BS_1910_11.pdf

Medios

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N. 12

D iciem bre de 1910

AÑO X X V

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Boletín $ale$iano
I^cvisfa de las O b ra s de D o n B osco
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Turin — Via Goffolenqo N. 32.

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e l m u n d o s a l b s i a n o : En el Santuario de
María Auxiliadora - Lo de Portugal — Crónica
de los Ex-Alumnos: La Paz, Novara, M arogsia,
Cavagliá ]— Crónica de los Oratorios festivos: Satita
A na, Mercedes, Malta-Slienia, Sania Tecla —
— Noticias varias: San Nicolás de los Arroyos,

SUMARIO.
Navidad
................................................................. jo$
La III Exposición de las Escuelas Profesionales . 307
Cutas de Familia: Desde el Africa del Sur . . 314
Asociación de e x - a lu m n o s ..........................................316
Db KUSSTKAS m i s i o n e s : Matto Grosso (Brasil^:
La Tribu de los Bororos - Parte V : La Cacena 317
Tesoro espiritual
....................................................... 321
El CULTO DE .Ma r í a A u x i l i a d o r a : Peregrinación
espiritual para el 24 de d i c i e m b r e .......................322
Gradas de María A uxiliad ora.....................................322

Por

de veinte siglos, el na­
cimiento del Hijo de la Vir­
gen viene á regocijar el co­
razón de la humanidad, como regocijó
en aquella noche memorable el corazón
de los sencillos pastores; porque Jesús,
el buen Jesús, es la fuente inagotable
de todo consuelo y la alegría del mundo.
Se ha olvidado el nacimiento de aque­
llos grandes emperadores que con sacrilego orgullo exigían de los mortales
que los llamasen dioses; y en cambio,
el nacimiento del Dios que se llamaba
por humildad el Hijo del hombre, el
nacimiento del Rey que nace en un
establo, encuentra todos los años la
apoteosis veinte veces secular que le
rinden los hombres redimidos, j Sobetana eñcacia de la divina humildad!

Hoy como ayer, ho}^ como veinte siglos
ha, dentro de veinte siglos como hoy,
el mundo cristiano exclama lleno de
gozo: ¡Nos ha nacido un Parvulito!
Gozo íntimo que penetra en las en­
trañas mismas de la humanidad, gozo
inmenso que invade las casas y los
templos, la ciudad y la aldea, la choza
del pobre y el palacio del potentado,
para llevar á todas las fibras del or­
ganismo social una vibración placen­
tera. Nos hemos acostumbrado de tal
manera á este aguinaldo, tan poco agra­
decido por la mayoría de los hombres,
que nos manda todas las Navidades el
Niño de Belén, que ni siquiera nos damos
cuenta de esa atmósfera de alegría que
todo lo envuelve la noche de N avidad;
la respiramos inconscientemente y que-

ESPUÉs

Guatemala, Bogotá, Buenos A ires, Madrid,
R e c i f e .......................................................................325

Memorias biográñeas de Mons. Luis Lasagna . . 330
Necrología y Cooperadores Salesianos difuntos . . 331
Indice general del año 1910......................................331

— 307 —

gar, en el cual piensas ser pontífice
pagano ?
¡Niño infeliz! que no sabes aún que
lo eres por desconocer al Niño que
esta noche te manda aguinaldos; que
no le conoces porque en la escuela
laica está prohibida la entrada al Niño
Jesús, ¿por qué esta noche tu madre
multiplica sus besos y tu padre sus
mimos? ¡A h ! queréis ignorarlo; des­
conocéis voluntariamente, villanamente,
sacrilegamente la fuente de esa dicha
que disfrutáis sin dirigir un afecto de
gratitud al generosísimo Jesús que os
la envía por Nochebuena.....

No seamos nosotros, amados Coope­
radores; no seamos nosotros ingratos;
gozad de esas « felicidades » en la me­
dida que plega al Señor concedéroslas
(y nosotros deseamos que sea tan grande
como vuestro corazón); pero recordad
también que se las debemos al Niño
Jesús y que ese Niño de Belén tirita
estas noches mal cubierto de harapos
en las calles de nuestras ciudades; gime
bajo la pajiza cabaña del salvaje; llora de
hambre en la fétida buhardilla ciel huér­
fano ; se asfixia en el ambiente mefítico de
la escuela laica; acordaos del Niño Jesús,
es decir, acordaos de los niños pobres...

La III Exposición Ueneral óe las Escuelas Profesionales
y Colonias Agrícolas Salesianas
espués de haber sido visitada cada vez
' í i con mayor frecuencia y admiración,
el domingo 9 de octubre vióse conver­
tida en lugar de reunión para centenares de
^tiguos alumnos: y el domingo siguiente 16, se
títTÓ con una memorable solemnidad. No du­
dábamos que, á par de las anteriores, también
«ta 3» Exposición de nuestras Escuelas ProÍídonales y Colonias Agrícolas había de tener un
wito feliz; nos lo aseguraba la bondad intrín­
secade la empresa, la buena voluntad de nuestros
abamos y la experimentada cooperación de
nuestros eximios Bienhechores; pero hoy po­
demos decir que el éxito ha superado las espet^as. Demos, pues, públicas gracias á Dios
á todos los que nos ayudaron. Por nuestra
mientras nos apresuramos á comunicar
I^los beneméritos Cooperadores la crónica de la
chusma, prometemos dar, además, noticia del
j'veredicto dictado por los Jurados que exami­
naron los trabajos; para que se consiga en lo
el fin que coa estas exposiciones profesioI'‘“ cs nos proponemos.

Reunión de Hntiguos fílumnos.
se le ocurrió á la Directiva del
jtatnte j Juan Bosco *; en pocos días recogió
| ^ ° ^ e r o de adhesiones superior á cuanto se
IW b esperar; y la reunión fué anunciada con

un entusiasta llamamiento. « Dos acontecimien­
tos, se decía en él. han llamado en poco tiempo
la atención de los amigos y admiradores de las
Obras de D. Bosco: el nombramiento del Sucesor
del venerando D. Rúa en la dirección de la .So­
ciedad Salesiana, y la exposición de las Escuelas
de Artes y Oficios. De los dos habló la prensa y
en ella hombres de todos los partidos; y unos y
otros manifestaron su admiración con calurosos
encomios. Nosotros, alumnos de D. Bosco y Don
Rúa, nosotros que hemos ri\-ido la vida sale­
siana nuestros mejores años, y aún hoy vemos
en la casa salesiana el nido donde paternal y
sabiamente se nos preparó para la vida; nosotros,
que dividimos aún con nuestros educadores de
otros tiempos dolores y alegrías, nos hemos con­
movido también ante esa universal conformidad
de simpatías. Hemos comprendido que en Don
Albera adquirimos un nuevo padre que nos
amará en nombre de D. Bosco; que como Don
Bosco y D. Rúa tendrá siempre para todos una
palabra de consuelo en los días tristes y para
nosotros un consejoy un auxilio. E n la exposición
hemos visto los trabajos de nuestros hermanos
pequeños y su progreso, y nos hemos acordadó
de nuestras antiguas ansias y de nuestros pri­
meros sudores. E sta circunstancia es pues solenme para nosotros y debemos celebrarla so­
lemnemente *.
E l 9 de octubre por la mañana se reunieron

— 3o8 —
más de 300 en el amplio patio de María Auxiliado­
ra, á los cuales rodearon los niños del Oratorio;
luego subieron á saludar á D. Albera, presen­
tándole la Junta Directiva del Círculo, á cuyo
frente iba el concejal Gribaudi, un artístico per­
gamino con esta dedicatoria: « A D. Pablo A l­
bera, Rector Mayor de la Sociedad Salesiana,
que con la luz de la inteligencia y bondad del
corazón abraza en el amor de Dios á todos los
hijos de D. Bosco y de D. Rúa, por iniciativa
del Círculo « Juan Bosco » los ex-alumnos de
Turín, regocijados con sus triunfos, desean la
gloria de sus inmortales predecesores. — Turín.
<) de Octubre 1910 ».
Í')esi)ués se les sirvió un vermouth de honor y
al mediodía se reunieron en el teatro para el
banqiiete. A los postres el secretario del Círculo
Sr. Montalbetti, comunicó las adhesiones del
Arzobispo de Ravena, del Obispo de Asti, del
Honorable (i) M icheliy Dongiuotti, y de los anti­
guos alumnos de Novara, Bolonia, Milán, etc.
Hablaron luego siendo aplaudidísimos D. Juan
l'rancesia, el prof. Gribaudi, el teol. Milano, el
abogado Mayorino Capello, el abogado Battú,
el prof. l'abre, el Sr. Costa, el prof. Puy y otros.
A la tarde en el mismo teatro, abarrotado de
Salesianos y maestros que acudieron de todas
partes, habló el redactor de E l Momento, Sr.
Zanzi, d é la educación estética del obrero (2) y
finalmente el cuadro dramático del Círculo re­
presentó en honor del nuevo Superior de los Sa­
lesianos el hermoso drama de Kllero: « Milagro
de am or».
G r a t a c o in c id e n c ia ,

l i l mismo domingo á las 10 bajó á Valdocco el
Hon. Comendador Carlos Montú y fue recibido
por el Prefecto General de nuestra Pia Sociedad
Don l'elipe Rinaldi. el Ecónomo General D. José
Bertello. D. J . Minguzzi. el prof. Gribaudi y otros
miembros de la Comisión. Entre los aplausos de
los niños subió al balaSn de primer piso que dá
al patio de D. Bosco y pronmidó un discurso
caldeado de fogoso entusiasmo. Felicitó á los
Salesianos por su iniciativa y dijo que, como Di­
putado y \’icepresidente de la Comisión consti­
tuida para reorganizar las Escuelas Profesionales.
\-euia á la Exposición á aprender; dirigiéndose
luego á los jó\*enes afirmó que el hombre en la
conquista del bien jamás debe perder de ^*ista ú
gran ideal. Dios; que esto significaba la feliz
concurrencia de antiguos alumnos, reunidos para
volver á vi\*ir uno de los días de su edad primera
(í) Este titulo de konorabU se da en Italia á los diputad«w & Cortes.
^
(ai El exceso de original no nos permite publicar el
di^urso; i«ro esperamos publicarlo íntegro en Otro núenero.

entre las benditas paredes, donde habían recibido
con tanto amor los primeros rudimentos de ia
vida, y al mismo tiempo para manifestar su
reconocimiento á D. Bosco y á D. Rúa; los
cuales, con la mira de perfeccionar al obrero, no
entendieron solamente perfeccionar el hombre
máquina, sino educar mediante nobilísimos prin­
cipios, el hombre en su conjunto religioso y
Por lo cual los Salesianos tienen la gloria de
haber dadp á Italia óptimos ciudadanos que
hacen brillar en el extranjero el nombre de la
patria italiana. Interrumpido por frecuentes
aplausos, terminó su discurso entre una ovadón
atronadora y numerosas felicitaciones: después
subió á saludar á D. Albera, vió la exposidón, y
tanto le interesó que prometió volver á estu­
diarla detenidamente.

La clausura.
Tuvo lugar en el teatro y resultó una apoteosis
de la educación profesional. A l entrar las Comi­
siones, Jurados y distinguidas personalidades
que los acompañaban, el
Dogliani empuña la
batuta, suena la marcha real y el público se pone
en pie de un golpe; estallan los aplausos del uno
al otro rincón de la sala y suben al escenario los
oradores y la presidencia. Allí hay abogados,
médicos, militares, políticos, aristócratas, pu­
blicistas, etc.; los Superiores del Capítulo y
muchos inspectores salesianos venidos de todas
las partes de mundo. Todos rodean la arrogante
figura del hon. Cornaggia en qirien se fijan milla­
res de ojos, porque debe hablar y se le espera con
ansia. Pero antes que ninguno se adelanta el
barón Manno, senador, que lee los telegramas de
S. S. Pío X y S. M. la Reina Margarita [qM n
tile^ra sobre manera del espléndido éxito de la
sición, cofno nuevo y bien merecido premio de b
iiüeligeídeaciixñdad de los Salesianos) juntamente
con las adhesiones del Alcalde de Turín, br
Rossi, senador, del Teniente General Gobernador
militar y del hon. Boselli, presidente honorario
de la Comisión. Presenta luego al hon. Cotnaggiu
con frases de admiración diciendo que éste e?
altísimo ejemplo de actimdad y cree que á ta
modelo de vida fecunda, intelectual é industn^
se puede aplicar aquél verso de la Farsalia; ñ
actum, si quid agendum: Nada hemos hecho, s
resta algo que hacer.
D is c u r s o d e l h o n . C o r n a g g i a .

Comienza diciendo * que no quiere pararse a
considerar si la benevolencia con que se le
elegido para hablar ante tan distinguida asam­
blea. es ^ a l á sus méritos: sin embargo, acepta
con sumo gusto por la admiración que sieinp^
le ha causado la Obra de D. Bosco al '"cr

— 309 —
obra. Buscaba la gloria de Dios y el bien de la
juventud y estos fines quiso alcanzarlos á la luz
de la religión: noble y eficaz mentís á los que
se obstinan en sostener que la fe y la piedad
son obstáculo á la ascensión de los humildes,
obstáculo puesto en el camino de la huma­
nidad para impedirle el paso hacia más altos
ideales.
» I,a enseñanza de las escuelas salesianas está
informada por la idea cristiana, y debemos in­
sistir sobre este punto porque so^ameute el res­
peto á la religión y á sus preceptos, da al obrero
conciencia exacta y racional de sus deberes y
derechos. Hoy la lucha industrial, prosigue el
orador, obliga á los obreros á unirse en poderosas
sociedades para defender sus propios intereses,
al paso que los acontecimientos políticos les
aseguran una grande influencia en el porv^enir
del país. Nada, pues, es más deseable para todos
aquellos que ansian de veras la prosperidad de la
patria, que esta educación dada á las clases pro­
Exposlclóo: Sala II de los carpinteros-ebaolslas,
letarias; por medio de la cual, además de ense­
ñarles sus derechos y deberes, se les traza la vía
áonal, y se cier. a premiando admirablemente tra- para llegar á la elevación moral y material que
’ ajos que hacen á las Escuelas salesianas dignas
les es debida. De todo ello es segura garantía la
sld mayor encomio. El que ha tenido ocasión de religión, esta grande incubadora de nuestra ci­
profundizar el funcionamiento de estas escuelas y
vilización, y su más firme defensa contra el
de los principios en que se fundan, no pue- egoísmo de indi\'iduos y de clases. Estos son los
menos de admirar la sabiduría de aquel sentimientos que informan la obra de los Sale­
hombre que comprendió las necesidades sianos y nosotros debemos reconocer sus mé­
-reras de los nuevos tiempos anticipándose á ritos y aplaudirlos ».
■ ..fiadores y filántropos. D. Bosco quiso ante
El discurso fué coronado por una unánime y
bio que el obrero tuviera una cultura compa- • calurosa ovación.
'■ ■ ■ kcon su educación profesional, exigiendo que
jovencitos. antes de comenzar el aprendizaje
oficio ó arte, no sólo aprendiesen las ma■ .masde los cursos elementales, sino también que
'íicíen á la escuela durante tres años más.
'
perfeccionarse en el italiano, aritmética y
■ ■ •iu relacionadas con el arte ú oficio em’ ■ "didos; así que, le facilita la enseñanza pro' -i nal rodeándolo por otra parte de cuidados en
especificación de su trabajo. ¿ Y qué diré,
de las prescripciones sanitarias que de■ 'en hoy día con tanto esmero la salud de los
e^'iiices? E l trabajo se alterna con reposos
- varían en duración, proporcionándola á las
-¿rzas y constitución del indiWduo; en fin, lo
ior que podemos esperar de las nuevas leyes
Sala IM ie las carpiaterM-akaaiftas.
ictico-sociales. Todo esto prueba con luz
•-^iüana los altísimos fines que los Salesianos
R e l a c i ó n d e D. J. B e r t e l l o .
' proponen en bien de la humanidad; el espíritu
Sigue D. J. Bertello dando cuenta en una
'‘rado y la amplitud de conceptos que informa
V: ían mara^-illosa. Ahora bien; debemos volver breve relación de la labor de los Jurados como
preliminar para la repartición de premios; pero
TDente al fundador de esta admirable sociedad,
• 'oniilde sacerdote que en esta grandiosa con- antes dió gracias al hon. C o m a lia , declarando
que las ideas del eximio diputado nos darán luz
I>dón de un propósito cristiano, no preveía tal
- i A grandes destinos á que estaba llamada su é impulso para proseguir por el camino emprencopiosos frutos entre los obreros también en
Milán, su ciudad natal. Por otra parte esta fiesta
salesiana, dice, es simpática y notable si las hay;
porque una velada de tal género no se ve en las
ordinarias manifestaciones de educación profe-

