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Medios

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AÑO xxm

Julio de 1908

N. 7
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T u rin — V ia eotíolcngo N. 52.

SUMARIO: AsociaciAn de los Antiguos Alumnos . 169
Importaiilisinio......................................................... 171
El Templo de Sta. María Libertadora en Roma . 172
El Jubileo del P a p a ................................................. 172
Bibliografia .............................................................. 173
El P. Rúa en Oriente.................................................174
A los amantes de la juventud................................... iSo
De nuestras .Misiones: De la Colonia del Sagrado
Cori.2Ón: Durante la excursión anual de los In­
dios, carta del P. Coibacchini — Malto Grosso
(Brasil): La obra de nuestros Misioneros juzgada
por un Diputado......................................................182

O



ó

^

^

Tesoro espiritual........................................
186
El Culto de María Auxiliadora: La Solemnidad de
María Auxiliadora en el Santuario de Turin, Cór­
doba, Mosquera, Valparaíso — Gracias de María
Auxiliadora............................................................. 187
Por el mundo salesiano: Fiestas de familia, Home­
najes al Venerable: Savona, Valsalice, Nizza Ma191
ritima, Trento, Zuricli,Bogotá, Breña . . . .
Noticias varias: Italia: La Causa de Domingo Savio,
El onomástico del Papa - España: Sevilla • Amé­
rica: Buenos .Ayres,Riobatnba................................. 194
Necrología,...................................................................106

Asociación de ios Antiguos Alumnos
G

debiera un Maestro consi­
derar terminada su misión
con el alumno cuando éste
deja definitivamente las au­
las. Es verdad, entonces acaban esas
relaciones de superior y súbdito: pero
comienzan (ó debieran comenzar) otras
relaciones no menos dulces, no menos
fecundas ni menos hermosas. Joven,
ardiente, generoso, lleno de ilusiones
idealmente bellas, henchido y desbor­
dando de vigor y energía, anheloso de
glorias y de luchas, se lanza el ex-alumno
á explorar los horizontes de la vida, á
recorrer sus sendas, á explotar sus mis­
teriosos senos.
¿No necesitará aquí también un guía
experimentado y hecho á las campañas
y á las borrascas?
iQué ancho campo se abre aquí á la
actividad y á la experiencia, y sobre
O

D

todo á la inteligencia y al corazón del
Maestro!
Alentar á ese Joven, estimular sus
bríos, templar sus arrebatos, señalarle
la ruta, mostrarle la meta si es me­
nester; en una palabra, ser para él un
verdadero amigo, de esos de quienes
dice el Sabio que son un tesoro, por­
que ponen á disposición del amigo todo
su ser. El alumno y el maestro, ó por
mejor decir, el joven ardoroso y el
hombre maduro se sentirán atraídos el
uno al otro y estrechados por las de­
licadísimas cadenas del más puro de
los afectos: la Amistad. En esta unión
ambos ganan; se establece entre am­
bos una nueva corriente de simpatía y
se inclinarán á vivir el uno para el
otro. El joven, es natural, hará sus
confidencias al Maestro, de quien puede
esperar el auxilio de la experiencia; y

el maestro á su vez, sin emulaciones
ni temores, le prodigará luces y gozará
de sus triunfos, recibiendo en cambio
satisfacciones íntimas, refuerzo de alma,
entusiasmos nuevos, refrescamiento de
ideas, juventud de corazón. Cuán con­
movedora es, por ejemplo, aquella en­
trevista entre el Maestro Eslava, ese
genio musical español y Gayarri, ese
portento de voz humana! Gayarri re­
gresaba á Madrid de una carrera de
triunfos por el mundo; Eslava, anciano
ya, Eslava que lo había iniciado en el
arte divino , lo llama á su casa y lo
hace cantar un trozo de ópera. El
Maestro lloraba de emoción, y abra­
zando al artista, le decía: « Hijo mío,
yo gozo con tu gloria, revivo con tus
laureles! »
¥
* *

No se escapó al ojo penetrante del
Venerable Juan Bosco este filón riquí­
simo y quiso explotarlo, beneficiándolo
cuanto se podía y dándole una exten­
sión admirable. Que el maestro y los
alumnos siguieran relacionados y se
trataran como amigos cuyas vicisitudes
les interesan mutuamente, era algo,
pero no era todo: era mejor que los
alumnos formaran entre sí una Sociedad
y esa Sociedad, independiente y ¿ibrc,
mantuviera ciertas relaciones con sus
antiguos Superiores, á quienes deben
considerar como amigos y casi como
padres, si asi les place. He ahí que
surge la .Asociación de los Antiguos
Alumnos, Su solo nombre es ya un
Programa.
Cuál es su fin? cuáles sus medios?
Ya el nombre lo indica.
El ex-alumno debe mantenerse en
relación con sus antiguos Superiores,
que hoy son sus mejores amigos; de­
be conservar el espíritu de educación
que recibió, aumentarlo si es posible,
ya que este espíritu consiste en ser
católico convencido y práctico, y

ciuda­

debe ayudar con los
medios que estén á su alcance á ex­
tender el buen nombre y la influencia
de la Pía Sociedad Salesiana, procu­
rarle amigos, y si le es dado y si quiere,
también recursos para facilitarle su mi­
sión ; debe sobre todo honrar con su
conducta el nombre de sus educadores
y trabajar por el triunfo de la Religión
Católica, como buen soldado de Cristo.
Es claro que esto es algún tanto diíícil al individuo aislado: la asociación
centuplica, ¿qué digo? multiplica indefi­
nidamente el valor de los esfuerzos.
Por esto los antiguos alumnos han’
formado una Sociedad: una Sociedad
como hay tantas hoy, cuyo lema es,
igual al de los Salesianos: h i labore
virtus et vita. En el trabajo, arduo y
constante, consiste la virtud y la vida;
cuyo fin es la realización del ideal cris­
tiano, tal como lo concibió Juan Bosco
y que no es sino el ideal que siempre
ha tenido la Iglesia y que hoy más
que nunca se impone: llevar la vida
cristiana, pero la vida, no simplemente
su idea ó su palabra, no; la vida, la
práctica cristiana al seno de la familia,
al corazón de las masas, á las entrañas
de nuestra Sociedad moderna.
¿Y sus medios? Contad, si podéis,
los recursos que nos ofrece la civiliza­
ción actual. La Asociación echa mano
de cuanto puede, siendo lícito y no re­
probado ni por la Iglesia ni por la ley
civil: Círculos, teatro, esport, coopera­
tivas, sociedades de mutuo socorro, de
seguros, federación del trabajo; en fin
nada exceptúa.
Los Antiguos Alumnos forman como
una gran familia esparcida por toda la
redondez de la tierra; pero tienen sus
centros, independientes. Ubres, autóno­
mos, en los lugares que á ello se
presten. Cada uno puede tener sus
fines secundarios y emplear los medios
más en consonancia con su país, y sus
necesidades y aficiones. El nombre de

dano ejemplar:

— I/I —

D. Bosco los une; todos, aunque tan
diversos y tan separados, responden á
una sola consigna; todos van á un mismo
punto, todos persiguen un mismo fin.
Tampoco dependen de los Salesianos,
propiamente hablando: son hombres
siii jurís, eligen libremente sus Presi­
dentes, Tesoreros y demás dignatarios.
Pero como su objeto es la vida cristiana
según el ideal salesiaiio, es natural
que estén íntimamente relacionados con
los Salesianos.
El papel del Salesiano,‘generalmente
se limita á la alta dirección, á velar
porque no se introduzca ningún abuso
que pueda, andando el tiempo, hacer
degenerar la Sociedad ó desdecir de
su espíritu; en aconsejar cuando así lo
exijan los Socios ó se vea conveniente;
en indicar obras y planes; en mostrar
nuevos horizontes; en alentar y ayudar
á vencer dificultades, á veces en con­
tener ímpetus que podrían com])rometer;
pero todo esto sin cortar alas, ni aho­
gar iniciativas, sino dejando á los So­
cios, en especial la juventud, abrirse
paso, correr tras poéticos ensueños,
realizarlos, aliviar miserias, socorrerse y
sostenerse mutuamente, palpitar, vivir,
obrar á sus anchas en el inmenso
campo de la Acción Católico vSocial.
Creemos que la Asociación de los
Antiguos Alumnos está llamada á re­
presentar un papel importante en la
Sociedad: los ideales son bellos, los re­
cursos numerosos, el Padre Santo la
ha bendecido; el mundo la necesita,
ha sido acogido con simpatía; en sus
miembros arde la fe, la esperanza, el
Amor.
.Así hemos delineado á grandes ras­
gos el Sistema Educativo de D. Bosco.
Toma al niño, lo educa para la vida;
terminada su educación, le ayuda á
hacerse puesto en el mundo; aquí tam­
poco lo abandona, se hace su amigo
confidencial, le sostiene en sus desfa­

llecimientos, le alienta en sus nobles
atrevimientos, le infunde valor en sus
batallas, le enseña á conocer sus fuerzas
propias y desarrollar sus energías para
el bien; le muestra el cielo, aplaude
sus victorias.
Ojalá que algún Salesiano, experi­
mentado y diestro, conocedor y practicador del Sistema Preventivo, desarro­
llara por e.xtenso en un libro á propó­
sito las ideas que hemos tratado de
bosquejar nosotros. Semejante trabajo
sería muy útil á la Pedagogía y espe­
cialmente á los <}ue nos honramos con
el título de Antiguos Alumnos y esta­
mos dedicados á la difícil cuanto glo­
riosa tarea de formar la mente y el
corazón de los niños.
A. m. D. g.
V_

^ m p o v ta n t\ s\ T n o .
Para salisfacdón de iodos los Cooperadores
y amigos de la obra de D . Bosco, quienes to­
maron viva parte en nuestro dolor mientras
duraba la indigna lucha levantada en desdoro del
yiombre Salesiano en agosto p .p ., ha tiempo que
deseábamos comunicarles noticias importantes;
pero siempre nos detuvo e l propósito de aguar­
dar e l fa llo de la Autoridad Judicial.
Ahora que todo e l trabajo de ésta se ha cum­
plido, podemos form alm ente declarar que:
t) considerando las conclusiones d el abo­
gado Fiscal, la Cámara de Consejo d el Tri­
bunal de ¿>avona e l i i de abril p . p . emitia
orden de sobreseimiento p o r inexistencia de
reato contra los dos Salesianos d el Colegio
Cívico de Varazze. que habian sido detenidos
e?i arresto y a l poco tiempo restituidos en libertad;'
2 ) cuanto d los demás Salesianos, H er­
manas, Sacerdotes, Religiosos comprendidos en
las acusaciones del D iario Besson, e l mismo
F isca l después de las debidas averiguaciones
710 eyuontraba ning&n motivo de imputación
sostenible, reconocicTido p o r e l contrario que todas
las acusacio7ies estaban destituidas de J in d a mentó.

— 172

EL TEM PLO
5e.$ta. (Daría Libertadora en Roma.
Estado de lo^ trabajos.
Oradas á Dios los trabajos han adelantado no
poco. Todas las j)aredesy muros están termina
dos. Los edificios, excepto el campanario y el
emeero están ya cubiertos. La casa parroquial
ya tiene habitable el primer piso. Todo, ó casi
todo el trabajo exterior está terminado; ;alta
el decorado en el interior.

Todas las memorias y lápidas conmemorativas
y todos los documentos de los extraordinarios
privilegios de la destruida basílica, serán trasla­
dados á la nueva..
Como ven nuestros lectores, las noticias no
pueden ser mejores. Para el mes de Septiembre
el numeroso barrio del Testaccio tendrá su Pa­
rroquia y el Padre Santo recibirá de los Salesianos
y Cooperadores un espléndido homenaje, re­
cuerdo de su J ubileo Sacerdotal.

Lo que falta.
Activamente se trabaja en las grandes bóvedas
centrales y en las de las naves laterales y las de
los coros y tribunas. Luego vendrá el revoque
general y arreglo del pavimento, con cuadretes
de mármol blanco y mosaico de blanco y negro
y los altares y confesonarios. También faltan
las vidrieras y la instalación de la iluminación
eléctrica; faltan las grandes puertas de nogal y
la elegaiite gradería de mármol travertino, que
debe ocupar toda la fachada del templo.

El alfar rnayor.
Como su objeto es poner á la vista y á la vene­
ración de los fieles la imagen milagrosa, y debe
corresponder al presbiterio (el cual tiene 24 por
18 metros), ha de tener proporciones monumen­
tales. Para darle más esbeltez y gallardía, se
ha pensado darle la forma de confessione, tan
usado en las basílicas de Roma.
Sobre una plataforma con gradas de mármol ■
rojo de Verona, rematada por cuatro elegantes
prismas octogonales, se levantarán las cuatro
columnitas de granilo Itu^do hriUante, rematado
en capiteles que figuran canastillas de flores.
Sobre ellas girarán los arcos y las cuatro caras
del baldaquino, todo en rojo de Verona, termi­
nado en cornisa de mármol esculpido.
Todo esto no es sino como el marco y la corona
del altar propiamente dicho, el cual consistirá en
una grande icona de mánnol iiicmstado de los
mármoles más finos donde se colocará la imagen,
iva mesa del altar se extenderá en la parte ante­
rior, separada de la confesión. El vano lo llenarán
dos escalinatas también de mármol, que subirán
hasta la base del trono. Este será de mármol ro­
sado de Gandoglia. Detrás de la icona se elevará
otro altar más modesto.
Por expresa voluntad del Sumo Pontífice
el nuevo altar tendrá todos los privilegios de la
antigua basílica del Foro Romano; por tanto
será privilegiado perpetuo.

PIsao del Altar Mayor de Sta. Marta Libertadora eo Roma.
¿No podríamos hacer otro tanto los católicos
españoles con el Santuario del Tibidabo?

C E i J U B B E iE O

D C E .

P ? 6 P n

CO N G RESO .

Habíase j>ensado celebrar en la Ciudad eterna
un Congreso Internacional de la Juventud Cató­
lica: pero como quedan suspendidas varias pe­
regrinaciones, solamente habrá el de la Juventud
Católica Italiana.
En cambio el Padre Santo quiere que perma­
nezca con carácter internacional el Congreso

J

— 175 —

Esportivo, que tendrá lugar en la ciudad de los
Papas del 23 al 28 de Septiembre.
Todos los jóvenes católicos que se hallen en
Roma presentarán el Cáliz de oro y asistirán á
la Misa Jubilar de Su Santidad.
E L C Á L IZ .

Como saben nuestros lectores, será el regalo
de la Juventud Católica del mundo entero á Su
Santidad. Precioso no solamente por la materia,
sino también, y principalmente por su significado,
ese regalo de oro y pedrería significa adliesión
firme, amor inextinguible, generosidad y en­
tusiasmo.
U N A ID E A F E L I Z .

Para suplir la falta de aquel conmov'edor es­
pectáculo de numerosas peregrinaciones á los
pies del Vicario de Cristo, surgió una brillante
idea, y es enviar al Vaticano una representación
compuesta de los más respetables personajes
católicos, así del Clero como -del Laicado, que
presente á Pío X las felicitaciones y homenajes
de los diversos pueblos de la tierra. Alemania y
Holanda han aceptado la propuesta del Comité
Central con verdadero entusiasmo. Y los países
católicos ¿qué haremos?
O R A C IÓ N .

Es una cosa que podemos y debemos todos
hacer. El Card. Capecelatro, Arzobispo de Capu i.
ha compuesto una l>ellísima oración, qu.' trasla­
damos aquí para.que la recen también nuestros
Cooperadores. Pío X la ha enriquecido con 300
días de Indulgencia.
¡Oh Jesús, RedetUor Divino, oh Padre de la gran
Familia que se llama Iglesia Católica! socórrenos
e‘\ estos dias de vacilación y dolores acerbos. Te
suplicamos por toda la Iglesia, y especialmente_
por el que en la tierra hace tus veces, el Papa Pió X
El te anuz fervientemetiie y en T i desea restaurar
lodos las cosas. Ahora se cumplen 50 años desde
ouc es Sacerdote, y se empeña con todas sus fuerzas
para imitarte á T i en su vida, á T i, Sacerdote
cUniQ. orando, amando y sacrificándose á sí mismo
para salvar las almas.
¡Oh Jesús! escucha benigno las orado ¡es que
te dirigimos por tu Vicario, verdadero apóstol de
je y caridad. .4 coge el ardiente deseo que tiene de
ver reformada nuestra vida y la de todos los fieles
de la Iglesia! Da siempre mayor luz de sabiduría
á ' V inteligencia, y enciende en él siempre más
ti iuego de la caridad que has derramado en su
corazón por medio del Espíritu Santo. Haz que
El tenga el consuelo de ver durante su vida cum­
plí la la anhelada y estrecha unión de los fieles
de tH Iglesia, por la que T ú rogaste antes de morir
enchinando: H az, Padre mío, que todos mis se­
guidores sean ima sola cosa conmigo, como yo

soy una sola cosa contigo. ¡A h ! recoge, oh Jesús,
recoge al rededor del Pastor de los Pastores, tu
Vicario, en unidad de fe y de amor á toda la grey
de la Iglesia. H az que cada uno de ellos se acuerde
siempre de qu eT ú te abatiste á T i mismo,hacién­
dote obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
A sí sucederá que todo el que se gloríe con el nombre
de católico sea humilde, obediente, amorosísimo
para con tu Vicario. Concédela, oh Señor, este
consuelo, que tanto deseamos E l y todos los fieles.
Señor, Señor Jesús! en T i confiamos: danos
poder cantar este año el himno de la paz tuya, de
aquella paz que los ángeles cantan en el cie’o.
Amén.

