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AÑO X I — N . 9.
GotlolEngp,
32
»
PUBUCACIÓN MENSUAL
S E T IE M B R E d e 1890.
---- 1 ^
' • j-,
f t E P A C C i Ó N y ^A d m i n i s t r a c i ó n
AVISOS IMPORTANTES.
1^. Suplicam os encarecidam ente á nnestros Bienbe*
clioree que nos m anden la s relaciones de la s gracias
qne o b tu riere u de n u estra q u erid a M adre M aría A u
xiliadora p a ra glorificarla publicándolas. Si lo s faro res no son ta n seQalados 6 no parece conveniente
publicarlos, pueden ta n solam ente decim os .* N . N .
ia jractflí á M aría Auxiliadora p o r uno ó can o s favores
especiales recibidos de su m ano; etc. Sería m uy conreniente que dichas gracias fu eran cuando menos fir
madas p o r los mism os interesados p a ra que p u d ieran
prestar fe cuando fuere necesario.
2^. Pero lo que sobre todo les recom endam os es que
nos den pronto aviso de los Cooperadores p a rie n te s,
amigos ó conocidos que m urieren, p a ra que publicando
s u s n o m b r a s en &l Boletín p u ed an hacerse por sus
alm as los sufragios que prescribe el R eglam ento. Muy
del caso fuera que m andaran á esta redaccidn la es
quela m ortuona.
3^. L a ik lta de recibo, la ta rd a n z a y lo s errores en
la dirección del BoUtín, se rem ediarán á m edida que
se nos v ay a avisando.
4". Llam am os la atención de n u estro s am ados Coo
peradores, sobre la siguiente conclusión del Congreso
S alesiano:
C o n «1 m á s v iv o y e s p e c ia l i n te r é s e n c a r e c e
la le c tu r a d e l B O LETIN SALESIANO e n e l q u e
«»
~~............. i
Tur(n (Italia)
^
r e v iv e d e c o n tin u o e l e s p ír itu d e l v e n e r a n d o
D. BOSCO e n s u s O b ra s, y h a c e a r d i e n t e s v o
t o s p a r a q u e la l e c tu r a y p r o p a g a c ió n d e l m is
m o , m e r c e d a l c e lo d e l o s C o o p e r a d o r e s ,
t r a s c i e n d a f u e r a d e e llo s , e n m a n e r a q u e s u
d ifu s ió n s e a c o n tin u a ó Ilim ita d a .
5’. Y á fin de que el Boletín pueda cada d ía crecer
en in te ré s é im p o rtan cia, suplicam os encarecidam ente
á todos lo s Sres. D irectores ó encargados de los O ra
to rio s festivos, Casas, etc. se sirv a n te n em o s a l co
rrie n te de cu an to de im p o rta n te ó de edificación ó
am aestram ien to se cum pla en sus respectivos O rato
rios, procurando que estas com unicaciones sean l > r e • r e s . J u g o s a s y en c a s t e l l a n o , en cuyo
caso nos será de g ra n p lace r el p u b lic a rla s lo m ás
p ro n to posible, pues n ecio fu era preten d er, p o r im po
sible, q u e u n a re v ista m ensual como la n u estra, dé
sus n o ticias con la p ro n titu d y reg u larid ad de u n se
m an ario ó diario.
6°. Sucediendo frecuentem ente qne p a rte de la co
rrespondencia nos lle g a m u ltad a p o r fa lta de franqueo,
advertim os á nuestros cooperadores y lectores que el
franqueo p a ra e l ex tran jero es 0 * í 3 5 p t « . por
cada 1 3 gx»--* y f i r a c c i o n e s , p a ra las c a rta s;
0 * 0 3 , p o r cada 5 0 g m . y f i r a c c i o n e s ,
p a ra los i m p z * e s o 8 ; O ’S O h a sta S O g m . ,
0 ’4 0 h a sta 3 0 0 y O ’S O m ás p o r cad a 3 0 0
<5 f i r a c c i o n e s d e 3 0 0 p a ra los m anuscritos.
— 190 —
ED U Q U EM O S L A N IÑ E Z
EMPEZANDO DESDE SUS MÁS TIERNOS AÑOS.
L divino precepto de la edncación de la niñez desde
sn más tierna edad, db adolesccnUa sua, que incumbe
á cuantos directa ó indirec____________tam ente se ocupan de la
juventud, no sólo está enteramente con
forme á las enseñanzas de nuestra fe
santísima, sino que es además un dictamen
de la razón.
Suelen objetar algunos que los niños
en su tierna c<lad nada entienden y de
nada se dan razón; de donde resulta que
e s tiempo perdido el que se emplea en
destilar en sus corazones los gérmenes de
una educación moral. Nosotros exhor
tamos á estos tales á ser razonables y
justos; y siendo así que el niño es un
compuesto de alma y cuerpo, lo que hacen
por éste sin que el niño se dé cuenta, no
lo omitan con el alma que es su parte
más noble, digna por lo tanto de i)referonte atención.
Y en efecto; sucede en la vida física que
al niño se le habitúa á hacer muchas cosas
antes de que nada entienda : se lo enseña
á comer ignorando el efecto de la comida,
á andar desconociendo las leyes del equilibrio, á hablar sin penetrar en el sentido
de sus palabras: ahora bien, si semejante
proceder es razonable en la vida física,
i'íizonable debo igualm ente serlo en la vida
espiritual y moral. D e aquí la necesidad
de acostumbrar al niño á la práctica del
bien y do todo lo que es virtud, y á huir
del mal y de todo lo ipie es vicio, si bien
no alcance á com]>render ni la escelencia
y hermosura de la virtud, ni la fealdad
y repugnancia del vicio.
Por otra parte, el hábito del bien obrar,
aunque todavía material, es lo que la
materia ya preparada en las artes, pues
del mismo modo que esta preparación la
hace más apta para recibir la forma
final que quiere darla el artífice, el niño
que con la repetición de actos cuyo valor
ignoraba, ha llegado á adquirir el hábito
del bien practicando la virtud y huyendo
el vipio, cuando llegue á la edad de la
discreción y sus actos caigan bajo la ley,
en la lucha con las pasiones fácil le será
la victoria, y hermoso y lleno de atractivos
le parecerá el camino de la virtud, como
horrible y asqueroso el del vicio. Si á esto
se añade el que no hay padre ó madre
ni educador bien nacidos que no corrijan
en sus hijos ó discípulos ctianto de con
trario á las reglas de buena educación
ven en ellos, aunque inocentes, más cla
ramente aparece esta verdad y con mucha
mas razón debe corregirse en los niños
todos los movimientos del ánimo que
viciados en su raiz, no constituyen falta
en ellos porque carecen todavía de la
razón.
El Espíritu Santo dice que el hombre
está inclinado al mal desde su infancia, y
cierto es que desde esta edad el hombre
empieza á dar señales de sus malas in
clinaciones. H echo es este que cada uno
puede comprobar mirándose á sí mismo
y echando una mirada á cuantos le rodean.
Y si bien es verdad que las humanas
pasiones más desarrollo adquieren y más
se manifiestan con laedad, sin gran trabajo
descubriremos los gérmenes de esas pa
siones en los niños aun los más pequeños;
y así no es raro ver á un niño anublársele
ia cara cuando se le pospone á otros, llorar
de rabia, patear y aun volverse contra su
misma madre por cualquier contrariedad
en sus gustos, y tantos y tantos otros
actos que si bien sean inculpables por la
razón tantas veces repetida, constituyen
sin embargo un defecto, una imperfección
é imprimen en su conducta como una
mancha que ofende la vista y disminuye
la idea de inocencia, de candor, de gracia
que todos sentimos en presencia de un
niño.
La esperiencia, por otra parte, nos mani
fiesta que las pasiones no contrariadas y
dejadas crecer libremente en la infancia,
ditícilmente pueden después refrenarse y
corregirse, por lo que dificultan en mucho
la educación posterior. Que si unos buenos
padres corrigen en sus hijos cuando son
tiernos, los defectos naturales que afean
su cuerpecito. sin esperar á más tarde
cuando los miembrcs ya endurecidos no
se prestan más á cambio alguno, y esto
para que sus hijos aparezcan hermosos y
atraigan las miradas de todos, con mucha
— 191-.—
más razóu debieran corregir loo selectos
morales que impiden que la iuoceucia de
su alma se refleje eu su rostro, y que más
tarde le harían perder esa misma iuoceucia.
y no se diga que la malicia que se
manifiesta en los niños apenas llegados
al uso de la razón es efecto de su carácter,
de su condición ó de cualquier otra causa
semejante, porque niños de i)adres viciosos
han llegado á ser modelos de buenas
costumbres, no j)or otra cosa que por
haber sido desde pequeñitos sustraídos á
los malos ejemplos y educados en institutos
religiosos ó por buenos cristianos en los
sanos principios de la moral católica. Earos
son los casos de que un niño de mala
índole sometido desde pequeñito á una
educación verdaderamente cristiana, no
haya reformado su carácter y metídose en
razón; y la esperiencia enseña que de diez
hombres nueve son buenos ó malos no
por efecto de su íniilole ó temperamento,
sino de la educación recibida.
E’o olviden, por lo tanto, los padres y
madres de familia, los Cooperadores y
Cooperadoras Salesiauos que para formar
virtuosos á los jóvenes es preciso comenzar
su educación moral antes de que lleguen
al i\so de la razón. Si hacemos esto, si los
padres y madres de familia sofocan en
sus hijos desde la infancia los gérmenes
del mal apenas despuntan, y cultivan los
de la virtud y del bien que tienen innatos
en su corazón, es indudable que habrán
cumplido en sus hijos la obra más grande
formaudo su corazón á los principios del
bien, habrán hecho de ellos al mismo
tiempo que hombres útiles á sí mismos y
á la religión, honrados ciudadanos.
11 I m m o . la r d o n a l l á p g l i l
jj lo s i a l e s i a n o s .
0»<C
lABEEXDOSE reuuido á Capí
tulo en Eoma todos los D i
rectores de las Casas Salede aquella Inspectoría
í^ B ÍÍS B ^ I
ocasión de la fiesta de
IV y
y | María Auxiliadora, en los
día 2.5,26 v 27 del pasado Mayo, de común
acuerdo en tal circunstancia", y favorecí-
dos por una cortés disposición de su lim a,
el Maestro de Cámara de Su Santidad,
determinaron presentar al Papa sus filia
les obsequios, á la hora en que Su San
tidad suele bajar á pasear á los jardines
del Vaticano.
Debido, sin embargo, á lo desapacible
del tiempo, el Padre Santo no ,silió de
sus habitaciones, no pudiendo por lo mis
mo verificarse tan deseado encuentro, por
lo que se limitaron á visitar al Einiuo. Car
deual Eaiupolla, Secretario do Estado de
Su Santidad, quien recibióles con inefable
benevolencia, entreteniéndoles en prolon
gada conversación sobre las obras de Don
B o sco , y á su Eminencia el Cardenal
Parocchi, Vicario de Sii Santidad y Pro
tector de nuestra Congregación, el cual
eu su exim ia bondad, se dignó enderezar
les, entre otras, las siguientes palabras:
« No puedo menos que consolarme con
ustedes por el J)ien que hacen en todo el
mundOy y puesto que me piden un recuerdóy no se lo negaré. Las modernas sociedades se acercan á Dios y á su YicaHo
en la tierra^ y esto lo vemos todos: ahora
hieny me parece á m i que en este moinmiento
déla sociedad hacia Dios, la divina Providen
cia ha designado una parte insigne y emi
nente á ¡a Congregación del venerando Don
Bosco, como en otros tiempos la confiaba á
otras corporaciones religiosas, en las cruzadas,
en el arte, en la escolástica' y en la santidad.
Yo hago votos para que los Salesianos
correspondan á estos admirables designios
de la Providencia, procurando cada uno de
multiplicarse á fin de obtener este acerca
miento y retorno de la sociedad á Dios y á
su Vicario, dicic7idn sirmjyre el ecce adsuiims,
como Jas estrellas del Profeta y no ahorrán
dose fatigas en manera alguna, como ya lo
hacen, para corrcspomler eficazmente á los altos
fines de la Providencia, haciéndose asi instru
mentos de ésta y cooperadores del Papa.
Ciertamente que no por esto debe ninguno
olvidar los propios estudios, la propia disci
plina regular, y la proj}ia perfección y san
tidad personal, pues que ninguno que desfa
lleciese de hambre,podria tener con qué quitarla
d los otros; asi que mientras se emplean en
beneficio de los otros, no deben olvidarse de si
mismos. Pero si saben acopiar en si la una
y la otra cosa, corresponderán seguramente
á los designios que la Providencia ha puesto
sobre la Congregación Salesiana; como les
deseo yo de todo corazón, bendiciéndoles en
el nombre del Padre, del Hijo y del Es
píritu Santo. »
— 193 -
D E S. S. lE O H X I I I
EN FAYOU DE LA A SOCIA CIÓN D E LOS DEVOTOS D E M ARIA AU XILIAD ORA
f
el Boletín de Mayo de 1894 publicábamos el Breve de 8. S. León XIII, conce
diendo benignamente al Rector Mayor de la Tía Sociedad de S. Francisco de
Sales la facultad de erigir canónicamente la Fia Asociación de los devotos de
María Auxiliadora en todas las iglesias y oratorios de dicha Pía Sociedad, y
asimismo de agregarlas á la Archicofradía del mismo nombre erigida canónicamente
en el santuario consagrado á María Auxiliadora en Turín. Ultimamente el Padre Santo
accediendo benignamente á las súplicas de nuestro Rector 3Iayor, extendió aquella facul
tad, concediendo á él y á sus sucesores el poder igualmente agregar á dicha Archicofradía
todas las Asociaciones del mismo título y objeto, fjusdem nominis et instiíuti^ existentes
fuera de las casas Salesianas, en cualquier lugar ó Diócesis donde se establecieren, con
tal que hayan sido conónicamente erigidas por el Ordinario Diocesano. Damos á conti
nuación tan precioso documento.
|n
LEO P P . X III
LEON' PAPA X I I I
AD PERrETUAA'^t R E I lIEM O EIA Tá.
