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Marzo de igo6
ANO XXI
N. 3
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Boletín $ale$iano
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T arín . Oratorio de S. Franoisco de Sales
SUMARIO: En favor del O brero. . . . . . . .
57
Devoción á S. J o s é ........................................ y . . .
60
El Congreso de los Cooperadores Salesianos en Lima 61
Nuestro tesoro e s p ir it u a l..................................................62
El Representante del Sucesor de Don Hosco en
A m é r i c a ...........................................................................63
B ib lio grafía ........................................................................... 66
De nuestras Misiones: Colonia del Sdo. Corazón.
Relación del P. Malán (Continuación)........................ 67
A través del E c u a d o r ....................................................... 70
El Culto de María Auxiliadora: III. Solemne sanción
del titu lo ........................................................................... 72
Gracias de María A u x il ia d o r a ........................................73
^
Por el mundo salesiano — Espafia: Barcelona Salamanca — Por A m érica: Barranquiiia (Co
lombia) - Córdoba (Argentina) - 5 . Salvador Méjico • Valencia • Lisboa - Batataes . . . .
78
Necrología: E l Emmo. Card, Spinoia - E l P. Luis
de Vicetite R í o s - Dr. D. Narciso Riera — Sra.
Raquel Crespo de Cordero.........................................79
Grabados: .Altar de S. José en el Santuario de María
Auxiliadora - Colegio Salesiano de Méjico - El
Gen. D. Porfirio Díaz - Colonia del Sgdo. Co
razón : Niños bautizados, ecc. • Niñas bautizadasEl Emmo. Card. Spínola.
Erj favor del O brero
I. — Espíritu cristiano en el trabajo.
“N tiempos como los presentes,
todo cuanto se haga por nobilitar al obrero, no será nunca
bastante. Esas masas potentes que for
man la gran mayoría de la huma
nidad , si mal dirigidas ó abandonadas
á la ignorancia y al vicio forman el más
grande peligro para el mundo, condu
cidas por manos expertas y alumbradas
con luz resplandeciente, constituyen su
felicidad y son la esperanza de las na
ciones.
Enseñar al obrero á amar el trabajo,
considerándolo como una obligación sa
grada impuesta por el Legislador Su
premo, como una fuente de bienestar
y de dicha inapreciable, á hacerlo fruc
tuoso para el tiempo y para la eterni
dad, á mirar á Dios al mismo tiempo
que derrama el sudor sobre la materia,
á poner el corazón en el cielo mien
tras las manos fecundizan la tierra, en
una palabra, á deificar el trabajo, es
una labor digna de todo corazón huma
nitario y magnánimo.
El trabajo es á un tiempo un placer
y una pena. Como placer y manantial
de placeres, se lo ordenó Dios á nues
tro padre Adán, al cual dio el paraíso
para que Lo cultivara (i), y se gozara
viendo la obra de sus manos y parti
cipando de la acción creadora; como
pena se lo impuso cuando se rebeló
contra El, y desde entonces la natura(i) Gen., I.
- 5« leza, pródiga antes y fecunda, no da sus
frutos sino á costa de fatigas y luchas
portentosas (2). Así y todo, el trabajo
no se degradó porque es y será siem
pre una cooperación con la acción di
vina al orden de la naturaleza, es y
será siempre el ornamento y la gloria
de la familia humana, una ley de ar
monía y progreso, un rasgo de seme
janza con Dios, que es actividad por
excelencia. Razones son éstas que nos
lo harán amar ó á lo menos aceptarlo
con resignación y mirarlo sin horror.
Los padres de familia, los maestros
del)en procurar desarrollar este amor en
sus alumnos desde pequeños, cuando
todo^ se graba y todo recibe con amor,
cuando se debe echar el germen de la
vida, cuando se hace del hombre lo
(}ue se quiere y se determina casi in
faliblemente su porvenir. Para esto con
vendrá ponerles delante los frutos que
recabarán : la relativa holgura y feli
cidad en medio de las gentes, la se
guridad contra los casos adversos, la
satisfacción de desarrollar sus propias
facultades, la de cumplir con un deber,
la de agradar á Dios. Hay quienes crean
que el trabajo material deshonra. Por
fortuna, desde que en el mundó apareció
el Criador y predicó su consoladora
doctrina. la humanidad cambió también
en esto y en el obrero dejó de ser paria
y adquirió la dignidad humana. Nó, le
jos de envilecer, levanta y dignifica. El
maestro debiera tener esto siempre de
lante de los ojos y recordarlo con fre
cuencia.
Y aquí viene bien un párrafo del
Illmo. Bougaud: « Bajo el esfuerzo del
trabajo, del mismo modo y en la mis
ma proporción que la tierra se embe
llece y fecundiza, se purifica nuestra
sangre, nuestro pecho se dilata y se
fortifican los músculos y miembros, las
partes alteradas ó rebeldes adquieren
(2) ibiü., 111.
la calma, los vapores de una sangre cor
rompida se disipan, y se inicia y ade
lanta la regeneración del hombre. Los
pueblos castos han sido siempre labo
riosos y por lo mismo fuertes y temi
dos. Después de seis mil años de expe
riencia, la grandeza, la belleza, la bon
dad, la virtud, se elevan en el hombre
á proporción del trabajo
( i ).
El trabajo satisface nuestras necesi
dad individuales y de familia y nos
crea aquella holgura necesaria para
llevar la vida con menos amargura y
poder ejercitar mejor la virtud. Sí, por
que una discreta holgura y una conve
niente comodidad son necesarias al i
hombre, que busca siempre sli felicidad
y tiende al bienestar. Dios ha querido
que someiainos la 7iatiiraleza y que explo
tando sus fuerzas, la dominemos y la
obliguemos á hacernos agradable la
vida (2). Hé aquí el fin primario del
trabajo.
*
* *
Mas esto no basta. El hombre no
ha sido creado para vivir aislado comoj
una fiera solitaria: tiende necesariamente!
á la sociedad y en la compañía de los|
demás encuentra su relativa perfección]
y una más amplia satisfacción de susj
necesidades. El trabajo debe tender, ¡
pues, al bienesestar social. Infiltrar e:q
el ánimo del niño este amor á la so j
ciedad, ese deseo de ser útil á sus seme-[
jantes , aun persuadirle que en eso]
fomenta sus proprios intereses, es un|
deber sagrado del maestro.
Todos los hombres somos iguales por
naturaleza y hasta por una indigencia
común, ya que ninguno se basta á si
mismo y cada uno tiene necesidad del
auxilio de los demás; pero las necesi
dades particulares son diversas en los
diferentes individuos: á uno le falta lo
que sobra á otro, éste necesita más de
(i^ Les dosjnies. I’art. II.
(¿) Gen., 1.
—
59
—
bienes morales y aquél de medios mate mente Dios ha sido abandonado, y
riales, Esto, unido á la diversidad de cuando la mísera nave en que navega
carácter, de inteligencia, etc. establece la humanidad pierde este rumbo, está
una participación desigual de los bienes en peligro de naufragar. Volver á colo
y por consiguiente diversidad de clases; car á Dios en el trono de la sociedad,
cosa necesaria y convenientísima en tornar á constituirlo centro de todo
el mundo, porque fomenta la mutua movimiento, vínculo de unión, prenda
actividad é instituye fecundas relaciones, de mutuo amor, hé aquí el deber más
cuyo centro, que establece una conso grande y sagrado de todo cristiano, de
nante armonía, es el trabajo.
todo hombre que desee el bien de la
Este convencimiento de la necesi humanidad.
dad que tenemos unos de otros y de
Hay un modelo que todos debemos
la obligación y conveniencia de ayu imitar, un luminar de donde no debe
darnos y respetarnos mutuamente, nos mos apartar los ojos ni el corazón, el
hará benévolos y dulces en nuestras modelo de toda perfección, el foco de
relaciones, caritativos y amantes de la toda luz, el que nos amó hasta el de
paz.
lirio, el que dejó el cielo por enseñar
Y sin embargo.....qué contraste tre
nos á obrar y merecer: Jesucristo. Si
mendo no se observa entre estas teorías guiéndolo, vamos seguros, imitándolo
y la realidad que desgraciadamente te somos íelices.
nemos á la vista.
De la mansión humilde de Nazaret,
Gloria, y muy gránde, es de nuestro donde quiso morar la mayor parte de
siglo el haber progresado tanto en in su vida para ejemplo y consuelo del
dustrias , artes, ciencias. Hoy como obrero, no debiéramos apartar los ojos.
nunca pululan los obreros: nuestras
Qué felicidad en aquella familia!
ciudades ostentan fábricas grandiosas cómo se trabaja y cómo se o ra ! Oh I
cuyas chimeneas se elevan ya por en si pudiera la humanidad llegar allá ó
cima de nuestros venerandos campana á lo menos muy cerca. V sí que puede.
rios, mandando al firmamento el humo En fin de fines, no se necesita tanto.
en densas espirales ó majestuosas co
Uno de nuestros grandes poetas, que
lumnas, á que pregonen el adelanto y á pesar de los extravíos de su mente,
y el progreso; nuestras campañas sonríen tuvo siempre luminosas ideas y senti
como jamás sonrieron, al impulso del mientos elevados y dignos, dejó escrito
brazo generoso que las remueve y al este verso que por sí mismo vale un
contacto del bendito sudor que las fe poema:
cunda. Exteriormente todo parece ar
Todo trabajo es oración: oremosf
monía divina y divinas consonancias....
Hé aquí, amados Cooperadores, hé
Mas no es así..... Con el rechinar de aquí un programa completo. Mientras
las máquinas y el traqueteo del mar trabajamos (y por trabajo entiendo
tillo se mezcla el bramido de una fiera todo ejercicio de nuestras facultades,
rabiosa que amenaza destrozarlo todo; todo acto de actividad), elevemos á
del seno mismo de los prados y coli Dios la mente, ofrezcámosle nuestro
nas, entre el perfume embriagador de trabajo, pidámosle lo bendiga y acepte;
los campos que predica tranquilidad y unámonos á El que también trabaja,
amor, se percibe algo como un rugido y nuestro trabajo será una oración per
subterráneo, que cual amago de un vol fecta y continua; antes, casi me atf-ecán, produce espasmos de muerte. Es vería á decir: la mejor de las oracjpel odio, la intranquilidad, la envidia. nes, que precisamente consiste en
¿ De dónde procede ? A h ! desgraciada la voluntad de Dios.
— 6o —
¿ Quién, contemplando este dechado,
modelándose en esta familia admirable,
no se sentirá ennoblecido y animado?
¿quién pensará en odios y ambiciones
desmedidas? ¿(piién no será feliz?
Devoción á S. Jojé
Pío IX declaraba al Santo Pa
triarca Protector de la Iglesia universal,
se proponía grandes fines y entre ellos la res
tauración moral del obrero, dán
dole un patrono y un modelo
que á la vez que le enseñara
el amor al orden y al trabajo,
le enseñara el amor á Dios y á
las cosas celestiales. D. Bosco
lo entendió siempre así, y mucho
• antes de la declaración del Papa,
ya se celebraba en el Oratorio
de V'aldocco la fiesta de S. José
con especial solemnidad.
En el Santuario de María
Auxiliadora el primer altar la
teral de la derecha está dedi
cado al Santo Patriarca y se
venera un cuadro que ideó Don
Bosco y ejecutó Tomás Lorenzone; El Salvador está en la
dorada edad de la niñez y pre
senta un mazo de flores á su
madre, como diciendo: mis flo
res, son gracias y favores.
La Sma. Virgen le dice que
lo ofrezca á San José, para que
de sus manos pase á la de los
fieles que con las manos alzadas
esperan allí.
Las flores, pues, representan
las gracias y favores celestiales,
que de las manos de Jesús pasan
á las de María y de las de Esta
á José que luego las dispensa á
los cristianos, según la disposi
ción divina, gtíe dió á S. José
el gobierno de su casa.
El cuadro tiene 4 metros de
largo por 2 de ancho, y lo
reproducimos en obsequio de
nuestros lectores.
Además de las bellísimas ora
ciones que puso en E l Joven
i n s t r u i d o se osténtala ter
nura llena de confianza en la
Aliar de S. José en el Santuario de María Auxiliadora,
validez del Santo, D. Bosco pu
blicó su vida en las Lecturas
Trabajemos, pues, con rectitud de Católicas, y siempre recomendaba esta devoción,
y el 19 de Marzo era gran fiesta en sus co
intención, para agradar á Dios, para legios.
cumplir su ley y viviremos felices y al
Imitemos nosotros los ejemplos de nuestro
fin de nuestra jornada hallaremos re Padre: amemos y hagamos amar al Santo Pa
poso cumplido y completa bienandanza. triarca, copiemos su espíritu de trabajo y su
perfecta unión con Dios.
(^Conimúa,,
UANDO
El Congreso de los Cooperadores Salesianos en Lima
y Exposición profesional agrícola.
es á la verdad este aconte
cimiento, no sólo para los Salesia
nos de la Inspectoría Perú-Boliviana
y sus Cooperadores, sino para la Obra Salesiana de todo el mundo. Cada paso importante
que se da con el fin de dar más amplio des
arrollo al plan salesiano, hasta lograr plan
tearlo en toda su grandiosa plenitud; cada
esfuerzo salesiano hacia el progreso de la hu
manidad, debe interesarnos á todos y conmo
vernos á todos. Son estas reuniones como
rayos de luz que arroja el foco luminoso de
la Iglesia, como simientes fecundas de ade
lanto, como benéficas lluvias que infunden
nuevos alientos, son estímulos á la virtud y á
la actividad en pro de la humanidad. Por esto
ha despertado simpatías en todas partes, y el
Padre Santo lo ha bendecido y varios Emmos.
Cardenales y muchísimos Obispos le han man
dado su saludo y adhesión. Entre otros el
Emmo. Card. Vicario, quien en su carta al
Sr. D. Rúa, después de una magnífica alabanza
al espíritu de D. Bosco, se expresa así: « Sumo
placer me causa ¡a reunión del Congreso SaIcsiano de Lima. No pudiendo lomar parte en
é l personalmente y asisto en espíritu y desde
ahora ruego a l Señor bendiga sus trabajos, au
gurando que sean fecundos los frutos, espe
cialmente ja r a e l bien de la juventud de aquellas
católicas regiones.....
El Emmo. Card. Svampa, con su acostum
brada elocuencia, se expresa en estos térmi
nos: « Vivamente me alegro en e l Señor de
que el Congreso internacional de Cooperadores
Salesianos reunidos en Bolonia, haya sido tan
fecundo en expansión y vida. Después de Bue
nos Aires y Turin, la noble capital del Perú
va á reunir á los Representantes de la Obra
de D . Bosco. Mando de todo corazón mi adhe
sión a l Congreso y ruego á Dios » etc.
No es menos explícito y entusiasta el
Emmo. Card. Richelmy, Arzobispo de Turín,
quien « hace votos porque este Congreso al
cance los más duraderos frutos y la memoria
del incomparable D . Bosco sea siempre ala
bada y sobre todo que sean secundados sus con
sejos y puedan madurar aquellos frutos adi
vinados con tanta sabiduría y deseados con tanto
ardor. »
•RANDE
El Exmo. Sr. Dr. D. José Pardo, Presi
dente de la República es el Padrino de la
Exposición, y el Illmo. y Rmo. Sr. Arzobispo
Dr. D. Manuel Tovar, el Presidente hono
rario del Congreso.
