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LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A. I. D. BUONA STAMPA
TORINO —Corso Regina Margherita 174-176 — TORINO
JO S R P H R I C K A B Y S. J.
DE NIÑO A HOMBRE
T ra d u c id o d irectam en te d e la 3* E d ició n in g lesa p o r R
V olu m en de 300 p ágin as
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odolfo
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ie r r o
T
Salesiano.
P tas. 3 —
o rres,
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Publicaciones recientes
THEOLOGIAE MORALIS SINOPSIS
Auctore P E T R O R A C C A
fírchidicBceeis fa u rin e n sÍB Sacerdos Sacrae Theologiae Doctore.
Breve opus ex sap ien tissim is scríp to rib u s in R e M orali
Codicis Juris Ganonici exaratu m . — V o l. ( 2 0 x 1 3 )
eductum et ad nórm am nOYÍ
casi 600 p á g s. Ptas. 12,50
DE CENSUEIS “ L A T A E SENTENTIAE
QUAE IN e o D i e e
jü r is
enNONiei c o n t i n e n t u r c o m m e n t a r i o l u m d i g e s s i t
JOHANNES CAVIG IOLI - Archípresbyter S. Mauritii a Clívo
H erm o so vo lu m en en 16® p á g in a s 16 4
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P tas. 3 75
NOVUM JESU CHRISTI TESTñMENTUm
Vulgatae E dition is luxta exém plar V aticanum cum appendix
V olum en m anual ( 1 3 x 8 ) im preso en finísim o papel o p aco, con torn o en carnad o en todas
p ágin as, l’ á g s. x vi-8 0 0 . E n cu ad ern ación en tela n e g ra , co rte en carn ad o
. P ías. 6
E ncuad ern ación en tela n e g ia , corte d o rad o
.
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7
B E C H I S S ac. M IC H A E L
seu totius S a c ra e S crip tu ra e c o n co rd an liae iu xta v u lg a ta e ed itio n is exem p lar S ix ti \- P. Miiissu rccogn itu m et C lem en tis V I I I a u cio rita ta e edilvim p n xfter a'phahettcum o íd in a n n'
gm m nialica/e redaciae. — D o s g ra n d es tom os en 4, ele m ás d e 200 p á g in a s P tas. 1.1 —
M A Z Z E L E A M ons. O R A Z IO
(ARZOBISPO DETARBM'O)
PRAELECTIO NES SCHOLAST CO^DOGMATICAE
B re v io ri c u r s u i a c c o m o d a t e
C u a tro tom o s' en 8® m a yo r
X’olunicu
X’ohimen
Vuliim en
Volum en
P tas. 25. .
T cmnplectens Tractatus de vera Reilgione, de Scrfptura, de Traditlone, de Ecciesla Chrlsti Ptas. 6,35
M complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Deo creante
.
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» 6.35
I I I complectens Tractatus de Verbo incarnato, de Gratía Chrístí et de Vírtutibus infusls » 6,25
I V conipleciens Tractatus de Sacramentis et de N o v i s s i m i s ....................................... » 6,35
Advertencias. — Todas estas ediciones se ha lla n sólo en la S o c ie d a d E d ito r a In te r
n a c io n a l p a ra la d ifu s ió n de la B u e n a P re n s a , C o rs o R e g in a M a r g h e r it a I 7 4 ’ I76,
T u r in ( I t a l i a ) , a la c u a l deben d irig irse tos p edidos acom pafiados de su importe. — ^ 1 piecio
d e l fla n q u e o está calculado p a r a cada volum en. — S e hacen rebajas iansolo para los g ia v á ts
pedidos. L o s gastos de envió son a cuenta d e l comprador. — L a s leb a ja s son sobre e l precio del
libro, no sobre e l fra n q u e o . — D e la rebaja d isfru ta n los S em in a tio s, Colegios, Instituios.
M arzo-A bril de
AÑO XXXIV - N. 2
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SUMARIO. — Nuestro fieber en la hora presente
La fiesta patronal
Ecos de los Cincuentenarios
A los antiguos alum nos
Imi>onentes funerales en e l Santuario di M aría A u
xiliadora
...................................................... .. ■ ■ ' ■
Un nuevo templo votivo al S grado Corazón . . .
Rasgos del V b le. Juan Bosco
Notas y correspondencias
N . 3 2 .^
Tesoro e s p i r i t u a l ............................................................c-¡
D e n u e s t r a s m i s i o n e s : China - K u an g T u n g : El
viaje. I. D e Nápoles a Port Said,.
G racias de M aría A u x i l i a d o r a .......................................... <9
L a P ilan ca en el T i b i d a b o ......................
■ 5o
P o r EL MUNDO SALKSiAÑo: Oratorios F estivos . . 5>
A los am igos de Dom ingo S avio . ........................... 57
Noticias varias: Asunción. M álaga, Sevilla
^
N ecrología - Cooperadores d i f u n t o s ............................... 6o
¡nestro deber en la hora presente
Tem as
p ara
c o n fe r e n c ia s S a le s ia n a s
/Ts-
I.
El espíritu del V. Juan Bosco.
Vble. Juan Bosco dio a su
Institución un marcado carácter
___ de familia. Para fomentar este
espiritu de familia quiere que Salesianos y Cooperadores se comuniquen
frecuentemente, cambiando ideas sobre
los problemas que las circunstancias
presentan, refrescando propósitos, co
mentando sus programas y reglamentos,
dándose mutua cuenta de las obras lle
vadas a cabo con el favor de Dios,
planeando nuevas, y participando de
los lólores y de las, alegrías. Para esto
sirven principalmjente las Circulares ge
nerales del Rector Mayor y las Confe
rencias Salesianas.
L
^
Objeto de laa conferencia».
Su objeto, como se ve, es estrechar
los vínculos de familia y estimular el
celo, regulando y encauzando así por
rumbos fijos la mutua actividad, ya que
la vida del Discípulo de D. Bosco es
esencialmente actividad. Hijo de su
siglo, el Discípulo .del \^ Juan Bosco,
sea Salesiano, Hija d e María Auxilia
dora o Cooperador, es. actividad per
manente. El desarrollo de la misma en
orden a los fines que persiguen la
Iglesia y la sociedad, es el fin de
nuestros contactos. La confianza pre,side a nuestra ;^ída, la unión de co
razones y voluntades es la prenda de
los éxitos. Nuestras conferencias son
reuniones de familia en que ventilamos
nuestros comunes intereses. En todo
-
procedemos así. — Los cooperadores
desean ima obra; la proponen a los
Salesianos, y ellos la aceptan, si pue
den. Viceversa, el Salesiano o la Hija
de María Auxiliadora ven que una
obra es necesaria o conveniente; la
proponen a los Cooperadores, y cuando
ellos la aprueban y prometen soste
nerla, la emprenden confiados... y he
aquí cómo en la unión se ponen en
movimiento hacia la realización de sus
empresas.
36
—
caciones materiales y morales, espiri
tuales y físicas. — Sin embargo de esto
en cada pueblo pueden y suelen re
vestir alguna fisonomía particular.
Precisamente por esto está estable
cido que cada centro de Cooperadores
tenga sus conferencias especiales.
¿Cuántas serán? — Por reglamento,
a lo menos dos veces al año ha de ha
ber reuniones generales. Pero habiendo
ocasión y oportunidad, cuanto más fre
cuentes, mejor. — Las reuniones par
ticulares pueden menudear. Así, donde
Cómo se debe trabajar.
hay una obra especial que necesite el
La vida del Alumno de D. Bosco es soplo continuo del consejo, o el au
actividad, pero no actividad de cual xilio material o moral; donde hay una
quier modo. Si se quisiera definirla con Junta de Damas o .Caballeros que se
una sola palabra, diríamos que esa proponen fines especiales, no será de
actividad es el a p o s t o la d o ,'decir, el masiado reunirse cada mes o cada
obrar intensamente, el darse a s í mismo quince días. Son reuniones de familia,
por el bien del prójimo y la gloria de y éstas conviene que se repitan.
Dios.
Nuestra époct.
Para trabajar con provecho, debemos
Es difícil comparar una época hisió
ser hombres de nuestro tiempo y de
nuestro sitio: es decir, aplicar nuestras rica con otra. Nosotros frecuentemente
actividades y recursos a las realidades nos quejamos de la nuestra y suspira
presentes: lo demás sería azotar el mos por las pasadas, por aquel acha
aire o trabarse con molinos de viento. que sempiterno que nos hace creer que
Claro es que como la realidad pre «cualquier tiempo pasado fué mejor.»
sente es hija del pasado y será madre
Ciertamente para nosotros es mejor
del porvenir, se ha de tener en cuenta haber nacido en el siglo X X que en
la tradición y mirar a lo futuro; pre el X III: nadie está mejor que.donde
cisamente para preparar ese futuro lo coloca la Divina Providencia.
acometemos las obras.
A la verdad, si queremos ser justos,
Cada época tiene sus necesidades, hemos de confesar que la nuestra, con
sus tendencias, sus aficiones, las cuales todos sus defectos, es mejor que mu
constituyen su carácter, que viene así chas de las pasadas, aun desde d
a ser como una corriente que lo atra punto de vista moral. El Evangelio hí
viesa, lo inlluye.y lo mueve todo; quien hecho, aunque lentamente, su camine:
la toma en cuenta, secundándola o mo y, desconocido y todo por no pocos,
dificándola, con toda probabilidad obrará ha ido imprimiendo su honda hiielh
provechosamente; quien la descuida, en el siglo. Sí, nuestra época es muy
será arrollado o se quedará atrás, comp más evangélica que varias de las pa
un retardatario que nunca llegará a la sadas. Esta compasión .práctica y ge*
meta y desperdiciará tatigas y energías. nerosa por el que sufre, por los des
Estas corrientes suelen ser universales, heredados, por lo.s abandonados; este
es -decir, suelen circular a un tiempo en aprecio por el trabajp y por el obrero
todo el mundo, cosa hoyjnás que nunca ¿son otra cosa, en el fondo, que ecos
facilitada por la comodidad de comuni del Sermón d é la montaña? < i Biena-
— 37 —
venturados los que lloran; bienaventu
rados los que padecen!... Venid a nií
todos los que andáis trabajados y opri
midos, y yo os aliviaré 1 »
En este singular momento histórico,
en medio de todo el trastorno y conInsión en que el materialismo brutal
iia hundido el mundo, la sociedad toma
conciencia de sí misma, y, como a cier
tas latitudes del globo la acción del
sol y los vientos reinantes determinan
corrientes que atravesando los mares,
modifican la temperatura e influyen en
ia economía de aguas, de costas y aun
de continentes; así la acción de la
guerra y de ios valores que ella ha
puesto de manifiesto, han formado cor
rientes, han determinado aspiraciones
y anhelos que modificarán completa
mente el pasado, y a las claras mar
can la dirección que debe seguir el
apostolado para ser fecundo. Hoy más
que nunca se sienten aspiraciones protundas hacia la realización de un ideal
social con bases profundamente demo
cráticas y tendencias universales. No es
que esto sea nuevo, pero reviste carac
teres nuevos.
Para un cristiano, nada tiene de par
ticular esto, ni propiamente nada tiene
que temer de ello. En la Iglesia no es
una novedad la democracia', siendo así
que la igualdad humana y la solidari
dad son, por decirlo así, dogmas de
nuestro Credo. De un mismo tronco
venimos todos los hombres: de Adán ;
diferenciados y separados a consecuen
cia del pecado, en Jesucristo volvemos
todos a unirnos, que es el Redentor
de todos, que se hace nuestro hermano
y nos enseña a llamar a Dios nuestro
Padre Celestial, ante quién somos to
dos iguales, sin distinción de civiliza
dos y bárbaros, de pobres y ricos, de
sabios e ignorantes;' todos somos igua
les porque todos somos hermanos.
Además, profesamos la comunión de
los Santos, que es la forma pertectísima de la solidaridad. Y en cuanto a
la universalidad, es una de las notas
características de la Iglesia, porque es
Católica.
En puridad, nada tendríamos que
temer de este movimiento democrático,
ni recelar de una orientación que en
último análisis no hará sino avecinar
el mundo a la realización del pro
grama de nuestro Maestro: « habrá un
solo rebaño bajo el cayado de un solo
Pastor ». — Pero aquí está el toque:
en general, se quiere el solo rebaño,
o sea la fraternidad universal, pero
prescindiendo del Pastor, como si esto
fuera posible. Por esto es necesario
que el trabajo reconstructor nos en
cuentre preparados; es indispensable
que se penetre del Evangelio. Si así
sucede, el trabajo será fecundo y dará
la fraternidad; si se rechaza el Evan
gelio, vamos derecho a la catástrofe,
repitiéndose la historia de la torre de
Babel.
El problema.
Las comunicaciones marítimas, ter
restres y aéreas, el telégrafo, el telé
fono y demás inventos de nuestra ci
vilización, uniendo un extremo al otro
del mundo, han facilitado tanto las re
laciones, que bien podemos decir que
todos los pueblos están unidos como
una familia. Pero para que la huma
nidad constituya de veras una familia,
lo que se necesita estrechar son los
corazones; que pueden todos esos in
ventos unir los cuerpos, dejando a los
hombres separados, extranjeros y hasta
enemigos unos a otros. ¿Qué importa
por ejemplo, que los trenes hayan su
primido las distancias, si han de servir,
como en el cataclismo que acaba de
sacudirnos, para caer unos sobre otros
con la rapidez del rayo?
Sí, nosotros anhelamos la más am
plia sociedad de las naciones, porque
profesamos la fraternidad humana;
anhelamos que los más desarrollados
ayuden a los que están menos; y ya
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38
-
los misioneros católicos, de 20 siglos acá, cerse : no hay- obra social en que no
están reali/.anclo el programa. Anhe hayamos puesto mano con alguna for
lamos la elevación de las masas popu tuna. Disciplinando el trabajo, perfec
lares y la felicidad del obrero, por la cionando los procedimientos, realiza
misma razón, y porque Jesucristo, nues remos sin duda nuestros programas.
tro Maestro y Fundador, fue obrero. La palabra cristiano es sinónimo de
Anhelamos el máximo respeto a la conquistador de espíritus y de socieda
mujer y al niPío, porque también es des. Todo el bien que hay hoy en el
programa cristiano: en María Santí mundo es debido al Cristianismo. Y s;
sima se sublimó la mujer ; y en cuanto muchos de los que lo disfrutan no lo
al niño, Jesús mismo ha dicho que lo reconócen, es porque la ignorancia se
que por él se haga lo considera como ha apoderado de ellos en medio de Ks
hecho a su misma sacratísima persona. esplendores de la civilización.
Sí. anhelamos un porvenir en que
En la realización del programa cris
no solamente todos los puertos y to tiano, buena parte Ies-está reservada a
das las ciudades del mundo, y todas las los Cooperadores Sálesianos. Apenas
casas de cada país estén unidas entre cesó de rugir el cañón, el Vicario de
sí por líneas de vapores, por ferro Jesucristo formuló el programa que,
carriles, tranvías, velívolos, por hilos para acomodarnos a la corriente ca
telefónicos etc., sino que también todos racterística de nuestra época y por lo
los corazones lo están por el amor; tanto trabajar provechosamente, debe
una sociedad en que toda pena tenga mos desarrollar los Católicos, y ¡oh!
su consuelo, todo lágrima su paño enju ¡cuán semejante es al que trazara D,
gador, todo goce su eco ; en que pre Bosco a sus hijos!
valezca la razón y no la fuerza; en
1) Educación de la niñez.
que el cariño y no la discordia reine
2) 'Educación de la juventud.
entre lo.s hombres. — Este es el pro
3) Enseñanza, educación y asisíenda
grama cristiano. Pero no puede rea del obrero.
lizarse sin que el espíritu cristiano pe
4) Predicar sus deberes a las clasti
netre la sociedad, sin que pongamos acomodadas, para que hagan buen uso
el Evangelio como base de todos los de sus riquezas.
trabajos y de todas las aspiraciones.
No sin razón se ha dicho que Don
Y éste es el trabajo de todos los cris Bosco es uno de esos genios precur
tianos en esta hora histórica del mundo. sores enviados por la Providencia ai
iniciarse las grandes etapas de la his
El programa.
toria, para indicar el camino y señalar
Es necesario que la labor recons los procedimentos.
tructiva nos encuentre atentos y llenos
(Continuará).
de energía. La labor es ciertamente
muy ditícil: hay mucho que desbrozar,
muchas dificultades que superar, mu jjf, E l 24 de abril comienza e l mes de María
xiliadora. Eiste ojio tenemos especiales motivos
chas difidencias que vencer, muchos
celebrarlo con ícrgn fervor. E s e l atio de la Po‘_
equívocos que deshacer, y sol>re todo Será, s i D ios quiere, e l del arreglo deñnitr.o ■ '[
muchos sacrificios que imponerse. Quizá las naciones. Pero romo s i D io s no edifica la
haya muchos desengaños que sutrir, en vano irabajan los que la fabrican, menesferO
mucho sudor y hasta alguna sangre que a fuerza de oraciones obtengamos del L in o IncO
que verter, Pero esto no ha de desco y buena yo/uníad. María Sma. es la gran ¡n'ff^
razonarnos. Mucho .se ha hecho ya, y cesara, la Madre del Buen Consejo y la Re¡M
ba.sta mirar al rededor para conven de la pos.
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39 —
LA FIESTA PATRONAL
En TüRÍN revistó el esplendor acostum brado
la fiesta de nuestro Santo Protector, S . Frandsco de Sales. E n Ist B asílica d e M aría A u x i
liadora pontificó solem nem ente V ísperas. Misa y
Bendición el E xn io. Sr. F r. G abriel M oriondo,
0 . P. actual O b ispo de C úneo, antiguo Provindai de su O rden, la V en erab le D om inicana, en
en Constantinopla. L a Sc/¡o/a Caniorum ejecutó
con notable maestría la Missa A tix iliw n ChriiHanor7im, olim Messa di Santa Cecilia, del E m i
nentísimo Card,. C agliero , retocada y refundida
per su autor. P ronunció el p an egírico , con
doctrina y elocuen cia no com unes, el Rvm o.
Dr. D. V icen te G ili, exalum no d el C o le g io Salesiano de S . Juan E van gelista.
El 2 de febrero, y en la iglesia de S . Juan,
tuvo lugar la C on feren cia a los C ooperadores,
dada por e l-R v m o . P . A lb era en persona. U n
facundo orador habló antes que él, m encionando
las principales obras llevad as a cab o durante el
ano de 191S. A lu d ien d o a ello, el R vm o. Rector
Mayor, principió su discurso con estas palabras:
cNo a los Salesianos, y m enos aún a su pobre
General, les corresp on d e la glo ria de lo que
han podido hacer el año pasado para glo ria de
Dios y beneficio de las alm as, sin o a vosotros,
amados Sres. C ooperadores y benem éritas Sras.
Cooperadoras
— Y para probar su aserto, narró
conmovido y con m oved or algu n o s episod ios que
demostraban el alto espíritu y la caridad exq u i
sita de m uchos C ooperadores. V ario s d e ellos
disminuyeron los gastos d e fam ilia, se privaron
de ciertas com od id ad es, para socorrer a nues
tros huerfanitos. U na señora, recib ien d o de su
señor marido una buena sum a para un vestido,
le pidió perm iso para contentarse con el del
^0 anterior y en tregar la sum a para los huer
fanitos de D . B osco.