P A B A P E R P E T U A M EM O RIA.
t
fóA ASOCIACIÓN que el sacerdote tiuan BoscOy
jOPALiTAS a Joanne Bosco fel. rec. Sa
S i de feliz memoria^ fundador de la Sociecerdote, Paire Legifero Oongregationis
SáTesianae, Augnstae Taurinorum sub invo- dad Salesianay canónicamente instituyó en Tucatione Mariae Opiferae in Ecclesia ejusdem rin bajo la Advocación de María Auxiliadoray
tituli canonice instituta, a bo. me. Pió PP. en la Iglesia que la está consagrada^ fu é ele
IX Decessore Nostro ad Archiconft'aternita- vada á la dignidad de Archicofradía por nues
tis gradum Apostolicis Litteris, die V men- tro antecesor el Papa Pío IX , de feliz me
sis Aprilis anno MDCCOLXX erecta est. moria y con las Letras Apostólicas del 5 de
Aliquot annis post, rogante Micluiele Rúa, Abril de 1870. Foríos anos más tarde á ruegos
Superior ^[ayor de la misma
ejnsdera Oongregationis Moderatore, Nos per de I). Miguel
similes Litteras Nostras, die undevigesima Sociedad, Xos por iguales Apostólicas Letras
raensis Januarii anuo !MDCCCXCIV datas, del 19 de Enero de 1894, conferimos al mismo la
faiíultatem eidem irapertivimus aggregandi facultaddeagrcgar otras Asociaciones del mismo
alias Sodalitates ejusdem nominis atque ins- nombre y objeto en cualquier lugar donde exis
tituti, ubicumquo locorum Domus et Eccle- tieran casas é Iglesias de la Congregación.
siae Oongregationisexisterent erectas. Quum Y habiéndonos sido últimamente dirigidos nue
vero nunc ab eodem Oongregationis Salesia- vos megos por el ya nombrado Hedor Mayor
nae Rectore Máximo supplices sint Nobis ad- de la Sociedad Salcsiana, á fin de que Nos dig
motae preces ut facuítatem sibi facere velinms nemos concederle la facultad de poder agregar
aggregandi supradictae Archiconfraternitati á dicha Arehicofradia todas las Asociaeiones
alias Sodalitates ejusdem nominis atque ins- del mismo nombre y objeto establecidas en
tituti in qualibet Ecclesia vel Dicecesi sint cualquier Iglesia ó Diócesis, Nos d quien no se
erectue; Nos, qui pietatem, animanim stu- Nos oculta la piedad, el celo de las almas y
diurn, laudesque Salesianae Oongregationis laudables obras de la Sociedad Salesiana, que
novimus et probamus, cum id etiam in bonum bendecimos y alabamos, confiando que lo que
atque utilitatem rei Christianae cessurum se 7WS pide ha de redundar en bien de la reli
confldamus, hujusmodi precibus obsecundan- gión, hemos creído conveniente acceder á estos
ruegos.
dmn censuimus.
Quare omnes et singulos, quibns Nostrae
Por cuyo motivo, absolviendo y considerando
hae Litterae favent, a quibusvis excommu- como absueltos, con respecto á esto, de toda
i
— 193 —
l
mcationis et interdicti aliisque ecolesiasticis excomtmión, entredicho ú otra censura y pena
seuteutiis, censuris et poeuis si quas forte ecclesidstica, en cualquier modo y por cualquier
incurrerint, Lujas tantum rei gratia absol- causa infiigidaSj caso de haber incurrido e»»
ventes et absolutos íore ceuseutes, Apostólica alguna., á todos y cada uno de aquellos en favor
Auctoritate Nostra Lisce Litteris hodierno de los cuales espedimos estas Nuestras Letras,
Congregationis Salesianae Kectori Máximo, y por Nuestra Autoridad Apostólica, según el
suisque ín Loe Lonorís atque auctoritatis tenor de las presentes, concedemos y otorgamos
gradu Successoribus, ut ipsi alias Sodalita* perpetuamente al actual Rector Mayor de la
tes ejusdem nominis atque iustituti in quavis Sociedad Salesiana y á sus sucesores en este
Ecelesia vel Di^ecesi canonice sint erectae, honor y autoridad, el que puedan válida y ítad eamdem Archiconfraternitatem in Ecele citamente agregar á la misma Archicofradía
sia B. Y. M. Opiferae Augustae Taurinorum existeiite en la Iglesia de María Auxiliadora
existentem aggregare, et Sodalitatibus prae- de Turin otras Asociaciones del mismo nombre
dictis omnes et singulas Indulgentias, tam é instituto en cualquier Iglesia ó BUkcsis hapleuarias quam partíales, eidem Archicoutra- yan sido canónicamente instituidas, y comunicar
teruitati ab hac Apostólica Sede concessas á dichas Asociaciones todas y cada una de las
et aliis commuuicabiles impertiré et commu- Indulgencias, clsí plenarias como parciales,
nlcare licite possint et valeaut, perpetuum concedidas á la misma Archicofradía por esta
in modum concertimus et largimur. Decer- Sede Apostólica, y que sean á otros comuni
nentes praesentes Litteras, firmas, validas cables. Decretamos que las presentes Letras
et efi&caces semper existere et fore, suosque conserven ahora y siempre su fuerza, valor y
plenarios et Integros effectus sortiri et obti- eficacia, que tengan y obtengan pleno y entero
nere, ac illis ad quos spectat et pro tempore efecto y tornen en todo y por todo á gran ven
quomodolibet spectabit in ómnibus et per taja de aquellos á quienes se refieren y se re
omnia plenissime suffragari; sicque in prae- ferirán en lo venidero ; y que así deba juzgarse
missis per quoscumque judices ordinarios et y definirse en estas cosas por cualquier juez
delegatos judicarí et definir! debere, atque ordinario ó delegado, y que sea nulo y de ninirritum esse et inane, si secus super Lis a gún valor cualquier atentado que en perjuicio
quoquam quavis auctoritate, scienter vel ig- de la presente concesión hiciese á sabiendas 6
norauter contigerit attentari. Non obstan- por ignorancia cualquiera autoridad no obstante
tibus Gonstítutioníbus et Ordinationibus A- las constituciones y ordenaciones Apostólicas y
postolicis, ceterisque etiam speciali atque cualquier otra disposición en contrario, bien
individua mentioue ac derogatíone dignis, que dignas de especial mención ó derogación.
in eontrarium facientibus quibuscuinque.
Datiim Roma© apud S. P etru m siih Amuilo P isca
toria di© XXV F e b ru a rii MDCCCXCVl, P o u iilicatu a
Xo8tri Atitio Décimo octavo.
(Loco sigilli)
Card. C.
Dado en Roma, cerca do S. Pedro bajo el anillo del
Pescador, á 25 de febrero de 1896 décimo octavo año- do
Xuestro Pontijioado.
{Lugar del sello).
X)E R t j g g i e e o
Card. C. DE R üGGIERO.
Bogamos encarecidamente á los Sres. Sacerdotes, Cooperadores Salesianos, especialmente
á los Párrocos y Bectores de Iglesias que se aprovecLeu de esta nueva coucesióii Pontificia,
haciendo erigir cauónicamente en sus pueblos y parroquias esta Asociación, y agregándola á
la Archicofradía de Turín, para acrecentar y propagar de este modo la devoción á la Madre
de Dios, bajo el títnlo de Auxiliadora de los Cristianos. A este fin es necesario que se
dirijau por escrito al Obispo, uniéndole copia de los estatutos de la Asociación, rogándole
que se digne aprobarla y unir su recomendación para que sea agregada á la Archicofradía
de Turín. Con este documento mandarán copia exacta del Decreto de erección al Rector
Mayor de la Sociedad Salesiana, quien se apresurará á mandarles el relativo Diploma de
Agregación. Nuestros lectores podrán ver las Normas para la erección de esta Asociación,
haciendo las correcciones que se indican en el Breve anterior, y el Reglamento, en el
opúsculo recientemente publicado: E l Gran Apóstol de la niñez en el siglo X IX , de venta
en las librerías salesianas al precio de 1 pts.
— 194 —
A
L O S Ñ IÑ O S
LUIS TESTA
ACABADO MODELO DE INOCENCIA Y VIRTUD.
IV .
Su im or á la vida de Colegio — Ardides para poder ser
pronto admitido — Su predilección por la lengua la
tina y razones que á ello le impulsaban —- Disgusto
que probaba cuando algún compañero no la estimaba
tanto cuantodebiera.
JSl amor que tenia <í la vida de Colegio era
amaba todo cnanto habiaenél: la piedad,
el estudio, á sus superiores, d sus compañeros,
y acataba sencillamente todas las reglas disci’
plinarias. — Hizo escribir varias cartas por
su mamá al Director del Colegio Vio IX p a ra
sflr recibido, y pareciéndole que su buena ma
dre no era tan elocuente como él deseaba para
alcanzar las facilitaciones que necesitaba para
conmover al Superior, él mismo, de su letra y
con su sencillez, pero c?i nombre de su mamá,
ponía varías posdatas rogando que por amor
de Dios fuese aceptado ese niñopara que reci
biese cristiana educación, que soportaría muy
bien y no daría á sus superiores sino consiielos.
Quisiéramos transcribir las cartas con que solía
tranquilizar á su mamá en los primeros dias
sobre su buen estado de salud, y la gracia con
que solía florear su estilo natural y jovial para
tener alegre á la persona más querida que para
ét hubiese en el mundo {la que por ser viuda y
tener puestas en él todas sus esperanzas, sentía
los más tiernos y solícitos cuidados por su
salud y bienestarJ,
Suelen los jóvenes en sus estudios escogerse
una materia predilecta, conforme con su propio
carácter y dedicarse d ella con alma y cuerpo
para sobresalir entre todossus compañeros. Luis
í-n esto no mostró seguir la propia inclinación,
sino más bien se dejó llevar de su reflexión y
de las insinuaciones de sus superiores. Escogió
el latín como su materia favorita. Sabia que
es el «(iíoma de nuestra Madre la Iglesia, de
seaba comprender algo de los divinos ofleios, en
los que pronunciaba y cantaba lo más esmerado
y correcto que le fuese posible. Había oido re
petidas veces leer cartas delRdmo. Señor Don
Rúa sucesor del Venerando Don Sosco, en las
que se recomendaba encarecidamente el estudio
de ese idioma clásico, y le cobró tanta estima
ción y amor, que su maestro le consideró siem
pre como el más diligente y aprovechado en este
ramo de estudio. Causábale profundo senti
miento el ver que alguno de sus condiscípulos mi
raba con indiferencia y hasta con desprecio el
estudio del latín, y varias veces deploró con
los de su confianza esta insensata negligencia.
* ¡Lástima, decía, que esos tales no quieran
estudiar el latín, que tan provechoso les sería
en los estudios clásicos y en las ciencias] Jo
por mi parte le doy toda la importancia que
se debe á la lengua madre, mucho más que so
mos hijos de la América latiría y á la vez hi
jos de la'Santa Madre Iglesia, que nos habla en
ese hermoso idioma.»
PATAGONIA SEPTENTRIONAL.
—
—
P o r h Pampa y las íordillcras.
Después de casi un año y medio que
* no escribo á V. B., no por otra
cosa que por falta de tiempo y por
no tener k quien confiar la correspomiencia, por haberme internado en las
Cordilleras, lo hago ahora con júbilo desde
Chile, ú donde me han traído importantes
asuntos, para darle noticia de mis eseursioues apostólicas entre los indios y pueblos
civilizados de la Patagonia, desde'Mayo de
1894 ú Octubre del 9o.
Habiendo terminado la fructuosísima mi
sión dada desde Patagones hasta Chubufe
hacia el fin del 1893, de la que hablaron los
Anales de la Propagación de la Fé, y la otra
no menos fructuosa desde Chubut hasta Chile
al principio del 94. de la que se ocupó el
Boletín de Marzo ciel 95, emprendí varias
otras sobre las fronteras de Chile y en la
vastísima Pampa Patagónica, que gracias á
Dios, me han dado magníficos resiütados.
Cunti'oeientos tveinf.i y tríete cris-tiniios n u evos — TJu ■viajecito de
oiueo mil leilóm etros —l'ertilid a d
do la s laudas patag'dnlcas.
Si mal no recuerdo, la última vez que
escribí á V. B. le decía que había adminis
trado 263 Bautismos, de los que 245 á indí
genas, 300 Confirmaciones, más de 300 Co-
— 195 —
muniones con otras tantas Confesiones, y
unos 15 matrimonios; pero ahora con gran
satisfacción puedo añadkle otras cifras aún
más relevantes: en efecto, administró 255
Bautismos á indígenas, 183 á civilizados,
400 Confirmaciones, 4.700 Confesiones y
á,200 Comuniones. Las Confesiones y Co
muniones tuvieron efecto en gran parte, sobre
la frontera de Chile, mientras que las Con
firmaciones y cuatro quintas partes de los
Bautismos en las tierras patagónicas.
He visitado la mayor parte de las fa
milias pertenecientes á las tribus Araucana,
Pampa y Tehuelche, de las que las dos úl-
cialmente los indígenas y donde el suelo es
seco como el clima, pues que llueve poco y
sopla un viento casi continuo; no obstante
esto, el terreuo está regularmente cubierto
de pasto y de arbustos, prestándose muy
bien para la cultivación en varios puntos,
lo que me hace creer que con el tiempo se
fundarán también aquí pueblos y ciudades
como en otras partes de la Fatagonia: al
presente existen ya tres pueblos sobre la
orilla del Río Chubut, y sus habitantes se
hallan en buenas condiciones de prosperidad,
debido á varios canales de riego que han
hecho desde treinta anos á esta parte.
iglesia y Golegio Salesíano en construcción en Gaserta.
(V. P ág. 2C2).
timas habitan el centro de la Fatagonia,
distribuyendo á todos el pan de la divina
palabra, animando á abrazar la fé católica
á los que aún no estaban bautizados y ex
hortándoles á todos á vivir cristianamente
y á ganarse el propio sustento, no con el
hurto y la rapiña, sino con el sudor de su
frente según el divino precepto.