A cuantos rezaren la oración anterior, les con­
cedemos 300 días de indulgencia.
PIO P A P Á X .
1° de Marzo de 1908.
><aE><><3 Ea<>g3 C><><g><><3 E><><3 E>0 <3 C><><^^

Libros recibidos en esta Redacción.
De Los H e r e d e r o s d e J u a n G ilí (Barceloiia-Cortes
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b e r t o W e i s s : El Peligro religioso, combatiendo el
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El arte de vivir, manual para el Educador y para
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mán por D. P e l a y o V i z u k t e . Este libro es un
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D e c o r m e S. J. 3 ptas.
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cortes coloreados fr. 2,20, encuadernado lujosa­
mente fr. 3,70 - 4,50 -

— 174 —

EL P. p U /\ EN ORIEJSÍTE
A pesar de sus 72 años y de las penalidades de un
largo viaje, nuestro venerado Rector Mayor no vaciló
emprenderlo para cumplir con lo que él estima un
deber sagrado, la gratitud y la palabra de aliento.
Sentía en su corazón la imperiosa necesidad de ir
á agradecer personalmente á los cooperadores salrsianos de Austria-Hungríi. Turquía, Grecia y Pa­
lestina el apoyo que prestan á la obra del Venerable,
y llevar á los Salesianos y alumytos una palabra de
ánimo y una nueva corriente de vida, dándoles el
consuelo de recibir una visita suya y una bendición.
Desde el Monte Calvario escribió una caria di­
ciendo que habla rogado por los Cooberadores salesianos allí donde Nuestro Señor murió y donde fué
enterrado.
E l secretario, Rev. P. Hretto, nos ha enviado la
relación del viaje, que creemos será del agrado de
nuestros lectores.
\.

D e T u rín á C onstantinopla.
Constantiiiopla, Febrero 24 de 190S.
Quiero satisfacer los deseos de nuestros celosos
Cooperadores y Cooperadoras, que, interesándose
tanto por la 'Obra salesiana, esperan noticias del
viaje del Superior General.
No describiré la alegría y entusiasmo de los Co­
legios y Escuelas de Italia por donde pasamos, pero
sí me apresuro á notar desde abora que nuestro
amadísimo General es objeto de profunda venera­
ción y simpatí.i increíble en todo litgar y de paite
de cuantos tienen la fortuna de tratarío. Así, un
un religioso que nos acompañó de Turín á Novara
me hizo claramente comprender cuánto él y su
orden estimaban á Don Rúa y á las obras saiesiánas;
así el Emmo. Sr. Caitlcnal Eerrari, Arzobispo de
Milán, expresó vivo gozo al volver ;i ver al Sucesor
del Venerable Juan Hosco; asi. se estimaron felices
de conocerle de vista unos párrocos que encontra­
mos en la estación de Udine.
En Qorizia.
La primera cusa salesiana que recibía la verda­
dera visita dcl P. Rúa fué la de Gorizia, adonde
llegamos el 4 dcl presente. Por un desgraciado con­
tratiempo. no estaba advertido el director de la
casa y asi no pudo dar la noticia á los Cooperadores.
Pero sabiendo nuestra llegada, inmediatamente
salió á la estación con el cav. Dogliac de Cipriani.
La recciKión cu el Colegio fué sumamente cordial.
Los niños le leyeron algunos discursitos improvi­
sados. llenos de sentimientos afectuosos y al día
siguiente le ofrecieron una r«presentación teatral; á
la cual, no obstante el mal tiempo v el frío intenso,
acudieron muchísimoscoojK'radores y cooperadoras,
reputándose felices de ofrecer sus rcsi>etos al vene­
rando Superior, quien á su vez recibió, pagó é hizo

muchas visitas, excitando en todas partes admi­
ración y respeto.
En Trieste.
E l 6 por la tarde nos dirigimos á Trieste. Estaban
esperando en la estación muchísimos Cooperadores
y Cooperadoras, y lo llevaron en brillante cortejo
hasta el Oratorio festivo, donde aguardaban nume­
rosos niños, no obstante ser día de trabajo. El Padre
les dió la Bendición con el Smo. Sacramento y des­
pués de cena aceptó y agradeció un muy bien eje­
cutado concierto musical que le ofreció la banda
de dicho Oratorio.
Como un buen número de caballeros y señoras
deseaban oír su misa, celebró el día 7 á las 9 ^ de la
mañana y después sé entretuvo hablando con ellos
acerca del desarrolllo qué se ha de dar al Oratorio.
Luego visitó á una ilustre familia bienhechora,
y al limo. Sr. Obispo Sr. D. Francisco J. Nagl,
quien le rogó lo acompañara á comer.
Por la tarde los niños del Oratorio le ofrecieron
la representación de un melodrama al que asis­
tieron también muchos bienhechordS.
El P. Rúa había resuelto partir á la mañana si­
guiente; pero acometido de violenta tos. aplazó
dos días, con gran consuelo de todos los coopera­
dores. El Director, aprovechando la ocasión hizo
celebrar la fiesta de S. Francisco de Sales el do­
mingo 9. D. Rúa celebró la ¿lisa de Comunión ge­
neral, el infrascrito cantó la Mayor y predicó el in­
teligente P. Manuel Manasséro, Inspector de las
Casas salesianas del Austria. Por la tarde volvió á
llenarse completamente el salón de actos y cuando
menos lo pensamos, se nos presentó el limo. Sr.
Obispo, que venía á augurarnos un buen viaje.
En Lubiana,
Partimos para Lubiana el 11 por la mañana. E!
trayecto que se debe atravesar llamado E l Corso es
bastante melancólico, siendo terrenos pedregosos;
pero entrando en la Carniola, vuelven á verse los
encantadores panoramas de llanuras bien cul­
tivadas En la estación esperaba el Obispo Príncipe
D. Buenaventura Jeglié, que debía partir en
§1 mismo tren para Viena. El activo y celoso Pre­
lado saludó al P. Rúa con expansión respetuosa
y quiso que se sirviera de su carroza para trasla­
darse al colegio, adonde lo acompañaron nume­
rosos eclesiásticos, á cuyo frente iba el Sr. \'icario
General y el Rev. D. Juan Smrekar, Presidente del
Comité de Cooperadores salesianos, nuestro princi­
pal bienhechor en la Carniola. Debo recordar tam­
bién que el abogado D. Juan Hribar, Alcalde de la
ciudad, rindió homenaje al Superior salesiano, en­
viándole su coche. Desde ese día fueron á obse­
quiarlo muellísimos Cooperadores; y en la mañana
siguiente desde las 5 la capilla se llenó de gente,
deseosa de oír su misa y recibir de sus manos la sa­
grada Eucaristía. Acabada la Misa les dirigió algu-

— 175 oas palabras y les dio la Bendicón con el Smo. Sa­
cramento. Luego fué á visitar al Exmo. Sr. Barón
Svarz. Gobernador de la Provincia, para darle las
gracias por el interés que se toma por nuestras cla­
ses elementales. Fué también á visitar al Alcalde,
al Sr. Vicario General, v á otros personajes que se
consideraron honrados de su visita.
Los niños del Colegio se distinguieron por su
afectuosidad v entusiasmo en honrar á su Padre con
himnrw v dulcísimos cantos.
A las 2
de la tarde llegaba la carroza del Sr.
Alcalde para conducirnos á la estación, de donde
partimos á las 3 para Radna.

para orar bien, pues si D. Bosco no impuso á sus
hijos muchas oraciones, en cambio quiere que
rezaran bien las que la Regla ordena. Al día si­
guiente visitó la casa, generoso regalo del Rev. Sr.
Smrekar. E l edificio principal es un hermoso cua­
drilátero que cierra un lindo patio de 25 metros do
longitud con pórticos y galerías, y se levanta en una
posición espléndida, rodeado de vastos canipos,
en el declive de una colina.
A la comida concurrieron buen número de bien­
hechores y hubo brindis en diversas lenguas y una
lucida velada en honor de nuestro Venerable Fun­
dador. .Al día siguiente los estudiantes salesianos

LUBíANA — Alumnos del Colegio Esloveno.
S n Radna.

Apenas sale de Lubiana, el tren sigue el curso del
5 aí'a. el río verde, cuyas aguas se vuelven negras
en llegando á Trbovlje por los numerosos residuos
de carbón mineral que salen de las vecinas
minas. Después de hora y media de tren hay
un valle. Allí está la estaición de Lichtenwald,
donde bajamos v se renuevan las demostraciones
de afecto, cordiales y espansivas. E l coche del pá­
rroco de Bostein nos condujo á Radna, adonde en­
tramos entre las aclamaciones de los acólitos, á los
cuales recordó el P. Rúa que era el Cincuantenario
de la aparición de Lourdes y observando que la
Sma. Virgen misma enseñó á O’-ar á Bemardita, los
exhortó á pedir á María Auxiliadora el dón de la
Oración v á hacer ellos de su parte cuanto podían

convidaron al Padre Rúa á presenciar su disputa
literaria y filosófica en latín. El Padre se congratuló
con ellos por el fácil manejo que revelaban de dicha
lengua y los exhortó á que, mientras se ejercitaban
así en defender los dogmas y verdades de la fe. no
descuidaran aprender á exponerlas familiarmente
y al alcance del pueblo.
E n via je.

Entre nuevas demostraciones de veneración y
cariño partimos el 14 para Zagabria, donde estaba
esperándonos el coche del limo. Sr. Arzobispo,
quien anhelaba una entrevista con nuestro General.
Daban las 12 cuando atravesábamos las calles de
la hermosa capital de la Croacia y nosotros nos
descubrimos para rezar el A ngelits.

— 176 —
El Prelado recibió á D. Rúa con grande cordia­
lidad y conferenciaron largamente en latín, expre­
sándole vivos deseos de tener una casa salesiana en
la ciudad. Después quiso que la acompañáramos
á comer con toda la familia episcopal. E l mismo nos
acompañó después hasta la puerta, y nos dirigimos
á la estación para proseguir el viaje á través de
Eslavonia, Serbia, Bulgaria y Rumelia (por la línea
Brod-Indjija-Belgrado-Sofia-Filípolis-Adrianópolis)
sin interrupción hasta Constantinopla.
E l larguísimo trecho íué realmente fatigoso para
el Padre Rúa. porque duró desde el viernes por
la tarde hasta el domingo por la mañana. L a pri­
mera noche fué tremenda porque estando los va­
gones atestados de viajeros, apenas si pudo descan­
sar. El sábado no pudimos celebrar la Sta. Misa.
Esperábamos poderlo hacer en Zaribrod, pues el
horario señalaba media hora de espera; mas como
ahí hay una anticipación de horario, la parada
se redujo á media hora, que se pasó en el examen
de las maletas, de los pasaportes y cédulas,- lo que
se verificaba y a por segunda vez y en el mismo tren.
L a primera visita la habíamos tenido en Belgrado.
Observé que durante el viaje había mucha gente
en las estaciones; pregunté la causa y se me dijo que
siendo día festivo en esos lugares, convenía que
yendo la gente á paseo, según costumbre, se detu­
viese á ver pasar los trenes.
Por la tarde y llegando á Tirnova, el tren se llenó
de Turcos, todos con su curioso fez en la cabeza.
Esto me hizo temer otra noche como la pasada.
El tren no tenía ivagon-lit. Pero afortunadamente
los viajeros fueron disminuyendo poco á poco y
supliqué á los restantes que nos acomodásemos
todos, de manera que dejáramos un canapé para el
P. Rúa solo, quien pudo así descansar con grande
satisfacción mía.
Cuando las sombras comenzaron á esclarecerse
vimos el mar en lontananza, estábamos á la vista
de Constantinopla. En la estación de Muslafá-Pasciá
nueva visita y nuevo reconocimiento de pasaportes,
y finalmente, henos en la capital del Imperio OtoEn Constantinopla.
Nos estaban esperando en la estación los RR. PP.
Cardano y Borino, Inspector y Director respecti­
vamente, y habían llevado consigo un cavas para
evitarnos nuevos registros y nuevas molestias. V
así fué, con una palabr.v del cavas nos dejaron pasar
y él tomó nuestros jiasaportcs para presentarlos
al entpleado y llcvánuxslos á casa.
Kn la plaza de la estación nos aguardaba el coche
de la benemérita Señora Giustiniani. .-Stravesamos
el puente tendido sobre el Cufmo de Oro, pasamos
por l ’era y llegamos á cas;t. Los niños recibieron al
SiqKTior á los acordes de la banda y uno le dió la
biem enida en italiano. Pasamos á la capilla y el
Padre celebró el Sto. Sacrificio, que, siendo dia
festivo, oyeron también los niños, sirviéndoles de
segunda Misa. En el almuerzo reinó la alegría y
hubo un acto literario y un buen concierto de mú­
sica.
Hace una semana que estamos aquí. D. Rúa ha

recibido y hecho muchas visitas, entre otros al
Revmo. Sr. Borgomanero, Encargado de la Nuncia­
tura en ausencia del Exmo. Sr. Tacci. Mons. Borgo*
mañero quiso que el 22 nos sentáramos á su mesa, á
la cual fueron invitados también Mons. Braggiotti.
el P. Moriondo, turinés, Superior de los Dominica,
nos, el docto P. Palmieri, agustino. Visitó también
á la Señora Giustiniani, quien se empeñó en que
D. Rúa se sirviese siempre de su coche durante su
estancia en Constantinopla, al Marqués Imperiali
de Francavilla, embajador de Italia, al Cónsul Ge­
neral, Sr. Ciapelli. al agente de la Navegación Ge­
neral Italiana, á los PP. Conventuales, que tienen
una hermosa iglesia en construcción, á los PP. Do­
minicos, Lazaristas y Jesuítas, á los Hermanos
Cristianos, las Hermanas de Ivrea que hace 40 años
están en Constantinopla y tienen una escuela flo­
reciente, un asilo, una inclusa, y el Hospital italiano,
á las Hermanas Blancas, que dirigen un Hospital
Infantil, á los Capuclünos franceses, etc., etc. Los
Capuchinos dirigen un Seminario, cuyo Rector se
empeñó en que D. Rúa hablara á los seminaristas
y les dejara un recuerdo. El les recomendó que ro­
garan al Señor de la mies que envíe obreros á su
campo y que atiendieran seriamente á su formación
para poder salvar muchas almas.
El 18 caía la Trigésima de la muerte d elR ,P .A driano, Superior de los Franciscanos, que tanto
había amado á los Salesianos. y Don Rúa quiso
asistir al solemne Oficio fúnebre. Los sacerdotes
seculares y regulares, latinos y griegos (entre éstos
un Obispo) que habían acudido á la triste ceremonia,
no bien supieron que erá presente nuestro Superior,
fueron á porfía por obsequiarlo y honrarlo.
Tampoco dejamos de dar una vuelta por la ciu­
dad y contemplar el encantador panorama que se
ofrece desde la Torre Calata. Estuvimos en Stamboul, la parte de la ciudad destinada exclusiva­
mente á los Turcos. Deseábamos visitar Sta. Sofía,
pero un iradé (decreto) imperial prohibía la entrada
á los forasteros.
H oy 24, al regresar á casa nos tenía la Providen­
cia reservada una grande consolación: se habían
allanado las dificultades que se interponían á la com­
pra de un terreno en FertAenipara dar mayor des­
arrollo á nuestra obra. Ocupa una bonita posición.
Y a lo habíamos visto; pero el Padre Rúa quiso
verlo otra vez y bendecirlo. iQue esta bendición
sea fecunda en resultados y que la Obra Salesiana
produzca abundantes frutos en Constantinopla!
Dentro de breves instantes vamos ni puerto para
embarcarnos con rumbo á Esmirna. El Rev. Su­
perior de los Lazaristas nos ha enviado en prés­
tamo un altar portátil para que no nos privemos
del consuelo de celebrar la Santa Misa, ¡Dios
recompense tanta bondad!
II.