A todos los C oop erad ores — no só lo a los de
Turín, sino a todos, en cu alq u ier parte del m undo
se hallen, — pues para él, los qu e le escuchaban,
se los representaban a todos, — les d ió las más
expresivas gracias, en su propio nom bre y en el
de los beneficados, y les prom etió en cam bio de
su caridad, las mas fervorosas oraciones. C om o
prenda de las celestiales, d ióles la Bendición
del Sm o. Sacram ento.
L\ CORCN A.---- C opiam os d e < E l-id e a l Ga^go ^ : L a fiesta co n que los salesianos y sus
cooperadores honrarbn a su Patrono 5 .' F ra n
cisco de Sales en la parroquial de San tiago fué
como herm osísim a corona q u e pusieron a l so
i
lem ne triduo que se vin o celebrand o y al que
concurrieron num erosos fieles am igos de la obra
del V b le . Juan Bosco.
A las och o se celeb ró la m isa d e C om unión,
en la qu e por prim era vez recibieron el Manjar
de los A n geles qu in ce niños de la E scu ela po
pular. T o d o s vestían precioso traje blan co, sím
bolo de la pureza d e alm a con que se deben
acercar el C ordero Inm aculado, C risto Jesús.
E n el m om ento d e la com unión el celebrante
d irigió a los niños un sentido serm oncito, ani
m ándoles a la gratitud para con un D ios tan
am ante d e los pequeñuelos, que no desdeña
ven ir a m orar en sus corazon es para hacerles
felices, y a la perseverancia en la virtud, siendo
m edio eficacísim o la Com unión frecuente. La
C om unión' d e los C oop erad ores y dem ás fieles
fué num erosa.
A las on ce y m edia se celebró la misa so
lem ne en la que ofició el R . Sr.' R ector, Don
Robustiano Sán d ez, asistido por los Reverendos
coadjutores d e la p arro q u ia; la cantaron tos
niños del C o le g io acom pañados po r el organi.sia de la V . O . T .
O cu pó la S agrad a cátedra el R . P . A lcántara,
superior de la residencia Salesiana de V ig o , tegien d o un herm oso panegírico del Santo, al
que com paró con la palm a que florece en d e
sierto : « Ju stu s u t palma florebit - .
A las cin co y m edia de la tarde puso digno
rem ate a tan sim pática fiesta, el m ism o orador
con una bellísim a conferencia. C om ienza pin
tándonos con v iv o s colores el estado ruinoso y
d eplorable de la actual sociedad en el orden
físico y m oral, señ alan do com o causa el aleja
m iento de D ios, y pone com o rem edio a tanto
mal la educación cristiana de la ju v e n tu d ; es
m ejor — d ice — prevenir, evitar la enferm edad
que tener que curarla, la H igien e antes que la
T erapéu tica. E sto procuran hacer los Salesianos.
hijos d el V b le . Juan B osco, quien conociendo
cual vid en te las necesidades sociales de los
actuales tiem pos, fundó una C on gregación que
en pocos añ os se ex ten d ió por todo el m undo,
y con sus escuelas elem entales, sus talleres o
escuelas profesionales, granjas agrícolas, ora
torios festivos y m isiones po r todas las partes
del N u evo C on tinente, han opuesto y oponen
un poderoso dique a' la im petuosa corrien te del
m al. Para que los Salesianos pudieran realizar
su com etid o, les fué n ecesario un au xilio, y éste
es la institución de los C ooperadores, ben
decid a po r lo s Sum os Pontífices, enriquecida
—
p*jr ios tesoros de la Santa Iglesia y con su
ayuda m aterial y m oral se desarrollan florecientes
las obras bienhechoras salesianas. T erm in a de
dicando un m erecido elo g io a la digna Junta
d e la E scu ela P opular, que tanto ha trabajado
para con segu ir la ven id a de los Salesian os a la
Coruña, anim ando a todos los coruñeses a que
contribuyan ai desarrollo de la gran obra hasta
conseguir el establecim iento de las E scu elas de
A rtes y O ficios tan necesarias y ventajosas a la
clase obrera.
HUESCA. — C on el título y su btítu lo: Oralorio'Festivo Salesiano. L o g r a n fiesta del día 7 (de
febrero) « un am ante de H u e sc a » , publica en el
Porz'enir del día i i , un entusiasta suelto, que ofre
cem os al paladeo de nuestros am antes lectores.
Más de 500 iovencltos aclaman entusiástica^
mente el nombre de don Bosco,
Para satisfacción de los am antes de nuestros
niños, publicam os a co n tin u ació n algunos detalles
de la grandiosa fiesta infantil celebrad a el pasado
dom ingo, en honor d e S . P'rancisco y D on Boscó,
en los locales del O ratorio festivo.S alesian o.
F ué, durante todo el día, la anim ación en
aquel sim pático C en tro realm ente extraordinaria,
ofreciendo un espectáculo altam ente consolador
aquella nube de jo v e n c ito s que, después tle
cum plir sus deberes cristianos, se entregaban
ju b ilo so s y sonrientes a los variados ju e g o s y
distracciones que la activid ad salesiana pone a
disposición de nuestros hijos, todos los dom in
g o s y días festivos.
Pero donde el entusiasm o y la anim ación lle
garon a su apogeo fué en la gran velad a con
m em orativa del anochecer. E l aspecto que a las
cin co y media presentaba el am plio salón de
actos salesiano era b rillan tísim o; entre palm as
y flores sonreía en preferente lugar la paternal
figura del V b le . B osco, fundador de los O ra
torios : en la presidencia, varios dignísim os ecle
siásticos y fam ilias distinguidas d e nuestra so
cied ad y luego, atrás, llenám lolo todo, un in
gen te mar d e cabezas d e niños de diversisim a
condición y posición social, pero todos sintién
dose unidos por el am or a D on Bosco.
C om en zó el acto, tras un pasodoble de la
Banda infantil, con un vibrante him no a Don
Bosco, coread o por todos los alum nos d e la
E scuela. A continuación el Padre Beobide, en
sentidos e inflam ados párrafos, ev o có a la im a
gin ación d e los oyen tes la sim pática y colosal
figura del V b le. Don B o ^ o , realzada po r el
esp len dor actual de su obra gigan tesca a favor
del niño pobre y abandonado. T erm in ó e x c i
tando a todos le ayudasen a obtener la reali
zación d e un gran deseo que tienen los Padres
S a le sia n o s: « el d e pod er entretenerse en su
4
0
—
O ratorio, los dom ingos y días festivos, con todos
los niños d e H uesca ».
S igu ieron después desarrollándose, con no
table acierto y extraordinario agrad o del núnierosísim o auditorio, los dem ás núm eros dei va
riado p ro g ra m a ; el bello d iálo g o en que los
alum nos P alacio, T orren te y B ergua ofrecían a
Don Bo.sco « uii ram illete de flores » ; la her
m osa com edia, escrita por el V en erable, en dos
actos « La C asa de la P'ortuna »; la gran película
histórica « D on Pedro el C ru el », en dos partes,
y el gracioso apropósito « L a ratonera de Don
B osco », en el qu e tres « golfillos » prometían
ser asiduos concu rrentes al O ratorio festivo.
L os dim inutos actores trabajaron con gran
acierto y la sim pática velad a resultó un derroche
de arte, de gu sto, de anim ación y de alegría.
E l inolvid ab le acto term inó po co más tarde
de las o c h o ; todos salieron de él satisfechísi
m os : nosotros, en especial, abandonam os el
C o leg io , haciendo votos porque nuestra ciudad
se dé cuenta del bien inm enso y del esfuerzo
cultural enorm e que significa el hech o de que
una m edia docena de abnegados salesianos, no
contentos con el trabajo diario d e sus Escuelas,
recojan y entretengan y eduquen los domingos
a un m edio m illar d e chicos de nuestras calles.
Ecos de los [iDíiieotoDanos.
BOGOTA. — C o n o cid a es y aún proverbial 1»
d evoció n a María Au.xiliadora en la culta ca
pital de C olom bia. A ñ os hace que sus fiestas
son triunfos. L a del cincuen ten ario no podii
desm erecer de la fam a conquistada. ,
Sien do insuficiente la iglesia salesiana del
Carm en para tantos devotos, la solem nidad se
celeb ró en la B asílica M etropolitana, uno de los
m ayores y m ejores tem plos que el arte española
dejara en la A m érica. L a fiesta resultó gran
diosa y d evota sobre toda ponderación. Ponti
ficó S. E . Mons. E nriq u e G asparri, Arzobispo
de Sebaste y N u ncio A p ostó lico ; asistió el Pre-'
sidente d e la R epública, a quien hacían corona
varios m inistros y las autoridades civiles y mi
litares d el departam ento y la ciudad. Predicaron
d os de los m ejores oradores de C o lo m b ia : el
D r. T eo d o ro Rosas y el P . Zum alabe, Rector
del C o leg io d é la C om pañía de Jesús. El pri
m ero desarrolló el a rgu m en to: < el Jubileo de
la Basílica de María A u x iliad o ra » y el segundo
dió la conferencia a los C oop erad ores. Aihbos
hablaron con tam o afecto d e la O bra Salesiana
y de M aría A u x iliad o ra , com o m ejor no lo hu
biera hecho el Salesiano m ás fervoroso. Y 'es
que en la R epú b lica la O b ra d e D . B osco tiene
raíces profundas y todas las instituciones cató
licas viven en íntimo contacto, conociéndose,
apreciándose, estim ulándose y ayudándose mu-
y
w
—
41
tuamente. Inculcaron, com o hom enaje a la V irg e n
y recuerdo de los dos Jubileos, un grand e am or
a la juventud y una eficaz cooperación salesiana.
La música, netam ente litúrgica, com o po r lo
demás se ejecuta siem pre, fue d e edificación y
devoción general. Un artista d ice a este prop ó
sito, que la C ap illa salesiana éjerce verdadera
bienhechora influencia en la república.
El 2 de agosto se conm em oró en todas las
casas salesianas, con entusiasta participación de
las autoridades y de los C oop erad ores, la Misa
de Oro de nuestro am adísim o Su perior G en eral.
CARACAS. — N os escriben : L a culta y c a tó
lica ciudad d el A b ila se ha inclinado con d e
voto entusiasm o ante M aría A u xiliad ora.
El elegantísim o tem plo, a tan tierna M adre
dedicado, resplandecien te de dones y de e x
votos, ha reco gid o oleadas de gente durante el
mes de preparación, que fué, com o la fiesta, un
triunfo m em orando. E l 19 d e m ayo, una m ul
titud de niños, debidam ente preparados, reci
bieron su prim era C om unión. E l 24 se veían
de todas partes de la ciudad acu d ir num erosos
fieles al santuario. L as M isas y C om uniones c o
menzaron al a lb a y term inaron a las d oce. A las
7 estaba en el Santuario S. S . lim a, e Rvm a.
el Sr. R incón, A rzob ispo de C aracas para la
Misa solemne. L a E sc o la n ía d e l Instituto, coadyu
vada por em inentes artistas de la capital, e je
cutó escogid a m úsica. E n lu gar distinguido
asistía la Asociación de devotos de Marta A u x i
liadora, con su propio d istin tivo. El R . P. Nicéforo del Páram o ilustró m agistraim ente el
titulo de « M aría A u x ilio de los C ristian os ».
No m enos solem nes fueron las funciones de
la tarde. E l R. Sr. D . R ein aldo E scu lp í, S ecre
tario del S r. A rzobispo, d ió la conferencia sa
lesiana sobre el tema siem pre interesante de la
tiucación cristiana de la juventud. S ig u ió la pro
cesión, a que tomó parte la flor y nata d e la
ciudad. L a m em oranda festividad term inó con
la Bendición del Sm o. Sacram ento, dada por
Mons. P lácido G o b b in i, E n cargad o de los N e
gocios d e la San ta Sede.
BERNAL (Rep. A rgen tin a). — Homenaje y re
cuerdo. — D el 29 d e agosto al i® d e septiem bre
celebróse una fiesta que dejará im perecederos
recuerdos en la floreciente E scu ela Normal que
aíli poseen los Salesianos. S e trataba de inaur
gurar, com o recuerd o perm anente del año ju i>ilar, un nuevo brazo del instituto, edificado de
planta, m erced a la generosidad de los C o o p e
radores. S e escog ió esa fecha, po r varios m o
tivos. El 29 de agosto, es el d ía de Nuestra Señora
de la G uardia, patrona d e la casa y de la anexa
parroquia salesiana, el 30, era el 40° aniversario
de la apertura d el C o le g io d e A lm a gro , el prioero que los Salesian os abrieron en la Repúl>lica. Elste fué el d ía preciso d estinado a la
ÍBau''uración.
Presidió la cerem on ia el D r. D . A lejan d ro
Camas, D irector G en eral d e las E scuelas d e ¡a
República y S . E . R vm a. el D r. D . Juan N.
Terrero, celosísim o O b isp o d e L a Plata, bendijo
—
ritualm ente el n u evo edificio. A solem nizar más
la fiesta, acu d ieron num erosas representaciones de
los dem ás co leg io s de la capital y alrededores.
E l mismo d ía bendijo S . E . la prim era piedra
del nuevo tem plo que se consagrará al Sagtailo
C orazón de Jesús, siendo y a insuficiente el san
tuario de la G uardia.
L o s « E xp lorad ores de D . Bosoo > prestaron
el servicio de honor en am bas futiciones.
L a s fiestas term inaron con grand es solem ni
dades el dom ingo 1® d e septiem bre.
N uestro excelen te colega < L a U nión » pu
b licó un núm ero extraordin ario con herm osos
grabado.s.
Muchas otras relaciones hemos recibido, y, sintiendo
en ei alma no poder publicarles por absoluta falta de
espacio, las colocamos en el archivo del Santuario. María
Sma. bendecirá todas esas almas generosas, esas parro
quias, esas entidades que le han ofrecido tan bellas fiestas,
tan elocuentes sacrificios. Sentimos especialmente privar
de la luz pública en nuestra Revista las de Bucaramanga,
Cali, Pasto, Yaritagna', Pescador, Qnetemala, Plchlndé.
A los Antiguos Alumnos.
C o n el térm ino d e la gu erra que habia dis
persado las fuerzas d e la organización central,
vu e lv e a funcionar el D irectorio de la F ed era
ción Internacional d e los A n tigu os Alum nos,
residente en T u rin , y el periódico Federazione,
órgano d e la misma, reanuda su publicación.
E l R vm o. P . A lb era, desde sus colum nas saluda
a todos y a cad a uno de los A n tigu o s Alum nos,
con las siguientes p a la b ra s:
Queridísimos am igos:
D espués d e un largo silen cio veis reaparecer
el órgan o de los E x-A lu m n os del V b le . D, Hosco.
E ntre los faustos sucesos que ia ce.sación de la tre
menda gu erra nos ha traído, contam os también el
podernos cam biar algún saludo, com unicarnos
algunas noticias, traer a la m em oria algu n o s de
nuestros gratísim os recuerdos. ¡Con cuánto gusto
aprovech o la ocasión para pre.sentaros mis más
cordiales exp resiones y vo to s d e felicidad para
el año d e 1919, y para aseguraros que aquí, en
el cen tro d e las O bras Salesianas, aún en m edio
de las m ás d olorosas vicisitudes, qu e tanto han
afligido nuestros corazones durante estos cuatro
largos años, jam ás los Salesian os se han o lv i
dado d e sus antiguos com pañeros y alum nos.
Bien sabían que m uchos de vosotros estaban
bajo banderas, exp u estos a gravísimos^ peligros,
y los seguían con el pensam iento y m ás aún
con la oración .
E n casi todas nuestras igle.sias hem os c ele
brado solem nes funerales por los ex-alum nos
que hicieron generosam ente el sacrificio d e su
vid a por ia Patria, rogando a D ios los acogiera
pronto en su reino d el Paraíso.
Y a h ora, recordando ia an tigu a costum bre de
nuestro V en . Padre D . B osco, me tom o la li
bertad d e m andaros los R ecuerdos para el n uevo
año, seg u ro d e que lo recibiréis y practicaréis con
—
4
la misma sen cillez con que lo recibíais cuando
liemliíiis de los lab ios de vuestros superiores.
V osotros no podéis ign orar cóm o todas las
personas que saben pensar, se han em peñado para
reparar loa daños m orales que ha acum ulado la
guerra. No dudo qu e este será tam bién vuestro
(leseo. Pero para que sea más eficaz vuestra a c
ción en m edio de la socied ad , creo que- es in
dispensable que estrechem os más y más los
vín culos que nos unen. R ecom iendo, pues, v e r
dadera y cordial unión de todos los m iem bros
al propio C írcu lo y de todos los círcu los entre
sí. Sólo asi los A n tigu os A lum nos de D . Bosco
serán legión, sólo así ejercerán sobre el p ró
jim o una benéfica influencia.
Vuestro afino,
P ablo A l r e r a , Pbro.
IMPONENTES FUNERALES
en el Santuario de María Auxiliadora.
Apenas cesaron las hostilidades, y una vez
entonado el Te Deum de gratitud al A ltísim o,
nuestro Rvm o. R ector M ayor pensó celebrar
grandes funerales po r los m uertos en la gu e
rra, especialm ente los C ooperadores Salesianos.
Pero vin ien do a saber qu e el E m m o. Sr. C ar
denal R ichelm y, A rzo b isp o d e T u rín , deseaba
realizar él m ismo en persona igual cerem onia
en el Santuario de María A u x iliad o ra , puso a
disposición del Purpurado la basílica y todos
sus elem entos. Y la im ponente cerem onia tuvo
lugar el 19 de noviem bre. L a Basílica estaba
adornada con grande y sobria elegan cia. Sobre
la puerta m ayor, entre crespones se leía una
bellí.sima inscri()ción com puesta por D . Pablo
Boselli, ex-P residente del C on sejo de M inistros
y D ecano del C on greso de D iputados. A pocos
metros del presbiterio se había levan tado una
.tum ba de cam paña, rodeada d e can delabros y
palm as y adornada d e lanzabom bas, am etralla
doras y cañones.
ICn el altar m ayor cam peaban todos los orna
mentos para el servicio fúnebre, regalados al
P. .Mbcra por las Reittas d e Italia y las Princc.sas de .\osta y d e G én ova.
ICn convenientes escaños tom aron sitio las
autoridades m ilitares, c iviles y ju d iciales. C erca
a la tumba estaba el G etieral Sartirana, C om an
dante del C uerpo d e E jército, el G en eral Rizza,
Cotnandante de la D ivisión, el G eneral Corsini. Com andante de la G u arn ición , con otros
g e n e ra le s; en otros estaban Sus A ltezas R eales
la Prtncesii Isabel, la Princesa Bona y la repre
sentación de S. -V. R. e I. la Princesa L eticia,
que lloraba su hijo m uerto en el cam po, el Prín
cipe U m berto de S ab oya, C on de d e Salem i. La
basílica estaba atestada. 1.200 soldados, de todas
las arm as, estaban escalonados a la izquierda del
túm ulo. L a gu ard ia d e honor m ontábanla ocho
m arineros y un piquete de cazadores. E l resto
lo llenaba la m uchedum bre. E ntre ella ocupaba
puestos preferentes el cuerpo consular.