II

— 310 —
iido, al paso que de su persona y encomios guar­
daremos inborrable recuerdo.
En nuestra exposición, continuó, tomaron
parte 55 Casas del antiguo y nuevo continente,
llegando á 203 las escuelas profesionales; y si

Sala IV. Carplntem><ban(ataB.

hemos de estar á lo que escribieron los periódicos
y á las apreciaciones que de muchos hemos oído,
despertó en todos vivas simpatías y superó la
idea y esperanzas que de ella habíamos conce­
bido. La visitaron insignes personajes entre los
cuales debo recordar al Exmo. Sr. D. Pablo Boselli, al hon. Montú, Exmo. Sr. D. Teófilo Rossi,
Alcalde de Turín, Senador; el Sr. Vittorelli, Go­
bernador de la pro\*incia, el R. Inspector de
Instrucción Pública y el Director de la Biblioteca
Nacional de Turín; y además muchos institutos,
escuelas y comitivas de obreros que vinieron de
lejos para verla. Numerosas entidades manifesta­
ron su aprobación y nos animaron, ofreciendo
medallas y otros premios para los expositores
que lo mereciesen. Me parece conveniente dar a
conocer los generosos donantes.
Su Santidad Pió X regaló una medalla de oro;
el Ministerio do Agricultura y Comercio, cinco
medallas do plata; el Municipio de Turín, una
medalla de oro y dos de plata; el Comicio Agrario
de Turin, dos medallas de plata: la » Pro Turín »>,
una imnlalla vertHvil, una de plata y dos de
bronce: los ex-Alumnos del Círculo « Juan
Bosco » de Turin. una medalla de oro; la sociedad
anónima « Augusta " de Turín, 500 pesetas de
material tijwgráfico á nuestra elección para di­
vidir en tres premios; el Capítulo General de la
Pía Sociedad Salesiana. una corona de laurel de
plata dorada para gran premio.
E l examen de los trabajos expuestos fué con­
fiado á nueve Jurados distintos, en que tomaron
parte ci>»cmch/«í de los más insignes profesores,
artistas é industriales de la ciudad de Turín.
Estos hombres generosos, penetrados de la mi­

sión que se les había encomendado, no ahonaioa
estudio, tiempo y sacrificio para cumplirla debi­
damente. A ellos debemos, además de alabanzas
y estímulos, un tesoro de advertencias y reglas
que servirán para el mejoramiento y desarrollo
de nuestras escuelas.
Jóvenes artesanos, exclama el orador, vos­
otros debéis ver en estos hombres otros tantos
bienhechores insignes; conservar de ellos grata
é imperecedera memoria; acordaros de ellos y
de sus familias en vuestras oraciones; y, como
prenda de vuestra gratitud, salga de vuestro co­
razón un aplauso entusiasta y fragoroso {pro­
longados aplausos).
La exposición, según el fin á que se destinaba,
y en conformidad con el artículo 1° de su pro­
grama, debía ser estrictamente escolástica. Para
poner de relieve este carácter y asegurar sus
frutos, se dieron á los Jurados normas directivas,
entre las cuales citaremos las siguientes:
1) Fijarse en la organización y funciona­
miento de las escuelas;
2) si los programas de cada curso se han desa­
rrollado convenientemente;
3) provecho de los alumnos;
4) si los trabajos tienen el nombre del alumno
que los hizo, curso y semestre á que pertenece
y tiempo empleado en ejecutarlos.
5) En cuanto á los trabajos que figitran como
labor colectiva y tienden á representar la po­
tencialidad de un taller, los Jurados no delK i
asignarles recompensa alguna, á no ser que sa­
liesen de un taller en el cual aparezca claro el

Sala VI. Sección de iopreseres.

carácter de la clase y sean bien organizados 1'-'?
distinctos grados de aprendizaje.
Puesto esto, ninguno debe maravillarse de qw
se hayan pasado en silencio ciertos tr^ajo®
de gran mole y de notable mérito artistic^
estos trabajos señalan un vértice al cual falta cuerpo y la base de la escuela. Pero allí don-¿

hav una escuela bien organizada, podrán haber
alcanzado premio la casa que la sostiene, los
cursos en que la escuela se divida, d maestro
que los dirija y los alumnos que se hayan
señalado por su diligenda y aprovechamiento.

sonas distinguidas y que el éxito sea recompensa
de haber cumplido con \*uestro deber ». Los iu\itados volvieron de nuevo á las salas de la exposidón y al mediodía se reunieron en cordial
banquete las notabilidades y los Jurados. Brin­
daron d prof. Cellini, d abogado I'ino, el senador
Manno y dió de nuevo las gracias con palabra
sencilla y amable gesto nuestro Sviperior Dou
Pablo Albera.

Album de honor.
E n prenda de viva é imperecedera gratitud
queremos presentar á la admiradóu de nuestros
lectores los nombres de los ilustres personajes
que componían la Comisión honoraria, Comisión
promotora y Comisión efectiva.
Gomípión honoraria.
SeccióD de Herreros.

En cuanto á la Agricultura, tratándose de
una ciencia nueva que conviene promover de
todos modos, con la teoría y con el ejemplo, se
debe juzgar bajo d triple concepto de escuela,
frop^anda impresa, y práctica que resulta del
cultivo, métodos, abonos y producios. Así sucederá
que se nombren á título honorífico las casas que
se distingan bajo cualquiera de esos tres aspectos.
Y concluyó diciendo: Tres meses ha, cuando
inauguramos nuestra exposición, llorábamos que
á causa de la muerte del Revmo. P. Miguel Rúa,
faltase aquel á quien entendíamos ofrecer en
homenaje nuestros estudios y nuestros trabajos,
ba Divina Providencia nos ha dado un nuevo
Superior y Padre en la persona d d Revmo. Sr.
f'- Pablo Albera. Aliora bien, al cerrar la expo­
sición, nosotros deponemos en sus manos nuestros
propósitos y nuestras esperanzas, seguros de que
el obrero, que fué objeto de los cuidados de Don
il(Kco y delicia de D. Rúa, tendrá un lugar preenúnente en el afecto y solicitud de su Sucesor.
La distribudón de los premios fué amenizada
con preciosa música que ej ecutaban la Schola Cantf'rum y la banda; un niño leyó una hermosa oda,
otro una acdón de gradas; y finalmente habló
b- .‘Mbera dando gradas á todos. Se dice que
1acemos algo; sí. pero d mérito no es sólo nuestro,
es sobre todo de nuestros cooperadores y bien­
hechores que rodean nuestro trabajo de cuidados
^cesantes ». Sus palabras eran cándidas como
el alma d d que las pronundaba; lu ^ o diripendose á los jóvenes añadió: <<E sta es \iiestra
^ ta , queridos míos, porque se festeja d trabajo;
'■ Qsotros debéis estar contentos de que \*uestra
laboriosidad sea reconocida y apredada por per­

Exmo. Sr. D. Pablo Boselli, Primer Secretario
de S. M. en d Gran. Magisterio d d Orden Mauriciano. Diputado á Cortes; Exmo. Sr. D. Teófilo
Rossi, Alcalde de Turín, Senador; D. Femando,
Bocea, Presidente de la Cámara de Comercio y
Artes de Turín, Abogado y Comendador; el Conde
de Rebaudengo, Presidente del Consejo Agrario
de Turín. Diputado á Cortes; Dr. D. Efrén Magrini, Inspector-Jefe d d Trabajo, Turín; d Dr.
Montú, Presidente de la « Pro Turín », Diputado
á Cortes.

Secci*«

Com isión prom otora.
E l Senador D. Antonio Manno; d Marqués Don
Alejandro Corsi; d Conde de la Motta, Mons. Muriana, d abogado D. Javier Fino y d Prof.
Gribaudi.
Com isión efecfiva.
Dr. D. J. Bertello; d Comendador D. Esteban
MoUi; d Prof. D. Crescentino Caselli; el Prof

— 312 —
D. J. Bairati; D. Spírito Migliore, Ingeniero,
D. Pablo Reviglio, Ingeniero.
IvOS Jurados eran nueve, como dijimos, com­
puestos de 50 profesores escogidos entre los me­
jores de Turín cuyos nombres sentimos el tener
que omitir por falta de espacio.

Catálogo de los premios.
a)

Prem ios especiales.

Gran -premio. Corona de laurel de plata dorada,
concedida al Oratorio Salesiano de Turín, por el
número, orden, resultado y potencialidad de las
Kscuelas expositoras y por el completo desa­
rrollo del Programa.
Primer premio. — Medalla de oro, de S. S. Pío
X , al Oratorio de S. Benigno por el orden, po­
tencialidad de sus Escuelas y por el completo
desarrollo del programa.
Segundo premio. — Medalla de plata, del Mi­
nisterio de A. I. y C., á la Inspectoría Oriental
con residencia en Belén por el desarrollo de las
escuelas italianas en el extranjero.
b)

E scuelas.

S e c c ió n d e A r t e s g r á f ic a s y a f in e s .

a) Impresores-compositores.
Diploma de honor con premio de 250 liras, de
la Sociedad Anónima la « Augusta » de Turín,
otorgíido al Oratorio de Turíti. — DipUnna de
primor grado con premio de 150 liras al Instituto
de S. Ambrosio de Milán. ■ Diploma de segundo
grado con premio de 100 liras al Hospicio del
S. Corazón de Roma. — Diploma de primer grado
al Hospicio de bieja, y Ivsouelas de Artos y Oficios
de Sarria. — Diploma do 2 ' grado al Oratorio
de S. Benigno y al Instituto de la Inmaculada
de Florencia. — Diploma de 3“ grado al Insti­
tuto de S. Benigno de Parma.
■ Mención de
primer grado al Hospicio de S. á’icente de S. Picr
d ’Arena, al Instituto D. Bosco de Alejandría de
Egipto, y al del ,V. Beda de Cape Towii, al Eiceo
del S. Corazón de S. Pablo y al Colegio D. Bosco
de Ibagué (Colombia). Mención de 2®grado á las
Escuelas de Sevilla. La Paz y Ra^^•sou (Chubut).
6) Fundidores.
Diploma de primer grado al Oratorio de Turin.
— Diploma de 2® grado al Oratorio de S. Be­
nigno.
c) Estereotipia.
Diploma de primer grado al Oratorio de S. Be­
nigno.

d] Litógrafos.
Diploma de 2° grado al Oratorio de Turin. —
Diploma de tercer grado á la Escuela de Méjico.
e) Encuader-nadores.
Diploma con medalla de oro, del Municipio de
Turin, á las Escuelas de Sarriá (Barcelona); di­
ploma de honor al Oratorio de S. Benigno; di­
ploma de 2®grado al Instituto de S. Ambrosio de
Milán y á las Escuelas de Sevilla; diploma de ter­
cer grado á la Escuela de Artes y Oficios de
Méjico. — Mención de primer grado al Liceo del
Salvador de Bahía y al Colegio Pío I X de Buenos
Aires; mención de 2®grado al Colegio de La Paz,
al Liceo del S. Corazón de S. Pablo (Brasil), al
Hospicio del S. Corazón de Roma y al Insti­
tuto de la Inmaculada de Florencia.
S e c c ió n d e e s c u l t u r a y p l á s t ic a .

Diploma con medalla de plata, del Ministerio
de Agricultura y Comercio, á la Escuela de Artes
y Oficios de Sarriá (Barcelona): diploma de honor
al Oratorio de Turín y al Instituto de S. Ambrosio
de Milán; diploma de primer grado al Oratorio
de S. Benigno; diploma de 2° grado al Hospicio
de Lieja y al de S. Vicente de S. Pier d’Arena. —
Mención de primer grado al Hospicio de Belén, al
Colegio D. Bosco de La Paz y al Instituto Don
Bosco de Oswiecim; mención de 2® grado al Co­
legio de S. Joaquín de Pernambuco.
S e c c ió n d e c a r p in t e r o s y e b a n is t a s

Diploma con medalla vermcil, de la « Pro Tu­
rin *, á la Escuela de Sarria; diploma de honor
á las Esceulas de Turin, Milán y Novara; diploma
de primer grado á las Escuelas de S. Benigno,
Osuiecim. Roma y Lieja; diploma de 2® grado á
las Escudas de S. Pier d ’Arena, Alejandría de
Egipto y La Paz; diploma de tercer grado á las
Escuelas de Florencia, Belén, Lugo y Verona. —
Mención de primer grado á las Escuelas de Bo­
gotá, S. Joaquín (Pernambuco) é Ibagué; men­
ción de 2® grado á los Institutos de Malta y Cuyabá.
S e c c ió n d e h e r r e r o s m e c á n ic o s .

Diploma con medalla de oro, del Círculo
* Juan Bosco », al Oratorio de S. Benigno; di­
ploma de honor á las Escuelas de Turín y Os\viecim; diploma de primer grado á la Escuela de
Lieja; diploma de 2® grado á las Escuelas de
Milán y de Sarriá; diploma de tercer grado á la
Escuela de S. Pier d ’Arena. Mención de primer
grado á las Escuelas de Alejandría de Egipto,
de S. Pablo (Brasil) y de L a Paz (Bolhria); men­
ción de 2® grado á las escuelas de Cuyabá y de
S. Joaquín (Pernambuco).

— 313 —
h) Escuelas agrarias.

S e c c ió n d e s a s t r e s .

D^loma de honor con medalla de oro, de la
Cámara de Comercio y Artes de Tarín, á la escue­
la de Roma; diploma de honor á las escuelas de
Tniin, S. Benigno y Oswiecim; diploma de pri­
mer grado á las Escuelas de Sarriá, de Lieja,
de S. Pier d’Arena y de CasteUamare (Italia);
diploma de 2® grado á las Escuelas de S. Pablo
(Brasil), Milán, Pío IX ; diploma de tercer grado
á las escuelas de Cape Town, Alejandría de
Egipto, I.a Paz (Bolivia) y Novara. — Mención
de primer grado á las Escuelas de Belén, Lugo,
Spezia y Florencia; mención de 2® grado á las
¿cuelas de Bogotá, Sevilla, Catania, Verona y
S. Joaquín (Peraambuco).
S e c c ió n d e z a p a t e r o s .

Diploma con medalla de plata, del Municipio
deTurín, al Oratorio de S. Benigno; diploma de
honor á las Escuelas de Sarriá y Lieja; diploma
de primer grado á las Escudas de Oswiecim,
Cape Town y Roma; diploma de 2® grado á la
Eouela de Alejandría de Egipto; diploma de
tercer grado á las Escudas de Turín, Bdén, y
S. Pablo. Mendón de primer grado á las Escuelas
de Novara y S. Pier d ’Árena; mención de 2®
grado á las Escuelas de Verona, Martinetto
y Bolonia.
DIDACTICA.

a) Escuelas elementales y complementarias.
Diploma de igual mérito con medalla de plata,
de la Cámara de Comerdo y Artes de Turín, á la
Escuela de Roma; con medalla de plata, d d Mu­
nicipio de Turín, á la E scuda de Oswiecim; y con
medalla de plata, d d Ministerio de Agricultura y
Comercio, á la Escuda de Alejandría de Egipto.
■— Diploma de honor á las Escudas de Sarriá
(Barcelona), de S. Benigno y de Cape Town; di­
ploma de primer grado al Oratorio de Turín; di­
ploma de 3® grado á la Escuela de Quito (Ecua­
dor).
b) Dibujo diddctico-profesional.
Diploma de primer grado al Instituto de OswieQai; diploma de 3®grado á la E scuda deRoma.
C o l o n ia s A g r íc o l a s .

a) Cultivo y productos.
Diploma con medalla de plata, d d Ministerio
di Agricultura y Comercio, á las Colonias d d
Estado de Matto Grosso (Brasil), entre k)S salBororos; diploma de honor á las Colonias
de Beitgemal (Paiestina). Corigliano d’Otranto y
Cremisán (Palestina): diploma de primer grado
^ ColonicVi de Canelli. Bogotá y S. Pablo —
Mendón de primer grado á las Casas de S. Pier
d'Arena y de Macrul (Chile).

Diploma con medalla de plata, d d Coniicio
Agrario de Turín, á la Colonia de Ivrea; diploma
de honor al Instituto de Parma.
c) Propaganda agrjeoJa.
Diploma con medalla de plata, d d Comicio
Agrario de Turín, á la Escuela de Sevilla; di­
ploma de honor al Instituto de Parma.
c)

A lu m n o s prem iados.