E n E sm irn a.
Esmirna 6 de .Marzo 190S.
Habíamos ya montado en la barca que debía lle­
vam os á bordo del Siraousa, cuando llegaron Mons.
Borgomanero y los PP. Palmieri y Buenaventura

— 177 para desear al P. Rúa próspero viaje. Los niños y
el personal de la casa se despidieron no sin emoción,
el Director nos acompañó á bordo. E l cónsul ge­
neral puso á nuestra disposición un cavas para faci­
litar las prácticas del embarque. La separación de
tan incomparables personas nos costó ¿ porqué no
decirlo?) \-ivo sentimiento. E l vapor se alejó, y
mientras estuvo á la vista, aquellos amigos no ce­
saron de saludamos con el pañuelo; nosotros co­
rrespondíamos, y cuando los perdimos de vista ro­
gamos fervorosamente por cuantos se habían inte­
resado por nosotros.
En mar.

alumnos de la Escuela Técnica, etc., etc., y de los
Cooperadores y Cooperadoras,
E l 27 se celebraba en la Catedral un Oficio so­
lemne por el Cardenal Richard, Arzobispo de París,
y el P. Rúa tomó parte, siendo mirado con vene­
ración por todo el clero.
En la Punta.
H ay en esta localidad un floreciente Oratorio
festivo, anexo á la Real Escuela, cuyos alumnos
ofrecieron al Superior una imponente fiesta el úl­
timo día de Carnaval. Las composiciones versaron
sobre Don Bosco y Domingo Savio. celebrando las

Visto del mar. el panorama de Constantinopla es
estupendo: el mar estaba tan quieto que nos parecía
estar en tierra. Atravesamos de noche el Mar de
Mármara sin sentimos ni siquiera levemente me­
cidos por las ondas, debido á lo cual descansamos
muy bien, y pudimos celebrar á las 6 de la mañana.
Después subimos al puente á admirar las fortifica­
ciones y los pueblos que rodean el estrecho de los
Dardanelos. Pero, pasado éste, el mar comenzó á
dejarse sentir un poco en demasía, de manera que
no se podía pasear por el puente como el día ante­
rior, rezando tranquilamente el Rosario; antes bien
el pobre Superior empezó á sufrir y no se alivió
hasta que pudo tomar algún reposo.
Antes de amanecer llegamos á Esmima, pero no
fondeamos hasta las 7. En el muelle vimos algunos
sacerdotes, caballeros y niños que nos saludaban.
En una barquilla vinieron á bordo el Rev, Sr. Aú­
nese. representante del limo. Sr. Arzobispo, el
dragomán ó intérprete Samán, representante del
Cónsul General, el Director P. Cbíesa y otros her­
manos, el Cav, Sgambella y el Sr, Solari como
representantes del Comité de la Asociación Inter­
nacional para la protección de los misioneros ita­
lianos. El Superior bajó con ellos, y no bien hul«K)
ganado la orilla, un escuadrón de jóvenes se des­
plegó ante él. Así escoltados llegamos á la Real
Escuela Técnica Comercial, que la Asociación ha
confiado á los Salesianos: los alumnos hicieron un
entusiasta recibimiento y luego fuimos á celebrar.
Manifestaciones de amor.
No es posible decir en pocas palabras las mil
pruebas de veneración que recibió nuestro Superior.
El Cónsul General de Italia, D. Eduardo Toscani
íué á presentarle sus obsequios desde el primer día.
El á su vez íué á ver á varios personajes, ante todo
al Exmo. Sr. Arzobispo Marengo, quien vino puntualísimamente á devolverle la visita y rogarle fijara
un día para ir á comer á palacio, en donde fué su­
mamente agasajado. Sim e fuera posible, registraría
con gusto todas las cortesías y delicadezas de que
fué objeto por parte del clero, desde el Arzobispo
y el Cabildo hasta los Religiosos Capuchinos de
Boudja, los Lazaristas, los Sionistas y los conventos
de Hermanas, como también de la Colonia italiana.
Pero si no puedo hacerlo, dados los límites de una
sencilla relación, sí debo decir que jamás olvida­
remos las finezas de los miembros de la Asociación
InUrnacúmal, de la Navegación General Italiana,
de los directores del Banco Otomano, de los ex­

ESMIRNA — En el Oratorio Festivo

ln P'in'a.

glorias de ambos, padre é hijo. No faltó la
parte bufa, las canzonette napoletane, las briosas
marchas francesas y otras cosas no menos agra­
dables.
En Éfeso.
E l 1° de Marzo hicimos una excursión á las ruinas
de Efeso. Partimos á las 7 de la mañana y llegamos
á Ayassouloux á las 10. A la salida de la estación, se
presentan los restos de un acueducto romano, y á
mano derecha una colina coronada con los escom­
bros de un castillo. Dando la vuelta á la colina, se
descubre la antigua mezquita de Selim, junto á la
cual se elevan las ruinas colosales de un soberbio
templo de Diana, que fué una de las siete maravillas
del mundo. E l P. R úa quería hacer una verdadera
per^rinación á un antiguo templo de la Virgen;
así es que á pié nos encaminamos,pasando por entre

178 minas imponentes, como las del Stadium romano
y llegamos á la doble basílica en donde se reunió el
cólebre Concilio Ecuméniro de Efeso, en donde fué
condenado Nestorio y donde el pueblo efesino aplau­
dió entusiasmado la Maternidad de la Virgen María.
Contemplamos con dolor los magníficos restos
de la veneranda basílica y logramos formamos una
idea de la planta del sagrado edificio. Eran dos
iglesias, girando en un mismo eje de 140 pasos de
longitud. Vagamos por entre los escombros y á las
12 tomamos un tente en pié entre las ruinas del
antiguo Gimnasium. De ahí, pasando por el Forum
y por medio do los restos del imponente Theatrum
que contenía 25.000 espectadores, bajamos áAyassouloux, donde tomamos el tren para Esmirna.
E sta mañana el P. Rúa estuvo de nuevo en la
Punta para celebrar la Misa. Allá fueron á cumpli­
mentarlo las Hermanas de Ivrea, el R. P. Monti,
Superior de los Dominicanos, el Sr. Castor, que
parecía ‘no poderse separar de nuestro Superior.
A comer volvió á la Escuela Comercial y los alum­
nos, verdaderamente afligidos, le dieron el iiltimo
saludo,
^ Ahora seguimos para Beirut. Que el Señor con­
ceda próspero viaje.
III.

D e B e iru t á N a za re t.
Nnzaret, 15 de Marzo de 1908.
Partimos de Esmirna el 6 del corriente. Nos ha­
bían precedido al puerto para recomendamos al
Capitán del Saghalien el Superior de los Sionistas
y el Cónsul General de Italia. E l viaje duró tres
noches y dos días y fué verdaderamente hermoso,
con una mar dulce y tranquila. Tuvimos facilidad
de celebrar á bordo la Santa Misa también el úl­
timo día. El 8, era festivo y la dijimos pública­
mente.
Beirut.
Llegados el 9 por la mañana, nos encaminamos
directamente al Hospicio de Tierra Santa. El Su­
perior nos acogió con gran cordialidad y pronto
vinieron todos los religiosos á saludar al Señor Don
Rúa. Acompañábanos el P. Cardano, quien nos
llevó á visitar al Exmo. Sr. Giannini. Delegado
Apostólico, á los PP. Jesuítas, á los Maronitas, en
cuya casa tuvimos la fortuna de presentar nuestros
respetos á tres Prelados Maronitas: el .\rzobispo de
S. Juan de Acri, el de Sidón y el de Beirut, los cuales
acogieron á nuestro Superior con verdadero entu­
siasmo.
Aquí sucedió una escena que nos conmovió pro­
fundamente. El Sr. Elias Cattá. al saber nuestra
llegada, y al ver á D. Rúa pvoiumpió en deshecho
llanto, lamentando no haber sido ad\ ertido con an­
ticipación para salir al puerto á recibimos en com­
pañía de los otros e.x-aluranos del Orfelinato de
Belén. Otros dos nos encontraron por las calles de
la ciudad; D. Rúa los había conocido hace 13 años
en Belén, y ahora le daban gracias sinceras por el
lucrativo empico que habían encontrado, gracias á

la educación recibida por los Salesianos. Al Hospicio
de Tierra Santa vino á saludamos el noble Sr. Motta
de Turín, Cónsul de Italia, que pronto dejará Beirut
por Roma, y tuvo con nuestro Superior un coloquio
muy cordial é interesante.
Hacia Damasco.
Por la mañana después de Misa nos despedimos
de los Padres Franciscanos del Hosp>c>o cuva ama­
bilidad y cortesía jamás se apreciarán bastante. En
la estación y en diversas oficinas había varios ex­
alumnos, los cuales, al ver á D. Rúa, corrieron á
besarle la mano. E l Señor Elias nos recomendó
mucho al cavas del Cónsul y nos prestó muy buenos
servicios.
Saliendo de Beirut, el tren comienza á subir len­
tamente, haciendo uso de una tercera rueda den­
tada. A cada instante se presentan perspectivas en­
cantadoras, sobre todo la de la ciu dad que acaba de
dejarse. Hízonos de cicerón un padre maronita que
viajaba con nosotros; y cuando él bajó, nos servimos
de la excelente guía del P. Bernabé, que nos rega­
laron los Padres Franciscanos en Beirut. Bufando
y resoplando, el tren gana las alturas del Inbano,
cubiertas de nieve. Luego comienza á descender, y
entonces ábrese á nuestra vista la magnífica llanura
de Celesiria que separa el Líbano del Antelíbano,
región espléndida en dulce pendiente y bien culti­
vada, pero sin árboles. E l estrecho valle de Baradá,
por el contrario, está cubierto de grandes plantas
sobre las orillas del río y se prolongan bajando sin
interrupción hasta Damasco, adonde llegamos á.las
5 de la tarde.
En Damasco.
Nadie nos aguardaba, pero el cavas del cónsul
italiano nos llevó á los Padres Franciscanos, quie­
nes. aunque no tienen hospicio, nos acogieron con
bondad y trataron á nuestro sup>erior con la más
fina delicadeza, procurándole, entre otros, el con­
suelo de decir la Misa en la capilla subterránea de
S. Ananías, donde éste tuvo la visión de la conver­
sión de S. Pablo. Fuimos á visitar al Sr. Conde Carrara, Cónsul de Italia, quien se quejó de que no le
hubiéramos dado aviso de nuestra llegada, habló
con efusión de una entrevista que tuvo con nuestro
Venerable Fundador, nos dió varios datos y adver­
tencias que nos facilitaron el viaje á Tiberíades y
él mismo telegrafió á los Padres Franciscanos de
esa ciudad, dándoles aviso de nuestro paso por abi
Después de visitar los numerosos recuerdos hi>
tóricos de la religiosa ciudad, como el utCMs recius,
la casa de S. Judas, el lugar donde según la tradi­
ción cayó Saulo del caballo, la casa de los Padres de
la Compañía que está edificada donde estaba la de
S. Juan Damasceno etc. etc., quisimos formamos
una idea del conjunto de la ciudad y de los alred^
dores, subiendo á una eminencia cercana. E l pano­
rama es soberbio: la ciudad parecía mecerse en una
cuna de flores. Los iimumerables árboles frutales
que crecen á las orillas de los diversos arroyos que
surcan la región de Damasco, estaban en flor y
formaban como una inmensa corona al rededor de
la hermosa ciudad.

En el Lag;o de G enezaret.

El 12 por la mañana, acompañados del P. Presi­
dente y en el coche del cónsul italiano, pasamos á
la estación de Caifa, donde encontramos al cavas
qne nos había mandado el cónsul italiano para faci­
litar las diligencias del viaje. Los vagones estaban
llenos, pero el viaje fué bueno. Atravesamos la
Traconitis y entramos en el valle del Jordán, ba­
jando en la estación de Semak, pueblo sentado sobre
la orilla derecha del Lago de Genezaret Entre los
muchos barqueros que nos asediaron, había unos
qne tenían en la mano un telegrama del cónsul ita­
liano de Damasco, por lo cual entramos en su barca.
Y aquí no sé cómo dar una idea de la conmoción que
se pintó en el rostro del Sr. D. Rúa al encontrarse
sobre las ondas que tantas veces cruzó el Señor en
compañía de sus apóstoles. Probó y saboreó con
sentimientos de veneración aquellas aguas y ab­
sorto y recogido contemplaba fijamente las orillas.
Todos los barqueros eran turcos: les dirigimos varias
preguntas, ansiosos de recuerdos históricos; pero
todo en vano.

A la vu elta de N azaret.

Ayer 14 de Marzo nos dirigimos en coche á Na­
zaret. El camino sube continuamente para desqui­
tarse de los 212 metros á que'vace la superficie del
lago bajo el nivel del mar. Grandes recuerdos se nos
presentaban á cada instante. A la derecha asoma
Safet y algo más allá Neftalí, la patria de Tobías...
á la izquierda el Tabor y allá en lontananza el
grande Hermón. De trecho en trecho encontrába­
mos tropas de beduinos pastoreando sus rebaños.
Los niños se paraban á ntiramos, las niñas corrían
á nuestro paso, tendiendo la mano para recibir al­
guna moneda, lasniujeres se quedaban mirándonos
delante de sus tiendas. En las cercanías de Caná de
Galilea donde Jesús hizo su primer milagro, vemos
venir á nuestro encuentro un grupo de sacerdotes
Franciscanos y el Salesiano D. Prun. Gracias á la
bondad de los Franciscanos, visitamos el lugar donde
Jesús trocó el agua en vino; y montando de nuevo,
pasamos por delante y saludamos á Séforis, la pa-

E n T iberíades.

Al anochecer se llegó á Tiberíades. En el pequeño
muelle estaba esperándonos el Superior de los Fran­
ciscanos. Después de cenar se presentaron todos los
padres en el departamento destinado á los forasteros,
á saludar y obsequiar al Padre Rúa. E l cual, viendo
allí muchos forasteros, les dirigió la palabra en
francés, invitándolos graciosamente á aprovechar
la ocasión y oír la Misa al día siguiente. Y efectiva­
mente muchos asistieron á la que él celebró en el
altar que recuerda el sitio donde Cristo confirió á
S. Pedro el encargo de apacentar su grey. Este
hecho memorando está ahí recordado con un mag­
nífico grupo de escultura que regaló el limo. Sr.
Spandre, Auxiliar de Turín y Obispo Titular de
Tiberíades, á quien recuerdan con gratitud los Re­
ligiosos.
Después de Misa, entramos de nuevo en barca y
fuimos á ver Cafaraaum, la ciudad amada de Jesús,
donde tantas veces predicó y obró tantos prodigios.
Los Padres Franciscanos de Tierra Santa están
llevando á cabo grandes excavaciones arqueoló­
gicas. que ya permiten ver la planta de la antigua
sinagoga. De ahí pasamos al pie de un collado en
donde nos dijeron que había una pequeña colonia
italiana. Así era, y una mujer que estaba lavando,
no bien oyó hablar italiano y supo que D. Rúa había
ido á visitarlos, no cabía en sí de gozo. Allí visitamos
varias instituciones y obras que estableció y dirige
la Asociación Internacional y pesamos á la colonia
alemana, donde residen los P aires Lazaristas.
De vuelta á Tiberíades, se nos mostró el Monte de
las BieTiaventuramas y pasamos delante de Betsaida. la patria de los Apóstoles Pedro, Andrés y
Felipe, delante de la llanura de Genezaret y Magdala. E l lago estaba mansísimo; el dia espléndido;
pero ningún atractivo fué suficiente á arrancar de
Su abstracción á D. Rúa, profundamente entriste­
cido al contemplar el escualor que cobija aquellas
I^ayas un día tan populosas, donde Jesús multi­
plicó sus portentos.

RADNA fAustrlal — Esludrintado salesiano
tria de Joaquín y Ana y llegamos á vista de N a­
zaret. L a ciudad se extiende en la pendiente de su
monte hacia poniente y hoy cuenta 7.000 habitantes,
mitad cristianos y mitad musulmanos. Los ca­
rruajes comenzaron á bajar, luego voltearon y tor­
naron á subir para llegar á nuestra casa, situada
muy en alto, .A medida que avanzábamos. íbasc de­
finiendo y haciéndose más distinta la vista de los
niños que se agitaban inquietos en dos filas bajo los
pórticos y entre las banderas que ondeaban. Una
salva de mortaretes dió la bienvenida al esperado
Superior, rompiéronse las filas y todos se agruparon
para besarle la mano.
Las noticias de Nazaret las daré en otra carta.
Permaneceremos aquí hasta el 21, en que atrave­
sando la Samaría, seguiremos el viaje á Jerusalén.
Entretanto, demos gracias á Dios que tan visi­
blemente protege en este largo viaje á nuestro ama­
dísimo Superior.
{Continuará).
C lem en te

B retto

Pbro. Salesiano.

— i8o —

o

/D

A LOS AMANTES DE LA j ü v e n t u d I
-n *

I.
Hace algunos años venía yo de la América del
Sud.
El vapor se deslizaba rápidamente por la inmen­
sidad del Atlántico devorando i6 millas por hora;
dos días hacía que habíamos visto los últimos cha­
lets de las playas americanas, y ahora no veíamos
sino cielo y agua, igualmente profundos, igualmente
misteriosos.
En un barco todos los pasajeros se hacen amigos
muy pronto: diríase que se hacen hermanos; allí
no hay sino una familia.
Aquel día, después de comer han salido á la
salita á fumar un habano y jugar una partida
de tresillo el Capitán, un caballero español, un sim­
pático negociante italiano y un servidor.
Cuando terminó la última partida eran y a las 8
de la noche. El caballero italiano y yo salimos á
tomar aire paseándonos en la cubierta. Era una
noche espléndida de Marzo. E l cielo brillaba con to­
das sus estrellas y el mar con las estrellas del cielo.
Aquella paz profunda, el avance majestusoso del
barco, el ruido acompasado de la hélice marcando
espumosa estela, aquel conjunto nos llenaba de
bienestar y abría nuestros corazones á las más dulces
expansiones, á las más puras intimidades.
El caballero italiano tenía 40 años, iba á Chiavari
á ver á su anciana madre, llevarle dinero y pedirle
la beirdición para él -y sus tres hijitos, el mayor de
los cuales iba con él y contaba 15 años y debía estu­
diar ingeniería.
— Como V. sabe, me decía, en esta América se
hace rico el que quiere: yo vine sin más capital que
mi buena voluntad y la instrucción que le debo á un
sacerdote que murió en concepto de santo. Como
todo lo que soy se lo debo á un sacerdote, yo no
puedo oír hablar mal de la Religión.
La conversación fué animándose, hasta que el
caballero, haciendo más confidencias, me contó
toda su vida.
— Era yo niño de 10 años; y me gustaba vagar
por las calles de Turín, donde estaba mi familia;
faltaba á la escuela cuando podía y hasta insultaba
á los curas cuando los veía por la calle.
Cierto día vi pasar un grupo de chiquillos, en fila,
ordenados pero muy alegres, con una charanga y
una bandera y... un cura. ¿ Qué será aquello ? Y sin
más ni nuis me uní á ellos.
E l escuadrón salió de la ciudad, los chicos rompie­
ron filas, se agruparon en torno de la bandera y á
son de marcha comenzaron á subir la colina llamada
de ValsiUicc. Como nadie me riñó, antes bien, el
Cura me acarició, seguí con ellos.
Llegando á la explanada nos sentamos á la som­
bra de los plátanos y nos comimos una buena me­
rienda. Luego entramos en la iglesia, cantamos una
copla á la Virgen Auxiliadora, y el Cura nos hizo un
scrmuncuo.

