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AÑO XXIII
M arzo de 1908
52.
N. 3
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57
SU.HARIO: E l Salesiano como Educador
• • . .
Kl ‘oiitlfice de la E u caristía......................................... 62
Algunos rasgos de la vida del Venerable Juan Bosco 64
Tesoro e s p ir it u a l..............................................................
De nuestras Misiones: In d ia: Llegada de otro misio
nero y una dolorosa pérdida — Patagonia Septen
trional : Ocho meses de misión' en el Territorio del
Rio N e g r o ....................................................................... 67
El culto de María Auxiliadora: Un monumento . . 71
Gracias de .María A u x i l i a d o r a ................................... 71
1
56
Por el mundo sale.siano: Fiesta de S. Francisco de
Sales y solemne Conmemoración del Venerable
D. Bosco en el Oratorio de S. Francisco de Sales
Béjar, Barranquilla, Buenos Aires, Concepción, Val
divia, Santiago, San Salvador, Santa Tecla, L a Paz 76
Noticias varias: Italia: Roma, Ñapóles, Turin, Milán,
Cuorgné— América: Santa Ana, Montevideo, Babia,
Asunción, Barranquilla, C a ñ a r .............................80
Memorias biográficas de Monseñor Luis Lasagna . 82
Cooperadores difuntos . .
..................................<84
El Salesiano como Educador.
X I.
ARA gloria de Dios lo deci
mos y no por vana jac
tancia ni cegados por el
amor y la admiración al
Venerable y su Obra, á
la que, como Cooperadores, estamos
intimamente ligados; la gloria es de
Dios, á E l pertenece, pues es E l Inspi
rador de todo lo bueno: los Salesianos
fueron los primeros — á lo menos en
Italia — que se dieron á organizar
metódicamente los programas de las
Escuelas Profesionales y esto cuando
nadie pensaba en este ramo de la
educación popular, ni los Gobiernos
se imaginaban que tendrían que ocu
parse algún día en el asimto.
¿ A quién se le debe este adelanto?
á quién la justa gloria? ¿Acaso al Ven.
Bosco? Y a lo hemos dicho: él era un
instrumento en manos de la Divina
Providencia. Su gloria es haber sido
instrumento dócil. ¡Ay de él si no lo
hubiera sido!
« A Dios, pues, la gloría, á El solo el honor ».
4s
* ♦
Este programa idéntico en el fondo,
ó mejor dicho, en el espíritu, varía — y
tiene que variar — en las aplicaciones,
según los tiempos y lugares, como va
rían las necesidades, las aficiones, el
estado de la sociedad. Repetimos, su
fondo es siempre el mismo: la educa
ción completa del Obrero.
Dicho Programa, abraza dos grandes
_
58
partes: la una para guiar al alumno
fuera del taller, instruirlo, pues, como
ciudadano: la otra para conducirlo metüd camente en el aprendizaje del arte
que ha escogido. Decimos arte porque
es deseo del Salesiano que todos sus
alumnos sean artistas. Y no hay oficio,
por bajo que parezca, que no pueda,
que no deba ejecutarse con gusto, ar
tísticamente.
T^a primera comprende una instruc— para un artesano completa —
de Lengua Nacional, Geografía, Di
bujo, Química, Física, Historia N a
tural, Higiene, Urbanidad, Sociología,
Religión, y donde es conveniente, una
ó dos lenguas modernas, las más in
dispensables para el Comercio. Este
programa es para todos, sin distinción
de Oficios; debe formar la cultura del
ciudadano.
Como estas materias son importantes
y, poco más ó menos las mismas de
los estudiantes- de nuestros Colegios,
guardada naturalmente la debida pro
porción en el desarrollo; nos ocupare
mos de ellas en otra ocasión.
T^a segunda varía según el Arte. Pero
antes entremos en un taller salesiano,
en la Carpintería, por ejemplo. Ante,
todo allí hallamos en una parte v i
sible del ventilado y amplio salón,
el Crucifijo, señal del cristiano, emble
ma de trabajo y civilización; en la pa
red de la derecha, el retrato ó cuadro del
Santo protector y, como el obrero es
también ciudadano que debe amar y
honrar á su Patria, y como para des
pertar esta idea suele bastar un retrato;
en la pared de la izquierda está el re
trato del Rey, ó de un prócer ú hombre
eminente del país.
Kn un sitio cómodo para dominarlo
todo, está la tribuna del asistente. Entre
los niños discurre el maestro cual padre
entre sus hijos.
Aquí ves, amable visitante, un niño
-
recién entrado, conociendo y ensa
yándose á manejar sierras, serruchos,
cepillos y formones; en el otro banco
uno más adelantadito aserrando con
recto y seguro corte un tablón de
pino; en el siguiente un gallardo mozo,
rollizo y musculado, paseando acom
pasada y elegantemente la cortadora
garlopa por sobre hermosa tabla de fra
gante cedro sudamericano, cuyas vi
rutas toman la forma de las cabelleras
del siglo de Luis X I V ; más allá ves
otros mancebos puliendo las espigas,
el sesgo de las molduras, dando barniz
á las puertas y ventanas, ó poniéndole
la chapa de secreto al escritorio de
última moda; al otro lado un joven al
torno, redondeando las patas de la
mesa de billar, y la consola, y el tocador;
otros manejando las máquinas de ase
rrar y acanalar: y allá, algo separados
de los demás y con su respectivo maes
tro, los tallistas con sus gubias y cin
celes tratando la caoba, sudameric^a
también, de donde salen figuras biza
rras y fantásticas entalladuras.
Si tienes humor para ello, verás el
libro de las propinas semanales. Estas
son pequeños porcientajes, si cabe
la palabra, ó premios que se conceden
al alumno, según el grado de adelanto,
buena conducta y habilidad. Pueden
ser proporcionadas al trabajo, pero
como son más bien premios y estímulos,
se gradúan más por la diligencia; de ma
nera que lo mismo corren cuando haya
mucho que cuando haya poco trabajo,
más enseñanza teórica que práctica.
Dos objetos se propuso el Venerable
con esa propina: estimular al alumno y
formarle un peculio con el cual pueda
hacer frente á sus primeros gastos al
salir del Instituto.
Espliquémonos ahora:
Este 2®programa, que acabas de ver
en acción, está dividido en cinco cursos
y cada curso en dos períodos. En él se
van indicando y desarrollando progre
sivamente los diversos conocimientos
que debe ir pose3^endo el alumno 3'
los varios trabajos que ha de ir ejecu>
tando para llegar á ser un obrero
perfecta. Todo esto bajo la dirección
de hábiles maestros, cuyo deber es, dice
el Reglamento, amaestrar y conducir á
los niños.
Ese amaestramiento está dividido en
mejor la disciplina 3Í- aligerando al
Maestro, darle toda ía comodidad de
consagrarse de lleno á sus alumnos.
Por esto vemos á este úítm o, ora dando
la instrucción á todos jú ^ ós, ora á cada
sección, y a á cada indm duo en parti
cular.
,, f
E l Maestro sigue paso á paso la niar-
TURIN (Oratorio) — Escuelas Profesionales {Sección de Escullura).
dos partes: teórico y práctico, alter
nándose la enseñanza con el trabajo
y aplicando lo que oyen.
Parécenos que este método teóricopráctico es el más apto para llenar el
fin de las Escuelas Profesionales Salesianas, que es formar obreros inteli
gentes, hábiles y amantes del tra
bajo.
En cada taller hay además un Asis
tente, ó vigilante, que regularmente
^ un clérigo Salesiano, para conservar
i
Ü
cha del alumno, lo guía dejándole la
satisfacción de que pueda decir: lo he
hecho yo, es mío. Así, pues, le asigna el
trabajo, vigila su ejecución, corrige
sus faltas, lo hace repetir ó avanzar se
gún el caso, pero sin absorberlo nunca.
A l fin de la semana, condensa su juicio
acerca del alumno en una nota, y al
fin de cada semestre le somete á un
examen. En suma también aquí usan
el Sistema preventivo, el método so
crático y cíclico.
—
6o —
ICI Reglamento por que se rigen estas
Ivscuelas es muy explícito para que
dejemos de copiar algunas líneas, que
pueden servir á nuestros Coopera
dores.
« PU Maestro no se cuida únicamente
de la ejecución de los trabajos, sino tam
bién de la enseñanza oral y escrita; de
las normas practicas según las cuales
debe ejecutarse cada trabajo; de hacer
conocer los instrumentos y el modo de
usarlos y conservarlos, la materia em
pleada en los trabajos, las varias espe
cies de éstos, sus cualidades y precios
corrientes; de enseñar la representación
gráfica y figurada de los trabajos en
conjunto y en detalle, las medidas, re
ducciones y egrandecimientos. modo de
unir las piezas etc. etc. trayendo á la
memoria los conocimientos aprendidos,
ampliándolos y aplicándolos en la prác
tica.
Debe enseñar también las formas
y estilos antiguos y modernos en que
se ha manifestado aquel arte; las
máquinas [tan útiles al hombre), el
modo de hacer el presupuesto y esta
blecer el precio á los trabajos; las
plazas principales donde se despachan
más esos trabajos; el modo de tratar
con los abastecedores y clientes, y final
mente los puntos de la legislación,
que puedan interesarles y las buenas
costumbres comerciales. »
A l fin de cada semestre, el alumno
debe someterse á un examen, que com
prende; 1° la ejecución de un trabajo
de los comprendidos en el periodo del
programa recorrido y 2® la exposición
oral de las normas seguidas en la eje
cución, dcl material usado, los instru
mentos etc. en una palabra, si sabe lo
que ha debido aprender en el semestre.
En cada examen recibe un punto
6 nota de habilidad; por manera que, si.
cumplido su quinquenio, tiene lo notas,
se le declara obrero profesional y recibe
su Diploma.
E l tiempo del aprendizaje sOn cinco
años, porque está calculado y probado
que es lo indispensable para poder aprender con relativa perfección un
Oficio cualquiera. ¡Ojalá que los niños
tuvieran siempre constancia y los pa
dres paciencia, porque más vale esperar
algo más y tener asegurado un trabajo
cierto y remunerativo, que salir pronto
á aumentar el número de los chapuce
ros y exponerse á no hallar trabajo,
ó á lo menos á no encontrar remune
ración conveniente.
Sin embargo, la regla no es inflexible.
Así como en un colegio de bachilleres
ó maestros, se da el casó que un alumno
muy aventajado pueda hacer en cuatro
años lo que la generalidad hace en seis;
del mismo modo puede darse un arte
sano inteligente que pueda habilitarse en
menos de cinco años. IvOS períodos no
son estad os con barreras fijas é infran
queables; son una simple vía, ancha y
cómoda como las carreteras modernas;
y si yo puedo recorrerlas en cuatro
años y aun menos ¿por qué tendré que
esperar cinco? Gloria es de Inglaterra,
la Reina de los mares, el haber hecho
un transatlántico que en cinco días hace
lo que los otros hacen en ocho.
*
*
Donde lo exija el número de los alumnos, en auxilio del Maestro hay ofi
ciales de saber y reconocida moralidad,
quienes, prestando su contingente en
los trabajos más perfectos que se reci
ben, sirven de modelo y estímulo á los
aprendices y dan facilidad al Maestro
para confiar á éstos la ejecución de
puntos del programa proporcionados
á su capacidad.
— 6i —
El Maestro, como Maestro, no puede
dedicarse á ningún trabajo especial,
(y esto es bueno que lo sepan todos,
porque es una garantía) puesto que
debe consagrarse á todos y á cada uno
de sus alumnos.
El Maestro generalmente es un Salesiano y por consiguiente consagrado for
misioné, la enseñanza. Donde no los hay
Salesianos, hay seglares, y reciben su
paga; pero siempre se les exige una
probidad reconocida, una conducta inta
chable, y nunca, nunca se permite en
los Talleres Salesianos trabajar única
mente por lucro. Se trabaja para enseñar
y, si — como es claro— se hacen pagar
los trabajos á los que les favorecen en
cargándoselos, esto es m uy secundario.
Es, pues, doble obra de caridad dar tra
bajo á los talleres salesianos; eso es
dar ocasión de enseñar al que no sabe
y a3uidar á sahr de deudas á un ins
tituto que, por su caridad, está atollado
en ellas.
*
El tiempo que pasan los alumnos en
el taller es de seis á ocho horas, dividi
das entre la teórica y la práctica; y la
enseñanza no es allá una cosa abstracta
y general, sino determinada y fija, si
guiendo un programa meditado y for
mulado según las costumbres más re
cientes de los países que, como Aleniania'y Bélgica, tienen una legislación
social y obrera más perfecta.
*
* *
Aquí me preguntarás: Pero ¿ y son
muy ricos los Salesianos, eh?
No te respondo directamente: y a en
tiendo á dónde vas, y por eso te copio
dos líneas del Reglamento:
E l fin de nuestros Hospicios y Es
cuelas no es sólo el instruir á los niños
en la Religión, sino también el ponerlos
en condición de ganarse honradamente
la vida. Por esto nuestros talleres no
deben tener nunca por objeto el lucro,
sino que serán siempre verdaderas Es
cuelas de Artes y Oficios.
Aquí tienes la respuesta, pues. Es
claro que algo entra por los talleres y
que los trabajos se cobran á precio co
rriente, hasta para no hacer compe
tencia á ningún obrero de fuera; pero
lo que ingresa, no llega á cubrir los gas
tos de material y lo que necesariamente
tienen que dañar los aprendices. « Estos,
decía con mucho donaire un antiguo
Inspector de los Salesianos de Cata
luña, y hoy de los de Colombia, son más
pasivos que activos. »
Hemos dicho esto, para que tú, ama
ble visitante, no vayas á participar
de extrañas ideas acerca de los Sale
sianos. Si tú eres su Cooperador, es
bueno que los conozcas y que sepas
en lo que se invierten tus limosnas: en
dar á la Sociedad obreros instruidos,
laboriosos y honrados.
Pero toca la campana y verás que
los niños recogen sus herramientas, y
salen á respirar el aire del patio. Luego
se forman por grupos, y cada cual entra
á sus respectivas clases, que. Dios me
diante, visitaremos la próxima vez.
Es bueno que desde ahora sepas que
á esas clases van por la mañana, de la
7 á las 8 y por la tarde, de las 5 á las 8,
no seguidamente, es claro, sino con
intervalos de descanso.
—
6z
—
E l J^oníífTce de la Eucaijidía
-S-OX<3 -3*
on tan tierno título no vacilamos en lla
mar al gran Pontífice reinante. Desde
que se séntó en la cátedra de S. Pedro y
nos ]>ropuso su magnífico programa de gobierno,
condensado en el sublime lema: Restaurar todas
las cosas en Crispo; no ha cesado de exhortar al
mundo al amor y^devoción al Augustísimo Sa
cramento del Altar. Y no podía ser por menos.
Para restablecer todas las cosas en Cristo,
]>ara infundir vidí^verdaderamente cristiana en
las almas, para difundir la justicia y la caridad,
])ara establecer en una palabra, el reinado social
<lel Salvador ¿podía escogitarse medio mejor que
estrechar los lazos de unión del Redentor con
los redimidos, del Creador con las creaturas, dcl
Padre amante coivlos amadísimos hijos?
¡Cuán clara se, v^' la mano de Dios en el Go
bierno de la Iglesjal jCuán á la vista está que es
Dios quien elige á su^,'Vicarios, que nos los manda
como y cuando cqtó^iene y les inspira recursos,
y les señala un detrítero y les confía una misión!
En cuanto á norotros, Salesianos y Coopera
dores de la Obra del Ven. Juati Bosco, cuán dulce
y satisfactorio nos es ver confirmadas por la
autoridad soberana tantas hermosas prácticas
establecidas en los Colegios salesianos por aquel
vafón de Dios, y extendidos al mundo entero
los beneficios de la Comunión diaria, de que el
\’en. fue apóstol incansable! Es otra prueba de
la santidad de nuestro Fundador, es otra prenda
<lc que marchamos por el buen sendero.
Con cuánto gozo recordamos hoy unas pala
bras escapadas del corazón del Rdmo. P. Rúa en
una alocución á los alumnos del Noviciado de
Genzano (Roma) el año de igofiidLoquem ásm e
ha consolado en es^ s tiempos es, decía, la admi
rable conformidaf*fentre los pensamientos de
1). Bosco y los pensatiiicntos de Pío X; la iden
tidad de miras en puntos tan importantes como
el canto litúrgico y la devoción al Sacramento
Augusto del Altar! Demos gracias á Dios, y alen
témonos á seguir gonerosamente las enseñanzas
de nuestro Padre, seguros de que seguimos el
camino trazado por Dios mismo ».
* *
Dicho esto, pasemos en reseña los principales
trabajos realizados ])orS. S. Pío X para incul
car la devoción y la frecuencia á la Sma. Euca
ristía. No hacemos sino bosquejar sobre el ar
gumento, seguros de que los celosos Decuriones
de los Cooperadores no dejarán de ampliarlos,
con gran provecho de las almas.
I.