En estos dos años pasados he recorrido de
este modo el Vicariato del limo. Sr. Cagliero
desde un extremo al otro, y resulta, con los
tres viajes hechos á Chile, que he andado
en todo nada menos que 5.000 ¿ilómetros.
He recorrido igualmente toda la gran
Pampa que se extiende majestuosa desde el
Atlántico hasta los Andes, por áridos desier
tos, por montes y valles, donde habitan espe-
B u e n corazón y -viva fe d e una Incligrena cristiana.
Durante esta larga misión he podido ex
perimentar nna vez más cuán buen corazón
tienen los indígenas de la Pampa para el
Misionero y cuánta docilidad en escuchar su
palabra. Una rigidísima noche de invierno,
mientras daba vueltas por el corazón de la
Pampa con mi compañero catequista, trope
zamos con una toldería de indios; apenas
nos acercamos á ella empiezan á ladrar
numerosos perros, salen los indios de sus
toldos y vienen á ver quienes fuésemos; yo
les saludé en lengua indígena y ellos ha
biéndome reconocido luego, me devolvieron
cordialmente el saludo, pues á algunos de
— 190
ellos los había yo bautizado anos antes;
mientras nos saludábamos, una buena mujer
se desprende de la reunión y de una carrera
se va á sn toldo: había ella pensado po
nernos al reparo del vieuto frío que soplaba
y del aguacero que nos amenazaba, y en
menos que no lo cuento vuelve con palos y
pieles, acompañada de otra mujer, y en cinco
minutos nos levantan una choza, que por
cuanto mísera fuese se nos hizo más agra
dable que un palacio, sirviéndonos de habi
tación por todo el tiempo de la misión en
aquella toldería.
La caritativa india pensó además en pre
pararnos algo de comer no sólo para aquella
noche, que tanta necesidad teníamos, sino
también para todo el tiempo que duró la
misión; y como se hiciera sentir mucho el
frío, nos invitaba á calentarnos junto á su
fuego, probando viva satisfacción en repe
tirnos las cosas aprendidas acerca de Dios,
y hablándonos con tanta fe y entusiasmo, que
nos dejaba muy maravillados.
Pero no solo se contentaba con hacernos
conocer cuánta fuese su instrucción religiosa,
sino que se valía de ésta para hacer el oñcio
de apóstol entre sus paisanos, induciendo
con su elocuencia á venir al catecismo aún
á los más indiferentes; y si alguno más obs
tinado no se dejaba vencer por sus exhor
taciones , la pobrecilla se volvía á mí toda
afligida, rogándome con las lágrimas en los
ojos, que fuese yo mismo á esta ó á aquella
choza, diciendo que mi palabra les habría
seguramente convertido, porque era palabra
del Señor; y aun en estos casos me precedía
preparándome el camino y exhortando á todos
los que tenían mujer para que se hiciesen ben
decir por el Misionero celebrando el Matrimo
nio como lo manda 3a Santa Iglesia Católica.
¡ Dios Ñ. S. bendiga y recompense á esta
buena india y suscite entre los indígenas y
entre los pueblos civiles muchos imitadores
de su caridad, de su fe y de su ardiente celo
por la eterna salud de sus prójimos!
E n la tril>u <lo los ToUneloHos —
P o m p o K t i n<M >tfUlu — L u l > u e n u A jn iiy cu i'
oi<iue.
A l aliiiaoraio <iol C a-
Un domingo de Cuaresma nos encontramos
con lina tribu de Tehuelches situada á cien
leguas más hacia el sud de la toldería de
que le hablé ahora, á la otra parte del Río
Mayo y sobre la orilla de un lago crista
lino. Por cuanto pude conocer después, en
aquella tribu no había más que una sola
cristiana, pero habiendo sabido mi llegada
entre ellos, se presentó al Cacique aconse
jándole que me recibiese con la mayor so
lemnidad posible. Se vistieron todos de fiesta,
izaron una bandera sobre el toldo del
Cacique, poniéndose todos en fila en el sitio
por donde debía yo pasar, y á mi arribo se
pusieron á cantar con aquellas voces roncas
un cierto estribillo que verdaderamente atur
día más bien que deleitar; pero como aquella
era la expresión de sencillos co ra zo n esin
genuos y llenos . de reconocimiento, yo no
podría decir cuál gozo y alegría probase mi
corazón en aquel momento, al ver tan bien
preparado y dispuesto el terreno para recibir
la palabra y la gracia de Dios.
Terminado el canto se aproximó á mí una
viejecita llamada Amuyear, bautizada diez
años hace, la úuica cristiaiia que había aáu
en la tribu, y con cierta confianza me dió la
mano como á un antiguo amigo: yo la res
pondí al saludo, é imitando su ejemplo, todos
los otros desde el Cacique, hicieron lo mismo.
Acto seguido, Amuyear, para asegurarme que
no se había olvidado de la religión que yo
la había ensenado, me tomó el Crucifijo que
me pendía del cuello, lo besó con devoción
y á voz en grito empezó á decir: « Yo le
conozco á éste: él es el Hijo de Dios que
murió en cruz para librarnos del infierno »
y continuando en presencia de todos, me
repitió los misterios de la Unidad y Trinidad
de Dios, las verdades sobre el fin del hombre,
sobre la inmortalidad del alma, sobre el Pa
raíso y el Infierno, haciéndose varias veces
la señal de la santa Cruz como para con
firmar cuanto decía, dejando á todos admi
rados que recordase aún tan bien las cosas
que había una vez aprendido del Misionero,
después de tanto tiempo que éste no había
vuelto á pasar por allá.
Concluidas las ceremonias del recibimiento
y acabada la hermosa confesión de la vieja
Amuyear, el Cacique dió órdenes para que al
momento se me levantase un toldo ó choza
poco distante de la su ya, y llegada la hora
del almuerzo me convidó á su mesa, á lo que
condescendí de buena gana. Servía de mesa
un rústico tronco de árbol y de silla una
gran piedra; el plato común era de última
moda; el vientre mismo de un avestrúz asado.
Los dedos nos servían de trinchante y como
único instrumento de mesa teníamos un cu
chillo no poco enmohecido, que nos hacía uu
gran servicio en aquella necesidad: nos sen
tamos con muy buenas ganas y á medida
que se proseguía, uos veíamos desaparecer
también el plato, hasta que se concluyó por
encontrarnos delante el sólo tronco lleno de
pringue.
^ 0 ocurre el decirle cómo me valí de
tan hermosa ocasión para hablar al Cacique
de las cosas de Dios y del alma y ajustar
con él el plan de la misión, que resultó de
inmenso beneficio para aquellas almas, pues
todos recibieron el santo Bautismo, y para
mí de indecible consuelo.
IS neim leuto <iel t u t u r o C a c iq u e y
nlcsri'ía ele la t r i b u —'\’'a lo r, índole
co jstu iiib res d e lo s T ehuelch.es-
Sería como la media noche del afortunado
día en que llegamos á aquella tribu tehuel-
H'
II
— 197 —
che, cuando de repente una improvisada mú
sica acompañada por ladridos de perros, vino
á despertarnos de nuestro profundo sueño:
i qué hahía sucedido? un hecho que bien podía
festejarse, pues que había nacido el hijo
primogénito del Cacique, que debía sucedería
en el gobierno de la tribu, por lo que reu
nidos todos los indios al rededor del toldo
de su jefe, tocaban y cantaban lo siguiente:
« j Feliz el padre y afortunada la madre de
un tal hijo! ¡ Que lo proteja el Gran Espí
ritu! ¡Lejos siempre de ■■ el Espíritu del
mal! ¡ Crezca sano y robusto adquiriendo
valor con la edad, para que proteja algún
día nuestra nación y la deñenda de los asal
tos de nuestros enemigos! »
Estos indios tehuelches, aunque sean menos
belicosos que los Araucanos, y al ruido de
guerra huyan y vayan á esconderse en sitio
seguro, no obstante, cuando se presenta la
ocasión, saben también combatir y defenderse
con intrepidez y valentía; gu índole es muy
buena, inclinada especialmente á las obras de
caridad; hacen también ellos vida nómada,
procurándose el alimento con la caza del gua
naco y del avestruz, y el vestido con tejidos
hechos por ellos mismos; los hombres, como
los de las otras tribus, son inclinados á la
embriaguez, pero la mujer al contrario, es
parca, modesta y siempre ocupada en los
quehaceres domésticos y aun entre ello s,
antes que estuvieran en poder del Gobierno
Argentino, estaba establecida la pena de
muerte para la mujer que fuera infiel á su
marido.
A.lla$;o N aliu el —liiiíipi —XJii sacrlíició al Oi'uuclc
—I>ociIi4ia<l <le loH Iiid.iot!$
lats p alabras
<iel Misiouex'o.
Cuando llegó el tiempo de separarnos de
estos buenos Tehuelches, me enderecé al
líahuel-huapi, lago el más grande de la Patagonia y que sin temor de errar se podría
llamar el rey de los lagos patagónicos, sólo
que para llegar á él hay que hacer doscientas
larguísimas leguas por desiertos intermina
bles, por inmensos valles y por montañas
altísimas, donde la vista está siempre recreada
ora por candidísimas nieves que hielan los
miembros, ora por bosques espesos en los
que es muy fácil extraviarse á quien no vaya
acompañado de un experto guía, ora por
verdes prados, ora, en fin, por pedazos de
terreno sembramos por la misma naturaleza
de coloradas fresas, las cuales convidan á
descabalgar al sediento viajero que toma el
necesario reposo y un confortante refuerzo
para sus debilitados miembros. Á las orillas
del lago Kahuel-huapi, que quiere decir Isla
del tigrCj los EE. PP. Jesuítas fundaron
el año 1700, una floreciente llisión, que
desgraciadamente duró poco, pues en el de
1714 fué destruida por los mismos indígenas
bárbaros, los cuales prendieron fuego á la
Oasa de los buenos Padres, que aquí vivían,
é hicieron de ellos una horrible carnicería,
por lo que al presente apenas viven en estas
riberas algunas pocas familias de indios y
otras tantas de blancos, especialmente ar
gentinos y chilenos.
Un día que fui á visitar un grupo de estos
indígenas, Ies sorprendí en el momento de
celebrar una solemne función ó sacriücio al
Grande Espíritu que ellos llaman One-cJic,
siendo conocido dicho sacrificio bajo el nombre
de Camaricuy ó Camarvjo (1) y que consistía
en esto: habiendo matado un cordero, reco
gían la sangre en una vasija para las as
persiones , después extraídole el corazón lo
habían suspendido á una de tres lanzas que
tenían clavadas en el suelo, como símbolo
del poder, alrededor de las cuales se debía
danzar; después, limpios muy bien los huesos
de toda carne, ésta la guisaban en una gran
marmita, mientras que aquellos los enterraban
con mucho respeto: sin que faltara elpwícií,
especie de vino hecho con frutas, pues que
sería una grave infracción á su ceremonial,
advirtiendo que dicho vino es muy embria
gador y muy á propósito por lo mismo para
las orgías y borracheras que siguen al sa
crificio.
Hombresy mujeres vestidos del mejormodo,
estaban sentados en torno á las tres lanzas,
mientras la pitonisa ó sacerdotisa con un
tambor al cuello tocaba y cantaba la siguiente
oración: « T ú , Gran Espíritu , que eres el
único .omnipotente, que has hecho el mundo
y lo gobiernas, ten compasión de nosotros.
» En nuestras aflicciones Tú nos consuelas.
* De Tí nos viene todo bien. Por Tí produce
la tierra y maduran los frutos.
»L Quién podrá, pues, igualar tu poder?
> ísuestros hijos son tuyos.
> Si poseemos ovejas, vacas ó caballos, os
por tu voluntad.
» Por tu voluntad produce la tierra el grano,
las patatas, las cebollas, los ajos y los pi
ñones.
» Guando el campo sufre sequía, muere el
pasto y entonces enflaquecen y inuoren los
animales, pero Tú que eres bueno y tienes
entrañas de misericordia, escucha nuestros
gemidos, acoge nuestras súplicas y mándanos
la lluvia.
* En los sueños, háblanos y revélanos la
verdad.
> Y si el enemigo se avanza contra nosotros,
bendice Tú estas lanzas é infúndenos valor
para combatirlo y vencerlo. »
Estas y otras cosas cantaba la sacerdotisa,
mientras que el auditorio la escuchaba con
respeto y atención, repitiendo con fuerza al(1) Nneatros lectorea recordaráu todaW a la descrip
ción qne de este sacrificio nos hizo e l mismo lim o.
8 r. C aglicro en e l BoUtín de agosto de 1895. Leyendo
de nnevo aq n eP a, se com prenderán m ejor estos breves
a p an te s del P ad re U ilauesio.
*
,v»‘
— 198 —
gujjas do las palabras que ella pronunciaba;
de cuando en cuando se levantaba otra mujer,
que mojando los dedos en la sang**e del cor
dero rociaba las lanzas y el suelo alrededor,
pasando entre tanto un jóven en giro á re
frescar la boca de los presentes, presentando
á cada cual una taza de pulcu.
El Misionero, que conoce con qué excesos
do embriaguez y disolución concluyen estas
ceremonias, especialmente cuando de ellas
participan algunos civilizados de nombre,
pero que son nmclio peores que los mismos
salvajes, no puede absolutamente callar y
dejar que continúen tales infamias; por otra
parlo, estos indios en general son dóciles y
oscuclian de buena gana la voz del enviado
do Dios, así que yo me presentó á ellos, y
en alta voz interrumpiendo el estrépito déla
])itonisa, los dijo que yo, Misionero y Sacer
dote de aquel verdadero Dios, á quien ellos
querían honrar con aquel rito supersticioso,
Imbía venido de países lejanos, lejanos,
]>ara ensenarles á conocer á este verdadero
Dios, y á amarlo y servirlo en el modo que él
quiere ser honrado por los hombres, que de
osla manera irían después á gozarle por siem
pre al Paraíso, y que por lo mismo abando
nasen al momento aquel lugar y se retirasen
ú sus toldos.
