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AÑ O X X V III - N. 3
Edición de Espaia
M a rzo
d e 19 13
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Boletín$alo$iano
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T C d T ^ V ia^ olíolcngo N. 52.^
S U M A R IO .
La caridad en la educación. I X ............................................ 57
Libros regalados a nuestra R e d a c c i ó n ...........................bt
Para el M onumento a D. B o s c o ..................................... 62
A d v e rte n cia .................................................................................62
Vigésimoquinto aniversario de la inuerle de D. Bosco . 63
El Instituto de las H ijas de M aría A uxiliadora . . 66
l>iscureo del Sr. D. A lfredo Barros E rrézuriz
. . 68
D e n u e s t r a s m i s i o n e s . — R epública A rgentina:
Las necesidades espirituales de la ¡a la gon ia . . 70
T esoro e s p i r i t u a l ..................................................................... 7 *
G racias de María A u x i l i a d o r a ........................................... 73
P o r E l . MU NDO s A i . K s i A N o ; E l su cesord e D . Bosco
en España. — Noticias varias: Jbagué, yiedma,
¡'tena, /lardareiia, R ecife, H uesca. Viga. — C ró
n ica de los Oratorios F estivos; M adrid. — Asocia
ción de ex-A liun n os: Ciuda lela ........................................ 7b
Memorias biográficas de M ons, L u is L asagn a
. . 83
divina, la fusión de los corazones por
la comunidad de medios, que debe
La caridad de los alumnos entre sí. existir necesarirmente, dada la unidad
de nuestro último fin.
jA cooperación mutua que re
En efecto, la máxima fundamental
sulta de la caridad activa, del Evangelio) * Amaos los unos a los
tiene en la escuela, lo mismo otros, » o no significa nada, o hay que
([ue en la sociedad, aplicaciones va traducirla en esta otra: « Ayudaos los
riadísimas : allí como aquí, multiplica unos a los otros.» Don Bosco entendía
por el esfuerzo de todos el esfuerzo de que la caridad es acción ante todo, e in
uno y pone a disposición de cada uno troducía entre sus educandos la práctica
el efecto del trabajo de todos. La ley del principio evangélico: el amor mutuo,
del amor recíproco, en que se resume realizado con la cooperación mutua.
la sociología cristiana, vino a reve Allí los más listos repetían la lección
lamos las ventajas de esta mutua coo a los más atrasados, y los más dili
peración, sustituyendo al individua gentes aA'udaban en los ejercicios de
lismo pagano, aislador y estéril, la ac clase a los más flojos, no sólo con el
ción común, expansiva y fecunda; consejo y el estímulo, sino con la coope
apelando al sacrificio, cuando no basta ración positiva; la misma ayuda se
la conveniencia, para imponer la mutua prestaban en otros órdenes de cosas.
confianza, y así lograr, con la gracia Habría materia para un libro sólo
con analizar los efectos, no y a in(i; V. número anterior.
I X (i).
—
telectuíiles, sino morales de este método, que, si bien se mira, es una
a])licación del sistema m utuo; pero
es una aplicación que no tiene que
ver nada con la práctica, hasta hora
seguida, del sistema mismo, j Qué
educador es ese bajarse los más ade
lantados a los más cortos, supri
miendo envidias, orgullo y desórdenes
que a veces fomentamos sin querer con
la emulación mal entendida y con
premios que sólo estimulan a los que
menos necesitan estímulo! ¡Qué manera
más eficaz de matar el egoísmo y abrir
los tiernos corazones a los sentimien
tos nobles y generosos! No ya la com
pasión platónica e inútil de los pobres
y de los atrasados, sino la compasión
activa, practica, fecunda en buenas
oórfls ,■ en resumidas cuentas, la verda
dera caridad evangélica.
lista ayuda recíproca, ejercicio prác
tico de la mutua caridad,' es mucho
más importante aun en el orden moral
que en el intelectual.
Aunque sea muy someramente, esbo
zaremos algunos efectos de este mé
todo, porque nos cumple demostrar
algunas afirmaciones del artículo pre
cedente, que quizás habrán parecido
un si es no es atrevidas y j'aradójicas.
Decíamos allí que I). Bosco quería
valerse de esos mismos niños de « fpisti
obiiud in i » para saludable experiencia
de los otros y educar en éstos las más
alias virtudes sociales, enseñándoles a
practicar la xu'rdadera caridad.
Y a hemos indicado en otro número
la importancia que daba D. Bosco al
ejercicio de la caridad por parte de sus
alumnos (i); él no creía suficientes las
recomendaciones teóricas, y hacía que
sus niños se prestasen mutuos ser^•iciüs para iniciarlos de algún modo en
el a])ostolado social, tomando esta pa
labra en su más amplio sentido y ex(t) Scp. lie 191 j.
cluyendo por supuesto todo significado
tá n ico . Los que tienen alguna experien
cia escolar habrán notado que, en los
colegios, sobre todo donde el elemento
es heterogéneo, como lo es en la socie
dad, se forma naturalmente al lado
de la aristocracia del dinero, la aristo
cracia del talento y de la virtud. Res
pecto a esta última, basta reflexionar
un poco para comprender que esa misma
insistencia con que encarecemos a los
ñiños que se aparten de los malos compa
ñeros, produce en su alma, si no va tem
plada con lui poco de caridad, un despre
cio poco cristiano hacia otros niños, que,
aunque malos, son prójimos de aquellos.
Los que se sienten mejores y son más
apreciados por los maestros, sin que
se den cuenta, si no son m uy humildes,
comienzan a mirar con desdén a los
compañeros que no reciben más que re
primendas y castigos porque son malos:
poco a poco se van formando un concepto exagerado de la propia virtud,
acempañado de una vana complacen
cia: se apartan de todo trato con los
otros para no pervertirse y también
para no rebajarse; de ahí el desprecio
hacia los tales, el egoísmo aislador y la
vanidad farisaica: yo no soy como ellos.
Faltando esa disposición de ánimo que
se llama compasión, no hay base para
las virtudes sociales; el respeto nuituo,
la benevolencia recíproca, la cortesía,
la afabilidad, y en suma, todas las vir
tudes de relación, que son condición
necesaria de la convivencia humana,
se eclipsan. Jesucristo mismo fué re
prochado por sus condescendencias y
tratos con los pecadores; pero los que
se lo echaban en cara ocultaban, bajo
la capa dé celo por la justicia, el
egoísmo más cruel y la soberbia más
satánica.
Además, la tieriia inteligencia del niño
no puede distinguir bien (¡y ojalá lo
distinguiesen los niños grandes!) entre
la idea abstracta del vucio y el indi-
—
59
\T,duo que la concreta. Para él, odiar
el pecado viene a ser casi lo mismo que
odiar al pecador; no puede comprender
que debe huir de los malos compa
ñeros, conservando en su corazón la
estima que se debe al pró
jimo, y la compasión que le
debe inspirar su desgracia. Y
sin embargo, hay que hacerle
caer en la cuenta- de que,
cuando tenga que tratarlos,
ha de ser con cautela, mas
también con benevolencia y
cortesía. Por otra parte, en
el mundo no ha de relacio
narse sólo con buenos; des
graciadamente ha de conviYÍi con los malos, y por lo
mismo no está por demás
que aprenda a tratarlos e-vitando su contagio, a burlar
sus tretas sin vilipendiar sus
personas: ni cándido, ni
cerril; prevenido sí, pero al
mismo tiempo tratable e in
dulgente.
D. Bosco, como su madre,
iba más allá todavía. La
Providencia permite que vi
van los malos, no sólo para
dar tiempo a que se arre
pientan y se conviertan sino
también para provecho de
los elegidos. Y no es lo prin
cipal del caso el que las faltas
y pecados de éstos sean cas
tigados por aquellos, sino la
práctica de las virtudes más
SARKIA
sublimes: la perfección de
los mismos elegidos. Si los
hombres, a causa de sus im
perfecciones y defectos físicos, inte
lectuales y morales, no necesitasen unos
de otros, ¿cómo se practicarían las vir
tudes que al prójimo se refieren? ¿No se
purifican y perfeccionan los justos con el
roce de los que no lo son? Un colegio
donde no hubiera malos compañeros, se
ría una antesala del paraíso, mas no una
escuela de mundo; demasiado artificial
es y a el ambiente del internado... Pero
volvamos a D. Bosco. Kl, pues, no
cesaba de prevenir a sus niños contra
— El Tedeim en et Saotoarlo de María Auxiliadora
a la llegada del Sr. D. Pablo Albera.
los malos compañeros, pero en práctiai
ponía el mismo «jóvenes de ideas falsas
V corrompidos » al lado de los buenos.
secluso scandalo, en cuanto le era posible.
De esta manera, al mismo tiempo que los
malos mejoraban con los cuidados del
educador y el ejím )lo de los buenos;
— 6o —
estos ejercitaban con los malos mil
obras buenas, probaban la propia vir
tud y desarrollaban los más hermosos
sentimientos.
Ciertas recomendaciones impruden
tes para separar en absoluto dos clases
de individuos, que en realidad no
pueden separarse ya que la cizaña
brotará siempre en medio del trigo y
no habrá más remedio que dejarla
crecer muchas veces para evitar males
mayores, no sólo producen esa vanidad
farisaica de (|ue hemos hablado y el
desprecio al prójimo que es su fondo;
sino que, además, vistos los malos com
pañeros a través de esas recomendacio
nes, que suelen sér lentes de aumento
para que el peligro sea bien visible, fal
tando el conocimiento directo, se van
acostumbrando los buenos a exagerar
también la maldad ajena, ya por lo que
oyen ya por el secreto deseo de au
mentar la propia excelencia; así lle
gan a creer a los otros mucho peores
de lo que son, y no aprenden a com])adecer y por ende tampoco a tolerar
jos defectos del prójimo. De ahí que
los tienen por indignos de cualquier
favor 3^ de toda benevolencia; a lo
más, les otorgan la limosna de una ple
garia y esto porque les hacen al mismo
tiempo el ultraje de creerlos dignos
del inferno. Los malos por su parte,
hu>*endo siempre de aquellos cu3*a vir
tud y buena reputación los abochorna,
sin ejemplo inmediato (jue los esti
mule. más aún, en contacto íntimo con
el de los peores con los cuales simpa
tizan más; abandonados a sus tenta
ciones, humillados por el desprecio de
que son víctimas y desalentados al
mismo tiempo, porque sus esfuerzos,
interiores para corregirse no son de
bidamente atendidos, empeoran cada
vez más, aunque no lo parece. Ordi
nariamente buscan una compensación
al desdén, cuando no en satisfacciones
sensuales, cu3'a sugestión es podero
sísima en el aburrimiento solitario, o en
lecturas agradables más o menos peli
grosas, o en alguna pública barraba
sada para desahogarse y ganar en po
pularidad lo que perdieron en aprecio.
De este modo, se va depositando en
esas almas, y a proclives a las aspe
rezas de carácter, un sedimento de en
vidia malévola que se manifiesta en pe
queñas calumnias y fraudes; y cuando
llega un choque, estalla en ímpetus de
cólera el malhumor que se había ido
condensando en propósitos de venganza.
Los buenos a su vez, ignorando el
efecto cáustico que, sin saberlo ellos,
produce su desvío, no ven en todo
ello más que malicia abominable; ja
más darán un paso ni para mejorar
a los malos, ni para echar un poco
de bálsamo en sus corazones enfermos
y heridos, sino es algún reproche
amargo que se les escapa si se ven
atacados, no tanto por sobrenatural
sentimiento de caridad, sino por natural
instinto de defensa. Puestos en este
camino acaban por hacer peores a los
que debían mejorar, y los otros acaban
por hacerse un concepto falso de la
virtud y de los virtuosos que los des
espera y les quita la ganas de imi
tarlos.
Alejándose cada vez más los cora
zones, los unos continúan subiendo por
la escalera del desdén, hasta la cumbre
del aislamiento esplendido del orgullo; y
los otros bajando por la pendiente de
la antipatía, hasta el odio propiamente
dicho.
Por el contrario, haced como Don
Bosco: encomendad a los que están >^a
firmes en la virtud la protección in
mediata de los m alos; « aislad éstos de
los pequeños 3^^ de los ingenuos, de los
que tienen inclinaciones parecidas, 3'
rodeadlos de amigos sinceros y segu
ros » ( i ) ; vigiladlos después a todos
p ) .Vemorias, T . 111, p.ig. 566.
I
— 6i —
cuidadosa, delicada y paternalmente,
V ya podéis admitir en vuestro ora
torio «jóvenes corrompidos, con ideas
falsas en la cabeza, rebeldes y sensua
les; poco aficionados a las cosas de
iglesia, holgazanes y peligrosos» (i).
« Los buenos servirán así de modelo
eficaz y estímulo provechoso a los ma
los; » (2) y « aquellos no podrán recibir
daño alguno de éstos» (3). Más aún;
esos « amigos sinceros, seguros en la
virtud, » se harán más virtuosos con se
mejante cargo; ganarán en caridad y
celo; tal vez en algunos de ellos se en
cienda la llama del apostolado y se re
vele su vocación, como veremos en el
siguiente artículo. Por lo menos, pronto
se hacen útilísimos colaboradores del
educador. D. Bosco fué más lejos tota v ía : hizo de ellos sus mejores salesianos.
{Continuará).
CIbros regálalos a nuestra Relaccídn.
De la L ib re r ía de D. L U I S . G IL I, C la r is , 8a
— B a rc e lo n a ,
Carácter dlstiatlvo de la música eclesiástica, por el
Dr. .■ \iigelo Nasoni, Canónigo de Milán. Segunda
edición italiana, revisada y mejorada por el autor.
Versión castellana por el R. P. Fr. Guillermo Arrúe,
O. P., Organista del Real Colegio de Santo Tomás,
de Avila. Contiene, por vía de apéndice, las conclu
siones de los tres congresos de música sagrada cele
brados en Valladolid, Sevilla y Barcelona rispectívamente. Un volumen de i i ^ x 19 cm., de VlII-236
págs. En rústica, Ptas. i ’so; en tela inglesa, Ptas
2’5o. Por correo, certificado, Ptas. 0*35 más.
Padre oaestro qne estás es los cielos, por el R. P.
Jaime Nonell, S. J. Un folleto de l o x i s i cm.,
pe 62 págs. En rústica, Pta-?. 0*25; 100 ejemplares,
Ptas. 20. Por correo, certificado, Ptas. 0*30 y Ptas.
i’óo, respectivameute.
(i) Memorias, T . III, pág. 566.
(2; Ibi. pág. 88.
(3) Reglamento.