Sección de artes gráficas y afines.
D d Oratorio de Turín: compositores-tipógrafos:
i; impresores i; encuadernadores i; S. Beniguo:
encuadernadores i; Milán: compositores 2; im­
presores i; encuadernadores 2; Méjico: encuader­
nadores, Juan Hernández; Lyceu do Salvador de
Bahía, composi-tipog. 2; impresores i; encuader­
nadores, 3; Sarriá: encuadernadores, Mariano
Monge y Ayala, Enrique Ayerbe, Pedro Cubells.
Sección de artes liberales.
Sarriá (Baredona): escultura y plástica, Juan
Mirell, Emilio Sa, Francisco Arroyo; Oratorio de
Turín id. 3; Milán, id. lo ; S. Benigno id. 2.
Sección de carpinteros y ebanistas.
Sarriá (Barcelona): Abdón Gueraltó, Ratael
Canelbas, Jaime Cussó, Ramón Palmarola, V i­
cente Paulo; — Oratorio de Turín: i i ; Milán: 2;
Novara: 10; S. Benigno: 15; S. Corazón (Roma): 8;
Oswiecim: 7 ; Lieja: 10; San Pier d ’Arena ; 3;
Alejandría (Egipto) 3; L a Paz (Bolivia): Na­
talio Morales, Simonln; Verona; 3; Lugo: 2; Peinambuco 2.
Sección de herreros mecánicos.
Turín: 8; S. Benigno: 7; Lieja; 2; Sarriá: José
Montomes; S. Pier d ’Arena: i; Oswiecim: i i ; Ale­
jandría (Egipto); 12.
Sección de zapateros.
Verona; i; Bdén: 3; Lieja: i; Turín: 2; Novara;
2; Lugo: i; S. Pier d’Arena: i; S. Benigno: 3;
Oswiecim: 4Sección de sastres.
Turín: 15; S. Benigno; 10; S. Pier d’Arena: 6;
S. Corazón (Roma): 12; Oswiecim: 6; Sarriá:
José Barrios, Jesús Casas, Federico Musella,
Faustino Pascual: Milán: 3; Novara: 2; Lugo: 3;
Florencia: 4.
d)

M aestros.

S. Benigno: Diploma y medalla de plata á Don
Carlos Ghivarello; id. al prof. Pedro Cencí; dipl.
y medalla de bronce á D. Juan Garrone y diploma
de honor á D. G. Pío Colombo. Oratorio de Turín:

— 314 —
Diploma y medalla de plata á D. Giani; diploma
de honor á D. G. Giobbio; Sarriá: Diploma por
enseñanza y Manual con Historia del Arte á D.
Angel Cantamessa, Maestro encuadernador; di­
ploma de honor á D. José Recasens, Maestro eba­
nista, á D. Gaspar Mestre, maestro tallista, y á
D. José Bordas, maestro comp. tipógrafo.
Roma: diploma de honor á D. José Ragazzini;
Urna: diploma con medalla de bronce á D. Arduino Marcobello, Maestro sastre; La Paz: di­
ploma de primer grado á D. Octavio Pinto, Maes­
tro zapatero; S. Pablo: diploma de primer grado á
D. Pedro Danni; Rawson (Cliubut): diploma de
honor á D. José Ario.
&>cQSó*¿a::><X3 rs»<><3 E><><3 ?:>o<3 )><><a>:><>q
Cartas de familia.

DESDE EL ÁFRICA DEL SUR
El Instituto Salesiano de Cape Town.
III (I).
N ece sid a d y ve n ta ja s del nuevo edificio.
{Carüi del P . Eneas Tozzi).
Cape Town, 31 mayo 1910.

Muy Rev. Sr. Director:
escribo en el histórico día de la Unión
sudafricana; de hoy en adelante el 31 de
______ [Mayo será fiesta nacional. El Cabo,
NaUil, ürange y el Transvaal no serán y a colonias,
sino una nación con un Parlamento, un Senado
y un Ministerio, bajo la presidencia de un Go­
bernador General nombrado por el Rey de In­
glaterra. Desde El Cabo al Zanibeza somos todos
hermanos, no vecinos: no más luchas con im­
puestos ó aranceles sino un solo pueblo con todas
las franquicias de una nación nacida á la sombra
de la bandera ingleesa. Una colonia crece y se
desarrolla á expensas de la madre patria; de ella
recibe el pensamiento directivo y la voluntad
que se impone por medio de leyes económicas, y
éstas desemnelven la riquezas latentes de un
pueblo que no ha pasado el umbral de la civiliración; pero cuando ese pueblo llega á la virilidad,
levanta la cabeza y dice: Y a soy capaz de gober­
narme á mi mismo: y se encamina con energía
propia hacia el progreso, glorificando á la madre
patria. Hoy en esta región, mucho mayor que
Italia, todos estos pueblos, diferentes en religión
y lengua se reúnen al pié del altar para implorar
la bendición del Altísimo; nuestros legisladores
(i) V. Bol. de Nov. i>ag. aSS.

ingleses y boers con el corazón afanoso pero con­
fiado, afrontan el porvenir alzando primero k
mirada y la plegaria á Dios, Rey de los ejércitos
y Gobernador de los pueblos.
La capital administrativa, residencia del Go­
bernador General, vizconde de Gladstone, y del
Ministerio, será Pretoria; la capital legislativa,
residencia del Senado y del Parlamento, será
la histórica metrópoli del Africa del Sur, CapeTown. Esta doble capital es una de las contra­
dicciones de la unión incipiente, porque además
los pueblos indígenas quedan excluidos de todo
derecho ó franquicia; lo cual podrá ser manantial
de luchas intestinas si la previsión y generosidad
de los legisladores no sabe prevenirlas.
Aquí se nos presenta el problema grarisimo
de la evangelización del Africa. E l Continente
Negro, último en despedazar las cadenas de k
esclavitud, es también el último en recibir la luz
del Evangelio; al Norte y al Este los pueblos mu­
sulmanes son una barrera para la cultura y k
religión, y la religión y la cultura no encuentran
aun hoy puerta mej or para penetrar en el Africa
que el Cabo.
Pero no era éste mi único objeto; quería tam­
bién hablarle de nuestro instituto, cuya cons­
trucción recibe una especie de color nacional
surgiendo el año de la Unión. Con el fin de reco­
ger los fondos necesarios, además del llamamiento
que hicimos á nuestros bienhechores por medio
del Boletín, iniciamos el primer domingo de Mayo
una serie de conferencias en la catedral del Cabo.
Algunos días antes habíase celebrado en el mismo
templo un funeral solemne por el alma de nuestro
inolvidable Superior y Padre D. Miguel Rúa; el
ser\’icio del altar y la Schola Cantonwi eran de
nuestro instituto y S. E. Mons. Kooney asistió
en su trono á la ceremonia y ofició en las exequias.
El domingo después subí yo al pulpito y
principié uniendo en un mismo luto la me­
moria de nuestro Rector Mayor y de S. M.
el Rey de Inglaterra Eduardo V II, muerto el
día antes: dije que aquella misma piedad qu«
nos p>onia en el corazón y en los labios la pie*
garia por los dos ilustres difuntos, nos obligaba
también á ser generosos con los pobres huérfanos;
que así como la caridad había inspirado la rida
y las obras del Ven. D. Bosco y merced á la ca­
ridad de los buenos se habían desarrollado.^
de la caridad esperan esas Obras la continuación;
terminé rogando á los presentes que contri­
buyesen según sus recursos á la construcción del
nuevo instituto, y el que no pudiese contribuir
por el momento, se comprometiera á dar una
limosna mensual mientras la construcción du­
rase. La iglesia estaba llena y los católicos dieron
una prueba espléndida de su caridad: trabajado'es, soldados, policías y hasta braceros ofre-

— 315 —
deron una cuota mensual. !Quiera Dios recom­
pensar su buen corazón!
Sin embargo, de un país protestante, donde los
católicos deben sostener sus iglesias y sacerdotes,
escuelas y maestros, no se puede esperar todo;
esperamos en particular de los países católicos
un generoso socorro para coronar la empresa.
Hemos echado los cimientos con cemento, las
paredes van creciendo á ojos vistas y casi llegan
ya al techo del primer piso. Nuestro edificio se
levanta en el centro dcl barrio habitado por los
italianos, así es que tendremos mayor facilidad
para ajnidar á nuestros compatriotas, que, aunque
poco numerosos, pertenecen á la clase más neceátada; y no es tanto el pan material lo que les
falta, sino asistencia moral que los ponga en
disposición de vi\*ir, mediante una educación
religiosa, la vida de im buen cristiano.
Actualmente nuestra acción entre ellos es
modesta y limitada: tenemos un Secretariado dd
Pueblo y se hace lo que se puede, sobre todo pro­
porcionando á los enfermos entrada en el hospital,
medicinas y médicos gratis. Como los italianos
ban disminuido bastante, pues de tres mil que
eran apenas queda una décima parte, hemos simpendido la escuela nocturna una vez comenzado
el éxodo, á causa de aquella crisis económica que
sólo ahora empieza á mejorar; tampoco podemos
celebrar la fiesta que solíamos por Pascua, ni
reunimos en la catedral para cumplir con el pre­
cepto eclesiástico. Algunos años llegamos á
contar hasta 300, y acabada la función se trasla­
daban al Instituto donde á los acordes del himno
real unían los vivas á Italia más cordiales y fer­
vientes que he oído jamás. Cuando esté termi­
nado el edificio, podremos señalar al Secreta­
d o una residencia propia.
El desarrollo de nuestra obra será también
mny ventajoso para los otros emigrados, los
alemanes por ejemplo. Dos veces el gobierno
colonial ofreció á los agricultores alemanes, para
atraerlos al Cabo, tierras de cultivo, prometién­
doles su propiedad después de un determinado
número de años; la primera colonia se formó en la
Caíreria después de la guerra de Crimea, y eran
alemanes que habían peleado como voluntarios
bajo la bandera ii^lesa; á éstos les fué bien y
binando se descubrieron los diamantes en Kimbaley y el oro en Rand, donde ahora se levanta
^ próspera ciudad de Joanneshourg, fueron los
primeros en la gran lucha j>or la riqueza. Las fa­
milias que formaron la s^ im da colonia en las
cercanías de Cape Town, al occidente de la Co­
lonia del Cabo, en Claremont, no fueron tan
afortunadas; el terreno que se les sefiaUi es are®pso, y sin recursos y sin caminos, aun ahora
^fven en estrechez. Entre éstas había algunas
®*tólicas oriundas del Rin y de Westfalia qne

estuvieron siempre sin sacerdotes y todavía no
lo tienen; sin embargo nosotros, invitados á cui­
damos de una finca y casa abandonadas por una
familia que buscó mejor fortuna, aproN-echamos
la ocasión para mandar allá uno de nuestros
sacerdotes lo cnial gustó no poco á Mons. Rooney,
Durante algún tiempo aquel lugar nos sir\rió de
estancia veraniega para nuestros niños; pero
el sacerdote salesiano no faltó nunca, y continúa
yendo allá los días festivos, dándoles comodidad
para oir misa, recibir instriKxión religiosa y
preparar los niños para la frecuencia de los S a ­
cramentos.
Ahora hay cerca de sesenta católicos, cuando
hace algunos años solamente lo era una familia;
y al presente una familia sólo, un tiempo ca­
tólica, frecuenta la iglesia luterana. Esperamos
hacer algo más por esta pobre gente, cuando po­
damos dar el deseado desarrollo á nuestra obra.
H ay también una clase esx>ecial de niños que
han de sacar no poca ventaja de la nueva cons­
trucción. Desde hace un par de años tenemos
alquüada una casa contigua á nuestro instituto
para los sordomudos huérfanos de los contornos,
porque de otro modo estos pobrecitos no podrían
recibir la instmcción que les dan las Hermanas
Dominicas; y así aprenden un oficio al paso que
se les educa con todo esmero, en contacto con
nuestros jóvenes en el taller, aunque estén se­
parados de ellos en el comedor y en el patio. Nos
parece que eso les comriene; puesto que siendo
estos pobrecitos un i>oco sospechosos á los que,
más afortunados, se pueden expresar por medio
de la palabra, así se les evita desprecios y dis­
gustos; y su carácter desconfiado é iracundo se va
modificando mediante un trato franco y bonda­
doso. No obstante son muy piadosos, y cuando
rezan conmueve el ver pintados en su rostro y
expresados en sus signos los afectos y senti­
mientos que las distracciones quitan con fre­
cuencia á la expresión habitual de nuestros
rezos. Hasta su gratitud es conmovedora; y su
« gracias *, que expresan llevando la mano iz­
quierda al corazón y la derecha á los labios, es
una verdadera efusión de reconocimiento.
Que sus oraciones y las de nuestros jovencitos
obtengan las bendiciones del délo para nuestros
bienhechores y para todas las almas buenas que
nos a>uidan en la construcción de nuestro edifido; edifido que cada día nos parece más ne­
cesario después de trece años pasados en casas
alquiladas sin condidones de ningún género.
Por su parte V. no deje de recomendarnos á la
caridad .y oradones de nuestros bienhechores.
R edba por ello las más sinceras gradas de
Su afmo. en Jesucristo
E n e a s Tozzi, Pbro.

— s i6 —

Continuando en nuestro propósito de presen­
tar ejemplos á los que han comprendido la im­
portancia de fomentar las asociaciones de an­
tiguos alumnos, insertamos el reglamento de la
de Parma. Comparado éste con el de los An

«

^

5
S-

V
^

dente, un Vicepresidente, un Cajero, un Secre­
tario y cuatro Consejeros.
3) Los cargos se renuevan según la necesidad
y conveniencia á propuesta del Presidente, y del
Director ó Prefecto del Colegio.
4) L a aceptación de nuevos socios corresponde
al Presidente mediante la aprobación de la Co­
misión permanente y del Director ó Prefecto
del Colegio.
5) A las reuniones asistirá el Director ó el
Prefecto y serán convocadas por el Presidente.
6) Todos los años una numerosa representación
de la Asociación tomará parte en la velada que
suele hacerse por el onomástico del Director.

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S . N IC O L A S D E L O S A R R O Y O S (Arg.) - Mons, Costamagna entre los alumnos del Colegio Salesiano.

tiguos Alumnos de Bolonia que dimos á conocer
en el número de Nonembre, se podrá ver la va ­
riedad de que son susceptibles estos reglamentos
y tal vez sersirán como punto de orientación
para determinarse á hacer otros semejantes.
II (I).

Asociación de los Antiguos alumnos
de Parma.
i) El fin de la Asociación es conseivar los vín­
culos de cristiana fraternidad y el mutuo buen
ejemplo, mantener \-ivo el recuerdo de la edu­
cación recibida en el Colegio y difundir en las
propias familias el espíritu suave de D. Bosco.
a) La Asociación está representada por una
Comisión permanente compuesta de un Presi(i) V . el Boletín de Noviembre png. *87.

7) Siguiendo el ejemplo de los antiguos alumnos
de Turín, anualmente se reunirán en ágape fra­
ternal.
8) Cada año se hará un homenaje de gratitud
al Sucesor de D. Bosco en la conmemoración del
24 de Junio.
9) Todos los socios deben tener relación, á lo
menos epistolar, con los Superiores del Colegio.
10) Cada socio entregará anualmente una
cuota para poner un recuerdo en la capilla del
Colegio de Parma, para los gastos de adminis­
tración y para formar la Bolsa de antiguos alum­
nos del C o l^ o de Parma á favor de las Misiones
Salesianas.
11) L a Asociación se propone además la di­
fusión de las Obras y Misiones Salesianas.
12) Pueden formar parte de la Asociación los
alumnos de otros institutos salesianos que re­
sidan en Parma y sus cercanías.

D E J S lU E S T R A S M IS IO J s lE S
(Datfo Orosso (Brasil)

La Tribu de los Bororos
[Estudio de D. Antonio Matan, Fdro.)

PA R TE V . -

La C acería (i).

