BS_1906_02.pdf

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N. 2

Febrero de 1906

A Ñ O XXI
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Boletín $al($iano
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Turín - Oratorio de S. Francisco de Sales

SUMARIO: Por la casa de Dios . . . . . . . .
29
El jubileo sacerdotal del Padre S a n t o ......................33
Los nuevos Cardenales.................................................33
Congreso de Cooperadores S a le sia n o s......................35
Bibliografía................................................................... 35
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
A m é r ic a ................................................. .... . . 36
De nuestras Misiones: Matío Grosso.......................... 39
A través del E c u a d o r .................................................4 t
El Culto de María Auxiliadora................................... 44
Gracias de María A u xiliad o ra........................... , • 45
Por el mundo salesiano — Por España: Vitoria Las Palmas — Por América : Méjico - Colombia:

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Bogotá • Mosquera-S. Salvador - A wéa/o (Ecuador) Buenos Aires - Córdoba- Viedma (Argentina) . . 51
Variedades: La vida del Papa - Un escuadrón ja ­
ponés .................................................................... 53
Necrología: Illmo, Sr. D, Julián Véles - D, Félix
Cortés González - Sra. Isabel Carmen Piedra - 55
Cooperadores d ifu n to s................................................ 5^
Grabados: Iglesia salesiana de S. Agustín en Milán 31
Emmo. Card. A rcoverde..........................34
Asilo de niñas (Matto-Grosso) . . . .
40
Escuela de niños........................................40
Niñas Bororos bordando.......................... 50

Por la casa de Dio^
la multitud de
obras que traen entre
manos los hijos de Don
Bosco, nuestro venerado
Rector Mayor os ha señalado veinti­
cinco templos, y aunque de todos se
os ha ido dando noticia á medida que
se iba presentando la ocasión, creemos
conveniente presentároslos todos reur
nidos como en un cuadro, para que fijen
más vuestra atención y benedigáis á
Dios por la honra que, mediante vues­
tra eficaz protección, se le puede tri­
butar y os animéis más y más á dar­
les feliz coronamiento. Grande es la
empresa y algún tanto arriesgada, da­
das la condiciones de los tiempos; pero
ESEÑANDO

L

grande también es la Divina Providen­
cia que se ha manifestado en vuestra
generosidad y caridad activa, oh bene­
méritos Cooperadores.
Alzar un templo á la Divinidad!
grandiosa idea, obra más grande todavía! El Señor, que tiene por casa
los cielos, por ministros los serafines
ardientes, los astros refulgentes por
escabel de sus pies, se digna morar
con el hombre, y siendo dueño abso­
luto de toda la redondez de la tierra,
se contenta con unos pocos metros de
terreno, repartidos acá y allá sobre la
faz del globo. Pues casa dais á Dios
cuando levantáis el templo; vuestras
limosnas se emplean en esa obra santa.



t o

Allí, después de las purificaciones y
bendiciones del rito, descenderá El y
todo lo llenará de su gloria y majestad,
Pero si los templos sirven á Dios,
en cuanto sirven para acrecentar su
gloria exterior, en ellos brilla, aun más
la bondad de Dios para con el hombre,
pues desde allí repartirá más abundan­
temente sus dones; desde allí subirán
mejor nuestras plegarias, inspiradas por
el recogimiento y santidad del lugar,
exhaladas entre las notas armoniosas,
envueltas y perfumadas por el incienso,
conducidas por mano de los ángeles.
El templo, al mismo tiempo que
un refugio al Amante de los hombres,
es un refugio para el hombre. Allí, por
lo mismo que es el palacio donde Dios
da cumplimiento á su promesa de que­
darse con nosotros, es donde hallamos
remedio á nuestra necesidades. Viene
al mundo el hombre y viene manchado
con el pecado; en el templo es donde
corren aquellos limpios y vivificantes
raudales que saltan hasta la vida eterna
y purifican el alma; al abrirlos ojos
se encuentra con el vicio que le arras­
tra y error que le ciega; son los templos
escuelas de la virtud, y cátedras de la
vertlad; sujetos los hombres al pecado
y al dolor, en el templo hallamos al
que borra el pecado y al que nos da
consuelo y remedio: allí, mediante los
Sacramentos, se dispensan los tesoros
celestiales.
Cuando Jesús vino al mundo, los ha­
bitantes de Belén no le prepararon pa­
lacio ni le hicieron solemne recepeción.
porque no le conocían. Nosotros, em­
pero, no podemos alegar este pretexto.
Dios tiene el derecho y nosotros el de­
ber de levantarle morada de reposo, y
cuando El nos lo pide, no hace sino
reclamar lo que es suyo. Lo que posee
el hombre, es de Dios, el hombre fnancja los bienes, pero el verdadero dueño
es el Señor: Mia es la tierra y todo fntr
lo ha dado el Padre en posesión hasta



los últimos co7ifines. Podemos rehusarle
lo que nos pide, y El se resignará á
marcharse vacío; tocará otros corazo­
nes, y ellos responderán y no queda­
rán vacíos de dones y mercedes.
Todo el que contribuye á la erección
de un templo, puede decir con orgullo:
Nuestro Señor tiene aquí un taberná­
culo y una morada, que antes no exis­
tían: Yo he ayudado á procurárselos.
Por lo demás, amados Cooperadores,
los tiempos empeoran: nuestra juven­
tud corre grave peligro de extraviarse,
los mismos sacrosantos derechos de la
paternidad están amenazados, como
están amenazados los derechos divinos ;
el huracán arrecia, la tempestad avanza.
Menester es que levantemos lugares de
refugio adonde vengan á congregarse
las multitudes, como las aves á sus nidos
cuando el peligro las acose. Y estos
lugares de refugio no pueden ser otros
que los templos.
Continuad, por lo tanto, beneméritos
Cooperadores, ayudando á levantar estas
moradas de Dios y refugios de los
hombres. Qué satisfacción para vosotros
el haber procurado este placer á
Dios, este refrigerio á la humanidad!
Y esta satisfacción podéis tenerla todos :
Dios no rehúsa el óbolo del pequeñuelo ;
antes lo recibe con mayor complacen­
cia. Y en general, son las pequeñas li­
mosnas las que levantan los templos;
imitad todos el ejemplo de los Coope­
radores de Venezuela y Argentina, que,
cooperando todos en la medida de
sus fuerzas, é imponiéndose pequeñas
contribuciones, han dado casi remate á
Jos templos de María Auxiliadora y de
S. Carlos (i).
#*

Ahora, hé aquí la lista de los tem­
plos, haciendo caso omiso de las nu­
merosas capillas.
(i) V . Bol. de Nbre. del p. p. año pág. 228 y
de Enero del pte. pág. 23.



Teiplos qnB aotaalmente leYantai
los Hijos de Don Bosoo.
EN E S P A Ñ A .
1) Saotuarío del Sgdo. Corazón de Jesús sobre
el monte del TIBI DABO en BARCELONA. Esta
iglesia monumental, como lo sa­
T ~ rben nuestros lectores, coronará
la pintoresca colina.
2) Iglesia de María Auxiliadora
en MADRID. Gracias á Dios, pudo
abrirse al culto en la fiesta de
Nuestra Señora del Pilar, 12 de
Octubre, del año p. p.; pero ca­
rece todavía de los necesarios
arreos.
3) Iglesia de María Auxiliadora
en SANTANDER. Sus fundamentos
apenas sobresalen del terreno, y
es una obra de verdadera nece­
sidad para el populoso barrio.

31



están bastante adelantados. El plano es del
Arquitecto Sr. Mario Ceradini.
9) Templo de María Auxiliadora en OSWIECIM.
Fabrícase en forma de elegante polígono so­
bre las ruinas de un antiguo templo con plano
del mismo Sr, Cerati.
10) También en DASZAWA se ha determinado
la construcción de un vasto templo, sobre pro­
yecto del precitado Sr. Ceradini.

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EN IT A L IA .
4) Iglesia de S. Agustín en MILAN.
Es de tres naves y en sus armó­
nicas líneas ostenta el clásico estilo
I. ,
lombardo. Se inaugurará, Dios
mediante en el curso del año.
Arquitecto Dr. Arpesani.
5) Santuario de la S. Familia en
FLORENCIA. Su plano, hecho por
el Ing. Tincolina, se basa sobre
el estilo del templo monumental
de la Santa Cruz.
6) Santuario de Ntra. Señora Li­
Iglesia salesiana de S. Agustín en Milán.
bertadora en el Testaccio en ROMA,
EN IN G L A T E R R A .
confiada á los Salesianos por la bondad del
Padre Santo Pío X .
ii)
Iglesia de Sta. María Magdalena en LON­
DRES. El 8 de Sbre. p. p. se bendijo la pri­
EN S U IZ A .
mera piedra.
7) Templo de María Auxiliadora eo ZURIQ. Será
N o t a . — En OUERNESEY (Islas Normandas)
de estilo romántico, de tres naves.
están encargados los Salesianos de dos parro­
EN E L IM PERIO A U S T R O -Ú N G A R O .
quias de las cuales una sin iglesia. Han cons­
8) Iglesia de María Auxiliadora eo LUBIANA, de truido una capilla provisoria, pero pronto se
estilo gótico, de una sola nave. Los trabajos echarán los fundamentos de la parroquia.



EN

COLOM BIA.

3 2



los Sagrados Oficios. Una artística y gallarda
rotonda, de puro estilo corintio, voto de los
Salesianos del Ecuador, corona el grandioso
edificio.

12) Iglesia de María Auxiliadora en MOSQUERA,
cuya primera piedra se colocó solemnemente
en el mes de Junio p. p, y de la cual habla­
mos en nuestro ni'imero de Obre.
13) Templo de S. Roque en BARRANQUILLA;
de tres grandes naves y estilo romano, está
bastante adelantado y se impone con imperiosa
necesidad.

20) Iglesia de María Auxiliadora en LIMA-BRENa,
surgirá majestuosa el frente al Paseo Colón,
á pocos pasos de la plaza Bolognesi, sirviendo
así á las necesidades espirituales de este nuevo
y populoso barrio.

EN L A R E P Ú B L IC A A R G EN TIN A .

EN V E N E Z U E L A .

14) En BUENOS AIRES el Nuevo templo de San
Carlos en iionor del Sagrado Coraxón y de
María Auxiliatlora. El diseño es del Rev. Sr.
D. Ernesto Vespignani, salesiano, y se espera
inaugurarlo el año venidero. De él 'hemos Iiablado en el número pasado.

21) Santuario de María Auxiliadora en CARACAS.
Reclamado por las necesidades espirituales del
barrio, será una verdadera joya.

15) Iglesia Salesiana en BAHÍA BLANCA, de
tres naves, de las cuales se ha concluido una.
16) Templo de María Auxiliadora en VIEDMA
(Patagonia). De proporciones dignas de la ca­
pital de vasto Territorio del Río Negro, lo
comenzó Mons. Cagliero en 1903, y en él p. p.
Septiembre se tuvo una gran lotería, para pro­
seguirlo, con dones enviados por el S. Padre,
el Emmo. Cardenal Merry del Val, Secretario de
S. .S.; del Emmo. Cardenal Rampolla, nuestro
venerado Protector y de otros Emmos. Carde­
nales, Arzobispos y Obispos. Pero falta todavía
mucho para terminar el majestuoso templo.
17) Iglesia de María Auxiliadora en TRELEW
(Chibut-Patagonia) de la cual hemos hablado en
nuestro número de Obre.
N o t a . — Además, se están construyendo
dos capillas en PUNTA ARENAS, para facilitar
á los fieles el cumplimiento del precepto pas­
cual y defenderlos contra la propaganda pro­
testante.

EN MÉJICO.
18) Templo de María Auxiliadora cu la colonia
de Sta. Juila en MÉJICO. Es un templo majes­
tuoso de estilo gótico que procede con gran
actividad.
EN E L

PERÚ.

19) Templo de María Auxiliadora en AREQUIPA.
Aunque no concluido aún, ya se celebran ahí

EN E L

ECU A D O R .

22) Iglesia de María Auxiliadora en QUITO, en
el suburbio de la Tola. Es un templo hermoso,
de puro estilo romano con una elegante cú­
pula, cuyos trabajos están bastante adelanta­
dos.
23) Iglesia de María Auxiliadora en RIOBAMBA
menos amplia, pero del mismo estilo de la de
Quito.
Adem ás se necesita, y con urgencia, fabri­
car una iglesia en el importante centro de las
Misiones Jíbaras, Gualaquiza, para sustituir la
antigua, ya ruinosa.
EN E L B R A S IL .
24) Templo de María Auxiliadora en JABOATAO,
cerca de Pernambuco, cuya primera piedra se
colocó el 22 de Marzo del año p. p.
25 Santuario de María Auxiliadora en NICTEROY,
que será digno del grandioso monumento de­
dicado en la misma ciudad á nuestra excelsa
Patrona. El plano es del ingeniero salesiano
Sr, Delpiano.
Aquí tenéis, amados cooperadores, el elenco
de los templos que para aumentar la gloria de
Dios y la salud espiritual de la humanidad, le­
vantan los Salesianos en todo el orbe ca­
tólico.

£1 Jubileo saccrbotal bel $. Paire
se conserva todavía en la me­
moria de los fieles el recuerdo de
las grandiosas fiestas celebradas para
festejar el Jubileo Sacerdotal, Episcopal y Papal
de León X III d. f. r . ; y hé aquí que ya nos
hallamos casi á la vigilia de otro grande acon­
tecimiento que debe ser celebrado por nosotros
con todo el entusiasmo de hijos amantes y con
toda la magnificencia que el imponente acon­
tecimiento requiere: nos referimos al Jubileo
Sacerdotal^ á las bodas de oro del Pontífice
reinante, el suave y manso Pío X.
El año jubilar de su ordenación sacerdotal
comenzará el i8 de Sbre. de 1907 para com­
pletarse solemnemente el 19 de Sbre. de 1908.
Acércase, pues, á grandes pasos el quincuagé­
simo aniversario glorioso del día en que el
Pbro. José Sarta subía por primera vez, lleno
de piedad y devoción, rico de ciencia y de
virtud, entre la alegría de los suyos y las coniplacencias divinas, á inmolar la Víctima Sa­
grada.
Es justo que después de 50 años el que hoy
es Padre de los fieles, celebre con esplendor
insólito el Santo Sacrificio, rodeado del afecto,
de la veneración y del concurso de los fieles
todos.
Por esto el Comité internacional constituido
en Bolonia, no sólo se propone recoger, me­
diante la aceptación de pequeñas ofertas, la
limosna de la Misa Jubilar, que presentarán
al Padre Santo los Rvmos. Ordinarios que se
hallen presentes en Roma, acompañados de
una diputación universal, rogándole que la
aplique por el mundo católico y según las in­
tenciones particulares de los oferentes; sino que
recomienda oraciones especiales por las nece­
sidades de la Santa Iglesia y la conservación
del Soberano Pontífice.
Al paso que comunicamos á nuestros lec­
tores la fausta nueva , no podemos dejar de
recomendarles que ¿leven desde ahora, y sobre
todo durante el mes de S. José, plegarias es­
peciales según las intenciones del Represen­
tante de Jesucristo.
RE SC O

■ cT*

Los nuevos Cardenales
E( Emmo. Cardenal Marcelo Spínola.
Es una de las figuras más eminentes del Clero
español: Nació en la isla de S. Femando (dió­
cesis de Cádiz) el 14 de Enero de 1836 de la ilustre
familia de los Marqueses Spínola. E n 1848 ob­
tuvo el Bachillerato en la Universidad de Gra­
nada. Cursó luego jurisprudencia cu la Univer­
sidad de Sevilla, con éxito brillantísimo. A los
estudios unía los ejercicios de piedad y caridad
y la Sociedad de S. Vincente de Paúl se enor­
gullece de haberle contado entre sus miembros
más celosos. Pero sintiéndose llamado á misión
más alta, renunció al Marquesado, y el 3 de Junio
del 1864 cantó su primera Misa en la iglesia de
S. Felipe en Sevilla. En 1880 fué creado Obispo
Titular de Milo, y auxiliar del Arzobispo de Se­
villa. Pasó dos años como Obispo de Coria, y de
ésta fué promovido á Málaga, de donde fué
trasladado al Arzobispado de Sevilla en 1896.
E l Cardenal Spínola es hombre de caridad ar­
diente, de celo apostólico, de vasta ilustración
y orador de nota ; su amor á la humanidad y su
abnegación sin límites se han manifestado no
sólo últimamente en su Arquidiócesis, durante
la crisis agrícola que sembró la desolación en
en su rebaño, sino en tod asu vida, yaresotiandc
en la tribuna parlamentaria defendiendo los de­
rechos del obrero, y a en la prensa, en los Con­
gresos católicos, en el púlpito,enla organización
de su clero, en la formación y regularización de
los círculos católicos obreros, en una palabra, en
donde quiera que hay unaobra buena que realizar.'
Para con los hijos de D. Bosco ha sido y es
un verdadero padre : su profundo estudio sobre
D. Bosco y swoórnesun monumento que atesti­
gua á un tiempo sus relevantes notas de escritor
y su amor intenso por las obras salesianas.