Guía del cristiano en sus relaciones con Dios y con
los hombres, o s.^, el catecismo católico explicailo
en lecciones y precedido de unas breves nociones
fundamentales de Religión y moral, compuesto i>or
Manuel Romero y Romero, Pbro., Licenciado en
Sagrada Teología, Cura de la Parroquia de San
Roque, de Sevilla. — Un volumen de 14 J x 21 cm.,
de 560 págs. En tela inglesa, Ptas. 5. Por correo,
certificado, Ptas. 0*40 más.
Los niños junto al Sagrarlo. El solo titulo líe esta obriui
del P. Fernández la hace simpática; pero leídas .sus
bien meditadas y escritas páginas, amenizadas con
ejemplos, grabados, etc., la hacen por demás intere
sante. no sólo a los niños, a quienes el autor ladirige,
mas también a los que preparan a la niñez a la Co
munión y la dirigen per el hermoso sendero perfu
mado d éla Eucaristía y notablemente viable y en
cantador por las enseñanzasdel Soberano Pontíce rei
nante. Interesante, pues, la obra de suyo, no hay poi
qué encarecer su mérito, pues antes que recomeivdarla, la rebajaría qualquier alabanza que le se tribu
tase, porque se quedaría muy corta. Encuadernación
en tela con plancha Ptas i ’so el ejemplar. Encua
dernación lujosa y corte dorado, Ptas. 3 el ejemplar.
D é la L ib re r ía de B . H E R D E R , F rib u rg o de
B r is g o v ia (A lem ania).
Elementos de Química moderna por el Padre Teodoro
Rodríguez, Agustino, Ldo. en ciencias y Profesor
en el Real Colegio del Escorial. Obra declarada
de texto en Venezuela y en la mayor parte de los
Seminarios y en varios Institutos de España. Con
50 figuras, VIII y 136 págs. En rústica Fr. i ’6o;
en mediá tela, Fr. i ’9o.
Desarrollo del Idioma Caatellaao desde el Siglo XV hssta
nuestros días, dispuesto por el P. Carlos Las.-ilde,
con un prólogo del P. Felipe Kstévez. Segunda
edición mejorada y aumentada, adornada con un
grabado. En-8“. VI y 336 pág.s. En lela, I-'r. 3'25.
Historia universal, representada en cuadros de sus
más memorables sucesos. Por D, Francisco Díaz
Carmona, Catedrático de Geogratia e Historia en
el Instituto de Granada. Adornada con numerosos
grabados. En-8®, XII y 372. Fn rústica, Fr. 4; en
media tela, Fr. 4’35D e le L ib re r ía de P O P E L IN H erm an o s, R u é
S é g u ie r, 3, P a r ís .
Vademécum Secerdotis para uso de los Rdos. Curas
párrocos y demás eclesiásticos en el año de 1913.
Contiene todas las indicaciones que puede necesitar
un sacerdote referentes a liturgia, jerarquía, etc.
*
—
Ó2
—
Paro el Monumento o D, Bosco
del X X V aniversario de la
muerte de D. Bosco, el Consejo directivo
(le la Federación Internacional de Ex-alumnos
dirigió a cada una de las Asociaciones un no
bilísimo llamamiento para abrir la suscripción
[)ara el monumento de nuestro Ven. Fundador.
Los lectores recordarán que en el primer
Congreso Internacional, que celebraron en
Valdocco los Ex-alumnos de los Institutos
Salc.sianos, brotó la idea de erigir un monu
mento a D. Bosco en Tiirin, en la plaza de
María Auxiliadora, en el mismo lugar « do ide
él translormó suelo y almas, fundó la madre
patria de su gente, envió por el mundo sus
colonias y les dió el lugar perpetuo de reunión ».
Como la idea fué acogida con unánimes
aplausos, al salir del aula del Congreso en
contró tanta simpatía en todaá partes que pa
recía ya realizada, con la persuasión que todos
tenían de que encontraría el apoyo de la multitml de admiradores que D. Bosco tiene por
doquiera.
Pero en la primera reunión que los Ex
C
ON motivo
A
^
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D
V
K
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alumnos piamonteses tuvieron en Valdocco el
pasado diciembre, dicha iniciativa revistió una
forma más espléndida y significativa, ya que,
como hemos anunciado, los Ex-alumnos, que
antes habían sido los promotores, quisieron
reivindicar el honor y la solicitud de la erección
del monumento
A este fin, saldrá a luz un periódico, en el
cual, posiblemente agrupadas en el Instituto
al cual pertenecieron, serán publicadas, en
señal de recibo, las ofertas de los Ex-alumnos
y de cada Asociación.
El concurso del dibujo se cerró el 31 de
enero. El programa encontró el favor del
mundo artístico por el serio criterio de arte
en que estaba informado: cerca de doscientos
escultores de Italia y del extranjero pidieron
documentos para tomar parte en él y han
llegado ya varios bocetos.
Volveremos sobre el argumento en los pró
ximos mimeros; en tanto proponemos a la
admiración y al aplauso de nuestros coopei.idores la atrevida y noble iniciativa.
E
Í J V
C
I A
.
Muchos Cooperadores, al hacer encarf>os a la Libreria S. A . I. D. Buena Prensa, incluyen
ofetias para nuestro Superior D. Pablo Albera o para el Boletín o para otras Obras Salesianas; otros, escribiendo a l Sr. D , P , Albera o a l <1. Boletín », incluyen encaraos para dicha
Librería. ^
^
Cuando se nos hagan encanaos para esta Librería, procuraremos, como antes,
enviar recibo a los Cooperadores y transmitirlos diariamente a la S. A . I D. Buena Prensa.
Pero, para evitar equivocaciones _i’ retrasos, se nos rticga que digamos que a la Librería, que
es un ente aparte, le resulta un poco molesto transmitirnos los encargos que se le hacen para
nosotros. ^
^
V.VRexnno. Sr.
Los Cooperadores tengan, pues, la bondad de dirigir su correspondencia al
1).
Pablo .\lbera, l ’ia Cottolengo, 32 - Turin % o a la Dirección del Boletín
Salesiano, cuando los encargos se refieren en todo o en parte a las Obras Salesianas; yvice-^
versa, dirigirse directamente a la <s. Librería S . A . I . D . Buena Prensa,
gherita, ly ó - Turin » cuando se trata de pedidos de libros.
Corso Regina yior-
—
6 3
—
lioiDlii Mil o ielaleite ileDi Bosio.
El dolor se nos clavó en el alma y
AN pasado 25 años y nos parece
experimentar todavía la ansie- creció todavía el día después, cuando,
de los últimos días, cuando sus reunida toda la comunidad en la iglesia
fuerzas iban disminuyendo
con rapidez desesperante,
y con lenguaje mudo nos
preguntábamos mutuamenle si sería verdad que nos
iba a suceder tamaña desv'entura. Recordamos las
fervorosas plegarias que se
alzaban al cielo sin cesar,
las noches de oración a los
pies de María Auxiliadora,
la esperanza y la alegría
cuando había alguna mejora;
y pocos días después, de
súbito, el agravarse de la
enfermedad que corría a su
fin. jQuién puede explicar
la angustia de nuestro co
razón y lo que pasó en el
alma de los alumnos, cuando
la víspera de S. Francisco
se nos comunicó la última
palabra paterna que nos
daba cita para el cielo!
La mañana del 31 de
enero, cuando se difundió
la triste nueva de que ya
no existía, el llanto fue
general. Don M. Rúa con
el corazón lleno de con
( D e una fo tog ra fia de iSStJ,
D. Bosco.
goja. con los ojos inchados
de llorar y con mano tem
blorosa dió a los Salesianos, a las Hijas de S. Francisco de Sales, rezó las ora
de María Auxiliadora y a los Coopera ciones de la noche ante su bendito ca
dores < la noticia más dolorosa que dáver, que revestido con los hábitos
podía él dar en toda su vida, anuncián sacerdotales, allá en medio del presbi
doles que nuestro amadísimo Padre en terio, sentado como si estuviera dor
Jesucristo, nuestro fundador, el amigo, mido, había recibido el último adiós
el consejero, el gu ía'd e nuestra vida, del pueblo turinés, beneficiado por él
más que otro cualquiera. Terminadas
fiabia m u e r to .
—
las oraciones, todos se quedaron de
rodillas. En aquel solemne silencio, se
levantó L). J. Francesia.
¿Veis aquí, dijo a nuestro, amado Pa
dre con esta tranquilidad, esta sonrisa
que aparece en sus labios? Parece que
quiere-hablarnos todavía y vosotros casi
esperáis que se levante y os hable.
Üesgraciadamente ya no puede repetir
aquellas santas enseñanzas que tantas
veces brotaron de sus labios: ya no
puede hablarnos. ¿ Y qué os diré yo
desde este lugar en que I). Bosco tra
bajó tanto por vosotros? Me contentaré
con repetir la última palabr*a que os
dijo. Habiéndole preguntado qué re
cuerdo dejaba a sus niños, respondió:
Decidles que yo los espero a todos en el
cielo.
En la iglesia se notaba un recogi
miento tan profundo, tan íntimo, que
se sentía la respiración de aquellos
pobres muchachos; y D. Bosco parecía
bendecirlos aún en la serenidad de la
muerte. Cuando se les mandó retirarse,
todos se quedaron inmóviles llorando;
con mucho trabajo, después de haber
contemplado una vez más, clase por
clase, al amado bienhechor, se alejaron
finalmente.
Hacía muchos años que D. Bosco,
al pedir lo que creía conveniente para
su Pía Sociedad, manifestaba el deseo
de cantar el Nunc dimittis después de
haber visto terminada la obra, que ha
bía emprendido en el nombre del Señor.
Y precisamente el 2 de febrero, en que
la Iglesia repite en la sagrada liturgia
aquellas palabras, su cadáver encerrado
en triple caja era conducido a los pies
de María Auxiliadora para hacerle las
exequias Pontificó Mons. Cagliero, y
se cantó la hermosa misa que el mismo
Monseñor había compuesto en 1S62,
misa que los cantores ejecutaron sus
pirando.
El duelo abrumaba todos los cora
zones, y nosotros recordamos todavía
64
—
los conmovedores comentarios de la
muchedumbre, que, a pesar del rigor
de la estación, llenaba la calle Coitolengo, Príncipe. Odón, y Paseo de la
Reina Margarita. — ¡Pobres criaturas!
¡ Era vuestro Padre! Pero no temáis,
continuará bendiciéndos desde el cielo.
En tanto, entramos con las lágrimas
en los ojos en el santuario, donde en
presencia de los obispos titulares de
Mágida y Samaría, Mons. Bertagna,
obispo tit. de Cafarnaum, ofició en las
exequias. Después de la bendición del
féretro, sucedió en repentino cambio.
El pueblo se precipita sobre él para
besarlo como se besan las cosas santas.
Las coronas y las flores que lo cir
cundaban se cogían a pedazos; y lo
mismo hubiera sucedido a las colga
duras del ataúd, si no se hubiese trans
portado en seguida a la iglesia de S.
Francisco.
Cuando la comunidad volvió a en
trar en casa, una paz, una alegría ín
tima invadió los corazones. Los que
hasta entonces habían llorado, se sin
tieron tranquilos, como si D. Bosco
no hubiera muerto; como si estuviera
aún entre sus hijos. — ¡Qué hermosa
fiesta! decían; y aquellos que al prin
cipio se maravillaban de esta excla
mación, acababan por decir también:
¡Qué hermosa fiesta ! Todos se repetían
unos a otros las agudezas y palabras
afectuosas que habían oído a D. Bosco;
algunos contaban los episodios más
salientes de su vida con unas son
risas y un sentimiento de alegría que
no son para imaginados. ¡El luto había
cesado!
Pero no cesaron ni disminuyeron el
amor que le tenían, ni la fama que sus
virtudes le habían granjeado en todo el
mundo. Antes bien, como si no hubiera
muerto, como si hubiese en estos 25
años continuado viviendo y trabajando
por nosotros, adquiriendo nuevos dere
chos a nuestra gratitud, como en efecto
— (¡s —
continuó viviendo y trabajando su Obra,
él, y lo decimos con santo orgullo, ha
echado raíces más profundas en nues
tras almas, en sus casas, en sus institu
ciones, de la misma manera que ha ga
nado cada año en admiración y aplauso
en todas las naciones.
Por eso, al conmemorar este cuarto
de siglo transcurido después de su
muerte, no encontramos cosa mejor que
recordar su amada persona, dando una
ligera idea de su vida, y evocando en
particular los recuerdos de sus últimos
días.
Datos Biográficos
D. Bosco, el bienhechor, amigo y fadre de la
m-eniud, nació en Castelnuovo d'Asti el i6 de
agosto de 1815. Fuero^i sus padres Francisco
Bosco y Margarita Occhiena, mujer ésta por
sw virtudes y exquisito sentir cristiano, digna
de ser su madre. Aun muchacho, tuvo ya un
misterioso presentimiento de su misión y se hizo
apóstol de sus compañeros. Por estrecheces de
Imilia le costo muchísimo trabajo llegar al sa
cerdocio; pero dotado de grande ingenio y prodi
giosa memoria fue siempre el primero de sus con
discípulos, dedicándose además a oficios humildes
y a obras de caridad y celo. Ordenado de sacerdote,
comnzó el ^ de diciembre de 1841 la Obra
de los Oratorios, que le cosió increi bles fatigas. No
comprendido y perseguido, anduvo vagando por
tiempo con sus numerosos niños de unlu_.ar
■ ■ ^aoiro, prediciendo siempre el seguro incremento
de su obra; ¡a Pascua de 1846 le dió lugar estable
en Valdocco y foco después fundó otros oratorios.
celo no podía reposar. Asiduo en el ministerio
dd sacramento de la penitencia y de la predica
ción. valeroso defensor de la instrucción religiosa
Vla ortodoxia de la fe hasta tal punto que no reffocedió ante repetidas insidias y amenazas de
•muerte, en su inmenso amor a la juventud instilas escuelas diurnas y nocturnas, escuelas
di artes y oficios, colonias agrícolas y colegios,
^ruificdv.do la pedagogía con un sistema propio
íitudad-.- en una continua y caritativa vigilancia y
ít práctica de la religión. Diseminó millones de
*•*«05 libros ascéticos, escolásticos, históricos.
amenos y educativos ; y en los muchos que el mismo
escribió, derramó su tierno afecto a la iglesia cató
lica e inalterable adhesión al Romano Pontífice,
al cual consagró la mente, d corazón y su infhuncia, durante toda su vida.
