-
extracted text
-
AÑO X X V I - N . 5
n
y
ó
ó
ó
O
O
Ú
e-s=- Edición de España
X
:
^
0
T!^í
C i C : i e i < ^ C i C i n
(700 0 0 ú o
V ^
B o le tín
7
M a yo de ig i i
S n le s ia n o
o
O
^
(? ^
Turin — Via Gottolengo N. 52.
SUMARIO.
El Tibidabo y el Congreso Eucarístico
. . . .
113
116
La Obra del Ven. Juan Bosco en España . . . .
Para el T i b i d a b o .............................................. 118
El primer Anivenwirio de la muerte de D. M. Rúa 119
120
La Pía Sociedad Salesiana - IV. Su desarrollo
Desde la C alabria.............................................. 126
Bibliografía.................• .....................................126
Db n u e s t r a s m i s i o n e s . China: U n a v is ita á Can— Chubut: ¡in e tia n o tic ia . - L o s S a le sia n o s
de M acao. — Viedma: E n m em p ria d e l P . G a t r o n e 127
Tesoro espiritual
^*^0 Q" ^
^ J
................................................. 131
E l C u l t o d e M a r í a A u x i l i a d o r a : La Fiesta de
María Auxiliadora. — Capillas de M. Auxiliadora.
Nuevo periódico................................................. 13^
Gracias de María .Auxiliadora.................................133
P o r e l m u n d o s a l e s i -a n o : Crónica de los ExAlumnos: B a r c e lo n a , M a ta r é , V a len cia . — Cró
nica de los Oratorios festivos: S a n ta n d er . — No
ticias varias: América: S a lta , S ta . F é , A g u a de
D io s . Europa: T u r i n , M ilá n , V eran a . . . .
136
Necrología.............................................................140
El Tibidabo y el Congreso Eucarístico.
>_wo, el poético mes dé las flo
res, va pasando ya coiitsus
« auroras nacarinas > y sus
caiui..,os de alondra > ; sin embargo,
nos deja un recuerdo grato, él recuerdo
óe una fiesta de María Auxiliadora,
recuerdo de un día de inocencia, re
cuerdo de una sonrisa maternal que
acaricia el alma con un rayo de gozo
beatífico. Pero la sonrisa de María de
lata la presencia de Jesós; por María
vino Jesús al mundo, y por ella viene
á cada uno de nosotros; por ella vamos
¿ él y por eso, después del mes de
María, viene el mes del Corazón de
Jesús; después del Amor hermoso el
Amor infinito. Un día, día memorable
en los fastos del cielo, día que divide
en dos la eternidad al señalar la ple
nitud de los tierripos, el Amor her
moso y el Amor infinito se encontraron
en el corazón purísimo de María y jjrodujeron el Corazón de Jesús, el taber
náculo viviente de la Bondad eterna, el
órgano del Amor inefable. Allí, en este
Corazón, centro de todos los corazones
y de todas las almas, fijó su morada
para vivir con sus criaturas el Creador;
y desde entonces María es naturalmente
¡a que enciende las almas en amor al
Deífico Corazón; y nos empuja, por
decirlo así, á celebrar dignamente las
fiestas del Corazón de Jesús.
Este año, el mes de Junio va á ser
un mes excepcional en los anales del
culto de Jesucristo, como amante y como
víctima. En Madrid se preparan los
grandes homenajes del Congreso Eu
carístico; en Barcelona la inauguración
de la cripta del templo, dedicado al
—
II
Corazón de Jesús, en la cumbre del
Tibidabo.
En Madrid tendrá lugar un espectá
culo parecido, si no superior, al que
vieron los habitantes de Montreal el
año pasado. Muchedumbre inmensa de
cristianos venidos de todas partes, de
todas clases y condiciones, adorando
en las públicas plazas la Hostia Santa,
Sol de las almas, que pasa atrayendo
todas las miradas, reveladora de eterna
dicha, haciendo doblar dulcemente todas
las rodillas y palpitar todos los cora
zones, sacudidos por el Amor eterno.
Y como preludio del gran homenaje
al Corazón de Jesús que palpita es
condido en la Hostia, en Barcelona, en
el Tibidabo, el monte que desde este
año comenzará á llamarse santo por
albergar en su cumbre al Santo de los
Santos, nuestro Superior General, D.
Pablo Albera, inaugurará el i8 de Junio
la cripta del gran templo nacional que
el V. Juan Bosco, había contemplado
en sus visiones de profeta. El Apóstol
de María Auxiliadora, revelador de sus
bondades, tenía que ser fervoroso pro
pagandista del culto de Jesús por ne
cesidad dogmática. Empezó por educar
á sus asilados y clérigos en estas dos
devociones gemelas, después consagró
su Pía Sociedad al Corazón de Jesús,
poniendo sus noviciados bajo la pro
tección especial del Deífico Corazón;
le dedicó en Roma una suntuosa iglesia
y. por último, quiso que en España los
Salesianos llevasen á cabo otro gran
dioso templo, como ofrenda nacional al
Corazón de nuestro amable Salvador.
Pero el acto supremo del culto del
Sacratísimo Corazón de Jesús, es la
comunión. Poner el Corazón del Hijo
de Dios, vivo, palpitante, sobre el co
razón de sus niños y de sus hijos para
comunicarle el latido sobrenatural del
amor divino; hacer que el Corazón de
jesús tomara posesión cuanto antes del
corazón de sus niños; poner sus tiernas
4
—
almas en comunicación directa, inme
diata, íntima, con el Autor de la gracia,
fueron las primeras ansias de Juan
Bosco, una vez hecho ministro de la
Eucaristía y la labor de toda su vida
sacerdotal. Comunión frecuente y aún
diaria, dársela también á los niños en
cuanto distingan el pan natural del Pan
sobrenatural*, antes que el pecado se
apodere de sus almas; hacer de la
comunión frecuente el factor principal
de su sistema educativo; crear, con
servar y perfeccionar la vida moral de
sus educandos con ese Pan divino,
eran los asuntos ordinarios de sus
conferencias pedagógico-religiosas. Y
nosotros sus hijos, que contamos en
tre sus mejores legados la devoción
á María Auxiliadora y la devoción á
Jesús Sacramentado, recordamos siempre
con santo orgullo, que las tradiciones
Eucarísticas creadas por D. Bosco en
su Pía Sociedad, han sido más tarde
elevadas por el Sumo Pontífice á la
categoría de leyes para la Iglesia uni
versal.
*
* ^
D. Bosco, como todas las almas gran
des que han vivido profundamente la
vida cristiana, sentía instintivamente la
necesidad de basarla en el fundamento
solidísimo en que se basa la vida de
la Iglesia y la existencia del Cristianismorla presencia de Jesús. Ecceegovobiscum sum usque ad consumatio?iem saeculi: yo estaré con vosotros hasta la consu
mación de los siglos. En el cumpli
miento de esa promesa está la clave
de la eterna juventud de la iglesia y el
principio de su fecundidad inagotable.
Porque si la esencia del cristianismo
es la fe, es decir, la adhesión intelec
tual firmísima, invencible, á los misterios
revelados, ^cómo se explica la persis
tencia secular, la firmeza incontrastable,
la eficacia práctica de esa adhesión, que,
después de todo, por lo mismo que es
—
115
adhesión á un misterio, no puede tener
la fuerza lógica de la evidencia? ¡Cosa
extraña! Una sociedad como la iglesia,
la sociedad más grande, la más com
batida, la más duradera, la más glo
riosa; la institución que más ha in
fluido en la marcha de la humanidad,
la maravillosa civilización cristiana, se
funda en ese acto de fe, irracional en
el sentido de que no proviene de una
demostración hecha por la razón hu
mana, porque es sobrenatural.
Comprendemos muy bien que haya
mártires de la ciencia, mártires de la
libertad, mártires de la patria; esas
son brillantes realidades que fascinan los
sentidos, se imponen al corazón y á la
inteligencia, como el amor y la verdad,
la riqueza y la gloria. Pero mártires
de la fe; dejarse descuartizar ^or'lo
que no se ha visto, ni oído, ni se com
prende bien siquiera; eso es inexpli
cable, mil veces absurdo é imposible
de toda imposibilidad, si el objeto de
esa fe no es algo subsistente que se
impone ultrarracionalmente á la natu
raleza humana. Sólo así se explica que
la fe católica, la cual humanamente
hablando solamente podía tener por
mártires á unos cuantos fanáticos, rema
tadamente locos, los cuente por millo
nes y entre ellos las inteligencias mejor
equilibradas. El catolicismo se sostiene
á pesar de tan multiplicados y vio
lentos combates, sobre ese fundamento
tan débil en apariencia, una creencia
en un misterio ó varios misterios á la
vez; y la ciencia humana no ha podido
ni podrá jamás destruir esa creencia,
precisamente porque no puede crearla.
So pena, pues, de condenarnos á
vivir en perpetuo absurdo, debemos con
venir en que en el fondo de esa fe in
contrastable hay algo sobrenatural, una
realidad superior que subyuga nuestra
inteligencia; realidad infinita que no cabe
en nuestra comprensión, pero produce
ese ese fenómeno inmenso que llamamos
—
Cristianismo. Y ese algo real, clarísimo
á los ojos de la fe y misterio á la luz
de la razón, es Jesús vivo en nuestros
tabernáculos; présente en su Iglesia de
una manera incomprensible, pero no
por eso menos real y verdadero. ¡ Ah,
sí 1 En el fondo de esa fe está el ob
jeto de la misma fe, Cristo Jesús, oculto
en el mysterium fidei, en el misterio
de la fe, la Eucaristía; y por lo tanto
sin la Eucaristía no puede conservarse
la fe. ni sostenerse la Iglesia.
El Protestantismo, al suprimir la pre
sencia real de Jesús en la Eucaristía,
minó por su base el edificio religioso;
y nadie se extraña ya de que éste se
cuartee y desmorone, reduciéndose á un
montón de sectas, es decir, de ruinas.
La fe se extins^ue sin la Eucaristía
porque ésta da la gracia y sin gracia
no hay fe; así que, del Protestantismose va lósficamente al racionalismo, 6
sea, á la negación de la fe.
Desde luego que esto se aplica tam
bién á cada fiel en particular; y por lo
mismo, para renovar la vida de la fe,
la vida sobrenatural, es preciso recurrir
al Autor de la fe, á Jesús Sacramen
tado. D. Bosco atribuía sus asombosos éxitos en la reforma de las
almas á la eficacia de la comunión;
y el Pontífice que se propuso restau
rar todas las cosas en Cristo, fué lla
mado el Pontífice de la Eucaristía, por
que sin la comunión no puede haber
reformas cristianas. Sólo la Hostia sal
vadora, salutaris Hostia, nos abre el
cielo y nos sostiene contra los enemigos
de nuestra salvación; sólo Jesús Sacra
mentado puede presentar á nuestro
espíritu, oprimido por la materia y
ofuscado por las pasiones, la visión ra
diante del mundo sobrenatural; y con
esa visión la esperanza consoladora de
alcanzarlo, y con la esperanza de al
canzarlo la energía suficiente para me
recerlo.
CASA DE MADRID
d
E sta casa se fundó en Octubre del año 1899,
gracias á la iniciativa y recursos de una caritativa
señorita de esta Corte. Se empezó del modo más
humilde, alquilándose un pobre hotelito en la
^
"
té
■
/
^
alumnos y varios vecinos cumplían sus deberes
religiosos y tributaban las primicias de su amor
y culto en Madrid á María Auxiliadora. Esta
buena Madre no tardó en bendecir las súplicas
y trabajos de su amantes hijos; pues gracias
á la generosidad d d banquero y Senador del
Reino D. Guillermo RoUand y de sus hijos,
-Á . .{
i U - '.
y
v ;
’
V
V
.
MADRID — Congregación de S. Luis Gonzaga,
prolongación do la calle Zurbano y íuó su primer
Director I). Ernesto Oberti, de santa memoria,
fundidor dcl Colegio de Utrera. Aj^enas se pu
blicó en la Corte la venida de los Salesianos,
comenzaron A ser visitados por l-iastantes j^rsonas piadosas de todas las clases sociales, las
cuales los fueron socorriendo con el óbolo de la
caridad, y al mismo tiempo les prodigaban pa
labras de aliento y sabios consejos que contri
que contribuyeron eficazmente á la realización
de los designios de la Providencia sobre esta
nuestra fundación. Fieles siempre al ^ p íritu y
nonnas del Ven. Juan Bosco, no bien instalados
en su casa provisional los tres Salesianos que
la fonnalxm , principiaron á recibir á los f^queños
en el Oratorio festivo y. una escuel'ta elemen
tal, sin faltar su pequeña capilla en la que los
el 12 d i O ctubre del año 1907 se inauguró en
la Ronda de Atocha, 17 , la primera y definitb’a
casa salesiana de la Corte, que, aunque muy hu
milde y pequeña.era definitiva; y por estar situada
en el barrio más pobre y populoso de Madrid,
había de producir mucho bien, especialmente
para los niños. E n seguida se abrieron las escuelas
externas, que m u y pronto viéronse llenas, y el
Oratorio Festivo, caJculándose en unos diez mil
los niños que hasta hoy han recibido educa
ción en esta casa. Destinóse para construir
la iglesia un rectángulo del patio de m.
por 9,60; y á los pocos m eses, gracias al
auxilio prestado por varias
personas coo]>eradoras, se empezó la construcción de la
misma que despufe de pasar por varias ricisi*
tudes, pudo inaugurarse solemnemente el día
45
II
12 de Octubre del año 1905, didicándose á María
Auxiliadora. L a caridad de los cooperadores ha
le%'antado también un pabellón en el mismo
patio de la casa y paralelo á la igesia, merced
al cual, ha podido duplicarse el número de
alumnos que reciben educación en las escuelas.
Debajo de la iglesia hay un hermoso salón-teatro
capaz de 700 personas en el que con bastante
frecuencia se recrea honestamente á los niños,
% sus padres y aun á los mismos cooperadores,
con amenas y morales veladas lírico-dramáticas
y divertidas sesiones cinematográficas. A ctu al
mente entre las escuelas y el Oratorio festivo
reciben educación é instrucción civil y religiosa
7
—
ños que forman el pequeño clero, embelesan á los
asistentes y atraen de día en día m ayor número
de fieles.
L a últim a obra social que se ha inaugurado
en esta casa ha sido e l « Círculo Juan Bosco « de
antiguos alumnos, de que y a tienen noticia los
lectores del Boletín Salesiano, Estos buenos jó
venes están dando pruebas m uy palpables de su
excelente espíritu cristiano; pues, á jiesar de las
molestias y privaciones que les impone la
al)soluta deficiencia del local, acuden numerosos
todas las noches y esj>ecialmente los días festivos,
haciendo el no leve sacrificio de privarse volun
tariamente de las muchas diversiones con que
MADRID — Primer Grupo de niños de las escuelas.
400 niños y jóvenes de los barrios bajos de Ma
drid. Desde sus comienzos se establecieron tam
bién en esta casa las compañías de S. Luis Gonzaga y Smo. Sacramento con crecido número
de piadosos y ejemplares niños, que, con el deli
cado aroma de sus virtudes, forman la delicia
de sus compañeros, animándolos eficazmente á
la \irtud. Varios de éstos, á p>esar de las muchas
y graves dificultades de las grandes poblaciones,
han salido con vocación religiosa ó eclesiástica
y la están siguiendo en sus respectivas novicia
dos ó seminarios.
La iglesia pública de María Auxiliadora está
haciendo un bien inmenso á muchas almas, poco
antes alejadas de Dios; y con el esplendor de sus
funciones, realzadas por las armonías de la
Caniorum y las billantes ceremonias de los 50 ni
el mundo les halaga. Hé aquí, en síntesis, todo
lo que los Salesianos han podido llevar á cabo
en los once años de su estancia en la Corte de
España; indudablemente ha sido mucho lo que
se ha hecho, atendidas todas las circunstancias,
pero no es menos cierto que es m u y poco para lo
que necesita esta gran capital. Urge, por lo tanto,
continuar la obra emprendida y darle el des
arrollo que se admira en las casas de Turín, Sarriá,
Milán, Roma, Buenos Aires y en otras muchas
ciudades de Europa y América. Precisamente y
por desgracia, es Madrid una de las capitales que
menos establecimientos tiene para niños pobres
y abandonados, y en cambio es quizás la pobla
ción donde se v e m ayor número de estos desgra
ciados pulular por las calles; repetimos, pues,
que es de toda urgencia el atender á esta nece-
iiS —
sidad. Por eso hacemos un caluroso llama
miento, especialmente á los cooperadores y per
sonas caritativas de la Corte, para que no des
mayen en la hermosa obra emprendida, sino que
valiéndose de los medios que están á su alcance
cooperen eficazmente á esta obra de regeneración.