2
—
L a cerem onia fué im ponentísim a. Celebraba
el P. A lb e r a ; el E m m o. Sr. Cardenal-Arzobispo,
revestido de Pontifical, asistía en un trono, ro
deado de los C an ón igos de la C atedral y de los
P árrocos d e la ciu dad . E jecu tó e l canto, her
m osísim o, grand ioso, la E sco la n ía d el Oratorio
d e S. F ran cisco d e Sales, com puesta de 150
vo ces blancas y d e 50 entre tenores y bajos.
A l Sanetns y a la E leva ció n , el E jército pre
sentó arm as. T erm inada la M isa, el R . P. Trione
pronunció un breve discurso, uno d e los mejores
que haya pronunciado en su v id a el facundo
Salesiano. C on palabra alada, inspirada en ese
sentim iento profundo d e nuestra religión , que
rem ontándose hasta D ios, encuentra segura espe*
ranza para todas las d esgracias y len itivo a todos
los dolores, dejó caer una onda de consuelo
sobre tantos corazones d oloridos, convencién
dolos de que, a la luz de la fe, m ás que llorar,
debem os felicitarnos d e los-héroes que perdieron
la vid a po r la Patria, com o m ártires qu e son dd
cum plim iento del deber. H izo estrem ecer y llorar
al recordar los túm ulos levantados a llá al lado
de las trincheras, cu yos m oradores esperan d
m om ento en que e l clarín los llam e para unirse
de nuevo a 's u s alm as, qu e gozan de la gloria,
desde son nuestros protectores y m odelos, que
sin cesar nos predican proponiéndonos com o pro
gram a el deber, siem pre el deber hasta la inmola
ción, si es preciso. T erm in ó d iciend o que nuestro
deber actual es aplicar todas nuestras energías
a realizar la ju sticia y la verd ad era civilización,
que sólo se encueturan en el reino social de Je
sucristo, S oberan o Señ or d e todas las naciones.
'V ib ra b a n aún las palabras del orador, cuando
Su E m in en cia bajó de su trono, para dar la
absolución y bend ecir el túm ulo. Su v o z conmo
vid a y su m ano tem blorosa se elevaron , implorand>j paz eterna.
Da DUivo teoiplo votivo al lastado Coiailio.
A l lado d el sob erb io C o le g io que los .Sale
sianos estátr construyen do en L ivo rn o , se levan*
t.irá el vosto tem plo d e que hablam os en el pa
sado núm ero, u o s C oop erad ores de la región
han expresado el deseo d e qu e se consagre al
S agrad o C orazón d e Jesús y que sea el Templo
V o tiv o d e la T o sca n a . L a id ea ha encontrado
favor, y d ecid idam en te ha sid o aceptada.
E l elem ento religioso-p atriótico la m ira como
un him no férvido y solem n e d e adoración y
am or a Jesucristo R edentor qu e nos ha colmado
de bendicion es, qu e nos sostien e y llena de
esperanzas, que será el solo que nos conceda
una vid a d e verdadera paz en un jn u n d o real
m ente m ejor. — S i, porque en este m om ento so
lem ne, que es la hora d e los pueblos, o Jesucristo
reina y el m undo se restaura en E l política ▼
socialm ente, o nos hundim os en la demagogia.
E l C orazón d e Jesús quiere sacar de un gran
mal — el flagelo d e la gu erra — un gran bien:
la restauración del m undo, m ediante su reinado
social. O rem os con ese fin.
á
— 43 —
RílSGOS D E L V B L E .
\[im
BO SC O
M E M O R IA S IN É D IT A S
E P IS O D IO S .
Era el año d e 1872. U n a tarde — creo que
era el último d ía d e los E je rcicio s espirituales
— me confesaba con D . B osco en el coro, tras
el altar m ayor d e la b asílica de M aría A u x ilia
dora. Era yo uno d e los últim os. C on clu id a mi
confesión, D . B osco m e d ijo estas expresas pa
labras : « E n este m om ento ten go ante m i todo
tu porvenir ». Y em pezó a d ecirm e lo que veía.
Recuerdo que exp erim enté en el alm a una in
mensa alegría celestial. T o d o cuanto D . Bosco
me dijo se h a v e rific a d A al p ie d e la letra. Y
yo lo podría asegurar con ju ram en to.
Santiago de C h ile, Junio de 1918.
L u i s N a i , PórQ. Salesiano.
no cu m p le-su deber, es sin más ni m ás d ecla
rado traidor y ejem plarm ente ca stig a d o ; el ve
nerable S iervo de D ios, en form a sencillísim a,
am able, con vin cen te, descendía a hablar do las
ob ligacion es que a todo cristiano incum ben.
Pero lo que yo quiero realzar es esto. X o
obstante mi calid ad d e paisano y de jovetr, poco
a propósito por e.sio m ism o para ju zg a r de ser
m ones, m e llam ó sobrem anera la atención el
m étodo emple.ado por D on B osco para hacer
cesar el m urm ullo. O tro hubiera alzado la voz,
se hubiera esforzado en sobreponerse al susurro ¡
él no. bajó el tono cuan to lo creyó conveniente.
H oy estoy bastante entrado en años. H e oído
centenares de predicadores, y predicadores de
fama, y no solo sim ples sacerdotes, sin o a O bispos
y C ard en ales... y m ás de una ve z me he encon
trado en circunstancias parecidas de m urmullo
5' ru id o ; pero jam á s h!T visto usar sem ejante
táctica en el p red icad or y, m ucho m enos, igual
atención, tan u n iversal, tan reverente y devota,
en los oyen tes. ¡ E s qu e en N izza tuve la for
tuna d e asistir al serm ón d e un santo 1
Seuni (Cágliarp, mayo 6 de 191S.
J uan B . R iz z o l a , Pbro. Párroco.
X 3 EX
Era por otoño, en N izza M onferrato, p o co
tiempo después d e abrirse la casa de las H ijas
de María A u x iliad o ra . S . E . M ons. Sciandra,
Obispo de la D iócesis d e A c q u i, visitaba la
parroquia de S . Juan. Y o tenía entonces 20
años, y habiendo ido d e C astelb o glion e, mi
pueblo nativo, a N izza, su p e que D on Bosco
predicaría en d ich a iglesia. D eseoso de con ocer
‘*D. Bosco y consid eránd om e felicísim o en poder
'■ •'ríe un serm ón, acudí con tiem po para asegu
rarme un puesto cerca al púlp ito. E n poco tiem po
se lleno de bote en bote el tem plo; de los pueblos
circunvecinos tam bién h abía acu d id o m ucha
jrente, deseosa de o ir a D . Bosco.
Después de un ansioso esperar, com parece el
predica'lor. — ¡ E s D on B o sco ! ¡ E s D on B osco!
~ decían todos. El m urm ullo era gran d e y no
r-Jrecía pronto a calm arse. E l siervo d e D ios
no se alteró ni d ió la m enor señal d e d is g u s to ;
Sino que co n tod a calm a, com o si reinara él
nayor silen cio, em pezó a hablar con tal suavidad
y en tan b aja voz, cual si en lugar de predicar
'Quisiera confiar un secreto a algún am igo. Re'r^ ti"am enie cesó tod o aquel r u id o ; y así com o
todas las m iradas se concentraban en un solo
pur.'.w: la figura d e D on B osco; así al oíd o d e
t*do.s llegaba, d ulce, seren a, penetrante, so la
mente la palabra d e D on B osco.
Afí/Hia esi vita homtnis super terram, d ecía;
T tomando la im agen d el sold ad o, que fiel a su
tey y a su Patria, es alabado y prem iado, y , si
NOTAS Y CORRESPONDENCIAS
Carta del Exmo. Sr. Presidente de
Colombia al Revmo. D. Pablo Albera.
Bogotá, 2t octubre de 1918.
R evm o, P a d r e y S e ñ o r :
é
¡ C u án to m e co m p la ce q u e e l d ig n o .Sucesor
d el V en era b le D on B o sco se .h a y a d ig n ad o
escrib irm e ! ¡ C ó m o m e anim a y fo rta le ce el
saber q u e la sa g ra d a fam ilia qu e d ejó en este
m undo aq u el numen benéfico d e carid ad y de
fe, m e a y u d a con sus oracion es.
L o s plácem es q u e V . P . R e veren d ísim a se
d ig n a d irig irm e en su am ab le carta d e 7 de
a g o s to , con ocasión d e haberm e e n ca rg a d o del
p rim er em p leo d e esta R e p ú b lica , son para
m í d el m ás su b id o v a lo r y los co n serv a ré en tre
lo s m ás h on ro sos q u e p u e d o -re cib ir.
D íg n e se V P. R e veren d ísim a ex p resa r a sus
ven era b les asisten tes en la d irecció n de la Pía
S o c ie d a d S alesian a la g ra titu d de un herm ano
q u e los v e n e ra y d e un h ijo q u e con fía en el
a u x ilio celestia l d e su s oracion es
E lla s m e alcancen la g ra cia d e cu m p lir con
1
— 44 m is d eberes y de o b se rv a r esp ecialm en te lo
<ine las ley es C olom b ian as d isponen en favor
¿V. la Ifílesia C ató lica . E sas oracion es m e impi'tren d e D io s el c o n su elo p a ra m is hondas
penas personales.
D e V . P. R rv n ia . reve re n te a m ig o , obe
d ien te hijo, q. b. v. m.
M a r c o F i d .i l S ü a r e z .
Cooperación 3sl«siana.
D ice el au to r de « la In stitu ción S alesian a »,
que no es el últim o g é n e ro d e C oop eración
dar a con o cer las O b ra s e id eales S alesian os
y d ifund ir el esp íritu d el V b le. F untlador!
A s í lo practica una em in en te co op erad ora me
jica n a , cual se d e d u c e d e una carta escrita
po co hace a un herm ano S ale sian o . C o m o 'es
de ed ificación , nos tom am os la lib ertad de
traslad ar a estas colu m n as un parrafito.
« O ja lá h aya U d . recib id o m is cartas an terio
res en d on d e le hacía un relato exa cto sobre
mi m ilagro sa curació n , pu es deseo q u e sea c o
n ocid a para m ayor g lo r ia d e M aría S S m a.
A u.xiliadora y d el V b le D . B o sco . N o d ejo de
halilar sobre este fa vo r q u e recib í, a tod as las
jiersonas q u e co n o zco , y y a te n g o va rias qu e
están pid ien d o po r varias n ecesid ad es, y hay
alg u n as que ni siq u iera de nom bre conocían
al V en erab le, y m u y p o co a M aría A u x ilia
d o ra. O ja lá que sean oíd as, y así se extien d a
más esta d ev o ció n , q u e cu án to g u s to tendría
en haber sid o , aún que en m u y p eq u eñ o , p ro
p a g a d o ra d el c u lto d e M aría A u x ilia d o ra y
del V b le . D . B osco. C re o que en mi an terior
le' p ed ía una v id a com pleta de D . B osco en
esp añol, pues m e g u sta ría m ucho h acerla ver
a estas personas que y a le tienen d evoció n .
Q uién sabe si y a h abien d o paz. algú n d ía ven
gan aq u í los S alesian os a fun dar a lg u n a C asa.
L>« Ansíeles (Cnlifornin), diciem bre de 1918.
E len a
A z u r m e n d i d e P imi-n t e l ».
B ).
rad oras d e T u rín , y no p u ed e .sino aprobary
a p lau d ir con g ra n entusiasm o la feliz idea de
acercarn os y a b rir relacio n es co n los directo
rios C o o p erad o res de las d iferen tes Naciones
d on d e se h alla esta b lecid a la P ía U nión de
C o o p erad o res, com o recu erd o d e las B odas de
O ro d el S an tu ario d e n u estra M a d re María
A u x ilia d o ra d e T u rín .
N osotras en S a n tia g o nos hem os propuesto,
adem ás d e p r o te g e r y a u xilia r a los m ás des
am parad os q u e se educan en la escu ela proC'sional « L a G ra titu d N a c io n a l », trabajar con
ahinco para las vo ca cio n e s religio sa s.
L a escasez d e personal se d eja sentir en las
O rd en es R e lig io s a s ,. pero, m u cho m ás entre
los S alesian os, cu yas ob ras e n estos últimos
años se han d esa rro lla d o inm ensam ente.
L o s p e lig ro s q u e co rre la ju v e n tu d obligan
a re c o g e r a aq u ellos niños q u e tienen incli
nación al estad o eclesiá stico , desd e chicos, y
esto o b liga a ten er e l e g i o s ap o stó lico s, que
e x ig e n g ra n d e s sacrificio s d e -dinero etc. etc.
N u estro C o m ité d esea con to d o cariñ o uniree
al d e T u r in , pensar y .ob rar en to d o bajólos
a u sp icio s d e nuestra g ra n M ad re M aría SSma
A u x ilia d o ra , r o g a r incesan tem ente porque la
O b ra de D . B o sco p rev ale zca en el mundo
en tero , qu e n u estras sú p licas sean d irigid as a.
C ie lo , p id ien d o a D io s p o r los hijos de Doo
B o sc o que. lo s colm e d e b en d icion es y proteja
a las C oop erad oras.
D e U d s. atta. y S . S .
E d ::l m : r \ E . de L e t e l i e r ,
P residenta.
E l e n a G . H u id o r r o d e V.tLD is,
Secretaria.
-'i
T E S O R O E SP IR IT U aL.
L os C ooperadores Salesianos que con/esados
comulgados, visiten devotam ente una iglesia 0
capilla pública, o si viven en com unidad, la prop' ^
capilla, y n iegu en según la intención del Sumo
I’ontifice, pueden gan ar las siguientes indulgen
cias plenarias:
A la s dign as Cooperadoras de T u rin :
Abril — El 6, Domingo de Pasión - el i i , Viernes
de lo.s Dolores - el 13 Dom ingo de Ramos 17, Jueves Santo - el ao; Pascua de R esurreedí'
-Hayo El 3, Invención de la Santa Cruz - el 7, í''"'
lemnidad de S. José - el 8, Aparición de S. M.guel Arcángel - el 17, Pascual Bailón y Anive^;
sario de la Coronación de Maria Auxiliadora - i29, Ascensión.
Junio — El 8, Pentecostés - el 19, Corpus - el
S . Jan Bautista - el 27, Fiesta del Sagrado Co
razón de Jesús - el 28, Fiesta del
Corazón de Maria - el 29, S . Pedro y S . l'abí- '
E l C o m ité d e las S eñ oras C o o p era d o ra s S a
lesianas ha leíd o con m ucha aten ción e interés
la C irc u la r d el C o m ité G en eral d e las C o o p e
Adem ás, eada mes: i«. un día de libre elecdón
g. el primer viernes; 2* el día del Ejercido <í<
la Buena M uerte; 3® el día en que se reúnan «
conferencia.
A la C iren la r enviada p o r e l C om ité C en tra l
de la s Cooperadoras S alesia na s a su s cofrades
d e l m undo entero, m uchas J u n ta s locales han
contestado adhiriéndose con entusiasm o a la s p ro
p uestas hechas (lili para p erpetuar la obra. L a
s ig íle n te merece ser de iodos conocida.
Santiago de C hile, O ctubre de 1918.
V.
r
De nuestras Misiones
CHINA - KUANG TUNG
El viaje.
(D e l D ia r io d el P , D r . G a re lli),
I.
De Ñ a p ó le s a P o rt S a id .
A bordo del Is c h ia — D ificu ltad es v e n cid a s
— E stim a y a fe c to de C o o p e ra d o re s y
Exalum nos.
Son las 6 d e la tarde del 4 d e ju lio . F in a l
mente estam os a b ordo d el < Ischia ».
Las grúas em barcan nuestros baúles. C o n
templo gozoso la operación, porque desde las
primeras horas d e la m añana no he hecho sin o
dar vueltas y correr de la O ficina al puerto, del
puerto a la estación , y lu ego a la .Aduana, y
al Director de la Aduana, y a la Capitanía» del
puerto y de n uevo a la A d u an a y finalm ente al
barco. N o había tenido un m om ento d e tran
quilidad, pues las dificultades se am ontonaban.
Las grúas levantaban las cajas d e .la s e.statuas
de María A u xiliad ora. M e parecía que ese peso
me lo quitaban del corazón , y sentía una alegría
indecible, pues parecia que el espíritu infernal
había conjurado para im pedir a todo trance que
la estatua de la V irgen partiera con nosotros,
y yo veia que E lla misma se había encargado
de acompañarnos.
Debíamos partir de M arsella a m ediados de
junio. < ¿ Estarán prontas las estatuas? ¿ P o d re
mos em barcarlas? » m e decía con preocupación .
Pero por circunstancias im previstas, el vapor
.*!3le de im proviso, sin m isioneros y sin estatuas.
Me alegro. A ctiv o las p r á c tic a s; en trego las
estatuas al ex p ed id o r en cargán d ole me las ponga
sin falta ninguna en .Marsella a principios de
julio, y me m archo a predicar a B orgosesia,
provincia d e N ovara. A la vu elta m e com unican
el cambio de itinerario : em barcarnos en N ápoles
y no en .Marsella. ¿ Y las estatuas? L a V irgen ha
mirado por sí m ism a : otra dificultad burocrá
tica las d etu vo en T u rín .
Partimos para N áp oles. L leva m o s a la esta
ción el abundante bagaje.
— R everendo, m e d ice un e m p le a d o : tod o
se despacha en el acto , m enos las dos estatuas.
— ¿ C ó m o ?...
Y ni siquiera m e deja hablar. Y o estaba re
suelto. O con la V irg en en la C h in a o con la '
Virgen en T u rin . Y sin darm e cuenta se me
escapa una palabra m á g ica : < Salesianos > ( i) .
— ¡ A h í ¿usted es un S ale sian o ?
íij En Italia, efectivam ente, los Salesianos son m uy
ain.i !os. res]>etados y atendidos. L . R .
ÍL
— Sí, señor, Salesian os d e D . Bosco, y vam os a fundar una m isión salesiana en la China.
¿Q u é ha pasado? T o d o cam bia. Mis d os esta
tuas se pesan, se registran, se expiden.
L legam os a N ápoles. D ejam os resbalar al
gunas propinas y todo marcha viento en popa.
E l pasaje está tom ado. N uestros equipajes van
a la A d u ana. A q u í había que rom per la última
lanza. H ay que abrir los 37 bultos para pasar
visita en la Com isaria y revisar los libros y m a
nuscritos. ¡ H a y trabajo para una sem a n a ! Ivl
faquín q u e se había hecho cargo de nuestros
bagajes, se rascaba con furia la cabeza. T en ia
r a z ó n : el barco d eb ía zarpar necesariam ente el
d ía sigu ien te por la m añana.
V am o s al D irector de la A d u an a. R ogam os,
exp licam os, conjuram os. T o d o parecía y a a rre
gla d o . E l D irector había telefonado a la oficina
del puerto. N osotros vo lvem o s en són de triunfo.
