BS_1902_01.pdf

Medios

extracted text
rfiv.-'

'tr. •

".¿.«feo' ;>---- \^li,
-vl^ ^'i-U

-v4&» '«é» <»- <g> «S» -<G>

§

^^■g»

€=

JZ.

J I

e d a c c io n

y

A

E l am or a l p rA jin io es uno fle los
m ayores y nu'.s excelentes dones que
:]a 'd iv in a bondad paede conceder &
»:lo s hombres.
(S. FKa>;c. de Sales.)

ANO XXIII — N. 1

-tS>—tS>—vr-

|i

♦^

íj
Redoblad ^'ue8traa fuerzas A f1ni¡
! do a p a rta r A la n llie í v lu v o iit.id «te 5
¡ . j ^ oorrupcion é inere<lulidn<l y pru. i
» p a r^ r así una nueva generación
\
\
,, .
i

{PIO IX) :♦!

“ rv-T

’<b '

Turín (Italia)

d m in is t r a c ió n

¡I
Os recomiendo la n iflo s y la juvcni t u d ; c u ltiv a d con grande esmero s u
♦ odncaoion c ris tia n a : y p ro p o rc io n ó le
*] lib ro s que la OTSoBen A l i m r d e l v ic io
i y á p ra c tic a r la v irtu d .

VT-

'*'T

«f*

^ s?

■y

-SI

-C55—B5.—BP—W

«> I

■5^

OLETIN
SALESIANO

■s

Cottolengo, 32

»^!¿^

'•

C.VO

CU'

P U B U C A C IO fi M EN SU AL

E N E R O de 1 9 0 2

OREMUS PRO PONTIFICE NOSTRO LEONE

OREMOS POR NUESTRO PONTIFICE LEÓN XIII

Domiuus coiiservet euin, et vivíficet euni, et
beatiim faciat enm in térra, et uon trailat euiu
in aniniam iuimícovum ejns.

E l Señor le con serve, y le d é v id a , y lo baga
feliz e n la tierra, y no lo en treg u e en la s m anos
de su s en em igos.

S U M A R IO — Conferencia S a le s ia n a ................. pág.
1
Carta rtcl Kovmo. Sr. D. R ú a ..........................................
2
Primera Exi>osiclóu Suleaiana..........................................
7
Uocnmontos Salosiauos. — Discur.so del Rvdo. 8 . Sacciiotti
<conclusidn)....................................................................
9
E l Roprcsentnnte del Sucesor «le Uon Bosco en América . 10
D r .nukstkas uisionks. — Gualiniiiiza (Ecuador) — Tierra
del P u o so .............................................................................14
Gracia.s de María A u x i l i a d o r a ........................................... 18
Cróniiia S a le s ia n a ................................................................ SI
Xotloias y variedades............................................................ 25

Xecrolopia........................................................... 20

^

B ib lio g i'u n a .......................................................................... 26
Cooperadores Salesianos d ifu n to s ........................................ 28
IfU K s ruo s G k a k a ik w — E xp oslo idn doY a ls á lio o : Sección
de
E b a n is te ría del O rs to rio de T u r ín :G a le ría do Ins Casas de
M ilA n , N o v a ra y B o lo n ia : Sección dol O ra to rio do San Be­
nigno. — Panoram a do la M is ió n Salesiana de la Is la Davrson. — D . G iaccardi cou dos Jib aro s do G u a la q u iza . —>
Colegio Salesiano do O ÍW Í 90ÍU . — N ue vo tem plo d oS . Carlos
en id m a g ro (Buenos A ire s ).

e O N iF E R E N ie m
” --------------- ^

s p l e s i

^

n h

------- —

(CERcáxDOSE la fiesta del glorioso Doctor de la Iglesia S. Francisco de Sales,
patrón y. protector de la Pía Sociedad Salesiana, recordamos á nuestros bene­
méritos Cooperadores y Cooperadoras, y sobre todo á los Directores, Decuriones y
Celadores el número 4 del Art.° T il del Reglamento que dice: < Cada año ten­
drán dos Conferencias, cuando menos: una el día en que se celebra la fiesta de
María Auxiliadora, y la otra en la de S. Francisco de Sales: en ambas se
hará una colecta en favor de las Obras Salesianos. Los Cooperadores de donde
no se haya podido aun constituir una Decuria y los que no hayan podido
asistir á la Conferencia, mandarán su ofrenda á la Casa Salesiana más próoáma, por la vía más fácil y segura. >



5&t

oo .

ex?) .

Qg> .

^

^

og> .

gxa .

^

^

oo .

^

<ys .

^

^

0-7) . _ <?<g> .

^

og)

J

uA_

^

del Re^mo. ^ v . B . ® á ^ e l Rúa

A

á los Cooperadores Salesianos
fionoméritos Oooperadores
y {jooperadome.
i<iiiiii.irjiíi.<i‘':

)o encuentro
par<a
expresar el gozo que iuuiula
ííuiicorazón al daros cuenta
<^o
obras que, en las di-

han llevado á cabo mis
ainados bijos, los Salesia*
nos, en el año que acaba
^
determinar; obras que son
bijas de vuestro acendrado celo y de
vuestra creciente cari<lad. El afecto que
])rofeso á todos los bienbecbores de la
Obra Salesiana, me recuerda constante­
mente la obligación del reconocimiento
y los vínculos tan estrechos que á ellos
me unen, no cesando nunca de darles
las más expresivas gracias; y para mos­
traros que os estoy reconocido, en nom­
bre de todos los Salesianos y niños os
deseo que el año que comienza sea para
vosotros de paz y de ventura, y desde
luego pido al Señor que podáis atesorar
en él grandes riquezas para la vida eterna.
Démosle gracias portiuo su inagotable
bondad nos ha conservado la vida, no
debiendo perder de vista que nos con­
cede ésta para que la emxdeemos en
obras buenas y meritorias.
Del mismo modo que los años ante­
riores deseo que conozcáis lo que con el
auxilio divino y vuestra cooperación he­
mos llevado á oabo en el año que con­
cluyo de expirar y lo que emprenderemos
en "el que eoiuieuza.
Ante todo sabed que la educación ó
instruecióu que reciben nuestros jóvenes
en las distintas Casas de nuestra Pía
Societlad, no ha sufrido en el año pa­
sado el menor detrimento, asegurándoos
Que constituirá su felicidad en el por­

venir. Miles y miles de niños y jóvenes
participan de los beneficios de vuestra
caridad x)or medio de los bijos de Don
Bosco: los que menos reciben, aunque
vivan con sus familias, nuestras ense­
ñanzas en las clases externas, diurnas ó
nocturnas, y en los oratorios festivos.
Con todo eso, la mayor parte necesitan,
á la vez que educación, todo lo necesario
X>ara la vida, proporcionándoselo también
vosotros con vuestra benéfica esplendidez.
; Qué consolador es el pensar que muchos
de estos jóvenes habrían sucumbido
víctimas del vicio y de la corrupción,
siendo á no diular en su día honrados y
virtuosos ciudadanos, y algunos de ellos,
favorecidos por Dios, han abandonado
el mundo para ser Apóstoles de .Tesucristo al abrazar el sacerdocio, no fal­
tando también quienes han ingresado en
la familia Salesiana imra hacer con otros
niños lo que se ha hecho con ellos!
Ante estos x>6usamientos se me ocurre
la idea de haceros notar, que del mismo
modo que el admitir y educar en nues­
tras Casas á estos jóvenes no es obra de
uu día, de uu més, etc., etc., sino que
es indispensable una asiduidad constante,
del mismo modo vuestra caridad en favor
de estos pobres desvalidos no debe in­
terrumpirse ni menoscabarse en lo más
mínimo. Sin exagerar puedo deciros que
son fabulosas las cantidades que se ne­
cesitan para cubrir sus i>rimeras y más
ai>remiantes necesidades, por lo que com­
prenderéis que sin vuestro concurso es
imposible ir adelante. Al ver la estrechez
en que viven muchas de nuestras Casas,
abrumailas por sus deudas, me acuerdo
de lo que dijo con sobrada razón Mon­
señor Pagna'no en la Conferencia que (lió
en Turín al desx)odir á nuestros Misio­
neros: € Muchos dicen que los Salesianos
son r ic o s : efectivam ente: son ricos en casas
sin renta y sobre las que graban regiUares

3—
impuestos; son ricos en jóvenes pobres y
huérfanos á quienes instruyen y mantienen,
y sobre todo son m u y ricos en deudas con­
traídas p a ra la educación de aquellos. »

Esta creencia sería fatal á la Obra de
D. Bosco, la cual confía solamente en la
divina Providencia manifestada por sus
buenos Cooperadores, porque cesando la
caridad, cesaría también aquella.
Las condiciones financieras de nuestra
Pía Sociedad me obligaron á haceros un
llainamiento especial por medio de la
Circular que os envió en el decurso del
año pasado, y que aquí vuelvo á recordar
á vuestra caridad. Dispensadme las digre­
siones y pasemos á los otros puntos.

Z¡n Europa.
Kuestro principal cuidado, en al año
que acaba de finalizar, ha sido consolidar,
en lo posible, las Casas ya existentes,
tanto por lo que hace al aumento de
personal, como á la provisión de medios
indispensables para conseguir el fin que
nos proponemos. Gracias á Dios nuestros
esfuerzos y desvelos no han sido in­
fructuosos, pues se han notado grandes
adelantos y mejoras en todo. Las reite­
radas peticiones de eminentes personajes
han hecho que aceptemos la apertura de
nuevas Casa.s, advirtiendo que sus peti­
ciones son de hace mucho tiempo.
En Italia se ha inaugurado la Casa de
Ancona con el título de Instituto de la
Sagrada Familia, donde asistirán niños á
las Escuelas de Artes y Oficios. Hacía
bastante tiempo que una Junta de Coo­
peradores Salesianos, entre los que figura
el Emmo. Sr. Cardenal Manara, trabajaba
por la apertura de este Instituto, fundado
en la necesidad absoluta de que una
institución religiosa se ocui)ara de la
juventud: con la ayuda de Dios pronto
se verán los frutos.
En Schio, mediante la generosidad de
Monseñor Panciera y de otros buenos
Señores de dicha localidad, se les ha
confiado á los Hijos de D. Bosco el Ora­
torio Festivo y las clases externas y
nocturnas en favor de los hijos de los
obreros de aquel centro industrial. El
amor á la juventu<l y el afecto á los
Salesianos han dado por resultado que
muestren gran interés aquellos generosos
y caritativos Cooperadores.
E n Coriglíano de Otranto se h a abierto

una Colonia Agrícola á expensas del
Señor Barón Comi quien ]U'oporcionó
todo lo necesario i)ara que se instruyan
los jóvenes en las faenas agrícolas á la
sombra de nuestra amada lieligión, pues
esta clase de trabajos pueden contribuir
áque Italia sea eminentemente agrícola,
grande y prósi^era.
En Oéwi^cim, Polonia Austríaca, se ha
inaugurado en Octubre último una nueva
Casa, junte á la histórica y célebre iglesia
de S. Jacinto, restaurada últimamente
por varios Cooperadores y cedida á los
Salesianos en la fecha antes dicha: ahora
ha empezado con clases solamente; ]>ero
dentro de poco, con la ayuda do Dios,
se abrirán también talleres para los
pobres jóvenes polacos.
Cediendo gustosísimos á las repetidas
instancias del Bxcmo é limo. Sr. Obispo
de Portsmouth, Inglaterra, hemos aceptado
el Asilo de huérfanos de marineros y
soldados, tan necesitados en estos últi­
mos años en la ciudad de Farnborough.
Para que conozcáis la importancia de
esta nueva Casa, transcribiré algunos
trozos de la carta en que el E. ó I. Señor
Obispo recomendaba esta Obra al Clero
de su Diócesis: « Sentía, dice, cada vez
más la necesidad de fundar un Asilo
donde pudiesen instruirse y á la vez
aprender un oficio tantos jóvenes aban­
donados y que son 8iimaim*nto codiciados
por los protestantes con detrimento do
nuestra fe católica, ])renriendo entro
aquéllos los huérfanos de los soldados y
marineros. Acudí á los Salesiano.s, quienes
atendieron al momento mi petición al
ver la urgente necesidad, <lestinundo al
efecto un solar que se halla al N. de
Aldeshot, donde en poco tiempo se le­
vantó el edificio. >
« La única recompensa que me piden
los Salesianos es poder perlir limosna en
la Diócesis, á cuya petición he cedido
gustosísimo, contando para ello con vues­
tro apoyo á cuyo fin recomendaréis la
Obra á vuestros respectivos feligre.ses.
No encuentro palabras i)ara expresar la
profunda gratitud que siento respecto á
aquellos Sacerdotes que han acogido fa­
vorablemente esta ¡dea. Sus trabajos ten­
drán sin duda alguna éxito feliz, evitán­
donos el triste esi>ectáciilo de ver nuestras
flores en manos de los Protestantes, donde
tanto peligran la fe y la moral católicas.»
Por último en Córdoba, E.spaña, se ha
inaugurado en Diciembre último una

i

_

mieva Cusa, dándole la amplitud que el
personal y los recursos nos permitan.

En América y en las IkXisiones.
Consoladoras son en extremo las noti­
cias que tengo de las Casas de América
y dí3 las Misiones.
Como habréis visto en el B o l e t ín S a LEStANO, celebraron en Buenos Aires un
imponente Congreso de Cooperadores Salesíanos, motivándolo un fausto suceso,
esto es, la commeinoración del XXV^ Aniversario de nuestras Misiones. Después
de tan trascendental acontecimiento se
abrió una nueva Casa en im arrabal im­
portante de Buenos Aires, llamado Paíermo, haciendo esta el número ciento de
las Casas y Misiones de América en el
breve período de 25 años, sin incluir en
dicho número los Oratorios Festivos, pues
solamente en Buenos Aires asisten á
ellos más de dos mil niños, los cuales
reciben en los domingos cristiana educa­
ción, alejados de tantos peligros como
los rodean.
En Quito, República del Ecuador, se han
abierto nuevamente las Casas, estando
animados sus habitantes de buenos deseos
para que prospere la Obra Salesiana, lle­
nando mi corazón de consuelo el saber
que ya no se persignen los Jíbaros unos
á otros, reinando entre ellos verdadera
j)az.
También en Matto Grosso, Brasil, han
podido ensanchar los Jlisioneros la esfera
de su acción entre los salvajes de las
tribus Bacajris y Cajabis, abrigándose fun­
dadas esperanzas de que pronto podrá
emprenderse deüiütivamento con todos
ellos una verdadera y sólida civilización,
Eo son tan consohuloras las noticias
que hemos recibido de la Patagonia, Tierra
del Fuego y de Colombia. En los dos años
(pie esta última lleva de guerra civil, las
eidermedudes y carestía de todo lo indis­
pensable para la vida, han reducido al
más miserable y triste estado á los po­
bres Leprosos de Agua de Dios: Oreo que
ya conocéis su situación al haber leido
en el B o l e t ín las cartas de D. Rabagliati.
Las Misiones de la Patagonia y Tierra
del Fuego, sobre todo la priiuera, fué
completamente destruida al ser inundada
hace dos años, y apesar de los iiicausables esfuerzos de Monseñor Oagliero y
Monseñor Faguauo, apenas si se han po­

4 —

dido reparar la mitad de los desperfectos
causados x3or tan terrible catástrofe.
Desde luego, amados Cooiieradores y
Cooperadoras, las recomiendo de uu modo
especial á vuestra caridad.

En beueñcio de los emigrados
italianos.
JSTo he de pasar eu silencio el hecho
de que los Salesiimos cuidan también en
algunas naciones, jiues la caridad de
Jesucristo no tiene límites, de los pobres
italianos ipie han abandonado su Patria
i)ara i>ro[)oi'cionarse la subsistencia en
países extranjeros. Bastante se ha hecho
en este sentido, durante el año que acaba
de finalizar, pero en el venidero, con la
ayuda de Dios, esperamos hacer mucho
más, porque nos duelen bastante sus
míseras condiciones, y sobre todo el es­
tado de sus pobres almas, nos impulsan
á mirar por ellos.
Concluyo esta primera yiarte de mi
carta diciéudoos que no perdáis de vista
los grandes gastos que hemos tenido que
hacer en la última salida de Misioneros,
cediendo gustosísimo á las peticiones de
varios Inspectores y Directores al reu­
nirse éstos en Tarín con motivo del
IX Capítulo general de nuestra Pía Socie­
dad, motivo i>or el cual ha sido numero­
sísima y ha causado, como os digo antes,
grandes gastos, ascendiendo los de cada
uno de los ciento que han marchado á
més de mil pi^setas; pero confío después
de Dios en vosotros, mis buenos Coope­
radores, no dudando que tendréis muy
presentes estos sacrificios.