Escrito esto, y ya en prensa el nú­
mero, recibimos del telégrafo (20 de
Enero) la infausta nue'va dé la muerte
del Emmo. Purpurado, que cubre de
luto á la familia Salesiana... Ádoremps
los designios del Señor y reguemos
por el alma del gran Prelado... •



E( C a r d e n a l J. R r c o v e r d e
Arzobispo de Río Janeiro.

Es el primer Prelado de la América latina
que ha sido elevado á la dignidad carde­
nalicia. Nacido en 1850 de una ilustre familia,
desde su tierna edad se dió á la práctica de la
virtud. Hizo sus estudios en el Colegio Romano
Pío Latino Americano, recién fundado entonces.

34



El Cardenal Cayano de /Icevedo.
Nació en Frosinone en 1845 y pasó sus pri­
meros años en el célebre monasterio de Grotta
Ferrata, en donde hizo sus estudios. Ordenóse
Sacerdote en 1868 y se laureó in utroque. Pío IX
lo nombró Canónigo de Sta. María la Mayor y
León X III de la Basílica Vaticana, y en 1892
le confiaba el delicado cargo de Maestro de Cá­
mara y luego el de Mayordomo.
Se ha distinguido por su amor á María Inma­
culada, por su humildad y su prudencia, que
reveló principalmente como Gobernador del
último Conclave.

El Cardenal Jo^é Samas^a
Arzobispo de Angría (Ungria)

Nació en 1828 en la Arquidiócesis de Estrigoiiia : hizo sus estudios en Viena y se ordenó
en 1852. Fué maestro de filosofía, Prefecto y
profesor del Seminario de Grau y profesor en
la Universidad de Budapest
Pío I X lo nombró Obispo de Scepusio en 1871,
en donde se distinguió por su celo en la restau­
ración de las iglesias medioevales y en 1873 fué
trasladado al Arzobispado de Agria.
Se ha distinguido por su munificencia en la
creación de Seminarios, escuelas, asilos infantiles,
pensionados, etc. y por su ardor en propugnar
los derechos de la Iglesia y los intereses de Dios.

Nuestras felicitaciones á tos nuevos Pur­
purados, para quien pedimos tas más co­
piosas bendiciones del Corazón de Jesús.
El Emmo. Cardenal Arcoverde

Ordenado sacerdote en 1876, volvía á su patria
á ocupar la cátedra de Filosofía en el Seminario
Conciliar. En 1891 le confió León X III la Dió­
cesis de Goyaz, de la cual fué traslado á S. Pablo
con el título de Obispo de Argos, como coadjutor
y con derecho de sucesión, en la que entró á la
muerte del Obispo. Más tarde en 1897, León X III,
apreciando sus altas cualidades, le nombró
Arzobispo de Río Janeiro, capital de la vasta
República del Brasil.
Ahora el Padre Santo ha querido premiar
sus inmensos trabajos en bien de la Religión, y
conceder un grande houor á la América latina.

IMPORTANTE
Saplicamos á todos ios qae se iatereseo por las Obras
Salealanas, que oos eoTieo las relaciones de las fiestas
y de todo acoateclmlenlo que poeda interesar y ediñear.
Dichas relaciones deben ser cortas y precisas; basta
donde sea posible, deben figurar en ellas el movimiento
de los Cooperadores, sns conferencias, sus obras. Las de
Espada deben enviarse á nnestro corresponsal de SarriáBarcelona, y las de América, pueden mandarse allá mismo
6 directamente i esta Redacción. Nosotros agradeceremos
siempre dichas relaciones, y les daremos im m ediata
pnblicaclón, qne si alguna vex por abundancia de material
no nos fuere dado, las pnblicaremos lo más pronto posible.



35

Congreso áo Cooperadores Salesianos
en L IM A (Perú)

conoca$ión 6cl 3* Centenario 6e$io.5orit)io ^efllogrovejo
/\^ PENAS se han apagado los últimos resplanJ ^ L dores del año jubilar de María Inmacu­
lada, cuando y a nuevamente se anuncian gran­
diosos festivales para conmemorar otra fecha de
trascendental importancia.
E l día 23 de Marzo de 1906 cúmplese, en efecto,
el tercer centenario de la muerte de Santo Toribio
de Mogrovejo. ilustre Arzobispo de aquella vastaArquidiócesis que se extendía desde el P lata hasta'el
Mira, y desde las playas del Pacífico hasta las már­
genes del Ucayali.
Digna y plausible es la actitud de los Prelados
Sud-Americanos quienes, secundando la feliz ini­
ciativa del Illmo. Sr. Arzobispo de Lima, han recla­
mado el puesto que les corresponde en este Cente­
nario y han aprobado también el plan de celebrarlo
en la ciudad de los Reyes. Y así los hijos de esta
noble capital y especialmente el Clero han consti­
tuido comités, organizado festejos, y combinado
medios para la realización de este bello ideal.
Si todas las clases sociales se apresuran á ponerse
al servicio de este católico recuerdo, razón es que
también los Institutos de D. Bosco, y paiticularmente los del Perú y Bolivia hagan eco á este grito
de entusiasmo.
Por esto los Salesianos y sus Cooperadores,
después de haber obtenido la aprobación del Rector
Mayor D. Rúa y la anuencia del Illmo. Señor Arzo­
bispo, han determinado asociarse á este fausto
acontecimiento, celebrando un gran Congreso salesiano, el cual tendrá por objeto primordial de sus
labores el desarrollo de los Colegios y demás ins­
tituciones Salesianas. E l Illmo. Sr. Arzobispo de
Lima se ha dignado aceptar la Presidencia de
dicho Congreso.
Con este motivo se efectuará una Exposicción
profesional agrícola en la que se exhibirán manuales
prácticos para el aprendizaje de los oficios, textos
de instrucción elemental, estudios de meteorología,
resultados obtenidos en los ensayos de semillas,
trabajos elaborados por los alumnos salesianos,
obras de arte ejecutadas px>r los maestros de los
mismos planteles etc.



Los Directores de la Insp>ectoría Perú-Boliviana
y los representantes de los Coop>eradores interven­
drán en todas las deliberaciones y en los acuerdos
que se tomen para dar un vigoroso impuLo á los
oratorios festivos, escuelas de artes y oficios, é insti­
tutos de Agricultura.
Todos estos actos terminarán con una asamblea
general que formará una parte principal de las
fiestas que en honor del Santo se preparan.
Estos son los elementos que se disp>onen á feste­
jar esta inmortal efeméride.
Como se ve, el proyecto es oportuno, y el más
completo éxito debe coronarlo, p>orque iniciativas
de este género son como preciosas simientes espar­
cidas en el inmenso laboratorio del progreso hu­
mano.
Desde este momento queda, pues, iniciada esta
empresa y no hay más que activarla para que la
idea de hoy sea mañana una hermosa realidad, la
cual no es sino la resultante de mancomunados es­
fuerzos. Por esto el Comité Organizador solicita
la cooperación de las autoridades eclesiásticas y
civiles de las dos repúblicas y también las adhe­
siones de las instituciones tanto salesianas como
particulares de las demás naciones sud-americanas
para que el Congreso resulte digno del glorioso
Centenario.

B IB L IO G R A F IA
A n a le s de la in stru cció n p rim aria. — Monte­
video, N° 11 del Tomo 2°.
Confereacia del Exmo. Sr. Dr. D. Francisco Ra>
gonesi, Delegado Apostólico ante el Gobierno de
la República de Colombia, dirigida al Clero Co­
lombiano, sobre la instrucción y educación de la
juventud. Es un documento importantísimo y de
grande actualidad, en que el Representante del
Padre de los fieles, manifiesta su amor px>r las cien­
cias, las artes y las industrias, y su interés paterno
por aquella República.

61 Represenfanle 5el Sucesor $e Oon Bosco en flme'rica
(Correspondencia de D. Calógero Gusmano á nuestro Rector Mayor, D . Miguel Rita)
(Contim iación) {*).

0
De Venezuela á Méjico.
romper el alba del siguiente día, tocá­
bamos por tercera vez en Curagáo, y no
pQr breves horas, sino afortunada­
mente por dos días, teniendo así tiempo
bora, de hablar con los hermanos, aceptar el
convite que le ofrecía el Obispo, hijo ilustre de
Santo Domingo, y visitar al Párroco D. Pastor
Frías, holandés, dominicano también, que ama
tanto á los Salesianos y los ha llamado á dirigir
el gracioso hospicio de artes y oficios que posee­
mos á las afueras de la ciudad, lleno de niños
repartidos en seis ó siete talleres, á quienes halló
D. Albera muy bien encaminados, dóciles, de­
votos, amantes de los Superiores, y se promete
mucho del instituto.
Mucho nos llamó la atención el amplio edi­
ficio que sobre el plano de los mejores de Europa,
ha levantado para Seminario el Illmo. Sr. Silva,
obispo venezolano. Que el Señor le conceda verlo
siempre lleno de buenos y santos seminaristas.
Curasao con las islas que la rodean, forma la
principal colonia holandesa. Graciosísima es su
capital Willclmstadt, que refieja las costumbres
holandesas, tanto en la regularidad como el es­
merado aseo de sus calles : sus casas son blancas
y de una forma que con ser del todo nueva para
nosotros, nos gustó muchísimo. Un puente for­
mado de balsas, flota sobre el brazo de mar que
se interna en la ciudad y cuando entran los va ­
pores se abre.
El día de la Inmaculada Concepción los PP.
Dominicanos asistieron á nuestra mesa ; al ter­
minar la comida, oímos pitar el Filadelfia y nos
dirigimos al puerto.

A

l

D e nuevo en la G u ayra.
El día siguiente á las 6 estábamos de nuevo
en la Guayra, pero por más de tres horas nos
fué imposible desembarcar; antes, temíamos
con mucho fundamento no poder despedimos
de los hermanos y tomar nuestras halijas, si
bien nuestroso nombres se le habían transmitido
|X>r telégrafo al Presidente Castro. Como á Dios
plugo, después de grande ansiedad, llegó el
anhelado |')ermiso de bajar á tierra. Entre tanto,
uno era el asunto de todas las conversaciones,
^•) V. Botetin de Enero, pág. lo.

5^
uno el objeto adonde convergían miradas
y binóculos : los acorazados ingleses, alemanes
é italianos que estaban amenazantes en aquellas
aguas : decíase que la tarde anterior se había
mandado el ultimátum al Presidente Castro.
Los
motivos son conocidos de todos. Por manera
D.
A l­
que nosotros nos hallamos en grande peligro de
ver bloqueados. Teníamos combinado nuestro bo­
leto con un barco de la Agencia M aüRoyal, para
irá Trinidad y Jamaica, pero las naves ancladas
no lo dejaron en tra r; íbamos á tomar el buque
fráncés, aun á riesgo de prolongar enormemente
el viaje, pero tampoco pudo entrar al puerto.
Así pasaban los días, y las cosas iban de mal en
peor. Un mes hacía que D . Albera estaba en
Venezuela y la visita estaba terminída. Qué
hacer ? Volvimos á la Guayra y nos hospedamos
en casa del Párroco doctor Armando Lurouyet,
oriundo francés, esperando el primer buque para
salir en cualquiera dirección. El segundo día de
la Novena de Navidad el Niño Dios vino á librar­
nos. A fuerza de súplicas, pasaportes y recomen­
daciones, pudimos subir á bordo del vapor correo
español Monserrai, que salió á las i i , librándonos
del bloqueo que á tantos otros sorprendió.
E n cuarentena.
Nosotros viajábamos sin meta, ó por mejor
decir, en dirección opuesta á la que debíamos
llevar, pero al fin y á la postre, así escapábamos
al bloqueo. El vapor se dirigía á Puerto Rico, una
de las Grandes Antillas, célebre por su café y
perteneciente á España hasta el año de 1898,
en que fué cedida á los EE. UU. como indemni­
zación de guerra. Al primer puerto vinieron las
autoridades, todas norteamericanas y nos some­
tieron á la más rigurosa visita sanitaria ; en San
Juan, que es el principal puerto, esperábamos
saltar á tierra y tomar un vapor que nos llevase
á Jamaica, mas en lugar de esto, se nos invita
cortés y eficazmente á bajar con nuestro bagaje
á un vaporcillo especial y se nos conduce á un
islote, solitario allá en medio del mar, para que
completásemos nuestros cinco días de cuaren­
tena, por venir de la Guayra, puerto infestado
de fiebre amarilla. El islote era un verdadero jar­
dín perfumado, los locales amplios y ventilados,
la alimentación discreta, tanto más que era
griitis, á diferencia de lo que sucede en otras



partes que hacen pagar, y bien cara, quella pa­
rada forzosa. Los Norteamericanos en esto son
más lógicos. Nuestras maletas fueron sometidas
á escrupulosa desinfección. Se nos pennitió, no
obstante, el uso del altar portátil y la celebra­
ción de la Santa Misa : era el matinal conforta­
tivo que derramaba bálsamo y consuelo para
todo el largo día, y nos hacía menos aburridoras
y más llevaderas aquellas lentas horas. Por for­
tuna la ciencia ha descubierto que si los micro­
bios no se desarrollan en cinco días, ya no hay
peligro. A y de nosotros y del mundo, si en estos
tiempos de progreso y de febril movimiento los
bacilos fueran tan lentos como en otro tiempo !
El teléfono nos comunicaba con la costa, pero
fué para quitarnos el último hilico de esperanza
de poder llegar hasta J amaica, y ver y confortar
á nuestros hermanos : habían sido tan probados
por Nuestro Señor, las dificuldades, el clima, el
lugar, todo reclamaba de ellos sacrificios conti­
nuos, y bien merecían el consuelo que D. Albera
pensaba llevarles con su presencia. A l primer
anuncio de nuestro viaje, respondieron don tan
grande entusiasmo, que enternecieron nuestro
corazón, y leyendo y releyendo la carta, com­
prendíamos lo amargo de un desengaño.
Y sin embargo........ después de diez días de
forzada permanencia en un hotel que daba á la
playa, hubimos de telegrafiar á J amaica, que no
nos era posible ir, y á Méjico que llegaríamos
antes del tiempo fijado. El esperar es siempre
largo, sobre todo cuando los que esperan son
pobres religiosos y en un albergue, después de
una cuarentena, con las dulces fiestas de Navidad
que se acercan, fiestas íntimas que se acostum­
bra pasar en las intimidades de la familia, al
amor del hogar doméstico, y en nuestros caso ve­
nía á añadirse que D, Albera estaba enfermo, con
el estómago rebelde al más ligero alimento, sutriendo un calor sofocante y sin remedio... Nues­
tro único consuelo era ir á celebrar en la iglesia
de los PP. Lazaristas, y la sola distracción, mirar
las maniobras y proyecciones de la escuadra
americana, anclada en el puerto. Cuando bajó
á tierra el Almirante, fué un verdadero triunfo :
todo el mundo se derramó sobre la ancha plaza
del puerto, desde las autoridades civiles hasta
los asilos infantiles y las escuelas. La muche­
dumbre era inmensa, el día, espléndido y nos­
otros lo contemplábamos y gozábamos todo
desde el balcón, ayudados del binóculo.
L a presencia de la escuadra nos privó, sin
embargo, de la más suave de las consolaciones ;
los marineros descendían numerosos á tierra
y era difícil que volvieran derechos y por sus
pies como habían bajado. Entre tanto,
nosotros perdíamos la función de media noche.
El Obispo la prohibió prudentemente.