Para que nuestros Cooperadores tengan
una idea más completa, les presentamos e^
programa general que se desarrollará, el cual
consta de tres partes.
P A R T E I.
Congreso profesional.
Textos de primera enseñanza adaptados á la capacidad de los alumnos que se
dedican al aprendizaje de un oficio.
2" — Manuales teórico-prácticos para cada
oficio.
3 “ — Ensayos caligráficos y dibujos de los
alumnos salesianos'del Perú y Bolivia.
5^ - Trabajos ejecutados por los mismos
alumnos según los años de aprendizaje.
•U _
0 7 " Programas de las escuelas de artes
y oficios.
P A R T E II.
Exposición agrícola.
Esta tendrá por objeto jiresentar:
I" — Una cartilla agrícola que responda á
los tres años que abraza este curso.
2® — Programas de las Escuelas Agrarias.
3® — Resultados obtenidos en los ensayos
de .semillas, terrenos, abonos, etc.
4“ — Diagramas y estudios hechos en el
Observatorio meteorológico de Arequipa.
P A R T E III.
Congreso de Cooperadores.
Este consistirá en una grande asamblea ge
neral á la que concurrirán todos los Directo
res de la Inspectoría Perú-Boliviana y los re
presentantes de los cooperadores á fin de
adoptar los medios convenientes, para dar un
vigoroso impulso á las escuelas, talleres é ins
titutos de agricultura.
— 62 —
Comité Central ejecutivo 5el Congreso
Carlos M. Elias, Director de Benejicencia.
V i c e - P r e s i d e n t e : Felipe Barreda y Osma, Se
nador.
V o c a l e s c Dr. Alejandro L. de Romana.
Dr. Pedro Beltrán, Presidente de la
H. J. Dep.
Dr. Elcodoro Romero.
S e c r e t a r io
g e n e r a l : Dr.
Víctor González
Olaechca.
S e c r e t a r i o p a r t i c u l a r : R. P. Isaac Sicher.
P
k k s id e n t e :
NUESTRO TESORO ESPIRITUAL
fícil que lleguemos á tener un dolor tan per
fecto como fuera menester, nos queda una pena
temporal que satisfacer en esta vida 6 en la
otra, y es esta pena la que se paga ó descuenta
con las Santas Indulgencias, las cuales nos dan
satisfacción, debido á las satisfacciones y mé
ritos de Cristo y de los Santos. Por tanto, la
indulgencia es la remisión de pena temporal
debida á nuestros- pecados actuales ya per
donados en cuanto á la pena eterna.
Agradezcamos á Dios y á la Iglesia estos
favores y aprovechémonos de ellos, sin hacer
caso de los que se burlan de ellas, como de
todo lo santo, sin saber lo que son, ni preo
cuparse por saber lo que la Iglesia enseña.
Ellas pueden servirnos á nosotros, ó pode
mos aplicarlas á las almas benditas del Pur
gatorio.
ó las Indulgencias.
Indulgencias plenarias concedidas á ios Cooperadores
Salesianos para el mes de Marzo.
más grande favor ejue suele conceder
la Iglesia á las más beneméritas asocia
ciones es de abrirles sus tesoros espirituales, ó
sea concederles muchas indulgencias. Y vuestra
IMa Unión, beneméritos Cooperadores, está en
este número.
Para una alma cristiana, no hoy nada com
parable á las indulgencias, ¡)uesto que son, en
la vida espiritual, un aceite , un bálsamo re
frigerante. Oh ! cuán bueno se manifiesta Dios
en esta concesión! Por medio de las indul
gencias se rol)Ustece la villa del amor. Dios
quiere que en nuestras relaciones con El po
demos usar de ellas y así la misericordia su
cede á su justicia. I.os pecadores que no al
canzaron á descontar sus deudas, pueden gozar
de las expiaciones de los justos. Por un padre
que no ora, que se aparta de ki vía del cielo,
ijue le ofende. Dios acej^ta las oraciones, las
lágrimas de la atribulada consorte ó de la
ainante hija: la pureza de ésta, cubre las culpas
<le aquél. Y como esta solidariedad humana
sería impotente de por sí á trasmitir el mérito
y satisfacción sobrenatural. Dios ha colocado
á .su Divino Hijo como centro de la huma
nidad, y l'.l da á nuestras obras suficiencia.
Un tiempo la Iglesia era muy exigente en
las penitencias que imponía á los pecadores:
eran una larga serie de obras penosas, de ora
ciones. humillaciones, postraciones á la puerta
del lugar santo. Sobreviniendo la tibieza, sua
vizó mucho sus penas , para no desalentar á
los fieles, y la penitencia que hoy imponen
los Confesores es muy reducida; pero nuestras
deudas para con Dios, crecen naturalmente.
1.a absolución perdona los pecados y con ellos
libra de la pena eterna, mas como es bien di
(i) A los Cooperadores salesianos que con
fesados y comulgados, visiten devotamente una
iglesia ó capilla pública , y ruegen según la
intención del Sumo Pontífice, se les conceden
las siguientes indulgencias:
1° el 25, fiesta de la Anunciación de María
Santísima;
2° el día que se escogiere (el privilegio es
general y dice: Todos los meses el día
que cada cual quiera escoger);
3” el día que hagan el ejercicio de la Buena
Muerte;
4® el día que se reúnan en conferencia.
Además (y sobre esto llamamos la atención á
todos los Cooperadores) todas las veces que los
Cooperadores recep 5 padrenuestros, avemarias
y glorias por la paz de la cristiandad y un
Pater, Ave y Gloria, según la intención dcl
Sumo Pontífice, podrán ganar todas las indul
gencias de las e.staciones de Roma, de la Porciúncula, de Jerusalén y de Santiago de Compostela, con tal que se observe el decreto de
la Sgda. Congregación de Indulgencias del 7
de Marzo de 1678, que comienza Delatae sacpius (i). Estas indulgencias se pueden ganar
en cualquier lugar y tiempo y son todas apli
cables á las almas del Purgatorio:
indulgencias estacionales.
Véase sumario { II.
Todos los días de Cuaresma, tanto festivos
como feriales, indulgencia de 10 años y 10
cuarentenas.
(il V . Reglamento de tos Cooperadores, Sumario de
las imitilKciicias, ó el Boletin ¿1/. de Enero de 1905,
p.^. 8 y sig.
61 Representanfe del Sucesor de don Bosco en Rme'rica
(Correspondeticia de D . Calógero Gusmano á nuestro Rector Mayor, D . M iguel Rúa)
(Continuación) (*).
-p -
EM MÉJICO
Un artícu lo de la « N o u velle F ran ce. »
éjico! Hé aquí la República de la
América latina que alcanzaba mayor
grado de civilización al tiempo del
descubrimiento y que indudablemente tiene
hoy el primado entre las Repúblicas hermanas.
Habiendo la divina Providencia dispuesto que
en breve tiempo abriesen los Salesiauos hospi
cios y Colegios para la juventud en casi todas las
naciones suramericanas, en las notas de viaje de
la visita hecha por D. Albera á dichas casas,
he debido aludir varias veces á la desgracia
mayor que aflige á estas naciones jóvenes, que
paraliza todas sus fuerzas, que las destruye y
empobrece. Un artículo de Hadrj-en, publicado
en la Nouvelle France, confirma mis ideas :
« A l leer la historia de las Repúblicas hispano
americanas en el pasado siglo, se experimenta
necesariamente un sentimiento de clisgustp y
compasión. Enriquecidas por la Providencia
como ningún país del mundo, aquellas naciones,
con sus incesantes revoluciones han destruido
sus valiosos tesores y diezmado su población.
Audaces y ambiciosos aventureros han encon
trado siempre necios prontos á empuñar las ar
mas para sostener su causa y desgarrar á la
patria común aunque para ello fuera menester
derramar torrentes de sangre. Mas no hay que
desesperar de estas naciones; ellas están to
davía en formación, y cuando se hayan cons
tituido definitivamente, nos asombrarán con
sus progresos, invadirán nuestros mercados y
nos infundirán temor : es el espectáculo de la
actual grandeza mejicana, lo que nos sugiere
este pensamiento.»
El trayecto de Veracruz á la capital, fue para
nosotros de un encanto sorprendente : el tren
sube 2300 metros para llegar á la altiplanicie
donde está situada la ciudad del Méjico. Atra
vesamos campos de café, de caña de azúcar,
de bananales, volamos por sobre precipicios en
cuyo fundo ostentan magníficos paisajes. Qué
grandiosidad de vegetación en estas comarcas
americanas! La subida duró ocho horas, y nos
otros las ocupamos evocando el pasado de Méjico.
(’ : V. Boletín de Febrero p.ig. 36.
Cuando en 1886, jovencito aún, leía con avidez
el áureo libro del P. Lemoyne : Hernán Cortés
y la Conquista de Méjico, no me imaginaba por
cierto que llegaría un día dichoso en que j>or
mis ojos contemplaría estos lugares, donde se
dieron tantas y tan célebres batallas que termi
naron con el triunfo de las armas españolas.
Tres siglos fueron los que pasó Méjico bajo el
dominio español, y cuán diversos son los juicios
acerca de este período ! Con frecuencia reflejan
las ideas privadas del escritor y 110 la verdad
histórica.
U na m ira d a retro sp ectiva .
Sus habitantes, á la llegada de los Españoles,
eran los más adelantados de toda la América,
sin exceptuar á los famosos Incas. Adquirido
que hubieron su independencria, bien pronto se
asimilaron los usos y costumbres de Europa,
de modo que hoy la vasta República mejicana
es la más adelantada de las naciones hispano
americanas. Pero tuvo, como todas las otras,
su época de infancia impotente y de juventud
necia y turbulenta.
Libre del dominio español en 1822, Méjico, en
un sueño de grandeza, sugerido por su historia
antigua, quiso darse por Jefe un Emperador,
é Itúrbide, el Napoleón de sus ejércitos triun
fantes y libertadores, recibió el cetro y la dia
dema. Mas también él encontró su Bldcner :
Santana, soldado aventurero, lo hizo prisio
nero y haciéndolo fucilar, proclamó la Repú
blica.
Este fué el principio de jxjlíticos desórdenes
que duraron casi por medio siglo. Primero los
Imperialistas y Republicanos, los Conserva
dores y Liberales luego, se combatieron sin
tregua. El poder supremo, salvo breves inter
valos, se alternó entre dictaduras militares y
repúblicas y a unitarias, ya federales, todo es
tuvo á merced de reprensibles ambiciones, que
sobreviviendo siempre nuevas y siempre más
feroces, se prevalieron del poder supremo para
dilapidar los fondos del Estado, y vejar, escarne
cer y fucilar. El país se sacaba su propia sangre
de sus arterias. Los Estados Unidos, aprovecha
ron de estos desórdenes é invadieron á Méjico ;
hijos ingratos se unieron al extranjero y contri
buyeron al desmembramiento de la propia patria
que en un decenio, quedó casi reducrida á la
mitad. Con otro decenio de semejante indepen
dencia y libertad, Méjico habría desaparecido
del número de las naciones. Parece que en W a
shington aun conservan alguna esperanza de
anexar algún día el rico y vasto territorio : el
primer bocado fué suculento y acrecentó el ape
tito yankee.
Por lo demás, ellos mismos no hacen de esto
un misterif). El Cónsul americano de Venezuela,
mientras nosotros estábamos en Caracas, publicolia en el Harper’s Magazine, cuya importancia
conocen todos, que del Polo al Ecuador, no
debe existir sino una sola nación : la República
americana, cuyo jefe debe residir en la Casa
Blanca,
tan genuino y profundo, que parece arraigó más
que en los mismos pueblos europeos. Basta oír
cü.no hablan del dominio español los Mejicanos
y en general los Americanos, después de casi
un siglo de independencia, y separados de sus
antiguos mandatarios por inmensas distancias.
Cuando las armas francesas, derrotado el
formidable Juárez, salieron victoriosas, consti
tuyeron una Asamblea de Notables elegidos del
pueblo, la cual debía decidir cuál era, á su modo
de ver, la forma de Gobierno que mejor pro
moviera los intereses de su patria. L a asamblea
pareció no poder cumplir el mandato sin evocar
el recuerdo mezclado de dolor y complacencia,
de los Reyes Católicos de antaño y volvieron
con el pensamiento á
aquellos tiempos, como el
enfermo añora el de la salud
. vigorosa, y el decrépito an
ciano el de la juventud
gallarda, rica de esperanzas.
Hé aquí cómo se expresa
uno de los hombres de
estado mejicanos: «Sique, remos evútar las exagera
ciones y no caer en una
severidad que sería ingra
titud ; debemos admirar
las huellas luminosas que
dejó á nuestra patria
aquella serie brillante de
monarcas, que al través
. de la inmensidad de los
mares, extendieron sobre
Méjico su cetro protettor.
C o leg io S alesian o de M éjico.
Una legislación especial,
llena de prudencia y sa
Esta poco envidiable libertad nos recuerda biduría, había puesto á los indígenas á cu
un aforismo de Aristóteles en su Política y que bierto (le las violencias, que ciertamente no
-epitió después Macchiavelli, que las institu- dejaban de pesar sobre una nación humillada
ciones se conservan con los principios donde por la conquista, ignorante y supersticiosa.
tuvieron origen y se restauran volviéndolos á El poder de un príncipe no bastaba, era
ellos Ahora bien, si hubo en el mundo nación necesaria la tierna solicitud de un padre para
apropiar las leyes á las costumbres y hábitos y
que naciera católica y que toda su dignidad y
grandeza debiera al catolicismo, es sin duda vicios del pueblo indígena, para suavizar las
toda la América española y particularmente primeras y corregir los segundos, endulzando
Méjico, cuya Metrópoli fué llamada i la ciudad así la severidad de la justicia. El individuo, la
santa al otro lado de los mares.
familia, el municipio ; todo fué objeto de celo
para aquellos monarcas, que se consideraban
como
tutores de una raza, digna, á sus ojos, de
M éjico bajo el dom inio españ ol.
benévola protección. Refugios, asilos, hospi
El dominio español cesó por completo no so tales, colegios, levantados expresamente para
lamente en .^Iéjico. sino en toda la América.
proveer á las necesidades materiales y á la cul
Para juzgarlo receumente es necesario recordar
tura intelectual de sus nuevos súbditos: no
que la España no
apoderó en estas regiones fueron éstos los menores beneficios que á Méjico
de nuciones constituidas; ella creó, entre nacio prodigó el Gobierno español,
nes paganas y más ó menos salvajes, naciones
n Si recorremos con la vista la inmensidad de
cristianas y civ iles, inspirándoles un catolicismo
nuestro territorio, si contemplamos nuestros ca-
f
— 65 —
miaos, si penetramos en el fondo de nuestras
ciudades, doquiera hallamos estampado el sello
de una autoridad que se preocupaba por el bien
de sus colonias.... Los puentes y los grandes ca
minos, las facilidades que ofrecen las vías de
comunicación, la fundación de magníficas ciu
dades y soberbios acueductos, las basílicas ma
jestuosas, los ricos palacios, los innumerables
colegios en los cuales se enseñaban todos los
ramos del saber humano, los grandiosos insti
tutos de beneficencia encaminados al alivio de
las humanas miserias.... no acabaríamos jamás,
si quisiéramos enumerar todos los gloriosos mo
numentos de la piedad y de la munificencia
de los Soberanos españoles.