A mi indicación y como movidos por un
resorte so alzaron, abandonaron aquel sitio
y se retiraron en un amplio toldo, rogándome
que fuese á instruirles de cosas tan hermosas,
ú lo que yo accedí teniéndoles, por aquella
primera voz, más do una hora recogidos en
senándoles el conocimiento del verdadero
Dios.
En los días sucesivos continuaron ellos
viniendo á escucharme con jdacer, por lo que
pude explicarles los fundamentos de la Doc
trina üristiana, preparándoles á todos á re
cibir el Santo Bautismo, y el último dia
que quedé entre ellos, asistieron todos con
üdillcantísimo continente á la santa Misa, y
conmovido hasta derramar lágrimas, les dis
tribuí la santa Comunión, llorando todos de
consuelo al recibir á Jesús en su corazón.
Ajitos de partir les administró también el
SacramentodelaÜonllrmación. ¡Queol Espí
ritu Santo que sobro ellos ha bajado, los con
serve siempre en gracia de Dios y les man
tenga fnortoa para reñir sus batallas!
líluchas otras cosas editlcantes tendría que
contarlo do estos dos últimos unos de ^Misión,
pero veo que esta carta se ha hecho ya de
masiado larga, así que hago punto final
volviendo al argumento otra v e z , si me es
posible.
Entro tanto, amadisímoPadre, dígnese ben
decirme y recomendarme siempre al Señor
y AMaria Auxiliadora y téngame siempre
por su afino, hijo in O. J.
D omingo Milanesio , Pbro.
Misionero iSaksiiiHO.
PATAGONIA CENTRAL.
Una Misión en el centro de la fampa.
E d m o . P a d r e M ig u e l E u a :
amadísimo Vicario Apostó
lico el limo. Si*. Cagliero, le habrá
participado ya cómo en el pasado
Enero el nuevo y celoso Sr. Arzobis
po de Buenos Aires confiaba á nuestra Pía
Sociedad la Misión de la Pampa Central,
encargándonos de abrir cuanto antes una
Casa en la capital. General Acha, á ñn
de traer también á estas poblaciones los be
neficios religiosos, junto con las ventajas ma
teriales del progreso y de la civilización.
Nuestro antedicho Superior destinó al pobre
infrascrito al frente de esta nueva fundación,
y como tal me presentó el día 21 del mismo
mes ai Exemo. Sr. Arzobispo Dr. D, Uladislao Castellano, á la Curia Arzobispal y
al Ministro de Cultos de la Eepfiblica Ar
gentina, de quien me obtuvo el pasaje gra
tuito en tren desde Buenos Aires á Bpupel,
y en diligencia desde Epupel hasta la ca
pital de la Pampa.
Dos días después rae presenté de nuevo al
limo. Sr. Arzobispo de Buenos Aires, á fin
de recibir su bendición pastoral y despedirme
de un Padre tan querido y que tauto afecto
profesa á los hijos de Don Bosco; me faltan
palabras para expresar con cuanta amabi
lidad y cortesía me recibió y trató este santo
Prelado: « Sí, sí, le bendigo de todo corazón,
me dijo al terminar, y conmigo le bendiga oí
Señor, para que su misión sea fructuosa. »
Después estrecbáudomelainano y dejándome
caer en ella trescientos duros:« Tome, añadió,
estos le servirán en su largo viajo y en la
difícil Misión de la Pampa. » — Apenas salí
do la sala de su Excelencia fui acompañado
en coche por su Sr. Secretario, el lidmo. Sr.
Canónigo D. Juan E. Terrero, quien me con
dujo á su casa, en donde después de haberme
enseñado su preciosa Capillita privada, me
presentó dos lindas casullas, una blanca y
la otra morada, dieiéiidome que estaban
preparadas para mi Misión; después, acom
pañándome en su coche al Colegio de Pío IX
en Almagro, distante
de hora, me díó
también él una generosa oferta en dinero.
¡ Que el Señor bendiga á estos nuestros que
ridos bienhechores!
Aquella misma tarde, 23 de Enero, acom
pañé al limo. Sr. Cagliero con un buen grupo
de Salosiaiios á Babia Blanca, á donde lle
gamos á las 4 de la tarde del siguiente día
U ESTRO
— ly u —
y eu donde su Dustrísiina nos dejaba para
retornar á la capital del Río Negro el día
i'Sj no puedo expresarle cuán dolorosa me
baya sido la separación de nuestro amadísimo
Monseñor Cagliero, pensando sobre todo, que
desprendiéndome de él, debía ponerme al
frente de una Misión y dirigirme á lugares tan
lejanos y para mí desconocidos.
El día 1 de Febrero telegrafió al Sr. Go
bernador de la Pampa Central, el General
D. Eduardo G. Pico, anunciándole que dos
días después partiría para la capital en com
pañía de otros dos Misioneros Salesianos, y
así fué, porque llegado el día 3 nos separa
mos de nuestros amadísimos bermauos de
Babia Blanca, los que nos trataron con toda
suerte de atenciones durante nuestra perma
nencia en dicba casa, y partí en compañía
del P. Antonio Mangano y del Sr. B . Fran
cisco González, de Montevideo, capitán reti
rado de artillería, que desea terminar sus
días con los Salesianos, y que está pronto
á acompañarnos aun en el desierto- y some
terse á cualquier sacrificio y trabajo. No me
entretengo, amadísimo Padre, á describirle
el viaje ferroviario desde Babia Blanca á
Epupel, á donde llegamos á las 3 de la tarde.
Hasta aquí llega por abora el camino debierro
que continuará basta la capital. Aquí toma
mos una diligencia, que por dicba nuestra,
sólo nosotros ocupamos, sin que por esto
pudiéramos holgar mucho. Indescribibles fue
ron los sufrimientos de esta parte del viaje,
tan grandes eran los vaivenes déla diligencia.
Como Dios quiso, llegamos á eso del oscu
recer y sin desgracia alguna á la Capital
de la Pampa, á esta nueva población que ba
tomado el nombre del que la fundó pocos años
bace, el General Acba. Apenas bajamos se nos
presentó un joven á caballo, el cual ordenó
al cochero que nos condujera á casa de un
cierto señor Pallavicini, en donde el señor
Gobernador había hecho preparar la cena y
lo necesario parapasar la noche: á tal anuncio
se reanimó nuestro espíritu y dimos gracias
con toda la efusión de nuestra alma á María
Auxiliadora, que tan bondadosa se muestra
siempre con los hijos de Don Bosco.
En un cuarto de hora llegamos á la citada
casa, donde nos recibieron con muestras de
grande alegría el Secretario de la Gober
nación, D. Eduardo Ghapeaurouge, el In
tendente Municipal, D. Agustín Yalerga y
otro señor, cuyo nombre no recuerdo, quienes
nos presentaron los obsequios de las Autori
dades política y civil y nos ofrecieron sus
servicios. Nos dijeron que deberíamos que
darnos en aquella casa hasta que no se
terminasen cuatro habitaciones junto á la
nueva iglesia en construcción; después de
cenar nos invitaron á dar un paseito hasta
la casa del Gobernador.
Fuimos, eu efecto, á eso de las nueve de la
noche, y el Sr. Gobernador con toda su fa
milia y ‘la de su Secretario nos hizo la mar
de cumplimientos y cortesías basta dejarnos
confundidos; nos enseñó también el telegrama
que yo le había mandado, publicado en La
Capital^ revista semanal de Acha, diciéndonos
que aquella noticia había alegrado á toda la
población. Pero aún hay más, pues no bien tu
vieron noticia de nuestro viaje, la esposa, la
hermana y la sobrina del Gobernador, unidas
á la esposa é bija de su Secretario, fueron
al momento á liuipinr y preparar la vieja ca
pilla, desde algíiu tiempo abandonada, tra
bajando sin descanso basta nuestra llegada,
á fin de hacerla menos indigna de albergar
á Jesús Sacramentado. Cerca de la media
noche nos retiramos á descansar, alabando
y glorificando á Dios N. S. y á su Sma. Madre.
Apenas baya conocido bien esta ciudad y
me baya formado una idea justa de sus ha
bitantes y de la Misión que me incumbe, lo
escribiré de nuevo; por ahora bendiga, ama
dísimo Padre, esta nueva jMisión de Don
Bosco, á los habitantes de esta ciudad y al
rededores, á sus hijos salesianos acá estable
cidos y especialmente al que se le profesa su
afmo. hijo in O. J.
P e d r o O e s i, P b ro .
G eneral Aoba, 5 de F ebrero de 1896.
Los SalesiaQos en h Tierra <iel Fuego.
N u e stro s b e n e m é rito s c o o p e ra d o re s v e rá n , sin
d u d a , c o n sa tisfa c c ió n la s s ig u ie n te s in d ic a c io n e s,
q u e s o b re n u e s tra s m isio n e s d o l a T ie r r a d e i
F u e g o , e n c o n tra m o s e u la B c i'ista C atólica d o L im a
(P e n i) y q u e p u b licn m o » ú títu lo d o in f o n im c ió n .
D ic e a sí la re v is ta c ita d a : « L o s in d io s fu eg u in o s
fo rm a n u n a ra z a y a n o m u y n u m e ro sa , q u o v iv o
e n u n te r r ito r io e x te n so , b a jo u n c lim a frío , sob r e l a n ie v e , e n m u ch o s m eses d e l a ñ o y m o v ié n
d o se d e u n p u n to á o tro s in fo rm a r x)iioblos n i
a g i'u p a c io n e s.
S u c a rá c te r e s s u a v e y d ó c il; tie n e n el te m p e
r a m e n to frío y a p á tic o d e lo s p u e b lo s d e esto s
c lim a s ; p r a c tic a n l a m o n o g a m ia y n o c o u o ccu los
h o rrib le s v ic io s d e l alc o h o lism o q u e d e v o ra n á
lo s a ra u c a n o s .
L a C o n g re g a c ió n d e lo s S a le s ia n o s h a e m p r e n
d id o l a ta r e a a r d u a y g ra n d io s a d e c iv iliz a r á
esas tr ib u s , b u sc á n d o la s e n su s b o sq u e s y lla n u ra s ,
e n so s is la s y á tr a v é s d e u n la b e r in to d e c a n a
le s p a r a a g ru p a r la s e n la s m isio n e s á la so m b ra
d e l te m p lo , d e l a e s c u e la y d o lo s ta lle re s .
E n l a is la D a w só n , l a m á s im p o rta n te d e esas
m isio n e s, v iv e y p ro s p e ra u n fu tu ro p u e b lo do
fu e g u in o s e n c a s a s lim p ia s y d e c e n te s, v e stid o s
á l a e u ro p e a , o c u p a d o s en lo s oficios q u e lo s sa
le s ia n o s le s b n n e n s e ñ a d o y fo rm a n d o fa m ilia s.
H a s ta h a n o rg a n iz a d o u n a b a n d a d e m ú s ic a y
lo g ra d o q u e to q u e co n v e r d a d e r a m a e s tría .
L a s H e rm a n a s d e M a ría A u x ilia d o ra c u id a n d e
la s m u je re s y n iñ ita s , d a n d o p ru e b a s d e v e r d a
d e ro h e ro ísm o e n l a p a c ie n te , te n a z y m u c h a s
v e c e s in g r a ta la b o r .
—
200
I ju o b r a d o lo s sa lo sia n o s e n la T ie n -a d e l F u e g o
os do usas q u e e s tá n m á s a llá d e to d a c o n s id e ra
ción d e n a c io n a lid a d ó d o d ife re n c ia s re lig io s a s ;
b a sta te n e r so n tiiu ic )ito s h u m a n o s p a r a a p la u d irla
y re c o n o c e r s u g ra n d e z a . »
D el lim o . S r. F a g iia n o , P re fe c to A p o stó lico de
e stas m isio n e s h e m o s re c ib id o ú ltim a m e n te u n a
in tí'i e su n te cax*ta (jue p u b lic a re m o s, D io s m e d ia n te ,
en e l p ró x im o n ú m e ro .
manifestar su poderosa intercesión para con los po
bres pecadores que la invocan con fe y con amor.
Durante dos años estuve padeciendo de dispepsia,
y fastidiada de tomar medicinas, hice una petición
á María Sma. Auxiliadora la cual fuó aceptada,
pues hace cuatro meses que no me siento nada, y
cumplo con el ofrecimiento de hacer público este
milagro.
U na esclava de María Sha .
Y Cooperadora Salesiana.
Potare (Vonezuoln), 19 de Abril de 1896.
Varias gracias obtenidas por medio
de la medalla de IVlaría Auxiliadora.
m m a b ia a u u l ia d o r a .
Mi papá estaba gravemente enfermo de pulmonía.
Le colgué al cuello una medalla de María Auxilia
dora, y á los ocho días estaba curado; además al
canzó desde luego una grande paciencia y confor
midad.
SoTEEA F ajardo .
M éjico, 16 de M arzo 1896.
S r . D. M iguel B úa.
Mdo. Padre:
Lo remito la siguiente gracia de María Auxilia
dora :
La Sra. Máxima C. de Domínguez fuó atacada
do liebre tifoidea, que en pocos días la llevó hasta
el bordo del sepulcro. Una hija suya fuó atacada por
el mismo mal, juntamonte con una sobrina, revistiendo
la enfermedad todos los síntomas más alarmantes;
sobrevino una diarrea de sangre que dió en tierra
con toda esperanza en lo s , recm'sos de la ciencia.
médica. Entonces, conociendo yo que la curaba, que
mis medicamentos oran impotentes para conjurar la
catílstrofo ya próxima á producirse, exhortó á la en
ferma á quo pusiera toda su confianza en la Sma.
Virgen Auxiliadora y al mismo tiempo hice empezar
una novena á nuestra Augusta Patrona, por la salud
do las tres enfermas.