37



F e liz encuentro á bordo del « L eón X I I I ».
El 27 se nos anuncia que está para llegar el
vapor español León X I I I , trayendo á bordo á
Mons. Chapelle, Visitador ap>ostólico de aquella
isla. El clero, advertido con tiempo, había salido
todo á encontrarlo, el pueblo se agolpaba en la
playa y numerosas barquillas adornadas visto­
samente remaban hacia el León X I I I . El abrazo
con el Obispo diocesano fué conmovedor, pero
el pasaje hasta la vecina iglesia, donde debía re­
vestir los sagrados ornamentos fué sobre manera
d ifícil: tan entusiasta fué la acogida que todo
el pueblo hacía al Representante del Papa. Nos­
otros no asistimos á toda la función : habíamos
divisado á bordo algunos vestidos talares y há­
bitos de hermanas, muy semejantes á las insti­
tuidas por D. Bosco, y deseábamos salir de la
incertidumbre y y aseguramos de que no nos
engañábamos. Montando pues, sobre la primera
barqueta que se nos puso delante, fuimos á
bordo y encontramos una treintena de Salesianos
y algunas Hijas de María Auxiliadora, que iban
á engrosar las filas de los hermanos de Méjico,
Ecuador y Centro América. Decir lo que pasó
entonces, es punto menos que imposible : cuando
se está ausente de la patria querida, cuando se
han corrido tantos peligros y visitado regiones
desconocidas, el encontrar un compatriota es
siempre gratísimo, é inmediatamente se estrecha
con él la más sincera amistad. Imaginaos ahora
cuál será la alegría al encontrar hermanos edu­
cados en una misma escuela, impelidos sobre los
mares por un mismo espíritu: el de dilatar el
reino de Dios. Aquellos generosos Salesianos es­
taban todos en la ñor de la edad, dejaban la
patria y cuanto de más caro tiene, precisamente
cuando más les sonreía la vida y les halagaban
las más dulces esperanzas. Todos se estrecharon
en torno de D. Albera con tanto más afecto,
cuanto lo veían más fiaco, decaído y extenuado
por las fatigas. Uno de ellos, llamándome aparte,
me d ijo : ¿Y cree U. que nuestro superior pueda
continuar el viaje en tal estado ? Nuestra con­
fianza, más que en los cálculos humanos, estaba
en Dios. Y quizá p)or esto p>ermitió la Provi­
dencia que no pudiésemos ir á Jamaica donde ha­
bríamos hallado una temperatura más ardiente,
nos hubiéramos visto obligados á volver á G^íón
y Panamá, cuyos climas son algo malsanos y
llegar á Centro América en lo más fuerte de los
excesivos calores tropicales.
C om n ovedora función en a lta m ar.
El León X I I I no se detuvo sino 24 horas, y
nosotros partimos con nuestros hermanos á la
vuelta de Cuba. Aquellos cuatro días se nos pa-

— 38 —
saron rápidamente en amenas conversaciones y
mutuos recuerdos y narraciones de nuestras
aventuras.
Tres días hacía que el vapor caminaba á todo
andar ; acababa de apuntar el alba del año de
gracia de 1903 y ya los más poderosos binóculos
divisaban la tierra. Pero allá debíamos separar­
nos de algunos de nuestros hermanos y seguir
solamente con los que iban á Veracruz, los de­
más debían continuar á Colón. Uno de ellos no
había podido emitir en Italia su profesión reli­
giosa, pero tenía consigo todas las autorizaciones
necesarias : apenas vió á D. Albera le suplicó le
concediera tal gracia. El Sui)erior condescendió,
con lo que el hermano renovó el fervor de los
ejercicios hechos, y allá en el mar de las Antillas,
no muy lejos de aquella isla en donde tres anos
antes se había derramado tanta sangre y sacri­
ficado tantas víctimas, se ofrecía una incruenta
al Señor. Jamás hubiera osado esperar un espec­
táculo tan bello en semejantes circunstancias.
El Señor es infinito en sus recursos !
E n la H abana.
Ea paz firmada el 21 de Agosto del 1898 entre
España y los Estados Unidos hizo á Cuba inde­
pendiente del Gobierno español, que renunció á
todo derecho sobre ella, y los Estados Unidos la
erigieron en República libre pero con la condi­
ción de no estipular con ninguna otra nación
condiciones que pudieran limitar su indepen­
dencia y de conceder á los Estados Unidos el
derecho de intervención y el de establecer esta­
ciones navales.
En aquel magnífico puerto nuestro vapor se
ilctuvo tres días y se nos concedió bajar á tierra
varias veces.
En extensión Cuba es poco menos que la mitad
do Italia, pero no llega á dos millones de habitan­
tes. M asía Habana, su capital,cuenta 300.000:
los tranvías eléctricos la cruzan en todas di­
recciones y en poco tiempo la atravesamos con
muy reducido gasto. De trecho en trecho está
adornada de magníficos jardines. La hallamos
superior al concepto que nos habíamas fonnado.
Fuimos á visitar varios institutos religiosos como
el de los PP. Lazaristas. quienes nos ponderaron
la caridad cubana. Al día siguiente, á ’lwrdo
del Ciudad de Cddiz adonde habíamos trasbor­

dado, vino el Presidente de las Conferencias de
S. Vicente de Paúl á suplicar á D. Albera la fun­
dación de una escuela de artes y oficios en la
isla, para lo cual estaba ya todo listo. Mucho
dolía, pero no se pudo dar sino vagas esperanzas,
y asegurarle que la voluntad no faltaba, pero
faltaba el personal.
A bordo del “ C iu dad de C á d iz ” Un do• loroso sacrificio antes de b a ja r á tierra
m ejicana.
El Ciudad de Cádiz es un vapor de la misma
Trasatlántica española, pero de construcción
un tanto antigua y que carece de las comodi­
dades del León X I I I . Con todo es un buen barco
y lo probó en la resistencia al mar que en aquella
travesía estaba sumamente agitado. El dia de
la Ejufanía nos levantamos con la esperanza
de poder celebrar la Santa Misa; el Capellán de
bordo lo había advertido y vino á decirnos que
el Capitán nos mandaba avisar que aquel día ni
siquiera se intentara celebrar : no obstante, es­
peramos contra toda esperanza y aguardamos
en ayunas hasta las
: mas todo fué inútil.
Era la primera vez, en 29 meses de viaje que no
celebrábamos en día de fiesta. Cuán triste pasa­
mos el día ! Parecíanos que nos faltaba algo, y
nos faltaba de veras !
A l siguiente día, antes que asomara Veracruz,
habíamos y a celebrado y nos aguardaba inme­
diatamente un gran sacrificio. En Inglaterra.
Estados Unidos y en general en los países pro­
testantes, el hábito no concilia devoción y se
aconseja no llevarlo para no exponerse á la mofa
del pueblo, que no está acostumbrado á verlo ;
.pero en Méjico está prohibido por ley ; de modo,
que también las hermanas tuvieron que resignarse
á quitai-se su toca y todo cuanto pudiera distin­
guirlas. También nosotros experimentábamos
cuán duro es abandonar una divisa querida que
jamás habíamos dejado : á la visita médica hu­
bimos de pre.sentarnos con el vestido del „hombre viejo.” Nos mirábamos el uno al otro con
un sentimiento de compasión : empero la vista
del Superior de las Casas de Méjico que con otros
hermanos vino á nuestro encuentro, nos hizo ol­
vidar de todo |X)r un momento : 22 días hacia
qvíc viajábamos para tener el gusto de abra­
zarlos.
(Continuará)

NUESTRAS M IS IO N E S *
fíiarto Crosso
Las dos Colonias de los Coreados
{Relación del Inspector, R. D. Antonio Malán)

I.
En la Colonia del Sgdo. Corazón.
Rvmó. Sr. D. Rúa :
<sta vez puedo darle muchas noticias
que consolarán grandemente su cora­
zón de padre, é interesarán también
al numeroso círculo de nuestros Cooperadores,
tan celosos por el progreso de la humanidad, y
tan generosos cuando se trata de la difusión del
Reino en los lugares envueltos todavía en las
tinieblas de la ignorancia y del pecado.
En v ia je — Encuentro con D. B álzo la — L a
v ista de los Indios.
Después de los preparativos indispensables
para el viaje, el 17 de Mayo partieron con direc­
ción á la Colonia del Sdo. Corazón, D. José Sal\ ctto con seis Misioneros y el Novicio Sabino y
(los indios venidos de la Colonia para servir de
guías. Y o retardó algunos días mi ])artida para
ultimar algunos trabajos y el 24 de Mayo, día
siempre dulce y querido, fiesta de María A u­
xiliadora, me puse en camitio. en compañía del
Coadjutor Gal>et y del distingitido joven Fran­
cisco Pío Bueno, Vicepresidente de la Sociedad
de S. lyuis Gonzaga, á la \*uelta de la Colonia,
situada en las fértiles campañas del Araguaya.
¡•altándonos una bestia de carga, hubimos de
demorarnos dos días en el Oratorio de S. Antonio
cu la vecina aldea Coxipó do Ponte, mas luego,
prosiguiendo nuestro camino, el viaje íué rápido
V felicísimo. No empleamos ni tan siquiera dos
horas para reunir los animales que según costum­
bre, quedan sueltos y libres, dueños de la abierta
campaña durante la noche. Y es de notar que
la pérdida de las bestias constituye uno de los
mayores desastres de los que viajan por estas
desampapadas soledades.
Hicimos una etapa de mediodía en la inci­
piente población de Capim Bronco, para admi­
nistrar los Sacramentos á los fieles ; luego, llenos
de verdaderos entu i.asnio, pusimos las espuelas

á nuestros caballos y volábamos para llegar á
la suspirada Colonia.
Faltaban dos jornadas para llegar á la Misión,
cuando tuaimos el dulce consudo de abrazar al
infatigable P. D. Juan Bálzola, que junto con
el indio Miguel y el alumno Sabino, habían ve­
nido á nuestro encuentro. A la vera de un lím­
pido arroyuelo, refocilamos nuestros cuerpos
con la tradicional p.isoca, carne con harina de
mandioca y salchicha, que triturada en un mor­
tero, constituye un buen alimento que se con­
serva por mucho tiempo y es el manjar de
cada día de los que deben atravesar estas vastí­
simas regio'.ies : mas es preciso comerlo junto á
una corriente, tanto es el ardor que produce.
D. Bálzola mandó inmediatamente al fiel
indio á llevar la noticia de nuestro arribo, así
que, el 4 de Junio, cuando el sol se apagaba mo­
ribundo allá lejos entre el verde follaje de la flo­
rista, al son poético y místico del Ave María,
en un lugar pintoresco, distante media legua de
la Colonia, sobre el Monte Santa Cruz, vimos
una muchedumbre de indios que, al rededor de
los Misioneros, aguardaban nuestra llegada,
alegres y satisfechos. De pronto se enciende el
fuego del entusiasmo, repercuten los ecos del
fusil, resuenan gritos y vivas de los indios p«r el
arrigodo del Superior que lleva arroias, miriris
(lencería, cuchillos y fierros), y retumban los sa­
ludos y felicitaciones por la llegada y por el feliz
término de nuestro largo itinerario. L a sonrisa
jugaba en los labios de todos, de nosotros que
llegábamos y de ellos, que nos aguardaban.
Nuestros Misioneros se estremecieron de gozo
al ver y abrazar á algunos hermanos, dc*s])ués
de un año entero, pasado en aquellas florestító
sin oír otro acento ni otro lenguaje que el dis­
forme y malsonante aullido de los Coreados.
También 1<js salvajes ; pobrecillos! no podían
dejar de gozar, sabiendo que generalmente, es
el Superior quien les lleva aquellos auxilios y
aquellos utensilios que tanto atraen sus miradas
y ganan sus corazones.
E l recibim iento... oficial — L a situación de
los que llegan del R ío D as M ortes - El
apoyo del Gobierno — 24 y u n tas de bueyes
p ara el transporte de provisiones p ara los
Indios.
A la entrada de la Colonia estaban los capi­
tanes con sxis respectivos súbditc», en posición
militar, haciéndonos los honores, mientras sus



4

0



banderas se besaban, dulcemente agitadas por
la brisa de la tarde. Su intento era ganar una
buena camisa, sin perder la esperanza de obtener
un par de calzones, 6 quizás un hermoso cuchillo,
un buen dalle ó una h o z ; cosas preciosísimas

recían contentarse con un colgajo de paño, que
remedaba un saco, ó bien con un simple som­
brero, no teniendo en este’caso otro adomo que
el cuerpo teñido de urucú, con el cual acostum­
bran pintarse de pies á cabeza. Uno de ellos con­
servaba religiosamente un
cuello de sacerdote que
consiguió hace un año en
Cuyabá y que lleva puesto
día y noche. Y los hay más
infelices; y éstos se con­
tentan con llevar sobre la
persona unos harapos á
manera de encajes, que
ciertatamente no huelen
á vanidad y que no da­
rían mucha ganancia á
las fantásticas modistas
de París. Imagínese ahora,
amadísimo Padre, la mise­
ria en que se encontraban.
Desgraciadamente no
me ha sido dado gozar del
espectáculo que deberá
Coiotría del Sgdo. Corazón (Matto Qrosao) - Asilo de las niñas.
producir el arribo de la
para quien iio tiene sino instrumentos primitivos,
,i madaiite provisión de víveres y vestuario que
como los de los antiguos tiempos, antes de que pude recoger, gracias á la caridad de los gene­
se usara el hierro. Se ve que la tribu tiene ya
rosos Cooperadores que con sus limosnas alegra­
la idea del progreso, pero es una idea muy im­ ron mi último viaje á Europa y Río Janeiro.
perfecta, porque mira so­
lamente al fruto que
puede recabarse del tra­
bajo, no ya al trabajo
mismo.
Por lo demás, tenían
mil razones de multi])licar sus demandas y pe­
ticiones, porque estaban
desnudos, desprovistos de
todo, y todos más ó meiu>s malparados á causa
de fiebre maligna que re­
corrió durante el año las
verdes y lozanas campa­
ñas regadas por el Rio
das Martes, que corre á
12 leguas de distancia, cu
dirección N.E. lín esta
ColooU del Sirdn. Corazón (Matto fírosso')
Escaeta de niños.
ocasión fué cuando llega­
ron á la colonia 85 indios
enfermos, como se lo comuiiiqué en una de
El ilustre Gobierno de la Unión Brasiliana, re­
mis anteriores, para obtener de los Misioneros conociendo y aplaudiendo la benéfica acción de
medicinas, vestiditó y alimentiís. De ellos, pocos los Misioneros Salesianos, nos concedió genero­
eran los que iban decentemente cubiertos, unos samente la exención de los derechos de aduana
llevaban sólo una camisa, y ésta hecha jirones,
para los objetos destinados á los Misiones de los
otros, una especie de blusa, otros calzones ó Indios, como también el acarreo hasta Corumbá.
chaleco, desgarrados por supuesto; algunos pa­ Estas consideraciones de parte del Gobierno, nos

,1



4 1

consuelan é infunden mayor aliento para afrontar
las dificultades que se opongan á la civilización
de tantos salvajes.
Una parte del cargamento, traída por 24 yun­
tas de bueyes, salió de Cuyabá el 28 de Mayo,
y apenas si podrá llegar en estos días á la Co­
lonia del Sagrado Corazón. E l transporte nos
viene á costar más de 3 contos de reís, es decir,
más de 3,000 francos : y es esto precisamente,
la enormidad de los gastos unida á las muchas
dificultades que se encuentran en el trabajo
cotidiano en la relación con los salvajes, lo que
nos tiene bastante gravemente preocupados.
Pero el Señor piadoso, que hace brotar las rosas
en medio de las espinas, endulza mucho nues­
tras penas, bendiciéndolas abundantemente y
coronándolas con espléndidos resultados en
beneficio de tantos pobres salvajes, que tienen
por casa las hojas de las palmas y por techo, el
duro suelo, asediado siempre de venenosas ser­
pientes y de numerosos insectos molestísimo.
Exam en á lo s niños y niñas
serio del Catecism o.