«Gobernando de esta manera los pueblos, es
decir, cristianamente, el absolutismo no infun
dirá temor, será bendecida la sujeción y 16 mi
llones de súbditos se mantendrán fieles bajo un
príncipe extranjero y lejano, con sólo 8.000 sol
dados, si es que ya este número tan pequeño es
necesario. »
D . P o rfirio D íaz.
L a Asamblea de Notables decidió conferir
el cetro á quien proponía la Francia : vino Maxi
miliano de Austria y fué proclamado Empera
dor; pero cobardemente abandonado por N a
poleón III, tuvo bien pronto la suerte del primer
emperador y fué fucilado el 19 de Junio de 1867.
Méjico desde entonces, estrechándose más y
más en torno á un experto Jefe, D. Porfirio
Díaz, el autor de su restauración, parece que
entra definitivamente en su edad viril.
D. Porfirio Díaz lleva ya 26 años de Presi
dencia en Méjico : cada cuatro anos es reelegido
sin oposición, y á pesar de su avanzada edad,
consiente en presentarse como candidato para
el período 1904-1908. E stá toda^'ía lozano y
robusto, y se espera que su carrera política dure
todavía muchos años. Digo se espera, porque
D. Porfirio ^ quizá el único hombre de estado
que es amado y temido igualmente de todos los
partidos y recibe siempre el sufragio de liberales
y conservadores. No es con la fuerza, no, como
él se impone, sino con su valor, seriedad y con
el éxito admirable de sus obras y su prudencia
y lo práctico de todos sus actos y miras. Se con
sideraría como una desgracia su retiro del poder,
y se teme su desaparición de la A-ida de este
mundo.
Cuando D. Porfirio llegó al poder, la nación
se encontraba dm dida en banderías para las
cuales era una necesidad la insurrección. Al
gobierno, fuera como fuera, le tenían siempre
por ciiemigo. Ellas imponían contribuciones á
las ciudades, con las cuales alimentaban sus pa
siones. E l nuevo Presidente, hábil soldado que
había arrancado á Puebla y Méjico de las manos
de Maximiliano, las persiguió sin tregua, y á
pesar de lo montuoso del terreno, logró capturar
muchas, las trató con clemencia y ofreció á sus
jefes, según las capacidades de cada cual, em
pleos y cargos honoríficos en el ejército y la
magistratura. A los recidivos amenazó con la
pena de muerte, y así sucedió que la mayor parte
de estos revolucionarios se convirtieron en pa
cíficos funcionarios y los pocos que continuaron
rebeldes, fueron considerados como ladrones.
L a tranquilidad pública estaba restablecida,
y D. Porfirio se dedicó á mejorar la situación
económica de su patria, abriendo vías de co
municación y fomentando el comercio. Cuando
en 1903 llegamos á Méjico, se construían vías
férreas por todas partes, á fin de dar salida á
los numerosos productos agrícolas : eran más
de quince los nuevos ferrocarriles que se cons
truían, de manera que aquí más que en cualquier
otro país de los \dsitados hasta entonces por
nosotros, halla el obrero facilidad de emplear
sus brazos.
R iq u eza s del p a ís.
Todos los cereales, el algodón, el azúcar y el
café, forman los principales productos del país ;
cada año crece el área del cultivo, promoA’iéndose la irrigación, y las cosechas son tan abun
dantes, que es preciso buscarles desahogo en
los mercadea extranjeros.
E n el árido suelo del Yucatán se multiplica el
planta d éla familia de \asamarilideas,
cuyas fibras sirven para hacer maromas de gran
dísima consistencia. L a exixjrtación de este artí
culo, produce á la región más de tres millones
de dólares anuales. En el henequén se encuentra
un líquido que fermentado, produce el pulque,
bebida predilecta del pueblo, que desgracia
damente causa desórdenes inmensos, ])uesto
que la embriaguez del pulque es terrible. Tiene
la color de ledie, aunque es menos claro, y su
sabor no es malo. El henequén se convierte tam
bién fácilmente en alcohol, nueva fuente de ri
queza y de desórdenes. No faltan cascadas de
agua y y a algunas compañías trabajan en apro
vechar sus fuerzas ; así que se espera dentro de
poco ver á la ciudad de Puebla gozar de la luz,
del calor y de la fuerza que desarrollará el río
Neana.
Pero lo que fonna el principal atractivo de
Méjico son sus riquísimas minas. H ay 11,865
que pagan contribución al Estado ; de ellas,
1018 dan oro, 2,024 oro y plata : 4,225 sólo plata
y de las restantes se extraeu otros metales in
feriores. Y no se deben pasar en silencio las mi-
—
ñas de cobre recientemente descubiertas. Dicen
que existe una de 125,000 acres, con un filón de
30,000 metros de largo y 200 de ancho : es la
más grande y rica del mundo.
¿Quién no ha oído hablar de Alvarado, el fa
moso pobre que en diez años se hizo cien veces
millonario ? Inié una mina cuya entera posesión
gozó, la que efectuó el admirable cambio. El
hace muy buen uso de sus riquezas, pues es
generoso para con los pobres y ha hecho cons
truir una iglesia en su ciu<lad nativa.
V id a in telectu al, co m ercial y re lig io sa .
Ivas ciencias y las letras son muy cultivadas.
Existen 10,222 escuelas primarias ylas frecuentan
825,000 alumnos de ambos sexos. Eos maestros,
66
—
26 años de la sabia administración de D. Por
firio, Méjico se ha restablecido, se ha aumentado^
la importación y mucho más la exportación, y
mientras apenas 1698 naves visitaban las costas
mejicanas, en el año de 1902 se contaron 6.200
con una entrada de 62 millones de dólares. El
Canadá viene á ser tributario de Méjico. Das
mangíficas naranjas que se venden en Montreal
vienen de Méjico. E n los bosques de Méjico se
cortan los árboles con que hábiles artistas han
fabricado espléndidos muebles para las naciones
europeas.
Lástim a grande que la mayor parte de estas
riquezas y establecimientos estén en manos de
los Yankis, los cuales han invertido más de
700 millones de dólares en el territorio y co
mercio mejicanos, y los Yankis son gente que
entiende mucho de negocios. Mas lo peor es que
la propaganda protestante se va abriendo mucho
camino, lo mismo que la lengua inglesa. ¿Y no
no debe esto preocupar á la América latina?
¿no será esta la pacífica conquista que se lleva
á cabo por medio de la lengua y de la religión ?
Para rechazarla, Méjico tiene su fe profun
damente arraigada. E l clero mejicano es una
de las más espléndidas coronas de la patria y
7 arzobispos y 35 Obispos forman un senado
que muy bien ^pueden envidiar otras naciones.
{Continuará).
BIBLIOGRAFIA
Jiirísprudcntia Eccieslastica. —
Mo c h
D . P o rfirio D ía z .
e g ia n i;
Auctore P e t r o
Tomus III — Friburgo; Her-
der; Fr. 6.50.
Compendio de Historia de América, por S e r r a n o
profesores y hombres doctosse forman en 68 escue
las superiores. Hasta 129 bibliotecas accesibles
al público, facilitan los estudios serios y profun
dos y 800 publicaciones diarias y periódicas en
cuentran lectores y abonados ; en 33 Museos
se conservan las maravillas artísticas y cien
tíficas, y Cabrera, que es llamado el Murillo
americano, ha dejado discípulos que continúan
su obra, esforzándose en reproducir por medio
del pincel y del cincel las maravillas de la natu
raleza.
En poco más de 20 años los ferrocarriles se han
aumentado de 2,000 á 18.000 millas y los via
jeros de 10.000 á 5b.t>oo y las toneladas traspor
tadas en un año. de i,ooo á 10,000. Durante los
y G a n z — Editor GÍli, Barcelona —
cuadern. 3,50.
En-
Lecturas Católicas, número de Octubre : QuJ es
Dios para m i? — D e l trono a l cadalso —
E l canto del Angelus.
— Noviembre: Benjantina, por el P , F r a n c o .
— Diciembre: Narraciones de nochebuena —
Rústica 0,50.
El hombre de bien. Almanaque para 1906.
D E NUESTRAS MISIONES *
nuestros (Disioneros 5el Oriente
?L S de Enero llegaba á nuestro venerado
Superior un cablegrama de S, E. Mons.
Teutonio Manuel Vieira de Castro, Obispo de
Sto. Tomás de Meliapor, anunciando que los
Misioneros Salesianos que se derigían á esa
ciudad de la India habían llegado felizmente
á su destino.
Los que se dirigían á Macao, á quiene acom
pañó hasta á bordo el Rmo. Sr. D. Albera,
zarparon de Genova el 17 de Enero en un
rápido piróscafo alemán, y llegaron el 19 de
Febrero á su destino, y eso que con el vapor
aléman ganaron 20 días de viaje por la ra
pidez del barco y por tocar poquísimos puertos.
Con la línea italiana hubieran empleado 20 días
más.
Antes de partir de Italia, llegaba del Santo
Padre este telegrama;
Roma, Enero 15, hora 10,43.
Superior Salesianos D . Bosco.
A los primeros salesianos que se dirigen d
la China el Sto. Padre envía bendición Aposiólica, augurando copiosos frutos misión & ellos
confiada.
Card. Merrv dcl Val.
filatto Grosso
Las dos Colonias de los Boróros.
[Relación del Inspector, R . D . Antonio Malán).
{Coniinnaciín).
O tros 26 b au tism o s — P ie d a d y ferv o r —
D os im portantes d erro tas á la su p ers
tición.
’ uve la inapreciable felicidad de señalar
mi visita con el bautismo de 26 indios
suficieittemente instruidos en las ver
dades de la Religión y deseosos de recibir el
sacramento regenerador. E n efecto, apenas lle
gado, me rodearon y d erían : Padre: mugud
poba imi: Padre, derramad el agua sobre nuestra
frente : Oh ! cuando llegó el momento de la
ceremonia, cuán bello y animador era el contem
plar aquellos hijos de la selva en actitud mo
desta, prontos á tórname hijos de Dios !
E l enemigo de las almas debió rugir de rabia,
pero es tiempo de que el árbol de la cruz irradio
sus magníficos resplandores en medio de las
fiorestas y rompa para siempre las densas som
bras de la idolatría.
Las ceremonias que más impresionaron á los
salvajes fueron los exorcismos y la efusión del
agua. E n los primeros vieron mucha semejanza
con las ceremonias solemnes que ejecutan sus
bari ó sacerdotes, para arrojar el demonio de la
caza, la pesca y de ciertas frutas ; en la segunda,
hallaron el compendio de las instrucciones de
los Misioneros.
E n la imposición de nombres, escogimos,
como siempre, el de los más conspicuos coope
radores.
E n el mes de Marzo el infatigable P. Bálzola
bautizó 19 indios in articulo moriis, víctimas de
la terrible epidemia del Rio das Mories, los cuales ^
fueron sepultados en un cementerio hecho ex
presamente para ellos junto el nuestro; cere
monia que hizo en ellos grande impresión,
viendo el honor con que se paga el último tributo
á los despojos mortales de sus compatriotas,
con una ceremonia bella é imponente en medio
de su mística tristeza. Y esto, no lo dudo, con
tribuirá mucho á acabar de desarraigar los bár
baros ritos con que celebran ellos esta ceremonia
y de que he hablado en algunas dé mis ante
riores. Es ésta una no pequeña victoria sobre
las supersticiones satánicas que tan esclavos
tienen á estos pobres salvajes.
Y á propósito de esto, hemos obtenido otra
victoria, y es que los enfermos se sometan á las
medicinas y cura de las Misioneros. Hasta ahora,
cuando algún infeliz enfermaba, se llamaba al
Médico-profeta-bari, el cual recetaba medicinas
más 6 menos eficaces cuando el caso era benigno,
mas en siendo grave, profetizaba sin más ni más
la muerte, decretada por Bope (dios de las enfer
medades) que debía cumplirse infaliblemente,
y como el bari no podía pasar por impostor, él
mismo ahogaba al infeliz paciente, sin una queja
siquiera de los parientes, que veían muy natural
que se compliera la profecía. Ahora toda la tribu,
y el Bari mismo, acepta con docilidad y alegría
nuestras propuestas y medicinas. Deo gratias.
—
E l onom ástico de D. M alán — L o s o ra
d ores y tres de sus .discursos.
Entre una alegría incomparable, en aquella
cára colonia, acariciada por las auras balsámicas
de Jos bosques, y animada por el gorgeo de innu
merables avecillas, llegó el 13 de Junio, día del
tíuiniaturgo S, Antonio de Padua, mi protector.
Iv 1 aquellas regiones habitadas de solos indios,
yo no me esperaba ciertamente cumplimientos
ni ovaciones. Y sin embargo, con grande sor
presa, tuve brindis y cumplidos, y con el corazón
rebosando do contento, asistí á una fiesta sui
gencri^, eminentemente característica y con
movedora. Confieso que me sentí verdadera
mente conmovido al ver y oír aquellos oradores
que eran en resolución nuestros caboclosinhos y
cubnclosinhas, declamar en voz clara, en portu
gués, sus discursos, sencillos sí, mas sinceros
y cordiales. Creo ([ue será del agrado del lector
el que le dé una muestra de ellos, que peruiitirá
formarse una idea de sus j)rogresos.
licvcTcmio Pudre Superior; Ya el uño pasado
experimentaste gran placer examinándonos. En
tonces sabíamos bien poca cosa. Mas ahora sin
duda que gozarás viendo cómo algunos de «osotros ya saben leer y escribir- bastante bien. Y no
es esto sólo, sino que aventajamos también en las
oraciones, tanto que las Podemos recitar casi todas
con los braides (cti»»7úaííos), sin pararnos. De
esta manera. Papá Grande debe ayudarnos. Dulce
cosa. Padre, que aun estatulo hoy tan lejos de la
ciudad, debe estar contento tu corazón de padre.
Padre Malán, aquí Boróros curubiori magari,
{los Horóros sufren mucho frío y por lo mismo
¡MU muerto muchos), muito boróros bito magari.
Prometemos que ya que han llegado nuevos obreros,
trabajeremos siempre más, y capitaneados por
V. Kevercncia, etUraremos en el número de Braides
de los civilizados , y entonces, mostrándote á toda
la tribu, te tributaremos este elogio: Hé aquí al
amigo y Libertador de los Boróros! Viva el Padre
Malán!
MIGUrCb
¿Qué es esto, amigos? ¿ Y se podrá tolerar que
los Boróros queden mudos cuando ha llegado su
Benefactor? No, que también ellos tienen corazón
y saben manifestar su gratitud. Es verdad que
nosotros .somos siempre curiosos y empalagosos en
pedir esto y lo otro; mas esto es nada; todo el
mundo ya nos conoce; somos indios y hasta ! No
inporta; dejad que el mundo ¡uible; yo me pre
sento al P. Inspector y á nombre de iodos le digo;
no ülvidéi.s. Padre Malán, las promesas que nos
hicisteis el uño Pasado antes de gigi cídade. de
partir para la ciudad. El no las habrd olvidado,
mas un recuerdo en esta circunstancia es muy
68
—
á propósito. Padre; Boróros arroya aguedo {aca
baron citanto tenían). ¿No es cierto Sr. Inspector?