SUMARIO — Cantos preparatorios —
Ordenes del cacique — Partida —
La víielta — Festejos — Supersticiones
— Exorcismos sobre la caime y los
postres.
C an tos p reparatorios.
orno los Bororos admiten la metempsíWií 1 cosis, es decir, la transmigración de
las almas á otros cuerpos, la caza para
ellos, además del fin primario ó sea el sustento,
tiene otro que es la liberación de las almas en­
camadas en las fieras onfas, antas, jaguatericas,
etc.
La cacería tiene lugar de ordinario después de la
muerte de un indio, precisamente la mañana que
sigue al día de la sepultura y también en otras
ocasiones según ordene el Bari; y a para celebrar
la memoria de las almas libres, invocando su
protección en la caza, y a para libertar las que,
según la profecía del mismo, están aún en estado
de transmigración. E n estos casos, como tam­
bién en los de carestía, el Bari avisa á uno de los
organizadores de la caza, y éste, al ponerse el sol,
grita en alta voz;
— Bari acoe -pá iago Doe farudo (el Bari ha
dicho que estemos prontos para la caza).
~ { E agaiddure? (¿estáis conformes?)
— ¡Huh! (Sí!... gritan todos á tm tiempo y al
tinísono).
Llegada la noche, se reúnen a ielS iZ í Managageggeu (casa de las grandes reuniones), bajo la
presidencia del Aroé Torari ó Bari subalterno y
comienza el boe-ra (canto de la invocación de
(i) I-a 1» y 2* paite se pahlicaron en los números de
Mayo y Jnnio de 1907; la
en los de Diciembre 1908,
Mayo, Agosto j Se^em bre 1909.

las almas) acompañado del ronco son de la pana
(especie de flauta). A l fin de cada estrofa se 0)'e
un vocerío infernal para acelerar la venida de
las almas; y el canto continúa cada vez más recio
hasta que llega á parecer más bien un conjunto
de rugidos de fieras que de voces humanas. Ter­
minada la primera parte, los aroé cugure (los
espíritus) se apoderan del Aroé Torari, el cual
queda incapacitado para seguir: y con voz sofo­
cada y rabiosa como la de un poseso (y pudiera
decirse que lo es) lanza estos gritos precipitada­
mente;

¡HáJiáhá! héhéhé! íhihihi! ¡héJiéhé! Ihóhóhó!
Son exclamaciones de dolor , signos de la po­
sesión. Entonces un indio le ofrece, en un trozo
de calabaza ó en un vaso de barro, agua cenagosa
y cigarros que él bebe y fuma en compañía de
las almas. Calmadas éstas con tal antídoto, el
sirviente le ciñe el parico y él empuña los bapodogue (cascabeles) y con una melodía muy ca­
denciosa comienza á cantar;
— Aroé paduré Bacororó íadaugué ett'aregodduré (las almas que habitaban en Bacororó lle­
garon), Aroé paduré Ytubori tadaugué elt'arcgodduré (las almas que habitaban en Ytubori
llegaron). Aroé paduré Manori tadaugué eti'aregoiduré (las almas que habitaban en Manori llega­
ron); y así continúa hasta que enumera los
nombres de los reinos cuyas almas llegaron (i).
Terminada la enumeración comienza á gritar:

IHahé, hehó, hahé, hchó, hahí Jtehé!...
Así in\'ita á los espíritus á que hablen; á poco
rato calla de improviso, al paso que tiembla con
violencia todo su cuerpo: es el esfuerzo indispen­
sable para profetizar. Finalmente habla; sus
primeras palabras son sonidos extraños jamás
oídos, ni aim en idioma indígena, que terminan
cflRÍ siempre con estas frases:
— Aroé macoré maere modduie ntae hrae equidagoddo modde boeche, .(el espíritu ha dicho que
los indios \ú\úrán muchos años, pero los civili­
zados acabarán por exterminarlos).
Las frases que dice del porvenir de la tribu, con
raras excepciones, son casi siempre las mismas;
que los indios les presten ciega obediencia, que
no se alejen de sos tradiciones.
(1) La lista está al fia de la III parte, bol. de Sept. 1909.

3i8 -

¡Pobre gente!
Después de una larga pausa, como para oir
lo que dicen los espíritus, sopla fuertemente sobre
sí mismo y se da unas friegds con ^ liva , párk
disminuir el cálor que losespíritusle haéén sufrir;
finalmente da un suspiro corto y exclama en voz
baja; — IHichl !hich! (lay! layl) y de repente
suelta la profecía de la caza en estos términos
con una rapidez indescriptible: — ¡Maiuxiiatiah
tuimmndh niníni?iinininininih! ¡Arbé }nacoréado
go dogtté eW aregoddure muré itogoru paga tudda!
\ah\... \eh\ el espíritu dice que llegaron y a giaguarí (tigres) y están junto al manantial de un
torrente (i). Hecho esto, pide de beber y fumar
para dar de fumar y beber á los espíritus, porque
creen los indios que y a no es el individuo el que
fuma y bebe, sino los espíritus entrados en él.
Una vez satisfechas las almas, parece que al
marcharse dejan algún consejo que se reduce
casi siempre á lo mismo. Por ejem plo: — Ta
ro caba nonm hrae ia ro iaguddure (pero w d d
siempre como los indios os enseñaron á vivir),
huego viene la despedida dicha con calma de
esta manera: — ¡Ho, ho, ho hoh!
vSuccde á veces que á la in\'ocación del Aroé
iomri sigue la profecía del Barí; la fazón de esto
no está todavía bien clara: unos atribúyenla á la
solemnidad de la ocasión, otros al mal éxito de
la im'ocación del Aroé torari. E n ambos casos
los indios la escuchan con timidez ansiosos de
oirla. (2) y luego dan gritos fragorosos de con­
tento.
O rdenes del C acique.
Acabada la invocación y el resto del canto,
uno de los caciques con voz lenta, grave, en tono
oratorio, da las órdenes disciplinarias de la ca­
cería en estos términos más ó menos:
Tagui Mtgera nur'imi ducoddirinagoinno Uii,
Vuestro jefe soy yo por lo cual os hablo;
ia via pagadd'ihuadarugi. BiirogiuUo re, ta ro,
vosotros escucliad mi palabra. Mañana vosotros
modde twntM iuo magai ta ro jaguddure. Cheu
haréis como yo
os
mande.
Aquel
fírt’ luguiddogoddu modde barogo gi togi u ba­
que asaetear deberá la fiera primero
maiaboreu modd'e/fta.
fuma el tal será él.
(i) El Bitri proPetii.'v p*wiJo <le
y
Da, adem.^s, las noticias de las almas, ^ ro estas no en­
tran en ¿l. se le «cercan solamente; mientras el A ro¿
torari pnil^tixa poseído de las «lma>i f'dr.v ¿Hgnre) sin
comunicarse con Buri-Cx'.ib.' y .Va<r»<-.\v.
\3 ) L.a frase profJtica varia segdn las varias especies
de cacería y de luí.ar. prometiendo abundante caxa. Por
ejemplo: si s.m iiniu.ares. puercos salvajes ó upires. el
lusnr será la floresta, los mantiales de los ríos y torren­
tes ó el cniui>o etc. relativamente.

E indica el que debe ser (i). Luego sigue de­
terminando la dirección que se debe- tomar y d
lugar donde han de reunirse antes de partir, ter­
minando qón las sigu ^ tés-, frases ordinarias:
Ta vía 'goddo caba -ihuadaru-pi'gi,- ihuadaru rugaddo (no os olvidéis de mis palabras; he termi­
nado).
Y todos se echan á dormir. Poco antes de apa­
recer Venus en el cielo, acaban de cantar la ter­
cera parte del boe-ra; y terminada ésta vuelvea
á dormir por algunos instantes.
P a r tid a p a ra la cacería.
A l rayar el alba sale un heraldo gritando: —
Taé... aédaduddo paduo adugo doguéttai, quie doguéttai, jugo doguéttai baroguato muré!? taédaduddo paduo!? (Despertad; vamos á cazar ja­
guares, tapires, jabalíes, y a viene el día! Desper­
tad, vamos!). Los nonibres de las fieras no los dice
al acaso; son los que oyó en la profecía. Dicho
esto, toma su arco del cual van suspendidos los
poari dogue y las flechas, coge del fuego de la cch
ciña un tizón y se dirige al lugar de reunión de­
signado por el cacique; lugar que suele hallarse
á 300 ó 400 m. de la aldea, y llegado allí enciende
una pequeña hoguera. Al reclamo del heraldo,
los indios con toda tranquilidad y sin orden de­
terminado se levantan, toman el inseparable
arco, flechas y poari dogiiCi y se dirigen al lugar
indicado por el humo. Allí se sientan para com­
poner y aguzar sus flechas; una vez listas se le­
vanta cualquiera de ellos y se pone en marcha
diciendo: — ¡Padua! vamos! Los otros le siguen
en larga fila buscando fieras y ladrando como
perros al perseguir la caza: H i han! hi hau!h\
Ihiidhih.iu! Los otros responden ladrando recio
todos á una: ¡Hau!
E l Bari puede ir ó no. como le plazca; pero las
más de las veces espera la vuelta de los indios
que le entregan la presa entera para que la exor­
cice; en las cacerías que honra con su presencia,
el primer animal que se encuentra (sea un tatú.
una cuita ó un lobo) se lo reser\-a para s í ; luego
lo hiere él ú otro se lo mata, 3’ cargándoselo
alegre sobre la espalda \-uelve á la aldea para
esperar á los otros. Los indios entre tanto con­
tinúan buscando fieras y en cuanto ven las
huellas de alguna ó sienten pasos, azuzan los
perros y avanzan en semicírculo silenciosos y con
arco y flecha dispuestos á tirar. Si la fiera es un
(i) Hay entre los indios la creencia de la rfgrmt'Ccián- En fuerza de esta creencia el muerto es represen'

tndo por un indio elegido i>or su padre, hermano, ó por
el mismo cnpit&n (sin que lo sepa la madre). Este indio
en la pró.xima cacería está obligado á entregar la fiera
que mate al pariente del difunto como seflal de 1.a lih^
racii’m de su alm a; y el pariente tendrá est,e couíuelo
en todas tas cacerías que se hagan en memoria dt.1 di'
funto hasta 1a muerte del que lo representa.

— 319 —

tigre, en cuanto le hieren, ordinariamente, se lan­
za sobre el que le hirió ú otro cualquiera; el indio,
si se siente con fuerzas para matar al tigre, no
retrocede; le presenta atrevido el arco que la
fiera muerde con rabia, y se entabla una lucha
cuerpo, á cuerpo. Dos ó tres veces el tigre recula
y \-uel\-e á lanzarse mordiendo el arco, hasta que
exangüe cae agonizando á sus pies. Pero si el
acometido no se siente bastante fuerte para
luchar con la fiera, al recular ésta, grita: —
Jcha la^tiiddogogi! (jsirs! ¡asaeteadla!); y cuando
el animal vuelve á acometer cae exánime acri­
billado por una lluvia de flechas. E l antas y el
capivaras huyen veloces al ver los indios, y si
encuentran un río, torrente ó lago, á él se arro­
jan; pero al atravesar desesperadamente la flo­
resta, los indios siguen sus huellas, y los primeros
que los alcanzan disparan sus saetas hasta que
los ven caer; entonces se detienen esperando á
los demás. ¡Qué momentos aquellos! Siéntese en
derredor retemblar él suelo, como cuando un
escuadrón de caballería da una carga; son los
otros que llegan; se oye un rumor confuso de
ramas que se doblan, cañas que se cascan, ar­
bustos que se quiebran y vense nubes de polvo
que levantan haciendo temblar el suelo á su
paso. Muerta la fiera, se reúnen al derredor de
ella }■ toman el poári doguc procurando imitar la
de las almas libertadas á su parecer.
L a vuelta.
Si la cacería se verifica en lugar lejano, la
'■ udta se aplaza para el día siguiente: y si está
cerca, \-uel\-en el mismo día; pero siempre del
modo que sigue.
Píntanse el rostro para no sudar demasiado
y. di\-idida la presa, toman en fila á la aldea. El
mejor arquero va delante, los demás le siguen en
silencio con ejemplar continente; llegados á una
meseta próxima á la aldea, repiten los mismos
gritos de la ida, imitando los ladridos del perro
cuando persigue fieras, y un heraldo se addanta
vociferando: — ¿Aroé cudda artgoddol (ya llega
^ que detenía el alma).
M oir esto, los que están en la aldea se a^'isan
mutuamente repitiendo; — ¡Aroé cudda aregoddo!
alegría difimde la animación en la aldea y una
hramire de grupxw de mujeres sale al encuentro
de los cazadores para aligerarles el pjeso; en las
caoañaí. quedan solo las \*iejas y las achacosas
que lloran ó cantan un canto monótono, d ^ a c o ,
meordando la memoria de algún ser querido. Los
^dúquillos, siempre alegres, suspenden sus juegos,
y atronando los aires con sus gritos corren á ver
^ comitiva. Sin embargo los cazadores al llegar,
^ decir p>alabra, entregan fríamente la presa
4 las mujeres que presentan la espalda p>ara
^ ^ iila y afanosas continúan con la carga hasta

la entrada de la aldea acompañadas de la tur-'
bamulta. ¡Aquí la escena resulta digna de un
piued ó de una pluma mágica! La aldea se anima
de una manera indescriptible; la muchedumbrer
va y \dene con un ruido endiablado; aquí lasmujeres entregan la caza al Bari, más allá los
cazadores desfilan con grave paso para ir A.
descansar á sus Bai Mauagageggeu; en el umbral
de las chozas las viejas y los infantes contem­
plan d suspirado ad\'enimiento; uno corre con
su vaso de barro á la fuente vecina, otro trae
leña, éste enciende d fuego, aquel pone encima
la olla que ha de recibir la carne exorcizada; el
ronco son de la pana acompaña á los que traen
d mingau para los cazadores, y resuena la voz
poderosa del B ri que lanza sus exor ismos;
algunos niños lo escuchan espantados, mientras,
otro 3 saltando tiran flechas al aire y las mujereS'
alternan el u-ado canto degíaco, el cual gra­
dualmente se anima hasta que un pariente del
difunto coge d rabo de la fiera muerta y le da la.
enhorabuena..... Mientras tanlo unos van á ba-.
ñarse, y otro i \uidven del baño; las madrea
untan con el olorosó unicü el cuerpo de sus
hijos, las esposas el de sus maridos y algunos se
entretienen con juegos gimnásticos esperandoel festín.
F estejo s.
Terminado el banquete de gala, el maestro de
ceremonias ú otro en su lugar, toca la paita y
anuncia la danza. Los que deben tomar parte
en ella, corren á bañarse; á la vuelta se sientan
en las esteras colocadas á la entrada de las cho­
zas, donde las esposas los esperan con vasos llenos
de uruciim, kidoguro y otros menjunjes y con
toda diligencia los van ungiendo y adornando.
El color dominante es el rojo del monogo ó urucum. Unos se cubren las espaldas con plumasblancas, otros se pintan guantes y sandalias con
el zumo negro de genipapo ; quien se pinta en lasespaldas y el pecho una red negra sobre fondo
rojo, quien se cuelga en la frente una cinta negra,
que U ^ a á los labios, quien se cubre las panto­
rillas con uñas de tatú; lu ^ o todos se ponen
en la cabeza ima corona blanca hermosamente
e n c a n a d a con plumas policolores de p ap ^ ayo .
A la puesta del sol preparan un pequeño trofeo;
tm capitán ú otro, d elg a d o para el caso, da (»n
unos cascabeles la señal de reunión y próximoprincipio de la fiesta, y todos los habitantes de
la aldea corren así emperifollados á la puerta del
Bai Managageggeu. E l capitán canta en el pró­
logo la batida y luego entona los cantos chibai'
tahuadú, aroia boiugeu, aroia ecureu, aroia no~
guarí, en que toman parte los hombres y 1^ mu­
jeres estimulados por los niños y niñas, acom­
pañando el canto ora con la pana, ora con la»