Celosísimo de la gloria de Dios y firme en sm
santo propósito %D a mihi animas, caetera lolte •,
promovió con maravillosos frutos la comunión
frecuente y cotidiana.' fué apóstol de la devoción a
Jesús Sacramentado y a la Virgen SS.; edificó nu
merosas iglesias, entre ellas d Santuario de TurínValdocco que en prenda de gratitud dedicó a María
Auxiliadora, de quien recibió inspiración con
tinua y visible asistencia en todas sus obras; dió
a la Iglesia miles de sacerdotes; brilló con heroica
abnegación en las públicas y privadas desventuras;
fundó la Pía Sociedad Salesiana, que hizo heredera
de su espíritu y el Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora; estableció vastas Misiones para
civilizar las tribus salvajes y asistir a los emigra
dos ; y para sostén y difusión de su apostolado en
la sociedad, fundó la Unión de los Cooperadores
y Cooperadoras salesianos.
Afectuoso con los suyos más que un padre, lleno
de conmovedora gratitud para con sus bienhecho
res, tenido en gran veneración por los Pontífices
Pío I X y León X I I I , apreciado por iodos sj«
grandes contemporáneos, conmovió más de una
vez a SMpaso Italia, Francia y España, precedido,
acompañado y seguido de la fama de hombre ex
traordinario y santo; hasta que el 31 de enero de
1888, consumido por el trabajo y Horado por una
mxdiitud innumerable de discípulos, esparcidos
por todas las clases sociales, voló al cielo del hu
milde cuarto del Oratorio de Valdocco, adonde por
más de 40 años grupos interminables de admira
dores habían acudido a pedirle un consejo, una pa
labra de aliento y una bendición. Sus restos morta
les yacen en el Seminario de las Misiones Extra
njeras de Valsálice. Su obra abraza hoy en total
más de 700 instituios diseminados por todas las
naciones.
E n vista de sws heroicas virtudes y de la fa>na
siempre creciente de sm santidad, el Papa Pío X ,
el 2^ de julio de 1907 introdujo su Causa de Bea
tificación.
{Continuará).
—
66
—
leiaríaÉiliaíoia
E n
R 1 Instituto de las Hijas de María Auxilia
dora. fundado par D. Bosco en 1872, realiza entre
las hijas del pueblo la misma misión de caridad
que ejercitan los Salesianos entre la juventud
masculina.
Si por un lado, decía D. Bosco, daba gusto ver
la mejora de las costumbres de tantos jovencitos por medio de los oratorios festivos, por otro
el corazón se apenaba sobremanera viendo un
número considerable de niñas que disipadas y sin
religión presagiaban un triste porvenir. ¿Cómo
remediarlo? Muchos de sus padres ni pensaban
en ello siquiera, la acción caritativa de algunas
personas de poco servía y el sacerdote por mu
chos motivos no podía prestar sus servicios con
la debida extensión. Oramos, pensamos y crei
mos conveniente instituir una Pía Sociedad de
mujeres las cuales, consagrándose a Dios, tu
viesen por fin hacer de maestras, hermanas y
madres de tantas pobrecitas niñas.
D. Bosco se aconsejó con el inmortal Pío IX ,
instituyó una Sociedad de piadosas doncellas y
poniéndola bajo el poderoso patrocinio de la
Virgen SS. que se venera en el Santuario de
Valdocco en Turín, las llamó Hijas de María
Auxiliadora.
E l admirable incremento de esta segunda
obra de D. Bosco es una prueba palpable de
que el Señor la quiere. También el año pasado
las Hijas de María Auxiliadora hicieron nuevas
fundaciones.
En la fábrica de algodón de Cossolnovo (Pa
vía), en Torre Pellxce cerca de la fábrica Mazzonis y en OglU Canavese junto a la fábrica de
estampados de De Angelí, se encargaron, des
pués de repetidas instancias, de la asistencia
de las jóvenes obreras que en aquellas fábricas
se ganan honestamente el pan. En las horas li
bres del trabajo, las muchachas encuentran,
merced al cuidado afectuoso y materno de las
Hermanas, la suave \*ida de familia a la cual
fueron sustraídas por circunstancias forzosas.
En Pomo (Massa Carrara) con la aprobación
y una bendición particular de S. E . Mons. J.
Marenco, Obispo de aquella diócesis, comenza
ron una casa para obreras, capaz para doscientas
jóvenes, las cuales con el pan necesario de la
vida recibirán aquella educación moral y reli
giosa que las formará buenas cristianas y muje
res honradas.
I 9 fl2
En Fontanafredda (Alba) los condes de Mirañori les confiaron el Asilo infantil y las clases ele
mentales, fundadas para los hijos de los colones
que trabajan en sus dependencias.
E n Genova, cerca del puerto, por la generosi
dad de la Sra. Piccone abrieron un Pensionado
femenino para las señoritas que desean frecuen
tar las escuelas públicas.
En Penango Monferrato, por obra delSr. D.José
Torriani, fundaron un Oratorio festivo y una Es
cuela de labores para las niñas, quehasta la fecha
debían ir a otros sitios a aprender la costura.
E n Mirabello Monferraio, tomaron nueva
mente la dirección del Jardín de la Infancia.
E n Roma, junto al templo de S. María Liber
tadora, en el barrio del Testaccio, en los locales
debidos a la munificencia del S. Padre, abrie
ron para las hijas del pueblo una Escuela de la
bores y un Oratorio festivo; y en el barrio de
S. Lorenzo fundaron Escuelas populares, de la
bores y Oratorio festivo que promete abundan
tes frutos.
En Tromello (Pavía), por iniciativa del celoso
Párroco D. Luis Carbonino, recibidas con gran
fiesta por un número considerable de niñas, se
encargaron de la dirección de un Asilo infantil y
Oratorio festivo.
Además, como y a hicieron en otros centros
importantes, en la populosa Ñápeles, por deseo
del Emmo. Cardenal Prisco, comenzaron los
catecismos parroquiales los domingos y los
jueves en la iglesia de S. Jenaro, de S. Fran
cisco de Asís y de S. Martín (Cartuja); lo mismo
hicieron en Érente (Catania) donde explican el
catecismo en todas las iglesias de la ciudad y
también en Niza Sicilia, en Fiumedinisi, y en Ali
Siiperiore, merced al celo de los R. R. Párrocos
y al socorro caritativo de la digna familia
Quattrocchi.
Deseosas de ejercer su celo en favor de las jó
venes italianas que se van al extranjero para
trabajar, atendiendo a las instancias de la em
presa Stehli, el pasado junio aceptaron la di
rección de un Pensionado de Obreras en Arth
(Suiza) para las jóvenes que trabajan en los teji
dos de aquella sedería.
En Jerez de la Frontera (España), la Obra so
cial de la Protección de la Infancia les confio
la dirección de una Obra de beneficencia, des
tinada a recoger las niñas jxibres de la andad
— 67 —
para sustraerlas al ocio y a la ignorancia, ayu
darlas a habilitarse en todo género de labores
femeniles y para que reciban al mismo tiempo
una conveniente instrucción y educación.
En Chalchafa (República del Salvador), por
generosa donación del Rvmo. D. J. Salvador
Morán. abrieron un Orfanotrofio con Oratorio
anejo y un Colegio para señoritas, con cursos ele
mentales completos, música y francés.
Con una nueva casa en Granada entraron ellas
también en la República de Nicaragua, donde
de lengua italiana, con ima escuela de labores a
la cual concurren muy gustosas muchas hijas
de italianos, que después de haber descuidado
por algunos años las prácticas religiosas por el
poco conocimiento de la lengua, se sienten feli
ces por volver a aquella Religión que tuvieron
la fortuna de conocer y amar en sus prime
ros años.
Finalmente, en Atlantic City (Nueva York),
merced al celo del P. Juan Quarcmba, estable
cieron las Escuelas parroquiales de catecismo y
VÍE N A — Alumnos internos del Colegio Salesisno.
ban tomado la dirección de un Internado para
jóvenes de clase media y niñas pobres.
A poca distancia de MedeUín (Colombia),
accediendo a las \úvas instancias de Mons.
Manuel José Cayzedo, aceptaron en La Ceja
U dirección de un Extem ado con Escuelas
municipales. Escuelas de labores y Oratorio fes
tivo, que esta destinado a producir consolantes
frutos en aquella población sencilla, laboriosa y
creyente.
En Paierson (Nueva Jersey), en im centro po
blado de italianos, iniciaron una segunda casa
con anejo Jardín de la infancia, medio pensio
nado para niñas y la correspondiente escuela
lengua italiana y un Oratorio festivo para las
hijas de nuestros emigrados.
Para el nuevo año la Rvma. Superiora Ge
neral de las Hijas de María Auxiliadora, Sor
Catalina Daghero, piensa dirigir todos sus cui
dados a la Casa Central de las Misiones de Niza
Monferrato, a fin de preparar un buen número
de misioneras para enviarlas al extranjero y
ayudar a tantos emigrados.
¡Que Dios bendiga copiosamente estos san*
tos designiosi
X 3 EX
—
SK NADOK, D E
LA R E P Ú B L IC A D E C H I L E
pronuocUdo en Is Exposición Salesíaoa de Coacepcióa (i)
x a (FRAGMENTOS) I X
« Iltmos. y Rvdmos. señores. Sr. Ministro,
señoras y señores: Me asocio de todo corazón al
justo regocijo de la Congregación Salesiana de
Chile y de sus entusiastas cooperadores, con mo
tivo de la celebración de las bodas de plata de la
primera fundación hecha en este país.
I/OS católicos, y en general los hombres ci
vilizados del mundo entero, miran con especial
cariño a esta Congregación, que ha compren
dido las necesidades sociales de la hora presente,
y que ha sido tal vez el primer elemento civili
zador en la segunda mitad del siglo X IX .
Tenemos, pues, motivos los chilenos para
congratulamos por tener entre nosotros la E s
cuela Salesiana, con sus métodos de progreso,
y creo oportuno en estos momentos manifestar
la gratitud que sentimos para con los hijos de
Don Bosco, haciendo una brevísima reseña de
su venida a América y de su labor en Chile.
Después de mil dificultades con que Dios
quiso probar la fidelidad de Don Bosco, logró
éste fundar el Oratorio de Turín, llamado así
para indicar que era la oración el único recurso
con que contaba para su obra.
Ese oratorio, y otros que luego se fundaron
en la misma ciudad y en diversos puntos de
Italia, llamaron de tal manera la atención al
Cónsul de la República Argentina en Savona,
que suplicó a don Bosco hiciera fuña undadón
igual en la provincia de Buenos Aires.
Accedió gustoso Don Boscoj pero, a decir ver
dad. él no pensaba sólo en la fundación de Bue
nos Aires, que solicitaba el Cónsul, sino que
tenía otras miras ulteriores, meditaba empresas
más grandes.
^ El pensaba en la Patagonia y en la Tierra del
Euego. vastas regiones inexploradas al Sur de la
Argentina y de Chile, habitadas por indios sal
vajes que se proponía evangelizar; y no le inti
midaban los peligros de esa empresa en la que
habían {«recido anteriormente rauchhs esfor
zados misioneros jesuítas que, internados en
esas comarcas, no volvieron jamás.
Con la bendición del gran pontífice Pío IX .
y siguiendo el plan que personalmente indicó
Don Bo.scopara este d a je , partieron para la Amé
rica del Sur los primeros misioneros salesianos.
(i) V. núinvro antírior.
68
—
el día I I de noviembre de 1875, bajo la dirección
de Don Juan Cagliero, que después había de ser
el primer Obispo salesiano y que tuvo la suerte
de recibir el último aliento de Don Bosco, su
amigo y su padre, que murió en sus brazos, de
vuelta del viaje en que el señor Cagliero recorrió
el mundo, salvando almas, con su breviario
bajo el brazo, tal como se lo había profetizado
el mismo Don Bosco, cuando el niño Cagliero
estuvo gravemente enfermo y a punto de morir,
a los quince años de edad.
Desembarcados en Buenos Aires, fundaron los
misioneros el Oratorio de San Nicolás de los
Arroyos, que fué el centro de sus movimientos
y de donde luego se extendieron por el Uru
guay y por la Pampa argentina, fundando casas
en las cercanías de la Patagonia, para atraerse a
los indígenas, aprender su lengua y preparar el
camino de su evangelizacióii.
E l año 1878 partieron y a a las costas de la
Patagonia, y después de dos viajes infructuosos
a causa de las furiosas tempestades que se le
vantan en esas regiones, lograron establecerse
en el corazón de la Patagonia, junto a las már
genes del Río Negro.
De alK partió Fagnano para Chile, atravesó
el Estrecho de Magallanes y recorrió la Tiena
del Fuego y las islas vecinas.
También el señor Cagliero, después de re
correr más de seiscientas leguas, parte a caballo
y parte a pie, atravesando la Patagonia y la
Cordillera de los Andes llegó a Chile a hacer
fundaciones.
Y esos heróicos exploradores, soldados de la
fe, acostumbrados al suave clima y al bellísimo
cielo de Italia, soportaron el frío, las lluvias, los
vientos, las inclemencias todas de la natura-,
leza, y la ferocidad y barbarie de los indios,
hasta plantar en esas regiones con que soñaba
Don Bosco, en la Patagonia y en la Tierra del
Fuego, la cruz redentora, como señal de amor
para los infelices pobladores de esas tierras, y
de civilización para el género humano.
Millares de salvajes recibieron el bautismo, se
fundaron capillas, escuelas y asilos en la Patagouia, Magallanes y Tierra del Fuego, hasta que
su desarrollo permitió a Su Santidad León XIII
fundar un Vicariato y una Prefectura Apostó
lica, confiando el primero al Iltmo. señor Ca
gliero. y la segunda a Don José Fagnano.
El año 1887 se fundó la Casa de Concepción
con colegio y talleres; en 1888 la de Talca, y poco
después de la revolución del 91, el señor Arzo
bispo de Santiago les hizo entrega del templo y
asilo de la Gratitud Nacional, local en que
ahora estamos reunidos, en donde han abierto
colegios y talleres, mejorando notablemente el
edificio.
—
6 9
Hermosa coincidencia, señores, que este local
levantado por la gratitud de la Patria a la me
moria de sus lieróicos defensores en la guerra,
sm’^a de albergue hoy a esta legión de ab
negados misioneros, a quienes tanto debe la
Patria en las jomadas de la civilización y de la
paz.
Para desarrollar su Congregación, fundaron
después un noviciado en Macul, en terrenos do
nados por doña Manuela Gandarillas; y años
más tarde, les entregó el Arzobispado el Patro
cinio de San José, plantel de segunda enseñanza
que a juicio de un alto funcionario de lainstnic-
—
Frutos prácticos del trabajo de estos edu
cadores, son los hermosos objetos que veréis
en las distintas secciones de esta exposición.
Ellos recomiendan la obra, mejor de lo que pu
dieran hacerlo mis palabras.
Y o quiero concluir, felicitando a la Congivgación Salesiana en este fausto día, y haciendo
un nuevo llamado a la caridad infatigable de
sus cooperadores.