Preparación para la primera Com unión.
Con una carta al Card. Vicario sobre este asun
to comenzó la empresa el Padre Santo el 12 de
Enero 1905.
» Entre los muchos y graves ministerios á
que debe consagrarse el celo de los Párrocos.
ocupa ciertamente el primer piiesto la educación
de los niños. Es cierto que este deber incumbe
principalmente á los padres de familia, quienes
sólo así tienen derecho á la corona de la pater
nidad; pero aparte de que muchos la descuidan.
se impone también á aquellos á quienes Jesu
cristo ha dicho: Id y enseñad á todas las gentes.
Y si, debido al mal germen del pecado, la edu
cación es una obra tan ardua, que, aun sin
obstáculos, y con el concurso de todos, difícil
mente tiene éxito, ¿cómo podrá un joven llegar
sin auxilios á las sublimes alturas de la virtud
y perfección cristiana?
<(Por esto la Iglesia impone al Párroco la obli
gación de instruir á los niños en los principios de
la fe y en la obediencia á Dios y los padres. Los
niños, así como tienen frecuente necesidad de
tomar el alimento corporal, así también la tienen
y muy urgente del alimento celestial para formar
se en la vida cristiana y conser\’arse en ella ».
En seguida les ordena que fijen el tiempo más
oportuno para instruir, « durante 40 días ó á lo
menos durante un mes, á los jóvenes que han de
admitir á la primera Comunión, para conocer
su piedad, para inspirarles la mayor reverencia
hacia este Divino Sacramento y prepararlos
á hacerse menos indignos de tan señalado
favon>.
Y concluye (y cómo se ve <iquí el alma de
Pío X !): « L a perversidad de los tiempos qui
siera relegado al Sacerdote en el interior del San
tuario; y ¡sea, en hora buena! pero sep:\n todos,
y especialmente los Párrocos, que el alma de un
niño es el más augusto de los santuarios y si es
deber de ellos el tener encendido el fuego divuio
en esos santuarios vivos, donde manos culpadas
iiUentan arrojar ¡lamas incendiarias, uno de los
medios más poderosos es el que ahora recomen
damos ]).
¿Qué más se puede desear? ¿ Y habrá quien
vacile todavía? Ah! no. Padre Santo; vuestra vo
luntad es manifiesta, yhasta el menor de \niestros
deseos es para nosotros regla de conducta. Si.
redoblaremos nuestro celo por esos templos vivos
del Espíritu Santo.
IF
Indu lgen cias.
63 U n Indulto. — L ig a sacerdotal eucarística. — Sobre
la Com unión diaria de los n iños. — Indulto para
los enfermos.
El 20 de Mayo del mismo añ o ,«deseando ar
dientemente que la costumbre tan saludable y
E l 14 de febrero de 1906 concedió á los que
grata á Dios de la Comunióu cuotidiana con
•el auxilio del Señor se difunda umversal comulgan diaria ó casi diariamente el indulto de
mente entre todo el pueblo cristiano. Su San poder ganar cualquiera indulgencia, sin necesidad
tidad enriquecía con 300 días de indulgencia de confesión actual, la cual era antes necesaria.
Basta para ello que estén en gracia (i).
cada vez y plenaria cada mes, el día de la
Con breve del 10 de Agosto, Pío X , aprobaba
Comunión, al que hubiese rezado diariamente»
una oración que precisamente tiene por fin alababa, bendecía y erigía canónicamente y enri
obtener del Cielo la propagación de la Comu quecía de indulgencias y privilegios la Liga sa
cerdotal eucarística, establecida en la Venerable
nión diaria.
El 25 de Junio enriqueció con 300 días de in Iglesia de S. Claudio en Roma, cuyo fin es di
fundir la práctica de la Comunión frecuente y
dulgencia otra oración con el mismo fin.
El 12 de Julio concedió las siguientes, aplica diaria conforme al Decreto Tridentina Sinodus (i).
Los sacerdotes á ella agregados pueden gozar,
bles á los difuntos, a) Plenaria 1° á todos los
altar
jóvenes el día de la primera Comunióu, 29 á los entre otros, los siguientes privilegios;
consanguíneos de los mismos hasta el tercer privilegiado personal tres veces por semana,
(siempre que y a no posean idéntico privilegio);
grado canónico, siempre que asistan á ella y
confiesen y comulguen; para ambas es necesario 2° celebrar la Sta. Misa una hora antes de la
aurora y una después del mediodía; 3° poder
orar según la intención del Papa; 6) siete años y
siete cuarentenas á todos los fieles que a sis t^ á distribuir la Sda. Comimión desde una hora antes
la Primera Comunión, con tal que estén en gra- de la aurora hasta la puesta del sol; 4° ganar la
■ da. Con esto se propuso: 1° aumentar los salu Indulgencia plenaria aplicable á las benditas
dables medios para que los admitidos á la santa
almas en todas las fiestas de los misterios de la
■ Comunión obtengan mayores frutos y se acer Fe, de la Sma. Virgen 5- de los Stos. Apóstoles;
quen á ella con más afecto y devoción; 2° hacer 50 durante la celebración del Triduo prescrito
más solemne y más saludable la primera Co 'á la Liga, podrán, después de la Comunión ge
neral, dar al pueblo la Bendición Papal con In
munión de los niños (i).
Rogamos encarecidametUe á los Sres. Sacer dulgencia plenaria; 6° comunicar á sus penitentes
dotes, á los maestros y á todas las personas que comulgan diaria ó casi diariamente la In
de buena voluntad, que hagan conocer estos dulgencia plenaria una vez por semana.
favores.
0 ]alá todos nuestros Cooperadores Sacerdotes se
agregaran á dicha Liga.
(Dirigirse directamente al Director General de
O bra maestra.
la Pía Liga Eucarística, Roma, Iglesia de San
El célebre Decreto Tridentina Synodus del Claudio).
20 de Dbre. de 1905. es quizá el acontecimiento
El 15 de Setiembre declaraba solemnemente
más grande en los faustos del Sino. Sacramento.
que aún los niños, después de la primera Co
En él resolvió con autoridad infalible, con sen munión, debían ser estimulados á la Comunión
cillez y claridad admirables una cuestión que frecuente y hasta diaria, declarando al mismo
llevaba siglos de disputas y que hubiera quedado
tiempo abusiva y reprochable la costumbre con
talvez sin resolver: la de la conveniencia de la traria, y que por lo tanto se debe extiq)ar (2),
ComuniÓ7i diaria. Desde ese día todos los fieles
E l 7 de Diciembre dió á los enfermos la faculpodemos con toda confianza recibir E l Pan dad de comulgar algunas veces sin estar en
nuestro sobrenatural.
ayunas (3).
Este fué un triunfo más para nuestro Vene
E n el próximo número hablaremos de otras
rable Fundador.
obras del glorioso Pontífice acerca de la Euca
Nosotros publicamos íntegramente este De- ristía, y a que la tiranía del espacio no nos per
<^do en nuestro número de Mayo 1906.
mite más.
Después de esté D ecreto, nada nos ad
Mas no podemos dejar de recomendar vivamente
mira: lo que venga después es corolario necesario,
manifestaciones más ó menos explícitas del gran
(1) V . Boletín Salesiano de Junio de 1906, pág. 144.
Corazón de Pío X .
(i ) Decreto Adolescentes la Julio 1905. —
Saiesiano de Junio 1906, pág. 144.
V . Boletín
(2) V . Boletín Salesiano de Abril de 1907.
(3) A mayor abundamiento, nuestros lectores pueden
consultar La Lámpara del Santuario que se publica en
Madrid, sobre todo al número de &larzo de 1907, pá
ginas 70-79.
-
-4
f
á los predicadores, párrocos, confesores, institiilores y periodistas católicos que trabajen con mu
cho celo por desarrollar entre los fieles el salvador
programa del Padre Santo. Estamos convencidos
de que el mejor Homenaje que le podamos ofrecer
en ‘SU Jubileo sacerdotal es acercar el mundo al
Corazón de su Dios, es hacer de cada hombre un
templo vivo de Jesucristo. .
m C iO U n O S
R ?% $Q O S
de la Vida del Venerable Juan Rosco
TO CADOS EN E L DECRETO
(CoHtintiacióii) (i).
Ea Motila y Moncucco.
Era el mes de Febrero de 1828. Juan se alejaba
do la casa paterna con un envoltorio bajo el brazo,
conteniendo algunas prendas de ropa interior y uno
que otro libro que le liabía regalado el capellán Sr.
Calosso. El aire frío, el suelo cubierto de nieve au
mentaban la tristeza de sus pensamientos. De su
casa nada podía esperar por la obstinación del her
mano. que había prohibido á Margarita mandarle
cosa alguna. Le era preciso ir á buscar trabajo para
ganarse el pan con el sudor de la frente, sin tener
el consuelo de ver consigo á su madre, á quien
amaba entrañablemente. En vano buscó trabajo
en Moriondo en una familia amiga: también en
vano se presentó á una casa de campo de ¡Moglia.
cuando.... rompiendo en llanto, movió á compa
sión á los dvicños y lo acceptaron consigo.
Allí comenzó desdo luego á ser la edificación de
todos por su intachable conducta. Todas las fiestas
iba á la primera Misa en la Parroquia de Moncucco
para poderse confesar'y comulgar.
¡Y pensar que en aquel tiempo no se acostum
braba la comunión frecuente ni semanal, y que para
ir de la estancia de Moglia á Moncucco tenía que
andar más de una hora por senderos oscuros y heladosl
En Moglia, es inútil decirlo, siguió el método de
vida que en Becclü. Con sus finos modales y sus
juegos inocentes comenzó á aficionarse á todos los
niños de la barriada, que acabaron por ser sus ín
timos amigas. En el invierno cuando no se podía
trabajar por la nieve, los días lluviosos, todos los
domingos y fiesti\s los reunía consigo. Subían al
henil, se reunían en semicírculo, y Juan, sentado
en los más alto, les hacía el Catecismo, les repetía
las cosas oídas desde el pulpito, contaba algún
buen ejemplo, enseñaba el modo de rezar el Ro
sario, la-s letanías de la Virgen y á cantar alguna
alabanza en suma, comunicaba á los compañeros
(t) Véase Boletín de Diciembre.
-
cuanto sabía. Así procedió en 1628 y mucho más
en 1829.
Cuanto más crecía en edad, más conocía la ne
cesidad de atender á los niños y se hacía sentir en
su alma el deseo de' consagrareejá ellos. Debiendo los
domingos trasladarse á la parroquia de Moncucco.
no tardó en verse rodeado de toda la juventud, y
no sólo de los campesinos, sino también de los que
se dedicaban á los estudios. El Párroco Sr. TeóL
Cottino, hombre doctísimo y celosísimo, desde las
primeras veces que \dó á Juan, descubrió en él
una devoción sincera, especial; conoció el buen
espíritu que lo animaba y el bien que se podía hacer
á los niños por medio de los juegos y-diversiones.
Por tanto, no solamente lo apoyó lo mejor que pudo,
sino que cuando el pastorcillo luibo de trasladarse
á otra parte, él mismo continuó por mucho tiempo
esas reuniones por él iniciadas y convertidas más
tarde en verdadero oratorio festivo.
Entretanto Juan, habiendo hecho mil instancias
para poder ■ tener á su disposición el local de
la escuela los domingos, logró su intento. Allí,
presidiendo el pobre imberbe mozo de ser\*icio,
se reunían los jovencitos del pueblo, y se comenzalpan las diversiones con la lectura de im libro
de devoción. Mas esto no era todo. Después de
la Misa Jlayor, todos ellos se quedaban en la
iglesia y hacían solemnemente el Via Cr\*cis, can
tando los \'ersículos y el Slahat Mater. El párroco
estaba conmovido hasta derramar lágrimas viendo
florecer tanto la piedad en la parte más preciosa de
su rebaño.
También los adiiltos se veían atraídos á la iglesia
por la novedad de la cosa y el buen ejemplo pro
ducía sus frutos. Juan pasaba en Moncucco enteros
los días de fiesta y por la tarde, rodeado de los niños
de su barriada, volvía á casa de sus amos, can
tando alegrenrentc por el camino.
En Castelauovo.
La muerte de D. Calosso, acaecida el 21 de No
viembre de 1830, al paso que interrumpía en sus
comienzos los estudios de Juan, hacía difícil su
aceptación en la escuda municipal de Castelnuovo.
donde habían empezado las tareas después de Todos
los Santas. Sin embargo, Margarita pude superar
esta dificultad y en la Natividad, Juan, de 15 años
de edad, comenzó á frecuentar las escuelas públicas
de su pueblo, en las cuales, al lado de las clases ele
mentales, habíase abierto un curso de latín.
En un principio iba de la casa á la escuda y de
la escuda á la casa, recorriendo en todo 30 kiló
metros de camino cada día. Más tarde comenzó á
quedarse en Castelnuovo durante d día, y final
mente fué colocado como pensionista en casa dcl
sastre Juan Roberto. I-a madre misma lo llevó y
al despedirse de él, le dejó una recomendación de
las más preciosas:
« Sé devoto de la Virgen
Vencidas las primeras dificultades, empezó en
breve por su buena conducta á ser muy amado de!
Maestro y pudo formarse una compañía de amigo*
que le obededan y amaban como los de Moncucco y
Murialdo, v que sin advertirlo venían formando y
— 6 :: modelando su carácter en el molde del compañero,
quien hacía cuanto podía por ganarse su corazón y
hacerles aceptos sus saludables consejos. Entre
otras industrks, se valía de la siguiente: todas las
veces que volvía de la casa paterna, adonde iba á
pasar algunos días de asueto, solía traer fruta para
compartirla con ellos, que gozaban inmensamente
de su amable generosidad. El se valía de eso para
hablar de Religión y recomendarles fervorosamente
ia devoción á María Sma.
Era el año de 1831. De ese tiempo hallamos escrito
en sus Memorias :
« E h las cuatro clasts tuve que aprender á costamfa á tratar con los compañeros. En mi mente tos
tenia divididos en tres categorías: buenos, indiferentes,
malos. Estos últimos procuré evitarlos absoluiumevte
y siempre, apenas conocidos; con los indiferentes
entretenerme por cortesía y necesidad; con los buenos
contraer amistad: pero contraer familiaridad única
mente con los excelentes, los óptimos, cuando se en-
TURÍ.N (Oratorio) — Escuelas Profesionales (Sección de Herrería)^
En Chieri.
Juan había superado todas las pruebas más difí
ciles á que había querido someterlo la Divina Pro'^encia antes de ponerlo en grado de encaminarse
la \ia de sm vocación. Cambiando con frecuencia
de morada, en Murialdo, en Castclnuovo. había te
nido facilidad de estudiar las propensiones, los
defectos, las costumbres de los niños en las soliiwias estancia-s y barriadas, en las grandes como
® las pequeñas poblaciones; y finalmente pa®ba por el Gimnasio de Chieri. donde turbas
de estudiantes y jóvenes obreros le diéron co^*odidad para nuevas observaciones, necesarias
pnra conocer siempre mejor el cámpo que debería
coltivar.
centraran verdaderamente tales. Esta fué mi firmí
sima resolución. Pero como al principio no conocía
á nadie en la ciudad, resolví no familiarizarme con
ninguno, cuidando de huir hasta las más remotas
ocasiones de peligro. Con todo, he tenido que luchar
no poco con los que no conocía bien. U?tos quería',
llevarme á un teairito, otros á echar una partida al'
juego, aquellos á nadar; y algunos también á'
hurtar fruta en los huertos y campos. Un fulano fuétan desfachatado que me invitó á robar á la dueñd
de casa un objeto de valor-para procurarnos confites.
Yo me he librado de esta codeóla de desgraciados hu->
yendo rigurosamente su compañía á medida que lo
graba conocerlos *.
Entre tanto, los compañeros que querían arras
trarlo á los desórdenes, viéndose rechazados, no
—
66
—
dejaban de desfogar su cólera con las maneras poco
corteses y á veces provocativas que ellos acostum
braban, á los cuales Juan sin embargo no daba
rienda, continuando tratándolos siempre con be
TESORO ESPÍRITÜAL
nevolencia. Su amabilidad, pues, inspiró conñanza
en el corazón de éstos, que eran á menudo los más
Los Cooperadores Saleslanos que confesados
descuidados en sus deberes, y comenzaron á pedir la
caridad.... escolástica, de prestarles ó dictarles el y comulgados, visiten devotamente una iglesia
tema de la clase. Juan condescendió; pero disgustó ó capilla publica, ó si viven en comunidad, ia
la cosa al Profesor, el cual la prohibió severamente.
propia capilla, y rueguen según la intención
ICntonces Juan echó mano de otro medio más del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
provechoso: él de explicarles las dificultades que indulgencias:
encontraban y también ayudarles cuando era me
Plenarias. Ea todo tiempo:
nester. Asi les daba gusto á todos y se captaba la
1.® El día que dieren su nombre á la Unión
benevolencia, la estima, el cariño de todos.
de Cooperadores;
Ellos pues, comenzaron ú ir con 61, primero por
divertirse, luego para oír sus narraciones, al fin а. ” Una vez al mes, el día que cada cual quiera
sin ningún motivo interesado, como lo hicieron los
escoger;
compañeros de Murialdo y Castclnuovo,
3. ° Igualmente una vez al mes, el día que
Para dar un nombre á estas reuniones se las Jjauasistan á la Conferencia;
tizó con él de Sociedad de la Alegría, nombre que
4. ®Asimismo una vez al mes, el día que hagan
les convenía á las mil maravillas, porque cada cual
el ejercicio de la buena muerte;
estaba obligado á buscar tales libros, introducir
5.