P e ro ... la telefonada quizás esté tod avía por
llega r a la oficina. A cu d im os al C apitán del
puerto, quien nos presenta cortésm enie al C o
m isario d e S egu rid ad p ú b lica, en cargad o d e la
C en sura. Pero parece que el C om isariato no tenía
poderes m ayores qu e la A d u ana. L a m adeja se
enredraba. E ra necesario recurrir a la palabra
m ágica, y la d ije : « ¡S a lesia n o s/ >
F u é un descubrim iento. U n o d e los princi
pales em pleados era exalum no de nuestro c o
leg io d e C a sie la m a re ; recordaba con gratísim o
entusiasm o a sus profesores. En un instante se
disipó el n u blado. A l puerto partió una orden
de em barcar inm ediatam ente los 37 fardos. Me
sentía triunfante.
Pero m e en gañ ab a. T o d a podía sa lir ... m enos
las d o s estatuas, q u e necesitaban el perm iso de
la A ca d em ia d e B ellas A rtes, y el C om isario
protestaba que sin eso no p o d ía dejarlas em barcar.
Pero y o y a poseía el m ágico secreto, y por la
tercera ve z salvé la situación. U n oficial cortesísim o persuadió a su inflexible superior, a se
gu ránd ole, bajo su responsabilidad, que d e los
Salesian os podía fiarse y creer que los sellos que
tenían las cajas eran d e la A cad em ia de T u rín .
Y así tam bién las d os cajas fueron registradas,
m arcadas y trasportadas al mar.
E staba can sado, m uy cansado ; aún no había
prob ad o alim ento- Pero m e sentía sa tisfe c h o ;
todas nuestras cosas estaban con nosotros, y eran
cosas q u e nos interesaban sobrem anera.
E x q u isito y p ia d o so re g a lo — L o s alu m nos
del in stitu to S . J u a n E v . — L a s o b re ra s
del p en sio n ad o de B o rg o s e s ia — L o s j ó
v e n e s del C írcu lo X V de m a y o — L o s
a lta r e s p o rtá tile s — E l c á liz del P . A lb e r a .
T
d os estatuas eran para m í m uy intere
santes, no sólo po r ser d e M aría A u xiliad ora,
—
4 6
—
sino porque una de ellas era un regalo de un
E n otra caja había infinidad d e objetos in
grupo de señoritas de la Universida;d de T u rín .
dispensables para la M isión; m e las proporcionó
Me recuerda y me recordará siem pre el excelen te
una oferta que recuerda las exquisiteces de la
corazón de esas estudiantes, mis antigfuas concaridad cristiana. — F u i a G iaven o, a suplir
discipulas, quienes, en el nom bre d e Jesús,
en el O ratorio F estiv o de las H ijas d e Mana
fuente inagotable de ideas y de am or, uniendo
A u x iliad o ra , a otro sacerdote. L as Hermanas
la elevación de pensam iento a la delicadeza del
m e pidieron una conferencia sobre la China.
corazón , tuvieron a bien proporcion ar a las
A l term inarla, se m e acerca una señ ora ya enalm as que se redim an, la visión sen sib le de la
tradiia en años, cu yo nom bre no puedo publicar,
Madre d e D ios, y añadiendo a la lim osna
y con aire de grande satisfacción m e dice:
la obra personal, hacer con sus m anos am itos,
« Padre, la P rovid encia lo ha traído. Venga a
purificatorios, corporales etc. M e regalaron ad e mi habitación ». — C u an d o entré, m e parecía
más m edallas de plata que tienen en una, cara
la m orada de la m iseria. M e dictó algunos nom
la im agen de María A u x ilia d o ra y en la otra el
bres, qu e tengo que poner a niñas convertidas;
propio nom bre, que pondré yo a niñas que
yo los escribí apoyad o en un baúl, a falla de
bautice. T o d a s estas m edalütas tienen su cam esa. C u an d o la señora puso en m is manos dos
d cnita de plata. A l contem plarlas, esas niñas,
b illetes de 500 liras cada uno, quedé pasmado.
a la vez que pensarán en la M adre del C ielo,
— T om e, Padre, m e dijo ; V . q u izá dará la
recordarán el gran dogm a de la fraternidad h u vida por la red en ción d e las alm as ; es justo
mana engendrada en la C ru z del R edentor, y
que yo dé mis ahorros, y sea en sufragio de
se sentirán, pequeñas sí, pero am adas hermanas
mis pobres difuntos.
de los grand es pueblos europeos ; y y o mismo
L a segu n da parte d e su frase expresaba su
al verlas pensaré en mi Patria am ada, en'cuanto
caridad ; pero la prim era era para m i un aviso.
ella tiene de más delicado y c u lto .'C ie r to , m ucho
Y y o acepté su oferta con la intención d e que por
hubiera sentido partir sin esa estatua, en cu yo p e ese sacrificio generoso, el Señ or m e diera también
destal están escritos los nom bres de las excelentes
a m í la gaacia de cum plir a su tiem po el mío.
S eñ oritas del C om ité y la fecha i de m ayo 1918.
Pero no puedo n egar que los ob jetos más
O tra caja que nos dió que h a ce r fué la que
carog a mí corazón estaban en otras c a ja s : eran
contenía el cinem atógrafo. A fortunadam ente al
los que ,me regalaron mis am adísim os jóvenes
guien encontró la fórm ula co n v en ien te: « L in
del C ircu lo X V d e M ayo, a quienes por cinco
terna m ágica para ex p licacio n es c a te q u ística s: años había am ado con corazón de padre, siendo
utensilios del oficio del m isionero ».
correspon dido con cariñ o de hijos. Si por un
Y los « utensilios » eran otro recuerdo d u l
accidente fueran a parar al fondo del mar y
císim o y otro gratísim o presagio de la fraternidad
quedara yo con vid a, pero privado d e sus re
de los pueblos y las clases, que dará la paz a
tratos, d e sus cartas, d e los recuerditos de su
la hum anidad revuelta.
corazón gen ero so, reconocid o y cristian o, me pa
M ientras tanto yo, presa del calor y del han»recería estar yo tam bién sepultado en el mar;
bre, soñ aba con los ojos abiertos, y veía nuestros
porque había encontrado en esos amadísimos
estudiantes del C o le g io de S . Juan E van gelista,
hijos tanta generosidad de corazón, tanta fir
recogid os en la cap illa y en el estudio, atentos
m eza de volu ntad , tanta y tan inquebraniablí'
y conm ovid os oyéndom e hablar sobre la China,
fe, que sólo el ideal d e la redención d e la China
y luego poniendo en im s m anos su ób olo, que
podía separarm e de ellos. M ientras escribo, rue
después y o contaba y veía qu e daba la no in.'íigdan po r mi rostro las lágrim as al mar. ¡Acepte el
nificante .sum a de 400 liras, con las cuales
buen D io s n u estrom u tu o sac;"ificÍo com o un holo
había com prado la serie entera de p royeccio n es
causto por la perenne prosperidad de su Circulo.
lie Catecism o e H istoria Sagrada.
Subían tam bién los altares portátiles, recuerdo
Y más con m o vid o me sentía pensando en el
d e las fiestas in o lvid ab les de María Auxiliadora,
aparato m ism o con autoproducción de luz m e
y el precioso cáliz qu e el R vm o. Padre Aibera
diante una dinam o. H abíalo com prado con li
nos h abía en tregad o pocos m inutos antes de la
mosnas, no ya de estu d iam esd e fam ilias acom oda
partida, para ponerlo en m anos del celoso Padre
das. sin o d e las jóven es obreras de la Manufactura
V crsiglia, que con tanta abn egación y paciente
de l..nnns de Bonrosesia, m uy bien d irigida por
trabajo ha preparado la nueva M isión.
las H ijas d e María A u xiliad ora. H abía ido a
C u an d o tod o estaba en su sitio, d ejé la nave
predicar. L a D irectora. S or M argarita A ym ini,
y corrí a nuestra casa del V ón iero para refo
una verdadera madre, con la inteligente pre
cilarm e un p o co . Eran las 8 d e la tarde.
visión d e la ternura m aternal, pensó hasta en
A b ord o — L a p rim era cerem o n ia religiosa
las m enudencias que podía necesitar mi pobre
— A la bendición del S a c e r d o te s e levan
jícrsona. Pero sus e.xcelenles d irigidas m e arran
a n c la s - E n M esin a — F ra tern id ad .
caron las lágrim as cu an do pusieron en m is manos
sus ah o rro s: ¡setecien tas lira s! Las em pleé en
A las 10 dejam os a los am adísim os hermano.'
la m áquina, que m ientras proyectará en la tela
que con tanto cariño nos habían hospedadolas escenas d e la R eligión de am or, hará sentir
¡ L o qu e es el afecto sin cero prod u cid o en co
en el corazón d e los C h in o s, la generosa y d e razones generosos, po r un vin cu lo santo ! Apenas
licada caridad q u e s e .a lb e rg a en el corazón de
nos habíam os visto, y y a nos am ábam os con ine
las obreras de la Italia cristiana.
fable ternura, y sentíam os la separación. A los
i
r
hermanos se unieron los niños y algu n o s ca
balleros del barrio, y nos acom pañaron hasta
el funicular. ¡ Q u e D ios les con serve a los N a
politanos ese carácter ex p an sivo y afectuoso
ese encanto, que quizá les vien e d e la naturaleza
maravillosa que los rod ea!
A media n och e estábam os en nuestros cam a
rotes. L a em oción , e l calor, el ruido d el puerto
nos impiden dorm ir. M uy tem prano nos levan
tamos y celebram os privadam ente la Santa Misa.
Creíamos zarpar esa m a ñ a n a ; pero un daño
Jel timón o b lig ó a aplazar algunos días. Salim os
el domingo por la m añana, con buenos augurios.
Sobre cubierta, estando presente to d a la tri
pulación cristian a, todos los pasajeros, el C o
misario R egio , el O ficial, el Capitán del barco,
.celebré la Misa y ex p liq u é brevem ente el E vangelo, acom odándolo a las circunstancias. Por
orden del C ap itán, el va p o r levó anclas en el
momento en que el S acerd ote d ába la bendición,
dándoles a todos la d u lce persuasión de que
realmente se em prendía el v ia je en el N om bre
del Señor. Y ahora, 8 d e ju lio , después de dia
y medio d e felicísim a n avegación , en un mar
tranquilísimo, nos encontram os en M esina.
Un poco d e aprehensión tuvim os ayer tarde.
En esas aguas habia subm arinos, y la n av ega
ción se hace más peligrosa durante la noche. C ad a
cual se p one su sa lva vid as. Las señoras pasan
la noche en las sillas y sofás d el s a ló n ; la m ayor
parte de los hom bres, a cubierta ; sólo unos pocos
valientes van a acostarse en sus cam arotes.
Yo me en vo lví en una m anta y sentado ju n to
al timonel pasé la noche, azotado el rostro por
la brisa del m ar. A l apuntar el d ía me despierto
de sobresalto, sin tien do tirar a una parte y otra
de la manta. N aturalm ente pensé que estábam os
torpedeados. P ero era n ... d os gatito s que se
divertían inocentem ente.
Teníamos de frente la rocosa costa calabresa.
A medio día llegam os a M esina. Por una parte
el aspecto d eso lad o de la ciudad destruida por
el terremoto y por otr.a la vista de un vapor
emergente d e las aguas, literalm ente abierto por
mitad en el puerto m ism o, nos tornaron pensati
vos. A ncoram os al lado de un vapor g rieg o . E ste
había salido el d ía anterior en conserva con uno
noruego, y habia tenido que re g resa r... solo.
De la C ap itanía llega la orden d e segu ir ruta
inmediatamente. N os acom paña el b arco grieg o .
Nos augurábam os tod o s m ejor s u e r te ; pero en
medio d e tod o, la persuasión de que íbam os ai
encueiftro d e verd ad eros peligro s, era g e n e r a l;
y asi ante la m uerte, q u e a todos nos iguala,
sentíamos un desusado sentim iento d e afecto
mutuo que nos lig a b a y unía.
Nuestro coadjuto r G n avi habia traído de su
easa unas b otellas d e excelen te C alu so. Y se
descorchó una para obsequiar al Capitán y a
otros am igos carisimew, entre los cu ales el T e
niente P iróla, an tigu o alum no nuestro, cab allero
coraplido que hace ga la d e su fe ardiente y
qne dem ostró en accion es arriesgadas su pa
triotismo, q uedan do herido de algu n a graved ad .
Eo aquellos m om entos la su ave unión d e la
am istad nos infundía valor y seguridad. Pero
tam bién veíam os todos qu e era necesario añadir
la protección del cielo , y todos los M isioneros
nos retiram os a rezar el rosario de A q u ella (pie
es la E strella del m ar, y term inam os nuestra
oración cantando la alabanza : Solchiútno un nuir
injido: vam os surcando un mar lleno de insidias.
L a n och e avanzaba, y a través d e la ucbliiia
veíam os a un lado las luces de R egio y al otro
la costa siciliano. E l puente de com andancia se
con virtió en dorm itorio, cubierto con una sencilla
tolda. T o d o s estábam os con nuestro salvavidas.
A las 8 de la m añana entrábam os al puerto.
D eteniéndon os hasta el sábado 13, aprovecham os
la bcaslón p a ra visitar las antigüedades siracusanas.
E l v ia je — U n c o n v o y de 16 b a rc o s — F u n
cio n es — ¿ T o r p e d e a d o s ? — E n s a y o de
sa lv a m e n to .
E l sábad o po r la tarde se recib e la orden de
partir.
T o d o ei puerto está en m ovim iento. Lentos
y m ajestuosos los vapo res, esbeltos y ágiles los
chaluíierSy co n la calm a conten id a de quien
tiene con cien cia de su propia fuerza los torpe
deros, uno d e los cuales elev a un bellísim o di
r ig ib le ... uno, dos, tres, dieciséis barcos levan
anclas, escoltados po r cin co cazatorpederos y
chalutiers. T o d o s, en fila pasan por entre las
alam bradas d el cam po m inado, m ientras un
poderoso aeroplano evolu cio n a sobre el mar,
exp lorand o el cam po.
C u an do estam os en alta m ar, nos hallam os
dispuestos en tres filas, y los chalutiers y c a
zatorpederos corren adelante y atrás, a derecha
y a izquierda, sin tregua ni descanso ; es un
esp ectácu lo realm ente ¡nipresionanie.
Baja la n o c h e : cad a cual siente la nece.sidad
d e tom ar las debidas p re c a u cio n e s; pero el
m ism o espectáculo del m ajesiuosó co n v o y in
funde una calm a serena, casi la ilusión de que
no hay p eligro ninguno.
M uchos duerm en en el salón , otros a cubierta;
nosotros bajam os a nuestros c a m a ro te s; todos
tenem os a m ano nuestros salvavid as. L a noche
está tranquilísim a.
A m an ece el d om ingo. . S o b re cubierta c ele
bram os la m isa, co n la asistencia del personal
y de los pasajeros. E x p lic o brevem ente el E va n
g e lio , que habla del buen em pleo de las ri
quezas. D os gru p o s que tom a nuestro Padre
F rigo perj>etuarán el recuerdo d e esa escena
in o lvid ab le de graved ad y de dulzura, que re
co g ía , al rededor d el D ios d e la maje.stad. entre
esas d o s augustas inm ensidades, la del cielo y
la del m ar. al atrevid o navegante q u e conduce
b ajeles entre asechanzas y peligros, al acauda
lad o n ego cian te, al ardiente m isionero, a los
hom bres ricos d e inteligen cia y d e oro y a esos
hum ildes m ozos de la tripulación, ricos tan solo
d e fuerza m uscular y d e corazón, en esa nave
requisada, d on d e todos, quién de un m odo,
quién d e otro cum plen para con la patria un
d eb er santo, y todos adoran con sentim ientos de
-
filial am or y confianza al Padre y R edentor que
en ese m om ento exten d ien d o su creadora mano
sobre el abism o, nos lleva a través de la vid a.
Kt día pasa tranquilo. D esearíam os saber el
ru m bo: pero es un .secreto del C om and o. Sólo
sabem os, por la tarde, que no se pa.sa por Malta,
sino que vam os directam ente a la G recia.
Atardece. Un soldado me d ice que el P. Pasotti me espera en la proa. L o encuentro ro
deado de soldados, de los cu ales unos van a
la L ibia, otros al E pipto. H o y varios exalum nos
nuestros, iodos satisfechos de haberse educado
con los Salesianos. Reconstituim os la fam ilia y
allí, en esas aguas ilum inadas por la luna, frente
a la estrella polar que b rilla nitidísim a, evocámU)nos el recuerdo d e la E strella del E m p í
reo, rezam os el Rosario y nos dam os las « Buenas
N o ch es» , com o en un instituto Salesian o, reco
m endando a los buenos m ucltachos la confianza
en Marín Santísim a.
N os acostam os con bastante tranquilidad ; la
ondulación ligera del vapor nos m ece y hace
dorm ir. Pero a lo m ejor nos despierta un estri
dente silbar de la sirena, y un m arinero corre
grita n d o : * ¡E.stamos süurados ! »
A garram os nuestros sa lva vid as y volam os
sobre cubierta. L a g e n te está en m ovim ien to :
algunos han vo lad o a la lancha de salvam ento.
— ¿Qué hay.>
— ¡Estam os perdidos!
— ¡N o, a salvo 1
¿Qué era ? E n la oscuridad, y quizá por d is
tracción, el vapor g rie g o se nos ven ía encim a,
y sin el grito y la m aniobra rapidisím a del tran
q u ilo y experto capitán, nos habría abierto por
m itad. H ubiera sido peor que un torpedeam iento.
Eran las dos de la m adrugada.
T o d o el lunes surcam os las quietas ondas del
mar Jonio. A las cuatro de la lard e la cam pana
de a bordo toca a en sayo de salvam ento, para
que rad a uno sepa la lan cha en que ha d e em
barcarse en caso de desastre y estudie la m a
nera de llegar a ella sin confusión.
Por fortuna la precaución fiié inútil.
E n la is la d e... - -- Q uince b a r c o s a P o r t S a id
- L a p ersu a sió n de u n a esp ecia l bendición
de la V irg e n — E l bo rd o del v a p o r co n
ve rtid o en O ra to rio 'F e stiv o — E n el puerto.
D eiam os a lo lejos el C ab o de M a ta p á n ; v is
lum bram os entre la n iebla las islas de la Morea.
A las 8 com enzam os a d ivisa r las alturas de la
isla lie ... Por la n och e nos había abandonado
un torpedero, y nosotros nos preguntábam os
ansiosos la causa, cu an do estábam os en la zona
más pcHgro.sa. N uestro <lirigíble, de la co la pasó
a la cabeza d e la exp ed ición , para m ejor e x p lo
rar el horizonte y señalar el* rum bo. T o d o el
co n v o y se a lin eó en una larguísim a fila, y d es
pués de cap richosos ziz zags entram os al puerto,
po r un estrecho pasaje entre alam bradas m i
nadas. N os encontram os en un m agnifico anfi
teatro parecido al d e Siraru sa, aunque más pe
queño. E ntre las casitas blancas recostadas en
la ladera, cam peaba la casa azul d el .Almiran
4 8
-
tazgo. S in la gu erra europea, que condujo a h
ocupación de la isla, jam ás el pueblecito aquel
hubiera soñado ver anclad os en su puerto unos
30 barcos d é diversas nacionalidades europeas
y asiáticas. E sperábam os pasar la noche tran
quilos. Pero a las 6 d e la tarde nos ponemos
otra ve z en m archa. Eran 15 vapores mercantes
y adem ás ios de la escolta.