F ahora, permitidme gritar; Viva el P . Malán!
Viva nuestro Bienhechor!
JULIO.
Reverendo P . Inspector! Compañeros!
Nada de vergüenza! Todo él mundo habla de
vergüenza, pero los Boróros no la conocen sino
á su modo. Por esto, dejando la vergüenza á un
lado yo me presento á dar la bienvenida al Padre
Malán y á todos sus compañeros. Sí, caramba!
Y deben por cierto haber traído un viaje muy
bueno porque yo sé que los que vienen á la Co
lonia no pueden hacer viajes malos. E l porque
lo saben todos; porque el Sdo. Corazón bendice
necesariamente á todos los personas buenas que
trabajan por los Boróros y para gloria de ellos.
Repito, pues, una vez más; Bienvenido seas !
PANCRACIO.
Imagínese, amado Sr. D. Rúa, mi conmoción
al escuchar estas palabras sencillas sí, pero sin
ceras y puras como el aroma que exhalan las
flores del desierto al soplo de la brisa matinal.
Ah! son momentos éstos en que el misionero
ohada los mil trabajos y necesidades bajo cuyo
peso se inclina con frecuencia, y al ver su mies
amarillear bajo los rayos del Evangelio, no puede
conteneree un himno de gratitud y de alegría
al Señor.
Im plantación de un O b serv a to rio M etereoló g ico — L a p ró xim a unión telegráfica
y telefón ica del nuevo O b serv a to rio con
Río Janeiro y C u y a b á - F e liz d irección
de la C olonia.
Tras las instancias del Teniente-capitán Dr.
Americo Silvado, director del Observatorio de
Río Janeiro y para satisfacer las.altas y progre
sistas ideas del Presulente del Estado de Matto
Gre^o, Coronel Antonio Páez de Barros, he es
cogido un lugar inmejorable para construir un
Observatorio metereológico. igual en todo al de
nuestro Colegio de Artes y Oficios de Cuyabá.
que ha prestado y presta con sus obser\*aciones
diarias, tantos ser\dcios y ventajas reconocidas
y aprecidas en América y en los países de ultra
mar.
El Sr. Presidente nos hizo donación de todos
los instrumentos necesarios para un Observa
torio de 2» clase, que, situado en una zona riquí
sima, pero completamente desconocida, podrá
dar á la ciencia, ávida siempre de hechos para
deducir sus leyes, datos preciosísimos y noticias
de fenómenos que en gran número se pueden
admirar en estas regiones.
— 6q —
El ilustre Gobierno de la Unión nos proveerá
muy pronto del aparato telegráfico y telefó
nico para la rápida comunicación de nuestro
Observatorio con el central de Río Janeiro y
con el de la capital del Territorio: Cuyabá.
En todo se descubre siempre la sabia mano de
la Providencia que dirige y bendice nuestras
fatigas.
dios. Dios proveerá y las almas caritativas con
tinuarán a>nidándonos con sus limosnas. Esta
esperanza es la que no nos deja flaquear jam ^ .
Loado sea, pues, el Señor, que sostiene nuestra
colonia indígena y la bendice á ojos vistas !
Cuando fuimos á establecemos allá y construi
mos el primer rancho, serias y fundadas apren
siones nos amargaban la existencia y amena-
C olon ia del S a g ra d o C orazón .
Gnipo de niños bautizados coa sos padrinos, algunos capitanes y los Superiores de la Misión.
Dejé la Colonia en un estado prosperoso : se
añadieron dos nuevos talleres de grandísima
utilidad: cerrajería y curtiduría. Los trabajos
de la campaña prometen abundante cosecha.
La extensión del terreno cultivado es muy con
siderable. Se fabrica también excelente raspa
dura y una especie ed azúcar en terrón de la for
ma y grandor de un ladrillo cuadrado y duro
que se conserva fácilmente y es de grandísimo
uso. (Su nombre castellano sería chancaca ó
panela). L a cosecha de cereales este año, á pesar
de las continuas llu\*ias que anegaron y dete
rioraron las campiñas del Matto Grosso, fué
copiosa. Y sin embargo, muy pronto quedare
mos sin provisiones dado el aumento de los in-
zaban nuestras esperanzas : los indios acababan
de ser víctimas de una feroz matanza y se ha
bían internado en las florestas que rodeaban
nuestra humilde vi\ienda ; temiaraos, pues, que
tomaran venganza en nosotros. Mas cuando em
pezamos á ver y palpar el fruto de nuestros tra
bajos, nuestro entusiasmo fué tal que sin haber
terminado los trabajos de formación de la pri
mera colonia, alzamos otras tiendas en las ver
des riberas del Río Barreiro ó das Garfas, misión
que, como S. R. sabe, pusimos bajo el am
paro de nuestra Madre común, María Sma. en
su título de Inmaculada Concepción.
Cottlinuará.
—
7
0
—
Circuye un rectángulo de 150 metros de largo
pór’róo
de ancho una fuerte pared de cinta que se
9 través del Ecuador
interrumpe frente á un edificio bástante sólido
cuyo centro señala un segundo piso que remata
(Relación del P. Abrahán Aguilera),
en torrecilla. Esa interrupción la llenan las estatuas
(Coiitiiuinción).
de Ips.docc apóstoles puestas allí ppr feliz y muy
significativa ocurrencia. Siguiendo •nos metemos
vtíen un zaguán á derecha del,cual está, la.Capilla,
á la izquierda un espacioso salón, de frente un jar
A toch a.
dín entre cuyas flores finas y silvestres campean
los naranjos, los limoneros y manzanos como ob
A la mañana siguiente agradecí como agradezco
y agradcceró siempre, el hospedaje de los ínclitos sequio de La Virgen dé /a'gTiíía que se levanta en
Hijos del glorioso Patriarca Santo Domingo de el centro de uno de los lados. Rodea al jardín un
Guzmán. A las ocho y cuarto ya estaba en el No cuadrado de pórticos á que tienen salida las piezas
viciado de Atocha. ¡Ah ! ¡Qué dulce ambiente ! del cuerpo principal, del edificio. Detrás del brazo
qué recuerdos ! Atoclia, sus muros silenciosos é (jue mira al noroeste un solar extenso y llano; som
breado por numerosos sauces, sirve para las recrea
imi>regnados de alegría, son la morada de la paz.
También en lejanas tierras existe para mí un lugar ciones. La historia de este Noviciado se enlaza con
las del Seminario diocesano ; más tarde pasó á las
])reciad(), que recuerdo con más cariño que Tacuna...
Pero... no es el caso de reminiscencias.... Volvamos tropas que casi lo destruyeron. Desde que es pro
piedad de los Salesianos, éstos lo han ido retocando
á nuestro objeto.
Más (¡uc solemne, evangélica fué la recepción poco á poco en términos que hoy es una casa de
que el pueblo y el Noviciado de Atocha hicieron a cente y cómoda. El Noviciado goza de un clima
Monreñor Costamagna. Los Udps PP. Valle y Del excelente y de un silencio y quietud que ofrecen
á Dios un desierio para las almas.
Curto, el Sr. Cura de Santa Rosa y sus coadjutores,
Monseñor ha quedado muy complacido del Seel Dr. José Marmno Romero párroco do Atocha,
los novicios, aspirantes y otros varios fueron á ininário Salesiano de Atocha esperanza que es de
encontrarlo en Ambato. Todo el trayecto fué un nuestra Congregación porque las vocaciones no
sucederse de sorpre.sas y ternuras : como ríos de faltan, y el carácter ecuatoriano ha dado cien veces
todas j)arto3 manaba, gente, do todas partes llo- pruebas evidentes de fidelidad á las banderas'de
\ ian flores y á cada paso el amor se dejaba sorpren D. Mosco.
Durante los seis días de nuestra permanencia en
der en el entusiasmo y alborozo (jue todo lo per
Atocha, Monseñor se dedicó á enfervorizar é ins
fumaban.
la entrada del Noviciado estaban dispuestos truir á los novicios y aspirantes, .predicándoles
en fila todos los niños de la escuela con sendas pal todas las mañanas en la santa Misa sobre la sagrada
mas en la mano. Al divisar al Obispo lanzan un .Eucaristía y María Sma. y haciéndoles por la tarde
grito diciendo : lienedictus qui venit in nomine Do- conferencias sobre catecismo, liturgia, ascética y
tnini; se arrodillan y alfombran á su paso la tierra canto eclesiástico.
Dió también dos veces las confirmaciones en la
con las verdes ramas, pata que nada faltase de lo
que narra el sagrado Kvangelio de los niños de los Iglesia parroquial de Atocha, y. una en la de .“^mhebreos. ¡.\h ! Qué tierna escena ! Furtivas lágri bato.
Así los seis días nos parecieron uno y Monseñor
mas bañaron las mejillas del conmovido Pastor,
tributo que con él pagaron también muchos de los visiblemente conmovido se despidió una noche
do ‘ ‘ esa feliz morada en la que, dijo, al sei yo niño
presentes.
me cncerra.ía abandonando los halagos y las pomAdeixtro le esperaban nuevas demostraciones,
nuevos cánticos, nuevas ofrendas, nuevos corazones p¡is del mundo : tal es la felicidad que se goza en
esta tierra de bendición.”
en una palabra.
Rezó la Misa á las dos y media de la mañana si
Creo á propósito dar una ligera idea del Novi
ciado ya que para nuestra Congregación esto re guiente. porque la diligencia parte do Ambato á
las cuatro, á fin de llegar a Quito a las seis de la
visto la mayor importancia é interés.
Desde luego todo se me presenta favorable. Co tardo. Las últimas expresiones de cariño por ambas
locada está la Casa en las alturas' de las lomas que p.artcs fueron tiernas y serán indelebles.
por el norte coronan la ho>’a tío .\mbiito. entre
Monseñor pensaba llegar de soiqiresa á la Capital,
millares y millares do eucali]>tus v capulics que dan- jiero los quiteños no se dejaron sorprender, antes
ai conjunto el aSjxecio de un paraíso terrenal. La bien lo sorprendieron con ese acompañamiento que
miendo los pies del monte, corre bullicioso el rio honrara al mismo- Czar. Nos despedimos, pues, de
nuestros compañeros de la diligencia, y tomamos
Ambato y á la sombra de perales, manzanares y
salcedas se cruzan umus con otnui las callejuelas .asiento en los coches después de la acostumbradas
del i>ueblecito, hernioso y atrayente como todo lo ceremonias de,etiqueta y en este caso mejor diré
nuevo, feliz y religioso como todo lo inocente.
de amistad, porque nuestros Cooperadores qui
Dejamos á parte las chozas y los nuos palacios teños se la merecen en toda la extensión de la pa
distintos en lustre, grandor y posición, y vamos labra. desde el momento que existe entre ellos y
al recinto que la gente acostumbra llamar Seminario los Salcsi.anos una solidaridad de ideas y de acción,
de .\tocha y nosotros decimos Noviciado Siilesiano tal. que ante la Iglesia y la Patria figuran como un
solo cuerpo, respetable por sus miembros, simpádel Sagrado Corazón.
—
71
—
Monseñor tuvo palabias de encomio para él, sus
tico por sus fines, invencible por sus medios y fuerte
colaboradores y los niños, asi como' las tu^’o de
por sü organización y vida. '
Eli el callejón que por la cuesta del Ichimbia sube agradecimiento para los Sres. Canónigos y demás
á La Tola, el pueblo había levantado numerosas que habían salido á recibirlo;;^ Comenzó .diciendo
que no tenía palabras para exteriorizar sus .con
y elegantes áreos. No bieíi^ ásomó Mop^ñoj:. en la
encrucijada se echaron las campanas á vuelo, y la mociones, y esto viene muy al caso para m í, pu^
banda del Cqlegio ^ejecutó unas piezas en que se vqo .que no he dicho de la. linda recepción, cuanto
lució no mei>os ia¡ pericia.'dd Máeptrq, que la apli 'hi?biera;d;eseádb. ■
No dejaré, 'sin embargo, .dé'dar vma mirada á la
cación y genio musical de los alumnos. A la cabeza
Monseñor xodeado de las altas personalidades de hermosa Quito',- la antigua papttal de los shiris y
los-incas, qUe desde aquí se' me presenta toda enla sociedád-'quiteña, y-detrás el pueblo que'aela-
C olon ia del Sgdo. C orazón .
Grupo de niñas Boróros ya bautizadas.
maba al Obispo Salesiano, rompimos la marcha
hasta llegar al Colegio en cuyos patios se había
formado una calle de ñores y de arcos. Lo acertado,
lo bien distribuido y lo pomposo del programa de
recibimiento, manifestaban la actiN-a dirección del
Rdo. P. Rocca, de quien se ha dicho * pequeño,
pero revolucionario * pues es tal su táctica y entu
siasmo que su querer electriza y atrae aun á los
anticlericales. ¡Y qué bien ha caído este Padre en
la ciudad de Quito, endonde la Congregación íué
afligida por tan dolorosas borrascas ! Hoy que el
P. Guido maneja el timón, la navecilla ha vuelto
á emprender su marcha caprichosa y \iento en
popa. ¡Deo %ralias!
tera circundada por los vecinos montes : el doblo
Pichichincha, el singular Panecillo y las otras simé
tricas cadenas que completan el circulo por el norte
y por el este. W’olf opina que los habitantes no pa
san de 40.000, otros le dan hasta el doble. A pesar
de que el plano de la ciudad se extiende en los decli
ves del Pichincha, tiene, sin embargo, las calles
bastante rectas y edificios de valía como las Iglesias
entre las cuales sobresalen la Catedral, la de la
Compañía, S. Francisco, la Merced, Santo Domingo,
San Agustín, etc.; palacios particulares y estableci
mientos públicos como el episcopio, el Seminario,
el Observatorio astronómico, el Protectorado, el
Panóptico, etc.
* * * EL CULTO * * *
de MARIA AUXILIADORA
O ,^
NÓB tenem os la persuasión de que, en las vicisitudes dolorosas de los tiem pos
que atravesam os, no nos quedan m ás consuelos que los del Cielo, y entre éstos, la
poderosa protección de la Vii^en bendita, que fué en todo tiem po el Auxilio de los
Cristianos.
PIO X.
III.
La 5 o l 6 i T i n i d a d .
"’IX ^ pTiticipio del Biglo décimonono, dTapoM '\
^ dcBpuéB de haber conquistado
la mitad de Siiropa, no pudiendo consiguir
con palabras que el J'^apa le cediese sus do
minios, se valió de la fuerza, dio se inmutó
por esto el varonil ánimo de J^io V I I : g
el sacrilego emperador lo hizo prisionero g
desterró.
Roma á d^renoble, el viaje del
augusto prisionero fue un triunfo; g diapoleón, tiritado por las demostraciones de ca
riño g veneración prodigadas al indefenso
anciano, ordenó que fuese conducido de nuevo
á Stalia, \f dc.Merrado en Savona, donde lo
estuvo tres años, l/as cadenas en un princi
pio parecían de oro; pero se convirtieron de
hicno. Se le quitó al JRapa todo libro, hasta
el breviario l g se le puso en completa in
comunicación con los fieles. 2/ después de tres
años, para hacerle sufrir rnagores tormentos,
diapoleón le hizo conducir á Pontaincblcau.