®El día que por primera vez se consagren
tales discursos, que contribuyeran á mantenerlos
al Sgdo. Corazón de Jesús;
á todos alegres. Por el contrario, estaba prohibido
б. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
todo lo que pudiera causar tristeza, especialmente
si no estaba conforme á la ley de Dios.
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
Por tanto, quien hubiere blasfemado, nombrado
7.® En articulo de muerte, si confesados y co
en vano el santo Nombre de Dios ó tenido malas
mulgados, ó almenes contritos, pronunciaren
conversaciones, era inmediatamente expulsado de
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
la Sociedad, como indigno de pertenecer á ella.
boca á ser posible, ó al menos con el corazón.
Juan estaba á la cabeza de aquella multitud juvenil.
En el mes de Abril.
De común acuerdo se pusieron á dicha compañía
los siguientes estatutos fundamentales;
I® Todos los demás días de Cuaresma, tanto
1° Todo miembro de la Sociedad de la Alegría
festivos como feriales: Indulgencia de 10
debe evitar toda conversación, toda acción que
años y 10 cuarentenas.
desdiga de un buen cristiano.
2° El 10, Fiesta de los siete dolores de María SS.
2.
Exactitud en el cumplimiento de los deberes Indulgencia plenaria.
e.scolásticos y religiosos.
3® El 6, Jueves Santo Indulg. plenaria.
Juan, celoso de sti proprio provecho espiritual
4
® El 12, Domingo de Ramos Indulg. plenaria,
y del de los compañeros, los animaba á la frecuencia
de las sagradas funciones y de los Sacramentos en 5® El 19, Pascua de Resurección Indulgencia
plenaria.
los días festivos, y con sus buenos modales lograba
llevar á la iglesia hasta á los no asociados.
6®Los demás días de la Octava de Pascua,
Los domingos, cumplidos los deberos religiosos,
hasta el Domingo in Albis incluso el 25 de
y los días de asueto, con el fin de alejarlos de los
abril, fiesta de S. Marcos Evangelista ; y los
peligros del ocio y de las malas compañías, les pre
tres días de Rogaciones: Indulgencia de jo
paraba honestas diversiones y juegos de prestidigitaaños y 30 cuarentenas.
ción, por los cuales se moúan y que él había apren
Además, pueden lucrar muchísimas indul
dido aposta para animarlos al bien.
No rara vez los conducía á pascar, de preferencia gencias parciales, las cuales están todas enu
meradas en el Reglamento, en las páginas 26
fuera de la ciudad. A vcce^, al clarear el día, se iban
á coger hongos por los bosques de las faldas de y 27 y en . el Boletín Salesiano del mes de
Superga y allí pasaban los días enteros.
Enero de 1905, al cual remitimos á nuestros
También extendía su celo á los campesinitos. Los
Cooperadores. Notamos especialmente, el pri
días festivos, iba por plazas y calles en busca de vilegio de poder ganar, sin necesidad de con
ellos para llevarlos, con santas industrias, al cate fesarse, estando eso sí, en gracia de Dios, todas
cismo, Con frecuencia era también el alma de sus
las indulgencias de las estaciones de Roma, de
juegos.
Así pasó Juan Bosco los años de Gimn;xsio en la Porciúncula, de Jerusalén y de Santiago de
Compostela, todas las veces que recen cinco
Chieri.
Padrenuestros, Avemaria y Gloriapatris, por
{Continuará).
la paz de la Cristiandad y un Pater, Ave f
‘ c*
Gloria según la intención del Sumo Pontífice.
DE JSÍUESTF^AS MI5IOJSÍE5
9^
U
M m .
Llegada de otro misionero y una dolorosa pérdida.
(Carta del P . Méderlet),
Tanjore, 19 Noviembre 1907.
Veneradísimo Padre Rúa;
anto para obedecer á su paternal invi
tación, cuanto para desahogar mi cora
zón, me apresuro á enviarle la presente.
Mi viaje no podía ser mejor. Embarcado en
Génova á bordo del Rafael Ruhattino el 18 de
Octubre, cúpome la suerte de encontrar alguuos
misioneros que, procedentes de América, se di
rigían uno^ á Bombay y otros á Calcuta, y en
su compañía pasé la mayor parte del tiempo.
Varios días, como el 1° y 2 de Noviembre fueron
muy consoladores para nosotros, porque se nos
pennitió celebrar también para los pasajeros de
tercera clase y dar á la función toda la solemnidad
de que era susceptible. Los muchos protestan
tes que viaj aban con nosotros, y que celebraron
su rito después del nuestro, quedaron edificados.
Creo procurarle un consuelo diciéndole que el
riaje me pareció más rápido, por el empeño que
torneen dar lecciones de francés á tres de los religiceosque viajaban conmigo, y que no acababan
de darme las gracias. De particular, nada nuevo;
pues no quiero repetir lo que le han dicho los
Misioneros que hicieron antes de raí el mismo
viaje.
Llegado á Bombay el 5 de Noviembre, me
acogió S. Excia. Rvma. el Sr. Arzobispo y
me colmó de cortesías. La misma tarde salí en
tren para Mylapore. Iba conmigo un Rvmo.
Prefecto ApóstoHco, capuchino, con quien viajé
hasta el 7, día que llegamos á Madrás.
En la estación estaba esperándome el Sr. Se
cretario del limo. Sr. Obispo de Sto. Tomé de
Meliapor. ¡Qué agasajos y cordiales fiestas no
me hizo este excelente Pastor!
" Sois el hijo de la Providencia! « me dijo, alu
diendo á las necesidades de nuestra casa de
Tanjore.
Luego me abrazó tiernamente, me dijo que
me quería consigo algunos días, y telegrafió in
mediatamente al P. Tomatis avisándole mi lle
)T
gada y se la hizo saber á mi queridísimo hermano
y compatriota el P. Vigneron que se encontraba
en el hospital para una dificliísima operación,
y que vino á verme por la tarde.
S. Excia. me dijo que deseaba una casa salesiana en Mylapor y que el local para ella está ya
pronto. E l mismo escribirá á S. R. y le hablará
de otra grande Misión que quiere confiar á los
Salesianos en la India.
A l día siguiente, mientras llegaba el P. To
matis, fui á visitar las reliquias de Sto. Tomás
Apóstol, acompañado por el Rector del Semi
nario. E l P. Tomatis estaba ansioso de abrazarme,
acompañarme en el resto del viaje y de ver al
P. Vigneron. Fuimos al día siguiente y lo encon
tramos ocupado junto al lecho de un moribundo;
era el segundo á quien prestaba sus auxilios du
rante su permanencia allí. Nos pareció alegre,
nos dijo que la operación que iba á sufrir era una
bagatela y que esperaba reunirse con nosotros
en Tanjore el 15.
E l I I dejamos á Mylapor, conmovidos de la
bondad del Sr. Obispo para con nosotros y de las
satisfactorias condiciones del P. Vigneron. Nues
tra llegada á Tanjore no fué inobservada. En la
estación hallamos al Rvmo. Sr. Párroco y á
varios cooperadores, con los niños más grandecitos del Asilo. El nuevo misionero fué saludado
después de la refección con himnos y versos en
diversas lenguas.
Mas por desgracia heme aquí, amado Padre,
para confirmarle una triste noticia que tal vez
ha recibido ya (i). ¡Un telegrama de Mylapor
nos comunica la muerte de nuestro amadísimo
P. Vigneron! Esta mañana mismo habíamos
tenido nuevas de él muy tranquilizadoras. El
Rector del Seminario nos escribía que el pobre
enfermo había tenido que sufrir tres operaciones,
pero que los mismos médicos aseguraban que
nada había que temer.....
En lugar de esto, nosotros tenemos y a un her
mano más en el Cielo!... Bueno cual era, debió
morir la muerte dé los Santos. Nuestros huerfanitos, á quienes se les ha comunicado la noticia,
lloran como si cada cual hubiera perdido uno de
sus padres. E l pobre P. Tomatis está conster(i) Efectivamente, gracias á la paternal diligencia del
Ekmo. Sr. Obispo, también el P. Rúa recibió tel^ráficamente la noticia.
—
nado y yo mismo siento despedazado el corazón.
Había partido, sí, para venir en auxilio de estos
aünados hermanos, pero jamás me hubiera po
dido imaginar que llegaría apenas á.tiempo para
ver al querido P. Vigneroii y o c u jw su puesto;
Con esta pérdida, no obstante los servicios que
pudiere prestar su servidor, quedan descubiertas
en gran parte las necesidades de lá Misión! ¡Há
gase en todo la santa voluntad de Dios!
■ Encomendándome á Sus Oraciones, y pidién
dole su santa bendición me declaro
De V., amado Padre,
afmo. hijo in C. J.
Pbro.
Misionero salesiano.
68
—
que y a comienza á recibir duras pruebas del
Señor y no olvíde á su
Afmo. hijo in C. J.
J. T o m a t i s , Pbro.
Misionero Salesiano.
. NB. — De parte de los Superiores y de la Redacción
dei Boletín Salesiano damos las más expresivas gracias
al linio. Sr. Obispo, a! Revmo. Vicario, á todo al Clero
y á los fifel^s que tanto se interesaron por el hermano
difunto.
Fatasonia Septentrional
E u g e n io M é d e r l e t ,
II.
Ocho meses de misión en el Territorio del Río Negro.
{Cárta del P. A . Pestarino al Exmo. Sr. D. Juan
Cagliero.
Otros particulares.
Mercedes de Viedma, 7 Agosto 1907.
Revmo. Señor:
Myinpor, at Noviembre *907.
Amadísimo Padre:
^ ^ ^ Y /sto y en Mylapor, adonde he venido para
In sepultura del P.Vigneron que murió
eñ el hospital de Madrás ocho días des
pués de la operación.
V. podrá fácilmente imaginar la gravedad de
la pérdida sufrida! Nos decían que la operación
era de las más sencillas, que nada había que
ténier, y así parecía realmente; pero después se
descubrió en el pobre enfermo otro mal, y no
hubo tiempo de conjurarlo. Un consuelo nos
queda y es que sU muerte no fué del todo im
provisa, porque pudo recibir varias visitas de
un piadoso sacerdote, confesarse y morir asistido
por el Rector del Seminario de Mylapor, que
iba á verlo con frecuencia. Nosotros recibíamos
noticins diariamente y nada nos hacía presagiar
una catástrofe, cuando nos llegan dos telegramas
del Sr. Obispo, anunciando en uno la gravedad
y en el otro la muerte del enfermo. Hablan pre
guntado al pobre paciente si quería que rae lla
maran, pero no quiso alarmarnos. Después llegó
la noticia bien triste y dolorosa.
L a gqHÜtura fué imponente. La misma tarde
de la muerte, se trasportó el cadáver á la Cate
dral, adonde acudieron todos los sacerdotes
para rezar el Oficio de difuntos. Al día siguiente,
el oficio solemne. Cantó la Misa Mons. Vicario
Genoriü, con asistencia del limo. Sr. Obisix),
quien dió al fin la al>solución al féretro. Asistieron
muchos sacerdotes y mucho pueblo. Casi todos
los sacerdotes celebraron |x>r el amado hermano.
¡Dios lo tenga en su gloria!
.\mado Padre, mándenos pronto otro misio
nero tan bueno como el amado difunto, que tetteihoá ntttcha necesirlad; niegue por esta misión
~y.
engo el gusto y consuelo de enviar á
V. S. un breve informe de una
excursión que por encargo de su Vi
cario hice por el interior del Territorio de Río
Negro. Mi propósito era enviarle una detallada
relación de todo, pero viendo que me resultaría
un libro, me resolví á darle cuenta de lo prin
cipal, dando el primer lugar á las noticias reli
giosas, sin omitir informaciones de lo más intere
sante que sucede en el progreso material, agrí
cola é intelectual de los puntos más importantes.
Cierto estoy de que S. E . experimentará un gran
placer, porque los sucesos del Territorio del Río
Negro son de felices auspicios para la Patagonia
Septentrional, de la cual el Territorio del Río
Negro es la región más extensa y la que más
promete.
De Viedma á S. Antonio.
Con tal objeto partíamos de Viedma el 7 de
Setiembre el catequista José Quaranta y yo.
Pernoctamos en 5 . Javier en casa del excelente
Cooperador salesiano D. Cecilio Lucero, que se
gloría de haber dado una hija al instituto de las
Hijas de María Auxiliadora y de haber sido el
primero que hospedó en su casa á los misioneros
salesianos que se preparaban á comenzar la obra
evangelizadora en la Patagonia. Y fué cabalmente
en 1902, es decir en el X X Aniversario de la fun
dación de estas misiones, cuando el buen Don
Cecilio, deseoso de perpetuar el feliz aconteci
miento, concibió la idea de levantar en sus te
rrenos una Capilla á María Auxiliadora, la cual,
por su gracia artística y por el numeroso con
curso de fieles que la frecuentan, comenzó con
razón á llamarse el pequeño santuario de María
Auxiliadora.
dk.
—
Ahí celebré la Sta. Misa el día de la Natividad
de María Sma., dando la Comunión á 30 personas,
casi todas adultas. La fiesta se pasó felizmente,
se con sigo casi por completo á obras de pie
dad y nos infundió nue\^o vigor para proseguir
animosamente el viaje, prontos á cualquier sa
crificio con tal de poder hacer algún bien á las
almas.
El 10 partimos con dirección á Las Aguadas,
lugar encantador que, aunque falto de cultivo.
6 9
—
dió el consuelo de poder dictar un curso regular
de catecismo, que fué coronado con 18 bautis
mos, entre los cuales él de un individuo de 80
años. Este nos relataba las batallas á que había
tomado parte; y nos narró varios episodios de
la guerra sostenida por los milicianos nacionales
por la conquista del desierto, acaecidos en los
fuertes de Guanoniú, Bolívar, Carhué, 50 años
hace.
E l bueno y valiente viejo fué admitido á la pri-
BAHÍA (Brasil) — Después de la Inauguración del Comité de Damas de María Auxiliadora.
está rodeado de colinas revestidas de verdes ar
bustos y de hermosos valles, abundantes en
aguas. Las Aguadas es un lugar verdaderamente
delicioso, especialmente por las numerosas fami
lias que nos era tan grato tornar á ver, y a que la
mayor parte eran viejos amigos de la Colonia de
S. Javier y de Viedma.
Cerca de Las Aguadas hay una gran laguna
llamada La Invernada, circimdada de terrenos
muy ondulados, donde se posa con alegría el
ojo del viajero para admirar la fertilidad de
aquellos oteros, que tan admirablemente se
prestan al cultivo y tanto fruto prometen á
quien quisiera hacerlo con criterio. L a Invernada
es propiedad de los Sres. Ortúzar y Cía.
La Colonia de Laguna Colorada, que pudiera
llamarse xma toldería de familias indígenas, nos
mera Comunión con otros 5, y quedó sumamente
conmovido y consolado.
Antes de llegar al puerto de 5 . Antonio, nos
detuvimos en las estancias indígenas de Gua
licho, Chico y en los alrededores de las lagunas
de Cuero del Caballo, Esperanza y Barro. Tam
bién aquí preparamos algunos indígenas adultos
á recibir dignamente los Sacramentos del Bau
tismo y Confirmación; varios se confesaron y
comulgaron.
Después de pasar algunos días en la Invernada,
bautizando, confirmando y catequizando, atra
vesamos las propiedades de Sassemberg y Cía.
y nos trasladamos á la estancia de Pozo Moro,
la cual, aunque de reciente fundación, y a está
dotada de dos grandes molinos y una rica bodega
con toda suerte de mercancías. Aquí quedamos
—
á la verdad, confundidos con las atenciones de
que nos colmó el Sr. D. Baldomero Garda,
agente de la casa, el cual, al oir que íbamos á
recorrer por vez primera muchos sitios del Terri
torio casi desconocidos por completo, nos reg; 13
una linda brújula para que pudiéramos orien
tarnos llegado el caso y dirigirnos en los dudosos.
A decir verdad, nuestra confianza estaba
puesta en la brújula del cristiano, que es la ora
ción y la fe en la Providencia Divina; pero como
Ella ha iluminado al hombre para que se valiera
de un medio natural tan útil al que viaja en
tierras desconocidas, aceptamos el dón con
gratitud, y realmente nos prestó servicios impor
tantes más de una vez.