E l estudio

Examiné unos pocos indios y los hallé muy
aventajados en sus estudios y trabajos. Los del
Curso Superior leen correctamente y copian con
hermosa caligrafía cualquier trozo del 2° Libro
de Lectura, forman proposiciones bastante cla­
ras, cuentan hasta mil y se ejercitan en las cuatro
operaciones fundamentales de la A ritm ética;
cosa maravillosa por cierto, si se consideran las
graves dificultades y el poco tiempo que pueden
consagrar al estudio. ¿No es éste un buen augurio
de su porvenir y civilización ?
Las niñas, bajo la hábil y desinteresada di­
rección de las Hermanas, las Hijas de María
Auxiliadora, leen y escriben correctamente, co­
sen, hilan y bordan; empero sus trabajos de
aguja están paralizados ahora \>ot falta de ma­
terial, mas en adelante lo tendrán y podrán rea­
lizarlo con máquinas que han regalado excelentes
bienhechoras.
Y las adultas? También ellas, bajo la mater­
nal asistencia de las mismas heroínas de la cari­
dad, van tomando amor al trabajo y aprendiendo
todas las cosas necesarias á su sexo, preparán­
dose así y con la instrucción religiosa, á ser bue­
nas esposas y ejemplares madres de familia.
Los exámenes de Religión, tanto de los niños
como de las niñas fueron muy satisfactorios.
Pude convencerme de que conocen mudias cosas
que ignoran muchos cristianos nacidos y edu­
cados en los centros de la civilización. Así se re\‘ela Dios á los sencillos y humildes de corazón.



3 través del Ecuador
del P. Abrahán Aguilera.)
(Continuación). *
Achupallas.
A las cuatro de la mañana y a estábamos de pie.
Monseñor rezó la misa y nos dispusimos para esta
jornada no menos temible que la anterior ; la del
Azuáy.
E l cuencano Sr. Dr. Antonio Valdivieso, propie­
tario de un? finca al N. E. de Cañar, nos propor­
cionó graciosamente dos caballos y un peón. El
año pasado ya lo hizo, y parece que su caridad
inagotable quiera proseguir sin otra recompensa
en esta tierra que la gratitud y admiración d< los
Hijos de D. Bosco. ¡Así entre los grandes y acauda­
lados no faltan las excepciones !
Al fondo, como cinta de plata ser|>ea el rio
Haiún-Canar, á su derecha se presenta una con­
fusión de casas que forman el pueblecito de Tambo,
allegada al cual se alza una muralla del Azuáy,
cuya cumbre, para ahorrar tiempo, emprendimos
ganar.
Una vez arriba el viajero puede contemplar
desde el mirador excelso de Quinsa-Cruz (4.307 m.)
un panorama que resiste á imaginación más viva
y poderosa. De uno v otro lado los ramales del nudo
que se enlazan con la cordillera y que dan al Azuáy
el aspecto de una inmensa araña, como dice W olí ;
hacia el norte las crestas nevadas <¡.obras maestras
de la creación volcánica »; talvez « el regio y candi­
dísimo Sangáy que levanta airoso la frente y tiende
sus resplandecientes vestiduras sobre su trono de
roca, y arroja al espacio inmensa columna de humo
negro y espeso. *
«Tres horas nos faltan paraterminar la jo m a d a ,
decía para mí. El Azuáy esta vez duerme, pues lo
hemos'pasado con la mayor felicidad.» Hasta me
quise detener unos diez minutos para tomar las
fotografías de esa salvaje y sublime naturaleza,
pero Monseñor me dijo : « ¡No ! Amaga un tem ­
poral y no conviene perder el tiempo. *
Y o no pensaba en eso ; antes bien, me creía fuera
de peligro sin saber que recientemente entraba en
él. Un viento recio sopló las nubes y las abatió por
las quebradas y montes como escuadrones formi­
dables y llenos de misterio ; no tardaron un cuarto
en disponerse y luego al punto comenzó la descarga
de granizos que horrorizaban las tinieblas, el fragor
del trueno, la fatídica lumbre del relámpago, la
sangrieta faz del rayo. — ¡O h ! ¿Nueva edición
de ayer y corregida ? — No más horrorosa, pero sí
más cansada y aburridora, pues en seis se nos con­
virtieron las tres horas de bajada, y para más, ca­
minábamos embozados en las tinieblas y transidos
de frío.
La tempestad quedó bramando á nuestras es­
paldas y nosotros nos acercábamos á la llanura de
Achupallas. Pasamos el río del Azuáy, tomamos

{Continuará).
(•) V. Boletín de Diciembre.

— 42 —
una callejuela y hétenos en una mansión solitaria
y sepulcral. Nos dirijimos á la casa del Sr. Cura, en
donde hallamos el necesario refrigerio.
Palmira.
A las tres do la mañana nos levantamos. La no­
che entre serena estaba hermoseada por una luna
adormecida, cuyos rayos de plata caían lánguida­
mente sobro la naluralez:', y nos prometían ser­
virnos do antorcha por largo espacio de camino.
Con osa esperanza dulce nos fuimos á la Iglesia á
rogar al Buen Jesús no permitiese otro temporal
en eso día. ¡ Harto habíamos sufrido ya I
Al salir radiantes de consuelo, un fantasma ceni­
ciento se nos presenta. Todo : los montos, las gar­
gantas y planicies, todo estaba cubierto por la
neblina : aullaban los perros espantados y el río
tronaba en los cajones ; los árboles lloraban y
cada casa parecía un espectro tras el velo transpa­
rente de la niebla. Llegaron hvs cinco y ni la aurora
asomaba. Era menester ganar el tiempo y partimos
con la obscuridad tan subida, que nos figurábamos
caminar bajo un socavón interni'nable. Por fortuna
el camino no era tan malo y nada había que temor.
Hora y media anduvimos metidos en esa noche y al
cabo apareció la luz que al par irradió en la tierra
y en nuestro corazón, como en la cárcel de un pri­
sionero.
Nos hallamos en el profundo seno de una grieta
enorme y co lo sal: á derecha 6 izquierda, por de­
lante y por detrás, elevaciones fabulosas que limi­
taban el horizonte. — ¡Valor ! — gritamos á los
caballos — un esfuerzo titánico y ya hemos ven­
cido hvs columnas de Hércules.
Asi fué : ganada la cumbre, se nos extendió á
la vista un plano interminable que bordeban
inciertas líneas azulejas de la cordillera. Allá está
Palmira, ó sea el lugar donde almorzaremos ; de
Palmira pasaremos á Guamote en cuatro horas ;
de allí un coche ó diligencia nos pondrá en Riobamba; en Riobamba descansaremos.
listos son los cálculos que entretienen al viajero
y lo apagan una ansiedadquo lodevora.
Cinco horas y al fin divisamos á Palmira. ¡A
Dios gracias ! Tres horas toda’/ía y terminará el
suplicio.
El joven y fervoroso párroco de Palmira nos
acogió con sumo placer, pues parece que la Provi­
dencia le había llevado al Obispo, precisamente en
esos días en que los RR. PP. Redentoristas daban
misiones en el pueblo. ¿Qué ocasión míis propicia
para que se confirmen los que aún no han tenido
esta dicha ?
Las campanas anuncian y esparcen la buena
nueva ; los celosos Misioneros, á quienes Monseñor
acostumbra llamar ángeles dcl ciclo, se dedican á
confesar é instruir,
A las siete de la noche se dieron las primeras
confirmaciones. Monseñor predicó al pueblo y les
prometió que al dia siguiente confíimaría á los que.
no habían podido presentarse aquella noche.
Riobamba
No encontrando coche en Guamote seguimos á
caballo hasta Riobamba. Bajo un cielo ardiente

trepamos la cumbre y á las cinco estábamos en
casa de nuestros Hermanos queridos.
Volvamos algunas leguas ; supongamos que el
horizonte está despejado y miremos desde las cum­
bres el panorama de Riobamba. Si en todo el dorso
de los Andes se levantan de trecho en trecho vol­
canes hermosísimos y estupendos, en esta región
bien se pudiera decir que está la corona de todos
ellos. En semicírculo se ven el Altar ó Collanes. el
Carihuairazo, el Tunguragua y el Chimborazo, di­
visa y blasón de la República. Enuncio y no oretendo más porque este espectáculo es de aquellos
que no hallan su expresión en el lenguaje, siendo
que su vista sola confunde y empequeñece al hom­
bre, que, ante esas moles desmesuradas y esas
cúspides coronadas de eterna nieve, enmudece
de asombro.
Con frecuencia en Riobamba so cierne la tem ­
pestad y entonces los rayos caen en tal cantidad
que muchos, por supuesto hiperbólicamente ha­
blando, llegan á decir que en esa planicie los rayos
llueven. Otros, apoyados en esa razón y en el hecho
de no haber aquí ningún río de consideración, sa­
can la etimología de Riobamba de la corrupción do
las palabras rayo y Bamba, y entonces tendríamos
que Riobamba equivale á planicie de los rayos.
Confi ma esto y robustece la opinión susodicha
el ser la Patrona de la Diócesis Santa Bárbara,
Virgen y Mártir que tiene virtud especial contra
las calamidades del rayo. La ca. a que tenemos
en la Capital del Chimborazo, es la residencia dcl
Rdo. Sr. Pbro. Antonio Fusarini, último vástago
de los Salesianos cuando la gran expulsión y hoy
Inspector de esta Provincia Salesiana.
Actualmente se está edificando una suntuosa
Iglesia, en una de cuyas piedras angulares se loe
esta inscripción : « La piedad de los Hijos del Chim­
borazo, cooperando al afán de los Padres Salesianos.
levanta este Templo en honor de Nuestra Señora
de las Mercedes. » En realidad de verdad, todo se
va haciendo con el dinero y trabajo del pueblo v
con las célebres mingas, ó sea, reuniones de mil,
diez mil y á veces hasta venite mil personas, que
acarrean gratuitamente pied.as, madera, ladrillos,
etc. Grandísimo riesgo corrieron cierto día las pa­
redes altas y aisladas, con un fuerte terremoto que
parece provino del Sangáy (volcán de actividad
moderna y uno de los más tremendos del mundo)
por cuanto los pueblecitos próximos á él desapa­
recieron arruinados. Dicen que tiene catorce crá­
teres y el Sr. Wise asegura que desde las faldas
contó 267 erupciones fuertes en una hora. La ce­
niza y los bramidos del Sangáy llegan al Pacífico
como los del Cotopaxi y Tunguragua.
L a recepción que se nos hizo en el Colegio fué
cordial, prepar.u:on una academia brillante, pero
nuestro amado Monseñor cayó enfermo.
De viaje á Quito.
El doce del nue\-o año se cumplió un mes de
nuestra llegada al Chimborazo y Monseñor, si bien
no dejaba de sentir en sus fuerzas y constitución
la terrible huella del mal, determinó , no obstante,
partir el trece, con dos Padres Franciscanos , lia-



43

mados á Quito para un Concejo de la Orden, y
que sabedores de la enfermedad de Monseñor, ha­
bían pasado á \isitarlo, pero se detuvieron hasta
partir con él.
Nuestros siempre recordados Hermanos y alum­
nos del Colegio de Riobamba, de la separación sa­
caron nuevos bríos para festejar al Padie amado,
á fin de que éste les dejase en el horizonte la rósea
esperanza de volver muy pronto.
A l día siguiente muy de mañanita y a estábamos
en viaje Monseñor y el P. Vega en un ómnibus
ó diligencia, el P. Solano y yo, á caballo.
Se me hace dulcemente necesario el recordar de
nuevo al lUmo. y Rdo. Mons. Andrade, al V . Ca­
bildo, á las ilustres comunidades de los PP. Jesuítas
y Redentoristas, en modo m uy especial de las
Hermanas de la Caridad, y Marianitas, á los
Dres. Cervallos y Ormaza, al personal y á los
niños de nuestro Colegio, el agradecimiento sin­
cero de Monseñor y la Congregación Salcsiana.
Sanancajas.
A l principio comenzaron los caballos á paso ten­
dido y bien podíamos jinetear ; pero apenas sali­
mos de la ciudad nos pusieron en brete y fué un
triunfo llegar a Choquipoguio, última habitación
antes de subir al nudo de Sanancajas é Igualata.
A l parecer una tempestad nos obligó á refugiamos
allí pero en realidad fué la Prorúdencia.
Y mostré deseos de continuar porque la tarde
en las alturzis del Sanancajas es fatal y desastrosa,
pero el festivo Padre me dijo :
— Entre no más, hombre, que por oír misa y
echar cebada no se pierde la jomada.
— ¿Y no teme S. R. á los rayos que llevan esas
nubes ?
— ¡Qué rayos ! Mañana mala, tarde buena.
— ¡Dios quiera. Padre ! — y de un brinco me
apeé y entrambos resolvimos no salir de allí antes
de que la lluvia no escampase. Y mientras tanto
para no perder el tiempo daríamos al cuerpo su
ración.
Muy preocupados nos tenían los caballos, pues :
ó no seguir el viaje, ó con esas bestias tan extre­
madamente tercas exponemos á la ventura.
Excogitando medios, se nos ocurre al fin que los
pobres animales talvez no andaban por hambrien­
tos, que no tenían trazas de mañosos ni mucho me­
nos eran de baja relea.
— Pues, tráigales Vd., dijimos al mesonero, trái­
gales un lío de pasto.
El temporal se traslado á otros puntos y todo
empezó á sucederse á medida de nuestros deseos.
De repente oímos un ruido insólito — ¡Si será
la diligencia ? — ¡Qué! si ha de estar en Mocha, es
decir, tres leguas más adelante !
Sin embargo, era ella. Los mayorales se habían
extraviado, de modo que venían con dos horas de
retardo. .Aá tuvimos el gusto de ver á Monseñor y
á sus compañeros. Se bajaron á almorzar, mas,
como nosotros ya habíamos cumplido con nuestros
deberes, s^;uimos caminando.
i
bestias eran otras ! Volaban que no cCHTÍan.