Y o jamás había oído hablar así: creía que todos
los sermones eran amenazas y regaños, que los curas
eran unos orgullosos, unos estafadores (como decían
unos albañiles que trabajaban en la estación de
Porta Nuova), que amenazan con el infierno para
sacar cuartos. Aquel sermoncito me hizo variar
nión.«Hijos míos, decía el sacerdote: dadme vuestras
almas, es decir dádselas á nuestro Creador, y llevaos
lo demás. Hijos míos, el divertirse no es pecado;
puede ser una virtud, como cuando el santo rey
D avid danzaba junto al arca del Señor.'Divertios,
haced lo que queráis con tal*que no cometáis pe­
cados K
Verdaderamente me sentí tocado. Y a el hecho
mismo de que no me hubieran alejado del grupo, rae
había impresionado; pero aquella platiquita. tan
sencilla, tan cordial, tan consoladora, dicha no sé
cómo, me hizo ver que yo también podía ser bueno.
Regresamos por la tarde; atravesamos todo Tu­
rín y entramos en una gran casa al N - 0 de la ciudad.
Allí hay una gran iglesia dedicada á María Auxilia­
dora. Entramos, saludamos á la Virgen y pasamos
á un patio. El sacerdote despidió á los chicos, los
invitó para el próximo domingo y á mí me detuvo.
—r¿ Has estado contento?
— Sí, Señor, mucho.
— ¿Te gustaría venir todos los domingos?
— ¿ Y siempre es así?
— Poco más ó menos, hijo mío. Siempre hay algo
nuevo.
— Sí, Señor, sí que voy á venir.
— Entonces, hasta el próximo domingo.
L e besé la mano y me fui á mi casa: le conté á mi
madre lo que me había pasado y le gustó mucha
Averiguó quién era aquel sacerdote. Ah! sólo los
forasteros recién llegados no lo sabíamos. El sacer­
dote era D. Ju an B o sc o y aquellos chicos eran
los del O ra to rio F e stiv o .
A l domingo siguiente volví y contmué .frecuen­
tándolo.
— ¿ Qué vida llevaban Ustedes ?
— La más agradable de todas. H oy me doy
cuenta de la alta importancia de los Oratorios fes­
tivos y me explico por qué se han extendido tanto.
i No los vió V. en Buenos Aires?
— No, á la verdad.
— Pues es una lástima.
— Sí. pero dígame qué vida es esa?
— Vea V., los niños necesitan divertirse y se van
donde haya diversiones, que no siempre son lugares
decentes. Por eso es tan corrompida hoy la juven­
tud. Pues D. Bosco comprendió eso y fundó esa
Obra. En los Oratorios festivos se divierte uno mu­
cho. pero honestamente, y al mismo tiempo se ins­
truye. Por la mañana se oye misa, y como es tan
difícil mantener la atención, durante la misase reza
el Rosario ó se cantan las Letanías ú otras cosas.
Sale uno al patio, y ahí tiene V. toda clase de
juegos: trompos, bolas, peonzas, bochas, aparatos
gimnásticos... y si V. quiere mostrar su agilidad en
la carrera, V. puede correr aUi como un corcel en d
hipódromo. En mi tiempo D. Bosco mismo corríajugaba bochas y hasta enseñaba algunos juegos ^
las paralelas, la barra fija y los anillos.

A cierta hora cesan los juegos y los niños se di^'iden en grupos para aprender el Catecismo, ó me­
jor dicho, la Religión, bien explicada, con cuadros,
con ejemplos, con diálogos, de modo que se graba
y se ama. Y o le cobré tanto cariño, que todos los
domingos voy á enseñar el Catecismo en el Oratorio
festivo de Almagro.
Luego \dene una función de teatro, especialmente
durante el Carnaval. V. no puede figurarse lo que es
esto para los chicos, sobre todo el poder representar.
Estas funciones son muy divertidas pero muy mo­
rales.
El hecho es que me encariñé con el Oratorio, llevé
á muchos de mis compañeros y nos aficionamos in­
mensamente á la Religión. Sin el Oratorio festivo,
que me hizo conocer tantas cosas y me infundió
ideales, hov no sería yo gran comerciante, ni tentria un capital de 200.000 duros, ni un hogar feliz.
— Pero V. no pudo formarse en el Oratorio fes­
tivo. ¿Cómo dice V. que á D. Bosco le debe lo que
es?
— El Oratorio festivo es la puerta á muchas otras
cosas: hay escuelas ó clases nocturnas, colegios, etc.
A los 6 meses de lo que le conté á V. murió mi
padre. D. Bosco entonces me recogió en su colegio;
estudié el gimnasio, y después me facilitó la entrada
á la Escuela de Comercio.
Cuando terminé mis estudios me dijo D. Bosco:
— Hijo, si quieres aprovechar una ocasión.....
El Sr. Passini tiene una sucursal en Buenos Aires;
me ha preguntado si conozco alguna persona que
pueda llevarle los libros... vamos, y haga sus veces,
pues el gerente que tiene allá quiere retirarse.
Y o acepté, partí bien recomendado; trabajé y
trabajo fuerte, puse casa por mi cuenta y no me va
muy mal.
— Y a se ve muy bien.
Aquí tocó la campana que nos mandaba á dor­
mir. Soñé despierto mucho rato y me dormí pen­
sando visitar los Oratorios festivos- no bien se pre­
sentara la ocasión.
L

eo

R

o .m .\ f v

.

0 o m o de molde.
Entre las noticias que nos llegan de todas partes,
escogemos las siguientes pues que nos demuestran
muy claramente cuánto bien pueden hacer los Salesianos cuando encuentran Cooperadores y Coopradoras que les prestan todo su apoyo para salvar á
tanta juventud como peligra en las calles particu­
larmente en los días festivos.
En S a n t a A n a (Rep. de E l Salvador) - C. A.,
florece un Oratorio casi diríamos modelo: y si nos
equivocamos, díganlo los lectores.
.-MU los Salesianos ponen en obra todo su celo
para seguir los ejemplos de abnegación de D. Bosco,
y los Cooperadores y particularmente las Coopera­
doras se esmeran para ayudarlos, como si los niños
del Oratorio perteneciesen á sus propias familias.
Todos los primeros dominges de mes, cúmplese la
hermosísima p>ráctica del Ejercicio de la buena
muerte y las Cooperadoras, turnándose de dos en
dos por mes, procuran el desayuno para todos los
250 niños del Oratorio.

Las mismas Cooperadoras (cuyos nombres no
publicamos, y a porque temeríamos ofenderlas, y a
porque el espacio nos tiraniza) para el 23 de Fe­
brero p. p. prepararon una preciosísima R ifa de
objetos en beneficio de los niños más asiduos.
Ellas mismas se prestaron para vender dichos ob­
jetos á los afortunados compradores; v fué tanto el
entusiasmo, que á los minúsculos adquiridores se
mezclaron más de 50 personas, quienes, no ya con
los sellos de asistencia, como los niños, sino con di­
nero contante, compraron los premios que sobraron
para proporcionarse un recuerdo de tan hermosa
fiesta y procurar más fondos para las obras que el
Oratorio tiene proyectadas.
Nótese que para catequizar á los 250 Oratorianos,
se sigue la costumbre de D. Bosco, esto es, de pre­
parar á los mayorcitos y más juiciosos de los mis­
mos niños mediante repeticiones apropiadas, po­
niéndolos en grado de ser ellos los maestros de sus
compañeros, logrando así dividir á los discípulos
en muchas clases en las que, por el corto número do
los alumnos, es más fácil atender á cada uno de
ellos, evitando así que se queden algunos ó aban­
donados ó poco cuidados. Para tales maestros hubo
también el mismo día, 23 de Febrero, hermosos pre­
mios costeados por la inagotable generosidad de las
Cooperadoras.
Y no hablemos del teatrito. pues, como ya diji­
mos otras veces, no sólo los vestidos han sido siem­
pre confeccionados con buen gusto y regalados por
las Cooperadoras, sino que los pequeños cómicos,
después de haber divertido á sus compañeros y á
sus bienhechores, encuentran siempre, al dejar el
palco, unas buenas meriendas que la Srta. Isabel
Vides no deja nunca faltar.
Fruto saludable de tanto esmero por parte de per­
sonas tan amantes de la juventud, es que lo.s niños
recogidos en el Oratorio van aprendiendo casi in­
sensiblemente el catecismo cuyo estudio antes les
pareciera insoportable, asisten á la Sla. Misa en los
dias festivos, frecuentando los SS. Sacranicntuis con
seriedad diríamos superior á su edad; celebran so­
lemnemente sus fiestas como lo hicieron el día de
S. José, día en que la Capilla se trocó en un triunfo
de flores y adornos, debido al celo de la Srta. Vir­
ginia Marsicano y de la Sra. Da. Catalina de Najarro; en fin, esos niños se hallan rodeados de tanta
dicha que quisieran encontrar abierto el Oratorio
en todos los días, y en sus corazones sienten latir
fuertemente los sentimientos del mayor respeto y
amor para con la Religión que sabe inspirar tales
sacrificios á tantas y tan buenas personas.
Más noticias tendríamos que publicar acerca de
ese Oratorio-Festivo; pero el espacio nos lo impide.
Por ahora llegue nuestros aplauso á los Coopera­
dores y Cooperadoras de Santa Ana para que sigan
mereciéndose las bendiciones de María Auxiliadora,
y también una palabra de aliento á los niños Santanecos para que sepan pagar con la mejor corres­
pondencia á tan valiosos protectores del Oratorio.

gg
DE JSÍUESTF^AS MI5 I0 JSÍE5
T í ---------) J

Oela Colonia k\ $agraÓo Coraron
I

Durante la excursión anual de los Indios.
{Carta del P . Colbacchini).
Colonia del Sagrado Corazón de Jesús (Mattoürosso), Noviembre 22, 1907.

Reverendísimo Padre Rúa:
seguro que habrá de gustarle recibir
í^otícias de esta lejana misión, de estos
sus hijos y de los pobrecitos salvajes.
Gracias á Dios, todo procede bien.
La visita del P. Malán — Vacación de los Indios
— Los niños quedan en la misión — Sistema
de educación.

En Julio del año p. p. recibimos la visita del
Revmo. Sr. Inspector el P. Malán, quien dió
regalos á todos y á cada uno de los indios, y nos
dejó á todos llenos de satisfacción y contento.
También él llevó las más gratas impresiones.
Poco después de su partida, casi todos los in­
dios, según antigua costumbre, se desbandaron
cuál de un lado, cuál de otro, para ir á sus ferias
anuales, es decir en busca de caza y pesca más
abundante. No quedaron sino dos ó tres familias;
pero contra toda esperanza, todos los niños que­
daron. Temíamos que también este año los obli­
garían á ir con ellos, con gran sentimiento délos
mismos niños; pero por la misericordia de Dios
hemos logrado que los dejasen con nosotros.
Figúrese, Padre, cuál sería nuestro gozo.
Pero á tal gozo debía unirse uua sensible pena;
la desaparición de Julio, excelente é inteligente
chico, y a admitido á la Sagrada Comunión, que
recibía semanalmente los Sacramentos y dejaba
concebir las más halagüeñas esperanzas. Lo
buscamos durante todo un día en la aldea, pero
inútilmente; se nos dijo después que la madre
lo había obligado por fuerza á irse con ella. E l
niño, tal vez por ahorramos un disgusto y sufrir
menos él mismo, se abstuvo de venir á damos
cuenta.
Partieron pues, todos los indios y quedamos
con 18 chicos de los más altos, que son los que
forman nuestra esperanza y nuestra dicha, por­
que confiamos que al menos en ellos y en sus
descendientes fmetifique la semilla depositada

en sus almas á costa de tantos trabajos. El sal­
vaje adulto sacude todo yugo y toda ley que
violente sus pasiones y supersticiones; sólo uua
gracia muy grande y muy eficaz podrá reducirlo.
Así es que por ahora hemos debido contentamos
con muy poca cosa: que observen algunas reglas
disciplinares, pocas y sencillas, lo materialmente
indispensable para el orden de la colonia, y nos
dejen plena libertad para educar á sus hijos.
Quizá con el tiempo también se decidan ellos á
abjurar de tanta monstruosidad; pero lo porve­
nir está en las manos de Dios.
En este tiempo que estamos solos, sin más
cuidado que el de estas amadas criaturas, nos
dedicamos con más intensidad á su educación.
Ellos corresponden y se amoldan á nuestros
deseos, y aunque no falta quien nos pruebe que
siempre es sangre salvaje la que circula por sus
venas, cabe decir que todos tienen una gran
dosis de buena voluntad y se esfuerzan en me­
jorar su conducta y .mostrarse obedientes. Nos
aman y respetan y guardan el reglamento que
les hemos trazado, que, si bien ligero y fácil, no
deja de serles pesado. ¡Pero si V. supiese cuánto
cuesta esto! cuánta paciencia, cuánto sacrificio!
Es hermoso y consolador el verlos en orden
y en silencio, obedecer al toque de la campana,
ir á la oración y al trabajo, y á veces en el ardor
mismo del juego, abandonarlo de repente y correr
alegres adonde el Misionero los llama. Mas no es
la fuerza, no el rigor lo que así los doma. No,
amado Padre; á todo esto son rebeldes. Quien
los vence, es la caridad de D. Bosco.
El sistema que este gran Padre nos enseñó
es el único con que podamos obtener resultados
prácticos. También los hijos desgraciados de la
selva quieren ser amados, perdonados, avisados,
compadecidos y sólo mediante este trato, se
someten á obedecernos. Un castigo, una repren­
sión que los humilie es suficiente para hacem ^
perder el fruto de tantos sudores y el trabajo
de tantos años. Salvajes son y bárbaros; pero
tienen un corazón tierno y delicado; una mirada
basta para hacerles comprender que están fal­
tando: su carácter ardiente, independiente, al­
tivo no puede sufrir un castigo sin rebelarse.
Paciencia, caridad, cortesía, hé aquí el medio
de arrancar estas almas de las garras de Satanás
y llevarlas á los brazos de Jesucristo.

Jnlio enfermo — Vuelta al Rio das Qar9as — Sai>
vaje escena — La conmoción del enfermito.