Nuevas propuestas. — Conclusión.
Sin descender á detalles particulares
por lo que hace á todas y cada una de
las necesidades que sienten los diversos
ramos de la Obra Salesiana, permitidme
que llame vuesta atención acerca del ven­
tajosísimo y nuevo pensamiento del fo­
mentar la vida agrícola; pensamiento que
ha sido acogido muy bien por el ilustrado
Clero; me refiero á nuestras Granjas ó
Colonias Agrícolas. Es muy conveniente
impedir que disminuya la población en
las pequeñas aldeas, al paso que aumenta
en las grandes ciudades, porque siempre
estas ponen en gran peligro la fe y las
buenas costumbres de los sencillos y
creyentes campesinos, contribuyendo ade-

ulás á que se desarrolle esa fuente tau
grande de riqueza y de bienestar econó­
mico, siendo estas las principales entre
las innumerables Yentajas que presta el
desarrollo de la Agricultura. Desearía
que este fuese el principal campo de ac­
tividad de los hijos de D. Bosco, en el
año que comienza, y que fuese además
objeto de predilección por vuestra parte.

gran interés por la Colonia de Ivroa,
donde se admiten, no solamente jóvenes
y adultos, sino todas aquellas ])ersonas
que desean retirarse del mundo, con el
fin de instnrirse en las faenas agrícolas
para después trabajar en alguna de las
restantes; pero el interés sobre todo nace
de que allí es precisamente donde ad­
quieren los conocimientos necesarios aque-

Exiwsición de Valsálicc
S ección d e ebauiateríz d e l Oratorio S aleaian o d e T u iín ,

Ya hace algunos años que los Salesia- líos Salesianos que han de dirigir después
nos dedican sus cuidados á las Colonias las restantes, haciéndolo todo, teórica y
Agrícolas de Italia y otras naciones, ob­ I>rácticameute, con arreglo á los adelantos
teniendo mayores y mejores resultados modernos,
Las de Canelli, Marocco y Corigliano
tan i>ronto como nuestros buenos Coo­
se
han abierto con el fin exclusivo de
peradores procuren á los Salesianos re­
cursos para que estos puedan emplear instruir á los jóvenes en los sistemas
en el cultivo las máquinas que hoy exigen modernos agrícolos, mereciendo el apoyo
de los beneméritos Cooperadores.
los progresos agrícolos.
También me parece oportuno el ha­
l^uestra-s Colonias de Ivrea, Canelli,
Marocco Véneto, Corigliano de Otranto ceros aquí especial mención de la Escuela
en Italia; de Gerona en España; de Beit- Agrícola de Parma, fundada por inicia­
gemal en Palestina; Arequipa, Cacho- tiva de nuestros Hermanos bajo la direc­
eira do Campo, Jam aica, TJribelarrea, ción del inteligente Director D. Baratta
Puntarenas y Dawson en América care­ y por consejo y apoyo del célebre agró­
cen de muchos elementos agrícolos. Tengo nomo D. Estanislao Solari, prometiendo



sin duda alguna grandes y ópimos resaltados.
Por lo que hace á nuestras Misiones,
la Agricultura da grandes impulsos á
varias de nuestras Casas, sirviendo ésta
de medio para civilizar á los pobres sal­
vajes , especialmente en Gualaquiza (Ecuador), Matto Grosso (Brasil) y en las
Eepúblicas del Uruguay y Argentina,
donde so hacen inmensos bienes. Ahora
se va á fundar precisamente una nueva
Colonia Agrícola en la isla do Jamaica
(Antillas), siendo de gran utilidad por
tratarse de habitantes que en su mayoría
son protestantes. El celo ardentísimo del
Vicario Apostólico Monseñor Gondon
proporcionó el terreno, en el que se co­
sechan en abundancia cafó, cacao, caña
de azúcar y algodón, cediéndolo á los
Salesianos, So compone de vastísimos
campos, incultos en su mayor parte,
cuya circunstancia ha hecho que no hayan
sido preciso hacer grandes dispendios para
su adquisición. Ha dispuesto que todos
aquellos jóvenes que han de ser cris­
tianamente educados en la Colonia, se
les provea de lo necesario, y que cuando
sean mayores se les haga dueños de una
j)arte de tan extensa Colonia, construyén­
doles casa, etc., etc., siendo el propósito
de formar allí con el tiempo un pueblo
de buenos, honrados y laboriosos cató­
licos.
Nosotros esperamos que ha de dar exce­
lentes resultados religiosos esta Institu­
ción, por lo que la recomendamos á las
oraciones de todos nuestros Cooperado­
res i)ara (pie el Señor haga que pronto
vea aquel santo Obispo cumplidos sus
buenos deseos.
Os ruego encarecidamente que me ayu­
déis á sostener, no sólo todas las Obras
ya existentes, ó todos los ramos donde
se extiendo hasta hoy la acción Salesiana,
sino estas nuevas, puesto que han do
redundar á mayor gloria do Dios, en benoücio de la ]mbre juventud y de la so­
ciedad en general.
Antes de terminar me es muy conso­
lador Y grato deciros que desde el prin­
cipio de este año se publicará también
el B o l e t íx S a l e s ia x o en portugés, para

6



acceder á los justos ruegos de los Coo­
peradores de Portugal y del Brasil.
Dispensadme, amados Cooperadores y
Cooperadoras, si con mis continuas peti­
ciones abuso de vuestra bondad y de
vuestra paciencia. Casi me hacen desma­
yar las necesitados tan apremiantes de
todas nuestras Casas y de las Misiones;
mas por otra parte me confortan sobre­
manera las delicadas y cristianas iialabras que muchos de nuestros Cooperado­
res decían á D. Bosco cuando éste tra­
taba de darles las gracias i)or las limosnas
que le hacían: No me dé Y. las gracias,
le interrumpían: yo soij guien debe dárse­
las d F., porgue siempre que le be dado algo
para sus jóvenes ó para las Misiones, María
Auxiliadora me lo ha devuelto con creces.
Esto está relacionado con las promesas
de nuestro divino Salvador que aseguró
recompensar centuplicadamente las limos­
nas que se hicieran al prójimo en su
nombre. Todos los días pedimos al Señor,
por intercesión de María Auxiliadora,
que os prodigue todos aquellos favores
de que tengáis necesidad, ya sean estos
espirituales, ya temporales. Si á alguno
de vosotros no le concediera el Señor las
gracias temporales que desea, tenga se­
guridad, como decía D. Bosco, que al fin
de la vida recogerá el fruto de las buenas
obras.
Yo pediré á Dios, y mandaré que todos
los Salesianos y niños hagan la misma
petición, á fin de que, después de una
vida feliz, os quepa la suerte de encon­
traros riquísimos de méritos jiara la vida
eterna, cuando pluguiere al Señor llevaros
de este mundo al otro.
Pedid vosotros por mí, y así como yo
os aseguro que os tengo siempre en el
corazón, así vosotros acordaos del que
con el más profundo respeto y el más
vivo reconocimiento se ofrece vuestro
Obligadísimo Servidor
M IG U E I. B Ú A , P b ro .
SUOESOK DE D . B o s c o .
Turín 1®. de Enero de 1902.

— 7 —

Pr>iTnef>a j^jiposicióti de h^abajos
de

la s

is c u e la s

ia le s ia n a s

^^NAUGTTBADA la Exposición y habiendo
^ Ir
de ello aviso á iinestros amigos
q l y Cooperadores de Tarín, fué visitada
J |[ > por nn crecido lulmero de personas,
especialmente los días festivos. E l Sr.
Presidente formó varios Jurados para que es­
tos examinasen los trabajos expuestos y des­
pués que emitiesen su opinión por lo que
hace á los defectos que debían corregirse, así
como tam bién respecto á las reformas de que
eran susceptibles los sistemas y métodos pre­
sentados, siendo este, como se h a dicho antes,
el objeto principal de la Exposición.
Las personas que componen los Jurados, y
sobre todo los Presidentes de los mismos, son
competentísimos, pues todas ellas son eminen­
tes artistas é industriales de Turín. Sus nom­
bres; que figurai'jin en el álbum de nuestros
bienhechores, como prueba perenne de reco­
nocimiento, son los siguientes. D. Luís Moriondo. Director de la Unión Tipográfica edi­
torial turinense.
D. José V igliardi-P aravíay el Sr. Dalmazzo
Gianoglio, de la Casa Nehiolo.
D. José Pacchiotti, encuadernador de li­
bros de S. M. la Reina.
D. Víctor RafQgnone, miembro de la Aca­
demia parisiense de inventores, y Director de
las Escuelas turinenses do corte de sastre etc.
D. Alessio Segundo y su hijo 1). Ju an , zapa­
tero de S. A. K. el Duque do Aosta.
D. Garibaldo ^Marinari, Profesor de Dibujo
y E scultura de m adera en las Escuelas de
S. Carlos, i)remiadas en la Eximsicion de París.
D . Ju a n -Massoglio, Maestro escultor en el
instituto A rtigianelli.
D . Juan Kibaldone, Agrónomo.
Los diversos Jurados empezaron á exami­
n ar con la mayor diligemda y minuciosidad
los diversos trabajos, y para hacerlo con la
mayor exactitud posible dividieron todos los
objetos en diez secciones y examinadas bajo
las siguientes bases:
1*. Considerar los trabajos como proceden­
tes de escuelas divididas en varios corsos y
destinadas á formar, m ediante ejercicios pro­
gresivos, obreros inteligentes y hábiles, y pro­
curar [K>ner la mayor atención posible en la
ordenación y grado de cultura de to<io8 y cada
uno de los cursos, y después el conjunto de
los trabajos presentados.
2*. Lim itar el juicio á este segundo punto
(•) V. N®. de Diciembre de 1901.

de

iiie s

ij

(•)

cuando el taller no ha clasificado en esta
forma sus trabajos.
3*. D eclarar fuera do concurso los trabajos
que no se han hecho en el último trienio; pero
emitiendo sn juicio acerca de su valor artístico.
Dada la índole com pletuncnte jjrivada de
nuestra Exposición, no conviene, al menos en
esta circunstancia, dar diplomas, medallas ú
otra ciase de premios.
Las Casas que han presentado trabajos de­
ben tener como recompensa el pensamipnto
de haber dado uu buen ejemplo y haber re­
cibido, juntam ente con las alabanzas, el pre­
cioso tesoro de los consejos do un Jurado in­
teligente y desinteresado.
Todo lo que digamos de las varias seccio­
nes lo hacemos valiéndonos de las mismas
palabras de los Jurados.
A nte tildo la Sección tipográfica, atendiendo
al número de Casas exponentes y á ios tra ­
bajos expuestos es la más im portante; en
ella ocupa el primer lugar la Casa-Madre,
esto es, el Oratorio de S. Francisco do S íúcs
de Turín, siguiendo San Benigno Canavese,
iíiza M arítim a, Milán, Nietheroy (Brasil), Mar­
sella, San P ie rd e Arena, Parma, Lila y Puebla.
líos parece oportuno transcribir las frases
que los ilustres miembros del Jurado de la
Sección tipográfica ponen en una relación que
han dirigido á nuestro Rector Jlayor I). Mi­
guel Rúa.
« Se conoce la predilección que el Funda­
dor de la O bra Salcsiana debió tener siempre
á la tipografía, y tanto es así que la escuela
tipográfica del Oratorio, si no es la jjrimera
de las de Turín, puede contarse entre las pri­
meras, y además como el foco de donde de­
bían salir las otras esparcidas por todo el
mundo, las cuales hoy jiregonan la fama del
Sacerdote D. Ju a n Bosco.
Movidos por esta consideración los que sus­
criben aceptaron con gusto el honorífico cargo
de juzgar los trabajos de las escuelas tiiM>gráfica.s Salesiaiias y presentados en la primera
Exposición trienal, promovida i>or los benemé­
ritos Superiores de la P ía Sociedad Salesiana.
Estaban plenamente convencidos de que el
celo y asiduidad de D. Bosco había de pres­
ta r gran incremento al arte ti|X)gráfica, y
efectivamente, ven en la Exposición confir­
mado el juicio que se habían formadlo.
Como quiera que se tra tab le trabajos he­
chos [Kjr jíjvenes de 14 4 18 anos, desde luego
se vé que el trabajo físico por ellos ejecutado



exige necesiiriamente trabajo mental, siendo
uno y otro liijos de la exquisita educación
intelectual y moral que reciben, por lo que
no e.s posible pretender más.
Kl Jurado luí tenido muy en cuenta el fin
y el programa do la Exposición y sobre todo
le lian dado mucha luz las iiistriKMÚones que
h a recibido del líeverendísimo Sr. D. José
Bortello, Presideute General de la misma
Por lo que resjjecta al Oratorio de San
PrancÍ8(to de Sales de Turín, (pie ocupa el
primer lugar en la sección tipográfica, « y

8



Los trabajos expuestos, en los que brilla
la limpieza y esbeltez,tienen gran mérito, tanto
por su valor educativo, científico y literario,
como por su mérito tipográfico. Eo todos se
nota que su composición es buena; la com­
paginación con arreglo á las reglas tipográ­
ficas y la corrección inmejorable, cualidad
que las bace mucho más m eritorias por tra ­
tarse de publicacioues filosóficas, teológicas
y clásicas en los idiomas latín, griego, hebreo,
y además tratados de Algebra, etc. etc.
Es cierto que examinando ediciones de hace

Esposicíóu de Valsálice
galería de las Casas de Milán, Novara y Bolonia.
81‘fmlmhunonte ha merecido

grandes elogios
en lo tocante á su administración, dice el J u ­
rado lo siguiente.
..............................ocupa el primer lugar
la madre do las escuelas tipográficas salesianas. pues hu proseutudo trabajos muy inte­
resantes, ora considerados bajo el aspecto
tipográfico, ora editorial. P ara los que no co­
nocen esta tipografía les bastará saber, para
apreciar perfectamente lo que en ella se trabivia, que los encargos en 1898 ascendie­
ron á KHH) haciendo un totíü de 7.630.814
hojas todas las tiradas, y desdo 1S9S á 1901
han ascendido las hojas á 23 millones. Ocupa
un lugar de preferencia y que se debo hacer
especial mención la publicación mensual del
Bolktín SA1 .ESIAIÍO en 6 idiomas del que
se imprimen 2.652.000 ejemplares anuales.

algunos años presentan algunas imperfecciones
en la compaginación, distancias y títulos;
pero al presento, y aquí está el gran mérito,
todos estos defectos se hallan completamente
subsanados.
Son dignos de particular meución las pu­
blicacioues siguientes: un Misal, perfecta­
mente compuesto y egregiamente estampado,
con iniciales de adorno, variadas y bonitas
viñetas, compitiendo con los célebres Misales
de Regensbug. E n cuanto á los trabajos or­
dinarios merece dicha tii>ografíaun elogio es­
pecial, y el Jurado no puede menos de elo­
giar al distinguido A dm inistrador D._Andrés
Pelazza que desde hace bastantes anos des­
pliega toda su inteligencia en la dirección
general de las sección^ de tipografía, enenaderuación, fundición y estereotipia, así como

—9 —
también á sus respectivos Maestros. Hemos
visto cubiertas al cromo y un diploma de 1*.
clase y varios trabajos á colores de estilo flo­
ral, todo lo cual es digno de encomio y aplauso.
En los talonarios siguen todavía el sistema
antiguo, usando todavía los filetes oscuros
para la separación y algunos otros que hacen

que la composición no resuelte clara. La im­
presión en general es muy buena y algunas obras de este género exceden ú todo elogio y
ponderación. .
-. »
(Se contbuuxrá.J

^í)ocumeníos S¿ilesiámíos
Discurso pronunciado por el Superior de los Salcsianos
© o n

l^ lfre d o

^ a c c h c H 'i

el día de la inauguración del Oíiseryatorio Meteorológico de Arequipa
(Conch.x%i6n.) (1).