La sefiora Máxima es Secretaria do la Asociación
do las Damas del Sagrado Corazón do .Tesús, asi os quo
todas las socias elevaron fervientes preces por su sa
lud, y la gracia tan deseada no so hizo osjxcrar mucho,
efectuando Mana Auxiliadora lo quo no pudo obrar
la medicina. Desdo los primeros dias do la novena
desapareció el peligro do muerto, y al concluirse
aquella, la Sra. Máxima, juntamonto con su hija y
sobrina, entraban en el periodo do la convalecencia.
Ha pasado un año y medio y todas tres gozan do
perfecta salud.
I Bendita sea mil veces María Sma. Auxiliadora, á
(luiou nunca so invoca en vano!
E vasio C arroñe, P ero .
Kn señal do verdad y agradecimiento á la Sma.
Virgen Auxiliadora, firmo yo, la intóresíida;
M.VXIUA G.
de
DOMINGUEZ.
Y¡cdm& (Patagoula), IS de Mayo do 1S96.
S a lu s in fir m o r u m .
En roconocinüontü de las muchas gracias ohtoni'las do María Auxiliadora, escribo estas lineas para
Una Señora tenía un niño enfermo con flojos:
púsole al cuello una medalla de María Auxiliadora
invocándola con fe, y al siguiente día amaneció me
jor, curando por completo en pocos días.
Otro niño de la misma Sefiora enfermó con un
ataque al pecho: hallándose los otros fuera de su
casa, le quitó la medalla al más chiquito y se la puso
al enfermo que también curó.
Damos las gracias públicamente á María Auxilia
dora, por sus milagros.
T eodosia O rellana de V argas.
P e ta re (V enezuela), Marzo de 1896.
Teniendo una niñita enferma do gravedad ya des
ahuciada de los médicos, le puso una medalla de
María Auxiliadora al cuello, y al siguiente día mejoró,
oncontrándoso ahora buena.
Mi esposo y yo damos gracias á María Auxilia
dora.
F lorencia de V ega.
P etare (V enezuela), Marzo de 1896
Teniendo á mi madre muy mala con una fatiga
quo diariamente le daba, ofrecí á Míiria Auxiliadora
ocho reales para una misa, y ponerla su medalla al
cuello. Cumplo lo ofrecido, pues desdo entonces acá,
no lo ha dado más.
TOM.VSA PiMENTEL
P e ta re (V enezuela), Marzo de 1896
Teniendo mi hyita tres meses de enfermedad, ya
no hallaba qué hacerle: invoqué á María Au¿liadora,
haciéndola una promesa si mi hija sanaba. Pronta
mente mejoró, pero no caminaba todavía; el 16 de
Febrero lo apliqué un remedio que yo llamo agua do
María Auxiliadora, por haber tenido la botella, por
mucho üempo colgada una medalla de María Sma.
Auxiliadora. Esta agua la fué puesta á mi niña en
las piernas y el 17 empezó á andar perfectamente.
Encontrándose ya buena, se lo participo por si
tuviere cabida esta gracia en el Boletín Salesiano.
Sofía C. de V argas
C o o p e ra d o ra S a le s ia n a
P e ta re (V enezuela), 14 de Marzo 1896
J
—
201
—
Dirijo á V. estas breves lineas para espresar mi
agradecimiento á María Auxiliadora. — De mis cuatro
nietos tres fueron atacados de sarampión. Al otro
le puse con fe la medalla de María Auxiliadora j
se libró del contagio. — La Reina de los Angeles
nos conceda fe y esperanza para que todos merez
camos su auxilio.
M atilde BiAuai.
Barcelona, 17 de J u n io de 1JW6.
Sr. D irector
Boldin Salcsiano.
Muy Sr. mió:
del
Hallándose mi padre político con un ataque cere
bral, tan fuerte que empezó luego á desvariar, creí
que quedaría completamente loco, por lo que vién
dole en tan lastimoso estado, ofrecí á María Sma.
Auxiliadora, si le curaba, una Misa y una visita á
su santa imagen en la Capilla del arenal de Yigo;
apenas hube invocado á María Auxilio de los cris
tianos, mi amadísimo suegro recobró en el instante
su sentido cabal, por lo que doy gracias infinitas á
la Sma. Virgen Auxiliadora y deseo que se publique
esta gracia en el Boletín Salesiano, para que se
aumente siempre más la devoción de tan excelsa y
amada Madre.
ROM A.
XjOS niños cic lo s Oolog^ios
nos d e la A.i*¿;cutiua al landre
Santo.
Aprovechando la propicia ocasión de dirigirse
á Italia para restablecer su quebrantada salud
el E. P. Valentín Cassini, los niños que se edu
can en los Colegios Salesianos de la República
Argentina, como testimonio del amor y venera
ción que nutren para con el Romano Pontífice,
G erardo M ontenegro
le entregaron su pequeño óbolo para el dinero de
Teis (Vigo), 26 de Febrero de 1896.
S. Pedro, consistente en 301 franco.
Recibido el E. P. Cassini en audiencia privada
Dan también gracias á María Auxiliadora:
el 26 del pasado Julio, después de haber oido
Felicitas Ostolaza, de Sinaloa (Méjico) la cual manda la misa del Papa, hizo entrega de un álbum y
25 pesos al Asilo Salesiano de esta ciudad, por una de la pequeña oferta que llevaba á Su Santidad, el
gracia recibida de María Sma. Auxiliadora. — Gua
dalupe R. Marafión de Araoz, de Méjico, por haber cual al recibirla con marcadas muestras de compla
obtenido la salud de su esposo. — M. F ., de Cara cencia y satisfacción, le dijo todo conmovido:
« ¡ Oh! decidles á aquellos jovencitos que agra
cas por el favor obtenido de que una cufiada saliera
con bien de un parto muy laborioso. — Luis de dezco su ofrenda y les doy gustoso mi apostólica
Vicente Ríos, de S. Rafael de (Maracaibo) por in bendición; » y recordando después á los Sale
numerables favores recibidos. — Una madre de fa sianos, prosiguió: « Conozco bien á los Salesiamilia, de Barcelona, por la salud recuperada de su nos y sé que trabajan mucho y que hacen un gran
hija. Manda una limosna para la construcción de la bien á la juventud con sus Colegios, y á los indí
iglesia de María Aux. de Sarriá. — M*. Concep genas con sus misiones. Bendigo también con placer
ción Calero, de La Palma (Huelva), por dos gra
cias recibidas en tres meses. — Claudio Rodríguez, á los Salesianos, á sus alumnos y beneméritos
de la Hacienda de S., Antonio de Padua (Méjico), Cooperadores.» ¡ Que esta nueva bendición del
manda 25 centavos en acción de gracias por haber Supremo Jerarca, al alegrar los corazones de los
obtenido la curación de un enfermo picado por un Salesianos, de sus niños y beneméritos Coopera
animal ponzoñoso. — N. N ., de Yaritag^a (Vene dores, produzca frutos abundantes de iiendición,
zuela), por haber podido asistir á la fiesta de María animando á los primeros á continuar con más
Aux. no obstante la prohibición que la impide ir á la ardor, si cabe, las obras emprendidas, acrecen
iglesia. — Nicomedes Perdomo y Petra Meireles de tando en los segundos su amor y devoción al
Sosa, de Taritagua, por haber obtenido la cura Vicario de Jesucristo, y estimulando á los últimos
ción de un pie y el que no se le tuviera que cortar á
la Sra. Micaela Molma. Mandan celebrar una misa á dar más amplitud y extensión á las Obras
á María Aux. en su Santuario de Turin. — C. C. Salesianas, prodigándola su decidida y generosa
C., de Méjico por los muchos favores que ha reci protección!
bido. — Gracia Moreno Ruiz, de Aichidona (Má
laga) manda 5 pts. en acción de gracias por favores
materiales y espirituales recibidos.
1 ^0 .Oaii^a d e I>oa S o s c o .
Con la más grande y viva complacencia damos
á nuestros beneméritos Cooperadores la fausta
nueva de haber satisfactoriamente terminado el
proceso instruido en Turin para la introdución de
la causa de nuestro amado padre D. Bosco. Vein
ticuatro copistas trascriben las voluminosas actas
202
—
del proceso y dentro de breves dias se mandarán á
Roma á la respectiva Congregación para su exa
men. Redoblemos, amados Cooperadores, nuestras
oraciones á fin de que el Señor, por intercesión de
nuestra querida Madre María Auxiliadora,se dig
ne apresurar el fausto día de la glorificación de
su fiel siervo, aquí en la tierra.
Ooníbronoias »iilcslanas en Sicilia.
Como ya dyimos en el número de Junio, nuestro
sacerdote D. Esteban Tríono ba recorrido la Sicilia
dando Conferencias Salosianas y organizando la Pia
Asociación de Cooi^radores Salesianos. Las ciudades
donde se han tenido estas conferencias han sido:
Mesina, Patti, Cofalú, Palermo, Alcamo, Mazzara,
Trapani, Marsala, Girgeuti, Canicatti, Licata, Terranova, Módica, Noto, Siracusa, Caltagirone, Vizzini,
Podara, Bronto, Randazzo, Catania, Acisant’ Antonio
y Acirale. Grandes han sido los frutos reportados
en esta cruzada y entusiastas los recibimientos que
en tódas partes se han hecho á D. Trione, habiendo
habido pueblo donde las autoridades todas con la
banda de música á la cabeza salieron Arecibirle. Al
marcharse de la Isla D. Trione dirigió una espresiva c a ^ A todos los Cooperadores, agradeciéndoles
la cordial acogida que le dispensaron y animándo
les A acrecentar, si más fuera posible, el entusiasmo
y amor que han demostrado por la Obra de D. Sos
co. Ln todas ó casi todas las ciudades episcopales,
los digidsimos Prelados so dignaron dar el sello de
aprobación y realzar estas conferencias con su asis
tencia.
£ 2xti*no]*<1 <nni’io closavi-ollo otie a<l«lalci**
(lia la (levocióa ii
3 Xai*ia -r\.uxilia<lora.
Lo decíamos en nuestro artículo de Julio al reseñar
la fiesta de nuestra Madre Sma. en Turín; la de
voción A María Auxiliadora se desarrolla vigorosa
doquiera los salesianos han plantado sus tiendas.
Las relaciones que ya hemos publicado y que en esto
número publicamos, y las G radas que de todas
partes se reciben, son testimonio elocuente de esta
consoladora verdad.
Si los estrechos limites de estas páginas y el te
mor de ^ n s a r A nuestros benévolos lectores no nos
lo impidiesen, con gusto daríamos más ostensión A
astas edificantes reseñas. Nos contentaremos tan sólo
con dar algunos datos do una de ellas, la más im
portante, dejando las que se refieren A las fiestas
celebradas en Arezzo, Bordighera-Torrione, Gorizia,
Lodi, Módena, Moudovi, Salerno.Sánico, Sta. Victoria,
Verona, Vicencia, Mantua, Catania, Chioggia, Astí
Oneglia, Rubiana, etc. etc., pues con contadas di’
feroncias de poca monta, en todos estos puntos se
ha celebrado con igual solemnidad y entusiasmo.
Damos la preferencia A Milán, que tautas y tan
valiosas pruebas está dando de su amor A la Obra
de D. Bosco, pues en su fiesta encontnunos muy
prácticas y útiles enseñanzas. El 1,® de Junio cele
braron los cooperadores milaneses la fiesta de María
Auxiliadora, dodicAudola mañana y tarde solem
nísimos cultos, queso vieron muy concurridos.
Por la tarde, después de las funciones religiosas,
—
celebraron una reunión general bajo la presidencia
del Dmo. Sr. Mantegazza, Obispo Auxiliar, en re
presentación del Emmo. Cardenal Ferrari, que giraba
m visita pastoral, de nuestro venerando Superior D.
Rúa y de algunos ilustres miembros de la Junta
Salesiana. El fin de esta reunión era manifestar el
estado de los fondos disponibles para la construcción
del magnifico colegio salesiano, y animar á todos
los presentes A continuar cooperando y á no desmayar
en la obra comenzada. Usaron de la palabra el
presidente, D. Rúa y varios otros miembros de la
presidencia.
Digno del mayor encomio es el noble tesón con
qne los beneméritos cooperadores milaneses se han
propuesto dotar A su ciudad de un grandioso Insti
tuto Salesiano, que albergue más de mil niños po
bres. Grandes son las dificultades con que han tro
pezado y tropiezan para llevar A delante tan noble
idea, no siendo la menoría escasez de recursos, que
no permiten dar á los trabajos el impulso necesario
p.ya terminarlos y poder inaugurar el edificio el
año próximo, para las fiestas centenarias del grande
S. Ambrosio. Esto no obstante, el ardor y celo de
la Junta nombrada para arbitrar recursos, venciendo
todos los obstáculos ha continuado siempre adelante
y ya se ha llegado en la construcción al primer
piso.
Felicitamos A los Cooperadores milaneses, y hace
mos votos para que su ejemplo y desprendimiento
encuentre machos imitadores, pues si como ellos
nombraran una Junta de Señores y Señoras que
arbitrara los recursos necesarios, podrían pronto ter
minarse otras muchas obras no menos importantes ni
necesarias, que con no poco detrimento están paradas
ó proceden lentamente.
N’u ev u s Ainclncioncsi.
ü l 14 de Junio bendyo el Sr. Obispo diocesano la
primera piedra de la nueva iglesia al P u ^ im o Co
razón de María, y del Oratorio festivo, Colegio y Hos
picio Salesiano, que se levantará en Caserta. Des
pués de esta ceremonia D. Rúa tuvo en la catedral
una Conferencia sobre las Obras de D. Bosco A una
extraordinaria concurrencia de pueblo, cuya alegría
porfían fausto acontecimiento no tenia limites.
El 17 del mismo mes D. Rúa se dirigió A Genamo con 400 niños del Hospicio de Roma, para
bendecir el nuevo edificio para Colegio Salesiano
construido bajo la dirección del Sr. D. Santiago
Cucco. Después del Santo Sacrificio se bendijeron los
nuevoslocales. en uno de los cuales se celebró una
academia músico-literaria con la asistencia del Sr
Alcalde y numerosos concejales y de representaciones
de las sociedades Obrero-Católica y de Tiro al blanco.