Un mes hacía que los indios habían partido á
la caza, cuando vimos asomar sobre la cima de
la colina que defiende la colonia, un indio con
su familia.
Corrí al encuentro para informarme de sus
compañeros, y supe que se hallaban á orillas del
Río das Garqas y que habían hallado caza y
pesca en abundancia. L e pregunté cuánto de­
morarían todavía, y me contestó: Todavía una
luna, es decir, un mes. Le pregunté también si
todos estaban buenos y me respondió : Todos
menos un niño.
— ¿ Quién es? ¿ qué tiene? Es ya grandecito?
— Es grandecito, repuso, antes de ir á la pesca
cctaba en casa tuya.
— Oh! ¿cómo se llama?
— No sé.
— Julio quizá?
— Sí, Julio.
Quedé triste al oír semejante noticia y pensé
inmediatamente: « Madre infortunada! Todos
los niños quedaron con nosotros, y están sanos,
alegres, y aquel pobrecito se te ha enfermado en
medio de los montes, por culpa tu^m; tal vez sin
alivio y en poder de las diabólicas supersticiones
de algún baire ».
Tanto fué mi dolor, que resolví irlo á ver. Pero
¿ quién sabe lo lejos que es... ? y habrá camino
practicable ?
Volví á llamar al indio que me trajo la noticia
y supe que el pobre Julio estaba muy lejos; que
ellos, partiendo al alba, llegaban al ponerse el
sol. Pero yo podía ir á caballo. Dicho y hecho.
Al rayar la aurora del siguiente día ensillamos
los caballos y partimos en compañía del indio y
con Miguel, ese chico inteligente y noble que V.
conoció en Italia. El viaje abundó en las peri­
pecias de todos los que se emprenden á través
de las florestas. Seguimos constantemente la
dirección del S-E. Hallamos varios riachuelos,
uno de los cuales nos dió un poco de brega. Era
medio día y toda\úa no llegábamos. Pero desde
lo alto de un collado v i no muy lejos brillar entre
los árboles las límpidas aguas del Rio das Garbas.
Un cuarto de hora después, andado por entre la
espesura, el indio se plantó y señalando con el
dedo, me dijo; « Es allá ».
Las hutas surgían en el centro de la floresta,
formando un círculo casi perfecto, bien sen­
tadas al pié de altísimos árboles que daban
á todo el conjunto un aspecto triste, sombrío,
misterioso, como el fiero salvaje en cuyo reino
me encontraba. Jimto á su choza, erguido ante
una grande hoguera, con un pedazo de carne
sanguinolenta en la mano, estaba el baire, el

183 -

temido sacerdote, el intérprete de la voluntad
de Marcha y Bope, conjurando á Mareba á grito
herido que arrojase á Bope de la carne del animal
que los indios acababan de matar y de cuyas
carnes iban á nutrirse. No bien me advirtió, sus­
pendió la ceremonia, puso el trozo de carne sobre
una hoja de palma donde había otros varios y se
adelantó alegremente á mi encuentro, dándome
la mano chorreando sangre, y saludándome y
agasajándome lo mejor que pudo en su salvaje
urbanidad.
También yo lo saludé con gran cariño, pregun­
tándole cómo estaba y diciéndole que había ido á
verles á él á todos los indios, informarme si esta­
ban bien y dar un saludo al pequeño J ulio que
me habían dicho estaba enfermo. Aíjuel taimado
brujo acompañó mis palabras con exclamaciones,
se dejó ver muy satisfecho y me condujo á la
choza del enfermo.
En el campamento no había sino tres ó cuatro
indios: los demás estaban en cacería. Pero las
mujeres estaban todas, y aguardaban con mo­
destia fuera de las chozas para recibir mi saludo.
Julio, informado de mi llegada, cuando per­
cibió mi voz, rompió en deshecho llanto...
Entré en el mísero chozo, y hallé al muchacho
pálido, descarnado, tendido en el suelo sobre una
miserable estera. Lloraba y me miraba con amor.
Procuré calmarlo; le recordé que estaba bautizada
y que por tanto pensase en la \’irgen y rezara
con devoción y respeto el Padre Nuestro y Ave
María por la mañana y durante el día; luego le di
una medalla de María Auxiliadora. E l la besó
y se la puso al cuello. Le hice poner una ca­
misa nueva porque la que tenía caía en jirones,,
le di una taza del café que había llevado con­
migo.
¡Cuán contento quedó!
Dije al baire y á dos caciques que me llevaraij
el niño á la Colonia, donde podría suministrarle
los convenientes remedios y curarlo pronto. Me
lo prometieron. También les pregunté cuánto
tiempo se detendrían allí todavía y el baire me
hizo comprender que había muchas antas, mu­
chos jabalíes y muchos peces. Comprendí adónde
apuntaba é insistí que volvieran pronto, reco­
mendación que Ies hice repetir otra vez por Mi­
guel; y me prometieron que al cabo de tres se­
manas estarían de vuelta en la Misión.
Contento de mi visita y de haber encontrado
buenos á los indios y siempre bien dispuestos en
nuestro favor, y sobre todo de haber visto, con­
solado y confesado á Julio, volví á montar, y sa­
ludado y aclamado por los indios tomé la vuelta
.de la Colonia.
No bien me alejé de allí oí de nuevo derra­
marse por la selva el eco de los gritos del baire
que proseguía sus conjuros.

— 184 —
Tuelta de los salvajes — Julio no vuelve — Una
mordedura venenosa — Curación providencial.

Según la .promesa, esperaba que me trajeran
al enfermito; pero pasaron ocbo, quince, veinte
días y nadie llegaba. Una tarde por fin, á la
])uesta del sol, los muchachos se pusieron á gritar
alegremente; habían divisado indios en el tope
•de la eminencia. Eran dos familias que tom a­
ban á la Colonia. Pedí en el acto noticias de
Julio y me dijeron que estaba todavía malo, muy
malo; que ellos querían traerlo, pero que la ma­
dre no lo permitió, diciendo que curaría lo mismo
y volvería con ella.
Temo que un espíritu maléfico aliente en esa
india; porque nos aborrece á nosotros, á nuestras
cosas y especialmente todo lo que es de religión;
■ en fin que es una libre pensadora; como obligó y
\’iolentó al hijo á seguirla, enfermando éste, pre­
fiere verle sufrir y morir más bien que dejarlo
volver á nuestra casa. E l hecho es que todos los
indios han vuelto, menos el enfermito, la madre
y una familia emparentada con ellos, que, dicen,
se quedó esperando á que se aliente el niño,
j Quiéralo Dios, de corazón se lo pedimos!
Todos los demás, apenas volvieron, pidieron
sus instrumentos para trabajar y sembrar maíz
y mandioca y continúan trabajando con entu­
siasmo bajo nuestra dirección, felices de alimen­
tarse con im buen plato de mandioca cocida,
arroz, judías y un trozo de carne, cocida también
que devoran con avidez. Ciertamente que causa
placer ver aquellas caras, habitualmente som­
brías, tomarse serenas y alegres; en ciertos mo­
mentos hasta desaparece su indómita fiereza
y asoma el buen corazón.
Un sábado por la tarde hicieron todos juntos
un gran bacumnX para obtener del Espíritu bueno
una copiosa caza el día siguiente. E l domingo
por la mañana, mientras sus hijos estaban
oyendo Misa, ellos desaparecieron. A eso de las
2 de la tarde se perciben en la aldea los llantos y
gemidos con que las indias rompen el aire cuando
ha sucedido alguna desgracia. Corro á ver lo que
sucede y topo con un indio que venía desolado
á llamarme, porque una enonne serpiente había
mordido á un hombre, que estaba y a muriéndose.
Vuelo á la choza del infeliz y veo que es el pa­
dre de uno de los niños que viven con nosotros.
El infeliz estaba tendido en tierra, lívido, con
los ojos saltados, arrojando sangre por la boca
y con el pie y Ja pierna hasta la rodilla suma­
mente hinchados por la mordedura. La mujer
y otras cuatro indias estaban encima de el llo­
rando, aullando, arrancándose el cabello y cor­
tándose todo el cuerpo con abundante derra­
mamiento de sangre.
Aquella escena salvaje me horrorizó. Hice
.alejar á las mujeres y me persuadí que la cosa era

grave; los medios humanos daban poca espe­
ranza, el indio había sido mordido hacía tres
horas en la floresta. Lo encomendé á María Au­
xiliadora y á S. José, y abandonándonos á su
protección, le hicimos una incisión en el lugar
de la mordedura para facilitar la salida de la san­
gre envenenada y le pusimos inyecciones de
permanganato de potasa. E l infeliz estaba su­
mamente postrado, seguía perdiendo sangre por
la boca y la respiración se hacía más dificultosa
é intermitente. ¿Qué hacer? Le prestamos otros
auxilios y luego lo dej amos al cuidado de María
y S. José. Mucho rogué é hice rogar porque mu­
cho nos interesaba que sanara el salvaje para
convencerlos á todos de que nuestros remedios
valen más que las supercherías de sus baires;
tanto más que se decía que el baire no tenía ningún
poder sobre el veneno de la serpiente que lo había
mordido. El infeliz paciente siguió perdiendo
sangre toda la noche; pero por la mañana lo en­
contré bastante aliviado y el mejoramiento con­
tinuó gracias á Dios: se restableció del todo y hoy
va, alegre y contento, á trabajar con los demás.
Estas noticias nos demuestran ima vez más
que el Señor bendice su Colonia y son una prueba
también de que el demonio procura mantener su
imperio en medio de estas florestas estupendas.
Recomiendo, pues, á su caridad y á la de nues­
tros cooperadores, esta Misión que tanto pro­
mete; beso su mano y suplicándole nos bendiga,
me es muy grato repetirme de V. R.
Ohmo. hijo in Corde Jesu
A n t o n i o C o l b a c c h i n i , Pbro.

tílatto Gro$$o (Brasil)
La obra de nuestros Misioneros
ju z g a d a por un D ipu tado.
Correio da Manhá de Río Janeiro ha
publicado un concienzudo juicio de
D. Serzedello Correa, Diputado Federal,
sobre la obra de los Salesianos en las tribus de
los Bororos-Coroados.
E l egregio Diputado, que, con su autoridad é
influencia logró hacer votar en el presupuesto
de gastos del año 1906 una suma para estas Mi­
siones, lio ha dejado tampoco ahora de perorar
— no sabemos con cuál éxito — la misma no­
bilísima causa. Oigamos sus palabras:
« En cuanto á mí, lo más importante, lo mejor
que puedo hacer ahora, es llamar la atención del
Gobierno y del Senado sobre los resultados obte­
nidos y a en la Misión Salesiana de Matto Grosso,
rogando encarecidamente se considere la obra
comenzada allá, inmensa por sus consecuenaas,



iS^

y fecunda en sus beneficios en favor de los indí­
genas de esta querida tierra que tanto amamos
y que es nuestra patria ».
Luego, con datos á la mano enumera los bene­
ficios y resultados. No pudiendo trascribir todo
el discurso, resumiremos lo más importante.
En la C olon ia del S a g ra d o C o razó n fimdada
en 1901 á 75 leguas de Cuyabá y sobre el río
Barreiro ya. son 200 indios los que tienen estable
domicilio, mientras hay 60 grupos también que,
no pudiendo ser reunidos y fijados en población
por falta de medios, la visitan anualmente. En

^

dones de propiedad y honradez y el valor del
trabajo, de tal modo que se están haciendo cir­
cular entre ellos bonos de papel, mediante los
cuales hacen sus transacciones y cambios de los
objetos adquiridos á su vez en la Colonia, como
herramientas y vestidos, y á veces hasta bueyes
y otros animales domésticos.
Las haciendas, tanto las de la Colonia como
las de los indios privados, están bien cultivadas
y ocupan una superficie complexiva de 25.000
metros cuadrados cubiertos de maíz, 16.000 m. c.
de arroz y 3.000 m. c. de caña de azúcar. H ay ade-

■'1

ESMIRNA — Cbaraaga, Compañía de S. Luis y Circulo dramático.
la misma hay y a 6 casas de ladrillo que sirven
de habitación del personal directivo y tienen
locales para escuelas y despachos y un pequeño
Obseiv^atorio meteorológico, que se corresponde
con el Observatorio D. Bosco, existente en el
Colegio Salesiano de Cuyabá. H ay también cua­
tro casas de tierra y madera donde moran los
jefes de las tribus y 30 chozas bien alineadas que
ofrecen en medio del desierto, el aspecto de tm
pintoresco \nllorrio.
Los indios, que se han vuelto laboriosos y dó­
ciles, bajo la dirección de los Misioneros se dedi­
can al cultivo del arroz, maíz, mandioca, etc. etc.
y manifiestan suficiente interés por la conseiv’adón de los instrumentos y utensilios de la Co­
lonia y empiezan á conocer y apreciar las no-

más diez largas hileras de vid americana, 500
plantas de café que ya comienzan á dar fruto y
algunos huertos bien cultivados que ostentan her­
mosos toda clase de frutas.
Al par que la industria agrícola, se enseñan
varios oficios, precisamente los que más se nece­
sitan; carpintería, herrería y cerrajería, sastrería,
curtiduría de pieles y albanilería. H ay 35 niños
que á ellos se dedican. Más aún, tres de ellos, para
estímulo y aliento de los demás, han sido colo­
cados en las Escuelas profesionales del Colegio
Salesiano de Cuyabá. los cuales con el tiempo,
volviendo á la Colonia podrán ser buenos é in­
teligentes maestros de sus compañeros.
L a enseñanza literaria se está ya dando en con­
formidad con los programas gubernamentales.

— i86 —
limitada hasta ahora á las tres primeras clases se hayan distinguido por su moderación, obe­
diencia y amor al trabajo ».
elementales, á las cuales el año pasado asistieron
Finalmente el elocuente Diputado prueba que
regularmente los 35 niños y 26 alumnas.
Y no es para callada la banda musical, com­ el subsidio concedido por el Gobierno á estas
puesta de 30 instrumentos que y a han hecho re­ prósperas misiones ha sido muy inferior á los
gastos hechos, y concluye:
sonar en los senos misteriosos de 1^ selvas las
« Tal es, en sus líneas principales, el resultado
notas majestuosas del himno de la Patria.
extraordiario dé esta Obra de civilización á la
E n la C olonia del Río d as G arq as llamada
de la Inmaculada Concepción y fundada en 1904 á que están consagrados con una abnegación sin
10 leguas de la del Sagrado Corazón y 85 de límites, igual á la de los antiguos misioneros, el
P. Malán y sus hermanos de Religión ».
Cuyabá en un lugar encantador y fértilísimo,
gracias á las indicaciones del ingeniero Mayor D.
Cándido Mariano Rondón; viven domiciliados
de 100 á 120 indios que en invierno suben á 200.
Esta Colonia, deludo á su posición topográfica,
TESORO ESPIRITUAL
promete todavía más. Sus terrenos extraordina­
riamente fértiles, rodeados de bosques estupen­
Los Cooperadores Salesianos que confesados
dos y surcados por abudantes corrientes, tie­ y comulgados, visiten devotamente una iglesia
nen también una gran cascada que muy pronto
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
se utilizará para la fuerza motriz. El terreno cul­ propia capilla, y rueguen según la intención
tivado comprende; 2.000 m. c. de maíz, 3.000 m. c.
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
de mandioca, 22.500 de caña de azúcar que dará
indulgencias:
excelente panela [rapadura), uno de los ali­
Plenarias. En todo tiempo:
mentos más estimados y apetecidos de los indios.
1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
E l trigo por el contrario, así en esta como en la
de Cooperadores;
anterior, parece que no puede dar mucho fruto
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera
y por lo mismo será imposible su cultivo.
escoger;
Las Escuelas siguen el mismo método que en
3. ®Igualmente una vez al mes, el día que
la Colonia del vSagrado Corazón. Las frecuentan
asistan á la Conferencia:
30 niños y ninas, los cuales, dividen el día entre
4. “ Asimismo una vez al mes, el día que hagan
las clases y los trabajos del campo y del hogar.
el e;ercicio de la Jbuena muerte;
Aquí funcionan también algunos telares adqui­
5. " El (lía que por primera \ez se consagren
ridos en Turín por el P. Malán en su último viaje
al Sgdü. Corazón de Jesús;
á Europa.
6. ®Cada vez que por ocho día.s consecutivos
L a C olon ia del San grad o u ro , llamada de
se letiren á hacer ejercicios espirituales.
Sanjosé, es por decirlo así, el puente de unión
7. " E n articulo de muerte, si confesados y co­
entre las anteriores y Cuyabá, entre las florestas
mulgados, ó almenos contj itos, pronunciaren
bravias y las tierras civilizadas. Dista 50 leguas
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
de Cuyabá y 25 de la Colonia del Sagrado Co­
boca á ser posible, 6 al menos con el corazón.
razón.
En el mes de Agosto.
Se abrió esta Colonia con dos fines. Ante todo

El 6. Fiesta de la Transfiguración de N. S.
para tener un depósito ])criuancnte y productivo
2
®
El 15. Fiesta de la Asunción de María Sma.
de ganado mular, caballar y vacuno, indispensa­
3® El 16. Fiesta de San Roque.
bles para el servicio de transtxirtes entre la ca­
Además, pueden lucrar muchísimas indul­
pital y las Colonias y para la manutención de
gencias ¡marciales, las cuales están todas enu­
los indios. Costaría en efecto, mucho, adquirir
meradas en el Reglamento, en las ]>áginas 26
anualmente tviitenares y centenares de bueyes
y 27 y en el liolctin Salesiano del mes de
para alimentar á los indios de las colonias. Y
la Co/e»»tí del Sangradouro y a está en camino Enero de 1905, al cual remitimos á nuestros
Cooperadores. Notamos especialmente, el pri­
de suministrar este ganado.
vilegio de poder ganar, sin necesidad de conHay otra razón no despreciable. Gozando de
una estación telegráfica y estando poco más o fesjirse, estando eso sí, en gracia de Dios, todas
las indulgencias de las estaciones de Roma, de
menos en contacto con el mundo civilizado, se
presta á recibir á las familias que se van civili­ la Porciimcula, de Jerusalén y de Santiago de
zando. Sus tierras pues, son las más convenientes Compostela, todas las veces que recen cinco
para dividir en lotes que se entregarían definiti­ Padrenuestros, Avemaria y Gloriapatris, por
vamente á cada jefe de las familias que despuCs la paz de la Cristiandad y un Pater, Ave y
Gloria según la intención del Sumo Pontífice.
de permanecer notable tiemix) en las Colonias,

EL CULTO
de María Auxiliadora.
N o s ten em o s la p ersu asió n de qu e, en la s v icisitu d e s d o lo rosas de lo s tie m p o s que
a tra vesa m o s, no n o s qu ed an m á s co n su elo s que lo s d el C ielo , y en tre é sto s, la p od erosa
protecció n de la V irg e n b en d ita, que fu é en tod o tiem p o e l A u x ilio de lo s C ristian os.
P ío X .