¡Puerto S. Antonio! Es éste el futuro emporio
comercial de los territorios meridionales de la
República Argentina y corre á pasos de gigante
en el camino del comercio y la industria. Puerto
S. Antonio, como observa el docto ingeniero
D. Euis I/uiggi, dada su vastísima entrada y el
puesto estratégico que ocupa en la costa central
de los extensos territorios del Sur, es la puerta
natural por donde desembocarán todas las ri
quezas del interior. E l primero que se estableció
aquí, sin dejarse atemorizar por gravísimas dificuldades, como la distancia, la falta de comu
nicaciones, la escasez de agua, ecc. fué el Sr.
Peirano, antiguo vecino de Carmen de Patagones,
donde estuvo algunos años para poder educar á
sus hijos en nuestro Colegio. E l Sr. Peirano goza
actualmente una posición envidiable y le sonríe
el más lisonjero porvenir por la cooperación
que prestan á sus iniciativas sus hijos laboriosos
€ inteligentes.
Des]Hics de él se establecieron otros, y como
son hombres infatigables y emprendedores, el
desierto de la costa de S. Antonio se convirtió en
un centro de comercio. Tres grandes casas se
extienden allí en lo más activo del puerto y
no faltan otras casas importantes.
El nuevo centro y a tiene el aspecto de un
puerto comercial en plena actividad, porque
las casas centrales, cuentan con 12 sucursales
derramadas en el interior. La casa Sassemberg
y Cía. también tiene varías sucursales al Oriente
del Puerto, y así mismo la de Lauser y Cía. que
las tiene en Corral Chico.
Nos hospedamos en casa del Sr. D. Augusto
Yanzon; que fué el primer telegrafista de S. A n
tonio. Rl. previendo el porvenir del puerto, fué
■ comprando grandes terrenos en el punto mejor.
7
0
—
el único en que se encuentra agua dulce. Sus
ensayos de agricultura y ganadería dan exce
lentes resultados. También sus hijos, educados
en nuestro Colegio de Conesa, se han dedicado
á la Agricultura.
L a hospitalidad que nos dieron fué cordialísima y procuraron que nuestra visita fuera
útil á todo el vecindario. Ellos se tomaron el en
cargo de notificar nuestra venida á todos los
alrededores y todos los habitantes correspon
dieron á los desvelos de los Misioneros, acercán
dose á los Stos. Sacramentos. También aquí
administré muchos bautismos y Confirmaciones.
Nuestro reconocimiento para con la familia
Yanzon jamás vendráá menos: el Señor los asista
y prospere con toda suerte de bendiciones.
De Puerto S. Antonio á Valcheta.
E l 2 de Octubre partíamos de S. Antonio á
Sierra Grande, que dista 30 leguas. Nos detu
vimos el tiempo estrictamente necesario para
dar una Misión en Los Jagüeliios y La Bombilla;
las otras 16 leguas las hicimos en i día. ¿Por qué?
Un error de cálculo nos había dejado inopinada
mente sin provisiones, de suerte que tuvimos
que alimentarnos un día con carne de potro, que
es muy repugnante cuando está solamente co
cida con agua sin condimento alguno. Sin em
bargo recorrimos 20 leguas yendo de sorpresa
en sorpresa, admirando la fertilidad de tan re
motas tierras, que hasta ayer parecían estériles
desiertos, pues á decir verdad, sus desgracias las
tienen y consisten en la prolongada sequía que
echaría á perder las cosechas con demasiada fre
cuencia. Las lluvias no son aquí muy frecuentes,
y por ahora no hay más medio de irrigación.
Entrando en Sierra Grande, la vi completa
mente transformada; y pensar que sólo hacía
5 años que la había visto! Entonces no había
sino una choza de madera, hoy hay varias casas,
dispersas sí, pero muy bien edificadas. Son 40
las familias que se han establecido allí, la mayor
parte de las cuales tenían relaciones con nosotros
en Viedma y Carmen de Patagones y hasta en
Río Colorado. De estas familias apenas 2 se de
dican á la agricultura.
Las otras no se cuidan de ella ni poco ni mucho
por falta de agua. Es cierto que existen fuentes
en varios puntos; pero como se ha dicho, son
insuficientes para d riego.
(Continuará).
EL CULTO
de ¡\\aria Auxiliadora.
N o s ten em o s l a p ersuasió n d e qu e, en la s v icisitu d e s d olorosas d e lo s tie m p o s que
atra vesa m o s, no n o s qued an m ás consuelos que lo s del C ielo , y en tre é s to s ,
p od erosa
protección d e la V irg e n ben d ita, que fu é en tod o tiem p o e l A u x ilio de lo s C ristian os.
la
PIO X .
un
o ^ o n iJ c n E n T O .
Recordarán nuestros lectores que durante el
terremoto del i6 de Agosto de 1906, que destruyó
en Chile florecientes ciudades, los Salesianos y
alumnos de Valparaíso se lanzaron al patio y
agruparon al rededor de la columna de María
Auxiliadora, que tambaleaba como flexible caña,
sin caer; que entonces se hizo im voto si queda
ban todos ilesos (i).
Pues el 6 de Octubre del año p. p. se colocó
la primera piedra del. artístico monumento-re
cuerdo, que se elevará en honor de María Auxi
liadora. Es costeado por los Salesianos y alumnos
y por erogaciones populares.
Ofició el limo. Sr. del Pozo, Obispo de Guaya
quil. E l Sr. Director del Colegio pronunció un
ternísimo discurso de ocasión. L a banda tocó
durante el acto. A l terminar, los Padrinos pasa
ron á firmar en los A Ibums que recogieran nom
bres y suscripciones para el monumento. A las
8 de la noche se dió una función de teatro á be
neficio de los trabajos empezados.
En el frente del monumento se escribía :
A M ARIA
A U X IL IO D E LOS CRISTIA N O S
E N L A C A T Á S T R O F E D E AGOSTO
UN P U E B L O A G R AD ECID O .
f
( L a San tísim a V irg e n la sa lv ó !
Mi hija Ana María, niña de ocho años, cayó
enferma con calentura, el 24 de Diciembre del
año pasado. A l principio creimos que seríalo que
vulgarmente aquí se dice un aire, ó ligera
fiebre gástrica, y á qüe el médico de la casa.
(i) V . BoUtin Salesiano de Noviembre de 1906.
no daba importancia, pero al cabo de pocos
días, se convirtió en terrible tifus.
Solícitos cuidados, régimen, higiene escru
pulosa y constante asistencia médica, consultas
y juntas de reputados doctores en medicina;
todo, todo parecía qué se hacía impotente para
salvar á la inocente criatura, de las garras de
la muerte.
A pesar de las medicinas, y del sistema hidroterápico empleado, pues llegaban á dársele
hasta siete baños diarios, la fiebre en lugar de
diminuir aumentaba -cada vez más, pasando
mucha.s veces de 41 grados, y siendo el pulso
y la temperatura tan irregular, puesto que
lo mismo aumentaba que diminuía, lo que
asombraba á los mismos iiíédicos, que consi
deraban el caso perdido, y dudaban de la me
joría de la pobre niña.
Ataques de cabeza, síntomas de meningitis,
colapsos cardíacos, de los que tuvo tres, hi
cieron ya perder toda clase de esperanzas.
La niña en sus muchos delirios, invocaba
á la Santísima Virgen y decía á pesar de su
corta edad, que llamaran á un sacerdote para
que la confesase. Entonaba letrillas y cánticos
religiosos, aquellos mismos que diariamente
cantan en la Escuela de párvulos dirigida por
las beneméritas Siervas de Marta de ésta
Ciudad, á la qué asiste.
En tan amargo y duro trance, perdida 'toda
esperanza, impotente la ciencia médica y ago
tados todos los medios humanos, acudimos al
Consuelo de los afligidos y Auxilio de los
Cristianos y Salud de los enfermos.
Constantemente estaba encendida una lám
para ánte la imagem de María Auxiliadora, á
quien fervientemente rogábamos día y noche,
ofreciéndole hacer una novena, darle una li
mosna de diez pesetas y publicar la gracia en
el Boletín Salesiano si curaba á la enfermita.
j La Gran Madre de Dios, tuvo misericordia
de nosotros y nos oyó benigna! Mi niña sanó.
E l día del Patriarca San José, ya pudo salir é ir
á misa á dar gracias á la bendita Señora y
—
72
á su Santísimo Esposó; y hoy cumplo gustosa
la déuda de gratitud, y la promesa contraída,
exclamando desde el fondo de mi alma;
¡Gracias, Madre míal
Arrecife, 15 de Julio de 1907.
A na
R oca
de
P in e d a .
P ro d ig io S in g u lar.
El 20 de Agosto se me presentaron fuertes
dolores en una pierna sin saber á que atribuirlos: habiendo dado cuenta de ello á los
Sres. facultativos, éstos después de estar dos
horas examinándome, no pudieron precisar
tampoco la enfermedad que padccia, visto lo
cual, me aconsejaron que fuese á Madrid para so
meterme A una operación. LJamados mis padres
que se encontral)an ausentes, para que me acom
pañasen, determinamos marchar y en el mismo
día en que debíamos emprender el viaje, me
dirigí a María Auxilio de los Christianos
de la que siemj)re lie sido fervoroso devoto,
suplicándole me concediese la gracia de sa
narme antes de ponerme en camino; esto lo
hacía á las once de la mañana y ¡oh prodigio!
A las seis de la tarde probé A levantarme y
me encontré completamente bien pues habían
desaparecido no sólo los dolores que padecia,
sino también la diferencia de tres centímetros
de largo que había de la pierna enferma á la
sana.
Prometí á María Auxiliadora si me sanaba
publicar la gracia en el Boletiyi y mandar una
limosna de veinte y cinco pesetas para los
huerfanitos de D. Bosco; lo que hoy cumplo
para tranquilidad de mi conciencia.
Jarrlon (Feruel), 20-11-907.
M a u r ic io
G a r c ía
M a r t ín
Coop. Sal.
S a lv a por M aría.
Desde 22 años padecía de un dolor, en el
costatio derecho, y los médicos que empezaron
mi cura, se declararon incompetentes.
Mi madre agoló sus recursos por ver mi
mejoría, mas im'itilmente. Kn el mes de fe
brero del corrií’nte año me ví al borde de la
sepultura A consecuencia del mismo dolor, y
los Doctores que me asistían, declararon que
tenía un tumor y que sólo extrayémlolo podía
yo aliviarme, cosa que no consentí; y acudí
entonces A solicitar el socorro de la Virgen Au
xiliadora. Hícele promesa de publicar su fa
vor, empecé su novena, cumplí con la iglesia
y acuilí de nuevo con el Doctor que me asistía.
Exminada por segunda vez. éste declara que
no había tumor sino una ligera infiamación.
Cumpliendo con mi promesa, remito A U. nii
—
corta limosna y estas líneas para su publicación.
N ic a n o r
Pa a m a ñ o
de
Peralla.
M a ría A u x ilia d o ra no abandona
á su s d evotos.
Durante largo tiempo , fui atormentado de
un agudísimo y continuo dolor de cabeza.
Los médicos recetaron varios medicamentos,
pero todo fué en vano, pues no encontré ali
vio alguno.
Desconfiado, pues, de la ciencia médica, acudí
con grandísima fe y confianza á. la Santísima
Virgen Auxiliadora, ofreciéndole que si me
alentaba mandaría publicar la gracia en el Boletin Salesiano, rezaría una novena y haría una
comunión en su honor y para gloria de Dios.
Encontrándome hoy completamente curado,
cumplo lo ofrecido y recomiendo á los que
se encuentren abatidos por alguna grande pena,
que acudan con fe á M. A. que con seguridad
les concede el alivio en las enfermedades del
cuerpo y del alma.
San Pedro Monualco, Octubre 12 de 1907.
H erm ógenes
E.
G óm ez.
A rrancaplum as (Honda Col.) — El 12 del
pte. nos vimos todos los vecinos amenazados
por un terrible incendio. El dia estaba suma
mente caluroso y corría un huracán violento que
hubiera propagado las llamas, destruyendo todas
nuestras habitaciones. En tal situación, implo
ramos el Auxilio de María Sma. ofreciendo
hacer una Novena y reunir una limosna entre
los habitantes del barrio y enviarla á los PP.
Salesianos de 1bagué. Pronto fué escuchada
nuestra fe. El incendio quedó conjurado com
pletamente.
23 de Sbre. de 1907.
Ma r ía R am írez .
Ibldem. — En un arrebato de cólera, una
persona querida tomó un arma homicida, y no
la quería soltar por nada del mundo. Me vino
la idea de rogarle por María Auxiliadora, y a!
momento se calmó. Yo estimo esto como un gran
favor de nuestra Madre, que nos libró de un
gran disgusto.
Nbrc. 1907.
A . E.
B ogotá (Col.) — Doy
á nuestra buena
Madre por muchos favores, especialmente por
los siguientes:
1° Tomando viva parte en la última guerra
(1899) que desoló á mi querida Patria, me hallé
en una reñidísima batalla en que no tenia más
remedio que morir ó caer prisionero. Invoqué
el auxilio de María, y, más afortunado que la
mayor parte de mis compañeros, pude librarme
dé ambas desgracias.
2® En 1905 se hallaban en gravísimo estado
—
una señora y el niño recién nacido. María Sma.
los sanó y hoy gozan de muy buena salud.
3® Encontrábame yo con la conciencia bien
embrollada y lleno de tribulaciones, pero las
quería superar. Invoqué á la que era ya mi
único Consuelo y Refugio, y Ella, me inspiró
la idea de volver al Colegio donde antes había
estado. Asi lo hice y han terminado mis penas.
Agradecido por tantas bondades’, doy público
testimonio de mi gratitud á la Virgen Sma. mi
Madre.
Agosto i2i 1907.
M ig u e l V iLl a r e a l .
Ibídem. — Habiendo sido atacada de un mal
aire muy fuerte que me hacía temer que la cara
me queda.se paralizada, invoqué inmediatamente
á la Virgen Auxiliadora ofreciéndole mandar
decir una Misa en su honor si me libraba de
tan terrible ma!, también publicar el favor.
Hecha esta, promesa empecé á sentir que la
fuerte convulsión de la cara me calmaba poco
á poco hasta que desapareció completamente,
por lo cual cumplo mi promesa y doy infinitas
gracias á tan buena Madre por favor tan grande
concedido á la más indigna de sus hijas.
Agtjsto, I de 1907.
C o n c h a M e d r .á n o F o n s e c a .
Calí (Col.) — Herida de muerte en altas ho
ras de la noche por una novedad inesperada,
acudí á María Aux. y me devolvió la vida. A
los tres días se me declara la fiebre gangrenosa,
estando mi esposo ausente. Vuelvo mis ojos á
María Aux. y ofrezco hacerle un obsequio. El
médico intentó una operación, con poca ó nin
guna esperanza; pero tuvo magnífico resultado;
de lo cual damos gracias á María. Hoy gozo
de buena salud.
Sbre. de 1907.
B e n il d a A . d e P a y á n .
Espinal (Col.) — Hacía mucho tiempo que
padecía una enfermedad grave, que no había
podido combatir con los muchos remedios de
los médicos, hasta que al fin se me ocurrió
acudir á nuestra Santísima Madre, María Auxi
liadora, para que me curase, ofreciéndole de
lodo corazón, hacerme cooperador Salesianoj
dar una limosma mensual, hacerle la novena,
Confesarme y Comulgar, cosa que verifiqué, y
hoy me encuentro casi alentado, y no düdo
que por tan valioso auxilio, pronto estáre curado
completamente. Madre mia, te doy las más cum
plidas gracias, y hago público este portento.
II de Septiembre de 1907.
73
—
Gerona (Esp.) — Tenia entre manos un
asunto dificil y temía con fundamento que no
se resolviera como era justo. Acudí a María
Auxiliadora, le comencé una Novena y ofrecí
25 pts. si se resolvía favorablemente y pronto.
Antes de terminar la Novena, el asunto estaba
resuelto. Doy gracias y envío la limosna.
Sbre. 1907.
C. T .
Ibagué (Col.) — Hago público testimonio dé
agradecimiento á María Auxiliadora por un pal
pable beneficio que me concedió. Se trata de
que á una hijita mia, de dos meses de edad,
le principió con todos sus síntomas una enfer
medad epidémica que llevó á la tumba á mu
chos niños en muy pocos dias, pues ninguno
se curaba. Al principiarle á mi niñita, mi alar
ma fue extraordinaria, pero inmediatamente
acudí á nuestra Santa Madre y principié la no
vena de María Auxiliadora, dando por resultado
que al tercer día habían desaparecido por com
pleto ios síntomas y mi hijita quedó complétamente curada. Doy pues las gracias con toda
mi alma á nuestra Madre.
M. C. de M.
L oríca (Col.) — Ofrecí una limosna á la
Virgen si la langosta no destruía una siembra
á mis padres. Los animales destruyeron todos
los tabacales de otro lugar cercano y no to
caron el nuestro. Agradecida envío 2,50 fr. de
limosna.
Is a b e l M a r t í n e z .