Los aparatos de observación directa y gré-fica de que disponemos, nos i)ermitiráu ob­
tener los valores relativos á la m archa de
los principales elementos climatológicos, la
presión del aire, la tem peratura, el estado
higrométrico, la nebulosidad, el calor, las pre­
cipitaciones, la dirección y velocidad horaria
del viento: y al cabo de algunos años so po­
drá abordar confiadamente la determinación
del clima local, problema de suyo difícil y
de trascendental iinportsmcia. ])or estar vin­
culado con m ultitud de problemas en el campo
de la agricultura, de la higiene, de la medidicina y de la industria.
Considerado baio este aspecto veréis, pues,
señores, en este observatorio un nuevo ele­
mento de utilidad eminentemente práctica.
Xos proiKHsemos en segundo térmíjio con­
currir de algún modo al estudio universal
de la revisión del tiempo, lo cual contribui­
rá grandemente al decoro nacional.
Todos sabemos como la Europa, la Américíi del íío rte y hasta el Asia y la Oceania
trabajan febrilmente en la investigación de las
leyes que rigen las ])ei*tabaciones atmosféricas.
Sola, en medio de tanto entusiasmo cien­
tífico universal, la Am érica del Sur, que se­
gún el más célebre geólogo italiano moderno,
el sacerdote Stoppam, “por la grandiosa sen­
cillez de sus líneas orográficas y por su ubi­
cación parece creada expresamente para en­
sayar todo el sistema de la circulación atmos­
férica.” habíase conservado en un doloroso
indiferentismo.
(1) Véase el número Diciembre pág. 324

Se h a despertado al fin de su letargo de­
dicándose con una decisión altíunente salu­
dable á recobrar el tiempo perdido, y la. acactividad desplegada hace esperar qfte dentro
de pocos años en la América meridional se
obtendrán resultados prácticos expléiididos
y quizás nunca üs])crados ni tampoco pro­
vistos.
P or ahora hierve el trabajo do preparación,
trabajo rudo, pues es inonostér comenzar desde
ios cimientos. Se trabaja en Chile donde Gil
les dirije el wirvlcio Nacional do Meteroología
80 trabaja en la A rgentina donde J)avis pre­
sido la red Nacional, Oscar, Doéring la <lo,
Córdoba, Boeuf la de Buenos Aires, y los
salesianos la de la Patagonia. Se trabaja
en el Uruguay donde P . Luis Moramli ha
descubierto iVltimainento unas tempestades
]Míriódicas cuyo conocimiento salva á cente­
nares de embarcaciones. Se trabaja en el
B rasil donde P inkeird y Cruttz están á la
cabeza de un excelente sérvicio, se trabaja,
en fin, con mayor ó menor energía en casi
todas las demás repúblicas Sudamericanas.
Es, pues, necesario, que el día no muy le­
jano en que la América meridional se en­
cuentre preparada, y quiera aunar sus fuer­
zas para in ten tar los primeros ensayos de la
previsión del tiempo, con la base de obser­
vaciones simultáneas; es necesario, vuelvo á
repetir, que el P erú se halle en condiciones de
poder secundar eficazmente la obra de progresíí. Sería en verdad incalificable y suma­
mente indecoroso si el Perú fuese imposibili­
tado de tomar parte en este noble torneo.



Oreo haberos demostrado, señores, qne al
fundar esto Observatorio, los Salesianos per­
signen finos elevados de utitidad y decoro
nacional.
A l d ar las infis ex))re6ivas gracias á los distin­
guidos miembros de la II. Ju n ta Departamen­
tal, por el decidido apoyo con que favorecen
nuestra institución y á todos en general por
liab«!nios acompañado en esta fiesta dol pro­
greso, ])ürmitiiliiie acabe haciendo votos por­

10



que este Observatorio honre á la patria, á
la religión y á la ciencia, deinostraudo que
nuestra fe y nuestra doctrina, bases salvadoras
de las sociedades, lejos de ser un obstáculo
para el progreso, lo alientan y favorecen, no
rehuyendo nunca el estudio de la naturaleza,
en cuyas manifestaciones descubren el reflejo
de aquella absoluta verdad que es una esencia
y constituye su fundamento.
He dicho.

o r x
(Ooircspondcncta de D. Calógero Gmmano d nuestro Rector Mayor D. Miguel Rúa.) (1)
---------------- xiBg* KS8»‘<---------------el lugar donde desembarcamos
f j l 9 ^ hasta la Misión liaydiez kilómetros
que tuvimos íjue andar á caballo. Aquí ])udiera repetirse cuanto se dijo
(le Dawsou: está formada por dos
Colegios, el nuestro y el de Hijas de María
Auxiliadora, una Iglesia y unas sesenta casas
alrededor. Mucho más hermosa era la anti­
gua Misión, pues la costitiüau más de cien
casas de indios y una espaciosa Iglesia, y en
una hora toilo fué completamente destruido.
H e visto pocos de ánimo tan decidido como
Monseñor Fagnano, y sin embargo, al recor­
dar esta desgracia no pudo contener las lá­
grimas aun(|Uü ya han tvansenrrido cuatro
años ó má«: se iierdicvou nmc-hos miles do
])es(ítas.y Jo (jucos nuis iinpidióülluuH'r mucho
bien, lio ido á ver las ruinas y el sitio donde
])or esi)acio do algunos meses han vivido nues­
tros liiuananos y las Hijas do María A uxilia­
dora con sus respectivos niños y niñas que no
ora otra cosa ijiio una espoeio do tienda do cam­
pana foi'inada do latón; y annquo los presorvaba del graui/.o no omirría lo mismo cuando
so trataba de lluvia ó viento: earecíau liasta
do vívenos, y ap<‘sar de todo estaban muy alcgr('s j>onpie la Divina Providencia les propor­
cionaba alguna carne, uuiuiuo no en abun­
dancia.
>'ue.stra Misión de Ti(U'ra dol Faogo tione
una extensión tío 20.0(Hí Uoctáreas do toiTono,
cubierto en su mayor |>arto do nbnndaiites
pastos ipn> se iitili/au para alim entar los ga­
nados «pu‘ han do j'vovt'er do carne á los In­
dios. gastámh>so diariamonto unos 200 kiUv
gramos jmu'o más ó menos. La subsistencia
(le cada indio no onesta menos do tin peso
diario, por lo enal puedo V. imaginarse lo
(1) Veas© el uúmero de Dioiombre p.*íg. 326.

qne cuesta el sostenerlos: únicam ente la ili­
m itada confianza que Monseñor tiene en la
D ivina Providencia hace que vaya adelante
la obra, pues de otra suerte y fundándose en
los cálculos humanos, habría de hecho que de­
sistir. Sufre muchísimo por no poder traer
al redil á las otras jíobres ovejillas que andan
descarriadas por el m onte; pero sus condi­
ciones financieras son vordadoraraente tristí­
simas. En los momentos difíciles loe las cartas
do D. Bosco y recuerda la insistencia de nues­
tro buen padre al principio de las Misiones
para que so instalasen lo más pronto posible
las de Patagonia y Tierra del Pliego: D. Bosco
conocía m uy bien estos sitios, mereciendo una
niodalla de* oro por la conferencia que tuvo
en 18S3 en el salón de la sociedad geográfica
de Lión: D. Albora ha recordado muchas veces
que el mismo fuó 4 re<iibirla, acompañado de
D. Barberis.
Su digno ropr(3sentante en estas lejana.s tie­
rras, amado Pafire, había decidido jiararse po­
cos (lías en estsi Misión do la Candelaria,
jmrque el 1-1 do Marzo debía m archar á Matto
Orossocon D. Malán; pero sucede que en estos
sitios se sabe cuando se llega, pero no cuando
.se puede partir. E l vapor vino con 15 días
(le retraso, debido al temporal. Privados de
toda eomuiiieación, vivíamos en continua an­
siedad y espectativa. U n servidor aprovechó
la Oíuisión p.ara hacer una excursión á (^aballo.
Con el fin do pasar el tiempo que quedaba
después (le las ocupaciones ordinarias, me in­
formé de algunas cosas bastante curiosas y
que tninscribo porque creo que serán del agrailo de nuestros Cooperadores.
Los fueguinos que están en nuestra ^fisión
jiroctaleu de dos tribus distintas, diferencián­
dose en las costumbres, asi>ecto é idioma. La
gran isla de Tierra del Puego está habitada

— 11 ^
por los Ollas quienes probablemente descien­ á la tierra. E l carácter de los faogninos os
den de los Patagones, pues hay entre unos tecituruo, incapaces de nobles seiitimioiuosy
y otros mucha semejanza por lo que respecta muy x)ropenso8 á la pereza y al .‘íueño: nada
al aspecto físico y al idioma. N i saben ni han les sorprende ni manifiestan dosnos do V('V
sabido nunca na\'egar, lo cual hace suponer una cosa desconocida, y lo quoos más, ni
que empezaron á habitar la isla cuando estji aun la utilizan con inteix^s aumjno conozciiu
se hallaba aun unida al continente, esto es, sus ventajas. E sta verdadera apatía quo titaion
antes que se formara el estrecho que los se­ es hija do qne la naturaleza los produce sin ne­
para.
cesidad de ningún trabajo todo lo necesario
E n la isla Dawson y cerca de las costas de para vivir. A l retir:»rso las aguas eu la b:yalas otras islas pequeñas del
Archipiélago viven los indios
Alacalufes, que conocen muy
bien la navegación y se ali­
mentan principalmente de la
pesca. Su aspecto por regia ge­
neral es triste y tacitu rn o : los
Onas ai contrario son alegres
y expansivos, y más altos que
los Alacalufes. En el mes que
he tratado con los indios me
he podido convencer de lo que
exageran algunos viajeros que
han escrito guiad.os solamente
por las prim eras impresiones.
No quiere esto decir que su
aspecto sea agradable; pero
puede asegurarse que han exa­
gerado mucho por lo que hace
á éste: cuando están limpios
y aseados presentan un golpede v ista que no dcsagrad-i
por completo: sn piel es fina
y dülicmla, de color castaño y
un ligero tin te rosácco. Los
(jue se han dedicado sim])lemeiite á observar es difícil
que puedan haber apreciado
el verdadero color de los in­
dios, porque se cubren la
con sangre y tinta. Su espeso
cabello es negro, largo y rara
vez rizado: se lo cortan en la
coronilla de la cabeza y des­
pués lo colocan de tal manera
que les da nu aspecto fertíz,
íidvirtiendo quee.sta operación
debe ser para ellos un verda­
dero m artirio, pues empican
para cortarlo unas jdedras afi­
ladas. Tienen poca barba y alExposición de Valsálice
•ganos carecen completamente
Scccióu del Oratorio do San Bcmíí^uu.
de ella, así como tam bién de
cejas, arrancándoselas á me­
mar, dejan la playa sembrada de peces y en
dida que van cresífiendo.
Su vista es m aravillosa: me aseguran que un trajéete de dos ó tres kilómetros se vej) nmlá simple v ista descubren ellos lo qne nosotros titud de escollos. Un día andiivintos ine«lia
no podemos ver sino con lentes de gran po­ hora por la playa después de la marea, y vi
tencia. No cabe duda que su modo de vivir millones y millones de peces dejados i>or el
favorece muebo el desarrollo y perfecciona­ agua al retirarse, y estos sirven de alimento
miento de los sentidos, sobre todo el de la vista á m ultitud de aves las cuales cubren el sol
y el oido, acostumbrado á observar siempre cuando se levantan todas á la vez.
Ix)B fueguinos fabrican sus casas al mo­
los fenómenos de la naturaleza y á estar en
espeetativa contra sos enemigos, •conociendo m ento: toman lo ó 20 i)alos fuelles, los cla­
á que distancia se hallan con aplicar el oido van en el suelo y los cubren con pieleaj.

12
cuaT3(lo la in m u n dicia hace insoportable la
l)erinunoiicia en aquel sitio, traslad a n la cam
{\ altfiinos m etros de distancia. ¡A q u e e ja re m o
llüíía lai)ereza! Infinidad de liechos que lie oido
co n tar dan u n a idea clara de su conducta.
De m oralidad no Lablemos, porque no la
<mno(;en. Si el Sr, C ura do A rs decía: « dejad
un [niobio sin piirroco por espacio de v einte
ano.s y después de ellos se verá que en vez
do ad o rar los lionibre.s al verdadero Dios, da­
rán culto á los anim ales », j qué direm os de
estos infelices, pues nunca lian visto á un
Kiicordote? El prim ero que se ofreció á ser víc­
tim a si era preciso fué M onseñor Eajím uio en
188(1, siendo el prim ero que entró en esta isla
que tiene do extensión casi tan to terreno como
Ita lia . Los {íobievnos Chileno y A rjfentino han
[ícrm itido que el lago m ás g ran d e quo hay
mi la. T ierra del Fuego lleve el nom bre de F agiiano en honor de su jirimero ^^situdor.
E l trajo de los indios os sum am ente sencillo,
no consistiendo en o tra cosa que en u n a piel
(|ue les rodea la cin tu ra : el resto del cuerpo
lo llevan pintado. A lgunos se pintan la cara
de negro y el cuerjio de blanco, y otros todo
lie negro con alg u n as rayas blancas. Los Onas
l>retiereu el color rojo con el cual so p in tan
la c.ara y los pies. E n general el rojo es señal
de alegría, el blanco de guerra y el negro de
lu to : en este liltiino caso se cortan u n poco
d e piel en lo pies en señal de dolor. L as a r­
m as que em plean en la caza, sobre todo del
gimnaco, son tam bién m uy sencillas, pues no
son o tra cosa que nn arco de m etro y medio
de largo con u n a cu eid a que u n e sus extre­
m os: estas cuerdas son de guanaco ó foca: en
medio colocan la ílecba. con la que hieren ó
m atan á los anim ales, l ’ara apreciar lo mucho
que trab ajan nuestros hormaiios, no h ay m ás
(pie p aran g o n ar los indios que viven en la
IVIísión con los que vienen á ella por prim era
vez: los que viven á lo largo del canal, tie ­
n en u n no sé qué de repugnante é in d escrip ­
tible. S(iu sucios [)or m ituraleza y no obstante
la lini[)iezu (jne se les hace, des[)iden u n olor
casi insoportable: nuestros herm anos con todo
eso viven con ellos, y algunos duerm en en el
mismo dorm itorio.
D u ran te el viaje de Jtontovidoo á P u n ta remis. habiendo sabido algunos que íbam os á
T ierra del Fuego, nbs p reguntaban con toda
seriedad quo si los fueguinos tenían un alm a
lo mismo que la n uestra, que si eran seres
rmuoiiales, etc., etc: en m uchos dom inan estas
eremieias. y esto explica el que los lia ra n trata«lo tan mal: nosotros los hemos visto y tra ­
tado, y ai bien es cierto que no postHííi una
e:v[meidad como los de los pueblos civilizados,
sin (Mubargo, no Ies falta inteligencia, y son agradecidos.ea[>eeialniente para ^lonsefíor, pues
cuando lo ven se llenan de alegría y rodeándolo
todos dicen
este es el papá g ra n d e ».
Desjmes de algunos días, lo.s niños so acer­
caban á I>. A lbora y hacían recixHi con él. Apreudeu el Catecismo y el últim o dom ingo

que hemos estado aquí, distribuí la Santa
Oomnnion á 20 de los 33 jóvenes que están en
el Colegio, no haciéndolo con todos por ser
los demás pequeños. Los hombres y mujeres
adultos viven en la actualidad como buenos
cristianos. ¡ Cuántos se podrían sacar de la
barbarie en que viven y cuántos pecados se evi­
tarían si se contase con medios! Si muchos
señores y señoras supiesen el bien que imdrian
hacer consagrando á este fin parte de sus ri­
quezas, desde luego que atenderían á necesidade.s tan perentorias y hum anitarias como éstas.
Después do haber visitado estas misiones, com­
prendo perfectamente el valor de las expressiouesdel Sr. Cura do Ars, cuando decía que
el Señor le había hecho conocer que el mejor
empleo quo pu(íde hacerse del dinero es des­
tinarlo á las misiones, no siendo de admirar
que por esto escribiera: « amo tanto las mi­
siones que si depués de la muerte pudiese,
vendería mi cuerpo de buen grado para esta­
blecer con su producto una misión ».
En la vida de D. Bosco escrita aquí en Amé­
rica con motivo de unos solemnes funerales
que por el eterno descanso de su alma se
celebraron el día dos de Febrero del 1888, y
á los que asistieron unas lOO.OüO personas, y
20.000 de estas formaban el acompañamiento
que pudiera llamarse oficial, dice el autor:
«Turíii enjugó su llanto al ver que al mismo
tiempo que perdía su gloria más preciosa, ya
se le erigía un eterno nionumeuto. Sí, el inonumento más espléndido de D. Bosco lo for­
man aquellos miles de personas que acompa­
ñaron BU cadáver, los torrentes de lágrimas
que bañarou su sepulcro, la m ultitud de artís­
ticas coronas que circ.undau su tumba, los
lamentos que han llenado todo el mundo y la
favorable acogida que le han dispensado todos
los periódicos, sin excluir los más estiles á la
Iglesia ». Yo creo que si este admirador de
D. Bosco hubiese visto las obras quo hau lle­
vado á cabo sus hijos en beneficio de las mi­
siones de la Patagonia y Tierra del Fuego iio
habría dudado ni un momento en exclamar
que éstas forinau la obra más sublime de D.
Bosco ». Sobre la tam ba del justo, dice el
Señor, haré crecer las flores, y su memoria,
cual perfume de incienso, será alabada y ben­
decida de generación en generación >. En este
día en que el mando católico fija su miraiia
Yalsálice, esto es, en la Iglesia erigida
como monumento internacional á la memoria
de D. Bosco, no puedo menos de rocoixiar qne
las flores que se cultivan cerca de su tamba,
representadas por los cien ó más clérigos qué
moran en tan santo recinto, se prejiaran para
consagrar su propria vida á las .Misiones de
la Patagonia, Tierra del Fuego, Africa y Asia
Y del mismo modo que en las catacumbas los
primeros cristianos se fortificaban en la fe de­
lante de las reliquias de los mártires, así nues­
tros futuros misioneros, delante de los benditos
restos de nuestro querido Padre y Fundador
se inspiran al reimrdar sus heroicos y sublimes