320

ica y á veces con el monótono son de los casca­
beles.
Inmediatamente sigue la danza que se reduce
á saltar con toda gravedad en derredor del trofeo
y los capitanes, dándose ligeramente la mano y
siguiendo la batuta de los bapo dogue dirigidos
por los caciques. Entre los hombres hay quien
tiene la espalda cubierta con un cuero, algu­
nos llevan uñas de puerco en derredor de los
tobillos y otros garras de tamanduá en el pecho;
las mujeres todas llevan el indispensable abanico
para hacer fresco á su pareja: y una vez que sus
cuerpos rendidos piden reposo, termina la fiesta.
Cuando el Aroé torari ó el Barí predice el buen
éxito de la cacería y sucede lo contrario, los
indios dicen que algún espíritu maligno ha
auyentado las fieras cuyas huellas hallaron;
dicen también que debe atribuirse á la obediencia
imperfecta de alguno al Bari ó Bope; y si alguno
burlándose quiere persuadirlos de que eso es una
bobada, añaden que ni los ojos de los cazadores
ven las fieras si uno sólo lo ha desmerecido.
E x o rc ism o s so b re la carn e
y los p o stres.
A los indios generalmente les es permitido co­
mer carnes innocuas de cualquier animal, por lo
tanto para ciertas carnes no se precisa forma­
lidad alguna; pero hay otras que no pueden
comer sino después del exorcismo del Bari;
éstas son las de aquellos animales en los que
se encarnan los espíritus malignos, ó de los
leservados para el Bari, como jaguares, tapires,
jabalíes y también peces grandes.
Hemos dicho que las mujeres \’olviendo con
la caza dejan parte en el centro de la aldea y
parte á la puerta del Bari que con la indispen­
sable flecha está y a dispuesto para la ceremonia.
Cuando éste ve á sus pies la presa, le dirige una
mirada, después otra al cielo; y poniendo la mano
derecha en los labios, principia su oración con
una monótona cantilena monosílaba, interrum­
pida tres veces con fuertes exclamaciones: / Uhó!
¡uhl que recuerdan los sacerdotes de Baal conj\irando sus dioses para que hicieran caer fuego
sobre las víctimas. Aléjase después un poco y
\-olviendo la vista ol occidente, continúa su ora­
ción en \-oz más alta y fervorosa que crece gra­
dualmente hasta tomar el tono de una disputa
acalorada: es el conjmo á Maereboe para que
aiiyente los espíritus malignos. Mas hé aquí que
el Bari se agita como un endemoniado y gesticula
como quien se irrita en una caclietina treme­
bunda; luego como si hubiera \’encido. siempre
con el mismo frenesí diabólico, \*uelto al oriente,
invoca á Bope haciendo esfuerzos como si arras­
trase á su vencido rival. Nada se comprende de
lo que dice á causa de la rapidez con que habla;



pero, después de la invocación, entra el espíritu
en el cuerpo del Bari lo cual se manifiesta por
unos cuantos sacudimientos convulsivos, y con
voz suplicante exclama: Mae-reboe, boe bigi ba­
ngo humül augue, boe pigi muré Bope barigo
humlH (Espíritu bueno echa de estos animales,
¡ah sí! echa de estos animales al espíritu ma­
ligno!)
Repetidas dos ó tres veces estas palabras,
cuando salen los espíritus malignos ó los ele­
mentos nocivos, grita alegremente: — ¡Huh, huh,
huh, ahahá, ahahá, aháhál
Dicen que el espíritu antes de salir del Bari le
dice algunas palabra; proféticas relativas al
por\'enir de la tribu, las cuales, como indicamos,
se reducen siempre á las mismas frases que unas
veces se verifican y otras no se sabe lo que dicen.
Ordinariamente se expresa así:
Di, di, di di!?Ai moddu cate boe ocua
Sí, sí, sí sí! PSucederá que has de morir. Esto sig­
nifica también: ninguno de tu gente morirá
Di, di, di, di, di!? Brae corigoddu modducan
Sí, sí, sí, sí, sí!? Civilizados guerra harán
hoe-che ;
noágente: esdecir: Los civilizados no harán gue­
rra á los indios. Joruhbo jameddo aregoddu moddu
Enfermedad también llegar volverá
care tui bagui; es decir: Tdmpoco la enfermedad
no otra vez.
volverá ya. Dicho esto, se despide gritando: Ho,
ho, ho, ho!!! Exorcizada así la carne, los que la
habían traído, vuelven á tomarla y cortándola
en trozos la echan en las ollas.
Pero esto no basta. Cuando está cocida, hay
que entregarla de nuevo al Bari para que le eche
la bendición definitiva; él se pone otra vez en
comunicación con Mareba ó Bope, la ofrece á la
divinidad alzando al mismo tiempo dos trozos al
cielo y dice: — Mae-reboe, xia racoge xeubore!
emar' emaureu, xia jorubo barigo pigi! Espíritu
bueno, hé aquí, héla aquí (la carne) ¡ea! echa de
ella la enfermedad, echa la muerte. E hinca
furioso los dientes en los dos trozos, como un
perro hambriento, tragándose dos bocados de
cada uno. Después de estos exorcismos, se puede
comer la carne sin temor; y antes ni un perro la
hubiera lamido solamente, sin que recibiese un es­
tacazo mortal. Más ó menos iguales, aunque mu­
cho más fáciles, son los exorcismos de los postres.
E l Bari invoca á Maereboe que se supone sentado
junto á él, engulle un bocado, y quedan sin más
exorcizados: terminada la ceremonia todos co­
mienzan á probar la carne. Cuando los indios
desean qualquier alimento ó golosina que han
\Tsto en alguna fazenda de los civilizados, el Ban
suplica áTu^ á que niegue por ellos al Capitánát
los ci\*ilizados, esto es, al Ente desconocido, el cnal.

— 321 —
como es muy benigno, no niega la gracia y
atiende el ruego de Tupa; en este caso piden en
sustancia que se les autorice á robar. Con todo,
aquí se ve que estos indígenas, atribuyendo un
poder limitado á sus oscuras divinidades, reco­
nocen de algún modo que sobre ellas domina
como soberano el Dios de los civilizados, que da
leyes al universo y dispone del porvenir. Plegue
á ese Dios que desconocen, sacarlos cuanto antes
del mísero estado de ignorancia y superstición

15. El Smo. Nombre de Jesús.
18, Cátedra de S. Pedro en Roma.
22, Fiesta de la Sagrada Familia.
23. Desposorio de María SSuia.
25, Conversión de S. Pablo.
29, Fiesta de S. Francisco de Sales. En
este día es obligatoria la visita á una Iglesia
ó Capilla Salesiana; y si no existe en el lugar,
la propria Parroquia; para los Religiosos
basta que visiten la Capilla de la Comunidad.

,o El día

M E R C E D E S (Uruguay) — Oratorio festivo.

en que se hallan, y hacerlos participantes de su
divina gracia.
(Ccntinuará)
Amomo M a l á k , Pbro.

TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados^ visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgenóas plenarias:
Para el mes de Enero:
1* El día I , Circuncisión de N. S. J. C..
2* > » 6, Epifanía del Señor.

I

Ea todo tiempo:
1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ®Igualmente una vez al mes, el día que
asistan á la Conferencia;
4. ^ Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5. ®El día que por primera vez se consagren
al Sgdo. Corazón de Jesús;
6. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
7. * E n ariículo de muerte, si confesados y comulgados, ó al menos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, ó al menos con el corazón.

“Oooo=” W "OooooO°°°T°“ooO°'^

EL CULTO

de María Auxiliadora
Nói teaemos la persuaslóo de que, eo las vicisitudes dolorosas de los tiempos
que atravesamos, ao nos quedan más consuelos que los del Cielo, y entre estos,
la poderosa proteccida de la Virgen iKodIta, que fuá en todo tiempo el Auxilio
de tos Cristianos.
p ío x .

Peregrinacióii espiritual para el 24 de diciembre.
Invitamos á los devotos de María Auxilia­
dora á unirse en espíritu á los pies de la Vir­
gen de D. Bosco en Valdocco. Además de las
intenciones particulares de cada uno, haremos
presente á la Virgen SSma. en la función es­
pecial que el 24 se le dedica en su santuario,
la expedición extraordinaria de nuestros mi­
sioneros y las vacaciones de Navidad de nuestros
educandos. Los unos y los otros van á-verse
en graves peligros y necesitan un auxilio es­
pecial que nosotros debemos alcanzar con nues­
tras fervorosas oraciones; no les regateemos
una cosa que á nosotros tan poco nos cuesta
y para ellos tanto vale.

Gracias de María Auxiliadora.
___________ __

___________ ^

Prodigios de M aría Auxiliadora.
Desde 45 años ha venía padeciendo una grave
dolencia de resultas de una herida, y algunas
veces he estado muy mal.
Asistido por \-arios médicos, especialmente por
el afamado Pablo García A. que me asistió du­
rante 16 anos, éste hizo esfuerzos inauditos para
aliviarme, hasta que, cansado ya, me dijo que
no habla más remedio que amputar la pierna y
sustituirla con una de caucho. Yo, lleno de miedo
al oir tan terrible sentencia, acudí á María Auxi­
liadora prometiéndole una comunión, una misa,
una limosna para el santuario de Turin y pu­
blicar la gracia en el BoUtin y en un periódico
de Cali. Hoy estoy sano gracias á María Auxi­
liadora sin gastos y sin medicinas; y cumplo mis

fe

promesas agradecido por tan singular favor,
dando gloria á Dios y á su Madre Sma.
Cali (Colombia), 30 de mayo de 1909.
J o a q u ín A m alio A ragón ,

Cooperador Salesiano.
P orten tosa curación de la vista.
Desde el 20 de Diciembre de 1908 me hallaba
sufriendo terriblemente de la vista por habérseme
formado una carnosidad dentro del ojo izquierdo
como un grano de pimienta. Me dolía y estor­
baba tanto, que no me dejaba atender á mis tra­
bajos. Habiendo consultado al médico, me dijo
que era necesario hacer la operación; mas, no
teniendo valor para someterme á ella, procuré
curarme con algunos remedios caseros; pero todo
fué envano, los dolores seguían y el grano no
desaparecía. Llegó por fin el hermoso mes de
María Auxiliadora de 1909 y aconsejado por el
R. P. J oaquín Spinelli, salesiano, comencé el mes
con toda la confianza posible en la taumaturga
Vii^en del Ven. D. Bosco, dejando al tríLsmo
tiempo toda medicina. Hice en mi corazón la
promesa de que si María Auxiliadora me sanaba
para el día de su fiesta, daría un sucre cada mes
para su santuario que se está edificando en este
pueblo; y . haciendo una novena en acción de gra­
cias, me acercaría á la S ta . Comunión y haría pu­
blicar la gracia en el Boletín Salesiano. Durante
su mes, aunque no experimentaba mejoría a ^ n a ,
sin embargo crecía mi confianza, á medida que
se acercaba la fiesta. Llegó por fin el ansiado día
24 de Mayo y con él el colmo de mis deseos. ¡Oh
incomparable portento de María!... E n el mo­
mento menos pensado desapareció el grano y
con él todo dolor, sin dejar señal alguna. Todos
los que me habían \*isto enfermo de la vista
hasta aquel día quedaron sorprendidos del por­
tento, juntándose á la vez conmigo para dar

— 323 —
gracias á María Auxiliadora que había esperado
el día de su fiesta para hacer más ostensible su
portento para conmigo. Desde aqudla fecha ha
transcurrido más de un año y no he vuelto á
sufrir ni la más pequeña incomodidad en mi
vista, por lo que se ve que mi curación ha sido
verdadera y maravillosa.
Con esto he cumplido una parte de la pro­
mesa y la otra espero cumplirla dando mi óbolo
para el Santuario.
Ahora sólo deseo se dé la mayor publicidad
posible á este milagro por medio del Boletín
Saleniano, para que en todo el mundo adonde
U^a y se lee, se conozca cuan buena y piadosa
es María Auxiliadora para todos los que
hallándose afligidos recurren á su poderoso
auxilio.
J o sé Man u e l L eón,

Decurión Salesiano,
María Auxiliadora, consuelo de afligidos.

María Auxiliadora, consuelo de afligidos, se ha
dignado trocar el luto amargo en sonrientes y her­
mosos días, favoreciéndome con el más portentoso
milagro.
Desahuciada mi esposa por competentes médicos,
en un caso excepcional de alumbramiento, y por
consiguiente perdida toda humana espermiza. un
sacerdote antiguo amigo mío. después de propor­
ciona á la enfenna los consuelos y auxilios espiri­
tuales, conociendo la profunda ai^ustia que abru­
maba á sus allegados, exclamó en un arranque
de fe: * La ciencia ha dado su fallo; recurranios
ahora llenos de fe y esperanza á María Auxiliadora,
todos los que estamos aquí hagamos promesa de
celebrar la próxima fiesta de Nuestra Señora con la
novena, y misa el dia venticuatro de Mayo por la
salud de la enfenna *.
Verificóse luego una operación con admirable
éxito.
Hoy está mi esposa muy restablecida: por lo que
lleno de alborozo hago pública manifestación de la
misericordia de esta bondadosa Señora que en tan
aflictivas circunstancias quiso derramar á manos
llenas el suavísimo bálsamo de su maternal pro­
tección.
Mil veces y mil seáis bendecida ¡Oh araoroásima
Madre! por tan señalado favor.
Florida (Colombia), Departamento de Bucaramanga,
Julio de 1909.
Marco

A. M a n t i l l a .

María Auxiliadora lo salvó.

Al descender de tm tranría nuestro querido herma­
no D. J orge Zaiiin, de 60 años, maestro de la escuela
de zapatería, lo hizo con tan mala suerte por arran­
car en ese momento el vehículo, que cayó en tierra
de espaldas, dándose un fuerte golpe en la nuca.
Como bajó por la plataforma delantera, el tranría
le pasó por encima. p)ero no le hizo daño, sino que,
como si hubiera tenido salvarídas, le ^ a rtó sua­
vemente de los rieles.

El hermano quedó sin sentido y se le produjo mía
atroz hemorragia, la cual, á pesar de la gravedad
por la abundancia de sangre perdida, le evitó la
congestión cerebral.
La curación ha sido relativamente rápida y muy
feliz. Al cabo de pocos dias ya podía levantarse y
hoy desempeña cmnplidamente de nuevo sus
ocupaciones.
A María Auxiliadora le debemos el favor. Al verle
caer el compañero exlamó: ¡María Auxiliadora,
sálvalo! Y al saber da desgracia, los superiores hi­
cieron una promesa á M. A. suplicándole la salud
del enfermo, como se ha obtenido. iBendita sea
mil veces María Auxiliadora!
E s t e b a n C a p r a , S. S.,
Prefecto de las Escuelas Salesianas de Sarria.
¡Gracias, Madre mía!

Me acometió ima grave enfermedad que me pos­
tró en la cama; cada dia se acentuaba más y
más, y yo sufría no menos por los dolores que
me aquejaban, como por ver dos liijos que te­
nía, expuestos a quedarse quizáh uérfanos desde tan
niños. Desde un principio acudí al médico y rae
sujeté á un riguroso tratamiento; pero todo fué en
vano, pues la situación se hada cada día más alar­
mante, y. últimamente, el médico me dijo que tenía
que someterme á una operación que tendría por
resultado la salud ó la muerte. Después que salió
de mi presenda quedé meditando en tari peligroso
trance, y pesaba y ponderaba todas las razones que
tenia para deddinne; mas no fui capaz de dar un
fallo afinnativo. ¿Qué hacer entonces? me pregun­
taba á mí misma. ¿No habrá algún otro medio de
obtener la sahid? Una voz sonó entonces en el
fondo de mi alma; sí. hay mi medio muy eficaz,
ahora cuando ya los médicos han tenido que con­
fesar su impotencia, y este medio es el poderoso
socorro de la Virgen. Invoqué, pues, á esta tienia
Madre, bajo su duldsimp titulo de Auxilio de los
Cristianos, y le recé con la mayor devoción que
me fué posible. Prometí dar una limosna á los po­
bres. hacerme cooperadora sale.siana y publicar el
milagro que me hidese. lOh ventura! No bien habla
acabado de dirigirle mi oradón, cuando .sentí que
se aumentaba en mí la confianza; una alegría indedble vino á reemplazar la tristeza que consumía
mi alma, y desde aquel momento mi cuerpo se ani­
maba y cobraba vigor y fuerza, quedando yo al
cabo de ocho dias completamente libre de mi en­
fermedad. y gozosa porque podía entregarme de
lleno al cumplimiento de mis deberes.
Llena de reconodraiento hacia esta buena Madre,
deseo que este prodigio sea conoddo de todos sus
hijos para que no vacilen en recurrir á Ella seguros
de encontrar consuelo.
Villaherraosa (Colombia), Junio 21 de 1910.

N. N.
Alabanzas y gracias á María Auxiliadora.

Habiéndome yo hecho cargo del Hospital de la
Sangre de esta dudad, rae trajeron un joven que se

— 324 —
había dado lui tiro. Como estaba grave, le pr^unté si
se quería confesar; á lo que se negó diciendo que le de­
jaran morir enpaz. ¿Cuálnoseriamiaflicciónal ver
que se obstinaba en morir sin confesarse ? Invoqué
á María Auxiliadora en tan penoso trance, mientras
tanto unos amigos y una amiga mia rogaban al
joven que invocara á María; pero él insistía en
que lo dejaran morir: lo mismo pasó con el sacer­
dote. Entonces la amiga mía le metió entre la ropa
una medalla de María Auxiliadora y lo dejamos
un momento á solas. Mientras tanto yo rogaba á
Nuestra Madre por aquella alma. Como xma hora
después, él me llamó y me dijo que se quería confesar:
recibió todos los auxilios divinos, y mejoró por la
gracia de nuestra Madre á quien le debe su salva­
ción y su curación. Se hizo el mes de María Auxi­
liadora, comulgó el último día de la novena, y
hoy sigue frecuentando los sacramentos siendo
siempre devoto de Moría Auxiliadora, á qmen da­
mos las mús rendidas gracias.
Granada (Nicaragua), abril ro do 1910.
R osa M. v . de Q u irós .