Por la tarde la banda dió un concierto en la plaza
del Plebiscito y el Sr. Alcalde obsequió A los niños
con un refresco.
E l ól>olo de la pol>i*o 'viuda.
Admirable es la caritativa industria de que se
TOlrt uua pobre verdulera ambulante de una de las ciu
dades del Piamonte para cooperar A la educación
ae los niños de D. Bosco. Pobre y todo como es v
debiendo sufrir los efectos de una pobreza que ca¿i
degenera en miseria, se priva de unos ahorros de
— 203 —
los que legítimamente pudiera usar para mejorar su novena de María Auxiliadora que los Salesiauos han
suerte, en favor délos huérfanos. ¿Y saben nuestros celebrado en esta ciudad de Utrera, tenga V . á bien
lectores cómo se las arregla esta pobre viuda para insertar en el Boletín lo que le voy á escribir yo.
Con grande entusiasmo se comenzó el Mes de las
en su pobreza ejercitar las obras de misericordia ?
flores
, tanto por parte de los alumnos del Colegio
Guarda en una alcancía todas las monedas de uno
y dos céntimos que recibe en su comercio, y al cabo como por el devoto pueblo do U trera: voces argen
del año manda al Oratorio de Turin una no despre tinas llamaron la atención muy pronto y con la
ciable cantidad. ¡ Qué lección para muchos cristianos 1 atención el pueblo y así vióse siempre la Iglesia del
Carmen muy llena de gente piadosa y devotív do
María. Tales preludios habían do ser coronados
con la novena do Maiia Auxiliadora que se celebró
como nunca tan solemne, tan concurrida y tan pia
dosa. Música, predicación, devoción, todo fué sublimo.
¿Quién pudiera referirle, siquiera de paso, las frases
que en alabanza do Slaria y do su devoción oímos
do los labios dcl Sr. D. Sebastián Romero Montos
tiKACA.
y de su hermano D. Antonio, Cura propio de Dos
Por una carta que nos ha llegado de nuestra casa Hermanos, y muy encendidos en el amor y devoción
de Braga, con bastante retraso por cierro, hemos á María Auxiliadora? El Señor Director del Colegio
sabido los solemnísimos cultos que el 10 de ilayo nos predicó sobre la devoción práctica á María Au
dedicaron á nuestra excelsa patrona María A n d a xiliadora, y nos convidó á que nos alistásemos en su
dora. Y siéndonos imposible trascribir toda la carta, Asociación.
Las últimas cuatro noches predicó el Rector de la
á grandes rasgos procuraremos dar una idea de la
fiesta. La hermosa y artística escultura de María Iglesia del Carmen, quien poniendo por texto las si
Auxiliadora, tallada por nuestros niños de Sarria guientes palabras del Génesis; Inimicítiasponam etc.
(Barcelona), fué llevada la víspera al palacio epis nos fué demostrando cómo aquella enemistad no se
copal para ser bendecida, siendo trasportada al<ha ceñía sólo á la Concepción inmaculada de María, sino
siguiente á la parroquia en que radica el Colegio, que también la enemistad eterna entre Luzbel y María.
entre la alegría y el entusiasmo de un numerosísinip Nos presentó á estos dos seres uno empeñado siempre
concurso de fieles de todas las clases sociales. A en trastornar las obras de Dios y otro en defenderlas,
esta procesión asistieron en corporación nuestro Co y que cualquier ataque que el demonio dirya al pue
legio y las Reales Oficinas de S. José, de Oporto, blo cristiano, ya sea con herejías fieras ó mansas ,
con sus respectivas bandas, las Asociaciones délas ya sea en el orden espiritual ó temporal ó material,
Hijas do María y del Apostolado de la Oración, va siempre fué derrotado por iíaria, esto es, cuando el
rias Cofradías y Asociaciones religiosas con sus res demonio estaba para levantar muy alto la voz y
pectivos distintivos, los dos Seminarios y numeroso cantar victoria, veía desbaratados sus inicuos planes,
clero. Llegada la procesión á la parroquia, nuestros sentíase hollar la cabeza por el pió de María Auxi
niños cantaron la Misa de Mana Auxiliadora del liadora. De esto deducía cuánta y cual debo ser nues
Hmo. Sr. Cagliero, y tegió las glorias de María el tra confianza en María.
La cuarta noche nos demostró que del mismo modo
celoso Cooperador É . P . Luis Gómez da Silva. Con
no menor concurso y entusiasmo se renovó por la que María honró á Dios con el /íaf de la Encarnación,
tarde la procesión para trasladar la sagrada imagen así Dios con ese mismo /ía í honra á María, esto es,
á la capilla del Colegio, donde el más antiguo coo que cuando María pide á Dios favores para el pueblo
perador salesiano de Portugal y fundador de la Real cristiano. Dios dice fxat, hágase lo que tu quieres,
Oficina de Oporto, subió al pulpito para ensalzar á puesto que tu hiciste lo que yo quiso.
Del día de la fiesta ¿ qué le he de decir? Fué un
María, sirviéndose de las palabras del Arcángel:
día
de gloria para María y de triunfo para la re
Ave, ffratia plena: Dom inas ieettm. Tan solemne
fiesta se terminó con el canto de la Salve y la ben ligión cristiana. A las ocho y media llegó el Ecxrao.
Señor Arzobispo de Sevilla que fué recibido por todas
dición con S. D. M.
j Quiera Dios que los fecundos gérmenes de la las autoridades de Utrera. A las 10 se cantó la gran
devoción á María Auxiliadora echados en este día diosa misa de María Auxiliadora, ejecutada admira
finctifiquen el céntuplo para bien y salvación de las blemente por los alumnos del Colegio. Después del
Evangelio ocupó la sagrada cátedra el Ecxrao. Señor
alnift<g I
Arzobispo, y con la elocuencia que If ‘“j propia nos
explicó lo que quieren decir estas dos palabras « Ma
ría Auxiliadora »; después de habernos demostrado
hasta la evidencia con razones teológicas que M arú
es el conducto por donde se nos comunican la gracia
j l ..
y los favores de Dios, pasó á describirnos las ideas
que tal título evoca en nuestra memoria. Bastaría
haber dicho que el panegírico lo hizo el Señor Ar
UTKfiRA (Sevilla).
zobispo de Sevilla, tan devoto de M aría, tan pro
fundo conocedor de la obra de D. Bosco y tan en
Sr. Director del Boletín Salesiano.
Por si otra pluma mejor cortada que la mía no tusiasta de las glorias de la Madre de Dios.
También tuvimos la dicha de oir al referido Sr»
le ha escrito á V. algo sobre el Mes de María y
— 204 —
Arzobispo otra vez, por la tarde, en la Conferencia á
los Cooperadores Salesianos: sus frases fueron de
elogio á la obra do D. Bosco y de estimulo para que
concurriésemos en sus ayuda, encareciendo lo bueno
que es cooperar al bien de la sociedad, en particular
do la niñez desvalida , que en casa de D. Bosco en
cuentra alimento para el alma, instrucción para su
entendimiento y sustento para su vida temporal.
Mas ¿ cómo describir el entusiasmo y devoción con
que se verificó por la noche la procesión? Cuando
se esparció la noticia do que María Auxiliadora sal
dría por las calles de U trera, todo el mundo pre
guntaba por donde había do pasar para iluminar las
callos y engalanar con preciosas colgaduras los bal
cones. Aquella noche, María Auxiliadora tenia en su
poder todos los corazones do esta ciudad. Todo el
cloro, el ayuntamiento, la Hermandad del Carmen,
el Apostolado do la Oración, y un inmenso pueblo
iban quien procediendo , quien acompañando á la
Virgen de D. Busco que salía del Carmen entre los
armoniosos acordes de la marcha real, ejecutada por
la banda salesinna de Sevilla. | Qué hermoso era ver
la piedad y recogimiento con que se iba en la pro
cesión 1 Dios quiera que se repita todos los años....
Terminó con la bendición de S. D. M., pero antes
subió al ))úlpito el Sr. Cora do Dos Hermanas , y
después de haber elogiado el devoto comportamiento
de los Utreranos en la procesión, manifestando una
vez más su acendrada devoción á María Au.xiliadora,
prorrumpió en atronadores vivas á María Auxiliadora,
al Corazón de Jesús y á D. Bosco.
De V. afino, in Corde Jesu
F. P.
ha de ser para Santander venero de bienestar y progreso.
Pasó á hablar de esta obra, que ost-á parada por falta
de recursos, y exhortó á todos á cooperar á efia en la
medida de sus fuerzas, cercenando alguna cosa de sus
gastos superfiuos para preparar á tantos pobres niños
desamparados un seguro asilo que los preserve de la
miseria y del vicio. Terminó recomendando la oración.
Acabada la solemne bendición se bajó, al patio, que
estaba engalanado con banderas, se soltó un globo,
se dispararon cohetes y la banda ejecutó las mejores
piezas de su ya bien surtido repertorio.
La obra que los Salesianos han emprendido en
Santander, es obra de necesidad imperiosa, una
obra que reclaman como el navegante el puerto on
medio do las revueltas olas del occéano , miles de
niños que de ella esperan un porvenir honrado y cris
tiano; muchos sacrificios ha ya costado y muchos
otros habrá todavía que imponerse para verla con
cluida, pero son sacrificios que aparte del premio que
Dios promete en el cielo, obtendrán también aquí su
recompensa en la íntima satisfacción que producirá
el pensamiento de haber contribuido á la salvación
do innumerables almas á costa de algunas privaciones,
que al fin y al cabo nada significan. No nos cabe
la menor duda de que los cooperadores santanderinos
que tan generosos y despieudidos so han mostrado hasta el presente, continuarán prestando su
importante apoyo á una obra cuya importancia y ne
cesidad nadie mejor que ellos conoce, y que sin su
decidida protección tendrá necesariamente que fraca
sar y con ella desaparecer como el humo las hala
güeñas ilusiones que todos se han formado para el
progreso moral y material de Santander.
U trera, J u n io de 1896.
SANTANDER.
Continuando en nuestra tarea de dar á conocer los
solemnes cultos que en todas partes se tributan á
María Auxiliadora, signo evidente del arraigo que
su saludable devoción va teniendo en España , nos
toca ahora decir al menos dos palabras de la fiesta
que el 28 de Junio dedicó el Oratorio de D. Bosco
¿ nuestra excelsa Fatrona. Por la mañana se dyo
misa de comunión general acercándose también varios
niños por voz primera al banquete eucaristico. En
la misa solemne con orquesta, que celebró el R. P.
Sorapio Mendia, superior de los KR. PP . Jesuítas,
cantó las glorias de María D. Agapito Aguirro ,
coadjutor do la Compafiia, enardeciendo y entusias
mando á todos con su elocuencia y delicados con
ceptos. La Conferencia Salesiana que prescribe el Re
glamento se tuvo después de las solemnes vísperas,
habiéndose dignado darla el Dmo. Sr. Obispo. Después
de hacer ver los gravísimos peligros que rodean á los
niños por doquiera, encareció la imperiosa necesidad
de sacarlos de ellos, de protegerles contra las insidias
del mundo y de proporcionarles cristiana educación;
fines todos que cumple en todas partes la Obra de
D. Bosco, poro que se ve imposibilitada de cumplir
enteramente la casa de Santander por taita de local
para recibir más niños, y de medios para llevar ade
lante la grandiosa obra que han emprendido y que
8E V IU 1A.
Haríamos sin duda un verdadero agravio á la Sma.
Virgen si no nos apresuráramos á mandar al Boletín
Sálesiano una aunque sucinta relación de los so
lemnes cultos que tributamos también este año á la
Augusta Madre de Dios, cou ocasión déla fiesta de
María Auxiliadora.
Tal vez podrá alguno creer que se baya disminuido
ó entibiado algún tanto en Sevilla el fervor y en
tusiasmo que en general reinaba el año pasado en
tales fiestas; al contrario, desde entonces fué cada
día aumentando y creciendo más y más, como cre
ciendo y aumentando han ido hasta ahora las gracias
y favores que esta Madre bondadosa dispensa desde
su trono con muy liberal mano á todos los que acuden
á implorar su auxilio. Favores y gracias que espe
ramos poder presentir eu no Iqjano día á úneseos
buenos lectores en un hermoso librito que confiamos
será piadoso pábulo á su religiosidad y tierna de
voción hacia la que es bondadosa Madre y valioso
Auxilio del pueblo cristiano.
Para prepararnos mejor á tan grande solemnidad,
se hizo preceder á ella un devoto y hermosísimo triduo
durante el cual fueron repartiendo el pan de la di
vina palabra esclarecidos varones como son el célebre
orador D. José Roca y Ponsa, Canónigo Magistral
de este Santa Iglesia Catedral, que lo hizo en la
primera noche, el dignísimo Sr. Arcipreste de Utrera,
4
D. Joan Padilla y Gonzalo en la segunda, y nuestro
amadísimo y Santo Arzobispo D. Marcelo Spinola y
Maestre en la tercera noche.
En estos dias se ha podido ver realmente cuan
grande es el entusiasmo y la devoción que los hijos
de Sevilla profesan á la Sma. Virgen bajo el dulce
titulo de AUfXiUadora.
En efecto, muy sabido es lo lejos yapartedo que
se halla de la Capital esta Iglesia de la Sma. Tri
nidad ; pues b ie n , á pesar de todo eso y del mal
tiempo que nos amenazaba, acudió un sinnúmero de
personas de todas las clases y condiciones del centro
de la Ciudad y de los extremos opuestos para honrar
á María Auxiliadora y darlo una muestra muy evi
dente del entrañable afecto que la profesan desde que
han tenido noticia de esta Virgen tan amable y ton
simpática.
Era un espectáculo tiemisimo y sumamente con
movedor, especialmente en la última noche, ver
la devoción y religiosidad del numeroso auditorio que
ocupaba todo este grandioso templo, pendiente de los
sagrados labios de su celosísimo y buen Pastor que
ensalzaba las glorias de María Auxiliadora y la obra
de D. Bosco.