No olviden que es necesario ensanchar la casa de
la Ronda; que es igualmente de necesidad absolu
ta fundar varios Oratorios festivos, y, sobre todo,
se impone una Escuela de artes y oficios donde,
junto con la ciencia del alma y el pan del cuerpo,
reciba el niño la instrucción profesional que lo
haga apto para vivir honradamente y con el
debido decoro en la sociedad, alabando y ben-
P a r a el T ib id a b o .
Conmovedoras pruebas de amor m a
a a BB al Sagrado Corazón de Jesús.
Deciamas en nuestro número de Febrero, al pu
blicar la delicada ofrenda de unas religiosas al
Sagrado Corazón de Jesús para su templo ctel
Tibidabo, que * el heroísmo tiene algo de cont^ioso, y si no logra despertar la emulación,
siempre prodxice admiración provechosa ». Según
noticias cpie nos comunican de Sarriá, no solamente
MADRID — Segundo Grupo de niños de las escuelas.
diciendo á los que con su caridad le proporciona
ron tan grande bien.
E ste
el anhelo de los Salesianos, y no duda
mos que nuestros l>eneméritos Cooj)eradores
nos ayuilaiiin, como lo han hecho siemj)re, y
que una vez más se harán acreedores al gran
premio que promete el Señor al que socorre ;.l
{K)bre y al necesitado.
O
O
O
O
O
O
O
de las mejores ofrendas que nuestros bene
méritos Cooperadores pueden hacer d Jfaria A u x i
liadora es asistir d ¡a con feren cia sa le sia n a
prescrita por su
Kegiamenio con moíh'O de la
fiesta de nuestra excelsa Patraña.
admiración provechosa, también la emulación, el
contagio del sacrificio, ciuide entre las almas amantes
de Corazón amantisimo. Una casa rel^ osa de va
rones, de Alicante, en\ua loo pesetas como sacrificio
del vino y postres: ima comunidad de religiosas de
Miurcia manda también iina cantidad reimida -- pri
vándose unos días del desayuno, que es im pobre diocolate, otros de la cena, que es un huevo, y otros de
la mitad del pan* y además se proponen hacer una
cortinilla para el sagrario; un convento de Carmona (Sevilla) eiuna 23 ptas, de sacrificios que
« por ser para el Sim ado Corazón, dicen, nos han
parecido muy suaves *, y estos sacrificios son. se
gún dice la carta que tenemos á la vista, * del pan
y el desayuno *.
N o alargantos la lista por vedárnoslo el poco
espacio; pero es cosa consoladora el ver como el
amor di\*ino prende en las almas. En la misma
carta nos hablan de Cuenca, Santander y otras pro.
vindas de España donde los sacrificios se multi
plican. Verdaderamente este templo va á ser uno de
losmás agradables á los ojos del divino Jesús; porque
si es deito que la medida del amor es el sacrificio,
estos sacrifidos, otros que callamos y los mil ocul
tos que solo Dios conoce, son pruebas de im amor
muv grande; y el amor es, naturalmente, lo más
amable.
Hablando de la próxima inauguradón de la cripta,
dice nuestro colega « E l Ven. D. Dosco y el Tibídabo *• «Los dnco altares de la cripta, todos de már
mol. estarán dedicados el del fondo de la nave
central al S ^ a d o Corazón, mirando hada Barce
lona y como esperándola con los brazos abiertos
para estrecharla.
A su deredia estará el altar de M ana Auxilia
dora, indita Capitana de la Familia Salesiana, que
CTeemos será cceteado por los Cooperadores Salesianos, pues en tal sentido nos han hablado y tra
bajan varios de éstos^ que patrocinan la idea.
Al lado del altar de María Auxiliadora se levan
tará el del angélico S. Luis Gonzaga; y ¿ quién más
llamados á costearle que todos los alumnos de los
Colegios Católicos de España ?
I/Os hoy niños, subirán mañana hombres, al
Tibidabo y dodrán decir: ¡Hé ahí nuestra obra! Y
contemplándola, estad seguros de que sentirán
inefable satisfacción.
Los otros dos altares de la izquierda estarán de
dicados á S. José y á .la Virgen de Monserrat, la
Virgen de los amores de todos los pechos catalanes
bien nacidos. L a testamentaria que administra Don
José Vives costea el altar y estatua de la patroua
de Cataluña. ¿N o habrá quién se anime y se en
cargue de costear algún otro? »
*
* *
Nos place sobremanera la idea de que el altar de
S. Luis Gonzaga sea costeado por todos los alumnos
de los Colegios Católicos de España: y en especial de
los alumnos salesianos y entre éstos contamos tam
bién á los antiguos alumnos. Más aún. Quisiéramos
que ese altar fuese ofrenda únicamente de los antiguos
alumnos salesianos ; y que eso constara en una lápida
conmemorativa. Que lo oigan los directores y presi
dentes de los antiguos alumnos y que lo sepan éstos.
Son tantos, algunce de ellos disfrutan de tan
buena posición, cuyo origen data de la educación
científica y profesional que aprendieron al lado del
ángelico modelo de los jóvenes; que nos parece una
cosa sencillísima. Basta que quieran, y cuando los
jóvenes quieren, pueden.
El 1" Aniversario de la muerte de D. Miguel Rúa
prensa católica de Turín une su
aíbetuoso recuerdo al de los salesia______nos, para conmemorar al aniversario
deT^ rail turinés D . M iguel R úa. E l Momento
del 7 de abril, después de un sentido artículo
á la memoria del difunto General de los S a
lesianos, dice entre otras cosas lo siguiente.
« El piadoso recuerdo, que renace vivaz de
la gratitud afectuosa, conservada en los cora
zones de gran parte de la población turinesa,
reunió ayer por la mañana en el grandioso
templo de María Auxiliadora, una multitud de
fieles que rezaban y lloraban en derredor del
artístico catafalco, levantado para conmemorar
el aniversario del grande hombre, todo bondad
y celo paternal para con los hijos del pueblo.
Las calles estaban literalmente cubiertas de
barro y nieve, la mañana nebulosa y fría ame
nazaba con nuevas descargas de lluvia y nieve ;
nn obstante, el tierno afecto hacia el sacerdote
que tanto se hizo querer de la inmensa familia
espiritual formada por su amor y beneficencia,
venció las dificultades del tiempo. A las 10,30
el santuario estaba materialmente lleno de gente,
venida no tan sólo de la nueva parroquia, sino
también de los más lejanos barrios de la ciudad.
A llí se veían unidos en cristiano pensamiento,
á fin de pedir al .Señor el premio de los
justos para el alma paternal de D. R úa, re
presentaciones del clero secular y regular, de
las asociaciones católicas, instituios religiosos,
de la aristocracia y del pueblo.
El tem()lo estaba enlutado con severa m ag
nificencia. En tom o del catafalco se arrodi
llaron los miembros del Capítulo Superior de
la Pía .Sociedad .Salesiana y una representación
de las Hijas de María Auxiliadora, rodeados
de todo el piersonal del Oratorio y muchísimos
operarios de V aldocco.
L a Schola cantorum, dirigida con exquisita
inteligencia artística por el Mtro. Dogliani,
ejecutó la Missa pro defuiuiis de Palestrina
y Anerio, aumentando con la sorprendente
modulación de las voces la emoción que do
minaba á la piadosa muchedumbre , reunida
en el tem plo para rendir el triste tributo de
sus lágrimas y oraciones á la memoria del
llorado Padre.
Su bondadosa faz surgía en la imaginación
de todos los allí congregados, como su espí
ritu heroicamente bueno llenaba los ámbitos
del templo.
------
120
—
Nuevos comentarioa al decreto de la
S. Coogregación de Ritos para la introduccióa de la Causa de D. Bosco.
L a Lía Sociedad ^alesiana
I V (I).
Su desarrollo.
(ConclusiónJ,
Brasil.
L a primera fundación de N ictheroy data del
14 de julio de 1883. S. E . D. Pedro María L acerda la anunció en una pastoral á toda su dió
cesis y el eco del recibimiento triunfal que se
hizo
D. Bosco en París, despertó tales deseos
de \'er
los salesianos en d Brasil, que en
pocos días recibió D. Luis Lasagna más de vein
ticinco peticiones de elevados personajes ecle
siásticos y seglares de distintas ciudades y pro
vincias, que le pedían una fundación salesiana.
H asta S. M. el Emperador D. Pedro I I y la Prin
cesa Isabel, presunta heredera del trono, y su es
poso Gastón de Orleans Conde de Eu, recibieron
cordialmente á D. Luis Lasagna y al primer di
rector de Nictheroy, D. Miguel Borghino, pro
metiendo á la nueva institución el mejor apoyo.
Y la obra de D. Bosco. admirada y protegida,
se extendió por todo el Brasil de un modo ex
traordinario (2). H oy se cuentan allí varios insti
tutos que pueden conferir al grado de bachiller.
E l Senado rindió un solenme homenaje al sistema
educativo de D. Bosco el 14 de agosto de 1902
y los Presidentes de la Confederación se com
placen en dar los colegios salesianos elocuentes
pruebas de estim a y afecto.
Pero el nombre de D. Bosco se venera en el
Brasil tam bién por otra obra de mérito indiscu
tible. E l i8 de junio de 1894, co n l.i intención
puesta en las inmensas florestas pobladas de
salvajes, llegó á Cuyabá un grupo de misioneres
presidido por Mons. I,asagna. L a población
los saludó con entusiasmo y los acompañó en
triunfo
la catedral donde se cantó un solemne
Tedeum al cual asistieron el Sr. Obispo y el
4
4
4
4
(O V. Bo!. de Abril.
(3) D. Pedro II, el 15 de noviembre de iS
, visitando
el Licto del S. Coraxón en S. Pablo, juntamente con la
Emperatri», el Ministro de Agricultura, el Gobernador
de la Provincia y otros ilustres personajes, volvió á re
petir que habla conocido k D. Bosco y amaba mucho la
Obra Salesiana, y El y la Emperatrit aceptaron el diploma
de Cooperadores Salesianos.
36
Presidente del Estado. L a casa de Cuyabá
adquirió pronto grande importancia. De allí
partieron las primeras iniciativas para evange
lizar los indios de la colonia Teresa Cristina á
orillas del río S. Lorenzo,
240 km. de Cuyabá;
luego, después de atrevidos viajes de explora
ción, se determinó el plan de civilización de la
numerosa tribu de los Bororos Coroados para
lo cual se establecieron cuatro centros. E l más
cercano al mundo civilizado es el de Palmeiras,
destinado á formar el personal de la misión;
el segundo es el del Satigradouro, reservado
para las familias de los indios ci\*ilizados; el
tercero, la Colonia del S. Corazón, habitada ya
por más de 300 bororos conquistados para la fe
y la citdlización; el cuarto es el de la Inmaculada
Concepción que cuenta con más de 260 indios
4
civilizados.
E l 1908 la banda de la Colonia del S. Corazón,
formada de jovencitos un tiem po absolutamente
salvajes, recorrió el Paraguay, el Uruguay y el
Brasil, presentándose á la Exposición nacional
en Río Janeiro.
Actualm ente cuéntanse en el Brasil las si
guientes fudacioiies:
o) E n el estado del Matto-Grosso: Barreiro,
Colonia del S. Corazón (1902); Rio das Garbas,
Colonia de la Inm aculada {1905); Sangradouro,
Colonia de S. José (1906); Palmeiras, Colonia
Agrícola (1907); y además Corumbá (i8^)¡
Coxipó do Ponte, Escuela Agrícola (1897);
Casa de María Auxiliadora (1898); Cuyahi
(1894): Ladario (1902).
h) A l Norte: Aracajú (1901); Bahía (1900);
Colonia Pemambuco (1902); Jaboatáo (1900);
Recife (1894).
c) A l S u r Araras (1901); Barbacena (1909)'
Baiaiaes (1905); Cachoeira do Campo (1896):
Campiñas (1897); Lorena, Colegio de S. Jw*
quín {1890); Ponte Nova (1895); Rio Janeiro
{1909); S. Pablo (1886); Bagé(i904); Rio Grande
(1901).
Inglalerra y Colonias-
Mucho tiem po estmneron pidiendo los cató
licos ingleses á D . Bosco que mandase sale
sianos á Londres, á fundar una casa para los
121
niños pobres y abandonados. U n a señora les
ofreció una iglesia, una casita y un terreno para
las ampliaciones necesarias. Muchas y graves
dificuldades se oponían á la empresa; sin em
bargo D. Bosco prometió poner manos á la obra,
si tal era el beneplácito del Sumo Pontífice. L a
piadosa Señora recurrió en seguida á R om a y
León X I I I no sólo permitió, sino que añadió su
ardiente deseo de que los salesianos se esta
blecieran en Londres. E l 14 de noviembre de
1887 el deseo del Padre Santo se veía cumplido;
D. Bosco en\ió los primeros salesianos á la ca
pital del Imperio Británico. Los principios,
como en todas partes, fueron penosos; la misma
iglesia se convertía en escuela los días feriales;
pero luego se levantó im a nueva iglesia, la her
mosa parroquia del Sdo. Corazón, juntamente
con el actual colegio. L a obra se propagó á
otros puntos de la capital del imperio y de las
colonias.
E l Imperio Británico con las colonias y esta
dos de él dependientes, cuenta con i i casas:
Burwash (1897); Chertsey (1902); Farnhorou^h
{1901); Guernesey (1904); Londres, Hospicio
del Sdo. Corazón (1887); id., Oratorio de S.
María Magdalena (1903); id., Patronato de S.
José (1904); MaUa-Sliema (1903); Tanjore-India inglesa (1906); Mylapore, junto á Madrás
(1908); Cape Town (1896); que en el año 1910
se desarrolló grandemente.
Chile.
El 21 de febrero de 1887 salieron de Buenos
Aires seis misioneros salesianos, y después de
37 horas de viaje llegaron á Mendoza; de allí
escalaron la cordillera y bajaron á Chile. D.
E^•asio R abagliati los guiaba. E l 6 de marzo se
posesionaban de la nueva casa de Concepción.
AHÍ debía encontrarlos Mons. Cagliero, que, ha
biendo salido de \ ’ iedma, había llegado feliz
mente evangelizando hasta las Cordilleras; pero
á causa de una grave caída del caballo en un
sitio peligrosísimo, por poco perece \'íctima de
su celo, sacando del percance dos costillas frac
turadas con varias luxaciones y heridas. Una
N'ez rehecho el intrépido misionero, continuó su
camino para Concepción, donde el domingo
de Ramos lo recibió una muchedumbre in
mensa con tales demostraciones de afecto y de
júbilo, que jam ás vió otra ig u a l: ¡ V iv a Mons.
Cagliero! gritaban todos. ¡ V iv a Don B o sco !
i Viva d Obispo Salesiano! j \^iva el Apóstol de
la P atagon ia!
Mons. C ^ lie ro , acompañado de Mons. Fagnano, pasó de Concepción á Valparaíso y de
allí á Santiago. E n Valparaíso más de doscientos
niños iban detrás de ellos gritando: ¡Y a han
llegado los Padres! ¡Mañana tendremos escuela!
—
E n Santiago unos huerfanitos le decían con
mucho sentimiento: ¡ H ace y a dos años que re
zamos y lloramos para que D. Bosco nos eiude
un Padre..... y D. Bosco no ha venido aún¡ *
E stas conmovedoras escenas y a D. Bosco las
había predicho. Por fin Valparaíso y Santiago
tuvieron salesianos. E s digna de notar la fun
dación de Puntarenas, debida al telo apostólico
de Mons. Fagnano, cuando aquella ciudad, á la
que hoy sonríe un venturoso porvenir y con
tiene más de 15.000 habitantes, no contaba
con más de mil personas. L a historia dirá á su
tiempo las maravillas que ha realizado el celo y
la caridad de este heroico hijo de D. Bosco.