Pena nos daba entonces de haberlas maltratado
tanto.
— Pero, proseguía el gracioso Padre, culpa no
tenemos ni ellas ni nosotros, porque ellas no ha­
bían comido y nosotros no sabemos cauterizar.
Vea, Vd., que por oír misa y echar cebada no se
pierde la jom ada : estos caballitos ahora parecen
caldos del cielo.
Media hora después pasó adelante la diligencia
y la perdimos de vista.
E l temido Sanancajas nos acogió muy bien. Has­
ta im sol benigno contrarrestaba los helados vientos
del Chimborazo y del Carihuaizazo que, cuando
menos, depojan los labios del cutis y dejan la
cara como un tomate.
Atubato.
Llegando á Mocha empezamos á bajar. Eran las
dos de la tarde y nos faltaban cinco horas para lle­
gar á Ambato.
A la derecha se nos presentó el Tunguragua,
primero velado por una capa de nubes espesas, y
luego bordado por ligeros celajes. ¡Qué majestuoso
es el cono blanco aislado entre sus vecinos como
gigante entre pigmeos! E l Tunguragua es un volcán
en acti^’idad, competidor moderno del no menos
bello ni menos tremendo Cotopaxi.
Ambato es singular por hallarse en un vallccito
que no se di\'isa sino cuando se está en él. « Está
en un pozo t>me decía gráficamente el compañero.
Llegamos al convento de los Dominicos á boca
de noche. Saludo y me despido pues el término de
mi jom ada era Atocha y me faltaba un cuarto de
hora todavía. Entre tanto la noche obscureció.
¡Nuevo percance ! El cliicuelito que se ofreció
para guiarme, me condujo por un camino intran­
sitado. Vadear el río era imposible. Para mayor des­
gracia el niño se cayó de caballo con peligro de ro­
dar al cauce.
Acierta á pasar un hombre ; pido informes y me
dijo ;
— Anda Vd. equivocado ; desande cuatro cua­
dras, tuerza á la derecha y por el camino del So­
cavón estará en Atocha en veinte minutos.
Esos minutitos sobre la obscuridad de la noche
y el cansancio mío, empezaron á voltearme la veleta
que se volteó del todo, cuando me hallé sin guia
pues el niñito ignoraba el camino del socavón. Hu­
biera sido peligroso seguir adelante.
Volví, pues, á golpear á las puertas del Convenio
de los Dominicos, cuyo Superior el Rdo. P. Zoina
me acogió con verdadera bondad, me brindó un
puesteen lam esacom únyunapiececitapara dormir.
Entre los Padres me llamó la atención un an­
ciano venerando, en cuya fisonomía se manifesta­
ban los rasgos del genio inmolado en aras del tra­
bajo y del sacrificio. Pregunté por el nombre y se
me respondió que era el P. Las Planas, el célebre
escritor y el abnegado misionero de las regiones
del Oriente.

(Sá coniinuará)

* * * EL CULTO * * *
de MARIA AUXILIADORA
N ó s tenem oa la persu asión de qu e, en la s v ic is itu d e s d olorosas de lo s tiem p o s
que atraveaam os, no nos quedan m ás co n su elo s qu e lo s d e l C ielo , y en tre é sto s, la
pod erosa protección de la V irge n ben d ita, que fu é en tod o tiem p o el A u x ilio d e los
C ristian o s.
P IO X.

II.

Solemne ^aqción del título.
- —>KS><Í#

el año de i57í. Loe Turcos hav ; '‘iC hian tomado la isla de Qhipre, des­
alojando á los ¡Venecianos, y amenazaban ex’
terminar la Cristiandad entera. S I Sum o
J ’K’'ntifice JVio JV, una de las glorias más
eminentes de la Orden dominicana, trata de
form ar una hga de los J^rincipes cristianos,
l/cgrasc form ar una escuadra d cuya cabeza
están
S u a n de <¡Austria y dJlarcos Co­
lorína, i/a famosos p o r sus hechos de armas.
A 7 77 de Octubre se avistan las escuadras:
los Cristianos son inferiores en número y
armamento. S s verdad que en su pecho arde
el celo po r la gloria de ^ i o s y que el valor
de sus alm as es grande, m as ¿ quién puede
confiar en su valor ó en sus p asadas ha­
zañas ? ¿ quién podía asegnarles la victoria ?
o A si lo comprendía el J ^ a p a , y mientras
allá en bepanto caían á millares las victimas,
tiñendo con su sangre las espumosas o n d a s;
mientras tronaba el carlo'n y chocaban Ic^
buques entre s i . mientras se desarrollaba
aquella acción de guerra, « la m ás alta que
vieron los siglos pasados n i esperan ver los
venidews, » como se expresa el g ran Cer­
vantes que en ella perdió una m ano; las Con­
fraternidades d el Rosario salían en procesión
por las calles de Roma y el ^ p a p a . en ora­
ción humilde las acompañaba desde su ca­
pilla, implorando el favor d el cielo. V el
favor no se hizo esperar. S i viento, favorable

a l principio a l enemigo, vuélvese contra é l y
unido á la artillería cristiana, envuelve sus
bajeles en remolinos de humo y fu e g o : el
lábaro cristiano domina y a las aguas arbo­
lado sobre la nave capitana enemiga, y el
Otomano se entrega á precipitada fuga. S n
ese instante solemne S . J¡^ío JV se levanta
de su oración, y anuncia la victoria. P ué
entonces, p ara demostrar su g ra titu d eterna
á 07Taría S m a ., cuando el jR a p a ordenó ce­
lebrar la festivid a d del Rosario en la p r i­
mera dominica de Octubre, en atención á que
rezando el Rosario ju é como se obtuvo la victoria,
y añadió á todos los otros titules que tiene
ííRaria á nuestro amor y co n fa n za , e l de
liu x iliu n i GhrÍ8ÍiiH|orum, que en cierto modo
los abraza y compendia todos.
On Í68d> los Turcos acometen de nuevo y
en número de SOO.OOO se presentan bajo los
muros de ¡Viena. S n vano hiccencio e X f e.xcita á los principes cristranos á socorrer la
ciudad. Zinc solo acude: S u a n de Sobieski,
cspyo y modelo de caballeros, caudillo de los
valiente-i y denodados polacos; y e l 9 de Betiembre se presenta sobre el monte cercano á
la ciudad sitiada y a próxim a á rendirse. Tres
días después ordena que todo el yército asista
a l Santo Bacrifeio de la dTtisa, que é l mismo
ayuda con g ra n devoción, y después de re­
cibir la bendición de (¿Aquella que es fuerte
como un ejército en orden de batalla, cae



sob^e loe enemigos: y la
ovidencia los
entrega en sus manos y los destroza de modo
que el formidable ejército de íBara dlXustafá
queda i educido á sólo 2 0 .0 0 0 soldados que
huyen d ya n d o en mano d el vencedor e l es­
ta ¡darte, 2 0 0 cañones y todas las vituallas.
Inocencio aXd cuando tuvo en sus manos
el mahometano estandarte, se siente conmo­
vido, y en su agradecimiento, ordena que en
la dominica dentro de la Octava de la díatividad de fila r ía S m a ., se celebre la fiesta
del dulcísimo díombre de dTtaria. oAdemás,
en el siguiente año, i6 & i, secundando los
deseos d el ^ u q u e de oBaviera, instituyó en
dJlónaco la (Bonfraiernidad de fl?.arÍQ Huxiliúrforn, á la cual acudieron presurosos á
incorporarse, no sólo Ivs simples fieles, sino
los p r e la d o s , los Jfirincipes y los Sm peradores. V a no faltaba sino que se fijase un
día p a ra celebrar la fiesta de dlXaria ^¡Au­
xiliadora y también éste llegó y ccvi gran
provecho de la iglesia y honra de la Reina
de los cielos.

Estando mi madre en peligro de muerte y
recibidos ya las SS. Sacramentos llegué al
lecho donde yacía moribunda; j>ero no des­
confiando ni aun en tan miserable estado, em­
pecé con mi hermano una novena á María
Auxiliadora y desde entonces los médicos le
conocieron mejor la enfermedad, y debido á
la intercesión de María en pocos días quedó
curada y mi hermano y yo podimos continuar
nuestros estudios interrumpidos por la salida
del Seminario.
M. y J.AIME E ü caü yo n a .
Gerona, s de Noviembre de 1905.

45



M aría lib ra á una fam ilia de quedar
en la orfandad.
Hacia fines de Diciembre del año pasado,
cayó gravemente enferma mi esposa con disen­
tería, fiebre y otras afecciones. Se le aplica­
ron primero varios remedios caseros, mas como
la enfermedad seguía avante, tomando horri­
bles proporciones, llamé, uno después de otro,
tres médicos distinguidos de esta ciudad, los
cuales, uno por uno, la desahuciaron y me
dijeron que no viviría. En tan terrible trance,
abrumado de dolor, con seis hijos que llora­
ban en mi rededor, en la mayor pobreza y so­
ledad, lleno de congoja, me acuerdo de la que
es remedio y consuelo de los atribulados •
me acuerdo de María Auxiliadora, y : ” Madre,
le digo, mirad nuestro infortunio al quedar
esta familia sin su madre. Aqui tenéis á mis
hijos, llevaos al que os plazca, pero concededle
la- vida á mi querida esposa, yo os ofrezco
publicar esta gracia en el Boletín Salesiano.
María escuchó mis plegarias. A l siguiente
día moría el menor de mis hijos, una niñita
de once meses, y mi esposa entraba en conva­
lecencia y hoy se halla sana y buena.
Por lo cual doy gracias infinitas á nuestra
misericordiosa madre María Auxiliadora por
tanto bien obrado con estos pecadores. ¡ Gra­
cias, Madre purísima, ya habéis salvado A mi
esposa, y no habéis permitido que mis hijos
queden en la orfandad. Haced que sepamos
corresponder á estos beneficios, y que todo
te amen para que sepan cuán buena eres y
digna de ser amada, adorable madre mía.
R odo lfo G á m e z .
Pasto (Colombia), Febrero 3 de 1905.
S iem p re n o s e sc u c h a .

He obtenido un favor de mi amantísima Ma­
dre María Auxiliadora, que supliqué con verda­
dero interés, y quiero manifestar públicamente
mi agradacimiento.
Cumpliendo la promesa que tenía hecha, he
rezado la novena á la Virgen, A uxilio de los
cristianos, y he celebrado tres Misas por los pobrecitos indígenas de la Patagonia que hayan
fallecido en el mes de octubre del corriente año.

— 46 —
Otra gracia especialísiraa espero alcanzar, si
ntc conviene para mi eterna salvación.
L eoncio A l c a ir o , P bro .
lIucHn (Teruel, España), Nbre. de 1905.
[Gracias, Madre mía!
Acabo do experimentar cuán cierto es que
jamás desatiende á quien la invoca, por mísero
\- desvalido que sea. Uno de mis hijos cayó
luice pocos días gravemente enfermo, lejos de
mi, y privado por consiguiente de mis cuidados
y atenciones ; todos los que me rodeaban, tenían
por segura su m uerte; mas yo, el mismo día
<iue recibí la noticia fatal, comencé llena de fer­
vor una novena a María Auxiliadora, coloqué
delante de su imagen una lámpara, para que.
ardiera allí noche y día como un símbolo de
mi confianza y del deseo que tenia de invocarla
á cada in.siniUc, y además ofrecí á mi Celestial
Auxiliadora, publicar una acción de gracias si
mis súplicas eran escuchadas. Hoy mi amado
hijo está sano y cumplo mi promesa, deseando
ron toda la cfu.sión de mi alma que María A u xi­
liadora, reine por doejuiera, y sea para siempre
bendecida y glorificada.
R. I. V. de M.
Atocha (Reinador), Octubre i de 1905.
¡Cuán buena e;« María !
Por espacio de 5 meses me atormentó un tan
fuerte dolor <le cabeza tpie me hallaba imposi­
bilitado para seguir á la Comunidad en todos
sus actos, y ni siquiera podía dedicarme á al­
gún estudio serio sin cine al momento me sinliria molestado por el dolor de cabeza. En tal
angustia acudí á la que es A uxilio de los Cris­
tianos. y ¡oh prodigio! no me devolvió la sa­
lud esta Madre amoro.sa sino después de haber
prometido hacer pública esta gracia en el ¡íoi, Un Sa¡esiano.
A l presente me hallo del toiio sano, sin que
me moleste mi ¡mtiguo mal, á pesar de que estoy
cursando estudios razonados é intrincados. A gra­
decido cumplo mi promesa haciendo pública la
misericortlia tic María en pró de los que con fe
V devoción la invocan en sus necesidades.
J. M. M.
SarriA-Biircolona, \ lU* Nbre. de 1905.

de muerte. Todos los médicos me desahuciaron,
y viendo que no había remedio en lo humano,
mi madre y yo acudimos á María Aux. mediante
una novena y ofreciendo la confesión y comu­
nión. Oh prodigio! sin saber cómo, me en­
cuentro perfectamente sana. Gracias mil á María
Sma. Auxiliadora.
F ilom ena del C . M enogal
Granada (Nicaragua), 8 de Sbre. de 1905.
Gracia singular.
Después de sufrir por cinco años las funestas
consecuencias de una caída, que varias veces
me llevaron al borde de la tumba, habiéndome
recetado varios médico.s durante este lapso sin
resultado alguno, hallábame casi desesperado
tanto por el dolor como por mi pobreza, cuando
un amigo me aconsejó acudir á María A uxilia­
dora. Eficaz m edicina! hoy me encuentro sano
del todo, por lo cual doy gracias á mi amada
Bicnliechora.
S e f e r in o R. D ía z .
Granada (Nicaragua), Julio 20 de 1905.
Cuán buena es María.
Me hallaba en extrema necesidad de arreglar
pronto un negocio del cual dependía me porve­
nir en el seno de la Iglesia : no me parecía de
fácil consecución, dadas las circunstancias y acudí
en busca de socorro á los pies de .María A u x i­
liadora, ofreciéndola si se arregabla la limosna
de 2.pts. que Iioy remito gustosísimo, dando
gracias á la Excelsa Señora y ludiéndola de co­
razón. que siga favoreciénilome.
U n C ooperador.
l'aloncia (Rspaíla). i.t Noviembre 1905.
Maria, Consuelo de los afligidos.
No sé cómo agradecer á Maria Auxiliadora el
gran favor de Iiaber devuelto la razón á mi
espo.so, á quea por su alienación creía perdido
para siempre respecto á mí Pero hice una No­
vena á María Auxiliadora, y contra toda espe­
ranza sanó al compañero de mi vida. Cuán buena
es Maria Auxiliadora!
B ersabé de T .
Miuiftgim (Nicaragua), 1905.
Gracias, Madre mía.

Portentosa curación.
Destle mi nacimenlo, es liecir. destlo hace
2 I años padecía una enfermedad que me quitaba
ct respiro y varias veces me puso en extremo

Teniendo á mi liijo Juan Ramón paralítico á
cotusecuencia do reumatismo, y no encontrando
medicina que lo mejorara, invoqué á M. A . pro­
metiendo dar una limosna de lo primero que mi

— -i:
hijo ganara después de restablecido, dar un
exvoto de plata, y publicar la gracia en el Bo­
letín Salesiano. Obtenida la gracia, cumplo agra­
decida mi promesa á tan buena Madre.
Jo s e f a T a l a s c a

Granada (Nicaragua), Obre, de 1905.

Mi corazón, lleno de gratitud hacia María,
después de haber cumplido con la promesa de
la celebración de una Misa en el Altar á Ella
dedicado de nuestra Parroquia, á la que asistió
toda mi familia, se complace en hacer pública
la gracia recibida, en testimonio de mi filial gra­
titud hacia tan buena y celestial Madre.

