
de innumerables peligros, le conserva la salud
en medio de tantas intemperies, privaciones
y sacriticios de toda suerte. Dios bendice su
palabra y sus fatigas, y logra iluminar algunás almas y llevarlas al bien. Dios le concede
predicar el Evangelio allí donde reinaban las
tinieblas-de la idolatría. Es, pues, natural, que
broten de sus labios esas palabras cordiales:
¡D eo gratias! Gratias agamus Domino Deo
nostro /
V. R. Sabía mi proyecto de descender al
Bajo Rio Negro para visitar la región de su
gran afluente el Rio Preto. Hoy es un hecho
cumplido.
Con la bendición de mi Prelado, el P. Giordano, el 9 de julio bajé a Cama/aos y en
menos de tres días llegué felizmente a Santa
Isabel.
Todos en ia recolección de la « piassaba ». —
Misión lenta pero provechosa.
El día siguiente estaba en S. Joaquín. Pa
recía que aquí debían fracasar todos mis planes.
Un caballero principal, en quien fiaba grandes
esperanzas, me declaró que era imposible una
misión por Río Preto, porque todos sus co
lonos andaban diseminados por sus innumera
bles afluentes y por los bosques, recogiendo
piassaba — que es una cabellera filamentosa
muy larga que producen algunas palmas, y
sirve para hacer cuerdas, esteras, cepillos.
Antes de la guerra la piassaba se empleaba
especialmente en los barcos, siendo más re
sistente al agua que el cáñano; ahora se le
ha descubierto una nueva cualidad, y empieza
a preferírsela al caucho. Su precio es poco
más o menos 0,50 al qujlo, y una persona
puede recoger 50 kilos al día. H ay patronee
que logran exportar más de 100.000 kgrs.
Es una fuente de ganancia para los pobres,
pero no se explota sino a costa de grandes
sufrimientos, ya porque obliga a vivir Ciisi
siempre en las florestas, donde el clima es
insalubre, ya por la escasez de alimentos, li
mitados exclusivamente a la mandioca, inferior
a la harina de maíz, sobre la cual no tiene
sino la ventaja de poder usarse con agua fría
en el llamado cibet.
Comprendí la dificultad de una misión, ora
me quedara en S. Joaquín, ora fuera al Río
Preto. El 9 celebré la misa en casa de una
excelente señora, madre de tres exalumnos de
Pernambuco, y administré algunos bautismos,
haciendo de padrino el portugués D. Abel
Augusto Guerra, que debía trasladarse al alto
Rio Preto. Fué para mí una providencia. Que
daba la dificultad del transporte; pero la venció
nuestro buen amigo el Capitán José Teófilo,
que con su vaporcito iba a visitar su personal
que recogía piassaba. El 12 ya celebré a bordo;
el 13 me detuve en Lages, hospedado por la
familia Bittecourt, siguiendo D. Abel su viaje.
Tristes eran las condiciones religiosas de
aquella gente. Esa misma familia no había
visto jamás un sacerdote y estaban casi todos
por bautizar.
Catequicé y bauticé un hombre de 31 años,
otro de 24, otro de 21, a qúien también casé,
un muchacho de 18, 2 muchachas de 17 y 16,
y varios niños. La visita era oportuna.
El 11 me embarqué en canoa. A las 2 iioras
nos encontramos con D. Abel, que regresaba
con su personal. Hasta 14 barcas venían ama
rradas al vaporcito, todas cargadas de gente
que se divertía con un gramófono. Es la única
diversión que tienen. Cuando logran reunirse
así, pasan la noche en fiesta.
El 17 administré una docena de Bautismos.
En el vapor de D. Abel llegamos a Quixadá y me hospedé en casa del Mayor Joa
quín Ribeiro. Quixadá me gustó por su linda
posición y más aún por una bella capilla de
dicada a S. Sebastián, donde cabrá también
María Auxiliadora. Pasé una semana ejerciendo
el sagrado ministerio.
Pensaba regresar al fin del mes, pero la
Providencia lo dispuso de otra suerte. Había
prometido ir a Carvoeíro, donde hay un her
moso santuario dedicado a S. A lb erto; me
esperaban para el 7 de agosto ; pero tuve que
— 144 —
avisar que no podía por falta de transporte.
Pero la Providencia impensadamente me pre
sentó a los liermanos Gonzalo y Sebastián Ro
dríguez, quienes me llevaron en su vapdrcito.
/ Deo gratias /
Palta el petróleo. — Grave peligro. — La bondad
de María Auxiliadora.
Encargando al Sr. Ribeiro que convocara
a todos los colonos para la fiesta de S. Seba.stián, a mi regreso, salí el 24 habiendo ad
ministrado 8 bautismos.
En 4 días llegamos a Barcellos. A Guaiavá
cerca de Caborys, residencia de la familia R o
dríguez, lleg.imos después <le cinco de viaje.
Imagínese V. R. la conmoción <le la anciana
madre, al abrazar a sus hijos que le llevaban
al Misionero!
La guerra universal nos perseguía también
por acá. La falta de petróleo dificultaba la
marcha del vaporcito y yo estaba dispuesto a
proseguir en canoa y a remo. Pero el anuncio
de un va[)or cpie venía de Alunaos con pro
visión de líciuitlo, ileterminó al mayor de los
SrcH, Rodríguez, a llevarme en su vapor y
venir conmigo, auiu[ue no era muy práctico
del río. Se fió de un joven indio que asegu
raba conocer el rumbo y ser piloto. Partimos
al mediar la tarde y al llegar al punto peli
grosísimo llamado Ciavascal o sea, laberinto
de islotes, matorrales, arbustos y palizadas,
el muchacho perdió la seguridad y con él
D. Anastasio. El sol se puso, cerró la noche
y tuvimos que amarrarnos a un tronco. Había
petróleo para tres horas. No fué esa mi noche
más tranquila. A l rayar el alba del 30, encen
dimos calderas, y nos movimos en todas di
recciones ; pero después de una hora de inú
tiles tentativas, perdimos completamente el
rumbo. Entonces comencé a trepidar yo tam
bién. ¿ Qué sería de nosotros, si en dos horas
no estábamos en Carvoeiro f
Menos mal si tuviéramos alimentos y com
bustible; pero taltaban ambas cosas ¿ Qué ha
cíamos allí, en un vaporcito de 3 metros por
1,50, entre escollos y privados de todo? Mal
trecho como estaba por cinco días de canoa,
comiendo pésimamente, me puse a pensar en
los peligros que ya otras veces había corrido:
cuando estuve a punto de naufragar, cuando
a punto de ser carbonizado en una floresta
incendiada, cuando el tigre se preparaba a
asaltarme, cuando arrojado del caballo por un
barranco ab;ijo, quedé oprimido por una viga,
cuamlo los mismos salvajes atentaron a mi
vida... y se me antojaba que ninguno de esos
peligros ora tan grave como ese en que nos
hallábamos, de morir de hambre. ¿Q ué hacer?'
Alcé la mente a Dios, renovando el ofreci
miento de mí mismo declarándome dispuesto
al género de muerte que a El pluguiese en
viarme. Invoqué a María Auxiliadora, a S.
Alberto y al V. D. B osco; y precisamente en
ese instante, reanimándose el joven piloto, se
internó en un canal... y a poco nos vimos
frente a unas palmas y a dos casas pajizas.
Y advierta que cualquiera otra dirección que
hubiéramos tomado nos hubiera perdido. ¡Cómo
se nos ensanchó el corazón !
Bajamos entre el asombro de aquella buena
gente. Imagínese él fervor con que celebré la
Santa Misa. Y cuánto se alegraron de ver al
Misionero. Allí mismo empecé mi ministerio
confesando a los propietarios y bendiciendo
los dos matrimonio.
Nos ofrecieron un almuerzo, pitliéndonos
mil perdones si 110 era digno de la ocasión.
Nosotros hacía un mes que teníamos una tor
tuga; la matamos y acompañándola con man
dioca, nos restablecimos en fuerzas. .Por la
tarde uno de nuestros huéspedes se ofreció a
guiarnos, y así llegamos a Larvoeiro, que echó
a vuelo sus campanas, corrió la voz de *la
llegada del Misionero y el pueblo puso en
fiesta. D . Anastasio observó el depósito de
petróleo. Lo había para diez minutos. ¡Ben
dita sea la Divina Providencia! Semper D eo
gratias /
Prosigue la misión. — Caso extraño. — 20 días
en Barcellos. — Fructuoso catecismo a los niños
y primeras Comuniones. — Hermoso rasgo de
fe y amor fraterno. — Los frutos de la misión.
Dos semanas me detuve ahí por la novena
y fiesta de S. Alberto. Y el tiempo fué bien
empleado.
El 3 de agosto llegó vapor de Afanaos, que
en lugar del esperado petróleo, traía malas
noticias, que nos hicieron menos hermosas las
fiestas. En todo fíat voluntas D e if La pobla
ción escasea tle todo. Pero espera y resiste.
El 10 se dispersó la gente, volviendo cada
cual a sus quehaceres. Nosotros también de
bíamos movernos. Careciendo de petróleo,
montamos en canoa, y adelante a remo. A las
18 estábamos en Menena. El otro día, des
pués de celebrar y bautizar dos criaturas, pro
seguimos para Caborys, con un nauta practi
quísimo de todos los recodos. Viajando sin in
terrupción, por la noche desembarcamos en
Cabotys
El 12 después de Misa bendije dos matri
monios y administré bautismos y confirmacio
nes. Por cierto que me sucedió un caso, con
una de las novias: que se confesó e hizo re
gularmente lo que los demás; después de
casada y cuando casi iba yo a marcharme,
vengo a saber... que no estaba bautizada. La
catequicé, la bauticé y revalidé su matrimonio.
Por aquí sucede de todo.
D. Anastasio se supo apañar muy bien y
consiguió petróleo para llevarme hasta el Bon
Suceso, -en casa de D. Alfredo López Moraes,
quien al día siguiente me llevó a Barcellos,
después de complir mi ministerio.
Aquí D. Antonio Ramos Godella, secretario
del Ayuntamiento, me otreció su mesa por
todo el tiempo que quisiera estar. No.era poca
Uno de éstos, muchado de 13 años, llamadoLafaet, tenía varias heridas en una pierna,,
que le hacían sufrir no poco. En esos días,
se le enfermó con fiebre una hermanita y el
chico se puso a rezar por ella. Dos días des
pués dió una caída y se le dilató una herida,
■ sangrando de modo que a duras penas pudo
llegar a su casa, muy pálido. Mientras la
.madre lo curaba, la d ijo : ^ Me duele, mamá;
pero no me quejo. ¿ No lo sabes? Yo mismo
le he dicho a Nuestro Señor que me hiciera
sufrir más, pero que le quitara la fiebre a mi
In d io s « n m ssc a r& d o s va n al luiila.
generosidad por su parte y fortuna de la mía.