Ayudadla con largueza; no sólo tendréis la
recompensa del ciento por uno ofrecida por el
mismo Dios, sino que todavía tendréis una re
compensa más cercana en esta misma vida.
R E C IPE (Brasil) — Colegio del Sagrado Corazón de Jesús.
ción fiscal, es, por la perfección de sus métodos
V de sus programas, uno de los primeros de la
República.
Un Valparaíso, la señora Ross de Edwards,
les’ entregó la antigua Quinta Wáddington, donde
sostienen un colegio comercial y una escuela de
artes y oficios.
Y aquí es del caso mencionar también a la
filantrópica señora Pabla Ramírez, que cooperó
al establecimiento de las obras salesianas en el
vecino puerto.
Tienen también un colegio comercial en
Iquique y otro análogo en Valdivia; una es
cuela de artes y oficios en L a Serena y una co
lonia agrícola en Linares, en una chacra donada
por las señoras Campos.
Poco antes de morir, Don Bosco, en su tes
tamento admirable, hizo constar que muchos
bienhechores de su obra, hallándose antes redu
cidos sus bienes de fortuna, los habían visto
acrecentarse gradualmente desde que comen
zaron a ser generosos con sus huerfanitos.
Uno de sus bienhechores le decía estas pala
bras: «Cuando hago caridad a sus pobres, no rae
dé usted las gracias; antes bien yó debo dárselas
a usted, que me la pide, porque desde que he
comenzado a socorrer a sus huérfanos, mis po
sesiones se han duplicado *.
Otro bienhechor, al llevarle frecuentes li
mosnas. le decía: Cuanto más dinero invierto
en sus obras, tanto más prospero en mis negocios *.
««
D E JN ÍU ES TR A S M I5 IO J\ÍES
R E l’ ÚBÜCA ARGENTINA
TERRITORIO DE STfl. CRUZ
Las
necesidades espirituales
de La Patagonia.
{Carta del Presbítero, D. J. Beauvoir al Señor
D. Pablo Altera).
Sta. Cruz, 33 de octubre de 1913.
Reverendísimo k amadísimo Padre:
s tiempo ya de que rompa mi largo si
lencio y le dé algunas noticias que es
pero le serán gratas.
Aprovechando las vacaciones escolásticas
(aquí las tenemos en invierno) pasé 45 días en
lluenos Aires, y para volver a Sta. Cruz me em
barqué en un vapor que toca en todos los puer
tos de la costa patagónica. Llegado a Puerto
Deseado, donde naufragué en 1887. cuando to
davía estaba desierto, bajé únicamente para
bendecir el matrimonio de un ex-alunmo, ofre
cer el mismo servicio a los que quisieran apro
vecharse de mi humilde persona y adminis
trar los bautismos que las pocas horas de pa
sada lo permitieran. 5Ie encontré con un pueblo
de casi 1500 habitantes, pues el Gobierno tiene
proyectado un íerrocarjil que. partiendo del
puerto, atravesará toda la Patagouia para ter
minar cu el Lago Nahuel-Huapy y llenar así
todo el trayecto de pueblos y colonias. En poco
menos de dos años se constniyeron más de 250
km. de linea, sobre la cual van ya y vienen tres
veces ixir semana algmias locomotoras, arras
trando unos sesenta vagones cargados a la ida
de víveres, mercancías y algunos obreros, y a la
vuelta de fruta, lanas, cueros y pieles.
Una vez desembarcado, pregunté por el Sr.
Caffarena, socio de Pedemonte. ambos ex-alumnos que tienen un magnífico comercio de géne
ros y son proveedores del gobierno. Lo encontré
al instante y me fui en seguida a su casa, donde
bendije poco después su matrimonio y les bau
ticé un hijo al cual los mismos esposos hicieroo
de padrinos.
Entre tanto, se había esparcido la voz de que
había llegado un sacerdote salesiano y que iba a
administrar el bautismo en el Club social. Jle
dirigí al Club y encontré mucha gente que me
esperaba. Sin perder momento pongo manos a
la obra y uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis bau
tismos. Al acabar el sexto, oigo el pito del vapor.
¿Es ya hora? me dije; y pregunté: — ¿Es la pri
mera señal? — No; es y a la tercera.
En efecto, el vapor comenzaba a moverse.
jPaciencial No había remedio; era preciso que
esperase dos semanas hasta que viniese otro.
El Señor lo dispone así, pensé; de este modo
podré administrar, en este territorio que cae
ya bajo mi jurisdición como vicario, el sa
cramento del bautismo a tantos niños que lo
necesitan, y además los de la confirmación y
confesión, hacer algunas platiquillas a los
niños, visitar las familias, los enfermos etc.
etc. Si no es ahora ¿cuando tendré ocasión
de hacerlo ? A la verdad habían transcurri
do cerca de ocho años desde que había pasado
por allí nuestro misionero el P. Dabroski. Fi
gúrese, amado Padre, si rae resignaría contento
a la voluntad del Señor, aunque no tuviese lo ne
cesario para dar una misión en regla. Sentía so
lamente una cosa. A l desembarcar no había
cogido más que las ampollas de los santos óleos
para los bautismos que pensaba hacer; ni si
quiera el breviario que había rezado ya; de
modo que, con gran pesar mío, por más de
15 días me veía privado de aquellas dulces
plegarias, propiamente sacerdotales, después de
37 años.
¡Paciencia! exclamé; rezaré el rosario entero y.
pudiendo, los salmos penitenciales y las letanías
de los santos...
Esto sucedía el 2 de octubre... E l día siguiente
visité al ingeniero director de la construcción
de la vía y a las autoridades, al Sr. Comisario
de Policía, al Sr. Juez de Paz y Oficial del re
gistro civil, al Subprefecto del Puerto, y todos,
lamentando el suceso, se alegraban de mi per
manencia que Ies habría proporcionado la for-
—
7 1
tuna de gozar muchas fiestas con la celebración
de bautismos y matrimonios. Visité luego el co
legio del Gobierno, pidiendo que se me permi
tiera dar algunas lecciones de Religión.Lo con
cedió el maestro a condición de que los padres
de los alumnos, como requiere la ley, lo permi
tiesen y siempre fuera de las horas de clase, es
decir,' de las cinco a las seis de la tarde. Y así
se hizo.
Al otro día a la hora señalada, me encon
tré en el colegio donde unos sesenta muchachos,
casi todos de más de lo años, me esperaban an
siosos de novedades. ¡Pobrecitos! L a mayor
parte ignoraban hasta la señal de la cruz.
\'isité también algunas familias que tenían
niños que bautizar. No todos se interesaban por
ello; o porque no tienen el padrino que desean o
por otros motivos, aplazan siempre el cumpli
miento de tan estrecho deber.
El 5 de octubre el Subprefecto y su esposa me
rogaron que fuese a bautizar dos niños que de
seaban tener por ahijados. Con mucho gusto los
contenté, encontrándome a la hora establecida
en su casa. Después de la lección de catecis
mo, también el maestro quiso tener el honor
de ser padrino y me presentó un niño al cual
bauticé igualmente.
El 6 de octubre, fiesta del Rosario, hubo un
gran movimiento en el pueblo, pues se había
anunciado que se celebrarían muchos bautizos en
el Club. E n efecto, cuando llegué allí, no sólo es
taba lleno el salón, sino que la gente se agrupaba
en la calle ocupando tiendas y casas, los unos
llevando los niños para bautizar, los otros para
apadrinarlos y la mayor parte para presenciar la
ceremonia deseada y nunca vista. L a gente me
nuda. buheiosa e impaciente como en todas par
tes, abunda allí también.
Al entrar en el salón cesó el vocerío y todas
las miradas se volvieron a mí, saludándome
atenta y efusivamente. Después de responder
al saludo y estrechar la mano a los principales
Juez, Subprefecto, Comisario, Médico (éste tulinés que traía tres niños para bautizar) y al
gunos más, me puse sin tardanza a bautizarlos.
Eran las dos de la tarde; a las seis había termi
nado... por aquel día. Muchos, cansados de es
perar, se habían marchado, pensando presentár
melos los días siguientes. E n todo aquel día
no pude bautizar más que una veintena y por
grupos de 5 o 6, diciendo en número plural lo
que se x>odía, para no cansarlos. jQué gusto daba
ver a los numerosos hermanos de los bautiza
dos. sentados en tomo de una larga mesa, sor
biéndose la taza de chocolate que les regalaban
los padrinos de sus hermanitos! Fiestas de
este género, que tanto regocijan a las nuevas
poblaciones, hermanando las familias de gentes
—
tan diversas por raza y lengua, sólo nuestra
santa Religión puede hacerlas.
Había españoles, italianos, austríacos, fran
ceses, alemanes e ingleses; y todos mezclados con
los argentinos, movidos por un mismo pensa
miento, .la Religión; aunque a alguno de ellos
no le sonara bien ta l nombre. Y sin embargo, es
tanta su mágica eficacia, o mejor su necesidad,
que también a éstos se inqxine. Todos convie
nen ello, tanto los individuos como los gol iernos; y sin embargo no se piensa lo bastante. So
detenuiua un lugar, se fonna un pueblo y en se
guida se crean autoridades, Jueces, Registro ci
vil, Comisario de Policía; y cuando se reúnan
25 niños de ambos sexos, tiene ya derecho a una
escuela y el Gobierno manda inmediatamente un
maestro con lo necesario, obligando a los pa
dres con multa a mandar los niños desde Ins 6
hasta los 14 años. Cada uno de estos funciona
rios percibe un estipendio considerable. Me decía
el maestro de Deseado: E sta escuela cuesta al
Gobierno 500 pesos nacionales al mes, es decir
i.io o fr. mensuales; pero en la Religión no se
piensa. Pasan decenas de años, y pueblos consi
derables por el número de sus habitantes, que
tienen y a tribunal, colegios, cuarteles, cárceles,
etc., no tienen lo principal, una iglesia y un sa
cerdote.
E l puerto de S. Julián (donde este año he
mos inaugurado casa e iglesia), el de Sia. Cruz y
Río Gallegos, centros ahora de muchos habitan
tes, estarían todavía sin sacerdote, si no fuese por
los Salesianos, como lo están aún Deseado, Comodón, Rivadavia, Catnarones, Madryn, Pirá
mides y S. Amonio; todos puertos de mucha
importancia que serán con el tiempo centros
comerciales de la Patagonia. ¡Parvulis petieriint
panem et non eral qui jrangerct eis!
iCónio estamos viendo la necesidad de supli
car a nuestra buena Madre, María Auxiliadora,
que nos en\de buenos salesianos, esi)ccialmente sacerdotes, que vengan cuanto antes a
ayudarnos porque en verdad la mies es mucha y
los operarios son muy pocosl ¡Oh, sí, amadí
simo Sr. D. Pablo-Albera, mándenos pronto
buenos colaboradores! Estos pobres emigrados,
venidos del viejo mundo con un resto de reli
gión adormecida con frecuencia, una vez esta
blecidos en estos lugares, donde desgraciada
mente no se ve ni la sombra de las prácticas re
ligiosas siempre conmovedoras de su tierra,
especialmente si son de países latinos, van per
diendo insensiblemente lo poco que les quedaba,
y sin una saludable reacción, caen primero en
la indeferencia y luego en la incredulidad, a
causa de los continuos escándalos y de las pro
pias pasiones. ¡Infelices! Si permanecen en tal
estado, pasarán a la eternidad, dándose cuenta
— 72
de haber perdido la fe solamente a la hora de la
jolh, el cual antes de emprender su expedición
muerte. Para evitar tamañas desgracias, o a lo
al polo Sur, fué nuestro huésped en la ifisión de
menos para disminuir su número, mande, amadí Río Grande en la Tierra del Fuego, en 1894,
simo Padre, a estos lugares de misión algún re
donde yo me hallaba entonces.
fuerzo de i)€isonal que nos es tan necesario.
Temo, amado padre, haberle cansado y ter
La segunda semana de octubre la -pasé, se mino implorando su benevolencia y suplicán
gún el programa que rae había hecho, dando
dole me tenga presente en sus oraciones, a fin
lecciones de catecismo y de moral casi todos los
de que la misericordia de Dios me ayude a sal
días en el colegio o escuela mixta, visitando fa var mi pobre alma juntamente con las que yo
milias y enfermos y administrando bautismos.
pueda salvar.
K 1 día onómástico de la señora Da. Amalia
E l 18 llegó finalmente un vapor que iba hada
Pilar Calvo, esposa del Director del Ferrocarril,
el Sur, bauticé todavía a un niño, hijo de un ita
fui invitado, juntamente con algunos princi liano, y por tarde me embarqué. Estuve en S.
pales del pueblo, al banquete que este señor Julián donde celebré la santa misa, después de
daba en su honor y a la función dramática que
30 días que no la celebraba, y pasé algunas horas
se tuvo en el Club obrero, a la cual asistió casi
con nuestros queridos hermanos. Volví luego al
todo el pueblo.
barco y después de navegar toda la noche, lle
El domingo 13 de octubre, fué destinado a la
gué de nuevo a mi residencia de Sta. Cruz.
administración de la confirmación. Cuando lle
Muchas cosas me quedan todavía por decirle,
gué, al Club me esperaba ya un buen número de
pero sería abusar de su bondad, y no lo quiero.
confirmandos con sus padres. Saludado con mu Así pues, pongo punto final, rogándole me ben
cha cordialidad por los presentes, les devolví el
diga juntamente con estos queridísimos her
saludo estrechando a algunos la mano; y sin manos, y besándole la mano me ofrezco de Y.
más dispuse el santo crisma, apunté nombres y
Afmo. in Corde Jesu
apellidos, edad, pades, padrinos y madrinas,
José B eauvoir , Pbro.
y comencé la sagrada ceremonia que duró casi
Misionero Salesiano
dos horas.
de la Patagonia y Tierra del Fuego.
Desde el día 14 al 17, a pesar del viento de po
niente acompañado de recios chubascos, el con
siguiente barro y la distancia que separa el co
legio del lugar donde residía, no quise privarme
de la satisfacción de explicar todos los días a
aquello simpáticos muchachos la Religión santa
que hace menos dolorosa la vida presente y nos
T E S O R O E SPIR IT U A L .
proporciona la eterna felicidad. Continué tam
bién visitando familias y los bautismos pasaron
Los Cooperadores Salesianos que confesados
de ciento.
El Sr. ingeniero D. Oscar Wahlguist, Director y comulgados, visiten devotamente una iglesia
de los trabajos del Ferrocarril, aunque no es
o capilla pública, o si viven en comunidad, la
católico, pero si esposo de una católica, apenas
propia capilla, y rueguen según la intención
conoció a los salesianos ya los aprecia, y más de
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
una vez me manifestó el deseo de que se esta
blezcan pronto allí, prometiendo ayudamos en indulgencias plenarias:
lo que pueda.