E l Jschia pasaba lentam ente antes los tres
pueblecitos de la isla. C ontem plábam os aquella
costa árida, y sentíam os nostalgia al dejar el
últim o puerto europeo. L as numero.sísimas aspas
de los m olinos d e vien to agitánd ose sobre las
colinas hallaban correspondencia en el fondo de
nuestras alm as, d on d e se agitaban los oscuros
fantasm as del mar.
Salía la luna, y a su luz aparecían y desapa
recían las islas g rieg as, algunas de las cuales
recuerdan guerras heroicas contra el Turco.
Pensam ientos diversos agitat>an mi corazón. Pen
saba en los ejércitos de mi Patria que con torrentes de sangre estaban conquistando sus con
fines naturales, y m e d e c ía : « Por mi parte he
de añadir una p ie d red ta preciosa a tu corona,
en nom bre del am or cristiano, o no te volveré
a ver ». Me apoyé en la barandilla y dejé rodar
algunas lágrim as.
A h o ra se navega directam ente hacia Port-Said.
E l p eligro se hace cada ve z m ayor. D os cosas
se han hecho ya habitu ales: el Rosario entonado
por el P. Pasotti y la noche pasada sobre cu
bierta con el salvavid as al lado.
'
T ranscu rren sin novedad el m iércoles, el jueves
y el viern es. L a últim a tarde v i el bordo del
/schia con vertid o en un patio d e O ratorio Fes
tivo, donde en tod o rincón hay canto y juego
y a legría bajo la m irada del Salesiano.
Y a estaba arraigada la persuasión d e la asis
tencia d e la V irg en , y aunque era la noche de
m ayor peligro , nadie creía en él y todos se
sentían predispuestos a la alegría. E sta llegó a
su colm o, cuando me presenté a los soldados
y m arineros para distribu irles cig a rri’* s. El
P. Pasotti era el alm a del jú b ilo . E l Capitán
gozab a del espectáculo desde su puesto. Cuando
d ió orden de suspender los ju e g o s para oír las
señales de los dem ás barcos, em pezam os el ro
sa rio ,‘ que term inam os co n el últim o saludo y
la últim a recom endación.
E l sábad o a lás 9 descubríam os las torres de
Port-Said, únicas em inencias en aquella playa
llana. A encontrarnos salieron cazatorpederos f
barcas. E n larga fila entram os al puerto.*
E l Hw htin^, en qu e debíam os prosegu ir el
via je, estaba y a anclad o. Pa.samos a su lado y
se nos saludó con pañ uelos blan cos. Contracam
biam os, esperanzosos de encontrar una cordia
lidad com o a bord o d el ¡schia.
.Ahora esperam os el perm iso d e bajar a tierra
para d ar gracias a Jesús •Sacram entado, por ’a
asisten cia especial que nos ha dispensado en la
parte prim era y m ás peligrosa d e nuestro viaje,
y avistarnos con el C ón su l Italiano.
S.^NTE G a r e l l i , Salesiano.
— 49 —
f
G radas de M aría ílu xllla d o ra .
María Auxiliadora y D. Bosco me han sanado, (i)
A fines de Mayo del presente año, me dió tan
fuerte dolor de cabeza y opresión de bronquios,
que me vi obligada a guardar cam a. Acostumbrada
a padecer, no me di prisa por llamar al médico^
creyendo pasarla. Y a era el quinto dia, cuando,
instada por las hermanas, decidimos llamarlo. Y ,
por una coincidencia fueron dos, de los principales
de Sevilla, los que me visitaron y ambos decla
raron era pulmonía lo que tenia, y de las malas,
encontrándome bien grave. A ! ver yo a las herma
nas tan apuradas, comprendí se trataba de cosa
seria, y mientras me ponían por la garganta y bron
quios aceite de la lámpara de María Auxiliadora,
yo con gran fé, (aunque muy tranquila) me puse
al cuello una medalla de mi gran Madre, bendecida
por el Ven. D . Bosco, mientras le decía: « Padre
mió, pomne buena, si a ti te parece bien, y lo pu
blicaré en el Boletín. Acto seguido, sentí como si
una mano suavizara mi pulmón izquierdo, que era
el congestionado, y aliviara los bronquios que los
tenia incapaces de poder sufrir má^. A si seguí dos
dias, con todos los síntomas de la pulmonía.
Mucho tuve que sufrir, pero el médico empezó
a encontrarme mejor, extrañándose no poco, y el
9 de junio precisamente el dia del cincuentenario
de la consagración de la Basílica de Turín, (fecha que
tenia yo bien presente)desapareció el peligro. El mé
dico me decía riñéndome: « V ., no se quiere hacer
• cargo de lo grave que ha estado. A V . se le presentó
«pulmonía mortal, o de esas que si uno se salva,
c está en cama dos y tres meses y V ., antes del
*; mes va puede salir a la calle. V ea, pues si es
‘ grande el favor recibido ». Estas palabras confir
man más y más la gracia de la V irgen y de Don
Hosco, lo que hago público con grande agradeci
miento, pues hoy que cumplen los dos meses, estoy
tan bien, que ni recuerdo haya pasado tal gravedad.
¡Cuán buena eres. Madre mía, y cuánto puede contig; el grande D. Bosco, a quien escogí por Pa
ire, con tanta alegría y provecho de mi alma! F e
lices los que te conocen y te aman.
Sevilla, 2 agosto i^¡8.
A. A
m at,
H ija de María A u x .
Qr«thod a María Auxiliadora.
Moras de celeste alegría son aquellas que pasa
mos considerando los favores que hemos recibido
de la Reina de los Cielos; pero esta alegría se convitne en entusiasmo cuando por alguna circunstan
cia especial nos vemos en la dulce necesidad de
iiicer conocer al público algunos de estos beneficios.
(i) En conform idad con lo s D ecretos de la S an ta Sed e,
0-' damos a estas relaciones otra fe ni otra autoridad qne
la z uramente hum ana.
Hacia mucho tiempo que padecía una enfermedad
grave en la garganta, que no había podido com
batir con los muchos remedios de los médicos, y
no esperando y a ningún alivio de ellos, puse toda
mi confianza en mi muy amada Madrg María A u
xiliadora, y uniéndome a las poderosas oraciones de
las dignas H ijas de María Auxiliadora de esta po
blación, le ofrecí hacerle decir una misa en su San
tuario el último dia de la novena y publicar la
gracia en el Boletín Salesiano.
L a Sm a. Virgen oyó mis súplicas, porque ella hn
prometido no dejar sin consuelo a los que la in
vocan en sus aflicciones.
Gustosísima cumplo, publicando mi gratitud y
eterno reconocimiento por el favor recibido de tan
bondadosa Madre.
Guadalupe, abril de jg iS .
M a r ía d e Jesú s G óm ez .
Deoda de gratitud.
Encontrábam e en un trance muy apurado; mi
aflicción era terrible, porque creía imposible ob
tener una solución satisfactoria para asunto tan
complicado; pero acudí llena de confianza a la que
nunca se invoca en vano, acudí a María Auxilia
dora ofreciéndole hacer publicar la gracia en el
Boletín Salesiano y enviar una pequeña limosna, y
a los pocos días obtuve el fevor pedido, tan com
pleto, como -yo no me atreví a implorar.
Hoy cumplo con inmensa satisfacción la promesa
hecha y no dejaré un solo dia de ensalzar su nom
bre sacrosanto.
Salto {Buenos Aires) Julio ig i8 .
M ar g ar ita C a sso n .
Agua del cielo.
En la úllirpa seca que asoló esta zona, tenia la
hacienda eil extrema necesidad por falla de pasto
y no tenía a dónde sacar porque la seca era g e
neral. Ofrecí a María Auxiliadora dar una limosna
para las obras de D . Bosco sí llovi.a y salvaba la
hacienda. Apenas hice la promesa llovió abundan
temente. Cumplo gustosa la promesa, dando gracias
a María Auxiliadora por el favor recibido.
La Piala ig ¡7 .
Una Cooperadora.
L a P l a t a . — H abiendo ped ido a la S . V irgen
María A u xiliad ora la feliz solución de d os asuntos
m uy im portantes para toda la fam ilia, m e las
ha con ced id o tal com o las había solicitad o. A g r a
d ecid a a tan buena M adre, cum plo la prom esa
que hice d e m andar una lim osna para la restau
ración d el tem plo d e M aría A u x iliad o ra en
T u rin y d e p u b lica r la gracia en el Boletín .Salesiajio para glo ría d e María A u x iliad o ra y aliento
d e los qu e acuden a su intercesión.
E n O ctu b re del año 1917 cayó repentinam ente
privad a d e conocim iento una s o b rin ita ; llam ados
inm ediatam ente d o s m édicos, a pesar d e los
rem edios q u e se le aplicaron, no vo lv ía en sí.
E n ese m om ento angustiosa recurrí con tod a mi
alm a a María A u x iliad o ra , jirom etíendo publicar
la gra cia . E l a u x ilio d e esta poderosa y tierna
M adre no se iiizo e sp era r: a las cuatro horas
v o lv ió en KÍ la niña sana y buena con gran asom bro
de todos los presentes que y a la creían muerta.
G racias sean clatlas mil y mil veces a María
A u x iliad o ra a quien nadie recurre en vano.
Febrero i* de 1918.
C o n c epc ió n B id o n d e .
E ncontrándose m i-h ijo L u is con un ataque de
de m em ingitis, perdido el con o cim ien to y sin
que el m édico diera esperanza, m e quité del
cu ello la m edalla d e María A u x ilia d o ra y se la
puse al enferm o, pidiendo a la V irgen Sm a. lo
curara si conven ía — E l día sigu iente el niño,
con asom bro d e todes los d e ca.sa y d el m édico, se
encontraba ya buen o. Por tan señalado favor d oy
las más rendidas gracias a M aría A u x iliad o ra .
M adrid, 26 de m ayo de 1918.
P il a r R o d r íg u e z .
M o s q u e r a . — « U na persona d e C h ía da
m uy exp resivas y rendidas gracias a la poderosí
sima V irgen A u x iliad o ra por el feliz éx ito de unos
asuntos civiles, ju zg a d o s com o perd id os por los
a b og ad o s m ism os. Y ella le será eternam ente a»
grad ecid a ».
M osquera (Colom bia), Julio 18 de 1918.
J uan F . sco R o d r íg u e z , Salesiano
Dan también gracias a María Auxiliadora y envían una
limosna:
Barcelona — D a. M ercedes C ap ad ales, po r el
buen éxito de una operación de una hija suya.
— D a. M ercedes S agrera, por un favor. — U na
d evota por su m ilagrosa c u ra c ió n .-— D a. A n
tonia M uragu po r un favor. — L a. Sra. V da.
de C u gat, por favores, 37 ptas. — D a. Antonia
M edina, por su curación . — D . Julián M iralles,
por un favor.
B urgos. — D . J. M onteverde, por grandes
favores.
tambados. — D a. P eregrina P iñ eiro po r un
favor.
Córdoba
• D . Juan G in és, por id.
Corbillón (Pontevedra) — D a. M anuela Padín,
por id . 5 ptas.
Coruiia — M, del R . por su salud recobrada
V la lie uua lierm ana su ya. — D a. E lisa A vala
por favores alcanzados,
Cuenca. — A . P. po r favores.
J/uesca. — D a. Presentación A g u ila , por la
salud recobrada.
Lérida. — D a. M aría N . Barques, por id.
(O viedo) — D a. María M enéndez, V d a.
d e M ovilla, por la salud alcanzada, 5 ptas.
Monierñdeo — D a. M agdalena C . V ilard ebó,
por varios favores.
.Madrid. — C . P. por la salud recobrada de
g n iv c enferm edad, 10 ptas. — D a. Soledad C .
C orm as, por la m ilagrosa curación de D a. V ic
toria .Alvaret. - D a. P rca. A . de. R. po r favor
alcanzado, 6 ptas. — D . A n gel G alán , por
varios favores. - D a. I.sabel F ernández, por la
salud m ilagrosam ente recob rad a. — D . A lfon so
O ctavio d e T o led o , por id.
50
MondoTiedo. — U n d evoto do M aría A u x. por
beneficios alcanzados, 25 ptas. para 3 Misas.
M osquera. — D a, Juana M aldonado d e Rojas
por portentosa curación.
Morana (Pontevedra) — D . José Magamio
P bro. en vía 17 ptas. entregadas po r tres personas
agrad ecid a a María A u x iliad o ra .
Vigo. — D a. V icto rin a Pita, por una gracia,
25 ptas. — C . N . por la lu z qu e d e dió erf la
elección de estado. — A . C . M artínez por una
gracia, 10 ptas. — E . A . por favores recibidos
— D . A n ton io M etiere y da N atividad Díaz de
M édico, por un favor dificilísim o de alcanzar.
— D . L uis C on de Fernández, por favores, 5 pws.
— D a. A n g e la B oniu, por haber librad o milajjio.
sám ente sus haciendas en G u ayaq u il, d e un ter
rib le incen dio. 100 jitas.
Villa Colón. — D . Bernardo M . Echever)'.
por favores, m anda celeb rar cin co m isas.
La Pilarica en el Tiliidalio,
C on el título de E l trono de nuestra Reina pu
b lica M aría V icto ria el sigu ien te suelto en « E!
P ilar » de Zaragoza.
Trocóse la suspirada esperanza en her7nosa rea
lidad. N uestra Reina. la Santísima Virgen del
P ilar, tiene su corte de h o n o r en las principales
ciudades de esta Espoña tan s u y a ; y la corte de
Honor que en Barcelona la venera, sintió e l ansie
amorosa de entronizarla en e l maravilloso lempUque en la más privilegiada de las alturas domina
tierra y mar y tiene p or dosel la bóveda celeste.
Viviendo a la sombra bendita d el Tibidabo, go
zando sus maravillas y ermprendiendo ssi altísim
significación, anhelaron fincar en este Predio Real
del Corazón D ivino a la Reina y Señora de todos
los corazones, y pidieron una capilla del Templo
Nacional, para ofrecer en ella un nuei'o trono a
la Santísima l ’irgen d el P ila r, junio a l excelso
trono de Cristo Rey.
La Celestial Señora prepara dulcemente su ca
mino. ¿ Cómo no han de ser « sus más amantes,
sus más devotos» los que form an su corte de
H onor f S u s cortesanos en Barcelona toman la ge
nerosa iniciativa con la certeza de que a ella coadyircarán con entusiasmo todos los cortesanos de
España entera. ¡ N i uno sólo dejará de contribuir
a l trono de nuestra R ein a !
A ¡a Corte de H onor se unirán los fu ev es Eucarísticos. cuyos sacrificios fu er o n tas primicias
recibidas para la Capilla e x ce ls a ; y seguirán los
institutos tos colegios, las archicofradias que se
form aron bajo e l patronato de la Santísima J’irgen y qué se honran con e l dulce nombre de Pilar
bendito.
Todos * sus más amantes, sus más devotos > le
vantarán e l trono, y ¡os mismísimos ángeles del
cielo descenderán a la tierra para admirarle y
prestar a su Reina angélico homenaje de adenación.
Oratorios Festivos.
[{OMA. — Una singular audiencia. — « S iiig u larisima. inolvidable po r las im presiones suavísim as
y conmovedoras, por el espectáculo m aravilloso
en que se me2claban arm ónicam ente la m agni
ficencia y la sen cillez, fué la fiestecita qu e se
desarrolló el 5 d e m ayo a la presencia augustí
sima de Su Santidad B enedicto X V ».
Con estas palabras em pieza su relación un
importante d iario rom ano.
Quinientas niñas d e los va rio s O ratorios fes
tivos que en la ciudad d irigen las H ijas de María
.Auxiliadora, se reunieron en la vasta sala del
Consistorio. E l Padre San to estu vo d os horas
entre estas hum ildes hijas del pueblo, cu yo objeto
principal era d a rle las gracias por el SalónLaboratorio que a sus exp ensas había hecho
construir en la V ia A p ia , y consolar su afligido
corazón dándole una prueba evidente del en
tusiasmo con que estudian la ciencia de las
ciíncias: el C atecism o .
Se abrió la velad a — llam ém osla así — con
un saludo al P astor Suprem o y con el presen
tarle un artístico pergam ino, en el cual estaban
representadas las casas que en Rom a dirigen
las Hijas de María A u x iliad o ra , con sus relativas
obras.
J^iguieron un m agnífico hi mno a cuatro voces,
compuesto por el M tro. C io cci, un d iálogo, una
poesía en que se ilustraban, d e m odo claro y
fácil los tres recuerdos que a sus hijos legara
cual testamento el V b le . D . B o s c o : « D evoción
ardiente a Jesús Sacram entado, D evoción filial
a María A u xiliad ora, D evoción tierna y constante
al Vicario de Jesucristo >.
Luego se le presentó una fotografía d el Salón
y un solideo hecl»o por una herm ana. El Padre
Santo se quitó inm ediatam ente el qu e llevaba,
y se puso el n u evo , entregando el otro a la D i
rectora de la casa fervorecld a, que se apresuró
a recogerlo com o un recuerd o precioso. E l acto
de paternal confianza fué a co gid o con una o v a
ción unánim e.
Dos niñas con graciosa sen cillez, ofrecen al
Padre Santo d os ram illetes d e flores.
Y com o co ro n a d e la velad a y parte principal
de ella, vien e el certam en d e R elig’ ón. U n a mano
de artista h abía co n v ertiio en d iá lo g o m aravi
lloso el tratadito d e D . B o sc o : < Fundam entos
de la R eligión C atólica ». qu e él puso al fin de
Su < Joven Instruido » y d e < L a Joven C ris
tiana >.
El Santo P ad re m iró el acto com o una d e
iL
m ostración de am or y al mi.'^mo tiem po com o
un. descanso qu e sus H ijas le olrec.an.
D esd e que entró al salón m anifestó una com
placencia esp ecial, su rostro aparecía com o ilu
m inado d e una sonrisa de inelab le ternura y
visiblem ente se veía que gozab a, no perdiendo
punto d e la curiosísim a velarla. En privado dijo
al E m m o. C ard en al C ag liero que m uellísim o le
había com placid o ese acto de filial devoción. Y
la C orte Pontificia, h ablánd ole días después al
m ism o Purpurado, le d ijo que « la genial velada
había sid o para Su Santidad una grata sorpresa,
un consuelo, un len itivo a sus dolores y una
agradabilísim a distracción en m edio de sus g ra
vísim as ocupaciones ». N osotros m ismos hem os
oíd o ■ 'idéntico ju ic io de labios de M onseñor Samper. M ayordom o d e Palacio, en una visita que
hizo al O ratorio y al Boletín Salesiano — en
T u ríti — a m ediados d e agosto.