El retablo del altar Mayor hemoseado por una
infinidad de luces dispuestas todas con admirable con
cierto y esquisito g u sto , presentaba á la vista un
espectáculo verdaderamente celestial, dándonos
una idea de la encantadora belleza del Paraíso.
Pero el momento solemne que nos conmovió á todos
grandemente fué aquel en que nuestro amorosísimo
Prelado se dignaba darnos la bendición con S. D.
M. \ O h , cómo goza el cristiano cuando se ve pos
trado á los pies de su dulcísima Madre, recibiendo
la bendición de Jesús, Dios de paz y de consuelo!
En ese momento olvida los pesares y penas de que
está llena la vida, y juntando su espíritu á los coros
celestiales quo rodean al Dios de la Majestad, parócele que no está en este miserable valle de lágrimas,
sino en aquella mansión de gloria y felicidad á la
quo debe aspirar continuamente toda alma cristiana.
Concluido el solemne acto del último día del triduo,
nos dispusimos para el día siguiente, señalado para
celebrar la gran fiesta de María Auxiliadora,
Entre las cosas que siempre contribuyen al es
plendor y solemnidad de una fiesta que se celebra
entre nosotros, es sin duda alguna el hermoso es
pectáculo que ofrece ese numeroso coro de niños que
se acercan á lavar sus almas en las aguas saludables
de la Penitencia, para hacerlas luego menos indig
nas de recibir el Pan de los Ángeles. Pues esto
fué lo que pudimos ver con nuestros ojos el día en
que celebramos la fiesta de María Auxiliadora. Ali
mentadas nuestras alrnaa con ese Pan Celestial que
animaba á los antiguos cristianos al martirio y los
llenaba de alegría y gozo entre los más crueles tor
mentos, nos sentíamos inundados de la más pura
alegría y dispuestos á luchar como fuertes en los re
ñidos combates que nos presentarán nuestros ene
migos espirituales.
Para dar mayor expansión y solemnidad á la fies
ta , se convidó á los niños cantores del Colegio
Salesiano de U trera; ya todo estaba preparado, aguar
dando únicamente que llegaran éstos para dar co
mienzo á nuestra función. Por fin los vimos entrar
alegres y contentos con sus amados superiores; su
bieron al Coro y al punto hicieron resonar sus me
lodiosas voces con el canto de una herniosísima copla,
dedicada á la Reina de los Ángeles.
Si yo me detuviese á describir no fueso más que
á grandes rasgos las profundas impresiones quo en
nuestro ánimo se grabaron al ver nuestra Iglesia poco
tiempo há ten pobre y desprovista, adornada y her
moseada ahora con tanta riqueza y majestad , pues
más bien que simple Iglesia parecía entonces una
verdadera Catedral, de seguro quo pasaría los limites
que me propuse al querer comunicar brevo y ligera
mente las gratos impresiones quo más me afectaron
en aquellos días de dicha y consuelo.
He dicho que nuestra Iglesia se parecía en aquel
día á una Catedral; pues ahora puedo añadir que
también tenía algo que ver con la Iglesia do María
Auxiliadora de Turin.
En efecto; al fijar nuestras miradas en aquel nu
meroso tropel de niños revestidos todos con sotanas
de varios colores, formando agradable contrasto con
otro grupo de jóvenes que ostentando sus dalmáticas
hacían bella corona á los Ministros dcl Altar; al
percibir las dulces notas del órgano quo acompañaban
el hermoso Coro de voces angelicales que con suma
afinación cantaban la Sfisa de María Auxiliadora por
el Dmo. Sr. Cagliero: al escuchar los marciales acor
des con que hacían resonar el aire las dos bandas
interna y externa de esta Casa; al oir por último
las suaves notos de los violines que constituyen nues
tra orquesto, acompañando el canto de un A ve M aría
quo se ejecutó durante el Ofertorio, bien podemos in
ferir con muy justa razón que aquella fiesta tenía al
guna semejanza con las que se celebraban y celebran
en la preciosa Iglesia de María Auxiliadora do Turín.
Mo menos hermoso, lleno de fervor y unción sagrada
fué el sermón pronunciado por el muy E. Sr. Dr.
D. Antonio Fernández y Villanova , celoso propa
gador de la devoción á María Auxiliadora y entu
siasta admirador de la Obra do D. Bosco.
Después de haber ensalzado las glorias do la Vir
gen con una erudición verdaderamente pasmosa, pasó
á tratar de las estrechas relaciones que existen entre
María Auxiliadora y la Obra Salesiana: tuvo párra
fos verdaderamente inspirados al hablar do D. Bosco.
Demostró hasta la evidencia que en la sola palabra
M aría A uxiliadora se compendia toda la Obra Sa
lesiana y que de la misma manera quo la Virgen
Sma. quiso en otro tiempo auxiliar á la Cristiandad
amenazada por la hue^e musulmana, mediante el
aguerrido ejército de D. Juan de Austria, así en
nuestro siglo auxilia á la Cristiandad mediante el
nuevo ejército capitaneado por ese insigne varón,
honra y prez del siglo XIX, el inmortal D. Bosco.
Al oir hablar con tanta majestad y dulzura de las
glorias de nuestra queridísima y bondadosa Madre
nuestro corazón se derretía en los más tiernos afec
tos y crecía siempre más en nosotros el entusiasmo
hacia Aquella que se complace en que la invoquemos
con el dulce nombre de Auxilio de los Cristianos.
Sin embaigo, el acto más culminante á que iban diri
gidos todos nuestros pensamientos y cuidados era la
solemne procesión que debía salir á las 5‘/. de la tarde.
(8e contínuar.'i.)
— 206 —
M ÉJICO.
Sr. D irector del B ohU n Salesiano.
L e escribo estaudo do viaje á California para
pasar después A la América Central y cumdir así con la obediencia de nuestro amadísimo
lector Mayor Sr. p . R iíaj pero no puedo menos,
aunque sea de prisa, quo señalarle algunas circunstíiuoias do nuestras tiestas de M aría A uxilia
d ora y de S. Luis Gonzaga.
Las hemos celebrado ju n tas el 20 y el 21 de
Junio.
E l 20, fiesta de María Auxiliadora, según el
Calendario Mejicano j vino S.S. lim a, y lidm a.
Mons. Averaríli, V isitador Apostólico en Méjico
A rozarnos la Misa y d istribuir la Comunión
G eneral. Después, por su extrem ada benevolencia
hacia los pobres Salosianos, quiso asistir A la
Misa Bolomno y al sermón.'
y , dicho sea de paso, ¡ qué serm ón! La prim era
p arte fuó panegírico de María Auxiliadora demosti’audo el orador que María es Auxilio de los Cristia
n o s, Auxilio de los Mejicanos, Auxilio de loa
Sulesianos. La segunda fue confeix’iicia á los Coopm-adores Salesianos, y ]>uedo asegurarle que nin
gún salesiano hubiera podido ser ni más entusiasta,
n i más eficaz ni más clavo. ¡ Bendito sea Dios y
el orador Sr. Canónigo D r. D. Gerardo Herrera,
Rector del Seminario de Jlé.jico!
Después do las funciones sagradas, Mons. Avexai'di se dignó presidir tam bién nuestro sencillo
alm uerzo, al c u a l, además de los principales
Bienhechores, asistió S. E. el Lie. D. Rafael Ló
pez, M inistro Plenipotenciario de la República do
8 . Salvador en Méjico. Por la tard e las Hermanas
d e Marín Auxiliadora dieron un pequeño certamen
en Imnor dol lim o. Sr. A verardi, que tuvo la bon
d ad do aceptarlo y agradecerlo.
El día 21. fiesta de S. Luis Gouzaga, rezó la
Misa á las 7 nuestro decidido Protector y am adí
simo Arzobispo, Rdino. Sr. Alarcón, v en seguida
dió la solemno Bendición con caj)a pluvial, m itra
y báculo á los altos dol frente del Colegio, que
se acaban de constrnir. El Sr. D. Angel G. de
Lascuraín leyó nu bonito discurso, quo se le man
d ará impreso, siendo j)adrino y m adrina de la
fiesta el Sr. D. José II. Elguero, Ingeniero Arqui
tecto y su Señora.
De este Señor le podría decir uu mundo de
m alas cosixs, pero uo lo hago. ¡ Figúrese V. que
con una actividad adm irable dirige gruiis todos
los trabajos de la construcción, y so perm ite ade
más traernos cuantiosos socorros para la misma!
En lu circunstancia do su imdrinazgo nos obsequió
con uu bonito ram illete, cuyas flores eran piezas
de oro; pero reparo en su desprendim iento, for
m adas por los premios de su niñez y por las arn\s
do su casamiento ! ¿ V erdad que esto es muy de
licado y noble?
Cantó la Misa á las 10 mi actual compañero de
viaje, y espero en Dios futuro Hermano, el P.
Luis Dutto, Pbro., quien me está daudo con uua
I>acieucia benedictina lecciones de inglés, que poco
aprovecho. El panegírico de San Luis Gouzaga
estuvo á cargo de nuestro D. Emilio Cozz;iui, que
{
inauguró con él su curso de predicación en cas
tellano.
Por la tarde, después de las vísperas y de la
Bendición de Nuestro Amo (como aquí dicen), se
dió la representación del moral y religioso drama
L a Libertad escrito con galana plum a por nuestro
Hermano el Pbro. Dr. Fenoglio, y se acabaron
las fiestas.
Mucho se luciéronlos actores, cantores, músicos
y decoradores; y los Rdmos. Prelados y la nume
rosa concurrencia salieron muy satisfechos. A Dios
sean dadas las gracias.
A las 9 de la m añana del 22 salí para m i viaje
con el P . D utto, dejando encargada la Casa al
ya experimentado P. Castelli. D entro de dos ó
tres meses espero de volver, con el favor de Dios,
A ver los adelantos de la obra.
Recuérdeme V. en sus oraciones, bese por mí
la mano á nuestros venerandos y amadísimos Su
periores y reciba los atentos saludos de este
Su afmo. h. en J . C.
A n g e l P ic c o n o , P b ro .
E l Paso (Tejas), 24 de J u n io de 1896.
VILLA COLf)^ (Ui’üguaj^,
En honor de María A uxiliadora, bajo cuya ad
vocación ha puesto su confianza y sus destinos la
beném erita y progresista comunidad de los hijos
de D. Bosco, celebráronse el sábado y domingo
pasados, 23 y 24 de Mayo, grandes y solemnes
tiestas religiosas y populares en el acreditado Co
legio Pío de V illa Colón.
L a concurrencia que asistió A aquellas fiestas,
donde todo era amiuacióu y extraordinario rego
cijo, fuó umy numerosa y selecta; pues uo sola
m ente se habían reunido allí la mayor parte de
los vecinos de aquel pueblo y de todos sus alre
dedores , hasta de largas distancias, sinó quo
estaban presentes muchas y conocidas familias
deM outevideo. especialmente de las que tienen
quintas en Villa Colón y todas sus pintorescas
ceivauías.
El lim o. Sr. Obisi>o D iocesano, Mons. Soler,
que había sido invitado i>ara presidir las fiestas
religiosas de ambos días, tuvo una expléndida
recepción, siendo esperado A la llegada del tren
por el D irector del Colegio Rdo. Padre Turricia,
y varios vecinos caracterizados de la localidad y
escoltado i>or los policías de Colón y Melilla
con sus dignos Comisarios al frente.
E l sábado por la noche, después de las solem
nes Vísperas, se tuvo en el teatrito del Colegio
uu acto Dramático-M usical y en sus intermedios
bonitas suertes de prestidigitación, que no por
ser de un aficionado, dejaron de interesar al pú
blico, entreteniéndole agradablem ente.
L a conocida comedia de Moratín, « El médico
á palos » arreglada para el Colegio, hizo las de
licias de la concurrencia, siendo todos los papeles
desempeñados con m aestría y con muellísima gra
cia , como lo fueron igualm ente en el canto bufo
y eu el entremés.
El Domingo, en la Misa de Comunién, celebrada
por el Prelado, se acercaron á la Sagrada mesa
numerosísimas ]>er8ona8 que recibieron la Comu
nión después de una fervorosa plática de prepa
ración que les dirigió el Sr. Obisi>o.
— a u ’i —
Con esto y el pontifical de las 10, en el que
ofició Mons. de León, con asistencia de S. S. se
ocupó santam ente toda la m añana.
En la mesa, tendida en los corredores del Colegio,
vimos muellísimos caballeros de n uestra buena
sociedad y una gran p arte de jóvenes, en su ma
yoría ex-alumnos del Colegio Pío. Eeinó allí la
mayor y más entusiasta animación.
Á las 2 se reunió la Asamblea de los ex-alumnos del Colegio, resultando de ella el nom bram ien
to del Prelado como socio honorario de aquella
nueva sociedad de Jóvenes, que, por los valiosos
elementos con que cuenta, es augurio de grandes
bienes pai-a nuestra causa, á la vez que honra y
enaltecimiento pava el Colegio, donde se h a for
mado.
Fuó esta sociedad inaugurada en Octubre del
año pasado, en ocasión de celebrarse en Colón el
cumpleaños del P . T urricia. En pocos meses pro
gresó muclio y camina con seguridad á pasos
agigantados. En la asamblea se procedió á la elec
ción de Presidente, cuyo cargo había declinado
el Doctor José Espalter, por te n e r que ausentarse de
la capital. Por unanim idad fué elegido el Dr. Luis
Pedro Lenguas nom bre m uy conocido en Monte
video y de los que más honran á los ex-alumnos
del Colegio.
El acto literario celebrado esa misma ta rd e ,
resultó brillante como se esperaba, ya que en él
tomaron parte oradores conocidos como el Dr. Len
guas y el joven Ferrés, y aventajados principian
tes como Caráuibula y Aguirre, todos ellos miem
bros de la nueva Sociedad de los ex-alumnos.
Todos los discursos, como las composiciones de
los niños y la hermosa im provisación de nuestro
Prelado, fueron aplaudidos con entusiasmo por la
concurrencia que tuvo los mejores elogios para
cuantos tom aron p a rte en aquel brillante acto
literario.