Madrid. — El día 21 de Octubre ultimóme en­
contraba en inminente peligro de muerte por nna
grave enfermedad producida por un error ó ligereza
en un reconocimiento facultativo practicado el 20
del incs de Septiembre anterior. En tan triste si­
tuación, viéndome morir por momentos, rae enco­
mendé á mi excelsa protectora, María Axixiliadora;
y cogiendo una imagen de la misma, que coloqué
entre mis ropas, le pedí con el mayor fervor y la
más viva fe, rae concediera la saludsi me convenia,
prometiéndole en cambio publicar gracia tan se­
ñalada y enviar una limosna á la Escuela Salesiana de esta corte si así sucedía.
El favor pedido no se hizo esperar mucho tiem­
po: cinco horas después, bien pudo decirse que
me hallaba fuera de peligro y en período de con­
valecencia, según opinión facultativa.
Hoy me hallo casi por completo restablecida.
Cumpliendo, pues, mi promesa, llena del jnás profxmdo agradecimiento en acción de gradas á la
Sma. Virgen María Auxiliadora, hago pública esta
manifestación y é la vez entrego la limosna que
tenía ofrecida.
Madrid, 31 de Enero de 1910.
P r im itiv a S anz d e V e r a .

Barcelona. — Entre otras gradas muy impor­
tantes que me ha concedido Marín Auxiliadora,
no debo piisíu en silendo la siguiente.
Habiendo enfermado un lüjo mió del tifus, le
petU con gran fer\*or y lágrimas que le devolviese
la siUud, suplicándole, la víspera de Navidad á las
doce en punto de la noche, que por aquella alegría
que sintió su purísimo corazón, cuando rió naddo
á su divino Hijo, no permitiese quedasen en la or­
fandad dos lüjitas que el mío tenia de corta edad
(pues la mayor no había cumplido dos años y la
otra tenia un mes y días). La Virgen Sma. oyó mis
súplicas: mi hijo fué mejorando y al poco tiempo
estaba completamente restableddo, devolviendo
asi la alegría á nuestros afligidos corazones. Gracias.
Madre mío, por este fa\-or y por otros muchos que

me habéis dispensado. Hoy cumplo contenta la
promesa que hice de publicar dichas gracias en d
Boletín Salesiano y de dar todos los meses una li­
mosna para una misa que todos los sábados se ce­
lebra en honor de María Auxiliadora en su iglesia
deSarriá (Barcelona).
Barcelona.
T er esa F

errer de

G . N a va r r o .

Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias i
Marta Auxiliadora y envían una limosna:

A) — Alboraya (Esp.); José Carsé.
h) — Baracaldo: M. P. D. — Barcelona: Adolfo
Huguet — id.: Andrés Lupó — Belen (Nicaragua):
Juliana C. v. de Acevedo — Bonilla (Esp.): María
Pormelo, 5 pts.
C) — Cali (Colombia): Aquilina Martínez L. —
id.: María Dolores Mosquera — id.: X. Barona y
familia — id.: Inés R. de González, i peso, oro —
id.: Eustaquio Porras S- — id.: S. C. de H., 2 ps.
oro y una misa — id.: Porfirio Laño — Cartagem
(Esp.): Eloísa Alvarez Díaz, 5 pts. — id.: Gertrudis
Castilla — id.; María Fauste Montón de Baeza, una
misa — id.: Andrés Linares y Poza — Cuenca (Ecuador): María Ester Alvarado de D. — Cuenca
(Esp-): G. M. V., 30 pts. — Cuzco (Perú): Revdos.
Sres. Pacheco y Baldí — id.: D. Salmón — id.:
D. Yepes.
G) — General Acha (Arg.): — Augusto Rebola
— Gerona (Esp.): Pbro. Luis M. Salvador, 5 pts.
Granada (Nic.): Braulia Bonilla — id.: V. C. Z.,
10 pesos — id.: C. A. — Guatemala; María B. de
Echeverría — id.: Alfredo Castañeda — id.: Va­
rias otras personas.
I) — Ibagué (Col.): P. A. G.
] ) — Jerez (Esp.): Dolores Sanjuán v. de Sanmartín.
L)
La Coruka (Esp.): Eugenio González.
M) — Afastepe (Nic.): Perfecta Rosa de Espinosa
— Mercedes (Urug.): María y Eloísa I. de Choleguy — id.: Francisca Juan y Delfina Inda — México: Francisco Nujares — Montevideo: Carmen
Jiménez de Isola — id.: C. U. de R., 30 francos.
N) — Moya (Esp.): N. P. B.
O) — Oviedo (Esp.): N. N.
P) — Patagones (Arg.): J. C. de B. — Punta
Arenas (Chile): Zenón Macías. 6 pesos.
Q) — Quito: Manuel Alvarado.
R) — Piobamba (Ec.): M. I. Merino, 2 sucres.
S) — San José (Costa Rica): D. José M. López
y Sra. — San José de Mayo (Urug.): Sofía Frontán
de Peláez Gallina por señaladísimos favores, 2 mi­
sas — San Marcos (Nic.): Mercedes C. de Campos,
uu objeto de oro — id.: Mercedes N. de Robledo,
t peso plata — San Roque (Esp.): F. M. C. —
Santa Ana (El Salvador): Natalia C. Sifontes —
i^ntiago (Ecuador): Delfín Verdesoto, una misa —
id.: Dolores Garofalo y ^(ícaeia Núñez — id.; Flavio Sánchez, 5 reales — id.: Mamuel Llanos, r sucre
— id.; Otras varias personas — Sevilla: Ana Díaz,
una misa — id.: Rita Pereira — id.; Una Coope­
radora — id.: Matilde Pérez Martin — id.: Una
devota, una misa — id.: Francisca Peruga — ¿í-'
Una Cooperadora, i pta. — Silvia (Col.); Pérsides
V. de Ororco y María Josefa Velasco.
V) — Valencia (Esp.): María Josefa Peiró, una
misa — Villares de OrMgo (Esp.): Filomena G. de
Benavides, 35 ptas. — Vinces (Ele.): Gregorio O
rezo, Dionisia Olvera, Mónica Alcívar y Tomás
Zambrano, 6 sucres.
Y) — Vamundi (Col.): Aparicio Machao, roo ps.
X) — Dolores Sobroher — id.: Celsa Gonzále»
de G. Nandin.

P O R E li M U N D O S f lI iE S líI N O
En el Santuario de María Auxiliadora (Turin)
tuvo lugar el 11 de Octubre la conmovedora despe­
dida de 104 misioneros, entre sacerdotes, clérigos,
coadjutores y catequistas, y 20 hijas de María Au­
xiliadora que marchaban á conquistar en bien de
lasalma.»? la corona del apostolado. Esta expedición
extraordinaria, superior á nuestras fuerzas, pero
reclamada absolutamente por las insistentes de­
mandas que de viva voz hicúeron los Inspectores de
¿mélica, exige de vuestro celo, amados CcxDperad(ues, una limosna más, que podéis mandar al
Revmo. Sr. D. Pablo Albera. Rector Mayor. Vía
Cottolei^o, 32 - Turin (Italia).
Lo de Portugal. — Para tranquilidad de nues­
tros Cooperadores ponemos en su conocimiento
que los Salesianos de Portugal no sufrieron graves
ofensas personales durante los tristes dias de los
trastornos políticos; y, gracias á Dios, nuestras
casas todavía siguen abiertas. Esperamos, además,
que. atendida la benévola actitud del gobierno pro­
visional respecto á ellas, la Obra de D. Bosco po­
drá continuar desarrollando allí su benéfica acción
en beneficio de la juventud obrera.
= ^ ^ = = ©

í

= = ^ t=

Crónica de los Ex-Alamnos,

L.\ PAZ (Bolivia). — El domingo 3 de Julio se
inauguró solenmemente la Asociación de Ex-Alum006 en el instituto salesiano. Después de obsequiar
á la distinguida concurrencia con una brillantísima
ttpesentadón dramática, en que los antiguos
ahunnos cosecharon muchos aplausos, tomó la pa­
labra el Director y les explicó el lema que cam­
peaba en su bandera: Religión, Patria, Trabajo.
Presidia la fiesta el Eíxmo. Sr. Cónsul de Itaha Don
Juan Torti. padrino de la nueva Sociedad, que más
de una vez experimentó los efectos de su bondad
generosa. El Gobierno de Bolivúa quedó tan satisíeriio, que
de aprobar el reglamento, sununistió armas y municiones para la sección de tiro,
qoe se inaugnró el domingo después.
NOVARA. — Los ex-alumnos del instituto sale®ano de<u>nsois de formar tma. asociación, aproveriiaron la ccmyuntura fiel X X V aniversario de la
ordenación sacerdotal de su Director D. J. B.
Perrando. La nueva sociedad cuenta ya con más de
ó® socios.
WAROQOIA (Cantón Tierno).— El 25 de Septem^ se reunieron
de 70 antigTioft alumnos de los

colegios de Mendrisio, Balema y Maroggia; sacer­
dotes, médicos, industriales, profesores, abogados,
todos alegres de verse otra vez juntos al lado sus
educadores.
Al fin del convite, entre brindis y aplausos se
echaron las bases de mía Asociación cuya presiden­
cia honoraria recayó sobre el Dr. CaseÜa y la efec­
tiva sobre el abogado Noseda.
CAVAGUÁ. — El mismo domingo formaron otra
asociación en Cavagliá los antiguos aluiimos de las
Escuelas Decaroli, la cual envió su plena adhesión
á la Federación Internacional. La fiesta terminó
con ima brillante pieza dramática.

SANTA ANA (Rep. S. Salvador. C. A.). — Paseo
de las Oratorianos del Colegio « San José *. — K1
P. Director, Pbro. D. Francisco E. Doná, habia
prometido un paseo á los niños de este Oratorio
como premio de su puntual asistencia y buena con­
ducta, y á tal objeto se designó el domingo 26 del
p. p. Junio. A las cinco y cinco y media a. m.
salió el infantil ejército de 140 niños con dirección
á San Sebastián, puebledto que dista imas 3 leguas
deSanta Ana.
Llegados allá, después de un viaje delicioso ame­
nizado con los cantos y algazara del ejército in­
fantil, celebróse la Santa Misa, durante la cual se
entonaron himnos sagrados. A continuación el
P. Director dirigió su ardiente palabra á la multi­
tud de niños y concurrentes, expheando cómo la
Grande Obra del Venerable Don Bosco. continuada
por sus Hijos los Salesianos, está apoyada en la
cariñosa y eficaz protección de María Auxiliadora
y en la caridad activa y generosa de los Coopera­
dores y Cooperadoras Salesianos.
Salidos de misa, fuimos á tomar café á casa de
la Señorita Rosaura Monterrosa. con pan-marquesote regalado pOT la Srita. Tránsito G^dámez.
Entre jo^ os y paseos U^ó la hora del almuerzo,
el cual fué benignamente regalado y servido por la
Srta. Rosaura Monterrosa, D<ma Luda de Acosta,
Doña Reyes de Acuña, la familia Martínez. Srta.
Tgnar^a Córdoba y otras muchas personas cuyos
nombres escribió Dios ciertamente en el libro de
las recompensas eternas.
Entretanto habíase improvisado im escenario

cu caí4a de Don Alfredo Fernández é invitado á los
vecinos del pueldo para asistir á la función dramá­
tica, que comenzó á eso de las dos y media de la
tarde. Se paso en escena el sainete «l/os dos carac­
teres opuestos * y el cuadro « Luzbel ». F)1 nume­
roso piiblico quedó muy satisfecho. Acabado el en­
tretenimiento á his 5 p. ni. repartióse á los niños
alninduute fruta, cocos, mangos, naranjas, bananos,
etc. y, despidiéndonos de atiuellas buenas gentes
(ine tan excelente acogida ñas habían hecho, nos
volvimos á Santa Ana con las más gratas recuerdos
del paseo. Llegamos después de las 7 p. m., retirán­
dose inmediatamente cada uno á su casa.
Asi se atiae á los niños por medio de juegos, rejiresentaciones teatrales y paseos, con el objeto de
llevarlos á Dios por la enseñanza y práctica de la
Iteligión.
MERCEDES (Uruguay). — Anejo al Colegio de
S. Miguel florece un Oratorio festivo, cuyo ti­
tular es S. Francisco de Sales, al cual concurren
en gran número hijos de italianos emigrados.
K 1 21 de julio celebraron la fiesta de S. Luis
Gonzaga llamando la atención del público no sólo
con magníficos partidos de foot-ball, sino también
por la sincera piedad que mostraron en las sa­
gradas funcione.s. Casi todos, ya de dia ya de
noche, frecuentan las clases del Colegio donde
reciben cristiana educación en la dulce lengua
de su patria.
MALTA-SI.IEMA. — Certamen catequístico.— La
novedad del acontecimiento, cosa que nunca habían
vi.sto los habitantes de la isla, atrajo alOratorioSakísiano multitud de amigos, bienhechores y padres
de las niñas. Ann resonaban en la amplia sala los
iiplaasos con que fué recibido el Arzobispo limo. Sr.
l’Hce, cuando el Sr. Director comenzó un breve
discurso en el cual puso de relieve el incremento que
cu dos años habla tomado cl Oratorio y las consu'Oas que hahia proporcionado á las fatuilias de
líxs niñas y A las cooperadores. Rowrdó t|ue en
este tiempo 210 niñas habiati sido preparada á la
])rimora comunión. 182 tsDiifirmados. además de
fundar cinco sociedades llorecicntes. la Biblioteca
circtilanle * Domingo Savio * y el Salón «D. Rúa •;
y terminó rogando á S. líxoia. que liondijera el
de.sarrollo del Oratorio como habla síwtenido sus
comienzos.
v'^iguio hu'go \m os'.'ogido progríuna do diálogos
y versí's alh'mados con cantos que ejenitarou los
niñiw del Oratorio, acompañados por la orqiusta
de la • JuYcutulis Domus *. é iumetüatameute 00nu'uzó el certamen. Aparecieron en el escenario,
atxígidas con fragorosos aplausos.Uis ¿9 luchadores:
y Icidivs las coudicioucs tlcl certamen, el Revino.
Sr. D. Pablo Rolla, Doctor en Texflogia, dió prin­
cipio al acto. Durante una hora larga se fueron
cmztmdo prcguutjis en agradable é interesantísimo
creseendo: |>ero ilcspués de repetir varias veces el
catecismo pocos habían caldo. Kntouccs se pasó á
las preguntas libres, y objeciones reciprocas, liasta
que entre los 7 últimos, que ^>ennanecian inven­
cibles. cojuenzó la acción decisiva en la cual fué
declarado principe José Galea y presentado entre

los aplausos de los espectadores al limo. Sr. Pace,
el cual le entregó im rico estandarte blanco.
El afortunado muchacho tomó asiento al lado de
S.Excia. el cual entregó después otros dos hermosos
estandartes á Rogelio Gauci y José Bugeia segundo
y tercer vencedores respectivamente. Además de
los estandartes, recibieron los niños sendos libros
Injosamente encuadernados en raso blanco, regalo
de S. S. P ío X . Después de estos recibieron tam­
bién, jmxtamente con los elogios de S. Excia, pre­
ciosos premios los que se habían distinguido en la
clase de catecismo; y, para concluir, los actores
del <‘Círculo de S. Ginés ■>representaron im drama
brillantisiino.
SANTA TECLA (Rep. «El Salvador »C. A.) — Rifa
trimestral. — Un gran medio de atraer los niños al
(Oratorio festivo, es sin duda la así llamada rifa ó lo­
tería trimestral, que consiste en una especie de feria
de prendas, juguetes, golosinas, etc.. Atraídos los ni­
ños por este aliciente, acuden gozosos y ellos mismos
compran lo que les place con las buenas notas ó
sellos, merecidos durante los tres meses anteceden­
tes por su asiduidad, aplicación y buena conducta.
En el Oratorio « San Luis » de este Colegio se
verificó dicha rifa el domingo 31 de Julio. Gracias
á la generosidad de las Sras. Das. Jesusa Meza de
Herrera, Isal>el G. de Arrieta, Amelia de Argueta
y de las Sitas. Ruiz Meza, María Zaldívar, Con­
cepción Contreras y ITcnninia Quintanilla, resultó
á plena satisfacción de los oratorianos, por la abun­
dancia de cortes, pañuelos, sombreros, cuellos, libritos, estampas, peines, espejilos y otros obieios.

Nuc.stras exprc.sivo agradecimiento á esas dig­
nas bienhechoras que tan bien comprendieron
lo dicho por cl Vencraqle P. Bo.sco: « Quien quiera
reformar una población, no tiene medio más eficeu
que ósíe: debe comenzar por los Oratorios festivos *.

Ivu ellos se dan la mano, la piedad alimentada
por la oración y los honestos y útiles esparcimientos,
apartando asi cu los dias festivos de la vagancia y
l>eligros de corrupción á los niños 5’ jóvenes.
No lo olviden las Cooperadoras.