Para dormir, un turco me llevó a su casa,
tratándome con gran cortesía. Viendo que ha
bía bastante que hacer, me resolví a esperar
20 días hasta el otro vapor. Acomodé la ca
pilla y pasé ei tiempo catequizando y prepa
rando niños y niñas a la primera comunión.
Fueron hasta 18. Imagínese,. Padre, la admi
ración que despertó, aquí donde por milagro
se encuentra quien sepa santiguarse y rezar
el Padrenuestro, el ver a esos niños dar pú
blico examen de Catecismo y responder a las
preguntas con gran desparpajo. La función
resultó solemnísima y conmovedora. Una sola
familia tuvo cuatro primeras comuniones.
hermanita, para que también ella pueda reci
birlo ». Y en efecto, ese mismo día sanó la
niña. — Vea que almas bellas también las
hay por acá. Bendecía yo entonces todos los
cansancios del viaje y hasta el peligro de mo
rir de hambre.
Varios adultos recibieron también por vez
primera la S Comunión Creo que mi minis
terio fué realmente fecundo: bauticé bastante,
confirmé, confesé, distribuí Comuniones, ben
dije matrimonios, dejé establecido la construc
ción de una iglesita digna del lugar. Repito,
bendije mis padecimientos, pues creo hayan
sido aceptos al Rey de la gloria.
Con el corazón henchido de satisfacción, y
— -146 —
lleno de gratitud para con la familia Gadella,
me embarqué el 5 de septiembre, implorando
sobre ella y sobre el pueblo, las bendiciones
del cielo. En el viaje seguí siempre ejerciendo
el ministerio y pasando aventuras que omito'
para no hacerme demasiado cansado. E l 7
estaba en Sia. Isabel, el 8, embarqué en una
lancha de nuestro grande amigo el Sr. Fuentes,
con rumbo a su magnífica residencia de Untarilaba, adonde arribamos el 11.
También aquí tuve tiempo para administrar
los Sacramentos, y el 16, en compañía del
Alcalde de S. Gabeiel, nuestro'excelente amigo
D. Rodolfo López Gonzálvez, me marché y
en dos días llegamos felizmente a nuestra re
sidencia.
Debo de veras dar singulares gracias a Dios
por su protección y por el bien que me con
cedió hacer, que, dadas las circunstancias del
país no es despreciable. Bautismos 132, Con
firmaciones 70, Matrimonios 26, Confesiones
116 , Comuniones 60.
Sean dadas gracias a Dios, a María Sma.
Auxiliadora, Reina de los Misioneros, y al
Vble. Hosco.
V. R , amadísimo Padre, acepte nuestras
cordiales y respetuosas expresiones y dígnese
trasmitirlas a los demás Superiores, y reco
mendar a sus férvidas oraciones y a las de
los amadísimos Cooperadores esta inmensa di
ficilísima Misión, para que podamos extender
el reino de Dios.
Bendíganos, especialmente a su
Humildísimo y obmo. hijo in C. J.
J u a n B á l z o l a , Pbro.
Misionero Salesiano.
MAGALLANES
En la Misión de Puerto Natales.
{Correspondencia del P . A lib o ti).
34 m .iyo 1919.
Amadísimo P . Albera:
María Auxiliadora bendice a ojos vistas a
sus misioneros de Chile. Vaya una prueba.
Puerto Natales es un floreciente pueblo del
Territorio Magállico chileno, distante 300 kms.
de Pui\tarenas; recostado sobre la playa de la
ensenadla « Ultima esperanza », tiene un bellí
simo puerto donde recalan los vapores a to
mar lana, carne congelada, pieles, etc. Después
de Puntarenas es el puerto más importante
del Territorio.
Estado religioso. — Por desgracia las con
diciones morales y religiosas no corren parejas
con las comerciales. Una población que con
sus alrededores pasa de 5.000 habitantes, no
había recibido sino escasas y fugaces visitas
del Misionero; la iglesita, construida hace 7
años, fué abandonada y trocada en casa de
pensión. — La corrupción y la inmoralidad
no hallan freno. ¡Pobres almas!
Nuevo Párroco. — No es, pues, extraño que
el enemigo levantara dificultades y resisten
cias dolorosas. Algunos esparcieron siniestras
voces contra los sacerdotes y lograron albo
rotar el pueblo. Firmáronse peticiones al Go
bierno para que les prohibiera establecerse, y
poco faltó para que salieran con su intento.
El horizonte se cerraba; pero los Misioneros
contaban con la protección de María Auxilia
dora.
Trabajos y frutos. — Gracias a la actividad
de nuestro hermano el P. Federico Torre, se
pudo reconstruir la iglesita, empezóse a aten
der a las necesidades espirituales del pueblo
y, realzado el esplendor del culto, algunas per
sonas empezaron a frecuentar las funciones.
Intolerancia. — Pero esta actividad que ganó
el corazón de los buenos, irritó contra los Mi
sioneros a los enemigos del bien, quienes,
viendo que con sus manejos ganaban poco,
acudieron a las armas.
Revuelta viaximalista. — El 22 de enero
por la tarde, estalló en el puerto una revuelta
con carácter maximalista. Ciertos individuos
trashunantes, sin patria y sin te, solinviantaron
a los tranquilos obreros, y seguros de la in
ferioridad de los 12 guardias, empujaron 2000
obreros a la huelga y por desgracia hicieron
lo que quisieron y por tres días mantuvieron
la región bajo el terror. Hubo encuentros con
la fuerza pública, de que resultaron 6 muertos
y 25 heridos, también fué incendiada una gran
casa de comercio, cuyas pérdidas se 'calculan
en dos millones de pesos.
La protección de la Virgen. — Precisamente
el 22 de enero partieron de Puntarenas para
Natales nuestros dos padres D. Federico Torre
y D. Víctor Durando.
Después (le 12 largas horas de viaje, a tra
vés de la Pum[>a deseaban descanso Y no lo
hallaron. El automóvil del P. Torre llegó pri
mero, y pudo instalarse en la casita parroquial,
sin mayores inconvenientes. El P. Durando,
que -llegó después, se encuentra con una co
lumna de huelguistas, los cuales paran el au
tomóvil y al ver que iba allí un sacerdote, el
jefe de la partida se pone a gritar: / Un cura!
un cura!
hacemos con é lf — ¡Matémoslo!
respondieron en coro. Y mientras el Padre s«
—
147 —
encomendaba a Dios y a la Virgen, un desgra
ciado le descargó su revólver, sin que afortuna
damente hiciera blanco. Pero como poco faltó
para que matara a uno de los principales miem
bros de la Cruz Roja, no segundó. Resolvieron
matarlo a palos; y la emprendieron con é la
estacazos: y algunos le dieron en pleno, pero
la Virgen le libró, porque el chaufer, aprove
chando de un momento de confusión, dió a la
máquina y se refugió en un hotel.
La turba empezó a gritar: « ¡fuera el cura! »
y como no salía, querían quemar el hotel,
cuando de repente, cesa el tumulto y se enca
minan a la casa del Subdelegado del gobierno.
¿A qué? ¿por ([ué? No lo sabemos, Pero era
el auxilio de María.
Así se salvó el P. Durando por milagro.
Y se trasladó a la casa cural y permaneció
quince días sin qüe nadie le molestara. Volvió
a Puntarenas y todos los hermanos se unieron
a él para dar gracias a Dios y a nuestra buena
Madre María Auxiliadora. Inmediatamente em
pezó una gran procesión de amigos que venían
a felicitarle.
Justicia divina. — D igno de consideración
es el hecho que los dos mayores culpados fue
ron muy terriblemente castigados. El que dis
paró contra el Padre murió dos horas después
en una colisión, atacando el frigorífero Bories;
el que descargó el primer estacazo, recibió
tal herida en el brazo, que hizo necesaria la
amputación, muriendo poco después.
Después de la tempestad. — La cosas han
vuelto a su curso normal. El gobierno resta
bleció el orden y el hermoso pueblo jecobró su
gayo aspecto de laboriosidad y progreso. Nues
tro amadísimo Vicario Apostólico hizo su pri
mera visita, predicando una misión que dió con
soladores frutos.
Ahora me toca a mí, amado Padre, conti
nuar la obra de tantos sacrificios, y le diré
que siempre y en todo me será estímulo y
aliento el pensamiento de la Providencia di
vina y de la protección de María Auxiliadora,
tan claramente manifestadas. A Ella está dedi
cada la nueva Parroquia.
Bendígame, amado Padre, y créame
Su afmo. y devmo. hijo in C. TJ u a n M. A l i b e r t i , Pbro. Sal.
Párroco de Puerto Natales.
--
P E R IP E C IA S
los h^lorailoies ile D. Sosco eo la Argentina.
A nuestra mesa de redacción ha llegado un
lindo folleto de 120 págs., lujosa y artística
mente impreso en Buenos Aires, como recuerdo
del primer decenio de Exploradores y Gimnastas
de la Obra de D. Hosco en la República. Está
dedicado a las Autoridades y al Pueblo de la
República Argentina. Contiene la historia, o
mejor, « apuntes históricos del origen y actua
ción de sus batallones escolares, inconfundibles
con oirás instituciones ». 70 grabados y dos finí
simas cromolitografías acrecientan su valor.
El- folleto está muy bien escrito. Habla del
Oratorio Festivo de D. Bosco, célula madre
de todas o casi todas las modernas institucio
nes populares de la juventud. Su objeto prin
cipal fué la educación moral y religiosa; pero
a su sombra se fueron poco a poco desarro
llando, conivi frondoso ornamento, variados me
dios de atraer niños, de conservar y aumentar
la alegría y el entusiasmo, de conocer y apre
ciar mejor el progreso aportado al mundo por
la Iglesia, de ponerse en contacto con la Patria.
D. Bosco tuvo sus batallones infantiles, sus
escuadrones gimnásticos y sus exploradores.
Juan Bonelti, Juan B. Lemoyne y Juan B.
Francesia, al exponer sencillamente la historia
del Oratorio, cantan esas instituciones.
Al trasladarse a la joven América la Obra
Salesiana, se trasladó todo su espíritu, y en la
pujante juventud de ahí prendieron esas ins
tituciones y se arraigaron y se ensancharon, hermoséandose de vivaces retoños. Todas las auto
ridades de la República, Prelados, Presidentes,
Ministros, Gobernadores, Almirantes, Oficiales,
personalidades del Foro y de la Universidad,
las aplaudieron sin reserva, porque vieron
en ellas un gran recurso de educación. Los
últimos diez años han señalado un crescendo.