E n Chile la Obra de D. Bosco se ha captado
general simpatía; y de ello fué buena prueba
el sexto Congreso de Cooperadores, celebrado á
fines de noviembre de 1908 en el aula máxima
de la Universidad de Santiago.
L as fundaciones de Chile son: Concepción
(1887); Isla Dawson, en el archipiélago de la
Tierra del Fuego, Misión de S. Rafael (1889);
id., Misión del Buen Pastor {1898); Iquique
(1897) ; Jahuel (1910); Linares (1905); Macul
{1985); Porvenir, en la isla de la Tierra del Fuego
(1898) ; PuTita Arenas (1887); Santiago, Patroci
nio de S. José (1895); id., Colegio de la Gratitud
{1891); Talca (1888); Valdivia (1906); Valpa
raíso (1894).
H u stria-H u n ^ ria.
L a primera fundación se hizo aun en
tiempo de D. Bosco, el 15 de octubre de 1887:
un Orfanotrofio para niños en Trento. L a Voz
católica, anunciando la llegada de los Salesianos
escribía: * A l mismo tiempo que damos la bien
venida á este primer grupo de Salesianos, cree
mos interpretar los sentimientos de nuestra
ciudad, m a n ife sta d o la íntim a gratitud que
todos sienten por S. A. el Principe Sr. Obispo,
el Sr. Podestá, el Consejo de la Congregación de
Caridad y todos los que se prestaron á esta
Obra ».
E n tre tanto las bre\-es biografías de D. Bosco,
traducciones de sus obritas, compendios de la
vid a de Mamá Margarita y del Sistem a educativo
de D. Bosco, despertaron el deseo de que los
H ijos de D. Bosco se establecieran en otras
dudades. L a fa lta de persona! que conociera
la lengua y las costumbres de aquellos países,
era una dificultad grave. E n Polonia susdtó
Dios algunas vocadones de adultos, entre las
cuales debemos recordar la del Príndpe D.
A ugusto Czaitoryská. E ste vendendo todas las
dificultades que le oponían sus padres, por me
diación del mismo León X I I I , en 1887 obtuvo
de D . Bosco que le aceptase en la Pía So
ciedad Salesiana; tomó la sotana el 24 de no-
—
123
vienibre y renovó las virtudes de S. Luis, re
nunciando á las riquezas y pompas del mundo.
Ordenóse sacerdote y murió en 1892, sin poder
difundir directamente la Obra Salesiana en P o
lonia. Pero los polacos acudieron en gran nú
mero atraídos por su ejemplo, y así se pudieron
llevar á cabo en aquella nación varias funda
ciones, á las cuales se añadieron otras en la Carniüla, en Viena mismo y eu el litoral autro-ilíricü.
Kn Austria Hungría cuéiitanse las siguientes
casas; Trcnlo, Instituto de María Auxiliadora
(1893); Id., Orfanotrofio para niños (1887);
Diiszaiva (1904); Luhiana
(1901); Osiniecivi
(1898): Pnemysl (1907); Radna (1907); Vi&na
(1903); Gorizia (1895): Trieste (1898).
Ecuador
y Misiones de los Jibaros.
La tarde de 6 de diciembre de 1887, D. Bosco,
ainu|ue enfermo y tan postrado que desde
liada varios días no celebraba, bajó de su cuarto
V se arrastró como pudo hasta la iglesia de M a
ría Auxiliadora, á tiempo que se verificaba la
función de despedida de los Misioneros que
imrtian para el Ecuador. Todos se levantaron
para verlo. Mons. Scoto después de la bendicaSn con el Santísimo, los despidió y bendijo.
Los misioneros con D. Luis Calcagno al frente,
saludaron uno á uno á D. Bosco, besándole la
mano. Ellos lloraban. D. Bosco lloraba y llo
raban todos.
La nueva casa se abrió ^uQuito el 28 de enero,
V el 30, un día antes que D. Bosco volase al
cielo, cuando y a había entrado en estado pt^ía;>óuico, llegó un telegrama que anunciaba
I feliz arribo de los Misioneros á Guayaquil,
liiíuel Rúa se apresuró á dar la noticia al
I uno; este parece que comprendía, pues abrió
- i. cís V dirigió la mirada al cielo.
I.ji última l)cndición de ). Bosco dió frutos
M• oladores. * lín Quito, escribe el Exm o. Sr.
l.ius Cordero.ex Presidente de la República,
I la e:qiilal amada, donde hay tantas personas
I •• les. delicntlas y generosas, como compenicu>u <te mis amarguras oficiales, encontré
•a s positivos, puros, intensos, que derra.i.aum gotas de miel en el amargo torrente de mi
ida l'n o <le mis principales entretenimientos,
<.ru Visitar los jardines de llores humanas que
crecen al calor de la religión y de la ciencia;
uKlearme de niños.
Colegios, escuelas y talleres eran para mí otros
tanti>s oasis eu el árido desierto de la política.
Y o apreciaba á todos estos institutos, pero ha
bía uno hacia el cual sentía especial predilec
ción. P o s ó trescientos neófitos del trabajo se
adestraban allí en las artes más útiles. Se lla
1
—
m aba Escuela Salesiana de Artes y Oficios;
pero y'^o, en las frecuentes \dsitas que hacía á
las diligentes abejas de aquellos talleres, pre
fería llam arlos: La colmena social. ¡Qué porten
tosa actividad! ¡qué ocupaciones tan variadas!
¡qué mo\'imiento de brazos, de máquinas y apa
ratos! ¡qué espectáculo tan commovedor el que
ofrecían aquellos niños obreros, ante los cuales
se avergozarían muchos obreros hombres! La
fiestas más solemnes del establecimiento eran
las de la industria moderna, protegida y fo
m entada por el catolicismo. Sus productos for
maban una copiosa y brillante colección admi
rada por los mismos ennemigos de los religiosos...
Los que no han conocido al ilustre sacerdote,
D. Luis Calcagno, abran la obra titulada El
Ecuador en Chicago, y en la página 99 verán la
espléndida figura que le atribuyen escritores
que ni siquiera eran sus amigos. Con esa fi
gura de filántropo lo debe transmitir á la poste
ridad la Historia del Ecuador í>.
D. Luis Calcagno había fundado nuevas casas
en Riobamha, Cuenca y
Sangolqui; había
enviado los primeros misionarios á los J íbaros de
Gualaquiza, cuando se desencadenó sobre el
Ecuador una terrible borrasca que cogió tam
bién á los Salesianos, arrojándolos de la Repú
blica.
Quedaron tan sólo los que se encontra
ban en la pobre Misión de Oriente, que un año
antes había sido elevada á Vicariato Apostólico
confiado á Mons Santiago Costamagna, tercer
Obispo salesiano. Sin embargo, los desastres
repercutieron en la Misión; disminuyeron los
recursos, los misioneros se vieron abandonados y
fué imposible aumentar el personal.
Pasada la borrasca, la Obra Salesiana se re
hizo en Quito y en otras ciudades. Uno de
nuestros deseos más ardientes es llevar á cabo
la difícil y dificultada civilización de los Jí
baros.
Los Salesianos tiene en el Ecuador las casas
de Quito (1888); Guayaquil (1901}; Riobamba
(1891); Cuenca (1893); Sigsig (1908); Gualaquiza (1895).
Suiza y J^lemania.
L a fama de D. Bosco también precedió aquí á
los Salesianos. T od avia estaba fresco en el Cantón
Ticino el recuerdo del celo que D. Bosco había
desplegado para conserv'ar en la fé pueblos en
teros, cuando comenzaron á venir de aUí insis
tentes demandas de Colegios salesianos, aun
en v ida de D. Bosco. L a primera quedó satis
fecha con la apertura del colegio de Mendrisio, que después fué trasladado á Balema
y de allí eu 1905 á Maroggia, á las orillas del
lago de Lugano. L a primera residencia abierta
—
en Alemania fué la de Sicrk en 1904, que se
trasladó también el año después á Diedenhofen,
Lorena, para asistir á los emigrados italianos.
En Suiza y Alem ania tienen los Salesianos,
además del Colegio de Magog^ia (abierto en
Mendrisio en 1889) y la Jlisión Católica de
Diedaidiofen {1905), la Misión Católica de
Zurich {1898).
Merecen un recuerdo tam bién las fundaciones
pro\'isionales de Briga y Naters, desde 1899 al
1906, para la asistencia religiosa de los obreros
que trabajaban en el Simplón.
Colombia.
Cuando D. Bpsco fué á París en el año 1883,
una señora de B ogotá que entonces se hallaba
en la capital francesa, quiso verlo. Presentóse
la dama al sier\*o de Dios en el preciso momento
en que una madre desolada le pedía una ben
dición para un hijo suyo moribundo.... Sí, de
cía D. Bosco; lo bendeciré á condición de que
mañana me ayude á Misa. A la señora colom
biana aquello le pareció un misterio. Llevada
de la curiosidad, fuése á casa del enfermo, y lo
encontró agonizando. A l día siguiente, no faltó
á la misa de D. Bosco; y el muchacho mori
bundo también estaba allí, completamente cu
rado. N o fué menester más. A l voh-er á su
patria, dió á conocer en ella á D. Bosco. L a
prensa habló de él; la \nda del humilde sacer
dote de Turín y la fam a de sus obras se difun
dieron en B ogotá de tal modo, que en enero de
1890, D. Rúa, por recomendación del mismo
Léon X I I I , accedió á las instancias que de allí
se le venían haciendo desde hacía tiempo, y
enrió salesianos á Bogotá.
La primera aparición de la Obra de D. Bosco
en aquella república produjo un eco de admi
ración universal. E l salesiano D. Miguel Unía,
después de risitar el lazareto de Agua de Dios,
en agosto de 1891 se decidió á consagar toda
su rida .á los leprosos. Comenzó á celebrar las
funciones sagradas en la abandonada capilla,
asistir á los moribundos, -visitar y consolar dia
riamente á los más graves; y no contento con
esto, procuró disminuir en cuanto le fué posible
sus sufrimientos. Por iniciativa suya, el agua
plurial, la única que se bebía en Agua de Dios,
fué sustituida por agua de manantial, traída de
üna colina cercana; levantóse un nuevo hos
pital capaz de contener d e n camas, comenzóse
un Oratorio festivo, y al lado de éste brotaron
después una escuela de música instrumental
y declam adón con un Orfanotrofio. Pero la
satisfacdón más grande del heroico sacerdote
fué ver asegurada su generosa misión con la lle
gada de nuevos salesianos al lazareto. Pocos
anos d e ^ u é s. murió en Turin, adonde había
123
—
venido para restablecer su quebrantada salud,
el 9 de diciembre de 1895. Con todo, la acción
salesiana continuó y continúa en los lazaretos
con nuevas institudones.
L a s fundadones salesianas en Colombia sou
las siguientes: Bogotá (1890);
Agua de Dios
(1891); Barranquiiia (1902); Contratación (1897);
Ibagué (1903); Mosquera (1903).
P¿ígica.
E l 7 de diciembre de 1887, presentóse en el
Oratorio de Valdocco Mons. Doutreloux, Obis]>o
de Lieja, para tratar de una fundación sale
siana en su ciudad. E l 8, reunióse el Capítulo
Superior, y D. Bosco que el día antes parecía
de opinión contraria, con maravilla de todos,
respondió afirmativamente á la demanda. ¿H a. bía tenido alguna inspiración ? Cuatro años
después en i8 g i, dncuentenario de la fundad ó n del Oratorio Salesiano, el celosísimo Pre
lado tu vo el consuelo de bendedr el nuevo ins
tituto. Con ta l protector y en una ciudad tan
industrial como Lieja, el Orfanotrofio de S. Juan
Berkmans prosperó tanto, que sus escuelas profisionales, en opinión de todos, se colocaron entre
la primeras de su clase.
L as bendiciones del cielo no han disminuido
después; la primera fundación salesiana en
Bélgica, que fué la última aceptada por D.
Bosco, merced á sus varias secciones (clases
elementales y superiores, e.scuelas profesio
nales, escuelas para los jóvenes y a mayorcitos
que aspiran al sacerdocio, escuelas nocturnas,
oratorio festivo é iglesia pública, consagrada
á María Auxiliadora), hace un bien incalculable,
no sólo á los niños, sino también á todo el barrio
obrero de L aveu en el cual radica.
E n Bélgica cuéntanse las siguiente casas:
Antoing (1909); AywailU (1907); Grand-Bigard
(1904): Hechlel (1896); Ixelles (1910); Lieja,
Orfanotrofio de S. Juan
Berkmans (1891);
Id., Colegio (1902); St. Denis Weslrem (1902);
Tournai {1895); Vervier (1900).
Turquía y Chipio.
E l Presbítero D. A ntonio Belloni, profesor
del Seminario de BelgiaUa, Palestina, conmo\id o por el lastimoso abandono de muchos ni
ños, comenzó en 1863 una obra de preserva
ción y caridad, con el mismo espíritu de los Ins
titutos salesianos.
Trasladó el pequeño orfanotrofio de Betgialla
á Belén; y en 1881 abrió una Colonia Agrícola
en Beiigemal á la cual añadió en 1886 un tercer
instituto en Cremisán, uno de los más pintores£»s lugares que rodean á Belén. Queriendo
dar estabilidad á sus fundaciones, en 1891 entró
con su personal á formar parte de la Sociedad
—
124
Salesiana, á la cual quedaron por consiguiente
incorporados los tres institutos.
A estos se añadió después un orfanotrofio en
Nazaret, una escuela para los italianos en Jerusalén y otra en Jafa.
Son dignos tam bién de especial mención el
Instituto de D. Bosco en Alejandría, Egipto; el
instituto de Constantinopla, debido al celo del
Delegado Apostólico, Mons. Bonetti, y de la
Señora de Bartolomé Justiniani, cuyo nombre
lleva el colegio; la Real Escuela técnico-co
mercial de Estnirna y la Real Escuela Elem en
tal en la Punta de la misma ciudad, sostenidas
por la benemérita Asociación Nacional en favor
de los Misioneros Católicos Italianos, por medio
de la cual pudieron los vSalesianos establecerse
en el Oriente y aun ahora los sostiene.
Todas estas casas son otras tantas pruebas
del amor profundo con que D. R úa trabajaba
por la religión y por la patria.
H ay, pues, en Turquía y E gip to las siguien
tes fundaciones: Beiígemal {1S79-1891): Belén
(1863-1891); Constantinopla (1903); Cremisán
(1886-1891); Jerusalén (1904); Jafa (1907); Nazaret (1896); Esmirna, Escuela técnico-comer
cial (1903); Id., Escuela* Elem ental (1903);
A leja ^ ría , E gip to (1896).
Perú y Botivia.
Poco después de la muerte de D. Bosco, viaja
ba en un vapor que se dirigía al Perú, un fran
ciscano del convento de Lima. D e repente se
desencadena una tempestad. Braman las olas,
zozobra la nave y arrecia de tal modo la tor
menta que el naufragio es inminente. A bordo
todo es confución y espanto. Las olas barren la
cubierta; todos los pasajeros se refugian en
sus camarotes é invocan el auxilio d^l cielo, unos
llorando y otros temblorosos. E l más tranquilo
parece el hijo de S. Francisco. H abía leído, po
cos días antes á bordo, la vida de D. Bosco escrita
por D ’Espiney; y se le nen en á la memoria
todos aquellos milagros, ortorgados por María
Auxiliadora á las oraciones del hombre de Dios.
Como inspirado, se arrodilla, exclamando: « S e
ñor, por los méritos de tu sierv’O Juan Bosco,
s;Uvanos. Y tú. oh María Auxilio de los Cris
tianos, socórrenos en este peligro por amor de
tu sier\*o D. Bosco: yo te prometo que, apenas
llegue á tierra, haré cuanto esté de mi parte
para difundir la \*ida de D. Bosco en el pueblo,
para que sea conocido y amado este hombre ad
mirable. jOh Señor! Y o te atribuiré el habernos
salvado; pero por intercesión de María A uxi
liadora V de D. Bosco *•. A l acabar su oración, se
acababa también el peligro. Calmóse im pronsaraente el viento, tranquilizóse el mar y el \npor
entró sal^'0 en el puerto del Callao. E l Francis
—
cano agradecido, cumplió sin perder momento
la promesa. D. Bosco fué conocido en Lima
como en Italia; la devoción á María Auxilia
dora se divulgó admirablemente; un Salesiano debió ir allá para abrir un Oratorio fes
tivo en 1891; le siguieron otros en 1896, hasta que
en 1900 terminóse el edificio y el instituto re
sultó completo.