Ibídem — Una descarga eléctrica produjó á
las 12 de la noche un incendio en la tienda de
D. J. Joaquín Chica, contigua á la mía. Las
llamas batían Sobre mi tienda y ya creíame per
dido, porque no tenia socorro, cuando clamé
con todo el fervor á María Auxiliadora y como
por encanto cambió la dirección del viento y
me libré de la desgracia. Mandó la limosna
ofrecidá.
A bel C o r r a l e s.
G ranada (Nic ) — Gracias infinitas doy á
María .Santísima, Auxiliadora de los Cristianos,
por habérmele dado buena salud á mi hijita
Soledad, quien atacada de aguda bronquitis ca
tarral, ya se me iba á morir.
Ibídem — Pedí con fe á M. A . que curara
á mi hijita María Luisa atacada de aguda bron
quitis catarral y calentura, en la tierna edad de
diez meses. La Sma. Virgen oyó mis súplicas.
Doy gracias y envío una limosna.
3 de Setiembre 1907.
Ju an L agxw a.
Entre R ío s (La Paz) — Teniendo á mi querida
madre enferma hacia ya dos años y desahuciada
por los facultativos, la Providencia me de
paró una persona, que me consejó acudir á
María Aux. Hicelo y obtuvimos la curación. En
reconocimiento, envío 15 pesos plata.
Obre 3 1907;
M. C.
Sra.
E ster
C asco;
M anagua (Nic.) — Enfermó de fiebre ma
ligna mi esposa y perdió el uso de la palabra,
en mi finca que dista 8 legnas de la ciudad.
Yo pedí á M. A. que le conservara la vida y la
palabra hasta que recibiera los auxilios divinos;
y Ella, la Auxiliadora, no solamente 'me con
cedió eso, sino que me la devolvió sana y salva.
Jo sé M . T o r r e s
H ernández.
—
Mendoza (Arg.) — Tenía una chica con los
primeros síntomas de la coqueluche, le pedí
fervorosamente á nuestra bondadosa Madre, que
no le siguiese tan terrible enfermedad y lo con
seguí.
Igualmente pude pagar varias cuentas en un
período de tiempo relativamente corto, que si
no hubiese sido por una promesa hecha á Ma
ría Auxiliadora, no se hubiera presentado tan
inesperado, socorro,
Sbre. 74 de 1907.
C. N.
M etapa (Nic.) — Cuando el alma se halla
presa de dolores y penas y próxima á la de
sesperación , suele venir un destello divino
que consuela y fortalece. Tal me ha sucedido
á mí. Además de una necesidad mia particular,
María se dignó escuchar mis súplicas en favor
de mi madre que enfermó gravísimamente estando
en una ciudad lejos de mi. Agradecida envió
una limosna de 5 pesos plata.
Junio 7, 1907.
JUDIT T .
Brow on.
Cíeza (Murcia Esp.) — Apenada en sumo
grado por la enfermedad de mi único hijo Pe
dro Pérez Martínez, y agotados ya todos los
medios humanos, acudí á María Aux. ofrecién
dole una función con Misa cantada y sermón
en la Iglesia de S. Joaquín de ésta; y la Sma.
Virgen m e'ha escuchado muy pronto. Mi hijo
está perfectamente curado.
Josefa M. M ar ín .
Puerto de C abras (Canarias) — Durante
varios meses fui victima de una cruel aflicción
El desaliento y la tristeza por haber visto de
saparecer uno tras otro á dos hermanos eran
un obstáculo á mi curación. Me encomendé
con fervor á María Aux. y desde aquel instante
comencé á sentir nii espíritu aliviado. Agrade
cida hice celebrar una función en acción de
g^racias y envío i libra para su culto.
Obre. 37, 1907,
C armen P érez y M edina .
R onda (Esp.) — No sabiendo cómo salir
airoso de unos compromisos en que |>eligraban
intereses de grande importancia, acudí á M.
Aux. y fui eschuchado al momento.
A ntonio C ampos.
Ibídem — Grandes motivos tenia para estar
triste. A la sazón celebraban los PP. Sídesianos
la Novena do M. .^ux. y yo uni mis lágrimas
á sus plegarias. ¡Oii amor de María! P'n la
misma proccsivSn que se celebra ilespués de la
Novena, m e'dan la noticia de que hablan des
aparecido las que eran causjis, de mi tristeza. En
acción de graci;ts he mandado celebrar una
Misa.
S alvador R amos A cia s .
74
S e v illa (Esp.) — Ofrecí 15 ptas. para los
niños de D. Bosco si Maria'Aux. hacía que un
hermano mío se viera libre de un mal que le
atacaba, y como la Sma. Virgen ha escuchado
mis plegarias, yo. cumplo mi oferta y publico
el prodigio para gloria de Dios y honor de Ma
ría Aux..
12 Obre. 1907.
C oncepción P acheco .
V igo (Esp.) — Tres años hacía que venía
padeciendo un dolor al costado derecho produ
cido por un fuerte golpe. Uno de los días que
me encontraba oyendo Misa en el Oratorio Salesiano, le rogué á María que me curara y
ofrecí una limosna y publicar la gracia si á los
3 meses estaba bueno.
Al terminar la Misa el dolor liabía desapare
cido. Esto hace 5 meses y no he vuelto á
sentir nada absolutamente. ¡ Viva María Auxi
liadora !
Obre. 4 1907.
R amón R ey R avina .
Mendoza (R. Arg.) — Encontrándose siete
hermanos míos en gran peligro de perder la
vida, los encomendé á nuestra buena Madre,
prometiéndole hacer publicar la gracia en el
Boletín Salesiano. Les coloqué al cuello una me
dalla de María Auxiliadora y empecé una no
vena. Aun estaba en su principio, y ya ellos
se encontraron fuera de todo peligro. Las muchas
personas que han presenciado ó conocido el
hecho convinieron en que fué un verdadero mi
lagro obtenido por intercesión de nuestra buena
Madre.
Casi al mismo tiempo un sobrinito mió de
dos años se hallaba gravemente enfermo. Lo en
comendé también á María Auxiliadora, prome
tiendo hacerle rezar una misa en acción de gra
cias en la Capilla dedicada á Ella y en breví
simo tiempo estuvo completamente re.stablecido.
Sumamente agradecida á la que es Madre y
Auxilio de los cristianos, cumplo la promesa
haciendo rezar dos misas en acción de grada.
Nbre. ii de 1907.
E. R.
Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Asunción (Parag.). — Da. Martina Moriñique,
por un favor recibido el día de su fiesta — Una
Cooper. por la salud recobrada — Otra Coop. envía
5 ¡>esos de limosna en agradecimiento de una gracia
— Da. Carmen E. de Roa^ por una gracia singu
lar, 10 pesos— D.Jitan J. Apesteguia, por haberle
salvado á .su esposa de una grave enfermedad —
Da. Ascensión Méndez, por muchos favores, espe
cialmente por haberla salvado á ella y otras per
sonas en momentos de gran peligro.
Alicante (Esp.). — S. T. Cañardo , por haberle
salvado de segura muerte — Da. Teresa Mira, por
haber conjurado una enfermedad al pecho — Da.
Nieves Mira , por haber curado la pierna derecha
—
á su esposo, y por un señalado favor dispensado A
su hermana.
Almería (V. R. Esp.). — £>. Juan Molino R.
ofrece 5 pías, para una Misa en acción de gracias
por un íavor.
Barbens (Esp.). — El Sr. Pbro. D. Luis Fábrega,
por haberle sanado de una erisipela, y ha cele
brado una Misa en acción de gracias.
Barcelona (Esp.), Da. María de Cuadras, por ha
berle devuelto la salud.
Belén (Nic.). — D . Segundo Acevedo y familia, por
haberle curado de un mortal ataque al cerebro, 2. ps.
C. de Huelva — Da. Josefa Almaraz V., por un
favor.
Córdoba (Rep. Arg.). — Da. María Pidal, por
un favor concedido á un miembro de su familia.
Cieza (Murcia-Esp.). — D . fose' Zarza , Pbro.,
por haber devuelto la salud á su sobrino Pedro
Ruiz Z. que estaba en agonía — Cataliita Real, por
haberle curado á un hijo desahuciado ya por los
médicos.
Coruña (Esp.). — M. J , F. J . de F., por la cu
ración de una amiga suya, en estado gravísimo —
N. N,, por un favor — Enrique Záiz, porque ha
biendo enfermado durante el curso 1906-7, y pedido
á María Aux. la curación, Ella oyó mis súplicas.
Comalapa (Nic.). — D . Leocadio González, por
favores recibidos envia 10 pesos.
Guadalajar (Esp.). — Das. Baldomera y Blasa
Escolarlo de M. de Aragón, por favores recibidos,
5 pesetas cada una — Da. Crispina Cuevas, por un
favor.
Granada (Nic.). — D . Seferino R. R uiz, por el
mejoramiento alcanzado en una afección nerviosa
— Por favores recibidos envían limosnas los Sres.
Da. Amalia Palma, 5 pesos; Da. Amalia Rosales,
i; Da. Mercedes J , de Foruño, 12; Da. Ménica
Tejada, por la salud obtenida, 2 pesos plata.
Guayaquil (Ecuad.).— Da. C. v. de C., por ha
berle devuelto la salud á un miembro de su familia
— Una Coop. , por haberle quitado una afección
nerviosa de que ya no tenia esperanza de sanar.
Jtnotepe (Nic.). — D. Fernando Bendaña, por
varios favores, 10 pes. plata — Da. Dolores Sán
chez, por la salud á uno de sus hijos, 5 p. pesetas
— Da. Beatriz Mora, por haberle sanado á su so
brino César, 5 p. — Da. Juliana N. de Porras,
por un auxilio oportuno , 3 p. Da. Genoveva Mo
rales, por haberla curado de erisepela, i p.
Lorica (Colombia). — Da. M. Martínez C. de
León, gravísima con fiebre y hemorragia general y
próxima á alumbrar, rogó á María Aux. por si y
el niño y fué escuchada. Envía lo francos — Da.
Susana León de C., por la curación de su hija fla
gelada por fiebres palúdicas, 25 fr. — D. Abel Joa
quín Corrales T., por la curación de su hijo Abel
Joaquín, 5 fr. — La Sta. Carmela Carrillo, por una
gracia concedida, 5 fr. — Da. Manuela Mercado
de Guerra, por haberle concedido la grande gracia
de hacer volver de Colón á su hijo, 5 fr. — Sta.
75
—
Rafaela Lominé, por haber obtenido la salud, 5 fr.
— Da. Juliana Garce's, por la curación de su hijo
Rafaelito, 2 fr. — J)a. Rodelinda Mora, por la sa
lud obtenida en favor de una persona querida.
Málaga (Esp.). — Da. Carenen Hinojosa, por
haberle evitado una operación. Se hace coopera
dora y envia una limosna.
Las Palmas (Gran Canaria). — Da. Micaela Battlori
y Francisco Battlori, por favores recibidos — Don
Bernardo Camocho, por id.
Madrid (Esp.). — Da. Eloísa Hernández , por
un favor recibido.
Naudaime (Nic.). — Da. Clara Molina H., por
la curación portentosa de su amiga P. Acosta.
Ronda (Esp.). Da. Juana T. de C., é hijos, por
haberle devuelto á su esposo y padre la salud que
estaba en estado alarmante. Se puso la imagen de
María Aux. bajo la almohada del paciente — Una
Coop., por haberle devuelto la salud á una de sus
discipulas — Da. D. V. E. , por una señalada
gracia en favor de toda la familia.
Sauquillo (Soria-Esp.). — D . Justo García, por
un favor señalado, 5 pts.
Sevilla (Esp.). — Da. Josefa Armero de Diesado,
por la curación de un enfermo — M. L. F. y J . C.
por haberles solucionado favorablemente un asunto
de grande interés y por la vuelta á la amistad de
Dios, de una persona que se había apartado de ella.
Valencia (Esp.). — B. B., por un favor recibido,
2 ptas.
Vigo (Esp.). — J. D., por un favor recibido —
D. Antonio Mediero, por varios favores — Da. María
Vergues de G., por la curación de su esposo —
Da. N. N., por un favor.
Zamora (Esp.). — Da. Carlota Blanco de Sanabria, por un íhvor recibido y da de limosna 10,50
pesetas.
Piden oraciones Da. Andrea M. V. de Grondotia,
por la salud de su hijo, y envia 5 fr.
Da. Pía Tejada, de Granada (Nic.) y da una li
mosna de loo pesos— Da. Mercedes, de id. i peso
papel.
D. Domingo Galindo de Espino (Canarias), por
la curación de su hija única — D. Francisco Battlori
de id. para obtener un favor — D . Bernardo Camacho, por lo mismo.
Da. María Baltodamo Montiel, por la salud de
su hijo.
POR EL MUNDO SALESIANO
TURIN. — Fiesta de S. Francisco de Sales y So
lemne Conmemoración del Venerable D. Bosco en el
Oratorio de S. Francisco de Sales. — Al anuncio
de que el Arzobispo de Pisa, Emmo. Cardenal
Mafñ venía al Oratorio Salesiano de Valdocco
para pronunciar el discurso con motivo dp la
Conmemoración del Venerable D. Bosco, el fuego
del entusiasmo, como avivado de chispa eléctrica,
inflamó súbitamente el corazón de los muchos admi
radores de las Obras de nuestro Venerable Padre,
y de los no pocos que conocen y admiran la prodi
giosa ciencia del ilustre Purpurado de Pisa. Así es
que por momentos crecía la expectación, y la ansie
dad de su persona ora cada vez más viva. Pero su
presencia en Turín de tal manera incitó el entu
siasmo de todos y fué tal el recibimiento que se le
hizo, que superó sobre manera á toda expectación;
el día de su venida permanecerá célebre en los tastos
de la gloriosa historia del Oratorio Salesiano de
Valdocco.
Y efectivamente, el 28 del p. p. Enero, vigilia de
la solemnidad de S. Francisco de Sales, se oyo el
festivo repique do la campanas de María .Auxilia
dora. se nota un bullicioso cuchicheo entre los 800
jóvenes (juo reunidos en el patio de entrada, con
la banda de música á la cabeza, observan impa
cientes y se ve á los superiores del Capítulo Superior
que presididos de D. Rúa, se encaminan al mismo
lugar de los jóvenes. Todo presagia en fin extraordinaria novedad, singular acontecimiento. Era que
el Kmmo. .Arzobispo de Pisa, el célebre Director
del Observatorio Astronómico Pontificio, estaba
para llegar.
Por fin la banda del Oratorio lanza al viento un
torrente de armoniosísimas notas musicales, y la
poderosa voz compacta y cariñosa salida de más
de mil pechos, el estallido del entusiasmo que ellos
encierran, y el vitoreo dctaqucllos ángeles, se eleva
cual la e.xprcsión del más acendrado cariño que
abrigan sus corazones. ¿ Hacia quien? Hacia la no
bilísima figura, hacía una lumbrera actualmente
de las más, gloriosas de la Iglesia Católica, hacia
el que, sin 'embargo de su Ciencia y de su púrpura
cardenalicia, aparece por l;is puertas del Oratorio
con una dulzura que encanta, con una sencillez
que atraye irresistiblcincute.
Pasan breves iustanio-s y todo queda en silencio.
El ilustre Purpurado se há retirado á descansar por
un momento, los dennis vuelven á la vida.oixiinaria;
los jóvenes artesanos á sus talleres-escuelas, y
los jóvenes estudiantes á su amplío salón de es
tudio.
Momentos después el Emmo. Cardenal, acompa
ñado de los Superiores, visita algunas de las escuelas
talleres dcl Instituto. Pero cuando llega al salón
de estudio, queda agradablemente sorprendido, al
contemplar en riguroso silencio, atentos al estudio
y con los ojos fijos cada uno.á su propio libro, á un
escuadrón de 400 jóvenes que alberga la inmensa
caridad de aquel Oratorio instituido por el Vene
rable Padre D . B q^co, fuente tan fecunda en bienes
morales para la necesitada sociedad . y con el co
razón conmovido do tal espectáculo, bendice en
aquella juventud los renuevos sociales que la Iglesia
Católica vivifica y alimenta por la acción eficaz de
los Hijos D. Bosco.
Al día siguiente, festividad de S. Francisco de
Sales,’el incansable é ilustre Purpurado celebró la
Misa de los alumnos estudiantes á las 7 de ía ma
ñana, asistió de Pontifical la Misa solemne de las
10 que celebró nuestro P. y S. D. .Miguel Rúa,
pontificó en las Vísperas' por la tarde, escuchó el
panegírico del santo y dió la trina bendición con
el Smo. Sacramento.
Era de ver en eStos días el espectáculo que ofrecía
el grandioso templo de María Auxiliadora, realzado
con la presencia solemne de la púrpura cardenalicia,
atestado de inmenso, devotísimo público, tanto
más en cuanto que este año por vez primera, tam
bién en el aniversario de la muerte del Padre Ve
nerable, veíamos trocados los fúnebres a'tavios, y
adornado el templo con los riquísimos y esplén
didos 'tapices con que se engalana en el solemní
simo día de María Auxiliadora....