S I pobre anciano llegó al dltonccnisio casi
agonizante: los i-eligiosos de aquel convento
le administraron el santísimo Idiático.t dio
obstante, después de dieziséis días g dieziséis
noches de incrcible.i sufrimientos llegó al cas
tillo de h'ontaincbkau.
ó^emía en la amarga prisión elsanto^Pontificc; y á los cristianos el único medio que
les quedaba para socorrerlo era la oración,
fu é entonces cuando ^pío V II hizo la pro
mesa de establecer una /¡esta en honor de
dlTaría <Jluxiliadora, si la Birgen le con
cedía la gracia de volver á la ciudad
eterna.
Sntretanto, todo le sonreía al terrible con
quistador. ba fama de sus victorias resonaba
por todo el mundo, g él. después de haber
visto en Q)resda que los soberanos de Suropa le reverenciaban como humildes vasallos,
lleno de confanza llevó sus armas al centro
de Rusia. ^Aunque había dicho que las excumuniones con que el J^apa le había fulmi
nado no harían caer las armas de las ma
nos de sus soldados, ^io s se encargó de
hacerle retirar estas impías palabras. Sn
efecto, en la expedición de Rusia, el frío se
apoderó de tal manera de sus soldados que
se les caían las armas de las manos. de
quinientos m il que pasaron el fiem en, apenas
volvieron veinte mil. Obstinado, organizó un
nuevo ejército; pero en Lipsia, en la batalla
de los pueblos, fué nuevamente derrotado g
la tvopas vencedoras entraron en francía.
flTapolcón, temiendo que le arrebatasen al
pontífice, le mandó á Savona, g después
de dos meses se vió obligado á abrirle las
puertas de la cárcel.
J^io V II reqresó á Roma, donde hizo su
entrada entre los aplausos del pueblo romano
el 2bl- de Üliago de iS A , cuando su opresor
había firmado la dolorosa renuncia al Im
perio en el antes nombrado castillo de Pon-
—
taincblcau y estaba y a desterrado en la isla
de Slba.
_J^io \ II intimamente convencido de que su
libertad era obra de la M adre de
cujus pofcnfcni opcni, d ipsc inipcnsc imploravcroí cí ú6 ómnibus Círisli fídcliSus im
ploran curav'craJ: cuyo poderoso auxilio
había implorado y hecho implorar á todos
los fieles; en acción de gracias por tan serlalado favor mandó que ii|^ pcrpduuiii el
24 de |12üvo, faustísimo aniversario de su
retorno triunfal á Roma, se celebrase una
festa solemne en honor de dlXaria, J Í u^kíIÍo
de los Grisliar^os.
Rumanamente hablando, cualquiera habría
dicho que entonces la devoción y culto de dlTaria
oAuxiliadora, habla alcanzado todo su esplen
dor. V en vez de esto, cabalmente en aquel
mismo año nacía aquel del cual Q)ios se
quería servir para acrecentar y maravillosa
mente paopagar en el mundo esta consola
dora derocción. Q). cRosco nace Justamente el
16 de oAgosto del 1615.
(Qontinuará).
73
—
tual. Públicamente se dan las gracias al Auxi
lio de los Cristianos, y se publica la gracia
en el
Bo.'citn.
U n Cooperador.
Arrecife (Canarias), 1905.
P o rten to sa curación.
Habiendo enfermado un hijito mío de fiebre
infecciosa y temiendo un funesto desenlace,
acudí lleno de confianza á la que con justo
título se llama Auxilio de los cristianos, em
pezando la novena tan reconiemlada por su
fiel siervo Don Hosco; y para más obligarla
mandé celebrar una misa y di una limosna
para los huérfanos de las Escuelas de Artos
y Oficios de Sarriá, solicitando el cuncurso <lo
•SUS oraciones.
La gracia no se hizo esperar, pues el tercer
día de la novena, después de haber dado al
paciente agua de la milagrosa gruta de Lour
des, se presentó un sudor muy abundante y
la fiebre desapareció por completo: hoy se en
cuentra completamente restablecido, con extrañeza de los médicos.
Sumamente agradecidos por tal favor nos
hacemos un deber de publicarlo para excitar
más y más la confianza de los atribulados á
acudir á tan bondadosa madre.
R ic a r d o A
Almodovar del Campo, .N'bre. 17 de 1905.
ñón
U na n u eva g ra c ia de M aría.
P orten to sin gular.
Encontrándose en cama durmiendo un Coo
perador Salesiano, se le desplomó todo el te
cho raso de la habitación donde se encontraba.
Tansolo tuvo tiempo de invocar á María Au
xiliadora, y los escombros del techo queda
ron detenidos en la cabecera de la cama, ha
biéndose salvado milagrosamente , y saliendo
completamente ileso.
Hay la particularidad, de haber caído todo,
absolutamente todo lo que había en la habi
tación, excepto el cuadro de la Santísima Vir
gen, y el del Apóstol Santiago, Patrono de
España.
Esto ocurrió, en esta ciudad de Arrecife de
_Lanzarote, un sábado del mes de María, á las
8 4 de la mañana en el momento en que se
Í
A mi hija JuHta, á los tres días de nacer
se le vió un tumorcito en la cabeza; inmedia
tamente consultamos á cuatro médicos, los
cuales dijeron ser una hernia del cerebro y uno
de ellos dijo á mis parientes, que mi hija
se moría y que si viviese sería tonta, me la
vió otro quinto médico y me dijo que no era
hernia pero que había que operar sin reme
dio. Sostuve una lucha muy grande pues si
era hernia, al pincharla moría en el acto y si
no le pinchaba me decía el último médico que
podía serle perjudicial. Empecé una novena á
Mana Auxiliadora y ofrecí publicar la gracia,
si á mi hijita no le era necesaria la opera
ción y así fué; pues en los nueve días fué
bajando el tumor y el mismo médico dijo
que ya no era necesaria operación alguna, y
hoy está mi hija completamente bien, va á
ser tres meses y no puede estar más lista,
gracias á María Auxiliadora á quien no .sé
cómo darle gracias por tanto bien como me
hace.
M e r c e d e s \ 'a l c á r c e l
Santibáñez de Vidríales, íZamora), 1905.
U na g ra cia e x trao rd in aria
de M a ría A u x ilia d o ra .
'I’enía yo á mi hija gravemente enferma desde
el otoño del año pasado cuando en Noviembre
i'iltimo fué i)resa de fuerte pulmonía seguida
de una continua calentura tifoidea que la te
nían á las puertas de la muerte, tanto es así
que los tres médicos que la asistían la dieron
por despachada.
Y o entonces sumamente angustiada acudí á
María Auxiliadora y á Ella me encomendé con
toda mi alma, empezamos una novena en su
honor y prometí que si la Virgen sanaba á la
enferma, publicaría la gracia y el día de su
procesión mi hija acompañaría á la Imagen de
María Auxiliadora, teniendo puesto el mismo
vestido que debía haberle servido para amor
tajarla. Entre tanto llamé á un cuarto médico
(im; tampoco nos daba esperanza, sin embargo
A las veinte y cuatro horas estaba mi hija
fuera de peligro. Empezó entonces y continuó
la mejoría muy notablemente y en el mes de
Diciemljrc ya estaba completamente buena.
Mi hija asistió este año á la procesión acom
pañando á la Imagen de su bondadosa Bienhe
chora en la forma prometida y hoy cumjdo
esta 2“ parte de mi promesa suiilicando A V. R.
se digne hacer piiblico cuanto (jueda dicho
para gloria de Dios y de María Auxiliadora.
Sevilla, Junio de 1905C akm kn
Cumplo con el deber de hacer público este
hecho, agradeciéndole publicar esta gracia en
el Boletín Salesiano. \Honor á María Auxilia
dora ! En prueba de agradecimiento he puesto
su Imagen en la clase para invocarla todos
los días.
C
a m il o
C. P alm a G ornaz
Regente.
Pichidegua (Chile), Octubre 30 de 1905.
***
El día 9 de Septiembre amaneció mi hijo
Miguel Begines con pulmonía y una grave
afección cardíaca; reconocido por el médico,
declaró este á mi esposa que el caso era des
esperado y que la ciencia no tenía recursos
para atajar el mal.
Profundamente apenados, volvimos los ojos
A la que es Auxilio de los cristianos y pusimos
debajo de la almohada del enfermo una me
dalla y un escapulario de la Virgen bendita.
Desde este momento, la terrible enfermedad
fué cediendo con tal rapidez, que el día 18
nuestro Miguelito estaba perfectamente curado.
Teniendo hecha promesa de publicar esta
gracia y deseando propagar el amor á la Virgen
de D. Bosco, hago público mi agradecimiento
en las páginas de este Boletín.
F
r a n c is c o
B e g in e s .
utrera, 8 de Diciembre de 1905.
Parra
y P in o .
Señalado favor.
D euda de gratitu d.
Se había declarado en este pueblo la epi
demia de la « Difteria » haciendo innumera
bles estragos, pues todos los niños que caían
victima de esta cruel enfermedad morían irremeiliablemcntc. A varios niños de esta escuela
A pesar de los sumos cuidados que usaba per
sonalmente el que suscribe, les dió la difteria
y fallecieron.
Cuando creía que se habría conchudo la
cpitlemia, cayó enfermo el alumno Luis An
tonio Araya C., el cual era estimado por su
buena conducta no solamente por mí sino tam
bién por lodos sus compañeros de estudio;
habiendo perdido h s esperanzas de que se sal
vase A pesar de los cuidados m édicos. todos
nosotros recurrimos A la que es Salud de los
enfermos, invocAndola do todo corazón. Se dijo
una Mis;i en honor de María Auxiliadora y
más de cien niños de esta escuela ofrecieron
la Siigratla Comunión para conseguir la salud
de nuestro querido niño. Nuestras esperanzas
no salieron fallidas pues A los pocos días Luis
Antonio goz.aha de muy buena salud y ahora
puede asistir A las ebses.
Había un joven, victima de una terrible tisis,
que le hacia próxima la muerte. Sin embargo,
todavía tenia en más grave estado el alma, pu^
que no sólo estaba alejado de sus deberes reli
giosos, sino que rechazaba terminantemente al
que se le hablaba de Dios, ni de su sacrosanta
religión. Viendo que la muerte se iba acercando
y que eran dcl todo inútiles cuantas tentativas
se hicieron por parte de varios significadas per
sonas para lograr la conversión del enfermo,
se tuvo la feliz idea de meter una medalla de
María Auxiliadora envuelta en una estampa de
Sta Catalina de Sena, en la almohada de su
cama. Y ;prodigio del Cielo! el mismo día es
tuvo A visitarle un fervoroso Señor para entrar
en relaciones con respecto al capital asunto de
su alma, recibiendo bien la visita el enfermo,
lo cual se repitió hasta que estuvo suficiente
mente instruido. A los siete dias, el enfermo
recibió los Santos Sacramentos y después de
luchar varios dias con la enfermedad, en cuyo
periodo de tiempo, volvió á recibir el santo \’ii
tico, el joven murió, demostrando gran confor
midad A la voluntad del Señor.
De otras muchas gracias pudiera dar cuenta
pero sólo haré mención de haber recobrado
salud algunos enfermos y del feliz arreglo de u&
;i
/3
negocio temporal confiado á la tiemisima Vir
gen María. ¡Alabémosla, pues, honrémosla é
imitémosla siempre!
U n C ooperador.
U na gracia de M aría A uxiliadora.
Hallándose mi hija menor acometida de grave
indigestión acompañada de intensas convulsiones,
sin que los muchos medios puestos en prác
tica hubiesen producido el resultado apetecido;
comenzamos á la Benditísima Madre de Dios, y
Auxilio de los Cristianos, el triduo para pedirla
la salud de la enfermita, y en aquel mismo ins
tante cesaron las convulsiones, y se inició la
mejoría que después continuó, hasta este mo
mento, segundo día del triduo , en que ha au
mentado, por lo cual me apresuro á dar las
gracias á tan Excelsa Madre, cumpliendo lo que
prometí.
A la misma Piísima Madre la ruego me ob
tenga de su Santísimo Hijo, el Dulcísimo Jesús
la merced que de nuevo le pido.
Doctor A.
Salamanca, 24 de Octubre de 1905.
¡G racias, M adre m ía!
Con gran satisfacción doy hoy cumplimiento
á un sagrado deber de gratitud para con nuestra
amantísima Madre, María Auxiliadora, por la
gracia especial que de Ella he recibido.
A consecuencia de tener pendiente un asunto
de grandísimo interés para mi, que no podía
solucionarse como deseaba más que por me
diación de tan bondadosa Madre, supliqué á tan
Excelsa Protectora me sacase airoso de él, y
habiéndose dignado oír mis fervientes ruegos,
con el mayor gusto cumplo mi promesa de pu
blicar esta gracia en el Boletín Salesiano, dando
además una limosna para la Obra de D. Bo.sco.
María (Almería), 30 de Octubre de 1905.
Ju a n A
l i .a g a
S errano.
E l m ejor de los remedios.
Hallándome gravemente enferma de una pul
monía complicada con otras dos graves enfer
medades, me aconsejaron que recurriese á María
Auxiliadora y me pusiese la medalla al cuello.
Así lo hice con gran devoción prometiendo si
mejoraba, hacer la novena, dar una limosna y
publicarlo en el Boletín Salesiano. A la hora de
hacer mi promesa sentí alivio en mis dolores
con la particularidad de presentarse en mi casa
un médico, sin llamarle, que comprendió todo
lo grave de mi situación y auguió mal fin. Sin
embargo él vió la que otros médicos no vieron,
y poniendo mi confianza en la Madre del cielo,
se comenzó la novena en mi habitación, y al
séptimo día ya pude rezarle de rodillas con
los demás, por lo que doy gracias á María .Au
xiliadora y cumplo mi promesa.
Una
L
nueva
C ooperadora.
U n a M edalla de M arta A uxiliadora.
María Francisca de Jesús A , tenia una hernia
umbilical, la cual fuc notada demasiado tarde;
calcúlese, cuál no seria nuestra pena angustiosa
pues solamente con una operación podía re
mediarse al mal, para lo cual había que esperar
mayor edad.
Encomendárnosla de todo corazón á la Sma.
Virgen María Auxiliadora y la pusimos una me
dalla bendita; algunos días después estaba per
fectamente buena y sana.
¡ Oh cuán misericordiosa fuiste. Madre mia,
para con nosotros; y qué bien demostraste, tu
sublime y omnímodo poder, dejando perfecta
mente buena y sana á nuestra hijita!!
Te alabamos y damos gracias de todo cora
zón.
K. F e d e r ic o A
Guatemala (América-Central), 1905.
r é v a i .o .
£1 m ejor talism án.
Hace cerca de un año, me encontraba muy
enferma; fui operada y me extrajeron un gran
tumor. Pocos días después me sobrevino una
neumonía, y los Doctores viendo mi gravísimo
estado, no me daban más de dos horas de
vida. Una bondadosa amiga, me puso una me
dalla de María Auxiliadora, é inmediatamente
se puso á hacer una novena á la Sma. Virgen
Auxiliadora, prometiéndole que si me sanaba se
publicaría la gracia ; muy pronto fui mejorando
y gracias á la Sma. Virgen, y á mi bondadosa
amiga intercesora, me encuentro buena y sana.
i Oh María ! no hallo palabras con que expre
saros mi gratitud !
C a r m e n M a r t í n e z \ 'd a . d e ME/..t.
Guatemala, Obre, de 1905.