Ca Solemnidad de lliaría Auxiliadora
en el

de Turín.
-------------- ^--~~N,

¡Alabado sea Dios y eternamente bendecida
SMmisericordia!
He aquí la esclamación que ardorosa desa­
prisiónase de nuestro corazón después de haber
presenciado la grandiosa manifestación de fe
á la que tomó parte, casi diríamos, toda la ciudad
de Turín, en la ocasión de las solemnes Fiestas
de María Auxiliadora.
E l m es de preparación.
No hubiera podido resultar ni más majestuoso
ni más devoto. Desde la mañana del 23 de Abril,
continua y numerosa muchedumbre, deseosa
de acercarse al Celestial Banquete y sedienta
de la divina palabra se sucedió con verdadera
porfía bajo las bóvedas del Santuario, en donde,
por la mañana y por la noche, con perentorios
á la vez que populares y prácticos razonamientos
sobre la vida y la familia, entretuvo como extasiado al numerosísimo auditorio nuestro
Hermano el Pbro. Dr. D. Antonio Notario.
Los días de trabajo parecían haberse trocado
en festivos y los Domingos llegaron á revestir
toda la imponencia de verdaderas solemnidades.
Y á la verdad, / Cómo calificar las conmovedoras
Comimiones Generales, que todos los días ad­
ministraban varios sacerdotes contemporánea­
mente? ¿Cómo podía ser diversamente si du­
rante el mes nos fué dado ver á nuestra Reina
Auxiliadora honrada por la piedad de S. S. lim a.
Mons. Próspero Scaccia, obispo de Tívoli, y
por S. S. Ihna. Mons. Paulino de Acevedo y
Castro, obispo de Macao (China)?
L a novena.
L a novena empero, por el esplendor más
único que raro del templo, revestido con los

O"’

riquísimos damascos que sirvieron para la
Coronación, por la redoblada frecuencia á los
Stos. Sacramentos, y por la predicación viva,
eficaz, arrebatadora del Revmo. Mons. José
de los Condes de Sanfermo, venido de Roma
para acrecentar el fervor de los Turineses, fué
á no dudarlo la mas tierna apoteosis del culto
á María Auxiliadora.
Y sin embargo descuellan aun entre esos días,
algunos más solemnes, como el 17, quinto ani­
versario de la Coronación de María Auxiliadora,
en que celebró la misa de Comunión General el
limo, y Rmo. Mons. Constancio Cástrale ob. tit.
de Gaza y Vicario General de la Arquidiócesis
de T u r ín ; como también el siguiente en
que tuvimos el consuelo de ver á los pies de
nuestra excelsa Reina, al Emmo. Card. Arístides
Cavallari, Patriarca de Venecia, de paso por
Turín, en ocasión de la peregrinación á Lourdes;
ni menos solemne resultó la Bendición con
S. D. M. impartida la noche del 20 por nuestro
venerando Rector Mayor D. Miguel Rúa, de
vuelta de su largo viaje en el Oriente; y con­
movedora en extremo la misa que á las 7,30
de la antevíspera de la fiesta celebró Mons. de
Sanfermo cantando solemnes exequias para las
benditas Animas, acompañado en su acendrado
fer\’or por no menos, de tres mil personas que
en aquella mañana acudieron á la Sagrada
Mesa.
L a vísp era.
L a víspera amenada triste y lluviosa. Una
Iluda, abtmdante había caído durante toda la
noche, y el cielo encapotadoy el aire frío hadan
presagiar muy mal para el día de la fiesta. Pero
la Sma. Virgen, así como quiso regalar nuestros

— i88 —
campos con abundante cuanto deseada lluvia,
así nos concedió también de poder desarrollar en
todas sus partes el programa de su solemnidad.
E n efecto, al mediodía rasgáronse las nubes
y luego las muchedumbres llenaron de vida y de
alegría la plaza y las calles que conducen al
Santuario.
A la hora de la Conferencia el templo se hallaba
atestado de fieles y nuestro D. Esteban Trione,
en felicísima síntesis expuso las maravillas que
María Auxiliadora ha cumplido en su vSantuario
en los primeros 8 lustros excitando en todos,
vivos sentimientos de gratitud hacia tan tierna
Madre. La Bendición con S. D. M. fué impartida
por el R. D. Miguel Rúa, quien se vió luego ro­
deado por muchísimos peregrinos deseosos de
ser bendecidos por él en noml^re de María Auxi­
liadora.
A las 7 p.m. empezaron las solemnes vísperas
pontificadas por el limo, y Rmo. Mons. Ludovico Marqués Gavotti, obispo de Casalmonferferrato. Estupendo es el golpe de vista que pre­
senta el Santuario, delicados, armoniosos los
salmos del M. Dogliani; encantador el Himno
compuesto expresamente por nuestro M.’ Pbro.
D. Juan Pagclla, viva manifestación, maravillosa
ilustración de los conceptos encerrados en cada
estrofa litúrgica: « oh trépidos instantes de in­
minentes derrotas para toda la cristiandad!......
¡oh estrepitosas victorias gloriosamente alcan­
zadas por la Auxiliadora!... Están registrados en
la historia y nos los recuerda la fiesta odierna!...
¡oh día memorando de 24 de Mayo de 1814, en
que el Vicario de Jesucristo, después de cinco
años de triste destierro volvió á entrar triun­
fante en Roma!... ¡Ea, niños y tiernas vírgenes.
€a, ministros del Santuario, ensalzad las glorias
de la poderosa Reina!.... Y tú. Madre Piadosí­
sima, cumple el prodigio; haz que todo el pueblo
de Cristo, bajo la guía de Soberano Pastor llegue
felizmente al cielo!.... »
Estos son los conceptos del estupendo himno
litúrgico, que revestido con inspiradas armonías,
hacía latir el corazón como en los más entusiastas
momentos y arrancaba esas dulces lágrimas que
tan á menudo brotan más del corazón que por
los ojos, en el Santuario de María Auxiliadora.
Después de la Bendición solemne impartida
por el limo. Pontificante, ilumínase como por
encanto toda la fachada del Sautuario, la cú­
pula. los edificios contiguos y mientras la banda
del Oratorio Festivo alegra una muchedumbre
apiñadísima en la plaza, el Santuario mismo
queda lleno de bote en bote por un sinnúmero
de peregrinos y devotos que atestan los con­
fesonarios ó quedan extasiados ante el cuadro
milagroso, y no saben alejarse sino á tardísima
hora. Ante expectáculo tan grandioso de fé,

creimos no habría nada nuevo para ti >lía si­
guiente; y sin embargo grandes sorpresa.-; nos
aguardaban aun!
E l 24 de M a yo .
Variable era el tiempo y la lluvia tentó varias
veces enfriar el entusiasmo de la solemnidad;
sin embargo el Santuario y las cercanías per­
manecieron desde la mañanita hasta muy avan­
zada la noche muy concurridas.
En el altar mayor las misas rezadas empiezan
á las 2V2 a. m. y se prosiguen hasta algo des­
pués de las 12, mientras en los laterales casi se
repite el mismo espectáculo. Las Comuniones,
distribuidas contemporáneamente por tres y á
veces por cuatro sacerdotes, llegaron á cinco mil.'
L a misa de los niños artesanos la celebró nuestro
amado D. Rúa, la de los estudiantes nuestro
Arzob. el Card. Richelmy que no pudo dejar
de dirigir una bellísima alocución á los niños
encareciéndoles la devoción á Jesús Sacramen­
tado y á María Auxiliadora.
A las 10 comienza el solemne pontifical.
Mons. Gavotti se presenta al altar mientras la
Schola Cantorum nos hace saborear la suavísima
Missa solemnis del M.° Cav. Remigio Renzi.
Al evangelio ocupa la cátedra Mons. de Sanfermo. Es un instante solemne. E n el Santuario
atestado de fieles hasta más allá del atrio, reina
el más religioso silencio, todas las miradas están
fijas en el Orador quien con voz dulce y fascina­
dora desarrolla una espléndida homilía demos­
trando como en todo tiempo María ha sido el
verdadero Auxilio de los Cristianos. «¡Venerable
D. B osco! exclama el Orador, en un insuperable
arranque, yo creería cometer una culpa, si no
repitiera tu nombre en este día y no hablara de
las maravillas que por tu medio la Auxiliadora
ha derramado en ambos mundos!..... » y la
peroración es una exhortación conmovedora
á implorar el auxilio de la Virgen para la Iglesia
y para el Sumo Pontífice Pío X , para la familia
y para la patria. Al fin, por indulto apostólico,
Mons. de Saiifermo imparte á los presentes la
Bendición Papal.
L a misa prosigue entre un torrente de ar­
monías y el ahogado gemido de mil plegarias;
V al tenninar el pontifical, rásganse las nubes y
él sol derrama con sus radiantes rayos la más
expansiva alegría en todos los corazones.
Por la tarde, un inmenso gentío ávido
de venerar la Imagen de María Auxiliadora,
de llevarla en triunfo por las calles de su
devota ciudad, llena el Santuario, la plaza,
. las calles vecinas.... un verdadero mar de ca­
bezas que ondean aguardando impacientes.
Bien dijo el Diario Italia Reale que toda Turín
participó á la procesión que después de las Vis-

&

— 189 —

peras solemnes con verdadera dificultad pudo
abrirse el camino entre la apiñada muchedumbre.
Miliares de inocentes niños y de doncellas ves­
tidas de blanco, matronas, caballeros agrupados
en derredor de sus estandartes, una intermi­
nable fila de clérigos, seguida por treinta sacer­
dotes revestidos con riquísimas capas, el limo.
Mons. G avotti celebrante rodeado de los
Superiores Mayores de la Sociedad Salesiana,
presididos por el Rmo. Sr. D. Rúa, objeto de
tmiversal admiración por su piedad y recogi­
miento.....en fin un desfile verdaderamente im­
ponente por su devoción más aún que por su
extraordinario numero y variedad.
Cuatro bandas de música dispuestas en va­
rios punto? del cortejo con sus alegres notas,
infundían en el alma de todos los más tiernos
entusiasmos hacia la Virgen Reina de la Fiesta,
varios Clubs gimnásticos, daban prueba de su
valor cristiano formando en bello ordeu y os­
tentando sus caprichosos uniformes.
El grupo empero que atraía las miradas de
todos era el formado por la simpática estatua
de María Auxiliadora, con sus coronas de oro,
con los regalos últimamente llegados atestando
otros tantos favores extraordinarios concedi­
dos.... Cuando apareció en el dintel del templo,
al besarla dulcemente un rayo de sol, la mu­
chedumbre enmudeció como de repente, muchos
se arrodillaron......después sollozos, plegarías!....
¡ qué momentos!
cuando, recorrido el larguísimo trayecto
establecido, reapareció la estatua milagrosa,
entre un nimbo de luces, rodeada de los vale­
rosos jovenes del Circulo Juan Bosco de Turín,
seguida de 23 banderas de otras tantas socie­
dades Católicas, y de repente se iluminó toda
la fachada del Templo y la Cúpula del Santuario,
mientras las bandas tributaban sus homenajes,
mientras las campanas echadas á vuelo repe­
tían á toda la ciudad que María volvía á su casa
predilecta, nada y a pudo detener el entusiasmo
del pueblo, y toda la plaza resonó de un solo
grito repetido por millares de corazones: ¡Viva
María Auxiliadora!... y continuáronlos aplau'os
y los gritos se repitieron con verdadero frenesí
hasta que la Imagen desapareció en el templo!....
Entonces empezó el pueblo á cantar alabanzas,
después el Tanium ergo, mientras en el San­
tuario se impartía por el Emmo. Richeliny la
Bendición con S. D. M., después de la cual el
mismo Cardenal, precedido por las Banderas
Católicas, apareció sobre el dintel de la Iglesia
y bendijo con el Smo. Sacramento á aquella mu­
chedumbre entusiasmada. Apenas recibida la
bendicen, todos aclamaron aplaudiendo; ¡Viva
Jesús!, sonaron las músicas, las campanas lan­
zaron al cielo mil agradecimientos..... parecía

que la fiesta había concluido... L a gente en vez.
quería entrar en el Santuario, quería saludar una
vez más á su Auxiliadora, y d concurso de de­
votos no concluyó sino á muy entrada la noche
mientras la iluminación saludaba el *día más
bello del año para el Santuario, mientras la
banda interna en la plaza alegraba á los visi­
tantes con un lucidísimo concierto.
Así, completa, entusiasta, imponente y prove­
chosa para las almas terminaba la solemnidad de
María .A.uxiliadora; pero ¿quién puede negar que
el entusiasmo que animó á tanta concurrencia,
cual no se había visto sino el día de la Corona­
ción , quien puede negar que el móvil de todas esas
personas era la fé que hoy pregonan haberse
perdido, la gratitud hacia María que tantos be­
neficios derrama á todas horas en este siglo en
que dicen el milagro haber hecho su tiempo?
¡Confiemos en María! Ella nos conservará
nuestra fé. Ella reanimará nuestra Esperanza,
E lla líos guiará hacia Aquel que es Caridad!
CÓRDOBA (Arg.).— En la Falda del Carmen se
bendijo solemnemente un cuadro de María A u­
xiliadora, á quien los vecinos tienen mucha de­
voción. Del Colegio de Córdoba fue á bendecirloy colocarlo el R. P. Manuel J. Montaldo el 22 de
Marzo de este año. Fueron padrinos los vSres.
Dr. León S. Mora y Marcos Córdoba y las Stas.
Mercedes de Vio y Rita Córdoba.
A la piadosa ceremonia acudió numerosa y
distinguida concurrencia, ansiosa de postrarse
ante la devota y milagrosa imagen de la Virgen
de D. Bosco é implorar su poderoso auxilio en
las vicisitudes de la vida.
MOSQUERA (Colombia).— Se ha bendecido la
nueva iglesia á María Auxiliadora. Hablaremos
en el próximo número.
VALPARAÍSO (Chile).— En el nuevo Periódico
E l Mensajero de ^faria AuxüiadorahaWamoa la
relación de una procesión solemnísima aux flambeaux, que se hizo en dicha ciudad en honor de
de María Auxiliadora.
Inicióla el Instituto salesiano como homenaje
y en acción de gracias por la especialísima pro­
tección que la Sma. Virgen le dispensó cuando
el tremendo terremoto. El tiempo no estaba muy
bueno; y sin embargo la procesión fué imponente.
Arcos de triunfo, adornados de flores se suce­
dían en el camino, todos espléndidamente ilu­
minados á la veneciana. Abrían la marcha varias
Asociaciones, seguían los alumnos del Instituto
con hachas encendidas, la banda del mismo y la
estatua, coronada con un nimbo de luces.
A la vuelta de la procesión á la iglesia, prommeió un elocuente panegírico el Rev. Sr. Don
Arturo Aguayo y dió la Bendición de S, I). M..
el R. P. Nai. Inspector de las Casas de Chile,



Gracia^
^ ---------— —

áz fiarla


í

/luxiliadora

f~"

GfEiiEdE (Nicaragua) — Rnfermó gravemente
lili liijo Alfonso. Acudí á María A u x. hacién<lolo cooperador salesiano. Kl niño curó rápi<lumcnte. Agradecido, mando la pequeña limosna
de dos pe.setas.
C. R. N.
S a b a n a la r g a (Col.) — Enfermó de grave fie­
bre im hijo nno, A tal punto (jue el doctor lo
desahució. ICn tal angustia, acudí á María A u ­
xiliadora y prometí pul)licar la gracia para su
gloria, .si obtenía la curación. La Sina. Virgen
no de.soyó mis ruegos.
A n a M. B a r r a z a de C.

N .B . Por absoluta escasez de espacio nos
vanos obligados á dejar para otro mes la p u ­
blicación de numerosas gracias.

Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias á
María Auxiliadora y envían una limosna;
Acoyapa (Nic.). — Da. Encarnación Mena, por
•un favor recibido.
Alicante (ICsp.). — Un devoto de María A u x.,
por un favor alcanzado, 5 pt.s.
Asunción (Parng.). — Da. Cayetana vda. de Oli­
vera. [K)r el alivio de una dolencia — Una Coope­
radora. por la salud de una hija suya — Da. Fra?icisca Pos de ¡hxtzarini, por un favor — Da. V. B.,
por una gracia en favor de su padre.
Barcelona (h.sp.). — Da. Antonia ¿líarisiany de
Millct, por luiberla liberado de un dolor en todo
el cuerpo , y de una grave tribulación , 10 pts. —
D. Pedro Masnó , por haberle curado A su madre
de una enfermedad muy grave.
Bahía Blanca (Arg.). — D . E gid h de .Salva, por
una gracia.
Barranquilla (Col.). — Una Cooper,, por haber
salvado en un naufragio á unas personas queridas,
y por otros favores — D . G. S., por la curación
de su padre y otro.s favores.
Bogotá (Col.). — Un devoto, por una gracia.
Calceta (Ec.). — Dos devotas, por gracias reci­
bidas.
Cali (Col.). — Da. P. //. de Perdomo v otra
Cooperadora, por favores recibirlos — La Sfa. M.
L . V.. por un favor
D . F. C , por que estando
tiesalmciailo le devolvió la salud, 50 francos.
Comalapa (Nic.).
Da. Genovtk'a Hurtado, por
haberla curarlo de varias enfermeriailes — D. Daniel
Piññes, por favores recibidos — Da. Posa A . Sequeira, por haberle curado de parálisis.
Córdoba (Arg.). — Da. ¡ ‘irginia de Paz. por la
curación de su cuñada.
Cuenca (Ksp.). — La madre de Teresifa Pastor,
por la cviiacióu de ésta.
Diriamba (Nic.). — Da. Cetsa Fonseca . por un
favor, 1,50 ptas. — D. ¡ ieen/e Paptxciuoli, por id.
El Almendro (Nic.). — Los Sres. ísaura Gaitán,
Posa Emitía Martínez. Cruz Matute, C. C. de Ló­
pez. Mario López, p'rancisco Centeno. Mariano
por favores recibidos — D is Sras. Mxría
Catalina López, {X)r haber favorecido mucho á sus