^m p lo s, y se aniraan y preparan para prac­
ticar las más lieróicas virtudes, é inflamándose
en aquel fuego de amor que ardía en el peclio
de D. Bosco, fuego que lo hizo apóstol de Turín, de Italia, de Europa y del mundo entero,
procuran ser verdaderos hijos de ta n impere­
cedero Padre.
De buen grado hablaría antes de term inar
esta carta del llanto m atutino de las viuda^
del juego de los niños, de los principales ani­
males que hay en esta región como el cisne,
canquen, flamenco, bandurria, conoroba, pato,
guanaco, zorro, cerdo fueguino, etc., etc., así

13 —
Eagnano y un servidor fuimos como en perogrinación." Aquel humilde Monumento, dedi­
cado por los Salesianos é Indios á Jesús, Im
servido y a de guía á los vapores que sur(y\n
este borrascoso m ar: ¡ verdadera iinageu do la
devoción al Sagrado Oorazón de Jesús 1
lío debiera concluir mi carta sin hablar del
instrumento principal de que se h a servido la
D ivina Providencia para obrjvr aquí tjintas
m aravillas, esto es, de Monseñor F a g n a n o ;
pero i quien puede decir las veces que en 25
años de Misionero ha puesto en peligro su vida
por la salvación de las alm as! i Qiüóu podrá

P anoram a de la M isión Salesiaim do la Isla D a w so u .—T ierra d el F u eg o .

como también de las ballenas; pero creo que enum erar las privaciones que ha sufrido ! Frío,
de todo esto ya han hablado 6 hablarán nues­ calor, hambre, sed, eiicarcelaniiento, naufra­
gios.... do todo ha experimentado.
han ocu­
tros Misioneros en sus relaciones.
Leí en la Civiltá Cattoliea que en el mo­ rrido los casos más raros y extraños que pncdiv
mento mismo que separaba los dos siglos se imaginar.se; pero siempre lo ha circundado
oyó el sonido de todas las campanas en la una paciencia y una caridad admirables.
Ciudad Eterna, como haciendo eco al toque Donde la obediencia le lia mandudo, allí ha
solemne de la antigua que se eleva en la torro ido, sin reparar en los peligros que pudieran
del Capitolio; y que la oración de miles y surgir. La Argentina, Patagonia, Tierra del
miles de corazones, unidos todos á la que por Fuego, Chile y Perú tienen de él recuerdos
todo el orbe católico ofrecía el Augusto A n­ de infatigable ai>óstol. ¡Cuántos episodios me
ciano del Vaticano, subía al Cielo hasta el h a contado de su vidal Pero no puedo decir­
trono del Altísimo como columna de humo do los porque me lo prohibió absolutamente.
Sabe, amado Padre, que le ama en Jesús y
odoroso incienso. Ko líasaró en silencio que
nuestros hermanos do la Candelaria se unie­ María.
ron con sus oraciones y las de sus indios
á todo el Orbe Católico, y que erigieron
8. S. q. b. 8. m.
sobre la punta más alta de la Tierra del
Ca l o g e r o G usm a no
Fuego, en el Cabo Sunday, una Capilla íú
Sagrado Corazón de Jesús, como homenaje
Pbro. Salesiano.
á Cristo Redentor por la terminación_ y
principio de siglo. D. A lb e ra , Monseñor

?.<g)>.g)
~^<!^gLjC^l--OggCg^(SftaBLm

3^(j)?^6)».<S>O ■■
Cg^gl»H■ ! j \ i T >^-*—
^

¿i.

l«DE NUESTRAS MISIONES
r

'

^

«UALA^Sül^A (Ecuador).
(Relación de D. Francisco Mattana) U).
K mo.

y

A mo. S e . D. E úa.

60 grafías ¡ He satisfeclio mis vivos deseos
y Á la voz lie cumplido con un sagrado
' deber haciendo una excursión apostólica
en el Vicariado O riental del Ecuador. Muchos
habían explorado ya el Oriente Ecuatoriano,
vadeando ríos desconocidos, atravesando es­
carpadas cordilleras, exponióndose A ser vícti­
mas dol furor de los salvajes y de las fieras,
y lo han hecho con el fin de investigar los se­
cretos de la naturaleza ó seducidos por la
ambición del oro y de adquirir un nombre
ilu stre; y yo, encargado desde 1894 de la di­
rección espiritual y civilización de este Vica­
riado, no había hecho nada todavía. Este
pensamiento me h a atormentado hasta que,
vencidas todas las dificultades, empecé mi
largay penosa excursión en Diciembre del 1898.
Y a que gracias á Dios la he term inado con
toda felicitad, daré algunos detalles del terri­
torio, de ru clima, vegetación, ríos, etc. etc.,
por ser el sitio destinado para fundar, Dios
mediante, el Colegio Central de nuestras Mi­
siones.

X>o O t i a l u Q u i z n fl l u d n u z n . —A l tambo
d e « J u a iitD a q u i. —Pro Defuncta. —I ^ a s e ys-aiicla u o e l t e o u <'l l> e s Í e i? to . — A isaLtacloH p o r l a n l ie r a t s . — I - I u e l l a s
d e loiüt n u t ii f u u i s lu o n t^ .
A principios de Diciem bre,después do haber
dispuesto lo necesario para la buena unucha de
la ^Misión de G-ualaquiza, empecé A prepar.ir lo
necesario para el vi;\je. E l domingo, 4 de di­
cho mes, celebramos la función j'oligiosa do
do.-ípedida: después do la Misa cantada, di­
rigí al pueblo una breve plActica, en la que
les manifesté los motivos que me impulsaban
A hacer el viajo, rogándoles que pidiesen A
Dios bendijera esta empresa para que tuviera
feliz éxito. Después di la bendición con Su
iqu
atñvsiula (Mayo de 189()), sin embargo, dada saíndole
puede publicarle on cualquier tiempo sin que pierda
por «3« su iaiportanoia.

D ivina Malestad y recé las preces litúrgicas
para obtener un buen resultado. Después que
salí de la Iglesia di las últim as iustruciones y
aljnom outo nos pusimos en m archa, acompanAiidome el hermano Coadjutor Virgilio
Avalos, D. Juan Coronel, Goberuador de Gualaquiza, D. Camilo Torres, intérprete del
idioma jíbaro y varios Jíbaros. Conmovedor
fuó el adiós dado A la Plaza de María Au­
xiliadora : toda la Comunidad, los habitantes,
y gran número de Jíbaros nos rodeaban su­
plicando con lágrimas les diese la bendición:
accedí A sus ruegos; pero con los ojos llenos
de lágrim as ante el pensamiento de .si sería
la últim a vez que los bendecía. . . por fin nos
pusimos en marcha. Media hora después lle­
gamos al tambo del Jumazo donde, después
de tomar una friolera, seguimos por el valle
de Gualaquiza, hacia el H., hasta llegar al
tambo del Jíbaro Juainbaqni, en cuyo punto
despedimos A algunos vecinos que nos acom­
pañaron hasta allí.
Nosotros, los anteriormente dichos, y al­
gunos alumnos y novicios pasamos allí la
noche. La esposa del dueño del tambo había
muerto algunos meses antes, pero el cadáver
se conservaba (según costumbre de los Jíbaros)
en una especie de casa construida cerca de allí
con paja y juncos. Lo primero que hicimos
fué rezar un responso en sufragio del alma
de la difunto. Después de cenar y de haber
rezado las oraciones de la noche, fuimos A
acostarnos; pero i quien podía dormir ante el
cúmulo de los tristes presentimientos que se
agolpaban A la mente 1 Celebró muy temprano
el Santo Sacrificio de la Misa, y los otros
compañeros la oyeron y rezaron sus devocio­
nes. Establecido nuestro itinerario, me puse á
la cintura un revolver y un ma<;hete, pues
tales precauciones son indispensables ¿ viajar
por estos sitios. Ya dispuesto todo, besé el
Crucifijo, mi inseparable compañero de viaje,
y tn nomine Doínini empezamos á subir una
colina que se halla hacia el río Jum aza, al
N.N.O. de Gualaquiza. Después de dos ho­
ras de camino divisamos un árbol muy gi­
gantesco, llamado por los Jíbaros bombo, cu­
yas ram as forman nna especie de pórtico de
cinco metros de alto y dos de ancho. Aquí
descansamos un poco y continnamos hasta el
Salado, arroyo que sus aguas son de este sabor
y que va A desembocar en M Gualaquiza.
Nos decidimos A pasar la noche en esto sitio.

15 —
tanto porque el camino era muy pantanoso y THn e l M o n t e S a q u e a , — I*olisíi*o <le
sex* a lio r* ca < lo —
A au
ofrecía peligros el andarlo de noclie, como
«‘¡s p in o — C l i i c l i a y

porque más adelante no encontraríamos paja
£11 i 'i o O u m b o s i^ a —
o u » :a tU 'l
para fabricar uu tamho donde poder dormir.
m o n o — A.TO0 1 *
— V m le a u c l o e l i 'i o C o la js rli’*^!^ — L * '
Pusimos lum bre é bioimos la cena y después
d o x -ia — P c já io a o n e l G iu u m q u i:e a .
de haber recobrado las fuerzas perdidas y de
Subimos al monte Saquea y encontramos
rezar nuestras devocioues, dimos descanso á
nuestros miembros entregándonos en brazos una colm ena: las abejas respetaron á los
de Morfeo. A las 11 de la noche me desper­ que íbamos vestidos, no así á los pobres Jí­
taron los continuos ladridos del Cholo, perro baros á quienes dieron serias y terribles pique nos acompañaba, y m ientras yo pensaba el cndui'as en las partes del eiierpo que llevan
porque ladraría tanto, se desper­
taron los Jíbaros, y viniendo don­
de estaba me dijeron llenos de
miedo: Cuidado, cuidado. Padre
Franeisco, muckos tigres y osos
aguí viniendo, todos nosotros matanr
-••P
do, comiendo, queriendo. , . Procuré
tranquilizarlos diciéndoles, que
nada o c u rriría , puesto que está­
bamos bajo la protección de María
A uxiliadora; pero con gran asom­
bro vi m uchas de dichas fieras,
las cuales venían, atraídas sin
duda por el olor de la cena y á
favor de la oscuridad de la noche,
al sitio en que estábamos, por lo
que estábamos en peligro de ser
víctim as de su ferocidad. . . Invo­
camos á la Sma. Virgen y al mo­
mento empezamos á defendernos;
los Jíb aro s, como hacen siempre
, en tales casos, empezaron á dar'
grandes voces, en tanto que nos­
otros preparábamos los fusiles y
encendíamos varias hogueras. . .
Tan pronto como vieron la luz so
fueron retirando poco á poco; sin
embargo decidimos qne nn poco
de tiempo cada uno estuviese al
cuidado m ientras los demás dor­
m irían, pues ora mny i)eligro 80 el
entregarnos todos al sueño. Poco
después de la media noche me
desperté de nuevo j)or el ruido que El m isionero D . (riaccardi con dos Jíbaros de Gualaqu.z.'V.
se hacía cerca de donde estaba, y
observó que el animal so encon­
traba solamente á unos metros de
distancia de mi cabeza. . . al momento tomé desnudas. En la parte del monte que separa
el revolver, huyendo la fiera al sentir el mo- el pintoresco vallo de Gnalaquiza del de Covimento: después pude reposar tranquila­ laglrós descansamos nn poco, emprendiendo
después la bajada. Ho puedo explicar como
mente.
A las cuatro de la m añana improvisamos pasó; pero lo cierto es que de improviso, y
un altar donde celebré la Santa Misa y los como un nuevo absalón, me encontré con mi
demás comulgaron en acción de gracias al barba enredada en unos zarzales: no tuve más
Señor porque nos había librado de muerte se­ remedio que cortarla de la mejor manera ix^
gura. Pué la prim era vez que celebré el Santo ^ l e con uu cuchillo. . . las zarzas se reti­
Sacrificio en despoblado, y para memoria se raron contentas con su presa y yo aprendí
colocó aUí una hermosa Cruz de Madera. á salvar mi arouítiea barba de semejantes
Después nos pusimos en m archa y llegamos peligros.
Poco después tuve necesidad de abrazarme
al pie del río Jeou (salado), existiendo en sus
márgenes señales de la grandeza que tenían á un árbol llamado chontüa (una especie de
espino grueso) para descender de un tremendo
los antiguos Incas.
precipicio: dejo á la consideración de los lec­
tores el dolor que experimentó al soportar

— 16 -

aquellas punzadas en las manos: sólo el amor
(le Dios y la salvación de las almas pueden
hacer llevaderos ciertos sufrimientos. P ara el
misionero católico los padecimientos, dolores,
derramamiento de sangro y aun la muerte
niisina son flores y rosas, gloria y triunfo:
yo en medio de tanto dolor á i gracias á Dios
por haberme hecho digno de sufrir algún
tjinto por Aquel que sacriflcó su v id a sobro
el bendito madero de la Cruz por nuestra
redención.
Continuando nuestro viaje encontramos al­
gunos tigres y osos; pero los ladridos del
Cholo no los dejaron acercarse á nosotros. E ncoiiti araos un riochuelo llamado Eombois que
corre de la parte N. y desemboca en el Colaglrós: después de pasarlo creimos oportuno
descansar un po<;o y los Jíbaros me ofrecie­
ron su célebre chicha. lío puede rehusarse, y
la que no bebí la arrojé al arroyo. A l adver­
tirlo me dijeron: Padre Francisco, chicha río
no botando, porgno chicha río botando mucho
lloviendo haciendo; y se aproximaron al río
l>ara esparcir la chicha diciendo: Taita dios
que no haga llover. ¡ Pobrecillos! ¡ E n cuantas
supersticiones como esta creen I A las 12, proxiimunente, continuando la otra margen del
ari'oyo, llegamos al otro extremo del monte
llamado por ios Jíbaros Ensaeva pa­
rándonos á contemplar el maravilloso pano­
ram a de las selvas orientales y después á
]’ecuperar nuestras fuerzas. E n el trayecto que
)my hasta el río Ourabossa encontramos tam ­
bién muchos tigres y osos, pero la D ivina
l’rovidencia permitió que huyeran dejándonos
libre el paso. Después que pasamos (iicho río,
vimos una infinidad de monos, y los Jíbaros
H6 dispusieron jiara cazar alguno. No dejii de
ser iuteresante esta caza, bos pobres monos
aterrorizados por las tíetdias que les lanzan,

van saltando de un árbol á otro con la misma
facilidad que lo harían en tie rra : los heridos
se esconden entre las hojas de los arboles y
para cogerlos es preciso cortar el árbol. Me
causó lastim a ver una pobre hembra que
procuraba ocultar á su hijo para que no lo
m ataran; pero herida ella de un flechazo, murió
abrazándolo y dando verdaderas m uestras de
amor maternal. En esta caza emplearon más
tiempo del que creíamos, por lo cual tuvimos
que sentar nuestros reales a la terminación
(leí río Oolaglrós. D urante la noche cayó una
lluvia torrencial, haciéndose por esto peli­
groso el paso del río. Todos tenían miedo, y
para dar ejemplo fui el primero en entrar, y
al verme los Jíbaros decían: A h ¡ vos Taita
Padre Francisco mucho valor habiendo, mucho
nadando sabiendo, mucho rio grande pasando,
bien sabiendo, vos miedo no teniendo, otros cris­
tianos mucho miedo habiendo está.
E l río Oolaglrós corre de N. á S. y desem­
boca en el Zamora á gran distancia de la
Provedoria, punto de unión de los rios Bomboisa y Zamora y así llamado porque en aquel
sitio hay una casa donde se venden comesti­
bles é instrumentos de labor.
Más adelante encontramos un pequeño rio­
chuelo llamado Guauiquiza, muy abundante
en pesca. Mis compañeros empezaron á pes­
car, usando al efecto un arbusto que los J í ­
baros habían llevado de Gualaq uizji, llamado
harbasco. Oontimiamlo la m archa llegamos á
la falda del Congineinda, donde preparamos
una buena cena con los peces que habían co­
gido poco antes. Después de cenar con extra­
ordinario apetito y de hacer tiiicstras ilevociouos, nos acostamos eu el lecho que nos
dió la juadre tierra.
(Se oontimiardj.

^etnotias del Re^. © . j$eau^oif>
M I 0I 0] í m

6
Ajsopardo á las órdenes de D. J . de Dios Martín.

TIERRA DEL FUEGO
JEl v a p o r A
z
o
p
a
n
ío—Iuci«ioiites —ComlMiou <lo U niitcs nrss‘eutÍuo-01iLÍ-

le u o H .