Cada mes:
Me llevó en su coche a visitar las fracciones de
Puerto Deseado, indicándome los sitios donde, se
1. Un día cualquiera de libre elección.
gún su parecer, podrían hacerse la iglesia y la
2. El día en que hagan el Ejercicio de la
casa salcstana. Le di las gracias, aumentando
buena muerte.
mi esperanza de que nos será de grande ayuda.
3. El día en que tengan conferencia.
El es sueco y conocido del Dr. Otto Noidiensk-
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EL CULTO
de María auxiliadora
N6s tesenoi la paraaailÓD d< ^ae, en las vIeUltndas doloraias da les tiempos
qne a tra v e sa a u , ao asa faedan más coosndoa qee los del Cielo, y entre estos,
la poderosa pratecdóo de la Vlrpea bendita, qne fné ea todo tiempo el Anxlllo
de los Crlatiaaos.
*•
GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.
B ro o k ly n (Est. Unidos). — H acía varios meses
que mi madre se encontraba muy enferma y la
hicimos cambiar de clima para ver si curaba; mas
la enfermedad continuaba agravándose. R eu
nióse una junta de médicos y estos dieron el caso
por perdido. E n vista de ello la volvimos a traer
aquí y cuatro de los mejores especialistas la desa
huciaron también; aunque aseguraban que con
una dificilísima operación tal vez curase. Con esta
esperanza la llevamos a Hamburgo y los médicos
hicieron el mismo pronóstico que en Nueva York.
A pesar de tantas opiniones desfavorables, yo co
mencé a pedir a M ^ a Auxiliadora le devolviera
la salud; y en medio de tanta desventura y abati
miento no perdí la confianza en su poderoso Au
xilio. L e prometí dar la primera comunión a mis
dos pequeños de 7 y 6 años, celebar ima novena
en su santuario y otra en la iglesia de mi parroquia,
recibiendo en diebos días la comumón. Pocos días
después, recibí la noticia de que un especialista
de Viena, traído sin duda por la Virgen SS. la
había examinado, diciendo que él la operaría con
resultado. Se la llevaron allá y efectivamente la
operación salió bien. He cumplido mis promesas
y publico este favor en acción de gracias
R
o sa
D
u m a rest.
E sm e ra ld a s (Ecuador). — H ad a más de 5
años que sufría de una grave enfermedad del co
razón, de la cual y a no tenía esperanza ninguna de
curar.' Estaba en manos de buenos médicos, p ^
la mejoría era nula. Llamé con fervor en mi auxilio
a María Auxiliadora, prometiéndole si me daba la
sdud, una novena, una misa y varias comuniones.
Hoy me hallo completamente curada de esta en
fermedad. Cumpliendo pues, m i promesa, llena
óel máo profundo agradecimiento en acción de
gradas a la Sma. Virgen María Auxiliadora, hago
publicar esta gracia y a la vez entrego la pequeña
limosna de 7 sucres que tenía ofredda.
F lortnda d e S il v a .
J o to co (Colombia). — Fui atacada de mía grave
enfermedad que en cuatro días me puso al borde
del sepulcro. Mi hija Teresa mandó decir una misa
a María Auxiliadora, pidiéndole mi salud. A l día
siguiente experimenté y a una mejoría en mi estado
de salud que ha ido aumentando hasta hoy. Agra
decido envío la limosna de doscientos pesos.
H
il a r i ó n
E
sco ba r.
S a r r iá (España). — Tres gracias de mucha im
portancia recibí de María Auxiliadora y siento en
el alma no se haya publicado antes este testimonio
de profunda gratitud por ellas. Creo deber omith
las dos primeras por tratarse de un asunto muy deli
cado de fam ilia y de una favor de carácter privado
de nuestra congregación; ambas, como dije, de
mucha importancia. La tercera fué que por espacio
d o de dos anos padecía miicho del estómago e in
testinos, y seguí sufriendo sin pedirle que me curase;
pero viendo que la cosa se jjrolongaba. y que yo no
prestaba ningún seivicio sino ejue niolc.staba, acudí
con fe a tan buena Madre y nic concedió cmmto le
pedí. Agradeddo por tan señalados Ixnieficios, di
la limosna ofrecida a la casa de Carabanchel,
mandando celebrar misas a beneficio de la casa.
¡Bendita y alabada sea siempre la Virgen de D.
Bosco, María Auxiliadoral
L
a u rea n o
S antana, S . S .
S e v illa . — Solía pa.sar largas temporadas en una
finca del Garrobo, provincia de Sevilla.
Un día del mes de junio — 1903 — mientras
r^resaba en coche a la ciudad, próximamente
a la mitad del camino, los caballos, no sé por qué
causa, emprendieron la carrera a rienda suelta,
siendo inútiles todos los esfuerzos para detraer
los. Afortunadamente uno de ellos rodó portierra,
impidiendo la marcha de los demás, lo cual hizo
desaparecer el inminente peligro en que esUyo y el capataz que me acompañaba.
Pero apenas en tierra, llamó nuestra atención
la gritería de los vecinos de ima venta cercana; y al
cercioramos de lo ocurrido, vimos con horror a un
hombre que tenía una pierna destrazada.
r
m
— 74 —
Venido im médico que felizmente estaba a poca
distancia, después de aplicar al enfermo los reme
dios que las circunstancias permitían, nos encargó
lo condujésemos al Hospital. E l mal tomó allí
proporciones alarmantes, pues de no cesar la alta
fiebre que atormentaba al enfermo, se imponía la
necesidad de amputarle la pierna; y esto, dadas
ciertas circunstancias del enfermo, podía serle
f^ e sto , quedando entonces su mujer y seis hijos
sin más amparo que el mío. Después de algunos dias
de observación, los médicos se declararon inca
paces de evitar una catástrofe de tan terribles
consecuencias para el enfermo y para mi. Puse
trarle mi ^radecim iento por la protección que me
ha dispensado. Una pierna de plata en un cuadrito,
pendiente de su altar, recuerda el hecho.
|Madre mía! gracias mil por los innumerable»
favores que de ti he recibido, que contaré en loor y
gloria tuya para propagar tu devoción.
Sevilla, Junio de 1912.
M a n u e l G u t ié r r e z y G. N a u d in .
G ero n a (España). — Entre las incontables gra
cias que tan bondadosamente se digna dispen
samos nuestra benditísima Madre, la Virgen
Auxiliadora, he de referir especialmente la que se ha
B a RBACBN A (Brasil) — Capilla del Oratorio festivo.
entonces mi confianza en el Cielo y el G elo acudió
en mi auxilio.
Una mañana me dirigi a lu Iglesia de la Sma.
Trüudad de Sevilla y puesto cu cniz a los pies de
Maria Auxiliadora, no sé lo que pedí. Cuando me
hube desahogado, salí lleno de fe con dirección al
Hospital, ansioso de saber el estado del enfermo;
y ;oh bondad de María! el enfermo estaba fuera de
peligro; y aimque la cura se hizo un poco larga, en
las próximas fiestas de Pascuas, pudo, aunque con
muletas, ir a p;isarlas con su familia.
Los médicos que asistieron al paciente recono
cieron que la curación era extraordinaria. Desde
entonces, casi todos los años mando decir algimas
misos en honor de Maria Auxiliadora para demos-
servido otorgamos a principios del pasado verano.
Y fué, que habiéndose iniciado im voraz incendio
en nuestra finca de Romauya, y en un paraje
donde había mucha leña seca, se apagaron
prouto las llamas, y precisamente al llegar a una
ladera en que había mucha más leña seca; siendo
de notar, que se detuvo el fuego a la hora en que
la Comunidad de PP. Salesianos. con sus alumnos
de Puente-Mayor, estaban en la capilla rogando
por esta grave necesidad.
Gloria, pues, a la Virgen amante que tan oporttmamente nos auxilia en todos los apuros que
experimentan sus hijos.
Noviembre de 1912.
fam ilia S a l v a d o r .
— 75 —
G ranada (Nicaragua). — Viviré eternamente
agradecida a María Auxiliadora por haberme sa
nado del incurable m al de asma, que de once
ses de nacida empecé a padecer, y conforme iba
creciendo fueron aumentando los ataques Iwrnblemente. convirtiéndose en verdadera a s ^ a .
Todos los facidtatívos del país y los extranjeros
Que me asistían me daban calmantes y decían que
iamás sanaría. E n este estado permaned 34 an(»,
basta que hice la promesa a María Auxihadora de
Uevar su medalla al cuello toda mi vida, dar una
buena limosna, mandar un corazón de g a t a y
publicar el milagro en el Boletín Salesiano. Todo lo
be cumplido y a gustosísima.
A continuadón de esta enfermedad, me apareció
un tumor que los doctores declararon de carácter
maligno, y que tenía que sufrir mía dolorosa ope
ración, sin asegurarme por eso la complete cura
ción. Me examinaron diez doctores de los m ^
notables, tanto extranjeros como del país. Solo
uno de ellos, el doctor Juan Ignado Urtecho, me
prometió curarme sin necesidad de operación.
Este favor se lo había pedido yo a M ^ a Auxmadora: que con tal de que me sanara sin operación,
mandaría publicar la grada tan deseada, como
lo h ^ o .
,
,
4.
Otros dos grandes favores que le debo a nuestra
Madre Auxiliadora son: haber librado d.e la
muerte a un tío muy querido, a consecumcia de
una disentería aguda. Por esta grama di cmco
pesos plata de limosna. E l otro fué h a b ^ ii^ sa
cado sin novedad, tanto a mí como a toda la tamüia, de la última guerra que acaba de pasar en
nuestra República.
Octubre 5 de 1912.
mitió aceptar la opinión de los médicos, por lo
cual resolvimos dejar las cosas como estaban, y
e n f r ia r nuestro querido hijo en manos de
J*'*
vina Providencia para la cual nada es imposible.
A poco de haber tomado- este resolución se pre
sentó en casa un piadoso amigo, cooperador salcsiano. y nos dijo que ofreciéramos una lunosiia
en favor de los hijos predilectos de María, de los
pobrecitos huérfanos, y que así esta buena Madre
tendría piedad de nuestro hijo moribundo, rainbién nos dijo que prometiéramos publicar el mi
lagro si nos lo curaba. Aceptamos este sabio con
sejo como venido del cielo, y ésto bastó para que
muy pronto empezara a notarse mejoría en el
niño, y para que hoy se encuentre casi enteramente
libre de la enfermedad que lo aquejaba,
Y a tu^^mos el gusto de enviar la limosna (?50)
a la Casa Salesiana de Ibagué, y ahora cumplimos
con la obligación de publicar el milagro.
Una devota.
F r a n c is c a A n a M o n t e n e g r o ,
Cooperadora.
Ibagué (Colombia). — Ha^o público mi agra
decimiento a María Auxüiadora por haberme de
vuelto la salud. H ad a y a b ^ ^ t e tiempo que
continuos ataques me imposibílitebari para en
tregarme a mis quehaceres. Los remedios de los
facultativos no me propordonaban mejoría Mguna. Entonces volví mis ojos a María A u l l a
dora a quien aprendí a amar en el Colegio Salesiano,
donde pasé los años más felices de mi ^nda, y le pro
metí que, si para ima fecha no muy lejana en que
mucho me interesaba gozar de buena sMud, ya
habían desapareado mis males, publicaría la g r^ ia
en el Boletín y ofrecería una misa y una comumón.
La Virgen escuchó mi súpHca porque en pocos
días me sentí completamente bien. •,Bendita sea
María Auxiliadora!
Diciembre, 1912.
L u is T o r r ij a B .
V illa h e rm o sa (Colombia). — A pocos meses de
haber naddo un hijo nuestro, lo acometió una te
rrible enfermedad, y se agravó de tal m a ^ a que
aguardábamos su muerte por momentos. E n vano
j a r n o s a los recursos de la ciencia, pues los mé
dicos as^uraron que debía sujetarse a ^
op^
ración muv ram osa, de la que probablemente
no escaparía, i ü corazón de madre no me per
Dan también gracias a María Auxiliadora y envían ai
lltnosDa:
A g u a de D ios (Colombia). — Daniel Córdoba,
por im favor y manda 5 fr. de limosna.
A re q u ip a (Perú). — M. J .. por haber salvado de
muerte segura asuherm analvolayasacram entada,
y envía su limosna.
Idem . — U n cooperador, por haber curado a
uno de su famiha, y envía su limosna.
C o lim a (Méjico). — Mariana Figueroa, por
haberle concedido una gracia especialísima a la
cual iba unida la vocación.
C o ello (Colombia).— Miguel Rodríguez C.,por
im favor obtenido.
C h o sm a la l (Arg.). — Pétrona I.andestoy. por
haberla sanado de una enfermedad muy molesta,
v envía ima limosna.
L a P la t a (Arg.). — J- V. Mendoza, por haber
salvado a su esposa de una grave enfermedad y
manda celebrar una misa en acción de gracias.
L a C ru z (Col.). - I s a b e l Hoyos, por un favor y
eavía dos pesos.
Id e m ._Raquel Muñoz y vanas personas, por
igual motivo y envían su Ihnosna.
L a Unión (Colom.). — Una cooper^ora, por ha
berle arreglado un asunto de m cha imi>or tencia.
L a C oru ñ a(E sp .). — E .U . por muchos y espe
ciales favores y manda 43 pesetas de limosna.
M éjico —‘ Lodegario Ramírez, Ramírez por va
rios favores obtenidos.
N o y a (España). — A. C , por un favor y envía
6 pesetas.
. . ,
,
P a r ia g u á n (Venezuela). — Patricia de Gimón.
por habelre concedido un parto feliz, y ae hace
cooperadora.
U tr e r a (España). — Josefa Sánchez y familm,
por haber devuelto la salud, contra la opmión de
los médicos a su querida madre.
V ig o (España). — Sabina García, por vano»
favores y manda decir una misa.
I d e m ._ B. D. C por varios favores y envía
5 ptas. de limosna.
Idem . — Solina Signo, por un favor y manda
su NmfvsnA
POR EL MUNDO SdLESI/INO
El sucesor de D. |3osco er| España
BAKCBI.ONA.— Trocedento de Mataré llegó el i i de
enero jx)T la tarde a esta ciudad, el Superior General
de la Orden Salesiana, reverendísimo padre doctor
Don Pablo Albora, acompañado del R. P. Bretto,
niiombro del Capítulo Superior, dcl P. Manfrediní
y del P, Calasanz, con el propósito de hacer su
lirimcra visita canónica a los establecimientos que
lionon en esta ciudad y Sarriá.