El número de comuniones rin número, el sucederse de los fieles en estos días incesante. La mú
sica, como siempre, lué de lo mejor.
La fiesta memoranda de S. Francisco se cerró y
coronó dignamente con la representación del gran
dioso drama Las Bistrinas, escrito por nuestro P.
D. Juan Lemoyne, drama que los huérfanos del
Oratorio con los jóvenes socios del Círculo Juan
Bosco ejecutaron artísticamente.
.A la representación de este grandioso drama se
dignó asistir el Emmo. Maffi que aplaudió y fué
aplaudido y á quién antes de abrirse el escenario
un alumno le dirigió un afectuosísimo saludo.
Amaneció día 50, día fijado por ía conmemora
ción de X.Y.® aniversario de la muerte de D. Bosco.
y r de su proclamación á Venerable,
A la mañana, su Eminencia satisfizo la piedad de
los alumnos artesanos, deseosos ellos también de
recibir de sus manos la Santa Comunión, celebrando
de buen grado la Santa Misa, y todos juntamente,
como también los estudiantes á su propio tiempo,
elevaron fervorosas preces al Señor, á Quién implo
raron auxilios y favor para todos nuestros Coo
peradores difuntos por quienes recibieron la Co
munión.
Más tarde Su.Eminencia salió del Oratorio para
visitar algunos monumentos de la ciudad y se llegó
hasta Valsalice, donde postrado ante la tumba de
—
77
nuestro Venerable Padre, permaneció orando un
buen rato.
Las 3 de la tarde era la hora destinada para la
fiesta conmemorativa; pero á las dos y media, el
el vasto salón de actos con sus trfes amplias galerías
ya estaba por completo atestado de gente, de tal
manera que los Emmos. Cardenales Maffi y Richelmy, con mucha dificultad pudieron acceder á
sus puestos de honor, cuando á las 3 entraron
aclamados por la multitud escogida de las diferen
tes clases de la sociedad de la católica Turín.
Entre otras distinguidas personas se hallaban
el limo y Revmo. D. Luis Spandre, Obispo Auxi
liar de Turin y antiguo alumno del Oratorio; el
Revmo. Monseñor Muriana, varios concejales del
municipio de Turin y las representaciones del
Revmo. Capítulo Metropolitano, dcl Colegio de
Párrocos, dél Serhíhario Mayor, de todas las diver
sas órdenes religiosas, y de los diversos Círculos Ca
tólicos de Turín con sus respectivas banderas, y
otras distinguidas personas particulares que sería
por demás largo si intentara enumerar aquí.
También nnestros jóvenes clérigos estudiantes
del Seminario de las Misiones extrangeras en Valsalice asistieron todos en masa. Ni faltaron tam
poco ninguno de los Institutos salesianos de Turín
y contornos y aún de otras casas salesianas repre
sentadas todas en las personas de sus Directores ó
de sus respectivos Inspectores. Hallábase el Ins
pector Salesiano de Andalucía D. Pedro Ricaldone
y algunos Directores también de América.
Habrió la gran fiesta conmemorativa un inspira
dísimo liimno de augurio, de gloria y de futura in
mortalidad para la Obra Salesiana, compuesto por
el ilustre biógrafo del Venerable D. Bosco, el sacer
dote salesiano D. J uan Bautista Lemovne ; himno
artísticamente musicado por el Maestro Dogliani,
bajo cuya batuta y acompaiiados por varios maestre s
de la orquesta del Regio, entonaron angelicalmente
más de 200 alumnos del Oratorio de Valdocco.
Aquellos acentos penetraban el alma y arrancaban
lágrimas de suave consolación, y al terminar se oyó
un espontáneo y unísono, estruendoso, interminable
aplauso.
Luego apareció en el palco preparado la vene
rable, la dulce, la atrayente figura dcl sabio y vir
tuosísimo Arzobispo de Pisa, Cardenal Maffi, para
leer su discurso conmemorativo. Es imposible des
cribir el júbilo que como impulsado por un resorte
se apoderó del ánimo de todos y que se manifestó
con el estallido del aplauso m.ós cordial que nin
guno se pueda imaginar. Es imposible seguirle en
todo su mara\illoso, elocuentísimo discurso. Sin
embargo, no podemos prescindir de dar á nuestros
lectores siquiera una sucinta idea trasladando anuí
algunas frases suyas.
Comparó al Venerable D. Bosco con la palma del
desierto que vigorosa, recta y sin debilidad ó diver
gencia de ramificaciones alza su elegante tronco
coronado de largas y \istosas ramas ricamente
vestidas de primorosas hojas, bajo cuya sombra,
mudias plantas producen copiosos frutos sazonados
y las caravanas encuentran descanso y refrigerio.
El Emmo. Cardenal sintetizó prodigiosamente en
—
su discurso, la vida, las oferai y la gloriñcación de
nuestro Padre.
Después de describir admirablemente la educa
ción que el Venerable había recibido de su .Madre
profundamente cristiana, dice que el florecer do
esta Palma sublime, se debe buscar en lo íntimo
del alma del Venerable que creció derecha y sin di
vergencia ó dh'isión, y como de rama en rama,
así en virtud fué ascendiendo D, Bosco hacia Dios
por quién siempre suspiraba, porque Dios era su
vida como lo es el sol de la palma. Las Obnis do
religión y caridad de D. Bosco. dijo 61, brotaban
expontáneamente de la santidad cuidadosa y prin
cipalmente cultivada por él en su alma.
El Emmo. Maffi de la Palma pasó al Oasis di
ciendo : « Yo, en verdad, no sabría sacar imagen
más bella ni más perfecta, para indicar los Orato
rios é Institutos Salesianos, verdadero florecer de
la Palmas, que caravanas numerosas señalan ben
diciendo y buscan para alivio y refrigerio suyo.
Eh un maravilloso paralelo que hace entre los
Oratorios y los Oásis del desierto, manifiesta de
un modo patente que las Obras de D. Bosco son
divinas y señala principalmente estos dos mo
tivos ; « El modo externo de dilatarse ellas, y sobre
todo, por el modo de dilatarse internamente; esto
es en las almas á las cuales lleva la salud y la vida ».
Y concluía con estas palabras : <5 .\yer todavía con
ritos fúnebres y con voces-de llanto implorábamos
por su eterno descanso en torno de su cadáver.
Pero cese el llanto , desaparezca el luto. No las
trompetas su lúgubre sonido, sino que los clari
nes con ellas lancen al viento festivas armonías de
victoria. Ved. hijos, vuestro Padre está en la glo
ria!...^Oh! venga presto la plenitud del día del cual
apareció la Aurora; venga, venga, apresúrelo el Se
ñor!... Y entonces no sólo Turín en masa, en apo
teosis indescriptible en que todos de gozo llorarán,
no sólo las casas salesianas, sino en toda la tierra,
i que digo en la tierra ? en la tierra y en el Cielo; los
hombres y los ángeles ensalzarán á coro al santo!...
Era desierto, pero en la tierra y en el ciclo creció
la palma, sus ramas y sus hojas... vedlas en la luz.
en la gloria, en los esplendores de Dios 1... Ut palma
florebit.
Los aplausos más calurosos interrumpieron itlOrador á cada paso; pero al terminar el discurso
con que por una hora nos tuvo como estáticos, la
salva más estrepitosa estalló fervorosa como j)ara
coronar de agradecimiento y manifestar una vez
más la suavísima satisfacción que en el ánimo de
todos había producido.
Siguieron al discurso cánticos clásicos magistral
mente interpretados por una turba multa de
alumnos del Oratorio que llenaban el grandioso
palco escénico, colocados para que mejor pudieran
caber en una grandiosa grada ó escalinata. Decla
máronse poesías, y D. Francesia con la nobleza que
le caracteriza dijo una en italiano, lo más cariñosa
y suave que se ha visto.
Finalmente se siguieron i.^ discursos cuyos temas
brevisimamente desarrollados, abarcaban tocias
las Obras de D. Bosco y en otras tantas lenguas
diferentes (Francés, Español, Inglés, Portugués,
-
LJocmo, Alemán, Polaco, Ruso, Eslavo, Ungaro,
Komeno, Croato. Arabe é Indio), declamados por
14 hijos de D. Sosco, pertenecientes á las diferentes
naciones ó reinos de la lenguas en que, como se ha
elidió, declamaron.
Y en verdad, no se pudo desear homenaje más
solemne 6 imponente. .Al terminar el acto, se repitió
el Himno de ocasión. Finalmente el elocuente
Obispo Auxiliar de Turin y antiguo alumno de
D. Bosco, el limo, y Rmo. Sr Luis Spandre, en
una breve y conmovedora alocución puso corona
miento a tan grandiosa fiesta conmemorativa gra
bando más y más en el ánimo de todos, las impre
siones gratísimas de esc día de eterna recordación
en el Oratorio Salc.siano de San Francisco de Sales.
Al día siguiente, 31 de Enero, el Emmo. Cardenal
Maffi ])arlió del Oratorio; pero no sin extremar antes
su inagotable amabilidad más que paterna, permi
tiendo le fotografiasen, en un solo grupo con los
niños recogidos en el Oratorio, á quienes bendijo
una vez más y de quienes se despidió diciendo: « A
Dios, queridos niños. ha.sta otra vez ».
¡Dios le recompense por tanta bondad y le con
ceda salud y le prolongue la vida por muchos años
para bien y gloria de nuestra Madre la Iglesia, se
gún todos los días se lo pedimos nosotros!
Béjar (España). — El 17 de Diciembre por la
tarde llegaba á la estación el limo. Sr. Obispo dio
cesano, que fué recibido por el Exmo. Ayunta
miento y demás Autoridades, el clero, el diputado
Sr. Gómez M, numerosas representaciones de Co
legios y asilos y muchísimo pueblo.
Se dirigió al Colegio salosianp donde se hospedó,
))ara celebrar la fiesta en acción de gracias por la
decisión de Roma en honor de nuestro Fundador.
A las 10 del día siguiente pontificó el Exmo. Sr.
Jarrín y Moro; y el Sr. Cura-ecónomo de S. Juan.
D. Ramón Pérez C. habló elocuentemente sobre la
vida dcl Venerable y la Obra Sale.siana. La mú
sica estuvo á cargo de los niños dcl Colegio de
S. Francisco de Sales.
Cantóse el Te Deum y el Prelado dió la bendición,
l-.a concurrencia fué inmensa.
las 8 p. ra., presidiendo el Sr. Obispo, co
menzó la velada.
Después de la marcha de introducción, el Presi
dente de los Cooperadores salcsianos, el Diputado
Provincial D. Felipe Gómez Moñibas, pronunció
un magnífico « discurso de introducciónv al acto.
Siguieron luego los restantes números de un variado
)>rograma entre los que sobresalieron El Angel de
Caridad * en octavas por D. F. R., Ex ore infanlitim,
diálogo para párvulos, la Barcarola de Pagella. In
alio tnare (Adiós del misionero) y la poesía de D. A.
Sánchez. Ejemplo de un Padre.
El Prelado cerró la velada con oportunas palabras.
Barranquiila (Col.). — El ¿7 de Octubre se con
gregaron los Cooperadores Salesianos de la ciudad
en ol templo de S. Hoque, para cantar el Te Deum
cu acción do gracias.
.Antes de dicho himno, dió una admirable Conícrcncia el R. F. A. .\¡me Inspector de los Salc
sianos de Colombia. Después de naiTar sucinta
7S -
mente la vida del Venerable, haciendo resaltar en
ella la mano de la Providencia y de hacer un patálelo entre la gratitud de las naciones á sus héroes
y la de la Iglesia á sus santos, esos héroes de todo el
mundo, concluyó:
« Este acontecimiento es de capital importan
cia para los qiíe vivimos en el Mundo. Salesiano,
V debe animamos á trabajar con ahínco en las obras
de nuestro Padre amantísimo, con quien yo mismo
tuve la felicidad de \úvir por muchos años: los sale
sianos trabajando con desinterés, no ahorrando
.sacrificios y empleando todas nuestras fuerzas en
llevar adelante las numerosas obras de nuestro
Venerable Fundador, que en el transcurso de pocos
años han tomado un desarrollo prodigioso, los
cooperadores sosteniéndolas con su protección y
con sus limosnas, y todos rogando á Dios para que
apresure la causa de beatificación y pronto podamos
ver al gran Educador de la juventud del siglo XIX
sublimado á la excelsa dignidad de los altares *.
El himno ambrosiano se cantó con fuego, con
entusiasmo, con alegría inmensa.
Buenos Aires (Rep. Axg.), — Sociedad de eX'
alumnos salesianos. — Llenos de ardor y júbilo,
al recibir por telégrafo la fausta nueva, de la Venerabilidad de D. Bosco, un grupo de ex-alumnos
se dirigieron al Colegio salesiano, y allí, en aquella
capilla, donde habían pasado varios años felices,
dieron rendidas gracias al Todopoderoso. Luego
felicitaron á sus antiguos maestros, á todos los
Salesianos y á los Cooperadores.
Pero esto no bastó. En su generoso corazón brotó
el deseo de constituirse en Sociedad para mantener
vivos y fuertes los vínculos que los unen al nombre
y á la Obra de D. Bosco.
¡Idea hermosa, que fué acogida con aplausos y
actuada con celeridad admirable! Después de va
rias reuniones celebradas en el mismo colegio de
S. José, se nombró una Comisión para activar los
trabajos.
En una asamblea plena, se deliberó mandar una
representación de la Sociedad Ex-alumnos de
D. Bosco del Rosario, al Congreso Católico Na
cional de Buenos .Aires lo que se efectuó pun
tualmente. La Sociedad es un gran paso en la
vicia de osa juventud y liasta para la entera ciu
dad, porque su objeto no se limita á estrechar la
amistad entre antiguos camaradas, sino que tam
bién se propone el mutuo socon'o, la propaganda
(le las buenas ideas y consiguiente guerra á la prensa
impía, y el tributar público homenaje á la memoria
del que con justa razón fué appellidado Padre del
Pueblo.
Concepción (Chile). — Oigamos cómo relata la
fiesta el acreditado diario « La Unión *. — El Ho
menaje al nuevo Venerable de la Iglesia comenzó
con un acto conmovedor: centenares de coopera
dores salesianos de ambos sexos, recibieron por la
mañana, de manos del señor Vicario General de la
Diócesis, Pbro, Don Reinaldo Muñoz, la Santa Co
munión en la Capilla de María .Auxiliadora*
Poco más tarde, á las 9 i- a. m., ante una concu
rrencia distinguida y numerosísima, comenzaba
—
79 -
i oficiar en el misino templo una solemne Misa can
tada «pro gratiarum actione », el Pbro. D. Luis Nai,
Inspector de los Colegios Salesianos de Chile, venido
expresamente desde Santiago, á invitación del Co
mité de Cooperadores de Concepción, para presidir
las solemnidades del Homenaje.
El altar de la hermosa Capilla parecía un ascua
deluces y un ramillete de flores. Las severas notas
de una Misa litúrgica de Perosi, magistralmente
ejecutada por un coro de alumnos salesianos. lle
naban el ambiente del templo, saturado de ráfagas
de incienso y de murmullos de plegarias.
El Pbro. D. Bemardino Simón, de la Sociedad
Salesiana, venido con este objeto de la capital, pro
nunció á la hora del Evangelio el discurso de estilo,
que íué un cuadro \dgoroso, trazado con mano maes
tra, de la acción religiosa y social de Don Bosco y
desús hijos.
Hubo trozos de su discurso de una alta y austera
elocuencia, como aquel en que, recordando lo dicho
por Aparisi y Guijarro: « antiguamente se adulaba
álos reves hoy se aduladlos pueblos», hizo de paso
un parangón entre los explotadores oportunistas
de las pasiones de la plebe, y los verdaderos após
toles, cristiananiente abnegados, de la redención
moral v social de los desheredados de la fortuna.
A las 3 •J-p. m., en la amplia galería de la Escue
la-Taller, profusamente adornada con plantas, guir
naldas, banderas y trofeos, se abría bajo la presi
dencia del Vicario General señor Muñoz y del Ins
pector de los Colegios Salesianos, Sr. Nay, la
gran Asamblea á la cual había sido invitada la sodedad entera de Concepción. Y toda estaba allí,
enefecto, dando realce con su presencia á la solemni
dad de aquel acto.
Pocas veces ha podido celebrarse en Concepción
una Asamblea más numerosa y más selecta.
In cultura, la distinción y la elegancia eran allí
las notas dominantes: resaltaban en cada nota
musical, en cada trozo literario.
El 4 Himno al Venerable Bosco » compuesto
e.Kprofeso, revela en su autor, R. P. Cirilo trinitario,
una exquisita cultura clasica y rara destreza
en la orquestación. Subió á la tribuna el Pbro. Don
E. Herrera, cuya frase tiene el calor de los recuerdos
y la humedad de las lágrimas. Fué él quien el 8 de
Diciembre de 1885 colocaba la primera piedra de
las Escuelas de S. José , cuna de la Obra Salesiana
en Chile.