'

Habiendo tenido conocimiento de que yo había
hecho quo un vapor se acercase primero á la
boca y después entrase en este puerto de Río
grande, se ocupó de ello la prensa de Buenos
Aires, cuyo felii éxito dió por resultado que el
gobierno de la Argentina, mandase el vapor

Jefe de la Subcomisión de límites entre Chile y
la Argentina, Tierra del Fuego, y viéndome en
Puntarenas me dijo le diera algunas explicaciones
para entrar con más facilidad, ofreciéndome con
mucho gusto á dirigirlo yo mismo si en el día
que se veriflease me encontraba en la Misión:
esto tuvo lugar á fines del año 1894.
Un año y algunos meses transcurrieron sin que
viniera dicho buqne, por lo que ya ni me acor­
daba siquiera de la promesa que hice. De un
momento á otro esperábamos al Torino y una

1
— 17 —
tarde, divisando á lo lejos un vapor creimos sería
él. Ya era tarde y la luz del día no nos per­
mitió divisarlo bién: solo advertimos que se paró
á la entrada del río, suponiendo que no pasaría
adelante por esperar la marea. Dispuse que al
día siguiente muy temprano estuviese todo pre­
parado para hacer la descarga.
Estábamos cenando cuando se oyeron fuertes
liidi'idos y además llam ar á la puerta: al abrir
esta vimos tres marineros que, empapados y con
mucho frío venían de la playa. Entraron en casa
y mientras se les preparó algún alimento nos
dijeron que á las dos de aquel mismo día habían
divisado nuestra casa; pero que al llegar á la
barra no se habían atrevido á entrar, entre otras
razones por estar muy baja la marea y descono­
cer la entrada del río: hicieron vai-ias tentativas
hasta que llegando á un sitio les pareció ser la
entrada y favoreciéndoles la marea creciente fue­
ron adelante; mas cuando se creían ya seguros,
chocó contra una punta de una piedra y se le
abrió un fuerte boquete al barco por el que en
poco tiempo se llenó de agua.
4 Cómo se atrevieron VV. á entrar, les dije,
sin conocer el río? Debieron esperar al día si­
guiente. 4 H a habido alguna desgi'acia personal?
No, Señor; el barco está cerca de la playa y
se ha conseguido salvar también todo el carga­
mento. Nuestros compañeros continúan todavía
trabajando y á nosotros nos mandaron aquí por
si YV. tienen la bondad de darnos hospitalidad,
pues estamos enfermos.
Con mucho gusto, les dije, y nuestros deseos
serían remediar completamente la desgracia que
acabáis de sufrir; pero nuestra pobreza nos lo
impide.
Después que cenaron, les preparamos modes­
tas camas donde descansaron muy bién.
Al día siguiente ya estaba dispuesto para salir
á caballo cuando llegó el Sr. D. J . Martín. J a
más lo había visto por lo cual no lo conocía.
Venía completamente desencajado y como aquel
que ha sido presa de un fuerte susto, sin que
haya llegado todavía la calma — Estoy perdido,
P adre, me dijo: Santa Cruz ó la Isla de los
Estados me esperan. Si me destinan á la P eni­
tenciaría, es lo menos que me pueden hacer.
No, Señor, le contesté, después de haberlo lle­
vado al comedor: no hay que desalentarse de
ese modo; pero ¿ qué h a sucedido ?
Y tomando una taza de café con leche que le
sirvieron, me contó lo que los tres marineros la
noche anterior.
— En los momentos difíciles es precisamente
cuando el hombre demuestra su sensatez y valor:
el navegante debe evitar los peligros, es verdad,
pero no siempre puede preveerlos y de aquí los nau­
fragios, apesar de todas las precauciones: además
debe Y. pensar que h a sido cumpliendo con su

deber. Por lo demás quizá no sean los perjuicios
tan grandes como V. cree, y con buena voluntad
podrán remediarse la mayor parte. Cuento V.
desde luego con nuestro apoyo en todo y por
todo, y disponga con absoluta libertad de cuanto
hay en casa.
— Doy á Y. las más expresivas gracias, con­
testó: la tripulación es numerosa y no puedo
venir aquí por ver si, colocado el « Azopardo »
en la playa, se le pueden subsanar las averías
que haya sufrido, siendo indispensable estar á la
vista para que trabajen con más aliiiico y evitar
los desórdenes. Utilizaremos, con su permiso, el
galpón que está en la playa y en él viviremos
hasta que se haya arreglado el buque.
— Como V. disponga; pero le suplicaría que
al menos Y. y el Comandante viniesen á Casa,
pues aun cuando no tenga comodidades, no ol)stante estarán mejor que en el galpón: los ofi­
ciales subalternos pueden vigilar y VV. u tili­
zando los caballos de casa que desde luego pongo
á su disposición, pueden ir y venir todos los días
por no ser mucha la distancia: hónrenos V. con
su presencia en el almuerzo y después iremos a
la playa.
— P adre, estoy intranquilo: le suplicaría
que fuésemos al momento.
Quince minutos después ya estábamos en el
galpón, y habiendo ordenado que lo desocupasen,
le entregué la llave, autorizándoles además que
utilizasen doscientos postes que tenía preparados
para el alambado, pues el carbón que ellos tenían
estaba muy húmedo. Tuve el gusto de conocer
y saludar al Sr. Teniente de Fragata D. J . M
Mazcarello, Comandante del « Azopardo » quien
estaba también como acobardado por tan gran
pérdida, y lo mismo que el S. Martín esperaba
como premio el presidio de Santa Cruz.
Eso de ninguna manera, le dijé, porque la avería
no es de tanta consideración que no permita un
buen arreglo y añadiendo á este una limpieza
general puede quedar el barco mejor que estaba.
Siento que la primera visita que VV. nos han
hecho sea tan desagradable; pero con la ayuda de
Dios todo se arreglará. Puede V., Señor Coman­
dante, disponer de cuanto hay en la Misión: es
cierto que ahora carecemos de muchas cosas por­
que hace bastante tiempo que no viene el vapor
Torino-, pero buen pan y buena carne está á su
disposición así como igualmente los caballos,
carros, bueyes, personal etc. etc., considerándonos
m uy honrados al prestar apoyo á la Comisión
Argentina de límites y á la tripulación del vapor

« Azopardo ».
Vinieron algunos á saludarme, entre ellos
doá Ingenieros Agrimensores, un Ayudante, el
Comisario D. Luis Dugrós quienes acompa­
ñaban al Sr. D. J . D. Martín para medir un
trozo de terreno perteneciente á la testamenta-

— IS —
ría Poper comprada por el S. D. Juan Fer­
nández y la del « Asopardo » á las órdenes
del Comandante D. José María.
Examinando el Ijiique, vimos que tenía fácil
arreglo, no sin ]ml)er descargado antes todo lo que
conducía, ¿je procedió á hacerle una limpieza ge­
neral y á descomponer la máquina, y aunque
resultó una faena un poco larga, pudo liacerse
con comodidad en el tiempo que los Sres. Agriinensores emplearon en medir el terreno antes
dicho, cuya extensión es de unas 32 leguas.
A principios do Junio
q\ Azopardo estaba
en coiiiliciom s de ser flotado nuevamente, efectuán­
dolo el 2G de Junio de 1896. Como estuvieron
aquí tanto tiempo (desde el 30 do Abril) y noso­
tros les habíamos provisto do las cosas principales
dijeron que era necesario abonarlo todo. Yo me
resistía á ello, pero no lo consintieron, abonando
el gusto, aunque no bastantes desperfectos que
hicieron en el galpón y otras cosas. Los peones
del buque nos llevaron los cinco mejores perros
qno teníamos, y después supe los habían vendido
á 50 pesos cada uno.
El Jefe de. la Comisión, Sr. M artín, estuvo
varios días cou nosotros y al marcharse se despidió
de nosotros, lo mismo que el Comandante Sr. Mazcarello y demás oflciales; creimos irían contentos
y agradecidos de la Misión, pero sucedió todo lo
contrario, pues dos meses después, al llegar á
Ibunios Aires, quisieron formarnos sumario d¡citMido que de las averías sufridas en su barco
éramos responsables por liaber colocado mal la
señal de entrada á la boca did río, puesto que
el Cumandante Sr. Montes los había puesto al
otro lado.
Todo esto no fué otra cosa que una vil ca­
lumnia, pues la señal aludida era una cruz grande,
estando siempre allí, según testimonio de los ca­
pitanes de los buques, Toriao, (Lsluraia y ^inía(Zt'O, debiendo añadir á esUi otra no menor, y fué
decir que aprovechamos la ocasión do su desgracia
para venderles más caros los víveres y cosas que
necesitaron: ya liemos dicho autos que no le
queriamos tomar nada, acepUmdo lo que bue­
namente quisieron darnos conforme á los precios
estipulados de común acuerdo en completa armo
nia y amistad.
Uu amigo nuestro habló en Puntarenas con
el Comandante y al recriminarle las calumnias que
había lanzado contra nosotros en la prensa, dijo
que tuvo que disculparse así. pues de otra suerte
lo hubiera pasado mal. Asi <-s el mundo. ¡ Cuántos
desengaños da todos los días!

-

/I ' ■Vis' •'I'Míii'ín, o« NuliKl p n r a lo s ciifbi*mos
y aux^llio iuíUlU>l<» <lo lo s eiústianos.

E n el mes do Setiembre de 1898 fui ata­
cado de una enfermedad que creí pasajera, al
principio, obteniendo sólo algún alivio, con
los medicamentos que se me aplicaron durante
los meses siguientes, basta Febrero de 1899,
época en que apareció de nuevo de nu modo
terrible y doloroso. En pocos días el mal se me
liizo grave y peHgroso: las jnedicinas eran ine­
ficaces, el apetito y el sueno perdidos en ab­
soluto, las fuerzas agotadas, la angustia y el
desaliento se apoderaron de mí. En aquellos
terribles momentos, ya sin esperanza en los
recursos humanos, sólo rae quedó el último
refugio de los afligidos, la fó y el fervor del
(MÍstiano. — Muchas y frequentes fueron las
l)l<‘garÍKS Qiie elevamos al 'J'odoiíodíM-oso, á la
íSantísiuia Virgen, bajo el titulo de María Au.Kiliadova, quien no so hizo es|)erar cou su
divina iiiisericordia, empezando á mejorar ininediatíuneiite; y aunque el Doctor’ practicó
una oiioracióii, los resultados fueron felices y
rá¡)idos, de tal manera, que á jiocos días y
con asombro de muchas ijersona.s, pude ir al
templo y dar gracias á nuestra Madre por los
grandes beneficios recibidos de su admirable
bondad.
Con la mayor satisfacción y contento cum­
plo mi promesa, enviando este relato para
que se publique en el bo lk tíx s a l e s ia >’0.
en testimonio de mi gratitud y para mayor
lionra y gloria de la excelsa Madre de nuestro
divino Kedeutor.
J . E . G a in z a
Jaritagaa (Venezuela) Ago.sto 8 de J901.

Tiiinoi-essí cxpultsaclos.

Hacía mucho tiempo que padecía fuertes
dolores en el lado derecho de la cara y ca­
beza sin encontrar alivio alguno á peslir de
los remedios aplicados imr los facultativos;
l>ero en los ultirao.s días de Julio últiiim s«
agravaron de tal manera que interesiindosc
el oido se hicieron iusoporbtbles, esi>ecialraente en este último órgano. Con mi motivo
fué preciso recurrir á uu médico esjxícialistík
que se íiallaba de paso en esta ciudad, el cual
después de uu detenido reconocimiento, me
manifestó que la enfermedad radicaba mi la
parte interior de la nariz á cousecueiicia d;>

19 —
unos tumores y que era necesario estirparlos,
pero que no se determ inaba á verificarlo por
mi debilidad 6 liisterismo; me dió una receta
como calmante que tomé al momento sin que
me produjera efecto alguno. Ifiegada la noche
de aquel terrible día continuaron aumentando
progresivamente los dolores, en términos que
creí volverme loca. E n tan apurada situación
me puso mi padre al cuello una medalla de
María Auxiliadora, y ¡oh prodigio! desde
aquel momento empezaron á calmarse aquellos
insoportables tormentos, basta quedar en com­
pleta tranquilidad. Ha transcurrido desde es­
te suceso un mes y no sólo ha desapjvreeido
todo vestigio de enfermedad, sino que ios tu ­
mores de la nariz fueron expulsados sin el
más levo dolor n i aplicación de medicamento
alguno.
Con todo mi corazón doy las más rendidas g ra­
cias á mi amadísima Madre, M aría Auxilúvdora, y deposito en el cepillo la pequeña
ofrenda que le hice.
Deseo que esta gracia se publique en
el Boletín Salesiauo.
CAE3IEN G-abcía
V igo i.Pontevedra) 30 de Agosto 1901

O u r a d ii e n u n a u o c lie .
H ace año y medio próxim anente que tuvo
efecto el prodigio siguiente mediante la in ­
tercesión de María Auxiliadora, sintiendo bas­
tan te que no se haya publicado antes por
mi falta de actividad.
H acía más de un afio que mi esposa se
venía consumiendo por una dispe¡>8Ía con
fuerte gastralgia; en esta enfermedad solo
servían de paliativos los medicamentos: últi­
mamente una noche lo dió un ataque al co­
razón, cnbriéiulose sii rostro de un sudor frío,
acompañado de terrible disneo, síntomas de
súbibi m uerte: en esta situación tan triste
reunida mi familia y todos do acuerdo nos
pusimos de rodillas, suplicándole á la que es
Auxilio de los Cristianos, nos ahmnzgra la
salud de dicha enferma, ofreciéndole que por
ta l favor rezaríamos una novena en su honor,
confesando y comulgando también y además
ofrecimos publicar el ¡uodigio. A continua­
ción se fue mejorando de tal modo, que antes
de amanecer yii había pasado el peligro. E l
prim er día se quedó en cama por que seguía
muy débil, y al siguiente se levantó quedando
sana i>or mucho tiempo, no solo del corazón
sino tam bién de los males anteriores.
Debo agregar que dicha enferma es gotosa
y que su padre había muerto súbitam ente á
causa de un ataqae de gota íü corazón. ¡A la­
bada sea. M aría A uxiliadora!

Don Jorge Bravo, un tumor de carácter nmliguo. Gracias á los cuidados de un inteli­
gente médico, fué dominada la enfermedad;
pero he aquí que al día siguiente de Imber
hecho el enfermo su prim era salida por la ciu­
dad, cayó unevameute con otro tumor en una
pierna, y con síntomas inequívocos do una
gravedad extrema. La fiebre era intensa y
no tardó en aiiarocor la gangrena. A’^isiturou
al onfeiano toóos los médicos de esta ciudad,
y habiendo declarado gravísimo el caso, pre­
vinieron á la familia que debían adm inistraraole los auxilios Divinos sin pérdida de tiempo.
A l oir tan triste noticia, icu a l sería jni an­
gustia! ya me parecía ver cxj)irar á ini Oiifiado y á mi pobre herm ana sufriendo las
terribles consecuencias de la viudez, y sobro
todo me laceraba el alma el pousamicnto de
que iban á quedar sin padre mis pequeños
sobrinos. Corrí, pues, á arrodillarm e ante el
Santísimo Sacramento, suplicándole que si
había de ser para mayor gloria suya, no per­
m itiera que toda una familia se viese de un
momento á otro sumida en la mayor desola­
ción. Y para que mis preces fueran oidas,
procuré interesar en mi favor á la Madre
Santísima de todo un Dios moribundo en el
Calvario: me dirigí á M aría Auxiliadora.
E l resultado no se hizo esperar. Tres días
después de haber hecho mi pobre petición, de­
clararon unánimameute los médicos que mi cu­
ñado estíiba fuera de peligro. Hoy está en el
período de la convalecencia.
Gracias mil sean dadas á nuestra gran
m adre que con tanta razón llamamos AÚ X ILIÜM CHKISTIANOUÜM y SALÜS DyFlUMOHUM.
G r e g o r ia V é l e z
Managua April 8 do 1901

M a rín A-uxilia<lora to<lo lo

3Ie es sumamente grato cumplir con la obli­
gación que contrajo i>ara (on M:iría Auxilia­

dora, publicando la gracia que el Señor me
concodió por su poderosa intercesión.
Tiempo hacía que un sobrino mío do 18
años de edad, venía padeciendo una fuerte
inflamación en el vientre, ¡uoducida por una
violenta sacudida, que recibió de una milla
al tiempo de aproximarse al sitio en donde
pacía el animal.
A ta l punto llegaron los progresos del golpe
recibido, en parte tan delicada, que poiM) á
)>oco fuéroii de.sarrolláiidose síntomas tan alar­
mantes que todos anunciaban claramente el
cercano fin del joven enfermo. Los auxilios
de la ciencia declararon tainhieii su insufi­
ciencia cuando ya degeneró el padecimiento
en hidropesía.
J o s é e o d e íg u e z
E n tan triste situación ne dirigí á la Vir­
P avas de San José de Costa Rica 28 de Mayo de 1901
gen Auxiliadora, x>i<iióndole la salud del pa­
> X tiría A - u x i l i a í l o f a c i u r a
ciente. 2so bien la invoqué prometiéndole re­
á. xin M é d i c o .
zar en su honor una novena y publicar la
E n el mes de Marzo próximo pasado le salió gracia en el boletín sa le .s iano , si me conen la nariz á mi hermano político, el Doctor ; cedía lo que i>edía, cuando empezó á mejorar



con tan ta fortuna, que actualmente se encuentia curado por completo de su dolencia.
Llena do g ratitud á la Madre de todas las
gracias, cumplo lo i)rometido, deseando que
cuantos 80 hallen atribulados, acudan á Ma­
ría A uxiliadora de los Cristianos.
C atalina A ndrés
Zurgeiia (Almería) 15 de Agosto de 1901
A .) — Anioquera (M úi.ag a ). Doy gracias ü M. A.
y mando de ihiiosim á l a Casa
Uo M oiitilla cinco pesetas para (lue so celebro ima
iMisa 011 honor de tan buena Madre. José TóUez.
Barcelona. Datando mi padre graremente
euf(5rino acudí ú M. A. proriiotiéiulolo hacer uua uovena, y no sólo me concedió esta gracia, sino otra
<luo deseaba. U7ia Cooperadora Salesiana. — Id. />.“
rrtj-oííjift Monros y Joaquina Llooet <ian gracias á M
A. y eiitrogun la primera cinco pesetas de lim osna y
la segunda siete pesetas y dos volas, deseando que
«elobren una Misa en acción do gracias á tan buena
Madre. — Id. Una Cooperadora Salesiana entregó lila
Casa <le Sarruí tí velas, 10 pesetas para el Pan de S.
Antonio y 3 pesetas para, uua Misa por nna gracia
muy importante que obtuvo al invocar ú, M. A. ~
Id. Doy de limosna 15 pesetas pata celebrar 3 Misas
en el altar do .M. A. do Sarriií por una gracia obtenida
.1/uíiídf le7-rer de Gomia. — Buenos Aires. Habiendo
«‘ntenmulo mi toposo Gregorio M. Inignez de una con­
gestión pulmonar, acudí jí M. A. y le ofrecí inscri­
birlo de Cooperador Salcsiano, prometiéndole que
visitaríamos su templo, y como recobrase la salud de­
seo 80 publiqun pava mayor gloria de D ios y de la
oiiia. Virgen. Isabel de la Torre de Iñiguez.
C l i ) — Chontales (N ic a r a g u a ). Las Sriias.
.uarta del Carmen Blanco y D.® Manuela Ugarte dan
gracias & M. A. por favores recibidos, enviando la
primera uu peso de limosna y otro la segunda para
quo se celebre nna Misa.
— Don Benito (B a d a jo z ). E l Rdo. Sr. D.
Francisco Cañón Carrasco da Gracias á M. A. por va­
rios favores recibidos y envía de limosna 16 pesetas.