SAN NICOLAS DE LOS ARROYOS. — En el Colegio
Don Bosco. — Los alunmos del Colcho que dirigen
los Padres Salesianos en San Nicolás de los Arro­
yos celebraron una interesante fiesta con motivo
de la bendición y jima de la bandera.
La ceremonia efectuóse en la plaza princii>aL
donde se hallaba formado frente al templo y en
unifonne de parada, el regimiento 5®de infantería
cuya banda acompañó el canto del himno á la ban­
dera « Levanta tu frente, gran pueblo argentino *.
que entonaron los alunmos del Colegio Don Bosco;
presenciaba también el acto el batallón infantil
de San Nicolás.
El mayor Andrés Bnizzone. jefe interino del

á

— 327 —
raimiento 5®, dirigió una \dbraute alocución pa­
triótica, recordando á los niños la gloria de la in­
signia argentina y cuando al terminar invitó á sus
o ^ tes á jurar fidelidad á la bandera de la patria,
todos á nna respondieron: Sí, juramos. En este-mo­
mento la banda dejó oír los acordes del himno ar­
gentino y los aliunnos desfilaron ante el glorioso
pabellón, penetrando luego, jimto con la enorme
concurrencia que presenciaba el acto, en el templo
para asistir al Te Deum.
Antes de entonarse el himno de acción de gracias
al Todopoderoso, el señor cura, presbítero Torti,
pronunció una liermosa oración patriótica que
llamó justamente la atención, tanto por la belleza
del estilo, como por los profundos conceptos y
sabias enseñanzas históricas que en ella se encerrabaii.

No obstante el breve espacio de tiempo en que
se han dedicado á la gimnasia, dieron suficientes
pruebas de habilidad en los combinadas movi­
mientos de la calistenia y de bastón Jaeger, (|ue
les mereció nutridos aplaxisas de la concurrencia.
Con el canto gimnástico « El soldado argentino *,
del Padre Pedrolini, y un interesante desafio cu
el juego la handeriia, diéronse por terminadas los
actos organizados por la Dirección y alumnos del
Colegio Don Bosco, para solemnizar el glorioso
aniversario.
GUATEMALA. — Viajes de Mons. Caglicro —
Una carta particular de Retalhulen con fecha
7 de Agosto, nos comunica que Su Excelencia el
Sr. Delegado Apostólico, Mons. Cagliero, salió de
la Capital de Guatemala el 21 de Julio con dirección

SA N N IC O L A S D E L O S A R R O Y O S (Arg.) — E l Cojegio Salesiano.

No menos interesante resultó el acto que se rea­
lizó en el colegio Don Bosco el domingo á la tarde.
El espacioso patio estaba adornado con hermosas
banderas argentinas y de otras nacionalidades, y la
numerosa y distinguida concurrencia tomó asiento
bajo los amplios pórticos del establecimiento.
En el medio hallábase el hermoso pabellón argen­
tino, bendecido el dia anterior.
Dióse principio al acto con el himno nacional
cantado por los alumnos y acompañado por la
banda del raim iento 5* de infantería.
Se recitaron varias y hermosas composiciones
propias de las circunstancias, recibiendo merecidos
elogios el alumno Carlos Recio Sosa, que declamó
con arte El misionero de Gutiérrez; y el niño San­
tiago Montaldo en la hermosa poesía «Patria y fe ».
Entusiasmó al público la correcta presentación
de los alumnos para la ejecución de los ejercicios
fisicos.

I.

á Quezaltenango, donde fué objeto de una esplen­
didísima recepción, y permaneció desde el 23 de
Julio al 2 de Agosto, teniendo el gran consuelo de
administrar el Sacramento de la Confirmación á
muchos millares de fieles entre niños y adultos, y
distribuir en menos de una semana 15.100 Comu­
niones.
El dia 2 de Agosto el Exmo. Señor pasó á Retal­
hulen donde igualmente su entrada fué solemnísima
y se acercaron á la Santa Comunión 5.000 personas.
El 8 d d mismo mes. según la carta citada, el d ^ o
Representante de la Santa Sede en Centro América
debe haberse encaminado bada Mazatenango,
Santa Luda, Cotzumalguapa, Esquintla, Amatitlán.
para regresar el 23 á la Capital, donde probable­
mente se quedará otro mes. Acompañémosle, ama­
dos lectores, con nuestras oradones para que Dios
cerntinúe bendidendo sus labores en beneficio de
toda la América Central.

BOGOTÁ.— La exposición y los PadresSalesianos.—
Copimnos de « La Unidad » de Bogotá: «Ti,vimos
el gusto de ver la nu^nífica corona con que la Coimmidad Salesiana obsequió al Libertador con
motivo de la celebración del primer centenario de
nuestra independencia.
Iva mencionada corona jimto con el escudo y la
placa que la acompañan fueron grabados á cincel
con herramientas hechas en el mismo estableci­
miento. Fácilmente se comprende cpie para llevar
á feliz término una obra de esta naturaleza han sido
necesarias una gran constancia y una paciencia á
toda prueba. En la placa se lee esta inscripción:
E l Instituto Salesiano de Bogotá al Libertador 1910.
El escudo está muy bien trabajado y creemos que
en este género difícilmente se podrá hacer algo
mejor, según el dictamen de personas expertas en la
materia. En el ramo tipográfico y de grabado, no­
tables son los adelantos que hemos visto proceden­
tes de estos mismos talleres; entre otros muchos
merece especial mención un trabajo hecho expresa­
mente en obsequio de los Próceres: elegancia, niti­
dez, gusto artístico, conocimiento de la técnica
moderna, son las notas sobre salientes en esta clase
de trabajos. Procedentes de estos mismos estable­
cimientos hemos visto también ima rica colección
de maderas colombianas que consta de 120 tipos
diferentes.
Al observar los adelantos hechos en los talleres
salesianos en las distintas artes y pensar al mismo
tieuq>o en el empeño con que trabajan nuestros
modernos reformadores por la eliniinación de las
órdenes religiosas, por retrógadas y obscurantistas
como ellos las apellidan, no podemos menos de com­
padecerlos al ver el magno error en que viven y la
ceguera tan grande que los ofusca cuando se atre­
ven ó llamar negro á lo blanco y á la luz esplen­
dorosa del mediodía, noclie oscura y tenebrosa. Y
se nos ocurre preguntar; si á los que trabajan asi<luamente en formar el corazón de los niños en 11
santo temor de Dios é iufmulirles hábitos de tra­
bajo y honradez se les llama retrógrados, ¿quiénes
son entonces los verdaderos civilizadores de la hu­
manidad »
Bogotá, agosto de 1910.
R oh erto A lfo n so .

BUENOS AIRES — Confederación Parroquial de
S. Carlos en acción. Querer es Poder.
El ano 1900
comenzó bajo buenos auspicios ]mra la parroquia
tic San CarUvs. Su aloso párroco, el reverendo
P. José Vespignani. creyó llegada la opurtuuidadtle hmzar á la arena de la acción católica un nuevo
elemento de combate: la Confederación de las nuineRísas asociaciones existentes en la parroquia.
Comprende toilas las resoluciones de los congresos
y tiende á dar unidad, fuerza y constancia á la
acción católica. Estos son sus tres artículos:
1. Promo\-er la enseñanza de la doctrina cris­
tiana.
2. Oponer la buena prensa A la mala.
3. Ihxmiover y ayudiu" las obras de caridad ó
beneficencia especiaUneute en la parroquia de San
Carlos,

La hermosa idea fué acogida con entusiasmo
é inmediatamente se dió comienzo á su reali­
zación.
Dos años de labor decidida han dado ya copiosos
y alentadores frutos, que con la mayor satisfacción
y para estímulo de los beneméritos miembros y de
todos los que militan en el campo de Cristo damos
á la publicidad.
Por hoy nos ceñiremos á reseñar brevemente la
obra de la Subcomisión de señoras, sección Buena
prensa.
A ella se adhieren socios protectoras que la
ayudan con donaciones y limosnas; socios honora­
rias, que se comprometen á no comprar ni leer
las periódicos no católicos y á difundir la buena
prensa.
Era necesario esparcir por todas partes los dia­
rios católicos, derramar por doquiera la luz de la
verdad y llevar al hogar del obrero y al tugurio
del pobre y al miserable conventillo, el bálsamo
de la fe y de la resignación cristiana; y pusieron
manos á la obra, realizando prodigios en esta clase
de propaganda. Desde junio de 1909 hasta junio de
1910, ha invertido esta Subcomisión 1250 pesos en
la difusión gratuita de E l Pueblo. La Voz de la Igle­
sia, La Cruz, E l Descanso Dominical, Lectura Domi­
nical (Madrid), Lecturas Católicas de D. Bosco, La
Simiente, Corriere d’Italia (Roma), II Mulo (Bo­
le c a ) , Hojiías Populares de Zaragoza é infinidad de

revistas, semanarios, folletos, hojas de propaganda,
etc., etc. amén de las subscripciones que con regu­
laridad costea.
Aportó cu poces mes s setenta subscriptores á
E l Pueblo, más de doseicutos á La Cruz y propor­
cionó al primero mnnerí ses avisos.
Diez y seis ])duqucri:is, almacenes, cafés y confiterias, reciben diariamente^i./ Pueblo, cuya subs­
cripción corre ix>r cuenta de la subcomisión; lo
mismo s.' hace .s?maiialiuente con 2000 ejemplares
de La Cruz, repiudidcs en la puerta de la iglesia, en
las capillas de San Antonio y María Auxiliadora,
entre las Hijas de María, en las fábricas y conven­
tillos. etc., etc.
Una de las socios protectoras costea mil números
de La Cruz siunanalcs. que se distribuyen entre los
socios del Círculo de Obreros.
Una nueva obra se propone al presente á la in­
cansable actiddad de la Subcomisión: la idea,
debida á los ex-alumnos de Don Bosco, de fundar
una oficina de correspondencia para proveer de
noticias á la prensa católica que reclama su apoyo
y las generosas señoras le ofrecen desde l u ^ su
aplauso y su cooperación.
MADRID. — La Reina en las Escuelas Salesianas.
El 7 de Noviembre, por la tarde, la Reina doña
Victoria Eugenia visitó las Escuelas Salesianas
de la Ronda de .Atocha, acompañada de la se­
ñorita de Heredia y del ayudante del Rey conde
de Aybar.
Recibieron á la Reina en la entrada de la casa
el padre Zabalo, inspector de la provincia céltica,
y el padre Castilla, director de las escuelas, con
todo el personal de las mismas.

— 329
Su Majestad pasó á la sala de recibo, donde,
después de tomar asiento, se informó minucio­
samente del objeto y marcha de la casa, y di•digió á los citados padres interesantes preguntas
sobre el modo de fundar en Madrid una Escuela
de Artes y Oficios para los niños pobres y
abandonados.
Pasó después la augusta señora á visitar las
•clases, y en cada una de ellas se entretuvo un
buen rato, interesándose mucho por el adelanto
de los niños, dirigiéndoles varias preguntas y
■ examinando sus planas y trabajos manuales, y le
llamó particularmente la atención una miniatura

Su Majestad admiró los altares, imágenes y
demás obras de talla y ebanistería ejecutadas eit
las Escuelas Salesianas de Sarriá, avivando sus
augustos deseos de que también en Madrid pueda
pronto hacerse otro tanto.
Terminado el acto religioso, se despidió doña
Victoria, quedando muy complacida de su visita
y ofreciendo, como recuerdo, costear un día de
campo á los niños, regíalo que éstos recibieron
con estruendosos vivas y aplausos á su carita­
tiva Reina.
Dios recompense á la augusta señora esta
nueva prueba de su ardiente caridad para con

R E C IP E (Pernambuco) — Alumnos del Colegio del Sagdo. Cora2Ín de Jesús,

de la iglesia de María Auxiliadora hecha con
papel y cartón por el alumno Andrés Blázquez,
niño de doce años.
N'o'es para dicha la sorpresa y satisfacción
de los niños al verse honrados y tratados con
tanta sencillez y cariño por Su Majestad, á quien
vitoreaban con gran entusiasmo.
Terminada la visita de las clases, tomó asiento
la augusta dama en un sitial improvisado en los
pórticos, y allí escuchó la lectura del saludo de
bienvenida de los superiores y alumnos forma­
dos en compactas filas, terminando el breve acto
con una preciosa barcarola cantada en italiano
por la Schoía canUn~um de la casa. Visitó tam­
bién Su Majestad el hermoso salón de actps,
que alabó mucho, y, por último, pasó á la iglesia,
donde, con gran recogimiento, recibió la solemne
bendición del Rey de Reyes y asistió á la her­
mosa salve coral cantada por todos los niños.

los que el mundo desprecia y haga que se vean
muy pronto cumplidos sus fervientes votos.
RECIFE (Pernambuco). — Para dar cabida al
número siempre creciente de alumnos, han de­
bido los Salesianos ensanchar el edificio del S.
Corazón. Continuando el plano general, aña­
dieron un nuevo brazo de dos pisos que fué ben­
decido el 24 de Agosto por el Exmo. Sr, D.
Luis da Brítto, Obispo diocesano. Allí no faltó
nada de cuanto suele verse en tales ocasiones:
concurrencia numerosa y distinguida, discursos
brillantísimos, banda magistral, ceremonias mag­
níficas, alegría y barullo por parte del pueblo
menudo; y, sobre todo, mucho agradecimiento
á D. N. Señor por la fecundidad maravillosa
que da á los sudores de los Hijos de Don
Bosco.

— 330 —

la

MEMORIAS BIOGRÁFICAS
de Mons. Luís Lasagna
C

CAPITULO X X X V [Continuación).
A estos preciosos testimonios es del caso añadir
que con la consagración episcopal adquirieron ma­
ravilloso medro sus eximias virtudes. La abun­
dancia de cansinas y luces que en 61 difundió el
líspíritu Santo al conferirle la plenitud del sacer­
docio, encendió en su corazón im amor abrasadisimo
hacia la Iglesia Católica y hacia su venerando Jefe
Supremo el Romano Pontífice. Desde el pxmto en
que fuó croado obispo no acertaba á hablar ó á
predicar sin nombrarle, sin repetir sus enseñanzas,
propugnar sus derechos y compadecer sus sufri­
mientos. ^^As que nunca tenía fijo en la mente y
CTabado en el corazón lo que en los últimos años
de su vida solia inculcar Don Sosco á sus hijos con
e.stas solemnes palabras: « Entiendo que los miem­
bros de la IMa Sociedad de S. Francisco de Sales
no sólo acaten pronta y respetuosamente y con sen­
cillez (le mente y de corazón las decisiones del Papa
en lo que dice relación con el dogma y con la dis­
ciplina. sino que en las mismas cosas disjmtables
abracen siempre la sentencia de él. aun como
Doctor privado, preferentemente á la de cualquier
teólogo ó doctor del mundo ».
¿ Qué mucho, pues, que Mons. I^asagna en todas
las cue-stiones filosóficas, religiasas y politicas se
atuviese con tanto escrúpulo ú las decisiones del
Papa? Aborrecía ese funesto lilxrralismo que muchos
en nuestras dias pretenden casar con la profesión
de la fé católica y con las prácticas de la piedad
cristiana. Ilubia leído con entiusiasuio y estudiado
el libro de Sarda y Salvany E l liheraUsmo es pecado.
haciendo suyas las palabras y sentimientos del
insigue autor, traduciéndolas A la práctica y apro­
vechándolas muy dicstnunentc siempre qiíe se le
brindaba la ocasión. Asi nos lo atestigua imo de
sus más intimos amigos, docto y pió eclesiástico, con
una carta (|ue me escribió con fecha del 3 de Fe­
brero de 1S89. carta en que se menciona una terri­
ble disputa sostenida por Monseñor I^asagna du­
rante das largas horas, sobre las tristes consecuen­
cias A que conduce el moderno liberalismo.
Kn mía palabra, la dignidad episcopal había
dado uu pcideroso impulso A su celo, que ya no
tuvo <x>to. Asi no fué viuin palabra el mote sal
agnis. derivado de una feliz in\*ersión de su ape­
llido y puesta en su blasón episcopal. ¡Cuántas
cosas no dice en su laconismo! ICs la síntesis de l(5s
deberes de mi obispo, del apostolado de un hijo de

D. Fosco, de los ideales de un cotizo misionero.
Todas las almas, en particular las más desampara­
d a , las de los desdichados hijos de la floresta
vienen á ser sus ovejuelas predilectas, su pensa­
miento de cada dia, su sueño de cada nocJie, de ma­
nera que con verdad podrá apellidarse el Obispo de
los salvajes. Le parece oir continuamente ima voz
interna que le repite la terrible expresión de S.
Pablo: Vae mihi, si non evangelizavero (i), y que le
a ^ j a á proporcionar á su rebaño no un pasto or­
dinario, sino el que más apetecen, conviene á sa­
ber, la sal de la sabiduría que las fortifica contra sus
enemigos y las hace fecundas en obras buenas y
santas. Esta altísima idea de su apostolado acrece
cada vez más su santa audacia en acometer em­
presas. le induce á atropellar por todos los obstá­
culos y le dispone á cualquier sacrificio á trueque
de llegar á su fin. Su episcopado no fué otra cosa que
la no interrumpida realización de su hermoso lema:
Sal agnis. Casi no pasa día en que no predique, y
á menudo varias veces al día.
Para convencemos de ello bastaría dar una ojeada
al diario que su fiel secretario nos dejó escrito.
Forma un volumen, y eso que en él apenas se
vuelve á hacer mención de sus trabajos <x>mo Su­
perior del Colegio Pío de Villa Colón é Inspector
de las Casas Salesianas del Uruguay y del Brasil:
como tal conservaba la tremenda responsabilidad
de quince institutos para niños y niñas, por cuya
prosperidad miraba con solicitud, más que de su­
perior de padre. Tampoco se habla en el diario de
las confesiones y predicaciones de Monseñor en
los colegios, labor suficiente de por si para llenar
sus días; nada hay allí escrito sobre la humilde y
bien poco agradable tarea de buscar los medios peciuüarios con que sostener las obras que tenia co­
menzadas; solamente se notan las funiuones epis­
copales, los tratos con los Obispos y Ministros de
Estado para nuevas fundaciones, sus misiones y sus
viajes, mas esto basta para (jue A su lectura nos
embargue un sentimiento de asombro y de profmida (Xjmpasión y nos preguntemos cómo pudo
aguantar por tan largo tiempo una faena capaz de
extenuar la complexión más recia y estragar la sa­
lud más lozana.
Nosotros que nos hemos impuesto estrechos li­
mites en este humilde trabajo, tenemos que remuunar A la idea de seguir paso A paso el diario
de su episcopado, para no ser intenninables. Tam­
poco le acompañaremos en los viajes cortos ó en
la visita ordinaria A las casas de su Inspectoría,
si bien es verdad que Monseñor sigue cumpliendo
este ofi(fio con la más iluminada prudencia y con
incalculable fruto de hermanos y alumnos. Nos
concretíuiimos A señalar á los lectores los rasgos
más característicos y en especial lo que atañe á las
misiones, á esas misiones á que particularmente se
eucaminan de ahora en adelante todos sus pensa­
mientos, toda la portentosa energía de su volun­
tad.
(Continúa).
(1) 1 Cor. IX, 16.