E n Bolivia la primera fundación fué la de
La Paz. Los Salesianos, acompañados por Mons.
Costamagna, llegaron allí el 17 de febrero de
1896; los recibió una comisión del Gobierno
que los había llamado, y entraron en la ciudad
bajo una lluvia de flores. L a nueva fundación
ganóse las simpatías de toda la República. Sus
alumnos son examinados por una comisión,
competente en el arte á que se dedican; y al fin
del aprendizaje, se les somete á un examen ge
neral en el cual se les otorga un diploma fir
mado por el mismo Rector de. la Universidad,
un perito y el Director del instituto. L o mismo
se hace en las escuelas profesionales de la ca
pital.
Los Salesianos tienen en el Perú cinco casas:
Lima-Breña (1891); Arequipa (1897); Callao
(i8g8): Cuzco (1905); Pñira (1906).
E n B olivia hay dos: Sucre (1896) y La Pos
(1896).
M éjico.
L a semilla de la Obra Salesiana fué sembrada
en Méjico por los cooperadores de la capital.
E n el año 1890, dos antes de fueran allá los
Hijos de D. Bosco, algunos cooperadores, como
resultado de una conferencia solemne, abrieron
un asilo para niños, titulándolo: Casa Salesiana.
L a fam a de D. Bosco y la devoción á María
Auxiliadora inspiró su generosa caridad, á la
cual se debe el ulterior desarrollo de la Obra
Salesiana. L a devoción á María Auxiliadora es
tan fer\-orosa en Méjico, que tal vez no tiene
semejante en todo el mundo; su imagen es
objeto de un culto ternísimo y la fiesta del 24
de m ayo se celebra en todas partes con solemní
sima pompa.
Tenemos en Méjico las siguientes cas^'
Méjico, Colonia de Sta. Julia (1892); Id., Colegio,
Calle de Sta. Inés (1906); Gualdalajara (1905)^
Mordía (1901); Puebla de los AtxgeUs (1894).
Portugal y Colonias
(M issiones de China y Mosambique}>
Varios cooperadores de Braga pidieron á L.
Bosco en 1884 que les mandara salesianos para
confiarles una escuela profesional. Diez años
después en 1894, D. R úa accedió á su petición;
pero y a en la Capital se había abierto un In
ternado con Escuelas Elementales, al cual se te
—
añadieron en 1890 algunas escuelas profesio
nales con el nombre de Oficinas de S. José. Se
encargaron de este instituto los Salesianos en
1896, y merced á un generoso donativo, lo pu
dieron terminar. E l E xm o. Sr. Marqués de L iveri y Valdausa hizo donación á los salesianos
de un espacioso terreno, en el cual se levantó
un edificio magnifico, planeado por el arquitecto
D. Mario Ceradini.
También son dignas de mención dos funda
ciones en tierra portuguesa: una en Macao
para los niños Chinos, otra en Mozambique.
Cerca de esta ciudad, jun to al fuerte de Mochelia,
se ha establecido una residencia para misión
que comenzará la evangelización de los feroces
Macúas.
En Portugal y sus colonias se contaban en
octubre de 1910 nueve casas: Lisboa, Instituto
de S. José (1896); Id., Colegio de S. Corazón
{1897); Braga (1894); Oporto (1909): Angra do
Heroísmo, Azores (1903); V ia m do Castello
(1904); Mozambique, Africa (1907); Mochelia
(1910); Macao, China {1906).
VcncEueía y T^nMda^.
El Exm o. Sr. Arzobispo de Caracas, Mons.
Críspulo Uzcátegui, n n o á Turín en 1886 para
recabar de D. Bosco una casa salesiana para su
diócesis; pero D. Boscp no pudo complacerlo
por falta de personal. E l Prelado volvió á Valdocco en 1891, repitiendo la petición; hizo una
descripción tan acabada de los salvajes, que an
dan aún errantes por las vírgenes florestas de
aquella Répública, que D. R úa se sintió conmo
ndo y le prometió mandarle pronto algunos sa
lesianos á \*enezuela. E a promesa fue cumplida
en el año de 1895.
En Venezuela y Antillas hay cuatro casas:
Caracas (1895); Curofáo (1898); Maracaibo (1906);
yalencia (1895).
Estados Unido^.
La Obra Salesiana en los Estados Unidos
se dedica con especialidad á los emigrantes.
Su primera manifestación fue la parroquia de
S. Pedro y S. Pablo en . Francisco de CaliforRw; dos años después, se establecieron los Saleáanos en X u e va Y ork, llamados por el Exm o. Sr.
Arzobispo, Mons. Corrigan, comenzando á ejer«*r su ministerio en la parroquia de Sta. Brígida.
Hoy su obra es un complejo apostolado reli
gioso-social, que se desarrolla en cinco parro
quias importantísimas, im a de las cuales, Oakland,
€stá exclusivamente dedicada á los emigrantes
portugueses. E n todas fimdiona regularmente
el Secretariado del Pueblo. Como complemento
de esta acción promdencial, abrieron provisiooalmente en 1903 un colegio ítalo-americano
5
125
—
en Troy, el cual se trasladó en 1908 á Hawthorne,
con el nombre de Colegio de Crisiólal Colón.
Tenemos, pues, en los Estados Unidos seis fun
daciones: Nueva York, Parroquia de L a Trans
figuración (1902); Id., Parroquia de Sta. Brí
gida (1898); Hawüiome, Colegio de Cristóbal
Colón, abierto en Troy en (1903); Oakland (1902);
S. Francisco de California, Parroquia del Cor
pus Christi (1898); Id., Parroquia de S. Pedro y
S. Pablo (1896).
América Central.
L a s jóvenes repúblicas de la América Central
obser\’an el moAnmiento europeo, y uno de sus
deseos más ardientes es elevar las artes profe
sionales y educar al obrero. A sí que, el Gobierno
mismo llamó á los Salesianos que desembarcaron
en la de S. SalA’ador en 1897; allí con las escue
las establecidas en Sta. Tecla, aseguraron un
honroso por\'enir á muchos jóvenes, que volAÍendo al seno de sus familias, después de ter
minar su aprendizaje, llevaron u n nuevo im
pulso á la dirección artística de las varias pro
fesiones.
E n la América Central tenemos las casas si
guientes: Sta. Tecla (1899); S. Salvador {1903);
Sta. Atia (1903), en la República del Salvador:
Cartago (1907), en la República de Costa-Rica:
Tegucigalpa (1909), en la de Honduras, y la de
Panamá (1907).
•
• *
Terminamos esta enumeración con un pen
samiento del Emmo. Cardenal Mafíl.
<t Todas las cosas que tienen .su base en la
tierra, acaban pronto; son como las pirámides,
que, aunque empiezan con una base grande,
creciendo se estrechan; á pocos metros un
punto las termina, y acaban. No así las obras de
Dios; se apoyan en la tierra con una punta y
cuanto más crecen más se dilatan sin medida ni
término porque crecen y se dilatan hacia el
cielo *.
L a Obra Salesiana era bien poca cosa en el
año 1848; pero 5’ a desde entonces encerraba un
tesoro incomparable, la mente y el corazón de
D. Bosco. Mientras los Salesianos sigan sus
huellas y enseñanzas, la Obra florecerá siem
pre; podrá sufrir en un punto ó en otro alguna
persecución, alguna hostilidad, algún' ataque;
pero triunfará siempre porque, mientras conser\’’e el espíritu de D. Bosco, no le faltáran las
bendiciones del Cielo.
••
—
126 —
DESDE LA CALABRIA.
Generosidad del Padre Santo.
emos dado cuenta y a de las numerosas
H
pruebas de paternal afecto y generosa
caridad que el Sumo Pontífice ha ma
nifestado para con nuestros hermanos de
labria y de la costa oriental de Sicilia, asoladas
por el terremoto; es]>ecialmente del espléndido
pabellón construido á sus espensas para el se
minario de B ova Marina, de los que costeó para
la parroquia de S. Julián y para el Oratorio de
S. Luis en Mesina, de sus donativos para res
taurar el Colegio de las H ijas de María A uxilia
dora en A lí Marina y de las dos escuelas para
niñas, con asilo infantil, taller de costura y ora
torio festivo, una en Mosela y otra en Giostra,
dentro de Mesina misma . Ahora debemos pu
blicar otras dos: una iglesia y un oratorio festivo
en Marina de Palizzi, y otra iglesia para oratorio
festivo en Marina de Bova.
MARINA DE BOVA.
Tom am os del periódico « N u eva Regio » de
Regio, Calabria:
«El Sumo Pontífice, por medio de su Delegado,
Mons. Cottafavi, hizo de modo que esta naciente
población participase de su inagotable caridad,
costeándole uno de estos pabellones-iglesias que
se han levantado en estas tierras, asoladas por el
terremoto de 1908. E l Prof. ). Ensebio Calvi,
Rector del Seminario, desplegó todo su celo y
actividad para que el donativo de Su Santidad,
aprovechase á los niños; y obtuvo del Dr. D.
Lucas Pugliatti que le concetliera gralis, no
sólo el terreno para la iglesia, sino también para
el Oratorio festivo.
E l domingo pasado tu vo lugar la inaugu
ración solemne. U na multitud de gente, entre
la cual se contaban las personas más distin
guidas y las autoridades civiles y militares,
pudo admirar con honda satisfaccióu la her
mosa iglesia, con extenso patio y tres locales,
para el personal del Oratorio y para los cira ü o s de jóvenes que se establecerán luego. Ben
dijo solemnemente la iglesia S. E . I. Mons.
Domingo Pugliatti,O bispo de la diócesis; pro
nunció un discurso el prof. Pascual Garueris,
antiguo alumno de los Salesianos, y otro el
Pbro. D. Angel Biscitello, que fueron escucha
dos coiiNÚsible satisfaccióu del numerosísimo au»
ditorio. L a Schoia Cantorum del Seminario
ejecutó la
Pontificalis de Perosi....*.
1
B IB L IO G R A F ÍA .
Hemos recibido:
de la B ib lio t e c a A g r a r ia S o la r ia n a de
S e v illa ;
Alimentación racional dei ganado (lanar y cabrío)
por D. M ig u e l S á n c h e z . Octavo y último
volumen, con un Indice general alfabético de
toda la obra. — E n rústica 3*75 ptas. ; en
la Ca
cuadernado 5*25.
El lal)orioso solariano D. Miguel Sánchez da 6n
con este volumen á sus intere.santes estudios sobre
la manera racional de criar el ganado, problema
de capital trascendencia en la economía agrícola.
En e.stos ocho tomítos, está resumida la ciencia y
experiencia de muchos hombres, que han sabido
sacar grandes riquezas del tesoro común que la
mano pródiga del Creador ha puesto á disposición
del hombre en los animales.
D e la L ib r e r ía S a le s ia n a d e S a r r iá (Bar
celona) :
los dos números de Marzo y Abril de las
Lecturas Católicas, Leví Levercountry.
Dos tomitos de las memorias de este personaje
contadas por el P. R o d o l f o F ie r r o con un colo
rido local tan propio y un sabor tan americano,
que verdaderamente se cree el lector « á las orillas
del Bogotá y del Rorindáu, á la .sombra de la ceiba,
donde el simpático protagonista aprende á leer
sobre un saco de café».
D e la L ib r e r ía C a tó lic a Internacional,
L u is G ili, E d ito r . Claris, S2, Barcelona •
Apartado 415.
Creación y caída, por A. H e r r a n z y E sta
bles,
Pbro.
€ La grandeza de Dios, la fuerza y espontaneidad
de las dos primeras almas que en la tierra fueron
testimonio con.sciente de su poder, las maravillas
del escenario paradisiaco, la perfidia y sagacidad
tle los requerimientos diabólico.s y el trágico des
enlace de la estancia en lo.s vergeles que no habían
conocido dolor ni llanto, relatados quedan en
(yeación .v raida con estilo rico y frondoso, que
alcanza prodigios de evocación ».
Un elegante volumen 13 x 12 cms. En rústica
ptas. i ’5o. Ene. en tela inglesa extra, con hermosa
estampación en pelícnl.T blanca en las tapas, ptas.
2’ 50. (Por correo, certificado, ptas. 0*40 más;.
D e la Bibr.oteca Escolar Calasanda intuitiva,
cíclica, integral y práctica, dispuesta por F er
n a n d o G a r r iü ó s , Sch. P.
Lecturas instructivas Serie B., libro primero.
Física ¿ Historia Natural, Fisiología ¿ Higiene,
Agricultura ¿ Industria, destinado al primer
grado de las Escuelas graduadas y Escuelas
preparatorias.
Un vol. en 8®, de 142 páginas, profusamente
ilustrado. En cartoné ptas. i. (Por correo, certifi
cado ptas. i ’35).
Cartilla y Manual para párvulos y adultos,
lectura y escritura simultáneas.
Un vol. en S®. de 75 páginas con ilustraci-.'nesEn cartoné ptas. o’ so. (Por correo, certificado,
ptas, o’8o.
CHINA
Una visita á Cantón.
{Del Diario de nuestros Misioneros).
I I I (I).
La p a g o d a d e c in c o p is o s . — T r i s t e s r e
cu erd o s. — ¿C u á n d o s e r e m o s to d o s h e r
m anos? — C o n s e c u e n c ia s d e l m a l tiem po.
— E l infierno de lo s p a g a n o s.
y haciendo un sinnúmero de \*íctimas... Ciento
trienta bocas de fuego á un tiempo \’omítaron
durante 16 horas consecutivas exterminio y
muerte.... E l gran Mandarín, ó sea, el Virrey,
encerrado en su litera ^•ino finalmente á im
plorar compasión para sus súbditos, temiendo
por su propia Wda. ¡Misterio de la debilidad
humana! L a s cortesías de los almirantes in
gleses y franceses, en lugar de tranquilizarlo, lo
ensoberbecieron. Peor para él, que luego se vió
prisionero, mientras la paz se concertaba con el
general tártaro, el cual, más prudente que su
superior, creyó oportuno tratar con más res
pecto á sus vencedores,
día siguiente, el P. G ervaix me con
dujo amablemente á la Pagoda de
¿Cuándo cesará la serie de luchas fratricidas
cinco pisos. E s ta vez ir.e pareció
y odios implacables entre las razas humanas?
mejor entenderme con mis piernas, que no con
¡Cuándo nos sentiremos hermanos de verdad,
los faquines de marras; pero debía hacer un
hechos todos á semejanza de Uno solo? ¡Inverdadero ejercicio de esgrima para no trodescilrable enigma! E n esta inmensa ciudad, más
prezar con los innumerables paraguas. E l ciclo
que en ninguna ciudad china, persiste tenaz el
nos fastidiaba con su lagrimeo. Ng-hang-/ao
error y el odio á todo lo extranjero. E n compa
{dnco pisos), más bien que p oru ñ a pagoda, po
ración del de los paganos, el número de cris
dría tomarse por un gran castillo con murallas
tianos es tan corto que hace llorar; de dos mi
colosales, gruesas columnas y anchas terrazas
llones de habitantes, apenas se sacan unos
de madera. Desde allí se podía apreciar en
cuantos miles de cristianos.
toda su grandeza el verdadero panorama de
N o le deseo á nadie el venir á Cantón en días
la metrópoli china, di\idida en dos por el R h
de UuWa. E sto tiene dos inconvenientes: no
de las Perlas.
encontrar un pedazo de espacio para llevar el
Un ligero velo de niebla escondía el lejano
paraguas abierto y la dificultad de tenerse de
horizonte. Y o contemplaba pensativo la com
pie en el barro pegajoso de las calles....
pacta y triste uniformidad de las casas chinas,
N os dirigimos á Cha-men. E l contraste entre
apenas interrumpida por unos cuantos árboles,
China y Europa no podía ser más sensible.