Entre todas estas fiorecencias del Oratorio
y las Escuelas Salesianas, bien pronto sobre
salen los Gimnastas y los Exploradores, que
en actos públicos han presentado hasta 4.000
Gimnastas y 1100 Exploradores, cosechando
admiración, aplausos, diplomas de i* clase,
medallas de oro, primeros premios. No hay
acto religioso, patriótico o social de impor
tancia, en que no tomen parte. Las excursiones
de carácter determinado, históricas, religiosas,
científicas, son numerosas. L a reseña de las
principales sería importante, siquiera en com
pendio, mas no nos lo consiente el espacio.
No les han faltado — ¿cómo iban a faltarles?
— sus peripecias. Ellos afirmaron a tiempo su
— 148 —
personalidad, se proveyeron de las autoriza
ciones necesarias para garantirla, afirmaron su
independencia y hasta su prioridad; llegada la
necesidad, demostraron que no pueden con
fundirse ni se relacionan con ninguna de las
Asociaciones de Boys Scouts y demás Explo
radores; que en sus excursiones — que suelen
ser de uno á otro colegio salesiano, prohiben los
acampamentos y patrullas propios del Scoutismo;
que nadie les podía negarles el derecho a vivir
como parte integrante de sus Oratorios Festi
vos, que Ministros del Gobierno y Presidentes
de la Federación les reconocieron .su carácter.
— Y sin embargo, no lo han podido conservar
sin lucha. El Estado declaró el Scoutismo ins
titución oficial — aunque el decreto dice « na
cional ». — Y se quiso incorjjorar a él los Gim
nastas y Exploradores de D. Hosco, y pro
hibirles su presentación en público y su vida
misma, si no se federaban, si no se ponían
incondicionalmenle a las órdenes del Scoutismo
oficial, venido mucho, muchísimo después. Esto
era desfigurarlos o matarlos. Ellos se han de
fendido, I.,a porfía ha sido larga. Y de los do
cumentos citados en el folleto se puede de
ducir que se les reconoce la razón y se les
garantizan sus derechos. El mismo Exmo. Sr.
Presidente de la República, examinado y pon
derado el caso, ha manifestado que « nada les
obliga a incorporarse y someterse, pues ni el
traje, ni las insignias y distintivos son los de
los Boys del ilustre general inglés BadenPowel ».
*
-t
El incidente debe ser una grande adverten
cia a todos los Oratorios festivos y a todas
las instituciones similares. Hay que tener la
vista aguzada y saber mirar lejos.
£1 folleto termina con una lista de eximios
Cooperadores, y unos proyectos que publica
remos más adelante.
El P. Vespignani, en su carta al ?r General
Ruíz, fecha 28 agosto 1918, último documento
que el folleto alega, dice que hace 40 años
que se fundó en la República la Obra de Don
Hosco, y muy pronto empezaron a formarse
batallones de gimnastas, que el.'-port falesiano
no ¡)uede confundirse con el ^coutismo de
Baden-Powel, quien sólo en i S q S íVííísu “ COuTipos Tucanos da Rio Negro.
ting for boys, y sólo en 1908 lo realizó; de
muestra que tanto el sacerdote de Turín comoB IB L IO G R a F ia .
el general de Londres, contemplando la deca
Fruticultura o Cultivo He Arboles Frutales dencia fisica y moral de la juventml abando primer volumen — por D. Miguel Sánchez. Com
nada, procuraron poner remedio, cada cual
prende el cultivo del peral, manzano, membrillo y
según su método y profesión: Baden-Powel se*-val, y forma los tomos C y C 1 de la Bibliofeat
como militar, D. Hosco como sacerdote, que Acraria Solariana. Sex'illa li'sc. Sales.
Estampas serie " Alfa ” La casa editorial de
Powel jamás habría querido quitarles a los
Luis Giii, He Barcelona, iio.s ha remitido una linda
Oratorios de Don Bosco su elemento, sobre colección de estampas de l.•^ serie ALFA con que
todo si luibiera presenciado la transformación inaugura las series que tiene en proyecto y en vías
moral de los barrios de Buenos Aires. El Padre de ejecución. La impresión que producen estas
estampas es muy agradable, por la novedad de.su pre
confía que el Sr. General « no lleve a mal el
sentación material y por su valor piadoso y artístico.
haberle expresado las razones en que fundamos
Están impresas en papel matizado de superior ca
el derecho de nuestra existencia hoy tan di lidad, con orla encarnada, y tienen un delicado
sentida y combatida ». — El folleto no dice adorno en rilieve que completa la artística presen
tación de las estampas que nos ocupan.
cómo contestó el Sr. General: pero es seguro
Consta actualmente la serie Alfa de 44 modelos y
que ha hallado razón en las del Padre.
su precio es de Has 3 el ciento y Hit 27 el millar.
Inaiissiañíiii de on Saotsaiio ei el Biesil.
El 24 de diciembre p. p. se bendecía so
lemnemente un gran Santuario erig-ido en Nichteroy, cerca de R ío Janeiro, en honor de María
Auxiliadora, cuya primera piedra se había co
locado el 15-X1I-1901.
Por la mañana celebró la última misa en la
capilla vieja el R. P. Miguel Borguino, que
fué e! primer Director del instituto, a cuyo
lado se levanta el nuevo Santuario; y por la
tarde dió la bendición ritual al templo S. E.
el Sr. Benassi, Obispo de esa diócesis, estando
presentes todas las autoridades civiles, milita
res, judiciales, escolares.
No se consagró porque aún no está ulti
mado; falta parte de la cúpula, de los altares
y del decorado. La imponentísima mole llama
la atención por su grandiosa esbeltez; los
planos son del Hermano Delpiano, arquitecto
salesiano, quien dirige personalmente las obras.
Se abrió al culto, porque los cooperadores
querían quedara como recuerdo del Ano 50®
del Santuario de Turín y de la Misa del Rector
Mayor,
Y el 25, el día solemne de la Navidad del
Señor, celebró la primera Misa el Exmo. Sr.
Nuncio Apostólico, D. Angel Scapardini O. P.
Arzobispo de D am asco;,a las i i cantó Misa
solemne el Inspector Salesiano P. Rota y el
M. I. D . Juan Gualberto Do Ameral pronun
ció el sermón. Durante el Octavario se suce
dieron en el púlpito elocuentes oradores.
El
de enero pontificó el Sr. Obispo de
la diócesis v asistió oficialmente, en grande
uniforme y con edificación de todos, el Exmo.
Sr. Presidente del Estado, Sr. D. Raúl Veiga,
y el expresidente Dr. Collet.
E l Episcopado brasiliano, comenzando por
su Primado, el. Emilio. Card. Arcoverde. tomó
parte al acontecimiento salesiano, con calorosas
adhesiones.
El Nuncio, de vuelta a su palacio, mandó
al Director del Colegio, P. De La Via, esta
carta: « ...Permítame, amado Padre, darle una
vez mis más expresivas gradas por la satis
facción y el honor que me dispensó haciéndome
celebrar la primera Misa en el nuevo Santuario
Salesiano.
No podía V. R. conmemorar mejor el Cin
cuentenario del Santuario de María Auxiliadora,
que dándole aquí un digno compañero. Levan
tado como por encanto ahí, frente a la capital
federal, parécenos coronar hermosamente las
muchas e importantes obras que la admirable
actividad de los Salesianos ha sabido crear en
el Brasil.
Ellos, que para venir a esta nobilísima e
inmensa República, salieron, 35 años liace, del
Santuario turinés, se sentirán satisfechos al
hallarse, tras el largo camino recorrido, dando
gracias a la celeste Madre, bajo estas bóvedas,
por la asistencia maravillosa qne les ha otor
gado siempre y en donde quiera.
Pero, por más grandioso que sea, falta to
davía mucho para que el templo se presente
en la grandiosidad artística deseada por, su
ilustre arquitecto el Hermano Delpiano. ¡Animo,
pues, Padre qnerido, y cumpla la empresa em
pezada, para que el templo bendecido en oca
sión del fausto Jubileo, pueda consagrarse
cuando por primera vez se deba solemnizar
en él, el mayor y más anhelado acontecimiento
para la familia Salesiana. Y no dudo que cuan
tos simpatizan con los Salesianos y aprecian
a su Venerable Fundador D. Bosco, acelerarán
con sus oraciones aquel día feliz y con su ge
nerosidad la terminación del templo para la
ocasión.
— 150 —
Todo esto pensaba yo eu el altar de María
Auxiliadora cuando celebraba la Misa por la
Familia Salesiana en el Brasil, y me parecía
que la Virgen, sonriendo, desde su trono apro
baba y bendecía... ».
Paia el taberaíiDlo ile la Basílica tutiaesa.
Como nuestros lectores saben, un corazón
delicado tuvo la hermosa idea de revestir in
ternamente de oro el tabérnaculo del altar
mayor de la Basílica. Almas igualmente nobles
correspondieron pronto. Ahora la iniciadora
nos dirige la siguiente comunicación:
« La infrascrita siente el deber de mánifestar
la más viva gratitud a las personas que han
correspondido a su llamamiento para la decora
ción interna del tabernáculo de la Basílica de
María Auxiliadora; — cumple el gratísimo deber
de anunciarles que la obra prosigue con toda
regularidad;— manifiesta que, faltando todavía
algún material para terminar la obra, confía en
la generosidad de las almas amantes de la
Eucaristía y el decoro de su habitación.
Los nombres de los donantes, vivos y di
funtos, escritos en un pergamino, se encerrarán
junto al tabernáculo para perpetuo recuerdo y
testimonio de su devoción.
Se permite recordar que tanto los objetos
de valor como el dinero para el tabernáculo
deben enviarse al Rvmo. Sr. D. Pablo Albera,
Via Cottolengo, 32, Turín, Italia.
La Virgen Sma. nos cobije a todos con su
manto y Jesús nos conceda la gracia de amarlo
siempre.
T u rin , 34 m ayo 1919.
L o r e n zin a M a z é d e L a R o ch e ».
Una iglesia. — El entusiasta vecindario de
Pueblo Nuevo (Panamá), ha levantado una
iglesia, pequeña pero devota y artística, que
es muy concurrida.
Cetro de oro. — El 29 de mayo próximo
pasado, S. E. el Sr. D. Víctor Arrien, Arzo
bispo de Sucre (Bolivia) puso en la diestra de
María Auxiliadora un hermoso cetro de oro,
obsequio de insignes devotos, y pronunció un
elocuente discurso. La concurrencia fué nume
rosísima y selecta.
La fiesta. — E n la imposibilidad de publicar
por culero las relaciones que de la fiesta nos
ilejyivi. hemos de contentarnos con ligeros ex
tractos - r no de todas — suPlicatido a los
bondadosos cronistas tengan a bien dispensarnos,
tanto mds que muchas de ellas han sido ya
publicadas por la prensa local. Naturalmente
damos la preferencia a las relaciones inéditas.