F ) — Fuente la Higuerra (VAr.KNCiA-RspAfiA).

Agradecido lí los muchos y grandes favores recibidos
<le D ios por mediación de su Santa Madre M. A. doy
25 pesetas de limosna para su Santuario de Turíu.
Pedro Torres y 'Torres (i>adre).
O ) — Granada (Nicaragua ;. D*. Dolores Castillo.
D*. Bosalía jSoíorrnno de Jiménez y D**. .Mercedes Mansebo dan gra(^ia8 lí
A. por favores recibidos y man­
dan la primera cuatro pesos para quo so celobre una
.Misa en su altar tle Turiii, la segunda dos posos con
el uiisiuo lin y la torcera un peso de limosna. _Id.
Id. Enfermó do los ojos y creyendo no tendría remodio, invoqué lí M. A. curiíiido.seme en pocos días y
agi-adecida mando un peso do limosna. — Id. Id. i)*.
(ícWnníí* í'apinosa da oiiico pe.sos do limosna y su­
plica se niegue it M. A. que rmnodie una necesidad de
una henuaua suya. — Id. Id. Mando dos pesos do li­
mosna para que se celobre mía M isaáM A. cu acción
«lo gracias porque sanó de uua toz muy mala que
pa«U'e(a. —* Id. Id. Agra«letei«ia lí M. A. por una gra»'ia concedida, publico cata v mando una limosna
Una Coopenidora. — Id. Id. Mando cnatni pesos para
mic so celobrt' nna .Misa en el Altar do M. A. de
Turfu en acción de gracias por nu favor obtenido
J tw /a Dolores. — Gerona. Doy 25 pesetas para la
Obra_ Sa^vaiana de esta Capital por uu favor recibido.
y— Id. Z>“. Rosa Fomabell mandó celebrar uua
Misa en honor de M. A. por haber obtenido la salud
a l invocarla.
I I ) — Huooco. Halldndose m i fam ilia en una
gran iribulaci«»u. acudí 6 M. A. ofreciéndole hacer
«na novena, publicar la gracia y aplicar nna Misik en
BU honor. Conseguí lo que pedía y hoy cumplo la
promesa. Federico Sd, i ’bto.

20



.
c. fn 'g a lp a (Chontales-Nicaraoüa ). José An­
tonio óohfl da gracias & M. A. y manda noventa cen­
tavos de limosna.
(N icaragua ). Alberto Herdocia dagraoia.s a M. A. por haber recobrado la salud al iuvo(V alexcia -E spa S a ). Estando
gravemente enferma una persona de m i fam ilia v
desconfiando los módicos de poderla salvar, acmlí &
M. A. ofreciéndole uua limosna y publicar la gracia
y como la haya conseguido cumplo la promesa, dfarío
*!**• *** Hallándome enferma acudí
ti M. A. ofreciéndole una limosna y publicar la <rraoia. Lomo he conseguido Ja salud, cumplo gusto^i lo
ofrecido. Una Coopo-adora Salesiana — M aría (Ai .mbhía ). D \ Francisca Martínez Fernández y D’\ María
Aliaga Aranega dan gracias a M. A. por nna gracia
rooibula y dan cada una la limosna de dos pesetas.—
Morena (M ^ ic o ). Estando mi papá gravemente euíenno ofrecí á M. A. publicar la gracia si conseguía
del Sefior que pudiese recibir todos los a u siiio s de
nuestra Sacrosanta líeligióu , y habiendo conseguido
la petición, cumplo la oferta. P. C.

I £ ) — Rosario (J inotepe -Nicaragüa ).
Valeriana Btitz, r. de Marenco manda uu peso para que
se celebre una Misa en honor de M. A. por un favor
recibido.
S ) — San Jorge (N icaragua ). Dionisio Mora da
gracias á M. A. por haberle salvado de unadificultad
y entrega nna peseta de limosna. — Santander (Es
paüa ) De resulas del sarampión pefdí la v ista casi
por completo. Debían hacerme una operación quirúr­
g ic a : invoqué á M. A. para que resultara bien, reco­
brando después la vista. Doy gracias á tan buena
Madre por tan señalado favor. Indalecio Rojo San
Nicolás (A rge.ntxjía). Padecía del tifus v habiemlo
sido desahuciada de los médicos acudí á Si. A. : mis
compañer.as de Colegio hicieron nna novena y á fines
de Abril t-sfaba completamente bien, contra toda hu­
mana esperanza. Doy gracias á Aquella por quien
recobró la salud. .Bmiíia Hogán.
U ) — Utrora (Sevilla ). Encontrándo.se un amigo
& qiuen apreciábamo.s mucho, en la agonía, lo éneomeiidó al Sagrado Corazón de Jesús y á l l . A. haciendo
al efecto una novena y antes de terminar ya estaba
fuera de peligro. Jfario Vicenta de la Orden. — \ú . Id.
Doy gracias á M. A. por haberme curado de fuertes
neuralgias que padecía hace años y por dos favores
má.s que ha concedido á otros dos enfermos. Jfai ío
de la Orden.
_-,.) — Doy gracias á M. A. por dos grandes favores
aue he obtenido por su nieiliación, prometiendo ser
devota suya. Una hija de Marja. — Doy m il gracias
á uuMtfa buena Maclre M. A. por haberme alcanzado
la salud cuando padecía «le un fuerte catarro.
F. de Bustos.
■ Y ) — Yaritagua
(V enezuela ). Doy gracias á
M. A. por haber obtenido lii salud á Matilde Escalma
y eii agradecimiento doy do limo.sna una peseta para
su f»«tiviila«l. Josefa Antonia de Pérez. — Id. Id. D^.
Carolina P. de Sánchez, Teresa Torres de Pena v Elvira
Lucena dan gracias á M. A por favores recibidos y
mandan uua peseta de limosna. — Id. Id. Doy gra­
cias á M. A. por haber concedido la libertad á^nn
prwo cuando miónos lo esperábamos. Salomé de Jesús
Gainza. — Id. Id. F . de M. P. da gracias á M. A.
por varios favores especiales recibidos y manda dos
bolivares para la Obra Salesiana de Tuiín.
Z ) — Z0ragoxa. T^ua fam ilia estaba á punto de
disolverse á causa de serios disgustos. Encomendó el
asunto á M. A. haciéndole una novena v ofreciéndole
publicar la gracia en el Boletín* S ales'iano y en el
uiisiuo día de su fiesta. 24- «le Mayo, se obviaron to ­
das las dificultades quedando t<Klds unitios y confor­
mes Agradecida envío 50 pesetas para e l templo do
Sarriá y deseo se publique la gracia. M. P. V,

ir
0 1 @ 1 I € 1

^ I L E S I l l A

ANTIGUO CONTINENTE
C in d a d e la {Ulenorca-Espaila). — Como de­
cíamos en nuestro número anterior, los Salesianos
y niños de esta Ciudad celebraron uua función
literario-musical con motivo del onomástico del
Excmo. é limo. Prelado de la Diócesis.
He aquí algunos jiárrafos de lo que acerca de
ella dice El 'Vigía OuMítco de aquella localidad.
«Luego que la banda de música bubo dejado
sentir los melodiosos acordes de una marcha de
introducción, un Hermano Coadjutor leyó un
discurso-saludo que versaba sobre la gratitud y
amor de los Hijos de D. Busco al egregio Pre­
lado, por los muchos beneficios que de él han
recibido. Después dióse principio al primer acto
del firama titulado Las Pistrinas ó la última hora
del paganismo en Boma del Presbítero Salesiano
D. Juan Bautista Lemoyne. Este, según el común
sentir de personas inteligentes, es tina verdadera
obra de artej bien se puede afirmar que es el
mejor drama que se ha representado en el teatro
salesiano, no tan sólo i>or su mérito intrínseco,
si que también por lo bien que lo ejecutaron
todos los que en él tomaron parte, llenando los
deseos de la concurrencia por lo bien que ejecu­
taron sus respectivos papeles. Para amenizar los
entreactos se leyeroi) algunas poesías y la banda
tocó con gusto y afinación bonitas y escogidas
piezas. Un precioso y chistosísimo diálogo fuó
hecho por los alumnos de la clase nocturna,
siendo calurosamente aplaudidos por la gracia y
donaire con que desempeñaron su cometido. Luego
verificóse el sainete Los dos Moros, dando por
terminada tan gratísima función después de tocar
uua marcha final...
u
Tal es, aunque en ligero bosquejo, la función
que los Salesianos de esta Ciudad ofrecieron ccuuo
bomenaje de amor y gratitud á su amadísimo
Padre y especial Bieuecbor, el egregio Prelado
de Meuorcii... ¡Que Dios le bendiga, como asi­
mismo á lo que muy bien podemos llamar su
obra, ya que á él, después de Dios, es debida la
venida de los Salesianos! Y... si nos aflige la
extraviada tendencia de muchos jóvenes, coope­
remos todos según nuestras fuerzas á la conser­
vación y acrecentamiento de tan bella obra, que
á su tiemjK) reportará á nuestra querida Cinda­
dela frutos de celestial bendición. »
S a ls tm a n o a {España). — El domingo 17 del
pasado mes de Noviembre se inauguró en esta
Ciudad el Oratorio Festivo. La noticia de que eu
tai día debía verificarse la inauguración corrió
con la velocidad del rayo, y con tan general
alegría que, á las 7 de la mañana, más de 150
jóvenes estaban llamando á las puertas del Orar
torio, oyendo luego todos ellos con la mayor de­
voción V recogimiento el Santo Sacrificio de la
Misa. Al Catecismo de la tai'de asistieron unos
200. Todos se manifestaron complacidísimos, del

día que habían pasado. No os olvidéis, les dijo
el Sr. Director, de rogar á Dios que nos envíe loa
recursos necesarios para aumentar el número de
niños y los medios para que pasen alegremente
el día festivo en el Oratorio.
OSW IigCIM {Polonia). — Ya dimos cuenta
en el número de Diciembre de la apertura do
esta nueva Casa Salesiana, poniendo hoy con
mucho gusto algunos detalles do las fiestas que
se celebraron. Apesar de la distancia y do lo pe­
rentorio del tiempo, asistió nuestro amado Ib'ctor
Mayor acompañado del Sr. Ecónomo General,
D. Luís Bocea. La víspera llego Su Eminencia
lima, el Sr. Puzyna, .Cardenal-Obispo (le Cra­
covia, recibiéndolo en la estación D. Rúa, las
Autoridades locales y la tradicional caballería cracoviana, precediéndole en señal do honor hasta
la iglesia parroquial donde lo esperaban el Sr. Cura
Párroco y demás sacerdotes. Después do haber
orado ante el Santo Sagrario, visitó la Casa Salesiaua, siendo sus palabras un continuo parabién
de agradecimiento para los hijos de D. Bosco.
También el día 20 llegó el Sr. Piuiuski, Gober­
nador do la Galizia. para asistir á la función.
Celebró el Santo Sacrificio eu el grandioso y
magnífico templo (que están restaurándolo toda­
vía) y ante numerosa concurrouciu, S. E. I., cnutando nuestros alumnos hermosos motetes. Inme­
diatamente después bendijo todo el edificio, inclusa
la hermosa y colosal estatua del divino Redentor
colocada en la parte central del edificio, asistiendo
á la ceremonia todos los que hemos dicho auteriormente. S. E. I. dirigió la palabra á toda la
concurrencia exhortándolos &dar graciiis al Señor
porque bahía permitido que fueran allí hm hijos
de D. Bosco y además a que los ayudasen en su
empresa, leyéndose después un leh'grunia del
Santo Padre en el que mandaba á todos los asis­
tentes su apostólica bendición. La Misa Bob’iiine
fué celebrada por D. Rúa, in/ra Missam ocupó
la Sagrada Cátedra el M. R. P. Superior do los
Mínimos de Cracovia: nuestros músicos y niños
cantaron una de las misas de Perosi.
Por la tarde y después de tomar vanas foto­
grafías, salieron todos los ilustres viajeros en sus
respectivos trenes, llevando gratas impresiones
de los Salesianos y niños do la primera Casa
polaca.
T r i e s t e {Austria). — Tomamos de un perió­
dico de esta Ciudad: < Quien ha visto á D. Búa
los dos días que ha estado en Trieste; quien
contempla su rostro de verdadero asceta: quien
escucha su dulce y paternal palabra <mn la que
tiene al auditorio pendiente de sus labios, y quien
por último observa todas sus acciones no puede
menos de exclamar; ¡Es un santo!...
Habiendo llegado á esta Capital, dijo inmedia­
tamente la Santa Misa en la Capilla del Oratono,
vendo después á visitar al M. I. Sr. Vicario Ca­
pitular y á las Autoridades locales. A las 7 y V*

-

de la noche una numerosa y selecta concuiTencia
llenaba el salón preparado al efecto, y entonces
el M. I. Sr. D. Potronio, Vicario Capitular, hizo
la presentación de D. Rúa á los circunstantes, y
después que la banda salosiana y la Schola Cai)rtorum ejecutaron y cantaron respectivamente al­
gunas piczaa ó himnos, habló D. Rúa. Sus frases
sencillas sostuvieron la más completa atención
del auditorio y como insensiblemente concluyeron
todos por estar llenos del más puro entusiasmo.
Habló de D. Bosco y de los rápidos progi’esos
que ha hecho la Sociedad Salesiaua tanto en el
antiguo como en el nuevo continente.
Al día siguiente, domingo, celebró la Misa
D. Rúa, asistiendo muchos ñeles, y por la tarde
i j¿'í-

22



NUEVO CONTINENTE
JB uenos A i r e s (Almagro-Argentina). — El
incansable Sr. Inspector de la Argentina, D. José
Vespignani hace un caluroso llamamiento á todos
los Cooperadores y Cooperadoras Salesianos y á
cuantos quieran contribuir con sus limosnas á la
edificación del nuevo templo de S- Carlos, que
como homenaje ú Jesucristo Redentor y á María
Auxiliadora ha de erigirse en Almagro (Buenos
Aires), cuya idea, no solamente ha sido aprobada
y bendecida por S. S. el Papa León XIII, sino
que también so ha dignado apadrinarla.
.■'•‘.‘•.JTyr-r-rT,

^

E.

"■
X':.