'■ arias torres chatas y las dos esbeltas agujas de
U n policía nos abre el cancel, cerrado á los
la catecril- única expresión de levantados ideales
hijos del Celeste Imperio; y nosotros, euro
maquelía interminable llanura, donde Wven más
peos de pura sangre, comenzanosá caminar por
de dos millones de habitantes. E l silencio que
un ancho \-ial, entre villas y palacios, dentro
envohía la inmensa ciudad tenía algo de mis
de los cuales paree» que se respira el aire de
terioso. Triste estaba el cielo, triste era el p a
nuestra tierra, el aire del orden y de la civilizanorama, y más tristes aún eran nuestros pensa
d j n . ¿Cómo sofocar entonces un sentimiento
mientos y conversación. Recordábamos que en
de orgullo, al comparamos con los de la co
1857, los cañones europeos se dispararon desde
leta? Disponía de un d ía nada más; así es que
aquella pagoda, convertida en fuerte inexpug
tomé todas las medidas oportunas para apronable. contra la ciudad sepultada aún en el
ve d ia r el tiempo. U n a litera alta, sostenida
»eño. Das balas cayeron con espantoso fragor,
por tres forzudos coolies, estaba á mi disposi
derrumbando los techos de las compactas
ción desde la mañana á la noche. E l programa
no podía ser más interesante: una visita á tan
V. los números de Abril y Marzo.
decantada Pagoda de los suplicios, asistir á la
l
E
—
proclamación del nuevo emperador y final
mente ver la estatua de Marco Polo.
Después de interminables idas y venidas, nos
encontramos frente al templo llamado Singwong-tnin. E n el vestíbulo dos ídolos que se
miran uno al otro con cara de perro, nos dan la
bienvenida. A decir verdad, si me lo hubieran
contado no lo hubiera creído; me acerco, no
sin asco, y veo que son los protectores de los
apasionados amantes del opio. ¡Horrible! Estos
golosos del veneno lento embadurnan la cara
de su dios con la pasta negra y viscosa del opio,
de modo que los dejan asquerosamente desfi
gurados. ¡Devoción digna de tales dev’otos y
del que los protege! Sin embargo, da lástima
la abyección del vicio, representada al vivo por
aquellos dos monstnios repugnantes.
Después se ve una docena de grandes hor
nacinas donde están, de una y otra parte, los
dioses principales de las pro\dncias del imperio,
colosos estúpidos de bigotes y perilla luengos y
caídos, con los ojos entornados como enormes g a
tos dormidos. Luego una novedad que despierta
el más \ iv o enteres.
A continuación, en el mismo orden para
lelo, varios huecos, verdaderas cavernas que
representa m uy al vivo el infierno de Confucio ó Buda, que es lo mismo. Exam ino todo
con la mayor atención, y veo después los
suplicios que corresponden á cada cave rn a:
la degollación, un individuo que se asfixia de
bajo de una campana, el aceite liiiviendo, uno
á quien golpean' el vientre con un martillo,
una máquina despedazando á otro que está boca
abajo y pernea en el aire, la metamorfosis de un
hombre que se transforma en una cabeza de
perro ó de vaca, otro á quien desgarran el pe
cho con un rastrillo de hierro, otro á quien
arrancan la lengua con unas tenazas, etc. etc.,
y muchos más que seria largo referir. E n el
centro de una de aquellas cavernas infernales se
ve un espejo, ó mejor, un disco de bronce muy
bruñido, en cuya superficie se reflejan las almas
de los muertos leyendo allí las proprias culpas:
un verdadero exam en de conciencia. X o falta
el cuchitril destinado á sala del juicio final, donde
se ve un pobre chino de rodillas ante un ídolo
de cara feroz, y los reos que esperan su tum o
tiritando. Al otro lado, una gm ta un poco más
alegre sirve de habitación á los ídolos más be
nignos, los cuales desempeñan el simpático
papel de remuneradores de las obras buenas
liechas á la luz del sol, distribuj-endo puñados
de fruta ó cosa semejante.
N oto, adeuuís, que cada una de las cavernas
tiene, en una de las paredes, montañas en re
lieve. las cuales representan el mundo: y en
‘as laderas y gargantas de dichas dichas mon
128
tañas, se ven los míseros mortales errantes, y
algunos de ellos despeñándose en los abismos.
E s preciso añadir que, además de los infelices
atormentados, h a y allí una m ultitud de
condenadas, llenas de espanto y pavor á la
vista de los suplicios que les esperan.
E n el testero de enfrente se distingue un
ídolo grande, de ojos de fuego, señalando con
un dedo hacia bajo: éste asiste impasible é
inexorable á la ejecución de la tortura. Todas
las figuras están en actitud de hablar. Este
espectáculo significa claramente que el con
cepto de la justicia divina, á pesar de las
diferentes religiones, está esculpido en el co
razón de todos los pueblos.
E n el departamento principal d é la pagoda,
precisamente al fondo del edificio, detrás de una
mesa ó altar ocupado por una oUa redonda y
otra cazuelas votivas de color plateado brillante,
está de centinela medio escondido el ídolo mayor.
A su lado h a y dos monstruos negrísimos y terri
bilísimos armados de lanzas enormes. No quita
nada al respeto del lugar el que dentro se
encuentren mesas llenas de hombres que comen
tranquilamente, numerosos istriones suplicando
á los visitantes que se dejen echar la bue
naventura; y enjambres de mendigos que los
rodean, gritando lastimosamente: ¡H o sam, ho
sami (tened piedad, tened piedad).
A l salir, indiqué al cicerone más acalorado con
la punta del paraguas las bocas del infiemo,
por si acaso era un picaro. Entendió en se
guida lo que quería decirle, inclinando la ca
beza m uy compungido; no obstante, el gran
dísimo tuno alargaba la mano debajo de la
túnica para que le diera la propina.
IV .
R e p re se n ta n d o á Ita lia . — L a felicitación
a l n u e v o e m p e ra d o r. — C e re m o n ia di
p lo m á tic a . — E l lu jo d e lo s m and arin es.
— L a P a g o d a d e lo s Q u in ie n to s sab ios.
— M a r c o P o lo .
E l tiempo urgía y por eso di prisa á los fa
quines. Estos comprendieron. L a ocasión era
tan rara y solemne que, tomándome por un
gran personaje, á pesar de los continuos obstá
culos, corrían que daba gusto.
A l cabo de una hora, me encuentro en una
calle estrecha y larga, á cuyos lados se \ eian
dos liiberas de soldados que, á decir verdad, no
tenían nada de marciales. T raje negro, gorra de
marinero, con cinta blanca en la \nsera, bajo la
cual brillaban sinientramente los ojillos en forma
de almendras de aquellos hijos de Marte. Pasan
<lespués en grandes palanquines las primeras
autoridades con su séquito á pie y algún jinete.
Paso yo también escondido en mi cuartito
ambulante, desde el cual veo sin ser visto. A l
gunos fijan en m í los ojos, preguntándose:
¿Será un mandarín ó algún diablo europeo?
Apéome, y en seguida me presento impá\ido á los soldados que guardaban la entrada.
Con muy buenos modos un oficial no quería
dejarme pasar, significándome con los ojos
más que con su silabeo chinesco, que en aquel
sitio no podían entrar los diablos de occidente,
i menos que..... y no sabía el hombre como
acabar. E n aquel momento se me ocurrió una
idea. Le dije en la lengua de Coníucio que de
seaba representar la Italia, aunque bien sabía
que en Cantón no reside ningún diplomático
italiano. E l Oficial b a jó lo so jo s en seguida, y se
retiró con mucho respeto haciéndome mil cor
tesías. Entré....
En los rincones de las grandes salas, especie
de marquesinas al aire Hbre, no se v e más
que lujosos mandarines de las dos provincias
del Kouang-tong y Kottangsi, reunidos para la
ceremonia, que consiste en arrodillarse delante
de una placa en la cual está escrito el nombre
del joven emperador {Pon-yi), deseándole cien
millones de años de vida. ¡Oh ironía de la gran
deza humana! ¡No recordaban que su majestad
Komng-su, con ser hijo del cielo y haberle
hecho el mismo cumplido, había muerto aque
llos días, en la plenitud de la vid a sin llegar
á los cuarenta! Finalm ente se nota un mur
mullo especial. Llegan los terribles mandarines
europeos con su sombrero de copa, como exige
la etiqueta, los cuales con tqda solemnidad se
dirigen al salón de la izquierda, donde se ven
alineadas en derredor magníficas sillas de re
luciente ébano, tachonadas de blancas perlas.
La ceremonia es m uy sencilla. E l \hrrey se
pone en pie. E s un \-iejo de estatura regular,
pómulos archisalientes, con uua perrilla blanca
y larga que le llega al pecho. E l decano de los
cónsules lee en ingles, de pie frente al Virrey,
el ilustre Teheung-yau-tseun, como indica su t í
tulo, una corta felicitación de estilo pomposa
mente oriental. E l intérprete traduce y res
ponde; la solemnidad h a llegado á su colmo.
Sin embargo, las chisteras continúan desco
llando sobre las cabezas, según las rúbricas del
país. A l fin, el consabido vasito de champagne,
una breve asentada con media docena de frases
recíprocas, y acabóse.
En esto tu v e ocasión de admirar todo el lujo
de los mandarines. Aquello era un derroche.
Cada uno llevaba sobre una especie de so
tana, riquísima chaqueta y en los píes za
patillas ricamente bordadas. Pero lo que da
importancia al mandarín y le distingue de sus
semejantes, es el botón que lleva sobre el gorro;
los había de rubí, coral, zafiro, lapislázuli,
cristal, oro liso, oro labrado y , por fin, de plata,
que es la la últim a distinción. Tam bién en una
banda, que les da \Tielta al p ed io por debajo de
los sobacos y en el cinturón, llevan bordadas los
insignias de su jerarquía. Los mandarines chulés
se diferencian de los militares en que los primeros
llevan bordado en la banda im a\*e: grulla, faisán,
pavo, pato, cigüeña, ánade, cordoniz, garza, etc.;
y los segundos una fiera ordinariamente; uni
cornio, léon, l.íopardo tigre, oso, lince, foca, ri
noceronte etc. Con todo eso, de terrible solo
tienen la insignia; tanto los unos como los otros
son hombres inofensi\’OS, de estatura más bien
alta que baja, coleta brillante á lo largo de la
espalda y un precioso gorro adornado con
plumas soberbias. L a prisa que se dieron á
despedirse, me indicaba que aquella m ezda he
terogénea no estaba allí á su gusto.
E l ^rirrey (¡gran cortesía!) acompañó á los
cónsules hasta la escalera esterior de los pór
ticos. V u elta á las reverendas y á despedirse
con los puños cerrados, como si se amenazaran.
Recorre después la larga hilera de mandarines
europeos cuyos lacayos ostentan su librea, paso
y o también con mis pobres coolies y se alzan
igualmente los fusiles. Em pezaba y a creerme
cualquier cosa; por fortuna las cortinillas de mi
silla gestatoria me defendían d é la s indiscretas
miradas profanas....
Por fin, llegué á la pagodadelosNg'-/>fl^-ÍóAon,
es decir, de los quinientos Ludas ó sabios que
ha habido en el mundo. De manos á boca me
encuentro con unos monstnios colosales, de
ojos feiocísimos y bigotes de á metro, cjue blanden espadas enormes más pesadas que la clava
de Hércules, con una mueca horrible, como si
quisieran impedirme el paso; pero yo entro sin
más, con la d egre predpitación de quien llega á
un sitio m uy desado.
Me importaban m uy poco los patios cuadrados
y los templos cubiertos de polvo. Un bonzo lonotó v saliéndome al encuentro, me dice mas
cullando las erres: ¡Ma-co Polo! ¡Ma-co Polo! —
Sí, sí; precisamente busco á Marco Polo. Abrió
luego una puerta grande y me introdujó en una
sala de vastas proporciones: la tranquila Man
sión de los quinientos.
A lo largo de varrios corredores que se cruzan
en el centro con agradable simetría, están co
locados los sabios. L a primera impresión es so
lemne, como de cosa nunca \ ísta que deja el
ánimo suspenso con el brillo del oro.
E n el centro, una gran \-idriera envía á las
preciosas estatuas un luz blanda y sugestiva;
pero en cuanto me acerqué, se disipó la poesía.
A la entrada, lo primero que encontré fué un
—
130
Buda enorme, de barriga fenomenal, sobre la cual
retozan media docena de minúsculos monigotes
del tamaño de un gato, uno de los cuales tiene el
capricho de tirarle de una oreja al ventrudo p a
drazo, siempre alegre y bonachón. E l resto es
una colección indescriptible de monstruos ex
travagantes: tipos bonzos rapados, caras ra
biosas ó ridiculas, figuras ordinarias con brazos
más largos que el cuerpo, una cabezota trian
gular con tres caras iguales, monstruos que
tieneu dentro del pecho descuartizado otros
aire de- triunfo, animado sin duda con la es
peranza de la propina; \Ma-co Polo! Me detuve
Marco Polo como buen veneciano se cubre la
cabeza con un gran gorro redondo, distinguién
dose en esto de sus venerandos compañeros.
Para que más se asemejase á una divinidad
ideal, lo esculpieron lo más rústicamente possible,
y sobre todo m uy barrigudo, porque para los
chinos la sabiduría reside en el \dentre. Bigote
y barba retorcidos como una soga de esparto y
cara de luna llena que revienta de puro gorda.
MORISLIA (Méjico) — Superiores y alumnos del Colegio Salesiano.
monstnios, los unos irritados, los otros riendo,
meditabundos, extasiados, amenazadores; hasta
los había con cabeza de perro y de otros ani
males.
H1 docto bonzo me indicó con cierta compla
cencia una tm culeuta estatua de Mahoma, diciéndome que era el Apóstol S. Tomás. Me dijo
también, que había una imagen de María SS.
y de Jesucristo; pero yo no quise ver semejante
profanación entre aquella recua de ídolos absur
dos. Uirigíme inmediatamente al hombre que
buscaba: para el bonzo venía a ser un santo
Buda. Mi depone que lucia su venerable
diam orra y un camisa un poco mugrienta, se
para á la derecha del altar del fondo, desde el
cual nos amenazaba inútilmente uno de los
ordinarios guerreros tártaros, y exclam a con
Y o lo contemplaba inmóvúl con el pensamiento
m uy lejos de la estatua..... Y a no veía ni al
bonzo, ni los budas, ni la pagoda; la fantasía
me había traslado de Cantón á Italia, á Genova.
A l lado de Marco Polo me parecía ver el monu
mento de Colón; y abarcando los dos con una
sola mirada, me sentía emocionado....
quél ¿no abrieron ambos horizontes nuevos e
interminables al evangelio?.....
J uan- F e r g k a ííi , Pbro,
CHUBUT.
Buena noticia.
L a Señora Da. Mí^dalena E . de Ezcurra, daffl»
respetablisiiiia de Buenos Aires, habiendo conocido
—
3
I I —
por relación del P. Vaccliina el estado de las
cosas en el territorio con respecto á la Religión,
tuvo la feliz idea de formar con las principales
damas de la Capital, casi tedas ellas espesas de
ec presidentes, una comisión que solicitó del Con
greso setenta mil pesos, que están en Buenos Aires,
a la orden del Gobernador del Chubut y de la Se
ñora Ezcurra, presidenta de la comisión. He aquí
d tel^am a:
« Dr. Alejandro G. Maíz — Gobernador del
Clmbut.
Rawson: Le ruego mande poder por telégra fo
inmediatamente á persona su confianza para co
brar dinero subsidio padre Vaccliina. que ha sido
decretado el pago por setenta mil pesos moneda
l^al jimtamente á su orden y mía como presi
denta de la obra, indicándome el nombre y di
rección de esa persona. Lo saluda muy att.
Magdalena Elias de Ezcurra.
Guentes 2933, Buenos Aires.
El Gobierno autorizó tel^ áficam en te al Señor
D. Martin Errecaborde, Presidente del Banco
Vasco, persona de alta significación social, para que
en nombre del Gobierno cobre la suma acordada.
Con tal motivo, felicitamos al pueblo de Rawson,
que podrá dentro de poco disponer de un templo
más artístico que el anterior, lo mismo que algúu
otro centro de población que la Comisión cree
deber favorecer.