Por la noche liubo ilum inación, fuegos artifi
ciales, retreta, elevación de globos y mil entre
tenimientos que hicieron i>asar inapercibidas y
gratísimas las líltim as horas de aquel día.
Así, cou toda esa animación y en medio del
mayor entusiasm o. se h a celebrado este a ñ o ,
en el Colegio Pío, la fiesta de la excelsa P atrona
de los Salesianos, la Virgen Santísim a, bajo su
preciosa advocación de M aría Auxiliadora. Que
ella bendiga, como hasta ahora, á sus m uy amados
hijos y que nuestro pueblo les dispense siempre
eu protección y sn cariño.
Xo term inarem os estos apantes sin enviar nues
tras felicitaciones al Rdo. P adre T urricia, dig
nísimo D irector del Colegio Pío, lo mismo que
á sus colaboradores y compañeros de comunidad
por tantos títulos acreedores á nuestras mejores
y más sinceras simpatías.
S. R.
(Ofilombia).
HacepcKMJsañosqnelossalesianos se establecieron
en Fontibón, encargándose de la parroquia el P . To
más Fallone. Habiendo éste encontrado la iglesia en
muy m alas condiciones, determ inó hacer en ella
obras de im portancia casi reconstruyéndola de
nuevo. P ara esto hizo unllam am iento á lacarid ad d e
los vecinos, quienes con general entusiasmo contribnyeron según la m edida de sos fnerzas, pudién
dose term inar las obras después de dos años de
continuos trabajos. Como preparación á la ben
dición del templo, el P . Evasio Rabagliati, Superior
de los Salesianos, predicó una Misión de ocho días,
obteniendo copiosísimos frutos de vida eterna, pues
ocho ó diez sa-cerdotes no daban abasto para has
confesiones, y en el últim o día centenares de
caballeros se disputaban el puesto para tom ar ali
m ento en el sagrado convite. Bendijo la iglesia
el limo. Sr. Obispo F r. Nicolás Casas y con esto
motivo se celebraron solemnísimos cultos en los
que intervinieron loa cantores y músicos del Colegio
Salesiano. Después de la misa solemne el Sr. Obispo
adm inistró el sacramento de la Confirmación á
más de seiscientos fieles.
BUENOS A1RB8.
Nos escriben de nuestro Colegio Pío IX de Artes
y Oficios: « El 24: de Junio se celebró en esto
eat.ablecimiento de educación uua interesante fiesta
cou motivo de la inauguración y bendición de los
nuevos pabellones recientem ente construidos y del
observatorio meteorólogico que llevará el nombre
de nuestro llorado lim o. Sr. Lasagna como uu
homenaje tributado á la memoria del ilustre pre
lado.
A las 2,30 se celebró el acto de la bendición
del edificio, que estuvo á cargo del arzobispo Sr.
Castellano. Fueron padrinos de la ceremoniael P re
sidente de la República Dr. U ribnru y sn esposa
la señora D.® Leonor Tezanos Pinto de Uriburu.
En seguida el E. P . José Vespignaui hizo uso
de la palabra relatando la m arca progresiva de la
institución fundada por D. Bosco eu la Rei)ública
A rgentina.
E l R. P. Luis Morandi, director del observatorio
meteorológico del Colegio Pío Salesiano de Villa
Colón, ])ronunció un notable discurso en el que
hizo la historia de los estudios astronómicos.
Los uiñ<»s del colegio entonaron después el himno
salesiano ucompafiados por una banda de música,
y varios aficionados representaron la obra cómica
“ Los panaderitos,,. 1 k>s intérpretes fueron muy
aplaudidos por la corrección con que desempe
ñaron sna papeles.
La numerosa concurrencia que asistió á la fiesta
pasó en seguida á visitar los diversos talleres del
establecim iento, quedando gratam ente impresio
nada de las respectivas insl^laciones.
El acta levantada con motivo de la inauguración
fué firmada por la mayor parte de los presentes.
El Dr. U riburu felicitó ó la dirección del colegio
y tuvo palabras de aliento para los continuadores
de esta benéfica obra. >
LA BLATA.
Con motivo de la fiesta del Sagrado Corazón do
J e s ú s , patrón del Colegio Salesiano, se le dedi
caron solemnes cultos que se vieron muy con
curridos y revistieron extraordinaria solemnidad.
En las'solem nes fonciones de la m añana pro
nunció nn notable sermón el salesiano E. P. Isabella. Demostró con felices frases que todas las
fiestas tienen sn origen en el Corazón de Jesús,
historiando la vida de éste, figurada antes de su
venida al m undo y anunciada por ios profetas.
—
208
—
encontrando la realización do estas figuras y pro ^ue dicha obra eetd eeeriía, revelan un nuevo y especial
fecías en Jesucristo. Tuvo frases elocuentes al sig- procedimiento en la enstíianza de la A r itm m c a ; y la
níílcar la pureza del amor del Corazón d iv in o ; no menos au to rizad a Revista Popular dice ig u a lm e n te :
trazó ó grandes rasgos el estado de la sociedad ,« Recomendam os estas o b rillas que pueden ser de
tilid a d , y que son indudablem ente la última
en BUS relaciones con el Sagrado Corazón, y te r m ucha ude
la moderna pedagogía sobre este ram o de
minó elogiando a l pueblo argentino que se mues palabra
ella. » Se h a lla de v e n ta en la s lib re ría s salesianas
tra em inentem ente religioso y fiel observante de y cató licas a l precio de 0,25 p ts. e l p rim er grado y
los preceptos de nuestra Keligión santísima.
0,50 cada uno de lo s otro s dos. fV . la pág. 2 de la
L a orquesta estuvo á cargo de los alumnos del cnb ierta). :
L e t t u x * e a m e n e e c l e c l u c a . t l ' v e , es el
Colegio Pío IX do Artes y Oficios de Almagro
(Buenos Aires), dirigidos por el R. P . Aquilos Pe- títn lq de una n u ev a pub licació n perió d ica de la JAbrerxa
SaUeiana de S . Juan Evangelista de Tarín, Fia Madama
droliuí.
Cristina, n P 1, cuyo o bjeto es la difusión, de libros
Después do las funciones de la ta rd e so dió prin m orales que ensenen deleitando. E l program a de esta
cipio al certamen m úsico-teatral, llenando com n u ev a publicación p o d rán verlo nuestros lectores en
pletam ente el espacioso salón anexo á la capilla la c u a rta p á g in a de la s cu b ie rta s de este número.
V i t a < li O o l l e s f i o , por Carlos M. V iglietti,
y destinado al objeto, distinguidas familias.
^ l> o « it( » lu < lo c ío l u C r u z , por ti R. P.
Alberto M ir ó'.
— E ste es el títu lo de uu lib rito
que hem os recib id o de M éjico, pequeOo en su ta
maño pero de u n v alo r inm enso y de u n a gran utilidm l p ráctic a p a ra to d a persona que desee form ar p arte
de « u n a obra a d m irab le » que acaba de establecerse
en la R epúb lica m ejicana, y de desear fuera que pa
sando sus fro n teras so esteudiera p o r todo el orbe ca
tólico, como no lo dudam os que así será apenas sea
conocida. E l Apostolado do la Cruz, que así sé lla m a la
obra á que nos referim os y que viene á ex p licar y
<lar á conocer el libro que recom endamos, •< es u n a
obra piadosa, que tie n e por objeto m over p rá c tic a
m ente á todos los cristian o s á acrecen tar eu sí mismos
y en los prójim os el am or á la Cruz, u niendo con
n u e stra in ten ció n nuestro dolor, de cu alq u iera m anera
que se nos p resente y moleste, al dolor d el Sagrado
Corazón de Jesús, sim bolizado en su Cruz, espinas y
lan zad a, y según la s in ten cio n es, deseos é intereses
dol Doilioo Corazón que siem pre v iv e eu su Ig le sia y
ou la E u c a ristía , padeciendo m ísticam ente por noso
tro s. » H e a q u í eu sín tesis lo que b ieu e á ser esta
O bra * grande p o r su exteusióu, sa n ta por su esencia,
vonerablo p o r su origen, buuétioa por su s re s u lta d o s :»
la cual en poco tiem po h a ad q u irid o y ad quiere cada
d ía u n extrao rd in ario desarrollo en a q u ella K epública.
Nosotros recom endamos v iv am en te este libro porque
« con pincel d iv in o y mano m aestra, se h a n p in ta d o eu
ól la exooleuoia, la necesidad, la s v entajas, y eu u n a pa
lab ra, todos los a trib u to s del A postolado de la C ru z ,»
que celebraríam os ver pronto eatableoido por doquiera.
— O rgano eu lu p rensa de cstik O bra es u n a precio
sísim a R ev ista sem anal del mismo nom bre, que tambióu recom endamos.
A j r l ' t i i K S t i c d p a ra uso de la s escuelas de p ri
m era ousoDauza, por V n Saltsiano. S a rriá (Barcelona)
L ib rería y T ip o g rafía Salesiaua. — E sta excelente obra
que acab a de p u o lic a i la L ib re ría S alesiaua de Sarriá,
ab arca tre s grados correspondientes á la s tres catego
rías eu que suelen d iv id irse los uiDos según su edad
y oouoiuiuieutes. Ca<la uno de estos tres tra ta d ito e con
tien e Toxto, 6 sea la teo ría de la a sig n a tu ra que ha
do ser ex p licad a por e l profesor y re c ita d a de m em oria
por los m fio a; Ejercicio ó sea la p a rte p rá c tic a d e l an
terior, y por fin Tarea, que no es sino una am pliación
de la an terio r p o r medio de problem as h áb ilm en te p re
sentados á la in telig en cia d e los alum nos. A propósito
de esta obra dice la au to rizad a re v ista profesional
E l Monitor de primera e»«eñaii.ra. que se publica en
B arcelona: E l acierto, la aenciliez y la claridad con
Pbrq. es el p rim e r opúeculo de la colección. Form a el
diario de u n jo v e n colegial escrito con u n a n a tu ra li
dad y sencillez encantadoras. Muchos h an sido los eiogiüs trib u ta d o s á este lib ro por la prensa, pero nos
contentarem os con la s siguientes p alab ras de la Civiltá
Caltolica: « Merece este li b r o a n d ar eu m anos de los
jóvenes, v iv an 6 no eu Colegio, y eu la s de sus pro
fesores, pues todos ellos en co n trarán en él u n a amena
y ú til lectura. »
E x * t t u n A n i v e l o J por T. P eutore, P b ro . es el
segundo. Con fácU y e leg a n te p a la b ra y elevados pen
sam ientos, el au to r p resen ta en form a de n o v ela á nna
jo v en le c ie n salid a d e l colegio, in s tru id a y profunda
m ente cristian a, la cual con sos ejem plos y elocuentes
peroraciones consigue la conversión de su p ad re de
ind iferen te y casi in créd u lo en fervoroso católico. Es
un lib ro ú tilísim o y m uy propio p a ra la s Jóvenes, pues
en él pueden e n co n trar seguras y precisas norm as para
re g u la r su conducta y conservarse p u ras é inm aculadas
eu medio de la gen eral corrupción que nos rodea.
E l p recio de suscripción e s d e i'S O p ts . p a ra I ta lia y
5‘75 p a ra el E x trai^ ero . C ada dos meses se p u b lic a nn
volum en. Se en cu en tran en p reparación p a ra el pre
sen te añ o : I I BüOií O p k r a I ü , de P . M aufroui; P as SEGGiATK, de F . B. F rancesia, y L e t t k r e a i m o r t i ,
de F . P azzi. (V. la c u a rta pág. de la s cubiertas).
E o fiS i n a l o b i c o i n p a i i e x ' o s y l u . "V irpor F . Boiihours. — E s u n a h isto ria in teresa n
tísim a de uu desgraciado jo v e n engañado por los maloi-.
com pañeros v que debió su salvación á la co ntinua
rotección de M a ría , c u y a devoción fué en unión
e su fe lo único que salvó en su m oral naufragio.
' I A cuan to s desgraciados jóvenes so lea p u d iera aplicar
la m ism a h is to ria ! ¡ Y menos nial si a l conocer su desgra
c ia y los excesos á que les h a conducido su f u t a
de carácter y dem asiada condescendencia, volvieran
sobre sus pasos, reconocieran sus yerros y los la v a ra n
con lágrim as de pen iten cia! E l in terés que la presente
h isto ria d espierta desde su p rim era p ^ in .a n o decao
h a sta la ú ltim a , y la redacción de la s L e c t u r a s C a
t ó l ic a s de S a rriá no p ed ía h a b e r dado á sus susciitores en estos meses de vacaciones u u opúsculo más
á p ro pósito p a ra re crear el ánim o y llen arlo de ú tile s
y p rá c tic a s enseñanzas m orales. Recomendamos á nues
tro s lectores este opúsculo como igu alm en te la s L e c
t u r a s C a tó lic a s de S a rriá (B arcelona), que ta n to
fru to están llam ad as á hacer eu n u e stra p a tria . La
suscrioión cuesta 2‘50 p ts. en E sp añ a y 3‘50 eu U ltra
m a r y E strau jeio .
ITomot^ x*ccil>iclo de la casa e d ito ra de
1 3 . P X e i* d e x * la octava edición de la a d m irab le y
lan d ab ilísim a obra d el P . L eh m k u h l 'X'lxeoloi^ia
j ^ X o i r u l i s en dos volúm enes repletos de ciencia teoló
gica. De e sta obra h a dicho e n tre o tras cosas la Ciriltd Cattolica < que ee eumamente digna, oon preferencia
d muchas otra*, ae andar en manos <fe los discípulo*para
ooRSuitaria y estudiarla privadamente. No disponiendo
en este núm ero de suficiente ^ p a o io , nos ocuparem os
oon d etenim iento de eeta obra en el próxim o, reco
m endándola ya desde a h o ra á nuestros lectores. —
Su precio: 20 y 25 fr.
S
CoB •pnbsciÓB dt laiaUrtdkd BclNÍkstia. - Gemts JOSÉ GilBllO
T u tiu — Típegeafia Salesiaua.