Justo homenaje de gratitud.
Hallándose mi hermano Tom ás enfermo de
bastante gravedad á consecuencia de muchas
complicaciones que lo llevaban al sepulcro y
viendo que la ciencia médica era incompetente
para la curación, la familia en medio de tanta
tribulación y desconsuelo no hallaba que hacer.
Acudimos á la piedad de María Auxiliadora, pusimóle al enfermo una medalla, y esperamos el
socorro de María, que no tardó en venir, pues
con asombro vimos que á los pocos días la cu­
ración fué completa.
Hago pública mi gratitud por la gracia obte­
nida.
A q u il e s H e n r iq ü e s .
Managua (Nicaragua), 1905

A n a M a r í .a- F a L c ó n .

Las Piedras (Uruguay), 1905.
¡Viva María Auxiliadora!
Henchida el alma de la más tierna y pro­
funda gratitud, hacemos pública la gracia, que
el poder y bondad de María Auxiliadora nos ha
concedido. Ella ha devuelto la salud á nuestra
querida y anciana m adre! Cuántos temores y
ansiedades pasó nuestra alma durante los mu­
chos días de su enferm edad! Pero, hemos acu­
dido con confianza á María, y Ellla nos ha escu­
chado.
Enviamos una tenue oferta á su Santuario <le
Valdocco, para la celebración de una Misa, y
deseamos se haga público este nuevo favor de
María.

María consuelo de los atribulados.
Hallábase mi esposo al borde del sepulcro
atacado de una grravísima disenteria. En mi
grande afiición, en María cifraba yo toda mí
esperanza, y en lugar de buscar la ciencia mé­
dica, acudí á María Auxiliadora con una novena,
y Ella no se hizo esperar, pues con remedios
que me proporcionó estaba mi esposo al no­
veno día en vias de convalecencia y hoy se en­
cuentra bueno y sano. Hago pública mi gratitud
á tan tierna madre.
Isabel de C ie r o .
Managua (Nicaragua), 7 Obre. 1905.

¡ Bendida sea María Auxiliadora!
Desde algún tiempo me encontraba afligida
por una grave enfermedad.
Después de tomar inúltimente muchas medi­
cinas, me reso lv í, con gran pesar mío, á some­
terme á una dolorosa operación quirúrgica, in­
vocando ames el auxilio poderoso de María Au­
xiliadora á Quien desde mis primeros años
empecé á conocer y amar frecuentando la Casa
de sus buenas Hijas, las Hermanas del Colegio
San José de esta Villa.
E l éxito de la operación fué felicísimo ; en
poquísimo tiempo volví á disfrutar de completa
salud, como nunca la he tenido en mi vida.

C.ARMEX y A n a M o n t e r o .

Las Piedras (Uruguay), 1905.
Un gran favor.
Mi corazón rebosa de gratitud hacia la Sma.
Virgen Auxiliadora por haberme concedido la
siguiente gracia :
Me hallaba, pocos meses ha, en ini sala de
labor, cuando se me rompe la aguja con que
bordaba, y me salla un pedacito de ella en un
ojo.
Después de algunos días, se me inflama de
tal modo el ojo que ilebo ir á la Capital y so­
meterme al examen de un cspeciali.sta.
Se me dice que la cosa es algo serio, y en
las visitas siguientes, el facultativo expresa d
temor de que pierda el ojo lesionado.
En tan crítica circunstancia acudo con gran
fervor á María SS Auxiliadora y prometo ir c«m
toda mi familia á oír la S. Misa y acercarmjs
á la Sagrada Comunión en el Santuario á Ella
dedicado en V illa Colón.
Oh poder y bondad de M aría!
El peligro desaparece, y hoy completamente
curada después de haber cumplido con mi jiromesa, hago pública la gracia para honra y g lo ­
ria de mi celestial Madre.
D

ora

Blanca Po n te y C lela n o .

Las Piedras lUruguay), Nbre. 30 de 1905.

-



-

táneamente á una nietecita atacada del mal de
S. Vito.
Doy infinitas gracias á María Auxiliadora, por
Ibidem. — Anf^ela P. de Alegría. Por haberme
haberme curado prodigiosamente de un catarro
librado de las consecuencias de una tremenda
caída.
á la laringe que padecí 20 meses, agravándoseme
Ibidem. — Desiderio Sánchez. Por un favor re­
tanto en los tres últimos, que el exceso de cacibido.
U-nlura, y dolor de garganta que tenía, aun
Ibidem. — Josefa V. de Gutiérrez- Por un favor
hablando con voz moderada, me habla rendido
recibido.
Ibidem. — Alejo Mirtinez. Por igual motivo.
las fuerzas, ’y hecho perder el apetito. Tales
Ibidem. — Celia Wirgas. Padecía una enfermedad
síntomas me persuadieron que se acercaba la
sin esperanza de alivio. Invoqué á María Aux. y
muerte. Pero teniendo más fe en María A u x i­
me curó perfectamente.
liadora, que en la medicina, acu d ía tan buena
Ibidem. — Francisco lApez. Por varios favores
recibidos.
Madre con una novena, pidiéndole la salud, si
Gerona (Es(iaña). ,/. M. F.ncanyuana. Soy deudor
era voluntad de Dios, ofreciéndole otra si sa­
á María Au.\. de la salud de mi madre, á quien
naba y publicar el beneficio en el lioUtln Sase habían administrado ya los últimos Sacramentos.
h'siano. Sin darm» cuenta me hallé sana. Han
Managua (Nicaragua). — Adrián Zabala. Por
pasado 4 meses desde cjue recibí tan singular
haber recibido una gracia señalada.
Ibidem. — Tiburcio Gómez. Por haberlo salvado
favor y cumplo lo proaietido para gloria de la
dos veces de la muerte.
(pie es Auxilio de los cristianos.
Ibidem. — Josefa Noguera. Por una gracia obte­
¡Gracias. Madre mía, gracias! bendíceme desde
nida.
el cielo, y llévame pronto á tí.
Jinotepe (Nicaragua). — El D r. Gerónimo Ra­
U na R icugiosa c la r isa .
mírez por un favor obtenido y envía 5 pesos de
limosna.
C*** 20 (le Kebivi'o. de 1905.
Ibidem. — Francisco Ortega. Por haberme sanado
un hijo gravemente enfermo de fiebre
Doy gracias muy rendidas á la S. S. Virgen
Jinigolpa (Nicaragua). — Manuel Morales. Por
Auxiliadora por haber me devuelto la salud,
varios favores recibidos y envió 10 pesos.
después de seis meses de penosa enfermedad.
Ibidem. — E. M. de Calero, Esteban Calero
Julia M artín k z .
agradecidos envían una limosna.
Las PicíJrns, 30 Nbre. 1905.
Masaya (Nicaragua). — Teresa de Castillo. Por
varios favores recibidos y envía 3 pesos.
Agradezco infinitamente ú María Auxiliadora
Ibidem. — Gregaria V. de Gutiérrez por una
por una señaladísima gracia, concedida á un
gracia, envía i peso y recomienda á las oraciones
hermano mío, durante la guerra civil, que asolci
de los Cooperadores una nece.sidad.
Managua (Nicaragua). — Ana de Teresa por va­
mi querida patria durante casi todo el año 1904.
rios favores recibidos.
L uisa MicHErn.
Salamanca (España). — Mónica V. Salmerón.
Lns Pledra-s, Noviembre 30 de 1905.
Por haber obtenido la curación de una niña des­
ahuciada de dos médicos.
Dan también, con toda la efusiéti de su alma, gracias
Santiago (Chile). — Zoila R. Hernández. Por un
á María Auxiliadora y envían una limosna:
señalado favor.
S. Marcos (Nicaragua). — F . S. de H. Encon­
Barcelona (España). — Francisco Llubid por una
trándome con una seria enfermedad, acudí á María
gracia obtenida.
Auxiliadora y obtuve la salud. Por éste y otros
Bilbao (España). — Una devota da gracias y
favores, doy mil gracias á María Auxiliadora y
cumple la promesa de dar una limosna.
Burgos (España). — Mtiria y Mariscal. Por ha­ envió una limosna.
Ibidem. — Una Hija de María. Por haber obte­
bernos concedido una grande gracia en favor de
nido el arreglo de un asunto que en lo humano no
mi madre atacada de una enferme<lad peligrosa.
tenia remedio.
Ibidem. — Francisca Monteverde. Por una gracia
Yaritagua (Venezuela). — Ramona G. de Emst.
obtenida.
Por haberle concedido la salud de su esposo.
Boaco (Nicaragua!. — P. de G. Por haberme
Ibidem. — G. Rosa. Por un favor señalado.
librado del mayor de los peligros.
Valencia (Venezuela). — Rosa de López. Por ha­
Cádis (España). — Um Cooperador Salesiano.
berme sanado ú mi esposo de una enfermedad pe­
i» Por haber devuelto con medios Ínesj>er.ados la
nosísima.
armonía y correspondencia rota entre dos miembros
Vígo (España). — N . N . Por haberme otorgado
de familia, cosa lumianamente imposible. 2« Por
la completa curación de un hijo.
haberme librado de un caso en que corría un pe­
Ibidem — Dolores R. Galindo. Por haberme
ligro gravísimo.
concedido la felicidad en una arriesgadisima ope­
Granada (Nicaragua) — Manuela jernix'. de Alb.
Por haber salvado inesperadamente y ca.si instan­ ración.

¡Bendita seas, Madre querida!

Por España.
VITORIA. — Inauguración del Patronato de jó­
venes de Ntra.Sra. del Pilar. — El día 23delp.p.No\-iembre, segundo aniversario de la benedición de
la primera piedra, tuvo lugar la solemne inaugura­
ción de este Patronato de jóvenes de N. S. del Pilar.
El grandioso acto fué honrado poi la presencia
de las primeras autoridades eclesiásticas, civiles
y militares de la provincia alavesa ; á todas ellas
tributamos el homenaje de nuestras sincera gra­
titud p>or ios sentimientos de simpatía y admiración
que demostraron hacia la obra Salesiana. — He
aquí la reseña, de esta solemnidad publicada por el
Heraldo Alavés.
Por la mañana.

Agradecidos á la fina amabilidad de la funda­
dorj, y junta del Patronato de jóvenes de Nuestra
Señora del Pilar, hemos acudido hoy á todas las
fiestas organizadas por dichas personas para so­
lemnizar la inauguración de tan útil institución.
Todas ellas han sido muy solemnes, viéndose
realzadas con la presencia de distinguidas perso­
nalidades que se destacaban en el numeroso con­
curso que en ellas hemos visto.
La misa de Comunión ha sido dicha por el vir­
tuoso cura párroco de San Vicente don Justo López
de Arróyave.
Función solemne.

En la función solemne de .las diez, ofició el muy
ilustre señor canónigo de esta santa iglesia Ca­
tedral, don Manuel Vidaurre, ayudándole de diá­
cono y subdiácono respectivamente los coadju­
tores de la parroquia de Santa María sñores Beltrán
de Heredia y Basterra.
El orfeón de seminaristas estuvo afortunadísimo,
interpretando, bajo la acertada dirección del señor
Cestafe, una magistral misa á canto Uano con
acompañamiento de armonio.
Elocuente y admirable íué el sermón pronun­
ciado por el Dr. D. Pedro González y Gambari.
Arciprete de esta S. I. C. Desarrolló el tema Dios
es amor. Dios es ciencia con singular maestría.
La inauguración, dijo, del Patronato de Nuestra
Señora del Pilar es una prueba más de que Dios es
amor y ciencia.
Es este centro para los niños pKjbrfs, á quienes
tanto amaba Nuestro Señor, á los que el Salvador
estrechaba tan paternalmente, tan dulce, tan carñosamente, cpntia su immenso corazón; tan que­

ridos por aquel Dios que amó la pobreza por ha­
cemos ricos, que nació en un establo, vivió en un
taller y murió en un patíbulo : por aquel Dios quedesde la cumbre de la montaña abriendo sus brazos
y mejor d’ cho, abiiendo su infinito corazón, decía,
vengan á mí los pobres ; ellos son bienaventurados.
La Obra.Terminada la misa y en los breves momentos
que los señores de la junta del Patronato han jx)dido concedemos por sus múltiplos ocupaciones,
hemos tenido el gusto de feücitarles por la bri­
llantez de los actos que acababan de celebrarse y
el alto fin al que consagran sus des\-elos los cari­
tativos señores don Félix llanda, don Benito de
Guinea, don Fausto Iñiguez de Betolaza, don Ci
priano del Valle y don Mayorino Olivazzo, director
este último de los p.ofesores del Patronato y
miembros todos aquellos de la junta directiva.
E l plan que ha de desarrollar la institución Inau­
gurada hoy aunque conocido en parte poi el pueblo
de Vitoria tiene aún detalles de gran importancia
que no deben omitirse. Además de los 120 niños
pobres que se educaián desde ahora en el Patro­
nato, se establecerá oratorio festivo en el mismo
Patronato, recibiendo instrucción complementaria
y teniendo para su distracción todos los juegos que
puedan ofrecer los gimnasios más adelantados.
Cuando los niños que actualmente aprenden la
instrucción primaria y toman lecciones de música
y dibujo hayan alcanzado su completa instrucción,
se montarán las escuelas profesiones para la en­
señanza de las artes y oficios, que constituirán
su porvenir.
La función de la tarde.
A las cuatro dió comienzo la función religiosa,
ajustándose al programa publicado de antemano,
lesaltando como po. la mañana la excelente labor
del orfeón del Seminario, en cuantas composiciones
musicales ejecutó.
En el presbiterio ocupaba el sillón preferente
el Excrao. Sr. don José Cadena y Eleta, Obispo de
esta diócesis acompañado de dos capellanes.
Sitiales de preferencia ocupan también al pie
del altar, el gobernador civil, don Jaime Aparicio .
gobernador militar, don Ramón González Tablas ;
presidentes de la Diputación y Audiencia provin­
ciales, don Eduardo de Velasco y D. Enrique Castro
V a re la ; vicepresidente de la Diputación, don Vi­
cente González de Echavarri ; concejal del Ayunta­
miento de Vitoria ; don Ricardo Buesa ; Teniente

_ 50 —
fiscal, don Enrique Robles, ayudando de órdenes
del Exc.mo Sr, Gobernador militar, don Angel
González Herrero y secretario de la junta pro­
vincial de instrucción pública, don Alfredo Tabar.
l-'l resto de la capilla está totalmente ocupado
por distinguido público.
Después do la estación al Santisisimo, Rosario
y Motete, ha ocupado la Sagrada cátedra el pro­
fesor del Seminario Conciliar don Asunción Gurruchaha, disertando elocuentemente sobre el tema
Confirmata est super nos misericordia efus. Se ha
confirmado en nosotros su misericordia.

Banda del regimiento de Guipúzcoa á dar mayor
brillantez al acto de la inauguración.
Reiteramos nuestra entusiasta enhorabuena á
Vitoria por el nuevo centro docente que t>ene desde
hoy.
E l acto terminó con la bendición del lUmo. Sr,
Obispo que hizo fervientes votos por la prospe­
ridad de nuestra obra, y entre las aclamaciones de
maestros, alumnos y de la apiñada multitud de
los asistentes.
L a bendición del nuestro Venerado Prelado
no lia sido in ú til; al cabo de dos días el número

Colonia del Sgdo. Corazón (Matto Qrosso) — Niñas Bororos bordando.