E l Padre Santo d irig ió una alocución, tan in
teresante, que las niñas se la aprendieron casi
d e m em oria.
« N os habían d ich o qu e se reunían m uclias
niñas de \on O ratorios festivos que dirigen en
Roma las H ijas d e María A u x iliad o ra , deseosas
de recib ir nuestra Bendición y de m anifestarnos
su gratitud por el salón que hem os Itecho con s
truir en su casa d e la V ia A p ia.
« T am bién Nós os quedam os vivam ente a gra
d ecid o po r esta prueba de filial afecto qu e nos
habéis d ado. V osotras habéis traído’ aquí un
.hálito d e vid a prim averal: al entrar en c--ta sala
nos pareció entrar en un herm oso jardín florido,
y nos con su ela el d ed u cir de la abundancia y
lozanía d e estas flores, la preciosidad y e x q u i
sitez d e frutos abundantes.
« Serán frutas d e bond ad , de virtu d , d e a cti
vid ad , de sacrificio, que vosotras esparciréis en
el m undo, vosotra.«« que habéis tenido la fortuna
de frecuentar las E scuelas d e las H ijas d e María
A u x iliad o ra y d e recibir en vuestras alm as los
gérm enes d e una sana ed u cación . L as flores que
nos habéis ofrecid o, blan cas y gu aldas, Nós las
conservarem os com o prenda de vuestra gratitud
y vu estro am or. L as blancas indican la pureaia
d e vuestras alm as, las am arillas el v ig o r d e vu es
tra adhesión a nuestra Persona.
« Y com o entre las flores hay tam bién verd e
hierba. é.sta es para n osotros el sím bolo d e la
esperanza, d e la esperanza qu e dicha pureza de
alm a y adhesión al V ica rio d e Jesucristo sean
eternas en vosotras. N os habéis graciosam ente
ofrecid o un s o lid e o ; m ucho nos ha gu stado; lo
tendrem os com o un recu erd o y pensarem os en
— 52 —
vosotras cada vez qu e nos los pongam os. C on ti
nuad por el cam ino em prendido, que es el seguro;
no o lvid éis jam ás las enseñanzas del V b le. Bosco.
« C om o ha d ich o m uy bien una de vosotras con
exp resiones que sobre todas nos im presionaron,
el V b le . B osco dejó en testam ento tres recuerdo.s: devoción ardiente a Jesús Sacram en
tado, devoción filial a María A u x iliad o ra , d ev o
ción tierna y constante a la San ta Sede. G u ar
d adlos celosam ente y traducidlos en práctica, y
tendréis las bendicion es del cielo.
« lin nuestra Rom a el bien que hacen las
H ijas de María A u x iliad o ra es inm enso. N uestro
augurio y nuestro vo to es que abran en la ciu
dad nuevas C asas las buenas Herm anas. A la
de <la V ia A p ia hem os querido darle una m ues
tra de nuestra b en evo len cia; es el principio de
los favores qne pensarnos hacer a los O ratorios
de las H ijas de María A u xiliad ora.
« Sab ed , oh jo v e n ciia s, apreciar la sin gu lar for
tuna que tenéis de p e rten e ce rá las O ratoriangs de
D . Hosco; pero tened presente que de nada servirá
e l buen ejem plo de las Maestras, sus enseñanzas
y consejos, si no os esforzareis por practicarlos.
« A vuestro turno, vosotras debéis servir de
edificación a los dem ás. E n la misa de esta mañana
hem os leído una profunda enseñ anza: « S e d
practicantes y no solam ente oyentes de la buena
palabra ». R ecordad, pues, qu e tenéis tam bién
vuestra responsabilidad.
« A q u í se encuentra con vosotras, a N uestra
presencia, el E m m o. C ard . C a g lie r o ; él es el
an illo de unión entre vosotras y nuestra Persona;
él os lleva a vosotras nuestra Bendición y los
testim onios de nuestra b en evo len cia y a N ós nos
trae noticias vuestras, com o nos las trae d e los
niños y jo v e n cito s de los O ratorios que con
igual celo dirigen los Salesianos. El Cardenal
C ag liero no sabe hablarnos sin o de vosotras.
H aced que pueda darnos siem pre buenas y con
soladoras noticias.
« Y ahora recibid la Bendición que de c o ra
zón os dam os ».
Y la bondadosa mano del Pontífice se alzó
para bend ecir esas 500 chiqu illas arrodilladas,
l í l cuadro representaba al viv o la bella im agen
<le Jesús en m edio de los niños.
Ciertam ente que esta es una p ágin a d e oro
qtie escribirán en sus anales las H ijas de Marín
A u xiliad ora y en las suyas la O b ra d e los O ra
torios Festivos.
H krmoso do cu m en to p a r a l a H is t o r ia DELOS
O r a t o r io s f e s t iv o s . — La Estrella de Panamá
del 27 de O ctub re p. p. ded ica su editorial a una
Instancia., firmada por el Sr. O bispo y n iásd e 350
ciudadanos, a la C ám ara d e Representantes, su
plicándole conced a un lote de terreno y una
sub vención para fundar un O ratorio F estivo.
S ien d o el docum ento de una im portancia parti
cular, por cuanto dem uestra la d e ios O ratorios,
recotiocida oficialm ente por una nación; lo dam os
a con o cer por entero a nuestros lectores; lo
m ism o que el com entario con q u e el bilin güe
periód ico lo acom paña. D ice , p u e s :
«Laudable solicitud. — P ublicam os ho^ con d
m ayor gu sto la que un gru po de respetables
señoras y caballeros, en cabezad os po r e l limo.
S r. O bispo de la D iócesis, D o c to r Guillermo
Rojas y A rríela, ha d irigid o a la Representación
nacional en dem anda d e au xilio, para establecer
en esta capital un O ratorio F estivo, fundación
tanto más necesaria cuanto m ayor es la necesidad
que se tiene en Panam á de proporcionarles a la
niñez y a la juventud, de las clases pobres sobre
todo, instrucción religiosa, distracciones hones
tas y alegres entretenim ientos, de acuerdo con el
grad o de adelanto que ha alcanzado el país.
N o se puede negar que. tenem os que prepai
ram os para la solución acertada d e diversos
problem as sociales y el m edio d e conseguirlo
no es otro que preparar convenientem ente a los
hom bres del mañana, bien ofreciéndoles instruc
ción gratuita, bien educándolos en el santo temor
de D ios, que es el principio de la sabiduría.
A ese respecto, a nosotros no nós toca más
que segu ir el ejem plo d e las grand es naciones;
que sintiéndose ahitos d e id eologías insustan
ciales y paralogism os detestables, desean nuevas
orientaciones en las cu ales abrevar aguas de
vid a y descansar a la som bra de árboles que
despiden el perfum e de virtudes inefables.
E n la bancarrota de la civilización actual es
m ucho lo que puede aprenderse. En presencia
de tantos ídolos rotos, no es d ifícil encontrar los
n uevos derroteros que pueden conducirn os a la
verdadera tierra de prom isión de las venideras
edades. Para ello tenem os qu e v o lv er los ojos
a los jóven es y a los niños, tdn descarrilados
h o y y tan necesitados de sanos consejos y de
saludables enseñanzas.
A eso tiende la fundación entre nosotros, de
los O ratorios Festivos, y por lo m ism o creemos
que la ju sta solicitud que entraña el referido
m em orial será a co gid o debidam ente por los Se
ñores D iputados.
Honorables D iputados:
L a necesidad im periosa qu e experim enta esu
sociedad de sitios apropiados, d on d e puedan
niños y jó ve n e s divertirse sin p e lig ro ' alguno
para sus cuerpos y m enos para sus alm as, alcan
zará a llenarse satisfactoriam ente con la funda
ción de O ratorios, que no son otra cosa que cen
tros de educación y esparcim iento, donde encon
trarán aqu éllos, al par que toda clase d e diver
siones honestas y ju eg o s apropiados a su edad
y con d icion es, la necesaria instrucción del Ca
tecism o, base prim ordial d e la m oral cristiana.
A si lo han entendido las C ooperadoras y los
C ooperadores Salesian os de esta capital, que
abrigan el propósito firme, inquebrantable, de
realizar esa obra, que será d e positivo beneficio
para el m ejoram iento m oral y el desarrollo
de niños y jó v e n e s, y contribuirá adem ás al fra
ternal acercam iento de las clases sociales.
Pero para llevar a térm ino esa em presa s€
necesita, en prim er lugar, un terreno extenso,
donde pueda construirse un edificio adecuado,
con patios am plios y separados, salones de con-
j
— 53 - fereiicias y recreaciones y dem ás dependencias
[■ indispensables.
En vuestras m anos está el principio d e la
obra: ese terreno podéis vosotros concederlo,
puesto que la N ación posee una extensa faja,
que aím está por urbanizar, en las tierras de
c El Hatillo >, conocid as generalm ente con el
nombre de « L a E xp osición >.
Para este efecto, bastaría por ahora, un lote
de seis mil m etros cuadrados, que es la exten
sión que corresponde a cad a una de las m an
zanas que com ponen la parte urbanizada de
aquella importante sección.
Con este fm, pue.s, nos dirigim os a vosotros,
Honorables D iputados, en careciéndoos que co o
peréis a esta obra santa y benéfica, por m edio
de una ley que conced a a perpetuidad, a la
Institución Salesiana de esta capital, el uso y
goce de un lote d e terreno, con cap acidad de
seis mil metros cuadrados, ubicados en las tierras
de < La E xp osición » y com prendido en el cu a
drilátero que form ará la p rolon gación de las
calles 31 y 32 con las A ven id as T e rc e ra y Cuarta
en proyec'to.
En nada se afectarán con esa concesión los
intereses públicos, antes por el contrario, ella
contribuirá a hacer de esa herm osa porción de
la ciudad lo que se ha querido que sea, esto es,
centro de cultura, de salud y de civilización .
Pero no se Umita a esto, H onorables D ipu
tados, nuestra petición- S e trata, bien lo com
prenderéis vosotros, d e algo m uy grande y muy
noble: la redención d e jó v e n e s y niños en la
hora presente y la preparación constante de los
hombres del porvenir, se trata de levatuar en
los aliares de la Patria, com o una realidad h er
mosa, com o un florecim iento de virtudes y de
esruerzos, el salvad or precepto mens sajía vi corPorc sam.
Y en esa lab or, que la in iciativa particular,
inspirada en las enseñanzas de la Iglesia C ató
lica. ha acom etido con entusiasm o y fe, ha de
desempeñar, estam os seguros, papel im portante
el G obierno d e la R epública, porque él no puede
permanecer indiferente en esta obra de redención
moral de tantos niños que, po r falta de centros
adecuados, se pierden hoy en insanas turbulen
cias o en recreaciones que ajan la in ocen cia y
manchan el pudor.
Cuando los niños ju e g a n en los O ratorios
Festivos, sus padres descansan en la seguridad
de que al avigoram iento físico se aúnan la pu
reza en la cond ucta y la exaltación d e los sen
timientos del hon or y del deber.
Por eso esperam os, pues, que no nos negaréis
tampoco vuestro concurso en otra form a, y qtie
expediréis, com o os lo pedim os encarecidam ente,
un.i L ev por la cu al d ecretéis algfún a u xilio en
efectivo, proporcional a la obra, y la recom en
déis com o d e utilidad p úb lica para la nación y
muy especialm ente para esta capital.
Panamá, 13* de O ctubre de 1918.
^
G
u il l e r m o .
Obispo d e Panamá.
(Siguen 354 firmas).
= L a O b ra S alesian a d e Panam á tiene un « ó r
gan o de los Cooperadoras de la R epública >,
llam ado La A cción.
núm eros tenem os a
la vista. L a presentación tipográfica es hermosa.
L os artículos, bien escogid os, bien separados,
no m uy largos, tom ados, en su casi totalidad,
d e aqu ella especie de Manual del C ooperador
Salesiano, que se titu la ; La Insiiiunón >.\h\vaua,
las listas de C ooperadores, las noticias, etc. con
firman el nom bre de la revislita : 1.M
Si,
tod o aquí m ueve a la acción. Dcseamo.s que
realicen los entusiastas panam eños lodos sus
ideales nobles.
Una labor de verdadero resultado social. ,
H a d ich o un gran so ció lo g o español que el
Patronato ju v e n il según el sistem a de D . Hosco,
o sea, lo qu e los Salesianos llaman O ratorio
festivo, es el rey d e las instituciones para j ó
venes. — Y tiene razón el Sr. Aznar. El O ra
torio festivo es d e una flexibilidad tan asom
brosa, que se am olda a todas las necesidades
y a todas las circunstancias ; de un m arco tan
ancho, que en él caben las más variadas obras
y hasta instituciones en teras: C atecism os, C ajas
de A horro y de Previsión. M utualidad, B ib lio
tecas, C írculos, etc. E l P. Fierro pudo escribir
sobre esta institución un libro entero de 224
páginas ( i ) , concibo en ia forma, rápido en lu
exposición-, libro qu e fué tan acepto, que O bispos
com o el de O rihuela. el E xm o . S r. M aura, re
galó un ejem plar a cad a uno de sus sacerdotes,
y que un C on greso C aiequ istíco prem ió con
m edalla de oro.
C u alqu iera que haya visitado detenidam ente
un O ratorio festivo m edianam ente m ontado y
d irigid o , se habrá podido con ven cer de ello.
Para com ún edificación, y para satisfacer a
num erosos Cooperadore.s que nos invitan a liablar de O ratorios festivos; un m odelo vivo y
v iv ien te les proponem os lioy en estas página.s.
por si quieren copiarlo, proporcionándolo, se
entiende, a las necesidadc.s locales y a los m e
dios de qu e se dispone. Para ello nos conten
tam os con una breve descripción de la laitor
desarrollada durante el curso I 9 ;7 - I 9 i8 en el
O ratorio festivo d e V a l d o c c o -T u b ín . D e cuantr.
aquí se d ice som os testigos presenciales.
E ste í)ratorio. qu e fué él prim ero que fun<ló
el V en . D . R osco, tiene en su activo m uchos
m éritos, pero sus d irectores reconocen que aún
está lejos de haber lograd o el ideal. Adem ás,
la gu erra le privó de sus m ejores elem entos, le
quitó sus Catequistas más hábiles, le alejó m u
chas lim osnas. Y sin em bargo ¡ cuánto no ha
trab ajad o! ¡cu án to bien no ha realizad o! Al
enum erar lo s trabajos llevados a cab o en el año
pasado, q u erem os: io recordar a nuestros am igos
la gran m áxim a d e D . Rosco y ... del sentido
c o m ú n : < E l bien, cuando urge hacerlo, hay
que hacerlo com o se puede, sin esperar cir(i) L o s O ratorios festivos. Sarria Barcelona. — Pri * ■
I pta.
— 54 —
cunstancias de liacerlo mejor, y 2^ estim ular su
celo j)or una ol>ra relativam ente tan fácil y de
Uin prácticos resultados y tan n ecesaria en todas
parles. — lil O ratorio festivo no es sólo ju g a r y
divertirse inocentem ente; es a lg o profundam ente
social.
I. — E l Horario.
F.l O ratorio de S . Franci.sco de Sales, no es
solam ente festivo ; abrazando el program a má
xim o de los mism os, abre todos los dias sus
puertas a los hijos del pueblo. Pero d e todos
m odos es prevalentem enie festivo.
Los dom ingos y fiestas está abierto d e las 7
a las II y de la i a las 7. Para algunas sec
ciones especiales de jó ve n e s se vu elve a abrir
de las 8 a las 10 de la noche.
En las ñestas ordinarias la misa es a las 8.30
y hay una breve exp licación del E va n g elio . En
las grand es solem nidades se aum enta el número
de niños, pasando a veces de m il. Entonces se
celebran d os misas de com unión, a las 7.30 y
a l.is 8.30. C uan d o esto no basta, se lleva una
o dos secciones al Santuario de M aría A u x iliadoKi.
Por la tarde, siem pre hay dos funciones de
ig le sia : una para los m ayores y otra para los
[Pequeños. A si el sermón puede graduarse mejor.
H ay instrucción y Bendición E ucaristica. M ien
tras una sección está en la iglesia, la otra está
repartida en las clases recib ien d o la instrucción
catequística. Estas clases son constantes, y com o
lo.s niños y jó ven es suelen ser puntuales y asi
duos, puede desarrollarse un buen curso grailuado de C atecism o, acom odado a la edad y a
las con d icion es ile cada grupo.
L os dias de entresem ana se abre el O ratorio
d e las 8 a las 10 de la n och e: hay clases de
c a n to , m úsica, declam ación. E n ese mismo
tiem po están abiertos los locales del C irculo
D . Rúa, com puesto de un centenar de jó ve n e s.
//.
Húmero de 7tiños.
El O ratorio ha tenido norm alm ente dviranie
el año 1917-19 18 , 1800 niños m atriculados. De
éstos, la m itad, poco m:\s o m enos, lo han fre
cuentado siem pre por la ta rd e; la cuarta parte
lo ha frecuentado tam bién por la mañana. Mu
chos, por exigen cias ajenas a su voluntad, deben
trabajar ¡ tam bién los dom ingos por la mañana
— que en este punto la legislación obrera aun
debo andar m ucho cam ino ! —
N o pocos van a la misa a sus propias parroquias.
III. —
Clases y secciones.
El O ratorio festivo d e V a ld o cco abraza las
siguientes clases y secciones :
a) El Circulo A u x iliu m , para jó v e n e s d e 15
años .ir rib a :
Tres clases, WarnadAS (oml>lemenfares. p&rz
los jovenes d e las E scu elas d e segunda en se
ñanza ;
(*> Seis clases elementares, cad a vina de las
cuales com prende a lo m enos d os secciones;
d) La ciase de los nuevos.
T o d a s estas secciones reciben una instrucción
catequística acom odada a su capacidad. Hay,
pues, de 15 a 20 clases de Catecism o en el Ora
torio.
M erecen especial m ención otras seccione»':
a) L a clase de m úsica instrum ental, femdada
en 1884.
ó) L a A sociación d e A n tigu o s A lum nos, con
168 socios activos.
/ y . — L a Clase de los Nuevos.
Está destinada a reunir los ad ven ticios. A cada
uno le da una cédula p rovisoria para marcar
las asistencias. L os instruye sobre el horario y
reglam ento del O ratorio, y cuando al cabo de
algunas sem anas los tiene suficientem ente ins
truidos en los elem entos, los pasa a algunas de
las clases referidas.
E l fin de esta clase es m antenerles a las otras
la tranquilidad necesaria para desarrollar, sin
m olestia ni alteración, el program a estudiado y
asignado al principio del curso.
D urante el d e 1917-19 18 fueron 650 los que
pasaron por la clase de n u evos — . que tiene
varias secciones — d e los cu ales 300 se con
virtieron en asiduos frecuentadores d el Oratorio.
V. — L a acción d el Oratorio.
"El O ratorio desarrolla una d ob le acción , según
la edad d e los oratorianos.