A la Señora de Ezcurra y á las distinguidísimas
matronas que la acompañan, llegue la más pro
funda expresión de nuestra gratitud.
Los Saiesianos de Macao,
Los Saiesianos que dirigían el Orfanotrofio
de la Inmaculada en Macao, habiéndose refu
giado, como hemos dicho, en Hong-Kong, cuanto
antes se quedarán definitivamente en Cantón,
donde el celosísimo Sr. Obispo quiere confiar
les la dirección de otro Orfanotrofio, y al mismo
tiempo emprenderán otra obra importantísima
favor de la diócesis de l^Iacao. Pedimos m uy
de veras las oraciones de nuestros Coopera
dores, para que, superando todas las dificultades,
puedan realizar los buenos deseos de los Exm os.
Prelados de Macao y Cantón, que, por otra parte,
son también los de nuestros Missioueros.
i
VIEDMA.
En memoria del P. Garrone.
Los funerales de D . E vasio Garrone, Director
del Hospital Salesiano de Viedma, se celebraron
la mañana del 8 de Enero. E n la capilla ar
diente pasó por delante de su cadáver casi toda
h población. L as honras fúnebres tu\'ieron lu
gar en el tem plo m onum ental, aun no con
cluido, y en ellas tomaron parte representa
ciones de todas las asociaciones de Viedma y
Patagones. E l templo estaba atestado.
Pronunció el elogio fúnebre el Director de
« Flores del Campo », recordando tiernos episo
dios de la rid a religiosa y apostólica del difunto.
E l acompañamiento era imponente; muchos
lloraban. E n el camposanto pronunciaron paté
ticas despedidas, en nombre de los métlicos, el
Dr. Ricardo Spurr, y en nombre de )a pobla
ción, el Dr. D. Em ilio Rege, Presidente del Cír
culo Obrero. A instancias del público, habló el
Exm o. Sr. Gobernador del Territorio del Río
Negro, D. Carlos R. Gallardo, el cual en una
inspirada alocución hizo la apoteosis de la
abnegación de los misioneros, entre los cuales
D. E vasio fué un ilustre ejemplo.
Tenemos sobre la mesa de nuestra redac
ción periódicos enteros, dedicados á llorar su
pérdida y cantar sus virtudes. Y no es esto
sólo; sus méritos son tan reales, las obras de
su caridad tan grandes, que en Viedm a se ha
iniciado una suscripción para levantarle un
monumento, á la cual se han adherido los
pueblos circunvecinos, que conservan muy vivo
el recuerdo de sus beneficios. Dado el crecer
de la suma y las simpatías que el proyecto
despierta, hasta en aquellos que no participan
de las creencias del misionero salesiano, pero
no pueden menos de admirar sus virtudes,
dentro de poco será una realidad el monu
mento que perpetúe el recuerdo y las lacciones del « Padre Doctor », como le llamaba
el pueblo; sintetizando admiral)lemcnte en esas
dos palabras su caridad verd.ideramente pa
ternal y su ciencia indiscutible, puesta al ser
vicio de aquella, y las dos al servicio del
prójimo.
P)
gg)
^
^
^
^
^
^
^
ig
TESORO ESPIRITUAL
L o s Cooperadores .Saiesianos que confesados
y comulgadas, visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y ruegu‘*n segi'in la intención
del Sum o Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias plenarias:
Para ei mes de Junio:
E l día 4 Fiesta de Pentecostés.
»
»
II
»
de la SSm a. Trinidad.
»
»
15
»
del Corpus Christi.
» > 24 Natividad de S. Juan Bautista.
*
»
30 Conmemoración de S. Pablo A p „
EL CULTO
de María Auxiliadora
N6i tenemot la penoaslóo de que, en lae Tldsltndes dolomas de los (lemiMs
que atraresamos, no ooi quedan m ii consueles que los del Cielo, y entre estos,
la poderosa protección de la Yircen bendita, que fué en todo tiempo el Anxlllo
de los Cristianos.
piq x .
La fiesta de María Auxiliadora
devotos de MaHa A u xiliadora ven con
indecible alegría acercarse e l 24 de Mayo, día
en que la Iglesia recuerda á todos sus hijos
cada ailo los grandes beneficios que son la razón
de ese Ululo tan expresivo con que los criastianos
honran d la Virgen Santísima. A s í como los
hijos cariñosos a l acercarse e l onomástico de la
madre, sienten que el cariño latente y racional
se transforma en amor sensible que se mani
fiesta en atenciones y agasajos particulares, del
mismo modo los Cooperadores Sa/esianos, agru
pados po r D , Bosco en la gran Asociación
de los devotos de María Auxiliadora, ofrecen
á su bondadosa M adre los obsequios que su
corazón les dicta. Y uno celebra su mes con
la fa m ilia para santificarla en e l hogar; el
otro asiste d su novena en la iglesia apren
diendo d vivir para la vida eterna; éste co
rrige un defecto con la virtud contraria, y ofrece
d la Reina del Cielo un ramillete de flores
m ísticas; aquel da uua limosna que llega á
las manos del pobre, como auxilio que la Virgen
enzia a l pobre que la había invocado en la misma
novena ; e l de más allá hace un.i confesión sin
cera,
se reconcilia con Jesús por medio de
M a ría ; en fin, todos acuden a l A u x ilio délos
Cristianos y , cual rttds cual menos, todos alcan
zan algo de su bondadoso auxilio. /Benditas
las fiestas de la Bendita entre todas las mu
je r e s ! L os que miran estas prácticas con cierto
desdén incrédulo, no saben lo que hay en el
fondo de las fiestas de la Virgen Santísima.
N o han obserzKido nunca, ó no han estudiado
bastante, cómo la devoción á la Pirgen tranS'
forma e l alma de la mujer y ésta d sn vez
modifica los sentimientos del hombre.
O
L o s que p o r razón de nuestro ministerio,
estamos en comunicación directa con las almas
y nos es dado ver los misterios de las concien
cias, hemos asistido más de una vez á esas
renovaciones de vida interior, de vida sobrena
tural, que e l mes de la Virgen produce en los
pueblos cristianos; y más de una vez nos hemos
arrodillado a l salir del confesionario, para dar
gracias á la Madre de la divina gracia, ante
las magnificencias de esta primavera espititual,
en que la Reina de los ciclos hace brotar más vir
tudes en las almas, que Mayo flores en los valles.
Continuad, pues, devotos de M aría A u xi
liadora, contimiad honrando á vuestra Reina
preparándoos a l gra n día de su fiesta ; dia
memorable en los anales de la cristiandad,
fiesta de la gratitud que brota de los corazones
a l recuerdo gloríoso de los portentos de nuestra
A uxiliadora. A h í está la Historia, canta ta
Iglesia regocijada, ahí esfd la Historia escrita
con sangre de fieles é infieles, la Historia ba
ñada con las lágrimas de los Pontífices; ahi
están esos centenares de tetnplos que se alzan
majestuosos á confirmarlo con su solemne gran
deza ; ahi están los despojos arrancados á los
enemigos de fesnerísio; a h i están esos millares
de exvotos que cubren las bóvedas y paredes
de los iem plos; lodos publican con elocuencia
incomparable la realidad histórica del Atixilio
de María. Y s i queréis un monumento más,
un monumento gigantesco, levantado por un
oscuro sacerdote de aldea, que,por haberse hecho
apóstol de M aría A u xiliadora, mereció que su
nombre se uniera por una serie de milagros
a ’ de la Madre de D ios y ésta quisiera fioruarse la Virgen de D on Bosco, monumento
portentoso aiva autenticidad no hay critico que
pueda negar, ahi tenéis la Obra Salesiana,
manifestación grandiosa del A u x ilio de M a ^
-
133
Acudamos todos, amados Cooperadores, d los
pies de María A u xiliadora p o r haber prestado
su auxilio a l pueblo cristiano; pero, sobre todo,
por habernos dado a l gra n bieiihechor de los
cristianos, e l Ven. Ju an B osco; po r haberle
ayudado á fu e r za de portentos á fu n d a r una
obra en la cual e l A u x ilio de María toma
tantas form as como las necesidades de los fieles ;
auxilio que se multiplica prodigiosamente en
el tiempo y en e l espacio, llevando á millones
y millones de cristianos esparcidos por el mun
do y preparándolo para las ge- '
netaciones que nos sucedan, el
Auxilio maternal de la Madre
de Dios.
—
jF
Gracias de M aría a u xilia d o ra .
C a n tílla n a (Esp.). — Hace vin mes he tenido á
mi sobrino, niño de cinco años, gravemente enfermo
hasta el extremo de estar agonizando tres días, ase
gurando los médicos que no habla salvación si novenia del Cielo. Rogué á la Sma. Virgen le dcvol-
las Capillas de María Aeiliadora.
M o re lia (Méjico). — Com o
prueba de la devoción que en
casi todas las ciudades mejicanas
tienen á María Auxiliadora, pre
sentamos á los amantes de María
SS. el interior del Santuario que
la ciudad de Morelia le ha eri
gido. E n él, como en otras m u - .
chas iglesia de la República, el
24 de cada mes se celebra una
función solemne. Numerosos son
los grupos de devotos que se
acercan á la Sagrada Mesá; y el
primero de todos es el de los
alumnos del colegio salesiano
anejo. E n medio del patio de
dicho colegio campea también
una hermosa estatua de María
Auxiliadora. ¡Que la la V irgen
SS. bendiga á esta República,
donde su devoción ha echado
tan hondas raíces!
MORELIA (Méjico) — Capilla de Marta Auxiliadora.
N u evo periódico.
Hemos recibido los dos primera números de un
amable colega que nos ha salido en Cindadela (Ba
leares) con el titulo de « Nuestro Auxilio », óigano
de la Asociación de María Auxiliadora en Menorca.
Nos alegramos lo indecible de que la devoción á
María Auxiliadora vaya encontrando estos pre
dicadores; que de papel y todo, uno de ellos pre
dica mejor y co»
que seis predicadores
de carne y hueso, cc«no decía Pío I X hablando de
los buenos periódicos. L o que sentimos de veras
es que sea uno no más. ¿Cuándo tendremos el
gusto de felicitamos por d nacimiento de otro herJnanito que nos a y ^ e á ganar corazones par
María Auxiliadora y simpatías para la beneficen
cia salesiana?
viera la salud y prometí á María Auxihadora pu
blicar el favor en el Boletín Salesiano. Con admi
ración de todos, el niño curó y está ahora com
pletamente bien.
H oy con el corazón lleno de reconocimiento hacia.
Ella, cumplo lo prometido; y exhorto á todos los
que se encuentren necesitados de auxilio, acudan
sin vacilar á la V’irgen, bajo el título de Auxilio de
los cristianos.
Octubre 1910.
M. E s p i n o s a .
A n te q u e ra (Málaga). — Habiendo sido atacada
de un fuerte dolor dátic», de tal manera fui per
diendo las fuerzas, que al cabo de poco tiempo me(i) E a cooibnnicU d con lo s decretos d e U rbano V I I I , declarawwi. Bita v e z
q o e i la g ra d a s pnblicadas en nneSlra R evist»
no le s A .w iw
v a lo r qoe el param ente h istó rico , sujetindooosen tod o á la s d ed slo n es d e n o e s ln San ta M adre Iglesia.
—
134
4
encoiitré reducida
una postración lastimosa, sin
que se pudiera explicar la persistencia y los efectos
del dolor, que iba minando mi constitución hasta
el i)iuito de verme gravemente amenazada. Pasa
ron varios meses en este estado, los medicamentos
resultaban inútiles y los continuos dolores me ha
cían sufrir lo indedÚe. Viendo que no encontraba
ningún alivio y que el mal seguía agravando, me
encomendé á María Auxiliadora oíredéndole ima
limosna y publicar su grada el Boletín. En esto,
se acercaba el dia de su fiesta y la enfermedad no
daba señales de ceder. E l día anterior dicha fiesta
me encontraba muy grave; pero, debido sin duda
la eficaz protección de María Auxiliadora, mejoré
al otro día tan pronto, que pasé la fiesta en sor
prendente mejoría. Después volvió la gravedad,
])ero no tardó en desaparecer, definitivamente. H oy
que me encuentro muy bien, cumplo mi promesa,
pidiendo María Auxiliadora me perdone el haber
demorado su ciunplimiento.
Setiembre 1910,
4
4
4
R em e d io s I/ dra..
P o n teve d ra. — Habiendo vi\ddo siempre toda
mi íamilia en santa paz y armonía, de momento, y
sin (¡uc yo pudiese sospechar la causa, no habiendo
I>or la misericordia de Dios ninguna que yo diese
lugar, me encuentro con que mi marido rompe
relaciones conmigo, cambiando su cariño de siempre
¡)or todo lo contrario; y, como loco,
pesar de lla
marle la atención personas queridísimas
nada
atendía y sólo se veían en él intentos, cuya ejecu
ción deshonraría toda la familia.
Angustiadísima, después de varios meses en esta
lucha, sufriendo no solamente por mi tranquilidad
perdida, sino por la honra de mis hijos, que veía
en peligro, y por la tranquilidad de mis hermanos y
demás miembros de la familia que sufrían como
yo; no viendo ya posibilidad de sostener este
estado de cosas, y considerando agotados todos
los medios, acudimos
María Auxiliadora pidién
dole destruyese esta obra dcl demonio; ofrecién
dole mía limosna y la publicación de este hedió si
volvia
nuestro hogar la p;iz perdida. ¡ Oh prodigiol Casi al momento se presentó mi marido, pitliéndonos le perdonásemos aianto nos había hedió
sufrir; y desde aqud momento sigue la tranqui
lidad y amionia en que habíamos vivido siempre.
iGradas. Madre mlal
4
4
4
4
—
de María Auxiliadora, y rezadas m uy pocas orado
nes, empezó mejorar de tal modo en el acto, que
los tres días, pudo salir de casa, y, pocos días des
pués. asistir
la procesión de María Auxiliadora,
como lo había asegurado el Revmo. P. Migud
Rúa.
Mayo 1909.
N .N .
4
Diciembre 1910.
M. A. V.
S e v i l la .— E l mes de Abril del año 1899.se ha
llaba eufeniia de gravedad la Srta. Mercedes Gil
Caro, joven de 20 años de edad.
En \Tsta de que los médicos no daban la menor
esperanza, fué llevada la enferma al colegio de la
Sma. Trinidad, para que la viera y bendijese el
Sr. D. Miguel Rúa; el cual, aimque muy conmo
vido ai verla en tan deplorable estado, ¿ ó le espe
ranza y aun le aseguró que asistiría
la procesión
■ de Miúia Auxiliadora ú mes de Mayo siguiente.
Y sin embargo, la enferma continuó empeorando
y desoliuciada
pmito de expirar.
Mas entretanto, su hermana lle\tile una im ^ en
4
4
4
S e v illa . — Encontrándose nuestra Madre gra
vemente enferma, sin esperanza de que recobrara
la salud, nos encomendamos
nuestra abogada
María Sma. Auxilio délos Cristianos, ofreciéndole,
si nos concedía este nuevo favor de que nuestra
madre se pusiera buena, publicarlo en el Boletín
Salesiano. Y como desde aquel momento empezó
mejorar y al poco tiempo se encontraba completa
mente buena, camplimos muy agradecidas nuestra
promesa.
Diciembre 1910.
4
4
E len a , y E n r iq u e t a P e r r e r a s .
V ig o (Pontevedra). — Habiendo venido mi hijo
de América muy enfermo, le hemos hecho ver por
médicos m uy competentes, y éstos nos manifesta
ron que su enfermedad era incurable; y daban por
seguro que poco podría vivir. Pero como lo que no
pueden los médicos de la tierra, lo puede el auxilio
de la Virgen Sma., con mi corazón afligido, pero
lleno de fe en su misericordia, rae postré ante su
altar empezándole una novena, y le hice promesa
de darle ima limosna de 25 pesetas para ayuda del
templo que aquí proyectan hacerle, y además una
misa en la que comulgaría el enfermo, y sus padres;
y sobre todo publicar la gracia que no dudé con
seguir. Asi fué en efecto: hace 9 meses que llegó
tan enfemiito, y hoy merced al favor de la Virgen
Sma. se halla bien, y apto para trabajar, quedando
los médicos maravillados de tal prodigio.