Con el nuevo año el Boletín decididamente vol
verá a ser mensual, y entonces podremos dispo7ier de más espacio.
BARCELONA. — La fiesta, como siempre so
lemnísima, con gran participación del pueblo
y especialmente de los Cooperadores Salesianos. — Se bendijo solemnemente el nuevo y
artístico estandarte de la Arekieofradía, siendo
padrinos los Exmos. Sres. Condes de Godó.
— El orador fué el M. I. Sr. Dr. D. Juan Tudurí, quien vino expresamente de Menorca.
Celebró la Misa solemne el M. I. Dr. D. Mi
guel Hospital, Canónigo Doctoral de Barcelona.
CIUDADELA. — Bautizada como ha sido la
Isla de Menorca con el nombre de Isla de
María Auxiliadora, y siendo su capital ecle
siástica verdadera cindadela de María Auxilia
dora, totlos los años las fiestas en honor de
la Reina .Soberana revisten tal grandiosidad,
que, guardadas las proporciones, compiten con
las de Turín. Descrita como han sido tantas
veces por nosotros, algunas como testigos pre
senciales, dejamos a nuestros lectores el cui
dado de imaginárselas. Mucho sentimos no
trasladar a nuestras páginas las de E l Iris y
Muestro A uxilio, tan elocuentes y hermosas.
— La Novena celebróse en la vasta iglesia de
S. Agustín, siendo predicador el conocido
orador sagrado P. Santandrén, Misionero del
Inmaculado Corazón de María. — L a fiesta,
una gloria. La procesión un triunfo.
MONTEVIDEO. — La Juventud Católica fede
rada del Uruguay habíase propuesto « realizar
un gran acto de piedad que demostrara am
pliamente le fe ardiente en nuestras agrupa
ciones juveniles ». Y querían « reunir el her
moso número de mil jóvenes dispuestos para
recibir la Sagrada Comunión en honor de Ma
ría Auxiliadora, Celestial Patrona de la Federaciúu » Destinóse a ello el domingo 25 de
mayo, a las 8,30, y la Cripta de María Auxi
liadora. - La circular enviada por la Junta
era muy sobria; invitaba al socio a « responder
como buen soldado de Cristo, con stt presencia
en la falange de los mil. Y añadía; « Con el fin
de facilitarle la tarea del domingo, le exhor
tamos a que trate de confesarse el sábado por
la noche, a cuyo efecto habrá confesores a su
disposición en las Escuelas D. Bosco, Semi
nario y Capuchinos ».
¿ Respondieron los « soldados ? » ¡ Se reu
nieron los m ilf Como los Treinta y tres, el
arranque de la Junta de esa Federación mo
delo, vió multiplicarse el el número. ¡Tan
— I5I —
cierto es que la Juventud es generosa y que
para lanzarse al bien, al verdadero bien, sólo
le falta a veces quien la llame. Los comul
gantes fueron dos mil.
Oigamos a un repórter de la ciudad:
« 2.000 jóvenes, movidos por un ideal su
perior y sagrado, unidos por un fuerte e irrenunciable optimismo: he ahí una fuerza que
consolida su organización, y que crece para
defensa del orden en la sociedad.
El progreso religioso es un hecho. Y frente
a toda duda están actos como el del domingo,
público y contundente, como fuerza y como
energía.
El éxito extraordinario de los actos cele
brados el domingo pasado en la Cripta de
María Auxiliadora, viene a confirmar lo que
en distintas ocasiones hemos manifestado ya
tn nuestras columnas. El aumento sorpren
dente de la fe en nuestro pueblo. La concu
rrencia que asiste a los templos ha aumentado
indudablemente en estos últimos tiempos. Una
prueba de ello la tenemos en las grandes so
lemnidades religiosas celebradas en el presente
ano.
La juventud católica acaba de testimoniar
elocuentemente, como hasta ahora no habíamos
tenido ocasión de presenciarlo, el número
enorme de sus afiliados y los arraigados sen
timientos cristianos de éstos.
La Comunión general efectuada el pasado
domingo en la Cripta de María Auxiliadora,
ha sido uno de esos actos que permanecerán
grabados con caracteres imborrables en los
anales de la causa católica de nuestros país.
2.000 jóvenes, representantes de todos los
Centros de Juventud acudieron’ a la cita de
honor, para participar del más grandioso de
los actos religiosos.
El Pbro. Tomás G. Camacho, director es
piritual del Consejo Superior d é la Federación,
pronunció dos magníficas alocuciones, antes y
después de ser administrada la Comunión El
ilustrado orador, impresionado por el emocio
nante espectáculo que presenciaba, pronunció
conmovedoras frases alusivas al acto.
La Misa de Comunión fué celebrada por el
Rvmo. Administrador Apostólico, Mons. José
Joahmann. Debido al número de comulgantes,
administraron la comunión, además del sacer
dote celebrante, el Sr. Pbro. Gerónimo Silva,
R. P. Ricardo Pittini, R . P. Peruzzo y Pbro.
Tomás G. Camacho ».
Y tengan en cuenta nuestros lectores la si
tuación legal creada a los Católicos en la Re
pública. Pero, hijo de España, el Uruguay, como
nación, lleva el Catolicismo en las venas. Ulti
mamente, habiéndose suprimido el presupuesto
del Clero, los católicos han dado pruebas de
una generosidad conmovedora y entusiasmadora. — Esa juventud verá mejores días para
la Patria; días de libertad y fraternidad ver
daderas.
Gracias de María /Auxiliadora.
« G ratitu d a M aria A u x ilia d o ra . »
Damos infinitas gracias a nuestra tierna
Madre María Au.xiliadora, por haber hecho un
verdadero milagro con nuestra mamá, pues
habiéndole dado un derrame interior, cayó en
tierra como muerta sin sentido, estando des
pués gravísima ccn vómitos de sangre sin
parar por espacio de tres días. En tal apuro
y ,p o r ser la madrugala del día 24, acudimos
con toda nuestra fe, a la que es Auxilio de
Xilristianos, haciéndole una novena y pidiéndole
que siquiera en el último día la sacara de pe
ligro. Y así sucedió. Pusimos por intercesores
al Vble. D. Bosco y al angelical Domingo
Savio.
Ahora reconocidísimos a esta Virgen del
alma, lo publicamos, conforme lo prometimos,
en testimonio de eterna gratitud a María Au
xiliadora.
Alicante (Esp.iña), 24-V-1919.
J eró n im a y M a r ía B e l l id o A n d r é u .
P r o d ig io s a co n v ersió n .
Era el mes de agosto. La ciudad rebosaba
de veraneantes, que vienen a gozar las suaves
brisas del océano. Entre ellos había una señora
renombradísima por sus cualidades exteriores
y más aún por lo disoluto de sus costumbres.
Había sufrido una-penosísima operación; espe
raba reponerse; pero sus días estaban conta
dos. Una cooperadora salesiana, grande amiga
de la enferma, nos rogó ir a visitarla. Antes
de contentarla, empezamos la Novena acon.sejada por Nuestro Vble. Padre. La enferma no
quiso recibirnos Este desaire aumentó nuestro
fervor hacia María Auxiliadora, única que podía
tocar aquel corazón no acostumbrado a las
delicias de la piedad.
Animadas de viva fe, volvimos. Fuimos re
chazadas por segunda vez. Volvimos la ter
cera, llevando para la enferma una medalla.
Movida como de una fuerza sobrehumana, nos
admitió « por cinco minutos ». La ocasión-no
era para desperdiciada. La exhortamos a re
cibir la bendición de un Sacerdote. A l oír esto»
-
152 —
se alteró terriblemente y llamó a la enfermera
■ con gran agitación.
No nos desalentamos. A l fin consintió en
recibir una visita del Párroco. Este fué el sá
bado inmediato. Mientras tanto proseguía la
Novena, y la Virgen preparaba la gracia.. El
sacerdote llevó consigo el Viático, lleno de
confianza. Pero la enferma lo acogió fríamente
y empezó a protestar que no necesitaba de
curas, y acalorándose le dijo que jamás en su
vida se había confesado. Tras una espera y
una fervorosa oración, el párroco reanudó la
prueba, y logró hacerse escuchar El coloquio
duró tres horas, durante las cuales se confesó
la enferma y recibió al Señor. I^o que pasó
entre esa alma y Dios no lo sé ni lo podría
explicar. Sólo diré que nos hizo llamar. Estaba
trasformada. Repetía: Me parece que 7ne ha7i
quitado de encima 7in grayi peso que me opri
mía, como nna tonelada de carbón. Su mirada,
descompuesta antes, se había vuelto apacible y
buena. La Virgen Auxiliadora había otorgado
la giacia, estrepitosa en verdad, antes de ter
minarse la novena. La enferma expiró en el
ósculo de su Dios, a quien había recibido por
primera vez a los 56 años.
iGloria a María, refugio de pecadores, salud
de los enfermos. Auxilio de los cristianosl Acu
dan a Ella cuantos gimen bajo el peso del
dolor, y hallarán alivio y p a z !
Debemos ailemás darle gracias por la sin
gular protección que nos dispensó durante la
epidemia gripal. Dos Hermanas fueron ataca
das del grave mal. Sin esperanza de poder
suplirlas, sus numerosas alumnas hubieran te
nido que abandonar las clases; pero María
Auxiliadora bendijo el espíritu de sacrificio de
las dos religiosas y las oraciones de la comuni
dad, concediéndoles inmediato restablecimiento.
¡Gracias por todo a nuestra Madre Celestial!
Atlantic C ity. E . E . U. U ., 23 m arro 1919.
La Directora de las H ijas de bf. A .
V ico (Pontevedra).
C. P. da las más ren
didas gracias a María Auxiliadora por haber sa
cado con bien a su hermana de , dos operacio
nes y a ella haberle devuelto la tranquilidad, y
remite 100 pesetas para las Escuelas de San
Matías.
— Una devota da gracias a María Auxilia
dora y remite 2 pesetas de limosna, por haber
concedido la salud a un hermano suyo que se
hallaba en gravísimo estado; y desea que se
publique la gracia en el Boletín Salesiano.
Vit.t.ANUKVA DK .-\rosa (Pontevedra). — Una
devota que oculta su nombre, da gracias a
Mafia .Auxiliadora por haber conseguido la vista,
merced a su intercesión; y envía 5 pesetas de
limosna.
E scu d o y defensa.
Era el 5 de octobre, segundo día de nuestra
grande y última ofensiva. Aunque los caminos
eran impracticables por las extraordinarias llu
vias y por estar continuamente batidos por la
artillería enemiga, había yo resuelto ir a visitar
los acantonamientos y baterías del Montello.