P ara los pequeños, es ante todo un preserva
tivo — retirándolos de los innum erables peligros
de la c alle — y un hogar de enseñanza y edu
cación religiosas, acción ésta útil y necesaria,
que no ofrece más dificuldad sino la natural
ligereza del niño y su inconstancia.
Para los m ayorcitos — <iue por las naturales
exigen cias de la edad, nece.siian a lg o más —
el O ratorio es un lu gar de cita y una palesin
ed u cativa religiosa y social, una esp ecie d e campe
experim ental para las pruebas de la vid a y hasta
para el apostolado seglar.
'
E n u n a'p a la b ra , en el O ratorio d os son las
corrientes de activid ad . L a prim era, ejercida
directam ente por el D irector, sus -■ Ayudantes y
Catequistas, sobre los niños m ás pequeños, que
reciben una instrucción y una educación reli
giosa según su capacidad y el am biente en que
viven.
L a segun da a favor de los adultos, quienes
al m ism o tiem po que prosiguen la labor del
anterior, siem pre útil y hasta necesaria, añaden
otra im portantísim a : la d e su práctica formaciór.
al apostolado : estudian sus energías y las dirigec
a la perfección propia y al bien ajeno, inicián
d olos en una vid a prácticam ente cristiana.
V I. — Duración del curso.
E l curso dura el año entero. S e inaugura a
m ediados de agosto y se clausura a fines de
ju lio .
E l m ejor tiem po para d esarrollar una acción
benéfica en favor de los niños e s el de las va
cacion es d el verano. E s verdad que faltan no
pocos niños. Pero en cam bio lo.s dem ás son más
asiduos y aún buscan en el O rato rio un diver-
— 55 —
sivo a la m onotonía que la falta d e trabajo im
pone.
Es también una preparación para la solem ne
distribución d e prem ios del fin d el año cate
quístico; y com o esto presupone el trabajo de
varias sem anas después de cerradas las escuelas
públicas, m uy bien ha venido esta fecha y el
entero curso catequístico.
VII. — A p ertura del año catequístico.
El curso de 1917-18 se inauguró el 3 de agosto,
con una fiesta solem nísim a en honor del Sagrado
Corazón. D e gozo saltaban los m ayorcetes cuando
se les anunció que tendrían m ás facilidad que
antes para hacer el piadoso y provechosísim o
Ejercicio mensual de ¡a Buena M uerte, que tanto
recomendaba el V b le. D . Hosco, y que en ade
lante, todos los prim eros viern es tendría lugar
por la tarde la H ora Santa de adoración y pre
dicación ante el S m o. Sacram ento, en la iglesia
del Oratorio.
Y es consolador el hecho de que un gran
número de jó v e n e s fueron diligen tísim os en
practicar el E je rcicio de la B uena Muerte y
asistir a la H ora Santa. — ¡ Si los jóven es lo
que necesitan son ocasion es d e ejercitar sus
virtudes!
VIII. — La vida religiosa del Oratorio.
A 200 llegan los niños que todos los dom in
gos perm anecían ayun os liasta las 9.30 para
poder recib ir la Santa C om u nión en el O ratorio.
Este núm ero aum entó en enero de 1918, pues
doscientos O ratorianos prom etieron form alm ente
al Sucesor d e D . B osco hacer cad a uno 50 C o
muniones en honor de M aría A u x iliad o ra y. según
las intenciones del m ism o en su Jubileo sa ce r
dotal.
Las fiesta-s principales del O ratorio — S gd o.
Corazón, Rosario, T o d o s los San tos, Inm aculada
Concepción, N avid ad , E pifan ía. S. F ran cisco de
Sales, S. José, Pascua. M aría A u xiliad ora y San
huís — se distinguieron por una piedad más
intensa y una extraordin aria frecuencia de S acra
mentos. llegan do a 800 y a 1000 las C om uniones.
Gracias a la caridad de corazones generosos,
en todas estas solem n idades todos los orato-ríanos tuvieron en sus locales su desayuno m ás
o menos suculento.
IX . — L as Compañías d e l Oratorio.
Para fom entar lá piedad y estim ular el celo ,
el V b le. D . B osco estableció algu n as Com pañías
en sus O ratorios, con sus reglam entos y su erec
ción canónica.
1) L a Compañía de S . J o sé para niños d e 13
años arriba. Esta tiene h o y 67 socios.
2) L a Compañía de S . L u ís, para los más p e
queños. C u en ta 72 socios.
Los m ejores d e las d os com pañías form an el
Pequeño Clero o C om pañía d el S m o. Sacram ento,
y es un núcleo d e excelen tes m u chachos que
prestan s e r v id o en el a ltar y co n sotana y ro
quete asisten a las grand es funciones, ocupando
el p resb iterio : 60 son en la-actu alid ad .
X . — L os Catecismos cuaresmales.
L a instrucción religiosa form a el principal
objeto de los O ratorios. S e da siem pre. Pero
durante la Cuaresm a se intensifica, siguiem lo Iii
costum bre observada por Don Bosco y por él
extendida a todo el Piam onte y sancionada pnr
la E n cíclica Acerbo nimis de Pío X , y asi se da
todos los días.
Por causa del horario de las E scuelas m uni
cipales, el O ratorio se vió ob ligad o a poner
doble curso de C atecism o cada día, y a ello se
añadió uno nocturno de conferencias para los
m ayores. E l prim ero contaba 150 niños, d istri
buidos en ocho c la se s; el segun do, to o , en
cin co clases. El curso nocturno estaba ex clu si
vam ente destinado a jó ven es obreros. Adem ás,
hubo d os clases esp eciales de preparación a la
prim era C om unión, y la recibieron el D om ingo
de R esurrección. E n el curso de conferencias se
desarrolló el tem a ; < L a figura moral dé Nuestro
S eñ or Jesucristo >.
X I. —
CertámcTies caiequisticos.
Sabroso frutó de los C atecism os cuaresm ales
fué el certam en catequístico del 21 df* abril,
presidido por el R vm o. P. Julio Barberís, D i
rector E spiritual G en eral de la Pía S ocied ad , y
honrado con la presencia de num erosas perso
n alidades religiosas y civiles.
A la verdad, no fueron m uchos los concer
tantes, tan solo 40, pero eran la flor y nata del
O ratorio. D urante algunas sem anas se privaron
hasta de parte del sueño para prepararse mejor,
y al presentarse a las tablas ante todos .sus co m
pañeros y num eroso pú b lico , dieron prueba de
valor cri.stiano y de a m o r a la R eligión. G racias
a la generosidad de las D am as Protectoras y de
otros bienhech ores, el '■ Principe » del certam en
fué prem iado con cien liras, los cónsules, con
sendos relojes d e plata, y los dem ás, con cortes
de tela suficientes para un traje cad a Uno. Cuatro
horas de encarnizarla lucha duró el certatneii,
hasta que venció el jo v e n M ario Zanotli, quien
fué inscrito en el A lb u m o L ib ro d e O ro del
O ratorio.
E l éxito brillante del certam en dejó tan gratas
im presiones, que inspiró el deseo de prom over
otro entre los m ism os socios del C írcu lo A tix ilium. E ste tu vo lu gar el 7 de ju lio . Se presen
taron 35 m ozos, rayanos en los 18 años, casi
todos ob reros y trabajadores en las f bricas de
autom óviles y m uniciones. Q uien piense cuánto
suelen costar a los obreros, deshabituados ya
del estudio, las fatigas d e la m ente y el ejer
cicio d e la m em oria, podrá apreciar el generoso
esfuerzo d e esos jó v e n e s que, obedeciendo a ia
palabra d e orden que el P . A lb era d iera a los
oratorianos al principiar del c u r s o : especial empeño para instruirse en la ciencia de nuestra
sania Religión, se im pusieron la noble tarea, con
edificación general. Q u ed ó ven ced or el joven
E u g en io G iord an o, quien recib ió una ovación
del concurso y un prem io d e 100 liras. L o s que
después d e él se distinguieron, recibieron quiénes
-
56
-
6o, quiénes 40 y quiénes 35. Y lu ego .todos los
concertantes tuvieron un excelen te prem io c o
lectivo , que consistió en un paseo a i Becchi
cic C ustelm iovo d 'A sti, (donde se conserva la
casita en que nació D . Hosco), precisam ente el
d ía de la inauguración del nuevo Santuario a
Miiria A u x iliad o ra .
lib res al estudio para hallarse en capacidad de
enseñar a sus herm anitos m enores las grandes
verdades de la R eligión, todos los días festivos
y todas las tardes d e la Cuaresm a. ¡Y sobre
tod o, lo alegres que se m ostraban siem pre! —
E s que saboreaban las d elicias del apostolado.
Uno de ellos, llam ado a las arm as, escribía
desde
las tierras conquistadas : « ¡ O h ! venga
X I I . — £ l Círculo A u x iliu m .
pronto el d ia en que pueda yo enseñar a un
V a le la pena dar una sucinta ¡dea de la sec
grupo de niños a am ar a Jesús ! ».
ción más im portante del O rato rio : el C írcu lo
Los Socios del C ircu lo fueron los biblioteca
juven il A u x iliu m .
rios, los catequistas, los pre.sidentes y directores
D ich a entidad, que es el alm a del O ratorio,
del Pequeño C lero , de la C om pañía dramática,
llegó a tener este año 290 socios efectivos y 49
los sostenedores de todas las buenas iniciativ.is.
aspirantes. D e los 290 efectivos 160 fueron in2) L a difusión de la Buena Prensa fué otra
corp oiad o s en el ejército y se m antuvieron en
obra en que d esp legó el C ircu lo sus entu.siasmos.
continua relación con los dem ás, m ediante cartas
D esde el m es de ju lio d e 1917 la m ayor parte
y circulares.
d e ellos se suscribieron a i l Momento, para que
E l C ircu lo está presidido por un C on sejo D i
el diario católico entrara en las propias casas y
rectivo de n ueve m iem bros y tiene por objeto
fam ilias, de preferencia a cualquier otro.
formar, práctica e íntim am ente, a los socios en
Al principiar el año 1918 otra iniciativa tuvo
la vid a cristiana.
el C írcu lo en favor del Momento: la de tomar
Para m ayor atractivo, tiene las siguientes se c
todos los días festivos 150 ejem plares y reven
ciones :
derlos a lo s'frecu en tad ores del O ratorio por la
1) Deporte, y en especial Foot-ball, con un
m itad d e su precio. Más tarde cuidó también de
consejo de tres m iem bros, cu yo presidente es
vender el periód ico, a precio norm al, a las puertas
siem pre asesor de la presidencia d el C írcu lo.
del Santuario de María A u xiliad ora, y despachaba
2) La Aíandolinlstica, sección d e m úsica de
y sig u e despachando de 400 a 500 copias. Hace
cuerda.
otro tanto con el excelen te sem anario L a Voct
3)
L a Filodramátic'a, que dió una bella seried e ll' Operaio.
de representaciones am enas y educativas, tanto
3) Y no descu id ó la parte económ ica. Con el
para recreo de los oratorianos com o del público
perm iso y apoyo del Ayuntam iento, abrió un
de la parroquia.
distributorio de géneros alimenticios, que empezó
4) La Biblioteca circulante, que distribuyó 1700
a funcionar a principios de febrero, llamando
volúm enes, y
la atención y m ereciendo los aplausos de los
5) E l Pequeño Clero, que con edificación general
inteligentes, que estudiaron su m archa. Daba
tomó parte en algunas funciones del Santuario.
verdaderas ventajas y com odidad a las familias,
T o d a e.sta activid ad est.i anim ada por la ora
provisto com o estaba de todos los géneros teción : al com enzar se invoca siem pre el au xilio
serados y de otros artículos de prim era nece
ilel cielo ; y todas las noches, antes d e retirarse
sidad. U n C on sejo d irectivo del m ism o Círculo
los .socios se reúnen todos en la sala principal
cuidaba de su adm inistración. E n d iez meses
y rezan en com ún las oracion es de la noche.
había distribuido por va lo r de 50.000 pesetas.
N o pocas veces, a esto sigu e una especie de
4) O tra iniciativa útilísim a y m uy grata al
platiquilla del D irector o de otro sacerdote, que
corazón d el Em m o. S r. C ardenal Arzobispo y
dura cin co minutos, y procura im prim ir un buen
a la Federación de las O bras ju v e n ile s y. espe
l>ensamiento o incu lcar una m áxiom o una re
ram os, al S agrad o C orazón , fué la ya mencio
solución eficaz. E s el gran recurso p ed agógico de
nada ho*‘a santa mensual, santa, laudabilísima
los internados salesianos, que D on B osco, o por
iniciativa del C ircu lo, que luego ¡alabad o sea
m ejor d ecir. M argarita O cch ien a, su santa m adre,
D io s! han im itado o tfo s centros. A esta fun
introdujo y llam ó dar las Buenas Noches. (1)
ción tom an parte los oratorianos m ayores y
otros jó ve n e s de la ciudad.
XIII. —
acción del Circulo A u x iliu m .
5) Finalm ente, en el entusiasm o de las fiestas
E l C ircu lo dem ostró su floreciente actividad
ju b ila res, la figura de O zanam vin o a alumbrar
no sólo con m ayor y más intensa vid a social,
el C ircu lo y en su seno nació, la sección Ca
sin o tam bién lom ando nuevas iniciativas.
ritas, que es una C on ferencia d e S. V icen te de
1} Un núcleo de socios, ardorosos, instruidos,
Paúl. Y es d e ver la caridad con que visitan a
virtuosos, púsose a d isposición del D irector para
sus lieb res y la generosidad con qu e los so
la vigilan cia c instrucción d e las clases elem en
corren.
tales de C atecism o y para otros oficios im por
tantes, sustituyendo asi a los estudiantes y coad
jutores salesianos llam ados bajo banderas. Y era
de verdad cilificante ver a este gru po de jóven es,
que pasab.m el d ia trabajando, d ed icar sus ratos
(O V . El SisletKa edmíatit'O del Vf‘!e. Rosco. In tro
ducción y n* 150 — E d . Sarriá-Bnrcelona. Pr. 4 ptas.
X I K. —
Otras iniciativas.
N o se lim ita a la iglesia ni a la obra extrictam ente religiosa la activid ad d el O ratorio. La
juventud q u iere exp an sión, activid ad varíada.
Y I>. Bosco lo recom en dó m ucho. E l Círculo
prom ueve :
IW
— 57
' i) Paseos, excursiones, d os o tres ve ce s al
año, a algún santuario céleb re, a la cum bre de
Justo es d ecir que si tanto bien ha podido
las montañas, « donde se contem pla m ás de cerca , hacerse, en gran parte se debe a una benem é
a Dios ».
rita fam ilia industrial, que desde hace m uchos
2) Torneos de F oot-b all.
años regala m uníficam ente a los frecuentadores
EÍstos se verificaron del 13- de septiem bre al
del O ratorio. Y com o el ejem plo es contagioso,
3 de noviem bre, con tres órdenes de te a m s;
otros cab alleros y dam as han com pletado la obra,
tomaron parte 16 A so ciacio n es y hubo 35 par
porque a la verdad, el bien no se puedo hacer
tidas, todas en el espléndido cam po del O ra
sin dinero. Pero, gracias a D ios, la caridad de
torio, disputándose la copa y los prem ios del
C risto anim a m uchas alm as.
Alcalde de T urín y d e la Pía O bra d e S . Pablo.
3) E l árbol de Navidad, que adem ás de otros
objetos, distribuyó 200 trajes.
4) La velada de Beneficencia del 13 d e enero,
a beneficio de 140 sold ad os, alum nos un tiem po
de la banda del O rato rio, justísim o tributo de
CARABANCHEL ALTO (M adrid). — Conmemora
gratitud a los m úsicos, siem pre dispuestos a
ción del Siervo de D io s Domingo Savio. — C a
prestar su válid o concurso al O ratorio.
riñosa y entusiasta velad a en honor del angélico
5) El A diós a los quintos d el goo, dado el
discípulo del V en . Bosco celebraron los PP. Sa17 de marzo. C o n la cooperación de la C om
lesianos d e C araban ch el-A lto el 15 de Julio p.
pañía de S. José, las funciones de iglesia resul
p. L o aman de veras, con acendrado cariño.
taron herm osísim as. Y cuan do por la tarde,
V en en D om ingo un alm a tiernam ente enam o
después de la B endición con el S an tísim o S a
rada de D ios, en la que la gracia realizó e x
cramento, dieron el adiós en los solon es del
traordinarias m aravillas hasta encum brarla a la
Circulo, el P. A lb era, que presidía la sesión, se
más elevada perfección, y com o D om ingo S avio
sintió conm ovido hasta derram ar lágrirrias. In
es un santo según el espíritu salesiano, se ha
mediatamente sig u ió una preciosa velad a en
granjeado la am istad y confianza de cuantos
honor de S . José y por la noche una represen
viven en la casa salesiana d e C arabanchel.
tación dram ática a beneficio de los quintos.
L o s congregantes d e la Purísim a, que le tie
6) L a g ran Reunión d el 14 de abril, com o
nen com o patrón, lucieron aquel día la m edalla
preparación al Xill Congreso de la Juventud Cató*
de la com pañía y después d e com ulgar por la
lica del Piamonte, y luego
pronta elevación a los altares de D om ingo Savio,
7) El mismo Congreso, qu e fué prom ovido,
exteriorizaron el am or qu e le tienen, declam ando
caldeado y casi del todo organizad o por el C ír
en clase, con los dem ás alum nos, entusiastas
culo A u viliu m , y que tuvo lu gar el 16 de m ayo.
poesías y refiriendo los hechos más notables de
De él dim os cuenta en nuestro núm ero d e ju lio la vid a del santo jo v e n c ilo , cu yo retrato, c o lo
septiembre.
cad o entre flores y luces, sonreía d e am or a los
X V . — L a fiesta de los premios, el últim o d o
niños que d e tal m odo le honraban.
mingo de ju lio , en la cual dom inó este c r ite r io : las
Mas com o el am or, cu an do ha llenado el c o
asistencias festivas del año catequ ístico son 120
razón necesita desbordarse, se desbordó en la v e
— dos cad a fie s ta ; — a los que tenían siquiera
lada del 15 d e Julio.
too asistencias y buena conducta perm anente .se
E ra el día de clausura del año escolar. Por
les asignaba un prim er prem io ; a quienes tenían
la mañana se honró a S. L uis G on zaga y por
siquiera 70, y buena conducta, un segun do pre
la tarde al G on zaga Salesiano.
mio. E l prim er prem io consistía en un traje
El salón d e actos estaba vistosam ente en gala
completo, el segun do en un corte para m edio
nado. En el fondo del escenario se levantaba
traje.— ¿C u án tos fueron los prem iados? — 102
sobre una colum na artísticam ente cubierta con
con el prim er prem io, 142 con el segundo.
la bandera española y rodeada de palm as y li
Los que se distinguen no sólo por asistencia
rios; la Imagen d e Savio. Un rió de luz ilum i
y buena cond ucta sin o tam bién por celo especial
naba la escena.
<n el aprendizaje d e la D octrina, ganan otros
En la presidencia cam pealio el retrato de S.
premios-distinciones, com o m edallas, libros, d i
S . B endito X V y en letras de los colores de
plomas, d e t®, 2®, 3® grad o, según el m érito.
la bandera pontificia se leía « Viva e l P a p a *.