O XZ'/



D

N E C R O L O G IA

O

El 17 de Mayo, aniversario de la coronación
de María Aiixiliadora, volaba al cielo en Cuenca
(Ecuador) el alma de la que fué generosa bien­
hechora de las Misiones Salesianas de Méndez y
Gualaquiza

Da. Mercedes Ullauri de Villavicencio.
La Virgen SS. cuya imagen estrechaba entre
sus brazos á la hora de la muerte, quiso llevarla
á gozar el premio de su generosa caridad un día
memorable en los anales de su culto. E l ejem­
plo de mamá Margarita que remendaba la
ropa de los huérfanos del Oratorio, lo repitió ella
recogiendo y remendando toda la que podía
para los hijos de la floresta. Encomendémosla
al Señor en nuestras oraciones para que dé el
descanso eterno á nuestra insigne cooperadora.

Cooperadores Salesianos difuntos.
ESPAÑ A.
Sr. D. Amalio Villalba
Al/ambra (Teruel,
limo. Sr. P. Ricardo Cortés, obispo
Barcelona.
Rdo. Sr. D. Jesús Plaza
Cuenca.
Sra.Da. Josefa Torres de la Rosa
»

• Victoria García de Saconibra
»
»
» Dolores Santacoloma
»
» • Amparo Escudero de Cobo
»
.
• Prudencia Llandres
»
Rdo. Sr. D. Eusebio Bruch Castellar Münlana{GnTon:\).

. » Miguel Buiscons
Gerona.
Sr. D. Juan Vidal de Llovatera

. . Juan Freixas
G a rg a lli (Barfia).
Sra. Da. Victoria Matas de Sarradell La Bisbal


• Patrocinio Debai
La Pera
»
» » Julia de Esieve Martínez Llagostera (Gerona).
Rdo. Sr, D. Narciso Boada
»
»
Sr. D. Santiago Humelra
Molins de Rey (Barña).
• * Manuel Parlraña
Orense.
Rdo. Sr. D. Enrique Granero Puebla Fadriqne {ToX^áo).
Sr. D. Julián López
Valdecolmenas Alb.{Cw\\cjs).
Sra. Da. Vicenta Martínez
»
»

Indice general del año 1910.
Documentos.

Carta del Sr. D. Miguel Rúa á los Cooperadores
Salesianos, 2.
Domingo Savio, sjer\*o de Dios, 9.
Bodas de Plata, 31.
La Pía Sociedad Salesiana, 33, 64, 97.
VI. (Congreso de Cooperadores Salesianos, 44, 104.
Para el Jubileo del P. Rúa, 51, 96.
Una súplica, 2S5.
A los Cooperadores Nicaragüenses, 56.
La tumba de D. Bosco, loi.
D. Felipe Rinaldi á las autoridades, 149.
III» Exposición de las Escuelas profesionales y
Granjas agrícolas, 245; La inauguración 248; V*i-



sitas ilustres, 251; Datos de la prensa, 279; Clau­
sura y Premios, 307.
El 2“ sucesor de D. Bosco, 264.
El sucesor de D. Rúa á los Cooperadores Sale­
sianos, 273.
El decreto de la Primera Comunión, 276.
La catástrofe del Colegio Sales, de Concepción, 296.
Artículos de fondo.

Los antiguos alumnos.
Un buen obsequio, 29, 61, 94.
Los oratorios festivos, 71, 99, 129.
Los Cooperadores Salesianos, 185.
Los Salesianos, 2S6.
Navidad, 305.
A la memoria de D. Rúa.

La enfermedad, 93; Anuncio de la muerte, 21;
Quién era, 125, 215; En la muerte, 150; Los úl­
timos dias, 153; Hacia el fin, 166; La muerte,
171 ; Los funerales, 173; El entierro, 178; Los
pésames, 179; Corona de la prensa, i8o; Bio­
grafía, :S8 ; Honras fúnebres (relaciones), 191, 220,
251, 282 ; Conmemoraciones cívicas, 195; Ecos de
la prensa, 197; Un soberano de la bondad, 213.
A dverten cias y saludos.

A nuestros lectores, i.
Sobre correspondencia, 12.
A n tigu o s A lum n os.

Asociación de ex alumnos - Porqué de esta sección,
73; El Circulo « Juan Bosco », 73.
Bibliografía.

43, 106, 136, 203, 229, 254, 301.
Cartas de familia.

Cosía Rica: El terremoto de Cartago 198, 227.
Africa del Sur: El Instituto Salesiano de Cape

Town, 130, 288, 314.
Cooperadores Salesianos difuntos.

27, 60, 212, 240, 272, 331.
Culto de María Auxiliadora.

a) NuEV.ts Idi.EsiAS, C a p il i . a s , C i ' a d k o s :
5 , Isidro (Buenos Aires), Inauguración de una
Capilla. 40; Concepción (Chilí), Proyecto <le un

Santuario, 112;
imagen, 294.

(Chile), Bendición de una

P r iv il e g io s :

Sarria (Barcelona), Agregación ilel Santuario, 294.
c) F i e s t a s :
España : Cindadela, 205; Zaragoza, 232 ; Gerona,
230; Málaga, 230; Valencia, 21.
Italia: Turtn-Valdocco, 204.
América: Litna, 260; Bogotá
232 ; San­
tiago (Chile), 233; Buenos Aires, 260: Villa-Co­
lón, 21; Santa Tecla, Santiago, Puebla, Méjico,
Asunción, Salvatierra, 261; Uruguay.
Gracias.

22, 40, 83, 113. 137. 207, 234, 262, 294, 322.
Memorías biográficas de Mons. Lasagna.

56, 302, 330 -

Misiones.

— Mozambique: Nueva Misión, 13; De
Mozambique á Cape Town, 39; La nueva ColoniaMisión de Moscelia, 41; Espantoso huracán. 226;
Cuatro bautismos y una misión en Moscelia, 258.
-As i a . — China: En la isla de Sam-tchíóu, 108,
133; Indias Orientales: Las misiones católicas,
202; En la China y en el ¡apón, 291.
A m é r ic a . ^ Brasil Matlo-Grosso: Vuelta de la
**banda de los Bororos á las Colonias, 42; Sueltas^
i ir , 136; La Tribu de los Bororos, V* parte 317.

A f r ic a .

— 332 —
— Ecuador: Dos excursiones á los Jíbaros, 13;
Valiosa ayuda para la etnografía de los Jibaros,
76; Episodio de la vida jibara, 107.
— Argentina C/iuóut, 135; Incendio de la misión
de Rawsón, 226; Petición, 259.
— Patagonia Septentrional: El nuevo templo de
Viedma, 20; Carta de D. Andrés Pestarino, 200;
Junin de los Andes, 259 ; Santa Cruz, 293.
— Magallanes: Una misión, 255; Patagonta: P-n
las fuentes del Neuquén, 290.

Elstados Unidos de N . A . : New York, 301.
Italia: Mons. Marenco en su diócesis, 54; Savona

116; Florencia, Ñapóles, S. Benigno Canavese
145; Parma; El Ayuntamiento por el P. Ba
ratta, 271; Roma : Visita regia, 271; Caltagirone
Novara, 272; Milán. 145; D. Albera en el Con
greso Catequístico, 299; En el Santuario de Ma
ría Auxiliadora, Lo de Portugal, 325.
Tesoro espiritual.

8, 38, 63. 100, 128, 187, 235, 259, 278, 321.

Necrología.

Grabados.

D. Manuel Estepa Suárez, 27; Da. Mercedes Ceballos, 59; Exmo. Sr. Conde de Villafraiuiueza,
59; D. Cecilio Lucero, 59; Da. Carolina Gerpe
Üe Blanco, 92; D. José Lazzero, 146; limo. Sr.
D. Ricardo Cortés, D. José Alejo, Fr. Nicolás
Artnentia, Da. Carmen Ayala, Da. Ana Agostini,
148: D. Carlos M. Baratta, 211 ; Da. Maria Jo­
sefa Duellas, 212; D. José Nai, 240; Da. Dolo­
res Ortiz, 272; Da. Mercedes Ullauri de Villavi.cencio, 331.

Salamanca: Nuevos locales del Colegio Salesiano,
5; Viedma (Patagonia): El nuevo templo parro­
quial, 19: limo. Sr. D. Juan Cagliero, 25; Sala­
manca : Nueva capilla del Colegio Salesiano, 35;
Novara (Italia): Los 20 huerfanitos de Messina,
55; Mons. Fransoni, Arzobispo de Turin, 65;
La familia Ramón Fuá (Ecuador), Interior de la
casa de Ramón Fuá, 77; Ecuador: Indios Jíba­
ros. Cayapú y Masshú, 79 ; Mamacú y su hija,
81; El cáliz de oro, obsequio á Mons. Cagliero,
86; S. Tecla (América Central): Un grupo de
Ex-Alumnos, 91; La tumba de D. Bosco, 98;
La cripta, 102; La capilla, 103; El altar, 114:
D. Rúa, 24; Capilla de S. Ana, Caselle Turinés,
128; Africa Meridional, Cape Tovvn, Alumnos del
Instituto Salesiano, 130; Cape Town: Llegando
del puerto, 131; El Parlamento, 132; Bahia: Ex
Alumnos del « Liceu do Salvador», 114: D.José
Lazzero, 146; Turin: Los funerales de D. Rúa,
156; Los Obispos salen del Santuario, 152; El
carro fúnebre, 159; La última parte del cortejo,
161 ; Después del carro fúnebre, 163; La calle
Cottolengo, 165; Un grupo de niñas, 167: Las
visitas á los restos, 172; El cadáver en lacapilla ardiente, 173; La Princesa Letitia en el
SaiUnario, 174; En Valsálice, 177; Las últimas
exec|uias, 178; La madre de D. Rúa, 189: Viena
(Austria): Él Colegio Salesiano, 199; Tierra del
Fuego: El árbol ile Gualichú, 201; Constantinopía: El nuevo Instituto Salesiano, 210; Raivson
(Chuhiit-Argentina): La Iglesia antes del incen­
dio, 227; Panorama de la ciudad, 229: Santan­
der: La Carroza de Maria Au.xiIiadora. 231!
Buenos Aires: Grupo de ex-ahimnos, 237; Bar­
celona: Grupo de ex-alumnos, 238; Turin: í—
posición de las Escuelas Profesionales: Entrada,
247; Sección agrícola, 249: La inauguración, 250;
El III .Superior <ie la P. S. Salesiana. 265; I’isa:
El Cardenal Maffi y la Tnrris, 267; Turin: Edu­
candos Sirios, 218: La Exposición: Atrio de in­
greso, salón I®, 279; Reparto didáctico, salón
5®, 2.80; Salón de Encuernadores, Escultores,
281; Santa Cruz (Argentina): Grupo de alumnos,
289; Nápoles: Grupo de alumnos. 300; La Expo­
sición: Sala II y III de los carpinteros, 3061 SaU
IV de los carpinteros y Sala de impresores, 310Secciones de herreros y agrícola, 3 11: S. Nicolás
de los Arroyos (Arg.): El Colegio Salesiano, 327,
Mons. Costamugna entre los alumnos, 316:
cedes (Uruguay), 321: Oratorio festivo; Recife
(Pernambuco): Alumnos del Colegio del Sagrado,
Corazón de Jesús, 329,

Noticias.
C

— Sarria (Barcelona),
89: Turin, 89: Santa Tecla (América Central),
89: Buenos Aíres, Jira á Monleviileo, 117; Lila
(Francia), 139; .Sarria (Barcelona): Fiesta conso­
ladora, 236; Buenos Aires, 237; Córdoba (Ar­
gentina), 269; Asociación de antiguos alumnos
(IÍt>lonÍa), 287; Turin: La Federación, 299; La
Paz, Maroggia, Cavaglia, 326.

r ó n ic a d e l o s k x a l u m n o s .

C r o n iq u ii .l a

y

C r ó n ic a

d e l o s o r a t o r io s f e s t i ­

— Concurso internacional de Sport,: r; Perosa
Argentina (Italia), 51 ; Roma, 52; Liorna: Curso
de religión, ii6 ; Roma, Testaccio, 116; Trieste,
Austria, 116; Turin-Valdocco, 116: .Sliema (Malta),
139: Turin: Fiesta de la « Auxilium», 238; Caluso (Italia), Chioggia, Pisa, 267; Ferrara. Casalmonferrato, 268; Sarria, 268; Trieste: P'l 2« ora­
torio festivo, 299; Lubiana, Sliema, Roma, 200;
Ñipóles, Turin, 301; Santa Ana. 325; Mercedes,
Malta-Slieina, Santa Tecla, 326.
F ie s t a s P a t r o n a l r s . — En España: Sarria Bar­
celona, 118; Cindadela, 140.
Italia, 141.
V a r ia s . — España: Salamanca: El nuevo Insti­
tuto, 52, 91; Obrita de actualillad. 270; Barcelona:
Escuelas resiaurailas, 90 ; Iaí obra nacional del
Tibidabo, 209. 237; Huesca: La gratitud de los
hijos, 119; Huesca Salesiana, 270; Santander:
Conferencia del P. Carballo, 141; Sarriá-Barcelona,
239: Centenarios, 269.
Anxérlcn^ Argentina^fíne/tos Aires: Peregrinación
al Santuario de Luján, 24; Consagración del nue­
vo templo de S. Carlos, 239; Rodeo del Medio,
Mendoza, Rawsón, 144; Córdoba, T20, 145;
Viedma: Fiesta de los Círculos de Obreros, 211 ;
-Rosario de S. Fe, 239; San Nicolás de los Arro­
yos. 326; Buenos Aires, 328.
— ' Chite: Santiago: Un congreso de Cooperadores,
" ao; Un hermosísimo paseo. 26; La Serena: El
nuevo Obispo, 144; La vuelta de los Salesianos,
240.
— ColontMa: Ibagué, 119; Barranquilla, 119, 240;
Bogotá, 328.
_ Centro América: El Jubileo de Mons. Cagliero,
85: Mons. Cagliero en S. Salvador, 144; Mons.
Cagliero en Guatemala, 266,327; Santa Tecla, 328.
— Perh: Arequipa, :2o.
— ItoHvia: Piura, t2o.
— Méjico: Un nuevo órgano, 211.
— Brasil: Bahia, 144; Recife, 329.
vos

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente; JOSE GAMBINO.
Establee. Tip. de la S. A. Int. para la Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176 - TURIN.