Pero antes quise bajar a la plazuela para saludar
a los abnegados artilleros de la 215® batería
que sostenían un fuego espantoso. Asisto a la
carga del cañón, y a la orden de ¡ fuego! alejéme algunos pasos. No se sabe por qué la gra
nada estalla prematuramente, el cañón se des
pedaza y la culata — trozo de acero de algu
nos quintales de peso — cae a pocos centímemetros de mi, que violentamente sacudido por
el grandísimo desplazamiento de aire, caí a tierra
sin sentido y sin respiro. Trozos de acero vue
lan por todas partes alrededor de mí; pero
quedo incólume. Al volver en mí, me encuentro
rodeado por el comandante y los artilleros, que
asombrados como yo mismo, no sabían expli
carse cómo podía vivir. Mi pensamiento corrió
inmediatamente a María Auxiliadora; recordé
que había besado su imagen pocos minutos an
tes, rogándola fuese mi escudo y defensa en los
peligros. ¡ Gracias, oh Virgen bendita ! Agrade
cido, a ti te ofrezco el resto de esta vida que
de tantos peligros has salvado. Procuraré amarte
siempre y hacerte amar.
Zona
de
ocupación italiana,
3-XU-1918.
José R oggero , Capellán castrense.
G e r o n a . — Estando mi sobrinita enferma de
gravedad a consecuencia de una bronconeumonía, acudí con fé a María Auxiliadora ponién
dole su medalla y mandando hacer una novena
por los niños Salesianos. La gracia lia sido pa
tente. El segundo día de la novena desapareció
la gravedad estando ya casi restablecida. Cum
plo la novena que prometí y el publicarla en
la revista.
19 - 5 . 1919.
D olores A droher .
Cuenca (Elspaña). — Jesusa Escamilla da 4
ptas. por haber sido preservada de la gripe. —
Adolfo Angulo. 2 ptas. por gracias recibidas.
Jahalera (Cuenca, Esp.). — Rdo. Párroco D.
Leonardo Sólera por haber sanado de grave en
fermedad, 27 ptas.
Morales (Colombia). — Da. Dolores Silva
Negret, por haber sido librada de grave do
lencia, envía su ofrenda por los huerfanitos del
Vble. D. Bosco. — Ana María Avila y Casi
mira Velasco vda. de V. manifestan vivamente
su gratitud a la Virgen de D. Bosco por iiabelas protegidas en circunstancias graves. — Her
minia Clavijo de G., Manuel Antonio Mera M.
y como los anteriores beneficados, mandan una
limosna en oro de la Obra Salesiana.
POR EL MUNDO SílLESlílINO
LA OBRA PROVIDENCIAL
Oratorio Festivo de Mooterosa — Turín.
CÓMO NACIÓ. — El Comendador D. Luis Grassi,
Concejal del Ayuntamiento de Turln, ciudadano
laborioso que con su trabajo se ha labrado una for
tuna más qüe regular, -en lugar de hacer como
muchos capitalistas que se aíslan en un « es
pléndido egoísmo », tuvo la buena idea de hacer
partícipes a los hijos del pueblo, de los bienes
con que la Providencia ha recompensado su
trabajo asiduo y su espíritu de ahorro y previ
sión ; y levantó un asilo infantil o jardín de in
fancia para los hijos de sus obreros, que confió
a la hábil dirección de las Hijas de María Au
xiliadora. El asilo creció y sirvió para todo el
populoso barrio.
Asegurados así los pequeñitos, el inteligente
comendador abrió un recreatorio para solaz e
instrucción de los mayorcetes. El mismo les
daba conferencias de historia o geografía, y
poco a poco fabricó un buen salón-teatro para
proyecciones y un jardín, y montó una charanga
y una escuela de avicultura y otra de conejicultura y tras esto debía venir naturalmente una
capilla, porque al fin y al cabo se trata de
cristianos, y los domingos debía oirse la Misa,
y... si las obras han de prosperar debe bende
cirlas Dios. El buen Comendador llamó su Re
creatorio Margarita de Bosco, nombre que es
todo un programa. Digo que debía venir la ca
pilla. En efecto, el primer pensamiento de Grassi
fué simplemente una obra educativa, su poquito
neutra. Monterosa era un barrio eminentemente
socialista y parecía que la prudencia aconsejaba
una obra filantrópica, pero no «confesional».
Sólo que el generoso caballero gastaba dinero
y más dinero, y los frutos no correspondían ai
a su trabajo ni a sus erogaciones, y ni el nú
mero de jóvenes aumentaba. Y como es hombre
de talento y buscaba efectivamente el bien del
pueblo, tuvo la corazonada de llamar a los Salesianos y convertir su Recreatorio en franco
Oratorio Festivo, o « Patronato sistema D . Bosco >.
Los Salesianos ni se mezclan ni se meten en
política, aman al pueblo, tienen predilección por
los obreros y los niños pobres, y unidos con
él y coadyuvados eficazmente por él, podían rea
lizar y aun rebasar sus ideales. El 8 de Di
ciembre 1918 entraron «solemnemente» los
Hijos de D. Bosco en el democrático barrio.
Inauguró el Oratorio el P. Rinaldi, al mismo
tiempo que el P. Aibera inauguraba otro en el
no menos democrático y « movido » barrio de
S. Pablo. El Comendador pronunció entonces
un gran discurso.
Había 80 niños, la mayor parte alumnos del
ya citado jardín de infancia. La animación lle
vada por los directores, el método salesiano,
ese quid especial indefinible, pero que es la
gracia del estado, el sello que Dios imprime al
que llama a una obra, produjeron pronto sus
resultados. El 1° de enero el Bienhechor y los
beneficados se dieron mutuas agradables sor
presas. El sorprendió a sus angelitos (así lla
maba a los chicos del Recreatorio) con una rifa,,
en la cual entraban 20 hermosos conejos de
fina raza, y ellos le sorprendierona él con una
velada en que hubo « elocuentes » discursitos,
poesías, un canto coral a dos voces... y otras
cositas, « que yo no podía ni soñar », como dijoel Comendador.
D if ic u l t a d e s . — A l Comendador le ha su
cedido lo que al agricultor que tiene una co
secha muy superior a sus esperanzas y se en
cuentra sin medios suficientes de acarreo. Los
muchachos aumentaban de domingo en domingo,
de modo * alarmante ». A fines de enero pasa
ban ya de 300. y la capilla era insuficiente, e in
suficiente el salón, e insuficienlisiino el patio,
y no había dónde jioner las clases de Cate
cismo... y faltaban Catequistas.
Poco a poco se van remediando estas difi
cultades, y quizá el definitivo .será... fabricar
uno nuevo, de planta, con el criterio que Iiace
años, y en circunstancias parecidas, expresó el
P. Rinaldi: « tratándose de Oratorios Festivos,
pensar las cosas en grande, e irlas realizando
metódicamente con arreglo a un plan y a me
dida de las posibilidades ». — Tan bella es la
obra, tan prometedora, tan llena de nobles sa
tisfacciones, que el Comendador no dudará em
prenderla.
L a < JORNADA > EN EL R e c r e a t o r io . — Para
los poquísimos Salesianos que lo dirigen, es
verdaderamente campal. El Oratorio está, en
uno de los lejanos barrios de la periferia de la
ciudad. A las 9 en punto se celebra la Santa
Misa — y la capilla está llena de chicuelos, —
dándose antes comodidad de confesarse a cuan
tos lo desean, que no son pocos : afortunada
mente la mayor parte lo hacen el día anterior
por la tarde, que va un sacerdote con ese fin.
Después de la misa, exposición y explicación det
Evangelio, acomodada a la inteligencia de los
niños. Y este es uno de los atractivos del Ora^
torio. í Oh la palabra de Dios I
— 154 —
A las 10 i bastantes muchachos van a sus
casas, y de los restantes, unos quedan en recreo
y otros van a aprender solfeo y canto, en dos
tandas. Asi han aprendido una misa, las Le
tanías, el 'fantum ergo, algunas alabanzas y
uno que otro canto popular. Otras clases de
canto hay a las 2.30 y a las 3.30 de la tarde
en punto, liste «en punto » y por añadidura su
brayado, es del Director, que dice que la pünUialidad matemática es asunto vital del Oratorio.
El canto y la música son un medio poderoso
de atración y perseverancia.
Por el motivo antedicho, de falta de espacio,
no se ha podido todavía hacer el Catecismo
por clases. Se suple como se puede.
A las 4, van a la capilla, donde se les da una
instrucción moral, luego las Letanías cantadas,
el Tantum ergo y la Bendición del Santísimo
Sacramento. Al salir de la capilla, el ingenioso
y benemérito Fundador lo.s instruye con una
conferencia de circunstancia, o bien hace fun
cionar una comedia o drama de títeres, marionetiCt de que goza especialidad Turín, y en la
cual el legendario personaje Gianduia, a través
de lances variadísimos y amenos, da soberanas
lecciones tle honradez y buen vivir.
En esto últimos tiempos, y precisamente el 25
de julio, ya dieron un « gran » drama educa
tivo con elementos del Oratorio, y cantaron
« La Marineritos» y otros piececitas por el
estilo, para obsequiar a los primeros Congregrantes de S. Luis y S. José.
— Se hará también un Círculo.
— Pero ¿tendremos un salón para nosotros?
— El Sr. Grassi piensa ampliar todo esto.
Formad una comisión y manifestadle vuestro
deseo y veréis que lo tendrá en cuenta.
— Bueno; pero...
— ¿Pero qué?
— Que al Sr. Comendador es bueno presen
tarle ya la cosa empezada. Nos empezaremos a
reunir, esbozaremos un reglamento, pondremos
un articulo de cultura y esto requiere una bibliofeequita y algunas revistas — y cuando el
Círculo tenga unos 10 socios, nos le presenta
remos.
Y así lo hicieron. Con la prontitud de la
edad, se reunieron los diez, esbozaron un re
glamento, se lo presentaron al Comenaador y...
lo que se sigue. El buen caballero se vió negro
para persuadirles de que todo se andarla, pero no
con la precipitación que ellos querían, y de que
por ahora pensaran en hacerse muy buenos y
ser apóstoles de los compañeros con el buen
ejemplo y enseñando el Catecismo.
Pero la semilla estaba arrojada en el surco.
Y el Presidente ya empezó los trabajos del Cír
culo.
C am po v ir g e n . — Lo es este Oratorio... como
poco más o menos lo son todos los barrios po
pulares de todas las ciudades. Los pequeños
piden el pan de la doctrina divina; pero lo que
falta es quien se lo dé. Y para dárselo, hoy hay
que estar organizados y tener método.
Los 320 oratorianos aman mucho a su Ora
Los C atequist.\s . — Nada tan ventajoso
como la enseñanza del niño por el niño, cuando torio y lo frecuentan, y cuando no pueden ir,
éste sabe los que hace y está bien preparado.
mandan recado.