I.e aguardaban en el andén distinguidas perso
nalidades que le tributaron una entusiasta y cari
ñosa acogida; recordamos entre las mismas a los
dres Miglietti y Marmo. los señores Catalá, Eoada
Gispert, y los padres Schiralli y Fierro.
Después de darle la bienvenida al sucesor de
Don Bosco, en automóvil se dirigieron a laj Es
cuelas profesionales de Sarria.
Frente al edificio esperaban la llegada del ilus
tre huésped el Magnífico A)nmtamiento en corpo
ración. presidido por el teniente alcalde señor
Mota, y el secretario señor Sans y Bohigas, el Ecó
nomo doctor Mercader, el -Juez municipal y los nu
merosos alumnos, formados en fila, y la banda de
los talleres, además de
varias representaciones
de Comunidades reli
giosas y numerosos \ ecinos que le tributaron
un brillante recibimien
to.
Hechas las presenta
ciones, la comitiva .se
dirigió al Santuario de
María Auxiliador.'i. que
lucía espléndida ilumi
nación nueva; pues .se
había agu.irdado t . te
<lía para hacer la inau
guración de la luz
Icctrica. que protlrce
un efecto dc.slumbrhdor
por el buen gusto
que se ha hecho .su .!istribución, Se cantó un
solemne Tedeum por la
feliz llegada del R -víor
Mayor de la familia salesiana, terminando t.in
solemne acto, dando la
bendición con el .'--autísimo el Rdo. Sr Ins
pector, Padre ManiréOARCELONA — Llegada de nuestro Superior Qenerai a la estación.
dini.
..
, ^
Acto seguido, diri
bienhechores y amigos do la Ci\sa salesiana, se
gióse el Revmo. P. Albora acompañado de un bri
ñores Marti Codolar. I.uis Sebastián v Javier, Marllante séquito de Autoridades y Cooperador.-v al
qtiés de l ’ascual. Carlos de F on teu ^ rta Pascual
espacioso salón del locutorio convertido cu co
Polioarpo, Sebastíán. José M. y Rafael con su dis
medor, donde se les obsequió con mi espléndido
tinguida esposa. Dalmases. Ruiz Manen. Picó, los
lunch.
*
superiores de las casas de Sarriá v Barcelona’ pa
Después de cariñosas maestras de amor y es-
\ F
tima al Re^^no. Sr. Rector Mayor, dióse por ter
minado el solemne acto de la recepción.
Es muy digno de notarse que para ir de la Iglesia
al impro\Tsado comedor, tuvo que pasar el Padre
General v demás personalidades bajo un hermoso
V artístico arco triunfal, levantado en el patio del
colegio adornado con
'
%-erdadero gusto, sienvarios los totógrafos
que reprodujeron tan
hermoso cuadro.
Durante el desfile, .
no cesaron los entu
siastas y calurosos v í
tores de los colegiales
V de cuantos presen
ciaban la conmovedo
ra escena, dando más
Irillaiitez al acto las
alegres marchas eje
cutadas por la tanda
de música. Un coope
rador salesiano, hon
damente ccnunovido,
exclamó:« Padre ]Maníredini, si esto es en
la tierra, ¡qué será en
el cielo!».
Ti —
pequeño para contener el numeroso y selecto pú
blico que, a más de los colegiales, acudieron a ren
dir al 2® sucesor del Venerable D. Bosco los lu>menajes de su amor y admiración.
Ocupó la presidencia el Rvuno. P. General, to
mando asiento con él, en el estrado presidencial, a
SARR Á. — Del día
siguiente, dice un pe
riódico de Barcelona.
Como homenaje al
Rdmo. P. Pablo A l
SARRiÁ — SaloJo y bomeaaje de las antorldades locales.
tera. Rector Mayor
de la Congregación Salesiana, que como di. , ,
i
más del R. P. Bretto, el Exmo. Sr. Alcalde Presijimos se encuentra eii esta capital, los 1 P. e
duite. Teniente Alcalde y varios concejales d d
la residencia de Sarriá cekbiaion. ayer 12. vanos
Magnifico Ayuntamiento de Sarriá, juntamente
actos que se vieron concurridísimos.
con d Rdo. Sr. Cura Párroco.
A las siete de la mañana el Rdmo. P. Alliera
La concurrencia entre la <iuc figuraban
celebró misa de comunión general, durante la que
número de Cooperadores, nutrida repre.-icntacion
interpretó escogidos motetes la Escolanía de Ma
de Antiguos .Almimos con .su digno Presidente Don
ría Auxiliadora.
^
e- ■ a
I-milio Picó, v dignísimas Con>oraciones reli
A las diez, celebróse la misa solemne, oficiaiido
giosas, tributó ál Rvmo. P. Allicra, a su entrada en
el Rdo. P. Dr. D. don José María Manfrcdmi.
el salón de actos, una entusiasta y delirante o va
Superior de la Inspectoría Céltico-Tarraconc^.
ción, como prueba de su acendrado amor.
Con acompañamiento de orquesta se cantó la
Dióse principio a la solemne velada c-on d canto
misa a tres voces de Antonio I.^otti.
de un himno del M.^ Vülani S. S. iKir tcxlos los
Por la tarde, después de las vrísperas solcmn^, el
alumnos del colegio, con acompañaimento de la
Rdmo. P. Albera dió la bendición con su Divma
banda.
. ,
,
Majestad.
....................... ....
Merece notarse el discurso pronunciado jxjr el
En todas las fiestas mencionadas lucio la exl.do. don Jesús Fernández, salesiano, (íuien en herpléndida iluminación eléctrica instalad a en la
mosas frases e inspirados párrafos enumero a c ^
Todos estos actos religiosos fueron presididos
de caridad heroica realizados por el Venerable Don
por el Re%mo. P. General, acompañado de su se
Bosco fundador de la Congregación, por su sucesfjr
cretario R .P . Bretto y de los Rdos. P.P. Maníreel va difunto Don M. R úa y por el P. Ribera, ha
dini Calasanz. MigHetti. Civera y otros. ]unUciendo un hennoso paralelo entre éste y sus dos
mente con varias representaciones de comunida
preclaros predecesores.
des reHgiosas y distinguidas personaHdad^.
E l distinguido escritor don Modesto H. VülaesA las 6 de la tarde dió comienzo la Solemne
cusa. en nombre de los cooperador^ salesiamw.
velada músico-literaria, que los
enalteció elocuentemente la meritísima labor de
peradoies v alumnos dedicaban al Rvmo. P. Albera.
la Ccngiegación Salesiana y excitó a ariuellos s»
El espacioso salón de actos d d Colegio resulto
-
78 -
ílue no desatiendan la construcción del templo
E l día 14, el Rvmo. Padre General, acompa
dedicado en el Tibidabo al Sagrado Corazón de
fiado de los P.P. Bretto. Manfredini. y JligUetti
Jesús; Wzo recordación de la llorada doña Do
pasó al Palacio del Sr. Obispo Dr. Laguarda. siendo
rotea Cliopitea y del ilustre patricio D. Narciso
acogido cariñosamente por tan eximio P. dado, al
Pascual, los que con el Venerable Don Bosco echa
que presentó sus respetos y con quien conferenció
ron en Barcelona los cimientos del actual estado de
largamente.
la Congregación, y terminó saludando afectuosa
En la mañana del día 16 fué xúsitado, el Rdo. P
mente al Superior General.
Albera, por el Exmo. Sr. Cónsul General de Italia!
,
Presidente de los Antiguos Alumnos, don
Comendador Motta, a quien .acompañaba, con el
Ivmilio Picó, testimonió el cariño y admiración
mismo intento, el Comendador Beirotti.
<iue éstos sienten j>or el sucesor de Don Bosco; y po
Por la tarde del mismo día el Rvmo. Superior
niendo de relieve en breves frases el estado de nues General, acompañado de su secretario P. Bretto,
tra patria española, pidió los ruegos del Rdmo.
y de los P. P. filanfredini y Miglietti, devolvió la
Don P. Albora durante su estancia en ICspaña para
visita al Magnífico Ayuntamiento de Sarriá, el que
que Dios le conceda dias prósperos y felices. Sen recibió en pleno al ilustre visitante; y después de
timos en el alma no poder insertar algunos párrafos
un ligero de.scanso y visitas el salón de Sesiones y
de los brillantes discursos, que no dudamos se deiuíís dependencias del Aymitaniiento. las Autorían del agrado Me'
nuestros lectores, al
par que darían realce
a la relación de esta
fiesta.
Kn la parte musical
figurabíui una fantasía
<le I.concavallo; « Inviolata», coro en can
to grcgoriimo y una
sinfonía de Corrideri.
Da banda de lacasa,
bajo la dirección de
.su inteligente Maestro
Sr. Ñuño, ejecutó con
notable brillantez los
punios correspondien
tes del programa.
Dos clusto.Sos diálo
gos, una sentida comlK)sicióu a la grata me
moria del Revino, vSr.
D. M. Riia. algunas
poesías de ocasión y
dos preciosas zarzuclitas tituladas í D. Bo
sco Pastorcillo«de 1).
SARRI.4 — E irada en el Santuario de María Auxiliadora.
José Pujol S. S. y «I.a
Virgen do la Krmita »
de D. I‘Vlii)c Alcántara S. S., fueron los restantes
rielados despidieron la grata visita con verdade
puntos que fonnaron el programa de tan hermosa
ras iime.stras de consideración y respeto.
velada, siendo todo.s ellos aiilmulidisimos y justa
También cumplimentó en dicho dia a los R.R.
mente celel>rad(xs.
P.P. Jesuítas y Escolapios que le dispensaron toda
Como fin de fiesta, el Rdmo. Padre A liara di clase de atenciones, y mostraron su satisfacción
rigió la inUabra al auditorio puesto en pie. reco y contento.
giendo una por una todas las salutaciones que .se
Atentamente invitado por el Director de los H.
le habían dirigido; dando las gracias con emocio
H. de la Doctrina Cristiana, fue el R\-mo. P. Al
nada palabra al Magnifico -•\yuutamieuto de Sa bora en la mañana del 18, a celebrar el Sto. Sacri
rria que en corporación había asistido al acto, al M.
ficio de la Misa a la iglesia que dichos Hermanos
Rdo. Sr. Cura Párroi'o. a las dignísimas represen tienen en la Bouaiio\*a. E l Director de tan respe
taciones de Religiosos, a los superiores y alosniuos
table Coniuuidaíl pasó a recoger en carruaje al
•del Colegio que habían recitado varias poesías, a los
Rdo. P. Albora y al P. Manfredini.
señores Cooi>eradorcs y a los Antiguos Alumncxs.
Terminada la misa, el P. Albera felicitó a los cole
lo d o s los asistentes acogieron con un fragoroso
giales p.^r su devoción y amor a la Sgda. Eucaristía,
aplauso las palabras del P. General, que fué v i
tuvo palabras de alabanza para la reverenda Co
toreado, niicutras en uiiíou de las Autoridades v
munidad por sus trabajos en pro de la juventud; y
distinguidas personas abandonaba el salón.
It mimó, recomendando a los alumnos recordasen
P"
—
79
¿ dia de mañana las hermosas enseñanzas recibidas,
T continuaran practicando, con verdadera valen
tía, los actos de religión y conservasen siempre su
al¿a pura, lo que fácilmente conseguirían fre
cuentando los Stos. Sacramentos.
Después de ser obsequiado por el Director, volvió
aSarriá acompañado de éste y de los P.P. Manfredini y Jüglietti.
A las 5 de la tarde marchó al puerto con el r .
Xlanfredini. en el automóvil que galantemente le
había cedido el Sr. D. Luis Martí Codolar, y en el
auto de D. Juan José Urruela lo hicieron los PP.
Bretto y Miglietti.
A las 6 zarpó el «Menorquitf» para las Baleares,
adonde marchó el Rvmo. P. Albera con su Secre
tario e Inspector de la Provincia Céltico-Tarracouense, con objeto de visitar la Casa Salesiana de
Cindadela.
{Contimiava.)
—
zapatería, etc., etc., todas elegantes y perfectas.
Llamaron la atención de modo especial los tra
bajos de carpintería ejecutados por Narciso Huitoto V los de sastrería de Aurelio Carijona, los dos
indígenas del Caquetá. que trajo a esta ciudad el
Sr D. Custodio Morales y que fueron acogidos por
el Gobierno Departamental como alvunnos l>cnsionados en los cinco primeras años y cjue ahora
están por cuenta de la Casa Sale.siima.
E l limo. Sr. Obispo, lleno de santo entusiasmo
por los resultados de las fatigas de los Hijos de
D. Bosco cerró el acto, pronunciando las palabrás
siguientes ejue copiamos con honda gratitud y
sentida satisfacción.
Señoras, Señores:
E l que por vez primera visita esta casa, siente
una impresión que pudiéramos llamar misterio-.a
al par que grata; tiende la mano a los moradores
de ella, y se encuentra con manos callosas: pasea
su mirada por los salones y no ve sino máquinas
materiales e instrumentos de labor; si se detiene
a hablar con los simpáticos miembros de e.sta
nmnerosa familia, bien pronto recaerá la conver
sación sobre agricultura, sobre artes y oficios;
admirará la buena salud y musculatura de los alum nos y verá pintada en su rostro la alegría; le ensa
ñarán el escudo de la Congregación salesiana, y
IBAOUÉ (Colombia). — Los exámenes y repar allí leerá estas palabras y en ellas, la clave que
tición de premios de las Escuelas de artes y oficios todo lo explica; Labora et ora; trabaja y ora. El
de S. José revistieron éste año una importancia trabajo es el soberano que reina en esta casa; el
especialísima. Nada diremos de los premios, a trabajo cristiano es en síntesis el espíritu de la Con
pesar de ser tantos y tan hermosos, ni de la selecta gregación de Don Bosco, y el espíritu del Ihmdador
concurrencia, que hacía coro a S. E. el Sr. Obispo.
vive en sus lujos. Bendito/sea Dios, que poseemos
Ix»s siete alumnos, dice la Unión, que sostuvie aquí la escuela modelo del trabajo, ese agente de
ron el examen de agricultxira lo lucieron con com las riquezas de las naciones, genio de la felicidad
pleta seguridad de los conocimientos científicos de nuestra esjjecie que satisface las necesidades
que los habilitan para desarrollar entre nosotros de la vida, segiin frase de un célebre economista;
esas industrias con gran beneficio para el Depar o como otros han dicho « aumentar el trabajo en
tamento en general.
el pueblo es aumentar su riíjucza; cuando el tra
La conferencia agraria del Sr. Jumi Giordana,
bajo disminuye, decae visiblemente la prosjxíndad.
maestro salesiano, gustó mucho; sin rimbombaiitcs Sembrad y os nacerá oro; júantad, y tendréis jjor
y antpulosos preámbulos, estuvo interesantísima, fruto la riqueza ». Con razón afirmaba CamixJ^cha con sencillez y precisión, como de quien manes, que el trabajo era más productivo y útil
está al tanto de lo que enseña. Ojalá se publi que los tesoras traídos de las Indias.
cara en edición copiosa para difundirla entre to
El trabajo productor nació con las necesidades
dos nuestrcjs agricultores.
del hombre v comenzó en el Paraíso, cuando el
El joven I'ennín Sandoval recibió diploma de Criador dijo a Adan: f Comerás el pan con el sudor
habilidad para ejercer el arte de zapatería; y con de tu rostro ». Desde entonces sólo por medio del
tal motivo pronunció un sentido discurso de despe trabajo ha podido liljertarsc el hombre de las tor
dida de la Casa, profesores y alumnos; discurso turas de la miseria. En castigo del jiecado ori pnal.
revelador de que lleva esculpida en la mente y en con el trabajo vinieron la fatiga y el caasanci >;
d corazón las saludables enseñanzas c^ue ha rem- pero el Criador suasnzó el castigo permitienio
bido. y que será un ciudadano apto y capaz de él hombre la comodidad, la riqueza y el def^anío.
laborar para el bien común.
bienes que resultan necesariamente del trabajo y
El examen de la clase de religión verso sotre la \-irtud- dispuso además, misteriosai armomai
la existencia del inferno, dogma tan cdiado entre la Naturaleza y el trabajo del hombre: la
por los incrédulos y demás gentes que combaten
naturaleza asmda al hombre; el fuego ablanda lo i
la Religión Católica. Los alunmos que sostuvieron metales; el a¿ua. el vapor, la electricidad concud examen manifestaron profundo conocuniento rren al movimiento de las máqmnas; la tierra y el
de la verdad v que están en posesión de ella; y
aire a la producción de las plantas; la elasticidad,
demestraron con razxjnes incontestables y <xn- el peso de los cuerpos, la gravedad, son agentes
Tíncentes la existencia de ese lugar de castigos del trabajo; y podemos afirmar que la natura-cza
eternos.