Dice que as obra do misericordia la que cele­
bramos hoy por las manos á quienes so ha enco­
mendado : los admirables hijos de don Bosco cuyos
triunfos cantó inspiradísimo.
Hace admirable estudio sociológico sobre la
educación, que siendo la fuente do donde se de­
rivan las demás manifestaciones de la sociedad,
siendo aquella fuente buena, bonísimos han de
ser sus derivadas manifestaciones.
i.a brillante banda de música del regimiento
de infanteria de Guipúzcoa dirigida por su compe­
tente músico mayor don Genaro Rey interpretó
un selecto progiama en los patios del Patronato.
1^ Junta directiva se muestia muy reconocida
al dignísimo gcner¿U gobernador militar don Ramón
GonziUcz Tablas por haber honrado le fiesta con
con su presencia y tener la delicadeza de enviar la

de niños que concurren á nuestro Oratorio festivo
se había duplicado.
Bendiga el Señor la obra Salesiana en Vitoria
y premie la ciistiana caridad de un ensigne fun­
dador y de todos sus bienhechores.
M. O.
LAS PALMAS {Gran Canaria). — Junta de Coo­
peradores Salesianos. — E l domingo próximo pa­
sado celebró una reunión la junta encargada de
gestionar la venida de los Salesianos á esta ciu­
dad.
Se trataron varios asontos y se nombró una co­
misión que se encargará de hacer los necesarios
preparativos p<kra la celebración solemne de la
fiesta de San Francisco de Sales en Enero próximo.
D e La Prensa.

Por América.
MEJICO — En el Colegio Snlesiano de Sta. Julia.
Examen catequístico en la Escuela de Artesanos.
Una vez más, tu\'imos ocasión de observar los
resultados, altamente prácticos, de la enseñanza
que se dispensa á losjóvenesenel centro docentede
Santa Julia. Ciencia, letras, artes y oficios, basado
todo sobre la educación moral y religiosa, consti­
tuye el esfuerzo, que anima á los beneméritos hijos
de Don Bosco, para informar sanamente el alma
de nuestros niños y juventud que es la halagadora
esperanza del porvenir.
Con frecuencia, los RR. PP. Inspector y Profe­
sores del Colegio Salesiano, promueven academias
y certámenes públicos, estimulando de este modo
el celo y actividad de los alumnos, para el aprove­
chamiento en sus estudios : y prestando ocasión
propicia para juzgar de su brillante éxito, á las
personas que se sientan movidas por el deseq de
apreciar, en lo que vale, la solidez de la enseñanza
cristiana.
El domingo último, tuvimos el gusto de presen­
ciar un certamen de catcquesis, organizado por los
profesores y alumnos de la Escuela de artesanos.
En el amplio claustro del Colegio, habíase levan­
tado, con vistosa decoración, una tribuna desti­
nada á los contendientes escolares. Un hermoso
pabellón cobijaba la imagen del Divino Redentor
teniendo á uno y otro lado las oleografías del actual
Pontífice R o X y de Don Bosco.
A las 10 a. m., llegó al asilo Salesiano el Excmo.
y Rmo. Señor Delegado Apostólico, Monseñor
Ridolfi, quien ocupó luego el asiento presidencial,
teniendo á su derecha á los dignísimos PP. Inspec­
tor del Colegio, Dr. Don Luis Grandis, al Licenciado
Presbítero señor Villagrán y Hcrais, y un R. P. d.l
Corazón de María. En la vasta extensión del clautro colocáronse los señores Profesores y alumnos
de la E^uela de Ciencias y letras, y las demás per­
sonas invitadas al acto.
Dada la señal por el Representante de Su San­
tidad, y previo un magnífico discurso, Imdo por
un joven artesano, se abrió el certamen catequís­
tico. Más de setenta alumnos, niños y jóvenes ex­
clusivamente artesanos, tomaron parte en el con­
curso ; contestando con facilidad y solidez de juicio,
á las múltiples preguntas que les fueron hechas,
sacadas todas poi riguroso sorteo. Baste decir que
entre los setenta jóvenes, cuatro ó cinco solamente,
estuvieron un poco deficientes.
Concluida la primeia parte del certamen, escu­
chamos vina hermosa partitura de Opera, hábil­
mente, ejecutada por dos Profesores, y terminado
este entreacto, siguió la segunda parte del Certa­
men DoctrinaL Esta fué, sin duda, más interesante

aún que la primera ; constituyó como un pugilato,
sostenido en bien librada oposición. Entre todos los
concurrentes medió un desafío doctrinal, haciéndose
preguntas ad libitum, acerca del Catecismo. Larga
y bien sostenida fué la lucha, exigiéndose en ella
las más escrupulosas definiciones, demostrando así
los jóvenes opositores, lo bien preparados que se
hallaban, para la lid académico-doctrinal.
Después de una bien probada contienda, en la
que los setenta alumnos patentizaron su actitud
y aplicación, quedaron señalados con victorioso y
distinguido triunfo, aete que recibieron de matvo
del señor Delegado Apostólico premios de distin­
ción, donativo especial, hecho ad hoc por algunos
entusicvstas cooperadores salesianos.
Los nombres de los premiados son éstos : Don
Antonio García, Felipe Galván, Melesio González,
Juan Hernández, Pedro Sánchez, Rafael Maceda y
Alfonso Soto.
Al concluir el Certamen, oyéronse nutridas salvas
de aplausos y plácemes sin cuento, tributados á
todos los alumnos, especialmente á los siete campeo­
nes de la reñida contienda.
Un joven artesano leyó un bien redactado dis­
curso, encareciendo en él la importancia bienhe­
chora de la Doctrina Católica; y puso término á
este grandioso concurso la laureada banda de mú­
sica del Colegio, ejecutando una bonita marcha
triunfal; luciendo los cuarenta instrumentistas
y su hábil director las brillantes disposiciones que
les adornan para el estudio del divino arte.
Todos los asistentes á este Certamen catequís­
tico salimos muy satisfachos y convencidos de que
sólo con la doctrina de Cristo se puede consolidar la
verdadera ciencia y cimentarse la enseñanza prác­
tica que se debe suministrar á los jóvenes.
Dios bendiga una y mil veces la obra de D. Bosco,
institución santa, inspirada por el ciclo, para rege­
nerar la juventud y la niñez. De "E l Pais”
Conferencias Salesianas. — En el próximo nú­
mero hablaremos de esta feliz idea de nuestros
hermanos de Méjico, mediante la cual la palabra
del Conferencista irá adonde no puede ir él en per­
sona. Muy digno de loa y de imitación es este medi­
do propaganda católica y salesiana.
BOGOTA (Colombia). — El 24 de Junio de 1905
seiá recordado en esta Inspectoría con inmenso
placer por muchos años, porque nos ha dejado
recuerdos indelebles, porque ha sido como un soplo
de vida, como una lluvia vivificante.
Celebramos la fiesta del Inspector, unida con
amorosa lazada al, recuerdo y á la persona de
D. Bosco.
Dos nuevos levitas subían entonces por vez pri­
mera las gradas del Santuario. £1 uno, apadrinado
por el Sr. Gobernador del Departamento, Dr.



52

D. Jorge Véloz y la Sta. Dña. Amalia Reyes, hija
del Kxmo. Sr. Presidente de la República, celebró
la Misa de comunidad, y el segundo, cuyos padrinos
fueron el Sr. D. Pedro Molina, Ministro de Hacienda
y la Sta. Dña. Nina Reyes, hija también del Pre­
sidente, cantó la Misa solemne, á la que asistían los
más altos personajes de esta culta capital, á los
cuales admiró la Escolanía del Instituto, que eje­
cuta con apasionado gusto las majestuosas ar­
monías del canto religioso.
A la magnífica volada de la tarde, piesidida por
el Exmo. Sr. Delegado Apostólico, Mons. francisco
Ragonesi, el Ministro do Instiucción Pública y
nuestro amado Superior el P. Antonio Aimc, que
era el héroe de la fiesta,concurrió una escogida re­
unión do lo más gremado de los cooperadores saIcsianos, figurando en primera línea la representa­
ción del primer Magistrado de la República.
Oradores eminentes y celebrados poetas, tales
como el Dr. Gabriel Rosas, benemérito ya en Co­
lombia, cuyo Procurador general ha sido por mu­
chos años, y el Dr. Rafael Pombo, cuyos cantos
inmortales lo han hecho acreedor á la corona apo­
línea, dirigieron la jjalabra al auditorio, elevando
himnos al trabajo y señalando la obra do D. Bosco
como una de las instituciones que con verdad pue­
den gloriarse de regeneradoras do la sociedad. La
banda del Instituto y la Escolanía desempeñaron
un papel importante en el bien meditado pro­
grama.
Como recuerdo de la fiesta se imprimió un opús­
culo que contiene las principales composiciones y
que será cnvjado á todos los Cooperadores de Co­
lombia.
Esta fiesta ha sido muy importante porque to­
maron parte en ella todas las clases sociales y las
obras salesianas recibieron un nuevo vigoroso em­
puje, debido al entusiasmo de los Cooperadores.

Corresponsal.
MOSQUERA (Colombia). — El 12 de Noviembre
ha presenciado la población en la capilla que sirven
los P. P. Salcsianos, uno de los actos más bellos que
puede presenciar un pueblo religioso, actos que
no por ser comunes pictden su importancia, ya
que deciden ellos casi siempie de la vida de un
individuo y su recuerdo conserva siempre el alma,
como un aroma indeficiente, como un eco de una
voz (hiU Hima que descendió á nuestro corazón en
el albor de nuestra vida. Trucábase de la primera
comunión de un grupo de niñas.
Lo que tuvo ella do característico fué el haber
sido casi todas niñas que ya por la pobrera, ya
por lo retiradas del pueblo, no pueden frecuentar
la escuela. Una matrona de elevada clase y de cuan­
tiosos recursos pecuniarios no creyó rebajar su
dignidad, tomando la iniciatiNm é instiuyendo y
prepar.mdo por si misma una docena de estas

~

niñas. Oh I qué acto de piedad tan excelente y
digno ejemplo-deja esta señora. Por espacio de
un mes recogía en su magnífica casa de campo
á esas campesinas rudas y sencillas, y con la pa­
ciencia de una hermana de la caridad y §1 celo de
un Ministro del altar, las enseñaba la doctrina cris­
tiana y las preparaba al grande acto ; luego ella
misma las condujo á la iglesia, después de vestirlas
decentemente, y en su modestia rogó á los Padrss
que acabaran ellos de prepararlas.
El día de la comunión se pintaba el gozo en el
rostro de la matrona, la gratitud y alegría más
pura en el de las afortunadas protegidas y la satisfación y admiración en los demás. Y tenían
razón : un pueblo donde se pratican estos actos y
se sabe dar la importancia que merece á la primera
comunión, está en el camino de la grande y será
bendicido de Dios. Que haya muchos que imiten
la caridad de nuestra geneiosa matrona y llegará
pronto la restauración de todas las cosas su Cristo.
S.
S. SALVADOR — Solemne premiación en la Es>
cuela S. Luis Gonzaga.
En los días 25 y 26 de Octubre se praticaron los
exámenes de fin de año en la escuelita de niños
pobres « San Luis Gonzaga >>, fundada y sostenida
por la Buena Prensa y hábilmente dirigida por los
PP. Salesianos. E l resultado fué muy satisfactorio,
gracias á los esfuerzos de los denodados Hijos de
Don Bosco con que saben vencer todas las dificul­
tades, tratándose de la instrucción y educación de
la niñez desvalida.
E l 30 se efectuó la solemne Premiación ameni­
zada con graciosas recitaciones y preciosos cantos
ejecutados por los mismos niños.
Tanto el Director como la Comisión de la Butna
Prensa presidida por D a. Francisca de Sifontes que
presenciaron dichos actos, quedaron muy compla­
cidos y rinden públicamente las más expresivas
gracias en nombre de la Asociación.
Un jovencito pronunció un bellísimo discurso
original, encaminando á estimular á sus compa­
ñeros y á manifestar su gratitud á las señoras y
señoritas que con su caridad sostienen aquella be­
néfica institución.
D.
AMBATO (Ecuador). — Una nueva. Escuela. —
En esta ciudad se comienza la construcción de un
ferrocarril al Oriente, para poner á la República
en fácil comunicación con el Río Amazonas, y por
consiguiente con el Atlántico, por lo que Ambato
será una ciudad importantísima y un gran centro
comercial. Y este es un nuevo motivo de la impor­
tancia del Oratorio festivo, el cual empieza efecti­
vamente á \-erse más frecuentado, y á fiorecer, á
pesar de la estrechez del local y de la falta de jue-



53

gos. Pero para estos niños es ya una diversión el
catecismo y los sermoncitos que se les hacen. Pero
ya se nos ha piometido terreno para un Oratorio
más vasto, donde confiamos poder levantar una
iglesia á María Auxiliadora.
Entre tanto, para satisface: los deseos del Sr.
Párroco que lo fundó y dar gusto á varios coope­
radores, hemos abierto una escuela diurna en los
locales del Oratorio actuaL
BUENOS AIRES {Rep. Argentina) .— El 12 de
Octubre, aniversario del descubrimiento de Amé­
rica, y por lo mismo, fiesta nacional en las R e ­
públicas del nuevo mundo, los Colegios Salesia»
nos de Buenos Aires efectuaban una peregri­
nación al célebre santuario de Luján. Eran Jas 6 ^
a. m. cuándo empezaron á llegar los varios colegios
á la estación del Once. Formaban la comitiva : el
colegio Pío I X con su banda de música ; el Colegio
de S. Francisco de S a les; el de los Huerfanitos de
D. Bosco con su banda, el Colegio D. Bosco anexo
á la capilla de los Italianos, el Colegio de S. Juan
Evangelista y el Colegio de Bem al con su banda,
un total de 1545 niños que se dirigían á rendir ho­
menaje de amor y gratitud á la Reina del cielo, y
á implorar sus bendiciones. A l arrancar el convoy,
compuesto de 17 vagones, se entonó una alabanza
á que siguió el Rosario. A las 8,45 Uegan á la es­
tación en donde se forman en majestuosa columna
que ocupaba al menos 4 cuadras y en orden se di
rigen al Santuario, en donde oyen Misa y más de
1000 reciben la comunión.
Después de un buen desayuno las numerosas es­
cuadras visitan detenidamente la Basílica con todos
sus contornos.
A las 3 i el cortejo tomaba de nuevo el tren á
la vuelta de la capital y á las 5,45 se repartieron en
la estación de Buenos Aires las diversas escuadras,
encaminándose á sus respectivos colegios v reme­
morando las dulces y profundas emociones pro­
badas en aquel inolvidable día.
CORDOBA (Argentina). — Desarrollo del Ora­
torio festivo y principios del Colegio Pío X. — Al
Oratorio dedican por ahora los Salesianos todos sus
esfuerzos. E l número de niños que lo frecuenta es
de 400 á 500 y ordinariamente. Hase establecido la
compañía de S. Luis y los socios ayudan grande­
mente en la instrucción y catcquesis de sus com­
pañeros. Todos los meses se hace con regularidad
el ejercicio de la Buena Morte y en todas las fiestas
hay algunas comuniones. Para la visita del Inspec­
tor, R. P. Vespignani, celebróse un certamen ca­
tequístico que agradó inmensamente á cuantos to­
maron parte.
El Oratorio no es sólo festivo, pues se abre tam­
bién todos los jueves de las 4 á las 5J p. m. y los
niños se le han aficionado tanto, que es su sueño


durante toda la semaña, y así lo demuestran en­
contrando á sus catequistas por la calle. En el mes
de Junio se abrieron también las clases diurnas ;
los alumnos presentemente son 65, pero durante
el año aumentarán y llegarán á centenares según
el entusiasmo y anhelo de todos los Oratorianos.
A este fin se está construyendo un edificio de vastos
salones, cuya piedra fúndame ntal colocó solemne­
mente el 3 de Dbre. p. p. el Ilhno. Sr. Bustos, obispo
diocesano, quien pronunció también em espléndido
discurso. Mas de este acontecimiento hablaremos
en el próximo número.
VIEDMA — Verdadero triunfo de la Sma. Virgen
fué la fiesta patronal de Nuestra Señora de \x
Merced. Solemnísimas funciones tuvieron lugar
tanto en la capilla de María .Auxiliadora como en
la de S. Francisco de Sales, con gran asistencia á
los SS. Sacramentos. A la Misa Mayor celebrada
en S. Francisco, tomaron parte todas las autorida­
des civiles y militares. También la cárcel del terri­
torio tuvo su fiesta y sus funciones. A la procesión
de la tarde acudieron las varias asociaciones reli­
giosas, que son muy florecientes, como la Sociedad
de S. Vicente de Paúl, el Círculo católico de Obreros,
las más distinguidas damas y el pueblo de la capital.
Después de la procesión se inauguró la plaza Ge­
neral Winter, embellecida y adornada con árboles
y plantas. La banda del Colegio Salesiano prestó
el servicio de honor.
Este entusiasmo religioso es común á todos los
centros de la Patagonia, como lo atestiguan las
fiestas, semejantes á la anterior, celebradas en
Conesa del Sur y Fortín Mercedes, en las fiestas de
S. Lorenzo y de la Asunción de la Sma, Virgeii,
respectivamente.