A los so cio s dej C ircu lo A u x iliu m , en lugar
A rtísticos m edallones de follaje orlaban la ve
del vestido, se Ies distribuyeron sum as d e dinero
neranda figura del V ica rio d e Jesucristo. la.«
en libretas d e la C aja de A horro del m ism o
banderas y gu irnald as colocad as en el salón
ofrecían herm oso go lp e de vista.
Oratorio, {de la cual q uizá hablaremo.s otro día,
A las cin co de la tard e com enzaron a llega»
r'^'^l'-ie es grand e el bien que hace, acostu m
brando los ch ico s a la previsión).
los invitados. Bien pronto acudió tod o el clero
L os prem iados del C ircu lo fueron 79.
del p u eblo, el teniente alcalde, en representa
A! que más se había d istin gu id o en el estudio
ción del alcald e qu e se hallaba enferm o, otros
con cejales y num erosas personas. A las cin co y
se le regaló un ejem plar del Studente istruito
Mo-.s. B onom elli, en tres gru esos volúm enes,
m edia entró en el co leg io Mons. A lejandro .Sorica V artísticam ente encuadernados.
lari. A u d ito r d e la N unciatura, que venía a pre-
A los amigos de Domingo Savio.
_
sicür la velada. L os superiores del coleg io y los
niños del O ratorio, el circulo gim nástico < A n x iliu m » con su bandera, los n ovicios y filó
sofos form ados recibieron a M onseñor y le sa
ludaron cariñosam ente. L a banda del co leg io
dejó üir entretanto herm osas notas de a legría y
regocijo.
Desfiló el círculo gim nástico y al llegar al
patio del coleg io com enzó las evolu ciones anua*,
ciadas en el [¡rograma. Sobrem anera agradaron
los m ovim ientos de los pcqueñuelos, en sus
vueltas y revueltas, ejecutadas con adm irable pre
cisión y de.senvoltura. I£1 cuadro plástico con
que coronaron su obra fué prem iado con cari
ñosos y calurosos aplausos.
Al terminar [)asó el público al salón de actos,
donde de.spués de tocar la banda un festivo pasoiloble, com enzó la velada.
L os cantores acom pañados d e la banda can
taron el himno de Vaninetti a D om ingo S av io ,
cuyas vibrantes notas llevando a los corazones
amor por el discípulo del V b le. B osco, nos pre
pararon al acto que el cariño iba a ofrecer al
húroe de quince años, m uerto en olor de sanliílad. K 1 .Sr. C onsejero K scolástico del coleg io
K«lo. .Sr. D . León C artosio, leyó lu ego un bien
sem illo y pensado discurso acerca ile D . S avio.
Inspirado en el cuadro del piadoso jo ven cito ,
nos dem ostró con galanura de frase y sólido
raciocinio cóm o D om ingo Savio llegó a la cu m
bre lie la santiilail por los am ores q u e dieron
fuerza a su alm a para lu ch ar esforzado com o
in victo cam peón, cuales son el am or a Jesús repre
sentado en el pergam ino que tiene en su mano
y el am or a la V irgen S S m a ., Cuya estatua ciñe
d evoto y filial con el brazo izquierdo.
líl program a fué desarrollándose, sem brando
en los entendim ientos conocim ientos del santito
lie pantalón y chaqueta form ado en la escuela
del V en . Juan Bosco. y cariño y adm iración en
los corazones por jo ven tan angelical que, com o
blanquisim a azucena apenas mostró la herm o
sura de sus pétalos y fué transplantada en edad
tem prana al cielo para perfum ar con los arom as
do la inocencia el trono del C ordero Inm acu
lado.
L a schola cantorum ejecutó los cantos señala
dos en el program a, con valiente m aestria, lla
mando notablem ente la atención el <■ Laúdate
Pucri » del M.^ C ap o cci, del que oím os liacer
m uchos y m erecidos elogios.
Para cerrar la velndita se representó la zar
zuela « Los dos genios » que por lo bien sen
tida y representada fué m uy del agrad o del a u
ditorio que llenaba el salón de actos.
¡G lo r ia y honor a D om ingo S a v io ! ¡P alm as
y lauros n su exim io m aestro el \ ’en. Busco!
Q ué los jó ve n e s de hoy conozcan e imiten a
D om ingo Savio y crecerá la ju ve n tu d , com o
decía en su discurso el R do. P. C artosio, sana
d e entendim iento y fortalecida en el corazón,
con carácter para vencer y luchar eu la sen da
de la virtud.
X ID X
58 Orada obtealda.
Desde el año de 1914 estaba sufriendo una en
fermedad en la nariz, que me mortificaba mucho.
Habiéndome visto vanos médicos de los mejores
de Bogotá, sin obtener resultado con sus remedios,
resolví ofrecerle al niño Domingo Savio, cuyo re
trato vi y supe que se trataba del proceso de su
canonización, alguna limosna y publicar el milagro.
A l otro día de haberle ofrecido esto, fui a hacerme
el remedio que tenía por costumbre, y estaba per
fectamente curada. Desde hace cuatro.años no siento
la menor mole.-itia en la nariz.
No tengo cómo darte gracias a este Santo Niño,
sino deseando que este nueve milagro ayude pronto
a su canonización.
*
Mosquera, 24 octubre 1917.
A d e la Mald onad o y M.
/f¡L
NOTICIAS VARIAS
ASUNCIÓN. —
Movimiento de mna Obra. —
De
una c a n a del P . Q u eirolo al R vm o. P. A lb era,
tom am os los siguientas interesantes p á rra fo s:
E ste C o leg io , a D ios gracias, sigu e su m archa,
algo despacio, pero vam os adelante.
C ad a año aumentan las C om uniones en nuesC ap illa V ice-Parroquía.
N uestro periódico, da la noticia año por año
d el m ovim iento parroquial.
£ 1 año 1912, apenas com ulgaron 13 m il, y
año por año van en aum ento, de tal m odo que
et año 1917, llegaron a 35000, las Com uniones
repartidas en nuestra C ap illa y 14000, en la C a
pilla del H ospital, que estuvo a nuestro cargo,
hasta el 28 d e Febrero y que hem os dejado por
falta d e persona!.
N uestro alum nos alcanzan todos los anos,
com o térm ino m edio, a 260. T o d o s externos.
T en dríam os m uchos pupilos y m edio, si tu vié
ramos local. Para m edio pensionistas tendríam os
com odidad, pero m edian circunstancias que no
nos perm iten aceptarlos. Nuestro edificio sigue
adelante. Para fines del corriente año, tenem os
esperanzas de term inar la parte en construcción,
qu e son 33 ms. C on lo ya edificado, alcan za
rán a 72 metros, qu e es toda la parte baja del
edificio.
AI fin de la actual edificación, se levantará la
futura ig le s ia : Santuario de Maria A u xiliad ora.
Imi la fiesta de San F ran cisco d e Sales, pre
dicó el Superior de los Franciscanos.
La C onferencia la heny^s trasladado para el
próxim o mes d e A b ril. En E nero y Febrero
hay poca gen te en la ciudad, d eb id o el calor.
MÁt.AQ.A. — Uoa i;r«tislraa fiesta. — Tal fué la
celebrada al terminar el año escolar, en homenaje
de gratitud a los bienhechores de la Casa y para
-
59 —
T
repartir los premios a los alumnos internos y ex
ternos de las Escuelas.
La velada fué en el patio, bellísimainente ador
nado. Había una concurrencia nunierosisima. La
presidió el Excm o. Sr. Obispo de Olimpo, auxiliar
de la Diócesis, quien sentaba a su derecha al te
niente alcalde D. José Loring Croke y a su izquierda
al presidente de la audiencia. D . José M. V'aldecasas, y tenia por corona personajes de lo más gra
nado del Clero y del censo.
Se abrió la velada con un himno y con un des.
file del Circulo Deportivo « A lb era» . A cto seguido
tomó la palabra *el Rdo. Sr. Director de la casa,
D. Gregorio Ferro, y pronunció un elocuente dis
curso, exponiendo el programa de las Escuelas,
dando cuenta de lo que se ha hecho 5' de los pro
yectos que acarician los Salesia*nos y que se reali
zarán, porque son necesarios para el bien de la
juventud. Terminó manifestando su gratitud pro
funda a lo s Cooperadores, especialmente a D. Jo.sé
Gálvez y D. Baldomero Ghiara.
Viene un dan d.in, briosamente ejecutado por la
banda del Instituto; un precioso diálogo, entre «el
Niño desamparado y la Caridad ».
A este acto sucedió la proclamación de premios
de honor y distribución de los grados respectivos.
El número de premios repartidos asciende a 200
y fueron entregados por la esclarecida señora doña
Clementina Scholtz’ y las distinguidas señoritas Ana
María Boi.x y María Blasco .■ Piarcón.
. Acto seguido se rindió un homenaje a la bandera
( Centro D. Bosco » de los antiguos alumnos co
reado por 400 voces acompañado por la banda dcl
Colegio.
Una vez terminado y entre entusia.«tas aplausos
jube al escenario el benemérito cooperador Sale5iano y diputado a Cortes por esta circunscripción,
D. José Martín Velandia, y comienza su discurso,
que es "breve pero elocuente y hermoso.
El popular diputado cantó, más que expuso sus
ideas acerca de la educación, su estima por Don
Bosco y su sistema, en confianza de que, exten
diéndose, la Institución .Salesiana logre realizar
su programa de caridad, hasta alcanzar que ningún
niño de Málaga pulule por las calles, olvidado de
los hombres, ignoramlo que hay un Dios a quien
amar, una Virgen a quien implorar, un destino su
premo que alcanzar. Tam bién él tuvo palabras de
profundo Agradecimiento para los Cooperadores.
El Sr. Obispo d ió la Bendición.
Cuantos intervinieron sacaron gratísimas impre
siones y el convencimiento de que las Escuelas
hacen ntucho bien y que mayor lo harán en lo ve
nidero, con la gracia de Dios y la generosidatl de
los Malagueños.
SEVILLA — Una Colonia escolar marítima. —
Sabíamos que las H ijas d e M aría A u x iliad o ra
de S evilla estaban en cargad as d e una C olon ia
veraniega d e chiquitines y q u e desempeñaba^'
a maravilla su com etido. N osotros m ism os ha
bíamos tenido ocasión d e oír elogios d e 'la obra.
Deseábamos noticias directas y las pedim os a la
buena Sra. D irectora. Pero ella, en su m odestia,
se excusó d os o tres veces. Finalm ente nos
m andó unas fotogranas, con un.a carlita, no des
tinada ésta a la pu blicación, sin o para que con
sus datos « pudiéram os escribir » unas cuartillas...
— S in o q u e ... por las exigen cias que todos
saben, tuvim os que suprim ir clisés, y asi las
fotograbas quedaron archivadas y, naturalm ente,
perdieron su oportunidad ; y , en cuanto a escribir
cu ariilla s... con perdón de la bondadosa H er
m ana, preferim os tom arnos la libertad de pu
blicar su carta, literalm ente. L a m ism a in g e
nuidad que respira nos excita a ello. Suprimimo.s,
em pero, lo que podríam os llam ar personal, es
d ecir lo que escribe al H erm ano, no al R e
dactor.
« E sta C olon ia la costea, puede decirse, todo
el pueblo S evillan o, y está a cargo de la D ele
gación R egia de Enseñanza y que nos la confió
a nosotros. Em pieza el 15 de ju lio y este año
fueron 215 niñas hasta el 15 agosto, y de esta
fecha al 20 septiem bre estuvieron los niños, en
núm ero d e 170. Se ha visto en e llo s un cam bio
extraordinario, obran do nosotras conform e ai sis
tema de D . Bosco. 'Panto las niñas com o los niños
tuvieron su C om unión G eneral con edificante ilevo ción : ellos m ismos cantaron sus motetes y lo
hicieron con tanta d evoció n , que hicieron d e
rram ar lágrim as al C elebran te y asistentes. La
C asa C olon ia, qu e es m agnífica (propiedad del
E xcm o . Ayuntam iento de S evilla, que la com pró
para este fin) posee también- una devotísim a
cap illa consagrada a María Inm aculada. L os
niños pasan todo el d ía en la playa, excepto
las horas de c o m id a: están repartidos-en grupos,
cad a uno de los cuales posee para distintivo
una b an d era: celeste, verd e, ro sa ,g ra n a y am a
rilla. A l tocar la cam pana para suspender, con
sum a facilidad se ponen en fila, pre.«idiendo la
H erm ana con un niño al lado que lleva la ban
dera de su regim iento. Este invento facilita
m ucho la vigilan cia y la asistencia, pues cada
H erm ana se fiace responsable en tod o, d e solo
este núm ero, cab id o en su grupo.
D iariam ente se da m edia hora de catecism o,
segu id a del rezo del S to. Rosario, y la Superiora da las « buenas noches », que consisten en
hablarles de la virtud (este año ha servid o de
tem a M iguel M agonc), y co rreg ir los defectos
del día.'
E n fin, a llá van estos renglones para que V,
pueda escribir a lg o sobre la C olon ia. 'Prabajan en
ella 10 H erm anas y unas 14 o 15 personas de ser
vicio . V an y vienen en vapor, que ced e gratis la
C om pañía Ibarra. E n fin. todo está m uy bien orga
nizado : los alim entos son inm ejorables: este
año ha habido niños que, en un mes, han e n
go rd ad o 10 y 12 K g .; se bañan diariam ente,
estando con ellos un bañero, o un buzo, de gran
valencia- y buen nadador. G racias a D ios, minea
ha ocurrido la m enor novedad >.
-- Hasta aquí la Herm ana. D eseam os qu e esta
relación uo sea la últim a.
— 6o —
Exmo. Sr. D. Antolfn López Peláez
d os. N o la pudim os sorprender nunca en un
desorden d e enojo, en un gesto inm oderado de
cansancio, en un adem án m enos recogid o y de
v o to ... A lgu n as veces, fatigados o indignados
por la m iseria am biente, íbam os a verla, por
darnos un baño de bondad, sum ergiendo nues
tra alm a en el can d or d e la dulce santita, que
siem pre nos pedia que habláram os del cíelo ...» .
A sus deudos, sentidos y sinceros pésames y
la seguridad de nuestras oraciones.
Arzobtspo de Tarragona.
El 23 6e diciem bre vestían de luto los perió
d icos católicos (le E spaña. K1 día anterior había
eiurejíado su alm a al C riad or el esclarecido Pastor
de T arragon a, el fam osísim o ex-ob ispo de Jaca,
lí-xhiiló su postrer suspiro al pie d el P ilar ben
dito, en la E scuela Pía de Zaragoza. L a V irgen
Santísim a quiso sin du'da dar ese consuelo a su
gran d evoto. C o n el Sr. L ópez pierde la Iglesiae.s|)añola una de sus lum breras y la prensa
uno de sus m ejores cam peones que jam ás haya
tenido. E l Sr. L ópez con el P. D iieso y D . Norberto Torcal com partirá la glo ria de la fun*
daí'ión de la A g en cia Prensa Asociada.
Kué autor de innum erables libros, algu n o s de
ellos verdaderos m onum entos, que no perecerán,
h'uó grande orador, periodista brillante, Pastor
celoso. Tam bién entusiasta C oop erad or Saleslano.
D. José Gambíno.
T am bién este m odesto herm ano vo la b a a la
eternidad, casi d e im proviso, el 12 del pasado
enero. M uy jó v e n con oció al V b le. B osco, y
.encantado de sus' obras, particularm ente d e la
Buena Prensa, se alistó en sus filas, para tra
bajar en la Librería, difundiendo los libros
buenos, en especial las Lecturas Católicas, g e
nial creación del V e n e r a b le . Su nom bre es c o
nocido y am ado de nuestros lectores, pues desde
1891 era gerente responsable del Boletín Salesiano. Justo es que ofrezcam os particulares su-fragios po r su alm a.
Cooperadores difuntos.
El R. P. Dr, D. Tomás Laureri.
España.
Mttehos de nuestros herm anos han dejado el
m undo en este tiem po, cuáles en los cam pos
de batalla, cuáles en los hospitales, algunos en
las casas sálesianas. E ntre estos últim os, uno
de los más benem éritos so c io s: el R. P. L au
reri, secretario del Em m o. C ard. C agliero . Fué
D irector del Instituto del Sagrado C orazón en
Roma, Pro-procurador G eneral ante la Santa
Sed e, Inspector de las C asas Sgflesianas de T oscana y i.iguria. D esde 1915 era Secretario del
ICinmo. Cardenal Saleslano.
H abla nacido en S avon a en 1859. V íctim a de
una enferm edad m urió casi repentinam ente el
31 de d iciem bre p. p.
Ayelo. — Da. Herminia- Liñana.
Barcelona. — D. Luis G . Ferrán Torrelló. —
Da. M. Ana Serra Vda. de G ispert. — .D . Antonio
Goytisolo Digat. — D a. Trinidad Goytisolo Digat.
— D . Salvador Puigros Galopa. — Da. Enriqueta
Font V da. de Alem any. — D. Pedro Fábregas
Nunell. — D. Ruperto Regordosa Planas. — 1).
Juan G iral Laporta. — D r. D . Buenaventura Noves
Ubach (Farmacéutico).
Cortiña, — Da. Antonia Sánchez Sánchez. —
D a. Andrea Calvo Abad.
Madrid, — Exema. Sra. Marquesa de Sanjuan.
— Da. Dolores Quintanilla. — Da. Cármen Garcia
Perate V da. de Fernández de la Hoz. — Exemo.
Sr. D. Federico .Aparici y Sorriauo.
A m érica.
Da. Ana Prats y Sardá.
Pasó a m ejor vid a a m ediados d e enero, en
B arcelona. Era la viuda del difunto D . Migfuel
C asals, fundador de la im portantísim a y b ene
mérita Casa E ditorial Librería C atólica, y m adre
de D. Ramón Casals, ai'tvml .Administrador de
la misma. l*>a una m ujer fuerte según el co ra
zón de C risto. D e ella pudo escribir con toda
verdad un cab allero este en vid iable elo g io : « Ja
más se quejó, jam ás m urm uró, jam ás d olió a
nadie, iam.is dejó de perdonar y d e am ar a to
Caldono (Colonxbia). — Da. Remedios Mosquera.
Yambo (Col.). — Lisím aco Sánchez — Mateo
López. — María Bejarano. — Dolores Estrada. —
.Alejandrina Espinosa — Benícia Sánchez. — Isabel
Díaz de S.
Cali (Col.). — Joaquín .Amalio Aragón.
Buenaventura (C o l.).— Elisa y Carlos Herrera.
Pasto (Col.). — G regorio, Clemente y Juana Burbano. — Vicente Delgado — Ciríaco Acosta —
Ezequias Chávez — María V ileros y Lucrecia
Gómez.
R . 1. P .
Oremos por nuestros amados difuntos. ApII«
quémosles abundantes sufrantos.
C on aprobación de la A utoridad E clesiá stica: G erente: G E M IN I.A N O F E R R A R I.
Establee. T ip . de la S. A . Int. de la Buena Prensa. Corso Regina Margherita, N . I76-TURIN