El prof. Sanguinetti dirige luego una hermosa
sinfonía, y cantaron con admirable perfección
cultas personas de la sociedad de Concepción.
También fué muy bello el manojo de estrofas: Da
mh: animas, caeiera tolk, que puso á los pies del
Venerable el Pbro. D. B. Abarzúa.
Poco después ocupa la tribuna D. M. A. Prieto y
su discurso es ima pieza académica de alto vuelo,
por la precisión de las ideas, la lucidez de la expo• sición. la elegancia del período. Su discurso es una
brillante síntesis histórica de la acción de la Provi
dencia por medio de los hombres extraordinarios
en las diversas etapas del cristianismo. Cada hom
bre providencial aparece en el tiempo oportuno,
según las necesidades de la humanidad: D. Bosco
llega con su gran corazón á acercar entre sí á las
clases sociales, en i momentos en que la hoslil
separación de éstas es el más grave problema que
tiene que resolver el mundo. Y la Obra de D. Bosco
dura y durará hasta el ocaso de los siglos, porque
es la obra del amor, y el amor es lo único que sobre
la tierra triunfa de la muerte.
La juventud intelectual ha enviado ála Asamblea
dos distinguidos representantes suyos: los señores
Héctor Rodríguez de la Sotta é Ignacio Verdugo
Cavada, que hablan á su vez muy aplaudidos.
El « Intermezzo » de « Cavalleria » y la Marcha
4 Cádiz » coreada por un grupo de alumnos salcsianos, pusieron término, minutos después de las
6 p.m. ála soberbia Asamblea, cuyo recuerdo vivirá
siempre palpitante en la memoria de cuantos á ella
tuvieron la fortuna de poder concurrir, »
El R. P. Nay pasó después, por medio de la prensa,
una circular á toda la ciudad, agradeciendo la parte
que había tomado en los festejos al E'undador de
los Salesianos.
Valdivia (Chile). — Los Hijos de D. Bosco de la
ciudad acompañados por los Rdos. PP. Carmelitas
y Capuchinos cantaron el Te Denm en acción de
gracias, terminado el cual dió la Bendición con
S. D. M. el Rdo. P. Epiíanio, Carmelita. Asistió al
a :to una concurrencia escogida y relativamente n umerosa, si se considera que llovía en los precisos
momentos en que debía darse comienzo al acto.
Terminada la función religiosa, y al son de un
himno marcial ejecutado por la Banda de música
que dirige con acierto el Sr. Marcinek, Salesiano,
descorrióse el velo que cubría el cuadro del Vene
rable Don Bosco y se dió principio al acto literario
musical cuyo programa íué lucidísimo.
Al terminar la fiesta, que tan gratos recuerdos
dejará en el corazón de cuantos á ella asistieron, un
voto unánime salió de todos los corazones:
¡Que el Venerable Don Bosco sea cuanto antes,
elevado al honor de los altares!
Santiago. (Chile) — Solemne y simpática re
sultó la función de agradecimiento á Dios por la
comenzada glorificación de D. Bosco.
El limo, Sr. Arzobispo por poderosos é impre
vistos motivos no pudo tomar parte y en su
lugar el Inspector de las casas de Chile, el Rdo.
D. Luis Nay entonó el Te Deum que siguieron
con maestría y espléndido efecto las tres Schola
Caniorum de la Gratitud, Patrocinio de S. José
y Macul.
Numerosísimo el concurso de fieles que en su
entusiasmo quisieron oir de los Superiores algunos
relatos históricos acerca de la vida de D. Bosco.
Orador de la Solemnidad fué el Sr. Clovis
Montero quien con galanura de frases y profun
didad de concepto demostró que D. Bosco íué
el hombre providencial que previó los extravíos
del día de hoy y previno los males que nos agobian deparándoles el remedio más eficaz.
Se repartió un elegante número único en el
cual con el decreto de Venerabilidad de D. Bosco
figuran bien pensados artículos, la historia y un
cuadro esplicativo del desarrollo de la Obra de
D, Bosco en Chile.
— 8o —
San Salvador (Rep. de El Salvador). — Tampoco
aquí se han quedado cortos los Salesianos y Coope
radores en alabar á Dios por el gran beneficio. En
la iglesia catedral el limo. Sr. Obispo Costamagna
celebró Misa Pontifical en acción de gracias por el
honor tributado por la Santa Sede al inmortal Don
Bosco, declarándolo « Venerable ».
Predicó un piadoso y magnífico sermón el limo.
Celebrante, probando con fra.«?es llenas de fuego
sagrado, que el Venerable Juan Bosco se santificó
á sí miso y santificó á muellísimas almas, mediante
el amor vehemente á Jesús Sacramentado y la de
voción tiernísima á María Auxiliadora. De aquí
tomó principio su extráordinaria santidadi y de
Jesús y María recibió la Institución Salesiana, ex
uberante vida sobrenatural que le ha dado desa
rrollo admirable en todo el mundo, cumpliendo en
breve tiempo, una misión providencial y gloriosa
en favor de la sociedad.
.Asistió el limo, y Rvmo. Obispo Diocesano á la
solemne Misa Pontifical, acompañado del V. Cabildo
Ecco., del Clero de la Capital y del Seminario. El
concurso de fieles fué numeroso. La orquesta y el
Coro cstuvierón excelentes. Es una gloria para
nuestro Rvmo. Prelado, Cabildo y Catedral tener
una Schola Cantoriim á la altura de las de Roma,
que cumplen fielmente el Motu proprio de Su San
tidad Pío X referente á la música sagrada.
La Academia en honor del Venerable D. Bosco
estuvo espléndida. Ante numerosa concurrencia
se pronunciaron magníficos discursos. Hubo cán
ticos festivos y puso digno término á tan hermosa
ovación de amor al benemérito D. Bosco, Mon
señor Costamagna.
música, también compuesta por el mismo limo. Sr.
Obispo.
La bandita salesiana tocó con maestría.
En fin, la fiesta estuvo espléndida, dando á cono
cer los RR. PP. SalesianoS; hasta dónde llega su
amor al niño que es honra y gloria de la institución
del Venerable D. Bosco.
Finalmente Monseñor Costamagna. dirigió á los
circunstantes una corta alocución de despedida en
honor de Savio, cen-ando así, podríamos decir, con
broche de oro, tan hermosa fiesta.
La Paz (Bolivia). — El 8 de Septiembre notá
base especial alegría en los semblantes y animación
más que de ordinario. Era el día destinado á dar
gracias á Dios por el honor concedido á nuestro
Padre. Las funciones de iglesia fueron muy concu
rridas y muy buenas y las Comuniones numerosas.
También lo estuvo d Acto Literario Musical,
entre cuyos números son de notarse el discurso de
introducción del Dr. Manuel V. Mariaca, Presi
dente de los Cooperadores salesianos y dos magní
ficos cuadros dramáticos titulados « Don Bosco
niño ».
La música y las declamaciones encendieron más
el amor que todos sentimos por nuestro Venerable
Fundador.
*
*
*
Santa Tecla. — En honor de Domingo Savio cele
braron una linda fiestecita. De ella nos da cuenta
un simpático cooperador.
El 29 de Octubre tuvo lugar en el Colegio de
« Santa Cecilia » de Sta. Tecla, el concurso literario
en memoria del virtuoso y siempre simpático
niño Domingo Savio.
Un poco después de las 3 de la tarde se dió prin
cipio al acto, con asistcnciu del limo. Sr. Obispo
Salesiano Mons. Santiago Costamagna, de algunas
personas ele la Capital y varitus familias de la ciudad
de Sla. Tecla.
K1 M. 1. Sr. Canónigo D. Juan Antonio Dueñas
pronunció un bellísimo discurso de introducción.
Ln términos eliicuentes habló dcl amor al Divi
nísimo Señor Sacramentado y de la piedad tan
grande con que en este sentido se distinguió el joven
Savio. Habló delagrandisimaimjiortanciadclaprimora Comunión y de las equivocaciones en que in
curren muchas personas al tratarse de asunto de
tanta trascendencia.
.\ continuación se recitaron hermosas composi
ciones en prosa y verso, diálogos en que se repre
sentó al vivo al noble Domingo, alternando con
cantos y muy buena música.
Entre las cosas que mas llamaron nuestra aten
ción, fué la í Vida de Domingo Savio * puesta en
muy buen verso por Mons. Costamagna. cantada
por todos los alumnos y acompañada de dulcísima
Roma. En el Testaccio. En este barrio, donde
dentro de poco estará terminada la grandiosa iglesia
de Sta. María Libertadora, existe y prospera un
Oratorio festivo, que sabemos da grandes consuelos
al Corazón del Augusto Vicario de N. S. J. tanto
contrariado hoy día.
Compendiamos la relación que da el Osservalou
Romano del Arbol de Navidad, que en él se hizo.
« Pocos meses hace, merced al celo industrioso
de los Salesianos, se estableció en el Testaccio un
Oratorio festivo que promete seguro porvenir.
Los domingos se reúnen cerca de 300 niños entre
pequeños y grandecitos, asisten á la Misa, cantan,
se divierten, aprenden el Catecismo.
En el gran Salón dcl Oratorio les esperaba un día
una grata sorpresa. Abiertas las puertas, aquello»
600 ojitos contemplaron un hermoso espectáculo:
sobre tres grandes mesas estaban dispuestos io-i
numerables regalos entre flores y plantas; lelas,
camisas, franelas, prendas de vestir, juguetes, dul
ces, frutas pasas y mil cositas más que el Niño Jesús
les regalaba.
« Era bellísima la vista de tantos niños colocado#
por orden en tres distintas divisiones; de la banda
—
del Hospicio del Sgdo. Corazón, de los Superiores
de la Inspectoría Romana, teniendo en el centro
á.Mons. Cagliero, de numeroso clero, nobles damas,
entre quienes estaban las Hermanas de Su Santidad
Vuna de sus sobrinas. Claro se veía que Mons. Caíliero estaba en su elemento,' pues le gustaba con
fundirse con los niños.
«Pero el alma de todo era la noble princesa Giustiniani-Bandini. verdadero Mecenas de los niños
del Testaccio. Ella, con otras señoras habían prepa
rado aquella sorpresa á los niños de aquel nuevo
barrio de Roma.
r La distribución de los premios fue amenizada
con la Banda, con himnos, canciones, discursos y
poesías. Esos niños hasta aj’er picarillos de las
calles, han dado un admirable ejemplo de orden y de
respeto y gratitud para con sus bienhechores.
e Hablóles Mons. Cagliero de la imitación del
Niño Jesús, de la gratitud á los bienhechores y los
inrító á mandar un saludo al Padre Santo. En
tonces dcl pecho de aquellos 300 jovencilos se es
capó, como vapor comprimido, el grito atronador
de: iViva Pío X! »
Nápoles. — A ojos vistas pro.spera el Oratorio
Salesiano del Vómero. Y a se echaron los cimientos
de una magnífica capilla: los niños que acuden son
numerosísimos. Queriendo el Emmo. Sr. Cardenal
.\rzob. fundar en diversos puntos de la ciudad cla
ses de Religión, principalmente para los jóvenes de
2* enseñanza, estableció una en el Vómero y la
confió á aquella joya de talento y saber que es el
sac. D. José De Nicola, que ha segado ya tantos
lawos en las ciencias jurídicas, que ha sido pro
puesto como Profesor de esa facultad.
El ha desenvuelto magistralmente su Programa, y
su clase es de las más frecuentadas en la ciudad.
También existen en el Oratorio clases deGimnái*
tica, declamación, canto y música que florecen de
día en dia y hasta se salen con lucimiento en esa
ciudad encantadora llamada no sin razón: el im
perio de la Armonía.
Si
—
Metrópoli. El digno Pastor agradeció el Homenaje
y felicitó (sic) á los Salesianos y sus niños, por las
persecuciones sufridas, * porque ese es. dijo, el sello
que Dios le pone, y la prueba de que le honra en
sumo grado la obra del gran siervo de Dios, el Ven.
Juan Bosco. »
Ciiorgaé. Grandes progresos hace el Colegio
Salesiano. Los serios estudios son templados con
paseos y excursiones científicas á las nrontañas \'cciñas. Tres veces al mes se reúnen en un Salón y
allí se leen las mejores composiciones una por cada
una de las 5 clases gimnasiales, á la presencia de
todos. Esto estimula muchísimo al estudio y á la
reflexión seria para componer y escribir. Tienen ob
servatorio meteorológico, cuyos resultados publi
can diariamente en el pueblo y envían al Obser
vatorio de Turin y al Central de itoma. El Minis
terio de Agricultura le concedió últimamente un
subsidio, con que se proveyeron de excelentes ins
trumentos. Existe también un entusiasta Círculo
de Esport, denominado Cor et Ignis.
A M É R IC A .
Santa Ana (El Salvador, C. A.) — Consoladoras
noticias nos llegaron del Oratorio Festivo de
aquella noble ciudad. Algunas óptimas personas
se encargaron de recolectar en beneñcio de dicha
Obra y la población entera concurrió gustosa á
la entrada.
Las varias compañías establecidas entre los
ñiños son numerosas y sus Socios muy constantes
á pesar de los sacrificios que les impone la falta
de comodides inherente á toda obra en sus co
mienzos.
Montevideo ( Uruguay). — Grandísimo desa
rrollo tuvo durante el año de 1907 el Oratorio
festivo á pesar de la estrechez del local. No bajan
de 300 los niños que lo frecuentan.
El periodiquito : E l amigo de la niñez que es su
Organo, tiene un tiro de 6000 copias y liace un gran
bien en el mundo infantil dcl Uruguay.
Turin. Huéspedes ilustres. — Ultimamente han
Bahía (Brasil). — A la solemne distribución de
\Tsitado el Oratorio de S. Francisco de Sales:
premios en el Lyceu Sa
El ilustre Dr. D.
ex presidente de
lesiano del Salvador,
los EE. UU. del Brasil, que deseaba conocer á los
tomó parte el limo. Sr.
Superiores Mayores. Salió de su visita emocionado
Arzob. Thomé da Silva,
y repitió que se confirmaban y crecían en él los sen
el ayudante de Campo
timientos de admiración y cariño que ya sentía por
en representación dcl
los Salesianos desde que los conoció en el Brasil;
Gobernador y numero
El limo, y Rmo. Sr. Francisco Virgilio Dubillard
sas familias.
•Arzobispo de Chambery (Francia) quien se dignó
En la misma ciudad,
también sentarse á la mesa de los humildes Sa
para recuerdo del Jur
lesianos;
bileo Sacerdotal del
El limo. V Re\Tno. Sr. D. Luis Naeario Begin,
Padre Santo se inau
•\rzobispo de Quebec en el Canadá, quien tomó
guró solemnemente el
parte á una funcioncita de teatro.
Comité de las Damas
Milán. En el onomástico del Emmo. Card. Fer de María Auxiliadora,
D .ía . A m a lia Rodrig^uez.
rari, los niños del Instituto Salesiano le ofrecieron para auxiliar dicho Ins
tituto
Salesiano.
A
un Artístico presente: la efigie de nuestro Venerable
Fundador, en marco de piel con entalladuré^ en esta institución va unido indisolublemente el nom
oro V a ! frente la iglesia de S. Agustín, trabajo pre- bre de Dña Amalia Rodríguez, distinguida poetisa,
miadr: con medalla de plata en la Exposición de que publicó un hermoso volumen de versos á be
Artes gráficas, celebrada últimamente en la gran neficio total del Liceo Salesiano.
—
Asunción (Paraí^ay). — Distribución de premios.
— l'omamos de « El Diario *.
Con toda pompa y solemnidad y con el carácter
de todo un acontecimiento social se llevó á cabo
en el colegio Monseñor I.asagna la distribución de
premios á los alumnos de ese establecimiento, quie
nes para amenizar el acto prepararon un concierto
literorio-miisical repartido en un variado y muy
interesante programa.
Eué una hermosa y simpática fiesta que reunió
á una numerosa y selecta oonciirrcncia, ávida de
ver representar á los pequeños artistas que con
sumo desembarazo y encomiablc corrección desem
peñaron sus pequeñas partituras.
BarranquUla (Col.). — El 25 de Noviembre
p. p. los alumnos y Salesianos de esta ciudad dedi
caron una solemnfe velada á su gran bienhechor el
Dr. D. Francisco Insignares S. y familia.
.\1 entrar el festejado Gobernador rompió la
Banda con el Himno Nacional, qxie escucharon
todos de pie. Enseguida un alumno ofreció la velada
al Sr. Insignares en una hermosa poesía y luego el
coro infantil entonó el « Himno de Gratitud
Púsose en escena el hermoso drama: « El Hijo
generoso » y los entreactos fueron amenizados por
la banda. Dióse luego el terceto del Maestro Ricci,
Disputa Estudiantil y un Juguete Cómico.
Una alegre marcha pu.so fin al Acto.