190 —
hermanos y un primo en la pasada guerra — Da.
M. L . C., por haber sido curada de un mal á la
garganta.
Funza (Co!.). — Da. Betsabé Morales de Ch.,
por haberle devuelto la salud, gravemente compro­
metida.
Granada (Nic.). — . Da. Juana Cabrera, por fa­
vores recibidos — D . Víctor M. Román, por la sa­
lud de su hijo, envía 15 francos.
Guatemala. — D, Rubén Arénalo, por haber ob­
tenido la salud — Da. Teodora V. de Girón, por
un favor señalado.
Juigalpa (Nic.). — Da. Clara Angulo, por ha­
berla curado de molestos tumores — Da. Virginia
Espinosa, por haberla sanado de un gran dolor en
la cara — D . Eustaquio Núñez, por liaberle curado
de una tenaz enfermedad , envía dos pesos — D.
Toribio López, por haberlo sanado de tres llagas;
envía 5 pesos — Da. Juana I. Snárez S., por ha­
berla sanado de una enfermedad crónica, ro pesos

Francisco Urbina, por haberle dado la salud
de la familia, i peso — Da. Nieves Píos, por ha­
berla sanado de una enfermedad crónica grave, 10
pesos — Da. Cruz Bequeira, por la curación de .su
hijo, I peso — Da. Petrona A ra u z, por haberla
sanado de grave enfermedad, i peso — Da. Mag­
dalena Miranda, por gracias recibidas, 4 pesos —
D . Juan Díaz Cordero, envía 5 pesos para una
Misa de acción de gracias por varios favores. Con
el mismo fin envían : D. Ezequiel Angulo, 5 pesos
— Da. Genoveva Urbina de Hnete, x — D . Lean­
dro Urbina, 5 — Da. Guadalupe Diiarte, 10 —
Da. I^Hciana Reyes, 1 — Manuel Urbina, 2 — Da,
Jxiana I. .Suái-ez, s — Da. Epifanía Pérez, 5.
Ibídem. — Da. María Ortega, por la curación
de su madre — Da. Juana P . Ortega , por haber
sanado de una enfermedad á los labios , María y
Juana S. Ortega , Jnstiniano Dnartc , Inocente Gi­
rón y Demetrio Sandigo, por favores recibidos.
Jinotepe (Nic.), — D . José Metisandro Campos,
por un importante favor á él mismo, y la salud de
su madre — Da. Carmen Reyes de R ., por ha­
berles devuelto la salud á ella y á su hijo Víctor
M,, 10 pesos.
Madrid (lisp.), — Da. Concha de Baner, por un
favor -- Da. Concepción I'izeaya, por la salud de
su madre, anciana de S2 años' — Da. Sabina Pumaríega, por una gracia obtenida — Da. María del
Pilar Mumbm, por una gracia en favor de su
abuelito.
Magangué (Col.). — Da. Gertrudis Córdova, por
un favor — Da. Slatitde de Fa/ia. por lo mi.smo.
Manabi (Ec.). — D . N , Tosagna, por una gracia
recibida.
Nandaime (Nic.). — Da. Mxría López, por un
favor.
Puntarenas (Cliile). — Da. L . A . de R ., por ha­
berle devuelto la salud á su esposo.
Princes Town (La Trinidad). —
Amador Rito,
por haberle sanado de una enfermedad que le afligía
amargamente.
Puebla de Padrique — Da. Patricia Villanueva, por
haber librado a su hija Tere.sa de la gangrena
que le comenzaba á consecuencia de una cortadura.
Sabana Larga (Col.). — Da. Adelaida Celedón,
por la milagrosa curación del esposo.
Sta. Marta (Col.). — Da. Fermina Martínez de
Arango, por un gran favor.
Piden oraciones la Srta. Esfebaua Gutiérrez de
Diriamba (Nic.) — Da. Rila Ana Rojas, de Gra­
nada (Nic.) — Da. Manuela Casirittillo de Masava
;Nic.).

POR EL MUNDO SALESIANO
Fiestas de Familia

HOMENAJES AI, VENERABLE.
IT A L IA .
Savona. — El i6 de Febrero un selecto y nu­
meroso público concurrió al Oratorio Salesiano:
presidía el lim o. Sr. Obispo. Mons. Scatti, á quien
iiacían corona el P. Albora. Mons. Pizomo, al­
gunos personajes del clero y varios concejeros mu­
nicipales.
Después de la lectura del Decreto, se concedió
la palabra al Dr. Gustavo Cuneo, abogado, quien
pronunció un espléndido discurso, haciendo consi­
deraciones profundas de sociología, etc., y demos­
trando que en Juan Bosco se ^^ó brillar desde su
infancia la luz del genio y la virtud.
Hizo un delicado y fino análisis psicológico del
hombre y del santo, siguiéndolo á través de la obra
laboriosa, penosa, ardua, pero fecunda y brillante
de los Oratorios festivos, en el esplendor de las mi­
siones. llevando á las pampas v florestas una alma
intensamente cristiana; en sus institutos, en la
prensa •<>.
Terminó con un piensamicnto muy feliz : « En los
homenajes tributados á Juan Bosco por tantos co­
razones, V espeeialmentc por millares de obreros,
veo una señal de los tiempos: El pueblo está se­
diento de fe, está cansado y hastiado de las vanas
y humillantes negaciones del ateísmo ».
Siguieron dialoguitos y música y un discurso
breve pero eñeaz del Sr. Canónigo Bccchi. Puso fin
el limo. Sr. Obispo, manifestando su complacencia
j)or el triunfo del Padre y recomendando con ahinco
á los Sa\’oneses el Oratorio Salesiano.
Valsalice. — Aquí reposan los restos del Ve­
nerable: su espíritu parece que se agita por esas
aulas benditas donde se forman en la ciencia los fu­
turos profesores, infundiendo fe en los ideales, valor
en las arduas tarcas.
Los alumnos no podían consentir quedarse cortos
en las manifestaciones dé alegría y entusiasmo por
la glorificación del Padre. Escogióse el 9 de Febrero;
y el día se presentó lleno de luz para iluminar la ín­
tima fiesta del corazón.
El limo. Sr. Spandre, Obispo .-Auxiliar de Turín,
llegó á decir la misa de comunión y después dirigió
á los estudiantes palabras animadas, Mvas, pene­
trantes. porque brotaban espontáneas de un co­
razón conmovido. Narró algunos heciios íntimos
de los cuatro años que pasó en el Oratorio al lado
y bajo la dirección de D. Bosco.
tarde el cav. Teól. Piano probó en un dis­
curso la misión providencial de Juan Bosco, y por

consiguiente la de los estudiantes de Valsálicc, lla­
mados por Dios para continuar la obra sublime dol
grande italiano.
Por la tarde tuvo lugar la estupenda volada, pre­
sidida por los RR. PP. Rinaldi. Cerruti, Piscetta
y Barberis. Pronunció el discurso de circunstancia
el egregio profesor turihés Dr. D. Juan Bautista
Goñi.
El orador, original como siempre y decidido na­
turalista, tomó su punto de partida, del nombre
de nuestro Padre (Bosco en italiano significa bosque)
y así, estableció un admirable paralelo entre los dos
bosques. Presentó el bosque, la fioresta inmensa en
toda su imponente extensión, en su \’ariada vege­
tación. señalando los beneficios que trae al hombre
regulando el estado higrométrico. el calor, las llu­
vias. los vientos... el otro reparando la fe y la reli­
gión de las tempestades infernales, y comunicando
al mundo entero nueva y poderosa savia de "váda
cristiana, provocando en todas partes un vivo mo­
vimiento religioso, corrigiendo con el oxígeno y con
el ozono de una seria educación cristiana los ánimos
de tantos jóvenes, de tantas personas tibias, en­
fermas por las exhalaciones mefíticás y el denso limo
atmosférico de la indiferencia religiosa, y de la in­
credulidad.
Y así como el egoísmo induce al hombre á abatir
los bosques; asi la incredulidad intentó destruir
una gran parte de un Bosque (Bosco) que es sagrado.
Por otra partó, como los Ministros de Instrucción
V .\gricultura promueven Concursos y establecen
premios para repoblar los bojiqucs, del mismo modo
la Obra Salesiana v a por todas partes celebrando
la fiesta del árbol, es decir sembrando sin cesar nue­
vas plantas, vegetaciones nuevas, pequeños Hoscos
que, creciendo robustos y vigorosos se extiendan á
Oriente y á Ocaso, llevando sombra y protección
á tantas almas que necesitan de sus cuidados.
La elevada y poética palabra del sabio profesor,
que brotaba á torrentes, fluida, melodiosa y ani­
mada por el entusiasmo, íué interrumpida varias
veces por aplausos no menos entusiastas, y recibió
al terminar una verdadera ovación.
Además contribuyeron al éxito de la fiesta los va­
lientes maestros Viarizio y Lorini, con sus alumnos
de música.
Cerró la velada, con su palabra Ixabitualraente
serena y profunda, el R. P. Cerruti. demostrando
que D. Bosco, según decía el Card. Alimonda, di­
vinizó la pedagogía, y que la esencia de su singular
sistema pedagógico estriba en las profundidades
inconmovibles de la fe y la moral, en la obediencia
ai Papa v en el método preventivo en la educación.
Una corona de himnos y cantos en torno de la
tumba del \’enerable. (que hasta ayer velaban los
llorosos sauces y hoy enualsaman los pensamientos
y rosas), cerró la imponente fiesta de familia.

— 192 —
NIzza Marítima (Francia). — Existe en la ciu­
dad el Patronage de Saint Fierre, antiguo colegio
salesiano, fundado por el mismo Venerable; el Go­
bierno se lo apropió más tarde, pero lo rescató un
caballero inglés y lo confió á una sociedad católica.
Como es natural, tratándose de una casa edificada,
se puede decir, por D. Bosco mismo, el Comité re­
solvió festejar el triunfo del Venerable. Y logró
excelente resultado, éxito completo.
El 29 de Enero celebró en el Patronato la Misa
de Comunión el limo. Sr, Chapón, Obispo diocesano;
ofició en las Vísperas solemnes .Mons. Cappati. En
ambas ceremonias hubo música delicadísima. Mons.

en la Misa y las Vísperas. El discurso del elocuente
Sr. Gély. que á ninguno quiso ceder la gloria de
conmemorar al Santo v al amigo, fué digno del in­
menso y selecto auditorio que atestaba las tres an­
chas naves del majestuoso templo. Su tema fué :
-« L a Obra de D. Bosco, providencial en su origen,
en el momento de su institución, en su universali­
dad ». No es el Obispo de Mende un simple retórico,
cuya elocuencia se admira sólo literariamente; es
un espíritu templado y preparado por profundos
estudios, un corazón encendido en el amor de Dios
y del prójimo.
El 31, en el Patronato hubo Misa de Reqnie so-

BUENOS AYRES (La Boca) — Asociación de Antiguos Alumnos.
Gély, Obispo de Monde pronunció el discurso de
ocasión: su corazón, intlainado á la presencia de los
jóvenes le inspiró trozos llenos de verdadera elo­
cuencia. í Mijos npos. les decía, vosotros sois hijos
de vm santo, del mejor de los padres. El os ha prepa­
rado un nido cómodo y abrigado... En esto nido,
polluclos de Oios, halláis asilo y alimento... pronto
asomarán las plumas, crecerán las alas v volaréis
como las ágitilas hacia las altas montañas, bien
pren istos! A él sois deudores de vuestra educación;
por tanto, vuestros del>ercs para con él son los de
los hijos para con el padre: amor, gratitud, v sobre
todo, esfuerzos para mereceros sus amorosa.s cari­
cias ».
Las hcst;is del 30 se celebraron en la iglesia de
.Vo/r.‘ D.í “:í-. donde el Ven. oró, celebró y predicó
tantas veces. El ilmo. Sr. Obispo se dignó pontificar

lemne por los bienhechores difuntos. Dc.spnés la
.\sociación celebró una asamblea general. Hubo
una matinée artística, presidida por el Obispo de
Mende.
Digno remate del brillante triduo, fué el Je Deum
y la fantástica iluminación.
Trente (Austria). — El 9 de Febrero en el Ins­
tituto de María Auxiliadora se festejó al Santo
Patrono y se conmemoró al \*enerable. Por la ma­
ñana celebró Su .Alteza Reverendísima el Príncipe
Obispo Celestino Endrici y á las lo la Misa solemne
cantada por .Mons. Hutter, Protonotario .Apostólico
y Provicario General.
En la velada de la tarde, presidida por el Sr.
Obispo, tuvo un magistral discurso Mons. Miguel
.Angel Grancelli de Verona. Tomando por tema las
palabras bíblicas Ecce somniator venit, las aplicó

— 193 —
á D. Bosco y explicó sus admirables sueños: esos
sueños tuvieron la misión de curar las llagas de la
sociedad.
Zurich (Suiza). — También en esta industriosa
ciudad resonaron las alabanzas de
Bosco
el 19 de Enero. En un brillante salón apareció
la figl^ra del Venerable, envuelta en los pliegues
de las banderas helvética é italiana, siendo aplau­
dido v saludado con ardor. Siguió un concierto de
piano y música de cuerda y algunos discursos de
circunstancia.

A M ÉRIC A .
Boffotá (Colombia). — El 25 de Marzo fué un
día de gratas expansiones y dulces recuerdos para
la familia salesiana de esta Capital. A la fiesta en
honor del Padre han acudido todos los hijos; salesianos, alumnos, cooperadores, con verdadero amor
é interés.
Las dos grandes autoridades eclesiásticas, el
Revmo. Sr. Arzobispo Primado y el Exmo. Sr. De­
legado Apostólico se prestaron á honrar con su pre­
sencia y sus servicios á la comunidad, celebrando
el uno la Misa de Comunión y el otro la solemne,
cantada con exquisitez por la Escolanía del Insti­
tuto. El rey de los oradores sagrados de Colombia,
Sr. D. Carlos Cortés Lee llevó la voz en honor de
nuestro Padre.
En el salón de Grados de la Ciudad tuvo lugar
una velada magistral en que los más conspicuos
personajes, la aristocracia, diríamos, del saber, te­
jieron una corona inmortal para la frente del Ve­
nerable.
¡Cuánto sentimos por la tiranía del lugar,'no po­
der dar siquiera un resumen de los discursos y pie­
zas, del homenaje de la inteligencia y el corazón de
la elocuencia y la música! Nos limitamos á una sim­
ple enumeración.
La velada tuvo dos partes. 1° La sesión se abrió
con la Obertura del Tanhauser, de Wagner, ejecu­
tada magistralmente por la orquesta 2“ Luego se
dejó oir la voz clara y entusiasta del Sr. Ex-Ministro
de Instrucción Pública, Dr. D. José M. Rivas
Grot, en su Dedicatoria. 3° Un discurso del cé­
lebre y profundo filósofo y crítico, Dr. D. Marco
Fidel Suárez, que desarrolló este tema; 4 L a Obra
de D. Bosco, sus resultados en Colombia ». También
examinó al hombre, al sacerdote, al genio, al após­
tol, al santo! ¡con qué \-igorosas pinceladais traza
rápidamente la influencia de la madre, de Margari­
ta! 4' La insuperable Oda á D. Bosco de D. Belisario Peña, el Canto de la Inmaculada Concepción,
declamada por el respetable v anciano Gral. D. R a­
fael Ortiz. 5®Vino el motete Beatus qui inielligü á
seis voces, del Maestro Garlaschi, ejecutado por la
Escolanía de las Escuelas Salesianas. — 6° El joven
é inteligente abogado D. Víctor Lambana, desa­
rrolló este tema: ♦ D. Bosco y los antiguos alumnos
de los Salesianos en Colombia ». Quiera Dios que las
palabras del joven legista contribuyan á formar en
Colombia una Asociación de ex-alumnos, tan po­
derosa como las de Italia y Argentina!

7® El infatigable cuanto sabio escritor Antonio
Gómez Restrepo trazó un vivo cuadro presentando
en toda su amplitud y grandeza « T-a Obra del
Venerable D. Juan Bosco *.
8®Luego el distinguido Dr. D. Diego Uribe leyó
la hermosísima Composición: « Don Bosco ».
9^ En seguida la Sra. Da. María Elena de Posada
cantó, como ella sabe hacerlo, el Criicift.x de Víctor
Hugo, musicado por Faure.
II. — I®Gran Marcha dcl Tanáuuser de Wagner.
2° E l Dr. Martín Restrepo M. examinó muy
bien el sistema educativo de los Salc-sianos en sii
discurso; « Don Bosco como educador ».
3®« Don Bosed y S. Vicente de Paúl, fué el tema
escogido por el Dr. D. Hernando Holguín. Presi­
dente de las Conferencias de S. Vicente de Paúl.
4® En esta solemne ocasión no faltó el óbolo del
polígrafo insigne Sr. D. Miguel A. Caro, pensador
profundo filósofo, crítico... y eminente genio.
5° 4 La Congregación salesiana y los Lazaretos *.
Con tal título leyó un hermoso trabajo el Dr. Don
Enrique .A.lvarez Bonilla, socio Correspondiente de
la Academia española.
>
6° La Sta. Da. Amparo Annexy D. cantó la bella
composición de Víctor Balaguer: Lo Cant del ánima
á la Verge, musicada por el Maestro J. M. Alvarez.
7° E l Dr. D. José J. Casas, y a Minisrio de Instruc­
ción Pública, leyó una bella 4 Oda á D. Bosco 4.
8° Finalmente y por remate del espléndido torneo
dejó oír su voz el ilustrado Canónigo Dr. D. Ra­
fael M. Carrasquilla, Rector del Colegio Nacional
de Nuestra Señora del Rosario y lumbrera del clero
suramericano. E l consagró, á D. Bosco sus « Pensa­
mientos p.
9®Mientras se levantaba la Sesión, delicadas ma­
nos tocaban deliciosos valses.
A la espléndida velada tomaron parte las figu­
ras más eminentes de todos los rangos sociales,
principiando por la familia del Ex.mo Presidente
de la República. ^
Breña (Perú). — - La solemne conmemoración
del Padre tuvo lugar el 3 de Noviembre. En el fondo
del bien decorado salón destacábase el magnífico
retrato del Venerable, obra del artista nacional D.
Benigno Cáceres, bajo elegante dosel. Presidía el
Exmo. Sr. Delegado Apostólico, Mons. Dolci.
Abierta la velada con el canto de la Bandera de
D. Bosco, del M® Bettini, tomó la palabra el Sr.
Lizardo Vclasco, para estudiar en D, Bosco al hom­
bre y á su obra en relación con sus tiempos,
« El hombre, humilde hijo del pueblo, y de los
más pobres, con su propio esfuerzo y con la ayuda
de una madre extraordinaria, ascendió á la digni­
dad de Sacerdote para llenar el universo con su
grandeza y fundar obras destinadas, de suyo, átrasformar el mundo... Fué de esos hombres privi­
legiados que todo lo llenan con sus méritos y que
debe ser propuesto como modelo á todo el que
quiera trabajar por el engrandecimiento de la i^atria. Se ingenió prodigiosamente y á fuerza de
energía y voluntad llegó á la grandeza. Creado sacer­
dote, comienza por amor á la Iglesia una forma
social sugestiva y nueva y hasta entonces comple­
tamente desconocida.»