¡Gracias por todo, Madre mial
4
4
4
Enero 1911.
W. F eijó .
G ascueña (Cuenca).— Eucoutrándome enfermo
y desconfiado toda mi familia de mi curación, acudí
lu que es Auxilio de los cristianos, ofreciéndole
la pequeña limosna de 30 pesetas y publicar la
gracia en el Boletín Salesiano. si recobraba la salud.
H oy cimiplo gustoso lo ofrecido y doy pública
mente las gracias tan Augusta Señora, por encon
trarme completamente bien.
4
4
Febrero 1911.
T om ás M a r tín e z ,
Cooperador Salesiano.
P u n ta A r e n a s (Chile). — Habiendo enfer
mado de fuertes y continuos reumatismos, con
tra los cuales no hallaba remedio humano, me
acordé de lo que había oído decir acerca de
los milagros de María Auxiliadora.
Recurrí por lo tanto á ella con todo fen’or.
ofreciéndole publicar la gracia, si ella benigna
mente me escuchaba. A penas hecha la promesa,
empecé á mejorar de tal manera, que los po
cos dias me encontré enteramente sana. Es, pues,
mi deber publicar este favor para gloria de la
4
—
\lrgen Santísima á la cual
mi vida.
Enero 1911.
135
daré gracias toda
M a r ía G . M a c ía s
Punta A r e n a s (Chile). — D oy infinitas á
María Auxiliadora, por haberme sanado de una
pulmonía doble de la cual tres buenos faculta
tivos no me daban esperanza de sanar. Mi
esposo y toda mi familia lo mismo que los ami
gos, me lloraban casi como perdida. Recurrí á
María Auxiliadora, premetiendo hacer pública
la gracia si sanaba y mandar celebrar una misa
en acción de gracias. La bondadosa Auxiliadora
de los Christianos no ha sido sorda á mis sú
plicas; pronto con regocijo de cuantos me que
rían, me vi libre de mi enfermedad y hoy gozo
perfecta salud. Cumplo, pues, la primera pro
mesa mandando publicar la gracia recibida, ha
biendo ya cumplido la segunda de mandar á
celebrar una misa en el altar de María Auxilia
dora en esta ciudad. Sea todo para gloria de
María Auxiliadora.
Febrero de 1911.
L e o n id a G a l a n d e G o e m in n e .
Djq también, con toda la efusión de su alma, gracias i
María Auxiliadora y envían una limosna:
.^) — Algevusi (Valencia): Dolores Limo, por
an favor. — Abejuela (Teruel): Luis Mateo, por
otro favor y envia dos pesetas de limo.sna. — Arcas
(Cuenca): Juliana Martínez, por un favor recibido
f envia 5 pesetas.
B) — ¡iarcelona; Mercedes de Sagrerra, por un
úvor recibido, envia una limosna y manda celebrar
una misa. — I d .: C. K. tle Salvat, por haber obleniiio la salud de su padre y envia una limosna.
— Id.: Angel Tello, por haberle salvado un hijo
de peligro grave y envía una limosna. — I d .: Pedro
I. León, por haberle alcanzado una colocación y
haberle arreglado sus interese.s. — Baraca¡do{T^\\híio):
Una devota por liaberle arreglado satisfactoriamente
isuiilos de familia.
C) — Z.rt Cornña: E. M., por haberle devuelto
b salud y envía una limosna. — Cartaya (Huelva):
Remedios Guerra, por haber devuelto la salud á
‘ios niñas suyas enfermas, y envía una limosna.
— Al Coruña (España): E. Ú., por haberle concei ’do un favor muy grande. — Cuenca: Alejandro
Palomo, por un favor recibido y envia una limosna.
— Id.: Asunción Pomárez, p>or un favor alcanzado
Y envia una limosna. — Carabanch^l Alto (Madrid):
F. G., por haberle sacado bien de unos exámenes
para los cuales no estaba preparado. — La Coruña:
R. C. C. i>or muchos favores y especialmente el
último verdaderamente señalado, y envía una li
mosna. — Id .: C. M., por haberle sacado de un
grave compromiso y envia una limosna. — Id.:
E. González, p>or una gracia obtenida y envía una
pequeña limosna. — Cartaya (Huelva): Jesús Ro
dríguez, por haberle sacado bien de una operación
y manda 15 ptas. de limosna. — Id .: Josefa AImansa, por un favor recibido y manda una limosna.
E) - Ecija (Sevilla): Gonzalo Mejia, por varios
favores.
H) — Hiielza: Mercedes Rodríguez, por haber
librado á su hermano de ir á la guerra. — Hor(Cuenca): Francisca !>Iejia y dos devotas, por
hvojes recibidos y envían una limosna. — Jorbas
—
(Almería): D.» María S- de Sara, por haber obte
nido una colocación para un hermano suyo y envía
una limosna.
L) — Lérida: José Ingla, por un favor.
M) — Madrid: Nicolás Alonso Di.iz, por un
favor y envía 10 ptas. para una misa en acción de
gracias.
O) — Olot (Gerona): E. P. y E . C .. por el pronto
restablecimiento de una enferma y por el btien
arreglo de un asunto difícil; envia 10 pesetas de
limosna.
P) — Puentedeume (Coruña). — Dos devotas de
María Auxiliadora, por varios favores y sobre todo
por haber devuelto la salud á dos enfermas y envían
una limosna. — Porcuna (Jaén). — María Jiménez,
y manda dos pesetas de limosna para alcanzar un
favor.
R) — Revellinos{L9Auur&)\ Paciana Misto, por la
curación de su padre y envia una limosna.
S) — '.
A ’flí'ñi (Pontevedra): Celestino
Costas, por haber librado á su hijo de servicio ¡>recisamente cuando más cruda era la guerra de Melilla y envia una limosna. — Sabadcll (Barcelona):
Juan Alrinc, por haberle curado una liija que los
médicos y medicamentos no podían curar y envia
una limosna. — Sevilla: C. M. D., por haber al
canzado para una pobre viuda la colocación de un
hijo que no sabía cómo colocar. — I d .: Una coo
peradora, por haberla sacado de un apuro en que
peligraban sus intereses. — Id.: Carmen Losada,
por haber alcanzado la curación de su hijo y envia
una limosna. — Id.: Remedios Blanco, por haberla
curado de asma nerviosa y envia 19 reales de li
mosna. — I d .: la Sra. Condesa de Peñaflor, por
haberle devuelto la salud á su esposo. — Id .: blercedes B. de Benavenle, por muchos favores y en
especial por haber curado á su anciana abuela de
una grave enfermedad, y envía 2,50 para una misa.
— Id.: María Cailhau, por haber curado á su hijo
del sarampión y envia una limosna.
Santa Ana (Rep. del Salvador): D. Manuel López
Mejia Pbro., por muchísimas gracias recibiilas du
rante la construcción de la nueva iglesia parrocpiial
para cuya conclusión cuenta con la ayuda de Maria
Auxiliadora.
S. José del Fa/& (Esp.): D. José Ríos, por un
favor y envia 25 ptas. de limosna.
T) — Terriente (Teruel): Gregorio Gil, por Itaberle deshecho varias calumnias y repuesto en su
colocación, y envia 3 ptas. de limosna.
V — Viga (Pontevedra): Dolores Berea, por un
favor recibido. — Id .: J. M. A ., por un favor y
envía una limosna. — /á’..-Josefa Bermejo, por ha
berle devuelto la salud y envía 15 ptas. de limosna.
— rélíz Blanco (Almería): Matilde, Antonia y
María Merlos, por haber curado á su mamá y
mandan una limosna. — Villanueva de Tapia (Má
laga) : Varias Señoras Cooperadoras, por favores
obtenidos y envían 22 ptas. de limosna. — Valencia:
Dolores Hueso, por un favor y manda celebrar
una misa. — Id. • Asunción Urgellés, por una
gracia extraordinaria, manda celebrar otra misa y
envía además 5 ptas. de limosna. — Id .: C. C.,
manda celebrar otra misa. — Id. : Natividad
Benlloch, por haberla librada de un dolor de cos
tado, en el mismo momento en que se lo pedía.
5
POR EL MUNDO Sf1LE5 iaN0
Crónica de los Ex-Alumnos.
BARCELONA.— Tomamos de la « Gaceta de Cata
luña — « Una de las obras más provechosas para
la propr^anda católica y con ella para la regene
ración sociíil es, iiuhidablemente. la que asegxira la
perseverancia en el bien de la imütitud de niños y
jóvenes que se instruyen y educan en los estable
cimientos de enseñanza. A este fin responde la
institución de los Antiguos AUunnos Salesianos
establecido en todas las partes del mimdo, que
])rocxira mantener con los lazas de la asociación
el espíritu íidcpiirido al lado de los liijos del Vene
rable Bosco. Kn Barcelona donde tanto tiempo
hace que vienen trabajando éstas, no podía faltar
aqxiclla institución que tiene su domicüio social en
el Institxito Salesiano en las calles de Rocafort y
Floridablanca.
Amüiuvda esta casa por los revolucionarios de
Julio, ha ido reedificándose poco á poco, habiéudase inaugurado el domingo último el nuevo salón
de actos, Con este motivo y el de celebrarse los
dias del Director del Instituto y Consiliario de la
A.sociación, Rdo. D. José Manno. tuvo lugar el
domingo último en el propio salón xuia fraternal
comida á la que asistieron cerca de un centenar
de socios, presididos por el reverendísimo Sr. Ins
pector de las Casas Salesianas, D. José Mimfredini. Amique la coixsigna era de suprimir los
brindis, al final se rompió ésta. A instancias de los
comensales, para que hablara el nombrado Sr.
Inspector, quien, ilespués de estinuütu' á los exalmnnos á q\ie siguieran el camino emprendido,
les habló del templo del Sxvgrado Corazón del Tibidabo, como pxiuto de mira al que debían elevar los
corazones. K Rdo. D. José Miuino de cuyo celo
y sacrificios guardan imborrable recuerdo Me
norca y
alen d a. recomendó el cumplimiento
<lel reglmncnto como el metlio más s^uro para
luchar y vencer, banalmente el Sr. P;u^ja, invitado
ul acto, presentó las obras salesúuias como la
retUización de un phui proddencid y saludó á los
Antiguos Alixnmos como A \ma legitima esperanza
para el Catolicismo sociid.
palabras de los que
habhuxxn fueron coronadas é interrmupidas con
entusiastas aplausos, licuándose luego el vasto salón
con las fmuilias de los socios que presendaron y
apUuKlieron los diferentes números d d variado
programa que éstos desarrollaron.
lili este Instituto vuelve á darse á centenares
de hijos de obreros la enseñanza gratuita que
antes de los sucesos de J ulio redbian ya en ellas,
y hubo de suspenderse por d incendio que des
1
truyó la casa. ¡Oh los redentores del pueblo que
asumieron la responsabilidad de tales hechos!
Como portavoz de los nombrados ex-alumnos
de las Casas Salesianas. se publica desde d mes de
Knero el periódico mensual titulado E l Consecuente,
al que devolvemos con vivo afecto d cordial sa
ludo que dirige á la Prensa católica, deseándole
miidios años de vida y prosperidades al servido
de la más grande de las causas ■>.
MATARÓ. — U n distinguido am%o nuestro nos
escribe de Barcelona. — Conoda d C o l^ o de
Mataró; sabia que estaba muy bien situado; había
visto muchas veces desde allí el mar azul, espejo
mí^nífico d d Cido; había divisado aquella inmensa
sábana de agua teñida de diferentes matices por
los rayós del sol; había contemplado vapores que
á mayor ó menor distanda surcaban las aguas dis
tinguiendo perfectamente la efímera estela de mu
chos de ellos; y cuando llegaba la caida de la tarde,
llora en que el sol recoge su haz de rayos ocultán
dose entre edajes de púrpura y oro. había xnsto
multitud de barquidmdas, que, con sus blanca
velas desplegadas, formaban un cuadro indescripti
ble.
M;is de una vez había contemplado todo esto
desde las terrazas d d Colegio; pero invitado á la
fiesta que á San Luis Gonzaga y á los antiguos
alumnos habían preparado, tuve ocasión de ver
también las reformas que en las dases, donnitorios,
museos y demás dependencias han introduddo,
montado todo confonne á los addantos modernos,
llenando la.s exigencias de los más descontentadizes.
Im itados los antiguos alunmos, todos respon
dieron á la invitadón presentiíndose los nii'is y
mandando su adhesión los restantes, redbiéiidose
en el Colegio cartas y telegramas de Bélgica, Ma
nila. América y otros diversos puntos de lispaña.
¡Qué cuadro tan hermoso ofredan aqudlos jóve
nes, estudiantes de Universidad unos, y ya en po
sesión de títulos académicos otros, acercándose á
recibir d Pan de los Angdes!
¡Qué alegría se reflejaba en d semblante de los
Superiores al tener congregados á los que, más que
como disdpulos, habían considerado siempre como
amigos y compañeros, pues para d maestro sdesiano d disdpulo, viene á ser como algo que in
tegra su mismo ser, vida de su vida, .y ahna de ^
alma! Reunidos los ex-alumnos bajo la presidencia
del Sr. Inspector, P. Manfredini y d d Sr. Director
P. Calasanz, acordaron los medios que det^
emplear para que nmica se extinga la rdadón in
tima que debe existir y deben mantener con sns
antiguos maestros.
De^ués del fraternal banquete, pasamos al salón
de actos donde los col^iales nos solazaron muy
coinplidameute, representando con mucho acierto
las obras teatrales que tenían preparadas.
Finalizado este acto, les dirigió la palabra el
P. Calasanz, recomendándoles que no se dejasen
sugestionar por las máximas del mimdo y que se
precaverán de los falsos amigos, de los cuales de
bían huir como se huye de una serpiente venenosa.
Acto seguido, se despidieron quedando en unos y
otros gratísimo recuerdo de tan simpática fiesta, y
dispuestos á repetirla el año próximo.
D. Enrique Sánchiz, desarrollando el tema < San
José, padre del obrero *.
E n el salón-teatro tuvo li^ar á mediodía el bauqixete íntimo con que festejaban la Unión de An
tiguos Alumnos la bendición de su bandera. A los
postres se leyeron varias poesías; la banda de l;is
Escuelas interpretó alegres composiciones, y el
padre Vinas, director del Colegio, dirigió bre\-es
y sentidas palabras á los presentes, estimulándoles
á seguir como hasta ahora por la senda tle la virtud
y del trabajo.
A las cuatro de la tarde llegó el Exmo. Sr. Arzo»
i
VIGO (España) — Los marinos alemanes después de la misa dominical.
VALENXIA.— « La Voz de Valencia » nos trae esta
grata noticia cuyo telegrama insertamos en nuestro
número anterior. — « E n las Escuelas Salesianas de
San Antonio Abad se celebró ayer una herraosisima fiesta para solemnizar la de San José y la ben<iidón de la bandera de la Unión de Antiguos
Alumnos de dichas escudas.
Por la mañana, á las siete y media, se celebró la
Misa de Comunión general.
Recibieron por vez primera el Sacramento de la
Eucaristía 140 alumnos.
Más de 200 antiguos alumnos y más de 700 fieles
se acercaron también á la S ^ a d a Mesa.
A las diez se celebró la Misa solemne. E a Eesoode las Escudas Salesianas cantó la partitura
P. Guzmán. Predicó d elocuente cvador se ra d o
Rector de la parroquia de Santo Tomás, Apóstcd,
bispo, acompañado por su Mayordomo Sr. Aguüar,
siendo recibido con gran entusiasmo y á los acordes
de la ^larcha de Infantes.
Acto seguido, se trasladó d Prelado á la Iglesia,
cuyo altar mayor estaba espléndidamente ilumi
nado para bendecir la bandera.
Fueron padrinos D. Enrique Vall!x)na y su se
ñora esposa D. Consudo Villalba.
L a bandera es muy hermosa, de raso, de los co
lores de S. José, amarillo y morado, viéndose en
uno de sus lados d retrato de D. Bosóo, con el lema
de la Congr^adón Sal^íana, y por el otro lado
la leyenda « Unión de Antiguos Alumnos ♦ .
A continuación, se cdebró la fiesta músico-líterario-deportiva, que no pudo terminarae por el
intempestivo ^uacero que cayó.