V isib le gracia.
Atacado mi esposo de una pulmonía fulmi
nante, acudí á María Auxiliadora por medio de
una fervorosa súplica; pues puede decirse que
inmediatamente me fué concedida la gracia, en
contrándose al poco tiempo restablecido, y damlo
esperanza de larga vida, después de haber sido
desahuciado por lo médicos.
Vióse al mismo tiempo una hija mia de to
anos atacada de un tumor en una rodilla, acudí
nuevamente por medio de súplicas á la .sagrada
Virgen, la cual me concedió la gracia inmedia
tamente.
Asi es que habiendo dado cumplimiento á mis
promesas doy las repelidas gracia.s á la Divina
Virgen.
U na D e v o t a .
S in cortarse la m ano.
Terribles dolores causaba á una joven de 22
años un tumor que se le había presentado en
una mano.
Hasta ocho fueron los médicos, que la ví.sitaron en Sevilla y todos á una aseguraban no
haber otro remedio que cortar la mano.
—
76
La joven enferma y su familia no podían su
jetarse á ese remedio tan penoso, y acudiendo
sí la que es Auxilio de los Cristianos, hicieron
ron todo el fervor posible una novena confiando
en su bondad.
La joven, sin esperarlo fué llamada á Madrid
por una tía suya, la cual la recomendó á varios
médicos de la Corte.
Casi todos confirmaban que el mal era grave
y los más se inclinaban á creer que .se le debía
hacer la amputación.
Mas por fin un médico de mucho renombre,
después de la 2“ visita aseguró no ser nece
sario cortar la mano sino más bien .sacarle el
tumor lo cual hizo con suma facilidail y felicí
simo resultado iirecisamente en el mismo mo
mento en que su familia estaba en la Trinidad
delante tlel Altar de María Auxliadora confe
sando, comulgando y rezando para el buen éxito
de la operación.
Gracias á María Auxiliadora, sus esperanzas no
fueron frustradas, pues ni siquiera tuvo calentura
ni otra molestia ; inmediatamente enijiezó á me
jorar y en breve volvió á Sevilla á visitar á su
celestial bienhechora á la cual ofreció un her
moso ex-voto de plata que será como perjietuo testimonio de su agradecimiento á su bontludo.sa Madre María Auxiliadora.
CoN ciüPcióN L u n a ,
Sevilla, 1905.
V iv a M aría.
Padecía una molcstlti. horrible en la garganta
durante la cual agoté todos los remedios que la
medicina ()odia facilitarme. Un día en un ter
rible y prolongado ataque llamé en mi auxilio
á nuestra bendita Madre la cual me libró en el
momento de aquella penosísima molestia sin que
después se me haya vuelto á presentar tan pe
noso accidente. Y hace unas tres semanas se me
hinchó un pie inllamándo.seme la pierna hasta
cerca de la rodilla. Sentía dolores agudísimos
y no pudiendo estar en pie tuve que guardar
cama cosa que me afligió pues se me liada triste
no poder cumplir con mis ol)ligacÍones. Me en
comendé á María Auxiliadora con todas las ve
ras de mi alma y esta dulce Madre me oyó de
.seguida pues á la tnañana siguiente la hincha
zón cedió y yo quedé bien y bendiciendo á tan
excelsa Reina.
M i a g ra d e c id o a fe cto h a cia K llu e s la tu o , qu e
o ja lá p u d ie se jiu b líc a r p o r to d o el u n iv e rs o lo s
fa v o re s tan to e sp iritu a le s Ciiunio c o rp o ra le s qu e
le d e b o y asi c o n c lu y o d ie ic tu lo q u e d e sd e h ace
c in c o añ o s ja m á s le he p e d id o su fa v o r q u e ivo
lo . huya e x p crim en ta tlo . H em lita .sea.
Pido uita oración á los que lean estas líneas
que el reconocimiento me dieta.
S . A . d e J.
Portento singular.
Kstanilo el .Sr. .\lfonso Menocal examinando
su revólver, se le disparó malamente, penetrán
dole una bala en el vientre. Fituar la afiicción
-
y consternación de la familia, es imposible. Yo
que tal vi, le encomeodé con todas mis veras
á María Sma. Auxiliadora, prometiéndole que si
le libraba de la muerte se haría Cooperador
Salesiano y publicaríamos la gracia.
La Virgen nos escuchó y dicho Señor está
bastante bueno, por lo cual, llena de gratitud,
cumplemos nuestras promesas.
M a r g a r it a S e v i l l a .
Granada (Nicaragua), Obre, i del 1905.
V a rio s favores.
Padecía de una afección de gargante hacía
más de 2 años y los médicos me diagnosticaron
que era laringitis. Acudí á María Auxiliadora
por medio de una novena, prometiéndole una
limo.sna, trabajar por la obra de D. Bosco y pu
blicar la gracia.
Obtenida ésta, hago público mí reconocimiento
á tan excelsa Señora.
C o n s t a n t in o L a r r a r s , Pbro.
Calanda (Teruel Espafla).
M ontevideo R . O. — F. A. G. Encontrán
dome el año pasado enferma de bastante cui
dado, recurrí con fe y confianza á María Auxi
liadora, prometiendo enviar una limosna y pu
blicar la gracia en el Boletiii Salesiano. Al poco
tiempo habían sido escuchadas mis súplicas aun
más de lo que yo esperaba. Agradecida cumplo
con mi promesa.
— T. M . P. Agradecida por una gracia de
María Auxiliadora cumple con su promesa ha
ciendo celebrar tres misas en su Santuario.
— M . G. C Ofrecí á María Auxiliadora pu
blicar en el Boletín si me concedía una gracia.
Hoy dándole gracias cumplo con lo prometido.
— F. P. Por una gracia recibitla de María
Auxiliadora da una limo.sna, al mismo tiempo
haciendo pública su gran misericordia.
— Juana áí. Bacna da gracias á María Auxi
liadora por un favor recibido.
M álaga (España). — A. U. tle Lacave por
un favor recibido.
Dao también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
A rrecife (C an arias). — Un Cooperador Salesiano áA
gracia s á María .Auxiliadora por haberle niejonulo de una pierna qu e no le perm itía cam inar.
B ucaram anga (Colom bia) — S-Jia Catnacho M. Por
una gracia recibida en íhvor de un m iem bro de
fam ilia.
B arcelona (España). - - Mrreedes Serra. P or haberla
curado de unas fiebres m align as.
Ibidem . — .V. K . Por haberle curado de grave
enferm edad á un n ietecito.
C ali ^Colombia) — J . L . S. Por haberle ayudado
eficarm ente en criticas circun stancias.
—
Carmona — Carmen E . de Fernández, Por ha
berle salvado á su hija de una grave meningitis.
Cabeza de Buey. — Matilde NúTiez. Por un gran
favor recibido.
Ibídem. — Marta de B . S. Por una gracia obte
nida.
Ibidem. — Lucio Arias A . Por un favor singular.
Cartagena (Colombia) — Celedonia Mariinez F .
Por haberle socorrido visiblemente en una grave
enfermedad.
Ibidem. — Carlota del Rio. Por una gracia se
mejante.
Cádiz (España). — N . N . de profesión militar
da infinitas gracias á María .Auxiliadora por ha
berle otorgado la salud en una peligrosa enfermedad.
Callao (Perú). — Soraida Bntta. Por haberle otor
gado un gran favor espiritual.
Cantalapiedra (Salamanca-Espana). — P ilar Cua
drado. Por el feliz desenlace en una muy peligrosa
enfermedad.
Ibidem. — Inés Castellanos. Por grandes favores
obtenidos.
Ibidem. — Petra Vega y Fam ilia. Por haberle
devuelto la salud, al contacto de una medalla, á
una hija suya, agonizante ya.
Gerona (España). — Francisco Anglada y Sra.
Por haber alcanzado milagrosamente la salud de
su hijo Pepito gra%'emente enfermo.
Guatemala (Gual.). — J . R . B . S. Por una gra
cia singular.
Ibidem. — A . de S. Por haber obtenido la sa
lud.
Jaca (España), — Un devoto de María A . Por
haberle concedido la salud á un hermano enfermo
de gravedad.
Jaén (España). — Un Seminarista. Por haberle
sanado de molestísimos dolores de cabeza.
Huelva (España). — N . N . Habiéndome caído
manteca ardiente en el rostro me desfiguró com
pletamente. Invoqué á María y me ha sanado.
Habana (Cuba). — E . S. María Sma. me ha
escuchado en una gran tribulación.
La Bisbal. — Rodolfo de Olmer. Por haber sa
cado bien á mi esposa en una peligrosa operación.
L a s Palm as (G ran C anaria). — Soledad Sánchez
de P. Por m uchos favores obtenidos y otros que
desea obtener.
La Plata (Argentina). — Josefina Berreta. Con
toda la efusión da gracias por haberle concedido
la salud.
Mon (Alicante). — A . Ch. S. Tenía á mi hijo
tan gravemente enfermo de sarampión que los méilicos lo desahuciaron. Acudí á María Auxiliadora,
y hoy mi hijo esté perfectamente sano.
Marú (A lm ería). — María Pérez. P or un favor
recibido.
Ibidem. — Encamación Gómez. Por habernos
otorgado la salud de una parienta gravemente en
ferma.
Ibidem. — Lina Pérez. Por dos favores recibidos.
Ibidem. — Herminia Motos. Por tres señalados
favores.
Peñaflor. — Isabel de Cova y Ram. Por un señaladísinto favor.
77
—
P u en te G en il (España). — .1/. Baena de R . Por
la curación de mi h ijita desde m eses enferm a de al
ferecía.
P uerto de C abras (C anarias) — Isabel López,
a grad ecid a por favo res recibid o s.
Ibidem . — Daniel González de Oliva. P or favo
res recibidos ofrece dar periódicam ente m edio peso.
Ibidem . — Juana Montodeoca, agradecida manda
celebrar una m isa.
S ta . P a n . (G erona). — Isabel Vilarasa. P or el
a u xilio prestado á una herm ana mia en un grave
conflicto.
S e villa (E spañ a). — Concepción V. P adecía mi
padre de una g r a v e d o le n c ia , siendo inevitable
una operación . A cu d í á María A u xiliad o ra pidién
dole lo sanara sin necesidad d e operación y la
S m a . V irg e n escu ch ó mis ruegos.
Ibidem . — Rosario del Rey de E . P or varios fa
vo res, esp ecialm en te p or haber san ado á una hija
de ataqu es ep ilép tico s.
Ibidem . — Matia Alvarez. Por haberle otorgado
la salud d e su esp oso.
T eruel (E spañ a). — Antonia Aparicio Blasco. Por
un favo r sin gular.
T aram ón (C uenca). — Una devota. Por haberla
sacado bien en un asunto grave.
T etir (C anarias). — José Miranda Naranjo. Por
un gran favor.
Ibidem . — Concepción Barrios, por cura de en
ferm edad.
Ibidem . — Josefa Reyes Barrios, p or cura de
enferm edad.
Ibidem . — O tras person as, por favores recibidos.
Ibidem . — Mauricio Placeres, qu e habiendo ofre
cido salir á pedir de puerta en p uerta alguna li
m osna para la V irg e n A u x ilia d o ra p or un d o lo r en
una pierna, alcan zada la salud, descuida el cu m
p lim iento. D esp u és de algú n tiem po, le renace el
d o lo r otra vez, cum ple su oferta y vu elv e á cu
rarse.
V a len cia (España). — Carmen Belengucr. Por
haberle sanado á su hija de g ra v e s ataques ner
viosos.
Ibidem . — Francisca Benedito. P or haberla dado
la salud en unas fiebres m align as.
Ibidem . — Concepción Cosía. Por varios favores
recibidos.
Ibidem . — María Teresa Peció. Por un gran favor.
X . — Mercedes Valcarlel. P or un favo r señalado.
X . — N . N . Por la salud de su h ijita M.* Luisa.
X . — A ngel de Arambu y García Zapagoza. Por
dos señalados favores. — Carmelo Morenode Guerra.
L le n o de de esperanza acudí á María en un asunto
dificil, ofrecién dole una n oven a. A l tercer d ía el
favor estaba con cedido.
Imploran el favor de María Auxiliadora y piden
oraciones á los Cooperadores.
J. S . L . (A rrecife ). — Para o bten er una gracia.
Ibidem . — Un Cooperador. P or el m ism o fin.
L a s P alm as (G ran C an aria) — Soledad Sánchez»
C on el m ism o fin.
España.
Acudieron al acto unos 200 ex-alumnos, obreros
en su mayor parte ; inútil es decir que la más franca
cordialidad reinó entre ellos y los antiguos superio
res que al estrecharles la mano y recordar con ellos
los años, pasados y los tranquilos días de colegio
gozaron de los encantos que traen consigo los re
cuerdos de lo pasado, al paso que se consolaban
viendo el fruto de sus sacrificios. — Los inscritos
á la Asociación hasta el presente suben á 150, cifra
considerable si se tiene en cuenta que la mayor
parte de nuestros alumnos ó no son de la ciudad de
Barcelona ó pertenecen á familias que fácil y fre
cuentemente cambian de domicilio. De modo que
en los 150 asociados residentes en Barcelona vimos
representados á miles y miles de ellos que se hallan
esparcidos por toda esta provincia y por España y
que se unieron á estos en el acto de adhesión á la
obra Salesiana, de unión y amistad mutua en los
santos ideales de D. Bosco.
La semilla ha sido ya arrojada al surco fecundo ;
la gracia de Dios y la constancia harán brotar de
él abundantes frutos de bendición.
Por nuestra parte, al paso que ofrecemos á la
nueva Asociación nuestra débil mano, le deseamos
larga y próspera existencia y muchos imitadores.
A. d. C.
BARCELONA — inauguración de la Asociación de
los Antiguos Alumnos. — Ya posee Barcelona un
centro nids de vida social-católica y salesiana ; el
día 17 del jxlo Dbre. quedó constituida con sede en
el Instituto de S. José la Asociación de Antiguos
Alumnos de I). ISosco.
Hacía tiempo que muchos de los jóvenes exaliimnos, modelos de vida honrada y cristiana,
deseaban reunirse bajo una misma bandera y es
tablecer un centro formal do acción católica com])iiesto exclusivamente de antiguos alumnos de
1 >. Bosco ; pero mil circunstancias se lo habían im])odido hasta ahora. Es verdad que en las princi
pales festividades y con ocasión de la venida de
nuestros Superiores mayores solían acudir á Sarria
cspontánaniontt los buenos y agradecidos ex
alumnos, pero esta era una reunión de amistosos
ronierdos sin ningún carácter de reunión oficial.
Gracias á los esfuerzos del Sr. José Duran, del Sr.
K. Bolascll y varios otros, que por largo tiempo
trabajaron por la organización formal de la aso
ciación, y con la cooperación directa de los Supe
riores de Sarriá y de Barcelona, se redactó un
reglamento provisional, se enviaron circulares é
invitaciones á los antiguos alumnos y se preparó el
Los Salesianos en Salamanca. — En las Escuelas
acto de inauguración que resultó concurrido y
salesianas y Patronato de Industriales jóvenes de
hermoso.
esta capital la Obra de D. Bosco va produciendo
He aqui cómo el diario Las Noticias da cuenta los frutos morales y sociales que en día no lejano
dcl acto :
han de devolver la salud y la paz
'■ .Ante numerosa concurrencia se celebró el pa
....á esta sociedad desventurada
sado domingo, por la tarde, la inauguración de la
Qite bajo el peso de su orgullo mismo
Asociación do Antiguos Alumnos de las Casas SaRueda al profundo abismo
lesianas.