Por desgracia no pocos tienen que faltar por
Por aquí ha de comenzar el apostolado social
y la formación de los apóstoles sociales.. Lo
la mañana, ])orque son obreritos, y entre las
demás es... música cele,stial. Entre las grandes
delicias » del industrialismo moderno, una es
iniciativas del P. Rinaldi y los cuidados del ce esa costubre que parece aposta inventada por
loso Director del nuevo Oratorio, quizá la prin el demonio para impedir cumplir el primer
cipal es la formación de unos cuantos Catequis mandamiento de la Iglesia, y hacer de trabajar
tas, escogidos entre los jóvenes de aliento y
el domingo hasta medio día.
Se calcula que si hubiera locales suficientes,
buena voluntad que frecuentan el Oratorio. Es
tán entre los 15 y 20 años. Tienen clases y no bajarían de mil los domingueros.
conferencias especiales con el obicto-de apren
Y era necesario el oratorio. Y produce sus bene
der bien el Catecismo y qusfario y vivirlo y ficios, beneficios sociales. Contando ingenuamente
enseñarlo con amor v entusiasmo. Y hay que en sus casas lo que ven y oyen y sienten en el
ver cómo se lo tomait a pechos. Sí, que la ju Oratorio y sus impresiones sobre los Sacerdotes
ventud necesita actividad, y comunicar siís ideas — que no son esos monstruos que a veces les
y ¡modigarse y hacer el bien. l)v seguro que pintaran — narrando episodios que oyen de la
halla mayor satisfacción en estas clases y en Vida del V. D. Hosco y de los Santos, han
mejorado mucho la sociabilidad del barrio. Y los
estos sacrificios por el prójimo, que en el egoísta
sacerdotes y las religiosas ya pueden transitar
tlivortirse, no siempre inocentemente.
U n .\ ocurrencia . — LosOratorianosson muy por allí sin ser insultados.
¡ Y lo agradecidos que son esos niños ! Cuando
dóciles y muy aficionados. Entran niños de 7 a
18 años. Hay 320. Para mayor orden están di los Salesianos vuelven a su casa, siempre un
vididos en 5 columnas, según la edad. Para buen número de ellos lo acampañan hasta el
tranvía. Y cuando van, salen a recibirle. — Me
tanta gente bulliciosa es muy p^ ueño el local.
diten esto los que desean salvar la sociedad
Un día uno de los mayores, chico de 16 años,
se presenta al Director y le d ice: « Padre, nos amenazada.
otros « los grandes '»■ no podemos divertirnos
En EIs t p x l a (Navarra), el Oratorio ha tomado
en el patio por miedo de aplastar alguno de
« los p e q u e ñ o s y hemos pensado en formar tal desarrollo, que ha fundado un simpático periodiquin. Le deseamos larga, e inacabable vida.
« un Circulo >.
TuRÍN. — Ninguna escuela educa para la es
cuela: todas se proponen educar para la vida.
Pero es un hecho que una vez en la vida, el
remolino del mundo suele envolver a los un
tiempo fervorosos alumnos y contaminarlos o
por lo menos distraerlos de los ideales en ese
período cultivados y acariciados, sofocando en
flor sus buenos propósitos. De donde resulta que
la vida que debía desenvolverse en un ambiente
cristiano, rueda envuelta en las máximas del
mundo, contrarias a las del Evangelio, que fue
ron el ideal de educadores y educandos.
Para contrarrestar en lo posible esa corriente
surgieron las Asociaciones de Antiguos Alumnos.
La primera Asociación Salesiana principió cin
cuenta años hace, aquí en Turin, promovida
por unos cuantos discípulos agradecidos que
quisieron testificar a D. Bosco su gratitud y
darle el consuelo asegurarle que permanecerían
fieles a las enseñanzas recibidas. Desde en
tonces, cada año las demostraciones se repiten,
y aquí y allí se han levantado agrupaciones po
tentes, con programas hermosos de actividad
social cristiana.
Con ocasión del onomástico del Rvmo. Don
Pablo Albera, los Ex-alumnos que se hallaban
en Turin tuvieron a bien reunirse por unas horas
formándole corona. Eran más numerosos que
años pasados, debido a que muchos que se
hallaban sobre las armas han vuelto a sus ho
gares. El pensamiento que los animaba era el
de siempre: mostrar su gratitud a sus educa
dores y retemplar su espíritu para mantener los
principios religiosos de que fué penetrada su
educación. Naturalmente el contacto con anti
guos educadores y compañeros, la vista de la
iglesia y de los sitios donde un tiempo oraron
juntos y formularon propósitos, reencendió en
«Uos el deseo del apostolado fecundo.
La Dirección había cursado una Circular a
todos los Ex-alumnos, invitándolos para el 29
de junto, a presentar un < homenaje a D. Bosco
y a su sistema educativo ». La reunión fué im
ponente por el número, y práctica por los temas
que se desarrollaron en la velada no menos que
«n el ágape fraterno. Todo tiende a descender
terreno de lo práctico.
< Nuestra gratitud, exclamaba uno de los más
íncUto.s exalumnos, Poesio, entre las aclamacio
nes de los comensales, nueí^tra gratitud no ha
de consistir sólo en palabras, sino que debe
mos y queremos demostrarla con hechos: con
mcs'r.i vida crisiiana. con el apostolado cristiano,
C9K el auxilio reciproco, con instaurar en la f a
l l í a el espiriin cristiano, derramando sobre la
juventud el bien que recibimos nosotros en los
afonimados años de nuestra niñéz ; y sobre todo
— ya que nosotros podemos mejor que nadie
comprender el espíritu Salesiano y realizar sus
anhelos de cristianización — encarnando el J>ro‘
grama de los Cooperadores Salesianos; nosotros,
nosotros somos los Coop>eradores natos, el nervio
de la Cooperación Salesiana ».
En la velada pronunciaron magistrales dis
cursos los 'Sres. Dr. D. Antonio Berrón, canó
nigo de la Metropolitana de Turin, el Profesor
Gribaudi, Consejal del Aj'uniamiento de la misma
ciudád y Presidente de la Federación Interna
cional ; el Prof. Rinaudo, veterano compañero
del P. Albera, insigne concejal e historiador re
putado, quien desarrollé con la autoridad de
sus canas venerandas el tem a: el alma de la
Asociación: la gratitud; el R. D. S. Corvino,
de Sorrento, disertando sobre los Oratorios fes
tivos; el Prof. Avaianeo, sobre la vida social
de los Exalumnos; D. Luis Chiesa, propagan
dista, sobre los Antiguos Alumnos y el Mutuo
Socorro, y finalmente- el benemérito caballero
D. Arturo Poesio, Presidente de la Sección de
Antiguos Alumnos y de la Junta Diocesana de
Roma, quien trató admirablemente de los A n
tiguos Alumnos y la Cooperación Salesiana.
Con razón decía el P. Albera al resumir, que
la velada no la presidía él sino D. Bosco y la
Gratitud.
Siendo tan grande el número de exalumnos
de la CasA Madre, ha nacido la idea de agru
parlos en uñ haz más estrecho, bajo la alta
dirección, por supuesto, de la Asociación Ge
neral y del Círculo Juan Bosco.
Para esto se reunieron en número de 300, el
domingo 6 de julio, y aprobaron provisoria
mente un reglamento í^undamental, nombrando
luego una Subcomisión, encargada de e.studiar
los problemas urgentes, recibir y examinar las
propuestas de los socios.
El Sr. Director de la Casa puso a disposición
de la Sección ex-oratoriana un buen local y
prometió dedicarle uno o dos .Salesiano.s, exclu
sivamente consagrados a ella. Propónesc inten
sificar la asistencia personal religiosa, moral y
hasta económica.
Visita del P. Rinaidi a Espafia.
Espigando una carta del Rdo. Sr. D. José
Binelli Inspector de la Provincia Salesiana Céltico-Tarraconense, podemos finalmente dar al
gunas noticias sobre Ja visita del Rvmo. P. Ri
naidi a las ca.sas de España.
Cuatro largos años hacia que no teníamos la
fortuna de ver a ninguno de nuestros Superio
res mayores. El R. P. Rinaidi llegó al ?2 de
enero y visitó toda.s las casas salesíanas de Es
paña, menos Ciudadela y Huesca. Páginas en
teras llenaríamos si quisiéramos dar noticias algo
detalladas, y seguramente que no carecerían de
interés. .
— IS6 —
Dedicó los primeros dias a los Hermanos y
Cooperadores de Barcelona y Sarriá, casa ésta
la más importante de la península y una de las
más interesantes de la Pía Sociedad -Salesiana.
Fué fundada por D. Bosco mismo, siendo su
primer Superior el P. Branda e inmediatamente
luego el P. Rinaldi, quien fué* luego nombrado
Inspector y en esa calidad fundó la mayor parte
de las casas de España y Portugal. Actualmente
cuenta 320 alumnos, de los cuales 180 artesa
nos, a cuyas escuelas-talleres, que están reali
zando grandes esfuerzos para adoptar las trans
formaciones que los modernos adelantos exigen,
dedicó el P. Rinaldi sus' más amorosas solicitudes.
Mucho se alegró el buen Padre del progreso
evidente que han llevado a casa las casas de
Barcelona y Mataró. La primera reedificada so-,
bre las cenizas a que la redujera en 1909
el fuego revolucionario, da educación y ense
ñanza a un millar de alumnos externos y tiene
un Oratorio festivo de lo más fioreciente. La seguiula le presentó una flamante capilla con pre
tensiones de iglesia, y un crédito tan sólida
mente asentado cuanto legítimamente ganado
en los exámenes académicos. No tiene un rinconcito desocu[)ado. La llenan los 200 alumnos
de Bachillerato y Comercio tan completamente,
que no dejan lugar ni para uno más.
El P. Rinaldi volaba, eso sí trabajando con
una activiilad y una serenidad que le permitía oír
a los hermanos, recibir a los cooperadores y a
los niños mayores que deseaban hablarle, dar
conferencias y hasta devolver alguna visita. —
A primeros de febrero estaba en Madrid, ha
llando la antes humilde casita de la Ronda de
Atocha en pleno desarrollo y con un porvenir
por delante, que hay para entusiasmar al menos
optimista. Lo que apenas hace dos años parecía
un sueño, va siendo ya realidad : las escuelas
profesionales de artes y oficios. Habíanse ya
iniciado las artes del libro, y el P. Rinaldi tuvo
el consuelo de bendecir, el 19 de marzo, de
vuelta de Andalucía, la de la madera, instalada
con 12 bancos de trabajo.
En uno de los mejores arrabales de Madrid, en
Carabanchel Atio, el célebre campo de aviación,
se halla la casa de formación del personal. Inútil
es decir que su visita al nido amado, fué un
mutuo cambio de los afectos más [«uros y más
intensos. Nadie como los novicios para apreciar
las visitas de los Superiores y sacar provecho
de sus enseñanzas; nadie como ellos para con
solar y hasta para aumentar el fervor en los
corazones. — Al lado del Noviciatlo funciona
un buen colegio de primera enseñanza y un
Oratorio lestivo.