La fiesta se cdebraba en d gran patio d d Col^io.
-
138
E n el Estraílo oílcxado en el fondo del patio to
maron asiento nuestro amantísimo Prelado, que
I)residía, y á su derecha é izquierda, los señores
padrinos de la bandera, el Dr. Ziuualacárregui.
el Sr. Pérez Lucía y otras distinguidas peraonas.
Después de cantado un bonito himno por 500
niños y de leída por un joven alumno una poesía,
se verificó el desfile del grupo gimnasta, formado
por 80 machadlos de 10 á 12 años.
Este grupo gimnástico fué para todos una agra
dabilísima sorpresa. Los 80 machadlos que lo for
man, vestidos de blanco y con fajas rojas ó azules,
ejecutan evoluciones y diferentes ejerdcios gimnás
ticos con admirable precisión.
El sabio catedrático de la Universidad, Sr. Zumalacárrcgui, ensalzó la Obra Salesiana en un bri
llante discurso cuyos inspirados párrafos le valie
ron prolongadcw aplausos.
líl Sr. Arzobispo quedó agradabilisinianiente im
presionado. Todos los números, en especial los
gimnásticos fueron aplaudidisimos; y, al tenninar,
el Dr. Guisasola pronundó elocuentes palabras,
disponiendo se costeara de su bolsillo particular
una merienda piua todos los niños que concurren
á las Escudas Sales lanas.
Como d tiempo no permitió la edebradón com
pleta d d festejo, sabemos que éste se repetirá á
instiuidas d d bondadoso Prelado, á primeros d d
próximo mes, probablemente.
l*'didtamos á la Congregación Salesiana y al
Director de las Escuelas Revdo. Viñas por los ex
celentes y magníficos frutos que su constanda y
celo proclucen entre aqudlos obreros.
I>a Unión de Antiguos Alumnos, que es una her
mosa obra de acdón católico-sodal, cuenta ya
actualmente con 150 inscritos.
Forman la jmita de la Unión los señores Bellver,
presidente; Aznar, tesorero; Viguer, secretario:
Cantó, contador, y Aguilar, Sorribes, l-'diu y Casanova, vocales.
De los actos antes reseñados tomaron varias fo
tografías los Sres. Cabedo y Derrey ». (i)
"i
Crónica de los Oratorios Festivo^
SANTANDER.— Copiamos de las « Pá^itMs Domi— Con caracteres de oro debiera seña
larse en la Crónica de este Colegio, el dia 25 de
Mmzo, en d cual se inauguró d batallón infantil
dimVi'um.
A las seis y media de la mañana, el toque de
diana y disparo de voladores convocaron á los
pequeños redutas, que a i masa acudieron á la
misa, aunque varios de dios \-i\ian muy distantes
d d Colegio, redbicudo todos la Sagrada Comunión.
En i mi espectáculo altam aite consolador d ver á
los nuevos soldaditos con su airoso uniforme, deíi) Sentimos muciio no poder reproducirlas á pesar de
haÍMrlas visto en dicho diario (N. de la R.).
-
votos y risueños acudir á la Mesa Eucaristica, y
redbir á Jesús, su mejor amigo; ellos, que en ese
día inolvidable habían de jurar y besar la Bandera,
símbolo de Religión y de Patriotismo.
A la I y
- ^ ^ salón de actos d d Col^o,
primorosamente adornado, d Sr. Provisor de la
Diócesis, doctor D. Alejandro F . Cueto, bendijo la
preciosa bandera, que fué saludada por la vibrantes
notas de la banda de tambores y cometas, y por
d húnno de batallón que cantaron los niños rebo
santes de entusiasmo.
A continuadón el Sr. Director d d Colegio, P. Er
nesto Miglietti, celebró la S. Misa, escoltando el
altar los gastadores. ¡Qué momento más emocio
nante el de la Elevadóu! E l simpático escuadrón
rindiendo amias, la devota muchedumbre rezando
en acto de adoradón, las marciales notas de la
Marcha Real t> que los pequeños músicos arran
caban á sus instrumentos, oüredan un espectáculo
capaz de derretir im corazón de hido!
Terminada la Misa, d Sr. Capellán d d Regi
miento prommdó una docuente y patriótica arenga,
encaminada á grabar en los tiernos corazones de
aqudlos soldaditos, d amor á la bandera, á la patria
y al ejérdto, base y sostén de la sodedad y salva
guardia de todos.
A l mando de sus jefes, salió d batallón al patio,
donde, después de besarla y desfilar ante la bandaa,
hicieron los pequeños soldados varias evoludones
y manejo de anuas con gran precisión y marciali
dad, desfilando luego ante el numeroso concurso,
camino d d cuartel entre nutridos y calurosos aplausos.
Por la tarde, á las duco, dió comienzo la lindí
sima vdada, dispuesta para soleimiizar d acto del
dia y agasajar á los nuevos redutas.
Prindpió la banda infantil. que ejecutó va
rias marchas militares, con tanto aderto y segu
ridad, que fueron calurosísimamente aplaudidos
por la selecta concurrencia. — E l Salesiano Don
Ricardo Beovide pronundó, á continuadón, un
docuente disciu ^ sobre la significadóu de la ban
dera. Puso de rdieve la religiosidad y patriotismo
d d acto en vibrantes párrafos, demonstrando, que
« de ninguna otra nadón se puede dedr con tanU
verdad y justicia como de la nuestra, que su gloria
y su grandeza, estuvieron siempre vinculadas con
su fé indefectible y su incontrastable religiosidad».
Terminó exhortando á los niños á que fueran
siempre fides á la religión, á la patria, y á la ex
celsa Patrona d d Batallón, animándolos á acudir
á Ella, cuando los enemigos d d Ejérdto, de la
Patria y de la Iglesia los exdtaran á desertar de las
filas, en que con tanto entusiasmo habían en
trado.
Los alumnos d d Colegio ejecutaron con gran
primor d programa; pero el entusiasmo llegó al
colmo en la apoteosis final de la bandera. — Al
aparecer destaeándo&e sobre un d d o azul la predosa d d batallón, sostenida por un a n ^ . enW
blancas nubes y á su pié la oficialidad rindiendo
anuas, y la banda tniliiar espardendo a l ^ ^
notas, y más abajo todos los soldados tributando
homenaje al bendito emblema de la patria,
entusiasmo indescriptible se apoderó de todos, ma*
34
o
—
lime cuando el pequeño escuadrón á coro entonó
marcialmente el siguiente hinmo;
¡Oh bandera inmaculada!
Cabe ti nos cobijamos,
Defenderte hoy juramos
Agrupados á tu pié.
¡Qué diferencia entre esta educación cristiana y
patriótica, y esa otra de los centros laicos donde
se insulta la bandera, emblema de la patria,
ambolo de nuestras grandezas y de nuestra sobe
ranía!
El uniforme es rma preciosidad: gersey con
rayas blancas y azules, pantalón azuJ obscuro,
medias n^ras y gorra de marinero: los oficiales
llevan galones y frbos de distinción, y los camilleros
la cruz roja. — Todos están convenientemente
equipados: los soldados con su fusil, los cometas
139
—
porque se debe á sus últimas disposidones: casi
diriamos como último recuerdo de su apostólico
celo, que deja á los Cooperadores de la República
Argentina.
Se funda este Oratorio Festivo con dascs para
pobres, (como plantel preparatorio para la nueva
Escuela de Artes y Ofidos) con un personal totalmente argentino, formado y educado en el País.
Todos estos motivos deben despertar vivo in
terés. no sólo en los Cooperadores salteños para
declararse protectores de la nueva Obra, sino
también para que todos los Cooperadores de cual
quier pimto de la Argentina favorezcan y coojjeren á la nueva fimdadón, seguros de que con
sus limosnas levantarán en la República un Monmnento perenne y el más conveniente á la me
moria de Don Rúa, y prestarán á las Provincias
del Norte los benefidos eminentemente sociales de
la Obra de Don Bosco.
STA. FÉ (Rep. A ig.).
— Un hacendado ita
liano de la colonia de
Sta. Fé ha dado im
ejemplo de generosidiad que es de desear
lo repitan todos nues
tros cooperadores que
estén en situadón de
hacerlo. E l buen sen
tido cristiano de este
señor le hizo compren
der que el -sacerdote
es el verdadero obrero
de la dvilización; y
enterado de los fines
de la Obra de María
Auxiliadora para los
SA N T A N D E R — El batallón infantil « Auxiliutn *.
vocaciones eclesiásti
cas, ftmdada por el
con su espadín y los de la Cruz Roja con sus cami
Vble. Don Bosco, quiso hacerse cargo de mi alimmo
llas y botiquín correspondiente.
del C o l^ o Ntra. Sra. de la Guardia de Bcmal,
Nuestra felicitación expresiva al celoso P. Er
durante el curso de dies años hasta que llegue á
nesto, y al batallón infantil Auxiliunt.*
ser Sacerdote, pagando 20 ^ al mes por su edu
cación eclesiástica y religiosa. Escogió el alumno
y considerándolo como su protegido, quiso llevar
consigo su retrato, exigiendo del Rector del Colegio
que mensualraente le dé cuenta de sus progresos
en el estudio, buena conducta y vocación. T al
vez este sacerdote será el día de mañana un
misionero, im bienhechor efectivo de los hijos
del pueblo, un hombre que podrá salvar muchas
flimag y redimir del vudo y de la miseria á mu
chos de nuestros semejantes. No hay palabras
A M E R IC A .
suficientes para ponderar la eficacia de estas li
SALTA. — Oratorio y O j l ^ o «Don R úa*. — A
mosnas.
pesar del propósito firme formulado en el último
AGUA DE DIOS (Colombia). — Del periódico lo
Capítulo General de la Pía Sociedad Salesiana.
cal « La Beneficencia ■■ tomamos estas noticias.
•le no abrir nuevos Colegios ni en el viejo ni en el
Los Salesianos encargados de la dirección espi
®nevo continente, una nueva C asa, ó nueva
ritual del lazareto no se cansan de trabajar por el
Obra de Don Bosco, v a á establecerse en nuestra
bien moral y material de los enfermos. Desde hace
República, y es el Oratorio Festivo con clases para
pocos meses establecieron mía Conferencia de S.
bídos pobres en la antigua dudad de Salta. Esta
Vicente de Paúl y una Sociedad de Socorros mu
Daeva obra de Beneficencia nace bajo el nombre
dd inolvidable Sucesor de Don Bosco, Don Rúa,
tuos para mujeres; ambas asociaciones proporcío
N O T IC IA S VAF^IA5
— uo —
ñau grandes ventajas á las familias más necesi
tadas del lazareto.
A l fin del año escolar en el asilo Miguel Unia que
tiene 67 alumnos internos, se verificaron los exá
menes con toda regularidad. Lo que más llamó la
atención de la Comisión examinadora fueron los
trabajos expuestos por los carpinteros y tejedores.
El 9 de diciembre S. E. Mons. Rogones!. Dele
gado Apostólico, y el líxino. Sr. Presidente de la
República visitaron el lazareto. Mons. Ragonesi
l>endijo un nuevo altar dedicado á S. Antonio en
la iglesia pública y el Sr. Presidente fué padrino,
líl altar es bellisimo; el mismo capellán D. Rafael
Crippa dirigió su construcción. También visitaron
los dos ihnstres huéspedes el Asilo Migiiel Unia.
Las cuarenta Horas resultaron ima tierna demastración de amor á Jesús sacramentado. Ter
minaron con una procesión conmovedora del Santí
simo por las salas y patios del has]>itiU. Los enfermos
se arrodillaban como podían al paso del Salvador,
ciuc visitaba sus lechos para dejar en ellos la paz y
la lesignación que endulzan las penas de la vida.
EUROPA.
XURÍN. — L a nueva parroquia de María A uxi
liadora. - ICl barrio de Valdocco, uno de los niás
industriales y poblados de Turín, ha legrado ver
transformados en realitlad sus vehementes deseos
de tener una píu-roquia. E l nueve de Abril, domingo
lie Ramos, el Santuario de María Auxiliadora comeiízó á desempeñar oficialmente las fmiciones
parroquiales, con gran satisfacción de la multi
tud de fieles que allí aaiden desde hace años á
cumplir con sus deberes religiosos, atraídos por la
devoción de la milagrosa Virgen de D. Sosco. Para
preparar el pueblo á la inauguración y al cumjdimiento del precepto pascual, se han venido cele
brando desde el 30 de Marzo cultos especiales y
santa misión en la cual se hati preilicado instmetivas conferencias, algunas ilialogadas, que han
hecho más amena y eficaz la doctrina de la Iglesia.
Con esto se desarrollará nu\s la vida cristiana en
dicho barrio, aumentani la devoción á María A u
xiliadora y con ella aumentarán los favores de
esta líondiulosa Mailre.
MILÁN (Italia). — El 19 de febrero dió una con
ferencia en el Instituto de los ciegos el abogado
D. José Seiralunga sobre « La influencia civil,
moral y religiosa de D. Bosco en la América del
Sur ♦ . E l orador que viene de América y volverá
allá como profesor de Economía Política en la Uni
versidad de Buenos Aires, hizo una acabada re
seña lio la Obra salcsiaua en la América del Sur,
insistiendo en los inmensos beneficios que de ella
reciben los italianos residentes en aqtiellos p.'Uses.
VERONA (Italia). — E l Emnio. Cardenal Bacilieri visitó el 9 de febrero el Instiluíj D. Bosco y
en especiiU la esposición de trabajos. L a banda le
hizo los honores de rúbrica y el Emmo. Purpurado
recorrió los talleres, clases, capilla y estudio
4 queilando — dice
»o«a Fedele — satisfeclio de
todo. ’Di\*o palabras de sincero parabién para los
superiores, sobre todo para el incansable Direc
tor, D. Luis Cipranili, y de aliento para todos ♦ .
r<
NECROLOGIA.
Doña Rosa de Ferrer y de Mantesa
Vda. de Caries.
El domingo, día 29 de Enero, falleció en (jerona á la avanzada edad de 83 años la virtuosa
y respetable señora Doña Rosa de. Ferrer y de
Manresa, Vda. de Caries, modelo de Coopera
doras Salesianas.
Por la tarde del día 16 había recibido con
gran fervor el Santo Viatico que le fué admi
nistrado á petición suya.
E l sepelio revistió todos los caracteres de
una solemnidad. Iba precedido el cadáver por
el clero de las Parroquias .d e la Capital con
cruz alzada; seguía luego el féretro que era
llevado en andas por los colonos de sus ha
ciendas y rodeado por los demás con blando
nes encendidos, junto con varios monaguillos
que llevaban hachas con los blasones y em
blemas de la familia. Además asistieron los
niños asilados en el Hospicio Provincial y en
la Granja Salesiana y los viejecitos de las Hermanitas de los Pobres, que quisieron poner de
manifiesto su gratitud hacia su constante y
bondadosa protectora.
Los Sres. de Caries hospedaron en su mag
nífico palacio de Gerona á D. Bosco y á D. Rúa
en 1886; únicos cooperadores de España que
han tenido semejante dicha.
Descanse en paz la ilustre Señora; y que sus
dos ilustres huéspedes que la precedieron en
el camino del Cielo, le abran con su intercesión
las puertas del mismo.
Francisco Bosco.
Sobrino de nuestro Venerable Fuudadory edu
cado por
, fué modelo de padres de familia y
de cooperadores salesiauog. H acía 16 anos que,
dejando su pueblo natal estaba domiciliado en
Turín, sir\nendo á D. R úa en asuntos m uy deli
cados. L a muerte de nuestro Superior general que
hizo derramar tantas lágrimas, aceleró también
la de este abnegado Cooperador, que pronto fue
á reunirse con su amigo y con su tío al Cielo.
61
Juan B. Albera.
Murió como mueren los santos, á la edad de
84 años en los brazos de su hermano, nuestro
amadísimo Superior, que el día antes se había
trasladado á N one donde \'i\*ía el enfermo. Jun
tam ente con nuestro sentido p ésam e, le sera de
muclio consuelo á nuestro Superior, una ple
garia por el alma de su difunto hermano.
Con aprobación de la Autoridad Elclesiástica:
Gerente: JO S E G A M B IN O .
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa
Corso Regina Margherita, N. 1 7 6 - TURIN.