Los Salesianos se sienten satisfechos de haber
mostrado de algún modo su gratitud al gran bien
hechor de la Obra salesiana, que tanto bien está
llamada á hacer en Barranquilla.
Cañar (Ecuador). — El celoso cooperador salesiano D. Alfonso M. Arce, le escribe al Rvmo. P.
Rúa una hermosa carta en que le da cuenta de la
marcha de los Cooperadores de su pueblo, y las no
ticias han llenado de consuelo el corazón del Padre.
Sintiendo no poder publicar por extenso dicha
carta, presentamos un resumen.
Hace tres años que empezó la Asociación, con
muy humildes principios pues apenas se alistaron
diez personas. Pero el germen del ciclo fructificó,
y muchos son los que, deseosos de gozar de los favo
res y privilegios de los coo7>cradores y amantes de
la lectura de nuestro Bolelin, han venido agre
gándose á ella.
Hov están perfectamente constituidos: tienen
su Presidente, Vicepresidente. Secretario, Colector.
Tesorero y Vocales. El primer domingo del mes se
reúnen todos los Socios á conferencia, que tiene
por principal objeto hacer conocer más y mas el
espíritu de la Sociedad salesiana, tratar asuntos
que con ella se relacionen y colectar alguna limosna.
« Respecto á la devoción á María .Vuxiliadora no
tengo expresiones con que decírselo, (son palabras
del Sr. .Arce) pues no hay casa donde no se encuen
tre su imagen bendita y donde no se la invoque con
amor y confianza. »
Los Salesianos. aunqvic no los hay ahí. son muy
cstiniados y amados.
I.O S socios hacen activa projmganda por medio
del Boletín, de libritos de las tipografías salcsianas,
de conversaciones, de todos modos, cu suma.
S 2
—
Las dos veces que pasó por ahí el P. Giner ha
sido objeto de las más entusiastas demostraciones.
Mucho nos consuelan este celo de nuestros her
manos de Cañar.
Digno de imitación.
Por Roma comenzamos esta Crónica y acaba
mos por Roma. El 31 de Dbre p.p. se reunió, en el
Instituto del Sgdo. Corazón, un Congreso diocesano
de las Asociaciones Católicas Juveniles, bendecido
por el Padre Santo y presidido por el Rvmo. Sr.
D. Francisco Faberi, secretario del Vicariato y por
el Comendador Perícoli. Los congresistas fueron 500
Entre las órdenes del día recordaremos dos:
I®Organización: En cada barrio de Roma surgirá
un Círculo Juvenil.
2®<iCullura: En cada Círculo surgirá una Escuela
de Religión. »
Fijémonos bien, amados Cooperadores en esos
futuros con carácter imperativo. Esc surgirá, es
hoy un patético y un bellísimo presente; Los cír
culos han surgido, funcionan y están produciendo
y producirán grandes bienes.
¿No imitaremos el ejemplo.’ ¿Es que no hay ne
cesidad ?
Memorias biográficas
d e M o n s e ñ o r L u is L a s a ^ n a
C.APirULO X X X {Continuación).
El ardiente sacerdote inició esta misión de nuevo
linaje en la ciudad de Milán. Celosos Cooperadores
y ex-alumnos del Oratorio de Valdocco mancoraanaron allí sus esfuerzos para reunir el 12 de Setiem
bre, en la iglesia de Santa María de las Gracias, todo
lo más granado de la metrópoli lombarda. Para dar
más realce y solemnidad á la conferencia asistió
á ella Mons. Luis Nazari de Calabiana, mostrando
á sus diocesanos con el ejemplo lo mucho que amaba
á D. Bosco y estimaba sus obras. Y D. Bosco. sin
que fueran parte para detenerle ni su extrema debi
lidad ni los achaques de la veje?, llegó el i i de Se
tiembre á Milán, y durante la sagrada función
ocupó en el presbiterio un sitio junto al trono del
.\rzobispo, cautivando las miradas de todos con su
continente devoto y modesto. Después de la .Misa,
cantada por la Schola Canlorum del Oratorio de
Turin, cuando muchos esperaban que subiera al
púlpito D. Bosco, apareció en él el P. Lasagna. Co
menzó entonando un himno de agradecimiento ai
venerable -Arzobispo que veinte años atrás, siendo
Obispo de Casal, y precisamente en aquel día. le
había admitido á vestir la librea del santuario. Ha
bló luego de la providencial institución de Dot
Bosco que. cundiendo prodigiosamente en Europa
para salvación de tantos pobres niños y jóvenes.
-
como no le bastase ya el antiguo continente, se ha
bía propagado también por el nuevo, con inmenso
provecho de innumerables niños de tantos emi
grantes italianos y de los salvajes para quienes no
había rayado aún la luz de la civilización y de la fe.
El corresponsal del Corriere di Torino afirmaba
al día siguiente que de haberse dado la conferencia
en un lugar privado en vez de en una iglesir, mu
chas veces hubieran interrumpido al orador los
aplausos del conmovido auditorio; sobre todo, cuan
do con vivas palabras demostró el P. Lasagna que
las misiones no son solamente obra religiosa,
sino también obra de patriotismo, y que por lo
tanto debieran nuestros gobernantes resolverse á fa
vorecerla á todo trance y eximir de la milicia á
lo menos á los eclesiásticos queá ellas se consagran.
Y se excedió á si mismo, cuando demostró á
sus oventes, arrebatados por la magia de su eloquencia. que el Papado es la gloria más espléndida
y pura de Italia. « He recorrido, decía, gran parte
de Europa y de America, y he podido convencerme
de que si nuestra patria se ufana con las más varia
das industrias, es en esto infinitamente superada
por otras naciones. Si ha medrado su comercio, esto
no es nada en comparación de lo que se ve en otras
comarcas. Si admiráis los soberbios edificios y mag
níficos monumentos que el genio italiano alzó en
nuestro suelo, sabed que tales he visto también en
naciones extraordinarias que pueden rivalizar con
los nuestros. Si Italia goza de la primacía en las
bellas artes, recordad que los extranjeros estudiando
las obras maestras de los Italianos se esfuerzan por
igualarlos, si ya no es que alcancen á superarlos.
Si nosotros poseemos tantos tesoros en el patrimonio
de las ciencias y do las letras, los países lejanos
también pueden ufanarse de una hermosa litera
tura y de grandes progresos. Pero hay un timbre
que no puede ser ostentado por el orgullo de nin
guna nación; hay una prez que nadie nos disputa;
hay un florón preciadísimo que todos nos envidian,
y es el tener en nuestro suelo al Papa, al Vicario de
Jesucristo, al Jefe de la Iglesia universal. Por eso
cuando asiento el pie en tierra extranjera y con or
gullo me llamo italiano, sobre ninguna otra cosa me
interrogan sino sobre el sapientísimo Pontífice que
empuña el gobernalle de la sola verdadera religión.
Esta es la prerrogativa que más interesa al extran
jero cuando habla de Italia. Y ] oh! cuán grande
me siento cuando puedo preciarme de haber visto
al Sucesor de Pedro, de haberle hablado, de haber
logrado postrarme á sus- pies; cuando puedo decir:
Es el Papa quien á vosotros me envía; cuando me
es dado añadir: j En su nombre os bendigo ! Esta
es la verdadera loa de Italia, ante la cual se eclipsan
todas las demás. Entonces quisiera yo tener á mi
lado á IOS que de otra manera piensan. ¡ Cuán fácil
me seria reducirlos al silencio ! ¡Oh Italia, Italia,
recuerda que tu más glorioso blasón es ser el cen
tro de la cristiandad, tener en Roma al que se
asienta
« De la verdad sobre la eterna roca ».
i Qué mucho que después de dos conferencias
tan brillantes y pronunciadas con tanto corazón
8 3
-
en Santa .María de las Gracias y en San Marcos au
mentara considerablemente la simpatía de los Milaneses para las obras salesianas y que los oyentes
se mostraron generóse^ en favor de las misiones ?
Se nos asegura que en una de las conferencias estuvo
presente el célebre historiador itsdiano César Cantil.
Estas conferencias contribuyeron grandemente á
preparar la fundación del instituto salesiano en
Milán. En efecto, el i6 de Noviembre de 1S05 el
Pbro. D Pascual Morganti, directoi de nuestros
Cooperadores milaneses escribió á Don Rúa: «Puede
afirmarse que el limo. Señor Lasagna fué el primero
que atizó en esta ciudad el fuego del movimiento sa
lesiano con sus dos conferencias en las Gracias y
en S. Marcos. Yo confío que desde el cielo nos avudará en la realización de nuestros deseos *.
Con el mismo fin se dirigió el- P. Lasagna á Busto
Arsizio, invitado instantemente por Mons. José
Tettamanti. celosísimo Cura de aquella industriosa
ciudad. Al día siguiente dirigió su calurosa palabra
á la buena población de Cabale Litta. también de
la diócesis de Milán, donde los Salcsianos cuentan
con tantos buenos cooperadores, gracias á las pia
dosas industrias del P. Angel Rigoli. ex-alumno del
Oratorio de Turin, Párroco que fué de aquel pueblo
y hoy día Cura de Somma I.x>mbardo.
De tal manera se iba extendiendo en el Piarnontc
y en la Iximbardia esta oportunísima forma de apos
tolado en favor de las casas y misiones salesianas.
Con la explicación del bien que los hijos de Don
Bosco procuran llevar á cabo adonde quiera que
los conduce la mano de la Providencia, logran los
conferencistas despertar en los fieles vivos senti
mientos de íé, celo de la salvación del prójimo y
valor para imponerse sacrificios á trueque de ha
cerse solidarios de los méritos que con sus múltiples
empresas acaudalan esos heraldos del Evangelio y
centinelas avanzadas de la civilización.
Y no se detuvo aquí el celoso sacerdote, porque,
persuadido de que la Francia católica, generosa
entre todas las naciones cuando se trata de exten
der los límites de la civilización cristiana, le había
de ayudar en sus atrevidas empresas á favor de los
salvajes, salió sin dilación para la ciudad del Sena.
Y no se curó de las maravillas que atraen á aquella
capital á los galanes y felices del mundo; no pcnlió
el tiempo en recorrer galerías y muscos; sí tomó á
pechos los intereses de las numerosas iglesias y
capillas de su Inspectoría. No dió conferencias
públicas, mas se empleó en hacer muchas v muy
fatigosas visitas á las almas caritativas que se des
viven por adornar á Jesús en los tabernáculos y
surtir de los necesarios ornamentos á sus ministros,
Y le enpo la dicha de volverse con altaren portátiles,
preciosas casullas, vasos sagrados y otro.s objetos
del culto que. conforme á las necesidades, distri
buyó entre sus hermanos de la República Oriental
y del BrasiL También fué en París, en el Oratorio
de S. Pedro y S. Pablo donde encontró al hermano
Presbítero .Antonio Malán que. después de varios
años pasados en el Uruguay, fué constituido Su
perior de la misión salesiana entre los Coroados en
Matto Grosso. Durante su brevísima estadía en la
capital de Francia se granjeó el P. Lasagna la estima
-
y respeto de mvichos que siguieron siempre siendo
fieles Cooperadores de sus misiones.
En estas sus excursiones apostólicas le acaeció
un heclio que, á riesgo de parecer indiscretos, men
cionaremos aquí, porque demuestra á maravilla
el concepto en que era tenido. Como fuera á una
ciudad donde contaba con muchos amigos y qu,e
á la sa^ón estaba ])rivada de su antiguo Pastor,
ocurriósclcs á varios personajes de grandísima in
fluencia, eclesiásticos y seglares, la idea de pedirá
la Santa Sede ])or obispo á aquel mismo misionero
que en la conferencia se había mostrado tan en
cendido en celo, tan adornado de ciencia y de vir
tud, tan atinado y prudente. Y sin más tardanza
escribieron á tal fm una súplica , autorizada con
numerosísimas firmas, para enviarla al Sumo Pon
tífice por manos de un Emmo. Príncipe de la Santa
Iglesia. Era demasiado tarde: I.oón X III acababa
de designar á otro. Estaba escrito que el Padre Lasagna fuese obispo, pero sin dejar de ser misionero
s:dcsiano.
En el entretanto D. Hosco también se preocu
paba de proporcionar á su amado hijo el auxilio de
personas y dinero, indispensable para llevar adelan
te el bien comenzado. Alcanzó á reunir veintiséis
misioneros y seis Hermanas de María Auxiliadora,
número tan extraordinario que el Osservatore Caitolico de Mil.ín dcl 2 de Diciembre de aquel año, al
dar la fausta nueva comenzaba con estas entu
siastas palabras: <í El Instituto Salesiano ha escrito
en el día de hoy la página más hermosa de su his
toria, Una misión de treinta y dos personas ha salido
de su seno para tierras de infieles, y ha realizado
un hecho que dc.sde hace dos siglos no tenía ejemplo
en la Iglesia: el salir de un solo centro un grupo tan
numeroso de niisioneros ». Y sin embargo, ¡quién
había de decir que, á la vuelta de pocos años, de
aquel mismo altar de María Auxiliadora saldrían
para las tierras de Colón has.ta cien misioneros de
una vez. como sucedió en el año de 1898! Para ha
cerse con los medios pecuniarios D. Hosco escribió
con aquella áurea sencillez que le distinguía una
estupenda circular en la que no sólo apelaba á la
generosidad de los Cooperadores, sinoá la caridad
de cuantas personas benévolas notó dispuestas á
socorrerle. Y Dios bendijo su ahinco y tesón, porque
el 2 de Diciembre todo estaba pronto, y lijado el
día de la salida.
(Continuará).
Cooperadores Saleslanos difuntos.
ESPAÑ A.
Sra. Da. Carmen Polo Tarragona. Ateca (Zaragoza).
Kda Sr, D. Gregorio Tormos, Cañada del Hoyo
(Cuenca).
‘^r. D. l'.milio Pedraza,
Cuenca
Kdo. Sr. D. Pedn) Ubicrgo
Costean (Huesca)
M. 1. Sr. D. Manuel Enrique*
Córdoba
Sr. D. Mariano baiz
Fabada (Cuenca)
» * Narciso Abanados
»
*
8 4
-
Rdo. Sr. D. Cándido Ureta
Madrid
Sra. Da. Amalia Jloreira
»
» ^ Juana Morales
»
Sr. D. Francisco Sánchez
Murcia
» » Marcial Pereira, médico
»
Rdo. Sr. D. José María Doural
*
Sra. Da. Remigia Ballesteros Villar Dom. García
(Cuenca).
Rda. M. Angela del Tránsito
Vtllamayor
A M É R IC A .
Sr. D. Tomás Casas
Córdoba (Argent)
Sra. Da. Luisa del Campillo de Funes »
»
» 9 Felipa G. de Soaje
»
»
» 9 Amalia de Escarguel
»
*
h » Bernardina Ch. de Cordón Cobán (Guat.)
9 9 Aurelia .águilár de Ponce
»
»
Sr. D. Pablo G. Ligorría
»
9.
Srta. Dña. Gabriela Gannondía
Cuzco (Perú)
Sra. Da. Estelina Miranda v. del Castillo »
»
Sr. D. José Vera
Calceta (Ecuador)
Sra. Da. Cecilia Rivas de Monteverde Caraca’: (Ve
nezuela)
fe » Rafaela Muñoz
Cali (Colombia)
» fe Marcelina Molina
»
«
» fe Mercedes T, de Toruño Granada (Nicaragua)
Srta. Dña. Bruna Martínez
fe
fe
fe
fe Adelina Ortega
fe
fe
Sra. Da. Fabiana v. de Samayoa
Guatemala
fe » Luisa H. de Orantes
fe
* fe Dolores Aquino
»
fe » Adela v. de Larraondo
»
fe » Magdalena P. de Montalvo
»
fe fe I.eonor Videz
fe
Rdo. P. Teodoro Maldonado .
*
Ldo. Julio Machado Jáuregui
»
fe Jorge Muñoz
»
Srta. Dña. Ester Castillo Jinoiepe (Nicaragua)
Sr. D. Antonio Navarro
fe
*
fe fe José Manuel Cañas
León
»
Sra. Da. María de Zúñiga
»
»
fe * Salvadora de Zepeda fe
*
* fe Elisa de Portocarrero »
*
Srta. Dña. I’az Zepeda
*
»
Sra. Da. Plácida de la Barra de Trujillo La Paz
(Bolivia)
fe fe Tránsito Jara Lontué (Chile)
fe' fe Luisa de Arburola Managua (Nicaragua)
fe * Leonor de Picado
>
fe
fe feGuadalupe Espinosa »
»
fe fe Santos Gutiérrez
»
»
Sr. D. Juán I. Barbcrcna
*
»
fe fe José Ana Robleto Matagalpa
»
* fe J. Cruz Áscncio 5 . Cristóbal (Guatemala)
Sra. Da. Josefa Mota de Soto Valparaíso (Chile)
R. I. P.
Con aprobación de la .Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JOSÉ GAMlíIN’ O.
Turin, Tip. Salesiaua. (B. S.) — Via Cottolengo, 3*