De Madrid voló el P. Rinaldi a Sevilla, donde
florece otra casa por el estilo de la de Sarriá,
y visitó todas las de .■ Vndalucia. Gratas sorpresas
encontró, como el funcionamiento de la casa
de Arcos, aceptada en 1916.
De allí pasó inmediatamente a la región le
vantina para visitar el estudiantado de Campello
y las dos hermosas fundaciones a que éste ha
dado vida : Alicante y Villena.
Otra gratísima impresión recibió en Valencia,
La ciudad de las flpres podía presentar a nues
tro Superior terminada la grande casa salesiana
que él dejó niña y que María Auxiliadora se
había encargado de desarrollar como pocas en
España.
El 19 de marzo bendecía solemnemente el
nuevo taller-escuela de carpintería en Madrid y
el 20 empezó la visita de las demás casas de la
Inspectoría Céltica, principiando por la de Talavera de la Reitia y terminando con la de Ba~
racaldo-Bilbao, por él fundada un tiempo para
los hijos de los obreros los Altos Hornos, fun
ción simpática que sigue su camino. Próspero
porvenir auguró para todas ellas, especialmente
para las dos de Santander y la de la Coruña.
El 14 de abril lo pasó en la Granja Sale
siana de Gerona, casa que tiene una misíóD
importantísima y simpática, y que tal vez por
lo mismo ha tenido algunas pruebas dolorosas.
El 15 repasó el Padre la frontera francesa, con
direción a Turín. Su impresión de España fué
muy buena y los recuerdos gratísimos que dejó
en nosotros, nos hacen suspirar porque esas
visita sean más frecuentes.
Fiestas Centenarias de S. Vicente Ferrer.
•También de este importantísimo aconteci
miento creemos informados a nuestros lectores.
Por lo cual nos limitamos sólo a reseñar el
acto que tuvo lugar el 7 de mayo en los vas
tísimos locales de la Casa Salesiana de Valencia,
La Escuela tipogr ifica de dicha casa hizo gala
de su adelanto y de la paciencia de sus maes
tros y de sus alumnos más a¡)rovechados, — que
debe de ser mucha y que solamente el amor
al arte puede prestar, — imprimiendo un bellísimo
y curiosísimo Programa de grande lujo en estilo
del siglo XVI, craracteres incunabte.s, perga
mino, tinta lie oro etc., en suma, una cosa digna
del Festejado y de la ciudad que lo festejaba.
La mañana hubo grandes fiestas religiosas,
en que tomaron parte no pequeña los micsiros.
Por la tarde tuvo lugar el acto que refiere el
Diario de Valencia así:
Homenaje latanül Escolar en las Escuelas Saleslaaas.
Con arreglo a lo dispuesto en el programa
oficial de las fiestas centenarias, ayer se celebró
el Homenaje Infantil Escolar a nuestro esclare
cido compatricio e insigne Patrono S. Vicente
Ferrer. Tomaban parte los Institutos de los Sa*
lesianos, Je.suitas, Escolapios, Maristas, Herma
nos de la Doctrina etc.
El .acto, que resultó grandioso, se celebró en
la anchurosa pista de las Elscuelas Salesiana*,
que ofrecía brillantísimo aspecto por lo bien
combinado de los adornos, que consistían en
multitud de banderas, gallardetes y guirnalda*
de mirto y flor, que venían a unirse en artís
tico pabellón sobre una bella imagen que se
había colocado en la tribuna presidencial.
Presidieron »el acto el excelentísimo señor
Nuncio de Su Santidad, Monseñor Ragonesi;
los excelentísimos y reverendísimos señores Ar
zobispos de Valencia y Burgos, el señor Obispo
titular de Fessea, ilustrisimo señor don Fray
Francisco María Cervera, Administrador Apos
tólico de Marruecos; gobernador civil, señor
Duran; presidente de la Audiencia, señor Es
cribanogeneral señor Elizaicín, con su ayuflante el comandante señor Tío (aquí sigue una
resp^able lista de insignes personajes, a quienes
suplicamos nos dispensen si les omitimos).
En tribunas colocadas al efecto se hallaban
los alumnos de los Colegios de las Escuelas
Pías, San José de los Padres Jesuítas, Herma
nos Maristas y Asilo de San Juan Bautista (Ro
mero).
Comenzó el acto con el desfile de todos los
alumnos de las Escuelas Salesianas, que pasa
ban de 600, de los cuales 200 gimnastas. Estos
ejecutaron con mucha precisión los cuadros
gimnásticos la estrella, cuadrado, cruz, doble
estrella y paralelas.
A continuación alumnos de los Hermanos Ma
ristas recitaron un bonito diálogo.
El señor Aznar, del Centro Don Bosco, recitó
una bonita poesía.
< Feliz coincidencia » , diálogo . por los
niños del Colegio Salesiano, fué muy bien re
citado.
Cantó muy afinadamente un himno la Capilla
Porapiliana de los Padres Escolapios.
Mereció muchos aplausos el himno cantado
por el orfeón del Centro Don Bosco y niños,
con acompañamiento de la banda.
Gustó grandemente el número « Jugar can
tando >.
< Los hechos más culminantes » recitados poé
ticamente por el señor Balaguer, fueron escu
chados con gran silencio y premiados con una
ovación.
Los alumnos de las Escuelas Salesianas rea
lizaron varios cuadros gimnásticos de gran vi«ualidad y muy bien ejecutados.
Alumnos de los Padres Jesuítas recitaron un
bonito diálogo, que fué muy aplaudido.
«Glorias de España», patriótica poesía, re
copilación de todas las glorias artísticas, reli
giosas y guerreras de nuestra España, se recitó
con mucha seguridad por varios niños del Asilo
de San Juan Bautista.
Ultimamente desfilaron marcialmente los gimaastas que tan bien ejecutaron los ejercicios
gimnásticos.
Amenizaron el acto las bandas de música de
1» Beneficencia, Misericordia y de la Vega.
La concurrencia de todas las clases sociales
faé numerosísima y salió satisfechísima de tan
«iinpática fiesta.
A los acordes de la Marcha de Infantes fue
ron despedidas las autoridades, que dedicaron
grandes elogios a la obra salesiana, y en par
a l a r al reverendo Padre Viñas, director del
Uolegio e infatigable organizador de todo cuanto
redunde en beneficio de la juventud.
Nueva Fundación.
H abana. — Como a su tiempo pusimos en
conocimiento de nuestros lectores, hace dos años
se trasladaron algunos Salesianos Españoles a
la Perla de las Antillas para fundar una casa en
Camagüey. Circunstancias imprevistas se levan
taron en contra y la fundación tuvo que reducir sus
grandes primitivos planes. Pero como la Divina
Providencia era quien llevaba a los Salesianos
allá (como ya se había visto en el nombramiento
de un Salesiano para Arzobispo de Santiago ile
Cuba), de repente, cuando menos se esperaba,
y en la misma Habana salió una caritativa per
sona con la flor de querer a los Hijos de Don
Bosco.
« El Diario Habanero » da cuenta de ello a
sus lectores con este articulo (3 mayo 1919).
« Institución beneficiosa para pobres fSírd diri
gida por los Padres Salesianos y sostenida con un
legado). — Se ha firmado la escritura por la que
los Sres. Mendoza y Compañía venden una man
zana de terreno, en su Reparto de la Vbora, al
licenciado Francisco Angulo.
Dicha manzana de terreno tiene diez mil me*
tros cuadrados y está situada entre las calles de
Miguel Figueroa, José Antonio Cortina, Patro
cinio y Carmen, siendo el precio pagado por
ella el de cuarenta y siete mil quinientos pesos.
En esa parte del reparto Mendoza se levan
tarán los edificios necesarios para establecer
escuelas primarias y de artes y oficios, para
niños pobres.
Con esa adquisición el licenciado Angulo ha
empezado a dar cumplimiento a la voluntad del
Sr. Santiago Cayetano inelán, quien lia dejado
un legado que se hace ascender a seiscientos
mil pesos, para fundar obras benéficas.
En el testamento sólo se expresa que la ins
titución que se funde debe esialjlecerse en Cuba
y llevar el nombre de Manuel Incián, hermano
del testador, dejando a cargo del albacen la
institución y personas a quienes Im de confiarse.
Después de estudiar detenidamente la obra
que resultaría más provechosa, se eligió la des
tinada a educación de la niñez, pero educación
completa, recogiendo al niño pobre y entregando
al ciudadano útil conocedor de un arte u oficio
con que poder librar su subsistencia.
Sabedor el albacea de que se hallaba en la
Habana un delegado de las instituciones de
Don Bosco, el P. Colasanz, se entrevistó con él y
ambos quedaron de acuerdo en que serán miem
bros de esa comunidad religiosa los que se hagan
cargo del colegio que va a fundarse. Los planos
de los edificios qne ya han sido estudiados y.
el Padre Salesiano permanecerá en la Habana
para seguir de cerca las construcciones que se
han de levantar.
La comunidad de los Salesianos tiene a su
cargo idénticas instituciones en Italia, España,
Argentina y otros países.
Manuel Inelán, cuyo nombre llevará la insti
tución, era hermano del testador y fué él quien
-
158 —
con su propio esfuerzo levantó el capital. A la
muerte de sus padres, Don Manuel tenía unos
catorce años y trabajando en los muelles atendía
a su subsistencia y ayudaba a sus dos hermanos
menores que él. Con su laboriosidad y hon
radez filé abriéndose paso en el comercio, lle
gando a ser uno de los gerentes de la sociedad
Gallj/in y Compañía, de la que formó parte du
rante veinticinco años. Tanto Don Manuel como
el testador Santiago Cayetano Inclán eran ya
hijos de la Habana.
■ Promete el albacea injprimir gran actividad a
los trabajos, a fin de que lo m is pronto que
sea posible .cuente nuestra ciudad con esa insti
tución, sostenida por el legado del benefactor
Inclún, y que ha de prestar grandes servicios,
ya que contribuirá a hacer verdaderos obreros,
conocedores de la profesión qua elijan.
Todo el personal de la escuela vendrá en su
oportunidad de Europa, y nose regateará esfuerzo
alguno ¡)ara establecer esa escuela con todos los
adelantos necesarios para que pueda llenar debiilamenté el objeto para que se crea ».