,
• * j
toda convierte en u tlid ad del hombre todas las
En los talleres se exhibieron las obras ejecutada,
le^'es fí.5icas.
por los alumnos en tipografía, carpintería, sastrena.
— 8o —
lo d o s los economistas, católicos y no catoHcos.
c;:tán acordes en que el trabajo es el agente deí
i.ienestar y de la riqueza, y en que es preciso ex
tender en el pueblo el trabajo regular, fácü pro
ductivo y constante; pero en tratándose de llevar
a la práctica este noble ideal, los sistemas difieren
esencialmente. I^ s utilitarios, los socialistas, los
comuni.sta.s. los niveladores etc. han incoculado
cu el corazón de los obreros doctrinas malsanas,
utopias irrealizables, haciéndolos desgraciados,
porque han despertado en ellos el deseo de los
goces, y les han hecho creer (|ue pueden lograr
cu este mundo una gran suma de felicidad. De
estas ideas provienen la guerra entre obreros y
patrones, huelgas, revoluciones y sacudimientos
(]ue han acaecido en pueblos fabriles e industriales
l.u escuela economista católica, basada en las ense
ñanzas evangélicas, aúna al trabajo la caridad, y
lo convierte en lazo de unión entre ricos y pobres
y lo eleva a la categoría de las virtudes. Coiusiderado así el trabajo se presenta como germen de
progreso que debe incesantemente levantar al
hombre a mayor perfección. Unido a la caridad
concurre a mejorar de día en día la situación dei
cuerpo y del alma, produce el bienestar y la ri
queza, desenvuelve la inteligencia en provecho de
todos los hombres y realiza el fin que Dios se pro
puso al crear al hombre. Por eso, en vez de halagar
a 1^ masas de trabajadores con quiméricos en
sueños de dicha y de goces, les inculca los prin
cipios religiosos; que tengan fe en Dios, resigna
ción en las desgracias, templanza en los deseos;
moralidad en las acciones, esperanza en el jxirvenir,
seguridad en las recompensas de la vida eterna;
que vean en el rico, no mi enemigo que insulta
su posición, sino un hermamo, colocado por Dios
en jxisición más alta con el cargo de ayudar al
pobre en sus desgracias. Asimismo, en vez de aterrorizar al rico con la amenaza de desposeerlo de
lo suyo, le recomineda el socorro de los pobres,
la manutención de los desvalidos, el sustento de
les iniixisibilitados, el cuidado de los enfermos, la
i ráctica, en fin, de la caridad. De este sistema
proceden esas mil instituciones de acción social
que han brotado en el seno de la Iglesia Católica,
empapadas en la caridad, encaminadas todas á
procurar el bienestar del obrero: Cajas de aliorros.
Coo^rativas de producción y de cornsumo, Cajas
rurales, dótales, etc. Pero entre estas figura en
l'rimcni línea, como imstitución benéfica para
t i puelilo. la Congregación Salesiona. porque ella
I-one la base y fundamento de todas las demás
aigiemlo al hijo del pueblo para enseñarle a trabajar:
/uí'i’m .• |>ara hatx’r de él un obrero cristiano, edu
cado en las máximas del Evangelio, preparado
para las luchas de la \ida. que no .se olvide de
Dios si en el catnino de su vida llega a la riqueza
y prosj)cridad: ni se desespere si soplan Icjs vientos
de la trihuIücicSn.
Sea esta la ocasión de dar público testimonio
de agradecimiento a nuestra legislatura, al go
bierno y a todas las personas t]ue infiuj'eton en
la creación de las Ixxras de agricultores en este
estiflúccinúcnto.
Y vosotros jó\-encs favorecidos por la Proci
dencia, que estáis recibiendo aquí una formadóa
que os hace aptos para ganar con el sudor de c-uestra frente el pan que comen los hombres honratks,
no olvidéis que vuestros superiores y profesores
tieneai derecho a esperar como recompensa temporal
que vosotros honréis con vuestro trabajo y coii
una vida prácticamente cristiana esta casa, que
os ama como hijos.
’ ^
VILDMA (Argentina). — L a distribución de
pr míos C|ue tuvo lugar el i ° de diciembre en d
Colegio de vS. Francisco de Sales revistió todos los
caractere.s de un acontecimiento para \'iedma.
ICn los bien adornados patios llenos de gente,«real
zaban el cuadro, dice nuestro colega Flores dil
Campo, dándole poesía y encanto envidiables,
los grupos de gimnastas con sus herniosas divisas!
que iban y venían cón esa locuacidad y exuberante
vida, herniosa característica de los pocos abriles..
Ivntre tanto iban llegando los padres que eran
gratamente entretenidos por los alumnos más
adelantaditos en el local de la exposición, donde
pudieron palpar los adelantos de sus hijos, pues
los trabajos expuestos se lo decían bien alto con su
mudo lenguaje.
A las 6
P- m. a los poderosos acordes de la
Banda que preludiaba la marcha « San Lorenzo»,
se agrupaban los pequeños gimnastas con viveza
y desparpajo admirables, desfilando marcialmente delante de las numerosas y distinguidas
familias que llenaban el espacioso patio central.
Ix)s aplausos más ruidosos y entusiastas saludaron
el imponente y vistoso desfile. Sucediéronse luego
los ejercicios de manos y los de bastón Jaeger,
Cada serie fué calurosamente aplaudida, tribu
tando el selecto público una verdadera ovación
cuando describiendo los ginmastas unas airosas
evoluciones a perfecto compás, ejecutaron un
« alt » rápido, presentando entonces un ^olpe
de vista estupendo.
Pasó después la concurrencia al teatro donde
lo esperaban no una sino muchas sorpre.sas a
cual niás grata. I^ s artistas con « E l Naranjero »,
« la Historia del pan », « E l músico y la musa » y
otras composiciones dignas todas de calurosos
aplausos, hicieron pasar a los expectadores ratos
deliciosos. E l Sr. Inspector pronimció un discurso
de elevada forma en el cual expuso la parte pa
triótica que entra en la eudcación salesiana. \’ino
después el suspirado momento de la distribución
de los premios con los cuales los padres de los colegialtó gozaban más que los hijos. I<as distinguidas
fainilias que honraron con su presencia el acto
salieron complacidísimas, pues habían risto con
sus propios ojos que, como decía el P. Inspector
en su elocuente discurso, • en este interesante y
patriótico torneo por el engrandecimiento progre
sivo de la querida Patria que nos legaron nuestros
mayores, en la incansable labor defensora de la
libertad, del dereclio y de la justicia, que son en el
hombre el más precioso destello de la Divinidad,
no quieren ser líltimos, y trabajan con el mayor
enlitóiasmo y sin descanso los hijos de D. Bosco.*
\ inie; o i ellos de lejanas tierras al inculto y
entonces temido desierto patagónico; lo cruzaKMi
(0todos sentidos, lo regaron con su sangre gene
rosa como los hijos de Loyola y lo fecundaron con
sudor. Templos y escuelas, talleres y ensayos
Acolas, acopio de observaciones meteorológicas
r de datos científicos, hospitales donde se alivian
jas penas de la himianidad doliente..... con sus
¿fras y estadísticas apoyan cuanto oís. Y hoy, al
dausiñar un año más de fructuosa labor, me comolazco en presentar a sus padres estos vigorosos
retoños de vida que estudiaron en las escuelas
de este recinto. Fruto como ellos de esta obra
cada día nuevo incremento, con el nuevo curso
ha comenzado un Gimnasio. Nuestra gratitud
hacia el venerando Emperador y también hacia el
Emmo. Cardenal Arzobispo será imperecedera.
BARBACENA (Brasil). — En esta ciudad se ha
inaugurado una nueva capilla del Oratorio fes
tivo con una brillante ceremonia a la cual asis
tieron muchos individuos de la colonia italiana
€ Rodrigo Silva ».
En RECIPE se está construyendo junto al co-
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V IE N A — Círculo « D. Bosco » del Oratorio Salesíano.
ligante y humanitaria, porque es sinceramente
ástiana, experimento. Señores, singular placer
en el desempeño de este grato y honroso encargo.
--S ceñir con nuevo lauro las bienes de nuestra
•■ atria, es brindarle elementos de progreso, es
iarle hombres de valer tales <»mo los soñaban los
andadores de la escuela Argentina que la querían
“nstiana, como fueron cristianos el ejército emanV los proclamadores de nuestra gloriosa
"Itpendencia. »
VIENA (.Austria). — E l Instituto Salesíano de
■ lena y las demás casas nuestras del Imperio
'.isíro-Húngaro, por un rasgo de benevolencia
Soberano, han entrado en una nueva fase
- ¿otividad y desarrollo. En Viena, anejo al
'"í'-.-'-or'ido y oratorio festivo que van tomando
I
legio una iglesia en honor del Sgdo. Corazón
de Jesús.
HUESCA. — Tres acontecimientos tenemos que
apimtar en nuestra crónica: el extreno del nue^o
teatro, la Fiesta del árbol y la de S. Francisco de
Sales. Ivos niños, locos de alegría, batían palmas con
toda su fuerza desde las gradas de la ancha escali
nata, que se alza a imo y otro lado de la entrada del
nuevo sa:ón. Asistían también el Sr. Obispo y el Sr.
Inspector, realzando con su presencia la brillantez
del acto. Los actores y los músicos entusiasmaron
al selecto público, que se hacía lénguas encareciendo
la belleza del salón y el garbo de los artistas.
N o menos regocijada fué la Fiesta del árbol,
ancosamente deseada por nuestros niños, sin duda
por las agradables impresiones que les recordaban
—
82 —
la del año anterior. Desfiló nuestro Colegio a las dos
de la tarde por todo el Corso Alto y Bajo, con el
pendón aí frente y con la banda de cometas y de
inú.sica detrás, ejecutando el airoso paso doble
con cometas de la zarzuela • El Soldato de Choco
late »y dc.spertando los ánimos indiferentes, como
dijo, acertadamente un diario local. Plantaron sus
árboles en el legendario tozal de S. Jorge, meren
daron ai>etitosamentc, dió concierto nuestra banda
de música; y luego, ya de regreso, juntamente con los
demás colegios de la ciudad, en imponente mani
festación, cruzaron nuestros tre.scieiitos niños, bien
ordenados, toda la ciudad, entonando el himno « A
la Bandera •>y rompiendo la banda infantil y la
de cornetas en vibrantes marchas.
ha fiesta de nuestro glorioso i)atrono »S. Fran
cisco de Sales, celebrada el 30 de enero, vino a co
ronar las dos anteriores. «Ivn el triduo que precedió
a la solemnidad, sigún refiere la Voz de la provin
cia, el coro de argentinas voces hizo resonar las
melodiosas Ave-Marías de Más y SenacAn, Villani
S. S. y Alcántara S. S.; preciosos motetes con violines durante la Comunión, y por encima de aquel
grujió de cabecitas descollaban algunos jóvenes de
la compañía dramática del Centro Católico, for
mando el coro de tenores y bajos, ejecutando ad
mirablemente a las diez la misa a cuatro voces del
M. I’agella S. S. y el vibrante Quasi Arcusde Veuz,
como venía anunciado en los programas. La misa
solemne fué con asistencia del señor Obispo, siendo
celebrante el JI. I. Sr. D. Miguel Supervía, y ocupó
la sagrada cátedra el elocuente orador M. I. Sr.
D. Iliginio Lasala, rector del Seminario Conciliar
de esta diócesis.
Estos ilu.stres huéspedes y otros amigos de la
obra salcsiana se sentaron luego en la modesta
mesa de los Salesianos en amistoso convite, y fue
ron obsecpiiados por los pequeños músicos con esco
gidas piezas de su repertorio, a fiuienes su exce
lencia brindó, al fin, con una copita. »
Fué el tema de las pláticas del triduo: «I^a ale
gría en la educa ción cristiana », (jue tan magislralmente desarrolló el ya citado orador sagrado
D. Higinio Lasala, y en ausencia imprevista de éste
el señor director del colegio muy reverendo 1).
Tomás Norvi, quien, en frase correcta, nos pintó
los rostros lívidos del hospital, la cara contraída
del rc\’olucionario, los ojee desencajados de la descsijcración: fatal csj>ectáculo ejue están ofreciendo
las escuelas sin Dios, o indiferentes: y, por el con
trario. cx^u palabra brillante, como los csjilcndores
del cielo de la fe. el sosiego y esi>eranza (le la edu
cación cristiima ».
VUiO. - En la capilla de Muría Axixüiadora co
menzó el 2Ó de enero el hennoso trid\io, con que los
coó|>eradores y los niños se prej)araron para cele
brar digiuuueiilo la fiesta de nuestros glorioso pa
trono S. Francisco de i^les. La fama del predica
dor. M. I. Sr. Deíui de la Catedral de Tuy, atrajo
mucha gente a oir l<5s admirables ejemplos de cris
tiana luausetlumbre, expuestos con la singular
maestría y docta palabra de Sr. Deán. E l día de la
fiesta, ¿o. la capilla estaba literalmente atestada.