Colegio Sulcsiano de Oáwigcim.
tuvo lugar la iimuguraoión do la nueva Casa. La
biuidu y uiiios dol Oiat«>vio. D. Rúa y todos los
asistentes siguieron proeesioimlmento al Sr. Vi­
cario Capitular, «lirigiéndoso títdos al nuevo local
sulcsiano, donde había muchísimos espectadores,
entre ellos gran número do nobles y distinguidas
per.simas. l)ev«;pttés do la bendición, voriticada j>or
el M. I. Sr. Vicario Capitular, asistieron todos los
«ircunstuntcs ú un corto pero bonito concierto y
terminando este tomó la palabra el Sr. Petronio,
aplaudiendo cu un breve pero elocuente discurso
la Obra Salesiana. También hablaron D. Rúa y
algunos do los asistenti*s. Con gran sentimiento
de todi>8 marchó D. Rúa á las 5 y
& la esta­
ción, pues al día siguiente debía asistir en Turín
Á la despedida de los Misionert>s. ¡ Quo las ben­
diciones del Altísimo desciendan sobre este nuevo
plantel, donde los hijos de D. Bosco tienen ancho
campo para trabajar.»

Ya han comenzado los trabados con el mayor
entusiasmo; pero comodice el Rvdo. Sr. Vespignani
no cuentan con otros recursos que los que puedan
prodigarles sus generosos bionhocbores.
También S. E. 1. el Sx’. Arzobispo de Buenos
Aires, Dr. D. Mariano A. Espinosa ha dado su
aprobación, cuyo documento transcribimos con
mucho gusto y dice a sí:
Aprobación de la construcción del nuevo templo
parroquial de San Carlos, en la capilal de la Bepública.
* Nos, el Doctor Don Mariano Antonio Espinosa,
tmr gracia de Dios y de la Santa Sede Apostó­
lica, Arzobispo de la Santísima Trinidad de
Buenos Aíres.
Siendo tan numeroso el concurso de fieles que
felizmente frecuenta la iglesia parroquial de San
Carlos, en esta capital, regentada por los bene­
méritos padres salesianos de D. Bosco, que la
iglesia es pequeña para la multilud que concurre
ú ella, ya nuestro Venerable antecesor Mone.
Castellano, de feliz memoria, el 17 de Enero de
líKX) aprobó el pensamiento de hacer un templo
más capaz y proporcionado al progreso y á las

— 23 —
necesidades espirituales de aquel vecindario que
cada día va en aumento.
.
Estando ahora para principiarse, Nos bendeci­
mos y aprobamos de todo corazón esta obra sim­
pática y provechosa para el incremento moral y
material de nuesti*os amados hijos, los habitantes
de ese barrio que con particular afecto disUnffuimos y queremos' que se levante como « Ho­
menaje Popular Argentino á Jesucristo Redentor
y á María Auxilio de los Cristianos, ofrecido como
obsequio fiel al Sumo Pontífice y por 'El benigna
mente aceptado », para que á imitación de mu­
chos monumentos semejantes que se consti’uyen
en nuestros días, se levante á principios de este
siglo en homenaje á Cristo Redentor, Verdadero
Dios y Hombre, Rey inmortal de los siglos y á su
Vicario en la tierra, el Sumo Pontífice León XIII,
que felizmente reina.
Recomendamos, pues, este monumento de fe y
piedad cristianas á nuestros queridos diocesanos
y aceptamos gustosos su presidencia de honor .
En estos días que la Santa Iglesia y la piedad
de los fieles dedica de un modo extraordinario a
las benditas ánimas del Purgatorio, recordamos
que á éstas sera dedicada la cripta subterránea y
recomendamos las limosnas en su sufragio, con­
cediendo ochenta días de indulgencia cada vez
que se dieren con este fin y aprobamos el programa
de subscripción popular presentado á nuestra
aprobación.
En testimonio de lo cual damos el presente
Auto, en Buenos Aires, capital de la República
Argentina, en Nuestro Palacio Arzobispal, á vein­
tiséis días del mes de Octubre, del año del
Señor de mil novecientos uno, firmado de nuestro
puño y letra, sellado con nuestro sello y refren­
dado por nuestro Secretario.
0

M ar ia n o A ntonio

Arzobispo de Buenos Aires.
Por mandado da S. E. R.
M a n u e l E lz a u r d ia

Canónigo Secretario.
Jesucristo nuestro amado Redentor bendice desde
el Cielo esto obra, pues así lo ha hecho por medio
de sus Representantes en la Tierra el Romano
Pontífice y el Sr. Arzobispo de Buevos Aires, y
no dudéis, amados Cooperadores, que las escenas
de Europa y América al levantar templos donde
va hoy se tributa culto al Corazón más enamorado
de los hombres y á su Augusta Madre, se repe­
tirán en la Argentina y desde luego debéis darle
CTacias porque, lejos de abandonaros quiere esta­
blecer su morada entre vosotros para entre voso­
tros tener sus delicias.
. , j*
Sí, no dudamos el afirmar que quizá más pronto
de lo que se piense se elevará la hermosa y es­
belta cúpula de la torre de S. Caflos, símbolo de
las oraciones que desde el centro se elevaran al
Altísimo, pero que éstas, no solamente traspasaran
como aquella la primera de las regiones atmosfé­
ricas sino que llegarán al solio del Eterno, deseendiendo después, cual copioso 7 ahondante rocío,
gracias sin cuento sobre la católica República Ar­
gentina, y sobre todo su culta y laboriosa capital.
S u c r e (Bolivia). — Dice el periódico, bisema­
nal Xo Capital de esta Ciudad en su numero
correspondiente al 31 de Agosto ultimo.
El 28 del que termina tuvo lugar la fiesta re­

ligiosa conmemorativa del 5“. aniversario dol ex­
treno del suntuoso Templo de San Agustín.
El Sr. Director D. Efrén Capelli, tuvo oamcro
particular en darlo toda la lucidez y oxpleudor
posibles. Misa solemne celebrada por el digno Ar­
cediano del Coro Metropolitano, D. Angel Belisario Moscoso; un brillante panegírico dol Santo
Doctor pronunciado por el joven Presbítero Don
Saúl Sardáu, la bien ejecutada Misa, excelente
canto Gregoriano y nuisica i>or lo.s alumnos in­
ternos del Colegio dieron á la fiesta religiosa
gran solemnidad.
Después los distinguidos personajes invitados
pasaron al comedor donde fueron obsequiados con
un modesto almuerzo, amenizando ilospués el rato
la herniosa orquesta en la que se exhibieron los
niños del Establecimiento, cuyos progresos en este
ramo y en lo demás de instrucción escolar han
llamado justamente la atención de ésta culta Ca­
pital.
Concluyó todo á las 2 de la tardo hora en que
la concurrencia se retiró satisfecha de haber oído
la deliciosa retreta tocada por la banda con maes­
tría V gusto por los niños del Colegio D. Bosco
dando el parabién al Sr. Director y á los demás
Salesianos, quienes se esfuerzan en aumentar el
prestigio del Establecimiento de que están en­
cargados.
Nuestros expresivos plácemes a tan esforzados
educadores de la juventud y campeones de la
Iglesia, cuya recompensa será la gloria eterna
por tanto sacrificio. »
l / i m a (Perü). — El día 6 de Octubre último
se abrió nuevamente al culto público el templo
de Santo Domingo de dicha Capital, después de
dos años que se hau empicado en importantes re­
paraciones, estando á cargo de los RR. PP. Do­
minicos. El acto resultó solemuísimo y coumovedor, pues asistieron el Exemo. Sr. Presidente de
la República, los Ministros do Estado y Casa Mi­
litar y multitud de piTsumis. La música estuvo
A cargo de nuestros alumnos <lo la Casa del Ca­
llao: he aquí algunos párrafos de lo que dice Xí
Comercio d«* Lima.
, r. ^ -rv
€ Desde m u y temprano acudió a Santo Domingo
una numerosa concurrencia de fieles, y á las nuevo,
hora en <jue llegéi S. E., so hallaba casi comple­
tamente repleto de ¡lersimas, entro las que nota­
mos á muelias señoras ronoeidus. „
.
,
Celebró do i)oiitiíieal el Exemo. Sr. Obispo de
Tropitoute, Monsefitír Julián Cáceres, dejámloso
oir durante la misa un magnífico coro compuesto
de setenta niños, alumnos de las Escuelas Salesianas del Callao, con acompañamiento do armonium y orquesta, formada también por alumnos
üalesianos.
^
i
Cantaron la misa de Monseñor Caghero y el
Ave María de Monseñor Costanmgna, niagníficas
composiciones religiosas que fueron bien ejecu­
tadas por los Salesianos, siendo una grata sor­
presa iKira el auditorio oir voces de tan segura
^“Monwñor Obín y Charún, Arcediano del cabildo
metropolitano, pronunció un sermón alusivo al
acto de inauguración del templo.
En seguida los niños cantaron el coro y una
estrofa del himno á Jesucristo Redentor, «im­
puesto en Roma, Por la Señorita limeña D . M a ^
Rosa Liswín, y dedicada á S. S- I>hn X m .
fué el número con que terminó á las 12, la so­
lemne fiesta de inauguración que nos ocupa. »
Por la tarde Monseñor García Ingoyen, por

— 24 —

— 25 —
delegación del Esenio. é limo. Sr. Arzobispo de
Lima bendijo la primera piedra de una Cruz con­
memorativa que se lia de erigir en el encumbrado
ceiTo de S. Cristóbal, á expensas del católico
pueblo de Lima , y después de dicha ceremonia
pronunció á la numerosa concurrencia un brillante
discurso.
« Inmediatamente después se levantó una acta
que firmaron el Sr. Alcalde municipal, Monseñor
García Irigoyen, todo el clero que asistió y las
personas notables que • concurrieron á esa cere­
monia. Esta acta, debidamente guai'dada en una
caja de latón, se depositó en la base, que fuó
cubierta con una piedra de granito. La primera
cantidad de mezcla que debía asegurarla, fué arro­
jada por el Dr. D. Federico Elguera, Alcalde do
Lima.
Terminada la ceremonia religiosa la concu­
rrencia se disperso y otras muchas jiersonas que
asistieron continuaron en la meseta del cerro
hasta ya entrada la noche. »

_

l . f í i V i l R I E D ñ D E S l
----- --

J ;V C
Un diálogo sobre la Patagonia.

de misas que recibimos el padre que me acom­
paña y yo y otros mil de algunos do los alumnos
del colegio. Usted comprenderá que 110 peraouna
con quince pesos diarios no pueden nadar on la
abundancia.
— ¿Y viene ahora á buscar recursos
— No creo prudente en este momento, quo mo
dicen de crisis, pedir limosna para mis colegios.
Pero he escogido una manera plausible. lie es­
crito un libro, especie de manual de misioneros,
con estudios comparativos sobre Ins lenguas in­
dígenas de Patagonia ; es el tiTíbajo do las largtw
noches del invierno austral; la creo una obra útil
para abrir el camino de la civilización á la Pabigonia, que tanto interesa ni gobierno. Me pre­
sento á este, pidiendo que subvencione In obra.
Si lo obtengo, me desligaré do algunos compro­
misos contraídos para mantener los colegios y
podré así continuar por algún tiemi)o más. ¡Des­
pués Dios proveerá!
— Y á propósito del porvenir^ ¿cree usted en
el de la PaUigonial
— iCómo no lo he do creer, cuando la veo
prosperar de día en día? Si es cierto que el ferro­
carril se prolonga basta la Cordillera, creo ya
en la fimnación pronta de otras provincias.
— ¿Pero dicen que para el ferrocarril so ten­
drán que construir obras muy costosas?
— No me parece; á lo menos hasta Alarcón
sobre el Limay, los rieles serían tendidos en la
pampa lisa y más allá el tráfico, que se formaría
con los frutos acarreados, pagaría con creces el
interés del capital empleado.
Dejamos al buen padre, de larga barba, de gran
cruz en el pecho, que á pié se encaminaba al otro
extremo de la Ciudad, al colegio de artes y ofi­
cios en Almagro, que es otra casa do su Sociedad.

Un sacerdote, con manos encallecidas y tostadas
M lir i (SutVo). — Cediendo gustosos nuestros
por el sol, es algo tan insólito, que tuvimos de­
seos do entablar conversación con él al verlo bajar berninnos á los vivísimos deseos do los Coopera­
del tren que llegaba de Bahía Blanca. Era un dores Sulesinnos de aquella rogióu, han estable­
misionero de Patagonia, el padre salesiano Don cido en nuestra Casa de Muri clases, donde so
Domingo Milanesio, que desde hace quince anos enseñan alemán, francés é italinuo y además con­
recorre aquellas regiones, después do haber fun­ tabilidad. Dadas las condiciones do esta ])cqueña,
dado colegios é iglesias en Clios Malal, Conesa, pero hermosa ciudad, era verdaderamente nece­
Viedma y haber comenzado su predicación en la sario, y desde luego se espora quo producirán
Boca, que por el año 3877, según dicen los pro­ muv buenos resultados.
fesionales, era de tan difícil desempeño como una
V illa C o ló n (Uru^Moy). — El día 2 de Junio,
misión ía partibus infiddium.
Le preguntamos enseguida cuantos indios había se celebró con la mayor solemnidad la fiesta de
bautizado durante su permanencia en Patagonia, y María Auxiliadora Cu Villa Colón.
El día 1®. por la tarde, después do las Vísperas
nos dijo que de seis ó siete mil y cerca 4le cuatro mil
hijos de cristianos: luego, casi atlivinaudo nuestro solemnes, el Exemo. ó limo. Sr. Arzobisim de
pensamiento, agregó: « Xo crea que un niisio- Montevideo bendijo la herniosa Imagen siendo
nero ha cumplido su deber una vez bautizado el padrinos Don José García, ex alumno del Colegio
infiel: procuramos dar con la fe el pan del alinn, Pío, y su distinguida madre Doña Manuela G. de
la instrucción y, cuando nos alcanzan los medios,
de la fiesta, S. E. Reverendísima celebró
también el pan del cuerpo. En Juuín de los An­
des Indio desde el afm 95 para teaer abiertos la Misa de Comunión á las 7 y Vs asistiendo de
dos colegios, y en parte lo he conseguido. Dos Pontifical á la Misa solemne durante la cual el
casas bastante grandes que he construido, en distinguido orador sagrado R. P. Descomps pro­
unión de otro padre, cou la_^madera de los bos­ nunció el panegírico de ocasión. La parte musical
ques vecinos, alojan ahora 50 pupilos entre cris­ de la Misa Solemne estuvo á cargo de la Bchoia
Oantorum de Las Piedras.
tianos é indígenas y otras tantas niñas.
La estación poco favonable y lo atrasado de
Pero no puede imaginar la escasez de medios:
hav días que me veo apurado para comprar la las obras del Santnario aconsejan dejar para otra
harina y hacer pan; cuestan 25 y 30 pesos los ocasión más propicia la inauguración total del
100 kilos y no siempre tengo disponible tal suma. mismo. Sin embargo, está completamente termi­
nado el Sancta Sanctorum ó presbiterio, cuya com­
_lY cuáles son sus recursos ordinarios?
— Le diré: mil pesos al año recibo de la snb- pleta descripción se dará á conocer.
vención del gobierno; calcule usted otros mil de
subvención que me envían de la casa central salesiana de Italia; mil quinientos más de limosnas

1

— 28 —

€1 ]lmo. Sr- Deán Dr. D. tíiarlano
Corenzo Bedoya.
I ( ^ A ciudad deArequipa acaba de perder Anno
de sus amados hijos con la m uerte del
D r. Bedoya, perosu preclaro nombre ocupará uu
puesto muy elevado en las gloriosas páginas
históricas de dicho país. Ni el tiempo, ni el
espacio, ni nuestra torpe pluma nos permiten
transcribir sus rasgos biográficos; pero se­
pan que toda la vida del héroe en cuestión
no es otra cosa que una continuada y no in­
terrum pida serio de humillaciones y sacrificios,
llegando la hum ildad hasta el extremo de
no aceptar ni perm itir que sus sienes fueran
ceñidas con la m itra episcopal cuando fué
nombrado Prelado doméstico de S. S. el Pon­
tífice reinante.
La Sociedml Salosianá i)ierde en el limo.
Sr. Bedoya uu insigne Cooperador, teniendo la
Obra de D. Bosco como cosa suya. E l ben­
dijo la primera piedra del Santuario de Ma­
ría Auxiliiulora en dicha Ciudad. Celebrando
en el mismo el Santo Sacrificio el día 1®. del
presente siglo, y á su actividad se debe el
que fuera levantado en tan poco tiempo.
Descanse en paz el ilustre areqnii>eño, y
nosotros pidamos todos á Dios que so mues­
tro propicio con su siervo, que tanto se afanó
en la tierra por extender el reinado de Jesu­
cristo.