Acaso más enferma que culpada.
V ['residieron el acto el Exemo. Sr. marques de
.-\lós, como presidente honorario de dicha Asocia
En el corto espacio de un mes han tenido lugar
ción, y el canónigo doctor Vilarrasa, en represen varios actos que nos atraveríamos á llamar o^ras
tación del cardenal Casañas.
tantas palpitaciones magníficas, que revelan una
« Don Cayetano Pareja, en ttn elocuente discurso, •vida vigorosa, cuyo conocimento puede servir de
]Hiso do manifiesto á los concurrentes los fines que estímulo común á los que trabajamos por los inte
la dicha Asociación tiene en proyecto.
reses sociales de Jesucristo.
V i;i cuadro dramático, compuesto de antiguos
El día 3 de Diciembre se repartieron los premios
alumnos, y (iirigido por el señor Castells. puso en á los alumnos de las clases nocturnas que com
escena el drama en \m acto Catalunya, en donde prenden : música instrumental y vocal, dibujo,
el aficionado señor Huertas pudo mostrar las bue nxotlclación y letras. Asistieron al acto varios canas cualidades que le favorecen i.vvra dicha arte. tcílráticos de la Universidad y respebles sacerdotes
Es también digno de mencionar el trabajo que juntamente con distinguidas personalidades de
hizo dcl difícil })apcl de Simón el señor Castells.
esta culta ciudad.
El ajuste que siipieron dar A la obra cuantos to
Se habló de D. Bosco y del bien incalculable que
maron parte en ella íué acertado.
su Obra hace á los obreros ; y á la ^•erdad que la
V l'ig\iraban además en el programa vari;is com coyuntura era oportunísima y las ideas brotaban
posiciones literarijvs y musicales, siendo todíis ellas espontmicas en la mente de todos al ver aquellos
muy aplaudidas.
honrados hijos de trabajo, algunos de poblada
« Kl doctor Vilarr.ugi, al hacer el resumen de la barba y tiznado rostro, la mayor parte jóvenes
fiesta, dirigió ír;vses de elogio á los que en ella to llenos de bríos y de esperanzas, y también niños,
maron parte, é instigó á los socios en general para acercarse los unos con la sonrisa en los labios y el
que procuren perseverar en sus propósitos. »
rubor en el rostro, los otros atusándose el inci-
píente bigote, á recibir el premio de su laboriosidad
y buen comportamiento. El uno ostentaba ufano
su traje, el otro su diploma y todos las alegrías que
D. Bcáco sacó del fondo de su caridad inagotable
para derramarla á torrentes sobre tantos corazo
nes V saciar el hambre de paz y cariño que siente
el alma del obrero, tanto como su cuerpo siente
hambre de pan.
Y á propósito de obreros, permítasenos una ob
servación que la \'ista de éstos pone en nuestra
pluma. ¡Cuánto bien se hace á los niños de hoy en
este Colegio ! ¡Pero cuánto mayor se hace á los de
mañana formando ahora padres cristianos de estos
mozos que aun después de casados siguen siendo
miembros de la Compañía de S. José, es decir, cató
licos prácticos ! Ejemplos tenemos y muy recientes.
El bien que á la sociedad se hace con estos obreros,
es inmediato, es positvo y lo palpamos hoy mismo.
Volviendo ahora á nuestro asunto, nos es grato
consignar que el espíritu de D. Bosco penetra en
el alma de estos jóvenes obreros. Uno de ellos leyó
una hermosa oda á D. Bosco. No disgustarán á
los admiradores de D. Bosco estas estrofas finales :
Los bronces y los mármoles remueve.
Prepárale las páginas más bellas
De la Historia del siglo diez y nueve;
Tú que las fama de los hombres sellas
Cuenta, Cito, á los siglos venideros
Cuánto amó D. Juan Bosco á los obreros,
Y mientras duerme el sueño postrimero
A l arrullo del numen de la gloria
Y al canto del amor del orbe entero
Que bendice gozoso su memoria,
Búscale un genio que sus glorias cante
Y venga un Papa que su aliar levante.
El día de la Concepción organizaron los Socios
de la Compañía de S. José una lucidísima velada
en honor de la Inmaculada. El socio de la misma
y distinguido abogado, D. Angel M. de Arcos, leyó
un notabilísimo discurso acerca de la acción rege
neradora de la Obra de D. Bosco en la sociedad,
cuyos brillantes párrafos sentimos en el alma no
poder transcribir aquí. En fin, el cumpleaños de
la Congregación Salesiana fué solemnizado en toda
regla.
£1 domingo siguiente la Compañía dramática
de las Escuelas diurnas (pues hay tres compañías
dramáticas, la de los socios de S. José, la del Ora
torio festivo y la dicha) nos obsequió con « Los dos
Saboyanitos » y una zarzuelita para postre. Por
Navidad hubo la rifa tradicional. Para juzgar del
número y calidad de los objetos baste decir que de
300 niños que tomaron parte en la rifa 'casi todos
sacaron algo, y uno de unos 10 años se llevaba nada
menos que un pavo que pesaba casi tanto como él ;
otro iba embozado en una cap>a que acababa de
tocarle y debajo de un bulto que después resultó
ser un traje, un paquete de dulces y una camisa,
complemento sin duda de la capa.
concur
rencia estuvo animadísima. Los jóvenes de la Com
pañía de S. José todavía no estaban satisfechos y
se empeñaron en hacer pasar un rato agradable á
los Cooperadores con el drama <• S. Hermegildo »
que tuvieron que representar dos veces por los
muchos Cooperadores que deseaban verlo. Lo que
gustó la representación y lo que se lucieron los
actores, ya se supone sin que nosotros lo digamos.
Lle\’ado del entusiasmo un actor, aprovechando
un entreacto, propuso á la concurencia que se nom
brara una comisión para recaudar los fondos nece
sarios para el arreglo del local; pero que no se
diera el dinero al Sr. Director porque lo gasta con
los niños pobres.
En resumen : la Obra Salesiana prospera, la so
ciedad se salva, pauperes evangelizantur. Bendito
sea D. Bosco 1
Por América.
BARRANQUILLA (Colombia).— Fiestas Saleslanas.
Grata llegada. — De una correspondencia extrac
tamos lo que sigue : El 24 de Noviembre tuvo lugar
un hecho que nos llenó de alegría y que con gusto
damos á conocer á los lectores del Boletín.
A las 7 de la mañana la Banda Salesiana, tan
estimada ya en esta ciudad, estrenando un bonito
uniforme, regalo de algunas Cooperadoras, y arras
trando tras sí con las notas de una marcha á una
multitud de gente , se dirigía á la estación para
tomar allí el ferrocarril, é ir á Puerto Colombia
á encontrar á su amado Director el R. P. Ernesto
Briata. Revelábase en los rostros de los pequeños
artistas esa pura y tierna alegría causada por la
presencia del Padre á quien aman y por la satis
facción que produce la gratitud cuando se da á
conocer en alguna de sus manifestaciones.
El R. P. Briata después de 6 meses de ausencia,
ha vuelto de Italia á ocupar entre nosotros su
puesto, en las filas del trabajo. Muchos amigos fue
ron á recibirlo y á llevarle á bordo los abrazos y
felicitaciones de bienvenida, de los que pí)r estar
impedidos, tuvieron que j>ermanecer en sus casas.
Su llegada ha alegrado no sólo á sus amigos y
alumnos, sino también á todos sus feligreses, que
solícitos acudieron á saludarlo, dándole una prueba
del amor y est'ma que le profesan.
Bendición de un altar de María Aux. — El Con
cejo de la Cofradía de María .Auxiliadora le tenía
preparada al P. Briata una agradable sorpresa :
durante su ausencia había mandado hacer un be
llísimo altar de madera, que fué bendecido el 26
del mismo mes, con asistencia del Sr. Gobernador
del Departamento, de todas las cofradías de la
Parroquia y del R. P. E^■ asio Rabagliati, Inspector
general de los lazaretos de Colombia. Este altar y sus
adornos lo mismo que todas las ofrendas que con
tinuamente se hacen á María Auxiliadora, son una
muestra clara del amor que Barranquilla profesa
á la A'^irgen de D, Bosco. Sobre ese altar resalta
ahora más que nunca bella y embelesadora, de
jando ver de un solo golpe de vista todos los atrac
tivos de su hermosura, de tal manera , que no puede
uno salir de la iglesia de Sn. Roque, sin haberse
antes postrado ante ese emblema de encantos.
— 8o —
Solemne Sección. — Los RR. PP. Salesianos han
hecho en el Teatro Emiliano una premiación lujosa
á los niños de su escuela que obtuvieron las más
altas calificaciones en los exámenes. La platea es
taba completamente llena : tres cuartas partes eran
ocupadas por los niños de ambos sexos de las es
cuelas do la ciudad ; lo restante y algunos palcos
por los padres de los niños y algunas otras personas.
J')n el escenario, adornado al efecto se encontraban
el Sr. Alcalde y algunos miembros del Concejo
Municipal.
So reimrtioron entre los niños de la escuela y
clases do música instrumental y vocal lo diplomas,
9 medallas d e licia s e , 12 de 2* y algunos otros
premios. Los agraciados eran llamados de uno en
En una de las extremidades del patio, adornado
de gallardetes y banderas en cuyo centro se os
tentaba el retrato de la Santidad de Pío X, se había
levantado un vasto palco, donde ocupaban los
puestos de honor el Rmo. Sr. Obispo, el Exmo.
Sr. Gobernador de la Provincia, los padrinos y
madrinas, y lo más granado-de la Sociedad.
Después de un hermoso himno cantado por los
niños del Oratorio festivo, el limo. Sr. Obispo, re
vestido de los ornamentos pontificales, procedió
á la solemne bendición de la piedra, que cubierta
de flores, se hallaba en el extremo opuesto del
patio : de allí fué trasladada por los padrinos y
madrinas al lugar de su colocación y se ejecutaron
las ceremonias de rúbrica.
O ratorio S alesian o de Córdoba (Argentina).
uno al escenario en donde á la vez que el premio,
recibían algunas palabras de aplauso de quienes se
los entregaban. Satisfechos debieron quedar todos
ellos, pues cuando se consigue la posisión de lo que
se desea j cuando después de muchos esfuerzos
tuicstros anhelos quedan cumplidos ; cuando des¡niés do largos días de estudio contemplamos com
placidos los frutos de nuestros trabajo y oímos de
la boca do nuestros maestros y directores la palabra
¡bien ! nos parece Iiaber alcanzado la felicidad ;
nuestro corazón se ensancha abriéndose á nuevas
esperanzas y se nos presenta por un momento el
tcm])lo de la Gloria, de fácil acceso, con sus puertas
abiertas á todos los mortales y en cuyo recinto nos
parece estar ya recibiendo los laureles y coronas
de nuestros triunfos.
T. S.
CORDOBA
— Colocación de la piedra
fundamental dcl Colegio Pío X de artes y oficios.
•— El 3 de Dbre. tuvo lugar este acontecimiento,
de grande inrportancia para la sociedad cordobesa.
.\ la hora establecida, el amplio local era estrecho
para la gran concurrencia, formada de respetabi
lísimas personalidades de ambos sexos, de muchos
miembros del clero regular y secular y de una api
ñada multitud de niños del Onitorio festivo.
Acto seguido el limo. Sr. Obispo pronunció un
elocuente discurso, haciendo resaltar las ventajas
del nuevo Colegio de .Artes y Oficios, que tantas
bendiciones y frutos ha de traer á la sociedad, que
tantos jóvenes ha de salvar del vicio y la corrup
ción, haciéndolos ciudadanos útiles á la Iglesia y
á la Patria.
Después del Sr. Obispo, habló con no menor elo
cuencia el Dr. Berratarán, cantando himnos de
loor y de entusiasmo á la obra regeneradora de
D. Bosco, cuya historia trazó á grandes rasgos.
La bella fiesta terminó con el coro del Ave María,
contigo es el Señor, cantando por los niños del
Oratorio festivo.
.Al telegrama que el limo. Sr. Bustos envió al
Padre Santo, dándole cuenta del acto, contes- }
taba el Emmo. Cardenal Secretario :
« Roma. 4 — limo. Sr. Obispo. - Córdoba. —
República -Argentina. — Muy complacido por el
homenaje que se le ha tributado con la colocación
de la piedra fundamental del Colegio de -Artes y
Oficios, Su Santidad bendice á las -Autoridades,
al clero y á las personas asistentes al acto.
C a r o . M iír r y
del
Va
l
».
— 8i —
S. SALVADOR {Centro América). — No será in
grato á nuestros lectores recibir algunas noticias
del incremento de las Obras Salesianas en esta
república americana.
Los Oratorios festivos abiertos en la República,
florecen y prosperan admirablemente, ejercitando
un apostolado fecundo.
El de Sta. Tecla es frecuentado por más de i6o
niños todos los domingos y fiestas, con una asidui
dad digna de la mayor alabanza. Todos los meses
para el primer viernes se reúnen, hacen la comu
nión reparadora y el ejercicio de la Buena Muerte
y en las grandes solemnidades se ve un número
consolador de ellos acercarse á la Sagrada Mesa.
Celosas cooperadoras que forman el Patronato
del Oratorio festivo, y lo proveen de cuanto nece
sita, todos los domingos envían gran cantidad de
fruta y cada tres meses, objetos para una lotería,
que son muy buena golosina para los niños, pues
consisten en lencería, vestidos, calzado etc. Los
alurrmos del Colegio dan de cuando en cuando
hermosas representaciones exclusi\'amente para
los Oratorianos.
También el Oratorio de S, Salvador goza de una
vida próspera y lozana. El Director, como es cos
tumbre de los Hijos de D. Bosco, es todo para sus
alumnos, que pasan de 200 y se muestran dóciles
y gratos. También aquí se practica con mucho fruto
el ejercicio de la Buena Muerta.
Aquí se ha establecido también un círculo para
los más grandes, llamado Sociedad de D. Bosco, y
tiene por distintivo una medalla con la efigie de
nuestro Padre circundada por una escarapela de
los colores de la Bandera Nacional.
Muchos de estos jóvenes no se quitan jamás la
medalla, lo cual no deja de constituir una propa
ganda, pues vense en los almacenes, plazas y calles
llevar sin respeto humano esta divisa y honrarla
con una ejemplar conducta, haciendo así conocer
y apreciar más y más el nombre de D. Bosco.
Existe también la Compañía de S. Luis Gonzaga,
cuya fiesta celebran con verdadero entusiasmo.
El año pasado, por ejemplo, asistieron á ella el limo.
Sr. Obispo con su dignísimo Vicario y muchos Bien
hechores.
Cada domingo, después de la Misa que se dice
á las 8i, los más grandes tienen clase de canto
gregoriano, y han aprendido ya la Misa Angelorum;
son apenas los principios pero se espera mucho
poco á poco. Por la tarde, durante -^4 de hora se
hace el Catecismo por preguntas y respuestas, y
luego una clara explicación que dura un cuarto
de hora.
Los mismos Oratorianos dan representaciones
teatrales á las cuales acuden las principales fa
milias.