« A la hora anunciada, dice E l Noticiero de Viga.
empezó el oficio solemne, siendo preste del
el señor Prior don Faustino Ande, ayudado por des
Padres Salesianos. Después del Evangelio, cantó Us
glorias del Santo el Üustre Deán tudense, don Víctor
J esús de la Vega, que con palabras de fuego y lleno
de entusiasmo supo cautivar al auditorio cerca de
ima hora. E l panegírico fué mía pieza acabada en sa
género, pues unía la profundidad de los conceptos
a un estilo sencillamente sublime.
Tuvo párrafos elocuentísimos hablando del es
píritu y mansedumbre del Apóstol del Corazón de
Jesús, diciendo que de aquel espíritu, que no era
otro que el del Salvador del mmido, brotaron el
Instituto de las Salesas, los Oblatos y en el siglo
pasado la Congregación Salesiana, obras todas en
caminadas a restaurar el espíritu cristiano en los
fieles, en la familia y en la sociedad.
Dijo que la sociedad y la familia estaban aleja
das de Cristo, porque el espíritu de San Francisco
no reinaba en ellas y que los males y llagas que ame
nazan destruirlas reconocían por caxisa el egoísmo,
la falta de caridad y la sed devoradora de goces ma
teriales.
L a misa fué ejecutada con maestría por los esco
lares del Colegio, lo cual hace honor a su p ro f^ r y
a los Padres Salesianos, pues se ve que no solo atien
den a la instrucción de los alumnos, sino a la edu
cación de su corazón por medio del cultivo de ese
arte casi divino, la música.
Por la tarde, después de la lectura de la carta
del venerable don Bosco a los Cooperadores Sale
sianos, subió a ocupar la cátedra sagrada el señor
Deán, trazando a grandes rasgos la figura gigante del
fundador de la Pía Sociedad Salesiana, explicandoel
título de Cooperadores, exhortando a estos a ayudar
con la limosna de la oración, la limosna de la instnicción y la limosna material a la salvación de
tantos y tantos niños, que tal vez sin la Obra Sale
siana se perderían e irían a engrosar las filas del
anarquismo.
Anatematizó a los mentidos ajjóstoles del pue
blo... y terminó pidiendo al Señor que cada coope
rador contribuya entre sus amigos a que otros se
inscribieran como tales en las Obras salesianas. El
señor Deán estuvo inspiradísimo. »
MADRID. - - Tomamos de * E l Universo •' del tz
de enero.
«>Solemnísima resultó la fiesta, celebrada el do
mingo 19, en el Oratorio Festivo, que los padw*
Salesianos tienen en la Ronda de Atoclia.
Tratábase de premiar la asistencia de los niños
(jue con ejemplar constancia frecuentan dirijo
Oratorio, y a este fin, y mercad a la generosidad
de los beneméritos cooperadores de la Obra Sale
siana, organizóse xma nutrida feria, en la que k»
niños podían comprar a elección ropa, objetos ^
escritorio, juguetes y dulces, mediante vales teo-
—
8 ', -
bklos a-proporción del respectivo mimero de sellos
i¿ asistencia.
Extraordinaria era la animación que reinaba en
ti patio, donde pululaban más de 600 muchachos.
Comenzó el acto con la ejecución del himno
escolar La Patria y la Fe, un dialoguito de ocasión
V acto segxüdo la feria, que honraron con su pre
sencia algunos de los caritativos donantes.
Era de ver el regocijo que se reflejaba en el ros
tro de los pequeños comerciantes, al verse dueños
de un capital de 10, 20, 30. algunos de 200 y más
vales, y la satisfacción con que recibían en cam
bio camisas, calzoncillos, camisetas, bufandas, los
más acaudalados, hermosos trajes.
Con mucho gusto cumplimos el encargo del P a
dre director del Oratorio, de dar públicamente las
gracias más expresivas a cuantos con s\i óbolo han
contribuido a dicha feria; por nuestra parte, mien
tras enviamos nuestra entusiasta enhorabuena a
los padres Salesianos que de tal suerte trabajan y
se sacrifican por la educación de la juventud, no
podemos menos de recomendar tan benemérita
Institución a la caridad de todos los buenos, de
todos los que de veras ansian la regeneración de la
sociedad. »
CILDADELA (Menorca). — La Asociación de exaluinnos de la isla continúa cada vez con más
brío la noble campaña contra la esciiela laica que
allí se (juiere establecer. Para estímulo de las otras
Asociaciones de la península, copiamos el siguiente
párrafo del llamamiento, que por medio de su órgzaoXiicsiro Auxilio, dirige la Junta a los socios.
« Previendo los efectos que, de implantarse, ha
de producir aquella escuela, procura’ Cínos en cuanto
nos sea dable neutralizarlos. No cejaremos en la
campaña emprendida, sino que con fe y entusiasmo
en nuestro ideal, iremos hasta donde sea jíreciso.
Para ello solicitamos el concurso de todos vos
otros. Antiguos Almnnos, seguros de que en
tan noble empresa no nos lo negaréis, j^ r no ins
pirar nuestra actitud idea algxma política ni per
sonal, pues son mu}- altos nuestros ideales para
envilecerlos con tales pequeñeces. Toda política,
cualquiera que sea de nombre y denominación
que ostente, la posponemos y supodítamos al bien
de Cindadela, y el procurar este bien es nuestro
único empeño ».
Con motivo de las fiestas de Navidad visitó la
Junta al Exmo. Prelado. Recibióles con su acos
tumbrada amabilidad y después de agradecerles su
bomenaje, los alentó a continuar con mayor brío
}■ entusiasmo la campaña emprendida contra la
proyectada implantación de una escuela laica, y a
prcx^urar impedir, por cuantos medios estuvieren
a su alcance, tamaña desgracia a nuestra niñez y
por ende días de amargura y deshonor a nuestras
familias; pues si aún proporcionando a los niño.»
una sólida educación moral y religiosa, tenemos
que lamentar el ext^a^■ ío de tantos, ¿qué .será si
se prescinde de todo freno y se les deja crecer si
guiendo sus corrompidas inclinaciones?
Los miembros de la Junta salieron muy ngracidos a S. E. y muy decididos a no cejar en la obra
emprendida.
MEM ORIAS BIOGRUFICAS
D E M O N S . L U IS L A S A G N A
CAPITU LO X L V II
(F in ).
Siempre empeñado endemostrarque el clero cató
lico. lejos de oponerse al progreso y demás factores
del bienestar social, se consagra por el contrario a
promoverlos en- la medida de sus fuerzas, quiso
que los Salesianos tomaran parte en el Congreso y
líxpovción de Agricultura, celebrados en Montevi
deo en Abril de 1895, y a los que habían sido invi
tados los hombres más notables por su saber y po
sición social.
Ivn cqirel congreso de doctos y de industriales
llamó dc.sde luego la atención una sotíina de sacer
dote; era la de un »Salcsiano repre.sentante de Mons.
Lasagn i. liste lujo de D. Poseo, noml>rado iiulmubro de tre-i enmúsiones distintas, e infonnante de
dos de ell is. tuvo c imi>o en que desplegar su acti
vidad y s;iber. aportando sii concurso a 1 1 solución
de cuestiones imporlantisimiu» no .sólo en la es
fera de las ciencias, sino también en la de la moral,
como la (|ue S!* <leb:ilió y se venció sobre la reforma
(le l i instruí :i ’m y educaciíhi de la niñez en las es
cuelas rar.ilc».
Obtúvose también que se vota.se la fundación
de una v.asta red de estaciones metcorológica.s, de
pendientes de un ob>eia-atorio central y tmidas a
él. Quiso, además Monseñor que se presentaran a la
exposición va.rias calidades de vinos obtenidos de
las cosechas de siLS viñas, y que fueron premiado.^
con ama medalLa. Además el Pbro. Salesiano D.
Domingo Zatti mereció cuatro medallas, por 11
miel, por dos clases de colmenas de nuevo y venta
joso si-tema, por im aparato decerador a vapor y
otro C(.‘lador, y por im licor llamado eucalipHm.
con base de esencia de eucalipto, árbol que crece
gigante en aquellcis países. No se dejaba de recal
car que todos estos adelantos .se debían a esos sa
cerdotes a quienes las sectas se obstinan en tildar
de oscurantistas.* retrógrados y enemigos de U
ciencia v del progreso: nada más deseaba el Obispo.
Con el mismo fin inten'ino Monseñor en persona
en una gran fiesta que por aquellos dias se celebró
con motivo de la inauguración de la vendimia y
para conmemorar el vigésimo aniversario de la
fundación de la Colonia Vidiella, fiesta a la cual liaInan sido invitados el Presidente de la República,
todos los Ministros y muellísimos Senadores y Dijmtados, M oils. Ivasagna no creyó indigno de un
Obisi» el tomar la palabra para animar a todos los
jiresentes al estudio de la agricultura y viticul
tura, imlustrias que siempre debieran ocupar el
primer puesto. I^as palabras del Obispo agrada
ron sobremanera a todos los personajes presentes
y su voz £ué varias veces cubierta por los aplausos.
De todas partes le llegaban felicitaciones y elogios
por la viva participación que tomaba en estos
verdaderos progresos en que nada se descubre con
trario a la religión y a la moral. Aimque tan ocu
pado en variadísimas obras de caridad y de celo
(jue parece debieran absorber todas suss fuerzíis,
sin embargo 61 hubiera deseado tener alas de ángel
para salvar en pocos instantes la inmensidad del
Océano y hallarse en Polonia e 1 23, 24, y 25 de
abril. Sabia que en aquellos dias no sólo en Italia,
sino también de Francia, Bélgica, España y acaso
también de América habían acudido a aquella
docta ciudad muchos Cooperadores salesianos, v a
rios de ellos insignes ¡xjr la dignidad de que esta
ban revestidos o por la elevación del cargo que des
empeñaban, todos en virtud y doctrina, para ce
lebrar el primer congreso salesiano, honrado con
la presencia de algimos Emmos. Principes de la
Iglesia, y con la de muchos Arzobispos y Obispos.
¡Oh! ¡Cuan gustoso hubiera asistido a aquella im])onento asíuublea para informar sobre las misio
nes salesianas per las que tanto se interesan nues
tros buenos Cooperadores que con tal avidez leen
en el Bole.hi las varias vicisitudes, los gravísimos
peligros y los resultados no siempre halagüeños del
apostolado de los hijps de D. Bosco! Y su presen
cia en el congreso habría s do en externo ventajosa
para las misiones; pero hubo de contentarse con
enviar mi telegrama de adhesión al Ivminentisimo
Cardenal Domingo Svampa, Arzobispo de Bolonia,
consolándose con el jxínsiimiento de que lo que no
jxídia hacer él en jiersoua, lo cumpliría inmejora
blemente Mons. Santiago Costamagna. obisjx) ti
tular de Colonia.
Sin e m b a lo , puso todo su ahinco para que el Con
greso Sídesiano, cpxe logrx) un éxito a todas luces
maravilloso, tuviese un eco fiel en América. Por
los actos músico-literarios celebrados en Buenos
Aires y Montevideo se pueile argüir lo fen*orosos.
hidalgos y religiosiunente aficionados a his obras
siUesianas que stm aípielloá Cooi>eradoros. ICntre
las mil pruebas que lo coufimnn, traeremos a co
lación ima sola que más directamente se refiere a
nuestro Obispo, Son algunas palahr.is *de Mons.
Mariano Soler. Arzobispo de Montevideo, quien al
escribirlas debía de tener presentes la actividad y
las méritos de Monseñor Lasagna en el Uruguay.*
«..... Y sir\*ame también esta ojx»rtunidad para
decir bien alto a todos los que quieren v deben oír
la voz del Prelado Diocesano: Proteged con deci
sión y generosidad las obras de D. Bosco, inspi
84 radas por el más acendrado amor al pueblo y des
tinadas a producir mi bien inmenso; protegerlas
es beneficiaros a vosotros mismos.
» Y o admiro con asombro la institución solesiana. Apenas nacida es ya gigante; vésela por to
das partes sin que haya dificultades para deteneria
en su marcha, acelerada por el entusiasmo del bien.
» Cuando los tímidos reputan temeridad su ar
dorosa empresa y su multiplicación prodigiosa,
los hijos de Don Bosco, sin perturbarse, siguen coa
santa confianza su obra benéfica que tiene por Ipma
oración, sacrificio y acción, y marcha impertérrita,
siempre adelante, tan animosa como humilde, cua
lidades que dan la victoria y aseguran el pori'euir, signun in bonum!
* Sólo siento que no la hayamos protegido como
merece, pues ¡cuántos prodigios hubieran reali
zado!... Protejámosla, por tanto, eficaz y generosa
mente yo la recomiendo a todas las pe -sonas áz
buena voluntad, con toda la eficacia y de todo co
razón; y son mis votos más fervientes verla pros
perar en todos los ámbitos de la República para
nuestro propio bien y honor santo del apostolado
providencial de la Institución Salesiana.
» He dicho que admiro la institución de D.
Bosco; y en verdad es admirable. Contémplase en
ella el prodigio del grano de mostaza del Evange
lio: surgida de im germen humilde se ha conver
tido en un árbol colosal, cuyas ramas se extienden
por toda la tierra, y en esta sola señal de un desa
rrollo tan prodigioso se revela La mano de Dios:
Digiius Dei esi hic. En su carrera de gigante la
guia e impulsa el espíritu de Dios; esa exuberancia
de actividad y esa ambición de extenderse p ira
hacer el bien, sin reparar en sacrificios, porque
semeja temeridad, causa sombro; anda tan de
prisa porejue la dea-ora la sed de la caridad.
■' Pero licué también otra señal por la cual .‘=C“
conoce que es una gran institución; y ,1a reconozco
en esto: en que está perfectamente adaptada a una
gran necesidad de la época. Obséra-anse que a cada
periodo de la historia la divina Proa-idencia sus
cita para remediar la necesidad peculiar de cada
época la institución que dentro del espíritu del
FA'angcHo deba llenar esa misión providencial.
■' Aliora bien: tengo la finne cona-icción de que
la institución de D. Bosco es la gran obra, la obra
providencial de los tiempos modernos *.
ial ilustre Prelado concluye haciendo a'otos por
que todos los amantes del bien del pueblo sean Coo
peradores Salesianos. ¡Homenaje tributado a la
obra apostólica de Mons. Lasagna y sus heruianosi
Con aprobación de la Autoridad Eclesi istica:
Gerente: JO SE G A M BIX O .
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176-TU RIN .