¿ Cuál es la vida del Papa ?
Papa se levanta muy temprano; de modo
que cuando Sili, su fiel ayuda de cámara;
entra, á las 5 de la mañana, en la habitación
del Sumo Pontífice, lo encuentra ya levatado
y vestido. leyendo su Breviario.
Á las 6 dice Misa en su oratorio privado.
Desde su elevación al Solio Pontificio no ha
dejado Pío X de celebrar un solo día, á tal
punto, que, estante el 5 de Agosto del 1903
lleno de escombros el Oratorio por estarse de­
moliendo los tabiques que habían servido para

— 54 —

formar las habitaciones del conclave, celebró
la Misa en uno de los altares erigidos en la
Pinacoteca para uno de los Cardenales. La
Misa del Papa dura media hora, y es ayudada
generalmente por Mons. Bressan, su Segretario
particular. Terminada su Misa, arródillase en
su reclinatorio y oye la Misa de acción de gra­
cias que celebra uno de sus Capellanes.
Regresa luego á sus habitaciones, desayúnase con una taza de café, y generalmente
baja luego á los jardines, donde pasea por
media hora conversando con Mons. Bressan,
con Mons. Pescino y con el Camarero parti­
cipante al servicio, y no abandona el jardín
sin visitar la gruta de Lourdes, donde hace
oración, uniéndose en espíritu á las peregrina­
ciones que constantemente visitan el célebre
santuario de las rocas de Massabielle.
El Papa regresa á sus habitaciones y se en­
trega de lleno á sus gravísimos quehaceres.
Lee por sí mismo su abrumadora correspon­
dencia y estudia los acuerdos y propuestas de
las Sagradas Congregaciones, en todo lo cual
procede con un gran espíritu de orden, con
una regularidad y exactitud perfectas. Acto
continuo, empiezan las audiencias con la del
Kmmo. Card. Merry del Val, Secretario de
Estado, quien le da cuenta del estado de las
relaciones con los diversos Gobiernos, empresa
bastante difícil, pues Su Santidad quiere ser
informado hasta de los menores detalles, y como
está dotado de un espíritu eminentemente prác­
tico, tiene horror á lo vago y nebuloso y exige
datos precisos y concretos sobre toda clase de
cuestiones.
Terminado el despacho con el Secretario de
Estado, empiezan las audiencias de los Carde­
nales, Prefectos de Congregaciones. Secretarios,
Prefectos con cargo. Obispos de todas las na­
ciones, Embajadores y personas de todos los
lugares del mundo, que acuden á Roma con
el solo objeto de visitar á Su Santidad.
Proverbial es la cortesía y afabilidad de
Pío X con que logra conquistar todos los co­
razones. de modo que cuantos tienen la dicha
de acercársele salen encantados de la audiencia,
diciendo que los ha recibido como un padre
y les ha hablado como un santo. Muchos salen
llorando y sin acertar á coordinar sus frases,
con una emoción indefinible.
A las i3 ,i]4 se sienta á la mesa, y es su
comida tan frugal como en el Patriarcado de
Vonecia, en el Obispado de Mantua y en el

pobre curato donde dió principio á su carrera.
Según costumbre que remonta á los tiempos
del curato, sus hermanas le envían en ocasio­
nes algún plato condimentado por ellas. Está
muy poco á la mesa, y después de descansar
brevemente en sus habitaciones, reza una parte
del Breviario y vuelve á sus ocupaciones.
A las 6 pasea en la galería de las cartas
geográficas, acompañado de Mons. Bressan,
Mons Pescili, el camarero participante y su
fiel criado Sili. Á veces la galería está llena de
peregrinos, á los cuales dirige la palabra y
bendice. Terminada la audiencia, retíranse to­
dos y continúa paseando con sus Secretarios
íntimos.
Antes de anochecer, vuelve á sus habitacio­
nes y trabaja hasta las 9; entonces cena muy
ligeramente, termina el Oficio divino, hojea
algunos periódicos y se acuesta á las 10 i\2
en punto.
Este es el método invariable que observa
desde su exaltación al Solio Pontificio.

Un escuadrón japonés.
el ataque de Port Arthur se formó un
batallón de soldados católicos, los cua­
les, subiendo al asalto con bravura, plantaron
el pabellón japonés en la fortaleza y regresa­
ron sanos y salvos á reunirse em el resto del
ejército sitiador, llevando todos su escapulario
al pecho. Sus compañeros de armas, los pa­
ganos, al presenciar aquel verdadero prodigio,
les pidieron un talismán semejante que les
librase de las balas del enemigo, y demostra­
ron deseos de abrazar la Religión católica.
Los soldados católicos del ejército japonés
son muy estimados de sus jefes por su valor
y su espíritu de disciplina, y se cuenta gran
número de ellos en la guardia imperial.
De « Le Pélerin ».



55



D. Pélix Cortés González
S E V IL L A

5^

NECROLOGIA
3
It

El Mimo. Sr. Deán liic. Don Julián Vélez
M O R E L I A (M é jic o )

ha perdido en él uno de sus primeros
Morelia
operarios evangélicos; las hij gis de María, un
padre amoroso y abnegado ; el pobre, uno de svtó
primeros defensores ; el rico, uno de sus mejores
amigos ; el Cabildo, su dignísimo Deán ; los Salesianos, un protector fiel, empeñoso, constante,
el Prelado, uno de los mejores Sacerdotes; Michoacán y la Patria toda, uno de sus hijos que
le dan honra y provecho ; la tierra, un obrero
evangélico infatigable. Su vida toda fué un por­
tento de actividad y celo.
Sus últimas obras fueron: la solemne bendi­
ción de la primera piedra del nuevo Colegio Salesiano, donde las Hijas de María Auxiliadora
seguirán, si la Divina Providencia lo permite,
educando algunos centenares más. de niñas ; y
la fundación de una clase de Religión y Moral
para jóvenes de alta Sociedad, labor que em­
prendió él, personalmente, un mes antes de
morir, con celo de apóstol yentusiíxsmo de niño.
Adornábanlo todas las virtu des; más, entre
ellas, descollaban, como lirios en campo de vio­
letas, la humildad, el celo, especialmente por la
educación de la juventud, y una sencillez de
niño encantadora. E l Colegio de S. \^icente de
Paúl con sus 500 niñas, que fundó y sostuvo,
primero en manos de unas virtuosas Señoritas
educadas a i hoc por él mismo, y que luego en­
tregó á Igis bijas de María Auxiliadora, quienes,
actugdmente, lo dirigen ; los gdumnos del Semi­
nario ; las hijas de María, asociación que modeló,
educó y dirigió hasta su muerte, con celo santo :
más de 200 jóvenes que colocó en distintas ca.sas
religiosas y hoy elevan un canto de amor, una
pllegaria de gratitud por el que fué el padre de
sus espíritus ; tantos niños catequizados por él...
Morelia toda, atestigua, en qué grado poseía to­
das las \rirtudes el Padrecito Vélez, como cari­
ñosamente le llamaba el pueblo.
Cooperador Salesiano, modelo, influyó decisi­
vamente para que los hijos y las hijas de Don
Bosco. fuesen á Morelia, conservándoles afecto
constante, firme y sincero hasta el último suspiro.

de 30 años, lleno de vida, falleció
A lael 4edad
de Mayo p. p. el fen'orosísimo coo­
perador Sgilesiano Don Félix Cortés González.
Fué devotísimo de María Auxiliadora á quien
visitaba con gran frecuencia en sus apuros y
grandes contrariedades que fueron muchos.
Decía :« qué me importa el mundo ? María A uxi­
liadora es mi m adre! E lla me salvará.»En todos
sus empresas la nombraba su protectora. El
nombre de María-Auxiliadora se veía grabado
en todo cuanto le pertenecía y á todas partes le
acompañaba.
E l primero de Mayo al empezar el mes de María
demostró vivos deseos de morir en miércoles ó
jueves decía que al morir ese día, la Virgen San­
tísima lo llevaría á la gloria el sábado siguiente,
como tenía prometido á sus devotos. L a Virgen
Santísima atendió sus ruegos y murió el jueves,
día 4. L a víspera encontró por la noche á un
amigo á quien dijo : a Y a no tengo más pacien­
cia, quiero ver cara á cara á María Auxiliadora,
á mi Madre. » A los de la Adoración Nocturna
á que pertenecía pidió le dedicaran la noche.
Mandó decir Misas por él para el día siguiente :
todo prueba que María Auxiliadora lo quiso
sacar de esta vida donde tanto había sufrido,
para llevarlo á la gloria donde todos esperamos
estará.
Por la noche antes de retirarse á descansar
dejó dicho que se pusiese en sus recordatorias
que suplicaba una sagrada comunión á todos sus
amigos, y entró á su habitación pidiendo pro­
tección á Jesús y á María Auxiliadora. A las 6
de la mañana del día 4 en un sueño muy tran­
quilo le repitió el ataque al pecho que siempre
creyó fuese aviso de Nuestro Señor para que se
preparase á morir. L a Santísima \Mrgen le con­
cedió lo que con tantas ansias le j)edía: no sentir
la muerte, pues del sueño en la vida pasó á la
presencia de Dios sin la menor fatiga ni el más
leve movimiento.
Fué militar valiente que despreció los mayores
peligros, pidiendo siempre los puestos más avan­
zados ; pero siempre con el nombre de su San­
tísima Madre en los labios, y jamás pasó día al­
guno por fatigado que estuviese sin rezar el Santo
Rosario. Su brillantísima hoja de servicio de­
muestra bien lo que fué en la guerra. Sufrió toda
la campaña de Cuba. Empezó su carrera militar
por ser modesto soldado y después de grandes
trabajos ganó el grado de Teuiente de Inge­
nieros. Si como militar fué distinguido, no lo
fué menos como católico y varias veces arriesgó
la vida por defender la Religión. Solía d ecir:

— se­
daré mi vida con gusto por que reine el, Sagrado
Corazón de Jesús en España. »
Fué gran entusiasta y defensor de la acción
católica, secundando así, con admiración de todos,
los deseos del Santo Padre y de nuestro Veneradísimo Prelado.

La Sra. Carmen Piedra

>

*

María Lucinda de Abreu — Liberiad
(Venezuela).
> > Simona Pinedo — Liberiad (Venezuela).
Rdo- Sr. D. Julia Rastran — Managua (Nica­
ragua).
Sra. DA Camila Berrios —
(Nicaragua)
> » Juana M. de Velázquez — Masajya (Ni­
caragua) .
>

>

JosefaErasquín — AfíW2í«/ií¿í£>(Uruguay).

» » Mercedes Iglesias — Cuenca (Ecuador).
» » Félix Neiva —
Sigzig (Ecuador).
Sr. D. José Bonavia — Montevideo (Uruguay).
» * Francisco Dairault
»
>
> » Juan P. Martínez
»
>
» » Manuel P. Mendoza
>
*
» » Juan B. Ledraschi
»
*
» » Félix Queraltó
»
>
» » Joaquín Laureiro
»
*
Cooperadores Salesianos difuntos
Sra. D“. María Ortega
*
»
» » Mercedes Ponce de Léon — Montevi­
ESPAÑA.
deo (Uruguay).
* » Carmen S. de Nicolich — Montevideo
Sr. D Manuel de Andrés Pérez — Almería.
(Uruguay).
Sra. D*. María de la Salud de Quintana y Val» ' » Martiniana M. de Laureiro — Monte­
dcnebro y Blanco —
Avila.
video (Uruguay).
»
» Carmen Rubio —
Málaga.
Sr. D Olayo Bravo - Nandaime (Nicaragua).
»
» Luisa Serrano de Gimeno — Valencia.
Sra. DA SerafinaAlcivar — .^<?í:í?/atf?'¿í (Ecuador).
»
» Antonia Vidal de Quíbus —
»
» » Concepción Velázquez — 3*. Felipe (Ve­
nezuela) .
AMÉRI CA.
Srta. D*. Leonor Bemabó — 5 . Felipe (Vene­
Sra. D*. Encarnación de Ortúzar — Asunción
zuela).
(Paraguay).
Sra. D a Liria Catalán de Montiel — S. José (Co­
»
» Mónica A . de Apleyard — Asunción
lombia).
(Paraguay).
Sr. D. Crisanto Avila — S. Lorenzo (Paraguay).
»
» María Castro de Gómez — Barranquilla
Sra. D*. Pascuala de Escobar — Tacuaral (Pa­
(Colombia).
raguay).
»
» Albina Gatti de Perea — Córdoba (Ar­
»
» María Alzuru — Valencia (Venezuela).
gentina),
»
» Susana González
»
»
Sr. D. Pedro Bedriñán — Córdoba (Argentina).
»
» Teresa Cisneros
»
»
Sr. Dr. D. Manuel Bustamante — Córdoba )Ar> » Victorina Fernández »
>
gentina).
Srta. » Isolina Pinero
»
>
» D. Andrés A . Aguilera — Esmeralda (Chile).
» > Abigail Galíndez
»
»
» » José Angel Pérez, arquitecto — Granada
» » María del Rosario
»
>
(Nicaragua).
» » María Alzuru
»
*
» » Faustino A z e lla n o —
(Nicarag.).
Sr. D Román Escramer
»
»
Sra. D*. Benita Bellos »
»
Rdo. Sr. D. Vicente Pacheco *
»
»
» Sinforosa Robleto de Mora — Granada
Sra. D*. Ramona de Cáceres — Villa S. Pedro
(Nicaragua).
(Paraguay).
»
» Ana Jo.iquina Tamariz — Granada (Ni­
» * Modesta Fernández — Villa S. Pedro
caragua).
(Paraguay).
Srta. D*. Ro.sa .A. Traña — Granada (Nicarag.),
» » Adelaida Posadas de Torres — fariiaRdo. Sr. D. Francisco Morreira - Granada (Ni­
gua (Venezuela).
caragua).
» > Isaura Angulo — Jaritagua (Venezuela).
»
» » Desiderio Sal daña—
(México).
R. I. P.
Sr. D. Vicente Salmerón — La Duana (Vene­
zuela).
Con aprobación de la .Autoridad Eclesiástica:
Sra. D‘ . Apolonia de Aguilar — Liberiad (Ve­
Gerente: JOSÉ GAMBINO.

espués de una larga vida toda empleada
en servicio de Dios y en el ejercicio de la
caridad; dejaba este mundo en la ciudad de
Cuenca (Ecuador) el 26 de Sbre. del año p. p. á
la edad de 70 años. Los Salesianos de Cuenca y
en general, toda la sociead le son deudores de
inmensos beneficios.

D

nezuela).

Turin, Tip. Salesiana (B. S.) — Via Cottolengo, 32.