— 194 —
El orador examina esta obra, haciendo ver que
para curar los males de la humanidad vale más ella
que todos los sistemas y discusiones de los filósofos.
Pinta al salesiano « siempre humilde y abnegado:
todo lo hace, todo lo emprende, nada le arredra; no
importa que la sotana esté mal cortada ó el zapato le
oprima; no importa que el cansancio le agobie; él va
alegre y entusiasta, y sólo so apena cuando no pue­
de remediar las necesidades de sus niños.» Habla
do sus obreros, con sus artes, su músicas, su alegría,
• porque las casas salesianas son fábricas de alegría *.
Contempla al joven que sale de sus escuelas; puede
sufrir; pero jamás so abate; qniz^ encuentre difi­
cultades y pobreza, pero miseria nunca, porque
lleva en sus brazos y en su mente su mejor patri­
monio.
Quien habla de los Salesianos, habla de las Hijas
de María Auxiliadora. Es el mismo plan, el mismo
fin.
Examina luego esa otra creación del Venerable;
los cooperadores. Y aquí tiene el orador frases ins­
piradas. Ah! los cooperadores! son el baluarte de
la Obra Salcsiana, son casi la razón de su existencia.
Oigámosle dar la razón porque debemos fovorecer,
ayudar á los Salesianos:
« Al numero sólo puede vencer el número: hoy
la soberanía popular es un dogma; y esc número
sólo puede darlo la educación del niño en las aso­
ciaciones católicas, entre las que ocupa lugar pre­
ferente la Pía Sociedad Salcssr.na. Sólo esos niños,
convertidos ci\ obreros instruidos, podrán oponer
votos á votos y repeler á los desquiciadores del
orden social >.
Luego leyeron los jóvenes seminaristas D. Julio
Fr. Camacho y D. Nicolás Morán, el primero una
bella poesia titulada D. Dosco y los niños, y el se­
gundo un discurso D. Bosco y el secreto de su sistema
educativo, .\mbos fueron muy felices.
Tras otros diálogos, poesías, piezas de música, se
levantó el Exmo. Sr. Delegado y entonó un himno
de entusiasmo « á ese gigante de la acción católica,
que la Iglesia presenta á nuestra veneración tan
oportunamente. »

De la hermosa fiesta celebrada en Quito, habla­
remos en el próximo número.

P a r a e v ita r cu alq u ier inconveniente, ro ­
gam o s á nuestros le cto res se sirv a n dirigir
la corresp ond encia re la tiv a á la P ía Unión
de C ooperadores y al B o letín , ó al Rmo.
Señor Pbro. D. M iguel R úa, ó á la D i­
recció n del B o letín S a le sia n o , C a lle Cottolen go, 3a, Turin.

La Gau^a -de Domingo Savio.
El sábado 4 de Abril en la Curia de Turín se abrió
el Proceso Ordinario informativo para la Causa de
Beatificación del Siervo de Dios Domingo Savio,
alumno dcl Ven. Juan Bosco.
A l mismo tiempo que damos la noticia, pedimos
las oraciones de nuestros lectores para implorar las
bendiciones y luces de Dios sobre un asunto tan
importante.

E( Onomástico del Papa.
No han permanecido indiferentes los Salesianos
en ese inolvidable día; ellos que tanto inculcan á
sus alumnos el amor y veneración hacia la {>ersona
augusta del Vicario del Señor. En muchas casas se
conmemoró el 19 de Marzo con Academias y vela­
das, y lo que es más, con fiestas religiosas impo­
nentes, y se hicieron especiales oraciones por el
Padre Santo, pidiendo para él salud v larga vida. En
Roma por ejemplo 50 niños le ofrecieron su primera
comunión; otro tanto han hecho varias otras casas.
Parma. — Los Alumnos de In Escuela de Re­
ligión y los ex-alumnos del Colegio de S. Benito,
se reunieron el 1° de Abril alrededor de su primero
y venerado Maestro, el Dr. D. Carlos Baratta; fué
una de esas reuniones excepcionales en que impera
el sentimiento, el amor, de esas que hacen reverde­
cer el corazón, evocan dulces ensueños, que tal vez
no llegaron á realizarse, pero que son un perfume
del corazón, y sobre todo, que hacen vivir la vida
feliz de otros tiempos, templan el vigor, encienden
nuevos entusiasmos y abren nuevas aspiraciones v
nxicvos idc.alcs, é infunden \ alor para luchar y . . .
triunfar.
Hablaron el Director del Colegio P. Lingueglia,
el Sr. Abogado De Giorgi, -cuya palabra alada y
ardiente sacudió todas las fibras, el Sr. Tonclli. en
nombre de la clase ó escuela de Religión y el Dr.
G. Micheli á nombre de los .\ntiguos .\lumnos.
quien supo encontrar felices frases, y conmover al
festejado y á todos los demás.
Terminó el P. Baratta, con esa originalidad y
oportunidad de siempre: les abrió su corazón afec­
tuosísimo, los e.\hortó á trabajar valerosamente
por el reinado social del Catolicismo, cada cual en
su esfera, y envió un pensamiento dulce y amante
á esa alma bella, magnánima y entusiasta que es
el nuevo Obispo Mons. Conforti.

— I 9S —

ESPAÑ A.
Sevilla. — Homenaje á Pió X y fiesta de los
tniifiuos alumnos. — En honor del Patrocinio del
Glorioso Patriarca S. José, y como homenaje á S. S.
pío X, han celebrado solemnes fiestas los antiguos
alumnos, en la Casa Inspectorial de Sevnlla el día
10 de Mayo. Los alegres toques de diana, disparos
de morteros y repiques de campana, fueron como
los precursores de tan venturoso día.
Huelga por demás el d^cribir el ornato de la
Casa, baste decir que los patios y corredores de la
misma estaban engalanados como nunca con ga­
llardetes, banderas, escudos y guirnaldas, todo
combinado con el mayor gusto.
A las 8 i celebró la Misa de Comunión General
el M. R. Sr. Provisor en representación del Exmo.
y Revmo. Sr. Arzobispo Dr. Almaraz y Santos. —
Acercáronse.á recibir la Sgda. Eucaristía gran nú­
mero de antiguos alumnos, niños internos y exter­
nos de la Casa v muchos del Oratorio festivo.
A las lo i ofició la Misa solemne el Vice-Presidente Honorario de la Asociación de Antiguos Alum­
nos Rdo. Sr. D. Juan Bigatti, cantándose por la
Schola Caniorum la célebre Misa de Erb á 3 voces.
— Después del Evangelio ocupó la cátedra del Es­
píritu Santo el licenciado Sr. Dr. Antonio Gon­
zález Fernández, Capellán de honor y predicador
de S. M. quien con gran elocuencia y religiosa un­
ción supo tener pendiente de sus labios por más de
media hora á la numerosa concurrencia.
A la una, cerca de cien antiguos alumnos se reu­
nieron en ágape fraternal con sus Superiores. A los
postres, el licenciado D. Jesús Fernández después
de hacer una bellísima comparación entre éste y
los ágapes de los primitivos cristianos, brindó por
S. S. Pío X , haciendo en nombre de todos una en­
tusiasta manifestación de amor filial y adhesión
al Pontificado; después de brindar el Rdo Sr. Don
José Barrera y varios antiguos alumnos se leyó el
siguiente telegrama que fué acogido entre vivas y
aplausos:
Padre Fenoglio, Superior Santísima Trinidad Sevilla {España).
Santo Padre agradece propuesto homenaje filial
de esa unión antiguos alumnos Instituto Salesiano.
Bendice esos jóvenes y sus familias.

Card. M erry del V a l.
-A continuación usó la palabra el elocuente abo­
gado y conocido propagandista de obras sociales
D. José Monge y Bemal, trató del presente home­
naje al Papa, su importancia y .significación, el acto
de valentía que se celebraba, confesando la fé de
Cristo en esta época de vacilaciones y cobardías.
Habló de la Asociación de los Antiguos Alumnos
exponiendo la necesidad de la Asociación y las con­
secuencias sociales que de la n ^ m a pueden des­
prenderse.
Para traducir todo esto en resultado práctico,
propuso la formación de un Centro con todos los
Organismos similares, la frecuencia de las reuniones
y el espíritu de amor y concordia. — Terminó brin­
dando por el P. Ricaldone y por los Antiguos Alum­
nos.

Después de la Bendición con S. D. M. se puso en
escena el hermoso drama en 5 actos titulado « El
A ve María » resultando á satisfacción de todos.
Los actos organizados por los PP. Salesianos han
sido hermosísimos y de ellos conservarán gratos
recuerdos los antiguos alumnos del Ven. P. Juan
Bosco.

A M É R IC A .
Buenos Ayres. — Y a en otra parte hablamos de
la Sociedad que han formado los Antiguos .Alum­
nos de la próspera Repiiblica del Sur, teniendo por
fin: a) L a Literatura: b) los Estudios sociales: c) la
Música: d) el Esport; e) el hfutuo Socorro.
Ahora tócanos poner en ccnTcimiento de nuestros
lectores que á ella se han agregado últimamente los
Ex-Alumnos del Colegio de S. Juan Evangelista en
la Boca.
Aprovechamos la ocasión para felicitar á la di­
rección del Círculo por sus trabajos y desearle tenga
muchos imitadores en todas esas simpáticas Re­
públicas Sudamericanas.
Buenos Ayres (Argentina). — La fiesta de San
José y el Templo - Homenaje de S. Carlos. — Una
de las épocas del año más beneficiosa para el Nuevo
Templo es ciertamente el Mes de San José y su
fiesta. Todas las Casas del Instituto Salesiano y de
María Auxiliadora desde siete años vienen obse­
quiando al Rector de San Carlos de la manera que
saben le es más agradable y provechosa para la
realización de las obras que tiene entre manos. —
Es una hermosa manifestación no sólo de afecto y
gratitud hacia un Sacerdote que desde treinta años
emplea sus fuerzas en la dirección de las obras que
se han venido acumulando en derredor de S. Carlos;
sino también una prueba elocuente de la unión y
solidaridad de todos los elementos que constituyen
la Obra de D. Bosco. — Desde que el Inspector Sa­
lesiano dió la palabra de orden é indicó como em­
presa propia de su Instituto el levantar un TemploHomenaje al Sdo. Corazón de Jesús y á María A u ­
xiliadora, todos contestaron con entusiasmo y ge­
nerosa actividad á su llamamiento.
E l R. P. José había señalado dos medios para con­
seguir los recursos: el .Metro cúbico y las lápidas para
los difuntos; y los Salesianos de todos los Colegios
con torios los Alumnos internos, externos y hasta
oratorianos se dieron prisa en reunir los metros cú­
bicos V costear alguna lápida. — Tras de los Sale­
sianos con invencible emulación siguieron las Hijas
de María .Auxiliadora con sus series no interrum­
pidas de Metros cúbicos, que formaron una cons­
tante V benéfica lluvia; varias lápidas también fue­
ron costeadas por la misma Institución. — No
podían quedar indiferentes los beneméritos Coope­
radores y Cooperadoras Salesianos, y empezando •
las Damas de la Comisión Auxiliar con su digna
Presidenta y demás Conséjales, se esmeraron en
colocar lápidas á la memoria de sus difuntos y en
hacer propaganda para que en el Templo-Homenaje
figurasen los ilustres apellidos de las principales
familias de la Capital y de la República. — Eran,
pues, limosnas de 300 y de 500 $ m. n. que esas pia­
dosas familias, en obsequio á sus queridos difuntos.

— 196 —
iban ofreciendo por cada lápida mientras el Rector
de la Obra durante los siete aiios ofreció cuatro misas
diarias y un funeral todos los lunes con todas las
prácticas de piedad de la Comunidad y alumnos de
San Carlos.
i He ahí cómo se hace un gran Tem plo! He ahí
cómo se levanta un Santuario por el concurso de
toda una Institución, que favorece y ayuda al simple
proyecto de un humilde Sacerdote.
A l hacer votos por la prosperidad del R. P. José
y de su Obra no hemos podido formular mejor au­
gurio que el de que en este año podamos ver coro­
nados sus esfuerzos con la solemne inauguración y
bendición del Templo-Homenaje; — y conociendo
que esto no podrá efectuarse sin una constante y
benéfica lluvia, no sólo de metros cúbicos sino tam­
bién de lápidas, que vaya proporcionando continuos
recursos pa ra tanta obra de decoración en el interior
y exterior; así hemos pedido al Cielo y á la tierra, á
la Divina Providencia y á sus ministros {que son los
Cooperadores) (lue no cesen de promover esas sus­
cripciones con las correspondientes planillas.
A este propósito recordamos el gracioso cumpli­
miento, que solía dirigir al R. P, José el lim o, é inol­
vidable Mons. Sabatucci, entusiasta admirador del
Nuevo Templo. Rn sus frecuentes visitas al Colegio
preguntaba si el P. José habla sido lapidado, ha­
ciendo alusión á las lápidas de difuntos que los feli­
greses y cooperadores iban costeando. Esta frase
que nos revela el carácter bondadoso y lleno de gra­
cias y donaires del Exmo. Prelado, nos sirve hoy
para formular un nuevo voto: Que se llene la Cripta
de nuevas Lapidas, y se cubran de piedra y mármoles
n\uy pronto los zócalos del interior y exterior del
Templo, mediante las generosas y constantes obla­
ciones de los fieles.
RIobamba (Ecuadorj. — E l nuevo Obispo. —
Los Salesianos y todo el pueblo católico están de
plácemes. El Domingo de Septuagésima, 16 de Fe­
brero fué consagrado Obispo de Kiobamba el R. P.
•\ndrés Machado, de la Compañía de Jesús.
El P. Machado nació en Cuenca en 1850. A los
quince años entró en la Compañía. Fué Rector del
Colegio de Quito, del de Kiobamba y dcl Colegio
Nacional de S. Gabriel, donde le sorprendió el Breve
de Pío X,
'
El limo. Sr. Obispo es todavía joven y está do­
tado de grandes prendas de gobierno, de extenso
saber, de ardiente caridad y extraordinario celo.
iDios le conceda muchos años de vida y ver la
Religión floreciente y próspera en su querida Patrial

NECROLOGIA.
Sr. Carlos Alan.
Muy benémerito de la casayde Córdoba (RepArg.). Desde su principio visitó el Oratorio fe­
stivo y mensualmeute enviaba su óbolo. En su
testameíito no se olvidó y dejó un pequeño le­
gado á beneficio de la obra de D. Bosco.

El Dr. D. Manuel de Argandbña
olorosa impresión causó en toda la so^ B ciedad de Sucre la repentina é inespe­
rada muerte de este destinguido caba­
llero é insigne Cooperador Salesiano.
Su muerte fué cual su vida: cristiana y resi­
gnada, habiendo recibido con edificante piedad
todos los auxilios de Nuestra Santa Religión.
En vida fué, lo que el mundo llama, el caba­
llero cumplido, en el hogar, el padre cariñoso,
recto y cristiano.

Sus dotes de alma las traslucía en las mani­
festaciones de un carácter jovial y bondadoso
que departía con sus numerosas relacipnes.
El Señor de Argandoña era la persona querida
y altamente respetada en todos los centros so­
ciales; era el acaudalado generoso, el padre de
familia ejemplar, el ciudadano integérrimo;-era
en fin, el verdadero cristiano de fé y de obras.
A él cupo, como representante del Gobierno,
firmar el contrato con nuestro Superior General
para el establecimiento de la Sociedad Salesiana
en la República de Bolivia, á la que prestó siem­
pre sus simpatías y su apoyo material y moral.
Junto con enviar á su atribulada esposa y nu­
merosos hijos nuestra más sentida condolencia,
eu\damos también al cielo nuestras preces por el
descanso eterno de su alma querida.
R . I. P.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JO SÉ GAM BIN O.
Turín, Tip. Salesiana. (B. S.) — Via Cottolengo, 3«