Por su parte el «< Diario de la Mañana », en
un artícujo vibrante y entusiasta titulado: Por
el Obrero y para el Obrero, da estos- datos: '
« En uno de los más bellos y más sanos lu
gares de la ciudad, en las alturas de la Loma
del Mazo qfie dominan la Habana en toda su
dilatada e.xtensión, se levantará un gran colegioescuela de artes y oficios. Allí recibirán ense
ñanza y educación gratuitas, allí se prepararán
prácticamente para las luchas de la vida en las
lecciones de las aulas y en las faenas de los
talleres ile carpinteros, herreros, mecánicos, im
presores, zapateros, cien niños internos .y tres
cientos externos. La más fuerte y eficaz reco
mendación para que se vean incluidos en las
listas de los alumnos, será su pobreza y su des
valimiento. Así lo consigna en su legado el testa
dor, Sr. Inclán, hijo de un inmigrante español que
llegó a Cuba tan falto de fortuna como rico de
esperanzas, y que a fuerza de constante y honrado
bregar reunió el capital que acordó invertir en
favor de sus antiguos compañeros los pobres,
los obreros ».
Traza un cuadro sintético de la Institución
Salesiana, y concluye:
« listos Padres Salesianos son los que al vi
goroso impulso del .-Xrzobispo de Santiago de
Cuba hatt de erigir este monumento vivo a la
democracia verdadera : a la democracia de
Cristo
¿Comentarios? Los dejamos al lector.
Madrii\ — " En los Cuatro Caminos. El dia 14
del pasado Mayo tuvo lugar la colocación de la
itrimcra piedra del nuevo Oratorio Festivo SaIcsiano, que según dijimos en nuestro número
anterior, se levaiuará en aquella necesitada ba
rriada, oficiando en la ceremonia el Exemo. Sr.
Obispo de la Diócesis ».
(De La Virgen de D . Bosco).
T ucumAx (Rep. .-\rg.l — Nueva Escuela Agrícola.
Leemos en el diario < La Voz del Comercio » :
« Las escuelas agrícolas son una premiosa ne
cesidad para toda la república, y su creación
se hace indispensable en la provincia de Tucumán, donde predomina la monocultura de la
caña y es muy raro encontrar un jornalero que
sepa hacer injerto, ordeñar una vaca, manejar
una colmena, cultivar el pequeño huerto.y echar
mano de otras industrias agrícolas que en años
de mala cosecha de la caña serían ciertamente
base de bienestar general.
« Los Padres Salesianos, que con tanto éxito
dirigen las escuelas prácticas de agricultura que
fundaron en Uribelarrea y BernaL(provincia de
Buenos Aires), Rodeo del Medio (provincia de
Mendoza) y Viedma (territorio del Río Negro)
se' han propuesto fundar una nueva escuela agrí
cola eu la provincia de Tucumán, habiendo ya
adquirido el terreno apropiado. Es indudable
que la iniciativa de los Padres Salesianos será
bien vista por todos los que anhelan el progreso
material y moral de Tucumán.
« Consignamos complacidos estos antecedentes»
que hablan de las nuevas corrientes, en que se
embarcan las órdenes religiosas llamadas a mo
dernizar sus procedim.ientos en bien de la co
lectividad.
« C on iTuestro absoluto criterio d e indepen
d en cia juzgarem os todos los elem entos que, en
cu alq u ier form a, contribuyan al p rogreso ge
neral ».
A decir verdad, no son nuevas esas corrientes.
A los Benedictinos debe en gran parte Europa»
y especialmente Alemania y Francia, el que sus
grandes selvas se convirtieran en emporios de
riqueza, sus llanuras en campos cultivados, su
territorio entero se vistiera de florecientes ciu
dades, sus guerreros, sin dejar de serlo, se tro
caran en ciudadanos amantes de los artes de la
paz. ¿Y qué decir de los Misioneros Españoles
en .América? — Los Salesianos tienen por regla
el fundar y dirigir Escuelas Agrícolas y Profe
sionales, y la han cumplido siempre. Y alga
sabe de ello la noble República Argentina.
ECOS DEL TIBIDABO.
Dice María Victoria hablando del « Enjambre
de oro de El Santo Cristo de la Victoria » :
En la Cruz muere y en la Ct~uz triunfa.
En la Semana Santa, en la Semana del Saert’
ficio'Mayor, llegó a mis manos un soberano en^
jambre destinado al Sagrano Nacional. Era un
enjambre de oro, puesto bajo la protección amo
rosa del Sto. Cristo de la Victoria y paciente
mente formado por una piadosisima < María > de
Vigo.
De mano en mano y buscando oportunidades
para su envió, llegó oportunamente en el mejor
de los dias; el áureo fruto del sacrificio, la pro
tección Iriunfanie del Sio. Cristo de la Victoria,
era un estimulo poderosisimo para seguir traba
jando en esta obra tan de Dios.
E l V sólo E l inspira la belleza del sacrificio,
eligiendo esas almas escogidas que dan _i' piden,
y logran ¡o pedido. E l consuela desaires y áesen-
^años, con estos ejemplarisimos dones de pnro
desprendimiento. No digáis ya que si es difícil
sacrificarse, lo es mucho más la obtención del sa
crificio ageno, pues el Sto. Cristo de la Victoria
nos envió, desde la noble y hermosa tierra gallega,
la demostración palpable de que todo se puede y
todo se logra... con la unción divina cuando sólo
se trabaja por Dios y para Dios.
P C I S C ie O I v O G I A.
Un exalumno modelo.
Los exalumnos de Villacolón han sufrido una
gran pérdida en la del joven
D. Francisco B. Fiorlto.
Cursaba el 2® año de Medicina ; se proponía
«convertir su carrera de médico en un aposto
lado ». Y apostolado, y no pequeño, fué su vida,
con ser tan corta. Juventud, la simpática re-‘
vista literaria de los alumnos del Colegio Pío,
dedica al amado compañero el número de marzo
de 1917. No puede uno al recorrer esas páginas
fresquísimas en que los bachilleres enciernes
expresan sus pensares y sus sentires, dejar de
enjugar alguna lágrima, no se sabe si de dolor
por la prematura desaparición de un joven que
era una verdadera esperanza, o de consuelo al
ver la huella profunda y luminosa que traza la
educación y los buenos ejemplos en las gene
rosas almas juveniles.
Un alumno de 4* elemental dice a s i: « Yo
quisiera ser como él: pero no tanto como poeta...
pero si virtuoso ». Y otro: « Quisiera ser, como
él, la alegría de mi familia y el honor de mis
maestros. Por eso con la ayuda de Dios y de
la Virgen, quiero ser estudioso y bueno, como
Francisco Fiorito >.
Y es que Fiorito fué realmente un modelo.
Y parece que la bondad y el talento le venían
de raza. Leemos en el artículo de fondo de Ju
ventud, (que creemos sea del Sr. Director del
Colegio): «En su hogar resplandece la honradez,
y fué un culto el amor y respeto a los padres.
A este propósito recuerdo que cuando él cur
saba primer año de segunda enseñanza, anoté
como juicio sintético y alentador en su com
posición « Una fiesta de familia
« y escribirá
muy bien ^. Me había sorprendido agradable
mente el cariño a sus padres y la profundidad
del pensamiento *.
Cursó ia segunda enseñanza en el colegio Pío,
casi siempre de medio pupilo o semi-interno,
siendo estos cuatro años « de triunfos literarios
y triunfos de virtud. Admirábanse su delicadeza,
su caballerosidad, su urbanidad, su porte noble,
su afabilidad varonil: era sumamente respetuoso
con todos ». Desde el primer año ingresó en
la Compañía de S. Luís.
Los niños, que aunque parecen atolondrados
{y a veces lo son en realidad), saben distinguir
y recompensar el mérito, al año siguiente le
nombraron tesorero y al otro. Presidente de la
Cor.; pañia. — Después le hicieron Presidente
de la < Academia Cervantes >.
Fiorito tenia verdadera vena poética, si hemos
de juzgar por los fragmentos citados acá y allá
en la revista, y por el mismo título que puso a
la colección de sus versos : « Recóndita armo
nía » (que esperamos ver algún día en nuestra
mesa de Redacción). Su ateneo literario fueron
las clases del colegio y sobre todo esas veladas
que suelen celebrarse en nuestros colegios y
que son verdaderas torneos en que el talento
puede revelarse, desarrollarse y triunlar.
La publicación de sus versos nos da una iden ile
la vida de familia que se vive en el colegio Pío.
Había cierto día entusiasmado a sus com
pañeros declamando una composición, y uno
de ellos se comprometió a publicarle el primer
libro de poesías. Entre bromas y veras, entre
chanzas y palabras de aliento, se firmó seria
mente el compromiso en el estudio de los mayo
res. en agosto de 1917. — En su lecho de
muerte pudo ver el año siguiente un elegante
ejemplar de su obra.
Verdadero alumno Salesiano, Fiorito era muy
' alegre y hasta bromista, y aficionado a la gim
nasia y al esport educativo. Y este era como el
cuadro en que encerraba su carácter varonil
mente cristiano. Tiernisima era su devoción a
María Santísima. Clausurando con una poesía el
mes de mayo 1917 hizo llorar a sus com]jañeros.
i Y su amor a la Eucaristía ! No cursaba como
interno ; su pueblo dista algunos quilómetros del
colegio. Pues bien, casi todos los días oía la
misa y comulgaba en su parroquia, teniendo
naturalmente que madrugar bastante. Y como
a una alma como la su3'^a no le bastaba disfru
tar él'solo de las delicias eucarísticas, hacía que
lo acompañaran sus amigos íntimos.
La presencia de Jesús en un alma no es ino
perosa; la Comunión aviva la cariilad en las
almas que saben corresponder. Y el amor de
Francisco crecía y con el amor su perfección
general. « Parecía todo un hombrecito. Las per
sonas mayores gustaban de su conver.sación, y
él hallaba en aquellas compañías oro de expe
riencia y sabiduría». Momentos antes de la
tremenda operación quirúrgica, escribía a . s u
hermana: '■ Estoy más contento de lo que pue
des itnaginarie. El doctor con todo.s sus apa
ratos lio es capaz de quitarme la alegría. Cada
. día me convenzo más que a quien tiene el e.spíritu sano y fuerte, no pueden importarle abso
lutamente nada los dolores del cuerpo >-. — Y
al despertar después de operado, exclamó:
« ¡ Qtm bueno es D ios! /? y se volvió a dormir.
Se levantó, recayó, se convenció de que tenía
que morir : < Dios es, como siempre bueno y
justo, decía a sus hermanos, a nadie en casa
mejor que a mí debió mandar e.sta enfermedad...
Muero contento. Si algo siento, .será por Vs.,
aquienes deseo a ser útil, principalmente a papá,
heroico luchador que tras una vida de trabajo,
[ cuán ganado tiene el descanso! j Y yo quería
dárselo! >
Sus amigos de universidad iban a verlo. Ha
bía algunos incrédulos. Les hablaba del Cato
licism o: parecía un profeta: convencía.