Tales .son los frutos que empieza á cosechar en
aquella República la Obra de D. Bosco.
MÉJICO. Confereacias Salesianas.— El R, P. Ma
tías Usero Torrente, Delegado para el efecto del
R. Sr. Inspector, recorría varios lugares, sembrando
la semilla salesiana.
Los excesivos trabajos ocasionados por los
exámenes de fin de año, le imposibilitaron seguir
su correría y para suplir esa falta, se valió de la
pluma, yendo así su persuasi\’a palabra, en forma
de Conferencias, que los Decuriones y Celadoras
leerán en las reuniones de Cooperadores hechas á
ser posible, en el templo ó si no, en un salón capaz.
Además se trata de construir donde no existe
todavía, la Mesa Directiva, compuesta de un Pre
sidente ó Presidenta que debe ser el Decurión ó
Celadora más antigiio. Vicepresidente y Secretario
ó Secretaria. A estas reuniones se in^^ta no sólo
á los cooperadores sino también á los que pueden
llegar á serlo y tratan del modo de fomentar las
obras salesianas y el bien social, h^cen la colecta
y robustecen la Asociación.
Mucho deseamos que este método se propague,
y se regularice más y más nuestra Pía Unión de
Cooperadores. Sobre el argumento de las Confe
rencias salesianas, como de capital importancia,
esperamos volver y aun tratarlo con la debida
detención.
VALENCIA ( Venezuela) — Fiesta de la Inmaculada
en el Santuario de María Auxiliadora. — De un
diario de la ciudad tomamos lo que sigue :
La solemnidad de la Inmaculada Concepción
rexástió en este Santuario, especial esplendor.
A las misas rezadas asistieran numerosos fieles,
recibiendo la Sagrada Comunión la mayor parte
de ellos, entre los cuales llamaban la atención
muchos niños, tanto del Colegio Salesiano como
de afuera.
A las nueve se cantó la misa, siendo muy nutrida
la concurrencia á dicho acto.
La oración sagrada estuvo á cargo del Pbro.
Juan B. Voghera, quien con ele^'ación de pensa
miento y fluidez de palabra nos habló de la Inma
culada Virgen María.
La parte musical estuvo encomendada al coro
y á la orquestadelColegio, y fué ejecutada con no
toria maestría.
La hermosa imagen de la Virgen de Lourdes se
colocó á un lado del presbiterio, hallándose mate
rialmente cubierta de flores y de luces, dispuestas
con el mayor gusto y delicadeza lo cual producía un
efecto admirable.
Por la tarde se terminó la hermosa fiesta con
ejercicio y bendición del Santísimo Sacramento.
A esta festividad se ha dado traducción signi
ficativa, como que es la ofrenda de la devoción
acendrada que se tiene á la madre de Dios en su
advocación simpática de la Inmaculada.
LISBOA {Portugal). — Talleres de S. José. —
Gracias á Dios y á la caridad de los Gx>peradores
salesianos, el 1° de Dbre. p. p. pudo efectuarse la
traslación de las Escuelas Profisionales de Artes
y Oficios de S. José al nuevo local, construido
según el plano del arquitecto Sr. Mario Ceradini,
era día consagrado al Sag. Corazón, pues era primer
viernes del mes.
Los alumnos regocijados y alegres admiraban los
hermosos locales de que ahora disfrutan ; altos,
espaciosos, higiénicos, y dejaban trasparentar en
sus semblantes el gozo.
82
El edificio se terminará con un bellísimo tem
plo en honor de María Auxiliadora.
Ea parto edificada se inaugurará con solemní
simas fiestas, como testimonio á los Cooperadores
Salesianos de que sus limosnas y obras en pro de
la juventud de su Patria, no caen en terreno árido.
K1 edificio completo será un gran monumento
de la caridad portuguesa.
BATATAES’ San Pablo (Brasil). — Inauguración
dcl Colegio de S. José. — El 7 de Octubre del año
p. p. las autoridades eclesiásticas y civiles y nu
merosos amigos, esperaban á los Salesianos en
la estación para conducirlos á su nueva residencia.
Plegados ellos, se dirigieron todos á la Capilla, en
donde el Rov. Sr. Inspector. D. Carlos Peretto,
pronunció un discurso de agradecimiento.
Habló á nombre del ]>uebIo profundamente
emocionado el Dr. Albino Arantes, afirmando que
si en muchas partes se grita el Cruciftge á Jesucristo
en la persona do sus ministros, los habitantes de
Batataes gritarán siempre : Benedictus qui venit
í'n notnine Domini.
Celebrándose el domingo siguiente la fiesta de
Ntra. Sra. dcl Rosario, fué invitado el P. Peretto
á pronunciar el panegirico, quien aceptó de buen
grado, é hizo notar que es feliz augurio el que
aquella íun,dación coincidiera en día y hora con el
aniversario de la batalla de Lepanto y así Ui puso
bajo la protección de la Sma. Virgen del Rosario.
Al siguiente día el Rmo. Sr. Vicario celebró la
primera Misa en la Capilla del Colegio y luego pro
cedió á la bendición dcl local. Durante la función
las alumuas dcl Colegio de María Auxiliadora can
taron escogidos nrotetes.
IM P O R T H H T E ^
Suplicamos á todos los que se interesen por las Obras
Saksianas, que nos envíen las relaciones de las fiestas
y de todo acontecimiento que pueda interesar y edificar.
Dichas relaciones deben ser cortas y precisas; hasta
donde sea posible, deben figurar en ellas el movimiento
de los Cooperadores, sus conferencias, sus obras. Las de
Lspnña deben enviarse á nuestro corresponsal de SarrláBarcelona, y las de América, pueden mandarse allá mismo
ó directamente á esta Redacción. Nosotros agradeceremos
siempre dichas relaciones. y les daremos im m ediata
publicación, que si alguna vez por abundancia de material
no nos fuere dado, las publicaremos lo más pronto posible.
N ECRO LO G IA
= llt
3
El Emmo. Card. Marcelo Spínola
y Maestre.
G
üÁn
m e n g u a d a e s la a le g r ía
y c u á n c e r c a n a s e stá n
la s
d e la tierra !
in m e n sa s tris
te z a s á lo s g r a n d e s g o z o s !
Todavía no habían terminado las aclama
ciones y las muestras de entusiasmo con que
el pueblo de Sevilla mostraba su satisfacción
al saber que su Prelado recibía la Púrpura
cardenalicia ; sonaba aún por los aires el ale
gre repiqueteo de las campanas, que cantaban
con sus lenguas de bronce la nueva halagatlora; aún vibraba el telégrafo, trasmitiendo
de uno y otro confín las felicitaciones más ca
riñosas ; cuando, de repente, de manera sola
pada, la muerte ha derruido todas nuestras
alegrías, ha marchitado todas nuestras ilusiones,
ha venido, como viene ella, de improviso, á
mostrarnos el cadáver de aquel á quien tanto
se había festejado, de aquel Pastor tan que
rido, de aquel Pastor amantísimo de quien
todos conservan pruebas de afecto, de distin
ción y de inestimable simpatía.
El Cardenal-Arzobispo de Sevilla ha dejado
de e.xistir; borróse en un momento y para
siempre su rostro santo, su mirada dulce, su
palabra persuasiva; ya no bate su magnánimo
corazón, ya han desaparecido de su cerebro
las luminosas ideas que le dictaran su estudio
y su prudencia, ya la mano (jue tantas veces
se dedicó á bendecir y á socorrer está yerta,
ya aquel cuerpo, encorvado por los años y las
penitencias, yace rígido.
« Hay sucesos eii la vida humana tristes
por extremo— dijo una vez el llorado Carde
nal,— y que en tan apretado trance ponen el
ánimo, que no sin gran esfuerzo nos somete
mos al decretó divino que los ordenó ».
Y eso acaeqe en la presente ocasión: ben
decimos al Señor en todos sus actos, nos hu
millamos hasta ,el polvo en la misericordia y
en la justicia divinas, pero no podemos por
menos de levantar al Cielo nuesrios ojos re-
-
83
besando lágrimas y decir en medio de nuestra
resignación cristiana:
« Nos duele mucho la separación, nos amarga
la idea de la muerte, casi nos resistimos á
creer la dura realidad, ante los anhelos que
sentimos ».
Y nuestros motivos son fundados: era el
Cardinal Spínola una relevante figura de
la Iglesia, cuya grandeza la consideramos
hoy cubierta con el velo de su humildad
y que mañana, con ánimo más sereno,
no faltai-án autorizadas plumas que se
dediquen á hacer de ella las consi
deraciones que demanda la justicia.
Inteligencia clarísima, perpicaz, or
denada y m etódica, con gran entu
siasmo al estudio ; hombre de oración
que buscaba al pie de los altares el
consejo; alma abierta á todos los sin
sabores y á todas las penas del pró
jimo ; humillación constante de su propria persona; corazón de fecundas ini
ciativas ; carácter de temple para todas
las obras de Dios: sembrador constante
de virtudes y de ejemplos consoladores,
palanca del verdadero movimiento
social católico en España; promovedor
entusiasta en todas las manifestaciones
de su vida del culto á la V irg e n ; pre
dicador incansable; redactor único del
Boletín Eclesiástico de la diócesis ; de
fensor acérrimo de las prerrogativas
de la Iglesia; mártir de su sacerdocio,
blanco de las sectas y de las sañas
impías.....
Y luégó para los Salesianos fué más
que padre; admirador entusiasta de
Don Hosco, estudió su espíritu y lo
reveló al mundo en elocuentes y co
rrectísimos escritos; amó á sus hijos,
los favoreció siem pre, los distinguió cuanto
pudo su gran corazón.
Con todo este caudal de méritos y gloria,
creyendo que no ha hecho otra cosa más que
cumplir con su deber , no preocupándose de
su persona y sacrificándose por el bien de sus
hijos... muere con la dulce muerte de los
santos... muere teniendo los últimos álitos de
su vida dedicados á Dios y á sus diocesanos...
muere repitiendo la frase « ¡qué hermoso es
ir al seno del S e ñ o r! » muere... como si fuera
una ilusión que se desvanece... una voz que
se apaga... una luz que se extingue... como si
-
quisiera recoger nuestras lágrimas y deposi
tarlas á los pies del Altísimo...
El Capítulo Superior de la Congregación
Salesiana y sus miembros todos, envían su
más sincero pésame á la Arquidiócesis huér
fana, especialmente al venerando Cabildo, y
sabiendo que las lágrimas se evaporan, por
ardientes y abundantes que sean ; oran y pi
den á sus Cooperadores oraciones por el alma
del sincero amigo, del padre generoso.
El Eirmo. Card. Spínola.
El P. Luis de Vicente Ríos.
L i6 de Noviembre del pasado año en la
ciudad de S. Rafael de Maracaibo (Vene
zuela) abandonaba el mundo este celosí
simo Cooperador salesiano á la verde edad
de 35 años.
Desde que se inició en los Sagrados Mi
nisterios, toda su actividad la consagró al
servicio de Dios y de María A uxiliadora: en
fermo desde sus primeros años, se vió obli
gado á abandonar sus estudios favoritos. Su
forzado reposo inclinó poderosamente su co-
e
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razón y su espíritu, á fundar en este pueblo
ele su nacimiento, la Obra de “ Don Bosco”
habiendo levantado una espaciosa casa, con
sus propios recursos de que pudo disponer, y
con algunas limosnas que espontáneamente re
cogió de varios vecinos de la localidad. Mucho
tiempo hacía que trabajaba sin tregua por el
establecimiento de un Colegio servido por
Padres Salesianos; hasta que al fin, después
de un largo esperar , el Padre R.úa resolvió
enviar algunos sacerdotes Salesianos, que con
beneplácito de todos, organizaron el Colegio
que hoy es gala y esperanza de este pueblo.
I.a imponente solemnidad de la inaugura
ción se efectuó en los grandes salones, j>residida por el Padre Luis, principal factor de
esta obra. Imposible sería pintar el gozo en
que rebosaba el corazón del Padre de Vicente
al ver coronada su obra, el afán de tantos
días : su alma enternecida, hasta derramar lá
grimas, se extendía con efusión en el alma
de los circunstantes: acababa de cumplir el
acto más importante y decisivo de su vida de
Sacerdote; y esa vida espiritual animada y
fortalecida con inefables gracias, parecía sos
tenerse, esperando ejue Dios se la conservaría
por mucho tiempo, para realizar nuevas em
presas que bullían por su mente; pero Dios,
en los decretos de su adorable Providencia,
lo había dispuesto de otro modo.
Día por día, el mal se hizo más ostensible
y lo acercaba, con una resignación admirable
y comovedora, á las jjuertas del sepulcro;
hasta <iue, tendido en su lecho de dolor, habicjuio recibido humildemente todos los con
suelos de nuestra Sacrosanta Religión, rodeado
de ios miembros de su afligida familia, de
varios Sacerdotes y de numerosos amigos y
admiradores, cerró los ojos, incüitó la cabeza
y estrechado en los brazos de María A uxilia
dora, rindió á Dios su preciosíi alma.
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retribución de sus visitas; antes bien, no bas
tándole esto á su generoso y cristiano co
razón ofrecía sus limosnas para las niños de
casa. Siempre complaciente, acudía gustoso á
cualquier hora se le llamase y asistía, no sólo
con la pericia de un doctor excelente, sino
con la caridad de un perfecto cristiano.
Y no tan sólo eso le debe esta casa, sino
también el tesoro de algunos ornamentos sa
grados para el culto de la Iglesia de María
Auxiliadora, que él se dignó proporcionarnos.
Y más, los dos últimos asuntos que tomó á su
cargo, como la última carta fueron á faverr de
nuestra necesitada casa. Tanto y mayor era el
interés que tenía por nosotros.
Los Salesianos de Gerona por justicia y por
gratitud, al paso que deploran su muerte y
se asocian al dolor de sus parientes, le reco
miendan á las oraciones de los Cooperadores.
Esta casa llora además la muerte de Don
Francisco de Martolell, también él insigne Coo
perador.
Dios habrá sin duda recompensado la ca
ridad, de estos dos beneméritos cooperadores
pero para consuelo de sus dignas familias,
dados los inescrutables designios de Dios, pe
dimos una plegaria más á los buenos lectores
del Boletín.
La Sra. Raquel Crespo de Cordero.
N esta excelente matrona han perdido los
Salesianos del Ecuador una de sus mejores
cooperadoras. Era la ilustre difunta una
verdadera madre para los Hijos de D. Bosco,
cuyas necesidades socorría solícita y cuyos
y
deseos prevenía. Fué por mucho tiempo Se
cretaria de la Pía Unión de Cooperadoras y
se distinguió además por su acendrado amor
á María Auxiliadora. Pedimos plegarias por
ella.
e
Dr. D. Marciso Riera.
A casa vSalesiana de Gerona no olvidará
R. I. P.
nunca á este benemérito Cooperador, mé
dico moilelo de cristianos, arrebatado hace
poco á su fantilia por una muerte repentina.
Desde los comienzos de esta Casa, que lleva
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
ya catorce años de existencia, ofrecióse á pres
Gerente: JOSÉ GAMBINO.
tar sus servicios á los enfermos de la casa,
Turin,
Tip.
Salesiana (B. S.) — Via Cottolengo, 32.
sola y exclusivamente por amor de Dios, ne
gándose á recibir nada que se le diera como
C