Don losé Doga.
profunda pona hemos visto m orir
el día 3 de agosto último al bondadoso
Cooperador I). José Vega (q. e. p. d.) Desde
hace algunos años había profesado mucho
cariño á los Ili.ios de D. B»>sco. cediendo en
el año ISSU espontaneaimmte media cjiballeria do terreno situada en las cercanías de
Snngolqui; donde el malogrado 1). Luís Calcagno estableció el noviciado. E sta quinta
que aun se conserva y que quizá con el tieuq>o
pueda ser lo que fué, im nuevo noviciado, es
un testimonio del afecto que ol Sr. Vega pro­
fesó á los Salesianos. Como prueba de grati­
tu d elevemos al Señor uuesti-us preces por
el eterno descanso de su alma.
’ON

€1 Dr. D. Genaro Rivadenerla
día
tóela
muerte de
hechor do
>L

30 del mismo mes circuló por
la ciudad la doloro.'iji noticia do la
uu distinguido ciiballoro y bien­
casi toda la Societlad. E ra el Dr.

D. Genaro Rivadeneira, quien por sus eminen­
t e virtudes, acendrado catolicismo, y espe­
cialmente jior su caridad heroica se había
captado la simpatía y aprecio de la sociedad
en general. Sus vastos conocimientos en me­
dicina, le pudieran hacer |x>seedor de nna
colosal fortuna, pero la caridad que ador­
naba su alma y el completo desinterés no lo
han permitido. Prestó sus servicios en esta
Oasa salesiana gratuitamente, no aceptando
nunca remuneración alguna, haciendo lo pro­
pio con todos los institutos religiosos de esta
ciudad. Ayudemos á tan gran bienchechor
con nuestras oraeioues, para que el Señor le
premie lo más pronto posible sus heróicas
virtudes.
E . I. P.

Pater-Ave-Requiem

■o ®^ -’í'»
B r e v i s T lie o lo g ’i a e S p e c a l a t i v e C u r s a s
— Auctore Francisco Faglia, Doctore in Sacra
Theologia, atque in asceterío salesiano profeseore.
— Editio altera — Tonius tertius: De Deo Uno,
Trino et Orcaiore. Turíü, 1901.
Hemos tenido ocasión do encomiar en estas
mismas columnas los volúmenes primero y segundo
de la Teología escrito por e.ste sabio Profesor:
ahora con motivo do haberse ya publicado el ter­
cero y con la mayor satisfacción reproducimos
algunos de los muclios juicios todos encomiás­
ticos , dados por distinguidos teólogos y personas
compo'eutos.
E q primer lugar, permítasenos reproducir in­
tacto el juicio que sobro dicho volumen ha pronuucimio la autoriarda revisto ¿ a Ciudad de Dios,
en su número del 5 del último Jsovembre, pági­
na 371, quo resume y compendia casi la totalidad
de los muchos que so lian dado. Dice así:
« Cou motivo do la publicación de sus dos pri­
meros tomos, hemos tenido ocasión de emitir el
juicio favorable quo nos merece este Breve curso
de Teología Especulativa, del P. Paglia. En el
tercer volumen, que acaba de publicarse, y que
en nada desmerece de losantciiores, compen^dia el
autor, con la claridad y precisión quo le distin­
guen, la doctrina católica relativa á los iiuporttuites tratados de Deo
. Trino et Creatore.
Quiñis en el tratado de
Uno la brevedad
imdrá parecer demasiada, jiarticulannente en la
cuestión de la ciencia de Dios; en cambio el tra­
tado de Deo Creatore tiene una extensión relatianiente mayor, para dar cabida á las principales
controversias cosmogónicas y biológicas que se
agitan en nuestros dísi.'». En estas procede el dis­
tinguido autor con laudable amplitud y seguridad
de criterio. »
También han dado su autorizada opinión otros
diarios católicos, de los que traducimos algunos
j>ensamÍentos.
Dice L'Iialia Beale de Tarín en su número
del 13 del pa^.'.do Noviembre:
« Entre los varios títulos por los qne se hace

r
Los indígenas de la Tierra del Fuego quizás no
alcanzan actualmente al número de dos mil iudividuos, y pertenecen á tres razas distintas:
1* Los Onas que pueblan la Tierra del Fuego
desde la costa Norte sobre ol Estrt^eho *Ío .Maga­
llanes hasta el cabo Sau Pablo, ni Esto sobro el
Atlántico hasta la punta do la Bahía Inútil, al
O e ste y todo el centro, en tedos cerca do nu millar.
2® Los raA.oanes, que pueblan la costa Sur do
dicha isla sobre el canal do Beaglo y todas las
islas disominadiis hasta el Cabo do Hornos, unos
quinientos poco más ó menos.
3® Los Aiooaíupw, que vagan on los canales
entre una y otra isla al Oeste sobre el Océano
Pacífico, en número más reducido todavía.
Las tres razas que se odian y tomen inutuamonte, tienen su respectivo idicuna tan diferento,
que entre ellos no llegan á entenderse. Por eso
el prospecto comparativo de los tres idiomas fue­
guinos traducidos al castellano, que publica el
padre Beauvoir reviste especial interés. Parece
increíble que una misma palabra, tratándose de
tres pueblos limítrofes y babitantos de una misma
región, pueda en los tres idiomas sufrir altera­
ciones tan radicales y tener sonidos tan distintos.
Por ejemplo: mujer en lengua ona se llama naa,
en yahgan hipa y en alacaíup ipachelis.
Los fueguinos, exceptuando los onas que son
de alta estatura y por lo regular de cuerpo bien
formado, presentan lor rasgos característicos do
las razas degeneradas: todo lo ignoran completap
mente y de nada se preocupan fuera de lo poco
que les es estrictamente necesario para subsistir,
y esta natnral indolencia es lo quo los eutorpeco
y embrutece.
La fama de feroces y antropófagos que les crea­
ron algunos viajeros novelistas y mercantes de
carne humana, no tiene fundamento. Y á esto
™H™ííii8e de venta en la Librería Salesiana, Calle propósito el padre Beauvoir refiero que en 188S
Cottolengo, N. 32 — Turín (Italia). Pueden diri­ un tal Maurico, acompañado por otros como él
atrevi<io8 v desalmados, logró sorprender cerca do
girse pedidos á cualquier Casa Salesiana.
la Bahía de San Felipi‘. N. do la Tierra del Fuego,
P e q u e ñ o D * ceío n ai* ío d e l i d io m a fue- sobre el Estrecho de Magallanes, unos pobres in­
e u iiio - O n a con sn correspondiente Castellano, dígenas fueguinos, y, avmu en mano, cual si fue­
por un Misionero Salesiano de la Tierra del ran asesinos, los trajo hasta la jilaya y allí, em­
Yaego. — Buenos Aires — Tipografía Salesiana barcados en un buque francés, fueron llevadf» á
de Artes y Oficios — San Carlos-Almagro Pre­ París para ser presentados, durante la Exposición
de 18S9, en una iaula y exhibidos al público cu­
cio: 5 pesos ni/n.
cual tip<i8 de salva.ies y untropófag«)s, á los
Desde luego nos creemos incapaces de ju ^ a r rioso
cuales, á cierta hora del día, se les ochaba unos
el trabajo llevado á cabo iwr nuestro querido her­ pedazos de carne seininsada con un jarro de agua,
mano . por lo cual transcribimos gustosísimos lo
¡Tan horrontsos delitos so han cometido en
que de él dice £ l Tiempo de Buenos Airt^ ^ su moral del mondo civiliza«lo!
número 2163, correspondiente al 2 < de Octubre
Pero, el padre Beauvoir nos informa que o tw
fueguinos
recojidos carifi(*8amente por los niisi^
'^^E™mipionero Don José María Beauvoir, apro­ ñeros salesianos,
fueron llevados á la Exp‘ ición
vechando sus largos años de residencia en la de Génova en 1892
con motivo del coarto «cnt^
Tierra del Fuego é islas adyacentes, donde dedi­ nano del descubrimiento do América, siendo ^ lí
cóse con abnegado espíritu á la difusión de la rodeados de tedos los más solícitos cuidados, vi­
civilización cristiana, ha publícate un pequeño sitados por los soberanos de Italia y |»or ultimo
diccionario del idioma fueguino-ona con su corres­ presentados al jefe de la Iglesia en Roma, quien
pondiente castellano.
j +•«
los acarició v estrechó entre sus rodillas. Esa fue
Aunque el autor, con demasiada modestia, de­ u n a brillante*revancha de la civilización tan ultrar
clara en el breve prólogo de su obrita, que su jada por el nefando delito de Maurice!
diccionario no es otra com que la reunión de 1m
Los Salesianos cumplen en los ajiartados terri­
palabras oidas de los indios de 1m Misioom ba- torios de la Tierra del Fnego una santa misión
de Kfo Grande, de la Tierra del Fnego de caridad v de progreso, á la qne el padre Beau­
V de San Kafael de Davvson, una de las islas del
voir con su Diccionario fuégutno-ona catieJlano ha
archipiélago fueguino, resulta sin emb^go, que querido añadir este importante servicio pre-tado á
la obra de D. Beauvoir tiene una indiscutible los estadios filológicosconabordar unaenipre-i que
importancia filológica y ba de ser de utilidad para sin duda ha de encontrar quien la complemente,
las letras si llegara á d^pertar ^
i dando mayores proporciones y meyore« portilei
de la filología el deseo de profundizarse en ella, á esto primer ensayo de literatura fueguina.
tomando este trabajo como ponte departida.

ai.reciable la obra del Dr. Paglia soa sin duda
iil'oma, la excelencia del método, el orden con
qne procede i>ara la demostración, la claridad del
lenguaje y la propiedad de la lengua, cualidades
que contribuyen poderosamente á que sea agra­
dable no menos su estudio que su lectura. »
Verana Fedele del 6 del mismo mes se ex­
presa en los siguientes términos después de elo­
giar la obra de que nos ocupamos: « Se d irá :
datados de Teología bay muchos, no vemos,
pues, la necesidad de acrecentar el número. Si se
habla de rigurosa necesidad, ciertamente que no
la bay, pero no viodremos decir lo mismo si ha­
blamos de la utilidad, porque siendo diversos los
métodos con los cuales se enseñan las ciencias
especulativas, la pluralidad de los textos ofrece
á los Profesores comodidad para elegir aquel texto
que les pareciere más adaptado para llenar las
necesidades de sus discípulos. No es raro encon­
trar tratados muy buenos, pero que están escritos
en un latín muv clásico y su estilo es tan elevado
qne la mayor parte de los estudiantes no llegan
á comprenderlo. Si eljóven debe dividir sn aten­
ción y estudio entre las sutiles argumentaciones
y el laverinto de un latín alemán, fácilmente se
comprenderá qne por comprender este se pierde
gran parte de la actividad intelectual que se em­
plearía por aquellas. El Paglia sin descender de­
masiado y sabiendo conservar el bnen sapor del
período latino, escrive de tal modo qne ninguno
tiene que torturar su inteligencia para descom­
poner las proposiciones. >
Nada añadiremos á lo anteriormente expuesto ;
pero si deseamos que la Obra de nuestro querido
hermano tenga benévola acogida y le manifes­
tamos el deseo que tenemos de que salga á luz,
cuanto antes, el cuarto y último volumen de la

1



28



Muy Utre. Sr. Canónigo D. Antonio. Polo, Valencia.
Sra. D.* María Domínguez Egea,
Zurgena.
Sr. D. Juan Bat. Rostagno,
Vigone (Italia).

Cooperadores Salesianos difuntos

Sia. D.* Emilia Eberhart de Fontseré, Barcelona.
» Teresa Fclip,
»
» Dominga Juera V.® de Amar,
»
» M.* Luisa Lomba de Barril,
»
» Catalina Taltavutt de Goytisolo, »
5>r. D. Juan Bta. Gallisá
»
»
Luís M.“ de Llauder
»
»
Eaujón M.* do Magarola Pbro.,
»
»
Gustavo Poira,
»
»
Carlos Puig,
»
»
José Suazo,
»
»
Pablo Vía y Oliveras,
»
Exorno. Sr. D. Pedro Yuste, Cónsul de Chile »
Sra. D.*' Nieves Pérez,
Cádiz.
Muy litro. Sr. D. Manuel González Francés, Córdoba
Sr. I). Agustín Roca,
»
Sra. D.* Petra Izquierdo
Cuenca.
»
Victorina Alnmzán Molina,
Granada.
»
Adelaida Barrionuevo,
Huelva.
Sr. 1). Cristóbal Gómez, Pbro., Jerez de la Frontera.
Sra. 1).“ M.** del Pilar Almecli y Jordán, Madrid.
Muy Iltre. Sr. Canónigo D. MateoCaro, Málaga.
Sr. D. Eduardo Ocón
»
Sra. D.“ Juana Boluda Sanchis,
Mogente.
»
M.“ Asunción Palmi Cano
»
Sr. D. Félix López. PI>ro.,
Montilla.
Iltmo. Sr. D. Rafael Pineda de la Corte,
»
Sra. D.*‘ Rita Alvarez,
Sevilla.
»
Micaela Barrero,
»
Exorna. Sra. Condesa de Aguiar,
»
»
»
Castilleja de Guzuián »
Sra. D.“ Isabel Cbein
»
»
Matilde de Escaceua
»
> Dolores González,
»
»
Matilde Guillen,
»
»
María Leguiim,
>
»
Dolores Martín,
»
»
Josefa Ortiz
»
»
Ana Páez de la Cadena,
»
Excma. Sra. D.“ Adola Pnge,

Sra. D.* María Ramos
»
»
Blanca Toro,
»
Muy litro. Sr. D. Juan Alvarez Troya,
»
Sr. D. Imís Armero
»
»
Juan Bernmdez,
»
»
Francisco Bevmudei
>
» Manuel BeruaUlez,
>
» Vicente Camino,
»
»
Eduardo Delgada,
»
«
Juan Escribano,
»
«
Ramón Lomcliuo,
>
»
Elíseo López,
»
Exemo. Sr. Maniués de Carrión,
»
Sr. D. Gaspar Marugul,
»
*
Franeisco de P. Murube,
»
»
Ramón de Peral Pbro.
»
>
Miguel Rey.
»
» Vicente Rodríguez Pefialbert,
»
>
Antonio Salado.
»
»
Francisco Sánchez Gil,
»
»
Emilio Guzmiin,
Utrera.

Sra. D.® Isabel A. de Elortondo, Buenos Aires.
»
Carmen G. Z. de Marín,
»
»
Pastora R. de la Torre,
»
*
Carmen Villegas,
»
»
Agueda Zelis,
»
Sr. D. Tomás Anchorena
»
» Isidro Calderón,
»
> Enrique Calvo,
»
» Eduardo O’ Gormán Pbro.
»
» Antonio Piráu Basualdo,
»
Rdo. Padre Romero,
Bragado (Rep. Arg.)
Sra. D.** Dolores P. de Valenzuela, Corrientes »
Sr. D. Pascual Breglia,
Chacabnco »
Sra. D.“ Clara Pieres de Escribano, Dolores »
» Enriqueta Produit de Bosch, Esperanza »
Sr. D. Jorge Salvaire Pbro.
Lnján »
Sra. D.® Dolores Carrera de Videla, Mendoza »
Muy Iltre. Sr. D. Benjamín Estrella, Vic.
Foráneo, Mendoza »
Sr. D. Eulogio Cuenca,
Morón
»
Sra. D.® Vicenta de Féijóo
La Plata.
*
Fortunata de Isla
»
»
Carlota R. de Wolter,
»
Excrao. Sr. General D. Miguel Andrade, Méjico.
Sr. D. Alberto Campezo,
*
» Juan L. Loreto,
*
» Francisco Moriega Mijares,
»
» Manuel Parra Jazmines,
»
Sra. D.® Alsira de Brusebi,
*
»
Ana Agripina Corone,
»
»
Julia Gómez ZozayaV. deEacalante »

Virginia Motainayor,
»
»
Leocadia Molinos,
»
»
Ana Pavía Vda. de Malvido,
»
»
»
Tomara Pinto de Coronel
»
Rosa Ana Vda. de Echavarría, Bacubirita (Méjico).
»
Guadalupe Arteaga de Méndez, Jiquilpan (Méjico).
Sr. D. Jesxts Gudiño,
»
Srta. Julia de Lascurain G. Valdes, Valpa­
raíso (Méjico).
Sra. D.® María Nicolás Solis,
*

Bernarda Soto,
»
»
Isabel O. de Belgado, S. Luís de Potosí »
»
Rosaura Arauz Vda. de Amador Matagalpa (Nicaragua).
Sr. D. Andato Fernández, S. Juan del Norte »
»
Germán Márquez,
S. Marcos
»
»
Genaro Rivadeneira,
Quito (Ecuador).
5» José Vega.
»
»
» Rafael Villaviceneio,
»
»
ntmo. Sr. D. Manuel A. Cáceres, Cuzco (Perú).
Sra. D.® Carmen de Barrete, Yaritngua »
»
Petra Peraza,
»
»
»
Josefa D. Sedaño,
»
»
»
Nievez Silva
*
»
Sr. D. Juan Jacinto Colmenares »
»
» Pasenal Paradas,
»
»
» José María Harra,
»
>
» Antonio A. de Camargo^ Campiñas (Brasil).

Pater... Ave... Réquiem...
Cw if n k Ó H i» k

Idw ig iii* - fic o b : JOSÉ 6Ü B C 0.